Lesiones intracerebrales que no realzan con el gadolinio: a propósito de un caso de criptococoma en un paciente con sida Brain Diseases that do not Enhance with Gadolinium: A Case about a Patient with AIDS and an Intracerebral Cryptococcoma Sonia Pilar Rodríguez1 Resumen Palabras clave (DeCS) Criptococosis Síndrome de inmuno deficiencia adquirida Gadolinio Encefalopatìas Barrera hematoencefálica Imagen por resonancia magnética Key words (MeSH) Cryptococcosis Acquired immunodeficiency syndrome Gadolinium Brain diseases Blood-brain barrier Magnetic resonance imaging El gadolinio se usa como complemento importante en neuroimágenes para una adecuada visualización y caracterización de procesos neoplásicos e inflamatorios. Cuando hay un aumento de la permeabilidad capilar, ya sea por vasodilatación o por ruptura de la barrera hematoencefálica, o cuando hay una importante neovascularización en una lesión, habrá un paso anormal o un aumento en la cantidad de medio de contraste local. Cuando la barrera hematoencefálica permanece íntegra o cuando no hay un aumento en la vascularización focal, no habrá una acumulación o un aumento en la cantidad medio de contraste intralesional. En este artículo de revisión se describe el caso clínico de un paciente de 56 años de edad con sida que presenta una meningitis por criptococo y un criptococoma intraparenquimatoso. Se describen los hallazgos por resonancia magnética de los criptococomas y, además, se realiza una revisión de las patologías más frecuentes, cuya ausencia de realce tras la administración del gadolinio es característica. Summary Gadolinium is used as an important complement in neuroimaging for an adequate visualization and characterization of neoplastic and inflammatory processes. When there is an increased capillary permeability because of vasodilation or blood brain barrier breakdown or when new capillaries are developed in an injury, there will be an abnormal enhancement of local tissues. When the blood brain barrier remains intact or if there is not an increased vacularization, there will not be an accumulation or increase in the amount of local contrast medium.This review article describes the case of a 56 year old patient with aids with a cryptococcal meningitis and intraparenchymal cryptococcoma. There is a description of the mRi findings of cryptococcoma and a review of the most frequent pathologies in which lack of enhancement after gadolinium administration is characteristic. Introducción Médica residente de cuarto año de Radiología, Departamento de Radiología e Imágenes Diagnósticas, Hospital Universitario de San Ignacio-Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. 1 2708 El gadolinio es un elemento químico paramagnético, cuyos compuestos se usan como medio de contraste en resonancia magnética. Potencia la relajación de los protones de hidrógeno, al acortar los tiempos de relajación tanto en secuencias con información T1 como en aquellas con información T2. En las imágenes potenciadas en T1 el resultado es un aumento en la intensidad de señal en los sitios por donde transita o se deposita el gadolinio; por esta razón se usa como complemento importante en neuroimágenes, para una adecuada visualización y caracterización de procesos artículos de revisión neoplásicos, inflamatorios, infecciosos, hamartomatosos, autoinmunes e isquémicos (1). Actualmente existen seis medios de contraste intravenosos que contienen gadolinio aprobados por la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos, que se pueden clasificar dependiendo de su estructura química. Hay compuestos lineales iónicos, lineales no iónicos, macrocíclicos iónicos y macrocíclicos no iónicos. Según sus características magnéticas y su capacidad para unirse transitoriamente a la albúmina, se necesitarán diferentes concentraciones del compuesto para potenciar la relajación de los protones de hidrógeno que se encuentran a su alrededor (2). La barrera hematoencefálica es semipermeable y en situaciones normales permite el paso de sustancias lipofílicas y de algunas sustancias y células que contienen proteínas específicas; sin embargo, no permite el paso del gadolinio. Cuando hay un aumento de la permeabilidad capilar, ya sea por vasodilatación o por ruptura de la barrera hematoencefálica, o cuando hay una importante neovascularización en una lesión, habrá un paso anormal o un aumento en la cantidad de medio de contraste local (3). Debemos tener en cuenta que este realce también depende del compuesto de gadolinio utilizado y de su cantidad (2). Menos importancia se le ha dado a la ausencia de realce, ya que el que no se presente realce de la lesión estriba en el proceso patológico, en el estado de inmunidad y en su tiempo de evolución. Esta característica nos permite igualmente caracterizar las lesiones estudiadas. Caso clínico El caso clínico corresponde a un hombre de 56 años de edad, quien consultó por placas blanquecinas en la mucosa oral. Se realizó un diag- nóstico de candidiasis oral y se solicitó una prueba ELISA para virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el cual fue positivo. Posteriormente, el examen Western-Blot confirmó la infección y se inició tratamiento con lamivudina, zidovudina y neviparina. Un mes después del inicio de los antirretrovirales el paciente consultó por cefalea y malestar general. Adicionalmente, los familiares referían cambios en el comportamiento: “Se ha vuelto violento y grosero”. En el examen físico no se encontró ningún déficit; sin embargo, en el examen mental el paciente se encontraba hipoproséxico, desinhibido y con persistencia de ideas. Se tomaron laboratorios y se encontró una carga viral de 468 copias y un conteo de CD4 de 25 cels/μL. En la punción lumbar se encontró un líquido xantocrómico, una glucosa de 28 mg/dL, proteínas de 455 mg/dL, leucocitos de 194/mm3, neutrofilos de 14%, linfocitos de 86% y 20 hematies/mm3 frescos. La glucemia de control era 78 mg/dL. El antígeno para criptococo fue reactivo en 1:10 dils y la tinta china fue positiva. Los antígenos para Streptcoccus, Haemophilus influenza, Streptococcus pneumoniae, Neisseria meningitidis y Escherichia coli fueron no reactivos. El KOH fue negativo. Con el diagnóstico de una meningitis por criptococo se inició anfotericina B intravenosa a 0,25 mg/kg. Se tomó una resonancia magnética cerebral con gadolinio (gadopentetato de dimeglumina [GdDTPA]), donde se observó una lesión en el lóbulo parietal derecho, de baja señal en secuencias con información T1, y de alta señal en secuencias con información T2 y FLAIR, que no restringía la difusión libre del agua y que no realzaba tras la administración del gadolinio (Fig. 1). Después de 25 días de tratamiento endovenoso, se tomó una resonancia magnética de control, en la cual se encontró una disminución en el tamaño de la lesión y un ligero realce en la periferia tras la administración del gadolinio (Fig. 2). a b c d e f Fig. 1. (a) Corte axial en secuencia con información T1 donde se observa una lesión de baja señal en el lóbulo parietal derecho (flecha blanca). (b) Corte axial con información T2 y (c) FLAIR, donde se observa esta misma lesión de alta señal (flecha blanca). (d) No hay realce tras la administración del gadolinio (flecha blanca). (e) En la secuencia de difusión (DWI) se observa una zona alta señal (f) que presenta una ligera señal alta en el mapa de ADC (flecha blanca). Rev Colomb Radiol. 2009; 20(3):2708-18 2709 a b Fig. 2. Resonancia magnética de control donde se observa una disminución considerable en el tamaño de la lesión parietal derecha: (a) de alta señal en secuencia FLAIR (flecha blanca) y (b) presenta mínimo realce tras la administración del gadolinio (flecha negra). Criptococomas en pacientes con sida El Cryptococcus neoformans es el hongo que más frecuentemente afecta el sistema nervioso central. En pacientes con sida, la principal causa de infección está dada directamente por el VIH, seguida por la infección causada por el Toxoplasma gondii y el criptococo. En estos pacientes la criptococosis cerebral tiene una incidencia del 10%-11% y afecta a pacientes con conteos de CD4 inferiores a 100 celulas/μL (4,5). Histológicamente, los criptococomas en fases iniciales presentan una abundante cantidad de microorganismos y se asocian con inflamación leve; luego presentan una reacción granulomatosa crónica. El realce periférico de los criptococomas indica una respuesta inflamatoria del tejido cerebral vecino; sin embargo, los estudios histológicos de pacientes inmunoafectados demuestran que esta respuesta puede estar disminuida o ausente por varias razones: el estado de inmunosupresión del paciente, el efecto inmunosupresor de los polisacáridos capsulares y la producción de antioxidantes por parte del Cryptococcus neoformans (6,7). Los sitios más frecuentemente afectados por los criptococomas son los ganglios basales, el mesencéfalo, el tálamo, el cerebelo, o pueden aparecer como quistes leptomeníngeos. En los estudios por resonancia magnética se ha descrito una incidencia de criptococomas en el 21% de los pacientes con meningitis por criptococo, los cuales son de baja señal en imágenes potenciadas en T1 y de alta señal en imágenes potenciadas en T2. Hay un delgado realce en anillo tras la administración de gadolinio o una ausencia de éste por la alteración inmunitaria, que disminuye la respuesta inflamatoria, y por las características de la cápsula del criptococo (6,8-13). Otros hallazgos en pacientes con meningitis por criptococo son la dilatación de los espacios de Virchow-Robin, por seudoquistes gelatinosos en el 57% de los casos, quistes intraventriculares, nódulos, calcificaciones o realce leptomeníngeo (3,4,7-9). En los primeros 7-14 días, los hallazgos en la espectroscopia están dados por un aumento en los picos de trehalosa, manitol y lípidos. Estos picos disminuyen del día 21 al día 28. El pico de acetato es bajo y permanece estable durante todo el curso de la lesión; sin embargo, éste también se encuentra con frecuencia en abscesos bacterianos (14). Aún no hay series de casos que reporten el comportamiento de los criptococomas en las imágenes potenciadas en difusión. En la búsqueda 2710 de la literatura, se encontró un reporte de caso de un criptococoma que restringía la difusión libre del agua, a diferencia del paciente presentado en este artículo (15). El diagnóstico diferencial de pacientes con neuroinfección y lesiones nodulares intraaxiales de baja señal en las imágenes potenciadas en T1, de alta señal en imágenes potenciadas en T2 y que no realzan tras la administración de medio de contraste son granulomas por Coccidioides immitis o por Candida albicans, sobre todo en el contexto de pacientes inmunoafectados (4). Otras lesiones en pacientes con sida que no realzan con el gadolinio Leucoencefalopatía por sida (complejo demencia progresiva o complejo demencia sida) El VIH atraviesa la barrera hematoencefálica inflamada y penetra en los macrófagos del sistema nervioso central, que son las células de la microglia. Se crean células gigantes multinucleadas y la respuesta inflamatoria crónica y los radicales libres lesionan el tejido neuronal. La infección del macrófago por el virus del VIH genera la indoleamina-2-3 dioxigenasa, degrada el triptófano y produce interferón. Como resultado hay un bloqueo en la producción y expansión clonal de los linfocitos T, una disminución en sus efectos citotóxicos y un aumento la generación del virus. Estos mecanismos permiten que persista la infección por el virus de VIH en los macrófagos, al bloquear la fagocitosis y la respuesta dependiente de los linfocitos T. También, al alterarse la respuesta inflamatoria, estos mecanismos contribuyen a que persista la integridad de la barrera hematoencefálica y, de forma secundaria, a la ausencia de realce con el gadolinio. El resultado de esta infección persistente es la pérdida difusa de neuronas, de mielina y una proliferación astroglial generalizada. Afecta al 15%-20% de los pacientes con sida, sobre todo aquellos con conteos de CD4 menores de 200 celulas/μL, con seroconversión a edades más altas y de más años de evolución (5). La sustancia blanca profunda y los ganglios basales son los más afectados. La sustancia gris cortical y las fibras en U subcorticales no suelen estar comprometidas (4,5,16). Así mismo, en resonancia mag- Lesiones intracerebrales que no realzan con el gadolinio: a propósito de un caso de criptococoma en un paciente con sida. Rodríguez S. artículos de revisión nética se observa atrofia generalizada y simétrica desproporcionada para la edad del paciente y afectación de la sustancia blanca periventricular y profunda, la cual se observa de alta señal en las secuencias potenciadas en T2. Se ha descrito que la alteración de la sustancia blanca puede ser simétrica, asimétrica, localizada, difusa, o puede ser de predominio frontal y afectar las fibras de la rodilla del cuerpo calloso. Estas zonas no realzan tras la administración de gadolinio ni generan efecto de masa, ya que representan una infección crónica persistente por el VIH y una astrogliosis residual. Algunos autores las consideran como lesiones cicatriciales secundarias a una encefalitis crónica. Si hay realce, debe considerarse una encefalitis aguda u otros diagnósticos diferenciales (4,5,17). En la espectroscopia por resonancia magnética se observa disminución en el pico de N-acetil-aspartato y elevación en los picos de colina y mioinositol (4,5). Leucoencefalopatía multifocal progresiva La leucoencefalopatía multifocal progresiva es una enfermedad desmielinizante progresiva causada por la infección viral de los oligondedrocitos del virus de “John Cunningham”. Este virus tipo ácido desoxirribonucleico (ADN) papovavirus se adquiere entre la primera y segunda décadas de la vida y permanece latente hasta que el paciente entra en estado de inmunosupresión. En este momento se activa y genera la pérdida de mielina en los axones de los oligodendrocitos y se afectan principalmente las fibras subcorticales en U y la sustancia blanca periventricular, aun cuando respeta la corteza y el resto de la sustancia blanca profunda. En el análisis microscópico se observan placas desmielinizantes que pueden ser solitarias, múltiples o confluentes con mínima inflamación perivascular, lo cual explica la ausencia de realce y la falta de efecto de masa (4,5,18). Afecta al 2%-7% de los pacientes con sida, y es más común en los que presentan un conteo de CD4 entre 50-100 celulas/μL (5). La afectación de la sustancia blanca subcortical o periventricular puede ser asimétrica, simétrica, única, múltiple o confluente. En resonancia magnética, la sustancia blanca comprometida es de baja señal en las imágenes potenciadas en T1 y de alta señal en imágenes potenciadas en T2. Las lesiones no generan efecto de masa ni realzan tras la administración del gadolinio por las razones ya expuestas (Fig. 3). En muy pocas ocasiones éstas pueden tener un ligero realce periférico con el gadolinio o asociarse a efecto de masa o sangrado. Este realce y efecto de masa puede ser secundario al síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria cuando se observa en las primeras semanas posteriores al inicio de la terapia antirretroviral o a la respuesta inmune individual contra los antígenos virales (5,18,19). En la espectroscopia hay una disminución del pico de N-acetil-aspartato, presencia de lactato y aumento en los picos de colina y de lípidos (20). En el momento de progresión rápida de la lesión se observa una restricción en la difusión libre del agua, que puede afectar toda la lesión o su periferia. Estos hallazgos se explican por la necrosis de los oligodendrocitos y las áreas de desmielinización. En las lesiones subagudas o crónicas aumenta la difusión, lo que refleja la expansión del espacio extracelular (18-22). Rev Colomb Radiol. 2009; 20(3):2708-18 a b c Fig. 3. Paciente de 39 años de edad con sida. En biopsia por estereotaxia se comprobó leucoencefalopatía multifocal progresiva. (a) corte axial en secuencia FLAIR: zona de alta señal que compromete la sustancia blanca subcortical, parasagital, frontal derecha de contornos mal definidos y sin efecto de masa (flecha blanca). (b) Tras la administración del gadolinio no se observa ningún realce (flecha negra). (c) En el mapa de ADC se demuestra un aumento en la difusión libre del agua y se detecta otra lesión frontal izquierda de las mismas características que no era evidente en las otras secuencias (puntas de flecha). 2711 Lesiones del sistema nervioso central que no realzan con el gadolinio Neurofibromatosis tipo I En la neurofibromatosis tipo I, también llamada enfermedad de Von Recklinghausen, se han descrito lesiones focales asintomáticas aproximadamente en el 43% de los pacientes, las cuales se encuentran principalmente en los niños. Histológicamente, en estas lesiones se observan cambios vacuolares, mielopatía espongiforme, infiltrados gliales atípicos, gliosis perivascular y microcalcificaciones. Diferentes autores las han descrito como hamartomas, heterotopias, focos de mielinización anormal, objetos brillantes no identificados, displasias cerebrales o áreas de gliosis; sin embargo, el término de hamartomas es el que se ha adoptado para referirse a estas lesiones (23,24). Los hamartomas se localizan más frecuentemente en los pedúnculos cerebelosos, el tallo, el globo pálido o en las radiaciones ópticas. En resonancia magnética se observan lesiones focales de baja, media y alta señal en imágenes potenciadas en T1, y de alta señal en imágenes potenciadas en T2. Las responsables de esta alta señal parecen ser las vacuolas de contenido acuoso, lo cual también explica la reversibilidad de los hamartomas en algunos casos. No generan efecto de masa y no suelen realzar tras la administración del gadolinio, dado que no hay ningún tipo de atipia celular, inflamación activa ni alteración de la barrera hematoencefálica (Fig. 4) (23-27). Algunas veces generan un ligero efecto de masa o realzan tras la administración del gadolinio. Tales hallazgos hacen necesario descartar un glioma de bajo grado, los cuales también son comunes en pacientes con neurofibromatosis tipo I (23-25). En estudios con espectroscopia se han descrito: una leve disminución en todos los metabolitos normales, aumento en las concentraciones de colina (asociado con disminución en las cantidades de N-acetil-aspartato similar al visto en los astrocitomas) o disminución en la proporción N-acetil-aspartato/colina y N-acetil-aspartato/creatina con respecto al cerebro normal, pero mayor que el visto en los astrocitomas (26,27). En estas lesiones se demuestra aumento en la difusión libre del agua (28). realza tras la administración del gadolinio, ya que no hay atipia en las neuronas ni en los astrocitos que componen la lesión, no hay neovascularización y la barrera hematoencefálica se encuentra íntegra. Se deben utilizar protocolos que disminuyan los artefactos generados por el líquido cefalorraquídeo para aumentar el contraste entre el líquido cefalorraquídeo y las estructuras sólidas, aun así los hamartomas que miden menos de 5 mm pueden pasar inadvertidos (29-32). a b Hamartoma del ‘tuber cinereum’ Los hamartomas hipotalámicos son lesiones poco frecuentes del tuber cinereum que se dan como resultado de malformaciones del desarrollo (26). Histológicamente se ha demostrado que estas lesiones están compuestas principalmente por una densa población de neuronas menores de 12 μm similares a las neuronas hipotalámicas normales con un fenotipo gabérgico inmaduro y algunos astrocitos fibrilares en la periferia. Estas neuronas tienen actividad de marcapaso intrínseca, lo cual puede ser causa de convulsiones (29,30). Los hamartomas se han subdividido en dos grupos: los parahipotalámicos, que son masas pedunculadas unidas al piso del hipotálamo, localizadas en la cisterna interpeduncular, que suelen asociarse más frecuentemente con pubertad precoz, y los hamartomas intrahipotalámicos, que son masas intrahipotalámicas que pueden generar efecto de masa en el piso del tercer ventrículo y suelen asociarse más frecuentemente con crisis gelásticas (31,32). En la resonancia magnética, el hamartoma hipotalámico se observa como una lesión sólida que ocasionalmente puede contener quistes en su interior. Es de baja señal en las secuencias potenciadas en T1 y de media o alta señal en las secuencias potenciadas en T2. La lesión no 2712 Fig. 4. Niña de 13 años de edad con neurofibromatosis tipo I con hamartomas gangliobasales bilaterales: lesiones gangliobasales bilaterales, redondeadas, de contornos bien definidos. (a) De alta señal en secuencia FLAIR (flechas blancas). (b) De baja señal en T1 sin realce tras la administración de gadolinio (puntas de flecha). Lesiones intracerebrales que no realzan con el gadolinio: a propósito de un caso de criptococoma en un paciente con sida. Rodríguez S. artículos de revisión En espectroscopia se ha reportado una disminución en la relación de N-acetil-aspartato/creatina con respecto al hipotálamo de sujetos normales y aumento en el pico de mioinositol al compararlo con el pico en la amígdala y en el hipotálamo (33). Algunos estudios con tomografía por emisión de positrones con fluordeoxiglucosa (FCG-PET) y tomografía computarizada de emisión de fotón único (SPECT) han demostrado aumento del metabolismo en esta localización durante las crisis convulsivas (33). Astrocitomas de bajo grado Los astrocitomas comprenden el 70% de los gliomas. Según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los astrocitomas se gradúan según su celularidad, pleomorfismo, actividad mitótica, necrosis y proliferación endotelial. De esta forma, se subdividen en cuatro grados. Los astrocitomas grado I y grado II, según la clasificación de la OMS, se consideran de bajo grado. Entre éstos están el astrocitoma pilocítico (subependimario de células gigantes), el astrocitoma fibrilar y el xantoastrocitoma pleomórfico. Este último es un astrocitoma grado II que se localiza principalmente en la corteza del lóbulo temporal. En los adultos el resto de los astrocitomas de bajo grado se localizan en la sustancia blanca de los hemisferios, mientras que en la población pediátrica suelen ser infratentoriales (Fig. 5) (34-36). En resonancia magnética son masas de contornos bien o mal definidos, de baja señal en secuencias potenciadas en T1 y de alta señal en secuencias potenciadas en T2. Presentan escaso edema vasogénico asociado, no mayor al diámetro de la masa, pueden tener cambios quísticos, calcificaciones y es raro que tengan zonas hemorrágicas. Los astrocitomas de bajo grado no presentan zonas de necrosis. Más del 50% no presentan realce con el gadolinio (34-39). El desarrollo de nuevos vasos dentro del tumor es secundario a la estimulación por el factor de crecimiento endotelial vascular, el cual también aumenta la a permeabilidad endotelial. La vascularización entonces suele correlacionarse con la agresividad de la lesión y con el realce tras la administración del gadolinio (Gd-DTPA) (38-39). También se ha reportado que la cantidad de factor activador del plasminógeno es inversamente proporcional al realce de la lesión (40). Aproximadamente el 16% de los astrocitomas anaplásicos (grado III) tampoco realzan con el gadolinio (Fig. 6) (38,41,42). Los hallazgos en espectroscopia dependen de la histología. En general, en los astrocitomas de bajo grado se observa un alto pico de mioinositol, ligera elevación en el pico de colina y disminución en el N-acetil-aspartato y la creatina. La ausencia del pico de lípidos ayuda a diferenciarlos de los astrocitomas de alto grado (43-46). Los coeficientes de difusión aparente son inversamente proporcionales a la densidad celular y se ha reportado restricción en la difusión libre del agua (40). Otros autores proponen que los gliomas de alto grado generan una mayor restricción en la difusión con respecto a los de bajo grado, que no siempre es proporcional a la densidad celular. Esto porque los astrocitos neoplásicos se encuentran rodeados de ácido hialuronico, el cual es altamente hidrofílico, lo cual aumenta la difusión libre del agua en esta zona. Este glicosaminoglicano se expresa en menor grado en los gliomas de alto grado, por lo cual hay más restricción a la difusión libre del agua (47). Oligodendrogliomas Los oligodendrogliomas representan aproximadamente el 10% de los gliomas y son de localización supratentorial en el 85% de los casos. Se presentan en pacientes entre la cuarta y quinta décadas de la vida. Sólo aproximadamente el 6% se presenta en niños. Al igual que los astrocitomas, pueden ser de bajo, alto grado o pueden presentarse en conjunto con otros tipos celulares. Los oligodendrogliomas presentan una celularidad moderada y organizada, los de más bajo grado presentan b Fig. 5. Niño de 11 años de edad con diagnóstico confirmado por biopsia de astrocitoma fibrilar del tallo cerebral. (a) Imagen axial en secuencia FLAIR: aumento en el tamaño del puente, distorsión de su arquitectura y aumento en su intensidad (flecha). (b) No hay realce tras la administración de gadolinio (flecha). Rev Colomb Radiol. 2009; 20(3):2708-18 2713 a b Fig. 6. Paciente de 26 años de edad con diagnóstico confirmado por biopsia y resección de un astrocitoma anaplásico: masa en los núcleos grises de la base con extensión al lóbulo frontal izquierdo, que comprime el ventrículo lateral y genera una hernia subfalcina. (a) La lesión es de alta señal en secuencia FLAIR y presenta una zona central de baja señal (flecha). (b) No hay realce después de la administración del gadolinio (flecha). muy poca o ninguna actividad mitótica y la proliferación endotelial es escasa. Histológicamente se dividen en tres patrones: microquístico, amorfo y macroquístico (48). El oligodendroglioma se presenta como una masa que se localiza usualmente en los lóbulos frontales, que afecta la sustancia blanca subcortical y se extiende a la corteza, o una masa cortical donde puede erosionar la tabla ósea en forma secundaria (35,37,48). En la resonancia magnética, el oligodendroglioma es de baja señal en imágenes potenciadas en T1 y de alta señal en imágenes potenciadas en T2. El 70% presenta calcificaciones macroscópicas y en el 30% de los casos hay edema vasogénico asociado. Tras la administración de gadolinio realzan el 65% de todos los oligodendrogliomas. Los que no realzan son los que presentan menor proliferación endotelial. El patrón microquístico y el amorfo suelen tener un realce mínimo, mientras que el patrón macroquístico presenta un realce periférico o nodular. La presencia de realce importante debe hacer sospechar una neoplasia con mayor atipia celular, mitosis y angiogenia como los oligodendrogliomas grado III o IV (35,37,48-51). En espectroscopia los oligodendrogliomas de bajo grado presentan une relación entre colina y creatina de 2,03±2,05 mientras que los oligodendrogliomas de alto grado presentan una relación entre colina y creatina de 4,23±2,46. Las relaciones entre colina-N-acetil-aspartato, N-acetil aspartato-creatina o mioinositol-creatina no son significativamente diferentes en los oligodendrogliomas de alto o bajo grado (51,52). Los oligodendrogliomas restringen la difusión libre del agua en menor grado que los astrocitomas; sin embargo, ninguna de estas dos neoplasias restringe la difusión de forma significativa (49). Cuando se encuentra una lesión de apariencia neoplásica que restringe la difusión de forma significativa, debe sospecharse un linfoma, una lesión metastásica o un glioma de alto grado (51). Otras neoplasias malignas Los gangliogliomas y los tumores disembrioplásicos son otras neoplasias localizadas en la superficie hemisférica que se deben tener en cuenta en masas que no realzan con el medio de contraste (55). Enfermedades de la sustancia blanca Gliomatosis cerebri La gliomatosis cerebri se da como resultado de una infiltración neoplásica de al menos dos lóbulos cerebrales por elementos gliales 2714 con diferentes grados de diferenciación. Según la clasificación de la OMS, son grado III (34). Histológicamente, se observa invasión y destrucción de los tractos de mielina de forma paralela por células gliales con preservación de los axones subyacentes, razón por la cual se preserva la histoarquitectura (53). Afecta principalmente la sustancia blanca de los lóbulos frontales, temporales, los ganglios basales y los tálamos. El compromiso es bilateral hasta en el 50% de los casos, y afecta el cuerpo calloso. En el 19% de los casos hay compromiso de la corteza. Imaginológicamente existen dos patrones de presentación: en el primero, hay un compromiso difuso sin poder definir una masa, y en el segundo, asociado al compromiso difuso, se define una masa (35,37,53,54). En la resonancia magnética, las zonas comprometidas se observan de alta señal en T2 y en el FLAIR, y a pesar del gran compromiso neoplásico, hay poco efecto de masa asociado. El parénquima infiltrado no suele realzar o presenta un realce mínimo tras la administración del gadolinio, dado que no hay o es muy escasa la proliferación microvascular y se preserva la barrera hematoencefálica (Fig. 7). Las zonas de mayor realce representan una infiltración tumoral de mayor grado o infiltración tumoral de mayor densidad (35,37,53,54). En espectroscopia se observa una elevación marcada en el pico de creatina y mioinositol, elevación moderada en el pico de colina y disminución en el pico de N-acetil-aspartato (42,46). En el presente artículo no se discuten los defectos enzimáticos, tóxicos, postinfecciosos ni degenerativos que afectan la sustancia blanca. Lesiones intracerebrales que no realzan con el gadolinio: a propósito de un caso de criptococoma en un paciente con sida. Rodríguez S. artículos de revisión Esclerosis múltiple Es una enfermedad idiopática, autoinmune, desmielinizante crónica, de curso insidioso, que afecta el sistema nervioso central. Afecta principalmente a mujeres y se presenta en la edad adulta temprana. Histopatológicamente, en el sistema nervioso central se encuentran focos de desmielinización que se acompañan de edema. A medida que la enfermedad progresa, el daño de la mielina genera una lesión secundaria del axón. Estas lesiones se localizan en la sustancia blanca periventricular, en el cuerpo calloso, en la sustancia blanca profunda, yuxtacorticales o corticales. Pueden afectar los hemisferios cerebelosos en la sustancia blanca profunda, los pedúnculos cerebelosos o el tallo en regiones adyacentes a las cisternas, el acueducto o el cuarto ventrículo (56). En resonancia magnética, las lesiones focales agudas se observan de media y baja señal en secuencias potenciadas en T1, de alta señal en las imágenes potenciadas en T2 y presentan un realce variable que puede ser en anillo completo o incompleto tras la administración del gadolinio. Este realce es secundario a la disrupción de la barrera hematoencefálica, indica un proceso inflamatorio agudo y asociado a la clínica y sirve como marcador de nuevos episodios. Esta inflamación puede durar hasta ocho semanas y el realce puede persistir hasta seis meses. Se debe tener en cuenta que el realce también depende de la cantidad de gadolinio inyectado y el tiempo esperado entre la inyección y la adquisición de las imágenes, pues a más tiempo, más realce (57,58). Las lesiones agudas pueden no realzar tras la administración del gadolinio si han sido tratadas con esteroides, por la disminución de la respuesta inmunitaria, lo cual preserva la barrera hematoencefálica (Fig. 8) (56,57). Si en la espectroscopia se detecta disminución del pico de colina, en estas lesiones debe sospecharse pérdida axonal asociada. El pico de colina está elevado cuando hay ruptura, inflamación o un proceso reparativo en la mielina. Hay aumento de la difusión en las placas agudas con respecto a la sustancia blanca normal (59,60). Las lesiones crónicas representan zonas de desmielinización, gliosis y daño axonal, son igualmente de alta señal en T2 y no realzan tras la administración del gadolinio, ya que no hay un proceso inflamatorio activo (Fig. 9). Las lesiones crónicas pueden ser de media o baja señal en T1. Estas últimas, también llamadas hoyos negros, representan una mayor alteración de la matriz y una mayor pérdida axonal (56,57,60). En estos “hoyos negros” en espectroscopia se observa una disminución significativa del N-acetil-aspartato. En imágenes potenciadas en difusión aumenta la difusión libre del agua (59,60). a b Astrogliosis La astrogliosis es un proceso reparativo de “cicatrización cerebral” secundario a una lesión cerebral traumática, isquémica, degenerativa o infecciosa. Histológicamente, se observa un aumento en el número y tamaño de astrocitos en el tejido nervioso lesionado. Los astrocitos reactivos tienen varias funciones: mantener la homeostasis, regular el metabolismo energético, reparar y mantener la barrera hematoencefálica lesionada. En este proceso aparece una matriz inhibitoria, compuesta principalmente por glicosaminoglicanos, que se extiende por las áreas lesionadas, así como por el trayecto y las sinapsis distales a los axones lesionados (61). La morfología depende de la lesión inicial. En resonancia magnética se observan zonas de contornos bien definidos de Rev Colomb Radiol. 2009; 20(3):2708-18 Fig. 7. Paciente de 45 años de edad con diagnóstico por biopsia por estereotáxica de Gliomatosis cerebri. (a) Secuencia FLAIR: alteración bilateral de la intensidad de la sustancia blanca periventricular y de los ganglios basales (flechas). Hay efecto de masa sobre el cuerno anterior del ventrículo lateral derecho (punta de flecha). (b) La lesión no presenta realce tras la administración del medio de contraste (flechas). Imágenes cortesía de Mauricio Forero. 2715 baja señal en T1 de alta señal en T2 y en FLAIR. Estas zonas, a medida que evolucionan, suelen asociarse con atrofia del parénquima afectado. En fases tempranas, la gliosis puede asociarse con edema vasogénico, el cual, a diferencia del anterior, presenta efecto de masa. Ninguno de estos dos procesos presenta realce tras la administración de gadolinio. La restauración de la homeostasis y de la barrera hematoencefálica podría ser la responsable de la ausencia de realce en las áreas de astrogliosis (Fig. 9) (61,62). Al valorar las zonas de gliosis con espectroscopia, se observa un aumento en el pico de mioinositol y de la relación creatina/fosfocreatina (63). En el mapa del coeficiente de difusión aparente, las áreas de gliosis serán un poco más de baja señal, lo cual refleja mayor restricción a la difusión libre del agua, en comparación con las zonas de edema vasogénico (62). a Infarto El infarto cerebral es un proceso isquémico que suele ser secundario a la formación de un trombo arterial como consecuencia del proceso arterioesclerótico local, o secundario a un proceso embólico. En las imágenes convencionales por resonancia magnética no hay alteración en la intensidad de señal en T1, T2 ni en FLAIR entre las primeras seis a ocho horas. Después de las seis horas la zona infartada aparece de alta señal en secuencias potenciadas en T2 de baja señal en T1, hay borramiento progresivo de los surcos, edema en las circunvoluciones y pérdida de la interface entre la sustancia gris-blanca. Entre las 12 y las 24 horas el infarto genera efecto de masa progresivo y hay un realce meníngeo adyacente tras la administración del gadolinio. Antes de las 24 horas no hay realce con el gadolinio del parénquima afectado, ya que éste representa una zona de infarto. Entre el primero y el tercer día disminuye el realce meníngeo e inicia un realce giriforme y parcheado. Los cambios descritos en T1, T2 y en FLAIR persisten. Entre el cuarto y séptimo días desaparece el realce meníngeo y aparece un realce parenquimatoso. Entre la primera y octava semanas persiste algo de realce, se resuelve el efecto de masa y disminuye la intensidad de señal en T2 y FLAIR. Meses después las áreas de gliosis se remplazan por encefalomalacia en el territorio afectado (64-66). Cuando hay glicólisis anaeróbica secundaria a la anoxia, el lactato se acumula progresivamente. Horas después del infarto, las neuronas pierden N-acetil-aspartato, el cual refleja su viabilidad. Al fallar la síntesis de ATP también disminuye la creatina. Cuando hay muerte neuronal se liberan fosfolípidos, lo que aumentaría el pico de lípidos (67,68). En las imágenes de difusión se observa una zona de alta señal que es de baja señal en el mapa de ADC, este patrón está presente desde los primeros 30 minutos hasta los cinco días, y a partir de este momento desaparece progresivamente (65). b Discusión Fig. 8. Paciente de 21 años de edad con diagnóstico de esclerosis múltiple, con nuevo déficit neurológico. En la resonancia no se observan placas desmielinizantes de aspecto reciente. (a) En la sustancia blanca profunda frontal bilateral se observan dos placas de aproximadamente 10 mm cada una, ovaladas, con contornos irregulares, de alta señal en secuencia FLAIR (flechas). (b) Las lesiones no realzan con el gadolinio (puntas de flechas). 2716 Vemos cómo hay diversas patologías focales y difusas, de etiologías y patrones histológicos muy diferentes, que no realzan tras la administración del gadolinio. En las lesiones infecciosas, los factores propios del patógeno permiten evadir la acción del sistema inmunitario, una disminución en la producción de factores proinflamatorios y un rápido restablecimiento de la barrera hematoencefálica (4-6,8-13,18). En los procesos hamartomatosos, la presencia de células y matriz anormal alteran en la resonancia magnética el comportamiento usual del parénquima afectado; sin embargo, la barrera hematoencefálica per- Lesiones intracerebrales que no realzan con el gadolinio: a propósito de un caso de criptococoma en un paciente con sida. Rodríguez S. artículos de revisión a manece íntegra y la vascularización es normal (23-27). Las neoplasias de bajo grado crecen lentamente y tienen una baja tasa de reproducción celular; por lo tanto, para su nutrición no necesitan desarrollar nuevos vasos, o cuando éstos se desarrollan, son escasos y organizados (34-39). En la esclerosis múltiple, las lesiones crónicas y las lesiones tratadas con esteroides han restablecido la integridad de la barrera hematoencefálica; no obstante, al existir una alteración en la matriz y una alteración en la cantidad y morfología de los astrocitos, el comportamiento magnético persistirá alterado (56-58). Algo similar sucede en la astrogliosis, donde se altera la matriz y la celularidad del tejido con un rápido restablecimiento de la barrera hematoencefálica (61,62). En el infarto, simplemente la ausencia de realce se debe a la ausencia de riesgo sanguíneo (65). Son entonces tres factores importantes para recordar: la permeabilidad vascular, la ruptura de la barrera hematoencefálica y la neovascularización. Conclusión La ausencia de realce de una lesión en el sistema nervioso central es un hallazgo valioso que, interpretado en un adecuado contexto clínico, permite una mejor aproximación diagnóstica. Agradecimientos A Douglas Cediel y a Víctor Velosa, por la adquisición de las imágenes y por la colaboración en la recolección de los pacientes. Referencias b 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Fig. 9. Paciente de 22 años de edad a quien cinco años atrás se le realizó una lobectomía frontal mesial derecha. (a) Corte axial secuencia FLAIR donde se observa la zona de resección frontal derecha, el parénquima adyacente se observa de alta señal (flecha). (b) No hay realce tras la administración del gadolinio (punta de flecha). 12. 13. 14. Rev Colomb Radiol. 2009; 20(3):2708-18 Grossman R, Yousem D, Lopéz J. Técnicas de neurodiagnósticos por imagen. En: Grossman R, Yousem D, Lopéz J. Neurorradiología. 2a Ed. Madrid: Marban; 2007. p. 273-325. 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