1033-2007 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de

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1033-2007
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las diez horas y
veintidós minutos del día diecisiete de noviembre de dos mil diez.
El presente proceso de amparo ha sido promovido por la sociedad AMERICATEL EL
SALVADOR SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, que puede abreviarse
AMERICATEL, S.A. DE C.V., de este domicilio, por medio de demanda presentada el día 20-XII2007 por su apoderado general judicial Doctor José Gustavo Arias, contra actuaciones de la Jefe del
Departamento Jurídico de la Dirección General de la Renta de Aduanas hoy Dirección General de
Aduanas y del Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos hoy también de Aduanas, por
estimar le vulneran los derechos fundamentales a la seguridad jurídica por inobservancia del
principio de reserva de ley, propiedad, audiencia en su manifestación del derecho a recurrir y el
principio de legalidad.
Han intervenido en la tramitación del proceso, además de la parte actora por medio de su
apoderado, las autoridades demandadas, pero la primera sustituida procesalmente por el Jefe de la
División Jurídica de la Dirección General de Aduanas -DGAA-, dado que fue suprimido el
departamento jurídico de la referida Dirección; asimismo ha intervenido el Fiscal de esta Corte.
En esta sentencia se hará referencia a las autoridades, únicamente como Jefa del Departamento
Jurídico, Jefe de la División Jurídica y Tribunal de Apelaciones.
Analizado el proceso y considerando:
I. 1. La parte actora por medio de su apoderado ha expuesto lo siguiente: Que demanda a las
autoridades arriba indicadas por los actos pronunciados así: 1) a la Jefe del Departamento Jurídico
por la resolución de las quince horas del día 13-I-2003, clasificada con la referencia DJCO.40, en la
que le determinó pagar cantidad de dinero en concepto de Impuesto a la Transferencia de Bienes
Muebles y a la Prestación de Servicios -IVA- y multa del 300% de conformidad al artículo 10 inciso
primero de la Ley Especial para Sancionar Infracciones Aduaneras; considerando que tal resolución
carece de validez legal, dado que dicha jefa no tenía facultades para suscribirla, pues se basó en el
acuerdo No. 059 de fecha 05-VII-2000 del Director General de la Renta de Aduanas, por medio del
cual le delegó tal función en aplicación del Reglamento Orgánico Funcional de la referida Dirección;
y 2) al Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos hoy también de Aduanas por la resolución
que dictó el día 24-XI-2003, en la cual revocó la resolución No. DJCO 40 referida en el número
anterior, únicamente con relación a las multas, pues no conoció respecto al impuesto determinado y
por tanto no cumplió con lo establecido en los tratados internacionales y en la legislación aduanera
nacional.
También se queja, porque con base en la resolución de la Jefe del Departamento Jurídico, el
Director General de Tesorería le retuvo la cantidad que le fue determinada como impuesto y además
otra cantidad en concepto de intereses por mora, con ocasión de entregarle parte de un “Reintegro de
1
Crédito Fiscal de IVA a Exportadores”. Que con dicha actuación dicha Jefa le ha violado el principio
de reserva legal como manifestación del derecho a la seguridad jurídica, establecido en el artículo
131 No. 21 y ha incumplido lo que establece el artículo 86, ambos de la Constitución, así como el
derecho de propiedad.
Que el Tribunal de Apelaciones con la resolución que se impugna le ha violado el derecho de
audiencia en su manifestación del derecho a recurrir y el principio de legalidad.
2. Esta Sala admitió la demanda respecto al control de constitucionalidad de las siguientes
resoluciones: 1) No. DJCO. 40 pronunciada por la Jefe del Departamento Jurídico a las quince horas
del día 13-I-2003, por la posible violación del derecho a la seguridad jurídica en su manifestación del
principio de reserva de ley, y el derecho de propiedad; y 2) la dictada por el Tribunal de Apelaciones
de los Impuestos Internos hoy también de Aduanas el día 24-XI-2003, por la posible vulneración de
los derechos a recurrir y a la seguridad jurídica en su manifestación del principio de legalidad. No se
suspendieron los efectos de los actos reclamados, porque éstos ya habían sido ejecutados, y se pidió
el primer informe a las autoridades demandadas.
El Tribunal de Apelaciones respondió que efectivamente existe la resolución impugnada por la
sociedad demandante, por medio de la cual resolvió revocar la resolución proveída en la Dirección
General de Aduanas antes referida, únicamente por las multas impuestas a la impetrante.
El Jefe de División Jurídica presentó escrito en el cual expuso lo siguiente: Que en el proceso
de reestructuración de la referida Dirección, se eliminó el Departamento Jurídico, por lo que en la
calidad dicha se permite presentar el informe; que rechaza las imputaciones hechas en la demanda
contra la Jefe del Departamento Jurídico, por considerar que los actos emitidos por esta autoridad,
fueron dictados conforme a derecho, respetando el debido proceso, y que se reservaba el derecho de
plantear los alegatos para sustentar tales actos administrativos.
3. Por resolución de las ocho horas y cuarenta y ocho minutos del día 16-V-2008, se tuvo como
autoridad demandada en el presente proceso al Jefe de División Jurídica, en sustitución de la Jefe del
Departamento Jurídico, y en aplicación del artículo 26 de la Ley de Procedimientos Constitucionales
se pidieron nuevos informes a las autoridades demandadas.
El referido Jefe de División Jurídica, presentó el informe en los siguientes términos: Negó la
violación de derechos fundamentales; hizo una exposición de todo el procedimiento legal que se
siguió para pronunciar la resolución impugnada, y argumentó que la Jefe del Departamento Jurídico
ajustó su actuación al acuerdo de delegación de funciones del Director General, quien se basó en el
Reglamento Orgánico Funcional de la Dirección General de la Renta de Aduanas aplicable.
Por su parte, el Tribunal de Apelaciones en el informe argumentó que la reclamación intentada
por la referida contribuyente social, en cuanto a la determinación de impuesto de IVA, en la fecha
que interpuso el recurso no era materia apelable ante esa instancia, de conformidad a los artículo 1 y
2 de la Ley de Organización y Funcionamiento del Tribunal de Apelaciones en relación con los
artículos 45 y 51 de la Ley Especial para Sancionar Infracciones Aduaneras, por lo que no existía ley
que le concediera atribuciones para conocer como contralor en materia arancelaria o de valoración,
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como lo requieren los artículos 103 y 104 del Código Aduanero Uniforme Centroamericano CAUCA-; y de conformidad a los artículos 230 y 231 del reglamento de dicho código -RECAUCA-,
la autoridad superior que debió conocer del recurso es el Ministro de Hacienda como superior
jerárquico del Servicio Aduanero, y pidió que este Tribunal desestimara la pretensión de la
demandante.
4. De conformidad al artículo 27 de la ley de procedimientos aplicada, se corrió traslado por
tres días a cada uno, al Fiscal de esta Corte y a la parte actora. El primero al evacuarlo manifestó:
“(…), considero que, para excepcionarse de la acción incoada en su contra, la Autoridad Demandada
(sic) deberá probar mediante sus informes que los derechos le fueron respetados en tiempo y forma al
peticionario del Amparo.”
El apoderado de la parte actora ratificó la demanda en todas y cada una de sus partes y reiteró
que el Ministerio de Hacienda por medio de la Dirección General de Tesorería ha cobrado el
impuesto supuestamente adeudado e intereses, efectuando descuento en un cheque que le entregó
dicha Dirección General a AMERICATEL, tal como explica en la demanda.
5. Continuando con el trámite del presente proceso, se abrió a pruebas por el término de ocho
días en aplicación del artículo 29 de la ley de Procedimientos Constitucionales.
En esta etapa procesal, el Jefe de División Jurídica presentó escrito cuyo contenido es el mismo
del segundo informe. La parte actora y el Tribunal de apelaciones no hicieron uso de dicho término.
6. De conformidad al artículo 30 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, se corrieron los
traslados por tres días a cada uno, al Fiscal de esta Corte, a la parte actora y a las autoridades
demandadas.
El fiscal ratificó y confirmó el anterior traslado; la parte actora expuso nuevamente sus
argumentos y agregó que ya existe jurisprudencia de esta Sala en la que se declara inaplicable por ser
contrario a la ley el artículo 22 del Reglamento Orgánico Funcional de la Dirección General de
Aduanas, y que la Sala de lo Contencioso Administrativo también se ha pronunciado sobre tal
aspecto, atendiendo lo dispuesto en el Art. 185 de la Constitución en la sentencia referencia 75-B2001; concluyendo la demandante que se ha violentado el principio de reserva legal como
manifestación del derecho a la seguridad jurídica de parte de la Jefe del Departamento Jurídico
demandada, pues no se pueden atribuir potestades ni facultades por vía reglamentaria.
También la parte demandante hizo alusión a la falta de competencia de la Dirección General de
Aduanas, para determinar la base imponible del Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a
la Prestación de Servicios -IVA-, pues según su criterio no tiene facultades para fiscalizar sobre tal
impuesto, solo para recolectarlo.
El Tribunal de Apelaciones de igual forma, reiteró los argumentos ya expuestos; y el Jefe de
División Jurídica, además de repetir sus argumentos alegó expresamente la ineptitud de la demanda
por falta de legítimo contradictor, argumentando que la persona demandada que actuaba por
delegación, no era propiamente el funcionario a quien le correspondía emitir el acto, sino al Director
General de la Renta de Aduanas y afirmó lo siguiente: “Para el presente caso, la jefe del entonces
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Departamento Jurídico hoy División Jurídica carece de legitimidad procesal, deviniendo así que la
presente demanda es inepta”. También se refirió a la competencia de la Dirección General para
determinar impuesto complementario en materia de IVA con base en los artículos 14, 15 y 94 de la
Ley de Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios; y manifestó
que la resolución DJCO. 40 fue emitida con apego a la normativa tributaria aduanera y a la
Constitución. Pidió tener por alegada y opuesta la excepción de ineptitud de la demanda.
7. Este tribunal por auto de las diez horas y veintiocho minutos del día 04-III-2009, consideró
que el Jefe de División Jurídica lo que pide es sobreseimiento por falta de legitimación pasiva, pero
por versar la petición sobre un aspecto de fondo de la pretensión y que ya se habían agotado las
etapas procesales correspondientes, resolvió se pronunciaría oportunamente sobre este punto.
8. Finalmente, por resolución de las catorce horas y cincuenta y cuatro minutos del día 09-VI2009, para mejor proveer en el presente proceso de amparo, esta Sala requirió a las autoridades
demandadas, presentar la documentación detallada en dicho proveído; prevención que fue atendida
en su oportunidad.
Con las actuaciones que anteceden, este proceso quedó preparado para dictar sentencia el día
16-XII-2009.
II. Antes de analizar la pretensión constitucional planteada, es preciso resolver la petición de
sobreseimiento del Jefe de División Jurídica, pues estima dicha autoridad que no existe legítimo
contradictor en este amparo, porque según su entender quien debía responder es el Director General,
ya que él delegó funciones en la Jefe del Departamento Jurídico.
1. En el presente caso, si bien la Jefe del Departamento Jurídico pronunció la resolución No.
DJCO 40 que constituye el acto reclamado, su sucesor procesal para efectos de legitimar al sujeto
pasivo en este amparo es aquél que ha asumido las funciones del Jefe del Departamento Jurídico ya
desaparecido, es decir el Jefe de la División Jurídica de la Dirección General de Aduanas, en
aplicación del acuerdo No. 7/2004 del Director General de fecha 07-VII-2004 agregado en este
expediente judicial.
2. En virtud de lo dicho anteriormente, no es procedente sobreseer el proceso por falta de
legítimo contradictor.
III. Resuelta la petición de sobreseimiento, es procedente hacer el estudio sobre la pretensión
planteada.
1. En este proceso, la autoridad demandada en lo que argumenta, se refiere a la delegación de
la facultad para suscribir el acto, pero en el acuerdo No. 059 que constituyó la base legal de la
actuación de la Jefe del Departamento Jurídico, se hace referencia indistintamente a delegación de
funciones y a delegación de firma.
2. Está probado en autos que el Director General emitió el acuerdo No. 059, de conformidad al
artículo 9 literal “i” del Reglamento Orgánico Funcional de la Dirección General de la Renta de
Aduanas, dictado mediante Decreto ejecutivo No. 114, de fecha 12-X-1998, publicado en el Diario
Oficial No. 204, Tomo 341 del día tres de noviembre del mismo año, y dispuso lo siguiente: “A)
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Delegar, con la responsabilidad respectiva, a partir de esta fecha y por tiempo indefinido, en el
Subdirector Técnico y en el Jefe del Departamento Jurídico de esta Dirección General, la función de
autorizar con sus firmas las resoluciones, autos, notas y demás actos o decisiones que esta Dirección
General deba emitir en relación con la aplicación de la Legislación (sic) aduanera (…).”
3. Sobre la delegación de funciones, las leyes orgánicas de creación de las direcciones
generales que administran impuestos internos y de aduanas en nuestro país, determinan las
atribuciones propias de los funcionarios que las dirigen y administran, facultándolos para delegar una
o más de esas atribuciones -facultades, funciones- a cualquiera de sus funcionarios, técnicos y demás
empleados, conservando siempre las responsabilidades inherentes al cargo, pero no establecen la
delegación de firma; y dentro de dichas atribuciones se encuentran la de fiscalizar las liquidaciones
presentadas, liquidar de oficio los impuestos y sancionar por las infracciones cometidas, para lo cual
deben pronunciar resoluciones definitivas que ponen fin a un procedimiento.
4. El Jefe de la División Jurídica en el primer informe manifestó: “(…) En tal sentido, la
Delegación de Funciones por parte del Director General hacia el Departamento Jurídico, tiende a
descargar al delegante de una parte de su tarea material, permitiendo designar una especie de
apoderado o mandatario, con la finalidad de seguir desarrollando la modernización del Sector
Público y de simplificar los procedimientos administrativos (…)”; por lo que, con base en dicho
informe, en la redacción del acuerdo 059 antes transcrito, y en la jurisprudencia de esta Sala verbigracia Amparos números 48-2005 y 52-2005, en el considerando III párrafo diecisiete de cada
una, de fechas 16-VI-2006 y 29-III-2006 respectivamente-, se ha establecido que existe delegación
de funciones y no de firma, por lo que así se interpretará en el presente caso.
IV. En vista de que la pretensión de la parte actora se encuentra enfocada en las dos
resoluciones impugnadas, la primera pronunciada por la Jefe del Departamento Jurídico de la DGAA
por violación del derecho a la seguridad jurídica en su manifestación del principio de reserva de ley y
el derecho de propiedad, y respecto al Tribunal de Apelaciones los derechos de audiencia en su
manifestación del derecho a recurrir, así como el principio de legalidad como manifestación del
derecho de seguridad jurídica, se analizarán cada uno de los dos actos relacionados y se expondrán
los elementos jurisprudenciales respecto de los derechos alegados.
A.1. Es criterio de esta Sala, que hay reserva de ley cuando existe un precepto constitucional
que exige sea el legislador secundario quien regule una determinada materia, quedando ésta sustraída
a todas las normas distintas de la ley, lo que significa también que el legislador ha de establecer por
sí mismo la regulación y que no puede remitirla a otras normas, concretamente al reglamento.
El Art. 131 de la Constitución en el ordinal 21° le atribuye a la Asamblea Legislativa
“Determinar las atribuciones y competencias de los diferentes funcionarios cuando por esta
Constitución no se hubiese hecho”. Es clara la reserva de ley en esta materia, por lo tanto únicamente
por ley se podrán determinar las atribuciones y competencias de los funcionarios, no pudiéndose
hacer tal determinación en un reglamento que es de rango inferior al de las normas legislativas.
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El principio de reserva de ley, es una manifestación del derecho a la seguridad jurídica, el cual
es un derecho fundamental que tiene toda persona frente al Estado y un deber primordial que tiene el
mismo Estado hacia el gobernado, entendido como un deber de naturaleza positiva, traducido, no en
un mero respeto o abstención, sino en el cumplimiento de ciertos requisitos, condiciones, elementos
o circunstancias exigidas por el propio ordenamiento jurídico, para que la afectación de la esfera
jurídica del gobernado pueda ser válida, esto quiere decir que los gobernados tengan un goce efectivo
y cabal de sus derechos. En tal sentido, por seguridad jurídica debe entenderse la certeza que posee el
individuo, que su situación jurídica no será modificada más que por procedimientos regulares y
autoridades competentes, ambos establecidos previamente.
2. Se procede a analizar la resolución DJCO 40 pronunciada por la Jefe del Departamento
Jurídico, basándonos en el derecho a la seguridad jurídica, por inobservancia del principio de reserva
de ley.
El Director General de Aduanas es la máxima autoridad del referido órgano institucional, por lo
tanto es a él a quien corresponde la titularidad del mismo y así lo establecía el legislador en el
artículo 1 del Decreto Legislativo de Creación de la Dirección General de la Renta de Aduanas, No.
43 de fecha 07-V-1936, publicado en el Diario Oficial No. 104, Tomo 120, del día 12 del mismo mes
y año, ya derogada pero es la ley aplicable en el presente caso, la cual en el artículo 4 establecía las
principales atribuciones y facultades del Director General, pero no lo facultaba para delegar parte de
esas atribuciones o funciones, por lo tanto, solamente al Director General le correspondía el ejercicio
de las potestades atribuidas por el ordenamiento jurídico.
En concordancia con lo anterior, el artículo 22 del reglamento vigente a la fecha de la
resolución y que es el aplicable dice: “Los funcionarios de los niveles Directivo y Ejecutivo podrán
delegar funciones, (....) detallando además las funciones, período y alcance de dicha delegación. El
funcionario o empleado en quien recaiga la delegación, contraerá todas las responsabilidades que se
deriven de los actos que autorice, en el ejercicio de las funciones delegadas”.
Con lo dicho en el párrafo anterior se advierte, que el reglamento aplicable facultaba tanto al
Director General como al Subdirector Técnico para delegar funciones, lo cual no estaba autorizado
en la ley.
Y siendo que las facultades, atribuciones y funciones sólo pueden atribuirse por ley a los
diversos funcionarios, cuando no lo ha hecho la Constitución, es decir que existe “reserva de ley”
sobre tal materia, por lo tanto solamente el legislador puede atribuir esa potestad; además el artículo
86 de la Constitución en el inciso tercero establece que “los funcionarios del Gobierno son delegados
del pueblo y no tienen más facultades que las que expresamente les da la ley”, razón por la cual el
reglamento orgánico funcional aplicable en este caso, no podía otorgar al Director General de la
Renta de Aduanas más facultades que las conferidas en la ley.
3. De conformidad al marco jurídico relacionado, la titularidad de la Dirección General de la
Renta de Aduanas correspondía únicamente al Director General, por lo tanto era el único
funcionario facultado para emitir y en consecuencia firmar la resolución de alcance No. DJCO 40
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pronunciada por la Jefe del Departamento Jurídico; en consecuencia, en la delegación hecha a la
referida Jefe, no se ha cumplido con los requisitos, condiciones, elementos o circunstancias exigidos
por la Constitución, para que tal autoridad tuviera las funciones para emitir la resolución
impugnada y pudiera modificar la situación jurídica de la demandante, pues para ello, se requerían
procedimientos regulares y autoridades competentes previamente establecidos.
Por lo anterior esta Sala concluye que la Jefe del Departamento Jurídico demandada, ha
violado el principio de reserva de ley como manifestación del derecho a la seguridad jurídica a la
sociedad AMERICATEL EL SALVADOR, S.A. DE C.V, siendo procedente ampararla en su
pretensión respecto a este derecho.
4. A consecuencia de dicha resolución, se ha alegado violación del derecho de propiedad a la
sociedad demandante, pues se ha comprobado que se ha afectado el patrimonio de Americatel, sin
existir autorización legal ni constitucional para su pronunciamiento, pues con las notas agregadas
en este expediente judicial, se ha comprobado que ya se hizo efectivo el pago del impuesto
determinado en la referida resolución DJCO 40, así como de los intereses por mora, todo lo cual le
fue retenido a la demandante de la cantidad que debía amparar un cheque que le extendió la
Dirección General de Tesorería, correspondiente a una parte de “Reintegro de Crédito Fiscal de
IVA a Exportadores”; por lo que esta Sala concluye que la Jefe del Departamento Jurídico, ha
vulnerado el derecho de propiedad a la sociedad demandante; en consecuencia es procedente
ampararla también por este derecho.
B. 1. Sobre a la segunda queja, la parte actora manifiesta que interpuso recurso de apelación
para ante el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos, de la resolución DJCO.40, respecto
al impuesto determinado y a las multas impuestas, pero dicho Tribunal únicamente admitió el
recurso por las multas, las cuales quedaron sin efecto, al haber revocado la resolución impugnada,
únicamente con relación a dicha sanción, por medio de la resolución de las ocho horas y treinta
minutos del día 24-XI-2003.
El Tribunal de Apelaciones se declaró incompetente para conocer en apelación respecto al
impuesto, lo cual dejó entrever en la admisión del recurso y lo confirmó en la resolución de las nueve
horas y quince minutos del día 13-X-2004, razón por la cual la parte actora estima le ha vulnerado el
derecho de acceso a los medios impugnativos o a recurrir como manifestación del derecho de
audiencia.
2. Esta Sala respecto a tal derecho ha sostenido reiteradamente en su jurisprudencia, que por su
propia naturaleza, es un derecho de configuración legal, lo que implica que al consagrarse en la ley
un determinado medio impugnativo para el ataque de alguna resolución de trámite o definitiva, debe
permitirse a la parte agraviada el acceso efectivo al mismo, con lo cual se estaría también
accediendo, eventualmente, a un segundo o tercer examen de la cuestión -otro grado de
conocimiento-, potenciándose el derecho de acceso a la jurisdicción.
En resumen, el acceso a los medios impugnativos o "derecho a recurrir" es un derecho de
naturaleza constitucional procesal, que si bien esencialmente dimana de la ley, también se ve
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constitucionalmente protegido en cuanto constituye una facultad de los gobernados, que ofrece la
posibilidad de alcanzar efectivamente una real protección jurisdiccional.
3. En este punto, es preciso determinar si el Tribunal demandado, estaba facultado para conocer
en el recurso de apelación interpuesto por la impetrante, respecto al impuesto determinado en la
resolución DJCO 40, y para ello se deben relacionar las disposiciones de normativas diferentes, que
resultan aplicables en materia de Aduanas para el presente caso.
La Ley de Organización y Funcionamiento del Tribunal de Apelaciones de los Impuestos
Internos hoy también de Aduanas contenida en el D.L. No. 135 de fecha 18-XII-1991, publicado en
el D.O. No. 242, Tomo No. 313 del día 21 del mismo mes y año, en el primer inciso del Art. 1 antes
de ser reformada -el cual estaba vigente cuando se pronunció dicha resolución- establecía: “El
Tribunal de Apelaciones de los Impuestos Internos, será el órgano administrativo competente para
conocer de los recursos de apelación que interpongan los contribuyentes contra las resoluciones
definitivas en materia de liquidación de oficio de impuestos e imposición de multas que emita la
Dirección General de Impuestos Internos. Estará integrado por (…)”. El Tribunal de Apelaciones
únicamente conocía respecto a los impuestos internos y a las sanciones impuestas por la referida
Dirección General.
Posteriormente, se decretó la Ley Especial para Sancionar Infracciones Aduaneras -Decreto
Legislativo No. 551 de fecha 20-IX-2001, publicado en el D.O. No. 204, Tomo No. 353 del día 29 de
octubre del mismo año-, la cual en el capítulo III establece los recursos administrativos para
impugnar los actos y resoluciones emitidos por las autoridades aduaneras competentes, por medio de
las cuales se sancionen infracciones administrativas o tributarias, o se suspendan o cancelen las
autorizaciones para operar -regímenes de zonas francas, tiendas libres, etc.-. Los recursos son: 1) el
de reconsideración que se interpone ante el Administrador de Aduanas, contra las decisiones
emitidas por dicho funcionario -Art. 47-; 2) el de revisión ante el Director General contra la
resolución de denegatoria total o parcial del recurso de reconsideración, o contra las resoluciones que
contengan actos u omisiones del Administrador de Aduanas -Art. 49-; y 3) contra las resoluciones
del Director General podrá interponerse el recurso de apelación, el que será conocido por el Tribunal
de Apelaciones -Art. 51-.
En tal sentido la ley referida en el párrafo anterior es la que le confería potestad al Tribunal de
Apelaciones de los Impuestos Internos, para conocer en apelación únicamente de las resoluciones en
las que impusiera sanciones el Director General de Aduanas; consecuentemente el Tribunal de
Apelaciones no tenía facultades para conocer de la apelación de la resolución No. DJCO. 40 a que se
refiere el presente amparo, con relación al impuesto determinado.
4. Respecto a la impugnación de actos de la autoridad superior del Servicio Aduanero Director General de Aduanas-, que no se refieran a sanciones o, a materias de clasificación
arancelaria y valoración, el artículo 230 del Reglamento del Código Aduanero Uniforme
Centroamericano -RECAUCA-, publicado por medio del Acuerdo Ejecutivo No. 21 de fecha 09-I2003, en el D.O. No. 5, Tomo No. 358 del día 10 del mismo mes y año, aplicable al caso, establece:
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“Contra los actos y resoluciones que emita la Autoridad Superior del Servicio Aduanero que no se
deriven de actos originados en las administraciones aduaneras, cabrá el recurso de apelación en la
forma establecida en el artículo 231 de este Reglamento.” Y este último artículo dispone: “Contra las
resoluciones de la autoridad superior del Servicio Aduanero, cabrá el recurso de apelación (…).” “El
recurso de apelación se interpondrá: “a) en materia de clasificación y valor, ante los órganos técnicos
a que se refieren los artículos 103 y 104 del Código, según el caso.” “b) en otras materias, ante el
superior jerárquico del Servicio Aduanero o el competente, según la ley nacional (…).”
Y, de conformidad a los artículos 3 y 5 de la Ley Orgánica de la Dirección General de
Aduanas, éste es el órgano superior jerárquico nacional en materia aduanera, que se encuentra
adscrita al Ministerio de Hacienda, por lo tanto el Ministro de esta cartera es el superior jerárquico
del Director General de Aduanas.
De acuerdo a lo anterior, en el presente caso el Ministro de Hacienda siendo el superior
jerárquico del Director General de Aduanas, era la autoridad competente para conocer en grado de
apelación de la resolución No. DJCO. 40 pronunciada por la Jefe del Departamento Jurídico, con
relación al impuesto determinado en dicha resolución.
5. Con base en lo expuesto, esta Sala concluye que el Tribunal de Apelaciones de los Impuestos
Internos hoy también de Aduanas, a la fecha en que se interpuso el recurso de apelación de la
resolución No. DJCO.40, en lo que se refiere a la determinación del pago de impuesto a la
transferencia de bienes muebles y a la prestación de servicios -IVA-, no era competente para
conocer de dicho recurso, sino, únicamente respecto a las sanciones -multas- lo cual así hizo; en
consecuencia, dicho Tribunal de Apelaciones no ha violado los derechos fundamentales que aduce
la impetrante, siendo procedente desestimar la pretensión en este punto.
V. Determinada la violación constitucional en la actuación de la Jefe del Departamento Jurídico
de la Dirección General de la Renta de Aduanas, procede ahora establecer el efecto restitutorio de
esta sentencia.
En cuanto al efecto restitutorio, es necesario aclarar que cuando este Tribunal reconoce en su
sentencia que existe un agravio personal, la consecuencia natural y lógica es la de reparar el daño
causado, ordenando vuelvan las cosas al estado en que se encontraban antes de la ejecución del acto
impugnado y restableciendo los derechos violados. Por ello, el artículo 35 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales señala dicho efecto como consecuencia normal y principal de la
sentencia estimatoria.
En ese sentido, al amparar a la demandante el efecto restitutorio deberá concretarse a dejar sin
efecto la resolución de alcance No. DJCO. 40, pronunciada por la Jefe del Departamento Jurídico de
la Dirección General de la Renta de Aduanas a las quince horas del día 13-I-2003.
POR TANTO: A nombre de la República y en aplicación de los artículos 2, 86 y 131 No. 21
de la Constitución y artículos 32, 33, 34 y 35 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, esta Sala
FALLA: (a) Declárase sin lugar el sobreseimiento solicitado por el Jefe de División Jurídica, por los
motivos expuestos en el considerando II de esta sentencia; (b) no ha lugar al amparo solicitado por la
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sociedad AMERICATEL EL SALVADOR, S.A. de C.V. contra el Tribunal de Apelaciones de los
Impuestos Internos hoy también de Aduanas, por no existir violación de los derechos fundamentales
aducidos en la demanda; (c) Declárase ha lugar al amparo solicitado por la sociedad demandante,
contra la Jefe del Departamento Jurídico de la Dirección General de la Renta de Aduanas hoy
Dirección General de Aduanas, por la resolución No. DJCO. 40 pronunciada a las quince horas del
día 13-I-2003, por existir violación del derecho a la seguridad jurídica por inobservancia del
principio de reserva de ley; (d) en razón del efecto restitutorio establecido en el considerando V de
esta sentencia, vuelvan las cosas al estado en que se encontraban antes del acto impugnado, en el
sentido de dejar sin efecto la resolución de alcance No. DJCO. 40, pronunciada por la Jefe del
Departamento Jurídico de la Dirección General de la Renta de Aduanas a las quince horas del día 13I-2003; y (e) notifíquese.
---J. B. JAIME---F. MELÉNDEZ--- E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.---PRONUNCIADO
POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E. SOCORRO C.--RUBRICADAS.
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