Newsletter KAS MADRID 27 . MAI 20 1 5 AUSLANDSBÜRO FÜR SPANIEN UND PORTUGAL Tiempos de cambio en España NEWSLETTER MAI 2 0 15 II THOMAS BERND STEHLING www.kas.de/spanien El “milagro del 7 de mayo”, cuando – en contra de todo pronóstico de los sondeos de opinión - los conservadores británicos lograron en las elecciones a la Cámara Baja la mayoría absoluta, no se ha repetido pocas semanas después para el partido en el gobierno en Madrid al celebrarse las elecciones municipales y autonómicas en España. El Partido Popular (PP) del presidente del gobierno Mariano Rajoy ha sido castigado de forma drástica, mientras que el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha perdido su posición hegemónica como alternativa al PP. Los votantes han abierto la puerta hacia un escenario político totalmente cambiado. Esta situación tendrá continuidad si PP y PSOE siguen negándose a comprender que este resultado electoral es algo más que sólo la expresión de un descontento momentáneo. En este sentido, tras las elecciones se tratará de algo más que de “una mejor comunicación”, que en consecuencia Rajoy ha ordenado a su gobierno y al PP – lo que, por lo demás, algunos de sus correligionarios han entendido como invitación a hablar también sobre el estilo más bien patriarcal de gobierno y de comunicación del mismo presidente del gobierno, así como sobre una campaña electoral que en el mejor de los casos se podría calificar de ecléctica. No obstante, está fuera de toda discusión que la generación Facebook ha logrado comunicar sus preocupaciones y esperanzas de forma más veloz y contundente que el gobierno su balance de éxitos. Pero este aspecto por si solo no explica la pérdida de 2,5 millones de votos por parte del PP y de casi 700.000 votos por parte del mayor partido de la oposición. Los sondeos indican, nuevamente, que las elecciones son reflejo de una evolución que se está produciendo en España desde hace algún tiempo y que se ha visto reforzada y acelerada por la crisis económica y financiera: La rotura de la división tradicional entre “izquierda y derecha” de la sociedad española y la creciente pérdida de confianza en los partidos, las instituciones y las personas, que incluye incluso a los medios de comunicación, y que representaban y simbolizaban la transición producida desde los años ochenta. Constituye el rechazo hacia una élite que no ha sabido separarse decididamente de la existente en los partidos, las empresas y los sindicatos, que siempre ha dado prioridad al bienestar propio en detrimento del bienestar general, a veces de forma ilegal, una élite que no ha sabido o no ha querido dar respuesta al creciente desequilibrio en la sociedad y las angustias cara al futuro de la generación joven, el rechazo hacia una élite que durante las décadas pasadas se había acomodado entre sus enormes parques de coches oficiales y Konrad-Adenauer-Stiftung e. V. NEWSLETTER MAI 2 0 15 II THOMAS BERND STEHLING www.kas.de/spanien que se ha dedicado más a insistir en sus enemistades ideológicas en lugar de afrontar conjuntamente sus obligaciones de gestión política. Lo que esta situación ha supuesto para la interrelación entre PP y PSOE se refleja en las declaraciones del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de quien procede la cita curiosa de que en las próximas negociaciones de alianzas sólo existen “dos líneas rojas: el Partido Popular y Bildu”. Bildu es una coalición de partidos nacionalistas de la izquierda en el País Vasco, al que parecen pertenecer también miembros del partido prohibido de Batasuna, que se consideraba el brazo político de ETA. La equiparación del PP con Bildu causa estupor. Probablemente sea de dudosa utilidad estratégica que Sánchez se marque límites tan estrechos con vistas a los posibles socios de coalición. Peor aún es lo que dice esta frase sobre el estado de las relaciones entre dos partidos tradicionales, que en realidad deberían dar más importancia al futuro de su país que al presente de sus antipatías recíprocas. España también sufre (aún) la división en lo que respecta a la superación de las graves consecuencias de la crisis económica y financiera. Mientras que todos los datos demuestran que el país se encuentra en el camino del éxito y que incluso es el país europeo que lidera el crecimiento económico y que la agenda de reformas del gobierno Rajoy está dando sus frutos, cada segundo español dice que no espera ninguna mejora de la situación económica. A ello contribuye, seguramente, el hecho de que la aún tan elevada tasa de desempleo comienza muy lentamente a descender. Pero también es expresión de las amplias diferencias de rentas, que según los datos de la OCDE es tan pronunciada como casi en ningún otro país europeo. Para el Partido Popular esto no sólo significa que necesitará aún algún tiempo hasta las próximas elecciones generales para conseguir que la recuperación económica se convierta en un factor de buenas sensaciones entre capas más amplias de la sociedad, sino también que se tendrá que dirigir con más intensidad a aquellos que actualmente se ven como víctimas de una crisis que no han causado ellos. Por tanto, quien entienda las elecciones del pasado domingo como un timbre de alarma, tendrá la oportunidad de que los resultados no se vayan a repetir cuando toque decidir las elecciones generales. Uno de los factores decisivos será qué papel jugarán los “partidos tradicionales” y las nuevas alianzas cuando asuman sus responsabilidades en los municipios y las comunidades autónomas que les hayan sido asignadas por los votantes. Aunque el Partido Popular haya sido el partido más votado en estas últimas elecciones, perderá el control de la mayoría de los ayuntamientos y gobiernos autonómicos. En todo el país se tendrán que preparar ahora coaliciones y alianzas. Darán una idea más clara de las nuevas simetrías políticas en España. Ni PP ni PSOE ni las nuevas piezas del tablero, Podemos y Ciudadanos, estarán muy interesados en dividirse en bloques inamovibles. No obstante, se podrán excluir alianzas entre PP y Podemos. Ciudadanos evitará a toda costa ser considerado en un simple agente para conseguir mayorías para el PP, y el PSOE tampoco tendrá mucho interés en presentarse en otoño ante los electores como único socio de una alianza de extrema izquierda con Podemos. Por esta razón, es de esperar que ambos grandes partidos intentarán ganarse el favor de Ciudadanos, lo que per2 Konrad-Adenauer-Stiftung e. V. NEWSLETTER MAI 2 0 15 II mitirá a esta formación política establecer sus “precios” y de presentarse hasta las nuevas elecciones como fuerza liberal que combate el abuso del poder y la corrupción. THOMAS BERND STEHLING www.kas.de/spanien Podemos y Ciudadanos tendrán que hacer frente a una responsabilidad concreta, y tanto en los parlamentos autonómicos como en los ayuntamientos, o incluso a la cabeza en Barcelona o Madrid, tendrán que demostrar su capacitación técnica para dar forma a la política. Se tratará de mucho más que de protestas generales. Los programas y las personas serán sometidos a un test de realidad como lo exige en cualquier caso la política municipal. Sus resultados serán de suma importancia para las elecciones generales. asumir ellos solos la responsabilidad por los resultados estará limitada. No es de envidiar la tarea de Mariano Rajoy de tratar de mantener al partido unido y promover a la vez una reorientación. Pero no tendrá más remedio que afrontarla para tratar al final de asegurar los éxitos de su gobierno incluso más allá de los cuatro años de su mandato. Entre las experiencias interesantes se encontrará también la de cómo afrontarán sus responsabilidades las alianzas de protesta, cuando hasta entonces el gobierno central seguirá en manos del Partido Popular. Impressum Konrad-Adenauer-Stiftung e.V. Spanien Konrad-Adenauer-Stiftung c/ Villanueva 43, 2º Dcha. 28001 Madrid Spanien Tel. +34 91 781 12 02 Fax +34 91 575 60 66 [email protected] www.kas.de/spanien Twitter: @kas_madrid La oposición socialista quiere “estudiar todas las alianzas” dirigidas a “expulsar al PP del poder”. Es bastante dudoso que esto será suficiente para hacerse ella misma con el poder. Por eso, durante las próximas semanas el PSOE tendrá que dar prioridad a las posiciones programáticas y de reparto de los cargos. Durante los últimos meses su perfil seguía siendo bajo y sin fuerza. Para defenderse contra la pinza formada entre Podemos (izquierda) y Ciudadanos (centro), el partido va a necesitar nuevas ideas. La esperanza de que ambos grupos “pierdan encanto” a consecuencia de la realidad política no tendrá el efecto de una vuelta al poder. El Partido Popular tendrá que someterse a una redefinición de sus posiciones, y la respuesta no podrá ser un simple “seguir así”. Cientos de antiguos cargos electos perderán sus funciones, su poder y sus ingresos tras las elecciones del 24 de mayo. Su disposición de 3