9 RESOLUCION No. 28 de octubre de 2013 Dentro del juicio

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RESOLUCION No.
28 de octubre de
2013
Dentro del juicio Ordinario No. 566-2011 GNC que por dinero sigue COMPAÑÍA
MOLINOS POULTIER SOCIEDAD ANÓNIMA, contra EDGAR EDMUNDO RIVAS
ALEMÁN Y PATRICIA DE LAS MERCEDES SANTAMARÍA RIVAS, se ha dictado
lo que sigue:
Razón: Siento como tal que el presente juicio fue estudiado en relación por los señores
doctores, Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dra. Paulina Aguirre Suárez; y, Dr. Paúl
Íñiguez Ríos, Jueces Nacionales de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de
Justicia.- Certifico.- Quito, a 28 de octubre de 2013.- ff) Dra. Lucía Toledo Puebla,
Secretaria Relatora
Resolución Juicio No. 566 - 2011
Juez Ponente: Dr. Eduardo Bermúdez Coronel
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA. SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.- Quito, 28
de octubre de 2013, las 10h00.VISTOS: 1. JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA: En virtud de que los Jueces y
Jueza Nacionales que suscribimos hemos sido debidamente designados por el Consejo de
la Judicatura de Transición mediante Resolución No. 004-2012 de 25 de enero de 2012 y,
el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, mediante Resolución de 30 de enero de 2012,
nos designó para integrar esta Sala Especializada, y conforme el acta de sorteo que obra
del cuaderno de casación somos competentes para conocer de esta causa, conforme el Art.
184.1 de la Constitución de la República, Art. 190.1 del Código Orgánico de la Función
Judicial y Art. 1 de la Ley de Casación. 2. ANTECEDENTES: Sube el proceso a esta
Sala en virtud del recurso de casación activado por Patricio Edmundo José Eastman Pérez
y Sylka Estefanía Sánchez Campos, Gerente General y Directora Titular, en su orden, de
la Compañía Molinos Poultier Sociedad Anónima, contra la sentencia proferida por la
Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia de Cotopaxi, que confirma
el fallo de primera instancia dictado por el Juez Segundo de lo Civil de Latacunga, que
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desechó la demanda de cancelación de hipoteca propuesta en contra de Edgar Edmundo
Rivas Alemán y Patricia de las Mercedes Santamaría Rivas. 3. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Quienes recurren reclaman como infringidas en la sentencia impugnada las
disposiciones de derecho contenidas en los Arts. 1454, 1486, 1505, 1561, 1562, 1569.1 y
2336 del Código Civil. Fundamentan el recurso en las causales primera y cuarta del Art.
3 del a Ley de Casación.
puntualiza:
4.
Concluido el trámite de sustanciación, para resolver, se
CONSIDERACIONES
RESPECTO
DEL
RECURSO
DE
CASACIÓN: La casación es un medio de impugnación extraordinario, público y de
derecho estricto; es recurso limitado desde que la Ley lo contempla para impugnar, por su
intermedio, sólo determinadas sentencias. La casación es “recurso formalista, es decir,
impone al recurrente, al estructurar la demanda con la que lo sustenta, el inexorable deber
de observar todas las exigencias que exige la técnica de casación, a tal punto que el
olvido o desprecio de ellas conduce a la frustración del recurso y aún al rechazo in limine
del correspondiente libelo” (Humberto Murcia Ballén, Recurso de Casación Civil, Sexta
edición, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá-Colombia, 2005, p. 91). El objetivo
fundamental de la casación es atacar la sentencia (o auto definitivo) que se impugna para
invalidarla o anularla por los vicios de fondo o forma de los que puede adolecer, hecho
que se verifica a través del cotejamiento riguroso y técnico de la sentencia con el
ordenamiento jurídico vigente, lo que permite encontrar la procedencia o no de las
causales invocadas. Este control de legalidad está confiado al más alto Tribunal de
Justicia Ordinaria, que en el ejercicio de ese control así como el de constitucionalidad, lo
que busca es garantizar la defensa del derecho objetivo en procura de la seguridad jurídica,
pilar fundamental en el que se sustenta el Estado constitucional de derechos y justicia, la
igualdad de los ciudadanos ante la ley, así como la unificación de la jurisprudencia a
través del desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados en fallos de triple
reiteración.
La casación es recurso riguroso, restrictivo y formalista por lo que su
interposición debe sujetarse necesaria e invariablemente a los requisitos previstos en la
ley.-
5.
ANÁLISIS DEL CASO CONCRETO EN RELACIÓN CON LAS
IMPUGNACIONES PRESENTADAS.CUARTA:
5.1.
PRIMER CARGO, CAUSAL
En orden lógico, la primera acusación que debe examinarse es la que
considera que, en la sentencia recurrida, se ha incurrido en la causal cuarta del Art. 3 de la
Ley de Casación que consagra: “El recurso de casación sólo podrá fundarse en las
siguientes causales: … 4. Resolución, en la sentencia o auto de lo que no fuera materia
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del litigio u omisión de resolver en ella todos los puntos de la litis”. Consta del libelo de
interposición y formalización de este recurso extraordinario: “La sentencia impugnada no
resuelve lo que es materia de la pretensión hecha por nosotros, que es el levantamiento de
los gravámenes que pesan sobre el inmueble dado en dación en pago a nuestra
representada la empresa Molinos Poultier S.A., obligación que se encuentra señalada en el
contrato de dación en pago celebrado, es decir que nuestra pretensión se enmarca
precisamente en hacer cumplir lo pactado, la sentencia omite resolver este punto de la
litis que tiene fundamento legal y contractual”.
5.1.2. De la demanda que suscribe el
procurador judicial de Molinos Poultier S.A. consta que, los señores Edgar Edmundo
Rivas Alemán y Mercedes Patricia Santamaría Rivas adeudan a la Compañía la cantidad
de veinte y seis mil doscientos dólares americanos con sesenta y cinco centavos de dólar.
Que aquéllos suscribieron la escritura pública otorgada el 04 de diciembre de 2003 en la
Notaría Tercera del Cantón Latacunga “ … donde consta la dación en pago que hacen de
un inmueble de su propiedad a favor de la empresa Molinos Poultier S.A. , con la cual
cancelan la deuda mantenida, del inmueble …”. Se expresa, además, en la demanda que
en la cláusula Quinta del contrato que contiene ese instrumento público, que los deudores
“ … manifiestan que transfieren el dominio del bien antes especificado con todas sus
entradas, salidas, usos, costumbres y servidumbres anexas, libre de todo gravamen
hipotecario, embargo, prohibición de enajenar, sujetándose al saneamiento del inmueble
de conformidad con la ley. Sin embargo de esta declaración, conforme al certificado de
gravámenes otorgado por el Registro de la Propiedad de Latacunga, el bien raíz dado en
dación en pago se halla hipotecado y prohibido de enajenar a favor de la Mutualista
Pichincha, Agencia Latacunga, pese a que los señores Edgar Edmundo Rivas Alemán y
Mercedes Patricia Santamaría Rivas no mantienen deuda alguna con dicha entidad
financiera conforme al certificado otorgado por esa Institución, sin embargo de que ya no
existe obligación principal, los demandados pese a nuestros constantes y pacientes
requerimientos se niegan a acudir a la Mutualista Pichincha Agencia Latacunga, a levantar
la obligación accesoria, como es la hipoteca y prohibición de enajenar. Amparado en lo
dispuesto en los Arts. 1486, 1561, 1569.1 y 2336 del Código Civil, demando en juicio
ordinario a los señores Edgar Edmundo Rivas Alemán y Mercedes Patricia Santamaría
Rivas, para que en sentencia se levanten los gravámenes constantes en hipoteca y
prohibición de enajenar que pesan sobre el inmueble de su propiedad consistente en un
lote de terreno y casa … dado en dación en pago y así poder inscribir la dación en pago en
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el Registro de la Propiedad de Latacunga”. La sentencia impugnada, proferida por la Sala
de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia de Latacunga el 04 de mayo de
2011, las 08h50, en su parte considerativa señala “… ciertamente, les correspondía
demandar el cumplimiento del contrato a los tradentes de la dación en pago, conforme la
disposición del Art. 1505 del Código Civil”, y resuelve confirmando “la sentencia
desestimatoria venida en grado que rechaza la demanda por improcedente”. 5.1.3. La
causal cuarta del Art. 3 de la Ley de Casación contempla los vicios de citra o mínima,
ultra y extra petita que implican inconsonancia o incongruencia resultante del cotejo o
confrontación de la parte resolutiva del fallo con la pretensión de la demanda y
excepciones opuestas.
Los jueces y tribunales al resolver sobre lo principal deben
atenerse a los puntos objeto de la traba de la litis y que son los que determinan el sentido
y alcance de pretensión y excepción oportunamente aducidas, es decir la identidad jurídica
entre lo que se pide y se resuelve. El defecto de incongruencia resulta de la comparación
entre el objeto de la demanda, del petitum, la excepción y la parte dispositiva de la
sentencia. “En virtud del principio de congruencia que habrá de respetar la sentencia,
debe ajustarse a las acciones deducidas, cosas no pedidas o peticiones no formuladas. Se
viola el principio de congruencia cuando la sentencia decide: a) Ultrapetitum, otorgando
al actor más de lo que pidió; b) Citrapetitum, dejando sin resolver cuestiones que habían
sido introducidas en la contienda; c) Extrapetitum, si se alteran o modifican, en aspectos
esenciales las pretensiones formuladas por las partes” (Álvarez Juliá, Germán R. J. Neuss
y Horacio Wagner, Manual de Derecho Procesal, 2da. Edición, Editorial Astrea, Buenos
Aires, 1990, p. 297). Entre las acepciones que de congruencia trae el Diccionario de la
Lengua de la Real Academia Española, constan “1. Conveniencia, coherencia, relación
lógica. 2. Conformidad de extensión, concepto y alcance entre el fallo y las pretensiones
de las partes formuladas en el juicio” (Vigésima Primera Edición, Madrid, 1992, p. 382).
Aldo Bacre
dice que congruencia es la “… conformidad que debe existir entre la
sentencia y la o las pretensiones que constituyen el objeto del proceso, más la oposición o
defensa enarboladas que delimitan ese objeto” (Teoría General del Proceso. Tomo III.,
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992, p. 427). Debe haber conformidad entre sentencia y lo
pedido por las partes (en demanda, contestación y reconvención de ambas, inclusive), en
cuanto a personas, objeto y causa, desde que no puede apartarse de los términos en que
quedó planteada la litis en la relación procesal. Se debe tener en cuenta que, con la
contestación a la demanda se integra la relación procesal, lo que conlleva dos efectos
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fundamentales: a) quedan fijados los sujetos de la relación, actor y demandado, y, b) las
cuestiones sometidas al pronunciamiento
del juez. De la comparación entre petitum y
sentencia impugnada no se encuentra la concurrencia del cargo de citra petita, lo resuelto
por el Tribunal ad quem deniega la pretensión por estimarla improcedente.
5.2.
SEGUNDO CARGO, CAUSAL PRIMERA: Por este error in procedendo se imputa
violación directa de normas de derecho sustantivo y de los precedentes jurisprudenciales
obligatorios, por su aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación en la
sentencia o auto, que hayan sido determinantes de su parte dispositiva. Este vicio de
juzgamiento concurre cuando: 1.- El juzgador deja de aplicar la norma sustantiva al caso
controvertido por absoluto desconocimiento de la misma y por desconocer el rango o
preferencia que tiene en relación con otras, por ignorancia acerca de su naturaleza propia
y la posibilidad de que pueda omitirse o modificarse por voluntad de las partes. 2.- Por
aplicación indebida, por el error que ocurre al subsumir los hechos establecidos en la
norma y al precisar las circunstancias de hecho que son relevantes para que la norma entre
en juego (yerro de diagnosis jurídica), puede también surgir el error al establecer la
diferencia o semejanza que media entre la hipótesis legal y la tesis del caso concreto; y, 3.El juzgador incurre en yerro de hermeneútica, de interpretación jurídica, al errar acerca
del contenido de la norma, “ … del pensamiento latente en ella, por insuficiencia o exceso
en el juicio del juzgador y de acuerdo con las doctrinas sobre interpretación de las leyes”.
(Manuel de la Plaza, La Casación Civil, Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1944,
p. 218). Expresan los casacionistas: “ … dentro de la sentencia impugnada ha existido
falta de aplicación del Art. 1454 que conceptúa al contrato a un acto por el cual una parte
se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa, los cónyuges Rivas Santamaría
precisamente por medio del contrato de dación en pago se obligaron a entregarnos saneado
el inmueble dado en dación en pago, esto de conformidad a la cláusula Quinta del
convenio de dación en pago constante en la escritura pública de 04 de diciembre de 2003
… no se ha aplicado el Art. 1486 inciso segundo que establece que las obligaciones
civiles dan derecho para exigir su cumplimiento que es precisamente lo que hemos
ejercido; no se ha aplicado el Art. 1561 en el sentido que todo contrato legalmente
celebrado es una ley para los contratantes …. hemos comparecido al órgano judicial a
exigir precisamente que se cumpla lo pactado; existe falta de aplicación del art. 1569-1
que al ser una obligación de hacer y sin embargo de que existe una obligación constante
en el contrato de dación en pago y el obligado es renuente en cumplirla … existe falta de
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aplicación del Art. 2336 en tanto y en cuanto al haberse extinguido la obligación principal
las accesorias corren la misma suerte, está probado que los cónyuges Rivas Santamaría no
adeudan ningún valor al acreedor que tiene las cauciones a su favor, en consecuencia lo
que procede es que las mismas se extingan. Además existe errónea interpretación del Art.
1505 del Código Civil, interpretación que es eminentemente restrictiva de nuestros
derechos, cuando precisamente basados en esa disposición es que exigimos el
cumplimiento del contrato que implica el levantamiento de los gravámenes que pesan
sobre el inmueble dado en dación en pago para poder inscribir la escritura en el Registro
de la Propiedad”.- 5.2.1. Consta del contrato de dación en pago, otorgado en la Notaría
Tercera del Cantón Latacunga el 04 de diciembre de 2003 por Edgar Edmundo Rivas
Alemán y Mercedes Patricia Santamaría Rivas y en favor de Molinos Poultier S.A., que
los primeros dan “… en dación en pago a favor de Molinos Poultier S.A. a través de sus
representantes legales el bien inmueble descrito en la cláusula Segunda del presente
instrumento … el terreno y edificación sin terminar ya descritas en la cláusula Segunda,
con lo cual se cancelan todas las obligaciones que los tradentes mantienen con la
adquirente, quien a su vez acepta, por lo que las partes nada tienen que reclamarse en el
futuro por ningún concepto … los tradentes le transfieren al adquirente el dominio y
posesión del indicado inmueble, con todas sus entradas, salidas, usos, costumbres y
servidumbres anexas, libre de todo gravamen hipotecario, embargo, prohibición de
enajenar, sin embargo los tradentes se sujetan al saneamiento del inmueble de
conformidad con la ley”. Entre los modos de extinguir las obligaciones el Art. 1583.2 del
Código Civil contempla la solución o pago efectivo y su Art. 1585 se refiere al caso de la
dación en pago. “Existe dación en pago cuando el deudor entrega en pago a su acreedor
una cosa distinta de la que debía en virtud de la obligación. Por ejemplo, debía dinero y se
libera entregando mercancías o transmitiendo al acreedor la propiedad de un inmueble.
Este modo de liberación sólo puede emplearse con el consentimiento del acreedor, quien
siempre tiene derecho a exigir lo que se le debe” (Marcel Planiol y Georges Ripert,
Derecho Civil, Primera Serie, Volumen 8, Oxford University Press, México, 2001, p.
703). Los autores modernos encuentran que la dación en pago conlleva una novación por
cambio de objeto pues el acreedor acepta sustituir el crédito por uno nuevo y cuyo objeto
es diferente “ … el nuevo crédito sólo ha durado un instante: el tiempo transcurrido entre
el convenio de dación en pago y su cumplimiento” (Ibidem). La actual tendencia es
considerar en la obligación su objeto que le da carácter e individualidad a una deuda, en
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cuanto es la naturaleza y calidad de la cosa debida y que es precisamente lo que permite
reconocerla; siendo la dación en pago una novación que se cumple inmediatamente
concluye todo para las partes. Los autores citados encuentran que esta forma de solución
o pago se parece en mucho a una compraventa en cuanto “ … las cosas acontecen como si
el deudor vendiese el bien a su acreedor por un precio igual a la suma de su deuda, el
acreedor adquiere la propiedad del bien, y la deuda se extingue por compensación con el
precio, sin que haya entrega de dinero de una parte a otra” (Op. cit., p. 704). Cabe
puntualizar que toda convención de dar, cualquiera que sea el título por la que se opere es
traslativa de propiedad. La dación en pago es la entrega al acreedor de una cosa distinta
de lo que se le debe. “Este modo de extinguir las obligaciones, que no es sino una
variante del pago, no puede tener lugar sin el consentimiento del acreedor, porque en
conformidad al Art. 1569 (1585 en el Código Nacional), no se puede obligar al acreedor a
que reciba una cosa distinta de la que se le debe, ni aún a pretexto de ser de igual o mayor
valor que la otra. Pero no hay ningún inconveniente para que el acreedor acepte una cosa
distinta, y cuando esto pasa, se dice que la obligación se ha extinguido por la dación en
pago. La dación en pago supone, pues, necesariamente el concurso de voluntades del
deudor que ofrece la cosa y del acreedor que la acepta, no obstante ser distinta de la que se
le debe”. (Arturo Alessandri Rodríguez, Derecho Civil, Teoría de las Obligaciones,
Ediciones Librería del Profesional, Bogotá, 1983, p. 413). Se reitera que, producida la
dación en pago, la primitiva obligación se extingue, al igual que en el pago efectivo, Art.
1584 del Código Civil, en consecuencia cesa la responsabilidad del deudor al igual que la
responsabilidad de los codeudores solidarios y fiadores, quedan canceladas las prendas e
hipotecas y concluyen los accesorios de la obligación en virtud del principio de que
extinguido lo principal se extingue lo accesorio. La dación en pago, como se observa, se
rige por las reglas del pago efectivo en general como modo de extinguir obligaciones.
5.2.2. El contrato de dación en pago celebrado entre los sujetos procesales y antes
comentado contiene un objeto determinado en cuanto se especifica con precisión su
contenido, por lo que el acreedor conoce lo que tiene derecho a exigir y el deudor, a su
vez, sabe lo que debe realizar o cumplir. Esta materia está normada por el Art. 1477
inciso tercero del Código Civil: “Si el objeto es un hecho, es necesario que sea física y
moralmente posible”. Los contratos generan obligaciones para una o para las dos partes,
estas obligaciones constituyen, respectivamente, los derechos de la parte o partes
acreedoras; en tanto que, las obligaciones que el contrato genera producen los derechos
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que la ley otorga al acreedor “ … para obtener del deudor el cumplimiento íntegro, exacto
y oportuno de las obligaciones cuando el deudor no la cumple en todo o en parte, o está en
mora de cumplirla” (Arturo Alessandri Rodríguez, Derecho Civil, De Los Contratos,
Editorial Zamorano y Caperán, Santiago, 1976, p. 60). Los contratos producen derechos
personales, no transfieren el dominio ni establecen ningún derecho real, no son modos de
adquirir, pues éstos son sólo los contemplados en el Art. 603 del Código Civil. El
contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, Art. 1561 ibidem, “…
quiere significar que tiene una fuerza obligatoria para las partes análoga a la que tiene la
ley para todos los habitantes de la República; y que así como los particulares no pueden
eludir el cumplimiento de la ley, de la misma manera, los contratantes no pueden eludir el
cumplimiento del contrato, o dejarlo sin ejecución … el contrato no sólo tiene fuerza
obligatoria para los contratantes, sino que se impone con toda su fuerza a las personas que
tengan que intervenir en él;
es por eso que los tribunales no pueden modificar o
desconocer un contrato válidamente celebrado.
A lo sumo pueden interpretar sus
cláusulas oscuras. Pero este efecto solamente lo atribuye la ley a los contratos legalmente
celebrados, es decir, a aquellos en cuya celebración se han observado todos los requisitos
establecidos por la ley para su celebración, porque de otro modo implícitamente se habría
autorizado la violación de la ley” (Arturo Alessandri Rodríguez, ibídem, p. 61). 5.2.3.
Como ya se dijo, la dación en pago es figura jurídica muy similar a la compraventa cuyo
efecto fundamental es la obligación para el vendedor de entregar y sanear la cosa vendida,
Art. 1764 del Código Civil, y, para el comprador de pagar el precio, Art. 1811 ibidem,
mutua obligación que es de la esencia del contrato de compraventa. Como consecuencia
de la expresada obligación del vendedor, éste no sólo que debe poner la cosa a disposición
del comprador sino que, además, si se trata de una especie o cuerpo cierto debe
conservarla hasta su entrega y emplear en su custodia el cuidado debido. Al tratarse de
bienes raíces su entrega se cumple mediante la inscripción del título en el Registro de la
Propiedad que corresponda, Art. 702 ibidem, hecho que se identifica como entrega legal
que es parte de la obligación de entregar el inmueble que se complementa con la llamada
“material”. Es de importancia determinar el tiempo para la entrega de la cosa para efectos
de establecer la mora en hacerlo; al respecto, el Art. 1766 asimismo del Código Civil,
establece que “El vendedor está obligado a entregar la cosa vendida inmediatamente
después del contrato, o a la época prefijada en él”, en el caso sub lite, la entrega del bien
raíz debió hacerse inmediatamente después de celebrado el contrato; y, si el vendedor no
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entrega la cosa vendida, conforme la estipulación contractual, el comprador puede pedir la
resolución o el cumplimiento de contrato, con indemnización de perjuicios, y, en la forma
que prevé el inciso segundo del precepto en cita “Si el vendedor, por hecho o culpa suya,
ha retardado la entrega, podrá el comprador, a su arbitrio, perseverar en el contrato o
desistir de él; y en ambos casos, con derecho para ser indemnizado de los perjuicios,
según las reglas generales”. Consta del contrato de dación en pago: “Los tradentes le
transfieren al adquirente el dominio y posesión del indicado inmueble … libre de todo
gravamen hipotecario, embargo, prohibición de enajenar, sin embargo los tradentes se
sujetan al saneamiento del inmueble de conformidad con la ley”. Del certificado que
suscribe el señor Registrador de la Propiedad del Cantón Latacunga, consta que el bien
raíz objeto de la dación en pago “ … se halla hipotecado y prohibido de enajenar, por los
señores cónyuges Edgar Edmundo Rivas Alemán y Mercedes Patricia Santamaría Rivas, a
favor de la Mutualista Pichincha para garantizar por todas y cada una de las obligaciones
contraídas con el acreedor, según consta de la escritura pública del veinte de noviembre de
dos mil ante el Licenciado Hugo Alberto Berrazueta Pástor, Notario Primero de este
cantón, e inscrita el veintiuno de noviembre de dos mil, bajo la partida número 705/2000
del Registro de Hipotecas; además, se halla libre de embargo”. Los contratos en armonía
con el Art. 1562 del Código Civil, deben ejecutarse de buena fe y obligan no sólo a lo que
en ellos se expresa, sino a todo lo que emane de su naturaleza, o que por la ley o la
costumbre le pertenece; dentro de la buena fe con que debe cumplirse el contrato de
compraventa, se comprende que lo que el comprador desea es precisamente adquirir el
inmueble a través del modo tradición con la inscripción del título en el Registro de la
Propiedad, el vendedor se obliga a entregar la cosa y para ello debe presentar al
Registrador copia auténtica del título respectivo, Art. 706 ibidem, y de no hacerlo, genera
el derecho del adquirente para pedir la tradición, Art. 697 ejusdem.- 5.2.4. No cabe duda
que los demandados incumplieron con su obligación de realizar la tradición que es el
modo de ejecutar de buena fe el contrato por ellos suscrito y en los términos ya transcritos,
cuanto más si del certificado otorgado el 30 de octubre de 2003 por la Gerente de Agencia
Mutualista Pichincha Latacunga, consta: “A petición verbal del Sr. Edgar Rivas Alemán y
Señora, certifico que no mantiene en nuestra institución ninguna obligación de crédito”.
Efectivamente, como consta del escrito de interposición y formalización del recurso,
existe falta de aplicación de los Arts. 1454, 1486, inciso segundo y 1561, así como la
errónea interpretación del Art. 1505, todos del Código Civil, precepto último que prevé el
9
derecho alternativo para demandar la resolución o el cumplimiento del contrato, segunda
opción ejercida por los recurrentes y que se viabiliza mediante la cancelación de los
gravámenes objeto del petitum.- 6. DECISIÓN EN SENTENCIA: En consecuencia,
por ser procedente el recurso, en los términos del Art. 16 de la Ley de Casación,
ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL
ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA, este Tribunal Casación de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte
Nacional de Justicia, casa la sentencia impugnada dictada el 12 de mayo del 2011, las
10h58; y, dispone que los accionados en el término de quince días cumplan con la
obligación de cancelar los gravámenes e inscribir el título que contiene la dación en pago
en el Registro de la Propiedad del Cantón Latacunga; para este efecto, harán la entrega de
los documentos habilitantes del caso. Con costas a cargo de los demandados, en U.S.D. $
400,oo se regula el honorario del abogado defensor de los recurrentes. Notifíquese y
devuélvase.- ff) Dr. Eduardo Bermúdez Coronel, Dra. Paulina Aguirre Suárez; y, Dr.
Paúl Íñiguez Ríos.- JUECES NACIONALES.- Certifico. ff) Dra. Lucía Toledo
Puebla.-SECRETARIA RELATORA.RAZON:- Siento por tal que la copia que antecede es igual a su original. Certifico. Quito,
a 28 de octubre de 2013.
Dra. Lucía Toledo Puebla
SECRETARIA RELATORA
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