SL7552-2015 - Corte Suprema de Justicia

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN LABORAL
JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ
Magistrado ponente
SL7552-2015
Radicación n°45056
Acta 03
Bogotá, D. C., once (11) de febrero de dos mil quince
(2015).
Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por
HERNÁN FABIO LÓPEZ BLANCO, contra la sentencia
proferida por la Sala Laboral de Descongestión del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 30 de abril de
2009, en el proceso que instauró el recurrente contra
FIDUCIARIA DEL VALLE S.A.
I.
ANTECEDENTES
El recurrente llamó a juicio a la sociedad demandada,
con el fin de que sea condenada al pago de $244.266.048,
equivalente al 2% sobre el valor determinado como pago en
la audiencia de conciliación relacionada, el que corresponde
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Radicación n°45056
al saldo del total de los honorarios acordados por la
prestación de los servicios profesionales del actor. Además,
por los intereses moratorios a la tasa máxima legal
permitida conforme lo establece el artículo 884 del Código
de Comercio, desde el 29 de mayo de 2003 y hasta cuando
se verifique el pago completo de la obligación.
Fundamentó sus peticiones, básicamente, en que el
actor y la demandada celebraron un contrato de mandato,
en virtud del cual esta se comprometió con el primero a
reconocer los honorarios en los términos plasmados en la
cotización de fecha 18 de noviembre de 2002, como
contraprestación de la atención del proceso arbitral en
contra de la Compañía Central de Seguros S.A.; que tales
honorarios
consistieron:
a)
$100.000.000.00, pagaderos
un
a
la
abono
inicial
presentación de
de
la
demanda o al suscribirse el compromiso de acuerdo que
diera inicio a un arbitramento independiente, de llegarse a
establecer dicha modalidad; b) un segundo abono de
$100.000.000, al ser decretadas las pruebas dentro del
proceso arbitral; c) un tercer abono de $100.000.000, a la
presentación de los alegatos de conclusión; d) de lograrse
una transacción, luego de presentada la demanda se causa
el primer abono y, adicionalmente, un porcentaje del 2%
sobre el valor que sea determinado como pago, o el saldo
vigente
asegurado
en
caso
de
mantenimiento
de
la
cobertura, se pagarían los abonos fijos causados y el mismo
porcentaje del 2%.
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Radicación n°45056
Informó que, logrado el acuerdo de honorarios, el actor
inició su gestión, lo que significó que, el 13 de diciembre del
mismo año, este presentara la demanda ante el Centro de
Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá, la cual, dijo,
sentó las bases para el acuerdo transaccional al que se llegó
finalmente por un valor cercano a lo demandado. Que el
demandante estuvo en todas la reuniones celebradas con
ocasión del laudo, participó en forma activa en la revisión
de todos y cada uno de los proyectos de transacción, con la
presentación de observaciones verbales y escritas, vía
correo electrónico y fax. Que, al tiempo, ante la negativa de
la contraparte de la aquí demandada de integrar el tribunal
de arbitramento, el actor elevó solicitudes ante los juzgados
civiles municipales y del circuito
para la integración del
tribunal, hecho que, según su dicho, implicó un estudio de
fondo del asunto.
Finalmente, agregó el demandante, las partes atrás
mencionadas llegaron a un acuerdo transaccional que, en lo
económico, admitió que fue resuelto por ellas directamente,
pero que, en lo jurídico, tuvo siempre el respaldo de él como
profesional, al punto que, en el acta de conciliación suscrita
el 22 de mayo de 2003, aparece su visto bueno en señal de
aprobación de lo que firmaban la Corporación Financiera
del Valle S.A., en adelante la Corporación, y la Fiduciaria
del Valle S.A., en adelante Fiduvalle.
Según el actor, el valor de la transacción prenombrada
que dio término a la controversia ascendió a la suma de
$12.213.302.414.00, lo que, según su criterio, el monto de
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Radicación n°45056
los
honorarios
pactados
ascendió
a
la
suma
de
$244.266.048, cantidad que fue cobrada por el accionante a
la demandada, pero que esta no le reconoció porque
consideró que la base del cálculo del 2% no podía ser la
suma global acordada en la conciliación, por cuanto, en
dicho acuerdo, habían participado otras partes distintas a
las que estaban llamadas a serlo dentro del proceso arbitral
y, adicionalmente, porque las sumas de dinero a que se
obligaron iban a ser pagadas en fechas posteriores con
condiciones diferentes, como era de conocimiento de él.
Que, por tanto, el 2% causado debía liquidarse con base en
la suma que la aseguradora se comprometió a pagar, previa
aceptación del beneficiario del seguro, es decir Fiduvalle
S.A., directamente a la Corporación, es decir la suma
equivalente a Us. $381.700, los cuales liquidados a la TRM
del 21 de mayo de 2003, resulta una suma equivalente a
$1.110.682.111.00, así que el 2%, según la demandada,
resultaba ser $22.213.642,22, liquidación que no comparte
el accionante, porque considera que le están cambiando el
acuerdo de honorarios, y, para corroborar su apreciación, el
accionante trascribió el texto de la conciliación, en el que se
relacionan varios pagos así: las sumas a pagar por la
empresa
afianzada
a
Fiduvalle,
pero
a
favor
de
la
Corporación, así como a la propia Corporación; y la suma
de
$1.110.682.111.00
que
la
aseguradora
pagaría
directamente a la Corporación.
Por último, el actor afirmó que la demandada, a la
fecha de presentación de la demanda, no le había pagado
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Radicación n°45056
suma alguna por honorarios correspondientes al 2%
pactado.
Al dar respuesta a la demanda, la parte accionada se
opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos, los
aceptó parcialmente, con la aclaración de que el objeto del
contrato celebrado entre las partes del sublite fue el de
«adelantar el proceso arbitral en contra de la Compañía
Central de Seguros S.A., para efectos de obtener un laudo en
el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de
cumplimiento C-12380 y que la aseguradora continúa con
sus obligaciones hasta la expiración del plazo por el cual rige
la cobertura otorgada»; que el apoderado, para cumplir el
mandato judicial otorgado por la fiduciaria, recibió un solo
poder en el cual, dijo, se precisó que le estaba encomendado
adelantar un proceso arbitral en contra de la Compañía
Central de Seguros, S.A., con el objeto de lograr las
declaraciones y condenas necesarias para que la entidad
demandada cumpla con las obligaciones derivadas de la
póliza de cumplimiento C-12380 en la que el patrimonio
autónomo mencionado es el asegurado y beneficiario; que,
como las partes convocada y convocante no llegaron a
acuerdo alguno en la designación de los árbitros, entonces
también, al actor, le fue otorgado dos poderes dirigidos a los
jueces civiles del circuito y municipales de reparto, con la
facultad
de
adelantar
las
diligencias
extraprocesales
destinadas a la designación de los árbitros que deben
integrar el tribunal de arbitramento que debe dirimir las
diferencias
existentes
derivadas
de
la
póliza
de
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Radicación n°45056
cumplimiento C.12380 expedida por la aseguradora atrás
mencionada.
Por tanto, según la convocada al juicio del sublite, no
era cierto que la demanda arbitral hubiese asentado las
bases para el acuerdo transaccional al que se llegó a un
valor cercano al total de lo demandado, puesto que, aclara,
en concordancia con los poderes otorgados y dentro del
preciso ámbito del mandato judicial conferido, la demanda
arbitral se limitaba a solicitar la declaración de ilegalidad de
la revocación de la póliza de cumplimiento emitida por la
compañía de seguros, y consecuencialmente, la pérdida de
efectos de dicha revocación, por ende la continuidad de la
vigencia de la póliza en los términos inicialmente pactados
con la obligatoriedad para el asegurador de cumplir las
prestaciones
a
favor
de
la
fiduciaria,
así
como
la
declaratoria de que el asegurador estaba obligado a
indemnizar las sumas adeudadas por cánones o por
cualquier otro concepto. Que las obligaciones incumplidas
derivadas del contrato de seguro y cuyo cumplimiento
forzado se perseguía a través del tribunal de arbitramento
convocado, tan solo fueron una parte de la conciliación
extrajudicial del 22 de mayo de 2003, en la cual, con la
concurrencia de diversos actores diferentes a la parte
convocante y convocada del referido tribunal, también se
puso fin a divergencias que versaban a relaciones distintas
del contrato de seguro, tales como las derivadas del
contrato de arrendamiento celebrado el 4 de junio de 1996
entre la sociedad DESARROLLADORA ARBOLEDA S.A.
como arrendadora, y COMPTEC, y otras que relaciona.
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Radicación n°45056
Que, igualmente, la conciliación extrajudicial en cuestión
había originado la celebración de nuevos contratos tales
como la venta de los títulos provenientes del proceso de
titularización de la Corporación Financiera del Valle S.A. a
COMPTEC
S.A.
Que,
en
consecuencia,
la
citada
conciliación había versado no solo sobre el contrato de
seguro, objeto del proceso arbitral para el cual había sido
contratado el demandante, sino que incluyó otras relaciones
jurídicas.
Manifestó que, si dentro de las pretensiones de la
demanda arbitral presentada por el Dr. López, acorde con el
objeto del contrato de prestaciones de servicios celebrado, la
única
pretensión
de
pago
era
la
que
buscaba
la
indemnización del riesgo amparado con la expedición de la
póliza C-12380, no podía pretenderse que, dentro de la base
de liquidación de honorarios, se incluyeran prestaciones
ajenas al contrato de seguro, contrato cuyo incumplimiento
fue el que generó el proceso arbitral, por ello, reitera, el 2%
de los honorarios debía liquidarse sobre la suma que por
concepto de siniestro se obligó a pagar la aseguradora, es
decir sobre $1.110.682.111.00, por lo que al apoderado le
debe corresponder la suma de $22.214.642.22, y no, la
solicitada con el presente proceso.
II.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA
El Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Bogotá, al
que correspondió el trámite de la primera instancia,
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Radicación n°45056
mediante fallo del 15 de junio de 2007 (fls. 288 y ss),
absolvió a la demandada de todas las pretensiones.
III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA
La
Sala
Laboral
de
Descongestión
del
Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Bogotá, mediante fallo del
30 de abril de 2009, revocó la sentencia del a quo en el
sentido de ordenar el pago de la suma de $22.213.642,22
por concepto de honorarios profesionales, junto con el pago
de los intereses comerciales, desde el 22 de mayo hasta el
26 de agosto de 2003.
En lo que interesa al recurso extraordinario, el
tribunal consideró, como fundamento de su decisión, que
para resolver el conflicto jurídicamente planteado en torno a
la interpretación del contrato, se debía acudir a las normas
del Código Civil contenidas en el Título XIII del libro IV que
trata sobre las obligaciones en general y de los contratos,
las que determinan las reglas de interpretación de tales
acuerdos de voluntades.
Luego de ir examinando una a una las reglas
contenidas en los artículos 1618 al 1623 del CC, determinó
que la cláusula ambigua expresada en la propuesta de
honorarios
del
18
de
noviembre
de
2003,
debía
interpretarse a favor del deudor, quien, en este caso, era la
empresa Fiduvalle; por tanto, asentó el juzgador, no podía
ser interpretada como lo pretende el demandante, pues
encontró probado que fue este quien la había dictado, así
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Radicación n°45056
que, si resultó una ambigüedad, esta provino de la falta de
una explicación, que, en este asunto, debió darla quien en
el proceso se presentó como acreedor.
Agregó el juez de alzada que, en este caso, no se
discutía la celebración de un contrato de mandato para la
presentación de una demanda arbitral, como tampoco que
efectivamente el servicio profesional fue prestado, que se
convino una suma fija de $100.000.000 por la presentación
de la demanda arbitral, y que se pactó una suma adicional
equivalente al 2%, puesto que la controversia giraba en
torno al valor base de este porcentaje, entonces lo acordado
entre las partes aquí litigantes únicamente se mostraba
ambiguo en la parte de la cláusula respecto a qué debía
entenderse como «lo que ha de determinarse como pago»; y,
al estar establecido, a juicio del ad quem, que los términos
en que se hizo la propuesta el 18 de noviembre de 2002
fueron aceptados sin modificación alguna, la ambigüedad
de la cláusula resultaba de la circunstancia de no haber
sido explicado cómo se determinaba el pago.
Refirió que mientras el actor sostenía que ese concepto
involucraba la totalidad de los valores por los que se realizó
la transacción de fl. 107, razón por la cual sus honorarios
insolutos eran de $244.266.048, para la demandada, lo
único que se pagó en virtud de la demanda arbitral
elaborada por el actor fue la suma de $1.110.682.111, valor
este
que,
al
aplicarle
el
2%,
daba
un
total
de
$22.213.642.22 que la fiduciaria reconocía deber.
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Radicación n°45056
Consideró el tribunal que la operación también es
correcta, y que la ambigüedad, reiteró, era sobre la base a
aplicar el 2%; por tanto, ante la ambigüedad de la cláusula,
concluyó que debía aplicarse el artículo 1624 del CC y
aceptarse, como válida, la interpretación del contrato que
hizo la fiduciaria, por ser ella la deudora, y porque quien
dictó la cláusula fue el abogado, Dr. López, y este ha debido
dar la explicación, como lo establece dicho artículo.
Manifestó que, si en gracia de discusión se aceptara
que la cláusula no es ambigua, se encontraría con que, no
obstante
los
planteamientos
de
la
parte
actora,
los
argumentos del a quo estaban ajustados a lo dispuesto en
los artículos 1602 y 1603 del CC, en concordancia con el
numeral 3º del artículo 2184 ibídem.
En ese orden, precisó que, si todo contrato legalmente
celebrado es ley para las partes y el mismo debe ejecutarse
de buena fe, entonces era indiscutible que la remuneración
debía calcularse en los términos en que fue acordada en el
numeral 4º de la oferta del actor ya vista, en aplicación del
numeral 3º del artículo 2184 del CC.
Así pues, para el ad quem, como las partes no estaban
discutiendo que hubo transacción, el interrogante a resolver
era a qué transacción hacía referencia el acuerdo de
honorarios, a lo que respondió enseguida que la única
respuesta válida era la transacción sobre la gestión que,
conforme al contrato de mandato suscrito por las partes del
sublite, le fue encomendada al accionante, cual fue (fls. 68
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Radicación n°45056
a 70), la de adelantar el proceso arbitral en contra de la
aseguradora para efecto de obtener el laudo en el que se
declare que es ilegal la cancelación de la póliza de
cumplimiento C-12380, gestión que encontró concordante
con la demanda presentada ante el Centro de Arbitraje y
Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá (fls. 73 a
81), por el mandatario y demandante en este proceso.
Seguidamente, estimó que, al estar demostrado que la
referida demanda arbitral finalizó con la conciliación de
folios 107 a 108, de cuyo texto dedujo que dicho acto no
sólo versó sobre la relación jurídica que se le encomendó al
actor, sino sobre otras, para efectos de determinar los
honorarios del accionante por haberse llegado a una
transacción,
debía
tomarse
en
cuenta
el
valor
que
significaba la gestión encomendada a este, es decir lo que
correspondía a las pretensiones de la demanda arbitral. Por
consiguiente, determinó que el 2% por concepto de
honorarios
pactados
debía
calcularse
sobre
$1.110682.111.00 y no, sobre la totalidad de las sumas que
por otras relaciones jurídicas aparecían conciliadas.
Por último, el ad quem, con relación al interrogatorio
de parte de la demandada y del testimonio del Sr. Ustáriz
invocados en la apelación, señaló que no modificaban para
nada las conclusiones que se obtenían con el solo examen
del documento del 18 de noviembre de 2002, donde se hizo
la propuesta que fue aceptada y formó el acuerdo de
voluntades, porque, afirmó, «en el interrogatorio no hay
confesión, ya que la absolvente no aceptó ningún hecho que
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Radicación n°45056
la perjudicara y el testigo no podía agregarle nada al
documento, porque el problema jurídico se contrae a la
interpretación del contrato de mandato que resultó de la
oferta que hizo el abogado… López y que fue aceptada por la
Fiduciaria…»
Tras
lo
anterior,
asentó
que
no
confirmaría
la
sentencia del a quo que había absuelto a la demandada de
todas las pretensiones, no obstante arribar a la misma
conclusión de que el 2% debía calcularse sobre la suma que
por concepto de siniestro se había obligado la aseguradora
a
pagar,
esto
era
$1.110.682.111,
por
lo
que
le
correspondía $22.213.642.22 como honorarios adeudados,
por la razón, según el ad quem, «…de ser perfectamente
congruente la sentencia que concede menos de lo pedido en
la demanda».
Para corroborar lo anterior, el ad quem invocó el
artículo 305 del CPC, junto con la sentencia CSJ SL del 15
de octubre de 2003, no. 21082.
Precisó
contestación,
que
estaba
comprobado
que,
en
la
la demandada había reconocido deber por
honorarios la suma equivalente a $22.213.642.22 y que
esta suma estaba a disposición del accionante en caja de la
fiduciaria desde el 26 de agosto de 2003; por lo que, aclaró,
que lo atrás decidido no se debía entender como si el fallo
impusiera una suma adicional a la que se encuentra a
disposición del accionante desde el 26 de agosto de 2003;
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Radicación n°45056
en consecuencia, si ya tal suma había sido retirada por el
demandante, la obligación había quedado saldada.
Por último, señaló que, como los $22.213.642.22
estuvieron a disposición del accionante desde el 26 de
agosto
de
2003,
únicamente
reconocería
intereses
moratorios del artículo 884 del CCo. desde el 22 de mayo de
2003, fecha del acuerdo de conciliación, hasta el 26 de
agosto de 2003.
IV.
RECURSO DE CASACIÓN
Interpuesto por la parte actora, concedido por el
tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.
V.
ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN
Pretende el recurrente que la Corte case la sentencia
recurrida, en cuanto condenó a la Fiduciaria del Valle S.A.
al pago de $22.213.642.22 por honorarios profesionales
debidos al demandante, junto con el pago de los intereses
comerciales, desde el 22 de mayo hasta el 26 de agosto de
2003, para que, en instancia, revoque la del juzgado y, en
su lugar, condene a dicha Fiduciaria de conformidad con
las pretensiones de la demanda inicial, autorizándola para
descontar del monto de los honorarios profesionales la
suma de $22.213.642.22.
Con tal propósito formula un solo cargo que fue
replicado.
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Radicación n°45056
VI.
CARGO ÚNICO
Acusa la sentencia, por la vía indirecta, por aplicación
indebida de los artículos 1602, 1618, 1619, 1620, 1621,
1622, 1623, 1624, 2142, 2143, 2150 y 2184-3 del Código
Civil; 174 y 177 del Código de Procedimiento Civil y 60 y 61
del Código Procesal del Trabajo de la Seguridad Social.
Por haber apreciado equivocadamente la comunicación
del 10 de noviembre de 2002, suscrita por el actor y dirigida
al Gerente de la Fiduciaria del Valle S. A. (folios 76 a 78 o
los tachados 65 a 67); la comunicación del 18 de noviembre
de 2002, suscrita por el demandante y dirigida al Gerente
de la Fiduciaria del Valle S. A. (folios 68 a 69); la demanda
suscrita por el actor, presentada ante el Centro de Arbitraje
y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá (folios
73 a 81); el acta de la audiencia de conciliación del 22 de
mayo de 2003, celebrada en la sede norte del Centro de
Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de
Bogotá (folios 10 a 29 o 110 a 117 -incompleta), y el
interrogatorio del representante legal de la demandada
(folios 228 a 229, 231 a 232 y 233).
Según la censura,
el tribunal incurrió en los
siguientes y evidentes errores de hecho:
1. Dar por demostrado, sin estarlo, que el saldo de
honorarios a favor del demandante corresponde a la
suma de veintidós millones doscientos trece mil
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Radicación n°45056
seiscientos
cuarenta
y
dos
pesos
con
veintidós
centavos ($22.213.642.22).
2. No dar por demostrado, pese a estarlo, que el saldo de
honorarios que real y efectivamente corresponden al
demandante es la suma de Doscientos cuarenta y
cuatro millones doscientos sesenta y seis mil cuarenta
y ocho pesos ($244.266.048).
DEMOSTRACIÓN DEL CARGO
Comienza por decir que, como lo anotó el tribunal al
final de la página 10 de la sentencia (folio 354 del
expediente), las partes no discuten haber celebrado un
contrato de mandato, para que el demandante Dr. López
Blanco, en su condición de abogado, presentara una
demanda arbitral; ni discuten que, efectivamente, el servicio
personal fue prestado, habiéndose convenido una suma fija
de $100.000.000.00 por la presentación de la demanda,
suma que se le pagó al abogado demandante; y tampoco
discuten que se pactó una suma adicional que se convino
en el 2%, pues la controversia giraba sobre qué valor debía
aplicarse este porcentaje.
Sin embargo, según el impugnante, al analizar una por
una las pruebas singularizadas como mal apreciadas, se
aprecia que el tribunal incurrió ostensiblemente en los
yerros fácticos denunciados, puesto que no las apreció de
manera integral y en conjunto, ya que de haber procedido
de esta manera, otra hubiera sido su conclusión.
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Radicación n°45056
Así lo asevera el censor, por cuanto, según su dicho, el
tribunal, acudiendo profusamente a las reglas sobre el
efecto de las obligaciones, la ejecución de buena fe de los
contratos e interpretación de los mismos y las obligaciones
del mandante -especialmente la de pagar la remuneración
estipulada o usual-, concluyó, erradamente y de manera
manifiesta, que los honorarios del accionante ascendían a
una suma inferior a la que realmente le asistía, tomando
como fundamento para ello lo pactado en el ordinal quinto
del acuerdo que contiene el acta de conciliación del 22 de
mayo de 2003.
Pero, estima el recurrente, el análisis integral y de
conjunto de las pruebas reseñadas muestra otra cosa muy
diferente a la que encontró el sentenciador de segundo
grado, como lo indica a continuación:
Refiere que, en la comunicación del 10 de noviembre
de 2002, el actor se dirige al gerente de Fiduciaria del Valle
manifestándole su disposición «de adelantar el proceso
arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros S. A.,
para efectos de obtener laudo en el que se declare que es
ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380 y
que la aseguradora continua con sus obligaciones hasta la
expiración del plazo por el cual rige la cobertura otorgada».
(Folio 76 o 65 tachado).
En esa comunicación, afirma, el actor consignó
igualmente una propuesta de honorarios que después, en la
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Radicación n°45056
comunicación del 18 de noviembre del mismo año, quedó
como definitiva en los siguientes términos:
1.- Un abono inicial de cien millones de pesos ($100.000.000.00)
pagaderos cuando se presente la demanda o al suscribirse el
documento de compromiso que dé inicio a un arbitramento
independiente, si se llegase a establecer esa modalidad.
2.- A ser decretadas las pruebas dentro del proceso arbitral
(primer audiencia de trámite), un segundo abono de cien millones
de pesos ($100.000.000.00).
3.- Al presentarse los alegatos de conclusión un tercer abono de
cien millones de pesos ($100.000.000.00).
4.- De lograrse una transacción luego de presentada la
demanda se causa el primer abono, y, en adición, un
porcentaje del dos por ciento (2%) sobre el valor que sea
determinado como pago, o el saldo vigente asegurado en
caso de mantenimiento de la cobertura... ". (Resalta).
Asevera que la anterior propuesta fue aceptada por la
sociedad
demandada,
como
se
desprende
de
la
comunicación del 18 de noviembre de 2002, suscrita por su
Gerente General, dirigida al demandante.
Que, en la demanda presentada por el actor a nombre
de la demandada ante el Centro de Arbitraje y Conciliación
de la Cámara de Comercio de Bogotá, las pretensiones
fueron las siguientes:
"Primera.- Se declare que la COMPAÑÍA CENTRAL DE SEGUROS
S. A, al cancelar unilateralmente, por medio de comunicación del
25 de octubre de 2002 y a partir del 13 de noviembre de 2002, la
póliza de cumplimiento C-12380, expedida el 4 de agosto de
1997 y en la que figura como afianzado COMPTEC S. A y
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Radicación n°45056
asegurado el PATRIMONIO AUTÓNOMO FIDEICOMISO TZF 01-97
FIDUVALLE, representado por la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL
VALLE S. A, procedió de manera ilegal por carecer de la facultad
de revocatoria unilateral del contrato de seguro.
Segunda. - Que como consecuencia de lo anterior, se declare que
queda sin ningún efecto lo decidido en la citada comunicación de
octubre 25 de 2002 y que la póliza de seguro de cumplimiento C12380 donde interviene como aseguradora la COMPAÑÍA
CENTRAL DE SEGUROS S. A y asegurado y beneficiario el
PATRIMONIO AUTÓNOMO FIDEICOMISO TZF 01-97, FIDUVALLE,
representado por la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL VALLE S. A,
continúa vigente de manera ininterrumpida, de acuerdo con las
condiciones en ella plasmadas, desde cuando se inició el amparo
el 4 de agosto de 1997 y hasta el 4 de agosto de 2007.
Tercera. - Que se declare que de acuerdo con las condiciones
señaladas en la póliza de cumplimiento C-12380, la COMPAÑÍA
CENTRAL DE SEGUROS S. A, está obligada a indemnizar las
sumas adeudadas por cánones o por cualquier otro concepto,
originados y que se originen en el contrato de arrendamiento
celebrado el 4 de junio de 1996, entre DESARROLLADERA LA
ARBOLEDA S.A como arrendadora y COMPTEC S .A como
arrendataria, por estar cobijadas por los amparos del contrato de
seguro de que da cuenta la póliza de seguro de cumplimiento C12380, los que seguirán vigentes hasta el término de vencimiento
pactado, o sea el 4 de agosto de 1997.
Cuarta.- Que se declare que todos (sic) las prestaciones a cargo
de la Compañía Central de Seguros S. A, provenientes del
contrato de seguro de cumplimiento C-12380, las cumplirá
respecto de la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL VALLE S. A., como
representante legal del PATRIMONIO AUTÓNOMO FIDEICOMISO
TZF0197, FIDUVALLE, asegurado y beneficiario de la póliza
citada.
Quinta.- Que se condene a la COMPAÑÍA CENTRAL DE
SEGUROS S. A., a pagar a la demandante las costas del
presente proceso".
Observa el recurrente que, dentro de las pretensiones
de la demanda, quedaron involucradas otras sociedades
como DESARROLLADERA LA ARBOLEDA y COMPTEC S. A;
18
Radicación n°45056
La
primera
como
arrendadora
en
el
contrato
de
arrendamiento que celebró el 4 de junio de 1996 con la
segunda, la que figuró como arrendataria sobre una bodega
ubicada en la manzana 3 de la Zona Franca Industrial de
Bienes y Servicios de Bogotá, construida en los lotes 7, 8,
8B, 8C y 80, con una cabida de 963.047.90 metros
cuadrados. La condición de arrendadora fue cedida por
DESARROLLADERA LA ARBOLEDA S. A a la SOCIEDAD
FIDUCIARIA DEL VALLE S.A, y la sociedad COMPTEC S. A,
arrendataria, dejó de pagar los cánones correspondientes a
los meses de agosto, septiembre y octubre de 2002, los
cuales fueron asumidos por la Compañía Central de
Seguros S. A. Que todo lo anterior está debidamente
relacionado en los hechos de la citada demanda.
Se remite al acta de audiencia de conciliación del 22
de mayo de 2003, visible en los folios 18 a 28 en forma
completa y en los folios 110 a 118 en forma parcial, para
destacar lo siguiente:
Las personas que comparecieron fueron: La Compañía
Central de Seguros S. A, quien se denominaría como LA
COMPAÑÍA; la sociedad Productora de Empaques Técnicos
S.
A.
"COMPTEC
S.
A.,
quien
se
denominaría
EL
ARRENDATARIO; la Zona Franca de Bogotá, quien se
denominaría LA ZONA; La Fiduciaria del Valle S. A como
vocera y representante del patrimonio autónomo TZF-097,
quien se denominaría como FIDUVALLE y la Corporación
Financiera del Valle S. A, quien se denominaría como LA
CORPORACIÓN. Con excepción de ésta última, sostiene el
19
Radicación n°45056
impugnante que las restantes aparecen dentro de la
demanda presentada por el doctor López Blanco ante el
Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de
Comercio de Bogotá y que, de una u otra forma están, como
ya se dijo, involucradas en el litigio entre la Fiduciaria del
Valle S. A. y la Compañía Central de Seguros S. A. No
obstante, agrega, en el interrogatorio de parte que absolvió
la representante legal de la demandada, confesó que la
Fiduciaria del Valle S. A. es filial de la Corporación
Financiera del Valle, lo cual explica su inclusión en el acta
de acuerdo, aspecto que el tribunal no tuvo en cuenta
cuando apreció el referido medio de prueba.
Tan evidente es ello, estima el contradictor de la
sentencia, que los hechos y pretensiones de la demanda
elaborada y presentada por el doctor López Blanco ante el
Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de
Comercio
de
Bogotá,
fueron
los
que
sirvieron
de
fundamento para el acuerdo de conciliación, el cual se rigió,
según las textuales palabras del acta, «por las cláusulas que
a
continuación
se
transcriben,
previas
las
siguientes
manifestaciones: ...» (Folio 20).
¿Cuáles
fueron
las
dichas
manifestaciones?,
se
pregunta el censor; y se responde que fueron los hechos y
pretensiones de la demanda elaborada y presentada por el
doctor López Blanco, tantas veces mencionada, como se
observa en los folios 20 a 23.
20
Radicación n°45056
¿Y cuál fue el objeto de la conciliación?, se contesta
que la misma acta, al inicio, dice que es: «…para solucionar
las diferencias en relación con el pago de los títulos emitidos
en desarrollo de la titularización del documento de crédito
(contrato de arrendamiento celebrado entre la FIDUCIARIA
DEL VALLE S. A. y COMPTEC S. A.) del que se derivaban los
derechos de crédito (cánones de arrendamiento)…».
Refiere que más adelante -y sobre ello igualmente
promete
recalcar-, se afirma que los comparecientes
concilian sus opuestas pretensiones para poner fin al
proceso arbitral instaurado por FIDUVALLE contra LA
COMPAÑÍA.
Obsérvese ahora lo que dice la manifestación décima
tercera del acta de conciliación, anota:
DÉCIMA TERCERA: No obstante que en el proceso arbitral al cual
se refiere la estipulación precedente únicamente son partes
FIDUVALLE como convocante y LA COMPAÑÍA como convocada,
dadas las afectaciones que el resultado del mismo podría
generar respecto de otras relaciones jurídicas relacionadas con el
objeto del arbitramento, de las que son titulares las demás
comparecientes en ésta conciliación, todos ellos intervienen en
este acuerdo para precaver cualquier litigio futuro, de manera
que a más de finiquitar el litigio pendiente, se elimina de manera
integral cualquier otra controversia relacionada con los negocios
jurídicos aquí señalados. A pesar de haberse declarado
fracasada una conciliación en fecha 30 de abril de 2003, esta
audiencia se surte con ocasión de una nueva solicitud de
conciliación. (Folio 23)
La censura estima que la anterior cláusula reconoce
paladinamente que el resultado del arbitramento entre
FIDUVALLE y LA COMPAÑÍA podía producir afectaciones
21
Radicación n°45056
respecto de otras relaciones jurídicas, es decir, aquellas
relacionadas con los restantes comparecientes. Y que, en
ella, se advirtió que, a más de finiquitar el litigio pendiente,
eliminaban integralmente la posibilidad futura de cualquier
controversia
judicial
sobre
los
negocios
jurídicos
relacionados.
El tribunal pasó por alto la anterior cláusula, sostiene
el recurrente. Según su dicho, el juez de alzada ni siquiera
se dio cuenta de su existencia y por ello, entre otras,
apreció superficialmente y con inocultable sesgo el acta de
conciliación en cuestión.
Para ahondar en razones, la censura se remite a la
manifestación décima quinta del acta conciliatoria:
DÉCIMA QUINTA: Que luego de reunidas las partes, éstas
reiteran que es su expresa voluntad dirimir de manera amigable
y durante la presente diligencia las diferencias surgidas entre
ellas y, en tal virtud, han decidido CONCILIAR TOTALMENTE sus
opuestas pretensiones con el propósito de poner fin al proceso
arbitral instaurado por FIDUVALLE contra LA COMPAÑÍA y para
que, frente a las demás partes y entre todas ellas entre sí, es
decir incluidas también EL ARRENDATARIO, LA ZONA Y LA
CORPORACIÓN, se surtan los efectos previstos por los Artículos
2469 y concordantes del Código Civil, la Ley 23 de 1991, la Ley
640 de 2001 y demás disposiciones conexas y complementarias,
se ha llegado a un acuerdo conciliatorio que hace tránsito a
COSA JUZGADA Y PRESTA MÉRITO EJECUTIVO en los términos
del artículo 14 de la Ley 640 de 2001.
22
Radicación n°45056
Destaca el recurrente que todos y cada uno de los
comparecientes del acta decidieron conciliar totalmente sus
diferencias con un solo propósito, cual era la de poner fin al
proceso arbitral instaurado por la Fiduciaria del Valle S. A.
contra la Compañía Central de Seguros S.A., cuya demanda
a nombre de la primera fue elaborada y presentada por el
doctor López Blanco, demandante en este proceso ordinario
laboral.
Más claro, imposible, considera el impugnante, quien
reitera que el objeto de la conciliación fue, evidentemente,
uno solo, el de poner fin al proceso arbitral tantas veces
mencionado, y se pregunta ¿cuánto dinero recibió la
sociedad FIDUCIARIA DEL VALLE S. A. por ponerle fin al
citado proceso arbitral?, a lo que se responde que la misma
acta
contiene
los
valores
acordados,
que,
en
pesos
colombianos, fue la suma de DOCE MIL MILLONES
DOSCIENTOS TRECE MILLONES TRESCIENTOS DOS MIL
CUATROCIENTOS CATORCE PESOS ($12.213.302.414),
como se admitió en la contestación al hecho octavo de la
demanda inicial de este proceso, aunque se pretendió
aclarar que fue por diversas relaciones jurídicas (folio 66,
hoja 5 de la contestación a la demanda).
Concluye el recurrente que se equivoca garrafalmente
el tribunal al decir que la cláusula 4a de la propuesta
definitiva de honorarios presentada por el doctor López
Blanco es ambigua en la expresión «lo que sea determinado
como pago», cuando, dice, lo cierto e irrebatible es que el
doctor López Blanco propuso -aceptado por la Fiduciaria del
23
Radicación n°45056
Valle S. A.-, que «De lograrse una transacción luego de
presentada la demanda se causa el primer abono, y, en
adición, un porcentaje del dos por ciento sobre el valor que
sea determinado como pago...».
Acepta que el objeto del contrato fue el de adelantar
un proceso arbitral en contra de la Compañía Central de
Seguros S. A., para efectos de obtener laudo que declare
ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380 y
que la aseguradora continúa con sus obligaciones hasta la
expiración del plazo por el cual se rige la cobertura
otorgada. A lo que añade que el actor presentó la
correspondiente demanda ante el Centro de Conciliación y
Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá; que los
hechos y las pretensiones quedaron relacionados en el acta
de conciliación como fundamentos del acuerdo al que
finalmente se llegó, y en los unos y las otras se involucraron
personas que, salvo una, estaban relacionadas con el objeto
del contrato. Que, para poner fin al proceso arbitral, todos
los comparecientes resolvieron conciliar sus opuestas
pretensiones y, por la finalización de ese proceso, la
sociedad Fiduciaria del Valle S.A. recibió una suma global
de $12.213.302.414.
Frente a la claridad de lo pactado y de lo desarrollado
contractualmente, considera el recurrente que el tribunal
no tenía por qué acudir a las reglas sobre el efecto de las
obligaciones, a la ejecución de buena fe e interpretación de
los
contratos
y
a
las
obligaciones
del
mandante,
24
Radicación n°45056
especialmente la de pagar la remuneración estipulada o
usual.
Por lo anterior, considera, fue equivocado, de manera
manifiesta, concluir que los honorarios del actor ascendían
a una suma inferior a la que realmente le asistía, tomando
como fundamento para ello lo pactado en el ordinal quinto
del acuerdo que contiene el acta de conciliación del 22 de
mayo de 2003.
Manifiesta que el tribunal transformó en
ambiguo lo que era claro.
Termina
diciendo
que,
si
a
la
suma
de
$12.213.302.414 se le aplica el porcentaje del 2%, el
resultado
MILLONES
es
DOSCIENTOS
($244.000.000),
CUARENTA
que
son
los
Y
CUATRO
honorarios
reclamados por el doctor López Blanco, a los cuales deben
aplicarse los intereses moratorios a la tasa máxima legal
permitida de acuerdo con el artículo 884 del Código de
Comercio y hasta cuando se verifique el pago total y
completo de lo adeudado.
VII. RÉPLICA
El antagonista del recurso se opone a su prosperidad,
con el argumento de que los fundamentos, tanto de la
demanda inicial, la apelación, como la de casación, parten
de una interpretación parcial y acomodaticia de los hechos
y pruebas obrantes en el proceso.
25
Radicación n°45056
Reitera los argumentos de la contestación y sostiene
que, en el acta de conciliación, se pueden diferenciar
diversos actos jurídicos, diferentes al trámite arbitral objeto
del mandato que le fue otorgado al actor por Fiduvalle.
Presenta un cuadro resumen donde detalla las cuatro
relaciones jurídicas que fueron objeto de conciliación, entre
ellas la que corresponde a Fiduvalle como acreedor y la
Compañía Central de Seguros S.A. como deudora, partes
del arbitramento, la cual se concilió, según su dicho, por
$1.110.62.111.
VIII. CONSIDERACIONES
El tribunal no accedió a la condena, por honorarios
profesionales, en la cantidad de $244.266.048 solicitada
por la parte actora, sino que reconoció el derecho por menor
valor de lo pedido, esto es la suma de $22.213.642.22 que
fue el monto de la remuneración aceptada por la sociedad
demandada.
El ad quem delimitó la controversia a establecer cuál
era el monto sobre el que se debía calcular el 2% pactado
por honorarios adicionales a favor del actor, en el evento de
llegar a una transacción dentro del trámite del proceso
arbitral a surtir entre la convocante FIDUVALLE y la
convocada Compañía Central de Seguros, S.A. (en adelante
la Compañía), para el cual la demandada contrató al
accionante como su apoderado, exclusivamente para el
efecto de lograr que la Compañía cumpliera con las
26
Radicación n°45056
obligaciones derivadas de la póliza de cumplimiento C12380.
Ante las distintas posiciones de las partes de cara a la
suma que serviría de base para liquidar el 2% de los
honorarios adicionales acordados, según la interpretación
de cada uno sobre los términos de la propuesta de
honorarios del 18 de noviembre de 2003 presentada por el
actor y aceptada por la demandada, el ad quem consideró
que la cláusula relativa al 2% por concepto de honorarios,
en el evento de una transacción, era ambigua, por tanto
señaló que esta debía interpretarse a favor del deudor,
conforme al artículo 16241 del CC; en consecuencia,
concluyó que dicha cláusula no podía entenderse a favor de
lo pretendido por el acreedor, menos cuando su texto había
sido redactado por este y la ambigüedad fue resultado de
una falta de aclaración suya.
A más de lo anterior, el ad quem dio un segundo
argumento para no darle la razón a la parte actora, y fue el
consistente en que, si en gracia de discusión se aceptara
que la cláusula 4ª de la oferta de honorarios no es ambigua,
igualmente
la
Sala
encontraría
que
los
argumentos
expuestos por el a quo estaban ajustados a derecho, más
concretamente a lo que disponen los artículos 1602 y 1603
del CC, en concordancia con el numeral 3º del artículo 2184
del mismo estatuto legal.
Artículo 1624. No pudiendo aplicarse ninguna de las reglas precedentes de interpretación, se
interpretarán las cláusulas ambiguas a favor del deudor.
Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por una de las partes, sea
acreedora o deudora, se interpretaran contra ella, siempre que ambigüedad provenga de la
falta de una explicación que haya debido darse por ella.
1
27
Radicación n°45056
En ese orden, el juez de alzada concluyó que la
transacción a la que se refería la citada cláusula 4ª de la
propuesta de honorarios no era otra que la correspondiente
a la gestión que, conforme al contrato de mandato suscrito
por el abogado Dr. López y Fiduvalle, le fue al primero
encomendada; es decir, la descrita en la oferta consistente
en «…adelantar el proceso arbitral en contra de la Compañía
Central de Seguros S.A., para efecto de obtener laudo en el
que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de
cumplimiento C-12380, y que la aseguradora continúe con
sus obligaciones hasta la expiración del plazo, para el cual
rige la cobertura otorgada».
Así pues, el juez de segundo grado examinó la
conciliación y concluyó:
…la suma de $1.110.682.111.00; y es sobre ese valor que se
debía calcular el 2% que reclamaba el demandante, y no sobre la
totalidad de las sumas que por otras relaciones jurídicas
aparecen conciliadas. Es decir, en el acta de transacción están
todas las sumas a las que se refiere el demandante y no
aparecen pagadas por razón de la demanda arbitral, sino por
otros acuerdos que se hicieron con terceros, tales como, la
Compañía Productora de Empaques Técnicos S.A.-Comptec-, la
Zona Franca de Bogotá, S.A.-La Zona-, y la Corporación
Financiera del Valle S.A. –La Corporación-, y por conceptos
distintos al que aparece por razón de la demanda de laudo
arbitral instaurada por el actor, cuyo objeto era el pago del
siniestro por la suma de $1.110.682,00, de Comptec a Fiduvalle
S.A.
28
Radicación n°45056
Por su parte, para refutar la conclusión del fallador y
dejar en evidencia que este se equivocó al no dar por
demostrado
que
el saldo
de honorarios que real y
efectivamente corresponde al demandante es la suma de
$244.266.048, la censura denuncia, como pruebas mal
apreciadas: i) las documentales referentes a la propuesta de
honorarios del actor, la primera y la definitiva, ii) la
demanda de laudo arbitral presentada por el actor ante el
Centro de Conciliación de la Cámara de Comercio de
Bogotá, iii) el acta de conciliación del 22 de mayo de 2003 y
el
iv)
interrogatorio
del
representante
legal
de
la
demandada.
La anunciada contradicción de las inferencias fácticas
del juzgador de la apelación con los referidos medios de
prueba, según el impugnante, se contrae a la lectura que
este hizo de la propuesta de honorarios, las pretensiones de
la demanda de laudo y el acta de conciliación respectiva,
puesto que, según su dicho, en las pretensiones de la citada
demanda, sí estaban involucradas otras sociedades, según
los hechos del libelo, como son la DESARROLLADERA LA
ARBOLEDA y COMPTEC S.A., la primera como arrendadora
de la segunda, de una bodega ubicada en la Zona Franca
Industrial de Bogotá; que la condición de arrendadora de
aquella fue cedida a Fiduvalle, y que la arrendataria
COMPTEC
había
dejado
de
pagar
los
cánones
correspondientes a los meses de agosto a octubre de 2002,
los cuales, afirma, fueron asumidos por la Compañía
Central de Seguros S.A.
29
Radicación n°45056
Luego, el recurrente se remite al acta de conciliación,
para decir que las personas jurídicas que comparecieron a
este acto son las mismas que estuvieron involucradas en la
demanda de laudo presentada por el actor, con excepción
de la Corporación Financiera del Valle S.A., pero que esto,
en su criterio, tenía explicación, dado que el representante
legal de la demandada había confesado dentro del proceso
que Fiduvalle es filial de la Corporación Financiera del
Valle, lo cual había sido la razón de su inclusión en el acta
de acuerdo, aspecto que le reprocha al tribunal no haberlo
tenido en cuenta cuando apreció el referido medio de
prueba.
Y con el propósito de configurar el yerro, sostiene que
las manifestaciones que sirvieron de antecedente al acuerdo
conciliatorio fueron precisamente los hechos y pretensiones
de la demanda presentada por el actor en el centro de
arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Además,
sostiene que el objeto de la conciliación, según las cláusulas
DÉCIMA TERCERA y DÉCIMA QUINTA, fue uno solo, el de
poner fin al proceso arbitral tantas veces mencionado, por
medio
del
cual
la
demandada
recibió
la
suma
de
$12.213.302.414, como lo había admitido ella misma al
contestar el hecho octavo de la demanda inicial de este
proceso, aunque hubiese aclarado que lo fue por diversas
relaciones jurídicas.
Por todo lo antes dicho, considera el recurrente a) una
equivocación garrafal de parte del tribunal, en cuanto este
dijo que la cláusula 4ª de la propuesta definitiva de
30
Radicación n°45056
honorarios presentada por el demandante es ambigua,
cuando lo cierto y lo irrebatible, según su decir, es que los
honorarios pendientes a reconocer, por haberse dado la
conciliación, son el 2% sobre el valor que sea determinado
como pago, y, como, agrega, b) para poner fin al proceso
arbitral, todos los comparecientes resolvieron conciliar sus
opuestas pretensiones, y, por la finalización del referido
proceso, la aquí demandada recibió una suma global de
$12.213.302.414,
en
consecuencia,
concluye,
el
mencionado 2% sobre esta suma arroja un valor, por
concepto de honorarios, de $244.000.000, más no los
reconocidos por el ad quem.
Sobre el primer ataque del recurrente, estima esta Sala
que no acierta cuando niega el carácter ambiguo de la
cláusula 4ª de la propuesta de honorarios del actor que le
fue otorgado por el tribunal, dado que la ambigüedad de la
pluricitada cláusula establecida por el ad
quem
no
desaparece con la sola afirmación que hace la censura de
que lo único cierto e irrebatible es que el Dr. López propuso
y le fue aceptado por Fiduvalle que «De lograrse una
transacción luego de presentada la demanda se causa el
primer abono y, en adición, un porcentaje del dos por ciento
sobre el valor que sea determinado como pago…», pues,
evidentemente, lo que hace la censura no es más que
repetir el contenido de la mencionada disposición del
contrato, sin hacer más análisis del porqué el ad quem no
debió considerarla ambigua.
31
Radicación n°45056
Por demás no le parece descabellado a la Sala que el
juez de alzada le hubiese achacado a la citada disposición
contractual el adjetivo de ambigua, si, según el Diccionario
de la lengua española, se entiende por este vocablo: «Dicho
especialmente del lenguaje: Que puede entenderse de varios
modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por
consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión», en
tanto que la parte actora entiende que, de ella, se desprende
paladinamente que el 2% debía calcularse sobre el valor
global conciliado mediante el acuerdo que puso fin al
proceso arbitral para el cual fue contratado el abogado aquí
demandante,
sin importar quienes intervinieron en dicho
acto; mientras que la parte demandada, al igual que el a
quo, entendió que ella decía que los citados honorarios, en
el caso de una transacción,
se calculaban sobre el valor
pagado por la aseguradora a Fiduvalle, por concepto del
siniestro, en virtud de la póliza C-12380 que la primera
había revocado unilateralmente.
Sobre todo, no luce irracional, si, como lo dijo el ad
quem ceñido al texto de la cláusula tantas veces aludida, de
que en ella
no se había realizado aclaración alguna por
quien la redactó (o sea el demandante), para evitar la
ambigüedad, aclaración que no puede ser otra que la de
precisar cuál sería la base del pago, si, en el posible
acuerdo transaccional, se incluían otras relaciones jurídicas
con otras entidades.
Adicionalmente, desde el punto de vista de los reparos
fácticos enrostrados al tribunal por la censura, cuando el
32
Radicación n°45056
juzgador estimó que, de no aceptarse que fuera ambigua la
cláusula, se encontraría con que los planteamientos del a
quo estaban ajustados a lo dispuesto en los artículos 1602
y 1603 del CC, en concordancia con el numeral 3º del
artículo 2184, considera la Sala que la razón tampoco está
del lado del recurrente.
Para el ad quem, la transacción a la que hacía
referencia el acuerdo de honorarios era la que tenía que ver
con la gestión que, conforme al contrato de mandato
suscrito por las partes del sublite, le fue encomendada al
accionante, cual fue la de adelantar el proceso arbitral en
contra de la aseguradora para efecto de obtener el laudo en
el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de
cumplimiento C-12380, gestión que halló concordante con
la demanda presentada ante el centro de arbitraje de la
Cámara de Comercio de Bogotá, por el mandatario y
demandante en este proceso, fls.73 a 81.
Ciertamente, observa la Sala que, según la oferta de
honorarios
presentada
por
el
actor
y
aprobada
por
Fiduvalle, como lo dijo el ad quem y el propio recurrente lo
refiere, el demandante fue contratado por la accionada para
adelantar el proceso arbitral en contra
de la Compañía
Central de Seguros S.A., «…para efectos de obtener laudo
en el que se declare que es ilegal la cancelación de la
póliza de cumplimiento C-12380 y que la aseguradora
continua con sus obligaciones hasta la expiración del
plazo por el cual rige la cobertura otorgada» , destaca
33
Radicación n°45056
la Sala. En consecuencia, no hubo error en la apreciación
de la citada prueba.
El ad quem estableció concordancia entre la gestión
encomendada al actor y la demanda de laudo presentada
por el demandante ante el centro de arbitraje, lo cual, en
vez de ser contradicho con el análisis de la citada demanda
que hace la censura, la trascripción de las pretensiones que
este realiza en la demostración del cargo, lo corrobora sin
duda.
Ahora bien, en efecto, en las pretensiones de la
demanda aparecen relacionadas otras entidades distintas a
la aseguradora y a la fiduciaria, pero su mención en las
pretensiones no significa, como lo quiere hacer ver el
impugnante
para
configurar
el
supuesto
yerro
de
apreciación probatoria que le achaca al ad quem, que estas
entidades estuviesen involucradas en el trámite arbitral,
menos que estuviesen actuando como parte en ese acto,
puesto que, al fl, 73, claramente se lee que, en la citada
demanda, actúa el accionante como «…apoderado del
PATRIMONIO
AUTÓNOMO
FIDEICOMISO
TZF
01-97
FIDUVALLE, representado legalmente por la SOCIEDAD
FIDUCIARIA DEL VALLE S.A., …de acuerdo con el poder que
adjunto…» y que fue presentada «…en contra de la
COMPAÑÍA CENTRAL DE SEGUROS S.A…».
En ese orden, resulta plausible estimar, como lo hizo
el ad quem, con base en la propuesta de honorarios y en la
demanda de laudo, que la gestión encomendada al actor
34
Radicación n°45056
tuvo que ver, únicamente, con la relación jurídica derivada
de la póliza de cumplimiento C-12380 suscrita a favor de
Fiduvalle como representante del patrimonio autónomo.
Lo anterior queda reafirmado, si se observa que las
reclamaciones
económicas
contra
la
aseguradora
contenidas en la demanda de laudo, por conceptos
originados en el contrato de arrendamiento celebrado entre
DESARROLLADORA
LA
ARBOLEDA
S.A.,
como
arrendadora, y COMPTEC S.A., como arrendataria, se
hicieron «…por estar cobijadas por los amparos del
contrato de seguro de que da cuenta la póliza de
seguro de cumplimiento C-12380, los que seguirán
vigentes hasta el término pactado, o sea el 4 de agosto
de 2007», fls. 73 y 74. Destaca la Sala.
En consecuencia, si, en el trámite arbitral para el cual
fue contratado el demandante, solamente eran parte la
aseguradora y Fiduvalle, comparte la Sala la deducción del
ad quem, por ajustarse al análisis racional conforme a la
sana crítica, que, del acuerdo de honorarios, bien se podía
inferir que, para efectos de determinar los honorarios del
accionante por haberse llegado a una transacción, debía
tomarse en cuenta el valor que significaba la gestión
encomendada, esto es lo que le correspondía a las
pretensiones de la demanda arbitral.
No
atina
el
recurrente
cuando
dice
que
las
manifestaciones contenidas en el acta como antecedentes
del acuerdo conciliatorio fueron precisamente los hechos y
35
Radicación n°45056
pretensiones de la demanda de laudo, puesto que lo que
encuentra la Sala, en los folios 20 a 23 correspondientes al
documento contentivo del acta de conciliación, es que, en
dicho acto, se conjugaron varias relaciones jurídicas, y que
la conciliación no versó solamente respecto de la existente
entre la fiduciaria y la aseguradora, partes del proceso
arbitral como quedó atrás visto, con causa en la póliza de
cumplimiento C-12380, gestión para la cual fue contratado
el accionante.
En los antecedentes de la tan mentada conciliación se
registró el negocio jurídico que estaba asegurado con la
póliza de cumplimiento C-12380, es decir el contrato de
arrendamiento
celebrado
entre
la
empresa
DESARROLLADORA LA ARBOLEDA S.A, para esa fecha la
Zona Franca de Bogotá, propietaria de la bodega, y la
empresa
COMPTEC
arrendadora
había
S.A.,
como
realizado
arrendataria;
un
contrato
que
de
la
fiducia
irrevocable con Fiduvalle, en virtud del cual esta entidad
había
realizado
CORPORACIÓN
un
proceso
FINANCIERA
de
DEL
titularización
y
VALLE
había
S.A.
la
adquirido en un 100% todos los títulos resultantes de dicho
proceso (esta fue la razón de su comparecencia a la referida
audiencia, más no la alegada por la censura).
Que, en
cumplimiento de disposiciones legales, la Zona había
tomado un seguro, donde el afianzado fue el arrendatario
COMPTEC
S.A.,
PATRIMONIO
y
el
asegurado
AUTÓNOMO
y
beneficiario
FIDEICOMISO
TZF
el
01-97
representado por Fiduvalle; que, en virtud del fideicomiso,
la Zona cedió el contrato de arrendamiento a Fiduvalle,
36
Radicación n°45056
cesión que fue aceptada por la aseguradora; que ante el
incumplimiento de la arrendadora en el pago de los
cánones, la fiduciaria le reclamó a la seguradora los
arriendos vencidos y la indemnización a que tenía derecho
el fideicomiso; que, igualmente, la fiduciaria le comunicó a
la Corporación Financiera del Valle que no le era posible
cumplir con el pago de la amortización de los títulos debido
al incumplimiento por parte del arrendatario, por cuanto los
cánones constituían los dineros materia del flujo de caja
dentro del proceso de titularización; que el arrendatario
pagó unos meses y la aseguradora pago otros, pero que esta
había comunicado, el 25 de octubre de 2002, a la fiduciaria
que, con base en el artículo 1701 del C.Co., revocaba de
manera unilateral la cobertura otorgada, a lo cual la
fiduciaria respondió que no estaba de acuerdo y no
aceptaba la revocación. Por este motivo, la fiduciaria, el 13
de diciembre de 2002, había presentado demanda de laudo,
por conducto del aquí demandante.
En la cláusula DÉCIMO TERCERA, justamente citada
por el recurrente como mal apreciada, en efecto se asentó:
DÉCIMA TERCERA: No obstante que en el proceso arbitral al
cual se refiere la estipulación precedente únicamente son
partes FIDUVALLE como convocante y LA COMPAÑÍA como
convocada, dadas las afectaciones que el resultado del mismo
podría generar respecto de otras relaciones jurídicas
relacionadas con el objeto del arbitramento, de las que son
titulares las demás comparecientes en ésta conciliación, todos
ellos intervienen en este acuerdo para precaver cualquier
litigio futuro, de manera que a más de finiquitar el litigio
pendiente, se elimina de manera integral cualquier otra
controversia relacionada con los negocios jurídicos aquí
señalados. A pesar de haberse declarado fracasada una
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Radicación n°45056
conciliación en fecha 30 de abril de 2003, esta audiencia se surte
con ocasión de una nueva solicitud de conciliación. (Folio 23).
Destaca la Sala.
Y en la DÉCIMO QUINTA se lee:
DÉCIMA QUINTA: Que luego de reunidas las partes, éstas
reiteran que es su expresa voluntad dirimir de manera amigable
y durante la presente diligencia las diferencias surgidas entre
ellas y, en tal virtud, han decidido CONCILIAR TOTALMENTE sus
opuestas pretensiones con el propósito de poner fin al proceso
arbitral instaurado por FIDUVALLE contra LA COMPAÑÍA y para
que, frente a las demás partes y entre todas ellas entre sí, es
decir incluidas también EL ARRENDATARIO, LA ZONA Y LA
CORPORACIÓN, se surtan los efectos previstos por los Artículos
2469 y concordantes del Código Civil, la Ley 23 de 1991, la Ley
640 de 2001 y demás disposiciones conexas y complementarias,
se ha llegado a un acuerdo conciliatorio que hace tránsito a
COSA JUZGADA Y PRESTA MÉRITO EJECUTIVO en los términos
del artículo 14 de la Ley 640 de 2001.
De las citadas cláusulas se sigue que, las partes
intervinientes en la conciliación, dejaron en claro que, en el
trámite arbitral, únicamente eran parte Fiduvalle y la
Compañía, pero que, en vista de que el resultado del mismo
podría generar efectos respecto de otras relaciones jurídicas
relacionadas con el objeto del arbitramento, de las que eran
titulares
las
conciliación,
demás
todos
personas
ellos
intervinientes
intervinieron
en
el
en
la
acuerdo
conciliatorio para precaver cualquier litigio eventual o
futuro, «de manera que a más de finiquitar el litigio
pendiente, se elimina de manera integral cualquier
otra
controversia
relacionada
con
los
negocios
jurídicos aquí señalados.»
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Radicación n°45056
En consecuencia, queda sin sustento la aseveración
del recurrente de que el ad quem pasó por alto la citada
cláusula, o que este la había examinado con sesgo, puesto
que, por el contrario, de lo dicho en la mencionada
disposición contractual, se confirma la conclusión del
fallador de que la conciliación tantas veces mencionada
abarcó no solo la relación jurídica que le había sido
encomendada al actor, sino que comprendió otras.
Lo mismo ocurre con la afirmación del impugnante de
que, en la cláusula DÉCIMO QUINTA, todos y cada uno de
los comparecientes decidieron conciliar totalmente sus
diferencias con el único propósito de poner fin al proceso
arbitral, en tanto que del texto de la aludida cláusula
claramente se desprende que el objeto de la conciliación no
fue solamente el de poner fin al proceso arbitral (cuya
demanda ya había sido presentada, por tanto se requería su
mención expresa si lo que se perseguía era poner fin a dicho
proceso), sino también
intervinientes era
que la voluntad expresa de los
la de dirimir, de manera amigable, las
diferencias surgidas entre ellas, con efectos de cosa juzgada
y con mérito ejecutivo.
Así las cosas, no constituye un yerro fáctico de parte
del tribunal, si, para efectos de liquidar el 2% por concepto
de
honorarios
del
actor
por
la
gestión que
le
fue
encomendada por la accionada, en torno a la póliza de
cumplimiento C-12380, este no tomara la suma global de
$12.213.302.414 correspondiente a todos los asuntos
objeto de la conciliación, puesto que, conforme a las
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Radicación n°45056
pruebas atrás analizadas por la Sala, claramente se tiene
que este valor no era exclusivo de la gestión que le fue
encomendada al actor, pues se deriva no solo de la relación
jurídica existente entre la fiduciaria y la seguradora que
fueron parte en la demanda de laudo presentada por el
actor, en calidad de mandatario de la aquí demandada, sino
también de las otras relaciones vigentes entre las demás
entidades intervinientes en el referido acto.
Conforme a todo lo hasta aquí dicho, no prospera el
cargo. Costas a cargo de la parte recurrente dado que hubo
réplica. Deberá pagar la suma de $3.250.000 por concepto
de agencias en derecho.
IX. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de
Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO
CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral de
Descongestión del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá, el 30 de abril de 2009, en el proceso que instauró
HERNÁN FABIO LÓPEZ BLANCO, contra la FIDUCIARIA
DEL VALLE S.A.
Costas como se indicó en la parte motiva.
Cópiese,
notifíquese,
publíquese,
cúmplase
y
devuélvase el expediente al tribunal de origen.
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Radicación n°45056
CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO
Presidenta de Sala
JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ
ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN
RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO
GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA
LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS
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