República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN LABORAL JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ Magistrado ponente SL7552-2015 Radicación n°45056 Acta 03 Bogotá, D. C., once (11) de febrero de dos mil quince (2015). Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por HERNÁN FABIO LÓPEZ BLANCO, contra la sentencia proferida por la Sala Laboral de Descongestión del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 30 de abril de 2009, en el proceso que instauró el recurrente contra FIDUCIARIA DEL VALLE S.A. I. ANTECEDENTES El recurrente llamó a juicio a la sociedad demandada, con el fin de que sea condenada al pago de $244.266.048, equivalente al 2% sobre el valor determinado como pago en la audiencia de conciliación relacionada, el que corresponde 1 Radicación n°45056 al saldo del total de los honorarios acordados por la prestación de los servicios profesionales del actor. Además, por los intereses moratorios a la tasa máxima legal permitida conforme lo establece el artículo 884 del Código de Comercio, desde el 29 de mayo de 2003 y hasta cuando se verifique el pago completo de la obligación. Fundamentó sus peticiones, básicamente, en que el actor y la demandada celebraron un contrato de mandato, en virtud del cual esta se comprometió con el primero a reconocer los honorarios en los términos plasmados en la cotización de fecha 18 de noviembre de 2002, como contraprestación de la atención del proceso arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros S.A.; que tales honorarios consistieron: a) $100.000.000.00, pagaderos un a la abono inicial presentación de de la demanda o al suscribirse el compromiso de acuerdo que diera inicio a un arbitramento independiente, de llegarse a establecer dicha modalidad; b) un segundo abono de $100.000.000, al ser decretadas las pruebas dentro del proceso arbitral; c) un tercer abono de $100.000.000, a la presentación de los alegatos de conclusión; d) de lograrse una transacción, luego de presentada la demanda se causa el primer abono y, adicionalmente, un porcentaje del 2% sobre el valor que sea determinado como pago, o el saldo vigente asegurado en caso de mantenimiento de la cobertura, se pagarían los abonos fijos causados y el mismo porcentaje del 2%. 2 Radicación n°45056 Informó que, logrado el acuerdo de honorarios, el actor inició su gestión, lo que significó que, el 13 de diciembre del mismo año, este presentara la demanda ante el Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá, la cual, dijo, sentó las bases para el acuerdo transaccional al que se llegó finalmente por un valor cercano a lo demandado. Que el demandante estuvo en todas la reuniones celebradas con ocasión del laudo, participó en forma activa en la revisión de todos y cada uno de los proyectos de transacción, con la presentación de observaciones verbales y escritas, vía correo electrónico y fax. Que, al tiempo, ante la negativa de la contraparte de la aquí demandada de integrar el tribunal de arbitramento, el actor elevó solicitudes ante los juzgados civiles municipales y del circuito para la integración del tribunal, hecho que, según su dicho, implicó un estudio de fondo del asunto. Finalmente, agregó el demandante, las partes atrás mencionadas llegaron a un acuerdo transaccional que, en lo económico, admitió que fue resuelto por ellas directamente, pero que, en lo jurídico, tuvo siempre el respaldo de él como profesional, al punto que, en el acta de conciliación suscrita el 22 de mayo de 2003, aparece su visto bueno en señal de aprobación de lo que firmaban la Corporación Financiera del Valle S.A., en adelante la Corporación, y la Fiduciaria del Valle S.A., en adelante Fiduvalle. Según el actor, el valor de la transacción prenombrada que dio término a la controversia ascendió a la suma de $12.213.302.414.00, lo que, según su criterio, el monto de 3 Radicación n°45056 los honorarios pactados ascendió a la suma de $244.266.048, cantidad que fue cobrada por el accionante a la demandada, pero que esta no le reconoció porque consideró que la base del cálculo del 2% no podía ser la suma global acordada en la conciliación, por cuanto, en dicho acuerdo, habían participado otras partes distintas a las que estaban llamadas a serlo dentro del proceso arbitral y, adicionalmente, porque las sumas de dinero a que se obligaron iban a ser pagadas en fechas posteriores con condiciones diferentes, como era de conocimiento de él. Que, por tanto, el 2% causado debía liquidarse con base en la suma que la aseguradora se comprometió a pagar, previa aceptación del beneficiario del seguro, es decir Fiduvalle S.A., directamente a la Corporación, es decir la suma equivalente a Us. $381.700, los cuales liquidados a la TRM del 21 de mayo de 2003, resulta una suma equivalente a $1.110.682.111.00, así que el 2%, según la demandada, resultaba ser $22.213.642,22, liquidación que no comparte el accionante, porque considera que le están cambiando el acuerdo de honorarios, y, para corroborar su apreciación, el accionante trascribió el texto de la conciliación, en el que se relacionan varios pagos así: las sumas a pagar por la empresa afianzada a Fiduvalle, pero a favor de la Corporación, así como a la propia Corporación; y la suma de $1.110.682.111.00 que la aseguradora pagaría directamente a la Corporación. Por último, el actor afirmó que la demandada, a la fecha de presentación de la demanda, no le había pagado 4 Radicación n°45056 suma alguna por honorarios correspondientes al 2% pactado. Al dar respuesta a la demanda, la parte accionada se opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos, los aceptó parcialmente, con la aclaración de que el objeto del contrato celebrado entre las partes del sublite fue el de «adelantar el proceso arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros S.A., para efectos de obtener un laudo en el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380 y que la aseguradora continúa con sus obligaciones hasta la expiración del plazo por el cual rige la cobertura otorgada»; que el apoderado, para cumplir el mandato judicial otorgado por la fiduciaria, recibió un solo poder en el cual, dijo, se precisó que le estaba encomendado adelantar un proceso arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros, S.A., con el objeto de lograr las declaraciones y condenas necesarias para que la entidad demandada cumpla con las obligaciones derivadas de la póliza de cumplimiento C-12380 en la que el patrimonio autónomo mencionado es el asegurado y beneficiario; que, como las partes convocada y convocante no llegaron a acuerdo alguno en la designación de los árbitros, entonces también, al actor, le fue otorgado dos poderes dirigidos a los jueces civiles del circuito y municipales de reparto, con la facultad de adelantar las diligencias extraprocesales destinadas a la designación de los árbitros que deben integrar el tribunal de arbitramento que debe dirimir las diferencias existentes derivadas de la póliza de 5 Radicación n°45056 cumplimiento C.12380 expedida por la aseguradora atrás mencionada. Por tanto, según la convocada al juicio del sublite, no era cierto que la demanda arbitral hubiese asentado las bases para el acuerdo transaccional al que se llegó a un valor cercano al total de lo demandado, puesto que, aclara, en concordancia con los poderes otorgados y dentro del preciso ámbito del mandato judicial conferido, la demanda arbitral se limitaba a solicitar la declaración de ilegalidad de la revocación de la póliza de cumplimiento emitida por la compañía de seguros, y consecuencialmente, la pérdida de efectos de dicha revocación, por ende la continuidad de la vigencia de la póliza en los términos inicialmente pactados con la obligatoriedad para el asegurador de cumplir las prestaciones a favor de la fiduciaria, así como la declaratoria de que el asegurador estaba obligado a indemnizar las sumas adeudadas por cánones o por cualquier otro concepto. Que las obligaciones incumplidas derivadas del contrato de seguro y cuyo cumplimiento forzado se perseguía a través del tribunal de arbitramento convocado, tan solo fueron una parte de la conciliación extrajudicial del 22 de mayo de 2003, en la cual, con la concurrencia de diversos actores diferentes a la parte convocante y convocada del referido tribunal, también se puso fin a divergencias que versaban a relaciones distintas del contrato de seguro, tales como las derivadas del contrato de arrendamiento celebrado el 4 de junio de 1996 entre la sociedad DESARROLLADORA ARBOLEDA S.A. como arrendadora, y COMPTEC, y otras que relaciona. 6 Radicación n°45056 Que, igualmente, la conciliación extrajudicial en cuestión había originado la celebración de nuevos contratos tales como la venta de los títulos provenientes del proceso de titularización de la Corporación Financiera del Valle S.A. a COMPTEC S.A. Que, en consecuencia, la citada conciliación había versado no solo sobre el contrato de seguro, objeto del proceso arbitral para el cual había sido contratado el demandante, sino que incluyó otras relaciones jurídicas. Manifestó que, si dentro de las pretensiones de la demanda arbitral presentada por el Dr. López, acorde con el objeto del contrato de prestaciones de servicios celebrado, la única pretensión de pago era la que buscaba la indemnización del riesgo amparado con la expedición de la póliza C-12380, no podía pretenderse que, dentro de la base de liquidación de honorarios, se incluyeran prestaciones ajenas al contrato de seguro, contrato cuyo incumplimiento fue el que generó el proceso arbitral, por ello, reitera, el 2% de los honorarios debía liquidarse sobre la suma que por concepto de siniestro se obligó a pagar la aseguradora, es decir sobre $1.110.682.111.00, por lo que al apoderado le debe corresponder la suma de $22.214.642.22, y no, la solicitada con el presente proceso. II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Bogotá, al que correspondió el trámite de la primera instancia, 7 Radicación n°45056 mediante fallo del 15 de junio de 2007 (fls. 288 y ss), absolvió a la demandada de todas las pretensiones. III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA La Sala Laboral de Descongestión del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, mediante fallo del 30 de abril de 2009, revocó la sentencia del a quo en el sentido de ordenar el pago de la suma de $22.213.642,22 por concepto de honorarios profesionales, junto con el pago de los intereses comerciales, desde el 22 de mayo hasta el 26 de agosto de 2003. En lo que interesa al recurso extraordinario, el tribunal consideró, como fundamento de su decisión, que para resolver el conflicto jurídicamente planteado en torno a la interpretación del contrato, se debía acudir a las normas del Código Civil contenidas en el Título XIII del libro IV que trata sobre las obligaciones en general y de los contratos, las que determinan las reglas de interpretación de tales acuerdos de voluntades. Luego de ir examinando una a una las reglas contenidas en los artículos 1618 al 1623 del CC, determinó que la cláusula ambigua expresada en la propuesta de honorarios del 18 de noviembre de 2003, debía interpretarse a favor del deudor, quien, en este caso, era la empresa Fiduvalle; por tanto, asentó el juzgador, no podía ser interpretada como lo pretende el demandante, pues encontró probado que fue este quien la había dictado, así 8 Radicación n°45056 que, si resultó una ambigüedad, esta provino de la falta de una explicación, que, en este asunto, debió darla quien en el proceso se presentó como acreedor. Agregó el juez de alzada que, en este caso, no se discutía la celebración de un contrato de mandato para la presentación de una demanda arbitral, como tampoco que efectivamente el servicio profesional fue prestado, que se convino una suma fija de $100.000.000 por la presentación de la demanda arbitral, y que se pactó una suma adicional equivalente al 2%, puesto que la controversia giraba en torno al valor base de este porcentaje, entonces lo acordado entre las partes aquí litigantes únicamente se mostraba ambiguo en la parte de la cláusula respecto a qué debía entenderse como «lo que ha de determinarse como pago»; y, al estar establecido, a juicio del ad quem, que los términos en que se hizo la propuesta el 18 de noviembre de 2002 fueron aceptados sin modificación alguna, la ambigüedad de la cláusula resultaba de la circunstancia de no haber sido explicado cómo se determinaba el pago. Refirió que mientras el actor sostenía que ese concepto involucraba la totalidad de los valores por los que se realizó la transacción de fl. 107, razón por la cual sus honorarios insolutos eran de $244.266.048, para la demandada, lo único que se pagó en virtud de la demanda arbitral elaborada por el actor fue la suma de $1.110.682.111, valor este que, al aplicarle el 2%, daba un total de $22.213.642.22 que la fiduciaria reconocía deber. 9 Radicación n°45056 Consideró el tribunal que la operación también es correcta, y que la ambigüedad, reiteró, era sobre la base a aplicar el 2%; por tanto, ante la ambigüedad de la cláusula, concluyó que debía aplicarse el artículo 1624 del CC y aceptarse, como válida, la interpretación del contrato que hizo la fiduciaria, por ser ella la deudora, y porque quien dictó la cláusula fue el abogado, Dr. López, y este ha debido dar la explicación, como lo establece dicho artículo. Manifestó que, si en gracia de discusión se aceptara que la cláusula no es ambigua, se encontraría con que, no obstante los planteamientos de la parte actora, los argumentos del a quo estaban ajustados a lo dispuesto en los artículos 1602 y 1603 del CC, en concordancia con el numeral 3º del artículo 2184 ibídem. En ese orden, precisó que, si todo contrato legalmente celebrado es ley para las partes y el mismo debe ejecutarse de buena fe, entonces era indiscutible que la remuneración debía calcularse en los términos en que fue acordada en el numeral 4º de la oferta del actor ya vista, en aplicación del numeral 3º del artículo 2184 del CC. Así pues, para el ad quem, como las partes no estaban discutiendo que hubo transacción, el interrogante a resolver era a qué transacción hacía referencia el acuerdo de honorarios, a lo que respondió enseguida que la única respuesta válida era la transacción sobre la gestión que, conforme al contrato de mandato suscrito por las partes del sublite, le fue encomendada al accionante, cual fue (fls. 68 10 Radicación n°45056 a 70), la de adelantar el proceso arbitral en contra de la aseguradora para efecto de obtener el laudo en el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380, gestión que encontró concordante con la demanda presentada ante el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá (fls. 73 a 81), por el mandatario y demandante en este proceso. Seguidamente, estimó que, al estar demostrado que la referida demanda arbitral finalizó con la conciliación de folios 107 a 108, de cuyo texto dedujo que dicho acto no sólo versó sobre la relación jurídica que se le encomendó al actor, sino sobre otras, para efectos de determinar los honorarios del accionante por haberse llegado a una transacción, debía tomarse en cuenta el valor que significaba la gestión encomendada a este, es decir lo que correspondía a las pretensiones de la demanda arbitral. Por consiguiente, determinó que el 2% por concepto de honorarios pactados debía calcularse sobre $1.110682.111.00 y no, sobre la totalidad de las sumas que por otras relaciones jurídicas aparecían conciliadas. Por último, el ad quem, con relación al interrogatorio de parte de la demandada y del testimonio del Sr. Ustáriz invocados en la apelación, señaló que no modificaban para nada las conclusiones que se obtenían con el solo examen del documento del 18 de noviembre de 2002, donde se hizo la propuesta que fue aceptada y formó el acuerdo de voluntades, porque, afirmó, «en el interrogatorio no hay confesión, ya que la absolvente no aceptó ningún hecho que 11 Radicación n°45056 la perjudicara y el testigo no podía agregarle nada al documento, porque el problema jurídico se contrae a la interpretación del contrato de mandato que resultó de la oferta que hizo el abogado… López y que fue aceptada por la Fiduciaria…» Tras lo anterior, asentó que no confirmaría la sentencia del a quo que había absuelto a la demandada de todas las pretensiones, no obstante arribar a la misma conclusión de que el 2% debía calcularse sobre la suma que por concepto de siniestro se había obligado la aseguradora a pagar, esto era $1.110.682.111, por lo que le correspondía $22.213.642.22 como honorarios adeudados, por la razón, según el ad quem, «…de ser perfectamente congruente la sentencia que concede menos de lo pedido en la demanda». Para corroborar lo anterior, el ad quem invocó el artículo 305 del CPC, junto con la sentencia CSJ SL del 15 de octubre de 2003, no. 21082. Precisó contestación, que estaba comprobado que, en la la demandada había reconocido deber por honorarios la suma equivalente a $22.213.642.22 y que esta suma estaba a disposición del accionante en caja de la fiduciaria desde el 26 de agosto de 2003; por lo que, aclaró, que lo atrás decidido no se debía entender como si el fallo impusiera una suma adicional a la que se encuentra a disposición del accionante desde el 26 de agosto de 2003; 12 Radicación n°45056 en consecuencia, si ya tal suma había sido retirada por el demandante, la obligación había quedado saldada. Por último, señaló que, como los $22.213.642.22 estuvieron a disposición del accionante desde el 26 de agosto de 2003, únicamente reconocería intereses moratorios del artículo 884 del CCo. desde el 22 de mayo de 2003, fecha del acuerdo de conciliación, hasta el 26 de agosto de 2003. IV. RECURSO DE CASACIÓN Interpuesto por la parte actora, concedido por el tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver. V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN Pretende el recurrente que la Corte case la sentencia recurrida, en cuanto condenó a la Fiduciaria del Valle S.A. al pago de $22.213.642.22 por honorarios profesionales debidos al demandante, junto con el pago de los intereses comerciales, desde el 22 de mayo hasta el 26 de agosto de 2003, para que, en instancia, revoque la del juzgado y, en su lugar, condene a dicha Fiduciaria de conformidad con las pretensiones de la demanda inicial, autorizándola para descontar del monto de los honorarios profesionales la suma de $22.213.642.22. Con tal propósito formula un solo cargo que fue replicado. 13 Radicación n°45056 VI. CARGO ÚNICO Acusa la sentencia, por la vía indirecta, por aplicación indebida de los artículos 1602, 1618, 1619, 1620, 1621, 1622, 1623, 1624, 2142, 2143, 2150 y 2184-3 del Código Civil; 174 y 177 del Código de Procedimiento Civil y 60 y 61 del Código Procesal del Trabajo de la Seguridad Social. Por haber apreciado equivocadamente la comunicación del 10 de noviembre de 2002, suscrita por el actor y dirigida al Gerente de la Fiduciaria del Valle S. A. (folios 76 a 78 o los tachados 65 a 67); la comunicación del 18 de noviembre de 2002, suscrita por el demandante y dirigida al Gerente de la Fiduciaria del Valle S. A. (folios 68 a 69); la demanda suscrita por el actor, presentada ante el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá (folios 73 a 81); el acta de la audiencia de conciliación del 22 de mayo de 2003, celebrada en la sede norte del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá (folios 10 a 29 o 110 a 117 -incompleta), y el interrogatorio del representante legal de la demandada (folios 228 a 229, 231 a 232 y 233). Según la censura, el tribunal incurrió en los siguientes y evidentes errores de hecho: 1. Dar por demostrado, sin estarlo, que el saldo de honorarios a favor del demandante corresponde a la suma de veintidós millones doscientos trece mil 14 Radicación n°45056 seiscientos cuarenta y dos pesos con veintidós centavos ($22.213.642.22). 2. No dar por demostrado, pese a estarlo, que el saldo de honorarios que real y efectivamente corresponden al demandante es la suma de Doscientos cuarenta y cuatro millones doscientos sesenta y seis mil cuarenta y ocho pesos ($244.266.048). DEMOSTRACIÓN DEL CARGO Comienza por decir que, como lo anotó el tribunal al final de la página 10 de la sentencia (folio 354 del expediente), las partes no discuten haber celebrado un contrato de mandato, para que el demandante Dr. López Blanco, en su condición de abogado, presentara una demanda arbitral; ni discuten que, efectivamente, el servicio personal fue prestado, habiéndose convenido una suma fija de $100.000.000.00 por la presentación de la demanda, suma que se le pagó al abogado demandante; y tampoco discuten que se pactó una suma adicional que se convino en el 2%, pues la controversia giraba sobre qué valor debía aplicarse este porcentaje. Sin embargo, según el impugnante, al analizar una por una las pruebas singularizadas como mal apreciadas, se aprecia que el tribunal incurrió ostensiblemente en los yerros fácticos denunciados, puesto que no las apreció de manera integral y en conjunto, ya que de haber procedido de esta manera, otra hubiera sido su conclusión. 15 Radicación n°45056 Así lo asevera el censor, por cuanto, según su dicho, el tribunal, acudiendo profusamente a las reglas sobre el efecto de las obligaciones, la ejecución de buena fe de los contratos e interpretación de los mismos y las obligaciones del mandante -especialmente la de pagar la remuneración estipulada o usual-, concluyó, erradamente y de manera manifiesta, que los honorarios del accionante ascendían a una suma inferior a la que realmente le asistía, tomando como fundamento para ello lo pactado en el ordinal quinto del acuerdo que contiene el acta de conciliación del 22 de mayo de 2003. Pero, estima el recurrente, el análisis integral y de conjunto de las pruebas reseñadas muestra otra cosa muy diferente a la que encontró el sentenciador de segundo grado, como lo indica a continuación: Refiere que, en la comunicación del 10 de noviembre de 2002, el actor se dirige al gerente de Fiduciaria del Valle manifestándole su disposición «de adelantar el proceso arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros S. A., para efectos de obtener laudo en el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380 y que la aseguradora continua con sus obligaciones hasta la expiración del plazo por el cual rige la cobertura otorgada». (Folio 76 o 65 tachado). En esa comunicación, afirma, el actor consignó igualmente una propuesta de honorarios que después, en la 16 Radicación n°45056 comunicación del 18 de noviembre del mismo año, quedó como definitiva en los siguientes términos: 1.- Un abono inicial de cien millones de pesos ($100.000.000.00) pagaderos cuando se presente la demanda o al suscribirse el documento de compromiso que dé inicio a un arbitramento independiente, si se llegase a establecer esa modalidad. 2.- A ser decretadas las pruebas dentro del proceso arbitral (primer audiencia de trámite), un segundo abono de cien millones de pesos ($100.000.000.00). 3.- Al presentarse los alegatos de conclusión un tercer abono de cien millones de pesos ($100.000.000.00). 4.- De lograrse una transacción luego de presentada la demanda se causa el primer abono, y, en adición, un porcentaje del dos por ciento (2%) sobre el valor que sea determinado como pago, o el saldo vigente asegurado en caso de mantenimiento de la cobertura... ". (Resalta). Asevera que la anterior propuesta fue aceptada por la sociedad demandada, como se desprende de la comunicación del 18 de noviembre de 2002, suscrita por su Gerente General, dirigida al demandante. Que, en la demanda presentada por el actor a nombre de la demandada ante el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, las pretensiones fueron las siguientes: "Primera.- Se declare que la COMPAÑÍA CENTRAL DE SEGUROS S. A, al cancelar unilateralmente, por medio de comunicación del 25 de octubre de 2002 y a partir del 13 de noviembre de 2002, la póliza de cumplimiento C-12380, expedida el 4 de agosto de 1997 y en la que figura como afianzado COMPTEC S. A y 17 Radicación n°45056 asegurado el PATRIMONIO AUTÓNOMO FIDEICOMISO TZF 01-97 FIDUVALLE, representado por la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL VALLE S. A, procedió de manera ilegal por carecer de la facultad de revocatoria unilateral del contrato de seguro. Segunda. - Que como consecuencia de lo anterior, se declare que queda sin ningún efecto lo decidido en la citada comunicación de octubre 25 de 2002 y que la póliza de seguro de cumplimiento C12380 donde interviene como aseguradora la COMPAÑÍA CENTRAL DE SEGUROS S. A y asegurado y beneficiario el PATRIMONIO AUTÓNOMO FIDEICOMISO TZF 01-97, FIDUVALLE, representado por la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL VALLE S. A, continúa vigente de manera ininterrumpida, de acuerdo con las condiciones en ella plasmadas, desde cuando se inició el amparo el 4 de agosto de 1997 y hasta el 4 de agosto de 2007. Tercera. - Que se declare que de acuerdo con las condiciones señaladas en la póliza de cumplimiento C-12380, la COMPAÑÍA CENTRAL DE SEGUROS S. A, está obligada a indemnizar las sumas adeudadas por cánones o por cualquier otro concepto, originados y que se originen en el contrato de arrendamiento celebrado el 4 de junio de 1996, entre DESARROLLADERA LA ARBOLEDA S.A como arrendadora y COMPTEC S .A como arrendataria, por estar cobijadas por los amparos del contrato de seguro de que da cuenta la póliza de seguro de cumplimiento C12380, los que seguirán vigentes hasta el término de vencimiento pactado, o sea el 4 de agosto de 1997. Cuarta.- Que se declare que todos (sic) las prestaciones a cargo de la Compañía Central de Seguros S. A, provenientes del contrato de seguro de cumplimiento C-12380, las cumplirá respecto de la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL VALLE S. A., como representante legal del PATRIMONIO AUTÓNOMO FIDEICOMISO TZF0197, FIDUVALLE, asegurado y beneficiario de la póliza citada. Quinta.- Que se condene a la COMPAÑÍA CENTRAL DE SEGUROS S. A., a pagar a la demandante las costas del presente proceso". Observa el recurrente que, dentro de las pretensiones de la demanda, quedaron involucradas otras sociedades como DESARROLLADERA LA ARBOLEDA y COMPTEC S. A; 18 Radicación n°45056 La primera como arrendadora en el contrato de arrendamiento que celebró el 4 de junio de 1996 con la segunda, la que figuró como arrendataria sobre una bodega ubicada en la manzana 3 de la Zona Franca Industrial de Bienes y Servicios de Bogotá, construida en los lotes 7, 8, 8B, 8C y 80, con una cabida de 963.047.90 metros cuadrados. La condición de arrendadora fue cedida por DESARROLLADERA LA ARBOLEDA S. A a la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL VALLE S.A, y la sociedad COMPTEC S. A, arrendataria, dejó de pagar los cánones correspondientes a los meses de agosto, septiembre y octubre de 2002, los cuales fueron asumidos por la Compañía Central de Seguros S. A. Que todo lo anterior está debidamente relacionado en los hechos de la citada demanda. Se remite al acta de audiencia de conciliación del 22 de mayo de 2003, visible en los folios 18 a 28 en forma completa y en los folios 110 a 118 en forma parcial, para destacar lo siguiente: Las personas que comparecieron fueron: La Compañía Central de Seguros S. A, quien se denominaría como LA COMPAÑÍA; la sociedad Productora de Empaques Técnicos S. A. "COMPTEC S. A., quien se denominaría EL ARRENDATARIO; la Zona Franca de Bogotá, quien se denominaría LA ZONA; La Fiduciaria del Valle S. A como vocera y representante del patrimonio autónomo TZF-097, quien se denominaría como FIDUVALLE y la Corporación Financiera del Valle S. A, quien se denominaría como LA CORPORACIÓN. Con excepción de ésta última, sostiene el 19 Radicación n°45056 impugnante que las restantes aparecen dentro de la demanda presentada por el doctor López Blanco ante el Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá y que, de una u otra forma están, como ya se dijo, involucradas en el litigio entre la Fiduciaria del Valle S. A. y la Compañía Central de Seguros S. A. No obstante, agrega, en el interrogatorio de parte que absolvió la representante legal de la demandada, confesó que la Fiduciaria del Valle S. A. es filial de la Corporación Financiera del Valle, lo cual explica su inclusión en el acta de acuerdo, aspecto que el tribunal no tuvo en cuenta cuando apreció el referido medio de prueba. Tan evidente es ello, estima el contradictor de la sentencia, que los hechos y pretensiones de la demanda elaborada y presentada por el doctor López Blanco ante el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, fueron los que sirvieron de fundamento para el acuerdo de conciliación, el cual se rigió, según las textuales palabras del acta, «por las cláusulas que a continuación se transcriben, previas las siguientes manifestaciones: ...» (Folio 20). ¿Cuáles fueron las dichas manifestaciones?, se pregunta el censor; y se responde que fueron los hechos y pretensiones de la demanda elaborada y presentada por el doctor López Blanco, tantas veces mencionada, como se observa en los folios 20 a 23. 20 Radicación n°45056 ¿Y cuál fue el objeto de la conciliación?, se contesta que la misma acta, al inicio, dice que es: «…para solucionar las diferencias en relación con el pago de los títulos emitidos en desarrollo de la titularización del documento de crédito (contrato de arrendamiento celebrado entre la FIDUCIARIA DEL VALLE S. A. y COMPTEC S. A.) del que se derivaban los derechos de crédito (cánones de arrendamiento)…». Refiere que más adelante -y sobre ello igualmente promete recalcar-, se afirma que los comparecientes concilian sus opuestas pretensiones para poner fin al proceso arbitral instaurado por FIDUVALLE contra LA COMPAÑÍA. Obsérvese ahora lo que dice la manifestación décima tercera del acta de conciliación, anota: DÉCIMA TERCERA: No obstante que en el proceso arbitral al cual se refiere la estipulación precedente únicamente son partes FIDUVALLE como convocante y LA COMPAÑÍA como convocada, dadas las afectaciones que el resultado del mismo podría generar respecto de otras relaciones jurídicas relacionadas con el objeto del arbitramento, de las que son titulares las demás comparecientes en ésta conciliación, todos ellos intervienen en este acuerdo para precaver cualquier litigio futuro, de manera que a más de finiquitar el litigio pendiente, se elimina de manera integral cualquier otra controversia relacionada con los negocios jurídicos aquí señalados. A pesar de haberse declarado fracasada una conciliación en fecha 30 de abril de 2003, esta audiencia se surte con ocasión de una nueva solicitud de conciliación. (Folio 23) La censura estima que la anterior cláusula reconoce paladinamente que el resultado del arbitramento entre FIDUVALLE y LA COMPAÑÍA podía producir afectaciones 21 Radicación n°45056 respecto de otras relaciones jurídicas, es decir, aquellas relacionadas con los restantes comparecientes. Y que, en ella, se advirtió que, a más de finiquitar el litigio pendiente, eliminaban integralmente la posibilidad futura de cualquier controversia judicial sobre los negocios jurídicos relacionados. El tribunal pasó por alto la anterior cláusula, sostiene el recurrente. Según su dicho, el juez de alzada ni siquiera se dio cuenta de su existencia y por ello, entre otras, apreció superficialmente y con inocultable sesgo el acta de conciliación en cuestión. Para ahondar en razones, la censura se remite a la manifestación décima quinta del acta conciliatoria: DÉCIMA QUINTA: Que luego de reunidas las partes, éstas reiteran que es su expresa voluntad dirimir de manera amigable y durante la presente diligencia las diferencias surgidas entre ellas y, en tal virtud, han decidido CONCILIAR TOTALMENTE sus opuestas pretensiones con el propósito de poner fin al proceso arbitral instaurado por FIDUVALLE contra LA COMPAÑÍA y para que, frente a las demás partes y entre todas ellas entre sí, es decir incluidas también EL ARRENDATARIO, LA ZONA Y LA CORPORACIÓN, se surtan los efectos previstos por los Artículos 2469 y concordantes del Código Civil, la Ley 23 de 1991, la Ley 640 de 2001 y demás disposiciones conexas y complementarias, se ha llegado a un acuerdo conciliatorio que hace tránsito a COSA JUZGADA Y PRESTA MÉRITO EJECUTIVO en los términos del artículo 14 de la Ley 640 de 2001. 22 Radicación n°45056 Destaca el recurrente que todos y cada uno de los comparecientes del acta decidieron conciliar totalmente sus diferencias con un solo propósito, cual era la de poner fin al proceso arbitral instaurado por la Fiduciaria del Valle S. A. contra la Compañía Central de Seguros S.A., cuya demanda a nombre de la primera fue elaborada y presentada por el doctor López Blanco, demandante en este proceso ordinario laboral. Más claro, imposible, considera el impugnante, quien reitera que el objeto de la conciliación fue, evidentemente, uno solo, el de poner fin al proceso arbitral tantas veces mencionado, y se pregunta ¿cuánto dinero recibió la sociedad FIDUCIARIA DEL VALLE S. A. por ponerle fin al citado proceso arbitral?, a lo que se responde que la misma acta contiene los valores acordados, que, en pesos colombianos, fue la suma de DOCE MIL MILLONES DOSCIENTOS TRECE MILLONES TRESCIENTOS DOS MIL CUATROCIENTOS CATORCE PESOS ($12.213.302.414), como se admitió en la contestación al hecho octavo de la demanda inicial de este proceso, aunque se pretendió aclarar que fue por diversas relaciones jurídicas (folio 66, hoja 5 de la contestación a la demanda). Concluye el recurrente que se equivoca garrafalmente el tribunal al decir que la cláusula 4a de la propuesta definitiva de honorarios presentada por el doctor López Blanco es ambigua en la expresión «lo que sea determinado como pago», cuando, dice, lo cierto e irrebatible es que el doctor López Blanco propuso -aceptado por la Fiduciaria del 23 Radicación n°45056 Valle S. A.-, que «De lograrse una transacción luego de presentada la demanda se causa el primer abono, y, en adición, un porcentaje del dos por ciento sobre el valor que sea determinado como pago...». Acepta que el objeto del contrato fue el de adelantar un proceso arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros S. A., para efectos de obtener laudo que declare ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380 y que la aseguradora continúa con sus obligaciones hasta la expiración del plazo por el cual se rige la cobertura otorgada. A lo que añade que el actor presentó la correspondiente demanda ante el Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá; que los hechos y las pretensiones quedaron relacionados en el acta de conciliación como fundamentos del acuerdo al que finalmente se llegó, y en los unos y las otras se involucraron personas que, salvo una, estaban relacionadas con el objeto del contrato. Que, para poner fin al proceso arbitral, todos los comparecientes resolvieron conciliar sus opuestas pretensiones y, por la finalización de ese proceso, la sociedad Fiduciaria del Valle S.A. recibió una suma global de $12.213.302.414. Frente a la claridad de lo pactado y de lo desarrollado contractualmente, considera el recurrente que el tribunal no tenía por qué acudir a las reglas sobre el efecto de las obligaciones, a la ejecución de buena fe e interpretación de los contratos y a las obligaciones del mandante, 24 Radicación n°45056 especialmente la de pagar la remuneración estipulada o usual. Por lo anterior, considera, fue equivocado, de manera manifiesta, concluir que los honorarios del actor ascendían a una suma inferior a la que realmente le asistía, tomando como fundamento para ello lo pactado en el ordinal quinto del acuerdo que contiene el acta de conciliación del 22 de mayo de 2003. Manifiesta que el tribunal transformó en ambiguo lo que era claro. Termina diciendo que, si a la suma de $12.213.302.414 se le aplica el porcentaje del 2%, el resultado MILLONES es DOSCIENTOS ($244.000.000), CUARENTA que son los Y CUATRO honorarios reclamados por el doctor López Blanco, a los cuales deben aplicarse los intereses moratorios a la tasa máxima legal permitida de acuerdo con el artículo 884 del Código de Comercio y hasta cuando se verifique el pago total y completo de lo adeudado. VII. RÉPLICA El antagonista del recurso se opone a su prosperidad, con el argumento de que los fundamentos, tanto de la demanda inicial, la apelación, como la de casación, parten de una interpretación parcial y acomodaticia de los hechos y pruebas obrantes en el proceso. 25 Radicación n°45056 Reitera los argumentos de la contestación y sostiene que, en el acta de conciliación, se pueden diferenciar diversos actos jurídicos, diferentes al trámite arbitral objeto del mandato que le fue otorgado al actor por Fiduvalle. Presenta un cuadro resumen donde detalla las cuatro relaciones jurídicas que fueron objeto de conciliación, entre ellas la que corresponde a Fiduvalle como acreedor y la Compañía Central de Seguros S.A. como deudora, partes del arbitramento, la cual se concilió, según su dicho, por $1.110.62.111. VIII. CONSIDERACIONES El tribunal no accedió a la condena, por honorarios profesionales, en la cantidad de $244.266.048 solicitada por la parte actora, sino que reconoció el derecho por menor valor de lo pedido, esto es la suma de $22.213.642.22 que fue el monto de la remuneración aceptada por la sociedad demandada. El ad quem delimitó la controversia a establecer cuál era el monto sobre el que se debía calcular el 2% pactado por honorarios adicionales a favor del actor, en el evento de llegar a una transacción dentro del trámite del proceso arbitral a surtir entre la convocante FIDUVALLE y la convocada Compañía Central de Seguros, S.A. (en adelante la Compañía), para el cual la demandada contrató al accionante como su apoderado, exclusivamente para el efecto de lograr que la Compañía cumpliera con las 26 Radicación n°45056 obligaciones derivadas de la póliza de cumplimiento C12380. Ante las distintas posiciones de las partes de cara a la suma que serviría de base para liquidar el 2% de los honorarios adicionales acordados, según la interpretación de cada uno sobre los términos de la propuesta de honorarios del 18 de noviembre de 2003 presentada por el actor y aceptada por la demandada, el ad quem consideró que la cláusula relativa al 2% por concepto de honorarios, en el evento de una transacción, era ambigua, por tanto señaló que esta debía interpretarse a favor del deudor, conforme al artículo 16241 del CC; en consecuencia, concluyó que dicha cláusula no podía entenderse a favor de lo pretendido por el acreedor, menos cuando su texto había sido redactado por este y la ambigüedad fue resultado de una falta de aclaración suya. A más de lo anterior, el ad quem dio un segundo argumento para no darle la razón a la parte actora, y fue el consistente en que, si en gracia de discusión se aceptara que la cláusula 4ª de la oferta de honorarios no es ambigua, igualmente la Sala encontraría que los argumentos expuestos por el a quo estaban ajustados a derecho, más concretamente a lo que disponen los artículos 1602 y 1603 del CC, en concordancia con el numeral 3º del artículo 2184 del mismo estatuto legal. Artículo 1624. No pudiendo aplicarse ninguna de las reglas precedentes de interpretación, se interpretarán las cláusulas ambiguas a favor del deudor. Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por una de las partes, sea acreedora o deudora, se interpretaran contra ella, siempre que ambigüedad provenga de la falta de una explicación que haya debido darse por ella. 1 27 Radicación n°45056 En ese orden, el juez de alzada concluyó que la transacción a la que se refería la citada cláusula 4ª de la propuesta de honorarios no era otra que la correspondiente a la gestión que, conforme al contrato de mandato suscrito por el abogado Dr. López y Fiduvalle, le fue al primero encomendada; es decir, la descrita en la oferta consistente en «…adelantar el proceso arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros S.A., para efecto de obtener laudo en el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380, y que la aseguradora continúe con sus obligaciones hasta la expiración del plazo, para el cual rige la cobertura otorgada». Así pues, el juez de segundo grado examinó la conciliación y concluyó: …la suma de $1.110.682.111.00; y es sobre ese valor que se debía calcular el 2% que reclamaba el demandante, y no sobre la totalidad de las sumas que por otras relaciones jurídicas aparecen conciliadas. Es decir, en el acta de transacción están todas las sumas a las que se refiere el demandante y no aparecen pagadas por razón de la demanda arbitral, sino por otros acuerdos que se hicieron con terceros, tales como, la Compañía Productora de Empaques Técnicos S.A.-Comptec-, la Zona Franca de Bogotá, S.A.-La Zona-, y la Corporación Financiera del Valle S.A. –La Corporación-, y por conceptos distintos al que aparece por razón de la demanda de laudo arbitral instaurada por el actor, cuyo objeto era el pago del siniestro por la suma de $1.110.682,00, de Comptec a Fiduvalle S.A. 28 Radicación n°45056 Por su parte, para refutar la conclusión del fallador y dejar en evidencia que este se equivocó al no dar por demostrado que el saldo de honorarios que real y efectivamente corresponde al demandante es la suma de $244.266.048, la censura denuncia, como pruebas mal apreciadas: i) las documentales referentes a la propuesta de honorarios del actor, la primera y la definitiva, ii) la demanda de laudo arbitral presentada por el actor ante el Centro de Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, iii) el acta de conciliación del 22 de mayo de 2003 y el iv) interrogatorio del representante legal de la demandada. La anunciada contradicción de las inferencias fácticas del juzgador de la apelación con los referidos medios de prueba, según el impugnante, se contrae a la lectura que este hizo de la propuesta de honorarios, las pretensiones de la demanda de laudo y el acta de conciliación respectiva, puesto que, según su dicho, en las pretensiones de la citada demanda, sí estaban involucradas otras sociedades, según los hechos del libelo, como son la DESARROLLADERA LA ARBOLEDA y COMPTEC S.A., la primera como arrendadora de la segunda, de una bodega ubicada en la Zona Franca Industrial de Bogotá; que la condición de arrendadora de aquella fue cedida a Fiduvalle, y que la arrendataria COMPTEC había dejado de pagar los cánones correspondientes a los meses de agosto a octubre de 2002, los cuales, afirma, fueron asumidos por la Compañía Central de Seguros S.A. 29 Radicación n°45056 Luego, el recurrente se remite al acta de conciliación, para decir que las personas jurídicas que comparecieron a este acto son las mismas que estuvieron involucradas en la demanda de laudo presentada por el actor, con excepción de la Corporación Financiera del Valle S.A., pero que esto, en su criterio, tenía explicación, dado que el representante legal de la demandada había confesado dentro del proceso que Fiduvalle es filial de la Corporación Financiera del Valle, lo cual había sido la razón de su inclusión en el acta de acuerdo, aspecto que le reprocha al tribunal no haberlo tenido en cuenta cuando apreció el referido medio de prueba. Y con el propósito de configurar el yerro, sostiene que las manifestaciones que sirvieron de antecedente al acuerdo conciliatorio fueron precisamente los hechos y pretensiones de la demanda presentada por el actor en el centro de arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá. Además, sostiene que el objeto de la conciliación, según las cláusulas DÉCIMA TERCERA y DÉCIMA QUINTA, fue uno solo, el de poner fin al proceso arbitral tantas veces mencionado, por medio del cual la demandada recibió la suma de $12.213.302.414, como lo había admitido ella misma al contestar el hecho octavo de la demanda inicial de este proceso, aunque hubiese aclarado que lo fue por diversas relaciones jurídicas. Por todo lo antes dicho, considera el recurrente a) una equivocación garrafal de parte del tribunal, en cuanto este dijo que la cláusula 4ª de la propuesta definitiva de 30 Radicación n°45056 honorarios presentada por el demandante es ambigua, cuando lo cierto y lo irrebatible, según su decir, es que los honorarios pendientes a reconocer, por haberse dado la conciliación, son el 2% sobre el valor que sea determinado como pago, y, como, agrega, b) para poner fin al proceso arbitral, todos los comparecientes resolvieron conciliar sus opuestas pretensiones, y, por la finalización del referido proceso, la aquí demandada recibió una suma global de $12.213.302.414, en consecuencia, concluye, el mencionado 2% sobre esta suma arroja un valor, por concepto de honorarios, de $244.000.000, más no los reconocidos por el ad quem. Sobre el primer ataque del recurrente, estima esta Sala que no acierta cuando niega el carácter ambiguo de la cláusula 4ª de la propuesta de honorarios del actor que le fue otorgado por el tribunal, dado que la ambigüedad de la pluricitada cláusula establecida por el ad quem no desaparece con la sola afirmación que hace la censura de que lo único cierto e irrebatible es que el Dr. López propuso y le fue aceptado por Fiduvalle que «De lograrse una transacción luego de presentada la demanda se causa el primer abono y, en adición, un porcentaje del dos por ciento sobre el valor que sea determinado como pago…», pues, evidentemente, lo que hace la censura no es más que repetir el contenido de la mencionada disposición del contrato, sin hacer más análisis del porqué el ad quem no debió considerarla ambigua. 31 Radicación n°45056 Por demás no le parece descabellado a la Sala que el juez de alzada le hubiese achacado a la citada disposición contractual el adjetivo de ambigua, si, según el Diccionario de la lengua española, se entiende por este vocablo: «Dicho especialmente del lenguaje: Que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión», en tanto que la parte actora entiende que, de ella, se desprende paladinamente que el 2% debía calcularse sobre el valor global conciliado mediante el acuerdo que puso fin al proceso arbitral para el cual fue contratado el abogado aquí demandante, sin importar quienes intervinieron en dicho acto; mientras que la parte demandada, al igual que el a quo, entendió que ella decía que los citados honorarios, en el caso de una transacción, se calculaban sobre el valor pagado por la aseguradora a Fiduvalle, por concepto del siniestro, en virtud de la póliza C-12380 que la primera había revocado unilateralmente. Sobre todo, no luce irracional, si, como lo dijo el ad quem ceñido al texto de la cláusula tantas veces aludida, de que en ella no se había realizado aclaración alguna por quien la redactó (o sea el demandante), para evitar la ambigüedad, aclaración que no puede ser otra que la de precisar cuál sería la base del pago, si, en el posible acuerdo transaccional, se incluían otras relaciones jurídicas con otras entidades. Adicionalmente, desde el punto de vista de los reparos fácticos enrostrados al tribunal por la censura, cuando el 32 Radicación n°45056 juzgador estimó que, de no aceptarse que fuera ambigua la cláusula, se encontraría con que los planteamientos del a quo estaban ajustados a lo dispuesto en los artículos 1602 y 1603 del CC, en concordancia con el numeral 3º del artículo 2184, considera la Sala que la razón tampoco está del lado del recurrente. Para el ad quem, la transacción a la que hacía referencia el acuerdo de honorarios era la que tenía que ver con la gestión que, conforme al contrato de mandato suscrito por las partes del sublite, le fue encomendada al accionante, cual fue la de adelantar el proceso arbitral en contra de la aseguradora para efecto de obtener el laudo en el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380, gestión que halló concordante con la demanda presentada ante el centro de arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá, por el mandatario y demandante en este proceso, fls.73 a 81. Ciertamente, observa la Sala que, según la oferta de honorarios presentada por el actor y aprobada por Fiduvalle, como lo dijo el ad quem y el propio recurrente lo refiere, el demandante fue contratado por la accionada para adelantar el proceso arbitral en contra de la Compañía Central de Seguros S.A., «…para efectos de obtener laudo en el que se declare que es ilegal la cancelación de la póliza de cumplimiento C-12380 y que la aseguradora continua con sus obligaciones hasta la expiración del plazo por el cual rige la cobertura otorgada» , destaca 33 Radicación n°45056 la Sala. En consecuencia, no hubo error en la apreciación de la citada prueba. El ad quem estableció concordancia entre la gestión encomendada al actor y la demanda de laudo presentada por el demandante ante el centro de arbitraje, lo cual, en vez de ser contradicho con el análisis de la citada demanda que hace la censura, la trascripción de las pretensiones que este realiza en la demostración del cargo, lo corrobora sin duda. Ahora bien, en efecto, en las pretensiones de la demanda aparecen relacionadas otras entidades distintas a la aseguradora y a la fiduciaria, pero su mención en las pretensiones no significa, como lo quiere hacer ver el impugnante para configurar el supuesto yerro de apreciación probatoria que le achaca al ad quem, que estas entidades estuviesen involucradas en el trámite arbitral, menos que estuviesen actuando como parte en ese acto, puesto que, al fl, 73, claramente se lee que, en la citada demanda, actúa el accionante como «…apoderado del PATRIMONIO AUTÓNOMO FIDEICOMISO TZF 01-97 FIDUVALLE, representado legalmente por la SOCIEDAD FIDUCIARIA DEL VALLE S.A., …de acuerdo con el poder que adjunto…» y que fue presentada «…en contra de la COMPAÑÍA CENTRAL DE SEGUROS S.A…». En ese orden, resulta plausible estimar, como lo hizo el ad quem, con base en la propuesta de honorarios y en la demanda de laudo, que la gestión encomendada al actor 34 Radicación n°45056 tuvo que ver, únicamente, con la relación jurídica derivada de la póliza de cumplimiento C-12380 suscrita a favor de Fiduvalle como representante del patrimonio autónomo. Lo anterior queda reafirmado, si se observa que las reclamaciones económicas contra la aseguradora contenidas en la demanda de laudo, por conceptos originados en el contrato de arrendamiento celebrado entre DESARROLLADORA LA ARBOLEDA S.A., como arrendadora, y COMPTEC S.A., como arrendataria, se hicieron «…por estar cobijadas por los amparos del contrato de seguro de que da cuenta la póliza de seguro de cumplimiento C-12380, los que seguirán vigentes hasta el término pactado, o sea el 4 de agosto de 2007», fls. 73 y 74. Destaca la Sala. En consecuencia, si, en el trámite arbitral para el cual fue contratado el demandante, solamente eran parte la aseguradora y Fiduvalle, comparte la Sala la deducción del ad quem, por ajustarse al análisis racional conforme a la sana crítica, que, del acuerdo de honorarios, bien se podía inferir que, para efectos de determinar los honorarios del accionante por haberse llegado a una transacción, debía tomarse en cuenta el valor que significaba la gestión encomendada, esto es lo que le correspondía a las pretensiones de la demanda arbitral. No atina el recurrente cuando dice que las manifestaciones contenidas en el acta como antecedentes del acuerdo conciliatorio fueron precisamente los hechos y 35 Radicación n°45056 pretensiones de la demanda de laudo, puesto que lo que encuentra la Sala, en los folios 20 a 23 correspondientes al documento contentivo del acta de conciliación, es que, en dicho acto, se conjugaron varias relaciones jurídicas, y que la conciliación no versó solamente respecto de la existente entre la fiduciaria y la aseguradora, partes del proceso arbitral como quedó atrás visto, con causa en la póliza de cumplimiento C-12380, gestión para la cual fue contratado el accionante. En los antecedentes de la tan mentada conciliación se registró el negocio jurídico que estaba asegurado con la póliza de cumplimiento C-12380, es decir el contrato de arrendamiento celebrado entre la empresa DESARROLLADORA LA ARBOLEDA S.A, para esa fecha la Zona Franca de Bogotá, propietaria de la bodega, y la empresa COMPTEC arrendadora había S.A., como realizado arrendataria; un contrato que de la fiducia irrevocable con Fiduvalle, en virtud del cual esta entidad había realizado CORPORACIÓN un proceso FINANCIERA de DEL titularización y VALLE había S.A. la adquirido en un 100% todos los títulos resultantes de dicho proceso (esta fue la razón de su comparecencia a la referida audiencia, más no la alegada por la censura). Que, en cumplimiento de disposiciones legales, la Zona había tomado un seguro, donde el afianzado fue el arrendatario COMPTEC S.A., PATRIMONIO y el asegurado AUTÓNOMO y beneficiario FIDEICOMISO TZF el 01-97 representado por Fiduvalle; que, en virtud del fideicomiso, la Zona cedió el contrato de arrendamiento a Fiduvalle, 36 Radicación n°45056 cesión que fue aceptada por la aseguradora; que ante el incumplimiento de la arrendadora en el pago de los cánones, la fiduciaria le reclamó a la seguradora los arriendos vencidos y la indemnización a que tenía derecho el fideicomiso; que, igualmente, la fiduciaria le comunicó a la Corporación Financiera del Valle que no le era posible cumplir con el pago de la amortización de los títulos debido al incumplimiento por parte del arrendatario, por cuanto los cánones constituían los dineros materia del flujo de caja dentro del proceso de titularización; que el arrendatario pagó unos meses y la aseguradora pago otros, pero que esta había comunicado, el 25 de octubre de 2002, a la fiduciaria que, con base en el artículo 1701 del C.Co., revocaba de manera unilateral la cobertura otorgada, a lo cual la fiduciaria respondió que no estaba de acuerdo y no aceptaba la revocación. Por este motivo, la fiduciaria, el 13 de diciembre de 2002, había presentado demanda de laudo, por conducto del aquí demandante. En la cláusula DÉCIMO TERCERA, justamente citada por el recurrente como mal apreciada, en efecto se asentó: DÉCIMA TERCERA: No obstante que en el proceso arbitral al cual se refiere la estipulación precedente únicamente son partes FIDUVALLE como convocante y LA COMPAÑÍA como convocada, dadas las afectaciones que el resultado del mismo podría generar respecto de otras relaciones jurídicas relacionadas con el objeto del arbitramento, de las que son titulares las demás comparecientes en ésta conciliación, todos ellos intervienen en este acuerdo para precaver cualquier litigio futuro, de manera que a más de finiquitar el litigio pendiente, se elimina de manera integral cualquier otra controversia relacionada con los negocios jurídicos aquí señalados. A pesar de haberse declarado fracasada una 37 Radicación n°45056 conciliación en fecha 30 de abril de 2003, esta audiencia se surte con ocasión de una nueva solicitud de conciliación. (Folio 23). Destaca la Sala. Y en la DÉCIMO QUINTA se lee: DÉCIMA QUINTA: Que luego de reunidas las partes, éstas reiteran que es su expresa voluntad dirimir de manera amigable y durante la presente diligencia las diferencias surgidas entre ellas y, en tal virtud, han decidido CONCILIAR TOTALMENTE sus opuestas pretensiones con el propósito de poner fin al proceso arbitral instaurado por FIDUVALLE contra LA COMPAÑÍA y para que, frente a las demás partes y entre todas ellas entre sí, es decir incluidas también EL ARRENDATARIO, LA ZONA Y LA CORPORACIÓN, se surtan los efectos previstos por los Artículos 2469 y concordantes del Código Civil, la Ley 23 de 1991, la Ley 640 de 2001 y demás disposiciones conexas y complementarias, se ha llegado a un acuerdo conciliatorio que hace tránsito a COSA JUZGADA Y PRESTA MÉRITO EJECUTIVO en los términos del artículo 14 de la Ley 640 de 2001. De las citadas cláusulas se sigue que, las partes intervinientes en la conciliación, dejaron en claro que, en el trámite arbitral, únicamente eran parte Fiduvalle y la Compañía, pero que, en vista de que el resultado del mismo podría generar efectos respecto de otras relaciones jurídicas relacionadas con el objeto del arbitramento, de las que eran titulares las conciliación, demás todos personas ellos intervinientes intervinieron en el en la acuerdo conciliatorio para precaver cualquier litigio eventual o futuro, «de manera que a más de finiquitar el litigio pendiente, se elimina de manera integral cualquier otra controversia relacionada con los negocios jurídicos aquí señalados.» 38 Radicación n°45056 En consecuencia, queda sin sustento la aseveración del recurrente de que el ad quem pasó por alto la citada cláusula, o que este la había examinado con sesgo, puesto que, por el contrario, de lo dicho en la mencionada disposición contractual, se confirma la conclusión del fallador de que la conciliación tantas veces mencionada abarcó no solo la relación jurídica que le había sido encomendada al actor, sino que comprendió otras. Lo mismo ocurre con la afirmación del impugnante de que, en la cláusula DÉCIMO QUINTA, todos y cada uno de los comparecientes decidieron conciliar totalmente sus diferencias con el único propósito de poner fin al proceso arbitral, en tanto que del texto de la aludida cláusula claramente se desprende que el objeto de la conciliación no fue solamente el de poner fin al proceso arbitral (cuya demanda ya había sido presentada, por tanto se requería su mención expresa si lo que se perseguía era poner fin a dicho proceso), sino también intervinientes era que la voluntad expresa de los la de dirimir, de manera amigable, las diferencias surgidas entre ellas, con efectos de cosa juzgada y con mérito ejecutivo. Así las cosas, no constituye un yerro fáctico de parte del tribunal, si, para efectos de liquidar el 2% por concepto de honorarios del actor por la gestión que le fue encomendada por la accionada, en torno a la póliza de cumplimiento C-12380, este no tomara la suma global de $12.213.302.414 correspondiente a todos los asuntos objeto de la conciliación, puesto que, conforme a las 39 Radicación n°45056 pruebas atrás analizadas por la Sala, claramente se tiene que este valor no era exclusivo de la gestión que le fue encomendada al actor, pues se deriva no solo de la relación jurídica existente entre la fiduciaria y la seguradora que fueron parte en la demanda de laudo presentada por el actor, en calidad de mandatario de la aquí demandada, sino también de las otras relaciones vigentes entre las demás entidades intervinientes en el referido acto. Conforme a todo lo hasta aquí dicho, no prospera el cargo. Costas a cargo de la parte recurrente dado que hubo réplica. Deberá pagar la suma de $3.250.000 por concepto de agencias en derecho. IX. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral de Descongestión del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 30 de abril de 2009, en el proceso que instauró HERNÁN FABIO LÓPEZ BLANCO, contra la FIDUCIARIA DEL VALLE S.A. Costas como se indicó en la parte motiva. Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el expediente al tribunal de origen. 40 Radicación n°45056 CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO Presidenta de Sala JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS 41