Viendo nuestras posibilidades: vivimos nuestros sueños

Un seminario de Tensegridad
de Carlos Castaneda
Viendo nuestras posibilidades: vivimos nuestros sueños
...Ver abarca todo lo que los seres humanos pueden alcanzar.
-Don Juan a Carlos Castaneda
Saber que más allá de nuestras dudas existe la confianza de que tenemos los recursos para lograr nuestros
sueños: todos los estados de ser que están a nuestro alcance cuando nos encontramos en contacto con nuestro
aspecto energético, es aquello que los habitantes del México antiguo
llamaron “el cuerpo de energía.”
Con nuestro cuerpo de energía, nos apartamos de los pensamientos de derrota que a diario suelen
abrumarnos, de las causas de los pensamientos desalentadores y de las comparaciones del pasado,
para alinearnos con un orden mayor y más universal, y encontrarnos en un estado de conciencia
llamado ver —donde la posibilidad y la realidad convergen.
Para los videntes del México antiguo, ver era un quehacer que los empujaba a esforzarse —tanto
para percibir energía directamente como fluye en el universo —sin el velo de la interpretación del yo—
como para integrar lo que vieron en las elecciones más simples de su vida cotidiana. Es decir, lo que hacían
con lo que veían era más importante que el ver en sí; y la manifestación creativa producto de su ver se
convirtió entonces en el viaje de sus vidas. Lo mismo puede ser para cualquiera de nosotros.
En este seminario anual internacional sobre la Tensegridad de Carlos Castaneda —impartido por Reni Murez,
una de las discípulas más experimentadas de Carlos Castaneda, los asistentes practicarán posturas,
movimientos corporales y respiraciones con el propósito de convocar la vitalidad, el entusiasmo y la sabiduría
de la totalidad de uno mismo y traer la luminosidad de ese momento a situaciones cotidianas de aparente
derrota para ajustarlas y transformarlas en una experiencia de sobriedad a partir de un estado de percepción
más amplio.
Tensegridad es la versión moderna de una serie de respiraciones y movimientos físicos descubiertos por los
hombres de conocimiento del México antiguo que fueron transmitidos a través de un linaje de videntes que
llegó hasta nuestros días a partir del trabajo de Carlos Castaneda, doctor en Antropología y escritor de más
de 10 libros sobre el tema. La Tensegridad promueve la salud, el vigor, la juventud y el bienestar general
para acrecentar la conciencia y ampliar los parámetros de la percepción.
Este seminario* se llevará a cabo en las siguientes fechas
Sábado
Domingo
19 de mayo de 10:00 am a 22:00 pm
20 de mayo de 10:00 am a 16:00 pm
*La participación total es clave.
Informes y Registro
T. 5518 73 97
www.verdeclaro.net
Verde Claro, SA de CV
Revillagigedo 18 – 5C Torre 2 Pte
Col. Centro. México, DF 06050
VCL 960221 BW2
T: 5518 7397 Skype: verdeclaro
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Un seminario de Tensegridad
de Carlos Castaneda
Actividades colaterales
Sesiones preparatorias hacia el seminario de mayo*:
Sábado
Domingo
28 abril * confirmada
6 mayo * confirmada
Horario: de 11 a 13 hrs. Sesiones gratuitas abiertas al público en general con cupo limitado.
Dirección: Kramer 74, Col. Atlántida ( a 7 minutos caminando desde Metro Taxqueña).
Mapa: http://tensegridad.com/?p=16
*Sesiones organizadas por los grupos de práctica de Tensegridad locales en la ciudad de México.
****
¿Qué es la Tensegridad?
Es el nombre dado a la versión moderna para el modo de ser, fluido y eficiente —el camino con corazón—,
que don Juan Matus enseñó a sus estudiantes: Carlos Castaneda, Florinda Donner-Grau, Taisha Abelar y
Carol Tiggs.
Don Juan era un Yaqui de Yuma, Arizona y de Sonora, México, heredero de un linaje de hombres de
conocimiento o videntes que se originó en México en tiempos antiguos, y cuyo propósito era la libertad de
percepción, libertad de percibir lo que la física cuántica ahora reconoce como la naturaleza básica del
universo: un universo de energía, que según aquellos hombres de conocimiento mexicanos, es organizada por
una fuerza inteligente llamada intento.
Para dichos videntes, las posiciones y movimientos del cuerpo y las respiraciones que fueron diseñados por
los primeros videntes de su linaje —eran una herramienta vital para percibir la energía del universo. El
acceder a estas posiciones otorga al practicante un medio sencillo y accesible de incrementar su bienestar, al
redirigir su energía, restaurando el flujo de su energía natural lo que posibilita estar presente en cada
experiencia, en lugar de estar atado a pensamientos y emociones —junto con un patrón de respiración— del
pasado. Un estado de presencia tal otorga al practicante la energía y el enfoque necesarios para revisar su
propia vida. Tal acción permite establecer un nuevo estado de conexión con uno mismo, con otros, con la
tierra y con todas las formas de vida, al igual que con la toma de nuevas decisiones respecto al modo en que
usa su atención y energía en la vida cotidiana.
Carlos Castaneda tomó prestada la palabra del arquitecto, científico y visionario R. Buckminster Fuller, cuya
capacidad de percibir energía lo llevó a observar en la naturaleza un principio de interconectividad fluida al
que llamó “tensegridad”, combinando los vocablos que componen el concepto integridad tensional. El
término describe cómo operan las distintas fuerzas dentro de una estructura formada por elementos rígidos
interconectados mediante elementos tensos —o elásticos— que dan a la estructura su integridad como un
todo. Dada la propiedad elástica de los elementos que forman las interconexiones, cuando un elemento de la
estructura de tensegridad se desplaza, todos los demás elementos se mueven adaptándose a la nueva
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Un seminario de Tensegridad
de Carlos Castaneda
configuración al ceder sin quebrarse1.
Para Castaneda, dicho proceso de la tensegridad, era la descripción energética perfecta para la práctica
moderna de las enseñanzas de don Juan:
En el caso de las posturas corporales y respiraciones, la Tensegridad se refiere a la interacción
entre el tensarse y el relajarse de tendones y músculos, así como de su contraparte energética,
en forma tal que se promueva la integridad total del cuerpo como unidad física y energética, así
como la conciencia de cómo todas las partes de nuestro ser —tendones, músculos, huesos, el
sistema nervioso, los órganos, etc.— funcionan juntos, integrando un flujo de energía saludable.
En cuanto a la vida cotidiana, Castaneda dijo que la Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la
vibración, disponibilidad y movimiento de la energía propia y de los otros, de forma tal que contribuyamos a
la integridad de la comunidad que conformamos.
1
Vale la pena leer la descripción de Fuller del principio de la tensegridad en los árboles que se encuentra en:
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