Documento 3 ESPECTROS PARTE II Interpretaciones de los espectros Conocemos ya algunas de las partículas constituyentes del átomo y algo sobre su distribución, puesto que la carga positiva y la mayor parte de la masa se encuentran en el núcleo mientras que los electrones disponen del resto del volumen del átomo. Aún sin conocer con detalle la ubicación de cada electrón, podemos suponer a cada uno de ellos situado en un determinado nivel de energía, es decir a una distancia del núcleo y posiblemente moviéndose con una cierta velocidad. De este modo a cada uno corresponderá una energía potencial debida a la distancia y otra de tipo cinético que determinarán su nivel de energía. Si no se introduce ninguna clase de energía ajena al átomo, los electrones se mantendrán sin cambio de energía, o en otras palabras, en estado estacionario. Si, por el contrario, el átomo recibe energía externa (luz, calor, diferencia de potencial), puede ocurrir que algunos de sus electrones absorban parte de ella pasando a un nivel de energía superior. Esto sería un estado excitado de los electrones. Cuando cese la causa de la excitación, el electrón volverá a su estado estacionario. Es lógico deducir que para desplazar un electrón situado cerca del núcleo se necesitará mayor intensidad de energía que para desplazar otro más externo puesto que el primero esta sometido a una fuerza de atracción mayor. La relación que existe entre estos estados posibles del electrón y los espectros fue establecida por Max Planck(1858-1947) basándose en la discontinuidad de la energía y constituye uno de los postulados más importantes de la Física atómica. El concepto intuitivo que tenemos de la energía es que ésta puede ser continua. Si, por ejemplo, dejamos caer una piedra, pensamos que puede ocupar todas las posiciones posibles hasta el suelo. Ello supone la continuidad de la energía. Pero en la región del átomo en que ahora nos desenvolvemos no sucede así y la energía se acepta o se cede sólo por múltiplos enteros de una unidad que es la llamada constante de Planck o cuanto de acción de Planck, representado por h cuyo valor es − 34 6,260693.10 J.s La ley de Plank establece que la energía absorbida o liberada por los electrones es proporcional al cuanto de acción y a la frecuencia de la radiación emitida. E = h.f Donde E representa la energía absorbida o liberada, f es la frecuencia de la radiación emitida y h la constante de Planck. La energía en valor absoluto que corresponde a cada nivel no nos es conocida, pero sí que lo es la que corresponde al salto de un electrón a otro. Cuando los átomos se encuentran situados en estos ambientes de intensa energía (calor, diferencia de potencial) algunos de sus electrones emigran a otro nivel superior e inmediatamente vuelven a su posición inicial emitiendo la misma energía que absorbieron. Este proceso absorción y emisión de energía- se está produciendo constantemente mientras dura la causa de excitación. De este modo, en definitiva el electrón está sometido a una vibración (entre niveles de energía) que durará mientras persista la causa externa que suministra energía. Y esta vibración del electrón es la que se traduce en un movimiento ondulatorio de una frecuencia perfectamente determinada para cada uno de los saltos que se están produciendo dentro del átomo. Imagínese lo que sucedería si un resorte, vibrando a un ritmo constante, tocase con uno de sus extremos una superficie de agua o una lámina metálica. Cada vez que el extremo del resorte toque la superficie se originará una onda. El número de ondas/seg, o número de vibraciones por segundo, corresponde a la frecuencia. Existe una relación inversamente proporcional entre la energía y la longitud de onda . Cuando el átomo origina rayos X ( λ ≅ 10 −8 cm ) significa que se han producido saltos en niveles profundos, mientras que cuando la energía se manifiesta en forma de ondas correspondientes al espec tro visible ( λ ≅ 10−5 cm ) o infrarrojo ( λ ≅ 10−3 cm ) corresponden a saltos en niveles de energía de los electrones más externos. La frecuencia de los movimientos ondulatorios que caen en el campo visible es del orden de magnitud de 3 × 1015 ondas/seg . Si para llevar al átomo a estados excitados se utiliza una causa de no muy elevada energía, como es el calor, se producen los espectros en la zona de la luz visible, además de otras muchas manifestaciones de energía correspondiente al ultravioleta e infrarrojo que no son visibles para nosotros, pero que pueden detectarse. Si empleamos una fuente de energía tan intensa y de gran poder de penetración como son los electrones del cátodo en el tubo de rayos X, puede lograrse penetrar más al interior del átomo y se obtienen por ello manifestaciones de energía de muy baja longitud de onda. La interpretación de los espectros nos ha conducido a hablar en términos de energía para los electrones y hemos conocido algunos de los posibles cambios que pueden producirse. MODELO ATOMICO DE BOHR En 1913, Niels Bohr, gracias al espectro del átomo de hidrógeno, observó que las líneas de espectro eran diferentes, lo que le permitió deducir que dichas líneas existían por el viaje de los electrones (e–) en diferentes niveles de energía dentro del átomo. Postuló que: 1. Los electrones giran alrededor del núcleo en órbitas. 2. Cuando un electrón gira en un nivel de energía determinado, no emite ni absorbe energía, sino que presenta un “estado estacionario”, conocido como “estado fundamental o basal”. 3. Cuando un átomo absorbe energía, el electrón “salta”a un nivel más externo; por el contrario, si el electrón regresa a un nivel interno, emite energía, es decir, cuando el electrón salta a un nivel más externo se encuentra en “estado excitado”. Bohr aceptaba que en los cambio de energía del electrón ha de introducirse la cuantificación de la energía de Planck. Para este modelo los electrones giran en órbitas circulares, ocupando la de menor energía posible, es decir, la más cercana al núcleo. ESTRUCTURA ELECTRÓNICA DE LOS ÁTOMOS A pesar de los avances alcanzados por el modelo atómico de Niels Bohr, éste presentaba deficiencias cuando se deseaba explicar el espectro de átomos multielectrónicos (que poseen más de un electrón), lo que llevó a otros científicos a suponer la existencia de estructuras dentro del átomo que los modelos anteriores no describían, las que se denominaron subniveles de energía. En 1924, el científico francés, Louis de Broglie postuló que los electrones (así como otras partículas materiales) tenían un comportamiento dual de onda y partícula, pues cualquier partícula que tiene masa y que se mueve a cierta velocidad, podía comportarse además como onda. La naturaleza ondulatoria del electrón ha sido comprobada experimentalmente. En 1927, Werner Heisenberg, a partir de un supuesto matemático, sugiere que es imposible conocer con exactitud la posición, el momento y la energía de un electrón y, en general, de una partícula de pequeño tamaño, lo que se resuelve a medida que la materia tiene mayor tamaño por la razón masa–velocidad que puede alcanzar. A este fenómeno, Heisenberg lo denominó principio de incertidumbre. En 1927, el físico austriaco Erwin Schrödinger, a partir de sus estudios matemáticos, considerando además las conclusiones de De Broglie, establece una ecuación compleja que al ser resuelta permite obtener una función de onda ( Ψ ), también denominada orbital, que en su expresión cuadrática ( Ψ2 ) contiene la información que describe probabilísticamente el comportamiento del electrón en el átomo. Además, establece que esta función también llamada distribución de densidad electrónica es mayor cerca del núcleo y menor (exponencialmente) en la medida que nos alejamos del núcleo. Este hecho marca el inicio de la mecánica – ondulatoria o mecánica–cuántica. Con la teoría de E. Schrödinger queda establecido que los electrones no “giran en órbitas” alrededor del núcleo tal como lo había propuesto N. Bohr, sino que en orbítales, que corresponden a regiones del espacio en torno al núcleo donde hay una alta probabilidad de encontrar a los electrones. Corrientemente se habla de los electrones como partículas que giran a gran velocidad alrededor del núcleo; sin embargo, tal frase sólo debe considerarse útil, en términos de un modelo que describe a los electrones puesto que ni siquiera podemos tener una imagen confiable del electrón. Tal vez sea más adecuada la frase nube electrónica, aun cuando lo más acertado es hablar de densidad electrónica. Lo postulado por Schrödinger conduce a la existencia de un número ilimitado de funciones de onda por nivel energético y a su vez éstas, en un átomo multielectrónico, resultan tener diferentes energías, lo que se denomina subniveles identificados con las letras s, p, d, f. Configuración electrónica de los átomos La distribución de los electrones alrededor del núcleo obedece a una serie de reglas o “principios de la teoría mecanocuántica”, los que se traducen en un modelo matemático que reconoce cuatro números básicos, denominados números cuánticos: 1. Número cuántico principal (n): corresponde a los niveles de energía que a su vez estarían formados por uno o más subniveles (l), los que van aumentando en la medida que nos alejamos del núcleo. Este número puede ir desde el uno en adelante, expresándose sólo en números enteros. A saber n=1,2,3,… 2. Número cuántico secundario ( l ): que representa la existencia de los subniveles energéticos en el átomo. Se calculan considerando: l = 0, 1, 2, … , (n –1) Por ejemplo: Si Si Si Si n = 1, l = 0 n = 2, l = 0, 1 n = 3, l = 0, 1, 2 n = 4, l = 0, 1, 2 ,3 Para expresar cómodamente y evitar la confusión, la comunidad científica ha aceptado que los números que representan los subniveles sean reemplazados por las letras s, p, d, f, respectivamente, por lo tanto: El número secundario l específica la forma de la región espacial en la cual probablemente se encuentra un determinado electrón. 3. Número magnético (m): se calcula según el valor de l y representa la orientación de los orbítales presentes en cada subnivel. m = ( -l, …, -1, 0, +1, … +l) Por ejemplo: a. Para l = 0 (s), m = 0, esto significa que existe un sólo orbital. b. Para l = 1 (p), m va desde el -1, 0, 1, esto significa que existen tres orbítales, los que se conocen como px , p y, p z o como p1 , p2 , p3 c. Para l = 2 (d), m es -2, -1, 0, +1, +2, lo que significa que en el subnivel 2 existen cinco orbítales, los que se conocen como d1 , d2 , d3 , d4 , d5 4. Número cuántico de espín, s. Indica el sentido del “giro” (espín) del electrón con respecto a su eje imaginario. Puede tener 2 valores, +1/2 y -1/2, que indican un sentido igual o contrario al de las manecillas de un reloj. A pesar de estar prácticamente establecida la estructura atómica, algunos aspectos energéticos y electrónicos impedían comprender a cabalidad el comportamiento de los electrones en átomos multielectrónicos. La respuesta llegó mediante el principio de Aufbau o de construcción de Bohr, que se compone de los siguientes principios: Principio de mínima energía:“Los electrones se ubican primero en los orbítales de más baja energía, por lo tanto, los de mayor energía se ocuparán sólo cuando los primeros hayan agotado su capacidad”. Los niveles de energía más altos están muy cercas unos de otros y, cuando ocurren en átomos de elevado número atómico, estos niveles de energía están frecuentemente en posiciones relativas diferentes del orden listado. No obstante, este orden es una buena indicación de las energías relativas de orbítales electrónicos en muchos átomos en el estado fundamental. El orden de llenado de orbítales, comenzando con el orbital de menor energía, se puede escribir fácilmente con el uso de la guía que aparece en el siguiente esquema Según estos principios, en los subniveles existe un número específico de electrones: por ejemplo, en el subnivel s, donde hay un sólo orbital, existen 2 electrones como máximo, mientras que en el subnivel p, donde hay tres orbítales, existe un máximo de 6 electrones, dos de ellos en px , otros dos en p y los últimos dos en pz . En el subnivel d hay cinco orbítales con un total de 10 e-, y en el subnivel f hay siete orbítales con un total de 14 e-. Diagramas orbítales Principio de exclusión de Pauli: los orbítales son ocupados por dos electrones como máximo, siempre que presenten espines distintos. Por lo tanto, en un átomo no pueden existir dos electrones que tengan los mismos números cuánticos. Para el orbital que tiene más de un subnivel, por ejemplo p, se tiene: Valor de l (subnivel) 0 1 2 3 (ó (ó (ó (ó Número de orbítales Número máximo de electrones 1 3 5 7 2 6 10 14 s) p) d) f) Escribiendo las configuraciones Principio de máxima multiplicidad de Hund, que establece que los electrones que entran en un subnivel con más de un orbital (p, d o f), se distribuyen en los orbítales disponibles con sus espines en la misma dirección. Es decir, entran de a uno en cada orbital disponible y después se aparean. La manera corriente de escribir las configuraciones electrónicas de los átomos de los distintos elementos es “imaginarse un núcleo atómico de carga apropiada rodeado de orbítales atómicos vacíos”. Luego, pensar que “se van ubicando electrones en estos orbítales en el orden del aumento de energía de dichos orbítales”. En un átomo en su estado fundamental, los electrones se encontrarán en los niveles de más baja energía disponibles. Conviene, en este punto, llamar la atención con respecto a las frases: “orbítales vacíos” y “ubicar electrones en los orbítales”. El lenguaje usado no debe ser interpretado literalmente, y solamente es útil para describir cualitativamente una hipotética “construcción” de los átomos. Además de seguir el orden creciente de energía de los orbítales, se requiere respetar los principios de la mecánica cuántica ya enunciados ( Pauli y Hund). x Utilizaremos la simbología nl que combina n, l, m y el número de electrones x, podemos ahora escribir la configuración electrónica de los elementos. Así para : ↑ 1 o H 1H 1s 1s 2 He 3 Li 4 Be 5B 1s2 1s 2 2s1 o ↑↓ 1s ↑↓ ↑ Li 1s 2s ↑↓ ↑↓ Be 1s 2s ↑↓ ↑↓ ↑ o B 1s 2s 2p He o 1s2 2s 2 1s2 2s 2 2p1 o Ejercicios: Escribir la configuración electrónica para los elementos desde el carbono hasta el calcio. 6C 3. ¿Cuál es la principal diferencia entre el modelo atómico de Bohr y el modelo mecanocuántico? 7N 4. Establece los números cuánticos (n, l, m y s) para los electrones que a continuación se enumeran y que corresponden a la capa de valencia de diferentes átomos. 8O a. 3p3 , para los electrones de cada orbita 3 px1 , 3py1 , 3pz1 9F b. 2 s1 10 Ne 11 Na c. 4p 2 12 Mg d. 3d 5 13 Al 14 Si 5. Escribe los diagramas de orbital de los elementos cuyos números atómicos son los siguientes: 15 P a. 4 b. 6 c. 11 16 S 6. ¿Cuál es el número de electrones de valencia según la 17 Cl configuración electrónica 1s 2 2 s 22 p1 ? 18 Ar a. 2 b. 1 c. 3 d. 5 e. 4 19 K 20 Ca 1. ¿Cuántos orbítales tienen los siguientes subniveles? y ¿cuántos electrones como máximo puede alojar cada uno? a. Subnivel p . b. Subnivel d . 7. Si en el orbital 3s tenemos un electrón con los siguientes valores para los números cuánticos: n = 3; l = 0; m = 0; s = + 1/2 ¿Cuáles son los valores para el otro electrón de este orbital? c.Subnivel f A) B) C) D) E) 2. Completa las siguientes oraciones: a. El número cuántico ____________ se simboliza con la letra____________ y toma valores 0, 1, 2, 3... hasta (n - 1). b. El máximo de electrones para el orbital “s”son ____________ e–. c. A los subniveles 0 y 2 se les asignan las letras _____ y _____ n=3; l n=4;l n=3; l n=2; l n=3; l m=0;s=1 m = 1 ; s = -1/2 m = 0 ; s = -1/2 m = -1 ; s = -1/2 m = 2 ; s = -1/2 nota Existen algunas excepciones (por lo menos12) en el orden de llenado que hemos seguido. Las 2 primeras corresponden a los elementos cromo y cobre: 24 Cr 24 Cr d. El subnivel ____________ tiene tres orbítales . e. El número cuántico magnético toma los valores ____________ =0; =1; =0; =0; =0; y 29 Cu 29 Cu [ Ar ] 4s1 3d5 en lugar de [ Ar ] 4s2 3d 4 [ Ar] 4s1 3d10 [ Ar] 4s2 3d 9 en lugar de