UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS MONOGRAFIA TEMA: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA LEY PENITENCIARIA PRESENTADO POR: BACHILLER TANIA FÁTIMA PAOLA MOLINA SALINAS BACHILLER FLOR DE MARIA RIVERA RODRÍGUEZ BACHILLER HÉCTOR MANUEL PRUDENCIO FLORES PARA OPTAR AL GRADO ACADEMICO DE LICECIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS ASESOR: LIC. HERBERT WALTER AQUINO SILVA MAYO DEL 2007 SAN SALVADOR EL SALVADOR CENTROAMÉRICA 1 2 TABLA DE CONTENIDO CONTENIDO PAGINAS Introducción................................................................................................. A CAPITULO I Planteamiento del Problema…………………………………………………... 8 Enunciado del Problema……………………………………………………… 15 Justificación……………………………………………………………………... 16 Objetivos………………………………………………………………………….18 Específico y General. Antecedentes Históricos………………………………………………………. 19 CAPITULO II Análisis Doctrinario……………………………………………………………... 39 CAPITULO III Marco Jurídico Salvadoreño………………………………………………….. 86 CAPITULO IV Marco Jurídico Comparado …………………………………………………… 95 CAPITULO V Conclusiones y Recomendaciones............................................................. 108 - 109 BIBLIOGRAFÍA ANEXOS 3 RESUMEN El presente trabajo monográfico trata sobre la importancia de la aplicación que tiene los principios fundamentales de la ley penitenciaria en nuestro medio actual, y la ejecución que estos mismos tiene dentro del desarrollo de los centros penales pudiendo determinar si estos son en verdad aplicados a la hora de establecer una sanción para el reo. Como se puede hacer notar en el capitulo primero encontramos la parte general de la monografía donde incluye la introducción, un breve planteamiento del problema donde se trata de establecer la interrogante de si en verdad son aplicados los principios que establece nuestra legislación por los funcionarios a la hora de interponer sanciones, a si como los objetivos que como grupo los planteamos a la hora de realizar la investigación. Continuando con una breve reseña histórica de cómo se ha desarrollado el sistema penitenciario a lo largo de los tiempos la importancia que este ha venido teniendo, se tomaron en cuenta las diferentes Escuelas del Derecho en las cuales se determina a la aplicación del derecho, a si como diferentes conceptos que tratan de establecer el contenido de los principios fundamentales de la ley penitenciaria. El capitulo segundo en este se desarrolla una breve definición de lo que son los principios fundamentales de la ley penitenciaria entre los cuales podemos mencionar, el principio de legalidad, principio de asistencia letrada, principio de proporcionalidad, principio de humanidad, principio de resocialización, principio de igualdad, el principio de afectación minina, entre oros, a si como también se establece una comparación de la ley penitenciaria con la Constitución de la Republica ya que esta es la primera que establece Derechos, Garantías y Principios fundamentales que como personas contamos no importando que estés dentro de una prisión ya que como reo cuenta con garantías especiales que la ley regula para ellos, terminando con una critica que se hace a la aplicación que estos tiene ya que si comparamos lo que la ley establece con la realidad estos no se aplican ya que de una o de otra manera estos principios son violentados y no se aplican el nuestro medio. 4 El capitulo tercero, como el cuarto trata sobre la comparación de nuestra legislación con otras doctrinas extranjeras tratando de establecer una comparación que ambas tiene pudiendo determinar que desde cualquiera de ellas se busca la protección de los principios, claro que con variantes ya que algunas establecen garantías que nuestra legislación no regula. Terminado con el quinto capitulo en el cual encontramos recomendaciones las cuales buscan dar una idea de cómo mejorar la aplicación de los principios para que la vida del interno dentro del centro penitenciario sea como lo establece la ley. 5 INTRODUCCIÓN El Presente Trabajo Muestra un amplío panorama sobre los “Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria”, en donde se regula la Ejecución de la Pena y las Medidas de Seguridad resaltando dicho precepto que esas Penas y Medidas de Seguridad son previstas en el Código Penal, lo cual esta unido obviamente al Principio de Legalidad. Hoy en día se puede apreciar por medio de las noticias difundidas por los medios de comunicación social, el problema que afrontan los Centros Penitenciarios, en cuanto a su estructura que no cuenta con las instalaciones necesarias para suplir las necesidades de la población reclusa (como un Centro de Salud, por ejemplo) no se cuenta con verdaderos mecanismos para la rehabilitación de los reclusos tomando en cuenta la forma inequívoca de utilización de la Ley Penitenciaria o la incapacidad de la misma. Ante está situación de evidente descontrol de los Centros Penitenciarios creemos necesario emprender una investigación empírica basándonos en Doctrina, Jurisprudencia, Base Legal y sobre todo basándonos en circunstancias y hechos de nuestra realidad Salvadoreña. Bajo esa óptica, se ha tenido como resultado una investigación satisfactoria, que nos ha permitido elaborar una monografía, que comprende lo dicho anteriormente y otros aspectos. Primeramente nos referiremos al Planteamiento y ubicación sistemática de “Los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria” aprovechando en el para fijar los limites del estudio, dicha investigación tendrá como Objetivos primordiales Identificar los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria, Dar a conocer la importancia de los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria. Determinar el objetivo de la aplicación de los principios fundamentales de la Ley Penitenciaria, Establecer la finalidad de los principios fundamentales de la Ley Penitenciaria; en el trabajo encontraremos una reseña Histórica de dichos Principios desligándose 6 en puntos relevantes que permitan apreciar la génesis del surgimiento del Estado de Derecho y del nacimiento de la Escuela Clásica que dio un aporte relevante para el Derecho Penal y para el Derecho Penitenciario en base al surgimiento de los principios rectores. Haremos un breve análisis de la doctrina, en el cual encontraremos plasmado definiciones doctrinarias que permiten una mejor comprensión sobre lo que es un “Principio”, los cuales nos ayudan a la comprensión mas didáctica de nuestra investigación además es la base primordial de toda Ley, haciendo referencia a la Constitución de El Salvador que es la norma suprema y que dentro de ella se consagran Principios y Valores Fundamentales para la Protección de Bienes Jurídicos que todo Ser Humano tiene por el simple hecho de ser un ente garante de Derechos y tomando en cuenta que la Constitución es la fuente principal del Derecho y es la fuente formal del ordenamiento Jurídico Salvadoreño, y del cual se puede decir que dentro de él se encuentra la Jerarquización del Sistema Jurídico Salvadoreño, representada por medio de la Pirámide de Kelsen en la que establece que el Derecho Positivo se encuentran enlazadas entre si (coordinación) porque cada Norma Jurídica es creada de acuerdo con las Prescripciones de otra (subordinación). Así mismo se presentan las Fases del Poder Penal: Fase Abstracta, Fase Concreta y Fase Ejecutiva en las cuales ejercitan su Función limitadora por medio de Principios Fundamentales. También se ha elaborado conforme al Derecho Comparado, una simple investigación en la que se puede establecer Legislaciones Vigentes de diversos Países a Fin de encontrar Soluciones que ofrecen los diversos ordenamientos Jurídicos para los mismos Problemas Planteados y que ayudan a un mejor análisis y comprensión a los problemas que atañen en nuestro medio y en síntesis a nuestro Centros Penitenciarios en la fase de ejecución de la pena. Resta mencionar que es importante el hecho, que el trabajo trajo consigo la necesidad de buscar Soluciones y Adecuarlas a la realidad Salvadoreña en preferencia a los Centros Penitenciarios, es por ello que dentro de esta monografía se presentan Recomendaciones que han sido elaboradas en base a un análisis profundo del problema que afrontan los Centros Penitenciarios. 7 CAPITULO I “No puede juzgarse a una nación por la manera en que trata a sus ciudadanos más ilustres, sino por el trato dispensado a los más marginados: a sus presos”. Nelson Mandela PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El Tema de nuestra investigación son los “Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria”. Al enunciarlo surge como obligada dilucidación, hacer referencia al los vocablos o términos que lo componen. Es importante hacer notar, que otras legislaciones, a estos principios que legislación salvadoreña concentra en los artículos comprendidos del 4 al 9 de la Ley penitenciaria; reciben diversas designaciones. Por ejemplo: Principios Básicos de la Ejecución (Argentina)1Principios Rectores (Colombia)2Principios y Garantías (Bolivia)3 o como Normas Rectoras4; en la legislación ejecutiva, minoril salvadoreña. Es común a cada una de las denominaciones los términos “principio” y “Rector”. El Mismo Manuel Ossorio5 en su proverbial Diccionario define la locución citada como “Comienzo de un ser, de la vida. | Fundamento de algo. | Máxima, aforismo “. Históricamente el Derecho Penal y luego el Derecho Penitenciario, en tanto que formas jurídicas del poder punitivo del Estado, ha sido visto desde la 6Ilustración como puro poder material, represivo, e insaciable, frente al cual la tarea política y 1 Ley 24.660 de Ejecución de Pena Privativa de la Libertad. Artículos 11 y 12. Código Penitenciario y Carcelario. Titulo I. Artículos 2 y 3. 3 Ley de Ejecución Penal y Supervisión. Capitulo I, artículos 2, 5, 6 y 7. 4 Denominación, utiliza por la “Ley de Vigilancia y Control de Ejecución de Medidas al Menor Sometido a la Ley Penal Juvenil, en el artículo 2. 5 Ossorio Manuel: Diccionario de Ciencias Políticas, Jurídicas y Sociales. 1° edición electrónica. 2004 6 Es la ideología y la cultura elaborada por la burguesía europea en su lucha con el absolutismo y la nobleza. También puede ser definida como la culminación del racionalismo renacentista. Se trata de un fenómeno iniciado en Francia, que se va extendiendo por toda Europa a lo largo del siglo XVII. La Ilustración es la postura crítica que adopta la burguesía frente al orden establecido. Las características de la Ilustración son las siguientes: Racionalismo, Búsqueda de la felicidad, Creencia en la bondad natural del hombre, el optimismo, el Laicismo. 2 8 jurídica más noble era ponerle límites, es decir, construir y desarrollar principios o postulados capaces de limitar el qué y el cómo castigar para garantizar así los derechos individuales. Para los fines de esta investigación, es en el segundo de los momentos (cómo sancionar) en el cual ubicamos al derecho penitenciario. Entendido este como el conjunto de normas jurídicas, de derecho público, encargadas de regular la ejecución de las penas, medidas de seguridad y los derechos de las personas sometidas a detención provisional. 7 Por Todo ello, los principios rectores del sistema penal no deben considerarse como meros “limites” del ius puniendi,8 sino como principios constituyentes del derecho de castigar y de ejecutar lo sancionado. Hoy en día, el derecho penitenciario no puede seguir siendo considerado sino como Derecho Penitenciario Constitucional. La finalidad del presente trabajo será proponer una sistematización didáctica y comprensiva de los Principios Rectores de la Ejecución Penal. Se busca proporcionar una visión general de los principales problemas que hoy afectan a la ejecución penitenciaria, en El Salvador9 y su comparación con los principios teóricos que la informan. No ignoramos que, como grandes principios, nunca han alcanzado su plena aplicación efectiva. Pero una cosa es el incumplimiento – intencionado o negligente- de los objetivos proclamados teóricamente y otra muy distinta es la adopción de medidas legislativas certeramente dirigidas a renunciar a esos objetivos o a hacerlos imposibles. A juicio de los investigadores, las recientes 7 Idea que se complementa con , lo expresado en el artículo 1 Ley Penitenciaria: “ La presente Ley regula la ejecución de las penas y de las medidas de seguridad previstas en el Código Penal y las penas contempladas en las demás leyes especiales, así mismo la aplicación de la detención provisional.” 8 Expresión latina utilizada para referirse a la facultad sancionadora del Estado. Se traduce literalmente como derecho a penar o derecho a sancionar. La expresión se utiliza siempre en referencia al Estado frente a los ciudadanos. Por ello, si bien puede ocurrir que otros organismos o instituciones, o en otras situaciones, estén legitimados para castigar o sancionar (empleador y empleado, o padre e hijo), el ius puniendi no es aplicable a estas relaciones. 9 a. Hacinamiento y sobrepoblación. b. Ausencia de tratamiento penitenciario. c. Padecimiento de condiciones inadecuadas para la visita y abusos en los registros. d. Traslados arbitrarios. e. Atención inadecuada a personas con padecimientos mentales. f. Aplicación de un concepto inhumano de privación de libertad en el Centro de Seguridad de Zacatecoluca. g. Omisión de prevenir crisis inminentes, que desenlazan en cruentas reyertas. ( Informe de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos año 2005, pagina 24) 9 tendencias legislativas10 como por ejemplo las relativas régimen de visitas a los centros penitenciarios, concernientes a los requisitos para el ingreso, incorporados en el Art. 14-a. y siguientes11 , demuestran que estamos ante lo segundo. Lo cual demostramos con las siguientes explicaciones. Inicialmente conviene recordar porque es algo ampliamente asumido, que no existe buen sistema de ejecución penal sin buen sistema de penas. Cualquier buena intención o propuesta de mejora del entorno penitenciario tiene los días contados si el sistema penal en su conjunto sigue optando por la cárcel como la principal respuesta frente al delito o si se deja dominar por la siempre irracional reivindicación de la 12 retribución y el castigo. En segundo lugar, pretendemos demostrar, que estamos ante síntomas preocupantes de retroceso si comparamos las actuales políticas penales13 con las declaraciones de principios penitenciarios basadas en la humanidad e igualdad de la ejecución y la orientación a la reinserción14. La materia penal y penitenciaria es especialmente rica en principios informadores derivados de las grandes declaraciones de derechos humanos y no puede ser de otra forma si se tiene en cuenta que las penas y especialmente, la pena de prisión, son las intervenciones estatales más duras sobre los derechos fundamentales. Por eso sus límites deben ser especialmente rigurosos y se establecen en textos tanto nacionales como internacionales, que tienen su referente último en el respeto a la dignidad humana. Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), hasta el Pacto de Derechos Civiles y Políticos de New York (1966), pasando por la Reglas Mínimas para el tratamiento de los reclusos (Consejo de Naciones Unidas, 1957 y posteriormente Reglas de Tokio, 1990) y la Convención 10 D.L. Nº 54, del 27 de julio de 2006, publicado en el D.O. Nº 151, Tomo 372, del 17 de agosto de 2006. 11 Ya se notaba esa tendencia en el legislador salvadoreño, desde las reformas incorporadas en julio de 2001, cuando ingresaron nuevas disposiciones legales como el Artículo 92-A Pn.”Excepciones a las formas Sustitutivas” y el controversial Artículo 103 L.P “Régimen de Internamiento Especial” que dio pauta al funcionamiento del centro penal de Zacatecoluca, conocido en la jerga carcelario como “Zacatraz” 12 Finalidad de la pena, que trata de corresponder con el mal señalado en la ley (la pena) al causado por el delincuente (delito). Expiación. Remuneración. 13 Otro ejemplo es la ley Contra el Crimen Organizado y Delitos de Realización Compleja” decreto 190, del 20 de diciembre de 2006. 14 Artículos 2 y 5 de la Ley Penitenciaria. 10 Interamericana de Derechos Humanos (1969), son abundantes las declaraciones y recomendaciones de protección de derechos en materia penal y penitenciaria. Su seguimiento es discutible y su eficacia relativa, comenzando por la distinta influencia en los derechos internos. Pero son principios formalmente vigentes que no pueden darse por superados con el argumento de las constantes crisis a que están sometidos. Existen en el sistema penitenciario salvadoreño algunos principios, que se encuentran especialmente amenazados por razones que parecen escapar a la mera coyuntura y que se asientan en características estructurales. Por ejemplo el principio de legalidad, humanidad de las penas, y el principio de resocialización, que, además, tienen reconocimiento constitucional en el caso salvadoreño. Si damos un vistazo, a la vigencia del principio de humanidad de las penas, en El Salvador; diríamos lo siguiente. Esta norma Rectora, no sólo se asienta en la prohibición internacional de tratos inhumanos y degradantes, sino que tiene expresa declaración en el artículo 27 inciso 2°15 de la Constitución salvadoreña, que repite dicha prohibición. Es un principio que va más allá de la exigencia de unas condiciones penitenciarias respetuosas con la dignidad humana y afecta a una de las características preocupantes de los actuales sistemas penales, la larga duración de las penas. La excesiva duración de las penas de prisión, no sólo contradice el objetivo resocializador, sino que ha sido claramente definida como uno de los factores que determinan la consideración de una pena como inhumana o degradante. Así lo ha dicho el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en resoluciones afectantes a distintos países europeos: Sentencias de 7 de julio de 1989, Soering contra Reino Unido; 20 de marzo de 1991, Cruz Varas y otros contra Suecia; 25 de marzo de 1993, Costello-Roberts contra Reino Unido. El Tribunal Constitucional español también ha considerado que la larga duración, junto a otros factores, puede incidir en la consideración de la pena como inhumana o degradante (SSTC 30 marzo 2000, 12 junio 2000). Y en similares términos la 15 “Se prohíbe la prisión por deudas, las penas perpetuas, las infamantes, las proscriptivas y toda especie de tormento.” 11 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, se refirió ha dicha situación, en la sentencia de Inconstitucionalidad número:15-96 del 14-II-97, Considerando IX. La literatura criminológica viene describiendo, desde hace tiempo, el efecto deteriorante y criminógeno16 de la prisión. En efecto, hoy se conoce con mayor rigor científico cuáles son los efectos que produce la prisión en quienes la padecen, por lo cual, a partir de estos conocimientos, se puede diseñar una política penitenciaria más realista que no fomente pretensiones inalcanzables que finalizan por ser estrategias de legitimación de la situación actual. Así se ha dicho, con razón, que el: “Tiempo penitenciario no sólo es una fase de padecimiento en la vida del recluso, sino que constituye un momento decisivo en su biografía. En la prisión el interno aprende unos comportamientos sociales propios que favorecen positivamente su estigmatización e incorporación de forma estable a los grupos sociales de marginación. Fenómeno definido por Lemert como desviación secundaria, que tiene su origen en la comisión del delito. La prisión tiene por esto una destacada misión criminógena al dar estabilidad a la autoconciencia de marginación, y en este sentido es esencialmente antipedagógica17” Las innegables tensiones que provoca esta coexistencia de formas discursivas tan distintas y, en algún caso, casi antagónicas, no sólo conspira contra el logro de cualquier objetivo vinculado con conseguir un trato humano en prisión sino que, sobre todo a partir de la colisión entre el segundo y el tercer nivel discursivo (esto es: administración penitenciaria e internos), puede conducir derechamente a que la cárcel termine siendo “un espacio sin ley”. Dado que el espacio carcelario es un 16 Factor o escenario que causa o conduce al delito. 17 Mapelli Caffarena, Borja y Terradillos Basoco, Juan, Las consecuencias jurídicas del delito, 3a. ed., Madrid, Civitas, 1996, pp. 121 y 122. La referencia a Lemert se explica por cuanto este autor se refirió a la desviación primaria “como aquellos actos que el sujeto realiza debido a múltiples factores sociales, psicológicos, biológicos, etc..”; distinguiéndola de la desviación secundaria “en la cual el sujeto ya no actúa movido por esos factores iniciales, sino guiado por una nueva situación, una nueva identidad, creada, por la actuación de los órganos de control, como una forma de responder a los problemas originados por esta reacción social. 12 espacio oculto al resto de la sociedad. La propia naturaleza de la institución penitenciaria oculta las prácticas que se desarrollan en su interior. La convivencia permanente entre guardados y guardianes, junto con las facultades legales o de facto reconocidas a éstos últimos para controlar a los primeros algunas veces convierte a la ilegalidad en una posibilidad siempre presente. La única forma, según la opinión de algunos autores18, de aspirar a un efectivo respeto al trato humano en prisión, será la de construir un “espacio de garantías”, cuyos marcos centrales estén dados por la legalidad ejecutiva y el control jurisdiccional permanente. Para que el ámbito de la discrecionalidad administrativa no termine por aplastar a quienes se encuentran en prisión es necesario fortalecer una arquitectura jurídica que levante sus cimientos sobre estos dos pilares. Lo dicho hasta aquí no significa, ciertamente, proclamar la inexistencia, en nuestro medio, de tales garantías o principios. Sin embargo, nuestro cometido aquí será otro: el de buscar medios para fortalecerlas. Estos mecanismos, en algún caso, se orientarán a subsanar ciertas deficiencias legislativas, proponiendo enmiendas tendentes a mejorar instituciones vigentes o, en otro, a llamar la atención sobre la necesidad de cambios de actitud respecto de los operadores que deben llevar adelante el control de la administración: perfeccionar la legalidad ejecutiva y el control jurisdiccional como medio de construir un espacio de garantías que aseguren el trato humano en prisión. Como ya lo afirmamos estamos, enfrentando nuevas manera de vulneración de los principios rectores de la ejecución de la pena en la sociedad actual: la masificación, la diversidad, las largas condenas, la presión mediática, la seguridad. Son, todos ellos, producto de condicionantes sociales actuales que han 18 José Daniel Cesano, en “Legalidad y Control Jurisdiccional. Construcción de Garantías para lograr un “trato humano” en Prisión. Reflexiones a partir de la Realidad Carcelaria Argentina. Boletín Mexicano de Derecho Comparado. Número 50, UNAM, 2007. p. 2. De igual forma Bobino, Alberto, “Control judicial de la privación de libertad y derechos humanos”, en varios autores, ¿Más derecho?, Buenos Aires, Fabián Di Plácido Editor, año 1, 2000, p. 226. 13 puesto en tensión los grandes principios que, teóricamente, se habían asumido para la ejecución penitenciaria. Pocos análisis dejan de reconocer la actual crisis del derecho como instancia formalizada de establecimiento de garantías iguales para todos19. La idea de emergencia o de sociedad en peligro frente a los enemigos que la asedian, se asocia con el discurso que contrapone la eficacia inmediata a las garantías. No se renuncia formalmente a los principios, pero se establecen continuamente excepciones coyunturales basadas en la idea de peligrosidad y emergencia aplicada a determinados grupos de sujetos que resultan excluidos de un sistema que, a fuerza de excepciones, deja de ser un sistema garantizador. El sistema se mantiene formalmente pero, no para terroristas, no para inmigrantes, no para reincidentes, no para mareros, etc. Y uno de los nudos de la idea de emergencia, en palabras de Neuman, es la exaltación de la cárcel en su expresión aflictiva e intimidatoria. Esta tendencia, como es de esperar, posee sus detractores, como partidarios. Para algunos, vulnera la concepción garantista de los derechos individuales y colectivos fundamentales, propio del Estado social y democrático de derecho consagrado en la Constitución, que inspira una política criminal sustentada en un derecho penal cuyas funciones son la protección de bienes jurídicos mediante la prevención limitada y la motivación de los ciudadanos para que se abstengan de incurrir en aquellos comportamientos que importen una grave perturbación para la convivencia en sociedad. En términos distintos, el Magistrado Ulises del Dios 19 “Hemos sostenido en otra oportunidad que en nuestros días, frente a la sensación social de e inseguridad derivada de la delincuencia violenta , que se manifiesta con particular intensidad en los grandes conglomerados urbanos, algunos sectores pregonan una huida hacia el derecho penal caracterizada por el endurecimiento de la respuesta punitiva estatal, que en definitiva se traduce en la utilización del sistema penitenciario para solucionar los problemas sociales relacionados con la pobreza y el desempleo” Lascano, Carlos Julio, en el prologo al libro “Estudios de Derecho Penitenciario”, de José Daniel Cesano. EDIAR, Buenos Aires, 2003.Página: 1. Con esa misma orientación, Iñaki Rivera Beiras, Radiografía del Reformismo Penitenciario en España, en el libro “La Cuestión Carcelaria “historia, epistemología, Derecho Penitenciario y política criminal. Editores del Puerto, Corrientes, 2006. Páginas 727-751. También Aquino Silva, Herbert Walter, ¿El interno objeto de la pena o sujeto de derecho? artículo publicado en la revista “Quehacer Judicial”, enero-febrero 2007 Nº 53, Dirección de Comunicaciones, Corte Suprema de Justicia, San Salvador. Página 26. 14 Guzmán Canjura, presidente de la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia; afirma: “El Código Penal actual, implícitamente pretendió evitar que la jurisdicción penal fuese instrumentalizada por el poder político, por lo que adoptó una concepción garantista, motivado por la vivencia en el régimen político autoritario que finalizaba. Lo que pretendió ser un garantismo a favor de los perseguidos políticos, se deformó en un garantismo pro-delincuente, que no solamente impregnó al Código Penal sino también y principalmente al proceso penal y la ejecución de la pena”20 Así las cosas, ¿es un anacronismo reivindicar el modelo resocializador?, ¿estamos en condiciones de presentar un nuevo modelo? Al realizar nuestra investigación, podemos calibrar los efectos positivos o negativos, que la realidad penitenciaria aplicación de salvadoreña ha experimentado en casi un década, de la Ley Penitenciaria.21 Por lo que consideramos, como estudiantes de ciencias jurídicas, importante la valoración crítica, de la vigencia o incoherencia de los principios fundamentales, que la Ley penitenciaria ordena deben impregnar la vida en los Centros Penales del País. ENUNCIADO DEL PROBLEMA ¿De que manera son Violentados los Principios Fundamentales que rigen la Ley Penitenciaria, en los Centros Penitenciarios de Nuestro País y como se puede Potenciar su Cumplimiento? 20 Comentarios a la “Ley Contra el crimen Organizado” artículo publicado en la revista “Quehacer Judicial”, enero-febrero 2007 Nº 53, Dirección de Comunicaciones, Corte Suprema de Justicia, San Salvador. Página 3. 21 La ley penitenciaria fue aprobada el 24 de baril de 1997 y fue puesta en vigencia el 20 de abril de 1998. 15 JUSTIFICACIÓN La Convención Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)22 en su Art. 5.6 dispone que: “Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados” El artículo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)23 destaca que: “El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados” Por su parte la Constitución salvadoreña en el artículo 27 inciso 3°, expresa:” El Estado organizará los centros penitenciarios con objeto de corregir a los delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando su readaptación y la prevención de los delitos.” Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos24 (RMTR) determinan como fines de la ejecución penal la readaptación y a la rehabilitación. En general, podemos resumir las finalidades normativas de la ejecución penal del ordenamiento jurídico salvadoreño son las siguientes: a) Reforma, rehabilitación, reincorporación y readaptación social de los reclusos25; b) Prevención del delito ; y, c) Formar hábitos de trabajo26 22 Ratificada por El Salvador, según D.L numero 5 del 15 de junio de 1978. 23 Ratificado por El Salvador según D.L número 27 del 23 de noviembre de 1979. 24 Adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII) de 13 de mayo de 1977. 25 Para Marcos Salt (Los derechos fundamentales de los reclusos) “es necesario advertir que los términos resocializar, reinsertar, readaptar, rehabilitar y reeducar, aunque en muchas ocasiones son utilizados indistintamente, no son conceptos sinónimos sino que, antes bien, pueden diferenciarse conceptualmente”. Confrontar. Mapelli Caffarena ,Borja: Pena Privativa de Libertad, páginas . 439 y siguientes. 26 Del mismo modo en el derecho comparado encontramos normas de similar contenido, como las siguientes: 16 Sin embargo, es un sentir común y comprobado por de muchos, que en la práctica se observa que esos postulados no trascienden de los cuerpos legales que los contemplan. Las causas pueden ser muchas: falta de decisión política estatal y partidista27, escasez de recursos humanos y económicos, desinterés ciudadano (o aprobación tácita) del estado del sistema carcelario y del irrespeto a los derechos humanos del recluso, entre otras; pero la percepción de los involucrados en el sistema carcelario es la misma, ninguna de las finalidades normativas de la ejecución penal son alcanzadas por el sistema penitenciario salvadoreño. La fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico Social (FUSADES) en el boletín, de estudios legales del mes de julio de 2005, en relación a la problemática penitenciaria afirma: “En El Salvador hay aproximadamente 13,000 reclusos (176 por cada 1000 habitantes), un índice por encima de la capacidad oficial (167 por 1000 habitantes). El sistema debe evolucionar y modernizarse tanto para utilizar los espacios carcelarios eficientemente como para ampliar su infraestructura”. En consecuencia, conforme a lo planteado, hablar de la cárcel es hablar de una contradicción y de los retos para afrontarla. Por una parte, se desconfía de su eficacia, pero por otra, no se ha sabido superar la privación de libertad como principal repuesta frente al delito y sus especiales características en la sociedad postindustrial. Ni consiguen evitarse las condiciones que generan la delincuencia, ni la cárcel deja de ser una respuesta que mira al pasado, retribuyendo el delito, con escasas posibilidades de incidir en el futuro, si por futuro entendemos como evitar la criminalidad. Y ello porque es muy difícil educar para la libertad desde la privación de libertad. - La Ley Penitenciaria Italiana del 26 de julio de 1975 en su art. 1 dice “en relación con los condenados y presos debe aplicarse un tratamiento reeducativo que, especialmente por contactos en el exterior, se dirija a su reinserción social.” - La Ley Penitenciaria Alemana del 1 de enero de 1976 considera como meta de la ejecución de las penas y medidas privativas de libertad capacitar al recluso “para llevar en el futuro en responsabilidad social una vida sin delitos”. - La Ley de Ejecución Penal Brasilera (7.210/84) dispone que “la ejecución penal tiene por objetivo efectivizar las disposiciones de la sentencia o decisión criminal y proporcionar condiciones para la harmónica integración social del condenado y del interno”. 27 Ni siquiera los procesados (que tienen derecho a votar) –y por ende sus familias- son vistos como un electorado a convencer por parte de los políticos. 17 Por tanto, mientras no aparezca algo mejor, no puede sustituirse la cárcel como pena, como lo expresó luminosamente Hans Schultz28 : “La pena no es un problema metafísico ni una realización moral sino una amarga necesidad en una comunidad de seres imperfectos como son los seres humanos”. Parece entonces imperioso volver a considerar, que la meta a alcanzar, mientras exista la cárcel, que parece ser estará con nosotros durante mucho tiempo, debe seguir siendo la concepción, de que ésta debe ser un espacio para la resocialización y no una “bodega humana”. Sólo bajo esta premisa se justifica la vigencia e imperio del los principios fundamentales, que rigen la ejecución del la pena en El Salvador, como herramientas que limitan el poder punitivo del Estado en la fase ejecutiva del ejercicio del poder penal. Ello significa que los principios, funcionan como reguladores de las restricciones de los derechos fundamentales, de ahí que respecto de estos principios el interno mantiene la misma condición que cualquier ciudadano. En consecuencia el recluso esta privado de su libertad no de su dignidad. OBJETIVOS OBJETIVOS GENERALES: • Identificar los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria • Dar a conocer la importancia de los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria. OBJETIVOS ESPECIFICOS: • Determinar el objetivo de la aplicación de los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria. • Establecer la finalidad de los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria. 28 Citado por Claus Roxin, “Culpabilidad y Prevención “, editorial Reus S.A. Madrid, 1998, página 98. 18 ANTECEDENTES HISTORICOS DE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA LEY PENITENCIARIA. La adopción de los principios limitadores del poder penal y en consecuencia de la ejecución de la pena, tienen un fuerte contenido político, como formas de reacción ante un modelo de dominación en cuanto al ejercicio del poder; en atención a esa realidad histórica, es necesario el análisis de la concepción de “Estado de Derecho” como condición básica para la existencia y aplicación de los Principios Rectores. En segundo lugar, es necesario que se estudien los orígenes de los Principios Fundamentales, desde el aparecimiento de la denominada Escuela Clásica.29, entendida como la cconcepción teórica del Derecho Penal, penitenciario y criminológica, cuyo florecimiento data del siglo XIX, siendo su antecesor prominente el Marqués de Beccaria, con su famoso Tratado de los delitos y de las penas. Romagnosi, Carmignani, Carrara, Rossi, Le Sellyre, Bentham, Feuerbach, Binding, Oribe y Pacheco son algunos de los grandes autores que la integran. 1.1 EN RELACIÓN AL SURGIMIENTO DEL ESTADO DE DERECHO. Concepto: La expresión “Estado de Derecho” es empleada fundamentalmente en dos sentidos básicos. 1) Sentido lógico - formal: En esta acepción, el Estado de Derecho es el estado funcionalizado a través del derecho (o régimen jurídico). Esta es la opinión de Kelsen. 2) Sentido Histórico - Político ó Político – Valorativo: En esta segunda acepción la empleada por antonomasia podemos decir a modo de punto de partida, que Estado de Derecho es aquel estado en el que tienen vigencia los derechos fundamentales de la persona humana. Como es evidente, esto 29 Agrupa a los pensadores y tratadistas del Derecho Penal que, fundándose en el libre albedrío humano y en la eficacia de la pena como ejemplaridad general e individual de escarmiento, asientan las bases de la ciencia jurídica criminal sobre principios de estricto dogmatismo jurídico, liberalidad en el proceso y trato humanitario de los procesados, con eliminación de torturas y otros sistemas crueles de inquisición o castigo que sufrían los privados de libertad. 19 significa que todo individuo tiene un vasto ámbito de libertad, que no puede ser válidamente quebrantados por los gobernantes. Ahora bien, si deseamos precisar el concepto, debemos tener en cuenta que por más elevada que sea la cultura política y la educación de un pueblo, se producirán violaciones de tales derechos, razón por la cual, no puede confiarse sólo en la virtud de los gobernantes y en sus sentido del deber para respetarlos; de ahí que sea necesaria una determinada estructura institucional que lo asegure, como lo prueban los estados constitucionales. Pasando ahora a considerar los distintos medios técnico – jurídicos, es decir, las distintas instituciones que configuran el Estado de Derecho, deben citarse las siguientes: a) En primer término, es común que se dicten constituciones legisladas y codificadas, para que se sepa con exactitud cuáles son esos derechos fundamentales y que alcancen tienen. b) Separación del poder constituyente y los poderes constituidos. Esta separación, que es en realidad una doble manifestación de la soberanía del pueblo, tiende a una más eficaz defensa de los derechos fundamentales de la persona mediante la mayor estabilidad que adquieren así las normas constitucionales. En efecto solo el poder constituyente, es decir, el pueblo en ejercicio de tal poder, puede dictar y reformar la constitución; en cambio, las atribuciones de los poderes constituidos, están limitadas por la misma constitución. c) Separación de los Poderes Constituidos: Es necesario destacar que dentro del mecanismo institucional de la separación de los poderes, deberá existir una independencia y separación entre el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. d) Otras instituciones complementarias, el de Habeas Corpus, la acción de amparo, la inconstitucionalidad de las leyes. etc., que tienden a permitir la 20 realización práctica de tales derechos, o bien su inmediata reparación en caso de ser violados. Como es obvio, los enumerados son medios de técnica constitucional relevantes por cierto, que tienden a asegurar el rasgo esencial y definitorio del Estado del Derecho, es decir, el goce real y efectivo de los derechos fundamentales del hombre. 1.2 ESCUELA CLÁSICA. Nació como reacción contra la arbitrariedad de la justicia penal y al amparo de las ideas de la Revolución francesa, defendiendo el principio de que no puede haber delito ni sanción sin ley previa que así lo disponga, siendo éste su aporte principal a la teoría jurídica. Una de las interrogantes más importantes que se formulo la esta escuela era el fundamento del castigo estatal expresado por medio del de la pena de prisión. Ante la interrogante ¿Cuál es la finalidad de la sanción y para que sirve? Esta corriente de pensamiento propuso las siguientes explicaciones, denominadas bajo la terminología de teorías de las penas. 1.3 TEORÍAS DE LA PENAS. El principal medio de que dispone el Estado como reacción frente al delito es la pena en el sentido de "restricción de derechos del responsable". El orden jurídico prevé además las denominadas "medidas de seguridad" destinadas a paliar situaciones respecto de las cuales el uso de las penas no resulta plausible. De manera que el sistema de reacciones penales se integra con dos clases de instrumentos; penas y medidas de seguridad. Desde la antigüedad se discuten acerca del fin de la pena fundamentalmente tres concepciones que en sus más variadas combinaciones continúan hoy caracterizando la discusión, así, para explicar estos remedios incluidos en la legislación penal se ofrecen estas diversas teorías que parten de puntos de vista retributivos o preventivos, puros o mixtos que se encargan de fundamentar de diverso modo y de explicar los presupuestos que condicionan el ejercicio del "ius puniendi" y la finalidad perseguida por el Estado con la incriminación penal. 21 A) TEORÍAS ABSOLUTAS DE LA PENA: Son aquellas que sostienen que la pena halla su justificación en sí misma, sin que pueda ser considerada como un medio para fines ulteriores. "Absoluta" porque en ésta teoría el sentido de la pena es independiente de su efecto social, se "suelta" de él. El primer punto de vista es: 1. La Teoría de la Justa Retribución: Desarrollada por Kant, para quien al pena "debe ser" aun cuando el estado y la sociedad ya no existan, y Hegel cuya fundamentación de la pena pública, fue la base que permitió la sistematización de la teoría del delito, (elaborada a partir de la teoría de las normas de Binding) concibe al delito como al negación del derecho, y a la pena, como al negación de la negación, como anulación del delito, como reestablecimiento del derecho, entiende que al superación del delito es el castigo. En coincidencia con Kant, tampoco Hegel reconoce finalidades de prevención, como el mejoramiento y la intimidación, como fines de la pena. Esta construcción gravitó decisivamente en relación a la ulterior evolución del Derecho penal y, debido a que no existen aun alternativas consolidadas, actualmente conservan relativa vigencia. En al jurisprudencia la teoría de la retribución ha tenido un importante papel hasta hace poco tiempo. Esta concepción recibe su característica de "absoluta" debido a que ve el sentido de la pena no en la prosecución de alguna finalidad social útil, sino que sostiene que dicho sentido radica en que la culpabilidad del autor sea compensada mediante la imposición de un mal penal, o sea que agota todo el fin de la pena en la retribución misma, explicada por Kant como un imperativo categórico emergente de la idea de justicia y fundamentada dialécticamente por Hegel como la negación de la negación del Derecho. Así, niega una concepción del castigo que se fundamente en razones de utilidad social que ilícitamente convierta al hombre en un "medio" instrumental en beneficio de la sociedad ya que tanto para Binding como para todos los defensores de la teoría de la retribución, 22 las concepciones preventivas resultan incompatibles con la dignidad humana porque sólo cabe motivar con el castigo a los animales, respecto de los seres humanos la única motivación admisible es la que surge de la propia norma, concebida como una orden –no matarás- que precede a la descripción legal –al que matare a otro...se le impondrá una pena de..., cuya existencia es independiente de la sanción. El mal de la pena esta justificado por el mal del delito, es concebida como un mal que debe sufrir el delincuente para compensar el mal causado con su comportamiento, pensamiento que reconoce como antecedente la Ley del Talión. Ella niega o aniquila al delito, restableciendo el derecho lesionado, ha de imponerse por el delito aunque resulte innecesaria para el bien de la sociedad, aunque no se logre un efecto intimidatorio ni exista riesgo alguno de reincidencia debe igualmente aplicarse. Esto no significa que las teorías retribucionistas no asignen función alguna a la pena: por una u otra vía le atribuyen la función de realización de justicia. La opinión más generalizada afirma que la pena presupone la reprochabilidad del comportamiento sometido a ella y expresa esa reprochabilidad. Es concebida por ésta teoría como reacción por lo sucedido y desvinculada del porvenir ya que su fin es reparar el delito y no evitar delitos futuros. Esto explica la sólida interconexión establecida entre las teorías del delito y la pena: a) El fin de la pena es restablecer el orden alterado por el delito. b) El delito, condición de la pena, exige la realización de un comportamiento contrario a la norma, más, la existencia de culpabilidad en el autor del mismo. c) El sistema se basa en el libre albedrío siendo culpable aquél sujeto que pudiendo motivarse en el respeto de la norma optó por la opción contraria y delinquió. 23 El haberse mantenido al margen de las exigencias que le plantaba el orden jurídico, no obstante haber podido ajustarse a ellas (el haber podido obrar de otro modo) es el criterio generalmente aceptado sobre el cual se fundamenta el juicio de culpabilidad. d) La medida de la pena depende de la gravedad del hecho realizado y el grado de culpabilidad del autor, estableciéndose así un criterio de proporcionalidad entre el delito y la pena. Algunas Objeciones a las Teorías Retributivas: Las críticas formuladas a esta teoría explican su progresiva decadencia que se pone de manifiesto en virtud de que la misma ha sido abandonada por la doctrina penal contemporánea al menos en su perfil ortodoxo de concepción absoluta. Muchas de las deficiencias de esta teoría se fundamenta, en relación al "ius puniendi", donde también se conecta con la idea de los Principios Fundamentales, reacuérdese que también son denominados como limites al “ius puniendi” 30 - Fundamenta el "para que" del castigo pero no explica ¿cuándo? el Estado debe hacerlo. - No fija un límite en cuanto al contenido de la potestad penal estatal. - Presupone la necesidad de la pena que debería en realidad justificar; llevada al extremo concluiría en que debe castigarse al delincuente aunque ello no resulte necesario en el caso concreto. - Presupone el libre albedrío o libertad de voluntad respecto de lo cual se sostiene que es irracional fundamentar el derecho del Estado a imponer penas en la existencia de una culpabilidad basada en él debido a que la libertad de voluntad del autor no es empíricamente demostrable. -La retribución como pago del mal con el mal. La racionalización de la venganza 30 La misma Sala de lo Constitucional de Corte Suprema de Justicia, reconoce dicha situación, al advertir sobre la preeminencia en el orden jurídico de los principios fundamentales. Ver Sentencia de Inconstitucionalidad Ley de Emergencia páginas 94-95. 24 - El pago o la devolución de un mal corresponde al arraigado impulso de venganza humano. La afirmación de que con la pena se ejerce una retribución fáctica solamente puede justificarse en la medida en que ella impide los actos de justicia por propia mano. - Se entiende que el criterio retributivo no puede ser absoluto debido a que resulta evidente que no toda culpabilidad debe ser castigada ya que la pena, en el caso concreto, puede producir efectos contraproducentes (no explica ¿cuándo? el Estado debe aplicar la pena). - La idea de retribución compensadora es vulnerable debido a que la pena no borra el mal causado por el delito sino que en realidad añade un segundo mal, "el criterio talionario31 no permite recuperar el ojo de la víctima quitando un ojo al autor". Más allá de las críticas a la teoría hasta aquí expuesta, el Derecho penal contemporáneo no ha evolucionado hacia un abandono total del os puntos de vista retributivos debido, fundamentalmente, a la fragilidad de las teorías preventivas propuestas como alternativas. La sistematización de los presupuestos de punibilidad, formulados por la escuela clásica desde perspectivas retributivas se ve como un conjunto de garantías del gobernado frente al Estado y en los modelos propuestos en su reemplazo parecería estar corriendo riesgo, ello origina un rechazo de éstos, además, la circunstancia de que no se haya formulado aun ningún sistema que ofrezca presupuestos de incriminación (teoría del delito) diferentes a los enunciados como consecuencia de la concepción retributiva, da más fuerza a la sensación de que el abandono de dichas teorías produciría inseguridad jurídica. 31 . Nombre que califica el sistema punitivo más espontáneo y sencillo por castigar el delito con un acto igual contra el delincuente. Constituye la pena el propio daño o mal que se ha causado a la víctima 25 Además, debe concederse a esta teoría la virtud de haber concebido a la pena como una reacción proporcional al delito cometido, estableciendo un límite a la pretensión punitiva estatal. B. TEORÍAS RELATIVAS DE LA PENA: Las teorías preventivas renuncian a ofrecer fundamentos éticos a la pena, ella será entendida como un medio para la obtención de ulteriores objetivos, como un instrumento de motivación, un remedio para impedir el delito. Para explicar su utilidad, en relación a la prevención de la criminalidad, se busca apoyo científico. Esta Teoría es de gran importancia pues de ella se deriva el principio fundamental de la resocialiación, que tanto a nivel constitucional como legal asume nuestro sistema penitenciario. 1. Teorías de la Prevención Especial: Desarrollada por diversas corrientes de pensamiento penal, como la escuela alemana de Frank von Liszt32, el positivismo criminológico italiano33, el correccionalismo34 y la escuela de la defensa social35. Aunque cada una de ellas 32 Famoso por su “Programa de Marburgo” 1862. Según el cual la pena es “ prevención mediante represión” 33 Los caracteres de esta escuela son: a. Método experimental. b. Responsabilidad social derivada del determinismo, y temibilidad del delincuente. c El delito como fenómeno social y natural. d. La pena no como castigo, sino como medio de defensa social. Representantes: César Lombroso, en la parte antropológica. Enrique Ferri en lo social. Rafael Garófalo en lo jurídico. 34 Sistema penal que tiende a modificar por la educación, en establecimientos adecuados, la propensión a la delincuencia. Su fundamento filosófico es el pensamiento de Krause, del que se infirió que el delito es una arbitrariedad inmoral manifestada externamente y encaminada a perturbar el orden social. La consecuencia de tal premisa constituye el postulado de la teoría: el fin de la pena será ayudar a la voluntad desviada del hombre que viola la ley a ordenarse a si mismo, remediando aquella arbitrariedad. representantes. Pedro Dorado Montero, Giner de los Rios y Sanz del Río. 35 Aparecida en París en 1954. Los planteamientos básicos de la Nueva defensa social interesan: a) El delincuente no debe ser sometido a la justicia penal con un fin de expiación, venganza o retribución. b) La política criminal que se trata de adoptar está orientada al tratamiento del delincuente, con la concreta finalidad de devolver5 al autor del delito a una vida social libre y consciente. c) Para alcanzar la resocialización del delincuente debe realizarse un meticuloso estudio científico de su personalidad; consecuentemente, el Juez penal no debe tener del mismo un mero conocimiento “Judicial, sino de su constitución biológica, situación social etc. 26 presente matices, resulta factible enunciar sus principales formulaciones. Es la posición extrema contraria a la teoría de la retribución. Según éste punto de vista preventivo-especial, el fin de la pena es disuadir al autor de futuros hechos punibles, es decir, evitar las reincidencias (versión moderna de la teoría) y sólo es indispensable aquella pena que se necesite para lograrlo, se procurará readaptar al autor mediante tratamientos de resocialización. Así, la necesidad de prevención especial es la que legitima la pena, según Von Liszt; "sólo la pena necesaria es justa". Se habla de "relativa" porque su finalidad está referida a la "evitación del delito". La prevención especial no quiere retribuir el hecho pasado, no mira el pasado, sino que ve la justificación de la pena en que debe prevenir nuevos delitos del autor. Esta concepción, influenciada por el determinismo, no admite la libertad de voluntad, niega que la culpabilidad pueda ser fundamento y medida de la pena. Von Liszt se dedicó a clasificar delincuentes considerando que la eficacia de la incriminación exige que ella se adapte a cada sujeto, procurando corregir, intimidar o inocuizar, según la personalidad de cada individuo sobre el que la pena deba cumplir su función preventiva, de modo que para dicho autor la prevención especial actúa de tres maneras: a. Corrigiendo al corregible: resocialización b. Intimidando al intimidable c. Haciendo inofensivos a quienes no son corregibles ni intimidables. La necesidad de la pena es la que fundamenta en esta teoría de la imposición. Pese a que existen razones para considerarlo concepción dominante, éste punto de vista también es vulnerable. 27 Algunas Objeciones a la Teoría de la Prevención Especial: En cuanto al fundamento y límites del "ius puniendi". - El ideal de corrección explica el fin que persigue la pena pero no contiene ninguna justificación del "ius puniendi". - No sirve para fundamentar la conminación de penas, sino en todo caso, para fundamentar la aplicación y ejecución de penas. - No posibilitan una delimitación del ius puniendi en cuanto a su contenido. - Pueden crear el riesgo de fundamentar el Derecho Penal contra los inadaptados –enemigos políticos- o los asóciales –mendigos, vagabundos, prostitutas, etc. Resulta válido cuestionar el derecho del Estado a someter a tratamiento contra su voluntad a una persona, especialmente si es adulta, porque puede traducirse en una manipulación de la personalidad para obligarla a dejar de ser lo que quiere. La imposición coactiva de un proceso de resocialización entra en contradicción con la idea de un estado de derecho que exige pluralismo. Así, el fin de resocialización será de tan poca precisión que podría ampliar incontroladamente el poder del Estado en el campo del Derecho Penal. Incluso debería perseguirse un tratamiento hasta que se dé la definitiva corrección, aún a riesgo de que la duración sea indefinida. - Imposibilidad de determinar la necesidad de la pena. - En la mayoría de los casos, nuestros conocimientos empíricos no bastan para delimitar la necesidad de la pena, lo que resulta extensivo a lo relativo a naturaleza y quantum de la pena. En aquellos supuestos en que resulte posible determinar la falta de necesidad de prevención especial la única conclusión viable seria la impunidad, o sea; Delincuentes primarios y ocasionales: Porque no manifiestan peligro de volver a delinquir. Delitos graves: en ciertos casos no hay peligro de repetición Delitos cometidos en situaciones excepcionales: porque casi con seguridad no se volverán a repetir. Delincuentes habituales: a veces no hay posibilidad de resociabilizarlos. 28 Delincuentes por convicción: se dificulta la resocialización debido a que para que la misma resulte viable es indispensable la colaboración del delincuente y no cabe su imposición coactiva, no podría aplicársele por la fuerza. - En el ámbito de individualización de la pena, surgen nuevas objeciones por la imposibilidad de predecir los efectos del tratamiento (si la pena se prolonga hasta que el tratamiento tenga éxito, el condenado queda a merced de la intervención estatal). -Ilegitimidad de la resocialización coactiva: - El Estado o la sociedad no tienen derecho alguno que les permita readaptar a según las reglas socialmente impuestas, en forma coactiva, al autor de un delito determinado. - No se puede, además, agotar el sentido de la pena en la readaptación social del condenado y el propósito de evitar la reincidencia. La razón por la cual la teoría de la prevención especial quedó detenida en su evolución, no logrando superar las críticas apuntadas, se relacionan con su prematuro abandono de los conocimientos de las ciencias sociales y de la investigación empírica para construir las categorías de autor que debían servir de base al sistema. 2. Teorías de la Prevención General: Tiene origen científico en Feuerbach, concibe a al pena como una amenaza que por medio de las leyes se dirige a toda la colectividad con el fin de limitar al peligro derivado de la delincuencia latente en su seno. Esta coacción formulada en abstracto se concretiza en la sentencia, cuando el juez refuerza la prevención general al condenar al autor debido a que por éste acto está anunciando a los demás lo que les ocurrirá si realizan idéntica conducta (por eso, la lógica de éste criterio exige que las penas sean cumplidas, de lo contrario, el fin intimidatorio se ve afectado). Así, en su formulación pura, estas concepciones no se fijan en los efectos que la pena puede surtir sobre el autor mismo, de manera que, 29 "prevención general", significa también evitación de los delitos mediante la producción de efectos sobre la generalidad. Estas teorías suelen ser identificadas con el aspecto intimidatorio de las penas ya que su justificación estará dada por su fin de evitar la comisión de hechos punibles respectos de sus potenciales autores. La prevención general actúa no sólo con la conminación general de penas, sino que adquiere mayor efectividad con su imposición y ejecución. La conminación penal debe intimidar y la ejecución penal debe confirmar la seriedad de la amenaza. Según Feuerbach; La ejecución de la pena tiene lugar "para que...la amenaza de la ley sea una verdadera amenaza". Esta teoría parece presentar la ventaja de no tener que recurrir al criterio clásico de la culpabilidad sino al de “motivabiliadad” (de motivación) del autor. Así, el tipo penal consiste en la descripción de la conducta prohibida y su fin es motivar (mediante la amenaza con una pena) para que esa conducta no se realice. 3. Teoría de la Prevención General Positiva: La prevención general puede ser entendida de un modo diverso al precedentemente expuesto. Por una parte, puede manifestarse por la vía de la intimidación a los posibles delincuentes (prevención general negativa), y, por la otra, como prevalecimiento o afirmación del derecho a los ojos de la colectividad. Así se adjudica a la pena ya un fin de conservación del orden, o de conservación del derecho, o para fortalecer la pretensión de validez de las normas jurídicas en la conciencia de la generalidad, o bien reforzar las costumbres sociales y la fidelidad al derecho o como afirmación de la conciencia social de la norma. Algunas objeciones a la teoría de la prevención general En cuanto al fundamento del "ius puniendi": - Esta formulación encierra el peligro de su intrínseca debilidad para fundamentar cuándo es legítimo que el Estado use la pena, deja sin resolver la pregunta siguiente; ¿frente a qué supuestos tiene el Estado la facultad de intimidar? Ello 30 explica su tendencia a favorecer el "terror penal" (como ocurrió en la baja Edad Media con la práctica de las ejecuciones ejemplares) - Tampoco aporta datos acerca de ¿cuáles son los comportamientos esperados y cuáles los indeseables? En cuanto al límite del "ius puniendi": - Podría terminar en una tendencia al terror estatal porque podría conducir a un Derecho Penal más ocupado por su propia eficacia que por servir a todos los ciudadanos. - No es posible determinar cual es el énfasis punitivo que es necesario aplicar al delincuente para lograr el efecto intimidatorio en el resto del tejido social. Indemostrabilidad de la coacción sicológica - Las suposiciones sobre el efecto intimidatorio de las penas ejemplares sólo pueden pretender el status de una cuestión de fe. - Es muy difícil verificar cual es el efecto preventivo general de la pena. La idea de que la intensidad de la amenaza es proporcional al efecto preventivo resulta, al menos, dudosa. -Utilización del delincuente para amedrentar a otros hombres. - El interés público en la evitación de delitos no basta para justificar, respecto del afectado, lo que la pena a él le ocasiona: la garantía de la dignidad humana prohíbe utilizar al hombre como medio para los fines de otros hombres. - Es impugnable en sí mismo un criterio que utiliza al hombre de esa forma ya que no se lo castiga por su acción sino por comportamientos que se supone que otros hombres pueden realizar, asumiendo sentido la objeción kantiana a que lo seres humanos sean manejados como instrumentos para prevenir las intenciones de otros. Las impugnaciones a la teoría de la prevención general tampoco han provocado que el Derecho penal haya podido despojarse totalmente de este punto de vista. Es importante señalar que fueron precisamente ópticas de prevención general las que dieron lugar a uno de los más modernos intentos por fundamentar el sistema penal: partiendo de la concepción de Luhmann de que el Derecho es instrumento 31 de estabilización social, se ha explicado la denominada "prevención general positiva". 4. Teorías Mixtas o de la Unión: La polémica entre teorías absolutas y relativas de la pena evidencia que existe más de un fin de la pena ya que ninguna de las mencionadas concepciones agota el fundamento para su explicación. De allí se derivan teorías de la unión que procuran articular una síntesis entre las doctrinas en pugna. Parten del supuesto realista de que no es posible adoptar una fundamentación desde las formar puras precedentemente señaladas porque ellas ofrecen varios flancos a la crítica. Surgen así teorías pluridimensionales de la pena que suponen una combinación de fines preventivos y retributivos e intentan configurar un sistema que recoja los efectos más positivos d cada una de las concepciones puras hasta aquí analizadas. Los intentos para presentar una fundamentación coherente de la pena, que contemple al mismo tiempo las teorías absolutas y las relativas, son variados. Además, éstas "teorías de la unión" son dominantes en el Derecho penal contemporáneo. Algunos autores señalan que su existencia pone en evidencia una crisis cuya manifestación más evidente es la ausencia de respuestas doctrinarias y legislativas armónicas para justificar el "ius puniendi" estatal, "con todas las consecuencias de inseguridad que de allí se derivan". Comúnmente las teorías mixtas le asignan al Derecho Penal la función de protección a la sociedad, sin embargo, tal función no reviste iguales características en todas las teorías. Pueden reconocerse dos grupos de fundamentaciones: a) Aquellas que postulan que la protección de la sociedad ha de basarse en la retribución justa y que los fines de la prevención sólo juegan un papel complementario dentro del marco de la retribución. 32 b) Las que sostienen que fundamento de la pena es la defensa de la sociedad, y a la retribución corresponde únicamente la función de límite máximo de las exigencias de la prevención, impidiendo que conduzcan a una pena superior a la merecida por el hecho cometido. En ambos casos, la protección de la sociedad es entendida en el sentido de protección de bienes jurídicos y las conminaciones penales se justifican sólo, y siempre, por la necesidad de protección de bienes jurídicos. En algunos exponentes de estas teorías mixtas, la prevención general se presenta como la forma concreta de protección de bienes jurídicos en virtud de que el fin de protección de bienes jurídicos, por sí solo, no legitima la pena.- Se sostiene que el criterio unificador se concreta en la afirmación de que cada concepción tiene influencia diversa según el momento en que se la considere. De modo que el criterio preventivo general es el que más gravita a nivel legislativo, es decir cuando se sanciona la norma que prevé sanción para todo aquel que realice determinado comportamiento. Los puntos de vista retributivos pasarían a primer plano durante el proceso y especialmente en la individualización judicial de la pena, ya que a la sentencia debe establecerse considerando preferentemente la gravedad del hecho cometido y la culpabilidad del autor. Pasarían a segundo plano consideraciones preventivas especiales vinculadas a la personalidad del autor u al pronóstico de reincidencia, limitándose la influencia de la prevención general a una función residual, relacionada con evitar la imposición de una pena tan reducida que suponga efectos contraproducentes para el control social. La teoría de más incidencia durante la ejecución sería la prevención especial en su versión moderna, debido a que el sistema penitenciario debe orientarse al logro de la readaptación social del condenado. 33 La teoría de la pena aquí sostenida puede ser resumida de la siguiente manera; la pena sirve a finalidades de prevención especial y general. Es limitada en su monto mediante la medida de la culpabilidad, pero puede no alcanzar esta medida, en tanto esto sea necesario para las necesidades de prevención especial y no se opongan a ello requisitos mínimos de prevención general. 1.4 FINALIDAD DE LA EJECUCIÓN Los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria son de suma importancia, porque con ellos se enuncian claramente los fundamentos de todo el sistema normativo. Estos Principios nutren el contenido normativo y orientan su interpretación. Ciertamente en esta fase la vigencia de los derechos fundamentales de las personas se han visto ampliamente reducidos, sobre todo cuando los modelos penitenciarios se han sustentado en la doctrina de la sujeción especial36. Por tal se entiende a “aquella construcción jurídica que fundamenta un debilitamiento o minoración de los derechos de los ciudadanos, o de los sistemas institucionalmente previstos para su garantía, como consecuencia de una relación cualificada con los poderes públicos, derivada de un mandato constitucional o de una previsión legislativa conforme con aquélla que puede ser, en algunos casos, voluntariamente asumida”.37 Bajo esta directriz el privado de libertad pasa a ser tratado casi como una persona sin derechos. Ello no es admisible en un Estado Constitucional de Derecho por cuanto en un régimen como éste los derechos fundamentales, en su perspectiva material – no formal – deben respetarse y 36 Los orígenes de esta doctrina deben buscarse en las elaboraciones de la doctrina administrativista alemana de fines de siglo XIX y principios del XX. En tal sentido, se ha indicado que uno de los primeros autores que la utilizaron fue Laband, en 1901, aplicándola a los funcionarios públicos. Sin embargo, es Mayer quien representa el mayor exponente de la teoría en el derecho público alemán. Sobre estos aspectos, cfr. Rivera Beiras, Iñaki, La devaluación de los derechos fundamentales de los reclusos. La construcción jurídica de un ciudadano de segunda categoría, Barcelona, J. M. Bosch Editor, 1997, pp. 338 y ss. 37 Al respecto, cfr. Rivera Beiras, Iñaki, “La doctrina de las relaciones de sujeción especial en el ámbito penitenciario”, en varios autores, Legalidad constitucional y relaciones penitenciarias de especial sujeción, Barcelona, Editorial M. J. Bosch, 2000, p. 68. 34 tutelarse en todas las esferas en las cuales se ejerce el poder, y de ella no esta excluido el ámbito de ejecución de las penas. Afortunadamente, desde inicios de la década de los años setenta del siglo que se ha ido, los tribunales constitucionales de distintos Estados europeos han emprendido una lucha, no sin algunos desmayos, contra tal concepción. En este sentido, basta con repasar los contenidos de distintos fallos emanados del Tribunal Constitucional Federal alemán;38 de la Corte Constitucional italiana39 y, 38 Así, la retención de una carta de un interno que contenía expresiones supuestamente injuriosas hacia la persona del director del establecimiento penitenciario en donde se encontraba alojado, dio lugar a la sentencia de fecha 14 de marzo de 1972, en donde el Tribunal Constitucional, a través de su sala II, expresó: “Los derechos fundamentales de los prisioneros sólo pueden ser restringidos a través de una ley o con base en una ley. 1. La Ley Fundamental [en adelante, L. F.] establece en el art. 104, incs. 1 y 2, y en el art. 2, inc. 2, frases 2 y 3, la posibilidad de una supresión de la libertad, limitada o ilimitada en el tiempo, que tenga como presupuesto una sentencia judicial penal, que se dicte con base en la aplicación de una ley penal y el acatamiento de las respectivas disposiciones constitucionales. No contempla, por el contrario, con la excepción de la prohibición de maltrato establecida en el art. 104, inc. 1, frase 2, ninguna afirmación sobre el modo y forma en el que se debe ejecutar la pena privativa de la libertad. En lo que respecta a la restricción de derechos fundamentales, las correspondientes normas constitucionales determinan que ésta es admisible únicamente mediante una ley o con base en una ley (véase en este contexto el art. 10, inc. 2, frase 1 y art. 5 inc. 2, L. F.). La evidente conclusión de que el legislador por ese motivo estaría obligado a partir de este momento a expedir también la correspondiente ley, en un ámbito que hasta ahora se había regulado en su totalidad, principalmente, a través de simples disposiciones administrativas, no ha sido acogida en principio por la jurisprudencia y la doctrina desarrollada con posterioridad a la entrada en vigencia de la Ley Fundamental. Antes bien, si se acude a la figura legal de las ‘relaciones especiales de poder’ y se entiende ésta como una restricción autónoma implícita de los derechos fundamentales de los prisioneros, no se podría considerar como ordenada de pleno derecho la expedición de una ley sobre cumplimiento de penas... 2. Se ha traído a colación esta opinión sólo con el objeto de aclarar que la concepción tradicional de la ejecución penal como una ‘relación especial de poder’ es admisible para relativizar así los derechos fundamentales de los prisioneros con una indeterminabilidad que se torna intolerable. La Ley Fundamental es un ordenamiento vinculado a valores, que reconoce la protección de la libertad y la dignidad humana como la máxima finalidad de todos los derechos; sin embargo, su idea del ser humano no es la del individuo autónomo aislado, sino la del que está en comunidad y con una personalidad sujeta a obligaciones de diversas maneras... En el art. 1 inc. 3, LF, los derechos fundamentales son declarados como vinculantes para el Legislativo, el Poder Ejecutivo y la jurisdicción. Esa vinculación plena de los poderes estatales se contradice cuando en la ejecución de una sanción penal los derechos fundamentales pueden ser restringidos a discreción o por potestad discrecional. Sólo se puede considerar una restricción cuando esta es indispensable para el logro de un fin social contemplado en el orden de valores de la Ley Fundamental y se da en las formas previstas constitucionalmente. Los derechos fundamentales de los prisioneros sólo pueden ser limitados mediante una ley, que sin embargo, no puede renunciar —dentro de los límites posibles— a la cláusula general”. Para el texto del fallo, cfr Schwabe, Jürgen (comp.), Cincuenta años de jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal alemán, Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez-Konrad Adenauer Stiftung, 2003, pp. 12 y ss. 35 aunque no sin ciertos zigzagueos, del Tribunal Constitucional español40; pronunciamientos que, al poner en crisis la doctrina de las relaciones especiales de sujeción, directamente han producido una revitalización, en el ámbito penitenciario, de la legalidad ejecutiva. Propiamente en el orden penal y penitenciario se ha dicho que los principios son aquellos “axiomas fundamentales forjados por el los seres humanos desde tiempo inmemorial que convierten que convertidos en patrimonio común de los pueblos civilizados, permiten orientar y encausar el derecho represivo por senderos de justicia y seguridad jurídica ; posibilitando, además a un nutrido cuerpo doctrinal llevar a este sistema de conocimiento al elevado grado de racionalización y 41 sistematización teórica y practica.” 39 En efecto, la Corte Constitucional, por Sentencia del 28 de julio de 1993 (núm. 349), en igual dirección que el pronunciamiento germano citado en la nota anterior, afirmó que: “La sanción de privación de libertad no puede comportar una total y absoluta privación de la libertad de la persona. Quien se encuentra en un estado de privación de libertad, incluso privado de la mayor parte de su libertad, conserva siempre un residuo que es tanto más precioso por cuanto constituye el último ámbito en el que puede expandirse su libertad individual. De lo que se deduce que la adopción de eventuales procedimientos susceptibles de introducir ulteriores restricciones en tal ámbito, o que de cualquier modo comporten una sustancial modificación en el grado de privación de la libertad personal, puede producirse sólo con las garantías (reserva de ley y reserva de jurisdicción) expresamente previstas por el artículo 13, segundo párrafo de la Constitución”. Para el texto de este fallo, cfr. Muñagorri Laguia, Ignacio, “La vigencia del principio de legalidad en el ámbito penitenciario”, en varios autores, op. cit., nota 9, p. 30. 40 En España, la evolución de la jurisprudencia en esta materia, del Tribunal Supremo, se ha manifestado a través de una tonalidad cambiante que ha sido descrita como “un proceso lento pero inexorable de reducción de tal ámbito [el de las relaciones de especial sujeción], del que la jurisprudencia va expulsando casuísticamente, supuesto tras supuesto, relaciones que se venían considerando —ciertamente con la oposición de la doctrina más sensible— como de sujeción especial”. Así, desde aquella objetable sentencia núm. 2/1987, en donde el tribunal consideró que “la disciplina de la prisión es la base del sistema penitenciario”, atribuyéndole a las personas presas un “status específico de individuos sujetos a un poder público que no es el que existe sobre el común de los ciudadanos; se ha llegado a un pronunciamiento como el contenido en la Sentencia 61/1990, en donde luego de considerar como “imprecisa” la separación entre las relaciones de sujeción general y especial, concluyó afirmando que: “una cosa es, en efecto, que quepan restricciones en el ejercicio de los derechos en los casos de sujeción especial, y otra que los principios constitucionales (y derechos fundamentales en ellos subsumidos) puedan también ser restringidos o perder eficacia y virtualidad. Y siempre deberá ser exigible en el campo sancionatorio administrativo (no hay duda en el penal) el cumplimiento de los requisitos de legalidad formal y tipicidad como garantía de la seguridad del ciudadano. Otra cosa es que esos requisitos permitan una adaptación —nunca un supresión— a los casos o hipótesis de relaciones Administración-administrados y en concordancia con la intensidad de la sujeción”. 41 Velásquez, Fernando: “Derecho penal” Parte general. Temis. Bogotá, Colombia. 1997. página 226. 36 A. Principios Fundamentales. La Constitución, los Tratados Internacionales y la Ley Penitenciaria, hacen referencia a diversos principios, que algunas veces coinciden en los tres ámbitos normativos (Constitución, Tratados Internacionales y Ley Penitenciaria) , situación que en ocasiones el “principialismo” lejos de ayudar a la interpretación del derecho, vale como elemento de distorsión. Así para citar un ejemplo, Carlos Sánchez, en su obra “Limites Constitucionales al Derecho Penal”42 entre los principios en la ejecución de la pena, cita los siguientes: a. Principio Pro-Homine. b. Principio Pro-libertatis. c. Principio de Legalidad de la Ejecución. d. Principio de Resocialización. e. Principio de Normalidad. f. Principio de Cuidado. g. Principio de Reducción del daño. h. Principio de Jurisdiccionalidad. i. Principios político-penales de la ejecución de la pena en materia de resocialización. -Principio de simetría funcional. - Principio de presunción de normalidad. -Principio de Exclusividad del criterio objetivo de la conducta en la determinación del nivel disciplinario. - Principio del criterio de reagrupación y diferenciación del tratamiento. En la presente investigación, nuestra pretensión es más modesta y limitaremos, a considerar los Principios Fundamentales, que la Constitución y la Ley Penitenciaria establecen. Aclarando que la doctrina enumera y clasifica los principios de diversas maneras y formas. Hecho que analizaremos en capítulos ulteriores. 42 Publicaciones del Consejo Nacional de la Judicatura, San Salvador, Agosto 2004. Páginas 117-131 37 La clasificación que ocuparemos es la siguiente: • Principio de legalidad. ( Artículo 4 L. P) • Principio de Humanidad ( Artículo 5 inciso 1° L. P ) e Igualdad ( Artículo 5 inciso 2° L. P) • Principio de Judicialización (Artículo 6 inciso 1° L. P), en el cual se regula también el Principio de Asistencia Letrada (.6 inciso 2°). • Principio de participación comunitaria (Artículo 7 L. P) ; y, • Principio de Resocialización (Artículo 27 inciso 3° de la Constitución). No incluimos en este comentario, el principio de afectación mínima (Artículo 8 L. P) por dos razones, la primera de estricta legalidad. La Ley penitenciaria, no lo ubica en el Titulo I, en el cual incluyó a los anteriores; en consecuencia el legislador salvadoreño no lo estimó como Principio Fundamental; sino como un subprincipio, del sistema administrativo sancionador En segundo lugar, el principio de afectación mínima, según la doctrina contemporánea está implícita en el de proporcionalidad. La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia , en la Sentencia de Inconstitucionalidad de fecha 14-II-97, marcada con el número 5-96, Considerando IX 4 ; se ha pronunciado en la sentencia Sobre la incidencia del principio de proporcionalidad en el establecimiento de penas El Tribunal ha afirmado que :"en lo relativo a la pena, el principio [de proporcionalidad] se manifiesta en la predeterminación legislativa y la aplicación judicial de la pena privativa de libertad, sólo y estrictamente en la medida y grado necesarios para que la pena cumpla con su fin esencial, sin desnaturalizar su carácter utilitario o instrumental en relación a tales fines; el agravamiento de la misma de forma tal que exceda la medida o el grado necesarios para el cumplimiento de sus fines, deviene en inconstitucional, por violentar la función de la pena privativa de libertad preceptuada en el art. 27 Cn" ( Inc. 1).” 38 CAPITULO II ANALISIS DOCTRINARIO “…en las paredes de las cárceles está escrito con carbón, los buenos se hacen malos y los malos salen peor.” Concepción Arenal. 2.1 ¿QUÉ ES UN PRINCIPIO? La Ley escrita no puede abarcar todas las posibilidades o eventos que en la vida se presentan. De ahí que, en la aplicación de las normas jurídicas a casos concretos se adviertan lagunas legales que dejan al juzgador en la necesidad de acudir a otras fuentes para resolver el litigio sometido a su jurisdicción ya que no cabe abstenerse de pronunciar un fallo a pretexto de silencio de la ley. A falta de esta, serán de aplicación los principios generales del derecho. Técnicamente no debería llamarse principio, sino fundamento, ya que un Principio solo existe en las ciencias exactas. Pero por el amplio uso doctrinario usaremos esta palabra principio, a su vez haremos por lo tanto una breve diferenciación de lo que es Derecho, Principio y Garantía. 2.2 DEFINICIÒN DOCTRINAL: ¾ PRINCIPIO. Es un axioma que plasma una determinada valoración de justicia de una sociedad, sobre la que se construye las instituciones del derecho y que en un momento histórico determinado informa del contenido de las normas jurídicas de un Estado. Algunos de estos principios se plasma en la ley o en la constitución dando origen a las garantías legales y constitucionales individuales, sociales o estatales. un principio no es una garantía. Un principio es un fundamento, es la base de una garantía. 39 ¾ GARANTIA. Es una institución procedimental de seguridad y de protección del individuo de la potestad de castigo del Estado. Si son plasmadas en la ley o en la constitución se convertirán en garantías individuales legales o constitucionales. Las últimas protegen a las sociedades y al Estado de las actitudes de los individuos que pudieran desestabilizar el régimen establecido. Si son plasmadas en la ley o en una constitución serán garantías sociales o estatales. ¾ DERECHO PENAL. Es el conjunto de normas que regulan la potestad punitiva del estado, asociando a hechos, estrictamente determinados por la ley, como presupuesto, una pena o medida de seguridad o corrección como consecuencia, con el objetivo de asegurar los valores elementales sobre los cuales descansa la convivencia humana pacífica. (Enrique Cury, jurista Chileno) Teniendo clara dicha diferenciación podemos decir que todos los Derechos que el ámbito normativo nos presenta, podemos apreciar que los derechos son parte fundamental que poseemos todas las personas y que al concretizarse varios derechos en ellos surgen los que son los PRINCIPIOS, ya que son un conjunto de derechos que cuando se violenta un principio van ligados a el varios derechos vulnerados y el mecanismo o medio con que podemos hacer valer dichos principios en el ello donde se inicia y surgen las garantías. 2.3 PRINCIPIOS Y VALORES CONSTITUCIONALES. La Constitución de El Salvador establece en su art. 246 que los Principios, Derechos y Deberes establecidos por la Constitución no podrán ser alterados por las leyes que regulen su ejercicio. ¿Cuáles son esos principios? 40 La Constitución no dicen cuales son esos principios, por lo que es necesario establecer cual es el significado del término. Los Principios “constituyen el marco explicativo, doctrinal y filosófico de los valores, derechos y deberes consagrados en la Constitución, vinculantes para el poder publico; con ello se designan realidades de diversa naturaleza y de muy distinto valor normativo; también puede definirse como las ideas en que se basa la organización política del Estado y la forma de este y de Gobierno. Tiene un efecto práctico, como garantías que están presenten en la interpretación y en la aplicación de los derechos fundamentales, posibilitando su eficacia y como referente filosóficos respaldan los derechos y promueven los valores del ordenamiento jurídico. ” La Constitución de El Salvador, podrían considerarse como los principios los siguientes: Irretroactividad de las leyes (art.21), Legalidad (art.86), Dignidad Humana (art.10), Justicia Social (art.101), Interés Publico (art.246), Seguridad Jurídica, Independencia Judicial, Publicidad de la Norma. etc... La Constitución consagra la justicia, la seguridad jurídica y el bien común como valores a los que se orientan la actividad del Estado, considerando que la persona humana es el principio y fin de la actividad del Estado. Este contenido axiológicos no se agota en esta disposición, pues siendo la constitución salvadoreña de inspiración eudemonista utilitarista, establece además, la libertad, la justicia social, la seguridad, el trabajo, la propiedad, etc. Como objetivos por alcanzar por el Estado. Ha sido costumbre en El Salvador argumentar que la Constitución es inaplicable cuando no existen normas segundarias que regulen los principios establecidos en ella. Se produce este fenómeno especialmente en lo derechos económicos sociales, o sea lo que se denomina constitución pragmática que establece los principios de forma abierta estableciendo que las leyes segundarias desarrollan en forma específica esos contenidos. 41 Ocurre también que la norma puede existir pero son contrarias a los Principios, Derechos y Deberes Constitucionales; en tal caso, los jueces deberán aplicar la norma constitucional desaplicando la ley contraria, conforme a la Constitución de El Salvador, existe disposición expresa (Art. 185) que Calcuta dicha actuación, y que reviste al órgano judicial para poder a su vez hacer cumplir las leyes y norma jurídica y entre estos los Principios Fundamentales. . La Constitución es el ordenamiento jurídico por excelencia que versa sobre la organización del estado, la forma de gobierno, derechos y deberes del Estado frente a sus ciudadanos y de los ciudadanos respecto del Estado, todo esto en un momento histórico determinado. Las Garantías Constitucionales son las protecciones con las cuales se consagran los derechos innatos, individuales y sociales de las personas. Además, en ellas descansa todo el ordenamiento jurídico de El Salvador. Las Garantías Constitucionales las otorga el Estado, ya que reconoce a la persona humana como el principio y fin del mismo. Esta situación parte del Estado de Derecho, el cual se fundamenta en las garantías y principios consagrados en nuestra constitución. La Constitución se puede reformar, ya que el ordenamiento que en ella se encuentra no es inmutable. Esta función le es atribuida al Órgano Legislativo quien actuando como asamblea constituyente y con el voto de la mitad más uno de los diputados que la conforman la pueden modificar, pero además de esto, debe ser ratificada por la siguiente Asamblea Legislativa electa. 2.4 GARANTÍAS Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES La Constitución Salvadoreña, en el título uno, inicia de la siguiente manera: "El Salvador reconoce a la persona humana como el principio y fin de la actividad 42 del Estado" lo cual se traduce en la máxima expresión de garantía y obligación del Estado para con sus ciudadanos; este reconocimiento hecho en la Constitución es la base para toda la legislación. Luego, procede a enumerar los derechos inherentes a las personas como son: "Toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad, seguridad, trabajo, a la propiedad y posesión" con los cuales se garantiza la seguridad individual y jurídica de las personas. El principio de Igualdad de las personas ante la ley significa que sin importar posición económica, raza, credo o alguna otra situación, las personas van a ser tratadas en iguales condiciones y con las mismas oportunidades. El principio de Libertad ambulatoria implica que el salvadoreño puede circular libremente en todo el territorio nacional sin ninguna limitante. Además, prohíbe la esclavitud (la cual fue abolida en la etapa de la independencia), lo cual garantiza que toda persona es libre y no puede ser sometida a servidumbre sin recibir una remuneración. El principio de Migración irrestricta al territorio de El Salvador de acuerdo a las leyes significa que cualquier extranjero que quisiere ingresar a El Salvador, puede hacerlo siempre y cuando lo haga conforme los procedimientos establecidos por la ley. El principio de Libertad de Expresión y de Difusión del Pensamiento es uno de los más importantes. Garantiza que nadie será sometido a presiones que limiten la difusión de sus ideas. El principio del Derecho de Asociación Pacífica establece que nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación si así no lo quisiere; por lo tanto, bajo este principio, las personas reciben la más completa libertad de 43 asociarse con el fin que deseen y para la consecución de los propósitos para los cuales se reúnan. Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni a privarse de lo que ella no prohíbe. Es en este principio que se concede a las personas la facultad de auto obligarse y cumplir con lo que la ley ha previsto, con lo cual se complementa la libertad que gozan los habitantes del país. La garantía de remuneración por trabajo realizado se traduce de tal manera que ninguna persona puede obligar a otra a prestarle servicios sin reconocer su labor monetariamente. La garantía del derecho de audiencia significa que ninguna persona puede ser despojada de los derechos que le confieren las leyes sin haber sido oída y vencida en juicio de la manera como lo previenen las leyes. De lo anterior, deviene la garantía de presunción de inocencia, ya que si a una persona se le imputa un delito, debe ser probada su culpabilidad en juicio público donde se le aseguren todas las garantías necesarias para su defensa. Por consiguiente, en todo el proceso que se lleve en su contra, la persona procesada conserva su inocencia hasta que en la sentencia en que haya sido condenado quede firme. El principio de carácter excepcional de toda detención significa que no es la regla general que una persona sea detenida sino solo cuando el caso lo amerite y de acuerdo con las leyes y autoridades competentes haya que decretarse que una persona sea detenida. El principio de Legalidad consiste “en la aplicación de las normas jurídicas de acuerdo a la legislación vigente y en la cual se basa el Estado de 44 Derecho, que consiste en la relación armoniosa entre los habitantes del país y del Estado para con sus subordinados.” El principio de unidad del ordenamiento jurídico consiste en que las leyes deben gozar de unanimidad de criterio, ya que si hay disparidad en las leyes, se fomentaría la inseguridad jurídica. La garantía del derecho de petición significa que toda persona interesada en dirigirse a las autoridades, puede hacer las preguntas que desee, y que éstas al ser resueltas, le sean notificadas. El principio de inviolabilidad de la morada (residencia) significa que ninguna persona puede ingresar a la residencia de otra sin su consentimiento, excepto bajo circunstancias que no sean de extrema necesidad. La garantía de libertad contractual conforme a las leyes significa que toda persona que sea capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones, puede llegar a acuerdos con otra y hacer valer tal convención sometiéndose a las leyes que al efecto existan. La garantía de inviolabilidad de la correspondencia protege la privacidad individual de cada persona de tal manera que si su correspondencia fuere interceptada, no tendría validez como prueba en ninguna situación. La garantía de libertad de credo se traduce en que las personas pueden elegir libremente su religión sin más limite que el de observar la moral y el orden público. El principio de prohibición de penas perpetuas e infamantes excluye de su medio jurídico penas de muertes por considerarlas de índole subhumano y 45 antijurídico. Estas prohibiciones datan de tratados internacionales suscritos por El Salvador. Principio de Proporcionalidad en el establecimiento de penas significa que la severidad de toda pena que deba ser impuesta dependerá de la gravedad del delito cometido. Las garantías principios y derechos a los cuales nos hemos referido se suspenden en el caso de aplicarse el Régimen de Excepción (ordenamiento de reserva que permite al Estado afrontar las situaciones de calamidad y emergencia nacional) que contempla nuestra Constitución. 2.4 LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA LEY PENITENCIARIA. Del movimiento penitenciario como interés en la situación del recluso solos e puede hablar a partir de la segunda mitad del siglo XVII con abolición del Antiguo Régimen, momento en el que las tendencias humanitarias hicieron de la pena privativa de libertad el medio mas adecuado para conseguir sus pretensiones con ello empieza a surgir los primeros estudios sobre todo relacionado con las `prisiones y el cumplimiento de las penas, teniendo un destacado papel los Congresos Penitenciarios Internacionales celebrados a partir del siglo XIX, auténticos artífices de importantes objetivos hoy plenamente asentados. Mas adelante las Reglas Mínimas aprobadas por la O.N.U. en 1955, pasan a constituir un verdadero Código tipo de distintas legislaciones internas. De todo estos antecedentes surge lo que posteriormente se ha denominado Derecho Penitenciario que a partir de 1970 va materializándose en las más moderna leyes de ejecución ya acordes con los citados Principios Internacionales que atañe en este caso a nuestra legislación salvadoreña. La finalidad de la investigación es hacer hincapié de las diversas problemáticas de aplicación de los Principios Rectores de la Ejecución de la Penas privativas de 46 libertad las cuales se podrán hacer referencia y en este sentido utilizaremos el termino ejecución penal, el contenido de los mismos pueden extenderse a la ejecución de las medidas de seguridad y de las penas no privativas de libertad, efectuando las adecuaciones necesarias en razón de la naturaleza de estas ultimas. A modo general cuando se hace referencia a los principios que inspiran a un determinado campo del saber, estamos hablando de ciertos enunciados que se admiten como condición o base de validez de las demás afirmaciones que constituyen ese ámbito de conocimiento. Como bien se señala a los principios se les admite como tales como evidentes y son de suma importancia en la investigación y la praxis. Se los suele expresar de manera general como “fundamento de algo” o “cualquiera de las primeras preposiciones o verdades de donde se empiezan a estudiar las ciencias y las artes” y, a modo de sinónimo, la palabra axioma se la define como “Principio, sentencia o proposición que no necesita demostración alguna por clara y evidente”. Así cuando hablamos de de Principio Rectores de la Ejecución de la Penal aludimos a los postulados generales que sirven de base y orientan la actividad del Estado en la regulación y ejecución de la sanción penal impuesta por un órgano jurisdiccional en pro de su correcto desenvolvimiento administrativo y judicial. También les cabe a estos principios la relevante función de servir como guía de interpretación y aplicación de la ley penal en cuestiones penitenciarias. Así, que ello los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria o bien dicho de la ejecución penal, son pautas o directrices que debe de respetar el legislador al momento de redactar las normas penales y que en la practica se cristalizan en los textos legales a modo de “principios” (lo que en realidad serian “normas rectoras”), de los que se derivan garantías y normas penales pragmáticas u operativas, según sus consecuencias. 47 Por nuestra parte y teniendo en cuenta nuestro Capitulo II de la Ley Penitenciaria Salvadoreña “Legalidad y Control Judicial” que nos permite ofrecer siete principios o normas rectoras de la ejecución de la pena: 1) Principio de Legalidad, 2) Principio de Humanidad, 3) Principio de Igualdad, 4) Principio de Judicialización, o Judialización 5) Principio de Asistencia letrada, 6) Principio de Participación Comunitaria, Y a su vez en nuestra investigación agregaremos dos principios que atañen a nuestra materia de estudio como los son los Principios de Resocialización y el Principio de Proporcionalidad. La vigente Ley Penitenciaria de El Salvador, aprobada por la Asamblea Legislativa, el 24 de abril de 1997, mediante decreto Nº 1027(D.O. Nº 85, Tomo Nº 335, del 13 de mayo de 1997), constituye el pilar básico del Derecho Penitenciario Salvadoreño. El derecho penitenciario es el conjunto de normas que regulan la ejecución de la pena y medidas privativas de libertad; dicha ley nace de la necesidad de que esas sanciones penales se ejecuten con las garantías inherentes al principio de legalidad. Una conceptualización aun más amplia del derecho penitenciario incluiría la ejecución de las penas no privativas de libertad, es decir, extendería el principio de legalidad, y por ende, el control judicial, a la totalidad de las penas. La citada ley penitenciaria regula en su capitulo II “La ejecución de las penas no privativas de libertad “ y atribuye al juez de vigilancia penitenciaria ejecución de la pena, a través del departamento de pruebas y libertad asistida, el control del cumplimiento de esa pena, lo cual confirma que la denominación de ese órgano judicial no es meramente formal y ratifica que el derecho penitenciario 48 Salvadoreño actual se incorpora plenamente a esa visión muy amplia de disciplina jurídica nacida inicialmente con la finalidad de regular el cumplimiento de la pena privativa de libertad que el estado, en ejercicio de su potestad punitiva, impone a los autores de infracciones penales. La privación de libertad, pena adquirió gran relevancia en el siglo XIX y supuso un gran avance, porque hasta ese momento el encarcelamiento del individuo tenia como único fin su ocultamiento de la sociedad y, dada la dureza extraordinaria de su régimen de vida su degradación como ser humano. La posición de preeminencia de ese tipo de pena dio lugar al desarrollo de la ciencia penitenciaria, especialmente por parte de la doctrina considerándola algunos autores (Garrido Guzmán) como una parte de la penología que “Se ocupa de las penas privativas de libertad, de su organización y su aplicación con al finalidad de reintegrar profesionalmente y socialmente a los condenados “. La penología tuvo un gran auge en esos años y es definida por Francis Liebre como “La rama de la ciencia criminal que se ocupa del castigo del delincuente”, definición que responde a esas ciencias que recurren al método criminológico y que se enmarcan en positivismo naturalista que imperaban durante dicha época, en el pensamiento jurídico general y, por tanto, en las ciencias penales. La promulgación de la Ley Penitenciaria en El Salvador supone un avance en estas líneas de configuración del Derecho Penitenciario como una rama de las ciencias jurídicas, de carácter autónomo y alejado de la criminología pero nunca separada del derecho penal, ni del derecho procesal penal, porque si bien es cierto que el derecho penitenciario tiene como objetivo central la ejecución de la pena no hay que olvidar las particularidades y complejidades de su regulación de las que se encuentran el protagonismo de la administración penitenciaria. También dicha ley regula el cumplimiento de las penas contempladas en las demás leyes especiales lo cual significa que amplia su ámbito a toda la jurisdicción penal salvadoreña. 49 La ejecución de la pena ira encaminada a que el condenado goce de las condiciones favorables a su desarrollo personal con el fin que le permita integrarse pacíficamente a la vida social cuando recobre su libertad. El articulo 2 de la Ley Penitenciaria supone la plasmación de la finalidad de la pena que ya la Constitución salvadoreña proclama en su articulo 27 inciso 3º y que tiene su antecedente en el articulo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el articulo 6 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos incorporándose a ese movimiento Internacional que se considera al penado como personal humana que, aunque haya sido condenado, no por ello pierde tal condición y por tanto, se le ha de rehabilitar para su próxima vida en libertad. No hay que olvidar que el indicado articulo 27 de la Constitución prohíbe las penas perpetuas y proclama que la corrección del delincuente, procurando su readaptación, es un fin primordial de los Centros Penitenciarios que organiza el Estado. 2.5 PRINCIPIOS RECTORES EN EL ÁMBITO DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA. Haciendo un breve repaso sobre la cuestión de los Principios de la Ejecución Penal o Penitenciarios expuestos por algunos de los autores de la doctrina nacional, tenemos la clasificación ofrecida por Cesano43, quien nos habla de los Principios de democratización, de reserva y de legalidad, de control jurisdiccional permanente, de respeto a la dignidad del interno y de no marginación; Salt44 presenta los Principios generales de humanidad o de debido trato en prisión, de resocialización, de legalidad y de judicialización de la ejecución penal; Edwards45 43 El autor los presenta como auténticas “ideas-fuerza” cuya interrelación permite alcanzar el objetivo de readaptación social que persigue la ejecución de la pena privativa de la libertad. CESANO, José Daniel, Los objetivos constitucionales de la ejecución penitenciaria, Alveroni, Córdoba, 1997, pp. 147-175. 44 RIVERA BEIRAS, Iñaki-SALT, Marcos Gabriel, Los derechos fundamentales de los reclusos. España y Argentina, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1999, pp. 155-222. 45 Quien los presenta más bien como “nuevas garantías constitucionales en la ejecución penal” agregados por los Tratados Internacionales de Derechos Humanos incorporados por la reforma constitucional de 1994. EDWARDS, Carlos Enrique, Garantías constitucionales en materia penal, Astrea, Buenos Aires, 1996, pp. 157-178. 50 por su parte expone los de dignidad humana, resocialización, personalidad de la pena y adecuado régimen penitenciario; y Haddad46 distingue entre Principios Jurídicos (siguiendo a Cesano) y Terapéuticos relacionados con la rehabilitación del penado, y en los últimos menciona los de voluntariedad del tratamiento, de afrontamiento, de resolución de problemas y toma de decisiones, de cambio de estilo de vida, de formación y cambio de hábitos y de auto eficacia. Mientras que sobre la temática en la doctrina penitenciaria española47, podemos mencionar las clasificaciones ofrecidas por Fernández García, quien nos habla de los Principios de legalidad, de resocialización, de judicialización y de presunción de inocencia (en relación a los preventivos)48; Cervelló Donderis presenta los Principios de legalidad, intervención judicial, humanidad y resocialización49; y Rodríguez Alonso por su parte expone los Principios de legalidad, de intervención judicial o judicialización y de resocialización50. El enunciado del Principio de Legalidad penal exige que la pena tanto en su clase como en su gravedad sea impuesta por la ley por representar la manifestación de la voluntad general. Por su parte la Legalidad en la ejecución exige el sometimiento de esta fase de cumplimiento de la pena al dictado de la ley. Si bien, en un principio, el contexto de la Monarquía Absoluta, actuó como limite a la actuación de los jueces que era arbitraria y discriminatoria con el fin de limitar sus actuaciones al dictado de la ley, posteriormente ha acabado siendo un limite al poder de la administración para que sus actuaciones vengan como único apoyo 46 HADDAD, Jorge, Derecho Penitenciario, Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1999, pp. 198-249. Si bien algunos hacen referencia a principios informadores del Derecho Penitenciario y al ser éste “el conjunto de normas que regulan la ejecución de las penas privativas de la libertad” en sentido estricto, nos permitimos “extenderlos” a los propios de la ejecución penal. 47 48 AA.VV., Manual de Derecho Penitenciario, Coord. Berdugo Gómez de la Torre-Zúñiga Rodríguez, Universidad de Salamanca-Colex, Madrid, 2001, pp. 129-139. 49 CERVELLO DONDERIS, Vicenta, Derecho Penitenciario, Tirant lo Blanch, Valencia, 2001, pp. 37-55. 50 RODRIGUEZ ALONSO, Antonio, Lecciones de derecho penitenciario, 3º Edic., Comares, Granada, 2003, p. 02-08. 51 la base legal y con ello servir de freno a la injerencia estatal, impidiendo que a través de remisiones reglamentarias intervengan mas allá de lo razonable. Ya al hablar en al ámbito penitenciario tenemos principalmente: el Principio de Legalidad Ejecutiva el cual establece claramente cuales son las “reglas del juego” que debe de regir en relación jurídica penitenciaria , y a ellas deben de atenerse los operadores penitenciarios , mas allá de desacuerdos personales con sentencia del Tribunal o de las características del incidente de ejecución de condena. A consecuencia directa de tal principio se derivan a modo de sub-principios, los siguientes: 1) Sub-principio de Reserva: mediante el cual se pone de manifiesto que el penado pude gozar de todos aquellos derechos que no se encuentren afectados por el ordenamiento jurídico o por la sentencia condenatoria reafirmado así su condición de sujeto de derecho, a pesar de la creencia popular en contrario . 2) Sub-principio de Humanidad: en concordancia con los Tratados de Derechos Humanos (art. XXV DAD, art.5.1 y 2 CADH y art. 10 PIDCP) y mediante los cuales se pone de resalto la obligación “erga omnes” de respetar la dignidad humana del penado y promover una política penitenciaria humanista que tenga como centro de atención a la persona, a quien se le debe garantizar que la ejecución de la pena impuesta estará exenta de tratos crueles, inhumano o degradantes, estableciéndose la responsabilidad penal del funcionario publico o particular que tuviera participación en supuestos de tales características. Resulta ilustrativa la frase del maestro mediterráneo Ricardo Núñez, cuando enfáticamente sostenía, a mediados del siglo pasado, que “Las cárceles en si mismas, por sus condiciones materiales, higiénicas y de salubridad no deben agravar el mal inherente a la pena, ni las autoridades ejecutarlas en forma que aumente ese mal”. 52 3) Sub-principio de Igualdad ante la ley: mediante el cual se prohíbe cualquier tipo de discriminación durante la ejecución de la pena por cuestiones de raza, sexo, idioma, religión, ideología, condición social o a cualquier otra circunstancia excepto de aquellas que resulten a consecuencias del tratamiento penitenciario individualizado observando por el interno de acuerdo a sus condiciones personales. 4) Sub-principio de Pregresividad del Régimen Penitenciario: mediante el cual se establece que en pro de la reinserción social, el Estado deberá utilizar dentro del régimen penitenciario todos ellos medios necesarios y adecuados a dicha finalidad (entre ellos, el ofrecimiento al penado de un tratamiento interdisciplinario), y que dicho régimen se basara en la progresividad, estos es, que la duración de la condena impuesta resultara dividida en fases o grados o modalidad de ejecución de distintas intensidades en cuanto a sus efectos restrictivos, etapas a las que el condenado ira accediendo gradualmente de acuerdo a su evolución en el régimen y procurando la incorporación del interno a establecimientos penales abiertos basados en el Principio de Autodisciplina y, en su momento, su egreso anticipado al medio libre a través de los institutos penitenciarios previstos(salidas transitorias, semilibertad, libertad condicional, libertad asistida, etc.). Consecuencia inmediata del Principio de Legalidad es el de Principio de Intervención Judicial ya que en virtud de la actuación de la administración penitenciaria queda limitada por el control jurisdiccional de Jueces y Tribunales. La aparición de los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria ha supuesto un claro exponente para la definitiva judicialización de la ejecución de las penas privativas de libertad. Su cometido consiste en garantizar la legalidad de la actuación de las autoridades penitenciarias en el ejercicio de sus facultades y el respeto a los derechos fundamentales y por consiguiente a los principios rectores de esta, como consecuencia de su doble carácter de ejecutor de las penas y garante de los derechos fundamentales de los internos. 53 La necesidad de la pena conduce a su propio contenido en el sentido de garantizar la imposición de penas que respeten los derechos fundamentales del sujeto cumpliendo con ello el ineludible requisito de Humanidad que se encuentra basado legalmente en el art. 1 y 27 inc.2º de la Constitución salvadoreña que exige la prohibición de la tortura y las penas o tratos inhumanos o degradantes. Penas inhumanas no son solo las que producen daños físicos sino como señala Zugaldia las inocuizadoras, las ejemplificadotas y las desproporcionadas con la gravedad del hecho en definitiva toda aquella que vulnere el necesario respeto a la dignidad humana, ya que la proporcionalidad no se mide solos cuantitativamente en el sentido de limitar la aplicación de una determinada pena, sino también cualitativamente en la elección de una pena justa y digna que reserve la coacción a los casos estrictamente necesarios. La Humanización de la ejecución de la pena además de moverse en el ámbito de los derechos humanos del recluso supone un apoyo al arden y la seguridad estatal ya que atenta a la seguridad Estatal es precisamente la deshumanización, plasmado en a la masificación o deficientes condiciones de salubridad o higiene, por ello la humanidad enlaza con la Resocialización en el sentido de ser atendida como el esfuerzo en suprimir o cuanto menos atenuar la nocividad de la prisión. La resocialización por ello no ha de suponer una actuación directa sobre el sujeto sino la creación de las condiciones sociales necesarias para producir menor índice de delincuencia. la resocialización debe partir de dos supuestos indispensables: la consideración de un Derecho Penal de acto que deje margen la personalidad el sujeto y de un derecho penal basado en la culpabilidad pues el hombre como ser libre ha de ser responsable de sus actos y puede ser capaz de trasformarlos. En consonancia con los postulados de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos(Art. 10.3 PIDCP y Art. 5.6 CADH) establece que la finalidad de la ejecución penal será “lograr que el condenado adquiera la capacidad d 54 comprender y respetar la ley procurando su adecuada reinserción social” estableciéndose así cuales son los objetivos que debe perseguir el Estado durante la ejecución de la pena privativa de la libertad y las que deben estar orientados la actividad de los operadores penitenciarios y judiciales. La palabra “reinserción” representa un proceso de introducción del individuo en la sociedad, es favorecer directamente el contacto activo recluso-comunidad, lo que significa que los operadores penitenciarios deben iniciar con la condena un proceso de rehabilitación de los contactos sociales del recluso y procurara atenuar los efectos negativos de la pena, permitiendo que la interacción del interno en el establecimiento penal se asemeje lo mas posible a la vida en libertad, y en la medida de su ubicación dentro del régimen y tratamiento penitenciario, promover y estimular las actividades compatibles con dicha finalidad. De las normas receptoras del principio se trasluce con la ejecución de la pena privativa de libertad se persigue fines de prevención especial, posturas asumida por la moderna doctrina penitenciaria que considera que el objetivo fundamental de la resocialización del penado se circunscriben a que este respete la ley penal y que se abstenga de cometer delitos en el futuro. Mas allá del “ideal de resocializador”, lo podemos dejar pasar por inadvertido el inacabado debate acerca de si la prisión y el medio carcelario son los instrumentos aptos para alcanzar tal finalidad. Para observar los daños que deja la cárcel en quien la vivió no hace falta profundas investigaciones científicas, por ellas que creemos que le corresponde al estado, en primer lugar arbitrar los medios para evitar la desocialización del condenado y luego ofrecer un sistema de ejecución de la pena privativa de libertad que contenga medios y oportunidades que permitan su inserción social dentro de un marco que respeto su dignidad humana y el libre desarrollo de su personalidad. 55 Así, compartimos la postura de que “Toda consecuencia de una punición debe cesar en algún momento, por largo que sea el tiempo que deba transcurrir….”, o cual fuere la modalidad de pena privativa de libertad impuesta, ya que “Es la dignidad del individuo, como limite material primero a respetar por un Estado democrático, lo que va fijando topes a la dureza d las penas y agudizando l sensibilidad por el daño que causan en quienes la sufren.” Mas allá de las consideraciones precedentes, no podemos dejar de resaltar que el Principio de Resocialización va a servir como elemento de interpretación del universo de normas que regulan la ejecución penal, y al respecto resulta ilustrativo lo expuesto por Mapelli Caffarena al señalar que: “La Resocialización tiene en relación con la norma penitenciaria funciones similares a las que el bien jurídico en relación con la norma penal. Si este ofrece una concreción material al tipo penal y sirve como base de sus estructura e interpretación, aquel es un instrumento para interpretar la norma penitenciaria” Otro Principio con el que nos encontramos en la etapa de ejecución de la pena es: Principio de Judialización de la Ejecución de la Pena: preceptos mediante los cuales se establece expresamente que la ejecución de la pena privativa de la libertad, en distintas modalidades, estará sometida al permanente control judicial. El Principio significa que todas aquellas decisiones de la etapa de ejecución de la pena impliquen una modificación de las condiciones cualitativas de cumplimiento de la pena impuesta conforme a las prescripciones de la ley penal, deben ser tomadas o controladas por un Juez, dentro de un proceso en el que se respeten las garantías propias del procedimiento penal, se procura con el mismo una extensión del ámbito de actuación del derecho procesal penal a la etapa de ejecución de sentencias. En el ámbito judicial, se aconseja la convivencia de que el control jurisdiccional de la ejecución de la pena lo efectué un órgano especializado distinto del tribunal de 56 merito por diversas razones, desde la distribución de trabajo que implicaría el alivio de tareas a los Tribunales de Sentencia hasta la cuestión psicológica que puede influir en la imparcialidad y de objetividad del juzgador de sentencias con motivos del conocimiento del caso y de las características del autor y de esta manera menguarse derechos del condenado en pro de su reinserción social al resolver un incidente llevado a su consideración. La operatividad del Principio de Judialización o Judicialización dependerá en gran medida de la personalidad, formación profesional y compromiso con la función publica del Juez de Ejecución Penal quien debe de inmiscuirse en la vida de la prisión para poder palpar su realidad y escuchar al penado y a os operadores penitenciarios en busca de un constante perfeccionamiento en el sistema de protección de derechos humanos, lo que daría vida a un nuevo Principio Penitenciario que nos animamos a denominar de Inmediación de la Ejecución Penal, se le otorga autonomía a dicho principio en razón de considerarlo de suma relevancia en el ámbito de la ejecución penal, ya que su observancia permitirá arribar a resoluciones mas justas al evitar la intromisión de factores ajenos a la valoración o la incorporación de informes técnicoscriminológicos no ajustados a la realidad, que deviene en la mayoría de los casos puestos en consideración judicial, en decisiones de merito que vulneren derechos penitenciarios y atentan contra el objetivo primero de las normas de la ejecución penal. La Inmediación como Principio propio del Procedimiento Penal, derivado del Principio de Oralidad, exige que los actos procesales se practiquen en presencia directa del Tribunal, ya que solos así se podrá tener un adecuado conocimiento en busca que las probanzas lleguen al ánimo del juzgador “sin sufrir alteraciones algunas por influjo que sea extraño a su naturaleza” Trasladado y adaptado este principio al campo de la ejecución penal su realización resulta provechosa para el justiciable y ello le permitirá el Juez fallar con un mas amplio conocimiento de la situación de aquel y prevenir que su actividad se limite a una especie de 57 santificación judicial. Ello implica, como lo decíamos en el apartado precedente que el Juez de Ejecución de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena debe tomar contacto directo con los penados y con los funcionarios penitenciarios, es decir, distintas actividades que le permiten conocer a fondo la persona, los operadores penitenciarios y el ámbito de interacción cotidiano a fin a una solución mas equitativa. 2.6 LEY PENITENCIARIA Los diversos “Principios plasmados en la Ley Penitenciaria”, son: 1) Principio de Legalidad. Se proclama como tal en el Capítulo II de la Ley Penitenciaria en su artículo 4, lo cual significa una autentica incorporación del ordenamiento jurídico salvadoreño a esa visión del derecho penitenciario, como ciencia penal de carácter autónomo y enlaza plenamente con lo dicho sobre la finalidad del cumplimiento de la pena y de la medida de seguridad pues en un estado de derecho no se conseguiría nunca ese objetivo si todas sus instituciones y las personas que las encarnan no se sometieran al imperio de la ley, comenzando con la norma fundamental de esa pirámide normativa como es la Constitución. El principio de Legalidad en el ámbito penitenciario constituye una garantía para la persona en la ejecución de las penas y medidas de seguridad integrando junto con la garantía criminal ( tipificación en la ley del delito ), la garantía penal ( a nadie se le podrá imponer una pena no prevista en la ley), y la garantía jurisdiccional ( control por los juzgados y tribunales de estricto cumplimiento e la ley ), los pilares de un sistema punitivo en un estado de derecho cuya misión esencial es garantizar la dignidad de la persona humana. El citado articulo 4 en su segundo párrafo cierra ese circulo de la legalidad penitenciaria, al describir pormenorizadamente que las limitaciones que se hayan de sufrir los internos ( entendiendo a estos según el articulo 3, como toda aquella 58 persona que se encuentra privada de libertad por la aplicación de la detención provisional, de una pena privativa de libertad o medida de seguridad) han de estar previstos en aquellas normas reflejadas en el párrafo primero, es decir en las leyes y en las sentencias judiciales. Dicho artículo describe también las posibles limitaciones: realizar una actividad penitenciaria, omitir el ejercicio de un derecho o cumplir una medida disciplinaria, proclamando que ningún interno estará obligado a ello sin esa restricción, mandato o medida no estuviera previstos en esas normas o decisiones judiciales. 2) Principio de Humanidad: El carácter Humanista que inspira a la propia Constitución de El Salvador (Articulo 1) se recoge en el articulo 5 de la Ley Penitenciaria, estableciendo la forma terminante la prohibición de la utilización de la tortura y actos o procedimientos vejatorios en la ejecución de la pena. Esta prohibición, dirigida a todos los estamentos del mundo Penitenciario Salvadoreño cumplen lo preceptuado con los dos primeros apartados del articulo 27 de la Constitución que limitando la pena de muerte solo en casos de guerra internacional y en los supuestos previstos en las leyes militares, prohíbe expresamente la prisión por deudas, la pena perpetuas, las infamantes, las proscriptitas y toda especie de tormento; igualmente es acorde la ley con lo que al respecto señala los art.10-1º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el art. 2 de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos pretendiendo, es resumidas cuentas salvaguardar la dignidad de una persona que al estar privada de libertad, esta protegida aun mas que el ciudadano que se sigue ostentando ese apreciado presente que nos da la vida. Esta especie de recordatorio que efectúa la Ley Penitenciaria no se puede considerar como algo redundante ni contradictorio, ni es un consejo que da a los responsables y garantes del cumplimiento de la ley en el mundo penitenciario, sino un autentico y claro mandato a los mismos para que no olviden que es obligatorio 59 garantizar la dignidad humana del interno a pesar de estar privado de uno de sus derechos fundamentales, puesto que el mismo en ningún momento ha dejado de ser persona. 3) Principio de Igualdad La claridad y contundencia de la ley se vuelva a reiterar (parrafo2º del art. 5) cuando proclama que no se discriminará a ningún interno por razón de su nacionalidad, sexo, raza, religión, tendencia u opinión publica, condiciones económicas o social, o cualquier otra circunstancia, pronunciamiento este que igualmente recoge el espíritu de la constitución y de los acuerdos internacionales en la materia, pero, por lo mismo que antes se ha dicho, se repite esta ley, porque aunque son prescripciones que han de presidir la actividad de toda institución o persona salvadoreña, sin embargo, han de estar aun mas presente en el ámbito carcelario. 4) Principio de Judicialización o Judialización El Art. 6 consagra la idea de que la ejecución de la pena se efectué bajo estricto control del Juez de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena, y la Cámara en su caso (órgano de segunda instancia en esta materia), quienes harán efectivas las decisiones de la sentencia condenatoria sustituyendo en esa función al órgano judicial sentenciador y evitando también que la administración penitenciaría, en cuyo sometimiento al principio de legalidad. Pero es que además, en su segundo párrafo añade al citado juez controlara, igualmente, el adecuados cumplimiento del régimen penitenciario, es decir, el que las autoridades y funcionarios penitenciarios sometan a lo que la ley les dicta. Dicha concepción resocializadora de la ejecución de la pena, especialmente de la privación de libertad, exige en una sociedad organizada en Estado de Derecho el control judicial de la actividad penitenciaria. Cuando la pena tenia una exclusiva 60 función retributiva, es decir, de pura sanción, de “quien lo hace lo paga” y no cabria otra finalidad, el sistema penitenciario se reducía a una función simplemente de custodia, que obviamente no requería control judicial alguno; pero cuando la pena adquiere esa nueva dimensión de lograr la readaptación en la sociedad del penado y nacen distintos modelos alternativos de ejecución de la misma, es imprescindible un control imparcial e independiente encarnado por el poder judicial (Mapelli Caffarena). Esta nueva visión de la ejecución de la pena, que supone que el penado ya no es persona privada de derechos, sino un ciudadano cuya dimensiones en relación jurídica con el Estado se inserta en el marco de unos derechos y deberes constitucionales únicamente afectados por la sanción. (Manzana-Res Samaniego), exige la intervención judicial como garantía de que efectivamente ese ultimo tramo del “ius puniendi” del Estado se ha de ejercer conforme a esa finalidad establecida de forma imperativa por la Constitución. 5) Principio de Asistencia Letrada Este precepto establece la obligación de que se garanticen la asistencia letrada de los internos establecido en le art.6 inc.2º de la ley penitenciaria, durante los tramites judiciales que se deriven de la ejecución de la pena si el penado no pudiere nombrar abogado, lo cual constituye un autentico mandato al juez de vigilancia y ejecución de la pena para que haga cumplir este derecho fundamental de asistencia letrada que ampara al privado de libertad, ratificando, aun mas, esa filosofía de que no es por ello una persona privada de sus derechos fundamentales. 6) Principio de Participación Comunitaria El art. 7 de la ley, reconociendo que la privación de libertad supone siempre para el ser humano una aflicción con repercusiones tanto en su esfera puramente personal como en su ámbito familiar, laboral y social, prevé la posibilidad de que la 61 reinserción social de aquel no se desarrolle en solitario y articula medios para que la comunidad (de la temporal y provisionalmente ha sido excluido por no respetar sus reglas) intervengan activamente en su regreso de las mismas. De esa forma, facilita que durante el tiempo que el interno este recluido no se descomponga o no aumente aun mas la desvertabración de su núcleo familiar, que la concreta la comunidad en donde el mismo vivía y cometió el delito presencien y participen activamente en su readaptación y en el futuro lo vuelva a aceptar, evitando con ello, ya no solo que el reingreso en libertad sea menos traumático para el propio penado, sino también para la comunidad en donde se reintrega. Obviamente esta idea ha de ir acompañada de medidas que ayuden económicamente y socialmente al interno lo cual facilitara que no vuelva a delinquir prematuramente o que no vuelva hacerlo mas. Por ello la ley, manada a la dirección general de centros penales (órgano administrativo) a que en la planificación de las actividades de educación, trabajo, asistencia y, en general de cualquier actividad de la ejecución de la pena y medida de seguridad que lo permita o durante la detención provisional, se incluya la colaboración y participación activa de patronatos y asociaciones civiles de asistencia. 7) Principio de Afectación Mínima Como lo apuntamos en la página 43 de esta monografía, consideramos que este principio el legislador salvadoreño, no lo incluyo como Fundamental. Además forma parte de un principio de más alto rango el de Proporcionalidad., axioma que trataremos en este apartado. No obstante procedemos a examinarlos. El Art. 8 de la ley contiene un mandato imperativo para el ejercicio por parte de la administración penitenciaria de su facultad disciplinaria sobre los reos. Lógicamente, la vida de una colectividad humana en un centro cerrado ha de llevar a que las personas e instituciones responsables de al buena marcha de dichos establecimientos (porque no hay que olvidar que el cumplimiento de una 62 pena privativa de libertad se verifica en establecimientos penitenciarios o cárceles) ostenten potestades sancionadoras sobre lo allí recluidos; pero el indicado precepto establece con igual contundencia y claridad que las restricciones o limitaciones sobre la persona que dichas sanciones disciplinarias llevan siempre consigo no irán mas allá de lo necesario para conservar, en armonía, la seguridad y la vida interna del centro, resaltado que no se aplicaran esas restricciones cuando sea suficientes la amonestación privada .el legislador esta reconociendo la existencia de ese mal necesario para la organizaron de la vida de personas recluidas en centros cerrados, pero exige que se compagine con el principio constitucional del respeto la persona, de ahí que impongan el principio de afectación mínima al ejercicio de esa actividad sancionadora, que, como posteriormente se vera esta sujeta al principio de legalidad y también al control jurisdiccional. 8) El Principio de Proporcionalidad El principio de proporcionalidad es, básicamente, el fruto de una construcción teórica y jurisprudencial desarrollada en Europa y especialmente en Alemania. Inicialmente fue desarrollado en el Derecho administrativo de policía y luego pasó al Derecho público. En los últimos años el principio ha experimentado una notable expansión, no sólo territorial, sino a los ámbitos y materias de aplicación. 21 En nuestro país la utilización del principio de proporcionalidad es de reciente data. Es recién en la última década cuando ha empezado a desarrollarse en la reflexión teórica, en la jurisprudencia y a normativizarse expresamente. 22 21 Sobre el origen del principio de proporcionalidad véase González-Cuellar Serrano. Op. cit. p. 2147. Etxeberria Guridi. Op. cit. p. 217-252. Barnes, Javier: “El Principio de Proporcionalidad. Estudio Preliminar” en: Cuadernos de derecho Público. Instituto Nacional de Administración Pública. No. 5. Septiembre-Diciembre. 1998. p. 23-24. 22 El Art. 83 inc. 2 de la Ley del Medio Ambiente sujeta las medidas preventivas que regula a “la intensidad, proporcionalidad y necesidad de los objetivos que se pretenden garantizar en cada supuesto concreto”. El Art. 90 de la misma ley, refiriéndose a la imposición de sanciones administrativas, señala que “se aplicará el principio de proporcionalidad en la infracción y la sanción”. 63 En la doctrina jurídica el principio ha empezado a ser el objeto de estudio y reflexión teórica en relación a las privaciones y restricciones de libertad23, a los principios de derecho internacional aplicables a los estados de excepción,24 a los principios rectores de la teoría del Estado y la Constitución,25 y a los principios que rigen la aplicación de penas y medidas de seguridad.26 La jurisprudencia constitucional también ha reconocido la normatividad constitucional del principio de proporcionalidad. Las primeras referencias del principio, aunque sin especificar sus contenidos, se encuentran en las sentencias de amparo referencias 9-S-95, 21-C-96 y la Inc. 3-92 y 6-92 acumuladas de 17 de diciembre de 1992.27 El Art. 1 lit. “f” de la Ley Especial Para Sancionar Infracciones Aduaneras señala que el ejercicio de la facultad sancionadora está sujeta, entre otros, al “principio de proporcionalidad, de acuerdo al cual, los actos administrativos deben ser cualitativamente aptos para alcanzar los fines previstos, debiendo escogerse para tal fin entre las alternativas posibles las menos gravosas para los administrados, y en todo caso, la afectación de los intereses de éstos debe guardar una relación razonable con la importancia del interés colectivo que se trata de salvaguardar” 23 Consejo Nacional de la Judicatura. Op. cit. p.155.También puede verse Anaya Barraza, Salvador Enrique: “La Detención Provisional en el Proceso de Habeas Corpus” en: Ensayos Doctrinarios. Nuevo Código Procesal Penal. UPARSJ. 1ª. Edición. San Salvador. 1998. p. 137 24 Meléndez, Florentín: “La Suspensión de los Derechos Fundamentales en los Estados de Excepción Según el Derecho Internacional de los Derechos Humanos” 1ª. Edición. Criterio. San Salvador, El Salvador. 1999. p. 95. Este autor deriva el principio; en el ámbito de los sistemas universal, regional y europeo, del Art. 4.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del Art. 27.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos y del Art. 15.1 del Convenio Europeo Para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales respectivamente. 25 Solano Ramírez, Mario Antonio: “Estado y Constitución”. Publicación Especial No. 28. Talleres Gráficos. Sección de Publicaciones. CSJ. San Salvador, El Salvador. 1998. p. 99. Este autor denominándolo “principio de razonabilidad”. 26 Martínez Lázaro, Javier: “Los Principios del Derecho Penal en la Legislación Salvadoreña” en: Revista Justicia de Paz No. 7. San Salvador: Corte Suprema de Justicia- Proyecto de Asistencia Técnica a los Juzgados de Paz. Año III. Vol. III. Septiembre-Diciembre, 2000. p. 135-136. También puede verse Sánchez Escobar, Carlos Ernesto: “El Principio de Culpabilidad Penal” en: Revista Justicia de Paz No. 10. San Salvador: Corte Suprema de Justicia- Proyecto de Asistencia Técnica a los Juzgados de Paz. Año IV. Vol. III. Septiembre-Diciembre, 2001. p. 214. Choclán Montalvo, José Antonio: “Culpabilidad y Pena. Su medición en el sistema penal salvadoreño”, Justicia de Paz (CSJ-AECI) 1ª. Edición, San Salvador, El Salvador, 1999. p. 7. 27 Los interesantes comentarios sobre esta última sentencia, en relación al principio de proporcionalidad, pueden verse en Tinetti, José Albino: “Comentario de la sentencia que declara inconstitucionales artículos de la Ley de Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios (IVA)” en: Revista de Ciencias Jurídicas. Centro de Investigación y Capacitación. Proyecto de Reforma Judicial. Año II, No. 5, junio 1993 p. 205-237. 64 Sin embargo, la consagración formal y explícita del principio de proporcionalidad la encontramos en la Inc. 15-96 de 14 de febrero de 1997. Entre los méritos de esta sentencia cabe señalar: 1) Vincula el principio de proporcionalidad con el Estado Constitucional de Derecho, el respeto de la dignidad de la persona humana y del régimen político determinado por la Constitución; 2) Señala el carácter racional del principio; 3) Fija los contenidos integrantes del principio (idoneidad, necesidad y ponderación de intereses); 4) Señala como campo de aplicación preferente del principio, aunque no único, el ámbito sancionatorio; 5) Señala que el principio tiene el carácter de “premisa esencial” que rige la actuación del Estado. En definitiva podemos señalar que “el principio de proporcionalidad tiene rango constitucional y puede afirmarse su normatividad jurídica, para establecer la validez o invalidez de medidas que pretendan adoptarse para restringir derechos sobre todo fundamentales - tanto por el legislador, como por los aplicadores de la normativa” 28 Siendo el campo abonado del principio de proporcionalidad las medidas restrictivas de derechos fundamentales, su plena vigencia y aplicación en el ámbito de las intervenciones corporales resulta incuestionable. Por tal motivo, en las líneas siguientes analizaremos los subprincipios integrantes del principio de proporcionalidad, tal como han sido configurados por nuestra Sala de lo Constitucional. Como exigencia del principio de proporcionalidad, señala nuestra Sala de lo Constitucional, se encuentra la “idoneidad de los medios empleados – en el sentido que la duración e intensidad de los medios deben ser los exigidos por la finalidad que se pretende alcanzar” 29 28 Consejo Nacional de la Judicatura. Op. cit. p. 158. 29 Sentencia de Inconstitucionalidad de los artículos: 2 Incisos 2 y 4, 4, 6, 12, 14 Inciso 1º, 15 y 22 de la Ley Transitoria de Emergencia contra la Delincuencia y el Crimen Organizado”. Publicaciones Especiales, Corte Suprema de Justicia, No. 23, San Salvador, El Salvador, 1997, p. 96. 65 La Sala de lo Constitucional, al referirse al principio de idoneidad, está aludiendo a lo que la doctrina y jurisprudencia extranjera llama la “adecuación cuantitativa de la medida”. No se refiere a la adecuación cualitativa de las medidas limitativas de derechos fundamentales, entendiéndose por tales aquellas que sean “cualitativamente aptas para alcanzar los fines previstos; esto es, idóneas por su propia naturaleza”30 Una medida restrictiva de derechos fundamentales puede ser, desde el punto de vista abstracto, cualitativamente apta para alcanzar el fin perseguido; y, sin embargo, resultar desproporcionada considerando todas las circunstancias concurrentes del caso concreto. Es por ello que el juicio de idoneidad exige, además de la verificación abstracta de la aptitud de la medida, que la “duración e intensidad” deban ser los necesarios para alcanzar la finalidad perseguida. Desde esta perspectiva serían inadmisibles, por desproporcionadas, las intervenciones corporales cuya duración fuera excesiva. Las intervenciones corporales, por lo general, pueden ejecutarse en un espacio temporal bastante breve y cualquier abuso en cuanto a la duración de la medida la tornaría en desproporcionada. Asimismo, serían inadmisibles aquellas intervenciones corporales que, por la intensidad de las mismas, implicaran un grado de afectación excesivo de los derechos fundamentales de la persona sobre la cual recaen. Asimismo, el juicio de idoneidad exige lo que se denomina “adecuación del ámbito subjetivo de aplicación de la medida”. Esta exigencia de adecuación subjetiva (en el ámbito de aplicación) de las medidas restrictivas de derechos fundamentales demanda la individualización de los sujetos pasivos de la medida, la prohibición de la extensión indebida y la prohibición de la restricción indebida del ámbito subjetivo de aplicación de la medida. 30 González-Cuellar Serrano. Op. cit. p. 160. 66 La individualización de los sujetos pasivos requiere que en un Estado democrático de Derecho las medidas limitativas de derechos fundamentales deben ser aplicadas previa la individualización de los particulares cuyos derechos sea preciso restringir con objeto de alcanzar los fines previstos por las normas que habilitan a los poderes públicos para practicar las injerencias. Las medidas restrictivas de derechos fundamentales, como corolario de la dignidad humana del Art. 1 Cn, requiere que se individualice a los destinatarios de las mismas; en consecuencia, no pueden ser dirigidas en contra de grupos o colectivos indeterminados de personas. En el ámbito de la investigación penal la aplicación indiscriminada de medidas restrictivas de derechos fundamentales puede conducir a la aplicación de un derecho penal eficaz pero lesivo de la dignidad de la persona. La prohibición de extensión indebida implica que “tras la individualización de los sujetos pasivos de la injerencia, la medida deberá aplicarse únicamente sobre estos, sin extenderse a otros cuyos derechos no sea necesario limitar para alcanzar el fin perseguido por la norma” 32 Desde esta prohibición, las medidas restrictivas de derechos fundamentales, no se pueden aplicar sobre aquellas personas que no sean los destinatarios individualizados de las mismas. Esto necesariamente implica hacer una valoración en el caso concreto y desde el punto de vista de las personas que resultan o pueden resultar afectadas considerando circunstancias tales como edad, sexo, ocupación, creencias, etc. La prohibición de la restricción indebida exige que “las injerencias procesales penales deben ser aplicadas a todos aquellos cuyos derechos sea necesario limitar para alcanzar la finalidad prevista”33 32 33 Ibid. p. 183. Ibid. p. 184. 67 Esta última exigencia está orientada a la eficacia de la medida. Si la medida que se pretende adoptar se muestra limitada para alcanzar la finalidad perseguida por la norma, la misma devendrá ineficaz. En lo que respecta a la exigencia de adecuación del ámbito subjetivo de aplicación, como parte integrante del juicio de idoneidad, “es importante destacar la relevancia que en materia de intervenciones corporales presenta la necesaria individualización de las medidas. Así, por ejemplo, no sería admisible la investigación corporal de todo el que transitara por un paso fronterizo para comprobar si lleva o no drogas en el interior de su cuerpo. Tampoco resultan legítimos, desde esta perspectiva, los controles selectivos no basados en sospechas racionalmente fundadas, sino en imprecisiones personales del funcionario provocadas por el aspecto físico del individuo”34 La exigencia de adecuación subjetiva reclama que las intervenciones corporales recaigan sobre personas claramente individualizadas. Si en relación a la persona sobre la cual pretende ejecutarse una intervención corporal no se tienen motivos suficientes que mínimamente acrediten la existencia del delito y su participación en el mismo la medida será desproporcionada. Las intervenciones corporales “predelictuales o de prospección”, a las que nos hemos referido, resultan desde esta perspectiva contrarias al principio de proporcionalidad. También, como subprincipio integrante del principio de proporcionalidad, se encuentra la necesidad de la medida. Al respecto la Sala de lo Constitucional ha señalado que “se debe elegir la medida menos lesiva para los derechos fundamentales, es decir, la que permita alcanzar la finalidad perseguida con el menor sacrificio de los derechos e intereses del afectado”35 34 35 Ibid. p. 308. Sentencia de Inconstitucionalidad. Op. cit. p. 96. 68 El juicio de necesidad de la medida es, fundamentalmente, un juicio comparativo. Obliga a la búsqueda de todo tipo de medidas que sean idóneas para alcanzar el fin perseguido y a elegir, de entre ellas aquellas, la que resulte menos lesiva de los derechos fundamentales de la persona. La aplicación del principio de necesidad plantea, en el ámbito de las intervenciones corporales, algunos problemas ya que “la necesaria intervención de personal médico o sanitario en la mayoría de las intervenciones corporales determinará la conveniencia de que con carácter previo a la selección de la medida menos lesiva, una persona con especiales conocimientos técnicos (médico) informe al respecto. Lo mismo cabe mantener desde la perspectiva subjetiva del destinatario de la medida. La mayor o menor lesividad de la diligencia no puede ser apreciada desde un punto de vista exclusivamente objetivo, sino que dependerá en gran medida de la situación personal del afectado por aquella. Al efecto, puede resultar valiosa, una vez más, la audiencia previa de la persona afectada”36 El juicio de necesidad de la medida vuelve necesario que, cuando se trate de intervenciones corporales, la elección que el juez haga de la medida menos gravosa se realice escuchando previamente al médico y al destinatario de la medida. Al primero por tratarse de medidas de carácter técnico-médico; y al segundo, ya que es él quien se encuentra en mejor posición, como conocedor de su condición psico-física, de señalar cual es la medida que estima menos gravosa. Además, el juicio de necesidad de la medida adquiere “cuando de personas no sospechosas se trata, un significado complementario al general. La delicada posición de la víctima en casos como el señalado, en el que, a diferencia del inculpado, no es merecedora de ningún reproche social y a la que se le exige una colaboración activa en el esclarecimiento del hecho ignorando frecuentemente la 36 Etxeberria Guridi. Op. cit. p. 238. 69 traumática experiencia padecida, exige que el principio de proporcionalidad en su manifestación de la necesidad se aplique con el máximo rigor”37 El juicio de necesidad, tratándose de no imputados, requiere un control más intenso. Las medidas de intervención corporal cuyos destinatarios sean la victima y los testigos, al no ser destinatarios de la imputación, no pueden tener el mismo nivel de injerencia en el ámbito de sus derechos constitucionales; y, en consecuencia, tampoco pueden ser sometidos a las mismas medidas que un imputado. Al referirnos a los sujetos pasivos abordaremos lo relativo a intervenciones corporales de no imputados. La proporcionalidad de las intervenciones corporales, en su vertiente de necesidad de la medida, exige trascender la interpretación literal y la aplicación mecánica del Art. 167 CPP, el cual podría conducir a resultados claramente inconstitucionales. El Art. 167 CPP prescribe que, además de las extracciones de sangre, el imputado puede ser sometido a la extracción de “otros fluidos corporales”. Esta interpretación, perfectamente posible desde la literalidad del Art. 167 CPP, podría conducir a la aplicación de una modalidad de intervención corporal claramente contraria a la dignidad humana como son las extracciones de fluido seminal y aplicación de test falométricos. Consideramos que el Art. 167 CPP, interpretado conforme a la Constitución, debe entenderse en el sentido que es posible la extracción de otros fluidos corporales del imputado toda vez que no se trate de fluidos cuyo procedimiento de extracción sea lesivo de la dignidad humana reconocida como valor fundamental en el Art. 1 Cn. El principio de proporcionalidad, tal como ha sido configurado por la Sala de lo Constitucional, requiere además realizar una “ponderación de intereses”. Este juicio ponderativo, denominado proporcionalidad en sentido estricto, se realiza “a 37 Ibid. p. 240-241. 70 fin de determinar la existencia de una relación razonable o proporcionada de la medida con la importancia del bien jurídico que se persigue proteger”38 El juicio de proporcionalidad en sentido estricto exige considerar la tensión existente entre el interés público de persecución del delito previsto en el Art. 193 Ord. 3º y 4º Cn y el interés, igualmente público, de la protección de los derechos fundamentales de la persona en el marco de la investigación penal. En tal sentido, las medidas de intervención corporal deben ser proporcionadas en sentido estricto. Esto significa que, al momento de su adopción, el juez debe valorar tanto el interés en la investigación penal como la concreta situación en que se encuentre el imputado. 9) El Principio de Resocialización El Art. 3 L.E.P. en consonancia con los postulados de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos (Art. 10.3 PIDCP y Art. 5.6 CADH)51 establece que la finalidad de la ejecución penal será “lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley procurando su adecuada reinserción social”, estableciéndose así cuáles son los objetivos que debe perseguir el Estado durante la ejecución de la pena privativa de la libertad y a los que deben estar orientados la actividad de los operadores penitenciarios y judiciales52. 38 Cfr.Franz von Liszt,” problemas básicos de la ley penal” Berlín.1950, pags163 y s. Op. cit. p. 96. Sobre el alcance del concepto “readaptación social” de conformidad a los Tratados Internacionales con jerarquía constitucional (C.N. 1994), CESANO, José Daniel, Los objetivos constitucionales de la ejecución penitenciaria, Alveroni, Córdoba, 1997, pp. 112-118. 51 52 Compartimos la postura del Tribunal Constitucional español en cuanto a la significación del precepto en el sentido que el mismo debe interpretarse como un mandato del constituyente supranacional al legislador para la orientación de la política penal y penitenciaria del que no se deriva derecho subjetivo alguno (STC 2/1987, Auto TC 486/1985 y Auto TC 1112/1988). En contra parece manifestarse SALT, op. cit., p.177. 71 La palabra “reinserción” representa un proceso de introducción del individuo en la sociedad, es favorecer directamente el contacto activo recluso-comunidad53, lo que significa que los operadores penitenciarios deben iniciar con la condena un proceso de rehabilitación de los contactos sociales del recluso54 y procurar atenuar los efectos negativos de la pena (prisionización55), permitiendo que la interacción del interno en el establecimiento penal se asemeje lo más posible a la vida en libertad y, en la medida de su ubicación dentro del régimen y tratamiento 53 FERNÁNDEZ GARCIA, Julio, Manual de Derecho Penitenciario, Coordinadores Berdugo Gómez de la Torre - Zúñiga Rodríguez, Universidad de Salamanca-Colex, Madrid, 2001, p. 131. 54 El Juzgado de Ejecución Penal de Catamarca autoriza el ingreso a la cárcel local de la esposa (en libertad condicional) y de la concubina (con condena en ejecución condicional) de dos internos, contra las posturas negativas del Servicio Penitenciario Provincial fundamentadas en una norma reglamentaria del año 1942 (Art. 128 del “Reglamento Interno para la Cárcel Penitenciaria de Catamarca” del Dec. 1155/42), que prohibía entrar en calidad de visitas a aquellas personas que “hayan sufrido condena en el Establecimiento y que sean de malos antecedentes, cualquiera sea el parentesco con el penado” , dejando de lado la interpretación una serie de normas posteriores y de superior jerarquía, que regulan este esencial derecho del interno de cara a su resocialización (Arts. 1, 158 y 160 Ley 24.660 y Art. 5 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en cc. Art. 31 C.N.). Cfr. Autos Nº 20/2000 (Expte. Nº 66/2000) y 22/2000 (Expte. Nº 181/2000). En un fallo reciente se dispone el traslado de un penado a su localidad de residencia en el interior de la provincia a fines de usufructuar del derecho de semilibertad, debiendo pernoctar en la comisaría del lugar a la expiración de su jornada laboral, procurando precisamente que esa misma sociedad, en su momento, pueda "recibirlo" en su seno: "...Que conforme consideraciones efectuadas supra, éste Juzgado estima que se encuentran cumplimentadas las exigencias normativas para la procedencia de la concesión de la Semilibertad en examen, a la par de tener en cuenta el avance gradual del interno dentro del tratamiento intramuros, manifestado con hechos concretos de superación personal, circunstancias que lo posicionan en una situación favorable a efectos de permitirle la oportunidad para acceder a esta modalidad de la etapa de prueba del régimen penitenciario (Arts. 6, 12 y 15 Ley 24.660) y estimularlo en su proceso de reinserción social, particularmente dentro de su comunidad de origen, circunstancia que habitualmente no puede concretarse debido a carencia de infraestructura penitenciaria en el interior provincial, lo que representa un acotamiento de la operatividad de los derechos penitenciarios de los penados procedentes del resto de nuestra provincia. Al respecto, el suscripto, mediante nota dirigida al Ministerio de Gobierno y Justicia, de fecha 29/Dic/2003, entre otras cuestiones, sugirió la construcción o acondicionamiento de centros de detención en ciudades equidistantes del interior de la provincia a fin de que los penados cumplan su condena cerca de sus afectos familiares y sociales, y llegado el momento puedan acceder a su salida laboral en un medio conocido y factible de conseguir empleo, como otra pauta más de la anhelada resocialización (Arts. 1, 23, 168 y 208 Ley 24.660). Aparte de ello, esta posibilidad le permitirá al penado estar territorialmente cerca de su madre, quien conforme constancia de autos, padece de una enfermedad terminal (Art. 166 Ley 24.660)...", Cfr. Auto Nº 192/2004 (Expte. Nº 287/2004). 55 Esto es la repercusión de la subcultura carcelaria y de las condiciones de vida institucional en la personalidad de los penados. Sobre los factores de incidencia e investigaciones realizadas, KAUFMANN, Hilde, Ejecución penal y terapia social, Trad. Juan Bustos Ramírez, Depalma, Buenos Aires, 1979, pp.119/129. 72 penitenciarios, promover y estimular las actividades compatibles con dicha finalidad56. Allí cobran especial relevancia aquellos institutos penitenciarios que permiten el egreso excepcional (vg.: a fines de cumplir con deberes morales o fomentar las relaciones familiares, Arts. 166 y 168 L.E.P. cc. Art. 493 in fine C.P.P. Ctca., Art. 35 bis Inc. 1º y 6º C.P.P. Cba. Y Art. 496 C.P.P.N.), limitado (vg: salidas transitorias por razones familiares, o de estudio, o para participar en programas de prelibertad -Art. 16 L.E.P.- y semilibertad -Arts. 17 y 23 L.E.P.-) o anticipado (vg.: libertad condicional -Arts. 13, 14 y 15 C.P cc. Art. 28 L.E.P.- y libertad asistida Arts. 54, 55 y 56 L.E.P.-) del interno al medio libre, ya que dichas previsiones legales a la par de disminuir las tensiones que implica el encarcelamiento57, promueven el restablecimiento de vínculos con la misma sociedad, que dispuso separarlos provisoriamente a causa del perjuicio ocasionado a bienes jurídicos protegidos por la legislación penal. 56 Mediante diferentes resoluciones (decretos y autos), el Juzgado de Ejecución Penal de Catamarca autoriza a internos en semilibertad a cursar estudios secundarios, terciarios y universitarios. Cfr., entre otras, Autos Nº 31/2002 y 13/2004: “...el Art. 133 y ss. de la ley 24.660 receptan el derecho de aprender del interno, debiendo procurar la autoridad administrativa los medios para mantener, fomentar y mejorar la educación e instrucción integral formativa del penado en busca de la adquisición de nuevos hábitos y comportamientos para su futura reinserción social (Art. 1º Ley 24.660)... Que éste Tribunal considera que la concesión al penado del permiso especial para estudio tiene una importancia fundamental para su vida futura, ya que instruirse y capacitarse es un instrumento más para procurar la finalidad primera del tratamiento penitenciario: la resocialización del penado para convertirlo en un elemento útil a sí mismo y a la comunidad...”. También es de resaltar la reciente autorización concedida a un interno en semilibertad a participar de un evento boxístico, actividad prevista dentro del marco de su relación laboral, atendiendo a su pretérita actividad previa a su llegada a prisión y como medio para fomentar su reinserción social a través del trabajo (Expte. Nº 68/2004), a pesar del impacto mediático causado en la comunidad local (www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=175326&Idxsección=0). 57 El Juzgado de Ejecución Penal de Catamarca, Argentina, en una resolución de concesión del régimen de salidas transitorias valora que: "...Al respecto se ha sostenido que: "...la sociedad tiene derecho a segregar al delincuente, pero...no para siempre...Y estos permisos permiten al penado mantener sus relaciones precarcelarias, rebajar la tensión del encerramiento y...mantener viva la esperanza de la libertad..." (RACIONERO CARMONA, Francisco, Derecho penitenciario y privación de la libertad. Una perspectiva judicial, Dikynson, Madrid, 1999, p. 208), por lo que en un Estado de Derecho resulta necesario asumir riesgos razonables, antes que proceder a una restricción generalizada de derechos penitenciarios que representan una modificación cualitativa del cumplimiento de la pena privativa de libertad (En idéntico sentido, CASTRO ANTONIO, José Luis, "Permisos de salida", I Curso monográfico para Jueces de Vigilancia Penitenciaria(Madrid, 13-16 noviembre 1995), Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 1997, p. 396)...". Cfr. Auto Nº 15/2005 en Expte. Nº 318/2004. 73 De las normas receptoras del Principio se trasluce que con la ejecución de la pena privativa de la libertad se persiguen fines de prevención especial, postura asumida por la moderna doctrina penitenciaria que considera que el objetivo fundamental de la resocialización del penado se circunscribe a que este respete la ley penal y que se abstenga de cometer delitos en el futuro58. Es dable mencionar que el “ideal resocializador” se vincula con la finalidad de la ejecución de las penas privativas de la libertad, ya que con la ejecución de las medidas de seguridad se persiguen otros objetivos vinculados con la rehabilitación, mientras que en las penas de multa e inhabilitación prevalecen aspectos retributivos59. Más allá del “ideal resocializador”, no podemos dejar pasar por inadvertido el inacabado debate acerca de si la prisión y el medio carcelario son los instrumentos aptos para alcanzar tal finalidad60. Al respecto no hacen falta profundas investigaciones científicas para observar los daños que deja la cárcel en quien la vivió, por ello es que creemos que le corresponde al Estado, en primer lugar, arbitrar los medios para evitar la desocialización61 del condenado y luego ofrecer un sistema de ejecución de la pena privativa de la libertad que contenga medios y 58 Comparten la mencionada finalidad de prevención especial en nuestro país, entre otros: Kent, Jorge, La Resocialización de los Penados. Un desafío en el nuevo milenio, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1998, pp. 63/65 y 75 y ss.; Edwards, Carlos Enrique, Garantía constitucionales en materia penal, Astrea, Buenos Aires, 1996, pp. 160/161; Haddad, Jorge, Derecho Penitenciario, Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1999, pp. 81/82; Zarini, Helio Juan, Constitución Argentina. Comentada y concordada., 1° reimpresión, Astrea, Buenos Aires, 1998, pp. 103/104; y en el extranjero, se puede mencionar: Barbero Santos, Marino -“socializar no significa otra cosa que el sujeto lleve en el futuro una vida sin cometer delito, no que haga suyos los valores de una sociedad que pretende repudiar”- citado por Fernández García, Julio, Manual de Derecho Penitenciario, coord. Berdugo Gómez de la Torre - Zúñiga Rodríguez, Universidad de Salamanca-Colex, Madrid, 2001, p. 132 y la mención sobre la postura de la moderna doctrina y legislación al respecto hecha en la Exposición de Motivos del Proyecto la actual Ley Orgánica General Penitenciaria 1/1979 de España. 59 Al respecto en Italia, la Constitución extiende la idea de resocialización a las penas en general. FERNANDEZ GARCIA, Julio, op. cit., p. 133. 60 ¿Inveterado mito o factible realización? En relación a las posturas de la eterna polémica que representa dicha temática se puede recomendar el interesante y ameno texto de KENT, Jorge, La resocialización de los penados. Un Desafío en el Nuevo Milenio, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1998, pp. 43-74. 61 MUÑOZ CONDE, Francisco, “Tratamiento penitenciario: utopía no alcanzada o simple quimera”, VI Jornadas Penitenciarias Andaluzas, 1989, p. 43. 74 oportunidades que permitan su reinserción social dentro de un marco que respete su dignidad humana y el libre desarrollo de su personalidad62. Así, compartimos la postura de que “Toda consecuencia de una punición debe cesar en algún momento, por largo que sea el tiempo que deba transcurrir...”63, o cual fuere la modalidad de pena privativa de libertad impuesta, ya que “Es la dignidad del individuo, como límite material primero a respetar por un Estado democrático, lo que va fijando topes a la dureza de las penas y agudizando la sensibilidad por el daño que causan en quienes la sufren”64. En su momento y respecto de la cercana realidad española65, habíamos sostenido que determinadas modalidades delictivas no podían condicionar la totalidad del sistema penal, procesal penal y penitenciario66, en aras de que la pretendida orientación resocializadora propugnada por el constituyente se vea desplazada por “exigencias preventivo generales positivas, enmascaradas bajo la genérica apelación a la proporcionalidad”67. Por ello, hacemos nuestras las palabras de Schall-Schreibauer cuando expresan que “una sociedad que quiere mantenerse en un Derecho penal respetuoso con la individualidad y los derechos fundamentales de la persona, también del delincuente, una sociedad que, por tanto, quiere conceder a todo 62 MUÑOZ CONDE, Francisco-GARCIA ARAN, Mercedes, Derecho Penal. Parte General, Tirant lo Blanch, Valencia, 2002, p. 571. 63 ZAFFARONI, Eugenio-ALAGIA, Alejandro-SLOKAR, Alejandro, Derecho penal. Parte general, Ediar, Buenos Aires, 2000, p. 125. 64 MIR PUIG, Santiago, Derecho penal. Parte general, 7° Edición, B de F, Buenos Aires, 2004, p. 132. 65 La L.O. 7/2003, conocida como la "Ley de cumplimiento íntegro y efectivo de las penas", modifica los Arts. 76 y 78 del C.P. español estableciendo la elevación del límite máximo de cumplimiento de la pena de prisión y el endurecimiento de las condiciones para el acceso al tercer grado (similar a nuestro régimen de semilibertad) y a la libertad condicional a los reclusos condenados por terrorismo o por crimen organizado. 66 GUILLAMONDEGUI, Luis, "La reforma de la ejecución penal y el tercer grado penitenciario", monografía presentada en el Programa de Doctorado "Problemas actuales del Derecho Penal y de la Criminología", Director: Francisco Muñoz Conde, Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, Febrero 2004. 67 GARCIA ALBERO, Ramón-TAMARIT SUMALLA, Josep-María, La reforma de la ejecución penal, Tirant lo Blanch, Valencia, 2004, p. 34. 75 autor la posibilidad de la resocialización, debe también estar dispuesta necesariamente a soportar un riesgo para la seguridad de la colectividad”68. Más allá de las consideraciones precedentes, no podemos dejar de resaltar que el Principio de Resocialización va a servir como elemento de interpretación del universo de normas que regulan la ejecución penal, y al respecto resulta ilustrativo lo expuesto por Mapelli Caffarena al señalar que: “La resocialización tiene en relación con la norma penitenciaria funciones similares a las que tiene el bien jurídico en relación con la norma penal. Si éste ofrece una concreción material al tipo penal y sirve como base de su estructura e interpretación, aquél es un instrumento para interpretar la norma penitenciaria”69. Este Principio se encuentra regulado en nuestra ley en su Art. 3 que nos dice que “Las instituciones penitenciarias establecidos en la presente ley, tienen por misión fundamental procurar la readaptación social de los condenados y la prevención de los delitos así como la custodia de los detenidos provisionales. Se considera interno todo aquella persona que se encuentra privada de libertad por la aplicación de la detención provisional, de una pena preventiva de libertad o de una medida de seguridad”. Como podemos observar tiene como fin primordial la Readaptación Social de los sentenciados a penas o medidas penales privativas de libertad. Al respecto se afirma que la finalidad fundamental legislación de la doctrina y de la atribuyen en la actualidad a las penas y medidas de privación de libertad es la “prevención especial, entendida como reeducación y reinserción 68 Citado por SILVA SÁNCHEZ, Jesús, “El retorno de la inocuización: El caso de las reacciones jurídico-penales frente a los delincuentes sexuales violentos”, Homenaje al Dr. Marino Barbero Santos, Dir. Arroyo Zapatero-Berdugo Gómez de la Torre, Vol. I, Ediciones de la Universidad Castilla de la Mancha-Ediciones Universidad Salamanca, Cuenca, 2001, p. 710. 69 MAPELLI CAFFARENA, Borja, Pena privativa de la libertad en Nueva enciclopedia jurídica, T. XIX, Seix Editor, Barcelona, 1989, p. 449 citado por SALT en op. cit. p. 176 nota 56. 76 social de los condenados”.al defender, en primer termino, la finalidad resocializadora de la pena, la ley pretende significar que el penado no es un ser eliminado de la sociedad, sino una persona que continua formando parte de la misma, incluso como miembro activo si bien sometida a un particular régimen jurídico, motivado por el comportamiento antisocial anterior de aquel y encaminado a preparar su vuelta ala vida libre en las mejores condiciones para ejercitar socialmente su libertad. A la ejecución de las penas y mediadas de seguridad privativas de libertad se les asigna una misma función correctora y aun de mejora del delincuente. Una función que, ya desde los tiempos de Von Listz, se considera como fundamental entre las diversas funciones que se asignan hoy ala pena y, en todo caso, como principio rector y básico de todo el sistema penitenciario moderno. Se plantea el problema de si debe, a pesar de todo, obligarse al delincuente a adaptarse a la sociedad a la que pertenece o de si, por el contrario, debe de procederse previamente a modificar el orden social vigente. Con razón dice Runde que la resocialización es un problema que se encuentra, precisamente, en el centro de la tensión entre adaptación del individuo y reforma de la sociedad. La resocialización supone un proceso de interacción y comunicación entere el individuo y la sociedad, cuyas normas deben adaptarse al individuo. El individuo por la propia naturaleza, de su condicionamiento existenciales, esta obligado al intercambio y a la comunicación con su mundo circundante; en una palabra, a la convivencia. Pero tampoco las normas sociales pueden determinar unilateralmente el proceso de resocialización. Las normas sociales no son algo inmutable y permanente a lo que el individuo debe de adaptarse obligatoriamente, sino el resultado de una correlación de fuerzas sometidas a influencias mudables. El derecho penal es simplemente el escudo protector de la sociedad, y que su misión no consiste en modificar o cambiar esa sociedad, sino proteger el orden social que el viene previamente dado. En el plano de los valores morales se niega, 77 por tanto, toda legitimación para imponer creencias y convicciones internas, el forum internum en el forum externum, del Estado y al sociedad, pretendiendo obligar o otros aceptarlas, pues por encima de cualquier otro valor esta siempre el del respeto a la libertad de profesar cualquier creencia o ideología. Una resocialización entendida en este plano moral conduciría a la mas absurda y peligrosa manipulación de la conciencia individual y siempre dejaría sin resolver la cuestión de cual sistema moral vigente en la sociedad debe de adaptarse el individuo; en todo caso aparece evidente que una resocialización moral del delincuente no puede llevarse a cabo sin lesionar gravemente los fundamentos de una sociedad pluralista y democrática. El Estado no tiene como misión “mejorar” a sus ciudadanos y, por consiguiente, no esta legitimado para privarles de su libertad con el único objeto de mejorarlos, siempre que mientras estén en libertad no pongan en peligro a los demás o a ellos mismos. Entonces nos preguntamos ¿será posible resocializar para la legalidad? Como de lo que, en definitiva, se trata de resocializar, es decir, de recuperar para la sociedad y esta es algo mas que la suma de los sistemas sociales parciales que componen (familia, clase, subcultura,ect.), la resocialización debe de consistir en hacer aceptar al delincuente las normas básicas y generalmente vinculantes que rigen en esa sociedad. El fin de la ejecución de la pena seria, por consiguiente, restablecer en el delincuente el respeto por esas normas básicas haciéndole corresponder en el futuro a las expectativas en ellas contenidas evitando así la colisión d nuevos delitos; en una palabra la reincidencia. Esta correlación entre “resocialización” y “respeto a la legalidad” ha sido cuestionada desde diversos puntos de vista. En una de ellas se deduce d que no todo delincuente debe ser objeto de una resocialización, porque no siempre, por el hecho de haber cometido un delito, rompe su vinculación con la sociedad y deja de respetar la legalidad penal de esta. 78 Entonces la legalidad penal representa los intereses y valores de la sociedad burguesa, es lógico que solo sea objeto de resocialización todo aquel cuyo comportamiento no corresponde a la expectativa de conductas de la clase media; desarraigando sin ello fuera preciso al delincuente de su anterior sociedad habitual. Teniendo en cuenta que la critica que se le tiene ala resocialización del delincuente no solo va dirigida a dicho principio sino también al sistema empleado para conseguirla: el tratamiento penitenciario , el cual pretende hacer del interno una persona con la intención y la capacidad de vivir respetando la ley penal, así como de subvenir a sus necesidades. Los efectos negativos de la prisonización para el tratamiento resocializador son evidentes. El interno no solo no acepta los valores mínimos cuyo respeto pretende conseguir el proceso resocializador, sino que pretende conseguir el proceso resocializador, sino que pretende otros distintos y aun totalmente contrarios a estos valores. En la cárcel el sujeto no pretende vivir en sociedad, sino a proseguir y aun perfeccionar su carrera criminal a través del contacto y relaciones con otros delincuentes. El tratamiento impuesto obligatoriamente supone, por tanto, una lesión de derechos fundamentales generalmente reconocidos en otro ámbito y que afectan en si el fin idealizador del Principio de Resocialización. Habiendo tomado licencia de denominar Principios a los que en realidad serian Normas Rectoras, proponemos una sistematización de los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria , es decir de la Ejecución de la Pena, que estimamos mas didáctica y comprensiva de la expuesta por prestigioso jurista, a la par de presentar de un nuevo Principio, el de Inmediación de la Ejecución Penal, cuya operatividad consideramos de magna relevancia para el ámbito de la ejecución de la pena con motivos de la implementación de órganos judiciales especializados y en pro de la finalidad resocializadora anhelada con la ejecución de las penas privativas de libertad. 79 2.7 Situación Penitenciaria en El Salvador En El Salvador la situación penitenciaria de las personas privadas de libertad sigue siendo muestra para verificar el debido cumplimiento de los diversos principios establecidos en la ley penitenciaria en cual se observaran si existe o no atropellos a la dignidad de la persona humana y así evidenciar el cumplimiento del Estado a sus principales obligaciones en materia de derechos humanos. En este sentido pretendemos reflejar al menos parte de la realidad carcelaria de nuestro país, en ejercicio de las atribuciones del Estado y la tutela de derechos que le corresponden a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos. Se tiene como propósito coadyuvar a que el Estado salvadoreño cumpla con una de sus más grandes obligaciones constitucionales: hacer del sistema penitenciario nacional un verdadero instrumento de resocialización de quienes han trasgredido la ley penal, pero que sin ello dejan de ser personas humanas con derechos como tal. Para hacer referencia ala historia recientes del sistema penitenciario salvadoreño cabe destacar los informes propuestos por nuestra Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos en donde se ilustran así los hechos mas violentos ocurridos dentro de las cárceles y que demuestran el irrespeto de la dignidad humana y los derechos fundamentales es una constante actuación de las autoridades relacionadas con el tema… en donde se ha registrado por lo menos desde el año 2004 ocho acciones masivas de protestas de poblaciones de internos, a causa de las graves violaciones a sus derechos humanos sufridas al interior de la prisión; al menos siete estallidos de violencia por riñas entre los mismos internos, situaciones que se ven ligados por diversos motivos como lo son: 80 a) traslados de miembros de “maras”: El día 6 de febrero de 2005, la “prensa grafica” publico n reportaje en relación a los asesinatos de personas que trabajaron como custodios en el sistema penitenciario de los cuales se presumía son autores los miembros de “maras” o pandillas recluidos en las cárceles. Un día después, se configuro el inicio de la nueva crisis del sistema penitenciario con el traslado arbitrario de los libres de las pandillas “MS” y “XVIII” hacia el centro de máxima seguridad de Zacatecoluca. Según las autoridades los traslados de las actividades de requisa que el personal de seguridad realizo en los centros penales referidos, bajo el amparo de una “declaración de emergencia” que los directores del mismo emitieron para controlar un supuesto plan de fuga del cual habían tenido conocimiento por medio de investigaciones policiales. Es posible advertir que existen as casos como el anterior y que no habían sido evaluados por las instancias competentes y, mas grave aun es el hecho de que las autoridades penitenciarias hayan ordenado”evaluaciones de urgencia” para calificar a los internos para su ingreso al Centro de Seguridad de Zacatecoluca. Estos hechos fueron constitutivos de violación del Principio de Legalidad, parte de las garantías del debido proceso a que tiene derecho todas las personas. b) protesta nacional ante las restricciones al régimen de visitas: A finales del mes de febrerote 2005, la dirección general de centros penales restringió el régimen de visitas en la cárceles de todo el país, como respuesta a la acciones que algunos familiares de los internos recluidos en los centros penales de Chalatenango y Cojutepeque realizaron días antes para protestar por los traslados arbitrarios de algunos reclusos hacia el centro de seguridad de Zacatecoluca. Estas medidas consistieron en la drástica reducción en el tiempo de visita familiar de los internos a solo dos horas a la semana, el establecimiento de limitaciones a la cantidad de personas que podían mantener dentro de las cárceles en calidad de visitantes, la 81 restricciones en cuanto al ingreso de alimentos durantes las visitas y la elaboración de fichas de registro de visitantes. Dichas medidas constituyen una pena adicional que las personas privadas de libertad reciben además de la prisión que deben cumplir y lo mas grave aun significa un fuerte castigo para los hijos e hijas de los internos, y sus demás familiares quienes tiene que viajar largas distancias y enfrentar el consecuente costo económico que esto implica. Se destaca el irrespeto al derecho de los niños a mantener relaciones personales contacto directo con sus padres, reconocido en el articulo 9 de la Convención sobre lo Derechos del Niño, instrumento internacional que por haber sido suscrito y ratificado por El Salvador, es de obligatorio cumplimiento. c) condiciones inhumanas en el sistema carcelario del país: Los artículos 1 y 2 de nuestra Constitución reconoce a la persona humana es el origen y fin de la actividad del Estado. Las obligaciones del Estado deben de ser especialmente aseguradas a las personas que enfrentan condiciones de vulnerabilidad, por cuanto no pueden, de propia cuenta, salvaguardar sus derechos, como es el caso de quienes se encuentran privados de libertad. La Constitución de la republica, en su art. 27 inc.3º dispone que el Estado salvadoreño deberá organizar los centros penitenciarios con el objeto de corregir las conductas delictivas de las personas que actúan al margen de la ley, así como de educarlos y fomentarles hábitos de trabajo con el fin de lograra su readaptación social y la prevención del delito pero aun así se tiene al respecto entendido que la administración de centros penales y penitenciarias del país han incurrido en sistemáticas violaciones al precepto constitucional antes referido. d) aislamiento forzado en condiciones infrahumanas: El aislamiento constituye un acto cruel, inhumano y degradante contra las personas privadas de libertad. En fecha 16 de julio de 2002, de un informe realizado por la Procuradurías para la Defensa de los Derechos Humanos enviado a la 82 asamblea legislativa se destaca las practicas de endurecimiento en las condiciones de “aislamiento de reos”, cuando conllevan a finalidades disciplinarias, muchos de estos aislamientos se realizan con arbitrariedad ya l margen de los requisitos de la ley lo que se ha visto agravado por la reforma del art. 103 de la Ley Penitenciaria., dichas finalidades disciplinarias argumentan su ejecución en garantizar la seguridad y el orden del centro penal la protección de la penas, tratos crueles e inhumanos están consagrados en: art. 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; 5 de la Convención Americana de Derechos Humanos; 7, 10.1,10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ; 2 y 3 de la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra las Torturas y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; Regla 31 de la Regla Mínima para el Tratamiento de los Reclusos y Principio 1 y 7 de los Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos. La Ley Penitenciaria en su art. 5 consagra el Principio de Humanidad e Igualdad, que prohíbe determinantemente la utilización de torturas y de actos o procedimientos vejatorios en la ejecución de las penas, así como la discriminación de cualquier índole, al igual que en su art. 128 establece las medidas disciplinarias serán impuestas de forma tal que no afecten la salud y la dignidad de los internos. e) condiciones generales de atención medica en los pabellones hospitalarios: consagrado en el art. 1 inc.3º de la Constitución salvadoreña “que es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la Republica, el pleno goce del derecho a la salud”; y a los privados de libertad se les debe de proporcionar según sus condiciones de salud en referidos centros hospitalarios designado para ellos:1) condiciones físicas y de habitabilidad. 2.) visita familiar. 3.) educación. 4.) salud. 5) actividades recreativas. 6.) registro de los internos e internas. 83 f) aplicación de formas de prisión inhumanas bajo la figura de centros de máxima seguridad: La Ley Penitenciaria en su capitulo IV “Centros de Cumplimientos de Penas” establece concretamente que los centros d seguridad están destinados única y exclusivamente para personas en la etapa de ejecución de la pena. Los internos destinados a este tipo de centros deben entonces presentar características que impidan su interrelación con otros internos; como la ley lo establece, deben de presentar problemas de inadaptación externa y constituir un peligro para su seguridad y la de los demás, sin ser esta constitutivo de un castigo que anule la dignidad y niegue el fin constitucional de la readaptación. Pero al respecto, en fecha 12 de junio de 2002 la Procuraduría rindió opinión al respecto de la reforma a realizarse del art. 103 que menciona limites al respecto de los centros de seguridad (internos por delitos de narcotráfico, crimen organizado, reincidentes.). Además homicidio agravado, violación, secuestro o vulnera el art. 27 inc.3º de la Constitución de la Republica, el actual reformado art.103 de la ley penitenciaria es violatorio de las siguientes disposiciones o principios del derecho internacional de los derechos humanos. Abusos o delitos cometidos dentro de los establecimientos penitenciarios: El art. 131 de la ley penitenciaria establece:”la junta disciplinarias será el organismo encargado de imponer las medidas disciplinarias, sustituirlas por otras menor o suspender su aplicación. Estarán integradas por el director del centro, un miembro del consejo criminológico regional y un abogado.” Aunque se da el caso que en nuestro país no existen dichas juntas disciplinarias por lo que se apreciara el evidente incumplimiento de la Ley Penitenciaria y propician así mismo la impunidad y la arbitrariedad al interior de las cárceles, vulnerando los derechos y principio fundamentales de todo privado de libertad , lo que evidencia una problemática mas de falta de accesos al beneficios penitenciarios que tiene incidencia también en estoa y en diversos 84 factores, así como tampoco se establece los mecanismos que los jueces de vigilancia penitenciaria y de ejecución de la pena deben de optar para la programación de audiencias para el otorgamiento de los beneficios , no obstante, en atención al Principio Pro Homine y al Principio de Legalidad. Lo cual una de las justificaciones es que los centros penitenciarios y en si todo el sistema de ejecución de la pena no tienen los suficientes personal administrativo para ejercer bien sus funciones y eso hace que se caiga en la vulneración de los derechos y principios fundamentales de los privados de libertad. Ejemplo de ello es la integración de equipos técnicos criminológicos es vital para el proceso de readaptación de los internos quienes son os que los evalúan, sin embargo esta y otras exigencias olvidadas por la autoridades penitenciarias. 85 CAPITULO III "Eran demasiados y demasiado miserables para colgarlos a todos, así que había que encontrar otra forma de castigo” Hans Von Hentig MARCO JURIDICO SALVADOREÑO Cn TRATADOS INTERNACIONALES. Reglas Mínimas para el Tratamiento de los reclusos” LEY PENITENCIARIA. REGLAMENTO GENERAL DE LA LEY PENITENCIAIRA JURISPRUDENCIA DE LA SALA DE LO CONSTITUCIONAL EN CASO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Ejemplo: Sentencia de 14-II-97, Inc. 15-96, Considerando IX 4). SENTENCIA Y FALLO CONDENATARIO 86 A. CONSTITUCIÓN. El Artículo 27 inciso 3°, expresa:” El Estado organizará los centros penitenciarios con objeto de corregir a los delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando su readaptación y la prevención de los delitos.” B.TRATADOS INTERNACIONALES. 1. La Convención Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su Art. 5.6 dispone que: “Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados” 2. El artículo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) destaca que: “El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados” 3. Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos (RMTR) Regla 58. El fin y la justificación de las penas y medidas privativas de libertad son, en definitiva, proteger a la sociedad contra el crimen. Sólo se alcanzará este fin si se aprovecha el período de privación de libertad para lograr, en lo posible, que el delincuente una vez liberado no solamente quiera respetar la ley y proveer a sus necesidades, sino también que sea capaz de hacerlo. Regla 59. Para lograr este propósito, el régimen penitenciario debe emplear, tratando de aplicarlos conforme a las necesidades del tratamiento individual de los delincuentes, todos los medios curativos, educativos, morales, espirituales y de otra naturaleza, y todas las formas de asistencia de que puede disponer. C. FASES DEL PODER PENAL. El Poder Penal Estatal Salvadoreño, puede estructurase en 3 fases en las cuales ejercitan su función limitadora Principios Fundamentales. Estas etapas o fases son: 1. Fase Abstracta: regulada en el Código Penal 2. Fase Concreta: regulada en el Código Procesal Penal 3. Fase Ejecutiva: regulada en La Ley Penitenciaria. 87 1) Fase Abstracta: el cual se encuentra regulado en nuestro Código Penal y en el cual encontramos en el diversos Principios Rectores que atañen a esta fase y que a su ves tiene un vinculo especial en el marco de la Ejecución de la Pena; del Capitulo I “De las Garantías Penales Mínimas”; y que son: a) Principio de Legalidad: (art. 1 C.P.) “Nadie podrá ser sancionado por una acción u omisión que la ley penal no haya descrito en forma precisa e inequívoca como delito o falta, ni podrá ser sometido a penas o medidas de seguridad que la ley no haya establecido. b) Principio de la Dignidad Humana (art. 2 C.P.) “Toda persona a quien se atribuya delito o falta tiene derecho a ser tratada con respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. c) Principio de Lesividad del Bien jurídico (art. 3 C.P.) “No podrá imponerse pena o medida de seguridad algunas, si la acción u omisión no lesiona o pone en peligro efectivo un bien jurídico protegido por la Ley Penal”. d) Principio de Responsabilidad (art. 4 C.P.) “La pena o medida de seguridad no se impondrá si la acción u omisión no ha sido realizada con dolo o culpa. Por consiguiente, queda prohibida toda forma de responsabilidad objetiva. La culpabilidad solo se determinara por la realización de la acción u omisión “. e) Principio de Necesidad (Art. 5 C.P.) “Las penas y medidas de seguridad solo se impondrán cuando sean necesarias y en forma proporcional a la gravedad del hecho realizado. En ningún caso podrá imponerse medidas de seguridad si ni es 88 como consecuencia de un hecho descrito como delito en la ley penal, ni por tiempo superior al que hubiere correspondido al sujeto como pena por el hecho cometido. A tal efecto el tribunal establecerá en la sentencia razonablemente el limite máximo de duración”. f) Principio de Aplicación General del Código Penal (art. 6 C.P.) “Los principios fundamentales del presente Capítulo serán aplicables siempre. g) Principio de Universalidad (art. 10 C.P.) “También se aplicara la ley penal salvadoreña a los delitos no cometidos a la jurisdicción salvadoreña siempre que ellos afecten bienes protegidos internacionalmente por pactos específicos o normas de Derecho Internacional o impliquen una grave afectación a los derechos humanos reconocidos” 2) Fase Concreta o Procesal: El cual se encuentra establecido en el Código Procesal Penal, en dicha normativa también se encuentran establecidos Principios Procesales Fundamentales para llegar a la fase de ejecución de la pena, los cuales observaremos a continuación: a) Juicio Previo (Principio del Debido Proceso) (art. 1 C.P.P.) “Nadie podrá ser condenado o sometido a una medida de seguridad sino mediante una sentencia firme dictada luego de probar los hechos en un juicio oral y público, llevado a cabo conforme a os principios establecidos en la Constitución de la Republica, en este código y demás leyes, con observancia estricta de las garantías previstas por las personas”. 89 b) Principio de Legalidad del Proceso (art. 2 C.P.P) “Toda persona a la que se le impute un delito o falta, será procesada conforme a las leyes preexistentes al hecho delictivo del que se trate y ante un tribunal competente, instituido con anterioridad por la ley. Este principio regirá también en la ejecución de la pena y medidas seguridad.” c) Principio de Presunción de Inocencia (art. 4 C.P.P) “Toda persona a quien se le impute un delito, se presumirá inocente, y será tratada como tal en todo momento, mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley en juicio publico, en el que se le aseguren las garantías del debido Proceso. La carga de la prueba corresponde a los acusadores”. d) Duda (Principio In Dubio Pro Reo) (art. 5 C.P.P.) “E n caso de duda el juez considerara lo mas favorable al imputado”. e) Principio de Defensa (Defensa Material y Técnica) (art. 9 y 10 del C.P.P.) “Será inviolable la defensa en el procedimiento” f) Oportunidad de la Acción Pública (Principio de Oportunidad. Reglada o Tasada) (art. 20 C.P.P.) “En las acciones publicas, el fiscal podrá solicitar al juez que se prescinda la persecución penal de uno o de varios hechos impugnados respecto de uno o de algunos de los participes o se limite a una o alguna de las calificaciones jurídicas posibles, en los casos siguientes: 1) cuando se trate de un hecho que por su insignificancia, por lo exiguo de la 90 contribución del participe o por su mínima culpabilidad, no afecte al interés publico. 2)cuando el imputado haya realizado cuanto estaba a su alcance para impedir la ejecución del hecho que haya contribuido desicivamente al esclarecimiento de la participación de otros imputados en el mismo hecho o en otros mas graves. 3)cuando el imputado haya sufrido, como consecuencia directa del hecho, un daño físico o psíquico, grave o irreparable que le incapacite para el ejercicio de sus ocupaciones ordinarias cuando tratando de un delito culposo haya sufrido un daño moral de difícil superación. 4) cuando la pena que le corresponde al hecho o calificación jurídica de cuya presunción se prescinde carece de importancia en consideración a la pena ya impuesta, a la que corresponde por los restantes hechos o calificaciones, o a la que se impondrá en un procedimiento tramitado en el extranjero. 3) Fase Ejecutiva o Penitenciaria.: dicho poder se encuentra establecido en la Ley Penitenciaria en el cual vemos plasmado los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria es decir, de la Ejecución de la Pena y las medidas de seguridad, las cuales son de interés en nuestra investigación; localizados en el Capitulo I “Finalidad de la Ejecución” y el Capitulo II “Legalidad y Control Judicial, y que son: • Funciones de las instituciones Penitenciarias (Principio de Resocialización) (art. 3 inc.1º L.P.) “Las instituciones penitenciarias establecidas en la presente ley, tiene por misión fundamental procurar la readaptación social de los condenados y a la prevención de los delitos, así como la custodia de los detenidos provisionales” 91 • .Principio de Legalidad (art. 4 L.P.) “La actividad penitenciaria se deberá fundamentar en la Constitución de la Republica, en esta ley, en los reglamentos dictados conforme a ella y en las sentencias judiciales. Ningún interno podrá ser obligado a realizar una actividad penitenciaria, a omitir el ejercicio de un derecho, o a cumplir una medida disciplinaria, si esta restricción mandato o medida no han sido previstos en aquellos.” • Principio de Humanidad (art. 5 INC. 1º L.P.) “Queda terminantemente prohibida la utilización de torturas y de actos o procedimientos vejatorios en la ejecución de la penas. • Principio de Igualdad (art. 5 inc. 2º L.P.) “No se discriminará a ningún interno por razón de su nacionalidad, sexo, raza, religión, tendencia u opinión publica, condición económica o social o cualquier otra circunstancias”. • Principio de Judializacion (art. 6 INC. 1º L.P.) “Toda pena se ejecutara bajo el estricto control del juez de vigilancia penitenciaria y de ejecución de la pena, y la cámara respectiva, en su caso, quienes harán efectiva las decisiones de la sentencia condenatoria. El juez también controlara el adecuado cumplimiento del régimen penitenciario. • Principio de Asistencia Letrada (art. 6 inc. 2º L.P.) “Es obligatorio garantizar la asistencia letrada de los internos durante los tramites jurídicos que se susciten en la etapa de ejecución penal, si el condenado no pudiere nombrar abogado.” • Principio de Participación Comunitaria (art.7 L.P.) “La dirección de general de centros penales deberá incluir en la planificación de actividades de educación, trabajo, asistencia y, en general, en cualquier actividad de la ejecución de la pena y medida de seguridad que lo permita, 92 o durante la detención provisional, la colaboración y participación activa de patronatos y asociaciones civiles de asistencia.” • Principio de Afectación Mínima (art. 8 L.P.) “Las medidas disciplinarias no contendrán mas restricciones que las necesarias para conservar en armonía, la seguridad y la vida interna del centro. No se aplicaran cuando sea suficiente la amonestación”. Todos estos principio fundamentales que están normados en nuestras legislaciones, y que rigen el Poder Estatal en el ámbito penal, que atañen al individuo y sus derechos así como sus garantías (basadas principalmente en la Constitución salvadoreña) desde que es culpado de un delito, o falta y que se le sigue un proceso hasta llegar a una sentencia y llevado a un centro penitenciario, y es ahí donde comienza a surgir también la ejecución de la pena; que a pesar de estar privado de libertad sigue siendo una persona humanas con derechos (aunque estén restringidos), en nuestra investigación se ha querido corroborar si estos PRINCIPIOS son solo letra muerta o que si en verdad la administración penitenciaria pone de manifiesto dichos principios, por lo que hemos podido investigar no siempre es así, ya que en los centros penitenciarios se les vulneran los derechos a todos los internos y por consiguiente sus principios aun que estos estén regulados no siempre se cumplen; desde que no se les sigue un buen procedimiento para evaluar su tratamiento penitenciario y verificar así si están aptos para un nuevo régimen hasta llevarlos sin previa justificación a un centro de seguridad como medio de castigo, a que se les restrinjan sus visitas familiares e intimas a las cuales tiene derechos, por lo observado los principios fundamentales son violados por todo el poder Estatal, desde los policías cuando estos son arrestados hasta llegar a la administración penitenciaria cuando estos están en fase de ejecución penal. Se debe de tener en cuenta que los Principios son adaptados algunos de la Constitución y del Derecho Penal para con el Derecho Penitenciario dando a conocer de que nadie puede ser sancionado sino por hechos que han sido considerados o sea tipificados como delitos o faltas en una 93 ley (en este caso juega un papel importante el Código Penal), ni imponérseles penas o medidas de seguridad (aquí observamos como entran el Código Procesal Penal) distintas a las fijadas por las leyes pertinentes, ni someterlo violentamente o forzosamente a tratamientos penitenciarios, medidas disciplinarias que lo degraden en su dignidad como persona (respecto a la dignidad de la persona proviene del principio de humanidad reconocido en nuestra Constitución) el cual en la practica no se respeta en los centros penitenciarios del país aun cuando la Cn. en su articulo 1 lo señala reconociéndole los derechos y a su ves en la conservación y defensa de los mismos, como en la aplicación y ejecución de penas que puedan afectar su dignidad. Debemos de saber que la única aplicación retroactiva de la ley penal que es admitida, se da cuando es más favorable al reo aplicando en este caso los principios de legalidad y el del in dubio pro reo. Al principio de responsabilidad que conocemos en nuestro código penal, corresponde lo que en doctrina seria principio de culpabilidad, según el cual “no hay pena sin culpabilidad y que la pena no debe de exceder la medida de la culpabilidad” lo cual también encontramos estrecha relación con el principio de proporcionalidad el cual ya expusimos y el cual en nuestra actualidad también se ve vulnerado por los tribunales y el órgano judicial estatal ya que muchas veces encontramos que en detención provisional existen personas que llevan mucho tiempo en ese estado sin que se les haya comprobado participación alguna en hechos delictivos. 94 CAPITULO IV “…la menor incertidumbre es siempre penosa, aún en las cosas más pequeñas, y cuando puede ser evitada fácilmente… es mejor hacerlo inmediatamente…” Franz KAFKA. “El Proceso”. DERECHO COMPARADO El Derecho comparado es una disciplina o método de estudio del Derecho que se basa en la comparación de las distintas soluciones que ofrecen los diversos ordenamientos jurídicos para los mismos casos planteados. No es propiamente una rama del Derecho. Por ese motivo, el Derecho comparado puede aplicarse a cualquier área del derecho, realizando estudios específicos tales como: Derecho constitucional comparado, Derecho civil comparado, derecho penitenciario comparad, etc. En este capitulo se trata de establecer, una comparación dentro de las legislaciones vigentes de diversos países que regulan la tutela de los principios fundamentales de los internos en los centros penitenciarios; habiendo conocido cuales son los principios bajo los cuales se rige nuestra ley penitenciaria en cuanto a su objetivo de velar por el respeto a los derechos fundamentales de las personas sobre las cuales recae cualquier clase de pena privativa de libertad, realizaremos un recorrido por las distintas leyes, a fin de conocer la manera en que estas regulan dichos principios, dándonos cuenta que al igual que en nuestro país, la mayoría de legislaciones al ser creadas persiguen el mismo fin, que es garantizar la protección de los derechos fundamentales de la persona humana, aun cuando esta se encuentre privada de libertad. 95 A. PRINCIPIO DE LEGALIDAD El Salvador: Art. 8. Cn. Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni a privarse de lo que ella no prohíbe. Art. 4. Ley penitenciaria. La actividad penitenciaria se deberá fundamentar en la constitución de la República, en esta ley, en los reglamentos dictados conforme a ella y en las sentencias judiciales. Ningún interno podrá ser obligado a realizar una actividad penitenciaria, a omitir el ejercicio de un derecho, o a cumplir con una medida disciplinaria, si esta restricción, mandato o medida no ha sido previsto en ella. Argentina: Art. 3. Ley de Ejecución de la Pena privativa de Libertad. La ejecución de la pena privativa de libertad en todas sus modalidades, estará sometida al permanente control judicial, el juez de ejecución o juez competente garantizará el cumplimiento de las normas constitucionales, los tratados ratificados por la república de Argentina y los derechos de los condenados no afectados por la condena o la ley. Chile: Art. 4. Reglamento de penitenciaria se desarrollará Establecimientos Penitenciarios. La actividad con las garantías y dentro de los términos establecidos por la constitución, leyes, reglamentos, sentencias judiciales y tratados internacionales ratificados por chile y vigentes. Los funcionarios que quebrantes estos limites incurrirán en responsabilidad de acuerdo con cada legislación vigente. 96 México: Art. 2. Ley de ejecución de Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad. Este ordenamiento tiene como objetivo: I. Establecer las bases para la Ejecución de las Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad, previstas en el Código Penal y otras Leyes. II. Facultar a las Autoridades correspondientes para que ejerzan el control y vigilancia de cualquier privación de libertad impuesta en los términos de las Leyes de la materia. III. Establecer las bases para la prevención a través del Tratamiento Penitenciario España: Art.2. Ley Orgánica General Penitenciaria de España. La actividad penitenciaria se desarrollará con las garantías y dentro de los límites establecidos por la ley, los reglamentos y las sentencias judiciales. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Art. 9. 1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta. Declaración Universal de los Derechos Humanos. Art. 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. Art. 11. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 97 2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. B. PRINCIPIO DE HUMANIDAD E IGUALDAD. El Salvador: Art. 2. Cn. Toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad, a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión, y a ser protegida en la conservación y defensa de los mismos. Art. 3. Cn. Todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencia de nacionalidad, raza, sexo o religión. Art. 5. Ley penitenciaria Queda terminantemente prohibida la utilización de torturas y de actos o procedimientos vejatorios en la ejecución de las penas. No se discriminará a ningún interno por razón de nacionalidad, sexo, raza, religión, tendencia u opinión política, condición económica o social, o cualquier otra circunstancia. Argentina: Art. 8. Ley de Ejecución de la Pena privativa de Libertad. Las normas de ejecución serán aplicadas sin establecer distinción alguna en razón de, raza, sexo, idioma, religión, ideología, condición social o cualquier otra circunstancia, las únicas obedece al tratamiento individualizado. Art. 9. La ejecución de la pena estará exenta de tratos crueles, inhumanos, quien ordene, realice o tolere tales excesos se hará merecedor de las sanciones previstas en el código penal. 98 Chile: Art. 5. Reglamento de Establecimientos Penitenciarios. Las normas establecidas en el presente reglamento deben ser aplicadas imparcialmente no pudiendo existir diferencia de trato, fundamentada en nacimiento, raza, opinión política, creencia religiosa, condición social u otras circunstancia; la administración penitenciaria procurara la realización efectiva de los derechos humanos compatibles con la condición de l interno. Art. 6. ningún interno será sometido a torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes de palabra u obra, ni será objeto de un rigor innecesario en la aplicación de las normas del presente reglamento , se garantiza la libertad ideológica de los internos, su derecho al honor, a ser designado por su propio nombre, a la intimidad personal, a la información, educación, y el acceso a la cultura, procurando el desarrollo integral en su personalidad, y a elevar peticiones a las autoridades en las condiciones establecidas . México: Art. 3.- Ley de ejecución de Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad. El Tratamiento Penitenciario debe ser aplicado con absoluta imparcialidad, sin ningún tipo de discriminación en relación a nacionalidad, raza, condiciones económicas y sociales, ideología política o creencias religiosas de los internos. Art. 4.- El tratamiento debe asegurar el respeto de los derechos humanos y debe tender a la readaptación social de los internos, con base en los siguientes lineamientos: I. En relación a los sentenciados, debe ser aplicado un tratamiento readaptativo que tienda a la reincorporación social de los mismos. II. Los procesados deben ser tratados en base al principio de inocencia y de inculpabilidad. 99 III. En el caso de los inimputables, el tratamiento deberá ser aplicado según criterios de individualización específicos por medio de: a) Internamiento en Hospitales Psiquiátricos. b) Tratamiento en libertad. España: Art. 3. Ley Orgánica General Penitenciaria de España. La actividad penitenciaria se ejercerá respetando, en todo caso, la personalidad humana de los recluidos y los derechos e intereses jurídicos de los mismos no afectados por la condena, sin establecerse diferencia alguna por razón de raza, opiniones políticas, creencias religiosas, condición social o cualquier otra circunstancia de análoga naturaleza. En consecuencia: 1. Los internos podrán ejercitar los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales, sin exclusión del derecho de sufragio, salvo que fuesen incompatibles con el objeto de su detención o el cumplimiento de la condena. 2. Dos. Se adoptaran las medidas necesarias para que los internos y sus familiares conserven sus derechos a las prestaciones de la seguridad social, adquiridos antes del ingreso en prisión. 3. En ningún caso se impedirá que los internos continúen los procedimientos que tuvieren pendientes en el momento de su ingreso en prisión y puedan entablar nuevas acciones. 4. La administración penitenciaria velara por la vida, integridad y salud de los internos. 5. El interno tiene derecho a ser designado por su propio nombre. 100 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Art. 10. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. Declaración Universal de los Derechos humanos. Art. 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Art. 2. 1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Art. 4. Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. Art. 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Art. 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. C. PRINCIPIO DE JUDICIALIZACION O DE JUDILIZACIÓN. El Salvador: Art. 6. Ley penitenciaria Toda pena se ejecutará bajo el estricto control del juez de vigilancia penitenciaria y ejecución de la pena y la cámara respectiva, en su 101 caso, quienes harán efectivas las deserciones de la sentencia condenatoria. El juez también controlara el adecuado cumplimiento del régimen penitenciario. Es obligatorio garantizar la asistencia letrada de los internos durante los tramites jurídicos que se susciten en la etapa de ejecución penal si el condenado no pudiese nombrar abogado. Argentina: Art. 4. Ley de Ejecución de la Pena privativa de Libertad. Será de competencia judicial durante la ejecución de la pena: a) resolver las cuestiones que se susciten cuando se considere vulnerado alguno de los derechos del condenado. b) Autorizar todo egreso del condenado del ámbito de la administración penitenciaria. España: Art. 76. Ley Orgánica General Penitenciaria de España El juez de vigilancia tendrá atribuciones para hacer cumplir la pena impuesta, resolver los recursos referentes a las modificaciones que pueda experimentar con arreglo a lo prescrito en las leyes y reglamentos, salvaguardar los derechos de los internos y corregir los abusos y desviaciones que en el cumplimiento de los preceptos del régimen penitenciario puedan producirse. . Corresponde especialmente al juez de vigilancia: a) Adoptar todas las decisiones necesarias para que los pronunciamientos de las resoluciones en orden a las penas privativas de libertad se lleven a cabo, asumiendo las funciones que corresponderían a los jueces y tribunales sentenciadores. b) Resolver sobre las propuestas de libertad condicional de los penados y acordar las revocaciones que procedan. c) Aprobar las propuestas que formulen los establecimientos sobre beneficios penitenciarios que puedan suponer acortamiento de la condena. 102 d) Aprobar las sanciones de aislamiento en celda de duración superior a catorce días. e) Resolver por vía de recurso las reclamaciones que formulen los internos sobre sanciones disciplinarias. D. PRINCIPIO DE PARTICIPACION COMUNITARIA. El Salvador: Art. 7. Ley penitenciaria. La dirección general de centros penales deberá incluir en la planificación de actividades de educación, trabajo, asistencia y en general en cualquier actividad de ejecución de la pena y medida de seguridad que lo permita, o durante la detención provisional la colaboración y participación activa de patronatos y asociaciones civiles de asistencia. Argentina: Art. 5. Ley de Ejecución de la Pena privativa de Libertad. El tratamiento del condenado deberá ser programado e individualizado y obliga el respeto de las normas que regulan la convivencia, la disciplina o el trabajo, toda otra actividad que integre tendrá carácter voluntario. México: Art.87. Ley de ejecución de Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad. La finalidad de la reincorporación social de los internos, debe ser alcanzada solicitando y organizando la participación de los ciudadanos y de Instituciones o Asociaciones Públicas. En consecuencia, los Centros Preventivos y de Readaptación Social, podrán ser visitados con autorización del Director, por todas aquellas personas, que teniendo un concreto interés por la obra de resocialización de los internos, demuestren poder útilmente promover el desarrollo de los contactos entre la comunidad de internos y la sociedad libre. 103 Se combatirá a través de esta participación social, la toxicomanía, el alcoholismo y todos los vicios que degradan al individuo. España: Art.24. Ley Orgánica General Penitenciaria de España Se establecerán y estimularán, en la forma que se señale reglamentariamente, sistemas de participación de los internos en actividades o responsabilidades de orden educativo, recreativo, religioso, laboral, cultural o deportivo. En el desenvolvimiento de los servicios alimenticios y confección de racionados se procurara igualmente la participación de los internos. Se permitirá a los internos la adquisición por su propia cuenta de productos alimenticios y de consumo dentro de los límites reglamentariamente fijados. La venta de dichos productos será gestionada directamente por la administración penitenciaria o por empresas concesionarias. Los precios se controlaran por la autoridad competente y, en ningún caso podrán ser superiores a los que rijan en la localidad en que se halle ubicado el establecimiento. Los internos participaran también en el control de calidad y precios de los productos vendidos en el centro. E. PRINCIPIO DE AFECTACION MINIMA. El Salvador: Art. 8. Ley penitenciaria Las medidas disciplinarias no contendrán más restricciones que las necesarias para conservar en armonía la seguridad, y la vida interna del centro. No aplicara cuando sea suficiente la amonestación privada. Argentina: Art. 80. Ley de Ejecución de la Pena privativa de Libertad. El orden y la disciplina se mantendrá con decisión y firmeza, no se impondrán más restricciones que las indispensables para mantener la seguridad y la correcta vida de los 104 alojados de acuerdo al tipo de establecimiento y al régimen en que se encuentra incorporado el interno. México: Art. 75. Ley de ejecución de Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad. El orden y la disciplina se impondrán con firmeza, teniendo en cuenta que la seguridad de los centros se mantendrá técnicamente como producto de una buena organización, científica y humanitaria, ajena a cualquier principio de represión. El uso de la fuerza sólo podrá emplearse en la medida estricta y necesaria para repeler agresiones violentas que pongan en peligro la integridad física de cualquier persona dentro del establecimiento, o se altere el orden o la seguridad del mismo. España: Art. 41. Ley Orgánica General Penitenciaria de España El régimen disciplinario de los establecimientos se dirigirá a garantizar la seguridad y conseguir una convivencia ordenada. Ningún interno desempeñara servicio alguno que implique el ejercicio de facultades disciplinarias. Los internos no serán corregidos disciplinariamente sino en los casos establecidos en el reglamento y con las sanciones expresamente previstas en esta ley. F. PRINCIPIO DE RESOCIALIZACIÓN. El Salvador: Art. 27 inc. 3º Cn. El estado organizará los centros penitenciarios con objeto de corregir a los delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando su readaptación y prevención de los delitos. 105 Art. 3. Ley Penitenciaria. Las instituciones penitenciarias establecidas en la presente ley, tienen por misión fundamental procurar la readaptación social y la previsión de los delitos, así como la custodia de los detenidos provisionales. Argentina: Art. 1. Ley de Ejecución de la Pena privativa de Libertad. La ejecución de la pena privativa de libertad en todas sus modalidades, tiene por objeto lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley, procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el apoyo de la sociedad. Chile: Art. 1. Reglamento de Establecimientos Penitenciarios. La actividad penitenciaria se regirá por las normas establecidas en el presente reglamento y tendrá como fin primordial, la atención, custodia y la asistencia de detenidos, sujetos a prisión preventiva y condenada, así como la acción educativa necesaria para la reinserción social de los sentenciados. Art. 92. Reglamento de Establecimientos Penitenciarios. La administración penitenciaria desarrollará actividades u acciones orientadas a remover anular o neutralizar los factores que han influido en la conducta delictiva y estarán dirigidos a las personas privadas de libertad, cuando corresponda a fin de prepararlas para que por propia voluntad participen de la convivencia social, respetando la norma que la regula. Art. 93. Reglamento de Establecimientos Penitenciarios. Las actividades y acciones tendrán como referente el carácter progresivo del proceso de reinserción social del interno y en su programación deberá atenderse a las necesidades específicas de cada persona a quien se dirijan. México: Art. 62. Ley de ejecución de Penas Privativas y Restrictivas de la Libertad - En los Centros Preventivos y de Readaptación Social. La educación de los internos, 106 deberá ser factor primordial para su readaptación, teniendo además del carácter académico, elementos cívicos, sociales, artísticos, físicos, éticos y de higiene, procurando afirmar con ellos, el respeto a los valores humanos y a las Instituciones Nacionales. España: Art.1. Ley Orgánica General Penitenciaria de España. Las instituciones penitenciarias reguladas en la presente ley tienen como fin primordial la reeducación y la reinserción social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad, así como la retención y custodia de detenidos, presos y penados. Art. 59. Ley Orgánica General Penitenciaria de España. Uno. El tratamiento penitenciario consiste en el conjunto de actividades directamente dirigidas a la consecución de la reeducación y reinserción social de los penados. El tratamiento pretende hacer del interno una persona con la intención y la capacidad de vivir respetando la ley penal, así como de subvenir a sus necesidades. A tal fin, se procurara, en la medida de lo posible, desarrollar en ellos una actitud de respeto a si mismos y de responsabilidad individual y social con respecto a su familia, al prójimo y a la sociedad en general 107 CAPITULO V “Por mi se va a la ciudad del llanto; por mi se va al eterno dolor; por mi se va hacia la raza condenada: la justicia animó a mi sublime arquitecto; me hizo la divina potestad, la suprema sabiduría y el primer amor. Antes que yo no hubo nada creado, a excepción de lo inmortal, y yo duro eternamente. ¡Oh, vosotros, los que entráis, abandonad toda esperanza!” Dante ALIGHIERI. “La Divina Comedia CONCLUSIONES • A través de nuestra investigación, que ha sido realizada por medio de una exposición científica (Verdadera, crítica y sistematizada) se ha podido apreciar las deficiencias que actualmente afrontan los Centros Penales. Estos no cuentan con una infraestructura adecuada para albergar a la población reclusa, las cifras son alarmantes, es palpable la sobrepoblación, el hacinamiento y la insalubridad en la que habitan estas personas que por el hecho de haber cometido un delito no quiere decir que no van a ser tratados dignamente. • En los centros Penales, no se cuentan con los mecanismos necesarios para la Reincorporación y Readaptación Social de los Reclusos. • Es poca la procuración por parte de las autoridades correspondientes para buscar una solución real al problema. • Es importante admitir que si se cuenta con una Ley Penitenciaria que tiene puntos muy relevantes para una verdadera rehabilitación para el interno o interna, lo malo es que estos puntos no son cumplidos a su cabalidad, es decir no hay una aplicabilidad seria de dicha Ley. 108 RECOMENDACIONES • Que en los Centros Penitenciarios se realicen los esfuerzos necesarios para mejorar las difíciles condiciones laborales del personal de seguridad y custodia penitenciario. • Hacer de todo el Sistema Penitenciario de nuestro País la verdadera herramienta de Readaptación de quienes han infringido la Ley Penal. • Que se cumpla con imparcialidad de parte del organismo correspondiente su función en la Fase de Ejecución de la Pena en el Proceso Penal. • Que se les orienten repetidamente a los internos e internas el uso de los recursos que tienen para interponer una Queja Judicial, cuando se le violente un Principio Fundamental. • Que en los Centros Penitenciarios se cumpla con el debido procedimiento en las respectivas fases del régimen penitenciario para que beneficien a los internos e internas. • Que se Construyan Centros Penitenciarios Modernos para evitar el hacinamiento, para mejorar las difíciles condiciones de la Sociedad Reclusa. 109 BIBLIOGRAFÍA • ANSUÁTEGUI ROIG, FRANCISCO JAVIER; CELADOR ANGÓN, OSCAR. Historia de los Derechos Fundamentales Siglo XVIII. 2ª ed. Madrid, ES: Editorial Dykinson, 2001. ISBN: 84-8155-794-3 • CEREZO MIR, JOSÉ. Curso de Derecho Penal Español. 1996 5ª. ed. Madrid, ES: Editorial Tecnos, 1996. ISBN: 84-309-2878-2 • CEREZO MIR, JOSÉ. Curso de Derecho Penal Español: Teoría Jurídica del Delito. 6a. ed. Madrid, ES: Editorial Tecnos, 1999 ISBN: 84-309-3221-6 • CÓDIGOS: Penal y Procesal Penal; Ley Penitenciaria y su Reglamento (con exposiciones de motivos y sus reformas) 19ª ed. San Salvador, SV: Editorial Jurídica Salvadoreña, 2004. • GARCÍA VALDÉS. Introducción al Derecho Penitenciario Español. Notas Sistemáticas, en la obra colectiva Comentarios a la Legislación Penal. 1ª ed. Madrid, ES: Editorial Edersa, 1986. • MAPELLI CAFFARENA. Principios Fundamentales del Sistema Penitenciario Español. 1ª ed. Barcelona, ES: Editorial Bosch, 1983. • Política Criminal y Reforma del Derecho Penal. 1ª ed. Librería Bogota, CO: Editorial TEMIS, 1982. • Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos. (Informa sobre la situación de las persona privadas de libertad en El Salvador Período de Julio 2004 a Junio 2005). 110 • REVISTA JUSTICIA DE PAZ (CORTE SUPREMA DE JUSTICIA) 1999 Mes Abril V.1 • SOLANO RAMÍREZ, MARIO ANTONIO. Reforma Constitucional. 1ª ed. San Salvador, SV: Editorial Corte Suprema de Justicia, 2000. 111 112 UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS PLAN DE TRABAJO DE MONOGRAFIA TEMA: PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA LEY PENITENCIARIA PRESENTADO POR: BACHILLER TANIA FÁTIMA PAOLA MOLINA SALINAS BACHILLER FLOR DE MARIA RIVERA RODRÍGUEZ BACHILLER HÉCTOR MANUEL PRUDENCIO FLORES PARA OPTAR AL GRADO ACADEMICO DE LICECIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS ASESOR: LIC. HERBERT WALTER AQUINO SILVA ABRIL DEL 2007 SAN SALVADOR EL SALVADOR CENTROAMÉRICA 113 114 INDICE CONTENIDO PAGINAS Introducción…………………………………………………………………116 Diagnostico…………………………………………………………………117 Objetivos……………………………………………………………………119 General Específicos Estrategias………………………………………………………………….120 Metas……………………………………………………………………......122 Recursos……………………………………………………………………123 Humanos Financieros Materiales Políticas…………………………………………………………………….125 Objetivos Estratégicos……………………………………………………126 Organización Funcional…………………………………………………..127 Organización Jerárquica…………………………………………………128 Control y Evaluación……………………………………………………..129 Cronograma de Actividades……………………………………………..131 115 INTRODUCCION Nuestra investigación se basara en conocer y saber cual es la importancia de los Principios Fundamentales de la Ley Penitenciaria, haciendo énfasis en ellos, ya que estos enuncian claramente los fundamentos de todo el sistema normativo de la Ley penitenciaria en nuestro país. Nuestra investigación comenzó el día 26 de Febrero del presente año, con la entrega del tema y nombramiento de asesor y se esta basando en recabar información de artículos Internet, libros, y datos obtenidos por el asesor. Lo revelante de esta investigación será que nosotros como grupo en su momento podamos establecer la importancia y en la aplicación de los principios fundamentales de la ley penitenciaria a un caso determinado. El plan de trabajo es indispensable para la investigación y desarrollo de la monografía por lo que hemos elaborado un cronograma el cual nos ayudara para las actividades de investigación a futuro, así mismo incorporamos los objetivos que como grupo tenesmos. 116 DIAGNOSTICO: La situación actual del sistema penitenciario salvadoreño se encuentra en un proceso de modernidad, que se pretende encontrar con la entrada en vigencia de la actual Ley Penitenciaria con su respectivo Reglamento. Pero no solo basta tener una ley moderna y reglamento que establecen los organismos, entidades, Régimen Penitenciario, Fases del régimen penitenciario, medidas disciplinarias, educación, salud, trabajo penitenciario, etc. Sino que también hacer énfasis en los principios fundamentales de esta Ley, ya que estos son la base que nos servirá para la aplicación de cada procedimiento en la ejecución de las penas y de las medidas de seguridad previstas en el Código Penal y las penas contempladas en las demás leyes especiales, así mismo la aplicación de la detención provisional favoreciendo al interno en la pronta y cumplida justicia así como también en la readaptación a la comunidad, siempre y cuando se cumplan los principios fundamentales de la ley penitenciaria. Ya que los principios fundamentales de dicha ley son de suma importancia porque ellos enuncian claramente los fundamentos de todo el sistema normativo propuesto. Estos principios nutren el contenido normativo y orientan su interpretación. Algunos de estos principios fundamentales son: - Principio de la finalidad de la ejecución; - Principio de legalidad de la ejecución; 117 - Principio de humanidad e igualdad, etc... La finalidad de estos principios es proporcionar al condenado aquellas condiciones favorables a su desarrollo personal, que le permitan integrarse a la vida en sociedad el momento de recobrar su libertad plena. 118 OBJETIVOS OBJETIVOS GENERALES • Identificar los principios fundamentales de la Ley Penitenciaria • Dar a conocer la importancia de los principios fundamentales de la Ley Penitenciaria. OBJETIVOS ESPECIFICOS • Determinar el objetivo de la aplicación de los principios fundamentales de la Ley Penitenciaria. • Establecer la finalidad de los principios fundamentales de la Ley Penitenciaria. 119 ESTRATEGIAS El trabajo será desarrollado mediante la recolección de información documental, electrónica, investigación de campo, y visitas a las diferentes instituciones judiciales, Departamento de Prueba y Libertad Asistida, DEPLA, Dirección de Reos sin Sentencias, así como también a las dependencias del Ministerio Concejo Criminológico, y encuestas a funcionarios que directamente están involucrados en la aplicación de la Ley Penitenciaria y su reglamento. Para lograr este propósito se asignaran los recursos materiales y económicos de una manera racionalmente adecuada, a fin de atender de manera oportuna los gastos que sea meritorio realizar. Por otra parte se elaborará un cronograma de actividades que servirá para medir tiempo y avance del trabajo, con la finalidad de coordinar adecuadamente el desarrollo de la investigación. El plan que se tiene para desarrollar esta monografía se basará en la investigación de campo donde visitaremos diferentes instituciones que se encuentren interesados o dedicados al tema en estudio así podemos mencionar algunos como son: DEPLA, Consejo Criminológico, Dirección de Reos sin Sentencia entre otras Instituciones Competentes. Las instituciones antes mencionadas serían algunas de las cuales nos servirán para la recopilación de documentación necesaria, así como también visitando la Biblioteca del Concejo nacional de la Judicatura, de la Corte Suprema de Justicia. 120 Así mismo para lograr lo planteado necesitamos de los integrantes del grupo contar con el apoyo económico, tomando en cuenta que cada uno deberá aportar según sean los gastos de manera equitativa; a la vez se pretende trabajar de manera coordinada, donde se establece la función de cada uno para llevar un orden de trabajo, aportación y colaboración de los integrantes del grupo. Estas estrategias nos servirán para llevar acabo las actividades que como equipo se pretende para lograr desarrollar el tema exitosamente. 121 METAS: Una de las metas principales en nuestro proceso es entregar el PLAN DE TRABAJO DE MONOGRAFÍA, el día 9 de Marzo del Presente Año a la coordinación de Monografías de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Posteriormente a su devolución y esperando que no haya ninguna observación daremos comienzo a la investigación del tema que se nos ha asignado. Para ello visitas a diferentes instituciones y bibliotecas, para lograr entregar la primera versión de nuestra monografía el día 9 de Julio del año dos mil siete, a la Facultad de Ciencias Jurídicas, el 23 del mismo mes se presenta la última versión donde se le habrán hecho los ajustes, correcciones e investigaciones necesarias para esta presentación. Para finalizar se nos entregara la monografía en su ultima versión donde estaremos esperando la fecha de la defensa donde como equipo tendremos reuniones diarias para mayores investigaciones en concepto de ampliar nuestro contenido y ser más explícitos en el momento de la ponencia; y como punto final a esta parte del proceso esperamos ya siendo aprobados entregar los ejemplares de la monografía empastados y con su CD, del 27 al 31 de agosto del año en curso. 122 RECURSOS: RECURSOS HUMANOS: Las personas involucradas para desarrollar el plan de trabajo, somos tres; cada uno tendrá la misma responsabilidad pero diferente función; uno se encargara de dirigir la investigación, coordinar al grupo y dar a conocer las funciones de cada uno y el punto de partida de la investigación, luego el técnico auxiliar que será encargado de ver y realizar las tareas de investigación de campo como también revisar el trabajo realizado por el dirigente de la investigación por si existe o quedase un punto sin resolver o un tema en el vacío; y luego se encuentra la persona que administrará lo correspondiente a lo investigado en donde él preverá y organizará lo que son los puntos de investigación, encargándose de la agenda que se debe de cubrir con respecto a reuniones con el asesor y el grupo, presentación de informes así como su revisión. RECURSOS FINANCIEROS: Dentro de este cuadro hemos tratado de desglosar lo que es el recurso financiero tomando en cuenta algunos de los recursos materiales más cuantificables para exponer una cantidad aproximada del gasto que se tendrá en el proceso de presentación de esta monografía. El monto de los ingresos es algo que por el momento no podemos especificar, perolas fuentes se puede mencionar que son tanto prestamos financieros como salarios y aportaciones familiares. Se ha realizado una pequeña cotización de los materiales que más se utilizarán, así como los gastos de inversión que se tendrán en la investigación. 123 RECURSOS MATERIALES: Dentro de estos recursos materiales se requerirá de equipos como: computadora, impresora, memoria USB, papelería, dentro de las cuales entran las fotocopias, impresiones, empastados, libros, revistas; etc. Así como los recursos materiales de servicio como: vehiculo, transporte, teléfono, digitación, biblioteca, alimentación, entre otros, los cuales los más sobresalientes y de mayor gasto se encuentran señalados en el siguiente cuadro donde estableceremos un presupuesto del gasto económico. Cuadro de Presupuesto: MATERIAL COSTO UNIDAD COSTO TOTAL TRASPORTE $60.00 3 $180.00 CARNET DE EGRESADO DELA UFG IMPRESIONES $5.00 3 $15.00 $0.20 600 $120.00 COPIAS $0.03 900 $27.00 PAPEL BOND $4.00 4 Resmas $16.00 TINTA $10.00 4 $40.00 CD $1.00 2 $2.00 INTERNET $1.00 20 $20.00 TELEFONO $30.00 3 $90.00 ALIMENTACIÓN $45.00 3 $135.00 ENERGIA ELECTRICA MEMORIA USB $35.00 2Casas $70.00 $45.00 1 $45.00 EMPASTADO $12.00 3 $36.00 SUBTOTAL $841.00 IMPREVISTOS 15% DEL MONTO TOTAL $126.15 TOTAL $967.15 124 POLÍTICAS MISIÓN DE LA UFG: “La formación de profesionales competentes, innovadores, emprendedores y éticos, mediante la aplicación de un proceso académico de calidad que les permita desarrollarse en un mundo globalizado.” VISIÓN DE LA UFG: “Ser una de las mejores universidades del país reconocida por la calida de sus egresados, su proceso permanente de mejora continua y su investigación relevante aplicada a la solución de los problemas nacionales.” POLÍTICA DE CALIDAD DE LA UFG: La Universidad Francisco Gavidia asume el compromiso con sus estudiantes, comunidad académica y sociedad salvadoreña a cumplir bajo la aplicación de la mejora continúa con las siguientes directrices que conforman nuestra política de calidad. I. Ofrecer del proceso de enseñanza y aprendizaje, sustentando en las corrientes pedagógicas y didácticas contemporáneas y en las escuelas de pensamiento científico, que demanda un aprendizaje permanente y constructivo, para formar profesionales competentes, innovadores, emprendedores y éticos. II. Desarrollar una gestión administración eficaz de los recursos y servicios de apoyo para lograr la conformidad de los requisitos del proceso de enseñanza y aprendizaje. 125 OBJETIVOS ESTRATÉGICOS: Para concluir exitosamente nuestra investigación y alcanzar los objetivos y metas trazadas nuestro trabajo se sustentara con la investigación documental y de campo diferentes instituciones judiciales como, Departamento de Prueba y Libertad Asistida, DEPLA, Dirección de Reos sin Sentencias, Consejo Criminológico, entre otras Instituciones Competentes que tienen conocimiento del alcance y aplicación de dichos principios fundamentales de la ley penitenciaria, para ello se contará con entrevista a diferentes autoridades de las instituciones antes mencionadas del país. Dentro de este estudio se realizará lo que es un análisis jurídico que sea crítico y propositivo planteando las perspectivas sustentadas con la investigación documentada que ha retomado de libros, tesis, encuestas e información en línea entre otra documentación para reforzar el análisis y conclusiones que se llevaran acabo en el desarrollo de la investigación donde se visitaran las instituciones ya antes mencionadas. 126 ORGANIGRAMA FUNCIONAL COORDINADOR TANIA FÁTIMA PAOLA MOLINA SALINAS ORGANIGRAMA Y DISTRIBUIR FUNCIONES ENLACE CON ASESOR ADMINISTRADOR DE RECURSOS HÉCTOR MANUEL PRUDENCIO FLORES ADMINISTRAR RECURSOS, TIEMPO, MATERIAL FINANCIERO, ASÍ COMO CLASIFICAR. ENCARGADO DE LOGÍSTICA FLOR DE MARIA RIVERA RODRÍGUEZ GESTIONAR LOS MEDIOS MATERIALES NECESARIOS PARA LA INVESTIGACIÓN, DESARROLLO Y DEFENSA MONOGRAFIA. 127 ORGANIZACIÓN JERARQUICA COORDINADOR TANIA FÁTIMA PAOLA MOLINA SALINAS ADMINISTRADOR DE RECURSOS HÉCTOR MANUEL PRUDENCIO FLORES ENCARGADO DE LOGÍSTICA FLOR DE MARIA RIVERA RODRÍGUEZ 128 CONTROL Y EVALUACIÓN: Para realizar esta actividad se regirá por medio de un cronograma, el cual contendrá las fechas y actividades a realizar, estas estarán comprendidas dentro del contenido del instructivo entregado el cual es de obligatorio cumplimiento. De esta manera se garantizara que el trabajo está realizándose de una manera seria. Con respecto a la evacuación se ha contemplado que esta se realizará de la siguiente manera. INSTRUMENTO DE CONTROL INTERNO: ¾ Para llevar un control de las metas asignadas, cada uno de los integrantes del grupo evaluara sus logros y limitaciones obtenidos, por lo que hemos considerado reunirlos de una a tres horas diarias, después de nuestra jornada laboral, durante el periodo que dure la elaboración de la monografía. ¾ Se llevara un control semanal de los gastos realizados. ¾ Como grupo controlaremos el fiel cumplimiento al cronograma. INSTRUMENTO DE CONTROL INTERNO: ¾ Contando con la colaboración de nuestro asesor evaluara el avance obtenido en el cumplimiento de las metas que él mismo nos haya asignado, también llevará un control en el grado de responsabilidad de cada integrante, dicho control será realizado cuando él lo estime conveniente. 129 E VALUACIÓN: ¾ EVALUACIÓN GRUPAL: En donde estamos inmersos los integrantes del grupo de trabajo, nos evaluaremos para ver si en realidad todo lo que estamos haciendo esta bien, calificándolos con una nota general revisándonos la calidad de la investigación, estructura y demás elementos que contribuyen a un perfeccionamiento de nuestro trabajo. ¾ EVALUACIÓN DEL ASESOR: Como en todo trabajo tenemos que contar con un experto en la materia, en el que no solo facilite la elaboración del trabajo; sino que realice una labor de tipo enseñanza y al mismo tiempo una verdadera critica constructiva y una optimización de lo elaborado, nos dirá de las fallas que se pueden tener y de los aspectos positivos que nos podría generar. ¾ EVALUACIÓN DE LA FACULTAD: La evaluación de este tipo es de personas asignadas por la Facultad de Ciencias Jurídicas, que encargan de revisar el producto ya terminado, en este caso la monografía, la revisión de tipo minuciosa para crear en el egresado una mayor responsabilidad y una conciencia en la realización de nuestros trabajos. 130 CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES FEBRERO DÍA HORA LUGAR ACTIVIDADES Asignación de Tema Recolección de Información L 26 2:30 a 5:30 PM Sala de Audiencias M 27 2:00 a 5:30 PM Biblioteca 1° SEMANA V 2 2:00 a 4:00 PM CSJ 2° SEMANA L 5 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 6 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 7 2:00 a 5:00 PM V 9 8:00 a 12:00 MD Biblioteca Sala de Audiencias L 12 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 13 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 14 2:00 a 5:00 PM Biblioteca J 15 8:00 a 12:00 MD Biblioteca V 16 Horas Laborales Facultad L 19 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 20 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 21 2:00 a 5:00 PM Biblioteca J 22 2:00 a 5:00 PM Biblioteca V 23 2:00 a 4:00 PM CSJ L 9 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 10 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 11 2:00 a 5:00 PM Biblioteca 4° SEMANA MARZO 3° SEMANA 4° SEMANA 1er. Reunión con Asesor Estructura de Plan de Trabajo Estructura de Plan de Trabajo Estructura de Plan de Trabajo Entrega de Plan de Trabajo Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Entrega de Plan de Trabajo revisado Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Reunión con Asesor ABRIL 2° SEMANA Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación 131 ABRIL 3° SEMANA 4° SEMANA DÍA HORA LUGAR J 12 2:00 a 5:00 PM Biblioteca V 13 2:00 a 4:00 PM CSJ L 16 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 17 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 18 2:00 a 5:00 PM Biblioteca J 19 2:00 a 5:00 PM Biblioteca V 20 2:00 a 4:00 PM CSJ L 23 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 24 2:00 a 5:00 PM Biblioteca M 25 2:00 a 5:00 PM Biblioteca J 26 2:00 a 5:00 PM Biblioteca V 27 2:00 a 4:00 PM CSJ ACTIVIDADES Proceso de Investigación Reunión con Asesor Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Reunión con Asesor Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Proceso de Investigación Reunión con Asesor JULIO 2° SEMANA L 9 Horas Laborales Facultad 3° SEMANA L 16 Horas Laborales Facultad 4° SEMANA L 23 Horas Laborales Facultad V 27 Horas Laborales Facultad L 30 Horas Laborales Facultad M 31 Horas Laborales Facultad 5° SEMANA Entrega de Monografía Devolución de Monografía a Egresados Entrega de Monografía 2° Versión Devolución de Monografía 2° Versión Entrega de Monografía Final Entrega de Monografía a Jurado Examinadores 132 AGOSTO 2° SEMANA 9-14 3° SEMANA Según Facultad Defensa de Monografía Programación Entrega de actas 4° SEMANA 5° SEMANA L 20 27-31 Horas Laborales Horas Laborales Facultad de Defensa Biblioteca y Entrega de Oficina de Monografía Asistente de Empastadas, CD Rectoría 133