Salmo 148 – El Coro de Toda la Creación Hermanos y amigos, La imagen que tenemos delante de nosotros hoy día es la imagen de una orquesta. En nuestra iglesia hemos tenido de vez en cuando un coro, con tres diferentes partes – las sopranos, los tenores, y los bajos. Ahora bien, una orquesta obviamente es un poco como un coro, pero mucho más grande. Cada instrumento tiene su propia parte. Puede haber fácilmente en un orquesta 20 diferentes partes. Hay los violines con sus partes altas, hay los violoncelos con las partes más abajo. Hay los oboes con sus partes suplicantes. Hay las trompetas con sus partes emocionantes. Cada instrumento del coro debe saber cómo y cuándo se debe tocar, para que todo suene bonito. En nuestro pasaje es igual. Hay muchos instrumentos y voces de nuestro pasaje también – un orquesta increíblemente grande. Pero esta orquesta incluye a todo el cosmos. Incluye el sol y la luna, incluye los monstruos marinos, incluye los montes grandes, incluye a nosotros. Cada uno es citado a añadir su voz al gran coro de la creación. Cada uno es llamado a cantar su propia parte, en el momento perfecto, de manera bien afinada. ¿Y a quién están todos cantando? Al gran Creador de todo. A nuestro Señor y Salvador, a Dios nuestro Padre. Sólo Él es digno de este loor. Sólo Él es excelso sobre todo. «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!»3 Hoy vamos a estudiar este salmo, esta orquesta, con el siguiente tema: ¡Alaben al SEÑOR, toda su creación! 1. Los instrumentos o las voces de la orquesta, 2. El Conductor de la orquesta, 3. El Escritor de la Música. 1. Los instrumentos o las voces de la Orquesta. Nuestro salmo tiene dos partes o dos estrofas, si las podemos llamar así. La primera estrofa inicia en versículo 1, desde los lugares más altos de la creación de Dios. Inicia con Su sala de trono – con los centenares de miles de ángeles que están allí, sirviéndolo (Daniel 7:10). De allí, el salmo desciende hacia abajo, pasando por los niveles de las estrellas, el sol y la luna, y termina en versículo 4 con las nubes – las aguas que están sobre los cielos. Como fin de la estrofa, versículo 5 y 6 nos dicen el por qué – por qué deben alabar a Dios. Porque Él los creó y los sostiene con Su Palabra poderosa. La segunda estrofa inicia en versículo 7. La primera estrofa inició desde arriba y desciende de allí. Aquí, inicia desde la parte más profunda del mundo y sube. v. 7 – Alaben al SEÑOR desde la tierra, los monstruos marinos y las profundidades del mar. De allí sube más o menos hacia arriba 3 Apoc. 5:13. para describir las otras partes de la tierra. De relámpagos a reyes, todos son llamados a alabar a Dios. Por fin la estrofa termina en versículo 13 y 14 con el por qué otra vez – por qué debemos alabar a Dios. Es porque sólo Su nombre es excelso – es decir, Su grandeza es incomparable. Y luego en versículo 14, el por qué se enfoca más en su pueblo. Habla de cómo Dios salvó a Su pueblo, a su pueblo cercano a Él. Entonces aquí en el salmo tenemos las dos razones grandes para alabar a Dios. Él ha creado todo, y Él ha salvado a Su pueblo. Nuestro Creador, nuestro Salvador. Una vez más, lo que tenemos aquí es un gran coro, una gran orquesta, de toda la creación cantando loores a Su Creador. El salmo inicia con alabanza a Dios y termina con alabanza a Dios. ¡Aleluya, alabado sea el Señor! Puedes ver esta frase en versículo 1 y 14. Hay otra cosa para notar. La palabra “todo” aparece muchas veces aquí en este salmo. Todos sus ángeles, todos sus ejércitos, todos los cedros, todas las naciones, todos sus fieles – todos son llamados a contestar y alabar a Dios por Su grandeza. Desde la creación más alta, más bonita del cielo hasta la creación más profunda, más extraña del mar – cada creación tiene su parte para cantar. Pero esto nos dirige a la pregunta - ¿cómo es precisamente que, por ejemplo, el sol y la luna pueden cantar a Dios? El sol no tiene voz – es una masa inorgánica. O ¿cómo es que un animalito canta a Dios? Hacen lo que hacen por instinto. No es una pregunta muy difícil, de hecho. La repuesta está en versículo 5 – Él dio una orden y todo fue creado. Cuando estudiamos el sol y la luna o la creación, y vemos la belleza elegante de la creación, las cosas en sí dan testimonio de su Creador. Dos ejemplos de esto. Primero desde lo más alto de nuestra creación, y luego hasta algo muy básico de nuestra vida. Una cosa que muchos científicos han notado es que nuestro mundo parece que está diseñada precisamente para tener y mantener a la vida. Este principio tiene un nombre – el principio antrópico – que quiere decir que parece que algún Ser grande es increíblemente interesado en nuestro planeta. Incluso los científicos no creyentes no lo pueden negar, porque es tan obvio. La tierra es como un instrumento increíblemente complicado, pero perfectamente afinado – si cualquier parte se desafinara, todo el instrumento se desharía al instante. Por ejemplo, en cuanto a su distancia del sol, la tierra está precisamente ubicada. Si estuviera un poquito más cercana al sol, todo el agua del mar se herviría. Se estuviera un poquito más lejos del sol, todo el agua se congelaría. Su ubicación es perfecta – ¡para nosotros aquí! De hecho, las propiedades del agua misma manifiestan la gloria de Dios. Cómo sabemos muy bien en Canadá, el hielo flota sobre el agua. Parece como algo muy simple. Si tomas un pedazo de hielo, lo pones en el agua, ¡el hielo flota! Todos lo saben. Pero de hecho no es normal. Casi todas las sustancias cuando se congelan se hunden. Los sólidos pesan más que los líquidos, y por eso se hunden. Pero el agua es especial. El hielo flota. Y si no fuera por este hecho, todos los lagos y mares se convertirían en bloques sólidos de hielo. Todo lo que hay en el mar moriría, y ¡no tendríamos mariscos tampoco! Entonces el diseño del sol y la luna, de todo el mundo con todo lo que tiene, prorrumpe en alabanza y loor a nuestro Dios. Hay tantos ejemplos de esto, del pez rape que vive en las profundidades del océano, hasta la hormiguita que trabaja en tu jardín. Cada cosita está perfectamente diseñada por Dios, de manera elegante, de manera bonita, para dar voz a Su gloria y Su poder. ¡Alabado sea el SEÑOR! 2. El Conductor del Salmo. (Los Cantantes Dirigiendo todo eso). Ya hemos visto unos de los instrumentos de esta gran orquesta cósmica. Todos cantando a su vez gloria a Dios. Pero aquí es donde las cosas realmente se ponen interesantes. (Tengo que decir aquí que estoy endeudado por las ideas aquí a un artículo de un cierto Juan Smith, un profesor del Antiguo Testamento.4) Déjame hacerles una pregunta para el segundo punto. En cualquier coro u orquesta, siempre hay un conductor en frente quien dirige toda la música. Él se encarga de poner el compás, el volumen, el sentido de la música. Él es la persona más encargada de la orquesta. Pero ¿quién es el conductor aquí? En el salmo, hay este imperativo, este mandato – Alaben – más de doce veces en el salmo. Alaben al Señor. ¿Pero quién lo está dando la orden? Si estamos cantando el salmo, parece que somos nosotros quienes lo están haciendo. Los cantantes son los conductores de la orquesta. ¿No es lo que tenemos? Nosotros estamos diciendo, ustedes, sol y luna, ¡alaben a Dios! Ustedes allá, los relámpagos y truenos, silencio, por favor, ahora toca a los animales hacer su parte primero – luego viene su parte. ¿No es extraño? ¿Nosotros, hombres y mujeres minúsculos, dirigiendo al… sol? ¿Dirigiendo a las estrellas, unas que son 1700 veces más grandes que nuestro sol? La idea parece lúdicra. ¿Quiénes somos nosotros para hacerlo? De hecho, no es tan extraño. Gen. 1:27 - Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» Salmo 8, hablando del ser humano, dice que Tú, Dios, lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio. Desde el inicio de la creación, vemos que Dios puso a Adán y a Eva como Sus representantes de Su creación, para cuidar por la creación y gobernarla. Entonces, la idea de nosotros dirigiendo un orquesta de la creación no es tan extraña. Dios nos puso aquí precisamente para eso: como cabeza de Su creación. Que nosotros, cuidando a la creación, seríamos como los líderes, los conductores del cran coro celestial. 4 John Smith, Cosmic Praise, Clarion: June 22, 2012, 330. Entonces realmente es apropiado que cantemos esta canción. ¡Para eso fuimos creados! ¡Éste es el fin de nuestra existencia! Alabar a nuestro Dios juntos, buscar Su gloria, como cabeza de toda Su creación. Desafortunadamente, la realidad es otra. Adán y Eva cayeron. Escucharon al diablo, y rebelaron contra Dios. Y con este hecho, toda la creación también fue sometida a la frustración. Hoy día por causa de lo que hemos desatado, la creación nos esclaviza. Vivimos en temor de la creación – de los relámpagos, de las inundaciones, de los terremotos. En lugar de estar bajo nuestro dominio, la creación misma nos domina. En lugar de darnos su fuerza, la tierra nos quita la fuerza – ganamos el pan por el sudor de la frente – en frustración. Y nosotros, los que Dios creó para ser reyes y reinas sobre Su creación - somos ciegos a Dios, idólatras, y nos postramos delante de la creación. El orden bueno de la creación que Dios estableció - Dios – nosotros – creación – es invertida. La harmonía de la orquesta se convirtió en discordia. Para dar un ejemplo del trabajo – en esta semana cuando tuve tantas cosas para hacer en preparación para el equipo y el retiro – tuve que hacer un viaje al centro. Unos mandados. Dos cosas en particular que buscaba – una cosa para comprar, y una solicitud. Frustración - no logré nada. Tú tal vez en el trabajo lo has experimentado – o en la casa. Trabajar todo el día con los niños en la casa, y ellos hacen la misma cosa por enésima vez. Es porque la creación fue sometida a frustración – Romanos 8. Es porque la orden perfecta de la creación ha sido destrozada. Nuestro pecado trae discordia y maldición. La harmonía de la orquesta se ha convertido en discordia. Sin embargo, el salmo está aquí. Dios nos da este salmo para que lo cantemos – para orientarnos. Es la confesión del salmo que nadie puede quitar. Ya que este salmo a lo mejor fue escrito en exilio, cuando el pueblo de Dios estuvieron esclavizados en un país lejano – es aún más extraordinario. El pueblo de Dios – Su pueblo cercano – ha cantado este salmo con una confesión inquebrantable. Invitando a todos – a los niños iniciando a vivir su vida, a los poderosos abusando de su autoridad – invitando a todos a ver la realidad del mundo. Quienes somos, dónde estamos, como debemos actuar, por ser creación de Dios. ¡Alabado sea Dios! 3. El Escritor del Salmo. Pero eso no es el fin de la historia. El salmo no es sólo del pueblo de Dios. Está en la Biblia. La Biblia es la Palabra de Dios. Quiere decir que Dios por inspiración escribió este salmo, que Él mismo canta este salmo. Puede ser quizás que estamos cantando de algo, un sueño dorado – que es una ilusión. Pero si Dios canta el salmo, lo va a cumplir. Es Su Palabra, después de todo. ¿Cómo lo cumplirá? Aquí en el salmo lo dice. v. 14. Dice aquí, Él ha dado poder a su pueblo. Literalmente, cómo pueden notar abajo en la letra q, dice, “¡Él levantó un cuerno para su pueblo!” Es una forma extraña de hablar, pensamos. Levantar un cuerno no son palabras que manejamos mucho. Pero si vamos a Lucas 1:69, sabemos de qué se trata. Allí Simeón dice, “Levantó un cuerno de salvación en la casa de David su siervo.” Habla de cómo Dios ha levantado a un salvador, a un rescatador para su pueblo. Este versículo 14 del salmo habla de Jesús. Es que Dios mismo entró en nuestro mundo en la Persona de Jesús. La Segunda Persona de la Trinidad se hizo carne, y entró aquí, un ser humano. Fue sometido también a la frustración. Trabajó como carpintero – se ganó su pan con el sudor de su frente. Entró y vivió en el mundo de discordia, de demonios, de maldición. Se puso voluntariamente bajo todo eso – tomó la maldición de la ley sobre Él mismo, y la quebró en la cruz. Y por eso, Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. Dios lo resucitó de la tumba, y lo llevó a Su lado en la Ascensión. Jesús fue levantado arriba, arriba, arriba, pasando por los cielos hasta que entró en la misma presencia de Su Padre, y se sentó a Su lado derecho. ¿Entiendes el significado de eso, hermano? Tenemos a un Hijo de Adán en el cielo, gobernando sobre todas las cosas. Nuestra carne allí, sentado en Su trono, haciendo precisamente lo que este salmo describe. Nosotros por nuestro pecado caímos. Nos esclavizamos a la creación junto con Adán y Eva. Pero en Cristo, Dios está arreglando las cosas. La idea del salmo – del ser humano dirigiendo al universo en alabanza a Dios – nos parecía extraño e imposible. Pero en Cristo no. Jesús lo hace. Él es las primicias de una nueva humanidad, levantado para este fin. Restaurando todas las cosas para la gloria de Dios. Ef. 1 lo dice, dos veces – Ef. 1:10 – el propósito que Dios estableció con Cristo fue para reunir en Cristo todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra. Luego está versículo 22 - Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia. ¿Lo entendiste? En Cristo, la idea de este salmo – de toda la creación cantando loor a Dios – dirigido por un ser humano, dirigido por una nueva humanidad junto con Él – es cumplida. Cantamos esta canción junto con Cristo – cantamos a toda la creación – llamándola a alabar a nuestro Dios. Entonces, la doble pregunta es: ¿dónde estás tú? Puede ser que el sol y la luna están cantando a Dios a su manera, las ballenas del mar están cantando a su manera, las aves del cielo también, aún el gusanito de la tierra da testimonio de la gloria de Dios - ¿y tú? Dios nos creó para dirigir a Su creación en esto – para ser cabeza – para que de manera consciente y agradecida – cantemos de todo corazón a nuestro Dios. ¿Y tú? ¿Un gusano sin celebro va a dar mejor testimonio de la gloria de Dios que nosotros? Pero no termina allí tampoco. Si estás en Cristo por la fe, levantado a los cielos junto con Él, con los muros de salvación rodeados, has recibido un mandato de Dios aquí. La bondad de Dios en Cristo es tan bueno que debemos cantar, de tal manera de Su amor y paciencia y poder, que los otros escuchando afuera quieran cantar también. Que ellos mismos, en ver la bendición de conocer a Cristo, quieran dejar su pecado que sólo trae discordia, que ellos mismos quieran cantar también del Señor de corazón. El pecado sólo trae discordia, disonancia, frustración. Pero Dios en Cristo está levantando una nueva humanidad para conocer las maravillas de Su poder y bondad – para cantar en harmonía a nuestro Dios. Escuchen las palabras de Apoc. 5 – a dónde vamos como el pueblo de Dios – el cumplimiento de este salmo. Apoc. 5:11-14 - Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era millares de millares y millones de millones. 12 Cantaban con todas sus fuerzas: "¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!" 13 Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: "¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!" 14 Los cuatro seres vivientes exclamaron: «¡Amén!», y los ancianos se postraron y adoraron. AMÉN.