1 República Bolivariana de Venezuela UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA Centro Nacional de Bioética Maestría en Bioética III Cohorte “RELACIONES INTERPERSONALES Y DIALOGO” En el concepto del Filósofo Platón Docente: Prof. María Isabel Parada Estudiante de Maestría en Bioética: María Luisa Pellino C. Caracas, 03 de Agosto de 2013 2 INDICE Introducción……………………………………………………………………………………3 Biografía de Platón……………………………………………………………….…………....4 Filosofía de Platón……………………………………………………………………………..8 Aventura del Pensamiento y el mundo de las Ideas…………………………………………..11 La obra de Platón……………………………………………………………………………..12 Mito de la Caverna……………………………………………………………………………16 Preocupación de Platón por la relación médico-enfermo e importancia de la amistad………22 Resumen del pensamiento Platónico………………………………………………………….25 Influencia de Platón sobre otros pensadores…………………………………………………..28 Vigencia actual de la filosofía Platónica………………………………………………………28 Opinión Personal………………………………………………………………………………30 Conclusiones…………………………………………………………………………………..32 Anexos………………………………………………………………………………………....33 Bibliografía…………………………………………………………………………………….37 3 INTRODUCCION Las bases del pensamiento filosófico occidental, se asentaron en la antigua civilización griega, gracias al trabajo de numerosas figuras; la más importante de ellas, Platón. Su obra valora los conocimientos generados por sus predecesores, los llamados “Filósofos presocráticos” (Tales de Mileto, Heráclito y Parménides), y por Sócrates mismo, su amigo y maestro. A su vez, tocó a Platón ser el maestro de Aristóteles, otra de las grandes figuras de la filosofía occidental. En sus “Diálogos” Platón no ofreció respuestas definitivas. Sin embargo planteó los problemas más importantes que ocupan a la filosofía hasta el presente; al grado de que, según el pensador austriaco Ludwig Wittgenstein (1889-1951), la filosofía occidental es sólo un conjunto de notas a pie de página de los “Diálogos” Platónicos. A diferencia de Sócrates, Platón dejo un importante legado escrito que se conserva completo. La parte más importante de éste son sus “Diálogos”, que hacen entrever, la importancia de las relaciones de las personas entre sí y con su entorno. En esas obras postula teorías sobre todos los ámbitos de la filosofía: Ética, Lógica, teoría del conocimiento, cosmología, metafísica y política; y se habla en ellas de una sociedad ideal y de una inmortalidad del alma. En sus diálogos, Platón expresa las ideas centrales de su pensamiento: La importancia de la virtud en conexión con la verdad y la belleza, la doctrina de las formas, según la cual, en un lugar determinado del cosmos se encuentran los modelos de las realidades terrenales, y la constante lucha entre el cuerpo con sus deseos y el espíritu con sus ideales. El antiguo pensador griego, Platón, decía que el tiempo es una constancia similar a la eternidad. La escuela fundada por este antiguo filósofo se convirtió en el prototipo de la educación moderna. Los contemporáneos lo llamaban el maestro divino. De acuerdo con la Enciclopedia de Filosofía de la Universidad de Stanford, Platón es uno de los autores más penetrantes e influyentes en la historia de la filosofía. Sus preguntas son tan profundas que los lectores cultos de casi cualquier época han recibido su impacto y en todos los tiempos ha habido filósofos que se consideran platónicos en algún sentido. El presente trabajo, pretende mostrar la importancia de Platón como fundamento de los estudios filosóficos actuales y de qué forma su obra ha influenciado las relaciones interpersonales y al diálogo que debe existir en toda colectividad para mantener la organización y la armonía. 4 RELACIONES INTERPERSONALES Y DIALOGO INFLUENCIA DE PLATON Biografía de Platón: Platón nació en Atenas en el año 427 a.C en una familia aristocrática ateniense. Su padre fue Aristón, quien se decía descendiente de Codro, el último de los reyes de Atenas, y su madre, Perictione, cuya familia estaba emparentada con el conocido legislador ateniense Solón; era hermano menor de Glaucón y de Adimanto, hermano mayor de Potone (madre de Espeusipo, su futuro discípulo y sucesor en la dirección de la Academia) y medio-hermano de Antifonte (Perictione, luego de la muerte de Aristón, se casó con Pirilampes y tuvo un quinto hijo). Critias y Cármides, miembros de la dictadura oligárquica de los Treinta Tiranos que usurpó el poder en Atenas después de la Guerra del Peloponeso, eran, respectivamente, primo y tío de Platón por parte de su madre. En consonancia con su origen, Platón fue un acérrimo antidemócrata (como lo demuestra en sus escritos políticos: República, Político, Leyes); esto no le impidió rechazar las violentas acciones que habían cometido sus parientes oligárquicos y rehusar participar en su gobierno (1). Su nombre de nacimiento fue Aristocles. El joven Aristocles era de constitución fuerte y de hombros anchos, por ello le apodaron Platón (el de hombros anchos). Su seudónimo se conocería a lo largo de la historia. Platón mostraba rapidez mental, era modesto y siempre manifestó amor por el estudio. En su juventud se interesó por artes como la pintura, la poesía y el drama. Escribió versos y tragedias, estudió las obras de filósofos de épocas pasadas, y además escribía sobre música y también dibujaba; era un excelente gimnasta, dominaba la equitación, luchaba en combates individuales e incluso ganó numerosas competiciones por ello. A pesar de su versátil educación, el joven era extremadamente tímido y prefería los empleos solitarios antes que dialogar con sus contemporáneos (2) . Platón obtuvo una educación aristocrática en su juventud y se interesó por temas como: Filosofía, Política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación. En cuanto a su formación intelectual temprana, Aristóteles (su discípulo) refiere que, antes de conocer a Sócrates, Platón había tratado con el Heraclíteo Crátilo y sus ideas de que todo lo sensible está en devenir y, por tanto, de que no es posible el conocimiento científico acerca de ello; pero que luego, influido por Sócrates y su enseñanza e insistencia en indagar y definir qué es cada cosa para poder hablar de ella con propiedad, se convenció de que había 5 realidades cognoscibles y, por tanto, permanentes, y decidió que no eran sensibles (el ámbito de lo que siempre sucede y nunca es) sino de naturaleza inteligible. Éste es, según Aristóteles, el origen de la teoría de las Ideas, y su información nos permite reconstruir algo del itinerario biográfico-intelectual de Platón (2). A los 20 años, el joven Platón ya era considerado como uno de los ciudadanos más prometedores de Atenas. Poseía una brillante carrera política por delante. En el año 407 a.C, el joven aristócrata conoce a Sócrates, y partir de allí, fue uno de los miembros más cercanos del círculo socrático; se convirtió en su discípulo, de quien había heredado la búsqueda conceptual y la exigencia ética. Permaneció al lado de Sócrates hasta que en el año 399 a.C, su maestro, que contaba unos setenta años, fue víctima de acusaciones absurdas y finalmente fue condenado a suicidarse mediante envenenamiento por el tribunal popular ateniense, acusado por los ciudadanos Ánito y Meleto de "impiedad" (es decir, de no creer en los dioses o de ofenderlos) y de "corromper a la juventud". Sócrates fue un filósofo que rondaba las calles atenienses, vestía ropas viejas y harapientas, caminaba descalzo y siempre estaba rodeado de pupilos y de oyentes atónitos a sus palabras. Ofrecía discursos interminables sobre la idea del bien, a nuestros ojos podría parecer un loco que desvariaba, pero Sócrates, revolucionó la mente del joven Platón. Influenciado por las teorías del viejo filósofo, el joven, al que le esperaba una brillante carrera política, perdió todo su interés respecto a los ideales públicos y políticos. Platón comprendió entonces que, una sociedad basada en tales ideales, estaba condenada a la destrucción y para rescatarla, había que buscar una manera nueva de hacer las cosas. La trágica muerte de Sócrates, obligó a Platón a dejar Atenas. Pasó 12 años de su vida viajando por Grecia y el sur de Italia. Participó de algunas batallas de la Guerra del Peloponeso (entre Atenas y Esparta) y de la Guerra de Corinto, pero no hay información al respecto más que simples menciones del caso. En su viaje a Italia habría tenido contacto con eléatas y pitagóricos, dos de las principales influencias que acusan sus obras, en especial con Filolao, Eurito y Arquitas de Tarento, quien era, a la vez, político y filósofo en su pólis. En el 387 a.C, viajó por primera vez a Sicilia, a la poderosa ciudad de Siracusa, gobernada por el tirano Dionisio; allí conoció a Dión, el cuñado de Dionisio, por quien se sintió poderosamente atraído y al que transmitió las doctrinas socráticas acerca de la virtud y del placer. En Sicilia fue capturado y vendido como esclavo, por orden de Dionisio y rescatado y liberado por uno de sus amigos (el cirenaico Anníceris), posterior a lo cual decidió volver a su Atenas natal. 6 A la vuelta de Sicilia, se estima que al poco tiempo, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, un predio de unos jardines arbolados que debían su nombre al héroe mitológico griego Academos. Preocupado por la crisis moral y política ateniense, Platón puso todas sus energías en tratar de establecer ante sus conciudadanos un ideal de justicia y de respeto por la verdad. Fue entonces que en el año 385 a.C, en el terreno consagrado a Academos, fundó su propia escuela de Filosofía, a la que llamó Academia, destinada a dar educación filosófica a los futuros políticos y gobernantes. Allí, en la Academia de Platón, la conversación viva era la manera más importante de filosofar. La meta de esos diálogos filosóficos era recorrer el camino que va desde los conceptos vagos hasta las verdaderas ideas que se encuentran detrás de los fenómenos de la naturaleza. La pretensión, en definitiva, era que el diálogo permitiera captar la luminosa realidad que se encuentra más allá de la opacidad del mundo que nos es dado ver. Para lograrlo, en la Academia hurgaban en las ideas habituales de la gente, tratando de transitar a partir de ellas hacia la verdadera sabiduría. También hay que señalar que Platón realiza en la Academia un primer intento de sistematización del pensamiento. En efecto, la enseñanza de Sócrates era poco dogmática y sus discípulos la desarrollaron luego en muy diversas direcciones, adhiriéndose a ciertos aspectos fragmentarios del pensamiento del maestro y alterándolo en parte. Ante ello, Platón intenta reunir en un sistema original todo el conjunto de pensamientos que los filósofos habían dispersado. Platón se esfuerza por construir un sistema doctrinal que, sin embargo, resulta prematuro, pues su modo de exposición es más estético que científico. Por momentos manifiesta vaguedad e imprecisión, acudiendo a metáforas y símbolos. Aunque no llegó a ser un filósofo del todo sistemático, su labor académica sentó las bases para la posibilidad de un ulterior filosofar ordenado en diversas disciplinas (3). La Academia de Platón se convirtió en la escuela más famosa de toda la antigüedad clásica, y funcionó como tal ininterrumpidamente hasta el año 86 a.C., cuando fue destruida por los romanos, y restaurada y continuada por los platónicos hasta que en 529 d.C. fue cerrada definitivamente por el emperador Romano Justiniano I, quien veía en las escuelas paganas una amenaza para el cristianismo y ordenó su erradicación completa. Numerosos filósofos se formaron en esta milenaria Academia, incluyendo el mismo Aristóteles durante la dirección de Platón, junto a quien trabajó alrededor de veinte años, hasta la muerte de su maestro. (Figura 1). 7 Fig. 1. La Academia platónica según Rafael Sanzio Uno de los principales campos de investigación lo constituyó la dialéctica, concebida como el arte de pensar ligado al lenguaje, como una gramática de las ideas, elaboración técnica de los conceptos y de sus relaciones. La dialéctica es la forma suprema de la actividad pedagógica (discusión, discurso, argumentación). Sin embargo, Platón opina que su enseñanza antes de los treinta años podría ser muy perjudicial. En la Academia, que no aceptaba personas sin conocimientos matemáticos previos, se impartían enseñanzas sobre distintas ciencias (aritmética, geometría, astronomía, harmonía, puede que también ciencias naturales) a modo de preparación para la dialéctica, el método propio de la inquisición filosófica, la actividad principal de la institución; asimismo, también era principal actividad, en consonancia con lo expresado en República, la formación de los filósofos en política, de modo que fueran capaces de legislar, asesorar e incluso gobernar (se sabe de varios platónicos que, luego de estudiar en la Academia, se dedicaron efectivamente a estas actividades) (4). Platón también recibió influencias de otros filósofos, como Pitágoras, cuyas nociones de armonía numérica y geomatemáticas se manifiestan en la noción de Platón sobre las Formas; también Anaxágoras, quien enseñó a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la razón penetra o llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la unidad de todas las cosas y quien influyó sobre el concepto del Paltón acerca del alma (4). Platón tenía una gran vocación política; pero debido a una serie de acontecimientos “injustos”, entre los que destaca la condena a muerte de su maestro Sócrates, renunció 8 momentáneamente a la política para dedicarse a la Filosofía. Le interesaba investigar, antes que nada, cuál era la forma de gobierno más justa. Sólo después habría llegado el momento, según él, de dedicarse de lleno a la Política. Tras varios intentos fallidos de llevar a la práctica sus ideas políticas, murió en Atenas en el 347 a.C, a los 80-81 años sin haber podido cumplir su sueño utópico de fundar una República perfecta, dedicándose en sus últimos años de vida a impartir enseñanzas en la academia de su ciudad natal y dejando tras de sí una amplia herencia de escritos. Filosofía de Platón: La filosofía de Platón cambió la antigua representación del mundo, sus teorías sobre los comienzos individuales del mundo y sobre la inmortalidad del alma, se convirtieron en un prototipo de la religión cristiana. Platón comparaba el alma humana con una cuadriga (carro o coche) donde caballos blancos y negros tiraban de ella, los comienzos nobles y maltratos del hombre. El ecuestre que manejaba la cuadriga es la razón, cuando el ecuestre domina los caballos negros, el comienzo del alma, el alma puede crecer hasta asemejarse a la de los dioses. Se ha de señalar entonces que, más que un sistema definitivo, el platonismo fue un movimiento transitorio hacia una sistematización superior a la que él mismo había logrado. En efecto, la filosofía platónica no persigue propiamente un fin principalmente teórico. Más bien se ha de señalar que Platón fue un hombre con un concepto muy ambicioso de la Filosofía. Mediante su temprana labor sistematizadora pretendía esbozar un itinerario para lograr la purificación y la salvación de la vida de los hombres. Como en su maestro Sócrates, también en Platón se manifiesta el afán por encontrar en la Filosofía un camino de superación personal. Tal camino consistirá en trabajar para liberarse de todo aquello que nos limita, para poder llegar a ser los humanos plenos que idealmente estamos llamados a ser. Siguiendo a Sócrates, Platón se aventuró al camino interior propuesto por su maestro (“conócete a ti mismo”) y arribó a un puerto de ideas dominantes que no resplandecen afuera —en el mundo sombrío de las meras apariencias sensibles— sino adentro, en la luminosidad interior del alma. Luego, para ser libre, el hombre está moralmente obligado a purificarse de los requerimientos distractores de un tipo de vida social que lo sujeta a pautas engañosas que bien podrían compararse a las cadenas que retienen a un prisionero en el fondo de una oscura caverna. Una vez liberado, el prisionero ha de trabajar por ascender remontando su propia existencia hacia la claridad de una Luz estable que brilla más allá del devenir de lo sensible. En efecto, Platón —siguiendo a Sócrates— está persuadido de que el verdadero saber no puede referirse a lo que cambia, sino a lo permanente; 9 no a lo múltiple, sino a lo uno. Ese algo invariable y uno lo había encontrado Sócrates en el Logos del concepto que sale a luz mediante el dia-logos. Ahora bien, como lo permanente e inmutable de los conceptos no se encuentra en el mundo de lo sensible (singularizado y múltiple), Platón postula otro mundo; esto es, el denominado mundo de las ideas o mundo inteligible, del cual el mundo sensible no es más que copia e imitación. Estos dos mundos —el de lo sensible y el de las ideas— definen dos órdenes del ser, de los cuales se siguen dos modos principales de conocimiento: la doxa (mera opinión) y la episteme (ciencia, sabiduría). El conocimiento propiamente dicho es el de la ciencia, y para alcanzarlo el alma debe: primero purificarse de las opiniones (de la mera imaginación y de las creencias) para, luego, ascender hacia el conocimiento más esclarecido (el entendimiento de las ideas matemáticas, y la inteligencia de las ideas morales y metafísicas) (4). Los caminos para lograr esta purificación y ascensión son dos: el amor y la metafísica. a) Por medio del amor: Atraído por la Belleza —por lo que hay de más noble— el espíritu supera las tendencias que lo empujan hacia lo bajo, hacia lo meramente sensible. El vuelo de este amor está en la búsqueda de la belleza y del saber. En efecto, la ascensión del conocimiento viene puesta en marcha por el amor (eros); es decir, por su ansia de perfección. Ese ansia proviene del hecho de que el alma se había hallado ya una vez en la serena contemplación de las ideas, en su preexistencia; es decir, antes de ser desterrada a esta existencia corporal. El conocimiento verdadero es, por tanto, recuerdo (anamnesis), una reminiscencia. b) Por medio de la metafísica: Aquí el hombre recupera la visión pura de las cosas mediante un discurso conceptual, dialéctico. Como ya fue señalado, este discurso es un modo de razonar de tipo estético, por medio de armonías y proporciones. Dialéctica (dialektiké) significa literalmente el arte de conversar y en Platón es el arte de iluminar progresivamente mediante discurso y contradicción la esencia de las cosas. La dialéctica es así un proceso de esclarecimiento de la esencia de las cosas por el entendimiento, en un movimiento de vaivén entre la sensibilidad y la razón: el conocimiento comienza con ocasión de la experiencia sensible en el mundo, pero no se refiere a esto mismo, sino que es una elevación del alma espiritual (nous) a la esfera de lo suprasensible y así es un desasimiento o purificación (kathársis) de lo sensible, para llegar a la visión (theoría) puramente intelectual de la unidad esencial que rige nuestras particulares existencias. Para Platón, el filósofo persigue la sabiduría juntamente con otros hombres, pero no puede esclarecer su tema en una forma 10 sistemática asegurada de antemano, sino que sólo puede tratar de dilucidarlo dando vueltas en torno a él en la forma interrogante del diálogo abierto (4). Con la democratización que él siente de la polis griega, el discurso político tuvo cada vez más importancia; quien podía argumentar eficazmente a favor de sus opiniones e intereses, era capaz de obtener apoyo y consenso. La oratoria se convirtió en una herramienta apropiada para acceder al poder y cientos de ciudadanos estaban dispuestos a pagar para que se le enseñase tal habilidad. Surgieron así los Sofistas, maestros itinerantes que, entre otras cosas, enseñaban a hablar en público. Platón los consideraba representantes de la falta de compromiso con la verdad y el relativismo, pues enseñaban a argumentar tanto a favor como en contra de cualquier posición. Para Platón en cambio, sólo la verdad merecía ser defendida, por eso prefirió llamarse filósofo, es decir, amante de la sabiduría, en vez de Sofista, que nombraba a quienes simplemente vendían sabiduría. Nada había en filosofía anterior a Platón que permitiera prever su concepción. Los filósofos anteriores, sólo habían tratado de explicar la naturaleza física, pero ahora a partir del pensamiento Platónico, la ética, la política y la estética encontraron también su lugar en la reflexión filosófica al lado de la tradicional pregunta por la realidad física y los problemas del cambio y la permanencia que habían ocupado ya a Eráclito y Perménides, entre otros (5). Al formular su teoría de la ideas, Platón se preguntaba que son la Justicia, la Bondad, la Belleza y las demás propiedades de este tipo. Con este preguntar abre nada menos que el pensamiento metafísico occidental. Platón expone que para que pueda plantearse que algo tiene una propiedad, tiene que haber esa propiedad. Pero ello no está en ninguna parte, ni es percibida por los sentidos. Para Platón se trata de hay una idea de Justicia que no se agota en un acto particular justo o injusto; si no hubiera una idea de justicia, no podría llamarse justo a un acto. Del mismo modo podemos encontrar bellas diferentes cosas, pero coincidimos en la idea de belleza que afirmamos de una y negamos a otras (5). Platón expone que el filósofo es quien puede progresar desde las cosas bellas hasta la idea de belleza. El filósofo puede ascender de un cuerpo bello a todos los cuerpos bellos, y de estos a las bellas normas de conducta y de ahí a los bellos conocimientos y terminar en el conocimiento de la belleza absoluta, de la belleza en sí. Si la idea de belleza fuera sólo subjetiva, si fuese distinta en cada hombre, nadie sabría a qué se refiere otro al decir que algo es bello, la vida en común seria entonces imposible. Esa vida en común exige, según Platón, que podamos compartir algunas ideas que están en la base de toda comunicación, en particular la idea de justicia. Pueden variar nuestras valoraciones respecto de que cosas son justas y cuáles 11 no, pero no cambia aquello por lo que persisto en llamar justas a algunas conductas; es porque hay una idea eterna, objetiva y universal de justicia, que es posible alcanzar con censos éticos o políticos (5). Platón estaba convencido de que la mejor preparación para la vida pública era el espíritu lúcido y desinteresado de la filosofía (5). En suma: echar luz sobre los pliegues más hondos de la vida para poder remontarla hacia las cumbres de sus posibilidades de realización, es la labor más noble del filósofo. El antiguo pensador griego, quien dejó una extensa cadena de pupilos y actualizó la filosofía antigua, dijo una vez: “El hombre es una especie de juguete inventado por Dios, dejad de jugar por tanto los juegos que más le divierten, a pesar de que eso contradiga a lo que cree bueno en nuestros tiempos”. La Aventura del pensamiento y el mundo de las Ideas de Platón: Las Ideas según Platón son objetivas, eternas y universales. Los triángulos concretos, por ejemplo, pueden ser imperfectos y terminan por borrarse o desaparecer, pero la idea de triángulo en cambio, es perfecta e inmutable. Es por la idea de triángulo que podemos reconocer que ciertas figuras geométricas, a pesar de lo diferente que puedan ser entre sí en tamaño, color, etc., son precisamente triángulos. Lo mismo ocurre con otras ideas no geométricas como la de justicia, belleza, etc (6). Una de las cuestiones centrales de la filosofía a partir ya del propio Platón ha sido buscar qué tienen en común las cosas detrás de su aparente diversidad. Nosotros vemos que hay una infinita diversidad de cosas distintas, y algunas de ellas las agrupamos en una especie de clases o colectivos. Hablamos de árboles, de hombres, de peces, de estrellas y quiere decir que esa diversidad de cosas tiene algo en común; ese algo en común que tienen las cosas de un mismo género, de un mismo rango es lo que más o menos Platón llama idea. Las ideas son algo así como los arquetipos a partir de los cuales se diseña toda la diversidad de un grupo de cosas, todos los hombres, todos los peces, todos los árboles, todas las plantas, lo que se quiera, es decir, cualquier cosa que uno quiera tomar. Eso es lo que hay que buscar, eso es aparente, no se ve. Nosotros vemos la diversidad de las cosas diferentes, nunca vemos la idea, el concepto. Por eso Platón supuso que esas ideas, esas categorías arquetípicas a partir de las cuales se organiza la realidad, pertenecen a otro orden, o un orden que da sentido al nuestro, pero que está más allá de él; eso es lo que sale a buscar ese huido de entre los hombres que va a buscar las ideas para mirarlas frente a frente; los demás en el fondo de la caverna están sometidos a ver puras 12 sombras o sombras de sombras incluso, hasta que rompen la cadena, es decir, hasta que se ponen a pensar; porque la forma de liberarse por parte del ser humano es entregarse al pensamiento y salen afuera a mirar las ideas frente a frente. Esa experiencia de liberación, es lo que en su apología Sócrates, apunto de ser condenado a muerte, él dice: “una vida sin examen no merece la pena de ser vivida”, es decir, una vida sin que en un momento rompamos con la rutina, con las sombras y salgamos a buscar las ideas en sí mismas, no merece la pena de ser vivida. Este es el criterio filosófico a partir del cual nace toda la trayectoria del pensamiento occidental. La Obra de Platón (7,8): Su obra valora los conocimientos generados por sus predecesores, los llamados “Filósofos presocráticos” (Tales de Mileto, Heráclito y Parménides), y por Sócrates mismo, su amigo y maestro. En sus escritos Platón no ofreció respuestas definitivas. Sin embargo planteó los problemas más importantes que ocupan a la filosofía hasta el presente. La parte más significativa de su trabajo literario, es que hace entrever la importancia de las relaciones de las personas entre sí y con su entorno. En esas obras postula teorías sobre todos los ámbitos de la filosofía: Ética, Lógica, teoría del conocimiento, cosmología, metafísica y política. En sus escritos, Platón expresa las ideas centrales de su pensamiento: La importancia de la virtud en conexión con la verdad y la belleza, la doctrina de las formas según la cual en un lugar determinado del cosmos (topos uranos) se encuentran los modelos de las realidades terrenales, y la constante lucha entre el cuerpo con sus deseos y el espíritu con sus ideales. Todas las obras de Platón, con excepción de las Cartas y de la Apología, están escritas (como la mayor parte de los escritos filosóficos de la época) no como poemas pedagógicos o tratados, sino en forma de diálogos; e incluso la Apología contiene esporádicos pasajes dialogados. En ellos sitúa Platón a una figura principal, la mayor parte de las veces Sócrates, que desarrolla debates filosóficos con distintos interlocutores, que mediante métodos como el comentario indirecto, los excursos o el relato mitológico, así como la conversación entre ellos, se relevan, completan o entretejen; también se emplean monólogos de cierta extensión. Sócrates no escribió nada, pues creía que la escritura no era el lugar apropiado para la transmisión de la verdad y del conocimiento. Sabemos que su método de investigación y de enseñanza era la mayéutica y que el diálogo era una de sus partes fundamentales. Platón será fiel en gran medida a su maestro y también considerará que la verdad se muestra en el intercambio de ideas entre diversos interlocutores. Incluso definirá el pensamiento como "el 13 diálogo que el alma mantiene consigo misma". En su juventud Platón escribió tragedias, pero, según cuenta la tradición, cuando conoció a Sócrates decidió quemar todos sus escritos y dedicarse a la filosofía. Estos dos hechos (la importancia que le dio al diálogo y su destreza literaria) se reúnen en el modo de escribir de este filósofo: sus obras están dotadas de una alta calidad estética, en su mayoría diálogos cortos: se reúnen varios amigos y entablan una conversación relativa a un tema de importancia filosófica (el conocimiento, el bien, la virtud, el amor, la belleza, el ser, etc); en casi todos los diálogos participa Sócrates como interlocutor principal y es quien habitualmente expresa las ideas del propio Platón. Los estudiosos filólogos y eruditos europeos, desde el siglo XX han clasificado cronológicamente la obra de Platón, y aunque no hay acuerdo total al respecto, esta puede dividirse en cuatro grandes momentos: 1) Diálogos de juventud o diálogos socráticos; de los 28 a los 38 años (399-389 a.C). (Diálogos tempranos): Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Presentan las ideas de Sócrates y una reivindicación de su figura. Son de esta época los viajes a Megara, Cirene, Egipto e Italia. Entre estos diálogos destacan: Apología de Sócrates (el conocido retrato socrático del joven Platón), Ion (La poesía como don divino), Critón (Sócrates en la cárcel sobre problemas cívicos), Protágoras (¿Es enseñable la virtud?), Laques (El valor), Trasímaco, Lisis (La amistad), Cármides (La templanza)y Eutifrón (La Piedad). 2) Época de transición; de los 38 a los 41 años (389-385 a.C). (Diálogos tempranos): Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además, aparecen los primeros esbozos de la Teoría de las Ideas y de la inmortalidad del alma; trata sobre la filosofía y análisis del lenguaje y temas órficos de influencia pitagórica. Tiene lugar en ésta época el primer viaje a Siracusa (Sicilia) a la corte de Dionisio primero y la amistad con Dión. El objeto del viaje fracasa, siendo vendido por Dionisio como esclavo en Egina y rescatado por un conciudadano. Entre ellos destacan: Gorgias (Sobre retórica y política), Menón (¿Es enseñable la virtud?), Eutidemo (Sobre la erística sofista), Hipias Menor, Crátilo (Sobre la significación de las palabras), Hipias Mayor y Menor (Sobre la belleza el primero, y sobre la verdad del segundo), Menexeno (parodia sobre las oraciones fúnebres. 3) Época de madurez o diálogos dogmáticos; de los 41 a los 56 años (385-370 a.C): Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas en esta fase, y desarrolla con más detalle la de la reminiscencia, sus implicaciones en antropología, ética y política. Organización del Estado y teoría del amor. Aparecen también los grandes mitos platónicos. En estas obras encontramos ya 14 el pensamiento de Platón en toda su dimensión. La influencia de Sócrates es mínima, y el pensamiento que expresa en los diálogos responde estrictamente al pensamiento de Platón. Su actividad se centra fundamentalmente en la Academia en Atenas. Entre ellos destacan: El Banquete (también conocido como Simposio, trata sobre el amor), Fedón (Sobre la inmortalidad del alma, el último día de Sócrates en prisión), República (Sobre política y otros asuntos: metafísicos, gnoseológicos, etc.) y Fedro (Sobre el amor, la belleza y el destino del alma). 4) Diálogo de vejez o diálogos críticos; de los 56 a los 80 años (370-347 a.C): En esta fase revisa sus ideas anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la medicina. Son los últimos escritos de Platón. Aparecen algunas críticas a su propia teoría, preocupaciones por cuestiones lógicas y cosmológicas y en el campo de la filosofía política un mayor interés por la historia y las condiciones reales de la vida política. El aspecto ontológico de la teoría de las ideas pierde importancia frente a su aspecto lógico. Sócrates deja de ser el personaje principal. Esta etapa se ha dividido en dos fases: a) (369-362 a.C, de los 56 a los 63 años): Revisión crítica de la teoría de la Ideas y de algunas de sus consecuencias, aunque ello no signifique que sean abandonadas. Segundo (369 a.C) y tercer (361 a.C) viaje a Italia a la corte de Dionisio II, quien al poco tiempo rechazó su educación. Entre estos diálogos destacan: Teeteto (Sobre el conocimiento), Parménides (Crítica de la teoría de las ideas), Sofista (Lenguaje, retórica y conocimientos), Político (Sobre política y filosofía). b) (361-347 a.C, de los 64 a los 78 años): Creciente pesimismo de Platón, si nos atenemos al contenido de sus obras últimas, que ya en la fase crítica parecían inclinarse hacia el predominio de los elementos místico-religiosos y pitagorizantes de su pensamiento. Ejemplos de estos diálogos son: Filebo (El placer y el bien), Timeo (Cosmología), Critias (Descripción de la antigua Atenas, mito Atlántida), Leyes (La ciudad ideal, revisión pesimista de la República), Epínomis y Carta VII (en esta carta Platón nos presenta su conocida y breve autobiografía). A continuación se muestran ejemplos de las preocupaciones que mostraba Platón a través de sus diálogos: Crátilo: muestra la relación entre el lenguaje y la realidad, evaluándose tanto una teoría naturalista del lenguaje como una convencionalista. Menón: es una investigación sobre la virtud como conocimiento y su posibilidad de ser enseñada, fundamentada ontológicamente mediante una prueba y exposición de la teoría de la reminiscencia. 15 Fedón: demostración de la naturaleza divina e imperecedera del alma y el primer desarrollo completo de la teoría de las Ideas. Banquete: la principal exposición de la particular doctrina platónica acerca del amor. República: diálogo extenso y elaborado en el que se desarrolla, entre otras cosas, una filosofía política acerca del estado ideal, una psicología o teoría del alma, una psicología social, una teoría de la educación, una epistemología, y todo ello fundamentado, en última instancia, en una ontología sistemática. Fedro: en el que se desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica y se abordan temas como el deseo, el amor, la locura, la memoria, la relación entre retórica y filosofía y la pobreza del lenguaje escrito en contraposición al genuini lenguaje oral. Teeteto: una inquisición sobre conocimiento en orden a hallar su naturaleza y su definición. Parménides: una crítica de Platón a su propia teoría de la Ideas tal como hasta entonces la había presentado y que prepararía el camino a su reformulación en diálogos posteriores. Sofista: obra en que se desarrolla una reestructuración del mundo eidético y se realiza una presentación de la revolucionaria teoría acerca del no-ser como diferencia y de la primera fundamentación acabada, a partir de ella, de la posibilidad del juicio y la opinión falsos, así como de su diferencia con los correspondientes verdaderos. Político: diálogo que incluye una exposición del método diálectico platónico maduro, así como de la teoría de la justa medida, del auténtico político y el auténtico Estado, respecto del cual los demás modelos de organización política son presentados como imitaciones. Timeo: un influyente ensayo de cosmogonía, cosmología, física y escatología, influido por la tradición pitagórica. Filebo: investigación acerca de la buena vida, de la relación del bien con la sensatez y el placer en cuanto compuestos de aquél y posibilitadores del vivir bien y provechosamente. Leyes: una teoría extensa y madura acerca de la adecuada constitución del Estado, que contrapone un mayor realismo al idealismo puro de la filosofía política presentada en República. Los personajes de los diálogos son generalmente personajes históricos, como Sócrates, Paraménides de Elea, Georgias o Fedón de Elis, aunque a veces también aparecen algunos de los que no se tiene ningún registro histórico aparte del testimonio platónico. Cabe destacar, además, que si bien en muchos diálogos aparecen discípulos de Sócrates, Platón no aparece nunca como personaje. Solamente es nombrado en Apología de Sócrates y en Fedón, pero nunca aparece discutiendo con su maestro ni con ningún otro. 16 En resumen, lo temas tratados por Platón en sus múltiples obras recogen una gama variada de argumentos. Su teoría más conocida es la de las Ideas o Formas. Para Platón, la única forma de acceder a la realidad inteligible era mediante la razón y el entendimiento; el papel de los sentidos queda relegado y se considera engañoso. También podemos ver en sus escrituras, conceptos sobre las formas de gobierno, incluyendo la aristocracia como la ideal; así como la timocracia, la oligarquía, la democracia y la tiranía. Un tema central de su obra es el conflicto entre la naturaleza y las creencias de la época concernientes al rol de la herencia y del medio ambiente en el desarrollo de la personalidad y la inteligencia del hombre mucho antes que el debate sobre la naturaleza y la crianza del Hombre comenzara en la época de Thomas Hobbes y John Locke (9). Otro tema que trató Platón copiosamente fue la división entre el saber y la opinión, que anticipaba los debates más modernos entre empirismo y racionalismo, y que posteriormente trataron los postmodernistas y sus oponentes al argüir sobre la distinción entre objetivo y subjetivo (9). Vale la pena comentar específicamente sobre una de las obras más emblemáticas e importantes conocidas de Platón. En el diálogo La República, se encuentra la inmensa formulación que es el MITO DE LA CAVERNA al comienzo del libro 7mo (Anexo 1), en la que expone de manera amplia su Teoría sobre las Ideas. Platón dice expresamente que el mito quiere ser una metáfora “de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación”, es decir, sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento. Pero tiene también claras implicaciones en otros dominios de la filosofía como la ontología, la antropología e incluso la política y la ética; algunos intérpretes han visto también implicaciones religiosas. En la (figura 2), puede verse una representación gráfica del mito. La descripción del mito tal y como lo narra Platón en “República” se articula en varias partes (5,10): 1. Descripción de la situación de los prisioneros en la caverna. 2. Descripción del proceso de liberación de uno de ellos y de su acceso al mundo superior o verdadero. 3. Breve interpretación del mito. 17 DESCRIPCION DE LA SITUACIÓN DE LOS PRISIONEROS EN LA CAVERNA: Platón dirá que nosotros todos estamos en una caverna, que es la caverna de la vida ordinaria, la caverna de la opinión, la caverna en la que tenemos nada más que imágenes, Platón lo pinta así. Dice: imaginemos una caverna en la que están estos hombres atados de pies y manos, sin poder volver la cabeza hacia atrás durante toda su vida. Estos personajes verán en el fondo y hay las imágenes de unos personajes que pasan por atrás de la caverna, que pasan entre la caverna y el fuego, y proyectan unas sombras; en realidad, Platón aquí está pensando en una especie de protocinematógrafo (las imágenes se proyectan al fondo de la caverna) y los personajes estos que están en la caverna creen que la realidad de las cosas son esas imágenes (sombras) que están viendo al fondo de la caverna. Pues bien, Platón dirá, eso nos ocurre a los seres humanos en general, estamos en la caverna, estamos en la caverna de lo sensible, estamos en la caverna de estas imágenes que se nos pasan unas tras otras, y es necesario salir de la caverna. Fig. 2: Representación gráfica del “Mito de la Caverna” de Platón 18 DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE LIBERACIÓN DE UNO DE ELLOS Y DE SU ACCESO AL MUNDO SUPERIOR O VERDADERO: Subida hacia el mundo exterior: Acceso hacia el mundo verdadero. 1. En el mundo Subterráneo: Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos. 2. En el mundo exterior: Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto. Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable. Regreso al mundo subterráneo, exigencia moral de ayuda a sus compañeros. 1. Confusión vital por la oscuridad de la caverna: Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, sería incapaz de discriminar las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido hasta lo alto se le han estropeado los ojos y que no vale la pena marchar hacia arriba. 2. Burla y persecución: Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían. El camino del filósofo es el camino del que sale de la caverna, y por alguna extraña razón logra liberarse de las cadenas y salir de la caverna, y al salir encontrará la verdadera fuente de la luz que es el Sol, fuente de luz que según Platón es imagen de la idea del bien, que 19 según él está en el origen tanto del ser como del conocer, tanto del bien como de la verdad. La idea del bien, así la llama, es representada por Platón por el Sol, es el Sol del mundo inteligible. Entonces salir de la caverna es salir de la experiencia corriente, la experiencia filosófica es un experiencia que no tiene nada de corriente, es una experiencia más bien milagrosa, es una experiencia rara, el pensar es siempre raro, y siempre por supuesto habrá quienes nos digan que estamos camino a la locura cuando pensamos, y sin duda le van a decir a aquel que sale de la caverna, cuando regrese y les diga que lo que están viendo son sólo imágenes, que se ha vuelto loco y hacía daño salir de la caverna, porque evidentemente el pensamiento común se refugia en la multitud, o sea, el que todos crean algo nos hace pensar que estamos por buen camino. Sin embargo, no es necesariamente así. Entonces el camino de la educación para Platón es el camino por el que salimos de la experiencia ordinaria para acercarnos a una experiencia verdadera del ser, que Platón bautizará con esta extraña frase, la idea del bien, que en todo se parece al Sol, es decir, que el Sol es para el mundo visible el origen del crecimiento y del ser, la idea del bien es el origen de la verdad y la realidad de las cosas. En la figura 3, podemos observar de manera gráfica la asociación entre el mundo real y el mundo sensible. Fig.3: Interpretación del “Mito de la Caverna” (11) 20 INTERPRETACIÓN DEL MITO DE LA CAVERNA (5,10): a) Comparación de las Realidades: Debemos comparar la región visible con la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol. b) Comparación de los Procesos: El ascenso y contemplación de las cosas de arriba es semejante al camino del alma hacia el ámbito inteligible. c) Valor de la Idea el Bien: Objeto último y más difícil del mundo cognoscible: la Idea del Bien. Idea del Bien: causa de todas las cosas rectas y bellas; en el mundo visible ha engendrado la luz y al sol, y en el ámbito inteligible es la productora de la verdad y de la inteligencia; es la realidad que es necesario ver para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público. El (cuadro 1), ilustra las variadas e importantes consecuencias del mito de la caverna en la filosofía platónica (10). 21 Cuadro 1. SÍMBOLOS DEL MITO DE LA CAVERNA Y SU INTERPRETACIÓN DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA SÍMBOLOS DEL MITO INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL prisioneros el hombre en la medida en que vive inserto en el mundo sensible y sus valores conocimiento de sí mismos como siendo meras sombras identificación de la realidad humana con el cuerpo liberación del prisionero liberación del hombre y descubrimiento del mundo verdadero (Mundo de las Ideas) el cautivo pierde las cadenas, reconoce los objetos en la caverna, sube al mundo exterior y reconoce los objetos del mundo exterior el filósofo libera moral e intelectualmente su alma de las limitaciones y ataduras del cuerpo y del mundo sensible y asciende al mundo de las Ideas; práctica de la dialéctica o filosofía conocimiento de sí mismo en el mundo exterior tras el ejercicio de la filosofía, identificación de la realidad humana con el alma DIMENSIÓN ONTOLÓGICA Y EPISTEMOLÓGICA SÍMBOLOS DELMITO TIPO DE REALIDAD INTERPRETACIÓN ENLA VIDA REAL TIPO DE REALIDAD TIPO DE SABER MUNDO SUBTERRÁNEO MUNDO QUE SE DA A LOS SENTIDOS (o mundo sensible) OPINIÓN las sombras en el fondo de la caverna las sombras y los reflejos de los objetos conjetura los objetos de la caverna los objetos naturales y artificiales la luz del fuego el sol MUNDO EXTERIOR MUNDO INTELIGIBLE O MUNDO DE LAS IDEAS CIENCIA las sombras y reflejos en el agua de las cosas exteriores las ideas matemáticas Pensamiento discursivo las cosas exteriores mismas y, por la noche, la luna y los objetos celestes las Ideas superiores creencia el sol mismo conocimiento como subida al mundo exterior inteligencia la Idea de Bien conocimiento o ciencia estricta o filosofía como “ascensión al ser” (al mundo de las Ideas) DIMENSIÓN MORAL Y POLÍTICA DEL MITO SÍMBOLOS DEL MITO INTERPRETACIÓN EN LA VIDA REAL necesidad en el proceso de liberación - el destino del hombre no es el mundo físico sino el mundo absoluto y divino de las Ideas, por lo que es necesaria la del prisionero (por eso Platón emplea dialéctica o filosofía para el cumplimiento con frecuencia expresiones del tipo “si le forzáramos”, “si a la fuerza se le arrastrara”) - de dicho destino; - legitimidad del autoritarismo ilustrado platónico el prisionero liberado baja de nuevo al mundo de la caverna el filósofo no puede limitarse a la mera contemplación de las ideas; tiene la obligación moral de volver su mirada hacia el mundo y ayudar a la liberación de las demás personas el prisionero liberado que es perseguido y asesinado por sus compañeros el proceso y muerte de Sócrates y de todos aquellos que insisten en mostrar la verdad a los hombres comprensión del papel que tiene el comprensión del papel que tiene la Idea del Bien como el principio que crea, da inteligibilidad a la realidad e ilumina la sol en la vida, realidad y gobierno de vida moral y política las cosas 22 Preocupación de Platón por la relación entre el médico y el enfermo, y la importancia que tiene la amistad (12): Otra forma en la que Platón manifestó su preocupación por las relaciones interpersonales, fue su profunda preocupación por la amistad y el valor que le daba a esta forma de relación entre los hombres; y por la manera diversa en la que se llevaba la relación médicopaciente en la Atenas de su época. Para los griegos antiguos, la medicina será, para siempre, el arte de curar que enseñan los diversos escritos del Corpus Hippocraticum. Según esta concepción técnica de la medicina, la relación entre el médico y el enfermo tuvo en la antigua Grecia un carácter uniforme. Esto fue así según algunas fuentes históricas, pero al revisar detenidamente escritos antiguos como son los diálogos platónicos, se descubre una realidad diferente, porque el modo de esa relación difería mucho según el enfermo fuese libre y rico, libre y pobre o esclavo. Para los griegos antiguos, antes que ayuda técnica, antes que actividad diagnóstica y terapéutica, la relación entre el médico y el enfermo es, o debe ser, amistad, philia. Para ellos, la philia constituye el fundamento de tal relación. En el diálogo el Lisis Platón dice: “El enfermo es amigo del médico a causa de su enfermedad”. Para entender el sentido de este afirmación platónica, hay que tener una clara idea de lo que fue la amistad para los griegos. Los tres máximos pensadores del mundo helénico, Sócrates, Platón y Aristóteles, vieron en la amistad un fascinante tema de reflexión. En el diálogo el Lisis, Platón relata la importancia que tenía la amistad para Sócrates (Anexo 2). Fiel en esto a su maestro, Platón meditará reiteradamente acerca de la philia. ¿Qué fue la amistad para Platón? Hay textos platónicos (el Banquete, el Fedro) en los cuales, Platón, establece una clara diferencia entre la amistad (philia) y el amor en sentido estricto (éros); pero en otros afirma sin rodeos la esencial conexión entre uno y otra. Por ejemplo, Platón dice en las Leyes: “Llamamos por un amigo a lo que se asemeja mutuamente en virtud, a lo que es igual a su igual; más también es posible ser amigo del rico y del pobre, aunque éstos sean de género contrario; y cuando uno o el otro de estos sentimientos se hace vivo, entonces le llamamos amor”. Esta esencial conexión entre la philia y el éros nos permite entender con suficiencia la teoría de la amistad expuesta en el Lisis, uno de los diálogos juveniles de Platón. El filósofo enseña que, la amistad, tiene su fundamento en una secreta relación de parentesco o de familia (to oikeion) que enlaza entre sí a los amigos; la cual, a su vez, se funda en la naturaleza 23 (physei). La amistad no se realiza íntegramente en un solo amigo, ni en el conjunto de todos ellos, porque siempre podemos tener amigos nuevos; lo cual nos obliga a admitir que un amigo lo es en cuanto individualmente participa de una realidad originaria y radical, el proton philon (lo protoamistoso o protoamable, si vale decirlo así): algo perteneciente a la raíz última de la naturaleza del hombre, y por tanto a la naturaleza universal (la arkhaía physis o “naturaleza originaria” de que se habla en el Banquete. De aquí que la relación del alma con el proton philon tenga un doble sentido. En su apariencia sensible, esa relación es un arrebato ascendente del no ser al ser, y en su realidad profunda, un retorno del alma a su “naturaleza originaria”. Así puede entenderse que el éros engendre philia y que la philia pueda convertirse en éros. Para Platón, la meta de la amistad es la perfección de la naturaleza humana, y por tanto, de la naturaleza universal, en las realizaciones individuales de esa naturaleza que son los amigos. En resumen, la amistad para Platón, al igual que para Aristóteles, consiste en querer y procurar el bien el amigo, entendido éste como una realización individual de la naturaleza humana. La amistad, es un modo genérico de la relación interhumana, fue para los griegos el fundamento de la relación entre el médico y el enfermo especificada como “amistad médica”. En el médico hay a su vez philia, lógos y éros. Hay en él philia, porque es amigo del enfermo y del arte de curar; hay también lógos, porque su arte actúa sobre el fundamento de una physio-logía y porque, como dice Aristóteles, la medicina es el lógos de la salud; y hay éros porque en el seno mismo de la philotekhnía late un vigoroso impulso hacia la perfección de la naturaleza; con respecto a esto Platón dice, en el Banquete, que la medicina es “la ciencia de las cosas pertinentes al amor al cuerpo”. En el mundo griego antiguo, la amistad entre el médico y el enfermo se hacía realmente “técnica” cuando el médico sabía realizarla correctamente en sus diagnósticos y sus tratamientos. La forma de cómo se realizó la asistencia médica dentro de la sociedad helénica no está bien reseñada en el Corpus Hippocraticum. Platón diseña, en varios de sus diálogos (Cármides, Gorgias, República, Político, Timeo, Leyes) un cuadro muy completo de lo que fue el ejercicio de la medicina en las ciudades griegas. Este se acomodó a la estructura social de la polis clásica y se diversificó en tres modos principales, los cuales son: la asistencia médica a los esclavos, el tratamiento de los hombres libres y ricos y el cuidado terapéutico de los enfermos libres y pobres. 24 Platón detalla de manera precisa, en su diálogo el Leyes, cómo era el tratamiento médico de los esclavos en la Atenas (Anexo 3). Platón nos hace ver las diferencias en la atención y tratamiento médico de los esclavos y los hombres libres, y basa estas diferencias en tres aspectos principales: a) A los esclavos no los atendían por lo común médicos propiamente dichos, asclepíadas técnicamente formaos en las escuelas médicas de Cos, Cnido, Cirene o Sicilia, sino rudos empíricos que al lado de algún médico, casi siempre como esclavos suyos, habían aprendido la rutina externa del arte de curar. b) La comunicación verbal entre el terapeuta y el paciente era mínima. De acuerdo con lo que acerca del ser del esclavo se pensó en la Grecia clásica, la medicina que con él se practicaba era una especie de “veterinaria para hombres”. c) Era también mínima, por tanto, la individualización del tratamiento. El enfermo quedaba sometido sin discriminación al nivel igualitario de la norma general; y a la manera de un tirano, el terapeuta trataba de gobernar con sus prescripciones el curso de la naturaleza. Una tosca estimación meramente cuantitativa (niño, adulto, grande, pequeño) debía de ser en tal caso el único criterio para la individualización del tratamiento. Para Platón, la asistencia médica en Atenas era algo así como un espectáculo, que llamó poderosamente la atención del filósofo. En base a esto se planteó dos interrogantes: ¿Cómo las artes podrán adquirir auténtica perfección, si cada hombre y cada caso son distintos entre sí? ¿Cómo las leyes, por definición generales y obligatorias, pueden ser eficaces en su aplicación casuística? En el caso del arte de curar, la perfección se alcanzaría, según Platón, individualizando razonablemente el diagnóstico y el tratamiento del enfermo; esto es, procediendo como en Atenas procedían los médicos libres (los verdaderos técnicos de la medicina) cuando trataban a pacientes libres. Tres recursos principales permitía esta fina individualización: la ilustración médica del enfermo, la persuasión verbal y la adecuación biográfica. La persuasión verbal fue práctica habitual en la antigua Grecia frente a enfermos libres y ricos. En el diálogo Cármides, Platón se expresa la importancia de la eficacia terapéutica en los bellos discursos de Sócrates. El “bello discurso” persuade al enfermo de que el remedio que se le va a administrar es el mejor para él, hace máxima la eficacia sanadora de ese remedio e individualiza exquisitamente el tratamiento. 25 Resumen del pensamiento platónico (2): El objetivo de Platón era diseñar el modelo de Estado Ideal; el Estado perfecto, en el que reinara la Justicia absoluta. La existencia de una Justicia absoluta implicaba, según Platón, la existencia de “absolutos”, no sólo en el terreno de la ética y de la política, sino también en el de la antropología, la epistemología y la ontología. Ahora bien, como en este mundo todo parecía ser relativo, Platón se vio obligado a postular la existencia de otro mundo en el que colocar los “absolutos”, con lo cual estableció un claro dualismo. El dualismo de la filosofía platónica se manifiesta claramente a nivel onto-epistémico, pero también puede apreciarse a nivel ético-político. 1) A nivel onto-epistémico: a. Dualismo ontológico (concepción de la Realidad): Mundo Suprasensible (o inteligible) de entidades absolutas: Ideas (inmateriales-únicasinmutables). Mundo sensible de entidades relativas: cosas (materiales-plurales-cambiantes). b. Dualismo epistemológico (concepción del conocimiento): Conocimiento auténtico (Episteme o verdad) sobre las entidades absolutas: Ideas eternas. Conocimiento aparente (Doxa u opinión) sobre las entidades relativas: cosas temporales. c. Dualismo antropológico (concepción del ser humano): Alma racional: entidad absoluta perteneciente al mundo suprasensible. Cuerpo material: entidad relativa perteneciente al mundo sensible. Al mundo suprasensible sólo se podría acceder con la inteligencia, por eso también lo llama “mundo inteligible”. En el mundo sensible se encuentran las cosas que nos muestran los sentidos. Las cosas son materiales, plurales y cambiantes. Carecen de verdadera realidad, ya que no permanecen para siempre (nacen y perecen), por tanto, su conocimiento tampoco es verdadero; es un conocimiento aparente o relativo (doxa). En el mundo inteligible (o suprasensible) se encuentran las Ideas que nos muestra la inteligencia. Frente a las cosas materiales, plurales y cambiantes, cada Idea se caracteriza por ser inmaterial, única e inmutable (y por tanto eterna). Constituyen las verdaderas realidades 26 (perfectas, inmutables, eternas), el auténtico ser, y por tanto, son el objeto del conocimiento verdadero (episteme). Las Ideas platónicas no son productos psicológicos de la mente humana, sino que existen en sí, independientemente de que las pensemos o no. Son los arquetipos o modelos ideales de las cosas (su esencia), y existen independientemente de ellas. Hay que destacar que Platón no se limitó a señalar la distinción entre los dos mundos; también afirmó la superioridad del mundo inteligible, provocando el total desprecio hacia este mundo material sensible. Como, en sintonía con su ontología, Platón concibió al ser humano como un ser dual, es decir, compuesto de dos sustancias: - una perteneciente al mundo sensible (el cuerpo material) y - otra perteneciente al mundo inteligible (el alma racional), dotó de características positivas y divinas al alma, mientras que despreció y responsabilizó al cuerpo de los males y deficiencias del ser humano. El dualismo platónico ha dominado la interpretación del mundo hasta la actualidad, sobre todo por la incorporación que el cristianismo hizo de su doctrina. 2) A nivel ético-político: a. Dualismo ético (concepción de la moral): Moral absoluta: la del filósofo, que se rige por principios absolutos (la Idea de Bien, de Justicia, etc). Moral relativa: la del vulgo, que se rige por principios relativos (las cosas que se tengan por “buenas”, “justas”, etc). b. Dualismo político (concepción del Estado): Estado perfecto: que existiría como modelo ideal en el mundo suprasensible o inteligible: el Estado Ideal. Estados imperfectos: que existen bajo la forma de aristocracia, timocracia, oligocracia, democracia o tiranocracia en el mundo sensible. La Ética platónica tiene como eje central la idea de que el hombre puede ser mejorado mediante la educación: no nacemos virtuosos, nos hacemos virtuosos. A este respecto, Platón diseñará un modelo educativo que se sustenta en dos pilares fundamentales: la gimnasia (para fortalecer la voluntad y purificarnos) y las matemáticas (para desarrollar la mente y alcanzar la sabiduría). El esfuerzo físico e intelectual que supone la educación platónica será una constante del Humanismo Occidental, cuyo lema es “mens sana in corpore sano”. 27 Platón piensa que la Ética debe desembocar necesariamente en la Política, pues es mejor perseguir el bien de todos que el bien de uno solo. De hecho, el objetivo principal de su modelo educativo, era formar a los futuros gobernantes del Estado Ideal; que serían aquellas personas (hombres o mujeres) que lograsen alcanzar el auténtico conocimiento: el conocimiento de las Ideas (en especial, de la Idea de Bien). Platón recurre con frecuencia a mitos, símiles o alegorías para ilustrar su pensamiento. Los más famosos de estos símiles son: - El símil de la línea, que ilustra la correspondencia entre las clases de conocimientos y los niveles de realidad. - La alegoría o mito de la caverna, que ilustra el camino de ascenso, por parte del filósofo, desde las meras opiniones (las sombras de la caverna) hasta los conocimientos verdaderos (los seres luminosos del exterior de la caverna). - La alegoría del Sol, que establece una analogía entre el Sol del mundo sensible y la Idea de Bien del mundo inteligible - La alegoría o símil del auriga, que ilustra la relación entre las clases de alma y las clases de virtudes. En la (figura 4) se aprecia un resumen del pensamiento platónico. Fig.4: Pensamiento Platónico (13) 28 Influencia de Platón sobre otros pensadores (14): El trabajo de Platón ha influenciado a múltiples autores y filósofos posteriores. La Obra platónica siembra las semillas de la filosofía, política, psicología, ética, estética o epistemología. Al abarcar esta materia hay que considerar también a su alumno, Aristóteles, que postula los inicios de la lógica y la ciencia moderna. Platón sirve de referencia a la teoría política de Cicerón. Diversos autores cristianos encontraron gran afinidad entre el pensamiento de Platón e ideas de la nueva fe, lo que les sirvió para articular éstas filosóficamente, como por ejemplo es el caso de San Agustín. Sin embargo, pese a que su influencia sea enorme no por ello ha sido considerada siempre positiva. Karl Popper criticaba a Platón por ser el precursor ideológico de los totalitarismos. Definitivamente, odiado o amado, Platón es hasta la fecha un punto de partida para las ciencias y la filosofía de las ciencias. Cada época ha interpretado con sus propios valores su obra, no muy diferente a lo sucedido con Roma, Aristóteles o tantos otros autores. Platón propone el comunismo (no confundir con el comunismo marxista) y la monarquía, y a su vez terminó defendiendo las leyes como sistema de gobierno (más como sometimiento a las circunstancias que por una verdadera preferencia). Igualmente, es quizás el primero en defender la igualdad entre los sexos, a diferencia de su discípulo Aristóteles. Para el racionalismo y el idealismo, Platón fue la referencia más importante en la filosofía. Vigencia actual de la filosofía Platónica: La validez actual de la filosofía platónica se hace evidente en múltiples aspectos, ya que Platón sentó las bases de todo el pensamiento posterior. Para resaltar su enorme influencia pueden citarse las palabras que un filósofo contemporáneo (Whitehead) dejó escritas (9) : “La historia de la filosofía sólo son notas a pie de página a los diálogos de Platón”. Quizás esta opinión sea un poco exagerada; lo cierto es que probablemente no ha habido nunca ningún pensador que haya marcado tanto la cultura occidental y mundial. Esa influencia de Platón se deja sentir, sobretodo, en dos ámbitos: 1) En la Filosofía: muchos de los conceptos y temas actuales de la filosofía son herencia de Platón. 2) En la Religión: muchas de las ideas del cristianismo han sido tomadas de la filosofía platónica. 29 Hay aspectos éticos y políticos que Platón dejó planteados y que siguen vigentes: la búsqueda de la perfección moral a través del esfuerzo físico e intelectual, el problema de conseguir una sociedad justa. Por otra parte, Platón ha impregnado nuestra cultura a través del cristianismo: la idea dualista del ser humano, la consideración negativa del cuerpo y de lo material en general. Aunque la Teoría de las Ideas de Platón es cuestionada por muchos filósofos, toda teoría metafísica (de la que, por cierto, Platón fue su máximo impulsor) que pretenda fundamentar un conocimiento absoluto (universalmente válido) que sirva de base para el establecimiento de una sociedad absolutamente justa, tiene que aceptar, necesariamente, la existencia de realidades absolutas (sean las realidades del mundo suprasensible que postuló Platón u otras que tengan las mismas características), de lo contrario se caerá irremediablemente en el relativismo (epistemológico, ético, político, etc.) y, por consiguiente, el ideal de una sociedad justa se esfumará. 30 OPINION PERSONAL Platón fue un filósofo de gran trascendencia, con una sabiduría casi ilimitable. Disertó sobre los temas comunes, las preocupaciones más simples de los seres humanos. Escudriñó en los temas de la Filosofía, que son los temas que están por la calle, son los temas que surgen cada vez que alguien pregunta algo, cada vez que alguien se pregunta que es el bien, que debo hacer, las preguntas que atañen a la vida del hombre son preguntas filosóficas. La sabiduría de Platón está en la afirmación de no creerse sabio sino filósofo, es decir, aquel que busca sabiduría. Platón aprendió de Sócrates a examinar a la gente, a saber qué saben los ciudadanos, quiere ver si dan valor a lo que más vale, si dan valor a la educación, al alma, la calidad de nuestros pensamientos, la calidad de nuestra relación con el mundo, de nuestra relación de amistad. Los diálogos están vinculados a la idea de definir cuestiones. En cada diálogo inicia con una pregunta. En alguno de ellos, Sócrates pregunta sobre la naturaleza de algunas virtudes. A Platón le preocupaba que las personas no fuesen cultas, no fuesen dialogante, quería que las personas fuesen personas críticas, “pensantes”. El gran tema del pensamiento de Platón es la filosofía misma. Filosofar es buscar la sabiduría. La filosofía es la permanente búsqueda de llegar a conocer. Todo aquel que se pregunta, filosofa. Además, Platón mostró una profunda preocupación por el desigual trato a los enfermos según fuese su clase social. Argumentaba que el médico debía ser “amigo” del enfermo (“amistad médica”). Dio valor a la amistad catalogándola, al igual que su discípulo Aristóteles, como el querer y procurar el bien del amigo. La amistad, es una de las formas más antiguas de la relación interhumana. Otro dato llamativo de este gran filósofo es que, todas sus obras son Diálogos, a excepción de la Apología de Sócrates y de las Cartas. Escritos llevados magistralmente con el método dialéctico (dialogando), gestándose de forma profunda el contacto vivo por la palabra (logos de los griegos) que, sin dogmatismos, pretende llevar al hombre al encuentro con el Ser que él es. Después de toda esta disertación, concluyo que Platón fue uno de los propulsores del diálogo y las relaciones del hombre consigo mismo, con su entorno y con los demás. ¿Qué más sitio para promover las relaciones interhumanas y el diálogo que en las escuelas, las universidades, los centros de enseñanza? Eso fue “La Academia” de Platón, uno de sus mejores 31 ejemplos de preocupación por las relaciones interpersonales, ya que fundamentó sus enseñanzas en la dialéctica. Además, en sus diálogos en los que expone claramente el mundo de la ideas y en efecto, Platón (siguiendo a Sócrates) está persuadido de que el verdadero saber no puede referirse a lo que cambia, sino a lo permanente; no a lo múltiple, sino a lo uno. 32 CONCLUSIONES El platonismo diferencia entre la sabiduría y la ignorancia, y señala dos ámbitos; el ámbito de los Dioses donde está el Episteme (la sabiduría, el conocimiento verdadero), y el ámbito de los hombres que es el ámbito de la opinión o de la Doxa. La filosofía es el camino de la opinión al conocimiento (de la doxa a la episteme), el ámbito del chisme al ámbito del conocimiento más sólido, que Platón considera que es un conocimiento espiritual que significa que el hombre se mejora, se hace más cercano a los Dioses, se diviniza a través de ese camino a la sabiduría que es la filosofía. La influencia de Platón en todo el pensamiento, en toda la vida intelectual colectiva de occidente, no se puede exagerar. Probablemente, dejando atrás alguna figura religiosa como la de Cristo, es imposible encontrar a nadie que haya tenido una influencia más profunda, más duradera, más extensa que Platón. La obra de Platón sigue siendo leída, sigue siendo comentada, sigue teniendo una extraña frescura, una extraña espontaneidad todavía. Muchos grandes filósofos muy importantes, muy interesantes han quedado para ser estudiados por los especialistas, o necesitan muchas introducciones, muchos comentarios porque realmente hoy nos encontramos ante ellos un poco desconcertados, entendemos bien cuáles son sus preguntas porque dicen lo que dicen, pero sin más, cualquiera puede leer directamente los diálogos de Platón y encuentra algo como la emoción, el pensamiento. Muchas veces, para empezar a estudiar y entender la filosofía, hay que empezar por los diálogos de Platón, es la mejor introducción a la filosofía, porque allí sigue estando activa la aventura del pensamiento. Platón trae al lenguaje, trae a la escritura un modo de ser fundamentalmente dialéctico, un modo de ser pensante, un modo de ser crítico que es nuevo en su época. Es un modo del pensamiento, no quiere decir que se inicia el pensamiento con Platón, porque el pensamiento en realidad se inicia con el primer hombre en las cavernas. Contrariamente a lo que algunos piensan, hay que decir que Platón ha legado la idea de que la Filosofía no es un estudio de ideas abstractas justificado sólo por el valor intrínseco de esas ideas. Fue un erudito, por cierto; no se dedicó a disfrutar el debate de la teoría por la teoría, muy por el contrario, su afán teórico tenía la finalidad de ayudar a la gente a sacar su vida adelante en diversa escala. Es interesante observar que sus ideas sirven, a la vez, tanto para el hombre particular como para la sociedad en general. Este filósofo, desarrolló ideas que sirven para que cada quien pueda analizar su manera de pensar y su estilo de vida. Como reflexión final,…….Muchos somos platónicos sin saberlo…… 33 ANEXOS ANEXO 1(10): Mito de la Caverna de Platón: I.- Y a continuación -seguí- compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza. Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto; y a lo largo del camino suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquéllos sus maravillas. -Ya lo veo -dijo. -Pues bien, contempla ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados. -Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños pioneros! -Iguales que nosotros -dije-, porque, en primer lugar ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos? -¡Cómo -dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas? -¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo? -¿Qué otra cosa van a ver? -Y, si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos? Forzosamente. -¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar? -No, ¡por Zeus! -dijo. -Entonces no hay duda -dije yo- de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que 34 las sombras de los objetos fabricados. -Es enteramente forzoso -dijo. -Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba? -Mucho más -dijo. II.- Y, si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría que éstos son realmente más claros que los que le muestran? -Así es -dijo. -Y, si se lo llevaran de allí a la fuerza -dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado y, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas? -No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento. -Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras, luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio. -¿Cómo no? -Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar. -Necesariamente -dijo. 35 -Y, después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible y es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían. -Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro. -¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos? Efectivamente. -Y, si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquéllos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente «ser siervo en el campo de cualquier labrador sin caudal » o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable? -Eso es lo que creo yo -dijo-: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida. -Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas como a quien deja súbitamente la luz del sol? -Ciertamente -dijo. -Y, si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían, si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir ? -Claro que sí-dijo. III.- Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh, amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la viviendaprisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, 36 pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas, que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública. -También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo." Platón, República, libro VII ANEXO 2 (12): Conversación de Sócrates con Lisis y Menéxeno en la palestra de Miccos, en el Dialogo de Lisis: “Una cosa he deseado siempre. Cada hombre tiene su pasión: unos los caballos, otros los perros, otro el oro o los honores. En cuanto a mí, todas esas cosas me dejan frío; en cambio, deseo apasionadamente adquirir amigos, y un buen amigo me contentaría infinitamente más que la codorniz más linda del mundo, que el más hermoso de los gallos e incluso -Zeus es testigo- que el mejor de los caballos o de los perros. Podéis creerme que preferiría un amigo a todos los tesoros de Darío. Tan grande es mi avidez por la amistad” (Lisis, 211 e). ANEXO 3(12): Platón escribe, en su diálogo el Leyes, cómo era el tratamiento médico de los esclavos en la Atenas de su época: “Hay, pienso, médicos y servidores de médicos, a los que indudablemente también llamamos médicos…Pueden (los médicos) ser, pues, ya libres, ya esclavos, y en este caso adquieren su arte según las prescripciones de sus dueños, viéndoles y practicando empíricamente, pero no según la naturaleza, como los médicos libres por sí mismos lo aprenden y lo enseñan a sus discípulos…Y siendo los enfermos en las ciudades unos libres y otros esclavos, a los esclavos los tratan por lo general los esclavos, bien corriendo de un lado para otro, bien permaneciendo en sus consultorios; y ninguno de tales médicos da ni admite la menor explicación sobre la enfermedad de cada uno de sus esclavos, sino que prescribe lo que la práctica rutinaria le sugiere, como si estuviese perfectamente al tanto de todo y con la arrogancia de un tirano, y pronto salta de allí en busca de otro esclavo enfermo, y así alivia a su dueño del cuidado de atender a otros pacientes” (Leyes, 720 a c). 37 BIBLIOGRAFRIA 1. W. K. C. Guthrie. “II. Vida de Platón e influencias filosóficas, sección 1. Vida, b) Nacimiento y conexiones familiares”. “Historia de la filosofía griega IV. Platón. El hombre y sus diálogos: Primera época” (traducción castellana de Vallejo Campos y Medina González). Gredos. p. 22-23. 2. Video Sócrates, Platón, Aristóteles. National Geograpfic Channel. 3. "Entre Historia y Orientación Filosófica" .Sevilla, 2006. Volúmenes I y II. Ediciones X-XI, Sevilla, España. Primera edición: Septiembre de 2006. Disponible en: http://www.josebarrientos.net/index_archivos/page0005.htm) 4. http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Platón&oldid=67956004 5. www.doctormostaza.blogspot.com 6. www.tranquilo.tv 7. http://www.mediafire.com/download.php?heeh6rg3uvvacq7 8. http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Platon/Dialogos.htm 9. Alfred North Whitehead, “Process and reality: An essay in cosmology”. A division of Macmillan Publishing co., Inc. New York. 1929. Disponible en: http://heidigustafson.com/wpcontent/uploads/2012/07/11953-process_and_reality_an.pdf. 10. B.C. Burt. “A Brief History of Greek Philosophy”. Boston. Ginn & Company, Publishers. 1889. Disponible en: http://www.taringa.net/posts/cienciaeducacion/16442066/Filosofia- Platon-Mito-o-Alegoria-de-la-Caverna.html 11. http://personales.ya.com/cmrpublic/filosofia/images/slide13.jpg 12. Lain E P. ”El médico y el enfermo”. Biblioteca para el hombre actual. Ediciones Guadarrama, S.A. Madrid. 1969. pp.15-52. 13. http://francescllorens.files.wordpress.com/2008/09/influenciasplaton.jpg 14. http://es.wikipedia.org/wiki/Plat%C3%B3n