QUE REFORMA EL ARTCULO 923 DE LA LEY FEDERAL DEL

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QUE REFORMA EL ARTÍCULO 923 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, A CARGO DE LA
DIPUTADA MARISOL URREA CAMARENA, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN
La suscrita, diputada Marisol Urrea Camarena, integrante del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional,
con fundamento en lo dispuesto en la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y en la fracción II del artículo 55 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso
General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a la consideración de la honorable Cámara de Diputados
iniciativa con proyecto de decreto que reforma el artículo 923 de la Ley Federal del Trabajo, con base en la
siguiente
Exposición de Motivos
Varias han sido las etapas por las que ha atravesado la sindicación en el devenir de los tiempos. En su inicio,
este derecho obedeció a la necesidad humana de comunidad; posteriormente, defendieron aspiraciones de
justicia; tiempo después, estas asociaciones reclamaron la categoría de sujetos de derecho frente al Estado para
conquistar mejores condiciones de vida a favor de sus agremiados. No fue el derecho escrito el que creó al
sindicato, fue la vida social la que lo engendró, impulsó y fortificó hasta lograr su pleno reconocimiento como
institución jurídica.
Las finalidades del sindicalismo, a nivel mundial, han sido ampliamente difundidas y comúnmente aceptadas;
hoy nadie discutiría que el sindicato es una persona jurídica con derechos y obligaciones, que representa de
manera individual y colectiva a sus miembros, intentando elevar y mejorar las condiciones de trabajo en
beneficio de sus asociados. Éstas y otras circunstancias, a las que nadie puede oponerse, son derechos
universalmente aceptados.
En nuestra legislación laboral, se define al Sindicato como "la asociación de trabajadores o patrones,
constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses". Asimismo la Ley Federal del
trabajo establece en su artículo 358 que: "A nadie se puede obligar a formar parte de un sindicato, o a no
formar parte de él".
Los sindicatos deben registrarse ante las autoridades que señala el artículo 365 y remitir por duplicado de
acuerdo a la fracción II de este numeral "Una lista con el número, nombres y domicilios de sus miembros y con
el nombre y domicilio de los patrones, empresas o establecimientos en los que se prestan los servicios".
Las obligaciones de los sindicatos se encuentran reguladas en el artículo 377 de la Ley Federal del Trabajo que
a la letra dice:
Artículo 377. Son obligaciones de los sindicatos:
I. Proporcionar los informes que les soliciten las autoridades del trabajo, siempre que se refieran
exclusivamente a su actuación como sindicato;
II. Comunicar a las autoridades ante la que estén registrados, dentro de un término de diez días, los
cambios de su directiva y las modificaciones de los estatutos, acompañando por duplicado copia
autorizada de las actas respectivas; y
III. Informar a la misma autoridad cada tres meses, por lo menos, de las altas y bajas de sus miembros.
Esta misma ley establece en el artículo 387 que "el patrón que emplee trabajadores miembros de un sindicato
tendrá obligación de celebrar con éste, cuando lo solicite, un contrato colectivo. Si el patrón se niega a firmar el
contrato, podrán los trabajadores ejercitar el derecho de huelga consignado en el artículo 450".
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce el derecho de huelga de los trabajadores en
las fracciones XVII y XVIII del apartado A de su artículo 123; además, establece como obligación el que las
leyes ordinarias reconozcan ese derecho y fija las bases para que se considere lícita una huelga.
El objetivo principal del derecho de huelga es, precisamente, conseguir un equilibrio entre los diversos factores
de la producción, es decir, entre la clase trabajadora y la patronal, lo cual indudablemente, repercute también la
protección de la economía del país, en cuanto a la productividad.
El derecho de huelga, se regula en el Título Octavo, denominado "Huelgas", de la Ley Federal del Trabajo; y
señala entre otros:
Artículo 450. La huelga deberá tener por objeto:
II. Obtener del patrón o patrones la celebración del contrato colectivo de trabajo y exigir su revisión al
terminar el periodo de su vigencia...
El procedimiento de huelga solamente puede darse entre partes previamente identificadas, como tales: el
sindicato titular de un contrato colectivo de trabajo por una parte y el patrón correspondiente por la otra. La
única excepción en que las partes no han reconocido mutuamente sus respectivas calidades, es cuando la huelga
tiene por objeto que se otorgue, por primera vez el contrato colectivo de trabajo. Por lo que en este supuesto,
para que un organismo sindical pueda emplazar a huelga a una empresa, es decir, que cuente con la legitimidad
para hacerlo, los trabajadores deberían necesariamente pertenecer a éste, pues la obligación del patrón sólo se
genera cuando emplea miembros de ese sindicato.
Es por eso indispensable que la autoridad competente se cerciore previamente de la legitimación del sindicato
que pretende el emplazamiento a huelga, porque en muchas ocasiones éstos no son los titulares de ese derecho
y aún así se le da trámite al escrito de emplazamiento.
El artículo 920 de la Ley Federal del Trabajo establece que el procedimiento de huelga se inicia con la
presentación de pliego de peticiones, señalando los requisitos que debe reunir y precisando la actuación que
corresponde a la autoridad que debe hacer el emplazamiento.
Por su parte, el artículo 923 de la misma ley dispone que la autoridad de trabajo no dará trámite al escrito de
emplazamiento de huelga cuando éste no sea formulado conforme a los requisitos señalados en el artículo 920,
ni cuando sea presentado por un sindicato que no sea titular del contrato colectivo de trabajo, situación que
deberá verificar la autoridad antes de realizar el emplazamiento.
No obstante lo dispuesto en dicho artículo, tenemos pues, como ya se señalo, que son muchos los casos en que
la autoridad da trámite al escrito de emplazamiento a huelga para la firma de un contrato colectivo de trabajo,
aún cuando el sindicato no sea el titular de dicho contrato, es decir, que no tiene agremiados trabajando para la
empresa que pretende emplazar.
Esto, debido a que, salvo los requisitos y prevenciones establecidos en el artículo 920, la ley no exige más
requisitos para que proceda el emplazamiento, por lo que la autoridad correspondiente no está facultada
expresamente para requerir a un sindicato, cuando solicita la firma de un contrato colectivo de trabajo mediante
el emplazamiento a huelga, que acredite que los trabajadores que pretenden emplazar a huelga están afiliados al
mismo sindicato.
Resulta necesario, a fin de evitar la generación de perjuicios trascendentes tanto para los intereses de las
empresas como de los trabajadores, que la autoridad requiera en forma oficiosa, la legitimación del sindicato,
sin que baste para ello que se demuestre la legal existencia de la asociación sino que, además, se demuestre que
ésta tiene agremiados trabajando para la empresa que pretenda emplazar a huelga; y es que dicho trámite de
emplazamiento, con independencia de su objetivo, genera distintas consecuencias jurídicas.
La trascendencia del inicio del procedimiento de huelga puede generar múltiples consecuencias, pudiendo
afectar incluso, derechos de terceros, entre ellos, los de los propios trabajadores de la empresa.
La facultad de la autoridad para recabar la información necesaria de los sindicatos proviene de las obligaciones
de los sindicatos derivadas de los artículos 365 y 377 de la Ley Federal del Trabajo antes señalados. La
intención del legislador en estos numerales, es sujetar la actuación de los sindicatos a un control, obligándolos a
mantener a la autoridad informada del estado que guardan en relación con los miembros que representan, de
manera que la información respecto de altas y bajas de los miembros que los constituyen resulta ser relevante
para efectos de la legitimación que se requiere para se inicie un procedimiento de huelga a una empresa, por lo
que consideramos que no habría obstáculo legal para facultar a la autoridad de trabajo que realice el
requerimiento en cuestión.
La legitimación del sindicato debe ser estudiada por la autoridad del trabajo que corresponda a fin de tutelar los
principios rectores de huelga, esto es, lograr el equilibrio entre los diversos factores de la producción,
armonizando los derechos del trabajo con los del capital, de tal forma que considerando el fin social del derecho
de trabajo se tutele el interés de los involucrados, de la sociedad y de los trabajadores, en tanto se interesan en
la conservación de las fuentes de trabajo, la seguridad jurídica, y el capital, de modo que no se le impongan
cargas innecesariamente.
Por lo anterior se propone que para el inicio del trámite del emplazamiento de huelga, la autoridad del trabajo
sea facultada expresamente en la ley, para analizar la legitimación del sindicato para hacerlo, en el sentido de
que, además de demostrar su existencia legal, demuestre que en la empresa laboran parte de sus agremiados, lo
cual tutela la seguridad jurídica de los propios trabajadores de la empresa, quienes tendrán la certeza de que el
inicio del procedimiento de huelga sólo podrá realizarse por el sindicato que tenga legitimación para hacerlo y,
asimismo, tutelará el interés de la sociedad en que se mantengan vivas las fuentes de trabajo.
Con base en los razonamientos antes expuestos, someto a la consideración de esta asamblea la siguiente
iniciativa con
Proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 923 de la Ley Federal del Trabajo
Artículo Único. Se reforman el artículo 923 de la Ley Federal del Trabajo, para quedar como sigue:
Artículo 923. No se dará trámite al escrito de emplazamiento de huelga cuando éste no sea formulado
conforme a los requisitos del artículo 920 o sea presentado por un sindicato que no sea el titular del contrato
colectivo de trabajo, o el administrador del contrato ley, o cuando se pretende exigir la firma de un contrato
colectivo, no obstante existir ya uno depositado en la Junta de Conciliación y Arbitraje competente.
El Presidente de la Junta, antes de iniciar el trámite de cualquier emplazamiento a huelga, deberá cerciorarse de
lo anterior, ordenar la certificación correspondiente y notificarle por escrito la resolución al promovente.
Cuando el sindicato mayoritario o los sindicatos que representen a la mayoría de los trabajadores de una
empresa, pretendan emplazar a huelga, se les requerirá que acrediten la afiliación de los trabajadores a éstos.
Transitorio
Único. El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, a 25 de abril de 2006.
Dip. Marisol Urrea Camarena (rúbrica)
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