ÉTICA Y POLÍTICA A pesar de las diferencias con Platón, Aristóteles comparte su proyecto de reforma moral de los ciudadanos y la necesidad de elaborar una constitución para la polis que permita el desarrollo de las cualidades con las que la naturaleza ha dotado a los individuos. Aristóteles parte de un hecho de experiencia, que todos los individuos actúan persiguiendo fines, pero que hay uno que hace deseable la vida por sí misma, y que una vez conseguido ya no se busca nada más, este fin último es la felicidad. El problema es que unos la hacen consistir en las riquezas, otros en los honores, otros en los placeres, ¿en qué consiste, por tanto, la felicidad? Aristóteles recurre a su teoría sobre la naturaleza de las cosas, en la que considera que todo está hecho para cumplir una función, y que su bien y su fin consisten en cumplirla, de este modo se pregunta si hay alguna función específica del hombre y la encuentra en aquello que le constituye como ser distinto de todos los otros, es decir, su racionalidad. De este modo, las acciones buenas serán aquellas que contribuyen al desarrollo de la racionalidad humana en cualquier actividad, aunque de forma privilegiada en la vida dedicada al saber. El problema es que Aristóteles no reconoce esta racionalidad en todos por igual, por lo que la posibilidad de ser verdaderamente felices también queda limitada a unos pocos. VIDA Telos es el fin de algo; si es de una acción o suceso puede ser el objetivo o la meta perseguidos intencionalmente. Aristóteles lo define como aquella causa «para lo cual es algo»; aquello para lo que el agente lleva a cabo su obra o acción. Este fin introduce la idea, tomada del modelo de la acción humana, de que en el mundo existe finalidad o que el finalismo es una de las claves para su comprensión. Aristóteles defiende una concepción finalista, es decir, regida por un telos, y la causa final es una de las respuestas a los «porqués» que deben formularse para explicar el cambio. Así aparece una visión del mundo biológica, según la cual el destino de cada cosa, incluido el mundo entero, es el desarrollo de todas las potencialidades de la propia naturaleza, junto con la afirmación de que el primer motor mueve como mueve el fin, por la atracción de su perfección. Esta finalidad o causa final es, en la naturaleza, intrínseca y no depende de nada externo a ella misma. El mecanicismo es la interpretación de la realidad directamente opuesta al finalismo. Desde el surgimiento de la ciencia moderna, toda la interpretación científica de la naturaleza es mecanicista. Nace en Estagira (Macedonia), en el norte de Grecia. A los diecisiete años se va a la Academia a estudiar con Platón y permanece en ella durante 20 años. Es discípulo suyo y amigo, y el maestro le deja profunda huella. Al morir éste, Aristóteles, con treinta y siete años, se va de Atenas. Posteriormente se distanciará mucho de sus doctrinas y construirá su propio sistema filosófico. Acepta la invitación del rey de Macedonia Filipo, en cuya corte había ejercido de médico su padre, para encargarse de la educación de su hijo, el que sería el gran Alejandro Magno, al que acompaña en muchas de sus campañas militares durante cerca de ocho años. Terminada su misión educativa con Alejandro, regresa a Atenas y funda el Liceo, especie de universidad actual, con el apoyo económico de Alejandro. Se trataba de un círculo de investigadores científicos, filósofos e historiadores que se dedicaban al estudio de la historia natural. A la muerte de Alejandro es acusado de impiedad y abandona Atenas, muriendo unos años después, dejando una obra escrita que es un sistema completo de pensamiento, que abarca todas las facetas del saber: cosmología, física, ciencias naturales, lógica, ética y política, retórica y poética. Fue el autor de la primera clasificación de los animales y de las plantas. COSMOS La cosmología aristotélica, esto es, su visión del universo físico, mejorada o puesta al día por Ptolomeo (siglo II d. C.), constituyó la explicación del mundo aceptada durante dos mil años en la cultura occidental. La materia se origina en la mezcla de cuatro propiedades fundamentales: caliente, frío, húmedo y seco, que se combinan entre sí para dar lugar a los cuatro elementos o esencias: tierra, agua, aire y fuego, a los que añadió un quinto, el éter, la materia de los cuerpos celestes. Demostró por varios métodos que la tierra era esférica y sostuvo que ésta estaba situada en el centro del universo. Universo que es finito y eterno y que se encuentra dividido en dos regiones: la sublunar y la supralunar. El mundo sublunar está formado por los cuatro elementos y sometido al cambio y al movimiento. Es el mundo en el que habitamos, corruptible. El mundo supralunar, por el contrario, está formado por el éter, incorruptible y perfecto, que sólo está sometido a un tipo de cambio, el movimiento circular. La Tierra, que es una esfera inmóvil se encuentra en el centro del universo. Alrededor de ella, incrustados en esferas concéntricas transparentes, giran los demás astros y planetas, arrastrados por el giro de las esferas que las transportan y que están Para conseguir la felicidad, que es el objetivo de la ética, cada cual ha de desarrollar las excelencias o virtudes necesarias a cada acción, pero, al no nacer con ellas, las hemos de adquirir mediante la práctica, convirtiéndolas en un hábito que sea tan espontáneo como una segunda naturaleza. Estos hábitos se adquieren a través del uso de la razón, deliberando y eligiendo, teniendo como medida un término medio que se aleje de los extremos.La felicidad, aunque conlleva la idea de autosuficiencia, nunca puede conseguirse en solitario, pues el hombre es un animal social que necesita de los otros y de la comunidad política para realizar sus potencialidades. Es el criterio de ofrecer las mejores condiciones para conseguir la felicidad de los ciudadanos lo que determina la justicia y la bondad de los diferentes regímenes políticos. Y como la felicidad de muchos es superior a la de uno, la ética queda subordinada a la política. Introduciendo su concepción de la virtud como término medio al campo de la organización política, Aristóteles aboga por un gobierno de las clases medias, donde los que gobiernen sean aconsejados por los más sabios o filósofos. movidas por una serie de motores cuyo movimiento se debe a un primer motor inmóvil. Éste actúa directamente sobre la última esfera, la llamada esfera de las estrellas fijas, sobre la que actúa el motor inmóvil y que transmite su movimiento a todas las demás esferas. Las leyes de la Física no son aplicables más que al mundo sublunar, estableciendo así un completo divorcio entre los mundos terrestre y celeste. Su teoría de los lugares naturales configura un espacio no homogéneo, en el que no todas las partes del espacio gozan de las mismas propiedades y donde los cuerpos tienden, según su naturaleza, a ocupar el lugar que les corresponde, explicando con ello la caída de los cuerpos pesados hacia el centro de la tierra o la ascensión de los cuerpos ligeros como el fuego hacia los cielos. Al considerar que todo ser ocupa un lugar y que el vacío, por definición, es aquello que no está en ningún lugar, éste no puede ser un ser y por tanto no existe. La idea de que la naturaleza aborrece el vacío se mantuvo hasta bien entrado el siglo XVII en el que los experimentos de Torricelli y Pascal demostraron la ingenuidad de tal creencia. El universo de Aristóteles es el del sentido común, aquel que parte de lo que nos dicen nuestros sentidos, consecuente a los limitados medios técnicos que se tenían en ese momento para observar los fenómenos celestes. EINSTEIN EN LA ESCUELA FUNDACIÓN CANARIA OROTAVA DE HISTORIA DE LA CIENCIA