Especies utilizadas en Cetrería.

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Prólogo
Han transcurrido cuarenta largos años desde que tuviera por
primera vez en mi mano enguantada aquel grácil cernícalo, de
tonalidades ocres y grandes ojos negros, que como un regalo del cielo,
cayó accidentalmente en mi poder procedente de los muros derruidos
del castillo de Cartaya y que abrió mi vida al apasionante mundo de la
cetrería. Mucho han cambiado las cosas desde entonces para los
cetreros y la propia cetrería.
En aquella época, se podían contar con los dedos de una mano los
aficionados que practicaban este deporte en Andalucía. Eran otros
tiempos; Tiempos muy difíciles por cierto. Los pájaros, previa
autorización estatal se detraían de la naturaleza, pero ¡ojo¡
semejante acción no era ni mucho menos un paseo por un parque.
El cetrero tenía que localizar una muda de la especie que deseaba
adiestrar, lo que implicaba muchos meses, e incluso años de
interminables incursiones por las más bravas y apartadas sierras de la
región, tratando de encontrar un asentamiento activo, que en muchas
ocasiones no sabíamos ni tan siquiera cómo o dónde buscarlo. Una vez
producido el milagro, había que conseguir la autorización del o de los
propietarios de la finca, requisito indispensable y previsto por la
administración para poder detraer del medio natural un ave protegida
pero, además, como paso previo al desanide, la administración
consideraba que la nidada tenía que ser superior a tres pollos. Como
colofón, y para rizar el rizo, en la mayoría de los casos era el propio
cetrero quien debía descolgarse por la pared de roca o ascender al
pino centenario, para desanidar su halcón o su azor, con el peligro que
para la integridad física conllevaba una acción semejante.
La creación de la Asociación Española de Cetrería (AEC), hospició
una cierta unidad en el colectivo a nivel nacional e interrelacionó a
muchos de sus socios.
Pero la proliferación de grupos radicales dentro de los
movimientos conservacionistas, contrarios a nuestra actividad,
lograron que el Congreso de los Diputados aprobara el famoso Real
Decreto 1095/1989, que declaraba la cetrería “Una caza, nada
selectiva y de efectos masivos”, todo lo contrario de lo que significa
y promueve la filosofía de este deporte y, se prohibiera su práctica.
Mi lema ante tamaño desatino, fue el de popularizar la cetrería y
blindarla legalmente. ¿De qué forma? De la única que era posible en
esos momentos, mediante el desarrollo de un reglamento deportivo
respaldado por el Consejo Superior de Deportes y las Federaciones de
Caza, que otorgase a estos certámenes la categoría de Campeonatos
de España y Autonómicos. Así como la caza de fringílidos, debe su
supervivencia, pese a los esfuerzos que desde Bruselas realizaban los
grupos ecologistas, a las competiciones de canto, la cetrería, durante
su prohibición, se mantuvo viva gracias a las competiciones
deportivas.
Finalmente, a mediados de los años noventa, el tribunal
constitucional vino a establecer que las competencias en materia de
caza correspondía a las distintas comunidades autónomas y que por
tanto, estas habían visto invadidas sus competencias. La cetrería
dejaba de ser una actividad proscrita en la mayor parte del territorio
nacional, para convertirse en aquello que siempre fue: una modalidad
cinegética tradicional, respetuosa con el medio ambiente, muy
selectiva y para nada una actividad masiva. Habíamos ganado la
batalla, y posiblemente a tenor de los hechos, también la guerra.
Como ya he dicho al principio de este prólogo, mucho han cambiado
las cosas desde entonces.
Hemos pasado de practicar una afición proscrita a ejercer una
actividad cinegética designada por la UNESCO como Patrimonio
Cultural de la Humanidad.
De desanidar aves, a adquirir nuestros halcones y azores a la carta
en modernos y sofisticados centros de cría.
De carecer de información a tener acceso a un universo cetrero
ilimitado, con cientos de libros y paginas Web dedicadas a nuestra
actividad.
Todo ello gracias al esfuerzo conjunto de las distintas asociaciones
de cetrería y de las federaciones de caza.
Andalucía, uno de los grandes baluartes de este deporte, ha
constituido siempre un referente dentro del colectivo. No solo ha sido
pionera en la aplicación de una norma en el ámbito de las
competiciones, como lo atestigua el propio bagaje de sus
asociaciones, sino que ha sabido afrontar con decisión todos aquellos
problemas que durante décadas han afectado a dicha disciplina,
luchando y caminando siempre del brazo de la ley y creando
jurisprudencia.
Desde el ámbito federativo andaluz, se ha potenciado la creación
de una Comisión de Cetrería que aglutina actualmente a todas las
asociaciones cetreras en nuestra comunidad. Se han potenciado los
campeonatos autonómicos y provinciales, así como la figura y la
responsabilidad del Delegado de Cetrería en la Federación Andaluza
de Caza (FAC). Es nuestro deber por tanto, construir y apuntalar los
cimientos de los logros conseguidos hasta el momento, para que sirvan
de legado a generaciones venideras. La elaboración y edición de este
“Manual del Examen del Cetrero Andaluz” escrito y consensuado
por un amplio grupo de profesionales, servirá sin duda alguna para
formar a cetreros cualificados, como especifica el propio manual en su
primer apartado…”Evaluación de los conocimientos teóricos y de
las habilidades de los aspirantes a cetreros con objeto de
propiciar una práctica eficiente y responsable de la cetrería”
Desde las Asociaciones Cetreras Colaboradoras de la Consejería de
Medio Ambiente apostamos por la calidad en detrimento de la
cantidad. Queremos cetreros que aporten prestigio a la cetrería,
auténticos caballeros de la caza, dignos representantes de un deporte
tradicional, que se pierde por su antigüedad en los confines del
tiempo y que para orgullo nuestro, ha sido declarado por la UNESCO,
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Así lo deseamos y así lo esperamos.
Manuel Diego Pareja- Obregón de los Reyes
EL EXAMEN DE CETRERO
Es la prueba de aptitud mediante la cuál se obtiene el carné de
cetrero en la Comunidad Autónoma de Andalucía. Estar en posición
del carné de cetrero es un requisito indispensable para poder
practicar la Cetrería de forma legal en nuestra Comunidad, tal como
se recoge en la Orden de la Consejería de Medio Ambiente de 12 de
marzo de 1997, por la que se regula la práctica de la Cetrería en la
Comunidad Autónoma de Andalucía.
OBJETIVOS.- Evaluar los conocimientos teóricos y habilidades
prácticas del aspirante a cetrero con objeto de propiciar una
práctica eficiente y responsable de la Cetrería. Estos conocimientos
y habilidades deben ser los adecuados para garantizar la salud física y
psíquica de las aves utilizadas en Cetrería, el respeto a la normativa
vigente en materia de Cetrería y de la caza en general y el
compromiso ético del aspirante con esta modalidad de caza y con el
colectivo al que aspira pertenecer.
COMPOSICIÓN. - El examen constará de dos partes, una prueba de
carácter teórico y otra de carácter práctico.
CONTENIDOS.- Los contenidos a evaluar se han estructurado en los
siguientes seis módulos:
MÓDULO I.- ASPECTOS GENERALES:
o Concepto de Cetrería.
o Visión histórica de la Cetrería.
o Especies utilizadas en Cetrería.
o Instalaciones y equipamiento.
o Modalidades de caza.
o Terminología cetrera.
MÓDULO II.- TÉCNICAS DE ADIESTRAMIENTO Y CAZA:
o Fundamentos del adiestramiento.
o Fases del adiestramiento.
o Técnicas de Bajo Vuelo.
o Técnicas de Altanería.
o La caza.
o Telemetría.
MÓDULO III.- MANTENIMIENTO Y CUIDADOS GENERALES:
o Alimentación.
o Protocolos de manejo saludable.
o Descripción y consejos sobre las principales enfermedades
en aves de Cetrería.
MÓDULO IV.- LEGISLACIÓN:
o Requisitos administrativos del cetrero: carné de cetrero,
licencia de cetrería y permisos y autorizaciones para cazar
en terrenos cinegéticos.
o Especies cazables y especies protegidas.
o La Cetrería en el Reglamento de Ordenación de la Caza
(ROC).
MODULO V.- COMPETICIONES DEPORTIVAS:
o Competiciones
o Normas generales
MÓDULO VI.- ÉTICA:
o El compromiso ético del cetrero.
o Decálogo ético.
ANEXOS:
Bibliografía recomendada.
Direcciones de interés.
Bibliografía consultada.
Consultas en Internet.
Portada: Francisco Ramírez López
MÓDULO I.- ASPECTOS
GENERALES.
Concepto de Cetrería.
La Cetrería: arte, tradición e historia
El concepto de Cetrería es en sí mismo un ideal de perfección y
excelencia.
La Cetrería es el arte tradicional cinegético
de cuidar y entrenar
F. Ramírez
aves rapaces para cazar presas silvestres en su medio natural. Cuenta
con más de 5000 años de historia, nos ha dejado múltiples y variadas
manifestaciones sociales, culturales y artísticas y desde el día 16 de
noviembre del 2010 está reconocida como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Atendiendo estrictamente al concepto de Cetrería no todas las
actividades que el hombre desarrolla utilizando rapaces pueden ser
consideradas como Cetrería. Las exhibiciones de rapaces con carácter
pedagógico o lúdico, la captura de especímenes precapturados o los
vuelos de marcaje que velan por la seguridad aérea en los
aeropuertos, entre otras, no pueden ser consideradas Cetrería en
sentido estricto.
El fin último del trabajo y de la dedicación de cada cetrero debe
ser la captura de presas salvajes en su medio natural desde una
perspectiva ética y en las condiciones legales establecidas en cada
momento. Cazar una presa salvaje en su medio natural es el resultado
de haber alcanzado múltiples y difíciles objetivos que tienen poco que
ver con los requisitos necesarios para poder volar una rapaz en un
vuelo de exhibición o para apresar una presa precapturada. Cazar una
presa salvaje desde una perspectiva ética y legal significa:
o
o
o
o
o
o
o
o
Que estamos
en posición de todos los permisos
administrativos necesarios para la práctica de la Cetrería
en Andalucía.
Que nuestra rapaz está en las mejores condiciones tanto
físicas como psíquicas.
Que tenemos un conocimiento adecuado de la presa y del
medio en el que se desenvuelve.
Que hemos adoptado la estrategia adecuada en función del
terreno, de la presa y del cazador.
Que por su eminente carácter selectivo estamos
contribuyendo a la mejora de las especies-presa sobre las
que actuamos y a garantizar un impacto cero en sus
poblaciones y en sus hábitats.
Que somos depositarios efectivos de la más compleja
técnica de caza existente.
Que estamos en disposición de ser trasmisores efectivos de
la misma, constituyendo individual y colectivamente un
sólido eslabón en su milenaria tradición.
Que hemos entrado en una relación de integración con la
Naturaleza, etc.
Atendiendo a este elevado nivel de exigencias, el concepto de
Cetrería es, en sí mismo, un ideal de perfección y excelencia y por
consiguiente de autoprotección. Un ideal que debe quedar
perfectamente visualizado y asumido como tal por todos y cada uno
de los cetreros.
En una sociedad cada vez más bloqueada y deprimida en sus
procesos de relación con el resto de la Naturaleza, la Cetrería
constituye un verdadero modo de vida del que los cetreros
extraemos una parte esencial de nuestra identidad, una identidad
que en pleno siglo XXI se muestra claramente conciliadora con la
Naturaleza y con el lugar que el hombre ocupa en ella.
Visión histórica de la Cetrería.
Federico II: Emperador, Cetrero y Naturalista.
La cetrería es una actividad venatoria que consiste en el
adiestramiento y la caza con aves rapaces. Principalmente se
utilizaron halcones y azores para la captura de las distintas especies
cinegéticas.
Los orígenes de esta actividad son muy antiguos. Por un lado
existen referencias sobre la práctica de la cetrería en diversos textos
chinos antes de Cristo; por otro, casi la totalidad de los autores
coinciden en localizar el origen de dicha actividad en Asia, más
concretamente en Persia, donde a finales del siglo XIX fue encontrado
un bajorrelieve sobre esta modalidad de caza realizada hacia el año
l350 a. C.
Todo hace indicar que en España las principales vías de
penetración de la cetrería fueron dos; por un lado llegó a través de los
visigodos, que se extendieron por la Península Ibérica. Por otro,
cuando los invasores musulmanes penetraron en la península trajeron
consigo una modalidad cetrera que podríamos interpretar como
altanería. Por su parte los visigodos dieron especial relevancia al bajo
vuelo al desconocer el uso de la caperuza.
La época dorada o de máximo esplendor de la cetrería en Europa
fue la Edad Media; su práctica fue reservada a reyes, nobles y grandes
señores feudales desde el siglo VI al XVI. Como consecuencia de la
irrupción de las armas de fuego, esta práctica venatoria fue perdiendo
terreno poco a poco.
Durante la Edad Media vieron la luz importantes textos de
cetrería. A destacar: “De arte venandi cum avibus” del emperador
Federico II de Hohenstaufen; se trata de una extensa obra de seis
libros o partes y ha sido traducido, entre otras lenguas, al castellano
por el Dr. Fradejas Rueda (2004). Otra obra de vital importancia es
“El libro de la caza” escrito por el príncipe D. Juan Manuel hacia
1325; siendo un breve tratado de doce capítulos y que recientemente
se ha demostrado que está basado en “De arte venandi cum avibus”.
Pero probablemente la obra más importante de la cetrería hispánica
sea “El libro de la caza de las aves” de Pero López de Ayala, del que
se conservan manuscritos copiados entre los siglos XV y XVI. Por último
cabe citar también ya a mediados del siglo XX, “El arte de cetrería”
del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, publicado por primera vez en
1964, con cuyas páginas se han formado la gran mayoría de los
cetreros en España. Es importante insistir en la relevancia de dicha
obra, pues gracias a su autor hizo resurgir tan ancestral arte del
olvido.
El 16 de Noviembre de 2010, la UNESCO declaró la cetrería como
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por ser uno de los
métodos de caza tradicionales más antiguo, selectivo, no
contaminante y respetuoso con el medio ambiente en una candidatura
formada por los siguientes países: Arabia Saudita, Bélgica, República
Checa, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia,
Marruecos, Mongolia, Catar y Siria. Más tarde, el 6 de Diciembre de
2012, se unieron a esta candidatura Austria y Hungría, siendo el PCI
más internacional en toda la historia de la UNESCO.
Especies utilizadas en Cetrería.
La altanería y el bajo vuelo
ESPECIES UTILIZADAS EN LA CETRERIA EN ANDALUCIA
A lo largo de la historia se han utilizado diversas especies de
rapaces tanto diurnas como nocturnas para la práctica de la Cetrería.
Actualmente solo se pueden utilizar las legalmente autorizadas en
cada Comunidad Autónoma.
En Andalucía, según orden de 12 de Marzo de 1997, Anexo I, las
especies autorizadas para la práctica de la cetrería son:
Especies Autóctonas
- Halcón peregrino (falco peregrinus)
En todas sus especies y linajes incluso
sus hibridaciones con otros del género
falco.
- Azor (Accipiter gentilis)
- Gavilán (Accipiter nisus)
- Esmerejón (Falco columbarius)
- Cernícalo común (Falco tinnuculus)
- Ratonero común (Buteo buteo)
- Milano negro (Milvus migrans)
Especies alóctonas
Todas las diurnas alóctonas a
acepción de las subespecies
alóctonas de especies autóctonas.
- Harris hawk (Parabuteo unicintus)
- Buteo de cola roja (Buteo
jamaicensis)
- Buteo ferruginoso (Buteo regalis)
- Cooper hawk (Accipiter cooperii)
- Halcón aplomado (Falco femoralis)
- Cernícalo americano (Falco
sparverius)
Artesanía cetrera.
Instalaciones y equipamiento.
F. Ramírez
La Alcándara.
Nuestro punto de partida a la hora de tratar este apartado es el de
procurarles a nuestras aves los elementos necesarios para su manejo,
bienestar, seguridad y conservación. Cuando conozcamos en
profundidad a nuestras aves, nos daremos cuenta de que aunque hay
muchas necesidades comunes, hay otras particulares de cada especie.
INSTALACIONES.
Dentro de las instalaciones básicas para nuestras aves podemos
destacar las siguientes:
La Muda. Entendemos por Muda un espacio tranquilo donde
alojamos a nuestras aves de Cetrería. Existen multitud de diseños,
pero todos ellos responden a una misma finalidad: procurarles
seguridad y bienestar.
F. Ramírez
La muda
Bancos, arcos, alcándaras, etc. Nos referimos a los posaderos
donde nuestras aves permanecen habitualmente.
Mientras los bancos son pasaderos adaptados normalmente a las
necesidades de los halcones, los arcos se adaptan con mayor eficacia
a las necesidades de las aves de Bajo Vuelo. Independientemente del
tipo de posadero, todos ellos deben garantizar la seguridad del ave y
el buen estado sus plumas y uñas. Esto es básico.
Las alcándaras son posaderos donde nuestras aves no llegan al
suelo, por lo que no pueden permanecer en ellas sin una vigilancia
constante. Empleada con cautela puede dar muy buenos resultados,
sobre todo en las primeras fases del adiestramiento, ya que en ellas
las rapaces disminuyen la frecuencia de sus debatidas. Igualmente, si
están bien construidas son muy buenas para proteger tanto el plumaje
como las uñas. Están compuestas por una vara suficientemente
estable con una lona tensa que impide que el ave, al debatirse, pueda
enrollarse sobre esta. Hoy en día existen modelos de alcándaras
circulares que dan un magnífico resultado.
Los arcos y bancos suelen tener la cualidad de la portabilidad y
por ello son muy prácticos. Los hay construidos para pinchar en
terrenos blandos (césped, tierra, etc.) y otros que cuentan con una
base pesada para que el ave no pueda arrastralas. Además son muy
útiles para utilizar en nuestro medio de transportes, aunque para ello,
y especialmente cuando transportamos varias aves, contamos con
cajones individuales de transporte que nos aseguran mayor protección
y seguridad para cada ave.
Usemos el tipo de posaderos que usemos, lo importante es que nos
aseguremos de que el ave no puede enredarse bajo ningún concepto.
Para ello es muy importante comprobar que el modelo en cuestión
está diseñado para impedir los enredos. Otro rasgo fundamental para
cualquier tipo de posadero es que la zona de agarre sea de un
material que de estabilidad al ave y que proteja el buen estado de sus
uñas: goma, astroturf, césped artificial, cuerda, etc. son todos ellos
materiales que cumplen óptimamente esta función.
Baño. El baño es una pieza fundamental de nuestras instalaciones.
El acceso al agua fresca es básico para el bienestar de nuestras aves.
El baño ayuda a mantener el plumaje en las mejores condiciones y es
fundamental en épocas de altas temperaturas y en momentos donde
el estrés del adiestramiento favorece la deshidratación de nuestras
aves.
EQUIPAMIENTO.
F. Ramírez
El equipo cetrero.
El equipamiento básico necesario para el manejo de un ave de
Cetrería está compuesto básicamente por: lúa, caperuza, pihuelas,
lonja, tornillo, cascabeles, fiador, morral y telemetría.
Para la sujeción del ave necesitamos las pihuelas, que son unas
correas, tradicionalmente confeccionadas de cuero, que anudadas al
tarso del ave nos sirven para la sujeción del ave al guante y para
atarla a sus posaderos. Existen dos tipos básicos de pihuelas: la
pihuela tradicional y la aylmeri. El mejor funcionamiento de la
aylmeri con respecto a la tradicional hace su uso mucho más
aconsejable.
Las dos ventajas fundamentales de la aylmeri frente a la
tradicional son:
o
o
Menor tendencia a la torsión y por tanto menor riesgo de
enredos y de sufrir lesiones.
Es posible sustituir la correa con ranura, que utilizamos
para poder atar a nuestras aves, por una correa de caza
desprovista de ella, que evita, en caso de pérdida del ave,
que esta quede enganchada y pueda morir en tan
lamentable situación.
La lonja es una cuerda que se utiliza para atar al ave a su
posadero a través del nudo cetrero. Tradicionalmente esta lonja era
una pieza de cuero bien engrasada de una longitud aproximada de
1,5m. Actualmente estas están siendo sustituidas por las
confeccionadas con cuerda de escalada, muy seguras y que no
necesitan prácticamente mantenimiento alguno. Frente al uso de esta
lonja tradicional se aconseja el uso de lonjas de lazo, mucho más
seguras ante enredos y fiables ante escapadas.
El tornillo quitavueltas es el doble anillo giratorio que une las
pihuelas a la lonja y que evita que estas se enreden y puedan lesionar
a nuestra ave. Dada la importancia de este elemento es aconsejable
adquirirlos de un buen artesano cuyo diseño y construcción esté
totalmente garantizado, evitando aquellos modelos que se venden en
ferreterías.
Los cascabeles son el medio tradicional para localizar al ave.
Cuando uno se acostumbra a su sonido, adquiere la capacidad de
saber qué está haciendo el ave con solo escucharlos. En la actualidad
se siguen utilizando como método auxiliar de la telemetría.
La lúa, como tradicionalmente se denominaba al guante del
cetrero, tiene como finalidad proteger su puño. Este debe ser flexible
y debe garantizar un mínimo de sensibilidad que nos permita asir con
seguridad las pihuelas del ave.
La caperuza es otro de los elementos básicos del equipamiento de
Cetrería y quizá el de más difícil y cuidada elaboración. Su uso es
crucial en el adiestramiento de los halcones. Su función es reducir el
estrés en las aves durante su amansamiento y facilitarnos una
adaptación progresiva a su nuevo entorno. También nos será de gran
ayuda en distintas operaciones de manejo como en el arreglo de picos
y uñas, en el injerto de plumas, en el tratamiento de algunas
enfermedades etc. Dos aspectos críticos para una buena aceptación
de la caperuza por parte de nuestra ave son, que el modelo y la
confección de la caperuza sean los adecuados y que conozcamos los
aspectos básicos de la técnica correcta para encaperuzar.
La caperuza ha de quedar muy bien ajustada sin que dañe ojos,
narina ni comisuras del pico. En este sentido debe prevalecer siempre
la funcionalidad sobre la estética.
El señuelo es un utensilio de cuero provisto de una cuerda que se
voltea como señal de llamada para nuestras aves. Su uso nos sirve
para recuperarlas, para recompensar determinados comportamientos
y como método de ejercitación física (stoops). Su efectividad se basa
en una correcta asociación entre señuelo y comida. Es aconsejable su
introducción para cualquier tipo de ave de cetrería como una garantía
más para su control y recuperación en el campo.
El fiador, como hemos dicho, es una cuerda fina y resistente de
unos 25 metros, que se utiliza durante el adiestramiento y al
comienzo de cada temporada. Se utiliza mientras conocemos el
margen de seguridad de nuestra ave. Una vez conseguimos saber el
peso idóneo en que nuestra ave responde a nuestra llamada sin
dudarlo, es el gran momento de guardar el fiador hasta el inicio de la
próxima temporada.
El morral es la bolsa característica que utiliza el cetrero para
portar todo lo necesario para volar y cazar en el campo. Debe ser
cómoda y estar compartimentada para que nos permita tener
organizado todo nuestro material. Es aconsejable llevar en él
recambio de los elementos más básicos y necesarios, como pihuelas,
lonja, tornillo y caperuza. En la actualidad se está generalizando el
uso de los llamados chalecos de Cetrería como una alternativa al
morral. Con respecto al morral clásico aportan una mayor portabilidad
y comodidad, si bien no alcanzan el grado de estética del morral
tradicional.
Además de todo esto, hoy en día es fundamental que los equipos
de telemetría formen parte indispensable de los equipos de todos y
cada uno de los cetreros como la mejor forma de garantizar la
seguridad de nuestras aves y evitar la perdida de aves de Cetrería en
la Naturaleza.
Modalidades de caza.
F. Ramírez
Cinco plumas para la caza: Harris, Bahari, Gavilán, Halcón Hibrido y Azor.
Para la práctica de este deporte en su máxima expresión, lo que
nunca debemos olvidar es que se trata de una acción cinegética.
En la Cetrería se distinguen dos grandes modalidades: Alto Vuelo
y Bajo Vuelo
- Alto vuelo.
Dentro de esta modalidad se desarrollan dos tipos de lances: lance
de altanería y lance de mano por mano.
a) Altanería. Esta se practica con halcones, normalmente
auxiliados por perros de muestra que bloquean y paran la pieza a
cazar mientras el halcón toma altura. Este lance requiere una
estrategia previa de análisis del terreno, condiciones meteorológicas
y tipo de presa a capturar por el halcón, que atacará desde el cielo
cuando haya alcanzado su altura máxima (techo). Este tipo de lance
es de gran belleza y plasticidad.
b) Mano por mano. Este se realiza cuando el halcón sale del puño
en persecución directa sobre la presa, una vez que esta se encuentra
ya en vuelo. Suelen ser vuelos de gran distancia y duración y en los
que en ocasiones se alcanza también una considerable altura. La caza
de determinadas especies de córvidos constituye actualmente el
máximo exponente de este tipo de vuelos.
-Bajo vuelo.
Dentro de esta modalidad se desarrollan dos tipos de lances:
lances de mano por mano y lances de empuesta.
a) Mano por mano. Se trata de lances de persecución directa por
parte de aves de bajo vuelo. Estos lances se pueden complementar
con perros, tanto levantadores como de muestra. También podemos
auxiliarnos del hurón en este tipo de lance, siempre que su uso haya
sido debidamente autorizado.
b) Empuesta. Consiste en dejar salir al ave del puño para cazar
una presa que se encuentra a gran distancia, aprovechando la
ocultación en el terreno y el factor sorpresa.
Terminología cetrera.
Bordón y prima: los sonidos del cascabel
Una parte importante de la identidad de la Cetrería se halla en
su extensa terminología. Una terminología que le aporta una
innegable riqueza lingüística. Su conocimiento y uso por parte de
los cetreros es importante para mantener vivo este importante
rasgo identitario.
Abajar: Desainar, propiciar que el ave pierda la grasa
transformándola en músculo.
Acicalarse: Cuidarse el plumaje, mediante el peinado con el pico.
Acuchillar: Golpear a la presa, con las garras, en una pasada.
Afeitar: Adiestrar o hacer un ave de cetrería.
Alcándara: Posadero conformado por una vara de madera forrada
de tejido suave en la que se dejan posadas las aves de cetrería.
Alóctona: Especie que no es originaria de un lugar.
Altanería: Modalidad de caza en la que el ave debe coger altura
(en “tira” o en “tornos”), y posicionarse “centrado” encima del
cetrero o el perro. Llegado este momento el cetrero puede
“levantar” la pieza (la cuál puede haber sido marcada
anteriormente por un perro de caza), y el ave, aprovechando su
altura se dejará caer para capturar a su presa.
Altanero: Halcón que caza por altanería.
Alto vuelo: La modalidad de caza que se realiza con halcones. Se
subdivide en altanería y mano por mano.
Amansamiento: Primera fase del adiestramiento.
Apiolar: Poner las pihuelas al ave de cetrería.
Arco: Posadero bajo, en forma de arco que se usa especialmente
con las accípitres, buteos y parabuteos, para enjardinarlas.
Armar: Apiolar.
Arnés: Cintas que rodean al ave para sujetar el emisor.
Atalaya: Lugar donde la rapaz observa a sus presas.
Asentar: Bloquear.
Aylmeri: Pihuela desmontable con ojales que permite a las aves
volar sin los correones.
Azorada: Pieza atemorizada por la persecución de la rapaz.
Bajar: Desainar.
Bajo Vuelo: Modalidad de vuelo que se realiza con cualquier ave
de cetrería que no pertenece a las falcónidas.
Banco: Posadero tradicionalmente utilizado para los halcones.
Bigoteras: Manchas oscuras que presentan los halcones a ambos
lados del pico, entre este y las mejillas.
Bloquear: Acción del ave de caza cuando permanece en el lugar
donde ha conseguido ocultarse la pieza tras la persecución,
esperando a que se le vuelva a levantar.
Bordón: Uno de los dos cascabeles que se le ponen a las aves de
cetrería, el que produce el sonido más grave.
Brazo tornado. Soltar al ave de presa después de que se haya
levantado la pieza.
Caperuza: Capucha de cuero que cubre la cabeza de la rapaces,
fundamentalmente del género Falco. Se utiliza para evadirla
temporalmente de los estímulos visuales que pudiesen ser
rechazables o estresantes para la rapaz.
Cebar: Introducir en la caza. Dar de comer al ave en el puño o
sobre la presa que acaba de cazar.
Cera: Zona de piel desnuda que tienen las aves de presa en la base
del pico.
Cerradero: Correas pequeñas que cierran la caperuza.
Clip de cola: Pequeñas argollas de metal que van pegadas en la
pluma central de cola de las rapaces para portar el emisor o el
cascabel.
Clavos: Enfermedad que afecta a las manos de un ave de cetrería.
Cobertoras: Las dos plumas timoneras centrales que cubren a las
demás de la cola.
Conservacionismo: Actitud de proteger y preservar las distintas
especies y sus hábitats.
Copla: Pareja de aves de cetrería que cazan en compañía y
colaboración.
Cortesía: Recompensa que reciben las aves sobre cada pieza
cobrada permitiéndoles comer una pequeña parte de la misma.
Desainar: Hacer perder grasa al ave mediante la reducción de la
gorga.
Descañar: Criar un ave hasta que esté completamente
desarrollada.
Desemballestar: Perder altura y tensión en los vuelos de
altanería.
Ecología: Estudio de las interrelaciones entre los seres vivos y
entre estos y su medio natural.
Egagrópila: También conocida como plumada. Materias
indigeribles (plumas, huesos y pelo) que son expulsadas vía oral
por el ave después de la digestión.
Embarrar: Acción de la presa que se deja caer en tierra para
esquivar al halcón.
Emisor: Pequeño aparato electrónico que va colocado en la
espalda, la cola o en los tarsos del ave y que emite una señal y lo
recibe el receptor. Se utiliza para localizar al ave.
Empuesta: Lance del Bajo Vuelo que consiste en soltar al ave
mientras la pieza está posada para intentar sorprenderla.
Enjardinar: Poner a un ave en un posadero al aire libre.
Entremudado: Ave que ha hecho su primera muda y todavía
conserva algunas plumas de su etapa juvenil.
Escape: Presa precapturada o doméstica, que sirve para iniciar a
un ave cetrera en la caza.
Estirar: Aumentar la resistencia de un ave en vuelo. Aumentar
gradualmente el número de capturas de un ave por jornada de
caza.
Ética: Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana.
Fiador: Cordel que se utiliza en las primeras fases del
adiestramiento para evitar que el ave se escape.
Gorga: Ración de comida completa para un ave.
Grita: Voz que emite el cetrero cuando se levanta la pieza.
Halagar: Dar pedacitos de carne a un ave de cetrería.
Hamez: Imperfección en el plumaje.
Herida: Lugar en el que se oculta una pieza que está siendo
perseguida por un ave de cetrería.
Híbrido: Cruce genético entre dos especies distintas.
Injerto: Reconstrucción de las plumas rotas uniendo las dos partes
con una aguja realizada con un material de flexibilidad similar a
esta.
Introducción: Cebadura. Preparación de un ave para cazar una
determinada pieza.
Jaldado: Color amarillo que presenta la cera y los tarsos de las
aves.
Liar: Trabar. Atrapar a la presa.
Lonja: Correa, tradicionalmente de cuero, empleada
habitualmente para atar a la rapaz a su posadero o similar. Va
unida a las pihuelas por medio de un tornillo que evita que éstas
se enreden.
Lúa: Guante de cuero con el que el cetrero se protege la mano y
el brazo cuando lleva un ave en el puño.
Llaves: Las uñas internas y posteriores de las aves.
Llevar en mano: Sopesar. Vicio que presentan algunas aves de
cetrería consistente en intentar de manera compulsiva alejarse del
cetrero con la pieza capturada.
Mano por mano: Lance de caza en el que se suelta al ave una vez
que se levanta la pieza.
Montar: Elevarse tras la presa en la caza de altanería.
Muda: Cambio estacional de la pluma del ave que se sustituye por
una nueva. Cámara o habitación en la que se encierra a las aves
durante la muda.
Olearse: Acción de engrasar el plumaje que realizan las aves,
tomando con el pico una secreción grasa de su glándula uropigeal,
situada en la parte superior de su cola.
Pico a viento: Cuando el ave se sitúa volando en contra del
viento.
Pihuelas: Correas de cuero que se fijan a los tarsos del ave.
Pinza mágica: Son pinzas de latón con las que se aplica calor a
una pluma torcida con el objeto de restaurarla.
Placear: Acostumbrar a las aves a la presencia de las personas en
sitios concurridos.
Plumada: Egagrópila.
Portapicada: Donde se llevan las picadas de carne que ofrecemos
a nuestras aves.
Prima: Ave de cetrería hembra.
Presión: Presa de gran tamaño para el ave en cuestión.
Quebrada: Azorada. Presa atemorizada y agotada por la
persecución.
Rabo a viento: A favor del viento.
Ralea: Pieza inconveniente.
Recazador: Pájaro que repite los intentos de captura.
Receptor: Aparato que recibe la señal del emisor y en el que
podemos hacer una lectura de la dirección y distancia a la que se
encuentra nuestra ave.
Roedero: Carne correosa con la que prolongamos las comidas de
las aves. Se utiliza sobre todo en la fase de amansamiento.
Señuelo: Artefacto confeccionado de cuero, revestido o no de
plumas o pelo, que se utiliza para llamar y para muscular a las
aves.
Señolero: Ave que está introducida al señuelo.
Templar: Poner a un ave en las condiciones óptimas para el vuelo
y la caza.
Tercia: Sesión alternativa en el adiestramiento de un ave.
Tira: Vuelo en línea recta.
Tolledura: Excrementos.
Tornillo: Doble anillo giratorio que se pone entre las pihuelas y la
lonja.
Tornos: Los círculos que describe el halcón altanero para ganar
altura.
Torzuelo: Cualquier ave de cetrería que sea macho.
Trabar: Agarrar a la presa. Véase liar.
Traina: Presa precapturada para introducir a un ave en una
determinada pieza.
Troquelado: Ave criada en presencia permanente de personas,
creyendo el ave que el hombre es de su misma especie.
Veda: Época del año en la que no está permitido cazar. En
Andalucía se pueden consultar los períodos hábiles de caza en la
Orden General de Vedas que publica anualmente la Junta de
Andalucía.
MÓDULO II.- TÉCNICAS DE
ADIESTRAMIENTO Y CAZA.
Fundamentos del adiestramiento.
F. Ramírez
El adiestramiento de un ave de Cetrería es el proceso de
adaptación y de aprendizaje que convierte a una rapaz en un ave
de Cetrería. Se fundamenta en un conocimiento preciso de la biología
(fisiología y comportamiento) de cada especie utilizada en Cetrería y
en las técnicas de condicionamiento psicológico.
En términos generales el adiestramiento de cualquier ave de
Cetrería debe cumplir tres requisitos fundamentales: ser
“positivo”, ser “progresivo” y ser “específico”.
Adiestramiento positivo.- A diferencia de otros animales, las
rapaces requieren de un adiestramiento en términos de recompensa;
ninguna rapaz asume, en término alguno, el castigo físico. Para fijar
la conducta deseada en nuestra ave de Cetrería deberemos propiciar
que aparezcan los comportamientos adecuados y reforzarlos a través
de un sistema de recompensa, casi siempre en forma de alimento o
de oportunidades de caza.
Adiestramiento progresivo.- El adiestramiento de una rapaz debe
estar estructurado en fases que marquen una progresividad en todo el
proceso. Para que una rapaz nos salte al guante, previamente se
habrá trabajado con ella para alcanzar el grado de mansedumbre y de
hambre adecuado. Es necesario alcanzar los objetivos de cada fase
antes de pasar a la siguiente.
Adiestramiento específico.- Es necesario que el adiestramiento
responda a las peculiaridades de cada especie en particular, para que
sea acorde con sus necesidades específicas (físicas, psicológicas y de
comportamiento) y conseguir de esta forma maximizar su potencial,
específico también. Los Harris y los azores, aun siendo ambas especies
de bajo vuelo, aun teniendo un espectro de presas similar, requieren
tratamientos diferenciados que repercutan en la obtención de la
mejor expresión de su propio y particular potencial.
El adiestramiento
fundamentales:
o
o
en
Cetrería
responde
a
dos
aspectos
El condicionamiento psicológico, por el cuál establecemos
y fijamos las conductas deseadas.
Y el acondicionamiento físico por el cuál nuestra rapaz
alcanza las capacidades y habilidades físicas necesarias
para garantizar un estado de salud físico y psíquico óptimo
que garantice un éxito consistente en la caza.
Para realizar un adiestramiento eficiente deberemos diseñar
programa de adiestramiento que incluya el propio período
crianza, ya que sería acertado afirmar que el adiestramiento
nuestras aves de Cetrería comienza prácticamente desde
nacimiento, sobre todo en lo concerniente a las nuevas técnicas
adiestramiento de improntados.
un
de
de
su
de
El éxito de un buen programa de adiestramiento depende
básicamente de una buena planificación. Una buena planificación
debe comenzar, en primer lugar, con una visualización de las
características y comportamiento ideales que deseamos ver en nuestra
ave de Cetrería. Un ejemplo de características deseadas para una
Harris lebrera pueden ser: que sea buena caperucera, que esté en
perfecto estado de salud, de plumaje y de uñas, que su condición
física para volar largas distancia sea inmejorable, que responda con
rapidez a nuestra llamada a largas distancias, que no sea selectiva en
la caza ni en función de la distancia ni del tamaño de la presa, que
mentalmente esté preparada para realizar más de una captura, que
salga con suavidad de la presa, etc.
Esta serie de características y comportamientos, evidentemente
estarán en función de la especie a la que pertenezca nuestra ave y del
tipo de presa o presas a las que estará destinada.
En segundo lugar será necesario elegir las técnicas necesarias que
nos lleven a conseguir estos objetivos de una forma eficiente y rápida,
y por último y, en tercer lugar, será necesario realizar una
temporización (calendario) flexible de todo este trabajo, que adecue
todo el proceso a los períodos lógicos del desarrollo psíquico y físico
del ave, a las propias pautas del adiestramiento y a los períodos
hábiles de caza.
Fases del adiestramiento.
En el adiestramiento existen dos procedimientos bien
diferenciados que responden al tipo de crianza que haya recibido el
ave en cuestión: parental o improntada.
En términos generales, el adiestramiento de un ave de Cetrería
debe ser lo más corto y preciso posible para que nos lleve de la forma
más rápida y eficaz a su introducción a la caza real.
A continuación se exponen de forma genérica los pasos a seguir en
un modelo de adiestramiento convencional para un ave de Cetrería
con cría parental.
MODELO DE ADIESTRAMIENTO DE UN AVE CON CRIANZA
PARENTAL.
Un punto crítico del adiestramiento de un ejemplar de cría
parental es su fecha de inicio en relación a su grado de madurez. Es
este un punto crítico porque con su inicio empezamos a establecer
una asociación entre cetrero y comida. Este punto es especialmente
crítico en el águila de Harris, ya que si esta asociación se produce
antes de que haya alcanzado el nivel de madurez adecuado, corremos
el riesgo de que se convierta irremediablemente en un ave que píe
constantemente en presencia del cetrero.
Amansamiento. Inicio.- Cuando el ave ha alcanzado un grado de
madurez adecuado. En los Harris este grado se obtiene a una edad
mínima de entre 90 y 120 días. Objetivos.- Adaptarla progresivamente
a nuestra presencia, a nuestro manejo y a todos los ambientes en los
que se verá expuesta normalmente. El amansamiento inicia el proceso
de adiestramiento pero este continuará en mayor o menos grado en
todas las fases sucesivas. Tendremos un ave con un amansamiento
óptimo cuando responda a nuestra llamada, coma y permanezca
tranquila en ambientes concurridos en presencia de personas,
animales, coches, etc. El amansamiento es una fase especialmente
crítica en el manejo de los accipíteres ya que éste condicionará el
éxito de todo el adiestramiento y su posterior rendimiento como ave
de Cetrería.
Saltos al puño. Juegan un papel fundamental para consolidar un
buen amansamiento ya que en términos psicológicos supone un gran
paso como ejercicio de aceptación del cetrero. Enseñamos a nuestra
ave no solo a que no huya de nosotros, sino a que entre
voluntariamente en nuestro espacio vital más íntimo. En las aves de
Bajo Vuelo constituye el principal ejercicio de llamada utilizado para
muscular y para recuperar a nuestras aves. Inicio.- El momento
propicio para iniciar los saltos al puño es cuando nuestra ave empiece
a comer con avidez y sin recelos en nuestro puño. En los primeros
saltos se ofrecerá nuestro guante encarnado a escasos centímetros del
ave. Posteriormente nuestro objetivo será que salte con prontitud a
punta de lonja. Objetivo.- El principal objetivo para las aves de Bajo
Vuelo es conseguir una respuesta instantánea al guante sin que vean la
recompensa, que debe encontrarse siempre oculta en su interior. La
ocultación de la recompensa será la clave para todas las rutinas de
adiestramiento en el que se utilice el refuerzo intermitente, como
son por ejemplo los saltos verticales. Una vez conseguido el objetivo
de que nuestra ave salte al puño, haremos uso de este importante
paso para afianzar su amansamiento haciéndole saltar en aquellos
lugares que utilicemos para placearlo.
Vuelos con fiador. Consisten en vuelos al guante y/o al señuelo
que se realizan en el exterior utilizando un fino cordel de una longitud
aproximada de 25m. que asegura a nuestra ave. Inicio.- Empezaremos
con los vuelos al fiador cuando nuestra ave salte rápidamente a
nuestro guante a punta de lonja en cualquier tipo de ambiente.
Objetivo.- El principal objetivo de los vuelos al fiador es conocer el
margen de seguridad de nuestras aves en relación a su peso. Para
determinar el margen de seguridad necesitamos constatar cuál es su
peso de vuelo, que será aquél en el que nuestra ave responde de
forma constante, segura y rápida a nuestra llamada y su peso límite,
que será aquel en el que el ave ya muestra claros signos de indecisión
a la hora de responder a nuestra llamada. Una vez conocido el margen
de seguridad de nuestra ave estaremos en condiciones de prescindir
del fiador y empezar a volarla completamente libre. Como norma
general, con respecto al manejo del peso en las aves de Cetrería,
siempre intentaremos mantenerlas con el máximo peso posible, que es
el estado en el que nuestra ave se encontrará más motivada, con más
autoconfianza (fe) y con mayor rendimiento físico. Una vez que
nuestra ave esté preparada para volar libre iniciaremos su ejercitación
física para ponerla en condiciones de afrontar con éxito la caza.
Condicionamiento físico. Una vez sacada a nuestra ave del fiador,
tendremos un ave en condiciones de volar libre pero carente de la
condición física necesaria para afrontar con un éxito consistente la
captura de presas salvajes en su medio natural. Nuestra prioridad a
partir de este momento será mejorar su condición física a través de
diferentes técnicas. Las más habituales son los vuelos a la tira, los
saltos verticales y los stoops (halcones).
o
o
o
Vuelos a la tira. Los vuelos a la tira son vuelos en línea recta
que realizan las aves llamándolas al puño o al señuelo. Como
todos los ejercicios, este tipo de vuelos los realizaremos en un
régimen de dificultad progresiva. De este modo iremos
aumentando paulatinamente las distancias y variando
gradualmente la dificultad del terreno. Cuando nuestra ave
esté en una buena condición física podremos volarla grandes
distancias, cuesta arriba y con un viento moderado en contra.
Con este tipo de ejercicios mejoramos la condición aeróbica de
las aves, su resistencia y su sistema respiratorio.
Saltos verticales. Los saltos verticales constituyen un
excelente ejercicio que mejora sustancialmente la condición
física de las aves. Consiste en hacerlas saltar verticalmente
desde el suelo o desde un posadero bajo a nuestro puño o,
idealmente, a una percha en T. En un principio la secuencia es
una recompensa por cada salto hasta que estén trabajando en
un régimen de aproximadamente 75 saltos por sesión. A partir
de este momento empezaremos a aumentar el número de
saltos utilizando el “refuerzo intermitente” de forma que el
ave recibe su recompensa de forma aleatória. Compensando
aleatoriamente conseguiremos aumentar considerablemente el
número de saltos por sesión.
Stoops. La técnica de los stoops consiste en hacerle repetidas
pasadas a un halcón utilizando para ello un señuelo de
entrenamiento. Éstos consisten en voltear el señuelo y
retirárselo en el momento en que el halcón intente capturarlo.
Su dificultad principal estriba en adquirir la coordinación
necesaria con nuestro halcón. Con este tipo de ejercicio se
mejora considerablemente la musculación de nuestra ave, así
como su habilidad para capturar las presas en el aire. Como en
cualquier otro programa de condicionamiento físico deberemos
ir aumentando progresivamente su nivel de intensidad y de
dificultad.
Otros procedimientos utilizados para muscular a nuestras aves son
el uso de señuelos mecánicos y la suelta de escapes.
A través de un programa que combine los vuelos largos a la tira
con los saltos verticales conseguiremos una condición física óptima
para afrontar con garantías de éxito la fase de introducción a la caza.
Una vez que nuestra ave esté iniciada en la caza, ésta le
proporcionará el mejor ejercicio físico posible, ya que lógicamente
trabajará específica e intensivamente aquellas cualidades que
necesita desarrollar para el tipo de lance y presa a la que está
dedicada.
Vuelos a tornos.- Son vuelos circulares en torno al cetrero y son
específicos para las aves de altanería. Inicio.- Empezaremos a fijar
este tipo de vuelos cuando el ave en cuestión haya mejorado
considerablemente su condición física con los vuelos a la tira.
Objetivo.- La finalidad de estos vuelos es hacer que nuestra ave vuele
centrada en la figura del cetrero y de los perros, ya que éstos serán
sus auxiliares que trabajarán para encontrarle, fijarle y levantarle la
caza. Una vez fijado este comportamiento en nuestra futura ave de
altanería, tendremos que empezar a recompensar en cada sesión de
entrenamiento un incremento diario de su altura máxima de vuelo
hasta que alcancemos el techo necesario para la captura de una
determinada especie.
Introducción a la caza.- El primer objetivo de esta fase es el de
proporcionarle a nuestra ave un referente de búsqueda que lo
enfoque en la captura de determinadas presas. Para conseguir este
objetivo, normalmente se utilizan escapes de la especie que
pretendemos cazar y/o señuelos que presentan ciertas similitudes
morfológicas con la presa escogida. Existen dos tipos de escape, los
salvajes precapturados y los nacidos y criados en cautividad, siendo el
uso de los salvajes precapturados, que solo podremos conseguir en
períodos hábiles de caza, mucho más aconsejables que los criados por
el hombre. Su uso nos permite realizar simulaciones de caza de
dificultad progresiva que familiarice al ave con un tipo de presa en
particular y con sus específicas estrategias de huída. Con un grado de
musculación óptimo y habiéndole realizado, a lo sumo, dos o tres
escapes, nuestra ave estará en las condiciones apropiadas para
iniciarse con éxito en la caza de presas salvaje
Técnicas de Bajo Vuelo.
F. Ramírez
A brazo tornado y con la empuesta.
El Bajo Vuelo es la modalidad de la Cetrería que se practica con
aves pertenecientes, dentro de su clasificación taxonómica, a la
familia de las Accipitridae. Dentro de esta familia, las especies
legalmente autorizadas en Andalucía y más utilizadas son: el azor, el
águila de Harris, el gavilán y el buteo de cola roja y ,de utilización
más minoritaria, el buteo regalis, el gavilán de Cooper, el gavilán
negro o el tachiro…
Por las características morfológicas y del comportamiento de las
aves utilizadas en Bajo Vuelo, los lances de esta modalidad se
caracterizan por ser vuelos explosivos, generalmente de poca duración
y de escasa altura y que suelen resolverse habitualmente en uno o dos
intentos de captura.
En esta modalidad las presas pueden ser tanto de pelo como de
pluma y se caracteriza por la ejecución de dos tipos de lances: lances
de mano por mano y lances de altanería.
Lances de mano por mano. Para la ejecución de estos lances el
cetrero porta el ave en su puño mientras bate el terreno intentando
localizar y desalojar a una posible presa. Para el trabajo de
localización y desalojo, el cetrero puede estar auxiliado por la
inestimable labor de un perro que haya sido adiestrado para el trabajo
cooperativo con un ave de presa. Una vez localizada la presa, el ave
intentará capturarla haciendo uso de la gran capacidad de aceleración
que suele caracterizar a las rapaces utilizadas en Bajo Vuelo. Una vez
resuelto el lance se procederá a recompensarla en caso de captura o a
recuperarla en caso de que la pieza haya conseguido escapar.
La recompensa sobre una pieza capturada puede ser de dos tipos:
cortesía o cebadura.
La cortesía es una pequeña recompensa que recibe el ave sobre la
misma pieza capturada, sobre el guante o sobre el señuelo y es el
premio a una captura cuando se pretende seguir cazando con el ave.
Normalmente optamos por la cortesía cuando la captura no se
corresponde con la pieza buscada, o cuando la captura se ha
producido en condiciones muy ventajosas.
La cebadura es una gran recompensa sobre la captura con la que
se da por finalizada la caza con el ave en cuestión. Normalmente
optamos por la cebadura cuando se ha producido una captura en
condiciones óptimas de dificultad y por regla general, cuando
capturamos especies que en sí mismas suponen siempre un gran reto
para la rapaz. La captura de una liebre por un Harris o azor que se
produce a gran distancia, o con el viento en contra o cuesta arriba, o
con una conjunción de estos tres factores, debe estar recompensada
con una cebadura acorde con el logro conseguido. Este tipo de
recompensas nos sirven para fijar en la mente de nuestra ave que una
captura en estas condiciones equivale siempre e inexcusablemente a
una completa y abundante gorga. La captura de una liebre por un
macho de Harris debe ser siempre recompensada con una excelente
cebadura.
Lances de empuesta. El objetivo de los lances de empuesta es la
captura de piezas localizadas a una distancia considerable,
aprovechando el factor sorpresa que proporciona a nuestra ave un
vuelo de ocultación en el terreno. Los dos factores que juegan por
tanto a nuestro favor en este tipo de lances son el mencionado factor
sorpresa y la aceleración que adquiere el ave en estos vuelos de larga
distancia.
El perfil de un ave que cace de empuesta es la de un ave:
o
o
o
Que ha sido condicionada psicológicamente para atacar presas
que se encuentran a mucha distancia.
Que ha sido musculada convenientemente para cubrir esta
distancia y para poder resolver el lance con una intensa
persecución directa, una vez que la presa se ha percatado de
la presencia del depredador.
Y que ha sido enseñada a regresar al puño desde largas
distancias para favorecer su recuperación en caso de fallar el
lance.
Un factor crítico de los vuelos de empuesta es la elección del
terreno. En ningún caso elegiremos terrenos totalmente despejados
que no ofrezcan ningún tipo de vegetación o accidentes del terreno
que nos ayuden a ocultar el vuelo de nuestra ave. De igual forma,
situarnos de espaldas al sol favorecerá notablemente su invisibilidad.
Es de sentido común pensar que el uso de cascabeles está totalmente
desaconsejado en este tipo de lances.
Estas dos modalidades constituyen y representan la visión ortodoxa
del Bajo Vuelo, si bien existen otras manifestaciones que se alejan de
esta concepción y que abren nuevas opciones para el manejo de estas
aves. Volar un azor o un Harris por altanería o un Harris “a la
inglesa”, es decir totalmente suelto ocupando aquellos posaderos que
le ofrezcan más ventajas para el éxito en la caza, son nuevas y
audaces formas de entender el potencial de estas aves.
Técnicas de Altanería.
F. Ramírez
La altanería
TÉCNICAS DE ALTANERIA. ¿QUÉ ES “LA ALTANERÍA”?
Es la modalidad de caza con aves rapaces, generalmente
falcónidas (halcones) y sus diferentes hibridaciones, en la que
enseñamos al ave a tomar altura, lo suficientemente efectiva para
dar caza a la presa previamente localizada y levantada por perros o
cetreros.
La altanería es quizá la modalidad cetrera más compleja que
existe, exigiendo del cetrero importantes conocimientos y habilidades
técnicas.
En la actualidad, existen diferentes métodos y técnicas para hacer
subir al halcón, cada una más o menos eficaz. En este manual, vamos
a nombrar las más comunes y efectivas a día de hoy.
Como fase previa a cualquiera de estas técnicas para hacer
altanero a un halcón, será necesario introducirlo al señuelo y
ejercitarlo convenientemente para que adquiera un grado de
musculación óptimo y pueda acometer con éxito cualquiera de las
técnicas que nos van a permitir que nuestro halcón adquiera un buen
techo. Para conseguir esta condición física haremos uso de los vuelos
a la tira, primero a distancias cortas y usando el fiador y, a partir de
40 o 50 metros, si el halcón acude bien a nuestra llamada,
prescindiremos de la cuerda para ir aumentando progresivamente la
distancia de llamada hasta que cubra distancias de 400 o 500 metros.
Una vez que nuestro halcón ha sido trabajado convenientemente
con el señuelo y hayamos mejorado su condición física pasaremos a
hacerlo redondo, es decir, debemos conseguir que nuestro halcón
vuele en tornos alrededor nuestro cada vez que lo soltemos. Una vez
conseguidos estos objetivos estaremos en condiciones para ir
mejorando día a día su altura de vuelo hasta conseguir el techo
deseado. Para ello debemos utilizar alguna de las técnicas que se
describen a continuación.
o
o
Adiestramiento con palomas: Se ha demostrado que con
palomas de escape bien administradas se puede llegar a
conseguir que el halcón se sitúe en el techo deseado, llegando
a alcanzar también a través de este sistema, un grado de
musculación óptimo para la caza. La técnica se basa en
recompensar la altura y el centrado correcto con la suelta de
una paloma fácil y de “castigar” una altura deficiente o un mal
centrado con la suelta de palomas muy fuertes y difíciles. Con
este régimen de recompensa el halcón aprende a subir y a
estar centrado en espera de esa paloma fácil que atrapará de
manera eficaz.
Adiestramiento con cometas o globos: Este método cumple
también dos finalidades; por un lado enseñamos a nuestro
halcón a ganar altura haciéndole subir a capturar el señuelo
que previamente habremos colocado en el arnés de la cometa
o del globo, y por otro lado musculamos al pájaro con el
ejercicio físico que suponen estas duras ascensiones.
Una vez que nuestro halcón esté perfectamente mecanizado en la
realización de estos vuelos de ascensión, haremos la transición a la
suelta de escapes para recompensar la altura conseguida al tiempo
que procederemos a la retirada definitiva de la cometa o globo.
La caza.
F. Ramírez
La caza: una tradición cargada de historia.
La cetrería es la modalidad de caza por excelencia, en la que no
cabe la mediocridad, solo la perfección, además de ser una de las
modalidades de caza más selectivas que existen con un impacto cero
sobre el medio ambiente.
Su práctica por parte de los cetreros debe hacerse de la forma más
deportiva, noble y ejemplar posible.
Para conseguir esto debemos seguir las siguientes pautas:
o
o
o
o
o
o
Respetar la legislación vigente en cuanto a orden de vedas,
especies cinegéticas y especies protegidas.
Respetar los cupos de caza y normas interna de los cotos.
Participar activamente en la gestión sostenible de tu coto de
caza trabajando para que el tamaño y salud de las poblaciones
de las especies cinegéticas sea siempre el adecuado.
Buscar la calidad del lance sobre el número de capturas.
Evitar sufrimiento a las presas.
Ser amable, dialogante y educado con el resto de personas que
encuentres en el campo (cazadores, ganaderos, agricultores,
guardas…).
Telemetría.
F. Ramírez
Equipos de telemetría
Es actualmente la tecnología usada en Cetrería para la búsqueda y
localización de nuestras aves.
Consiste en la combinación de un pequeño emisor que se coloca al
ave y un receptor que recibe la señal que emite dicho emisor,
aportándonos información aproximada sobre la dirección y distancia
en la que se encuentra nuestra ave.
El receptor puede colocarse en el tarso del ave mediante un
pequeño correón, en la cola con un clip que se adapta a alguna
pluma, normalmente central, o mediante un arnés que lo sitúa en la
espalda del ave.
Los equipos de telemetría los hay de más o menos alcance,
dependiendo de si nos decantamos por una u otra modalidad
(altanería o bajo vuelo) y con diferentes frecuencias. Ahora bien,
independientemente del que usemos, tanto el emisor como el
receptor deben ser de la misma frecuencia. Las más frecuentes son
216 y 433 Mhz.
Siempre que salgamos al campo con nuestro pájaro, antes de
ponerlo en libertad, debemos colocarle el receptor una vez hayamos
comprobado su correcto funcionamiento, así como el nivel de carga de
las pilas del emisor y la carga de la batería del receptor.
Actualmente se está avanzando considerablemente en los
procedimientos
de
búsqueda
y
localización
de
aves,
fundamentalmente con la incorporación de los sistemas GPS que los
hacen muchos más efectivos y fiables. Estos sistemas, junto a
novedosas aplicaciones informáticas, permiten mostrar sobre un mapa
todo el recorrido del ave durante el vuelo junto a parámetros de
innegable interés para el cetrero, como puedan ser las distintas
alturas alcanzadas.
El uso de la telemetría en Cetrería debe estar totalmente
generalizado entre todos los cetreros, ya que es indispensable para
evitar la pérdida de nuestras aves y para garantizar de esta forma
su propia seguridad.
MÓDULO III.MANTENIMIENTO Y CUIDADOS
GENERALES:
Alimentación.
Según determinados estudios, la mayoría de las enfermedades
inespecíficas en rapaces puede achacarse a una alimentación
deficiente (Forbes y Rees Davies 2000).
Para una correcta alimentación, tenemos que tener presente en
primer lugar, que unas medidas higiénicas inadecuadas pueden
provocar contaminación bacteriana. Igualmente, a fin de evitar
algunas patologías, la carne que suministremos tendrá que haber sido
previamente congelada, sin embargo, una alimentación que ha estado
bajo un largo período de almacenaje pierde su poder nutricional,
vitaminas y agua, por lo que el alimento no tendría que almacenarse
congelado un período superior a los tres meses de congelación.
Para el control del peso de nuestro pájaro tenemos que tener
presente, según Barton et Houston (1993), cuando alimentamos el
peregrino con conejos de ocho días, su masa corporal inicial pierde el
5.01% y cuando se alimentan con la misma masa de palomas, los
peregrinos ganan un promedio de 1.81% de la masa corporal inicial.
Los últimos estudios realizados sobre la alimentación de rapaces
indican que, en el caso de los pollitos de un día, tienen un alto nivel
de proteínas, proporcionan una dieta baja en grasas y excelentes
niveles de vitaminas y calcio, que en el caso de las codornices, estas
son una buena fuente de vitaminas y minerales, y que en el de las
ratas, poseen altos niveles de vitamina E y un valor nutricional
excelente, así como una reducción en la transmisión de
enfermedades. En lo referente a las presas silvestres, tenemos que
considerar la vía de trasmisiones patógenas, por lo que habremos de
extremar su consumo, incluso abriendo el abdomen y examinando el
estado del hígado, al punto de desechar la presa si son observables
lesiones en sus órganos.
La evisceración de las presas, deberá hacerse en todo caso a nivel
de los intestinos, pues tenemos que tener presente que el resto de
órganos contienen un gran poder vitamínico.
Por todo ello, para una correcta alimentación, ésta tendrá que
ser lo más variada posible, conteniendo tejido muscular, adiposo,
glandular, huesos, pelo y plumas. En algunos momentos será
recomendable el aporte de algún complejo vitamínico, siempre
bajo la indicación de un veterinario especializado.
RECHAZO DE PRESAS SEGÚN SU ASPECTO FISICO:
A la hora de alimentar a nuestras aves y poniendo como ejemplo
una paloma, usaremos aquellas que presenten un plumaje sedoso y
aterciopelado (la rechazaremos si está sucio y sin brillo), que
observada la cloaca, no esté manchada de excrementos, que
observada la garganta no presente ningún tipo de placas en su interior
y rechazaremos también aquellas que consideremos delgadas al ver
descarnados los músculos pectorales. Eliminaremos por precaución
todo el aparato digestivo incluida la cabeza. Asimismo, eliminaremos
todo animal al que se le observen lombrices, que presenten la
garganta inflamada u órbita de los ojos, o que posean verrugas en los
bordes del pico, párpados o patas y todas aquellas que presenten
manchas irregulares en el hígado o anomalías en cualquiera de sus
órganos.
En el caso de adquirir palomas vivas para la suelta, es necesario
someterlas a una pequeña observación en el palomar, por si se
detectan giros nerviosos de cuello y cabeza, en cuyo caso deben ser
totalmente desechadas.
Protocolos de manejo saludable.
MANTENIMIENTO
En este apartado queremos hacer ver la importancia del ejercicio
físico, el arreglo de garras, picos y plumas, la desinfección de las
instalaciones y del equipo cetrero, el análisis de las deyecciones para
controlar una posible población de parásitos, y el buen estado del ave
en general.
EJERCICIO FÍSICO
De todos es sabida la importancia del ejercicio físico en las
personas para mantener una buena salud, pues con ello se benefician
las diferentes partes del organismo. En el caso de nuestras aves
cautivas, con más razón necesitan esta actividad con objeto de evitar
el desarrollo de diversas patologías. Así pues, en la medida de lo
posible, nuestras aves volarán a diario, acortando los periodos de
reposo.
ARREGLO DE GARRAS
Para la correcta actividad de nuestras aves es necesario mantener
periódicamente atendido el arreglo de garras, picos y plumas, pues
con el crecimiento o con el deterioro, nuestras aves pueden ver
mermadas sus capacidades para la caza y/o su bienestar y estado de
salud.
En el caso de las garras, al no encontrarse el ave en su medio
natural, las uñas crecerán desproporcionadamente y nos veremos
obligados a reducir su tamaño. Comenzaremos cortando la uña en su
justa medida, con un cortaúñas de los utilizados para perros o gatos y
a continuación se procederá a limar dando la forma adecuada y
procurando terminar la operación con un pulimentado. En el peor de
los casos se pulirán con una lija fina de agua, para evitar posibles
astillamientos en la uña.
ARREGLO DEL PICO
Actuaremos con el pico de la misma forma que con las garras, si
bien tenemos que lijar en el mismo sentido que el ave sigue para
limpiarse el pico. En el caso de los halcones, será muy útil introducir
en la base del pico un lapicero de madera blanda para mantener
abierta la boca, facilitando así la operación. No debemos olvidar
pulimentar el pico, sin llegar a calentarlo, para evitar posibles
astillamientos.
F. Ramírez
Arreglo en las plumas de nuestras aves
ARREGLO DE PLUMAS
Uno de los más grandes caballos de batalla del cetrero, será la
cola de nuestras aves, sobre todo en el caso de los accipíteres. Una
pluma que se tuerce tiene arreglo, siempre y cuando actuemos
enseguida. Para ello basta humedecer la pluma y aplicarle una pinza
caliente.
En caso de no tener dicho instrumento podremos valernos de un
encendedor que, una vez caliente la boca por donde sale la llama la
aplicaremos a la pluma una vez humedecida, incluso con nuestra
propia saliva si es urgente. También puede reducirse el daño
presionando la pluma humedecida con el índice y el pulgar
repetitivamente.
Al llegar a casa, introduciremos la cola en agua caliente –no en
exceso- y la pluma quedará perfectamente restaurada.
Para rehabilitar la cola una vez dañada, podremos utilizar trozos
de seguetas –las utilizadas en marquetería- o el propio raquis de las
plumas según el caso, para que sirvan como agujas de sujeción en el
injerto de las plumas, aplicadas con un pegamento de acción rápida.
El injerto deberá hacerse a la altura de las plumas supracobertoras
que existen por encima de la cola, pues de no ser así, cualquier
arreglo al extremo de la cola será más susceptible de rotura por falta
de flexibilidad en los extremos de las agujas.
DESINFECCIÓN DE LAS INSTALACIONES Y DEL EQUIPO DE
CETRERO
Las instalaciones deberán ser periódicamente tratadas, sobre
todo al comienzo y al final de la muda: paredes pintadas, suelos y
posaderos desinfectados. Si los posaderos son de madera, es
necesario tratarlos con antihongos.
Las instalaciones deberán estar
corrientes de aire y la humedad.
ventiladas,
evitándose
las
Si el pájaro está ajardinado, se cambiará diariamente la posición
del posadero y se procurará que durante la noche esté cubierto del
relente.
En ningún caso el equipo será utilizado por más de un ave. Cada
pájaro tendrá asignada su caperuza, señuelo, guante, lonja,
bancos, baño y caja de trasporte.
ANÁLISIS DE LAS DEYECCIONES PARA CONTROLAR POSIBLES
PARASITACIONES
Es aconsejable que tanto al comienzo de la actividad de caza
como al final de la misma, efectuemos análisis clínicos a nuestros
pájaros, al menos en lo concerniente a la detección de parásitos en
las deyecciones, para proceder a continuación a su tratamiento.
EL BUEN ESTADO DEL AVE
Un pájaro sano es un ave despierta, viva, con el ojo redondo, la
piel estirada (sin pliegues en sus patas), el plumaje oleado, las
manos y ceras jaldadas, que come carne con fuerza, que devuelve
la plumada sin malos olores, cuyas tolleduras quedan
perfectamente definidas, tanto el blanco de la orina como la
porción negra de las heces y que, al ponerlo en el baño no beba en
exceso.
Descripción y consejos sobre las
principales enfermedades en aves de
Cetrería.
F. Ramírez
Necrosia: tratar de localizar la causa, para identificar la enfermedad.
El principal compromiso que un cetrero debe adquirir al
responsabilizarse de un ave de cetrería, será el procurarle en todo
momento el mayor bienestar posible, ya que de su buen estado
dependerá su salud.
Teniendo un ave sana, se evitarán la mayoría de las
enfermedades más comunes en rapaces.
Las principales enfermedades de las rapaces están producidas por:
virus, bacterias, hongos y parásitos.
VIRUS:
Un virus es un agente infeccioso microscópico acelular.
Diftero –Viruela
La enfermedad la causa un poxvirus del grupo avipoxvirus y es muy
contagiosa. Se transmite con aves contaminadas, picaduras de
mosquitos y ácaros. Comienza con pápulas de color amarillo a marrón
en comisura del pico, párpados, patas o cloaca. En su forma
diftérica, forman placas de color gris marrón y caseosa, ubicándose
en lengua, faringe y laringe.
En los casos agudos se manifiesta con abatimiento, anorexia y
signos respiratorios.
Debemos evitar alimentar con aves infectadas, mantener
desinfectadas las mudas y en lugares con abundancia de mosquitos
también debemos preservar las mudas con mosquiteras.
Newcastle
Enfermedad muy contagiosa causada por el virus paramixo
(enfermedad de Newcastle).
Se presenta inicialmente con problemas digestivos para a
continuación afectar el sistema nervioso, observándose movimientos
de la cabeza (cabeza invertida), parálisis de las alas y/o patas.
Antes de suministrar escapes a nuestras rapaces, debemos
aislarlos y observar si existe alguna anormalidad en su
comportamiento. Debemos evitar en las instalaciones la entrada de
gorriones, tórtolas turcas o palomas que puedan provocar la
infección.
Herpesvirus
Enfermedad denominada de cuerpos de inclusión de los halcones
(Beta-Herpesvirinae). Primariamente se instala en el tejido linfático.
El virus puede permanecer en el ave en estado de latencia y al
momento de cambios metabólicos o situaciones estresantes como la
falta de alimentos, pueden desencadenar la enfermedad, que llega a
ser letal.
Se produce una mayor incidencia de la enfermedad en aves que
permanecen en cautividad.
Por la similitud con el virus de las palomas, se entiende que la
transmisión se lleva a cabo al alimentarse nuestras rapaces con
aves infectadas.
Adenovirus
Enfermedad muy letal, generalmente con síntomas intestinales,
anorexia, deshidratación, diarrea y muerte súbita.
Debemos evitar alimentar a nuestras rapaces con aves
infectadas. Para ello extremaremos la observación de las presas
según su estado físico o de anomalías en sus órganos internos.
BACTERIAS:
Son microorganismos unicelulares.
Tuberculosis
Esta enfermedad la produce una microbacteria, normalmente
(Mycobacterium avium), es infecciosa y crónica y pasarán muchos
meses para que se manifieste.
Sin pérdida aparente de apetito, irá progresivamente
disminuyendo su peso, presentará atrofia muscular, debilidad, anemia
y un excesivo deseo de beber.
Se trata de una infección altamente peligrosa, presentando
nódulos fundamentalmente en hígado, bazo e intestino.
En ningún caso alimentaremos a nuestros pájaros con palomas u
otras aves que presenten el plumaje sucio-mate o deteriorado y, en
este caso, prestaremos especial atención a las plumas rémiges de
las alas.
Las malas condiciones de limpieza en baños e instalaciones, así
como una insuficiente alimentación influyen en la aparición de esta
enfermedad.
Cólera aviar
Enfermedad también conocida como Pasteurellosis aviar o
Septicemia hemorrágica aviar, es contagiosa y la ocasiona una
bacteria (Pasteurella multocida).
La infección y el curso de la enfermedad, dependerá de las
circunstancias en que se encuentre nuestra ave y la virulencia de la
cepa. Penetra a través de las membranas mucosas de la faringe o
pasajes aéreos superiores, membrana del ojo y lesiones en la piel.
Se transmite a través del alimento suministrado, agua, roedores
y otras plagas, presentando focos necróticos en hígado, abscesos en el
esófago y lesiones viscerales. El ave presenta trastornos respiratorios,
diarrea verde, perdida de peso, septicemia etc.
La enfermedad suele presentarse durante los meses fríos y
húmedos, final del verano, otoño e invierno.
Debemos extremar las medidas higiénicas, evitar la presencia
de roedores y rechazar como alimento cualquier ave que presente
alguna duda.
Salmonelosis
Esta enfermedad la produce una bacteria (Salmonella typha
muricum). Su propagación se realiza a través de las deyecciones
fecales, de agua contaminada y alimentación por aves infectadas.
Las aves presentan somnolencia, alas caídas, plumas erizadas,
giros de cabeza, anorexia, diarrea, deshidratación, adelgazamiento y
un elevado consumo de agua. La carne del pecho se torna azul y
quedan afectados: bazo, hígado, riñones y órganos sexuales.
Dada la elevada resistencia de la bacteria, que en el agua puede
ser de semanas y en las deyecciones fecales secas puede sobrevivir
durante dos años, es de obligado cumplimiento la desinfección
periódica de las instalaciones.
Coriza infeccioso
Se trata de una enfermedad respiratoria causada por el bacilo
Avibacterium paragallinarum, que afecta a las vías respiratorias altas.
Se presenta una gran inflamación a nivel de la mucosa nasal, senos
para-nasales y conjuntiva ocular. La cara del ave se muestra
inflamada y con el ojo hundido al extremo de reventar la piel,
desprendiendo un líquido seroso, que también eliminan por las fosas
nasales, inflamación de la conjuntiva e hinchazón de la cabeza.
Enfermedad muy conocida en las gallinas. Puede trasmitirse por
la alimentación
con
aves infectadas. Debemos evitar la
alimentación de presas y pollos de corral que evidencien la
enfermedad.
Estaficococosis
Enfermedad también denominada pododermatitis que los antiguos
llamaban CLAVO. Está originada por bacterias anaerobias
normalmente Staphylococcus-aureus. Infección que afecta sobre todo
a las rapaces en cautividad, cuya dolencia se manifiesta en las
plantas de las manos como consecuencia de la falta de ejercicio,
inadecuados posaderos y deficiente nutrición así como mala
desinfección de las instalaciones. Se presenta con unas pequeñas
costras oscuras parecidas a la cabeza de un clavo, por el que recibe
su nombre. En muchos de los casos la infección penetra en el ave a
través de las heridas que son infligidas por sus propias uñas. El ave en
su dolencia, levanta una pata manifestando dolor e intentando
descansar. La infección destruye los ligamentos y afecta a las
articulaciones llegando a paralizarlas.
Debemos mantener desinfectados los posaderos, utilizándolos
adecuadamente según la anatomía de las garras. Diferenciaremos
los posaderos de accipíteres de los de falcónidas. Se procurará no
dejar crecer excesivamente largas y puntiagudas las uñas.
De no actuar a tiempo, la enfermedad puede ser letal.
HONGOS:
Los hongos son plantas talófitas carentes de clorofila. Señalaremos
como más comunes Aspergillus Fumigatus y Candida Albicans.
Aspergilosis
Enfermedad grave producida por un hongo “Aspergillus Fumigatus.
El ave afectada presenta dificultad en la respiración, y quedan
afectados los pulmones y sacos aéreos, presentando manchas blancas
o amarillas y lesiones.
Las esporas se propagan por el viento y pueden crecer en materia
orgánica como yemas de huevo, maderas no tratadas, cartón, etc. El
crecimiento del hongo se ve favorecido por una alta humedad,
acompañada de altas temperaturas.
Debemos tratar toda la madera con algún producto fungicida.
Candidiasis
Enfermedad producida por un hongo (Candida Albicans). Se
presentan en aves que tienen el sistema inmunológico comprometido,
por lo que suele aparecer después de un prolongado tratamiento de
antibióticos de amplio espectro.
Debemos mantener sanas a nuestras aves y mantener una
especial higiene de las instalaciones y baños.
PARÁSITOS:
Los parásitos se dividen en endoparásitos, que son aquellos que
viven dentro del organismo del animal y los ectoparasitos o parásitos
externos: ácaros, moscas, mosquitos, etc. que por considerarlos por si
solos, de menor importancia en la salud de nuestras aves, no serán
reflejamos en este manual.
La Coccidiosis:
Producida por un protozoo microscópico, un parásito intestinal
que se produce por ingestión de alimentos contaminados con
excrementos.
El ave presenta manchas de sangre en las deyecciones. Comienza
una progresiva pérdida del apetito y por consiguiente de peso.
Debemos mantener la desinfección de las instalaciones y no
suministraremos las patas de las presas criadas en cautividad.
La Tricomonas:
Producida por un protozoo, “Tricomonas Gallinae”, que los
antiguos cetreros denominaban “Güérmeces”.
Se observarán placas de color blanco-amarillento en el interior de
la boca y garganta y se apreciará dificultad de cerrar el pico.
Se evitará dar plumas o pelo, mientras posean dichas placas.
Es transmitida principalmente por palomas.
Debemos controlar las posibles palomas portadoras y en todo
caso proceder a la congelación antes de suministrarlas como
alimento.
Filarias, tenias, capillarias y lombrices:
La proliferación de estos parásitos, se agudiza cuando nuestras
aves están debilitadas.
Filarias
Las filarias son nematodos que se transmiten mediante vectores
como los mosquitos en su forma microfilarias. Se aloja en ojos,
corazón y sacos aéreos.
Evitaremos dar de comer aves parasitadas.
Capilariosis
Son parásitos de varias especies de nematodos, del género
capillaria, parasitando el tubo digestivo: esófago, buche, intestino
delgado y ciegos. El ave presenta trastornos diarreicos, en ocasiones
sanguinolentos y mal olientes, vómitos, anorexia y pérdida de peso.
Evitaremos las presas contaminadas. Debemos desinfectar y
fumigar, pues la transmisión puede ser por medio de aves,
mamíferos y otros.
Tenias
Son gusanos planos, segmentados.
Producen un progresivo adelgazamiento y abatimiento del ave.
Pueden llegar a causar síntomas nerviosos e incluso parálisis de los
miembros.
En las deyecciones pueden verse segmentos de las tenias.
Evitaremos presas contaminadas. Debemos desinfectar y
fumigar, pues la transmisión puede ser por medio de un huésped,
normalmente un insecto.
Lombrices
Son gusanos redondos “ascáris”, presentes en el tubo digestivo.
Pueden llegar a producir inapetencia, abatimiento, erizado de las
plumas, etc.
Las deyecciones pueden presentarse sanguinolentas y observarse
lombrices expulsadas.
Evitaremos dar de comer presas infectadas. Dada la resistencia
de los huevos de estas lombrices se recomienda una intensa medida
de sanidad.
MÓDULO IV.- LEGISLACIÓN:
F. Ramírez
Documentación de cetrero y reglamentación.
Requisitos administrativos del cetrero:
carné de cetrero, licencia de cetrería y
permisos y autorizaciones para cazar.
Introducción
La cetrería, legislativamente hablando, ha transcurrido por etapas
tan distintas como pasar de poder cazar diariamente a ser prohibida
en todo el territorio Nacional. Pero hagamos un poco de memoria y
conozcamos algunas de las leyes que han marcado la historia más
reciente de la práctica de la cetrería.
En el polo positivo encontraríamos la ORDEN de 27 de mayo de
1987, por la que se fijan los periodos hábiles de caza en Andalucía así
como las vedas especiales para la campaña 1987/88, prorrogándose
también para la campaña 1988/89, y que en su artículo 15º reconoce
las peculiaridades de la cetrería y lo que es más importante, permite
la caza fuera del periodo hábil fijado para las diferentes especies
cazables, indicando que “las aves de cetrería podrán cazar lo
correspondiente a su sustento diario, al igual que hacen sus
congéneres salvajes, es decir, una sola pieza por ave y día , para
especies de mediano y gran tamaño y dos piezas de pequeño tamaño
por ave y día para aves de cetrería menores”, a excepción del período
comprendido entre el 15 de marzo y el 15 de junio, en el que sólo se
permitía volar y entrenar las aves sobre señuelos artificiales o piezas
de escape debidamente marcadas.
En el polo negativo estaría el REAL DECRETO 1095/1989 de 8 de
septiembre de 1989, por el que se prohibió la Cetrería en todo el
territorio Nacional, al ser considerada un procedimiento masivo y no
selectivo para la captura de animales. Este contratiempo para la
Cetrería motivó la unión de todos los cetreros a nivel Nacional,
creándose una Coordinadora de Asociaciones de Cetrería, donde se
integraron entre otras, ACESUR, ACEAN, así como Asociaciones
Andaluzas ya desaparecidas, que lo impugnaron ante el Tribunal
Constitucional, consiguiendo que 6 años después, el citado Tribunal,
concretamente el 25 de junio de 1.995, dictara sentencia sobre la LEY
4/1989 y los REALES DECRETOS que la desarrollaban como el REAL
DECRETO 1095/1989, declarando nulos algunos de sus artículos, entre
otros el relativo a los métodos masivos y no selectivos de capturas.
En la actualidad, la práctica de la Cetrería en la Comunidad
Autónoma de Andalucía se regula por la ORDEN de 12 de marzo de
1997 y la caza por el DECRETO 182/2005, en el que se aprueba el
Reglamento de Ordenación de la Caza (ROC), aunque en la actualidad
se trabaja en una nueva ORDEN que regule la práctica de la Cetrería,
así como en la modificación del articulado del ROC y concretamente
desde la Comisión de Cetrería de la Federación Andaluza de Caza, en
la modificación del artículo 86, que es el referente a la Cetrería.
REQUISITOS ADMINISTRATIVOS DEL CETRERO
Estos requisitos están recogidos en la ORDEN de 12 de marzo de
1997, (BOJA 41/1997, de 8 de abril). Aquí vamos a resumir ó
esquematizar para hacer más ameno este apartado, ya que como
hemos indicado anteriormente, se está elaborando una ORDEN que
sustituirá la vigente.
Para poder practicar la cetrería en Andalucía los interesados
deberán reunir los siguientes requisitos:
o
o
o
o
Ser mayor de 16 años.
Estar en posesión del Carné de Cetrería, expedido por la
Consejería de Medio Ambiente.
Estar en posesión de las Licencias de Caza, clase A ó B y C1.
Estar en posesión de los Permisos de Tenencia de las aves de
cetrería con las que se pretende realizar dicha actividad.
Para obtener de Carné de Cetrero es necesario:
o
o
o
o
Permiso de adiestramiento preparatorio para las pruebas de
aptitud de cetrería.
Pertenecer a alguna asociación de cetrería de Andalucía (no
aparece en la ORDEN, pero es un requisito exigido por la
Consejería de Medio Ambiente).
Superar las pruebas de aptitud establecidas por la Consejería
de Medio Ambiente con el asesoramiento de las Asociaciones
de Cetrería Colaboradoras y la Federación Andaluza de Caza.
Remitir solicitud a la Delegación Provincial de Media Ambiente
correspondiente (una vez superadas las pruebas de aptitud).
Para poseer las Licencias de Caza es necesario:
o
o
o
Haber superado el examen del cazador, imprescindible para
tramitar las licencias de la clase A ó B (A – caza con armas de
fuego. B – caza sin armas de fuego).
Tener un seguro de responsabilidad civil.
Estar inscrito en el registro de cetrería de los Servicios
Centrales, imprescindible para tramitar la licencia de la clase
C1. (El cetrero es inscrito en este registro al obtener el carné
de cetrero).
Para obtener el permiso de tenencia de un ave de cetrería
es necesario:
o
Presentar solicitud en la Delegación Provincial de Medio
Ambiente, acompañada de fotocopia del carné de cetrero,
croquis de las instalaciones (ya prácticamente no es
o
necesario), y documentos que acrediten la legalidad del origen
y procedencia del ave (CITES, Certificado de Cría en
Cautividad, Cesión o factura de compra).
Pasar la inspección de las instalaciones y comprobación de la
legalidad del ave.
Sintetizando, es necesario:
o
o
o
o
Ser mayor de 16 años.
Poseer el carné de cetrero.
Poseer las licencias de la clase A ó B y la licencia de la clase
C1.
Tener el permiso de tenencia de las aves.
Para cazar con aves de cetrería es necesario observar los
siguientes requisitos:
o
o
Realizar la práctica cinegética dentro del periodo hábil fijado
en cada provincia para las diferentes especies cazables.
Que esté contemplada la Cetrería como modalidad cinegética
en el Plan Técnico del coto.
El resto del año solo se podrá volar y entrenar con señuelos
artificiales o piezas de escape de especies cinegéticas procedentes de
explotaciones industriales, acreditando su origen, en los Escenarios de
Caza de cada Coto, creados para tal fin.
Especies cazables y especies protegidas.
Las especies cazables están relacionadas en el ANEXO I del
DECRETO 182/2005, ROC, Reglamento de Ordenación de la Caza, y
aunque este anexo puede modificarse anualmente en la ORDEN
GENERAL DE VEDAS, hasta la fecha no hemos tenido éxito con las
demandas de inclusión en este listado de varias especies que podrían
ser perfectamente objeto de caza por diversos factores. En ningún
caso se considerarán especies cinegéticas las especies de fauna
silvestres que se incluyan en el Catálogo Andaluz de Especies
Amenazadas (consultar las especies cazables en la web Especies
Cazables en Andalucía).
ESPECIES OBJETO DE CAZA
A)
CAZA MAYOR
Cabra montés
Ciervo
Corzo
Gamo
Muflón
Argüí
Jabalí
B)
CAZA MENOR
Conejo
Liebre
Perdiz
Becada
Faisán
Codorniz
Tórtola común
Paloma torcaz
Paloma zurita
Paloma bravía
Colín de Virginia
Colín de California
Estornino pinto
Zorzal real
Zorzal alirrojo
Zorzal charlo
Zorzal común
Avefría
C)
Capra pyrenaica
Cervus elaphus
Capreolus capreolus
Dama dama
Ovis musimon
Ammotragus lervia
Sus scrofa
Oryctolagus cuniculus
Lepus capensis
Alectoris rufa
Scolopax rusticola
Phasianus colchicus
Coturnix coturnix
Streptopelia turtur
Columba palumbus
Columba oenas
Columba livia
Colinus virginianus
Lophortyx californica
Sturnus vulgaris
Turdus pilaris
Turdus iliacus
Turdus viscivorus
Turdus philomelos
Vanellus vanellus
AVES ACUÁTICAS
Ansar común
Anade real
Anade rabudo
Anade friso
Anser anser
Anas platyrhynchos
Anas acuta
Anas strepera
Anade silbón
Pato cuchara
Cerceta común
Pato colorado
Porrón común
Focha común
Agachadiza común
D)
Anas penelope
Anas clypeata
Anas crecca
Netta rufina
Aythya ferina
Fulica atra
Gallinago gallinago
PREDADORES
Zorro
Urraca
Grajilla
Corneja
Vulpes vulpes
Pica pica
Corvus monedula
Corvus corone
En relación a las especies protegidas en la Comunidad Andaluza, la
Consejería de Medio Ambiente en el DECRETO 23/2012, de 14 de
febrero, por el que se regula la conservación y el uso sostenible de la
flora y fauna silvestres y sus hábitats, y en el que se desarrolla la LEY
8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres, crea el
Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección
Especial incluyendo en este listado el Catálogo Andaluz de Especies
Amenazadas, siendo de especial protección las especies que aparecen
en el Catálogo como “VULNERABLES” y, especialmente, las que
aparecen como “EN PELIGRO DE EXTINCION”.
La Cetrería en el Reglamento de
Ordenación de la Caza (ROC).
La cetrería esta regulada en los artículos 78.b.7 y 86 del DECRETO
182/2005, de 26 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de
Ordenación de la Caza (ROC), siendo el citado artículo 86 donde se
sustenta actualmente la práctica de la cetrería en todo el territorio
Andaluz. Consideramos que es necesario su conocimiento, por lo que
lo transcribimos a continuación.
Artículo 78.b. 7.- Cetrería: Modalidad de caza consistente en la
utilización de aves rapaces adiestradas para la captura de especies
cinegéticas.
Artículo 86. Cetrería.
1.
Se entiende por cetrería la utilización y adiestramiento de
aves rapaces para la captura de especies cinegéticas.
2.
El ejercicio de la cetrería está sujeto a las normas generales
establecidas en el presente Reglamento, siendo requisito
imprescindible que dicha modalidad se contemple en el plan técnico
de caza.
3.
Los requisitos particulares que se exigen para practicar la
cetrería son:
a)
Estar en posesión de los permisos de tenencia de las aves de
cetrería con las que se pretende realizar dicha actividad.
b)
Estar en posesión de la correspondiente licencia de caza.
c)
Estar en posesión del carné de cetrería, expedido por la
Consejería competente en materia de caza.
d)
La práctica de la cetrería podrá realizarse con las aves
rapaces autóctonas que se relacionan en el Anexo III del
presente Reglamento, y con todas las aves rapaces diurnas
alóctonas a excepción de subespecies alóctonas de especies
autóctonas. La relación de aves del Anexo III del presente
Reglamento podrá ser modificada por la Consejería
competente en materia de caza.
4.
Para la obtención del carné de cetrería será necesario
superar las pruebas de aptitud y otros requisitos que se establezcan
por Orden de quien ostente la titularidad de la Consejería competente
en materia de caza.
También transcribimos el citado ANEXO III, en el apartado 3.d) del
artículo 86, donde se relaciona las especies autóctonas con las que se
autoriza la practica de la cetrería en Andalucía.
ANEXO III
Milano negro
Azor
Gavilán
Cernícalo común
Halcón peregrino
Esmerejón
Ratonero común
Milvus migrans
Accipiter gentilis
Accipiter nisus
Falco tinnunculus
Falco peregrinus
Falco columbarius
Buteo buteo
Como hemos mencionado anteriormente, todo el articulado del
ROC se está modificando y, desde la Comisión de Cetrería de la
Federación Andaluza de Caza estamos modificando el citado artículo
86, para el que ya ha propuesto la Consejería de Medio Ambiente un
sustancial cambio que entendemos como bastante positivo aunque
insuficiente, por lo que desde la Comisión de Cetrería hemos enviado
algunas alegaciones a las que estamos esperando respuesta.
MÓDULO V.-COMPETICIONES
DEPORTIVAS.
F. Ramírez
Deporte, competición y caza.
Competiciones deportivas.
Tienen entre otros objetivos el fomento de los valores propios del
deporte en general: superación personal, respeto a las reglas,
tolerancia, sociabilidad, etc., la mejora de técnicas de competición y
elevar el nivel de cualificación de los participantes. Permite mejorar
las actuaciones de cetreros, aves y perros en competiciones de caza,
acordes a unos principios de calidad técnica y seguridad de los
deportistas.
Hay que diferenciar entre competiciones “oficiales” y “no
oficiales”.
Los Campeonatos de Andalucía
actualmente las siguientes modalidades:
de
Cetrería
comprenden
CAMPEONATO
PROVINCIAL
Y
AUTONÓMICO
DE
ALTANERÍA CON PERRO DE MUESTRA.
o CAMPEONATO PROVINCIAL Y AUTONOMICO DE BAJO
VUELO.
o CAMPEONATO PROVINCIAL Y AUTONÓMICO SKY TRIAL.
o COPA ANDALUZA DE BAJO VUELO A LIEBRE.
o
Se establecen para este tipo de pruebas, y dentro de su
reglamentación una serie de normas, unas de carácter general y otras
de carácter técnico.
Normas generales.
Normas generales: Son el conjunto de normas establecidas para
todas las modalidades de Cetrería dentro del actual Reglamento de
Competición elaborada por la Federación Andaluza de Caza; finalidad,
tipos de pruebas, requisitos, desarrollo y organización, personal
técnico, etc.
En competiciones “no oficiales” se establecerán las que la
organización estime oportunas.
Normas técnicas: Son el conjunto de normas que definen cada
modalidad. Se establecen para regular el adecuado desarrollo de la
competición. Dichas normas, establecidas por el Reglamento de
Competición, no deben tener carácter disciplinario y su aplicación e
interpretación por jueces y jurado de competición en el seno de la
prueba resulta inapelable.
En competiciones “no oficiales”, estas normas pueden diferir de
dicho reglamento, por tanto, no están sujetas a baremo alguno de
competición y son de libre designación por organizadores.
MÓDULO VI.- ÉTICA:
El compromiso ético del cetrero.
La cetrería, una actividad que transmite amor por las rapaces.
¿Por qué es necesario que el cetrero asuma un compromiso ético
en su práctica diaria de la Cetrería?
La necesidad de que los cetreros, tanto a nivel individual como
colectivo, identifiquemos y asumamos un conjunto de principios,
normas y valores que dirijan nuestra práctica diaria de la Cetrería,
así como nuestra relación y compromiso con las rapaces silvestres, con
las especies que constituyen el conjunto de nuestras especies-presa y
con sus hábitats correspondientes, responde fundamentalmente a la
búsqueda de una práctica excelente de la Cetrería que garantice
entre otras cosas su sostenibilidad social.
La sostenibilidad social es el principio de perdurabilidad
para la Cetrería. La Cetrería en la actualidad está viviendo un
momento histórico de máxima visibilidad social y por ello debemos
transmitir una imagen de la Cetrería totalmente limpia y respetuosa
con el bienestar animal e innegablemente comprometida con la
conservación de las especies y de sus hábitats. Si hacemos de estos
principios nuestra carta de presentación de la Cetrería ante el resto
de la sociedad estaremos consolidando su aceptación y por tanto,
estaremos garantizando su perdurabilidad en el tiempo.
Históricamente las convicciones de la Cetrería siempre han
apuntado, directa o indirectamente, en este sentido, pero a partir de
su reconocimiento por parte de la UNESCO como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad, este objetivo ha pasado a convertirse en
una de nuestras principales prioridades. Este hecho constituye uno de
los logros históricos más importantes para la Cetrería desde sus
orígenes y debemos consolidarlo fundamentalmente a través de este
compromiso ético, que hará de la Cetrería una actividad sostenible
socialmente.
Este compromiso ético tiene sus ejes fundamentales en el estudio
y conservación de las aves rapaces y de sus presas, así como del medio
natural donde viven y se relacionan y, claramente, en nuestro respeto
y compromiso con esta actividad y con todos estos elementos que
intervienen en ella.
Igualmente, este compromiso ético es una muestra de la
vinculación emocional que el cetrero experimenta hacia las rapaces y
hacia la naturaleza en general, que hace que éste lo entienda, no
como una actividad más, sino como un verdadero modo de vida del
que extraemos una parte esencial de nuestra identidad, una
identidad que en pleno siglo XXI se muestra claramente
conciliadora con la Naturaleza y con el lugar que el hombre ocupa
en ella.
DECÁLOGO ÉTICO DEL CETRERO.
Este decálogo ético tiene como objetivo principal exponer los
principios básicos que deben fundamentar la práctica de la Cetrería y
ayudar al cetrero a visualizar su implicación y responsabilidad con
respecto a la Cetrería, a las rapaces domésticas y silvestres, a sus
presas naturales y a la protección y conservación de sus hábitats. Este
decálogo responde, desde unos criterios de gestión viable y
sostenible, a los valores tradicionales de la Cetrería, tanto sociales
como culturales, así como a las normas que evidencian el carácter
deportista del cetrero y a sus profundas convicciones conservadoras y
proteccionistas de nuestro medio natural.
DECÁLOGO
1.- Siéntete depositario de una larga y valiosa tradición
milenaria de cazadores cetreros y responsabilízate de ella.
2.-Transmite y ayuda a consolidar sus profundos valores
sociales y culturales.
3.- Practica la Cetrería desde criterios de sostenibilidad
ambiental.
4.- Promueve activamente el conocimiento y la conservación
de las aves rapaces y de su medio natural.
5.-Busca la deportividad; que en cada lance prime la
dificultad y belleza sobre el número de capturas. Equipara la
valoración de la presa con la propia del cazador.
6.-Busca el bienestar y seguridad de tu ave por encima del
tuyo propio.
7.- Actúa siempre e inexcusablemente dentro del marco de la
legalidad y trabaja para que éste sea lo más favorable posible
a nuestras necesidades.
8.-Propicia y facilita la iniciación de los nuevos cetreros.
Ayuda a mantener viva la transmisión oral de la Cetrería.
9.-Proyecta al resto de la sociedad una imagen de la Cetrería
positiva, resalta sus valores de deportividad, limpieza y
respeto por el medio ambiente y el bienestar animal.
10.-Asume una actitud de mejora constante de los métodos,
técnicas y equipos de adiestramiento para que sean cada vez
más efectivos, fiables y acordes con la psicología y
requerimientos de las rapaces.
1.- Siéntete depositario de una larga y valiosa tradición milenaria
de grandes cazadores cetreros y responsabilízate de ella.
Para activar el sentimiento de profunda responsabilidad que el
cetrero debe asumir con respecto a su práctica, nada mejor que tomar
conciencia y conocimiento del valor e importancia de lo que se tiene
entre manos. En este sentido todos los cetreros debemos tener
siempre muy presente que estamos hablando de un “arte tradicional
cinegético que cuenta con más de cinco mil años de historia, que
ha dejado múltiples manifestaciones sociales, culturales y artísticas
y que desde el 16 de noviembre de 2010 es Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO". Mientras más
conscientes seamos del inestimable valor de la Cetrería más
responsables nos sentiremos de ella.
2.-Transmite y ayuda a consolidar sus profundos valores sociales y
culturales.
El cetrero no debe limitarse solo a salir al campo a cazar, sino que
debe participar de todos los aspectos que genera la Cetrería. La
Cetrería sigue generando manifestaciones de carácter social y
cultural, como las diversas competiciones deportivas que se organizan
anualmente, así como exposiciones, conferencias, exhibiciones, etc, y
sigue siendo fuente de inspiración para diversas artes como la pintura,
la escultura, la fotografía, etc. Por ello, es también labor del cetrero
propiciar y potenciar estas manifestaciones de la Cetrería que ayudan
a poner de manifiesto los profundos valores que atesora esta
modalidad de caza.
3.- Practica la Cetrería desde criterios de sostenibilidad ambiental.
La Cetrería es una de las modalidades de caza más selectivas que
existen, siendo esta característica su principal rasgo de sostenibilidad
ambiental. El cetrero debe de seguir garantizando este "impacto cero"
que tiene la Cetrería sobre las poblaciones cinegéticas y sobre la
Naturaleza en general, adecuando nuestra actividad a las exigencias
de la gestión racional de nuestros cotos. Por poner un ejemplo, es
necesario dejar de cazar liebres, aunque legalmente podamos seguir
haciéndolo, cuando el porcentaje de capturas de liebres preñadas es
alto.
4.- Promueve activamente el conocimiento y la conservación de las
aves rapaces y de su medio natural.
Este punto es uno de los pilares fundamentales que sustentan
técnicamente la práctica de la Cetrería y a su vez, constituye uno de
sus principales valores.
Sustenta técnicamente la práctica de la Cetrería porque es el
conocimiento de su biología y de su comportamiento el que dicta las
características y condiciones del adiestramiento y es el que ha
propiciado por ello su evolución y progreso.
Y es uno de sus grandes valores, puesto que una de las grandes
prioridades para la Cetrería es la conservación y protección de las
poblaciones salvajes de rapaces y de su medio natural así como la de
garantizar el bienestar físico y psíquico de los ejemplares utilizados en
Cetrería.
5.-Busca la deportividad, que en cada lance prime la dificultad y
belleza sobre el número de capturas. Equipara la valoración de la
presa con la propia del cazador.
La deportividad, entendiendo ésta como que la principal norma de
corrección en esta actividad es la equiparación de fuerzas y
oportunidades entre predador y presa, sigue siendo uno de los grandes
valores que la Cetrería aporta consustancialmente. Este innegable
valor de la Cetrería es algo que debe ser potenciado por el propio
cetrero como la principal justificación de la Cetrería moderna. Y para
conseguir esto, parte del principal ejercicio que nos llevará a
maximizar la actitud deportiva del cetrero consiste en valorar,
respetar y proteger a las especies presa como a las propias aves de
cetrería.
6.-Busca el bienestar y seguridad de tu ave por encima del tuyo
propio.
Garantizar la salud física y psíquica de nuestras aves de cetrería es
la principal preocupación que asume el cetrero como parte de su
evidente implicación emocional con ellas y como requisito
fundamental para tener éxito en esta actividad. Nuestros principales
esfuerzos deben ir encaminados a asegurar los recursos necesarios
para cubrir las necesidades de nuestras aves en materia de seguridad,
alimentación, higiene, ejercicio físico y caza.
7.- Actúa siempre e inexcusablemente dentro del marco de la
legalidad y trabaja para que éste sea lo más favorable posible a
nuestras necesidades.
Una de las máximas responsabilidades que tiene el cetrero con el
resto de su colectivo es la de ajustarse estrictamente a las
legislaciones vigentes, en materia cinegética y de medio ambiente,
como principal actitud de respeto a la imagen colectiva de la
Cetrería. El expolio de rapaces de la Naturaleza, así como realizar
actos de furtivismo que no respetan la normativa cinegética
constituyen acciones que atacan y vulneran la práctica de la Cetrería.
Asimismo, los cetreros debemos trabajar activamente como colectivo
por mejorar las normativas legales que regulan nuestra práctica con
objeto de hacerlas cada vez más acordes con nuestras necesidades y
las de nuestras aves.
8.-Propicia y facilita la iniciación de los nuevos cetreros. Ayuda a
mantener viva la transmisión oral de la Cetrería.
La Cetrería se ha legado tradicionalmente de forma generacional;
siempre ha predominado su transmisión oral por encima de otros
procedimientos de aprendizaje, como puede ser la lectura de tratados
y manuales. Esta transmisión oral de la Cetrería es una de sus
principales características que hacen que ésta sea muy personal y
directa. Mantener parte de los valores tradicionales de la Cetrería
pasa por responsabilizarnos personalmente de la iniciación de los
nuevos cetreros, facilitando y propiciando su aprendizaje e
integración dentro de la comunidad cetrera.
9.-Proyecta al resto de la sociedad una imagen de la Cetrería
positiva, resalta sus valores de deportividad, limpieza y respeto por
el medio ambiente y el bienestar animal. Sostenibilidad social.
Actualmente son muchas las ocasiones en que los cetreros
exponemos social y por tanto públicamente una imagen particular de
la Cetrería. Son muchas las jornadas de competiciones y eventos
donde el resto de la sociedad que no practica la Cetrería tiene un
contacto con ésta. Por ello debe ser una norma para todos aquellos
comités organizativos y de cada cetrero participante, ajustarse a
normas de deportividad, de limpieza y respeto por el medio ambiente
y el bienestar animal, de forma que la imagen que nos devuelvan los
medios de comunicación y la opinión pública en general sea lo más
positiva posible.
10.-Asume una actitud de mejora constante de los métodos,
técnicas y equipos de adiestramiento para que sean cada vez más
efectivos, fiables y acordes con la psicología y requerimientos de
las rapaces.
La Cetrería, aun siendo una actividad que se ha mantenido
sustancialmente inalterable durante siglos, ha constatado una
evidente actitud de progreso centrada fundamentalmente en la
mejorara de sus procedimientos y técnicas. Esta actitud de mejora
constante de las técnicas de Cetrería ha transcurrido de forma
paralela al perfeccionamiento de la comprensión que los propios
cetreros hemos ido adquiriendo de la biología y comportamiento de
las aves rapaces. Mejoras que se han traducido en mayor eficacia en
los métodos de adiestramiento, mejores resultados en la cría en
cautividad y en el ejercicio de la caza, e importantes mejoras en el
bienestar físico y psíquico del ave en general.
EL FUTURO DE LA CETRERÍA DEPENDE EN BUENA PARTE DE NUESTRO COMPROMISO ÉTICO.
ANEXOS
Bibliografía recomendada.
El Arte de Cetrería. Félix Rodríguez de la Fuente. Editorial:
Noriega.
Azor. Dios lo hizo eterno. Manuel Diego Pareja-Obregón;
Fernando Feás (Prólogo). Editorial: Autor-Editor.
Cetrería y aves de presa. Un duende de nombre gavilán.
Manuel Diego Pareja-Obregón. Editorial Caïrel.
La leyenda del Águila de Harris. Manuel Diego Pareja-Obregón.
Editorial: Autor-Editor.
Cincuenta años de cetrería. Historias y anécdotas. Manuel
Diego Pareja-Obregón.
Cetrería. La caza con aves de presa. Andrés López Sánchez.
Editorial: Al-Andalus.
Cetrería. Lances en Alas del Viento. Andrés López Sánchez.
Editorial: Autor-Editor.
Comprender al ave de presa. Nick Fox. Editorial: Caïrel.
Manual básico y ético de Cetrería. Javier Ceballos; Jorge H.
Justribó. Editorial: Caïrel.
El noble arte de la halconería. Enrique Fernán-González. Editorial:
Pergamino.
Soltando pihuelas. Javier Ceballos Aranda. Editorial: Caïrel.
Direcciones de interés.
ACEAN. Asociación de cetreros de Andalucía. Teléfonos: 607711920 y
635079934.
AECCA. Asociación Española de Cetrería y Conservación de Aves
Rapaces. www.aecca.org. Mail [email protected]. Teléfono:
660090593.
ACESUR. Asociación Cetrera del Sur. www.acesur.org.
[email protected]. Teléfono 667742971.
Mail
FAC. Federación Andaluza de Caza. C/ Los Morenos s/n. Archidona.
Málaga. www.fac.es. Teléfono 952714871.
. www.cetreria.com
www.manueldiegoparejaobregon.com
Bibliografía consultada.
-
El Arte de Cetrería. Félix Rodríguez de la Fuente.
Editorial: Noriega.
Comprender al ave de presa. Nick Fox. Editorial: Caïrel.
Azor. Dios lo hizo eterno. Manuel Diego Pareja-Obregón;
Fernando Feás (Prólogo). Editorial: Autor-Editor.
Manual básico y ético de Cetrería. Javier Ceballos;
Jorge H. Justribó. Editorial: Caïrel.
Consultas en Internet.
-
Diccionario cetrero: Asociación "Principe Don Juan Manuel"
para el Fomento y la Conservación de la Cetrería.
Glosario de Cetrería: José Manuel Fradejas Rueda.
Enfermedades de los pájaros: Robert F. Stroud.
Enfermedades infecciosas y emergentes en rapaces. Rapaces
en la Península Ibérica. Exposición de la Dra. Ursula Höfle.
Profilaxis y vigilancia epizootiológica aplicada a programas de
reproducción en cautividad de aves rapaces amenazadas. Juan
Manuel Blanco y Ursula Höfle.
Historia, taxonomía, descripción y enfermedades en el Águila
Real (Aquila chrysaetos canadensis). Mario Alberto Vázquez
Gómez.
Enfermedades del sistema digestivo de las aves y salmonella.
Jaime Eduardo Velásquez Vásquez y Lina Capera Narváez.
http://www.slideshare.net/medioambiente/nutricin-de-aves-rapaces
http://www.uab.es/servlet/Satellite?cid=1096481466568&pagename
=UABDivulga%2FPage%2FTemplatePageDetallArticleInvestigar&
param1=1278396853291
http://www.colvema.org/index.asp
http://www.slideshare.net/PPERRE/enfermedades-de-las-palomas5519653
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