Página 1 de 3 Últimos criterios del ICAC sobre litigios en curso y créditos fiscales por pérdidas Prada Larrea, José Luis / 7-4-2010 / CONTABILIDAD El ICAC, en sendas contestaciones a consultas, de un lado resuelve el tratamiento como menor importe de venta de una provisión por responsabilidades retenidas frente a un comprador de una participación financiera y, de otro lado, da a los activos por impuesto diferido vinculados a la compensación de bases imponibles negativas, un tratamiento similar al recogido, en el marco de la anterior regulación contable, en su Resolución de 1997. El reciente BOICAC numero 80 contiene dos contestaciones a consultas que brevemente pasamos a comentar en esta reseña. La primera de ellas hace referencia al tratamiento contable de la "cláusula de responsabilidad por litigios" en la venta de una inversión en el patrimonio neto de una empresa del grupo. Esa consulta versa sobre el modo en que la sociedad vendedora debe registrar, al momento de dar de baja la participación financiera en otra entidad, que enajena, ciertas responsabilidades pendientes asociadas a un litigio. En efecto la sociedad vendedora asume, en virtud de dicha cláusula, los daños que se deriven de los procedimientos judiciales identificados en un anexo al contrato de compraventa. La cuestión a resolver es la siguiente; si la sociedad vendedora debe registrar ese pasivo derivado de las responsabilidades por litigio que retiene frente al comprador como un menor importe del beneficio asociado a la venta, o si por el contrario dicha provisión debe nacer con carácter independiente a la transacción, de manera que no reduzca ese beneficio contable. No debe olvidarse que este criterio contable tendrá plena incidencia en el ámbito fiscal; estamos pensando, por ejemplo, en cuál sea la base de la deducción por reinversión según que el importe asociado a la venta incluya o no dicho pasivo por responsabilidades retenidas por el vendedor. Pues bien, para responder a esta consulta con brevedad, el ICAC se remite a los criterios para registrar la baja de los activos financieros, recogidos en el apartado 2.9 del la Norma de Registro y Valoración 9ª, Instrumentos Financieros, del Plan General de Contabilidad aprobado por Real Decreto 1514/2007. Dice este apartado "Cuando el activo financiero se dé de baja, la diferencia entre la contraprestación recibida neta de los costes de transacción atribuibles, considerando cualquier nuevo activo obtenido menos cualquier pasivo asumido, y el valor en libros del activo financiero, más cualquier importe acumulado que se haya reconocido directamente en el patrimonio neto, determinará la ganancia o la pérdida surgida al dar de baja dicho activo, y formará parte del resultado del ejercicio en que ésta se produce". Carta Tributaria 19/04/2010 Página 2 de 3 De acuerdo con la anterior, la baja del activo financiero se realizará en un solo asiento, contabilizando cualquier pasivo asumido y, en concreto, la referida provisión por responsabilidades. Así pues, el resultado de la venta se verá aminorado por el pasivo asumido. Al hilo de esta sucinta contestación, debe no obstante recordarse que la contabilización como provisión de una determinada cantidad parte de su consideración previa como pasivo. Si se tratara de una mera contingencia posible -y no de una obligación cierta nacida de un suceso pasado pero pendiente de determinación en lo que se refiere a su cuantía o al momento de satisfacción de la deuda-, no cabría integrarla como provisión. Así se desprende de la definición que de las provisiones ofrece la Norma de Registro y Valoración nº 15 de PGC; toda provisión es un pasivo, y lo que no es pasivo es una mera contingencia que debe anotarse en la memoria. Es por ello que asumimos que en la contestación a esta consulta, el ICAC está presumiendo la existencia de esa deuda ya nacida. De otro modo, de ser algo meramente potencial, no creemos que pudiera contabilizarse como provisión. La segunda consulta que queremos comentar se refiere al tratamiento contable del reconocimiento de activos por impuestos diferidos derivados del derecho a compensar las bases imponibles negativas. En el marco de esta cuestión, debe recordarse que en el anterior Plan General de Contabilidad del año 90 el principio de prudencia valorativa era un principio que estaba, junto al de imagen fiel, por encima de los restantes. Sin embargo, el nuevo PGC, alineado con los criterios de las Normas Internacionales de Contabilidad y de Información Financiera ha relativizado singularmente este principio, al punto de incluirlo como uno más, sin el carácter preferente que antes tenía. Y por ello se cuestiona el consultante los criterios de reconocimiento. Pues bien, recuérdese que la Norma de Registro y Valoración numero 13 de impuestos sobre beneficios, en su apartado 2.3 dispone "De acuerdo con el principio de prudencia solo se reconocerán activos por impuesto diferido en la medida en que resulte probable que la empresa disponga de ganancias fiscales futuras que permitan la aplicación de estos activos". En base a la dicción de esta Norma, el ICAC viene a concluir que es posible aplicar al reconocimiento de activos por impuestos diferidos un criterio semejante que se recogía en el punto 7º de la Norma 1ª de la Resolución para impuestos anticipados que fue dictada por el propio ICAC, en el marco de la anterior normativa contable, el 9 de octubre de 1997. Y es el requisito de la probabilidad el elemento central a considerar a los efectos de la contabilización del activo por impuesto diferido. Tal requisito se considerará cumplido cuando la empresa tenga pasivos por impuestos diferidos con los que compensar las bases imponibles negativas de las que trae causa la activación del impuesto diferido, salvo que el plazo de reversión del citado pasivo supere el previsto por la normativa fiscal recuérdese, hoy de 15 años para compensar dichas pérdidas. Carta Tributaria 19/04/2010 Página 3 de 3 El propio PGC, en la nota 12.1, punto 5, del modelo normal de memoria, recoge de manera implícita este criterio, al exigir que se suministre información suficiente sobre "el importe de los activos por impuesto diferido, indicando la naturaleza de la evidencia utilizada para su reconocimiento, incluida, en su caso, la planificación fiscal, cuando la realización del activo depende de ganancias futuras superiores a las que corresponden a la reversión de las diferencias temporarias imponibles, o cuando la empresa haya experimentado una pérdida, ya sea en el presente ejercicio o en el anterior, en el país con el que se relaciona el activo por impuesto diferido". En conclusión, cabe inferir que cuando existan los citados pasivos por importe superior a las bases imponibles negativas no es preciso suministrar dicha información, pudiéndose presumir la probabilidad de la compensación de las citadas bases imponibles negativas, pudiéndose reconocer sin más el activo por impuesto diferido. En los casos de inexistencia de dichos pasivos por impuestos diferidos, entiende el ICAC que deben seguirse los siguientes criterios a efectos de determinar si corresponde o no la activación de los impuestos diferidos. En primer lugar, se dice, la obtención de un resultado de explotación negativo de un ejercicio no impide el reconocimiento de un activo por impuesto diferido. Ahora bien, en la medida que la empresa muestre un historial de pérdidas continuas recurrentes se presumirá, salvo prueba en contrario, que no es probable la obtención de ganancias que permitan compensar las bases negativas. En segundo lugar para poder reconocer un activo debe ser probable que la empresa vaya a obtener beneficios fiscales que permitan compensar dichas bases imponibles negativas en un plazo no superior al previsto en la legislación fiscal, con el límite máximo de 10 años. (Este límite solo puede obedecer a razones de prudencia contable, toda vez que, recuérdese, el plazo de compensación de las bases imponibles negativas es actualmente de 15 años). En tercer lugar, el plan de negocio de la empresa para realizar sus estimaciones sobre las ganancias fiscales futuras, esto es, los pasivos por impuesto diferido, deberá ser acorde con la realidad del mercado y las especificidades de la entidad. En resumen, traslación de los criterios básicos de la Resolución del 97 al nuevo Plan General Contable, con pleno reconocimiento de la activación del impuesto diferido por pérdidas en los supuestos de existencia de pasivos de igual importe y alcance, y requisitos estrictos de acreditación del carácter excepcional de las pérdidas y de su recuperabilidad probable para la activación de dichos impuestos diferidos en los supuestos en que no concurran pasivos de idénticos importe y alcance temporal. Carta Tributaria 19/04/2010