Excmo. Sr.: Las asociaciones que suscribimos este documento queremos plantear a través de esta carta las graves consecuencias que para la independencia del Poder Judicial tiene la decisión adoptada el día 5 de noviembre de 2.014 por la Comisión Permanente de no renovar la suscripción del seguro de responsabilidad profesional de Jueces y Magistrados que vence el próximo día 31 de diciembre de 2.014.. Como literalmente se recoge en el Informe n.º 3 ( 2002 ) del Consejo Consultivo de Jueces Europeos (CCJE), “Un principio general dice que los jueces deberían quedar absolutamente libres de cualquier responsabilidad civil personal sobre cualquier reclamación directamente dirigida a ellos y relacionada con el ejercicio de sus funciones cuando obran de buena fe. Los errores judiciales, en materia de competencia o de procedimiento, en la determinación o la aplicación de la ley o aún en la valoración de los elementos de prueba, deberían poder ser objeto de un recurso. Las otras faltas de los jueces que no pueden ser corregidas de este modo (incluso, por ejemplo, dilaciones excesivas) deberían, como mucho, llevar a una reclamación del justiciable descontento frente el Estado. Que el Estado pueda, en algunas circunstancias, verse obligado, según el Convenio europeo de Derechos Humanos, a indemnizar a un justiciable, es otra cuestión cuyo examen no entra directamente en el marco del presente Informe.” Por su parte, el Grupo de Especialistas en la independencia, eficacia y papel de los jueces del Consejo de Europa, en orden a la reforma de la Recomendación R(94)12, en su reunión de 8 de diciembre de 2.007 (CJ-S-JUST (2007) 8 y 9) en materia de responsabilidad civil de los jueces, proponían completar la citada Recomendación en esta materia declarando que “La responsabilidad personal civil de los jueces sólo puede ser exigida como resultado de una acción ejercida ante un tribunal por el Estado, cuando se haya concedido una indemnización a las personas que sufrieron daños y perjuicios como consecuencia de acciones de esos jueces, siempre que las faltas sean de naturaleza deliberada”. En la exposición de motivos se justificaba esta recomendación por el Grupo de Especialistas del siguiente modo: “La cuestión de la responsabilidad personal civil del juez es en particular sensible porque es importante impedir que tal responsabilidad sea usada por personas únicamente con el objetivo de presionar a los jueces y alterar los procedimientos, y de esta forma el funcionamiento apropiado de la función judicial”. Como consecuencia de estos trabajos se dictó en el seno del Consejo de Europa la Recomendación CM/Rec(2010)12 del Comité de Ministros a los Estados miembros sobre los Jueces: independencia, eficacia y responsabilidades, en cuyo apartado 67 se establece que “Seul l’Etat, dans le cas où il a dû verser une indemnisation, peut rechercher la responsabilité civile d’un 1 juge par une action exercée devant un tribunal”1 Este es el sistema que rige además en España para todas las autoridades y personal al servicio de las administraciones públicas, según resulta de los artículos 145 y 146 de la Ley 30/1992, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, conforme a los cuales la Administración cubre directamente las actividades dañosas de sus funcionarios, sin perjuicio de la acción de regreso de la Administración contra el funcionario que haya actuado con dolo o culpa grave que cabe exigir de oficio, exceptuando únicamente la responsabilidad civil derivada de delito, supuesto en que responde directamente el funcionario y subsidiariamente el Estado. No cabe por tanto exigir la responsabilidad civil directa del funcionario público, sino tan sólo una acción de regreso por la propia Administración que se haya visto obligada a indemnizar. De este régimen incomprensiblemente quedan excluidos los jueces y magistrados, dado que el artículo 411 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que “Los Jueces y Magistrados responderán civilmente por los daños y perjuicios que causaren cuando, en el desempeño de sus funciones, incurrieren en dolo o culpa”. Consciente de esta situación injustificadamente discriminatoria y peligrosa para la independencia, el Consejo General del Poder Judicial, por acuerdo del Pleno de 25 de febrero de 2.010, ante la renuencia del legislativo y ejecutivo a aceptar las recomendaciones del Consejo de Europa y a adecuar las responsabilidad civil de los jueces al régimen común de las Administraciones Publicas, en su condición de garante de la independencia del Poder Judicial 2, decidió paliar esta situación y fortalecer la independencia de los jueces asumiendo el asegurar la responsabilidad civil de los jueces, en tanto en cuanto no se produjeran las necesarias reformas en esta materia. La Comisión Permanente, en su reunión de 5 de noviembre de 2.014, ha decidido no renovar dicho seguro so pretexto de la postura en contra al respecto manifestada por el Tribunal de Cuentas en su Informe de Fiscalización del Consejo General del Poder Judicial, relativo al ejercicio presupuestario de 2.010, publicado el día 24 de julio de 2.014. El informe del Tribunal de Cuentas citado trata la cuestión en las páginas 81 a 83 bajo el epígrafe “Expediente 10/19.0”. De su lectura resultan las siguientes objeciones: 1 . - Insuficiencia explicativa.- Se centra la misma en la falta de documentos explicativos acerca de la incidencia real efectiva de los riesgos cubiertos por la póliza en el ejercicio de la función jurisdiccional, o de su cuantificación material práctica. 1 2 No hay traducción oficial al español, pero se puede traducir en el siguiente sentido “Sólo el Estado, en el caso de que deba pagar una indemnización, puede investigar la responsabilidad civil de un juez por una acción relativa al ejercicio de sus funciones”. En el Informe N.°10(2007) del Consejo Consultivo de Jueces Europeos (CCJE) a la atención del Comité de Ministros del Consejo de Europa sobre el Consejo de la Justicia al servicio de la sociedad, se resalta esta función en su apartado 8, donde literalmente se dice: “El objetivo del Consejo de la Justicia es garantizar a la vez la independencia del sistema judicial y la independencia de cada juez”. En el mismo sentido la la Recomendación CM/Rec(2010)12 del Comité de Ministros a los Estados miembros establece en su apartado 26: “Les conseils de la justice sont des instances indépendantes, établies par la loi ou la Constitution, qui visent à garantir l’indépendance de la justice et celle de chaque juge et ainsi promouvoir le fonctionnement efficace du système judiciaire” (los consejos de justicia son instancias independientes establecidas por la ley o la Constitución, que tienen como misión garantizar la independencia de la justicia y la de cada juez, así como promover el funcionamiento eficaz del sistema judicial). 2 2 . - Falta de correcta determinación del valor estimado del contrato.Básicamente porque no se incluye el importe de la posible prórroga, ni se acompañan estudios estadísticos previos sobre siniestralidad en este ámbito que permitan la fijación del presupuesto base de licitación, ni referencia a un precio general de mercado que sirva de base. 3 . - Errores en la tramitación.- Modificaciones posteriores a la licitación que provocaron un desajuste, por cuanto que las ofertas se realizaron sobre la base de un pliego posteriormente modificado y contratar la mediación por una agencia de seguros con una compaía vinculada a la compañía adjudicataria, lo que debería haber sido tramitado al margen del contrato de seguro. Es cierto que al principio del referido epígrafe califica este tipo de seguros como “controvertido”, especialmente en cuanto se asegura la responsabilidad civil derivada de delito o falta cometidos en el ejercicio de la función judicial. Pero en ningún caso rechaza la licitud del mismo, sino que la consecuencia de ese carácter “controvertido” es la necesidad de la elaboración de informes exhaustivos que justifiquen adecuadamente su necesidad para el cumplimiento y realización de los fines institucionales del Consejo. Ni en sus conclusiones, ni en las recomendaciones se alude a la necesidad de suprimir el seguro concertado. Las observaciones del Tribunal de Cuentas podrían justificar la tramitación de un nuevo expediente para contratar el seguro, en lugar de prorrogar el anterior, en el que se corrigieran los errores detectados, con exclusión incluso de la responsabilidad civil derivada de delito o falta dolosos, pero en ningún caso la supresión sin más del mismo. Asegurar la responsabilidad civil de los jueces y magistrados mientras no se modifique la legislación vigente es vital para garantizar su independencia y esto es función esencial del Consejo General del Poder Judicial. Por todo ello le pedimos su intervención para conseguir: 1.- Que la Comisión Permanente reconsidere su postura de suprimir el seguro de responsabilidad civil de jueces y magistrados, manteniéndolo mientras no se modifique la legislación vigente en esta materia, bien prorrogando el vigente, bien iniciando un nuevo expediente para su contratación. 2.- Que en todo caso la cuestión, por su trascendencia e importancia, sea debatida en el pleno, con participación de todos los Vocales, lo que entendemos que es procedente al consistir la decisión en la supresión de una partida presupuestaria correspondiente a un gasto asumido por el CGPJ y ser la aprobación del presupuesto competencia del Pleno (artículo 599.8ª LOPJ) 3.- Una reunión específica sobre esta materia entre el CGPJ y las asociaciones judiciales, al menos para ser oídas en una cuestión tan relevante para la independencia de los jueces. En Madrid, a 2 de diciembre de 2.014. Asociación de Jueces Francisco de Vitoria Jueces para la Democracia Foro Judicial Independiente Marcelino Sexmero Iglesias Joaquín Bosch Grau Conrado Gallardo Correa 3