Hiperplasia suprarrenal congénita no clásica en pacientes

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Revista Argentina de Endocrinología y Metabolismo
Copyright
 2013 por la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo
Guías
FASEN
Vol 50

Nº 2
127
GUÍA PRÁCTICA DE LA FEDERACIÓN ARGENTINA DE
SOCIEDADES DE ENDOCRINOLOGÍA
Hiperplasia suprarrenal congénita no clásica en pacientes
infantojuveniles de ambos sexos
Coordinador: Hugo R. Boquete1
Expertos: Miriam Azaretzky1, Alicia Belgorosky2, Mirta Gryngarten3, Mirta Miras4
Colaboradores: Natalia Catoira1, Gabriela Finkielstain3, Gabriela Guercio2, Gabriela Sobrero4
1
3
Unidad de Endocrinología, Hospital T. Álvarez, Buenos Aires, 2División Endocrinología, Hospital Garrahan, Buenos Aires,
Division Endocrinología, Hospital Gutiérrez, Buenos Aires, 4Servicio de Endocrinología, Hospital de Niños, Córdoba
La hiperplasia suprarrenal congénita no clásica
(HSC-NC) por deficiencia de la enzima 21 hidroxilasa (P450c21) es la enfermedad genética autosómica recesiva más común, y puede manifestarse tanto
en la infancia como en la adolescencia y en la adultez. Afecta a uno de cada 1000 a 2000 individuos de
la población general(1). En ciertos grupos étnicos,
la HSC-NC presenta una mayor prevalencia: 1 %
en hispanos y 3 al 4 % en judíos ashkenazis(2). Su
presentación clínica es heterogénea y variable. El
tratamiento específico, principalmente con glucocorticoides, debe ser indicado de acuerdo a distintos
parámetros clínicos y al momento de desarrollo y
madurez de cada individuo(3,4).
A. CLÍNICA
La mayoría de los pacientes con diagnóstico de
HSC-NC, confirmado por biología molecular,
incluyendo aquellos inicialmente asintomáticos,
desarrollan a lo largo de la vida uno o más signos
de hiperandrogenismo.
Las presentaciones clínicas son extremadamente variables. Generalmente, los pacientes se
presentan con signos y síntomas debidos al exceso
de andrógenos, en lugar de los síntomas generados
por la deficiencia de glucocorticoides.
Los signos de presentación en niños y niñas prepúberes y durante el desarrollo puberal incluyen:
– Pubarca precoz (PP) es la manifestación clínica más frecuente. Se define como la aparición
de vello pubiano antes de los 8 años en niñas y
9 años en varones asociado o no a otros signos
de adrenarca prematura como vello axilar y olor
sudoral(5,6). La prevalencia de HSC-NC en niños
con PP oscila entre 0 a 40 % de acuerdo al origen
étnico de la población estudiada y a los criterios
de inclusión de los distintos estudios(7).
– Aumento de la velocidad de crecimiento,
talla alta y/o avance de la maduración
esquelética(8-12).
– Hipertrofia de clítoris sin ambigüedad genital, puede presentarse como signo aislado en un
20 % de niñas en edad prepuberal(5,8).
Estas variables clínicas son, sin embargo, de
poco valor predictivo para distinguir la PP idiopática de la HSC-NC(13).
– Agrandamiento del pene con un volumen
testicular prepuberal (<4 ml), por lo que hay
dificultad en diferenciar estos niños de casos de
HSC virilizante simple(9).
– Pubertad precoz o temprana debida a una
excesiva secreción esteroidea adrenal (pubertad
precoz periférica independiente de gonadotrofinas) que puede desencadenar, posteriormente,
un cuadro de pubertad precoz dependiente de
gonadotrofinas(9,14,15).
– Acné quístico de aparición tanto en edad
prepuberal como puberal, con características
quísticas y refractario a antibióticos orales y
ácido retinoico(16,17).
– Tumores testiculares de restos adrenales
(TARTs). Su prevalencia en HSC clásica varía en
los diferentes trabajos entre el 0 % y el 64,6 %, de
acuerdo al método de diagnóstico (palpación vs.
ecografía) y a la selección de los pacientes(18,19).
Hay poca evidencia en las formas no clásicas
(NC).
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B. DIAGNÓSTICO BIOQUÍMICO Y MOLECULAR
Aclaraciones
Si bien las estrategias basadas en abordajes selectivos representan una alternativa al enfoque
sistemático clásico para el diagnóstico de HSC-NC,
la evidencia se basa en pocos estudios en los que
los predictores han sido estadísticamente validados. Los puntos de corte varían entre los mismos
como así también las poblaciones analizadas.
Hasta el momento, no existe un punto de corte
definido para los valores basales de 17OHP que
permitan, fehacientemente, realizar o descartar
esta condición. Por lo tanto, se requieren estudios
de cohortes prospectivas para la validación de los
mismos y confirmar su relevancia antes de cualquier aplicación clínica.
Hasta el presente, la deficiencia no clásica (NC)
de 21-hidroxilasa debe ser descartada mediante
la realización del test de ACTH y confirmada mediante genotipificación. Si bien el punto de corte
de la 17OHP al ACTH es aún controvertido, se
recomienda continuar utilizando el punto de 10 ng/
ml, a pesar de las tasas elevadas de falsos positivos,
debido a las implicancias de la enfermedad.
La genotipificación constituye una herramienta
útil tanto para el diagnóstico como para el asesoramiento genético.
Para el diagnóstico hormonal y molecular de la
HSC-NC por deficiencia de la enzima 21-hidroxilasa, este grupo de trabajo considera:
1. Se sugiere obtener una determinación basal de
los niveles séricos de 17-hidroxiprogesterona
(17OHP) en la mañana temprano en individuos
sintomáticos, y en fase folicular temprana en las
jóvenes posmenárquicas (2/⊕⊕OO).
2. Se recomienda obtener un perfil adrenocortical
completo que incluya 17OHP, androstenodiona,
sulfato de dehidroepiandrosterona, cortisol y
11-desoxicortisol (en caso de ser posible), en
condiciones basales y luego del test de estimulación con ACTH para diferenciar la deficiencia
de 21-hidroxilasa de otros defectos enzimáticos,
efectuar un diagnóstico en casos borderline y
evaluar la respuesta del cortisol (1/⊕⊕OO).
3.Se recomienda genotipificar, para diagnóstico,
cuando los resultados del perfil adrenocortical
luego de la estimulación con ACTH son equívocos (valores de 17OHP post ACTH entre
10-20 ng/ml) (1/⊕⊕OO).
4.Se sugiere genotipificar para consejo genético
(en todos los sujetos independientemente del
máximo de respuesta de 17OHP al ACTH)
(2/⊕⊕OO)
Evidencia
El diagnóstico de Hiperplasia Suprarrenal Congénita
por deficiencia de la enzima 21-hidroxilasa se basa en
la medición de los niveles séricos de 17OHP, el principal sustrato de esta enzima. El diagnóstico requiere
también la exclusión de otras formas de HSC, como
la deficiencia de las enzimas 11β-hidroxilasa y P450
oxidorreductasa, en las que los niveles de 17OHP
también pueden estar elevados.
La Endocrine Society, a través de las Guías de
Práctica Clínica(26), efectúa una serie de consideraciones para el diagnóstico de HSC clásica y NC
luego de la infancia, en relación a los dosajes basales
de 17OHP, el test de ACTH y la genotipificación de
los pacientes. En base a estas recomendaciones y
basados en la evidencia y estándares de referencia
para el diagnóstico hormonal de esta enfermedad,
la estrategia diagnóstica propuesta en dicha guía es:
– niveles séricos basales de 17OHP > 2 ng/ml
hacen probable el diagnóstico de HSC-NC
– niveles séricos basales de 17OHP < 2 ng/ml
pueden corresponder a sujetos no afectados o
HSC-NC
– niveles séricos post ACTH de 17OHP entre
10-100 ng/ml hacen probable el diagnóstico de
HSC-NC
Ginecomastia: Aunque las alteraciones en la relación estrógeno-andrógeno son frecuentemente
encontradas en la deficiencia de 21 hidroxilasa,
esta condición no se describe en forma sistemática entre las etiologías de ginecomastia(20). Se
sugiere incluir el dosaje de 17OH progesterona
(17OHP) en el estudio de ginecomastia prepuberal o puberal.
Alopecia androgénica. Puede ser una forma de
presentación de HSC-NC tanto en edad prepuberal como puberal(21-23).
Hirsutismo. Es el signo de presentación más
frecuente en las adolescentes(17,21). Diversas publicaciones evidencian que la HSC-NC es una
enfermedad progresiva; una de ellas evidenció
que, de 195 adolescentes y adultas con HSCNC, el porcentaje de pacientes con hirsutismo
aumentó progresivamente con la edad(22,24).
Irregularidades menstruales, especialmente oligomenorrea, la cual puede asociarse a
anovulación y ecografía con patrón de ovarios
poliquísticos. Menos frecuentemente se observa
amenorrea primaria(3,8,25)
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Para el diagnóstico hormonal debe tenerse en
cuenta el momento de la extracción de la muestra, el ensayo utilizado para la determinación
de 17OHP y, en las adolescentes, la fase del ciclo
menstrual. Las muestras deben ser extraidas antes de las 8 AM y, en mujeres posmenárquicas, la
determinación debe realizarse en la fase folicular
temprana. Por razones aun no clarificadas, los
niveles de 17OHP pueden no estar elevados en
recién nacidos con esta forma de la enfermedad(27).
Otras hormonas que suelen estar elevadas incluyen progesterona, androstenodiona, testosterona
y 21-deoxicortisol, sin embargo no son utilizados
como herramientas para el diagnóstico en la práctica de rutina(27).
Clásicamente, se ha considerado al test de estimulación con ACTH (Cortrosyn 0,25 mg) como
la herramienta diagnóstica definitiva o gold standard en los casos de HSC-NC(28). En la publicación
original de New y col. se estudiaron sujetos HLA
genotipificados desde la infancia temprana hasta
los 62 años de edad con el objetivo de predecir el
genotipo sobre la base de los datos hormonales(29).
Los sujetos fueron sometidos a dos tests con ACTH
(1-24), uno corto (0,25 mg) y otro largo (0,4 mg),
determinando los niveles séricos de 17OHP por
RIA a los 60 y 360 minutos respectivamente. Los
valores de 17OHP basales y post ACTH fueron
graficados en un nomograma en escala logarítmica,
el cual reflejaba diferentes grados de compromiso
hormonal en pacientes con formas Clásicas y NC,
como así también en portadores heterocigotas.
A partir de este trabajo se desprende que no hay
diferencias en los criterios para el diagnóstico de
la deficiencia NC de 21-hidroxilasa. La respuesta
al ACTH no varía en función del sexo ni la edad.
Según este nomograma, los sujetos con HSC-NC
presentan valores de 17OHP 60 minutos post
ACTH entre 10-100 ng/ml. Debido a ello, clásicamente se utiliza el punto de corte de 17OHP 60
minutos post ACTH ≥ 10 ng/ml para el diagnóstico
de esta condición. Si bien este punto es el valor
más alto encontrado en heterocigotas obligados
(9.6 ng/ml), si se consideran las formas crípticas
no sintomáticas para HSC-NC, el punto más alto
es 16,5 ng/ml, mientras que el punto más bajo
de sujetos afectados es 21,6 ng/ml. Más aún, este
punto no está claramente definido en este trabajo
por análisis estadísticos. Es importante tener en
cuenta que en 1/3 de los pacientes, los tests fueron
realizados luego de las 10 AM lo cual podría influir
en los resultados.
129
Si bien este test es considerado como el gold
standard para el diagnóstico de la forma NC de
HSC, resulta costoso e incómodo ya que requiere
hospitalización y toma frecuente de muestras. En
la actualidad el límite de corte de 10 ng/ml de la
17OHP post ACTH para el diagnóstico de HSC-NC
sigue siendo controvertido. El punto de corte de
10 ng/ml tiene mayor sensibilidad a pesar de una
menor especificidad llevando a sobreestimación
de la enfermedad, detectando erróneamente individuos sanos y heterocigotos (falsos positivos).
Esto explicaría la baja frecuencia de detección de
alelos por análisis molecular del gen cuando se
usa el punto de corte clásico(5,13,30-36). No obstante,
y teniendo en cuenta el riesgo potencial que conlleva el diagnóstico de la enfermedad, la subóptima
respuesta del cortisol al ACTH encontrada en un
porcentaje de esta población y su utilidad para
el consejo genético, la efectividad de emplear un
punto de corte para la 17OHP post ACTH más bajo
es incuestionable.
Existen dos estrategias para el diagnóstico de
HSC-NC: la realización sistemática del test de
ACTH a todos los pacientes con signos o síntomas
sugestivos o un abordaje selectivo realizando dicho
test a pacientes con niveles séricos basales elevados
de 17OHP. Esta última estrategia ha sido sugerida
por muchos autores tanto en la edad pediátrica
como en adultos. La identificación de un abordaje
altamente sensible y específico intenta evitar la
realización de tests innecesarios. Sin embargo,
pocos de estos estudios evalúan los valores predictivos de los umbrales propuestos, sobre todo en
edad pediátrica(5,13,30,36-38).
Algunos autores proponen utilizar como pesquisa en la práctica clínica un punto de corte de 2 ng/
ml para la determinación basal de 17OHP(5,13,36).
Sin embargo, otros han reportado que las determinaciones basales de 17OHP como predictoras para
un abordaje selectivo no son útiles para descartar
el diagnóstico de HSC-NC(30). En la estrategia
diagnóstica, es importante destacar que ha sido
reportado, en algunos sujetos con HSC-NC, una
respuesta insuficiente de cortisol (<18 ng/ml)
al estímulo con ACTH(30,39-41). Por lo tanto, esta
determinación debe ser siempre realizada para
poder indicar pautas frente a situaciones de estrés,
con corticoides, en aquellos sujetos con respuestas
insuficientes.
Pocos alelos están específicamente asociados
a la HSC-NC, existiendo una alta correlación
genotipo-fenotipo(28,42-43). En algunas circunstancias
130
puede no existir concordancia entre el genotipo y
el fenotipo(28,30,44-45). El fenotipo está usualmente
determinado por el alelo que codifica para una enzima con mayor actividad residual(46). Los pacientes
pueden ser heterocigotos portadores de un alelo
con una mutación severa lo cual tiene importantes implicancias para el diagnóstico prenatal y el
consejo genético. Ésto ocurre en aproximadamente
el 50 % de los compuestos heterocigotos, incrementando el riesgo de tener un niño afectado con la
forma clásica de la enfermedad, dependiendo de la
probabilidad de que la pareja sea portadora de la
deficiencia y del genotipo de la misma. Teniendo
en cuenta la alta prevalencia de heterocigotos en
la población (1:60) y en ausencia de datos acerca
del estado molecular de los padres, se ha calculado que el riesgo promedio de un paciente con
HSC-NC de tener un niño con la forma Clásica
de la enfermedad es de 1:480, mucho mayor que
la frecuencia estimada para la población general
(1:12000-1:23000)(36,47). El hecho de encontrar uno
o dos alelos con mutaciones graves en pacientes
diagnosticados con la forma NC de HSC por parámetros clínicos y bioquímicos(30,46) indica que el
estudio genético en estos pacientes es mandatorio
para su caracterización y asesoramiento(43,45,47).
La detección de alelos en el estudio molecular de
sujetos con presuntas formas NC de HSC es menor
cuando se utilizan puntos de corte de 17OHP post
ACTH entre 10-15 ng/ml sugiriendo que estos
valores sobreestiman el diagnóstico(42).
C) ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Edad ósea
Durante la infancia, recomendamos realizar en
pacientes con HSC-NC, radiografías de mano y
muñeca izquierda anteroposterior para determinar edad ósea, usando los métodos disponibles
de lectura(Grewlich y Pyle o Tanner W2)(48,49)
(1/⊕⊕OO)
Evidencia
Los pacientes con HSC-NC presentan un amplio
espectro en el comportamiento clínico. En pacientes afectados que demuestran excesivo crecimiento
somático y talla elevada en la infancia temprana,
el crecimiento puede detenerse prematuramente, como consecuencia de una fusión epifisaria
precoz que compromete la talla adulta(50). Estos
pacientes son altos en la infancia y bajos en la edad
adulta(12,51,52). En una cohorte de 45 niños con un
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Nº 2
diagnóstico hormonal y genético de HSC-NC, 31
(69 %) menores de 12 años mostraban una edad
ósea avanzada de 2 o más años(28).
Valores y Preferencias
En relación a estas consideraciones, este comité
recomienda fuertemente la determinación de
edad ósea en niños con diagnóstico HSC-NC. Esto
constituye una prioridad con el fin de evaluar estrategias terapéuticas para niños con maduración
esquelética avanzada con el objetivo de preservar
la talla objetivo genética.
Función gonadal y métodos complementarios
después de la infancia
Función gonadal masculina
Sugerimos evaluar, en pacientes con diagnóstico de
HSC-NC, posibles alteraciones del eje hipotálamohipófiso-gonadal, que pueden conducir a desórdenes de la función testicular y de la fertilidad.
(2/⊕OOO)
Evidencia
Escasos trabajos han sido publicados en varones
con HSC-NC, relacionados con alteraciones de la
fertilidad. La mayoría de los reportes efectuados
son concordantes con una producción espermática
normal(53,54). Sin embargo, pacientes no tratados o
inadecuadamente controlados, con una excesiva
secreción androgénica, pueden presentar un incremento en la aromatización de andrógenos a estrógenos y desarrollar hipogonadismo hipogonadotrófico, hipotrofia testicular y oligospermia(19,55-58).
El tratamiento con glucocorticoides puede revertir
la oligospermia y la infertilidad observadas(59-61).
Valores y preferencias
En relación a estas consideraciones, recomendamos la implementación de un tratamiento adecuado con glucocorticoides en pacientes con HSC-NC
y comprobados efectos adversos derivados del
hiperandrogenismo. Aquellos pacientes con alteraciones en la salud reproductiva deberán recibir
asistencia especializada en fertilidad.
Ecografía testicular
Sugerimos la realización de estudios ecográficos
testiculares con el fin de determinar la posible existencia de restos adrenales testiculares en pacientes
con HSC-NC que presenten signos evidentes de
hiperandrogenismo y/o infertilidad (2/⊕⊕OO).
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Evidencia
La presencia de estos tumores (TARTs) se explicaría por una posible heterotopía de tejido adrenal en
el testículo, dado su origen embriológico cercano.
Durante la gestación temprana, algunas células
precursoras esteroidogénicas adrenales migran
en conjunto con las células precursoras esteroidogénicas testiculares, generando restos adrenales
en el intersticio testicular respondientes a ACTH.
Estos restos ACTH dependientes se desarrollarían
debido al aumento crónico de ACTH y también
al aumento de LH en la etapa puberal, pudiendo
retrogradar con la terapia glucocorticoidea. La
presencia en la edad adulta de los TARTs puede
ser causa de infertilidad(53,62-65).
Función gonadal femenina
1. Sugerimos evaluar la existencia de un Síndrome
de ovario poliquístico (SOP) en pacientes con
HSC-NC, ante la presencia de: signos clínicos y/o
bioquímicos de hiperandrogenismo ovárico, con o
sin ovarios poliquísticos por ecografía. (2/⊕⊕OO)
2. Recomendamos que las pacientes con alteraciones de la fertilidad reciban asistencia por
especialistas en endocrinología de la reproducción. Las pacientes gestantes con esta condición
deben ser seguidas conjuntamente por endocrinólogos y obstetras. (1/⊕⊕OO)
3. Recomendamos efectuar un genotipo en el partícipe parental para predecir el riesgo de HSC
en el producto de la gestación y efectuar un
apropiado asesoramiento genético, debido a la
elevada frecuencia de mutaciones heterocigotas
de CYP21A2 en la población general. (1/⊕⊕OO)
Evidencia
Las mujeres con HSC-NC pueden sufrir disfunción gonadal e irregularidades menstruales que
incluyen amenorrea, anovulación, oligomenorrea e
infertilidad. Estas alteraciones pueden ser debidas
a la conversión del exceso de andrógenos adrenales
a estrógenos, los cuales alteran la secreción de
gonadotrofinas(26,28,66-68).
En pacientes con HSC-NC la presencia de irregularidades menstruales puede ser un signo de
presentación(5,17). En poblaciones de pacientes no
seleccionadas con hiperandrogenismo, hirsutismo
y asistidas en clínicas especializadas en el tratamiento de la infertilidad, la incidencia referida
de HSC-NC es del 2-4 %(36,69). La asociación de
HSC-NC y SOP no ha sido bien determinada en
grandes series de pacientes(70). Ha sido reportado
131
que un 10 % de pacientes con SOP pueden tener
una deficiencia de 21-hidroxilasa NC(28). En estos
casos el exceso de esteroides adrenales altera la
ciclicidad de la liberación de gonadotrofinas y/o
afecta directamente al ovario, conduciendo a la
formación de quistes. Estos quistes pueden a su
vez ser productores de andrógenos y comprometer
la fertilidad(71).
Las posibles razones para el desarrollo de este
síndrome incluyen la reprogramación del eje
hipotálamo-hipófiso-gonadal a partir de la exposición prenatal a los andrógenos y/o por la existencia
de niveles crónicamente elevados de andrógenos
adrenales(72). En pacientes con diagnóstico de SOP
y una superposición de síntomas y signos de hiperandrogenismo, debe descartarse la posibilidad
diagnóstica de deficiencia de 21-hidroxilasa en sus
diferentes formas(24,73,74).
Varios estudios han mostrado que pacientes
con HSC-NC pueden exhibir tumores ováricos por
restos adrenales, los cuales pueden ser difíciles
de diferenciar ecográficamente del tejido quístico
ovárico(70,75,76).
La evidencia que sustenta la recomendación de
efectuar la genotipificacion en el partícipe parental
para determinar el riesgo de HSC en el producto
de la gestación está desarrollada en la sección b
(Diagnóstico bioquímico y molecular).
Valores y preferencias
Debido a la amplia variabilidad en el comportamiento clínico de las pacientes, consideramos que
está indicado que especialistas en endocrinología
pediátrica y de adultos, conjuntamente con ginecólogos, aborden el período de transición de pacientes
con HSC-NC con el fin de prevenir y tratar los
trastornos funcionales del eje hipotálamo-hipófisogonadal.
Hiperinsulinemia e insulino-sensibilidad en
mujeres con HSC-NC
Sugerimos investigar los niveles de insulina e
insulino-sensibilidad y evaluar los efectos derivados de una hiperinsulinemia endógena crónica en
pacientes con HSC-NC acompañada de hiperandrogenismo y/o SOP (2/⊕⊕OO)
Evidencia
Escasos estudios muestran hiperinsulinemia y reducción de la insulino-sensibilidad en pacientes con
HSC-NC(77-79). La hiperinsulinemia puede estimular la secreción de leptina y los andrógenos pueden
132
inhibir dicha secreción. Han sido reportadas 18
mujeres con HSC-NC no tratadas, las cuales fueron
comparadas con 26 controles normales y similar
índice de masa corporal (BMI)(80). En el grupo de
pacientes HSC-NC se observaron mayores niveles
de insulina basal y posprandial y una sensibilidad
insulínica reducida. Los niveles séricos de insulina
correlacionaron con los niveles séricos de testosterona libre y 17OHP. Los niveles séricos de leptina
no defirieron de los controles normales y correlacionaron con el BMI y el porcentaje de grasa en
ambos grupos. La hiperinsulinemia y la insulinosensibilidad se asocian al hiperandrogenismo en
pacientes no tratadas y en pacientes con SOP, con
o sin incremento del BMI. El hiperandrogenismo
no solo puede causar desórdenes cosméticos y de
infertilidad, sino que puede ser la expresión de un
síndrome metabólico y de riesgo de enfermedad
cardiovascular(81). Mayores estudios son necesarios para demostrar la asociación existente entre
hiperandrogenismo e insulino-sensibilidad en
HSC-NC y para interpretar la fisiopatología subyacente, probablemente relacionada con diferencias
prolongadas en la función adrenomedular, en las
concentraciones androgénicas de estas pacientes
y en la exposición a glucocorticoides.
Salud ósea
Sugerimos en pacientes con HSC-NC tratadas con
glucocorticoides por períodos prolongados y/o en
dosis suprafisiológicas, valorar la densidad mineral
ósea y asegurar valores de Vitamina D adecuados.
(2/⊕OOO)
Evidencia
Los glucocorticoides suprimen la actividad osteoblástica, incrementan la resorción ósea e interfirieren la absorción de calcio gastrointestinal(82).
Los datos disponibles de individuos con HSC
clásica y HSC-NC son inconsistentes debido, fundamentalmente, a los distintos glucocorticoides
utilizados, al cumplimiento del tratamiento y a la
heterogeneidad clínica(83,84). Sin embargo, ha sido
sugerido controlar que los valores de Vitamina D
se mantengan dentro del rango normal(85,86).
Sistema Renina-Aldosterona en HSC-NC
No recomendamos la administración de mineralocorticoides en pacientes con HSC-NC (1/⊕⊕OO).
Evidencia
Diferentes reportes han mostrado que todas las
formas de deficiencia de 21-hidroxilasa presentan
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variabilidad en la capacidad adrenal de producción
de aldosterona en respuesta a la estimulación con
renina. En un estudio que incluyó 224 pacientes, en
107 con la forma NC, se demostró que la relación
aldosterona/actividad de renina plásmatica (APR)
era menor en comparación con individuos normales. Ésto permitió inferir que un mayor grado de
actividad de renina era necesario en este subgrupo
de pacientes para mantener adecuados niveles de
aldosterona y una apropiada homeostasis de sodio. La relación aldosterona/APR resultó un buen
indicador de severidad de la enfermedad(87). Sin
embargo, en función de no haberse observado crisis
de pérdida salina en pacientes con diagnóstico de
HSC-NC, la administración de mineralocorticoides
no constituye una indicación consensuada.
D. TRATAMIENTO
El tratamiento debe ser dirigido a los síntomas(88).
Objetivos del tratamiento de la HSC-NC
En niños y niñas prepuberales
- Velocidad de crecimiento estatural normal y
maduración esquelética acorde a la edad cronológica
- Desarrollo de la pubertad en la edad adecuada
- Peso corporal apropiado para la edad
En adolescentes
- Ciclos menstruales regulares
- Prevención de la progresión del hirsutismo y
acné
- Preservación de la fertilidad
– Recomendamos iniciar tratamiento en niños y
niñas prepuberales con pubarca precoz asociada
a aceleración de la edad ósea o progresión rápida
de la pubertad (1/⊕⊕OO).
– Recomendamos tratar a las adolescentes con
signos claros de hiperandrogenismo. (2/⊕⊕OO).
– Recomendamos tratar a los varones con tumores
de restos adrenales testiculares (1/⊕⊕OO).
– Recomendamos no tratar a individuos asintomáticos y sin comorbilidades asociadas. (1/⊕⊕OO).
– En los pacientes que lo requieran en etapa
prepuberal, recomendamos tratamiento corticoideo con hidrocortisona. En la postpubertad
se pueden indicar dexametasona, prednisona o
prednisolona (1/⊕⊕OO).
– Sugerimos que a los pacientes previamente
tratados por HSC-NC, se les ofrezca la opción
de discontinuar el tratamiento en caso de que
los síntomas se resuelvan (2/⊕⊕OO).
Guías FASEN
Recomendamos en pacientes con HSC-NC y
síntomas de hiperandrogenismo y/o infertilidad, el
tratamiento con hidrocortisona (1/⊕⊕OO).
Recomendamos que, en el caso de embarazo, las
pacientes tratadas continúen con su tratamiento
durante la gestación para evitar posibles pérdidas
fetales. El tratamiento con glucocorticoides debe
ser individualizado y las dosis ajustadas a los síntomas y signos ante una eventual insuficiencia de
cortisol (1/⊕⊕OO).
Evidencias
El tratamiento convencional es la terapia glucocorticoidea, indicado para evitar consecuencias
a largo plazo como baja talla, disminución de la
densidad mineral ósea, disfunción gonadal e infertilidad debido al hiperandrogenismo(3,89-91). En
la etapa prepuberal, el corticoide de elección es la
hidrocortisona, ya que su vida media más corta
minimiza los efectos adversos de otros glucocorticoides de mayor potencia y duración de efecto.
La dosis sugerida es de 6 a 15 mg/m2 de superficie
corporal/día, fraccionada en tres tomas(10).
Distintos autores han publicado que el tratamiento con glucocorticoides iniciado tempranamente mejora la talla adulta(3,9,10,12,92,93). Debe tenerse en cuenta que, en el caso en que la terapia de la
HSC-NC esté indicada, los glucocorticoides deben
iniciarse y mantenerse a la menor dosis posible.
Los datos son insuficientes en cuanto a la
recomendación de mayores dosis matutinas o
nocturnas. Algunos autores sugieren que las dosis
matutinas o vespertinas mayores son equivalentes
en lo que respecta al control de la enfermedad, el
sueño y la actividad diurna(94). Sin embargo, otros
aseveran que la dosis matutina debe ser más alta
para inhibir el pico de 17OHP que se produce en
las primeras horas de la mañana(95).
Completado el crecimiento, de ser necesario
mantener el tratamiento, se puede continuar con
hidrocortisona o cambiar a corticoides de larga
duración como dexametasona a dosis bajas (de
0,25 a 0,5 mg) en una sola toma nocturna o metilprednisona en dosis de 2 a 4 mg/día repartida
en dos tomas(88). De todos modos, no existen evidencias concluyentes sobre las ventajas del uso de
diferentes glucocorticoides. En el caso particular
de los varones con restos adrenales testiculares,
estos pacientes requerirían una dosis más alta de
dexametasona para supresión de ACTH(96,97).
Está demostrado que el tratamiento glucocorticoideo regulariza los ciclos menstruales en
133
un alto porcentaje de pacientes(98). Sin embargo,
la mejoría del hirsutismo, acné y/o alopecía es
difícil de alcanzar con la monoterapia con glucocorticoides. En estos casos, en los varones, puede
indicarse un antiandrógeno (acetato de ciproterona
o finasteride). En las mujeres pueden emplearse
anticonceptivos orales con antiandrógenos(99). En
caso en que se haya indicado solo un antiandrógeno
y el cuadro de hiperandrogenismo sea refractario,
puede asociarse el tratamiento glucocorticoideo.
En adolescentes con HSC-NC que estuvieran
recibiendo glucocorticoides, el agregado de anticonceptivos orales o antiandrógenos podría permitir
el uso de dosis más bajas de glucocorticoides(10).
Aunque el tratamiento con anticonceptivos orales
exclusivamente puede ser suficiente en las mujeres oligomenorreicas, acnéicas o con hirsutismo
leve(28), el tratamiento con glucocorticoides, en
ellas, disminuye el riesgo de anovulación extrema(68).
La alteración de la fertilidad es leve en mujeres con HSC-NC, sin embargo, la tasa de abortos
es menor en embarazadas bajo tratamiento con
glucocorticoides y constituye un argumento para
tratar las pacientes con HSC-NC que desean un
embarazo(46,68).
Existe escasa experiencia documentada sobre
aspectos de la fertilidad en adolescentes con
HSC-NC, ya que los trabajos publicados evalúan,
habitualmente, pacientes de mayor edad. Algunas
mujeres con dificultades para concebir, lo hicieron
después del tratamiento con glucocorticoides. En
un estudio croata, el análisis molecular de las
mujeres que lograron embarazo sin tratamiento,
no mostró correlación entre fertilidad y genotipo,
aunque el 50 % fueron homocigotas para la mutación leve del exón 7(100).
En una cohorte de 190 pacientes con HSC-NC,
el 12 % presentaban infertilidad. La hidrocortisona
mostró ser adecuada para el tratamiento, reduciendo la incidencia de abortos espontáneos(68). La dexametasona y otros esteroides que no son inactivados
por la enzima 11β-hidroxiesteroide deshidrogenasa
tipo 2, no deberían ser usados para tratar mujeres
embarazadas afectadas de HSC-NC(26). Los datos
publicados en relación a las recomendaciones
para el manejo de las dosis de glucocorticoides en
formas clásicas y no clásicas son empíricos y no
aceptados ampliamente. Sin embargo, durante el
trabajo de parto y el alumbramiento se recomienda
administrar dosis de estrés de glucocorticoides.
Las pacientes gestantes con HSC-NC tratadas
134
deben ser monitoreadas para determinar riesgos
eventuales de una diabetes gestacional(101).
En todos los casos, para el control del tratamiento, si bien se dosan la 17OHP, androstenediona y
testosterona, la meta es mantener dentro del rango
adecuado para la edad las últimas dos, ya que la
normalización de la 17OHP indica, habitualmente,
exceso de dosis de glucocorticoides, lo cual puede
ocasionar supresión del crecimiento, obesidad u
otros signos de Síndrome de Cushing. Aun con
dosis adecuadas, se han descripto signos de Cushing iatrogénico como aumento de peso, estrías
pigmentadas y osteopenia.
El seguimiento en los pacientes bajo tratamiento incluye evaluación de tensión arterial, peso y dosajes hormonales de andrógenos. Para el monitoreo
periódico, un grupo alemán sugiere controlar a los
adolescentes y adultos jóvenes dos veces por año
para evitar complicaciones del tratamiento. La hoja
de chequeo incluye: datos personales, tipo de medicación, dosis, horarios de toma e interrogatorio
sobre el cumplimiento adecuado de la medicación,
antecedentes de crisis adrenal, cambios en el peso,
características de los ciclos menstruales y otras
enfermedades coexistentes(102).
El examen físico debe incluir medición de talla,
peso y velocidad de crecimiento en prepúberes y,
en todos los casos, tensión arterial, valoración de
la evolución del hirsutismo, acné, seborrea y control del volumen testicular en los varones. Deben
pesquisarse también, estrías de aparición brusca
sin cambios de peso y facies o hábito cushingoide.
En cuanto a la función de la médula adrenal, existe
baja evidencia acerca de la adecuada secreción de
adrenalina en pacientes con HSC-NC no tratada,
mientras que los pacientes tratados con glucocorticoides, poseen una menor reserva de adrenalina
y una menor respuesta de la misma al ejercicio
intenso y corto. El tratamiento corticoideo contribuiría con este fenómeno, mediante la supresión
del cortisol endógeno, que en condiciones normales
interactúa con la médula adrenal mediante modulación de las enzimas encargadas de la síntesis de
noradrenalina. Se desconocen aún las implicancias
clínicas de este hallazgo(41).
En varones, no hay evidencias contundentes
sobre la necesidad de suspensión o continuidad
del tratamiento una vez finalizada la pubertad.
Se podría continuar en caso de acné persistente
importante, TARTs (para evitar su crecimiento
y afectación de futura fertilidad), y en trastornos
severos de conducta y/o ansiedad(103).
RAEM 2013. Vol 50

Nº 2
La mayoría de los pacientes con HSC-NC no tratada presentan una adecuada respuesta al estrés,
aunque algunos trabajos demostraron respuesta
subóptima al test de ACTH. Por lo tanto, estos últimos y todos los individuos con terapia corticoidea,
deben llevar una constancia con el diagnóstico de
insuficiencia suprarrenal y pautas antiestrés: En
caso de estrés leve, deben duplicar la dosis habitual
y, ante estrés grave, deben recibir tratamiento parenteral, al igual que cuando la vía oral no fuera la
adecuada. Para situaciones de emergencia, la dosis
empírica de estrés es 40-60 mg/m2/día en niños y
de 100 mg/IV o IM en adolescentes.
E. OTRAS CONSIDERACIONES
Desarrollo de Género en HSC-NC
Sugerimos brindar asistencia psicológica a pacientes con HSC-NC de ambos sexos, presuntivamente
expuestos a niveles androgénicos elevados en el
período prenatal, sumados a los efectos de los andrógenos en la vida postnatal (2/⊕OOO)
Evidencia
Recientes estudios muestran leves, pero significativos incrementos en la masculinización/
desfeminización en pacientes con HSC-NC. Estos
aspectos de la conducta relacionados con el género, se han descripto, aunque en menor grado
que los reportados en mujeres con deficiencia
de 21-hidroxilasa clásica(104). De modo similar,
algunas publicaciones muestran en mujeres con
HSC-NC, una orientación bisexual u homosexual
incrementada(100). Han sido descriptas conductas
de masculinización/desfeminización más pronunciadas en pacientes con HSC con pérdida salina,
menores pero claramente demostrables en la forma
virilizante simple y sugeridas pero cuestionables en
mujeres con HSC-NC(105). La orientación bisexual
y homosexual se ha reportado incrementada en
mujeres con formas NC respecto a controles normales, probablemente relacionadas con el grado
de androgenización prenatal e iguales efectos postnatales leves pero persistentes(106,107). Valoraciones
clínicas cualitativas retrospectivas en pacientes
con HSC-NC revelaron estrés social relacionado
con sus experiencias pretratamiento debido a los
signos de hiperandrogenismo, tales como acné,
hirsutismo y dificultades concepcionales, ya que
a diferencia de las formas clásicas estas pacientes
no son tratadas desde el nacimiento y, a menudo,
permanecen sin diagnóstico por varios años(28).
Guías FASEN
Contrariamente a lo expuesto, se ha descripto que
el funcionamiento sexual en mujeres con HSC-NC
no difiere del observado en controles no afectadas
y que por lo contrario, presenta diferencias significativas respecto a las pacientes con HSC clásica(107).
Otras Consideraciones terapéuticas
Los niños con HSC-NC con aceleración de edad
ósea, tratados con análogos de GnRH pueden
alcanzar su talla objetivo genética cuando el tratamiento comienza antes de los 12 años de EO(108,109).
Se sugiere indicar tratamiento con Hormona de
Crecimiento asociada o no con análogos de GnRH
para mejorar la talla, únicamente dentro del contexto de Protocolos de Investigación.
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