DISCURSO DE COMIENZO DE AÑO Cada vez hay más puentes rotos. Y esto no es una llamada de atención a nuestros ingenieros civiles. Es una constatación. Los puentes entre los que tienen acceso al conocimiento y la educación de calidad y los que no tienen ese acceso están rotos, los puentes entre los que trabajan y los que ya no lo harán, los puentes entre incluidos y excluidos del sistema, los puentes entre ricos y pobres. Esos puentes están o resquebrajaos peligrosamente o rotos. Para peor el desconocimiento y el miedo hace que además levantemos muros para protegernos: los ricos de los pobres, los que tienen acceso de los que no lo tienen, los muros del prejuicio por un lado y los muros del resentimiento y el deseo de revancha desde el otro lado. A fuerza de mirar la vida desde nuestros propios muros pensamos que ese es el único mundo, y eso nos ciega. Por eso nuestra misión como universidad de Inspiración Cristiana y de la Compañía de Jesús es volver a construir puentes y derribar muros. Construir puentes para que el conocimiento –o al menos sus consecuencias prácticasllegue a los que no tienen acceso, a los desfavorecidos, los excluidos. Para que los problemas de los que no pueden acceder a la universidad accedan a nuestras aulas y laboratorios, para poder ayudar a crear una sociedad un poco más justa. Creemos los jesuitas y quienes colaboran con nosotros, que la Fe, la fe verdadera, va inseparablemente unida a la búsqueda de la Justicia como la comprendió Jesús. Ustedes y sus familias han confiado en nosotros, universidad jesuita. De hecho además de su confianza, hacen una fuerte inversión económica. Eso significa que esperan de nosotros no sólo un título sino que cumplamos nuestra misión: formarlos integralmente como personas profesionales, competentes y con sentido social. Es decir capaces de construir puentes y derribar muros. Capaces de derribar el muro que dice que uno debe dedicarse a hacer dinero, preocuparse únicamente por lo suyo y listo; para construir un puente entre la propia profesión y los más necesitados de lo que su profesión puede brindarles. Por eso estamos desde el año pasado desarrollando programas de incentivo para proyectos de Responsabilidad Social Universitaria. Hay más de 20 cátedras, de diversas facultades involucradas en este esfuerzo de unir academia y resolución de problemas sociales. Haciendo que algunos de los aprendizajes sean en la práctica en comunidades necesitadas, para aprender no sólo una asignatura, sino aprender de los pobres cómo hacer que nuestra profesión tenga un sentido más humano y social. En investigación –la UCC invierte mucho dinero en producir conocimiento- hemos optado por apoyar proyectos que estén de acuerdo con las áreas problemas sensibles: Marginación, discriminación y derechos humanos; desarrollo sustentable; salud de la población; políticas públicas y económicas, y tecnologías aplicadas. Queremos que nuestra investigación –básica y aplicada- sea también para generar conocimientos que cumplan con su función social. Ustedes –los alumnos nuevos- comienzan a transitar su carrera en la UCC esperamos que se sientan felices en esta casa, tratados como personas, y formados para ser personas competentes y capaces de ayudar a los que más necesitan, Constructores de puentes, derribando los muros del desconocimiento, la desconfianza y el miedo, que hace que tildemos a los que están en los márgenes con apelativos prejuiciosos, injustos y poco caritativos. Espero que lo que aprendan aquí les ayude a construir sus vidas, a ser mejores en lo suyo, a poder vivir también dignamente del fruto de su esfuerzo. A los docentes les doy la bienvenida y los animo a continuar en este proceso, a animarse los que aún dudan, a preguntarse ¿qué puedo hacer para que lo que enseño marque la diferencia? A nuestros investigadores: buscamos el conocimiento por si mismo, ciertamente, buscamos crear conocimiento de calidad, lo necesitamos, argentina lo necesita. Pero necesitamos también que ustedes construyan puentes para que las consecuencias prácticas de ese conocimiento lleguen a quienes más lo necesitan, que derribemos el muro del prurito académico que separa asépticamente ciencia de compromiso social, porque ese muro no nos ha hecho mejores. No ha logrado una argentina más justa. A nuestro personal administrativo le doy la bienvenida. Queremos continuar caminando juntos un proceso de mayor capacitación y formación permanente para que ustedes puedan cumplir su importante misión. También ustedes construyen puentes internos: ente alumnos y docentes, entre directivos y docente y alumnos. A los directivos también les doy la bienvenida y los animo a continuar liderando estos procesos de construcción de puentes y derribar muros, desde la gestión de cada día y desde la autoridad moral de sus vidas, que siempre es el ejemplo más importante. Gracias por su compromiso. En este mismo acto, hacemos entrega de una distinción a la trayectoria de un profesor de la Casa. Un profesor, como el Ingeniero Pedri que ha dejado su vida aquí y ha dado vida, a ejemplo del Maestro que no vino a ser servido sino a servir. Queremos reconocerlo hoy, cuando las jóvenes generaciones ingresan a la Universidad para simbolizar otro puente necesario: entre la experiencia y el aprendizaje; entre la historia y la promesa. El Ingeniero ya ha escrito una historia, ustedes, los que hoy ingresan son pura promesa. Vienen con sus historias personales, pero irán redactando con sus vidas y su transito por aquí su historia académica y profesional el día de mañana. Nada se improvisa. Prepárense a conciencia, a veces no hay segundas oportunidades. Adiós y Bienvenida se juntan hoy. Gracias Ingeniero, su vida y su esfuerzo quedan en nuestras vidas, en las paredes de la facultad de Ingeniería y de la Universidad, y en el corazón de tantos alumnos, docentes, jesuitas y ex alumnos. A todos Ustedes les doy la bienvenida a la UCC al comienzo de este año académico, para que sigamos construyendo una universidad más cristiana y más jesuita. Es decir una universidad que forme personas muy bien preparadas académica y humanamente para hacer un mundo un poco más justo, para todos. Un mundo donde más puentes sean posibles. Rafael Velasco, sj Rector