la gaceta de sanidad militar.

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LA GACETA DE SANIDAD MILITAR.
Madrid 10 de Setiembre de 1875.
AGUAS MINERO-MEDICINALES, w
(Continuación.)
Infección palustre. Malaria. La infección palustre en sus principios no
presenta lesión anatómica apreciable ; pero cuando es antigua la tiene característica en el infarto del bazo , con exudación plasmática y consiguiente induración , ó con focos homorrágicos. Con la hipertrofia esplénica coincide la
discrasia de la sangre, que por consecui^ncia de la consunción febril ha perdido parte do los glóbulos rojos y de la albúmina, y que por las lesiones del hígado , ganglios ünfáticos y quilíferos ha aumentado la proporción de glóbulos blancos. En la caquexia palustre, la ascitis y los edemas son debidos al
infarto del bazo, á la hipertrofia del hígado , á Is, inflltracioo renal ó á la nefritis parenquiniatosa, y al reblandecimiento de la mucosa intestinal.
Mr. Pleury ha fijado en términos claros y precisos el tratamiento de la infección palustre bajo la forma de fiebre intermitente y de caquexia consecutiva por medio de los procedimienlos hidroterápi'cos. Pero las aguas minerales" tienen aplicación especial en la curación de las lesiones anatómicas y
desarreglos funcionales que subsiguen á las fiebres periódicas. Los infartos
hepato-esplénicos con insuficiencia de las facultades digestivas, se tratarán
con las aguas alcalinas; la plétora abdominal se corregirá con las cloruradas
sódicas en bebida como resolutivas ; y la cloro-anemia, que anatómicamente
caracteriza en la sangre la caquexia palúdica, deberá modificarse bajo la influencia reconstitutiva de las aguas ferruginosas.
ALTERACIONES DE I.A SANGRE. Anemia. — CloTosis.— Leucocitemia. La sangre
experimenta alteraciones cuantitativas , relativamente á s u masa; y cualitativas, respecto de cada uno de los elementos que entran en su composición.
El aumeuto de la sangre en su masa total ha recibido el nombre de plétora,
polieniia , que puede ser arterial, venosa ó capilar : su disminución , el de
hipemia por Andral, pero el más común y aceptado, aunque no el más propio , es el de anemia. Los elementos que componen este fluido son susceptibles de variar en la cantidad que normalmente están contenidos en é l , pudiendo también adquirir otros extraños á su propia n^uralezá.^-'
El aumento de la fibrina , hiperinosis, es debido á m absorción de aquella
sustancia depositada en el tejido durante el período de irritación nutritiva de
la inflamación. Su disminución procede de insuficiencia en la reparación de
este elemento orgánico, mala alimentación ; carnes saladas y en ^arte descompuestas , abuso de bebidas alcohólicas , ó excesivo consumo que hace la
(1)
Véanse las páginas 292 , 321 , 393 y 451.
TOMO I.
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economía por fatigas prolongadas, persistencia del calor atmosférico en países cálidos y pantanosos etc. Sin embargo, no debe confundirse la disminución
de la fibrina con la falta de coagulabilldad que adquiere bajo la influencia del
mercurio y sus preparados , en presencia de los alcalinos y en particular del
carbonato sódico , ó mezclada con el pus. Estos datos justifican el modo de acción especial de los compuestos hidrargíricos, oponiéndose á la coagulación de
la fibrina en el primer período de la inflamación ó de irritación nutritiva; y
el de los alcalinos que facilitan la absorción de los coágulos flbrinosos en vía
de formación de nuevos tejidos , disolviéndolos en el último período de retroceso 6 de regresión del proceso inflamatorio.
A la anemia acompaña casi siempre un exceso de agua ó serosidad llamada hidroemia. La disminución y alteración de los glóbulos rojos constituye la
clorosis, asi como el exceso de glóbulos blancos la leucocitemia. La serosidad
de la sangre tiene exceso de albúmina consecutiva á la congestión renal en
la albuminuria; de materia glicogena ó glucosa en la diabetes , de ácido úrico en el reumatismo y la gota'. Puede asimismo estar emulsionada con mayor
cantidad de materias grasas procedentes de la absorción de células mortificadas y contener cuerpos extraños como el pus, y hasta helmintos.
Anemia. La patogenia de esta discrasia puede resumirse: en pérdidas directas de sangre por hemorragias ; ó indirectas por falta de reparación de sus
elementos esenciales, privación de alimentos , estados morbosos de las vías
digestivas , excitación general del sistema nervioso , enfermedades orgánicas
de los aparatos digestivo, respiratorio , etc. Palidez general del tegumento y
de las mucosas , enflaquecimiento, sequedad de todas las superficies, disminución de las secreciones , constipación , apirexia, debilidad muscular ; tal es
el síndrome de dicho estado general. Las pérdidas repentinas de sangre producen síncopes , convulsiones y hasta la muerte; las repetidas perturban el
sistema nervioso, y determinan la anestesia de los sentidos, ceguera, anafrodisia. etc.
Clorosis. Anemia globular esencial, resultado del consumo exagerado de
las células sanguíneas ó de su insuficiente reparación. Según Jaccoud, el carácter anatómico distintivo de la clorosis no es sólo la disminución de los glóbulos rojos, sino que en cada uno de estos está disminuida la hemoglobina,
único principio orgánico que contiene el hierro y que fija el oxígeno en la
sangre. De la disminución constante de la Aemo^Zofrína resulta la insuficiencia de la hematósis pulmonar é intersticial, la perturbación funcional de los
órganos, la pajidez y el decaimiento nutritivo de todos los tejidos. Como consecuencia deijte estado general, se observan el predominio del sistema nervioso sobre el sanguínib, las palpitaciones de corazón, ruidos arteriales,
neuralgias , dispepsias, gastralgias , fatiga muscular y frecuentes anomalías
de las funciones de la ovulación en el bello sexo.
Leucocitemia. Caracteriza esta discrasia el aumento morboso y permanente de los glóbulos blancos de la sangre. Su origen debe buscarse en las enfermedades del aparato quilopoyético , bazo, ganglios linfáticos y quilíferos : de
donde procede la división natural de la leucocitemia en espléhica, ganglionar,
y mesentérica ó intestinal. El exudado que se deposita en el primer período
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de la inflamación de estéis partes, ó sea en el de irritación funcional primero y
nutritiva después, da origen á células de nueva formación iguales á las del tejido inflamado , hiperplasia, que absorbidas aumentan la cantidad de glóbulos blancos que en estado normal contiene la sangre , leucocitemia. Estos glóbulos , destinados á convertirse en rojos al adquirir la hemoglobina , dejan
de sufrir dicha transformación, con lo que estos últimos aparecen en menos
cantidad relativa. También los glóbulos blancos en el período de regresión,
pierden á veces su vitalidad y testura convirtiéndose en células grasicntas ó
golillas de grasa. Las formas patológicas de esta discrasia son , pues , el infarto de los ganglios linfáticos del cuello, axila, ingle , de los bronquios, del
mesenterio : el aumento de volumen considerable del bazo, del hígado; los
edemas é hidropesías por compresión y la caquexia leucémica. Los infartos
ganglionares y esplénicos distinguen la leucocitemia de la anemia y de la clorosis ; el examen microscópico de la sangre, revelando las enormes cantidades de glóbulos blancos, separa la leucemia de la caquexia palustre, y de la
adenia de Trousgeau , falsa leucemia ó linfadenomas múltiples de Hodgkin y
Wunderlich, en la que el síndrome patológico es igual al de la leucocitemia
ganglionar ,'pero fáltala discrasia leucémica.
La acción de las aguas minero-medicinales en el tratamiento de estas alteraciones de la sangre es directa y general, extendiéndose á todas las partes
del organismo. Sin embargo . la disminución de la fibrina en la anemia y la
clorosis , sólo se repara con sustancias analépticas ; la del hierro en la hemoglobina de la sangre de los cloróticos, y para la transformación de los glóbulos
blancos en rojos de la de los leucémicos, sólo se compensa y verifica con el uso
de los preparados marciales, que con tanta profusión existen en las aguas ferruginosas, carbonatadas, sulfatadas y crenatadas ; el aire puro de las montañas ricamente cargado de oxígeno, anima la hematósis pulmonar: el calórico , el lumínico y la electricidad, fluidos imponderables que , reunidos en un
rayo de sol, nos ofrece abundosa la naturaleza en nuestros países excitan las
funciones de la piel y las combustiones orgánicas; y el ejercicio muscular,
que al aumentar la irritación funcional de los órganos, promueve la hematósis intersticial y la nutrición, y con ellas las absorciones venosa y linfática,
regularizando el círculo sanguíneo y restableciendo las secreciones ; son los
medios generales tónicos y reconstituyentes, que devuelven á la sangre discrásica su normalidadfisiológicay evitan el estado caquéctico, precursor fatídico
de la muerte, que no siempre es dado conseguir en la leucocitemia.
ENFERMEDADES LOCALES.
SISTEMA NERVIOSO. Parálisis. Se comprenden con esta denominación la
hemiplejía y la paraplejia: dependiente de alguna lesión orgánica del cerebro
ó cerebelo la primera , y consecutiva á lesiones anatómicas ó alteraciones funcionales de la médula espinal la segunda.
Conviene fijar la patogenia y carácter anatómico de la hemiplejía, á fin de
establecer el tratamiento hidro-mineral conveniente. Por punto general, la
medicación hidrológica es tanto más segura en sus efectos, cuanto que las en-
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fermedades locales crónicas son dependientes de un estado constitucional Ó
diatésico: así que , en las hemiplejías causadas por la sífilis, histeria, clorosis, reumatismo, etc. puede conseguirse algún resultado empleando la
oportuna medicación termal; pero no sucede lo propio con las parálisis que
siguen á la apoplejía. La causa inmediata más común de la parálisis es la lesión profunda de los centros nerviosos, en que las fibras de tan delicado tejido se han roto por hemorragia cerebral, por reblandecimiento inflamatorio ó
por traumatismo, quedando de esta suerte interrumpida la comunicación entre
el centro perceptor, órgano de la volición, y los cordones nerviosos que le trasmiten las impresiones del exterior ó comunican las determinaciones de la voluntad. Pero en los casos citados, la rotura de las fibras nerviosas es consecuencia de una irritación nutritiva, que da lugar , además de la fluxión, á la
hemorragia capilar. Una y otra pueden ser más ó monos extensas impidiendo
á las fibras medulares íntegras sus funciones propias ; pero como son susceptibles de absorción los glóbulos de la sangre salidos de sus conductos naturales y hasta la exudación plasmática depositada en el punto irritado, se comprende la posibilidad de que recobren su acción las fibras nerviosas contiguas
á las que sufrieron lesión en su continuidad. En el período de retroceso ó de
regresión están indicadas-las aguas minerales; pero no hay conformidad entre
los hidrólogos respecto á la oportunidad de su empleo , f)uesto que los señores
Rfignault, Gaillet y Bret, se inclinan al uso inmediato del tralaniiento mineral, mientras que los Sres Renard y Villaut condenan do un modo explícito y
terminante aquella práctica. Entre ambas opiniones, Durand-Fardel ha establecido la regla siguiente : El Iralamienio termal está indicado cuando áconsecuencia de la apoplejía, la marcha de los síntomas anuncia que la lesión cerebral está en vías de retroceso ó de reparación ; y sobre todo , cuando á la
desaparición de aquella lesión material, sigue un estado de torpeza en la a c - '
cion del mismo cerebro ó en la de los nervios considerados como medios de
transmisión, ya se distribuyan en los músculos , ya formen parte de las ramificaciones nerviosas sensibles.
Las aguas especiales en el tratamiento de la hemiplejía son las cloruradas
sódicas, por ser más resolutivas que excitantes; debiendo usarse con preferencia alas sulfurosas, más excitantes del sistema nervioso que resolutivas.
Los procedimientos balneoferápicos tienen importancia capital en esta enfermedad , y el tratamiento debe adoptarse prefiriendo las aguas cloruradas sódicas , usadas en bebida para aprovechar su acción purgante , baños templados y moderado uso de los de chorro.
Es carácter distintivo de la paraplejia depender de alteraciones funcionales de la médula sin lesión apreciable ; cuando existe no puede apreciarse si
la lesión reside en su tejido 6 en los cordones nerviosos que de ella salen. Si el
tratamiento de la hemiplejía es sintomático , el de la paraplejia es etiológico ó patogénico, no habiéndose formulado tratamiento especial para las lesior
nes orgánicas de la médula. En las paraplejias reumáticas están indicadas
aguas poco mineralizadas y muy calientes; en las histéricas , aguas poco activas ; en las por intoxicación saturnina, mercurial, etc. aguas sulfurosas ó
cloruradas de alta temperatura.
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Atrofia muscular progresiva. La condición anatómica y patogénica de esta
enfermedad es la lesión del sistema nervioso simpático que preside á la nutrición de los músculos. Sabido es que los cordones nerviosos se componen de
filetes motores y sensitivos para el movimiento y la sensibilidad, así como de
filetes simpáticos para mantener y regularizar la nutrición. La parálisis de los
filetes procedentes del sistema nervioso ganglionar ó simpático determina la
atrofia de los músculos sin perder éstos su facultad contráctil. Suele empezar
la atrofia por los músculos del brazo derecho , especialmente de la mano, sigfuiendo los del antebrazo ,'deltoides , etc. y en las extremidades inferiores
por los del pié, pierna y muslo. Cuando la atrofia alcanza á músculos diversos, es causa de deformaciones, actitudes viciosas y desórdenes del movimiento. Los elementos para su diagnóstico son: relación cronológica de la atrofia
con la impotencia muscular ; distribución de las atrofias sin causa apreciable
y sin orden de ninguna especie ; y su desarrollo espontáneo, y carácter progresivo de los accidentes.
Pocos han .sido hasta el presente los medios generales apropiados para devolver al sistema nervioso ganglionar su vitalidad. pero la hidrología cuenta algunas curaciones con el uso de los enlodados, ó baños de lodo, de los
manantiales sulfurosos, y con el empleo de baños de la misma clase á fuertes
temperaturas por ser los más excitantes. Tenemos á la vista varias memorias
sobre el servicio del establecimiento balneario-militar de Acqui, Italia (1),
en las que constan algunos casos de curación, si bien en otros fueron impotentes no sólo el uso de las aguas minerales, sino la hidroterapia , el masaje,
la electricidad , etc. que se han puesto eu juego sucesivamente.
Neurosis de los nervios periféricos. Las alteraciones funcionales de los filetes nerviosos destinados al movimiento y á la sensibilidad, constituyen las
neurosis de los nervios periféricos, variando según que s'i.excitabilidad sea
exagerada ó esté abolid i. La exageración de la sehsibilidad ó hiperestesia caracterizada por el dolor, constituye la neuralgia del trigémino, cérvicooccipital, cérvico-braquial, etc. La abolición de la sensibilidad ó anestesia del
trigémino , del nervio óptico , del acústico , ets. La exageración del movimiento ó hipeikinesia del facial, tic convulsivo, contractura esencial de las
extremidades. La abolición del movimiento ó akinesia , parálisis del facial , etc. Las indicaciones para el tratamiento de las neurosis deben buscarse
en su patogenia. Por regla general son modificaciones intrínsecas ó primitivas
de la excitabilidad del nervio en un punto cualquiera de su trayecto desde su
núcleo gris de origen hasta sus espansiones terminales , neurosis esenciales;
dependen de lesiones extrínsecas que obran directa ó indirectamente por acción reflexa; ó proceden de ciertos estados constitucionales que modifican la
excitabilidad nerviosa por intermedio de discrasias de la sangre , neurosis secundarias ó simpáticas, y diatésicas. En las neurosis espontáneas ó esenciales
las aguas minerales apenas tienen más uso que como medios higiénicos; en
las sostenidas por la clorosis y anemia se usarán los baños de mar, las aguas
(1) Gioraale de Medicine mUtture.—'Roma,
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ferruginosas; en las simpáticas de una dispepsia habitual, de plétora venosa
-abdominal, de hemorroides , etc. ó procedentes de las discrasias reumática,
gotosa, herpética, sifilítica etc. , se modificarán á beneficio de los tratamientos antes detallados para dichos estados constitucionales y diatésicos.
APARATO RESPIRATORIO. Laringitis.—La. patogenia de esta inflamación comprende el paso del estado agudo al crónico, y su cronicidad primitiva dependiente de las diátesis sifilítica y tuberculosa. Laprimera, ó laringitis catarral,
puede afectar dos formas : la mucosa está engrosada de un modo uniforme y
raras veces reblandecida, —laringitis hipertrófica;—óbien las glándulas están
•engrosadas y tumefactas por proliferación de las células epiteliales , dando
•aspecto rugoso y desigual á la mucosa, — laringitis granulosa. Esta última
suele ir acompañada de cierto estado herpético que se confunde con el elemento catarral. En ambas formas, la eliminación délos productos inflamatorios depositados en la superficie de la mucosa puede dejar pérdida de sustancia, ó ulceración.
En las laringitis por causa interna , la sifilítica se presenta en su primer
período como una roseóla: en el segundo , en forma de placas mucosas; y en
el tercero, de ulceraciones. La laringitis tuberculosa empieza por un eritema;
la exudación inflamatoria se verifica en la superficie y en el espesor del epitelio, la eliminación de estos productos y la supuración de las glándulas determina ulceraciones y el edema. Las ulceraciones sifilíticas suelen hallarse al
rededor de la epiglotis; las tuberculosas orupan casi siempre las cuerdas wcales inferiores y la superficie interna del cartílago aritenoides.
Catarro bronquial. Las causas esternas y accidentales provocan el catarro agudo, que puede pasar al estado crónico ; las internas y constitucionales
desde luego lo constituyen bajo la forma crónica. La mucosa está engrosada y
reblandecida , los vasos dilatados yflexuosos, y las glándulas hipertrofiadas;los bronquios han perdido su elasticidad, se distienden y permanecen en tal
estado definitivamente: de aquí la dilatación bronquial; según la cantidad y
calidad de las secreciones , el catarro mucoso da un líquido más ó menos
abundante , de aspecto puriforme , con gran copia de células jóvenes ó granulosas, que coincide casi siempre con la dilalacion bronquial; el catarro pituitoso ó broncorrea segrega un líquido viarcoso , incoloro, parecido á la yema de
huevo sin células de nueva formación, fijándose al parecer sólo en las glándulas de la mucosa ; el catarro seco se distingue por la escasa secreción de un
humor anacarado , semitransparente , observándose cuando la lesión dominante es la tumefacción del tejido mucoso con obturación bronquial.
Asma. Simple neurosis del aparato respiratorio, casi siempre va unido al
catarro bronquial como elemento neuropático. Puede también proceder, como
aquel, de alteraciones,orgánicas del corazón, acompañar al enfisema ó á la dilatación bronquial, y depender de las discrasias herpética, reumática ó gotosa.
Las aguas sulfurosas son las indicadas , como medicación especial, en el
tratamiento de las afecciones catarrales del aparato respiratorio. Su modo de
acción consiste : 1.°, en ser excitantes de las funciones de la piel-y en general
de los sistemas nervioso y vascular; 2.°, en promover cierta irritación sustitutiva en la mucosa laringo-bronquial que acelera la resolución ó regresión de
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las hipertrofias glandulares, la cicatrización de las ulceraciones y la absorción
de la serosidad exosmótica; y 3.°, en tener acción directa sobre las discrasias
herpética, reumática y gotosa que suelen sostener los catarros de las vías
aéreas. Después de las aguas sulfurosas se han indicado también las bicarbonatadas sódicas en baños , porque , según Bertrand, aumentan la energía del
tejido cutáneo restableciendo sus funciones, circunstancia muy importante
en vista de la íntima correlación funcional que existe entre la piel y la mucosa
pulmonar. En la laringitis granulosa deben usarse las aguas sulfurosas en bebida, en gargarismo y en inhalaciones. En las ulcerosas, cualquiera que sea
su procedencia, está indica.da. la medicación tópica enérgica con proyección
de aguas sulfurosas ó de soluciones medicinales reducjdas á un extremo de
división por medio de aparatos convenientes, llamados pulverizadores. El
mismo tratamiento del catarro se aplica al asma cuando le acompaña: pero
Mr. Niepce distingue la inhalación de vapores sulfhídricos en el asma seco, de
los gaseosos fríos en el húmedo. Mr. Goin empleó con excelente resultado las
inhalaciones de ácido carbónico en el asma, cuya apreciación confirme Durand-Fardel.
Tisis tuberculosa. El desarrollo espontáneo de granulaciones de estructura
célulo-nuclear incapaces de organización , constituye la tuberculosis (f diátesis tuberculosa, que puede localizarse en las meninges, en el pulmón, en el
peritoneo , etc.
La tuberculosis pulmonar, ó tisis tuberculosa, puede afectar dos formas:
la miliar ó aguda sin ulceraciones, y la común ó ulcerosa. En la evolución del
tubérculo se aprecian tres estadios ó períodos: en el primero se desarrollan las
granulaciones características en el vértice de uno ó de ambos pulmones : en
el segundo, las granulaciones se atrofian ó experimentan la transformación
grasicnta, tubérculo amarillo; en el tercero sobreviene el reblandecimiento y
la ulceración del tejido en que se han desarrollado. La ulceración del pulmón
no siempre depende de la tuberculosis; puede también determinarla la neumonía fibrinosa, y conviene distinguir dos clases de tisis ó ulceraciones del
pulmón: la tisis tuberculosa y la tisis neumónica ó caseosa.
Los tubérculos pueden veriñcar su aparición primitiva en el tejido pulmonar y extenderse después á los bronquios, tráquea y laringe , bajo la forma
ulcerosa, que es la que afectan también en la mucosa gastro-entérica. En el
período de regresión ó de reparación. el tubérculo puede atrofiarse y transformarse en grasa, ó caseificación, y también cretiflcarse por la deposición de
sales calcáreas, previa absorción de los materiales^rgánicos.
Estas sencillas nociones anatomo-patológicas permiten considerar en latísis tres puntos principales para establecer el tratamiento hidro-termal. 4.* la
diátesis tuberculosa ; 2." los tubérculos productos de aquella, que desarrollan
fenómenos morbosos propios de la evolución que experimentan; y 3.° catarro
bronquial y demás alteraciones del tejido pulmonar , que suelen acompañar á
los tubérculos.
Ninguna clase de aguas minero-medicinales tiene acción alguna sobre la
granulación tuberculosa. Pero la hidroterapia y ciertas aguas minerales pueden emplearse en la profilaxis do la tuberculización y en el tratamiento del
TOMO I.
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catarro bronquial consecutivo. En la predisposición tuberculosa existe una
insuficiencia nutritiva y profunda debilidad en el organismo, que son susceptibles de reparación , y en este sentido pueden usarse las aguas ferruginosas,
las clorurado-sódicas, los baños de mar como tónico-reconstituyentes y en especial los procedimientos hidro-terápicos. Cuando los sujetos son irritables y
propensos á congestiones cerebrules y pulmonares , á las neumorragias , deben proscribirse enteramente las aguas ferruginosas. Para la curación del elemento catarral consecutivo están especialmente indicadas las aguas sulfurosas en bebida y en inhalación, asi como las mineralizadas por el bicarbonato
de sosa; pero en cualquiera época de la tisis, para que el tratamiento sea eficaz é inofensivo , es indispensable que se manifieste en un estado estacionario , siendo dañoso el uso de las aguas en todo periodo de actividad. Está
formalmente contraindicado en la hemoptisis , en el reblandecimiento tuberculoso , y en el período autofágico de la tisis. És muy probable que los casos
de curación obtenidos lo hayan sido de tisis neumónica ó caseosa, y no de la
común ó tuberculosa.
APARATO DIGESTIVO. Dispepsia,—gastralgia.—Durand-Fardel estudia con exquisita minuciosidad de detalles, el diagnóstico diferencial entre la dispepsia 6
disminución de las facultades digestivas del estómago, y la gastralgia ó neurosis dolorosa de dicho órgano. Sobreviene la dispepsia cuando un individuo se
halla accidental ó habitualmente colocado en condiciones desfavorables al regular cumplimiento de la digestión, ó bien cuando las condiciones necesarias
á una buena digestión se encuentran alteradas por modificaciones orgánicas
ó funcionales sobrevenidas en el sistema nervioso, en la circulación ó en la
composición de la sangre. En el primer caso la dispepsia se desarrolla bajo la
influencia de causas higiénicas, y se llama dispepsia idiopática ó primitiva; en
el segundo determinan la insuficiencia de la digestión causas fisiológicas ó'
morbosas, siendo entonces la dispepsia secundaria ó sintomática. Estas nociones etiológicas son indispensables para establecer el tratamiento qne en la
dispepsia idiopática debe dirigirse á la remoción de las causas higiénicas que
la engendraron y sostienen, auxiliando al organismo con la medicación hidrológica: y en la sintomática depende su curación del estado constitucional ó
discrásico á que debió su origen.
La gastralgia suele manifestarse bajo la forma de accesos periódicos irregulares en su intensidad y en su presentación. La hiperestesia gástrica , con
más frecuencia que la dispepsia, es sintomática ó dependiente de una diátesis
ó discrasia dé la sangre. Suele ir acompañada de dispepsia ó de perturbaciones
nerviosas en la función digestiva. El tratamiento hidro-mineral está más indicado en la dispepsia que en la gastralgia: sobre aquella tiene una acción directa; sobre ésta obra por intermedio déla modificación impresa en el estado
genéralo diatésico que motivó su aparición. Las aguas minerales ninguna
acción tienen sobre los accesos dolorosos que caracterizan la gastralgia, estando contraindicado su uso durante los mismos, que á veces provocan y exageran ; siendo tanto más eficaz la medicación cuanto más lejanos se sucedan los
accesos ; y cuándo no haya intervalos de remisión apreciables , el empleo de
las aguas será siempre dudoso ó difícil.
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Las aguas alcalinas constituyen la medicación especial en el tratamiento
de la dispepsia y de la gastralgia. Si el elemento neuropático domina en la dispepsia, son preferibles las aguas calizas por sus propiedades sedativas. El ácido carbónico, que en tanta abundancia se desprende de las aguas mineralizadas por los bicarbonatos de sosa y de cal, es un agente sedativo de primer orden para apaciguar les movimientos antiperistálticos de la túnica muscijlar
del estómago , y á él se debe indudablemente la digestibilidad de algunas
aguas saturadas de principios calizos ó magnesianos ó del cloruro sódico, como
sucede en el agua del mar que en tanta proporción los contiene.
Las aguas ferruginosas que se han indicado en el tratamiento de la dispepsia deben usarse casi exclusivamente en los casos en que depende de un estado clorótico ó anémico. En la neuralgia reumática son preferibles las aguas
cloruradas sódicas termales: en la herpetica podrán prevenirse los ataques á
beneficio de las sulfuro-sódicassuaves: en la gotosa, las aguas que modifiquen
la discrasia úrica; y en la sostenida por infartos abdominales ó por plétora
venosa (de la vena porta, mesentéricas ó hemorroidales), de las aguas salinas
laxantes.
(Se continuará.)
S. BUSQUÉ Y TORRÓ.
APUNTACIONES
ACERCA DE LAS AGUAS POTABLES CON APLICACIÓN A LA HIGIE.NE MILiTAR. (*>
III.
Los múltiples orígenes de agua potable que hemos apuntado, facilitan su
provisión en la mayor parte délos sitios en que las agrupaciones militares
ejerzan sus trascendentales funciones; y si bien no todas las aguas, de tan
distinta procedencia , satisfacen cumplidamente el fin biológico de la asimilación , y antes por el contrario, ocasionan á las veces profundas alteraciones en la salud, el arte rico en procedimientos de purificación y saneamiento
alcanza á convertirlas en bebida grata y provechosa.
Pero si la higiene militar atiende, en primer término , á la buena calidad
del agua, se preocupa igualmente de la cantidad, ó sea dé la dotación necesaria para bebida y abluciones del soldado, y para la limpieza de los edificios
militares y lavado de las ropas.
Diferentes cálculos se han formulado al respecto de cuestión tan importante. Darvy evalúa en treinta litros por dia y por individuo la dotación
conveniente en las poblaciones para satisfacer las necesidades de la economía
doméstica, baños, lavaderos públicos, irrigación délas caliese industrias
(1) véanse las págs. 360 y 418.
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que no sean esencialmente hidráulicas. El Dr. Monlau opina que son necesarias veinte azumbres por habitante , que reparte de la siguiente manera: dos
para bebida , tres para la limpieza y aseo personal, cuatro para preparación
de los comestibles, lavado de utensilios, etc., dos para un pediluvio semanal
y un baño de limpieza cada dos meses, dos para el lavado de ropa, cinco para
el riego de las casas (en verano) y dos para el cuidado de la horticultura, jardinería y macetas. Este cálculo nos parece estrecho bajo el punto de vista de
la higiene pública, puesto que no cuenta con reserva de agua para casos de^
incendio y riego de las vías urbanas.
En Francia el reglamento de 1856 fija en seis litros diarios por soldado la
cantidad de agua necesaria para la dotación de los cuarteles. Creemos esta
cantidad insuficiente, porque no alcanza á la provisión de baiios generales,
medio higiénico, que con excelentes resultados para la salud de las tropas, y
con un gasto insignificante, han establecido en algunos cuarteles de Francia,
el médico mayor Riolacci y el Dr. Dunat,yque en los de Holanda, üresde,
Püstdaní y en muchos otros de diversos países existen en virtud de disposiciones reglamentarias. Morache calcula en sesenta litros por cada soldado la
dotación de agua conveniente en los cuarteles; pero asegura que cuanto más
se aumente esta cantidad, más se habrá atendido á los preceptos de la higiene. Esta última cifra es indudablemente la que mejor expresa todas las necesidades del soldado en los cuarteles ; pero aún es insuficiente para los hospitales militares y los campamentos fijos, porque en los primeros hay que
atender á las indicaciones de los baños generales, á la dotación de la oficina
de farmacia, al lavado de un gran número de útiles para el servicio de las
enfermerías, á la limpieza de la sala de disección, de operaciones etc.; y en
los segundos son indispensables corrientes continuas, 6 al menos intermitentes, para la irrigación de todo el perímetro de emplazamiento, y depósitos'
para casos de incendios. Como regla general debiera fijarse en sesenta litros
la cantidad mínima de agua por dia y por individuo para la dotación de los
edificios militares, de los cuales veinte litros, al menos, habrían de ser de
agua perfectamente potable para bebidas, preparación de alimentos y lavado
de objetos que exijan el empleo del jabón.
Cotno los edificios militares y campamentos fijos se establecen en puntos
donde existe suficiente caudal de agua potable, ó á los que puede ser fácilmente transportada de un lugar inmediato, y cuyo análisis químico, y la
observación de sus efectos sobre el organismo , son previamente conocidos, la
higiene militar se reduce en estos casos á la consideración de los conductos
de distribución, de las vasijas de depósito para uso inmediato, y de la alteración que puedan experimentar las aguas por consecuencia de las filtraciones
y mal estado de las tuberías.
Con respecto á la distribución del agua, se ha originado una cuestión del
mayor interés , relativa á la naturaleza de los tubos. En París se ha notado
que los de plomo no experimentan ninguna alteración química, y por otra
parte la observación demuestra que ciertas aguas disuelven por litro de cinco
áseis centigramos de este metal, en el estado de combinación salina, á expensas de los tubos que recorren. Las opiniones emitidas para explicar tal di-
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ferencia , pueden condensarse en este enunciado : los bicarbonatos térreos,
que precisamente abundan en las aguas de París, dan lugar á un.carbonato
de plomo, que preserva á los tubos de ulterior disolución; y por el contrario,
los cloruros alcalinos, las sustancias orgánicas, los nitratos y el amoniaco,
favorecen su descomposición constante. Pero la experiencia demuestra igualmente que la presencia del aire en las aguas aumenta considerablemente su
capacidad de disolución para el plomo , así se ve que el agua destilada ó hervida y absolutamente privada de aire, carece de la propiedad de atacar á este
metal, y que laque contiene alguna escasa cantidad, le oxida inmediatamente. Por esta razón el agua de pozo , siempre poco aireada, apénasejerce acción
perceptible sobre dicho cuerpo , y la de lluvia le ataca rápidamente. Lógico
es, pues, deducir que el aire es el principal factor de la alteración de los conductos de plomo.
Diversos medios se han propuesto para evitar la acción de esta sustancia
sobre las aguas. Uno de ellos consiste en bañar la superficie interior de los
tubos por espacio de un cuarto de hora, con una disolución concentrada de
un sulfuro alcalino; se produce un barniz de sulfuro que impide el contacto
del agua con el metal. También se han propuesto diversos betunes, que ofrecen el inconveniente de desprenderse con facilidad por consecuencia de las
tracciones y golpes cerca de las cañerías. Mr. Hamon ha previsto, en parte»
estos accidentes , y aconseja cubrir la superficie interior de los tubos con una
capa de estaño, de medio milímetro, al menos, de espesor , y que no ofrezca
ninguna solución de continuidad ni aun al nivel de las soldaduras. Para evitar
los inconvenientes que pueden ofrecer los lubos de plomo, es mejor recurrir
& los de hierro fundido, barnizados interiormente con un cemento inodoro.
Las vasijas de depósito son generalmente de madera, de arcilla, de zinc ó
de palastro. Las prime««s se alteran rápidamente y no son aceptables bajo el
aspecto económico; las de barro cocido, que se emplean en los cuarteles de
Zaragoza, y son de uso general en las casas de la población para la sedimentación mecánica de las aguas de rio, ofrecen ventajas por su economía, capacidad y la escasa alteración que experimentan; las de zinc son atacadas por
las aguas, especialmente si contienen cloruros; las de palastro, en fin, son
convenientes, sobre todo cuando se necesita un vasto depósito de distribución,
establecido á grande altura.
En localidades que carecen de fuentes y de rios, y en las travesías marítimas, donde es preciso aprovechar el agua de lluvia, se emplean receptáculos
de zinc, ó de zinc galvanizado. El agua ataca débilmente al zinc, pero si disuelve cloruros, su acción es más enérgica, como lo ha demostrado Mr. Zuirek
obteniendo if ,0104 de esta sustancia en un litro de agua débilmente dotadla de
cloruros, y contenida por largo tiempo en una vasija de aquel metal. Durante
algún tiempo se creyó que el zinc galvanizado no era atacado por el agua, y
se adoptaron en los buques de guerra recipientes de esta sustancia, pero
Mr. Schacuffele probó que el zinc galvanizado se disolvía más fácilmente en
e.l agua que el zinc solo, variando la capacidad de disolución, según la composición de las aguas. E.; débil la acción de la destilada , más enérgica cuando
contiene ácido carbónico, y llega al máximum en las aguas que contienen
480
mucho aire y en las que disuelven cloruro de sodio. Créese que se establece
entre el zinc y el hierro lina corriente eléctrica, que comunica al oxígeno
disuelto en el agua una acción oxidante mas graduada, que cuando el líquido
reacciona sobre el zinc aislado. En virtud de estas observaciones el Ministerio
de Marina de Francia proscribió de los buques de guerra los receptáculos de
hierro galvanizado. A fin de evitar los inconvenientes indicados, Mr. Ziurek,
ha aconsejado barnizar el interior de las vasijas de zinc con una pintura oleosa de ocre ó de asfalto, y Mr. Roux propuso la construcción de recipientes de
hierro galvanizado en su superficie exterior, y estañados en lo interior, después de haber observado que el agua asi conservada durante tres meses, no
contenía cantidades ponderables de óxido de hierro.
Las alteraciones que sufren las aguas por el mal estado -de las cañerías y
filtraciones inmediatas , y por el desarrollo de seres organizados en el interior de los tubos, se remedian fácilmente con la limpieza y compostura de
estos medios de conducción.
Sí en los edificios militares y en los campamentos permanentes no son
de inmediata, ni aún de frecuente aplicación , todos los recursos que posee la
higiene para el abastecimiento y purificación de las aguas' potables, porque
la elección del lugar de emplazamiento se hace , generalmente , atendiendo á
la provisión y buenas cualidades de este imprescindible agente de vida, sucede por el contrario, durante las épocas de campaña, en los campamentos
temporales, en las plazas y fortalezas sitiadas ó bloqueadas , y en las expediciones marítimas, que es preciso recurrir al aprovei^hamiento de cualquier
clase de agua, y emplear todos los medios para darle las condiciones de potabilidad de que acaso carece. En estas circunstancias el manantial selenitoso,
que brota felizmente dentro del perímetro sitiado, la lluvia bienhechora, el
arroyo ó rio no cortados por el enemigo, el pozo abierto de larga fecha, ó el
horadado instantáneamente, el pantano y el charco, y hasta el agua del mar,
serán salvador recurso que hará posible el cumplimiento de los heroicos deberes del soldado.
Cuando felizmente se encuentran en el campo de operaciones fuentes, rios
ú otros orígenes de agua, que basten para la dotación de las tropas que le
ocupan , la higiene militar se limita á dar reglas para su distribución.
El agua de las fuentes debe ser recogida y conducida por medio de tubos á
múltiples depósitos, donde ha de ser tomada por los soldados, para satisfacer
las necesidades culinarias, de la sed y de la limpieza corporal. Este modo de
distribución es preciso para evitar la aglomeración de los soldados cerca de
las fuentes , que por esta causa quedarían pronto inservibles.
En las orillas de los arroyos y rios es conveniente colocar un pretil, sostenido por troncos de árboles, á fin de evitar el desmoronamiento de los bordes
y el einturbiamiento del agua. Un cierto número de cortaduras, en relación
con la extensión del campamento, habrán de distribuir el agua por toda su
área. Si las corrientes no tienen una pendiente pronunciada, será útil elevar
el agua por medio de bombas , para establecer depósitos de distribución , y
para atender á los incendios que con tanta frecuencia producen en los campamentos el descuido de las tropas, ó los proyectiles arrojados por el enemigo.
481
El agua de lluvia, recurso precioso para los campamentos temporales que
carezcan de fuentes y de rios, y para los buques de guerra, se recoge con encerados en forma de embudo, ó con la tela de las tiendas de campaña, colocados sobre los depósitos que se trata de proveer. Establecido el espacio de los
algibes, también puede dirigirse el agua á estos recipientes, por medio de
tubos ó de canales excavados en la superficie del suelo.
En los lugares donde no existen aguas superficiales, es preciso buscarlas
subterráneas. Mr. Donnet, fundándose en el dato de que si se horada el suelo
sobre una capa de agua que no alcance más de diez metros de profundidad, y
se establece el vacío, la presión atmosférica quo se ejerce sobre el agua es
capaz de elevar una coluntna de líquido que equilibra otra igual de aire, obtuvo en 18i7 los primeros pozos instantáneos, que multiplicados por un ingeniero militar en TIemcen, fueron llamados también pozos blincos, á causa
del color del suelo en que se habían practicado. Mr. Norton, de los Estados
Unidos, perfeccionó el sistema de Donnet, y desde entonces recibieron el
nombre de pozos tubulares americanos. Mas tarde, en lugar de las cuñas
huecas y del sistema de propulsión que se empleaba para introducirlas en el
suelo , se inventaron barrenos que el ejército inglés utilizó con brillantes resultados en la campaña deAbysinia; y que si no estamos mal informados,
usa también el español en la de la Isla de Cuba.
Pero cuando las aguas de tan diversas procedencias no reúnen las condiciones de potabilidad que hemos enumerado, se hace preciso proceder á su
saneamiento y purificación. En unos casos no son potables por exceso de
principios minerales y elementos orgánicos, en otros dejan de serlo por falta
de sustancias que contribuyan á la nutrición. Sustraer los principios perjudiciales, ó el exceso de los convenientes, y adicionar aquellos indispensables
para los fines biológicos, tales son los medios á que la higiene apela para
convertir en potables las aguas que no merecen este nombre. En el primer
caso recurre á la sedimentación mecánica, la precipitación química, la ebullición , la filtración y la destilación, y en el segundo al aireo y á la adición
de sales minerales.
La sedimentación mecánica procurada por el reposo , basta para que se
precipiten todas las sustancias insolubles que se encuentran en suspensión en
las aguas. Este método de purificación es aplicable á las de las corrientes enturbiadas accidentalmente por copiosas lluvias y grandes avenidas. De uso
generalizado en los pueblos ribereños de los rios de nuestra Península, no
puede emplearse en los cuarteles y edificios militares, porque exige mucho
tiempo y reposo , y gran número de vasijas.
Los procedimientos de precipitación química, son escnciaímente aplicables á las aguas cargadas de sustancias terreas, á las selenitosas y á las incrustantes por exceso de sales de magnesia, y de bicarbonato de cal. En la
última mitad del pasado siglo se recomendaba ya el alumbre para precipitar
las materias vegetales y minerales contenidas en las aguas enturbiadas ; pero
este reactivo cayó en desuso, porque se observó que afecta á la constitución
química del agua potable, y que empleado en exceso, le comunica un sabor
astringente desagradable. Sin embargo, Mr. Darcet le usó ventajosamente
482
para clariflcar el agua del Nilo: con 0« ,50 de alumbre modificaba un litro de
agua en el espacio de una hora, y con 0,2S obtenía idéntico resultado al cabo
de doble tiempo. La reacción que se verifica puede explicarse del siguiente
modo: el alumbre es una sal compuesta de sulfato básico de alúmina, de ácido sulfúrico libre, de sulfato de potasa y agua : 9(S0', Al' 0') + SO'+SO' KO
+24 HO; reaccionando sobre las sales minerales de un agua enturbiada, especialmente sobre el bicarbonato de cal, el equivalente de ácido sulfúrico satura la cal, pero como el sulfato básico de alúmina es insoluble, se precipita
arrastrando las sustancias que se hallan en suspensión en el agua. En lugar
del alumbre, Mr. Jeunet aconseja el empleo del sulfato de alúmina simple,
que cree más activo y que no da lugar á la disolución de un sulfato alcalino
en el agua clarificada. En los cuarteles de Zaragoza se usa el sulfato doble
para clariflcar rápidamente el agua del Ebro. Creemos que este medio, por
su rapidez y economía, es uno de los que mayores servicios puede prestar en
campaña para la clarificación de las aguas de las corrientes y de los pozos instantáneos , únicos orígenes, á las veces , de provisión para las tropas.
Las aguas selenitosas se purifican por medio del carbonato de sosa, que
precipita la cal en forma de carbonato ; si contienen grande cantidad de sulfato de cal. el sulfato de base de sosa producido por la reducción de la sal,
puede comunicarles propiedades laxantes. También puede precipitarse el sulfato de cal por el ojtalato de amoniaco y por el cloruro de bario; pero es preferible no utilizar estas aguas, porque su purificación obliga á mezclarles sustancias extrañas á su composición.
Las aguas incrustantes se purifican por medio del agua de cal, que saturando el exceso de ácido carbónico libre, produce dos equivalentes de carbonato neutro. Se ha notado, que clasificadas por este medio, se evita el fenómeno que experimentan las aguas calizas, expuestas al aire y al sol, de cu.brirse rápidamente de confervas é infusorios.
La ebullición destruye los gérmenes orgánicos contenidos en las aguas; es,
pues, procedimiento esencialmente aplicable á las de pantanos, charcas y
á las de muchos pozos ; pero ofrece el inconveniente de eliminar el aire que
hace al agua ligera y digestible. Desaloja también el ácido carbónico, y precipita el carbonato neutro en las incrustantes calizas.
La filtración, conocida desde los tiempos más remotos, es el procedimiento de aplicación más generalizado para la purificación de las aguas. Se funda
en la propiedad que poseen algunos cuerpos de dejarse atravesar rápidamente
por el agua, y de oponerse al paso de las sustancias insolubles que contenga.
Es susceptible de ser empleada en grande escala en las corrientes , dirigiéndolas á través de bancos de arena. Así la ciudad de Tolosa purifica las aguas
del Garoha, y Lyon las del Ródano, y Nimes , Londres , Viena y Alejandría
obtienen por este medio el crecido caudal de sus aguas potables. Igual sistema
pudiera emplearse para la purificación del agua corriente en los campamentos, así permanentes como temporales.
Más comunmente se utiliza la filtración para modificar las aguas de los depósitos establecidos en las poblaciones ó en los edificios públicos y privados,
por medio de los filtros de Fonvielle, de Souchon ó de Vedel-Bernard. El prime-
485
rose compone de un recipiente con capas superpuestas de esponjas , arenas,
zinc, limaduras de hierro y carbón pulverizado; sobre este filtro se deja caer
al aire libre el agua que se trata de purificar , la cual atravesando las capas
filtradoras sale por la parte inferior del filtro por medio de una llave. El de
Souchon está fundado en la propiedad que posee el tundizno de la lana , de interceptar el paso á las materias insolubles, y para hacer imputrescible la
sustancia filtradora , se impregna previamente de tannato de hierro. El filtro de Vedel-Bernad, que reasume los dos sistemas anteriores, consiste en un
cilindro que contiene de arriba á abajo las capas siguientes : 1." pedacitos de
esponja; 2.' tundizno de lana impregnado de tannato de hierro ; 3.' gres; 4.*
carbón y S.' casquijo. El agua deja sobre las primeras capas la mayor parte
de las sustancias insolubles, y acaba de purificarse atravesando las otras tres.
Se calcula que con un metro cuadrado de superficie, se obtienen diariamente
200 metros cúbicos de agua filtrada.
Son igualmente útiles los filtros de piedra porosa y los de carbón. Esta
última sustancia goza de extraordinarias propiedades antisépticas , y absorbe
á la vez los gases y los sólidos. Es arraigada costumbre en algunos pueblos,
la de arrojar á los pozos los carbones de las tradicionales hogueras de S. Juan,
que el fanatismo popular cree dotados de milagrosas virtudes , y con criterio
más científico se emplea el carbón desde principios de este siglo , para purificar las aguas, ya solo, ó colocado entre dos capas de arena fina, carbonizando el interior de los recipientes de madera, adicionado á las otras sustancias de los filtros compuestos, ó mezclado en proporción de una novena parte
al agua viciada , y añadiéndole una escasa cantidad de ácido sulfúrico. Propiedades más activas que el carbón vegetal posee el de origen animal, puesto
que quita á las aguas, no sólo las sustancias orgánicas, sino también el exceso de sales calizas, por cuya razón es un medio útilísimo de saneamiento,
empleado en cantidad proporcional al grado de insalubridad del agua.
Frecuentemente, el profesor Spencer de Londres ha aconsejado el empleo del óxido negro de hierro , que prepara calentando reunidos en un crisol tapado de hierro oligisto y serrin de madera, que dan lugar á un óxido
magnético, con algunos centesimos de carbono. Filtrando el agua al través
de esta sustancia, se separan todos los cuerpos que tenga en suspensión y se
le priva de la mayor parte de la materia orgánica soluble. El Medical Times,
ocupándose del anterior procedimiento, añade, que tratando las aguas con una
disolución de permanganato de potasa y filtrándolas al través de una capa de
óxido magnético , que contenga algún carbono , se purifican de un modo absoluto. Dignos son de tenerse en cuftnta ambos procedimientos para el servicio de las tropas en campaña, porque su economía y prontitud, no menos que
la seguridad de privar á las aguas de la materia orgánica soluble, resultado
que hasta ahora no había podido conseguirse por la filtración , les hace especialmente aptos para la purificación do las más insalubres.
Al respecto de la filtración ocupa lugar preferente en higiene militar el estudio de los aljibes, único medio de provisión del agua en muchas localida' des y edificios militares , y especialmente en las fortalezas y plazas sitiadas.
El agua de lluvia recogida en depósitos se altera prontamente por el contacto
484
de las materias orgánicas vegetales y azoadas, procedentes del aire y del suelo ; el oxígeno que tiene en disolución desaparece paulatinamente para contribuir al desarrollo de variadas enptógamas , que una vez descompuestas comunican al líquido un olor desagradable , especialmente en épocas calurosas.
Estos y otros inconvenientes , que fácilmente se deducen del hecho de la estancación del agua , pueden remediarse adoptando el sistema de construcción
que da nombre á los algibes de Venecia, donde se perfora el suelo en forma
de cono' con la base hacia arriba , hasta tres ó cuatro metros de profundidad;
y se reviste de una capa de arcilla de treinta centímetros de espesor, perfectamente lisa, destinada á impedir las infiltraciones y el acceso de las raíces
vegetales : en dirección del eje del cono se construye un cilindro hecho con
ladrillos perfectamente secos y ajustados, quedando así entre el cono y el cilindro un espacio, que se llena de arena de rio, y en el cual se recogen las aguas
de lluvia, que infiltrándose en la arena penetran en la cisterna por el fondo
del cilindro. De esta manera, sustraída el agua á la acción de los agentes exteriores y filtrada antes de llegar á su definitivo depósito, se conserva en las
mejores condiciones higiénicas.
Fundados en los principios á que obedece la filtración , se han multiplicado con profusa variedad los filtros de campaña , cuyas materias filtradoras
son en todos ellos la arena silícea y el carbón vegetal ó animal. Los aparatos
que se usan generalmente son los siguientes:
Una caja dividida verticalmente en cuatro compartimientos iguales , comunicando el primero con el segundo y el tercero con el cuarto por medio de
un orificio inferior , y los del medio comunicándose igualipente por otro orificio superior, recibe el agua en la primera división , desde donde pasa- á la
segunda por la parte inferior, ó sea de abajo á arriba; en este receptáculo
experimenta la primera filtración, y vuelve á salir por la parte superior para
sufrir otra filtración en la división tercera en la dirección de arriba á, abajo,
y finalmente , pasa desde el tercer compartimiento al cuarto en sentido puesto , para salir ya filtrada de este último por medio de una llave.
Otra caja dividida en cuatro partes por medio de un tabique vertical y otro
horizontal, comunicándose entre si las divisiones laterales y las profundas de
derecha á izquierda, recibe el agua en uno de los compartimientos superiores
y pasa al inferior del mismo lado, desde donde se dirige á la división inferior
del lado opuesto , y desde este punto á la superior correspondiente en la dirección de abajo á arriba.
Otro filtro de campaña puede hacerse con un tonel montado sobre un eje,
en el sentido de su mayor diámetro , que reciba el agua por la parte inferior.
Cuando quiera lavarse el filtro, se comunica al aparato un movimiento de rotación y se agitan en el agua las materias filtradoras , que luego vuelve á
sedimentarse por el reposo.
A falta de filtros especiales y de toneles preparados convenientemente,
pueden utilizarse las mantas de la tropa , disponiéndolas en forma de embudo,
y colocando en su extremidad estrecha, arena, estopa y el carbón de las
hogueras del campamento.
Los tubos de conducción de las aguas pueden igualmente encorvarse en
483
forma de sifón, poniendo en su corvadura arena y carbón para que el íigua
salga ya filtrada al llegar á los depósitos.
En la expedición inglesa de la Cote d' Or , cada soldado llevaba un pequeño filtro de cok y carbón animal, cuyo compuesto se contenía en una caja cilindrica de hoja de lata , de seis centímetros de alto por cinco de ancho, teniendo además un tubo de Cautchouc y un embudo.
Bayley inventó un furgón filtro que lleva su nombre , y cuyas ventajas pudieron apreciarse en la expedición inglesa á Abisinia , por cuya razón el Gobierno británico le adoptó inmediatamente para servicio del Ejército en la
India. El furgón filtro lleva 2S0 galones de agua no filtrada . contenida en una
caja de palastro revestida de madera para impedir la trasmisión del calor; un
sifón pone la caja en comunicación con un depósito colocado debajo, desde
donde el líquido se dirige á los filtros; en el fondo del depósito hay un recipiente donde se sedimentan las impurezas del agua , que se extraen por medio de llaves, y por el mismo procedimiento se descargan los dos filtros del
furgón de las sustancias cuyo paso impiden. Los filtros se componen de dos
capas de arena, separadas por otras de carbón, y se les puede limpiar por medio dé una bomba de aire , que se adapta á las llaves de depuración, lo que
permite mezclar al agua una corriente de aire atmosférico. El agua pasa á
través de esponjas, desde donde se dirige á los filtros , en dirección de abajo á
arriba, y sale entonces perfectamente depurada para depositarse en los recipientes definitivos , verdaderas fuentes ambulantes, cuyas llaves están situadas en la parte posterior del furgón.
La destilación , procedimiento precioso para la purificación de las aguas
muy viciadas ó corrompidas, es esencialmente aplicable á la del mar. En épocas' no lejanas , si la provisión de agua potable se había agotado á bordo de
los buques, y si bienhechora lluvia no venia á remediar el tormento de la sed,
la desesperación y la muerte eran la consecuencia inevitable para los equipajes , á pesar de que el agua de los mares se extendía en horizonte ilimitado á
la vista del sediento marino. Por eso la ciencia buscó con perseverancia infatigable el medio de convertir en potable la misma masa liquida que impedía recoger el agua en las apartadas costas. Los alambiques de diversos sistemas fueron sucesivamente empleados con taPobjeto , y hoy están satisfactoriamente resueltos los problemas de destilar el agua del mar á la más baja
. temperatura posible, de privarla de olor y sabor empireumáticos, y de obtenerla perfectamente aireada á su salida del alambique condensador. El aparato más en boga hasta el día, es el de Mr. Perroy. Se compone: 1.» de un generador de vapor , que en los buques movidos por la fuerza de este agente se
sustituye con las calderas de la máquina; 2.° de un condensador ó aparato
destilador donde se verifica la condensación del agua del mar , y cuyo principal elemento es la extensa superficie refrigerante; 3.° de un aireador destinado á agitar el agua á medida que se condensa , y 4.° de un filtro de carbón
animal para privar al agua del olor empireumático y retener los compuestos
de plomo ó de cobre que hubiese tomado en contacto con las superficies metálicas. Diversas modificaciones propuestas por Mr. Lefevre hacen más valioso este aparato; y pueden leerse las luminosas observaciones de este autor en
48G
Elude hygiéniqne sur les moyens d' approvisionement, de conservalion el de
dislribution de I' eau d' alimentation á bord des navires de la marine impértale. Aiig. Lefevre, 1869 , París.
Los procedimientos que dejamos indicados tienen por objeto sustraer de
las aguas los principios inconvenientes ó nocivos. Otros , por el contrario,
tienden ásuministrarles aquellas sustancias indispensables á la nutrición, ó
abacerías ligeras , condición necesaria de su digestibilidad; tales son la adición de sales minerales y el aireo.
El primero de estos procedimientos es aplicable á las aguas muy puras
como la destilada, á la de lluvia después de filtrada, á la procedente de fusión
directa de las nieves , y á la de fuentes que broten de terrenos silíceos y que
carezcan de suficiente cantidad de sales. En estos casos conviene adicionarles
0*,01 de cloruro de sodio por litro, y dejar reposar el líquido sobre una capa
de creta.
El aireo es indispensable al agua destilada, á la hervida, á la de pozo, á
la de cisterna después de filtrada cuando contiene muchas sustancias orgánicas que hayan absorbido su oxígeno , á la de fuentes de terrenos porfíricos
que alumbren á grandes alturas , y á la procedente de la fusión directa-de las
nieves. En estos casos debe agitarse el agua y trasvasarla repetidas veces en
los depósitos.
Tales son , someramente indicados, los medios de purificación y saneamiento de las aguas que pueden emplearse en las variadas situaciones de la
vida militar. Su inteligente aplicación , modificada en cada caso particular,
según la naturaleza del liquido insalubre, convertirá en bebida provechosa
la que acaso era nauseabunda, y vehículo de gérmenes destructores de la salud de las tropas, y asegurará la provisión de tan imprescindible agente de
vida , donde quiera que el soldado, llamado por la imperiosa voz del deber,'
cumpla con abnegación sublime la misión salvadora que el honor y la patria
le imponen de consuno.
ISIDORO CASULLERAS Y GALIANO.
APUNTES ACERCA DE LA FARMACOFITOLOGIA DE FILIPINAS. O
(Conlinuacion.J
FRUTOS Y SEMILLAS.
Innumerables son los frutos y semillas dé mayor ó menor aplicación en las
islas; nos limitaremos empero á consignar los más conocidos, no ya para concretar nuestro trabajo , sino por ser los que omitiremos de procedencia dudosa , propiedades médicas inciertas ó aplicaciones casi nulas.
Gramíneas. ARROZ.— Del oriza sativa. Este fruto, bien conocido en España, constituye el pHrícipal alimento de los habitantes de Filipinas y archipié(1) Véanse las págs. 96, 136, 217, 369, 422 y 460.
487
lagos vecinos. Muchas son las variedades de arroz que se conocen en el país y
cuya descripción es ajena á estos apuntes , sólo diremos que se dividen en
arroz de agua y arroz de secano, según que su cultivo se haya verificado en
terreno bañado por el agua en ciertos períodos, ó sin más humedad que la
que le prestaron las lluvias. El arroz descascarillado recibe en el país el nombre de canirtg, con sus cubiertas se llama paía^. El arroz hervido en agua
hasta deshacerse sus granos y endulzado con azúcar, constituye el alimento
llamado basa basa, que sustituye en los hospitales y enfermerías á la sopa de
ajo, por ser preferido de los indígenas; si el líquido en que el arroz se hierve
es el caldo de pollo, constituye el puspas. El cocimiento de arroz se emplea
como emoliente y contra la diarrea; si se concentra hasta consistencia mucilaginosa, sirve para dar cuerpo á las telas en el planchado lo mismo que entre nosotros el almidón; mezclándole yeso sirve para dar un blanqueo persistente á las habitaciones ; sujetado á la fermentación alcohólica, da por resultado un líquido alcohólico, que mezclado con nuez de areca , forma el arrah
de la India; llevada al límite la fermentación , se obtiene un vinagre usado en
el país.
MAÍZ.—El zea mays, importadoá las Islas, se desarrolla en ellas de una manera notable en términos que de su fruto pueden obtenerse tres cosechas.
Usos : los conocidos en lodo el globo.
Las semillas del liolcus saccharatus, del tamaño de nuestra cebada, globosas , pelosas en su parte media superior y de color más ó menos morado , sustituyen en cocimiento ala cebada, en sus aplicaciones médicas; dando también por fermentación un líquido alcohólico usado como bebida en las Islas
Visayas con el nombre de pangasi. T. iatod.
CUENTAS FRANCISCANAS.—Semillas del eoix lacryma ovales, planas por un
lado , convexas por el otro, encerradas con sus cubiertas en un receptáculo
oval y endurecido, abierto por su parte superior. Usos; para fabricar cuentas
de rosario con su envoltorio leñoso ; descascarillada y molida la semilla da
una harina empleada como analéptica en las convalecencias delicadas.
Muo.—Del panicum miliaceum , sirve de alimento á los indios de algunas
comarcas.
Palmas. Coco del cocos nucífera. Este fruto cuya descripción juzgamos
inútil porque, aunque exclusivo de los países tropicales, es de todos conocido,
se encuentra muy abundante en Filipinas , constituyendo la riqueza de alguna provincia. Rey de los vegetales se ha llamado al cocotero ; el mejor de los
vegetales es indudablemente ; nada en él se desperdicia; desde el tronco á la
hoja, desde la yema terminal al fruto , desde la insignificante parte al esbelto conjunto, todo es útil, todo es aprovechable; parece que la naturaleza nos
dice al presentarnos este árbol: mírame y admírame. Si rendido por el
cansancio y agobiado por la sed , atraviesa el viajero las ardientes playas
de los Trópicos, convídale á reparar el primero y apagar la segunda: bajo
sus anchas y verdes hojas halla la apetecida sombra; én el líquido que
encierran sus frutos, la fresca y apetecida bebida; si alimento desea,
préstaselo su dulce y oleosa almendra , si es que saborear no quiere la tierna
y apetecida yema terminal.
488
A él acude en sus necesidades el habitante de la selva; con sus hojas, cor
locadas empizarradamente , y más ó menos trabadas entre sí, construye las
paredes y techo de su choza, á la que sirven de apoyo y libran del furor del
vaguío pedazos de su tronco recto y cilindrico; en la materia fibrosa y esponjosa del mesocarpio y endocarpio de su fruto halla el material necesario, bonote, pura, fabricar sus cuerdas , para calafatear su banca ó piragua, para .servirle de mecha con que encender la luz clara y hermosa que da el aceite, que
en la mitad de su peso forma parte de la almendra, y al que sirve de receptáculo ó vasija medio espermodermis duro y leñoso, cuyos cascos ó secciones,
tomando diferentes formas, constituyen su vajilla. Si conoce la ciudad y
quiere imitar sus usos , él le dará en la savia, que fluye con facilidad de las
heridas de su espata, un líquido claro y dulzaino , que por evaporación le dejará un oscuro azúcar ligeramente salado , que por fermentación alcohólica
le dará tuba, ó vino del país, y por la acética un buen vinagre: rayando la
almendra, y exprimiéndola después de humedecida con agua, obtendrá las
gatas ó leche de coco, líquido emulsivo agradable al paladar, con el que podrá
condimentar apetitosos guisos, y que evaporado hasta pérdida total del agua,
dejará por residuo una materia albuminosa coagulada en el fondo de un aceite
limpio y transparente, fluido en verano, mantecoso en invierno, sólido entre
nosotros, que á la par que le servirá para el alumbrado y usos culinarios , le
dará un blanco y espumoso jabón después de hervido con la lejía obtenida de
las cenizas de hojas de cocotero y cal cáustica, y obtendrá una pintura negra
para su embarcación mezclándole el negro humo producido por la combustión
del bonete; si en la lejía citada cuece sus raíces, podrá dar asústelas un
tinte rojizo; si fuere turbia é insalubre el agua que corriera junto á su choza,
convertirála en diáfana y potable, filtrándola á través del esponjoso carbón
que el árbol puede darle, y sirviéndole de filtro el bonote.
No son menos interesantes las aplicaciones que el cocotero puede tener en
Farmacia y Medicina. En todas partes de las islas encuéntrase el coco ; todos
sus naturales saben extraer su aceite en poco rato; hállase, pues, por do
quiera casi de balde y reciente; el de olivas, al contraria, muchas veces falta , y si se halla, es á menudo malo y añejo, por lo que creemos que en aquellos países, y algunas de sus localidades , no sólo puede , sino que debe sustituir aquél á éste en la preparación dé ungüentos, pomadas , bálsamos, etc.,
en especial si no se han de guardar por mucho tiempo, obteniéndose, á la par
que notable economía, mejores condiciones terapéuticas. La leche de coco es
un emoliente muy usado en enemas, preferible á los de nuestros formularios;
en ella se incorporan con facilidad los aceites, haciendo de fácil admisión al
enfermo los que, como el de ricino y otros, repugnan á su paladar; si al obtener la leche empleamos agua de cal en lugar de la común, tendremos un homogéneo linimento óleo-calcáreo, que reunirá las condiciones apetecibles. El
liquidó contenido en el fruto antes del completo desarrollo de la almendra, y
que es opalino , dulce y bastante acídulo muchas veces, es útil como refrescante , recomendándose en la disentería y enfermedades intestinales. La savia
limpia ydulzaina que fluye de la espata, es tomada por los naturales en ayunas para la curación de muchas enfermedades, en especial para la tisis. El
489
vino y vinagre del cocotero pueden usarse á falta del de uvas. Magnifico es su
carbón por su esponjosidad y propiedades absorbentes para formar parte de
las mezclas desinfectantes, antipútridas y dentífricas en que se prescribe el
carbón vegetal. El bonote ó materia estoposadesu fruto da por destilación
seca un aceite empireumático, usado como odontálgico. Sus raíces acres y astringentes se emplean contra la disentería.
NUEZ DE ARECA. Fruto de la areca cathecu ovoideo, del grosor de un huevo
pequeño de gallina, amarillo lustroso exteriormente , con un pericarpio grueso
fibroso y esponjoso que encierra una almendra esférica ú ovoidea, parecida á
la de la nuez moscada; de color rojo de ladrillo marmoleado de blanco; de
sabor astringente, y que tiñe la saliva. Usos: vimos en las hojas de betel que
la areca formaba parte del masticatorio llamado buyo; es un buen astringente, que suministra un catecu ; de su pericarpio fibroso se obtiene un fino
carbón empleado usualmenle para limpiarse la dentadura ; forma parte del
arrak, bebida alcohólica indiana.
Bromeliáceas. PIÍ^A. Del bromelía ananas : soroso del tamaño de la cabeza de un niño, de forma ovoidea aguzada, constituido por un eje más ó menos übroso, al rededor del que se han soldado entre sí los frutos sencillos,
pero dejando percibir al exterior las soldaduras en forma de placas tetrágonas, irregulares, con ó sin semillas en su centro, del que parten algunos pelos , dando al conjunto la forma de una verdadera pina ó fruto de coniferas , y
terminado por un plumero de hojas largas , espadiciformes y espinosas en sus
bordes; el interior, constituido por la soldadura de los tépalos, forma una
masa carnosa , jugosa, azucarada y aromática . sumamente agradable al paladar. T. pina. Usos: como fruta de postre, preparándose con su zumo un jarabe refrescante.
(Se continuará.)
E. P E L E G R Í Y CAMPS.
REVISTA TERAPÉUTICA DE 1874
POR EL DR. LUIS MAZZOTTI.
(Continuación.)
Café y cafeína.—El profesor Nagel, de Nueva-York , ha aprovechado la acción excitante del café en los movimientos peristálticos de los intestinos, para
usarlo en el tratamiento de la estrangulación intestinal. Cita dos casos en
que bajo la acción del café obtuvo una rápida curación con mucho borborismo
abdominal. En otra ocasión en lugar del café empleó la cafeína. El Dr. Monchaux aconseja tratar la gota del modo siguiente : en una taza se pone agua
hasta la mitad, y se vierte una cucharada, de las de sopa, de café verde, dejándolo en infusión por veinticuatro horas. Por la mañana bebe el enfermo
el agua, y el café sirve sólo para otra infusión del dia siguiente. El autor no
sabe explicar el modo de obrar de esta infusión , pero ha llegado á comprobar
que el uso diario de esta bebida sirve para evitar el ataque de gota.
El Dr. Aubert, habiendo*hecho experimentos en las ranas, gatos y perros
490
con la cafeina, observó ejercía una acción excitante en la médula espinal,
hasta aumentar la excitabilidad de ios movimientos reflejos, y producir el tétano. La cafeina goza otra acción directa en los músculos, de modo que
produce la rigidez, como para aumentar la frecuencia del pulso, en tanto
que disminuye la presión de la sangre. En el hombre puede la cafeina aumentar la frecuencia del pulso, producir temblor muscular y confusionen
las ideas. M. Alejandro Bennet, de Edimburgo, ha encontrado que los alcaloides de la cafeina, teina, guaranina y cocaína, que tienen casi todos igual
composición química, gozan de una propiedad fisiológica casi idéntica. A pequeña dosis determina desde luego fenómenos de excitación cerebral; después
pérdida parcial de la sensibilidad. Aumentando la dosis sucede que los cordones posteriores y los nervios sensitivos periféricos poco apoco se paralizan, y
entonces sobrevienen contracciones clónicas, y rara vez, tónicas; los movimientos respiratorios y las contracciones cardíacas, que al principio eran aceleradas, terminan por retardarse; la temperatura, que antes estaba tan disminuida, se eleva en seguida, y finalmente, síntomas de contracción de la
pupila y del recto, si llega á morir.
Calomelano.—El profesor Ranieri Bellini ha hecho importantes estudios sobre el modo de obrar del calomelano, que ingerido se convierte en un compuesto soluble de mercurio por medio de las sales alcalinas del estómago é
intestinos. Los alimentos ejercen poca influencia en esta transformación; los
ácidos no deben darse al mismo tiempo que el calomelano, ó al menos en
muy corta cantidad , en tanto que los álcalis no favorecen su acción. Los alimentos y medicamentos que se usan con los calomelanos deben tener sal de
cocina, sal amoníaco, bromuro óioduro. El azúcar, escamonea, el áloes, no
modifican en manera alguna la acción del calomelano. Inyectado bajo la piel, '
hecho soluble por un cloruro alcalino, obra como si fuese dado por la boca.
El calomelano al interior goza de justa reputación en el tratamiento de la
pneumonitis, Al presente el Dr. Aquiles Fromenti lo ha usado en inyecciones
hipodérmicas, en cuyo caso , especialmente por la notable gravedad, ó por
otras circunstancias, el remedio no podía darse por la boca. Cada inyección
contenía de 10 á 20 centigramos de calomelanos. También el Dr. Salvador
Arigo ha tratado con estas inyecciones hipodérmicas muchos enfermos de
pneumonitis y obtenido que la temperatura y otros síntomas graves disminuyeran con prontitud, y la estadística es consoladora , tanto respecto ala
mortalidad, cuanto á la duración de la enfermedad.
Cantáridas.—El profesor Cantieri Alessandro ha efectuado un estudio completo acerca de la acción de las cantáridas como medicamentos, especialmente cori el objeto de estudiar la utilidad ó perjuicio de los vesicantes cantaridados en la curación de las enfermedades. Para este objeto hizo M experiaientos con todo el rigor posible en perros, conejos y ranas con la tintura de
cantárida y de la cantaridina, introducida en el organismo por varias vías,
mas no con el vejigatorio de cantáridas. De este modo ha comprobado que la
cantárida ejerce varias acciones, esto es, arruga y hasta destruye los glóbulos
491
sanguíneos, aumenta la temperatura, produce la hiperemia, y también la.inflamacionde todas las visceras en general, pero con particularidad, en las del
aparato génito-urinario, hasta el punto de promover el aborto; como también
en los centros nerviosos, sobre todo en la médula espinal, en la que si por
último ha habido reblandecimiento, resultará la parálisis de las extremidades
inferiores. El Dr. Cantieri ha notado que la cantárida-aumenta la frecuencia y
celeridad de ios latidos cardíacos , en tanto que disminuye la fuerza contráctil del corazón y la tensión arterial. Este último resultado es muy importante, contra la opinión general de los médicos, los que aplican por lo
común los vesicantes, cuando tratan de reanimar la fuerza del corazón, extraordinariamente debilitada. Para comprobar mejor esta acción, el Dr. Cantieri ha dibujado los trazados esfigmógrafos del pulso de ios enfermos, antes
y después de la aplicación de los vesicantes, y vio que la acción del corazón y
de los vasos estaba más bien debilitada. En su consecuencia, considera los
vesicantes poco ventajosos como antiflogísticos, resolventes y derivativos,
en tanto que no son indiferentes los perjuicios que pueden sobrevenir de la
absorción de la cantárida.
Clister frío. El Dr. Rodo Winnel, en un caso de disentería intensa con
mucha fiebre , dolores atroces, tenesmo y evacuaciones sanguinolentas , prescribió enemas frias repetidas cada dos horas, y desde la primera desaparecieron los fenómenos graves y después vino la curación. Estas lavativas no produjeron sino un efecto paliativo en los casos crónicos.
üloral. Mr. Perronne ha presentado una memoria á la Academia de Ciencias de París, en que ha querido demostrar que en el organismo el doral se
convierte realmente en cloroformo. En efecto, dice que la solución alcalina
debe en todos los líquidos animales , como la sangre, etc. , transformar el cloraf en cloroformo cuando la temperatura se eleva á 40°. Otros han querido
probar que la materia albuminoides se combina con el d o r a l ; por esta razón
que la albúmina se combina fácilmente con el almidón; al presente la materia
albuminosa se considera como almidón, el doral no es sino una aldeida triclórica, y por lo tanto su combinación es perfectamente natural. De la combinación del doral con la materia albuminoides se va desenvolviendo lentamente el cloroformo ; por el que la acción doral se extiende por mucho tiempo. Otra propiedad del doral, indicada por Perronne, es la de conservar durante
up gran periodo las piezas anatómicas, á la dosis de 1 por 100. Mr. Baysson ha
leído otra memoriaá la misma Academia, en la que sostiene que el doral no
se combina con la albúmina , sino que la coagula, y que una parte sólo se fija,
la que se puede después sacar lavándola Con alcohol. La acción fisiológica del
doral dependerá, según este autor, de uña acción combinada del cloroformo
y del ácido fórmico.
El Dr. Du-Jardin ha empleado el doral contra las convulsiones, sea cualquiera la causa de que dependan , y ha visto que es un excelente remedio, no
para obtener la curación radical sino la sintomática, para hacer que cese el
acceso. El Dr. Fauny ha efectuado muchas observaciones en la Maternidad
492
del hospital de la Caridad de París, y ha demostrado con la estadística la gran
utilidad que presta el doral en las casos de eclampsia puerperal, de modo
que se puede considerar como el mejor agente para la curación de esta enfermedad. El Dr. Charnier ha publicado también una importante observación
para probar la utilidad del doral en esta afección. Aun cuando los Sres. Martin y Condereau lo han usado con ventaja en el tratamiento de la eclampsia,
fué unido á otros agentes, como el opio y la morfina. El Dr. Francq-Mazorra
ha reunido observaciones suyas y de otros sobre el uso del doral en obstetricia , lo ha encontrado útil en el parto natural, cuando había una notable rigidez en el cuello uterino , como en los casos de eclampsia ; durante el sueño
artificial producido por el doral, el parto se efectúa igualmente. Este medicamento puede administrarse por la boca, ó en lavativas, á la dosis de JI gramos
en varias veces. El Dr. Bensasson'curócon el doral un caso de tétanos traumático , asi como dos casos de tétanos consecutivos al parto , y siempre con
feliz éxito, siendo la dosis administrada de 6 , 8 y 10 gramos. El Dr. Mascaré,
de Túnez, curó con el doral dos casos de tétanos traumático de forma grave,
con curso rápido y temperatura elevada , y obtuvo la curaciofi. La dosis llegó
en las veinticuatro horas á 10 gramos. El mismo autor suministra el doral
como profiláctico del tétanos en caso-; de heridas por armas de fuego. El doctor Huttenbrenner de Viena ha empleado el doral contra el tétanos y el trismo de los recien nacidosyloha encontrado un buen remedio. También el doctor Giuntoli, en un caso de esta naturaleza , obtuvo la curación con el doral
á la dosis de 5 centigramos al dia en un vehículo gomoso , dosis que fué sucesivamente aumentándose. El Dr. Waters empleó el doral como conciliador
del sueño on cierta enfermedad torácica, con especialidad en dos casos de
bronquitis capilar periódica complicada con enfisema. El mismo medicamento fué muy útil eii casos de asma espasniódicos y de toses sintomáticas,
con la idea de conciliar el sueño , asi como en la pleuritis ó en afecciones orgánicas del corazón , con especialidad con degeneración grasosa de la viscera,
aprovechando poco en la pneumonitis y pericarditis. El i)r. Kirkpatrik Hurphy
considera el doral como muy útil para conciliar el sueñí) y amortiguar ciertos síntomas en las enfermedades agudas , en tanto que en las crónicas sería
bastante peligroso. Tal medicamento no debe darse mucho tiempo , porque
goza de una acción paralizadora de los centros nerviosos. El Dr. Guillermo
Thompson ha usado el doral en la incontinencia de orina, obteniendo buenos
resultados; pero su efecto no siempre es seguro, porque no todos los casos
dependen de la misma causa. Para conseguir buenos resultados se necesita
dar el doral por la noche , dos horas después de la comida y toda la dosis de
una vez; en otras ocasiones se debe reducir al mínimo la cantidad de la bebida é impedir absolutamente el uso dé la cerveza y los alcohólicos. Si después
de ocho ó diez días no se obtiene mejoría, conviene suspender el tratamiento, porque indica que el medicamento no obra. El Dr. Vecchietti ha logrado
buenos resultados con el doral en casos de eneurosis nocturna en un individuo sin otra afección , bien desarrollado y en el pleno goce de sus facultades
intelectuales. El buen efecto lo explica Vecchietti de este modo: cree que la
eneurosis depende de la hiperestesia idiopática del cuerpo de la vejiga, y por
493
esto el doral obra como anestésico , cuya accio i se explica especialmente en
el sistema simpático. Aun cuando el Dr. Leonardi ha curado felizmente algunos casos de incontinencia de orina con el d o r a l , dado por la noche y con
abstención de las bebidas. El Dr. Nepveu ha usado el doral en muchos casos
de colerina, á la dosis de 2 á 4 gramos al interior; en caso que el estómago no
lo tolerase, lo daba en inyecciones subcutáneas repetidas, inyectándolo hasta
2gramos. Ha observado que suspende rápidamente la diarrea y los vómitos, y
porque la retiene , cree podrá ser de utilidad en el primer período del cólera.
La aplicación externa del doral la ha resumido en una monografía el doctor Coignard. El doral se ha empleado en las úlceras saniosas y gangrenosas,
las que en breve tiempo se detergen y cicatrizan con facilidad; como en los casos de úlceras fagedénicas y carcinomas del útero. Merece se confirme aún su
acción en la tina y otras enfermedades parasitarias, así como en inyecciones
en la blenorragia , en los catar;os de la vejiga y en las cavidades cerradas
enfermas. El Dr. Randaccio en casos de úlceras crónicas usó con mucho éxito
el doral, empleando una solución acuosa en la proporción de 2 por 100, con
la que lavaba la úlcera y empapaba las hilas de la cura.
El profesor Porta, que ha sido el primero en usar el doral en el tratamiento de las varices, cuentaquinctí casos curados felizmente con este agente. Hace
inyecciones de doral en la vena varicosa con la geringa de Pravaz , á la dosis de un gramo y hasta de un tercio. Se forma un coágulo prontamente, y el
enfermo permanece en reposo algún tiempo , si no hay flebitis; después el
coágulo se absorbe y la vena se atrofia.
Una aplicación reciente del doral consiste en inyectarlo directamente en
las venas , y el Dr. Ore , de Burdeos , fué el primero en ensayarle. En un caso
de tétanos inyectó en una de las venas radiales derechas el doral á la dosis de
9 gramos en IM de agua, logrando por efecto una anestesia completa, que duró
diez y seis horas. Al día siguiente hizo una segunda inyección de otros 10
gramos de doral en U vena del antebrazo izquierdo, y al tercer dia la repitió,
obteniendo siempre la anestesia. No hubo que lamentar ninguna alteración local y el enfermo curó. Los doctores Hanot y Cartaz , de Paris , en un caso de
hidrofobia inyectaron doral en las venas. Cada inyección conteníalo gramos
de clor^,! en dSO gramos de agua , y no se repitieron iguales. El método de su
uso fué el siguiente : puso un lazo apretado como para la sangría , y teniendo
sujeta la vena , introducía un trocar muy fino á cuya cánula aplicaba el sifón
de una geringa que contenía la solución del d o r a l , laque se introduce con lentitud en el torrente circulatorio. El efecto fué conseguir una calma pasajera
en los síntomas terribles que presentaba el enfermo , mas no pudo lograrse la
curación. El profesor Vulpian , en una lección dada á propósito de estas inyecciones intravenosas, halla ventajosa la idea de producir la anestesia que se
sostiene por muchas horas seguidas ; no tienen el grave peligro de hacer coagular la sangre del corazón y los pulmones. Él y Gubler dicen que el doral no
se transforma en cloroformo , pero ejerce una acción que le es propia sobre el
elemento nervioso, entrando en combinación con é l , pero no abandonándole
sino poco á poco.
Los accidentes del envenenamiento por el doral, ó cloralismo, se han es-
494
tudiado por Gubler, y pueden ser agudos ó crónicos. El agudo ligero está
caracterizado por los vómitos , vértigos , estupidez y pérdida de las fuerzas.
La forma grave presenta palidez, desórdenes visibles, sudores frios, debilidad del pulso , estupidez , coma , convulsiones tetaniformes , y finalmente la
muerte por parálisis del corazón. El cloralísmo crónico suele producir malestar general, descamación de los dedos, úlceras superficiales al rededor de
las uñas, albuminuria. debilidad de la acción cardiaca y vasculary dificultad
para respirar. El Dr. Antie refiere dos casos de envenenamiento por el doral,
en que se observaron síntomas que hasta ahora no se habían descrito. En un
caso se trataba de un hombre que cada dia tomaba ocho gramos de cloral y
que fué acometido de dolores vivos especiales, como los que se observan á veces en la inhalación prolongada del cloroformo. En el segundo se trataba de
una mujer que á consecuencia de tristezas domésticas fué acometida de paraplejia. Se supo después que aquella infeliz tomaba diariamente altas dosis de
cloral; suspendido el cloral, la paraplejia desapareció. Contra el cloralísmo,
especialmente el crónico, Liebreich , el escritor del cloral, ha propuesto la estricnina ; pero otros, como Gubler y Rabuteau no han hallado utilidad alguna.
Clorato de potasa. —El Dr. Buron ha usado el clorato de potasa en el tratamiento del carcinoma ulcerado de diversos órganos. En tales casos aplicaba el
clorato una vez al dia finamente pulverizado en la superficie ulcerada. Su
efecto era disminuir el dolor, la supuración y las vegetaciones. El profesor
Gosselin tiene un nuevo método de emplear el clorato de potasa como tópico
de la estomatitis mercurial. Hace una solución concentrada añadiendo un poco
de láudano para calmar el dolor ; moja una planchuela de hilas. y la aplica
sobre las encías superiores é inferiores, dejándola en ellas; la renueva dos
ó tres veces al dia. El Dr. Teodoro Mead, de Nueva York, ha encontrado su uso
ventajoso en las ulceraciones rebeldes de la disentería crónica , por medio d e '
inyecciones en el recto dos ó tres veces al dia , con la siguiente fórmula.
j^ Clorato de potasa
Glicerina
Agua tibia
1,80 gramos.
i5 gramos.
90 á 120 gramos.
La primera lavativa es dolorosa, pero con el tiempo se adquiere la tolerancia, ^
Cloroformo. —El Dr. Julio Pollock trató con las inhalaciones del cloroforfo á una niña atacada de corea, y curó completamente en cinco dias.
Cloruro de alúmina.— El Dr. Blanc, bajo el pretexto de hallar en este cuerpo un remedio útil en la curación del cólera , fundándose en algunos casos de
experiencia propia, consiguió buenos resultados. La dosis fué de 15 á 20 gramos al dia en una solución para enemas.
Colombina, celrarina. - L a colombina es el principio amargo del colombo y
la cetrarína del liquen islándico. Con estasdos sustancias ha hecho experimentos el profesor Kohler, de Halle, con laidea de conocer el modo preciso de obrar
49S
de las sustancias amargas que tanto se emplean en la práctica médica. Ha observado que estos dos principios producen primero una disminución de la presión de la sangre, después una elevación progresiva de la tensión arterial. El
primero de estos dos hechos es debido á una causa cardíaca, porque se produce aun cuando la médula ó el pneumogástrico se halle cortado ó paralizado
con la atropina ; mientras el segundo hecho depende de la excitación de los
centros vaso-motores, el que no se [roduce cuando la médula está cortada. El
corazón puesto á descubierto durante estos experimentos , presentó contracciones débiles y coloración pálida.
Compresión de los nervios. - El profesor Brown Sequard asegura que la tos
puede detenerse mediante la compresión de los nervios del labio superior en
la proximidad de la nariz , en la inmediación de la oreja y en la parte interna
de la boca sobre la parte superior del paladar.
El Dr. H. C. Hand empleó la compresión del nervio vago para detener
ciertos vómitos obstinados y diarreas dependientes de causas puramente nerviosas. Comprime el nervio vago hacia el ángulo de la mandíbula inferior,
sirviéndose de la carótida como punto de partida para hallar dicho nervio. Como después el pneumogástrico derecho se distribuye en los intestinos delgados,
y el izquierdo innerva principalmente el estómago, aconseja el Dr. Hand obrar
ya en un punto, ya en otro, según es el estómago ó los intestinos, los que
conviene tratar.
Copaiba.—El Dr. Reigner ha empleado con ventaja la copaiba en la curación de la difteritis ; pero según esta regla, desde que el Médico trata á un paciente de dicha enfermedad debe examinar con atención las orinas, y siempre que salgan albuminosas, deberá administrar en seguida la copaiba ó la cubeba. Esta curación no será exclusiva, sino que se emplearán al mismo tiempo otros medios contra la enfermedad.
Croton-cloral.—M. Liebreich, el escritor acerca del doral, acaba de hacer
un estudio sobre el uso del croton-cloral. Su fórmula química es C^H'A^O, y se
obtiene de la ac«ion de una corriente de cloro en la aldeida. Es un cuerpo formado de pequeños cristales brillantes, que tienden á aglomerarse en masas
irregulares como el ácido benzoico; es poco soluble en el agua fria, pero más
en la caliente; da un olor mixto , entre alcanfor y cloro , favoreciendo la glicerina su solubilidad. La formula es la siguiente:
¡f Hidrato de croton-cloral. . 3,20 gramos.
Glicerina
IS.OO gramos.
Agua destilada caliente. . 43,00 gramos. Disuélvase.
Se usa en forma líquida ó pilular á la dosis diaria de 5 á SO centigramos.
Su modo de obrar difiere del doral en que produce el sueño sin ejercer acción
alguna en la tonicidad muscular, ni en la circulación y respiración. de modo
que puede se halle indicado en las afecciones del corazón , en casos de
neuralgias del trigémino y otras pertinaces, también en los dolores mus-
496
culares de causa gonorréica , en las toses espasmódicas y en la nocturna de los
tísicos. En general, cuando no se puede obtener con el d o r a l , Liebreich aconseja añadir á los medicamentos el crotón doral. Este lo ha recomendado también el Dr. Benzon Baker en las neuralgias obstinadas, porque calma los dolores y produce el sueño , sin producir dolor de cabeza ni embarazo gástrico.
La dosis es de S centigramos, repitiéndose varias veces.
Cinoglosa oficinal.—Según el Dr. Dichin, de San Pelersburgo , un extracto
preparado con la planta fresca de cinoglosa oficinal obrarla en el sistema nervioso lo mismo que el curare , y basta podría sustituirle. Hasta ahora esta opinión nadie la ha confirmado. {Revista clínica di Bologna.)
(Se continuará.)
»• «
CASO PRÁCTICO.
El dia 25 de Agosto se ha practicado la operación de la talla en el Hospital
militar de Bladrid al Sr. Brigadier D. Teodoro Sagasta , el que sufrió la misma
operación hace un año, desde cuya época quedó una fístula vé.'^ico-perineal
y cistitis , que se hizo crónica y teníalos caracteres de parenquiniatosa.
A su ingleso en el Hospital, el Sr. Sagasta estaba grave, con sus largos
sufrimientos; la orina fuertemente alcalina , abandonaba por reposo dos terceras partes de moco-pus, y la necesidai imperiosa de orinar cada quince ó
veinte minutos , en medio de horribles dolores , hacían todo reposo imposible; una delicada exploración permitió al Sr. Suetider descubrir la existencia de un cálculo vesical mediano , y á pesar de la gravedad del caso, le
propuso la operación , como única esperanza de salvación.
Aceptada por el enfermo y la consulta de Profesores del Hospital, el señor
Suender practicó la talla, medio bilateral de Civiale , asistido del Sr. Fañosa,'
que tuvo el catéter; del Sr. Juarranz, que le cloroformizó ; de los Sres. Ferradas y Cenarro , que le sostuvieron en posición , y á presencia del Sr. Inspector del Distrito , Director del Hospital, y gran número de Jefes y Oficiales
del Guerpo.
La operación se terminó felizmente sin incidente alguno y sin hemorragia , á pesar de las dificultades que ofrecía el espesor de los tejidos del periné;
extraído el cálculo, y explorada la mucosa, se halló fuertemente mamelonada, hipertrofiada é incrustada de placas fosfáticas, que fueron laboriosamente
desprendidas ; repetldísimas inyecciones de agua fenicada dejaron completamente limpia la vejiga.
La operación duró seis minutos.
El cálculo , como generalmente son los de recidiva, era de fosfato tribásico , y compuesto de granulos aglomerados por materia orgánica.
El Sr. Sagasta sigue en un estado completamente satisfactorio.
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