CIUDADANO PRESIDENTE Y DEMÁS MAGISTRADOS DE LA SALA ELECTORAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA SU DESPACHO Nosotros. FRANCISCO ENCINAS VERDE y AGUSTÍN DÍAZ DÍAZ venezolanos, mayores de edad, abogados, titulares de las cédulas de identidad números V-4.047.722 y V-11.537.407, respectivamente, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo los números. 15.496 y 65.839, respectivamente, en nuestros propios nombres interponemos Acción de Amparo Constitucional, de conformidad con los artículos 62, 63, 64 y 335 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, contra la Comisión Electoral de Primarias de la Mesa de la Unidad Democrática por la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 de la Mesa de la Unidad Democrática aprobada en Caracas a los 9 días del mes de marzo de 2015, en razón de las siguientes consideraciones de hecho y de derecho: FUNDAMENTOS DEL AMPARO Por medio de la presente acción de amparo constitucional planteamos ante esta Sala Electoral y así solicitamos que expresamente sea reconocido y declarado que la Comisión Electoral de Primarias de la Mesa de la Unidad Democrática al dictar la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 de la Mesa de la Unidad Democrática incurrió en violaciones al ejercicio de derecho al sufragio, así como también al derecho de igualdad y a la no discriminación, ya que en dicha Normativa sobre Postulaciones la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática estableció, en primer lugar, requisitos adicionales a los consagrados en la Constitución para el ejercicio del derecho a ser elegido; y, en segundo lugar, estableció requisitos distintos para aquellos casos en que las postulaciones sean realizadas por Organizaciones con Fines Políticos y para cuando son realizadas por Iniciativa Propia, para quienes pretende postularse paraa optar a un cargo de elección popular. Explicamos con detalle lo que planteamos: Estamos de acuerdo que los procesos electoral de alta envergadura, como efectivamente lo constituyen las primarias que está organizando la Mesa de la Unidad Democrática, requiere del apoyo técnico de un ente capacitado para tal efecto, como efectivamente lo es el Consejo Nacional Electoral, y que la puesta en marcha de todo el mecanismo de elección por parte de dicho ente implica la erogación de gastos que deben ser financiados por quienes solicitan la asistencia técnica - La Admisibilidad de la Acción En primer lugar debemos señalar, que quienes actuamos como accionantes poseemos legitimación en el presente caso ya que tenemos interés jurídico actual, legítimo, y fundado, en participar activa y pasivamente en el proceso electoral previsto por la Mesa de la Unidad Democrática (elecciones primarias) para la elección de los candidatos para el cargo de Diputados a la Asamblea Nacional, por el Circuito 1 del Estado Nueva Esparta. Cumplimos cabalmente con los requisitos exigidos por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en sus artículos 62, 63, 64 y 65 para ejercer nuestro derecho al sufragio activo y pasivo, ya que somos ciudadanos venezolanos, mayores de dieciocho años y no nos encontramos sujetos a ningún tipo de interdicción civil o inhabilitación política y por lo tanto pretendemos que se nos ampare para el ejercicio de tal derecho. Efectivamente somos ciudadanos venezolanos plenamente habilitados para el ejercicio de nuestros derechos políticos y nos interesa precaver que nuestros representantes ante la Asamblea Nacional sean electos con pleno apego a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y por ende con plena seguridad jurídica. En cuanto al cumplimiento de los requisitos procesales para la admisibilidad del presente amparo constitucional, conviene citar el criterio establecido por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia del 4 de agosto de 2000 (caso Noé Acosta Olivares), donde dispuso lo siguiente: “Los razonamientos anteriores no conducen a negar en forma absoluta la posibilidad de interponer acciones de amparo constitucional en materia electoral, pero sí supone el examen para cada caso de la pertinencia e idoneidad del medio procesal empleado. (...) Ahora bien, la inadmisibilidad de la presente acción de amparo no deriva exclusivamente de la ausencia de su carácter extraordinario, sino igualmente de la actuación que en sí misma se denuncia. La proclamación de un candidato en un determinado cargo, así no sea de carácter público sino de los existentes en los órganos enumerados en el artículo 293, ordinal 6 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no puede ser suspendida o controlada a través de una acción de amparo constitucional otorgada a favor de quien lo pretende, pues en los procesos judiciales electorales cuando se impugnan actos como el referido, no es la protección individual de un derecho constitucional, sino el respeto a la expresión de la voluntad del electorado que oportunamente sufragó y eligió un candidato determinado, lo que priva, y ello conlleva a que la cuestión objeto del mismo sea de interés general. Por consiguiente, al revestir la decisión que acordase el amparo solicitado por violación de derechos constitucionales individuales, el carácter de cosa juzgada formal, podría tal decisión generar, a su vez, lesiones graves a los derechos constitucionales de otros tantos ciudadanos, interesados en la extinción o defensa del acto, según sea el caso. No obstante, lo anterior, considera esta Sala pertinente precisar que la acción de amparo constitucional si puede ser admisible en materia electoral, pero solo cuando se denuncia violación de derechos constitucionales relacionados con actos electorales que se inscriben dentro del proceso electoral, que no suponen la finalización del mismo, pues no se justifica esperar la culminación del mismo para denunciar una violación flagrante de un derecho constitucional, en los casos de la inscripción en el Registro Electoral, de la postulación de los candidatos, inscripción o rechazo a determinada candidatura, así como la fijación de fechas para las elecciones, no así para aquellos relacionados con la votación, escrutinios, totalización y proclamación de los candidatos, que si conforman la fase final del proceso electoral, por ser el recurso idóneo para impugnar estos actos el contencioso electoral, al ser sumario, breve y eficaz, aportar elementos probatorios necesarios para la valoración del Juez y proporcionar las garantías de un debido proceso, que por demás puede ser aun más expedito si se considera que los lapsos procesales pueden ser reducidos hasta la mitad, como ha venido haciendo esta Sala en todos los casos que ha tramitado y decidido desde el mes de enero de 2000, en virtud de la urgencia del caso derivada de la necesidad de dilucidar la legitimidad del titular de un cargo de elección popular” (Subrayado y resaltado de la Sala). La presente acción de amparo constitucional se ajusta perfectamente al criterio jurisprudencial antes citado, ya que las denuncias constitucionales que se plantean a través de la presente acción no se refieren a un proceso electoral finalizado, sino que las mismas están referidas a las fases de postulación e inscripción de candidaturas, siendo en consecuencia el amparo constitucional el único medio procesal idóneo y de carácter extraordinario existente para proteger los derechos constitucionales en esta fase del proceso electoral, por lo que en consecuencia resulta claramente admisible el presente amparo y así solicitamos sea declarado. - Competencia para conocer la presente acción- A los efectos de señalar el Tribunal competente para la presente acción, se hace necesario citar el criterio ampliamente reiterado por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia en decisión de fecha 01/06/2004 (EXP N° 2004-000052): - Corresponde a esta Sala pronunciarse, en primer término, sobre la declinatoria de competencia formulada por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Agrario y de Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui, y a tal efecto observa: El Juzgado declinante fundamentó su decisión, atendiendo a la afinidad existente entre la materia debatida en el caso concreto y a la jurisprudencia sentada por esta Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia. En este sentido, esta Sala reitera que la competencia para conocer en materia de acción de amparo constitucional viene determinada, en principio, por una suerte de paralelismo competencial, esto es, por la aplicación de un criterio material y por un criterio orgánico, orientado el primero por la materia afín con la naturaleza del derecho o garantía constitucional que se considera vulnerado (criterio de afinidad) y, el segundo, por el sujeto a quien se le imputa la conducta lesiva, es decir, se trata de un elemento de carácter subjetivo que, en definitiva, determina el Tribunal competente específico para conocer de la acción de amparo, cuando la materia le es afín a uno o más tribunales con competencia. Ello, al entender la Sala que la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales atribuyó el conocimiento del amparo constitucional al mismo Tribunal que sería competente en el caso concreto, si el interesado hubiese utilizado las vías jurisdiccionales ordinarias. En tal sentido, debe señalarse que en materia de amparo la Sala Constitucional, en sentencia N° 1 de fecha 20 de enero de 2000, aseguró el monopolio que posee dicha Sala para el conocimiento de las acciones autónomas de amparo cuando las mismas son interpuestas contra la actuación de los titulares de los órganos mencionados en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, que estatuye la competencia de este Alto Tribunal para el conocimiento de este tipo de acciones en atención a la jerarquía del funcionario del cual proviene la presunta lesión. Asimismo, la Sala Constitucional declaró que, en cambio, corresponde a esta Sala Electoral el conocimiento de aquellos amparos constitucionales ejercidos conjuntamente con recurso de nulidad en materia electoral. Sin embargo, aun cuando la jurisdicción contencioso electoral no ha sido objeto de la regulación legal que dispone la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, esta Sala Electoral, por vía jurisprudencial, ha establecido criterios atributivos de competencia para suplir tal vacío y procurar, de ese modo, la conformación de su propio ámbito competencial a fin de hacer operativos los nuevos postulados constitucionales. Asimismo, consciente de la situación derivada del monopolio que ejercen tanto la Sala Constitucional como esta Sala en los ámbitos competenciales referidos, determinada por el hecho de que los actos, actuaciones y omisiones de algunos órganos electorales pertenecientes al Poder Electoral, distintos al Consejo Nacional Electoral, como de los entes mencionados en el numeral 6 del artículo 293 constitucional, tales como sindicatos, organizaciones gremiales o colegios profesionales, organizaciones con fines políticos o cualquier otra organización de la sociedad civil, no eran susceptibles de ser accionados mediante el amparo autónomo, al no encuadrar dentro de los órganos tipificados -o equivalentes constitucionales- enumerados en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales y, considerando que la jurisdicción contencioso electoral está conformada únicamente por esta Sala Electoral, la misma, en una interpretación armónica de las competencias de la jurisdicción contencioso electoral con los criterios delimitadores de asignación competencial en materia de amparo constitucional, establecidos por la Sala Constitucional; conformando de esa forma los criterios de competencia sentados en la sentencia antes citada y, en resguardo del derecho previsto en el artículo 27 de la Constitución, dictó la sentencia N° 90, de fecha 26 de julio de 2000 (caso: Caja de Ahorros y Previsión Social de los Trabajadores de la Universidad Central de Venezuela), en la cual dispuso lo siguiente: “...hasta tanto se dicte la correspondiente ley y la Sala Electoral sea el único órgano integrante de la jurisdicción contencioso electoral, le corresponderá conocer las acciones de amparo autónomo contra los actos, actuaciones u omisiones sustantivamente electorales de los titulares de los órganos distintos a los enumerados en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, que lógicamente detenten competencia en materia electoral, e igualmente le corresponde conocer las solicitudes de amparo cautelar que en su ámbito de competencia material sean interpuestas conjuntamente con recursos contencioso electorales”. Como puede observarse en la cita jurisprudencial antes realizada, corresponde a la Sala Electoral conocer y decidir las acciones de amparo autónomas que se interpongan contra actuaciones y situaciones sustantivamente de naturaleza electoral, contra órganos electorales distintos al Consejo Nacional Electoral, que es precisamente lo que se plantea a través de la presente acción, por lo que resulta la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia el Tribunal competente para el conocimiento de la presente acción y así solicitamos sea declarado. - Violaciones Constitucionales que se denuncian. Marco Conceptual Desde el punto de vista del derecho constitucional, los derechos políticos han sido conceptualizados como el conjunto de condiciones que posibilitan al ciudadano participar en la vida política. La nota distintiva de estos derechos es la de constituir una relación entre el ciudadano y el Estado, un diálogo entre gobernantes y gobernados. Representan, en suma, los instrumentos que posee el ciudadano para participar en la vida pública, o, si se quiere, el poder político con el que cuenta este para participar, configurar y decidir en la vida política del Estado. En el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, los derechos políticos pertenecen, junto a los derechos civiles, a los llamados derechos de la primera generación o derechos de la libertad. La distinción entre una y otra categoría podría establecerse, en principio, en el entendido que mientras los derechos civiles permiten al ser humano, en general, gozar de una esfera personal de autonomía frente al Estado y las demás personas privadas, los derechos políticos, en cambio, posibilitan al ciudadano participar en los asuntos públicos y en la estructuración política de la comunidad de que forma parte (García 1993). De este modo, y a diferencia de los derechos civiles, el ejercicio de los derechos políticos en el seno del Estado lejos de colocar al hombre en oposición a éste, lo que hace es habilitarlo a tomar parte en la estructuracion política de la sociedad de la cual es miembro. En otras palabras, mientras los derechos civiles se dirigen a todos los individuos para permitirles realizar con integridad su destino personal en el marco de una sociedad libre, los derechos políticos se dirigen a los ciudadanos para posibilitarles participar en la expresión de la soberanía nacional, como por ejemplo, el derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones así como el derecho de adhesión a un partido político. A la vez, los derechos políticos proceden de la idea de la libertad política y de la libertad individual y, debido a este carácter mixto, no pueden ser concedidos a todos los individuos, sino solamente a los que estando en edad de ejercerlos poseen una relación con el Estado como puede ser, verbigracia, la que se deriva de su nacionalidad. Importa asimismo destacar que en los derechos políticos el elemento de libertad individual que en ellos está contenido es el que progresivamente ha originado el carácter universal del sufragio y la necesidad de su ejercicio no discriminatorio. En cuanto a la identificación de estos derechos políticos, ni la doctrina ni el constitucionalismo latinoamericano comparado coinciden plenamente sobre este extremo. En términos generales, y sin la pretensión de efectuar una enumeración exhaustiva, pueden mencionarse los siguientes con su respectivo significado: a. Derecho de voto: Se refiere al derecho que tienen los ciudadanos de elegir a quienes hayan de ocupar determinados cargos públicos. b. Derecho a ser electo: Es el derecho que tienen los ciudadanos a postularse para ser elegidos con el fin de ocupar determinados cargos públicos. c. Derecho de participar en el gobierno y de ser admitido a cargos públicos: Es el derecho que tienen los ciudadanos de participar en las instituciones del Estado y de tener acceso y ser admitido a todos los cargos y funciones públicas. d. Derecho de petición política: Se refiere al derecho de dirigir peticiones a las Cámaras, o a los órganos ejecutivos, y de exponer sus necesidades a fin de influir en la legislación política. e. Derecho a asociarse con fines políticos. f. Derecho de reunirse con fines políticos Estos dos últimos derechos se enmarcan dentro de los de carácter colectivo, referidos al derecho de organización, asociación y reunión política, generalmente a través de partidos políticos y sindicatos. En el ámbito universal de las Naciones Unidas, los derechos políticos fueron objeto de expreso reconocimiento al adoptarse la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), cuyo artículo 21 dispone lo siguiente: 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; 2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. 3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto. La internacionalización de los derechos políticos ha sufrido, en estos 40 años, una notable progresividad, habiendo pasado de su mera declaración a la creación de instancias y mecanismos destinados a asegurar la vigencia y protección de los mismos. En efecto, los derechos políticos aparecen actualmente regulados, en cuanto derechos exigibles internacionalmente, tanto en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos como en el Convenio Europeo para la Protección los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, en la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los pueblos y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. A manera de ejemplo, el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, indica: Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de las distinciones mencionadas en el artículo 2, y sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades: a. Participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos, b. Votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores, c. Tener acceso en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. Por su parte, el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, en su artículo 11, inciso 1, estipula: Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión pacífica y a la libertad de asociación, incluido el derecho de fundar, con otras, sindicatos y de afiliarse a los mismos para la defensa de sus intereses. Por otro lado, la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los pueblos, en su artículo 13 dice: 1. Todo ciudadano tiene el derecho a participar libremente en el gobierno de su país, sea directamente o a través de sus representantes libremente elegidos en conformidad con las disposiciones legales. 2. Todo ciudadano tiene el derecho a acceder a la función pública de su país en igualdad de condiciones. 3. Toda persona tiene derecho al acceso a la propiedad y a los servicios públicos en estricta igualdad para todas las personas ante la ley. Finalmente, el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece: 1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades: a. de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; b. de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores, y c. de tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país. 2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades a que se refiere el inciso anterior, exclusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena, por juez competente, en proceso penal. De este modo, de acuerdo con Gros Espiell, los derechos políticos han dejado de ser una materia reservada exclusivamente a la jurisdicción interna o doméstica, y si bien la determinación de quiénes son las personas legalmente capacitadas para ejercerlos o de quiénes son ciudadanos continúa siendo competencia de las Constituciones o de las leyes internas, el derecho en sí mismo está garantizado y protegido internacionalmente, aunque, naturalmente, de manera subsidiaria a la protección interna. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Capítulo IV consagra y regula los mencionados derechos políticos y es así como el artículo 62 determina que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos políticos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. Por su parte el artículo 63 consagra el derecho al sufragio y el artículo 64 establece los requisitos para su ejercicio, señalando que son electores o electoras todos los venezolanos y venezolanas que hayan cumplido dieciocho años de edad y que no estén sujetos a interdicción civil o inhabilitación política. El artículo 67 del texto constitucional expresamente consagra que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección y estipula a la vez que sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus integrantes. Esbozado todo el marco conceptual anterior nos encontramos con que el derecho sufragio envuelve dos vertientes, como lo son el derecho a votar y el derecho a ser elegidos en elecciones realizadas en condiciones de igualdad. Por mandato de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela deben ser renovadas durante este año 2015 las autoridades legislativas nacionales, esto es, los Diputados y Diputadas a la Asamblea Nacional. Es un hecho público y notorio la existencia de la llamada Mesa de la Unidad Democrática como, asociación con fines políticos a través de la cual se pretende la convergencia de un importante número de organizaciones políticas inscritas ante el Consejo Nacional Electoral, así como de activistas políticos independientes, para asumir un papel protagónico dentro de este proceso electoral, con el objetivo de unificar una importante masa de electores que apoyen a los candidatos que ella postule. Es así como la Mesa de la Unidad Democrática ha convocado un proceso de elecciones internas, en cumplimiento de lo previsto en el artículo 67 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, convocando a participar en dicho proceso a las organizaciones políticas y a los ciudadanos que por iniciativa propia coincidan en la necesidad de la alternancia democrática y la unidad para lograrlo. Para llevar adelante este proceso de elecciones internas, la Comisión Electoral de Primarias de la Mesa de la Unidad Democrática dictó en fecha 09 de marzo de 2015 la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015, estableciendo los lapsos y requisitos para tal efecto. Ahora bien, en esta Normativa dictada por la Comisión Electoral se regulan en forma separada lo relativo a los requisitos para las postulaciones presentadas por las Organizaciones con Fines Políticos a lo relativo a las postulaciones presentadas por Iniciativa Propia, y allí nos encontramos, en primer lugar, que se exigen requisitos a las postulaciones que se hagan por Iniciativa Propia adicionales a los establecidos en la Constitución de la República Bolivariana para ser elegidos diputados o diputadas a la Asamblea Nacional; y, en segundo lugar, las postulaciones por Iniciativa Propia se le exigen más requisitos que a las postulaciones realizadas por Organizaciones con Fines Políticos. Esto significa que la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 dictado por la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática, viola en primer lugar el derecho al sufragio pasivo, y en segundo lugar, viola el derecho de igualdad así como también el de no discriminación. Nos permitimos citar lo que expresamente consagra la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 en relación a las Postulaciones por iniciativa propia: 5. Postulaciones por iniciativa propia Cualquier elector puede postularse por iniciativa propia para un determinado cargo de elección popular sin más limitaciones que las establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes, el Reglamento de la Comisión Electoral de Primarias y la presente normativa. 6. Requisitos para la postulación por iniciativa propia Todos los requisitos deberán ser consignados ante la CEP en original y copia, en hojas y carpetas marrón tamaño carta. Los precandidatos por iniciativa propia, deberán presentar original y copia de los siguientes documentos: 1. Acta de consignación de documentos. (Formulario FPD-03) 2. Respaldo de firmas de electores equivalentes al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente (sólo original). (Formulario FPD-06 ) 3. Formulario de Postulación ante la CEP (Formulario FPD-04), donde el precandidato debe especificar como desea que su nombre aparezca en la Boleta Electoral, de acuerdo con las siguientes especificaciones: a. Combinación de sus nombres y apellidos (iniciales o nombre completo) en una extensión no mayor de 20 caracteres, con espacios incluidos. b. No se aceptarán pseudónimos, apodos o nombres distintos a los que aparezcan en el Registro Electoral. La Boleta Electoral estará organizada por orden alfabético, según lo establece el Reglamento de Primarias para esta elección. 4. Formulario de Datos de Identificación del Pre-Candidato (Formulario FPD-05) 5. Comprobante de haber cancelado la contribución estimada para apoyar los gastos de las elecciones primarias 2015, de acuerdo con la tabla de aportes aprobada por la CEP 6.1 Manifestaciones de Voluntad para postulaciones por Iniciativa propia Para postularse por iniciativa propia precandidatos deberán presentar conjuntamente con los requisitos exigidos para optar a la candidatura al cargo de elección popular al cual aspiran, un respaldo de firmas de electores equivalentes al menos del uno por ciento (1°/o) del Registro Electoral que corresponda a la circunscripción del cargo a elección popular. Para la presentación de las firmas se deberá utilizar el formulario Manifestación de voluntad de apoyo a precandidato(a) a Diputado a la Asamblea Nacional en elecciones primarias de 2015, (código FPD06). Si bien es cierto que la Normativa señala que cualquier persona puede postularse para cargos de elección popular sin más limitaciones que las establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes, el Reglamento de la Comisión Electoral de Primarias y la presente normativa; para el caso concreto de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional tales requisitos no pueden ser otros que los establecidos en el artículo 188 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, esto es, ser venezolano o venezolana por nacimiento o por naturalización con, por lo menos, quince años de residencia en territorio venezolano; ser mayor de veintiún años y haber residido cuatro años consecutivos en la entidad correspondiente antes de la elección. Al establecerse en la Normativa en cuestión que adicionalmente deben acompañarse a la postulación firmas de electores equivalentes al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente, y la constancia de haber cancelado la contribución estimada para apoyar los gastos de las elecciones primarias 2015, de acuerdo con la tabla de aportes aprobada por la CEP, se están estableciendo requisitos adicionales a los consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los cuales no se encuentran establecidos en ninguna Ley que haya desarrollado a su vez la normativa constitucional al respecto. Los requisitos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela son muy claros y no se encuentran ninguno de los dos antes mencionados. La Constitución en modo alguno señala que para que una persona sea diputado o diputada a la Asamblea Nacional deba constar con un apoyo mínimo del uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente. Recordemos a tal efecto, que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra el voto como un derecho y un deber, más no como una obligación, por lo que en consecuencia puede hipotéticamente suceder que en una circunscripción electoral se genere menos de un uno por ciento (1%) de votos de las personas inscritas en el Registro Electoral y sencillamente resultar electo el que resulte ganador en ese hipotético supuesto. La doctrina calificada y la jurisprudencia comparada ha sido tajante en señalar que el derecho de sufragio pasivo para los cargos de elección popular, debe ser ejercido de conformidad con las delimitaciones establecidas por el constituyente y desarrolladas por el legislador. De ahí que sólo compete al legislador, en desarrollo de los preceptos constitucionales, determinar mediante una justificación razonable y proporcionada las causas de inelegibilidad, que impiden a determinadas personas concurrir a las elecciones, y las causas de incompatibilidad, que impiden a ciertos ciudadanos desempeñar el puesto electivo sin renunciar a un cargo o trabajo incompatible. A lo anterior hay que agregar, que esta exigencia que se hace en la Normativa electoral denunciada relativa a que las postulaciones por iniciativa propia deben acompañarse con la firmas de electores equivalentes al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente no se consagra para el caso de las postulaciones que pueden realizar las Organizaciones con Fines Políticos. Este punto resulta interesante y resalta aún más la existencia de la violación al derecho al sufragio, ya que existen muchas organizaciones políticas (bien sea partidos políticos tradicionales o los llamados movimiento independientes de nueva data) que se encuentra inscritos en el Consejo Nacional Electoral y los cuales gozan de la autorización, además de la categoría o privilegio de revestir el carácter de nacionales, que adolecen de representatividad, de militancia y apoyo en muchísimos circuitos electorales del territorio nacional y que sin embargo se les permite postular candidatos en esos circuitos electorales aún cuando no poseen una representatividad equivalente al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente. Hubiere sido interesante si la normativa electoral aquí denunciada exigiera a todas las Organizaciones con Fines Políticos sus records de votación de los últimos procesos electorales para todas las postulaciones que realicen en los distintos circuitos electorales. Al consagrar la normativa dictada por la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática requisitos distintos para las postulaciones que se realicen por Iniciativa Propia a las postulaciones que realicen las Organizaciones con Fines Políticos está violando la regla básica que debe imperar en todo proceso electoral relativo a cargos de elección popular, como lo es la igualdad y el no establecimiento de discriminaciones En el tema del derecho al sufragio pasivo, la regla inderogable establecida por el propio Constituyente, es aquella de absoluta igualdad, así que toda diferenciación representa objetivamente una situación discriminatoria, ya que la consagración de diferenciaciones para el ejercicio del sufragio pasivo disminuye para algunos ciudadanos el contenido concreto de un derecho fundamental en favor de otros, toda vez que genera situaciones de desventajas Al exigírsele a los postulados por Iniciativa Propia como requisito presentar un registro de firmas equivalentes al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente, y no exigírsele tal requisito a las postulaciones de las Organizaciones con Fines Políticos, ni pedírsele tampoco alguna constancia verificable de que esa organización con fines políticos cumple con tal requisito, sin duda alguna está generando una situación de desigualdad y de discriminación para las postulaciones por Iniciativa Propia. Entendemos perfectamente y así lo aceptamos, la necesaria existencia de los partidos políticos dentro de los constitucionalismos y democracias modernas, ya que los mismos son medios indispensables de control social que permiten a su vez el auténtico reflejo de las necesidades y realidades sociales, y conllevan a la lucha contra las situaciones de intolerancia e irrespeto de quienes administran el Estado. Es innegable que los partidos políticos permiten el equilibrio y ponderación de los intereses sociales o colectivos sobre los intereses individuales o particulares, pero tal situación no pude ser óbice para el resguardo del derecho de igualdad y no discriminación en los procesos electorales para cargos públicos. Sin duda que al establecer la Comisión Electoral de Primarias de la Mesa de la Unidad Democrática en la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 el requisito relativo a que las postulaciones por Iniciativa Propia deben presentar un registro de firmas equivalentes al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente, tal situación viola lo consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que tal requisito no lo exige la Constitución y crea a su vez una violación del derecho de igualdad y a la no discriminación, ya que no exige a las postulaciones que realicen las Organizaciones con Fines Políticos acreditar su representación popular en la Circunscripción Electoral donde realiza postulaciones, permitiendo así la postulación de candidatos que no cumplen con este requisito bajo el artificio de la figura de la Organización con Fines Políticos. Adicionalmente a las violaciones denunciadas, la mencionada Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 incurre en otra violación del derecho al sufragio y a la igualdad y a la no discriminación, cuando dispone que las postulaciones por iniciativa propia deben presentar la constancia de haber cancelado la contribución estimada para apoyar los gastos de las elecciones primarias 2015. Existe violación del derecho al sufragio ya que la Constitución tampoco establece como requisito para ser diputado o diputada a la Asamblea Nacional el pago de contribuciones. Si bien es cierto que efectivamente el proceso de elecciones primarias tiene un costo económico que debe sufragar la Mesa de la Unidad Democrática, principalmente por el apoyo técnico a ser prestado por el Consejo Nacional Electoral, no puede ser tal circunstancia un motivo para rechazar las postulaciones por iniciativa propia. La Mesa de la Unidad Democrática más que exigir una contribución, está imponiendo una obligación de pago, ya que tasa o fija el monto de la “contribución”, lo cual sin duda alguna se traduce en violación del derecho al sufragio, del derecho a la igualdad y a la no discriminación. El mecanismo que debe establecer la Mesa de la Unidad Democrática es la de exhortar a todos aquellos que deseen participar en el proceso electoral, bien sea a través del ejercicio del derecho al sufragio activo o pasivo, para la implementación de mecanismos que permitan la obtención de recursos que puedan costear los costos del proceso, mecanismos como contribuciones voluntarias, no tasadas, la realización de eventos o actividades públicas y/o privadas generadoras o productoras de recursos económicos, y no hacer lo previsto en la Normativa denunciada de establecer una “contribución” obligatoria y tasada para la admisión de la postulación por iniciativa propia. La Mesa de la Unidad Democrática coloca a las personas que deseen postularse por iniciativa propia en situación de desigualdad con relación a las personas que son postuladas por Organizaciones con Fines Políticos, ya que, en teoría, estas Organizaciones con Fines Políticos cuentan con un indeterminado número de militantes y/o simpatizantes, a los cuales pueden exhortar estas Organizaciones para que realicen aportes voluntarios facilitando así la obtención de recursos para cubrir la “contribución” exigida por la Mesa de la Unidad Democrática. En este punto es conveniente tener muy presente, que la figura del diputado o diputada se encuentra estrechamente vinculada al de la representación directa e inmediata de las realidades de los habitantes de una zona con lo que constituye el Poder Nacional. Esta observación es necesaria, ya que los principales aspirantes a candidatos para el cargo de diputado o diputada a la Asamblea Nacional son líderes sociales de naturaleza urbana, que precisamente dada su condición de líder social dedican principalmente su tiempo y trabajo a actividades de índole social que a actividades económicas, por lo que se le dificulta poseer los recursos económicos necesarios para cancelar la “contribución” relativa a la postulación por iniciativa propia. En el caso de las Organizaciones con Fines Políticos, gran parte de sus militantes y/o simpatizantes, no son personas dedicadas íntegramente a la actividad social, sino que también realizan actividades económicas independientes que le permiten realizar aportes voluntarios a dichas Organizaciones, los cuales cuando son realizados en masa o por un número importante de personas permiten la obtención de suficientes recursos para cubrir la “contribución” prevista por la Mesa de la Unidad Democrática Esta situación es lo que ha debido haber observado la Mesa de la Unidad Democrática al momento de establecer como obligatoria la “contribución” aquí denunciada como requisito para la admisibilidad de la postulación que se realice por iniciativa propia, más tomando en cuenta la innegable capacidad social, intelectual y gerencial de muchos de los miembros de la Mesa de la Unidad Democrática. Al encontrarnos en consecuencia que la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 dictada por la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática dispone que las postulaciones por iniciativa propia deben presentar la constancia de haber cancelado la “contribución” estimada para apoyar los gastos de las elecciones primarias 2015, requisito que no estipula la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en modo alguno tampoco ha sido normado por Ley que desarrolle algún precepto constitucional sobre tal materia, es evidente que la normativa en referencia viola el derecho al sufragio previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y viola a su vez el derecho a la igualdad de las postulaciones por Iniciativa Propia en relación con las postulaciones que pueden realizar las Organizaciones con Fines Políticos, ya que genera una situación más onerosa o gravosa para las postulaciones por Iniciativa Propia, ya que lo que verdaderamente ha debido haber articulado la Mesa de la Unidad Democrática han sido mecanismos tendientes a la generación de recursos que permitan costear el costo de la elecciones primarias. Con fundamento en todas las consideraciones de hecho y de derecho expuestos, es por lo que acudimos ante esta Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia a interponer Acción de Amparo Constitucional contra la Comisión Electoral de Primarias de la Mesa de la Unidad Democrática por la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015, toda vez que al consagrar dicha normativa como requisitos para la admisibilidad de las postulaciones de candidatos a candidatas al cargo de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional el que dichas postulaciones deben acompañarse: 1) de la firmas de electores equivalentes al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente; y, 2) la constancia de haber cancelado la contribución estimada para apoyar los gastos de las elecciones primarias 2015, incurre en violación al derecho al sufragio pasivo, ya que estos requisitos no están consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en sus artículos 62, 63 64 y 188 y violan a su vez el derecho de igualdad y a la no discriminación ya que la exigencia de tales requisitos generan una situación más onerosa o gravosa para las postulaciones por Iniciativa Propia en relación con las postulaciones por Organizaciones con Fines Políticos, solicitando en consecuencia que se declare la nulidad de la Normativa Sobre Postulaciones de Precandidatos a Elecciones Primarias de 2015 de la Mesa de la Unidad Democrática aprobada en Caracas a los 9 días del mes de marzo de 2015, en relación a la exigencia de estos dos requisitos de admisibilidad para las postulaciones por Iniciativa Propia. MEDIDA CAUTELAR Solicitamos respetuosamente de esta Sala Electoral, que en virtud de que el lapso el previsto por la Mesa de la Unidad Democrática para proceso de postulaciones de candidatos está previsto se realice DEL 10 AL 17 DE MARZO DE 2015 ordene a la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática admitir las postulaciones que se realicen por Iniciativa Propia sin exigir que las mismas deben acompañarse: 1) de la firmas de electores equivalentes al uno por ciento (1%) del Registro Electoral de la Circunscripción correspondiente; y, 2) la constancia de haber cancelado la contribución estimada para apoyar los gastos de las elecciones primarias 2015. Ha establecido la jurisprudencia de la Sala Electoral que para determinar la procedencia de la acción de amparo cautelar, debe revisarse en primer lugar el fumus boni iuris, con el objeto de verificar la presunción grave de violación o amenaza de violación del derecho constitucional denunciado como conculcado; y, en segundo lugar, el periculum in mora, el cual está determinado por la verificación del requisito anterior, ya que basta con que exista la presunción grave de violación de un derecho constitucional para que de inmediato surja la necesidad de su protección ante el riesgo de un perjuicio irreparable por la sentencia definitiva. Esta claramente justificado a lo largo del presente escrito el cumplimiento de los requisitos que hacen procedente el decreto de la presente medida, ya que de un simple cotejo de las normas constitucionales denunciadas como violadas con la normativa dictada por la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática se puede observar que los denunciados requisitos no están previstos constitucionalmente, por lo que su imposición o determinación en la Normativa aquí impugnada es motivo suficiente de presunción grave de violación o amenaza de violación del derecho constitucional denunciado como conculcado, y en segundo lugar, de no decretarse la presente medida cautelar y vencerse el plazo para las postulaciones sin que se haya decidido el fondo de la presente acción, haría nugatoria cualquier decisión favorable al respecto DOMICILIO PROCESAL Señalamos como domicilio procesal la ciudad de Santa Ana, Calle Nuevo Mundo, Quinta Los Diaz, Municipio Autónomo Gómez del Estado Nueva Esparta. Datos de identificación: Francisco Encinas Verde. Teléfono 04142709533. Correo electrónico: [email protected] Agustín Díaz Díaz. Teléfono [email protected] Caracas, a la fecha de su presentación. 04241653877. Correo electrónico: