Valencia, 21 de marzo de 2013 LOS TAPICES DEL PATRIARCA, UN TESORO DESCONOCIDO EN EL CORAZÓN DE VALENCIA El conjunto de tapicería que posee el Real Colegio del Patriarca está integrado por seis grandes tapices de colgadura de grandes dimensiones. De fabricación flamenca, están fechados a comienzos del siglo XVI. Tal y como refleja la documentación, los tapices fueron donados al Colegio Corpus Christi por San Juan de Ribera, quien los heredó de su padre, Pedro Enríquez Afán de Ribera, duque de Alcalá de los Gazules y marqués de Tarifa. Juan de Ribera fue el fundador del Colegio Corpus Christi, inaugurado en 1604 por Felipe III y Margarita de Austria. En su interior está la Capilla del Monumento, que fue terminada dos años después y que fue llamada así porque estuvo desde sus orígenes destinada a la exposición del Monumento del Jueves Santo y a la celebración litúrgica de la Semana Santa. Éste ha sido el espacio al que se han destinado principalmente los tapices del Patriarca, que pasaron a tener un papel fundamental en las solemnidades eucarísticas. Los paños también sirvieron para las procesiones del Corpus, lo que explica el grado de deterioro constatable en los mismos. Breve historia Los tapices del Patriarca pertenecen a una época de oro de la historia de la tapicería. Están fechados entre 1500 y 1530, período de esplendor de las manufacturas flamencas. La serie de La Parábola de la Viña corresponde al momento pre renacentista y la forman los paños de El pago del denario y La Llamada de los obreros. Son las de fabricación más antigua, en torno a 1500-1510. Los tapices titulados La Gracia pública y Exhortación a las virtudes hay que ponerlos en relación a las tres magníficas colgaduras que integran Las Moralidades de Patrimonio Nacional, una serie tejida en Bruselas de 1528. Los tapices de Valencia y los de la Corona obedecen a los mismos cartones y constituyen una especie de síntesis de una de las mayores series más complejas jamás tejidas en la capital brabanzona: Los Honores. Respecto a una serie dedicada a Los Vicios y a Las Virtudes, la colección del Patriarca conserva los titulados La Guía de la Lujuría y La Ira y la Pereza, de manufactura bruselense. La colección de tapices del Colegio Corpus Christi es aún desconocida para gran parte de los valencianos. Tal y como decía Adolfo Cámara hace ya más de medio siglo, “es un tesoro desconocido en el corazón de Valencia”. Los tapices pertenecen a una época de esplendor de la tapicería flamenca y se fabricaron en los mejores talleres de Bruselas. A su calidad y estética habría que añadir el interés iconográfico de estos paños, con un gran paralelismo con los que se encuentran en la catedral de Zamora o a la exquisita serie de Patrimonio Nacional. adquirida por Isabel La Católica. Su interés histórico, pues, es de un valor inestimable. Estado de conservación El estado general de conservación de los tapices que componen la colección perteneciente al Real Colegio del Corpus Christi requiere de una intervención de conservación-restauración que permita paliar su deterioro actual y favorecer su conservación en el futuro. Además de la suciedad general provocada por el paso del tiempo y la contaminación, que han causado numerosos daños en los paños, se han observado restos de cal traspasados desde las paredes donde han estado colgados. Y también existen zonas extensas de quemaduras diseminadas que han provocado la rotura de las tramas. Todo ello está unido a la cantidad y diversidad de antiguas restauraciones, lo que provoca un color discordante en los bordados. Actuaciones El examen preliminar nos permite establecer una secuencia general de los trabajos que sería necesario realizar para estabilizar y conservar los tapices y recoger la información necesaria para llevar a cabo un estudio científico. Una vez recopilada toda la documentación técnica sobre el estado de conservación, La Real Fábrica de Tapices comenzará los trabajos de restauración patrocinados por la Fundación Iberdrola. La limpieza de los tapices del Patriarca, además de por estética, es una necesidad primordial para detener los procesos de deterioro y sanear el tejido. Además, la remoción de las antiguas restauraciones redundará en una mejor conservación de los paños. Los trabajos permitirán recuperar los colores que permanecen ocultos bajo una espesa capa de suciedad y acumulación de humos, mientras que la eliminación de los recosidos y la posterior restauración consolidará la recuperación estructural de los tapices y la reintegración visual de los elementos decorativos.