Gildardo Avendaño Osogobio

Seguridad, Computación, Innovación y Monitoreo
Gildardo Avendaño Osogobio
Ingeniero Industrial, egresado del Instituto Politécnico Nacional. Certificado por ASIS International como oficial
de protección (CPO), habiendo participado por un década como miembro activo del Overseas Security
Advisory Council, comité consultivo del gobierno de los Estados Unidos para promover la seguridad de las
empresas norteamericanas en todo el mundo. Cuenta casi dos décadas de experiencia en seguridad
corporativa y ocupó, durante diez años, el cargo de Gerente de Seguridad a nivel Latinoamérica de una de las
empresas líderes a nivel mundial en informática.
Orador profesional con el grado oro y Campeón Nacional de Oratoria 1999 de los Toastmasters International.
Es considerado como uno de los mejores comunicadores de México; ha impartido más de 1,000 conferencias
en México, Centro y Sudamérica y ha impartido cursos sobre liderazgo, comunicación y seguridad a más de
medio centenar de empresas multinacionales.
Actualmente se desempeña como director general de GA Consulting, empresa dedicada a la consultoría y
capacitación.
1. ¿Qué es una extorsión?
Es una amenaza de pública difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él
dinero u otro provecho. Asimismo se define como una presión que mediante amenazas se ejerce sobre
alguien para obligarlo a obrar en determinado sentido.
2. ¿Cómo se encuentra catalogada una extorsión en el código penal?
Art. 243 (376).- El que con ánimo de lucro, obligara a otro, con violencia o intimidación, a realizar u omitir un
acto jurídico en perjuicio de su patrimonio o de un tercero, será castigado con la pena de prisión de 1 a 5
años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados.
3. ¿Por qué ha crecido la extorsión en México?
Existen tres aspectos fundamentales. Primero, el hecho de que los sistemas de bloqueo para el uso de
teléfonos celulares en los centros penitenciarios no se aplique rigurosamente.
En segunda instancia, la falta de conciencia de seguridad de la gente, permite que los delincuentes
encuentren un gran mercado para llevar a acabo sus fechorías aunado a la falta de preparación. He sido
testigo en muchas empresas que ofrecen capacitación en este tema y la gente no asiste, porque cree que a
ella no le puede pasar, que es una pérdida de tiempo y, cuando realmente ocurre, puesto que no saben cómo
deben de actuar, terminan pagando la extorsión.
En tercer lugar, el llamado "secreto bancario" en las instituciones financieras ha favorecido a los delincuentes
ya que las investigaciones para rastrear cuentas bancarias utilizadas para extorsiones, se ven limitadas al
negarse dicha información a las autoridades.
4. ¿Cómo y donde operan los extorsionadores?
La organización delictiva está conformada básicamente por tres células. La primera la constituyen las
personas que hacen las llamadas extorsivas, individuos que cuentan con la habilidad de amedrentar mediante
el uso de la palabra y con experiencia en asuntos de secuestros.
En su gran mayoría las llamadas se llevan a cabo desde los penales, por medio de teléfonos celulares; los
delincuentes "rentan" los teléfonos y adquieren tarjetas de prepago, que se ha demostrado que son
comercializadas por las mismas personas que se encargan de la seguridad al interior de los centros
penitenciarios.
La segunda célula está formada por intermediarios, quienes obtienen, a través de terceros, las bases de datos
de las potenciales víctimas.
Finalmente, la tercera célula la conforman los cobradores, quienes se prestan para abrir cuentas bancarias a
su nombre y efectuar los retiros. Han sido identificadas más de dos centenares de bandas operando, las
cuales en complicidad con amigos y familiares, llevan a cabo las extorsiones.
Cda. Petronilo Villaseca No. 26 Col. Centro
Acolman, Edo. Mex.
Tel. (594) 95 72203, (55) 12803679
e-mail: [email protected]
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5. ¿Cuál es el modus operandi de los extorsionadores?
Se han identificado una serie de modalidades empleadas comúnmente por este tipo de delincuentes, quizá
algunas con las que mayor número de personas han sido extorsionadas, son en las que empleando una serie
de engaños se argumenta que hubo un accidente y que dentro de la cartera de la víctima estaba tu tarjeta y
que por ese motivo te llaman.
En otro, hacen referencia a que un familiar tuyo ha sido detenido en una terminal aérea, al grado que ponen
sonidos de fondo de un aeropuerto y te solicitan dinero para liberarlo.
Asimismo, se han reportado llamadas o recepción de mensajes de texto en teléfonos móviles indicando que la
persona ha sido premiada y acaba de ganar un automóvil, indicando un teléfono al cual se debe llamar y ahí
se entreteje la extorsión.
Algunos te dicen que alguien pagó para que te secuestraran, pero para que ellos no lo hagan te piden que les
des el doble de lo que les pagaron y hasta te dicen quien fue el que pago tu secuestro o simplemente te
comentan que te tienen ubicado a ti y a toda tu familia que si no cooperas secuestran a unos de tus hijos.
Cuando se recibe el llamado de un extorsionador, para imponer su control, lo hace con palabras fuertes y
altisonantes y es muy importante aprender cómo reaccionar ante ello.
En otras modalidades más recientes, las víctimas reciben una llamada de un supuesto programa de radio o
televisión en el cual la persona es invitada a grabar un chiste y participar para ganar un vehículo y dinero.
A los pocos días, la persona recibe la noticia de que su chiste ha resultado ganador y se le solicita efectuar un
depósito para el pago de trámites de tenencia y placas no incluidos y así poder reclamar su premio.
6. ¿Cómo evitar ser extorsionados?
Lo más importante es prepararse para actuar antes, durante y después de una extorsión telefónica. Resulta
fundamental ocuparse de conocer todas las modalidades empleadas por los delincuentes y, por ello, es
importante asistir a conferencias, seminarios y talleres sobre el tema y aprender la mejor forma de actuar en
consecuencia.
Las familias deben contar con mecanismos de localización inmediata en todo momento entre ellos, así como
un plan de comunicación familiar para que en caso de que se presente una situación de estas, se utilicen
entre sus miembros, y de manera adecuada, las mecánicas de códigos secretos o claves (fechas de
nacimiento, mascotas, apodos), con el fin de verificar si es que realmente tienen a un familiar en sus manos.
7. ¿Qué hacer antes de recibir una llamada para extorsión?
Todo teléfono debe contar con un identificador de llamadas, idealmente que pueda estar ligado a la agenda
telefónica, para identificar si la persona que llama forma parte de nuestra base de datos de personas
conocidas o bien si se trata de una llamada de un desconocido.
En este último caso, vale la pena considerar el no contestar y esperar a que la persona deje un mensaje y ya
será nuestra opción el devolver la llamada. Cabe mencionar que en el mensaje de nuestra contestadora, no
se debe mencionar el nombre de la familia y el mensaje, idealmente, debe ser grabado con voz de hombre.
Es importante el considerar que los menores de edad no atiendan llamadas hasta que cuenten con el criterio
adecuado para hacerlo y únicamente atiendan llamadas de personas plenamente identificadas.
Es recomendable tener una grabadora instalada para que en caso de chantaje o extorsión, se grabe la voz del
delincuente y sirva como prueba ante las autoridades.
8. ¿Qué hacer durante una llamada extorsiva?
Ante todo, es preciso conservar la calma, debemos mantenernos serenos ante las emergencias porque sólo
de la serenidad surgen el pensamiento inteligente, el valor y la inspiración.
Si se recibe una llamada con tintes extorsivos, aunque resulte para muchos difícil, lo mejor es ignóralos,
indicarles que no se les escucha bien, hacer que constantemente repitan lo que dicen y colgar el teléfono
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bruscamente (en su gran mayoría, desisten y no volverán a llamar).
Pedirles sus datos para intentar una llamada de regreso o simplemente mantenerlos en llamada de espera.
Por ningún motivo se debe proporcionar información personal o familiar y, en caso de que indiquen que tienen
detenido o secuestrado a uno de nuestro familiares, aplicar la mecánica de claves o códigos secretos, para
constatar su identidad.
En caso de llegar a recibir una llamada de extorsión, se recomienda no hablar por más de 30 segundos con el
extorsionador ya que una conversación prolongada le favorece al obtener mayor información o control sobre
nosotros.
9. ¿Que hacer después de una llamada de extorsión?
Después de que recibe una llamada extorsiva, aunque se esté consciente que puede tratarse de una mentira
o broma, es importante verificar que su familia se encuentra bien y alertarlos respecto de la llamada recibida.
Si los que llaman refieren información que confirme que tienen a un familiar, notifique a la policía o bien a las
instancias abocadas a combatir este delito y orientar y prevenir a las víctimas.
Si el extorsionador insiste en llamarnos, se debe considerar el dejar descolgado el teléfono por algunas horas
o bien, si las llamadas resultan recurrentes u obsesivas, lo mejor será solicitar un cambio de número
telefónico.
Lo fundamental es conservar la calma. Se ha probado que en muchas ocasiones causa más daño la crisis que
puede generar por no conservarse la calma, que la propia extorsión.
10. ¿Cómo erradicar las extorsiones?
Ante todo, se debe reconocer que en la medida en la que mantengamos nuestros datos e información en un
nivel de confidencialidad adecuada, los delincuentes no tendrán acceso a ella. Para ello, debemos considerar
el que nuestros teléfonos no aparezcan en los directorios públicos.
De igual forma, debemos cuidar el reparto de tarjetas de presentación en eventos, otorgándolas únicamente a
quien, a su vez, nos otorgue la suya y se reconozca un interés legítimo comercial.
Asimismo, evitar proporcionar datos en cuestionarios por internet o en encuestas callejeras, que propongan
inscribirnos para participar en concursos o rifas.
Vivimos en un país donde la delincuencia cada día crece más, donde se erradica una banda y surgen tres
más, donde se ha probado que los cuerpos policíacos están involucrados, donde nuestras leyes son endebles
para los delincuentes.
Lo más lamentable es que vivamos en la inconsciencia de la seguridad, que como ciudadanos no nos
unamos, no exijamos y no fomentemos una cultura de la seguridad.
Debemos unirnos. Unidos somos más que los delincuentes, podremos establecer leyes más estrictas y exigir
y garantizarnos una mejor policía que salvaguarde nuestro derecho a vivir en una sociedad segura.
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