CORTE NACIONAL DE JUSTICIA SALA DE LO PENAL JUICIO PENAL: No. 210-2013 RESOLUCION: No. PROCESADO1 JUEZ SÉPTIMO DE LO PENAL DE LOJA OFENDIDO. ALFONSO ERNESTO BLACIO LAVAYEN RECURSO1 DIRIMENCIA DE COMPETENCIA POR. ACCIÓN DE AMPARO DE LIBERTAD 7 -2013 - SALA PENAL c / CORTE NACIONAL DE JUSTICIA No. 210-2013-P-LBP CORTE NACIONAL DE JUSTICIA SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL JUEZA PONENTE: Dra. Lucy Blacio Pereira 210-201 3-P-LBP Quito, 02 de julio de 2013.- Las 10H30.VISTOS (210-2013): El Consejo de la Judicatura de Transición, por mandato constitucional, nombró y posesionó a 21 Jueces y Juezas Nacionales el 26 de enero de 2012. El Pleno de la Corte Nacional de Justicia en sesión de 30 de enero de 2012 integró sus ocho Salas Especializadas conforme dispone el Código Orgánico de la Función Judicial en su artículo 183. La presente causa ha subido a este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, para que dirima el conflicto de competencia negativo surgido entre el Presidente de la Corte Provincial de Justicia de Loja y los Jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Loja, al respecto cabe las siguientes consideraciones: 1 ANTECEDENTES 1.1 Alfonso Ernesto Blacio Lavayen, interpone recurso de amparo de libertad en contra de la orden de prisión dictada por el Juez Séptimo de lo Penal de Loja, dentro de la causa penal No. 025-2005. 1.2 Sorteada la causa, correspondió el conocimiento a la Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Loja; los Jueces de esta Sala, en auto dictado el 08 de febrero de 2013, a las 11h11, resuelven lo siguiente: “esta Sala de Garantías Penales considera que será competente para conocer y resolver el Amparado de Libertad el Presidente de la Corte Provincial de Justicia, siempre que se lo interponga de una orden de prisión preventiva dictada dentro de 1 aa. /Y ~ CORTE NACIONAL DE JUS11CIA No. 210-2013-P-LBP un proceso, y que haya sido dictada por un Juez de Garantías Penales, esté o no preso e! peticionario, pues así lo ha determinado imperativamente el Art. 423 del Código de Procedimiento Pena 4 el mismo que resolverá conforme las normas previstas en los Arts. 425, 426 y 427 de! Código de Procedimiento Pena!”. Existiendo el voto salvado del doctor Leonardo Bravo Gonzales. 1.3 Remitido el proceso a la Presidencia de la Corte Provincial de Justicia de Loja, el doctor Paúl Carrión Gonzales, en auto dictado el 13 de febrero de 2013, a las 15h00, resuelve lo siguiente: “En el presente caso, no se admite LA INHIBICION de la Sala Penal de la Corte Provincial de Loja, por lo siguiente: 4.1. Porque al tratarse en el presente caso, de UNA ORDEN DE PRISION PREVENTIVA NO EJECUTADA, el amparo de libertad debe ser conocido por una de las Salas de la Corte Provincial de Justicia de Loja, por sorteo, ya que ES CLARA la disposición del inciso segundo del Art. 428 del Código de Procedimiento Penal...4.2. Porque de acuerdo a la Constitución (Art. 11) debe interpretarse en forma progresiva y aplicarse la norma que más favorezca el ejercicio de los derechos y las garantías del recurrente, en tal razón al tratarse de un PROCEDIMIENTO especial que garantiza el DERECHO A LA LIBERTAD DE LA PERSONA, aún cuando hubiera duda en cuanto a la competencia del Juez — que en el presente casa considero que no la hay-, el recurso de amparo de libertad debe conocerse y resolverse en forma inmediata, aplicando los principios de celeridad, agilidad, simplificación y economía procesal... 4.3. Porque el legislador, en el ámbito de sus atribuciones, ha establecido la COMPETENCIA Y EL PROCEDIMIENTO para resolver el AMPARO PREVENTIVO, en el Art. 428 del CPP. El legislador ha dispuesto que cuando se trate de una ORDEN DE PRISION PREVETIVA NO EJECUTADA, la competencia exclusiva para conocer el amparo preventivo, es a la Corte Provincial —por intermedio de una de sus Salas y no al Presidente de la Corte... Por estas consideraciones, NO SE ACEPTA LA Cuaderno de la Corte Provincial de Justicia de Loja, folio 6 vta. 2 &o/j / CORTE NACIOtJALPE JUSTICIA No. 210-2013-P-LBP INHIBICION de la competencia de la sala de lo penal de la Corte Provincial de Loja2”. (SIC) 1.4 La Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Loja, en auto dictado el 18 de febrero de 2013, a las 15h48, en resolución de mayoría, se pronuncia indicando que: “esta sala INSISTE en el criterio que por disposición expresa de los Art. 423 y 426 del Código de Procedimiento Penal, le corresponde conocer y resolver el presente caso al Presidente de la Corte de Justicia de Loja3”. 1.5 En auto dictado el 19 de febrero de 2013, a las 15h45, el doctor Paúl Carrión Gonzáles, Presidente de la Corte Provincial de Justicia de Loja resuelve remitir el proceso a una de las Salas de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, para que sea ésta la que decida quién debe conocer la presente acción de amparo. II COMPETENCIA Este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal conformado por las doctoras Lucy Blacio Pereira, quien actúa como Jueza ponente según el artículo 141 del Codigo Organico de la Funcion Judicial, Ximena Vintimilla Moscoso, Jueza Nacional, y doctor Johnny Ayluardo Salcedo, Juez Nacional, es competente para dirimir el conflicto negativo de competencia surgido entre la Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de Loja y el doctor Paúl Carrión Gonzáles, Presidente de la Corte Provincial de Justicia de Loja, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 855 del Código de Procedimiento Civil, norma supletoria en materia penal, que expresa: Competencia negativa: “También habrá lugar a este juicio cuando un juez o tribunal a quien se sometiere una causa, por haberse declarado otro incompetente, resolviere asimismo no ser el asunto de su competencia sino de la del primero. En este caso, el juez o tribunal que dio la 2 Cuaderno de la Corte Provincial de Justicia de Loja, folio 10 vta, y 11. lbidem, folio 14 y 14 vta. 3 SS. NACIONAL CORTE DE / 1 \_-er JUSTICIA No. 210-2013-P-LBP última declaración, a petición de parte oficiará al anterior, para que, sin pérdida de tiempo, eleve al superior sus actuaciones originales, y elevará del mismo modo las propias para los efectos del Art. 850’; y el numeral 4, del acápite 3.2 del “Reglamento para el Régimen Interno de la Corte Nacional’4 que establece dentro de las funciones de los Jueces y las Juezas de la Corte Nacional de Justicia, lo siguiente: “Resolver los conflictos de competencia positivos o negativos cuya resolución corresponda a una Sala especializada de acuerdo con la ley’. III CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL 3.1 El Ecuador es un Estado Constitucional de Derechos y Justicia, teniendo además como deber primordial el de garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los Instrumentos Internacionales, cuya aplicabilidad es directa e inmediata por y ante cualquier servidora o servidor público, respetando y haciendo respetar los derechos garantizados en la Norma Suprema, en base a los principios de seguridad jurídica, y ante la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes, mediante un sistema procesal como medio para la realización de la justicia, consagrando los principios de simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y economía procesal, haciendo efectivas las garantías del debido proceso, como lo disponen los Arts. 1, 11, 77, 82, 168, 169, 425 y 426 de la Constitución de la República, en relación con los artículos 4, 5, 7, 9, 15, 22, 23, 25 del Código Orgánico de la Función Judicial. 3.2 La Constitución de la República, en su art. 82 consagra el derecho a la seguridad jurídica, así textualmente dice: “El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”. Aprobado mediante Resolución de la Corte Nacional de Justicia de fecha 15 de diciembre de 2010, y publicada en el Registro oficial Nro. 360 dell 2 de enero de 2011 4 - 7-. S’k4e / Y CORTE NACIONAL DE JUSTICIA No. 210-2013-P-LBP Al respecto la Corte Constitucional para el periodo de transición en sentencia No. 021-1 0-SEP-CC de fecha 11 de mayo del 2010 indica: “Es la necesidad de certeza y seguridad jurídica uno de los principios que alimentan el núcleo duro del deber ser de las formalidades y solemnidades que caracterizan a los procesos en derecho, sin embargo, la seguridad jurídica no se agota en las meras formas, pues en muchos casos dichas formalidades y solemnidades podrían ser el mecanismo de perpetuación de una injusticia o un sinrazón jurídico. Esta Corte estima que la seguridad jurídica es uno de los resultados de la certeza que otorga el cumplimiento de la normatividad jurídica en el tiempo y a lo largo del proceso, siempre y cuando dichas normas sean justas y provoquen desenlaces justos, y cuya inobservancia sea la razon y esencia misma de una sentencia, pues lo contrario configuraría una situación jurídica injusta, irrita o fraudulenta”5; y en sentencia No. 017-1 0-SER-CC de fecha 11 de mayo de 2011 ha señalado: “La Constitución de la República garantiza La seguridad jurídica, la que debe entenderse como la certeza de todo ciudadano de que los hechos se desarrollarán de una determinada manera en virtud del mandato de las leyes que rigen un país. Entre las diferentes concepciones sobre la seguridad jurídica, rescatamos aquellas que tienen relacion a la expectativa de que el mareo legal es y sera confiable, estable y predecible En consecuencia, recae en el Estado la obligación de establecer seguridad jurídica al ejercer su poder de imperio, es decir, produce certeza y confianza en el ciudadano sobre lo que es derecho en cada momento y sobre lo que previsiblemente lo será en el futuro. La seguridad jurídica establece ese clima cívico de confianza en el ordenamiento jurídico, fundada en pautas razonables de previsibilidad que este presupuesto y función del Estado de Derecho supone al conocimiento de las normas vigentes. La Seguridad Jurídica debe ser garantizada y así lo establece la Carta Nacional del Estado”6. ‘Sentencia de la corte constitucional del Ecuador, en el caso No. 0585-09-EP 6 ibidem, en el caso No. 0241 -09-EP 5 á& /1 CORTE NACIONAL DE JUSTICIA No. 210-2013-P-LBP Por su parte los tratadistas Juan Montaña Pinto, y Angélica Porras Velasco establecen que “la seguridad jurídica es aquel principio por el cual el actuar de los poderes públicos, deben contener y ostentar una regularidad o conformidad a Derecho, de tal manera que se obtenga previsibilidad en la actuación, interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico”7. En definitiva la seguridad jurídica constituye la certeza y confianza del conglomerado social de que en un Estado Constitucional de Derechos imperan los principios, derechos, y garantías constitucionales, así como las disposiciones jurídicas vigentes, cuya aplicación debe realizarse de manera objetiva; en otro orden implica el principio de que ante hechos iguales sometidos a decisión de los órganos jurisdiccionales, las resoluciones van a ser siempre las mismas, impidiendo que las autoridades administrativas o judiciales realicen interpretaciones arbitrarias o al margen de la ley, que den lugar a una afectación de los derechos garantizados por el ordenamiento jurídico vigente. 3.3 La Constitución de la República consagra en el artículo 76 las garantías básicas que se deben cumplir en todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones, a fin de asegurar el derecho al debido proceso. El debido proceso constituye una serie de circunstancias que imperativamente deben cumplirse en el desarrollo de los distintos procesos judiciales o administrativos en los cuales se decidan derechos, a fin de proteger y garantizar la defensa e igualdad de derechos de las partes intervinientes, que están siendo objeto de una resolución judicial, o se ven afectadas por esta. Así, el debido proceso lo que busca es la observancia plena y el respeto a todos los principios generales y normas esencialmente constitucionales y procesales, en aras de conseguir la efectiva vigencia del derecho sustantivo; es una institución jurídica cuyo objetivo radica en una recta administración de justicia y la protección a los ciudadanos y ciudadanas frente a la inseguridad jurídica que pueda presentarse, en este contexto la ley Johana Romero Larco, “La acción por incumplimiento: garantía de la seguridad jurídica”, en Juan Montaña Pinto y Angélica Porras Velasco edits., Apuntes de Derecho Procesal Constitucional, Quito, corte constitucional, t. 2, 2011, pág. 225 6 / ét. 1 CORTE NACIONAL CE JUSTICIA No. 210-2013-P-LBP víene a regular los deberes y derechos de las personas, así como el procedimiento para ejercitarlos. 3.4 En la especie, para resolver el conflicto de competencia negativa surgido entre el Presidente de la Corte Provincial de Justicia de Loja y los Jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Loja, en razón del amparo de libertad interpuesto por el ciudadano Alfonso Ernesto Blacio Lavayen contra la orden de prisión dictada en su contra por el Juez Septimo de lo Penal de Loja, dentro de la causa penal No. 025-2005; se hace necesario e imprescindible realizar una interpretación de las disposiciones jurídicas adjetivas que regulan este procedimiento, a fin de emitir una resolución apegada a la constitución y la ley, que garantice y haga efectívos los derechos constitucionales de seguridad jurídica, debido proceso, y tutela judicial efectiva de las partes. Este conflicto de competencia se presenta en razón de la contradicción y ambigüedad que existe entre los artículos 423 del Código Adjetivo Penal que dispone “Si la orden de prisión ha sido dispuesta dentro de un proceso, el recurso se interpondrá ante el juez de garantías penales o tribunal de garantías penales superior, de la siguiente manera a) Si la orden es de un Juez de Garantías Penales, lo conocerá el Presidente de la respectiva Corte Provinóial de Justicia; b) Si la órden es de un Presidente de Corte Provincial de Justicia, el recurso será resuelto por una de sus Salas; y, c) Si la orden proviene de una de las salas de lo penal de la Corte Nacional de Justicia, por intermedio de su presidente, lo conocerá otra sala de la Corte Nacional, de conformidad con lo previsto en la Ley Orgánica de la Función Judicial.” (El sombreado es nuestro); y el inciso segundo del artículo 428 ibídem que dice “Cuando se trate de una orden de prisión preventiva no ejecutada, el amparo debe ser conocido por la Corte Provincial de Justicia correspondiente”. (El sombrado es nuestro) 7 aa /Y \,-~‘~‘ CORTE NACIONAL DE JUSTICIA No. 21O-2013-P-LBP Es así que haciendo una interpretación literal de estas dos disposiciones, sabiendo que en materia penal está prohibida la interpretación extensiva8, tenemos que en base al artículo 423 antes citado el ente competente para conocer el amparo de libertad es el Presidente de la Corte Provincial, mientras que el artículo 428 da la competencia a una de las Salas de la Corte Provincial; en consecuencia, a fin de subsanar esta antinomia, corresponde realizar una interpretación integral de las disposiciones jurídicas que regulan el procedimiento de amparo de libertad. En este sentido tenemos que el artículo 422 del Código de Procedimiento Penal dispone que “Toda persona privada de su libertad o que crea amenazada su libertad por un abuso de poder o violación de la ley por parte de una jueza o juez o autoridad pública; puede interponer, por sí misma o por terceros, una acción de amparo de libertad ante cualquier jueza o juez o Tribunal Penal del lugar donde se encuentre el recurrente”, en consecuencia, de lo contenido en esta norma se advierte que el amparo de libertad se puede interponer ante dos situaciones, esto es, bien cuando un sujeto se encuentre privado de la libertad, o bien cuando crea amenazada su libertad, siendo que en los artículos 425~ y 42810 ibídem se establece el procedimiento a seguir para cada caso. Artículo 4 del Código Penal “Prohíbese en materia penal la interpretación extensiva. EL juez debe atenerse, estrictamente, a la letra de la Ley. En los casos de dudase la interpretará en el sentido más favorable al reo.” 8 Artículo 425 “Cuando la persona esté privada de su libertad, el juez de garantías penales o tribunal de garantías penales debe ordenar, de inmediato, que el detenido sea llevado a su presencia. De ser necesario, se puede constituir en el lugar de la privación de la libertad. Asimismo, debe convocar a una audiencia, que debe realizarse dentro de las inmediatas doce horas, para que, en presencia del detenido, la autoridad denunciada informe. El juez de garantías penales o tribunal de garantías penales puede ordenar la producción de prueba durante la audiencia. Si se desconoce la identidad de la autoridad que ordenó la privación de libertad, se debe convocar a la audiencia al funcionario responsable de la dependencia indicada por el solicitante y en su falta al jefe de la dependencia donde guarda prisión. 10 Articulo 428 “Amparo Preventivo.- Cuando se denuncie una amenaza actual e inminente de privación de libertad, el juez o tribunal de garantías penales debe ordenar a la autoridad que la dispuso que informe en un plazo de doce horas, y posteriormente convocará a la audiencia para sustanciar el amparo. Cuando se trate de una orden de prisión preventiva no ejecutada, el amparo debe ser conocido por la Corte Provincial correspondiente. Se puede realizar una investigación sumaria para comprobar la existencia de la amenaza. Si se constata, se debe ordenar que la fuerza pública proteja a la persona, durante el tiempo que indique la resolución. 8 8 sa CORTE NACIONAL DE N-’tV JUSTICIA / 1 No. 210-2013-P-LBp Con este antecedente, corresponde ahora determinar en el presente caso, si el sujeto accionante está privado de la libertad, o si su libertad está amenazada, a fin de establecer el órgano jurisdiccional a quien le corresponde conocer el amparo de libertad; revisado el proceso, se advierte que existe orden de prisión dictada en contra del ciudadano Alfonso Ernesto Blacio Lavayen; más, no se observa que este privado de la libertad como así lo reconocen tanto los Jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Loja en su auto inhibitorio de mayoría como el Presidente de dicha Corte en el auto que no acepta la inhibición. En consecuencia, la acción propuesta en el presente caso, constituye un amparo preventivo por cuanto existe la amenaza de privación de la libertad del ciudadano Alfonso Emesto Blacio Lavayen. Bajo este orden de ideas, el artículo 428 del Código Adjetivo Penal hace referencia expresa al ente jurisdiccional que debe conocer el amparo preventivo cuando se trate de una orden de privación no ejecutada, como acontece en el caso sub iudice, determinando que es la Corte Provincial el órgano jurisdiccional competente. De manera que las reglas de competencia contenidas en el artículo 423 hacen referencia y son aplicables, aunque no se diga expresamente, cuando el sujeto accionante está privado de la libertad por una orden dictada dentro de un proceso, caso contrario no tiene sentido el trámite establecido en el tantas veces mencionado artículo 428 y menos aún en el inciso segundo de este artículo que regula el amparo ante la amenaza de privación de libertad. Más todavía cuando, como ya se ha dicho en líneas anteriores existen dos procedimientos a seguirse ante la interposición de amparo de libertad, dependiendo de la situación fáctica que dé lugar al mismo, por lo tanto resulta lógico que para cado caso -privado de la libertad o amenaza de privación-, quien conoce sea un órgano jurisdiccional distinto, y es así como lo ha establecido el legislador; además que de acuerdo al artículo 423 el sentido de la acción de amparo es que conozca el superior de quien emanó la orden de privación de la libertad, siendo que el superior de un Juez o una Jueza de primer nivel es la Corte Provincial. 9 — áa ~ N—er CORTE NACIONALDE JUSTICIA No. 210-2013-P-LBP Por lo expuesto, en atención a los derechos constitucionales de seguridad jurídica, debido proceso, tutela judicial efectiva; y con fundamento en el principio de legalidad adjetiva contenido en el artículo 73 de la Constitución de la República que señala: “Sólo se podrá juzgar a una persona ante un juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento.” en concordancia con el artículo 3 del Código de Procedimiento Penal que establece que “Nadie puede ser juzgado sino por “las juezas y jueces” competentes determinados por la ley” y artículo 19 ibídem que funda el principio de legalidad señalando que “La competencia en materia penal nace de la ley”, este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, RESUELVE, 1. Que la autoridad competente para conocer el amparo de libertad en el presente caso interpuesto por el ciudadano Alfonso Emesto Blacio Lavayen, es la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Loja. 2. Devuélvase el proceso a la jurisdicción de origen para los fines legales pertinentes. Actúe la Dra. Martha Beatriz Villarroel Villegas, Secretaria Relatora Encargada de la Sala con acción de personal No. 2692- DNP- MY de fecha 23 de julio del 2012. Notifíquese y cúmplase. lo ~RTHAVlOELAS SECRETARIí~RELATORA (E.) SALADE LO PENAL flflPW MAnIflNA~ nE ,}IJSTICIA