Descargar suplemento La Prensa, 17 de enero de 2016

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EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016
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LASREVELACIONES de un
exagente de la CIA dan pie al experto J.
Gregorio González para repasar el
interés de los nazis por Canarias. 6/7
del domingo
revista semanal de EL DÍA
Aproximación a la vida cotidiana
de Realejo Alto hacia 1890
Texto: Jerónimo David
Álvarez García
L
a España de la Restauración
es sinónimo de caciquismo,
ese régimen político extralegal, definido por el control
personal ejercido sobre los
órganos de gobierno y administrativos
de un reducido grupo. Disponía de los
votos de su clientela y actuaba con personalidades influyentes. La práctica avanzaba desde los municipios a la capital
del reino. En la realidad política, el país
dejaría de responder a su constitución
parlamentaria. Todo ello venía de la mano
de una sociedad española no evolucionada civilmente, ni dotada de verdaderos partidos, situación que la clase dirigente no trató de superar. Este
entramado político, social y económico
proporciona un marco para Canarias,
y particularmente Realejo Alto, donde
las características señaladas se desarrollan
en menor rango.
El año que hoy se analiza presenta
para Canarias un buen balance: la apertura de los hoteles Santa Catalina y Taoro,
la inauguración del tranvía y el Gran
Teatro (rebautizado como Pérez Galdós)
en Las Palmas y la aparición de Diario
de Avisos en Santa Cruz de La Palma,
(actual decano de la prensa) configuran un entramado de industrias con
calado en la sociedad canaria[1].
Como en ocasiones anteriores[2], la
visión de los viajeros decimonónicos
ilustrará al lector: “Charles F. Barker,
miembro de la Sociedad Bíblica Británica llegó al archipiélago en 1885. Al desembarcar en Santa Cruz pudo apreciar el
desdén que sentían los británicos hacia
la población campesina de la isla, a la
que veían como compendio de ignorancia
y brutalidad. El cónsul le había desaconsejado que contactase con ella. Pero
él opinaba de forma bien diferente tras
sus largas caminatas por los campos grancanarios”. El clero canario “como contrapunto al liberalismo, se había vuelto
conservador y ultramontano y había vuelto
al redil del más rancio escolasticismo,
fundamentaba su concepto de la religión
en máximas que unas décadas antes hubieran considerado supersticiosas”[3].
Cuenta, a su paso por Realejo Alto, exactamente en el pago del Toscal: “Me invitaron a entrar en una casa; sus habitantes
tenían dudas sobre comprarlos, [los Evangelios Anglicanos] pues decían que el Beneficiado[4] ya había condenado unos libros
(…). Al final, en esta casa vendí un Testamento y un libro de Salmos. En Realejo Bajo vendí el último evangelio que
llevaba conmigo, diciendo un hombre después de leer un poco: son preciosos”[5].
La vida cotidiana de Realejo Alto[6]
prosigue bajo la alcaldía de Isidro
Oramas y Chaves[7], pero esta aparente
normalidad cesa por la citación ante el
juez municipal de los nuevos concejales,
a saber: Eliseo González Espínola
(alcalde), Narciso Rodríguez García (primer teniente), Francisco Yanes Pérez
(segundo teniente), Pedro Rodríguez
de la Sierra[8], Nicolás Siverio Chaves,
Felipe González Casanova, José González González, Prudencio García González (síndico personero), Ramón García Rivero y José Estévez Estévez. El motivo: el Juzgado de Instrucción de La
Orotava había dictado auto de procesamiento contra los concejales del
consistorio. En consecuencia, el gobernador suspende los cargos y nombra
un gobierno presidido por Eliseo González Espínola[9]. La prensa insular confirma cómo el referido juzgado no solo
declara procesados a los concejales, sino
que dicta contra ellos auto de prisión[10].
Enero de 1890 comienza, pues, con
la “presidencia del Señor alcalde don Eliseo González Espínola, y asistidos de mí
el infraescrito secretario accidental
don Salvador González Albelo, (…) se dió
cuenta de que el secretario don Domingo
Suárez Albelo no se ha encontrado en esta
localidad para que venga a desempeñar
los oficios de su cargo, sin que él ni su
familia hayan manifestado razón alguna
que disculpe su conducta: Probando con
ella la repulsión que el Señor Suárez tiene
a la nueva Corporación, y dando lugar
a que este I. Cuerpo pierda la confianza
indispensable que debe existir entre toda
corporación y su secretario. En vista de
lo cual por unanimidad acuerdan separarle de tal destino de tal Secretario, anunciándose la vacante en el Boletín Oficial
de la Provincia.” Domingo Espinosa de
los Monteros[11] es nombrado interinamente para este cargo y se crean las
comisiones permanentes y demás cargos no comprendidos en el anterior
gobierno. Por último se nombra al regidor interventor y se ordena rectificar
el padrón de vecinos de 1889[12].
Las autoridades provinciales confirman
la cantidad adeudada por el Ayuntamiento en los ejercicios 1877 a 1887[13].
Esto no es obstáculo para que la alcaldía proteste ante el ministro de Hacienda
por el cupo de consumo adjudicado al
pueblo. El concejal Ramón García Rivero recibe cuatro meses de licencia por
motivos de salud y edad. La Comisión
Provincial[14] declara nula la elección
de concejales de 1 de diciembre, y el
gobernador civil convoca nuevas elecciones para el 2 de febrero[15]. El pleno
municipal da lectura al Boletín Oficial,
que convoca estas nuevas elecciones
municipales, la ley obliga su publici-
Antigua vista de
Realejo Alto.
(Archivo Juan García
Dumas)
dad y exposición de listas, siendo la relación de colegios: 1. Casco del pueblo
(escuela de niños del ayuntamiento),
2. San Agustín (La Carrera frente a la
ermita) y 3. La Cruz Santa (local escuela).
José Rodríguez Moure[16] cita, llama
y emplaza a todas las personas con derecho a verificar la conmutación de la Capellanía fundada en la parroquia de Realejo Alto por Ventura Ana de Mesa y Hoyo,
a petición de Fernando del Hoyo y Nieves, vecino de La Orotava; con esto se
deducirá su derecho ante la Diócesis[17].
El alcalde de La Orotava remite oficio
a su homónimo realejero, para sufragar
los gastos de los “presos pobres” y reparar el local del jurado. El primer edil,
Eliseo González, reclama a los herederos
del depositario municipal, Tomás Grijalba y Brito[18], la cantidad de 761 pesetas que obra en su poder. El gobierno
de la provincia procede al inventario
de los bienes y rentas del municipio,
mientras la prensa local duda de las acusaciones vertidas contra el ex-alcalde
Isidro Oramas y Chaves[19]. La lista de
electores queda conformada por los representantes económicos más Juan Yanes
González (portero del ayuntamiento),
Ángel Fernando Barreda (párroco),
Gregorio González Bencomo (sacerdote)[20], Temístocles Díaz Fernández
(maestro de primera enseñanza), Basílides del Sacramento[21] (agente ejecutivo) y Gaspar Arocha Casanueva[22]
(maestro de primera enseñanza de La
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domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA
EN PORTADA
Cruz Santa).
Los rotativos insulares informan
cómo “antenoche, en la carretera de esta
Capital a la Orotava, en punto próximo
al pueblo de Tacoronte, se espantó la bestia de un carro que venía del Realejo, dando
en tierra con su conductor llamado Antonio el Cano, que montado en la parte delantera del vehículo se hallaba descuidado
y cuyas ruedas le pasaron por encima
del cuerpo dejándolo tan malparado que
a estas horas habrá dejado de existir. El
herido fue trasportado a una casa próxima al sitio del suceso, donde se le prodigaron los auxilios más apremiantes”[23].
El enésimo despacho sobre el pleito
insular advierte de cómo persiste. El
Liberal de Las Palmas, bogando su remo:
«Algunos periódicos de Santa Cruz
dicen que circula el rumor de haber ordenado por telégrafo, el Ministro de la Gobernación al Gobernador de la provincia
que entable al Juzgado de la Orotava la
oportuna competencia, para que se abstenga de conocer en la causa instruida
contra los concejales del Realejo Alto. Olvidan aquellos periódicos que, según se ha
resuelto repetidamente, no proceden competencias como la de que sé trata, y por
tanto el Ministro no ha podido ordenar
tal cosa». Si proceden o no proceden competencias como la de que se trata, es asunto
en que no podemos llegar a un acuerdo
con El Liberal. Del cambio no nos cabe
la más ligera duda, en que los canarios
deben hacer la causa de los acanariados mientras puedan utilizar sus servicios. Cuando pase algún tiempo, ya será
otra cosa; que él traidor no es menester,
siendo la traición pasada”. Las opiniones
vertidas en la prensa tinerfeña critican
la falta de transparencia en las nuevas
elecciones[24]. La vida política se reanuda con la aprobación de las listas electorales. La Contaduría recibe orden de
expedir a la alcaldía de Realejo Alto la
certificación de lo adeudado por esa corporación al contingente provincial. La
Comisión Provincial impone a los
alcaldes de Realejo Alto, El Sauzal y El
Rosario multa de 100 pesetas a cada uno
por falta en el servicio de apremios[25].
Por último, el alcalde da cuenta del pago
a empleados municipales y maestro.
La Comisión Provincial, presidida por
el Sr. Pineda y asistido de los vocales
Poggio, Casanueva, Domínguez, La Rosa
y Velázquez, acuerda pasar a informe
de la Contaduría un oficio de la Alcaldía de Realejo Alto, reclamando la deuda
contraída por la Diputación con el pósito
municipal[26]. Los nuevos concejales,
Juan Yanes García, Miguel Molina
Reyes[27], Prudencio García González,
José González González, Benito Díaz
Yanes y Eloy Borges Fregel[28], así como
el primer teniente de alcalde, Narciso
García Rodríguez, y su sustituto, Francisco Yanes Pérez, toman posesión. Las
sesiones ordinarias se fijan los domingos después de la “misa conventual”.
En esta reunión también serán nombrados alcaldes pedáneos Gabriel de León
González (Cruz Santa), Celestino Chaves Luis (Rosas), Domingo Hernández
Febles (San Agustín-Carrera) y Felipe
González Casanova (Horno-Toscas); quedan constituidas las nuevas comisiones y se confirma al médico municipal,
Manuel Pestano. La deuda pendiente
a los presos pobres es atribuida a Isidro Oramas y sus concejales, declarándolos deudores. La Comisión Provincial descarta la pretensión de la Alcaldía de anular la multa impuesta por falta
en el servicio de apremios[29]. El alcalde
accidental, Narciso García Rodríguez,
por incompatibilidad del propietario,
gestiona las exenciones de los mozos
del reemplazo; el hijo del regidor, a la
sazón Eliseo González Zárate[30],
administrador de una “Colonia Agrícola”[31] es destinado a los Cuerpos de
Depósitos. En esta sesión también se
aborda la “revisión y censura” de cuentas rendidas por el recaudador Salvador González Albelo[32] y diversos temas
económicos e impositivos. El maestro
recibe sus retribuciones por nómina y
material del primer trimestre de 188990[33].
No habiendo tenido efecto el anuncio de “pública subasta de los derechos
de matadero,” se autoriza al alcalde a
formalizar contrato con persona adecuada para el abasto de carne fresca al
municipio (la circunstancia es aprovechada para reformar ese local)[34].
La plaza de secretario municipal sigue
vacante. La Comisión Provincial expide
apremio contra las rentas de los consistorios de La Rambla, ambos Realejos
y La Matanza, por débitos al contingente
provincial[35]. La temática económica monopoliza los plenos de abril.
A ello se une la solicitud de Realejo Alto
Plaza de Viera y
Clavijo. Archivo
Juan García Dumas
para gravar ciertos artículos[36]. Basílides del Sacramento es designado agente
ejecutivo para todas las contribuciones
de consumo y municipales. Salvador
González Díaz es nombrado “escribiente
temporero” de la secretaria local y el profesor Temístocles Díaz recibe las cantidades estipuladas para el alquiler de
la casa escuela y se abona los atrasos
a mozos del reemplazo, a excepción de
los prófugos, cuyos expedientes se tramitan. La corporación tiene informe de
la irregularidad y proceso, que aún existe
entre el secretario Espinosa de los Monteros y el exalcalde Oramas, por antiguas facturas. Se notifica los gastos ocasionados por el amojonamiento y deslinde del municipio[37].
La prensa tinerfeña deja constancia
de la efemérides de la Conquista en 1496:
”Levanta D. Alonso Fernández de Lugo
su campamento de Santa Cruz e internándose en la isla sin oposición llega al
Valle de Orotava donde se habían retirado los guanches. Establece su cuartel
general en las faldas de Tigaiga, mientras que los guanches formaban el suyo a dos tiros de ballesta, tomando respectivamente los nombres de Realejo Alto
y Realejo Bajo, que conservan hoy día
los pueblos fundados en aquellos sitios”[38]. La inspección pertinente
prepara la visita que supervisará la contabilidad del municipio; el alcalde reconoce la inexistencia de intervención
en la Secretaría del periodo 18701886. En esta tesitura será el maestro
Temístocles Díaz quien elabore la contabilidad a presentar a la autoridad superior. Será gratificado. Las fuentes de estos
nuevos volúmenes beberán de las
cuentas rendidas por el depositario Tomas
Grijalba[39]. La crítica situación de la
política municipal desemboca en la dimisión del Ayuntamiento de Realejo
Alto presidido por Eliseo González Espínola[40] mientras prosigue la inspección por el Gobierno Civil, que aprobará su contabilidad. Estanislao Fragoso
García[41], Antonio Díaz Rodríguez, Gonzalo Fernández González, Agustín
González Chaves, Agustín Molina, Domingo Abreu Rodríguez, Pedro Pérez
González y Agustín Díaz Yanes entregan sus credenciales como concejales
nombrados por el Gobierno Civil. Sustituyen a los que regentaban esa corporación, “los cuales hicieron en masa,
renuncia de sus cargos”. Estanislao Fragoso[42] es elegido alcalde por mayoría, Vicente González Hernández es nombrado primer teniente, Francisco López
Yanes, segundo teniente, Pedro Pérez
González, regidor interventor, y secretario interino Domingo Suárez Albelo
por renuncia de Domingo Espinosa de
los Monteros. Nombradas las comisiones
permanentes y confirmados los alcaldes pedáneos y demás cargos municipales que han ejercido hasta el momento,
finaliza la sesión. El Gobierno Civil exige
la confección del censo electoral con
arreglo a la Ley de 26 de junio de 1890.[43]
Un expediente instruye la desaparición de los documentos extraviados por
el anterior secretario. Los “efectos
forestales” de varios concejales son subastados, embargados y vendidos sus frutos. Las juntas municipales (territorial,
industrial y de no contribuyentes) se
constituyen. Las autoridades de Instrucción Pública de Canarias ven improcedente acceder a la rebaja en el material de escuelas solicitado por el consistorio realejero[44]. La citada instrucción
del expediente de los frutos desaparecidos se comunica al Gobierno Civil
y es aceptada la renuncia del recaudador
de impuestos municipales Salvador González Albelo. El Boletín Oficial anuncia la vacante de secretario municipal[45].
Los municipios canarios adeudan cantidades diversas a los docentes. Según
el vigente sistema de pagos se referirá
aquí a La Laguna y Realejo Alto, con dos
trimestres y otros dos de material, cada
uno[46]. Queda constituida la Junta
Municipal del Censo Electoral, que estudiará las futuras reclamaciones y será
integrada por los exalcaldes Espínola
y Oramas, todos sus concejales y la corporación actual. La Comisión Provincial ordena a la presidencia requerir a
los concejales salientes 1.880,37 pesetas que “indebidamente distrajeron”,
como abono parcial de la cantidad de
2.062,40 pesetas que tiene en descubierto dicho consistorio (ante su negativa se les citaría ante los tribunales por
delito de malversación de caudal
público). Son elegidos el jurado y
suplentes del partido de La Orotava: Antonio González Fernández será vocal por
Realejo Alto[47]; Domingo Suárez es nombrado secretario municipal en propiedad, a falta de postulantes y “viendo
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EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016
EN PORTADA
su buena aptitud”.
El exalcalde Eliseo González Espínola
es declarado responsable de las irregularidades de la “Junta Pericial para
la Contribución de inmuebles, cultivo y
ganadería”. La corporación rechaza su
responsabilidad en los “errores” cometidos en la tributación y contabilidad
de anteriores etapas, remitiendo a
sus respectivos ediles. Los libros contables de los años 1876 a 1880 (bajo la
alcaldía de Isidro Oramas y la depositaría de Tomas Grijalba) no presentan
irregularidades[48]. Las autoridades insulares decretan el apremio contra la mitad
de bienes y rentas de varios ayuntamientos de Tenerife, entre ellos ambos
Realejos[49]. En el empeño de su defensa, el exalcalde Isidro Oramas Chaves publica en La Opinión de Santa Cruz
de Tenerife[50] una carta aclaratoria y
adjunta los balances pertinentes. Es aprobada la contabilidad de los años 18801883, correspondientes a la Alcaldía de
Isidro Oramas. Estanislao Fragoso notifica las irregularidades económicas de
su predecesor en el cargo, mientras el
Gobierno Civil interviene los fondos
municipales hasta aclarar la situación
de las cantidades descubiertas. Agustín Rodríguez Yumar es nombrado recaudador. La prensa da cumplida cuenta
de la solicitud formulada a la Junta Administrativa de los establecimientos benéficos de la capital, para que instruya
los oportunos expedientes, en vista de
cinco instancias presentadas por vecinos de La Orotava, Realejo Alto e Icod,
(solicitan el prohijamiento de los expósitos expresados). Se apremia el cobro
de la tasa pertinente (90 pesetas) a los
dueños de ganado caprino que pastan
en montes municipales, impagadas desde
Firma y rúbrica de
los alcaldes Isidro
Oramas Chaves y
Eliseo González
Espínola.
NOTAS
[1] Si el lector deseara profundizar en esta
época, véase: Carr, Raymnod, España 1808-2008,
AA.VV, Cronología de Canarias, Millares Cantero
y otros, Historia Contemporánea de Canarias, Albelo
G., Adolfo, La Burguesía Agraria del Valle de La Orotava. AA.VV, Los Realejos, una síntesis histórica y
León Castillo, Fernando, Mis tiempos I y II.
[2] Álvarez García, Jerónimo David,“Aproximación a la vida cotidiana de Realejo Alto hacia 1889”,
La Prensa-EL DÍA, 18.01.2015.
[3] Barker, Charles F., Dos años en las Islas Canarias, pp. 13 y 15. Estudio crítico de Manuel Hernández González.
[4] Probablemente se refiere a Ángel F. Barreda
Hernández (1850-1918), párroco de Santiago del Realejo y vecino de la plaza. En nuestro interés por la
divulgación de las biografías de los religiosos del
pueblo, se citará el pleito acaecido en la Parroquia
de los Remedios de La Laguna con motivo de las
exequias de Fernando VI, cuando los clérigos de
ambos Realejos, Icod y La Orotava, protagonizaron una disputa por los asientos que les correspondían.
Más célebre aun sería la rivalidad entre los dos beneficiados de Realejo Alto, Marcelo y Juan Mateo en
la década de 1730, que el mismo obispo de Canaria intentó mitigar. Cfr. Diario, Anchieta y Alarcón,
José de, versión de Daniel García Pulido.
[5] Barker, Charles F, op. cit. p. 91. Este religioso
anglicano arribó a Las Palmas en 1885, durante dos
años ejerció su apostolado y documentó la vida canaria.
[6] Los acuerdos municipales han sido extraídos
de, Actas de Sesiones del Ayuntamiento de Realejo
Alto. (07.07.1889-29.06.1890) Sign. 13/38 COD. A.
1.1.3. Archivo Histórico Municipal de Los Realejos,
en adelante A.H.M.R. Las biografías se han recabado
en los volúmenes pertinentes, del Juzgado Municipal de Los Realejos.
[7] Hijo de Pedro y Antonia, vecino de la calle del
Medio. Falleció en su domicilio el 05.05.1916 a los
85 años, fueron sus hermanos Vicente y Juan Oramas Chaves. Existe una amplia casuística de las multas impuestas por este regidor: al pasto de ganado
y limpieza de ropa y enseres en el agua de abasto,
tapiar las zanjas provinciales, juegos prohibidos de
baraja en casas particulares, poner en remojo
abril anterior. Dos oficios da la Capitanía
General del Distrito proceden a instruir
los expedientes de prófugo a mozos de
la isla del reemplazo de 1888, entre ellos
Cipriano González Yanes, de Realejo
Alto[51]. El director general de Agricultura,
Industria y Comercio solicita a la
municipalidad financiación para la
ampliación del “Jardín de La Orotava”; se colabora con 200 pesetas. La
Junta Municipal aprueba, al no existir
reclamaciones, el reparto extraordinario
para cubrir el déficit del presupuesto
ordinario. Las autoridades electorales
confirman los distritos electorales,
divididos en dos secciones. Primera Sección: Casco, San Agustín y los barrios
bre, que declara válidas –pues habían
sido declaradas nulas por la Comisión
Provincial– las elecciones municipales
verificadas en el pueblo el 1 de diciembre de 1889[53]. Tras la declaración de
validez por el Gobierno Civil, el ayuntamiento instruye expediente para
depurar si el concejal Isidro Oramas y
Chaves se halla en capacidad para ejercer ese cargo. El 28 de noviembre se constituye la nueva corporación, por renovación parcial de las elecciones de diciembre pasado. Es elegido alcalde Estanislao
Fragoso, primer teniente Vicente González Hernández, segundo teniente Francisco López Yanes, regidor –“que deba
sostener en defensa de los intereses del
En los “sitios de costumbre”, se publicita el edicto advirtiendo a los vecinos que deseen denunciar los motivos
por los que el exalcalde Isidro Oramas
y Chaves podría ser incapacitado. Resuelto su expediente legal, se declara
al expedientado con capacidad para el
cargo de concejal, elegido en diciembre de 1889. La renovación de la Junta
Pericial de la Contribución Territorial
designa como peritos vecinos a Domingo
González Rodríguez y Domingo Castro
Padilla, perito forastero a Manuel González Corvo y como suplente a Pedro
Rodríguez González. El cierre del ejercicio político constata que el apéndice
formado por la Junta Pericial ha estado
de las zonas de costa y medianías.
Segunda Sección: La Cruz Santa, El
Mocán, La Zamora y barrios de las zonas
altas.
Se abona un estipendio a Domingo
Suárez Arocha por su colaboración en
la confección del censo electoral. La Junta
de Instrucción Pública de Canarias, en
sesión de 22 de octubre, concede
quince días de licencia al maestro del
pago de La Cruz Santa[52]. La revisión
de las cuentas de caudales y ordenación de los fondos municipales de los
años 1883-1886, siendo depositario Tomás
Grijalba Brito y alcalde Isidro Oramas,
son correctas. La vida política realejera
se sobresalta ante la R. O. de 30 de Octu-
municipio”– Gonzalo Fernández González y regidor interventor, Vidal
Torres Acosta. La relación de los restantes concejales es la que sigue: Juan
González Estévez, Antonio Díaz Rodríguez, Juan Fernández González,
Domingo Pérez González, Felipe Hernández González e Hilario Ávila; la Secretaría Municipal recae en Domingo
Suárez. La Comisión Provincial, en sesión
de 19 de noviembre, acuerda expedir
certificación en que conste por qué los
fondos del Ayuntamiento de Realejo Alto
no han sido embargados por ese ente
durante el primer semestre[54]. Finalmente se designan las comisiones
permanentes municipales[55].
expuesto al publico; en vista de la falta
de reclamaciones se remite a la administración provincial de rentas.
Esta somera exposición de la vida cotidiana de Realejo Alto obliga a una conclusión: la llegada del alcalde Estanislao Fragoso abre un nuevo periodo para
la clase política del municipio. Las alcaldías habían estado restringidas a pocas
figuras, representativas de la burguesía agraria realejera e independientes
de la absentista aristocracia. Desde ahora,
los nuevos mandatarios, procedentes
del mismo ámbito social, se diversifican, aumentando el número de protagonistas que regirán la política, la economía y la vida social del pueblo.
varas de castaño en abrevaderos públicos o por la
“riña” de vecinos a la salida del templo a las nueve
de la noche, con escándalo y falta a la moral pública.
Sección Aguas, A.H.M.R.
[8] Véase, Luque H., Antonio, Perfiles humanos
de los primeros asentamientos realejeros tras La Conquista, pp. 81-94, donde se nos introduce en la genealogía de los Rodríguez de la Sierra.
[9] Gran propietario de la burguesía agraria realejera, vecino de La Alhóndiga. Hijo de Pedro González Regalado y Rosa Espínola, casó en segundas
nupcias con Mª Candelaria de Zárate y Morales, con
quien procreó a Tomás, Eliseo, Rosa, Eladia, Magdalena y Candelaria. Otorgó testamento ológrafo en
14.10.1889 y falleció el 18.12.1895 a los 60 años, por
complicaciones de “diabetes sacarina”.
[10] Diario de Tenerife, 03.01.1890. Biblioteca de
la Universidad de La Laguna. BULL
[11] Falleció en Realejo Alto el 03.04.1896 a los 61
años.
[12] Arrojó la cantidad de 3.651 personas.
[13] Diario de Tenerife, 10.01.1890. BULL
[14] Constituía un cuerpo permanente con facultad decisiva y/o consultiva, sustituto a la Diputación
en caso de urgencia. Martínez Alcubilla, M, Diccionario de la Administración .Gobierno y Administración
de las provincias, p. 102
[15] Diario de Tenerife, 18.01.1890. BULL
[16] Presbítero y destacado historiador, argumentó
la antigüedad parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción de La Laguna en contra de Santiago del Realejo.
[17] Boletín Oficial del Obispado, 22.01.1890. BULL
[18] Hijo de Miguel y Tomasa, vecino de San Agustín, propietario agrario, falleció soltero el 11.08.1888
a los 75 años.
[19] La Opinión, 30.01.1890. BULL
[20] Este sacerdote adscrito a la parroquia,
consta como vecino hasta el Padrón de Vecinos de
1915, a él se añade Manuel Hernández Reyes, coadjutor de la parroquia entre febrero y julio del año en
estudio. Para ampliar su biografía véase, Rodríguez
Delgado, Octavio en “El sacerdote don Manuel Hernández Reyes, párroco en varios pueblos del Sur y
propietario del Realejo Bajo”. El Día, La Prensa,
24.09.1989. Su expediente se cataloga en 1.3.Clérigos 138, Doc. 6. Archivo Histórico Diocesano de Tenerife. Agradecemos a Gaspar Carballo la referencia
a este personaje.
[21] Consta en la documentación como amanuense
y vecino de la calle del Medio, falleció el 11.05.1911a
los 68 años.
[22] Vecino de La Cruz Santa, murió de “asfixia
por obstáculo en la circulación de la sangre”el 02.06.1896
a los 38 años
[23] Diario de Tenerife, 06.02.1890. BULL
[24] La Opinión, pp. 1 y 2, 10.02.1890. BULL
[25] Diario de Tenerife, 25.02.1890 y 26.02.1890.
BULL
[26] Diario de Tenerife, 01.03.1890. BULL
[27] Propietario y vecino de la calle El Sol, casó
con Agustina Fumero, falleció el 17.06.1910 a los 64
años. Su sobrino Francisco Morales Molina fue el último
alcalde republicano de Realejo Alto. Sus familiares
María Morales González que casó con el ferretero Ernesto
Villar Llanos, Concepción, Irene y Miguel Molina que
regentaran el Bar Central y Miguel Barroso Molina
(el sacristán) comerciante, fueron dignos representantes del tejido comercial del pueblo. Además, sus
hijos Manuel y Cipriana Molina Fumero vivieron en
la calle La Alhóndiga nº 17, junto a su sobrina Nieves, hermana de Jesús Hernández Molina (Jesús el
taxista), que casaría con Martina Febles Torres. Agradecemos este último dato a Álvaro Hernández Díaz.
[28] Nació en 1843, vecino de la calle del Medio,
casó con Benigna Pérez Yanes. Su hija Benigna casaría con Domingo Cedrés González con quien procreó
a Miguel Cedrés Borges, alcalde que fue de Realejo
Alto.
[29] Diario de Tenerife, 13.03.1890. BULL.
[30] Los supuestos contemplados abarcan enfermedad y manutención de padres pobres entre
otros. Como se señaló más arriba, Eliseo González
Zárate fue hijo del alcalde Eliseo González y la aristócrata Mª Candelaria de Zárate, falleció en
23.09.1911. Su hermano Tomás, Bachiller y propietario, fue juez municipal (31.12.1896-28.07.1897), soltero, falleció de fiebres tifoideas el 02.01.1899 a los
30 años.
[31] Remitimos a Oyón Bañales, José Luis, Colonias Agrícolas y poblados de colonización. Arquitectura
y vivienda rural en España (1850-1965). Tesis Doctoral, 1985. Univ. Pol. de Barcelona.
[32] Propietario y vecino de la plaza, fue sochantre parroquial.
[33] El Auxiliar, 31.03.1890. BULL
[34] Ubicado en la calle Godínez.
[35] Diario de Tenerife, 22.04.1890. BULL
[36] Diario de Tenerife, 16.05.1890. BULL
[37] Los pleitos judiciales con la vecina Villa de
La Orotava por este motivo, se prolongaron hasta
la década de 1990.
[38] Diario de Tenerife, 01.07.1890. BULL
[39] Libro de Actas del Ayuntamiento de Realejo
Alto. 1890-1891. (06.07.1890-28.06.1891) 13/39.
A.1.1.3 A.H.M.R
[40] Diario de Tenerife, 15.07.1890. BULL
[41] Accede a la alcaldía el 19.07.1890. Vecino de
La Cruz Santa y propietario, viudo de Candelaria
Armas; falleció el 21.03.1901a los 70 años.
[42] En anteriores publicaciones hemos postulado
la irrelevante presencia de la nobleza canaria en el
Realejo de Arriba, desde tiempo atrás, pues la burguesía coparía el ámbito administrativo en contraposición a municipios como La Laguna, La Orotava,
Puerto de la Cruz o Garachico. Millares Cantero y
otros, op. cit. pp.121-125.
[43] En esa relación, a la cual se daría pública exposición, debían constar todos los vecinos varones mayores de 25 años. Esta importante ley electoral
implantó nuevamente, con ciertas limitaciones, el
sufragio universal en España.
[44] El Auxiliar, 11.08.1890. BULL
[45] Diario de Tenerife, 18.08.1890. BULL
[46] El Auxiliar, 20.08.1890. BULL
[47] Diario de Tenerife, 25.08.1890 y 29.08.1890.
BULL
[48] Las acusaciones mutuas, aun sin fundamento
jurídico, fueron habituales como estrategia para debilitar al rival.
[49] Diario de Tenerife, 09.09.1890. BULL
[50] La Opinión, 10.09.1890, pp. 1 y 2. BULL.
[51] Diario de Tenerife, 19.09.1890 y 20.09.1890.
BULL
[52] El Auxiliar, p. 8, 30.10.1890. BULL
[53] Diario de Tenerife, 05.11.1890. B.U.L.L.
[54] Diario de Tenerife, 28.11.1890. BULL
[55] Divididas en: Presupuesto y Contabilidad, Instrucción Pública, Sanidad, Policía, Amillaramiento,
Contribuciones, Impuestos, Propios y Arbitrios,
Caminos vecinales, Montes, Aguas y Policía de Abastos. También se confirmaron los alcaldes pedáneos,
el depositario municipal, el médico titular y demás
empleos públicos.
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domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA
INVESTIGACIÓN
EN PORTADA
TURISMO
Andoni Luis Aduriz
(Óleo sobre lienzo de 100 cmx100 cm)
Nació en 1971 en San Sebastián, en cuya escuela de
hostelería se formó, y donde trabajó, entre otros, con Juan
Mari Arzak y Pedro Subijana. Durante los años 1993 y 1994
se incorporó al equipo de El Bulli, bajo la dirección de Ferran Adrià. Poco después, en 1996, pasó a ser jefe de cocina con Martín Berasategui en su restaurante. A los dos
años, empezó su andadura en solitario con el Mugaritz,
donde se expresa una cocina de texturas y emociones que
dos años después de su apertura le valió la primara estrella Michelin. En 2002, Aduriz recibió el Premio Nacio-
nal de Gastronomía, y en 2005 la segunda estrella Michelin.
Un año después, el chef recibe el Premio Cándido a la innovación gastronómica y en 2007 el Mugaritz entra en el
séptimo puesto de la lista de los 50 mejores restaurantes
del mundo de la revista ‘Restaurant’. Andoni Luis Aduriz forma parte del Patronato de la Fundación Basque Culinary Center, del Instituto Ibermática de la Innovación
(dentro del ámbito de la creatividad en la restauración)
y de la Junta Directiva de Innobasque. A su vez, con perfil no sólo de gran chef, sino también de formador y di-
vulgador, Aduriz imparte cursos en la Universidad del País
Vasco (desde 2005), en el centro de Formación Alain Ducasse (Francia) y en la escuela The Culinary Institute of
América (EEUU), entre otros. Además, es autor o coautor de más de una veintena de libros de cocina y gastronomía. Además del Mugaritz, desde el 2012, Andoni Luis
Aduriz asesora el restaurante Abadía Retuerta Le Domaine,
en Valladolid, y a partir de abril 2014 también contribuye en la creación de las cartas de cada estación del HealthHouse Las Dunas, de Estepona (Málaga).
EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016
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domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA
CLAVES DEL CAMINO
HITLER Y NAZIS EN CANARIAS
Hitler pudo haber vivido en Canarias tras la Segunda Guerra Mundial. Tan sorprendente hipótesis saltaba la
semana pasada a los titulares de la prensa internacional, situando a nuestras islas, una vez más, en un papel
inesperado y protagonista en uno de los periodos más importante del siglo XX. Como era de esperar, no han
tardado en llegar las críticas, que, ante la falta de pruebas documentales, parecen más que razonables. Solo el
tiempo dará o quitará la razón a quienes ahora defienden esta vuelta de tuerca a la historia oficial.
Texto: José Gregorio González
L
os libros de historia son contundentes con respecto al
final de Adolf Hitler, al
que sitúan muerto en su
bunker de Berlín. Tras darse él mismo un tiro el 30 de abril de
1945, su cuerpo y el de su compañera,
Eva Braun, fueron quemados por los
soldados que le acompañaron hasta
el último momento, evitando así ser
capturado vivo y, en segundo término,
que su cadáver fuera vilipendiado y
exhibido como un trofeo. Fin de la historia. La oficial, claro. La hipótesis de
que realmente no murió y que su lugar
lo ocupó un doble arranca casi desde
ese mismo instante y ha sido considerada muy en serio por agencias de
inteligencia de diferentes gobiernos.
Hay dudas razonables y un puñado de
evidencias circunstanciales que apoyan tal posibilidad.
Ahora bien, en ese escenario de supervivencia y fuga del líder nazi sigue
siendo una gran incógnita, y el germen
de las especulaciones más variopintas, su destino final, es decir, el lugar
en el que pudo encontrar refugio y aquellos que pudieron servirle de escondites provisionales. Y es precisamente en este ámbito donde Canarias
pudo jugar cierto protagonismo, si hacemos caso a lo propuesto por el exagente de la CIA Bob Baer, quien asegura haber accedido con su equipo a
unas 700 páginas de información
del FBI recién desclasificadas.
Hasta el momento, esto es todo lo
que ha trascendido: la afirmación de
que en la ruta de escape de Hitler hacia
Argentina Canarias tuvo su protagonismo, concretamente Tenerife, isla
a la que habría llegado en barco y en
la que habría estado refugiado por un
tiempo en un lugar que no se ha concretado por ahora. Y, sinceramente,
dudamos que se haga, ya que, como
mucho, suponemos que habrá algún
documento sin demasiados detalles
en los que el FBI reseñó sospechas, hipótesis, pero poco más. Una propuesta
similar ha venido siendo defendida,
también sin pruebas concluyentes, por
otros investigadores. Es el caso del argentino Abel Basti, quien también fija
el destino del líder nazi en Argentina
con una efímera escala técnica en Canarias de la flota de submarinos que lo
trasladaba a la Patagonia. Sin embargo,
el runrún de la presencia tanto de Hitler
como de otros nazis en Canarias en general, y en Tenerife en particular, no
es ni mucho menos nuevo, siendo bastante factible que tras la guerra un pu-
ñado de ellos encontrarse en las Islas
una oportunidad para reinventarse e
iniciar una nueva vida. ¿Hitler también..?Bastante improbable, pero
quién sabe. Por Güímar, por ejemplo,
esa posibilidad fue muy comentada
hace casi tres décadas, e incluso se hablaba de una suerte de expedición nazi
al mítico Barranco de Badajoz, asunto
sobre el cual el lector interesado podrá encontrar amplia información
en el interesante libro de Juanca Romero Barranco de Badajoz, entre leyendas y misterios, recientemente
reeditado en una versión ampliada.
Tras la raza aria “guanche”
En todo caso, y al margen de documentados y evidentes intereses estratégicos, así como de los planes que no
llegaron a cuajar, de ocupar Canarias
en la Operación Félix, o bien quedarse
al menos con una de las Islas Canarias para convertirla en base naval de
la Armada Alemana que facilitara la
expansión nazi por África, los nacionalsocialistas sintieron una esotérica
y mística fascinación por nuestras islas.
A ello dedicamos un amplio capítulo
en nuestro libro Canarias, territorio
del misterio, a cuya lectura remitimos
al lector interesado en ampliar datos
Adolf Hitler.
Libros escritos en
Canarias que
abordan la relación
del nazismo con las
Islas.
más allá de éstas líneas. La esencia de
ese interés radicaba en la búsqueda
que los nazis desplegaron, tanto
científica como ocultista, de los orígenes de la raza aria, convencidos tanto
de su ancestral existencia y superioridad, como de su supervivencia en
ciertos lugares hasta épocas relativamente recientes. Tales ideas se canalizarían a través de la Ahnenerbe, el
departamento Herencia Ancestral de
las SS, administración con decenas de
ramas operativas que comenzaría a
financiar o gestionar la obtención de
fondos con los que hacer posible estudios y expediciones diversas, siendo
principalmente la raciología y la arqueología las que posarían sus miradas en las Islas Canarias.
El destacado interés que los nazis
mostraron hacia los antiguos pobladores de Canarias, los guanches,
queda patente entre otras cosas en las
decenas de obras, si no centenares, que
por entonces ya existían en alemán
sobre el archipiélago. Los nazis fijaron su atención con verdadera obstinación en los aborígenes canarios cuando se enfrascaron en esa búsqueda racial. A ello contribuyó que los antiguos
canarios fuesen descritos en las primeras noticias históricas, como las aportadas por Giovanni Boccaccio gracias
a las informaciones del navegante genovés Niccoloso da Recco, que recaló en
las Islas en 1341, de manera un tanto
romántica, realzando sus virtudes y
poniendo de manifiesto el desconcertante grado de refinamiento y desarrollo social y religioso que presentaban.
Bocaccio los describió como de gran
estatura, rubios y de ojos azules, estableciendo a partir de ese momento unos
rasgos que serían corroborados por otros
cronistas en los años y siglos posteriores y que, como es fácil adivinar,
se adaptaban como un guante al prototipo ario que tanto codició el gran
hombre del nazismo Heinrich Himmler,
padre de las SS. Se trataba a todas luces,
para los historiadores nazis, de una raza
y civilización desarrollada a la que el
medio natural había paralizado y hecho retroceder. Para cuando la arqueología y la bioantropología pusieron las
cosas en su sitio, contextualizando adecuadamente estos rasgos predominantes
dentro de otros muchos “más comunes”, la figura del buen salvaje ya había
cautivado a los estudiosos germanos,
que no tuvieron reparo en adjudicarles
un origen centroeuropeo contemplándonos como descendientes de los pueblos que inspiraron la heroicidad de
los mitos teutónicos. Un papel destacado
en esta vinculación de los guanches
con los germanos la estableció Franz
von Löcher, escritor, periodista y
viajero alemán, que por encargo del
rey de Baviera Luis II viajó a Canarias
en el año 1873. Al más puro estilo de
los acérrimos nacionalistas alemanes
que apenas dos décadas más tarde daría
forma al movimiento ariosofista del
que se nutriría el ocultismo nazi, Löcher
formuló en su libro Los germanos en
las Islas Canarias, publicado en Munich en 1886, la teoría de que los aborígenes isleños eran de origen germano,
y que, de hecho, “guanches” –o “guarache”, como los cita– era una deformación del término “wandches”,
que significa vándalos. Según su tesis, en el año 492 de nuestra era el pueblo de los vándalos, de origen germano,
ocupó el Norte de África conquistando
Cartago y doblegando a los romanos,
que a través de su general Belisario se
tomaron la revancha hacia el 533, escapando de las represalias del Imperio
un nutrido grupo de vándalos con los
restos de su importante flota; una parte
se establecería en el sur de Marruecos, como bereberes, y la otra proseguiría su éxodo hasta alcanzar las Islas
Canarias tras divisar el pico Teide. Ignoramos si su obra, al igual que las de
Hans Meyer y Felix von Luschan, partidario también del vínculo ario y guanche, fue conocida directamente por
Hitler o algunos de los hombres poderosos del nazismo, pero su difusión
en un momento en el que el pangermanismo nacionalista y la ariosofía
cobraban fuerza no debe ser despreciada y desde luego constituye un ejemplo significativo del interés de los científicos alemanes de la etapa prenazi
por la población prehispánica de Canarias. Un interés que también se dejaría notar ya en plena gestación del
nazismo en la obra del prehistoriador
Gustav Kossina, quien apuntó la existencia de una gran oleada de pueblos
indio-arios que a partir del tercer milenio antes de Cristo habían dado origen a las grandes culturas védica, zoroastrista, megalítica, griega y romana,
ocupando el África bereber y alcanzando, como es lógico, Canarias.
Aunque su propuesta fue duramente
criticada, se creó alrededor de su figura
un notable grupo de seguidores en el
que destacaba de forma especial el idéologo nazi Alfred Rosemberg, por lo que
no es descabellado pensar que para
entonces Canarias empezara a ser un
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EL DÍA, domingo, 17 de enero de 2016
CLAVES DEL CAMINO
objetivo de interés en la búsqueda de
los orígenes de la raza aria.
Raciólogos y atlantólogos en Canarias
Simultáneamente, los raciólogos alemanes fijaron su atención en los
guanches a través de personajes como el antropólogo físico Eugen Fischer, quien en los años veinte se interesa vivamente por los aborígenes canarios realizando estudios antropológicos
sobre sus vestigios y rastreando la supervivencia de los rasgos físicos en la población de la época, lo que le llevó a estudiar a soldados isleños. El estaba convencido de la pervivencia de la raza
europea Cromagnon, que no dudaba
en conectar con la aria, en la Canarias
de su tiempo. Su trabajo iluminaría y
le abriría el camino al etnólogo y berberólogo austriaco Josef Dominik
Wölfel, con quien establecería una notable colaboración hasta el punto de orientar inicialmente sus trabajos y recomendar su financiación. Wölfel llegó
a Canarias en 1932, realizando una intensa actividad investigadora y docente,
siendo autor del célebre e incunable
Monumenta Linguae Canariae, una obra
en la que tiende puentes filológicos
aún vigentes entre los guanches y las
culturas nórdicas. Y aunque incómodo,
no es en absoluto descabellado afirmar que de alguna manera su trabajo
sería continuado por la antropóloga
física Ilse Schwidetzky, quien a partir de los años cincuenta estudió los
restos óseos conservados en los museos insulares y muestras de la población viva de las Islas, corroborando la
pervivencia racial de los guanches entre
el campesinado canario. Estas conclusiones, a conciencia o no, coinciden con los planteamientos de los grupos volkisch alemanes, que veían en
el campesinado alemán a los auténticos guardianes de la pureza aria, y
por ende, al germen del retorno a la
grandeza germana. En cualquier caso,
resulta sugerente que de manera
coincidente en el tiempo los antropólogos alemanes fijaran su atención en
la tipología racial de los guanches, desde
antaño descritos con los rasgos más
característicos del ideal de hombre ario,
y simultáneamente los grupos ocultistas ariosóficos de los que surge una
parte del nazismo comenzaran a
reescribir la historia germana idealizando a sus antepasados y arengando a sus dirigentes a rastrear los vestigios allí donde fuera necesario. Un
dato más se viene a sumar a esta conjetura: la histórica vinculación, al menos
desde la antigüedad clásica, de Canarias con la mítica Atlántida. Si los ocultistas nazis y líderes como Rudolf Hess,
Himmler o Rosenberg estaban convencidos del origen atlante de los arios
y no descartaban la posibilidad de su
supervivencia en lugares aislados o
mundos subterráneos, ¿no implicaba
esto un motivo más para buscar en Canarias?
Una expedición frustrada
Tal y como revela la escritora británica Heather Pringle en El Plan Maestro, entre las expediciones raciales planificadas por la Ahnenerbe a finales
de los años 30 se encontraba una a Canarias. Antes del estallido de la con-
tienda, expediciones de la SS viajaron a Suecia, Finlandia, Croacia,
Irak, Francia, Grecia, Tibet y Libia, planeándose otras a Islandia, Irán, los Andes y Canarias. No en vano uno de los
cofundadores de la Ahnenerbe, Herman Wirth, estaba convencido de que
Canarias formaba parte del límite meriodional de la Atlántida, cuyo centro,
relacionado con la mítica Thule, situó al sudoeste de Islandia. El perfil
de ese pasado incluía el megalitismo
y la adoración a una gran diosa madre, aspectos acerca de los cuales se
encontraban sugerentes ecos en las
Islas. El director de la Ahnenerbe, Wolfram Sievers, buscó con ahínco financiación para que el doctor Otto Huth,
José García Barreto “el Curita”, Lorencito Bruno, José Antonio de la
Torre Granados o mi “mano llena de rosquetes)
HUMOR ANTICRISIS
Juan Oliva-Tristán Fernández*
E
n la tertulia mañanera a la que asisto los martes y
jueves (pues los lunes, miércoles y viernes subo en
tranvía a mi ciudad de La Laguna que me viera nacer
un primero de diciembre de 1943 en la clínica de don Juan
Trujillo, de la calle Herradores) tengo como amigo tertuliano, entre otros, a Manolo Bello Alonso, que fuera excelente cantante de ópera y zarzuela y que en la actualidad
prepara a futuros cantantes, como Chicho Molina, Pepe Checa
Fariña, Salvador Gómez Iglesias, Paco Malo y el amigo Pipo,
dando cuenta de la actualidad social y política. Fue el amigo
Manolo Bello el que me contó la graciosa anécdota que
sin más les narro a continuación y que tiene como protagonista a José García Barreto, popularmente conocido
por “el Curita”, también lo apellidaban “Currito el de Las
Caletillas”, o sea, que por nombre, apellidos, motes o apodos que no quede.
El “Curita” era a modo de moderna tienda, hoy tan al
uso, de “Cash Converter’s”, pues lo compraba y vendía
absolutamente todo, y un día le había hecho un par de chapuzas a un coche que había comprado de tercera o cuarta
mano y se lo vendió a una cándida víctima, y para probar su potencia se suben ambos en el “fotingo” y hacen
el trayecto Santa Cruz a La Laguna por la carretera general, pues por aquél entonces no se había hecho la autopista, llegando hasta la plaza del Cristo, entran a hacerle
una visita y de nuevo suben al automóvil y parten hacia
Santa Cruz; aparcan y se bajan, dándose la mano que señalaba el cierre de la compra.
Pasan un par de semanas y el nuevo dueño va a ver al
“Curita” y le dice: “Coño, usted me ha engañado, pues resulta
que al subir a La Laguna el jodido coche siempre se para
en el Barrio de Gracia y no quiere seguir hasta La Laguna”,
contestándole el ruinito del “Curita”: “Eso tiene solución.
Váyase a vivir a Gracia”.
Hay una frase –para mí antológica– de mi querido amigo
Lorencito Bruno (paz descanse) que siempre cuando te
veía y a modo de saludo te gritaba: “¡¡Viva España!!, y uno
de sus famosos dichos, frases o sentencias era: “Mira, Juan,
dinero lo puede tener cualquier hediondo, pero ser persona hay que mamarlo”. Tenía razón el jodido.
Mi amigo ya fallecido José Antonio de la Torre, abogado
y exalcalde de La Laguna, contrajo en su día nupcias con
la encantadora dama lagunera Rosa Zamorano, hija del coronel José Zamorano Lomelino, que era buen amigo de Francisco, al punto de que a un perro que tenía en sus fincas
de Tegueste y Bajamar le había puesto de nombre “Franco”.
Cuando ocurrió lo que les voy a relatar, Franco era capitán general de Canarias y del África Occidental, “aconteciendo que un buen día invita el coronel Zamorano a
su superior, el general Franco, y a su esposa, Carmen Polo,
también llamada “La Collares”, a un almuerzo en su casa,
sita dentro de la finca de Bajamar y, estando el perro
haciendo de las suyas, hecho que fue perfectamente visto
por el coronel, este le grita al can: ¡“Franco”!, y el general, creyendo que se dirigía a él, le dice: “Dime, coronel”,
Bob Baer,
exagente de la CIA.
experto en ciencia religiosa y empleado
del cuartel general de la organización
nazi en Dahlem, viajase al archipiélago. Huth era, además de un antisemita
declarado que definía como “una terrible tragedia” la Conquista de Canarias por los cristianos españoles, un
protegido de Wirth, por lo que contaba con el apoyo necesario para hacer
oír su voz, estando absolutamente convencido de que “los primitivos canarios eran de hecho miembros de una
estirpe pura y no contaminada de la
raza nórdica, que había preservado
las antiguas prácticas religiosas arias
hasta bien entrado el siglo XV”.
Ambos investigadores habían leído
todo lo que había sido escrito sobre
los guanches hasta la fecha –y de hecho
quisieron requisar el material obtenido por Dominik Wölfel–, por lo que
no albergaban dudas acerca del potencial que atesoraba dicha expedición. Huth esperaba poder viajar en
otoño de 1939 y estudiar las prácticas religiosas, los cráneos de vivos
y muertos y el material lítico y cerámico existente en los museos, convencido de que las conexiones con
los pueblos nórdicos serían irrefutables:
“Aislada de los trastornos de la historia europea, la antigua civilización
nórdica floreció sin obstáculo alguno
en las islas afortunadas hasta que fue
destruida”.
El comienzo de la guerra hizo
posponer el proyecto, que terminaría por ceder su prioridad con el paso
del tiempo a otros asuntos que debían ser atendidos con mayor diligencia
por la administración nazi.
interviniendo este para aclarar la tensa y delicada situación afirmando: “Debo pedirle mil excusas, mi general,
pero cuando nació lo encontré tan listo que me permití
ponerle de nombre “Franco”, igual que el apellido de su
Excelencia”, riéndose este con firme decisión, y como
de todo hay en la viña del Señor este incidente, cuentan las malas lenguas, le costó el generalato al coronel
Zamorano.
Un buen día, y siendo alcalde de La Laguna el amigo
de la Torre, recibe la telefonista del Ayuntamiento una llamada del Gobierno Civil, pidiendo al alcalde que rápidamente bajara a Santa Cruz pues el Gobernador Civil, que
era el doctor Pablos Abril, quería hablar con el regidor municipal de un tema de suma importancia. Se lo comunican
a este, quien ordena que el chófer del coche oficial lo recoja
en la puerta del Consistorio.
Se sube al coche un auténtico flan, nervioso y descompuesto, y entra en el despacho del “poncio”, que al verlo
le dice: “¿Qué tal, alcalde?”, y José Antonio, pensando lo
peor, se dirige a su superior y hasta a modo de súplica le
dice: “Gobernador, que yo no he hecho nada, se lo juro”,
a lo que responde Abril: “Pues precisamente por eso, por
no hacer nada es por lo que te he hecho venir”, a lo que
de la Torre contesta: “Le prometo que a partir de ahora
intentaré ser más activo y haré varias y grandes cosas”,
remachando el gobernador: “Coño, alcalde, que no te enteras. Todo esto es un montaje y una broma, admito que pesada.
¿No sabes que hoy es 28 de diciembre, día de los Santos
Inocentes”?
OLIVARADAS. “Doctor ¿cómo está mi suegra?”, contestándole al galeno: “Vaya pensando en lo peor”, añadiendo el hijo político: “¿Se muere?”, rematando el médico: “No, quiere ir a vivir con ustedes”.
* Pensionista de larga duración
* Risoterapeuta
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domingo, 17 de enero de 2016, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.015
BALCÓN DE VENEZUELA
“Una adecuada planificación de su desarrollo turístico es la base del futuro de todos los países del mundo, donde sus características
especiales –geográficas, históricas, culturales y humanas– les pueden generar una riqueza muy superior a muchas minas de diamantes,
oro o de plata” (Frantisek Prikril. UIOOT. Torino. Italia. 1971).
VENEZUELA, UNA ESTRATÉGICA
VISIÓN DE SU DESARROLLO
Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes
(del Grupo de Expertos de la
Organización Mundial del Turismo.
UNTWO.)
L
os datos que aporta constantemente el Consejo Mundial
del Turismo rubrican de forma clara y precisa las referencias con las que ha trabajado desde hace mucho tiempo la
Organización Mundial del Turismo,
OMT: el turismo es riqueza para la persona, para la familia, para la comunidad,
para el mundo entero.
Son profundos los cambios que se
están operando en las tendencias del
turismo mundial. Son muchos los nuevos destinos que están entrando en
el mercado, y muchas las nuevas modalidades de captarlo y de atenderlo debidamente.
Ahí, en ese escenario, comienzan a
identificarse los buenos y los malos.
Los que han trabajado solamente
por defender su peculio personal y los
que han antepuesto la importancia
socioeconómica del movimiento turístico como un fin social de excepcional importancia para el desarrollo de
la población mundial: la creación de
la paz, la erradicación de la pobreza,
el fomento de la cultura y la identidad de los pueblos, y la consecución
de una calidad de vida que se corresponda con el esfuerzo de todos y cada
uno, de los habitantes del mundo. La
presencia de la OMT en estos postulados ha sido una constante desde su
nacimiento y aún antes en su antecesora
la UIOOT.
La lucha por consolidar los destinos,
por hacerlos permanentes y por mejorar sus condiciones como oferta
actualizada es uno de los principales
trabajos de los más serios estadistas,
empre-sarios, profesionales y administradores públicos, los cuales se valen
de los más profundos estudios sobre
las tendencias de la humanidad para
adecuar sus territorios. Otros, pendientes solo del valor económico de
la cosa, abandonan los destinos
“exprimidos” después de acumular
grandes ganancias a través de los años,
algunos de ellos hasta cargados de
medallas y prebendas que algunos
babiecas con ‘mentalidad doméstica’ les han otorgado, muchas de las
veces hasta en nombre de poblacio-
El teleférico más
alto del mundo está
situado en los Andes
venezolanos,
Estado Mérida, a
4.765 metros de
altitud y 12,5
kilómetros de
recorrido.
nes y lugares a los que han pisoteado
de mala manera, destruyendo sus paisajes y acabando con el encanto
bucólico que ahora y siempre han añorado los turistas.
Es muy fácil encontrar ahora muchos
lugares en el mundo donde se construyen emporios para el turismo pensando solo en las suculentas ganancias que se pueden obtener, máxime
si esto lleva adjunto la no inversión
en la capacitación de la población indígena, la escasa incidencia de su aportación a la seguridad social de la masa
trabajadora y las prebendas que algunos gobiernos conceden a la inversión
extranjera. Este es el panorama donde
los más avispados seudoempresarios
del mundo se están moviendo.
Venezuela, una esperanza
Planteada así la cuestión, es ilusionante ver que existen países que
están orientando su desarrollo basándose en sus condiciones turísticas, pero
anteponiendo su componente social
a cualquier otra alternativa. Ahí es donde hay que hilar fino.
Venezuela, con unas condiciones de
puerta de entrada al continente suramericano, por sus grandes atractivos
históricos y naturales en su extenso
y variado territorio, está llamada a ser
una de las principales naciones que
puede aprovechar el “nuevo turismo”
que está naciendo. Para conseguirlo
El impresionante
Salto Ángel, en el
Parque Nacional de
la Gran Sabana, la
caída de agua mas
grande del mundo,
es un atractivo
turístico de gran
belleza.
creemos que se está aún a tiempo. Los
pasos necesarios para ello no se están
dando. Esperemos que pronto se comience, pues las expectativas son muchas y la competencia es dura.
Una profunda capacitación a todos
los niveles sobre la importancia del desarrollo turístico para el desarrollo de la
sociedad, su consolidación cultural,
y su mejora en la calidad de vida, deberá
comenzarse ya si se quiere llegar a tiempo. Es algo que dijimos ya en el año
1969 en Maturín, en una larga conferencia donde glosamos todo lo bueno
que el país conserva, y aportamos algunas ideas para impulsar su desarrollo.
Más tarde, en el año 2004, insistimos
en el tema en unas memorables jornadas en San Cristóbal, en su Vitrina
Turística, haciendo un exhaustivo recorrido por todos los estados de la nación,
con unos planteamientos todos perfectamente válidos hoy, pese a estar
ya en el año 2016. La Cartilla Turística,
que los mexicanos tienen ‘inventada’
en la hermosa ciudad de Puebla de los
Ángeles, debe ser copiada, implantada
y difundida hasta en los más lejanos
lugares del país. Las Campañas Turísticas del Soldado –de grato recuerdo
para nosotros–, en España puede ser
otro referente para lograr esa concienciación necesaria en la población
para llegar a ser un destino turístico
caracterizado por su excelencia.
Planes de estudios, universitarios
y profesionales deben cumplir las exigencias de propiciar unos serios valores humanos que se coloquen por encima de muchos de los disparates que
se siguen cometiendo en el mundo,
y que publicitan sus programas solamente pensando en el negocio, y no
como el fin social que está obligado
a cumplir, cualquiera cosa que sea, que
se llame enseñanza.
Unidos, y con una visión real del
tema, el turismo tiene que ser en Venezuela –como en todo el mundo– el
motor que lleve a sus campos, pueblos y ciudades la realidad de una vida
mejor, una distribución justa de la
riqueza y una referencia capaz de conseguir que nos sintamos todos orgullosos de nuestras señas de identidad,
como una oferta singular lanzada al
mundo para captar esas grandes
masas de viajeros que buscan los mas
diversos atractivos, hoy basados en las
distintas culturas de los pueblos en sus
mas amplias acciones.
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