Unidad 3

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Unidad 3
• La teoría Ricardiana de la mercancia-moneda
LA MERCANCÍA-MONEDA EN EL SISTEMA DE PRECIOS DE PRODUCCIÓN
La concepción ricardiana de la mercancía-moneda puede ser sintetizada en tres
proposiciones básicas.
•
"El oro y la plata, como todos los demás bienes, son valiosos únicamente en
proporción a la cantidad el trabajo necesario para producirlos y llevarlos al
mercado." De manera general, cualquiera que sea la teoría del valor que
sucesivamente adopta, Ricardo afirma que las mismas reglas rigen tanto el
valor de la moneda como el de las mercancías.. Esto justifica la utilización del
sistema de precios de producción para determinar el vector de todos los
precios, incluido el de la moneda. Expresaremos los precios y los salarios en
términos de la mercancía patrón.
•
"Por grande que sea la variación en el valor del dinero, no afecta a la tasa de
utilidades." Este resultado supone que la moneda es una mercancía no básica
(y que, en caso de ser utilizada como medio de producción de sí misma, su
tasa de excedente no es inferior a la tasa máxima de ganancia). Esto implica
que, para tratar el problema del valor de la mercancía-moneda, es necesario
considerar un sistema de producción con excedente positivo, contrariamente a
lo que hicimos al analizar los intercambios.
•
"La cantidad de dinero susceptible de ser utilizada en un país debe depender
de su valor."
De todo lo anterior se deduce que un sistema de precios de producción que
incluye la mercancía-moneda, por ejemplo el bien n, se compone de (n + 1) ecuaciones:
n ecuaciones usuales de precios cuya forma general es: y una ecuación monetaria cuyo
papel es la determinación de la cantidad natural de moneda, donde Ves un dato que
representa la velocidad de circulación de la moneda,
DEL VALOR NATURAL AL VALOR INTRINSECO DE LA MONEDA: LA TEORIA DE
LA MERCANCIA-MONEDA
Esta teoría, constituye la solución que Galiani (y luego Ricardo) propone al
problema del valor natural de la moneda. Aquí discutiremos únicamente la noción
general de mercancía-moneda, tomando como referencia la obra de Galiani, que
contiene una exposición notable de esta teoría. Propondremos en el capítulo IV un
análisis de la integración de la mercancía-moneda en la teoría del valor, utilizando como
referencia la obra de Ricardo y la teoría de los precios propuesta por Sraffa. En la
discusión que sigue nos situaremos al nivel general de la teoría sin. examinar el
funcionamiento de un sistema monetario con mercancía-moneda.
La teoría de la mercancía-moneda se apoya en el postulado básico según el cual
el valor del objeto monetario es un valor "intrínseco que no deriva de su uso como
moneda", sino que está completamente determinado por el valor de su materia. De lo
cual resulta que el signo que distingue a la moneda de la. mercancía, o acuñación, sólo
"muestra el valor [de esta última, pero] no lo produce".
Si se admite lo anterior, el único problema es el de la elección del objeto
monetario entre los elementos de la nomenclatura de las mercancías inicialmente dada.
La adecuación de las propiedades naturales de la mercancía al papel de moneda
proporciona la solución. El resultado es conocido. Como lo expresa claramente Galiani,
la utilización de los metales preciosos como moneda "no resultó de una elección libre y
caprichosa, sino de la necesidad relacionada con la naturaleza misma de los metales y
con tos requisitos de la moneda"." Es lo que Marx repite más de un siglo después al
afirmar que: "El oro y la plata no son dinero por naturaleza, pero el dinero es, por
naturaleza, oro y plata." Finalmente, hay que regocijarse: ¡nuestro mundo está tan bien
hecho que, la naturaleza proporciona directamente a los hombres un objeto cuyas
propiedades físicas son precisamente aquellas que permiten expresar las relaciones
sociales cuantitativas que constituyen la característica propia de una sociedad
mercantil!
El principal efecto que se espera de la adopción de la mercancía-moneda es el
siguiente: "no está al arbitrio del Príncipe el dar, al metal acuñado el valor que le guste,
sino que tiene [...] que conformarse a su valor intrínseco".
Como muchas otras partes de la teoría de Marx, su teoría de la moneda se
encuentra todavía en un estado de gran confusión en el que se mezclan intuiciones
profundas con incoherencias. Esto se debe, principalmente, al insuficiente trabajo
analítico efectuado por la escuela marxista que durante decenas de años ha optado por
una ortodoxia estéril y esterilizadora. La situación ha empezado a cambiar en estos
últimos años, pero estamos todavía lejos de disponer de esquemas racionales precisos,
ampliamente aceptados, que puedan servir como base para la discusión y permitan el
avance de la investigación. Particularmente en lo que se refiere a la teoría de la
moneda, nos encontramos en la actualidad en una etapa de reconstitución del pensamiento de Marx tal que, una vez eliminados los errores, las ambigüedades y las falsas
soluciones, podrá obtenerse la coherencia recíproca de los enunciados básicos. Nos
proponemos participar en esta tarea examinando a continuación dos aspectos -en
nuestra opinión, centrales- de la relación entre moneda y valor en Marx: por un lado, el
problema del valor de la monedamercancía en la circulación simple; por el otro, el
atributo de la moneda como equivalente general.
Nuestros resultados difieren radicalmente de los de Marx y también de la
interpretación dominante. Como lo veremos, esto se debe a que, en lo que toca a la
materia examinada (y a muchas otras), Marx no logró resolver los problemas que a
menudo planteó de manera clara y profunda. A nuestro juicio, sus contribuciones más
notables han sido en este sentido. En cuanto a la insuficiencia de sus respuestas, el
trabajo analítico debería (en realidad habría debido) permitir su eliminación. Tal es el
principal en esta unidad.
Señalaremos, en fin, que la situación general de la teoría marxista anteriormente
recordada explica por qué las referencias en la materia siguen siendo los textos del
propio Marx.
EL PROBLEMA DEL VALOR DE LA MONEDA-MERCANCÍA
La orientación general es la siguiente.' A partir de la teoría del valor trabajo, Marx
propone la noción original de moneda-mercancía, pero no logra identificar el problema
central de la determinación de su valor en el marco de la circulación de las mercancías.
En esta unidad propondremos un análisis según el cual la demanda de moneda que
Marx llama "atesoramiento" constituye la condición del valor positivo de la monedamercancía.
Expresada en la forma mecánica que le dio Ricardo la teoría cuantitativa alcanza
en el siglo xix el éxito que se le conoce. Esto explica la crítica de Wicksell que, como
hemos visto, vuelve prácticamente al planteamientoinicial de Cantillon.
En cambio, el análisis del mecanismo indirecto es, más satisfactorio. En nuestra
opinión, debería considerarse, como la expresión más adecuada de la concepción
cuantitativa de Ricardo, que constituye uno de los aspectos clave de la tradición
ortodoxa en materia monetaria. Nos limitaremos a recordar el texto más significativo de
Ricardo,. escrito para criticar la posición según la. cual el nivel de la tasa de interés
representa el indicador adecuado para juzgar la abundancia de moneda en circulación:'
Si el, Banco sacara al mercado una gran cantidad adicional de billetes [...] se
enviarían a todos los mercados y en todas partes subirían los precios de las mercancías
hasta que fuesen absorbidos por la circulación general. Unicamente en el intervalo
entre las emisiones del Banco y su efecto sobre los precios, nos daríamos cuenta de la
abundancia de dinero; durante este intervalo, el interés estaría por debajo de su nivel
natural, pero tan pronto copio la cantidad adicional de billetes o de monedas fuese
absorbida por la circulación general, el tipo de interés volvería a ser tan alto como antes
de las emisiones adicionales.
La demanda de moneda
Disminuir su valor aumentará su cantidad en la misma proporción, e
incrementando su valor, disminuirá su cantidad".
La justificación más explícita de lo anterior se encuentra en la diferencia que
establece Ricardo entre el comportamiento de la demanda de moneda y el de la
demanda de mercancías frente a una variación del precio: contrariamente a esta última,
que es "una cantidad definida", la demanda de moneda "está completamente regulada
por su valor". La razón es que si bien la demanda de bienes puede modificarse en favor
de algunos y en detrimento de otros, "á causa del capricho, de la moda o del gusto [...]
cuando el dinero es medio general de cambio, la demanda del mismo nunca es materia
de elección, sino siempre de necesidad: tenemos que tomarlo en cambio de nuestros
bienes".` De lo cual resulta la relación inversamente proporcional entre el precio de la
moneda y la cantidad demandada.
Nos enfrentamos aquí al problema que representa la noción de demanda de
mercancías en Ricardo y, más generalmente, en los clásicos. Podencos contentarnos
con algunas observaciones generales.
Una interpretación literal de Ricardo hace pensar que los agentes demandan
cantidades fijas de mercancías, independientemente de los precios. Así expresada, la
posición ricardiana resulta, desde luego, inaceptable. Sin embargo, podemos proponer
una interpretación más satisfactoria, y en nuestra relacionado con el sistema de precios
de la sección precedente. En las ramas que utilizan el oro como medio de producción,,
la compra de oro- moneda a un precio de mercado inferior al precio natural, y la venta
del producto al precio natural, origina una ganancia excepcional. Esta se reduce a
medida que atravez de la fundición del oro-moneda, su cantidad baja y el precio de
mercado sube, y desaparece cuando. la: cantidad y, el precio del oro-moneda vuelven a
sus niveles naturales. .
Cabe señalar un punto importante. La estabilidad de este proceso de ajuste no
presenta ninguna dificultad particular, dado que estamos en una economía que funciona
como si existieran -sólo dos mercancías: el oro-moneda y una mercancía compuesta
que representa ,el conjunto dejas demás mercancías cuyos precios relativos
permanecen a su nivel natural. Ahora,; bien, la reducción de la economía al caso
sencillo de dos mercancías resulta directamente de las propiedades mismas del
sistema de precios de producción. En este marco nos parece aceptable, a diferencia de
lo que vimos en el esquema neoclásico en el cual se obtiene el mismo_ _resultado.
gracias a hipótesis arbitrarias Examinaremos en la próxima., sección la debilidad propia
de la teoría posricardiana en este campo..
Concluyamos, comparando el papel de, la relación cuantitativa en el enfoque
ricardiano y en el. neoclásico. Al contrario de este último, en el primero, la ecuación
cuantitativa no determina conjuntamente con las demás el precio de. equilibrio de la
moneda, sino su precio de mercado que,- comparado con el precio natural, constituye la
medida del desequilibrio monetario. Encontramos así una idea fundamental de Ricardo
según la cual el único indicador pertinente de la abundancia de moneda es su precio de
mercado. Al respec, notemos que Ricardo plantea por primera vez el famoso problema
en medida invariable del valor precisamente en el marco de la teoría monetaria, lo que
explica la importancia que atribuye a la invariabilidad en el tiempo del patrón de medida,
del .problema que, sin embargo, él, mismo considera sin solución satisfactoria.
Dejemos de lado la cuestión de la medida del valor. Como ya vimos, durante el
proceso de ajuste los precios relativos no se modifican al cambiar la cantidad de
moneda, ni siquiera de manera provisoria, contrariamente a lo que suele ocurrir en un
modelo al estilo de Patinkin. Si podemos as¡ decirlo, la neutralidad ricardiana de la
moneda es absoluta y permanente. Sólo cambia el precio de la moneda, lo que a su vez
provoca la modificación de su cantidad, a diferencia de lo que sucede en la teoría
neoclásica, en la que cualquier cantidad nominal de moneda acaba por ser una
cantidad de equilibrio. Según la doctrina ricardiana, un régimen monetario regulado por
la teoría cuantitativa en el sentido neoclásico sería el peor, dado que no contiene
ningún mecanismo de ajuste de la cantidad de moneda. Esto explica la oposición de
Ricardo a la emisión de billetes inconvertibles. la hipótesis de rendimientos constantes
no es adecuada para explicar la explotación de nuevas minas de mayor productividad
que las antiguas. En el sistema ricardiano estos rendimientos crecientes-no implican la
variación del precio del oro, que sigue estando determinado por las condiciones de
producción de las minas antiguas, mientras qué la mayor productividad en la mina
recientemente explotada da lugar a una renta. El precio de producción del oro sólo
cambiaría si se anulara la producción de las minas antiguas al ser sustituida
completamente por la producción de la nueva. Si se elimina este caso particular, resulta
de lo anterior que la variación de la producción de oro no afecta ni los precios de
producción ni la tasa de ganancia.
En cambio, al precio de producción del oro ya no se verifica la ecuación
monetaria puesto que la oferta de moneda ha aumentado. La incompatibilidád entre las
ecuaciones de precio y la ecuación monetaria desempeña el papel central en el proceso
de ajuste. Como hemos visto en, un aumento: de la cantidad disponible de moneda
provoca la disminución proporcional de su precio de mercado que, a su vez, hace
aumentar proporcionalmente su demanda. Por consiguiente, la ecuación monetaria
ricardiana puede representarse por medio de una curva cuyos puntos expresan la
igualdad entre 'oferta y demanda de moneda a los precios de mercado
correspondientes. Si se excluye la cantidad de moneda necesaria para la circulación del
oro como mercancía, esta curva es una hipérbola equilátera. En este caso, si la
cantidad de moneda aumenta, la ecuación monetaria determina un precio de mercado
proporcionalmente inferior al precio natural: esta discrepancia entre el precio del oro
como' moneda y como mercancía restituye el punto de partida del proceso de ajuste de
la cantidad de moneda.
La ganancia que permite la doble evaluación del oro -es la variable central de
ajuste, según uno u otro de los dos esquemas siguientes.
En el primero, explícitamente contemplado por Ricardo, el ajuste se realiza a
través de la exportación de oro como mercancía más barata:
Si, después de haber comparado el valor- relativo del café, el azúcar, el marfil, el
índigo y todas las demás mercancías exportables en los dos mercados, persisto en
enviar dinero, ¿qué otra prueba puede necesitarse de que el dinero es realmente la
más barata de las mercancías en el mercado inglés, en relación con los mercados
extranjeros, y por lo tanto la que con más provecho puede exportarse?
Es decir, que como consecuencia de la baja del precio (de mercado) del oro, y
por lo tanto del aumento de los precios monetarios internos, el oro se exporta en calidad
de mercancía, lo que permite la más alta ganancia comercial, y no como moneda para
comprar mercancías extranjeras suplementarias. Esta salida de oro continúa hasta que
el precio interno alcance el precio en el mercado internacional multiplicado por la tasa
de cambio (o sea, el nivel natural).
Podemos concebir un segundo esquema de ajuste, más estrechamente
1 una condición o restricción suplementaria, que llamaremos moneda
Caria, relativa a la cantidad disponible de mercancía-moneda ó sea, la
producción de oro tiene que ser suficiente para su doble utilización, como medió de
producción-y como medio de circulación del producto bruto a los precios de producción.
Se ve inmediatamente, que la condición monetaria sólo se verifica por
casualidad, ya que la cantidad de oro que forma parte del excedente es un dató y la
cantidad natural de oro-moneda, una variable que depende de los precios. Es
perfectamente posible, por ejemplo, que el sistema, tenga una solución monetaria q;'• >
0 para ciertos niveles de la tasa de ganancia y no la tenga para otros. Por lo tanto, las
condiciones de una solución real del sistema de Sraffa no son suficientes para la
existencia de una solución monetaria que sea compatible con la noción ricardiana de
mercancía y la moneda.
Antes de investigar las causas y de mostrar las consecuencias de este resultado
negativo, examinemos algunas soluciones a priori concebibles.
La primera es inmediata. Se puede pensar que el resultado anterior depende de
la hipótesis según la cual la cantidad de oro disponible es igual a la producción. Ahora
bien, dado que el oro es una mercancía duradera, sería necesario tomar en cuenta,
además de la producción, el stock existente. Esto es cierto, pero el único efecto es la
inclusión de una cantidad positiva dada de oro en la restricción (3), lo que sólo
modificada restricción sin afecta en absoluto el problema planteado.
Se encuentra un resultado equivalente, si a la circulación metálica se le agrega el
papel convertible. Se disminuye así en un cierto porcentaje (determinado de manera
exógeno a partir de elementos institucionales) la cantidad qnm* lo que, como en el caso
anterior, modifica la restricción (3) sin eliminar el problema de la existencia de una
solución monetaria. Este último sólo podría resolverse si supusiéramos una circulación
con moneda fiduciaria, lo que es evidentemente inaceptable en el marco ricardianó.
Una última posibilidad consistiría en interpretar (2) como una ecuación de
determinación del producto Vqn• (en lugar de qnm*). En este casó, un stock inicial ó un
excedente positivo en la producción de oro es una condición suficiente para que se
cumpla la restricción monetaria (3), puesto que, tomando un V lo suficientemente
grande, qn* puede volverse tan pequeña como se quiera. Pero esta solución tampoco
es aceptable. En efecto, supone que la velocidad de circulación es variable, lo que
contradice la doctrina de Ricardo, y más generalmente el Currency Principle, que la
consideran fija.
Dedo anterior se desprende que la dificultad relativa a la existencia de una
solución monetaria del sistema de Sraffa parece ineliminable. ¿Cuál es su origen?
Proponemos la siguiente interpretación: más que un problema de qnm*
El billete convertible
Nos limitaremos a algunas indicaciones generales. Una moneda no "se halla en
su estado más perfecto", como dice Ricardo, cuando circula moneda metálica, sino
"cuando consiste enteramente ele papel moneda, siempre que éste tenga igual valor
que el oro que declara representar". Ahora bien, el valor del papel moneda "puede ser
considerado como señoreaje. Aunque no tiene valor intrínseco, cuando su cantidad se
limita, 'su valor cíe cambio es tan grande como la denominación de la moneda, o de
metal fino que contiene". De lo cual resulta que "no existe punto más importante en la
emisión de papel moneda que el de captar plenamente los efectos que causa el
principio de la limitación de la cantidad", unas seguridad na aplicación de este principio.
No cabe duda acerca de la posición de Ricardo:
La experiencia muestra que ni on Estado iii Banco :alguno han tenido el poder
irrestricto de emitir papel moneda sin abusar de este poder: por ello, en todos los
Estados la emisión de papel moneda debería estar b:•Je urna cierta vigilancia
control, y ninguno parece tan adecuado para ese propósito congo el (le sujetar a los
emisores de papel moneda a la obligación de pagar sus billetes en metal noble
Esta posición es, a la vez, evidente y-ambigita. Desde luego, es la única
compatible con la noción de mercancía-moneda, puesto que en un régimen
convertibilidad, contrariamente a uno ele billete inconvertible, la única verdadera
moneda es la mercancía. El billete sólo la representa, y en esta función, es una
promesa de pago, o sea, una forma ele crédito. Aquí aparece la ambigüedad: por
confundir constantemente moneda y crédito," Ricardo razona corno si el valor de un
instrumento de crédito dependiera excessive mente de su cantidad y pudiera ser
controlado por medio de una regla automática corno la convertibilidad. para es menos
cierto, costo subrayaron sucesivamente Thoronto y Tooke.
Dejemos de lacio este problema que nos introduciría en el debate entre la
Currency y la Banklin.- School, alejándonos así de nuestro terna. 'fraternos mas bien (le
poner en evidencia las bases racional. del proceso de ajuste monetario, lo que nos lleva
a examinar el sistema del apartado.
EL PROBLEMA DE UNA SOLUCION MONETARIA DEL SISTEMA DE PRECIOS DE
UNA PRODUCCION
El sistema de ecuaciones (1)y (2), solo tiene una solucion con r*, pi*,qnm*, de
todos positivos si se agrga a la condicion usual de autor de autodesplazamiento en una
justificacion racional aceptable que es esto se debe a la falta de una teoria satisfactoria
de integracion de la moneda en la teoria de la integracion.
En efecto, la inclusión de la mercancía-moneda en la teoría de Sraffa lleva a un
sistema en el cual, por un lado, los precios se determinan únicamente a partir de la
condición de autorreemplazamiento (y de uniformidad de la tasa de ganancia), y por el
otro, una vez que se conocen esos precios, la ecuación monetaria determina la
cantidad de moneda. No debería sorprender el hecho de que esta última ecuación se
vuelva incompatible con las demás, puesto que los precios se calculan
independientemente de toda hipótesis acerca del empleo de los excedentes, mientras
que la ecuación monetaria impone una restricción sobre la utilización de todo o de una
fracción del excedente de una mercancía particular, elegida como moneda.
Recordemos que, en la teoría neoclásica, la eliminación de la incompatibilidad
entre las ecuaciones' reales y la ecuación monetaria exige que se modifiquen las
primeras, incluyendo el saldo real entre los argumentos de las funciones de demanda
neta de mercancías. Ahora bien, para la integración de la mercancía-moneda en un
sistema de precios cíe inspiración clásica, se necesita una revisión aún más profunda
de la parte real. La orientación general que resulta del análisis anterior es la siguiente:
la incompatibilidad entre las ecuaciones de precio y la ecuación monetaria
desaparecería si los precios de producción estuvieran relacionados con un vector
particular de las cantidades producidas, determinado a partir de dos condiciones: la
primera, que ya conocemos, se refiere a la propiedad del vector de las cantidades
naturales de poder reproducirse sin cambios; y la segunda es producción de una
cantidad de oro tal que se cumpla la restricción monetaria. Esto implica la construcción
de un sistema de interdependencia entre producción, determinación de los precios y
circulación, que no existe todavía.
En lo que se refiere a la teoría monetaria de Ricardo, la consecuencia más
notable de la crítica anterior es el derrumbe de las bases sobre las cuales se apoya el
proceso ricardiano de ajuste de la cantidad de moneda. Ya sabemos que este proceso
está exento de dificultades en el caso de una economía que funciona como si estuviera
compuesta de dos mercancías, y que esta reducción se deduce de las propiedades del
sistema de precios de Sraffa. Pero este resultado ya no se verifica cuando los precios
están relacionados con las cantidades producidas. En efecto, aunque el oro sea, por
hipótesis, una mercancía no básica, la variación de su producción provoca un cambio
en la estructura de la demanda de bienes básicos y, por consiguiente, una variación de
los precios y de las tasas de ganancia. La reducción de la economía al caso sencillo de
dos mercancías ya no es posible. Al hacerlo, volvemos a encontrar una crítica análoga
a la qúe ya dirigimos a la teoría de Patinkin.
Pedemos concluir que, en el estado actual de desarrollo de la teoría clásica, la
estabilidad del régimen de mercancía-moneda (o de moneda convertible) en la cual se
apoyan los principios ricardianos de emisión monetaria, no tiene
Sobre la base de este resultado es posible resaltar la originalidad de la
concepción de Marx en relación tanto con la teoría neoclásica como con la ricardiana, y
discutir la posición que adopta explícitamente este autor.
Marx no percibe en absoluto el papel central de la demanda de atesoramiento,
que interpreta como variable de regulación de la cantidad de moneda en circulación.
Veremos que ésta representa la insuficiencia más grave del planteamiento de Marx, de
la cual derivan, por un lado, debilidades en el estudio de la demanda de moneda y, por
el otro, una discusión totalmente ambigua de la teoría ricardiana. La crítica que Marx
dirige a Ricardo es notable en varios aspectos. Su fuerza aparecerá con mayor claridad
a la luz' del análisis que proponemos. Sin embargo, como era de prever, Marx no logra
liberarse del enfoque ricardiano. Lo mostraremos al discutir la- "ley" de la cantidad de
medio de cambio, que se apoya en una ecuación monetaria de tipo ricardiano'(V.1.4).
Para finalizar, propondremos una interpretación de los resultados obtenidos, en
particular, de la inestabilidad característica del esquema de la circulación simple con
moneda mercancía. Una línea de interpretación, a nuestro juicio fecunda, consiste en el
abandono de la noción de moneda-mercancía en favor de la concepción de la moneda
como elemento exterior al conjunto de los procesos de producción.
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