Manos a la Obra

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MANOS A LA OBRA
“Cuando el compromiso se convierte en deseo”
Nehemías 6:3
“Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la
obra, dejándola yo para ir a vosotros.”
INTRODUCCIÓN
Siempre es mas de lo que piensas o imaginas. Moisés se inicio como un noble,
luego aprendió a ser pastor de ovejas y termino siendo libertador de todo un
pueblo – y Dios estaba con el -. José paso su juventud como esclavo, luego
sufrió la persecución y la injusticia, paso tiempo en la cárcel y termino siendo
gobernador – y Dios estaba con el -. A Jeremías lo enviaron a dar un mensaje,
por su voz no llueve, por su voz vuelve a llover, lo persiguieron para darle
muerte, se encierra en una cueva y luego termino venciendo a 450 profetas – y
Dios estaba con el -. Las historias continúan, los personajes podrían sumar
cientos y la estructura de las historias es la misma. Comenzaron con una tarea
y terminaron haciendo mas de lo que pensaron o imaginaron. Y con todos
ellos estaba Dios.
Así mismo, Nehemías comenzó reconstruyendo muros y puertas, pero su tarea
termino reformando el orden social, moral, político y espiritual. Su tarea fue
mas de lo que imaginaba. Su tarea no eran los muros, su tarea era espiritual.
¡A sus pies, los frutos trascienden !
¿Cuál es la tarea o la obra que Dios ha puesto en sus manos?. Si usted esta
pensando en los informes, si esta pensando en las organizaciones que tiene
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que hacer, las ofrendas que debe depositar, las cantidades que debe confirmar
o los calendarios que debe organizar, quiero que reconsidere y vuelva a
pensar. ¿Cuál es la obra que Dios ha puesto en sus manos?.
Puede que se haya iniciado con una tímida invitación a trabajar en un
departamento, como parte de un equipo zonal, como jefe zonal o en alguna
esfera de la dirección de grupos de jóvenes, lo cierto es que será necesario
que toda nuestra participación en el reino sea mirada con detención, porque
sería un gasto de tiempo y energías estar llenos de actividades y deberes y no
estar haciendo la voluntad del dueño de la Obra.
Hay tareas que son de fácil reconocimiento, los muros y las puertas están a la
vista, los escombros se pueden ver a distancia y las necesidades inmediatas
no se pueden esconder de nuestros ojos. Pero, ¿ha pensado que hay detrás
de todo el quehacer de sus actividades?, es decir, lo que haces hoy, ¿Es todo
lo que Dios te ha encargado?. Las respuestas a estas preguntas tienen directa
relación con la posición desde donde se contesten. Algunos contestaran desde
su obediencia y dirán “Estoy haciendo obedientemente lo que me pidieron”, y
para que suene mas espiritual dirán “y aunque todo lo hubiere hecho siervo
inútil soy”. Otros contestaran desde su voluntad, diciendo: “Esto es lo que
puedo dar”. Otros desde la responsabilidad , diciendo: “no le puedo fallar” y
otros desde el entusiasmo, diciendo: “no hay problema hermano. Encantado”.
Pero quiero hacer un llamado de atención a todas nuestras motivaciones,
quiero que consideremos a la luz de Nehemías que es probable que Dios nos
este por mostrar nuestro el corazón de nuestro trabajo, la verdadera intención
de su llamado y que la tarea no es solo repartir el pan, sino también recoger las
doce canastas, que no se trata de un desafío personal a nuestras capacidades,
que se trata de una obra mayor, una obra revelada a los que esta a sus pies,
un propósito con frutos que trascienden. Una misión que demanda poner
nuestras “manos a la obra”.
PREPARANDO EL EQUIPLAJE
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Cuando uno se dispone a realizar una actividad deportiva debe tener
precauciones, tomar ciertos resguardos y al menos tener un mínimo de
implementos para poder ejecutar tal actividad. Lo mismo sucede cuando se
debe enfrentar cambios en nuestros estilos de vida. Lo saben los que
comenzaron una dieta, los que dejaron la enseñanza media, los que tuvieron
que salir al mundo laboral, los que decidieron pasar a un estado de
compromiso, los que se dispusieron a ahorrar para comprar una casa, los que
contrajimos matrimonio y los que luego coronaron esa unión con hijos.
Cualquiera sea el paso, nuestras vidas no fueron iguales, cualquiera haya sido
la decisión, hubo que hacer ajustes.
¡Es mejor dar que recibir!
Nunca juegue futbol sin canilleras, mucho menos si su contrincante considera
que es mas bienaventurado dar que recibir. Si va a comenzar la universidad es
mejor que ordene sus horarios, y si se va a casar, procure que una legión de
ángeles lo acompañen en tal decisión. Porque nada de esto tendrá un fin
duradero y prospero si no ha preparado su equipaje.
Si consideramos todo este tipo de cuidados y precauciones con nuestras
actividades personales, no es menor que consideremos el mismo pensamiento
cuando asumimos una responsabilidad en el Reino de Dios. Considerar las
circunstancias de nuestro llamado, solicitar dirección en nuestras tareas,
depender de los recursos y herramientas que provee el soberano y mantener
presente una visión clara de cual es nuestra verdadera obra, es decir, mirar por
sobre los muros, las puertas y los escombros. Esto demandará también de
nuestra parte que el reino de Dios tenga las elevada estima entre nuestras
actividades, que se reorganice nuestra vida en función de ello, que se
considere que al incorporar el servicio a Dios en nuestra vida, no se trata de
una actividad mas, si no que se trata del centro de nuestras vidas y que no hay
misión mas prestigiada que ser obreros del Reino.
/ El valor que merece la obra/
Si le doy una lista de profesiones o actividades laborales, como: Arquitectura,
Ingeniería, Ciencia, Enfermería, Agricultura, Leyes, Comunicador, Diseño,
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Pintor, Pastor, Agrónomo, Profesor, Filosofo, Misionero, Político, Músico,
Evangelista, Empresario, Auditor. Cual sería el orden si le pidiera que tomara
solo 4?. ¿Cuáles serían las opciones elegidas y cual sería su orden de
prioridad?
¡Donde esta su tesoro allí esta su corazón!
Que afirmación mas desafiante, pero a la vez que cierta, que claro quedan
nuestras prioridades, que evidentes son nuestros intereses cuando hacemos
una búsqueda sincera de nuestros tesoros. La biblia le asigna un valor
completamente distinto al que le asigna la sociedad a la vida. En la biblia, el
que pierde la vida la gana (Mateo 10:39). El que se entrega es bienaventurado
y los pies de los que llevan la paz son hermosos (Romanos 10:15). La obra en
el reino tiene un alto grado de valoración, pero cada día vemos menos estima y
consideración para estas tareas, dado que la sociedad y nuestro entorno (y a
veces nuestros propios errores) se han encargado de depreciar tan alto
privilegio como el de servir.
/ No existe un tesoro sin dueño/
Los tesoros se heredan, así como el amor por lo que uno hace. Las empresas
se transforman en negocios familiares, los oficios se transmiten de generación
en generación, los estilos de vida son adoptados por los hijos tanto como los
padres se hayan encargado de valorarlos, así también, el amor por lo que
hacemos dentro del trabajo en reino. Si nuestro tesoro es el reino, entonces
debemos procurar que alguien lo herede, Dios nos ha dado una bendición con
responsabilidad, esto quiere decir que el tesoro y la obra no puede quedar
desatendida, debe ser traspasada, debe ser transmitido su valor, su prioridad y
su importancia. Los jóvenes con los que trabajamos, deben ver en nosotros un
alto grado de valoración por la obra de Dios, deben notar la diferencia que
hacemos cuando se trata del Reino, cuando de por medio esta la predicación
del evangelio, cuando el objetivo es el rescate de pecadores, cuando la mirada
esta puesta en la ayuda al necesitado, cuando buscamos la justicia y cuando
practicamos la misericordia. Todas estas actividades deben ser valoradas tanto
o mas que las que tienen como resultado beneficios particulares, pues en ellos
encontramos el corazón y el deseo de Dios. Cuando amamos su obra lo
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amamos a Él, cuando nuestro deseo esta en función de agradarle, su gloria es
manifiesta y nuestro gozo es pleno.
/ La responsabilidad no se delega /
¿Cuáles son las cosas que dificultan el avance en tu zona o en tu área de
trabajo?. Puede que algunas tengan que ver con cosas materiales, otras con
personas que no se comportan como debieran, otras con opositores al reino,
gente que pone tropiezo, problemas personales, falta de colaboración,
incomprensión o simplemente falta de compromiso o de comprensión de la
importancia que tiene lo que hacemos.
Cualquiera sea la situación hay una cosa que es cierta si queremos poner
nuestras manos en la obra de Dios, somos parte del problema. No podemos
mirar el conflicto desde fuera, la responsabilidad es nuestra y debemos actuar
a la altura de las circunstancias.
Nuestro estudio ha sido respecto de la vida y obra de Nehemías, y este varón
reconoció su posición, tomo determinaciones y asumió la tarea completa. La
falta de recurso se transformo en su problema, los obstáculos su sufrimiento, el
desanimo su preocupación y las amenazas aun asunto que requería cuidado.
No hubo menosprecio y evasión, no hubo argumentos ni justificaciones, la
tarea era grande y conflictiva y así mismo la asumió. ¿Con qué seguridad?
Claramente no con la de sus fuerzas, si no con las que le confería la confianza
de estar en el centro de la voluntad de Dios.
Consideremos la paciencia en la oración como la clave de todos los logros.
Con oración Nehemías logro el permiso real, con oración logro los recursos,
con oración evadió las trabas, venció el desanimo, resistió las burlas, combatió
las amenazas y restauro una ciudad. No fueron las cartas, no fueron los
privilegios, no fue el azar ni la suerte. Fue la oración. El se hizo responsable de
esa batalla y escogió la mejor arma.
A Caín le preguntaron por su hermano, Elí fue juzgado a causa de la maldad
de sus hijos y el apóstol Pablo nos explica largamente en sus cartas la
necesidad de orar, apoyar y estar pendientes de nuestros hermanos. ¿Qué es
lo que nos dice la biblia? Que tenemos parte y responsabilidad en nuestro
medio.
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¡Si plantas papas no recoges zapallos!
El trabajo que usted y yo hacemos en nuestras zonas o áreas de trabajo es
una siembra y toda siembra tiene cosecha. La incertidumbre de una siembra no
esta en si llegara o no el momento de la cosecha, no, la incertidumbre tampoco
esta en si será lo mimo que sembramos lo que sacaremos, no, la incertidumbre
esta en la calidad y cantidad.
Si tuviera que revisar su siembra, ¿Cómo la catalogaría? ¿Está regada con
oración?, ¿Hay en ella preocupación por las malezas? ¿la semilla que utilizo
fue la correcta?.
Hermano amado. No te distraigas, no permitas que tu trabajo en el reino pierda
su valor, considera lo que Dios te ha dado como la misión mas connotada de tu
historia. Todos tenemos cierta cantidad de minutos en esta escena, puedes
malgastarlos, puedes ser un espectador o puedes invertirlos y hacer de ellos
los minutos y las horas mejor aprovechadas.
Tu trabajo es mas que los muros y las puertas, tu trabajo y el mío tiene
injerencia en lo espiritual, no pelamos con ladrillos, lo hacemos con huestes,
los escombros, las palas y las carretillas son parte de la labor, pero el objetivo
final es la restauración de la ciudad, el reposicionamiento del reino, la
restauración de vidas la reconciliación de almas con el Creador. Manos a la
obra.
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