TOPICS Schadenspiegel 2/2013

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TOPICS
SCHADENSPIEGEL
La revista para gestores de daños
Número 2/2013
Bajo agua
Un año después de la tormenta Sandy se ha
podido reparar la mayor parte de los daños. Pero
la costa Este de los EE.UU. debe prepararse ante
futuros eventos naturales. PÁGINA 6
Peligros de la naturaleza
Cómo los extremos
meteorológicos afectan
a la infraestructura
Bellas artes
Las galerías de arte
de Nueva York bajo
agua
Navegación espacial
La caída de un cohete
más cara de todos los
tiempos
editorial
Estimados lectores:
Justo hace un año que la supertormenta Sandy azotó la costa Este de
los EE.UU. Como cada huracán, Sandy también dejó tras de sí una huella muy particular. En la memoria quedan especialmente los enormes
destrozos en las zonas costeras de Nueva Jersey, pero también la espectacular inundación de amplias partes del centro de Nueva York.
Quien haya estado una vez en la orilla del Battery Park y haya dirigido
su mirada a la estatua de la libertad, sabe que este punto apenas está
por encima del nivel del mar. El centro de Manhattan es como una canoa
plana situada entre el Hudson y el East River. Las enormes obras del One
World Trade Center se anegaron como si de una bañera se tratase, poco
tiempo después de concluir la compleja infraestructura subterránea.
Los daños producidos en el área de bellas artes se conocen menos. A
pesar de las alertas tempranas, numerosas galerías se anegaron provocando considerables daños a muchas obras de arte en los sótanos y
plantas bajas.
Tal y como suele ocurrir después de tales casos, se alzan las voces
exigiendo una mejor prevención y construcciones a prueba de tormentas. Los expertos se ponen rápidamente de acuerdo en todo lo que se
debe mejorar. Pero, a medida que se va distanciando el siniestro en el
tiempo, estos planteamientos suelen caer en el olvido. En esta edición
del „Schadenspiegel“ nos ocupamos principalmente de las particularidades de esta supertormenta, desde el punto de vista de los daños y
de la relevancia para el Seguro.
Les deseo una interesante lectura.
Nicholas Roenneberg
Responsable de Claims Management & Consulting de Munich Re
NOT IF, BUT HOW
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1
Sandy – un año después
La tormenta Sandy ha puesto de manifiesto cuán vulnerable es el área metropolitana de Nueva York en el caso de
graves catástrofes naturales. Hasta la fecha sólo se han
puesto en práctica algunos planes para la mejora de la
infraestructura – por ejemplo para proteger las redes de
tráfico, como el túnel Carey (fotografía), contra las avenidas. Con el programa PlaNYC, cuya dotación ha sido
incrementada a 20.000 millones de dólares, se podrán
reducir, pero no evitar, los futuros daños.
2
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
6
Contenido
El agua potable ganada del mar es un
bien demandado a nivel mundial. Pero
cuando las tuberías no están bien
ancladas amenazan elevados daños.
34
Sandy – un año después
¿Cuán vulnerable es Nueva York?
6
Las consecuencias de Sandy ya están eliminadas. Ahora
la ciudad se prepara para futuros eventos naturales.
¿Inundación o tormenta?
En el caso de Sandy, las retenciones propias anuladas
les saldrán caras a los aseguradores.
10
Lo que los aseguradores pueden aprender de Sandy 14
Recomendaciones para los aseguradores en la gestión
de demandas colectivas después de catástrofes naturales
Sandy fue una señal de alarma
Así sufre la obsoleta infraestructura de los EE.UU.
por las extremas condiciones meteorológicas.
Galerías de arte bajo agua
Sandy sensibiliza al seguro de arte ante los peligros
de la naturaleza.
20
Obligaciones en el seguro de arte
Consecuencias jurídicas para los galeristas después
de Sandy
28
DAñOS
Las inundaciones en Alberta
La catástrofe natural en Canadá –un ejemplo actual
para la aplicación de las cláusulas ACC
24
31
La caída del Intelsat 27 está considerada
como el siniestro más caro de la historia
del seguro de la navegación espacial. Los
satélites de estas dimensiones cuestan, en
caso de siniestro, casi la mitad de todas las
primas del mercado mundial de un año.
40
Entrevista
A menudo se prefiere un arreglo a una larga
incertidumbre32
Por qué las empresas estadounidenses demandadas
­suelen preferir un acuerdo amistoso a una sentencia.
Daños
Rotura de la tubería de aspiración en una ­
desalinizadora34
Una instalación defectuosa de las tuberías puede
acarrear reparaciones costosas y elevados daños de PB.
Navegación espacial
Costoso lanzamiento fallido en el Pacífico
El control defectuoso ocasiona la caída de un cohete
más cara de todos los tiempos.
Daños
Inundaciones en la construcción
Una gestión de siniestros rápida y efectiva
ahorra dinero.
40
45
Editorial1
Noticias de la empresa
4
Columna48
Pie de imprenta
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3
NOTICIAS
GESTIÓN DE SINIESTROS I
GESTIÓN DE SINIESTROS II
GESTIÓN DE SINIESTROS III
Fenómenos meteorológicos
extremos en Asia oriental
Gestión de siniestros después
de catástrofes naturales
NATHAN Risk Suite con
opciones adicionales
En ninguna otra parte del mundo cambian
con tanta rapidez los riesgos meteorológicos como en Asia oriental. En nuestra nueva
publicación “Severe weather in Eastern
Asia” enfocamos los peligros meteorólogicos de esa región desde la perspectiva del
reasegurador.
La acumulación de grandes catástrofes
naturales que recientemente se ha observado en diferentes partes del mundo pone
de manifiesto la importancia clave de la
industria aseguradora para que las sociedades puedan afrontar y recuperarse de los
siniestros de gran envergadura.
Además de señalar los conceptos básicos
y principios físicos característicos de los
fenómenos naturales peligrosos y explicar
cómo ocurren y repercuten, también analizamos sus aspectos en relación con los
siniestros. En esta publicación también
describimos y corroboramos, con ayuda
de resultados estadísticos, los factores que
hacen cambiar los riesgos como, por ejemplo, la variabilidad del clima o el cambio
climático. Por otro lado, el lector podrá
encontrar en “Severe weather in Eastern
Asia” una serie de consejos útiles sobre
cómo reducir los riesgos y prepararse de
la mejor forma para hacer frente a los
acontecimientos extremos. De los resultados y conocimientos expuestos se derivan
las correspondientes conclusiones para los
mercados de seguros en Asia oriental.
Nuestra nueva publicación “Gestión de
siniestros después de catástrofes naturales” tiene por objetivo analizar los grandes
desastres naturales del pasado reciente y
derivar conclusiones que sirvan a los aseguradores para mejorar aún más sus medidas de prevención y la gestión de siniestros. Asimismo se estudian el huracán
Katrina, los terremotos de Tohoku, Christchurch y Chile, las inundaciones en Tailandia, así como los temporales en EE.UU.
y la supertormenta Sandy. La publicación
subraya la importancia de un plan de
emergencia profesionalmente concebido y
facilita una guía práctica para que las
empresas puedan desarrollar y perfeccionar sus propios planes de actuación.
Ahora, el sistema NATHAN Risk Suite, que
ya ha dado prueba de su eficacia, ofrece
aún más funciones. Las herramientas adicionales sirven para hacer más transparentes los riesgos de los peligros naturales y
analizar de forma más exacta las carteras.
Asimismo ofrece una función adicional con
la que se pueden incluir en el análisis datos
individualmente determinables (p.ej. sumas
aseguradas, pagos de siniestros, etc.) y utilizarlos para la evaluación de una cartera.
>> Para más información, contacte a su
gestor de clientes o consulte:
connect.munichre.com
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gestor de clientes o consulte:
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Ahora se pueden asignar espacialmente
los valores asegurados a zonas específicas
de peligros naturales y zonas CRESTA. El
Informe sobre la Evaluación de la Cartera
de Riesgos –que se genera de forma automática– facilita estadísticas sobre datos
relativos a la cuantía de los daños o las
sumas aseguradas. Una visualización exacta
de los riesgos según sea la situación geográfica redondea el cuadro.
>> Para más información, consulte:
www.munichre.com/nathan
Noticias breves
Nuestra filial en Pekín celebra este año su décimo aniversario. Con la apertura de esta filial, Munich Re fue la
primera compañía de reaseguros internacional a la que se
concedió la licencia para operar en reaseguros múltiples
en todo el país. Actualmente operamos en China en todos
los ramos que conforman el negocio de reaseguro.
Munich Re ha designado a Bernhard Kaufmann (44) para
que asuma el cargo de group chief risk officer a partir del
1 de enero de 2014. Su antecesor en este cargo, Joachim
Oechslin, se incorporará a la Junta Directiva de Credit
Suisse Group.
4
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
Ya está disponible el nuevo programa de seminarios para
clientes “Knowledge in dialogue 2014”. El año que viene
ofreceremos de nuevo a nuestros clientes internacionales
un amplio espectro de seminarios y talleres de trabajo. En
nuestra oferta de actividades no solamente se incluyen
todos los ramos de seguro esenciales sino también temas
específicos como los seguros financieros y la gestión de
riesgos empresariales. Para más detalles, le rogamos contacte a su gestor de clientes.
NOTICIAS
connect.munichre cumple 10 años
¿Está “conectado“ ?
El portal de clientes exclusivo
de Munich Re
Con connect, Munich Re pone a disposición de sus
clientes una plataforma en línea que cumple todos
los requisitos de seguridad y sirve para acceder a
conocimientos específicos, intercambiar datos y
gestionar documentos. Una encuesta entre los
usuarios reveló: casi el 90 por ciento de los clientes
indicaron estar satisfechos o muy satisfechos con
la plataforma.
connect.munichre está al servicio de nuestros clientes y socios las 24 horas del día para acceder a conocimientos específicos o novedades del mundo de
seguros. Constituye una plataforma en línea que se
adapta a las necesidades concretas de los clientes y
permite entablar contacto con los especialistas internos de Munich Re y así beneficiarse de su larga experiencia profesional. Gracias a las más modernas tecnologías, el portal ofrece un entorno virtual –accesible
solamente a través de un sistema seguro de contraseñas– que garantiza un intercambio de informaciones
a niveles incluso de alta confidencialidad en las áreas
de desarrollo de productos, suscripción, gestión de
riesgos y tramitación de siniestros. En la página principal se obtienen las noticias más recientes y, con
unos pocos clics, el sistema conduce al usuario a
todos los amplios contenidos informativos del portal.
Las soluciones adecuadas para su negocio
Más de 7.000 usuarios de las salas de proyectos virtuales se benefician del intercambio de datos electrónicos y la administración de documentos en tiempo
real – la transmisión de informaciones es a menudo
más segura y rápida que en la correspondencia electrónica y el trabajo es más fácil de organizar. Una
selección de herramientas especiales en línea contribuye a simplificar los procesos de suscripción, por
ejemplo, ayudando a los clientes a identificar y evaluar
los riesgos. Gracias a las últimas noticias provenientes del mundo de seguros y a la fácil descarga en
­formato de PDF de las publicaciones muy solicitadas
(como, p.ej., Topics Magazine y Topics Schadenspiegel)
los usuarios siempre están al corriente de las tendencias actuales en el mercado de seguros global. En el
“learning centre” encontrará múltiples seminarios y
talleres que Munich Re ofrece a nivel mundial y que
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el número de sesiones realizadas por los usarios en
el sistema connect.munichre superó la marca de un
millón. Hoy en día las sesiones ascienden a unos
1,6 millones – y casi tres cuartas partes de los clientes
de Munich Re tienen acceso a los servicios en línea.
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a su gestor de clientes o consulte:
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5
Sandy
¿Cuán vulnerable es
Nueva York?
A pesar de la exactitud de los pronósticos y las
medidas adoptadas durante los días previos,
Sandy causó enormes daños en las regiones costeras del noreste de los EE.UU. Si bien en este
caso, el f­ actor determinante fue la concatenación
de factores individuales poco probables, desde
hace mucho tiempo es sabido que el área de
Nueva York es sensible a la aparición de tormentas extremas. Lo que Sandy también puso en evidencia: las medidas de protección planificadas
hasta ahora son insuficientes.
Peter Miesen
En el momento en que Sandy irrumpió en la zona
noreste de los EE.UU. el 29 de octubre de 2012, había
dejado de ser declarada tormenta tropical para pasar
a ser post-tropical. Esto no significa necesariamente
una menor intensidad (como en este caso) aún cuando
a menudo se interprete así. Solamente quiere decir
que se ha producido la transición completa desde un
sistema de tormenta tropical a otro extratropical, con
todas sus características. Por regla general, las tormentas se extienden en el transcurso de la así denominada “transición extratropical” y que a veces se
prolonga durante días. En este caso, Sandy tampoco
fue una excepción y en la actualidad está considerado
como el sistema tormentoso más grande del Atlántico.
La extensión del área de viento con fuerza de tormenta
tropical (es decir, 64 km/h como mínimo de media
del viento durante 1 minuto) alcanzó un máximo de
1.500 kilómetros.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
7
sandy
Fig. 1: Zonas de evacuación después de Sandy en la ciudad de Nueva York
Zona A:
Evacuación forzosa por orden
del alcalde Bloomberg
Zona B:
Peligro de inundación en caso
de huracanes con una categoría
superior a 2
Zona C:
Peligro de inundación en caso
de huracanes con categorías
3–4 directamente al sur de NYC
Centros de evacuación
Fuente: State of New Jersey,
NHD Plus, NPS, Esri, DeLorme,
NAVTEQ, USGS, USDA, EPA,
IPC, TomTom, NGA
8
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
No solo la enorme extensión del área de vientos fue
decisiva para la evolución del siniestro sino también
la trayectoria que siguió Sandy. Esto se debió a que el
recorrido estaba bloqueado por un sistema de altas
presiones sobre el Atlántico y a que, al mismo tiempo,
las bajas presiones sobre el continente americano
causaron una fuerza ascensional que desplazó la tormenta hacia el oeste en contra de lo habitual, causando un impacto prácticamente perpendicular en la
línea de la costa. Por si esto fuera poco, en muchas
zonas (entre ellas la punta sur de Manhattan y la
costa atlántica de Nueva Jersey), la máxima intensidad de la marea huracanada coincidió con la marea
alta viva de la luna llena. En condiciones normales,
ésta es ya la causa para uno de los niveles máximos
del agua al mes.
Como consecuencia de estos factores se produjeron
mareas huracanadas a lo largo de toda la costa desde
Nueva Jersey hasta el Cabo Cod, registrándose en
algunas estaciones de medida del nivel del mar, como
The Battery en la punta sur de Manhattan, valores
récord nunca vistos desde el inicio de las medidas en
el año 1880. La extensión del campo de viento causó
daños hasta en Canadá.
Sandy
A pesar de la exactitud de los pronósticos y las medidas adoptadas durante los días previos, los efectos de
Sandy fueron devastadores. En conjunto, solo en los
EE.UU. perdieron la vida 127 personas. Más de
650.000 edificios y 330.000 vehículos resultaron
dañados o destruidos. El total de los daños asegurados (incluido el National Flood Insurance Program)
ascendió a casi 30.000 millones de dólares; los daños
económicos a nivel nacional superarán este valor en
más del doble. En 17 estados federales se produjeron
cortes del suministro eléctrico, resultando afectadas
aprox. 8,5 millones de personas. Los daños en infraestructuras tales como las vías del ferrocarril, carreteras
y túneles totalizaron varios miles de millones de dólares y causaron parcialmente el colapso del transporte.
Los más afectados fueron los estados de Nueva York
y Nueva Jersey que, conforme a las cifras de Property
Claims Service (PCS), concentraron el 85% de los
daños globales. El negocio del seguro de transportes
destaca especialmente entre el resto de los ramos de
seguro afectados. En este caso, las compensaciones
de daños alcanzaron aproximadamente 3.000 millones de dólares, un valor récord nunca antes visto para
un evento siniestral.
En el caso de Sandy, fue la concatenación de factores
individuales poco probables la que provocó que una
tormenta con velocidades de viento moderadas causara una marea huracanada tan fuerte en una zona
extensa. No obstante, desde hace tiempo ya se sabía
que el área de Nueva York es especialmente sensible
a la aparición de fuertes tormentas con efectos similares. Con el cambio climático, la probabilidad para
ello irá aumentando cada vez más.
Para las zonas costeras del estado de Nueva Jersey no
existe ningún plan detallado similar. Hasta el momento,
estos esfuerzos se limitan al refuerzo de la costa con
la ayuda de dunas de arena y la construcción de los
edificios en emplazamientos más elevados dentro de
las zonas destruidas por Sandy para que cumplan las
nuevas regulaciones de la agencia de protección civil
Federal Emergency Management Agency (FEMA). Lo
que falta es una planificación a un nivel superior que
tenga en cuenta la evolución futura del clima y sus
consecuencias. Se transfirió mucha responsabilidad
a cada uno de los municipios, cuyo foco principal se
centra actualmente, por supuesto, en la pronta
reconstrucción. Con el fin de minimizar la exposición
a siniestros derivada de eventos de gran extensión,
tales como tormentas y mareas huracanadas, es también necesaria una estrategia regional que tenga en
cuenta las particularidades locales y los conocimientos in situ. En este sentido, el camino seguido por
Nueva York da esperanzas de haber aprendido algo a
partir de la experiencia Sandy. No obstante, esto no
significa que puedan evitarse por completo los daños.
Más bien se trata de hacer frente a peligros cada vez
mayores con las correspondientes estrategias.
Mediante la aplicación consecuente de los principios
descritos, Nueva York podría alcanzar el objetivo de
minimizar los posibles daños, al menos a medio plazo.
>> P
ara más informaciones sobre
PlaNYC consulte:
http://www.nyc.gov/html/sirr/html/
report/report.shtml
Debido a estas y otras causas, en el año 2007 se creó
en Nueva York el denominado PlaNYC. Sin embargo,
una gran parte de las medidas planificadas para la
mejora de la infraestructura no se pusieron en práctica antes de Sandy. Pero, en aquellos casos en los
que ya se habían llevado a cabo las medidas, se
demostró que los biotopos costeros renaturalizados o
las nuevas directivas de construcción de edificios en
emplazamientos más elevados habían sido medidas
altamente eficaces. No obstante, el huracán dejó
patente que aún son necesarios esfuerzos mayores
que los planificados hasta el momento. Consecuentemente, poco después de Sandy se amplió el catálogo
de medidas a un programa con un volumen de
20.000 millones de dólares.
El informe “A stronger, more resilient New York” describe a lo largo de más de 400 páginas, entre otras, la
forma de mejorar la protección de costas y las directivas de construcción. Además contiene propuestas
para los sectores del seguro, infraestructuras, incluido
el suministro de energía y telecomunicaciones, para los
servicios sanitarios y de transporte. Este informe hizo
además evidente que, en vista del cambio climático y
el resultante aumento del nivel del mar, todas estas
medidas pueden, en el mejor de los casos, disminuir
los daños a medio y largo plazo, no así evitarlos.
Nuestro experto:
Peter Miesen es especialista
en la creación y validación de
modelos de peligros naturales,
así como en la valoración de
riesgos relacionados con los
­peligros meteorológicos.
[email protected]
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9
Sandy
¿Inundación o tormenta?
Los seguros combinados de edificios en los EE.UU. suelen
excluir daños por “inundación” pero no los daños ocasionados
por “tormenta”. Pero en el caso de Sandy, tanto las inundaciones
como la tormenta causaron graves daños. Entonces, ¿pueden
acogerse los aseguradores a la exclusión?
Leon Taylor y Aidan M. McCormack
Sandy asoló hace más de un año la costa atlántica
central de los EE.UU. y causó destrozos en numerosos
estados federados, entre ellos también Nueva York,
donde Manhattan se vio afectada por graves inundaciones que provocaron cientos de miles de avisos de
siniestro en edificios e industrias, afectando a los más
diversos ramos del seguro.
Solamente en el estado federado de Nueva York se
­destruyeron aproximadamente 350.000 viviendas.
Además se registraron unos 250.000 siniestros del
seguro de Automóviles. Y también se totalizó una
cifra similar de empresas afectadas. La anegación del
metro de Nueva York y del terreno del World Trade
Center provocaron avisos de siniestro por varios miles
de millones de dólares estadounidenses. El siniestro
global que se le adjudica a Sandy se cifra, entretanto,
en unos 70.000 millones de dólares estadounidenses.
Con ello Sandy es, después del huracán Katrina, la
segunda tormenta más cara de la historia de los EE.UU.
Sandy es uno de los eventos más importantes de los
últimos años que se debe a las condiciones meteorológicas. Pero también se distingue por la rápida liquidación de unos 500.000 daños a edificios de viviendas, impulsada, a su vez, por la actitud firme y decisiva
de numerosos organismos y políticos.
Retenciones propias y sublímites
La mayoría de los seguros estadounidenses combinados de edificios prevén elevadas retenciones propias
para los siniestros por huracanes que suelen ascender
del dos al cinco por ciento del valor asegurado. Cada
estado federado tiene sus propias disposiciones relativas a la aplicabilidad de retenciones propias en caso
De complejo convectivo de mesoescala a supertormenta
22.10.2012
500 km al sur de
Kingston, Jamaica
Se forma el complejo
­convectivo
25.10.2012
Santiago de Cuba, Bahamas
Toca tierra con la categoría 3 en
el este de Cuba con rumbo hacia
las Bahamas
24.10.2012
Jamaica
Toca tierra al este de
Kingston como categoría 1
10
26.10.2012
El centro está lejos de la costa
de Florida
El campo eólico aumenta de
forma dramática a medida que
desciende la velocidad de viento
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
27.10.2012
El centro está lejos de la costa
de Carolina del Sur y Carolina
del Norte y se ­desplaza hacia el
noreste
Convección más intensa
próxima al centro
29.10.2012
17:00 hora local
Costa atlántica central y costa
del noreste
Sandy choca contra masas de aire
frío y gana fuerza con ello; el National
Hurricane Center declara a Sandy
tormenta extratropical
Sandy
de huracanes. De esta forma, por ejemplo en Nueva
York se pueden aplicar retenciones propias en caso de
huracanes cuando el National Weather Service clasifica una tormenta dentro de la categoría 1 o superior y
toca la costa en el Estado de Nueva York. En Nueva
Jersey, el National Weather Service debe clasificar a
la tormenta como huracán y registrar en un lugar
cualquiera dentro del estado velocidades de viento
constantes de 74 millas por hora (aprox. 120 km/h).
Para los daños provocados por determinados eventos,
como una tormenta con nombre o inundación podrían
regir también sublímites específicos.
Justo después de Sandy, algunos gobernadores y
organismos de supervisión de seguros exigieron
públicamente a los entes aseguradores que prescindieran de la aplicación de las retenciones propias en
caso de huracanes porque la tormenta no cumplía los
criterios para retenciones propias que existían en
algunos estados federados. Éste fue el primer indicio
de una actitud especialmente fuerte y proactiva por
parte de los organismos de supervisión frente a los
aseguradores y su liquidación de los daños originados
por Sandy a edificios de viviendas.
Las retenciones propias y los sublímites pueden
­causar dificultades a la hora de calcular la suma
indemnizatoria, cuando, por ejemplo, están afectadas
varias ubicaciones del mismo tomador del seguro o
una tormenta toca tierra en una zona geográfica de
mayores dimensiones y por un largo periodo de
tiempo. El huracán Katrina se consideró como un solo
evento por lo que a los planteamientos de la posibilidad de agregación respecta. Sandy arroja otros problemas, sobre todo de cara a las tormentas de nieve y
29.10.2012
Tarde (hora local)
Manhattan, punta sur
La marea huracanada en Battery
Park y en East River inunda túneles y ferrocarriles suburbanos
lluvia secundarias (así denominadas Nor’easters) que
le prosiguieron: ¿Se trata de uno o de dos eventos? La
repuesta depende en gran medida de lo redactado en
la cláusula de agregación en el contrato de seguro y
de las circunstancias exactas para las cuales rige la
cláusula.
Viento o avenida en el caso de mareas huracanadas
Uno de los problemas más destacados que surgió
después de Katrina y que podría presentarse en el
marco de disputas relacionadas con el seguro sobre
Sandy, atañe a la cuestión de si se pueden excluir los
daños de inundación producidos por la marea huracanada. Conforme a la definición del National Hurricane
Center de los EE.UU., una marea huracanada se origina por el agua que “es empujada hacia la costa por
los vientos ciclonales que giran en torno a la tormenta”. La mayoría de los seguros combinados de
edificios en los EE.UU. excluye los daños por “inundación” y en los seguros de comercio e industria se suelen estipular sublímites. Pero las “tormentas” suelen
ser generalmente un peligro asegurado. Por ello, los
tomadores de seguro suelen argumentar que la causa
en sí de un siniestro por marea huracanada no es la
“inundación” sino la “tormenta”.
29.10.2012
Zona alrededor de Brigantine,
Nueva Jersey
Sandy toca tierra en los EE.UU.; fuerzas máximas de viento en la parte
oeste del ciclón; máximos niveles del
agua en la costa noreste al norte del
centro de rotación
29.10.2012
Tarde (hora local)
Costa atlántica de Nueva Jersey a Long
Island y parte sur de Rhode Island
Sandy ocasiona daños por inundación de
extrema gravedad en las regiones costeras
31.10.2012
Este de Canadá
Después de debilitarse sobre
tierra firme, los restos de
Sandy se funden con una zona
de bajas presiones sobre el
este de Canadá
30.10.2012
Apalaches
Condiciones de ventisca en amplias
zonas del sistema montañoso
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
11
Sandy
¿Causa concurrente o directa?
¿Qué ocurre cuando más de una causa –una asegurada y una excluida– han contribuido al siniestro o
cuando, por ejemplo en el caso de una marea huracanada, un tribunal determina que las causas han sido
tanto la inundación como la tormenta? En este caso,
¿pueden acogerse los aseguradores a la exclusión?
Cuando un siniestro se puede repartir entre ambas
causas, es decir, un daño por inundación en el sótano
de una casa y un daño por tormenta en el tejado,
entonces el ajuste de siniestros no suele presentar
dificultad alguna, porque los daños individuales se
pueden adjudicar exactamente a ambas causas.
Pero, cuando ambas causas han actuado al mismo
tiempo o cada una de las causas por separado podría
haber originado el daño total, entonces –si no se
ha estipulado una exclusión de co-causalidad– la
­respuesta se orienta conforme a la correspondiente
prueba de causalidad que se deba aplicar. En cada
estado federado estadounidense rigen en este sentido criterios diferentes. Pero en la mayoría de los
Estados, entre ellos también Nueva Jersey, se debe
decidir, por ejemplo, cuál de las causas es la “causa
eficiente o directa” (“efficient or proximate cause”),
es decir, aquella que haya iniciado el proceso de
­causalidad. Cuando se excluye la causa “eficiente
o directa”, entonces el asegurador puede rechazar
la indemnización en su totalidad.
Algunos tribunales, también en Nueva York, persiguen un enfoque parecido verificando si existe una
co-causalidad (“concurrent cause”).
Sandy causó más de 650.000 daños a edificios de
viviendas, como aquí en Long Island, NY, EE.UU.
Exclusiones de co-causalidad y cláusulas de daños
consecuenciales
Este tipo de cuestiones de causalidad pueden sensibilizar a que se apliquen en el contrato de seguro exclusiones de co-causalidad (así denominadas cláusulas
ACC) y cláusulas de daños consecuenciales. Las cláusulas de daños consecuenciales traen consigo excepciones de exclusiones cuando, como consecuencia de
un riesgo excluido, se realiza un riesgo concreto, delimitado y asegurado. Así ocurre cuando, por ejemplo,
la inundación de un edificio origina un incendio.
Por su parte, las cláusulas ACC permiten al asegurador que alegue él mismo exclusiones cuando existe
una causa concurrente asegurada. Una cláusula ACC
típica podría redactarse así:
“La cobertura de seguro, sin considerar las causas
­concurrentes, no se extiende a daños directos o indirectos por … Este tipo de daños estarán excluidos
incluso cuando otras causas o eventos concurrentes
hayan contribuido al mismo tiempo o en cualquier
orden ­cronológico al siniestro.”
En algunos estados federados de los EE.UU. (como
Washington y Virginia Occidental) este tipo de cláusulas no se pueden hacer valer jurídicamente. Pero la
mayoría de los tribunales las han reconocido después
de Katrina siempre que los aseguradores se remitieran
a ellas.
12
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
sandy
Después de Sandy, las cláusulas ACC han suscitado
una fuerte crítica, al menos respecto a los propietarios
de casas y viviendas. En el estado de Nueva York, el
legislador está estudiando actualmente, dentro del
marco de una serie de proyectos de ley para la protección de los tomadores de seguros combinados de
casas y viviendas, una ley según la cual se puede prohibir la aplicación de las cláusulas ACC.
Planteamientos actuariales del reaseguro
Las cuestiones relativas al reaseguro que han surgido
a raíz de Sandy se van cristalizando poco a poco.
No obstante pueden surgir problemas relativos a la
doctrina de la obligación del reasegurador de seguir
a la cedente y la comunidad de suerte, así como respecto a la cuestión de la posibilidad de agregación de
daños. Sin duda, la introducción de nuevas disposiciones ha presionado a las cedentes a que regulen
con rapidez los daños ocasionados por Sandy. Junto
a su expreso rechazo de las retenciones propias por
huracán, algunos organismos del seguro han introducido nuevas disposiciones para la liquidación de
siniestros de Sandy con el propósito de acelerar y
simplificar los procedimientos para los propietarios
de casas y viviendas.
Así, en el estado de Nueva York, el Departamento de
Servicios Financieros (DFS por sus siglas en inglés)
ha dispuesto que los aseguradores deben inspeccionar los daños en un plazo de 15 días posteriores al
aviso de siniestro y deben tomar una decisión sobre
el ajuste de siniestros en un plazo de otros 15 días
laborables (en algunos condados incluso de seis días
laborables) una vez concluida su inspección. El DFS
exige además que los aseguradores deben aceptar
documentaciones fotográficas o de vídeo de los siniestros. Estas medidas han contribuido con certeza a la
presta liquidación de muchos daños causados por
Sandy. En este sentido, podría surgir la duda de si una
liquidación de siniestros semejante corresponde con
los principios empresariales y con los requisitos de
diligencia y buena fe, es decir, si los reaseguradores
están ligados a este tipo de arreglos.
Adicionalmente, a nivel de reaseguro podrían plantearse cuestiones relativas a la posibilidad de agregación de los daños. Muchos contratos de reaseguro
recogen cláusulas horarias, según las cuales se pueden
agrupar los daños que se producen dentro de un
periodo determinado de tiempo (por regla general
72 horas) en un sólo evento siniestral. Pero como los
daños causados por Sandy se produjeron en un periodo
de tiempo más extenso, puede ser que, conforme a
estas cláusulas, ya no se puedan agregar. Por ejemplo,
transcurrieron más de 72 horas entre los daños producidos en el Caribe y los del noreste de los EE.UU.,
particularmente si se tiene en cuenta la tormenta
secundaria “Nor’easter”. En el caso de que una cedente
asegure empresas en ambos lugares podría tratarse de
más de un evento, conforme al contrato de reaseguro.
>> http://www.dlapiper.com/Leon-Taylor/
http://www.dlapiper.com/aidan_mccormack/
nUESTROS ExpertOs:
Leon Taylor es socio en el
equipo Insurance & Reinsurance
de DLA Piper en Londres
y Nueva York.
Aidan M. McCormack es socio
en el equipo Insurance & Reinsurance de DLA Piper en Londres y
Nueva York.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
13
Sandy
Lo que los aseguradores
pueden aprender de Sandy
Los litigios por daños materiales basados en acciones colectivas son un fenómeno común en EE.UU.
que se da después de catástrofes naturales. En
muchas ocasiones, son apoyados por bufetes de
abogados de gran solidez financiera. Quienes estén
familiarizados con sus métodos pueden tomar las
correspondientes medidas para defenderse de
reclamaciones injustificadas.
Roger D. Higgins y J. Richard Harmon
Independientemente de si se trata de Katrina, Rita,
Ike o Dolly, el modo de actuar es siempre el mismo
cuando una tormenta tropical golpea la costa del golfo
estadounidense: nada más desaparecer el huracán
hicieron acto de presencia constructores, techadores y
peritos oficiales para hacer negocios con las personas
dañadas. También los bufetes de abogados intentaron sacar partida de la situación, lanzando campañas
publicitarias y seminarios gratuitos sobre los derechos
de los asegurados para así captar como mandantes
el máximo número posible de damnificados. Independientemente de los hechos jurídicos en sí, su objetivo
fue incrementar el precio y alcance de los daños con
ayuda de sus propios peritos.
Intentaban, dentro de lo posible, evitar litigios sobre
los siniestros realmente asegurados de sus clientes.
En cambio, lo que hacían era buscar puntos débiles
en la liquidación de siniestros y en las condiciones del
seguro a fin de convertirlos en un enfoque de litigio.
La tormenta Sandy ha mostrado, una vez más, que el
peligro es totalmente real. Tras haber visto casos similares después de los huracanes que azotaron Luisinana, Mississipí y Texas, los aseguradores ya se imaginaban lo que les esperaba. Muchas veces la atención
se centraba en las disputas sobre las cláusulas de
exclusiones en caso de cocausalidad (anti-concurrent
causation clauses o cláusulas ACC). En estas cláusulas quedan excluidos los daños ocasionados simultáneamente por un peligro asegurado (p.ej. tormenta) y
un peligro no asegurado (p.ej. inundación), independientemente del acontecimiento que haya causado
directa o principalmente el siniestro. Según argumentan los abogados, o bien los aseguradores no aplican
debidamente las cláusulas ACC, o bien no son correctos los procedimientos en el ajuste del siniestro con
respecto a la cocausalidad.
Los fuertes vientos y la marea huracanada
destrozaron los embarcaderos y arrancaron los barcos de su anclaje, lanzándolos
a un asentamiento turístico cercano al
puerto de Great Kills en la costa oriental
de Staten Island, Nueva York, EE.UU.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
15
Sandy
Por otro lado también se realizan esfuerzos para que
los procesos judiciales se lleven a cabo en tribunales
que son favorables a los demandantes. Los abogados
esperan que las sentencias pronunciadas por estos
tribunales se utilicen como precedentes vinculantes
de impacto bastante mayor en los procedimientos
probatorios. En vista de ello, algunos aseguradores
solicitaron que a todos los casos se les dispense un
tratamiento conjunto dentro del marco del “litigio de
múltiples distritos” (multidistrict litigation – MDL;
compárese, 28 U.S.C. § 1407 Transferencia de asuntos
jurídicos de carácter global a un tribunal determinado).
Gracias al MDL (litigio de múltiples distritos) se puede
homogeneizar el procedimiento probatorio y, por lo
tanto, evitar duplicidades en los testimonios escritos
de los testigos y aumentar la predicibilidad de las resoluciones tomadas en el procedimiento previo.
Evitar demandantes mediante un ajuste de
­siniestros efectivo
Así de devastadas quedaron las casas
en primera fila de la playa Rockaway
Beach (Long Island, Nueva York,
EE.UU.) en el Atlántico.
Si bien cada daño material constituye un caso particular, muchas veces los abogados de los asegurados
engloban los diferentes casos en acciones colectivas
para que aumente el alcance de la respectiva sentencia tribunal. Los aseguradores no siempre lograron
impedir la admisión de acciones colectivas. En efecto,
varios tribunales admitieron a trámite tales acciones
o aceptaron arreglos colectivos.
Por otro lado existe también una estrategia que se
denomina “blast filings” y que consiste en presentar
simultáneamente varias demandas contra uno o
varios aseguradores con la intención de “desgastar”
los recursos de los demandados y así crear la posibilidad de llegar a un arreglo a favor de los asegurados.
16
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
Una de las lecciones aprendidas de los huracanes en la
costa del Golfo es la importancia de un ajuste de
siniestros efectivo. En cientos de procesos judiciales,
los abogados de los demandantes presentaron pruebas de que en el ajuste de siniestros hubo actuaciones u omisiones de los aseguradores que se debieron
a una causa a nivel de la compañía o “institucional”.
Sin embargo, su objetivo verdadero fue destapar los
puntos débiles en las condiciones del seguro y en el
tratamiento de los derechos de los asegurados para
así ocultar que los asegurados tenían problemas a la
hora de presentar pruebas del siniestro asegurado.
La mejor forma de combatir este enfoque universalista es un ajuste de siniestros proactivo y rápido. Para
los aseguradores es esencial que los ajustes y los
expedientes de los siniestros cumplan con rigurosidad los debidos criterios, pues solo así estarán en condiciones de demostrar que cada siniestro es ­distinto,
tanto en lo que se refiere a la cobertura como a la suma
indemnizatoria. Las siguientes sugerencias se basan
en las lecciones aprendidas de las catástrofes naturales y sirven para mejorar el ajuste de siniestros. Estas
sugerencias no son exhaustivas pero sí útiles.
Documentar la correspondencia con el asegurado
Tras los huracanes en la costa del Golfo, muchos de
los asegurados alegaron ante los tribunales que nadie
les había dicho que guardaran las facturas de las
reparaciones o que tomaran fotos de los daños. Con
esta excusa intentaban quitarse de encima la carga
de demostrar que habían sufrido un daño asegurado.
Puede que un jurado llegue a tener comprensión por
la situación de un asegurado, siempre y cuando el asegurador no presente hechos que prueben lo contrario.
Sandy
Material fotográfico del daño
Más de un año después del ajuste de siniestro orginario, los tomadores de seguro hicieron valer en Texas
reclamaciones ante los aseguradores –muchas veces
en forma de una carta de reclamación o una demanda–,
alegando que los daños habían alcanzado sumas bastante más elevadas de lo que orginariamente se había
calculado para el ajuste de siniestros. Tales afirmaciones se pueden refutar fácilmente con ayuda de fotografías. Al material fotográfico de los daños se le atribuye la misma importancia que a las fotos tomadas
de la propiedad no dañada (enseres domésticos, paredes, techos, etc.). De esta manera también se puede
rebatir el argumento de que los peritos no hubieran
inspeccionado determinadas partes de un edificio.
Vivimos en la era de la fotografía digital y, por ello,
prácticamente es imperdonable que un siniestro no
se encuentre documentado en toda su extensión.
Expediente del siniestro actualizado y detallado
Dado que en el procedimiento probatorio puede
que el asegurador tenga que presentar el expediente
de un siniestro o un registro de fechas y citas, es
­conveniente llevar una documentación detallada
y actualizada para el expediente que contenga la
comunicación íntegra con el asegurado, los peritos y
las demás personas que participan en el ajuste del
siniestro.
Al igual que el huracán Katrina, tras la devastación
provocada por Sandy no se sabía si el causante de un
daño determinado había sido la tormenta o la inundación. ¿Cómo se aplica la cobertura si el causante de
un daño son dos peligros a la vez, es decir, uno asegurado y el otro no cubierto? Es bastante probable que
la interpretación que, en este caso, el tribunal dé a la
aplicación de la cláusula ACC tenga consecuencias
transcendentales para los aseguradores, pues solamente el 4% de los propietarios de viviendas en
Nueva York tiene contratado un seguro contra inundación. También los daños por las retenciones en el
alcantarillado podrían dar lugar a la aplicación de la
cláusula ACC.
La mayoría de las pólizas incluyen exclusiones similares a las de la cobertura ACC para daños causados
por agua, que más o menos reza de la siguiente forma:
“El asegurador se responsabilizará de pérdidas o daños
que fueron causados directa o indirectamente [por
acontecimentos que figuran mencionados en la exclusión de daños por agua]. Esta exclusión rige, independientemente de las causas o acontecimentos que
hayan contribuido simultáneamente o en cualquier
secuencia al siniestro.”
Después que la marea huracanada
cesara, la arena salina y los automóviles
dañados dificultaron enormemente los
trabajos de rescate y desescombro en
Nueva Jersey.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
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Sandy
Este texto no contempla la aplicación de la “efficient
proximate cause rule”, según la cual la cobertura se
rige por la proporcionalidad de los peligros asegurados y no amparados en el daño material. El tribunal de
apelación del quinto distrito judicial ha confirmado en
varias ocasiones la aplicación de las cláusulas ACC
dentro del contexto interpretativo de las disposiciones
legales de Luisiana, Mississipí y Texas. Sin embargo,
el Tribunal Supremo de Mississipí impuso limitaciones importantes a la intrepretación del tribunal de
apelación correspondiente al quinto distrito judicial.
En el caso de Corban contra United States Automobile
Insurance, el tribunal dictaminó lo siguiente: “Solamente si en una situación determinada concurren
hechos que constituyen una verdadera causa “conjunta” –es decir, tormenta e indundación como únicos
fenómenos simultáneos que causan el daño material–, podemos hablar de un siniestro indivisible,
según las leyes del distrito de Mississipí, al que serían
aplicables las cláusulas ACC.”
A raíz de esta interpretación, el tribunal decidió que
todos los “daños materiales directos” causados por la
tormenta están asegurados, mientras que quedan
excluidos todos aquellos “daños materiales directos”
que hayan sido provocados por la inundación o por la
inundación “en concurrencia” con la tormenta.
Hasta la fecha, relativamente pocos tribunales han
aplicado las disposiciones de las cláusulas ACC según
la legislación vigente de Nueva York, Nueva Jersey y
Pennsylvania. Un tribunal de apelación de Nueva York
confirmó la aplicabilidad de una cláusula ACC. Se
trataba de un caso jurídico en el que se quería excluir
la presión ejercida por las aguas fréaticas sobre una
piscina, a pesar de que el agua previamente evacuada
de la piscina y el agua pluvial habían contribuido al
siniestro. También en Nueva Jersey, se confirmó la
aplicación de una cláusula ACC en un peritaje no
publicado, ordenado por el tribunal de apelación. Sin
embargo, en el año 2009, un tribunal de apelación en
Pennsylvania concluyó que la cláusula era equívoca y
debería interpretarse a favor del asegurado y no a
favor del asegurador.
NUESTROS EXPERTOS:
Como abogado, Roger D. Higgins
representa y presta asesoramiento
a las aseguradoras en el bufete de
abogados Thompson, Coe, Cousins & Irons, LLP. Asimismo ha
ejercido de abogado principal en
numerosos procesos, arbitrajes y
acciones colectivas.
>> El Artículo se basa en una contribución de
la revista “Declarations”, International
Association of Claim Professionals, edición
de invierno 2013.
18
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
J. Richard Harmon, Thompson
ha representado –como abogado
del bufete Coe, Cousins & Irons,
LLP– a un gran número de aseguradores en importantes procesos
de daños comerciales tras los
huracanes Rita, Katrina, Dolly e
Ike.
¿Qué ofrece su gestión de siniestros?
El cambio producido en los riesgos meteorológicos tiene considerables
­repercusiones sobre el Seguro. Éste debe encontrar respuestas para poder
afrontar los siniestros de gran envergadura y recuperarse de ellos con
rapidez. Las dos nuevas publicaciones de nuestra serie “Knowledge Series”
les ayudarán en este sentido.
En “Claims management following natural catastrophes” analizamos
las grandes catástrofes del pasado reciente condicionadas por el clima y
derivamos conocimientos que apoyan a los aseguradores en sus medidas de
previsión y su gestión de siniestros.
“Severe weather in Eastern Asia” se ocupa especialmente de la nueva
situación de peligro en el este de Asia.
Pueden obtener ambas publicaciones en inglés en nuestro Portal de Clientes
connect.munichre.com o de su Gestor de Clientes.
Para más detalles, les rogamos contacten a su Gestor de Clientes.
not if, but how
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
19
Entrevista
Sandy fue una señal de alarma
La tormenta Sandy causó grandes daños en las
infraestructuras de los EE.UU., y la amenaza de
tormentas a la que se ve sometida la costa este
aumenta día a día. Tony Kuczinski reflexiona sobre
las posibilidades de reforzar la región frente a
­inclemencias climatológicas.
Tony Kuczinski es Presidente
y Chief Executive Officer de
Munich Re America.
Schadenspiegel: Señor Kuczinski,
¿cuál fue su experiencia personal con
el huracán Sandy?
Tony Kuczinski: Cuando Sandy llegó
a la costa este de los EE.UU., me
encontraba junto con algunos de mis
colegas fuera de los EE.UU., concretamente en Múnich. Debido a ello,
nuestro regreso a los Estados Unidos
se tuvo que retrasar algo. Inmediatamente después del huracán, me fue
difícil ponerme en contacto con nuestra oficina en Princeton y con mi familia en Pennsylvania debido a que los
cables de energía eléctrica y teléfono
habían sufrido daños.
¿Cuál fue su primera estimación
cuando tuvo noticia del huracán?
Me reuní en Múnich con varios colegas y nuestra primera estimación fue
que los daños debidos al huracán
debían ser comparables a los del
huracán Irene. No obstante, en el
momento en que recibimos más imágenes en Alemania, se hizo más claro
el alcance de los daños. Nos dimos
cuenta de que los daños asegurados,
debidos a este evento, iban a ser
muy difíciles de estimar debido a los
daños parciales causados por las
inundaciones y las mareas vivas.
20
¿A cuánto ascendieron finalmente
los daños causados por Sandy?
Sandy costó a Munich Re en torno a
800 millones de euros, antes de
impuestos. Los daños totales cubiertos por los seguros ascendieron a
aprox. 30.000 millones de dólares y
los daños económicos ascendieron a
aprox. 70.000 millones de dólares.
Por lo general, la infraestructura de
los EE.UU. es considerada débil y, en
muchos casos, obsoleta. No obstante,
¿le ha asombrado la magnitud de los
daños en la infraestructura?
Si bien Sandy fue un caso único,
Munich Re previó un escenario similar en un artículo sobre Irene incluido
en una publicación lanzada poco
antes con el nombre “Severe Weather
in North America”: “Un huracán de
mayor intensidad que el acaecido en
Nueva Inglaterra en 1938 podría causar en toda la región mayores daños
debidos a las tormentas y una marea
muy alta que asolaría los municipios
costeros y el centro económico de
los EE.UU., causando con ello graves
daños. Dichos daños podrían superar
con mucho los causados por Irene.”
Esta publicación incluye un mapa
que muestra las zonas de Nueva York
amenazadas por las inundaciones en
caso de huracán. Las zonas de Nueva
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
York que quedaron realmente inundadas coinciden con gran exactitud
con esta previsión.
Entonces, ¿por qué no se mejora la
prevención?
Cada cuatro años, la American
Society of Civil Engineers publica
una evaluación de la infraestructura
del país. En 2013 nuestra infraestructura recibió la calificación D+ 1 (deficiente). Cuatro años antes, recibió
la nota D. En vista del estado de
nuestra infraestructura y de la vulnerabilidad de la costa este a los huracanes del Atlántico, podrían haberse
previsto las consecuencias.
Por desgracia, a menudo es necesario que ocurra un episodio devastador antes de que las autoridades
reaccionen. Era de sobra conocido
que en Nueva Orleans el sistema de
diques, los muros de contención de
las inundaciones y las bombas requerían una renovación técnica. Es comprensible y humano postergar las
cosas hasta que se vuelven críticas,
especialmente cuando los medios
son limitados. No obstante, me
­pregunto cuánto dinero podría
1
éase „American Society of Civil Engiv
neers Infrastructure Report Card http://
www.asce.org/
entrevista
haberse ahorrado a lo largo de los
años y cuántas vidas hubiera sido
posible salvar si no se hubieran
­retardado tales medidas.
En el futuro, ¿qué medidas podrían
reducir el potencial de daños debidos
a eventos similares en la región?
En el caso de las inversiones en la
infraestructura y otras medidas tenemos que tener en cuenta el cambio
de las condiciones del tiempo y el
cambio climático.
Tomemos como ejemplo Nueva Jersey, donde se encuentra la sede de
Munich Re America: este estado federal ha sufrido enormes daños debidos
a las inundaciones y mareas vivas
causadas por Sandy. Conforme a los
modelos climatológicos actuales,
puede esperarse que, en el futuro,
Nueva Jersey se verá sometida a un
mayor riesgo de lluvias intensas,
huracanes, inundaciones y mareas
vivas.
dan regularmente. Además, las construcciones deben satisfacer normas
más exigentes.
Por lo tanto, para Nueva Jersey, los
daños relacionados con el agua constituyen el mayor peligro futuro,
teniendo en cuenta que un mapa del
American Geosciences Institute
muestra que entre el 10 y el 20% de
la extensión del estado se encuentra
en zonas inundables. Por tanto, si
uno se pregunta en qué mejoras de la
infraestructura deberían invertirse
los medios económicos limitados, la
respuesta debería enfocarse en la
protección contra las inundaciones.
La planificación de espacios urbanizables y unas directivas de construcción eficaces pueden aportar mucho
para evitar daños en el futuro.
También debemos tener en cuenta
los emplazamientos de las nuevas
construcciones, no debemos seguir
construyendo en áreas que se inun-
Asimismo, las mejoras en los sistemas de suministro de agua y alcantarillado, así como en las redes de energía eléctrica y de otros tipos limitarían
los efectos de tales acontecimientos
a un mínimo y reforzarían nuestro
país frente a las inclemencias climatológicas.
¿Qué significa Sandy para el sector
de los seguros en los EE.UU.?
Para la opinión pública, Sandy significó lo mismo que el huracán Andrew
en 1992 supuso para el sector asegurador: una señal de alarma.
Tras retirarse la inundación, se hizo visible
la extensión de los siniestros en las calles
de Nueva Jersey.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
21
entrevista
Una de las muchas casas destruidas
en Long Island, NY, EE.UU.
Andrew colocó bajo el foco de la
atención algunas discusiones sobre
las consecuencias de las tormentas
para una infraestructura deficiente.
A partir de este huracán, las personas fueron conscientes de lo que está
incluido en sus seguros de edificios y
viviendas y lo que no y de qué daños
cubren los correspondientes seguros
contra inundaciones y cuáles no.
Ahora estudian los contratos de
seguros con más atención y reconocen la importancia de un seguro adecuado y de las medidas para limitar
los ­riesgos.
Se ha iniciado un debate sobre quién
debería hacerse cargo de los costes
de los riesgos y si la protección del
seguro para los habitantes de las
zonas costeras debería estar subvencionada por otras personas que viven
en regiones con un menor nivel de
riesgo.
En el sector de los seguros se discute
desde hace años sobre estos temas,
si bien, tras Sandy, también el público
se ha hecho consciente de este tema.
Una vez se tiene conciencia de que
existen los problemas, es más probable que la industria, la opinión pública
y los políticos trabajen conjuntamente en la búsqueda de soluciones.
22
Tras el huracán es siempre antes
del huracán. ¿Qué conclusión
extrae Ud. de Sandy para Munich Re
­respecto a eventos similares?
Debemos analizar y cuantificar los
cambios. Si como consecuencia de
ello resultasen modificaciones en los
riesgos o puntos débiles, debemos
incluir dichos cambios en nuestros
modelos de riesgos. Actuamos de
esta forma con todos los riesgos de
cambio.
Además, como líderes del mercado
en el sector de los seguros y los reaseguros, debemos mantener nuestra
función de pioneros a la hora de preparar a nuestros representantes electos e informar al público sobre posibles temporales futuros. También
debemos involucrarnos en las soluciones que nos harán más resistentes en el futuro, colaborando en la
modernización de las infraestructuras envejecidas e insuficientes, mejorando el aprovechamiento de las
superficies urbanizables y fomentando la construcción de edificios
estables.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
¿Cómo ha respaldado Munich Re
America a sus clientes tras esta
catástrofe?
Nuestro objetivo era ayudar a nuestros clientes lo mejor posible para
que ellos, a su vez, pudieran ayudar a
sus clientes. Esto incluía una liquidación de los siniestros lo más rápida
posible. En el caso de nuestros pequeños clientes regionales, cada vez que
tuvimos constancia de que íbamos a
pagar de todas maneras los daños,
agilizamos los pagos para paliar los
problemas de liquidez. Deseábamos
que el dinero fluyera donde más se
necesitaba.
Las compañías pertenecientes a
Munich Re, la American Modern
Insurance y Hartford Steam Boiler
(HSB), también han suscrito negocios en las zonas afectadas. Ambas
compañías enviaron tramitadores de
siniestros tan pronto como dejó de
existir peligro y HSB creó incluso un
equipo CAT propio encargado exclusivamente de los perjudicados por
Sandy. Nuestro primer objetivo era
tranquilizar a nuestros clientes y
transmitirles nuestra disposición a
buscar soluciones de forma conjunta.
entrevista
¿Cómo pueden contribuir las investigaciones del Insurance Institute for
Business & Home Safety (IBHS), respaldado por Munich Re, a minimizar
los daños en el futuro?
El IBHS es un organismo de investigación y comunicación independiente
y sin fines de lucro, respaldado por
el sector de los seguros de Daños. Su
misión es, mediante investigación
objetiva, identificar y fomentar medidas eficaces para la protección de
edificios, empresas y municipios
frente a catástrofes naturales y otras
fuentes de daños. Para este fin, IBHS
investiga y defiende mejores métodos de planificación, ejecución y aseguramiento de obras de construcción,
así como mejores prácticas de mantenimiento, reparación y prevención.
Varios estados federales han incluido
algunas de las normas de construcción
de IBHS en su legislación o norma-
tiva sobre la resiliencia de ­edificios,
sobre todo en las regiones costeras.
Nunca antes había sido tan evidente
la necesidad de una investigación
sólida enfocada en la construcción
para lograr que los edificios, empresas y municipios sean más robustos
y seguros. En ninguna otra parte del
mundo es tan obvio el aumento de
catástrofes naturales como en Norteamérica, donde, en las últimas tres
décadas, casi se ha multiplicado por
cinco el número de siniestros causados por condiciones climatológicas
adversas.
¿Cómo se benefician de ello nuestros
clientes?
en que las medidas de limitación del
riesgo contribuyen a minimizarla, así
como qué características de reducción de riesgos es necesario tener en
cuenta al inspeccionar edificios de
viviendas o industriales. Esto refuerza
la suscripción y una política de precios basadas en el riesgo, tal y como
viene siendo práctica común en algunas compañías aseguradoras.
Munich Re y otras empresas asociadas están seguras de que estos
esfuerzos reducirán los siniestros
causados por condiciones climatológicas adversas, garantizando de esta
forma un mercado de seguros de
Daños fuerte y estable.
La investigación de IBHS ayuda además a las empresas asociadas a
comprender mejor qué significa la
predisposición estructural y la forma
Al destruirse el puente Mantoloking en
Nueva Jersey, EE.UU., quedó interrumpido
el nexo de unión con una de las islas
­situadas frente a la costa.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
23
Sandy
Galerías de arte bajo agua
Inundaciones, cortes de corriente, objetos de arte destruidos: en
­octubre de 2012, Sandy dejó tras de sí graves daños en las galerías
de Nueva York. Para los aseguradores, el elevado riesgo de cúmulo
resultó ser muy costoso.
Muchas galerías de arte en Chelsea,
Nueva York, necesitaron una extensa
­restauración tras la marea huracanada.
24
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
Sandy
Charlotte Buchmeier
Nueva York es uno de los principales enclaves culturales del mundo. Sobre todo en el distrito de Chelsea,
situado a orillas del río Hudson en el oeste de Manhattan, se han establecido a lo largo de los años infinidad de galerías. A excepción de los grandes museos
de la ciudad, en ningún otro sitio puede encontrarse
tal concentración de obras de arte como en los cientos de grandes y pequeñas salas de exposición entre
las calles 14 y 26 oeste. Cuando, el 29 de octubre de
2012, el huracán Sandy azotó Nueva York, el río Hudson se desbordó de su caudal. Las inundaciones se
extendieron también a zonas de Chelsea, causando
graves daños en las galerías.
Las trombas de agua destruyeron o causaron graves
daños a miles de obras de arte. Las galerías situadas
a nivel de suelo, anteriores a la 10ª y 11ª avenidas, se
vieron especialmente afectadas ya que el agua alcanzó
una altura de hasta seis metros. Los almacenes y
galerías que se encontraban por debajo del nivel de la
calle se inundaron casi sin excepción. Las aseguradoras especializadas en obras de arte deberán desembolsar una cifra aproximada de 400 a 500 millones de
dólares por los daños en Nueva York, casi tanto como
sus ingresos en primas durante un año.
Tan sólo Peter Max, artista de Pop-Art, realizó una
reclamación inicial de 300 millones de dólares por los
daños en las obras que se encontraban en un almacén
inundado en Nueva Jersey. Entretanto se ha podido
reducir en gran medida la reclamación por daños. No
obstante, aún se sigue hablando de este caso como el
siniestro individual mayor de la historia del seguro de
obras de arte.
Efectividad parcial de la alerta temprana
Tras hacerse evidente que el huracán Sandy llegaría a
tierra firme en la región de Nueva York, los aseguradores directos trataron de ponerse en contacto con sus
tomadores de seguro con el fin de acordar a priori las
medidas de prevención de daños adecuadas. Amplias
zonas del barrio del arte en Chelsea se encontraban
dentro de la zona de evacuación, por lo que las medidas adoptadas a tiempo ayudaron a evitar daños. Si
bien no fue posible entrar en contacto con todos los
clientes, las alertas tempranas fueron un éxito: muchos
galeristas pudieron trasladar sus existencias a almacenes de arte situados fuera de Manhattan antes de que
los puentes y túneles quedaran cerrados.
Sin embargo, no fue posible trasladar todas y cada
una de las obras de arte debido a lo apremiante de la
situación. Las grandes dimensiones y la fragilidad de
algunas obras hubieran hecho necesarios grandes
preparativos para su transporte. Por desgracia, más
tarde se hizo patente que algunos almacenes considerados como seguros y situados fuera de Manhattan,
por ejemplo en Nueva Jersey, también se habían inundado.
A esto se añadió otro problema: tras sus experiencias
en huracanes previos, de los que salieron bien parados, muchos de los galeristas subestimaron el posible
alcance de la inundación. Al final, las inundaciones
resultaron mucho peores de lo esperado, de forma
que muchas de las medidas de protección resultaron
ineficaces.
Ajuste de siniestros complejo
Tras obtener el permiso de acceso a las zonas evacuadas, los aseguradores iniciaron de inmediato la evaluación de los daños. Una célula de crisis formada por
liquidadores de siniestros, peritos y restauradores se
hizo cargo de la primera evaluación de la situación.
Se constató que los daños se habían producido casi
exclusivamente en obras de arte moderno contemporáneo y fotografías. La gestión de siniestros tuvo lugar
según un proceso de selección, tal y como viene
siendo habitual en grandes intervenciones en casos
de catástrofes. Se realizó una primera clasificación de
los daños en “siniestros totales”, cuyo rescate es inútil
o no rentable, y en “siniestros parciales”, cuyo rescate
o restauración se presentan como posibles y razonables desde el punto de vista económico. Si bien este
proceso requiere mucho tiempo, los primeros pagos
de siniestros ya se pudieron efectuar una semana
después del evento.
En los casos en los que la decisión fue a favor de la
restauración de la obra de arte, se tuvieron que adoptar in situ medidas inmediatas para evitar daños
­consecuenciales. Siempre que fue posible, se transportaron las obras de arte a almacenes secos para
evitar la formación de moho. En un ambiente húmedo,
el moho puede formarse incluso en objetos que no
han entrado en contacto con el agua. La sal del agua
de mar y el frío (la energía eléctrica y la calefacción
permanecieron fuera de servicio durante días) aumentaron también el peligro de más daños consecuenciales y dificultaron las medidas de rescate. El objetivo
del transporte a un lugar seguro era también evitar
los saqueos, como fuera el caso de muchas obras de
arte tras el huracán Katrina en Nueva Orleáns.
Los galeristas y restauradores recibieron la ayuda de
numerosas instituciones como el American Institute
for Conservation – Collections Emergency Response
Team (AIC-CERT) y el Museum of Modern Art (MoMA).
Asesoraron a los afectados sobre las medidas de
emergencia a adoptar y la mejor forma de evitar
daños tardíos.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
25
Sandy
Ningún caso aislado: cuadros en
la galería inundada Klemens
Gasser & Tanja Grunert en Chelsea,
Nueva York.
La falta de inventarios constituyó un problema
En general, los galeristas contratan coberturas de todo
riesgo (all risk covers) que cubren también los daños
derivados de riesgos naturales. Dependiendo del tipo
de riesgo, la inclusión de estos riesgos viene unida
al pago de una prima de recargo o incluso puede ser
rechazada. Debido a que el gobierno municipal de
Nueva York alertó casi cuatro días antes de la inundación sobre la posible llegada a tierra firme del huracán
Sandy en la región, los aseguradores se vieron en la
necesidad de aclarar si los galeristas reaccionaron de
forma adecuada y a tiempo. La pérdida o destrucción
de las listas del inventario que los galeristas deben
llevar constituyó un problema. Dichas listas reflejan
qué obras de arte se encontraban a la venta y, por
tanto, estaban cubiertas por el seguro y qué precio se
asignó a la obra de arte. Si faltan dichas listas, la liquidación de siniestros se convierte en una tarea ardua.
Agreed Value como límite superior
En el área angloamericana es habitual contratar pólizas para obras de arte basadas en tasas fijas (Agreed
Value). En este caso, la empresa aseguradora y el
tomador del seguro acuerdan individualmente un
determinado valor para cada obra de arte. En el caso
de las galerías, existen cláusulas de valoración especiales en las pólizas que regulan el cálculo del Agreed
Value por cuadro. Dichas cláusulas pueden variar
mucho entre sí. Como estándar, se recomienda regu-
26
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
lar el cálculo del valor sobre la base del precio de
compra o venta con un suplemento o un descuento
porcentual en cada caso. Además de la pérdida y los
desperfectos, las pólizas suelen cubrir los gastos de
determinación del siniestro, restauración, así como
una posible pérdida de valor.
En caso de siniestro total, el Agreed Value representa
el límite superior vinculante para la indemnización.
Esto mismo es aplicable cuando los gastos de restauración y la pérdida de valor estimada sobrepasan la
tasa acordada. Si en el momento en que ocurre el
siniestro, el valor real del objeto de arte supera el
Agreed Value, se aplica la regla de infraseguro. Para
hacer frente a este riesgo, es necesario comprobar
regularmente los valores en las listas de inventario de
los galeristas y adaptarlos a las evoluciones actuales.
A menudo se establece una excepción de la regla de
infraseguro por la correspondiente renuncia pagando
una prima de recargo (Waiver of Average Clause).
Si por tanto, el valor del objeto de arte asegurado se
encontrase muy por encima de la suma asegurada
acordada, en la estimación del siniestro se prescindirá
de aplicar el descuento correspondiente.
Sandy
Complicado cálculo de valor
Para el cálculo de las indemnizaciones en el sector
del arte no existe ningún modelo predefinido. Cada
caso es tan individual como la propia obra de arte.
Así, todos los implicados (galerista, asegurador, perito,
restaurador, artista) tienen diferentes puntos de vista
y, por tanto, llegan a distintas conclusiones en lo
­relativo al valor.
Mientras que el galerista evalúa un siniestro total
según pueda aún vender la obra, el artista determina
el valor de sus cuadros de forma emocional y subjetiva. Para él, cualquier pequeña modificación ya puede
suponer un siniestro total. A su vez, para el restaurador se trata en primer lugar de aclarar si es posible
regresar al estado original con los medios técnicos y
un volumen de trabajo aceptable. Por parte
del perito, la falta de directivas y normas según las
cuales debería determinarse la pérdida de valor llevan
a menudo a una evaluación puramente subjetiva.
En el caso de obras contemporáneas cuyo autor aún
vive, deben tenerse en cuenta los derechos de autor
existentes. En la jurisprudencia alemana pueden
­consultarse a este respecto numerosos precedentes
legales. Una restauración sin el acuerdo del autor aún
vivo sería fatal y traería consigo consecuencias considerables para la valoración posterior por parte de un
experto en arte.
Para alcanzar una solución de común acuerdo bajo
estas condiciones, todos los involucrados deben
­comprender el punto de vista de las otras partes y
­tratar este asunto con el necesario sentido de la proporción. Sólo si todas las partes se ven involucradas
a tiempo en las cuestiones pendientes relativas a la
liquidación del siniestro y si llegan a un acuerdo sobre
el procedimiento posterior, se podrán evitar largos
­litigios ante los juzgados.
Rara vez se dispone de un protocolo de estado antes
de la aceptación del riesgo. Las bases de datos como
Artprice, Artnet o Artfacts representan una ayuda
importante para registrar no sólo los resultados en las
subastas sino también las características propias de
las obras de arte.
Seguro para obras de arte tras Sandy
En la actualidad, los aseguradores están mucho
más sensibilizados respecto a los riesgos de peligros
naturales para el sector del arte. En el futuro, deben
observar de forma más minuciosa dichas situaciones
de exposición y adaptar su política de suscripción a
la experiencia siniestral más reciente.
La tarea pendiente es determinar otros escenarios
de inundaciones debidas a huracanes e incluirlos en
el cálculo como posibles exposiciones a daños. El
emplazamiento individual de cada galería y espacio
artístico (sótano, planta baja, primer piso) tendrá asimismo un mayor peso en la evaluación. Esto puede
tener como consecuencia que en el futuro se acuerde
un mayor número de exclusiones en los contratos.
Un evento como Sandy concienciará también a los
galeristas y coleccionistas sobre la importancia de un
seguro adecuado. El aumento de la demanda debería
detener la tendencia regresiva de los precios de las
pólizas. Debido a que determinados aseguradores
de obras de arte reducirán sus capacidades en vista
de la mayor concienciación sobre los riesgos, no debe
excluirse un encarecimiento de las primas.
La pérdida de valor es a menudo un tema conflictivo
En el caso de siniestros parciales, la discusión acerca
de la magnitud de la pérdida de valor suele ser cuestión de disputas. El éxito de la intervención de conservación, en función de las posibilidades técnicas y la
pericia de los restauradores, determina si se produce
una pérdida de valor o no. En cualquier caso, la evaluación de esta cuestión debe encargarse a un perito.
Desde el punto de vista del perito, la restauración de
una obra de arte es más problemática cuanto mayor
sea la intervención sobre la substancia original de la
misma. Por regla general se aplica que sólo es posible
determinar una pérdida de valor tras finalizar la restauración. A menudo, el experto también debe decidir
si un daño pudo haberse producido en una fecha
anterior, previa al inicio de la cobertura del seguro.
Nuestra experta:
Charlotte Buchmeier es Claims
Manager en el sector de Marine
Claims y está especializada en
daños de Especies, Fine Art y
Jewellers’ Block.
[email protected]
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
27
Sandy
Obligaciones en el seguro de arte
Eva-Maria Goergen
En relación a la tormenta Sandy, ya se sabía con
mucho tiempo de antelación que Nueva York y, por
lo tanto, también el barrio de arte de Chelsea se
encontraban una zona de peligro. Así, surge la pregunta: ¿Qué se les hubiera podido exigir a los galeristas para que protegiesen el riesgo asegurado?
¿Cómo se sanciona el fallo en la cobertura?
En las pólizas confeccionadas de conformidad con las
leyes estadounidenses se formulan algunas obligaciones para el caso de siniestros. Sobre todo es importante prestar especial atención a la redacción de las
pólizas debido, por un lado, a que el sector de seguros
de EE.UU. sigue estando fuertemente influenciado
por las diferencias en los estados federales y, por otro,
a que la importancia de la jurisprudencia es, en todo
caso, sólo ligeramente inferior a la ley codificada.
En los contratos del seguro de Daños se suelen encontrar formulaciones que, en los acuerdos centrales,
­contienen la cláusula “Duties in The Event of Loss Or
Damage” para la aminoración de los siniestros:
“You must see that the following are done in the Event
of Loss or Damage to Covered Property: a take all
­reasonable steps to protect the Covered Property from
further damage and keep record of Your expenses
necessary to protect the Covered Property for con­
sider­ation in the settlement of the claim. This will not
in­crease the Limit of Insurance. However, we will not
pay for any subsequent Loss or Damage resulting from
a cause of loss that is not a Covered Cause of loss.
Also, if feasible, set the Damaged Property aside and in
the best possible ordered for examination.”
Cuestión de proporcionalidad y soportabilidad
Conforme al texto estricto de la cláusula (“in the event
of loss” y “protect ... from further damage”) se le exige
al tomador del seguro una acción en cuanto se haya
producido el siniestro. Pero, a menudo, la contingencia asegurada definida en las pólizas no se produce
con tanta antelación como para que las advertencias
de un huracán desencadenen un evento asegurado.
Generalmente, ello exige un cambio perjudicial de la
sustancia material. Por lo tanto, es difícil exigir por
vía legal que se retiren los objetos asegurados de una
posible zona de peligro antes de que el huracán recale
en tierra. Una vez que el huracán alcanza el lugar
­asegurado entra en vigor el acuerdo contractual. Sin
embargo, se debe comprobar cuidadosamente si
28
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
hubiera sido razonable tomar medidas de prevención
y mitigación de daños y exigírselas al tomador del
seguro mientras estaba azotando la tormenta.
En el caso de Sandy, hubo un grave peligro para la vida
y la integridad física en las zonas de evacuación. Además, hubo órdenes de evacuación oficiales. Después
de que el huracán hubo llegado a Manhattan, fue casi
imposible tomar medidas de rescate eficientes para
los objetos de arte. Considerando las ventajas, los costos y los riesgos, a lo sumo se hubieran tomado medidas dentro de un edificio seguro, es decir, se hubieran
desplazado los objetos de arte a los pisos superiores.
Pero eso hubiera exigido como condición previa que el
asegurado hubiera ignorado la orden de evacuación
previamente dada.
Las medidas de protección después del siniestro
Después de que el huracán se alejara de Manhattan
se consideró de máxima prioridad que no se produjeran daños indirectos. Al igual que en otras muchas
zonas devastadas, después de una catástrofe surge el
peligro de saqueos. Una vez fue posible volver a entrar
en las zonas de evacuación, se pudo exigir del tomador del seguro que adoptase medidas de precaución
oportunas. En el marco de la aminoración de daños se
le exigió que retirara con la debida diligencia las obras
de arte ubicadas en la zona de peligro y que estaban
expuestas a humedad, fuego o humo, como consecuencia de la interrupción o los daños producidos en
el s
­ uministro eléctrico o de gas.
Cuando se plantea la cuestión si restaurar o no una
obra de arte se han de ponderar también los derechos
post-venta del artista (quien puede ser, a la vez, el
tomador del seguro). Una decisión sin justificación
objetiva puede tener repercusiones respecto al importe
de la indemnización.
Sandy
Exclusiones de riesgo adicionales
Además, en los contratos de EE.UU. es usual determinar las obligaciones en caso de un evento siniestral
a través de una exclusión de riesgos para motivar al
tomador del seguro a que actúe. A menudo se utiliza
la siguiente exclusión:
“We will not pay for Loss or Damage caused directly
or indirectly by any of the following: Such Loss or
Damage is excluded regardless of any other cause or
event that contributes concurrently or in any sequence
to the Loss. Neglect of an insured to use all reasonable
means to save and preserve property from further
damage at and after the time of loss.”
El tomador del seguro no debe actuar de forma despreocupada sólo por el hecho de disponer de una
­protección de seguro.
Si un tomador de seguro no ha reaccionado ante las
alertas de tormenta, hay que preguntar qué medidas
se le hubieran podido exigir para evitar el siniestro.
Sin embargo, es relativamente difícil delinear el área
exacta de la responsabilidad cuando se trata de fuerzas de la naturaleza. Siempre puede darse el caso
de que un huracán cambie el rumbo pronosticado a
corto plazo.
Pero en el caso de Sandy se puede decir que las previsiones y las órdenes oficiales sensibilizaron suficientemente a la población de que se estaba acercando una
catástrofe. Si el tomador del seguro no adopta ninguna medida para proteger los bienes asegurados,
existe, al menos, un punto de partida para iniciar conversaciones de cara a un acuerdo sobre una reducción
de los pagos indemnizatorios.
Asunción de los costes y ampliación del riesgo
Las medidas para evitar y/o mitigar daños pueden
causar costes que, en los contratos angloamericanos,
generalmente se suelen cubrir a través de las cláuslas
para la reducción de gastos (mitigation expense clauses). Esto significa, a su vez, que una medida de reducción de gastos ex ante justificada, pero sin éxito en el
resultado, puede provocar costes reembolsables en el
marco de la suma asegurada. Esto se aplica aún más
si el asegurador no solamente informa sobre alertas
meteorológicas, sino incluso da la orden de retirar un
objeto específico de la zona de peligro.
Desafortunadamente, Sandy ha demostrado que, a
pesar de los buenos pronósticos, las fuerzas de la
naturaleza siguen siendo impredecibles. En este caso
se vieron afectadas también zonas que se consideraban seguras lo que, a su vez, originó daños naturales
e indirectos en los objetos de arte allí desplazados. El
riesgo de que se produzca un siniestro en un lugar
distinto al sitio asegurado original, no se puede cargar
solamente al tomador del seguro. Incluso sin seguro
externo explícito debería considerarse, en tal caso, si
existe cobertura para un daño material –como se produjo, por ejemplo, en Nueva Jersey– , aunque en el
contrato se acordara como lugar asegurado exclusivamente una galería en Chelsea.
Prueba de la cuantía del siniestro
Una de las obligaciones del tomador del seguro es
permitir que se evalúen los daños. A menudo se afirma
que durante el siniestro se han perdido los documentos necesarios para la verificación de los daños materiales sin intervención ni culpa del tomador del seguro.
En un primer paso se deben cuestionar críticamente
estas declaraciones del tomador del seguro. Normalmente, las listas de inventario y los informes sobre el
valor de los bienes no se elaboran sólo para el seguro.
Estos documentos también son necesarios para establecer un balance, gestionar compraventas y, no por
último, para demostrar posiciones fiscales. En la era
de la correspondencia electrónica, las copias de estas
pruebas se suelen guardar en un servidor externo o,
por lo menos, se archivan en las oficinas de un auditor
o asesor fiscal.
Si dichos documentos han quedado destruidos y no
había ninguna obligación en el contrato de seguro de
almacenarlos de forma separada, entonces se trata
más bien de un problema de prueba que de cobertura
de seguro. La carga de la prueba relativa al valor del
objeto asegurado –si no se ha determinado un “valor
acordado”– generalmente corresponde al tomador del
seguro. Las dudas sobre el importe del siniestro van a
su cargo. Sin embargo, en este caso los gastos para el
asegurador que debe examinar la reclamación son
mucho más elevados.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
29
Sandy
Consecuencias jurídicas
En la legislación estadounidense, las consecuencias
jurídicas de una omisión de la acción contractualmente acordada deben considerarse de forma diferenciada. Es importante, en primer lugar, lo que se acordó
en el contrato de seguro. Si faltasen unos acuerdos al
respecto, los tribunales que abordan estas cuestiones
clasificarán primero esta obligación según su tipo
mediante una interpretación del contrato.
Se pueden distinguir tres categorías principales: las
exclusiones, las condiciones que deben cumplirse
antes de que se produzca el derecho a cobertura (conditions precedent to recovery) y las obligaciones relacionadas con el pago del seguro (duties bearing on
the amount of recovery).
Las exclusiones y condiciones que deben cumplirse
antes de materializarse un derecho a cobertura son
las que, en primer lugar, hacen que las prestaciones
se reduzcan a cero. Aunque podría surgir un derecho
a cobertura en el caso de que no se cumpla una condición pero, por lo general, la no ocurrencia de la condición elimina por completo la cobertura de seguro.
Conclusión
En los seguros de arte, ya una pequeña deducción
porcentual de la suma asegurada puede alcanzar una
cantidad significativa. Por lo tanto, vale la pena considerar siempre si el tomador del seguro habría podido
influir en la ocurrencia y la cuantía del siniestro avisado por él y si ha cumplido suficientemente con sus
obligaciones contractuales. En un primer paso se
trata de filtrar aquellos siniestros cuyo alcance el
tomador del seguro hubiera podido evitar. A continuación, se debe verificar si se ha preocupado lo suficiente por la protección contra daños indirectos. Tampoco se debe olvidar que los costes necesarios para
ello pueden recaer bajo la cobertura del seguro. Aunque, por lo general, reducen los costes del siniestro,
pueden dar lugar a reclamaciones, incluso cuando no
se produce ningún daño material.
Hay que diferenciar de ello las consecuencias jurídicas en caso de incumplimiento en el tercer grupo –las
obligaciones relacionadas con las prestaciones del
seguro. Aunque el tomador del seguro no cumpla con
sus obligaciones, se mantendrá su derecho a cobertura. Sin embargo, se reducirán las prestaciones del
asegurador. Precisamente en un sistema jurídico que
permite la figura de los jurados, esta reducción representa un riesgo significativo para el tomador del
seguro.
Nuestra experta:
Eva-Maria Goergen es abogada
especializada en derecho del
seguro y socia en Bach Langheid
Dallmayr Rechtsanwälte
­Partnerschaftsgesellschaft.
[email protected]
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Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
DAÑOS
Las inundaciones en Alberta
Las inundaciones de Calgary y de las regiones circundantes en el
verano de 2013 han sido, probablemente, la catástrofe natural más
cara en la historia de Canadá. Además, son un ejemplo reciente
para la aplicación de las cláusulas ACC.
Jordan Solway
Normalmente, el sur de Alberta no es una de las
regiones en Canadá donde se registran grandes precipitaciones. Pero en los días anteriores al 19 de junio
de 2013, una zona de bajas presiones en el norte de
Alberta había provocado fuertes lluvias –en algunos
casos de más de 200 mm en 36 horas–, principalmente al oeste y suroeste de la ciudad de Calgary. Las
intensas precipitaciones hicieron que el suelo ya
­saturado por el derretimiento tardío de la nieve se volviera aún más húmedo. Debido a la orografía abrupta
de la cuenca hidrográfica y a las grandes cargas de
nieve en las sierras que anteceden a las Montañas
Rocosas, los ríos se convirtieron en torrentes. Se
estima que los daños totales ascendieron a más de
seis mil millones de dólares canadienses y las pérdidas aseguradas a unos 1.700 millones de dólares
canadienses. Según la Oficina de Seguros de Canadá,
la inundación de Calgary de 2013 será recordada
como la catástrofe natural más cara en la historia de
Canadá.
Cuestión de asegurabilidad
Las consecuencias a largo plazo de este desastre
plantean una serie de preguntas. Tiene que aclararse,
por ejemplo, si los propietarios de viviendas en las
zonas expuestas en el sur de Alberta podrán asegurarse en el futuro contra inundaciones. En Canadá, no
hay seguro de inundación para viviendas, sin embargo
para inmuebles comerciales sí que existe, aunque por
lo general con sublímites o –según el riesgo– con una
retención propia más elevada. Dado que, hasta la
fecha, los propietarios de viviendas no están asegurados, el gobierno de Alberta anima a la gente a que se
mude a otros lugares.
Generalmente, los aseguradores de edificios residenciales en Canadá ofrecen protección contra los daños
causados por una retención en el alcantarillado.
Cobran un recargo sobre la prima y, a veces, incluso
fijan un sublímite. Aquí, los aseguradores directos se
enfrentaron al problema de cómo diseñar los contratos de seguro en vista de las diversas causas de los
siniestros. Pues, a menudo una retención en el alcantarillado fue la causa real de que los sótanos se hubiesen inundado, pero la causa inmediata o con eficacia
jurídica fueron las inundaciones en la superficie. Por
ejemplo, –en caso de un alto nivel de aguas freáticas–
porque el agua fluyó de las carreteras inundadas a los
sistemas de alcantarillado o porque los sistemas de
agua pluvial estaban sobrecargados.
Sentencia de principio respecto a una
co-causalidad
Si el siniestro se produce por la interacción de varias
causas posibles y de las cuales algunas no están
­aseguradas, surge la cuestión de la co-causalidad.
A raíz de una decisión de principio de la Corte Suprema
de Canadá en el año 2001 sobre el caso Derksen vs
539938 Ontario Ltd. (2001 SCC 72), el asegurador
debe regular el daño que no se pueda ­atribuir a la
causa excluida, a no ser que el contrato de seguro
establezca expresamente lo contrario. El caso de
Derksen supuso un giro fundamental en la jurisprudencia. Hasta ese momento rigió lo siguiente: si
el peligro excluido es de importancia esencial para
la cadena causal que conduce al siniestro, entonces
el siniestro no está asegurado. En otras palabras:
sin inundación en la superficie no hubiera habido una
retención en el alcantarrillado.
Después del caso Derksen, ahora es una cuestión
de interpretación si una exclusión desplaza la cobertura de seguro. Esto plantea el problema de cómo se
mide la indemnización de forma justa y comprensible.
Esto es especialmente válido cuando se requiere un
elevado despliegue de trabajo para determinar qué
parte de los daños es atribuible a una causa específica. Dado que, en relación con las inundaciones en
Alberta, se seguirán liquidando y presentando reclamaciones a los reaseguradores para su revisión, esta
cuestión estará en el foco de las deliberaciones entre
las cedentes y sus reaseguradores.
Jordan S. Solway LL.B, J.D.,
Munich Reinsurance Company of Canada
General Counsel & Senior Vice President, Claims
[email protected]
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
31
entrevista
A menudo se prefiere
un arreglo a una larga
­incertidumbre
El catedrático jurista John Goldberg explica por
qué las empresas estadounidenses a menudo
­prefieren un arreglo con sus demandantes a un
fallo judicial y cómo ha cambiado con los años
el derecho sobre responsabilidad civil.
Schadenspiegel: Prof. Goldberg, en
EE. UU. la tasa de arreglos es extremadamente alta en procedimientos
por responsabilidad. ¿Por qué es así?
Prof. John Goldberg: La gran mayoría de las demandas de indemnización
no se resuelven en los tribunales, sino
que se dirimen mediante un arreglo.
En el caso de procedimientos en los
que la demanda de indemnización
no es demasiado alta, los motivos
son evidentes. Pasar por el procedimiento hasta la vista de la causa
cuesta tiempo y dinero. Dado que la
mayoría de las vistas tienen lugar
ante un tribunal de jurados, su desenlace es además muy difícil de prever.
En el caso de demandas masivas que
implican un gran número de daños
personales y elevadas sumas de
indemnización, los costes y el tiempo
también pueden ser relevantes, por
ejemplo, cuando el demandado se ve
sujeto a un proceso de años o incluso
décadas de duración, como en el
caso de Exxon en conexión con la
catástrofe petrolera del Exxon-Valdez
en el estrecho del Príncipe Guillermo
en Alaska.
¿Qué otros factores, además de los
costes y el tiempo, son relevantes?
En algunos casos llamados “bet the
company” (procedimientos que
hacen peligrar la existencia misma
de la sociedad) los demandados no
32
se quieren arriesgar a una vista judicial. En otros casos, las partes no tienen certeza sobre cuál es la situación
jurídica en su caso. Por ejemplo,
puede no estar claro qué derecho es
el aplicable. Pero aunque ese punto
esté claro, las partes pueden temer
que los tribunales hagan uso de su
potestad conforme a la common law
de aplicar el derecho modificado, ya
que se trata de un caso especial en el
que hay mucho en juego.
¿Tiene influencia la opinión pública
sobre la disposición para llegar a un
arreglo?
En caso de demandas masivas, pueden entrar en juego otro tipo de consideraciones. Como es lógico, deben
considerarse los riesgos para la reputación. Así, los procedimientos que
implican un gran número de daños
personales graves atraen a los medios
de comunicación, y los demandados
quieren evitar a toda costa recriminaciones por haber actuado de forma
irresponsable o no preocuparse por
el bien común o de sus clientes. Al
mismo tiempo, los grandes incidentes pueden ocupar con rapidez la
atención de las autoridades y, además de la responsabilidad delictual,
también pueden conllevar medidas
de procesamiento penal y otras sanciones. En consecuencia, los demandados pueden estar interesados en
regular las reclamaciones de responsabilidad civil por la vía de la conci-
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
John Goldberg es catedrático de derecho sobre responsabilidad civil en la
Harvard Law School. En 2010 elaboró
el dictamen para la compensación de
daños patrimoniales tras la explosión
en la plataforma “Deepwater Horizon”.
liación, dentro de una estrategia global para evitar medidas no deseadas
de las autoridades. En última instancia, un punto final inmediato y completo tiene valor en sí mismo, ya que
los afectados y los mercados parecen
preferir la certeza de un arreglo, aunque se trate de un arreglo caro, a la
incertidumbre.
¿Podría dar algún ejemplo?
El grupo farmacéutico Merck fue
demandado por miles de consumidores por infartos de miocardio y ataques de apoplejía en conexión con el
medicamento Vioxx. Los demandantes tenían pruebas de que Merck
conocía el riesgo y de que lo minimizó frente a las autoridades reguladoras y la opinión pública. Pero para
muchos de los demandantes resultó
extremadamente difícil probar que
sus daños eran atribuibles realmente
a Vioxx y no a otros factores como la
edad, el hábito de fumar o el sobrepeso. Hay que notar que en el sistema
estadounidense esta pregunta de
la causalidad concreta debe ser respondida por los jurados. Los abogados de los demandantes y de Merck
se pusieron de acuerdo en una serie
de casos modelo (los así llamados
bellwether trials) para averiguar si
los miembros del jurado eran de la
opinión de que los infartos de miocardio y los ataques de apoplejía de
los demandantes fueron causados
por el Vioxx. Merck ganó claramente
entrevista
la mayoría de estos procedimientos
de prueba. Sin embargo, pese a ello y
pese a que, en el procedimiento de
apelación, se anularon prácticamente
todas las sentencias de los jurados
que fueron favorables a los demandantes, Merck cerró un acuerdo que
costó al grupo casi cinco mil millones
de dólares. Probablemente lo hizo así
por algunos de los motivos anteriormente señalados. Con ello se evitaron
sobre todo procesos de años o décadas de duración y se pudo poner
punto final al asunto en cuestión.
Cabe señalar, que el valor de las
acciones de Merck subió el día en
que se anunció el arreglo.
Otro caso todavía no concluido es el
relativo a la responsabilidad de BP
en la catástrofe petrolera de la plataforma “Deepwater Horizon”. BP ya ha
pagado a empresas de la región del
Golfo varios millones de dólares como
indemnización por lucro cesante. Los
pagos se realizaron a través de la
Gulf Coast Claims Facility (GCCF),
constituida por BP para regular las
reclamaciones, y en base a un arreglo
alcanzado recientemente para dirimir miles de demandas pendientes
ante un tribunal federal de Luisiana.
A su vez, no está claro que BP esté
obligada según el derecho consuetudinario o como consecuencia de la
ley de contaminación por petróleo a
pagar todas esas indemnizaciones.
Esto se refiere especialmente a los
daños atribuibles a la recesión económica general causada porque ya
no llegan tantos turistas a la costa
del Golfo y no a la destrucción de
propiedad.
En este sentido existe una extremada
incertidumbre jurídica, dado que la
“oil pollution act” es una ley federal
relativamente nueva y hasta ahora
ningún tribunal ha establecido de
forma vinculante el alcance preciso
de la responsabilidad que de dicha ley
se deriva. Además, a BP le preocupa
sin lugar a dudas su reputación. Aunque lo que más pesa es que a BP le
amenazan sanciones penales y que el
grupo debe contar con que el Ministerio del Interior de los EE. UU. rechace
la concesión de permisos de perforación en alta mar. Una actuación relativamente generosa respecto a la
indemnización de las víctimas mejora
la posición de BP en sus negociaciones con el gobierno de EE. UU.
¿Detecta nuevas tendencias en este
ámbito en EE. UU.?
Más o menos desde los años 80, la
mayor parte de la opinión pública y
de los tribunales estadounidenses
son cada vez más escépticas respecto al derecho sobre responsabilidad civil. En el marco de la “reforma
del derecho sobre responsabilidad
civil”, el legislador y los tribunales se
esfuerzan por acabar con reconocidos abusos. Estas tendencias reducirán ­probablemente la presión a la
que normalmente están sujetos los
demandados por llegar a un arreglo.
negligencia hubiese favorecido los
ataques, tampoco podría habérseles
hecho responsables. Sin embargo, el
tribunal federal competente parece
haber tenido reparos a la hora de
aplicar ese principio. Probablemente
el tribunal consideraba que las compañías aéreas eran, en cierto modo,
co-responsables por los daños y que,
por tanto, debían asumir como
mínimo una parte de sus costes.
No obstante, también se observan
algunas tendencias contrarias, si
bien su definición es más difusa y
compleja. Entretanto, en todo el país,
muchos jueces siguen un “enfoque
de gestión” para las demandas masivas. Consideran que es su tarea
incluir en el procedimiento a todas
las víctimas que pueden demostrar
de forma creíble su perjuicio, así
como a todas las personas cuyos
actos pueden guardar relación con
esos perjuicios. El objetivo es lograr
judicialmente una distribución justa
de los costes entre todas las partes
implicadas. Hay algunos argumentos
a favor de este “enfoque de reparto
de costes”. No obstante, este enfoque se desvía de los principios tradicionales del derecho sobre responsabilidad civil, en el sentido de que solo
responde quien ha causado un daño
a las víctimas debido al incumplimiento de una obligación existente
contraída con ellas.
¿Cómo es en la práctica este enfoque
de reparto de costes?
Después de los ataques terroristas
del 11 de septiembre, por ejemplo,
propietarios y arrendatarios de
inmuebles dañados o destruidos
demandaron, entre otras, a las compañías aéreas American Airlines y
United Airlines. El argumento fue
que, con mejores medidas de seguridad en sus aviones contra el riesgo
de secuestro, se hubiera podido evitar los daños. Si se toma como base
el derecho de Nueva York, hay muchos
argumentos a favor de que las compañías aéreas no estaban obligadas a
tomar medidas de protección a favor
de estos propietarios de inmuebles.
En consecuencia, aun cuando su
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Daños
Rotura de la tubería de aspiración en
una desalinizadora
Es cada vez más frecuente la obtención de agua potable a partir de
aguas marinas. Sin embargo, si las tuberías de aspiración no están
bien ancladas al fondo del mar, pueden producirse graves daños que
implican realizar complejas reparaciones y provocan importantes
siniestros por pérdida de beneficios.
Las plantas desalinizadoras de agua marina
requieren mucho mantenimiento y, con frecuencia, su reparación es un proceso complejo: en la
imagen se observa el recambio de una sección
defectuosa de tubería en las costas de Algeria.
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Daños
Alfons Maier
La desalinizadora en cuestión, ubicada en la costa
argelina, captaba agua marina a través de una tubería
de aspiración tendida en el mar y la conducía a una
estación de bombeo y al sistema de tratamiento de
agua. El 10 de febrero de 2010 descendió súbitamente
la presión en esta tubería. Ese día, la altura media del
oleaje registrada en la planta era de tres a cinco metros,
y las alturas máximas de las olas alcanzaban los siete
a nueve metros. La inspección subacuática de la tubería, realizada seis días más tarde, dio como resultado
que estaba quebrada. En las fotografías subacuáticas
se vio que se habían hundido en el fondo marino
ambos extremos de rotura con un tramo de 30 metros
de tubería. Por aspiración, había penetrado arena del
fondo marino en la tubería de aspiración y había formado un cráter de unos 60 metros de ancho en el
punto de rotura.
En realidad, solo una parte de la tubería está tendida
bajo el fondo del mar. Esta tubería se compone de
semitubos de seis metros dispuestos en tres secciones
diferentes (la sección T0 tiene 140 metros, la sección
T1, 460 metros y la sección T2, 571 metros de longitud). El siniestro se produjo en la sección T2, a unos
350 metros de la toma de aspiración y a 821 metros
de la orilla. Originalmente, las secciones T0 y T1 se
tendieron enterradas en el lecho marino, mientras que
la sección T2 se apoyó sobre el fondo marino, anclada
con elementos de contrapeso anulares (véase la fig. 1).
Después del siniestro, el rendimiento de la desalinizadora se redujo a un 40 por ciento, aproximadamente.
No obstante, poco tiempo después se logró elevar paso
a paso el rendimiento al 80 por ciento, instalando una
tubería de aspiración de emergencia, de carácter provisorio y en paralelo a la tubería dañada. Una vez concluidos los trabajos de reparación, se restableció el
servicio normal en diciembre del mismo año.
La causa del siniestro fue un error de diseño
Tal como ya se ha descrito, esta parte de la tubería
estaba apoyada sobre el fondo del mar. En esta región,
caracterizada por sus suelos arenosos muy dinámicos,
con una distribución granulométrica media, la tubería
se sujetó con contrapesos anulares y en forma de U.
Las secciones de tubos de las tuberías de
aspiración se unen térmicamente en tierra,
antes de que la estructura completa se transporte por mar al sitio de emplazamiento.
Tanto el tomador del seguro como el asegurador y el
principal reasegurador renunciaron a recuperar la
sección de tubería dañada. Así fue posible ahorrar
costes, pero esta decisión no permitió determinar
­unívocamente la causa del siniestro. No se pudieron
excluir como posibles causas, por ejemplo, la ejecución defectuosa (por ejemplo, errores de fabricación
en tierra o fallos al realizar los trabajos de soldadura,
al introducir las tuberías en el mar o al apoyarlas
sobre el fondo marino) ni defectos en el material.
Cabe suponer que la causa del siniestro fue la falta de
anclaje suficiente en la sección T2 de la tubería de
aspiración en este dinámico fondo marino. Hubiera
sido recomendable cubrir por completo con material
la tubería de aspiración en el lecho marino o bien
fijarla con microestacas.
Debido a que más postergaciones hubieran provocado mayores costes por pérdida de beneficios, se
priorizó reparar la instalación lo más raudamente
posible.
En el momento del siniestro, el oleaje provocado por
la tempestad registraba valores claramente inferiores
a los previstos durante el dimensionamiento de la
tubería (oleaje medio de 6,2 metros y altura máxima
de las olas de 11,2 metros). Por esta razón, en lo que
se refiere a las condiciones de dimensionamiento, la
tempestad no había sido clasificada como evento
extraordinario.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
35
Daños
Fig. 1: El punto de rotura de la tubería de aspiración
Metros
20
15
Obra de entrada de bombas
Punto de rotura
10
Torre de aspiración
5
0
–5
–10
–15
–20
T0 = 140 m
T1 = 460 m
La tubería de aspiración de agua marina, de
polietileno de gran densidad (HDPE = HighDensityPolyEthylen) y con un diámetro de
1,80 metros, tiene una longitud aproximada
de 1,2 km y se tendió a una profundidad de
T2 = 571 m
agua máxima de 18 metros, en el fondo
marino. Las secciones T0 y T1 se enterraron en el lecho marino. La sección T2 se
tendió apoyada sobre el fondo del mar, con
contrapesos anulares.
Fuente: Munich Re
Obtención de agua potable a partir de agua marina
La explosión demográfica, un estándar de vida cada vez más alto a escala
mundial y la sobreexplotación de
reservas acuíferas naturales son las
razones fundamentales por las que
se deben construir cada vez más
plantas desalinizadoras.
En estas plantas, lo habitual es aprovechar el principio de destilación al
vacío. El proceso consiste en calentar
el agua hasta el punto de ebullición
en condiciones de presión muy bajas.
En estas condiciones, el punto de
ebullición es menor al habitual, pues
todo líquido alcanza normalmente su
punto de ebullición cuando la presión
del vapor es igual a la presión atmosférica; cabe mencionar que la presión
de vapor aumenta en función de la
36
temperatura. Debido a que la temperatura de servicio requerida es baja,
se puede aprovechar el “calor residual” proveniente de la generación
de energía eléctrica o de procesos
industriales. Otro método de desalinización existente se basa en el principio de ósmosis inversa.
En este proceso, se separa la sal del
agua aplicando presión mediante
una membrana semipermeable.
Las plantas que trabajan según este
principio consumen, por lo general,
menos energía que las plantas basadas en la destilación térmica. Como
consecuencia, en los últimos años se
ha registrado un descenso global de
los costes de la desalinización. A
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
pesar de ello, este proceso continúa
demandando mucha energía y sigue
resultando caro. La calidad del agua
tratada y el rendimiento de la planta
pueden verse afectados cuando hay
partículas de suciedad en el agua
marina, si se registra una gran proporción de sedimentos en el agua
tras una tempestad o por la penetración de algas o hierbas marinas.
Las plantas de desalinización de agua
marina requieren un suministro eléctrico fiable y mucho mantenimiento.
En ciertos países caracterizados por
la escasez de agua, estas infraestructuras son de importancia crucial pero
que, por cuestiones políticas, pueden
ser blanco de destrucción deliberada.
Daños
Por motivos económicos y prácticos, durante las reparaciones se retiraron unos 100 metros de la tubería
de aspiración del entorno de la rotura. Los fragmentos
permanecieron en el lecho marino. Finalmente, se
rellenó el cráter que se había formado en torno al
punto de rotura y se cerró el trozo faltante, de unos
100 metros de tubería, con tres piezas. Los extremos
rotos de la tubería se dejaron en el lecho marino.
Daños materiales, daños por pérdida de beneficios
y aspectos de regulación
Justo después de la pérdida de presión en la sala de
bombeo, la desalinizadora quedó fuera de servicio
durante una semana en febrero de 2010 debido a la
rotura de la tubería de aspiración.
Como medida para reducir los daños, en este período
se tendió una tubería de aspiración de emergencia,
de carácter provisional y en paralelo a la tubería de
aspiración averiada. Paso a paso, se logró elevar el rendimiento al 80 por ciento. En la planta de tratamiento,
el agua marina se somete a presión por filtros de cartucho y luego se conduce a los módulos de ósmosis
inversa. Después se le añaden sales y se realiza una
cloración. Cada una de las cinco unidades de ósmosis
inversa disponibles produce el 20 por ciento del rendimiento total de la planta. La segunda medida que se
tomó para reducir los daños fue destinar más personal para depurar la planta completa.
Dado que la tubería de aspiración de emergencia provisoria se encontraba más cerca de la costa, en aguas
menos profundas, se aspiraron grandes cantidades de
arena y partículas sólidas (algas, etc.) y éstas, a su vez,
debieron extraerse luego de las bombas de aspiración,
filtros previos y etapas de filtrado, con el trabajo de
más personal, a fin de evitar un desgaste excesivo. Se
recambiaron las piezas desgastadas y los filtros. En el
diseño de la planta ya se había previsto una bomba de
aspiración de emergencia, por lo que se pudieron realizar los trabajos de reparación y limpieza de forma
alternada en las bombas, sin afectar al servicio.
Sin embargo, la arena que se había acumulado por la
rotura en el sistema de tuberías de aspiración redujo
el rendimiento de la planta y elevó el desgaste. Gracias a complicados procesos de “purgado” de larga
duración se logró superar la reducción del rendimiento después de un cierto tiempo. Una vez realizada la reparación, en diciembre de 2010, la reducción
de rendimiento debida a la arena que había penetrado
en la planta se mantuvo hasta julio de 2011, es decir,
cinco meses más que el período de responsabilidad.
La falta de datos sobre el clima puede
influir negativamente en el diseño y
también, en caso de siniestro, en la
regulación. Las tempestades, la dinámica del fondo marino así como las
corrientes y los golpes con anclas de
buques pueden provocar daños en la
tubería de aspiración.
Desalinizadora en Barcelona,
España, que funciona según el
principio de ósmosis inversa.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
37
Daños
Las restricciones de rendimiento no asignables al
siniestro, como el mantenimiento regular o los fallos
en transformadores, no se consideraron al calcular
los daños por pérdida de beneficios. Al determinar la
pérdida de beneficios bruta, se tuvieron en cuenta
los costes variables reducidos después del siniestro,
como el consumo eléctrico y la aplicación de productos químicos. También se consideraron en el importe
siniestral los costes adicionales (ICoW) para mantener la producción, como la instalación de una tubería
de aspiración de emergencia de carácter provisional,
la limpieza más intensiva de partes de la planta (como
bombas y filtros, por la considerable penetración de
arena) y el recambio de piezas de desgaste, como
­juntas de bombas y filtros finos (considerando la
vida útil). Los daños materiales se cifraron en unos
1.300 millones de €. No obstante, los daños por pérdidas de beneficios, cifrados en 4.800 millones de €,
resultaron mucho mayores que los daños materiales.
Se disponía de cobertura por una póliza todo riesgo
(Property All Risk, inclusive rotura de máquinas y pérdida de beneficios), en la cual no se habían excluido el
diseño defectuoso, el material defectuoso ni la acción
normal del mar (“normal action of the sea”), por lo que
se contaba con cobertura. En este siniestro, se prescindió de recuperar la sección de tubería dañada por
cuestiones económicas y consideraciones de tiempo.
Las reparaciones de daños pueden resultar muy complicadas cuando se dispone de un plazo de tiempo
muy limitado debido a las condiciones meteorológicas y de las corrientes, como en este caso, donde solo
se podían aprovechar de dos a dos meses y medio al
año. Si no se lograra realizar las reparaciones en
el marco de ese plazo de tiempo, los daños por pérdida de beneficios continuarían, lo cual incrementaría
considerablemente el importe siniestral.
Nuestro experto:
Alfons Maier es gestor de siniestros
Senior en el área de Daños Alemania,
Asia-Pacífico y África en Múnich y
experto en la gestión de siniestros
después de catástrofes naturales.
[email protected]
38
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
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Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
39
Navegación espacial
Costoso lanzamiento
fallido en el Pacífico
El 31 de enero de 2013, la caída de un cohete
provocó el mayor siniestro en la historia del
seguro espacial.
Achim Enzian
El Zenit-3SL es un cohete de transporte ruso-ucraniano
que, desde una plataforma de perforación petrolera
modificada, sita en el Pacífico, transporta a la órbita
satélites comerciales de telecomunicaciones de más
de seis toneladas de peso. La óptima posición de lanzamiento en el ecuador, cerca del estado insular de
Kiribati, permite aprovechar la máxima velocidad de
la rotación terrestre y, además, ofrece la ventaja de
realizar lanzamientos sin inclinación, en vía directa
hacia el plano orbital geosíncrono. De esta manera, se
pueden transportar dos toneladas más de carga útil
hacia la órbita geoestacionaria que con un cohete
prácticamente idéntico lanzado desde el Cosmódromo
ruso-kazajo de Baikonur.
Las etapas del cohete para el lanzamiento del 31 de
enero de 2013 habían sido fabricadas en Ucrania y
Rusia pocos meses antes, sin que sucediera nada
­llamativo en este proceso, y transportadas por vía
marítima a Long Beach, California, para su montaje
final. Allí se incorporó el satélite Intelsat 27 al extremo
superior del cohete y todo el ensamblaje de la nave
espacial se cargó en el puerto sobre una plataforma
de lanzamiento móvil. Esta plataforma y un barco
nodriza, que también sirve de centro de control
durante el lanzamiento, iniciaron luego un periplo
marítimo de varias semanas hacia la región del
­Pacífico Central.
El ordenador de a bordo asume el proceso de
­lanzamiento
Una vez alcanzado el lugar del lanzamiento, se cargó
combustible en el cohete y el satélite; al concluir los
últimos preparativos manuales, se inició la evacuación
de la plataforma. En esta fase aún es posible interrumpir el proceso de lanzamiento en todo momento desde
el barco nodriza. No obstante, en cuanto el ordenador
de a bordo asume el control total del proceso –en el
caso del cohete Zenit, son unos pocos segundos antes
del encendido de la primera etapa–, sólo se puede
interrumpir el proceso de lanzamiento en determinadas situaciones previamente programadas.
El encendido del motor de un cohete es siempre un
momento especialmente crítico. Ya en el año 2007 se
había producido en esta fase un lanzamiento fallido
del Zenit-3SL: el cohete explotó en la plataforma
debido a un cuerpo extraño metálico en la bomba de
oxígeno líquido.
Pocos instantes antes del encendido del motor se
debe verificar la dirección de empuje del grupo propulsor y calibrar la tobera. En los grupos propulsores
pequeños para cohetes, la tobera se gira mediante
actuadores eléctricos. En los grupos propulsores
grandes, como el RD-171M del cohete Zenit, se
Lanzamiento de un cohete Zenit-3SL en
el Pacífico. Debido a las vibraciones caen
esquirlas de hielo y trozos de aislante térmico del frío depósito de oxígeno líquido.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
41
Navegación espacial
Montaje horizontal del satélite
Intelsat 27 en la etapa superior
del cohete.
­ tilizan potentes cilindros hidráulicos con esta finaliu
dad. Antes del encendido del motor, la presión de
aceite necesaria para mover la tobera proviene de una
bomba hidráulica con una turbina de gas frío acoplada. Sin embargo, la reserva de gas está dimensionada solo para unos pocos segundos de servicio,
hasta que se pueda aprovechar el ciclo de combustible del motor para accionar una turbina hidráulica
potente.
Falla el control de empuje vectorial
Al principio, los observadores ubicados en el barco
nodriza y quienes seguían el lanzamiento en directo
por Internet no percibieron nada anormal en el proceso de encendido. No obstante, a los pocos segundos, se pudo observar que el chorro de empuje se desviaba de la dirección de vuelo vertical y que el cohete
iba tomando una inclinación cada vez más divergente.
La evaluación posterior de los datos de vuelo dio como
resultado que la turbina hidráulica del control de
empuje vectorial ya había fallado al elevarse el cohete
de la plataforma, es decir: desde el inicio resultó
imposible realizar un control normal y fue inevitable
que el cohete se desestabilizara a los pocos segundos. El ordenador de a bordo detectó el fallo, pero no
se pudo interrumpir el lanzamiento en ese momento
crítico.
Tal y como se tiene previsto en estas situaciones de
emergencia, el ordenador inició una maniobra controlada. Primero, permitió que el motor continuara funcionando durante algunos segundos más y, cuando
ya la distancia hasta la plataforma era suficiente, lo
apagó, causando así la caída del cohete. Al impactar
en la superficie del mar, se partió y se hundió en el
océano con su carga útil. Gracias a que el barco
nodriza guardaba una distancia de seguridad de
varios kilómetros de la plataforma, no se produjeron
daños personales.
42
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
En el transcurso de la investigación del accidente, se
detectó que la turbina hidráulica había alcanzado brevemente el número de revoluciones necesario, pero
que se había detenido casi de inmediato debido a la
fricción extrema entre un componente fijo de la turbina y otro giratorio. Esto sucedió a pesar de que cada
componente en cuestión se mantuvo dentro de los
valores de tolerancia admisibles. Sin embargo, al
estar montados formando un sistema, la tolerancia de
ajuste entre ambos componentes alcanzó un valor
límite, pero este error no se pudo medir directamente.
Solo un ensayo funcional en condiciones de vuelo realistas habría puesto de manifiesto este problema a
tiempo.
Ya se conocían los problemas de calidad
Desde 1999, el Zenit-3SL ha sido lanzado al espacio
35 veces. El primer lanzamiento fallido se produjo ya
en el año 2000, cuando debió interrumpirse el vuelo
antes de tiempo en la segunda etapa por un fallo en el
grupo propulsor. Además, se conocen problemas de
calidad similares en el cohete ruso Protón: últimamente ha experimentado un lanzamiento fallido casi
todos los años.
Dado que los lanzamientos fallidos de cohetes de probada valía no suelen deberse a problemas de construcción sino a deficiencias de calidad, se establecieron controles adicionales durante los procesos de
fabricación que permitían adoptar las correspondientes medidas de actuación. No obstante, en los últimos
años, estas medidas revelaron ser insuficientes. Para
lograr cambios fundamentales, como el cumplimiento
riguroso de procesos cualificados, sería indispensable
implantar modificaciones profundas.
Además de los problemas técnicos, después del lanzamiento fallido de 2007 se detectó también que la
estructura empresarial de Sea Launch, originalmente
de tipo internacional, era insostenible. En el año 2009,
la empresa se declaró insolvente y sólo pudo sanearse
con aportes del grupo aeroespacial ruso Energia. Es
muy probable que el nuevo lanzamiento fallido ocurrido a finales de enero de 2013 lleve nuevamente a la
empresa a una situación difícil.
NavEgaCióN EsPaCial
La posición de lanzamiento en el ecuador
Baikonur
5.100 km
Cabo Cañaveral
3.150 km
Kourou, Guayana
Francesa
580 km
Ecuador
Fuente: Munich Re
Gracias a la óptima posición de lanzamiento en el ecuador, el Zenit-3SL
puede transportar sus cargas útiles
en vía directa hacia el plano orbital
geosíncrono. De esta manera, se
pueden elevar a la órbita geoestacionaria satélites mucho más grandes
que desde el Cosmódromo de Baikonur.
La plataforma de lanzamiento “odyssey” y el barco nodriza “Commander”
en el puerto de Long Beach, California.
Al comienzo del proyecto de Sea
Launch se había planificado trasladar
por alta mar un máximo de tres cohetes del barco nodriza a la plataforma.
Pero, como hubo problemas técnicos,
este plan nunca se llevó a la práctica y
el Zenit-3SL tuvo que transferirse a la
plataforma en el puerto.
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
43
Navegación espacial
El seguro es esencial para los operadores
Las pólizas de navegación espacial cubren clásicamente, durante el lanzamiento, el valor material del
cohete y del satélite. La cobertura comienza, según
el sistema de lanzamiento, en el instante en que se
inicia el encendido o despega el cohete, y expira automáticamente un año más tarde. En la mayoría de las
pólizas, el operador del satélite es también el tomador
del seguro, pues asume el riesgo económico de un
lanzamiento fallido. Dado que ningún operador de
cohetes puede dar una garantía de éxito, es importantísimo transferir el riesgo de pérdida al mercado del
seguro. Por ello, casi todos los operadores comerciales de satélites aseguran el lanzamiento de sus satélites y renuevan la cobertura anualmente, hasta el final
de la vida útil, que puede ser de hasta 15 años.
El Intelsat 27 a bordo del cohete malogrado pertenecía al mayor operador comercial de satélites del mundo
Intelsat. El objetivo del satélite era ampliar la oferta
de aplicaciones de voz y banda ancha en América, las
regiones atlánticas y en Europa. El Intelsat, fabricado
por Boeing Satellite Systems, iba equipado con 20
transpondedores de banda C, 20 de banda Ku y 20 de
banda UHF y, con su peso de 6,2 toneladas, era uno
de los satélites comerciales de mayores dimensiones
existentes. La elevada suma asegurada de 406 millones de US$ estaba acorde con estas dimensiones y,
de este modo, el Intelsat 27 se convirtió en el siniestro
más caro de la historia del seguro espacial. Los aseguradores liquidaron el siniestro en cuestión de pocas
semanas, dado que la pérdida del satélite y la suma
del siniestro eran indiscutibles.
En caso de siniestro, los satélites de estas dimensiones
le cuestan al asegurador de riesgos espaciales casi la
mitad de todas las primas recaudadas en el mercado
mundial en un año. La mayor parte de esta suma sólo
proviene de un número limitado de riesgos (25 y 30 lanzamientos asegurados al año), por lo que un siniestro adicional tiene un impacto sustancial en el resultado anual.
>> Para más información sobre el seguro
espacial de Munich Re, consulte: https://
www.munichre.com/touch/space/de/
homepage/default.aspx
>>Vídeo del lanzamiento del Intelsat 27: http://www.sea-launch.com/
missions-q11132-Launch_Video.aspx
Nuestro experto:
Achim Enzian es suscriptor senior
y experto en riesgos espaciales de
Munich Re.
[email protected]
44
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
Daños
Inundaciones en la construcción
Un fuerte temporal con lluvias torrenciales asoló en mayo de 2009 las
obras de construcción de un gran centro comercial en Rumanía. Los
daños afectaron especialmente a las salas de instalaciones eléctricas que
acababan de ser acondicionadas para el nuevo centro comercial. Una
eficaz gestión del siniestro permitió reducir de forma considerable el daño
esperado de varias decenas de millones de euros.
Alfons Maier
Un temporal levantó varias construcciones provisionales del tejado y elementos de cristal, haciendo
que las masas de agua anegaran la obra. La lluvia entró
al edificio también por las rampas del aparcamiento,
muros exteriores abiertos o ventanas que aún no
habían sido montadas. El agua se precipitó por las
escaleras, se filtró al aparcamiento subterráneo a través del techo e inundó las nuevas instalaciones de
distribución eléctrica del sótano.
Los deterioros afectaron igualmente a las paredes y
los techos recién pintados del centro comercial, que
cuenta con una superficie bruta de 80.000 metros
cuadrados. Las paredes y los techos, así como los
revestimientos de yeso de las vigas y pilares se empa-
paron de agua y se arquearon hasta desplomarse o
­enmohecieron.
El siniestro se clasificó en una primera valoración
como “daños en edificios” (principalmente con daños
en planchas de yeso y trabajos de pintura), así como
“daños a instalaciones eléctricas” (entrada de agua en
salas de sistemas eléctricos), por lo que se cuantificó
en una suma relativamente baja de algunos cientos
de miles de euros.
Sin embargo, lo más preocupante eran los daños que
el agua de la lluvia y la que había quedado acumulada
en la superficie ocasionaron en las tres grandes salas
de equipamiento eléctrico del piso subterráneo. Los
La lluvia penetró por el tejado del centro
comercial e inundó la obra.
Munich Re Schadenspiegel 2/2013
45
DAÑOS
El agua se filtró a través de perforaciones
del techo y aberturas provisionales hasta
el piso subterráneo, donde causó daños
considerables.
Los transformadores y sistemas de distribución instalados en el piso subterráneo
tuvieron que ser sometidos a un tratamiento especial de secado después del
bombeo del agua sucia.
transformadores, los distribuidores eléctricos y los
suelos elevados bajo los que se tendía el cableado de
alta y baja tensión, no tardaron en mostrar los primeros signos de corrosión debido a la elevada humedad
del aire.
funcionamiento de las instalaciones eléctricas.
­Gracias a la rehabilitación rápida y profesional de las
instalaciones pudo conservarse incluso la garantía
del fabricante original.
Las empresas contratistas de la obra tenían previsto
volver a poner en funcionamiento lo antes posible los
sistemas eléctricos una vez que se hubiese bombeado
el agua sucia, pero los liquidadores de siniestros y
aseguradores recomendaron realizar un saneamiento
profesional después de la reparación, puesto que no
se descartaba todavía la posibilidad de un siniestro en
las instalaciones eléctricas que podría elevarse hasta
20 millones de euros.
Actuación rápida y profesional para aminorar
los daños
Puesto que la suma asegurada de las instalaciones
eléctricas ascendía ya a varias decenas de millones,
no cabía arriesgar un siniestro total como consecuencia de un saneamiento deficiente, ni tampoco aceptar
un retraso de la puesta en servicio debido a trabajos
de reparación o a largos plazos de entrega de las instalaciones eléctricas.
El liquidador de siniestros contratado por el asegurador directo encargó a una empresa de saneamiento
un tratamiento especializado para secar, eliminar la
humedad y aplicar medidas anticorrosión después de
bombear el agua sucia. Dado que hasta las estructuras de cemento del edificio habían absorbido la humedad, fue necesario secarlas para garantizar el correcto
46
Munich Re Schadenspiegel 2/2013
Ventajas de una visita conjunta del asegurador
directo y el reasegurador al lugar del siniestro
En vista de la magnitud previsible del siniestro, el
­asegurador directo y el reasegurador visitaron conjuntamente la obra y acordaron otras medidas inmediatas, como la limpieza de numerosos sumideros y
conductos obstruidos por el lodo seco en el piso subterráneo. Puesto que todavía no se habían cerrado
todas las aberturas de los techos en las salas eléctricas, los aseguradores recomendaron en el marco de la
inspección del siniestro que se preparasen cubiertas
para proteger de la lluvia los transformadores y sistemas de conmutación como medida preventiva. También se constataron defectos en los sistemas de protección contra incendios y de eliminación de residuos,
los cuales se subsanaron rápidamente.
La prevención de siniestros anticipada fue decisiva
Como es habitual en los proyectos de construcción
complejos y de larga duración, éste también fue
sometido antes ponerse en marcha a un análisis de
posibles siniestros y de sus consecuencias, así como
a una verificación del estricto cumplimiento de las
medidas adoptadas a tal efecto.
DAÑOS
Durante toda la fase de construcción del centro comercial se produjeron varias inundaciones y algunos años
antes también se habían producido inundaciones en
las cercanías que alcanzaron hasta un metro de altura.
En los meses de invierno, debido al rápido aumento
del nivel de las aguas subterráneas, amenazaba el
peligro de inundaciones en la fosa de la obra durante
los trabajos de excavación.
Medidas de prevención de siniestros adoptadas
antes de comenzar la obra y durante la fase de
­construcción:
−−Durante la fase de construcción deben estar disponibles suficientes bombas de extracción de lodo
provistas del suministro eléctrico de emergencia
necesario.
−−Los dispositivos de desagüe, tales como sumideros
y conductos, deben estar en perfecto estado de funcionamiento durante toda la fase de construcción.
−−Las construcciones abiertas en el edificio, pozos
para cables, etc. deben estar protegidos.
−−El material de obra deberá almacenarse alejado de
acuíferos (peligro de inundación), los materiales
sensibles a la humedad, p.ej. de yeso, deberán conservarse en lugares secos.
Conclusión
Cuanto antes se apliquen las medidas para reducir
los daños después de un siniestro por inundaciones,
más efectivas serán. Requisito para ello es, en todo
caso, que el tomador del seguro identifique y lleve a
cabo dichas medidas con la necesaria rapidez.
La intervención de empresas especializadas en saneamiento contribuye a menudo de forma significativa a
la reducción del daño. En el caso descrito, el secado y
saneamiento profesional de las instalaciones eléctricas permitió reducir el siniestro potencial por inundación de varias decenas de millones a menos de diez
millones de euros. En proyectos de grandes dimensiones, el control riguroso del riesgo por parte del asegurador durante la fase de construcción ha demostrado
tener excelentes resultados. El asegurador (junto con
el liquidador de siniestros contratado) y el tomador
del seguro deberían colaborar estrechamente a la hora
de concertar la actuación conjunta con vistas a una
reducción de daños efectiva y para cotejar las diferentes opciones de reparación.
Con el fin de evitar de antemano posibles daños por
inundaciones es ineludible la estricta aplicación de
las recomendaciones para la prevención de daños.
Los expertos en siniestros y prevención de daños de
Munich Re están a su disposición para asesorarle.
NUESTRO EXPERTO:
Alfons Maier es gestor de siniestros
senior del Área de Daños para Alemania, Asia-Pacífico y África, en Múnich,
así como experto en gestión de siniestros después de catástrofes naturales.
[email protected]
Munich Re Schadenspiegel 2/2013
47
Columna
Daños a la reputación y compensación excesiva
¿Presión creciente para la compensación más
allá de la responsabilidad civil y la cobertura?
Nicholas Roenneberg, Responsable de Claims Management & Consulting de Munich Re
[email protected]
La cuantía de una indemnización
no siempre se rige exclusivamente
por lo estipulado en el derecho regulador de la responsabilidad civil.
Determinados factores pueden ejercer una presión tan intensa sobre ­
el responsable y su asegurador que
el damnificado reciba pagos superiores a lo que parecería razonable
atendiendo en exclusiva a la situación jurídica.
Bien conocido es el deseo de evitar
riesgos procesales y de lograr claridad con prontitud mediante un arreglo respecto a la cuantía de la
indemnización debida. Este empeño
se observa especialmente en aquellos mercados en los que el resultado
del proceso parece muy incierto
debido a la participación de jurados
en el procedimiento o como consecuencia de la amenaza de imposición
de daños punitivos. A ello hay que
añadir que la cotización bursátil de
una empresa, en la mayoría de los
casos, suele reaccionar de forma más
positiva ante obligaciones elevadas
de indemnización que ante la incertidumbre jurídica previamente existente. Por tanto, la “paz global” creada
mediante un arreglo global parece a
menudo preferible, aun cuando el
precio para lograrla sea elevado (véase
la entrevista con John Goldberg en
la página 32). Un factor que guarda
una estrecha relación con ello es el
intento de evitar un traslado de las
demandas a ordenamientos jurídicos
especialmente favorables para el
demandante (forum shopping)
(más información al respecto en la
Columna en “Topics Schadenspiegel” 1/2013).
48
Además del deseo de eludir riesgos
procesales, otros ­factores han inclinado recientemente aún más la
balanza hacia una compensación
excesiva. Por un lado, está la presión
de la opinión pública y de los grupos
de interés creada por los medios, la
cual, gracias a Internet, se puede
ejercer de forma más rápida y sostenida de lo que se podía hacer hace
pocos años. Esto queda patente,
sobre todo, en el caso de grandes
siniestros con repercusión en los
medios y con grandes implicaciones
políticas. Algunos ejemplos son el
Victims Compensation Fund tras los
ataques del 11 de septiembre de
2001, la catástrofe petrolera tras el
accidente en la plataforma de perforación “Deepwater Horizon” o la
explosión de bombas de la Guerra
Mundial en grandes ciudades alemanas en los últimos años (en relación
con esto último, véase el artículo
de Leonhard Rolwes en “Topics
Schadenspiegel” 1/2013). Pero también en el ámbito de la responsabilidad de productos parece ser necesaria una ­compensación excesiva para
evitar daños a la reputación. Esto es
especialmente válido si los damnificados (potenciales) son particularmente dignos de protección, por ejemplo, en caso de alimentos para bebés
o juguetes para niños defectuosos.
Otro motivo para una compensación
excesiva es el empeño de evitar una
regulación más estricta y, con ello,
una responsabilidad más amplia en
caso de daños futuros similares. El
objetivo de evitar o mitigar sanciones
público-jurídicas (multas, retirada
de permisos) o incluso sanciones
penales también puede hacer que
una compensación excesiva sea
aconsejable en determinados escenarios de responsabilidad civil. Un
Munich Re Topics Schadenspiegel 2/2013
ejemplo para ello sería cuando el litigio por responsabilidad civil puede
provocar una aclaración no deseada
de la gravedad de la culpa. La presión
para llegar a arreglos de elevada
cuantía se puede intensificar aún
más si no se quiere que datos corporativos o informaciones de productos
confidenciales sean objeto de un
amplio registro de pruebas.
No obstante, hay que considerar que
la claridad respecto a la responsabilidad, comprada mediante una compensación excesiva, lleva a menudo
a una incertidumbre en relación con
la cobertura. Esto es válido para la
cobertura de pagos extraobligatorios,
pero también en relación con los límites de la obligación del reasegurador
de compartir la misma suerte que el
asegurador directo. Aquí vuelve a
quedar patente la importancia de una
redacción clara del condicionado,
basado en una valoración global del
riesgo asegurado y no en aspectos
legales relativos a la responsabilidad
civil.
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