Id, vosotros también, a mi viña» (Mt 20,4)

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«Id, vosotros también, a mi viña» (Mt 20,4)
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SANTA MARÕA DE LAS MERCEDES es "LA REDENTORA DE TODOS LOS CAUTIVOS", desde hace casi 800 años. Sin lugar a dudas estamos
hablando de una muy antigua, y milagrosa, advocación mariana, y con una historia, en verdad, apasionante.
CorrÃ-an los siglos XII y XIII. Eran tiempos muy difÃ-ciles en España. Por un lado estaban los "Señores Feudales", muy ricos, que sojuzgaban y
explotaban al pueblo. Éste comenzó a agruparse en "Gremios", Hermandades" o "CofradÃ-as". Abundaban los focos de reacción violenta, en
forma de lo que hoy llamarÃ-amos "Guerrilla"...
Por otro lado, los musulmanes (árabes o moros) ocupaban, desde hacÃ-a varios siglos, la PenÃ-nsula Ibérica, tomando cautivos a los cristianos, a
quienes esclavizaban.
Es asÃ- que un grupo de catalanes, en el año 1203, capitaneados por Pedro Nolasco, forman un "Ejército Redentor", una "Falange" definida
como "APOSTOLADO SEGLAR REDENCIONAL"... "que, (según leemos en los documentos de la época), si es necesario, usará la espada"...
Años más tarde, en la noche del 1 al 2 de Agosto de 1218, la SantÃ-sima Virgen MarÃ-a se presentó, rodeada de Õngeles y de Santos, a tres
personas por separado: a PEDRO NOLASCO; a su confesor, RAIMUNDO DE PEÑAFORT; y al Rey de Aragón (Don Jaime I)... pidiéndoles la
fundación de una "Familia Religiosa para la Redención de los Fieles Cautivos"... DÃ-as después, el 10 de Agosto, en Barcelona, queda
constituida la, hoy Histórica, "ORDEN DE SANTA MARÕA DE LA MERCED DE LA REDENCIÓN DE CAUTIVOS". Esta Orden serÃ-a: "REAL,
RELIGIOSA y MILITAR". El hábito, por pedido de MarÃ-a fue, desde entonces, Blanco, llevando bordadas, sobre el Escapulario, las armas del
REINO DE ARAGÓN... AsÃ- redimieron, durante años, a miles de cautivos.
SANTA MARÕA DE LAS MERCEDES, desde su primera aparición en Barcelona, España, hace casi 800 años, ha intercedido, siempre, ante Su
Amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, derramando, al mundo entero, innumerable cantidad de Bendiciones, y Mercedes.
SANTA MARÕA DE LAS MERCEDES es la PRIMERA ADVOCACIÓN MARIANA que llegó al Nuevo Mundo, en 1492, en el primer viaje de
CRISTÓBAL COLÓN, de la mano de los Frailes Mercedarios. Desde entonces podemos encontrarla, siempre, en la historia iberoamericana en
general, y argentina en particular, acompañando al pueblo, y a los distintos próceres, durante la GESTA POR LA INDEPENDENCIA ...
Estos aguerridos Frailes Mercedarios, se encargaron de difundir la milagrosa advocación mariana de SANTA MARÕA DE LAS MERCEDES y de
llevarla por todas partes; incluso, entre 1779 y 1830, los tenemos como Capellanes en las Islas Malvinas (hoy cautivas de los piratas ingleses). En la
REPÚBLICA ARGENTINA, los Frailes Mercedarios, estuvieron, sin lugar a dudas, en la CONQUISTA, en la RECONQUISTA, en la REVOLUCIÓN y
en TODAS LAS AVANZADAS DE NUESTRA SOBERANÕA Y RESCATES DE NACIONALIDAD... ¡¡¡ SON LOS FRAILES DE LA PATRIA !!!...
SANTA MARÕA DE LAS MERCEDES fue designada, originalmente, "Patrona de la Ciudad de Barcelona" (España) y con posterioridad, más
concretamente desde 1492, según consta en diversos documentos históricos, ha sido nombrada, en la mayorÃ-a de los paÃ-ses Iberoamericanos:
Patrona, Guardiana, Protectora, Generala, Mariscala, etc... Es, en esos mismos documentos, donde abundan testimonios que dan cuenta de la
cantidad, enorme, de Bendiciones y Mercedes concedidas a lo largo de la historia. Cuentan, los protagonistas que, por su milagrosa Intercesión,
acabaron, inmediatamente, y asÃ- podemos leerlo en los escritos mencionados: conflictos, guerras, epidemias, plagas, enfermedades, esterilidades,
terremotos, inundaciones, incendios y muchas otras catástrofes.
Virgen de la Merced
El culto a Nuestra Señora de la Merced se extendió muy pronto por Cataluña y por toda España hasta Cádiz, por Francia y por Italia, a partir
del siglo XlI
Merced, deriva del latÃ-n merx, mercaderÃ-a - merces, paga, recompensa - acto de benevolencia, beneficio gracioso.
Hay páginas en el evangelio con un sabor especial. Una de ellas es la de Jesús con el rollo de IsaÃ-as abierto entre las manos: el EspÃ-ritu del
Señor me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, proclamar la libertad a los cautivos, poner en libertad a los oprimidos (Lc 4, 17s).
Otra, la intervención de su madre en la boda de Caná (Jn 2, 1ss), cuando al escasear el vino Jesús manifestó su gloria y los discÃ-pulos
creyeron en él.
Hay páginas de la historia con problemas especÃ-ficos. En el siglo XIII y siguientes, una de las grandes lacras sociales era la piraterÃ-a y la
esclavitud a que eran sometidos los cristianos para obtener pingües rescates. Eran tiempos en que la misericordia de Jesús y la intercesión de
MarÃ-a debÃ-an tomarse al pie de la letra.
En el claustro renacentista del convento de la Merced (1650), actual CapitanÃ-a General de Barcelona, contiguo al templo de la Merced, hay un bello
panel de 142 baldosas que representa (1673) la aparición de la Virgen de la Merced la noche del 24 de octubre de 1218 al concejal San Pere
Nolasco, al canónigo de la catedral San Ramon de Penyafort y al rey Jaume I el Conquistador, animándoles a que fundaran "una orden de
caballerÃ-a, cuyos caballeros cuidaran de redimir los cristianos que caÃ-an cautivos de los sarracenos, quienes los trataban con gran dureza y
crueldad"
Visión, revelación o inspiración, sea ésta la fecha exacta o aproximada y ocurriera en el palacio real o no, ya anteriormente Pere Nolasc,
llamado Cónsul de la Libertad, inspirado por la Virgen MarÃ-a , habÃ-a ido vendiendo cuanto tenÃ-a para atender a la compra y rescate de cautivos.
Los caballeros de la orden de los mercedarios, que fundó en colaboración con Jaime I y Ramón de Peñafort, se comprometÃ-an con un cuarto
voto a quedarse como rehenes, si fuera necesario, para liberar a otros mas débiles en la fe. Oraban, reunÃ-an ayudas y acudÃ-an a tierras de
cautivos, pagaban los rescates o se quedaban en su lugar hasta que al cabo de unos cinco años llegara la próxima expedición.
El primer templo de la Merced era de estilo gótico y se consagró el 1267. La basÃ-lica actual, obra de Josep Mas Dordal, se alzó el 1765 en su
lugar. Es de estilo clásico, de inspiración francesa, único templo barcelonés de fachada curva.
La imagen de Nuestra Señora de la Mercè es una hermosa talla policromada, sedente en un trono gótico con el Niño, de tamaño casi natural
(148 cm). Data de ca. 1361. El año 1867 el Consell de Cent la proclamó patrona de Barcelona, implorándola que la liberara de una plaga de
langostas. Pio IX, el año 1868, la declaró Patrona del obispado de Barcelona y el 1888, el obispo Jaume Català coronó solemnemente su imagen
en la catedral.
El gran poeta catalán Mossèn Jacint Verdaguer , canta en los gozos o "Goigs de la Mare de Déu de la Mercè Patrona de Barcelona".
Dels captius Mare i Patrona,puix del Cel ens heu baixat:Princesa de Barcelona,protegiu vostra ciutat.
De los cautivos madre y patrona, pues del cielo habéis bajado, Princesa de Barcelona, proteged vuestro Condado
El culto a Nuestra Señora de la Merced se extendió muy pronto por Cataluña y por toda España hasta Cádiz, por Francia y por Italia, a partir
del siglo Xlll. El año 1265 aparecieron las primera monjas mercedarias. Los mercedarios estuvieron entre los primeros misioneros de América. En
la Española o Republica Dominicana, por ejemplo, misionó Fray Gabriel Téllez (Tirso de Molina).
En la basÃ-lica de Jerez de la Frontera, junto a la tumba de "Sant Pere Nolasc", se venera una imagen suya de color ennegrecido, procedente de
Valencia, que fue recibida con grandes aclamaciones populares el año 1.272, a los cuatro años de haber sido reconquistada esta ciudad a los
musulmanes por Alfonso X el Sabio.
En Baeza habÃ-a un convento mercedario junto al de los trinitarios, llamados también mercedarios, dos de cuyos miembros rescataron a
Cervantes. Hermosa tarea entrelazada hoy con la defensa de los derechos humanos.
Princesa de Barcelona, protege nuestra ciudad
Virgen y Señora nuestra de la Merced,
a ti suplicamos que, mediante tu maternal
intercesión ante tu hijo Jesucristo, nos alcances
la verdadera libertad de los hijos de Dios y nos hagas
libres de cualquier esclavitud, de modo que
experimentemos en nosotros la alegrÃ-a de
la salvación. Amén
ORACION
MarÃ-a, Merced de Dios, regalo de Cristo a los
hombres. La Trinidad Santa te envió a Barcelona,
mensajera de libertad y misericordia, para,
por medio de Pedro Nolasco, mostrarte corredentora, mediadora,
Madre de todos, ternura de Dios para los pobres.
Madre de la Merced, enséñanos a valorar nuestra
fe cristiana, haznos capaces de amar con caridad
mercedaria, conviértenos en portadores de paz.
Que tus besos derritan la violencia que
nos envuelve, hasta que recuperemos, en tu regazo
materno, la ilusión de familia, transformado el mundo en un hogar.
Bendice esta ciudad tuya, que te proclama
patrona y princesa y gusta, enamorada, de llamarte madre.
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La Coronación canónica de la Madre de Dios de la Merced
Oleo de Francesc Galofré Oller
Catedral de Barcelona
Nuestra Señora de la Merced
MarÃ-a Madre de Dios de la Merced
Patrona de Barcelona
En castellano se le ha llamado en plural, Virgen de las Mercedes, que no corresponde con el sentido originario de la advocación. El significado del
tÃ-tulo "Merced" es ante todo "misericordia". La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa que recurrimos a ella ante
todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso.
El tÃ-tulo mariano la Merced se remonta a la fundación de la Orden religiosa de los mercedarios el 10 de agosto de 1218, en Barcelona, España.
En esa época muchos eran cautivos de los moros y en su desesperación y abandono estaban en peligro de perder lo más preciado: la fe
católica. Nuestra bendita Madre del Cielo, dándose a conocer como La Merced, quiso manifestar su misericordia hacia ellos por medio de dicha
orden dedicada a atenderlos y liberarlos.
Desde el siglo XIII es patrona de Barcelona y el 25 de septiembre de 1687 se proclamo oficialmente patrona de la ciudad. Es además patrona de los
cautivos (presos) y de muchos paÃ-ses de Latinoamerica.
La talla de la imagen de la Merced que se venera en la basÃ-lica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de estilo sedente, como las
románicas. En catalán "Mare de Deu de la Mercé", Madre de Dios de la Merced.
En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre. Pero a
raÃ-z de la reforma litúrgica del concilio Vaticano II, en el año 1969 la fiesta se suprimió del calendario universal.
San Pedro Nolasco, inspirado por la Ssma. Virgen, funda una orden dedicada a la merced (obras de misericordia). Su misión particular era la
misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos miembros de la orden canjearon sus vidas por la de presos y
esclavos. San Pedro fue apoyado en tan extraordinaria empresa por el Rey Jaime I de Aragón. Â
San Pedro Nolasco y sus frailes eran muy devotos de la Virgen MarÃ-a, tomándola como patrona y guÃ-a. Su espiritualidad se fundamenta en
Jesús el liberador de la humanidad y en la Ssma. Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querÃ-an ser caballeros
de la Virgen MarÃ-a al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.
En el capÃ-tulo general de 1272, tras la muerte del fundador, los frailes oficialmente toman el nombre de La Orden de Santa MarÃ-a de la Merced,
de la redención de los cautivos, pero son mas conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal, siendo general de la Merced en 1406, dice:
"MarÃ-a es fundamento y cabeza de nuestra orden".
El Padre Gaver, en el 1400, relata como La Virgen llama a S. Pedro Nolasco en el año 1218 y le revela su deseo de ser liberadora a través de
una orden dedicada a la liberación.
Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde La Virgen MarÃ-a diciéndole que funde una orden liberadora.
Nolasco: ¿Quién eres tú, que a mÃ-, un indigno siervo, pides que realice obra tan difÃ-cil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para
mÃ-?
MarÃ-a: Yo soy MarÃ-a, aquella en cuyo vientre asumió la carne el Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purÃ-sima, para reconciliación del
género humano. Soy aquella a la que dijo Simeón. cuando ofrecÃ- mi Hijo en el templo: .
Nolasco: ¡Oh Virgen MarÃ-a, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer (que tú me mandas)?
MarÃ-a: No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mÃ-o; será una orden cuyos hermanos y
profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel (es decir, entre los cristianos) y serán
signo de contradicción para muchos."
Actualidad del carisma
El carisma mercedario de liberar a los cautivos sigue siendo tan necesario como siempre.
MarÃ-a ofreció todo su ser para que viva el Hijo de Dios encarnado. En el cántico del Magnificat (Lucas 1, 46-55), MarÃ-a expresa la liberación
de Dios. El Papa Juan Pablo II enseña que "MarÃ-a es la imagen mas perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad". La Virgen
continúa velando desde el cielo por sus hijos cautivos de Satanás (Cf. LG 62) y nos pide nuestra cooperación. Nosotros debemos dar nuestra vida
para que su Hijo viva en nosotros y asÃ- pueda liberar a nuestros hermanos. Ella nos enseñará como hacerlo.
Dios es Padre de Misericordia, MarÃ-a es Madre de Misericordia. Ella refleja la misericordia de Dios, sufriéndolo todo por sus hijos. Los cristianos
debemos también reflejar la misericordia de Dios sufriéndolo todo por amor.
"Mirad la hondura o cavidad del lago de donde habéis sido tomados, esto es, la piadosÃ-simas entrañas de la madre de Dios" -De las
constituciones de los mercedarios.
Un ejemplo del carisma mercedario en acción:
La Fundación de Mare de Déu de la Merce (Madre de Dios de la Merced) continúa las obras de misericordia que la Virgen pidió. Estas
incluyen: Visita, acompañamiento y ayuda para los que salen de la cárcel.Â
América
Los frailes mercedarios llevaron al continente americano su amor a la Virgen de la Merced, que se propagó ampliamente. En República
Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros paÃ-ses, la Virgen de la Merced es muy conocida y amada.
21 de septiembre 2011 Miércoles S. Mateo, apóstol Ef 4, 1-7.11-13
La gran riqueza de la Iglesia es cuando tomamos conciencia, leyendo la carta a los Efesios, que cada uno es necesario en la vocación recibida,
pues "se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores;
a otros, pastores y maestros». Todo porque formamos un solo cuerpo y un solo espÃ-ritu, como es también una sola la esperanza que nace de la
vocación recibida. ¿Cómo vives tu vocación que te ha de empujar a la comunión? Señor, gracias por abrirme las puertas a la comunión
contigo y con los hermanos.
Evangelio según San Mateo 9,9-13.
Al irse de allÃ-, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "SÃ-gueme". El se
levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discÃ-pulos.
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discÃ-pulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?".
Jesús, que habÃ-a oÃ-do, respondió: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Papa Benedicto XVI. HomilÃ-a (trad. El Obsservatore Romano).
 «Id, vosotros también, a mi viña» (Mt 20,4)
Es  San Mateo, Apóstol y evangelista, cuya fiesta litúrgica celebramos hoy, quien narra la parábola del dueño de la vid que llama a los
trabajadores a trabajar en su viña (20, 1 s). Me complace observar que Mateo, personalmente, ha experimentado esto. Antes de que Jesús le
llamara, fue recaudador de impuestos y por lo tanto, fue considerado como un pecador, excluido de "la Viña del Señor". Pero todo cambia, cuando
Jesús, pasando delante de la mesa de impuestos  le dijo: "SÃ-gueme". Mateo se levantó y le siguió. El recaudador de impuestos se convirtió
inmediatamente en discÃ-pulo de Cristo. Fue el "último" y se convirtió el "primero" ( Mt 20.16), gracias a la lógica de Dios que-¡afortunadamente
para nosotros! --es diferente a la del mundo. "Vuestros pensamientos no son mis pensamientos, dice el Señor por boca del profeta IsaÃ-as, y mis
caminos no son vuestros caminos" (55,8).
San Pablo, también conoce la alegrÃ-a de sentirse llamado por el señor a trabajar en su viña. Y ¡qué trabajo ha hecho! Pero como él
mismo confiesa, es la gracia de Dios, la que ha actuado en él, esta gracia que ha transformado al perseguidor de la iglesia en el apóstol de las
Naciones (1Co 15, 9-10).
Oración. Padre mÃ-o, escucho tu llamado y quiero seguirte. Deseo levantarme y salir de esta meditación convencido de quitar todo lo que me
aparte de Ti, porque Tú bien sabes de mis debilidades y caÃ-das, por eso te suplico que envÃ-es a tu EspÃ-ritu Santo para que guÃ-e esta oración
y todo mi dÃ-a.
Petición. Señor, que nunca sea sordo a tu llamado y sepa responder con alegrÃ-a y generosidad.
Meditación. «Esto significaba para él abandonarlo todo, sobre todo una fuente de ingresos segura, aunque con frecuencia injusta y deshonrosa.
Evidentemente Mateo comprendió que la familiaridad con Jesús no le permitÃ-a continuar con actividades desaprobadas por Dios. Se puede intuir
fácilmente que se puede aplicar también al presente: hoy tampoco se puede admitir el apego a lo que es incompatible con el seguimiento de
Jesús, como son las riquezas deshonestas. Una vez dijo sin tapujos: "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y
tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sÃ-gueme". Esto es precisamente lo que hizo Mateo: ¡se levantó y le siguió! En este "levantarse" se
puede ver el desapego a una situación de pecado y, al mismo tiempo, la adhesión consciente a una nueva existencia, recta, en la comunión con
Jesús» (Benedicto XVI, 30 de agosto de 2006).
Reflexión. Dios respeta en su integridad al hombre, y cuando llama a un alma a su servicio, en su solemne poder, ni la violenta, ni la atosiga, sino
que con paciencia y amor la deja casi andar a la deriva o al vaivén de las circunstancias. No es fácil, por tanto, dar una respuesta como la de
Mateo: pronta, sincera, total. San Mateo era un cobrador de impuestos, un pecador ante los ojos de todo el pueblo. Sólo Jesús fue capaz de ver
más allá de sus pecados y vio a un hombre. Un hombre que podÃ-a hacer mucho por el Reino de los Cielos. Y le llamó con todo el amor y
misericordia de su corazón para ser uno de sus apóstoles, de sus Ã-ntimos. Todos hemos recibido la vocación a la vida cristiana. Dios nos ha
creado para prestarle un servicio concreto, cada uno de nosotros. Tenemos una misión, como eslabones de una cadena. DecÃ-a el Cardenal
Newman: "No me ha creado para nada. Haré bien el trabajo, seré un ángel de la paz, un predicador de la verdad en mi propio lugar si obedezco
sus mandamientos. Por tanto confiaré en él quienquiera que yo sea, dondequiera que esté. Nunca me pueden desechar. Si estoy enfermo, mi
enfermedad puede servirle. En la duda, mi duda puede servirle. Si estoy apenado, mi pena puede servirle. Él no hace nada en vano. ¡Él sabe lo
que hace!"
Propósito. Pedirle a Dios que me ayude a eliminar todo lo que le ofende de mi comportamiento y por tanto, dar una respuesta como la de Mateo:
pronta, sincera, total.
Diálogo con Cristo. Jesucristo, de nada sirve decir que estoy dispuesto a seguirte si no estoy dispuesto a servir y a entregarme a los demás.
Gracias porque solo Tu eres capaz de ver más allá de sus pecados.
FIESTA DEL APOSTOL SAN MATEO
Hoy celebramos la fiesta de san Mateo, apóstol y evangelista. Leemos su encuentro con la Buena noticia, que después él recibirá el encargo
de transmitir. El cristianismo sigue siempre este mismo proceso: anunciamos lo que hemos vivido; predicamos la misericordia que el Señor ha
tenido con nosotros. Por eso el testimonio cristiano es algo vivo: hablamos de lo que hemos visto y oÃ-do.
Dios llama a cada uno en su momento. Por eso no llama a Mateo cuando llama a Juan, Andrés, Pedro o Santiago. El Señor escoge el momento y
la manera más adecuada para cada cual. Y cuando nos invita lo hace entrando en nuestra casa. AquÃ- la casa se refiere al comedor. Jesús entra
en casa de Mateo, como también en la de Zaqueo, en la de Lázaro y sus hermanos, en la de Pedro... Dios se acerca a nosotros para que no
tengamos miedo de estar junto a Él. Viene a nuestra miseria y se acomoda. Por eso Jesús, como leemos en el Evangelio de hoy, banquetea
alegremente con los amigos de Mateo. Ha venido a salvarlo y no puede hacerlo sin encontrarse con Mateo en su vida real. O se inventaba otro
Mateo, o se acercaba a otra persona o iba con Mateo tal y como era. Lo mismo hace con cada uno de nosotros. Primero se sienta a nuestra mesa.
Después él nos invita a sentarnos en la suya.
Porque Mateo, y nosotros igual que él, será invitado a participar de la Última Cena, en la que se instituye el sacramento de la EucaristÃ-a. A
partir de ese momento serán muchas las veces en que el antiguo publicano compartirá la mesa con el que es Dios y hombre. Jesús se sienta en la
mesa de nuestra humanidad para comunicarnos su divinidad. Por eso la casa de Mateo es también signo de la Iglesia, en la que Jesús permanece
rodeado de publicanos y pecadores. Es algo que siempre me ha causado honda admiración. ¿Por qué Jesús escoge esta compañÃ-a que, sin
duda y como comprobamos a menudo, lo compromete?
La respuesta la da el mismo Jesús: "no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". Porque el "escándalo", que es farisaico, ya empezó
en tiempos de Jesús. Hoy lo seguimos viendo. Aterroriza escuchar a tantas personas que se excusan de su falta de práctica cristiana
amparándose en los defectos de quienes van a Misa. Es una historia tantas veces escuchada que agota. ¿Por qué nos cuesta tanto entender
que el Señor ha venido precisamente a eso, a encontrarse con pecadores para salvarlos? ¿Por qué no se puede aceptar que para salvar a un
pecador hay que acercarse a él? Tanta asepsia moral es sospechosa.
 Y siguiendo el ejemplo de Jesucristo, Mateo y los otros fueron por toda la tierra, iniciando la vida de la Iglesia, que continúa por el mismo camino.
Gracias a ella Dios sigue sentándose en la misma mesa que los hombres y, un dÃ-a, quizás todos podamos reunirnos para el gran banquete del
cielo.
LE PRESENTO ALGUNAS FOTOS DE DETALLE DEL DOMINGO -25 EN ROSA DE SANTA MARIA DE LURIN. UNA GRACIA DE AMOR DEL
DIOS Y PADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO QUE REGALABA TODA LA BONDAD Y TERNURA DEL ESPIRITU SANTO. VEALO CON
OJOS LIMPIOS
ESTA NIÑA ES SORDO MUDA Y LA ESTAN LEVANTANDO PARA QUE PUEDA AUDICIONAR A UN NIVEL SU AUDIOMETRIA.
Benedicto XVI reivindicará la figura de Lutero
El Papa Benedicto XVI da comienzo mañana a uno de los viajes más difÃ-ciles, y esperanzadores, de su pontificado. Su tercera visita a Alemania
viene marcada por las protestas de grupos ateos y parlamentarios de izquierda, que ya han confirmado que no asistirán a su histórico discurso en
el Bundestag. El escándalo de los abusos sexuales, que llegó a salpicar al hermano del Papa -y al propio Ratzinger, por una supuesta inacción
ante un caso en su diócesis de Múnich-, marcará la visita. Benedicto XVI se encontrará, como ya hiciera en Reino Unido o Malta, con vÃ-ctimas
de la pederastia clerical. Sin embargo, el momento más impactante será el oficio religioso conjunto en la iglesia de monasterio de Erfurt, donde
MartÃ-n Lutero ofició misa por primera vez.
Ante los principales lÃ-deres evangélicos alemanes, el Papa reivindicará la figura del fraile agustino, impulsor de la Reforma que acabó
rompiendo en mil pedazos la Cristiandad ahora hace cinco siglos. "Otorgar a Dios un lugar central en la sociedad", es uno de los objetivos de la visita.
Y para ello, sostiene el Papa, los cristianos han de mostrarse unidos en lo esencial. Para Benedicto XVI, Lutero fue un "buscador de la verdad", y se
espera un reconocimiento de esta búsqueda, en público, delante de las autoridades luteranas de Alemania. Un gran paso para el ecumenismo.
En la actualidad, las relaciones entre evangélicos y católicos pasan por un buen momento, después de la polémica declaración "Dominus
Iesu". El propio Papa, en varias ocasiones, ha resaltado la importancia de la predicación de Lutero, y la vigencia de algunas de sus reformas, que
acabó asumiendo, de facto, la Iglesia católica en el Concilio Vaticano II.
Sin embargo, queda mucho por hacer para restablecer la unidad. Es más: cada vez resulta más complicado hablar de una unión entre distintas
instituciones. Pero Benedicto XVI parece decidido a impulsar la reconciliación y el reconocimiento mutuos, lo que puede chocar con otros
movimientos -llámese lefebvrianos-, paso imprescindible para, después, seguir trabajando por considerarnos, en igualdad de condiciones, con
diversidad de carismas y visiones, seguidores de Jesús.
Diálogo de sordos
(Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger).- "Diagnóstico: Enferma terminal. ¿Se puede salvar aún la Iglesia?" (H. Küng, en Religión Digital).
Ese diagnóstico alarmante para quienes amamos a la Iglesia se fundamenta en los siguientes signos: Crisis de la pederastia, crisis del diálogo
dentro de la Iglesia, autoritarismo de los obispos, no se escucha al pueblo.
"La gente dice: se nos está agotando la paciencia, queremos participar en las decisiones, también en nuestras parroquias. Queremos elegir a
nuestros obispos, queremos ver a mujeres en los diferentes cargos, queremos que haya agentes de pastoral, hombres y mujeres, que sean
ordenados/as sacerdotes. Son eslóganes y demandas que reflejan el descontento de la gente. De hecho, se ha producido un cisma dentro de la
Iglesia entre los que, ahÃ- arriba, piensan que pueden seguir actuando con el estilo de siempre y el pueblo y una buena parte del clero liberal." (H.
Küng, en RD)
H. Küng habla como un médico, pero a mÃ-, que ni siquiera soy curandero, algo me dice que no hay proporción entre los signos de dolencia
que él advierte en el cuerpo de la Iglesia y la enfermedad terminal que diagnostica. En realidad, no veo relación entre signos y enfermedad.
H. Küng es teólogo y, a su lado, yo apenas podrÃ-a pasar por catequista, pero algo me dice que la Iglesia de la que él habla no es entidad
teologal sino más bien institución sociológica, no es misterio divino sino devenir mundano, no es obra de la gracia de Dios sino apenas efecto de
miserias humanas. La Iglesia añorada de H. Küng no se compadece con la Iglesia detestada de J. Ratzinger, enferma terminal ésta, soñada
hermosa y saludable aquélla.
Me pregunto a qué Iglesia me refiero cuando en la oración suplico desde lo hondo de mi conciencia: "no mires nuestros pecados, sino la fe de tu
Iglesia". Yo, pecador, creÃ-a necesario apoyarme en la fe de la Iglesia al impetrar para sus hijos el don de la paz y de la unidad; pero ahora aprendo,
sobrecogido, que es la Iglesia, enferma terminal, la que necesita apoyarse en mÃ- para sobrevivir. Una nueva sabidurÃ-a nos ha alcanzado: no
somos hijos de la Iglesia: somos su creador; la Iglesia no es de Cristo sino nuestra.
De ahÃ- que, en esa nueva economÃ-a, lo esencial no sea ya el EspÃ-ritu del Señor y su santa operación sino nuestras convicciones, no ya la
mesa de la comunión en el Cuerpo de Cristo sino la mesa de un diálogo entre ideologÃ-as, no ya la unidad de un pueblo adquirido para Dios por un
crucificado sino la sumisión de todos a los imperativos de la cultura dominante.
Por mi parte, he de considerarme vÃ-ctima de la vieja economÃ-a: La gracia de Dios me llevó a conocer en la Iglesia la libertad de la obediencia, el
amor de Dios me llevó a gustar en la Iglesia el bien del servicio, el EspÃ-ritu de Dios me ungió para ser de Cristo en la Iglesia, Cristo me envió
para evangelizar desde la Iglesia a los pobres. En esta experiencia de gracia me siento hermano de todos los hermanos en la fe.
Ahora, desde la gracia, desde el misterio, desde la obra de Dios, se hace posible hablar, no de una Iglesia enferma de cuya salvación dudamos,
sino de un Iglesia viva, humana, reformable, herida por nuestros pecados, afeada por nuestras inmundicias, oscurecida por nuestras incoherencias,
humillada por nuestras traiciones, y siempre santa, porque siempre amada.
El latÃ-n, que fue en la Iglesia lengua de comunicación durante muchos siglos, cuando dejó de serlo se transformó en instrumento de dominio de
quienes lo usaban sobre quienes lo desconocÃ-an. Desde entonces dejó de ser la lengua del servicio litúrgico para ser de hecho la lengua del
poder clerical.
En la teologÃ-a sacramental se subrayó de tal modo la eficacia objetiva de los ritos realizados conforme a la norma de la Iglesia y por los ministros
diputados para ello, que se olvidó la participación activa y consciente del pueblo de Dios en la acción litúrgica, y se llevó a los fieles, durante
siglos, a practicar devociones humanas en los espacios más propios de la acción divina, devociones personales en los espacios más propios de la
acción eclesial.
Por orgullo, los que en Cristo habÃ-amos nacido humanidad nueva, amiga de la verdad, amante de la verdad, sedienta de la verdad -amiga, amante,
sedienta de Dios- nos hicimos sus dueños, y regresamos al terreno de la religión, para ser entre todas, la única verdadera.
Nos encontramos en la situación, nocturna y equÃ-voca, de Nicodemo, que saluda al Maestro Jesús de Nazaret con palabras que parecen
dictadas por la sabidurÃ-a de la experiencia: "RabÃ-, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que
tú realizas si Dios no está con él". Pero en realidad Nicodemo no sabe, pues el conocimiento que manifiesta tener, viene de abajo, no «de lo
alto», viene de la carne, no del EspÃ-ritu, se adquiere por deducción, por estudio, por experiencia humana, no por nacimiento. Nicodemo no sabe y
nosotros tampoco. Para saber de Jesús, es necesario nacer de Dios.
¡Es tiempo de amar! Alguien lo dijo asÃ-: "La Iglesia no tiene que juzgar a este mundo, sino mostrarle que es objeto de su amor incondicional... Su
lenguaje tiene que ser cada vez más el del cariño y la misericordia".
Lo escribÃ- hace tiempo y lo expuse ante una asamblea conjunta de obispos y superiores mayores: El futuro del pueblo cristiano es Cristo. Sólo es
cristiano quien es de Cristo, quien camina con Cristo y quien, bajo la acción del EspÃ-ritu Santo, es transformado en Cristo. Y este pueblo en camino
y en proceso de transformación ha de ser necesariamente un pueblo con historia, un pueblo con memoria, un pueblo que necesita mantener viva
esa memoria si quiere mantener definida su identidad. De ahÃ- para él la necesidad de perseverar en la escucha de la palabra apostólica, en la
comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. Es siempre un reto situar al pueblo de Dios en la historia de la salvación -seguimos
ignorándola-, devolverle la memoria de los hechos de Dios -memoria sacrificada durante tanto tiempo a la virtud sagrada del latÃ-n-, y afianzarlo en
la identidad que sólo esa memoria y esa historia pueden darle.
Éstas me parecen cuestiones fundamentales en una Iglesia viva, esperanzada, animada por el EspÃ-ritu del Señor.
Seguramente que se podrÃ-an señalar muchas y más necesarias lÃ-neas de acción para el futuro de la Iglesia, aunque yo las resumirÃ-a en un
sencillo "devolver el tiempo a Cristo". Lo dije en aquella misma asamblea conjunta: ¿Qué hemos hecho para que, al hablar de los cristianos, todos
hablen de «cristianismo»? ¿Qué hemos hecho para que la vida cristiana se haya transformado en un sistema de «medios apropiados para
realizar determinadas funciones»? ¿Qué hemos hecho de lo cristiano para que lo veamos reducido sin más a religión, a ideologÃ-a, a sistema
de ritos, a prácticas morales? ¿Qué hemos hecho los cristianos para que se pueda hablar de «in-creencia pos-cristiana» sin necesidad de que
se haga pregunta alguna sobre Cristo? AñadÃ-a entonces: Los cristianos nos hemos ocupado demasiado de la Iglesia, de lo sagrado, de la
religión, de la moral, de las instituciones, y nos hemos ocupado mucho menos de Cristo el Señor -el Resucitado que vive en nosotros-, del hombre
nuevo que todos estamos llamados a ser en Cristo -una humanidad de hijos de Dios, bendecida para crecer y multiplicarse y extenderse por toda la
tierra-. Mil voces más añadirÃ-an: Hemos desfigurado la encarnación del Hijo de Dios, hemos obviado su anonadamiento, su pobreza, su
humildad, su predilección por los pobres.
Sólo si se conviene en lo fundamental, se hará posible, deseable, urgente y necesario, admitir a trámite lo circunstancial, lo relacionado con el
tiempo en que vivimos, con la cultura a la que pertenecemos, con las legÃ-timas aspiraciones del corazón humano. Entonces, en la mesa de la
comunión, se podrá hablar de la mujer en la Iglesia, del celibato clerical, del lenguaje de la fe, del ejercicio de la autoridad en la Iglesia, de pecados
y de utopÃ-as, de tristezas y esperanzas.
Fuera de la mesa de la comunión eclesial, sólo hablaremos de nosotros mismos.
+ Fr. Santiago Agrelo
Arzobispo de Tánger
LE HE REPETIDO ESTE ARTICULO  POR LA BELLEZA Y SERIEDAD DE SUS CONCLUSIONES DE MONSEÑOR AGRELO. CIERTO QUE HAY
MUCHO QUE CORREGIR ENTRE PASTORES Y FIELES COMO SACERDOTES, NADA QUE NO RESUELVA EL MANDAMIENTO DEL AMOR Y
DEL PERDON. UNIDOS AL CORAZON DEL PAPA, Y AL MAGISTERIO DE LA IGESIA. DESDE AQUÕ A LOS APOSTOLES QUE LOS SON
DESDE SU PASTOREO QUE AMAN AL REBAÑO Y LO UNEN POR LOS CAMINOS Y CARISMAS DEL ESPIRITU SANTO. QUE LA VIRGEN DE
LA MERCED ROMPA ESTAS CADENAS QUE AUN CASTIGAN AL PUEBLO DE DIOS CON SEPARACIONES QUE NO VAN CON EL CORAZON
DEL REY DE REYES QUE TENEMOS EN CADA EUCARISTIA COMO SUMO Y ETERNO SACERDOTE. NOS QUIERE TRABAJANDO EN SU
VIÑA SEAMOS DE LA HORA QUE SEA, DEL PAIS QUE SEA Y DEL COLOR QUE SEA. CAMINANDO LOS SENDEROS DEL DIOS Y PADRE DE
JESUCRISTO REY SUMO Y ETRNO SACERDOTE QUE SIGUE ENVIANDO MISIONEROS A SU VIÑA POR ESOS CAMPOS DE LA
COMUNICACIÓN HECHA DE "AMOR Y SERVICIO".
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