Dossier de prensa www.museunacional.cat Del 17 de abril al 14 de septiembre de 2014 Organiza y produce: Museu Nacional d’Art de Catalunya Comisario: Jordi À. Carbonell El morabito. Colección particular, Barcelona. El pintor orientalista Josep Tapiró (Reus, 1836 – Tánger, 1913) alcanzó una notable fama internacional en vida, para más tarde ser casi olvidado. Cien años después de su muerte, su obra, dispersa por medio mundo, se revela de una extraordinaria calidad y le sitúa en un lugar destacado en el contexto internacional de la pintura de este género. Josep Tapiró. Pintor de Tánger, junto con la exposición que el museo dedicará el próximo otoño al artista Carles Casagemas, inicia una línea de trabajo de recuperación y reivindicación de autores catalanes a través de muestras monográficas. Por otro lado, en la nueva presentación de las colecciones de arte moderno que el Museu Nacional inaugurará en septiembre próximo, el orientalismo en general y las obras de Tapiró en particular tendrán un lugar destacado como ejemplo de los nuevos temas que desde finales del siglo xix ocupan a los artistas -del exotismo a la visión etnográfica del «otro»-, así como del gusto cosmopolita de sus clientes. Josep Tapiró Baró fue el primer pintor peninsular que se instaló en Tánger, acercándose a la vida tradicional marroquí. Este paso decisivo, cuando ya era un artista reconocido y con taller en Roma, le lleva mucho más lejos que la mayoría de pintores orientalistas: más allá de lo pintoresco y la ensoñación literaria. 2 Tapiró había descubierto Tánger, ciudad considerada «la puerta de África», unos años antes de tomar la decisión de instalarse en ella, en 1871, durante un viaje en compañía de sus amigos Mariano Fortuny y Bernardo Ferrándiz. Aquel primer viaje dejó en él una profunda huella y le reveló los que iban a ser los grandes temas de toda su obra: la representación de la vida tradicional norte-africana y sus protagonistas. Fiesta de los issawa, c. 1885. Colección particular, Reus. En Tánger, Tapiró viviría desde 1877 y hasta su muerte, y durante todos esos años el pintor realizó una aproximación casi científica a la sociedad magrebí. Además de su magnífica calidad artística, su obra es un significativo documento testimonial de un mundo en retroceso ante la presión colonialista europea. Tapiró pudo experimentar en directo la extraordinaria transformación urbana y cultural que vivió la ciudad. El pintor se sumerge e implica en aquella realidad y huye de los lugares comunes de moda desde el romanticismo. Busca la verosimilitud y en sus obras rompe con el «sueño oriental» alimentado por los relatos de los viajeros y recreado por la literatura, un sueño que fascinaba en Europa y en Norte América. En la obra de Tapiró, inspirada por la filosofía positivista, hay rigor documental y un cuidadoso objetivismo. El pintor hace amigos entre los musulmanes distinguidos, también entre los judíos de la ciudad y entre la colonia de occidentales allí establecidos o de paso. Consigue entrar en lugares hasta entonces vedados a los extranjeros, asiste a las ceremonias religiosas e, incluso, parece que llega a disfrazarse para colarse en un gineceo y así poder asistir a la ceremonia de preparación de una novia. Las bodas, las tradiciones religiosas y las escenas de la vida doméstica, que él describe con todo detalle, constituyen un verdadero relato pictórico de los aspectos más atractivos de la vida tradicional tangerina. La vertiente creativa más significativa de este artista son sus meticulosos retratos de santones, novias, músicos ambulantes, jerifes, bandidos, criados e indigentes, que fueron inmortalizados por sus pinceles y muestran la pintoresca diversidad humana del Tánger del siglo xix. Pero además del indiscutible valor documental de su obra, Tapiró fue un artista absolutamente extraordinario, de marcada personalidad y lenguaje propio, y un virtuoso acuarelista, en un momento en el que la acuarela era una técnica muy apreciada, sobre todo en el mercado artístico anglosajón, donde él comercializaba sus creaciones. La extraordinaria veracidad de sus pinturas, que conseguía mediante una ejecución minuciosa, respondía a la búsqueda de un escrupuloso realismo, uno de los aspectos más característicos de su arte. Este rasgo le distingue de las primeras generaciones de pintores orientalistas, impulsados por una visión romántica, idealizada y literaria. 3 Las composiciones de Tapiró van más allá de los estereotipos y lugares comunes propios de la pintura orientalista. La experiencia directa les otorgaba una sustancial autenticidad. Se puede afirmar que durante décadas su estilo se mantuvo casi inmutable, impermeable a cualquier innovación, y siempre al margen de la modernidad, lo que contribuiría a su posterior olvido. Josep Tapiró Baró Tapiró se formó en Barcelona, en Llotja, con Claudi Lorenzale, y en Madrid, en la Escuela Superior de Pintura y Grabado, con Federico Madrazo. La primera etapa de su trayectoria transcurrió en Roma, junto a Mariano Fortuny (Reus, 1838 – Roma, 1874), su amigo desde la infancia. Tapiró se especializó en la técnica de la acuarela Belleza tangerina, c. 1891. Dahesh Museum of Art, Nova York. y la aplicó a la representación de temas costumbristas, y sobre todo, de tipos populares, consiguiendo un notable éxito comercial. En 1871 realiza un primer viaje a Tánger con Fortuny. En 1877, tres años después de la muerte de su amigo, cuando Tapiró ya era un pintor reconocido, abandonó Roma para establecerse en la ciudad marroquí. Allí adquirió una casa, en plena medina. Además, cerca del puerto, en un edificio que había sido un teatro, instaló su estudio museo. En su ciudad adoptiva, pronto consiguió reconocimiento, tanto es así que la calle dónde estaba situado su taller pasó a llamarse calle Estudio Tapiró. En este lugar pintó acuarelas que vendía en Londres a precios elevados, y que a menudo fueron elogiadas por el público y la crítica. En Inglaterra, en la época victoriana, la técnica de la acuarela gozaba de un gran prestigio y el género orientalista, además, tenía una gran aceptación. El pintor recibió importantes premios y llegó a convertirse en uno de los artistas más reconocidos de su tiempo, pero también ha sido uno de los más olvidados posteriormente. En Tánger, a causa de la superación de su pasado internacional; en Cataluña, por el alejamiento del pintor durante décadas y por el hecho de que parte importante de sus trabajos se comercializaron en el mercado internacional, por lo que se encuentran dispersos por medio mundo. El orientalismo Desde la campaña de Napoleón en Egipto, en 1798, el mundo islámico se convierte en un lugar común del imaginario romántico. Los intelectuales europeos idealizan la cultura, la historia y los paisajes de unos lugares que a menudo sólo conocen por las descripciones de los viajeros. La literatura contribuye con fuerza a alimentar esa imagen y escritores como Lord Byron, Chateaubriand, Víctor Hugo o Heinrich Heine recrean en sus textos un mundo exótico y fascinante. A lo largo del siglo xix, artistas como Eugène Delacroix, Ingres, David Roberts, Fromentin o Decamps elaboran los estereotipos de lo que vino a llamarse el «sueño oriental». Un sueño 4 lleno de misterio, de pasiones y placeres sensoriales, y también de inquietante crueldad, que en realidad respondía a un deseo de escapar de un mundo cada vez más mecanizado y moderno. El orientalismo peninsular El orientalismo peninsular se inscribe plenamente en el orientalismo europeo y se adapta a los planteamientos estilísticos de cada momento. Sin embargo, la herencia musulmana y la proximidad geográfica con África lo hacen singular. Para los románticos, Andalucía era el único reducto oriental que quedaba en Europa. La evocación del pasado musulmán fue una verdadera moda, y así se refleja en el arte, la literatura e incluso en la arquitectura, con la aparición del estilo neomudéjar en las últimas décadas de la centuria. Jenaro Pérez Villaamil (El Ferrol, 1807 – Madrid, 1854) fue el introductor del género en España. Influido por lecturas románticas, por la contemplación de grabados y por un encuentro con David Roberts, a quien conoció en Andalucía en los años 1830, Pérez Villaamil pintó evocaciones del pasado árabe, recreaciones de escenas históricas y paisajes imaginarios. Posteriormente Eugenio Lucas (Madrid, 1817-1870) y Francisco Lameyer (Puerto de Santa María, 1825 – Madrid, 1877), que coincidiría con Fortuny en Tetuán, cultivaron un género cada vez más popular. En Catalunya empezaron a pintarse escenas de este tipo a finales de los años 1840 pero quien representó el tema con más frecuencia fue Claudi Lorenzale, líder de la escuela nazarenista y maestro de toda una generación de artistas, entre ellos Mariano Fortuny y Josep Tapiró. Por otra parte, la guerra hispano-marroquí de 1859-1860 descubrió Marruecos a los artistas peninsulares, especialmente a Mariano Fortuny, que viajó al norte de África a cargo de la Diputación de Barcelona para documentar una serie de batallas. África le descubre a Fortuny no sólo una temática fascinante sino también la luz y el color que incorpora a su obra a partir de ese momento y que le harán internacionalmente famoso. Las obras de Fortuny son obras maestras del género, y tuvieron una enorme influencia en el imaginario europeo. El orientalismo de taller tuvo especial éxito en Cataluña durante la expansión económica de los primeros años de la Restauración, conocidos como la Febre d’Or. Entre los artistas más destacados de aquella época se encuentra Francesc Masriera (Barcelona 1842-1902), que pintó numerosas obras que describían un ambiente sofisticado y decadente, en consonancia con los gustos del momento. Al mismo tiempo, aparecieron también algunas visiones más realistas, obra de discípulos de Ramon Martí Alsina, como el paisajista Francesc Torrescassana (Barcelona, 1845-1918), o el propio yerno del pintor, Josep Lluís Pellicer (Barcelona, 1842-1901), que desde posiciones más comprometidas con la realidad, y habiendo viajado a Oriente, se atrevieron a pintarlo. La monografía Con motivo de la exposición Josep Tapiró, pintor de Tánger el Museu Nacional d’Art de Catalunya edita una monografía dedicada a analizar en profundidad la figura del pintor. Jordi À. Carbonell, comisario de la muestra, recorre la biografía del reusense para descubrir las claves de su vida y de su obra. Esta publicación inaugura una nueva línea de monografías del Museu Nacional d’Art de Catalunya sobre artistas catalanes. 5 Título: Josep Tapiró. Pintor de Tánger Autor: Jordi À. Carbonell Edición: Museu Nacional d’Art de Catalunya y Universitat Rovira i Virgili Páginas: 224 Textos de sala Josep Tapiró. Pintor de Tánger En el siglo xix la ciudad de Tánger se convirtió en fuente de inspiración de los artistas que querían representar un mundo oriental exótico. La mayoría conocieron sus calles de paso y, en casi todos los casos, sus obras reflejaron una imagen epidérmica que reproducía los clichés habituales del género orientalista. Josep Tapiró (Reus, 1836 – Tánger, 1913) en cambio, adquirió un compromiso vital con aquella realidad. En 1877, después de haber vivido en Roma durante quince años y tras consolidarse como pintor acuarelista, se instaló y ubicó su estudio en el corazón de la medina tangerina. Desde este lugar y a lo largo de más de tres décadas, sus pinceles inmortalizaron la vida tradicional y, sobre todo, el aspecto de los tangerinos más pintorescos. Con un estilo virtuoso, que alcanzaba una extraordinaria verosimilitud, convertía sus imágenes en verdaderos documentos testimoniales de un mundo en retroceso ante la rápida europeización de la ciudad. En el mercado artístico internacional, sus obras fueron consideradas entre las mejores del género orientalista, y se vendían a precios elevados en las galerías más prestigiosas de Londres, ciudad a la que el artista viajaba casi todos los años. Asimismo, en su ciudad adoptiva, muy pronto fue considerado un personaje ilustre, lo que le facilitó la consecución de modelos y la venta de obras a tangerinos adinerados y a los visitantes de la medina. Su taller era lugar de visita obligada para los aficionados al arte que recalaban en la bahía norteafricana, y la calle donde se encontraba se llamó, desde finales del siglo xix, Estudio Tapiró, en reconocimiento a su prestigio. Desgraciadamente, después de su muerte, diversas circunstancias relegaron su figura casi al olvido. Cuando se han cumplido cien años de su desaparición, el Museu Nacional d’Art de Catalunya reivindica su obra y muestra una selección de las mejores acuarelas tangerinas. Cartelas comentadas 1. Fiesta de los issawa c. 1885 Acuarela sobre papel Reus, colección particular Representa el impactante séquito anual de la cofradía religiosa de los issawa, que ya había sido representado por artistas como E. Delacroix o el mismo M. Fortuny, y descrito por muchos viajeros del siglo xix. Tapiró realiza una descripción exacta, casi fotográfica. Muestra a los adeptos cuando entran en la medina de Tánger por la puerta Bab Rabba y desfilan en procesión, algunos en estado de paroxismo, por la céntrica calle Shiaguin hacia su zawiyah (cenobio), cercana a la Mezquita Nueva. Esta pintura puede ser considerada uno de los mejores testimonios visuales de esta tradición. 6 Ficha de la publicación Ficha de la publicación 2. Novia bereber c. 1883 Acuarela sobre papel Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona Este retrato de detalladísima factura es uno de los más conocidos y característicos de su obra tangerina. Presenta a una novia enjoyada a la manera tradicional y capta con detalle el magnífico vestuario del ceremonial. Esta obra se expuso en Londres con éxito y fue mostrada a los príncipes de Gales a finales de julio de 1883. Al mes siguiente fue adquirida por el coleccionista reusense Ferran Miró. En 1948, sus herederos donaron la acuarela a los Museos de Arte de Barcelona. 3. Parache el bailarín de Marrakech c. 1895-1900 Acuarela sobre papel Madrid, Museo Nacional del Prado Tapiró representó a los personajes magrebíes más pintorescos y populares, entre los que destacan los adeptos gnawa como Parache. La cofradía de los gnawa, formada por descendientes de antiguos esclavos, estaban especializados en curar enfermedades y males de ojo mediante la música y el baile. El pintor, dada su indumentaria exótica, los retrata en diferentes ocasiones, recreándose en la descripción detalladísima de sus vestidos y ornamentos. 4. Santón darkaguy de Tafilalt c. 1895-1900 Acuarela sobre papel Madrid, Museo Nacional del Prado Esta acuarela representa un faquih o adepto de la cofradía darcawa. Estos místicos mendicantes practicaban los preceptos sufíes de Al-‘Arabî AdDarcawi, que vivió en Marruecos a finales del siglo xviii y que murió en 1823. Ad-Darcawi fue un renovador del gran orden sufí de Shâdhili. Sus numerosísimos discípulos difundieron su pensamiento por todo el norte de África y fundaron numerosas zawiyahs (cenobios) que actualmente aún continúan activas. 5. Plantel militar c. 1885 Acuarela sobre papel París, colección particular Este cuadro anecdótico presenta a unos niños jugando a soldados al lado de un cañón Armstrong del fortín Borj al-Hajaui, cerca del estudio del pintor, donde aún se encuentra en la actualidad. La acuarela se dio a conocer en el establecimiento londinense del anticuario Abrahan Myers, en junio de 1885. Tapiró ya había representado antes el tema del plantel militar ambientado en las afueras de Nápoles y expuesto con gran éxito en la Pall Mall Gallery de Londres en verano de 1874. 7 6. Belleza tangerina c. 1891 Acuarela sobre papel Nueva York, Dahesh Museum of Art Este es uno de los mejores retratos femeninos de Tapiró. El pintor reproduce con extraordinaria verosimilitud el vestido y las joyas que luce la joven. Además, hace un estudio detallado de su fisonomía, lo que contribuye a la notable inmediatez de la imagen. El marco, que es el original, contiene la fecha del calendario musulmán de 1309, que en gregoriano corresponde al año 1891. Esta acuarela fue, durante muchos años, una de las obras estrella de la colección del magnate norteamericano Malcolm Forbes. 7. El santón darkaguy de Marrakech c. 1895 Acuarela sobre papel Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona Con el largo título de Retrato del santón darkaguy, fanático moro de Marrakech, activo e influyente predicador de la guerra santa, Tapiró dio a conocer esta magnífica acuarela en la Bienal del Círculo de Bellas Artes de Madrid en otoño de 1907. Los darcawa eran contrarios a la colonización. Algunos, para combatirla, propagaron la idea de la lucha contra el infiel. Justo cuando se expuso esta obra, hacía poco tiempo que en Marrakech se había producido una serie de ataques a europeos con consecuencias fatales, que tuvieron un gran eco internacional. 8. El morabito Acuarela sobre papel Barcelona, colección particular Tapiró retrató con gran realismo algunos de los santones que predicaban por las calles de Tánger. Ni atributo ni detalle se escapaban a sus pinceles. Para los orientalistas esta clase de personajes, que tenían una gran presencia en la sociedad magrebí precolonial, representaban la vertiente más atávica y exótica del mundo islámico y por esa razón se convirtieron en tema recurrente de las obras de los artistas que visitaban el norte de África. 9. Retrato de jerife Acuarela sobre papel Reus, colección particular Tapiró consiguió retratar a algunos de los personajes más respetados de la sociedad musulmana, un hecho que demuestra la confianza y la integración del artista en aquella realidad magrebí. Su amistad con la familia Duccali o con el jerife de Ouazan le ayudó a introducirse en la sociedad tradicional para poder pintarla con objetividad. Alguna vez, sin embargo, tuvo que disfrazarse para poder ver a escondidas alguna escena del mundo femenino. 8 Síntesis cronológica PRIMEROS AÑOS 1836. El 7 de febrero, Josep Tapiró Baró nace en Reus. 1853. Expone por primera vez sus obras en la colectiva del Casino Reusense, celebrada el mes de junio. En septiembre ingresa en la Escuela de Llotja, de Barcelona. 1858. Se traslada a Madrid y se matricula en la Escuela Superior de Pintura y Grabado. Asiste a la academia particular de Federico de Madrazo 1860. Con Antoni Cuyàs, Tapiró decora la fachada del palacio de la Diputación de Barcelona para el recibimiento triunfal de los voluntarios catalanes que habían luchado en la guerra hispanomarroquí. 1862. Pasa en Roma los primeros meses del año. Diseña y dirige la decoración de los jardines de Euterpe, en Reus. ROMA 1863. A finales de marzo se instala en Roma de forma permanente. 1866. Gana una mención honorífica en la exposición de la Academia de Bellas Artes de Barcelona. 1871. Vuelve a Reus, después de ocho años de ausencia. El mes de agosto viaja a Madrid y a Granada, donde se reúne con Fortuny. En octubre viaja por primera vez a Tánger y Tetuán. 1873. Expone sus óleos y acuarelas en el Círculo Artístico Internacional de Roma. 1874. El 21 de noviembre muere inesperadamente Mariano Fortuny. 1875. En septiembre se marcha a Tánger, donde permanece hasta febrero de 1876. TÁNGER 1877. En Tánger, compra una casa de nueva planta en el número 4 de la plaza de la Fuente Nueva y establece su residencia. 1878. Participa en la Exposición Universal de París. 1883. En octubre expone en la Thomas McLean’s Gallery de Londres. 1884. En enero participa en la Primera Exposición de Bellas Artes de la Sala Parés. 1885. En junio expone en la galería de Myers & Son, de Londres y presenta las acuarelas al príncipe de Gales, en Marlborough House. 1886. El 21 de junio se casa, en la iglesia de la Purísima de Tánger, con María Manuela Valerega Cano. 1887. A finales de junio realiza una exposición en los salones del Lanham Hotel, de Londres. Obtiene una medalla de tercera clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes. 1889. En primavera obtiene un diploma honorífico en la Exposición Española de Londres y, pocas semanas más tarde, es galardonado con una segunda medalla en la Exposición Universal de París. 9 1893. Obtiene la medalla única en la World’s Columbian Exhibition de Chicago. 1896. Gana una segunda medalla en la Tercera Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona. El mes de junio, participa en la exposición anual de la Royal Academy de Londres. 1897. En julio, expone en la Thomas McLean’s Gallery, de Londres. Participa en la muestra anual de la Royal Academy de Londres. 1902. En marzo, expone en la Grave’s Gallery de Londres. 1903. En otoño el pintor cae gravemente enfermo, debido a una infección en las vías respiratorias. 1905. Participa, por última vez, en el Salón de París. 1907. En junio se traslada a Madrid. Participa en la X Exposición Bienal del Círculo de Bellas Artes de Madrid. En noviembre, la Academia de San Fernando decide que el Estado le compre dos acuarelas. 1908. Participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Además, participa en la exposición colectiva de bellas artes del Círculo Ecuestre de Barcelona. En julio concluye su estancia en Madrid y vuelve a Tánger. 1913. El 4 de octubre, a la una de la madrugada, Tapiró muere en Tánger a causa de una nueva insuficiencia respiratoria. 10 Actividades Josep Tapiró y su universo orientalista Conferencia a cargo de Jordi À. Carbonell, comisario de la exposición. Miércoles 30 de abril, 18 h Salas de la exposición Taller de acuarela Además de aprender esta técnica, también practicaremos otros procedimientos como las aguadas, la técnica del raspado y el pincel seco, y aprenderemos a crear efectos a través del uso de la sal o los cepillos. A cargo del pintor e ilustrador Daniel Torrent. Sábados 10, 17 y 24 de mayo y 7 de junio, de 16 a 19 h Salas de la exposición y taller Taller para máximo 30 personas Precio: 60 € (incluye el material) Inscripciones: 93 622 03 75 o [email protected] El orientalismo peninsular en el contexto internacional Simposio que tratará el fenómeno del orientalismo desde el punto de vista de la historia, la historia del arte, la historia política, la literatura y la antropología. Jueves 15 de mayo De 9.30 a 14.30 h: conferencias en las salas del Institut Municipal de Museus de Reus De 18 a 20 h: sesiones en el Museu Nacional Viernes 16 de mayo De 9.30 a 18.30 h: conferencias en la Sala de la Cúpula del Museu Nacional Inscripciones: [email protected] Tarab, una mirada orientalista Interpretación de los personajes de las obras de Tapiró a través de la danza y la música. A cargo de la formación Tarab. Dirección artística: Rachida Aharrat Con la colaboración artística Gemma Arnaiz y Margarita Giner Abdelhak Rahal, violín Aziz Khodari, percusión y voz Moulay Sharif, laúd Rachida Aharrat, Cristina Arribas, Ivonne Centellas y Lena Nouar, danza Escenografía: Mabrouka Events Producción: QADAR Produccions Culturals Jueves 15 de mayo, 19 h Sala de la Cúpula Aforo limitado. Imprescindible reserva: [email protected] Ritmos de Marruecos Taller de percusión para aprender a tocar el darbuka. Desde las paredes de las salas, los personajes representados en las obras de Tapiró volverán a escuchar la música que les era familiar. A cargo de Lluís Molas, del Taller de Músics. Jueves 5 de junio, de 18 a 20 h Salas de la exposición Taller para un máximo de 20 persones Precio: 10 € Inscripciones: [email protected] 11 El Tánger de Juan Goytisolo Lectura dramatizada de fragmentos de textos de Juan Goytisolo sobre Tánger, a cargo del actor Joel Minguet. Martes 8 de julio, 20 h Terrazas-Mirador Aforo limitado. Imprescindible reserva: [email protected] Noche Tapiró Miércoles 3 de septiembre De 20 a 22 h, entrada gratuita a la exposición y de 22 a 24 h, proyección de la película El cielo protector, de Bernardo Bertolucci, en la fachada principal del museo Visitas comentadas Incluidas en la entrada Los aparatos de audio se entregan 20 minutos antes de cada visita en el mostrador. Para facilitar la entrega, rogamos máxima puntualidad. En casos excepcionales, el museo puede variar las condiciones de acceso a la visita guiada. A partir del 26 de abril Sábados, 11 h (castellano) y 12.30 h (catalán) Duración: 1 h 12 Lista de obras Josep Tapiró, Pintor de Tánger 1 Josep Tapiró Baró Retrato de tangerino Acuarela sobre papel Colección particular, París 2 Josep Tapiró Baró Retrato de tangerino Acuarela sobre papel Colección particular, Barcelona 3 Josep Tapiró Baró Retrato de jerife Acuarela sobre papel Colección particular, Reus 4 Josep Tapiró Baró Viejo tangerino c.1900-1903 Acuarela sobre papel Colección particular, París 5 Josep Tapiró Baró Belleza de Tánger Acuarela sobre papel Colección particular, Barcelona 6 Josep Tapiró Baró Novia marroquí, Fátima c. 1896 Acuarela sobre papel The Orientalist Museum (Qatar Museums Authority), Doha 7 Josep Tapiró Baró Novia bereber Hacia 1883 Acuarela sobre papel Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona 8 Josep Tapiró Baró Novia Acuarela sobre papel Institut Municipal de Museus de Reus 9 Josep Tapiró Baró Belleza tangerina c. 1891 Acuarela sobre papel Dahesh Museum of Art, New York 17 Josep Tapiró Baró Gnawi Acuarela sobre papel Institut Municipal de Museus de Reus 10 Josep Tapiró Baró El santón darcawi 1896 Acuarela sobre papel The Orientalist Museum (Qatar Museums Authority), Doha 18 Josep Tapiró Baró Parache, el bailarín 1895-1900 Acuarela sobre papel Museo Nacional del Prado, Madrid 11 Josep Tapiró Baró Rifeño Acuarela sobre papel Colección particular, Reus 12 Josep Tapiró Baró El arnauta Acuarela sobre papel Colección particular, Reus 13 Josep Tapiró Baró El santón darcawi de Tafilalt 1895-1900 Acuarela sobre papel Museo Nacional del Prado, Madrid 14 Josep Tapiró Baró Gnawi Acuarela sobre papel The Orientalist Museum (Qatar Museums Authority), Doha 15 Josep Tapiró Baró El santón darcawi de Marrakech Hacia 1890-1900 Acuarela sobre papel Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona 16 Josep Tapiró Baró El morabito Acuarela sobre papel Colección particular 13 19 Josep Tapiró Baró Retrato de derviche Acuarela sobre papel Círculo de Bellas Artes de Madrid 20 Josep Tapiró Baró Tangerino con tarbouche rojo Acuarela sobre papel Colección particular 21 Josep Tapiró Baró Joven sentada Acuarela sobre papel Colección particular, Villanueva de la Cañada (Madrid) 22 Josep Tapiró Baró Interior del taller del artista Acuarela sobre papel Colección particular, Barcelona 23 Josep Tapiró Baró Retrato de joven tangerina Acuarela sobre papel Colección particular, Reus 24 Josep Tapiró Baró Fiesta de los Issawa c.1885 Acuarela sobre papel Colección particular, Reus 25 Josep Tapiró Baró Plantel militar c. 1885 Acuarela sobre papel Colección particular, París Ficha de la exposición Fechas: Del 17 de abril al 14 de septiembre de 2014 Organiza y produce: Museu Nacional d’Art de Catalunya Comisario: Jordi À. Carbonell, profesor de la Universitat Rovira i Virgili Horario: Horario de invierno (1/10 - 30/4): de martes a sábado de 10 a 18 h; domingos y festivos de 10 a 15 h. Horario de verano (2/5 - 30/9): de martes a sábado de 10 a 20 h; domingos y festivos de 10 a 15 h Lugar: Sala de exposiciones temporales 2