Evolución del conflicto armado en cifras

Anuncio
Pnud
Programa de las
Naciones Unidas
para el Desarrollo
Año 2
Julio de 2006
ISSN 1794-9408
Asdi
“Las condiciones de cada negociación
dependerán del contexto y, en especial,
de la llamada correlación de fuerzas”.
Informe Nacional de Desarrollo Humano,
El Conflicto, callejón con salida
Número 16
Así vamos
Política en vez de
balas
p. 12
El invitado
Ricardo Aricapa, autor de
Comuna 13, crónica de una
guerra urbana
p. 15
Buenas prácticas
Escuela de comunicación recrea otro Chocó
p. 20
© Cortesía Ana María Rodríguez
Editorial
La evolución de la
economía ilegal en
situación de conficto
p. 19
Para que los niños, niñas y jóvenes no terminen en las filas de los grupos armados deben tener escuela, oficio, entretenimiento y opciones de vida. Pág. 6
Evolución del conflicto
armado en cifras
En los cuatro años del Gobierno se ha logrado un descenso importante en algunos índices de violencia y la desmovilización de más de 30 mil
combatientes. Una mirada estadística de algunos índices de violencia y su evolución revela, además, retos importantes por enfrentar. Pág. 2
Debate
p. 6
Menores combatientes: una realidad que se esconde
Estimativos hablan de la existencia de 14 mil niños, niñas y adolescentes
en los grupos armados ilegales. Los estudios revelan que las farc y las
auc, estas últimas ya desmovilizadas, son los principales reclutadores.
La única cifra verificable de esa realidad son los 2.864 menores atendidos por el icbf, de los cuales 1.015 pertenecieron a las auc.
¿Cómo nos ven?
p. 9
El papel de la sociedad en el control de armas
No hay programa de prevención, control y reducción a la producción
y tráfico ilícito de armas que pueda ejecutarse o ser efectivo si no se
incluye a la sociedad civil, y ella misma apoya y presiona para que los
compromisos de los Estados se cumplan. La ong de Sudáfrica SaferAfrica, experta en el tema, escribe sobre la problemática mundial.
1 • hechos del callejón
¿Y al fin qué?
Evolución del conflicto
armado en cifras
En los cuatro años del actual Gobierno se ha logrado un descenso importante en algunos índices de violencia y la desmovilización de más de 30 mil combatientes. Una mirada estadística de algunos índices de
violencia y su evolución revela, además, retos importantes por enfrentar.
L
os primeros cuatro años de Gobierno del presidente Álvaro Uribe se recordarán, en lo relativo al conflicto armado,
especialmente por la desmovilización de 30.151 hombres y
mujeres de las Autodefensas Unidas de Colombia (auc), lo que
ha significado, a su vez, una importante disminución de las
masacres, el método más utilizado por este grupo armado ilegal para
imponer sus condiciones en sus regiones de influencia.
La reducción de las masacres en el país muestra la incidencia de este
grupo antiinsurgente en el conflicto armado y es, al mismo tiempo, un
indicativo, entre muchos otros, de la evolución del conflicto colombiano
en los últimos cuatro años (cuadro 1).
Una mirada estadística de algunos índices de violencia y su evolución
revela, según analistas y estudios sobre el tema, unos logros evidentes,
algunas preocupaciones expresadas incluso por funcionarios públicos
(entre otros) y retos importantes que el Gobierno deberá enfrentar.
La Política de Seguridad Democrática
La Política de Seguridad Democrática ha demostrado varios logros,
dice el analista Alfredo Rangel: “han descendido los homicidios, las
masacres, los secuestros, los desplazamientos, los retenes y la toma de
poblaciones por parte de la guerrilla, entre otros. Hay una percepción
de seguridad, la gente se siente más segura y mejor”.
Cuadro 1. Cifras de masacres perpetradas por las auc, 1993-2006
Año
1993
Casos
107
masacres
Víctimas
530
masacres
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002 2003 2004 2005 2006*
Total
86
81
110
114
115
168
236
185
115
94
46
48
12
1.517
448
457
572
563
682
929
1.403
1.039
680
504
263
252
64
8.386
© Cortesía El Tiempo
Observatorio Presidencial de los Derechos Humanos. *Enero-abril
Los homicidios
“Durante el actual Gobierno se ha dado una reducción histórica de los homicidios”, agrega Rangel
(cuadro 2).
Cuadro 2. Cifras de homicidios
Año
Homicidio
Tasa x 100 habit.
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006*
25.398
26.642
25.379
23.096
24.358
26.540
27.841
28.837
23.214
20.167
18.111
5.471
66
68
63
57
59
63
65
66
52
44
40
Fuente: Dijín. *Enero-Abril
Para el Gobierno esta disminución se debe
a la Política de Seguridad Democrática y a
hechos como el incremento del gasto militar,
el fortalecimiento y aumento del número de
soldados en las Fuerzas Militares (de 139.348
en julio de 2002 a 192.540 en marzo de 2006)
y en la mayor presencia de la Policía en el
territorio nacional (incluyendo auxiliares
Durante el actual Gobierno se logró la desmovilización de 30.151 hombres y mujeres de las Autodefensas
Unidas de Colombia (auc).
2 • hechos del callejón
© Cortesía El Tiempo
Los habitantes de Rivera, Huila, acompañaron las honras fúnebre de los 10 concejales asesinados por las farc.
regulares y bachilleres: de 16.011 en julio del 2002 a 19.576 en marzo de
2006). Según el Ministerio de Defensa, el país pasó de tener una Fuerza
Pública (Policía y Fuerzas Militares y sin incluir personal civil) de 295.957
hombres a una de 369.794.
Sin embargo, analistas y ong afirman que a pesar de las cifras alentadoras, deben tenerse en cuenta otros factores. “Parte de la disminución
se debe a la reducción registrada en los últimos años en grandes ciudades (Medellín y Bogotá, por ejemplo) como resultado de las políticas
de gobiernos locales y no necesariamente por la Política de Seguridad
Democrática”, afirma el académico Álvaro Camacho. Hay que tener en
cuenta, además, que los homicidios parecen desplazarse a pequeños
municipios, donde las estadísticas no tienen un impacto tan evidente
en el ámbito nacional. Adicionalmente, los expertos llaman la atención
sobre la necesidad de tener en cuenta cómo se ha ido transformando el
conflicto. En la situación de los indígenas (Hechos del Callejón, N° 9), por
ejemplo, han descendido los asesinatos, pero la violencia contra ellos
tiene hoy otras modalidades: el desplazamiento, el confinamiento y el
asesinato selectivo de figuras representativas de sus comunidades. Así
lo han expresado la Organización Nacional Indígena de Colombia (onic)
y el Centro de Cooperación al Indígena (Cecoin). Una situación parecida
ocurre con los sindicalistas (Hechos del Callejón, N° 11).
El desplazamiento
El desplazamiento sigue siendo una herramienta usada por guerrilla y
las fuerzas paramilitares —a pesar de la desmovilización de las auc y el
Bloque Élmer Cárdenas— para tener control sobre corredores estratégicos para el tráfico de droga y el desarrollo de megaproyectos, entre
otros (cuadro 3).
Por usar metodologías diferentes y no comparables, las estadísticas
de la Red de Solidaridad Social son diferentes a las de Codhes (cuadro
3). Sin embargo, revelan que el fenómeno se sigue presentando y que
las farc y grupos de ultraderecha continúan siendo los principales res-
ponsables del desplazamiento masivo de la población, específicamente
de negritudes e indígenas
Cuadro 3. Desplazamiento en cifras
Periodo
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006*
En depuración
Total
Registrados- Red de Solidaridad Social Estimados- Codhes
251
2.582
15.260
35.675
31.546
331.383
375.187
424.354
220.414
162.501
160.215
30.688
6.396
1796452
89.000
181.000
257.000
308.000
288.000
317.375
341.925
412.553
207.607
287.581
310.387
/
/
3.000.428
* Enero a marzo
El secuestro
Las acciones para enfrentar a la guerrilla y los paramilitares y el llamado
“repliegue estratégico” de las farc han reducido las cifras de secuestro
en Colombia, en general y también si se mira en términos de autoría.
Así lo revelan las estadísticas de la institución gubernamental Fondelibertad (cuadro 4).
Entre 2002 y abril de 2006 las farc fueron responsables de 2.211
plagios, pero mientras en 2002 registraron 990, en 2005 realizaron
198. En el mismo periodo el eln fue autor de 1.389, y también registró
un descenso entre 2002 y 2005. Las auc, según las cifras oficiales,
fueron responsables de 515 plagios a pesar del cese al fuego declarado
en diciembre del 2002 y la desmovilización de más de 30 mil hombres
finalizada en abril.
3 • hechos del callejón
¿Y al fin qué?
Cuadro 4. Secuestro en Colombia según autor, 1996-2006
autor del delito
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006*
TOTAL
Varias organizaciones
0
0
10
5
4
0
11
0
0
0
0
30
Familiares
0
18
29
16
45
13
39
83
55
9
0
307
Disidencias
27
51
142
202
175
56
54
27
14
12
8
768
auc
5
19
64
148
190
233
165
163
123
53
11
1174
Delincuencia común
436
259
307
337
303
294
410
356
426
214
52
3394
Sin establecer
151
419
602
751
1123
476
429
471
364
226
46
5058
eln
192
426
700
791
897
921
788
351
141
88
21
5316
farc
228
431
1014
966
844
927
990
671
317
198
35
6621
total
1039
1623
2868
3216
3581
2920
2886
2122
1440
800
173
22668
Fuente Fondelibertad. Procesado por Fundación País Libre. * A abril
Investigaciones del Gobierno y especialistas en el tema, como la
Fundación País Libre, han advertido que este delito también se ha ido
transformando (Hechos del Callejón, N° 10).
El estudio del Departamento Nacional de Planeación El secuestro
en Colombia (junio 2004) reveló el aumento progresivo de secuestros
producto de alianzas de grupos armados ilegales y la delincuencia organizada. Para la Fundación, han aumentado los secuestros selectivos
y disminuido los masivos, de tipo económico y a miembros de la Fuerza
Pública. Además, en la medida en que se desplaza el conflicto también
se desplaza el fenómeno del secuestro.
Para el Gobierno esta estadística sobre homicidios, masacres, secuestro y desplazamiento, entre otros, “muestra unos logros evidentes. Es
una realidad demostrable, que está ahí”, dice el consejero presidencial
José Obdulio Gaviria. Y en respuesta a los argumentos anteriores que
controvierten las estadísticas oficiales, Gaviria concluye: “Ahora todo
lo del pobre es robado...”.
La desmovilización de autodefensas
En los descensos de los índices de violencia, como homicidios y masacres, ha tenido un impacto la desmovilización colectiva de las auc. El
Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, lo ha afirmado: “son
30.944 (incluyendo las de las auc y el Bloque Élmer Cárdenas) hombres
y mujeres menos que están en la guerra” (cuadro 5).
Cuadro 5. Desmovilizados de las auc durante el gobierno de Álvaro Uribe
2.002 2.003 2.004 2.005
Individuales
Colectivos
auc
0
Guerrillas
730
auc+bec
0
1.041 2.648 10.419
730
3.584 5.620 12.983
Total
697
2.006
Total
1.269
1.096
233
3.295
1.846 1.703
1.468
593*
6.340
16836** 30.944
17.662
40.579
Fuente: Oficina del Alto Comisionado para la Paz y Programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado.
*Enero-marzo **Enero-abril. BEC: Bloque Élmer Cárdenas
Pero organizaciones nacionales e internacionales han expresado su
preocupación por las acciones violentas de desmovilizados y, además,
la creación de bandas en las cuales algunos de ellos tendrían una participación directa. El pasado 17 de febrero la Oficina en Colombia del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
condenó el asesinato de seis campesinos en Sabana Larga, Antioquia,
“a manos de paramilitares desmovilizados del Bloque Noroccidente,
de las Autodefensas Unidas de Colombia, auc, que siguen actuando
en la zona”.
4 • hechos del callejón
El jefe de la misión de la oea, Sergio Caramagna, alertó también por
las amenazas de “personas o de grupos que se autotitulan autodefensas”
a diversas ong (8 de junio). En varias universidades del país —como la
Nacional, la de Antioquia y la del Valle— se ha denunciando amenazas
de muerte contra directivos y estudiantes por parte de autodefensas.
En diferentes regiones del país, como en el Magdalena, se ha responsabilizado a desmovilizados de una ola de atracos y robos. La situación
se presentó en Santa Marta, lo que llevó al comandante de la Policía
del departamento a advertir sobre la importancia de la atención a esta
población para evitar un problema social en el futuro. La situación fue
aún más evidente en Nariño, después de que un grupo llamado Nueva
Generación (ng), compuesto por supuestos paramilitares, enfrentó a
una columna guerrillera en Nariño.
“La preocupación es que los paramilitares estén en un proceso de
reconstrucción en condiciones diferentes: sin una vocería única como
en el pasado; fragmentados, con mandos regionales y no nacionales;
integrados en bandas con sentido no contrainsurgente y, por lo tanto,
no negociables políticamente”, afirma el académico Camacho. “Lo que
inquieta es que unos paramilitares negocien bajo una forma y se reproduzcan en otra”, sostiene el investigador Gonzalo Sánchez.
En el mismo sentido se expresa el especialista en seguridad Armando
Borrero: “existe el interrogante de si los desmovilizados se volverán a
armar como ha sucedido en postconflictos centroamericanos. El reto del
Estado es hacer presencia donde se dieron desmovilizaciones y donde
terratenientes se estarán preguntando: ¿y ahora quién va a protegerme?”.
Los grupos que están surgiendo, dice Alfredo Rangel, son de diferente
origen: “Unos son integrados por desmovilizados pero otros son bandas y nuevas organizaciones. El verdadero problema es que todos los
factores que crearon a los paramilitares siguen intactos”.
El director de la Policía Nacional, general Jorge Daniel Castro, fue
enfático al respecto el pasado 14 de junio: “No hay autodefensas porque
es muy claro que el proceso de desmovilización se terminó y lo que ahora
hay son bandas criminales que tienen que responder por sus ilícitos,
son 25 bandas criminales que están alrededor del narcotráfico”.
El Presidente Uribe ha escuchado las voces de alerta, como lo dijo el
pasado 9 de junio: “se ha tenido noticia de que en algunas partes del país
donde ha habido desmovilizados han reaparecido bandas criminales... Y
hemos escuchado la queja de que algunos paramilitares desmovilizados
se rearman, violan los compromisos, intervienen en negocios de narcotráLas acciones de las farc intentan demostrar
que quizá estén replegadas, pero no inactivas.
fico. La decisión del Gobierno es perseguirlos implacablemente con toda
la determinación de autoridad... Una cosa es la generosidad de un país
para la paz y otra cosa es el ánimo tramposo de los beneficiarios de esa
generosidad con la ciudadanía. Generosos con aquellos que cumplan, con
total firmeza para enfrentar a aquellos que incumplan”. En respuesta a las
preocupaciones el Gobierno ha comenzado acciones importantes, como
crear una Alta Consejería Presidencial para la Reinserción; ordenar que
la Policía realice un monitoreo a los desmovilizados e integrar un equipo
interinstitucional para identificar, combatir, judicializar y desarticular
las bandas conformadas por paramilitares reinsertados.
Además de estos desafíos, el Gobierno tiene un reto concreto, dice el
investigador Sánchez: “que con mecanismos, capacidad y decisión utilice
la Ley de Justicia y Paz para recuperar las tierras que los señores de la
guerra han acumulado bajo la base de la expropiación de los campesinos. Este puede ser un instrumento de reforma agraria, una vía para
que los señores de la guerra ayuden a la redistribución de la riqueza y
un mecanismo efectivo para mejorar la situación del campo”.
© Cortesía El Tiempo
Sobre las guerrillas
La disminución del secuestro (cuadro 4) por parte de la guerrilla —especialmente las farc—, el descenso de las llamadas “pescas milagrosas” y los
retenes, la baja intensidad de sus ataques contra el Estado y la desmovilización de guerrilleros (cuadro 5) han sido resultados de las acciones del
Gobierno en los últimos años, sostienen los expertos consultados.
Con el eln han comenzado diálogos exploratorios importantes que,
se espera, puedan consolidarse en los próximos meses con el apoyo de
la sociedad civil y la comunidad internacional.
En cuanto a las farc, la Fuerza Pública ha ido a la ofensiva militar mucho
más que en otros gobiernos, dice Borrero, con operaciones como el Plan
Patriota, que buscan atacar la retaguardia de esta guerrilla y capturar a
sus principales líderes, entre otros objetivos. “Las farc aumentaron sus
acciones militares, pero disminuyeron en intensidad. Están en una etapa
de repliegue estratégico, pero no de inactividad”, concluye el analista
Rangel. “Aunque no ha habido capturas de gran magnitud —más allá de las
de Simón Trinidad y Sonia—, la ofensiva militar ha permitido que para las
farc cada vez sea más difícil su abastecimiento, su movilidad y su logística.
La realidad ha demostrado que esta guerrilla no está postrada, tampoco
en repliegue y que sigue teniendo capacidad de combate”, agrega. Así lo
demuestran las últimas acciones de este grupo, como paros armados,
asesinatos y amenazas contra alcaldes, concejales y personalidades de
diversa figuración en el ámbito regional.
“Al comienzo el Gobierno tenía una expectativa exagerada de su posibilidad de neutralizar militarmente a las farc. Hoy reconoce que a corto
plazo no es posible un éxito contundente y que esta guerrilla aún tiene
una capacidad de acción importante”, sostiene Rangel. “Hay claridad en
que no es posible una victoria militar aplastante”, agrega Borrero.
Para el Gobierno no se puede hablar de expectativa generada. “El
Gobierno siempre fue realista y lo sigue siendo. Realista ha sido entender
que en Colombia hay una amenaza terrorista, que no hay izquierda ni
derecha y que no hay causas objetivas para un conflicto”, sostiene Obdulio Gaviria. En ese sentido, ha sido recibido positivamente el llamado
del Presidente Uribe a las farc horas después de su triunfo electoral el
pasado 28 de mayo y el encuentro que el equipo de Gobierno tuvo el 30
de mayo “para examinar la búsqueda de caminos de paz con las farc”,
según su comunicado de prensa.
Las farc deben tener en cuenta el contexto internacional y volver a
ganar un espacio político que ha perdido, advierte Sánchez. “En América
Latina se está dando la movilización social con opción de poder y no una
movilización armada. Y la guerrilla debe ser conciente de esto”, indica
Sánchez, quien concluye: “las farc no pueden permanecer por tiempo
indefinido en la inactividad política. El Gobierno y la insurgencia deben
hacer política en el tema de la paz”. ◗
5 • hechos del callejón
© Cortesía El Tiempo
El debate
Los estimativos de Naciones Unidas hablan de la presencia de 14 mil niños y niñas en los grupos armados ilegales.
Menores combatientes:
una realidad que se esconde
Estimativos hablan de la existencia de 14 mil niños, niñas y adolescentes en los grupos armados ilegales. Los estudios revelan que las farc y las auc, estas últimas ya desmovilizadas, son los principales
reclutadores. La única cifra verificable de esa realidad son los 2.864 menores atendidos por el programa
especial del icbf, de los cuales 1.015 pertenecieron a las auc.
Cuadro 1. Menores de edad
a cifra es 2.864. Es la única estadística verificable que existe
La Procuraduría General acaba de
desvinculados de grupos armados
en Colombia sobre la participación de los niños y las niñas
presentar su informe sobre el seguimienen el conflicto armado. Son los menores de edad que entre el
to a las políticas públicas de reinserción
Año
Atendidos
16 de noviembre de 1999 y el 30 de abril pasado tiene regisy desmovilización, en el cual advierte
1999
10
trado el Programa de Atención Especializada a Niños, Niñas
que “dentro del proceso de negocia2000
100
y Adolescentes Desvinculados de los Grupos Armados Irregulares, del
ción que antecede a la desmovilización
2001
196
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (icbf).
colectiva, existe una invisibilización
2002
394
La cifra, sin embargo, es la punta del iceberg de una problemática
de los niños, niñas y adolescentes”. En
2003
775
2004
684
de gran magnitud sobre la que han advertido autoridades nacionales,
febrero, esta entidad, además, presentó
2005
526
organismos internacionales y organizaciones civiles (cuadro 1). La
una denuncia contra los principales je2006*
179
complejidad se evidencia, entre otros aspectos, en el hecho de que no
fes de las autodefensas, de las farc y el
Total
2.864
existen datos sobre cuántos niños y niñas están en los grupos armados
eln por el delito de vincular en sus filas
Fuente: icbf-oim. *A 30 de abril.
al margen de la ley, qué porcentaje representan con respecto al total de
a menores de edad.
combatientes, cuántos de ellos mueren en confrontación o por castigos
El secretario general del Sistema de Naciones Unidas registró el dato
severos, cuántos quedan lisiados, qué pasa con aquellos que logran huir, de 14 mil niños, niñas y adolescentes pertenecientes a grupos ilegales
qué ocurre con las mujeres y con quienes siguen enrolados.
armados y milicias urbanas en Colombia en su informe Los niños y los
L
6 • hechos del callejón
conflictos armados (noviembre de 2003). Así, Colombia ocupa el cuarto
lugar entre los países en el mundo con mayor número de niños, niñas
y jóvenes en los grupos armados ilegales, después de República Democrática del Congo, Ruanda y Myanmar. Según estos estimativos, los
2.864 niños atendidos por el icbf representarían sólo el 20,5% del total
de menores reclutados por las fuerzas irregulares.
De acuerdo con unicef, del total de niños combatientes el 25% ha
visto secuestrar y el 13% ha secuestrado. Asimismo, 18% reconoce haber
matado por lo menos una vez, 60% ha visto matar, 78% ha visto cadáveres
mutilados, 18% ha visto torturar, 40% ha disparado contra alguien y 28%
ha sufrido heridas (Hechos del Callejón, N° 15).
En La niñez en el conflicto armado colombiano (2002) la Defensoría del
Pueblo informó que la mayoría de los niños y niñas base de su estudio
expresó que en donde se encontraban (frente, cuadrilla o columna) convivieron con otros menores. “Si tenemos en cuenta que los adolescentes
pertenecían a un total de 40 frentes o columnas se puede concluir que
la presencia de menores de edad es muy alta”, asegura esta entidad.
La situación de esta población volvió a alarmar por un reciente
reportaje de cnn (9 de junio) sobre la vida de adultos que estos niños
tienen que llevar, y ante un video revelado por el noticiero cm& (6 de
junio), donde se ve a los niños recibiendo entrenamiento para disparar,
movilizarse en medio de la amenaza y el peligro, defenderse y atacar.
© Cortesía Colprensa
© Cortesía Simone Bruno
Los reclutadores
De los 2.864 niños y niñas atendidos por el programa del icbf (hasta el
pasado 30 de abril), el 61,7% declaró que venía de las filas guerrilleras:
1.399 de las farc y 368 del eln (cuadro 2).
La coalición internacional para acabar con la utilización de niños soldados ha documentado prácticas aterradoras de las farc, como la ocurrida
Cuadro 2. Menores desvinculados en Acevedo (Huila), donde les dieron
instrucciones a dos niños de 14 y 15
por grupo armado
(noviembre 1999-abril 2006)
años para llevar dos caballos, uno
cargado con explosivos. Un animal
farc
1.399
explotó y mató al joven de 14 años.
auc
1.015
En el caso del eln también se ha
eln
368
Otros grupos
44
descubierto que algunas unidades
Sin contacto
38
de este grupo están conformadas
Total
2.864
principalmente por niños y niñas,
Fuente: icbf-oim
como lo dice Human Rights Watch
en su estudio Aprenderás a no llorar: niños combatientes en Colombia.
Las farc y eln han prometido acciones para replantear esta práctica, penalizada por la justicia colombiana y la internacional. Según la
organización Watch List on Children and Armed Conflict en su informe
Colombia. La guerra en los niños y en las niñas, en 1999 las farc se comprometieron a no reclutar menores de 15 años, y en 1998 el eln mostró
cierta voluntad de dialogar sobre el derecho humanitario.
Sin embargo, el reporte del 2005 de la Oficina en Colombia del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
asegura que el “total desconocimiento y desprecio por los deberes
humanitarios por la guerrilla, en particular de las farc-ep, pudo
observarse en reclutamiento de niños”.
Las organizaciones paramilitares también utilizaron masivamente el
reclutamiento forzado, incluso después de la declaración del cese de
hostilidades (diciembre del 2002), según denuncias de organizaciones
no gubernamentales, el Departamento de Estado de Estados Unidos y la
onu. En su reporte anual sobre terrorismo del 2005 enviado al Congreso
de Estados Unidos, el Departamento de Estado resaltó como un avance
del Gobierno las desmovilizaciones, pero señaló que se continuaron presentando masacres, secuestros, asesinatos y reclutamiento de menores.
El informe de la Alta Comisionada de la onu para los Derechos Humanos
también afirma que se siguió registrando el ingreso de menores a esas
tropas.
Según el programa del icbf, el 35,4% de los niños, niñas y jóvenes
atendidos dijeron provenir de las auc, hoy desmovilizada (cuadro 2). Los
diferentes estudios revelaron que después de las farc, los mayores reclutadores eran los paramilitares. Pero el desmonte de la estructura militar
de este grupo registraría otra realidad. El proceso de negociación con las
auc llevó a la desmovilización colectiva de 30.151 hombres y mujeres y
de 426 menores, es decir, el 1,4%. Estos 426 corresponden a 342 entregas
reportadas por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y 84 realizadas
por el Bloque Central Bolívar y por el del Meta y Vichada “como muestra
de buena voluntad” dentro del proceso de desmovilización. Los otros 589
menores de edad que estuvieron en las auc y que aparecen registrados
en el icbf fueron capturados o se desvincularon individualmente.
“Una de las características principales del conflicto es que los grupos
armados irregulares esconden estas situaciones”, dice Beatriz Linares,
consultora de la Organización Internacional para las Migraciones (oim).
Una de las razones, señala, es que hoy la Corte Penal Internacional
penaliza y castiga el reclutamiento de menores de 15 años como un
crimen de guerra.
El Protocolo ii adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 dice que
los niños menores de 15 años no deben ser reclutados por grupos armados
irregulares. Esta práctica también es una violación a la Convención sobre
los Derechos del Niño y su protocolo facultativo referente a la participación de los niños en los conflictos armados. En Colombia, el Código Penal
establece cárcel de 6 a 10 años a quien enliste niños en el conflicto.
El espacio de los menores no es el de la violencia y menos en grupos armados ilegales.
7 • hechos del callejón
© Cortesía Ana María Rodríguez
El debate
La ausencia de oportunidades en el área escolar, por
ejemplo, es otra razón que impulsa al menor a ingresar a
un grupo armado. “Se estima que 1,6 millones de niños se
encuentran por fuera del sistema educativo. Esto equivale al 13% de la población de niños y niñas entre los 5 y 17
años. Adicionalmente, hay marcadas inequidades entre las
zonas urbanas y las rurales. Mientras las primeras tienen
una cobertura de 91%, en las segundas sólo el 77% de los
niños y las niñas en edad de recibir educación asisten a un
establecimiento educativo. La repetición del año escolar en
el sector oficial duplica o triplica a la del sector privado”,
dice la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos al describir la situación en el 2005. Los jóvenes
atendidos por el programa del icbf, en sus seis años de
existencia, ratifican estos estimativos: de los 2.864, 614
llegaron con quinto de primaria.
unicef también describe como causas del reclutamiento
la pobreza y falta de oportunidades sociales y económicas,
el vacío de poder en conflictos crónicos y los entornos
violentos. “En el trasfondo se aprecia la ausencia de oportunidades para el niño, la niña o el adolescente [señala
el indh El Conflicto, callejón con salida]. La familia no los
retiene y a menudo los expulsa, la escuela no llena sus
aspiraciones y el grupo armado aparece como una opción
atractiva”. A este panorama —maltrato infantil, violencia
La ausencia de oportunidades es otra razón que impulsa a los menores a ingresar a un grupo armado.
intrafamiliar y falta de oportunidades— se suma que los
niños son fácilmente manipulables y “hay una incidencia fundamental en
Obligados por las circunstancias
El reclutamiento de menores es una expresión de la degradación del la etapa de la adolescencia”, dice Linares.
Los imaginarios juveniles pesan mucho, como lo revela la invesconflicto, dice el Informe Nacional de Desarrollo Humano El Conflicto:
callejón con salida; también advierte que en las zonas rurales inciden tigación “Transiciones conflictivas: combatientes desmovilizados en
factores como la presencia de los armados, la vinculación de uno o Colombia”, de la Universidad de Harvard. “Los ex paramilitares viven
con imágenes de la ‘masculinidad militarizada’, es decir, construyen
varios familiares al grupo ilegal y la ausencia de oportunidades.
“Más que obligados por los grupos, son obligados por las circunstan- una imagen en donde las armas, el dinero fácil e infundar temor en los
cias”, asegura Pedro Quijano, secretario ejecutivo de la Alianza por la demás trae beneficios que son difíciles de conseguir en la legalidad”,
Niñez Colombiana. Es por esta razón que los expertos en el tema con- advierte la investigación (Hechos del Callejón, N° 14).
sideran que el reclutamiento de menores
siempre es forzado a pesar de que los
niños, niñas y adolescentes manifiesten
que se enrolaron de manera voluntaria.
“Seguramente la niña que ingresa al grupo
armado viene de padres desplazados o de
una situación de pobreza extrema. Es un
Hasta el momento, según Linares, “el tema de los niños es un tema de
círculo vicioso de abandono, desatención, pobreza”, señala Quijano,
para quien las 23 organizaciones que integran la Alianza buscan llamar buena voluntad y no se ha visto como un tema de alta política”. No obstanla atención sobre el drama de la niñez y diseñar propuestas y acciones te, el Estado viene avanzando en la atención a esta problemática de varias
que ataquen de manera integral la situación. Entre otras razones por- formas. Ha fortalecido el programa del icbf y fomentado la desarticulación
que el maltrato infantil y otras conductas abusivas contra los niños son de grupos armados irregulares. Asimismo, viene mejorando la capacidad
caldo de cultivo para el reclutamiento. “Un niño al que toda la vida le de atención de los menores desvinculados, dice Julián Aguirre, quien está
han pegado sus padres, con un arma en la mano piensa que nadie le va a cargo del programa del icbf. Hoy en día a esta población se le garantiza
a volver a pegar”, dice Quijano. “Hay niños que castigan a la mamá por identificación, salud, vinculación escolar, formación prelaboral, atención
psicosocial y apoyo familiar. “Es uno de los mejores programas en medio
su maltrato reclutándose en un grupo armado”, añade Linares.
El reporte de Centros Zonales del icbf del 2005 registró 15.500 denuncias de una situación de conflictos parciales y/o postconflictos parciales”,
de maltrato físico, y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses comenta. También reconoce el reto de formular y fortalecer una política
reportó 59.770 casos de violencia intrafamiliar en el 2004, de los cuales pública de prevención de vinculación de niños y niñas al conflicto y de
9.847 tuvieron como víctimas a menores de edad, según la campaña “Vota formas de violencia. Porque, como dice El Conflicto: callejón con salida, “para
no ir a la guerra hay que tener escuela, oficio y entretenimiento”. ◗
por mí”, promovida por la Alianza.
“
Más que obligados por los grupos, son obligados por las
circunstancias. Por esta razón el reclutamiento de menores
siempre es forzado a pesar de que los niños, niñas y adolescentes manifiesten que se enrolaron de manera voluntaria”.
8 • hechos del callejón
¿Cómo nos ven?
El papel de la sociedad civil
en el control de armas
pequeñas y ligeras
Es necesario encontrar fórmulas para prevenir, manejar y reducir esa gran cantidad de armamento que
circula en el mercado negro mundial. No hay programa de control a la producción y tráfico ilícito de
armas que se ejecute o sea efectivo si la sociedad civil no es incluida y ella misma presiona para que se
cumplan los compromisos internacionales.
Por Virginia Gamba y Martín Orlando
© Cortesía El Tiempo
SaferAfrica1
El aceso fácil a armas no reguladas,ilegales y baratas aumenta la posibilidad de acciones violentas en la sociedad, según investigaciones que se han realizado.
A
raíz del interés global sobre la proliferación de armas pequeñas y ligeras (especialmente a partir de 1996), se han
negociado varios acuerdos internacionales, la mayoría
liderados por Naciones Unidas y otros por organismos
regionales. Así surgieron los parámetros para combatir el
flagelo de las armas ilícitas y asegurar su decomiso y destrucción.
Los instrumentos internacionales más importantes son el Plan de
Acción de Naciones Unidas contra el Tráfico ilícito de Armas Pequeñas
1. SaferAfrica es una ong de Sudáfrica con operaciones en todo el continente (con el
programa de control de armas más antiguo) y en América del Sur. Se especializa en
ofrecer servicios gratuitos a gobiernos y a la sociedad civil con el fin implementar
acciones que beneficien la paz y la seguridad de los Estados y los pueblos.
9 • hechos del callejón
y Ligeras (Unpoa) y el Protocolo de Armas de Fuego de la Convención
de Viena sobre el Combate al Crimen Transnacional Organizado. En
el continente americano la herramienta jurídica más importante para
hacer frente al problema es la Convención interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municiones, explosivos y
otros materiales relacionados (Cifta). En el caso de la Comunidad Andina
la herramienta es la Decisión 552, firmada en el 2003. En África destacan
el acuerdo de la Organización de Unidad Africana del 2000 (Acuerdo de
Bamako) y el subsiguiente Acuerdo de Windhoek (2005). En el ámbito
subregional, son vinculantes el Protocolo de Armas de Fuego de la sadc
en África Austral y el Protocolo de Nairobi para África del Este.
En todos los instrumentos internacionales se hace hincapié en el
papel de la sociedad civil en la implementación de medidas para evitar
¿Cómo nos ven?
la proliferación de armas cortas y ligeras en asocio con los gobiernos,
que son los responsables de tomar la acción necesaria nacionalmente
para la solución de este reconocido flagelo.
Otro tema que preocupa es el poder de la corrupción. Los gobiernos
se ven constantemente enfrentados a grupos criminales poderosos que,
con el dinero o la fuerza, intentan amedrentar, incidir y corromper las
decisiones y acciones públicas.
El efecto en la sociedad es aún mayor. El acceso fácil a armas no reguladas, ilegales y baratas aumenta la posibilidad de acciones violentas
en la sociedad, como la violencia doméstica, suicidios por arma de fuego
o accidentes por su mal manejo. En sociedades rurales se está dando
el fenómeno de robo de ganado con armas de fuego automáticas, una
amenaza difícil de contener con medios convencionales.
El aumento del crimen armado genera inestabilidad general en la
sociedad, obligando a la población a adoptar medidas de seguridad
personal y privada que muchas veces están por fuera del control
estatal y no responden a las necesidades ciudadanas. A su vez,
la percepción y la realidad de la inseguridad personal afectan la
dinámica de desarrollo socioeconómico del Estado, impidiendo
inversión externa y desarrollo de la mediana y pequeña empresa.
Finalmente, la existencia de armas de este tipo en la sociedad
daña la confianza mutua dentro de la sociedad civil y además hiere
mortalmente los principios de tolerancia y resolución pacífica de conflictos personales. En suma, la proliferación de armas de fuego tiene un
efecto muy real en la vida y seguridad humanas y perturba posibilidades
económicas de comercio y de desarrollo.
La naturaleza del problema
Las fuentes de armas ilícitas son variadas: a) armas que entraron a los
países en forma encubierta estaban relacionadas con el contexto de
seguridad internacional del periodo de la Guerra Fría; b) armas que entraron al Estado como legales en una circunstancia específica pero que
por faltas de control, robo o corrupción entraron en el mercado ilícito; c)
armas legales en posesión de individuos con licencia para portarlas y que
se escaparon de control; d) armas ilícitas que entraron al país en forma
“
El acceso fácil a armas no reguladas, ilegales y baratas aumenta la posibilidad de acciones
violentas en la sociedad”.
ilegal por organizaciones criminales, y e) armas que son “hechizas” o de
fabricación casera dentro del país y que siempre fueron ilegales. Asimismo,
muchas armas y municiones son extraídas de “buzones” o lugares donde
fueron enterradas y olvidadas luego de ser usadas en luchas civiles o
pujas de poder por diferentes facciones y grupos armados.
La participación de la sociedad civil
En la esfera subregional que afecta a Colombia, por ejemplo, la Declaración 552 de la Comunidad Andina de Naciones (can), que tiene carácter
de norma jurídicamente vinculante para los países miembros, incluye
desde el inicio de su texto a “todos los sectores de la sociedad”, con lo
cual refleja el espíritu del Unpoa, al abrir el campo a la colaboración
entre Estado y sociedad civil en el combate contra las armas pequeñas
y ligeras. En su articulo 4.g. la Decisión 552 establece “la participación
activa de la sociedad civil en la formulación e implementación de un
programa de acción nacional para abordar el problema de manera integral y sostenible”. Además del mandato que tiene la sociedad en el tema,
muchos organismos no gubernamentales, organizaciones comunitarias y
expertos civiles realizan acciones dirigidas a prevenir la violencia armada,
mediar en conflictos, proteger a familias y menores, defender los derechos
de la mujer y luchar contra adicciones, entre otros.
© Cortesía Colprensa
Los efectos y el impacto
Con tantas fuentes de armas ilegales, sus efectos se sufren en el ámbito
gubernamental y en la sociedad civil. La proliferación de estas armas
afecta a los gobiernos porque se incrementa el potencial de crimen
armado violento, se dificulta la provisión de seguridad personal a los
ciudadanos y se afecta el presupuesto nacional.
Ante la posibilidad de obtener armas ilegales a bajo costo, los actores de diferentes tipos de conflictos optan por soluciones armadas, lo
que impide la solución pacífica de los mismos. De la misma forma, este
fácil acceso a todo tipo de armas, además de incentivar el contrabando,
facilita que las bandas u organizaciones criminales nacionales e internacionales realicen sus actos. Esto, al mismo tiempo, afecta el control
efectivo de los gobiernos sobre puertos y fronteras y obliga a invertir
mayores recursos en equipos y personal, entre otros.
La implementación
En los últimos cinco años, en muchos países, la sociedad civil se ha comprometido en la reducción de la proliferación de armas. Si bien la mayoría
de esas actividades no se realizó en asociación o con la participación de
los gobiernos, en otras sí hubo una relación estrecha. En África, que ha
liderado estos esfuerzos a partir del 2000, se han organizado conferencias
nacionales de armas con representación de todos los sectores del país, gubernamentales y no gubernamentales. En dichas conferencias el gobierno
ha buscado la opinión y experiencia de la sociedad civil en la percepción
del problema y en su potencial solución. Algunas de estas conferencias
se realizaron en Tanzania, Botswana, Namibia, Uganda, Mali y Kenia, y en
ellas los participantes contaron sus experiencias. En todos los casos se
detectaron cinco roles fundamentales que las sociedades están dispuestas
a asumir y, además, cuáles eran los sectores civiles más directamente
La sociedad debe intervenir en la prevención, manejo y reducción de armas.
10 • hechos del callejón
© Cortesía Colprensa
comprometidos: 1. Investigación: universidades y centros
de investigación y estadística;
2. Difusión de información: medios de comunicación y ong a
través de campañas públicas;
3. Educación: centros de educación primaria, secundaria,
voluntaria y de la tercera edad;
4. Provisión de recursos: sectores de las empresas privadas y
las cooperativas; 5. Motivación
del diálogo público: institutos
de paz y reconciliación, incluidos los organismos religiosos y
profesionales especializados.
En los sectores de la socie- El tráfico de armas en el mundo tiene efectos directo en el ámbito gubernamental y en la sociedad civil.
dad civil consultados en África
se vio claramente que los organismos y entes especializados en salud, impacto sobre la vida de personas y comunidades es un importante esfuerzo
mujer y juventud (incluido el deporte) tenían un papel que cumplir para que se entienda que la mayoría de los casos de violencia armada en
porque, además, son fundamentales en la educación de la sociedad a Colombia no están relacionados con el conflicto armado, sino con actos
largo plazo y en la prevención de la violencia armada.
criminales comunes.
Otro tema de debate interesante que surgió en África fue la relación
entre la pobreza, las faltas de alternativas socioeconómicas y la prolifera- Conclusión
ción de armas ilícitas y su uso. En un principio se pensó que la relación era La sociedad civil puede realizar muchas tareas para evitar la proliferación
directa, pero el trabajo de campo demostró que las principales víctimas de armas pequeñas y ligeras. Quizás la más importante es asumir un audel crimen armado son los pobres en todas las circunstancias, y que no tocontrol, porque tanto ella como el gobierno son atacados por igual por
se puede decir que entre más pobres más armas ilícitas hay en un país. inseguridades y violencia. Ambos sectores tienen que trabajar juntos para
Se comprobó en el diálogo público africano que la mayoría del crimen solucionar la tragedia de la violencia armada. Los procesos de la sociedad
realizado con armas de fuego es generado por menores de edad que se civil organizada perduran más que los organizados desde la administración
asocian para actuar. Además se descubrió que ante un ataque, el ciuda- pública. Por ello, puede educar a las generaciones futuras sobre el uso
dano con licencia para portar armas no puede defenderse en la mayoría responsable de las armas y, adicionalmente, intentar evitar la violencia
de los casos y, por el contrario, su arma resulta robada y utilizada contra facilitando el diálogo y la generación de confianza entre comunidades,
ese ciudadano en casi todas las circunstancias.
En el aspecto socioeconómico se confirmó que algunas
comunidades se dedican a la producción de armas hechizas porque no tienen otra alternativa económica. Así
sucede en Tanzania, donde se descubrió una producción
casera notable de armas de fuego. El gobierno no calificó
a estas comunidades como criminales, por el contrario, vio el potencial autoridades y entes civiles. Lo que la sociedad civil no tiene son recursos
de su capacidad artesanal y redirigió el esfuerzo colectivo a la fabricación y, a veces, la capacitación adecuada para influir en forma permanente en
de motonetas usando los mismos equipos usados para la producción de el control de este flagelo. Por ello, debe actuar con otros.
armas. Para ello el gobierno le explicó a la comunidad el problema de
Naciones Unidas, la industria privada y otros organismos nacionales
las armas ilícitas y luego invirtió recursos de desarrollo en alianza con la e internacionales pueden facilitar recursos económicos para permitir y
sociedad civil con el fin de transformar la infraestructura para la fabrica- promover el trabajo de la sociedad civil, porque la proliferación de armas
ción de armas en montajes para producir motocicletas. En este proceso de de fuego y su negativo impacto socioeconómico es un problema que afecta
conversión ayudaron las universidades, grupos de profesionales y el sector tanto a gobernantes como a gobernados, y además es un problema global.
privado con información, recursos y capacitación a los artesanos.
Por lo tanto, va más allá de una política o una legislación nacional.
En Colombia, la ong que ha realizado mayor trabajo al respecto es
La solución de esta problemática debe incluir a todos los sectores
la Fundación Gamma Idear, que desde el 2001 capacita sobre el tema gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales
a diversos sectores civiles; ha realizado encuestas para demostrar el para que actúen de común acuerdo y en alianza para entregar a las
impacto y la percepción de la problemática de armas de fuego en el país generaciones futuras unas sociedades menos violentas. El control de la
y ha facilitado el diálogo interministerial, parlamentario y de sociedad proliferación de armas y su reducción es, de esta manera, un imperativo
civil en relación con las regulaciones, leyes y prácticas para reducir la de la sociedad global. Donde exista un arma se encontrará un uso para
proliferación de armas pequeñas y ligeras y, por lo tanto, disminuir la ella, legal o ilegal. Entonces, ¿no es mejor reducir la cantidad de armas
violencia armada en el país. Su folleto Armas de fuego en Colombia: su mientras construimos un futuro en paz? ◗
“
El control de la proliferación de armas es un imperativo de la sociedad global. Donde exista un arma
se encontrará un uso para ella, legal o ilegal”.
11 • hechos del callejón
Así vamos
Política en vez de balas
Es necesario seguir impulsando acciones encaminadas a asegurar el ejercicio pleno de la democracia
teniendo en cuenta las elecciones de alcaldes y concejales en 2007 y las futuras. El objetivo es que el ciudadano pueda expandir sus derechos y elegir libremente entre una pluralidad de proyectos de sociedad.
P
ara los grupos armados ilegales no existen las reglas de
la democracia, a saber: el respeto al derecho universal al
voto, elecciones libres e imparciales, el derecho al acceso a
cargos públicos y de respeto a la expresión y reivindicación
de la pluralidad de diferentes modelos de sociedad. Por eso,
en la resolución de la pugna por el poder ellos acuden a mecanismos
que atentan contra los derechos políticos y civiles.
Como afirma el Informe Nacional de Desarrollo Humano El Conflicto,
callejón con salida, la confrontación armada “hace valer la fuerza sobre
la razón, la coacción sobre la convicción, el fusil sobre el argumento”1.
Sin embargo, aunque Colombia padece un conflicto interno que lleva
más de 40 años, se le reconoce históricamente por tener un régimen
democrático estable y uno de los más antiguos del continente.
La periferia y el centro
En El Conflicto, callejón con salida se describe una división en Colombia,
una “periferia” y un “centro”, teniendo en cuenta que entre esas categorías
no hay un dualismo sino todo un abanico de matices y complejidades.
La periferia estaría constituida por unas regiones “menos pobladas, más
campesinas, menos integradas al mercado, con menos poder político y a
menudo discriminadas o explotadas”. En cambio, el centro estaría inte-
© Cortesía El Tiempo
1. pnud, El Conflicto, callejón con salida, Bogotá, pnud, 2003, p. 105.
Es común que en tiempos electorales las guerrillas agudizan sus acciones para intimidar a la sociedad civil y evitar la votación, principalmente
en las regiones. Entre tanto, las fuerzas paramilitares sacan a relucir su
capacidad de infiltración, la cual llega incluso a las ciudades.
Cumplidas las dos elecciones del presente año, las del Congreso y las
de presidente, es conveniente mirar qué tanto el conflicto armado ha logrado atacar la democracia y cuál es el mejor camino para protegerla.
Las pasadas elecciones presidenciales, cumplidas el 28 de mayo, marcaron una diferencia con relación a las anteriores: menos violencia y más votos.
12 • hechos del callejón
grado por las principales ciudades, las cuales exhiben una economía dinámica, parcialmente integrada a la economía externa, un sistema político
estable y unos índices de pobreza y exclusión inferiores a los que muestra
la periferia2. Así, la estabilidad de la democracia en Colombia dependía,
principalmente, de que no se vieran afectados ciertos procesos políticos,
como las elecciones de alcaldes y concejales en las grandes ciudades.
Mientras las regiones sufrían las acciones de los grupos armados ilegales, que intimidaban a los ciudadanos para evitar las votaciones (violando sus derechos civiles y políticos), el centro se encontraba aislado
de esas presiones. Este hecho era esencial para la coexistencia entre
estabilidad democrática y conflicto,
pues como el centro reúne el mayor
porcentaje de la población no se
veían afectadas, en el agregado, las
elecciones nacionales de presidente
o del Congreso.
Sin embargo, las elecciones de 2002
y 2003 fueron un campanazo para
centrar la atención en la protección y fortalecimiento de la democracia
colombiana: en 2002 las farc obligaron a alcaldes y concejales de 420 municipios a abandonar sus puestos; además, entre agosto de 2002 y julio de
2004 asesinaron a 25 alcaldes y ex alcaldes y a 127 concejales3. En 2003 se
registraron 136 renuncias extemporáneas de candidatos a alcalde, gobernación y concejo por amenazas y “posibles amenazas”4; en 22 municipios
se presentaron candidaturas únicas a alcaldías y en 11 municipios no fue
posible llevar a cabo las elecciones por problemas de orden público5. La
mayoría de estas acciones fueron realizadas por las guerrillas.
Los paramilitares también atentaron contra las reglas y procedimientos que definen la democracia. En zonas de aparente dominio paramilitar
las elecciones presentaron fuertes anomalías; por ejemplo, en algunos
municipios del Magdalena la votación por un mismo candidato a representante a la Cámara estuvo entre el 93% y el 97% de los votos. En Cesar
hubo candidato único a la Gobernación en las elecciones locales de 2003.
Sucre, Córdoba y Antioquia también tuvieron resultados electorales no
convencionales. Las auc lograron una expansión a través de células de
intercambio,6 que cumplen la función de relacionarse con los agentes
más poderosos de la sociedad y con los sectores más influyentes. Transan con ellos protección, dinero e influencia, y así acceden a gobiernos
e instituciones gubernamentales en las ciudades. Este incremento en
el poder paramilitar fue una alarma para los comicios de 2006: las auc
advirtieron que buscaban ampliar su poder político en el Congreso y
el número de aliados allí, que según ellos era del 35%.
Las elecciones presidenciales del 28 de mayo marcaron una diferencia con relación a anteriores. A pesar de algunas denuncias, el derecho
al voto fue respetado en el país. Es de gran importancia que los civiles
hayan podido votar, sobre todo en las regiones, pues significa que la
estabilidad democrática ha ampliado algo su territorio, antes exclusivo
del centro. Esto demuestra la necesidad de seguir impulsando acciones
encaminadas a asegurar el ejercicio pleno de la democracia teniendo en
cuenta las próximas elecciones de alcaldes y concejales del 2007. Aún hay
mucho por hacer con respecto a la gobernabilidad local. Ningún esfuerzo
en este sentido ha sido en vano y es clave continuar trabajando para que
el Estado tenga pleno control regional con el fin de fortalecer y legitimar
las instituciones, consolidar la justicia y para que los gobiernos locales
tengan la autonomía y la capacidad para responder a las necesidades de
la ciudadanía. Alcanzar la estabilidad de la gobernabilidad local es un paso
fundamental para evitar que se repitan atentados contra la democracia.
“
La paz política consiste en cambiar la oposición armada por
la oposición desarmada. No se trata de negar el conflicto social, ni
del conformismo o el unanimismo. Se trata de que las diferencias
de interés y de visión del mundo fluyan con entera libertad”.
Los tres pilares de la democracia
La palabra democracia significa, literalmente, “gobierno del pueblo”. Como
miembros de la comunidad política, por medio de elecciones libres los ciudadanos escogen representantes que deben actuar según los intereses de
sus electores. Partiendo de una concepción liberal, la democracia supone
la existencia de una pugna por el poder entre intereses, modelos de sociedad y concepciones de bien a veces antagónicos. Como sistema político es
un conjunto de reglas para el acceso al poder, es una “manera de organizar
la sociedad con el objeto de asegurar y expandir los derechos”7.
Un Estado legítimo debe evitar a toda costa que se vulnere este sistema
de reglas garantizando el respeto a: 1) los derechos políticos: derecho
universal al voto, a elecciones libres, a elecciones imparciales y derecho
de acceso a cargos públicos, y 2) los derechos civiles: derecho a la vida, a
la integridad física y a la seguridad; derecho a la información (libertad de
prensa); derecho a la libertad de expresión y derecho a la libre asociación
(véase gráfico 1). De no ser así, la participación ciudadana en cuanto veedora del proceso electoral se ve limitada por la violación a los derechos
mencionados, y la acción de la ciudadanía es bloqueada como herramienta
para purgar a fondo el proceso electoral, al estar amedrentada por las
presiones que los actores violentos llevan a cabo sobre candidatos y electores. Así, los tres pilares que componen la democracia liberal —los derechos políticos (igualdad política), los derechos civiles (Estado de derecho)
Gráfico 1. Pilares de la democracia liberal
Derechos políticos (igualdad política)
Derechouniversal
universalalalvoto
voto
--Derecho
Eleccioneslibres,
libres,imparciales
imparcialesyyfrecuentes
frecuentes
--Elecciones
- Derecho de acceso a cargos públicos
Democracia
2. Ibid., p. 21.
3. Gustavo Ducan, “Del campo a la ciudad en Colombia: La infiltración urbana de los
señores de la guerra”, Documentos Cede 2005-2, Bogotá, Universidad de los Andes,
enero de 2005. Edición electrónica (http://ideas.repec.org/cgi-bin/htsearch).
4. Comunicado de prensa de la Registraduría Nacional, 2 de octubre de 2003: “Renuncia
de candidatos”.
5. Comunicado de la Federación Colombiana de Municipios, 1 de septiembre de 2003.
6. Gustavo Duncan, op. cit.
Derechos civiles (Estado de derecho)
-- Derecho
Derecho aa lala vida,
vida, aa lala integridad
integridad física
física yy aa lala seguridad
seguridad
-- Derecho
Derecho aa lala información
información
-- Derecho
Derecho aa lala libertad
libertad de
de expresión
expresión
- Derecho a la libre asociación
Participación directa
--Mecanismos
Mecanismosde
departicipación
participacióndirecta
directa
--Descentralización
Descentralización
- Capacidades políticas
7. Amartya Sen, Desarrollo y libertad, Bogotá, Planeta, 2000, p. 51.
13 • hechos del callejón
© Cortesía Colprensa
Así vamos
La participación directa y libre de la ciudadanía tanto en el centro como en la periferia es uno de los pilares de la democracia liberal.
y la participación directa— pueden ser quebrantados por los actores del
conflicto armado, ya sea a través de mecanismos mafiosos o de las armas.
El respeto y la protección de los derechos políticos y civiles fortalecen
la legitimidad del Estado, la cual es necesaria en la lucha contra actores
alternativos que han adquirido poder territorial llenando vacíos que deja
el Estado. En este sentido, seguir trabajando en el fortalecimiento de la
legitimidad es una de las estrategias más importantes para recuperar el
dominio de la coerción en manos del Estado. La importancia de estar alerta
y de continuar con las políticas y acciones
encaminadas a fortalecer la democracia y
defenderla en la totalidad del territorio
nacional se debe a que el conflicto puede
quebrantar cada uno de los tres pilares de
la democracia, como sigue:
1. Derechos políticos: si no se cumplen las condiciones para participar
libremente en las elecciones y en movimientos y asociaciones tampoco
existirán garantías ni incentivos para la participación directa. La violencia
puede destruir la posibilidad de cualquier tipo de expresión de voluntad
política. La libre elección puede verse afectada por la presencia de los grupos armados que determinan las decisiones de los electores en las regiones
por medio del terror, el dinero, amenazando y matando candidatos.
2. Derechos civiles: el secuestro, las masacres, las torturas, las ejecuciones extrajudiciales, los homicidios, las desapariciones forzadas y demás
acciones cometidas por los actores del conflicto violan el derecho a la
vida, a la integridad física y a la seguridad, lo cual limita las posibilidades
de ejercer el derecho al voto. El voto, el más importante entre los derechos de participación política, debe ser protegido tanto en la periferia
como en el centro: no puede ser silenciado por la fuerza de las armas o
determinado por las presiones mafiosas.
3. La movilización social es “un derecho fundamental y una vigorosa
muestra de salud de una democracia”8. En Colombia, debido a la existencia de grupos armados ilegales que atentan contra la sociedad civil, las
manifestaciones sociales han sido estigmatizadas como opositoras del
régimen existente, lo que perturba la ampliación de los derechos sociales. La derecha y la izquierda han llegado a estar tan desdibujadas que la
“cultura de la suspicacia” parece haber impregnado la opinión pública.
En las elecciones de mayo de 2006, por primera vez en la historia del
país, la izquierda obtuvo una votación significativa. Se desplegaron el
ejercicio del derecho a la asociación y del derecho a la libre expresión, lo
que implicó un avance valioso al reflejar que se ha rescatado el alcance
“
Los tres pilares que componen la democracia liberal
pueden ser quebrantados por los actores del conflicto armado,
ya sea a través de mecanismos mafiosos o de las armas”.
8. pnud, El Conflicto..., op. cit., p. 373.
14 • hechos del callejón
de uno de los fines prioritarios del sistema democrático. La oposición es
necesaria y debe tener un espacio central dentro de la política, pues su
papel es fundamental para ampliar los derechos sociales. Si la oposición se
ejerce libremente aumenta su fuerza y contundencia dentro de la política
y, por lo tanto, se avanza en el camino de entender que es posible canalizar
expresiones violentas de los conflictos dentro del sistema democrático.
La paz política consiste en cambiar la oposición armada por la oposición
desarmada. No se trata de negar el conflicto social, ni del conformismo o
el unanimismo. Se trata de que las diferencias de interés y de visión del
mundo fluyan con entera libertad, de que se expresen todos los proyectos
de sociedad posibles para que el ciudadano pueda escoger entre ellos9.
Se requiere, por tanto, seguir impulsando los esfuerzos por recuperar
los derechos políticos y civiles para sustituir la violencia por la política.
Mientras se garanticen estos derechos fundamentales para la democracia,
la política como herramienta elemental para desterrar la violencia estará
más a la mano, pues proteger la democracia contra todo tipo de amenazas
impide que la violencia capture plenamente de la política10. ◗
9. Ibid., p. 385.
10. Ibid., p. 387
El invitado
Ecos de la comuna 13
Por Ricardo Aricapa
Autor de Comuna 13, crónica de una guerra urbana
E
l Gobierno Nacional exhibe la pacificación
de las comunas de Medellín como uno de
los logros importantes de su Política de Seguridad Democrática y lo sustenta con cifras
y resultados que lucen incuestionables. Son
resultados que los habitantes de las comunas saben apreciar y valorar, en especial quienes en el pasado vivieron
en carne viva los estragos de la guerra que la guerrilla y
los paramilitares libraron por el control territorial de los
cordones periféricos de la ciudad.
Sin embargo, saben que a pesar de las cifras, no es una paz que puedan
considerar como irreversible, concluyente, y que tienen que recibir con
beneficio de inventario, pues nada les garantiza que no sea más que un
episodio pasajero, una especie de tregua entre la guerra que pasó y la
que viene.
Ese sentimiento de desconfianza, incertidumbre y pesimismo lo vi en
expresiones y gestos de mucha de la gente con la que conversé cuando
realicé la investigación para el libro Comuna 13, crónica de una guerra
urbana, publicado por la Editorial Universidad de Antioquia.
El caso de la Comuna 13 es emblemático dentro de la guerra urbana
que vivió Medellín entre 2001 y 2002. Fue la zona donde la confrontación
armada tuvo grueso calibre y los niveles de crueldad y violencia alcanzaron las cotas más altas, con casos aún no resueltos que siguen suscitando
pronunciamientos de organizaciones de derechos
humanos, Amnistía Internacional entre ellas.
La gente valora la paz
que les llegó tras la Operación Orión, la que acabó
con la guerra y expulsó a
milicianos y guerrilleros, pero también tiene motivos de desconfianza.
Llevan más de 20 años viéndoles el rostro —o las capuchas— a los grupos
armados, comprobando que lo único que cambia de una época a otra
son sus uniformes y brazaletes.
En los años ochenta, cuando se iniciaban las invasiones que dieron
origen a la mayoría de los barrios de la Comuna 13, los grupos dominantes eran bandas de pillos locales.
Marco Aurelio, personaje del libro, es elocuente: “A uno lo atracaban a las seis de la mañana, al medio día, en la noche, saliendo de la
casa, ¡cogiendo el bus! Lo atracaban por un bazuco y por una inquina
lo mataban. ¡Carajo!, esto se volvió insoportable”.
Surgieron grupos armados con la misión de enfrentar la delincuencia.
Fueron especies de autodefensas barriales que con el correr de los
años se constituirían en un nuevo poder, que terminó cometiendo los
mismos atropellos y tropelías de los grupos que antes combatían. Hasta
cuando llegó una avanzada del eln y estableció en la zona, a principios de los noventa, el poder miliciano. Las bandas delincuenciales y
“
de autodefensas barriales que se rebelaron contra este
nuevo poder fueron combatidas hasta el destierro y el
exterminio.
Fue así como a lo largo de aquella década las milicias
del eln y los Comandos Armados del Pueblo sentaron
dominio en la Comuna 13, calificada en ese momento, y
todavía, como una de las zonas más deprimidas y abandonadas de la ciudad. Los milicianos patrullaban las calles,
dictaban las normas de convivencia, imponían el orden y
la seguridad e, incluso, organizaban las rifas y espectáculos. Y cobraban por hacerlo una vacuna —en dinero o en especie— a
tenderos, transportadores y comerciantes.
A principios de 2001 irrumpieron las auc a disputarles el poder a
los milicianos. Fue el fin de la “paz armada” que éstos habían impuesto
por cerca de 10 años y el comienzo de una nueva guerra, más feroz que
todas las anteriores.
Los paramilitares adoptaron los mismos métodos y estrategias de los
milicianos, como el aliarse con bandas de delincuentes, reclutar combatientes entre jóvenes de los barrios o en las filas del propio enemigo,
cobrar vacunas y realizar ejecuciones con lista en mano. Incluso, hasta
en el uso de capuchas terminaron pareciéndose.
La Operación Orión también fue el comienzo para la instauración
de un nuevo poder en la Comuna 13, el mismo que imperaba en otras
comunas de la ciudad: el
poder paramilitar. Y es
un poder que, como consecuencia de la desmovilización y reinserción del
Bloque Cacique Nutibara
de las auc ha cambiado
de matices y formas de
presentación e, incluso, de intensidad, pero no de naturaleza ni de
intención.
Para nadie es un secreto que en los barrios populares de Medellín
prevalece el poder soterrado del aparato paramilitar, en cualquiera de
sus presentaciones y condición. El propio Alonso Salazar, secretario
de Gobierno de Antioquia, denunció zonas donde se siguen cobrando
las vacunas y la presencia de “mucha gente sospechosa” con armas, en
buena parte reinsertados.
También hay nuevas relaciones económicas y políticas que este poder
ha establecido. Es un poder con dominio pleno del escenario, un poder
que ordena quién se queda y quién se va, quién se muere y quién vive,
quién paga la vacuna y qué está prohibido y qué no.
Muy poco ha cambiado en la Comuna 13. La intervención allí ha sido
del orden militar. Las causas de fondo, las de orden social, económico,
cultural y humano que generan la injusticia, la inseguridad y la violencia en esta deprimida zona de la ciudad, siguen intactas y, en algunos
casos, son peores. ◗
La población de la Comuna 13 lleva más de 20
años viéndoles el rostro —o las capuchas— a los grupos armados, comprobando que lo único que cambia
de una época a otra son sus uniformes y brazaletes”.
15 • hechos del callejón
La página humanitaria
Reconocimiento y respeto
a las víctimas: el primer
paso hacia la paz
Ser escuchado, reconocido y respetado son principios de humanidad claves en procesos de reparación y
reconciliación. Y son, además, gestos indispensables desde el Estado hacía las víctimas.
E
el reconocimiento, la reparación y la reconciliación. De esta manera se
transitará efectivamente hacia la reconstrucción de la sociedad.
El reconocimiento, la reparación y la reconciliación
El acercamiento del Estado a las víctimas por medio de una participación
efectiva con estos diálogos permanentes permitirá que se reconozcan sus
derechos vulnerados y se les valore como sujetos sociales. Además, el
diálogo con organizaciones de víctimas en el ámbito local le permitirá al
Estado un trabajo más efectivo en términos de tiempo y recursos.
En esa dirección, será un avance hacia la reconciliación el apoyo que
la Comisión y la comunidad humanitaria podrán brindar a las organizaciones sociales civiles de base, respetándolas, impulsando la representatividad que tienen, rodeándolas para su fortalecimiento y seguridad y
reconociéndoles sus intereses y necesidades. De acuerdo con el derecho
internacional humanitario, las víctimas deben ser dignificadas, escuchadas
y reconocidas como sujetos de derecho en un camino hacia la paz.
En el tema de la reparación es importante brindarles a las víctimas
una respuesta integral que, por lo tanto, incluya tanto la restitución de
los derechos vulnerados como la reparación de las pérdidas materiales
ocasionadas por el conflicto.
Fue lo único que ella y su familia pudieron recoger
antes de que fueran forzadas a desplazarse.
© Cortesía David Parra • pma
n el camino hacia la paz es central la atención a las víctimas,
y para garantizar la pertinencia y la eficacia de la atención
del Estado es necesaria la participación activa de las víctimas
como sujetos sociales a quienes se les han vulnerado sus
derechos.
En este marco, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación
(cnrr) busca proporcionar espacios donde se reconozcan los derechos
vulnerados, se recojan los testimonios de los afectados y se explore cómo
será el procedimiento para la reparación. A través de este proceso, además, se requiere conseguir una atención que garantice la reincorporación
de las víctimas a la sociedad de una manera digna.
Precisamente, dos de las funciones asignadas a la Comisión por la
llamada Ley de Justicia y Paz se refieren de manera expresa a las víctimas
como sujetos activos en un proceso hacia la paz (ver recuadro):
1. Garantizarles a las víctimas su participación en los procesos judiciales
y la materialización de sus derechos.
2. Presentarle al país un informe público sobre las razones del surgimiento y la evolución de los grupos armados ilegales.
En las zonas más afectadas por el conflicto, donde hay un mayor
número de víctimas, es necesario acercarse a esta población a través de
diálogos regionales permanentes. El objetivo es que en esos espacios,
entre otros, se recojan las necesidades y expectativas de las víctimas y
sean incluidas en el diseño de las estrategias y las políticas públicas para
16 • hechos del callejón
© Cortesía Ana María Rodríguez
Pero en muchos casos exitosos de
reconciliación se ha ido más allá de esta
reparación material. En Chile y Sudáfrica
los Estados posibilitaron espacios abiertos para que las víctimas presentaran en
extenso los casos de violación de sus derechos. Eso les ha permitido a las víctimas
poner en palabras el dolor de las pérdidas
y comenzar así con el reconocimiento y
después con el acercamiento a la reparación, la reconciliación y la reconstrucción
de las sociedades.
Estos casos muestran cómo por la
vía de la palabra (expresión escrita y/o
hablada) frente a la sociedad local y al
mundo se comienza a sanar la sociedad,
Las víctimas del desplazamiento del conflicto armado exigen la verdad y una reparación integral.
con implicaciones que van más allá de una
reparación material.
representantes de la Mesa de Víctimas de Norte de Santander, las persoSer escuchado, reconocido y respetado son principios de humanidad nerías de Tibú y El Tarra y la Defensoría del Pueblo.
claves en procesos de reparación y reconciliación. Y son, además, gestos
De la misma forma, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Huindispensables desde el Estado hacía las víctimas. Sólo así se logrará un manitarios de las Naciones Unidas (ocha) en coordinación con otras
ambiente de credibilidad y confianza en el diálogo entre la víctima y el agencias del Sistema de Naciones Unidas, con organizaciones sociales,
Estado como representante de los ciudadanos.
instituciones del Estado y ong nacionales e internacionales que trabajan
El reconocimiento, la reparación y la reconciliación son indispensables en el tema humanitario están promoviendo en la zona que comprende
en la búsqueda de la paz. En Colombia, a diferencia de otros países, esto Arauca, Boyacá, Casanare, Norte de Santander y Santander actividades
debe adelantarse en medio del conflicto, lo que, sin duda, representa un para sintonizar las necesidades y expectativas de las víctimas con las
desafío adicional para la sociedad y el Estado.
respuestas que deben recibir. En este proceso se busca que los diferentes
actores trabajen de manera conjunta en posibles salidas, y que los temas
Un puente entre la Comisión y las víctimas
humanitarios permanezcan en la agenda pública de la región. Dentro
En este contexto, varias organizaciones humanitarias están promovien- de las actividades al respecto se han promovido acercamientos entre la
do el encuentro, intercambio y diálogo entre la Comisión, la comunidad comunidad humanitaria, medios de comunicación y sector privado.
humanitaria y las víctimas.
Asimismo, con la Comisión, el pnud y la Universidad Javeriana han
Así, por ejemplo, el pasado 16 de junio en Bochalema, Norte de apoyado el trabajo que vienen realizando las Mesas Humanitarias, y han
Santander, se realizó un encuentro entre miembros de la Comisión y acompañado la labor de Testimonio, Verdad y Reparación (Tevere), la Asorepresentantes de embajadas y de Pastoral Social de Arauca, Norte de ciación de Víctimas del Magdalena Medio (Asovim), la Mesa de Víctimas del
Santander y Santander.
Norte de Santander, el Programa de Paz de Norte de Santander y Pastoral
También participaron voceros de organizaciones como el Consejo Social, que son algunas de las instituciones del nororiente colombiano que
Noruego para los Refugiados y la Asociación de la Comunidad Motilón llevan a cabo trabajos de formación de asociaciones de víctimas, recolecBari (Asobari), miembros del Programa de Paz de Norte de Santander, ción de testimonios, mapeo y ubicación de población afectada. ◗
Sobre la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación
La Ley 975 de 2005, también llamada Ley de Justicia
y Paz, crea la Comisión Nacional de Reparación y
Reconciliación, la cual se reglamentada parcialmente
a través del Decreto 4760. Esta norma, en sus artículos
19 a 22, habla específicamente de la composición de
la Comisión, los procedimientos para designar los
representantes de las víctimas, el desarrollo de sus
funciones y los recursos para su funcionamiento.
Funciones de la Comisión
El artículo 52 le fija las siguientes funciones:
1. Garantizar a las víctimas su participación en procesos
de esclarecimiento judicial y la realización de sus
derechos.
2. Presentar un informe público sobre las razones
para el surgimiento y evolución de los grupos
armados ilegales.
3. Hacer seguimiento y verificación a los procesos
de reincorporación y a la labor de las autoridades
locales a fin de garantizar la desmovilización plena
de los miembros de grupos armados ilegales y el
cabal funcionamiento de las instituciones en esos
territorios. Para estos efectos la Comisión podrá
invitar a participar a organismos o personalidades
extranjeras.
4. Hacer seguimiento y evaluación periódica de la
reparación y señalar recomendaciones para su
adecuada ejecución.
5. Presentar, dentro del término de dos años, contados
a partir de la vigencia de la ley, ante el Gobierno
y las Comisiones de Paz de Senado y Cámara de
Representantes un informe acerca del proceso de
reparación a las víctimas.
6. Recomendar los criterios para las reparaciones con
cargo al Fondo de Reparación a las Víctimas.
7. Coordinar la actividad de las Comisiones Regionales
para la Restitución de Bienes.
8. Adelantar acciones nacionales de reconciliación que
busquen impedir la reaparición de nuevos hechos
de violencia que perturben la paz nacional.
9. Darse su reglamento.
17 • hechos del callejón
Buenas prácticas
Escuela de comunicación
recrea otro Chocó
(Viene de la página 20)
la semana en los colegios, las parroquias, los barrios, el convento, la
cárcel... Se trataba de incentivar la narración de historias recurriendo
a la crónica, la música y el reportaje utilizando para este fin no sólo
las diferentes herramientas periodísticas, sino el conocimiento del
contexto, de sus culturas, de su papel en este momento de la historia en
el que la violencia, la pobreza, el desempleo, la insalubridad y la mala
educación los golpea de manera inclemente. Porque el Chocó padece
la guerra de las balas, pero también el abandono estatal.
“
computador, la grabadora. Se define el encuentro con el entrevistado y,
finalmente, la prisa se cambia por el deleite de escuchar el producto terminado. Han sido 16 crónicas radiales de no más de 5 minutos cada una,
donde el ejercicio principal es escuchar para narrar.
La matrícula no tiene ningún valor y son más de 90 participantes.
Este año el numero se duplicó y muchos de ellos tienen espacios propios
radiales en emisoras locales e invitan a muchos más jóvenes del Chocó a
unirse a este propósito.
El proyecto se ha convertido en una herramienta para atenuar el impacto del conflicto,
pero también en una alternativa de trabajo e
inversión de tiempo para los jóvenes, lo que
ayuda a restarle guerreros al conflicto armado.
Según un diagnóstico juvenil elaborado por
el Centro Cultural Mama U, un 70% de la población de la ciudad de Quibdó, capital del Chocó, son jóvenes. En la última década la ciudad creció
desmesuradamente —a causa del conflicto armado— y niños y niñas que
vivían en poblaciones ribereñas de otros municipios del departamento
llegaron a la capital como efecto del desplazamiento forzado.
Es una experiencia de construcción de cultura y de
ciudadanía para comunicar cosas distintas a la guerra y a la
marginación. El objetivo también es superar prejuicios”.
Se visibilizó lo invisible
Los coordinadores de la Escuela de Comunicación Radiofónica, Dianne
Rodríguez y Milton Patiño, sueñan con una emisora que tenga amplios
espacios para jóvenes, niñas y niños; con un estudio de producción radiofónico-musical; con editar módulos radiofónicos que vayan construyendo
nuevas sensibilidades en torno a la etnicidad. La radio es una “opción que
deberían tomar los jóvenes ante tanto desempleo”, dice Dianne. “Esto
algún día les puede servir para un empleo fijo”, agrega Milton.
De sobresalto en sobresalto, este proyecto va etnolocutando (interlocutando) con muchas personas e instituciones. La diócesis de Quibdó es una
gran aliada. unicef, en un convenio que realizó con esta institución clerical,
llevará la escuela a los municipios del Alto Atrato: Bagadó, Lloró y Yuto.
El Sena seguirá avalando este esfuerzo. Los periodistas de las emisoras
locales dan voces de aliento, exaltan la creatividad y
abren espacios radiales a los jóvenes.
El Premio Nacional de Paz que recibió la diócesis
de Quibdó en el 2005 por el acompañamiento que da
a los procesos de edificación de la vida y la dignidad,
por el acento étnico de su labor pastoral y por su actitud de anuncio y de denuncia, muestra que ésta es
una apuesta real por salir del callejón. Este año fue
precisamente en Quibdó donde se declaró oficialmente
abierta la convocatoria a la octava edición del premio,
en un acto que se cumplió el pasado 7 de junio. Allí
estuvieron líderes de proyectos que también, como
lo hace la Escuela de Comunicación, se han ingeniado
formas diferentes para hacerle frente a la guerra. ◗
© Cortesía Dianne Rodríguez Montaño
Crónicas de la vida real
Muchas historias empezaron a conocerse. Por ejemplo, la crónica de
Paola Ortiz y Mariestela Córdoba, dos estudiantes del colegio Integrado
Femenino, que lograron impactar a la audiencia chocoana en sólo cinco
minutos con “Levantamiento de cadáveres”; ellas se preguntaban: ¿qué
sienten los funcionarios que realizan este trabajo? ¿De qué manera los
afecta psicológicamente? ¿Llegan a familiarizarse con la muerte? El tema
resultó revelador porque, entre otros aspectos, la protagonista es una
mujer madre de familia.
O la crónica de Fabio y Sureya sobre los ancianos. O la de Genith
Fuentes y Carmen Serna, quienes fueron a un prostíbulo para recolectar
testimonios de esta situación. O la de Daniel Isidoro, crónica autobiográfica sobre los niños de la calle. O la de John Arley, Cendy y Denni
sobre el vih/sida. O la de Heiler y Yasiris sobre los “alabaos” (canciones
religiosas y funerarias afrocolombianas). O la titulada “Salud pública:
mal incurable”, de Gisela Ferrer y Neidy Reyes.
Cada semana es un corre-corre. El trabajo comienza con aspectos
logísticos, como conseguir el dinero para comprar las pilas o buscar a
quien se comprometió a conseguir prestados los equipos, la consola, el
Los jóvenes cuentan sus historias como un mecanismo para
expresar su dolor y sus esperanzas.
18 • hechos del callejón
Editorial
La evolución de la economía
ilegal en situación de conflicto:
retos y perspectivas
D
etrás de los negocios de la guerra hay organización, inteligencia, logística, coordinación, estrategia, modernización,
eficiencia y productividad. Por ello, se requieren acciones
contundentes para agotar las fuentes de recursos que sostienen y
perpetúan la existencia de los grupos ilegales que batallan en este
conflicto armado cada vez más degradado.
Acabar o al menos disminuir el acceso de los grupos armados
ilegales a recursos económicos es un paso fundamental en el camino
hacia la paz. No se puede olvidar que el círculo vicioso entre recursos y guerra es uno de los factores explicativos de la prolongación
del conflicto armado en Colombia. Mientras los ejércitos ilegales
tengan y reproduzcan medios para subsistir, será más difícil generar
los incentivos para llevarlos a una mesa de negociación. En este
sentido, la lucha constante por acabar los recursos que alimentan la
guerra puede ser una de las estrategias más efectivas en el proceso
de reducir los actores armados ilegales.
La financiación no sólo proviene de los negocios ya conocidos:
extorsión, secuestro, clientelismo armado, apropiación de regalías,
narcotráfico, mercado negro de divisas, apropiación ilegal de tierras, hurto de combustible, tráfico de oro y esmeraldas, negocios
financieros, construcción, finca raíz, comercializadoras, casas de
cambio, mercados de abastos y juegos de azar.
La movilidad que las estructuras económicas de estos grupos
tienen dentro de los mercados es alta y está directamente relacionada con la vulnerabilidad y fallas que estos mercados tengan en
términos de regulación, control y respeto a los derechos de propiedad y contratos. Así, las posibles fuentes para generar
recursos van más allá de las mencionadas y pueden estar
latentes en cualquier mercado.
Una característica importante de los actores armados es
que son cazadores de rentas. Así, si disminuye la rentabilidad
o los intereses satisfechos por determinado negocio, la inversión se desplazará hacia nuevas oportunidades financieras.
Ante este panorama, las acciones y políticas contra los
recursos de la guerra deben ir más allá de las necesarias
para combatir la infiltración y participación en los mercados ya
conocidos. Se requiere generar las condiciones institucionales,
legales y políticas para blindar la economía en su conjunto. Es de
gran importancia incrementar la atención y modernizar y adecuar
los sistemas de inteligencia que buscan desmantelar e interceptar
las fuentes de ingresos de los ilegales, pues cada vez es más complejo el monitoreo de los mercados en los que se infiltran estos
grupos.
Cerrar el acceso a nuevas fuentes de ingreso es la táctica más
adecuada para complementar los esfuerzos que se adelantan en
la búsqueda de la paz. Es clave agotar las tradicionales fuentes de
recursos de los grupos ilegales, pero también estar atentos a futuros
mecanismos de infiltración y los posibles mercados, como aquellos
mercados a los que pueden acceder a través de las tecnologías de
la información. Las plataformas digitales permiten sobrepasar todo
tipo de fronteras, y sin embargo la legislación sobre las transacciones
efectuadas por esta vía aún no está lo suficientemente desarrollada
como para evitar el crimen. Esto, por lo tanto, implica un gran reto
hacia delante.
Pero no hay que olvidar que la regulación y control de transacciones ilegales por medio de alta tecnología de la información es
una responsabilidad compartida con el resto del mundo. En consecuencia, es importante insistir en el compromiso que también tiene
la comunidad internacional.
La evolución de los recursos de los ilegales en un contexto de
confrontación armada persistente hace que sea imprescindible
estar alerta y concientes de que no es suficiente combatir
las formas de financiación que han sido identificadas. Los
ojos también deben estar puestos sobre el conjunto de
la economía y, con la ayuda del resto del mundo, en los
mercados globalizados. Las acciones adelantadas para
bloquear las múltiples posibilidades de negocio de los
actores armados ilegales no se pueden quedar atrás de la
constante innovación en los métodos de adquisición ilícita
de recursos.◗
Bruno Moro, Representante Residente Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, pnud
Producido por: Área de Desarrollo Humano pnud
Editora: Olga González Reyes
Redacción: Bibiana Mercado Rivera, Karen Heshusius
Colaboradores: María Victoria Duque • OCHA-SSH • Agradecimiento Especial: Periódico El Tiempo • Colprensa • Ana María Rodríguez • Simone Bruno • David Parra / PMA
Reconocimiento especial: Dirección de Prevención de Crisis y Recuperación (BCPR, por sus siglas en inglés) del PNUD, con sede en Nueva York
Diseño gráfico y corrección de textos: Editorial El Malpensante S. A. • Impresión: Panamericana Formas e Impresos S. A.
Boletín Hechos del Callejón: Carrera 11 N° 82-76, Oficina 802, Bogotá, Colombia • Teléfono: 6364750 extensión 205–208–202 • Fax: 6364750 extensión 209
Comentarios y sugerencias: [email protected], [email protected] • Visite nuestra página de internet: www.pnud.org.co/indh2003
Las opiniones y planteamientos expresados no reflejan necesariamente las opiniones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, su junta directiva, ni los Estados miembros
19 • hechos del callejón
Buenas prácticas
Ejemplos concretos de cómo sí es posible salir del callejón
www.saliendodelcallejon.pnud.org.co
Escuela de comunicación
recrea otro Chocó
La Escuela de Comunicación Radiofónica de Quibdó se ha propuesto mitigar el impacto de la violencia y
la marginación mediante la participación juvenil en la narración de historias que rescaten una cultura
interétnica. El proyecto se ha convertido en una alternativa de trabajo e inversión de tiempo para los
jóvenes, con lo que se le resta guerreros al conflicto armado.
Por Jesús Durán Téllez
Diócesis de Quibdó y Proyecto Regional del Pacífico
Q
© Cortesía Dianne Rodríguez Montaño
uibdó es la modernidad. No para el foráneo que llega volando
desde otras ciudades colombianas o europeas. No para el chocoano que ha tenido la oportunidad de conocer otros cielos. Sí
para los niños, niñas y jóvenes que suben o bajan en sus canoas de las
decenas de ríos que recorren el departamento del Chocó.
Muchos de ellos no conocen físicamente los carros, ni los teléfonos,
ni los últimos electrodomésticos lanzados al mercado. Por eso, cuando
navegan por el Atrato y divisan las edificaciones de Quibdó, incluida
la catedral, y se mezclan en el mundo caótico que generan los carros
entre la carrera primera y el malecón y las calles llenas de huecos con
algún vestigio de cemento saben que a su regreso van a tener muchas
historias para contar.
De vuelta por el mismo río Atrato, el San Juan y el Baudó también
flota esa cultura milenaria de africanos e indios que sobrevive hasta hoy.
¿Cómo contar toda esa riqueza interétnica que guarda la región?
Pensando en eso y en que a través de las historias conocemos a los
pueblos, nació la Escuela de Comunicación Radiofónica de la diócesis de
Quibdó y de la Corporación para las Comunicaciones Tamboreo. Es un
proyecto que busca mitigar el impacto de la violencia y la marginación
mediante la participación juvenil en la narración de historias que rescaten
esa cultura interétnica.
La escuela fue una de las respuestas de la diócesis a la difícil realidad
chocoana y, a la vez, la forma creativa para acercarse a los jóvenes, escucharlos y abrir con ellos espacios de diálogo. En el proyecto convergen
otras expresiones juveniles que se vienen desarrollando en estos territorios y que tienen que ver con el teatro, la danza, la música, el cine —proyecciones de películas en barrios populares—, así como con encuentros
culturales, grupos juveniles y el festival anual de arte joven.
Superar prejuicios
¿Cuáles son las historias chocoanas? Esta es una de las primeras preguntas
que se les plantea a quienes participan en la Escuela de Comunicación
Radiofónica, porque se trata, precisamente, de una experiencia de construcción de cultura y de ciudadanía para comunicar información distinta
a la guerra y a la marginación. El objetivo es superar prejuicios.
La rápida respuesta refleja el imaginario que se ha construido:
“Nuestras historias están atravesadas por el desplazamiento,
la injusticia y el olvido”. ¡Hay que comenzar a trabajar!
La escuela empezó con una reunión cada semana
a la que asistían estudiantes de los colegios Integrado Femenino y Pedro Grau, del grupo Ven
Te Cuento de la Universidad Tecnológica, del
Centro Cultural Mama U, del grupo de Plan
y de la pastoral (un total de 56 jóvenes);
incluso desde la cárcel participaron
12 internos. Ellos trabajaban toda
La Escuela de Comunicación Radiofónica de la Diócesis de Quibdó
reúne a más de 90 participantes.
(Pasa a la página 18)
Descargar