sócrates 2013-14 - Gobierno de Canarias

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TEMA 1. LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA EN GRECIA.
I. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA.
La historia de la civilización griega se suele dividir en tres períodos.
1) Período arcaico (ss.VIII-VI a. C.)
2) Período clásico ( ssV-IV a.C. )
3) Período helenístico (ss.III-I a.C.)
PERÍODO ARCAICO.
La sociedad griega primitiva era fundamentalmente rural y aristocrática; dominaba una
nobleza de terratenientes que tenía todo el poder económico y político en sus manos. En una
situación así, a los pobres y descontentos no les quedaba más solución que expatriarse, buscando
tierras libres que cultivar.
El movimiento colonizador griego tiene, pues, un origen socio- económico. Las fértiles
tierras de Asia Menor y del sur de Italia fueron los lugares de destino. En Grecia había demasiada
población para la escasez de recursos, y la aparición de la moneda provocó un endeudamiento
insoportable de los más pobres.
La aventura colonizadora se dirige, en primer lugar, hacia la Jonia, donde surgen ciudades
prósperas con una brillante civilización; Mileto, Efeso, Samos y otras muchas. Destacamos a Mileto
porque es la más floreciente y es el lugar donde vive el primer filósofo conocido. En estas ciudades
confluyen condiciones desconocidas hasta ahora en Grecia; prosperidad económica, desarrollo
artesanal y comercio marítimo floreciente; formas políticas más flexibles y tolerantes; ruptura con
el pasado y apertura a otras civilizaciones (las orientales), que aportan el caudal de nuevos
conocimientos que permiten relativizar las propias tradiciones.
El otro lugar de colonización es Italia meridional. Allí la prosperidad económica favorece las
experiencias políticas, sociales, filosóficas y artísticas. Sin embargo, la democracia no se instaló en
seguida. Cuando a finales del siglo VI y principios del V la dominación persa hace difícil la vida en
Jonia, florecerá la filosofía en esta «magna Grecia», ejemplo de ello es la escuela de Elea y los
pitagóricos, Empédocles, y Gorgias. A través de esta radiante civilización, etruscos y romanos
entrarán en contacto con la cultura griega.
Entretanto, en la Grecia continental la aristocracia pierde terreno, pierde el monopolio de la
defensa de la ciudad, y ya no puede justificar la usurpación del poder político. Los terratenientes
ceden ante unos «nuevos ricos» que ya no son nobles. Por otro lado, la inestabilidad social es
continua, y estallan revoluciones sociales que exigen el reparto de las tierras y la abolición de las
deudas. Así se explica la aparición de «legisladores» y «tiranos» que monopolizan el poder
apoyados en el descontento popular. Se prepara el terreno jurídico y social para la democracia. Pero
no sólo asciende la clase «burguesa» y mejoran los pobres, sino que los tiranos ejercen un
verdadero mecenazgo literario y artístico, engrandeciendo y embelleciendo la pólis.
1
PERÍODO CLÁSICO
La victoria sobre los persas (guerras médicas) confiere la tranquilidad exterior a los griegos
y permite el desarrollo de la Grecia clásica. Al mismo tiempo, consagra la supremacía de Atenas.
Pero las guerras entre las ciudades son continuas y las rivalidades internas no cesan nunca; sólo la
época de Pericles supone un período de paz relativa.
La ciudad constituye el centro de un Estado independiente. La ciudad de Atenas ofrece
refugio en caso de guerra y es el centro de toda actividad económica, social y política; en ella están
los mercados, las escuelas y gimnasios, el teatro y los templos.
La democracia supone la isonomía (todos son iguales ante la ley) y la isegoría (todos tienen
derecho a hablar en la Asamblea). La Asamblea de ciudadanos es soberana; todos pueden participar
en ella de tal manera que la Grecia clásica ignora el sistema representativo: el ejercicio de la
soberanía es directo. Sólo las oligarquías (gobierno de uno o unos pocos), cuando triunfan, limitan
estos derechos. Pero además de la Asamblea existe un Consejo y numerosos magistrados, por lo que
sobre estos últimos se ejerce todo tipo de controles para evitar su preponderancia.
Sin embargo, la ciudad griega se basa en gran parte sobre el trabajo de los esclavos, éstos
carecen de todos los derechos de los ciudadanos. Los ciudadanos libres son un 25% de la población.
Son considerados ciudadanos libres sólo los hombres (varones ), adultos, y con propiedades.
Infravaloran el trabajo físico, se dedican al control de sus propiedades y a la vida pública.
Contribuyen económicamente al funcionamiento de la polis, al mantenimiento de magistrados,
soldados etc. Del trabajo de la casa y asuntos familiares se encarga la mujer quedando marginada de
la vida pública, carece de derechos como ciudadana y queda supeditada al poder del varón.
Atenas, como Mileto, es también puerto de mar. Impone su economía, sus productos, sus
gustos y su estilo en toda Grecia. No es extraño, pues, que a ella afluyeran numerosos extranjeros,
muchos de los cuales se quedan allí a vivir (son los metecos) hasta el punto de que llegan a
constituir casi un tercio de la población. Excluidos de derechos políticos y de la propiedad
inmobiliaria, son bien recibidos y se les asimila en todo lo demás a los ciudadanos. Se dedican al
comercio, a los pequeños oficios o a las artes
Todos estos rasgos explican bastante bien por qué Atenas se convirtió en el centro del
pensamiento filosófico. Las condiciones eran favorables: economía floreciente libertades
democráticas con tactos con otras culturas, afluencia de extranjeros, curiosidad por todo... Por lo
demás la religión clásica había perdido vitalidad: los mitos casi sólo servían de inspiración para el
arte y la literatura no existía un sacerdocio organizado ni había libros sagrados: el pensamiento
estaba libre de dogmas.
Hijos de esta época fueron los sofistas, Sócrates, Platón y Aristóteles.
Aristóteles señala que la grandeza de la filosofía radica en que «no es una ciencia práctica»;
los que la buscan están «movidos sólo por el afán de conocer y no por fin utilitario alguno», y por
ello «sólo es posible en aquellos lugares en que los hombres pueden dedicarse al ocio». Esta
filosofía es fundamentalmente teórica y contemplativa, prima el conocimiento y los valores teóricos
así como la construcción de modelos ideales y descuidan llamativamente el avance de la técnica
La ciudad democrática hizo posible, pues, la eclosión de la filosofía. Pero he aquí la
paradoja: en general, ni los filósofos ni los poetas sienten gran simpatía por la democracia.
2
PERÍODO HELENISTICO
Las conquistas de Alejandro permiten que la civilización griega entra en contacto con las
culturas orientales; y aunque sale victoriosa en esta confrontación las nuevas tierras se
«helenizan»—, son muchos los elementos exóticos que termina por asimilar.
El bienestar y la felicidad de los ciudadanos ya no es una consecución de la ciudad
democrática, sino que procede de los «beneficios» del rey para con sus súbditos. El hombre libre de
la época anterior ha desaparecido. La única libertad posible entonces consiste, como proclaman los
estoicos, en una libertad «interior»: el único hombre verdaderamente libre es el rey soberano. El
representa el poder divino y de él emana toda ley.
La riqueza ha aumentado considerablemente y en todas partes domina una burguesía
acomodada y culta, celosa de sus privilegios: ya no puede hablarse de auténtica democracia. Por
otro lado, el poder del rey se hace notar continuamente Sin embargo, en estas ciudades aumenta
continuamente el bienestar de la burguesía se llega a un lujo desconocido hasta entonces y las
preocupaciones culturales se extienden: las escuelas se multiplican, la educación alcanza también a
la mujer y los más ricos envían a sus hijos a estudiar a Atenas.
La cultura helenística adquiere algunos caracteres nuevos que proceden, al menos
parcialmente, del contacto con las culturas orientales. La religiosidad recibe nuevos impulsos, e
inquietudes referentes a la salvación, la muerte y la otra vida. El arte, paralelamente, abandona las
apolíneas imágenes clásicas y refleja mucho más la pasión desenfrenada, el movimiento y la
individualidad.
Todo parece indicar, pues, que el «alma» de esta civilización ha variado profundamente. El
individuo ha perdido el soporte arropador de la pequeña ciudad-estado y se siente perdido en el
mundo: el hombre ya no es sino «ciudadano del mundo», según afirmaban los filósofos cínicos y
estoicos. Por eso busca una «salvación» en las religiones o en la filosofía. Esta última derivará
claramente hacia los problemas candentes de la ética y la felicidad (estoicos y epicúreos). Por otro
lado, la cultura ha sufrido una profunda ruptura: ya no domina la razón, el hombre ha perdido su
equilibrio «clásico». Atenas sigue siendo el hogar de la filosofía; pero el resto de la cultura se ha
dispersado y descentralizado. Alejandría, con su Museo y su impresionante Biblioteca, es ahora el
modelo; pero lo que allí se hace es ciencia, y no filosofía. Junto a Alejandría hay que citar otras
ciudades culturalmente importantes: Rodas, Siracusa, Pérgamo… La ruptura, pues, parece más
profunda todavía: por primera vez la filosofía y la investigación científicas parecen caminar cada
una por su lado. Incluso geográficamente están alejadas: Atenas o Alejandría.
3
I. RESUMEN DE LA CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA.
La historia de la cultura griega se divide en tres periodos.
Arcaico S. VIII- VI a. C.
Clásico
S. V-IV a. C.
Helenístico S. III-I a. C. ( aunque continua en otros lugares)
PERIODO ARCAICO
A este periodo pertenecen los primeros filósofos o presocráticos.
Se caracteriza por :
-
Sociedad rural y aristocrática, los pobres se expatriaban y fundaban ciudades en Asia
Menor: Samos, Efeso, Mileto…
-
Se dan circunstancias que propician la aparición de la filosofía en esas nuevas colonias.
-
Mientras tanto en la Grecia continental los aristócratas siguen ejerciendo mecenazgo
literario y artístico.
PERIODO CLÁSICO
Aquí situamos a los Sofistas, Sócrates, Platón y Aristóteles.
Se caracteriza por:
-
Hay períodos de paz relativa entre las ciudades y tranquilidad respecto al exterior.
-
Las ciudades constituyen el centro del Estado (economía, política, escuelas…)
-
Planteamiento de la primera democracia. La ciudad demócrata hizo posible la eclosión
de la filosofía.
-
Ciudadanos libres (varones con propiedad) esclavos, mujeres y niños. La ciudad se
sustenta en el trabajo de los esclavos y extranjeros (metecos ). Aristóteles decía que la
Filosofía “sólo es posible en aquellos lugares en que los hombres pueden dedicarse al
ocio”.
PERIODO HELENÍSTICO
A este período pertenecen las escuelas griegas epicúreas, estoicas y cínicas, pero si
hablamos de ciencia tendríamos que incluir a muchos científicos (Euclides, Arquímedes,
Ptolomeo…) que pertenecieron a este periodo pero que los situamos en diferentes partes del imperio
de Alejandro Magno.
Se caracteriza por:
-
Con las conquistas de Alejandro Magno la cultura griega se extiende hacia oriente y se
asimilan elementos orientales.
-
Políticamente los reyes vuelven a tomar poder y la democracia desaparece. La única
libertad es la interior.
-
La burguesía y su bienestar aumenta y con ello la preocupación por la cultura y
educación creándose así nuevas escuelas.
-
Hay caracteres nuevos: individualidad, religiosidad, en el arte hay menos moderación .
-
El hombre se convierte en ciudadano del mundo.
-
Atenas sigue siendo el hogar de la Filosofía, el resto de la cultura aparece en ciudades
como Alejandría, Rodas, Siracusa… donde se desarrolla más la ciencia.
4
II. LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFIA GRIEGA
Para referirnos al surgimiento de la filosofía en Grecia se habla del “paso del mito al logos”.
Se dejan de dar explicaciones mitológicas y comienzan a darse explicaciones racionales, sobre la
naturaleza, el mundo etc. Este hecho no tiene lugar en un momento determinado sino que según la
mayoría de historiadores este hecho es el resultado de una evolución. Gadamer llega incluso a decir
que no ha habido tal momento, sino que la filosofía se daba ya en los poemas de Homero y
Hesíodo.
Entre los antecedentes de la filosofía griega podemos hablar de que en los poemas de
Homero y Hesíodo aparecen realidades no antropomórficas y aparecen los principios fundamentales
(origen del mundo, mezcla de contrarios) con que van a trabajar los primeros filósofos.
También es importante que el papel educativo lo desempeñan los poetas. Además de la
moral y la teología los griegos aprendían de Homero y otros poetas casi todo lo que sabían.
Reflexionan también sobre el individuo y la sociedad.
Y otra fuente de influencia fue la ciencia egipcia y babilónica. Se sabe que Tales, por
ejemplo, era de origen fenicio y conocía ciertas técnicas matemáticas y astronómicas.
Condiciones de aparición de la filosofía en Grecia.
A partir del siglo VI a. de C. tuvo lugar una honda transformación en la sociedad griega y
esto se debe a varias circunstancias:
* La ciudad griega, hizo posible la filosofía. Surgen nuevas ciudades alejadas de los grandes
imperios, donde la clase aristocrática se sustituye por una clase comercial que impone nuevos
valores, y no reconocen mas amos que las leyes a las que han consentido. Las nuevas relaciones
comerciales exigen nuevas normas de justicia y derecho como base para los intercambios. La ley
escrita supuso un elevado grado de abstracción, un punto de referencia racional sobre el cual
discutir.
* Condiciones socio-económicas. La «libertad» del ciudadano griego le permite el ocio es una
condición esencial para el filosofar. La introducción de la moneda crea un sistema abstracto de
referencia y un nuevo tipo de «valor» no basado en preferencias subjetivas y contribuyó a educar a
los griegos en el desarrollo de la capacidad de abstracción.
* La polis griega era una ciudad abierta a todo tipo de influencias culturales. En la Jonia,
especialmente, confluían las influencias científicas y religiosas de Asia Menor y Egipto; ello
suponía no sólo un enriquecimiento, sino también una relativización de la propia cultura que
imponía la necesidad de la crítica
* La religión griega poseía unas características muy especiales. Carecía de un sacerdocio estable
que garantizase y mantuviese una ortodoxia doctrinal; los mitos no eran de creencia obligatoria. Y
el conocimiento de otros pueblos lleva a la convicción de que cada pueblo y cada raza representa a
sus dioses de manera distinta. Así, las insuficiencias de la religión griega posibilitaron la aparición
de un pensamiento de otro tipo: la explicación racional, la filosofía.
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El paso del mito al logos.
A partir del s. VI a.C. se inicia en Grecia un gran acontecimiento espiritual: la superación de la
actitud mítica ante el mundo en favor de una actitud racional que apuesta por la razón como el
instrumento de conocimiento y de dominio de la realidad. Las características centrales de esta
nueva actitud racional frente al mundo son:
1. Las cosas no suceden arbitrariamente, según el capricho de los dioses, sino que las cosas
suceden según necesidad, de acuerdo a leyes. El mundo, por tanto, no es un Caos, sino un
Cosmos, un todo ordenado.
2. Debajo de las apariencias de cambio caótico los griegos descubrieron el orden. L a
naturaleza, en su comportamiento, se atiene a una ley natural. Pitágoras (s. VI a. C.) y los
pitagóricos pensaron que esta ley natural era una ley matemática, adelantándose así a la
ciencia moderna.
3. El mejor instrumento para conocer y dominar la realidad no es el mito sino la razón, el
logos. El término griego logos puede traducirse por pensamiento, razón, lenguaje o discurso;
pero el término más apropiado para traducirlo es razón. El descubrimiento griego del logos
tiene dos vertientes: por un lado, el mundo es racional, en el mundo hay logos (razón,
leyes, necesidad) y, por otro lado, nosotros poseemos un logos o razón que debemos
emplear para el conocimiento de la realidad, la dirección de nuestra conducta y la
organización de la sociedad.
La explicación racional.
Se entiende que una explicación es racional cuando la idea de arbitrariedad es
suplantada por la idea de necesidad. A la pregunta cuál es el origen de todas las cosas, no se
responde que depende de la voluntad de un dios/es. La respuesta es que las cosas suceden
cuando y como tienen que suceder., de forma necesaria, con constancia y regularidad.
Los primeros filósofos buscan determinar el «principio» (arché) último y eterno del que todo
procede y del que todo se compone. El arché es el primer principio d, una fuerza interna que
impulsa a crecer y a desarrollarse. Es el primer principio en el tiempo, pues a partir de él surge todo
lo que existe. Y es la esencia que permanece por debajo de las apariencias y determina el ser propio
de las cosas.
El pensamiento griego crea una serie de conceptos opuestos para explicar la realidad. De un
lado tenemos lo que hay de permanente en las cosas frente a lo que en ellas hay de cambiante,
frente a sus distintos estados o apariencias. Lo que permanece es la esencia (lo que las cosas
verdaderamente son) frente a sus apariencias ( lo que las cosas parecen ser). La esencia es pues, el
fundamento de la unidad de las cosas frente a la multiplicidad de sus estados y apariencias.
Los griegos también establecen una dualidad en el campo del conocimiento. Por muy útil
que sea el conocimiento sensible, los sentidos no bastan para proporcionarnos tal conocimiento. Los
sentidos nos muestran una multiplicidad de apariencias y estados cambiantes y accidentales. Es
necesario un esfuerzo intelectual, racional para alcanzar el ser de las cosas. La estructura
matemática subyace a lo real. El conocimiento científico no puede prescindir de los sentidos pero
tampoco de la razón.
Razón: la unidad
lo permanente
lo que es
La realidad
Sentidos: la pluralidad
lo cambiante
lo que parece ser
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III. LOS PRIMEROS FILÓSOFOS
1. Tales de Mileto (aproximadamente, 624-546)
Este hombre inquieto y viajero, contado entre los «sabios» de Grecia fue matemático
astrónomo y político—, con fama de «sabio distraído», fue considerado por Aristóteles como «el
primero de los físicos». Sin embargo, es muy poco lo que sabemos sobre su pensamiento filosófico:
que la tierra descansa sobre el agua, que el agua es el principio de todas las cosas, y que todas las
cosas están «llenas de dioses».
Aunque Aristóteles dice claramente que para Tales el agua es el «principio» (arché) de todo.
No está claro si con ello quiso decir que todas las cosas son o se componen de agua, o bien,
simplemente, que la tierra procede de ella y sobre ella flota. Parece bastante probable que Tales
tomase estas ideas de la mitología egipcia y babilónica, y que, además, se basase en la observación
personal (Mileto es puerto de mar, y Tales había navegado con frecuencia. En cuanto a la misteriosa
afirmación de que todas las cosas están «llenas de dioses la interpretación más admitida es la de que
todo está vivo y animado.
2. Anaximandro de Mileto (aproximadamente, 610-545)
Discípulo (?) y continuador de Tales, se dedicó a múltiples investigaciones: se le atribuye un
mapa terrestre, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que
la tierra es esférica y ocupa el centro del mundo.
El arché o principio de todas las cosas es el ápeiron. Se trata de un elemento no empírico y,
por su carácter indefinido —no es ni «esto» ni «aquello.—, permite explicar la derivación de todas
las cosas mucho mejor que a partir de un elemento determinado (como el agua). El ápeiron es
indestructible y eterno. Anaximandro le atribuye, pues, los caracteres que la mitología griega
reservaba a los dioses, añadiendo que no ha sido engendrado, pero que de él «se engendran todas las
cosas» siguiendo un proceso de separación o diferenciación de contrarios (Frío, caliente, húmedo,
seco.
3. Anaxímenes de Mileto (aproximadamente, 585-524)
Discípulo de Anaximandro, dice también como aquél, que el principio primordial
subyacente y único es infinito y determinado, manifestando que es el aire». Y explica que el aire
siguiendo el proceso de rarefacción y condensación produce todo lo demás.
También Anaxímenes concibe el mundo como algo vivo: «De la misma manera que nuestra
alma, que es aire, nos sostiene, igualmente un soplo y el aire envuelven el mundo entero».
4. Heráclito de Efeso (aproximadamente 544-484)
De familia noble, rechazó la invitación de Darío para ser Rey de Éfeso. Es un misántropo por cuyos
breves y enigmáticos pensamientos fue apodado el Oscuro.
1. Afirmó radicalmente que todo cambia y nada permanece ; el universo es un continuo
devenir en el que nada es idéntico consigo mismo porque todo está sometido a continuas
transformaciones. El mundo está en flujo permanente. “no es posible introducirse dos
veces en el mismo rio”
2. El principio del universo más afín a esta movilidad constante es el fuego, eterno,
encendiéndose o apagándose según cierto orden y medida.
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3. Tanto las cosas individuales como el universo entero salen del fuego y vuelven a él,
perecen en fuego, en una especie de conflagración universal, para luego volver a
renacer. Apunta así la idea de ciclo cósmico, una versión del mito griego del Eterno
Retorno, que reaparecerá en Platón, los estoicos y Nietzsche.
4. La ley que rige el universo es la lucha de contrarios. Todas las cosas surgen de la
contradicción, de la discordia, de la guerra. Pero en sus extremos los contrarios se
funden en una sola cosa.
5. Pero la contradicción engendra armonía. La armonía que caracteriza al universo no es
una armonía estática, sino dinámica: un "equilibrio dinámico de tensiones entre
contrarios", una armonía tensa, como en el arco o la lira (Fr. 51), aunque difícil de
comprender para los hombres. De este modo anticipó con acierto lo que será conocido
después como pensamiento dialéctico.
6. El cambio, el devenir, no sucede de modo caótico o irracional, sino de acuerdo con un
cierto orden. En el universo hay una ley única, una razón oculta, un logos que todo lo
orienta y unifica. Heráclito afirma que esa razón universal está también en el hombre, y
constituye su propia razón. Por eso el orden de lo real es compatible con el orden de la
razón. Tanto la mente humana como la realidad están regidos por las mismas leyes.
7. El alma humana es una parte del cosmos; tiene naturaleza ígnea ("fogosa") y está en
continua modificación, por lo que experimenta en sí misma la tragedia del devenir y la
contradicción. La misión del alma es conocer el logos universal y para ello ha de penetrar
en sí misma. El alma se mantiene viva por el conocimiento y gracias a él conserva su
máximo carácter ígneo, sobrevive a la muerte y se une definitivamente al fuego cósmico.
Las almas del común de los mortales, en cambio, suelen ser húmedas no ígneas:
5. Los filósofos de Italia meridional:pitagóricos y la Escuela de Elea (s VI a. C.)
La emigración griega se dirigió no sólo hacia la costa jonia, sino también hacia el sur de Italia y
Sicilia. En esta zona surgieron las filosofías de Pitágoras y Parménides. Se diferencian de la
Escuela Jónica en que su pensamiento tiene un carácter más religioso y metafísico que científico y
experimental. Puede decirse que Parménides y Pitágoras son los abanderados de la lógicametafísica y de las matemáticas respectivamente. Influirán enormemente en Platón.
Pitágoras y los pitagóricos
Respecto a Pitágoras cuesta averiguar qué fue leyenda y qué realidad. Nació en Jonia (en la
isla de Samos). Conoció probablemente a Anaximandro de Mileto. Fue un gran viajero, y se supone
que aprendió matemáticas, astronomía... en Egipto, Babilonia (donde conoció a Zoroastro,
fundador de la religión dualista persa) y la India. Abandonó Samos por causa de la tiranía de
Polícrates, se trasladó a Italia y se estableció en Crotona. Allí fundó una secta filosófico-religiosa:
hombres, mujeres y niños vivían en comunidad de bienes, manteniendo una disciplina y ascesis
rigurosa y guardando en secreto las doctrinas que aprendían. Esta comunidad tenía unas reglas un
tanto extrañas y misteriosas. (a) No comer habas, (b) No partir el pan, (c) No atizar el fuego con
hierro…
Pitágoras solía dividir a sus discípulos en dos categorías: los matemáticos, es decir, los que
tienen derecho a acceder al conocimiento (mathemata) y los acusmáticos que sólo pueden
escuchar. Fue el primero también en acuñar la palabra filósofo.
Para ilustrar la doctrina de Pitágoras es oportuno centrar nuestra atención en tres temas
fundamentales: la metempsicosis, el Número y la visión del cosmos (cosmología):
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1. El pitagorismo, como hemos visto, tiene un contenido místico-religioso: sostiene la doctrina
de la transmigración de las almas o metempsicosis. El pitagorismo, al igual que Platón,
estuvo influenciado por el orfismo, religión que se extendió por Grecia en el s. VI a. C. y
que predicaba la doctrina de la reencarnación y la teoría de que el cuerpo es una cárcel para
el alma, un estorbo a cuyos deseos y pasiones debemos renunciar. Por eso, dice Filolao, el
cuerpo no es más que una tumba, una prisión donde el alma está obligada a expiar sus
culpa. Creían también en un eterno retorno de los mismos acontecimientos en ciclos
cerrados.
2. Para los pitagóricos el arjé es el Número. Esto es, lo mismo que para Tales el agua o
Anaxímenes el aire, es el número para Pitágoras. ¿Cómo puede una mesa (algo material)
estar hecha de números (formas, ideas)? Aristóteles es quien realiza esta crítica
argumentando que los pitagóricos confundieron causa formal y causa material, es decir, que
el número no puede ser el arjé pues no puede producir la materia de las cosas. Pero ocurre
que para los pitagóricos los números tenían grosor (los representaban mediante piedrecitas):
el número Uno es un punto, el Dos una recta, el Tres un plano y el Cuatro un sólido.
3. Pitágoras descubrió que existe una relación entre la longitud de las cuerdas de una lira y los
acordes fundamentales de la música. El conocimiento de las matemáticas y de la música
tienen carácter purificador. Su filosofía buscaba la purificación y salvación del alma de
acuerdo con exigencias religiosas y racionales.
4. Pensó que detrás de todos los fenómenos naturales existía una Ley Matemática, una
Armonía. Los seres del universo se acomodan a las previsiones y explicaciones
matemáticas porque los principios de las matemáticas son también los principios de los
seres reales.
5. En cuanto al origen de los números los pitagóricos propusieron una explicación dualista
que puede tener su origen en la influencia de Zoroastro. Los primeros principios serían
pares de opuestos como impar-par, límite-ilimitado, uno-múltiple, derecho-izquierdo,
masculino-femenino, estático-en movimiento, recto-curvo, luz-oscuridad, bueno-malo,
cuadrado-oblongo. El equilibrio entre los opuestos es el fundamento de la Armonía.
6. Más sobre los números: su concepción mágico-religiosa de los números se muestra
también en el valor que otorgaban al número 10 o tetraktys. La tetraktys es la suma de los
cuatro primeros números, la representaban como un triángulo equilátero con cuatro unidades
por lado y sobre ella pronunciaban juramentos. De entre todos los números destaca la
unidad: las cosas participan de ellas pues está compuestas de unidades; además está por
encima de la distinción par-impar pues lo que hace que un número se convierta en par o
impar es sumarle la Unidad.
7. Los pitagóricos describen el mundo como un cosmos en armonía, anticipando en algunos
aspectos las doctrinas de Copérnico: el cosmos es una esfera en cuyo centro hay un fuego
originario. Después están los cuerpos celestes (Tierra, Luna, Sol, los cinco planetas y el
cielo de las estrellas fijas, más la Anti-tierra, para completar el número 10 de los planetas).
Todo este conjunto está envuelto por una esfera de fuego. El movimiento de los astros y
estrellas produce una música maravillosa que no oímos por estar acostumbrados a ella
desde el nacimiento. Música y armonía, traducibles en números, son los principios del
universo pitagórico.
8. En cuanto a la crisis del pitagorismo, una leyenda asegura que se debió al descubrimiento
de los números irracionales o inconmensurables. Este secreto fue revelado por Hipaso de
Metaponto.
9. Influencias del pitagorismo. El pitagorismo influyó claramente en la filosofía platónica
pero su auténtico éxito le sobrevino con la recuperación de sus ideas en el Renacimiento,
recuperación que permitió la aparición de la ciencia moderna y en particular de la física,
para la cual es también un dogma que la realidad está estructurada matemáticamente.
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Parménides de Elea
En Elea -Italia meridional- se funda otra "escuela" filosófica, la escuela de Elea. Se atribuye su
fundación a Jenófanes de Colofón, un jonio emigrado a Italia, cuyos discípulos habrían sido
Parménides y otros. Parménides participó en la redacción de las leyes de Elea. Muy probablemente
su iniciación a la filosofía la hizo entre los grupos pitagóricos. Pero más tarde los abandonó, fundó
su propia escuela y desarrolló una filosofía propia, muy valorada por filósofos posteriores como
Platón ("digno de veneración y tremendo a la vez", le consideraba Platón).
1. Su doctrina la expuso en un Poema compuesto de hexámetros. El Poema se divide en dos
partes: (1ª) la vía de la verdad y la vía de la falsedad -en la que Parménides expone su
filosofía- y (2ª) la vía de la opinión, donde expone una cosmología con muchos elementos
pitagóricos que considera engañosa.
2. A pesar de su complicación, Parménides probablemente estaba dando a entender algo
relativamente sencillo: "lo que es" (el Ser) es y puede pensarse. "Lo que no es" (el noSer) ni es ni puede pensarse.
3. Por tanto, el ente -"lo que hay", el Ser, "lo que es"- es:
o Uno. Tiene que ser "uno" porque si hubiera otra cosa distinta sería el no-Ser y el noSer no existe
o Inengendrado (ingénito) e Indestructible. Es inengendrado e imperecedero porque
de lo contrario habría que suponer que procede del no-Ser y vuelve a él; pero el noSer es impensable e inexistente.
o Finito y Esférico. Para Parménides, por influencia pitagórica, la finitud (y la
Esfericidad) está emparentada con la determinación, con el Ser, con la perfección
mientras que la Infinitud está emparentada con la indeterminación, con el No-Ser,
con la imperfección
o Compacto e Indivisible. Pues lo que lo dividiese tendría que ser no-ser y el no-ser
no es. El espacio está lleno: no existe el vacío.
o Inmutable. Porque si cambiase o se moviese dejaría de ser o estar y el no-ser no es
ni existe. El movimiento, el cambio, es imposible.
Las consecuencias de la filosofía de Parménides son las siguientes:
1. De una realidad única no puede surgir lo múltiple. Esta es una crítica a la Escuela
Jónica y sus hipótesis sobre el arjé. Este será el problema que intenten resolver los filósofos
pluralistas, como Empédocles o Demócrito.
2. Problema filosófico del conocimiento: la dualidad verdad/opinión , razón/sentidos, que
luego tendrá tanta importancia en Platón.
3. Negación del movimiento. El cambio y el movimiento son algo ilusorio. Un discípulo de
Parménides, Zenón de Elea, desarrollará este tema. Zenón de Elea (490-420 a. C.) dedicó
su pensamiento a elaborar una serie de aporías ("camino sin salida") o paradojas
destinadas a demostrar que el movimiento es imposible.
6. Los filósofos pluralistas: naturaleza y mecanicismo. (S. V a.C.)
Estos filósofos tratan de reconciliar las dos posturas antagónicas en lo que se refiere al cambio y al
movimiento que hemos visto anteriormente:
1. Por un lado, Parménides, para quien el ser es igual a sí mismo y el movimiento es
imposible.
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2. Por otro lado, los jonios, liderados por Heráclito, para quien la realidad es cambio perpetuo,
contradicción permanente.
Estos filósofos se enfrentaban al problema de que si seguimos la vía de la verdad, de la ciencia,
había que renunciar al mundo tal y como lo conocemos, influencia de Parménides, mientras que si
aceptábamos el testimonio de los sentidos, tal cual hacía Heráclito, nos veíamos embarcados en una
realidad donde aplicar la razón es imposible debido al cambio constante.
1. Empédocles de Agrigento
Nació en Agrigento, una bella ciudad de Sicilia, donde debió conocer el pitagorismo, la
doctrina de Heráclito y la de Parménides. Lo consideraban mago y profeta: "Empédocles mismo
afirma haber sido ya pájaro, arbusto, pez, muchacho y muchacha". Fue un médico famoso e
intervino activamente en favor de la democracia. Su muerte está rodeada de leyenda: según algunos
discípulos suyos, fue arrebatado al cielo y convertido en dios; otra leyenda asegura que se arrojó al
Etna para purificarse por el fuego y penetrar en el seno de la Tierra. Escribió dos poemas: Sobre la
iiinaturaleza y Purificaciones.
Coincide con Parménides en describir la realidad como una esfera.
Dicha esfera equivale al Ser de Parménides. Pero Empédocles sostiene que en el mundo hay
movimiento y pluralidad de seres, porque, en su interior, la esfera contiene cuatro elementos
mezclados que son las raíces de todas las cosas: fuego, aire, tierra y agua. Parece como si
Empédocles hubiese recogido los principios aportados por cada filósofo anterior: de Tales, el agua;
de Anaxímenes, el aire; de Heráclito, el fuego; y él añade la tierra. Cada uno de esos elementos es
eterno e imperecedero, pero al mezclarse entre sí originan la enorme diversidad de seres que
conocemos.
Los cambios y alteraciones que se producen no son más que combinaciones de los
elementos primitivos, debido a dos fuerzas cósmicas: al Amor y el Odio.
A partir de estas dos fuerzas, que crean procesos de unión y separación, Empédocles
desarrolla una teoría de los ciclos del mundo, del Eterno Retorno. Primero reina el Amor en
soledad, y la Esfera es algo único, eterno, inmóvil y homogéneo (= el Ser de Parménides), donde los
cuatro elementos están mezclados. Por la acción del Odio se produce la separación, que no suele ser
completa: la acción conjunta del Odio y el Amor origina el cosmos y todos los seres que contiene.
Cuando triunfa el Odio, los elementos se separan completamente, y cada cosa se une con su
semejante: en el centro, la tierra; en esferas concéntricas, el aire, el agua y el fuego. Finalmente, el
Amor vuelve a mezclarlos a todos de nuevo y se vuelve a la Esfera, iniciándose un nuevo ciclo.
2. Anaxágoras de Clazomene
Nació en Clazomene, Jonia. Marchó a Atenas, y fue uno de los primeros filósofos que se
establecieron allí. Tuvo la amistad de Pericles, que se convirtió en uno de sus discípulos. Hasta el
propio Sócrates escuchó sus lecciones, aunque algunas le decepcionaron. Tuvo que abandonar
Atenas forzado por los enemigos de Pericles, y volvió a Lámpsaco (Jonia), donde murió. Sólo le
preocupó el pensamiento y la teoría, y vivió ajeno a cualquier tipo de actividad política. Como meta
en su vida, no tuvo otra que "vivir para contemplar el sol, la luna y el cielo".
Sostiene, al igual que Parménides, que todo existe desde siempre y nada nuevo puede
originarse, aunque sí puede producirse la mezcla y separación de los primeros principios. A los
11
"primeros principios" Anaxágoras los denomina "semillas" (spérmata). De todas las sustancias que
conocemos existen desde siempre esas partículas diminutas, acumuladas las de una misma clase en
cada objeto natural -homeomerías en el caso del hombre-. Sin embargo, en cada cosa hay semillas
de todas las demás y "todo participa de todo". Así se explica, por ejemplo, el fenómeno de la
nutrición: al hombre le alimentan las homeomeorías presentes en los vegetales, en el resto de
animales, etc.
Dado que el Universo en un primer momento es una esfera inmóvil y compacta de semillas,
Anaxágoras tuvo que suponer un principio de movimiento que diera el impulso inicial. Le llamó
"nous" (Entendimiento, Inteligencia, Espíritu). El nous imprimió a la esfera de semillas un
movimiento de rotación o remolino que puso en marcha la mezcla de semillas que dio origen a la
pluralidad y el movimiento en el mundo. El nous es algo separado, distinto, de la masa de semillas;
nada lo limita y es completamente autónomo; lo conoce todo y tiene el máximo poder. Es la
cosa más sutil y pura de todas.
Fue el primero en exponer la idea de dios como principio rector del universo. Aportó
elementos para una concepción del universo como resultado de una inteligencia que actúa conforme
a fines, y por eso el resultado de todos los procesos naturales es siempre la obtención de la máxima
perfección, belleza y armonía. A Platón y Aristóteles les entusiasmó mucho la idea de una
"Inteligencia universal". A esta visión del Universo se la denomina teleológica y se opone a la
visión mecanicista y materialista que defenderá Demócrito.
3. Demócrito de Abdera
Nació y vivió en Abdera. Poco sabemos de su vida, dedicada fundamentalmente al estudio y
la reflexión. Demócrito escribió unos 52 libros sobre Física, Matemáticas y Música pero todos se
perdieron.
Al igual que Empédocles y Anaxágoras acepta las propiedades que Parménides atribuye al
ser pero, al mismo tiempo, aspira a explicar el mundo que percibimos mediante los sentidos.
Para ello, Demócrito propone la hipótesis de que el universo está formado por infinitas
partículas indivisibles a las que llama átomos. Los átomos son partículas eternas, compactas e
inmutables, es decir, que cada átomo cumple con las propiedades del ser de Parménides. Los
átomos no están quietos sino que están moviéndose en el vacío, una forma especial del no-ser que
no admitieron ni Empédocles ni Anaxágoras. Este movimiento no tiene un principio sino que
ocurre desde toda la eternidad; de este modo no es necesario suponer ningún primer principio del
movimiento como el nous de Anaxágoras o la pareja Amor-Odio de Empédocles. Debido a su
movimiento espontáneo y azaroso los átomos terminan por chocar pudiendo unirse o rebotar y
separarse. Esta mezcla y disgregación de átomos es la que produce la pluralidad y el cambio en el
Universo.
La física de Demócrito defiende un modelo mecanicista de la naturaleza. No existe una
inteligencia separada o trascendente que gobierne los acontecimientos del universo. Lo que sucede
en el universo es el producto del azar. Tras la Edad Media, este modelo mecanicista será retomado
por la nueva ciencia de Galileo y Newton.
La filosofía de Demócrito fue rechazada duramente por Platón por los siguientes motivos:
1. su defensa de la multiplicidad y el cambio;
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2. su materialismo y defensa de la sensibilidad como vía de conocimiento. El conocimiento
sensible se produce al contacto de los sentidos con las imágenes que los propios átomos
transmiten.
3. su mecanicismo y la introducción de una noción tan poco griega como la de vacío, a la que
encima concede el mismo rango ontológico que a lo lleno.
4. la noción de que el alma, por estar formada por átomoi (de «materia», por tanto), es mortal.
5. una defensa encendida de la democracia como la mejor de las convivencias posibles.
IV. LA FILOSOFÍA EN ATENAS: SOFISTAS Y SÓCRATES (s. V a. C.)
1. Filosofía y democracia: Los sofistas.
Tras la victoria de Atenas sobre los persas en las guerras médicas (480 a.C.), la ciudad se
convierte en el centro del pensamiento, la política y la economía de la época. Es la Grecia clásica.
La aportación más grande de Atenas a la posteridad fue la democracia. La democracia supone:
1. Igualdad política, aunque sólo entre los ciudadanos libres, no están incluidos ni esclavos ni
mujeres.
2. Libertad, sólo limitada por la obediencia a la ley.
3. La ley es el único soberano, y su valor es discutido y examinado a fondo; los sofistas
contraponen los conceptos "ley" (convencional, arbitraria y provisional) y "naturaleza"
(permanente, común y universal).
Los sofistas son los filósofos propios de la ciudad ateniense, la polis. Son, en su mayoría,
extranjeros llegados a Atenas. Muy cultos y conocedores, por sus viajes, de las formas de vivir y
de pensar de los demás griegos. Por ser extranjeros, no podían intervenir directamente en la política
de Atenas, pero educaban a la mayoría de los políticos atenienses en oratoria y retórica para
defender las causas en el ágora y los tribunales. A cambio de sus enseñanzas recibían un salario.
Formaron más un movimiento ilustrado de renovación cultural que un conjunto de doctrinas
seguidas unánimemente por un grupo de autores. Suelen distinguirse en su seno dos generaciones:


una primera, caracterizada por el antidogmatismo, el relativismo moral y político y cierta
tendencia al escepticismo en estas y otras materias, estaría representada por las figuras de
Protágoras y Gorgias
una segunda, con —entre otros— Hipias, Trasímaco y Antifonte (todos ellos en pleno
ejercicio durante la segunda mitad del s. V), que, presuponiendo las conquistas de los
primeros, las habrían impulsado en la dirección de un avivamiento de la dualidad physis
(naturaleza)/nómos (ley, convención), un utilitarismo moral y político y la aceptación, en
medida diversa según cada autor, de la validez (natural) del derecho del más fuerte, con el
consiguiente inmoralismo (o acaso: amoralismo).
El juicio platónico —un juicio que a lo largo de la historia se ha sobreimpuesto a los comentarios
ulteriores de los fragmentos que poseemos de los sofistas— podemos cifrarlo en cuatro puntos:
1. Crítica a la venalidad de sus actividades: es decir al hecho de que su actividad fuera
vendible. Los sofistas cobraban por sus enseñanzas, lo que para Platón significaba ni más ni
menos que una mercantilización del saber a todas luces ajena a la dignidad «en y por sí»
del conocimiento. En el diálogo dedicado al sofista se le llamará «cazador de jóvenes
adinerados» y «mercader al por menor de los conocimientos del alma».
13
2.
Crítica a la materia principal de sus enseñanzas: la retórica, entendida como «arte de la
seducción» o conjunto de recursos destinados a obtener en público el éxito para cualquier
argumento, aun para el más débil. «Discutidor profesional» es otra de las definiciones que
se dan del sofista en el diálogo del mismo nombre.
Para Platón y Aristóteles la realidad es racional y el pensamiento y el lenguaje se acomodan a la
realidad. Si los sofistas renuncian al lenguaje como expresión de lo real, entonces el lenguaje
termina por convertirse en instrumento de manipulación, es un arma para convencer a las
masas…En este sentido dice Gorgias “La palabra es un poderoso tirano capaz de realizar las
obras más divinas…apaciguar el miedo y eliminar el dolor…”
3. Crítica a su relativismo gnoseológico (Protágoras: «el hombre es la medida de todas las
cosas») y a su escepticismo ontológico (Gorgias: «no existe el ser; si existiera, no podría ser
conocido; si su conocimiento fuese posible, no lo sería su transmisión».),
4. Crítica a la distinción physis/nomos. Al contrario que para los sofistas (Protágoras, Gorgias,
Calicles y Trasímaco), que defienden el carácter convencional de las leyes y de las normas
morales.para Platón la naturaleza o Physis no cambia, no está sujeta al dictamen humano y
es cognoscible. Y las leyes políticas y normas morales (nomos) al igual que las leyes de la
naturaleza no son convencionales sino universales.
Esta valoración negativa de la sofística y de sus contenidos ha sido contestada por otros autores.
Resumamos mínimamente los principales resultados de estos intentos de hacerle justicia:
1. El hecho de percibir honorarios por sus enseñanzas no es criticable. No cobrar por enseñar
es un síntoma de elitismo, de clasismo.
2. Al margen de si la retórica de los sofistas fue o no lo que dijo Platón de ella, pura palabrería
hechizante, su transmisión y su probada utilidad pública constituían la demostración por los
hechos de que era posible en la polis la convivencia de opiniones diversas, y hasta
contradictorias, sobre el mismo asunto desde una igualdad de partida (Protágoras) entre los
sujetos que las sostienen.
3. El relativismo sofístico tendía a desvelar la diversidad cultural —lo que aquí juzgamos
como bueno, es considerado malo allá—
4. La distinción physis/nómos, cuando menos entre los primeros sofistas, era más el
reconocimiento de dos ámbitos complementarios que la afirmación de un antagonismo
radical.
a) Protágoras. Natural de Abdera (paisano de Demócrito), se hizo famoso en Atenas, pero tuvo que
escapar a Sicilia acusado de ateísmo y blasfemia. Respecto a los dioses afirmaba que "no es posible
saber si existen, ni cuál es su forma ni su naturaleza". Y pensaba que la vida era muy breve para
afrontar con éxito un problema tan oscuro. Criticó también contra los usos y ritos religiosos, y
quizás por eso le consideraron peligroso. Podemos resumir su filosofía en los siguientes puntos:
1. Su tesis más conocida: "el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en
cuanto que son, y de las que no son en cuanto que no son". Parecía defender, pues, un
relativismo en cuestión de cualidades percibidas y valores.
2. Puede considerarse un relativista cultural: cada pueblo tiene costumbres y leyes diferentes,
y cree que las suyas son las mejores. La ley, por tanto, no es algo basado en la naturaleza,
sino invención de los legisladores. Existe por convención, y es siempre modificable. Eso no
significa que cualquiera pueda violar la ley cuando quiera, sino que debemos mantener en lo
posible las leyes que poseemos, porque cualesquiera otras serán también convencionales.
14
3. Defiende el valor de las ciencias y las artes como algo que necesita el hombre para
sobrevivir -es un ser desvalido- y que le diferencia de los animales. Pero se necesita,
además, el sentido de la justicia y la virtud política, sin las cuales sería imposible la vida en
la ciudad.
b) Gorgias. Natural de Leontinos (Sicilia). En su tratado Acerca de la naturaleza o del no-ser,
afirma:
1. Nada existe;
2. Si existiera algo, no podría ser conocido;
3. Si pudiera ser conocido, no podría ser comunicado ni explicado a los demás.
Gorgias fue famoso por su actividad en los tribunales atenienses. En la práctica de la oratoria
renunció a la verdad para buscar la seducción y la persuasión. Por eso comprenderás mejor sus
tesis si imaginas que sus tres afirmaciones están dirigidas a sus "clientes" y significan más o menos:
1. Tú no has cometido el crimen que te imputan. Eres inocente, dice el abogado a su cliente. Es
decir, "nada existe".
2. Pero es que soy culpable, yo lo hice, afirma el cliente. Aunque fueses culpable, aunque lo
hubieses hecho, para poder acusarte alguien tiene que haberte visto, alguien tiene que
saberlo, necesitan testigos. En caso contrario, sigues siendo inocente. Es decir "Si existiera
algo, no podría ser conocido"
3. Pero es que hay un testigo, dice el cliente. No importa, hay que lograr que el testigo no sea
capaz de contarlo: podemos sobornarlo o desacreditarlo. Si no puede contarlo sigues sin ser
culpable. Es decir "Si pudiera ser conocido, no podría ser comunicado ni explicado a los
demás".
Las tesis de Gorgias son un claro ejemplo de escepticismo, de renuncia a la verdad. Su filosofía
contrasta con la filosofía racionalista de Parménides, donde lo mismo es el pensar y el ser.
c) Hipias de Elis. Era una auténtica enciclopedia andante. Su pensamiento podemos desglosarlo en
los siguientes puntos:
1. Consideró la ley convencional y, además, contraria a la naturaleza.
2. Defendió la autonomía y autarquía del individuo y su derecho a rebelarse contra las leyes,
porque siempre oprimen a los más débiles.
3. Recomendaba una vuelta a la naturaleza, pues la vida en sociedad va contra la naturaleza.
d) Licofrón. Declaró la igualdad natural de todos los hombres, y consideraba injustificable la
aristocracia de nacimiento .
e) Calicles. Adoptó la doctrina del derecho natural del más fuerte. La ley ha sido dada por los
débiles para controlar a los fuertes; pero la naturaleza hace que tanto entre los animales como entre
los hombres haya de gobernar el más fuerte. De la misma opinión fue Trasímaco, quien afirmó que
la justicia es el beneficio del más fuerte.
f) Alcidamante. Sostuvo que la naturaleza no ha hecho a nadie esclavo, y parece que por entonces
se inició un movimiento de emancipación cultural y social de la mujer.
g) Critias. Discípulo de Sócrates y pariente de Platón, fue un enemigo acérrimo de la democracia un tirano-. Elaboró una teoría personal sobre el origen de la religión, según la cual la religión
15
surgió como "invento de un hombre astuto y prudente" para someter los hombres a las leyes por el
temor.
2. SÓCRATES (470-399 a. de C.)
Sócrates era ateniense, hijo de una familia modesta y no quiso dedicarse a la política ni
ambicionó salir de su pobreza.
Es contemporáneo de los sofistas y comparte con ellos el interés por temas políticos y
morales, así como su confianza en la razón y la necesidad de fundamentar la práctica política en
bases racionales. El problema es que los sofistas derivaron hacia una exclusiva valoración de las
propias razones (relativismo sofista frente a universalismo socrático).
A pesar de estas similitudes Sócrates se convierte en el gran adversario de los sofistas en
cuanto no se considera sabio (“sólo se que no se nada”), no cobraba por enseñar, adopta un método
opuesto (el diálogo) y aporta a los temas morales y políticos unas soluciones radicalmente nuevas
(la actitud antirrelativista y su teoría intelectualista).
Sócrates es pues un hombre que busca la verdad y a ello se siente impulsado por la voz de
un espíritu interior. Así tal como le dijo el oráculo en Delfos “examinarse a sí mismo y a los demás”
es la actividad que debe hacer. En este sentido se preocupó por el bien, la justicia, y la virtud
Fue condenado a muerte por tres acusaciones:
-
Por impiedad pues enseñaba que los dioses no gobiernan los fenómenos naturales.
-
Por corruptor de jóvenes pues al enseñarles filosofía lo que hacía era enseñarles a pensar
por sí mismos.
-
Por introducir nuevas formas de culto, no valora a los dioses externamente mediante
ritos sino que instaura el valor de la conciencia elevada a rango de religión.
Tras su muerte hubo una lucha entre los partidarios de Sócrates, cuyo máximo
representante fue Platón, y sus detractores. Con el paso de los años los atenienses terminaron
reconociendo el genio de Sócrates y, unos sesenta años después de su muerte, colocaron estatuas
suyas en todos los lugares sagrados de la ciudad. Esto supuso una revolución artística porque el arte
griego, tan dado a la belleza y a lo divino, tenía que esmerarse ahora en la representación de un
filósofo realmente feo.
El problema sobre su doctrina es que conocemos lo que dijo sólo a través de las palabras
que Platón pone en sus labios. Por eso es muy difícil distinguir lo que dijo Sócrates de lo que le
atribuyó Platón. Podrían, no obstante, apuntarse las ideas siguientes:
1. Decepcionado de los planteamientos de los primeros filósofos -sobre la naturaleza, el
cosmos, etc.- decidió dedicarse a reflexionar sobre sí mismo y sobre la vida del hombre en
la ciudad. Pensaba que de los seres y objetos de la naturaleza nada podía aprender; sólo de
los hombres que viven en la ciudad. Se dio cuenta de que en su momento lo más importante
eran los problemas éticos y políticos.
2. Entiende la filosofía como un diálogo que hace posible la búsqueda colectiva de la verdad.
Estaba convencido de que cada hombre posee dentro de sí una parte de la verdad, pero a
menudo sólo puede descubrirla con ayuda de los otros. Rechazaba, por tanto, que alguien
posea ya la verdad y que ésta pueda ser encontrada de forma individual.
16
3. Su método se apoyaba en la característica ironía socrática. Agobiado por las preguntas de
Sócrates, el que se creía listo acababa reconociendo que no sabía nada. A partir de este
momento recurría a su estrategia mayéutica ("arte de la comadrona", su madre), intentando
que el otro llegase a descubrir la verdad por y en sí mismo.
4. Sócrates no enseñó ni dictó doctrina propia alguna, ni parecía tenerla: sólo ayudaba a los
demás a pensar, y buscaba la verdad con ellos. Semejante modestia y búsqueda en común
contrastaban con el individualismo y autosuficiencia de los que hacían gala los sofistas.
5. Con su método, Sócrates pretendía ir construyendo definiciones, cuya formulación debía
encerrar la esencia inmutable o cualidades permanentes de lo estudiado o investigado.
Buscaba las definiciones de la virtud, de la justicia, de la belleza, de la poesía. Se oponía así
al convencionalismo y relativismo de los sofistas, inaugurando la búsqueda de esencias en
Filosofía. Para Sócrates igual que la razón puede por si sola llegar a los conceptos de la
geometría, que son objetivos y universales, también puede llegar a alcanzar los conceptos
morales, como el bien y la justicia, y que éstos tienen la misma objetividad y universalidad.
Los valores que dirigen la vida individual y social no dependen de acuerdos, sino que se
deben ajustar a exigencias objetivas y universales del bien y la justicia. Defiende también las
leyes como protectoras del individuo y del Estado gracias al pacto personal que el individuo
establece con el Estado. Frente a la nobleza de raza o de fortuna defiende los valores
intelectuales y morales
6. La estrategia de Sócrates para, mediante la mayéutica, llegar hasta la definición verdadera,
era inductiva: del análisis y examen de casos particulares se llegaba a una generalización
que nos diese la definición buscada. Sin embargo, su búsqueda en el ámbito de la moral no
tuvo, aparentemente, mucho éxito.
7. Centró toda su atención en los problemas éticos, en examinar cuál era la esencia de la
virtud y cómo enseñarla. A su doctrina se le conoce como "intelectualismo ético", y
defiende que el saber y la virtud coinciden: sólo el ignorante actúa malvadamente, pues si
conociera el bien se comportaría moralmente. Más tarde, Aristóteles criticará fuertemente
este planteamiento.
8. Defendía Sócrates una especie de utilitarismo moral: lo bueno es lo moralmente útil, y
todo el mundo busca la felicidad y la utilidad. Por tanto, la virtud consiste en discernir qué
es lo más útil en cada caso. Y este tipo de saber útil puede ser enseñado (nadie es bueno y
virtuoso por naturaleza).
DATOS BIOGRÁFICOS DE INTERÉS
Sócrates nació en Atenas, hijo del escultor Sofronisco y de la comadrona Fenarete.
Era feo, muy feo: calvo, ojos saltones, nariz chata, barriga prominente. Nietzsche llega a decir de la
fealdad de Sócrates que constituía por sí misma una refutación de su filosofía. Además de feo,
descuidado: Platón cree importante relatar el día del año 416 en que se lavó los pies para asistir a la
fiesta de su amigo Agatón. Cuenta Platón que ese día llegó incluso a ponerse sandalias.
Era pobre de solemnidad. De familia modesta, nunca quiso dedicarse a la política ni cobrar por sus
enseñanzas como hacían los sofistas. Llevaba el mismo vestido en invierno y en verano, iba siempre
descalzo y comía y bebía lo más barato. Jenofonte, historiador griego, lo califica de "maestro de
miseria".
Sócrates fue ágrafo, es decir, que no escribió nada. Lo que conocemos de su vida y pensamiento lo
debemos principalmente a los diálogos de Platón y a los escritos históricos de Jenofonte.
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Combatió en la batalla de Potidea, episodio sangriento y fundamental de la guerra entre Atenas y
Esparta. Platón describe a Sócrates como un soldado ejemplar, valiente, insensible a la fatiga, al
frío, al calor, al hambre y al sueño, que no duda en arriesgar su vida para salvar la de sus
compañeros.
Sócrates y las mujeres: a) La escultural Teodota, prostituta de lujo, a la que Sócrates visitaba.
Teodota terminó siendo la fiel esposa de Alcibíades que, a su vez, estaba enamorado de Sócrates. b)
Aspasia, prostituta y esclava, amada de Pericles, el dirigente ateniense, que la liberó y la convirtió
en su amante causando un gran escándalo público. Algunos creen que esta Aspasia es la Diótima de
El Banquete de Platón. c) Jantipa, la mujer de Sócrates y madre de su hijo Lamprocles. Tuvo fama
de arpía, siempre gritando y reprochando a Sócrates su escasa valía social. En el diálogo Fedón,
justo antes de morir, Sócrates pide a sus amigos que la saquen de la celda para poder morir en paz.
d) Mirto. Es probable que Sócrates fuera bígamo. En tiempos de guerra la poligamia era una
medida legal para aumentar la natalidad. Mirto fue su segunda esposa y madre de sus dos hijos
Sofronisco y Menexeno. e) Fenarete, su madre, de oficio comadrona.
Sócrates tenía un daimon, o dios interior, que le dictaba en todo momento lo que hacer y le
ayudaba a buscar la verdad. Es curioso que el filósofo fundador del racionalismo prestara la máxima
atención a sus alucinaciones auditivas.
Dedicó toda su actividad a examinarse a sí mismo y a los demás respecto al bien, la justicia y la
virtud en tanto en el alma como en el Estado. Pensaba que la vida sin este tipo de reflexiones no
merecía ser vivida.
El método de la filosofía socrática es la ironía. Solía decir "sólo sé que no sé nada". Preguntado el
Oráculo de Delfos sobre cuál era el hombre más sabio de Atenas, este respondió que Sócrates.
Cuando se lo dijeron a Sócrates este pensó que el motivo de semejante sentencia era que el Oráculo
sabía que la mayor sabiduría residía en el reconocimiento de la propia ignorancia. Esta ironía, que
en el fondo es prepotencia, le sirve de excusa para interrogar a quien le de la gana y hacerle las
preguntas más incómodas sobre los temas más comprometidos: la virtud, el bien, el buen gobierno,
la justicia, la belleza. Sócrates incordiaba de tal manera a sus oponentes que no es de extrañar que
sus enfrentamientos dialécticos terminasen en algo más que palabras. Se comparaba a sí mismo con
un tábano que aguijonea a los demás para que no se duerman y presten atención a la virtud.
Si leemos el Cármides de Platón podremos hacernos una idea de cómo era el filosofar cotidiano de
Sócrates. Recorría los gimnasios de la ciudad buscando a los jóvenes más bellos e inteligentes para
dialogar con ellos. Una vez que los encontraba preguntaba al joven hasta que lo obligaba a
reconocer que no sabía nada de aquellos temas que creía tener claros gracias a las enseñanzas de sus
padres y de los sofistas encargados de su formación. Una vez que reconocía su ignorancia Sócrates
le incitaba a buscar respuestas por sí mismo. A este arte de ayudar a los demás a "parir" sus propias
ideas se le llama mayéutica. Por ejemplo, Sócrates le pregunta a Cármides, joven
extraordinariamente bello, qué es la sensatez, es decir, ¿en qué consiste esa virtud que le garantizará
el éxito en la vida?. Sócrates va desmontando todas las respuestas de Cármides (la serenidad, el
pudor, la autosuficiencia) demostrándole que son insuficientes o contradictorias. Cármides,
avergonzado, se retira pero su maestro sofista que "anda por allí" continúa el debate y Sócrates
refuta ordenadamente todas sus respuestas: ocuparse con buenas obras, conocerse a sí mismo, hasta
que el debate termina sin conclusiones pero con la sensación de haber andado el camino del
conocimiento. Lo más interesante y que, en cierto modo, le costó a Sócrates la vida, es ese
cuestionamiento sistemático de las ideas de "sentido común", esa capacidad para hacer dudar y
pensar a los demás. Dudar, pensar, liberarnos de la caverna, de los prejuicios y arrastrarnos hacia la
luz.
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Fue condenado a muerte acusado por los demócratas que derrocaron a los Treinta Tiranos. La
acusación fue de corromper a la juventud y de impiedad, que significa ignorar a los dioses de la
ciudad e introducir a otros. Pero los verdaderos motivos fueron: a) Su escasa simpatía hacia la
democracia, es decir, hacia la idea de que en democracia la mayoría, y no los más sabios, siempre
tiene la razón. b) Había sido el maestro de Critias, tío de Platón que formó parte del gobierno de los
Treinta Tiranos que acabó con la democracia en Atenas, y de Alcibíades, personaje de muy mala
reputación entre los atenienses, por sus juergas y por sus coqueteos con Esparta y con los persas. En
una noche de borrachera con sus amigos Alcibíades se dedicó a destrozar todas las estatuas sagradas
de Hermes que había en la ciudad por lo que fue expulsado de Atenas c) Su estilo de filosofar, que
sólo pregunta y no encuentra verdad alguna, que actúa como un disolvente, como un veneno sobre
las opiniones del sentido común, que puede ser utilizado de igual modo en la búsqueda de la verdad
que para la manipulación y el engaño. La filosofía de Sócrates cuestionaba el modo clásico de
entender el mundo y ponía de manifiesto la profunda crisis que atravesaba la sociedad ateniense.
La muerte de Sócrates es el argumento de uno de los más bellos diálogos del Platón, Fedón. En
este diálogo se cuenta cómo fue su muerte. Sócrates llevaba casi un mes en la prisión. Su amigo
Critón le había ofrecido huir pero Sócrates se había negado argumentando que si huía daría la
razón a las acusaciones que habían vertido contra él sobre su falta de respeto a las normas de la
ciudad. A medida que se acerca el ocaso, y, por tanto, la hora del veneno, de la cicuta, Sócrates se
retira al baño acompañado por Critón para asearse. Una vez limpio, vuelve con los amigos, se sienta
en la cama y aparece el carcelero para comunicarle ha llegado el momento. A continuación llega el
encargado de ofrecerle la copa con el veneno y le hace la siguiente recomendación: "En cuanto
bebas, comienza a pasear y en cuanto notes pesadas las piernas, túmbate en la cama". Sócrates tomó
la copa sin lamentaciones y bebió su contenido. Sus amigos empezaron a llorar y Sócrates pregunta:
"¿Qué estáis haciendo, para eso he ordenado que mandaran a las mujeres a casa? No es con
lágrimas sino con buenas palabras como tenemos que despedirnos." El veneno fue paralizándolo de
abajo hacia arriba: primero pierde la sensación en las piernas, luego en el bajo vientre. En ese
momento se cubre el rostro y dice: "¡Oh Critón, debemos un gallo a Asclepio, no te descuides!".
Seguidamente el veneno llega al corazón y Sócrates muere. Algunos filósofos cristianos medievales
han comparado la muerte de Jesús y la de Sócrates por su injusticia pero hay notables diferencias.
La principal de ellas es el contraste entre la serenidad de Sócrates que hasta bromea con el carcelero
y las lamentaciones del huerto de Getsemaní y de la cruz.
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