EL IMPUESTO A LAS VENTAS PAGADO EN LA ADQUISICIÓN DE BIENES DE CAPITAL QUE NO SE CAPITALICE NO ES PROCEDENTE DIFERIRLO A través del artículo 18 de la Ley 488 de 1998, se adicionó el Estatuto Tributario con el artículo 115-1, el cual señala que las personas jurídicas y sus asimiladas tendrán derecho a tratar como deducción en el impuesto sobre la renta, el impuesto a las ventas pagado en la adquisición o nacionalización de bienes de capital, derogando expresamente el artículo 258-1, del mismo estatuto, en el que se disponía que dicho pago se podía tratar como descuento tributario. (se resalta) Mediante el Decreto 433 de 1999, reglamentario de la Ley 488 antes referida, se determinó que el impuesto pagado en la adquisición o nacionalización de los bienes de capital podrá ser tratado como deducción en la declaración de renta correspondiente al año gravable de su adquisición o nacionalización, o podrá ser tratado como mayor costo del bien. En ningún caso el I.V.A. tomado como deducción podrá llevarse como mayor costo del bien. Es de anotar que las deducciones son gastos en que incurre el ente económico en desarrollo de la actividad productiva, los cuales cumplen con los requisitos exigidos por la ley tributaria. Así las cosas, según lo preceptuado en el artículo 53 del Decreto 2649 de 1993, los hechos económicos deben ser apropiadamente clasificados según su naturaleza, de manera que se registren en las cuentas adecuadas. En concordancia con lo anterior se consigna en el artículo 96 ídem, que en cumplimiento de las normas de realización, asociación y asignación, los ingresos y los gastos se deben reconocer de tal manera que se logre el adecuado registro de las operaciones en la cuenta apropiada, por el monto correcto y en el período correspondiente, para obtener el justo cómputo del resultado neto del período. De acuerdo a lo antes expuesto, el valor del impuesto a las ventas pagado en la adquisición o nacionalización de bienes de capital se debe contabilizar como mayor costo del bien o como gasto del período, el cual en este último caso podrá ser tratado como deducción en la declaración de renta correspondiente al año gravable, sin que se pueda diferir su efecto en el estado de resultados con el propósito de no mostrar pérdidas en el ejercicio, máxime que dicha erogación no se encuentra bajo los parámetros establecidos en el artículo 67 del Decreto 2649 de 1993. (Oficio 340-29920 del 28 de abril de 2000)