“Reescrituras: La expulsión del paraíso” como PDF

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REESCRITURAS: LA EXPULSIÓN DEL PARAÍSO
Algunos críticos, entre los que destacan Jaime Alazraki en En busca del
Unicornio: los cuentos de Julio Cortázar, interpretan “Casa tomada” de Julio Cortázar
como una reescritura de la caída bíblica. En este link encontrarás el cuento completo:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/casa_tomada.htm
Citamos a Alazraki (Madrid: Gredos, 1983: 143-145):
La vida de los hermanos en la casa recuerda la existencia de complacencias colmadas de Adán y
Eva en el jardín edénico (…). Los hermanos son expulsados de la casa según un mandato
irreversible, reminiscente del episodio del Paraíso: “Han tomado la parte del fondo”, y, como
Adán y Eva, aceptan la nueva situación con resignación y un vago sentimiento de culpa: “Entonces
tendremos que vivir en este lado”, es decir, todavía dentro de los límites no ocupados de la casa, al
este del jardín. (…) La expulsión definitiva sobreviene en un segundo movimiento, que finalmente
los deja en la calle: “Han tomado esta parte”, como el relato bíblico en el que el hombre es
condenado a errar por la Tierra, fuera del paraíso. ¿Qué pecado han cometido Irene y su hermano y
quién los condena a dejar la casa? A diferencia de la historia del paraíso perdido, “Casa tomada”
se resiste a tal grado de explicitación. Es posible especular, y es lo que se ha hecho, pero esas
soluciones son ajenas al texto. El cuento de Cortázar no es ni una parábola ni una paráfrasis de la
historia bíblica; puede ser, a lo sumo, la rescritura de una polvorienta metáfora. Freud ha
observado que “la casa-vivienda fue un sustituto del vientre materno, el primer alojamiento que el
hombre aún añora y en el cual se sitió seguro y cómodo”, es decir, la casa-vivienda como una
metáfora o sustituto de la vida intrauterina. También de la historia bíblica de la caída se ha dicho
que es una metáfora de la gestación y el nacimiento: ese episodio del Génesis es, así, lun símil de
la génesis del hombre. (…) En la metáfora del paraíso no hay silencios: todos los eslabones de la
narración se encadena causalmente según el siguiente esquema: Paraíso – Adán y EvaDesobediencia (fruto prohibido, serpiente)- condena (caída).
En “Casa tomada” hay una secuencia semejante, pero con un eslabón ausente: Casa- Irene y su
hermano- X- condena.
En el relato bíblico, la transgresión de Adán y Eva está claramente explicitada; en “Casa tomada”,
no hay referencia directa a culpa alguna, y tampoco es indispensable asumir que la haya. Definir la
pertenencia de los hermanos a una clase parasitaria como su culpa o pecado por el cual son
expulsados de la casa, es decir, despojados de sus privilegios de clase, sería leer el relato como un
juicio político, que niega la realidad del relato, puesto que “cada tomada” se construye desde y por
la ambigüedad, y todo juicio político la evita cuidadosamente y tiende, en cambio, a la
explicitación excesiva o, lo que es lo mismo al overstatement. Para la Biblia, texto escrito desde
una perspectiva radicalmente religiosa, la culpa reside en la desobediencia a la autoridad divina.
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