universidad francisco gavidia facultad de jurisprudencia y ciencias

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UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS
UNIVERSIDAD
FRANCISCO GAVIDIA
Tecnología, Humanismo
y Calidad
MONOGRAFÍA
TEMA: DETERMINACIÓN DE LA PENA Y
CRITERIOS DE INDIVIDUALIZACIÓN
PRESENTADO POR:
BACHILLER: OSCAR ARMANDO MERINO MELARA
BACHILLER: BLANCA ALICIA OSEGUEDA
BACHILLER: ANA MARÍA GUADALUPE VIANA DURÁN
PARA OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE:
LICENCIADO EN CIENCIAS JURÍDICAS
ASESOR: LIC. RICARDO STARLIN FLORES CISNEROS
17 DE SEPTIEMBRE DE 2004
SAN SALVADOR
EL SALVADOR
CENTROAMÉRICA
UNIVERSIDAD FRANCISCO GAVIDIA
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE CIENCIAS JURIDICAS
AUTORIDADES
RECTOR
ING. MARIO ANTONIO RUÍZ RAMÍREZ
SECRETARIA GENERAL
LIC. TERESA DE JESÚS GONZÁLEZ DE MENDOZA
DECANO DE LA FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES
LIC. ROSARIO MELGAR DE VARELA
DIRECTOR DE LA ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS
DR. JORGE EDUARDO TENORIO
SAN SALVADOR
EL SALVADOR
CENTROAMÉRICA
ÍNDICE
CONTENIDO
PÁGINAS
Introducción
i
Planteamiento del problema
1
Objetivo General y Específico
1
Justificación del Problema
2
Capítulo I
Antecedentes Históricos
3
1. Época Antigua
3
1.1. Época Prehistórica
4
Capítulo II
Consideraciones doctrinales
6
1. Corrientes Abolicionistas
6
2. Corrientes que la Justifican
7
3. Escuela Clásica del Derecho Natural
8
Capítulo III
Marco Teórico
1. Criterios de Individualización de la Pena en El Salvador
1.1. Pena Imponible e Individualización
9
9
1.2. La Personalidad del Reo. Función de la Prevención
especial en la individualización de la pena
13
1.3. Individualización judicial de la multa conforme
al sistema días multa
13
1.3.1. Duración de la multa en función de la gravedad
de la culpabilidad por el hecho
14
1.3.2. La cuantía de la multa en función de la
capacidad económica del reo
14
1.3.3. Limitación de la cuantía de la multa por la
culpabilidad
15
2. Sistemas de Individualización de la Pena
15
2.1. Proceso de Individualización
16
2.1.1. La individualización legal o legislativa
16
2.1.2. La individualización judicial
17
2.1.3. La individualización penitenciaria o
administrativa
18
3. Elementos de la Individualización de la Pena
19
4. La Culpabilidad en la Individualización desde el punto
de vista doctrinario
22
4.1. Compensación de la Culpabilidad
23
Capítulo IV
1. Determinación de la Pena
24
2. Principios
30
3. Reglas
31
3.1. Delitos
32
3.2. Faltas
33
3.3. Pluralidad de Infracciones
33
3.3.1. Concurso Real
33
3.3.2. Concurso Ideal
34
3.3.3. Delito Continuado y Delito en Masa
34
Conclusión
35
Recomendaciones
36
INTRODUCCIÓN
La determinación de la Pena y Criterios de Individualización a través de la historia
ha venido evolucionando, pues diferentes culturas han intervenido como las que
podemos mencionar la Israelita, los Griegos y Romanos; así como también en la
época Precolombina, los Aztecas donde cada una de las antes mencionadas han
jugado un papel muy importante a los referente a la determinación de la pena y
sus criterios de individualización donde cada una de las mencionadas culturas
utilizaban sus propios criterios en la aplicación de la norma.
En cambio en el derecho moderno existen corrientes que aprueban y desaprueban
la pena de muerte entre estas podemos mencionar la Corriente Abolicionista
donde hay pensadores que no justifican la pena de muerte, ya que la tesis que
sostienen es que la pena de muerte no cesa en su crueldad cuando se extingue la
vida, sino que causa efectos colaterales, afectando también la memoria y el
recuerdo que pueda haber quedado del condenado.
Así también hay corrientes que justifican la pena de muerte donde hay ciertos
pensadores que sostienen que dentro de la sociedad un elemento nocivo y
pernicioso debe morir. El poder público esta facultado como representante divino
para imponer toda clase de sanciones jurídicas, debidamente sustituidas de la
sociedad, ya que si un miembro putrefacto afecta la salud de un cuerpo es
conveniente quitarlo, sucediendo lo mismo con la sociedad, que si un delincuente
perjudica a la sociedad en si, es mejor quitarlo para salvar al resto de la sociedad.
En el presente trabajo monográfico se hace una reseña sobre la Determinación de
la Pena y Criterios de Individualización que el juez debe adoptar a una persona
encontrada como responsable de un delito, realizando enfoques legales y
judiciales.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Cuáles son los criterios que el Juez debe de emplear para determinar e
individualizar la pena mediante el amplio raciocinio que permita utilizar un criterio
adecuado y apegado a derecho, donde se esta jugando con un bien jurídico
tutelado como es el derecho a la libertad?
OBJETIVOS
GENERAL
ƒ
Realizar de una forma satisfactoria el trabajo investigativo que el grupo se
ha propuesto a elaborar de manera eficaz que llene las expectativas de la
autoridades de la Universidad Francisco Gavidia.
ESPECÍFICO
ƒ
Buscar nuevos mecanismos que contribuyan a la aplicación de la justicia
penal en El Salvador, donde se interrelacionen las diferentes Instituciones
del Estado que velan por los derechos individuales de la persona humana al
momento de impartir justicia.
JUSTIFICACION DEL PROBLEMA
Contribuir al análisis de la aplicación de la determinación y de los criterios de
individualización de la pena, aportando criterios apegados a la realidad que vive
nuestro país, buscando mecanismos que orienten al juez a una mejor aplicación
de la justicia siendo ésta ecuánime, equitativa e imparcial.
CAPÍTULO I
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
1.
ÉPOCA ANTIGUA
En el Antiguo Testamento también existían diferentes disposiciones penales
que regulaban la conducta del pueblo israelita condenando al pueblo de los
diferentes delitos que éstos podrían cometer como los que señala la Sagrada
Escritura en el Libro de Levíticos 20: 9-18, Ex 31: 14s, num 15: 35-36., refiriéndose
básicamente a la pena de muerte.
La imposición de las penas y medidas de seguridad durante la larga
trayectoria de la humanidad, ha tenido diversidad de aplicaciones, en los tiempos
primitivos se imponían con tanta barbarie, esta se inicia con la venganza privada,
después la ley del Talión, posteriormente en el período humanitario, encontramos
que se trata de eliminar a la dureza de la pena, tratando de hacer un estudio del
delincuente para saber el porque del crimen y de esta forma llevarlo a su
readaptación.
El Nuevo Testamento, restringe la dureza de las penas del Antiguo
Testamento, reconociendo que la autoridad lleva la espada para castigar al que
obra mal ( Rom 13: 4). Reconociendo valores cristianos que influyeron a través del
nuevo evangelio donde se anunciaba el perdón, el respeto al prójimo, la vida, la
misericordia, etc.
La Pena de muerte a través de los tiempos ha existido en las diferentes
culturas para regular la conducta de la humanidad entre estas podemos mencionar
a los Griegos, Israelitas y Romanos, principalmente influyendo la cultura griega
en los romanos por el cúmulo de conocimientos filosóficos que éstos dominaban,
ya que este fue el punto de partida de los romanos para destacarse en la
jurisprudencia, regulando las relaciones entre los Hombres y el Estado; en Roma
el primer delito castigado con la pena de muerte fue el de Perduellio, por traición a
la patria, posteriormente en las XII Tablas, aunque este tipo de pena sin ser
abolida cayo en desuso.
Las formas de ejecución que utilizaron los romanos de la pena fueron muy
variadas de acuerdo a los usos y costumbres de los diferentes pueblos, había
entre otras: la lapidación, la rueda, el garrote, la hoguera, el descuartizamiento, la
guillotina, todas eran formas muy crueles ya que su finalidad consistía en imponer
el mayor sufrimiento al delincuente condenado a dicha pena, ya que la pena de
muerte los pueblos la consideraban como una aflicción retributiva originada por la
comisión de un delito que estaba regulada en las leyes antiguas.
1.1. ÉPOCA PREHISPÁNICA
Posteriormente, las sociedades Precolombinas aplicaban las
penas consistentes en el palo, tormentos a la muerte, siendo el gran sacerdote
quien las imponía, ordenaba la ejecución y se cumplían, básicamente era el juez
quien imponía la pena correspondiente.
Entre los Aztecas podemos mencionar las leyes que se caracterizaban por
su estricta severidad, así como: la lapidación, el descuartizamiento, la horca, y la
muerte a palos o a garrotazos y aunque no existían las cárceles ya era realidad la
pérdida de la libertad.
Entre algunos tipos de Penas de Muerte podemos mencionar:
La Lapidación, La ejecución por lapidación solía llevarse a cabo estando el
reo enterrado hasta el cuello o atado de algún modo. La muerte era causada por
lesiones en el cerebro, asfixia o una combinación de lesiones, que ocasionaba una
muerte lenta.
El Descuartizamiento, ejecución que básicamente se utilizaba en el
Imperio Romano, en las arenas de espectáculo público donde el condenado era
atado de pies y manos y tirado por cuatro caballos, causando la muerte de forma
instantánea.
La Horca, El preso es colgado de una cuerda atada alrededor del cuello y
moría debido a la fuerza que, por la gravedad, ejerce el peso del cuerpo.
Mientras que los Mayas, al traidor a la patria se le castigaba con la pena
de muerte, así también existían otros tipos de penas tales como: la lapidación
existiendo diferencias en la aplicación y las formas de ejecutarlas como las de
otras culturas de la época.
En el siglo XX la pena de muerte se aplico a discreción en las sociedades
americanas ejerciendo el poder en forma discriminada por dictadores al servicio de
las oligarquías nacionales creando oportunidades para justificar y consolidar
pretensiones imperialistas, trayendo éste tipo de acciones como consecuencia
confusión entre los criterios humanistas radicales desconociendo su utilidad y
justificación.
CAPÍTULO II
CONSIDERACIONES DOCTRINALES
1.
CORRIENTES ABOLICIONISTAS1
Existen algunas corrientes abolicionistas donde los pensadores no justifican
el restablecimiento de la pena de muerte, entre ellos:
MARIO RUIZ FUNES, quien se pronuncia en contra de la pena de muerte
diciendo: “la aplicación de la pena de muerte no cesa en su crueldad cuando se
extingue la vida del delincuente contra quien se ha pronunciado”, lo que pretende
expresar es que no basta la pena de muerte sino que también deshonra la vida
física con la infamia y deshonra su memoria y el recuerdo que pueda quedar de él.
CASTELLANOS TENAS manifiesta que: “la pena de muerte no ha sido un
ejemplo para quien ha delinquido, ya que los que han sido condenados a muerte
han presenciado anteriores ejecuciones, afectando su comportamiento psicológico
desde el momento en que es sentenciado el delincuente”.
SEBASTIÁN SOLER, manifiesta: que la pena de muerte no disminuye la
criminalidad, las variaciones de la criminalidad no son explicables con la severidad
de las penas. Significa que los Estados que aplican la pena de muerte no han
presentado ninguna disminución al respecto de la criminalidad sino que los tipos
de delitos se siguen cometiendo.
VILLALOBOS dice: “Todos los pueblos han tenido épocas de barbarie; pero
a más de que las hecatombes y los horrores provocados por la superstición
religiosa o política no son comparables a los delitos individuales, la ordenación de
la conducta no se persigue por la timidez, la incertidumbre, sino por la educación
1
http://universidadabierta.edu.mx/biblio/A/Arenas%20navarrete%20. Antecedentes Históricos de la
Legítima Defensa.
apoyada por sanciones que marquen una segura enérgica reprobación de la
delincuencia.
2.
CORRIENTES QUE LA JUSTIFICAN2
Desde la antigüedad, no se ha suscitado polémicas doctrinarias respecto a
la pena de muerte, es decir, en torno a su necesidad
o licitud. Existe la
probabilidad que fue Platón, quién inició una teoría al respecto.
PLATON. Justificó la pena de muerte como medio político para eliminar de
la sociedad a un elemento nocivo y pernicioso, y sostiene que: “En cuanto
aquellos cuyo cuerpo está mal constituido se les dejara morir y se les castigara
con la muerte, a aquellos cuya alma sea naturalmente mala e incorregible, es lo
mejor que pueda hacerse por ellos y por el Estado”.
LUCIO ANNEO SENECA. “Los criminales son considerados como
resultante de un conjunto de anomalías mentales y biológicas, cuya eliminación
sólo es posible conseguir mediante la muerte”.
SANTO TOMAS DE AQUINO. Sostiene: “Todo poder correctivo y
sancionario proviene de Dios, quien lo delega a la sociedad de los hombres; por lo
cual es poder público esta facultado como representante divino para imponer toda
clase de sanciones jurídicas, debidamente sustituidas de la sociedad, expresando
que si un miembro putrefacto afecta la salud del cuerpo es conveniente quitarlo
para preservar la salud, lo mismo sucede en la sociedad, que si un delincuente
perjudica a la sociedad en sí es mejor quitarlo, para salvar al resto de la sociedad”.
2
Ibid.
3.
ESCUELA CLASICA DEL DERECHO NATURAL3
Ha admitido la pena de muerte, considerando que ésta es necesaria como
instrumento de represión, ya que un cuerpo social formado y organizado a
través de la unión de una multiplicidad de individuos, tiene una organización, una
voluntad y un conjunto de necesidades distintas.
3
Ibid.
CAPÍTULO III
MARCO TEÓRICO
1.
CRITERIOS DE INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA EN EL SALVADOR
Carlos García Valdez. Ha escrito: “El resultado de la relación entre el
binomio Delito – Pena se denomina individualización, que ha de buscar el objetivo
de imponer la pena proporcionada y concreta al delincuente”.4 Siendo la
individualización de la pena la adecuación de la sanción penal a la persona en
particular a quién se va a imponer; por lo que cuando existe una sentencia
condenatoria, la tarea jurídico–penal más importante consiste en determinar la
pena que se condena al sujeto.
En la antigüedad el problema de la individualización era sencilla, ya que se
preveía una pena única e indivisible. No ocurre así en el Derecho Penal moderno,
donde el Juez tiene que recurrir a una técnica de determinación (la lógica, sana
crítica y analogía), que la mayoría de las veces -como en nuestro Derechoobedece a criterios legales más o menos estrictos. La individualización de la pena
tiene similitud con la institucionalización de la pena privativa de libertad, a
principios del siglo XIX, puede decirse que la individualización de la pena es uno
de los avances de la actual política criminal.
1.1. PENA IMPONIBLE E INDIVIDUALIZACIÓN5
Art. 62 CP Son punibles los delitos consumados y en grado de tentativa.
Las faltas sólo serán sancionadas si son consumadas.
4
5
GARCÍA VÁLDEZ, Carlos: “Teoría…”. Manual de Derecho Penal. Parte General, Pág. 652
Código Penal de El Salvador. Comentado. “Pena Imponible…”. Pág. 199
El juez fijará la medida de la pena que debe imponerse, sin pasar de los
límites, mínimos y máximo establecidos por la ley para cada delito y, al dictar
sentencia razonará los motivos que justifican la medida de la sanción impuesta, so
pena de incurrir en responsabilidad.
En los casos expresamente previstos en el Código Penal Salvadoreño,
podrán excederse los límites de la pena fijada por la ley para cada delito. En
ningún caso podrá sobrepasar el máximo de la pena de prisión que la ley
determina.
Significa que el juez debe estar sujeto a principios de legalidad,
determinando la pena que corresponde a los diferentes casos en concreto dentro
de los límites que la ley permite de forma rígida y flexible. Así, también el juez
esta sujeto a criterios de proporcionalidad a fijar la pena en atención a la gravedad
del delito y a la culpabilidad del autor. El juez debe atenerse al criterio de
individualización cuando adecue la pena a la personalidad del delincuente.
La punición se establece para los delitos y faltas consumadas y los delitos
intentados. Existen otras formas de aparición del delito como la conspiración,
proporción y provocación no son punibles genéricamente sino tan solo
expresamente la ley lo prevea para cada figura delictiva específica.
Por razones de política criminal atendiendo a los principios de intervención
mínima y oportunidad, se ha considerado que deben quedar fuera del Derecho
Penal las faltas que no han alcanzado el grado de consumación.
Existen modernos sistemas tendientes a la individualización de la pena
mediante la sentencia indeterminada, lo que se materializa en su indeterminación
cuantitativa de la sentencia, de forma que su duración se concreta durante la fase
de cumplimiento; en unos sistemas el juez fija un máximo y un mínimo y en otros
hay una indeterminación absoluta.
En el sistema del Código, como corresponde a nuestro ámbito de cultura
jurídica, la pena debe quedar concretamente fijada en la sentencia, sin perjuicio de
que instituciones como la suspensión o sustitución o el devenir penitenciario de su
ejecución puedan tener importante relevancia sobre su alcance efectivo.
Si contemplamos los delitos y faltas comprendidos en los Libros II y III del
Código, la pena se fija para el autor de un delito consumado entre un máximo y un
mínimo dentro del cual debe moverse el juez, como por ejemplo los homicidios
contemplados en los artículos 128 al 132 del CP ( Art. 129 CP el cual estipula una
pena máxima de treinta a cincuenta años de prisión en el caso del Homicidio
Agravado, mientras que el Art. 132 CP establece una pena mínima de dos a
cuatro años de prisión en el caso del Homicidio Culposo) y las Faltas que están
contempladas en los artículos 371 al 403 del CP. ( Art. 374 CP se refiere a una
sanción mínima de diez a treinta días multas, en el Anuncio de Medios Abortivos;
mientras que el Art. 394 CP señala una sanción de cincuenta a cien días multa
como pena máxima para el Uso Indebido de Insignias o Condecoración)
Toda decisión judicial debe de ser motivada a fin de que las partes tengan
garantizado en el grado necesario su posibilidad de impugnación al conocer cual
es la interpretación y aplicación del derecho que el juez lleva a cabo, ajena a toda
arbitrariedad.
Por principio de legalidad y de seguridad jurídica, el juez esta previamente
determinado en la mayoría de los casos la clase y cuantía de la pena, para llevar a
cabo una individualización judicial dentro de unos límites legales resultantes de
cada hecho y sujetos concretos, teniendo en cuenta criterios que el propio
legislador señala.
En un ámbito como este en el que el juez puede moverse dentro de unos
límites relativamente amplios afectando a un bien tan esencial como es la
privación de la libertad o de otros derechos de las personas la motivación de la
medida de la sanción impuesta cobra especial importancia.
La norma solo contempla los detalles de la conducta y de su autor y a
través
de
la
individualización
de
la
pena
se
establece
la
adecuada
proporcionalidad entre su gravedad y trascendencia del hecho, teniendo en cuenta
todos los datos como pautas orientativas los aspectos que se enumeran en el Art.
63CP.
La interdicción de la arbitrariedad obliga a consignar en la sentencia la
fundamentación de los juicios de valor que en ella se asumen y se traducen en
concretas consecuencias punitivas. Tales juicios de valor deben tratar de ponderar
la forma equilibrada tanto la retribución de la sociedad como el intento de
reinsertar al sujeto. Tanto la conciencia jurídica social como la reparación de los
afectados por el delito y muy especialmente, las condiciones personales del
delincuente (situación formativa familiar económica), su posible sensibilidad frente
a la pena y sus efectos que esta pueda tener sobre su vida dentro de la
comunidad.
Formalmente, la motivación de la medida de la sanción impuesta no supone
la consignación de un razonamiento exhaustivo y pormenorizado por todos y cada
uno de los aspectos y circunstancia del asunto debatido, sino que se reduce a la
expresión de las razones que permiten conocer cuales han sido los criterios
jurídicos esenciales fundamentales de la decisión.
1.2. LA PESONALIDAD DEL REO. FUNCION DE LA PREVENCIÓN ESPECIAL
EN LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA.6
6
Individualización Judicial de la Pena. José Antonio Choclán. Pág. 192
Dentro de las disfuncionalidades del sistema penal la doctrina destaca la
antinomia (contradicción real o aparente entre dos leyes o entre dos pasajes de
una misma ley) que se produce entre el fin de la pena y el fin de la ejecución.
En la concreción del marco de la culpabilidad permite dar cabida a la idea
de resocialización en el momento mismo de determinación de la pena y no sólo en
el de su ejecución. En este sentido el Código Penal Suizo en la determinación de
la pena debe tenerse en cuenta el principio de resocialización que según debe
inspirar la ejecución de la pena de prisión. Esta idea se acomoda en su esencia,
en la obligación del juez en la determinación de la pena o tomar en consideración
el fin de la ejecución de la pena privativa de libertad la reinserción del reo en la
sociedad.
1.3. INDIVIDUALIZACIÓN JUDICIAL DE LA MULTA CONFORME AL SISTEMA
DIAS MULTA7
El sistema de días-multa importa que la determinación de la multa puede
llevarse a cabo con perfecta separación entre el factor injusto y culpabilidad por el
hecho cometido, y el factor capacidad de carga financiera del reo. El primer factor
se refiere al hecho y el segundo al autor permitiendo de esta manera una
absorción por la pena de multa de las desigualdades sociales y económicas de los
sujetos responsables criminalmente. De este modo, los coautores de un mismo
hecho punible, pueden recibir distinta pena de multa en la medida en que sea
diversa su capacidad económica sin que por ello se resienta el sistema.
1.3.1. Duración de la multa en función de la gravedad de la culpabilidad por
el hecho.8
7
8
Ibid. Pág. 202
Ibid. Pág. 202
De acuerdo a la legislación española en su artículo 50.5 del CP dispone que
“los Jueces o Tribunales determinarán motivadamente la extensión de la pena
dentro de los límites establecidos para cada delito y según las reglas del capítulo II
de este título. El Capítulo 2º al que remite el precepto contiene reglas relativas
tanto a la individualización legislativa en cuanto a la judicial.
1.3.2. La cuantía de la multa en función de la capacidad económica del reo.9
Los Jueces y Tribunales fijaran en la sentencia, el importe de cuotas,
teniendo en cuenta para ello exclusivamente la situación económica del reo,
deducida de su patrimonio, ingresos, obligaciones, cargas familiares y demás
circunstancias personales del mismo.
El artículo 19 inc. 2º del Código Austriaco, mide el día multa en función de
la capacidad del pago del delincuente en el momento de la sentencia de primera
instancia, atendiendo a sus ingresos, fortuna cuya realización le pueda ser exigible
y posibilidades del alcanzar ingresos en adecuada actividad profesional. El artículo
45 párrafo 2º y 3º Código Penal Latinoamericano dispone que el importe del día
multa será equivalente a la entrada diaria del sentenciado y se determinara de
acuerdo con la situación económica del condenado, atendidos especialmente su
caudal rentas, medios de subsistencia, nivel de gastos u otros elementos de juicio
que el juez considere apropiado si el condenado viviese exclusivamente del
producto de su trabajo, el día-multa no podrá ser inferior a la mitad de su entrada
diaria, ni exceder el tanto de ella.
La fijación de las cuantías de las cuotas de la multa se establece,
primeramente, en función de los ingresos netos que el reo obtiene.
9
Ibid. Pág. 203
1.3.3. Limitación de la cuantía de la multa por la culpabilidad. La influencia
recíproca de los factores de individualización.10
El sistema de días-multa se contrarresta con la idea de que el resultado de
multiplicar la cuota por su importe no debe arrojar una suma que no resulte
adecuada a la gravedad del hecho. Aunque es el número de cuotas del factor que
mide en el sistema de gravedad del injusto
y culpabilidad, en el contenido
económico de cada cuota no resulta irrelevante a tales efectos.
La capacidad económica del reo podía incidir en la medición de la duración
de la multa, la gravedad de la culpabilidad debe incidir en su importe. Este
fenómeno conduce a una recíproca contribución o influencia de los factores de
individualización en el campo de aplicación del otro factor.
La suma resulta necesario sujetar la cuota a un límite máximo, lo que
permite el marco de culpabilidad pese a las disponibilidades económicas del sujeto
permitan holgadamente su pago. No olvidarse que la multa es una sanción penal
por el hecho cometido y no una sanción a la riqueza.
2. SISTEMAS DE INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA
La
comprensión
de
las
tres
importantes
fases
del
proceso
de
individualización (legal, judicial y penitenciaria) es requisito imprescindible para la
realización optima de los fines de prevención general y especial que se
manifiestan como criterios del Derecho Penal Salvadoreño, pues los mismo
inyectan de contenido cada una de esas fases y constituyen una obligatoria
observancia para cualquier operador judicial.
2.1. Proceso de individualización11
10
11
Ibid. Pág. 207
Ciencias Penales, Monografías. Pág. 145
El proceso de individualización conoce las siguientes fases: Legal o
legislativa, Judicial y de Ejecución, penitenciario o administrativa. Los diversos
fines de la pena aparecen con mayor o menor nitidez en cada uno de ellas, pero
para que la prevención sea posible no pueden existir cesuras insalvables entre
una y otra fase. Los objetivos que busca cada uno no pueden hipotecar los de las
otras sino que las tres se articulan y condicionan para lograr la máxima
optimización preventiva.
2.1.1. La individualización Legal o Legislativa. 12
Esta se encuentra en la propia norma penal, en forma abstracta y general, para
cada tipo de pena en particular. La extensión temporal de la pena, o regla general,
se fija entre un máximo y un mínimo. Este sistema esta planteado de esa manera
para que el juez tenga libertad de elección al adecuar la sanción penal a cada
caso concreto, entre los límites establecidos normativamente. La individualización
legal a que nos referimos consiste en expresar exactamente, en el Código Penal la
pena a que debe ser condenado el culpable; este sistema admite dos
modalidades: la primera el sistema de individualización legal rígido o de pena
determinada; la segunda, el sistema de individualización legal relativamente
indeterminado.
2.1.2. La individualización judicial. 13
Es la realizada por el juez, que debe determinar, una vez calificados los
hechos provocados, la pena aplicable y su duración o cuantía de acuerdo con las
12
13
Ibid.
Ibid. Pág. 146
reglas contenidas de la individualización judicial, es así, que se concreta todo, en
términos estadísticos de la duración de las penas, pero también existen supuestos
en que es preciso elegir entre varias opiniones cualitativamente distintas. Así
ocurre en los casos de pena alternativa, en los de pena de imposición potestativa
o en aquellos en las que las reglas generales permiten al juzgador decidirse, a la
vista de las circunstancias concurrentes entre varias opciones. Una vez decidida
la pena por imposición de la ley o por decisión del juez procede su cuantificación
exacta para hacerlo el primer punto de referencia será la configuración
constitucional de la pena y de los fines que con la intervención penal se persiguen,
ya que la orientación a las consecuencias es elementos esencial de la racionalidad
y funcionalidad de la individualización judicial. Dentro de ese marco general, el
juez deberá proceder atendiendo al número de circunstancias atenuantes y
agravantes, como a la gravedad del hecho, de acuerdo, a la personalidad del
delincuente, que, en definitiva son los criterios a que se refiere el artículo 63 CP.
Con esos datos que el juez dicta sentencia condenatoria conforme con el
ordenamiento jurídico salvadoreño es determinada señalando la pena exacta.
De acuerdo a Carlos García Váldez, consiste en “La elección de la pena
concreta a imponer al reo que realiza el juez”.14 Por ello, muchos autores exigen
que el juez tenga una sólida formación criminológica ese motivo obedece a que en
estos casos se presentan al juzgador opciones entre las que escoge libremente la
clase de pena y ante todo, su duración.
Los jueces deben poseer una amplia preparación profesional y no sólo
jurídica sino también psicológica y sociológica para conocer mejor al sujeto a
quien se le impondrá la sanción.
2.1.3. La individualización Penitenciaria o administrativa. 15
14
GARCÍA VÁLDEZ, Carlos: “Teoría…” Manual de Derecho Penal. Parte General. Pág. 656
15
MIR PUIG, Santiago: “Derecho…” Manual de Derecho Penal. Parte General. Pág. 657
Es la realizada por los funcionarios especializados de la administración
penitenciaria, basándose en estudios sobre la personalidad de los condenados.
Esta modalidad de la individualización de la pena es la que ha dado origen a la
figura conocida como “Juez de Vigilancia Penitenciaria”
16
o Juez de Ejecución de
la Pena”, pues se pretende con ello, como dice García Váldez subsanar con la
vigilancia de este funcionario la “arbitrariedad administrativa”. Este funcionario
totalmente desconocido en nuestro medio, sino hasta 1998, tiene un papel muy
importante en el derecho moderno, que se preocupa por el momento o fase de la
ejecución penal apareciendo originalmente en ordenamientos jurídicos como el de
España, Italia, Francia, Portugal, Brasil y Costa Rica.
Los resultados de la actividad del Juez de Vigilancia
Penitenciaria son prometedores para el derecho penitenciario.
Se realiza durante la ejecución de la pena privativa de libertad.
Por consiguiente, pretende aprovechar las posibilidades que ofrecen en el
marco penitenciario las ciencias de la conducta para evitar una ejecución penal
nociva. La ejecución de la pena deberá proporcionar a los condenados
condiciones favorables a su desarrollo personal, que le permitan una armónica
integración a la vida social al momento de recobrar su libertad.
3.
ELEMENTOS DE LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA17
El juez de acuerdo a los límites mínimo y máximo debe determinar la pena
tomando en cuenta criterios legales “más o menos estrictos, siendo estos:
a) “La mayor o menor gravedad del hecho”, que viene a construir el elemento
objetivo de la individualización, y
16
ALONSO DE ESCAMILLA, Avelina: “El Juez de Vigilancia Penitenciaria”, Madrid. Civitas. Manual
de Derecho Penal. Parte General. Pág. 657
17
Manual de Derecho Penal. Parte General. Pág. 658
b) “La personalidad del autor”, que constituye el elemento subjetivo de la
individualización.
Elementos Objetivos, que el juez debe tomar en cuenta para fijar la medida de la
pena:
(1) “La naturaleza del acto”: se establece en función de la jerarquía del bien
jurídico tutelado, que ha sido dañado o puesto en peligro.
(2) “Los medios empleados por el agente”: Se toma en cuenta la inteligencia con
que fue planeado el delito, la cuidadosa ejecución con que se realizó, etc.
(3) “La extensión del daño causado o del peligro corrido”, se refiere a que el primer
criterio se aplicará en los delitos consumados de resultado y el segundo, en los
delitos cuya ejecución queda en grado de tentativa.
(4) “La intensidad y clase de dolo o de culpa”, es cuando se trate de delitos
dolosos o culposos.
(5) “Las circunstancias de tiempo y lugar” en que el delito fue realizado; se toma
en cuenta los antecedentes o la personalidad del autor; lo que constituye el
elemento objetivo o material de la individualización de la pena.
Estos criterios no toman en cuenta los antecedentes o la personalidad del autor.
Elementos Subjetivos, que el juez debe tomar en cuenta para fijar la medida de la
pena:
(1) “La edad, la instrucción, las costumbres y la conducta precedente y posterior
del sujeto”.
Según la norma jurídica, estos principios permiten al juez conocer de alguna
forma el ambiente personal donde se desarrolla el sujeto.
Entiéndase que este principio exige que estos criterios sean analizados con
anterioridad y con posterioridad a la condena, según el análisis realizado por el
juez.
(2) “Los móviles que lo impulsaron a delinquir y las condiciones ambientales de
familia, de trabajo y de relaciones sociales que hayan podido influir en las causas
del delito”
De hecho, con este criterio lo que se pretende es que el juez pueda conocer
las causas que han sido los diversos factores sociales con que el sujeto infractor
se ha relacionado, para que, en base a ellos pueda determinar la influencia de los
mismos en el sujeto.
(3) “Las condiciones especiales en que se encontraba el sujeto en el momento de
delinquir, y los demás antecedentes y condiciones personales”.
Ejemplo: Si el sujeto estaba ebrio al momento de delinquir, el Derecho
Penal castiga actos o acciones desvaliosas y nunca condiciones o características
personales, es decir, que el legislador viola el principio de legalidad al considerar
condiciones personales para fundamentar la individualización de la pena.
(4) “Los antecedentes criminales y policiales”.
Constituye otro criterio objetivo utilizado por el juez para la individualización
de la pena. A este criterio se le pueden hacer las mismas críticas que el punto
anterior, e imputársele las mismas violaciones a criterio objetivo que debe respetar
el Derecho Penal.
(5) “Los vínculos de parentesco, amistad o nacidos de otras relaciones con la
víctima”.
(6) “Las circunstancias atenuantes o agravantes, cuando la ley no las considere
como elementos del delito o como circunstancias especiales”.
En resumen podemos decir que los elementos susceptibles de influencia del
juzgador pueden esquematizarse así:18
- Naturaleza del delito
- Medios empleados
a)
Objetivos
- Gravedad del daño
- Circunstancias del delito
ELEMENTOS
DE LA
INDIVIDUALIZACION
b)
Subjetivos
-
Edad
-
Educación
-
Móviles
-
Antecedentes
-
Situación familiar
4. LA CULPABILIDAD EN LA INDIVIDUALIZACIÓN
DESDE EL PUNTO DE VISTA DOCTRINARIO
En el momento de la amenaza, el fin de la pena es la prevención general:
en el de la determinación de la pena, los fines preventivos son limitados por la
medida de la gravedad de la culpabilidad; y en el momento de la ejecución
adquiere especial significación el fin de la resocialización. Importa destacar la
18
Manual de Derecho Penal. Parte General. Pág. 661
conclusión obtenida de las anteriores consideraciones en lo que se refiere a las
consecuencias de los principios de la culpabilidad en la individualización de la
pena: a) La pena debe ser proporcionada a la gravedad de la culpabilidad; b) Las
necesidades de prevención ( general y especial) no pueden legitimar una pena
que supere la gravedad de la culpabilidad. De esta manera la culpabilidad es un
principio de proporcionalidad entre la pena y los elementos que fundamentan la
reprochabilidad. Esta idea -la culpabilidad por el hecho es la base de la
individualización de la pena- deberá de servir de criterio rector en la interpretación
de la regla e interpretación del alcance de la agravación por reincidencia.
La pena tiene un sentido retributivo como compensación de la culpabilidad
por el hecho cometido. Esta difiere sustancialmente de la medida de seguridad
basándose en el principio de proporcionalidad tomando en consideración la
personalidad del autor y no en la gravedad del hecho cometido de modo que el
principio de proporcionalidad por sí solo, es insuficiente para limitar las
necesidades de prevención en cada caso.
La culpabilidad del hecho cometido por el autor brinda al juez un marco
penal dentro del cual la pena es ya adecuada a la gravedad de la culpabilidad y
todavía adecuada a ella de acuerdo con la conocida teoría del margen de libertad,
significa que el juez puede valorar cuando una pena todavía es adecuada a la
gravedad de la culpabilidad sin que éste límite máximo de la magnitud penal
venga determinado por el máximo de la pena legalmente impuesta en cada
precepto.
4.1. COMPENSACION DE LA CULPABILIDAD
La individualización penal, tiene que partir de la función compensatoria de la
pena en cuanto a la pena sirve a la justa retribución del injusto y la culpabilidad.
Ahora bien, la culpabilidad puede compensarse por otros males derivados del
delito equivalentes al que representa la pena, pues ésta no tiene en exclusiva la
función de compensación de la culpabilidad. Es decir, en un Derecho Penal de
culpabilidad todo mal que el autor sufra como consecuencia del delito, extingue la
culpabilidad en todo o en parte, y la extinción ex post facto de la culpabilidad,
tiene igual significado que la culpabilidad disminuida desde el momento de la
acción.
La analogía de efectos sobre la culpabilidad, permite fundamentar cualquier
solución de atenuación basada en la menor gravedad de la culpabilidad
constatada por el juez penal, quien debe valorar si la pena debe aplicarse
atenuada en atención a la concurrencia de equivalentes funcionales.
CAPÍTULO IV
1. DETERMINACIÓN DE LA PENA
CONCEPTO DE PENA
Según Gerardo Landrove Díaz siguiendo la fórmula de Eugenio Cuello
Calón, es uno de los mas completos; el citado autor define la pena como, la
privación o restricción de bienes jurídicos impuestos conforme a la ley, por los
órganos jurisdiccionales competentes, al culpable de una infracción penal.
Según Guillermo Cabanellas de la Torres,19 define la pena como sanción,
previamente establecida por ley, para quien comete un delito o falta.
Según Santos Rojas Acosta, la pena es la consecuencia última de todo
delito (cuando se ha cometido una conducta delictiva y los delitos son de querella
o a petición de parte, no se llega a esta última consecuencia ya que puede ser de
que se extinga el ejercicio de la acción penal con el perdón del ofendido antes de
que se llegue a esta etapa procesal”.
En la evolución de la ciencia penal, son dos los sistemas básicos para
determinar la pena: el surgido de la Escuela Clásica y el amparado por el
positivismo.
De acuerdo a los principios de clasicismo, el delito fue conceptuado
objetivamente, como un ente jurídico consistente en la violación del Derecho, por
lo tanto, objetivamente fue concebida la determinación de la pena, como una
restricción o privación de derechos, proporcionado al mal del delito, no a la
personalidad del sujeto autor del mismo.
El positivismo conceptuó el delito
subjetivamente, como acto del hombre delincuente determinado por su
personalidad y demás factores que los condujeron al mismo, y por consiguiente
subjetivamente fue
concebida la determinación de la pena, como tratamiento
adaptado a esa personalidad, siendo individualizada a sus personales
condiciones. Siendo el primer sistema, de penas proporcionadas al delito, y el
segundo, de penas individualizadas.
19
Diccionario Jurídico Elemental. Pág. 300
El Código Penal salvadoreño20 se adecua al sistema clásico, o sea al
sistema de penas objetivamente determinada para cada delito, según su mayor o
menor gravedad, pero a su vez agravadas o atenuadas:
a) Según la concurrencia en el mismo de circunstancias agravantes o atenuantes,
generales o especiales;
b) Según el grado de participación del delincuente;
c) Según el grado de ejecución del mismo y
d) Según la concurrencia o concurso de delitos o de delincuentes en el hecho.
Artículo 63. CP21 La pena no podrá exceder el desvalor que corresponda al
hecho realizado por el autor y será proporcional a su culpabilidad. Para la
determinación de la pena en cada caso se tendrá especialmente en cuenta:
1) La extensión del daño y peligro efectivo provocados.
2) La calidad de los motivos que le impulsaron al hecho
3) La mayor o menor comprensión del carácter ilícito del hecho
4) Las circunstancias que rodearon al hecho y en especial las económicas,
sociales y culturales del autor;
5) Las circunstancias atenuantes y agravantes, cuando la Ley no las considere
como elementos del delito o como circunstancias especiales.
El juez en la fase de determinación e individualización de la pena debe
retomar los siguientes postulados:
1o) Los dos criterios mas generales como guía del arbitrio son de índole objetiva
y subjetiva, el desvalor del resultado de la acción del culpable según la mayor o
menor gravedad del hecho y el reproche personal al sujeto en atención a su
circunstancia. No debe olvidarse que cuando el texto constitucional en su artículo
20
21
ARRIETA GALLEGOS, Manuel, Dr. Lecciones de Derecho Penal. 1996. Pág. 429
Código Penal de El Salvador. Comentado. Pág. 202
27 fija como fines de la ejecución de la pena la corrección, educación y formación
del delincuente procurando su readaptación y como consecuencia de lo anterior la
prevención del delito ello debe empezar a buscarse desde que el juez señala la
sentencia que corresponde al sujeto concreto cuya reeducación y reinserción
social se procura también de la fijación de la pena.
Se trata en definitiva, de una facultad discrecional que el legislador concede
a los jueces para individualizar la pena sobre una doble orientación: la gravedad
del hecho y la personalidad del delincuente, expresiones como una y otra
abarcadoras de casi infinitas soluciones. La gravedad hace referencia hacia el
valor de la conducta en relación con el bien jurídico protegido, la personalidad del
sujeto representa una apreciación muy compleja integrada por elementos
psicológicos desde una proyección social.
2o) Siendo los anteriores criterios generales, el precepto de una serie de criterios
particulares que se tendrán en cuenta para la determinación de la pena, los cuales
no son sino desarrollo de las más amplias ideas antes expuestas, teniendo un
valor meramente enumerativo y no jerarquizado, en cuanto al orden en que se
exponen y sin pretensión omnicomprensivas de todas las variables a considerar
en el proceso de adecuación de la pena.
a)
La extensión del daño y del peligro efectivo provocados. Concebidos los
delitos fundamentalmente de peligros y de resultados de evaluarse la intensidad
del mismo desde la contemplación de la incidencia de la acción del sujeto haya
tenido sobre el menoscabo del bien jurídico tutelado, con una doble dimensión: La
afectación del sujeto concreto ó en su caso la afectación de la colectividad
protegida en su conjunto. Con independencia del valor que merezca la mera
voluntad del valor del sujeto delincuente, manifestada en su comportamiento es
indudable que el juicio de reproche tiene muy en cuenta la incidencia de ésa
voluntad sobre el exterior, de manera que la intensidad de la misma tiene un
desvalor más ó menos pronunciado según dicha incidencia.
Extensión e intensidad del daño deben ser conceptos que corran parejos y
se complementen para fijar su alcance.
b)
La calidad de los motivos que impulsaron al hecho. Toda acción tiene un
motivo que impulsa a actuar al sujeto, algo no necesariamente identificable con el
dolo específico de cada conducta delictiva. El sujeto delincuente obra movido en
cada caso por una intención que guía su acción: Así quién clava un chuchillo en el
pecho de otro, obra movido por la intención de matarle y quién a otro sustrae su
dinero, actúa movido por el ánimo de lucrarse con lo obtenido; mas los motivos
que llevan a cada sujeto a realizar tales comportamientos pueden ser
completamente diversos, hasta el extremo de qué, respecto a una misma acción e
intención, unos podrían exacerbar el juicio de reproche y otros minorarlo: quién
mata puede hacerlo por múltiples razones que afecta indistintamente a la
conciencia social (la venganza por la previa ofensa, el odio irracional, los celos),
quién sustrae igualmente (la penuria, la avaricia), el Derecho Penal no puede ser
ciego a ello y al recorrido que va desde la exacerbación a la minoración del
reproche, la distinta afectación de dicha conciencia social con sus principios
morales, culturales e ideológicos tiene su traducción en esa herramienta que es el
margen de arbitrio judicial a la hora de determinar la pena.
c)
La mayor o menor comprensión del carácter ilícito del hecho. La socialización
que un sujeto pasa por el aprendizaje y la asunción del sistema de valores de la
sociedad en que se desenvuelve y de los mecanismos de relación entre sus
distintos miembros. El sujeto en sociedad se define a partir de unas condiciones
personales previas e inherentes que pueden llevar aparejado el padecimiento de
determinados déficit -muchas veces patológicos- que dificultan el aprendizaje e
interrelación, y, añadido a lo anterior, los estímulos que a lo largo del tiempo ha
recibido para acrecentar su proceso de socialización (no otra cosa en realidad en
el aprendizaje).Todo lo anterior le sitúa con una mayor o menor capacidad de
asumir y entender las pautas que en los aspectos que considera el Derecho Penal
separan lo lícito de lo ilícito, la adecuación de la propia conducta a dichas pautas,
la mayor ó menor capacidad del sujeto para ellos será la premisa de su mayor o
menor capacidad para autodeterminar su comportamiento.
Tales aspectos permiten igualmente moderar el juicio de reproche ante el
desvalor de la conducta de quién ha de ser Juzgado según su capacidad para
comprender y querer y adecuar ésa comprensión y voluntad a las pautas sociales
traducidas, en nuestro caso, en el Derecho Penal.
d)
Las circunstancias que rodearon al hecho y en especial las económicas,
sociales y culturales del autor. Cada secuencia de la realidad es única e
irrepetible; en ella convergen una serie de variables que hacen que las personas
se comporten de una manera determinada y que los hechos se encadenen con
arreglo de ello. Un juicio de Derecho Penal con pretensión de integrar un criterio
de justicia exige el intento de ampliar al máximo la comprensión de dicha variable
e incidentes. El Juez no contempla una realidad esteriotipada porque ello no
existe, sino unos sujetos y unas circunstancias únicas e irrepetibles, para los
cuales ha de dispensar una respuesta en éste caso, la pena específicamente
concebida para tales circunstancias y nada más que para ellas.
No es nueva la idea de que el hombre y sus circunstancias las que le
definen como tal y las que le hacen ser un sujeto único que en nuestro caso ha de
ser juzgado con unos criterios autónomos ha de recibir una respuesta la pena
particularizada a partir de la comprensión de las circunstancias en que actúo y si
recordamos de nuevo los criterios del artículo veintisiete de la Constitución,
adecuada al intento de reeducación de su persona necesaria sin duda en cuanto
al delito es reflejo de la existencia de determinados déficit del proceso de
socialización del sujeto, no completamente preparado para desenvolverse
adecuadamente respetando las normas que rigen la colectividad.
Las invocadas circunstancias, económicas, sociales y culturales del autor sobre todo entendido el término “cultura” en su acepción más amplia- define tanto
el marco del que éste parte para obrar, y por lo tanto sus motivos de la capacidad
mayor o menor para adecuar su comportamiento a las reglas impuestas como las
necesidades de incidir sobre su personalidad a través de la pena. La conjugación
de ambos elementos ayudará sin duda a definir la más estrictamente posible la
naturaleza y extensión de la pena a imponer a cada sujeto concreto.
e)
Las circunstancias atenuantes o agravantes cuando la Ley no las considere
como elementos del delito o como circunstancias especiales. Expuestas en los
artículos 29 y 30 del código penal se refiere como circunstancias que modifican la
responsabilidad penal en el sentido de que, concurriendo en la comisión de un
hecho delictivo descrito en la Ley que lleva aparejada una concreta respuesta
punitiva mas que modificar la responsabilidad penal la modulan dentro de los
límites previstos. Si acudimos al examen de las circunstancias enumeradas en los
indicados preceptos, podremos observar que los criterios generales de la
determinación de la pena (desvalor del hecho y culpabilidad), así como los
particulares expuestos hasta ahora, están detrás, en una u otra medida, de las
circunstancias que allí se contienen, por lo que se incide sin duda en reiteración
en la exposición de las pautas incluidas en este precepto.
Se excluyen de su consideración como tales las circunstancias que de
forma expresa ó tácita son inherentes a la definición del delito en su forma más
general o en las modalidades especiales que adoptan. Con ello se impide obtener
dos consecuencias jurídicas de un mismo hecho material.
Puede suceder que la circunstancia esté incorporada en descripción del
delito como uno de sus elementos por ejemplo la alevosía del artículo 30.1 en el
caso del homicidio agravado del artículo 129 ó que sea inherente al delito de
forma que sin ella no podría cometerse, por ejemplo el móvil de interés económico
del artículo 30.14, en el delito de hurto del artículo 207, lo cual esto último debe
ser interpretado de un modo absoluto, es decir, que las circunstancias todavía
podrá apreciarse como tal si es posible la comisión del hecho sin concurrir las
formas comitivas que dan lugar a la apreciación de la misma.
Debe concluirse que sólo son inherentes las circunstancias consustánciales
al delito -ya genéricamente, ya en su ejecución concreta- y las integrantes del tipo
delictivo, entendiéndose incluidas aquéllas que, aún no necesarias para la
realización del tipo ni incluidas en el mismo como un elemento de la hipótesis legal
que contempla, el caso concreto son inherentes a la acción porque no puede
prescindirse de ellas en su ejecución.
2. PRINCIPIOS22
El modelo constitucional brinda en ocasiones pautas explicitas que han de
tener en cuenta, tanto el legislador como el aplicador del derecho a la hora de
seleccionar y cuantificar las consecuencias jurídicas del delito al consagrar los
siguientes principios en el cual podemos mencionar.
a) Legalidad, en su virtud donde queda prohibida la pena arbitraria o de creación
judicial. Sólo se podrán imponer penas o medidas de seguridad que la ley haya
establecido con anterioridad.
b) Dignidad personal. Toda persona a quien se le atribuye un delito o falta tiene
derecho a ser tratada con el debido respeto a la dignidad inherente al ser humano.
No podrá imponerse penas y medidas de seguridad que afecten la esencia de los
derechos y libertades de las personas o que impliquen tratos inhumanos o
degradantes.
c) Necesidad. Las penas y medidas de seguridad sólo se impondrán cuando
sean necesarias en coherencia con la función preventiva que tiene el sistema
22
Ciencias Penales. Monografía. Pág. 149
penal, la pena se impondrá sólo en la medida en que sea imprescindible para el
logro de ese finalidad; lo que implica que no debe darse relevancia penal a hechos
suficientemente descritos y desvalorados en su integridad por otras ramas del
ordenamiento jurídico fundamentalmente por el derecho administrativo. Y cuando
haya que recurrir a la pena,
de apreciarse la posibilidad de suspender su
ejecución si esta no es necesaria. Además la pena impuesta se graduará
ajustándola, cualitativa y cuantitativamente, al mínimo necesario para lograr esa
finalidad preventiva, tanto de prevención general como de prevención especial.
d) Proporcionalidad. Las penas y medidas de seguridad se impondrán en forma
proporcional a la gravedad del hecho realizado como los objetivos de prevención
general pueden encerrar la atención de un auténtico terror penal, en la medida en
que se acuda a las penas como instrumento de intimidación social, al límite dado
por la necesidad preventiva, se superpone otro: la pena ha de ser proporcional al
hecho realizado.
3. REGLAS23
El Artículo 63CP concreta estos principios como regla específica como
determinación de la pena, al disponer “la pena no podrá exceder el desvalor que
corresponda al hecho realizado por el autor y será proporcional a su culpabilidad”.
Con este punto de partida el juez queda obligado a moverse con criterios de
proporcionalidad de modo que la pena se adecue al desvalor del hecho, dato que
fijara el límite punitivo máximo. Simultáneamente han de ser objeto de
consideración las circunstancias subjetivas en cuya virtud pueda fundamentarse el
juicio de culpabilidad, es decir, es reproche basado en la motivalidad del sujeto
respecto al hecho concreto realizado. Más allá de estos criterios generales, el
propio artículo 63 da reglas especiales de determinación de la pena, pero que sólo
pueden ser tenidas en cuenta dentro del marco legal definido por el iter criminis
por la cuota de participación en el hecho delictivo.
23
Ibid. Pág. 151
3.1. DELITOS24
La única regla común a todas las infracciones, lo constituye el artículo 62,
inciso segundo: “El juez fijará la medida de la pena que debe imponerse, sin pasar
de los límites mínimo y máximo establecidos por la ley para cada delito, y al dictar
sentencia razonará los motivos que justifican la medida de la sanción impuesta, so
pena
de
incurrir
en
responsabilidad”.
La
conminación
de
incurrir
en
responsabilidad para los supuestos en que la cuantificación de la pena no sea
motivada pone de relieve la importancia de los principios rectores a que el
juzgador debe atenerse. El límite máximo podrá ser sobrepasado, no obstante,
cuando la ley –el Código- expresamente así lo prevea, aunque “en ningún caso
podrá sobrepasar el máximo de la pena de prisión que la ley determina” (Art. 62
inc. 3 CP)
El inciso 1 del artículo 62 CP establece que “Son punibles los delitos
consumados y en grado de tentativa. Las faltas solo serán sancionadas si son
consumadas”. Este acápite, se refiere a que las reglas de determinación de la
pena comportan un régimen distinto para los delitos y faltas. La cuantificación de
la pena en caso de delitos se establece en el artículo 65: “A los autores,
coautores, autores mediato e instigadores de un delito o falta se les impondrá la
pena que para cada caso se halle señalada en la ley”. Al autor de delito tentado se
le impondrá una que “se fijará entre la mitad del mínimo y la mitad del máximo de
la pena señalada al delito consumado” (Art. 68CP).
3.2. FALTAS25
La punición de las faltas persiguen los mismos fines que la de los delitos. La
prudencia exigida al arbitrio judicial se cimenta, en los mismos criterios de
24
25
Ibid. Pág. 152
Ibid. Pág. 156
mensuración de la pena que recogen los artículos antes mencionados, aunque
estén expresamente previstas sólo para los delitos y no para la otra categoría en
que se dividen los “hechos punibles”, las faltas (Art. 18CP). La punición de la
tentativa, la cual es regla general en los delitos, desaparece en las faltas, que
“sólo serán sancionadas si son consumadas” (Art. 62 y 371.2 CP) y que de las
mismas sólo responderán los autores (Art. 371.3 CP).
3.3. PLURALIDAD DE INFRACCIONES
3.3.1. CONCURSO REAL26
Cuando en un mismo proceso se determine la responsabilidad penal de un
sujeto culpable de dos o más delitos o faltas, -es decir, en los casos de concurso
real del artículo 41- se produce una acumulación aritmética de las penas: “se
impondrá al culpable todas las penas correspondientes a los delitos que haya
cometido, a fin de que las cumpla sucesivamente por el orden de su respectiva
gravedad, comenzando por la pena mayor, pero el conjunto de las penas
impuestas, en ningún caso podrá exceder de setenta y cinco años de prisión”
(artículo 71).
El legislador no ha sido explícito al decidir el orden de cumplimiento
sucesivo, ya que se limita a ordenar que éste atienda a la gravedad de las penas,
comenzando por la pena mayor. El criterio legal es escasamente informativo en
casos de penas heterogéneas, a pesar de la jerarquización que puede sugerir el
artículo 45, sólo indicativa, en la medida en que la respectiva gravedad de las
penas ha de medirse en concreto.
3.3.2. CONCURSO IDEAL27
26
27
Ibid. Pág. 156
Ibid. Pág. 157
El Art. 70 inc. 1 CP expresa: “En caso de concurso ideal de delitos, se
aplicará al responsable la pena que le correspondería por el delito más grave,
aumentada hasta en una tercera parte “. El legislador ha previsto que los delitos
concurrentes tengan, en abstracto, la misma pena, por lo que se le faculta al
juzgador a tomar como base la pena más grave en concreto, agravándola hasta
una tercera parte de la misma (Art. 70.2).
3.3.3. DELITO CONTINUADO Y DELITO EN MASA28
En el caso de delito continuado, en los términos del artículo 42, “Se
castigará al culpable por un único delito, con el máximo de la pena prevista para
éste” (Art. 72). El delito en masa se castiga tomando como base el total de lo
defraudado (Art. 43) y “se impondrá al culpable el doble del máximo de la pena
prevista para la defraudación” (Art. 73)
28
Ibid. Pág. 158
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Después de haber concluido el presente trabajo que hizo posible la realización del
estudio se establecen la conclusión y recomendaciones.
CONCLUSIÓN
Dentro del trabajo investigativo objeto de estudio, se puede observar como la
culpabilidad y el comportamiento de un individuo se puede individualizar
según el tipo de delito que haya cometido, ya que es necesario que el juez
este sujeto a los diferentes sistemas de individualización de la pena que
existen dentro de una administración de justicia, pues la justicia es la base
fundamental que rige un estado de derecho sin salirse del marco legal, para
no caer en arbitrariedad.
RECOMENDACIONES
En la determinación de la pena y los criterios de individualización, el juez
debe tomar como parámetros las 3 fases del proceso de individualización
(legal, judicial y penitenciaria) para poder imponer una pena adecuada al tipo
de delito que el delincuente comete.
El juez haciendo uso de las diferentes herramientas jurídicas debe ser sabio
al momento de aplicar una pena, ya que se está jugando con un derecho tan
fundamental como es el derecho a la libertad, es por ello que debe ser
minucioso al analizar el tipo de delito y la personalidad del delincuente, al
momento de impartir la justicia en su momento oportuno.
El juez debe tener una preparación profesional no sólo en el ámbito jurídico,
sino también psicológico y sociológico, para que pueda conocer mejor al
sujeto a quien le impondrá la sanción.
Además de las fases del proceso de individualización, el juez debe hacer uso
de la lógica, sana crítica y de la analogía, a través del marco legal básico,
diferenciando entre penas fijas y penas que fluctúan entre un mínimo y un
máximo regulado en nuestro cuerpo punitivo de leyes.
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