El uso del Formol en la recolección de plantas

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El uso del Formol
en la recolección de plantas
Por RICHARD EVANS SCHULTES Ph . D.
Agente (Botánico) del Departamento de , Agricultura
de los Estados Unidos . Research Fellow del Museo
Botánico de Harward. Colaborador del Instituto de
Ciencias Naturales, Bogotá.
Obtuvo su grado de Dr. en Botánica Económica
en la Unlversldnd de Harvard en el afio de 1941. Ac­
tualmente trabaja bajo la dirección del
Profesor
Oa kes Ames , famoso botánico conocido en el mundo
por sus estudios e Investigaciones sobre Orquídeas
y Botánica Económica.
Inició su vida profesional en Oaxaca (México)
con Investigaciones importantes sobre botánica eco­
nómica . Vino después a Colombia y desde hace tres
años ha permanecido en el pals realizando Importan­
t es estudios sobre botánica económica en un princi­
pio y después bajo los auspicios de la Rubber Re­
serve Development adelantando Investigaciones so­
bre las distintas especies de Hevea existentes en el
país, pero que no habian sido clasificadas previa­
mente.
Ha viajado por el Brasil, Perú y Bollvla en desa­
rrollo de misiones científicas encomendadas a él por
el Departamento de Agricultura de los Estados Uni­
dos.
De sus Investigaciones sobre caucho real1zadas en
el Sur de nuestro territorio, algunas de ellas tan Im­
portantes como 111 selección e Identificación de las
variedades más productivas Ofrecemos a nuestros lec­
tores el siguiente artículo:
La preparacJOn de especímenes de plantas para el her­
bario no es tra b a jo dif ícil. Sin embargo, el procedimiento
más común es a veces un poco embarazoso para aplicar
en algunas circunstancias, como cuando los climas son
desfavorables o en el caso de ciertas plantas en que la
rápida disecación p roduce alteraciones en el tejido vegetal.
Como es bien conocido, en Colombia como en todas par­
tes, el procedimiento más empleado es el de disecar las
muestras en el campo. Algunos botánicos acostumbran usar
estufas de gasolina o de petróleo, colocando arriba de la
fuente de calor la prensa que contiene las muestras e ntre
p a pel secante y éstos entre láminas corrugadas de hoia­
-
-
46-­
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caUente y seco. Cambiand o d e posición de vez en c u 11­
do la prensa d e las plantas, las muaslr s some tidas a es­
te tratamiento se secan rÓpidamente, demorando solamen­
te de 2 a 48 horas, según la textura y carnosidad de las
hojas.
Otros botánicos prefieren secar más lentamente, expo­
niendo al sol sus láminas corrugadas para que las mues­
tras se sequen gradualmente con el calor solar y el vien­
to, el cual circula naturalmente por las corrugaciones de
las latas.
A mi modo d e ver, la s muestras preparadas por estos
dos procedimientos quedan igualmente bien disecadas. Cuan­
do se preparan con cuidado, no se pueden distinguir las
muestras disecadas rápidamente con calor artificial y 10'5
disecadas lentamente p or medio del calor sola r. La dife­
rencia entre los dos métodos se aprecia no en la calidad
sino en la cantidad de m uestras que se pueden preparar
e n determinado tiempo con uno y otro sistema.
Para colectores que a costumbran recoger muchos espe­
dmenes de cada número o muchos números, es indispensCl­
b le la aplica Ción d el calor a r tificial para secar rápidamen­
te y e vitar así la a cum ulación de de masiada cantidad d e
material sin secar. Algunos herborizad ores, sin embargo, co­
lec tan pocos e jemplares y pocos números, d ebid o a que son
especialistas en géneros o en d eterm ina dos g rupos de' plan­
tas; éstos sí pueden perfectamente utilizar el sol para pre ·
parar su material sin peligro de que éste se acumule de·
mosiado.
Durante los cuatro años que he v enido haciendo colec­
ciones e n la hoya hidrográfica colombiana del Amazonas,
he encontrado dificultades ~xcepcionales e n la a plicación
de estos dos métodos. Casi todas las parte s de este sec­
tor del país son selváticas, con muy poca poblaCión o
completamente d eshabitadas, sin facilidades de comunica­
ción con el interior, y sin los recursos más indispensables.
Como acostumbro pasar largos períodos en el campo en
exploraciones botánicas, sin regresar a los centros, he ex­
perimentado muchas veces la falta de elementos y comodi­
dad para secar mis plantas, bien sea con el sol o artificial­
-
-
47-­
me nte , a u nque en e l ca so mío, las colecciones nunca son
en gran escala.
En las vastas selvas del Amazonas, es dfiicil encontrar
gasolina para las estufas, y, muchas veces, la que se con­
sigue es de inferior calidad y deteriora los delicados me­
canismos de las estufas, los cuales son difíciles o imposi­
bles de reparar en el campo por la falta de recursos. Tam­
poco es practicable utilizar el calor solar porque con mu­
cha frecuencia en estas regiones tan húmedas, el tiempo
se presenta muy nublado varios días consecutivos y aun
por semanas, no lográndose, por esta circunstancia, dise­
car las muestras.
Por estas y otras razones, especialmente el gran peli­
gro de incendios y, también, la dificultad insalvable de te­
ner que viajar a grandes distancias en canoas con el vo­
lum inoso equipo n ecesario para el trabajo de un botánico,
equipo compuesto de latas, secantes, trípodes, estufas, ca­
necas de gasolina, etc., el que tiene siempre que perma­
necer seco preservándol o para esto de las tempestades, re­
solví abandonar la disecación de las plantas en el campo
y usar el proc edimiento, no ideado por mí. de prepararlas
en formol y luégo enviarlas a Bogotá para que sean diseca­
das convenientemente.
Este método, que ya he utilizado por más de dos años,
es poco empleado entre colectores y botánicos por no ser,
al parecer, muy conocido. Varios de ellos se han manifes­
tado tan sorprendidos por el éxito y la sencillez de él. que
he decidido publicar la presente nota para recomendarlo
altamente , con el deseo de que sus ventajas sean tamhién
aprovechadas por mis colegqs.
Se preparan las muestras como si se fueran a disecar
prontamente en el campo; es .decir, entre periódicos dobla­
dos de tamaño ordinario (12 por 18 pulgadas), se colocan
los especímenes, convenientemente arreglados, en cada plie ­
go, y luégo se comprimen en la prensa botánica standard
de hierro y cadenas o de madera y cintas de lona. Se de­
jan las muestras, bien presionadas, por un día en las pren­
sas y cuando sea oportuno se sacan para bañarlas en la
solución de formol. Un día es suficiente para que las plan­
tas queden bien prensadas antes de aplicar el formol. Es
48 -
­
•
converue nte te ner una c ubeta metá lico asma la a d e ·fo r­
ma rectangular y de un tamaño p roxima damente de 10
por 15· p ulgadas y 3
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y un litro y med ~
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Uner vez quo glod a s y s uficien en una bo lsa o t caj a im permeable, c uando hay o ne o tras mue stras pr, vos. En estas con d ligro de daño, pd Cucrnd o haya d o va n cr ser aisa de Jormo l
ca do nue va men te las I tid a d d e la mezd co locando de nue mora en e l ¡rans ejem plo unos 15 I red ucirse, a greg an dp fomlO!. Si la s pla n ta saca r el paq ue te sa, amarrado bien en una lona do bl pvaporación del fo 'onvem e n te lene r una c ubeta melolicCl esmaltada de . for­
ma raet ngular y de u n tamaño aproximadamente de 10
por 15 · pulgadas y 3 Ó 4 pulgada s de profundidad. En es­
ta vasija se vierten un litro de formol comercial de 40 %
y un litro y medio de ag ua, mezclándolos completamente.
Se coloca la prensa abierta a un lado de la cubeta y una
por una se van sumergiendo e n el líquido las muestras y a
prensadas, re teniéndolas allí más o menos durante un mi­
nuto. Luégo, se colocan nueva mente , escurriendo ntes el
formol, e ntre los periódicos, poniéndose una sobre otra pa­
r some terlas otra vez a la p resión. (Durante la operación
d el baño o etnte , se pueden n umerar las muestras en la
fo nna a costumbra da por e l colector. H y que te ner e n cuen ­
ta que a vece s e l formol borra en las e tiquetas e l color d e
a lgunos lápices, lo que p uede subsanarse empleando el
lápiz d e tinta).
me nte, aunque en el caso mío , las coleccione s nunca son
en gran e scala.
En las vastas selvas del Amazonas, es dfiÍcil encontrar
gasolina para las estufo..
1
has veces, la que se con­
sigue ~ -l
riora los delicados meson difkiles o imposi­
alta de recursos. Tam­
solar porque con muhúmedas, el tiempo
consecutivos y aun
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•
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formol. Es
Una voz que se tie ne n tod s Ills m\lestras b ien arre­
g lada s y s uficientemente com p rimidas, se mete la prensa
en una bol sa o tela d e caucho, o e n cualquier otro saco o
e ja impermeab le , y n o se vuelve a sacar al aire sino
(,.:uond o hay u necesidad, C0 l110 c u ndo s desea gregor
o trns muestras prepara d a s y baña s en los días sucesi­
vos. En estas condic iones las plantas se conservan, sin pe­
ligro de daño, por un mes o más.
Cuondo ha y a d e m oro e n el despael lO a l centro en don­
de van a ser d isecadas, es necesar io a gregar un poco más
de formo l o cada muestr . Esto p ue d e ha cerse bañando
nuevamen te l a ~ muestras o asperjando uno pequeña can­
tida d e lo n zela de form ol y o gua con un atomizador,
colcc ndo d e nuev o I p re nso d en tro de la t Id. Si I d
mora en e l tra nsporte d e las lantas es muy poco, por
ejem plo unos 15 día s, lo concentración del formol puede
reducirse, agregando hasta dos litros d e g U Cl a ca do litro
el formol.
Si las p lantas se va n o e nv iar por correo, es mejor
sacur e l paquete de m uestr s en sus periód icos de la pren­
sa, amarra do bien con una p iola fue rle. Luégo, se e nvuelve
en una lona do ble, par e vita r, en c ua nto sea posible, I
eva poraCIón d el fo rmol dura nte el v lale, cosIéndola a decua
- - 4r, - ­
J amente, sobre lo cual puede escribirse lo dire cción, con­
tenido, etc., con lápiz de tinta.
Si lo recolección de uno planto tiene v a lor científico,
es lógico que se ponga el mejor cuidado en su preparación.
Ac tualmente, empleando con el mayor é xito el méto~o
a nteriormente descrito, estoy despachando mensualmente
coleccio-nes de plantas, por conducto del correo, desde di­
ferentes sitios de la amazonia colombicina a l Instituto de
C iencias Naturales d e Bogotá, donde se di secan con gran
cuidado por téc nicos en la mate ria y con todas !as como­
didades y e lementos necesarios.
En los regiones selváticas y tropicales de Colombia, 10
o nservación de las muestra s es un ve rdadero p roblema,
pues tiene co mo ene migos constantes la h umedad, h ongos,
ra lones, hormigos , comej enes , polillas, cucarachas y otros
numerosos agen tes de struc tores , no olv idcmdo e l hombre y
su a costu mbrado desc uido. Por esto razón , si no por las
o tras me nc ionadas, conceptúo que el uso d e l formol es
a consej a ble en lo recolección de plan to s .
En lo s herbarios, así como también e n los mu seos zoo­
lógicos, se a costumbra conservar frutos , a nimales, etc. , en
botellas con soluciones de formol. Ha y uno desventaja en
la conservación pe re nne de mateTial vege tal e n formol, que
es el endurecimiento d e l tejido celular y , como consecuen­
c ia , la dificultad e n la disección para estudios microscó­
p icos en e l la boratorio . Sin embargo, he p odido apre ciar
q ue el uso de form ol en la recolección por el siste ma an­
te riormente explicado no produce este e ndureci mie nto y que
1 s muestras, a un después de 3 meses d e pe rmanecer en
prenso con tormol, se dise can artificia lme nte tan bien
;.;o mo si fueran d isecadas inmediatamen te de spué s de su
rec olección , sin ha ber aplicado el preserva tivo q uímico. He
usado el fo rmol, a gregándole difere ntes por e n ta jes de al­
cohol e tílico, pero he no ta d o que éste no es necesario y
q ue e l for mol solo, diluído con a gua como está e xp licado ,
basto completa mente. Un litro de form ol comer ial de 40% ,
d iluído en a guo , es suficiente para pre paror aproximada ­
mente 200 muestras .
He tenido muchísimo sa tisfacció n a l ver el é xito obte­
nido e n la disecació n d e muestras de plantos , p rimeramen­
-
-
60 -
­
te p reparados en formol, q ue ordina rlament son difícil ,d :
preparar y que desaniman o los colectores por las peSl­
mas condiciones de las muestras después d e la diseca­
ción rápida e inmediata. Plantas carnosa s como muchas
'€ species de Ficus y Clusia, y orquídeas con sus pse udobul­
bos, se aplastan y ablandan d urante el tiemp o que per­
manecen con el formol y sometidas a presión. Varias es­
pecies de las Melastomace~
.. uele
secarse frágiles y que brar
sistentes desp ués del tra
quebradizas como las del
las íamilias Lecythiceae.
lo que es verdaderamenl
acuática Victoria regia, ~
te proc edimiento. Numer
mente pinadas, cuyas hi
te el proceso d e secal"1
mas incluir también mu
a lgunas. solanuceae, y
ceas 'í efímeras.
Arboles con látex, Sapium, y Hevea, dei rapidez debido a la II de células de abcisió q dental éxito en la pre con las flores delicadq ~ usceptib l es a la put¡ Una d esventaja 1 causa a lo pie l. Co m, , de varios d ías de ca
las manos produciéI1
evita rse usando guq
con vaselina o ntes d
den emplear pinza s
go, para el que est~
tas d iariame nte y d
le es mucho más
comodidad de ten
Esté sistema tor es profesionales d om e n e , sobre la
a nido , e tc. c on
ual p ued e e scribirse la dirección, cona tiene v a lor científico,
oda en su preparación.
mayor éxito el métop.o
chando me nsualmente
del correo, desde di­
biána a l instituto d e
se disecan con gran
tod as !a s como­
ales d e Colombia, la
verdadero p roblema ,
h u medad, hongos .
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n los museos zoo­
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como consecuen­
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d e sp ués de su
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s necesa rio y
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éxito obte­
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p reparadas en tormol. q u o rdinaria mente son difícil d
preparar y que desaniman a los colectores por las pési­
mas condiciones de las muestras después d e la diseca­
ción rápida e inme dia ta. Pla nta s carnosas como muchas
e specie s d e Ficus y Clusia. y orquídeas con s us pseudobul­
bos, se a plastan y ablandan durante e l tie mpo que per­
manecen con el formol y sometidas a presión. Varias es­
pecies de las Melastomaceae y Loranthaceae. que suelen
secarse frágiles y quebradizas, se conse rvan fuertes y re­
sistentes después d el tratamiento con el formol. Flores ta n
quebradizas como las del géne ro Clusia. varias especies d e
las fam ilias Lecythiceae. Leguminosae y Bombacaceae y ,
lo que e s verdade ramente sorpre nde n te, la maravillosa flor
acuática Victoria regia. se p reparan a dmira blemente por e s­
te procedimiento. Numerosas leguminosas con hoja s fina ­
mente pinadas, cuyas hojuelas casi siempre se caen duran­
te el p roceso de secam iento, se con servan intac tas. Pode­
mos incluir también muchas Bignoniaceae y Convolvulaceae.
a lgunas. solanuceae. y otras que tienlSn flore s memb raná­
ceas y efímeras .
Arboles con látex, espec ialmente e species de Castilla.
Sapium. y Hevea, dejan caer sus hojas con extraordinaria
rapidez debido a la ferm enta ción del látex y la formación
d e células d e abcisión. He usado este método con trascen­
dental éxito en la p reparación de mue stras de Hevea, tanto
con las flores delicada s como con los frutos gruesos y muy
~ usceptlbles a la putrefa cc ión.
Una d esve n ta ja en el u so del for mol es el daño que
causa a la piel. Como es un a g ente deshidratador, después
• de varios días de contacto con éL se a grie ta n y ennegrecen
las manos prodUCié ndose un d olor mu y agudo. Este puede
e vitarse u sando guantes de ca ucho o frotando las manos
con vaseHna a ntes d e bañcxr la s muestras . También se pue­
den e mplear pinza s pa ra mane ja r las pla ntas. Sin embar­
go, para el que e stá colecciona ndo y p reparando sus plan ­
tas diariam ente y d urante larg o tiemp o, a mi modo d e ver,
le es m uch o más fa stid ioso e stas p recauciones que la in­
comodidad d e te ner lasii rña das las ma nos.
Esté siste ma es conveniellte no sola mente para co lec­
tores profesion le s situa d os en lugares d ista nte s. Ta mbién
51 -
­
sen o mu y ú til paro estudia nte s, los que suelen h a cer ex­
cursiones botá nica s de pocos día s d e duración, en la s qu e
no p uede n preparar las muestra s d uran te el trayecto , y es
a demás dispendioso lle va r eq uipos v oluminosos. Empleando
el métod o d e formo!, p reciso solamente papel p eriódico,
prensa. c ube ta , y u n fra sco de for mol.
Es te equ ipo es ta n ma nual y prá ctico q ue pu ede lle vQl ­
se fáci lm e n te e n a vión . En vio jes fortuitos, q ue no se ha­
ce n estric tame n te con r ue . botánicos, es d e m ucha utilida d
p orque pu e !leg r e a una región todavía botánicame n­
te. desconoci a y e ncontrar a lg una s p lanta s importante s que
e l aficiona d o a 1 s cie ncias noturale s lamentaría no poder
colecta r.
Etl colecciones grandes, el uso d el formol parece cos­
lar un _oca caro, debido a l a ctual exorb ita nte precio d e es­
te prod ucto q uí m ico, o u nqu . e n realidad, apreciando la co­
modida d que él tie ne, no es e xcesiva me nte costoso aun h oy
en día . Donde no hay facilidades de u tilizar cómodamente
o.tros procedimien tos., hay qu e apreciar q ue es una falsa
economía dejar de aplicar formol or temor a l costo inicia l,
ya q ue p uede considerarse e ste sistema como una p óliza d e
seguro paro un tra baj o d e la nto sacrificio como el d e un
herborizador. Ade más, a unque todos nosotros debemos tra­
ba jar lo más económicamente pos ible , ha lleg a d o la h ora
de exigi r que los botánicos no tenga n que h acer sus ex­
c ursio e s y e xp loraciones como ha sido tra dicional con pre­
supu estos 1 n microscópicos que los obligan a viajar casi
como mendica ntes pidiendo limosnas ,
Los ID jores elementos y má s mod ernos a de lantos ds­
e n e star, como lo está n a otros profe siona les, a l a lcance
d el botá n ico dedicado a u na d e la s má s antig uas, más p ro­
funda s, y má s bellas ciencias y , a la vez, d e mayor im­
porta ncia eeónómica para e l prog reso d e la h umanidad.
Río Lore toyac u, Amazona s. Noviem bre d e 1945.
Caucho natuf=ª-aL
I ___~~~------I
y Cauch(
Con el resta
ronza de un reg
ustria, m ucha s
te ta mbién e n 0 1
mentado dudas a
de la naciente !n¿
Este d esánimo,
la creencia errón81
caucho natura l. po
modo "e ucho sin ~
Un gran núm
e n el p orvenir d e \(
una idea bie n d efi \
i.e sus posíbilidad~
sobre todo , de la T~
La s apreciaciones er
piciar el completo fr
d ándose e n Colomb
d;..¡s ria les y políticos
lico en relación con
p OlS.
- - 52-­
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