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D
espués de años de malas relaciones y un ex prometido infiel,
Mia Martinelli, de 28 años, prefiere sanar los corazones de sus
pacientes en el piso de Atención Cardiaca en lugar de correr el
riesgo de tener el corazón roto de nuevo. Pero todo eso se vuelven chillidos por lo
alto cuando atender al roadie principal de Runaway Train la pone en la órbita del
baterista y Latin Lover, AJ Resendiz. Después de un fin de semana de ardiente
pasión, la intención de Mia de salir con el corazón intacto es desafiada por el
semental con el oscuro sentido del humor, especialmente cuando él quiere seguir
viéndola. Pero cuando la dura realidad de la horda de admiradoras de AJ envía sus
inseguridades a toda marcha, Mia huye, dejándolo esposado a la ducha de su baño.
AJ nunca imaginó que después de dos semanas del mejor sexo y compañía
femenina que jamás había experimentado, necesitaría ser rescatado por sus
compañeros de banda desde su prisión en su ducha. A pesar de que trata de olvidar
a la sensual morena cuyas curvas le hicieron agua la boca, AJ no puede sacarla de
su mente... o su corazón. Meses más tarde, cuando por fin busca a Mia por
respuestas en cuanto a por qué se fue, nada podría prepararlo para el encuentro
que alteraría sus vidas.
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2
¿Puede AJ demostrarle a Mia que, independientemente de las mujeres
detrás de su cuerpo, su corazón le pertenece solo a ella?
Capítulo 1
Capítulo 16
Capítulo 2
Capítulo 17
Capítulo 3
Capítulo 18
Capítulo 4
Capítulo 19
Capítulo 5
Capítulo 20
Capítulo 6
Capítulo 21
Capítulo 7
Capítulo 22
Capítulo 8
Capítulo 23
Capítulo 9
Capítulo 24
Capítulo 10
Capítulo 25
Capítulo 11
Capítulo 26
Capítulo 12
Epílogo
Capítulo 13
Escena Navideña Extra
Capítulo 14
Music of the Soul
Katie Ashley
3
Capítulo 15
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Sinopsis
Traducido por ElyCasdel
Corregido por Nony_mo
C
on mi pie golpeando constantemente en el bombo, mis brazos
golpeando frenéticamente los tambores y platillos, enviando un
sonido ensordecedor por el auditorio. Mientras el sudor escocía
amenazando con cegar mis ojos, rápidamente deslizo mi brazo por mí frente y
luego me enfoco en el coro de la canción y mi tercer solo de la noche. Las
resonantes armonías de Jake y Brayden han terminado apenas momentos antes, y
ahora era una batalla entre el metal y la batería en nuestra canción más
incondicional para tocar, Ride the Pale Horse. Sus guitarras chillaron alto, y luego
estaba yo, y solo yo, marcando el ritmo. Mientras las luces de la casa brillaban en
un mosaico de colores, sentí el sonido haciendo un eco profundo dentro de mi
pecho. Además amaba cada excusa para pavonearme, conocía la importancia de los
solos para mis compañeros de banda, éramos solo tan buenos como nuestro último
show o nuestro último álbum. Incluso estaba en un estadio con veinte mil personas,
momentos como éste siempre me llevaban de regreso a cuando era un niño y estaba
aprendiendo como dominar la batería con mi tío Diego.
Justo mientras terminaba el último golpe del crescendo, todo se puso negro
en el auditorio. Me tomó solo un milisegundo para que la aprobación de la
audiencia comenzara en forma de un gruñido resonante. Por un minuto entero,
escocieron mis oídos. Dejé mi taburete e hice mí fuera de la batería para acercarme
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lentamente. Mientras me quitaba los auriculares, silbidos, aullidos, y aplausos
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permanecimos en la oscuridad hasta que las luces comenzaron a regresar
a los chicos al frente del escenario. Durante el apagón, los roadies se habían llevado
las guitarras de Jake, Brayden y Rhys. Yo, por otro lado, seguía girando una de mis
baquetas entre los dedos.
Parados uno junto al otro, saludamos a la multitud antes de hacer una
reverencia grupal. Jake nos dio el micrófono a cada uno así podríamos despedirnos
individualmente. Una vez que Brayden se lo regresó, Jake sonrió.
—¡Buenas noches, ciudad de Oklahoma! ¡Sigan rockeando, hasta la
próxima! —bramó, su voz haciendo eco por todo el auditorio. Agitando la mano
como despedida final, comenzamos a salir del escenario. Cuando llegué a la orilla,
regresé. Besé cada una de mis baquetas antes de lanzarlas a la multitud. Era una
maravilla que, después de todo el tiempo haciéndolo, nunca le había sacado un ojo
a nadie o infligido una herida grave a nadie. La posible responsabilidad y demandas
eran algo que “el águila-legal”, Rhys, amaba recordarme constantemente.
Seguridad nos escoltó rápidamente dentro de uno de los camerinos donde
habíamos estado más temprano en la tarde. Los miembros de Jacob’s Ladder, la
prometida de Jake, Abby Renard, y sus hermanos gemelos, Gabe y Eli,
holgazaneaban en los mullidos sofás, esperando a que llegáramos. Con el sudor
goteando de mí, tomé alegremente una botella de agua fría, junto con una toalla,
de uno de los roadies. Mientras tragaba el agua, otro chico arrojó una camisa limpia
en mi cara. Eran al menos cinco minutos para el momento del “Encontrarnos y
Saludarnos” con los seguidores afortunados.
—¡Ew, Jake! —se quejó Abby. Miré sobre mi hombro para ver que Jake no
se había cambiado la camisa o usado la toalla. En su lugar, estaba frotando su
sudoroso cuerpo por el brillante vestido de escenario de Abby. Cuando acarició su
cara contra su cuello y murmuró algo en su oído, ella sonrío y pareció no importar
que su apariencia para encontrarse con los admiradores se estuviera yendo
directamente al infierno.
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camisa por mi cabeza.
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—Consigan una habitación —bromeé, mientras me quitaba mi vieja
—Tal vez tengamos que usar la habitación de su autobús esta noche —dijo
Abby con una sonrisa.
Gruñí mientras me ponía la limpia, ajustada y negra camiseta de Runaway
Train.
—Pensé que todo el punto de ustedes dos comprando su propio autobús
por separado era que pudieran seguir rockeando sin que nosotros tuviéramos que
saberlo.
Arrugando su nariz ante la descripción de sus actividades, Abby respondió:
—Sí, pero desde que Lily estará con nosotros los próximos tres shows,
queremos darles la cama a ella y a Bray.
Jake rodó los ojos.
—Replanteemos eso, nena. Tú quieres darles la cama, no yo.
Abby golpeó su brazo juguetonamente.
—Pero los catres pueden ser asquerosamente divertidos también, lo sabes.
Una sonrisa maliciosa se curvó en los labios de Jake como si un provocador
recuerdo simplemente se hubiera reavivado en su mente.
—Es verdad.
Justo mientras comenzaban a engancharse en algún bloqueo labial, tocaron
a la puerta, señalando que era hora de comenzar el “Encontrarnos y Saludarnos”.
Corriendo una mano por mi sudado y mojado cabello, intenté estabilizarme. No
me mal entiendan amaba como el infierno a nuestros fans, ellos nos hacían lo que
éramos, pero prefiero los “Encontrarnos y Saludarnos” antes del show. Con la
energía bombeando adrenalina previa a la presentación, realmente puedes darle a
entenderían eso. Así que, después de días de gira y horas gastadas tocando y
entregando tu corazón el cansancio es enviado por tu cuerpo como rasguños de
Página
Pero los convenios e incluso los planificadores de eventos nunca siquiera
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tus fans lo que merecen.
una hoja de afeitar, era difícil encontrar energía después de un show para dar todo
de ti a cada una de las personas que vienen, especialmente a las ansiosas mujeres
que quieren más de lo que estás dispuesto a dar. Estás demasiado cansado, y tienes
la guardia baja, lo que resulta en tener tu trasero y basura involuntariamente
mezclados.
Una ráfaga de movimiento viene del pasillo indicando que los deseosos
admiradores han llegado. Abby y Jake rápidamente se levantan del sofá y luego se
van por caminos separados con sus respectivas bandas. La línea permanece
constante, y mi cara se siente congelada en una sonrisa mientras poso con
diferentes admiradores. Firmo tantas camisas, CDs, y partes corporales que mi
mano duele tanto que pienso que no me recuperaré para el show de mañana por la
noche. Rhys y yo éramos ahora los únicos firmando pechos. Brayden ha estado
fuera de ese juego prácticamente desde que comenzamos, y ahora que Jake estaba
comprometido con Abby, se rehusaba también. En su ausencia, yo estaba feliz de
complacer.
Solo quedaban como diez admiradores cuando Kylie, la hermana menor de
Lily y algunas veces niñera, pegó su oscura cabeza en la puerta. Antes de que
pudiera abrir la boca, los altos decibeles de Melody gritaron haciendo eco por la
habitación.
—¡PAPI! ¡QUIERO A MI PAPI!
Con una mano firmando un programa, Brayden usó la otra para hacerle
señas a Kylie. Ella se apresuró dentro de la habitación, tratando de amortiguar el
llanto de Melody acunando a la niña de quince meses en su pechera. Pero Melody
la empujó buscando a Bray. Al momento en el que él la agarró, Melody se calló,
envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Brayden.
Él le dio una sonrisa compungida a las fans.
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importe si me escabullo?
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—Disculpen, pero parece que mi hija necesita a su papi. ¿Espero que no les
Como ya solo quedaban mujeres, prácticamente se derritieron en un
maldito charco en el suelo ante las palabras y acciones de Brayden. Un coro de
“Aws” mezclado con “Que buen padre eres” sonó por la habitación. Mientras Bray
se iba con uno de los guardias de seguridad, Kylie no lo siguió. En su lugar esperó
alrededor, hablando con Abby, mientras ponía sus ojos azules en mí.
—Problemas, hermano —dijo Rhys, mientras regresaba una gorra a la
última fan.
Levantando la mirada hacia Kylie, sonreí, causándole una sonrisa.
—Nada que no hayamos hecho antes.
—Sí, lo sé. —Rhys volvió a dar su espalda a todos y se acercó a mi lado, así
nadie podía escucharnos—. Estabas por completo en el juego y la maldita
persecución. Una vez que atrapaste a Kylie, te mandó por un hoyo para que no le
rompieras el corazón cuando ella regresara a casa para el semestre de primavera.
—Rhys hizo una mueca—. Amigo, tuviste la cara hecha mierda por una semana.
Me encogí de hombros.
—Entonces estaba un poco enganchado. Eso no significa que pasará de
nuevo.
Rhys dejó salir un suspiro frustrado.
—Como sea, hombre. Solo no vengas a mi dormitorio borracho y llorando
por ella.
—Como sea —gruñí. Con la última fan saliendo de la habitación, Jake
comenzó a tirar de Abby fuera de la habitación. Esperaba por su bien que Bray
hubiera logrado que Melody se durmiera así no interrumpirían los planes
clasificación para adultos que imaginé que Jake tenía para sí mismo y Abby.
Con una sonrisa, pasó un poco de su cabello castaño sobre su hombro.
Página
—Hola, extraña.
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Le di a Kylie mi mejor sonrisa “estarás gritando mi nombre en una hora”.
—Hola, tú.
—Es bueno verte de nuevo.
—Gracias.
—¿Cuánto tiempo te quedarás por aquí?
Ladeó la cabeza, como si tratara de conjeturar sí había algo de indirecta
cargada en mi pregunta.
—Solo por la semana. Estoy fuera por el descanso de primavera.
—Ah, ya veo. —Froté la barba de mi mentón, intentando decidir la mejor
forma de acercarme a tenerla desnuda en mi cama tan pronto como fuera posible.
—No estoy viendo a nadie ahora —dijo suavemente Kylie.
—Es bueno saberlo.
Se rozó contra mí.
—Te he extrañado.
—También te he extrañado.
—Con tu montón de admiradoras, en serio lo dudo.
Le di una sonrisa tranquilizadora.
—Es la verdad. —Mirando sobre mi hombro, vi que la habitación
comenzaba a vaciarse—. ¿Qué dirías sobre regresar en mi autobús esta noche, en
lugar del de Jake y Bray?
—Creo que me gustaría.
Fijando mis manos contra la pared a cada lado de su rostro, me incliné, mis
multi-orgasmos. Toda. La. Noche.
Página
—De lo que recuerdo solía gustarte mucho, especialmente cuando te daba
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labios a centímetros de los suyos.
Un rubor tiñó sus mejillas mientras apretaba mi pelvis contra la suya,
provocando un leve jadeo que acariciaba mi ego.
—AJ —murmuró, cerrando sus ojos con anticipación. Después de un beso
rápido que fue más difícil de controlar de lo que originalmente pensé, Kylie gimió
con desaprobación. Casi hice lo mismo. En su lugar, la alejé de la pared y puse un
brazo alrededor de su cintura.
—Vamos, vamos a hacer esto en el autobús.
Ella movió su cabeza y me dejó sacarla de la habitación. Comenzamos a
hacer nuestro camino entre el ajetreo de los roadies guardando el equipo del show
y cargando las camionetas. Frente a nosotros, Frank, nuestro roadie principal y
figura paterna, salió con Jake y Abby. Estábamos a solo unos metros del autobús de
Jake cuando Frank tropezó en el pavimento. Jake y Abby se detuvieron, pero
cuando él no siguió caminando, Jake se estiró para alcanzarlo. Pero antes de que
pudiera agarrarlo, cayó al piso.
—¡Oh, mierda! —chillé, mientras me alejaba de Kylie.
Con el rostro pálido, Frank se agarró su pecho.
—Mi corazón.
—¡Alguien traiga a los paramédicos! —gritó Jake.
Los roadies se apresuraron, agarrando sus teléfonos. Una ambulancia estaba
siempre esperando durante un show y esperaba por Dios que no se hubiera ido
aún.
En lugar de arrodillarse junto a Frank, Abby corrió al autobús. El
conductor la vio llegar y se apresuró a abrir la puerta. Desapareció en el interior
por un minuto antes de correr de regreso con un kit de primeros auxilios. Brayden
botella de aspirinas. Luego se arrodilló junto a Frank y sacó una píldora.
Página
Cuando regresó con nosotros, Abby rebuscó en la bolsa antes de sacar una
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estaba pisando sus talones, obviamente sintiendo que algo había pasado.
—Aquí. Traga esto —ordenó.
Mientras Frank tomaba la píldora, el sonido de la sirena de una ambulancia
rompió el silencio. Fue solo segundos después que chilló a la vuelta de la esquina.
Chirriando los frenos a solo unos metros, se detuvo con los paramédicos
apresurándose a salir. Me alejé para que pudieran ver a Frank. Fue cuando levanté
la mirada hacia Jake. Él se quedó congelado, sin pestañear e inmóvil, horror puro
grabado en su rostro.
―¿Jake? ―cuestioné. Pero él no respondió.
Después de conseguir una máscara de oxígeno sobre el rostro de Frank, los
paramédicos trabajaron colocándole una vía intravenosa y cargándolo en la
camilla.
—Está estable, así que alguien puede venir con nosotros —dijo uno de
ellos.
Abby miró sobre su hombro.
—Jake, ¿quieres ir al hospital con Frank?
Él ignoró su pregunta. En su lugar, murmuró ausentemente.
—Estabas tirada en el suelo.
Poniéndose de pie, la rubia frente de Abby se surcó en confusión.
—¿Qué?
—Tu vestido blanco estaba bañado con sangre… Luego, ella estaba en el
suelo de los establos cuando tuvo el último ataque. —Jake se estremeció—. Ella
nunca salió de la cama de nuevo después de eso.
Lágrimas brillaron en los brillantes ojos azules de Abby mientras acortaba
Uno de los paramédicos asomó su cabeza por la puerta.
Página
—Bebé, estoy aquí. No regreses ahí —canturreó suavemente.
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la distancia entre ellos para poner sus manos en el rostro de Jake.
—De acuerdo, estamos listos para irnos.
Abby me lanzó una mirada de pánico. Sabía que ella quería ir, pero no
podía dejar a Jake en el estado en que estaba.
—No te preocupes. Yo iré.
—Gracias —respondió, antes de envolver a Jake en sus brazos.
Esperé en la parte trasera de la ambulancia y me deslicé por la banca.
Alcanzando la mano de Frank, la cual estaba conectada a una vía intravenosa. Él la
apretó de regreso. Las puertas se cerraron detrás de nosotros, mientras el sonido de
la sirena comenzaba. Miré afuera de la ventana para ver retirarse a las formas de
Jake y Abby. Kylie levantó su mano y sentí un golpe de remordimiento de que no
había siquiera dicho adiós. Mientras le regresaba el saludo, fue casi como si mi polla
sintiera un intenso golpe de frustración porque no estaría ocupada esta noche.
Mirando el pálido rostro de Frank, me sentí como un completo asno por siquiera
pensar en sexo de una noche perdido. El viejo era como un padre para mí y los
chicos, por el amor de Dios.
Mientras nos adentrábamos en la carretera, Frank me acercó a él.
—Esto significa bypass —graznó.
—No sabes eso. Puede ser que solo necesiten poner otra de esas cositas
endoprótesis, en esas viejas y crujientes arterias tuyas.
Agitó su cabeza.
—El doctor lo dijo la última vez.
Con un encogimiento de hombros, respondí:
bien como nuevo.
1
Abuelo: En español en el original.
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tiene todo el tiempo. Mi abuelo1 en San Antonio tuvo uno hace un mes. Está tan
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—Así que necesitarás un bypass o dos. No es el fin del mundo. La gente los
Frank parecía estar sopesando mis palabras. Los problemas del corazón con
los que había tenido que lidiar en los últimos años no eran un secreto para nadie
del equipo o de la banda. Tuvo dos angioplastias separadas mientras duró el tiempo
de inactividad de la gira. No habíamos pensado mucho en ello desde que había
regresado tan fácilmente ambas veces.
—Solo quiero terminar y regresar a Atlanta, ¿de acuerdo? Quiero estar con
mi doctor donde mis chicos puedan estar conmigo.
—Lo tienes, hombre. Te regresaremos ahí lo más pronto posible, incluso si
tenemos que llamar un avión privado.
—Gracias, hijo.
Con una sonrisa, apreté su mano.
Página
13
—No hay problema.
Traducido por Carmenlu
Corregido por Nony_mo
―O
ye stronzo2, ¿por qué no aprendes a utilizar la
maldita direccional? ―grité al auto que solo
acabada de girar delante de mí, haciéndome
frenar de golpe y casi dejando caer el bagel que estaba balanceando en el muslo.
Como cada mañana, mientras batallaba con el tráfico de Atlanta a la hora pico,
maldije como un marinero, o probablemente más como los hombres sicilianos de
sangre caliente de los que había crecido rodeada. También ponderé porque pensé
que era necesario seguir viviendo en los suburbios, en lugar de acercarme a la
ciudad y al St. Joe’s ―mejor conocido como Hospital St. Joseph― donde era
enfermera a cargo del Piso de Atenciones Cardiacas.
El tráfico siguió a paso de tortuga mientras comía mi bagel y queso crema.
No me atreví a mirar el reloj del salpicadero, porque sabía que solo me iba a
molestar más por lo demasiado tarde que era. Finalmente, después de una pequeña
eternidad, giré hacia el estacionamiento. Una vez que acomodé el auto en un lugar
de estacionamiento, alcancé la pinza de cabello en la correa de mi bolso. Terminé
de acomodar mi largo y oscuro cabello en un giro apretado y lo fijé en su lugar.
tenía migas de bagel o queso crema en mis dientes, tomé mi bolso y abrí la puerta
Página
del auto.
14
Después de lanzar una mirada en el espejo retrovisor para asegurarme de que no
2
Stronzo: Idiota en italiano.
Cuando apreté el bloqueo en el llavero, recordé una vez más la dolorosa
picadura que siempre acompañaba al pitido. Un sutil activador de dolor, como mi
terapeuta lo había llamado. Sin duda se sentía como un disparador siendo tirado en
un arma, disparando una bala dentro de mí corazón. El Mercedes convertible,
SLK250, que estaba fuera de mi presupuesto habitual, había sido de Mama Sofía,
mi difunta abuela.
Después de que ella murió inesperadamente de un ataque al corazón hace
nueve meses, me encontré con que había dejado instrucciones implícitas en su
testamento de que yo debería tener el auto. A pesar de su gran cantidad de otros
nietos, razonó, que ya había sido originalmente un regalo de mi padre, era mío por
completo. Teniendo en cuenta su enérgica personalidad y su estatus como
matriarca de la familia, nadie se atrevía a cuestionar sus motivos. Lo que sea que
Mama Sofia dijera, lo hacías. Actuaba como si fuera la mujer de ochenta y cinco
años más joven que hubieras visto. Con un pañuelo decorativo envuelto alrededor
de su perfectamente peinado, cabello bouffant3, ella siempre tenía la parte superior
hacia abajo, incluso en su viaje diario a misa.
Cambiando mi taza de café a la otra mano, me froté el pecho sobre mi
dolorido corazón. Después de que mi madre me había dejado con mi padre cuando
yo era apenas un bebé, mama Sofía había sido la única madre que había conocido.
Había dejado su casa en Jersey y venido a Atlanta para ayudar a mi padre a criarme.
Su pérdida me había destrozado hasta la médula. Mientras hacia mi camino fuera
del sitio de estacionamiento, negué con la cabeza, tratando desesperadamente de
escapar del oscuro manto de asfixiante dolor que parecía colgar apretado a mí
alrededor.
Solo pocos minutos antes de las siete, el hospital lentamente se agitó
despertando del turno nocturno. Sonreí y balanceé la cabeza en la corriente de
durante mis prácticas.
3
Bouffant: Tipo de peinado, en el cual se lleva el cabello esponjado.
Página
muy bien lo que era pasar el turno de noche, obtuve la experiencia hace años
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lagañosos y asediados médicos y enfermeras dirigiéndose a sus autos. Recordaba
Mientras me tambaleaba en el ascensor, me encontré con mi compañero
enfermero y mejor amigo, Derwin, o Dee, como él prefería ser conocido.
―Oye, jefa, estableciendo un buen ejemplo llegando tarde. Otra vez.
―Muérdeme.
Una amplia sonrisa curvó sobre su piel color caramelo.
―Hmm, tal vez si tuvieras hombros anchos y musculosos, midieras 1,82 y
fueras hombre, podría estar tentado.
Rodé los ojos.
―Ya sabes lo mucho que me molesta llegar tarde. ―Coloqué mi taza de
café sobre la mesa con un poco más de fuerza de lo que pretendía, derramando el
humeante líquido.― ¡Figlio di puttana!4 ―grité, antes de llevar mi dedo ardiendo
a mi boca.
Dee agarró su corazón y se tambaleó un poco hacia atrás.
―Oh Señor, ya está maldiciendo en italiano. Será un jodido día.
―Hazme un favor enorme y limpia eso, ¿por favor?
Me dio un saludo burlón.
―Sí, señora.
―Gracias, listillo.
Caminando a la sala de descanso, empujé mi bolso en mi casillero. Cerré la
puerta antes de regresar a la sala con Dee. Él acababa de lanzar la toalla de papel
―¿Cómo se ve esta mañana?
4
Figlio di puttana: Hijo de puta.
Página
Agarré mi café con recelo antes de recoger la historia clínica.
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empapada en la basura.
―Bueno, yo estaba haciendo un poco de exploración de las listas, y me
parece que uno de los tipos que estamos recibiendo post-bypass es algo famoso.
―¿En serio?
Dee asintió, haciendo que sus rastas firmemente tejidas rebotaran
ligeramente.
―Supongo que dirías famosa por asociación. Es el jefe de los roadies de
Runaway Train.
Sorbí otro trago ardiente de café.
―¿Quién?
Con un gruñido frustrado, Dee levantó la mano.
―¿Chica, no me digas que no sabes quién es Runaway Train?
―Discúlpame por no conocer a cada banda al azar por ahí.
Dee se dejó caer en una de las sillas de la estación.
―Ellos no son al azar, fueron nominados como Mejor Nuevo Artista en los
Grammys el año pasado.
Me encogí de hombros.
―¿Y?
Alcanzando algunas listas, respondió:
―Y la banda está compuesta por cuatro tipos muy calientes.
―¿Así que solo ese hecho se supone que los hace dignos de mi tiempo?
reconocimiento ―resoplé. Agarrando una lista de él, me incliné―. Entonces, ¿qué
tipo de música tocan?
Página
―El hecho de que tienen penes no los hace dignos de mi tiempo o
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―¡El infierno que sí!
―Metal ligero mezclado con pop. Un poco como Maroon Five, Matchbox
Twenty u One Republic.
Arrugué nariz.
―Es por eso que no los conozco. Sabes que yo solo escucho country, los
cantantes clásicos italianos o... rap ―contesté, mientras buscaba mi estetoscopio
en un cajón.
Dee dio un bufido despectivo.
―Solo escuchabas rap por Dev.
Una oleada de náuseas se apoderó de mí ante la sola mención de mi exprometido. Con mis piernas sintiéndose tambaleantes, me dejé caer en la silla más
cercana. Envolviendo el estetoscopio alrededor de mí cuello, luché por no lanzar
el panecillo y queso crema que acababa comer.
―¿Tenías que mencionarlo? ―susurré.
―Mimi ―dijo suavemente Dee, usando su apodo para mí―. Han pasado
seis meses. Tienes que dejarlo ir.
―Lo estoy intentando. ―Dee me miró como diciendo “tienes que estar
jodiendo”. Alcé mis manos―. Dame un puto descanso, ¿de acuerdo? Tengo una
razón para estar completamente al borde acerca de Dev.
―¿Oh, en serio?
Resoplé un suspiro acompañado de frustración y dolor.
―Anoche conseguí un montón de notificaciones de Facebook
alertándome de que él y la puta estaban viviendo en Fiji, el mismo lugar al que se
suponía íbamos a ir de luna de miel.
engañara, sino que el hijo de puta tenía que hacerlo con una de tus amigas, lo que
Página
―Solo tú tendrías la jodida suerte de que tu ex prometido no solo te
18
Dee gruñó.
significa que estás atrapada viendo y oyendo siempre acerca de ellos por el resto de
tu círculo.
―Lo llamaría más una maldición que suerte, soy siciliana, después de todo.
―Le di una risa amarga mientras sacaba otra historia clínica―. Enfrentémoslo.
Toda mi jodida vida amorosa ha sido una maldición de principio a fin.
―En serio, Mimi, ¿una maldición? Deja de ser una reina del drama. ―Él
hizo el gesto de tocar un violín, uno pequeño. Con voz cantarina, dijo―: Oh, pobre
de mí lamentablemente apestofantastica vida amorosa.
―Idiota ―espeté. Cuando él se rio entre dientes, crucé mis brazos sobre
mi hombro―. No me hagas jugar la carta de Jason esta mañana... no será bonito.
La expresión cómica de De ese desvaneció. Acercando su silla a la mía, Dee
se inclinó hacia delante para colocar sus manos en mis rodillas. Me las frotó con
ternura.
―Tú sabes que Jason está completamente en la otra esfera de Dev.
―Todavía una maldición.
―En cuanto a Dev, él no te merece, Mimi.
Aunque luché como el infierno y quería abofetear mí propio rosto por ser
débil, las lágrimas todavía me escocían en los ojos, haciendo que la apariencia de
Dee se difuminara delante de mí. Dev había irrumpido en mi vida hace tres años,
un brillante faro de luz al que había sido imposible dar la espalda. Pensé que
teníamos una relación perfecta, hasta el brillante diamante en mí mano izquierda
y el vestido de novia siendo modificado por los diseñadores. Pero la brillante
fachada había sido destrozada cuando descubrí que había estado durmiendo con
una de mis amigas más cercanas. Y una vez más, me fui a recoger los pedazos... y
luchar contra la urgencia para no causarle daño físico a él y a la asquerosa con la
pensaba era mi amiga. Era el hecho de que habían pasado apenas tres meses después
Página
Era algo más que la traición del hombre al que amaba y la chica que yo
19
que se fue.
de la muerte de mama Sofía, el periodo más verdaderamente oscuro que había
vivido, y yo he visto algunos bastante malos. La traición de Dev comenzó una
tormenta de emociones de mierda que hirió mi orgullo, mi esencia. Eso había
hecho un número en mi autoestima que todavía tenía que superar.
Después de cepillar mis ojos con el dorso de mi mano, me tomó un
momento encontrar la intensa mirada de Dee. Suspiré.
―En el fondo, en algún lugar dentro de mí, creo eso. Pero, por desgracia,
es difícil conseguirlo a través de mi cabeza dura.
―El adecuado está ahí afuera para ti, no tengo ninguna duda de eso. Solo
porque no fuera Dev, el imbécil épico, no quiere decir que no sucederá.
Le di un ladrido de risa a su resumen, pero la mención del esquivo Sr.
Adecuado causó una diferente punzada de remordimiento en mi pecho.
―Suenas como mama Sofía.
―Eso tiene sentido.
―Déjame adivinar. ¿Debido a que los dos son sabios, sábelo-todos?
Dee sacudió su cabeza.
―No, porque siempre te amó y quería que tuvieras la felicidad que te
mereces, y me siento de la misma manera.
―Basta, o voy a llorar otra vez ―me lamenté.
Él sonrió.
―No puedo evitar decir la verdad, niña. ―Me dio una palmada en ambos
muslos―. Ven a bailar conmigo y los chicos esta noche para dejar de pensar en las
Atlanta hará que me sienta mejor conmigo misma. ―Cuando Dee empezó a
Página
―Uhm, no estoy segura de cómo ir a los mejores clubs nocturnos gays de
20
cosas.
protestar, me acerqué y le acaricié la mejilla―. Es una dulce idea Dee, pero no
sería más que un recordatorio constante de que todos los buenos son gays.
―Tienes que volver al juego.
―Algún día... solo no... ahora.
Dee dio un gruñido de frustración antes de levantarse de la silla.
―Lo que sea. Supongo que es el momento de que nos vayamos, ¿eh?
Sonreí.
―Oye, ¿quién es el jefe de turno aquí?
Poniendo las manos como para orar, Dee se inclinó profundamente por la
cintura.
―Tú, oh grande y poderosa.
―Eso es correcto.
Mientras empezaba a salir de la estación, Dee me palmeó el trasero. No
pude evitar el resoplido de risas que se escaparon de mis labios con sus travesuras.
Era único en su tipo, y no podía haber tenido un mejor amigo y compañero de
enfermería. Él estuvo a mi lado durante todo el año pasado cuando un montón de
amigos me habrían dejado. Su amistad, además de trabajar con él, conservó intactas
Página
21
las frágiles piezas de mi cordura.
Traducido por Debs
Corregido por Nony_mo
R
hys y yo bajamos del ascensor al cuarto piso del Hospital St.
Joseph llenos de regalos para Frank. Aunque se sentía como
si hubiera pasado una eternidad, había sido solo una semana
desde el colapso de Frank en el concierto de la ciudad de Oklahoma. Una vez que
había llegado al hospital, había recibido buenas y malas noticias. Necesitaría un
bypass, pero su estado era lo suficientemente estable como para que regresara a
casa para la cirugía. Con una enfermera a su lado, había llegado a casa al día
siguiente para encontrarse con sus hijos en el aeropuerto.
En cuanto a los chicos y a mí, nos sentimos como una mierda al hacerlo,
pero teníamos que seguir el ritmo de las próximas paradas de la gira. El hijo mayor
de Frank, Rob, nos mantuvo actualizados sobre su estado durante la cirugía y
mientras él estaba en cuidados intensivos. Afortunadamente, tuvimos dos días
libres seguidos, para que su segunda familia, la banda, pudiera regresar a casa para
ver cómo estaba.
—¿De nuevo, qué habitación es? —pregunté.
Sacando su teléfono, Rhys se desplazó a través de sus mensajes.
leyendo los números de las habitaciones.
Página
Eché un vistazo a la señalización a través de las puertas del ascensor,
22
—405.
—Está bien, es por allá —respondí, apuntando a la izquierda.
Cuando llegamos a la habitación 405, golpeé suavemente la puerta.
—Adelante —dijo Frank.
Asomé la cabeza por la puerta.
—Hola, hola. ¿Tienes un poco de espacio para dos hombres malvadamente
guapos y encantadores?
El rostro de Frank se iluminó.
—¡Mira quién está aquí! —exclamó, empujándose a sí mismo en la cama.
Manteniendo la puerta abierta para Rhys, entramos. La habitación podría
haber pasado por una florería con todos los “que te mejores pronto” de flores y
globos. Sabía que Abby y Lily se habían ido un poco por la borda en el envío de
recordatorios diarios a Frank sobre cuánto se le amaba y extrañaba.
Me acerqué a la cama.
—Oye viejo, ¿cómo lo llevas? —pregunté, inclinándome para abrazar a
Frank por el cuello.
Moviendo el dedo hacia mí, respondió:
—Casi lo suficientemente bien para pegarte en la cabeza por llamarme
"viejo".
Me reí mientras me alejaba.
—Luces mucho mejor que la última vez que te vimos.
—Lo sé. Me siento mucho mejor, también.
Rhys hizo una mueca.
Página
—Bray, Lily y Abby están viniendo a verte dentro de poco, pero Jake... —
23
Rhys dio un paso adelante para abrazar a Frank.
Frank sonrió con complicidad.
—Entiendo. Está un poco acobardado entre lo que sucedió con el ataque
de Abby y la enfermedad de la pobre Susan. Solo han pasado seis meses, por lo que
tiene todo el sentido que los hospitales y la enfermedad le asusten. —Movió su
mano con la intravenosa en forma de desdén—. Además, no tiene que venir a
verme. Demonios, llamó a Rob tres o cuatro veces al día, cuando estaba en cuidados
intensivos, y he hablado con él varias veces.
Mis cejas subieron por la sorpresa.
—¿En serio?
—Sí.
—No nos dijo nada —contestó Rhys.
—Probablemente no les dijo tampoco que me puso tres meses de baja
pagada, ¿verdad?
Rhys y yo intercambiamos una mirada antes de sacudir la cabeza al
unísono.
Frank sonrió.
—Quiere que descanse por completo y esté en la mejor forma posible antes
de volver a mi viejo trabajo.
—El idiota nos podría haber dicho todo esto —me quejé.
—Conocen a Jake lo suficiente hasta ahora para no asumir eso.
—Es cierto.
—¿Es Varsity5 lo que huelo?
5
Varsity: Cadena de restaurantes, icónica en la cultura moderna de Atlanta.
Página
dibujaba en sus labios.
24
Frank olfateó el aire con apreciación, mientras que una curiosa sonrisa se
Rhys se rio.
—Seguro que lo es. Pensamos que te morías de hambre con la comida de
mierda del hospital, así que AJ y yo decidimos conseguir algunos de tus favoritos.
—Buscando en la bolsa, Rhys sacó una caja roja de Varsity, con el jugador de fútbol
en el frente.
Cerrando los ojos y con felicidad, Frank dijo:
—Perritos calientes, patatas fritas y aros de cebolla, ¿verdad?
—Oh, sí. —Tomando la caja de Rhys, añadí con mi mejor acento francés—
: Y para la Pièce de résistance6, un pastel de melocotón frito.
Puse la caja de comida en la mesa hospitalaria frente a Frank. Él levantó la
tapa y aspiró el aroma deliciosamente grasoso.
—Mmm-mmm, ustedes chicos son increíbles.
Levantando un dedo, dije:
—Ah, pero aún no hemos terminado. Muéstrale, Rhys.
Él asintió con la cabeza antes de que su mano desapareciera en la bolsa.
—Tu bebida favorita Frosted Orange.
—La mantuvimos en un refrigerador para que no se derritiera —añadí.
Frank negó con la cabeza con una sonrisa.
—Ustedes pensaron en todo.
—Le gana a las flores, ¿no es así? —pregunté.
Página
en su rostro—. Pero no le digan a Abby y a Lily que dije eso. Por alguna razón, esas
25
—Seguro como el infierno que lo hace. —Una mirada de vergüenza brilló
6
Résistance: el plato principal de una comida.
dos chicas piensan que un gruñón y viejo viudo como yo, necesita flores diarias y
globos. Ni siquiera mi hija política hace esa mierda.
Rhys y yo nos reímos.
—Será nuestro pequeño secreto —contesté.
Mientras Frank devoraba un perro caliente de chile, Rhys se sentó en la
cornisa de la ventana, balanceando las piernas hacia atrás y hacia adelante,
mientras yo me dejé caer en la silla más atrozmente incómoda junto a la cama de
Frank. Estábamos contándole toda la mierda que había sucedido mientras él se
había ido cuando la puerta se abrió. Inmediatamente, recibí una patada en el
trasero del tipo más delicioso. Una alta, de cabello y ojos oscuros diosa de la
enfermería, entró en la habitación. A través de su bata de azul, detecté que poseía
todos los atributos que me daban una erección instantánea, anchas caderas, gruesos
muslos, un voluptuoso culo y un par de perfectas tetas naturales.
—¡Oh, mierda! —exclamó Frank. Su mirada de pánico barrió de izquierda
a derecha, como si estuviera tratando de pensar en una escapada rápida. No podría
imaginar por la forma en que lucía su enfermera y Ángel de la Misericordia, por
no hablar de su expresión genuinamente cariñosa, que posiblemente podría ser
digna de ese temor. Actuaba como si fuera la enfermera Ratched de One Flew over
the Cuckoo’s Nest7 o algo así.
Ella solo sonrió ante su reacción.
—Ahora, señor Patterson, ese no es tu saludo habitual. Siempre estás muy
feliz de verme.
Página
—No me digas —contesté.
26
—Puedo ver por qué —masculló Rhys entre dientes.
7
One Flew over the Cuckoo’s Nest: Conocida en España como “Alguien voló sobre el nido del cucu” y en
Hispanoamérica como “Atrapados sin salida”, es una película estadounidense de 1975 basada en la novela
homónima de Ken Kesey. Dirigida por Miloš Forman.
—Eh, eh... lo siento, Mia. —Frank le dio una sonrisa tranquilizadora—. Te
prometo que estoy muy agradecido por la atención que me han estado dando. Es
que, bueno, me tomó un poco por sorpresa. Eso es todo.
—Me alegra oír que apruebas mi cuidado, y lo siento si te di un susto. Voy
a ser más cuidadosa, ya que no es bueno para tu corazón. —Su mirada se desvió a
Rhys y a mí—. Ustedes deben ser los nietos de Frank. Él dijo que iban a venir de
fuera de la ciudad.
Frank se rio entre dientes.
—En realidad, estos idiotas son mis jefes.
Las cejas oscuras de Mia se alzaron por la sorpresa.
—¿En serio?
Con un movimiento de cabeza, Frank dijo:
—Sí, estos son AJ Resendiz y Rhys McGowan. —Él miró por encima de
nosotros—. Chicos, ella es la enfermera más impresionante que cualquier hombre
podría esperar, Mia Martinelli.
—Eres un adulador, Sr. Patterson —contestó Mia, antes de darnos a Rhys
y a mí un saludo—. Oh, espera, ahora lo recuerdo. Ustedes son los chicos de los
que mi compañero me estaba hablando. Los de la banda.
Apretando los labios en mi sonrisa de firma, le respondí:
—Bueno, no estamos en cualquier banda. Estamos en Runaway Train.
—Lo siento, pero no había oído hablar de ella antes —respondió, al parecer
realmente apenada.
Auch. Esa declaración fue una patada diferente en los pantalones. No podía
estrellas. Me incliné hacia delante en mí silla.
Página
menos estar completamente asombrada por estar en nuestra presencia como
27
recordar la última vez que una chica no nos hubiera reconocido al instante, o al
—¿Tal vez nos des una escuchada?
Ella sonrió.
—Por supuesto que lo haré. No todos los días entro en contacto con una
banda nominada al Grammy.
—Gracias —contestó Rhys, dándole a Mia su propia sonrisa seductora.
Luché contra el impulso de golpearlo en la cara.
—¿Tal vez podrían firmar algo para mí? —sugirió ella.
Mi mirada se fijó en sus pechos, y supe exactamente donde quería firmar.
—Claro, me encantaría.
Mia se aclaró la garganta, y regresé mi mirada a la suya. La expresión de su
rostro me dijo que sabía exactamente a donde se había ido mi mente.
—En realidad, ¿sería mucho pedir un CD o…? —Mia olfateó el aire
suspicazmente. Sus oscuros ojos se desorbitaron al ver los contenedores abiertos
delante de Frank—. ¿Sr. Patterson, por favor dime que tan solo tres días después
de que se sometió a un triple bypass estoy alucinando viendo esa comida tapa
arterias delante de ti?
El rostro de Frank se puso del de un tomate color maduro por su
advertencia.
—Tal vez —respondió con voz débil.
Cruzando sus brazos sobre su amplio escote, Mia sacudió la cabeza adelante
y atrás tan rápido que pensé que iba a conseguir una fractura.
—¿Cuántas veces hemos repasado tu dieta desde que fuiste dado de alta de
—Varias.
Página
Encogiéndose un poco, Frank respondió:
28
cuidados intensivos?
—Estoy muy decepcionada de ti —advirtió Mia. Su mirada colérica pasó a
Rhys y a mí—. Dado que este alimento no se materializó de la nada, supongo que
ustedes dos tienen la culpa.
—Solo queríamos traerle su comida favorita —contestó Rhys.
Los ojos de Mia se estrecharon.
—¡Acaba de tener una cirugía de bypass! No puede comer este tipo de
cosas.
Me encogí de hombros.
—No lo sabíamos.
—¿Has dejado tu cerebro en el estuche de tu guitarra?
—Yo toco la batería —la corregí.
—Lo que sea —espetó Mia. Agarró la caja de perritos calientes y patatas
fritas de Frank y los estrelló contra la basura—. Supongo que pensarías que era una
buena idea llevar una botella de champán para alguien que acaba de salir de
rehabilitación, ¿eh? —Ella comenzó a tirar la bebida también, pero rebotó en el
bote de basura y aterrizó directamente en mi regazo. Con el impacto, el refresco
de naranja con hielo se vertió en mi entrepierna, escociendo como pequeños
puñales sobre mi piel.
—¡Mierda! —grité, saltando a mis pies.
—Oh, Dios mío, lo siento —se disculpó Mia.
Lo qué pasó después solo puede ser expresado como algo salido de una
retorcida fantasía. Con un fajo de servilletas en la mano, Mia se puso de rodillas
delante de mí, mi polla al nivel de su hermoso rostro. Ella comenzó a secarme
—Uhm —comencé.
Página
la vista junto con sus cuidados, me tuvieran a media asta.
29
furiosamente el frente de mis jeans con la toalla. Me tomó dos segundos para que
—Lo siento, pero esta mancha no saldrá si no conseguimos que salga.
Cuando me atreví a mirar por encima a Rhys, su mano le tapaba la boca,
sofocando la risa que hizo que todo su cuerpo temblara. Frank tenía una expresión
de divertido terror. Bien, así que Florence Nightingale no podía tomar una pista.
Supongo que iba a tener que hacerlo lo más sencillo que pudiera. Inclinándome
susurré al oído de Mia.
—Cariño8, por mucho que me mate, te pido que dejes este masaje, si no lo
haces, vas a hacer otro lío para limpiar. Dentro de mis pantalones.
Ella levantó la cabeza y me miró a los ojos. Vi como la comprensión de mis
palabras, de acuerdo con lo que había estado haciendo, se apoderó de ella. Mi
respiración se detuvo mientras esperaba a que los signos habituales de extrema
mortificación aparecieran a continuación, las enrojecidas mejillas, la balbuciente
voz, el evitar el contacto visual. Todas las cosas que hacen que me sea fácil ir a
matar.
Pero no conseguí ninguno. Oh no, no de esta chica.
En cambio, Mia se levantó y golpeó las servilletas empapadas contra mi
pecho. Mientras trataba de agarrarlas a tientas, ella respondió:
—Lo lamento mucho. No sé qué me pasó. —Luego procedió a darme una
asquerosamente dulce sonrisa que me recordaba a Abby justo antes de darnos a
uno de nosotros una bofetada verbal. Cuando se acercó a mí, supe que estaba por
ella y por algo más. Ella arqueó una ceja marrón—. Qué terriblemente embarazoso
e inconveniente debe ser para ti tener un problema de sensibilidad allá abajo.
Quiero decir, con todas las chicas que esperan una noche de pasión con el señor
Latin Lover, y consiguen unos pocos segundos. —Chasqueó la lengua en la parte
respuesta, solo podía abrirse y cerrarse, como un pez moribundo fuera del agua. No
8
Cariño: En español en el original.
Página
Mi boca se abrió, y en lugar de una ingeniosa, tal vez incluso mordaz
30
posterior de la garganta—. Lástima.
podía recordar la última vez que me había quedado mudo por una mujer que no
fuera mi madre o mi abuela.
Mia me miró una última vez antes de pasar a Frank.
—Sr. Patterson, volveré a verte en una hora —respondió ella antes de
rápidamente esquivarme y salir de la habitación pisando fuerte.
Cuando la puerta se cerró detrás de ella, Rhys y Frank aullaban de risa.
—¡Santa mierda, amigo! No puedo creer lo que acaba de decirte. —exclamó
Rhys, secándose las lágrimas de sus ojos.
Me quedé mirando un momento la puerta cerrada ante de que una sonrisa
apareciera en mis mejillas.
Página
31
—Ahora, caballeros, ella es la futura señora Resendiz, justo ahí.
Traducido por Eni y Erudite_uncured12
Corregido por Nony_mo
T
an pronto como cerré la puerta de un golpe, mi escasa
compostura se evaporó y la mortificación la remplazó. Al oír el
sonido de una risa amortiguada que venía de la habitación del
señor Patterson, me apresuré a salir al pasillo, queriendo poner más distancia entre
la que había sucedido y yo. Pero por más que lo intenté, las palabras de AJ, junto
con la imagen de mí dándole un masaje, seguían jugando una y otra vez en mi
cabeza.
—Jesús —me quejé. Frotándome los ojos, deseé más que nada que pudiera
eliminar esas imágenes de mi mente para siempre.
Me deslicé en la estación de enfermeras, haciéndole una mueca a Dee.
—Uff —masculló él, mientras el papeleo multicolor se esparcía por el aire
como confeti—. Maldita sea chica, ¿dónde está el fuego?
—En los pantalones de AJ —murmuré.
—¿Huh?
—¿Por qué tu cara está tan roja?
Página
—Nada. Lo siento. Permíteme recoger estos por ti.
32
Sacudí mi cabeza.
—Dije que no es nada. Solo olvídalo, ¿está bien? —Me agaché y empecé a
ordenar los papeles.
Dee se aclaró la garganta antes de cruzar sus brazos sobre su pecho.
—¿No me digas que el señor Gordon en el 409 te pidió otro baño de
esponja? Porque sabes que iré allí y le diré que yo me ocuparé de lo que necesita.
¡Estoy seguro que calmaría su pervertido y viejo culo!
Me levanté del piso.
—No es eso.
Con una mirada escéptica, Dee tomó los papeles y los tiró en el escritorio.
—Bueno, algo debió haberte irritado, Mimi.
—Está bien. Lo quieres saber, entonces aquí está. Estoy totalmente
mortificada porque derramé una bebida encima de uno de los visitantes del señor
Patterson.
Dee se encogió de hombros.
—¿Qué tiene eso de vergonzoso?
—Bueno, me asusté y comencé a limpiarlo…
—Una vez más, eso no es ningún crimen considerando que tu profesión
consiste en ayudar a las personas.
Puse mis ojos en blanco.
—¿Me dejarías terminar?
—Está bien, está bien.
Dee me dio un resoplido despectivo.
Página
chico…
33
—De todas las formas, de todos los lugares, la bebida cayó en el regazo del
—Mia Martinelli, ¿cuántas veces me has dicho que no abuse sexualmente
de los visitantes de los pacientes del hospital?
—Espera, ¿qué? —pregunté, tratando de procesar su respuesta.
—Sabes que tu pequeña rutina de derramar bebidas es solo una estratagema
para conseguir frotar a algún chico caliente.
Mis ojos se ampliaron.
—Dee, ¿qué diablos te pasa? Solo te dije que estaba mortificada, ¿y ahora
estas actuando como si yo fuera alguna pervertida agarradora de entrepiernas?
Una garganta se aclaró detrás de mí, y me di la vuelta.
—Oh mierda —murmuré, antes de que pudiera detenerme. Con una
sonrisa de “Yo puedo derretir tus bragas a solo veinte pasos” AJ estaba de pie en la
puerta con sus manos metidas en los bolsillos de sus jeans agujereados. Mientras
que el frente todavía estaba húmedo, ya no estaban empapados como los dejé. Por
su expresión, podía decir que mi pequeña diatriba no había tenido un efecto
duradero en él, en absoluto. Señalando a Dee, dije—: Solo para que conste, él está
siendo un total imbécil en este momento.
AJ se rió entre dientes.
—Síp, lo sé. —Tomó un paso tentativo hacia delante—. ¿Me preguntaba si
podía hablar contigo un minuto?
Agarrando una historia clínica, Dee batió sus pestañas hacia AJ.
—Voy a meterme rápidamente en el salón de medicina, y dejar que tú y
dulces nalgas tengan algo de privacidad.
Mientras él se pavoneaba alejándose de nosotros, AJ frunció el entrecejo, y
Página
—Soy solo yo o él te recuerda a…
34
parpadeó unas pocas veces con incredulidad.
—¿Lafayette9 de True Blood10?
Los ojos de AJ se ampliaron.
—¡Santa mierda, sí!
—Síp, lo hace todo el tiempo. —Con una sonrisa, agregué—: La mayor
parte del tiempo él lo usa para conseguir bebidas gratis o acercarse a un chico que
esta fuera de su alcance. La gente nunca parece decepcionarse al saber que él no es
realmente el actor, quiero decir, ese chico no actúa como Lafayette en la vida real
de todas maneras. ―Cuando me di cuenta que estaba divagando, apreté mis labios.
Hacía mucho tiempo que un hombre no conseguía ponerme lo suficientemente
nerviosa para soltar mi boca como una idiota.
—¿Eres una fanática de la serie? —preguntó AJ
—Oh, sí, la adoro… bueno, hasta toda la sexta temporada y Billith11.
AJ se rió disimuladamente.
—No podría estar más de acuerdo. Yo solía estar bastante obsesionado
también, pero sí, no pude terminar las dos últimas temporadas. Ahora me gusta
más The Walking Dead12 y Sons of Anarchy13.
—Oh Dios mío, esas series también son geniales. —Miré fijamente a AJ sin
hablado con ningún chico, o supongo que debería decir un chico heterosexual,
9
Lafayette: Personaje de la serie True Blood muy controvertido por ser negro y homosexual, además de
descarado.
10 True Bood: Serie de televisión de HBO basada en la saga “The Southern Vampire Mysteries” de Charlaine
Harris.
11 Billith: Combinación de nombres entre el vampiro Bill, uno de los personaje protagónicos, y Lilith, la
diosa vampiro que posee el cuerpo de Bill. Todo esto de la serie True Blood.
12
The Walking Daed: Serie de televisión cuenta la historia de las secuelas de un apocalipsis zombi,
siguiendo a un pequeño grupo de supervivientes que viajan a través de Estados Unidos en busca de un nuevo
hogar.
13
Sons of Anarchy: Serie de televisión sobre la vida en un club de motociclistas.
Página
importancia con el chico del cual casi abuso sexualmente sin querer? No había
35
poder creerlo por un momento. ¿Estaba en realidad hablando de cosas sin
desde que Dev me había dejado destrozada. Sacudiendo mi cabeza, salí de mi
aturdimiento—. ¿Entonces de que exactamente quieres hablar conmigo?
—Oh sí, eso. ¿Quería ver si te gustaría cenar conmigo alguna vez?
Mis cejas se dispararon hacia el nacimiento de mi cabello.
—¿Después de que verbalmente te regañé como lo hice? Sin mencionar la
cosa física. —Cuando AJ asintió, yo resoplé—. Debí haberte dado una impresión
infernal cuando te limpié.
Él sonrió.
—Tus
talentos
son
bastante
impresionantes,
pero
me
gustaría
experimentar toda la gama completa de tus…habilidades con la servilleta.
—Creo que estas siendo un poco atrevido, ¿no te parece? Solamente me
pediste ir a cenar.
—Eso es cierto. —AJ se rascó la incipiente barba de su barbilla—. Pero
para probar que mis intenciones son honorables, aún te estoy ofreciendo ir a cenar,
solo a cenar. —Con una mirada intencionada, agregó—: Y tal vez alguna acción de
tercera base si se nos antoja.
Me reí a pesar de mi misma.
—Tentador, muy tentador. Pero, no gracias.
—Eres una astuta negociadora, señora Martinelli, pero estoy dispuesto a
tomar la acción de tercera base fuera de la mesa en la cena y quizás un buen beso
de buenas noches, con o sin lengua.
—No.
Cruzando sus brazos sobre su amplio pecho, inclinó su cabeza
te parece una copa después del trabajo?
Página
—Está bien, entonces. No a la cena con sus provocativas indirectas. ¿Qué
36
presumidamente a un lado, y me miró de manera burlona.
—Lo siento, pero no estoy interesada en salir con alguien en este momento.
Las cejas de AJ se fruncieron en confusión, y podía decir que no estaba
acostumbrado a recibir el rechazo de una mujer. Impávido apretó los labios en una
sonrisa de suficiencia.
—Lo entiendo. Eres un poco cobarde para salir con un músico, o eres de
mente profesional, o alguna otra mierda te está diciendo que digas no. Pero puedo
trabajar con eso. —Él chasqueó sus dedos—. ¡Café eso es!
—AJ, realmente…
Él levantó una mano.
—Síp, lo entiendo. Ahora puedo ver que el café podría ser un poco cargado
para una cita. Ya sabes, con la cafeína siendo una sustancia ilícita y adictiva, así que
tal vez debería cambiar de marcha. El helado es bastante inocente. ¿Qué te parece?
—Su mirada se clavó en mi boca mientras cerraba la distancia entre nosotros—.
Después de todo, ¿quién le puede decir que no a la dulzura azucarada? ¿Tal vez
añadirle una fina capa de crema batida y en la cima una cereza madura?
Su voz había tomado un borde más profundo, con un tono más seductor,
lo que causó que mi resolución desapareciera por un momento. En vez de estar
concentrada en sacármelo de encima, de repente me lo imaginé tendido
completamente desnudo en una cama mientras yo lamía el helado de su cuerpo en
lo que me imaginé eran sus perfectos abdominales. Las gotas de sudor resbalaban
por la base de mi cuello. Luché contra el deseo de abanicarme. Contrólate, Mia.
—Uhm, no.
—¿Qué tal si te llevo a una fiesta en mi ropa interior?
AJ me guiñó un ojo burlonamente.
14
Anchorman: Película cómica estrenada el 9 de julio de 2004.
Página
conmigo?
37
—Mira, yo…espera, ¿de verdad usaste una línea de Anchorman14
—Yo solo quería asegurarme de que me estabas prestando atención.
Enojada solté un suspiro de frustración, soplando unas hebras de cabello
lejos de mi cara. Al ver su expresión seria, levanté mis manos.
—Escucha, realmente estoy halagada por todas tus ofertas, pero no estoy
lista para salir con alguien otra vez.
—¿Otra vez? —preguntó AJ.
Maldita sea. ¿Cómo pude dejar que eso se me escapara? Apartando la
mirada lejos de él, miré hacia el escritorio.
—Es que este año no ha sido el mejor para mí en muchas formas.
—Entonces déjame hacerlo un poco mejor invitándote a salir y
demostrándote que podemos pasarla muy bien.
Dee pasó al costado de su camino al salir del armario de medicina.
—Créeme, dulces nalgas, esta niña necesita pasarla bien de la peor manera
posible. —Él se detuvo y miró a AJ de la cabeza a los pies—. Y tú pareces como el
boleto caliente que ella necesita para limpiar su vagina de telarañas.
AJ rompió a reír a la vez que solté un chillido.
—¡Dee, tú faccia di merda15! —Lo golpeé en el brazo. Fuerte.
Frunciendo sus carnosos labios, Dee ignoró mi queja y mis lesiones
corporales.
—Puedes maldecirme en italiano todo lo que quieras, pero la verdad es la
verdad. —Se acercó un poco más a AJ, bajando su voz—. Ves, nuestra chica se ha
Ese fue el momento en que si las miradas mataran, Dee estaría hecho
mierda en el suelo, retorciéndose de dolor con una muerte lenta. No podía creer
15
Faccia di merda: Cara de mierda.
Página
amigas.
38
cerrado desde que descubrió a su imbécil prometido follando con una de sus
que él simplemente le hubiese dicho mis detalles más íntimos a un perfecto
desconocido, especialmente a uno como AJ.
Mientras me debatía en sí debería salir corriendo, la divertida expresión de
AJ se volvió una de simpatía.
—Maldita sea, lo siento, Mia. No tenía ni idea. Eso es realmente un jodido
golpe.
Me encogí de hombros, tratando desesperadamente de enfrentar mi dolor.
—¿Qué se le puede hacer? Esas mierdas pasan. —Mi voz se quebró
traicionando mis emociones. Oh sí, voy a matar a Dee por sacar a relucir mi pasado
en frente de AJ. Sí, tal vez una tortura lenta podría servir para él.
Con sus ojos clavados en los míos, AJ dio un paso hacia delante, alejó un
mechón de cabello de mi rostro. Tiernamente, recorrió con sus dedos mi cara antes
de meterlo detrás de mí oreja.
—Mia, él debió haber estado jodidamente ciego, sin mencionar que fue
estúpido como el infierno, al haberte tenido en su vida, sobretodo en su cama y
luego haya ido a buscar algún otro lugar. —Él negó rápidamente con su cabeza—.
Su perdida, cariño.
La intensidad de su mirada, acompañada con su voz ronca, hizo que mi
respiración saliera en rápidos jadeos. Está bien, él estaba teniendo demasiado efecto
en mí en tan poco tiempo. Ya era el momento de pedirle que se fuera.
—Es una opinión muy dulce de tu parte, pero ¿ahora puedes darte cuenta
por qué no soy capaz de aceptar tu oferta?
—En realidad, creo que esa es la mayor razón por la que deberías aceptar
salir conmigo.
pacientes. —Pasando por su lado, agarré una historia clínica y caminé rápidamente
Página
—Lo siento. Ahora, si me disculpas, tengo que regresar a atender a mis
39
Con un suspiro, negué con mi cabeza.
alejándome de él. Todo el camino por el pasillo hasta que desaparecí en la
habitación 410, podía sentir su intensa mirada punzante en mi espalda. Una parte
de mi quería darse la vuelta y decirle que me encantaría más que nada salir con él.
Pero mi lado más dominante, ese que aún estaba lamiendo sus ensangrentadas y
golpeadas heridas, no me lo permitiría.
Después de poner más distancia entre nosotros y hacer algunas rondas,
regresé a la estación y encontré a Dee esperándome. Por su expresión, sabía
exactamente lo que iba a decir, así que levanté mi mano.
—Por favor, no vayas allí.
—Oh chica, claro que iré allí.
—Dee, él es la último que necesito en este momento.
—Patrañas. Él es exactamente lo que tú necesitas y algo más. —Cuando
bajé la mirada a mis zapatos, él suavemente levantó mi barbilla, así estaría forzada
a mirarlo a los ojos—. Mimi, él era una pieza de carne caliente masculina que estaba
total y completamente deseando tener algo contigo. Trabajó duro por tener una
oportunidad con tu coño más de lo que alguna vez había visto a un chico hacerlo,
heterosexual o gay.
Golpeé la mano de Dee fuera de mi barbilla.
—¿Coño? Sabes que odio esa palabra. Y no creo que los chicos gays estén
trabajando duro por mí… —Tragué saliva antes de susurrar—: coño.
—¡Eres tan complicada, tonta y terca!
—Chicos como él… no salen con chicas como yo.
—Oh, ¿y con qué clase de chicas salen entonces?
Página
falsos, de lo hacen genial luciendo como acompañantes.
40
—Con cuerpos estilizados sin alma, tú sabes el tipo, talla cero con pechos
—Por favor, Dios del cielo, ¿dime que no rechazaste a ese chico debido a
tus malditos problemas de autoestima? ¿Deberías hacer un alto en el pueblo de la
negatividad, en vez de en el pueblo del despojo?
—Dee…
Él movió su dedo en mi cara.
—Uh, uh. No me digas nada. Yo sé que AJ quiere todo tu cuerpo perfecto,
y tú magnifico culo.
—Lo que sea —refunfuñé.
—Mimi, necesitas algo, mejor aún, a alguien, que te saque de esa depresión.
—¿Experimentaste
las
consecuencias
de
tener todo
tu mundo
derrumbándose a tu alrededor, dejándote simbólicamente ensangrentada y casi sin
respiración, “un despojo”? —exigí.
Los hombros de Dee se hundieron un poco.
—Eso fue hace más de seis meses. Dev ha seguido adelante, y es tiempo de
que tú también lo hagas.
—Todo tiene sentido aquí —dije tocando mi cabeza—. Pero simplemente
no parece llegar hasta aquí. —Entonces cubrí mi corazón, el cual dolía bajo mis
dedos.
—Demonios, no estoy diciendo que necesitas casarte con el chico y parir
diez niños. Solo estoy diciendo que él podría ser una buena distracción, una forma
de ayudarte a que te des cuenta que eres hermosa, una mujer espectacular que
cualquier hombre estaría encantado de follar.
Aunque traté de luchar, las esquinas de mis labios se curvaron cuando
—De nada.
Página
—Gracias por el cumplido que estaba allí… en algún lugar.
41
escuché las últimas palabras de Dee.
—Probablemente deberíamos volver a trabajar ahora, ¿no crees?
—Oh, creo que definitivamente tienes que hacer algo muy difícil.
—¿De qué estás hablando?
Dee miró más allá de mí con una expresión curiosa.
—Él está de vueeelta —dijo, imitando la niña de Poltergeist16.
Me di la vuelta para ver a AJ atravesar el pasillo a grandes zancadas con un
ramo gigante de coloridas flores silvestres y rosas en sus brazos, una expresión
determinada grabada en su hermoso rostro. Cuando caminó hacia mí, yo sacudí mi
cabeza con incredulidad.
—En serio, tú nunca te rindes, ¿verdad?
—No, no lo hago. —Él sonrió y movió las flores en sus brazos—. Pero hay
otra razón por la que volví.
—¿Oh?
Él asintió con la cabeza.
—Escucha, me di cuenta de que empezamos con el pie equivocado, contigo
secando mis genitales, y pensé que quizás, para que consideres salir conmigo,
necesitábamos un segundo intento.
—Guau —murmuré. Santa mierda, ¿este chico era real? Luché contra la
tentación de echar un vistazo alrededor para ver si había algunas cámaras ocultas,
y yo estaba siendo totalmente engañada. Quería que saliera con él lo suficiente para
no solo volver aquí, sino que me había traído flores. Tenía una debilidad por los
Página
Una amplia sonrisa iluminó su rostro.
42
hombres que llevan flores.
16
Poltergeist: hace referencia al personaje de la película “Poltergeist” (Juegos diabólicos).
—Por lo tanto, Mia Martinelli, soy Alejandro Joaquín Reséndiz, también
conocido como AJ, y es un placer conocerte. —Luego me entregó el ramo.
—Gracias. —Llevé las flores a mi nariz y aspiré el dulce perfume—. Son
hermosas. —Me llamó la atención la tarjeta asomando, así que la tomé.
—¡Uhm, espera! —gritó AJ, pero ya la había sacado.
—Mejórate pronto —leí en voz alta. Cuando desvié la mirada de la tarjeta
a la sonriente cara de AJ, todo radiante, fuerte y orgulloso, no pude evitar reírme—
. Lindo.
Por primera vez en la historia, la arrogancia de AJ retrocedió un poco.
Agachó la cabeza y se frotó la parte posterior de su cuello frenéticamente. Por
último, me miró con una expresión tímida, lo que lo hizo aún más caliente que
antes.
—Está bien, estoy atrapado. Las compré abajo en la tienda de regalos.
Abrí la boca para responder, pero Dee me ganó.
—No sé cuál es el problema de Mimi si es que ella no aprecia el hecho de
que hiciste todo el camino hasta abajo para conseguirle unas flores.
—No he dicho que no lo aprecie —repliqué.
—Entonces ¿tal vez no me golpees las pelotas con tanta fuerza dándome
mierda por traerte flores de alguna tienda de regalos? —sugirió AJ con una pequeña
sonrisa.
—Está bien, no lo haré.
—Gracias.
—Y lo decía en serio cuando dije que eran hermosas. No he tenido un
Sonreí.
Página
—Fue un buen gesto, ¿eh?
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hombre que me traiga flores en mucho tiempo.
—Uno muy bueno.
El cuello de Dee estaba balanceándose hacia atrás y hacia adelante entre
AJ y yo como si estuviera viendo un partido de tenis.
—Creo que es tiempo de dejarlos a los dos para que hablen. —Cuando
comenzó a alejarse me miró por encima del hombro—. No te preocupes por tus
pacientes. Te cubriré.
—Sí, asegúrate de que la jefa no se entere.
Dee se rio y me guiñó un ojo antes de dirigirse por el pasillo. Eché un
vistazo a AJ, tratando desesperadamente de no dejar que el burbujeo de ansiedad
dentro de mí se viese. Yo sabía que él era el tipo de hombre que podía oler el miedo
y utilizarlo a su beneficio. Me moví incómoda en mis pies en el embarazoso
silencio.
—Así que, ¿cuántos años tienes?
Sus cejas se alzaron por la sorpresa.
―Guau, eso salió de la nada.
Con un encogimiento de hombros, respondí:
—Pensé que deberíamos llegar a conocernos un poco. La edad es bastante
básico.
—Bien, entonces. Tengo veinticinco. ¿Cuántos tienes tú?
Mi nariz se arrugó un poco.
—Tengo veintiocho. Normalmente no salgo con hombres más jóvenes.
—Entonces déjame tomar tu virginidad con hombres más jóvenes.
—Nop. Voy a seguir así hasta agotarte, y finalmente decidas salir conmigo.
Página
—No vas a dejar pasar esto, ¿verdad?
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Me eché a reír.
—¿En serio?
—Mia, Mia, Mia, ¿qué voy a hacer contigo?
—Estoy segura de que tienes varios escenarios calificados para mayores de
17 que atraviesan tu mente en este momento.
Echando la cabeza hacia atrás, AJ se rio con ganas.
—Sí, realmente lo hago. Pero dejando las bromas de lado, ¿realmente
necesito seguir suplicando en mi favor? ¡Te traje flores de la tienda de regalos, por
el amor de Dios!
—Eso es cierto.
—¿Puedo ser honesto contigo?
Inclinando la cabeza, pensativa, respondí:
—Creo que después de que restregué tus genitales, podemos ser bastante
honestos el uno con el otro.
AJ gimió.
—No me recuerdes eso. —Cuando abrí mi boca, agitó un dedo en mi cara—
. Y antes de que puedas menospreciarlo, lo disfruté.
—Fabuloso.
—De todos modos. Así es como yo lo veo. Ambos somos jóvenes, personas
solteras que necesitan una “cita”, ya sea un interludio romántico o caliente sexo
sudoroso.
Di un grito ahogado en una tos.
—Ya veo.
Página
—El tiempo para sutilezas se ha ido, Mia.
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—Eso ciertamente no es andarse por las ramas.
AJ cerró la brecha entre nosotros. Me alejé de él hasta que mi espalda chocó
contra la pared. Cerniéndose sobre mí, los ojos oscuros de AJ brillaron con
intensidad.
—Estás totalmente encerrada en tu mierda por un maldito imbécil y
necesitas volver a entrar en el juego. La forma más fácil de hacerlo es sin
restricciones, sexo sin complicaciones. ¿No estás de acuerdo?
Esa declaración puso mi sangre ardiendo y un zumbando en mis venas.
—Sí —susurré
—Finalmente coincidimos en algo. Es una situación ganar-ganar para
ambos. Tienes la oportunidad de joder a ese idiota de tu ex prometido, sacarlo de
tu sistema, y yo consigo echar un polvo en el proceso.
—¡Qué generoso de tu parte!
AJ se echó a reír.
—Soy una persona muy generosa, conmigo mismo, mí tiempo... de
orgasmos.
—Estoy segura de que lo eres.
—Entonces, ¿es una cita?
—Es un quizá en este momento porque tengo algunas condiciones.
—¿Cómo qué?
—Al ser un músico famoso, apostaría a que has tenido a un montón.
Los labios de AJ curvaron en una sonrisa.
—Independientemente de tu comentario atrás en la habitación de Frank,
No podía evitar rodar mis ojos.
Página
nunca olvidarás.
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no tienes que preocuparte por mi resistencia, cariño. Te voy a dar una noche que
—Sí, eso no es de lo que estaba hablando.
—Entonces, ¿qué?
Inclinándome hacia él, dije:
—Si yo fuera a tomar tu oferta, querría que te hagas exámenes antes de
dormir contigo.
La mandíbula de AJ cayó hasta su pecho.
—¿En serio?
—Muy en serio. Querías saber si yo estaba libre este fin de semana, y las
pruebas principales solo toman cuarenta y ocho horas en estar listas. —Cuando él
no respondió, contesté—: Estaré encantada de hacer lo mismo.
Una curiosa expresión sustituyó el ceño fruncido en el rostro de AJ.
—¿Eso significa que voy a estar montando a pelo si mis pruebas resultan
limpias?
Mi ceño se frució por la confusión.
—¿Eh?
—Ya sabes, sexo sin condón.
—Uhm, no, no lo creo.
—¿Y por qué demonios no?
—Bueno, si quieres saberlo, no puedo tomar control de natalidad debido a
las migrañas que tengo. Así que necesitaríamos la protección.
—Ah, ya veo. Qué lástima.
—Lo tomaré.
Página
AJ sonrió.
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—Lo tomas o lo dejas, muchachote.
—Bien.
—Así que ¿el viernes por la noche?
Mi pulso se aceleró en mi pecho mientras luchaba por recuperar el aliento.
¿Estaba realmente yendo por este camino? ¿Sexo con un extraño? Bueno, un
hombre que era básicamente un extraño para mí, pero bien conocido por todos los
demás, montones de hembras incluidas. Pensé en Mama Sofía y como de muerta
por dentro había estado desde su fallecimiento. Eso, unido a la infidelidad de Dev
me había paralizado. Yo quería ―no, necesitaba― sentirme viva de nuevo.
—Sí —respondí finalmente.
AJ dio un aplauso.
—Muy bien, entonces. ¿Qué tal si te recojo para cenar a las siete?
Mis cejas se fruncieron.
—¿Oh, realmente deseas salir?
Él se rio.
—De verdad crees que soy del tipo “wham, bam, gracias señora” ¿eh?
Levanté uno de mis hombros.
—Solo pensé que desde que esta cita era por el sexo…
—En primer lugar, yo nunca te llevaría directamente a la cama, solo los
imbéciles sin juego hacen eso. En segundo lugar, para ti, se trata de experimentar
la vida de nuevo.
—¿Y eso incluye la cena?
—Está bien, entonces. Eso suena bien,
Página
Me encontré a mí misma sonriendo.
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—Sí, señora, lo hace, junto con algo más, solo por diversión.
—¿Tienes un bolígrafo?
—Por supuesto. —Metí la mano en mi bolsillo y le di uno. Tomó la tarjeta
“Mejórate pronto” de mi otra mano.
—¿Cuál es tu número? —Una vez que se lo di, sonrió—. Te mandaré un
mensaje por la dirección para recogerte, ¿de acuerdo?
—Bien —contesté mientras me devolvía la pluma.
—Mia, me alegro de que finalmente hayas decidido aceptar mi oferta.
—Yo también —contesté con sinceridad. Por supuesto, sonaba mucho más
segura de mí misma de lo que realmente me sentía. En el interior, estaba en un
carrusel de emociones.
Cuando AJ se acercó a mí, con un intenso fuego ardiendo en sus ojos, me
eché hacia atrás. Él sonrió ante mi reacción.
—Tranquila chica. Solo un casto beso de despedida —susurró, su aliento
abanicando mi mejilla.
—Lo siento.
Sus cálidos labios presionaron un tierno beso en mi mejilla, en lugar de mis
labios. Cuando él se apartó, me guiñó un ojo.
—Me aseguraré con un poco de alcohol que el viernes por la noche no seas
tan asustadiza.
Sacudiendo la cabeza, lo empujé juguetonamente.
—Lo que sea.
—Volveré a ver a Frank, así que tal vez te veré antes.
sus dedos hacia mí.
Página
Caminando hacia atrás por el pasillo hasta la habitación de Frank, él movió
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—Tal vez.
—Adiós Mia.
Cambiando las flores de brazo, le devolví el saludo.
—Adiós AJ. —Una vez que desapareció de nuevo en la habitación de
Frank, exhalé el aliento que había estado conteniendo.
Al entrar en la estación, Dee me saludó con una sonrisa que se extendía de
mejilla a mejilla.
—¡Demonios sí! ¡Mama Mia está de vuelta en el juego! —exclamó, antes
de hacer un pequeño baile de felicidad.
—Sí, nada como la presión social extrema de tu mejor amigo junto con un
chico demasiado persistente para hacer que suceda.
—¡Esto va a ser épico! —Dee giraba sus caderas mientras bailaba hacia
mí—. Hay que hacer una cita para el cabello y las uñas lo antes posible. —Su
mirada cayó por debajo de mi cintura—. Y estoy pensando en una línea del bikini
también. No querrás darle la bienvenida a la selva al Sr. Latin Lover.
—¡Idiota! —me quejé antes de golpearlo en el hombro. Mi indignación solo
lo alimentó para seguir adelante, y dos de nuestros otros compañeros de turno
entraron en histeria cuando empezó a perrear delante de mí.
—Gracias. Creo que necesito blanquear mis ojos ahora —me quejé.
Colgando un brazo alrededor de mi hombro, Dee me dio un sonoro beso
en la mejilla.
—Estoy orgulloso de ti, niña. Pienso que esto es exactamente lo que
necesitas... y más.
—Ya veremos.
Página
Moví un dedo hacia él.
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—Tienes que tener fe —reflexionó.
—Que Dios me ayude, si empiezas a mover tu culo como George Michael
frente a mí, como en el video de Faith, voy a solicitar una transferencia para ti.
Frunció los labios.
—No me odies por mis locas habilidades de baile.
—Volvamos al trabajo, ¿de acuerdo? —sugerí antes de agarrar una historia
Página
51
clínica.
Traducido por Isa 229, Martinafab y Maru Belikov
Corregido por La BoHeMiK
E
l viernes por la noche me encontraba con un vaso de vino en
la mano, mi estómago retorcido en nudos, y paseaba de un
lado a otro en mi dormitorio. De pie frente al antiguo espejo
de mama Sofía, miré una vez más mi reflejo. Dee, junto a mi
mejor amiga, Shannon, habían insistido en llevarme de compras a Lennox más
temprano. Todo en mi armario que era elegante o sexy tenía demasiados recuerdos
de Dev conectados a ellos. Necesitaba un conjunto totalmente nuevo para mi gran
inmersión de regreso al mundo de las citas.
Tras unas cuantas tiendas y algunas llamadas cercanas, finalmente
habíamos encontrado algo en lo que podíamos estar de acuerdo. Bueno, algo así. A
pesar de que ellos habían insistido que el vestido era para morirse y que le quitaría
el aliento a AJ, todavía estaba insegura mientras me giraba de izquierda a derecha
en frente del espejo. El rojo siempre había sido mi color, y esta noche el apretado
pequeño ejemplar era rubí con pequeños tirantes que hacían un patrón
entrecruzado en la parte baja de mi espalda. Mientras creía que debería de haber
subido una talla, Dee insistió en que este abrazaba mi cuerpo al punto de que era
como una segunda piel.
Página
Tomé su palabra y compré el vestido junto con unos asesinos tacones rojos
que tenían una patente correa de cuero. Shannon había insistido en llevarme para
hacer mi cabello y maquillaje. Para una segura y ardiente aventura sexual, pensé
52
—Confía en mí, nena. Los hombres latinos aman a una mujer con curvas.
que estaba yendo un poco demasiado lejos, pero decidí morder mi lengua e ir hacia
la aventura. No me mal entiendas. Estaba totalmente vestida para impresionar y
sentirme sexy. No conseguía muchas oportunidades para hacerlo durante la
semana en mi uniforme. Al mismo tiempo, sabía que AJ quería joder mi cerebro,
ya sea si yo llevaba puesta una bolsa de basura o un vestido de alta costura. Al final,
estaba tan agradecida por dejar que Dee me convenciera por los zapatos y el
vestido, así como con Shannon por el peinado y el maquillaje. Por primera vez
desde que Dev se fue, me sentí verdaderamente sexy y deseable.
Así que al cinco para la siete estaba toda vestida de gala, esperando a que
llegara mi príncipe azul y comenzar esta noche de fantasía cenicientesca. Al mismo
tiempo, luché contra la necesidad de no vomitar o negarme a abrir la puerta cuando
AJ llegó. El timbre sonó, y salté sobresaltada, derramando el vino en el suelo.
—¡Mierda! —exclamé. Corrí al cuarto de baño y agarré una toalla. La lancé
en el charco y rápidamente lo sequé. Acababa de llegar al vestíbulo cuando el
timbre sonó otra vez—. ¡Ya voy! —grité.
Cuando finalmente me lancé a abrir la puerta, la apariencia de AJ me quitó
el aliento. Llevaba pantalones caqui, una impecable camisa blanca con una corbata
azul eléctrico, junto con un blazer azul marino. Era una gran diferencia de los jeans
y la camiseta del otro día.
—Hola —murmuré.
—Hola, sexy. —Su mirada se fijó en mí contemplándome de la cabeza a los
pies—. Con ese vestido estás probando mi firme determinación de hacer de esto
una verdadera cita y no solo sexo.
Luché contra el diminuto aleteo de mi corazón con sus palabras.
—Gracias. Tú te ves bastante increíble.
—Gracias. Luzco impecable ¿cierto?
Página
pensamientos.
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Oh diablos sí, lo haces. Ahora vamos a quitarte esa corbata, sacarte de esos
pantalones y meterte en mi cama. Sacudí la cabeza para librarme de mis traviesos
—Sí, lo haces. —Observé el ramo de flores en sus brazos, eran mis
favoritas, rosas color rosa.
—¿Flores de nuevo?
—Oye, soy un firme creyente del romance. —Me entregó el ramo.
Con el aroma de bebé cosquilleando mi nariz, inhalé su dulce olor.
—Pero, ¿cómo sabías que las rosas eran mis favoritas?
—Dee me pasó el dato.
—Ah, ya veo.
Señaló la tarjeta.
—¿No la vas a leer?
—¿Esta vez es “con profunda simpatía”? —bromeé.
—No sabelotodo.
—Bien entonces. —Equilibré las flores en el pliegue de mi brazo mientras
sacaba el papel entre mis dedos. Cuando abrí el sobre, vi que había una carta
doblada dentro. Después de que la desenvolví, vi que eran los resultados de las
pruebas de AJ. Cuando le eché un vistazo, él sonrió abiertamente.
—Todo limpio y listo para la acción.
Me reí.
—Estoy contenta de verlo. La mía está en mi cartera.
—Es bueno saberlo. Entonces, ¿estás lista?
—Como si alguna vez lo estaré —le dije suavemente. Cerré la puerta del
frente y luego le puse llave.
—Lo siento. Se me derramó un poco de vino. —Negué con mi cabeza ante
su expresión desconcertada—. Es una larga historia.
Página
—Cuando tardaste, estaba comenzando a pensar que habías decidido
librarte de mí.
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Una vez que estuve afuera en el pórtico, Aj sonrió.
Cuando Aj se apartó a un lado para dejarme bajar los escalones del pórtico,
jadeé. Una brillante limosina hummer negra estaba estacionada en mi entrada.
Mirando por encima de mi hombro, le ladeé una ceja.
—¿Una limo? ¿En serio?
—Mi hummer está en el taller.
—¿Estás seguro que no lo hiciste para impresionarme?
AJ resopló.
—¿Desde cuándo necesitaría una limo para ser impresionante?
Me reí.
—Eres tan cacasodo17.
Él me dio una sonrisa traviesa.
—Ohh, me gusta cuando me hablas sucio en italiano.
Ladeando mis cejas hacia él, le pregunté:
―¿Cómo supiste que era sucio?
—Por la expresión de tu rostro. ―Se rascó su barbilla—. Si tuviera que
adivinarlo, pienso que eso significa algo en la línea de ¿un idiota arrogante?
—Sí, más o menos.
Un chofer, en traje negro y gorra, nos esperaba con la puerta abierta.
—Gracias —dije, mientras me subía.
—De nada, señora.
Mientras me deslizaba por el lujoso asiento de cuero, percibí las luces
brillantes del interior y un mini bar. Aj se subió detrás de mí.
17
Cacasodo: Persona que se da mucha importancia.
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—Sí, señor.
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—Benny, vamos a Marietta Street 5505.
Una vez que Benny nos encerró, me giré hacia AJ.
—¿Es esa la dirección del hotel a donde me estas llevando?
Él negó con la cabeza, haciendo un sonido de desaprobación.
—¿Qué dije antes sobre esta cita?
—Que no iremos directamente a la cama, y que al menos vas a alimentarme
primero.
AJ sonrió.
—Es correcto. También tengo algo en mente antes de nuestras
reservaciones para la cena.
—¿Y? —presioné.
—No. Solo tendrás que esperar a descubrirlo. —Él se deslizó hacia adelante
sobre el asiento para indagar en el mini bar—. ¿Qué hay de un poco de champán
para comenzar nuestra cita nocturna?
—¿Atiborrándome tan temprano con alcohol? —bromeé.
—Lo que sea que tenga que hacer. —AJ me entregó una copa tipo flauta
antes de sacar una botella que había estado enfriando en hielo. Él la descorchó y
luego llenó mi copa con champán. Mientras vaciaba una para él, miré hacia afuera
por la ventana tintada y tomé un sorbo de mi burbujeante copa. Habíamos salido
de la interestatal y estábamos viajando por algún lado de las calles del centro de la
ciudad.
—¿Vives cerca de aquí? —pregunté.
—No, estoy sobre el gran Buckhead18.
Hice un silbido bajo.
18
Buckhead: Aquí vive la gente más rica de Atlanta al lado de muchas estrellas de hip hop, de rap y del
deporte profesional. Consisten en su mayoría de casas grandes o más bien, mansiones.
Página
Él movió sus cejas.
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—Muy elegante.
—El pent-house.
—¿Por qué no estoy sorprendida?
Él sonrió.
—No es como si pasara mucho tiempo ahí. Una vez que salieron nuestros
primeros grandes cheques de la disquera, mis padres estuvieron sobre mi trasero
para que invirtiera en algo como bienes raíces. Así que compré el condominio.
—Se tomó el resto de su champán—. Me gustaría enseñarte mi vista alguna vez.
—Buena línea, Rico Suave19.
AJ rodó sus ojos.
—Eso no es lo que quise decir. —Cuando incliné mis cejas, él sonrió—. Lo
digo en serio. Hay unas vistas de muerte de la ciudad.
—Entonces me gustaría verlas.
—Es un trato.
La limosina se estremeció en un alto. Parecía que solo había pasado un
segundo antes de que la puerta se abriera, y Benny extendiera su mano para mí. A
medida que pisaba la acera, eché un vistazo de izquierda a derecha, deduciendo
mis alrededores.
—¿Un callejón oscuro? ¿Exactamente qué tienes en mente para esta noche?
AJ se rio mientras bajaba de la limo.
—No es nada turbio, lo prometo. Solo quería que nos dejaran en la parte
trasera del estudio de baile, en lugar del frente. Ya sabes, menos posibilidades de
ser visto.
Enderecé la cartera en mi hombro.
19
Rico Suave: Un tipo que está caliente y lo sabe.
Página
—Sí, la primera parada de nuestra noche romántica, y algo más, es para
llegar a conocernos mejor el uno al otro a través de un baile.
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—¿Estudio de baile? —le pregunté.
—¿Lo dices en serio?
—Totalmente.
—Uhm —murmuré.
La mano de AJ se posó en la parte baja de mi espalda mientras me llevaba
a través de la puerta. Una mujer alta y ágil estaba esperándonos.
—Buenas noches, Señor Reséndiz.
—Hola, Molly. —Estiró la mano para sacudir la suya—. Por favor llámame
AJ. —Cuando ella asintió con la cabeza en acuerdo, agregó—: Muchas gracias por
ayudarme.
Ella sonrió.
—Estoy más que feliz de hacerlo. ¿No van a seguirme? —Nos hizo una
señal con su mano. AJ me señaló que fuera primero, así que seguí a Molly—. Me
he asegurado que todo fuese seguro y privado. Aunque, en este momento, nuestras
clases nocturnas están en curso, nadie sabrá que ustedes dos están aquí.
—Lo aprecio.
Molly se detuvo en la primera puerta de la izquierda. Desde arriba, podía
escuchar una cacofonía de diferentes géneros musicales desde muy lejos del pasillo,
junto con los sonidos de los zapatos sonando en el piso. Después que ella abrió la
puerta, encendió las luces.
—Este es uno de nuestros cuartos de instrucción más antiguos. Espero que
vaya a estar bien.
AJ le echó un vistazo al lugar, evaluándolo.
—Bueno, los dejo. Si me necesitan para alguna cosa más, por favor
sintiéndose libres de preguntar.
Página
Cuando Molly se giró hacia mí, moví la cabeza en acuerdo, aunque no
habría tenido ninguna idea de si estaba bien o no. El lugar estaba equipado con una
barra de ballet, espejos de pies a cabeza, y un sistema de estéreo a lo lejos en la
esquina derecha.
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—Luce increíble.
AJ asintió.
—Gracias. —Después que Molly cerró la puerta detrás de ella, él se frotó
las palmas de las manos—. Muy bien. ¡Que comience la lección!
Lo miré cautelosamente.
—No sé si sea una buena idea.
—¿Por qué no?
—Nunca he sido el tipo de chica bailarina.
—¿Y exactamente qué tipo eres? —preguntó AJ, inclinándose contra la
barra.
—Del tipo atlética. Sobresalí en fútbol y voleibol en la secundaria, tampoco
era tan mala en basquetbol.
—Uhm, nunca te imaginé como la spice20 deportista.
Me reí.
—Lo siento, pera esa soy yo. A mi anticuada abuela nunca le gustó que
practicara deportes. Ella no creía que esas fueran cosas de señorita, así que ella me
inició en el ballet cuando tenía cinco. Pero apestaba seriamente. Creo que fue
después de mi primer recital que decidió que tal vez yo no me convertiría en una
bailarina.
20
Spice: Se refiere a las spice girls: spice a la moda, la spice infantil, la spice deportista, etc.
Página
—No importa si fuiste expulsada de la escuela de baile. No hay trayectorias
o saltos involucrados en el vals, así que creo que estamos seguros.
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Atrapando la mirada divertida de AJ, me mordí los labios. Por alguna
razón, mi cerebro y mi boca no parecían estar comunicándose el uno con el otro
cuando estaba alrededor de AJ. No podía evitar hablar libremente con él de lo que
he hecho con cualquier miembro del sexo opuesto durante mucho, mucho tiempo.
Bueno, excluyendo a Dee y a los varones de mi familia. Todo en relación con AJ
gritaba que debería de sentirme incomoda, considerando toda la fama, fortuna, y
la buena apariencia. No podía imaginar por qué demonios me sentía tan cómoda a
su alrededor como para hacer esto.
—Las famosas últimas palabras —murmuré.
AJ caminó hacia el sistema de sonido y agarró el control remoto. Tras ojear
unas cuantas opciones, eligió una. Llevándose el control con él, hizo su camino
regreso hacia mí. Agarrando mi mano, me arrastró cerca de la pared de espejos.
—Primero te enseñaré como hacer los pasos por ti misma, y luego lo
haremos juntos, ¿está bien?
—Lo que usted diga, maestro.
—Ooh, como que me gusta que me llames así. Muy perverso.
Rodé mis ojos.
—Prosigue.
—Bien, entonces aquí está lo que vas a hacer. Primero, retrocede con tu
pie izquierdo. —Una vez que retrocedí, AJ ordenó—: Ahora lleva tu pie derecho
al lado. Ahora lleva el izquierdo juntándolos —Él señaló hacia mi imagen en el
espejo—. Está bien, inténtalo, y déjame verlo.
Tratando de no comenzar a sudar con mi concentración, repetí los pasos
que AJ me había enseñado.
—Bien. Eres una rápida aprendiz.
—Gracias.
—¿Lista para intentarlo juntos?
—Seguro.
AJ cerró una de mis manos en la suya, llevando nuestros brazos estirados
directamente hacia afuera. Luego levanto su otra mano para hacerla reposar al lado
de mi hombro. Cuando mi mirada se cerró en la suya, el me guiñó.
—Eso es para después.
Página
—¿Oh, quieres decir que no vamos a hacer el vals bajo y obsceno?
60
—Por mucho que me gustaría estar aún más cerca y en privado contigo
ahora mismo, vas a poner tu otro brazo en mi hombro.
Sonreí abiertamente.
—Como quieras.
—Muy bien. Hagamos esto.
En el momento que AJ trajo su pie hacia adelante, olvidé retroceder el mío,
y en su lugar, bajé mi tacón de plataforma sobre sus dedos.
—¡Joder! —grito, rompiendo nuestro abrazo.
—Oh Dios, lo siento.
Con una mueca, él negó con la cabeza.
—Está bien.
—¿Estás seguro?
—Mia, sería un verdadero cobarde si un pequeño pisotón de un tacón alto
me doliera, ¿no lo crees?
Me reí.
—Eso creo.
—Intentémoslo de nuevo. —Sus brazos me envolvieron, y cerré mi palma
en la suya.
—Recuerda, retrocede.
—Lo tengo.
La siguiente vez me las arreglé para llevar a cabo perfectamente el paso
completo.
—Buen trabajo, cariño —me felicitó.
—Mira, ya lo tienes.
Página
—¿Ahora creo que podríamos intentarlo con música? —Cuando asentí, AJ
sacó el control de su bolsillo y reinició la canción—. Lista. Cinco, seis, siete, ocho…
lento, rápido, rápido lento. —Me las arreglé para seguirlo, incluso cuando nos giró
de lado a lado mientras bailábamos el vals alrededor del salón.
61
—Gracias.
—Milagrosamente —le contesté, todavía concentrada en los pasos que
parecían tan fáciles para AJ.
—Soy un buen profesor. —Cuando levanté la vista hacia él, movió las cejas.
—¿Alguna vez te detienes?
—No. —Él se acercó más a mí—. Y confía en mí, una vez que comience,
me estarás rogando que no me detenga.
Un fuego ardiente recorrió mi mitad inferior, pero rápidamente me
controle.
—Vamos a ver eso.
—Bien, ahora, quiero enseñarte la rumba.
Hice una mueca.
—¿Quieres decir que toda la mierda del vals no era lo suficientemente
doloroso?
AJ sacudió la cabeza con una sonrisa.
—El vals es el primer paso, una danza tradicional y formal; pero la rumba
es más una danza de pasión y deseo. —Ante mi vacilación, AJ añadió—: Por esta
noche solo voy a enseñarte el estilo americano. No quiero hacerlo demasiado
complicado para ti.
—Creo que hemos pasado lo complicado en el momento que lo sugeriste
—me quejé.
Agarrando mi barbilla entre sus dedos, él respondió:
―Para de quejarte y déjame enseñarte.
Página
—Al igual que antes, primero te voy a enseñar los pasos. —AJ se acercó
más al espejo—. Así que sacas un pie, y luego colocas el otro juntándolos, vas a
impulsarte un poco en torno a tus pies, después deslizas el otro pie nuevamente
para repetir el proceso.
62
—Está bien.
Mientras se movía, mis ojos apuntaban a los florecientes movimientos de
sus caderas. Con su blazer fuera, podía ver los músculos de su espalda flexionarse a
través de la camisa. Calor húmedo quemó entre mis piernas al ver la forma en que
el ritmo se trasladaba sin esfuerzo a través de cada centímetro de su cuerpo. Mi
mente no podía dejar de vagar por los pasos de baile de esas caderas y hombros,
deseaba sentirlos moverse encima de mí, mis manos corriendo arriba y abajo por
los músculos de su espalda mientras empujaba dentro y fuera de mí...
La voz de AJ me sacó de mi fantasía.
—¿Lo tienes?
—¿Eh?
Él se echó a reír.
—Vamos, Mia. Esta es la parte más fácil, la que podría enseñarte sin fundir
tu cerebro con las complicaciones.
—No tardaría mucho.
—Vamos a intentarlo juntos. —Una vez más, tomó el control remoto de su
bolsillo. Pasó por varias canciones. Cuando un sensual ritmo latino llegó de los
altavoces, empujó el control dentro de su bolsillo. Luego deslizó un brazo alrededor
de mi espalda, mientras que el otro fue a estrechar mi mano. Esperó por la música
para escoger el lugar correcto.
—Despacio. Rápido, rápido, despacio —instruyó, su aliento estimulando
mi mejilla.
Mientras que el ritmo ondulaba fácilmente por el cuerpo de AJ, yo no
estaba recibiendo mucha fluidez en la parte superior de mi cuerpo o la caída de las
caderas.
—Mantén tu estructura centrada, no te encorves.
21
Dirty Dancing: Es una película de género romántico con números de baile estrenada en 1987.
Página
—Jesús, me siento como si hubiera entrado en Dirty Dancing21.
63
Rodé los ojos.
AJ se echó a reír.
—No creo que alguna vez haya sido comparado con Patrick Swayze, pero
oye, lo tomaré como un cumplido. El hombre tenía algunos buenos movimientos.
Mientras miraba el cuerpo de AJ, tan trabajado y musculoso con sus fluidos
movimientos, mi estómago se revolvió con nerviosa energía. Eché un vistazo a mi
reflejo en el espejo y me estremecí. No podía hacer esto. Mi cabeza estaba
empezando a nadar con viejas inseguridades tomando rápidamente mi pretensión
de ser sexy y fuerte. No había manera en el infierno de que me viese elegante.
Gotas de sudor empezaron a salir de mi cara y ambos pechos debido a mis esfuerzos
y ansiedad. Bailar, o el intento de hacerlo, no era para mí. Este fue un gran jodido
error al intentarlo siquiera con alguien como AJ.
—AJ, no puedo hacer esto. ¡Soy completamente robótica comparada
contigo!
—No, no lo eres.
—Traté de decírtelo antes yo solo no lo tengo en mí —Dejé caer mi brazo
de su hombro y comencé a retroceder, pero AJ apretó su agarre en mi mano antes
de hacerme girar contra él.
—Sí, sí lo tienes en ti, Mia. Y yo te lo voy a enseñar. —Me giró hacia el
espejo antes de deslizarse detrás de mí. Sus manos vinieron a posarse sobre mis
hombros—. En primer lugar, estás demasiado tensa. Necesitas relajarte. Tienes que
dejar que la música fluya a través de ti. —Sus hábiles dedos comenzaron a
masajearme el cuello y los hombros. Sus ojos oscuros se clavaron en los míos—.
Eso es. Deja ir la tensión. Solo somos tú y yo aquí. Nadie te está juzgando.
—Pero tú…
Negó con la cabeza.
Página
Los dedos de AJ se deslizaron hacia abajo, burlándose de mi clavícula. Sentí
los músculos en el cuello y los hombros ponerse flácidos. Mis párpados comenzaron
a aletear, cerrándose mientras continuaba dándome el masaje.
64
—Tú eres la que está dudando de ti misma, no yo.
—Mia, ¿cuándo vas a hacerle comprender a tu cerrado y obstinado cerebro
siciliano que tu cuerpo está hecho para bailar... y para follar?
Abrí mis ojos de golpe para mirar su reflejo con la boca abierta. Me guiñó
un ojo antes de inclinarse para besar mi mejilla.
—Gira la cabeza, y dame tu boca, Mia.
Aunque yo no era del tipo de obedecer órdenes de no-baile, me obligué
hacerlo. Los cálidos labios de AJ se aplastaron contra los míos. Cuando profundizó
el beso, sentí mi tensión liberase mientras me fundía en él.
Él se apartó, y tuve que luchar para no gemir en señal de protesta.
—Ahora para la parte inferior —Sus manos se deslizaron por un lado de
mi cuerpo, atrapando ligeramente mis pechos, antes de llegar a agarrar mis caderas.
Levantó sus manos debajo de mi carne, haciendo a mis caderas moverse hacia
delante y hacia atrás—. Eso es.
Cuando relajó su agarre, mantuve el mismo ritmo ondulante de mis
caderas.
—Muy bien. —Encontró mi mirada en el espejo y sonrió—. Ves, no
apestas.
Con los ojos fijos en los míos, deslizó sus manos lentamente hacia mi torso.
Mi respiración se detuvo cuando se detuvieron por encima de mi caja torácica para
descansar en la parte inferior de mis senos. Estudió mi reacción y luego extendió
sus dedos para acariciar mis pechos por completo.
Levanté mis cejas hacia él.
—¿Y cuándo tantear la segunda base se añadió a la rumba? —le pregunté
sin aliento.
Su cabeza cayó para acariciar mi cuello.
—¿Te gusta? —preguntó mientras su pulgar e índice se aprovechaban de
mi pezón sobre la tela del vestido.
Página
—Ya veo.
65
—Todo esto es parte de mi rumba.
—No está mal —me las arreglé para graznar, a pesar del rápido palpitar de
mi corazón, por no hablar de mis nerviosas, piernas temblorosas. Había alcanzado
un nuevo nivel en los cielos. Los dedos de AJ eran divinos.
—Uhm, ¿no está mal? Eso no es exactamente bien, ¿verdad? Supongo que
será mejor que trabaje en mis movimientos. —Soltó la mano derecha de mi pecho
y la bajó por un lado antes de llegar a colocarla entre mis piernas—. ¿Creo que
podría ser capaz de venderte mejor la tercera base?
Un escalofrío onduló sobre mí cuando me tocó, acariciándome sobre mi
vestido. Incluso a través de la tela, podía sentir el calor de sus dedos.
—Bastante bien.
—Eso es lo que me gusta escuchar.
Cuando su mano me dejó, gemí ante la pérdida de la sensación. En un
instante, AJ estaba tirando del bajo de mi vestido. Mis ojos se abrieron cuando vi
su mano arrastrarse hasta mi desnudo muslo.
Tratando de calmar mis latidos irregulares, contuve el aliento cuando su
mano se adentró en mi ropa interior.
—AJ…
—No luches. Solo siente. —Sus dedos acariciaron mi clítoris, haciéndome
gemir. Mi mirada se precipitó hacia la puerta, temiendo que en cualquier momento
la instructora entrara por nosotros. Como si pudiera leer mi mente, AJ dijo—: No
pienses en ella. Solo piensa en cómo se sienten mis dedos contra tu cálido y mojado
coño.
—¿Te gusta verme tocándote?
—Sí —suspiré.
Página
—Oh Dios —murmuré. Un pequeño gemido escapó de mis labios por la
deliciosa manera en que sentía bombear sus dedos mientras manoseaba mi clítoris.
Mis ojos se clavaron en la mirada AJ en el espejo. No importaba cuanto lo intentara,
no podía alejarme de mirar lo que me estaba haciendo.
66
Abrí la boca para protestar, pero AJ me silenció deslizando dos dedos
profundamente en mi interior.
—Me gusta verte reaccionar a mí, la forma en que tus ojos se dilatan, la
forma en que tu pecho sube y baja, la forma en que tus caderas se mueven —inclinó
la cabeza hacia donde su aliento de fuego ardía en mi oído—, no puedo esperar
hasta que sea mi polla, no mis dedos, la que esté dentro de ti.
—Yo también —murmuré. Con mi primer orgasmo inducido por un
hombre en seis meses dentro del alcance, ya no me importaba que estuviéramos
parados en un lugar público o que AJ quisiera hablar sucio a diferencia de
cualquiera de mis otros amantes. Todo lo que me importaba en ese momento estaba
bajando. Mis brazos se fueron detrás de mí para aferrarse a sus caderas que se
movían contra mi culo.
—Uhm, estoy cerca. Hazme venir, AJ —ordené.
Sus dedos se aceleraron a una velocidad increíblemente rápida. Mierda,
esos dedos eran como magia. Más partes de mí se estremecieron y se habían
incendiado más de lo que alguna vez tuve antes. Y entonces una cálida oleada me
llenó de pies a cabeza. Mientras iba por el borde, mi cabeza cayó hacia atrás sobre
el hombro de AJ. Me mordí el labio para ahogar mis gritos, pero aun así se hizo eco
a través de la habitación. AJ siguió acariciándome mientras yo latía alrededor de
sus dedos. Cuando finalmente volví en mí, encontré su mirada en el espejo.
—Jodido infierno, eso fue caliente. —Entonces saco su mano fuera de mi
ropa interior. Con los ojos todavía cubiertos de una neblina post-orgasmo, vi como
él llevó sus dedos índice y medio a su boca y los chupó.
—Uhm, sabes increíble.
Sus palabras y acciones, junto con el hecho de que continuaba frotando su
erección contra mi culo, casi me hicieron venirme de nuevo.
—Tengo que sacarte de aquí.
Todavía bajando de mi cima, ciegamente le dejé arrastrarme detrás de él
mientras trataba de alisar mi vestido.
Página
—Porque si no te saco de aquí, voy a follarte justo en medio del estudio de
baile y estoy bastante seguro de que nos arrestarían.
67
—Espera, ¿por qué nos estamos yendo tan rápido?
Ante su resumen una sonrisa escapó de mis labios. Espera, ¿estaba en
realidad riendo como una insípida adolescente? ¿Qué me estaba pasando? Cuando
llegamos a la puerta, tiré de su mano.
—¿No deberíamos al menos agradecerle a Molly?
Sus labios se curvaron en su característica sonrisa arrogante.
—Si en este momento ella echara un vistazo sobre ti toda excitada, sabría
que allí no estábamos haciendo mucho de baile.
Le di un golpe en el brazo.
—Sí, bueno, ¿de quién es la culpa?
—Mía. —Me guiñó un ojo—. Tampoco lo siento ni un poco. —Sus labios
rozaron los míos antes de besar un camino a través de mi oído. Mientras respiraba
en mi oído, susurró—: Tampoco voy a lamentar haber deslizado mis manos por
debajo de ese sexy vestido tuyo, tironear de tus sexis bragas, y llegar hasta conseguir
tu precioso coño. ―Me estremecí cuando AJ empujó su lengua en mi oído, girando
alrededor de mi lóbulo—. Voy a probarte. Saborearte. Hacer que te corras otra vez,
pero esta vez, en mi cara. Y justo cuando creas que no serás capaz de correrte otra
vez, no me arrepentiré de follarte hasta dejarte sin sentido, allí mismo, en esa
limosina donde Benny podrá escuchar cada gemido y cada grito de placer intenso
que te doy. No, no voy a lamentarlo. En. Absoluto. Hermosa carina22.
Un temblor de excitación me atravesó ante sus palabras, y tuve que
presionar mis muslos juntos para aliviar parte de la tensión que se estaba formando
entre ellos.
—Creo que te dejaré hacerlo —bromeé sin aliento, mientras
trastabillábamos fuera de la puerta y a la calurosa noche.
—Oh, vas a hacer más que dejarme —gruñó.
Página
—Lo siento señor, no sabía cuándo iban a salir.
68
Al vernos en la calle, Benny saltó de la limosina.
22
Carina: En italiano quiere decir querida o bonita.
—No hay problema, hombre. —Cuando Benny dio un paso adelante para
abrir la puerta, AJ preguntó—: ¿Puedes decirme cuando estemos a diez minutos
del restaurante?
Él me miró y guiñó un ojo. Un rubor apareció en el rostro de Benny, pero
se las arregló para mover la cabeza.
—Sí, señor.
Cuando entré en la limosina, AJ me empujó suavemente hacia adelante
sobre mis rodillas en el suelo. Miré hacia atrás con sorpresa.
—¿Así que esta es la forma en que estamos jugando?
Él me lanzó una maliciosa sonrisa.
—Esta vez, sí. He esperado toda la noche para ver ese fabuloso culo tuyo.
Planté mis manos firmemente sobre el suelo de limosina, mientras AJ
empujaba mis muslos con su rodilla. Luego tiró del dobladillo de mi vestido,
empujándolo por encima de mis caderas. Justo cuando yo esperaba que agarrase la
cinturilla de mi tanga, tomó el trozo de encaje de tela que cubría mi centro y lo
tiró a un lado. Esperé a que esos deliciosos dedos que había usado en el estudio de
baile volvieran a entrar en mí, pero en cambio conseguí una cálida y húmeda
sorpresa que causó que mis dedos se doblaran. La lengua de AJ se deslizó
dolorosamente lento hasta mi hendidura.
—¡AJ! Oh sí… ¡Sí! —grité, hundiendo los dedos en la alfombra. Él siguió
lamiendo y chupando mi centro—. Oh Dios, estoy cerca… tan cerca.
Justo cuando me sentía tensarme hasta el borde, AJ se retiró de repente.
Lanzando el cabello fuera de mi cara, me asomé por encima del hombro con
desesperación.
—No, no te detengas —le supliqué, empujando las caderas hacia atrás
contra su rostro.
Página
—Oh, solo estoy empezando.
69
Él me lanzó una sonrisa maliciosa.
Cuando sentí los dedos de AJ abriéndome, mi cuello se aflojó, y casi me
golpeé la cara en el suelo de la limosina. Pero podría haberme importado menos.
Quería y necesitaba este orgasmo, tanto, que habría soportado aplastar la cara sobre
la alfombra para asegurarme de que iba a conseguirlo. Cuando la lengua de AJ
empujó en mi interior, la cortina de cabello se agrupó alrededor de mí, por suerte
amortiguando mi grito. Me baje sobre mis codos y mecí rítmicamente mis caderas
contra su cara mientras su lengua se arremolinaba alrededor y dentro de mí,
moviéndose cada vez más profundo. Cuando su pulgar se deslizó en forma de
círculo hacia abajo de uno de mis labios y luego frotó mi clítoris, me fui por el
borde.
Sacudiendo mi cabeza, apreté los dedos en la alfombra con tanta fuerza que
mis nudillos se pusieron blancos.
—¡AJ! ¡OH DIOS! ¡SÍ!
Sabía por la alta octava de mi voz que no había duda de que el conductor
me había escuchado. Demonios, cualquier persona que condujera en un radio de
cinco kilómetros probablemente lo hizo. No me había corrido tan fuerte en años.
Bendito sea AJ, sus mágicos dedos y lengua, pensé en silencio a medida que
continuaba empujando las caderas hacia él, mientras cabalgaba hacia un pulsante
orgasmo.
Una crepitante voz del intercomunicador me sacó de mi neblina sexual.
—Uh, ¿señor?
—¿Sí? —preguntó AJ, su profunda voz vibrando contra mi centro aún
convulsionando.
Página
—Gracias, Benny —dijo AJ, mientras se ponía a sí mismo sobre los talones.
Cuando empecé a moverme, juguetonamente me golpeó el trasero—. No muevas
ese fabuloso culo un centímetro. —Sacó la billetera de la parte posterior de sus
pantalones de vestir y arrancó un condón. En una vertiginosa ráfaga, logró en
cuestión de segundos deshacerse de sus pantalones, empujarlos, bajar los
calzoncillos y deslizar el condón.
70
—Eh, no hay mucho tráfico, así que, uh, creo que estamos a unos diez
minutos del restaurante.
Arqueé mis cejas hacia él.
—Vaya, que hombre tan rápido. Estoy impresionada.
AJ sonrió mientras tomaba su erección en su mano. Fascinada, no pude
evitar sino observar mientras bombeaba su mano de arriba a abajo por su longitud.
Mañana iba a tener el peor calambre en mi cuello, sin mencionar que mis rodillas
probablemente les tomaría una semana para recuperarse. Pero ser tomada por
detrás era mi posición favorita, y después de mi larga sequía de sexo, estaba
encantada de ser usada para regresar al ruedo.
—Una vez más, esta es solo la primera ronda. Planeo follarte
apropiadamente cuando regresemos a mí casa, pero por ahora, esto tendrá que ser
suficiente.
Me reí.
—Está bien entonces. Trataré de no juzgarte duramente si no está a la
altura de mis expectativas.
AJ guiñó.
—Creo que voy a superar este reto fuera del agua. —Y con un duro empuje
se condujo a sí mismo todo el camino dentro de mí, haciéndonos gritar—. Oh joder,
estás apretada como el infierno.
Mordí mi labio de placer cuando lentamente retiró cada delicioso
centímetro antes de empujar de regreso dentro de mí. Una vez que pude hablar,
murmuré:
—Bueno gracias. Creo.
AJ se rio mientras movía sus caderas, haciéndome gemir.
Página
—Seguro, pero me gusta más lo que estás haciendo en este momento, en
lugar de lo que estás diciendo —dije con voz áspera. Quería más que nada que él
siguiera haciendo ese sexy movimiento, su polla hundiéndose incluso más dentro
de mí.
71
—¿No te gusta mi cumplido?
Sus manos subieron para agarrar mis muslos, tirando de mí hacia atrás
contra sus empujes. Él soltó una respiración irregular.
—Había pensado que quizá apreciarías mis sinceras palabras sobre tú
caliente e increíblemente apretado coño.
Mis dedos trataron de envolverse más en las fibras del tejido de la alfombra
de la limosina. Me sentía nuevamente inclinándome hacia el borde. Incluso
aunque nunca se lo admitiría a AJ, realmente era un dios del sexo. Usualmente me
tomaba mucho tiempo correrme a través de la penetración, pero aquí estaba él con
apenas cinco empujes dentro, y yo estaba empezando a sentir el indicador
revoloteo. Justo cuando me preparaba para dejarme ir y rendirme ante el intenso
orgasmo que esperaba por mí, AJ se retiró.
—E…eespera, que… que estás…
—No respondiste mi pregunta.
—¿Es en serio? —resoplé en un frustrado jadeo.
—Umm, hmm —murmuró, mientras una de sus manos dejaba mi muslo
para hundirse entre mis piernas, rozando mi clítoris. Moví mi trasero, esperando
de alguna forma deslizarlo de regreso dentro de mí. Podía sentir su caliente y
húmeda punta a solo centímetros de mi entrada. Pero AJ retrocedió
anticipándome, burlonamente arrebatándome mi placer mientras esperaba por la
respuesta.
Jadeando, luché por recuperar mi aliento. Mirando sobre mi hombro hacia
él, repliqué:
—¿Pensé que la chica era la calienta pollas, no el hombre?
Se rio.
Página
Cuando continúo sin moverse hacia mí abertura, gruñí con frustración
sexual. Oh, después lo iba a hacer pagar por este pequeño acto de machismo.
72
—Tal vez. Y entonces posiblemente estoy tratando de dar a entender el
hecho de que soy yo quien tiene el control aquí, soy el que puede hacerte correr o
hacerte rogar por más.
—Muchísimas gracias, AJ, por tú cumplido sobre mí… ¿Cómo lo dijiste?
¡“Increíblemente caliente, y apretado coño”?
—Eso es correcto. —Me recompensó deslizando la punta de su polla dentro
de mí, y me estremecí en anticipación.
—Bien, ¿Ahora podemos dejar de hablar y solo follar, por favor? Quiero
decir, mis rodillas están empezando a dormirse aquí.
AJ sonrió.
—Pensé que toda mujer amaba un poco de charla sucia.
—Sí, bueno, aquí está la cosa. Nunca he tenido a un hombre que se tome
el tiempo para felicitar a mi presunto “caliente y apretado coño”. Yo solo he leído
mierda así en novelas de romance.
Masajeando una de los glúteos expuestos de mi trasero, AJ sacudió su
cabeza.
—Entonces es una pena. Más hombres debieron decirte cuan increíble te
sientes al empujar profundamente dentro de tus apretadas paredes.
—Oh Jesús —murmuré mientras sus palabras empezaban a tener el mismo
efecto que sus acciones, él golpeo una de mis nalgas, y envió un estremecimiento
por mi espalda.
—Necesitas saber que es como si estuvieras hecha para recibir mi polla, y
podría prácticamente venirme solo quedándome quieto dentro de ti.
Página
Estirando mi cuello, momentáneamente perdí mi tren de pensamiento a la
sola vista del rostro de AJ nublado por el sexo. Gotas de sudor bajaban por sus
bronceadas mejillas, mientras sus parpados estaban cerrados en éxtasis. Sus
73
Y con eso, se empujó en mí tan duro que me moví hacia adelante. Después
de otros tres deliciosos empujes. Me vine con un ruidoso grito. Pero mientras mi
placer empezaba a desvanecerse, mis rodillas gritaban con dolor por las
quemaduras que causaba la alfombra debido a los empujes de AJ. Tenía que
detenerme, o iba a lucir como si hubiese estado en un accidente de bicicleta. Era
una buena manera de matar un tercer inicio de orgasmo.
perfectos dientes blancos mordían su labio inferior mientras se concentraba en sus
empujes dentro y fuera de mí. Pero cuando sentí otra punzada. Jadeé.
—AJ, espera.
Sus oscuros ojos se abrieron, y la preocupación rápidamente causó que el
deseo se evaporara de ellos.
—¿Qué ocurre? ¿Fui muy rudo?
—No, es solo que tenemos que cambiar de posiciones. Estoy teniendo
quemaduras por la alfombra.
—Oh mierda, lo siento.
Solté una risita.
—No es tú culpa. Yo diría más bien que es un riesgo sexual follar en el
suelo de una limosina.
AJ sonrió mientras salía de mí. Se levantó y luego se dejó caer en el asiento
trasero. Sus pantalones de vestir y calzoncillos se veían cómicos mientras se
encontraban amontonados alrededor de sus tobillos mientras su orgullosa polla
sobresalía hacia delante.
—Ven aquí, nena. —Me hizo señas.
Cuando me moví hacia atrás sobre mis talones para sentarme, todo el peso
descansó sobre mis rodillas, y chillé de agonía. Antes de que pudiera girarme
alrededor para levantarme fuera del suelo, las fuertes manos de AJ se extendieron
en mi cintura, agarrándome fuerte. Jadeé mientras sin ningún esfuerzo me alzaba
hacia su regazo.
—¿Mejor?
Lancé una mirada sobre mi hombro hacia él.
—Sí, gracias.
Página
—Bien.
74
Él colocó un gentil beso sobre mi hombro.
—¿Estás listo para terminar? —pregunté, mientras provocativamente
movía mi húmedo centro sobre su regazo.
Un gruñido bajo salió de su garganta.
—Oh sí, terminaré. Al igual que tú al menos otra vez, quizás dos.
—Uhm, adelante, muchachote.
Tomé su erección, causando que tomara una áspera bocanada de aire, antes
de guiarlo dentro de mí. Inclinándome hacia adelante, me agarré de los lados del
asiento de cuero mientras subía y bajaba sobre la polla de AJ. La pesada respiración
y piel chocando, hacían eco a través del espacio cerrado. Cerrando mis ojos, me
enfoqué sobre las intensas sensaciones recorriendo mi cuerpo.
Los habilidosos dedos de AJ buscaron la cremallera en la parte de atrás de
mi vestido. Él lo bajó lentamente, causando que un frío aire corriera por mi
inflamada piel. Una vez que terminó con la cremallera, entonces bajó las finas tiras
sobre mis brazos, empujando la parte superior del vestido hacia abajo hasta que lo
dejó amontonado alrededor de mi estómago.
Sus manos se deslizaron alrededor de mis costillas, acariciando
momentáneamente mí piel expuesta antes de ahuecar mis adoloridos pechos.
—Uhm —murmuré.
—¿Te gusta cuando toco así tus tetas?
—Sí, oh sí —me quejé.
—Apuesto a que tus pezones están duros como una roca por mí.
—¿Por qué no lo averiguas? —lo reté.
—Uhm, sí. Justo así —chillé, dejando caer mi cabeza hacia atrás contra su
hombro.
Página
—Justo como lo pensé. —Entonces sus dedos se pusieron a trabajar tocando
y pellizcando mis pezones.
75
Sin una respuesta, sus manos se hundieron dentro de las copas de mi
sujetador sin tirantes. Su caliente respiración quemó contra mi espalda mientras
susurraba:
—Estoy cerca —gruñó AJ.
—Yo también.
En lugar de empujarme fuerte contra él, AJ me sorprendió al parar nuestros
movimientos. Con su cálido aliento quemando la sensible piel del lóbulo de mi
oreja dijo:
—Nena, voy a darte vuelta lentamente, porque quiero estar viéndote a los
ojos cuando ambos nos corramos.
Un estremecimiento pasó a través de mí mientras soltaba la presión de mis
muslos contras los de él, así podía deslizarme alrededor para quedar de frente.
Nunca fui de reversa en la posición de montar mientras un chico estaba dentro de
mí.
—Oh dios —gemí ante lo delicioso que sentí el rotar alrededor de la polla
de AJ.
Una vez que estuve de frente, AJ trajo sus labios a los míos.
—Extrañaba esto —murmuró contra mi boca. Probándome a mí misma en
él, empujé mi lengua dentro para bailar junto con la suya.
Página
—¡Mia, oh Dios, Mia! —exclamó mientras se venía duro y rápido dentro
de mí. Ni una sola vez sus ojos se apartaron de mí. Después que terminó, trajo sus
labios a los míos otra vez, dándome un tierno beso. Cuando se apartó, una perezosa,
saciada sonrisa se formó en su rostro—. Eso fue jodidamente increíble.
76
Mientras empezaba a montarlo fuerte y rápido otra vez, los dedos de AJ
recorrieron a través de los mechones de mi cabello. Su boca nunca dejando la mía,
nuestras lenguas peleaban y se enredaban contra la del otro. Agarrando
fuertemente sus hombros, sentí la primera ola de mi orgasmo empezar. Grité
mientras paraba mis movimientos y mi cabeza caía hacia atrás. Con un ligero tirón
a mi cabello, me apartó para mirarlo a los ojos. La intensidad de su mirada llena de
lujuria me mantuvo cautiva mientras saboreaba los últimos temblores. Las manos
de AJ dejaron mi cabello para descansar sobre mis caderas, hundiéndome incluso
más duro en él. Solo unos momentos pasaron antes de que su cuerpo se tensara.
Completamente aniquilada por el sexo y los orgasmos, acaricié con mi
cabeza el hueco de su hombro. Con la energía que me quedaba, suavemente pasé
mis dedos a través de su cabello, alisando los lugares donde antes lo había
desordenado.
—Sí, lo fue —repliqué con voz ronca. Entre mis gritos de placer,
prácticamente había perdido mi voz. Ahuecando su rostro en mis manos, dije—:
Eso era todo lo que necesitaba para regresar al juego y más. Tú estuviste a la altura
de todas mis expectativas, señor Latin Lover.
Su sonrisa se amplió.
—Gracias.
—No, gracias a ti.
Me incliné para besarlo otra vez cuando la voz de Benny rompió a través
del intercomunicador.
—¿Señor? —preguntó vacilante.
—¿Sí? —respondió AJ con voz ronca.
—Nosotros, uh, hemos estado aquí en el restaurante cerca de quince
minutos. Estaba dejando que usted… eh, terminara.
Mirando abajo a nuestros cuerpos todavía unidos, AJ se rio.
—Gracias, Benny. Pero todavía vamos a necesitar un minuto o dos.
Mientras me deslizaba fuera de él, un delicioso dolor llenaba mi parte baja,
uno que no había experimentado en un largo, largo tiempo.
—¿Puedes subirme el cierre?
—Con gusto.
Página
—Solo admiro tú tatuaje —dijo, lo sentí a lo largo de mi hombro. Me puse
tensa mientras tocaba la arrugada piel debajo de las palabras italianas del tatuaje.
77
—Un segundo. —Rápidamente ajusté mis senos de regreso a las copas del
sujetador antes de girarme lentamente. Justo cuando los dedos de AJ empezaron a
subir la cremallera, ellos se detuvieron—. ¿Qué ocurre?
—Gracias —murmuré. De repente todo el lánguido éxtasis orgásmico, fue
arrebatado.
—¿Tuviste un accidente o algo?
Mis ojos se cerraron mientras los horribles recuerdos asaltaban mi mente.
—Algo así —respondí finalmente.
AJ debió haber sentido que no quería hablar al respecto porque terminó de
subir el cierre en mí espalda. Una vez que terminó, me incliné hacia adelante para
tratar de encontrar mis arrugadas bragas. Tocando ciegamente a lo largo del suelo,
suspiré.
—¿Qué ocurre?
—Encontrar bragas negras en el piso de una limosina es más difícil de lo
que pensé.
—Mierda, encendería las luces, pero… —Miré sobre mi hombro. Aunque
él había desechado el condón, aún no había subido sus pantalones.
Al tocar el encaje, sacudí la cabeza.
—Las tengo. —Me desplomé en el asiento antes de subirlas por mis muslos.
AJ observaba todos mis movimientos. Después de que ajusté mi vestido, alcé mis
cejas hacia él—. Deja de mirarme y arregla tu camisa.
Él respondió con una carcajada. Agarrando mi cartera, saque el cepillo,
brillo labial y loción corporal. Mientras AJ reajustaba su corbata y metía su camisa
en los pantalones, hice el intento de tratar que mi apariencia luciera menos “acabo
de follar en la parte trasera de una limosina Hummer”. Después de rociar mis
muslos y brazos con la loción corporal, me estiré hacia adelante y rocié a AJ.
—¿Qué demonios? —Olfateó su camisa—. Huelo como una chica.
—Mejor que oler a sexo.
Página
—Resulta que esa es una de mis esencias favoritas.
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Una sonrisa burlona curvó sus labios.
De mi cartera, saque un antibacterial. Mientras él me observaba con
suspicacia, palmeé mis manos sobre su boca y mejillas como si fuera una crema
para después de afeitar.
—¡Mierda! Eso quema como el infierno —se quejó él.
—Sí, bueno, sé que el sexo es uno de tus olores favoritos, pero no voy a
entrar a un restaurante contigo si estás oliendo como sexo y… —Me detuve, no
queriendo decir la palabra.
—¿Coño? —preguntó él.
Con una mueca, respondí:
―Sí.
—Como sea.
Ladeando mi cabeza hacia él, pregunté:
—Así que el olor a sexo no es el número uno, ¿eh?
Se encogió de hombros.
—No, quizá entre los cinco primeros. Tengo que darle prioridad a otras
cosas como mi colección de baterías y los tamales de mi abuela.
—Hablando de tamales, ¿esta noche vamos a comer comida mexicana?
—En realidad, vamos a comer en mi restaurante italiano favorito. Supuse
que contigo siendo siciliana, probablemente te gustaría eso.
—Me gusta.
—¿Dónde vamos a comer?
Página
Me estremecí mientras una extraña sensación se apoderaba de mí. No, no
podía ser. De todos los restaurantes en la ciudad, no podía ser posible que AJ haya
elegido el de mí familia para comer. Pero entonces, ¿cuáles eran las probabilidades
de que un lugar italiano y mexicano se encontrara en la misma calle?
79
—Luego como postre, bajaremos unas calles hacia mi cafetería mexicana
favorita. Ellos hacen un flan que se derrite en tu boca. Es jodidamente fabuloso.
—Mama Sofía. ¿Lo conoces?
Tragué la bilis en mi garganta.
Página
80
—Sí, es de mi papá.
Traducido por Pachii
Corregido por La BoHeMiK
M
is ojos se abrieron ante la revelación de Mia.
—Me estás tomando el pelo.
—No, lamentablemente no lo hago.
Mirando desde ella al edificio, negué con la cabeza.
—¿Por qué pareces tan molesta? Mama Sofía no es nada de qué
avergonzarse. Apuesto a que es una mina de oro para tu familia.
—Sí, así es —respondió modestamente.
—De verdad, Mia, este lugar es asombroso, quiero decir, no solamente la
comida es increíble, todos los que trabajan allí son fabulosos. Provienes de buenas
personas.
—Gracias.
Entonces me di cuenta.
—Espera un minuto. ¿Eres la hija de Duke?
Mia palideció un poco más.
Página
—No me jodas, esto es intenso.
81
—Sí.
—Supongo que esto significa que además de ser un conocedor de la comida
italiana, ¿también eres un traidor a tu cultura por ser un aficionado del futbol
americano?
Me eché a reír.
—Sí, supongo que se podría decir así. Pero vamos, tu padre es una leyenda
por estos lares.
Con la sombra de una sonrisa, Mia contestó:
—Por no mencionar que su cara está pegada en la pared trasera del
restaurante.
—Y por una buena razón.
Enzo mejor conocido como “Duke” Martinelli había sido uno de los
mejores receptores abiertos que los Halcones de Atlanta tuvieron a finales de los
años setentas y el principio de los ochentas. Una lesión lo había sacado de la arena
del futbol profesional, por eso después de pasar unos pocos años enseñando y
entrenando, había empezado un restaurante junto con sus padres. Eso creció a lo
que es ahora, Mama Sofía. Había conseguido toda la verdad una noche cuando,
después de haber preguntado casualmente sobre conocer a Duke, el vino y tuvo
una cena conmigo.
—Tu papá es increíble.
—Espera un segundo, ¿tú lo conoces?
—Oh, sí.
Mia llevó su mano hacia la frente y se recostó contra el asiento.
—Esto es una pesadilla.
—No debería serlo. A él realmente le gusto.
Benny nos interrumpió tocando la puerta.
Página
Después de darle un pequeño codazo, le ofrecí a Mia una sonrisa
alentadora.
82
—¿Listo señor?
—Vamos, me estoy muriendo de hambre, me hiciste trabajar hasta tener
un apetito feroz.
Salté hacia fuera primero antes de ofrecerle mi mano a Mia. Cuando ella
deslizó su mano en la mía su complexión se había puesto positivamente verde. Sus
primeros pasos fueron tambaleantes, y me pregunté si ¿eran por nuestras
actividades previas o por los nervios? Llevando su mano a mis labios, besé sus
dedos.
—Mira, cariño, si vas a estar incomoda alrededor de tu familia al ser vista
conmigo, podemos comer en otro lado.
—Cualquier lugar estará lleno a esta hora. —Hizo un ligero movimiento
de cabeza antes de tragar con fuerza—. También podríamos entrar. —Sonaba como
alguien que se dirige a una ejecución en vez de a una cena.
—Bueno, entonces —Me volví hacia Benny—, voy a ordenar que envíen
un menú para ti. Pide cualquier cosa que te guste.
Sus ojos se abrieron.
—Oh, eso no es necesario.
Sonreí.
—Con lo que te he hecho pasar, creo que te lo has ganado con creces.
Él sonrió entre dientes.
—Gracias señor.
Poniendo mi mano en la pequeña espalda de Mia, la conduje al frente del
restaurante. Cuando sostuve la puerta abierta para ella, se rehusó a entrar. En vez
de eso, fue como si ella prefiriera esconderse detrás de mí. Con un suspiro, entré al
interior y dejé que me siguiera. Cerniéndose sobre la anfitriona estaba mi amigo,
Angelo. Al verme, una sonrisa se dibujó en su rostro.
—Es bueno verte hombre.
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Nos dimos un entusiasta apretón de manos.
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—Hola forastero, largo tiempo que no te veía. Me pareció ver tu nombre
en las reservaciones de esta noche.
—Debo decirte que el nuevo álbum es un jodido patea traseros. —Por sus
maldiciones, miró rápidamente alrededor. Cuando vio que nadie lo había
escuchado, agregó—: De verdad.
—Gracias. Tomaría el crédito, pero todo eso va para Jake y Brayden, por
sus habilidades para escribir canciones. Y bueno, esta vez Abby.
—Sí, ese dueto es matador. —Mirando detrás de mi hombro, preguntó—:
Ah, tienes una chica afortunada contigo esta noche. Estoy acostumbrado a verte
volar solo con nosotros.
—Eh, sí —murmuré, sonrojándome furiosamente mientras trataba de
averiguar cómo salirme de esta. Mia continuaba escondiéndose detrás de mí, me
reí—. Es un poco tímida.
El reconocimiento inundó la cara de Angelo.
—¿Mia?
—Sí —chilló.
Angelo estaba con el ceño casi fruncido.
—¿Tú estás con AJ?
—Algo así.
Le tomó un momento antes de que una sonrisa iluminara su rostro.
—Santa mierda ¿ustedes dos están saliendo?
Empecé a abrir mi boca, pero Mia me sorprendió dando un paso delante de
mí. Luciendo una sonrisa, dijo:
―En realidad, estaba tratando de emparejarlo con Dee, pero a él lo
llamaron para que reemplazara a alguien.
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—AJ, no sabía que tú eras… —Parecía estar luchando con las palabras—.
Eh… fueras.
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El moreno rostro de Angelo palideció considerablemente mientras nos
miraba a Mia y a mí.
—Yo tampoco —le susurré entre dientes. Cuando le lancé a Mia una
mirada asesina, ella se acobardó un poco—. ¿Qué tal una mesa, eh?
—Sí, sí, perdón. —Angelo tomó dos menús antes de dárselos a la
anfitriona—. Que tengan una buena cena.
—Gracias —gruñí.
Podía sentir su ardiente mirada mientras pasábamos por el restaurante.
Conversaciones bulliciosas y el sonido de los cubiertos asaltaron mis oídos. La
anfitriona nos escoltó a una mesa en un rincón apartado. Las velas color rojo ardían,
dándonos un ambiente romántico.
—Disfruten su comida. —Le sonrió a Mia antes de mirar hacia mí.
—Gracias, Gabriella.
Una vez que estuvimos solos, hice señas para que Mia se sentara. Después
de que ella se deslizara en el asiento de cuero. Yo también me senté.
—AJ, yo… —Ella se mordió su labio inferior nerviosamente.
—Mira, para que lo sepas, no tengo nada en contra de las personas
homosexuales. Demonios, mi hermano Antonio, ha estado fuera del closet desde
que tenía quince. Con lo que si tengo un problema es contigo distorsionando mi
imagen para tu beneficio.
—Lo sé, lo sé. Lo siento de verdad. Pero tienes que saber lo que se siente
tener una enorme familia, todos metiéndose en tus asuntos, ¿cierto?
—Sí, inténtalo teniendo a todo el mundo en tus asuntos.
Ella asintió con la cabeza.
—Solo quería tratar de disfrutar esta noche sin todos los otros problemas
de mierda, ¿bien?
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A pesar de que todavía estaba molesto, mis labios se curvaron con su
descripción. No esperaba que ella alcanzara mi mano a través de la mesa.
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—Desde que Dev y yo terminamos y hasta ahora, todos, desde mi padre
hasta mis tíos y los chicos raros del autobús, han estado sobre mí. Piensa en ello
como el comportamiento de Dee, pero con esteroides Italianos.
—Lo que sea. Todavía no me gusta —le respondí con tristeza, antes de
mirar hacia el menú.
Cuando tiró de mi mano, me encontré con su pícara mirada.
—Podría prometer recompensártelo más tarde —sugirió tímidamente.
Mis cejas se alzaron con sorpresa.
—¿Qué tenías en mente?
Inclinando la cabeza, ella dio unos golpecitos con el dedo a su barbilla.
—Quizá algo de atención especial… ¿Del tipo oral?
Abrí mi boca para contestar pero un camarero, quien no podría haber
tenido más de veinte, apareció en la mesa.
—Hola, Mia, perdón por interrumpir.
Las mejillas de Mia se tiñeron de rosa.
—Hola Pauley.
Mirando entre ellos, dije:
—Déjame adivinar, ¿es uno de tus primos?
Pauley asintió con la cabeza mientras nos servía dos vasos de agua.
—Primos hermanos. Mi papá y Duke son hermanos. —Me miró
suspicazmente por un momento—. Oye, yo te conozco, tú eres el chico de la banda.
El tío Duke te llama el Chico Baterista, siempre nos dice que te demos el mejor
corte de carne.
Me reí.
—Sí. Ese soy yo.
Con una sonrisa, Pauley me dio su mano.
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—AJ Reséndiz. —Hice una pausa antes de añadir—: El amigo gay de Mia.
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—Pauley Martinelli.
Mia estaba tomando un trago de agua, y mi comentario la hizo escupir y
toser.
—Lo lamento —respondió con la voz estrangulada mientras secaba el agua.
Frotando su espalda, Pauley preguntó:
—¿Estás bien prima?
—Sí.
—Bueno, gracias a Dios.
Cuando estuvo seguro de que Mia estaba bien, él tomó su bloc de notas.
—Dado que ustedes dos son clientes regulares. Supongo que no necesito
pasar por todas las especialidades de la casa y esas cosas ¿Eh?
—No, eso no será necesario —respondí.
—Así que lo usual para ti Mia, ¿el especial Siciliano solo con una copa de
Prosecco? —preguntó Pauley.
Moviéndose incómodamente en su asiento, Mia respondió:
—Eh, no, voy a tomar el Prosecco, pero en vez de eso dame una Ensalada
Cesar con Pollo.
Cuando las cejas de Pauley subieron con sorpresa, me aclaré la garganta:
—Dale lo que usualmente pide. —Mia abrió su boca para protestar, pero
levanté una mano para hacerla silenciar—. Por favor no seas una de esas chicas que
piensa que no puede comer alrededor de un hombre. Me gusta una chica con buen
apetito.
Mia miró desde Pauley hacia mí y dio un rápido asentimiento con la
cabeza. Él sonrió.
—Todo bien entonces, ¿y tú AJ?
—Gracias.
Página
—Lo tengo. Les traeré su vino y el pan en un segundo.
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—Solomillo, medio cocido con pasta.
Una vez que Pauley no pudo oírnos. Mia dirigió sus ojos hacia mí.
—Sabes, no me hubiera matado comerme una ensalada.
Negué con la cabeza.
—No quiero que cambies nunca tu forma de ser o lo que te gusta por mí.
—Ante su expresión escéptica agregué—: Me gustas como eres, físicamente y con
tu sabia personalidad.
—¿De verdad?
—Demonios, sí. Pero, ¿quieres saber qué es lo que más me gusta de ti?
—¿El hecho de que te dejé follarme en el suelo de una limosina?
Me reí.
—Esa es una buena razón, pero no. Lo que más me gusta de ti es cuan real
eres. Por dentro y por fuera. El negocio en el que estoy, no es más que gente falsa
veinticuatro por siete, quienes dirán y harán cualquier cosa para impresionarte
para obtener lo que ellos quieren.
Mia asintió, tomando mis palabras.
—Puedo ver porque te gusta tanto este lugar. Si mi familia es una cosa, es
ser completa y totalmente real.
—Exactamente.
Cuando nos quedamos en silencio. Mia se levantó.
—Creo que después de nuestras actividades en la limosina. Mejor debería
ir a refrescarme.
Le di una sonrisa maliciosa.
—Así que… —empecé después de termina de masticar.
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La seguí a los baños. Terminé antes que ella y retorné a nuestra mesa. Ella
estaba volviendo cuando llegó Pauley con nuestras bebidas y una canasta de pan
de ajo. Con mi estómago gruñendo, rápidamente agarré uno y lo mordí.
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—Debería hacer lo mismo.
—¿Así que?
—Cuéntame de ti.
Haciendo un remolino con el vino por la copa. Mia se encogió de hombros.
—No hay demasiado para decir.
Incliné mis cejas con desconfianza.
—Sí, claro. No me hagas empezar con un poco de esas preguntas patéticas
para conocerte.
Ella se rio.
—¿Y cómo cuáles serían?
A pesar de que sabía que probablemente fastidiaría a una mujer como Mia,
quien era refinada, se preocupaba por la clase y el estilo, puse mis codos sobre la
mesa.
—¿Qué te gusta hacer cuando no estás reparando corazones? —pregunté
con mi tono serio, como un presentador de noticias.
—Uhm —murmuró, cerrando los ojos para pensar. Después de unos
segundos los abrió y respondió—: Me gustan las piñas coladas y los paseos en la
lluvia.
Era mi turno de preguntarle.
—No te vas a salir de esta tan fácil, Mia Martinelli.
—Bien, entonces. Lo que me gustar hacer es, probablemente sea aburrido
para ti, pero, tú preguntaste por ello.
—Sí. Golpéame con ello.
—Me gustan las cosas usuales como libros, películas, y televisión.
Realmente me gusta viajar. Y… —Se sonrojó levemente.
―Me gusta tejer.
Página
Después de un abundante trago de vino, ella respondió:
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—Y, ¿qué?
No pude evitar reírme.
—Me estas jodiendo.
Ella entrecerró sus oscuros ojos.
—No, no lo estoy. Mi difunta abuela me enseñó como tejer y hacer crochet.
Como siguió enojada y avergonzada, levanté mis manos.
—Lo siento, encontré tan sorprendente que una mujer tan caliente como
tú hiciera algo tan de la vieja escuela y de mataditos como tejer.
Ella se encogió de hombros.
—Tú preguntaste, así que fui honesta.
—Tienes razón, lo hice. —Agarrando otro pan con ajo de la canasta, le
sonreí—. ¿Crees que podrías hacerme algo alguna vez?
—Ummm, ¿cómo un cobertor de polla para esas noches frías cuando
ninguna mujer desee estar con tu implacable arrogancia? —preguntó con falsa
dulzura.
Medio ahogado, busqué mi vino para tomar un largo trago. Cuando me
recuperé, no pude evitar reírme por su caliente respuesta.
—Estaría honrado si me haces un cobertor para la polla. Lo usaría con
orgullo y pensaría en ti con cariño.
—Oh, lo harías, ¿verdad? —preguntó, sus labios curvándose hacia arriba.
—Sí, lo haría. —Con un guiño, añadí—: Pero hazlo extra-largo porque
quiero que se ajuste.
Mia se rio.
—Lo tendré en cuenta.
—Gracias, primo —le respondió Mia con una sonrisa.
Página
—Aquí vamos. Cuidado con los platos, porque están calientes. Déjenme
saber si necesitan algo más.
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Pauley volvió a la mesa con nuestra cena.
—No hay problema.
Una vez que Pauley nos dejó, miré a Mia antes de empezar a cortar la carne
y mi pasta.
—Por lo menos sabemos que tenemos algo en común. A los dos nos gusta
leer.
—¿De verdad?
Me llevé un pedazo de pasta a la boca.
—Sí, leo todo el tiempo cuando estamos en la carretera.
—No estoy segura de que los artículos de Playboy cuenten.
Solté un bufido.
—Tengo gustos más variados que eso, muchas gracias.
Mia masticó cuidadosamente su lasaña. Una vez que se la comió, preguntó:
―Así que dime, ¿cuál es tu tipo de libro favorito?
—Voy a sonar como un friki total, pero amo la fantasía. Juego de Tronos,
El Señor de los Anillos, tú sabes, mierda como esa.
—Interesante.
—¿Qué? ¿No vas a joderme por eso?
Ella negó con la cabeza.
—Pienso que es maravilloso que leas y punto, así que no voy a fastidiarte
por que te gusten los libros de fantasía.
—Pero para ti, se trata de novelas románticas.
Mia rodó sus ojos.
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—Me gustó la serie.
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—Sí y no. También me gusta leer cosas de no ficción. —Ella terminó un
bocado de pollo a la parmesana de su plato Italiano—. Soy una especie de friki de
la realeza. Amo a los Tudor.
—Por supuesto que te gustó. Las inexactitudes históricas fueron fuera de
serie, y era básicamente una pobre excusa para pornografía.
Me reí.
—Suena bien para mí.
—Me lo imaginaría viniendo de ti —me contestó con una sonrisa.
—Hablando de novelas de romance. Tengo una pregunta para ti.
Mirándome con recelo, tomó un sorbo de vino.
—Está bien.
—¿Por qué en las escenas de sexo el chico siempre dice: “Ven a mí, nena”
y la chica va? —Chasqueé mis dedos—. Solo así. Quiero decir, a la orden como si
ella fuera un perro o algo así. ¿Qué diablos pasa con eso?
Mia se rio.
—No sé porque ellos hacen eso. Es algo que ciertamente nunca antes me
pasó en la vida real.
—Al igual que, podría mirarte ahora mismo y decir “ven a mí”, y tu
vendrías.
Frunciendo los labios pensativamente, Mia contestó:
—Tal vez se trata del tono de la orden. Como que tienes que estar en el
calor del momento. Tendrías que ser demasiado asombroso como para llevarlo a
cabo conmigo a través del restaurante.
—Así que está todo en el modo de expresarse, ¿eh?
Página
—¿Algo como esto? —Me incliné hacia delante, tomando sus manos en las
mías. Usando mis pulgares, dibujé círculos sobre la parte superior de su mano. Lamí
mis labios y la miré fijamente a los ojos—. Uhm, lo que tú me haces, Mia
—susurré―, cuán duro me pones. Lo que me gustaría hacerle a tu cuerpo…
enterrado dentro de ti, mientras tus paredes se aprietan fuertemente a mí alrededor
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—Pienso que sí.
como el infierno. —Puse su mano en mis labios y lamí a lo largo de sus dedos.
Paralizada, ella me miró—. Ven a mí, nena.
Un temblor corrió por su cuerpo.
—Definitivamente el modo de expresarse —murmuró ella.
Sonriendo, me alejé.
—Lo sigo llamando basura, pero lo que sea. Tuve que preguntar.
—Pienso que la mejor pregunta ahora es, ¿cómo sabías que eso pasaba en
las novelas de romance?
—Investigación.
—¿En serio?
Balanceé mi cabeza.
—Cuando uno escucha a un montón de chicas hablando de este libro o de
aquel, porque el sexo es caliente o lo que dice el tipo es sexy, uno toma nota.
—¿Así que tú siempre tomas nota sobre lo que quieren las mujeres para
estar en sintonía?
—Diablos sí. —Le guiñé un ojo—. He recogido algunas cosas por el
camino. Ser un semental como yo necesita de práctica y trabajo.
Mia me miró por un momento antes de tirar su cabeza atrás y estallar en
carcajadas. Después de que se secó los ojos, una divertida mirada brillaba en ellos.
—Oh mi Dios, AJ. Me haces reír. ¿Seré beneficiada por alguna de tus
experiencias esta noche?
Le di mi sonrisa de firma.
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—Nunca se sabe.
Traducido por Ely Casdel e Isa 229
Corregido por Angeles Rangel
A
lo largo de toda la cena, la conversación surgió sin esfuerzo entre
AJ y yo. No había nada de la usual incomodidad de la primera cita.
Justo como si él anhelara la realidad conmigo, me sentí como si
pudiera ser yo misma con él, lo cual era algo que no había experimentado en mucho
tiempo.
—¿Entonces eres una listilla, eh? —preguntó AJ con una sonrisa, mientras
sorbía algo de lo último de su salsa de tomate con ajo.
—¿Qué te hace decir eso?
Sonrió conocedoramente.
—Duke me habló mucho de ti.
—Oh, mierda —murmuré, cubriéndome los ojos con las manos.
—Oye, todo fue bueno. Como la manera en que obtuviste tu maestría en
Enfermería, y te convertiste en supervisora de piso, eso es impresionante a tu edad.
—¿Mi avanzada edad? —pregunté con una sonrisa.
micrófono.
Página
Abrí la boca para hablar cuando fui interrumpida por el chillido de un
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—No seas una listilla.
—Buenas noches damas y caballeros, soy Vince, el líder de su banda aquí
en Mama Sofía. Me uní a Rico y Joey en los violines y el acordeón. Primero esta
noche queremos darle la bienvenida especial a una pareja en el piso, el señor y la
señora Michael y Dorotea Castorini, quienes están celebrando su cincuenta
aniversario de bodas con sus amigos y familia. —Una ronda de aplausos vino de
todo el restaurante mientras una pareja de cabello plateado se balanceaba en el piso
de madera antes de que la banda comenzara.
Vince sonrió.
—Entonces, por la feliz pareja, aquí está su canción favorita Anema e Core.
Mientras los acordes familiares hacían eco desde el violín, se sintió como
si un cuchillo entrara en mi corazón. Un dolor abrazador se deslizó por mi pecho,
enviando lágrimas que picaban mis ojos.
—¿Mía? —preguntó AJ.
Avergonzada de mis emociones fuera de control, sentí calor en mis
mejillas.
—Lo siento. —Tomé la servilleta de mi regazo y me sequé los ojos.
—¿Las parejas viejas te ponen llorona? —preguntó AJ.
Hipé una risa.
—No exactamente.
—¿Entonces qué es?
Agitando la mano, contesté:
—Nada con lo que tenga que molestarte.
AJ se acercó y agarró una de mis manos.
no es para nada cierto. —Apretó mi mano—. Puedo sentir tu dolor por toda la
mesa. Si es por un chico, puedo manejarlo.
Página
no se toma nada en serio y carece de toda emoción profunda o sensibilidad. Pero
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—Sabe, la mayoría de las personas piensan que soy solamente un bobo que
Miré a sus ojos oscuros que combinaban con empatía. A pesar que no podía
comprender por qué, tomé una profunda respiración. Anema e Core era la canción
de mis difuntos abuelos. Cuando estaba creciendo, solían bailarla todo el tiempo.
Aún en su fiesta de aniversario de cincuenta años de casados, cuando mi abuelo
usaba el oxígeno y caminaba con bastón, ellos bailaron esta canción. Él siempre
llamó a mi abuela anema e core, mi alma y corazón.
—Eso es realmente hermoso —dijo suavemente AJ.
Por alguna razón, me sentí comprometida a seguir hablando con AJ.
—Nunca conocí a mi verdadera madre, era una de las groupie de los
deportes que básicamente conectó con mi padre porque era Duke Martinelli.
Quería atraparlo en un matrimonio con ella, así que se embarazó. Cuatro meses
después de que nací, papá se dislocó la rodilla. Se dio cuenta que su boleto de carne
ya no servía y no quería estar atada a un niño, así que nos dejó a los dos. Mis abuelos
se mudaron aquí desde Jersey para ayudar a papá conmigo, y nunca se fueron. Mi
abuelo murió cuando tenía quince, y eso fue desgarrador. Pero mi abuela, ella era
mi madre. Y cuando murió hace nueve meses… un poco de mí también lo hizo. —
No me molesté en detener las lágrimas que escaparon y gotearon por mi mejilla—
. Ella era mi anema e core.
Sin una palabra, AJ dejó su asiento para venir a sentarse conmigo en la
cabina. Antes de darme cuenta, tenía un brazo alrededor de mi hombro.
—Lo siento mucho, Mia.
La habitación comenzó a girar en un vertiginoso torbellino. Dejé caer mi
guardia y lo dejé ver más de lo que debería.
—No, yo lo siento. No debí traer esto a colación. Yo… —Comencé a
alejarme de él, pero me atrajo más cerca.
—No te alejes porque creas que mostrar algunas emociones va a alejarme.
real?
Página
para encontrar su mirada—. ¿Recuerdas lo que dije sobre esperar que la gente sea
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Porque ese es lo más lejano a la verdad. —Agarró mi barbilla, levantando mi cabeza
—Sí —susurré.
—Sé que para ti dejar caer tu guardia, mostrando esta emoción, es tan real
como esto lo es para ti, ¿cierto? —Cuando agité la cabeza, me dio una sonrisa
tranquilizadora—. Estoy justo aquí, justo ahora. No voy a ir a ninguna parte porque
quiero estar aquí por ti.
Sus tiernas palabras y la comodidad de su abrazo trajeron todas las razones
para irme. En su lugar, me dejé acercarme más a él.
Con mi cara presionada contra su pecho, finalmente murmuré:
—Gracias… por escucharme y estar aquí.
—No hay problema. —Sus labios rozaron mi sien—. Desearía que pudiera
decir que entiendo el dolor y cómo se siente, pero la verdad nunca he
experimentado una pérdida tan grande. Los padres de mi madre murieron antes de
que tuviera cinco, así que en realidad no tuve oportunidad de conocerlos. Hace seis
meses, la mamá de mi amigo Jake murió y eso dolió como el infierno. Pero no
puedo imaginar perder tu mundo entero como él lo hizo… o como tú lo hiciste
con mama Sofía.
Levanté la mirada hacia él.
—Realmente eres un chico decente, ¿sabes?
Sonrió.
—¿Apenas lo notas?
—En serio. Digo, eres un músico famoso con dinero y buena apariencia.
Podrías ser un verdadero idiota.
—Pero no lo soy.
Negué con la cabeza.
—¿Qué se supone que significa?
Página
La ceja de AJ se elevó con confusión.
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—Tanto como me gustaría que lo fueras, no lo eres.
Aun cuando pude haber evitado la pregunta, quería ser real para él.
—Tú siendo decente, solamente me hará más difícil el final.
Me miró atentamente a los ojos, buscando en ellos las respuestas que no
estaba lista para darle. Tomaría una gran cantidad de dinamita pasar los muros que
había levantado a mi alrededor para protegerme del dolor que los hombres
anteriores me habían infringido.
Cuando AJ se alejó abruptamente, me sentí despojada de su cómodo abrazo.
—¿Qué…?
Levantó su mano.
—Baila conmigo.
Comencé a protestar, pero ante el insistente destello quemando en sus ojos,
lo pensé mejor. En su lugar, me levanté y puse mi mano en la suya. Luego me llevó
por el restaurant hacia la pista de baile. Esquivamos a las otras parejas, terminando
cerca del escenario.
Mientras la música se elevaba a nuestro alrededor, bromeé:
—¿Quieres estar sordo para el final de la noche?
Miró sobre su hombro y me guiñó mientras los últimos acordes de la
canción terminaban, aplausos y murmullos se escucharon por todo el salón. La
anciana pareja sonrió y agitó la mano antes de comenzar a hacer su camino fuera
de la pista de baile. Los chicos cambiaron su música, preparados para tocar algo
más cuando AJ habló:
—Tóquenla de nuevo, chicos. —Ante la mirada de sorpresa de Vince, AJ
añadió—: Por favor.
Vince debía de haber conocido a AJ desde antes porque una gran sonrisa
Cuando comenzaron los acordes iniciales, AJ arqueó sus cejas hacia mí.
Página
—Ya lo oyeron, chicos. Anema e Core será.
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se extendió en su cara.
—¿Quieres demostrar lo que aprendiste esta noche?
Le sonreí.
—No estoy segura de que todo lo que hicimos en el estudio de baile es
apropiado.
AJ me devolvió la sonrisa.
—Eso es verdad. —Sus brazos se deslizaron alrededor de mi cintura,
cercándome a él. Instintivamente, enredé mis manos alrededor de su cuello. Una
de sus manos se deslizó por mi espalda, su pulgar acariciando atrás y adelante en la
piel expuesta sobre mi vestido. Me estremecí ante su tacto, causándole que apretara
más sus brazos alrededor de mí—. ¿Qué tal intentamos esto en su lugar?
—preguntó, con su respiración soplando en mi mejilla.
Luché por controlar mi respiración. Cuando finalmente pude hablar,
respondí:
—Creo… que esto está bien.
Resopló.
—Tú y tu costumbre con lo bien.
Acercándonos más, nos balanceamos ante las apasionadas palabras de la
canción de amor que hacía eco en todo el salón. Cerré los ojos y descansé la cabeza
en el pecho de AJ. Dejando fuera todos los sonidos a mí alrededor, me enfoqué en
el apacible latir de su corazón, resonando por su camisa.
—Puedo ver por qué a tus abuelos les gustaba tanto —dijo AJ, rompiendo
el silencio.
—¿En serio? —murmuré.
—Sí, realmente habla de la belleza del verdadero amor. Como que me
tiempo.
Página
Mío. Mi tío Diego, él es quién me inspiró a tocar música. Solía tener una banda en
Guadalajara. Su canción con mi tía Anita era Amorcito Mío y solía tocarla todo el
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recuerda a una de las primeras canciones que aprendí a tocar en la batería Amorcito
—Eso significa “mi amor”, en español, ¿verdad?
AJ asintió.
—Sí, pero con un poco más de afecto como el tipo de uso de “mi bebé”,
también. —Bajó la mirada hacia mí—. Como que me gustaría llamarte, amorcito
mío.
—¿En serio? —pregunté suavemente.
—Sí, me gustaría. —Entonces trajo sus labios a los míos. En ese momento,
no me importaba que estuviéramos en la pantalla enfrente de todo el restaurante.
Todo lo que quería en ese momento eran los labios de AJ en los míos y sus manos
en mi cuerpo. Queriendo que profundizara el beso, abrí la boca. Me obligó
chocando su lengua contra la mía. Gemí mientras deslizaba mi mano hacia arriba
para enredarla en su cabello. Estaba tan perdida en él y en lo que estábamos
haciendo que no me di cuenta que la canción había terminado. No fue hasta que
otro tono sonó a nuestro alrededor que me alejé.
—Jódeme, eso fue intenso —murmuró AJ.
No pude evitar reír.
—Tienes algo con las palabras.
Sonrió.
—Lo intento. Ahora ven, vamos a mostrarle a estos estirados cómo se hace.
Abriendo los ojos con horror, negué con la cabeza furiosamente.
—Pero no sé qué hacer.
—Solo sígueme.
—Más fácil de decir que de hacer —grité sobre la música.
pecho subía y bajaba mientras intentaba recuperar el aliento.
—¿Quieres hacerlo de nuevo?
Página
muchas veces me giraba adelante y atrás. Cuando la música terminó me dejó. Mi
100
—Pan comido. —Entonces AJ se detuvo frente a mí en el piso mientras
—Uhm, ¿tal vez?
AJ rio y me atrajo de nuevo. Una vez más, la música era rápida, y luché por
mantener el paso con los maniáticos pasos de AJ. Cuando la canción terminó, me
agarré a sus brazos.
—Necesito algo de beber.
—Sí, debería estar llenándote de vino, ¿no?
Reí.
—Creo que simplemente lo haces bien sin eso.
Justo antes de regresar a nuestra cabina, papá se puso en nuestro camino.
—Emiliana, que sorpresa. —Me agarró con sus brazos musculosos y me
abrazó con fuerza contra su ancho pecho. Para un hombre llegando a los sesenta,
estaba en buena forma. Con su cabello entrecano, sonrisa brillante y sus miradas
rugosas, era el premio por estos lugares. Claro, después de un matrimonio antes de
mi madre y uno breve después, estaba un poco contento como un confirmado
soltero.
—Hola, papi. —Me incliné para besar su mejilla.
Sus ojos eran del mismo color ónix que los míos, brillando con emoción.
—Deberías de haberme dicho que venías esta noche, y hubiera cenado
contigo y tu… —Echo un vistazo entre AJ y yo antes de que su boca cayera
abierta—. ¿El Chico Baterista? ¿No me digas que estás aquí con mi pequeña Mia?
AJ sonrió antes que él y mi padre se abrazaron y se golpearon las espaldas.
—Sí, señor. Por supuesto, no sabía que era tu hija hasta después de que
hiciera la reservación.
—Oh por favor, dime que no lo hiciste —gruñí.
Página
—Me mantuve diciéndote que tenía una hija que debías conocer.
101
Papi sonrió.
AJ rio.
—De hecho lo hizo.
—No me dijiste eso antes.
—Bueno, estabas lo suficientemente asustada sobre estar en el lugar de tu
familia. No pensé que añadir esa pequeña golosina ayudaría.
Papi se aclaró su garganta.
—¿Sabes lo que mama Sofía diría de esto?
—¿Qué? —preguntó AJ.
—Diría que estaba destinado a pasar porque la fe y el destino decidieron
interceder. —Papi tomó mi mano y la besó—. Creo que tengo que estar de acuerdo,
mia cara.
—Ya lo veremos —respondí, nerviosamente cambiando mi peso de pie. Mi
cabeza giró en una ráfaga de mareos ante el hecho de que AJ y mi papá no
solamente se conocían, sino que aparentemente se agradaban. Mucho. Le había
tomado semanas a papi aceptar a Dev. Ahora parecía que estaba prácticamente
preparado para casarnos a AJ y a mí. Por supuesto, sus palabras sobre Mama Sofía
y la fe me mandaron una alerta aún más grande.
Mirando a nuestra mesa, papi dijo:
—¿No estaban por irse o sí?
—No hasta que terminemos nuestro vino.
—Les mandaré otra botella con algún postre.
—No, no tienes que hacerlo.
de Mia?
Página
—Claro que sí. —Se giró hacia AJ—. ¿Alguna vez has probado el Mousse
102
Papi sonrió.
Contuve el aliento, esperando en Dios y todo lo que era sagrado que AJ se
refrenara de hacer alguna insinuación inteligente o trajera esa pequeña sonrisa sexy
a su rostro.
Gracias a Dios, se comportó.
—He probado algo de gelato y tiramisú, pero nada de mousse. —Una
mirada de revelaciones apareció en su rostro—. Espera, ¿es el que está escrito como
el animal, moose23, en el menú?
Con una risa, papi respondió:
—Mi padre lo nombró por Mia. Ella amaba estar en la cocina con mis
padres cuando estaban cocinando. Un día cuando mi madre mencionó usar una
nueva receta para el mousse de chocolate, Mia se emocionó mucho porque pensó
que iban a hacer un moose real de chocolate en la cocina. Pa y ma lo amaron, así
que incluyeron el nuevo mousse como “Moose de Mia”, y ha estado de esa manera
en el menú desde siempre.
El calor se apoderó de mis mejillas.
—Gracias por la vergonzosa historia, papi. ¿Por qué no llevas a Aj a la
oficina y le muestras algunas de mis fotos de bebé ahora?
AJ me dio un juguetón codazo.
—Amé esa historia. Y apuesto a que eras una lindura cuando eras pequeña.
Papi sonrió.
—Ciertamente podía ser una preciosidad.
—No creo que eso haya cambiado —soltó AJ.
Página
—Pero más que nada, ha sido el logro y bendición más grande de mi vida.
103
Alcanzándome, papi ahuecó mi mejilla.
23
Moose: Alce en inglés.
Tragué el nudo que se formó en mi garganta, con sus palabras.
Ordenándome no llorar, enredé mis brazos a su alrededor de nuevo.
—Gracias. Te amo mucho, mucho.
Besó mi mejilla.
—Vayan a sentarse. Le diré a Pauley que les traiga vino y postre.
—Gracias, Duke —respondió AJ, ofreciendo su mano para agitar la de papi
de nuevo.
—Ahora, cuida a mi pequeña —respondió papi.
—¿Podrías parar? Tengo veintiocho, no doce.
AJ me sonrió.
—Será un placer cuidar de ella.
Entrecerré los ojos ante su insinuación mientras papi lo alcanzaba para
darle otro abrazo.
—Estoy feliz de escucharlo. —Luego me miró—. ¿Te veo el domingo por
la noche?
—Por supuesto.
—Adiós, querida.
Mientras veía la figura de mi padre desaparecer en el pasillo a su oficina,
AJ me indicó que tomara asiento. En lugar de sentarse frente a mí, AJ se deslizó a
mi lado en la cabina.
—Nada como tenerte a ti y mi papá compartiendo el mismo aire por unos
minutos en la primera cita —gruñí, mientras acomodaba mi vestido.
Fuimos interrumpidos por Pauley regresando con el vino y mousse.
Mientras ponía los platos, nos sonrió a AJ y a mí.
Página
—Sí, no estoy segura de si eso es una cosa buena o no.
104
—Oye, deberías estar emocionada de que yo le agrade tanto.
—Amigo gay, mi trasero.
Hice una mueca.
—Lo siento, pero estaba intentando mantenerlos a ustedes lejos de mi
espalda.
—La siguiente vez traten de no besarse en la pista de baile. Estamos
tardando con los platos de la cena porque la mitad de la cocina y los meseros
estaban mirándolos.
—Oh, Dios —murmuré, metiendo mí cabeza entre mis manos.
—Deja de lamentarte, prima. Lucías bien ahí. —Cuando lo miré a través
de mis dedos, estaba sonriéndome—. Ha pasado mucho desde que te vimos tan
feliz.
—Gracias, Pauley.
—De nada.
Después de que Pauley nos dejara, AJ miró el mousse antes de sonreírme.
—Hmm, no puedo esperar por una probada del Moose de Mia.
—Eres un asno —respondí.
—Si recuerdo correctamente de esta tarde, era muy sabroso.
Lo golpeé en el brazo. Fuerte. Mientras hacía una mueca, respondí:
—Solo cállate y come.
A mi orden, AJ tomó una gran cucharada.
—Está delicioso—advertí, pero lo metió en su boca de cualquier forma.
—Como sea —reflexioné. Después de una gran mordida, tenía una migaja
pegada en la esquina de su boca. Usando mi pulgar, lo alcancé y la quité. Antes de
Página
—Maldción está bueno. —Me sonrió—. Orgásmicamente bueno.
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Cerró sus ojos con una dicha exagerada.
que pudiera agarrar mi servilleta, AJ agarró mi mano y la acercó a su boca. Con sus
ojos fijos en mí, su lengua salió y lamió mi dedo. Contuve el aliento mientras
chupaba todo mi pulgar en su boca, succionando el chocolate. Instantáneamente
tuve un ardiente recuerdo de cómo se había sentido esa lengua en mí más temprano
en la limo. La sangre se apresuró a mis mejillas y a mi parte inferior.
—¿Quieres un poco? —preguntó, su voz tomando un tono más bajo y
ronco.
Agité mi cabeza. En lugar de usar la cuchara, AJ metió su dedo en el
chocolate y lo llevó a mis labios. Acercándome, lamí su dedo en mi boca, sin quitar
mis ojos de los suyos. Mientras empujaba más hacia su dedo, arremolinando mi
lengua alrededor de él, un brillo lujurioso quemó en sus ojos, lo que me causó un
estremecimiento.
—Deberíamos irnos. Ahora.
Estaba teniendo un extraño momento Déjà vú de más temprano en el
estudio de baile cuando AJ estaba listo para irse rápido y poder tomarme en la limo.
Un delicioso hormigueo de anticipación corrió hacia abajo por mi espina dorsal.
No pude evitar preguntar:
—¿No quieres terminar el vino y el mousse?
—Solo quiero terminarte una o dos veces… tal vez más.
—Oh, Jesús —murmuré mientras mis bragas se mojaban.
AJ se rio. Alejándose de mí, buscó a Pauley en el restaurante. Cuando lo
vio, le hizo una seña.
—Vamos a necesitar la cuenta. Tan pronto como sea posible.
Pauley agachó su cabeza, tratando de suprimir su risa.
—Lo haré.
Página
—Él no tenía que hacerlo, pero dile gracias de parte mía y de Mia.
106
—El tío Duke dijo que la casa invitaba.
AJ buscó en su bolsillo. Lo observé deslizar un billete de cien nuevecito
hacia Pauley.
—Por tu excelente servicio.
Los ojos negros de Pauley se ensancharon.
—¡Santa mierda! Gracias, hombre.
—De nada. —Pauley se puso a un lado para dejar que AJ saliera de la
cabina. Él extendió su mano para mí—. ¿Vienes?
Pauley se rio disimuladamente ante la cargada insinuación. Rodé mis ojos,
sintiéndome como si estuviera siendo rodeada por adolescentes.
—Buenas noches, Pauley. ¿Y me haces un favor?
Sus cejas se levantaron.
—Cualquier cosa por ti, prima.
—Borra esa hambrienta mirada de mierda de tu cara.
Él asintió.
—Lo haré.
—Gracias lo agradezco.
Inclinándose me dio un beso.
—Que te diviertas, prima.
—Lo intentaré.
AJ y Pauley se estrecharon las manos.
—¿Podemos salir por atrás?
Ahí es donde nuestro conductor está
AJ asintió.
—Es usualmente de la forma en que entro y salgo cuando estoy aquí.
Página
—Claro. ¿Conoces el camino?
107
esperando.
—Buenas noches —llamé cuando anduve a zancadas por la puerta de la
cocina.
En el momento que entré en la habitación un coro gritó: ¡Emiliana! por
todo mí alrededor.
—¡Hola Louie, Petey, Carmine, Camilla! —grité sobre el sonido de platos
y la vajilla de plata raspando la preparación de la comida de los tazones. Me habría
detenido para hablar, pero la insistente mano de AJ estaba contra la parte baja de
mi espalda, empujándome. Tan pronto como salimos por la puerta, su ardiente boca
estaba sobre la mía en un apresurado y frenético beso. Empujándome contra la
pared de ladrillo, sus manos comenzaron a vagar sobre mí.
—No aquí —jadeé contra sus labios.
—¿Listo señor? —llamó Benny detrás de nosotros. En realidad sentí pena
por él. Él iba a necesitar todo un lote de blanqueador para ojos para deshacerse de
las imagines que le habíamos dado en las últimas cinco horas. Con mi pasado,
nunca esperé o imaginé que estaría cómoda con tal DPA24, aun con AJ, se sintió
bien.
—Sí —gruñó AJ, alejándose de mí. Mis tacones resonaron por todo la acera
a medida que hacía mi camino hacia la limosina. Benny estaba de pie, su cabeza
escondida en su pecho, con la puerta abierta.
—Llévanos a casa, Benny —instruyó AJ, mientras caíamos en la limosina
en una maraña salvaje de brazos y piernas.
—Sí, señor —vino la respuesta en un murmullo, antes de que la puerta
estuviera bien cerrada detrás de nosotros.
chocolate y el vino que acabábamos de consumir y gemí en su boca mientras
nuestras lenguas se entrelazaban. Con una mano ahuecando mi culo, AJ llevo la
24
DPA: Demostración pública de afecto.
Página
su boca contra la mía, su cálida lengua dentro de mi boca. Él sabía dulce como el
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Una vez que nuestros cuerpos se hubieron ajustado al asiento, AJ aplastó
otra hacia mi pecho, deslizándola a través del satén de mi corpiño para ahuecar mi
carne desnuda.
Tanto como lo odiaba, me alejé de él. Nuestras miradas se encontraron, y
estoy segura que la mía reflejaba la completa lujuria por AJ. Me tomó un minuto
completo encontrar mi voz. Incluso el amplio pecho de AJ subió y bajó por nuestro
apasionado beso.
—Deberíamos ir a mi casa.
—Nuh-uh —gruñó AJ, su mano amasando con fuerza mi pecho.
—Pero tendrás que dejarme en mi casa de todas maneras —discutí,
tratando de no hacer caso del calor reuniéndose debajo de mi cintura por sus
acciones.
AJ negó con su cabeza.
—La mía está más cerca. Y no quiero perder tiempo antes de que pueda
estar enterrado de nuevo dentro de ti.
Sus palabras avivaron el fuego ardiendo dentro de mí. No podía creer que
hace treinta minutos habíamos estado bailando en el restaurante de mi familia.
Ahora estábamos atacándonos como pervertidos sexualmente frustrados. Por
supuesto, era la maldita crema batida de chocolate que había convertido al postre
en el juego preliminar entre el baile y la limo.
Mientras su pulgar giraba sobre mi duro pezón, su otra mano serpenteó por
mi vestido para encontrar mi centro ya húmedo. Cuando un dedo se deslizó dentro
de mis bragas, involuntariamente empujé mis caderas hacia arriba. A pesar de que
quería más que nada estar de nuevo con él, golpeé mi mano contra su pecho,
apartándolo.
contra mi muslo expuesto.
—Gracias por el cumplido, nena.
Página
La sonrisita de AJ quemó contra mi cuello mientras apretaba su erección
109
—Oh no, solo un minuto, muchachote.
—Hablo en serio —Agarrando las sudorosas hebras de su cabello, sacudí
su cabeza para que se encontrara con la mía—, ya me has tenido una vez en esta
limo. ¿Por qué clase de chica me tomas?
Un destello malvado quemó en los ojos oscuros de AJ.
—De la clase que sale a satisfacer a su hombre.
Le levanté una ceja.
—Oh, pero tú no eres mío. Señor latin lover.
—Te he tenido, Mia. Por lo tanto eres mía por la noche.
Negando con mi cabeza, me escabullí de donde estaba hacia el asiento de
enfrente. AJ me lanzó una mirada depredadora, reiterando el hecho de que no
estaba acostumbrado a que las mujeres no le dieran por su lado.
—Deja de jugar jodidos juegos —refunfuñó.
—Dije, no.
—Sí, bueno, sé cuál es tu verdadera intención ya que puedo oler cómo de
excitada estás ahora mismo. Sin mencionar, que estás prácticamente empapando el
asiento.
Se inclinó para agarrarme, pero le clavé mis tacones de aguja en el pecho
empujándolo contra el asiento de cuero. Su mirada bajó de la mía hacia mis
plataformas y luego resopló.
—¿Se supone que tu “ven a joder mis tacones” realmente me detendrá?
Cuando me encogí de hombros, bajó cabeza. Nunca rompiendo el contacto
visual conmigo, luego corrió su lengua sobre la correa lentamente antes de tomarla
entre sus dientes y sacudirla. El cuero mojado golpeó contra mi pie, y me estremecí
aún más fuerte mientras se clavan en mi trasero.
Página
—Estos tacones solo me hacen querer tirarte contra tu espalda y bombear
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con su acción, causando que me diera un guiño.
Sus tentativas palabras me hicieron presionar apretadas mis piernas para
aliviar la tensión mientras que al mismo tiempo cruzaba mis brazos sobre mi pecho.
—Nene, tus pequeños actos de machismo puede que funcionen con
algunas tontas indefensas, pero tengo fuerte sangre italiana bombeando a través de
mí. Follo cuando Yo quiero. —Le destellé una mirada desafiante—. Y justo ahora,
tú no vas a tenerme en esta limo.
Nos miramos fijamente el uno al otro en una silenciosa batalla de
voluntades. AJ me observaba tan atentamente que casi podía ver las ruedas girando
en su cabeza, como si él estuviera seguro que en cualquier momento me
arrepentiría y lo dejaría tomarme a cuatro patas como lo había hecho
anteriormente. En voz firme, dije:
—No. Pasará.
Manteniendo mi pie firmemente contra su pectoral, me acerqué un poco
más la falda al muslo. Sus fosas nasales se ensancharon ante la vista.
—Joder. No. Te. Burles. De. Mí.
Le di una dulce sonrisa.
—No me estoy burlando de ti, nene. Solo estoy dándote un preliminar para
más tarde.
Un agonizante gemido escapó de sus labios mientras su mano ahuecaba el
bulto en sus pantalones. Con su mirada aun fija en la mía, se frotó la longitud.
—Mia… —Su voz había tomado un tono casi suplicante.
Mi boca se secó ante la imagen ante mí y lamí mis labios.
—¿Me deseas tanto? —le pregunté en un susurro.
Página
—Muéstrame —le ordené, asintiendo hacia su entrepierna.
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—Joder sí.
Sin un momento de vacilación, los dedos de AJ rápidamente trabajaron
sobre el botón y la cremallera de sus caquis. Levantando sus caderas bajó sus
pantalones y boxers hasta la mitad de sus muslos, exponiendo su erección hacia mí.
—Acarícialo.
La mano de AJ agarró su dureza antes de que comenzara a deslizar su palma
de arriba abajo.
—Me lo debes, ¿recuérdalo?
—¿Lo hago? —contesté, jugando a la tonta.
—Sí —silbó.
—Está bien, te prometí un poco de atención oral para jugar. —Cruzando
mis piernas ajusté mi vestido y sacudí mi cabeza—. Pero te fuiste de más con la
lengua ante mi familia, así que no te debo nada.
—Mia —gruñó, haciendo que un hormigueo me recorriera desde mi
cabeza hacia mis dedos de los pies.
—Está bien, pero lo haremos en mis términos. —Cuando dejó a su erección
caer de su mano, hice un sonido de negación—. No te dije que te detuvieras, ¿o sí?
Una perezosa sonrisa se extendió por su rostro.
—Estás peleando una batalla perdida aquí, amorcito mío. Quieres control
y no me rindo.
Mis cejas se levantaron sorprendidas.
—Lo hago —respondió con voz ronca.
—Entonces lo hacemos bajo mis términos. ¿Capisce25?
25
Capisce: Entendiste.
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Un sonido estrangulado vino de la parte posterior de su garganta.
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—Oh, lo siento. Tenía la impresión de que querías que chupara tu polla.
—Sí.
—Me alegra escucharlo. —Relajándome del asiento, me arrodillé delante
de él. Toqué sus rodillas para apartarlas aún más antes de calzarme entre ellas.
Deslizando mis manos hacia arriba por su pecho, mis dedos pararon en el nudo de
su corbata. Mantuve mis ojos enfocados firmemente en los suyos mientras la
desataba. Con un tirón, la deslicé de su cuello y la dejé caer sobre su muslo
expuesto.
—Mia, todo lo que necesitas está descubierto delante de ti —protestó Aj.
Ignorándolo, entonces comencé a deshacer los botones de su camisa. Poco
a poco trabajé hasta su cintura. Cuando terminé, abrí su camisa, exponiendo su
pecho desnudo y dándole banquete a mis ojos ante el paquete de seis sobre el cual
había fantaseado en mi mente. Llevé mis manos de arriba a abajo por su pecho.
—Lindo, ¿te ejercitas mucho? —pregunté burlonamente.
Él me lanzó una mirada de muerte.
—De vez en cuando.
Sonreí antes de agarrar la corbata. Tomando sus manos, la envolví
alrededor de ellas y lo até.
—¿Mia? —preguntó.
Señalándole encima de su cabeza, lo instruí.
—Levanta tus manos.
—¿Qué?
—Agárrate de la barra.
—Bieeen —contestó, rodando sus ojos.
Cuando Aj tiró y descubrió que estaba atrapado, sus ojos se ampliaron.
Página
estaba agachada sobre él. Agarré el resto de la corbata alrededor y la anudé.
113
Una vez que sus manos estuvieron sobre la barra, me levanté de donde
—¿Qué jodidos estás haciendo?
—Exactamente lo que te dije antes, estoy haciéndolo a mi manera contigo.
Así que siéntate, cierra la boca, y disfrútalo. —Tomando un pequeño puñado de
hielo del mini-bar, puse unos cuantos trozos en mi boca. Atrayendo uno entre mis
dientes, empecé a provocar un lento sendero desde la barba hasta el cuello de AJ,
sobre su manzana de Adán, hasta abajo hacia unos de sus pezones. Y luego soplé a
través de la piel húmeda.
—Oh, joder —murmuró, tirando sus caderas.
Redondeé su pezón izquierdo, hasta que se puso duro y erecto, antes de
que yo pasara hacia el derecho. AJ continuó levantando sus caderas, frotando su
erección contra mí estómago. Me alejé para que ya no pudiera conseguir la fricción,
haciéndolo gemir en frustración. Trabajando lentamente hacia abajo, continué con
el cubo restante sobre su estómago, causando que sus músculos se apretaran bajo
mi toque. Cuando miré arriba hacia él, su pecho se expandió con fuerza.
Agachándome, mi cabello cayó sobre su regazo mientras rastrillaba mis uñas de
arriba a abajo en la parte superior de sus muslos. Presioné tiernos besos a lo largo
de los tensos músculos de su abdomen.
—Mia…
—¿Qué nene? —pregunté.
—Deja de provocarme.
—Oh, ¿te estoy provocando? —pregunté, antes de soplar aire frió a través
de su estómago.
Todos los músculos de su cuerpo se tensaron y casi estaba temblando con
deseo reprimido.
—¿Qué eres, un hombre de las cavernas? ¿No puedes hablar una oración
completa?
Página
Resoplé.
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—Chupa. Mi. Polla.
Gruñó cuando tiró contra la corbata. Si continuaba haciéndolo, se soltaría.
Con las yemas de mis dedos todavía rastrillando sobre sus muslos, dije:
—Lo haré si me preguntas amablemente.
Sus ojos oscuros brillaron con rabia.
—¿Chuparías mi polla?
Con un sonido de negación, contesté:
—No dijiste la palabra mágica.
Un gruñido retumbó en su pecho.
—¡Por favor. Por todo lo que es sagrado, por favor, por favor, chupa mi
polla!
Sonreí.
—¿Era tan difícil? —Tomé su polla en mi mano—. Sé qué es esto. —
Echando un vistazo hacia él, le di mí mejor mirada incrédula de inocencia mientras
me levantaba y lentamente me ponía a horcajadas sobre él—. Abre tu boca. Dame
tu lengua. —Cuando tímidamente sacó su lengua, la chupé en mi boca. Después
de girar mi lengua con la suya, me alejé para murmurar contra sus labios—: ¿Es
esto lo que quieres que te haga? Aquí abajo. —Apreté mis dedos con más fuerza
alrededor de su eje.
—Sí… por favor hazlo, Mia.
Me deslicé de su regazo y regresé sobre mis rodillas. Puesto que todo el
hielo ya se había derretido, puse otro cubo en mi boca mientras trabajaba mi mano
sobre su erección. Una vez que me tragué el hielo, aplané mi lengua contra él,
deslizándola desde la base hasta el eje. AJ se estremeció. Rodeando su polla,
continué lamiéndolo como a un helado, mientras que solo le permitía a mi lengua
—Ya es suficiente. Por favor chúpame más fuerte, Mia.
Página
tratando de calzarse en mi boca.
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dar juguetones movimientos a través de la punta. AJ tiró hacia arriba de sus caderas,
Estreché mis ojos antes de soltar su polla.
—Tú no estás al mando, ¿recuerdas?
Tras agarrar otro trozo de hielo del enfriador, comencé a lamer y
mordisquear un hielo, trazando un sendero del interior de uno de sus muslos
mientras mi mano frotaba un cubo a lo largo del otro. Cuando alcé la vista hacia él
otra vez, la mandíbula de AJ se apretó, y pude ver la lujuria frustrada quemando
en sus ojos.
Decidiendo finalizar su sufrimiento, tomé solo la punta de su polla en mi
boca y succioné con fuerza.
—Finalmente. ¡Joder sí! —lloró AJ, sus ojos rodando hacia atrás. Dejándolo
caer libre de mi boca, entonces soplé sobre la delicada cabeza reluciente con mi
saliva—. Jesús, me estas matando. No pares de chuparme. Por favor.
—Solo acabo de comenzar, nene. —Con mi mano, lo acaricié fuerte y
rápido por unos cuantos minutos antes de traerlo de vuelta a mi boca. Mientras me
mecía de arriba a abajo en un ritmo frenético, sus gemidos y maldiciones se
hicieron eco a través de la limosina. Sus manos tiraron de sus ataduras, mientras
los músculos en sus bíceps sobresalían con el esfuerzo por liberarse. Sabía que
quería más que nada ser capaz de agarrar sus manos en mi cabello y joder mi boca
con su polla. Pero eso no iba a suceder. Cada vez que trataba de tomar el control
del ritmo, me retiraba, enviándole estremecimientos de frustración. Un brillo de
sudor había estallado a lo largo de su pecho desnudo.
—Tan bueno… oh nena, amo tu boca.
Cambiando la posición, llevé mis dedos a su base. Torciendo mi mano de
adelante hacia atrás como si estuviera abriendo una botella, alternaba entre la
lengua y succionar con fuerza la punta. La saliva que cayó de mis labios, se deslizó
dije:
—Hacerte esto… me hace estar tan jodidamente mojada.
Página
suave con mi mano, mientras bombeaba de arriba a abajo. Mientras me retiraba,
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hacia abajo por su longitud, permitiendo a mis dedos darle un remolino aún más
Los ojos de AJ se expandieron ante mi comentario.
—Desátame, y te haré gritar.
Negué con mi cabeza lentamente de lado a lado.
—Nop. No sucederá.
Deslicé mi mano libre bajo mi vestido y dentro de mis bragas. Mientras me
acariciaba a mí misma, miré hacia AJ.
—Mmm, me gusta llevarnos al límite a ti y a mí al mismo tiempo.
—Jodido infierno —maldijo, sus parpados caídos observando mis
movimientos.
—¿Pero se supone que esto es sobre ti, verdad? —Saqué mi mano de mis
bragas y llevé mis dedos a sus labios—. Chupa por favor.
No necesité decírselo dos veces. Su lengua salió como una flecha para lamer
mis dedos antes de que los sorbiera en su boca.
—Todavía sabes increíble.
—Tú también —murmuré, antes de tomarlo de regreso en mi boca,
rozándolo ligeramente con mis dientes. No pasó mucho tiempo antes de que
comenzara a tensarse.
—Oh joder… ¡oh sí! —AJ arqueó sus caderas mientras yo lo liberaba de mi
boca. Pruebas negativas o no, no estaba preparada para ir ahí con él aun.
Levantando mis rodillas, rápidamente llevé mi boca a la suya mientras bombeaba
mi mano en su polla. Succionando su labio inferior, respiré contra su boca:
—Estoy tan excitada ahora mismo. —AJ soltó un gruñido mientras llegaba
sobre su estomagó. Lo tiré hacia atrás y encontré sus ojos, los cuales eran una
—Gracias.
El pecho desnudo de AJ se levantó en risa.
Página
—Jesús, Mia, no puedo moverme. Jodidamente me destruiste.
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mezcla de satisfacción y deseo puro.
—No, gracias a ti.
Me levanté y empecé a desatar sus manos. Cuando terminé, le entregué
algunas servilletas y agaché mi cabeza hacia la suya.
—Entonces señor machismo, ¿es realmente tan malo ceder el control de
vez en cuando?
—Creo que no. —Cuando le fruncí los labios, sonrió—. Está bien, es
jodidamente increíble.
—Me alegra que pienses así.
Mientras se limpiaba, seguía mirándome de vez en cuando.
—¿Qué? —pregunté.
—La retorsión y la succión… nunca había tenido algo como eso.
Rodé mis ojos y sonreí a pesar de mí misma.
—¿Aún estás maravillado por una mamada?
—¿Una como esta? Joder sí.
—Supongo que debería tomar eso como un gran cumplido.
Él sonrió y asintió.
—Oh sí.
Después de todo lo que había pasado con los engaños de Dev, las palabras
de AJ significaban más de lo que él podría saber, especialmente teniendo en cuenta
que solo estaba volviendo al juego. AJ acababa de terminar de re-arreglarse su ropa
cuando nos detuvimos en el estacionamiento de su edificio. Cuando Benny abrió
la puerta para nosotros, seguí a AJ en el pavimento. Mientras que yo apenas podía
ver a Benny sin que mis mejillas se llenaran de vergüenza, AJ le dio un abrazo de
—Vamos. Déjame mostrarte mi vista.
Página
Con una sonrisa, AJ entonces tomó mi mano.
118
hombres y le susurró algo en su oído. Benny sonrió y asintió.
Traducido por Carmenlu
Corregido por Angeles Rangel
C
uando acompañé a Mia por el vestíbulo de mi edificio, posé
mis ojos en ella, viendo cómo apreciaba todo. Era un lugar
bastante impresionante, si lo digo yo. Todos nosotros los
chicos teníamos apartamentos en la ciudad, para tener un lugar donde dormir cerca
del aeropuerto y el estudio de grabación. Pero Bray y Lily vivían unos treinta
minutos al sur de la granja de Jake, prefiriendo el campo a la ciudad.
―¿Te gusta? ―le pregunté a Mia, mientras nos dirigíamos hacia el
ascensor.
―Es increíble. Sabes, algunos de los médicos del St. Joe’s viven aquí.
Cuando entramos en el ascensor, no estábamos solos. Después de deslizar
mi tarjeta de acceso para el pent-house, Mia terminó siendo aplastada con la
espalda contra la pared del auto mientras me apretaba contra ella. Mirando por
encima de ella, un mal pensamiento se me pasó por la mente. Inclinándome, le
susurró al oído:
―Sabes, te mereces un poco de venganza por ese truco que hiciste en la
gente.
―Ni siquiera lo pienses ―advirtió.
Página
Sus ojos se agrandaron mientras miraba alrededor del ascensor lleno de
119
limosina. ¿Tal vez no tengas nada sin estar atada?
Ignorándola, incliné mi cuerpo así lo que estaba por hacer estaba oculto de
la vista. Sumergiendo mí mano entre sus piernas, comencé a acariciarla sobre su
vestido. Ella abrió la boca antes de morderse rápidamente el labio. Presionado
contra la pared del fondo, no tenía a dónde ir y no podía hacer nada, sino estar a
merced de mi mano.
El ascensor sonó en el cuarto piso, y un hombre en un diplomático traje de
rayas, junto con una pareja de ancianos, se bajó. A pesar de que había más espacio,
no me moví. En su lugar, presioné el talón de mí mano contra el coño de Mia
mientras mis dedos presionaban con más fuerza contra su clítoris. Su mandíbula
apretada con la intención de no dejar escapar gemidos y gritos de sus labios. Su
pecho se movía y su respiración resoplaba fuera de su nariz. Una mezcla de placer
y furia ardía en sus ojos.
No me volteé porque la gente vería que mis pantalones eran una tienda de
acampar. Ver a Mia, incluyendo lo que le estaba haciendo, era tan jodidamente
caliente. Su cabeza cayó hacia atrás contra la pared, y supe que estaba cada vez más
cerca de llegar, y no había nada que deseara más que llevarla al borde del abismo.
Pero cuando la última persona se bajó en el piso veinte, Mia me miró, sus
ojos oscuros intermitentes de rabia. Tan pronto como las puertas se cerraron, me
empujó lejos de ella.
―¡Tú, jodido idiota!
―No finjas que no te gustó ―repliqué.
―Estábamos en público.
―Y ese hecho solo te puso incluso más húmeda. Demonios, podía sentirlo
a través de tu vestido. Estabas tan cerca de llegar.
Golpeando sus palmas contra mi pecho, me empujó de nuevo, enviándome
―Este ascensor tiene cámaras también, ¿no?
Le di mí sonrisa.
Página
antes de que caminara hacia mí. Me miró con desprecio.
120
a estrellarme contra la pared opuesta del ascensor. Sus fosas nasales se abrieron
―Creería que sí.
En un instante, ambas manos se acercaron y me preparé para que me
golpeara o estrangulara. Ni siquiera iba a defenderme, porque me lo merecía. En
cambio, agarró mi camisa antes de romperla, enviando a volar los botones al suelo.
Sus brazos se deslizaron alrededor de mi cuello, tirando del cabello en la base del
cuello.
―Entonces démosles un verdadero espectáculo. ―Sus labios bajaron
contra los míos, y le di la bienvenida al calor de su lengua en mi boca.
Agarrándola por el trasero, la levanté y puse sus piernas alrededor de mi
cintura. Nos di la vuelta, inmovilizándola contra la pared. Con una mano, los dedos
de Mia se sacudieron a través de mi cabello tirando casi dolorosamente de las
hebras, mientras que la otra se deslizó entre nosotros para acariciar mi polla sobre
mis pantalones. Gemí en su boca, lo que la hizo frotar aún más duro. Bombeé mis
caderas contra su mano, trabajando la fricción a mi favor. Me di cuenta que si
seguía, iba a volar mi carga allí mismo, en mis pantalones, lo cual no nos haría
ningún bien a cualquiera de nosotros. Quitando la mano de Mia de mi polla, la guie
entre sus piernas. Tirando sus labios de los míos, los ojos de Mia se abrieron y
brillaron de deseo cuando utilicé sus propios dedos para acariciarla sobre sus bragas
empapadas.
―Mmm ―gimió, meciendo sus caderas.
Verla llegar a sí misma era caliente como el infierno, pero cuando la
campana del pent-house sonó a nuestro arribo, fui sacado de mi bruma sexual.
Cuando quité mi mano, Mia gritó en protesta.
―Lo siento, pero tenemos que irnos, amorcito mío.
―Sí, pero eso es lo que iba a hacer ―respondió con una sonrisa perezosa.
me suba a este maldito ascensor.
Página
―Por tu culpa, probablemente haré combustión al instante, cada vez que
121
Tiré la cabeza hacia atrás y reí.
Sosteniendo a Mia con una mano, agarré mi tarjeta con la otra, y luego nos
tambaleamos a través de las baldosas de mármol del umbral del vestíbulo. Una vez
que estuvimos dentro del pent-house y las puertas del ascensor se cerraron, los
hambrientos labios de Mia volvieron a los míos. A ciegas, hice mi camino a la sala
de estar. Cuando me encontré con el sofá, acomodé a Mia sobre el reposabrazos.
Mientras que su torso yacía a través del cojín, la mitad inferior estaba elevada
exactamente donde la necesitaba. Mientras sus piernas colgaban sobre el borde,
subí el dobladillo de su vestido. Tiré de sus bragas y las arrojé por encima de mi
hombro. Entonces me liberé a mí mismo de mi camisa.
―¡Date prisa AJ! ―demandó, envolviendo sus piernas alrededor de mis
caderas y acercándome más.
―Paciencia, amorcito mío ―murmuré, antes de hurgar en mí bolsillo
trasero por mi cartera. Después que saqué el condón, necesitaba una mano libre,
así que lo puse entre mis dientes para mantenerlo a salvo. Me apresuré a
desabrochar y bajar la cremallera de mis pantalones y empujarlos hacia debajo de
mis caderas. Rasgando el condón para abrirlo, lo deslicé.
Con un duro empuje, me enterré profundo hasta bolas en su interior.
―Oh AJ ―gimió debajo de mí. Ninguno de los dos sabía cómo tomar las
cosas con calma, así que en su lugar, golpeé dentro de ella. Agarrando sus muslos,
envolví mis brazos debajo de sus rodillas y los usé para hacer palanca para llevarme
más y más profundo dentro de ella.
Una vez que Mia se vino, me concentré en mi propio placer, golpeando
más y más duro en su interior. A ella no parecía importarle lo duro que era. En
cambio, se mantuvo jadeando y gimiendo de placer. Cuando se vino por segunda
vez, sus paredes se apretaron contra mi polla causando que me viniera.
encontré que Mia estaba acariciando amplios círculos a través de mi espalda. Me
aparté para sonreírle.
Página
Cuando me pude enfocar nuevamente en el mundo que me rodeaba,
122
―¡Mia! ―chillé, antes de colapsar sobre de ella.
Ella me devolvió la sonrisa.
―¿Alguna vez vamos a tener sexo en la cama?
Me eché a reír.
―Yo digo que tomemos una ducha rápida y entonces la próxima vez
comenzaremos en la cama.
Un pequeño ceño apareció entre sus cejas.
―¿Quieres decir que no estás listo para que me vaya?
―Jesús, no. ¿Qué demonios te dio esa idea?
Se encogió los hombros.
―Solo pensé que desde quje ya habíamos terminado…
Ahuecando su rostro entre mis manos, le dije:
―Mia, nena, no planeo que terminemos hasta la mañana... tal vez mañana
por la tarde.
Sus ojos oscuros se abrieron.
―¿Quieres que me quede esta noche?
―Por supuesto.
―Simplemente no me lo esperaba.
―No soy uno de esos idiotas que desecha una chica una vez que ha
terminado de follar con ella. Además que el sexo por la mañana sucede que es una
de mis cosas favoritas ―respondí con honestidad. Aunque es un poco molesto,
pude ver por qué Mia pensaría que era el tipo de chico de Wham-bam desde era
un músico famoso. Era cierto que no he traído a un montón de mujeres aquí. Hice
el pasado, mi casa había sido reservada para las mujeres con las que tenía una
relación, aquellas en quienes confiaba. Mientras que Mia no encajaba técnicamente
en esa categoría, yo estaba feliz de hacer un espacio para ella. Debido a su carrera,
Página
habitaciones de hotel. Fuera de la carretera, era un montón más quisquilloso. En
123
la mayor parte de mis folladas de una noche en el camino al autobús o en
su familia, y sobre todo su ardiente personalidad, había demostrado ser única en su
tipo.
Inclinándome hacia delante, la besé intensamente.
―¿Así que te quedarás?
―Uhm, está bien.
―Bueno. Ahora vayamos a tomar esa ducha.
Tomándola de la mano, la levanté del sofá. Le aparté el cabello de su rostro
y le di un lento y prolongado beso, uno que esperaba le demostrara lo mucho que
la quería conmigo.
Cuando me alejé, la tomé de la mano y empecé a caminar por el pasillo.
―Realmente quiero ver tu apartamento ―protestó.
―Después de la ducha.
―Como si fueras a estar de ánimo para un gran paseo entonces. Ya estás
desnudo ―murmuró.
Me reí y le di una nalgada juguetonamente.
―Me conoces demasiado bien.
Una vez que estuvimos dentro del baño, cerré la puerta detrás de nosotros.
Después me acerqué a Mia, mis manos se dirigieron inmediatamente a la
cremallera de su vestido. Cuando se agrupó en un susurro con sus pies, se quedó
solo en su corpiño desde que felizmente había arrojado sus atrás en la sala de estar.
―Abriré la llave, mientras te quitas eso ―le dije, señalando su pecho.
Sabía cuál era mi camino alrededor del sujetador, pero eso parecía el camino difícil.
puerta abierta. Mirando sobre mí hombro, noté que Mia estaba todavía congelada
contra la encimera.
Página
Abrí el agua, dejando que la ducha se llenara de vapor. Entré, pero dejé la
124
―Está bien ―susurró.
―¿No vienes?
Dio un ligero asentimiento antes de quitarse el corpiño. Una vez que estuvo
completamente desnuda, entró en la ducha. Con sus brazos torcidos en los codos,
sus manos descansaban bajo su barbilla, cubriendo sus pechos.
―¿No me digas que estás siendo tímida ahora?
―No ―murmuró.
―Entonces, ¿cuál es el problema?
―Es solo... ―Cerró los ojos como si estuviera sufriendo―. Es la primera
vez que me ves completamente desnuda.
―Y es un espectáculo jodidamente increíble. ―Cuando no me miró, tomé
su barbilla en mis dedos―. Oye, ¿qué está pasando en esa cabezota tuya?
Suspiró.
―Mira, lo siento. Sé que esta es probablemente mi propia mierda que estoy
proyectando en ti. Pero tengo un presentimiento sobre el tipo de chicas con las que
generalmente sales, esbeltas modelos rubias que son talla cero, con perfectas tetas
falsas y que no tienen nada de celulitis.
Me eché a reír.
―Hombre, realmente no me conoces en absoluto, ¿verdad? ―Cepillando
su cabello fuera de su cara, acaricié su mejilla―. Te lo dije en Mama Sofía, me gusta
que la gente sea real, quiero las mismas cosas en las mujeres que salgo también.
Figuras reales, no algunas figuras plásticas como palillos.
Ella me miró con sorpresa.
―Lo dices en muy serio, ¿verdad?
amante y golpearlo. Quiero decir, Mia confiaba en su trabajo, no pensó dos veces
antes de darme su boca ráída, pero era completamente incapaz de creer lo sexy y
Página
En ese momento, no quería nada más que cazar a su idiota ex-prometido y
125
―Sí, lo hago.
hermosa que era. No había manera de que siempre se hubiera sentido de esa
manera. No, ese idiota le había hecho esto, no solo estuvo con otra mujer y rompió
el corazón de Mia, había tomado aún más de ella cuando la despojó de su confianza.
Sacudiendo la cabeza lentamente hacia mí, respondió:
―Justo cuando creo que todos los hombres son iguales... Realmente eres
demasiado bueno para ser verdad, ¿lo sabes?
Asentí.
―Es una maldición en realidad ―le contesté, tratando de aligerar el
ambiente.
Una sonrisa curvó sus labios.
―Lo siento por ser tan neurótica. Todo esto de volver al juego tiene mi
cabeza dando vueltas.
―¿Qué tal si te dejo lavar mi espalda... y mi polla?
Ella se echó a reír.
―Es un trato.
La luz del sol de la mañana entró a través de mis cortinas. Gimiendo, llevé
mi mano a mis ojos para protegerlos. Normalmente recordaba cerrarlas antes de
irme a la cama. Entonces recordé qué me había hecho olvidarlo. Un delicioso rollo
de imágenes de la noche anterior brilló a través de mi mente. A pesar de que había
estado satisfecho varias veces, Mia era una droga adictiva, y quería más. Dándome
la vuelta, me encontré el otro lado de la cama vacío. Volteando hacia atrás, me di
maravillosos aromas asaltaron mi nariz.
Página
estaba a punto de conseguir estar totalmente enojado con Mia por abandonarme,
126
cuenta que la puerta del baño estaba abierta, así que ella no estaba allí. Justo cuando
Santa mierda, ¿me estaba preparando el desayuno? Olí el aire un par de
veces. Mi pecho se contrajo cuando me di cuenta de que el celestial olor eran más
específicamente huevos rancheros. Mia me estaba haciendo un desayuno
mexicano. Ahora eso era una mierda real justo ahí. No pude evitar sacudir mi
cabeza con incredulidad. Mia no solo era una diosa del sexo que conocía su camino
alrededor de una polla, sino que maldición, si no sabía cómo cocinar, también.
Quiero decir, ella podría encargarse de dos de los más grandes apetitos que tengo,
sexo y comida.
Arrojando atrás las colchas, me apresuré fuera de la cama. Me puse unos
boxers antes de dirigirme por el pasillo. Echando un vistazo en la cocina, me
encontré a Mia en la estufa. Mi desinflado palo26 vibró de nuevo a la vida a la vista
de ella vestida con una de mis camisetas con solo sus bragas de encaje negro, de la
noche anterior.
―Buenos días ―le dije.
Saltó antes de girarse. Sacudió la espátula contra su pecho.
―Mierda, me asustaste.
―Lo siento. Es solo que, me desperté y te extrañé en la cama.
Mia miró el bulto en mis pantalones cortos.
―Hmm, creo que ahora sé por qué me estabas extrañando.
Me reí antes de señalar hacia la estufa.
―¿Eso que huelo son realmente Huevos Rancheros?
―Sí, lo son. ―Ella me dio una sonrisa juguetona―. Vaya, vaya, te ves
Me eché a reír.
Página
―Estoy sorprendido de verte cocinar y punto, menos que todo esto.
127
sorprendido de que una chica siciliana pueda cocinar algo mexicano.
26
Palo: Hace referencia al pene erecto.
―Una de mis amigas y primera compañera de apartamento era mexicana.
Yo aprendí de ella. ―Agarrando el zumo de naranja de la nevera, Mia sirvió dos
vasos grandes―. Sabea, estoy un poco sorprendida de encontrar incluso comida en
la casa.
Tímidamente, me pasé la mano por el cabello de recién levantado.
―Sí, mi mamá tiene el crédito por eso. Cuando vengo a la ciudad se asegura
de llenar la nevera y la despensa.
―A ella le gusta echar a perder a su hijito, ¿eh? ―bromeó Mia. Alargó la
mano y pellizcó juguetonamente mi mejilla.
Le di un manotazo.
―Simplemente le gusta cuidar de mí desde que me voy por mucho tiempo.
No pasa tanto tiempo conmigo como con sus otros hijos. Quiero decir, Antonio
sigue viviendo en la casa y desplazándose al Tecnológico y mi hermana, Cris, vive
a solo dos calles.
Mia sonrió.
―Creo que es dulce que cuide de ti como lo hace. Me hace pensar en algo
que mama Sofía haría por mí.
Cuando la expresión de Mia se entristeció, decidí que necesitábamos un
cambio de tema.
―Sabes, realmente estoy detallando tu atuendo.
Con un bufido exasperado, se apartó un mechón de cabello de la cara.
―Sí, es un poco menos de lo que usualmente visto cuando cocino, pero
ninguno de tus boxers me queda bien. ―Me lanzó una mirada por encima del
Página
Poniéndome en cuclillas, Agarré sus caderas y le di la vuelta.
128
hombro antes de fruncir el ceño―. Mi culo es demasiado grande.
―Nunca, nunca cuestiones tu fantabuloso culo en mi presencia. ―A lo
largo de la piel expuesta, le di un golpe a uno de los perfectos globos antes de
acariciarlo, con mis dientes―. Sabe tan bueno como se ve.
―¡AJ!
―En serio, Mia, este culo es la perfección y uno del cual estar orgullosos.
Ella se rio.
―No sabía que tenía que empezar a contar como un activo.
―Deberías. ―Mis manos dejaron sus caderas para amasar sus dos
cachetes―. Podría pasar horas con él y nunca me cansaría.
―No me di cuenta que eras un hombre de culos.
―Oh, le doy la misma oportunidad a los muslos y tetas también.
Mia se quejó. Moviéndose en mis brazos, me miró.
―Vamos, todo está listo y tienes que comer.
―Sé qué quiero comer ―murmuré, empujando mi nariz en la unión de
sus muslos. Serpenteé mi lengua contra la tela de encaje negro.
Un grito ahogado se escapó de sus labios. Entonces sus dedos llegaron a
envolver los mechones de mi cabello, tirando de mí cabeza para mirarla. A pesar
de que sus párpados estaban entrecerrados con el deseo, exigió:
―Desayuno primero.
Mi estómago rugió, así que tiré de mí parándome del suelo.
―Manejas un duro trato.
Mientras hacia mi camino a la mesa, se detuvo detrás de mí, con nuestros
―Mierda, olvidé la fruta.
―Así está bien.
Página
nuevo.
129
platos en la mano. Justo cuando estaba a punto de sentarse, se echó hacia atrás de
―No, necesitas un buen desayuno equilibrado.
El corazón se estrujo un poco ante su preocupación por mi bienestar. A
pesar de que debería haberla esperado, la comida parecía demasiado tentadora.
Después de tomar un gran y vaporoso bocado, gemí en éxtasis.
―Maldición, Mia, esto está divino.
Se rio y cerró la nevera.
―Gracias.
Devoré otros dos bocados antes de regresar. Cuando Mia se inclinó sobre
mí para acomodar el frutero abajo, su cabello oscuro barrió frente a mi cara,
enviando el dulce aroma del jazmín a mi nariz. Mientras se alejaba, mi mano
accidentalmente rozó su pecho. Supe entonces que no quería otro bocado del
desayuno hasta que la hubiera tenido.
Se volvió para irse, pero la tomé de la mano, tirándola de regreso a mí.
―AJ, ¿qué estás haciendo?
Palmeando su pecho a través de la camiseta, contesté:
―Planeando follarte como quería primero cuando me desperté esta
mañana.
Alejó mi mano con un golpe.
―Jesús, Neandertal, ¿no puedes esperar hasta que hayas comido?
Le di una sonrisa maliciosa.
―No, porque planeo tener algo más qué comer primero. ―Puse mi plato
a un lado. Agarrándola por las caderas, alcé a Mia en la mesa enfrente de mí.
―Uumph ―murmuró, dándome una mirada asesina. Después que deslicé
todos esos problemas para hacerte el desayuno.
Página
exasperante ninfómano! ―resopló. Cuando le sonreí, puso los ojos―. Pasé por
130
sus bragas, le apoyé los pies en cada uno de los brazos del sillón―. ¡Eres un
―Puede ser recalentado. ―Agarré el dobladillo de su camiseta. Mirando
alrededor, Mia mordió su labio inferior. Esta vez, sin decir una palabra, supe que
estaba asustada de que la viera en la luz―. Eres jodidamente hermosa, cada
centímetro. ¿Lo oyes alto y claro? ―gruñí, antes de quitarle su camiseta. A la vista
de su exuberante cuerpo enfrente de mí, gruñí―: Dios, lo que me hace solo verte.
―Gracias ―murmuró. Era como si todavía no pudiese creer que fuera
cierto. ¿Cómo podía no creer cuán jodidamente hermosa y sexy era? En ese
momento, supe que quería conseguir de alguna manera hacerle entrar su dura
cabeza que era una belleza hasta el desmayo en tantas maneras y no solo
físicamente.
Echando un vistazo al frutero, un mal pensamiento se me pasó por la
mente. Saqué un trozo de piña. Ahuecando la mejilla de Mia con mi mano, lleve
un pedazo a sus labios.
―Come ―le ordené. Lamiendo sus labios, me miró antes de inclinarse.
Cuando mordió la piña, el jugo escurrió por su barbilla y goteó sobre su pecho.
Mientras masticaba, pasé mi lengua por su barbilla, absorbiendo la humedad.
Luego lamí un pegajoso rastro bajo su cuello para absorber el jugo restante. Estar
tan cerca de sus pechos era demasiado tentador, así que chupé un pezón dentro de
mi boca.
―Mmm, AJ ―murmuró, sus dedos retorciéndose a través de mi cabello.
Alternando entre lamer y chupar, me burlé del pezón endurecido. Luego
empecé con el otro pecho de Mia, pero ella se apartó, tratando de alcanzar el
frutero. Ella trajo una fresa a mis labios, y le di un mordisco. Después que terminé
de masticarla, chupé la otra mitad en mi boca. Deslicé la parte sin comer debajo de
su pecho y sobre su estómago. Su respiración se detuvo cuando llegué a la unión
de sus muslos. Ensanchando sus piernas, metí mi cabeza entre ellas.
la mesa. Ladeó la cabeza y me miró, su ceño arrugado.
Página
―Shh ―murmuré, empujando la parte superior de su cuerpo abajo contra
131
―AJ, ¿qué estás haciendo? ―preguntó con voz aterrorizada.
Volviendo a su muslo izquierdo, deslicé la fresa contra su piel. Sus piernas
temblaron cuando repetí mis movimientos en su muslo derecho. Entonces llevé mi
boca a su centro, rozando la fresa contra su sensible protuberancia. Jadeó con
placer. Yendo por el oro, llevé un dedo y lo deslicé en su interior.
―AJ ―gimió, levantando sus caderas mientras trabajaba un segundo dedo
dentro de ella. Al mismo tiempo, me mantuve frotando su clítoris con la fresa―.
¡Oh joder! ¡Oh sí, me estoy viniendo! ―chilló. Sus manos volaron a agarrar
momentáneamente el borde de la mesa antes de llevar ambas a acunar sus pechos.
Sus caderas se sacudieron y comenzó a murmurar mi nombre una y otra vez.
Cuando sus paredes terminaron de cerrarse alrededor de mis dedos, me
retiré de ella.
―¿Estás bien, amorcito mío?
Lamiendo sus labios, negó con la cabeza.
―Llévame a la cama, AJ ―suplicó.
―Creí que nunca lo pedirías. ―Me puse de pie, pateando la silla de detrás
de mí. Agarrando las caderas de Mia, la arrastré hasta el borde de la mesa. Envolvió
sus piernas alrededor de mí, y la alcé. Llevé a mi boca de nuevo a la suya, besándola
febrilmente. Cuando llegué al pasillo, parecía que la habitación estaba a kilómetros
de distancia. Luché contra el impulso de empujar a Mia contra la pared y tomarla
allí mismo. Pero ella se merecía algo mejor que eso.
Cuando llegué al dormitorio, la acomodé suavemente sobre el colchón.
Llegando alrededor de mi espalda, me tiró encima de ella. Mi polla se frotó contra
su húmedo calor, causando que los dos gimiéramos.
―Espera, tengo que conseguir un condón. ―A la velocidad del rayo,
agarré uno de la mesita noche y estuve de vuelta en sus brazos. Mia abrió sus
En lugar del sexo salvaje que habíamos tenido antes, esto fue lento, tierno
y… sincero. Causó que una gran variedad de emociones ondularan través de mí.
Página
el cielo, y gemí de placer.
132
muslos para mí, y me posicioné entre ellos antes de entrar en ella. Se sentía como
Mientras mantenía mis ojos en los suyos, las caderas de Mia rosaban para encontrar
mis embestidas. Sus quejidos y gemidos me pusieron caliente como el infierno,
pero me contuve, se sentía demasiado bien para terminarlo rápido.
Cuando Mia llegó, sus brazos me apretaron más fuerte contra ella. Sus
gritos resonaron en la habitación, pero amé cuando dijo mi nombre. No tomó
mucho tiempo antes de que me tensara y me viniera en su interior. Después de que
terminé, no me alejé inmediatamente de ella. En su lugar, la dejé continuar
trazando perezosos círculos con sus dedos en mi espalda mientras hundía mi cara
en su cuello. Aspiré su suave piel y olí algunos pequeños restos de su perfume
mezclado con el varonil gel de baño que había utilizado en ella anoche en la ducha.
Los sedosos mechones de su cabello me hicieron cosquillas en la nariz, y rose un
sendero de besos sobre su cuello y barbilla, y lentamente de regreso a su boca.
Empujé mi lengua dentro, buscando su calor. Después de un delirante beso, mi
teléfono sonó sacándome de mi nebulosa post-sexo.
―Mierda ―me quejé antes de salir de ella. Busqué mi teléfono a lo largo
de la mesita de noche antes de darme cuenta de que tenía que estar en los bolsillos
de mis pantalones. Caminé por el pasillo hasta encontrarlos en el sofá. Tenía una
llamada perdida de Jake, así que lo llamé de vuelta,
―Oye hombre, ¿dónde estás? ―preguntó Jake.
―En casa. ¿Por qué?
―Tenemos ensayo en el Eastman’s en quince minutos, ¿recuerdas?
Joder, me había olvidado de todo eso. Para celebrar nuestro éxito, haríamos
un show en el Eastman’s, el bar donde tocamos por primera vez juntos como una
banda.
―Sí, como que me había olvidado de eso. Estaré ahí tan pronto como
―Muérdeme el culo, imbécil.
Página
―Será mejor que tu culo esté aquí tan pronto como sea posible, idiota.
133
pueda, ¿de acuerdo?
Jake se rio entre dientes antes de colgar el teléfono. Por el rabillo de mi
ojo, vi las bragas de Mia en el suelo de la cocina. Las tomé y me dirigí por el pasillo.
Cuando entré en la habitación, la cama estaba vacía. Encontré a Mia vestida en el
baño y lavándose la cara.
―Me imaginé que la llamada significaba que tenías que irte.
Asentí.
―Tenemos ensayos en quince minutos.
Mirando mi cuerpo desnudo, Mia sonrió.
―Será mejor que te des prisa.
―Puedo lanzarme algo muy rápido. ―Cerré la distancia entre nosotros―.
No querría la ducha de todos modos. Quiero oler como tú el resto del día.
Dándose la vuelta, envolvió sus brazos alrededor de mi cuello.
―Diría que desde que usé tu varonil gel de ducha anoche, vas a oler a ti
mismo.
―Y sexo ―añadí con una sonrisa.
Se echó a reír.
―Sí y a eso.
Llevé a mis labios a los suyos, dándole un largo y prolongado beso. Cuando
me alejé, incliné mi cabeza hacia ella.
―Entonces, ¿puedo llamarte?
Mia titubeó antes de responder:
―Seguro.
de esos idiotas que dice eso y se va.
Página
―Sabes que si digo que te llamaré, lo digo en serio, ¿verdad? No soy uno
134
Después de otro beso, le dije:
Tristeza brilló brevemente en los ojos de Mia.
―Ya veremos.
―Ooh, me estás desafiando, ¿eh? ―Golpeé su culo juguetonamente―.
Sabes que amo un buen reto.
Mia sonrió.
―Llámalo como quieras.
―Solo te llamaré, ¿correcto?
Asintió.
―Pero... solo si quieres. ―Se inclinó y me besó de nuevo, antes de
empezar a caminar a la puerta.
―Espera ―llamé. Se dio la vuelta. Giré sus bragas alrededor de mi dedo―.
Olvidaste estas.
Las miró por un momento antes de mirarme de regreso.
―Consérvalas para que me recuerdes. ―Y con un guiño, salió de la
habitación.
Con una sonrisa, negué con la cabeza. De alguna manera me las arreglé
para encontrar a mi pareja en todos los sentidos posibles. Un día con ella nunca
sería suficiente. Demonios, dudaba que una semana fuera suficiente. Sabía que no
había manera de que pudiera dejar escapar a Mia cuando ella podría ser mi única
Página
135
y verdadera alma gemela.
Traducido por Lizzie
Corregido por La BoHeMiK
C
uando llegó el lunes por la mañana, me bajé de la cama antes
de que sonara el despertador con un renovado andar en mi
paso. En vez de maldecir al tráfico, canté junto a la radio.
Incluso me las arreglé para llegar diez minutos antes al
trabajo, lo que causó que la mandíbula de Dee cayera.
―Bueno hola. Mírate señorita engreída. Es una triste mañana de lunes,
pero estás aquí temprano y con una sonrisa en tu cara. Umm, humm. ―Chasqueó
los dedos hacia arriba y abajo―. ¡La señorita Mia recuperó su ritmo!
Me reí mientras lo pasaba por la sala de descanso. Cuando me di la vuelta
para poner mi bolso en mi casillero, Dee estaba en el camino de entrada, la mano
en la cadera. A pesar de haber conseguido todos los detalles jugosos de anoche, me
di cuenta de que estaba ansioso por más.
―No voy a discutir sobre AJ contigo ahora mismo.
―Hora de comer entonces. Quiero un lado travieso con mi ensalada.
Me eché a reír.
Página
Con varios pacientes graves en post operatorio, estábamos bastante
estrellados el resto de la mañana. Por supuesto, en medio de comprobación de
signos vitales y cambio de vías intravenosas, mi mente no pudo evitar desviarse a
AJ y nuestro provocativo fin de semana. Cada vez que lo hice, no pude evitar la
radiante sonrisa en mis labios y el cálido rubor llenando mis mejillas. Cuando la
hora del almuerzo rodó a las once, me dirigí a la sala de descanso. Los domingos
136
―Suena como un plan.
por la noche siempre los pasaba con mi papá y el personal en Mama Sofía, y siempre
volvía con ensalada para Dee y para mí.
Mientras tomaba el recipiente y algo para beber de la nevera, mi celular
sonó en mi bolsillo. Cuando lo saqué, los latidos de mi corazón se desataron en un
salvaje galope ante el nombre en el texto. Era AJ.
Las palabras, Te xtraño, estaban acompañados por una foto de él con su
labio inferior sobresaliendo. Cuando una risita escapó de mis labios, quise poner
los ojos ante mi ridículo comportamiento. Honestamente, apenas había estado lejos
de él veinticuatro horas, y ya tenía mucho efecto en mí.
Mis dedos trabajaron furiosamente sobre el teclado mientras escribía:
Hmm, no estoy exactamente segura de que cual cabeza tuya está
extrañándome.
Sonreí triunfalmente mientras golpeaba enviar. Estoy segura de que estaba
esperando alguna respuesta sincera o una cara triste “Yo también te echo de
menos”. Fue justo después de que hube terminado de salpicar aderezo italiano
sobre mi ensalada que mi teléfono sonó de nuevo. Tomé un bocado enorme de
pollo a la parrilla antes de abrir el texto. Cuando lo hice, empecé a ahogarme.
La cabeza de la polla de AJ apareció en la pantalla junto con las palabras:
¡Él te extraña aún más!
¡Santa mierda! Mi impresión me envió a un ataque de asfixia. Solo me
recuperé cuando mi teléfono sonó. No tenía que adivinar de quién se trataba. Sin
ni siquiera un hola, le susurré:
―¡No puedo creer que me acabas de enviar una imagen de tu polla!
La profunda risa de AJ resonó en mi oído, calentándome en lugares que no
debería.
―Buena idea. Tiene más sentido que la mantengas para ti misma para que
consigas llevar las noches de soledad.
Página
―No tienes nada de qué preocuparte en ese aspecto.
137
―A pesar de que probablemente podría hacer un montón de dinero con
eso, espero que te lo guardes para ti.
―¿Tienes un punto? Quiero decir, aparte de acosarme sexualmente en el
trabajo.
―Sí, lo tengo, en realidad. En primer lugar, quería que supieras que
realmente te extrañaba. Este fin de semana fue... fuera de los gráficos increíble y
fantástico.
Luchando por recuperar mi aliento, traté de dejar fuera los intensos
sentimientos rebotando a través de mí.
―Sí, estuvo bien.
AJ resopló.
―¿Bien? ¿Llamas a orgasmos múltiples hasta que apenas podías caminar
simplemente bien?
Me eché a reír.
―Está bien, está bien, estoy de acuerdo que increíble es un mejor adjetivo.
Ahora, ¿cuál es tu segundo punto?
―Quería saber si estabas libre la noche del viernes.
―Sí, lo estoy. ¿Por qué?
―Los chicos y yo estamos tocando en un show de reunión en el bar donde
empezamos. Pensé que ya que nunca nos has escuchado, o a mí, para el caso, ¿es
posible que desees venir?
―Lo siento. Oh, bueno, sí, eso suena bien.
―Ahí vas de nuevo con la palabra “bien”.
Página
―¿Mia? ―cuestionó AJ, a través de mi diatriba autocrítica.
138
Santa mierda. No solo quería volver a verme, sino que quería compartir la
mayor parte de su vida ―su música— conmigo. Ese hecho por sí solo tenía que
significar que nuestra pequeña cita de fin de semana era algo más que sexo
alucinante con él. No podía ni siquiera empezar a comprender el pensamiento de
que AJ Resendiz, baterista de Runaway Train, el sexo andante personificado con
miles de mujeres a la espera de hacerse cargo de sus necesidades, querría estar
conmigo otra vez.
Me eché a reír.
―Lo siento. Es solo algo que me tomó por sorpresa.
―Supongo que es difícil concentrarse en cualquier cosa una vez que te he
asaltado con un foto de mi polla antes de mediodía, ¿eh?
―Se podría decir que sí.
—Lo recordaré la próxima vez.
―Sí, guarda las fotos de tu polla hasta al menos el final de la tarde. La
noche podría ser mejor.
AJ se rio entre dientes.
―Tomaré nota de eso por seguro.
―Hablando en serio. Me encantaría verlos a ti y a tu banda actuar en vivo.
―Me alegro de oír eso. Nuestra actuación comienza a las ocho, y las cosas
serán bastante locas antes de eso. Odio no ir a recogerte, pero ¿crees que podrías
encontrarme allí?
―Claro, eso estará bien.
―Genial. ―Un largo silencio llegó de la línea antes de que AJ volviera a
hablar. Después de aclararse la garganta varias veces, me preguntó―: ¿Crees que
te gustaría cenar antes de eso?
La habitación parecía inclinarse y girar a mí alrededor. ¿Quería verme
antes del fin de semana? Sin duda, era solo sobre el sexo y no sobre llegar a
conocerme mejor. Eso tenía que ser. Tratando de jugar la carta estrictamente física,
le contesté:
―Oh ―murmuré.
Página
―En realidad, estaba pensando más en la línea de la cena en algún lugar
bonito y elegante como lo que hicimos antes.
139
―Supongo que realmente me extrañas demasiado si no puede esperar
hasta el fin de semana.
―Estando por tanto tiempo en la carretera, disfrutas de la cena, cuando no
sale de una caja o de algún restaurante de mala muerte.
Mi pulso palpitaba violentamente en mi pecho. Bueno, quería la cena y la
conversación, no el sexo directo. Cuando por fin encontré mi voz de nuevo,
respondí:
―Claro, me encantaría hacer lo de la cena de nuevo. Bueno, siempre y
cuando no sea en Mama Sofía. Quiero decir, si nos presentamos allí de nuevo, van
a tenernos ya comprometidos.
Con una carcajada, AJ respondió:
―Creo que se puede arreglar.
―Estoy libre mañana por la noche.
―Entonces mañana es. ―Al oír voces en el fondo, AJ dio un gruñido de
frustración―. Me tengo que ir, Mia. ¿Nos vemos mañana a las siete?
―Suena bien.
―Adiós.
―Adiós.
Mucho tiempo después de colgar, me senté aturdida y mirando a mi
teléfono. Solo levanté la vista cuando Dee irrumpió en la habitación.
―Lo siento, llego tarde ―dijo sin aliento, mientras se acomodaba en la
silla junto a mí.
―Está bien. Tenía hambre, así que empecé sin ti.
Página
Sonreí mientras le pasaba el plato de ensalada de pollo a la parrilla.
Inclinándose sobre mí, Dee agarró una botella de agua de mi bolsa. Antes de que
pudiera cerrar mis mensajes de texto, jadeó y agarró mi teléfono. Sus oscuros ojos
se desorbitaron.
140
―Veo cuanta.
―¡Maldiciooón, mira quién está recibiendo textos sexuales tan temprano
en el día! ―Levantó la vista del teléfono―. Debes de haber hecho una impresión
infernal si te está enviando esto.
Me encogí de hombros, tratando quitarle importancia.
―Solo estábamos bromeando.
―Esto ―dijo, mientras agitaba la foto de la polla de AJ frente a mí―, no
es sobre una broma. Sabes que nosotros nunca, nunca bromeamos sobre piezas de
premios de carne, y esto es sin duda uno de ellos. ―Dee llevó el teléfono enfrente
de sus ojos de nuevo―. Y demonios, ni siquiera está duro. No es de extrañar que
hoy estés caminando un poco raro.
―Estoy perfectamente bien, muchas gracias ―le espeté.
―Mmm, mmm, él te está extrañando y esa fabulosa vagina tuya se ha
acostumbrado tan pronto, ¿eh?
Me eché a reír.
―Tienes esa habilidad con las palabras.
―Lo intento.
Nos quedamos en silencio entonces. Después de tragar un bocado de la
ensalada gigante, Dee gruñó:
―Escúpelo, Mimi. ¿Qué es lo que quiere?
Cuando llené a Dee con la llamada de AJ, sus ojos se iluminaron.
―Está loco por ti.
―Estoy teniendo segundos pensamientos.
―Esto es serio, Dee. Es decir, volver a estar en el juego era una cosa, pero
un chico como AJ, un músico con una horda de mujeres a su entera disposición...
Página
Con una carcajada, lo golpeé juguetonamente en el brazo.
141
―Cariño, necesitas sacar una cita para una resonancia magnética porque
tú cabeza ciertamente necesita ser revisada. No hay manera de que yo pudiera decir
que no a esa polla.
―Sacudí la cabeza―. Me siento como que estoy emocionalmente poniéndome a
mí misma como un cordero al matadero.
―Y por otra parte, podrías terminar como la señora de AJ Reséndiz.
Solté un bufido.
―Disculpa, pero ¿quién necesita una resonancia magnética ahora? Quiero
decir, recuerdas que es a mí a quien le estás hablando, ¿cierto? La chica cuya
historia con los hombres es el equivalente figurativo a la batalla de Kennesaw
Mountain.
Dee puso los ojos.
―Tú y tu historia de nerds de Georgia.
Se inclinó hacia delante en la mesa sobre los codos, incliné mi cabeza hacia
él.
―¿De verdad crees que después de los últimos nueve meses de mi vida,
estoy para esto?
―Todos tenemos nuestro pasado y equipaje, Mimi. Es nuestra decisión si
dejamos que jodan nuestro futuro.
Con un suspiro de derrota, me froté los ojos.
―Bien, bien. En el fondo, sé que tienes razón.
Página
142
―Por supuesto que sí. ―Cuando lo miré, sonrió―. Hablando del futuro,
vamos a hablar de la pequeña y caliente ropa que vas llevar el viernes por la noche
para conseguir que los engranajes del señor Latin Lover se muelan de nuevo.
Traducido por Katt090
Corregido por Lizzie
T
amborileando mis dedos en mis jeans, esperé ansiosamente en la
estrecha sala del backstage del Pub Eastman’s, el lugar en donde
Runaway Train había empezado años atrás. Era una instalación
un poco diferente a nuestro usual escenario de concierto, pero
todavía se sentía tan jodidamente bien estar de vuelta aquí. Afuera en el bar, nos
esperaba toda una multitud de pie en la habitación. Pero un lleno completo era la
última cosa en mi mente. En su lugar una alta y deslumbrante morena ocupaba
todos mis pensamientos, la mayoría de los cuales eran por mucho clasificación X.
Cuando sentí una mano en mi hombro, sacudí mi cabeza. Abby se paró
frente a mí, su ceño lleno de preocupación. En español, preguntó:
Página
No quería admitirlo, pero me estaba metiendo jodidamente profundo con
Mia. Quería decir que era solo sobre el sexo, pero no era así. Lo que teníamos fuera
de la habitación era igual de bueno. La mierda de la que hablamos y reímos durante
la cena, la forma en que se sonrojó con cada pequeña burla y desafío que le di, era
jodidamente asombrosa.
143
Cenar con Mia la noche del martes condujo a un "casi no llegar a la cama,
dejando un camino de ropa esparcida por las escaleras de la casa de Mia” sexathon
de toda la noche. La única cosa que nos había detenido de irnos a todo el día
miércoles era que Mia tenía que ir a trabajar, lo cual lo arruinó totalmente.
Miércoles y jueves por la noche después de que ella saliera del trabajo, nos saltamos
la cena, nos fuimos directamente a follar, y ordenamos comida solo después de
curiosearnos a nosotros mismos el uno al otro.
―¿Qué pasa contigo?
Me encogí de hombros. Manteniendo nuestra conversación privada de los
chicos, le contesté en español:
―Nada. ¿Por qué?
―Luces extrañamente tranquilo y apacible.
―Solo en la zona para el show.
Abby me miró con recelo antes de que Jake se acercara y envolviera sus
brazos alrededor de su cintura.
―Chicos, ¿qué mierda hablan sobre mí en español?
Me eché a reír.
―Jesús, tal ególatra.
Jake sonrió.
―Siempre, hombre.
Un toc sonó en la puerta. Jeff, el reemplazo temporal de Frank como roadie
principal, abrió la puerta.
―Veinte minutos para la hora del show, chicos.
―Gracias hombre ―respondió Jake.
―Supongo que mejor conseguimos nuestra mesa ―dijo Lily, levantándose
del regazo de Bray. Él golpeó su trasero juguetonamente, lo que la hizo chillar―:
Cuidado señor.
Con un guiño, añadió,
―Mantendré mis ojos en ti, solamente viéndote a ti, toda la noche si
pudiera.
―Estás celoso de que tu fea polla esta toda triste y sola ―respondió Bray.
Página
―Jesús, entre ustedes dos y Abby y Jake, me están matando.
144
Rhys hizo un ruido de náuseas a mi lado.
Con un poco de arrogancia en su paso, Rhys respondió:
―No voy a estar solo por mucho tiempo esta noche.
―Sobre todo si las barracudas rubias se presentan ―dijo Lily, con disgusto.
Rhys sonrió.
―Ciertamente espero que lo hagan. ―Pellizcó mi brazo―. ¿Tú no?
―Uh... sí. Supongo.
Rhys me dio una mirada de “¿qué jodidos?” mientras Abby y Lily salían
por la puerta. Una vez que se fueron, preguntó:
―¿Tu falta de entusiasmo por los culos garantizados es porque estás
apostando por Kylie estando aquí esta noche?
Oh mierda.
―¿Va a venir? ―le pregunté con voz estrangulada.
Con una sacudida de su cabeza, Rhys contestó:
―La mamá de Lily tiene a los niños esta noche. Pero había pensado que te
dejaría saber vía texto sexual o alguna mierda.
―No estoy esperando joder con Kylie esta noche. ―Mi instinto me dijo
que si Mia y Kylie se encontraban, estaba jodido y no en una buena manera.
Jeff se paseó de nuevo en la habitación.
―Tengo a Abby y Lily en su mesa. ¿Necesitan algo?
Parándome de la silla, me acerqué a él.
―Sí hombre, tengo a una chica esperando afuera por mí. Se supone que
ella se presente en el bar. ¿Puedes traerla de vuelta aquí, así puedo verla antes del
show?
―¿Qué? ―espeté.
Página
Después de que Jeff cerró la puerta detrás de él, un silbido resonó en la
habitación. Me di la vuelta para ver a los chicos mirándome.
145
―No hay problema.
―¿Invitaste a una chica a nuestro show? ―preguntó Jake.
―Yo no llamaría a Mia exactamente una chica, ella es más de una mujer.
Los ojos de Rhys se agrandaron.
―Santa mierda, amigo, ¿estás viéndote con ella?
―Te dije que la conseguiría.
―Sí, lo pensé por la noche, pero eso fue hace una semana.
Jake y Brayden intercambiaron miradas perplejas.
―¿Quién carajos es Mia? ―preguntó Jake.
Con una sonrisa, Rhys respondió:
―Ella es la chica, eh, mujer... enfermera que les estaba diciendo derramó
la bebida sobre AJ y casi hizo estallar su carga en sus pantalones.
―Oh sip. ―Brayden se río entre dientes ―. Bonita.
Me encogí de hombros.
―Me gusta, ¿de acuerdo?
Jake resopló.
―No jodas, Sherlock. Nunca antes has invitado a nadie más que a tu
familia a nuestros shows.
Rhys sacudió su cabeza en acuerdo.
―Esto es épico.
―¿Podrían bajarse de mi polla por Mia por favor? ―gruñí, antes de
colapsar en el sofá.
Un golpe en la puerta sonó, y Jeff asomó la cabeza por la puerta
Página
Un coro de ruidos de besos resonó por toda la habitación mientras Mia
aparecía en la puerta. Disparé a los chicos miradas asesinas antes de volver mi
atención a ella. A la vista de mí, una radiante sonrisa curvó sus labios.
146
―La encontré.
―Hola ―dijo.
―Hola Mia ―respondieron los chicos en un coro perfectamente unido.
Dio un salto y les echó un vistazo.
―Oh, uhm, hola. ―Su sorprendida mirada se centró en las caras
sonrientes de los chicos antes de regresar a la mía.
―Idiotas ―murmuré en voz baja antes de levantarme del sofá. Cerré la
distancia entre nosotros. Envolviendo mis brazos alrededor de ella, sonreí―. Me
alegra que lo hicieras ―le dije, tratando de dejar a los chicos fuera.
―Yo también.
Cuando llevé mis labios con los suyos, los aplausos estallaron. Sin romper
el beso, mis manos se levantaron de la cintura de Mia para duplicar la vuelta de
cabezas de los cabrones de mis compañeros de banda. Se rieron con ganas.
Apartándose, hice señas hacia ellos.
―Creo que ahora es el mejor momento para presentarte a estos idiotas.
Brayden se adelantó y le ofreció su mano a Mia.
―Soy Brayden. ―Una vez que se estrecharon las manos, sonrió y dijo―:
Vas a tener que disculpar nuestro comportamiento. No estamos acostumbrados a
ver a AJ con una chica.
Inclinó la cabeza pensativa hacia él.
―¿En serio? Yo creería que estarían más que acostumbrados a verlo con
un montón de chicas.
Con una sacudida de su cabeza, Bray respondió:
―Guitarra y coros.
―Escribes las canciones, también, ¿verdad?
Página
―Oh, ya veo. ―Mia sacudió la mano de Bray―. Encantada de conocerte.
¿Qué haces en la banda?
147
―Permítanme decirlo de otra manera. No estamos acostumbrados a ver AJ
lo suficientemente serio como para traer a una chica a uno de nuestros shows.
Mientras Bray asentía, miré Mia con orgullo de que había recordado ese
pequeño bocado que le había dicho antes. Rhys se adelantó después.
―Soy Rhys. Nos conocimos el otro día en el hospital. ―Ante la mención
del hospital, tuvo que morder su labio para no reírse.
―Ah, sí, ahora te recuerdo. Conseguiste ser testigo de mi masaje a AJ.
Le sonrió.
―Sip. Seguro que lo hice.
Mia se rio.
―Es un placer conocerte, de nuevo. ―Se volvió hacia Jake―. Y tú eres el
Sr. Cantante principal.
Él le dio su típica sonrisa ardiente.
―Eso es correcto. Jake Slater. ―Le dio la mano―. ¿Puedo hacerte una
pregunta?
―Uhm, seguro ―contestó Mia.
―¿Puedes decirme qué está haciendo una mujer hermosa e inteligente
como tú con mi idiota compañero de banda? Quiero decir, él es el baterista, joder.
Todo el mundo sabe que el baterista es un imbécil.
―Jake ―gruñí.
Lvantó las manos.
―Tenía que preguntar. ―Hizo un gesto con la barbilla hacia Mia―.
¿Entonces?
Página
Ante la respuesta de Mia, Jake se tambaleó hacia atrás como si le hubieran
dado una patada en la ingle. Al igual que Brayden y Rhys, la miraba con los ojos y
la boca muy abiertos. Quiero decir, maldición, tenía la misma jodida expresión en
mi cara ante su respuesta directa a las pelotas. Sabía que podía darme el infierno,
pero no tenía idea de que se lo daría a los chicos, también.
148
―Supongo que sería porque tiene una polla enorme y sabe cómo usarla
―respondió.
Después de una pequeña eternidad, los labios de Jake se curvaron en una
radiante sonrisa. Se volvió hacia mí.
―Me gusta esta chica. Me recuerda a Abby, por lo que debes conservarla
por el resto de tu vida.
Mia se rio.
―Me alegro de que pienses así. ―Acercándose a Jake, dijo―: Y tu
declaración acerca de que el baterista es un imbécil no es verdad. Si no tienes un
buen baterista, todo el ritmo de tu banda recibe un disparo a la mierda. No he oído
tocar todavía a AJ, pero sé que tiene ritmo fantástico. ―Le acarició la mejilla―.
Solo algo para que recuerdes.
Luché contra la urgencia de agarrar a Mia en un abrazo de oso gigante antes
de llevarla al próximo cuarto para follarla hasta los sesos. Nunca había tenido una
mujer fuera de mi familia dando la cara por mí ante los chicos, bueno, a excepción
quizá de Abby. Era una sensación infernal encontrar a una chica como ella. Las
mujeres con las que interactuaba estaban tan atrapadas en mi fama, o eran
absorbidas por ellas mismas y la emoción de follar o salir conmigo. A pesar de que
dudaba de sí misma, Mia tenía mucho que darme, emocional y físicamente.
Jake sonrió.
―Sí, sé eso sobre los bateristas. Solo tengo que darle mierda a AJ. Quiero
decir, él ha sido mi mejor amigo desde que teníamos doce años. Puedes preguntarle
los otros chicos, pero por lo general está constantemente en mi culo. Creo que solo
está tratando de ser un caballero esta noche porque estás aquí.
Rhys y Brayden asintieron en acuerdo.
―Un completo entrometido ―contestó Rhys.
Mia se rio.
―Lo que sea ―murmuré.
Jeff volvió a aparecer en la puerta.
Página
Moví mi mano para detener sus recriminaciones.
149
―Sí, puedo ver eso en él.
―Cinco minutos.
Jake asintió con la cabeza antes de volverse hacia Mia.
―Escucha, ¿por qué no tengo a Jeff llevándote a nuestra mesa VIP? ―Su
mirada se desvió hacia mí―. Ahí es donde están Abby y Lily. Tiene sentido que
deba sentarse con ellas.
Los ojos de Mia se abrieron al darse cuenta de quiénes iban a estar con ella.
―Uhm, bien. Seguro.
Asentí con la cabeza.
―La mejor mesa de la casa. Está acordonada de la audiencia y conectada
al escenario, así que puedo ir y hablar contigo durante el show.
―Suena bien. ―Sin dudarlo, llevó sus labios a los míos. Cuando se echó
hacia atrás, me dio una sonrisa radiante―. Buena suerte ahí afuera.
―Gracias. ―Cuando se dirigió a la puerta, golpee su trasero con una de
mis baquetas. Gritó y saltó. Cuando me miró por encima del hombro, le guiñé un
ojo.
―Conseguirás lo mismo.
―Ciertamente eso espero.
Sonrió y negó con la cabeza antes de seguir a Jeff por la puerta. Tan pronto
como se hubo ido, me preparé para más mierda de los chicos. Después de aspirar
una respiración profunda, me di la vuelta para enfrentarlos.
Bray negó con la cabeza.
―Si estás buscando una bofetada verbal de mí, no vas a conseguirla. Estoy
de acuerdo con Jake. Debes conservarla para el resto de tu vida.
Jake resopló.
―Supérate, idiota ―le contesté.
Página
Todos gemimos al unísono.
150
―Por supuesto, debes estar de acuerdo conmigo. Siempre tengo razón.
Cruzando sus brazos sobre su pecho, Jake añadió:
―Lo digo en serio. Será mejor que no la jodas, hermano.
Sonreí.
―¿Estuvieron con ella por cinco minutos, y ahora son todos Equipo Mia?
Rhys se rio.
―Sip. Creo que me enamoré de ella cuando puso en su lugar a tu polla en
el hospital. ―Me echó su brazo por encima de mi hombro―. ¿Además, somos los
mosqueteros recuerdan? ¿La mierda de “Todos para uno y uno para todos”? Así que
solamente queremos subir a bordo contigo porque estás totalmente deseoso de ella.
―Diría que si lo hace bien con Abby y Lily, debes casarte con ella tan
pronto como sea posible ―dijo Brayden.
Puse los ojos.
―Jesucristo, nos hemos conocido por un milisegundo. Guardemos la bola
y la mierda de la cadena por un tiempo, ¿de acuerdo?
―Lo dijiste en el hospital, ¿recuerdas? ―respondió Rhys.
―Estaba bromeando y atrapado en el momento de una chica con los
pantalones para enfrentarse a mí ―contesté.
Jake negó con la cabeza.
Página
Un extraño sentimiento recorrió mi pecho ante sus palabras. Sabía que
estaba en lo profundo con Mia, emocional y físicamente, pero no sabía si la amaba
todavía. Sí, me había burlado de Mia siendo material de matrimonio cuando me
había dado una reprimenda verbal como ninguna mujer lo había hecho antes, pero
el matrimonio para mí era una cosa épicamente sagrada. No me mal entiendan. No
soy uno de esos idiotas con fobia al compromiso que no cree en la monogamia,
había tenido mi parte justa de relaciones a largo plazo, antes y después del gran
éxito de la banda. Solo no sabía si estaba verdaderamente listo en el momento, y al
mismo tiempo, el nivel de lo que ya sentía por Mia me dijo que ya estaba en un
151
―Estuve con Abby treinta y seis horas, cuando supe que ella era la elegida.
Puede ser que también venga con el control y que estés enamorado, hombre.
tren corriendo a toda máquina con ella. Ese solo hecho, tanto me emocionaba como
me sacaba un poco de miedo.
Jake se rio, sacándome de mis pensamientos.
―Míralo. Sabe que está totalmente jodido, y las ruedas están girando
desesperadamente en su cabeza para tratar de encontrar una manera de salir de
esto.
Entrecerré los ojos hacia él.
―No eres quien para hablar, hermano. Estabas tan jodidamente asustado
de tus sentimientos por Abby que casi la empujaste lejos. Yo, por el contrario, sé
lo mucho que me gusta Mia, y quiero ver a dónde va.
―Directo a la capilla, amigo ―respondió Bray con un guiño.
―Tal vez podamos tener una boda doble ―sugirió Jake, tratando de no
reírse.
Levanté mis manos y los despedí:
―Jodanse, tú, tú y tú.
Mientras los chicos rugían de risa, Jeff asomó su cabeza en la puerta. Me
disparó una mirada divertida antes de decir:
―De acuerdo chicos, es hora.
Jake sonrió.
Página
152
―Muy bien idiotas, vamos a mostrarles cómo se hace.
Traducido por nnancyc
Corregido por Lizzie
M
ientras caminaba detrás del descomunal roadie por el pasillo,
no podía evitar los nervios que apretaban mi estómago. Era una
cosa conocer a los compañeros de banda de AJ. Al crecer
rodeada por primos, siempre parecía hacerlo mejor alrededor de los chicos. Las
mujeres, por otro lado, eran otra cosa, especialmente después de que mi propia
amiga había huido con mi prometido. Ahora estaba conociendo a las dos mujeres
más importantes en Runaway Train, la prometida de Jake y la esposa de Brayden,
y a pesar que me odiaba por ello, estaba asustada hasta la mierda.
Cuando llegamos a la mesa, ambas levantaron la mirada hacia mí. Con su
cabello rubio y ojos azul claros, casi podrían haber pasado por hermanas. Sus
miradas inquisitivas fueron de mí a Jeff.
―Jake sugirió que la trajera a sentarse con ustedes. Está con AJ.
―¿En serio? ―chilló la rubia más joven, su expresión iluminándose al
instante.
Asentí.
antes de arrojar sus brazos alrededor de mí.
Página
En lugar de sacudir mi mano, salió de su asiento como una caja sorpresa
153
―Soy Mia Martinelli ―dije, extendiendo mi mano.
―Es un placer conocerte. ―Se apartó para darme una sonrisa radiante―.
Soy Abby, la prometida de Jake.
De repente eso me golpeó.
―¡Oh, Dios mío! Estás en Jacob´s Ladder, ¿no?
―Sí, lo estoy.
―En serio los amo, he sido una fan de tus hermanos por varios años. Amo
el nuevo álbum.
―Aw, gracias. Eso es tan dulce. ―Hizo señas a la silla a su lado―. Por
favor, siéntate.
―Gracias.
Una vez que me acomodé, la otra rubia extendió su mano.
―Soy la esposa de Brayden, Lily.
―Es un gusto conocerte, también.
Abby estrechó los ojos hacia Lily antes de mirarme fijamente.
―Ahora sé por qué AJ estaba actuando tan raro temprano esta noche.
―Oh, ¿lo estaba? ―pregunté, intentando no dejar a mi corazón hacer una
voltereta loca en mi pecho.
Con una sonrisa, Abby contestó:
―Oh, sí. Muy misterioso, muy retraído… muy enfermo de amor, ahora
que pienso en ello.
―¿Cómo se conocieron? ―preguntó Lily.
Página
―No sé sobre enfermo de amor, recién comenzamos a vernos.
154
Una cálida avalancha llenó mi cuerpo.
―Uhm, es una historia algo interesante. ―Para el momento que terminé
de llenarlas con la escapada en la habitación de Frank, estaban riendo
histéricamente.
―Ahora eso hace dos de nosotras que hemos conocido a nuestros chicos
inconvenientemente ―dijo Abby.
―Oh, ¿en verdad?
Abby sonrió y luego procedió a contarme acerca de caer, literalmente, en
la cama de Jake.
―Uhm, creo que podrías haber derrotado mi historia de secar la
entrepierna.
―Creo que es un empate ―contestó.
Lili se rio.
―A pesar de quien gane la mejor historia, estoy tan agradecida de ver que
AJ está con alguien como tú, Mia.
Mis cejas se elevaron con sorpresa.
―¿Cómo yo?
Sus mejillas se matizaron de un poco de rosa.
―No quise decir nada malo con ello, honestamente. Eres absolutamente
hermosa y el tipo de AJ. Pero al mismo tiempo, ya puedo decir que eres tan… real.
Abby asintió e hizo señas con su dedo entre Lily y sí misma.
―Ya sabes, como nosotras.
ser aceptada por ellas. No pude evitar preguntarme si las chicas que no se llevaban
bien con ellas probablemente no lo hacían mucho tiempo con AJ o Rhys. Me sentí
Página
nervios acerca de conocerlas se habían evaporado, y ahora solo estaba disfrutando
155
Lily usando la palabra de AJ, “real”, no me pasó desapercibido. Todos mis
un poquito atolondrada de que parecía estar pasando la prueba con todos los
honores.
Fuimos interrumpidos por el encargado principal del lugar tomando el
micrófono.
―Buenas noches. Estoy muy contento de que todos vinieran en esta noche
especial para darle la bienvenida de vuelta a nuestra más famosa banda local,
Runaway Train. ―Aplausos y ovaciones sonaron por todo el bar―. No puedo
agradecerles lo suficiente a los chicos por estar dispuestos a volver aquí y tocar de
nuevo. ―Mirando sobre su hombro, asintió―. Así que vamos a comenzar esta
fiesta, ¿eh? ―Una vez más los aplausos y ovaciones eran ensordecedores―. Así
que damas y caballeros, ¡Runaway Train!
Abby, Lily y yo gritamos junto con los otros fans mientras los chicos hacían
su camino al escenario. Una vez que AJ se ubicó detrás de la batería, fijó los ojos
en mí. Sonrió y me guiñó antes de darle vueltas a una de sus baquetas entre sus
dedos. Maldición sabía todo sobre aquellos poderosos dedos. Solo verlo trabajar sus
dedos así, causó que la piel de gallina se elevara en mis brazos. Tratando de olvidar
mis pensamientos inapropiados, sonreí de regreso. Entonces emprendió el ritmo
de la primera canción mientras los chicos en las guitarras lo seguían. Mientras la
suave voz de Jake se hacía eco en todo el lugar, no pude apartar los ojos de AJ
mientras tocaba vigorosamente el ritmo. Con su mandíbula apretada y una
expresión determinada en el rostro, estaba totalmente en la zona.
Los chicos tocaron varias de sus canciones famosas, o al menos asumí que
lo eran por la reacción del público, cuando Jake cambió la velocidad.
―Tanto como amamos nuestro viejo material, queremos hacer algo de los
temas acústicos de nuestro nuevo álbum ―dijo Jake en el micrófono. Observé
cuando AJ dejó la batería para venir y sentarse en taburete al lado de Jake. Brayden
―Y aquí está nuestro más reciente Top Cuarenta; Marrow and Bone.
―Jake señaló con la cabeza a los chicos. Después que comenzara la primera línea
Página
guitarras.
156
y Rhys también se sentaron con facilidad en los taburetes pero mantuvieron sus
de la canción, AJ se unió a Jake para armonizar. Ante el sonido de su sensual voz,
cada molécula en mi cuerpo se estremeció hasta detenerse. Me tomó un momento
o dos recuperar el aliento. No era solo que él podía cantar, era la forma en que
entregaba las letras. La canción en sí misma era una de inmenso amor, pasión y
devoción, y la voz de AJ canturreaba con todas aquellas emociones. Me tocó hasta
el corazón… además de otros lugares.
―Maldición ―murmuré en voz baja.
―¿No has escuchado a AJ cantar antes? ―preguntó Abby.
Mi corazón hizo un gracioso saltito de latido.
―No ―murmuré. Me giré para mirarla―. Es realmente asombroso, como
un asombroso derretidor de bragas.
Se rio.
―Sip, tendré que estar de acuerdo, especialmente cuando canta en
español. ―Ante mi incrédula expresión, levantó las manos―. Confía en mí, nunca
hubo nada más que amistad entre AJ y yo, pero eso todavía no significa que no
encuentro su cantar sexy. Aunque no hay nadie que en verdad lo haga para mí
como Jake.
Después de dos canciones más con Brayden y AJ acompañando a Jake, los
chicos pusieron las guitarras abajo y se levantaron de sus taburetes.
―Vamos a tomar un descanso rápido de diez minutos, y volveremos para
darles algo más. ―La mirada de Jake se dirigió rápidamente a nuestra mesa―.
Podría incluso convencer a mi prometida de unirse a mí en el escenario para algo
de nuestro material nuevo.
―Voy a matarlo ―murmuró Abby, cuando Jake le guiñó un ojo. Sacudió
Página
Lily negó con la cabeza.
157
la cabeza hacia él―. Esta noche se suponía que sería sobre Runaway Train.
―Sabes cuánto ama tenerte en el escenario con él. ―Palmeó la espalda de
Abby―. Además, esta noche puede ser acerca del pasado, pero eres su futuro,
personalmente ambos y con su música.
―Supongo que tienes razón ―respondió Abby. Pero en el momento que
Jake apareció a su lado, le golpeó el brazo juguetonamente―. Bien, que te entre en
tu cabecita justo ahora. No voy a cantar contigo esta noche. Eres tan… ―La
silenció con un beso.
Mi atención fue llevada lejos de ellos cuando AJ apareció a mi lado.
Rápidamente salí disparada de la silla.
―Oh Dios mío, eso fue asombroso, ¡tú eres asombroso! ―grité, arrojando
mis brazos alrededor de él. Se echó atrás para plantar un largo y persistente beso
en mis labios.
―Gracias.
―No sabía que podías cantar.
Se encogió de hombros con modestia.
―Sí, puedo cantar una melodía, de acuerdo.
―Declaro, por una vez ¿qué AJ Reséndiz no está siendo un egocéntrico?
Se rio.
―Bien, entonces. Puedo cantar y sacar los pantalones de cualquiera.
¿Mejor?
―Diría que pantalones y bragas. ―Me incliné para susurrarle en su
oído―. De verdad, creo que me pusiste mojada.
―No puedo evitar sino decirte la verdad. ―Mirando fijamente a sus ojos,
dije―: ¿Me cantarías algo en español?
Página
―No me digas mierda como esa ahora.
158
AJ gruñó.
Sus cejas se alinearon en confusión.
―¿Por qué en español?
―Abby dijo que sonabas incluso más sexy entonces, así que quería
escucharlo.
―Eso es porque ella habla español y sabe lo que estoy diciendo.
Me encogí de hombros.
―No me importa. Todavía quiero escucharte. ―Bajé la voz―. Quiero ver
si me pone más mojada.
Me sonrió ampliamente.
―De acuerdo, amorcito mío. Esta noche cuando tenga tiempo para
extenderte debajo de mí, cantaré para ti en inglés, español o lo que sea el infierno
de idioma que haga querer que te folle hasta los sesos. Pero por ahora, tengo que
agarrar algo de agua y echar una meada, ¿bien?
Rodé los ojos.
―Eres tan romántico.
―Oye, me detuve aquí primero, ¿no?
―Eso es cierto.
Cuando comenzó a alejarse, le di un tirón desde atrás hacia mí. Ante su
expresión de sorpresa, lo besé. Me calentó al instante, metiendo su lengua en mi
boca. Sus manos vinieron a acunar mi rostro, sus pulgares frotando a lo largo de mi
mandíbula. Mis brazos serpentearon alrededor de su cintura, atrayéndola más
cerca. Cuando me froté a mí misma contra su entrepierna, gimió en mi boca. Se
preguntó:
―¿Quieres unirte a mí en el baño para un rapidito?
Página
pesados mientras luchábamos por recuperar el aliento. Con su sonrisa de firma, AJ
159
apartó de una sacudida, me miró con sus ojos llenos de lujuria. Nuestros pechos
―Oh, tan tentador, pero creo que pasaré.
―Pero sé cómo te ponen caliente los lugares públicos.
Rodé los ojos.
―Un apestoso baño público grita asqueroso, no sexy para mí, nene.
AJ rio.
―Bueno, entonces.
―Además, tienes demasiada resistencia para un rapidito en el baño.
―Hmm, acariciando muy duro mi ego esta noche, ¿no?
―Solo cito los hechos. ―Le di una palmada en el trasero―. Ahora ve a
echar una meada.
Me hizo una reverencia burlona y contestó:
―Sí, señora.
Una vez que AJ desapareció en el pasillo, me di cuenta que necesitaba
refrescarme después de nuestra sesión de besos.
―Ya vuelvo ―les dije a Abby y Lily. Después que entré en el baño, fui
directo al tocador. Parada en frente del espejo, rebusqué en mi bolso por mi labial.
Dos rubias todo piernas tropezaron en la puerta antes de dirigirse cerca de los
cubículos. Una vez que estuvieron adentro, uno de ellas gimió:
―Dios, Jenny, ¿viste cuán jodidamente caliente luce AJ esta noche?
Mi cuerpo se tensó al instante ante la mención de su nombre.
―Sí, está absolutamente comestible como siempre ―contestó Jenny―.
Un resoplido vino de un cubículo.
Página
―Con AJ, dudo que ella esté con él mucho tiempo.
160
Muy mal que esté aquí con alguna chica.
―Suena como que alguien está celosa después de que él no te devolvió la
llamada esa vez después que se la chuparas en el baño.
―Si lo quisiera esta noche, lo podría tener de nuevo. ―Una de las rubias
salió del cubículo. Cuando encontró mi mirada, sus ojos se ampliaron ante la vista
de mí. Luego reposicionó los hombros―. ¿Qué estás mirando? ―espetó.
A pesar de que la fuerte siciliana en mí quería agarrar a la perra flaquita
por lo hombros y embestir su cabeza con fuerza en el espejo hasta que lo rompiera,
sacudí mí cabeza.
―Nada.
La rubia sonrió antes de dirigirse al lavabo. Rápidamente empujé el labial
de vuelta en mi bolso y salí volando por la puerta del baño. Cuando me tambaleé
de vuelta a la mesa, bajé mi margarita en dos largos tragos.
―Uhm, ¿estás bien? ―preguntó Abby.
―Estupendo. ―Después que Abby me diera una mirada “¿a quién estás
engañando?”, gruñí y me pasé las manos por el cabello―. La verdad es que soy un
desastre neurótico.
―¿Qué ocurrió?
Entonces me di cuenta que las dos zorras rubias estaban afuera del baño y
ahora bordeaban más cerca del escenario. Intentado esconderme, apunté hacia
ellas.
―¿Las conocen?
Un ruido como un gruñido vino de la parte posterior de la garganta de
Abby, mientras Lily las miraba fijamente con disgusto.
Página
―¿Discúlpame?
161
―Son putas de Sugar Magnolia ―contestó Lily.
―Trabajan en Sugar Magnolia, un club de striptease a unas manzanas de
aquí. Por desgracia, les gusta pasar sus noches libres buscando clientes para el club.
Entonces supongo que podrías llamarlas groupies del bar por cual sea la banda local
que esté presentándose. ―Lily bajó el resto de su Mojito―. También tienen una
historia con Runaway Train cuando la banda comenzó aquí hace tres años.
―Sip, parece que la más alta tiene una historia específica con AJ. ―Giré
el dedo sobre el borde con sal de mi copa―. Miren, sé que las acabo de conocer,
pero tengo que preguntar. ¿Cómo lidian con ello, con las mujeres?
Abby dejó salir un suspiró largo y exagerado.
―No es fácil ―admitió―. Quiero decir, no tengo un pasado, así que no
puedo evitar más que concentrarme mucho en el de Jake y si él va a repetir
cualquier antiguo error. Al final del día, solo tengo que creer que en verdad me
ama lo suficiente para ser fiel porque seguro como el infierno sabe que es un motivo
de ruptura entre nosotros.
Cuando me giré hacia Lily, se encogió de hombros.
―Quieres creer que tu hombre está comprometido y que no se desviará.
Pero luego cuando has pasado todas las noches con la dentición del bebé, estás
cargando cinco kilos de más por el peso del bebé, y tienes absolutamente cero deseo
para follarlo hasta quedar inconsciente como él quiere, no puedes evitar
preguntarte por qué no solo toma alguna oferta de una puta para echar un polvo.
Pero como Abby, Bray sabe que la infidelidad es un motivo de ruptura, a pesar de
Jude y Melody. Y sin importar qué, sé que me ama a mí y a nuestros hijos.
―He atravesado el engaño de mi prometido sin mencionar…
―Rápidamente mis labios se cerraron antes que fuera más lejos. Finalmente,
agregué―: No sé si tengo en mí lidiar con todo esto.
hecho sin él después que su madre murió ―dijo Abby.
Página
intentar atravesar todo la mierda, es AJ. Él es todo corazón. No sé lo que Jake habría
162
―Eso es totalmente comprensible. Pero si por alguien valiera la pena
Lily asintió. ―Después de conocerlo por cinco años, puedo dar fe de eso.
Tiene un corazón de oro.
Muy en el fondo, sabía que estaban diciendo la verdad.
―¿En algún lugar en el fondo debajo de ese exterior engreído?
Abby rio.
―Síp, una vez que excavas todo eso, él es alguien con quien pasar el resto
de tu vida.
Retiré la mirada de ella para mirar a AJ sacando su corazón a golpes en la
batería. Me miró y guiñó un ojo. Tal vez las chicas tenían razón… tal vez realmente
Página
163
merecía la pena luchar por él.
Traducido por Debs
Corregido por Lizzie
D
espués de que hice un candente final con los platillos, Jake
bajó su guitarra y tomó el micrófono.
―Gracias de nuevo por venir. Los amamos. ¡Sigan
rockeando siempre! ―Saqué el culo de la batería para reunirme con él y los demás
para formar nuestro abrazo habitual. Estaba más que preparado para salir del
escenario e ir con Mia. Más importante aún, estaba dispuesto a llevarla lejos de la
mierda del Eastman’s y de regreso a mi casa.
Pero Jake me rompió las pelotas cuando se inclinó para gritar en mi oído
sobre el rugido de la multitud.
―Vamos a dar una o dos vueltas alrededor del bar, hablar con los fans y
firmar alguna mierda.
―Lo que sea ―gruñí.
Se echó a reír.
―Tranquilízate hombre, lo siento por bloquearte la polla, pero tu polla va
―Solo un minuto.
Página
Cuando atrapé la mirada de Mia, levanté un dedo y susurré:
164
a tener que esperar.
Asintió con la cabeza y continuó hablando con Abby y Lily. Equipados con
dos de nuestros guardaespaldas, Jake y Rhys comenzaron a hacer su camino en un
lado de la habitación mientras que Brayden y yo tomábamos el otro. Firmé
servilletas, CD’s, bubis, lo que sea mientras posaba para las fotos con los fans. Nos
tomó una hora para hacerlo en ambos lados de la habitación, y para el momento
en que habíamos terminado, estaba soportando algo de graves bolas azules por el
increíble coño de Mia.
Una vez que estuve libre, saludé a Mia y entonces empecé a hacer mi
camino a través de la multitud a nuestra mesa. Justo antes de alcanzarla, Kylie salió
de la nada y rodeó sus brazos alrededor de mi cintura, al igual que una prensa
mortal, moldeándose a sí misma contra mí, como una segunda piel.
―¡Oye extraño! ―exclamó por encima del rugido de la música.
¡Jooodeeerrr! Esto no estaba sucediendo.
―Oye ―le contesté lacónicamente, mientras encontraba la interrogante
mirada de Mia sobre el hombro de Kylie. Cuando traté de librarme de ella, Kylie
me apretó con fuerza.
―Me dejaste en la estacada la otra noche. ―Me dio una sonrisa
seductora―. ¿Quieres terminar lo que empezamos?
―No… ―Antes de que pudiera terminar, los labios de Kylie estaban en
los míos. Me aparté. Mi pecho constreñido en agonía al ver el rostro de Mia. Me
miró con ojos bien abiertos y su labio inferior temblaba. Su usualmente duro y en
el control exterior, parecía desecho, y me sentí como el mayor idiota del mundo.
Las cejas rubias de Kylie se levantaron en sorpresa ante mi reacción.
―¿Cuál es el problema, nene? No pensé que eras de esos que juegan a ser
de los brazos de Kylie lejos de mí, Mia salió disparada de su asiento, corriendo hacia
Página
―Escucha, ahora no es un buen momento. ―Mientras empezaba a tirar
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difíciles de conseguir.
la puerta tan rápido como podía, con la multitud reunida. Abandonando a Kylie,
empecé a ondear mi camino a través de la multitud―. ¡Mia, espera! ―la llamé.
Ignorándome, siguió luchando su camino a través de la gente.
―Joder ―dije antes de optar por empujar a la gente fuera del camino para
poder llegar a ella. Agarrándola por el brazo, le di la vuelta, obligándola a
mirarme―. ¿Qué demonios estás haciendo?
Las lágrimas brillaron en sus ojos oscuros.
―Lo siento, AJ, pero me tengo que ir.
―Ven conmigo ―le grité sobre la multitud y la música. Tomando su
mano, la conduje a través de la masa de gente a la habitación de atrás, donde nos
encontramos por primera vez a principios de la noche.
Cuando cerré la puerta detrás de nosotros, le pregunté:
―¿Esto es por lo que pasó con Kylie?
Mia soltó un bufido.
―No idiota, es por el hecho de que las bebidas aquí apestan.
Levanté mis manos.
―Mira, lo siento. Esa fue una pregunta idiota. Por supuesto, estás molesta
por eso. Pero ella es solo una vieja amiga mía que pensó que habíamos empezado
algo de nuevo hace un par de semanas. No hay nada allí. Lo juro.
Mia negó con la cabeza.
―No es solo ella. Tu pasado parece estar en todas partes. No podría ni
siquiera ir al baño sin tropezar con alguna puta con la que hayas estado antes y que
de las chicas de Sugar Magnolia.
Página
Hice una mueca cuando me di cuenta de que estaba hablando de Lyla, una
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tenga la idea de follar contigo otra vez para repetir el desempeño.
―No habría pasado nada con ella. Estoy aquí contigo.
Mis palabras no parecieron significar una mierda para Mia porque su
expresión seguía siendo triste.
―Lo siento, AJ, pero estar en tu mundo esta noche fue una mala idea,
simplemente me mostró lo mucho que somos una mala idea.
Mi ceño se frunció en confusión.
―¿De qué estás hablando?
Cerró los ojos por unos pocos segundos antes de abrirlos de nuevo.
―Sé que solo ha pasado una semana, pero me gustas. Me gustas mucho,
¿de acuerdo? No sé a dónde va esto, pero sé que si las cosas se mantienen como
están... ―Tomó una respiración entrecortada―. La conclusión es que no estoy
hecha para este mundo. Tengo muchos de mis propios problemas con los hombres,
junto con mis inseguridades para hacer frente a tus groupies.
―Maldita sea, Mia, te juro que Kylie y aquellas otras chicas no significan
una mierda para mí.
―Pero significan mucho para mí. No sé cómo tratar con eso. Se suponía
que solo me traerías de vuelta al juego, no que me lanzarías de vuelta hacia las
mismas aguas infestadas de tiburones en las que estaba antes. ―Cuando me
estremecí ante sus palabras, ella se estiró para acunar mi mejilla―. Desearía poder
hacer esto, pero no puedo. ―Cuando ella empezó a abrir la puerta, mi mano se
posó en la madera, cerrándola de golpe.
La desesperación y la ira se dispararon a través de mí.
―¿Así que eso es todo? Estamos totalmente jodidos como pareja potencial
―No, no creo que tú lo entiendas. Cuando estoy en una relación, estoy en
ella a largo plazo. Nunca he engañado a cualquiera de mis novias. Nunca. Fui un
Página
―No entiendes…
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solo porque tengo un pene. Eso es mentira.
maldito monaguillo, y eso me hace tomar la fidelidad muy muy serio. Metete eso
en esa cabeza dura que tienes, Mia, no soy Dev… no voy a hacerte eso. ―Cuando
Mia siguió con la mirada fija en la alfombra sucia, dejé escapar un gruñido de
frustración―. Mírame, maldita sea. ―Me acerqué y tomé su cara entre mis manos,
obligándola a mirarme a los ojos―. Lo digo en serio. No soy Dev. No te alejes de
mí, solo porque piensas que soy alguien que no soy.
El dolor reemplazó la triste expresión de Mia.
―Desearía que solo se tratara de Dev, pero hay otras... malas experiencias
de mi pasado que hacen esto difícil para mí.
Dándome cuenta de que no estaba llegando a ninguna parte con ella, decidí
cambiar mi juego. Con una sonrisa burlona, le respondí:
―¿Dónde está Mia, la siciliana revienta pelotas que estuvo cara a cara
conmigo la primera vez que la conocí? La última cosa que jamás hubiera pensado
es que eres una cobarde.
Sus ojos oscuros se estrecharon en mí.
―¡Cómo te atreves a llamarme una cobarde! Si supieras todo por lo que he
pasado.
―Todos tenemos nuestra mierda. Deja de actuar como una mártir por tu
pasado.
―¡Jodete! ―me espetó, antes de alcanzar el picaporte. Toqué su mano
antes de agarrar sus hombros y girarla. Cuando me moldeé en contra de ella, luchó
contra mí―. Basta, AJ ―dijo entre dientes.
La silencie llevando mi boca con fuerza contra la suya. Al principio, fue
como besar a una pared de ladrillo, pero al momento en que deslicé mí lengua sobre
―No huyas. Deseas esto... me deseas.
Página
porque trató de zafarse. En su lugar, apreté mis brazos alrededor de ella.
168
sus labios, un pequeño gemido escapó de ella. Su reacción debió haberla asustado
Subiendo su barbilla, me miró.
―No importa lo que yo desee. Considerando mi pasado, adquirí un
montón de mierda que me arruinó. Por lo tanto, deja que me vaya.
Una volátil mezcla de desesperación y furia creció en mi pecho, y yo
luchaba por mantener mi cabeza bien puesta y no explotar. Nunca había conocido
a una mujer como Mia, pero al mismo tiempo, sabía que si la dejaba salir por la
puerta, no volvería a verla jamás. No iba a dejar que eso sucediera, no mientras
todavía estuviera respirando. Negué con la cabeza hacia ella.
―No voy a ninguna parte, y seguro de que no vas a ninguna parte tampoco
―le susurré contra su boca. Mis manos recorrieron alrededor de su espalda,
buscando la cremallera de su vestido. Una vez que la encontré, la tiré hacia abajo
antes de tirar también de los tirantes de su vestido. Mientras mi mano estaba
alrededor de su caja torácica, rocé su pecho, y contuvo el aliento. Antes de que
incluso tocara su pecho, el pezón se había endurecido en anticipación.
―¿Qué crees que estás haciendo? ―preguntó sin aliento, mientras
continuaba palmeando su pecho.
―Estoy a punto de joder algo de sentido en ti ―gruñí, mientras tiraba del
dobladillo de mi camisa sobre mi cabeza.
Cuando comenzó a protestar de nuevo, tomé ambas de sus manos en una
de las mías y las sujeté sobre su cabeza. Abrió los ojos, no con miedo, sino con
deseo.
―Te gusta esto, ¿verdad?
―No ―dijo bruscamente, golpeándome.
su oreja. Un ondulante escalofrío pasó sobre su cuerpo, y sabía que con cada
segundo se estaba calentando cada vez más por mí, cediendo a lo que realmente
quería, pero contra lo que su mente arremetía. Chupaba y lamía su boca, rozando
Página
―Oh sí, te gusta. ―Inclinándome, lamí un camino desde su mentón hasta
169
Di una risa baja.
su labio inferior entre mis dientes―. ¿Cuán mojado está tu coño en este momento,
Mia? ¿Qué tan malo quieres que te folle duro y rápido en contra de esta puerta?
Un gemido escapó de sus labios, y pude ver que su resolución estaba
desapareciendo lentamente. Con mí mano libre, le jalé la parte delantera de su
vestido hacia más abajo y lo acomodé sobre sus caderas. Fue más difícil de lo que
pensaba con una sola mano. Después de que cayó al suelo, encontré su mirada de
nuevo. Tanto la lujuria como la ira ardían en ellos. Rastrillé mis ojos sobre su
cuerpo, su sujetador y bragas de sexy encaje negro causaron que mi polla se
presionara contra mi cremallera. Quería más que nada llevarla al punto de que
realmente me deseaba y lo bien que estábamos juntos, pero al mismo tiempo, su
expresión rota en el club pasó ante mis ojos. No quería hacer nada para que me
odiara más tarde.
―Dime que no quieres hacer esto, y me detendré.
Me miró fijamente, su pecho subiendo con fuerza, antes de que negara
lentamente con la cabeza.
―Ojalá pudiera, pero no puedo. ―Tragó saliva―. Eres tan jodidamente
malo para mí, pero todavía quiero… te quiero en todos los sentidos posibles.
Frustración ardió dentro de mí ante sus palabras. Quería probarle a Mia
que estaba equivocada, que era bueno para ella. Dejé caer mi mano de las de ella,
dejando caer libres sus brazos. Nos quedamos allí, mirándonos fijamente el uno al
otro durante unos pocos segundos, nuestros pecho subiendo y bajando con pesadas
respiraciones. Extendiendo la mano, tomé la de Mia y la llevé a mi pecho,
extendiendo sus dedos sobre mi piel.
―¿Sientes el latir de mi corazón?
Sus cejas se levantaron en sorpresa.
―¿Realmente sientes tanto por mí?
Página
―Esto es por ti y solo por ti.
170
―Sí ―susurró en voz baja.
Asentí con la cabeza.
―Lo he dicho antes y lo diré otra vez. No luches contra ello, siéntelo. ―Y
entonces deslicé su mano por encima de mi abdomen y la llevé sobre mi polla―.
¿Ahora sientes esto? Esto está jodídamente duro por ti y solo por ti. Solo quiere
estar enterrado profundamente dentro de ti. No se retorció ni una vez cuando Kylie
se apretó contra mí, pero todo lo que tienes que hacer es respirar, y está con muchas
ganas. ―Llegando entre nosotros, la acaricié entre las piernas―. Estás empapada
por mí y solo por mí, ¿cierto?
―Sí, AJ. Solo por ti ―gimió, mientras la trabajaba sobre el fino pedazo de
encaje. Su cabeza cayó hacia atrás contra la puerta, y su respiración llegó en
pequeños interludios.
―Puedo hacer esto, pero quiero que me lo digas. ―Deslicé un dedo en sus
bragas―. Dime lo que quieres, amorcito mío.
Levantó la cabeza y me miró por un momento antes de lamer sus labios
con anticipación.
―Tómame, AJ. Tómame duro como a ambos nos gusta.
Sonreí.
―Creí que nunca me lo pedirías. Ahora desnúdame, Mia. Muéstrame lo
mucho que me quieres. ―Al instante, tuve un recuerdo de nuestra noche juntos
en la limosina cuando tenía que demostrar mi deseo por ella al tocarme a mí mismo
y luego entregarme a su voluntad. Esta vez se lo estaba pidiendo a ella, y me puso
aún más duro.
Sin decir una palabra, sus dedos fueron a tientas con el botón y la
cremallera de mis pantalones antes de que los desabrochara y los deslizara hacia
―Ahora tú. ―Mia desabrochó su sujetador. Con un brillo burlón en sus
ojos, deslizó lentamente los tirantes hacia abajo uno a la vez sobre sus brazos. Luego
Página
desnudo ante ella, sacudí mi barbilla hacia ella.
171
abajo. No perdió el tiempo quitándome mis bóxers. Cuando me puse de pie
mantuvo una mano contra su pecho para mantener sus pechos cubiertos en las
copas de encaje. Un gruñido casi como el de un hombre de las cavernas escapó de
mis labios. Oh, lo que esta mujer me hacía. Justo cuando pensaba que tenía su
completa sumisión a mi voluntad, sacaba un movimiento así―. Mia ―le advertí.
Me dio una sonrisa pícara antes de sacudirse el sujetador y lo arrojarlo hacia
mí. Me golpeó en la cara antes de caer al suelo. No confiaba en ella para hacer un
trabajo tan rápido como quería, así que extendí la mano y agarré la cintura de su
tanga. La tiré hacia abajo por sus muslos. Cuando la miré, Mia no retrocedió al estar
completamente desnuda delante de mí, con las fuertes luces de la habitación
dirigiéndose hacia ella. En cambio, me echó los brazos al cuello y llevó sus labios a
los míos. Le gustó a mi ego que de alguna manera le podría haber dada un impulso
de confianza.
Mis manos ahuecaron debajo de su delicioso culo y la levanté a donde
pudiera envolver sus piernas alrededor de mi cintura. Con mi boca trabajando
furiosamente contra la suya, nos acerqué a la cama y la derrumbé hacia abajo sobre
los cojines. Mia comenzó a deslizar su núcleo húmedo sobre mi polla, pero todavía
no estaba listo para estar dentro de ella.
―Levántate ―ordené.
―Espera, ¿qué?
Un bajo gruñido salió de la parte posterior de mi garganta antes de que
agarrara sus muslos. La tiré hasta donde pudiera agacharme y empujar mi lengua
entre sus piernas. Lamí y saboreé su centro, lo que la hizo gemir. Al momento en
que le chupé su clítoris con mi boca, su cuerpo se estremeció.
―¡AJ! ―chilló, mientras sus manos agarraban y tiraban mechones de mi
cabello. Lamí y chupé los labios exteriores antes de empujar mi lengua en su
su centro.
―Por favor, AJ ―me rogó.
Página
―Uhm, sabes jodidamente increíble ―murmuré, mi voz vibrando contra
172
interior.
―¿Por favor qué, nena?
Apretó sus caderas contra mi cara, tratando de conseguir más fricción.
―Por favor, haz que me venga.
―¿Con mi lengua o mis dedos?
Su pecho subía y bajaba con trabajo mientras sopesaba mis palabras.
―Ambos. No me importa. Solo hazme venir.
—Está bien, amorcito mío. —Mientras deslizaba dos dedos dentro de ella,
comenzó a mecer sus caderas. Mi lengua seguía chupando y lamiendo, mientras mi
otra mano se deslizaba alrededor de su cuerpo para agarrar y masajear su culo.
Cuando sus paredes se apretaron alrededor de mis dedos, gritó mi nombre y las
uñas dejaron mi cabello para arañar mi espalda. Eso dolió como el infierno, pero
era jodidamente caliente.
Tomando mi polla en mi mano, bajé sus caderas hacia abajo sobre mí. Sus
resbaladizas paredes me llevaron centímetro a centímetro hasta que me hundí
hasta el fondo. Agarrando las caderas de Mia, comencé a trabajar dentro y fuera
con mi polla. Sus llenos pechos rebotaban y se balanceaban en mi cara, así que me
acerqué a succionar un pezón dentro de mi boca.
—Hmm, AJ oh joder, sí —gimió, sus manos envolviéndose alrededor de mi
cuello para acercarme a su pecho. Mis manos dejaron sus caderas para acariciar sus
pechos. Presionándolos juntos, alternaba entre chupar ambos de sus duros pezones.
Eso envió a Mia sobre el borde, y se vino otra vez. Yo no había ni de lejos acabado,
así que seguí levantándola sobre mi polla y golpeándola de regreso hacia abajo.
Levantaba mis caderas al mismo tiempo. Justo cuando empecé a sentirme a punto
de llegar, Mia comenzó a salir de mi regazo. Extendí los dedos en la carne de sus
Tomó un momento, en mi neblina de sexo por casi venirme, registrar que
en el calor del momento nos habíamos olvidado de los condones.
Página
pecho—. ¡No, AJ, tienes que salirte!
173
caderas, manteniéndola con firmeza en su lugar. Su mano golpeó contra mi
—Joder —murmuré, cuando levanté a Mia por el culo fuera de mí.
En vez de tirarse a un lado, Mia se deslizó entre mis piernas sobre sus
rodillas y tomó mi polla en su mano. Cuando esperaba que me hiciera una paja,
derribó el infierno fuera de mí, deslizando mi polla en su caliente boca. Mis ojos se
pusieron el blanco mientras comenzaba a bombear su mano arriba y abajo de mi
longitud. La sola idea de lo que estaba haciendo, junto con sus acciones, casi me
hizo volar mi carga.
—Oh Cristo, Mia —murmuré ante la deliciosa sensación de ella
succionando mi cabeza. Rastrillé mi mano a través de los largos mechones de su
cabello castaño, ahuecando la parte posterior de su cuello. Cuando me puse tenso
de nuevo, arqueé mis caderas y me vine en su boca. Una vez que terminé, la miré—
. Joder chica, justo cuando creo que no me puedes sorprender más, vas y haces eso.
Se echó a reír.
—No fue nada.
Ahuequé sus mejillas, frotando mis dedos a lo largo de su mandíbula.
Hombre, esta mujer era tan jodidamente increíble que apenas podía formar una
oración después de lo que acaba de hacerme, pero necesitaba que ella lo supiera y
lo entendiera.
—Mia, eso no fue solo “nada”. Eso fue jodidamente increíble —le dije con
gentileza, mientras miraba dentro de sus hermosos ojos marrones. Tomé su mejilla,
frotando mi pulgar a lo largo de su mandíbula—. Lo siento por olvidar el condón.
—Nos quedamos un poco atrapados en el momento, un momento muy
caliente.
—Sí, lo hicimos.
—AJ, ¿estás ahí? —llamó Jake.
Página
uno de los enormes cojines sobre ella antes de tomar uno para mí mismo.
174
Un golpe en la puerta hizo chillar a Mia y buscar algo para cubrirse. Empujé
—Sí. Dame un…
Antes de que pudiera terminar, la puerta se abrió de golpe, y Jake entró.
Agarrando el cojín delante de mí, intenté lo mejor que pude ser una pantalla para
Mia que se había movido detrás del lado del sofá. Cuando sus ojos se abrieron,
negué con la cabeza.
—Gracias por esperar, idiota.
—Lo siento hombre. —Y echando un vistazo por encima de mi hombro,
añadió—: Y estoy realmente, realmente apenado, Mia.
—Gracias —fue su respuesta amortiguada.
A medida que seguíamos de pie allí, mirándonos el uno al otro, levanté la
mano que no estaba cubriendo mi polla.
—¿Tienes un punto porque me estoy poniendo un poco descolocado con
el show erótico?
Jake se rió entre dientes.
—Sí, lo sé, y confía en mí, lo último que quiero ver es tu culo desnudo. —
Cerró la puerta detrás de él y dio un paso tentativo hacia adelante. Miré por encima
del hombro para asegurarme de que Mia estaba todavía cubierta—. Hablé con
Brayden y Rhys, y decidimos pasar el rato en la granja este fin de semana. Quería
ver si tú y Mia se apuntaban.
Mis cejas se levantaron ante la insinuación de que Mia viniera. Jake no
solía incluir a otras chicas, además de Lily y Abby en su casa. Era sagrada para él,
ya que era donde había vivido con su difunta madre, y no quería piezas de culo al
azar ensuciando la memoria.
Puso los ojos en blanco.
Página
una escapada por el fin de semana?
175
—Eso suena muy bien. —Me di la vuelta y miré a Mia—. ¿Puedes hacer
—¿En serio, vamos a tener esta conversación cuando estoy desnuda, y tu
compañero de banda se encuentra a pocos metros de distancia?
—No puedo pensar en un mejor momento —le respondí con un guiño.
—Eres un idiota.
Jake se aclaró su garganta.
—Por si sirve de algo, me gustaría que vinieras, Mia. Es muy discreto.
Vamos a hacer algo a la parilla, pasar el rato alrededor de la hoguera, asar
malvaviscos y esa mierda. Creo que te gustaría. Quiero decir, no me puedo explicar
completamente tu gusto ya que parece que estás realmente interesada en AJ.
Mia se rió mientras yo le fruncía el ceño a Jake.
—Suena como un montón de diversión. Se supone que trabaje el domingo,
pero estoy bastante segura de que puedo encontrar a alguien para tomar mi turno.
Juntando sus manos, Jake sonrió.
—Increíble. Así que los veré mañana al mediodía.
Asentí con la cabeza.
—Es una cita.
—Bien. —Miró mi a mi polla cubierta por el cojín—. Ahora ponte algo de
jodida ropa antes de que nos pidan que nunca volvamos aquí de nuevo.
Con una mano, lo eché, y con la otra, le tiré la almohada. Jake se agachó
justo antes de que le golpeara en la cara.
—Hasta más tarde, idiota —gritó mientras se dirigía hacia la puerta.
y sujetador con una velocidad de relámpago.
Página
sin más interrupciones. Cuando me di la vuelta, Mia se había metido en sus bragas
176
Una vez que se fue, me acerqué y cerré la puerta, así podíamos vestirnos
—¿Así que el venir conmigo el fin de semana significa que estamos bien
ahora?
Se rio.
—Hubiera pensado que estábamos bien justo después de que tú, espera,
¿cómo lo llamaste? “¿Jodiste un poco de sentido en mí?”.
Me eché a reír.
—Eso es cierto.
Envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello, Mia me besó suavemente.
—Sí, diría que no solo estamos bien, sino genial. Y lo que sea que tenga
que hacer para pasar más tiempo contigo, lo voy a hacer. Incluyendo pasar el rato
en el campo con tus compañeros de banda.
Sonriendo, la acerqué más a mí.
—Oye, no has sido realmente jodida hasta que has sido jodida en el campo.
Mia se echó a reír.
—Supongo que me lo vas a probar.
Página
177
—Oh, lo haré. Es una promesa.
Traducido por Eni, Erudite_Uncured12, Martinafab y Debs (SOS)
Corregido por Jo
A
penas estaba tirando mi bolsa de maquillaje en la maleta
cuando el timbre sonó. En realidad, comenzó un completo
ataque de rápidos de timbrazos. Rodando mis ojos, me dirigí
hacia el pasillo. Cuando abrí la puerta de golpe, AJ estaba
apoyado contra el marco sonriendo de oreja a oreja.
—¿Me extrañabas?
—¿A ti personalmente? Sí. ¿A ti siendo un idiota jugueteando con mí
timbre? No.
Se echó a reír mientras se inclinaba para besarme. Fue hace solo tres horas
que finalmente logré liberarme de él y su cama para regresar a casa y empacar.
Después de nuestro encuentro amoroso en el cuarto trasero, habíamos dejado el
Eastman’s juntos, y pasado la noche en el pent-house de AJ. Eran más de las tres
de la mañana cuando finalmente nos cansamos el uno del otro y pudimos dormir.
La mirada de AJ recorrió apreciativamente mi conjunto de sandalias de
tiras, pantalones cortos color caqui y una camiseta roja sin mangas.
—Luces sexy como el infierno.
Página
—Tranquilo, muchachote. Solo me tuviste hace cuatro horas, dos veces sí
recuerdo correctamente.
178
Solté un bufido.
—Pero parece que nunca puedo tener suficiente de ti —dijo en una voz
baja y ronca.
Sus palabras, junto con el tono que usó, enviaron ráfagas de calor por todo
mi cuerpo.
—Eres un adulador —bromeé, antes de golpear su brazo juguetonamente.
—Es la verdad.
Aunque no quería tomarme sus comentarios demasiado literalmente, no
pude evitar preguntarme si una buena follada era todo lo que yo era para él. Claro,
que dijo que era más que eso y el simple hecho de que iba a ir a la granja de Jake
significaba algo bastante grande, pero todo parecía llevarnos de vuelta al sexo con
AJ. Tratando de aligerar la seriedad de mis pensamientos, añadí:
—Bueno, si juegas bien, te dejaré tenerme tanto como quieras esta noche.
¿De acuerdo?
Asintió con su cabeza.
—Está bien entonces. —Miró por encima de mi hombro—. ¿Dónde está tu
maleta?
—En la habitación.
—La traeré por ti.
—Está bien. Le daré de comer a Jack Sparrow mientras vas por ella.
AJ me dio una mirada divertida.
—¿Quién?
—Mi gato.
—Tienes que estar bromeando con que nombraste a tu gato como uno de
los personajes de Piratas del Caribe.
La nariz de AJ se arrugó con disgusto.
Página
—Tengo un gran enamoramiento por Johnny Depp.
179
Sonreí ampliamente.
—Estoy seguro como el infierno que no necesitaba saber eso.
Poniendo mi mano en mi cadera repliqué:
—¿Eso significa que no me darás el gusto de satisfacer una profunda
fantasía que tengo de tener sexo con un chico disfrazado de Jack Sparrow y usando
un feroz delineador negro?
—¿En serio?
Me reí y sacudí mi cabeza.
—Te estoy tomando el pelo.
—Gracias a Dios. ¡Por un minuto, en verdad lo estuve considerando!
Golpeando mi cadera juguetonamente con la suya, le señalé el pasillo.
—Date prisa o llegaremos tarde. No quiero que Jake tenga una mala
impresión de mí.
—Lo que sea —murmuró AJ mientras salía de la sala. Cuando desapareció
en la habitación, fui a la cocina y saqué una bolsa de Whiskas. Al oír el
chisporroteante sonido del paquete, Jack Sparrow vino a la cocina dando brincos y
saltó en la encimera.
Me miró con su único ojo bueno y frotó su cabeza contra mí.
—¿Vas a ser un buen chico mientras no estoy?
Moviendo su cola, me dio su habitual respuesta apática, pero en el
momento en que le rasqué detrás de las orejas, el clásico maullido de siamés vino
desde lo profundo de su garganta. Todo estaba bien hasta que AJ cruzó la esquina,
ocasionando que Jack levantara su cabeza y lo mirara recelosamente con su único
ojo antes de silbar.
AJ puso la maleta en el suelo y cruzó sus brazos sobre su pecho.
—Testa di cazzo.
Página
Solté una risita.
180
—Hmm, parece que no me estoy llevando bien con tu gatito, ¿eh?
—En español, por favor —contestó.
—Imbécil.
Sé echó a reír mientras cerraba el espacio entre nosotros. Jack Sparrow bufó
antes de bajarse de la encimera con la cola entre las piernas y deslizarse fuera de la
cocina.
—¿Qué paso con su…? —AJ hizo señas a uno de sus ojos.
—Oh eso. Ya lo había perdido cuando lo rescaté de las calles. Estaba
viviendo en un contenedor de alimentos en St. Joe’s.
—Ah, ya veo. ¿Siempre se comporta así con los extraños?
—Es raro. Él y Dee se han hecho amigos durante el año. Creo que fue
maltratado por algunos hombres en el pasado. —Una sonrisa triste apareció en mis
labios—. Creo que es por lo que nos llevamos tan bien.
AJ asimiló mis palabras ante de inclinarse para concederme un beso dulce
y tierno en mis labios.
Cuando se alejó, sonrió.
—Supongo que tendré que ganármelo y demostrarles a él y a su dueña que
no todos los hombres son unos idiotas.
—Creo que eso sería genial —murmuré. En el fondo, no podía evitar dudar
de la sinceridad de AJ o si realmente se tomaría el tiempo y el esfuerzo para
demostrarme que era diferente. Desesperadamente quería que lo fuera, más que
nada necesitaba que lo demostrara.
Asintió antes de agarrar mi maleta.
—Vamos, sexy. Tu carruaje espera para llevarte al lugar grandioso y
maravilloso en medio de la nada.
Página
—Está bien, vamos. —Después que tomé mi bolso y las llaves y me puse
mis gafas de sol, lo seguí hasta la puerta. Cerré la puerta y entonces nos dirigimos
hacia las escaleras del porche. A la vista del resplandeciente vehículo cromado en
181
Me reí.
el camino de entrada, levante mis gafas en mi frente para echarle un mejor vistazo
a su camioneta—. Bonita Hummer.
—Gracias. El viaje es muy bonito, también. —Cuando le echo una ojeada
a AJ, él mueve sus cejas—. Te lo buscaste.
Empujé mi bolso de viaje contra él, alcanzándolo en su estómago.
—Idiota.
—Auch —masculló antes de sonreír—. Estoy contento de tener a este
chico malo de vuelta. Parece como si hubiera estado en el taller por siempre. —Me
abrió la puerta del lado del pasajero.
—Gracias —le contesté mientras me subía adentro. Justo antes de colapsar
en el asiento, AJ me dio una palmada en mi culo. Cuando me di la vuelta para
mirarlo, se lamió sus labios sugestivamente. Mi muy madura respuesta fue sacarle
la lengua. Soltó una risita mientras cerraba la puerta y se dirigía por el otro lado de
la Hummer.
Cuando AJ arrancó, una canción de Runaway Train comenzó a
reproducirse. Lo miré de reojo.
—¿En serio estabas escuchando tu propia música?
—Nop. La tenía programada así tú podrías escucharla —contestó, a la vez
que salía de mi camino de entrada.
—La escuché ayer en la noche. ¿Eso no fue suficiente?
—Aún no estoy convencido de que seas una fan acérrima.
—Pensaría que el hecho de que soy una fan acérrima de ti y tu increíble
polla me cubriría.
Mis palabras causaron que AJ se desviara momentáneamente del camino.
Cuando se recuperó, me miró.
Página
No pude evitar sonreír ante su reacción por mis palabras y a su
compromiso.
182
—Prometo que pondré algo de country para ti en un rato.
—Está bien, es un plan.
Ya que mi casa estaba lejos de Atlanta en East Cobb, no estaba tan lejos de
la granja de Jake como lo estaba AJ. Incluso en su Hummer, con su rápida forma
de conducir hacía buen tiempo. Cuando bajamos por la interestatal y una carretera
de dos carriles, nuestros alrededores se fundieron en borrones de color esmeralda
de los árboles que bordeaban el camino.
—Guau, esto realmente está en medio de la nada.
—Y aún no estamos allí —respondió AJ con una sonrisa.
—¿Entonces, vienes mucho aquí?
AJ asintió con su cabeza.
—Sí, el padre de Jake y su madrastra se mudaron al lado de nosotros cuando
teníamos doce años. Al principio, nosotros solo salíamos juntos uno que otro fin de
semana, pero aun así era difícil. Entonces Jake comenzó a tenerme aquí de visita.
Me gustaba pasar tiempo aquí en los veranos. —Se volteó hacia mí con una
sonrisa—. Supongo que podría decir que nuestra banda nació aquí en medio de la
nada. No teníamos más de catorce años, pero Jake tocaría la guitarra, uno de sus
primos, Teague, se uniría en el bajo, y luego yo lo hice en la batería. Nos
convertimos en Runaway Train.
En mi mente traté de imaginarme a un AJ adolescente golpeando el ritmo,
dando su alma y corazón a su actuación en su banda de garaje, o granero.
—¿Cómo consiguieron el nombre?
—Jake y su mierda emo.
—¿En serio?
Página
—Sí, después del divorcio de sus padres, estaba realmente obsesionado con
la canción Runaway Train de Soul Asylum. Escribiendo canciones como él lo hace,
Jake realmente se metió con la mierda del simbolismo profundo. A mí, me gustaba
porque me hacía pensar en Crazy Train de Ozzy Osbourne, y esa fue la primera
canción que aprendí a tocar aparte de toda la música hispana de mi tío.
183
AJ se rio entre dientes.
—¿Cuándo aparecieron los otros chicos?
—Conocimos a Brayden cuando todos estábamos en primer año en Georgia
Tech. Teague nos dejó tirados para convertirse en un ingeniero aeronáutico o
alguna mierda de esas, así que reclutamos a Rhys, quien estaba haciendo su prederecho en Emory.
—Él es el bebé del grupo, ¿cierto?
AJ soltó una risita.
—Sí, solo tiene veintitrés años. Es básicamente un genio, un hijo de puta
graduado de la escuela secundaria a los dieciséis y comenzó la universidad
enseguida. Él viene de una familia rica como el infierno, de la sociedad de imbéciles
de Savannah, así que ellos no estuvieron muy emocionados de que su niño de oro,
y su único hijo, dejara la escuela para unirse a nosotros.
—Eso apesta.
—Ellos apestan, créeme.
Incliné mi cabeza.
—¿Qué pensó tu familia de ti siendo un músico en vez de ser un…?
—Empresario.
—Ah, ya veo.
Se encogió de hombros.
—Estaban preocupados acerca de cómo me ganaría la vida en un primer
momento, pero no me repudiaron como los padres de Rhys lo hicieron.
—Bien por ellos.
Página
—Las cosas ahora están un poco mejor entre ellos. Mis padres son bastante
relajados. Quiero decir, al final del día, ellos nos quieren ver felices a mi hermano,
a mi hermana y a mí. No se pusieron como energúmenos cuando Antonio salió del
closet cuando era muy joven, ellos apoyaron el hecho de que fuera gay.
184
—Pobre chico.
—Sí, casi se vuelven locos cuando Cristina quedó embarazada a los
dieciocho y después se fugó. —Me miró y sonrió—. Y antes de que preguntes, ellos
estaban tan enojados de que ella no se casara por la iglesia como de que estuviera
embarazada. Nosotros somos católicos fervientes.
—También nosotros.
Mis pensamientos dejaron mi propia familia para enfocarme en la de AJ.
No podía evitar preguntarme qué pensarían de mí, si pensarían que era
suficientemente buena para su hijo mayor.
―Te amarán, Mia.
Sacudí mi cabeza mirándolo con incredulidad.
—Pero yo…
Sonrió.
—Podría decir lo que estabas pensando, y sé cuál es la respuesta. Ellos te
amarán.
—Gracias —murmuré, mientras dejaba que mi mente divagara sobre
si él podría amarme.
Tomando un giro a la derecha, comenzamos un camino de grava. Un
remolino de nubes de polvo se levantaba en la estela que dejaba la Hummer.
Finalmente llegamos a una extensa granja de dos pisos que parecía como algo
sacado de una pintura de Norman Rockwell27. El exterior era de un marco blanco
con persianas azules, y tenía un amplio porche, con mecedoras, que se extendían a
lo largo de la casa. Flores, de todos los colores y tamaños, llenaban el camino de
entrada.
Página
—Sí, lo es ¿no es así? —AJ miró a través del parabrisas—. Algunas veces
después de estar en carretera, me olvido de lo increíble que es, quiero decir, la casa
185
—Oh guau… esto es hermoso —dije.
27
Norman Rockwell: Ilustrador, fotógrafo y pintor estadounidense célebre por sus imágenes llenas de ironía
y humor.
tiene más de doscientos años. Cuando Susan, la mamá de Jake, la compró, hizo un
poco de renovación.
Estirando mi cuello, vi un granero y algunos establos bajando la colina.
Desde detrás del granero, podía ver una nube de humo, y sabía que debía ser la
hoguera que Jake había mencionado antes.
—Vamos, vayamos a reunirnos con los chicos —instó AJ.
Apenas había abierto la puerta cuando un Golden Retriever gigante pegó
su cabeza a mis pies para lamerlos.
—Bueno, hola para ti, también —dije con una sonrisa.
AJ se echó a reír mientras apagaba el auto.
—Esa sería Ángel, la perra de Abby, y la peor excusa para un perro que
ataque que alguna vez encontrarás.
Después que me bajé de un salto, rasqué a Ángel detrás de sus peludas
orejas.
—Aw, ella es tan dulce para ser mala. ¿No es verdad, chica?
Ángel ladró en respuesta antes de correr por el otro lado de la Hummer
para saludar a AJ. Él se inclinó para darle un beso en la frente antes de darle un
masaje épico.
Página
Ondulantes olas de grama verde se mecían con la brisa mientras nos
dirigíamos por la colina. El aire era más nítido y frio aquí en las montañas. A
medida que nuestros pies crujían en la grava, traté de no permitir que mi ansiedad
saliera a flote con los compañeros de banda de AJ abrumándome. Anoche cuando
estaba con Abby y Lily, me había sentido tan cómoda e incluida. Fue como que
encajé inmediatamente. Y en cuanto a los chicos de Runaway Train, no podía
haber pedido una mejor bienvenida. Así, que a pesar que no debería sentirme tan
preocupada, todavía me sentía ansiosa. Cuando doblamos la esquina alrededor del
granero, Ángel ladró y luego corrió por delante de nosotros para alertar a los demás
de que estábamos aquí.
186
—Está bien, chica. Llévanos a donde están los demás. —Tendiendo su
mano, deslicé la mía en la de AJ.
Con su espalda hacia nosotros, Jake estaba frente a una maciza parrilla de
acero inoxidable, la cual emitía unos deliciosos aromas de carne y hamburguesas.
—Idiota, aquí estamos ―llamó AJ.
Con un gruñido, Jake fijó su espátula hacia abajo.
—Qué bueno ver que finalmente lo hiciste, imbécil. —Cuando se dio la
vuelta, resoplé por su atuendo. Sobre sus pantalones cortos y su camiseta desteñida,
Jake llevaba un deslumbrante delantal negro que decía “Bese al cocinero” con
brillantes letras plateadas. Bajó la mirada hacia el delantal antes de encontrase con
mi mirada divertida—. Abby lo consiguió para mí.
—Muy masculino —contesté.
Sonrió.
—Oye, llevar esto me asegura el sexo.
—¡Escuché eso! —gritó Abby a través del claro.
AJ y yo nos reímos mientras Jake sonreía y le soplaba un beso. Entonces se
inclinó y me dio un abrazo.
—Estoy muy contento de tenerte con nosotros este fin de semana. —Era
difícil de creer que un chico como Jake, quien parecía tan arrogante y lleno de sí
mismo la mayor parte del tiempo, pudiera ser tan sincero. Realmente me hizo
sentir bienvenida.
—Yo también. ¿Puedo ayudar en algo?
Señaló hacia las mesas de picnic donde Abby y Lily estaban preparando
algunas comida y bebidas.
—Consulta eso con las chicas.
—Estoy tan contenta de que hayas venido.
Página
Abby dejó caer el paquete de panes de hamburguesa que estaba
sosteniendo y corrió alrededor de la mesa para abrazarme.
187
—Está bien —respondí. Le di a AJ un beso en la mejilla antes de dirigirme
a través del claro—. Hola chicas —dije.
Mientras estrujaba su espalda, contesté:
—Gracias. Yo también.
—No sé si AJ te lo dijo o no, pero los instalamos en el granero. —Con un
guiño, añadió—: Tú sabes, así pueden tener más privacidad.
Mis cejas se levantaron con sorpresa mientras pensaba en AJ y yo
acurrucados en pacas de heno como un colchón.
—¿Uhm, el granero?
Abby soltó una risita.
—Supongo que AJ olvidó decirte que el granero está completamente
remodelado. Es como un apartamento.
—Oh —contesté, mis mejillas calientes por la vergüenza.
—Es de verdad lindo —respondió Lily.
Con un suspiro de satisfacción, Abby asintió.
—Tiene un montón de recuerdos felices para mí y Jake. Eso es seguro.
—Entonces gracias por dejarnos tenerlo. —Miré a Lily—. ¿Pero qué hay
de Brayden y tú?
—Generalmente nos quedamos en el sótano.
Una sonrisa jugó en mis labios.
—Déjame adivinar. Esta terminado en lugar de ser como un agujero en el
suelo, ¿verdad?
Lily asintió.
—Sí, lo está.
Ahora fue el turno de Lily para sonrojarse.
Página
—Estoy tratando de conseguir que ella nos deje a Jake y a mí llevarnos a
los niños esta noche, así ella y Bray pueden tener tiempo a solas.
188
Abby le dio un codazo a Lily juguetonamente.
—Entre ustedes chicos compartiendo su autobús y después sacando a los
niños esta noche, Jake va a empezar a odiarme.
Abby soltó un bufido.
—Si él quiere estar en gracia conmigo, dejará que ayudemos a nuestros
amigos. —Ella movió sus cejas rubias—. Y eso significa de todas las maneras
posibles.
En ese momento, una esbelta adolescente alta se acercó con pasos largos
hacia la mesa con un pay de manzana en cada mano.
—Acaban de ser horneados —dijo, mientras se sentaba.
—Gracias, Allison.
Mientras observaba a la chica, noté que era tan naturalmente hermosa. Su
largo cabello negro estaba peinado hacia atrás en una cola de caballo, y ella usaba
un corto vestido azul. Si no hubiera sido tan joven, mi lado inseguro podría haber
estado intimidado.
—Mia, esta es Allison, la hermana de Jake. —Nos presentó Abby.
—Bueno, media hermana en caso de que te estés preguntando por qué no
nos parecemos —dijo Allison con una sonrisa. Ella tendió su mano—. Tú debes ser
la chica de AJ.
Mis ojos se ampliaron mientras sacudía su mano arriba y abajo.
—Uhm, supongo que sí.
—Él es un amor…y un tonto.
Me reí.
—Claro —respondió Allison. Sin dudarlo, se apresuró en ir directo a Rhys,
quien estaba inclinado contra el tronco de un árbol, bebiendo cerveza. Vi como
Página
—Mierda, olvidé la olla con las alubias —se quejó Abby. Mirando hacia
Allison, dijo—: ¿Conseguirás que alguno de los chicos vuelva a la casa contigo a
buscarlas?
189
—Sí, lo es.
ladeó la cabeza coquetamente señalando al mismo tiempo la casa. Él asintió con la
cabeza y dejó su cerveza en el pasto.
—Parece que alguien tiene un enamoramiento —murmuré.
La cabeza de Abby saltó hacia arriba desde la mesa antes de que su mirada
se enfocara en Allison, quien estaba caminando lo más cerca que podía de Rhys
por la ladera.
—Tal vez ella, pero para él, ella es solo la hermana pequeña de Jake.
—Por no hablar de joven, teniendo en cuenta que ella tiene casi diecisiete
—respondió Lily.
Protegiendo mis ojos del sol, vi como Allison le daba a Rhys una sonrisa
radiante.
—Que Dios bendiga su corazón. Eso tiene corazón roto escrito por todas
partes.
—Incluso si ella fuera mayor, eso tendría huesos rotos escrito por todas
partes —comentó Abby. Negó con la cabeza—. Jake nunca, nunca toleraría que
Rhys saliera con su hermana pequeña.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando de repente algo rozó mi
pierna. Chillando, salté a un metro en el aire. Cuando miré hacia abajo, vi a una
pequeña de cabello y ojos oscuros envuelta alrededor de mí.
—Oh, bueno, hola —dije, esperando no haber asustado la mierda fuera de
ella con mi reacción.
Ella levantó los brazos.
—¡Adiba! —ordenó. Me quedé con los ojos abiertos hacia Lily, que se
limitó a sonreír.
—Melody es muy amistosa. Ella nunca se encuentra con un extraño.
―¡Adiba!
Página
repitió:
190
Pisando su pequeño pie cubierto con unas converse rosadas, Melody
—Está bien. —La ansiedad me recorrió cuando me incliné para cumplir
sus deseos. Nunca había sido muy maternal, y por lo general yo era la última
persona en la tierra a la que le pedían ser niñera de cualquiera de mis primos.
Los ojos oscuros de Melody estuvieron fijos en los míos antes de que dejara
un beso baboso en mi mejilla.
—Gracias —le contesté, acomodándola torpemente en mi cadera.
Sus dedos llegaron como viento a través de los mechones de mi cabello.
—Onita —dijo.
—Gracias de nuevo. Mi señorita Melody, claramente es una parlanchina.
—Lily rio.
—Apenas podemos conseguir que Jude hable, pero a ella no la podemos
callar.
Una mano descansó en la parte baja de mi espalda. Cuando miré por
encima de mi hombro, AJ me sonrió.
—Veo que estás haciendo nuevos amigos.
—Lo estoy haciendo.
La cara de Melody se iluminó como una bengala el cuatro de julio.
—J —chilló, alcanzando los brazos—. ¡Cadame, J!
—Oye, mi pequeña princesa —respondió, mientras tomaba a Melody de
mí. Le besó ambas mejillas, las cuales tenían hoyuelos por darle a él una enorme
sonrisa. Levanté mis cejas con sorpresa y me volví hacia Lily.
—¿Siempre actúa de esta manera alrededor de los niños, o es todo esto solo
para impresionarme?
Página
—Es realmente muy bueno con los niños. Por supuesto, ninguno de ellos
lo fue hasta que Jude llegó. Ellos prácticamente se convirtieron en segundos padres
para él. —AJ asintió con la cabeza.
191
Con AJ frunciéndome el ceño Lily rio.
—Sí, Jude fue mi conejillo de indias, y me enseñó bien. —Acurrucó a
Melody en su pecho—. Pero esta pequeña chica aquí, es mi muñeca linda.
—En español, ¿por favor? —le dije con una sonrisa.
—Mi hermosa muñequita.
—Escúchate. Encantando damas de todas las edades —le contesté a AJ, el
cual me guiñó un ojo.
—De todos los chicos, siempre ha sido cautivada por AJ. Ella se ilumina
cada vez que él entra en la habitación —dijo Lily.
—Eso es porque ella sabe que soy el más dulce, más guapo, el mejor hombre
en el mundo entero, ¿cierto, Melly Moo?
AJ hizo cosquillas en los costados de Melody, lo que la hizo reír.
Brayden llegó caminando de la mano con un niño pequeño que era el vivo
retrato de Lily.
—Oye, Mia, me alegro de verte —dijo, y me dio un abrazo.
—Gracias. Lo mismo para ti.
—Este es nuestro hijo, Jude. —Él miró hacia abajo a Jude—. Saluda a Mia.
Jude extendió su pequeña mano.
—Hola Mia.
Inclinándome, le sonreí y le di la mano.
—Hola a ti también.
—¿Eres la novia del tío AJ?
¡Mierda! ¿Cómo demonios iba a salir de ésta?
—Nosotros solo vamos a ir a los columpios.
Página
Brayden debió sentir mi vergüenza, porque se acercó a Melody.
192
—Uhm...
—¡Umpios! ¡Umpios! —gritó Melody con entusiasmo, mientras se lanzaba
a los brazos de su padre.
Jude se alejó del lado de su padre para tirar de la camisa de AJ. Señalando
con su pequeño dedo hacia mí, preguntó:
―¿Es tu novia?
Sin alterarse, AJ respondió:
—Sip, es una chica, y es mi amiga. —Por razones que no podía entender,
me sentí un poco decepcionada por su resumen de lo que éramos. Quiero decir,
solo habían pasado dos semanas, así que no era como si realmente pudiera reclamar
un estado de la relación con él. Pero, al mismo tiempo, odiaba su respuesta.
Arrugando la nariz, Jude dijo:
―Ew, las chicas son asquerosas.
AJ se echó a reír.
—Dale unos cuantos años, y cambiarás de opinión, amigo.
Jude no parecía demasiado convencido mientras seguía a Brayden a través
del claro hasta una gran zona de juegos de madera.
—AJ, dame una mano —llamó Jake desde la parrilla.
—Vuelvo en un minuto —aseguró AJ.
—Está bien.
Mientras poníamos los toques finales en el almuerzo, la conversación fluía
libremente entre Abby, Lily y yo. Estaba empezando a disfrutar de su compañía
cada vez más.
—Entonces, ¿cantas, Mia? —preguntó Abby, antes de echarse algunas
papas fritas en su boca.
Página
Lily rio.
193
—Oh Dios, no. No puedo cantar ni abajo de la ducha.
—Eso nos hace dos de nosotras entonces. —Entonces hizo un gesto hacia
donde Brayden ayudaba a Jude en el tobogán mientras al mismo tiempo empujaba
a Melody en un columpio con arnés—. Solo mis hijos aprecian mi voz para cantar
a la hora de dormir, y eso es por lo general solo cuando Bray está de gira y tienen
que conformarse conmigo.
Mientras observaba la zona de juegos, me preguntaba que hacía un chico
comprometido sin niños, como Jake, con una. Lily debió de leer mi mente, porque,
dijo:
―La hizo solo para que Jude y Melody tuvieran un lugar para jugar cuando
vinieran de visita.
—¡Qué dulce!
Lily asintió con la cabeza y luego le dio un codazo juguetón a Abby.
—Y creo que para futuros hijos, también.
Los ojos azules de Abby se abrieron mientras tragaba con dificultad.
—Oh, no, tenemos que pasar por la boda primero. Y cuida tu lengua. Si
Jake te oye decir eso, va a enloquecer. No estamos planeando niños durante varios
años en la carretera. —Bajo la mirada de complicidad de Lily, Abby suspiró—.
Está bien, Jake no está ansioso por tener niños durante varios años. —Girando el
enorme diamante en su dedo anular, sonrió con picardía—. Yo tendría uno mañana
mismo si pudiera.
Antes de que pudiera detenerme, espeté:
―Pero eres tan joven.
Abby frunció la nariz.
—Exactamente. Quiero decir, ¿quién necesita un bebé cuando yo misma
soy una simple bebé a los veintidós?
—Confía en mí, no eres la primera persona que me dice eso. Incluido mi
querido prometido. —Profundizando la voz para imitar a Jake, dijo—: Tenemos
Página
Acariciando mi espalda, Abby sacudió la cabeza.
194
—Lo siento, no debí haber…
todo el tiempo del mundo para tener niños. Tenemos que tener al menos tres giras
por Estados Unidos y una gira mundial bajo el cinturón antes de dejarte
embarazada.
Me eché a reír.
—Hmm, Jake se parece mucho a AJ, mandón, a mi manera o la carretera.
Abby guiñó un ojo.
—Sí, pero ¿no es divertido cambiarles las reglas?
Con un movimiento entusiasta de mi cabeza, respondí:
―Oh, sí, lo es.
No podía evitar pensar en cuando lo había atado en la limosina en nuestra
primera cita.
AJ y Jake aparecieron con bandejas cargadas de carnes, hamburguesas y
costillas. Al contemplar a lo largo de las dos mesas, mis ojos se ensancharon por
todos los alimentos.
—Solo espera, no quedará mucho cuando hayamos terminado —dijo AJ.
—Ustedes pueden terminar con todo, ¿no?
Jake sonrió.
—No es solo nosotros. No dejes que el tamaño de Abby te engañe. Es una
gran comensal. —Abby se echó a reír mientras me daba un plato de papel.
—Ama darme mierda por eso.
—Bueno, yo debería odiarte por ser capaz de comer tanto y aún
permanecer tan delgada —bromeé.
—Yo le digo lo mismo todo el tiempo —respondió Lily.
Con una sonrisa, le dije:
―Estás perdonada.
Página
―Lo siento.
195
Empujando su labio inferior, Abby dijo:
—Bueno. Ahora vamos a comer.
Hizo un gesto a los demás para que se nos unieran en la mesa. Me di cuenta
de que una vez más Allison estaba al lado de Rhys y logró tomar asiento a su lado.
Después de que llené mi plato hasta el borde, AJ palmeó un lugar en el banco, así
que me moví junto a él. Cuando se acercó más a mí, levanté una ceja.
—¿Preferirías que me siente en tu regazo?
Sonrió.
—Solo quiero estar cerca de ti.
Inclinándome, susurré en su oído:
—No creo que vayas a empezar algo conmigo en cualquier momento
cercano señor Reséndiz.
AJ levantó las manos en señal de rendición.
—Solo estaba tratando de ser cariñoso.
—Contigo, siempre hay algo que está al acecho detrás de ese afecto.
Bajando la voz, añadí—: Y eso por lo general es una erección.
—
Ahogándose con su hamburguesa, AJ agarró su cerveza y se bebió la mitad.
Cuando se recuperó, entrecerró sus ojos hacia mí.
—Maldición, chica.
—La verdad duele, ¿no es así? —pregunté con una sonrisa.
AJ se rio entre dientes antes de dar otro mordisco a su hamburguesa.
Cuando lo hizo, dejó un pegote de mostaza atrás.
—Oh, cállate y cómete tu hamburguesa —espeté.
Página
—Cambiar las reglas apesta, ¿no? —preguntó en voz baja.
196
—Ugh, eres un cerdo. —Me acerqué y lo limpié con mi pulgar. Antes de
que pudiera mover la mano, la lengua de AJ salió y lamió la mostaza de mi pulgar.
Esto causó un dolor que quemó a través de mi mitad inferior. Me estremecí bajo su
mirada.
Con un guiño, llevó su mano libre debajo de la mesa para apoyarla en mi
rodilla. Cuando miré a través de la mesa, Jake y Abby nos estaban sonriendo.
Rápidamente concentré mi atención en mi plato y las conversaciones que flotaban
a mí alrededor. Fue una comida ruidosa y estridente, pero se sentía como estar con
mi familia en una de nuestras cenas semanales. Me sentía más feliz de lo que he
estado en mucho, mucho tiempo.
Con nuestros estómagos llenos de la enorme comida y postre, dejamos las
mesas de picnic y nos dirigimos a las tumbonas junto a la crepitante hoguera. Antes
de sentarse, Jake accionó el interruptor del equipo de música, enviando música
haciendo eco a nuestro alrededor. Mientras me bebía una cerveza espumosa, mi
cabeza iba de ida y vuelta entre la conversación, la mayor parte de ella era sobre
los chicos bromeando amablemente entre ellos.
Cuando la música cambió y Drunk on You de Luke Bryan sonó por los
parlantes, me enderecé en mí silla.
—¡Augh, amo esta canción! —exclamé.
—¿En serio? —preguntó AJ, arrugando la nariz con disgusto.
Asentí con la cabeza.
—Sabes que amo la música country, y adoro cualquier cosa de Luke Bryan.
Con un grito a mi lado, Abby emitió efusiva:
—¿En serio? Yo también. Sabes, lo conocimos en los Premios de la Música
Country. —Se abanicó y se rio—. Es aún más caliente en persona.
—Sí, lo hicimos. Él fue muy agradable, también.
Página
Jake y AJ se miraron y rodaron los ojos hacia Abby y yo actuando como
adolescentes enamoradas.
197
—Oh, Dios mío, yo moriría. ¿Realmente hablaste con él?
—Mataría por conocerlo.
Abby se acercó y golpeó mi pierna.
—En los siguientes PMC vas a venir conmigo entonces.
—Eso sería increíble.
AJ gruñó.
—En serio, este tipo no me llega ni a los talones.
—¿Siquiera sabes la letra de esta canción?
—Lamentablemente sí. —Ante mi continuo escepticismo, añadió—:
¿Quieres que me ponga mi dinero donde está mi boca?
Rhys gimió.
—Por favor, Mia, no lo hagas comenzar.
Ignorándolo, le sonreí a AJ.
—Vamos, muchachote. Dame tu mejor golpe.
—Es un placer. —Bajó su cerveza y se levantó de su silla. Tomó el centro
del escenario en el círculo de sillas. Inclinando la cabeza hacia un lado, esperó
para comenzar en la línea de la canción. Mientras cantaba las letras, imitó estar
bajando la ventana, encender la radio, y verter un poco de Corona en una copa.
Abby y Allison se rieron de sus payasadas mientras yo no podía evitar sonreírle por
ser tan ridículo.
Cuando llegó al coro, apuntó directamente hacia mí y gritó sobre la
canción:
—Chica, tú haces que mis altavoces hagan bum bum. —Precisamente en
el momento, se dio vuelta para golpear sus nalgas en “bum, bum”—. Bailando en
el portón trasero en la luna llena.
—No lo alientes. AJ utilizará cualquier excusa para sacudirnos el culo.
Página
Jake resopló con desdén.
198
—Lindo —contesté mientras aplaudía salvajemente.
—No me odies por mover el culo con habilidad. Mia es una mujer que
aprecia el ritmo, dentro y fuera de la habitación.
Extendiendo la mano, lo agarré por los lazos del cinturón y lo tiré más
cerca. Me incliné hacia adelante para pellizcar con los dientes una de las nalgas de
AJ a través de sus pantalones cortos.
—Seguro como el infierno que sí lo hago.
—Tranquilos, ustedes dos —gruñó Jake, señalando por encima a Allison.
Ella puso los ojos en blanco.
—Oh, por favor. Tengo casi diecisiete, no siete.
AJ se dio la vuelta para mirarme. Con una sonrisa, me tendió la mano.
—Vamos, quiero llevarte a ver las cataratas.
Incliné mi cabeza hacia él.
—¿Es eso una palabra código para llevarme lejos del grupo, para que puedas
violarme en el bosque?
Abby soltó una risita.
—No, en realidad hay algunas pequeñas cascadas en el extremo más alejado
de la propiedad del abuelo de Jake. Son solo unos cuatro metros, pero es realmente
hermoso allí.
Mirando la mano extendida de AJ, le dije:
—Solo las cascadas. Ningún negocio curioso que me haga terminar con
hiedra venenosa en mi culo, ¿no?
Frunció los labios en su sonrisa de firma.
Página
—Con tal de que no me ayudes a lo largo de esa caída, creo que vamos a
estar bien. —Entonces deslicé mi mano en la suya, y me sacó de la silla de jardín.
199
—No voy a hacer ninguna promesa. —Cuando empecé a protestar, levantó
una mano—. No puedo ser considerado responsable si, accidentalmente, te
caes por ahí y ruedas a través de la hiedra venenosa.
—Diviértete disfrutando del paisaje —bromeó Abby.
Le sonreí antes de dejar que AJ me tirara detrás de él. Me condujo al
establo donde estaban estacionados un Jeep y varias cuatrimotos. En vez de ir para
el Jeep, se deslizó en una cuatrimoto negra y brillante. Dándose la vuelta, palmeó
el escaso espacio detrás de él.
—Sube, nena.
Coloqué mis manos sobre mis caderas.
—No puedes estar hablando en serio.
—¿Y por qué demonios no?
—Por un lado, estás diciendo que un chico de ciudad como tú, realmente
sabe cómo montar una de esas cosas, ¿al menos sabes conducirla?
—Sí, Mia, por difícil que sea de creer, este habitante de Ciudad de México
en realidad sabe cómo conducir una cuatrimoto. —Me mordí el labio para no
reírme ante su tono. En vez de eso, yo continuaba mirándolo con escepticismo. AJ
puso los ojos en blanco—. Escucha, he estado viniendo aquí desde que tenía catorce
años. Pero incluso antes de eso, estaba conduciendo la moto de mi tío por las calles
de Guadalajara, lo que, confía en mí, es un infierno mucho más peligroso que
cualquier otra cosa que la selva virgen pueda arrojarte.
—Bien, bien, mi corrijo.
Con una sonrisa triunfal, AJ encendió el motor. Subiendo mi pierna, me
deslicé a través de lo que quedaba del asiento detrás de él. Estaba casi pegada a su
espalda. Mis muslos desnudos lo rozaron.
—Agárrate fuerte, nena —gritó por encima del rugido del motor.
Envolviendo mis brazos alrededor de su cintura, le grité:
—Confía en mí, no tienes que decírmelo dos veces.
Página
Mi corazón se agitó un poco, tanto por sus amables palabras como por el
tono sincero.
200
—No tienes nada de qué preocuparte. Nunca dejaría que te hagas daño.
—¿No eres una dulzura?
—Sí, lo soy. —Echando un vistazo por encima de su hombro, hizo un
guiño—. Ahora sujétate bien. Voy a darte el viaje de tu vida.
Me reí.
—Lo que sea.
AJ soltó el freno y pisó el acelerador, enviándonos a toda velocidad hacia
adelante sobre el camino. Una tormenta de tierra se levantó a nuestro paso,
nublando mi visión. A medida que ganábamos velocidad, me aferré a él con más
fuerza. Sus duros abdominales trabajados, apretados bajo mis manos.
Con un giro a la derecha, dejamos el camino de pavimento y comenzamos
a bajar sobre la hierba irregular y con mucha vegetación. Mucho antes de poder
verla, podía oír el rugido de los golpes del agua. No me di cuenta de que había
estado conteniendo la respiración hasta que llegamos al arroyo. AJ debió sentir mi
anticipación porque apagó el motor y señaló hacia la derecha.
—Mira —me indicó.
Tapando mis ojos del sol con la mano, miré hacia donde él señalaba y
exhalé mi inquieta respiración. Avecinándose, el agua caía en cascada sobre tres
formaciones rocosas separadas y escarpadas antes de que se agrupara en una
corriente más abajo.
—¿Te gusta? —preguntó AJ, cuando me quedé mirando con la boca
abierta.
—¿Me estás tomando el pelo?
Él se rio entre dientes mientras se deslizaba fuera de la moto. Cuando me
ayudó a bajar al suelo, respondí:
—Anda, vamos a explorar.
Página
AJ extendió su mano por la mía.
201
—No puedo creer que algo tan hermoso esté aquí mismo en medio de la
propiedad de Jake.
Asintiendo con la cabeza, deslicé mi mano en la suya. La conversación
pareció fallarnos mientras paseábamos por la orilla del río. Nuestras ropas
ondeaban en la suave brisa, mientras que la vida salvaje canturreaba y zumbaba
alrededor de nosotros. Las ardillas correteaban en las copas de los árboles mientras
que los pájaros gritaban, mientras se dispersaban por encima de nuestras cabezas.
Chillé y tiré de la mano de AJ a la vista de una cierva y su cervatillo en la orilla.
Pero al vernos, salieron disparados de vuelta al bosque.
—¿Viste eso? El bebé era como Bambi con manchas.
AJ sonrió ante mi entusiasmo. Cuando acepté toda la belleza que me
rodeaba, suspiré con alegría.
—Ahora puedo ver por qué Jake ama tanto este lugar.
—No sé si lo llamaría "amor” o una obsesión. Se está haciendo cada vez
más difícil entre los descansos traerlo de vuelta a la carretera.
—Bueno, tiene sentido que no le guste salir de aquí. Quiero decir, es parte
de su sangre. Estar en la carretera tiene que ser una vida tan desarraigada que
supongo que él está súper agradecido de tener un hogar tan maravilloso al que
volver.
Me empujó juguetonamente.
—Escúchate sonando toda sabia como Yoda o alguna mierda así.
Le devolví el codazo. Fuerte.
—Por favor, ¿dime que no acabas de compararme con un tipo algo verde,
viejo y arrugado?
—Oye, tú eres mayor que yo.
—Sigue así, Reséndiz, y veo un fin de semana de solo tú y tu mano.
Página
—Vamos, no te desquicies tanto. —Me soltó la mano, para poder deslizar
su brazo alrededor de mi cintura. Atrayéndome hacia él, sus cálidos labios
acariciaron contra mi cuello—. Sabes que eres la mujer mayor más sexy de todo el
jodido mundo.
202
Echando la cabeza hacia atrás, AJ se rio con ganas.
Me moví de su agarre y empujé un dedo enfrente de su cara.
—Usted, señor, no se está salvando a sí mismo. Soy solo tres años y medio
mayor que tú. Difícilmente llamaría eso una mujer mayor.
—Pero pensar que soy tu cachorro me pone duro.
Rodando los ojos con exasperación, resoplé:
—Tan solo el viento soplando te pone duro.
AJ me miró por un momento antes de rugir con una risa. Sus ojos oscuros
bailaban con diversión mientras juguetonamente tomaba la parte de atrás de mi
cuello.
—Maldición, Mia, ¿qué voy a hacer contigo?
—Llévame hasta el agua —le mandé.
—Con mucho gusto. —Extendió la mano otra vez, y deslizó la mía en la
suya. Caminamos velozmente nuestro camino a través del nivel de hierba casi por
las rodillas hacia la orilla del río. Cuando llegamos, me incliné, mirando hacia abajo
en el arroyo que fluía suavemente. En mi mente, me había imaginado rápidas
estridentes caídas de agua fluyendo de las cascadas, pero esto era tan suave.
—Mira lo clara que es esta agua. Puedes ver perfectamente el fondo.
—Si crees que se ve increíble, deberías sentirla.
En un instante, me saqué mis sandalias y comencé tentativamente a
chapotear en el agua. Mientras esquivaba ramas y otros escombros en la parte
inferior, mis dedos se aplastaron a través de la suave arena. La refrescante frescura
lamía mis tobillos, y suspiré con satisfacción renovada.
—Está más caluroso de lo que pensaba que estaría.
—Mmm, parece ser que olvidamos nuestros trajes de baño.
—¿Quién dice que los necesitamos?
Página
Al mirar por encima de mi hombro, pude ver el perverso brillo ardiendo
en sus ojos ante la sugerencia.
203
—¿Quieres ir a nadar? —preguntó AJ desde detrás de mí.
Le lancé una sonrisa tímida.
—¿Estás sugiriendo que vayamos a bañarnos desnudos?
—¿Ahora por qué pensarías automáticamente que estaba insinuando nadar
desnudos?
—¿Por qué eres un total y completo cachondo?
AJ se echó a reír.
—Ahora, Mia, mi mente no estaba siendo tan tortuosa. Simplemente quise
decir que nos bañáramos en nuestra ropa interior.
—Por supuesto que lo hiciste.
Jugando con el dobladillo de su camisa, AJ preguntó:
—¿Así que, eres valiente?
El ardiente calor a mí alrededor, chamuscando mi piel expuesta, hizo que
el agua se sintiera aún más celestial contra mis tobillos. No quería nada más que
sentir todo mi cuerpo envuelto en la frescura.
—¿Estás seguro de que nadie nos puede ver por aquí?
—Nop. Estamos demasiado lejos de las multitudes.
—Está bien entonces, soy valiente.
—¡Joder, sí! —exclamó, tironeando su camisa por la cabeza tan rápido que
pensé que había rasgado la tela.
Apenas había conseguido sacar la camisa sobre mi cabeza cuando me di
cuenta de que AJ ya se había desvestido hasta sus calzoncillos y estaba mirándome
fijamente.
—Esto no es un espectáculo de desvestirse, Sr. Reséndiz.
Página
Mis dedos vacilaron en el botón de mis pantalones cortos. Odiaba que AJ
me viera desnuda con la luz encendida. Con el sol pegando contra nosotros e
204
—No se puedes culpar a un hombre por disfrutar de la vista.
iluminando incluso las partes sombrías del bosque, iba a ver mucho más de lo que
yo quería.
Cuando yo seguía parada, AJ entró en el agua, reduciendo la brecha entre
los dos. Me acompañó de regreso hasta la orilla antes de que sus dedos
reemplazaran los míos en mis pantalones cortos. Mientras los desabrochaba, se me
quedó mirando fijamente.
—Sé lo que estás pensando, así que supongo que tengo que repetirlo una
vez más. Amo cada centímetro cuadrado de tu cuerpo, incluyendo esas fabulosas
caderas redondas... —Su voz se desvaneció mientras empujaba mis pantalones
cortos por encima de mi trasero y hasta mis pies. En sus rodillas, miró hacia mí—.
Y vale la pena repetir una vez más lo mucho que adoro y amo este culo —dijo antes
de enviar una palmada punzante contra una de mis nalgas.
Mi cara enrojeció con calidez. Quería más que nada creer que AJ era
sincero en lo que dijo sobre mi cuerpo, pero tenía demasiados años de auto-odio
arraigados en mí. Con el deseo y la admiración brillando en sus ojos, torcí el dedo,
atrayéndolo hacia mí. Cuando se levantó del suelo, su mirada se clavó en la mía
mientras le daba una sonrisa verdaderamente agradecida.
—Gracias, AJ.
—De nada —murmuró, empujando largos mechones de cabello de mi cara.
Agaché la cabeza para presionar un prolongado beso en su pecho sobre su
corazón. Incluso bajo mis labios, podía sentir el fuerte latido de su corazón, uno
que era tan increíblemente amable y generoso. Eché un vistazo hacia él a través
del manto de cabello que me cubría la cara.
—A pesar de todas las bromas e insinuaciones, te aseguras de cómo hacer
que una chica se sienta deseada.
Ante su arrogancia, hundí mis dientes en la piel del sitio donde una vez lo
había besado tiernamente. AJ gritó y saltó hacia atrás.
Página
—Me alegro de que finalmente te estés dando cuenta de lo magnífico que
soy, tanto dentro como fuera de la habitación.
205
Él me sonrió.
—Mia Martinelli, ¿acabas de morderme? —Se frotó el pecho mientras me
daba una cara enfurruñada—. Qué desperdicio. Quiero decir, ni siquiera fue un
chupetón.
Me reí.
—Sí, bueno, eso te enseñará a no hacer comentarios imbéciles cuando
estoy siendo sincera —le contesté saliendo de mis pantalones cortos.
Al verme en mi sujetador y bragas, la expresión de AJ cambió a uno de pura
lujuria. Después de tirar mis pantalones cortos en la orilla, moví mi dedo.
—Solo nadar, ¿recuerdas?
—Sí, sí —gruñó.
Alejándome de él, hice mi camino más profundo en el agua. Cuanto más
caminaba hacia la corriente, más profundamente se hundían mis dedos en el barro
blando. Cuando me di cuenta de que AJ todavía tenía que unirse a mí, miré por
encima de mi hombro. Espié a AJ empujando su billetera de regreso en sus
pantalones cortos. El sol abrasador capturó el dorado del envoltorio, y me reí a
pesar de mí misma. Después de recuperarme, dije:
—Pensaría que la protección al nadar incluirá un chaleco salvavidas y
protector solar, no un condón.
Utilizó su mano libre para rascarse la nuca. Me di cuenta de que estaba en
guerra consigo mismo en cuanto a si se debía llevarlo con él o dejarlo caer de nuevo
en la pila de ropa.
Dando la vuelta en el agua, crucé mis brazos sobre mi pecho.
—¿Te pongo tanto que no te imaginas tomando un baño inofensivo sin
nosotros follando?
Sus palabras enviaron un escalofrío ondulante a través de mí, negué con la
cabeza.
Página
—Hay una diferencia entre no ser capaz de controlarme y solo no querer,
Mia. ¿Te es tan difícil de entender que te quiero veinticuatro horas los siete días?
206
Rodó los ojos.
—Tráelo aquí.
AJ dio unos pasos caminando penosamente hacia mí, enviando
salpicaduras de agua a nuestro alrededor. Cuando le tendí la mano, de mala gana
deslizó el condón en ella.
—Gracias. —Cuando metí el envoltorio en una de mis copas del sujetador,
la boca de AJ se curvó en una sonrisa—. ¿Qué? —le pregunté con un encogimiento
de hombros.
—Pensé que ibas a tirarlo.
—Entonces que desperdicio sería eso. —Dando un paso adelante, agarré la
cinturilla de sus calzoncillos, tirándolo hasta mí—. Pero voy a dejar una cosa clara.
Tengo que correrme por lo menos una o dos veces antes de que llegues a utilizar
esto.
AJ sonrió.
—No tengo ningún problema con eso.
—Bien. —Ajusté la copa de mi sujetador, asegurándome de que el condón
se mantuviera firmemente en su lugar. Una vez fijado, continué caminando hacia
la corriente hasta que estuve a la altura del pecho.
—Voy a entrar —le dije, antes de que me sumergiera bajo el agua.
Pateando los brazos y piernas, nadé más cerca hacia la cascada. Cuando
emergí, me saqué el cabello húmedo de la cara y me limpié los ojos. Mirando al
alrededor, no había ninguna señal de AJ.
—¡Imbécil! —grité, salpicándole la cara con agua.
Se rio entre dientes antes de envolver sus brazos alrededor de mí.
Página
Algo rozó contra mí antes de que fuera tirada hacia abajo por mis pies.
Pateando mis piernas, luché contra él para encontrar el camino a la superficie.
Cuando AJ apareció detrás de mí, chillé y agarré mi corazón.
207
—¿AJ? —pregunté. Al dar la vuelta a la izquierda y la derecha en el agua,
buscándolo desesperadamente, mi corazón comenzó a latir más rápido ante el
miedo.
—¿Creíste que había sido comido por algún monstruo del río, e iba después
a por ti, también?
—No, no lo hice —resoplé. Empujando contra su pecho, traté de moverme
fuera de su abrazo. Cuando mantuvo su férreo abrazo a mí alrededor, sacudí mi
cabeza.
—No creas que vas a conseguir nada de amor de mí después de que hicieras
ese estúpido movimiento.
—Aw, siento haberte asustado, amorcito mío. Déjame hacer las paces
contigo, ¿de acuerdo? —AJ llevó sus labios a los míos. Mientras profundizaba el
beso, mi resolución se desvaneció poco a poco, y se fundió con él. Apartándose,
inclinó el ceño hacia mí—. ¿Perdonado?
Sonreí.
—Sí, perdonado.
—Bien. Vamos a nadar allí donde nuestros pies pueden tocar el fondo.
—Está bien. —Abriendo mis brazos, di una patada con los pies y seguí las
brazadas constantes de AJ a través del agua. Cuando nos acercamos a las
formaciones rocosas, pude ver que el agua crecía sumergiéndonos. Pero cuando
puse mis pies en el suelo, el agua seguía al nivel de mi barbilla—. Creo que estoy
un poco desafiada verticalmente por esto.
AJ se echó a reír.
—Ven aquí. Te ayudaré ya que te llevo unos pocos centímetros. —Movió
las cejas—. En más de un sentido.
Rodé los ojos mientras me atraía hacia él.
—Patético, Reséndiz. Muy, muy patético.
Página
—Con mucho gusto —le contesté. Agarrando sus hombros, me levanté. En
el momento en que mi centro rozó contra la polla de AJ, se alzó a la vida. Levanté
una ceja—. ¿En serio? ¿No está el agua demasiado fría?
208
—Tuve que ir allí. Ahora envuelve tus sexys piernas en mi cintura.
—Obviamente no. —Deslizó una de sus manos por mis caderas y la llevó
entre las piernas—. Parece que tenemos que hacerte entrar un poco en calor.
Di un grito ahogado mientras frotaba mi clítoris.
—Pensé que íbamos a nadar primero.
—¿No podemos follar primero y nadar más tarde?
seriedad.
—preguntó con
Mi placer se convirtió en diversión.
—Tú y tu mente de una sola dirección. Tenías esto planeado en la fogata,
¿no es así?
—Más o menos. —Sus hábiles dedos corrieron mi ropa interior para
deslizar dos dedos dentro de mí—. Pero nunca he follado en una cascada antes. —
Me mordisqueó el labio inferior, chupándolo entre sus dientes mientras
comenzaba a bombear sus dedos aún más rápido dentro de mí. Una mirada
divertida brilló en sus ojos entornados—. Mia, ¿quieres hacer los honores de tomar
mi virginidad de cascada?
—Mmm, déjame pensar en ello. —Cuando apreté mis piernas alrededor de
su cintura, nuestros cuerpos se fundieron juntos, y ambos gemimos en la boca del
otro. Él empujó sus caderas, empujando su pene ampliamente contra mi centro.
Llenada por sus dedos, quería más de él, así que me arqueé provocando un
estremecimiento en AJ.
La provocadora mirada que tenía antes había desaparecido, y una de
caliente lujuria ardía en sus ojos.
—Quiero tenerte aquí y ahora —dijo con voz ronca.
Me alejé un poco para pasar mis dedos por los húmedos mechones de su
cabello oscuro. En la base de su cuello, le di un tirón con fuerza.
Página
Ante mi invitación, AJ respondió con entusiasmo, empujando con fuerza
contra mí. Mientras iba en espiral hacia atrás, me golpeé la espalda con las rocas
puntiagudas. Grité de dolor, en vez de placer.
209
—Entonces tómame.
—Oh amorcito mío, Lo siento tanto, tanto. —Las manos de AJ me frotaron
tiernamente de arriba hacia abajo por la carne golpeada de mi espalda—. Date la
vuelta y déjame verte.
Me giré en el agua enfrentándome a mi antiguo némesis, las rocas.
—No hay cortes o raspaduras, por suerte. —Me estremecí cuando los
cálidos labios de AJ besaron mi espalda. Cuando terminó, sus fuertes manos
llegaron a mis hombros y me dio la vuelta. Agarrando mi rostro con sus manos, me
dio una mirada de disculpa—. Lo siento mucho por ser tan Neanderthal y
maltratarte de esa manera.
Levanté una de mis manos para acariciar su brazo.
—No tienes que pedir disculpas. Fue un accidente. Sé que nunca estarías
dispuesto a hacerme daño. —Un escalofrío me recorrió cuando algunos recuerdos
enterrados pasaron por mi cabeza.
AJ se inclinó para darme un beso casto y tierno en los labios.
—No podría vivir conmigo mismo si alguna vez te lastimara
intencionalmente.
Desesperadamente luchando contra los fantasmas del pasado, forcé una
sonrisa en mis labios.
—Ya lo sé. Aunque eres un tipo duro, eres un encanto de principio a fin.
Frunció el ceño.
—Gracias por hacer que suene como un absoluto marica.
Me eché a reír.
—Esa es la última cosa que podrías ser. Además, no es ningún secreto que
te gusta duro.
Página
—¿Podrías dejar de gastar energía en esta diatriba autocrítica, y meter tu
fabulosa polla en mí?
210
—Sí, eso es cierto. —El pulgar de AJ trazó mi labio inferior—. Pero me
siento muy mal.
Sus ojos se abrieron.
—Claro que sí, puedo hacer eso.
—Y mientras estás en ello, traerías de vuelta al arrogante y hablador chico
travieso que tanto me gusta.
—Encantado —respondió, agarrando el condón de mi sujetador. Mientras
se quitaba los calzoncillos, me estiré para desabrochar mi sujetador y luego sacarme
mis bragas. Después de que los enrollé en mis manos, los tiré a una de las rocas más
altas. AJ siguió mi ejemplo y lanzó sus bóxers allí también.
Cuando su mirada se encontró con la mía, el deseo quemó brillantemente
en sus ojos.
—Pon tus manos en las rocas —ordenó AJ, con un gruñido áspero en mis
oídos.
Me estremecí con anticipación mientras mis temblorosas manos se
extendían por las piedras cubiertas de musgo. Una vez que las planté tan
firmemente como pude, miré por encima de mi hombro.
—¿Estás seguro de que nadie puede vernos?
—No.
—Pero dijiste…
AJ empujó su erección cubierta con el condón contra mi trasero desnudo.
Sus dientes rozaron mi lóbulo antes de que lo succionara con su boca. Mis pezones
se tensaron ante la sensación, deseando que estuviera chupándolos en lugar de mi
oreja.
—A pesar de que estamos a kilómetros y kilómetros de la civilización y no
hay manera en el infierno que Jake o los otros nos hubieran seguido, casi podría
volar mi carga solo de pensar en que alguien me vea follarte aquí.
—Entonces, ¿qué estás esperando?
Página
dura.
211
Un estremecimiento me recorrió con sus palabras. Le clavé una mirada
Respondió entrando en mí con un solo golpe duro. Cuando grité, se hizo
eco en las rocas que nos rodeaban, al igual que la húmeda bofetada de nuestra piel.
—Oh mierda, eso es caliente. Haz el ruido de nuevo —murmuró AJ en mi
oído, mientras seguía empujando dentro y fuera de mí. Sus manos fueron a mi
cintura. Sus dedos se clavaron en la piel de mis caderas mientras me tiraba hacia
atrás y hacia adelante. Fue más y más adentro cada vez, y me sentí fácilmente
escalar hacia un orgasmo. Cuando dejé mi cabeza hacia atrás sobre su hombro, AJ
se inclinó para cubrir mis labios con los suyos. Llevando el brazo hacia atrás, acuné
su cabeza con mi mano, atrayéndolo más cerca. Su cálida lengua empujó en mi
boca al mismo tiempo que hacía sus movimientos dentro de mí.
Nuestra respiración se hizo más pesada, mientras que nuestros gemidos de
placer hacían eco contra los labios del otro. Mientras AJ continuaba con sus golpes
duros, una de sus manos dejó mi cadera para acariciar mi pecho. Pellizcó y retorció
mi pezón con los dedos. Cerré los ojos y me estremecí. Una vez que el pezón se
transformó en un pico perfecto, su mano dejó mi pecho, para entrelazar sus dedos
con la mano que tenía sobre la roca. Algo sobre el gesto cariñoso en medio de esa
follada dura y fuerte, me hizo tambalearme, y sentí mis paredes temblar.
—¡Sí, sí! ¡Oh Dios, sí, AJ! —grité. Cuando llegué, agarré su cabello en un
puño en mis manos. Mis gritos haciendo eco en las rocas se encontraron con los
gruñidos de satisfacción de AJ, mientras se estremecía y se sacudía dentro de mí.
Mientras continuaba convulsionándose, mantuvo su asalto rabioso en mi boca.
Gemí contra sus labios. Si no se detenía pronto, iba a estar lista para otra ronda, y
sabía que teníamos que volver con los otros.
Sin aliento y agotada, me alejé. El ancho pecho de AJ luchaba mientras
trataba de recuperar el aliento.
—¡Jódeme! —murmuró.
No pude evitar reírme.
—Como sea listilla. Solo quería decir, que cada vez se vuelve más y más
intenso entre nosotros.
Página
Sonrió.
212
—Sí, creo que lo hice bastante bien.
Mientras se deslizaba fuera de mí, me di la vuelta para mirarlo de frente,
apoyando las manos sobre sus hombros.
—Me alegro de oír eso. Odiaría que estés cansado de mí después de dos
semanas.
—No creo que pudiera conseguir cansarme después de una jodida década,
y mucho menos un par de semanas.
Sus palabras provocaron una agitación en mi pecho que traté
infructuosamente de ignorar.
—Bien. —Tiré de mi barbilla hacia la roca por encima de nosotros—.
Ahora, por qué no eres un verdadero caballero y vas a buscar la ropa interior, ¿eh?
—Sus deseos son órdenes para mí, señorita Mandona —respondió con un
Página
213
guiño.
Traducido por Maru Belikov y Pachii
Corregido por Jo
C
on un pequeño salto en mis pasos por sentirme total y
completamente satisfecho sexualmente, guie a Mia a la orilla
del río. Estirándome, tomé su mano en la mía y la balanceé
adelante y atrás.
—Así que, ¿qué es lo que hay en el barril para esta noche? —preguntó Mia.
—Oh, la mierda se pone loca aquí cuando el sol se oculta.
—¿En serio? —preguntó.
Asentí.
—Demonios sí. Quiero decir, todos nos reunimos alrededor de la fogata y
asamos malvaviscos y s’mores. Puede ser tan alocado que una vez ahuyentamos a
una de las vacas del abuelo de Jake.
Cuando le di un guiño, ella sonrió.
—Muy gracioso.
—¿Así que te gustan las fiestas clasificadas para todo público?
Página
El familiar dolor se desencadenó en mi pecho ante las palabras de Mia, ese
que se sentía como un intenso ardor después de una borrachera por cerveza. No
me había sentido de esta forma por una chica en un largo, largo tiempo. Incluso
214
—Por supuesto que sí. —Me codeó juguetonamente—. Especialmente si
significa pasar tiempo contigo. Y tus amigos.
aunque pensaba que sentía algo por Kylie, no era nada ante lo que estaba sintiendo
por Mia, incluso aunque apenas habíamos estado juntos dos semanas. Apreté su
mano en la mía y repliqué.
—Me gusta eso.
Cuando llegamos de regreso a la cuatrimoto, la mano de Mia se hundió en
unos de los bolsillos de mi pantalón corto. Me estremecí al contacto tan cerca de
mi polla.
—Diablos nena, ¿ya quieres otra ronda? Eres prácticamente insaciable
—dije arrastrando las palabras con una sonrisa en mi rostro.
Soltó una risita.
—No exactamente, dulces nalgas. Quiero manejar la cuatrimoto de regreso
a casa de Jake.
Me aparté justo cuando sus dedos agarraban mis llaves.
—Uh-uh, nadie maneja mi bebé excepto yo.
Ladeando su cabeza, Mia me lanzó una mirada exasperada.
—¿En serio? ¿Tu bebé?
Subí mis manos y las crucé firmemente sobre mi pecho antes de agitar mi
cabeza.
—Deberías saber para este momento cuan en serio me tomo cualquier cosa
que tenga un motor.
Página
—Pero no he manejado uno desde que era una adolescente, y de verdad,
verdad, me encantaría manejar tu bebé. —Se inclinó, presionando sus increíbles
tetas contra mí—. Vamos, AJ. Me haría realmente feliz, y prometo mostrarte cuan
agradecida estoy más tarde.
215
La expresión de molestia de Mia se evaporó lentamente. En su lugar, fue
reemplazada por una de súplica. Incluso recurrió a sacar ese suculento labio
inferior suyo en un puchero.
Oh joder. Esto era totalmente una causa perdida considerando que era
incapaz de decirle no a mujeres atractivas, especialmente a esta. Pero me di cuenta
que muy bien podría hacerla trabajar un poco más duro por ello.
—¿Qué tal esto? El que llegue primero a mi bebé, consigue manejar.
Los oscuros ojos de Mia destellaron triunfantemente.
—Trato.
—¿Lista?
—Oh sí.
—Entonces ahora.
Justo cuando empezaba a correr, Mia introdujo su mano en mi bolsillo.
Momentáneamente mostro las llaves enfrente de mi rostro y me guiñó.
—Nos vemos, perdedor.
Ni siquiera tuve tiempo para recuperarme antes de que empezara a correr
a toda velocidad a través de la grava, literal y figuradamente dejándome tragando
su polvo.
—¡Mierda!
Mirando a través del nebuloso aire, intenté ver la retirada figura de Mia.
Luego empuje mis piernas tan fuerte como podían ir. Considerando que tenía un
par de centímetros sobre Mia, fui capaz de alcanzarla con bastante rapidez. Por la
esquina de mi ojo, vislumbré un camino cubierto de suave grama. Estirándome, la
agarré por la cintura y la lancé fuera del camino, tirándola al pasto.
—Auch —murmuró, cuando finalmente llegamos a un alto después de un
par de rodadas y tumbos. Su pecho subía mientras esos sexys ojos negros me
miraban, causando que mi polla se sacudiera en mis pantalones—. ¿Qué demonios
estabas pensando, AJ? —jadeó.
mí.
Página
—Lo que siempre estoy pensando, cómo conseguirte de espaldas debajo de
216
Me burlé mirándola hacia abajo.
Inclinándome, llevé mi boca a la de ella. Mordisqueé y chupé su labio
inferior. Su determinación empezó a desvanecerse momentáneamente. Me moví
para fijar sus brazos sobre su cabeza. Nos coloque en una posición que no habíamos
estado antes, yo estaba a horcajadas sobre ella
Con mis muslos en cada lado de sus caderas, mi peso la mantenía
firmemente debajo de mí. Aprovechando la oportunidad para arrancar las llaves
de su mano.
—Ja, las tengo.
—Déjame pararme, idiota.
—Nop. No hasta que te escuche decir: AJ, eres el amo del universo.
—Arqueé mis cejas antes de cernirme sobre ella, mi rostro a escasos centímetros
del suyo—. Pensándolo mejor, necesitas decir: AJ, eres el amo de mí universo y el
amo donador de mis orgasmos.
Incluso aunque mi tono era completamente ligero, la expresión de Mia se
transformó en una de pánico. En lugar de removerse juguetonamente debajo de mí
como antes, ella empezó a golpear una y otra vez. Sus ojos con un brillo salvaje,
como un animal atrapado y luego algo dentro de ella explotó.
—Quítate. Quítate. ¡QUÍTATE! —gritó, golpeando sus puños contra mi
pecho tan fuerte que sacó el aire de mis pulmones.
Jadeando, la miré congelado con incredulidad por su comportamiento
errático. Permanecí sin parpadear y sin moverme hasta envió una punzante
cachetada tan fuerte a través de mi mejilla que mi mandíbula se desplazó. Fuera de
mi estupor, finalmente rodé fuera de ella. Al instante que se dio cuenta que estaba
libre se puso de pie y corrió lejos de mí.
—Joder —gruñí mientras me paraba de la grama para ir tras ella—. ¡Mia!
Página
—¡Mia, espera! —Cuando finalmente la alcancé, tomé su brazo, causando
que ambos nos detuviéramos. Me di cuenta un segundo demasiado tarde que era la
217
Ella sobrepasó la cuatrimoto, y en su lugar, continúo corriendo por el
descuidado sendero.
maldita cosa equivocada para hacer cuando se abalanzó sobre mí, arañando y
golpeando mi rostro, hombros y pecho.
Defensivamente bloqueé sus golpes, luego agarré sus hombros.
—Mia, soy yo, AJ. —Su mirada frenética miró alrededor del claro—.
Mírame —ordené—. Estás a salvo conmigo. Nada ni nadie va a lastimarte, lo juro.
Cuando sus ojos finalmente encontraron los míos, el absoluto pánico en
ellos causó que mi pecho doliera. Pero lentamente esa mirada se calmó. Era el
dolor, junto con vergüenza brillando en sus ojos lo que hizo que los músculos de
mí estomago siguieran apretándose como si hubiese recibido una patada física en
el estómago, en lugar de una emocional.
Una temblorosa mano subió para cubrir su boca mientras las lágrimas
corrían por sus mejillas. Su cabeza se sacudió tan salvajemente de un lado a otro
que temí pudiera desprenderse.
—Oh Dios… oh AJ, yo…
—Mira, está….
—Lo si-siento, lo si-siento, lo siento tanto —replicó, su voz ahogándose
con sus sollozos.
—Nena, no tienes nada porque disculparte. —Tentativamente me estiré
para ahuecar su mejilla. Cuando se encogió lejos, dejé caer mi mano. Sintiéndome
un jodido desastre de confusión e impotencia, pateé un par de guijarros y esperé a
que me diera una señal de que demonios debía hacer.
—Lo siento, lo siento. Lo siento —continuaba murmurando ausentemente.
—Mia, por favor no digas eso.
—Amorcito mío, por favor habla conmigo. Dime qué puedo hacer para
ayudarte —rogué.
Página
Cerrando la distancia entre nosotros, sentía dolor por envolver su
tembloroso cuerpo en mis brazos.
218
—Es solo que me habías sujetado como él… —Un temblor corrió a través
de su cuerpo, causándole estremecerse tan fuerte que sus dientes castañearon.
Su única respuesta fue pasar la palma de su mano a través de su
escurrimiento nasal mientras hacía lastimosos suspiros con hipo. Empecé a golpear
mis manos nerviosamente contra los bolsillos de mis pantalones cortos cuando se
volvió rígida como una estatua. Parecía como si hubiese visto a la muerte enfrente
de nosotros antes de finalmente susurrar:
—Nunca quise que tuvieras que ver esta parte de mí.
Esta vez cuando me estire por ella, no se alejó de mí. Tratando de tomarlo
con calma, aparté un mechón de cabello de su rostro y sonreí.
—Mia, no hay un solo lado de ti que no quiera ver. Quiero conocer cada
centímetro de ti, por dentro y por fuera.
Su labio tembló como si fuera a estallar en llanto.
—Confía en mí, no quieres conocer esto. —Su expresión se volvió amarga,
como si hubiese probado algo malo en su boca. Sus emociones estaban cambiando
tan rápido que apenas podía seguirle el ritmo—. Maldición, se suponía que íbamos
a tener solo esa noche juntos, de esa manera no tendrías que verme así. ¡No se
suponía que resultara ser otra vez yo la inadecuada para otro hombre!
Mi simpatía rápidamente cambió a frustración, y lancé mis manos al aire
con exasperación.
—¿Podrías dejar de compararme con todos esos cretinos que has tenido la
mala fortuna de conocer? Ese no soy yo, Mia. ¿Me ves largándome o alejándome
como algún debilucho? ¡Joder no! estoy justo aquí, ahora, queriendo saber qué
demonios acaba de pasar así puedo ayudarte, para consolarte emocional y
físicamente.
Página
—Sí, veo justo a través de tu pequeña rutina de “caballero en brillante
armadura”. Piensas que estoy rota, y al darme un par de ratos de tu precioso tiempo,
quizás seas capaz de arreglarme. ¡Pero confía en mí, no puedes hacer esa mierda,
AJ! No estoy rota, estoy jodidamente destrozada en miles de filosas piezas. Piezas
que cortarán a un perfecto, lindo chico como tú en dos.
219
Movió su mirada hacia mí, fijándome con una mirada dura.
Aunque probablemente no era la mejor forma de manejar la situación,
caminé hacia adelante y me quedé cara a cara frente a ella.
—¿Por qué no me dejas ser el juez de lo que puedo o no puedo manejar, sí?
Cruzando sus brazos sobre su pecho, se burló de mí.
—Bien, ¿quieres la verdad? Aquí está, muchachote. Ese ataque que acabo
de tener fue porque pasé casi dos años con un cretino que solía golpearme hasta
casi morir.
Sus palabras tuvieron el mismo efecto que como si me hubiese golpeado, y
retrocedí.
—¿Qué?
Con un despectivo gruñido, se giró lejos de mí.
—Me escuchaste bien, AJ.
—Jesús, Mia, lo siento. No tenía idea. —Cuando no me respondió,
pregunté—. ¿Qué edad tenías?
—Era joven y estúpida —espetó.
—¿Solo qué tan joven?
—Veintiuno.
Caímos en un incómodo silencio. Estirándome, gentilmente pasé mi mano
por su brazo. Estuve sorprendido cuando no se apartó. Inhalé profundamente.
—Sé que quizá parezca como que tuviera una vida perfecta. Y sí, estoy
bendecido por no tener fantasmas reales en mi pasado. Pero cuando alguien que
me importa es lastimado, estoy allí para ellos. Así que si quieres hablar al respecto
sobre lo que pasó, me gustaría escucharlo.
Su incrédula mirada voló de regreso a la mía.
—Lo digo en serio, Mia.
Página
Di un rápido asentimiento de mi cabeza.
220
—¿En serio?
Exhaló un largo, agonizante suspiro, como uno que había sostenido el peso
del mundo sobre sus hombros. Mordiendo su labio inferior, podía decir que en
cualquier minuto iba a cambiar de opinión sobre sincerarse o evadirlo otra vez.
Extendí mi mano.
—Vamos. Puedes decirme abajo cerca del río.
Casi nerviosamente, Mia se estiró por mi mano, tomándola como si fuera
un ancla sosteniendo su cordura. Empezamos a hacer nuestro camino a través del
alto césped de regreso a la orilla del río. Cuando alcanzamos el borde, yo todavía
no la presionaba por más información. En su lugar, permanecí inusualmente en
silencio, esperando a que ella tomara la iniciativa.
Después de lo que se sintió como una pequeña eternidad, se giró hacia mí.
—Incluso todos estos años después y con el tiempo que pasé en terapia,
todavía no entiendo por qué me quedé con él. No era la chica desesperada por la
atención de su padre que dejó que un hombre abusara de ella. Ningún hombre fue,
o es, un mejor padre que Duke Martinelli. —Mia sacudió la cabeza—. E incluso
aunque mi madre nos abandonó, fui criada por una de las mujeres más fuertes que
jamás he conocido, una que me enseñó a no soportar ninguna mierda de los
hombres. —Una sonrisa tocó los labios de Mia—. Créeme, cuando estás rodeada
de hombres italianos, esa no es una hazaña sencilla.
—Creo que ellos son más o menos tan testarudos como los hispanos,
¿cierto?
—Se podría decir eso —replicó. Se agachó para recoger unas piedras en la
orilla—. A pesar de esos dos factores, tiene que haber una razón de porque perdí
completamente mi cabeza por dieciocho meses, ¿cierto?
Me encogí de hombros.
Página
—Desearía que fuera tan fácil como eso. —Mia lanzó una de las piedritas
en la corriente, enviando ondas a través de la superficie—. Su nombre es Jason. Él
fue el segundo novio real que tuve, el primer chico que realmente amé… o pensé
que lo hacía. Al principio, pensé que él siendo posesivo era dulce, incluso sexy. Me
221
—No creo que necesites culparte. La mierda pasa.
llamaba constantemente durante el día para ver qué estaba haciendo, se refería a
mí como suya, y quería pasar cada minuto del día conmigo.
Mia lanzó otra piedra en el rio, provocando ondas más grande a través del
agua.
—Pero luego a medida que los meses pasaban y nos volvimos más serios,
las cosas cambiaron. Al principio, el abuso era solo emocional. Toda la mierda que
tengo sobre mi cuerpo, todo eso vino de él. Era capaz de hacerme sentir que debido
a mi cuerpo grueso, era totalmente indeseable para otros hombres y que era
afortunada que él se quedara conmigo. —Mia sacudió la cabeza—. Pero luego
cuando los chicos empezaron a prestarme atención, era muy malditamente
estúpida para darme cuenta que podía tener a alguien más, o a alguien mejor. Luego
la atención de los chicos molestaba a Jason. Si alguno se atrevía a mirar en mi
dirección, él se volvía loco o trataba de patear su trasero. Luego me acusaba de
coquetear o vestirme como una zorra. Cuando trataba de discutir con él para
intentar defenderme, ahí es cuando se volvía violento.
Mientras se inclinaba para recoger unas piedritas más, tragué fuerte, mis
puños apretándose a mis costados. Los latidos de mi corazón palpitaban en mis
oídos ante el pensamiento de cualquier hombre poniendo una mano sobre Mia. Me
moví incómodamente de un lado a otro en mis pies, desesperadamente queriendo
descargar la creciente ira que sentía corriendo por mi sangre.
—¿Qué tipo de mierda sacaba? —pregunté con voz ronca.
Un suspiro salió de su pecho.
—Hijo de puta —siseé.
Mia lanzó su cabeza hacia atrás y encontró mi mirada.
Página
El mundo se inclinó y dio vueltas alrededor de mí ante la imagen que se
formó en mí cabeza. Al mismo tiempo, peleé para conseguir respirar mientras sus
palabras tenían el mismo efecto como si alguien me estuviera apretando el corazón
mientras latía en mi pecho.
222
—Primero, él me golpeaba en la parte trasera de mi cabeza con fuerza o
me empujaba hacia las paredes o muebles. Después de unos meses cuando todavía
no me rompía a sus demandas, empezó a golpearme con el revés de la mano.
—Nunca, jamás imagine que me convertiría en una de esas mujeres, las
acobardadas, golpeadas y amoratadas criaturas que veía en televisión o en películas.
Y no hace falta decir con ánimos italianos, había algunos en mi familia que siempre
eran tan condenadamente torpes por chocar contra las paredes o caer por las
escaleras. —Apretando sus dientes, Mia lanzó la siguiente piedrita tan fuerte que
golpeó las rocas a través de la orilla—. Pero en eso me convertí.
—¿Qué decía Duke?
—Él no sabía —murmuró suavemente.
—¿Pero cómo?
—Mientras más violento se volvía Jason, más empezaba a alejarme de mi
familia. Estaba terminando la escuela de enfermería entonces, ocupada con mis
prácticas, así que era fácil mentir. —Con su manos vacías de piedras, Mia cruzó sus
brazos sobre su pecho, abrazándose a sí misma—. Pero entonces todo se vino abajo
en el momento en que mi prima, Nicki, se iba a casar. Era como una hermana para
mí, y yo, como la dama de honor, estaba pasando mucho tiempo con ella, lo que
molestó a Jason. No se suponía que debía estar con nadie excepto él.  Un día
estábamos de compras juntas por cosas de la boda antes de que tuviera que ir al
trabajo. Jason seguía llamándome constantemente, y podía decir que estaba
enfadando a Nicki. Ella es el tipo de chica que contestaría mi teléfono y le diría
a Jason que se jodiera.
—Suena como mi tipo de chica.
Mia me dio una pequeña sonrisa.
—Finalmente, apague mi teléfono. Estaba trabajando en las noches, así que
tenía que ir a la casa para cambiarme por mi turno. Jason estaba esperándome
cuando llegue a casa. —Mia tembló violentamente, y luché contra la urgencia de
envolver mis brazos alrededor de ella—. En la entrada, nosotros teníamos este
alcohol, así que no sé porque estaba tan sorprendida. La siguiente cosa que supe fue
que él me agarró por el cuello y me lanzó con toda su fuerza hacia el espejo. —
Página
vino hacia mí. Nunca lo había visto tan enfurecido. Por supuesto, apestaba a
223
enorme, espejo redondo. Apenas llegue a la puerta principal cuando él
Mia se volvió hacia mí y apartó su cabello del lado derecho de su rostro. Nunca
antes lo había notado, pero en el nacimiento de su cabello, estaba una tenue cicatriz
que pasaba desde su cien, hasta su oreja—. Mi cabeza golpeó contra el espejo tan
fuerte, que rompió el cristal. Jason continuó embistiéndome hasta que fragmentos
cayeron al suelo. —Mientras ella revivía los horribles recuerdos, su pecho empezó
a subir y bajar con sus pesadas respiraciones.
Tentativamente, me estiré para tocar su hombro.
—No tienes que hacer esto.
—No, necesito hacerlo…. no solo por mí, sino por ti.  Cuando todo haya
sido dicho y hecho, necesitas saber todo, para entender por qué soy de la forma
que soy con los hombres. —Lágrimas llenaron sus ojos—. Más que nada, confío en
ti lo suficiente para ser honesta contigo, AJ.
Mi corazón dolía por ella.
—Estoy aquí, amorcito mío.
Ella respiró irregularmente.
—¿Recuerdas esa noche cuando me preguntaste sobre el tatuaje?
Bajé mi cabeza.
—Me preguntaste si lo había conseguido para cubrir las cicatrices dejadas
por un accidente. Bueno, eso es más o menos cierto.
—¿Qué quieres decir?
Mia cerró sus ojos, dejando a las lágrimas correr por sus mejillas.
—Después que el espejo se rompiera, Jason alzó una de las partes rotas.
verano, y estaba vistiendo una camiseta de tirantes, la cual dijo me hacía ver como
una zorra. —Abriendo sus ojos, Mia miró el agua—. Dijo que iba a
Página
mataría. Luego dijo que quería dejarme algo físico para recordarme mi error. Era
224
Primero la llevó a mi cuello, me dijo que si alguna vez no lo llamaba otra vez, me
cortarme por cada vez que me llamó, y lo ignoré. —Me miró—. De ahí es de donde
vienen las cinco líneas.
Rabia quemó a través de mí, haciéndome temblar de pies a cabeza. Mis
puños se apretaron involuntariamente.
—Dame su nombre. Eso es todo lo que necesito. No una dirección o
número de teléfono. Solo su nombre completo —demandé.
—AJ —protestó Mia.
—Lo digo en serio. No creo que pueda descansar hasta que encuentre a esa
pedazo de mierda y tome una pieza de su piel sin valor por cada vez que te lastimó.
—No tienes que hacer eso.
—Sí, yo…
Mia alzó su mano.
—AJ, confía en mí cuando digo esto. Jason se ganó lo que le vino después.
—¿Qué quieres decir?
Me dio una apretada sonrisa.
—Soy siciliana, ¿recuerdas? Después de que mi papá se calmó lo suficiente
para hablar y pensar de una forma coherente, llamó algunos de sus amigos de su
antiguo vecindario en Jersey.
—¿Me estás diciendo que ellos le hicieron una oferta que no podía
rechazar?
—Hasta el punto de golpearlo tan mal que fue hospitalizado en un yeso de
también.
Mia se rio.
Página
—Bien por tu papá. Por supuesto, hubiese preferido que los castraran
225
cuerpo completo.
—No creas que papi no contempló hacer que sus asociados se encargaran
de eso.
—Demonios, lo admiraba antes, pero ahora lo admiro aún más.
—Sí, bueno, nadie lastima a su niña.
—Recordaré nunca enfurecer a tu papá, porque seguro como el demonio
no quiero terminar durmiendo con los peces.
La expresión de Mia se aligeró, y podía decir que estaba luchando con
fuerza por no sonreír.
—Para ti ser castrado sería un destino peor que la muerte.
Haciendo una mueca, ahuequé mi entrepierna.
—Voy a tener que estar de acuerdo contigo en eso.
Esta vez sonrió, y yo estaba tan jodidamente contento de verla sonreír
otra vez. Era una tímida—una que no había visto en su cara antes. Normalmente,
era tan segura, fuerte. Cerré la distancia entre nosotros.
—Siento mucho que hayas tenido que pasar por toda esa mierda.
—Gracias. Pero soy la única que tendría que lamentarlo.
—¿Por qué? —demandé.
—Porque mi pasado sigue jodiendo las cosas entre nosotros. Quiero
decir, acabo de entrar en un enorme pánico allí cuando solo me estabas tomando
el pelo. Por más duro que trato, no puedo dejar pasar lo que pasó con Jason o Dev.
—Me dio una sonrisa triste—. Eres demasiado bueno para toda mi mierda, AJ.
Me tomó un segundo procesar sus palabras. ¿Por qué diablos pensaba que
—No te disculpes por la mierda que no puedes evitar. Y estás equivocada
sobre no ser suficientemente buena. ¿Tú y yo…? Somos buenos el uno para el otro.
Página
torpe baterista que nunca tuvo que pasar por toda esa mierda.
226
era demasiado bueno para ella? Si alguien no era suficientemente bueno, era yo, el
—Acunando
su
cara
en
mis
manos,
me
incliné
para
besarla
suavemente—. Pienso que eres tan jodidamente valiente por haber pasado por todo
lo que pasaste.
Sus cejas se alzaron con sorpresa.
—¿De verdad piensas que soy valiente?
—Diablos sí, lo creo. Quiero decir, finalmente dejaste a ese hijo de puta.
—Sí, pero después de esa horrible noche, necesité a alguien a quien respeto
muchísimo para finalmente ver la luz.
—¿Quién fue?
—Pesh, el doctor con quien hice mi práctica clínica. Él había estado
sospechando que estaba siendo abusada por un tiempo, seguía tratando de
conseguir que yo hablara con mi familia o dejara a Jason, pero no lo haría. Esa
noche, era un desastre cuando fui al trabajo, física y emocionalmente. Él fue él que
me curó. Después, llamó a alguien para que nos cubriera. Incluso aunque le rogué
y supliqué que no lo hiciera, manejó directamente hasta el restaurante. Estuvo a
mi lado y sostuvo mi mano mientras le decía a mi papá todo, desde principio a fin.
Me mudé con mi papá mientras Jason era puesto bajo vigilancia. No he sabido u
oído de él desde entonces. —Sacudió la cabeza—. Además del apoyo de mi
familia, Pesh estuvo ahí a través de todo. Incluso me amenazó con suspender mis
evaluaciones si llegaba a pensar en volver con Jason.
—Suena como un chico sólido para mí.
Una expresión soñadora cruzó su cara.
—Realmente lo es.
todavía estar caliente por este tipo o peor, que estaba de alguna forma enamorada
de él. Moviendo mis pies, hice la pregunta que realmente no quería hacer.
Página
este doctor. No podía evitar los celos que me pinchaban al pensar que podría
227
Un sentimiento de inquietud me atravesó mientras estaba hablando sobre
—Así que, ¿tú y este chico Pesh estuvieron juntos o algo?
Los ojos de Mia se agrandaron.
—Oh, Dios no. Aparte del hecho de que estaba casado, no nos sentíamos
de esa manera el uno por el otro. Quiero decir, lo quiero, como mentor y
amigo, pero no en una forma romántica.
Mi alivio salió fuera en un largo, exagerado suspiro.
—Ya veo.
—Por supuesto, no puedo decir lo mismo de su hermano. —Cuando fruncí
mis cejas en confusión, Mia lo aclaró—. Pasaron dos años después de que dejé a
Jason cuando Pesh me presentó a su hermano menor, Dev, mi ex prometido.
Gruñí.
—Allí otro imbécil que me gustaría destrozar.
Mia se rio.
—Créeme, a la mayoría de los hombres en mi vida les gustaría
hacerlo, incluyendo a Dee. A pesar de que Pesh es muy pacífico, creo
probablemente también se sumaría. Estaba muy furioso por lo que su hermano
hizo, especialmente después de lo que había pasado con Jason.
Caímos en un incómodo silencio. El ambiente a nuestro alrededor se sentía
más cargado con la admisión de Mia sobre su abuso. Me di cuenta que todavía
estaba aturdida, tanto el dolor como la vergüenza irradiaban en sus ojos, a pesar de
que intentaba esconderlo. Pero me sentía total y completamente perdido sobre qué
hacer para ayudarla.
¿eh?
Viendo la oportunidad de aligerar el ambiente, sonreí.
Página
—Creo que mejor volvemos antes de que envíen una partida de búsqueda,
228
Finalmente, Mia se aclaró la garganta.
—Estoy bastante seguro que saben lo que estamos haciendo aquí, o lo que
estábamos haciendo.
Hizo una mueca.
—Fabuloso.
—Vamos —dije, ofreciéndole mi mano. Hicimos nuestro camino hasta la
orilla del río en silencio. A pesar de que no decía nada, mi mente daba vueltas con
lo que pensé que debería decir o hacer para aliviar el dolor de Mia. Cuando
llegamos a la cuatrimoto le di las llaves—. Tú conduces.
—No quiero que esto sea por lastima AJ —respondió. 
Maldición, justo cuando pensaba que no podía ser más terca, resultaba
serlo.
—Oh, Cristo. No es eso en absoluto. ¿De acuerdo?
Me miró, y a las llaves, por unos segundos antes de quitármelas de la mano.
Después de que se sentó en el asiento, me deslicé detrás de ella. Encendió el motor
mientras ponía mis brazos alrededor de su cintura. Mirándome sobre su hombro,
sonrió.
—Cuidado con las manos felices.
—¿Te refieres a esto? —pregunté mientras ahuecaba un pecho con una
mano mientras la otra se deslizaba entre sus piernas. Gritó y me pegó en las manos.
Reí entre dientes y entonces descansé mis brazos sobre la barra—. ¿Mejor?
Sonrió.
—Sí. Pero si se pone turbulento, prefiero que te agarres de mí antes que te
—Entonces compórtate y puedes hacerlo.
Página
—Prefiero agarrarme a ti. Punto.
229
caigas.
—Sí señora —respondí, poniendo mis manos alrededor de su cintura.
Acurruqué mi cabeza en el hueco de su cuello, inhalando el dulce aroma de su
cabello húmedo. Cuando comenzamos a dar saltos por el camino lleno de baches,
apreté mi agarre alrededor de ella. Cuando volvimos a los establos, voces fuertes y
risas sonaron hacia nosotros desde la fogata. En el atardecer, me acerqué para
deslizar mis dedos sobre su tatuaje. Dio una respiración profunda—. Está en
italiano, ¿no?
—Sí —susurró.
—¿Qué dice?
—La primera línea dice “Ciò che non ci uccide, ci rende più forte”. “Lo que
no nos mata nos hace más fuertes”.
Froté mi dedo sobre la segunda línea.
—¿Y esta?
—“Dal buio verso la luce”. “Fuera de la oscuridad hacia la luz”.
Cuando me moví a la tercera, dijo:
—“La mia famigla e il mio Dio sono il mio rifugio e la mia forza”. “Mi
familia y mi Dios son mi refugio y mi fuerza”.
Deslicé mi dedo sobre la cuarta línea.
—“Essere sinceri con se stessi”. “Ser honesto con uno mismo”.
—Mirando sobre su hombro, sonrió—. Tengo un título menor en Inglés y tengo
una cosa por Shakespeare.
Le devolví la sonrisa.
siguiente
línea
es
de
Shakespeare
también.
“Non
è scritto nelle stelle per tenere il nostro destino, ma in noi stessi”. “No está escrito
Página
—La
230
—Tú y Jake se llevarán bien. Él está obsesionado.
en las estrellas el celebrar nuestro destino sino en nosotros mismos”. Tú sabes, los
italianos nos tomamos las estrellas y el destino muy enserio.
Inclinándome hacia ella, besé las líneas negras.
—Es hermoso amorcito mío, desde el diseño en sí mismo hasta la última
palabra.
—Gracias.
Después de unos segundos de silencio, me bajé de la moto y ayudé a Mia a
hacer lo mismo.
—¿Estás lista para unos s’mores ahora?
Mia se mordió el labio.
—¿Puedes darme unos minutos para refrescarme? —Como imaginé, mi
expresión fue confusa, así que ella dijo—: No quiero aparecer delante de todos con
la cara roja de tanto llorar.
—Oh —murmuré con una inclinación de la cabeza—. Por supuesto,
vamos.
Poniendo la mano en la parte baja de su espalda, la conduje por la colina
hasta el granero. Agarrando mis llaves, abrí la puerta y la mantuve así para que ella
pasara.
Mia entró y se quedó sin aliento. Movió la cabeza alrededor muchas veces,
su expresión era de asombro.
—Guau, las chicas no estaban bromeando sobre este lugar. Es increíble.
Miré alrededor de la gran habitación abierta.
—¿Puedes traer mi maleta del auto?
Página
transformándolo.
231
—Sip, lo es. Los contratistas de Jake hicieron un trabajo asombroso
—Sí. —Hice un gesto hacia la escalera—. El dormitorio principal y el baño
están escaleras arriba. Ve hacia allí, yo traeré nuestras cosas.
—Gracias AJ —respondió antes de inclinarse y besarme suavemente en la
mejilla.
Me apresuré hacia el auto para volver con nuestras maletas. Estaba sin
aliento cuando regresé al granero. Después de arrastrar la maleta por la escalera,
me la encontré sentada en el borde de la cama con la cabeza entre sus manos.
—¿Mia?
Levantó su cabeza y me dio una mirada de disculpa.
—Perdón. —Se levantó de la cama y agarró su maleta—. Me apuraré.
—Tomate tu tiempo. Voy a cambiarme estas ropas húmedas.
Cuando Mia desapareció, fui abajo a recuperar mi maleta. Me cambié por
una camiseta y unos pantalones cortos secos. Después de que terminé, comencé a
pasear alrededor del dormitorio, esperando a que Mia saliera del baño. A pesar de
la música que venía de la fogata, oí el agua correr y luego el sonido de la secadora
de cabello. Después de que ella hubiera estado ahí por mucho tiempo, luché contra
el deseo de ir a ver que ella estuviera bien. Finalmente, después de lo que sentí
como una jodida eternidad, ella salió. Mi corazón comenzó a golpear otra vez ante
la vista de ella. Ella Había vuelto a hacer totalmente su peinado y maquillaje, y
también se había puesto un vestido de verano rojo, sin tirantes. Lucía tan
jodidamente hermosa que hizo que mi corazón se apretara. Su cabello negro caía
en ondas sobre sus hombros. Su recién aplicado labial rojo rubí hizo sus labios
incluso más besables. Y no hace falta decir, mi polla se levantó contra mi
cremallera.
nosotros junto con el constante golpeteo del bajo. Supe en ese instante que lo que
habíamos discutido en el río había profundizado nuestra relación, o cualquier
carajo que estaba ocurriendo entre nosotros.
Página
movernos y sin parpadear mientras las conversaciones de los chicos flotaban hacia
232
En el marco de la puerta, ella me miraba. Estuvimos así, de pie, sin
Cuando la canción cambió a una de Bob Marley, No Woman No Cry, la
electricidad crepitaba en el aire entre nosotros. Le tendí mi mano.
—¿Bailas conmigo?
Sus cejas se alzaron con sorpresa.
—¿Ahora? ¿Aquí?
—Sí.
—Está bien —susurró. Cerró la distancia entre nosotros, y deslizó su mano
en la mía. Tiré de ella contra mí, descansando mi otra mano en la parte baja de su
espalda. Cerrando mis ojos, capté el delicioso aroma tanto de su champú como de
su perfume. Nos movimos en silencio al ritmo de la música. Cuando llego la parte
de la canción que decía sobre cómo iba a estar todo bien, la empujé lejos para
mirarla a los ojos.
—Esto realmente va a estar bien. Lo sabes, ¿cierto?
Su labio inferior tembló mientras las lágrimas surgían en sus ojos.
—A pesar de que no debería, te creo.
—Créeme, Mia. Cree en nosotros.
Una lágrima solitaria corrió por su mejilla, la cual tomé con mi pulgar.
—¿Somos un nosotros, AJ?
—Estoy en ello si tú lo estas.
Negó con la cabeza.
—Solo han sido dos semanas.
Página
—A la jodida el tiempo, yo sé lo que estoy sintiendo.
233
Solté un bufido.
—Pero estoy confundida como el infierno. Nunca me había gustado
alguien tan rápido —admitió ella.
—Yo también. Tú sabes, Jake y Abby se enamoraron después de un par de
días, y míralos. Brayden y Lily se conocían desde que eran niños, y su amor creció
con el tiempo. El amor sigue siendo amor, no tiene un límite de tiempo.
Sus ojos negros se abrieron ante la insinuación de amor.
—Creo que me estoy enamorando de ti AJ.
Tan marica como suena, el latido de mi corazón se aceleró con su admisión.
No podía creer que esta increíble mujer quisiera darme la hora del día, ni hablar
de enamorarse de mí. Nunca había conocido a alguien que fuera mi igual dentro y
fuera del dormitorio.
—Bien. Porque creo que yo también me estoy enamorando de ti.
La canción terminó, y Unchained Melody empezó a sonar en su lugar.
Podría decir que Jake probablemente había puesto uno de los CD’s de mezcla de su
madre en el equipo de música.
—Sabes, no me cantaste en español anoche.
—Eso es cierto, no lo hice.
—¿Me cantarías ahora?
—¿Esta vieja canción?
Una sonrisa bailó en su boca.
—Por favor.
—Déjame ver si puedo recordar la letra —mentí. La última cosa que quería
Si ella supiera eso, probablemente reclamaría que mi tarjeta de hombre fuera
revocada.
Página
sido forzado por mi madre y mi hermana a ver la película Ghost demasiadas veces.
234
admitirle a Mia era que me sabía esta canción de memoria. La verdad era que había
Con mis labios en su oreja, empecé a cantar.
—O mi amor, mi cielo, yo sufro por tu adiós. En mi soledad el tiempo se
va tan lento si tú no estás aquí.
Mia apretó sus brazos alrededor de mí, pegándose todavía más a mí.
Cerrando mis ojos, me concentré solo en traducir la letra, pero estando seguro que
le estaba poniendo suficiente emoción al cantarla. Sabía que estaba haciendo un
muy buen trabajo cuando un pequeño y feliz suspiro vino de Mia. Cuando apoyó
su mano en mi hombro y usó la otra para dibujar perezosos círculos en mi espalda,
fue mi turno de suspirar. Después de que la canción llegó a su fin, me separé un
poco para verla.
—Así que, ¿cómo lo hice?
—Increíble
—murmuró.
Desenredándose
a
sí
misma
de
mis
brazos, Mia comenzó a caminar hacia la cama. Cuando sus piernas chocaron con
el colchón, me llamó con su dedo. Mis cejas se alzaron en sorpresa.
—¿De verdad? ¿Incluso después de que has pasado veinte minutos
preparándote para ser vista otra vez?
Se rió.
—Sí. Tú probaste mi teoría sobre cantar en español.
Ante el pensamiento de ella mojada, mi polla subió contra la cremallera de
mis pantalones cortos. Con un gemido, me saqué la camiseta por la cabeza y la
arrojé al suelo.
—Bueno, sabes que nunca voy a discutir contra la oportunidad de poder
follarte hasta perder el sentido.
suspiró.
—Hazme el amor, AJ.
Página
ponía la manos sobre mi corazón. Presionándola firmemente sobre mi pecho,
235
Cuando la puse en mis brazos. La expresión de Mia se volvió seria mientras
El toque de sus dedos sobre mi piel, junto con sus palabras, hizo que el
latido de mi corazón se acelerara bajo su mano.
—Lo que quieras, amorcito mío —murmuré antes de estrellar mis labios
en los de ella. Hubo una urgencia en eso que nunca había experimentado con ella
antes. Era como si ambos estuviéramos tratando de descubrir como el follar que
habíamos hecho en el pasado, podía convertirse en hacer el amor. Cuando
profundicé el beso, la mano de Mia se deslizó por mi pecho desnudo hasta el botón
de mis pantalones cortos. A pesar de que no quería nada más que ser liberado, sabía
que si estábamos haciendo el amor, era demasiado rápido. Llegué entre nosotros
para agarrar su mano—. No todavía —susurré contra sus labios.
Sus ojos se abrieron, pero luego asintió. Llevé su mano de vuelta a mi
pecho, sobre mi corazón. Mis dedos fueron a entrelazarse en los largos mechones
de su cabello oscuro. Se sentía tan suave y sedoso contra mi piel. Mientras mi
lengua se enredaba con la suya, un calor empezó a crecer en mi pecho.
—¡Oye AJ! —llamó Jake desde fuera del granero.
—Mierda —dije antes de alejarme de Mia. ¡Maldito bloquea pollas! Esto
realmente no podía estar pasando, no ahora. No en el medio de nuestro gran
momento. Miré a través de la ventana, la abrí y saqué la cabeza—. ¿Qué? —gruñí.
Jake me dio una sonrisa de suficiencia.
—Mueve el culo hasta aquí. Es hora de hacer la canción de cuna
para Jude y Melody. —Abrí mi boca para empezar a discutir, pero Jake sacudió su
cabeza—. Siempre hacemos esto, hombre. Puedes follar a Mía hasta la
inconsciencia cuando hayamos terminado.
Entrecerré los ojos hacia él.
Jake solo se rió y comenzó a arrastrar los pies por la arena. Después de que
cerré la ventana, me volví hacia Mia.
Página
vuelta al fuego porque voy a golpearte por tu último comentario.
236
—Bien, jodido retardado. Ya bajamos. Y será mejor que muevas tu culo de
—Lo siento sobre Jake siendo un imbécil.
Ella cruzó sus brazos sobre su pecho.
—Está bien. Él es tu compañero de banda y ama darte mierda.
—Desafortunadamente sí.
—Así que esta “canción de cuna” debe ser bastante asombrosa para llevarte
lejos de mi cama justo ahora, ¿no?
A pesar de que me sentía como un absoluto idiota, el calor inundó mis
mejillas.
—Es cursi como la mierda en realidad.
Los ojos de Mia brillaron.
—Declaro que estas sonrojado, AJ Reséndiz.
—No, no lo estoy.
Ella se rió.
—Sí lo estas. —De rodillas, se arrastró hasta el final de la cama y se sentó,
esperando expectante por mi explicación sobre la canción de cuna.
Exhalé ruidosamente antes de rastrillar una mano en mi cabello ya en mal
estado.
—Está bien. Aquí esta. Una vez cuando todos estábamos pasando el
rato, Jude tenía como seis meses o algo y él no quería irse a
dormir. Bray y Lily habían llegado al extremo de su ingenio, así que Rhys, Jake y
yo decidimos que debíamos cantarle… Hey Jude para ser exactos. Él se durmió solo
así. —Chasqueé mis dedos—. Así que, cuando sea que estemos juntos y no en la
La mano de Mia cubrió su boca. No sabía si iba a reventar en carcajadas o
a empezar a llorar.
Página
y esa mierda.
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carretera, cantamos para él y Melody antes de que Bray y Lily los lleven a su baño
—Aw, nene, justo cuando pensaba que no podrías derretir mi corazón aún
más, me cuentas esa historia.
Sonreí.
—¿Así que eso significa que estas dispuesta a retomarlo donde lo habíamos
dejado cuando vuelva?
Se echó a reír.
—Oh sí. Pero no vas a ir solo.
—¿No?
—Nop, tengo que ver esta “canción de cuna” por mí misma.
—Oh joder, ¿de verdad?
—Mmm, hmm. —Se arrastró fuera de la cama y vino hacia mí—. ¿Por qué
luces tan pálido AJ?
—Tú sabes exactamente por qué.
Sonrió.
—Y voy a amar cada minuto de ello.
Puse mis ojos en blanco.
—Anda. Vamos antes de que Jake vuelva a sacar el infierno de mí.
—¿Tendré que llevar mi pandereta? —preguntó con toda seriedad
mientras íbamos hacia la puerta. 
—Listilla —respondí, antes de agarrar uno de los globos de su perfecto y
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redondo trasero.
Traducido por Katt090
Corregido por La BoHeMiK
D
esperté a la cegadora luz del sol que entraba por las
ventanas. Estirándome en la cama, miré al reloj en la mesa
de noche. Eran más de las once. AJ y yo habíamos dormido
muy tarde. Por supuesto, después del concierto de
canciones de cuna, no podía esperar para traerlo de vuelta. La primera vez nos
fuimos el uno sobre el otro como siempre, rasgándonos la ropa, con respiraciones
pesadas, gimiendo y golpeándonos la piel, haciendo eco a través de nuestros
gemidos en la habitación.
Página
AJ roncaba suavemente sobre su estómago encima de las sabanas, su bueno
y desnudo culo estaba expuesto a la luz de la mañana. Acurrucándome más cerca
de él, recorrí mis manos arriba y abajo de su espalda. Cuando todavía no se movía,
mi mente volvió a la noche anterior alrededor de la fogata, mientras él y los chicos
les cantaban a Jude y Melody. Había estado anonadada cuando después de tomar
mi asiento junto a Lily, Melody se había salido del regazo de su madre y se dirigió
directamente hacia mí. "Cárgame, Mi”, había exigido. Rápidamente la había
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Pero algo más había cambiado en ambos. La siguiente vez fue lento y dulce
como lo habíamos empezado antes de que Jake nos interrumpiera. Me sentí más
conectada a él de lo que nunca lo había hecho antes, era a la vez estimulante y
aterrador como el infierno. Después de que terminamos, nos acostamos enredados
en los brazos del otro, hablando y riendo hasta la madrugada antes de finalmente
quedarnos dormidos.
levantado y dejado que se acurrucara en mis brazos. Envolvió una vez más sus
dedos alrededor de los mechones de mi cabello.
Entonces, vi con absoluto asombro como los chicos presentaban todo el
cover de Hey Jude. Me preguntaba que habrían pensado sus fans viéndolos
atascados alrededor de una fogata y en el medio de la nada. Brayden en la guitarra
y dirigiendo la canción, con AJ y Jake armonizando. Incluso nos pusieron a todos
a cantar en la parte del "nahnahnahnahnahnah".
Una vez más miré por encima del hombro hacia el reloj. Sabía que era la
hora de levantarnos y movernos. Me incliné y le di un beso en la nalga de AJ antes
de golpear ligeramente la otra.
—Despierta, dormilón.
—Buenos días —dijo, con una voz ronca.
—¿Te usé hasta cansarte anoche?
Se rio entre dientes mientras se frotaba sus ojos.
—Ceo que lo hiciste. —Mirándome a través de sus manos, añadió—: Pero
siempre estoy listo para otra ronda.
Me eché a reír.
—No sucederá por varias razones.
—¿Cómo cuáles?
—En primer lugar, tenemos que estar en la casa al mediodía para almorzar,
¿lo recuerdas? —Anoche antes de dejar la fogata, Abby nos había invitado a
desayunar y almorzar, pero luego se retractó de su invitación a desayunar
mencionando que AJ no era una persona madrugadora.
—Un polvo rápido solucionaría eso.
—Apuesto a que Jake dejó unos pocos en su cajón de sorpresas.
—¿Qué?
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—La segunda razón. Nos quedamos sin condones, ¿recuerdas?
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Negué con la cabeza.
Dándose la vuelta, AJ abrió el primer cajón de la mesita de noche de su
lado de la cama. Empezó a rebuscar en los contenidos.
—¿Qué hay exactamente allí?—le pregunté, apoyándome en mis codos.
AJ siguió hurgando.
—Eh, aquí está un anillo para el pene —anunció, sosteniéndolo en alto y
girándolo alrededor de su dedo.
Arrugué mi nariz con disgusto.
—Ni siquiera creas que te voy a dejar usar eso conmigo cuando no sé quién
ha pasado por el.
Se rio entre dientes.
—Aguafiestas. —Se revolvió un poco alrededor antes de presentar un juego
de esposas, y un aceite caliente para el cuerpo. Arqueó las cejas inquisitivamente
hacia mí.
—El aceite para el cuerpo, sí. Las esposas están fuera de cuestión.
—¿Estás cuestionando las esposas cuando me ataste en nuestra primera
cita?
Me eché a reír.
—Lo recuerdo.
Arrojó las cosas en la cama antes de regresar a su búsqueda.
—¡Demonios sí! —exclamó, presentando una lámina de cuatro condones.
Rodé mis ojos.
—Solo tú te emocionarías por eso.
Se estiró para besar mi cuello, cuando lo detuve agarrando sus hombros y
empujándolo.
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—Podría darles una mierda de importancia a los condones. Y eso lo que
voy a hacer cuando los esté usando al estar excitado.
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Se lanzó a cubrirme con su cuerpo.
—Nene, no puedes empezar nada justo ahora. No quiero decepcionar a
Abby con el almuerzo.
Gimiendo contra mi clavícula, AJ levantó su cabeza.
—Probablemente a ella no le importaría si fuéramos un poco tarde.
—Pero entre las cascadas ayer y anoche, estoy empezando a preguntarme
si puedo caminar.
Una sonrisa traviesa curvó sus labios.
—Me gusta eso. Elogia totalmente mi polla.
—Por supuesto que te gustaría. Ahora ve a tomar una ducha. Primero
quiero tomar algo de beber. Todo este sexo me tiene deshidratada. —Le
mordisqueé su labio inferior antes de levantarme de la cama.
—Solo si prometes unirte a mí después.
—Lo haré. —Cuando una mirada de triunfo brilló en su rostro, sacudí la
cabeza—. Pero solo durante una enjuagada. No voy a entrar a hurtadillas por llegar
tarde a la casa de Jake y Abby para que todos bromeen de nosotros estando uno
sobre el otro como conejos.
Se rio entre dientes.
—Lo que sea. —Echó hacia atrás la sábana y se dirigió al baño. Mientras
me ponía uno de los albornoces del baño, escuché el agua correr en la ducha. Estaba
a mitad de la escalera cuando el pomo de la puerta traqueteó. Probablemente era
Abby, asegurándose de que estábamos despiertos y que fuéramos a comer. Llegué
al piso principal justo cuando la puerta se abrió de golpe.
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Cuando su mirada se encontró con la mía, estoy segura de que las dos
estábamos llevando los mismos ojos desorbitados y con la boca abierta con
expresiones de shock. En una mano, sostenía una bolsa de viaje y en la otra una
llave. La comprensión de con quién estaba, me golpeó con tanta fuerza sobre mi
cabeza, que me estremecí, y saqué los brazos a mí alrededor para detener el
temblor. Era la misma chica de la última noche, Kylie, la ex-novia de AJ.
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—Hola nene, estoy aquí —dijo una chica de cabello oscuro.
—¿Qué estás haciendo aquí? —exigí.
Apretó los labios antes de responder:
—Vine a ver a AJ.
Sentí mis uñas afilarse como garras a mi lado.
—Está en la ducha y no acepta visitas en este momento.
—Oh. —Se movió sobre sus pies—. Esto es un poco incómodo.
—No lo sería si te fueras —le espeté.
Internamente estaba haciendo un pequeño baile de la victoria para
mantener mi fuerza de siciliana y estar de pie ante la perra. No había sido capaz de
hacer lo mismo con Erin, mi ex-amiga quien me engañó con Dev. Había estado
demasiado paralizada emocionalmente para enfrentarla alguna vez.
Sus ojos se abrieron ante mí.
—Mira, no sabía que estaba con alguien. Desde luego, no me lo dijo la
última noche, solo que no era un buen momento para hablar. Así que pensé en
llegar hasta aquí para verlo.
Mi corazón se encogió en mi pecho, y encontré difícil respirar. ¿Por qué
AJ no le había dicho que estaba conmigo? Él me había invitado al Eastman’s como
su cita… incluso me había perseguido después cuando traté de dejarlo. Debería de
haberla detenido por completo… no dejándola pensar que había alguna
oportunidad. Sacudiendo mi cabeza, le respondí:
—Bueno, obviamente debería de haber dicho que estaba conmigo. Al igual
que lo está ahora.
—Como sea.
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—Está bien. Ahora me doy cuenta que no es un buen momento. Lo
comprobaré más tarde con AJ. —Agitó la llave frente a mi cara—. Sé dónde
encontrarlo, siempre lo hago.
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A pesar de que pareció encogerse un poco hacia atrás, la mirada que brilló
en los ojos de Kylie me dijo que no estaba retrocediendo por completo.
Agarrando su equipaje, se dirigió hacia la puerta y la cerró al salir.
—Perra —susurré en voz baja. Pero Kylie se había ido, mi valentía de
pronto agotada, y me quedé temblando en medio de la sala de estar. Mis rodillas se
doblaron y casi se hundieron en el suelo—. No, no, no —murmuré. Esto no podía
estar pasándome a mí, no de nuevo, no después de todo lo que había pasado. AJ no
podía estar jugando conmigo… conmigo y Kylie. ¿Nos lo estaba haciendo al mismo
tiempo? ¿Dejándome y yendo a pasar tiempo con ella cuando no estaba conmigo?
¿Era todo lo que había dicho y hecho solo una mentira para mantenerme en su
cama?
El solo pensamiento de cómo habían cambiado las cosas entre nosotros
ayer, envió bilis a mi garganta. Con las piernas temblorosas, me lancé hacia la
cocina y arrojé todo en el fregadero. Abrí el agua y miré aturdida el vómito yendo
por el desagüe. La ironía no pasó desapercibida para mí, de que mi relación, o lo
que yo pensaba que había tenido con AJ, había hecho lo mismo de forma simbólica.
Después de golpear mi mano sobre mi boca, me di la vuelta para apoyarme
contra el fregadero. Él era tan zalamero y estaba acostumbrado a tener a su manera
a todas las mujeres que quería. ¿Por qué iba a querer ponerse serio tan pronto con
alguien que apenas conocía? Especialmente con alguien como yo, con mis
inseguridades, mis abusos, mi miedo a su engaño. Mi estómago se revolvió de
nuevo ante la perspectiva y supe que tenía que enfrentarme a él. Tenía que
escuchar la verdad de sus propios labios.
Echó un vistazo por encima de su hombro y sonrió.
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Una vez que llegué a la cima de la escalera, estaba temblando de rabia, no
miedo. En mi camino al baño, me fijé en las esposas en la cama. Las tomé antes de
espiar en el cuarto de baño. Vapor me envolvió, y me tomó un momento distinguir
la espalda y el trasero desnudo de AJ a través de la puerta de cristal.
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Una extraña electricidad se disparó a través de mí cuando tomé el primer
peldaño de la escalera. La ira reemplazó mi dolor. ¿Qué demonios había estado
pensando acerca de él siendo diferente? Que realmente me podía amar solo a mí.
Maldita sea, al final, él era igual que Jason, Dev y todos los otros bastardos por ahí.
Él había afirmado que no estaba tratando de jugar por un rato.
—Entra, amorcito mío. El agua está perfecta para que entres en calor, en
más de un sentido.
Maldito bastardo, grité en mi mente. Girando las esposas en mi dedo, me
apoyé en el marco de la puerta.
—¿Así que hablabas en serio cuando dijiste que no habías traído chicas
antes a la casa de Jake?
—Eso es correcto. Jake no lo permitiría. Además de que eres especial, y lo
dije en serio. —Mi corazón se rompió un poco más por sus palabras, pero mantuve
la ira controlada en mi interior. Con una sonrisa sexy, AJ dobló su dedo hacia mí—
. Ahora trae aquí tu sexy y sadomasoquista culo con esas esposas. Sé que dijiste que
no tenemos mucho tiempo, pero te garantizo que puedo hacer que te corras tan
fuerte que gritarás en menos de dos minutos. Entonces, puedes ver lo rápido que
me puedo venir. Jugaremos un poco.
Di un paso hacia el borde de la ducha, chasqueando las esposas. AJ abrió la
puerta para mí.
—Así que te gusta jugar, ¿verdad?
—Oh, diablos, sí.
Extendiéndome, agarré su mano mojada en la mía.
—Pareces jugar muy bien cuando se trata del corazón de las mujeres.
—Espero tener robado el tuyo —dijo con un guiño.
El clic de las esposas cerrándose en la muñeca de AJ hizo eco a través de la
ducha.
—No, pero estoy bastante segura de que lo rompiste.
Las oscuras cejas de AJ se fruncieron.
—¿Qué estás…
—Acabas de decir que nunca trajiste mujeres aquí.
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—Me mentiste —susurré.
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—Mia, ¿qué está pasando?
—Lo sé. Es la verdad.
—Uhmm, eso es gracioso porque esa ex tuya, la que estaba toda abrazada a
ti la última noche, acaba de aparecer para follarte. O ella tiene tu polla en el GPS,
o sabía vendrías aquí porque la invitaste. —Le di una triste sonrisa—. Supongo que
el hacer malabarismos con todas tus llamadas te puso un poco confuso, ¿no?
Los bronceados rasgos de AJ palidecieron. Levantó su mano libre.
—Mia, espera, puedo explicarlo…
Sacudí la cabeza con furia de un lado a otro.
—¿Cómo pudiste hacerme esto? Te dejé entrar después de jurar que no lo
haría. Te dejé ver el infierno por el que había pasado… —Mi voz se ahogó. Maldita
sea, no quería llorar delante de él—. El infierno en el que todavía estoy, ¿y entonces
me traiciona así?
—Lo juro por Dios, Mia, no sabía que Kylie estaba en camino.
—¡Tenía una maldita llave, AJ! —grité.
—Eso es porque es la hermana de Lily. No se la di, lo juro. Debe de haber
hablado con Lily y darse cuenta de que los chicos y yo estábamos aquí.
—Lily le habría dicho que yo estaba contigo.
AJ gruñó de frustración.
—Tal vez solo se enteró de que todos estábamos aquí y decidió venir. No
conozco los malditos detalles, Mia. Sube y pregúntale a Lily tú misma. Lo que sí sé
es que estoy seguro de que no la invité.
—Entonces que, ¿ella solo pasó a bailar vals en la casa de Jake y robar una
llave?
Los ojos de AJ se abrieron antes de que sacudiera la mano de un lado a otro.
Página
—¡Eres un maldito mentiroso! —le susurré, antes de colocar la otra esposa
en la ducha.
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—No tendría que hacerlo. Ha estado aquí antes con Lily y los niños. Sabría
dónde la esconden.
—Mia, ¿qué jodidos estás haciendo? —Cuando no respondí, gritó—: ¡No
me puedes dejar así!
—Oh, estoy segura de que no tendrás que esperar mucho tiempo. Si no es
Kylie, entonces algún otro programado pedazo de culo se mostrará pronto, y estarás
libre en un santiamén.
—Por favor, no hagas esto. Te estoy diciendo la verdad.
Agarrando mi bolsa de maquillaje, arrastré todas mis cosas del tocador a la
bolsa. Haciendo caso omiso de sus constantes ruegos para quitarle las esposas, mis
ojos recorrieron todo el cuarto de baño para asegurarme de que no estaba dejando
nada. Cuando empecé a salir por la puerta, sus palabras me congelaron.
—Mia, te… te amo. Por favor, no hagas esto.
Las lágrimas llenaron mis ojos haciendo que mi visión se nublara. Echando
un vistazo por encima del hombro, le di una sonrisa triste.
—Sí, bueno, a veces el amor no es suficiente.
Página
247
Y con eso, cerré la puerta del baño.
Traducido por Lizzie
Corregido por La BoHeMiK
S
alté con el duro portazo de la puerta del baño. Cerrando mis
ojos golpeé mí cabeza contra las baldosas. ¿Cómo jodidos
había ido todo tan mal? Tan enojado como estaba con Mia por
dejarme en la situación en la que estaba, mi pecho se contrajo
ante la idea de que ella me había dejado, especialmente por algún estúpido
malentendido. Con ella siendo tan errática y rápida para reaccionar, no sabía cómo
diablos podía hacer esto bien. Una parte de mí se preguntaba si debería siquiera
molestarme en intentarlo. No sabía si podía lidiar con tener una explosiva o
esposadora, feliz novia. Pero mi mente no dejaba de volver al día de ayer, la última
noche y cómo habían cambiado las cosas entre nosotros. Mia me había hecho sentir
más que cualquier mujer que había tenido en el pasado. ¿Podría realmente alejarme
de eso?
Miré de mala gana mi teléfono celular sentado en la repisa del lavabo antes
de tirar mi muñeca lo más fuerte que pude contra el cabezal de la ducha.
Página
Fuera de mis tres compañeros de banda, no había realmente alguien a
quien podía llamar. Con la mano libre, me esforcé mientras me inclinaba para
tratar de agarrarlo de la repisa del lavabo. Yendo a tientas, finalmente lo agarré.
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―¡JODER! ―grité, mientras el cortante dolor rebotaba a través de mi
mano. Parpadeando fuertemente mis ojos, resoplé varias respiraciones hacia
adentro y afuera. No había manera en el infierno de que estuviera liberándome de
estas esposas sin ayuda.
Marcando con mi pulgar, lo llevé a mi oído. Afortunadamente, Brayden contestó
al segundo timbrazo.
―Eh, oye, soy yo.
Brayden se rio entre dientes.
―No jodas, Sherlock. De alguna manera me di cuenta con el identificador
de llamadas.
―Oh, sí.
―Amigo, ¿dónde diablos están tú y Mia? Abby hizo su famoso chili, y
estamos a punto de sentarnos a comer en diez minutos. ―Su voz se había elevado
para hacerse oír por encima de la parlanchina multitud.
―Sí, no creo que pueda hacer lo del almuerzo todavía.
―¿Qué quieres decir? Espera un segundo ―Los susurros sonaron en el
fondo antes de que un grito llegara a mi oído―. ¡Oh, no, señorita! No más galletas
hasta después del almuerzo.
―Brayden ―le supliqué.
―Lo siento hombre, pero Lily tendrá mi culo si se da cuenta de que dejé a
Melody comer la mitad de una bolsa de galletas de animalitos en mi vigilancia. Un
segundo. Allison, ¿podrías llevártela por un minuto? Gracias. ―Escuché el crujido
de la puerta de atrás del porche―. Está bien, soy todo tuyo.
―Escucha, necesito un favor, pero quiero que mantengas esto en secreto.
―¿Qué pasa?
Cerrando mis ojos, me aferré al teléfono apretándolo contra mi oreja.
—Realmente no quiero entrar en esto por teléfono, por lo que ¿puedes por
favor venir aquí?
Un largo silencio vino del otro extremo.
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―¡Sí, tú también lo harías si estuvieras esposado en la maldita ducha! ―le
solté antes de que pudiera detenerme.
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―Suenas realmente extraño.
―Lo siento, ¿pero acabas de decir que estabas esposado en la ducha?
―Sí ―gruñí.
―Entonces, ¿qué diablos es lo que necesitas de mí? Consigue la llave de
Mia y…
―Se ha ido.
―¿Qué?
Lancé un suspiro de frustración.
―Bray, estoy aquí de pie con mi culo desnudo, tiritando, y con el brazo
colgando del cabezal de la ducha. ¿Crees que podría explicar toda esta mierda más
tarde?
―Está bien, está bien. Te veré dentro de poco ―respondió, antes de
colgar.
Bajé el teléfono de nuevo a la repisa del lavabo. Luego me eché hacia atrás
y esperé. Al momento en que se abrió la puerta supe que estaba en problemas.
Brayden había sacado un extraño movimiento idiota… no estaba solo.
Mientras escuchaba a los chicos arrastrarse hasta la escalera del piso, cerré
los ojos y dejé salir un gran arsenal cargado de improperios. Cuando Brayden
apareció en la puerta con Jake y Rhys, sacudí la cabeza.
―Pensé que habías prometido no decir nada.
―Sí, bueno, mientras estaba en el teléfono contigo, Mia llegó a la casa
buscando un auto prestado, pero estaba tan molesta, que Abby no la dejaría
conducir.
Jake me lanzó una mirada asesina.
―Oh, estoy tan jodidamente apenado. ¿Podríamos centrarnos en el hecho
de que en este momento soy el esposado a una ducha?
Página
Entrecerré los ojos hacia él.
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―Gracias a tu idiota movimiento, no conseguí el almuerzo, y voy a tener
una novia enojada cuando vuelva.
Rhys tomó una foto con su teléfono. Cuando la miró, hizo una mueca.
―Amigo, no sonreíste.
―¡Cuando me suelte, voy a patearte tu jodido culo! ―gruñí.
Jake se rio.
―Hombre, yo sería un poco más amable con él. Si dejara escapar esa foto
tuya, podría ser realmente malo para tu reputación. Es decir, el agua fría ha
nublado totalmente tu polla.
Me abalancé sobre él y Rhys con mi brazo libre. Ambos se alejaron hacia
atrás fuera de mi alcance.
―Está bien, ya basta, idiotas ―gritó Brayden sobre nuestro forcejeo.
―Iré a buscar la llave ―dijo Jake. Mientras entraba en el dormitorio, dejé
que mi cabeza golpeara contra las baldosas.
Brayden se aclaró la garganta.
―Por si sirve de algo, lo siento.
Alzando mi cabeza, lo miré fijamente.
―Gracias.
Me tendió una acolchada toalla, y la agarre para comenzar a secar mi cara
y las partes de mi cuerpo que podía alcanzar con un brazo.
―Hombre, ¿qué pasó? Tú y Mia parecían tan felices ―dijo Rhys.
―Kylie apareció, utilizando la llave escondida, y se encontró con Mia en
las escaleras.
Rhys hizo una mueca cuando Brayden dejó escapar un silbido. Jake, que
había regresado con la llave, negó con la cabeza.
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―No me digas ―le contesté mientras me secaba el cabello un poco más
furioso. Mientras Jake trabajaba para conseguir liberarme, me volví hacia
Brayden―. ¿Sabías que Kylie estaba viniendo?
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—Maldición, amigo, que jodido golpe.
―Ella llamó a Lily anoche, y supongo que Lily mencionó que estábamos
aquí. ―Ante mi ceño fruncido, levantó las manos—. Estamos seguros como el
infierno que no la invitamos. Además, pensé que lo que sea que hubo entre ustedes
dos fue en el pasado.
Las esposas se abrieron de golpe, y ya no era un prisionero de la ducha.
Mientras me frotaba la dolorida muñeca, le contesté:
―Lo fue… lo es. Pero por alguna razón, Kylie aún parece pensar que estoy
interesado en un consuelo sexual.
Brayden hizo una mueca.
―Es una maravillosa niñera y quiere mucho a mis hijos. Pero
honestamente, ella hace las peores decisiones en la vida.
―Muchas jodidas gracias, hombre ―me quejé.
―Nada bueno viene de ser el consuelo sexual de un chico o su compañera
de follada. AJ ―argumentó Jake―. Quiero decir, demonios, mira lo que le pasó a
Abby a causa de Bree.
Rodando los ojos, Bray respondió:
―Sí, bueno, Kylie está muy lejos de ese nivel psicótico.
Rhys exhaló ruidosamente antes de inmovilizarme con una dura mirada.
―Es cierto, pero te dije en la ciudad de Oklahoma que no iniciaras
nuevamente esta mierda. Parece como si hubieras movido todo la primera vez, y
ahora le toca a ella.
Inclinando la cabeza, le di una mirada de: “qué jodidos”.
―¿En serio? ¿Así que Kylie apareciendo aquí es mi culpa?
Hice una mueca.
―Solo le dije que me tenía que ir, y que hablaría con ella más tarde.
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―¿Qué fue exactamente lo que le dijiste anoche? ―cuestionó Brayden.
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―Bueno, obviamente, la última noche no la desanimaste lo suficiente si
ella pensaba que estaba bien venir a bailar el vals aquí.
―Idiota ―murmuró Rhys.
Alcé las manos.
―No tuve mucho tiempo para detenerme y tomar una maldita
conversación significativa cuando pude ver a Mia enloqueciendo y empacando.
―Independientemente de cómo sucedió, amigo, realmente metiste la pata.
Deberías ir detrás de Mia ―dijo Brayden.
Quité la toalla de mi cara.
―¿Me estás jodiendo? ¡Ella me esposó a la ducha!
―La amas ―contrarrestó Bray.
―No lo hago ―mentí.
Cuando miré a Jake para ver si estaba comprando mi línea, me dio una
sonrisa triste.
―No me mires pidiendo consejo. La cagué demasiadas veces para contar.
Abby es una maldita santa por amarme, y menos que todo por perdonarme.
Mientras me estaba desmoronando por dentro, intenté con todo lo que
tenía mantener mi exterior de chico duro.
―Jesús chicos, todavía tengo mi orgullo, y me está gritando que no persiga
a una mujer con la que no se puede razonar.
Jake cruzó los brazos sobre su pecho.
―Esto viene del mismo tipo que me dijo que tenía que hacer algo épico
para ganarme a Abby de vuelta.
―Eso fue diferente ―murmuré.
―Entonces qué, ¿no sientes que eres lo suficientemente hombre como
para hacer frente a todo eso? ―respondió Jake.
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―No lo sé. ―Cerrando mis ojos con fuerza, me froté la frente―. La
conclusión es que Mia no es Abby… ella tiene algo realmente oscuro en su pasado.
253
―¿Porque era yo? ¿Porque no estaba tu corazón en la línea?
Abrí mis ojos de golpe para mirarlo.
―No, imbécil. No es eso en absoluto.
―Abby todavía tiene que hacer frente a mí mierda, las mujeres y mi dolor,
pero lo hace porque me ama. ―Me golpeó con fuerza en la espalda―. Tal vez
deberías tratar de lidiar con la mierda de Mia porque la amas.
Cuando miré a Rhys y Brayden, ambos asintieron con la cabeza.
―Vamos para que podamos comer un poco de chili antes de que se enfríe
―sugirió Brayden. Con un guiño, agregó―: Vas a necesitar tu fuerza cuando trates
de conseguir a Mia de vuelta.
―Está bien. Muéstrame el camino ―le contesté.
Página
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Mientras los seguía hasta la escalera, pensé que iba a tomar mucho más que
un poco de fortificación alimenticia para darle a mi cuerpo lo que necesitaba y
prepararse para luchar por Mia. Aunque después de lo que hizo, una parte de mí le
estaba diciendo hasta nunca. Pero de alguna manera sabía que valía la pena luchar
por ella, que era diferente a cualquier otra mujer con quien jamás había estado.
Más que nada, quería demostrarle, que a pesar de su pasado, algunos hombres
pelearían por lo que querían, y yo era esa clase de hombre.
Traducido por nnancyc
Corregido por Angeles Rangel
S
entado al lado de una cama de hospital en Scottish Rite’s
Children’s Healthcare, golpeé un experimentado ritmo en la
batería del Guitar Hero. Con su IV atada a su mano, el
paciente adolescente con leucemia al que estaba visitando, mantenía el ritmo
conmigo durante las partes más difíciles. Su nombre era Manuel, mejor conocido
como Manny y cuando había escuchado que un miembro de Runaway Train estaba
visitando el piso de oncología, había pedido conocerme. Así que después de haber
hecho algunas rondas rápidas, fui a su habitación para poder pasar la mayor parte
del tiempo con él. Estaba emocionado como el infierno de verlo sentado allí en una
camiseta de Runaway Train. Había sido el baterista de una banda hasta que el
cáncer lo había alejado. Incluso en la batería de mierda de Guitar Hero, podía decir
que tenía talento. Pero por supuesto, tenía que fastidiar un poco su trasero.
―Manny, estás aflojando, amigo.
Una sonrisa se extendió en su rostro blanquecino.
―¡Ja! ¿Así que notaste eso?
Con una sonrisa que rivalizaba con la mía, respondió:
Página
tresillos.
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―No lo estoy, hombre. Tú eres el que está durando una eternidad en los
―No vas a conseguir nada de mí, Ese.
Reí. Visitar a niños y adolescentes enfermos en los hospitales era una de
las partes más difíciles y más gratificantes de mi trabajo. Quiero decir, es muy
alucinante y vergonzoso cuando eres el único en poner una sonrisa en el rostro de
un chico que estaba calvo de solo pasar una ronda de quimioterapia. O que de entre
todas las personas famosas en el mundo, ellos habían querido pasar el rato contigo.
Hoy, no obstante, fue una visita inesperada a Scottish Rite. Había estado
holgazaneando en el sofá con una cerveza en la mano, esperando beberme a mí
mismo en un frívolo aturdimiento, cuando Abby me había llamado. Sabía al
momento que contesté el teléfono que quería un favor de mí por el tono dulce
azucarado de su voz. Después de lo que había sucedido en la granja con Mia, había
estado en su lista de mierda por un largo tiempo. Especialmente cuando continué
siendo en sus palabras, “un imbécil testarudo”, por no alcanzar a Mia.
Lo que no le había dicho a ella, o cualquiera de los chicos para el caso, era
que había intentado por días llamar y enviarle mensajes a Mia, pero nunca había
contestado ninguno de ellos. Al final el lado orgulloso en mí, había dicho que se
joda Mia y su estúpida testarudez. Por desgracia, mi sensible corazón no había
captado por completo el mensaje.
A pesar que sonaba como un total marica admitirlo, los pasados cuatro
meses habían sido los más miserables de mi vida. Había actuado alrededor de los
chicos, como si las cosas estuvieran bien y fuera el hijo de puta más feliz en el
mundo. Si estaban en verdad comprándolo, no sé. Quiero decir, habían notado que
no estaba echando polvos con ninguna chica. Un par de semanas después que Mia
me dejó, llevé a una rubia despampanante de vuelta al autobús conmigo. Incluso
con todas sus virtudes y su duro trabajo, no pude conseguir que se me parara. Todo
lo que podía ver era a Mia en mi mente. Terminé sacando a la chica tan rápido
como pude apartarla como el infierno lejos de mí. Después de esa pesadilla, no
penitencia por lo que había hecho. Quiero decir, si no hubiera sido por mi pasado
con Kylie y las otras chicas, quizá Mia no se habría sentido como si no pudiera estar
Página
Había una parte en mí que se sentía como si necesitara alguna clase de
256
había intentado otra vez.
conmigo. Sin mencionar la cruel verdad de que yo había usado a un montón de
mujeres por años. Ese hecho era una de las razones por la cuales le había dicho a
Abby que sí. Además, que quería volver a su lado bueno, así que había estado de
acuerdo en venir junto con ella y sus hermanos mientras hacían una donación en
Scottish Rite, lo cual no era muy lejos de mi casa.
Tenía la sensación de que había más que no estaba diciéndome, sobre por
qué estaba reclutándome a mí, en lugar de a Jake, pero cuando la limosina vino a
recogerme, no la presioné por ningún detalle. Imaginé que si quería hablar sobre
ello, lo haría. Solo esperaba que no mencionara a Mia. Ese era un tema que me
rehusaba a hablar con cualquier otro que no fuera José Cuervo28.
―Oye hombre, ¿tu cabeza está en tu culo o algo? ―exigió Manny.
―¿Ah?
―Estás totalmente jodido. Como épicamente.
―Lo siento. ―Joder, me sentía como el mayor imbécil dejando a mi mente
vagar en Mia cuando debería haber estado concentrándome en Manny.
―Seh, bueno mi problema podría ser que mi cabeza está en mi culo, pero
creo que el tuyo está en tus baquetas ―dije.
―No hay nada malo con estos chicos malos además de estar un poco
dañados ―contraatacó.
Le ofrecí la mía a él.
―Estas son para ti.
Sus ojos se ampliaron.
Su cabeza asintió frenéticamente.
28
José Cuervo: Marca de Tequila.
Página
―Sip. Pero tienes que prometerme que practicarás.
257
―¿En serio?
―Juro que lo haré.
Apunté un dedo hacia él.
―Mejor lo haces. ―Saqué una tarjeta de mi bolsillo y se la di―. Tienes
mi número ahora, así que mejor me llamas y me dejas saber cómo te está yendo.
―Amigo, lo haré. Gracias. Eso es alucinante.
―Vamos a decir que la próxima vez improvisemos, ¿lo haremos en tu casa
y no en este lugar de mierda?
Se rió.
―Me apunto a eso.
Una enfermera apareció delante de mí, señalando que era la hora de irme.
―De acuerdo, Ese. Tengo que llegar a la carretera. Cuídate, ¿sí?
―Lo haré.
Nos dimos un tradicional abrazo de chicos, o palmada en la espalda, antes
de que me fuera a encontrar con la enfermera en la puerta. Me despedí con la mano
una última vez hacia Manny.
―La Srta. Renard y sus hermanos están en la 305 ―me informó la
enfermera.
―Gracias ―contesté.
Mirando con concentración la pared, comencé la cuenta atrás de los
números hasta el 305. Pero luego escuché la dulce voz de Abby flotando detrás de
mí, y sabía exactamente dónde encontrarla. Acababa de terminar de cantar cuando
llegué a la puerta. No estaba muy sorprendido de encontrarla en la cama,
acurrucando a dos niñitas calvas que estaban absolutamente embelesadas por ella
sus ojos. Mientras sus hermanos comenzaban a decir sus adioses a las niñas, me fui
para alcanzar a Abby.
Página
cama. Mientras caminaba con energía pasándome, podía ver las lágrimas llenando
258
y su canto. Las besó en las mejillas, despidiéndose antes de levantarse fuera de la
No había llegado muy lejos en el pasillo.
―Mi amor ―dije suavemente, cuando la alcancé.
―Estoy bien ―salió su débil respuesta.
Dando un paso en frente de ella, la arrastré a mis brazos.
―Oye, está bien llorar. Esta mierda es difícil.
Agarrando en puños el frente de mi camisa con sus manos, sollozó en mi
pecho. Aunque sabía que las niñitas habían llegado a ella, podía decir que esto no
era solo por ellas. Más probablemente, tenía que ver con Susan, la mamá de Jake,
y el dolor que ambos, ella y Jake, estaban todavía experimentando.
El sonido de sus hermanos detrás de nosotros hizo que se tensara en mis
brazos. Ante sus expresiones inquisitivas, dije:
―Adelante, vayan a la limosina. Estaremos abajo en unos minutos.
Micah asintió.
―Los veo allí.
Cuando estuvieron seguros en el elevador, se apartó.
―Lo siento por eso ―resopló.
Acuné su mentón, trayendo su mirada a la mía.
―Oye, no tienes nada de que disculparte. ¿De acuerdo? Sabes que siempre
estoy aquí para ti.
Después de limpiar sus ojos, me dio una rápida sacudida de cabeza.
―Lo sé. ―Se elevó en sus puntillas para besarme la mejilla―. Te he
extrañado ―susurró.
Página
―Yo también te he extrañado.
259
Sus palabras hicieron que mi pecho se apretara.
Eso fue todo lo que tenía que ser dicho de mi parte para saber que todo
estaba bien entre nosotros. Mientras comenzábamos a andar por el pasillo hacia los
elevadores, Abby deslizó el brazo alrededor de mi cintura. Me miró fijamente y
sonrió.
―Gracias de nuevo por venir conmigo hoy, ya que Jake estaba ocupado.
―Oye, estoy feliz de hacerlo. ―Cuando presioné el botón de la flecha
hacia abajo, besé la cima de su cabeza―. Jake todavía está teniendo un tiempo
difícil con los hospitales, ¿eh?
Asintió mientras subíamos al elevador.
―No sé cómo ayudarlo, AJ.
―Solo estando allí para él. Eso es todo lo que puedes hacer.
―Lo estaré.
―Significas todo en el mundo para él, y tiene suerte de tenerte a ti y a tu
amor.
―Gracias, AJ.
Le sonreí.
―No hay problema.
Dimos un paso fuera del hospital al brillante sol. Gabe, Eli, y Micah estaban
parados fuera de la limosina esperando por nosotros.
―¿Listos para volver?
―Sip ―contesté.
Mientras esperaba mi turno para entrar a la limosina, miré adelante.
Cuando la realidad de dónde estábamos se arrastró sobre mí, sentí como si alguien
avalancha de recuerdos inundó mi mente conmigo encontrándome con Mia por
primera vez.
Página
burlándose ante mí desde el otro lado de la calle. Como un chica sensible, una
260
hubiera enviado una patada directo a mis entrañas. St. Joseph’s se cernía
Un leve codazo me sacó de golpe de mis pensamientos. Abby levantó la
mirada hacía mí con una sonrisa cómplice.
―Ve a verla ―alentó.
Negué con la cabeza.
―Esa es historia antigua.
―Dame un descanso, AJ. Estabas simplemente mirando al edificio del
hospital con una expresión de perrito triste y perdido. Mia no puede ser historia
cuando obviamente todavía te preocupas por ella.
―Me esposó a una jodida ducha ―contraataqué en respuesta.
―En su mente, tenía un buen motivo.
―Oh, ¿en serio?
Abby asintió.
―A pesar de todo, si fue un malentendido o no, tus indiscreciones del
pasado con las mujeres volvieron para lastimar a una mujer muy vulnerable.
―Gracias, Dr. Phill.
Abby estrechó los ojos.
―Cuidado, Reséndiz. No olvides que te conozco mejor de lo que piensas.
Y esos cuarenta y cinco minutos de conducir a la casa de Mia me dieron un montón
de tiempo para llegar a conocerla y saber exactamente cómo se estaba sintiendo.
Me pasé las manos por el cabello.
―Es demasiado tarde. No te conté en un tiempo, pero intenté llamarla y
le envié mensajes de texto. Ella no contestó.
que seas feliz. Y mientras puedas pensar que lo que sucedió no fue una gran cosa y
que Mia debería haberte perdonado, no estoy de acuerdo.
Página
estiró para palmear mi mejilla―. Sabes que te quiero, AJ y quiero más que nada
261
―Tal vez lo que necesitas decir debe ser dicho en persona. ―Abby se
Mis cejas se dispararon hacia arriba con sorpresa.
―¿En serio?
―Sí. ―La mirada de Abby fue al resplandeciente diamante en su mano―.
La mayoría de las personas se habrían dado por vencidas con Jake; nunca habrían
intentado tan duro como lo hice para perdonarlo y darle una segunda
oportunidad…
o
muchas
oportunidades.
―Entonces
me
miró
intencionadamente―. Pero entonces, al mismo tiempo, me probó que en su propia
manera él estaba trabajando su trasero para mostrarme cuánto lo lamentaba y
cuánto le importaba en verdad. Así que quizá necesitas subir y demostrarle un poco
más a Mia. Tal vez quiere reconciliarse contigo, pero no sabe cómo intentarlo. Tal
vez necesita algún gesto grandioso y enorme de tu parte que le pruebe que no eres
igual a todos los otros imbéciles con los que tuvo la desgracia de estar involucrada.
Gabe asomó la cabeza por la ventana de la limosina.
―¿Chicos, vienen?
Ante mi duda, Abby me dio un golpecito en la espalda.
―Sabes que una mujer sabia una vez dijo que el destino tenía una manera
curiosa de intervenir en nuestras vidas.
―Susan dijo eso ―respondí en una voz ahogada.
―Sí, lo dijo.
―Jodeeeeer ―gruñí.
Abby se rio.
―¿Debería tomar eso como un “los veré más tarde, chicos. Gracias por
dejarme ver el error a mi maldita manera”?
para ti?
Negué con la cabeza.
Página
―¿Qué pasa con llegar a casa? ¿Quieres que envíe la limosina de vuelta
262
―Seh.
―No, con un poco de suerte, estaré yéndome con Mia… si no, conseguiré
un taxi.
Abby se elevó en sus puntillas para besarme la mejilla. Después de
despeinar juguetonamente mi cabello, dijo:
―Buena suerte.
―Gracias, mi amor. Voy a necesitarla.
Cuando salí del elevador en el piso de Mia, mi corazón comenzó a palpitar
tan fuerte en mis oídos que ahogó todos los ruidos alrededor de mí. El tramo del
pasillo hasta la estación de enfermeras parecía extenderse por siempre. Mientras
más me acercaba, el amigo de Mia, Dee, salió de la habitación de un paciente con
la historia clínica en el recodo de su brazo. Cuando me vio, hice una mueca y me
preparé para una reprimenda verbal.
En su lugar, sus ojos oscuros se iluminaron.
―Bueno, bueno, dulces nalgas, ¿no son dichosos los ojos que te ven?
Me reí por lo bajo.
―Gracias. ¿Mia está aquí?
―Está haciendo algún inventario en el cuarto de medicamentos ahora
mismo. ―Entonces dobló el dedo―. Ven conmigo.
―Bueno, gracias. ―Le seguí el paso―. ¿Está…?
Maldición, él era bueno. O tal vez era que conocía muy bien a Mia.
―Sí, algo como eso.
Página
―¿Va a abofetearte al minuto en que te vea?
263
Mirando sobre su hombro, Dee contesto:
Dee se dio la vuelta, provocándome patinar hasta un alto.
―Voy a ser directo contigo, niño bonito. Yo quería tus bolas en una
brocheta por un largo tiempo por lo que le hiciste a Mimi.
―Amigo, intenté decirle que lo lamentaba un millón de veces. Ella no
hablaba conmigo. Lo juro, yo…
Levantó una mano para callarme, y sorpresivamente, cerré la maldita boca.
―Sí, no sabía eso entonces, pero finalmente lo admitió hace casi tres
meses. ―Dio un paso más cerca de mí―. Realmente no te conozco muy bien, pero
lo que conozco parece de por sí decente, a pesar de que eres una famosa estrella de
rock. Estoy esperando que te hayas presentado aquí hoy porque extrañas a Mia y
quieres luchar por ella; pese a lo que puede haber pasado en tu vida personal.
Mis cejas se fruncieron con confusión.
―Espera un minuto. Me perdí en la cosa de la vida personal.
Rodó sus ojos.
―Bien, si quieres jugar al evasivo, lo que sea.
―Pero yo…
―Mira, solo entra ahí y pelea por nuestra chica, ¿de acuerdo?
Resistí el impulso de rendirle homenaje. En su lugar, asentí.
―Lo haré. Lo juro.
―Bueno. ―entonces sacó una llave electrónica de su bolsillo, con la cual
abrió una puerta detrás de la estación de enfermeras―. Ve a conseguirla, tigre
―dijo, antes de darme una azote en el culo.
Ya en el borde, me moría del susto. Al mismo tiempo, se sentía bien tener
carrito lleno con diferentes suministros médicos. Mi corazón hizo un ruido sordo
contra el hueso de mi pecho al verla. Cuatro meses después y estaba incluso más
Página
marica, mi mano tembló cuando abrí la puerta. Mia estaba parada frente a un
264
a Dee de mi lado, como si hubiera pasado alguna prueba. Pero como un auténtico
hermosa y sexy que lo que recordaba, incluso vestida en su habitual bata verde. Su
cabello largo y oscuro alejado de su rostro en un moño francés, aunque unos
cuantos mechones se habían escapado. Estaba mirando la etiqueta en un frasco.
―Dee, nos estamos quedando sin Heparin. Deberías llamar a la farmacia y
ordenar algunas unidades más.
―No soy Dee ―dije en voz baja.
El sonido de mi voz causó que levantara la cabeza con un sobresalto. El
frasco que estaba inventariando cayó de su mano y se estampó en el suelo.
―¿Qué… qué estás haciendo aquí? ―cuestionó.
―Estaba en el vecindario y pensé que podría venir a verte. ―Cuando sus
cejas se elevaron con sospecha, contesté―: De acuerdo, así que tal vez estaba al
otro lado en Scottish Rite en una reunión con algunos fans.
―Oh ―murmuró.
Nerviosamente me pasé la mano por el cabello antes de dar unos pasos
inseguros más cerca de Mia.
―Simplemente te lo diré sin rodeos, ¿bien? Cuando estaba cerca de aquí y
vi St. Joe´s, me di cuenta de lo mucho que te extrañaba y lo mucho que quería
verte.
―¿Lo hiciste? ―preguntó, su voz vibrando con emoción.
―Sí.
Cuanto más cerca llegaba a ella, más en pánico parecía Mia.
―AJ, hay algo que necesito decirte.
―¿Que me has extrañado? ―bromeé, esperando alivianar la tensión en el
Página
―Sí ―susurró―. Pero… algo más.
265
aire que podrías haber cortado con una motosierra.
―¿Qué lamentas no contestar mis llamada y mensajes de texto?
―Asintió―. Pero más que nada, que lamentas haberme dejado desnudo y
esposado a la ducha.
Cerró los ojos como si sintiera dolor.
―Sí. Lo siento tanto, tanto.
De repente, no podía llegar a ella lo suficiente rápido. Saltando alrededor
del borde del carrito, la alcancé, pero ella se alejó bruscamente, retrocediendo hasta
la pared. El miedo y la preocupación se extendieron en sus ojos, y aunque estaba
contento de ver que no parecía enojada, no podía evitar sentir que algo andaba mal.
Cuando su mano voló a su abdomen como si se estuviera protegiendo a sí misma,
mi mirada recorrió su cuerpo hasta donde, su una vez holgada bata tiraba apretada
sobre su vientre ligeramente redondeado, un vientre que había sido claramente
plano cuando estábamos juntos. Fue en ese momento que cada molécula en mi
cuerpo se sintió como si fuera a explotar.
―Santa mierda ―murmuré.
Cuando lancé mi mirada de vuelta a la de Mia, las lágrimas inundaban sus
ojos.
―Lo siento, AJ. Fui a decirte…
Aunque sabía la respuesta, demandé:
―¿Estás embarazada de mi bebé?
―Sí ―contestó mientras las lágrimas se derramaban por sus mejillas.
―Santa mierda ―repetí. La habitación comenzó a girar a mí alrededor. La
voz de Mia sonaba apagada como si estuviera bajo el agua. Y lo siguiente que supe,
era que estaba cayendo hacia atrás mientras el mundo a mí alrededor se volvía
Página
266
oscuro.
Traducido por Apolineah17
Corregido por Lizzie
M
irando hacia abajo a la horripilante barra blanca, sentí la
bilis una vez más subiendo por mi garganta.
—No, por favor no —me quejé. Agarré los lados de la
repisa del baño para evitar hundirme en el piso. Con mis
ciclos irregulares, no había estado en alerta cuando mi período se retrasó una o dos
semanas. Pero cuando comencé a acercarme poco a poco a las tres semanas y media,
empecé a entrar en pánico, lo que me hizo pasar por Walgreens en el camino a casa
del trabajo para comprar dos pruebas de embarazo.
Ahora estaba sosteniendo la prueba positiva número dos en mi mano. Parte
de mí quería regresar a la tienda para ver si la tercera prueba sería un amuleto y de
alguna manera no estaría embarazada. ¿Cómo demonios era esto posible? Tan solo
el recordar como AJ y yo usamos condón cada vez que tuvimos sexo provocó que
un carrete de imágenes eróticas de nuestras escapadas sexuales atravesara mi
mente. Un rubor llenó mis mejillas mientras la calidez inundaba mi centro. Pero
En el cuarto de atrás del Eastman’s, habíamos estado demasiado envueltos
en el enojado sexo de reconciliación para recordar un condón. Él se había salido
Página
contenido de mi estómago.
267
entonces, una de esas imágenes me envió corriendo hacia el baño y vacié el
antes. Aunque mi formación médica me enseñaba que no suficientes
espermatozoides residían en la eyaculación previa y que el método de coito
interrumpido era bastante eficaz, no podía dejar de pensar que tenía que ser esa
vez.
—Oh Dios —murmuré, poniendo mis manos firmemente sobre el borde
de la taza del inodoro para no perder el equilibrio por un desmayo. Bajando la tapa
de un tirón, me moví con cuidado sobre la taza del baño y como tantas noches
últimamente, comencé a llorar.
Justo cuando pensé que me había recuperado del mayor infierno emocional
de mi vida con la muerte de mama Sofía y la traición de Dev, toqué nuevamente
fondo con lo que había pasado con AJ. Después de que Abby me trajera a casa, ella
había estado conmigo hasta que Dee pudo venir, estaba demasiado histérica. Me
tomé los siguientes dos días libres del trabajo e hice nuevamente citas de
emergencia con mi terapeuta.
Por mucho que odiara admitirlo, me sorprendió bastante que al principio
AJ intentara tan arduamente conseguir que le hablara con sus muchas llamadas
telefónicas y mensajes de texto. Incluso si quería creer que era solo un
malentendido con Kylie como él afirmaba, sabía que no sería la última vez que nos
pusieran en esa situación. Si lo aceptaba de nuevo, solo sería cuestión de tiempo
antes de que alguna otra mujer de su pasado, o incluso de su presente, se volviera
contra nosotros, o más importante, contra mí.
Al final, yo no era como Abby y Lily, había experimentado mucho desamor
para ser una mujer fuerte y suficiente para una estrella de rock. Y mientras quería
odiar a AJ, no podía. Más que nada, me quería sentir como si estuviera haciendo
un sacrificio por él, me preocupaba por él lo suficiente para saber que se merecía a
alguien mejor, alguien que no estuviera emocionalmente deteriorado por su
temblorosas, seguí a Jack Sparrow por el pasillo. Con las manos temblorosas, abrí
la puerta principal. Dee me frunció los labios antes de levantar un dedo.
Página
El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos. Con las piernas
268
pasado.
—Nena, más vale que sea algo realmente importante porque acabo de dejar
a un marine parcialmente saciado en mi cama.
—Lo siento. Sabes que no te habría llamado a menos que fuera una
cuestión de vida o muerte.
Dee pasó su mano sobre su pecho.
—Espera, no le ha pasado nada a Duke, ¿verdad?
—No, no es nada de eso. —Me mordí el labio inferior, sin saber cómo iba
a darle la noticia.
Gruñó con frustración.
—Bueno, maldita sea, Mimi. ¡Dilo de una vez!
Incapaz de hablar, empujé la temible barra blanca que aún estaba
sosteniendo en su rostro. Su nariz se arrugó momentáneamente por la confusión
antes de que se diera cuenta de lo que significaba. Sus profundos ojos marrones se
abrieron del tamaño de los platos de ensalada de mama Sofía.
—Santa mierda, ¿estás embarazada?
Había estado conteniendo los lagrimones tanto como podía con él. El solo
escuchar a Dee decir la palabra “embarazada” provocó que la presa estuviera a
punto de estallar, y comencé a sollozar histéricamente.
—Oye, ahora no llores. Dee está aquí. —Entró al vestíbulo y envolvió sus
brazos alrededor de mí. Aunque me sentí reconfortada por su gesto, solo me hizo
llorar aún más fuerte. Dee cerró la puerta delantera detrás de nosotros y me
condujo hasta el sofá—. Shh, está bien, Mimi —canturreó, frotando amplios
círculos en mi espalda.
Cuando finalmente había dejado de sollozar y mi respiración había
psicótica contigo.
Página
—Lo siento por llamarte y alejarte de tu caliente marine y luego ponerme
269
comenzado a salir hipando en pequeños jadeos, me aparté para mirar a Dee.
Me besó en la mejilla.
—No te atrevas a pedir disculpas por ninguna de esas cosas. Eres mi mejor
amiga en el mundo entero, Mimi. Cuando me necesites, estaré aquí, no importa en
qué condición te encuentres.
Mi barbilla tembló ante sus palabras.
—Gracias —murmuré.
—De nada, amorcito. —Tomando mi mano en la suya, la apretó con
fuerza—. Así que ya sabes que tengo que hacer la siguiente pregunta. ¿Es…?
Rodé los ojos.
—Por supuesto que es de AJ.
Dee levantó las manos a la defensiva.
—Bueno, disculpa que no mantenga un dispositivo GPS en tu vagina.
Su comentario hizo que las esquinas de mis labios se levantaran, a pesar de
lo mal que me sentía.
—Después de todos estos años, deberías de saber que si hay alguna acción
ocurriendo en mi vagina, tú usualmente sabes sobre ella.
Con una sonrisa, respondió:
—¡Normalmente estaría de acuerdo contigo, pero acabas malditamente de
tomarme por sorpresa, considerando que quedarse embarazada es lo más grande
para golpear tus partes femeninas para siempre!
Un bufido escapó de mis labios.
—Solamente tú podrías hacer bromas en un momento como éste.
—No, es por eso que te amo —contesté, con mi voz ahogada por la
emoción.
Página
—Es por eso que me necesitas.
270
Él sonrió.
Dee me dio un rápido beso en los labios.
—Yo te amo más, niña. —Nos sentamos en silencio durante unos minutos
con solo el sonido del ronroneo de Jack Sparrow y mis resoplidos haciendo eco a
través de la habitación—. Así que… ¿realmente estás embarazada? —exhaló
ruidosamente—. ¿Qué vas a hacer al respecto?
—¿Quieres decir que si voy a mantenerlo, renunciar a él, o…?
—O tener un aborto. —Tomó mi barbilla, obligándome a mirarlo—. Sabes
que puedes hacer eso, ¿verdad?
—Sé que puedo, pero…
—¿Pero qué?
Inconscientemente mi mano fue a descansar sobre mi abdomen.
—Quiero a este bebé.
—¿Qué carajo acabas de decir? —preguntó Dee con incredulidad.
Abrumada por mis emociones, simplemente balanceé la cabeza. En cierto
modo, estaba tan sorprendida como Dee por mi confesión. Cuando era más joven,
siempre me veía a mí misma casada y con hijos. Sabía que algún día querría un
bebé, solo que nunca imaginé que sería ahora.
Dee me siguió mirando con la boca abierta.
—Mimi, no sabes nada acerca de criar a un niño.
—Gracias por el voto de confianza —espeté, dándome cuenta de lo rápido
que las hormonas del embarazo podrían hacerte expresar tus emociones psicóticas.
Dee suspiró.
—En serio, además de estar cerca de tus primos, nunca has actuado como
expresión escéptica, argumenté—. ¿Alguna vez dije que no quería tener hijos algún
día?
Página
—Pero eso no significa que no pueda ser una buena madre. —Ante su
271
si te preocuparas mucho por los niños.
—No, pero…
—Estoy en un buen momento de mi vida para tener un bebé.
Cruzando sus manos sobre su pecho, respondió:
—¿Soltera y sola?
Dejé escapar un suspiro frustrado.
—Quiero decir, tengo veintiocho, no dieciocho. He ido a la universidad.
Tengo mis maestrías. Hago buen dinero. Puedo mantener a este niño.
—No voy a discutir con eso, Mimi.
—¿Entonces qué? —Sabía que si iba a hacer esta cosa del bebé, quería y
necesitaba el apoyo de Dee.
Dee se encogió de hombros.
—No lo sé. Solo sé que es difícil para mí pensar en ti con un niño.
Mirando hacia abajo a mis manos, pensé en la única persona que creía que
sería una buena madre.
—Mama Sofía me vio con niños.
—¿Cómo lo sabes?
—Me dijo unos meses antes de su muerte que un día sería una matriarca
de familia al igual que ella lo era. Que ella rezaba a los santos para que me
bendijeran con una familia. —Mi garganta ardía con los sollozos que trataba
desesperadamente de tragar. La agonía de la pena, una vez más me envolvió en un
tornillo semejante a la muerte mientras el duro entendimiento de que la única
persona que necesitaba más que nada en este momento se había ido.
emocionalmente destrozada por la muerte de Sofía?
—Gracias por hacerme sonar como una loca y egoísta —siseé.
Página
—¿Es por eso que quieres tanto a este bebé? ¿Por qué todavía estás
272
Dee alargó la mano para ahuecar mi mejilla.
Él gimió.
—Jesús, si esa prueba no me hubiera dicho que estabas embarazada, lo
sabría por los locos cambios de estado de ánimo.
—Lo siento. En verdad, lo hago. Pero por alguna razón, sé que quiero tener
este bebé sin importar lo difícil que vaya a ser.
Dee se apoyó contra el cojín del sofá, conjeturando mis palabras. Después
de lo que se sintió como una pequeña eternidad, sonrió.
—Entonces, me alegro por ti.
—¿En serio?
—Sí.
Con un chillido, me lancé a envolver mis brazos alrededor de su cuello. Lo
apreté con fuerza.
—Gracias, Dee. Me haces tan, tan feliz.
—Cálmate, niña. Solo dije que estaba feliz por ti, no que me iba a mudar y
ayudarte a criar al niño. Ni siquiera pienses en mí cambiando pañales de mierda.
Me eché a reír.
—No me preocupo por nada de eso.
—Mentira. Cambiarás tu tono y esperarás que me quede por la noches o
que vigile al niño durante el día, así podrás recuperar tus horas de sueño.
Levantando mis cejas, repliqué:
—Y tú simplemente podrías encontrarte tan enamorado de mi pequeño
engendro que querrías pasar todo tu tiempo libre aquí.
—Si es un niño, creo que lo llamaré como tú. Derwin Martinelli suena
bien, ¿no es así? —bromeé.
Página
sonrisa como si estuviera disfrutando de la idea de estar cerca de mi bebé.
273
—Mmm, hmmm, ya veremos eso. —Pero sus labios se curvaron en una
Dee sacudió la cabeza.
—Deberías estar pensando en nombrarlo como su padre. —Me lanzó una
mirada mordaz—. ¿Y qué pasa con el Sr. AJ? ¿Dónde encaja él en todo esto?
La pequeña burbuja feliz que había construido a mí alrededor se desinfló
ante la mención de él. Descansando los codos sobre mis rodillas, acuné entonces la
cabeza entre mis manos.
—No lo sé.
—Él necesita saber, Mimi.
Le eché un vistazo a Dee a través de mis dedos.
—No estoy muy segura de que después de haberlo dejado esposado a una
ducha, él vaya a estar muy contento de verme o vaya a querer escuchar la alegre
noticia de que me dejó embarazada.
—No lo sabrás hasta que hables con él. —Cuando resoplé despectivamente,
Dee sacudió la cabeza—. AJ era un montón de cosas, pero un total bastardo
insensible no era una de ellas.
En el fondo sabía que él tenía razón. AJ tenía un corazón demasiado bueno
para ser siempre un idiota conmigo si yo estaba embarazada de su hijo. Mi mente
retrocedió a aquel fin de semana en la granja, la forma en la que él había
interactuado con Jude y Melody. Era bueno con los niños, y sería un buen padre.
Con un suspiro de resignación, asentí.
—Está bien, está bien, me pondré en contacto con él.
—Bien — respondió Dee.
—Pero solo después de que haya pasado el primer trimestre.
Página
—¿Y por qué diablos deberías esperar?
274
Él entrecerró los ojos.
—Tengo que dejar pasar seis semanas. No será dañino esperar para decirle
hasta que sepa que no voy a sufrir un aborto. De esa manera sabré con certeza que
todo está bien con el bebé antes de arruinar su vida con la noticia.
—O hacerlo el hombre más feliz del mundo — contrarrestó Dee.
—Sí, no voy a contener el aliento por eso.
Dee cruzó los brazos sobre su pecho y dejó escapar un suspiro de
frustración.
—Vamos a llamar esto por lo que realmente es. Tienes miedo de
convertirte en tu madre.
—¿Perdón?
—Tienes miedo de que AJ vaya a pensar que estás tratando de atraparlo en
el matrimonio al igual que tu madre la caza-fortunas lo hizo con Duke.
Rodé los ojos.
—Ella pudo haberme dado a luz, pero nunca ha sido mi madre. Ese papel
fue el de mama Sofía.
—Admítelo, Mimi.
Levanté las manos en señal de rendición.
—Está bien. Sí, por supuesto que estoy preocupada por eso. ¿Cómo no
puedo estarlo? ¿Después de ignorar sus primeros mensajes de texto y llamadas, me
presento luego de no verlo o hablar con él durante dos meses para decirle la noticia
de que financieramente, y no emocionalmente, él se unirá a mí por el resto de
nuestras vidas? Sí, ¡llámame loca por preocuparme por eso!
Los ojos de Dee se agrandaron.
información para mí misma. Sobre todo porque yo era una perra y sabía que esto
haría que AJ pareciera más simpático para Dee.
Página
Mierda. Había mantenido desvergonzadamente ese pequeño pedazo de
275
—Nunca me dijiste que él trató de llamarte o mensajearte.
—Sí, lo hizo. —Frente a los épicamente disgustados labios de Dee,
suspiré—. Él nunca vino a verme o me envió flores ni nada. Solo un par de llamadas
y mensajes de texto. Al final, no cambiaron nada sobre nuestra situación.
—Si no fuera por tu delicada condición, ¡te azotaría ahora mismo por ser
un maldito pequeño coño!
Haciendo una mueca me tapé los oídos.
—Sabes que odio esa palabra.
Dee resopló.
—Lo cual es exactamente la razón por la que la usé.
—Testa di cazzo —me quejé.
—Oye, la verdad duele, niña.
—Realmente no cambia nada —repetí, más para mí que para él.
Cruzando sus brazos sobre su pecho, suspiró.
—Está bien. Pero vamos a ver si queda claro. Voy a estar constantemente
cerca de tu culo durante el embarazo. Al instante en el que llegues al segundo
trimestre, vamos a averiguar en qué lugar del mundo se encuentra AJ, y vamos a ir
allí. Lo antes posible. ¿Entiendes?
—Sí, lo entiendo.
—Bien.
Sonreí ante su expresión engreída.
—Estoy bien ahora, si necesitas regresar con tu marine.
—Hmm, tal vez podría llevarle algo de cenar de mama Sofía. ¿En la casa?
Dee se levantó del sofá.
Página
—Sería un placer.
276
Asentí con la cabeza.
—Bien. Mientras lo llamo y veo qué quiere, refréscate.
—¿Por qué?
—Porque voy a ir allí contigo, así puedes decirle la feliz noticia a Duke.
Mi respiración se detuvo ante esa idea.
—No crees que yo…
—No. Solo tienes una tarjeta de “Sal a decirle a un amigo que estoy
embarazada” y esa va para el Sr. Papi del Bebé.
Me eché a reír.
—Bien entonces. Mientras estés conmigo.
—Por supuesto que lo estoy, niña.
Levantándome del sofá, besé su mejilla.
—Gracias.
Cuando me alejé, él sonrió.
—Ahora que lo pienso, el Sr. Marine y yo vamos a necesitar algo de
tiramisú junto con la cena, tal vez algo del Moose de Mia también.
—Con tal de que no planees decirme qué cosa sexual vas a hacer con ese
postre, voy a ser feliz de conseguirlo para ti.
Con un guiño, Dee respondió:
Página
277
—Mis labios están sellados.
Traducido por Debs (SOS)
Corregido por Angeles Rangel
E
l ensordecedor ruido del parloteo de las mujeres, gritando y
riendo como idiotas llenó mis oídos. Todo el tiempo el olor a
sudor, perfume barato y cerveza picaba mi nariz, dándome
náuseas. De alguna manera me encontraba entre bastidores en el concierto de
Runaway Train. Abby y sus hermanos ya estaban actuando en el escenario. Su voz
era el único sonido relajante llenando el aire a mí alrededor.
—¿Qué están haciendo todas estas putas aquí? —preguntó Dee, mientras
íbamos por detrás de un roadie.
—No creo que quieras saberlo —murmuré.
—Mmm —respondió.
Después de que mi chequeo de tres meses mostró que todo se veía bien con
el bebé, había reservado un vuelo a la Ciudad de Jersey para mí y para Dee. Tenía
más sentido asistir a un concierto de Runaway Train allí, así podíamos quedarnos
tratarían de hacer una importante intervención. Lo quería a mi manera, de la forma
menos romántica posible, y por eso pensaba emboscarlo en un show. Al final, sabía
que había una persona que me ayudaría sin hacer un montón de preguntas, y ese
Página
a AJ, sabía que no había manera en el infierno de que buscara a Abby y a Lily. Ellas
278
con algunos parientes de mi padre. Cuando llegó el momento de realmente llegar
era Frank. Había estado encantado de saber de mí. Le dije que quería sorprender a
AJ y a los demás, y él se comprometió a mantenerlo en secreto.
Había dejado pases para nosotros en la taquilla y luego mandó a un roadie
a encontrarse con nosotros en la puerta. Ahora mientras nos acercábamos al
interior del santuario, mejor conocido como bastidores, pude ver a Frank
esperando en lo alto de un largo pasillo por nosotros. Con su habitual sonrisa
radiante, extendió sus brazos hacia mí. Me incliné para darle un abrazo tan
cuidadosamente como pude para ocultar mi creciente hinchazón.
—Te ves muy bien —le dije mientras me apartaba.
—Gracias. Me siento bien, también. —Hizo un barrido rápido de mí, de la
cabeza a los pies—. Te ves muy bien también.
—Oh, gracias.
Sus cejas se alinearon juntas cuando me examinó de nuevo.
—Sabes, hay algo diferente en ti.
Aspiré una bocanada de aire y recé que no fuera por la antigua frase cliché
de embarazo: “estás resplandeciente”.
—Estoy viendo a un especialista en nutrición —solté. Cuando Dee me dio
una mirada divertida, agregué—: Un montón de vitaminas y, esa cosa de los
alimentos orgánicos.
—Bueno, a pesar de que no suena muy divertido, tienes que continuar
haciéndolo porque te ves absolutamente hermosa.
—Eres demasiado dulce —le contesté, arrastrando el abrigo para cubrir mi
hinchazón.
antes de que se vayan al escenario.
Página
—Mejor te llevo allí si quieres ver a los chicos. No pasará mucho tiempo
279
Frank miró su reloj.
Cuando Frank abrió una puerta en el lado derecho del pasillo, tomó todo
dentro de mí, no salir corriendo. Después de todo lo que había sucedido entre
nosotros, ¿cómo iba a ver a AJ nuevo? La última vez que me había visto lo había
esposado a una ducha en un ataque de celos. Ahora no solo iba a tener que
enfrentarlo, sino también decirle que estaba embarazada. La mano de Dee presionó
contra mi hombro y se inclinó hacia mí.
—Puedes hacer esto, niña.
—Gracias —le susurré.
Finalmente me acerqué a la habitación con las piernas temblorosas. La
gente iba y venía por todas partes, pero a través de la multitud, de inmediato
encontré a AJ. Mi corazón dio un ridículo flip-flop mientras mi estómago daba un
vuelco en mi garganta.
Estaba de espaldas a mí, y estaba rodeado por un grupo de hombres y
mujeres vestidos finamente. Sin duda fue un cambio de ritmo ver a los hombres de
traje y a las mujeres con vestidos. Sin pestañar e inmóvil, me quedé mirando a AJ
recordando exactamente cómo mis dedos se sentían en su cabello oscuro y cómo
se sentía agarrar sus anchos hombros. Para mi horror, uno de sus brazos colgaba
alrededor de la cintura de una mujer morena, mientras que el otro brazo sostenía
la mano extendida. Al girar en torno al grupo, tuve una vista de lo que estaba
mostrando en su mano.
Un anillo.
Un anillo muy brillante de diamantes en su mano izquierda.
Los demás a su alrededor estaban sonriendo, y pude leer sus labios
diciendo: “Felicitaciones”.
Él estaba comprometido.
Me di la vuelta para ir corriendo hacia Dee. Su mirada no estaba en mí, en
cambio, estaba miraba atónito a AJ.
Página
de su cabello y su altura eran exactamente iguales.
280
Y aunque no podía verla, sabía que la morena tenía que ser Kylie. El color
—Oh puta madre de mierda —murmuró.
—¡Vamos! —lloré.
Cuando se quedó clavado en el suelo, le golpeé el pecho con uno de mis
puños.
—Muévete —le pedí.
—¿No quieres…?
—¡No, no, no! Solo quiero largarme de aquí. —Mi voz se ahogó con los
sollozos que salían de mi pecho. Una vez que salí al pasillo, me dejé caer contra la
pared y luego la histeria me alcanzó.
Dee me llevó a su fuerte abrazo.
—Mimi, aún puedes ir a hablar con él.
—¿Y arruinar su vida? —hipé.
—Puede que no sea cierto. Quiero decir, no he escuchado nada en las
noticias sobre él, teniendo una relación seria con una chica.
Negué con la cabeza.
—Sus relaciones públicas matan las historias como esa para que puedan
aparecer más convenientes para sus fans femeninas. ―Apartándome, me sequé las
lágrimas de mis mejillas con el dorso de la mano—. Jesús, Dee, tenía un brazo
alrededor de una chica luciendo un diamante grande como un culo. Creo que no
hay otra verdad, sino que está comprometido. —Tempestuosas emociones de ira,
amargura y pesar pasaron a través de mí—. Dios, fui tan estúpida como para pensar
que no seguiría adelante. O más importante volver con su antigua novia.
Dee tomó mi mejilla.
—Podrías haberlo hecho feliz —sostuvo Dee.
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—Es lo mejor de verdad. Él merece ser feliz.
281
—Lo siento jodidamente mucho, Mimi.
—En realidad no. No con todo mi equipaje y mi mierda. Al final, hubiera
sido demasiado para él.
—¿Así que nunca vas a decirle lo del bebé?
Una parte de mí quería ocultarlo de AJ para siempre. De esa manera no
tendría que verlo o escuchar de él nunca más. Pero en el fondo, sabía que nunca
iba a suceder. Era un músico famoso que siempre se estaría metiendo enfrente de
mi cara. Al mismo tiempo, sabía que no podía negarle a mi hijo su padre.
Di una respiración entrecortada.
—Voy a dejar pasar un tiempo por su compromiso, y luego voy a llamarlo.
—Dee me lanzó una mirada escéptica—. No voy a ser egoísta y negarle la
oportunidad de ser padre. Lo prometo.
—Está bien, entonces. —Dee miró a su alrededor—. ¿Estás lista para salir
de aquí?
Mientras comenzábamos a bajar el pasillo, Frank se puso delante de
nosotros. Una sonrisa se extendió por su cara.
—Chico, apuesto a que AJ se sorprendió al verte, ¿eh?
Intercambié una mirada con Dee. ¿Cómo se supone que iba a salir de esta?
—Uhm, se veía un poco ocupado, así que vamos a venir después del show.
Las cejas de Frank se fruncieron.
—Oh, está bien.
Moviendo un dedo, le dije:
—No digas nada. Sorpresa, ¿recuerdas?
por la manga y transportar su culo por el pasillo antes de encontrarnos con alguien
más.
Página
—Gracias, Frank. Cuídate. —Le di un abrazo rápido antes de agarrar a Dee
282
—Claro, claro. Mis labios están sellados.
—¿Crees que Frank no le va a preguntar a AJ sobre si te vio?
—Estoy esperando que lo olvide... o que a AJ no le importe una mierda
sobre mí con su “felices para siempre”.
—Ya veremos —respondió antes de que saliéramos de la arena y
empezáramos a ir contra la corriente de fans, corriendo dentro.
Dos noches más tarde, estaba de vuelta en casa y en el trabajo. No había
habido ninguna llamada de AJ, así que suponía que, o bien no sabía que me había
presentado o que no le importaba. En secreto, esperaba la segunda porque hacía
más fácil apagar los sentimientos que tenía por él. Las hormonas del embarazo no
hicieron nada más fácil tampoco. Lloré mucho más de lo que quería admitir.
Era una tarde relativamente lenta y silenciosa; Dee y yo nos sentamos a
trabajar en los historiales en la estación de enfermería.
—Oh diablos no. Tienes que estar jodidamente bromeando.
Riendo, no me molesté en mirar hacia arriba de mi papeleo.
—¿No me digas que el Sr. Johnson ha decidido dar un paseo desnudo por
el pasillo? —Cuando Dee no respondió, mordisqué pensativamente la punta de mi
pluma—. ¿Qué pasa con nuestros pacientes de sexo masculino después de la
cirugía, que hacen que todos ellos se vuelvan un poco locos? Por una vez, me
gustaría ver alguna paciente femenina volverse un poco loca con sus medicinas.
Alzando su voz, Dee prácticamente gritó:
Página
—¿Oh?
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—No es el Sr. Johnson mostrando su Johnson.
—¡No, es algún loco hijo de puta que tiene que llevarse de aquí la mentira,
el engaño, y su culo en este mismo instante!
Girando en mi silla, no podía creer quién estaba en la puerta, con un ramo
de mis flores favoritas, rosas de color rosa, envuelto en sus brazos.
—Dev —susurré.
Mi mano se apoderó de mi pecho, mis dedos clavándose en la tela de mi
uniforme sobre mi corazón. Después de ver a AJ con una prometida, no creía que
mi corazón podría soportar mucho más impacto. Sin embargo, ahí estaba de pie
justo enfrente de mí como si fuera solo ayer que éramos una pareja. Su cabello
negro todavía caía en ondas sobre la frente mientras sus ojos color chocolate
parecían cálidos y acogedores. Por supuesto, había círculos oscuros debajo de los
ojos que no recordaba haber visto allí antes.
Me dio una sonrisa vacilante.
—Hola, nena.
Mientras Dee gruñía, me limité a fruncir mi ceño.
—¿Nena? ¿Tienes la osadía de después de todo lo que me hiciste pasar,
aparecer en mi trabajo y llamarme “nena”?
Los anchos hombros de Dev cayeron un poco y se balanceó nerviosamente
en sus pies.
—Mira, lo siento. No quería aparecer por aquí y molestarte.
—Jodidamente demasiado tarde —le espeté.
—¿Puedo hablar contigo un momento? —suplicó.
—Mimi, déjame por favor llamar a seguridad y hacer que saquen su
—Eso no será necesario. Puedo manejar al mentiroso, traicionero, hijo de
puta yo misma, gracias. —Estrechando los ojos en Dev, le dije—: Vete ahora.
Página
Le di unas palmaditas a Dee en el hombro.
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lamentable culo de aquí —dijo Dee.
—Mia, por favor, solo dame cinco minutos.
Por razones que no podía entender, me levanté de la silla y le indiqué la
sala de descanso.
—Cinco minutos y luego te largas de aquí, ¿capicce? —Dev asintió con la
cabeza antes de mirar nerviosamente a Dee como si temiera que fuera a venir
disparado a patearle el culo. En cambio, Dee solo frunció el ceño hasta que
desapareció en la sala de descanso. Antes de cerrar la puerta detrás de nosotros,
Dee meneó el dedo—. No te atrevas a decir o hacer cualquier cosa con él, que me
hará lastimarte más tarde.
Fruncí el ceño.
—Dame un poco de crédito —le espeté, antes de cerrar la puerta.
Durante el año pasado, había imaginado muchas, muchas veces cómo iba a
reaccionar al ver o al hablar con Dev de nuevo. Después de que lo había atrapado
con Erin en la barra de mi cocina, nunca había hablado con él de nuevo. Nunca
había buscado las razones por las que lo había hecho. Solo lo había cortado de mi
vida lo mejor que pude. ¿Suena familiar?
De todos los escenarios en que imaginé volver a verlo, la mayoría me
involucraba volviéndome loca, clavándole las bolas repetidamente. Pero ahora, no
sentí nada más que un leve enojo, teñido de amargura. Y el hecho de que no
siguiera albergando sentimientos homicidas hacia él realmente me molestó.
Cruzando los brazos sobre mi pecho, le dije:
—Querías hablar así que habla.
—Supongo que escuchaste que Erin y yo rompimos.
Puse los ojos en blanco.
Página
—Mia…
285
—Sí, estaba realmente afligida por ti.
—He oído que te engañó. —Cuando Dev no lo negó, me reí—. Hmm, el
viejo adagio de que si engañan contigo, van a engañarte a ti, ¿eh?
—Supongo —murmuró.
—Me gustaría decir que estaba sorprendida de que pasara de ti tan
rápidamente, pero todo el viejo equipo sabía lo puta barata que siempre había sido.
—Sacudí la cabeza hacia él—. Pero, sin embargo, el rumor era que querías casarte
con ella, alguien que era completamente diferente de mí. Y tan pronto. Es decir,
Jesús, salimos por tres años antes de que me dieras un anillo, pero con ella,
estuvieron juntos casi cinco meses.
Dev se pasó una mano por el cabello negro azabache.
—Fui un tonto. Y en cuanto a casarme con ella, quería apaciguar a mi
familia. Habían estado detrás de mí todo el tiempo para que me establezca.
—Conmigo —le escupí.
—Sí, querían que me casara contigo. Te amaban tanto como yo lo hice
—respiró desigual—. Es una pésima excusa, Mia, pero la presión por establecerme
y ser lo que mi familia esperaba que fuera, me rompió. Es por eso que dejé que Erin
llegara a mí.
—Ah, así que ella hizo el primer movimiento.
Él se encogió de hombros.
—Yo dejé que pasara… dejé que arruinara lo mejor que he tenido. Tú
—exhaló una respiración entrecortada—. Pero cuando todo se reduce a ello, ¿qué
importa quién empezó?
—No lo sé. Es una píldora más fácil de tragar pensar que no estabas fuera
buscando chicas, sino que un nuevo pedazo de culo solo cayó en tu regazo.
abuela murió, te cerraste. Tú…
Página
—Las cosas eran difíciles entre nosotros, Mia. Lo sabes. Después de que tu
286
Dev suspiró.
Mi mano voló hasta silenciarlo.
—¡No te atrevas a traer la muerte de mama Sofía en esto!
Independientemente de que estaba en una puta pena, deberías haber estado allí
para mí, de pie junto a mí y apoyándome. —Mi voz tembló, e hice una mueca al
darle esas emociones—. Era cuando más te necesitaba, le susurré.
—Lo siento. —Me dio el ramo de rosas que todavía aferraba—. ¿Qué puedo
decir, sino que fui un idiota inmaduro que quiso toda tu atención? Cuando no me
la pudiste dar, saqué un movimiento totalmente egoísta y despreciable
engañándote. —Dio un paso vacilante hacia mí—. Independientemente de lo que
pasó, nunca dejé de amarte, Mia. Ningún día desde que pasó no lamenté lo que
hice, cómo me odiaba a mí mismo por hacerte daño. —Respiró desigual—. Cómo
me hubiera gustado que fueras tú a la que le estaba haciendo el amor y no a Erin.
Un estremecimiento me recorrió por sus palabras, y me desprecié por dejar
que mi firme resolución vacilara. Di un paso hacia atrás de él.
—No hagas esto. No ahora. Es jodidamente tarde.
—Nunca es demasiado tarde para corregir un error, ¿verdad?
—Me rompiste el corazón, Dev —grité, levantando mi voz, haciendo que
mis emociones me traicionaran.
—Por favor —dijo en un medio susurro.
—Por favor, ¿qué? —exigí.
—Por favor, dame otra oportunidad.
Mi boca se abrió con incredulidad.
—No quieres decir eso.
—Solo crees que me quieres de vuelta, porque Erin te dejó hace un mes, y
estás tambaleándote por estar solo.
Página
Negué con la cabeza.
287
—Sí, lo hago.
—No, no es eso. Si fuera solo por estar solo, saldría y encontraría un nuevo
pedazo de culo. —Me clavó la mirada—. Pero estoy aquí ahora. Poniendo mi
corazón ante ti.
—Te asustaste sobre el matrimonio y nosotros antes. Te podría pasar lo
mismo otra vez.
—No contigo. Si fueras lo suficientemente amable para darme una segunda
oportunidad, nunca jamás sucederá.
Me dio una risa amarga.
—Sí, bueno, ¿qué tal esto? Estoy embarazada.
La expresión seria de Dev cambió a shock. Parpadeó rápidamente mientras
me miraba. Su mirada se posó en mi abdomen, y por primera vez, notó la
protuberancia por debajo de mi uniforme.
—Uhm... guau.
—Te lo dije. Estás completa y totalmente asustado.
—No voy a mentirte, estoy sorprendido. Quiero decir, cuando estábamos
juntos, nunca fuiste del tipo maternal.
—Eso es cierto, pero la gente cambia.
—Sí, lo hace —enfatizó, y su significado no se perdió. Cuando no respondí,
me preguntó—: ¿Qué pasa con el padre?
Cambié mi mirada para mirar hacia el suelo.
—Rompimos antes de que me enterara de que estaba embarazada.
—¿Y no quiere estar en la vida del bebé?
Levanté la cabeza para mirarlo.
Página
—Así que, entonces tengo una oportunidad contigo —dijo en voz baja.
288
—Él no lo sabe todavía... no sé si alguna vez lo sabrá —admití.
—Solo porque tengo un hijo en camino, no quiere decir que estoy lo
suficientemente débil como para tomarte de regreso. No necesito al padre del bebé,
y te aseguro que no te necesito.
—¿Pero no podrías quererme? —Dev dio un paso más cerca de mí. Traté
de ignorar cómo mi cuerpo reaccionaba ante él.
Malditas hormonas de
embarazo—. Sé que eres lo suficientemente fuerte como para hacer todo esto por
tu cuenta, pero no tienes que hacerlo. Estoy aquí para ti, Mia. Te quiero, con todo
mi corazón y mi alma.
—No.
—No estoy diciendo que deberías aceptarme hoy. Déjame trabajar duro
por ti… déjame ganarme tu confianza de nuevo. ¿No puedes por lo menos dejarme
intentarlo?
Con sus palabras, recordé a AJ abrazando a Kylie, el anillo de diamantes en
su mano brillando por la luz. Dolor pasó a través de mi pecho y por un momento,
luché por respirar. A través de mi propia obstinación, había jodido las cosas para
nosotros. No había vuelta atrás con AJ, incluso si quisiera. Le diría lo del bebé con
el tiempo, y él será su padre. Pero nunca será mi amante de nuevo... mi novio... mi
marido. Él pertenecía a alguien más ahora. Y a pesar de que sabía que lo había
amado, que todavía lo amaba, al final, yo solo había pasado dos semanas con él.
Había pasado tres años con Dev.
Estar predestinado y el destino eran dos cosas que los italianos creían
firmemente. Tal vez mi destino acababa de entrar de nuevo en mi vida.
Di un paso hacia Dev.
—Si crees que vas a entrar de nuevo en mi vida y hacerme caer en tus los
brazos, estás jodidamente loco. Me quieres después de todo lo que me has hecho,
Examinó mis palabras cuidadosamente.
Página
mi pecho—. Y eso sin ninguna promesa de reconciliación.
289
entonces vas a arrastrarte a través de cristal roto por mí. —Crucé los brazos sobre
—Voy a hacer lo que tenga que hacer, Mia. Lo juro. Y cuando todo esté
dicho y hecho, voy a demostrarte que soy digno de ti.
Entrecerré los ojos hacia él.
Página
290
—Ya lo veremos.
Traducido por nelshia
Corregido por Lizzie
―¿A
J?
Ante el sonido de la voz de Mia, mis
párpados se abrieron de golpe. Mirando
los mosaicos del techo, gemí mientras mi
cabeza latía como un hijo de puta.
―¿Estás bien? ―cuestionó Mia en voz baja.
Mi mirada giró locamente alrededor de la habitación. Yo todavía estaba en
mi ropa, pero estaba recostado en una cama de hospital.
―¿Qué jodidos? ―murmuré.
―Estás en St. Joseph’s. Te desmayaste y golpeaste en tu cabeza.
En el momento en que mis ojos se clavaron en los marrones de Mia llenos
de preocupación, todo volvió a mí rápidamente. Mi mirada dejó sus ojos para
arrastrarse por su cuerpo. Se quedó inmóvil en su vientre hinchado… el lugar
donde mi hijo crecía.
―Diecinueve semanas.
Página
Lamiéndose los labios con nerviosismo, Mia respondió:
291
―¿De cuánto estás? ―exigí con voz ronca.
Mis puños se cerraron involuntariamente a mis costados.
―¿Tienes casi cinco meses de embarazo, y la idea de que debía saberlo
nunca cruzó por tu mente? ―gruñí.
El tono de mi voz la hizo saltar, y al instante me llené de remordimiento
por haberla asustado.
―Lo siento, Mia. No quise decirlo así.
―Lo sé.
Haciendo una mueca, me enderecé en la cama.
―¿Tienes alguna idea de cómo es todo esto para mí?
Las lágrimas brillaban en sus ojos.
―Lo siento. Nunca quise hacerte daño.
Solté una carcajada.
―Pensaría que después de esposarme a una ducha había alguna parte de ti
que quería que yo sufra.
Negó con la cabeza.
―Estaba enojada contigo, entonces. ―Mirando hacia abajo al suelo,
murmuró―: Más que nada, estaba herida.
―¿Así que debido a algún malentendido serías tan vengativa como para
no decirme que tenía un niño en camino?
Mia levantó la cabeza y me miró.
―Es cierto que no te dije de inmediato. Quería esperar hasta que estuviera
segura de que no iba a sufrir un aborto. Una vez que estuve fuera de peligro, me
Página
―Espera, ¿qué?
292
―Trate de decirte. Fui a tu show en la ciudad de Jersey.
puse en contacto con Frank. ―Tragó saliva―. Entonces, cuando llegué a la
habitación en la que todos estaban detrás del escenario... Te vi con ella.
―¿Con quién?
―Tu prometida, Kylie ―escupió.
―Caray, caray, ¿de qué demonios estás hablando? ¡No estoy
comprometido, y mucho menos con ella!
Mia puso los ojos.
―Oh, por favor, AJ. ¿No pasamos el punto de mentirnos el uno al otro
ahora? Te vi con mis propios ojos, y Dee también lo hizo. Estabas todo abrazado a
ella y mostrando su anillo de compromiso alrededor de ese grupo de personas.
Mi mente giraba frenéticamente tratando de procesar de qué estaba
hablando. Y entonces me di cuenta.
―¿Tenía el cabello oscuro?
―Sí.
―Oh Cristo ―gemí. Cuando balanceé las piernas fuera de la cama, Mia se
levantó de la silla. Levanté mi mano―. Espera, puedo explicarlo.
―¿Así como lo hiciste la última vez?
―Una vez más, te has perdido por completo la marca. Su nombre es
Andrea, y ella no es mi prometida. Ella es la hermanastra de Jake, conociste a su
hermana compartida, Allison, en la granja, ¿recuerdas? Se va a casar con un
ejecutivo del sello discográfico que Jake le presentó. Todos ellos habían venido
desde Nueva York para el show en Jersey. La conozco desde que tenía doce años,
ella es como una hermana para mí, así que sí, estaba todo abrazado a ella porque
―Oh Dios... ―murmuró.
Página
Mia palideció mientras su mano llegaba a cubrir su boca.
293
estaba feliz.
Tomé una respiración profunda, tratando de calmar mi maldito carrusel de
emociones.
―Mira, sé que los hombres te han jodido en el pasado tan mal que te gusta
reaccionar primero y preguntar después. Eso es comprensible. Pero no puedes sacar
más esa mierda. No se trata solo de mí o de ti. Hay un niño, mi hijo, en quien
pensar.
Las lágrimas brotaron de sus ojos antes de que corrieran por sus mejillas.
―Lo sé. Pero cuando pensé que estabas comprometido, todo en lo que
podía pensar era en cómo si me presentaba, arruinaría tu vida. ―Mirando hacia
abajo a sus manos, susurró―. No quería ser como mi madre.
A pesar de que debería haber estado furioso con ella, no pude evitar llegar
a ahuecar su cara entre mis manos, tirando de su cabeza hacia arriba para mirarme.
―Nunca habría pensado que tratabas de atraparme, Mia. Y a pesar de lo
que hizo tu madre, tu padre nunca pudo pensar que arruinaste su vida.
―Lo sé.
Dee apareció en la puerta.
―Parece que regresaste.
―Sí, mi cabeza duele como el infierno.
―Lo mismo sucede con mi espalda. ―Me miró antes de resoplar―. Eres
un pesado hijo de puta.
Me eché a reír.
―Lo siento hombre.
Mia sacudió su cabeza.
Página
salir de aquí.
294
―Mira, ya que AJ parece estar bien ahora, creo que ustedes dos tienen que
―Pero tengo mis pacientes ―protestó.
―Yo te cubriré.
―Dee, no puedo dejar que lo hagas.
Él levantó una mano para hacerla callar.
―Esto no está abierto a negación, Mimi. Has puesto esta mierda de lado
durante demasiado tiempo. En caso de que no hayas recibido el memo, ustedes dos
tienen mucho de qué hablar, así que saquen sus culos fuera de aquí. Ahora.
Mia le frunció el ceño a Dee mientras se dirigía a la puerta. Me arrastré
detrás de ella. En silencio, caminamos por el pasillo hacia los ascensores.
―A pesar de que Dee está cubriendo mis pacientes, no quiero ir muy lejos.
¿Estás de acuerdo con la cafetería del hospital?
Asentí con la cabeza.
―Claro.
El ascensor sonó, y caminamos adentro. Éramos los únicos a bordo.
―Así que, uhm, ¿te has sentido bien?
Mia hizo una mueca.
―Me puse bastante enferma alrededor de la marca de los dos meses. Yo
diría que era la enfermedad de la mañana, pero como yo estaba enferma por la
mañana, la tarde y la noche, era un poco más que eso. Tuve que conseguir una
bomba de insulina llena de vitaminas para regularme.
Genial, no solo la había embarazado, sino que había tenido un tiempo duro
con el embarazo. Completamente sola. Moviéndome sobre mis pies, metí las manos
mierda. Lamento que hayas tenido que pasar por eso.
Página
―Sí, mi hermana, Cris, tuvo un tiempo realmente horrible con náuseas y
295
en los bolsillos de mis jeans.
―Está bien. Me siento mucho mejor ahora.
―Te ves bien ―le dije.
―Gracias. La náusea me hizo difícil mantener la comida, así que no he
ganado mucho peso.
―Mia, no hagas eso.
―¿Hacer qué? ―preguntó, mientras salíamos del ascensor.
―Sabes exactamente de qué estoy hablando. ―Mientras entrabamos en la
ruidosa cafetería, mi mano se posó en la parte baja de su espalda―. Eres hermosa,
no importa el tamaño que tengas, así que saca de tu cabeza que estar embarazada y
aumentar de peso va a hacerte poco atractiva o no deseable para nadie...
especialmente para mí.
Me miró por un momento, sin parpadear y sin moverse. Finalmente,
murmuró:
―Gracias, AJ.
Agarrando mi billetera del bolsillo de atrás, hice un gesto a la cola de la
cafetería.
―¿Quieres algo?
―Puedo conseguirlo ―argumentó.
Puse los ojos.
―Solo dime qué jodidos quieres, Mia.
En lugar de responderme, le dio su orden al trabajador de servicio de
Dew.
Página
―Una ensalada de pollo a la parrilla con mostaza y miel y un Mountain
296
alimentos:
―¿Mountain Dew? ¿Estás loca? Se supone que no puedes tomar cafeína,
―repliqué.
Mia se volvió para mirarme fijamente, pero luego levantó las cejas con
sorpresa en su lugar. Supongo que no creía que yo sería alguien para tener una gran
cantidad de conocimientos de bebés. Había recogido mucho de mi conocimiento
de mi hermana y Lily.
―Mi médico dice que puedo tener uno al día. Confía en mí, ya que he
dejado mi café de la mañana, quieres que tenga una pequeña dosis, o destrozaré a
alguien.
Me eché a reír.
―Puedo verte totalmente haciendo eso.
Sonrió mientras avanzábamos en la cola. Pedí un poco de pastel y un café.
Seguí detrás de ella con nuestra bandeja mientras escogía una mesa lejos de todos
los demás. Una vez que nos sentamos, caímos en un silencio mientras comíamos.
Después de lo que pareció una pequeña eternidad de raspar los cubiertos y
masticar, Mia me miró preocupada a través de la mesa.
―AJ, hay algo más que tienes que saber.
―Jesús, Mia, después de decirme que estás embarazada, ¿cómo podría
haber algo más impactante?
―Yo… yo he estado hablando con Dev de nuevo.
Estrellé mi taza de café sobre la mesa, enviando humeante líquido caliente
derramándose sobre el borde.
―Tienes que estar jodidamente bromeando.
―¿Estás durmiendo con él? ―exigí.
Página
―Vino a verme la noche después que llegué de la ciudad de Jersey.
297
Sacudió la cabeza ligeramente.
―No creo que sea asunto tuyo.
―El infierno si no lo es. Está llevando a mi hijo.
Los ojos oscuros de Mia brillaron.
―Oh, ¿estás listo para hablarme de todas las chicas que has follado en los
cuatro meses que hemos estado separados?
Agachándome sobre la mesa, escupí:
―¿Quieres una enorme gran sorpresa? Bueno, aquí está. No he estado con
nadie desde ti.
Después de parpadear un par de veces, me miró en estado de shock.
―Han sido cuatro meses.
Solté un bufido.
―Confía en mí, cariño. Mi polla sabe exactamente cuánto tiempo ha sido.
Agachando su cabeza, Mia se negó a mirarme. En cambio, empujó algo de
la ensalada en su plato.
―La respuesta es no.
―¿Perdón?
―No, no estoy durmiendo con Dev.
El alivio me inundó con su revelación.
―¿Estás saliendo con él? Quiero decir, ¿cuál es el jodido trato?
Mia se quedó en silencio mientras masticaba un trozo de pollo a la parrilla.
―Ah, ¿sí? Y ¿Cuán duro está trabajando?
Página
alguna manera, está convencido de que puede trabajar por mi afecto.
298
―No, no estoy saliendo con él. Quiere una segunda oportunidad. De
Me inmovilizó con una mirada fija.
―Bastante diligentemente.
―¿No le importa que estés cargando a mi hijo?
―Dev siempre amó y quiso tener hijos, incluso más que yo. Dice... ―La
mirada de Mia bajó a su regazo―. Dice que estaría dispuesto a criarlo a él o ella
como propio.
―Sobre mí jodido cadáver ―gruñí.
Mia levantó la vista para entrecerrar los ojos ante mí.
―¿Has pensado realmente en esto, AJ? Quiero decir, ¿realmente te has
detenido a pensar en lo que un bebé significa para ti? En realidad, ¿quieres estar en
esto a largo plazo? ¿Alimentaciones de media noche, deberes de pañal, la salida de
los dientes?
Cruzando mis brazos sobre mi pecho, dije:
―Es mi hijo. No hay duda de que quiero, no querré, estar en su vida.
―Todo esto no puede ser parte de un acto de machismo del derecho a
reclamar lo que es tuyo.
―No insultes el nivel de mi amor y sentimientos por este niño, es carne
de mi carne. ―Di una respiración profunda antes de añadir―: O mis sentimientos
por ti.
―¿Y cómo en el mundo, el bebé y yo encajamos en tu estilo de vida?
Me pasé la mano por mi cara, haciendo una pausa para frotar mi incipiente
barba a lo largo de mis mejillas.
―Pero nosotros apenas nos conocemos el uno al otro.
Página
Demonios, Bray y Lily tienen dos hijos, y lo hacen muy bien.
299
―No sé en este momento, pero haré que funcione, lo haremos funcionar.
Me encogí de hombros.
―Entonces llegaremos a conocernos el uno al otro. Puedes venir de gira…
―AJ, tengo una carrera muy demandante y una por la que he trabajado
muy duro para conseguirla. No puedo dejarla, para que pueda seguirte de una
ciudad a otra en algún estrecho autobús.
No sabía si me estaba tomando el pelo con lo de la carrera. Quiero decir,
sabía que hablaba en serio acerca de ser enfermera, y por el testimonio de Frank,
era una malditamente buena. Una parte de mí entendía por qué no querría
renunciar a su vida por la vida desarraigada y loca de un músico, sobre todo uno
que no estaba segura que amaba. Diablos, yo no estaba completamente vendido en
lo mucho que la amaba, quiero decir, creo que lo hacía. Independientemente del
bebé, sabía que me importaba más de lo que lo había hecho cualquier otra chica
con la que había estado antes en una relación. Incluso había ido tan lejos como para
decirle a Mia que la amaba una vez, por supuesto, estaba encadenado a un cabezal
de ducha, así que no estaba seguro de lo mucho que me creía o pensaba que estaba
jugando con ella para liberarme.
―¿Me anas aunque sea un poco? ―cuestioné.
―¿Qué… Qué?
―Ya me has oído.
Mia suspiró.
―No me preguntes eso.
―¿Y por qué no?
―Porque no tengo una respuesta fácil para eso ―respondió.
Mia.
―Lo sé ―susurró.
Página
pasamos juntos. ―Me incliné sobre la mesa con los codos―. No fue solo físico,
300
―Por un segundo, dejar ir el pasado. Enfócate en las dos semanas que
Alcé mis manos en señal de frustración y luché para no gruñirle.
―Entonces, ¿por qué luchas tan jodidamente duro en mi contra? Jesús,
Mia, estoy sentado aquí tratando de hacer que esto funcione.
Las lágrimas brotaron de sus ojos.
―No sé por qué estoy peleando contigo. Después de que nos separamos...
o como quieras llamarlo, las cosas han estado tan locas. ―Dio un leve movimiento
de cabeza―. Pero no sabes lo mucho que te he extrañado.
Mi pecho se contrajo, y luche por respirar.
―¿En serio? ―dije ahogadamente.
Me dio una sonrisa triste.
―Por supuesto que sí. He pensado en ti todos los días, incluso antes que
me enterara de lo del bebé. Si soy honesto contigo y conmigo mismo, nunca he
sido tan feliz como lo era cuando estaba contigo en un largo, largo tiempo.
Exhalé una respiración entrecortada. Esta mujer iba a ser la maldita muerte
para mí. Crucé mis brazos sobre mi pecho.
―Escucha Mia, no sé lo que quieres que diga o haga. No tienes
absolutamente ninguna razón para no confiar en mí porque nunca te he engañado.
Te lo dije antes, yo nunca he sido infiel y nunca lo seré, por lo que deberías saber
que nunca te haría eso. Confía en mí, quiero arreglar las cosas contigo, pero vas a
tener que ceder un poco.
Mia se quedó en silencio durante algún tiempo, retorciendo la servilleta
sobre su regazo mientras se mordía el labio inferior.
―El próximo jueves es la ecografía de género temprana. Me encantaría
―Sí.
Página
―Guau, ¿ya sabremos lo que es?
301
que estés ahí.
Mi mente comenzó furiosamente a avanzar rápido en la semana.
―Vamos a ver. Tenemos un show en Filadelfia la noche del miércoles.
―Las cejas de Mia se alzaron con escepticismo, como si ya sospechara que iba a
fallarle―. Pero ya tengo que estar de vuelta aquí el viernes, para que pueda salir
para México. Pero puedo volver un día antes.
Los ojos de Mia se agrandaron.
―¿Estas saliendo del país?
―Sí, me voy a la quinceañera de mi prima. Bueno, toda mi familia está
yendo en realidad. Ella también es mi ahijada, así que no se me ocurriría
perdérmelo. Jake y Abby están viniendo conmigo para ver algunos lugares para su
boda.
─Ya veo ―murmuró.
Un pensamiento se me pasó por la mente, y no me detuve a cuestionarlo,
solo actué en él. Extendiendo la mano, agarré su mano en la mía.
―Ven conmigo a México.
―AJ, se serio.
―Soy absoluta y jodidamente serio. Cuanto más pienso en ello, más
perfecto es. Mis padres van a estar ahí, así que puedo presentarte a todo el mundo,
dejar que todos sepan que voy a ser padre. Y luego podemos pasar tiempo
conociéndonos.
―No puedo simplemente levantarme e irme a un país extraño, en menos
de una semana.
―¿No puedes o no quieres? ―Apreté su mano en la mía―. Vamos, relájate
Página
―No puedo.
302
y se un poco espontánea. Va a ser una buena práctica para la vida en la carretera.
―¿Y por qué demonios no? Estoy seguro de que tienes que tener tiempo
de vacaciones almacenado. No tienes demasiado tiempo de embarazo como para
no volar. ―Ante su expresión de sorpresa, sonreí―. Entre Cris, y Lily, sé lo
suficiente sobre el embarazo y los bebés para ser peligroso.
Las comisuras de los labios de Mia se alzaron, y me di cuenta de que estaba
luchando por no reírse.
―Bueno, está bien, llega a la ecografía y vas a demostrar que quieres ser
parte de la vida del bebé. Entonces, iré a México contigo.
Finalmente, estaba llegando a alguna parte con la señorita obstinada.
Mientras que ese solo hecho me hizo entusiasmarme como el infierno, también
estaba emocionado de que en tan solo una semana, iba a saber si iba a ser padre de
un hijo o hija. Averiguar que Mia estaba embarazada era lo suficientemente
intenso, pero la sola idea de saber lo que iba a ser, era aún más increíble.
Con una sonrisa, respondí:
Página
303
―Está bien entonces. Es un trato.
Traducido por Itorres y Maru Belikov
Corregido por Lizzie
E
staba en el Séptimo anillo del Infierno, ardiendo en dirección
al centro. Solo para estar en el lado seguro, había tratado de
hacer mi escape de Filadelfia la noche del miércoles después
de nuestro show cuando una maldita tormenta de nieve sopló
y se cerró el aeropuerto durante doce horas. Cuando los vuelos finalmente estaban
estuvieron marcha y funcionando, estuve en una ventana esperando por treinta
minutos para llegar desde Hartsfield Jackson en Atlanta a los médicos de Mia en
North Fulton.
En pocas palabras: estaba jodido, básicamente.
Rhys había volado conmigo desde que había dejado su auto en el
aeropuerto. Cuando volteé hacia él, negué con la cabeza.
―Amigo, esto es un puto Porsche. Dejar de conducir como una abuela.
Los nudillos de Rhys estaban blancos en el volante. —Jesús, voy a ciento
cuarenta y cinco kilómetros. Perdón por querer vivir para ver el mañana.
―Oye hombre, tienes que calmarte. Toma algunas respiraciones para
calmarte o algo así. Estoy haciendo lo mejor que puedo con este tráfico.
Página
Rhys se rio.
304
—Sí, eso está muy bien, pero si llego tarde, estoy totalmente jodido con
Mia. Ella hará el equivalente emocional de cortar mis pelotas y asarlas sobre el
fuego si me pierdo esto. Eso o hace que su familia siciliana literalmente lo haga.
Por más que lo intentaba, no era capaz de seguir su consejo para calmarme.
La nerviosa energía zumbaba a través de mi cuerpo. No podía evitar que mis
piernas rebotaran hacia arriba y hacia abajo en los estrechos confines del
convertible de dos asiento. Mis manos se movían demasiado golpeando al ritmo
constante de nuestra nueva canción Convicted en mis muslos vestidos de jeans.
Mientras miraba hacia abajo a un hoyo perdido en los jeans, hice una mueca.
—Mierda, debí ponerme algo mejor.
—¿Eh?
Haciendo señas a mis jeans raídos y mi descolorida camisa Polo de botones,
le contesté:
―Me veo como una rata de segunda, no como un futuro padre.
—Maaaaaldición ―contestó Rhys.
—¿Qué? ―demandé.
Cortó su mirada por encima del lío dentro y fuera de los carriles hacia mí
con una sonrisa maliciosa.
―Mia te tiene completa y totalmente atrapado.
—No me tiene así.
—Oh, demonios que sí, te tiene.
—Esto no se trata solo de Mia. —Cuando continuó burlándose de mí,
negué con la cabeza―. Esto es más grande que nosotros dos ahora. Tengo un hijo
en camino, y tengo que ser el mejor maldito padre en todo este jodido mundo.
Rhys quitó una mano del volante para tranquilizarme con una palmadita
en el hombro.
―Vas a ser un padre increíble. No tengo ninguna duda sobre eso.
Hice una mueca.
Página
—Lo sé. —Se volvió hacia mí y sonrió―. Sin embargo, es posible que
quieras empezar a trabajar en tu vocabulario.
305
—¿De verdad lo crees?
—Mier… Quiero decir, miseria. La verdad es que juro como un marinero.
Con una carcajada, Rhys respondió:
—Probablemente estarás bien. Quiero decir, considerando que Bray es su
padre y que está rodeado de nosotros, y con todas las J-bombas con las que creció,
Jude está muy bien.
—Sí, así fue con Jude, pero cuán rápido lo olvidas después del da-da y mama, Melody logró decir mierda y maldición.
—Ups, me olvidé de eso.
Estábamos pasando un buen momento hasta que de pronto un vistazo en
el espejo retrovisor envió mi estómago en caída. Las luces azules de la Policía de
un crucero en Atlanta brillaron a nuestro alrededor.
—¡Joooooooooooder! —Una mirada al reloj me envió a golpear el puño
contra el tablero—. Estoy jodido.
—Tranquilo hombre —respondió Rhys cuando se metió en el carril de
emergencia. Mi teléfono vibró en mi bolsillo. Cuando lo saqué, vi que tenía un
nuevo texto de Mia.
¿Dónde diablos stas? Estoy en el doc, y no stas aquí cmo prometiste. La cita
es en 10 min!
—¡Mierda, mierda, hijadeputa MIERDA! —grité.
—¿Qué? —preguntó Rhys buscando su cartera en sus pantalones.
—Acabo de recibir un texto pre-furia de Mia.
—Uh –oh.
Fuimos interrumpidos por el policía llamando en la ventana. Parecía recién
salido de la pubertad.
Antes de que el policía las mirara, preguntó:
Página
Rhys fue obligado rápidamente a bajar la ventana y sacar las dos tarjetas.
306
—Licencia y tarjeta de circulación, por favor.
—¿Se da cuenta que iba a ciento cuarenta y cinco kilómetros por hora en
una zona de ciento diez?
—Sí, señor, y me disculpo por eso. Normalmente obedezco las leyes de
velocidad, pero como verá, mi amigo tiene una cita muy importante a la que tiene
que llegar. Por desgracia, para calmarlo, sentí la necesidad de romper la ley
—respondió Rhys, rezumando el encanto y respetabilidad con los que había sido
criado.
Un vistazo a la licencia de Rhys, y el policía exclamó:
—¡Santa mierda!
—¿Disculpe oficial?
Apoyado en la ventana abierta, el policía, cuya insignia decía Carlisle, miró
a Rhys.
—¿Eres Rhys McGowan, el guitarrista de Runaway Train?
Silenciosamente, susurré: ¡JODER SI! e hice una bomba mental de mi puño
en mi asiento cuando vi una luz de esperanza al final del túnel. Nunca he utilizado
descaradamente mi fama, pero estoy seguro que hoy iba a hacerlo.
Una sonrisa de millón de dólares se extendió por las mejillas de Rhys.
—Pues sí, lo soy. —Señalando con el pulgar hacia mí, respondió—: Y ahí
está AJ Reséndiz.
—¡Santa mierda! —exclamó de nuevo el Oficial Carlisle. Su cabeza se
movió hacia atrás y adelante tan rápido que pensé que iba a perder su gorra―.
¡Amigo, ustedes son como mi banda favorita en el mundo! Me metí en Eastman’s
una vez para verlos tocar.
—¡Oh hombre, nadie en la estación va a creer esto!
—¿Quieres decir que no aparecemos en ninguna cámara? —le pregunté.
Página
Cuando el Oficial Carlisle estrechó la mano de Rhys arriba y abajo,
exclamó:
307
—¿En serio? Eso es impresionante. Siempre nos encanta encontrarnos con
fans, así que déjame estrechar tu mano. —Rhys sacó su mano por la ventana.
Negó con la cabeza.
—Nah, yo tengo un crusier viejo, y todavía estamos trabajando en la
instalación de cámaras en los autos de todo el departamento. —Se rascó la barba
del mentón—. ¿Tal vez pueda hacerles firmar algo?
Las ruedas en mi cabeza empezaron a girar a toda marcha. Prácticamente
salté encima del regazo de Rhys, para poder acercarme al oficial Carlisle.
—Sí, yo no necesitaba esas bolas —gimió Rhys.
—Oye hombre, yo asumo toda la responsabilidad por el exceso de
velocidad, y estaré encantado de pagar cualquier multa, demonios incluso pagaré
el doble, ¡simplemente necesito salir de aquí lo antes posible! —Como el oficial
Carlisle me miró con escepticismo, exhalé un suspiro ruidoso de frustración—. Este
es el trato. Tengo exactamente... —Miré el tablero y maldije en voz baja—. Tengo
cinco minutos para llegar al consultorio médico, o estoy jodido.
—Amigo, lo siento. No sabía que estuvieras enfermo.
—No, no soy yo. Es que si no llego a tiempo mi... —Mierda, no sabía
exactamente cómo llamar a Mia. ¿Novia? ¿Ex-amante? ¿Mamá del bebé? Me aclaré
la garganta—. Es como esto. Si no estoy allí para la ecografía para saber el sexo de
mi bebé, nunca voy a tener la oportunidad de ser parte de su vida porque su madre
me sacó emocionalmente de su vida y luego tal vez incluso corte mis pelotas.
El Oficial Carlisle sacudió la cabeza.
—Amigo, eso sí que es algo bien jodido. — Se movió en un pie un momento
antes de asentir—. Síganme —ordenó.
Cuando empezó a regresar a su coche patrulla, miré a Rhys. — ¿Creo que
estamos a punto de conseguir un policía de escolta?
Página
Las luces intermitentes azules comenzaron seguidas por los ruidos de la
sirena de policía. El Oficial Carlisle salió primero y luego Rhys tras él, encendiendo
sus luces intermitentes. Mientras comenzábamos a hacer nuestro camino por la
autopista, rápidamente envié un mensaje de vuelta a Mia para hacerle saber que
estaba en camino. Cuando no respondió, sentí un poco de náuseas.
308
—¡Demonios sí! —exclamó con una sonrisa.
—Oh mierda —gimió Rhys .
Al levantar la mirada de mi teléfono, mi corazón se desplomó ante la vista
del tráfico.
—¡Tienes que estar bromeando!
Llegamos a un punto detrás del crusier del oficial Carlisle. Éste salió y
regresó al auto.
—Lo siento hombre. Acabo de escuchar en la radio que un dieciocho
ruedas está cortando la circulación a un kilómetro de la carretera.
—Maldición. Maldición. ¡MALDICIÓN! —lloré. Esta vez sacudí mi
cabeza, en lugar de mis manos, contra el tablero.
—Basta, AJ —exigió Rhys.
Sacudí mi cabeza dolorida miserablemente y luché contra el impulso de
sacar mi cabeza por la ventana y gritar más allá de mis pulmones.
—Estoy totalmente jodido, amigo.
—Estoy seguro que si se lo explicas a Mia, ella…
Solté un bufido.
—No hombre, no lo entiendes. No solo está embarazada y es un huracán
hormonal, cada individuo con el que ha estado la ha decepcionado. No es solo
acerca de ser la excepción a esa regla. Si meto la pata con esto, podría renunciar
totalmente a mí y elegir al imbécil de su ex prometido. —Con manos temblorosas,
agarré mi teléfono y me preparé para hacer la llamada que en realidad realmente
no quería hacer. Pero aunque temía llamar a Mia, me negaba a no aparecer. Una
excusa era mejor que no hacer nada.
—Escucha, tal vez no sea demasiado tarde. Quiero decir, estamos solo a
alrededor de media kilómetro de la carretera.
Página
—¿Así de lejos?
309
Mi cabeza se levantó.
—Sí, está justo al lado de la carretera en el mismo edificio médico que mi
dentista. ¿Por qué?
Sin una respuesta, busqué a tientas el pomo de la puerta. Mis manos
temblorosas hacían que fuera casi imposible abrirla. Finalmente, se abrió de golpe,
y caí sobre el pavimento. Echando un vistazo por encima del hombro, grité:
—Si no puedo conseguir un viaje a casa con Mia, te llamaré, ¿de acuerdo?
Los ojos color chocolate de Rhys se abrieron del tamaño de sus brillantes
faros de su Porsche.
—¿Vas en serio con lo de correr el próximo medio kilómetro?
—Totalmente.
Sacudió la cabeza lentamente hacia adelante y hacia atrás.
—Ten cuidado.
—Lo tendré. —Cerré la puerta del auto y, entonces, comencé a correr por
el lado de la carretera. Es decir, el problema no era estar en forma. Después de todo,
por lo general trataba de hacer unos pocos kilómetros en la cinta en cada parada
de la gira. Era solo que nunca forcé mi cuerpo tan duro como lo estaba haciendo
ahora. La fila de autos aún no se había movido cuando llegué al estacionamiento
del edificio médico. Me detuve con un chirrido al abordar el ascensor.
Afortunadamente, por medio de textos de Mia sabía en qué planta y qué número
de habitación era a donde tenía que ir.
Después de que el ascensor sonó en el tercer piso, entré por la tercera
puerta del consultorio a la derecha, patinando hasta detenerme en los pisos de
madera encerados justo dentro de la entrada. Me lancé a la recepcionista, quien
quedó paralizada con el receptor de un teléfono en la mano.
Sacudiendo mi cabeza, miré a través de la llena sala de espera. Esquivando
las expresiones sorprendidas de las otras mujeres y hombres, busqué a Mia.
Página
—¿AJ?
310
—De… Debo encontrar a Mi… Mia. —Di un grito ahogado mientras mis
pulmones gritaban en agonía. Desesperado por recuperar el aliento, me doblé por
la cintura, apretando mis manos contra mis muslos.
Finalmente, la encontré. Estaba sentada en una silla de la esquina, y con la boca
abierta hacia mí.
—Hola nena —le respondí sin convicción.
Al momento en que las cejas de Mia se dispararon, el tipo frente a mí se rio
hasta que su esposa o novia le dio un codazo en las costillas. Sin hacerle caso, de
alguna manera me las arreglé para mover un pie dolorido y ponerlo delante del
otro para cerrar la distancia entre Mia y yo. Parecieron años antes de que me
derrumbara en la silla a su lado.
—No puedo creer que lo lograste.
—Prometí. Yo. Lograría —dije silbando, haciendo una mueca ante el dolor
en mí pecho. Cuando abrí los ojos, Mia, junto con el resto de la sala de espera, me
estaba mirando expectante—. Tenía miedo de que ya lo hubieras hecho.
—Bueno, normalmente ya me hubiera ido, pero el técnico de ultrasonido
se ha quedado atascado en algún horrible tráfico causado por un accidente.
Me reí pensando que probablemente me encontré con su auto en el
camino, Mia se inclinó para agarrar mi mano entre las suyas.
—AJ, ¿estás bien?
—Solo. Bien.
A medida que continuaba sonando como si tuviera un pulmón acuchillado,
Mia negó con la cabeza.
—Sin ánimo de ofender, pero te ves como el infierno.
Hice una mueca.
—Quería vestir algo mejor.
Me apretó la mano.
En lugar de regañarme, de hecho se rio.
Página
—¿En serio? —Cuando empezó a mover la cabeza, sonreí y añadí—: ¿No
te importaría si anduviera desnudo?
311
—Oh AJ, no es lo que tienes puesto. Me importa muy poco cómo te vistes.
—No creo que puedas hacer más de una escena de desnudo o serás sacado
de aquí.
—Sí, lo siento por eso.
Me dio un vistazo de pies a cabeza y suspiró.
—Estoy preocupada por ti. Tu cara está roja como un tomate, estás sudando
profusamente, y estás sin aliento. Parece que acabas de correr un maratón o algo
así.
—Algo así hice.
—¿Eh?
Ahora que tenía la respiración totalmente calmada, le expliqué sobre el
vuelo retrasado, el boleto, la escolta de policía y, finalmente, sobre el atasco de
tráfico que me había hecho correr el último medio kilómetro al consultorio del
doctor. La mano de Mia voló para cubrir su boca mientras sus ojos se abrían.
—Oh AJ, ¿Pasaste todo eso por mí?
—Por supuesto que sí.
El labio inferior de Mia tembló, y me di cuenta de que estaba a punto de
soltar el llanto.
—Yo, uhm, tengo que correr al baño otra vez —dijo, mientras se levantaba
de la silla.
Puse mis dos brazos sobre las espaldas de las sillas junto a mí.
—Voy a estar aquí esperando por ti.
Con un movimiento de su cabeza, respondió:
Página
Sintiendo la mirada caliente de alguien en mí, miré hacia arriba y estaba
otra mujer de mediana edad justo enfrente de mí. Sus manos temblorosas con la
copia más reciente de la revista Rolling Stone, aquella en la que nuestro patea culos
de relaciones públicas se las arregló para sacarnos. Parecía estar abanicándose
porque no dejaba de mirar de nuevo a la portada mirando, y luego mirándome.
312
—Está bien, ahora regreso.
Tomé la decisión de sacarla de su miseria, me pasé la mano por mí
resbaladizo y sudoroso cabello para alisarlo antes de darle mi mejor sonrisa.
—Sí, soy yo.
Sus ojos se abrieron con asombro.
—Yo… uh —balbuceó.
—Encantado de conocerte.
—Sí —chilló antes de enterrar su cara en la revista.
Mirando alrededor de la sala de espera, examiné a las mujeres de diferentes
edades y tamaños de embarazo, además de las que estaban allí solo para controles
de rutina. Mi garganta repentinamente comenzó a cerrarse.
Página
Mi errático latido de corazón se detuvo un poco ante la vista de Mia
saliendo del baño. Su largo, cabello oscuro caía por su espalda, lo tenía suelto justo
como lo amaba. Su blusa era elegante y holgada de color rojo, el color que hacía
que sus ojos oscuros resaltaran, incluso llevaba tacones rojos con sus pantalones
negros. Aunque sabía que probablemente pensaba que estaba tan grande como una
casa, su vientre hinchado por el embarazo no era tan pronunciado. Mientras se
acercaba a mi lado, no pude evitar estirarme y acariciar su pequeño vientre. Se
congeló ante mi toque.
313
Santa mierda. La comprensión de que ahora estaba sentado en un
consultorio de OBSTETRICIA / GINECOLOGÍA donde estaba a punto de
descubrir el sexo de mi primer hijo se estrelló sobre mí. Mis piernas
involuntariamente comenzaron a moverse de arriba a abajo por su propia voluntad.
Quité mis manos de las sillas y empecé a resbalarme una y otra vez. Luché contra
el impulso de enviarle mensajes de texto a Bray para decirle que estaba teniendo
otro inminente colapso de paternidad. Había tenido varios de ellos durante la
semana pasada después de enterarme de que Mia estaba embarazada. Bray me había
amonestado cada vez que estaba al borde. A pesar de que habías estado casados,
Jude había sido una sorpresa total para Bray y Lily, ya que asustó el infierno fuera
de Bray al principio. Quiero decir, teníamos apenas veintidós años y acabábamos
de empezar a hacer un nombre para nosotros mismos. No era el mejor momento
para empezar una familia.
—Lo siento —susurré, mientras empezaba a alejarme.
Mia tomó mi mano en la suya y la colocó de vuelta sobre su vientre.
—No, quiero que sientas al bebé si quieres. —Sonrió―. Solo me
sorprendiste al querer hacerlo, eso es todo.
Gentilmente, toqué su estómago sobre su camisa.
—Como dije antes, quiero ser parte de la vida de este niño. —Tomé una
profunda respiración―. Quiero ser parte de tú vida si me dejas.
La boca de Mia hizo una perfecta “O” en sorpresa justo cuando la puerta de
la sala de espera se abrió.
―¿Mia Martinelli? —pregunto una enfermera. Cerrando su boca, Mia
saltó de su silla. Busco a tientas mi mano antes de arrastrarme detrás de ella.
Después de que dejamos la recepción, una enfermera acompañó a Mia a
una balanza.
—Vamos a pesarte —instruyó. Cuando Mia se subió, empecé a mirar la
pantalla digital.
—¡No, no mires! —siseó sobre su hombro.
Subí mis manos en señal de rendición.
—De acuerdo, de acuerdo —murmuré, retrocediendo. Una vez que su peso
fue copiado y estuvo fuera de la balanza, tomé unos vacilantes pasos hacia adelante,
y dije—: Luces absolutamente hermosa para mí.
Con una sonrisa, la enfermera palmeó mi espalda.
—¿No eres un amor?
—Gracias —repliqué antes de darle un guiño a Mia. Puso sus ojos en blanco
pero sonrió a pesar de sí misma.
Página
—¡Oh Dios mío! Realmente eres tú. Casi no creí a las otras chicas cuando
dijeron que estabas aquí.
314
De la nada, una joven recepcionista vino brincando hacia mí.
—Oh, uhm, hola —dije, extendiendo mi mano. Estaba en territorio
desconocido considerando que nunca había sido emboscado por una fan en el
consultorio de OBSTETRICIA / GINECOLOGÍA.
—Nunca me perdí de ver cualquiera de sus shows en Atlanta. De hecho,
mis amigas y yo hemos manejado a Alabama y Tennessee. Soy una gran fan.
—Rebuscando en los bolsillos de su bata, saco un sharpie y me lo extendió―.
Moriría totalmente de emoción si firmas mis pechos.
Cuando me atreví a echar un vistazo a Mia, se encontraba parada de brazos
cruzados dándole a la chica una mirada de muerte.
—Sería feliz de firmar cualquier cosa excepto tus pechos —dije
rígidamente.
Hizo puchero mientras se giraba alrededor y batía su cabello sobre su
hombro.
—¿Firmarías entonces el reverso de mi bata?
Le di a Mia una mirada de disculpa a la cual ella alzó sus manos.
—No te preocupes por mí. Solo estoy aquí para ver el sexo de mi hijo no
nacido. Disculpa, nuestro hijo no nacido.
Sip, estaba en serios problemas. Tapando el sharpie, se lo di de regreso a la
chica.
—Este realmente no es un buen momento.
—¿Después entonces? —presionó.
—¡Qué tal nunca! —gritó Mia.
La enfermera al lado de Mia caminó hacia adelante y gentilmente envió a
la chica de regreso a la recepción.
—Lo siento por eso.
Página
Con un resoplido exasperado, Beth se fue de regreso a su silla y se giró para
atender a los pacientes. La enfermera le dio a Mia una sonrisa de disculpa.
315
—Beth, por favor no molestes más a la Srta. Martinelli y a su acompañante.
—No es su culpa. Estoy más o menos acostumbrado a eso ahora
—respondí.
—Bueno, yo ciertamente no lo estoy —siseó Mia.
Oh genial, a los ojos de Mia, lo he jodido a lo grande ahora. Sintiendo que
necesitábamos un momento a solas, la enfermera nos guio a la habitación de
ultrasonido.
—Usted ya conoce la rutina, Srta. Martinelli. La técnico estará con usted
en unos minutos.
—Gracias —respondió Mia.
Cuando la puerta se cerró detrás de nosotros, inhale una respiración
profunda. Mia eligió ignorarme. En su lugar, se subió a la mesa. Balanceando sus
piernas atrás y adelante, ella me miro con desprecio.
—Amorcito mío, realmente siento eso. —Tomé tentativamente un paso
hacia adelante—. Es solo que estoy tan acostumbrado a interactuar con fans y a
meterme en cierta zona cuando estoy con ellos. No quería tomar nada de este día
para ti o para mí.
Mia sopesó mis palabras antes de reclinarse hacia atrás sobre la mesa. El
papel sonó bajo ella mientras desabotonaba sus pantalones y los bajaba,
colocándolos bajo su vientre. No pude resistir caminar hacia adelante y descansar
mi mano sobre su vientre. Me observó atentamente, buscando mi rostro. No sabía
si esperaba que hiciera un movimiento idiota o si iba a estar disgustado a la vista
de su estómago o qué. Todavía era una locura que mi hijo estuviera allí dentro. Que
de alguna manera, durante nuestro torbellino de dos semanas juntos, hubiéramos
logrado crear una vida.
—De acuerdo, lamento haber exagerado. Supongo que no puedes evitarlo.
Quiero decir, esa chica realmente te presionó.
Página
Cuando finalmente sonrió, sentí como si una tonelada de ladrillos hubiera
sido levantada de mi pecho.
316
—Mia —rogué—. ¿Al menos me llamarías algunos nombres en italiano y
aceptarías mi disculpa?
Asentí.
—Tengo personas de relaciones públicas metidos en mi cabeza con
respecto a que nunca debo rechazar a un fan, así que por eso lo hice. Nunca soñaría
con faltarte el respeto en este día especial.
—Gracias, AJ —contestó.
La puerta se abrió, y la técnico con bata verde apareció.
—Hola, Mia.
—Hola, Karen.
—¿Gran día hoy, huh? —preguntó Karen, mientras se sentaba en su banco.
—Sí lo es.
Karen me miró mientras tomaba una botella con alguna mierda que lucía
como gel.
—¿Y quién es este?
—Soy AJ, el padre ―respondí antes de que Mia pudiera averiguar cómo
llamarme.
—Encantada de conocerte. —Con una sonrisa, Karen miró entre
nosotros—. Independientemente del sexo de este bebé, puedo garantizar que con
ustedes dos como padres, va a ser atractivo.
Me reí.
—Gracias. ¿Tenemos genes bastantes buenos sobre la mesa, huh?
Mia puso los ojos en blanco ante mi arrogancia.
Página
—De acuerdo entonces. Empecemos —replicó Karen, después de regar la
mierda de gel sobre el vientre de Mia. Una vez que estuvo cubierto, tomo una barra
y empezó a correrla sobre el estómago de Mia. Al instante que la granulosa imagen
del bebé destelló en la pantalla fui hipnotizado. En serio, no podía apartar mis ojos
317
—Gracias Karen. Con que sea saludable, me sentiré extremadamente
bendecida.
de él o ella, y luché por respirar. Era la cosa más surreal en mi vida. Nada se
comparaba, ni siquiera en el escenario enfrente de miles y miles de personas.
—Guau —jadeé.
—¿Bastante increíble, huh? —preguntó Mia.
—Sí, es jodidamente intenso. —Cuando Karen me dio una mirada, alcé mis
manos—. Lo siento.
Ella se rio.
—No te preocupes. Estoy acostumbrada. —Mientras rodaba alrededor la
barra, Karen señaló sobre un área en la pantalla—. Ahí está el latido del corazón.
Podía escucharlo haciendo eco alrededor de mí a través del sistema de
sonido.
—Suena fuerte.
—Lo es —respondió Karen.
Cuando miré abajo hacia Mia, me estaba sonriendo. Apretó mi mano.
Lágrimas llenaban sus ojos.
—Estoy tan feliz de que estés aquí.
—Yo también, amorcito mío. Yo también. —Atraje su mano a mis labios y
la besé a lo largo de sus dedos.
—¿Entonces están listos para averiguar el sexo de su bebé?
Desde que no podía formar palabras, tuve que asentir mientras Mia
replicaba:
—Sí, por favor.
Lágrimas rodaron sobre las mejillas de Mia.
Página
—Parece como que tendrás una niña.
318
Karen presionó más fuerte el abdomen de Mia, y la imagen sobre la pantalla
se movió directo a lo que asumía era el trasero. Tuvimos una imagen clara de las
piernas del bebé.
—¿En serio?
—Sí.
Me tomó un momento procesar las palabras de la técnico. Iba a tener una
hija. Una dulce imagen de Melody se formó en mi mente junto con ella llamando
a Bray. Quería tener una niñita de papa justo como ella. Casi podía ver a una niña
de cabello oscuro y ojos negros agarrando mi mano con la pequeñita de ella, una
pequeña niña que sería una perfecta mezcla del ADN de Mia y mío.
Cuando miré hacia Mia, su boca se arrugó en una mueca.
—¿Estás decepcionado porque no es un niño?
—¿Estás bromeando? Nuestra bebe va a ser la primera nieta de mi lado de
la familia, vamos a patearle las pelotas a alguien.
Mia sonrió.
—Solo tú dirías eso.
Sonreí.
—No podría estar más feliz de que voy a tener una niña.
—Estoy feliz. Para ser honesta, realmente quería que fuera una niña.
—Sí, creo que es una buena idea no esparcir pequeños AJ por el mundo en
un tiempo.
Con una risa, Mia replicó:
—Nunca se sabe. Nuestra hija podría ser como su padre.
Me estremecí.
—Dios no lo quiera.
La mano de Mia se acercó gentilmente a acariciar mi mejilla.
Página
Ante sus sinceras palabras, me incline para darle un casto beso en los labios.
Cuando me aparté, confusión y afecto llenaban los ojos de Mia. Podía ver que
todavía estaba luchando por cómo exactamente se sentía con respecto a mí. Una
319
—No te menosprecies, AJ. Hay magníficos rasgos que podría heredar de ti.
vez que Karen terminó de limpiar el gel sobre el estómago de Mia, ajustó su blusa
y se sentó derecha en la mesa.
—Quería consultarte algo. Más o menos he elegido nombres de niña, y
quería saber si no te importaba.
—De acuerdo.
Retorciendo sus manos, agregó:
—Quiero decir, podemos totalmente proponer ideas juntos. Realmente no
quiero imponértelo.
—¿Simplemente porque no lo dices, Mia?
—De acuerdo, bien. Isabella Sofía, por mi abuela.
Sonreí.
—Es hermoso. Y el nombre de mi abuela es Isabella.
Los ojos de Mia se ampliaron.
—¿En serio?
—¿Suena como el destino, huh? —Me estiré para tocar su vientre—. Creo
que Bella Reséndiz tiene un buen sonido.
—Yo también.
Estaba feliz de escuchar que no iba a discutir con Bella teniendo mi
apellido. No había ninguna maldita manera de que mi hija fuera a llevar el apellido
de Mia o alguien más para el caso, incluyendo ese idiota ex prometido que andaba
revoloteando alrededor.
—Aquí tienes —dijo Karen, extendiéndole a Mia un par de fotos y un DVD
del ultrasonido.
—Me encantaría. Los chicos definitivamente van a querer verla.
Página
Sonreí.
320
—Gracias —dijo Mia mientras Karen salía de la habitación. Me dio una de
las fotos—. En caso de que quieras mostrar a Bella.
—Tengo que regresar al trabajo, ¿pero quieres almorzar primero? La gente
en Mama Sofía está ansiosamente esperando las noticias.
Hice una mueca.
—No puedo. Tengo bastante mierda que hacer antes de que nos vayamos
mañana. —cuando Mia se negó a mirarme a los ojos, mi corazón se apretó en mi
pecho. Toda la semana en el teléfono y en los mensajes, cuando sea que yo
mencionaba México, se ponía reservada—. ¿Vienes conmigo verdad?
Mordió su labio inferior.
—No estoy segura.
Ante su vacilación, apreté mi mandíbula.
—¿Todavía no estás segura sobre mí, no es cierto?
—No es eso.
—Sí, lo es. Jesucristo, Mia después de todo lo que pasé para llegar aquí hoy,
¿Todavía tienes dudas sobre mi compromiso contigo y Bella?
Ella suspiro y se giró lejos de mí.
—¿Nunca va a ser suficiente verdad? —demandé.
—AJ, por favor.
Agarrándola por los hombros, la forcé a que me mirara.
—Sin importar lo que haga, siempre vas a dejar que los fantasmas de tu
pasado jodan las cosas para nosotros. ¿No es así?
—¿Qué quieres decir?
Página
—No quieres regresar con Dev, él solo es un medio para un fin en donde
no tienes que hacer una elección. —La agarré más fuerte—. Maldición, Mia.
Quiero estar contigo y solo contigo. Nunca te he engañado, y nunca te he mentido,
he cometido algunos errores con respecto a nosotros, esa es la verdad. Pero lo que
pase con nosotros después depende de ti.
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—No, no lo voy a hacer.
Deje caer mis manos de sus hombros.
—No voy a permitir que sigas jugando con mis sentimientos. Seré un padre
para Bella, pero ya sea o no, tu novio o tu futuro esposo o el hombre que quizá
ames, termina hoy. Si no vienes conmigo a México…
Mia sacudió su cabeza salvajemente.
—¡No te atrevas a darme un ultimátum!
—No me estás dejando otra opción. Sigues diciendo que apenas nos
conocemos. Bien entonces, ven a México conmigo por dos semanas. Consigue
conocerme a mí, a mi familia, parte de la herencia de Bella. Pruébame que
realmente lo estás intentando.
—Lo estoy.
—Seguro como el infierno no se siente así. Me estás marcando como un
chico malo el cual no soy. Solo soy un chico al que le importas y quiere más de ti.
No puedes seguir juzgándome por mi pasado u ocupación. —Mirando
directamente a sus ojos, sacudí la cabeza—. Tengo tu pasaje esperando. Pero hablo
en serio, Mia. Tengo que saber que realmente estás conmigo y no me vas a
abandonar. Eso no es justo para mí, y no sería justo para Bella.
Lágrimas llenaron sus ojos antes de correr por sus mejillas.
—Lo sé. Y lo siento, AJ. De verdad lo hago.
—Sí, bueno, sabes dónde encontrarme. El vuelo sale mañana a las dos de
la tarde, con o sin ti. —Me incline hacia adelante y le di un breve beso sobre la
mejilla antes de salir por la puerta del consultorio. Incluso aunque una parte de mí
se sentía como un idiota por ser tan demandante con ella, sabía que tenía que
exponer mi punto firmemente. Yo no jugaba juegos, y no iba a continuar jugando
este con Mia. La pelota estaba en su cancha, y ella tenía que tomar una decisión.
—Mierda, amigo, ¿las cosas no fueron bien?
—Sí y no.
Página
—Trae tu trasero aquí y recógeme.
322
Mientras me subía al ascensor, le marqué a Rhys.
—Bueno, por suerte para ti, estoy a solo cinco minutos de distancia. El
tráfico sigue siendo un condenado hija de puta.
—Lo que sea. Solo llega aquí cuando puedas. Tengo mucha mierda que
hacer antes de irme mañana.
—¿Mia no viene contigo?
Suspiré mientras pasaba mi mano a través de mi cabello.
—No lo sé.
—Yo digo que tienes al menos algo de tiempo para unas cervezas después
del día que tuviste.
Con una carcajada, respondí:
Página
323
—Eso suena como un plan.
Traducido por Apolineah17
Corregido por Lizzie
E
l resto del día después del ultrasonido yo era un desastre
emocional. Antes de regresar a trabajar, había puesto una
cara feliz en Mama Sofía donde se dio postre gratuito a todos
los clientes en honor de Isabella, Moose de Mía, por supuesto.
Mi papá estaba absolutamente en las nubes cuando le dije, especialmente por el
nombre. Por supuesto, cuándo me preguntó por AJ, había negado con la cabeza.
¿Cómo podría explicarle lo que estaba sintiendo? ¿Cómo las dudas y miedos de mi
pasado seguían dañándome en el futuro con AJ? Por no hablar de que la primera y
única vez que AJ realmente había dicho las palabras “Te amo” fue cuando estaba
bajo estrés emocional esposado a una ducha.
Página
Al final, sabía que no había nadie con quien pudiera hablar de esto. Era mi
decisión, y solo mía, hacerlo. Eso es lo que lo hacía tan jodidamente difícil. Por
supuesto, lo peor de todo era lo mucho que me odiaba a mí misma. Me había vuelto
completamente irreconocible, y no podía simplemente culpar a mis irracionales
hormonas del embarazo. No, estaba obteniendo lo que había sembrado desde hace
mucho, mucho tiempo. La vieja yo no habría acudido a Dev cuando sabía que
nunca regresaría nuevamente con él. Pero había una parte de mí que obtenía algo
de enferma justificación al hacerlo sufrir.
324
Sabía que mi papá quería hablar conmigo sobre eso, quizá incluso
aconsejarme sobre qué hacer. Pero al igual que cuando todo iba tan mal con Jason,
se lo oculté. Como una total cobarde, me escabullí de Mama Sofía antes de que él
pudiera volver a mi mesa.
No sabía qué estaba mal conmigo. En lo profundo de mi ser, sabía que
quería estar con AJ. No había absolutamente ninguna razón racional para no darle
otra oportunidad. Él era el padre de mi hija. Me había enamorado de él en medio
de nuestra neblina-de-lujuria. Pero nada en mí era racional en este momento.
Seguía concentrándome en el lado irracional de las cosas, mis inseguridades sobre
la carrera de AJ y sus mujeres, y la forma en que me sentía, como si no pudiera ser
lo suficientemente buena, o incluso, lo suficiente para él. De alguna manera
siempre volvía a la conclusión de mi odio hacia mí misma, que él se merecía a
alguien mejor, aunque la idea de verlo con otra mujer me hacía sentir físicamente
enferma.
Parecía que tenía más tiempo para pensar en ello de lo que debería dado
que las cosas sobre la mesa eran increíblemente lentas. De alguna manera, había
recurrido a dar vueltas en la sala de descaso mientras me sentía completamente
loca.
Dee asomó la cabeza por la puerta.
—Mimi, tienes una visita.
Mi corazón saltó dentro de mi garganta, y más que nada en el mundo,
esperaba que fuera AJ. Ante la vista de Pesh, mi antiguo mentor y el hermano de
Dev, de pie en el umbral, la respiración que había estado conteniendo salió en una
ruidosa ráfaga de decepción.
La radiante sonrisa de Pesh lentamente se desvaneció mientras su mirada
vagaba sobre mí. Se quedó viendo mi abdomen antes de mirar nuevamente hacía
mí.
—Ahora sé porque me llamó Dee.
Sus palabras, junto con la emocional tormenta de mierda que era mi vida,
me hicieron estallar en lágrimas. Pesh corrió hacia mí y me empujó en sus brazos.
—No, no es eso en absoluto. Últimamente soy un caos.
Página
Mi risa triste fue amortiguada contra su pecho.
325
—Oye, si ahora voy a tener este tipo de efecto en ti, me iré.
—Bueno, no sé nada de eso, pero ciertamente has estado ocupada
—murmuró.
Me aparté para negar con la cabeza.
—No puedo creer que Dee te llamara.
—Está preocupado por ti y por las decisiones que estás tomando.
Con una mueca de dolor, le dije:
—Creo que sabes sobre Dev.
Pesh asintió.
—Sí, me dijo que estaba tratando de convencerte para que regresaras con
él.
—No suenas como si pensaras que esa es una buena idea.
—Eso es porque no lo es.
Mis cejas se alzaron por la sorpresa.
—¿Qué?
Pesh soltó un suspiro irregular antes de descansar sus manos sobre mis
hombros.
—Sé que tú y Dev estuvieron juntos por mucho tiempo. Nuestra familia
siempre te amará y yo te debo una tremenda deuda por conseguir traerlo de vuelta
a la pista después de todos esos años descarriados.
—Ve al punto, Pesh.
Sonrió.
—Dev es mi hermanito y lo amo. Pero en mi corazón sé que él ni ahora ni
nunca te merecerá, Mia.
Página
—¿En serio?
326
Jadeé ante su admisión.
—Él siempre ha ido detrás de lo que no podía tener, y una vez que lo
conseguía, no estaba satisfecho. Intentó durante meses hacerme arreglar las cosas
entre ustedes, pero me negué.
—Nunca me dijiste eso.
—En ese momento, no pensé que estuvieras lista para salir después de lo
que había pasado con Jason. Ahora creo que fue algo más lo que me decía que te
mantuviera alejada.
Gemí.
—Habría sido realmente agradable saber eso hace tres años. Podría
haberme ahorrado algo de dolor, ¿sabes?
Pesh hizo una mueca.
—Me doy cuenta de eso ahora. Esa es la razón por la que estoy hoy aquí.
Este músico… ¿cómo se llama?
—AJ —murmuré.
Pesh asintió.
—Este AJ quiere que estés con él, ¿no?
—Voy a matar a Dee —murmuré entre dientes. Al mismo tiempo que
quería estrangularlo, no podía esperar menos de mi fiel y cariñoso amigo Dee.
Pesh rio.
Página
—Eso es muy amable de tu parte. —Entonces le fruncí los labios—. ¿Tu
toma incorrecta de decisiones tiene algo que ver con esa chica embarazada que
querías conseguir?
327
—No te enojes con él. Él te ama, igual que yo. También sabe que lo que has
pasado en el último año podría nublar tu juicio. —La expresión de Pesh se
entristeció—. Yo mejor que nadie, sé lo que el dolor puede hacerte, Mia. Tras la
muerte de Jade, viví una existencia onírica por los últimos dos años. Tomé
decisiones que no eran realmente mías, decisiones que mi tormento emocional
hizo que tomara. No quiero que cometas los mismos errores que yo porque perdiste
a una de las personas más importantes en tu vida.
—Tal vez un poco. Pero querer estar con Emma nunca podría ser
considerado como una decisión “incorrecta”.
—No sigues detrás de ella, ¿verdad?
—No, ya no. Ambos nos dimos cuenta de que no éramos adecuados el uno
para el otro, y que estábamos enamorados de otras personas. Ahora realmente
somos buenos amigos, lo que verdaderamente estábamos destinados a ser.
—Qué pasa con ustedes, los hombres Nadeen, poniéndose calientes por
mujeres que están embarazadas de los bebés de otros hombres, ¿eh? —bromeé.
Negó con la cabeza.
—Tú y Dev no son lo mismo que Emma y yo, ustedes dos tienen una larga
historia juntos. —Me frotó la mejilla con ternura—. Tal vez es porque las mujeres
embarazadas tienen un resplandor sobre ellas, una brillante belleza que quema
desde el interior, como la vida creciendo dentro de ellas. Tú siempre has sido
hermosa, Mia. Pero hoy estás verdaderamente impresionante.
—Gracias, pero de alguna manera creo que podrías estar mintiendo
teniendo en cuenta que tengo los ojos hinchados y la cara roja de tanto llorar
—me burlé.
Pesh sonrió.
—Nada de eso importa. Lo que realmente importa es el corazón dentro de
la persona. Y sé que el tuyo tiene demasiado amor dentro de él. —Me dio una
mirada mordaz—. Pero ese latido realmente no es por mi hermano, ¿verdad?
—No, no lo es.
Con un guiño, Pesh respondió.
—No, sigue el ritmo de un baterista, ¿no?
—Sí, lo hace —respondí con una certeza absoluta que no había poseído
dijo:
—¿Ahora tienes tu respuesta?
Página
Tomando mi mano en la suya, se la llevó a los labios. Después de besarla,
328
antes.
—Sí, la tengo —susurré.
—Bien. Me alegra escuchar eso. —Me empujó en un fuerte abrazo.
Mientras lo apretaba fuerte, dije:
—Eres como mi hada madrina o mi ángel de la guarda, lo sabes, ¿verdad?
Siempre vienes a salvarme.
Él se rio entre dientes.
—Creo que me gustaría ser un ángel de la guarda, en lugar de un hada.
Me reí mientras me alejaba.
—Yo también lo creo.
—¿Así que ahora vas a ir con él?
—Tan pronto como pueda hacer mi maleta, lo haré. Eso es si realmente
puedo conducir a casa siendo un manojo de nervios.
Una vez más, Pesh tomó mi mano.
—Vamos. Tu hada madrina te llevará a casa y te ayudará a empacar.
Después te llevaré con AJ.
Mis ojos se abrieron.
—¿En serio?
—Por supuesto.
No pude evitar que mi labio inferior temblara.
—Eso es tan dulce.
—Antes de que llores, tengo mis motivos ocultos.
—¿Los tienes?
Página
—Quiero un consejo sobre cómo conseguir que una mujer terca cambie su
opinión sobre mí. Puesto que tú eres la mujer más terca que conozco, pensé que
podrías ayudar.
329
Asintió.
Eché mi cabeza hacia atrás y me reí.
—Estaré encantada de hacer todo lo que pueda para ayudarte a encontrar
la felicidad y el amor verdadero. Lo sabes. ¿Y quién es esta chica descerebrada que
te está dando problemas?
—Su nombre es Megan, y ella simplemente acaba de decidir en su mente
algo sobre… —Me inmovilizó con una mirada incisiva—. Al igual que tú.
—Lo que sea —murmuré.
Pesh tomó mi mano.
—Vamos. El tiempo se está desperdiciando para ti y tu príncipe.
Para el momento en que había empacado y entrado nuevamente al Jaguar
de Pesh, era un manojo de nervios. La mayoría de las veces, Pesh había mantenido
mi mente ocupada mientras planeábamos una estrategia para que él consiguiera a
la chica de la que estaba enamorado, y quién yo podría decir que también estaba
enamorada de él por simplemente ser tan terca como el infierno. ¿Suena familiar?
Mientras Pesh comenzaba a llevar mis maletas al porche, le di un adiós
lloroso a Jack Sparrow.
Página
Por mi vida, no sé por qué pensé que sería bueno sorprender a AJ, en vez
de llamarlo. Aparecer en su pent-house parecía tan impulsivo—la misma cosa que
él estaba tratando de conseguir que yo hiciera. Eran tan inflexible en mis formas
de necesitar que todo estuviera en el libro que me imaginé que esto le probaría, en
más de un sentido, que podría encajar en su vida. Por supuesto, no podía evitar
preocuparme a pesar de que AJ me había dado un ultimátum, que cuando por fin
llegara el momento, él pudiera rechazarme. Lo había llevado demasiado lejos y por
330
—No te preocupes, Jack. Dee va a venir a alimentarte y cuidarte. —Él
maulló en agradecimientos antes de empujar su cabeza contra mi rostro. Cuando
empecé a salir por la puerta, mis nervios comenzaron a dar vueltas sobre la marcha.
mucho tiempo. Tendría todo el derecho de decirme que era demasiado tarde para
nosotros.
Mientras llegábamos a su edificio, el estómago me dio un vuelco, y luché
contra el impulso de vomitar.
—¿Vas a estar bien? —preguntó Pesh.
—Eso espero —murmuré débilmente.
—Estás muy pálida.
—Estoy bien.
Pesh me miró sospechosamente por última vez antes de apagar el auto y
saltar fuera. Mientras ponía mis temblorosos pies sobre el pavimento, tomó mis
maletas del maletero. Cuando las llevó hasta mí, preguntó:
—¿Quieres que entre y espere contigo?
Su preocupación era adorable, pero sabía que era hora de ponerme mis
bragas de chica grande.
—No, estoy bien. Puedo hacer esto.
—Bueno, si estás segura.
Colgando el bolso en mi brazo, envolví mis brazos alrededor del ancho
pecho de Pesh.
—Nunca podré agradecerte lo suficiente por eso… por todo.
—No necesitas darme las gracias. Esto es lo que hacen los amigos.
Después de que me separé, le di un beso en la mejilla.
—Te quiero.
—También te quiero.
Pesh sonrió.
Página
—Si esta chica Megan no despierta pronto, voy a ir a Wellstar y tendré una
pequeña charla con ella.
331
Moviendo un dedo, le dije:
—Está bien, creo que te lo permitiré.
Con un último apretón, comencé a entrar en el edificio. Una vez más me
di cuenta lo estúpida que había sido con esta sorpresa impulsiva. AJ había dicho
que tenía recados qué hacer. ¿Y si no estaba en casa? ¿Y si tenía que sentarme en
el vestíbulo durante horas, como una loca acosadora, esperando a que él entrara?
Me acerqué a la recepción con las piernas temblorosas.
—Uhm, ¿puede llamar al pent-house de AJ Reséndiz, por favor?
La mujer me miró con desconfianza.
—¿Cuál es su nombre?
—Mia Martinelli.
Una mirada de reconocimiento brilló en su rostro.
—Un momento. —Tomó el teléfono—. Sí, Sr. Resendiz, es Elana de la
recepción. Su invitada está aquí abajo.
Mis cejas se levantaron con sorpresa. ¿Él me había estado esperando?
—Él bajará en un momento —dijo, con un aire presumido en su voz.
Página
—Lo siento mucho por todo, AJ —le dije entre lágrimas—. Lo siento
mucho por arruinar las cosas entre nosotros y por huir todo el tiempo. Lo siento
por dejar que mi pasado con los hombres determinara mi futuro contigo. Sé que no
eres Dev y que nunca podrías ser Jason. Lo siento por dejar que mis inseguridades
acerca de tu pasado y por quien pensé que eras, arruinaran la felicidad que tuvimos.
Más que nada, siento haber sido una tonta estúpida y no haber corrido hacia tus
332
—Gracias. —Cojeé hacia los ascensores para esperar a AJ. El latido de mi
corazón palpitaba violentamente en mi pecho, y me mordí el labio superior hasta
que sentí correr la sangre por mi boca. En el momento en que las puertas del
ascensor se abrieron y vi a AJ, no pude contener más mis emociones, y me eché a
llorar. Sus cejas se levantaron con sorpresa, y aunque me di cuenta de que estaba
luchando consigo mismo sobre la posibilidad de dar un paso hacia adelante para
consolarme o no, se contuvo, apretando la barra en la parte posterior del elevador.
Era ahora o nunca, a pesar de que teníamos un público reducido, tanto en el
vestíbulo como en el ascensor con él.
brazos abiertos cuando me los ofreciste. Eres un buen hombre, y serás un gran
padre para Bella.
Una vez que terminé, AJ se quedó mirándome por lo que pareció una
eternidad. Oh mierda. Él realmente había cambiado de parecer. De pie todo rígido
y tenso, parecía enojado porque yo le estuviera tendiendo una emboscada. Las
personas a nuestro alrededor se quedaron quietas, viendo y esperando junto
conmigo. Finalmente, preguntó:
—¿Este pequeño espectáculo significa que vas a venir a México?
—Sí, tengo muchas ganas de ir. Si aún me quieres —hipé.
Una sonrisa se extendió sobre sus labios mientras se apartaba de la pared
del ascensor y salía a mi encuentro.
—Nunca podría dejar de quererte, amorcito mío. Incluso con toda tu
maldita terquedad y rareza, y la mierda tan exagerada que pasa por tu mente, todo
lo que quiero es a ti.
Sacudí la cabeza con furia.
—Pero no sé por qué. Te mereces a alguien mucho mejor que yo. Alguien
que no esté consumida por su pasado o que no pueda aceptar tu profesión. No sé si
alguna vez podré demostrarte lo bueno que eres conmigo, lo bueno que eres para
mí.
AJ ladeó la cabeza hacia mí.
—¿Terminaste?
—Sí. ¿Por qué?
—¿Están filmando una película o algo?
Página
Lanzándome en sus brazos, envolví fuertemente mis brazos alrededor de
su cuello, aventándome a mí misma contra él. Mientras él deslizaba sus brazos
alrededor de mi cintura, mis labios buscaron los suyos. Los aplausos hicieron eco a
nuestro alrededor, haciendo que me separara. Mientras miraba salvajemente por el
vestíbulo, una mujer preguntó:
333
—Porque quiero que te calles de una jodida vez para que pueda besarte.
AJ y yo nos reímos.
—Vamos. Vamos arriba. —Echando un vistazo encima de mi hombro, vio
mis maletas esperando—. Estabas realmente en serio acerca de venir, ¿eh?
—Sí, lo estaba.
—Me alegro —respondió mientras cargaba mis maletas. Afortunadamente,
estuvimos solos en el viaje en elevador hacia el pent-house. En el momento en que
las puertas se cerraron detrás de nosotros, tuve un flashback de la última vez que
estuve en este ascensor con él. El calor inundó mis mejillas, y luché contra la
urgencia de abanicarme a mí misma.
—¿Teniendo un sexy flashback de nosotros? —preguntó con una sonrisa.
—En absoluto. Las hormonas del embarazo me dan bochornos —mentí.
AJ se echó a reír.
—Mentira, Mia.
Rodé los ojos.
—Está bien, está bien. Sí, estaba pensando en nosotros.
Se acercó más a mí. Ante el brillo en sus ojos, me aparté de él tan rápido
como pude hasta que choqué contra la pared del ascensor.
—Ni siquiera lo pienses —le advertí.
—Déjame adivinar, ¿piensas que cuando lleguemos arriba deberíamos
hablar y hacer más por reparar nuestra “relación rota”?
Balanceé violentamente la cabeza de arriba hacia abajo.
—Sí, tenemos mucho de qué hablar.
—Cierto. Pero todo lo que quiero hacer es follarte hasta dejarte sin sentido.
Cerró la distancia entre nosotros como un cazador acechando a su presa.
—La pregunta es, ¿quieres follar conmigo hasta dejarte sin sentido?
Página
—Puedo imaginarme cuánto.
334
Me reí de su honestidad.
Suspiré.
—Quererte físicamente nunca ha sido un problema para mí, AJ —respondí
honestamente.
—Es solo la parte emocional, ¿eh?
—Sí. Pero estoy trabajando en eso. Lo prometo —dije en voz baja.
El elevador anunció nuestra llegada al su pent-house. Después de que AJ
sacara su tarjeta, me inmovilizó con una mirada fija.
—¿Así que quieres que te folle hasta dejarte sin sentido?
Me lamí los labios.
—Sí, más que nada.
—Bien. —AJ me hizo un gesto para que entrara. Después de que entré al
vestíbulo, él me siguió adentro con mis maletas. Ni siquiera se detuvo en la sala de
estar. En lugar de ello, continuó arrastrándolas por el pasillo, y yo simplemente me
arrastré detrás de él. Una vez que entramos a la habitación, él cerró la puerta detrás
de nosotros. Lo miré, esperando ver cuál sería su próximo movimiento. Estaba
bastante segura de que me involucraría a mí desnuda y tendida sobre mi espalda.
Después de dejar mi equipaje, se sentó en la cama y movió el dedo hacia
mí. Con una sonrisa, atravesé lentamente la habitación hacia él.
—Sé que en el ascensor dijiste que querías follarme hasta sin sentido, pero
me preguntaba si podríamos confluir en un punto medio.
—¿Qué significa eso? —preguntó.
—También te he echado de menos —respondió, sus manos deslizándose
alrededor de las nalgas de mi culo.
Página
—Te he echado de menos —murmuré contra sus labios.
335
Me puse entre sus muslos antes de llevar mis brazos alrededor de su cuello.
Pasé los dedos a través de sus mechones de cabello negro antes de inclinarme para
besarlo suavemente. Su cálida boca se abrió, y saqué mi lengua para danzar a lo
largo de la suya. Cuando gimió en mi boca, sentí un charco de humedad entre mis
muslos.
Baje de nuevo la mirada hacia sus ojos que ya estaban llenos de deseo.
—¿Me harías el amor, AJ?
Una sonrisa perezosa se dibujó en su rostro.
—Por supuesto que lo haré. Sabes, eres la primera mujer a la que le he dado
el control.
Chupé su labio inferior en mi boca antes de pasar mi lengua sobre él. Mis
dientes lo rozaron ligeramente antes de apartarme.
—Me siento honrada, realmente lo hago.
Los dedos de AJ dejaron mi trasero y fueron hasta el dobladillo de mi
suéter. Levantándose de la cama, lo pasó por encima de mi cabeza. Después de que
desabrochó mis pantalones, los deslicé por mis muslos. Traté de sacudir los
fantasmas del pasado mientras me paraba enfrente de él solo en sujetador y bragas.
Por supuesto, esta vez, realmente tenía más peso y no solo en mi estómago, sino
también en mis pechos, caderas y muslos.
La mirada de AJ abandonó la mía para arrastrase hasta mi vientre por un
momento antes de pasar los dedos por mi protuberancia. Me hacía un poco de
cosquillas y me estremecí.
—Así que supongo que vamos a tener un cruce ¿eh? —preguntó.
Mis ojos se abrieron antes de que golpeara su brazo.
—¡No te atrevas a llamar cruce a Bella!
AJ se echó a reír.
—Solo quería decir que ella va a ser mestiza, eso es todo. Un poco mexicana
y un poco siciliana.
Incliné mis cejas hacia él.
—Eso es cierto.
Página
—Ella seguramente va a ser multilingüe.
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—Mestiza suena mucho mejor que cruce.
AJ se deslizó sobre la cama y cruzó las piernas al estilo hindú antes de
agarrar mis caderas.
Me acercó hasta que me levanté a horcadas sobre su regazo. Nos empujó
aún más en la cama. Mirando fijamente mi boca, levantó su mano para pasar su
pulgar sobre mis labios.
—¿Cómo se dicen en italiano?
—Labbra.
—Mmm, son labios en español.
Mi dedo índice se acercó a su boca.
—¿Y esto?
—Boca —respondió antes de que su lengua saliera a lamer mi dedo.
—Es lo mismo en italiano, excepto que nosotros los sicilianos también le
decimos vucca.
Sus cejas se arquearon hacia arriba.
—No somos tan diferentes, ¿verdad?
—No, no lo somos.
Las manos de AJ se deslizaron lentamente por mi cuello, haciendo una
pausa para que sus dedos tentaran a lo largo de mi clavícula, antes de que bajaran
y ahuecaran mis pechos.
—¿Y estos? —preguntó con un apretón.
—Seni.
Aspiré una bocana de aire antes de responder:
—Capezzolos.
Página
—Otra más que tenemos en común. Pero son senos en español. O pechos.
—Tiró de los tirantes de mi sujetador y bajó las copas para exponer mis pechos—.
¿Y estos? —Sus dedos pellizcaron mis duros pezones.
337
Se formó una provocadora sonrisa en sus labios.
—En español son pezones.
—Ya veo. —Él se inclinó para lamer uno de mis pezones en su boca. Su
lengua succionó los brotes de piedra, y mis manos se arrastraron por su cabello—.
Mmm, la bocca mi fa bagnato.
—En español, por favor —respondió, antes de que soplara aire a través de
mi arrugado pezón.
—Tu boca me pone mojada.
—Me alegro de oír eso. Porque tú me estás poniendo duro como una
maldita roca.
—Entonces, ¿cómo se llama eso? —Pregunté, mientras ahuecaba el bulto
en sus bóxers.
—Maestro de tu universo —murmuró contra mi pecho.
Agarrando su cabello con una mano, levanté su cabeza para que se
encontrara con mi mirada.
—No lo creo, ególatra.
AJ sonrió.
—Bien. Es pene o verga.
—Igual en italiano… también puede ser cazzo en siciliano.
—Sé que eso quiere estar en esto —dijo, tocándome entre los muslos, sobre
la ropa interior.
Me reí.
—Eso sería una vagina… o ya que tú eres vulgar, sería coño, y eso es figa.
La diversión brillaba en sus ojos.
—No, listilla, tu coño me vuelve loco.
Página
—¿Tengo un coño loco? —bromeé sin aliento.
338
—Cueva en español. —Mientras sus dedos se deslizaban dentro para frotar
la humedad que habían causado, murmuró—: Tu coño me vuelve loco.
Me eché a reír.
—Justo ahora —dije, antes de trabajar más duro por encima de sus boxers.
La boca de AJ encontró la mía en un beso frenético. Nuestras lenguas se
arremolinaron la una contra la otra mientras nuestros dedos trabajaban por liberar
al otro de su ropa interior. Después de que bajé los boxers por sus caderas, me puso
sobre mis rodillas para sacar mis bragas por mis muslos. Poniéndome sobre mi
espalda, las deslizó por mis piernas y las tiró por encima de su hombro. Se sacó los
boxers antes de que su cuerpo se cerniera sobre el mío.
A pesar de que se trataba de hacer el amor, ya había tenido suficiente juego
previo.
—Te quiero dentro de mí, AJ —supliqué.
Girándose hacia mi lado, AJ me besuqueó. Agarrando la parte de atrás de
mi rodilla, me levantó la pierna y después se guio a sí mismo dentro de mí. Con un
solo empuje, me llenó, y yo grite. Sus cálidos labios acariciaron mi cuello mientras
su mano se deslizaba alrededor de mi caja torácica hasta ahuecar mi pecho.
—Oh, nena, tú y ese sonido. Hazlo de nuevo.
Se salió por completo antes de moverse lentamente y entrar deliciosamente
de nuevo. Esta vez, gemí. La siguiente vez él se retiró, se estrelló de nuevo dentro
de mí, y grité.
Página
Sus movimientos dentro de mí casi se convirtieron en una pieza de música
que podría tocar. Variaron entre rápidos y duros y luego suaves y lentos. Me sentí
tan en sintonía con él y tan reconectada. Él debió haber sentido lo mismo porque
nos vinimos juntos. Aunque era temprano por la tarde, él se acurrucó cerca de mí.
Su mano se deslizó alrededor de mi cintura para frotar mi vientre. Incluso después
de que se detuvo, mantuvo su mano presionada contra mi estómago. No paso
mucho tiempo antes de que roncara suavemente contra mi cuello. Cuando
comencé a quedarme dormida, intenté de una vez por todas poner a descansar a
los fantasmas de mi pasado, con la esperanza, más que con la certeza, de que
finalmente todo era adecuado para mí cuando se trataba de AJ.
339
—Joder —murmuró AJ.
Traducido por Katt090 e Itorres
Corregido por Lizzie
M
irando por la ventana de auto del tío de AJ, fui llevada a
los alrededores de Guadalajara. Mientras que AJ se sentó
al frente traqueteando en español al lado de su tío Diego,
Abby estaba aplastada entre Jake y yo en el asiento
trasero. En lugar de un hotel, nos estábamos quedando
con la abuela de AJ que tenía una casa en el corazón de la ciudad. Por lo que me
enteré, tenía una debilidad por AJ como mama Sofía la había tenido conmigo.
Mientras estaba encantada de quedarme con ella y conocer a toda la familia de AJ,
estaba un poco intimidado por el hecho de que la abuela no hablaba inglés.
Girando hacia Abby, le pregunté:
—¿Y qué hago para no parecerme a la gringa fuera de lugar?
Ella se rio.
—Solo un beso en ambas mejillas y decir “mucho gusto”.
Página
—Está bien, creo que puedo hacerlo.
340
Asentí con la cabeza.
—Y te prometo hacerte saber si alguien está hablando mal sobre ti. ¿De
acuerdo?
Me eché a reír.
—Sí. Por favor, hazlo.
Dimos la vuelta en una calle con casas en hileras prensadas demasiado
apretadas juntas, incluso compartían un muro de contención, en lugar del frente
adosado que estaba acostumbrada a ver en Estados Unidos Dado que la casa estaba
prácticamente en la calle, nos detuvimos en un pequeño garaje. Al momento en
que salí del auto, fui emboscada por los familiares de AJ.
—Esta es mi mamá, Mari ―presentó AJ, acariciando a una mujer con un
corte de pelo bob largo hasta los hombros. Con un marco de curvas, era mucho
más baja que AJ, y supuse que había conseguido su estatura de su padre.
Los brazos de Mari estuvieron inmediatamente a mí alrededor, apretando
firmemente.
—Oh Mia, es un placer conocerte.
—Es un placer conocerla, también. AJ me ha hablado mucho de usted.
—Con una sonrisa, agregué—: Especialmente acerca de cómo le gusta mimarlo.
Se echó a reír mientras se alejaba.
—Sí, probablemente lo he malacostumbrado para ser totalmente atendido
por ti. —Agitó un dedo―. Pero no te atrevas a dejar que se salga con eso
―instruyó.
AJ resopló.
―No, yo no lo creo tampoco.
Página
Mari y yo nos reímos.
341
―Sí, no creo que eso sea un problema.
Un hombre alto, que podría haber sido una versión mayor de AJ, dio un
paso adelante. Me dio una cálida sonrisa mientras me tendía la mano.
―Yo soy Joaquín.
―Encantada de conocerte.
Antes de que pudiera decir algo más, un chico guapo y musculoso se puso
delante de mí.
—Mucho gusto ―comencé. Pero cuando me incliné para besar sus
mejillas, él me tiró hacia él y luego procedió a poner un beso en mí. Chillé contra
sus labios antes de empujar mis manos contra su pecho. Cuando me eché hacia
atrás, el chico me sonrió y guiñó un ojo.
AJ resopló un suspiro de frustración a mi lado.
—Y ese sería mi imbécil hermano, Antonio.
Momentáneamente me inundó el alivio de que este era el hermano gay de
AJ y no un pariente excesivamente amoroso que tenía ideas de intercambio de
novias.
—Uh, encantada de conocerte.
—Admítelo, Mia. Soy un mejor besador que este imbécil. —Cuando se
ensancharon mis ojos se echó a reír—. Solo te estoy tomando el pelo—. Luego se
inclinó para otorgar un casto beso en mí mejilla—. Es un placer conocer a la madre
de mi futura sobrina.
Le di una sonrisa sincera.
—Gracias.
AJ gruñó.
Página
—Me alegro de verte, hermano mayor.
342
Luego agarró AJ en un abrazo de oso.
—Solo te vi ayer cuando llegué a la casa, idiota —resopló. Pero me di
cuenta de que estrujaba con fuerza a Antonio.
—¿Dónde está Cris? —preguntó AJ.
Con un rodar de sus ojos, Antonio respondió:
—La señorita Cristina llevó a los niños a la calle del mercado por algunos
dulces.
Las cejas de AJ se fruncieron.
—¿Quieres decir que la abuela no hizo un pastel?
Antonio sonrió.
—Por supuesto que lo hizo. Es solo que los hijos de Cris están demasiado
americanizados por tener un padre gringo. —Señaló con la barbilla hacia mí—.
Justo como su hija probablemente girará su nariz para arriba ante la mayoría de
nuestra comida.
Me eché a reír.
—Bueno, en su defensa, ha sido alimentado en mayor parte por comida
italiana en los últimos cuatro meses y medio.
—¿Va a estar de vuelta para el almuerzo? Realmente quería que Mia
conociera a todos.
—Creo que ella y el gringo mencionaron que llevarían a los monstruos al
zoológico.
Sonreí ante la descripción de Antonio de sus sobrinos, Jase y Luke. AJ me
había dicho que los chicos de cinco y siete años eran unos bichos malos. También
raíces.
Página
de su familia. Podía decir que no le gustaba la forma en que ella se distanció de sus
343
sabía de algunos comentarios que AJ había hecho que Cris era la más americanizada
—¡Alejandro! —gritó una voz, cortando a través del ruido de quien supuse
eran las tías, tíos y primos de AJ detrás de nosotros.
Nos dimos la vuelta para ver un menuda, anciana, con su larga cabellera
blanca metida en un moño, que venía hacia nosotros. Vestía una bata multicolor.
Cuando llegó hasta él, AJ se inclinó para que pudiera darle dos besos en las mejillas.
—Mijo —exclamó, antes de envolver sus brazos alrededor de él. Él frotó
su espalda y besó la parte superior de su cabeza gris. Todo el tiempo habló en voz
baja con ella en español. Una quemadura de dolor recorrió mi pecho ante la dulce
vista delante de mí mientras mis pensamientos se iban a mama Sofía. Era en
momentos como estos cuando veía el verdadero amor maternal en su máxima
expresión, me di cuenta de lo mucho que extrañaba a mama Sofía. Era difícil no
ponerme llorona viendo AJ con su abuela.
Cuando la abuela se apartó, su mirada se enfocó inmediatamente sobre mí.
Me moví nerviosamente en mis pies mientras me miraba, dimensionándome.
—Abuela, ella es mi novia, Mia. —Se volvió hacia mí y me sonrió—. Esta
es mi abuela, Isabella.
Tratando de romper la tensión, di un paso hacia adelante.
—Mucho gusto —le dije, antes de besarla en ambas mejillas. Le di un
abrazo rápido. Después de que me aparté le dije a AJ―: Ella sabe que es parte de la
razón por la que estamos nombrando a la bebé, Isabella, ¿verdad?
Asintió con la cabeza y luego se lo tradujo a ella. Con un gesto de la cabeza,
comenzó traquetear en español hacia AJ. Cuando terminó, se movió a hablar con
Abby, quien comenzó a conversar con soltura con ella en español.
—¿Qué dijo? —le susurré.
Mis ojos se abrieron con horror mientras mi mano cubría mi boca.
Página
con la cabeza—. Se pregunta si Bella siquiera es mía.
344
—Que eres una caza-fortunas, y debería huir mientras pueda. —Él negó
—¡Oh, Dios mío!
AJ rompió a reír.
—Jesús, Mia, ¿podrías conseguir un agarre? Te dije que nadie en mi familia
jamás pensara mal de ti.
—¡Tú stronzo! —grité, golpeando su brazo.
—Tranquila asesina —bromeó.
—Entonces, ¿qué dijo realmente?
—Que eres muy hermosa, y que podía ver que tenías un alma buena y un
corazón lleno de amor.
Di un grito ahogado.
—¿Ella realmente dijo eso de mi alma y corazón como mi anema e core?
AJ sonrió.
—Sí, lo hizo.
—No puedo creerlo. Es como el destino.
Inclinándose, AJ me dió un tierno beso en los labios.
—Yo diría lo mismo.
El teléfono sonó, y la abuela fue a contestar.
—Vamos chicos, les voy a mostrar donde vamos a dormir.
Seguimos a AJ por el pasillo hacia los dormitorios. Se detuvo en la primera
puerta a la derecha.
Mientras dejaba caer mi maleta, Jake, Abby y yo intercambiamos una
mirada con la boca abierta, los ojos abiertos con shock antes de pasar a AJ.
Página
habitación con una cama matrimonial.
345
—Así que tú y Abby estarán aquí —me dijo AJ, antes de señalar a la
—Espera, ¿qué? —exigió Jake.
AJ hizo una mueca.
—Mi abuela, ella es dura, hombre. Quiero decir, en serio con las cosas de
la vieja escuela católicas. —Señaló con el pulgar hacia el crucifijo de plata en la
puerta y luego hizo un gesto al que estaba sobre la cama—. Así que no hace falta
decir que no hay que dormir juntos cuando no estás casado.
—Eso es comprensible ―respondió Abby, dejando caer su maleta.
Las cejas de Jake se dispararon tan alto que desaparecieron en el nacimiento
de su cabello.
—¡Oh diablos no, mi polla no entiende del todo esa mierda!
AJ se puso de pie cara a cara con Jake.
—¿Crees que me gusta más que a ti? Mia y yo acabamos de volver a estar
juntos ayer después de mis cuatro meses de jodidas bolas azules por celibato. Pero
cuando estamos en la casa de mi abuela, nosotros la respetamos a ella y sus reglas.
¿Lo entiendes, Ese?
Después de mirarlo fijamente por un momento, Jake finalmente asintió.
—Sí hombre, te escucho. Lo siento por ser un imbécil.
Abby echó su brazo por encima de mi hombro.
—Tengo ganas de acurrucarme contigo Mia.
Sabiendo que volvería locos a los chicos el burlarnos así, asentí.
—Realmente me gusta acariciar. Espero que no te importe, ya que está tan
—Oh totalmente. Probablemente voy a ir con una camiseta sin mangas y
bragas, si eso está bien contigo.
Página
Mordiéndose el labio para no reírse, Abby asintió.
346
caliente aquí, tengo mis pijamas realmente diminutos.
—Está bien. No soy modesta en absoluto. Puedes ir desnuda si quieres.
Cuando nos volvimos a mirar a los chicos, la baba prácticamente rezumaba
en sus barbillas. No pudimos contener la risa por más tiempo.
—Atrapados —dijimos al unísono.
AJ rodó los ojos y se limpió la boca.
—No es nada gracioso.
La abuela asomó la cabeza en el dormitorio.
—Alejandro, conmigo arriba.
―Sí, abuela.
Abby le sonrió a AJ antes de alcanzar a agitar su cabello.
—Mírate estás todo: ''sí, señora’’ con tu abuela.
Él negó con la cabeza.
—Oye, nada le molesta más que los malos modales. Vamos arriba. Podemos
comprobar dónde dormiremos Jake y yo. Entonces tendremos el almuerzo en la
terraza.
Después de que dejamos mi habitación y la de Abby, seguimos a AJ por el
pasillo hasta una puerta que conducía afuera. Los escalones hasta la terraza
consistían en una escalera circular de hierro forjado. Cuando llegamos a la cima,
me quedé sin aliento. Toda la parte superior de la terraza en realidad era como un
piso, y tenía baldosas doradas con mosaicos de colores arremolinados en ellos. Las
paredes estaban decoradas con obras de arte y porcelana mexicana. Una cerca
corría a lo largo de la parte superior. El aire era más fresco, y se podía ver a varios
AJ sonrió.
Página
―Guau, esto es increíble.
347
kilómetros de distancia sobre las terrazas.
—A pesar de que las vistas habrían sido mejores desde la habitación aquí
arriba, a la abuela no le gustaba la idea de ti en estas escaleras demasiado tiempo.
—Su mano se extendió a posarse sobre mi vientre.
Mi corazón se llenó con su preocupación.
—¿En serio?
—Sí.
—Eso es dulce.
Se inclinó por un beso rápido antes de llevarme de la mano a la mesa. Sus
padres, junto con el resto de su familia, ya estaban sentados.
—Justo aquí, Mia —sugirió Antonio palmeando el asiento de al lado.
En lugar de darle mierda a su hermano, AJ me acomodó al lado de Antonio
y luego se apretó a mi lado. Abby y Jake encontraron lugares en la cabecera de la
mesa. Mis ojos se abrieron ante toda la comida mientras mi estómago gruñía de
hambriento dolor.
Después de apilar algunos tamales, frijoles y arroz, miré hacia abajo al plato
que Antonio me pasó.
—¿Qué es esto? ―le pregunté a AJ.
Él hizo una mueca.
—Lengua de vaca.
Mis ojos se abrieron.
—¿Le-lengua?
lengua, junto con la vista y el olor de ella, hicieron que mi estómago se revolviera.
Temiendo que vomitaría, apreté mi mano sobre mi boca. Casi golpeé mi silla
Página
A pesar de que me estaba muriendo de hambre, la sola mención de la
348
—Es como un manjar. Ellos saben lo mucho que me encanta.
cuando me tropecé fuera de ella antes de correr a la habitación fuera de la terraza.
Echando un vistazo salvajemente alrededor, busqué el baño. Finalmente, lo vi y
corrí dentro, cerrando la puerta detrás de mí. Cuando llegué al inodoro me lancé
sólo dos veces antes de que mi estómago empezara a asentarse. Acababa de
terminar de hacer gárgaras con enjuague bucal que había sacado de debajo del
lavabo cuando sonó un suave golpe en la puerta.
—¿Mia? —cuestionó AJ.
Después de escupir, me limpié la boca y entonces estiré la mano para abrir
la puerta. Agachó su cabeza para entrar, su frente arrugada con preocupación.
—¿Estás bien?
—Mi estómago está bien, pero estoy avergonzada de lo que acabo de hacer
delante de tu familia. Dios, qué buena impresión.
—Aw, amorcito mío, no dan una mierda por eso. Estás embarazada, la
mierda te molesta más de lo normal.
Sonreí hacia él.
—Tengo que decir que embarazada o no, esa lengua asustó el infierno fuera
de mí.
AJ se echó a reír.
—¿Así que me estás diciendo que los sicilianos no comen cosas raras?
—Sí, estoy segura que lo hacen allá en el viejo país, pero no en Atlanta.
Cuando mi estómago rugió entre nosotros, AJ sonrió.
—Vamos, salgamos de aquí.
AJ negó con la cabeza.
Página
la mesa de la lengua?
349
—¿Estarían realmente ofendidos si fuera a acostarme en lugar de estar en
—No, quiero decir, vamos realmente a salir de aquí. Voy a conseguirle a la
mamá de mi bebé un poco de comida americana.
—Pero no quiero…
AJ me hizo callar poniendo sus labios sobre los míos. Cuando se apartó,
ahuecó mis mejillas en sus manos.
—Deja de preocuparte por molestar a mi familia. Ellos te aman solo por
tener a mi bebé.
Crucé los brazos sobre mi pecho.
—Tu bebé ilegítima.
—Oye, siempre podemos legitimarla mientras estemos aquí.
—Si eso es una propuesta, tiene que intensificar tu juego.
AJ se echó a reír.
—Vamos, andando.
Cuando entramos de nuevo en la terraza, la mirada de todos se enfocó en
mí. Traté de no sonrojarme y agacharme detrás de AJ. Él levantó una mano.
—Ella está bien. Voy a llevarla por un poco de aire fresco.
Su madre asintió con la cabeza y luego tradujo para los suyos.
—Lo siento —dije.
Ella sonrió.
—No te preocupes por eso, cariño. Nos pasa a todos nosotros. Solo siéntete
Dejé que AJ me guiara hacia las escaleras. Una vez que estuvimos de vuelta
en el piso principal, agarró un juego de llaves del gancho. Lo seguí por la puerta
Página
—Gracias.
350
mejor.
principal mientras abría la cerradura de uno de los autos en la calle. Después de
abrocharnos el cinturón de seguridad, arrancó el motor, y nos alejamos del lugar.
—Uhm, ¿estás loco? —le pregunté mientras volábamos por las calles
estrechas.
—Lo siento, amorcito mío, pero esta es la forma en que conducimos por
aquí.
—Y pensé que Atlanta era malo —murmuré mientras me encogía.
Ante la vista de los Arcos Dorados a unos pocos minutos por carretera,
jadeé de placer.
—¿Ustedes tienen McDonalds?
AJ se rio entre dientes.
—Contrariamente a la opinión popular, este no es un país del tercer
mundo. Incluso tenemos un Wal-Mart.
—En todas partes del mundo hay un Wally.
—Lo que sea —respondió AJ mientras se relajaba en el auto.
Miré con nostalgia las hamburguesas y papas fritas del menú. Todavía
preocupada por ganar demasiado peso y por eso no ser deseable para AJ, sé que no
debo comer nada que realmente engorde. Con pesar, dije:
—Voy a tener la ensalada de pollo.
AJ puso los ojos y ordenó ambas comidas, hamburguesas con queso doble
y papas fritas. Y él tenía que añadir un pay de manzana también.
mí—. Quiero que comas lo que quieras comer.
Solté un bufido.
Página
—Eso fue acerca de ti y tu neurótico peso de mierda. —Cortó sus ojos hacia
351
—¿De qué fue eso? —exigí cuando comenzó a inclinarse hacia adelante.
—Está bien. Cuando esté tan grande como un Shamu…
—Amo cada centímetro tuyo —respondió AJ, con una mirada de
determinación en sus oscuros ojos. Mi corazón se derritió ante sus palabras, a pesar
de que era difícil creerle.
—Como sea —murmuré, pero me incliné y lo besé. Después de que nos
dieron la comida, movió el auto hacia un espacio de estacionamiento y lo acomodó.
Después me entregó mi hamburguesa, me apresuré y la desenvolví y me metí un
bocado—. Augh, esto es terrible para mí, pero tan jodidamente bueno — murmuré
a través de mi boca llena.
AJ se echó a reír.
—Me alegro de ver que estás comiendo por ti y Bella.
—Oye, siempre y cuando no me des lengua, estaré bien.
—Conseguiremos un poco de “Comida amistosa con Mia” más tarde en el
mercado local.
Después de limpiarme la boca con una servilleta, planté un beso en la
mejilla de AJ.
—Mi héroe.
—De nada.
Cuando terminamos, AJ tiró la bolsa de basura en el asiento trasero y movió
el auto.
—Vamos, déjame mostrarte mi ciudad.
—Pero, ¿qué pasa con tu familia? ¿No estarán enojados de que te he
—Una vez les diga que querías más que nada aprender todo lo posible
acerca de tu segunda casa, Guadalajara, serás masilla en sus manos.
Página
Negó con la cabeza.
352
mantenido conmigo por tanto tiempo?
Me eché a reír.
—Si tú lo dices.
—Tenemos dos semanas con mi familia, Mia. Deja de preocuparte.
—Está bien —le dije con una sonrisa.
Una vez que llegamos a la parte histórica de la ciudad, abandonamos el
auto en un estacionamiento, y AJ comenzó el recorrido a pie. A la vista había un
carruaje vacío tirado por caballos en la esquina de la calle, un pensamiento me vino
a la mente. Después de todo lo que habíamos pasado, necesitábamos un poco de
romance, ¿y que podría ser más romántico que un paseo en carruaje?
—¿Podemos hacer esto?
AJ miró el carro blanco y rosa con desdén. Supongo que el hecho de que
tenía una franja de color rosa que predominaba no facilitaba las cosas.
—¿En serio?
—Por favor.
—Voy a parecer un turista marica de mierda en esa cosa.
Metí mi labio inferior.
—Hazlo por mí y Bella.
Resopló.
—Como si a ella le importara una mierda acerca de un paseo en un carruaje
cubierto de Pepto Bismol. —Pero mientras él estaba discutiendo, estaba sacando
su billetera. Dio un paso adelante y habló con el conductor. Tomando mi mano,
me ayudó a entrar antes de saltar a sentarse a mi lado. En la parte trasera del carro,
AJ se removió en su asiento.
Página
mover la cabeza hacia atrás—. Oh, mira. Todo es romántico.
353
había dos ventanas en forma de corazón. Me acurruqué más cerca de él antes de
—No vamos a mencionar ésta mierda romántica, ¿de acuerdo?
Mi ansiedad ante su comentario fue como poner una patada a toda marcha.
—Pero pensé que podríamos usar un poco de romance.
Sonrió.
—Estoy a favor del romance, pero teniendo en cuenta que no voy a llegar
a tener sexo contigo todo el tiempo que estemos con la abuela, creo que no
necesitamos nada que pueda hacerme sentir aún más frustrado sexualmente.
El alivio me inundó ante su verdadera razón para el derribo de mi ambiente
romántico. Mientras miraba el carro, me asomé a los alrededores.
—Entonces creo que es mejor encontrar un hotel para que pongamos el
pato en el horno de vez en cuando.
Él arqueó las cejas con sorpresa.
—¿En serio?
—Mmm, hmmm. El embarazo realmente te pone caliente, o al menos eso
me ha hecho a mí.
Él se echó a reír.
—Déjame adivinar. ¿Necesitas un semental como yo para cuidar de tus
necesidades?
—Sí.
—Joder sí —murmuró antes de besarme en los labios. Teniendo en cuenta
que seguíamos estando fuera, no vi mucho del camino antes de que AJ llamara al
conductor para que parara y fuéramos a pasear en el centro de la ciudad. AJ me
Al mirar alrededor en la arquitectura, le dije:
Página
histórica.
354
ayudó a bajar, y luego procedió a darme un recorrido oficial, con información
—Esto es realmente hermoso, me recuerda un poco a Italia.
—Una gran parte del diseño es de un estilo neoclásico similar.
Una imponente catedral me llamó la atención.
—Guau, eso es impresionante.
—Esa es la Catedral de Guadalajara o la Catedral de la Asunción de María
Santísima.
—Quiero ir a misa allí.
—Por supuesto, podemos volver cualquier día que desees.
—Gracias.
Él me empujó juguetonamente.
—Vas a hacer una gran impresión en la abuela al ir a misa.
—¿En serio?
―Sip. Ella va todos los días. Por lo general, a una pequeña iglesia cerca de
la casa.
Un remolcador tiró de mi corazón.
—Suena como mama Sofía. Ella también iba todos los días. Me regañaba
porque solo iba el domingo.
—Sonreí ante el recuerdo.
Como si sintiera mi dolor, AJ pasó un brazo alrededor de mi cintura.
—Hablando de tu herencia italiana, apuesto que te gustaría el Teatro
del edificio que parecía algo así como una réplica del Partenón—. ¿Tienen óperas?
Hizo una mueca.
Página
—Sí —murmuré mientras mi mirada se hundía en los intrincados detalles
355
Degollado. —Hizo un gesto a través de la plaza.
—¿Te gusta la ópera, eh?
Sonreí.
—Soy italiana. Los grandes tenores son una parte de mi herencia.
—Sí, lo hacen. Tal vez podamos ir una noche mientras estemos aquí.
Mis cejas se alzaron con sorpresa.
—¿Tú en un esmoquin?
—Infiernos sí.
—Muy tentador, Reséndiz. Muy, muy tentador.
Él se echó a reír.
—Tendré a mi Tío Diego consiguiéndonos unos boletos.
—Eso sería muy dulce de su parte.
—No puedo esperar para presentarte a él en la Quinceañera.
—Estoy deseando que llegue. —En el fondo, mis sentimientos traicionados
por el entusiasmo en mi voz. A pesar de que estaba acostumbrado a una gran
familia, era un poco abrumadora la reunión con todos los familiares de AJ,
especialmente porque la mayoría de ellos aquí no hablan inglés. Hasta ahora, a
pesar de la barrera del idioma, todos habían sido tan agradables y acogedores. Me
sentí agradecida de que Bella tendría tanta gente que la amara.
Dimos un paseo por las calles, disfrutando de las vistas y los sonidos, hasta
que AJ llegó a un edificio que parecía un almacén gigante.
—¿Qué es este lugar?
AJ gimió.
Página
—Ooh, sí, por favor.
356
— San Juan de Dios, un paraíso para los compradores.
—Sabía que te gustaría ir allí.
—Lo haré rápido, lo prometo. Ya me estoy cansando de todas formas.
—Está bien. —A medida que entramos, AJ dijo—: En realidad, tengo que
hacer una parada mientras estamos aquí. —Luego me llevó hacia un mostrador de
joyería, lo que hizo que mi garganta se cerrara. Seguramente, después de lo que
había dicho en el baño no me estaba llevando a mirar anillos. Este viaje se trata de
tomar las cosas con calma y llegar a conocernos el uno al otro. Debe haber notado
mi expresión afectada porque se rio entre dientes—. Tranquila chica. Solo estoy
aquí para recoger un regalo para mi ahijada. Pensé que ya que tú eres una chica,
sería posible que pudieras ayudarme.
—Oh ―le contesté, antes de que el aliento que había estado conteniendo
saliera con alivio. A medida que estudiábamos el contenido dentro del mostrador
de cristal, acribillé a AJ con preguntas sobre los gustos y disgustos de su ahijada.
Sorprendentemente, él sabía más de lo que pensé que sabría, y una vez que me dijo
que su color favorito era el morado, elegí un set de una pulsera y aretes.
—Maldita sea, tienes gustos caros —murmuró AJ, mientras sacaba la
billetera de su bolsillo.
—Vamos, tu ahijada solo tendrá una Quinceañera. —Le di un codazo en el
brazo—. Además, tú eres un músico famoso. No quieres llegar con algo barato,
¿verdad?
—No —respondió, mientras tomaba su cambio. Después tuvimos que
esperar para que envolvieran en papel de regalo las cajas, empezamos a hacer
nuestro camino a través de los puestos de venta de ropa y mantas—. Creo que voy
a conseguir un sombrero para mi padre.
—Ese es el punto —le respondí con una sonrisa.
Página
—Sí, puedo verlo con el estilo de Mama Sofía.
357
AJ rio.
Cuando compré algunos otros pequeños recuerdos para Dee, Shannon, y
algunos de mis primos, AJ insistió en pagar por ellos. Cuando él comenzó a tomar
los paquetes de mí, los contuve.
—Creo que puedo llevar unas bolsas en mi “delicada condición”.
Negó con la cabeza.
—No se trata de que estés embarazada. Es algo habitual aquí en México.
—Cuando abrí la boca para protestar, respondió—: Consigue tus bragas feministas
abajo, Mia, y déjame hacer algo caballeroso, ¿de acuerdo?
—Bien —me quejé, antes de entregar las bolsas.
Estábamos en nuestro camino cuando AJ se detuvo en un barril de joyería.
Sacó algo y pagó a la señora. A continuación, tomó mi mano en la suya y deslizó
un brazalete de metal negro en mi brazo. Miré hacia abajo antes de dispararle un
vistazo.
—¿Me estás tomando el pelo, verdad?
—¿Qué? Es el brazalete de un santo.
—Duh, sé lo que es. Soy católica también, ¿recuerdas?
—¿Entonces cuál es el problema?
Me encogí de hombros.
—Es un poco cursi ahora debido a que Bella lleva uno de ellos en la película
Twilight.
—Me importa una mierda lo que llevaban en alguna película de vampiros
brillantes. Son para protección. —AJ colocó su mano en mi estómago—. Rezo a los
Página
¿de acuerdo?
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santos para que velen por ti y Bella. En todo caso, llévalo para tenerme contento,
Luché para recuperar el aliento ante sus palabras. A pesar de que estábamos
en un mercado lleno de gente, nunca me había sentido más conectada con AJ en
mi vida.
—Está bien, lo haré ―le susurré.
—¿Lista para regresar?
Asentí con la cabeza en respuesta. Cuando comenzamos a caminar de
nuevo al auto, me quedé mirando mi brazalete. De vez en cuando, dejé que mis
dedos rozaran sobre las imágenes de los santos.
—Espera un segundo, ¿de acuerdo?
Antes de que pudiera preguntarle qué estaba haciendo, AJ había cruzado
el estacionamiento hacia donde estaban una mujer y su hijo sentados.
Cubriéndome los ojos del sol abrasador, vi el cartel en la mano. A pesar de que
estaba en español, sabía que pedía ayuda. AJ metió su mano en el bolsillo y sacó un
fajo de billetes. Ella sonrió y agachó la cabeza ante su gesto. El niño, que no podría
haber tenido más de siete años, apuntaba a la cabeza de AJ. Vi a AJ sonreír antes
de quitarse la gorra de béisbol de los Bravos que había tenido desde que salimos de
Atlanta. La colocó sobre la cabeza del niño, lo que causó una mirada de placer.
Y en ese momento de bondad de AJ, cuando no había paparazzis o fans que
impresionar, sabía que era un hombre verdaderamente digno y honorable. Pero
más que nada, sabía lo mucho que realmente lo amaba y quería estar con él. En ese
momento cualquier duda que tenía sobre él o sobre nosotros se evaporó al instante.
Mientras caminaba hacia mí, su sonrisa se desvaneció, y una línea de
preocupación se alineó en su frente.
—Amorcito mío, ¿por qué estás llorando?
y presionándome firmemente contra él—. Oye, oye, ¿qué es esto?
Página
—Oh, sí. Sí, yo… —Lo silencié lanzando mis brazos alrededor de su cuello
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—Lo que acabas de hacer... —dije entre mis hipiantes sollozos.
Me aparté para mirar a sus ojos.
—Amo lo que has hecho, por la madre así como también por el niño. Amo
que reces por mí y Bella. Amo que no me abandones, y sigas empujándome a ver
más allá de mi pasado. Amo que por más que trato de hacer hacerte igual que todos
los otros hombres por ahí, sigues demostrándome que estoy equivocada. Amo que
quisieras traerme aquí para conocer a tu familia... — Mis labios temblaban más—.
Incluso amo que me des grasosa comida americana para comer.
AJ sonrió.
—No hay de qué. —Con el pulgar, apartó algunas lágrimas que corrían por
mis mejillas—. Yo hago todas esas cosas porque te amo. ¿Sabes eso verdad?
—Si lo sé. —Me incliné y llevé mis labios a los suyos. Cuando trató de
profundizar el beso, me eché hacia atrás—. También te amo —murmuré contra
sus labios.
Los ojos cerrados de AJ se abrieron.
—¿Qué has dicho?
Me eché a reír.
—Dije: también te amo. —Ante su expresión de incredulidad, le tomé la
cara entre mis manos—. Sé sin una sombra de duda, que te amo. —Las lágrimas
continuaron derramándose de mis ojos a su camisa—. Eres mi anema e core.
Los labios de AJ eran cálidos y tiernos contra los míos. Cuando él se apartó,
tiró mi labio inferior entre sus dientes por un segundo.
—Tú me haces realmente feliz, ¿lo sabías?
dijo a tu viejo que lo ama.
—Tenemos que trabajar en tu boca antes de que ella llegue.
Página
—¿Has oído eso, Bella? Tu madre terca hasta el culo madre finalmente le
360
Se agachó nivelando sus ojos con mi vientre.
Me sonrió antes de poner un tierno beso en mi estómago. Llevé mis manos
para acariciar sus mejillas. Al momento que las cuentas de mi brazalete de Santos
Página
361
captaron la luz del sol, supe que estaba verdaderamente bendecida.
Traducido y Corregido por Lizzie
―¡O
h, Dios mío, eso fue increíble! ―exclamó Mia mientras
emocionábamos al Teatro Degollado. Desde que yo
estuve de acuerdo, mantuve mis labios cerrados
pellizcándolos. Casi me había quedado dormido en dos ocasiones. Está bien, quizás
me quedé dormido ya que Mia me dio un codazo porque estaba roncando. Incluso
había babeado un poco en su brazo. Por suerte, ella estuvo tan jodidamente
atrapada viendo su ópera favorita, La Bohème, que podría haber prestado menos
atención a lo que yo estaba haciendo.
Página
Pero todo eso cambió cuando la llevé a la silla esperando por ella en el
centro de la terraza. Entonces tomé mi lugar entre los cantantes. Había estado
practicando en secreto durante días, mientras ella estaba pasando tiempo con mi
familia. En perfecto español, comencé a cantarle Aneme e Core. Mientras el sol
362
Pero todavía me sentía como un asno porque esta noche era parte de todo
un muy estratégico plan romántico. Había comenzado esta mañana con una
serenata de mariachi. Cuando ella y Abby se habían tambaleado saliendo a la
terraza a las seis de la mañana para encontrar un conjunto lleno de músicos y
cantantes coreando nuestro himno de Guadalajara, ella se me había quedado
mirando con los ojos y la boca abiertos como si me hubiera vuelto completamente
loco. Para mí, el mariachi era una elección obvia. Quiero decir, Guadalajara es el
lugar donde se originó el mariachi. Pero supongo que Mia se sintió un poco ridícula
en sus pantalones de pijama y cabello despeinado delante de un montón de
hombres extraños con trajes brillantes.
comenzaba a subir sobre la ciudad, lágrimas brillaban en sus ojos mientras me
arrodillaba ante ella y tomaba sus manos en las mías.
Cuando terminé la canción, ella se lanzó a mis brazos, sofocando mi cara
con besos antes de llevar sus labios a los míos.
―Te amo demasiado ―murmuró contra mi boca.
―También te amo.
La banda se quedó, y mientras ellos cantaban Amorcito Mío, Mia y yo
bailamos juntos. Fue entonces cuando la sorprendí con las entradas para la ópera.
Había gritaba de alegría y me había apretado con más fuerza. Cuando todo el
mundo había empezado a regresar a la cama, mantuve a Mia afuera en la terraza.
Presionándonos en un hueco donde nadie podía vernos, la hice girar, presionando
sus palmas contra la pared, y luego tiré de sus pantalones de pijama hacia abajo.
Cuanto más bombeaba furiosamente dentro de ella, más vocal se volvía.
A pesar de que no me importaba una mierda si Jake nos oía en la
habitación, no quería que los vecinos o lo peor de todo, la abuela, nos escucharan.
Cubrí la boca de Mia con mi mano.
―Me pones tan jodidamente caliente con esos sonidos, pero alguien nos
va a atrapar ―le susurré al oído. Ella inclinó la cabeza, y casi hizo volar mi carga
accionando su lengua contra mi mano al mismo tiempo con mis embestidas.
Cuando ella llegó, mordió mis dedos. Seguí rápidamente después de ella.
Ahora todo iba según el plan que tenía en mi mente. Bueno, excepto por
el hecho de que encontré la ópera aburrida como el infierno y con el estómago
lleno de nuestra cena romántica, había hecho un idiota de mí mismo al conciliar
el sueño.
Mirando hacia el cielo estrellado, Mia se quedó sin aliento.
―¿Y qué?
Girando alrededor Mia prácticamente resplandecía de felicidad.
Página
Mientras lanzaba un vistazo a la redonda luna llena, me encogí de
hombros.
363
―¡Mira la luna, AJ! ―exclamó.
―Es una bella luna igual que en Moonstruck, mi película favorita. Y
fuimos a la misma ópera que en la película, también.
Como no tenía ni idea de qué demonios estaba hablando, yo simplemente
sonreí y tomé su mano.
―Vamos ahí. ―Le señalé lo que parecía como un carrusel sin animales.
Era perfecto no solo porque parecía increíblemente romántico todo iluminado con
brillante luces blancas, con una excelente vista de la ciudad. Pero para mí, un
Merry- Go-Round era tan simbólico como mí relación con Mia hasta ahora.
―Está bien ―respondió ella con una sonrisa soñadora. De alguna manera
se las había arreglado para encontrar el vestido de tarde ―de maternidad― más
sexy que había visto nunca. Era satén negro lo que abrazaba sus curvas. Mi favorito
era el escote que dejaba ver sus tetas en expansión. La parte trasera del vestido
colgaba baja, exponiendo más de su deliciosa piel. Cuando hubo salido de la
habitación usándolo, tuve que contenerme para no correr hacia adelante y follarla
en el pasillo.
Después de guiarla por las escaleras, estuve feliz de no encontrar a nadie
más en el interior.
―Esto es tan hermoso. ―Ella se apretó contra mí―. Gracias por hoy, AJ.
Todo ha sido tan increíble en este viaje. Tu familia ha sido tan maravillosa como
los describiste. Me siento como si me hubieran aceptado con los brazos abiertos.
Odio que tengamos que irnos en un par de días.
Acaricie mí cabeza en el hueco de su cuello.
―No hay de qué. Y, por supuesto que te aman. ¿Cómo podrían no hacerlo?
Pero vamos a volver. Lo prometo.
―Cásate conmigo ―solté, mi voz vibrando contra su cuello.
Ella se apartó y me miró a los ojos con incredulidad.
Página
Solo esas palabras causaron que mi plan perfecto recibiera un disparo al
infierno.
364
―Bueno. ―Se pasó los dedos por el cabello―. Dios, te amo demasiado
―murmuró.
―¿Qué?
―Ya me has oído.
―Sí, pero estoy bastante segura de que una declaración como esa vale la
pena repetirla.
Sonreí.
―No eres una tradicionalista, pero si quieres, me pondré de rodillas.
―No puedes estar hablando en serio.
―Muy en serio.
Las cejas de Mia se arrugaron.
―Pero apenas nos conocemos el uno al otro.
Me encogí de hombros.
―¿Cuánto se conoce realmente cualquier pareja cuando se llega a esto?
Claro, puede ser que solo te he conocido por cinco meses…
―De los cuales cuatro de ellos estuvimos separados ―replicó ella.
―Pero todavía sé que quiero pasar el resto de mi vida contigo. ―Mi mano
se posó sobre su estómago―. Además, estás cargando a mi hija.
Mirando las luces parpadeando, Mia dio un triste suspiro.
―Yo no quiero casarme solo por Isabella. Eso es lo que pasó con mis
padres. No quiero que estés resentido conmigo o llegues a verme como "la chica
que te atrapó con un niño”.
Sacudí mí cabeza furiosamente de lado a lado.
―¿No quieres casarte conmigo? ―Mi voz había adquirido un tono herido.
Mia se giró para llevar sus manos a mi rostro, ahuecando mis mejillas.
Página
―Eso dices ahora, pero ¿quién sabe lo que podría pasar en el futuro?
365
―Nunca podría pensar en ti de esa manera. Demonios Mia, en todo caso,
yo soy el que te está atrapando. Perseguí tu obstinado culo hasta que finalmente
decidiste darnos una oportunidad real.
―No es eso en absoluto. Cualquier mujer se sentiría honrada de casarse
contigo. Esto es acerca de mí y todas mis obsesiones. Todo esto parece demasiado
bueno para ser verdad, tú pareces demasiado bueno para ser verdad. Estoy
esperando a que el otro zapato caiga para despertarme y darme cuenta de que esto
no es real.
No podía luchar contra la ira construyéndose dentro de mí ante su
respuesta.
―Maldita sea Mia, ¿cuántas veces tengo que demostrarte que castigarme
por tu pasado no es justo?
Con una mueca de dolor, ella respondió:
―No lo sé... Y lo siento. Realmente lo hago.
―Sabes que los cuatro meses que estuve lejos de ti fueron miserables.
Antes, yo pensaba que había estado enamorado de otras mujeres. Cuando me
dejaron, estuve desolado. Pero no fue nada comparado con lo que experimenté
después de que te fuiste. Estaba jodidamente destruido.
―Así estaba yo ―admitió.
Alcé las manos.
―Entonces, ¿qué carajo más hay que decir? Somos miserables cuando
estamos separados y felices cuando estamos juntos.
Lágrimas se agruparon en sus ojos, y yo negué con la cabeza.
―Oh AJ ―murmuró.
La puse en mis brazos antes de tomar su rostro entre mis manos.
Página
Las lágrimas se derramaron por las mejillas de Mia, pero ella no se molestó
en limpiarlas.
366
―No más mierda sobre cómo soy demasiado bueno para ponerme al día
con todas tus obsesiones y bla, bla, bla. Solo cásate conmigo. No puedes preocuparte
por el futuro, no tenemos ni siquiera prometido el mañana. Justo aquí y ahora.
Cuando veo a Bray y Lily juntos y Jake y Abby, tengo envidia de lo que tienen.
Quiero eso contigo y solo contigo.
―Ha sido un torbellino, pero sé que te amo. Creo que te amé desde el
momento en que me ataste. Nunca había tenido a una mujer desafiándome como
tú lo hiciste.
―¿Realmente quieres casarte conmigo?
―Seguro como el infierno que lo hago.
Ella se rio y limpió las lágrimas de sus mejillas.
―Entonces, ¿dónde está el anillo?
―Estoy tan contento de que finalmente preguntaras. ―Alcanzando
dentro de mí bolsillo, saqué una pequeña caja de terciopelo. Cuando la abrí, un
sollozo se ahogó en la garganta de Mia. Las lágrimas fluyeron tan libremente que
tuvo que parpadear varias veces.
―Ese es el anillo de mama Sofía ―susurró.
Asentí con la cabeza.
―La base lo es. Hice que restablecieran el platino, y luego añadí los otros
diamantes.
―Pero, ¿cómo…
―Tu padre me lo envió. ―Sonreí―. Junto con su permiso para casarme
contigo.
Mia se tambaleó hacia atrás, y tuve que agarrar sus hombros para
sostenerla.
Página
―Tuve a Duke dándole el anillo a Rhys para traerlo cuando él voló hoy. Y
entonces yo le pregunté todo cuando estuvimos por Skype un día o dos después de
que llegamos aquí. ―Le guiñé un ojo mientras mi mente volvía al día en que había
llamado a Duke para preguntarle si podía casarme con Mia. Yo había estado tan
nervioso como un marica que había estado temblando cuando lo hice. Es decir, el
hombre tenía todo el derecho a tomar mis bolas por embarazar a su hija. Eso en sí
fue bastante aterrador, pero este hijo de puta era un ex jugador de fútbol de la NFL
con lazos de amistad con personas relacionadas con la mafia. Yo estaba listo para
367
―¿Cuándo? ¿Cómo?
cagar mis pantalones o entrar en protección de testigos para el momento en que
respondió la llamada. Pero él había sorprendido a la mierda en mí, sin embargo, al
romper a llorar como un marica el mismo.
Agarré la barbilla de Mia en mis dedos, inclinando su cabeza para mirarme.
―Él estaba más que dispuesto a dar su bendición, no solo para que Bella
pudiera ser legítima. Sino porque quería que su niñita sea feliz.
Un sollozo hizo eco en el pecho de Mia antes de que ella realmente soltara
las lágrimas.
―Oh AJ ―murmuró.
Tomé el anillo de la caja antes de tomar su mano en la mía.
―Emiliana Sofía Martinelli, eres la mujer más terca y exasperante que he
conocido. A pesar de que me vuelves loco y a veces me quiera golpear la cabeza
contra una jodida pared cuando estás siendo difícil, no hay nadie más en el mundo
con quien quiero pasar el resto de mi vida.
Ella se rio de mis palabras.
―Gracias... creo. ―Mientras me arrodillaba ante ella, me acarició la
mejilla con la mano―. Alejandro Joaquín Reséndiz, se rompió el molde después
de que se te hicieron. Cada estereotipo que tenía sobre los hombres, te las arreglaste
para romperlo, y le doy gracias a Dios por eso. Te he dado una batalla cuesta arriba,
pero siempre volvías por más. Nunca pensé que podría amar de nuevo o ser amada,
pero me probaste que estaba equivocada. ―Ella se inclinó para llevar sus labios a
los míos―. Gracias por amarme.
―Es un placer, amorcito mío. Para mí, eres perfecta. ―La besé de nuevo
antes de deslizar el anillo en su dedo. Ella lo sostuvo en alto para examinarlo contra
las luces parpadeando.
―Gracias, AJ. Gracias por todo. ―Ella me sonrió. Agarrándome por las
solapas de mi esmoquin, ella me tiró arriba poniéndome de pie―. ¿Recuerdas
Página
―Un hermoso anillo para mi hermosa chica.
368
―Esto es tan hermoso.
nuestro primer día en el carro cuando te dije que necesitábamos conseguir una
habitación de hotel?
Una sonrisa se escabulló en mi rostro.
―Sí, me acuerdo.
―Esta noche quiero hacer el amor con mí prometido, y sabemos que no
estará pasando en casa de tu abuela.
―No podría estar más de acuerdo. No andar a escondidas esta noche o
rapiditos en azoteas para mi futura esposa. ―Corrí mi pulgar sobre sus labios―.
Quiero extenderte en la cama debajo de mí, para que pueda hacer el amor contigo
agradable y lento.
Un escalofrío la recorrió.
―Vamos ahora.
Me reí entre dientes.
Página
369
―Está bien, vamos.
Traducido por nelshia
Corregido por Jo
C
Cuando habían anunciado a Runaway Train como el ganador, pensé que
iba a desplomarse con un ataque al corazón de la emoción. Verlo subir al escenario
Página
A principios de la tarde, me sentí como si fuera Cenicienta en una tierra
de fantasía. Vestida con una vestido de noche de maternidad rojo brillante que AJ
proclamó ser sexy como el infierno, me senté en la tercera fila del Staples Center,
rodeada de una lista de músicos clase A. Habíamos empezado volando alto cuando
Abby y los chicos de la Jacob’s Ladder habían ganado el Grammy al Mejor
Dueto/Grupo de Country. Luego, más tarde derramé lágrimas de alegría y orgullo
cuando Jake y Abby ganaron La canción del año, sobre todo sabiendo cómo había
sido escrito acerca de la difunta madre de Jake. Cuando llegó el momento de
anunciar el mejor Dueto/Grupo Pop, sostuve la mano de AJ mientras
nerviosamente daba palmaditas en su pierna. Había estado en el borde toda la
tarde, pero apenas podía contenerse en su asiento ahora.
370
on adoloridos, e hinchados pies, seguí pegada a AJ en nuestra
tercera post fiesta de los Grammys de la noche. A pesar de que
estaba muerta de cansancio y quería nada más que meterme en
la cama, no me atreví a volver a la habitación de hotel para dormir. AJ estaba en
una adrenalina tan alta, ya que había sido un gran día para Runaway Train, y quería
estar junto a él como su comprensiva prometida.
con los chicos me había hecho sonreír hasta que mis mejillas dolieron y aplaudir
hasta que mis manos estaban rojas y escocían. Brayden había sido empujado
delante del micrófono para hacer los agradecimientos, e hizo un trabajo increíble.
Al final, los chicos acumularon el Mejor Álbum Pop también.
Una vez que la ceremonia había terminado, habíamos estado arrastrando
los pies de nuevo en la limosina, habíamos llegado a empezar a hacer nuestro
camino hacia el después de las fiestas. Me convertí de inmediato en una adoradora
de estrellas en la fiesta del sello discográfico, cuando vi quienes estaban dando
vueltas. A pesar de ser la prometida de un músico famoso, todavía era difícil creer
que esta era ahora mi vida. Bella se metió en las festividades, según más tiempo
pasaba, más pateaba a la mierda fuera de mí.
Después de bailar durante horas, acabábamos de irnos al hotel Chateau
Marmont para una fiesta más pequeña cuando AJ me miró en la limosina.
―¿Crees que necesitas regresar al hotel?
―No, ¿por qué?
―Te ves un poco cansada.
Inclinando la cabeza hacia él, pregunté:
―¿Eso es una manera agradable de decir me veo cómo mierda?
Él se echó a reír.
―¿Esas son las hormonas del embarazo hablando?
―No, no lo es. Además, Bella se está divirtiendo. Ella está levantando una
tormenta.
La mano de AJ vino a descansar en mi enorme barriga.
―Hombre, ella realmente está en ello, ¿no?
―Bueno, si estás segura.
Me incliné para darle un beso.
Página
―Sí, lo está.
371
Sonreí.
―No me perdería un minuto de esta increíble noche contigo.
AJ levantó las manos para acariciar mi rostro.
―Te amo, Mia.
―Te amo más.
Una vez que estuvimos dentro del hotel, AJ y los otros consiguieron
bebidas mientras hacia mi camino hacia los aperitivos. Bella solía ir en un frenesí
de patadas cuando tenía hambre, así que estaba tratando de calmarla. No solo las
costillas estaban lastimadas por sus esfuerzos, sino mi espalda también.
Acababa de terminar mi plato cuando AJ me tendió la mano.
―¿Quieres bailar otra vez? ―Aunque hubiera preferido sentarme en la
mesa y quedarme fuera de mis pies de globo, le sonreí y deslicé mi mano en la suya.
A mitad de la segunda canción, sabía que había cometido un error. El dolor sordo
que se había ido acumulando a lo largo de la espalda baja y en mi abdomen se hizo
más intenso.
Con un suspiro, me aparté de AJ.
―Creo que necesito sentarme y salir de esta ─le grité por encima del
estruendo del bajo en la música y el rugido de la multitud.
Las cejas oscuras de AJ se estrecharon mientras llevaba su mano a mi
abdomen.
―¿Estás bien?
―Está bien. Te amo.
Página
―Solo tengo que sentarme y tomar aire. ―Cuando empezó a conducirme
fuera de la pista de baile, presioné una palma sobre su pecho―. No, esta es tu
noche. Yo puedo llegar a una mesa perfectamente. ―Él abrió la boca para
protestar, pero apreté mis labios en los suyos para silenciarlo―. Estoy bien. ―Hice
un gesto hacia la multitud de personas que estaban esperando para hablar con él―.
Ve, diviértete.
372
Forzando una sonrisa a mis labios, balanceé mí cabeza.
Mientras oscilaba dentro y fuera de la multitud de gente, pensé que nunca
lograría llegar a la terraza. Las personas se arremolinaban alrededor,
principalmente fumando, pero no estaba tan concurrido como en el interior. Mis
tacones hacían clic en la baldosa mientras trataba de escapar de las nubes de humo.
Suspiré con alivio cuando encontré una silla vacía metida en un hueco. Pero
después me descansé mis pies y tomé unas cuantas respiraciones profundas, el dolor
seguía irradiando a través de mi espalda baja y el abdomen.
―¿Mia?
Miré hacia arriba para ver a Brayden de pie delante de mí. Cuando se dio
cuenta de que realmente era yo, rápidamente apagó el cigarrillo que había estado
fumando.
―Lo siento.
―Está bien.
―¿Qué haces aquí sola?
―Solo necesitaba un poco de aire.
Sacó un paquete de goma de marcar de los bolsillos y me ofreció un pedazo.
Cuando me negué, se metió tres piezas en la boca. Él me dio una sonrisa tímida.
─¿Me harías un enorme favor al no decirle a Lily que estaba aquí afuera
fumando? Sabes, considerando que supuestamente lo dejé hace tres meses.
Me eché a reír.
―Te voy a hacer un trato. No voy a decirle a Lily sobre el fumar si tú no
le dices a AJ que tenía razón, y realmente no debería habérmele pegado a todas las
fiestas de esta noche. La ceremonia fue suficiente.
Brayden cruzó los brazos sobre el pecho y ladeó la cabeza
desconfiadamente.
―Estoy cansada, eso es todo.
Página
Suspiré.
373
―¿Qué quieres decir?
―Mia ―imploró.
―Está bien. Estoy teniendo algunos dolores...
Brayden se arrodilló a mi lado, su expresión se nubló por la preocupación.
―¿Qué tipo de dolores?
―No es nada. En serio. Son solo mi espalda y los pies. ―Cuando él frunció
sus labios hacia mí, cedí―. Empecé con calambres en la pista de baile. Pero estoy
segura de que solo me excedí esta noche, y necesito un poco de descanso. Si me
siento aquí un poco más y pongo mis pies en alto, voy a estar bien.
―Voy a traer a AJ ―dijo Brayden, saltando desde el suelo.
Agarré su manga y lo tiré hacia atrás.
―No, por favor, no hagas eso.
―Mia, como un esposo, confía en mí cuando digo que cuando tu esposa
está embarazada y con dolor, quieres saberlo. Para AJ, eres más que su prometida,
ya eres su esposa.
―Pero esta es la noche más increíble de la vida de AJ, por la que ha
trabajado tan duro. Ha estado en las nubes todo el día, y quiero que saboreé cada
momento. No puedo soportar la idea de arruinar un segundo de ella causándole
preocupación innecesaria como la prometida molesta.
―Él necesita saber, y voy a decirle.
―¡No, si puedo llegar a él primero! ―repliqué. Cuando salté de mi asiento,
el infierno se desató debajo de mi cintura. Un dolor serpenteante y desgarrador
rebotó a través de mí, y gemí.
Página
Mientras Brayden y yo mirábamos fijamente el charco en que estábamos,
mi mano voló a taparme la boca.
374
―¿Mia? ―Justo cuando Brayden se acercó a mí, mi fuente se rompió con
una fuerza tal que salpicó mis piernas y la parte superior de los zapatos de Brayden
antes de extenderse por el suelo.
─Oh Dios, no puedo creer lo que acaba de suceder. Todo la mierda de“lo
que puedes esperar” no te prepara para Splash Mountain. ―Cuando me atreví a
mirar a Brayden, sacudí mi cabeza―. Estoy muy muy apenada por tus zapatos.
Él se echó a reír.
―Mia, cariño, podría dar dos mierdas sobre mis zapatos en este momento.
Estoy un poco más preocupado por el hecho de que estás en trabajo de parto.
―Oh maldición ―murmuré.
―Tenemos que llevarte al hospital.
Las lágrimas escocían en mis ojos.
―Ahora realmente voy a arruinar la noche de AJ.
Mientras sollozaba, la mano de Brayden llegó a acunar mi mejilla.
―Mia, te lo prometo cuando se llega a esto, los premios y las fiestas no
significaran una mierda cuando sostenga a Isabella en sus brazos por primera vez.
Nada volverá a compararse a ese momento cuando vea la vida que ayudó a crear.
Mi labio tembló ante sus dulces palabras.
―Gracias.
Sonrió.
―No hay de qué. Ahora ¿por qué no solo te sientas de nuevo aquí mientras
voy a buscar AJ, y entonces te llevaremos a la limosina?
―Sí, eso debe ser… ―Mi voz se ahogó cuando el dolor atravesó mi
abdomen como una locomotora de vapor embistiendo. Me doblé y grité. A mí
alrededor, pude escuchar a Brayden hablando furiosamente con alguien, pero no
pude distinguir sus palabras a través del dolor agonizante. Parecía no tener fin
antes de que finalmente amainara.
Página
Miré hacia arriba para verlo despedazar la veranda, su rostro ceniciento
por la preocupación. Cuando llegó a mí, me envolvió en sus brazos―. Amorcito
mío, está bien. Estoy aquí ahora.
375
―¡Mia! ―gritó AJ.
Antes de que pudiera detenerme, las lágrimas escocían en mis ojos.
―Oh AJ, siento mucho entrar en trabajo de parto esta noche.
Sus ojos se abrieron.
―¡No te atrevas a decir eso! Tú y Bella son mi mundo.
Otro dolor me recorrió y grité.
―Vamos. Tenemos que conseguir llevarte a la limosina. ―AJ envolvió un
brazo alrededor de mi cintura mientras que el otro lo utilizaba para empujarnos a
través de la multitud. Brayden iba por delante de nosotros, empujando a la gente
fuera del camino para despejarlo. En el momento en que llegamos fuera, Jake,
Abby, Lily, y Rhys caminaban junto a la limosina.
―Oh Dios mío, Mia ―gritó Abby, corriendo hacia mí.
―Estoy bien... solo estoy en trabajo de parto.
―Y vamos a llevarte al hospital lo antes posible ―respondió Lily.
―No, no, ustedes necesitan quedarse y divertirse ―protesté.
Jake sonrió y negó con la cabeza.
―Creo que hay una fiesta a la que ir, la fiesta de la presentación de la
señorita Bella al mundo.
Me eché a reír.
―Sí, va a ser una rockera con seguridad.
―Muy bien, hemos hablado bastante. Tienes que estar dentro de la
limosina. Ahora ―ordenó AJ.
―Eso fue intenso ―dije con voz ronca.
Página
Cuando por fin salí de mi neblina de dolor, vi que Abby y Jake se habían
hundido en el interior también.
376
―Eesh, tan mandón ―murmuré antes de que me metiera. AJ tiró su
chaqueta de esmoquin sobre el asiento. Justo cuando me senté, otro dolor se
apoderó de mí. AJ inmediatamente apareció a mi lado y agarró mi mano.
―Lo siento mucho ―murmuró AJ, besando mi mejilla.
Me estaba ajustando en el asiento cuando el chofer de la limosina apareció
en la puerta.
―¿Por qué no nos estamos moviendo? --preguntó Jake.
Su rostro palideció.
―Parece que estamos teniendo problemas con el motor.
―¿Perdón? ―exigí con los dientes apretados.
―No enciende.
―¡Tienes que estar jodidamente bromeando! ―exclamó AJ.
Jake negó con la cabeza.
―¿Tal vez podamos pedir prestado el auto o la limosina de alguien más?
El chofer de la limosina negó con la cabeza.
―Acabo de llamar a los paramédicos en el comunicador. Ellos estaban
justo a la vuelta de la esquina, y deberían llegar en cualquier momento.
―Mierda ―murmuré mientras otra terrible contracción rebotaba a través
de mí. Mirando hacia atrás, me di cuenta que todos los dolores que había tenido
ayer y hoy no eran solo dolores del embarazo habituales o contracciones pre-parto.
A pesar de que era una enfermera cardíaca, ¿cómo diablos podría no haberme dado
cuenta por las señales que estaba en trabajo de parto?
Agarré la mano de AJ apretada mientras cabalgaba la agonizante ola dolor.
Cuando finalmente se calmó, me relajé. Pero fue en ese momento que sentí que
algo había cambiado debajo de mi cintura.
―Uhm, esto es probablemente totalmente mi imaginación, pero se siente
como si ella ya está saliendo.
Página
―Las contracciones vienen cada vez más rápido. ¿Quieres que yo... ―Ella
miró entre AJ y Jake antes de mirar de nuevo hacia mí―. Ya sabes, ¿revise las
cosas... ahí abajo?
377
Abby miró hacia abajo a su teléfono.
―Sí, eso probablemente no haga daño. Quiero decir, entre nosotras dos,
probablemente tenemos solo la suficiente la formación de enfermería para ser
peligrosas cuando se trata de parto y alumbramiento.
Cuando Abby se estiró para subir mi vestido, Jake alzó las manos a la
defensiva.
―Espera, lo siento, pero tengo que largarme de aquí ―dijo, antes de salir
por la puerta. Yo alcancé a ver a Rhys caminando de ida y vuelta con Brayden y
Lily antes de que Jake cerrara la puerta.
Abby llegó suavemente bajo mi vestido para quitar las bragas empapadas.
Ella las tiró a un lado, y luego empujó el dobladillo hacia arriba.
―¡Oh, Dios mío! ―gritó.
―¿Qué? ―exigimos AJ y yo al unísono.
―Tenías razón. La cabeza de Bella... está como... ahí mismo.
―Oh, mierda, ¿ya he coronado?
―Caray, ¿qué diablos está coronando? ―cuestionó AJ.
―¿No leíste alguno de los libros de bebé que te di?
Una mirada tímida entró en su rostro.
―Me leí por encima algunos de ellos. Esas fotos de parto eran muy
intensas.
―Bueno, para tu información, coronación significa que es hora depujar.
Sacudió la cabeza violentamente hacia atrás y adelante.
―Pero no puedes pujar aún. Los paramédicos no están aquí. ¿No puedes
mantenerla dentro?
Página
―Lo siento, fue una pregunta realmente estúpida. ―Tragó saliva―. Está
bien, entonces, ¿qué hacemos?
378
La mirada de muerte que tanto Abby como yo le disparamos lo hizo
encogerse hacia atrás en el asiento. Él levantó las manos a la defensiva.
Abrí la boca, pero fui interrumpida por el ulular de la sirena de una
ambulancia. Ante terror asolado en la cara de AJ, apreté su mano.
―Ahora está bien. Los Técnicos en Emergencias Médicas sabrán qué
hacer.
Acababan de llamar en la ventana, cuando otro dolor se apoderó de mí,
esta vez se sintió como las manos de un gigante exprimiendo mi abdomen. No
podía dejar de pellizcar mis ojos con fuerza y empujar, independientemente de que
los paramédicos estaban allí o no. Voces hicieron eco a mí alrededor, pero todo lo
que podía hacer era centrarme en las contracciones mientras llegaban más fuerte
y más rápido.
M
ientras me agachaba junto a Mia en la parte de atrás de la
limosina, la ironía de la situación no pasó desapercibida para
mí. Estuvimos juntos sexualmente como pareja por primera
vez en el suelo de una limosina y ahora nuestra hija iba a
nacer en una. Mia estaba avanzando tan rápido que el paramédico se negó a
moverla.
Página
Pero cuando obtuve mi primera vista de la cabeza coronada de Bella, fue
como que un relámpago me golpeara. Incluso desde mi ventajosa perspectiva, pude
ver que tenía la cabeza llena de cabello negro azabache. Algo acerca de ver a esa
379
Cuando me había atrevido a protestar que quizá tener un bebé en una
limosina no era la mejor idea, me habían ignorado. En su lugar, habían jalado para
arriba el vestido de Mia aún más y abrieron sus piernas para la alumbramiento. La
mierda se estaba volviendo épicamente real, y no estaba seguro de que pudiera
manejar la situación.
pequeña cabeza envió asombro y reverencia instantánea ondulando a través de mí.
Esta era mi niña. Ya no me importaba una mierda que estuviéramos teniéndola en
una limosina y no en una estéril sala de partos. Lo único que importaba era que mi
hija, mi niña, estaba a punto de nacer.
Mientras susurraba suaves palabras tranquilizadoras al oído de Mia, ella
soplaba y resoplaba bocanadas de aire mientras su rostro se contraía de dolor.
Odiaba que ella tuviera que hacer esta mierda sin buenas drogas. Durante todo el
tiempo que estuvo embarazada, ni una sola vez había abogado por el parto natural,
incluso, se rehusó a esas clases en las que te enseñan a respirar porque sabía que
ella quería drogas. Pero ahora se estaba negando todo eso por mi culpa, y su
estúpido honor como mi leal prometida para ir conmigo a mi mierda de fiesta de
Grammys.
Una electricidad crepitaba en el aire mientras uno de los paramédicos
comenzaba a moverse más rápido entre las piernas de Mia. Un frenesí de actividad
estaba pasando por debajo de su cintura, pero yo me enfoqué en ella. Sostuve su
mirada mientras subía por las olas de dolor, y finalmente recurrí a cantar en
español en su oído. Sabía que ella siempre había dicho que el español la excitaba y
eso era lo último que ella estaba pensando en este momento, pero pensé que podría
ser un poco reconfortante. Parecía ayudar un poco.
Y luego, casi como magia, un minuto Bella no estaba allí, y al siguiente ella
apareció, ensangrentada y quejándose en las manos del paramédico. Las lágrimas
escocieron mis ojos ante la visión de ella, y no me molesté en tratar de ocultarlas.
A medida que el paramédico succionaba la nariz y la boca de Bella, Mia me
apretó la mano.
—¿Está bien? —cuestionó.
—Claro —contesté, tomando las tijeras de él. Una vez que Bella se liberó
de Mia, el paramédico la envolvió en una manta y me la entregó—. Señor, voy a
Página
—Se ve bien, genial, en realidad, teniendo en cuenta todo. Por supuesto,
ellos la examinarán en el hospital. —Volteándose hacia mí, me preguntó—. ¿Le
gustaría cortar el cordón?
380
El paramédico sonrió.
darle a la bebé por un momento mientras alistamos a su esposa para su
transferencia al hospital.
Incapaz de corregirlo por nuestro estado civil, apenas sacudí la cabeza. No
podría haber hablado, si hubiera querido. Estaba demasiado cautivado por el
pequeño bulto en mis brazos. A pesar de que todavía estaba un poco ensangrentada
y sucia por el parto, Bella era la cosa más impresionante y hermosa que jamás había
visto en mi vida, junto a su madre. Sus pulmones parecían estar funcionando muy
bien porque ella se lamentaba moviendo su cabeza, sus diminutos rasgos arrugados
con enfado.
—Bienvenida al mundo, mi amor —murmuré en español.
Ante el sonido de mi voz, ella interrumpió sus gritos antes de ensanchar
los ojos mirando hacia mí.
—Santa mierda —murmuré antes de sacudir la cabeza—. Genial, ahora ya
estoy maldiciendo en frente ti. Vas a tener que darle a tu viejo un poco de holgura,
¿de acuerdo? —Ella continuó escrutándome como si fuera era el mayor misterio
en su nuevo mundo. La verdad era que ella era el misterio más grande en el mío,
el tesoro más grande que jamás podría tener.
La mano del paramédico en mi hombro me sacó de mi trance.
—Está bien, necesito que salgas con la bebé, para que mi compañero pueda
conseguir la camilla para tu esposa.
Cuando salí cuidadosamente de la limosina, descubrí que una multitud de
personas se había congregado en torno a la limosina y la ambulancia.
Afortunadamente, el compañero de nuestro paramédico, junto con la policía, había
trabajado en erigir sábanas para bloquear la vista de cualquier transeúnte o
paparazzi.
Jake se rio.
Página
—Hola —dije débilmente.
381
Repasando las caras, vi que Jake y a los otros estaban a un lado de la
ambulancia. Caminando tan cuidadosamente como podía, me dirigí hacia ellos.
—Amigo, parece que acabaras de volver de la guerra. Pensé que era Mia
quien estaba dando a luz a la niña, no tú.
—Cállate, idiota. —Miré a Bella antes de mirarlo de nuevo a él—. Verla
nacer, sostenerla en mis brazos, es lo más jodidamente intenso que he
experimentado jamás. —Ante la “bomba J”, hice una mueca—. Genial, ella ha
estado aquí menos de diez minutos, y he maldecido dos veces.
Abby sonrió mientras se inclinaba para besar la parte superior de la cabeza
de Bella.
—Hay cosas peores que puedes hacer además de maldecir delante de ella.
Obviamente estás haciendo algo bien porque parece muy cómoda.
—Supongo que tienes razón. —Mi atención se arrastró por encima de mi
hombro, donde el tamborileo de las ruedas de la camilla de Mia llegaron chillando
hasta la puerta abierta de la ambulancia. A pesar de que estaba pálida y sudorosa,
Mia nunca había parecido más hermosa para mí. Ella les dio una sonrisa a los demás
antes de que fuera cargada en la ambulancia.
—Nos vemos en el hospital, ¿de acuerdo? —anunció Abby.
—Está bien —respondió Mia.
—Felicidades gran papi —dijo Jake, antes de darme una palmada en la
espalda.
—Gracias. —Le sonreí antes de girarme para entregarle a Bella al
paramédico. No confiaba en mí para subir al interior con ella en mis brazos. Me
subí y luego me deslicé por el banco. El paramédico le había entregado a Bella a
Mia, y ella la estaba acunando en sus brazos, con lágrimas corriendo por sus
mejillas. Cuando me miró, sonrió.
—Gracias.
—Gracias por darme todo lo que no me había dado cuenta que siempre
había querido.
Página
Negó con la cabeza.
382
—¿Por hacerte tener un bebé en la parte trasera de una limosina?
Me incliné y la besé.
Página
383
—Me siento de la misma manera.
Traducido por Maru Belikov (SOS)
Corregido por Jo
P
arpadeando, traté de recordar donde me encontraba. El olor
a antiséptico de hospital asaltó mi nariz, y por un minuto,
pensé que estaba de regreso en el piso de cuidado cardíaco
en St. Joe’s. Pero si estaba de turno, ¿qué demonios estaba
haciendo en la cama? Cuando me removí ligeramente, una ola de puro cansancio
pasó a través de mi cuerpo junto con un dolor entre mis piernas tan fuerte que se
sintió como si un Buick29 hubiera conducido a través de ellas.
Página
Mis oídos se agudizaron al oír un canto. Girando la cabeza sobre mi
almohada, seguí el sonido hasta donde AJ se encontraba sentado con Isabella en
sus brazos. Recordé que una vez que llegamos al hospital, la habían apartado de mí.
Después de pesarla y medirla, había sido devuelta para que yo la alimentara. Una
vez que terminó y dejó mis brazos otra vez, el cansancio me había vencido, y me
había quedado dormida.
384
Y luego me doy cuenta. Di a luz a Bella. Una repetición de los eventos de
la noche se estrelló contra mí. Oh Dios, yo dando a luz en la parte trasera de una
limosina afuera de la fiesta después de los Grammys. ¿Qué podría ser más bizarro?
A estas alturas podía imaginar la historia y fotos que habían sido filtradas, enviando
a los medios a un frenesí.
29
Buick: Es el nombre del modelo utilizado por Buick que es una división de General Motors para una
línea de vehículos de tamaño completo de alto rendimiento.
Ahora que había despertado de mi pequeño coma, vi que Bella había sido
aseada, vestida con un mameluco, y tenía un pequeño gorrito con un enorme lazo
rosado sobre su cabeza. Mientras se balanceaba adelante y atrás, AJ le cantaba
suavemente en español. Con ojos bien abiertos, ella miraba arriba hacia él,
ocasionalmente moviendo sus pequeñas manos o chasqueando su lengua. La
expresión de puro amor y admiración en el rostro de AJ mientras miraba abajo a
su hija hizo que mi corazón se detuviera y luego volviera a latir.
Cuando atrapé la mirada de AJ, él me sonrió antes de mirar de nuevo a
Isabella.
—Parece que mami finalmente está despierta.
—¿He estado mucho tiempo fuera? —pregunté, mientras trataba de
sentarme en la cama.
—Cerca de tres horas.
Mis cejas subieron en sorpresa.
—¿En serio?
Él asintió.
—Lo necesitabas sin embargo.
—Supongo. —Con un gruñido, limpié mis ojos—. Siento como si hubiera
sido golpeada por un autobús.
—Lo imagino. Acabas de dar a luz, por el amor de Dios.
—En la parte trasera de una limosina, nada menos.
En lugar de hacer una broma de nuestra situación, me dio la más sincera
sonrisa.
las dijo.
—Lo fue, ¿cierto?
Página
Lágrimas llenaron mis ojos por sus palabras y la profunda emoción con que
385
—Incluso aunque no fue aquí en el hospital como hubiéramos querido, fue
la experiencia más increíble de mi vida.
Él asintió mientras tomaba los puños de Bella en sus dedos.
—Sabes, antes pensaba que la amaba, pero ahora que está aquí, es increíble.
Sorbiendo, me estiré por un pañuelo en la mesa al lado de la cama.
—Te amo por quererla tanto, AJ. Pero más que nada, te amo por ser el
hombre que eres.
—Yo también te amo, amorcito mío.
Quería besarlo, envolver mis brazos alrededor de él y nunca dejarlo ir, pero
estaba muy cansada. No pude ocultar mi bostezo. AJ sonrió.
—Tú solo descansa, amorcito mío. Yo me encargaré de Bella. Bueno, hasta
que necesite algo de pecho otra vez.
—Lo que sea —murmuré, con una sonrisa.
Cuando AJ empezó a tararearle a Bella otra vez, solté una risita.
—Sabes, me estás preparando para el fracaso al cantarle así. ¿Qué haremos
cuando estés de gira, y ella esté atrapada con alguien fuera de tono como yo?
AJ sonrió.
—Quizá pueda ir al estudio a grabar algunas pistas para que las toques
cuando yo no esté.
—Eso suena como una buena idea. —Señalé hacia la cuna—. Deberías
recostarla por un rato. Sé que tienes que estar cansado, también.
—Estoy bien —murmuró.
—¿Pero recuerdas como todos los libros sobre bebes dicen que la mimamos
si la sostenemos mucho?
—Sí, bueno, a la mierda el Dr. Spock y todos esos otros idiotas.
Página
—Lo siento. Sé que debo cuidar mi lenguaje alrededor de ella. —Sus
ardientes ojos negros se encontraron con los míos—. Además, pensé que habíamos
acordado no seguir esos libros y criarla a nuestro modo.
386
—¡AJ!
—Sí, lo sé, pero…
Él exhaló un doloroso suspiro.
—Solo quiero hacer esto tanto como pueda, Mia. Quiero decir, nos vamos
a ir de gira a la Costa Este en dos semanas. —Mordió su labio inferior como si
estuviera tratando de no llorar, pero las lágrimas llenaron sus ojos de todos
modos—. Ya siento este agobiante pánico de que necesitaré memorizar cada detalle
de su rostro, sus manos, y cuerpo antes de que tenga que irme por tanto tiempo sin
verla.
—Bueno usaremos el Skype cada noche, y te enviaré fotos cada día
—protesté, suavemente.
Él dio una ligera sacudida a su cabeza.
—No es lo mismo como sostenerla en mis brazos, acurrucarla cerca de mi
corazón, y oler su dulce, pequeña esencia de bebe. —Él me inmovilizó con una
mirada—. Y no te atrevas a decir algo para aligerar el humor como “bueno, ¡no
estarás pensando que huele tan dulce al siguiente cambio de pañal!”
—AJ —dije.
Página
Pero mientras veía las lágrimas correr por las mejillas de AJ hasta la manta
de Bella, algunas de las palabras de mama Sofía hicieron eco en mi mente. “El
matrimonio es sobre compromiso, Emiliana. Es dar y recibir, pero al final, siempre
va a ser la mujer la que da más porque es el alma y corazón de su hombre y familia.
Y cuando se trata de ser una madre, no hay nada que no sacrificarías para asegurar
la felicidad y salud de tu hijo”. Mientras más resonaban las palabras en mi mente,
más me daba cuenta de lo que tenía que hacer.
387
—No iba a hacerlo —murmuré. Después de todos los problemas que
habíamos tenido, la única discusión que AJ y yo habíamos experimentado en
nuestros últimos cinco meses juntos fue mi decisión de no ir de gira con él una vez
que Bella naciera. No era que no quisiera estar con él, solo quería que Bella tuviera
la comodidad y seguridad de un biberón no estando sobre ruedas. También estaba
lo de mi trabajo, al cual incluso aunque AJ pensaba que era absurdo, quería regresar
en un par de meses. No era acerca de que necesitáramos el dinero, era la necesidad
de querer ayudar y sanar personas.
—¿Sí? —preguntó, sin apartar los ojos de Bella.
—No quiero que tengas que estar separado de Bella o de mí.
Movió su mirada a la mía.
—¿Qué estás diciendo?
—Estoy diciendo que iré a la gira contigo, si todavía quieres.
—¿Sí quiero? ¡Me encantaría! —Él se levantó de la mecedora y vino a mi
lado. Con Bella situada en un brazo, se inclinó sobre los rieles de la cama con el
otro. Me dio un prolongado beso lleno de cariño que calentó mi corazón. Cuando
se apartó, sus cejas se juntaron—. ¿De verdad estás dispuesta a dejar tu trabajo y
vivir la caótica vida sobre un apretado autobús solo por mí?
—No solo por ti. —Besé la cabeza con gorrito de Bella—. Por ella, también.
—Sonreí hacia AJ—. Como su mamá, es bendecida con un increíble y amoroso
padre, y no debería ser privada de un segundo con él.
—Oh Dios, me haces tan feliz —dijo él, trayendo sus labios de regreso a
los míos.
—Me siento de la misma manera sobre ti.
Pero cuando menos lo merecía y después de ser tan terca, había encontrado
la aceptación de mí misma, el amor de mi vida, y mi propia familia.
Página
Después de todo, hace un año durante los tiempos más oscuros de mi vida,
nunca hubiera pensado que era posible experimentar la felicidad que estaba
experimentando ahora. No me hubiera imaginado que podría haber un hombre
como AJ, uno que fuera tan increíble, tan dulce y cariñoso, tan generoso tanto
fuera como dentro de la habitación. Pero sobre todo, uno que era verdaderamente
mi alma gemela, el que mama Sofía siempre había dicho que un día vendría. En su
lugar, todavía estaría creyendo las muchas mentiras que los ex de mi pasado
maltrecho y roto me habían dicho.
388
Y a mitad de un muy idílico y romántico beso, Bella dejo salir un quejido
que solo podría clasificar, como “¡Quiero leche, y la quiero ya!” apartándome,
acaricié tiernamente la mejilla de AJ antes de tomar a Bella en mis brazos. No sabía
cómo pude ser tan bendecida, pero definitivamente estaba agradecida.
Traducido por Debs (SOS)
Corregido por Lizzie
M
ientras estaba en la puerta que conducía al altar de la
catedral de Cristo Rey, jugueteaba nerviosamente con mis
pies adelante y atrás. Al mismo tiempo, mis dedos
entonaron un ritmo en los pantalones negros de mi esmoquin. El intenso aroma
dulce de todos los arreglos florales picaba mi nariz, mientras que en mis oídos
sonaba la música de la ceremonia antes de la boda, a todo volumen del enorme
órgano.
Pasando un brazo alrededor de mi hombro, Jake dijo:
—¿Sabes, todavía podemos correr si es lo que quieres?
Solté un bufido.
—Sí, claro. ¿Quieres una turba de sicilianos enojados detrás de nosotros?
—Además, no hay nada más que quiera hacer que casarme con Mia.
Página
—No, está bien.
389
Jake se rio.
—Lo sé, hombre. Solo tenía que tomarte el pelo. —Miró a la banda de
platino en su mano izquierda y sacudió la cabeza—. ¿Quién hubiera pensado que
tú y yo estaríamos encadenados con bolas y cadenas a la madura edad de veintiséis
años?
—Yo no. Eso es malditamente segur, —le contesté, con una sonrisa. Giré
la cabeza hacia Rhys—. Ahora solo tenemos que conseguirle a alguien, y todos
seremos tipos casados.
Rhys sacudió la cabeza violentamente hacia atrás y adelante.
―Jódete amigo. No voy a casarme hasta que tenga treinta.
Puse los ojos en blanco.
―Sí, dije lo mismo.
―Dije cuarenta —dijo Jake.
Con un encogimiento de hombros, Rhys dijo:
—Bueno, no va a suceder para mí en cualquier momento cercano.
¿Entienden?
—Lo que sea —dijimos Jake, Brayden y yo al unísono.
Fuimos interrumpidos por el coordinador de la boda.
—Ya es hora.
Mientras mi corazón saltaba a mi garganta con los nervios, puse las manos
juntas como si estuviera listo para el show en la carretera. No era que estuviera
nervioso por casarme con Mia, he sido totalmente la chica en la relación por estar
listo para casarme inmediatamente. Diablos, me habría casado con ella en México
carretera, y lo más importante, tener a Bella antes de casarnos. Al final, tenía más
sentido porque ella quería la boda de sus sueños, la que una vez había planeado
Página
tiempo para estar comprometidos e instalados, en nuestra nueva vida en la
390
justo después de que se lo propuse. Pero ella había querido esperar para darnos
hace años con ese imbécil de Dev. Entre mi calendario de gira y un recién nacido,
había tomado un poco más de tiempo conseguir planear y ejecutar la boda.
Con una sonrisa de confianza a mis padrinos de boda, les dije:
—Bueno, vamos a hacer esto.
Mi primer paso a la multitud fue de total confianza. Como padrino,
Antonio siguió detrás de mí, entonces Jake, Brayden, y Rhys. Mi Tío David era
parte del cortejo junto con mi padre, como así también algunos de mis primos.
Estábamos llenos de asistentes tanto Mia como yo teníamos nueve personas... cada
uno.
El órgano se puso en marcha con los acordes de Canon in D para que las
damas de honor entraran. Las grandes puertas dobles, en la parte posterior de la
iglesia se abrieron, y un coro de “aww” resonó en la catedral con la apariencia de
Bella. Dando sus primeros pasos lo mejor que pudo por el pasillo, parecía una
muñeca que respiraba en su vestido lavanda con volantes blancos y cintas en su
cabello corto y oscuro. Ella había cumplido un año, unas pocas semanas antes, pero
había estado caminando desde que tenía solo diez meses, tanto para mi
consternación como la de Mia, que la perseguíamos por todas partes.
Sosteniendo su mano, Melody llevaba un vestido blanco a juego con una
faja lavanda. A pesar de que Melody tenía casi tres años, tanto ella como Bella eran
como armas cargadas, ya sea si en realidad podrían ejecutar sus deberes como
floristas o no. Mientras Melody agarraba su cesta apretado entre sus manos, y de
vez en cuando lanzaba algunos pétalos de lavanda en el suelo, Bella era
completamente ajena a los pétalos en su cesta. En cambio, estaba disfrutando de la
atención de todo al que pasaba. Su pequeña mano saludaba y lanzaba besos a la
gente. Hombre, era una pequeña actriz sobreactuada, al igual que su viejo.
sonrisa, mostrando los dientes de arriba y de abajo que le habían salido.
Página
del altar. Su rostro se iluminó, y en sus mejillas regordetas se extendió una amplia
391
Cuando llegó a mitad del camino por el pasillo, me vio en la parte superior
—¡Papá! —gritó, antes de dejar caer su cesta y salir disparada hacia mí. La
risa sonó a nuestro alrededor por su arrebato.
—¡No, Bella! —gritó Melody.
No me molesté en decirle que se detuviera. En cambio, me agaché y le
tendí los brazos. Se sumergió en ellos, dando besos en mis mejillas. Por la forma en
que estaba actuando, uno habría pensado que no me había visto en meses, en lugar
de unas pocas horas.
—Mírate, mi princesa bella, mi niña hermosa —le dije, besando sus
mejillas.
Bella levantó la cabeza y me dio una pequeña sonrisa burlona que
rivalizaba con mi sonrisa de firma. Sí, había heredado una gran dosis de mi
coquetería. Era una coqueta francamente cuando se trataba de los chicos y
conseguir lo que quería de ellos. Igual que yo, Jake y Rhys estaban envueltos
alrededor de su pequeño dedo. La gente ya amaba decirme que me esperaban nada
más que problemas cuando llegara a la adolescencia. Jesús, no quería ni pensar en
eso. Probablemente iba a terminar en la cárcel por estrangular a algún adolecente
cachondo.
—Ahora, ve con la abuela —le di instrucciones, haciendo señas al banco,
donde mi madre le tendió los brazos. Las diminutas cejas marrones de Bella se
fruncieron mientras sus labios se volvieron en un puchero—. Ve. Ella tiene
Cheerios para ti en su bolsa.
—Hmm —murmuró, antes de que la bajara. Si había una cosa a la que era
adicta, eran los Cheerios. Afortunadamente, caminó en línea recta hacia mi mamá
que estaba agitando la bolsa hacia ella. Acababa de retomar mi lugar en la cabecera
del altar cuando el órgano inició la introducción del Ave María, para la entrada de
todos me devolvieron la sonrisa.
Página
Mia o el Tipo de Honor o alguna mierda así. Eché un vistazo atrás a los chicos,
392
Mia. Le di una sonrisa rápida a las chicas... y a Dee, quien era Dama de Honor de
Cuando las puertas se abrieron revelando a Mia y a Duke, mi corazón se
estremeció hasta detenerse. Se sintió como una eternidad antes de que comenzara
a latir con normalidad. Nunca la había visto tan jodidamente radiante. Su largo
cabello oscuro caía en ondas sobre sus hombros desnudos. Una brillante tiara estaba
en la parte superior de su cabeza, sosteniendo su velo. Su vestido strapless mostraba
lo suficiente de su fabuloso escote para conseguir que mi mitad inferior se pusiera
en marcha.
Mientras se acercaba a mí al altar, las lágrimas brillaban en sus ojos.
—Oye, no llores, amorcito mío —le susurré.
Negó con la cabeza.
—No te preocupes. Son lágrimas de felicidad. Lo prometo.
—Mejor que lo sean.
—¿Quién entrega a esta mujer en matrimonio? —preguntó el sacerdote.
—Yo —contestó Duke. Tomando a Mia en sus brazos, la abrazó con fuerza.
Cuando se apartó, le besó la mejilla con ternura antes de volverse hacia mí. Me
tendió la mano y se la estreché con firmeza—. Buena suerte, hijo.
—Gracias.
Le dio un beso final a Mia antes de tomar su asiento en la primera banca.
—Queridos hermanos nos hemos reunido aquí hoy... —comenzó el
sacerdote, pero yo me desconecté. Con mi corazón latiendo tan violentamente
pensé que podría estallar fuera de mi pecho, lo único que podía hacer era mirar a
Mia. Hasta ese momento, no me había dado cuenta de que realmente se había
producido un agujero en mi corazón, que solo el amor de Mia parecía poder llenar.
Página
sorprendido. Sabía que era un bastardo con suerte.
393
Ella y su amor me confundían, me hacían sentir humilde, y completamente
Me apreté contra AJ, mi esposo por cuatro horas, y mientras me balanceaba
con la música bajo las parpadeantes luces del salón de baile. Además del nacimiento
de Bella, hoy, el día de mi boda, era el más increíble de mi vida desde el principio,
y ahora, casi el final. Después de la ceremonia, habíamos dejado la iglesia para mi
recepción de ensueño, el Salón de Baile Egipcio en el Teatro Foz. Desde que nos
componemos de dos etnias conocidas por ser fiesteras, habíamos estado sin parar
desde las siete de la tarde.
Corté el gran pastel de siete pisos e incrusté un poco en la cara de AJ,
mientras se las arreglaba para dejar caer accidentalmente una porción en la parte
delantera de mí vestido, para luego ser recogida por su lengua. Había tirado mi
ramo a los ansiosos brazos de Allison, solo para que Dee se lo arrebatara
bromeando. Después AJ había usado sus dientes para sacar la liga fuera de mi pierna
y lanzársela a Rhys.
Habíamos pasado el resto de la noche bailando en los brazos del otro.
Realmente no había una mejor sensación. Nuestro primer baile como marido y
mujer había sido con Anema e Core, que pronto fue seguida por Amorcito Mío.
Apenas había comido algo de toda la comida esparcida o algo del alcohol que fluía
libremente. Todo lo que quería era a AJ, el hombre de mis sueños y por suerte de
mi realidad también.
comenzó a cruzar el piso con Bella gimiendo en sus brazos. En el momento en que
nos vio, extendió los brazos y dio patadas con sus piernas.
Página
mamá, me alertaron de que algo andaba mal con Bella. Efectivamente, Mari
394
De repente, en medio de una canción romántica, mis súper sentidos de
—Iba a llevar a esta niña, al otro lado de la calle al hotel a dormir, cuando
a la mitad del salón de baile, comenzó a gritar por su mamá y papá.
—Ven aquí, mi amor — canturreó AJ, tomando a Bella de Mari.
Desdeñando las lágrimas, Bella se frotó los ojos rojos con sus pequeños
puños. Me incliné para besarla en la mejilla húmeda.
—Es mucho más allá de tu hora de dormir, cariño. Ve con la abuela. Mamá
y papá te verán por la mañana.
AJ me dio un codazo.
—Sin duda, se puede quedar un poco más y bailar con nosotros. Quiero
decir, ¿cuántas veces se casan sus padres? —cuestionó, con diversión en sus ojos.
Con una sonrisa, negué con la cabeza.
—La estás malcriando. No es divertido jugar al policía malo todo el tiempo,
AJ.
—En realidad, eso podría ser muy divertido para nosotros en el dormitorio.
Teniendo en cuenta que su madre todavía estaba de pie allí, le di un golpe
en el brazo.
—Está bien. Puede quedarse. Pero cuando empiece a gritar de nuevo, estoy
caminando lejos, y tú puedes hacerle frente. —Abracé a Mari, antes de que ella se
fuera de nuevo a su mesa.
AJ envolvió su brazo libre, alrededor de mí por donde Bella estaba entre
nosotros. Ella apoyó la cabeza en su hombro. Señaló con la barbilla hacia el líder
de la banda, que asintió con la cabeza. Cuando las primeras notas de Unchained
Melody sonaron, sonreí y me apreté más contra AJ. Me acordé de la primera vez
ella estaba profundamente dormida.
—Iré a acostarla —le dije.
Página
comenzó a cantar tanto para mí como para Bella. Para cuando la canción terminó,
395
que habíamos bailado esta canción, y había cantado para mí en español. Esta vez
—Nah, vamos a hacer nuestra salida.
—Es solo media noche, AJ.
—¿Y?
Me eché a reír.
—Sería considerado una falta ya que las parejas italianas y mexicanas no
salen de la recepción por lo menos hasta las dos de la mañana.
Él soltó un bufido.
—Mientras que el alcohol siga fluyendo, la comida siga llegando, y la
música siga sonando, van a estar bien. Además, hicimos todo, el corte del
pastel/tirar el ramo. —Se inclinó para acariciar mi cuello. Susurrando en mi oído,
dijo—: Estoy listo para consumar nuestro matrimonio, ¿no lo estás tú?
—Sí —murmuré. Sus palabras en mi oído comenzaron un repiqueteo de
deseo dentro de mí, uno que solo AJ podía hacer.
—Bueno. Así que vámonos a la jodida de aquí.
AJ saludó a nuestros invitados restantes e hizo un gesto hacia abajo a la
dormida Bella, como si ella nos excusara por irnos. Mari se levantó de su silla y
vino con nosotros ya que Bella estaría durmiendo en su habitación y la de Joaquin
esta noche. Nos íbamos para México en la mañana, esta vez cuando pasáramos unos
días con la abuela, estaríamos durmiendo juntos. Luego iríamos a un centro
turístico en Puerto Vallarta, mientras que Bella se quedaría con la abuela.
Acompañados por dos corpulentos guardaespaldas, hicimos nuestro
camino fuera a Peachtree Street. Había solo unos cuantos paparazzis queriendo
obtener una fotografía de nosotros. Hace un año que les habíamos dado bastante
chaqueta del esmoquin. La envolvió alrededor de mis hombros para que Bella
estuviera a salvo de los flashes de los fotógrafos.
Página
a nuestro alrededor, AJ me entregó rápidamente a Bella y entonces se quitó la
396
historia con el nacimiento de Bella en la limosina. Cuando los flashes se dispararon
Nos dimos prisa por la calle hasta el Georgian Terrace. Cuando llegamos a
su piso, Mari tomó a Bella. Afortunadamente, ella seguía durmiendo
profundamente. Creo que los acontecimientos del día la habían desgastado por
completo.
Antes de que saliera del ascensor, Mari se volvió hacia mí con una sonrisa.
—Hoy fue muy hermoso. Estamos muy contentos de que ahora, eres
oficialmente parte de nuestra familia, Mia.
Sonreí.
―Gracias. Yo también.
Ella me dio un abrazo rápido antes de dirigirse a su habitación. AJ y yo
continuamos subiendo a una de las suites nupciales.
—Entonces, ¿compraste algo sexy para usar para mí esta noche?
Aunque tenía toda una bolsa en mi equipaje llena de elementos traviesos
de mi despedida de soltera, sacudí la cabeza.
—¿Cuál sería el punto? Te pondrías duro si llevara una bata de franela.
AJ echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.
—Es cierto. Pero todavía me gustaría verte en algo de encaje y ligas.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello.
—Entonces, creo que se podría arreglar.
Cuando entramos en nuestra habitación de hotel, hice una línea recta hacia
mi maleta. Saqué un atrevido conjunto blanco, que Abby me había dado. Le sonreí
a AJ que se estaba quitando su esmoquin tan rápido que pensé que lo iba a rasgar.
Gimió.
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—Bájame la cremallera, por favor.
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Dándome la vuelta, miré por encima de mi hombro.
—Si hago eso, no voy a ser capaz de detenerme.
—Si no lo haces, nunca voy a salir de este vestido.
—Está bien, está bien. —Entonces bajó la cremallera por mí.
Agarrando la parte delantera de mi vestido, le guiñé un ojo.
—Vuelvo en un minuto.
—Que sea un segundo.
Me metí en el baño y comencé a hacer rápido el trabajo, de salir de la
crinolina de lujo y el bustier intrincado. Acababa de terminar de ajustar mis ligas
cuando AJ entró en el cuarto de baño.
—Espera, no estoy…
Mis palabras se secaron con la vista de él haciendo girar un conjunto de
esposas alrededor de su dedo. Señaló con la barbilla hacia arriba a la enorme y
reluciente ducha plateada.
—Creo que es hora de un poco de venganza, señora Reséndiz.
Con un chillido, traté de escapar de él, pero fue demasiado rápido. Estaba
encerrada en un apretado abrazo. Me sonrió con tanto amor en sus ojos.
—Sabes, yo te amaba, incluso después de que me esposaras a esa maldita
ducha en casa de Jake.
—Yo te amaba cuando lo hice... y aún después también.
Sus labios se aplastaron contra los míos con una mezcla de lujuria y amor,
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y sabía que iba a ser una noche que nunca olvidaría.
Traducida y Corregida por Lizzie
E
staba en el medio de un sueño clasificado con muchas “X”
que involucraba a Mia vestida solo con un brillante gorro
rojo de Santa. Ella estaba montándome furo y rápido
cuando un agudo chillido me sacó del cielo y de vuelta a la realidad. En cuestión
de segundos, se convirtió el chillido se convirtió de lleno en un grito, y supe que
era hora de levantarse e ir por mi Bella. Después de quitarme las sábanas, me
tambaleé hacia fuera de la cama, restregando el sueño de mis ojos. Echando un
vistazo al reloj, vi que era la una de la tarde. Mia había dejado a Bella conmigo, así
podría ir a hacer las compras navideñas con Abby.
Mientras me inclinaba sobre el corral con volantes rosas acuñado en la
esquina de la habitación del autobús, las pequeñas facciones de Bella se arrugaron
con rabia. Sus puños se agitaron con furia hacia atrás y adelante, como si en
cualquier momento fuera a mandar al infierno a todo el que pudiera tener en sus
manos. Era realmente hija de Mia. Bueno, está bien, tal vez había heredado un
poco del temperamento de los dos.
―Tranquila mi princesa.
Ante mis palabras, Bella abrió sus una vez apretados y cerrados ojos y me
miró.
―¿Qué pasa, mi amor? ―le pregunté mientras me estiraba para cargarla.
―Está bien. Papi está aquí ahora. ―Sentí alrededor en su pañal para ver
si estaba mojada―. Hmm, te sientes seca para mí. ―Alzándola encima de mi cara,
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superior de su cabeza llena de cabello oscuro, aspiré su dulce olor de bebé.
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Su griterío se calmó al instante que la tomé en mis brazos. Besando la parte
hice la habitual prueba de olfato de su trasero para ver si había otra sorpresa al
acecho―. No, bien todo allí. Por lo que debes tener hambre, ¿eh? ―Ante su
respuesta en hipido, me dirigí a la puerta del dormitorio―. Vamos a conseguir algo
de la leche que mamá extrajo para ti antes de irse.
Cuando llegué a la cocina, me encontré con Rhys sentado a la mesa en
boxers sorbiendo un tazón de cereal.
―Has dormido demasiado, ¿eh?
―Si. El show de anoche fue mortal. ―Hizo una seña a Bella―. Por no
mencionar su festival de gritos a las tres de la mañana.
Hice una mueca.
―Lo siento amigo.
Se encogió de hombros.
―Está bien. No es como que no nos hayamos mantenido despiertos entre
antes entre nosotros con los gritos de las chicas.
Me eché a reír.
―Es cierto.
Equilibrando a Bella en un brazo, abrí la nevera. Recorrí los estantes dos
veces, pero todavía no veía el recipiente que Mia siempre dejaba.
―Oye hombre, ¿has visto la leche de Bella?
―¿Eh?
―Sabes, la leche que Mia bombea para Bella.
Cerrando la nevera, me asomé a la encimera para ver el recipiente vacío.
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―Uh... ¿es el recipiente que está en la encimera?
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Cuando levanté la vista de la nevera, Rhys había palidecido.
―Sí, ese es. Pero, ¿por qué está vacío?
―Oh jodido infierno ―gimió Rhys antes de saltar de la mesa. Lo siguiente
que supe fue que estaba en el baño lanzando sus tripas.
La perspectiva de no comer no le sentó bien a Bella, y decidió que la mejor
manera de dejarlo saber era comenzar a gritar de nuevo.
―¡Mierda! ―exclamé mientras empezaba a ir a tientas por las gavetas por
alguna fórmula. Afortunadamente, la puerta del autobús se abrió de golpe, y Mia
entró ruidosamente por las escaleras. Al oír los gritos de Bella, Mia bajó los
paquetes y se acercó a nosotros―. ¿Qué pasó? ―preguntó mientras tomaba a Bella
en sus brazos.
―Tiene hambre.
―¿Por qué no la alimentas con la leche que me dejé?
―Uhm… ―Me froté la parte trasera de mi cuello y traté de pensar en la
manera de explicar lo que había sucedido. Sabía Rhys estaría aún más enfermo si
Mia sabía que se había bebido accidentalmente su leche, y estaba bastante seguro
de que ella estaría absolutamente mortificada―. Yo… accidentalmente la dejé
caer.
Mia sonrió.
―Tú stugat.
Mis ojos se abrieron.
―Oye, sé que es uno de los Soprano. Pero tienes razón. Soy un estúpido.
Levantó la mano con su mano izquierda para acunar mi mejilla, la que
Bella gritó de rabia, señalando que era el momento de conseguir el
programa de alimentación. Mia la miró sobre encima su hombro.
Página
―Pero te amo de todos modos.
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brillaba con su anillo de compromiso.
―¿Llevarías los paquetes atrás a la habitación mientras que la alimento?
―Claro, mi amor.
―No mires.
―No lo haré. ―Recogí las bolsas y me dirigí a la habitación. Al pasar por
el cuarto de baño, llamé a la puerta―. ¿Estás bien, amigo?
―Voy a vivir ―gimió Rhys.
Hice una mueca mientras iba a la habitación. Cuando entré, Mia estaba en
la cama alimentando a Bella. Puse las bolsas en la esquina. "
―Así que me compraste algo hoy, ¿eh?
Mia sonrió.
―Tal vez.
Ojeando una de las bolsas multicolores, le pregunté:
―¿Es algo atractivo para que uses para mis ojos solamente?
Ella puso los ojos.
―Desearías.
--Sabes que todo lo que quiero para Navidad eres tú ―bromeé mientras
me sentaba a su lado.
―Me tienes. Siempre ―respondió.
―El mejor. Regalo. Por siempre ―murmuré, antes de acercarme a besarla.
Cuando me aparté, sonreí―. Eres el regalo que se me sigue dando todo el año.
―Pero me amas de todos modos.
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―Eres terrible.
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Mia echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.
―Sí, lo hago. ―Ante el gorgoreo de Bella, Mia la miró y sonrió―. Así que
también crees que tu travieso papi es muy gracioso, ¿eh? ―Acercó a Bella
llevándola a su hombro para que eructara.
―¿Ya terminó? ―le pregunté, frotando la espalda de Bella.
―Creo que solo quería un bocadillo.
―Más bien quería darle a su viejo algo de infierno al despertarlo de un
perfecto sueño sexual.
Los oscuros ojos de Mia se agrandaron.
―¡AJ!
Me reí de su indignación.
―Se trataba de ti, amorcito mío.
―No me importa. No digas sexo delante de Bella.
―Como si incluso supiera lo que es.
―No me importa ―resopló Mia.
Negué con la cabeza y sonreí.
―Eres tan linda cuando te sacan de quicio. ―Ante la mirada de Mia de
“No quieres ir allí conmigo”, levanté las manos en derrota―. Bien, bien. Sabes, no
me has dicho que querías para Navidad.
Mia suspiró.
―Lo único que quiero es estar fuera de este autobús a tiempo para
conseguir un árbol vivo para la primera Navidad de Bella.
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Mia arqueó las cejas.
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―El último show es el diecinueve. Luego nos dirigiremos a casa.
―¿Nos llevaras a la granja de árboles al momento en que volvamos a
Georgia?
Levanté mi mano y toqué mi pecho.
―Palabra de Explorador.
―¿Y prometes ir conmigo a llevar a Bella a ver a Santa Claus?
Oh, mierda. Eso era algo que seguro con lo que seguro como el infierno no
había contado. Todo lo que pude ver en mi mente fue un centro comercial lleno
de gente con una fila completa de niños gritando, ya sabes, un verdadero infierno
en la tierra.
―Uhm, bueno…
―AJ, es su primera vez sentándose en el regazo de Santa Claus. Sé que ella
querría a su papi allí para eso.
―Por favor, no puede ni siquiera sentarse todavía. Dudo mucho que vaya
a estar sentada en el regazo de Santa.
―Está bien. Como sea.
Ante su tono de voz, supe que estaba en problemas.
―Si no voy contigo a ver a Santa, probablemente no voy a estar haciendo
mucho más de recorrer terrazas y pasillos contigo esta temporada, ¿verdad?
―¿Estás haciendo alguna insinuación sexual con terrazas y pasillos?
Con una sonrisa, le dije:
―No digas sexo en frente de Bella.
―Pero me amas de todos modos, ¿no?
Página
―¡AJ, me vuelves loca!
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Mia negó con la cabeza.
Dejó escapar un suspiro de frustración.
―Sí, lo hago. Más de lo que puedas siquiera imaginar.
―Oh, gracias, amorcito mío ―le dije. Después que le di un sonoro beso
en los labios, le guiñé un ojo―. Me derribaste. Voy a ir contigo para llevar a Bella
a ver a Santa.
Sus ojos oscuros se iluminaron.
―¿En serio?
―Sí, en serio.
―¡Gracias, gracias! ―exclamó antes de besarme. Como me frotó la mejilla,
dijo―: No puedo esperar para pasar nuestra primera Navidad juntos como una
familia.
―Yo tampoco. ―Tomé su cara entre mis manos―. Gracias por venir a
carretera conmigo. Sé que esta no es la forma en que viste tu vida o cómo pensabas
que estarías pasando tu primer diciembre con Bella.
―Está bien. Lo que importa es que estoy con las dos personas que más amo
en el mundo, mi increíble esposo y mi hija.
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―Me siento de la misma manera. Siempre.
En Music of the Heart, un
inesperado giro del destino hizo que
Abby Renard cayera en la cama del
mujeriego Jake Slater. Lo que comenzó
como una pequeña chispa entre la poco
probable pareja, se convirtió en un
profundo e intenso amor. Después de un
largo noviazgo de un año, finalmente
han sido capaces de establecer una fecha
para la boda. Salen con destino a México para una ceremonia en una playa privada.
Después de una caliente semana de luna de miel en un paraíso tropical, los dos
regresan al mundo real de las giras y hacer música juntos.
Mientras los recién casados se acomodan en la vida matrimonial, otro giro
del destino desafía su amor. Por una vez, Abby no es capaz de ser la roca de
fortaleza que Jake necesita. ¿Pueden los dos aferrarse a la sólida base de amor que
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han construido, o se derrumbará bajo la presión?
Katie Ashley vive a las afueras de
Atlanta, Georgia con sus dos consentidos perros
y un sin número de gatos. Ella es escritora de
Romance y Ficción Erótica. Tiene una ligera
obsesión con Pintrest, The Golden Girls,
Shakespeare, Supernatural y Scooby-Doo.
Si hablamos de ser pretenciosos, ella
cuenta con especialidades en Inglés, Inglés para
Educación Secundaria y Maestrías en Inglés para Educación de Adolescentes.
Durante el día, ella educa a la juventud americana enseñando inglés en una escuela
secundaria.
Entre sus obras se encuentran: The Proposition, The Proposal, Music of
the Heart, Beat of the Heart, Don’t hate the player, hate the game, Nets and Lies,
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Search me, entre otras.
Moderadoras:
Lizzie
Maru Belikov
Traductoras:
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