teoría económica del mercado

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TEORÍA ECONÓMICA
DEL MERCADO
Hornero Cuevas
TEORÍA ECONÓMICA
,i
SEGUNDA PARTE
2002
UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA
CONTENIDO
SEGUNDA PARTE
PREFACIO
.
13
(
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO I. MERCANTILISMO
I
y FISIüCRACIA
1.1
Mercantilismo
17
1.1.1
1.1.2
1.1.3
Unificación, poder, expansión
Metales preciosos (expansión y teoría cuantitativa)
La transición hacia el librecambio
(teoría cuantitativa y ajuste automático)
Otros elementos (dinero, tasa de interés,
inversión, exportación de capitales)
17
24
1.2
Fisiocracia
38
1.2.1
1.2.2
1.2.3
1.2.4
1.2.5
Antecedentes
Orden natural y laisser-faire
El producto neto
El impuesto único
Las clases sociales y el "Tableau Econornique"
1.1.5
31
36
: \
ISBN 958-616-010..6
©
©
HOMERO
CUEVAS· 2002
UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA· 2002
Derechos exclusivos de publicación y distribución de la obra
Calle 12 N° 1-17Este Bogotá - Colombia, FAX 2843769
Primera edición:
Segunda edición:
Tercera edición:
Cuarta edición actualizada:
Quinta edición actualizada:
Reimpresión:
Reimpresión parcial:
1986
1988
1990
1992
1993
mayo de 1997
febrero de 2002
CAPÍTULO
.
.
.
38
41
46
.
.
54
57
CLÁSICA
2.1
Adam Srnith
.
65
2.1.1
2.1.2
2.1.3
Antecedentes, manufactura y división del trabajo
El precio natural y las clases sociales
Las tasas naturales de salarios, ganancia y renta.
Sus tendencias
El precio real y la teoría del valor-trabajo
La división del trabajo y la libertad del mercado.
Perspectiva del capitalismo
.
.
65
.
.
74
86
.
91
Davidad Ricardo
.
93
2.1.4
2.1.5,
Impresión y encuadernación: Sigma Editores Ltda.
Impreso en Colombia
Printed in Colombia
n LA ECONOMÍA
2.2
I
69
(
2.2.1
2.2.2
2.2.3
2.2.4
2.2.5
Las leyes de granos y el desarrollo de la maquinaria
Distribución y medida del valor
Cantidades de trabajo y precios relativos
Variaciones de salarios y variaciones de precios
Variaciones de las cantidades de trabajo
y variaciones de precios
Valor y riqueza
Salarios, renta y ganancia
Naturaleza de la renta del suelo
La acumulación de capital, la renta y la "Ley de Say",
El "Estado estacionario"
.
.
.
.
2.3
Thomas Robert Malthus
2.4
John Stuart Mill
2.2.6
2.2.7
2.2.8
2.2.9
·········
93
98
101
106
3.10
Utilización de la plusvalía. La acumulación
(usos de la plusvalía, la espiral acumulativa,
el esquema de reproducción ampliada)
Acumulación y crisis (el ejército de reserva,
las crisis, concentración y centralización de capitales
La economía socialista
.
.
.
.
110
115
117
128
3.11
.
131
INTERCAPÍTULO
.
135
.
137
APÉNDICE A-III. LA TRANSFORMACIÓN
4.1
4.3
145
153
4.4
.
155
.
162
.
175
4.5
4.6
.
199
.
.
205
212
.
225
.
231
.
237
.
244
.
257
.
265
.
271
.
277
.
.
285
291
DE VALORES
(III-IV). UNA NOTA SOBRE BENTHAM
. CAPÍTULO IV. LA ECONOMÍA NEOCLÁSICA
3.1
.
.
.
EN PRECIOS DE PRODUCCIÓN
4.2
CAPÍTULO lIl. LA ECONOMÍA DE MARX
.;-Consecuencias de la Revolución Industrial (sobre:
~trabajo infantil y femenino, salarios, la jornada de trabajo,
~intensidad del trabajo y régimen fabril, movimiento
;. obrero, la ideología socialista)
'f'
".'
O"
•
3.2 ¿~El·matenallsmo histonco
3.3 LValor y trabajo abstracto (distribución del ingreso y su
medición, trabajo abstracto y constitución social)
3.4
Plus valía y salarios (trabajo agregado e ingreso nacional,
masa de plus valía, tasa de salarios, tasa de plusvalía,
plusvalía absoluta y relativa, intensidad del trabajo)
3.5
-Distribución de la plusvalía: renta y ganancia
-z; (renta diferencial I, II y absoluta)
Distribución de la plusvalía: ganancias individuales
3.6
y ganancia media (tasa media de ganancia, ganancia
media, expresiones reales y monetarias)
Precios de producción y cantidades de trabajo
3.7
.(capital variable y plusvalía; capital constante;
producción, distribución y transferencias
de plusvalía, los precios de producción) .,
La tasa media de ganancia y su tendencia
3.8
(composición orgánica del capital, relación de ésta
y Iatasa de ganancia, tendencias en la economía
capitalista)
;
3.9
179
4.7
.
184
4.8
.
196
4.9
Antecedentes (cambios sociales durante la segunda mitad
del siglo XIX)
:
La utilidad marginal y equilibrio del consumidor
(utilidad cardinal y ordinal, utilidad marginal
decreciente, equilibrio del consumidor, la utilidad
marginal y los precios de los bienes
Equilibrio del consumidor y curvas de indiferencia
(la curva de indiferencia, mapa de indiferencia,
la línea de presupuesto, equilibrio, la función demanda)
La productividad marginal y el equilibrio de la firma
(premisas, los factores y la productividad marginal
decreciente, equilibrio de la firma, precios de los factores
. y distribución del ingreso)
Las isocuantas y el equilibrio de la firma
(la isocuanta, mapa de isocuantas, línea de presupuesto,
equilibrio de la firma)
El mercado competitivo y el equilibrio de la firma
(el costo marginal, el ingreso marginal, equilibrio,
la función oferta neoclásica)
La eficiencia del mercado perfectamente competitivo
(óptimo de Pareto en el consumo, óptimo de Pareto
en la producción, el óptimo general)
Posibles fallas del mercado y su rectificación
(introducción, divergencia de costos privados y sociales,
daño ecológico, externalidades en el consumo,
bienes públicos, imperfecciones competitivas)
Las limitaciones de la optimalidad Paretiana
4.10
4.11
Criterios de compensación preferencia social y ética
Nuevos horizontes
APÉNDICE A-IV. EL PROBLEMA DE LA FUNCIÓN
DE PRODUCCIÓN Y LA MEDIDA DEL CAPITAL
A.4.1
A.4.2
Introducción
El período de producción y los corolarios neoclásicos
(procesos indirectos, espera, período de producción,
elección de procesos, la reversión de técnicas y la función
de producción de "mal comportamiento")
INTERCAPÍTULO·(IV-V).
CAPÍTULO
5.1
5.2
5.3
5.4
5.5
5.6
5.7
5.8
5.9
6.10
5.11
UNA NOTA SOBRE SFRAFFA
292
295
.
.
.
395
.
400
.
301
EL MERCADO DE BONOS
.
404
.
301
POST-CAPÍTULO
.
409
.
413
.
414
6.4
6.5
6.5.1
6.5.2
6.5.3
6.5.4
6.5.5
Introducción
La síntesis neoclásica y el modelo IS-LM
(Microeconomía y macroeconomía, funciones IS y LM,
monetaristas y fiscalistas)
Curva de Phillips, expectativas racionales y radicalismo
ofertista
Crisis de la síntesis neoclásica
La escuela poskeynesiana
Características generales
Competencia imperfecta
Conexión entre lo "microeconómico" y lo "macroecónomico''
Incertidumbre y equilibrio
Factores institucionales
.
.
.
.
.
.
.
.
420
424
426
426
427
428
431
436
6.6
La escuela neo-Ricardiana
.
439
.
443
(V). UNA NOTA SOBRE KALECKI
CAPÍTULO VI. LA ECONOMÍA POSKEYNESIANA
.
303
.
317
Y. LA ECONOMÍA KEYNESIANA
Antecedente (el escenario, antecedentes y consecuencias
inmediatas de la gran depresión)
Tasa de desempleo y tasa de salarios (planteamiento
de la teoría ortodoxa, crítica de Keynes)
La Ley de Say y la Teoría General de Keynes
(la ley de Say, principio de la demanda efectiva)
La oferta agregada y sus componentes (valor real
de la oferta agregada, consumo, ahorro)
La demanda agregada y sus componentes (consumo
e inversión planeada, la función consumo, la función
de demanda agregada)
El ahorro, la inversión y el nivel de empleo
de equilibrio (pendiente de la función de oferta agregada,
interacción con la demanda agregada, el nivel de ingreso
de equilibrio, el desempleo involuntario)
Los incentivos para invertir (la eficiencia marginal
del capital, la función de la inversión) •........................................
La tasa de interés (noción Keynesiana del interés,
la demanda de dinero, preferencia por la liquidez,
la oferta de liquidez, oferta monetaria y nivel de empleo)
Las exportaciones netas y el desempleo involuntario
La intervención del Estado y el déficit fiscal
La reacción ofertista (influencia de la "Teoría general",
nivel de precios y monetarismo)
APÉNDICE A-Y. EL MULTIPLICADOR DE LA INVERSIÓN
LA EFICIENCIA MARGINAL DEL CAPITAL Y LA
EVALUACIÓN DE PROYECTOS DE INVERSIÓN
6.1
6.2
6.3
.
321
.
327
.
330
.
336
.
338
.
342
354
.
.
.
361
374
379
.
386
Bibliografía complementaria
(
Prefacio
Junto con el Editor hemos sido sorprendidos por la demanda sobre la segunda
parte de mi descontinuada Introducción a la economía, 5a. edición, enfocada sobre los sutiles y complejos problemas que sólo encuentran su expresión en el conjunto de los diversos sistemas teóricos y doctrinarios. La primera parte de tal libro
ha sido reelaborada y publicada bajo el título de Fundamentos de la economía de
mercado. En contraste, no he podido disponer del tiempo necesario para la correspondiente reelaboración de la segunda parte. Y no imaginamos que durante este
lapso se revelará una urgente demanda sobre esta última. En consecuencia, quedamos entre la difícil disyuntiva de un servicio oportuno para la comunidad académica y los patrones de calidad editorial que caracterizan a las publicaciones 'de la
Universidad Externado de Colombia. Después de mucha dubitación, hemos decidido concederle la prioridad a la primera alternativa, con el resultado de esta
reimpresión, un tanto excepcional desde el punto de vista de la presentación editoriaL En particular, me pareció que el título seleccionado para este efecto, Teorías
económicas del mercado, informa con fidelidad sobre el contenido del presente
volumen. Sin embargo, para mayor transparencia con los eventuales usuarios,
antiguos y nuevos, hemos optado por precisar desde la portada misma que se trata
de la mencionada reimpresión. Con estas decisiones esperamos, por lo tanto, contribuir de manera positiva y oportuna en el complejo proceso de una formación
idónea para el análisis de la economía, a pesar de las restricciones que hayamos
podido encontrar en el camino.
Homero Cuevas
Bogotá, D.C., febrero 26, 2002.
.(
Segunda parte
Capítulo 1
Mercantilismo
y Fisiocracia
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO 1
MERCANTIUSMO
1.1.
y FISIOCRACIA
Mercantilismo
1.1.1 Unificación, poder, expansión
Se ha designado con este nombre a un conjunto de .ideas que dominaron
el pensamiento económico en la primera fase de desarrollo del capitalismo
moderno, en que se empezaba a consolidar el mercado de fuerza de trabajo
en Europa; empezaban a forjarse los cimientos de la llamada revolución
industrial, transformando los sistemas productivos tradicionales con una
serie de aplicaciones de nuevos descubrimientos tecnológicos y con el
desarrollo del sistema fabril; se expandían la navegación y el comercio
internacionales, y se consolidaban los estados nacionales modernos reafirmando una autoridad central en contra de la antigua autoridad dispersa de
los señores feudales. El mercantilismo coincide, pues, con la transición de la
organización socioeconómica feudal a la capitalista en Europa, durante la
cual el "capital comercial" (ganancias acumuladas por los comerciantes,
principalmente del comercio internacional) empezaba a desarrollarse como
capital industrial, esto es, como inversión en unidades productivas que
empezaban a emplear trabajo asalariado y a reemplazar los métodos artesanales
por los fabriles. (Véase Cap. II).
Las ideas mercantilistas empezaron a cobrar fuerza desde el siglo XV, siendo
resumidas y debatidas por un conjunto de escritores, principalmente. entre
comienzos del siglo XVII y mediados del siglo XVIII, y de acuerdo a lo
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
18
arriba expuesto no debe extrañar que los más sobresalientes de ellos fuesen
comerciantes o desempeñasen altos cargos estatales o en importantes compañías comerciales intercontinentales, como la Compañía de las Indias
Orientales. Entre los principales mercantilistas figuran los siguientes (donde
los años entre paréntesis se refieren al período en que vivieron o a la fecha de .
publicación de su obra más notable): Juan Botero (1540-1619, Italia);
John Gells (1581, Inglaterra), Juan Bodino (1530-1596, Francia), Antoine
Montchrétien (1615, Francia); Gerald Malynes (1622, Inglaterra): Thomas
Mun (1571-1641, Inglaterra); Eduardo Misselden (1608-1654, Inglaterra):
Josia~ Child (1639-1690, Inglaterra) y Guillermo Hornigk (1638-1712,
Austria). Y entre los principales autores de la literatura mercantilista más
madura pero anterior a la publicación de la Riqueza de las Naciones de
A. Smith (1776), que se caracteriza por refinar las tesis mercantilistas originales, o que parte de éstas pero que entra a cuestionar y a cualificar, y a
desbrozar el camino para los planteamientos teóricos que habrían de conducir
al sistema clásico de Smith y Ricardo, figuran: William Petty (1623-1687,
Inglaterra); Charles Davenant (1619, Inglaterra); Dudley North (1691, Inglaterra); John Locke (1691, Inglaterra); John Law (1705, Inglaterra); David
Hume (1752, Inglaterra); Richard Cantillon (1755, Inglaterra) y James
Stuart (1767, Inglaterra).
El hecho de que se agrupe a tantos autores bajo un mismo título no significa
que tuvieran una posición idéntica sobre todos los pro blemas, presentándose
aun puntos de vista contradictorios entre ellos. Raymond De Roover, uno de
los profundos investigadores sobre la era del mercantilismo, ha afirmado;
"El Mercantilismo no constituyó un sistema lógico. Aun podría argumentarse
razonablemente que ... el tan mentado sistema mercantilista no era siquiera
un sistema".' No obstante, lo que parece haber en común en la obra de
todos esos primeros economistas, que podríamos llamar autores de la literatura
mercantilista, es una preocupación por un conjunto definido de problemas,
por lo cual Eli Heckscher, autor de una de las obras más famosas sobre el
mercantilismo, sin ignorar las objeciones a considerarlo como un sistema,
sino más bien para responderlas, ha afirmado: "El Mercantilismo es un
concepto instrumental que... nos posibilita para entender un período
histórico particular más claramente de lo que podríamos careciendo de tal
concepto"."
Tales preocupaciones generales y fundamentales para los autores de la
"Literatura Mercantilista", para usar la distinción de Schumpeter en su
Historia del Análisis Económico;' fueron el poder del Estado, la economía
internacional, la cantidad de dinero en la forma de metales preciosos, y la
interrelación de éstos entre sí y con la riqueza nacional.
Por las circunstancias de la época, en que un poder estatal central se requería
para romper los remanentes de los privilegios locales de los señores feudales,
que con sus tributos a los comerciantes por los derechos de tránsito a través
de los feudos y con su oposición a la libertad laboral de los siervos y habitantes
de los burgos obstaculizaban el desarrollo del capitalismo, y en que un estado
nacional fuerte política y militarmente era necesario para respaldar la expansión comercial y colonial en ultramar frente a otras naciones en el mismo
proceso de consolidación y expansión, el apuntalamiento del poder de un
estado nacional unificado no podía menos que constituir un elemento
central del pensamiento mercantilista. Es así como Gustav Schmoller,
historiador. económico alemán, en una obra dedicada al mercantilismo, dice:
"Esta época precisa +la segunda mitad del siglo XVI y el siglo XVIl- fue una
época que produjo todos los incentivos para una transformación económica.
El camino ya estaba despejado fuera del círculo estrecho del pequeño
territorio hacia una unión más amplia de fuerzas posible sólo en el gran
estado. Un horizonte inconmensurable se había abierto al comercio mundial
en India y América; la posesión de colonias productoras de especias, y de los
nuevos países ricos en oro y plata) prometía milagrosas riquezas a aquellos
estados que entendían cómo tomar su parte del botín. Pero era claro que
para jales propósitos se hacía necesario tener poderosas flotas y grandes
compañías comerciales y organizaciones estatales equivalentes". "Internamente, cambios económicos de no menor importancia también tomaron
lugar. El nuevo servicio postal creó un sistema completamente nuevo de
comunicaciones. Letras de cambio, y las grandes operaciones cambiarías
en ciertas ferias, junto con los bancos que estaban haciendo su aparición
produjeron una maquinaria de crédito enorme y de vastas irnplicaciones".
"Aún más, en los diversos países tomó lugar una división geográfica del
trabajo, que rompió la vieja dispersión de la industria citadina; la manufactura
lanera se estaba agrupando en ciertos vecindarios alrededor de ciertas ciudades
en otros la manufactura del lino; en otros el comercio de curtiembres y en
otros el de ferretería. La vieja manufactura ... empezó a convertirse en una
1
1
De Ro ovcr R, "Scholast icisrn and Mercantilism : A Co ntrast".
LX IV (1955).
2
Citado
1969,
por
Minchiton
pág. xv,
Walter
,
Mer
c ant
ilísm:
The Quurtcrlv
SystC'111 or l';xpl'dh.·llI.::y'!.
19
MERCANTILISMO y FISIOCRACIA
Ravtheon
Journa!
of Eco no mícs.
EJ ..
Le
xingt
o
El término
"Literatura
Mercantilista",
con
que
intitula
Schumpeter
el Cap. 7 de la 2a. parte
de su
"Mercantilismo", permite una mayor precisión histórica,
pues no da lugar
como el último, por indicar un "ísrno ", a la falsa apreciación de que todos los autores de la literatura
mercantilista
anterior
a A. Smith
cornpar t ian el mismo punto de vista sobre diversos problemas.
gran
obra,
en
lugar
de
n,
Más bien,
permite
o políticas
comunes.
apuntar
hacia
el hecho
histórico
fundamental
de unas
preocupaciones
teóricas
20
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
industria doméstica ... ; el viejo comercio del algodón, efectuado personalmente por los mercaderes, empezó a asumir su forma moderna con agentes,
comisionistas y especulación.
Todas estas fuerzas convergieron compeliendo a la sociedad a reorganizarse
sobre una base más amplia, y apuntaron hacia la creación de los estados
nacionales con una política correspondiente". "La historia interna completa
de los siglos XVI y XVII, no sólo en Alemania sino en todas las demás
partes, se resume en la oposición de la política económica estatal a la del
municipio, el distrito y las diversas propiedades territoriales particulares; la
historia externa completa se resume en la oposición de los intereses separados
de los nuevos estados nacientes, cada uno de los cuales buscaba obtener
y retener su lugar en el círculo de las naciones europeas, y en el ?el ,co~ercio
exterior que ahora incluía a América e India". "En su esencia íntima, el
mercantilismo no es otra cosa que construcción del Estado ... La esencia del
sistema descansa en la total transformación de la sociedad y su organización,
como también la del Estado y sus instituciones, en la sustitución de una
política económica local y territorial por una del estado nacional";' Y
Hecksher añade: -"Si uno considera el mercantilismo primero que todo como
un sistema de unidad nacional económica, es perfectamente claro que una
enorme tarea estaba esperando a los gobernantes de la mayoría de los estados
continentales (europeos) al final de la Edad Media. Bajo el feudalismo,
pequeños gobernantes independientes y aun terratenientes ~artic~lares
ordinarios habían usurpado el poder del Estado, saboteando e Impidiendo
el comercio y la industria, poniéndolos bajo tributos para su propio beneficio.
Entre las numerosas manifestaciones de esta tendencia la más importante
fue quizás la casi interminable confusión causada a través de Europa por
peajes sobre ríos y caminos, como también por l~s impedimentos que. se
ponían al comercio entre diferente~ provincias':. '.'Sobre todo~ los gr~~des nos
había peajes separados para cada diez o a lo maxtmo cada qumce kilometros,
que el comerciante tenía que pagar sucesivamente. El trabajo de un~ficación
requería terminar con todo esto y la creación de un sistema nacional de
aduanas't.?
Por su parte, Marx dice: " ... la Edad Media había legado dos formas distintas
de capital, que alcanzaron su sazón en los más diversos tipos económicos
de sociedad y que antes de llegar a la producción capitalista son considerados
cuma el capital por antonomasia: el capital usurario y el capital comercial".
1
Gustav Schmoller.
págs. 46· 48.
2
Heckscher.
The Mercantile
Sy st ern and Its Historieal
"Mercant ílisrn, A Thcor y of Soeiety",
NY, X, pág. 333.
Significance,
21
MERCA..'\!TJLISMO y FISIOCRACIA
Macmillan,
NY, 1914,
"El régimen feudal, en elcampo, y en la ciudad el régimen gremial, impedían
al dinero capitalizado en la usura y en el comercio convertirse en capital
industrial. (Todavía en 1794, los pequeños fabricantes de paños de Leeds
enviaron una diputación al parlamento solicitando una ley que prohibiese
a todos los comerciantes convertirse en fabricantes). Estas barreras desaparecieron con el licenciamiento de las huestes feudales y con la expropiación
y desahucio parciales de la población campesina. Las nuevas manufacturas
habían sido construidas en los puertos marítimos de exportación o en
lugares del campo alejados del control de las antiguas. ciudades y de su
régimen gremial. De aquí la lucha rabiosa entablada en Inglaterra entre los
corporate towns y los nuevos viveros industriales.
El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada
de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población
aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la
conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son todos
hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos
procesos idílicos representan otros tantos factores fundamentales en el
movimiento de la acumulación originaria. Tras ellos, pisando sus.huellas,
viene la guerra comercial de las naciones europeas, cuyo escenario fue el
planeta entero. Rompe el fuego con el alzamiento de los Países Bajos,
sacudiendo el yugo de la dominación española, cobra proporciones gigantescas
en Inglaterra con la guerra antijacobina, sigue ventilándose en China, en las
guerras del opio, etcétera.
Las diversas etapas de la acumulación originaria tienen su centro, por un
orden cronológico más o menos preciso, en España, Portugal, Holanda,
Francia e Inglaterra. Es aquí, en Inglaterra, donde a fines del siglo XVII se
resumen y sintetizan sistemáticamente en el sistema colonial, elsistema de la
deuda pública, el moderno sistema tributario y el sistema proteccionista.
En parte, estos métodos se basan, corno ocurre con el sistema colonial, en
la más avasalladora de las fuerzas. Pero todos ellos se valen-del poder del
estado, de la fuerza concentrada y organizada de la sociedad, para acelerar
a pasos agigantados el proceso de transformación del régimen feudal de
producción en el régimen capitalista y acortar los intervalos. La violencia
es la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva.
Es, por sí misma, una potencia económica".'
y con respecto al poder estatal nacional para respaldar la expansión interna-.
cional agrega William Cunningham, uno de los fundadores de la historia
económica inglesa: "Los grandes descubrimientos de las últimas décadas
Encycloped ia of the Social Science s, Macmillan,
I
Marx, El Capital, Vol. 1, Cap. XXIV, La Llamada Acumulación
Originaria,
sección 6.
22
del siglo XV produjeron una revolución en el comercio del mundo, porque
abrieron las comunicaciones entre las partes más distantes y así sentaron
los fundamentos para el gran comercio internacional de nuestros tiempos".
"Antes de que ocurriera esta revolución comercial, la industria y el comercio
habían sido considerados enteramente con referencia a la condición interna
del país (Inglaterra)... Los intereses locales habían caído más y más a un
segundo plano, y el parlamento legisló para la prosperidad de Inglaterra
como un todo; pero a la larga se vio que para conservarla había que mirar
más lejos. Ya hemos trazado el desarrollo de la idea de un interés nacional;
en los tiempos modernos, esta concepción ha sido conscientemente entendida
y ha dominado toda política comercial. Nuestros estadistas han considerado
la condición y el progreso de Inglaterra no en sí mismo, sino relativamente
a los de otras naciones; lo que ellos buscaban no era el simple progreso
dentro de su propia tierra, porque deseaban prosperar en relación a -otras
naciones. No estaban satisfechos con el objetivo de mantener un nivel de
comodidades, deseaban ejercer una influencia sobre los pueblos del mundo.
De hecho, el objeto de su ambición era aumentar el poder de la nación, y un
mayor poder implica un avance relativo mayor; un mayor poder podía ser
obtenido infligiéndole pérdidas a otros como también alcanzando ganancias
positivas para Inglaterra; ello tiene una típica referencia a una condición
relativa". "La idea fundamental de política que causó tanta rivalidad nacional,
y condujo a los estadistas a darle tanta importancia al mantenimiento del
"balance" en Europa, fue esta aspiración por el poder nacional, o la relativa
superioridad". "Los políticos de los siglos XVI, XVII y la mayor parte del
XVIII estaban de acuerdo en tratar de regular todo comercio e industria, para
que el poder de Inglaterra relativamente al de otras naciones pudiera ser
promovido; y para alcanzar este objetivo ellos no tuvieron escrúpulos para
pisotear intereses privados de cualquier clase". "Los principios fundamentales
del esquema de política que dominó en Inglaterra durante este largo período
han sido delineados arriba, pero puede ser conveniente repetirlos un poco
más completamente, porque ellos suministran el marco dentro del cual los
hechos de los períodos subsiguientes en la vida nacional pueden ser más
claramente exhibidos.
El poder depende de: a- la acumulación de tesoro; b- el desarrollo de la flota
naval; y e- el mantenimiento de una población efectiva.
a- La acumulación de tesoro, en un país que no tiene minas, depende de la
administración aduanera del comercio, ya sea por medio de: 1- establecer
regulaciones para el movimiento de los metales preciosos y los cambios
(entre naciones), ó 2- de establecer regulaciones para la importación
y exportación de mercancías". "Tal es en breve la racionalidad del llamado
Sistema Mercantilista, que se había venido poniendo en operación desde
23
MERCANTILISMO y FISIOCRACIA
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
el tiempo de Ricardo II, y que sobrevivió con mucho vigor en algunas de
sus partes hasta que Cobden y Bright completaron la revolución en la
política inglesa". 1 (Con alguna razón reclamaba, pues, List que Inglaterra
defendía el libre-cambio después de haberse hecho poderosa mediante la
regulación o protección de su comercio exterior, véase sección 9. 10. 1).
.-
Y Viner remata: "¿Cuál es la interpretación correcta de la práctica y doctrina
mercantilista con respecto a los papeles del poder y de la abundancia como
fines de la política nacional? Yo creo que prácticamente todos los mercantilistas, de cualquier período, país o posición social del individuo en cuestión,
estarían de acuerdo con todas las proposiciones siguientes: 1- la riqueza es un
medio absolutamente esencial para el poder, ya sea por seguridad o para
agredir; 2- el poder es esencial o valioso como un medio para adquirir o retener
la riqueza; 3- la riqueza y el poder son cada uno fines últimos adecuados de
la política nacional; 4- existe una armonía de largo plazo entre estos fines,
aunque en circunstancias particulares puede ser necesario durante un tiempo
hacer sacrificios económicos en interés de la seguridad militar y por tanto
también de la prosperidad en el largo plazo.
La omisión de cualquiera de estas cuatro proposiciones resulta en una
interpretación incorrecta del pensamiento mercantilista, mientras que la
adición de otras proposiciones implicaría probablemente debates internos
entre los mercantilistas". 2
Indudablemente, esta descripción de la esencia del mercantilismo como
objetivo de política nacional, sobre todo teniendo en cuenta que según
Cunningham "un mayor poder implica un avance relativo mayor", suscita
la reacción aparentemente inevitable de pensar que el mercantilismo no es una
política exclusiva de hace dos, tres o cuatro siglos, sino que ha sobrevivido
con fuerza hasta el mundo de hoy, más si las tesis del proteccionismo y el
imperialismo son involucradas dentro del cuadro. Hay, pues, quienes piensan
que la doctrina mercantilista no debe ser estudiada como letra muerta sino
que es un legado de gran importancia para poder comprender las relaciones
económicas internacionales del presente. No fue por azar, pues, que Kari
Levitt, en la obra que describe la toma de la economía canadiense por el
capital extranjero ("Silent Surrender"), hubiese intitulado un capítulo
"Ell Viejo Mercantilismo y el Nuevo".
1
William Cunningham, "Mercantilism
as Power ", from Growth of English Industry
1, Cambridge University Press, 1905, págs. 473- 83.
2
J acob Viner, "Power Versus P1enty as Objetivesof
Centuries", World Potities, 1(1948-49).
Pág. lO.
Foreign Policy in the Seventeenth
and Co rnmerce,
and Eighteenth
UNIVERSIDAD DE ANTIOQmA
BIBLIOTECA
CENTRAL
24
INTRODUCClON
A LA ECONOMIA
1.1.2 Metales preciosos
Se ha notado ya cómo la rápida expansión del comercio tanto nacional como
internacional constituía una necesidad impuesta por las nuevas divisiones
del trabajo y la rápida acumulación de capital; era una dinámica irresistible'
producida por las transformaciones que lentamente se habían venido gestando
de tiempo atrás. Por esta razón, los comerciantes y las nuevas clases sociales
se estaban convirtiendo en una poderosa fuerza social cuyo objetivo inmediato
era destruir los obstáculos que se oponían al desarrollo del comercio interno.
Tanto los obstáculos políticos, para lo cual propiciaban la unificación
nacional a través de un poderoso estado central, capaz de eliminar los privilegios locales que con sus peajes, reglamentos gremiales y otras regulaciones
. se oponían al desarrollo y unificación del mercado nacional, como los
obstáculos económicos. Y, entre éstos, la escasez de un medio general de
cambio y' de pago es verdaderamente relevante, pues las dificultades que el
trueque impone para el intercambio de mercancías y la acumulación de
capital son evidentes (véase sección I 8.1).
Para la rápida expansión del comercio se requería, pues, un crecimiento
acelerado de la cantidad de dinero en circulación. 1 En caso contrario, se
frenaría el comercio y se presentaría la tendencia a una disminución en el
nivel de precios de las mercancías;' lo cual traería desconcierto y caos al
mercado, impidiendo su desarrollo natural. Pero, en una época en que el
dinero era dinero-mercancía constituido por metales preciosos (debido a las
razones explicadas en la sección 18.2.1), la conclusión anterior equivale a
decir que el rápido desarrollo de los mercados internos nacionales requería
de la disposición de cantidades crecientes de metales preciosos.
Que la literatura mercantilista había racionalizado en un alto grado las
circunstancias anteriores, se demuestra por su capacidad para llegar finalmente
a la formulación y desarrollo de la ecuación cuantitativa (MV = PQ) y la
teoría cuantitativa del dinero. Así, por ejemplo, comentando la obra de
Locke intitulada "Algunas Consideraciones sobre las Consecuencias de la
Baja Tasa de Interés y el Aumento del Valor del Dinero (1691)", dice
Eric Roll, en su Historia de las Doctrinas Económicas: " ... fue la importancia
I
Como la velocidad
lentamente, como
un valor creciente
es, por la ecuación
ser proporcional al
2
SecciónI8.10).Si
de circulación del dinero depende de factores inst itucionales que cambian muy
el Sistema de Comunicaciones, es evidente que para realizar transacciones por
(PQ) se requiere una cantidad de medios de pago también creciente (M). Esto
cuantitativa, PQ = VM. si V tiende a ser .constant e, el crecimiento de M debe
de PQ. (Véase sección 18.10),
Q tiende a crecer y M no, entonces
P se reduce.
MERCA..\fTILISMO y FISIOCRACIA
25
que Locke dio al dinero lo que le sirvió de punto de partida para su estudio
posterior ... Se basó dicho estudio sobre la teoría cuantitativa del dinero ... "
y no sólo Locke sino North ("Disertaciones sobre el Comercio", 1691 l,
Hume ("Del Dinero", "Del Interés", "Del Comercio" y "De la Balanza
Comercial", en sus "Discursos Políticos", 1752), Cantillon ("Ensayo sobre la
Naturaleza del Comercio en General", 1755) y muchos otros, hicieron amplio
uso para sus análisis de una teoría cuantitativa del dinero bien desarrollada.
En su Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General, que Rol! califica
como "la exposición más sistemática de principios económicos anterior a La
Riqueza de las Naciones (de A. Smith)", Cantillon describe con tal maestría
el proceso y los efectos sobre la economía de un aumento en la cantidad de
dinero en circulación, y enriquece con ello a tal grado la teoría cuantitativa
del dinero que cualquiera se ve obligado a asentir cuando Rol! agrega:
"aquí (Cantillon) se muestra capaz de combinar su penetración en los
principios económicos con su experiencia comercial, y escribir frases que
podrían figurar en cualquier obra moderna sobre estas materias".
De otro lado, y en relación con el mismo tema de la importancia que la
literatura mercantilista da a la abundancia de metales preciosos en el interior
de países como los europeos, que carecían de minas para producirlos directamente viéndose forzados a recurrir a otros medios para adquirirlos del
exterior y conservarlos, Schmoller en su obra ya citada anota: " ... lo que es
peculiar a todos los escritores. mercantilistas no son tanto las regulaciones
al intercambio (internacional) que ellos proponen para el aumento de los
metales preciosos como el énfasis que ellos le dan a la activa circulación del
dinero, especialmente dentro del mismo Estado". (Subray. agregado).
Asimismo, Schumpeter califica de "crítica torpe" a aquella que pretende
ver en la preocupación de los mercantilistas por la abundancia de metales
preciosos una mera confusión ingenua: " ... nada se ha dicho hasta ahora
(en el análisis de Schumpeter sobre la literatura mercantilista) sobre la
famosa 'confusión de la riqueza +o riquezas- con la moneda'. Ninguno
de los errores del análisis que hemos mencionado llega a tal confusión, o
la implican. Además, que yo sepa, no se encuentra proposición alguna en
los autores 'mercantilistas' que no pueda explicarse -por errónea que pueda
parecer- sin suponer que pensaron en que la riqueza era lo mismo que el
dinero o que el metal en barras, o que el 'atesoramiento', o que confundieron
la moneda con lo que el oro y plata en barras pueda comprar. Así tenemos
pocos motivos para gastar espacio en una cuestión que carece totalmente de
interés. Pero los lectores pueden creerse con derecho a un comentario sobre
lo que se ha convertido en un tema generalizado de la historiografía de la
26
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
economía desde que Adam Smith, con su crítica torpe del 'sistema comercial
o mercantil', dio el mal ejemplo".'
Otra evidencia sobre el hecho de que la importancia que dio la literatura
mercantilista a la abundancia de metales preciosos obedecía a su preocupación
de superar los obstáculos económicos que se oponían a un rápido desarrollo
del comercio y la producción internos, y no a la idea ingenua que la única
riqueza verdadera consistía en la posesión de estos metales, olvidándose de que
la producción real de toda clase de bienes es la verdadera fuente de riqueza,
se encuentra en los debates que desarrollaron sobre la posibilidad de utilizar
como dinero el papel moneda, superando de esa manera la escasez de oro
y plata en los países europeos carentes de ese tipo de minas. Así, Roll
refiriéndose a Law y a su obra "Consideraciones sobre el Numerario y el
Comercio" dice: "(Law) compartía ... la idea mercantilista de que el dinero
poseía una fuerza activa y que era necesaria una buena cantidad de él a fin
de crear fuentes de trabajo" .. " ... sugirió la emisión de papel moneda,
proposición que en aquel tiempo fue formulada con frecuencia, aunque
con menos consecuencia, y que' Law pudo llevar a la práctica con resultados
desastrosos. Como buen mercantilista, deseaba que el estado tuviera un
acervo de tesoro, y esperaba que sus billetes ocuparían el lugar del dinero
en metálico en las transacciones del público y que, así, el metálico se acumularía en la tesorería del estado. La inflación que produjo su política fue una
de las más. graves de los tiempos modernos, y causó, junto con la ruina del
propio Law, la destrucción de muchas empresas especuladoras",
Si no estaban dadas las condiciones para que el Estado emitiera el dinero
requerido, bajo la forma de papel moneda inconvertible, y si Europa carecía
de minas de oro y plata, y si el objetivo era crear las condiciones para un
acelerado desarrollo del comercio y la industria, la solución propuesta por
los mercantilistas aparece como completamente racional: incentivar por
todos los medios posibles la importación de oro y plata, lo cual los conduce
a sus tesis y políticas sobre la balanza comercial favorable, que se comentan
más abajo, y establecer regulaciones para impedir la salida del país de los
metales preciosos. Y estas tesis se acentuaban tanto más cuanto, por el lado
externo, la competencia por mercados extranjeros y colonias, y el objetivo
de poder, ponía a los nacientes estados capitalistas en una situación de
enfrentamiento permanente, en una situación latente de guerra y de necesidad
de fortalecer el aparato militar contra el exterior, que demandaba al estado
la capacidad permanente de adquirir provisiones internas y externas para lo
cual requería tesoro.
1 Sc humpeter,
Historia del Análisis Económico, "La Literatura Mercantilista", sección 4, sub numeral e-o
MERCANTILISMO
y FISIOCRACIA
27
No debe olvidarse que, haciendo un recuento solamente de las guerras y
conquistas mayores, entre 1338 y 1453 se desarrollala "guerra de los cien
años entre Francia e Inglaterra"; entre 1419 y 1485, gracias a que Portugal
se había convertido en una potencia comercial, debido a que sus puertos
eran escala obligada para el floreciente comercio entre Flandes e Italia, dicho
país descubre e inicia la conquista de Madeira, las Azores, Guinea y e,l~ur de
Africa, así como el comercio con el Lejano Oriente; en 1492 se micra la
conquista de América; entre 1550 y 1560, la guerra entre España y Francia;
entre 1570 y 1580, entre España y Holanda: entre 1580 y 1590, entre
España e Inglaterra; entre 1618 y 1648 la Guerra de los Treinta Años, en
que intervinieron Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria, España y Francia;en
1689 se inicia la guerra de la Liga de Augsburgo entre Francia e Inglaterra;
entre 1700 y 1721 se desarrolla la Gran Guerra del Norte entre Rusia y
Suecia con los Estados Bálticos; entre 1701 y 1714 se desarrolla la Guerra de
la Sucesión Española, entre Inglaterra, Austria, Prusia y Holanda por un
lado, y España y Francia por el otro; entre 1740 y 1748, la Guerra de la
Sucesión Austríaca (España contra Austria e Inglaterra); entre 1755 y 1763
la Guerra Franco-India (Inglaterra contra Francia); en 1755 se inicia la
Guerra de Independencia de los Estados Unidos contra Inglaterra y en 1796
se inician las Guerras Napoleónicas de Francia contra las restantes potencias
de Europa.
,(
I
(
i
I
(
II
(
La pretensión de ver en la importancia que otorgaban los mercantilistas
a la abundancia de oro y plata una ingenuidad sería, pues, de acuerdo a lo
anterior, ella sí, una ingenuidad. Per~ es necesario reconocer que por la
época en que se inicia la crítica frontal a las ideas mercantilistas, mediados
del siglo XVIII, los problemas centrales se habían modificado en forma
importante, entre otras cosas porque con la conquista de América, y la
gigantesca explotación de las ricas minas de oro y plata de este nuevo continente durante ya un largo tiempo, Europa presenció tal inundación de
metales preciosos a través fundamentalmente de España, que la dramática
inflación de precios en este país condujo a la ruina de su posición comercial
en el viejo continente, y a través de su comercio y la política mercantilista
los demás países europeos habían podido superar los obstáculos iniciales.
De otro lado, los estados nacionales se habían establecido más sólidamente
y la política de libre-cambio para los países más avanzados constituía a sus
ventajas absolutas y relativas (sección 9. 9) en el mecanismo automático de
su poder comercial en el mundo, reemplazando hasta cierto punto cualquier
tipo de regulación e incentivos estatales.
1.1.3 La balanza comercial
Antes de ~omentar las tesis mercantilistas sobre la balanza comercial (véase
sección 1 9.2.2),
es necesario tener en cuenta la contribución a la teoría
I
I
(
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
28
de la economía internacional que los mercantilistas hicieron con el sólo
descubrimiento y aplicación de este concepto analítico. Como bien lo señala,
Schumpeter, "Lo primero que es preciso en relación con este concepto es
que en realidad se trata de un instrumento analítico. La balanza de comercio
no es algo concreto como el precio o como una carga de mercancía. No se.
mete por sí misma por los ojos de la gente inculta. Es menester desarrollar
un esfuerzo analítico preciso para tener una idea clara del mismo y para
percibir sus relaciones con otros fenómenos, económicos, por insignificante
que aquel esfuerzo pueda ser. La historia de la física teórica pone de manifiesto que una conquista de esta clase es difícil y que requiere más tiempo
que el que podría esperarse; las ideas han estado durante siglos al parecer
al alcance de cualquiera, e incluso han sido formuladas de cierta forma estéril
de cuando en cuando sin que realmente llegaren a ser captadas plenamente
por nadie. Si reflexionamos sobre esta dificultad dejaremos de subestimar
aquella conquista específica". 1 Desde un punto de vista histórico, Schmoller
encuentra tal "conquista" ligada indisolublemente al proceso de unificación
estatal característico de la época mercantilista: "La idea y la doctrina de la
balan,.,zacomercial, tal como surgió, fue únicamente la consecuencia secundaria
de uiÍa
Goncepción de los procesos económicos que los agrupaba de acuerdo
"t::"".a los¡:estados. Justamente, tal como .hasta este tiempo la atención se había
fijad(¡len la exportación desde y en la importación hacia particulares ciudades
y ter.torios, ahora la gente trataba de esclarecer en sus mentes el comercio
del e~ado como un todo, y de resumirlo en tal forma que pudiesen alcanzar
una rtiejor comprensión de él y algunas implicaciones prácticas". 2
La te.sis mercantilista de la balanza comercial se pone de manifiesto con la
simple observación de que los mercantilistas llamaban favorable a una balanza comercial con superávit y desfavorable a una balanza comercial con déficit
(véas~ sección 19.2.2), Y esta identificación alcanzó tal arraigo que hasta
recientemente seguía utilizándose aunque sin otorgarle unánimemente un
mayor valor que el de una mera tradición terminológica.
Es d~_cir, los mercantilistas consideraban favorable para un país que sus
exportaciones de bienes e "invisibles" (servicios de transporte, embalajes,
seguros, etc.), tuviesen un mayor valor que sus importaciones por los mismos
ea nceptos, (y desfavorable lo contrario), sin contabilizar dentro de las
importaciones y exportaciones de "bienes" las importaciones y exportaciones
de metales preciosos (oro y plata), por ser éstos considerados como dinero.
1
Schurnpeter',
op. cit., sección 4, sub numeral d-.
2
Scbrnoller , op. cit.
MERCANTlLISMO y FISIOCRACIA
29
De esta forma, el exceso de exportaciones sobre importaciones, del país
que experimentaba el superávit, debía ser pagado por el resto del mundo en
oro y plata, lo cual aumentaba la cantidad de metales preciosos en poder
del país con superávit y la reducía en los países con déficit.
Las razones por las cuales tales superávits eran considerados favorables, y
tales déficits desfavorables, por parte de los mercantilistas, así como si tales
razones eran "correctas" o "incorrectas", han dado lugar a un larguisimo
debate entre los historiadores del pensamiento económico así como dentro
de los actuales marcos de la teoría económica. Así, por ejemplo, desde el
punto de vista de la crítica simplista de que los mercantilistas confundían
ingenuamente el dinero con la riqueza, la tesis de la balanza comercial
favorable sería un mero subproducto de la misma confusión. Pero, como se
anotó en las secciones anteriores, tal simplicidad, aparte de las evidencias
literarias en sentido contrario, pierde de vista las verdaderas condiciones
históricas a las que respondía el pensamiento mercantilista. De un lado, la
rápida expansión del comercio interno y de la acumulación de capital, con
sus requerimientos de una mayor cantidad de dinero (oro y plata en la
época) en circulación junto con la ausencia de las minas correspondientes en
Europa, suministra un objetivo racional propio a la tesis mercantilista:
solamente a través de superávits en la balanza comercial era posible disponer
de estos aumentos requeridos en. la cantidad de dinero, transfiriéndolo de
otros países. De otro lado, como registra Schumpeter, " ... con frecuencia
sorprendente se olvida por los críticos de las 'teorías mercantilistas' que
aquella edad fue la edad del imperialismo filibustero y que el comercio iba
asociado con la colonización, con la explotación ilimitada de las colonias
fundadas, con la guerra privada ... y con situaciones que permanentemente
convergían en la guerra". Es decir, no pueden olvidarse "la oposición de los
intereses separados de los nuevos estados nacientes, cada uno de los cuales
buscaba obtener y retener su lugar en el círculo de las naciones europeas, y
en el del comercio exterior que ahora incluía a América e India", de que
habla Schmoller, ni "la guerra comercial de que habla Marx". En este contexto,
de búsqueda de la supremacía en los mercados del mundo, la pretensión
de cautivar el mercado mundial para la industria nacional, cerrándolo al
mismo tiempo para la industria de las naciones rivales, 'bien podría expresarse
en la tesis de la balanza comercial favorable.
Y, en efecto, las tesis mercantilistas consideraban como lo ideal importar
materias primas (entre ellas los metales preciosos) de los países atrasados
sin una industria competitiva, y exportar en cambio los productos manufacturados. El mercado externo sería uno de los pilares del crecimiento de la
industria nacional, una forma de promover el desarrollo industrial al interior
de la nación, y como parte de este mecanismo figuraba la protección del
30
INTRODUr.crON
MERCANTlLISMO
A LA ECONOMIA
mercado interno de productos manufacturados para la industria nacional.
y es que, efectivamente, con una balanza comercial "equilibrada", y cuyas
exportaciones e importaciones fuesen por igual productos manufacturados,
el mercado externo no constituiría una ampliación neta del mercado total
para la industria nacional, pues, con exportaciones = importaciones, el valor
del mercado externo que se gana en el exterior sería idéntico al valor del
mercado interno que se pierde frente a las manufacturas extranjeras. Así,
pues, una ampliación neta del mercado total para los productos manufacturados de una nación, en un mercado mundial dado, no se alcanzaría sino
estimulando la importación de productos no manufacturados (materias
primas) -en vez de los manufacturados- y/o' manteniendo un superávit en
la balanza comercial. Obviamente, si por materias primas se entendieran
también los metales preciosos, el estímulo a la exportación de manufacturas
y la importación de materias primas serían una y la misma cosa con el
intento de obtener un superávit en la balanza comercial, pues los metales
preciosos se consideraban simultáneamente como dinero.
De esta manera, tanto el valor de las importaciones de materias primas
(sin contar dentro de ellas los metales preciosos), como el valor del superávit
en la balanza comercial (es decir, el valor de las importaciones de oro), o
sea, en términos generales, el valor de las importaciones (contando el oro)
diferentes a productos manufacturados, serían una medida de la ampliación
neta del mercado mundial para las manufacturas del país y, por consiguiente,
del nivel de producción y del grado de desarrollo de la industria nacional.
Esta conclusión es muy importante, porque significa: i- que impulsar un
sistema basado en la exportación de manufacturas y en la importación de
materias primas, y la búsqueda de una balanza comercial favorable, desde el
punto de vista de su objetivo, son una y la misma cosa: el rápido crecimiento
industrial. Y no sólo en términos absolutos sino con relación a los competidores, pues ante un mercado mundial dado la ampliación neta para unos
no puede sino significar una contracción relativa para otros; y, ii- que la
acumulación continuada de metales preciosos bajo tal esquema de comercio,
como producto indisoluble de los superávits, es apenas la faceta monetaria
de un significativo hecho real: el crecimiento de la industria nacional debido
a la ampliación neta del mercado mundial conseguida para sus productos.
Tal vez un solo ejemplo histórico, entre los muchos posibles, pueda ilustrar
suficientemente la relevancia de la argumentación anterior: "Por lo que se
refiere a los oficios y a la industria, las colonias norteamericanas fueron
mantenidas en tal servidumbre por la madre patria, que, aparte de las industrias
domésticas y los oficios manuales corrientes, no se les permitía ninguna clase
de fabricación. Todavía en 1750, la instalación de una fábrica de sombreros
en el Estado de Massachusetts despertó de tal modo la atención y el recelo
y FISIOCRACIA
31
del parlamento (inglés), que declaró como perjudiciales para el interés
público toda clase de fábricas, incluso las herrerías, no obstante poseer el
país una gran producción de los materiales necesarios para la fabricación de
hierro. Y en el año 1770 declaró el gran Chatham, intranquilo por las primeras
tentativas industriales de los nuevos ingleses, que no se debía permitir
fabricar en las colonias ni un clavo de herradura.
A Adam Smith se debe haber llamado la atención por primera vez sobre lo
injusto de esta política.
El monopolio. de la industria por parte de la metrópoli es una de las causas
principales de la revolución americana. El impuesto sobre el té fue simplemente el fulminante para que estallase".'
Así, la preocupación de los mercantilistas por el influjo de metales preciosos
del exterior, o sea por una balanza comercial superavitaria, sería apenas la
faceta más superficial de una preocupación más profunda, radicada en el
. desarrollo de una poderosa industria nacional. Parafraseando a Heckscher
asegurando la abundancia de metales preciosos los mercantilistas podían
"matar dos pájaros de un solo tiro" solucionar la escasez de medio circulante
y apuntalar un mayor desarrollo relativo de la naciente industria nacional,
Es evidente, además, que el capital invertido en el comercio y los transportes,
que participan de las exportaciones "invisibles", no estaban ajenas a estos
beneficios de la ampliación neta del mercado. Esta conjugación de intereses
por una ampliación neta, que implicaba contracciones netas relativas paraotras naciones, no podría menos que describirse como "oposición de
intereses", oposición que le dio su peculiar ambiente de guerras comerciales
a la época mercantilista.
1.1.4 La transición hacia el libre-cambio
Por diversas circunstancias, la concepción de los escritores de la época
mercantilista sobre las regulaciones estatales para controlar las importaciones
y estimular las exportaciones de manufacturas, cuya necesidad habían
difundido con tanto énfasis, empezó a experimentar rápidos cambios,
particularmente entre fines del siglo XVII y mediados del siglo XVIII,
período que marca el periplo del pensamiento mercantilista, específicamente
en Inglaterra y Francia, sentando las bases de lo que sólo un cuarto de siglo
más tarde habría de convertirse en la nueva ortodoxia teórica dominante
sobre el comercio internacional a partir de la publicación de la Riqueza de
las Naciones (1776) de Adam Smith: el libre - cambio o libertad total del
comercio entre las naciones.
1
List Friederich, Sistema Nacional de Econom ía Pc l it íca, 1840.
I
(
I
(
I
(
I
(
i
I
i
I
32
INTRODUCCION
MERCANTILISMO
A LA ECONOMIA
Entre tales circunstancias
pueden haber jugado un papel muy importante
las siguientes: i- la adopción generalizada de las mismas tesis mercantilistas
por un número creciente de naciones, no sólo rivales con grados similares
de desarrollo, sino incluso por las mismas colonias, en trance de independencia,
lo cual anulaba la posibilidad de una expansión neta ulterior, y más bien.
podía conducir a contracciones
netas, ya que sobre un n:erca~o mundial
dado no todos los países podían alcanzar expansiones netas simultáneamente.
Así la política mercantilista
sólo podía ser ventajosa en tanto que no todo
el mundo estuviera en disposición o capacidad de responder con la misma
moneda. Pero con la independencia
de colonias muy importantes,
que la
misma política
mercantilista
había contribuido
a generar, como anota
List, 'y con una política similar por parte de naciones rivales, la política
mercantilista perdía su efectividad para los propósitos buscados.
Así, por ejemplo, con respecto a la época de la independencia ~e los Estados
Unidos, que coincide con el ocaso del mercantilismo como doctrina dominante
en Inglaterra,
anota List: "Todos los Estados, sin exceptuar N ue.va ~ ork
y C4rolina del Sur, pidieron al Congreso medidas protectoras ~~ra la industria
nacibnal, y (George) Washington llevó el día de la inaug~raclOn un tra~e de
pañtfnacional
'para -como dice un periódico contamporaneo
neoy?rqulllodar ~na lección inolvidable, con el estilo sencillo y expresivo propio de este
gran.l7hombre, a todos sus sucesores en el cargo y a l~s, l,:gislad?res f~turos
acei~'a de cómo hay que estimular el bienestar del pais
. (Que tan importantaspueden
llegar a ser en la actualidad los remanentes de los problemas que
preoEupaban a los mercantilistas lo indica el hecho de que en 1977, si~ie~~o
el ejemplo de Washington, el presidente Jimmy Carter en unacto,slgmfl~a"lvo
cambió el carro importado de la presidencia por uno de fabricación nacional),
U 11 acomodamiento
internacional
diferente,
y lo nuevos instrumentos,
eran
y FISIOCRACIA
que sucumbir ante la competencia
de no haber venido
1812, el embargo y la declaración de guerra".'
33
en su auxilio,
en
Así, pues, para lograr y mantener expansiones netas en el mercado mundial
de manufacturas,
había surgido un arma mucho más poderosa que los
aranceles y la protección
estatal, convirtiendo
a estos instrumentos
en
obsoletos en los países más avanzados, en los cuales, por otra parte, se
marcaba la pauta en el desarrollo de la teoría económica.
Y, iii- El hecho de que los últimos adelantos de la teoría económica tomaban
lugar simultáneamente
en los países más avanzados, con lo cual las circunstancias de éstos y sus preocupaciones
principales no podrían dejar de reflejarse
en los nuevos productos teóricos. Así, mientras que con las dos razones
arriba expuestas la literatura mercantilista
tradicional entraba francamente
en su ocaso en Inglaterra, abonando en vez el terreno para las tesis sobre las
ventajas de la libertad del comercio entre las naciones, las prácticas mercantilistas o parte de ellas (como las referentes a la protección de la industria
nacional) venían hasta ahora a nacer en Norteamérica y otros países. Aún
más, un siglo después de este ocaso en Inglaterra, veían hasta ahora su
amanecer en Alemania con la obra de List, y todavía un siglo adicional
después de esto servían de inspiración en Latinoamérica.
Es que, quizás, en
última instancia las ideas mercantilistas
sobre la protección de la industria
nacional se podrían reducir a esta descripción tajantede List:"Los norteamericanos comprendieron,
finalmente, que una gran nación no ha de proponerse
exclusivamente
las ventajas materiales inmediatas; que La civilización y el
poder, que, como Adam Smith reconocía,
son bienes más importantes
y valiosos que la riqueza material, únicamente se pueden alcanzar y conservar
mediante la posesión de una fuerza manufacturera
propia; que una nación
que se sienta llamada a ocupar y mantener un puesto entre las naciones más
potentes y civilizadas no puede escatimar ningún sacrificio para conseguir
estos bienes ... "
ahora requeridos.
ii- Lás "ventajas absolutas"
(véase sección 9. 9. 1) en el mercado mundial,
que:para sus manufacturas
habían alcanzado ya los países más av.anzados,
part-¡cularmente
Inglaterra, gracias al desarrollo precedente de su mdust~la
nacional. Así, List dice: "Pronto se evidenció la insuficiencia de esta protección
(la primera tarifa aduanera norteamericana
de 1789), ya que el efecto del
reducido derecho arancelario pudo ser fácilmente soportado por las manufactura§ . inglesas, cuyos procedimientos
se habían perfeccionado".
"Bajo .la
protección
del arancel de 1804, la fuerza manufacturera
de Nortea:ne:lca
se mantuvo a duras penas frente al grandioso desarrollo de las,. fahfl.p.as
inglesas, apoyado en continuos perfeccionamientos,
y sin duda habría tenido
Ya dentro de un plano específicamente
teórico, la transición de la literatura
mercantilista tradicional hacia el libre-cambio se pone de manifiesto a través
de la integración de los dos grandes elementos teóricos desarrollados por los
mercantilistas,
la teoría cuantitativa y la balanza comercial, en uno nuevo: la
teoría del ajuste internacional
de las diferentes balanzas comerciales de los
diversos países, en la cual se hace evidente la preocupación
por situar las tesis
mercantilistas
tradicionales,
forjadas desde el punto de vista de una sola
nación, en el contexto del conjunto de todas las naciones. Esto es indicativo,
además, del alto grado de integración
que había alcanzado la economía
mundial hacia mediados del siglo XVIII.
1
[bid.
34
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
El debate, que así vio la luz, se centra en el argumento de que un superávit en la
balanza comercial, con el influjo de oro que implica, y dada la tendencia
a una constancia en la' velocidad de circulación del dinero, produce una
presión al aumento del nivel de precios dentro del país con superávit. Y, por
el contrario, el país con déficit experimenta una salida de oro, equivalente,
a una reducción en el volumen de sus medios de pago, con una consiguiente
presión a la reducción de su nivel general de precios. De esta manera, al
encarecerse las mercancías en el país con superávit y abaratarse en el país
con déficit, las del primero perderían competitividad y las del último la
ganarían, invirtiéndose las tendencias del comercio, es decir, el país con
superávit vería reducirse sus exportaciones y aumentar sus importaciones, y
el país con déficit vería aumentar sus exportaciones y reducirse sus importaciones. En otras palabras, los correspondientes flujos de oro entre los países
actuarían como un mecanismo automático que tendería a anular tanto el
superávit en un país como el déficit en el otro. Las balanzas comerciales
tenderían, pues, automáticamente hacia una situación sin superávit ni
déficit, situación que podría calificarse de equilibrada, porque ya alcanzada
no h abría transferencias de oro que hicieran cambiar los precios ni los flujos
08 comercio. Así, con esta formulación que se encuentra ya muy desarrollada,
aun~ue no examinada por primera vez, en los trabajos de Hume y de Cantillon,
hacia 1750, se presenta al mundo la primera teoría sobre un mecanismo
automático de ajuste de la balanza comercial, de acuerdo al cual pretender
acumular superávits sucesivos para un país determinado sería un intento
autoderrotado por las fuerzas "naturales" del mercado, por la relación
automática y directa entre la cantidad de oro y el nivel de precios. Esto no
impide, sin embargo, que Cantillon concluya su capítulo "Del Comercio
con el Extranjero" con la tesis más puramente mercantilista de .que "hace
falta siempre empeñarse en mantener una balanza favorable con el exterior".
Es evidente, pues, que ya para esta época era común contemplar la posibilidad
de un "exceso" de metales preciosos, en el sentido de que la cantidad poseída
de <éstos aumentara más rápidamente que el volumen de las transacciones
internas, razón por la cual los precios subirían, superándose así los problemas
y doctrinas iniciales sobre la escasez de metales preciosos como un impedí,mento al desarrollo del comercio interno, quizás porque la acumulación de
estos metales en Europa había sido gigantesca después de la conquista de
América. La tesis mercantilista inicial sobre la necesidad de obtener metales
preciosos del exterior había perdido, pues, su fuerza original. Y la situación
en relación a esto habría de seguir cambiando hasta tal grado, que sólo 25
años más tarde tal preocupación mercantilista llegaría a ser vista como
absurda. Porque, ciertamente, tal mecanismo automático de ajuste no
podría funcionar sin el supuesto básico de que la cantidad de oro que afluía
MERCANTlUSMO
y FlSIOCRACIA
35
como resultado de un superávit era "excesiva" en relación a la cantidad
requerida de oro para efectuar las transacciones internas a unos niveles de
precios estables.
Otro supuesto de tal mecanismo, no muy justificado para los conocimientos
ya poseídos en la época, era el de que todo el influjo de oro iría a la circulación
como dinero cuando, en realidad, se conocía el fenómeno, enfatizado por
William Petty hacia 1680 (y mucho más tarde por Marx en el vol. I de El
Capital), de que si los precios de las mercancías subían en términos de oro es
decir, el precio (relativo) del oro en términos de otras mercancías caía 'los
poseedores de oro lo sacaban de la circulación, fundiéndolo y utilizándolo
directamente como mercancía para otros propósitos.
Era necesario suponer también, para que el ajuste automático operara, que
el país con déficit y el país con superávit producían mercancías competitivas
entre sí o más o menos sustitutas porque, en caso contrario, los productos
con un precio elevado en un país no necesariamente dejarían de ser importados
por el otro país, ni los productos con un precio reducido en el último sustituirían a los producidos en el primero, supuesto que no podía tomarse como
garantizado en una época signada por las grandes diferencias de mercancías
producidas y de costos entre los diversos países. (Hoy en día se diría que la
eficacia de tal ajuste automático depende de las elasticidades-precio de
importaciones y exportaciones, y que uno de sus requisitos es el cumplimiento
de la condición Marshall- Lerner. Véase sección 19. 4. 6).
De todas maneras, las nuevas circunstancias condujeron a una reformulacíón
de las tesis sobre la balanza comercial, arrojando pesimismo no sólo sobre
la conveniencia sino también sobre la posibilidad misma de mantenerla'
superavitaria por medio de regulaciones estatales, que marcaba el ocaso de
los viejos instrumentos mercantilistas de política y abría el camino a las
tesis del libre-cambio, al menos en Inglaterra y en las nuevas formulaciones
teóricas. Así, en 1776 se publicaría la Riqueza de las Naciones de Adam
Smith, con su ataque frontal a los viejos instrumentos mercantilistas y su
defensa del libre-cambio sobre la base de la teoría de la "ventaja absoluta"
(véas~ sección 19.9:1): Y,corr:o si ést~ no fuera suficiente, en vista de que
podrían llegar a existir paises sin ventaja absoluta, en 1817, en sus Principios
de Economía Política y Tributación, también en Inglaterra David Ricardo
refo~~ó las tesis del libre-cambio con su teoría de la "ventaja relativa" (véase
seccion 9. 9. 2), que permanece hasta nuestros días como la mejor descripción
de las ventajas del comercio. Pero siempre, en mayor o menor grado, la
práctica proteccionista, inspirada para bien o para mal en el legendario
pensamiento mercantilista, ha permanecido como una constante hasta
lluestros días en la política comercial de las distintas naciones. (Véase
sección 1 9. 10).
(
I
(
INTRODUCCION
36
MERCANTILISMO
A LA ECONOMIA
1.1.5 Otros elementos mercantilistas
Para sostener y consolidarse, todo estado requiere de ingresos económicos, es
decir, de impuestos. No-es extraño, por ello, que en su preocupación por la
consolidación de un poderoso estado nacional los mercantilistas hayan
puesto especial atención a las finanzas del estado, recogiendo una serie
de principios y sentando las bases que luego desarrollarían los fisiócratas, A.
Smith y D. Ricardo para crear la moderna teoría de las finanzas públicas.
Así, junto al sistema colonial y el sistema proteccionista, Marx cita como
características fundamentales de la época mercantilista el "sistema de la
deudapública"
y "el moderno sistema tributario". Y, para tomar sólo dos
ejemplos de la época, en 1662 se publicó "Un Tratado sobre los Impuestos
y las Contribuciones" de William Petty y en 1690 se publicó "Dos Tratados
sobre el Gobierno" de John Locke. Tal fue la importancia dada por los
mercantilistas a las finanzas públicas, que Herbert Heaton, historiador
económico especializado en Europa, llegó a afirmar: "El Mercantilismo
teníasseís aspectos, no cinco (en referencia a cinco características citadas
por I!eckscher): el sexto era .las finanzas públicas (o reales), y uno podría
afirmar con gran convicción que éste era el más importante de todos" .
.?t"
En utl,a: moderna reivindicación de los planteamientos centrales de los mercantií~tas, John Maynard Keynes, en su "Teoría General del Empleo, el Interés
y el Dinero" (1936), capítulo 23, intenta demostrar que la preocupación
mercantilista por la abundancia de metales preciosos (dinero) tenía que ver
fundamentalmente con la tasa de interés y su relación con la inversión de
capital en las actividades productivas. "Los altos intereses disminuyen la
actividad económica. La ventaja del interés se hace mayor que la ganancia
de losnegocios, lo que hace que los negociantes ricos desistan de sus empresas
y pongan su capital a interés, y que los negociantes menores quiebren", cita
Keynes, de "Una Carta a un Amigo acerca de la Usura", publicada en 1621,
para mostrar un antecedente de su propia teoría de la inversión y que la
preocupación mercantilista pcr la abundancia de dinero estaba ligada esencialmente a su preocupación por los niveles de la tasa de interés que, a su
vez, a,fectaban los niveles de la actividad económica real.
En efecto, tal postura mercantilista, la de que una mayor cantidad de dinero,
al aumentar la oferta disponible de éste para dar en préstamo, rebajaba la
tasa de interés, estimulando por esa vía la inversión productiva en nuevos
negocios, (ya que, con una tasa de ganancia dada para. éstos, el beneficio
que ie quedaría al empresario sería mayor entre menos fueran los intereses
que tuviera que pagar por el capital tomado a préstamo), dio lugar a otra
notable polémica entre los mercantilistas. Pues, simultáneamente, su cono-
y FISIOCRACIA
37
cimiento de la teoría cuantitativa les decía que con una mayor cantidad de
dinero en circulación los precios subirían y la gente necesitaría (demandaría,
se diría hoy) más dinero para comprar las mismas cosas que antes con lo cual
esta mayor demanda de dinero compensaría la mayor oferta de dinero
disponible, anulando así cualquier variación que sobre la tasa Q.! interés
pudiera producir el aumento en la cantidad de dinero. Esto los condujo a la
conclusión de que un aumento en la cantidad de dinero podía reducir la tasa
de interés sólo transitoriamente, ante lo cual Keynes agregó que no deberíamos
olvidar que siempre vivimos en transición.
En relación con la tesis de la balanza comercial favorable, aparte de su efecto
sobre el aumento en la cantidad de dinero y la reducción en la tasa de
interés, Keynes subraya el importante punto de Heckscher de que los mercantilistas eran conscientes de que, con tales saldos favorables en la balanza
comercial, el país podía vender en el exterior una cantidad de mercancías
para las cuales bien no podría existir suficiente demanda en el mercado
interno, evitando de esa manera la acumulación de inventarias no vendidos
en las empresas nacionales, que las llevaría a reducir su producción y a
reducir con ello el volumen de empleo en el país. Es decir, que para un país
individual, una balanza comercial favorable podría ser un medio de combatir
el desempleo. 1
Por otra parte, como señala Keynes, "el volumen de inversión (de un país) en
el extranjero está necesariamente determinado por el tamaño de la balanza
comercial favorable". (Vuélvase al cuadro 9. 2. 1 de la sección 19.2, la
estructura de la balanza de pagos. Es evidente allí, para que las reservas
internacionales netas no presenten ningún cambio, que el saldo en Lacuenta
corriente -o balanza comercial- más el saldo en la cuenta de capital deben
sumar cero. Por consiguiente, para que un país aumente sus inversiones netas
en el exterior +invierta más capital en el exterior del que recibe corno
inversión del exterior+, es decir, para que sus salidas de capital sean mayores
que sus entradas, o sea, para que el saldo de la cuenta de capital sea negativo,
se requiere que el saldo de la cuenta corriente o balanza comercial sea
positivo. En otros términos, para que un país pueda aumentar sus inversiones
netas en el exterior, ser un exportador neto de capital, sin gastar sus reservas,
que debe mantener en el largo plazo como reservas para estabilizar su tipo de
cambio, se requiere que mantenga saldos positivos en su cuenta corriente, es
decir, una balanza comercial favorable). En esta forma, Keynes encuentra
que la tesis mercantilista de la balanza comercial favorable podría equivaler
1
Para un país individual, no para el mundo en su conjunto, pues en este conjunto el valor total de
importaciones es siempre igual al valor total de exportaciones, ya que las exportaciones de cualquier
país no son sino las importaciones de otros. ASl, si un país tiene un superávit en su balanza comercial,
otro u otros deben tener un déficit por igual valor.
INTRODUCClON
38
a una tesis sobre la necesidad de exportar capitales sobrantes que, de permanecer en el interior del país, conformarían un "exceso" de capital o ~e
ahorro, es decir, un potencial productivo mucho mayor de lo que podría
absorber la demanda interna, lo cual conduciría, otra vez, a excesos de
inventario s no vendidos que estimularían a las industrias a reducir su pro-.
ducción y elevar con ello el desempleo. Por consiguiente la exportación de
capitales, equivalente a mantener saldos favorables en la balanza comercial,
sería un medio de combatir el desempleo.'
La interpretación de Keynes sobre el mercantilísmo ha sido critic~da sobre
la base de que trata de forzar las tesis mercantilistas al contemdo de su
propia teoría, y de que es improbable que en los siglos ~V, XVI: .XVII
y, por tarde, mediados del XVIII, los mercantilistas se estuviesen refiriendo
a problemas similares a los típicos de las economías capi:alist~s desa~ol~adas
del siglo XX. Además, la preocupación por las tasas de interés constituia un
legado del medioevo, en el cual la "usura" era fuertemente desap~oba~a
y reprimida. Por ello, y porque siempre las variaciones en la tasa de mter~s
afectan la distribución del ingreso, y la ganancia que queda al empresario
que debe tomar capital prestado, es posible que la preo~upac~ón. ~nti~a
por reducir las tasas de interés no tuviese exactamente la .mIsma Slgn.l!lcaclon
que la preocupación keynesiana. De todas maneras, tal ínterpretacíon pone
de manifiesto la riqueza de gérmenes teóricos que se encuentran en la
literatura mercantilista, por lo cual ésta puede ser considerada justamente
la primera fuente de la teoría económica contemporánea.
1.2
MERCANTILISMO
A LA ECONOMIA
Fisiocracia
1.2.1 Antecedentes
Aunque fue mucho lo que se logró durante la época del ~e~ca~~ilismo
en términos de lasolidifación .del estado nacional y la unificación del
mercado internojdentro de éste, aliminando o debilitando los privile~ios
y las instituciones feudales que se oponían al rápido desarr,?llo del capitalismo "todavía en 1794 -nos informa Marx+ los pequenos fabricantes
de Leeds enviaron una diputación al parlamento solicitando una ley que
prohibiese a todos los comerciantes convertirse en fabricantes". y si esto
Un buen tema de meditación que surge de esta equivalencia, entre la exportación
de cap~t~l~es
y saldos favorables en la balanza comercial, es qué significado puede tener la fa~osa proposicio n
de Lenin de que "Lo que caracterizaba
al viejo capitalismo, en el cual dominaba plenarnent e
la libre competencia, era la exportacíórrtíe
mercancías. Lo que caracteriza al cap}talismo moderno,
en el que impera el monopolio, es la exportación de Capital". De otro lado, como ,abogar por la
libertad de inversiones extranjeras en el 'mundo, para que el capital fluya de los paises en que es
"excesivo"
hacia los que tienen "escasez" del mismo. equivale a abogar porque los primeros mantengan una b~lanza comercial favorable, .no podría afirmarse que la tesis mercantilista
de la
balanza comercial favorable para los países rvanzados continúa incnlnm e?
y FISIOCRACIA
39
ocurre en Inglaterra, en Francia la situación es peor: "En el siglo XVIII, la
Francia pre- revolucionaria, si se la compara con Inglaterra, que había realizado
su revolución en el siglo anterior, lo gue le permite un mejor desarrollo
capitalista, mantiene, sobre todo en el campo, una estructura en gran parte
feudal, a pesar de que han empezado a penetrar en el agro ciertas relaciones de
producción capitalistas". "En cuanto a la industria, las pesadas supervivencias
feudales impiden su desenvolvimiento, Si bien es cierto que bajo el empeño
dinámico de Colbert, se habían desarrollado especialmente las grandes
manufacturas del Estado, así como algunas particulares, continúa pesando
sobre ellas una red de reglamentaciones que literalmente las ahoga. Por otra
parte, el sistema de gremios aunque en proceso de descomposición, sigue
constituyendo, con sus minuciosas especificaciones, un obstáculo para el
desarrollo de la industria centralizada. Además, la estrechez del mercado
interno debido al bajo nivel de consumo de las masas campesinas, había
desarrollado únicamente las manufacturas de lujo, para la satisfacción del
grupo adinerado de la nobleza y burguesía o para la exportación". "El
comercio, como la industria, se halla obstaculizado por numerosas y complicadas barreras aduanales, que obligan al pago de numerosos impuestos,
impidiendo el tráfico normal, tanto más que muchos distritos conservan
sus propios sistemas de pesas y medidas, como en la etapa feudal".' " ...
Inglaterra, no obstante el lento desarrollo de sus manufacturas en (1760),
avanzaba más rápidamente en este respecto que otras naciones. Un gran
secreto de su progreso estaba en sus facilidades para el transporte fluvial
que le ofrecían sus ríos, ya que todas las comunicaciones por tierra se
encontraban en la condición más abandonada. Una segunda causa fue la
ausencia de barreras internas aduaneras, tales como las que existían en
Francia y Prusia hasta la época de Stein. El comercio interno en Inglaterra
era completamente libre (en 1860)".2
Desde el punto de vista del desarrollo del pensamiento económico, ya por
1755, año en que todavía no nacía la llamada escuela fisiocrática, se habían
publicado las obras conclusivas fundamentales de lo que atrás se ha denominado la literatura mercantilista madura, particularmente la de Richard
Cantillon, cuyo Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General se
editó por vez primera en francés en el dicho año de 1755, y la de William
Petty cuyo último libro, intitulado Sir William Petty's Quantilumcunque
Concerning Money, escrita en 1682 fue editada póstumamente en 1695, que
irían a influir poderosamente en todos los desarrollos teóricos subsecuentes,
1
Manuel Agustín
166·167.
Aguirre, Historia del Pensam ient o Fc{u,¡lIl1ico, I-d. Latina, Bogotá.
2
Arnold Toynbee,
The Industrial
Revolution,
Cap. IV.
1977, págs.
40
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
Esta literatura, y en un grado superlativo en el caso de los dos autores
mencionados, presenta dos importantes innovaciones en el análisis económico.
Primero, llega a la consideración de los fenómenos económicos como sujetos
a leyes, como productos inevitables de determinadas circunstancias o
condiciones. Esto se evidencia claramente, por ejemplo, en el análisis sobre
los efectos de un aumento en la cantidad de dinero, para realizar el cual
utilizaron relaciones de causalidad precisamente definidas, como las implicadas
por la teoría cuantitativa del dinero. Y también en el análisis del mecanismo
de ajuste de la balanza de pagos, derivado del anterior. Un resultado esencial
de ello fue un cambio, posiblemente gradual pero decisivo, en la dirección
del pensamiento económico, pasando de la mera formulación de objetivos
"deseables" de política (como que sería "deseable" tener una balanza
comercial favorable o abundancia de metales preciosos o suficientes recursos
para financiar al Estado) a los intentos de explicación de todos los fenómenos
económicos observados en el mundo objetivo, independientemente de que
ellos fueran deseables o no. Y tal cambio no sólo fue cuantitativo en el
sentido de que las explicaciones sobre los fenómenos reales ocuparan cada
vez Un mayor espacio en relación a la discusión sobre la "deseabilidad" de
cieifu.s~tondiciones, sino también cualitativo en el sentido de llegar aun a
rec()~ocer que objetivos deseables y aparentemente posibles, después de un
positivo análisis teórico, se rebelaban como no posibles (como por ejemplo
un a~mento indefinido en la cantidad de metales preciosos obtenidos mediante
supe-rávits continuados en la balanza comercial). Naturalmente que este
desarrollo se inscribe dentro del gran movimiento racionalista de la época
en 16s campos de la Filosofía, la Historia y el Derecho que "concuerdan en
proclamar el imperio de la razón, como la única panacea universal. (Que
proclaman que) 1a razón y la cultura, 'la ilustración', liberarán al hombre, al
destruir las cadenas de los prejuicios con que la fe y la Iglesia lo mantienen
atadp", en las palabras de Manuel A. Aguirre.
Y, segundo, no totalmente independiente de lo anterior, el campo de análisis
de la literatura mercantilista madura, particularmente en Petty y Cantillon,
llegÓ'a ampliarse tanto que, en términos tanto cuantitativos como cualitativos,
los problemas tradicionales que copaban totalmente la atención en la literatura mercantilista primitiva, pasaron a segundo plano, cediendo el lugar de
primacía a otros nuevos. Es así como los problemas del valor, la distribución
y ías.clases empiezan a abrirse campo definitivamente, como los problemas
fundamentales, en las obras de Petty y Cantillon. Por ello, Schumpeter, en
su monumental Historia del Análisis Económico, se vio forzado a concluir:
"Aquello que Petty no logró llevar a efecto +aunque ciertamente aportase
casetodas las ideas esenciales para ello- lo encontramos perfectamente
acabado en el Essai de Cantillon. En verdad, su modo de proceder no guarda
semejanza con el del discípulo que a cada paso se vuelve hacia atrás para
MERCANTIUSMO
y FlSIOCRACIA
41
buscar la guía del maestro; su estilo fue, por el contra n«, ('1 de un pll1sador
de gran talla que camina con seguridad y con autonomía. Dé' igual manera es
necesario reconocer la autonomía del pensamiento de Quesnay (el fundador
de la escuela fisiócrata), que no fue un mero discípulo de Cantillon más de
cuanto éste lo fuera de Petty. No obstante, en la historia del análisis económico
hay pocas secuencias que tengan tanto interés para nosotros, tantas secuencias
tan importantes de entender y recordar como la de Petty +Cantillon+
Quesnay".
Es con estos antecedentes que aparece en Francia, entre 1756 y 1758, la
llamada escuela fisiocrática, reflejando en parte los nuevos desarrollos del
pensamiento económico universal y enfatizando en parte algunas reacciones
contra ciertas condiciones de Francia en la época. Se ha dicho de la Fisiocracia
(cuyas raíces griegas sígniñcan "norma o ley de la naturaleza") que fue la
pnmera escuela económica en el sentido estricto de presentar un maestro
Francois .Quesn~y (1694-1774), Yunos discípulos, siendo los más importante~
el Marques de Mirabeau (1715-1789), Pierre Mercier de la Riviere (1720-1793)
Roberto Jacobo Turgot (1721-1781), Pedro Samuel Dupont de Nemours
(1739-1817) y G~i~laume Francoise Le Trosne (1777), que se agruparon
para defender unammemente unos principios económicos. Los fisiócratas
se ll~n:aban a sí mismos "los economistas" y fundaron varias publicaciones
periódicas, como el Jornal Oeconomique (1751-72), "las primeras revistas
verdaderamente científicas que pueden encontrarse en la historia de la
econ?mía", para utilizar las palabras de Schumpeter, Algunos de sus planteam~entos marcaron un hito en el pensamiento económico y han tenido
una mflue~cla ver?aderamente sobresaliente en los desarrollos posteriores
de la. teona e;:onomlca, y otros alcanzaron gran influencia política en la
Francia d~ s~ epoca, au~~ue desde este punto de vista, de sus efectos puramente prácticos o políticos, su notoriedad fue muy transitoria, Como
Schumpeter ha señalado: "La fisiocracia no existía en 1750. Entre 1760
y 1770 tout París y, más aún, Versalles hablaba de ella. En 1780 casi todo
el mundo (excepto los economistas profesionales) la había olvidado".
1.2.2 Orden natural y laissez.faire
Según los fisiócratas, .la sociedad contiene en estado latente u; conjunto de
relacionas que .garantlZan e! orden u organización "más ventajosos" para los
hombres re~mdos en SOCIedad, Tales relaciones son llamadas "el orden
natura!". ASI, Quesnay afirma: " ... las leyes del orden natural.. . constituyen
el gobierno evidentemente más perfecto".' " ... el derecho natural de cada
! Quesnay
F., Máximas Generales de Un Reino Agrícola,
Secc. II.
MERCANTIUSMO
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
42
hombre se extiende en la medida en que se cumpla la observancia de las
mejores leyes posibles, que constituyen el orden más ventajoso para los
hombres reunidos en sociedad". I
Los gobernantes debieran tener como tarea, pues, estudiar la"sociedad para
descubrir su "orden natural" y legislar conforme al mismo. El estudio de
la jurisprudencia humana no basta para formar a los hombres de ~~tado;. ,es
necesario que aquellos que se destinan a los empl~os de la administración
estén sometidos al estudio del orden natural mas convem~nte p.ara .l?s
hombres reunidos en sociedad". (Quesnay, Máximas, II). La me]or.leg.lslaclOn
"consiste, pues, en la declaración de las leyes naturales constItutl.vas del
orden evidentemente más ventajoso posible para los hombres reunidos en
sociedad". (Quesnay, El derecho N., Cap. V). y cualquier legisla:ión q~,ese
apartase de tal principio no podría sino causar perjUICIOa la s?cIedad. L~s
transgresiones de las leyes naturales son las causas más sxtendidas y las mas
comunes de los males físicos que afligen a los hombres" .. "Hay, ~ues., que
guardarse de atribuir alas leyes físicas los males que son el]usto e inevitable
castigo de la violación del orden mismo de las leyes físicas instituidas para
operar el bien". (Ibid, Cap. IlI).
Pero, ¿cuáles serían, entonces, las leyes naturales "más vent~josas'.' a .l?~
hombres en relación a su vida económica? Quesnay parte en esta mvestIga,clOn
de un "principio económico", cuya formulación explícita con,stituyo un
verdadero hito en la literatura económica, por razones que mas adelante
serán claras. Como señala Schumpeter: "Todo razonamiento en torno a
cuestiones económicas implica necesariamente la, admisión de, ~n 'princ~pio
económico'. Esta es precisamente la razón por la cual resulta difI~11~e~ermmar
el momento en que ha sido formulado por primera vez un pnncipio de tal
género y a quién debe atribuirse su paternidad. ~reo, sin embargo, q~~ a
este respecto, si lo que pretende es poner de r:l1eve el caracte.r expl icito
de la formulación, la prioridad corresponde -mas que a los ltahan.os- ~Ja
regla de conducta presentada por Quesnay.: ,Consegu,ir la mayor satIsfac.cl~?
(jouissance) con el menor gasto, o como diría despues, con la menor fatiga .
Sobre la base de este principio, paraseguir a Schumpeter, "Quesnay. sostiene
que, considerados en su conjunto todos los. miembros de la socIe?ad, se
alcanza la máxima satisfacción de sus necesidades cuando se permite, ~n
condiciones de competencia perfecta, que cada cual actúe librem~nte segun
su propio interés individual". "Quesnay pensaba que no habla. nmguna
necesidad de demostrar explÍcitamente su tesis y, en consecuenCIa, nunca
intentó hacerlo. Creía, evidentemente, que si ?ada ind~~id~o se esforzas~
por obtener la máxima satisfacción todos alcanzarían también, naturalmente,
la misma meta".
l
Quesnav
F., El Derecho Natural, Cap. V.
,
.
y FISIOCRACIA
43
Así, el orden natural, aquel que garantizaría la situación "más ventajosa"
para la sociedad, en el que cada quien y la sociedad como un todo alcanzaría
la máxima satisfacción, consistía en dejar que cada cual actúe libremente
según su propio interés individual. Y cualquier transgresión de esta norma,
cualquier legislación en sentido contrario, que en lugar de limitarse a preservar
el orden natural pretendiese violarlo, no podría menos que producir "los
males que son el justo e inevitable castigo de la violación del orden mismo
de las leyes físicas instituidas para operar el bien". Laissez faire, laissez
passer (dejar hacer, dejar pasar) llegó a ser entonces la máxima fisiocrática
que resumía el orden natural al nivel de la economía. En-palabras del propio
Quesnay: "Que se mantenga la entera libertad de comercio; porque la
política del comercio interior y exterior más segura, más exacta, más provechosa a la nación y al Estado consiste en la plena libertad de la competencia".
(Máximas, XXV).
No existe ponderación excesiva sobre la importancia de esta tesis en la
Francia pre- revolucionaria del siglo XVIII. Si bien es cierto que las trabas
feudales al desarrollo del comercio interno, existentes en esta época y
reseñadas atrás, obstaculizaban el desarrollo capitalista en Francia, y aún'
más, retrasaban el desarrollo de sus manufacturas en relación a Inglaterra, y
que el libre-cambio exterior tendía a favorecer su deprimida agricultura, lo
cual podría actuar como estímulo del extremismo libre-cambista. de los
fisiócratas, sería miope no ver más allá de estos intereses inmediatos y perder
de vista su trascendencia intelectual en una época que condenaba religiosa
y materialmente el interés, consideraba pecado el egoísmo y veía en el
mismo la causa de la desintegración y de los males sociales. Y he aquí una
nueva doctrina, según la cual la búsqueda de la satisfacción individual no
constituye una anormalidad sino que es el principió motor de la nueva
sociedad. Y como si ello fuera poco, la suma de todos los egoísmos conducía
a la felicidad social y se convertía en orden natural. "La plena libertad de la
competencia", la plena lucha de unos intereses individuales con otros, sería
el tejido constitutivo del orden de mayor conveniencia para la sociedad, su
orden natural. Y, contra todo lo que podría pensarse anteriormente, la
intervención del Estado para reprimir esta competencia sería causa de "los
males que son el justo e inevitable castigo de la violación de las leyes físicas
instituidas para operar el bien". Esta revolución en el pensamiento, sobre la
naturaleza de la sociedad y las funciones del propio Estado, que quizás
constituía apenas el descubrimiento de una sociedad nueva que se había
gestado y desarrollado calladamente en la vieja, es magistralmente descrita
por Arnold Toynbee (The Industrial Revolution, Cap. VII), aunque se
refiera a Inglaterra, donde la situación por 1760 no era tan desesperada,
debido a las regulaciones, como en Francia: "En 1760 Inglaterra se encontraba todavía en gran medida bajo el sistema medieval de detalladas y variadas
regulaciones industriales. El sistema estaba efectivamente decayendo, pero
(
t;~t
/f~:
:1",~,;.
'~?;:J>
44
INTRODUCCION
A LA ECONOMI~;;"
no había sido aún desalojado por el moderno Principi~de la libertad industrial.
Para entender el origen del sistema medieval debé~()s regresar a una época
en que el Estado todavía se concebía como una:~ºstitución religiosa que
abarcaba la totalidad de la vida humana. En una';~"pocacuando se juzgaba
que era deber del Estado vigilar al ciudadano privaa;* en todas sus relaciones,
y suministrarle no sólo su protección contra la vít>lencia y el fraude, sino
también para su felicidad eterna, era apenas nat~ral que aquel intentara
la imposición de una tasa legal de interés, salarios jU¡¡tos,mercancías honestas.
Las cosas de importancia vital para la vida del h~ltlbre no eran dejadas al
juego del azar o del egoísmo. Pues ninguna filosofi~."había intentado todavía
identificar a Dios con la naturaleza: ninguna teqtía optimista del mundo
había' reconciliado el interés público con los irl;tereses privados". Pero,
ahora, los fisiócratas empezaban a hacerlo. Ahora<las regulaciones feudales
se oponían a la "ley natural" y era necesario ques~i;:onformasen de a~~erdo
a ésta, es decir, que saltaran hechas añicos y cedierál'l',sulugar a las condiciones
de un rápido desarrollo capitalista.
'di~:
'~".'
Desde un punto de vista estrictamente teórico, la~[~rnportanciadel planteamiento fisiocrático sobre este "orden natural" y ~g~f!onsecuencias tampoco
es exagerable, así n~ hayan intent~do suminist1~;;pru~ba a~~~ .so~re ~l
aserto de que la plena competencia conduce a..))\it1lA situación optíma".
Basta con que hayan planteado el problema, q},j,~Jfueretomado por A.
Srnith para afirmar que cada quien buscando su(pi'opio interés individual
puede contribuir al bienestar social más que si sé·lo propusiera la sociedad
conscientemente, principio que hizo famoso con(.~~ metáfora de "la mano
invisible" que conduce automáticamente a tal sit~ación sin que nadie se lo
proponga, y cuya demostración es de tal complejida¡j,que ha tenido ocupados
a los modernos economistas neo-clásicos más dé;;\,ln siglo hasta llegar a la
formulación de la teoría contemporánea del "Equilitino General y el Bienestar",
como se verá en el capítulo XIll.
}-,>:',>
Aún, con un enfoque diferente, compárese el pO$~~ladode Marx de que un
sistema social entra en crisis revolucionaria para (lar lugar necesariamente
a uno nuevo cuando sus "relaciones de producciQ'p;" se oponen (o dejan de
corresponderle) al "desarrollo de las fuerzas prod;llctivas", con la siguiente
descripción del "orden natural" que hace Dupo~tde Ne~ou~s ,~n la I~troducción a "Del Origen y de los Progresos de una,.xN"ueva
CIenCIa ,pubhcada
en 1768: "Existe, pues, un orden natural, esencilil y general, que encierra
las leyes constitutivas fundamentales de toda$i:l~s sociedades.; un ord~n
del cual las sociedades no pueden separarse sintser menos sociedades, sm
que el estado político tenga menos consistenci~~!sin que sus miembros se
encuentren más o menos desunidos en una situa4%ónviolenta; un orden que
no se podría abandonar enteramente sin operar l~disolución de la sociedad
y pronto la destrucción absoluta de la espe<i~~,
humana". Posiblemente
MERCANTIUSMO
y FISIOCRACIA
45
forzando la interpretación, pero sólo para mostrar la fertilidad potencial
del pensamiento fisioorático, podría argumentarse que el "orden natural" de
Marx es la correspondencia entre las relaciones de producción y el desarrollo
de las fuerzas productivas. Y dicho "orden", como Dupont de Nemours lo
señala, no puede ser roto "sin que el estado político tenga menos consistencia,
sin que sus miembros se encuentren más o menos desunidos en una situación
violenta".
Los fisiócratas intentan, pues, la interpretación del sistema social sobre la
base de unos hechos, unas leyes y unos resultados económicos nuevos,
abriendo con ello toda una exploración filosófica sobre la naturaleza del
nuevo orden económico y su relación con el Estado, actitud en la cual iban
a ser seguidos por todos los grandes economistas que han suministrado así
los elementos existentes de juicio sobre el capitalismo, lo cual llevó a Robert
Heilbroner a decir de los mismos, en su libro intitulado "Vida y Doctrina
de los Grandes Economistas": "Trata este libro de un puñado de hombres
que pueden alegar un extraño título de celebridad. Si nos guiamos por las
normas que rigen los libros de historia fueron seres sin importancia: no
estuvieron al frente de ejércitos, no enviaron hombres a la muerte, no rigieron
imperios y su participación en las decisiones que moldearon la historia fue
escasa.
Y, sin embargo, lo que ellos han realizado tiene en la historia una influencia
más decisiva que muchas acciones de estadistas a quienes la gloria ha envuelto
con el máximo brillo. Lo que estos hombres han hecho ha sido moldear
y regir inteligencias humanas.
Nos referimos a los grandes economistas. Sus ideas, sus aciertos y sus errores
han conmovido al mundo"
Keynes, unos 15 años antes (1936) de que Heilbroner escribiera lo anterior
expresó más suscintamente la misma idea al finalizar su "Teoría General del
Empleo, el Interés y el Dinero", de la siguiente manera: " .. , las ideas de los
economistas y de los filósofos políticos, tanto cuando son correctas como
cuando están equivocadas, son más poderosas de lo que usualmente se
piensa. De hecho, el mundo es escasamente gobernado por algo diferente.
Los hombres prácticos, que se creen a sí mismos completamente libres de
cualesquier influencias intelectuales, son usualmente esclavos de algún
economista difunto".
I
fLos fisiócratas causaron una de estas conmociones y legaron a la posteridad
no sólo una idea filosófica sobre el capitalismo sino también una posición
metodológica general sobre la existencia de leyes sociales objetivas, ricos
filones teóricos para sus sucesores, por lo cual las diversas vertientes teóricas
46
INTRODUCCION
,~ lA ECONOMIA
o doctrinarias les han asignado siempre un puesto notable en la historia del
pensamiento económico.
1.2.3 El producto neto
i'En su intento por exponer la "ley natural", aquella ~u; fuese más ber:efici?sa
para el desarrollo y bienestar de la sociedad, los ñsiócratas no podían s,mo
otorgar una extremada importancia a las fuentes de la riqueza, a las raíces
que la alimentaban Y la hacían crecer, bajo el postulado explícito de que una
mayor riqueza era siempre deseable. Y con esta indagación sobre las causas
del crecimiento de la riqueza, los fisiócratas plantearon un ~ro?lema que se
constituiría
como fundamental para los desarrollos subsiguientes de la
teoría económica general, no obstante que o a lo mejor precisamente p07~ue,
sus análisis estuvieron fuertemente influenciados por los problemas específicos
de la economía francesa de su tiempo.
En efecto, tal como se señaló en la sección anterior, ha:ia mediados del
siglo XVIII ni la agricultura ni la industria francesa habl~n alcanzado un
desarrollo capitalista tan alto como el de Inglaterra deb~d~, entre otras
cosas, a la supervivencia en un mayor grado de las rest~IC~lOne~y reglamentaciones de tipo feudal que obstaculizaban el comercIO. ínterior, como
la prohibición de transportar granos entre las distin:~s regiones francesas,
situación que, junto con otras circunstancias, en opmion de Ques~ay .e~taba
arruinando a la agricultura francesa. Una aproximación adecu,ada al incipiente
desarrollo capitalista de Francia en esta época se logra t,emendo en cuen~a
que ni siquiera en Inglaterra, donde el capitalismo ,se ha~la. desarrollado mas
libre y aceleradamente, tales restricciones se hablan aliminado totalmente
por 1760, tal como lo indica Toynbee.
En su artículo "Colonos", escrito a comienzos de 1756 para la Enciclopedia,
Quesnay calcula que sólo 1(6 de las tierras culti~ad~s de .Fran~¡a lo son
mediante métodos modernos (usando la mejor tecmca dlspon:ble -~on
caballos+, invirtiendo capital en el cultivo y mediante arren~atanos ca~ltalistas) mientras que los 5(6 restantes lo son med~ante los ~etodos arc~ICos
(técnicas atrasadas -con bueyes+, nula inversion de capital y mediante
aparceros). Asimismo señala que "Este desas:re (el de l~ agricultura ~rancesa)
puede ser atribuido a tres causas: l-la desercion de los hiJOSde los agrICultores,
que se ven obligados a refugiarse en las grandes c!U~ades, dondeyevan las
riquezas que sus padres emplean en el cultivo de las tierras; 2- los Impuestos
arbitrarios que no permiten tener seguridades acerca del empleo de. los
fondos necesarios para subvenir a los gastos de la agnc~;tura; ~- las m?lestlas
que comporta el comercio de granos". En "G~~nos , escnt? a fmes ~e
1757, Quesnay plantea que las prácticas mercantlhstas del gobierno frances
MERCANTIUSMO
y FISIOCRAClA
47
tratando de proteger a la industria para forzar su desarrollo, mediante la
prohibición de exportar granos para mantener bajo su precio interno y con
ello bajos los salarios y los costos de producción de las manufacturas, y
mediante la restricción de las importaciones de manufacturas de otros
países, han sido causales de la ruina de la agricultura francesa: "Francia
puede producir en abundancia todas las materias de primera necesidad
y sólo puede comprar al extranjero mercancías de lujo -el tráfico mutuo
entre las naciones es necesario para mantener el comercio-o Sin embargo,
nos hemos dedicado principalmente a la fabricación y a la comercialización
de los bienes que podíamos adquirir en el extranjero; mediante un comercio
de competencia demasiado extramada, hemos intentado debilitar a nuestros
vecinos y privarles del beneficio que obtenían al vendemos sus mercancías.
Los efectos de esta política han consistido en extinguir el comercio recíproco
entre nuestros vecinos y nosotros, un comercio que repercutiría totalmente
en nuestro beneficio. Ellos han prohibido la entrada en su territorio de
nuestras producciones y nosotros les hemos de comprar, de contrabando
y a precios muy altos, las materias que empleamos en nuestras manufacturas.
Para ganar algunos millones fabricando y vendiendo bellas telas hemos
perdido miles de millones sobre el producto de nuestras tierras, mientras
que la nación, engalanada con telas de oro y plata, ha creído gozar de un
comercio floreciente";'
.
x Ya sea porque los fisiócratas veían que Francia tenía una ventaja comparativa
, en la producción agrícola, que no se había aprovechado plenamente porque
las políticas mercantilistas habían sacrificado el desarrollo de la agricultura
al de la industria; o porque el incipiente desarrollo de la producción capitalista
tanto en la agricultura como en las manufacturas francesas no les permitió
identificar un excedente económico bajo la forma de beneficio del capital
como un nuevo hecho de carácter general y permanente; o por el efecto
combinado de tales circunstancias, o por otras razones, el hecho es que
para desarrollar su análisis sobre las fuentes de la riqueza los fisiócratas
estructuran un modelo teórico que los condujo a la conclusión de que
solamente la producción agrícola era fuente de un excedente social capaz de
aumentar la riqueza social, excedente al que dieron el nombre de "producto
neto". Desde el punto de vista de la generación de tal excedente, entonces
sólo la agricultura sería productiva mientras que las demás actividades" tales
como las manufacturas y el comercio, aunque necesarias e indispensables para
el funcionamiento social, serían improductivas de excedente, improductivas
de "producto neto" y, por tanto, estériles en ese sentido.
1 Todas las citas de los artículos de Quesnay para la Enciclopedia Y del Tableau Economique
son
- tomadas de la edición española de los escritos de Quesnay realizada por Editorial Fon tarnara,
Barcelona.
(
48
INTRODU"CION
A LA ECONOMIA
Así, en su primer "Diálogo con el señor H", Quesnay afirma del comercio:
" ... el comercio, que no es sino un intercambio de valor por valor igual. .. ",
es decir, que el comercio no crea nuevo valor, que se limita a transferir
valores, y por tanto que " ... el comercio por sí mismo, y estrictamente
hablando, es estéril". Y, en su segundo "Diálogo", Quesnay afirma de las
manufacturas: " ... el valor venal de esas mercancías no es sino el valor
mismo de la materia prima y de la subsistencia que el obrero ha consumido
durante su trabajo y que el gasto de ese valor venal, repetido por el obrero,
no es en el fondo sino un comercio revendedor", 1 En otras palabras, los
fisiócratas supusieron un carácter artesanal para las manufacturas según el
cual el valor de mercado de las mismas es apenas suficiente para reponer
los costos de los medios de producción usados y para cubrir el "salario" del
trabajador, sin dejar ningún excedente bajo la forma de beneficio del capital,
ningún excedente capaz de incrementar el monto de la riqueza social, capaz
de permitir la acumulación de capital. Y desde tal punto de vista, del excedente, la manufactura sería entonces una actividad estéril. Este último
calificativo para la manufactura es subrayado por Quesnay al considerarla
una forma de "comercio revendedor", actividad ya anteriormente clasificada
como estéril. Como más adelante se verá, esta proposición de Quesnay, de
considerar la manufactura como una forma de "comercio revendedor"
podría ser esencial para poder aprehender la verdadera significación de la
tesis ñsiocrática,
Desde el' punto de vista de un juicio histórico, siguiendo a Ronald Meek, "No
podemos reprochar a Quesnay ese empleo (del modelo artesanal, sin beneficio
del capital, para las manufacturas): proporcionaba una aproximación bastante
correcta a la situación de la industria francesa en el momento en que las
ideas de Quesnay se desarrollaron. El modelo era patrimonio común de todos
los economistas del momento, incluyendo el Adam Smith de las Glasgow
Lectures"?
Y si Meek señala lo que enseñaba Smith en Glasgow por la época en que
Quesnay desarrollaba este modelo es, precisamente, porque fue Smith 20
años más tarde, en "Una Investigación Acerca de la Naturaleza y Causas de
la Riqueza de las Naciones", quien propició o abrió las puertas a una gran
revolución en el pensamiento económico al presentar el beneficio del capital,
tanto en la agricultura como en las manufacturas, como un dato permanente,
esencial e ineluctable para poder explicar la nueva realidad capitalista que
1
Las citas de los Diálogos de Quesna y, las Máximas y el Derecho Natural, así como las de Dupont
de Nemours sobre "Del Origen y los Progresos de una Nueva Ciencia", son tomadas de la edición
en español de escritos parciales de los fisiócratas realizada por el Centro Editor de América Latina,
Buenos Aires, 1967.
2
Meek Ronald,
La Fisiocracia,
Ed. Ariel, 1975, págs. 108-\09.
MERCANTIUSMO
y FISIOCRACIA
49
recién florecía en todo su esplendor. Pero, quizás, había que atravesar el
Canal de la Mancha y esperar algún tiempo desde las lecciones de Glasgow
para percibir plenamente tal realidad e incorporarla al pensamiento teórico.
Sin considerar el beneficio sobre el capital invertido en las manufacturas
o en el comercio como .una magnitud relevante sería, pues, lógico postular
a la agricultura como la unica actividad productiva de excedente acumulable
de producto neto, ya que, aun si se ignora el beneficio sobre el capital
invertido en la agricultura, ésta rendirá siempre un excedente sobre los
costos de producción y los costos de subsistencia de los trabajadores que no
es otra cosa que las rentas que perciben los propietarios del suelo por permitir
la explotación del mismo a manos de quienes no poseen la propiedad de tal
recurso natural. Es así como en el modelo fisiocrático el excedente o producto
neto va a parar en primera instancia, por derecho propio, a los terratenientes
a quienes los fisiócratas llaman la clase de los "propietarios".
Puede ser discutible, sin embargo, explicar la noción fisiocrática del producto
neto, o de la agricultura como única actividad productiva de excedente
basándose plena o solamente en la consideración de que los fisiócratas
hicieron abstracción de la ganancia industrial y de la ganancia comercial.
~ien ,sabida es la importancia que tuvo el capital comercial y el capital a
mteres en las fases antecesoras del desarrollo del capital industrial, es decir,
antes del de~arr?llo pleno del capitalismo, y por ello su observación no pudo
escapar ni siquiera a los primeros economistas. Recuérdese cómo mucho
antes de los fisiócratas ya los mercantilistas hicieron del interés del capital
un.o ~e sus pro?lemas fundamentales y, en opinión de Keynes, si no el
principal uno directamente vinculado con el problema principal. De otro
lado, son tantas las referencias de Quesnay y los demás fisiócratas al interés
y a! beneficio de capital en sus diferentes escritos, que ello ameritó un
capitulo completo ?el libro citado de Meek sobre ese aspecto específico.
Ya en su primer artículo para la Enciclopedia, en 1756, Quesnay introduce
como parte ?e los costos de la producción agrícola un interés del 40 lo anual
sobn: el .:apltal y, en su segundo artículo, "Granos" (1757), al calcular la
distribución del valor de la producción agrícola introduce explícitamente
un rubro p.or concepto de "riesgos y beneficios". También son múltiples
las referencias sobre el hecho de que la única forma de mejorar la agricultura
es atraye~~o capitales hacia és~a, y que esto no puede hacerse sino mejorando
su rentabilidad, lo cual suporna mejores precios para los granos y la libertad
de comercio para los mismos.
Como Meek señala, es posible que los fisiócratas incluyeran el beneficio
sobre el capital agrícola en el mismo producto neto. Pero, aún partiendo del
supuesto de que toda la producción manufacturera era de carácter artesanal
resultaba imposible ignorar la ganancia comercial y los intereses del capital
50
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
a préstamo. Así, aunque los factores ya señalados pudieron haber sido
decisivos en la formación del pensamiento fisiocrático, es necesario tener
presente un elemento adicional. Tal elemento hace referencia a la posición
fisiocrática sobre el origen de la demanda por productos manufacturados,
por una actividad comercial en expansión y, en general, sobre el origen de
la expansión económica en su conjunto. Posición ésta que es claramente'
también un reflejo de las circunstancias históricas de su tiempo.
En efecto, el desarrollo de la manufactura artesanal durante el período
feudal descansa de manera muy importante sobre las demandas de la nobleza
feudal, es decir, sobre el gasto de sus rentas que en manufacturas realiza
esta clase social. Por tanto, puede afirmarse que el gasto de estas rentas se
constituyó en una fuente decisiva para la expansión de la producción manufacturera y, por ello mismo, de la expansión comercial, con todo lo que
el]o implica, incluida una demanda creciente de crédito para financiar la
producción y el comercio en expansión. De esta manera, entre mayores
fueran las rentas de tal clase social mayor sería la expansión económica en
su conjunto. En otras palabras, los ingresos de manufactureros, comerciantes
y prestamistas serían simples ingresos derivados del gasto de la renta de la
tierra. Esta observación fisiocrática, que aparece claramente expresada en el
tableau economique, que se comentará más adelante, fue extendida para
tomar en cuenta el gasto que los productores agrícolas o "clase productiva"
(q uienes toman en arriend o las tierras de la no bleza propietaria) realizan, a
su vez, en productos manufacturados. El pensamiento fisiocrático toma,
pues, en cuenta este elemento histórico y lo erige como su fundamento.
Esto aparece nítidamente expresado en la definición de "clase estéril" que /'
da el mismo Quesnay en su "Análisis de la Fórmula Aritmética del 'Tableau
Economique' de la Distribución de los Gastos Anuales de una Nación Agrícola",
escrito en junio de 1766. Dice allí Quesnay: "La clase estéril esta formada
por todos los ciudadanos que se ocupan en servicios o en trabajos no agrícolas
y cuyos gastos son pagados por la clase productiva y por la clase de los
propietarios, clase que tamhién ohtiene sus rentas de la clase productiva".
(Sub. Agregado). Así, pues, todos los gastos (o ingresos) de los ciudadanos
que se dedican a actividades no agrícolas provienen en última instancia de
las demandas que se hagan con los ingresos producidos por la agricultura, ya
que las rentas de la clase propietaria provienen también de allí. La dinámica
de todas las demás actividades económicas y, por tanto, de toda la economía
en su conjunto provienen de la agricultura. Es necesario subrayar aquí que
los fisiócratas tomaron este punto en forma inmediata de Cantillon, cuyo
"Ensayo" contiene precisamente un capítulo (XII) que se intitula "Todas las
clases y todos los hombres de un Estado subsisten o se enriquecen a costa de
los propietarios de tierras". Cantillon es, pues, un ejemplo valioso de lo
difícil que es cualquier clasificación pues, como se ve, no fue sólo un mercan-
MERCANTIUSMO
y FISIOCRACIA
51
tilista convencido, sino también un fisiócrata convencido, el primero de
ellos. Y, aún muchos historiadores afirmarían que también fue un "clásico".
Está implícito en tal planteamiento que la demanda por productos manufacturados no proviene, al menos en su forma decisiva de un intercambio
r~cíproco de los productores manufactureros entre sí, Planteamiento que si
bien puede reflejar con algún grado de fidelidad un hecho histórico, y ser
en alguna medida apropiado para las circunstancias de la época, iba a ser
superado por el desarrollo de los acontecimientos, particularmente por el
acelerado y masivo desarrollo de la especialización del trabajo que se impuso
c?n la implantación de los sistemas fabriles de producción, desarrollo que
dio lugar a que la misma industria generara endógenamente nuevos mercados
crecientes por productos industriales, y pasara al otro extremo de la cadena
de causalídád generando nuevas demandas por productos de la agricultura.
Precisamente, Adam Smith iba a centrar su atención en el hecho fundamental
de que exist~, una relación indisoluble entre el grado de división del trabajo
y la extensión del mercado. Pero, posiblemente, estos acontecimientos
no hacen sino confirmar que la significación de una teoría no puede ser
aprehendida sino en relación a las circunstancias históricas que la originaron.
Sobre la base de la consideración anteriormente señalada, en que todo
ingreso no agrícola tiene una fuente agrícola (gasto de la clase productiva
-agrícolay de la propietaria +rentas+], bien hubiera sido posible para
los fisiócratas aceptar la existencia de una ganancia industrial permanente
pero argumentar que ésta no era más que una transferencia de rentas agrícolas,
y que como tal la fuente de la ganancia industrial estaba en la agricultura, de
la misma manera que su aceptación de la existencia de una ganancia comercial
no los llevó por ello a considerar el comercio como una actividad productiva.
Así, hubiera sido posible aceptar la existencia de una ganancia industrial
y, por razones diferentes, considerar sin embargo a la clase manufacturera
como una clase "estéril" en relación a la creación de "producto neto" de
la misma manera que trataron la "esterilidad" del comercio.
'
Pero, en cualquier caso, la argumentación fisiocrática apunta claramente
..lIh~cial~ tesis de .que l~,única fue~te real d~ un excedente (sob~e el consumo)
l'dlspomble para mversion, es decir, para mcrementar la cantidad y calidad
de los medios de producción, (aumento que consideraban imprescindible
para incrementar la productividad del trabajo y, por tanto, la riqueza social),
era la agricultura. Es por ello que en el pensamiento fisiocrático lo único
que tiene tanta importancia como la agricultura es el excedente disponible
para inversión, es decir, la acumulación de capital por parte de la sociedad.
Y no podría ser de otra manera, pues producción agrícola y generación de
excedentes de inversión son, en su modelo teórico, prácticamente la misma
cosa. Si la agricultura ocupa un lugar de tanto privilegio es, precisamente,
lNTRODUCCION
52
A LA ECONOMIA
por ser la actividad que en el pensamiento físiocrático genera el.~xcedente
para inversión. Podría prácticamente concluirse que la preocupacion cerryral
de los fisiocrátas fue el máximo bienestar social, que para alcanzar este
pensaban que se requería la máxima riqueza posible" ~ue para. accede; a
ésta pensaban que se requería invertir o acumular el maximo posible y, solo.
en el último lugar de esta secuencia y como una conclusión lógica, pensaban
que la agricultura era la actividad más importante de todasporque era la ú~~ca
que producía el "producto neto" disponible para la inversión o acumulación.
Que la preocupación por la inversión o acumulación de capital constituyó el
punto de partida y el eje fundamental de todo el pensamiento f~i~cráti~o
se pone en evidencia desde el momento mismo en que aparece la ñsíocracía
como escuela económica, con la conversión del Marqués de Mirabeau a tales
ideas expuestas primariamente por Quesnay, conversión que implicó un
abierto rechazo del Marqués a las ideas opuestas que él antes profesaba.
Sobre esta conversión relata el propio Marqués: "Mi razonamiento (original)
era el siguiente: la riqueza es el fruto que proviene de la tierra p~a utilizarlo
los qpinbres; sólo el trabajo del hombre posee capacidad para ~ncreme?tar
la riueza.:rm
tanto, cuantos más hombres haya, mas trabajo habra~, y
curui,i(tmás trabajo, mayor riqueza. P?r tanto, elcamino para la consecución
de p~speridades: 1- incrementar el numero de hombres; 2- con esos hombres
incréthentar el trabajo productivo; 3- con ese trabajo, incrementar la riqueza.
En eSta posición me consideraba invulnerable ... " . "Mi interlocutor (Quesnay)
me ~idió conceder a los hombres el mismo honor que s~ conce~e a las
ovejas, pues todo el mundo que quiere aumentar su r~ban~ emplez.a _~or
aumentar su terreno de pasto. Le repliqué que las ovejas solo constituían
una causa secundaria de abundancia, mientras que el hombre era causa
primaria de la creación de frutos. Empezó a reír y me pidió que me explicara
mejor, y que le dijera si el hombre, cuando llego a la tierra, l.levaba ya en su
bolsillo pan suficiente como para permitirle vivir hasta que la tierra preparad~,
sembrada, cubierta de espigas, segada, trillada, etc., le alimentara. Me habla
cogido: .o bien había que imaginar que el hombre había sabo:eado sus ~i~s
y manos por J8 meses, como hace el oso en invierno, o habla que admlt~r
que este creador de frutos había encontrado ya algunos que nunca habla
sembrado. Me pidió, entonces, que tuvieraia amabilidad de reconocer que
toda, la población subsiguiente tendría que haber disfrutado del mismo
beneñcio; pues de otra forma no podría existir. En el caso de un loco, la
exposición presuntuosa causa confusión y rabia; en el caso.,de u~ alm~
hone~ta proporciona comprensión y humildad. Eso me ocumo a mi. Pedí
a mimaestro que me explicara y me enseñara ... "1
1
c.!ta
de Mírabeau a Rousseau;
Meek, op, cít., págs. 12·13-14.
MERCANTILISMO
y FISIOCRACIA
53
Así, la escuela empieza a formarse mediante el reconocimiento del capital
adelantado. que se requiere para costear la subsistencia de los trabajadores,
mientras llega el momento de recoger el fruto de su trabajo, período de
espera que es efectivo en toda actividad económica del hombre civilizado
aunque su duración pueda variar de una actividad a otra. Puesto que la
necesidad más primaria del hombre, sin satisfacer la cual no puede vivir, es la
alimentación, y aun otras necesidades fundamentales como el vestido guardan
una estrecha vinculación con la producción agrícola, no se necesitaba recorrer
mucho camino para deducir que el prerrequisito histórico de toda nueva
actividad económica y su desarrollo fue la disponibilidad de un excedente
agrícola, que le permitiera al hombre subsistir mientras, por un lado, se
dedicaba a actividades no agrícolas y, por otro, esperaba los frutos de su
trabajo agrícola. Lo que tipifica al pensamiento fisiocrático es el haber
erigido este fundamento histórico de la expansión y variedad de la producción
humana, en el fundamento explicativo del crecimiento de una economía
de mediados del siglo XVIII. Por ello, en el modelo fisiocrático el crecimiento
de todos los sectores económicos y de la economía en su conjunto aparece
como una función dependiente del excedente agrícola, y también por ello
Quesnay concluye que los productores de manufacturas no producen nada
nuevo (ningún excedente), sino un valor que repone otro creado de antemano
por la agricultura y ofrecido como excedente de la misma al servicio de la
manufactura, a saber: el capital adelantado constituido, de una parte, por
los bienes de subsistencia del trabajador y, de otra parte, por las materias
primas (de origen agrícola). Obviamente, como ya quedó dicho, desde el
punto de vista de su origen histórico el adelanto de alimentos, vestido
y materias primas tuvo que haber sido de origen agrícola, tuvo que ser
creado por la agricultura, y éste es quizás el único elemento racional detrás
de la tesis de Quesnay, que podría explicar además porqué, no obstante la
tendencia moderna a considerarla como una tesis absurda, ella, a lo largo de
la historia del pensamiento económico, ha recibido siempre una gran atención
y mucho análisis por parte de todas las escuelas económicas que han indagado
por la historia de esta ciencia.
Pero, durante el salto mortal de erigir el origen histórico del excedente que
permitió el desarrollo de las actividades no agrícolas (y procedimientos
más tecnificados en la misma agricultura) en el mecanismo explicativo del
crecimiento de una economía que veía nacer el capitalismo, es decir, durante
el proceso de hacer del excedente agrícola la fuente del crecimiento en una
economía europea del siglo XVIII, los fisiócratas (justificada o injustificadamente) no examinaron o no alcanzaron a ver que en las condiciones industriales
del naciente capitalismo, que iban a arrasar con los métodos artesanales la
acumulación requerida típica, fundamental y distinti.va no era tanto' el
capital adelantado para garantizar la subsistencia del trabajador (productos
agrícolas), mientras éste termina su producto, como el capital adelantado
54
iNTRODUCCION
A LA ECONOMIA
en instrumentos de producción, máquinas e instalaciones (productos manufacturados). En realidad, una empresa contemporánea de fines del siglo
XX, en la cual típicamente el capital adelantado en salarios constituye una
fracción despreciable frente al capital adelantado en instrumentos, máquinas
e instalaciones de origen no agrícola, al punto de que muchos economistas
del mundo moderno cuando se refieren al capital (adelantado) sólo toman en cuenta los últimos elementos, constituiría una realidad por fuera de laperspectiva fisiocrática. Y tanto más cuanto que en el valor de la subsistencia
de un trabajador contemporáneo de un país avanzado los alimentos constituyen una fracción mínima cuando se los compara con su importancia
dentro del valor de la subsistencia de un trabajador de hace más de 200 años.
Pero, naturalmente, sería un absurdo histórico exigirle a los fisiócratas
que, en vez de un análisis fundamentado en ciertos parámetros quizás relevantes para su tiempo, hubieran sido adivinadores inequívocos del futuro.
Para prever este dramático cambio en la naturaleza de la acumulación, y en
el tipo de excedente que ella requería (ahora manufacturero), era necesario
visualizar como un hecho generalizado e irreductible el desarrollo de la
producción en serie, etc., y esto podía hacerse sólo esperando un tiempo
a partir del momento en que surgió la escuela fisiocráctica, así fuera breve,
de una o dos décadas, y trasladándose al país donde ello ocurrió por primera
vez y donde floreció con mayor fuerza y nitidez que en cualquier otra
parte: Inglaterra. Era Adam Smith quien, entre los magníficos.pensadores
económicos de esta época, estaba situado en el tiempo y el lugar correctos
para enfocar con claridad el fenómeno y legar a la posteridad el magnífico
testimonio analítico de un drama que estaba revolucionando profundamente
a la sociedad y, por consiguiente, las ideas que los hombres se formaban
sobre la misma.
1.2.4 El impuesto único
Aunque era imposible para los fisiócratas predecir todas las dramáticas
transformaciones que llevaría a cabo el desarrollo de la economía capitalista,
constituye parte de sus méritos el haber tomado como un hecho explícito
en su modelo una indisoluble relación entre la rentabilidad privada (búsqueda
del beneficio individual) y la asignación de recursos productivos de la sociedad
(véase sección 13.6.2), al menos en lo referente a sus análisis de la agricultura
francesa, cuyo atraso era explicado por los fisiócratas con base en tal relación,
adelantando así los fundamentos del modelo general explicativo de la economía capitalista, modelo que relaciona los incentivos (o el "principio de
racionalidad económica", véase sección 13.2)con la movilidad y la información,
y que iría a constituirse en la base del sistema analítico de A. Smith y sería
heredado por todos los economistas posteriores hasta nuestros días. Quizás
por esta tradición de más de 2 siglos el alcance de tal planteamiento pueda
MERCA.."IIlUSMO
y FISIOCRACIA
55
parecemos hoy obvio, un hecho natural y, por tanto, carente de la dignidad
necesaria para ser considerado como un paso crucial del pensamiento humano
en su proceso de autocomprensión y de conocimiento de la sociedad. Pero no
puede pensarse lo mismo cuando la historia real es examinada y se encuentra
que los fisiócratas, por basarse en tales planteamientos, eran considerados
por la mayor parte de sus contemporáneos como portadores de ideas extrañas
y desconocidas hasta entonces. Y es que, con este planteamiento del problema, los fisiócratas estaban racionalizando la gran revolución subterránea
que se había venido gestando dentro del marco de unas instituciones feudales
caducas, que obstaculizaban la movilidad y la información, y llegaban hasta
prohíbirlas, y que COndenaban el afán de lucro como un hecho amoral
antinatural e indeseable. Y he aquí que los fisiócratas no sólo llegan a reconocer la realidad del lucro como un pivote fundamental e irreversible de la
nueva economía, sino que llegan hasta presentarlo como la propia "ley
natural", como la fuerza del progreso conducente al bienestar, a la cual se
oponen las "anti-naturales"
reglamentaciones y prejuicios feudales. Es
dentro de tal contexto que la posición fisiocrática sobre los impuestos (o
rentas para mantener al Estado) se desarrolla. Como los mercantilistas, los
fisiócratas dieron una gran importancia a este aspecto económico, tradición
que, continuarían los clásicos A. Smith y David Ricardo, dedicando el primero
de estos el libro V de su "Riqueza de las Naciones" a tal tema y Ricardo
intitulando su principal obra como "Principios de Economía Política y
Tributación" .
Hacía mediados del siglo XVIII existía un gran desorden tributario en
Francia, con múltiples impuestos de diversa índole, muchos de ellos considerados por los fisiócratas inequitativos y desestimulantes de la inversión de
capital en el campo, con dicha situación agravada por la gran arbitrariedad de
que solía hacer uso el Soberano al imponer sorpresivamente nuevas cargas_
y sin previo aviso, sobre todo a la agricultura, lo cual impedía formarse una
idea sobre los beneficios futuros que podrían esperar los productores
agrícolas. Como ya se ha señalado, los fisiócratas establecieron una relación
indisoluble entre el nivel de beneficio económico y la asignación de los
recursos productivos pero, al examinar el tema de los impuestos que recaían
sobre la agricultura, sofisticaron mucho más su modelo llegando a introducir
explícitamente en el mismo los niveles de inversión, adelantándose en mucho
tiempo a las modernas teorías de la inversión. Es así como plantearon que
el elemento de arbitrariedad en la imposición de las cargas tributarias sobre
los productores agrícolas ("clase productiva"), no les permitía a éstos
formarse una idea aproximada sobre los beneficios que recibirían por la
inversión de su capital en la agricultura, ya que en cualquier momento tales
beneficios podrían ser drásticamente reducidos por una nueva carga tributaría
imprevista e imprevisible en el momento de hacer la inversión. Y es que, de
hecho, la política de la Corona habia-sído precisamente la de gravar en la
(
56
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
medida de lo posible a la clase productiva cuando el aumento de sus beneficios
se hacía evidente. Los fisiócratas se opusieron a esta política, declarándola
perjudicial para la sociedad en su conjunto y contraproducente para la
propia Corona, argumentando que, de un lado, el elemento de .arbitrariedad
que no permitía prever los beneficios futuros desterraba el caP.ltal del sector.
agrícola hacia otros sectores económicos, con lo cual se redu~la el producto
neto global, la agricultura permanecía pobre y atrasada y el mismo Soberano
se empobrecía, pues las pobres rentas de la tierra (muy bajo producto neto)
no permitirían pagar altos impuestos. De otro lado, argumentaron que los
beneficios del capital invertido en la agricultura eran en realidad el fondo
que disponía la "clase productiva" (productos agrícolas) para mantener en
buen estado las tierras y demás medios de producción, y para mejorar
tales medios de producción. Por consiguiente, que reducir los beneficios del
capital invertido en la agricultura era reducir ?ich~ fondo y empobre?er
de esa manera al reino en su conjunto. En síntesís, esta argumentación
conduce a la conclusión de que las rentas para el sostenimiento del Estad2_
deben provenir de las rentas de los propietarios de las tierras, no de 100
beneficios del capital invertido en la agricultura.
Como las demás actividades se consideran "estériles", es decir, no producen
un excedente sobre la reposición del valor de las materias primas y del valor
dela subsistencia de los trabajadores, ellas no entran a jugar un papel determinante en la financiación de los gastos del Estado o del Soberano. Por
tanto los fisiócratas llegaron a la conclusión de que en orden a maximizar
el "p;oducto neto" y con ello la riqueza de la soci~dad, se re~u.ería est.ablecer
un solo impuesto sobre la renta de la tierra: el Impuesto umco. ASI, en su
"Análisis de la Fórmula Aritmética del Tableau Economique ... ", Quesnay
dice: "Los propietarios, el soberano y toda la nación han de tener interés
en que los impuestos se establezcan entera e inmediatamente. sobre las
rentas de la tierra, ya que cualquier otra forma de establecer los lm~uestos
iría en contra del orden naturalpor ser perjudicial a la reproduccion y al
impuesto ... ".
Por supuesto, ésta era una propuesta revolucionaria que en la ~rác.tica
intentaba conciliar los intereses del Soberano con los de la clase capitalista,
en contra de los intereses económicos de la nobleza terrateniente. Las
peculiaridades de la revolución a~tifeudal en F.ra~cia dieron a est~ propuesta
un destino ambivalente, con algún avance práctico en ese sentido y movimientos posteriores en el sentido opuesto. Per~, quizás, esto ~:a apenas un
indicio de la violencia con que había de culminar la R.evoluclOn ~rancesa.
De todas maneras, el hecho de que tales propuestas tuvieran su ongen .e~ el
propio Palacio de Versalles, donde Quesnay ocupab~ s~ puesto d: ~edlco
de la Corona, era bien sintomático de las contradicciones econormcas y
MERCANTILISMO
y FISIOCRACIA
57
políticas de aquella época. Pero, desde un punto de vista teórico, esta tesis
fisiocrática no iba a morir tan rápidamente. Su argumento central, el de que
los impuestos sobre el beneficio del capital al reducir los fondos disponibles
para inversión iban en detrimento del crecimiento económico y del progreso
de la sociedad, y que por tanto la carga tributaria debería recaer fundamentalmente sobre las rentas de la tierra, volvería a ser plasmada en un modelo
teórico más sofisticado, libre de muchas de las abstracciones fisiocráticas,
fundamentado en una teoría muy acabada del valor y de la renta del suelo,
en el modelo de Ricardo, y daría lugar a una de las controversias más largas
y también más actuales del pensamiento económico: la de si maximizar
los fondos disponibles para inversión, es decir el ahorro, el exceso de ingreso
sobre consumo, es en realidad la fuente básica del progreso en las economías
capitalistas o de si, por el contrario, tal maximización sería un obstáculo
fundamental para el crecimiento económico capitalista. Y de esta polémica
que dejaron planteada los fisiócratas no pudieron escapar Smith, ni Ricardo,
ni Malthus, ni Marx, ni Keynes, ni los opositores contemporáneos de las
ideas de éste último. Tal ha sido la permanencia en la teoría económica de
esta preocupación central de los fisiócratas, directamente vinculada a sus
ideas de "leyes naturales", bienestar y progreso.
1.2.5 Las clases y el "Tableau Economique"
El "tableau economique" de Quesnay, es un modelo fundamentado en
ciertos conceptos teóricos y en algunos parámetros estadísticos (datos
aritméticos), cuyo propósito fundamental es mostrar claramente porqué
y mediante qué mecanismos al reducirse el producto neto de la agricultura
se reduce la riqueza de la sociedad en su conjunto, y al aumentar el producto
neto agrícola aumenta la riqueza social. Desde el punto de vista metodológico
ha tenido gran influencia en el desarrollo de la ciencia económica y ha
recibido la admiración de todos los grandes economistas, que han visto en
él el primer modelo económico completo y general, con todos sus elementos
explícitamente definidos y lógicamente coherentes entre sí. Es decir, utilizando la terminología moderna, podría decirse que además de teórico, fue
un modelo econométrico (en cuanto intentaba cuantificar ciertos fenómenos
económicos) y dinámico, en cuanto intentaba mostrar no sólo el resultado
de un proceso sino también su origen y sus diversas etapas. Además puede
decirse que también sirvió como "modelo de simulación" para conocer el
comportamiento cualitativo y cuantitativo de ciertas variables ante acciones
de políticas económicas alternativas.
En realidad, todo lo expresado en las secciones anteriores sobre la fisiocracia
constituye el conjunto de elementos teóricos que sirven de fundamento
al tableau economique, por lo cual no serán nuevamente discutidos aquí.
58
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
En estos tér.ainos, y aparte de las características señaladas en el primer
párrafo de esta sección, sólo restan por comentar, quizás, tres aspectos del
tableau (o cuadro económico de Quesnay): Primero, cómo el concepto de "clase
social" aparece explícitamente como una necesidad analítica imprescindible
para explicar la naturaleza y las leyes del sistema económico. Por ello un
prerrequisito para desarrollar el tableau es la conclusión de Quesnay de
que "La nación se reduce a tres clases de ciudadanos: la clase productiva,
la clase de los propietarios y la clase estéril". Aunque esta clasificación
específica de las clases obedecía a los propósitos analíticos de los fisiócratas,
siendo modificada posteriormente por la clasificación de A. Smith, la cual
fue adoptada por Ricardo, Marx y las teorías modernas en general, debe
subrayarse el hecho de que, a partir de los fisiócratas, ninguna teoría económica
ha podido desarrollarse sin la abstracción que lleva al concepto de "clases
sociales" o de las clases de ingreso que existen en la sociedad y sobre cuya
base se clasifica a los individuos. Los fisiócratas vieron claramente y legaron
a la posteridad la conclusión de que sin la abstracción de "clase social" las
leyes del sistema económico no podían ser descubiertas ni racionalmente
expuestas.
Segundo, en sus análisis y cuantificaciones los fisiócratas distinguen claramente
entre dos tipos de inversión de capital, o de avances de capital, requeridos
los dos para la actividad económica: los "avances originales", que se hacían
sólo una vez y permitían el establecimiento por primera vez de la actividad
económica, y los "avances anuales" que permitían que dicha actividad se
reprodujera cada año y que estaban constituidos por los pagos en salarios
para los trabajadores durante el año y otros gastos anuales, de tal manera
que los avances anuales debían hacerse cada año. Más tarde, esta misma
clasificación, recibiendo los nombres nuevos de "capital fijo" y "capital
circulante", se convertiría en una fecunda fuente de problemas teóricos,
particularmente en lo que a las leyes de la determinación de los precios se
refiere, siendo de particular relevancia en el debate sobre la consistencia
general del marco teórico de David Ricardo y del marco teórico de Marx,
debate que tan recientemente como en 1960 seguía produciendo frutos de la
altura de la obra de Piero Sraffa.
V
Y, tercero, el "tableau econornique" se considera hoy en día como el primer
modelo de relaciones económicas intersectoriales, en el sentido de que explícitamente mostraba y cuantificaba los efectos de un sector económico sobre los
demás, es decir, la interdependencia cualitativa y cuantitativa de los diversos
"sectores" que componen el sistema económico. Aunque el tableau original,
con su secuencia de números, debido a su carácter dinámico que pretendía
describir un proceso de aumentos y disminuciones del producto neto, se
ofrecía a primera vista muy difícil de entender, al punto de que el propio
MERCANTILISMO y FISIOCRACIA
59
Quesnay y sus discípulos tuvieron que ofrecer repetidas explicaciones, el
aspecto de las relaciones intersectoriales en sí suele explicarse fácilmente
recurriendo al estado de "equilibrio" que alcanzaría el sistema económico
en el hipotético caso de que todos los consejos de los fisiócratas se hubieran
puesto en práctica y, por tanto, el producto neto alcanzado por la sociedad
fuera el máximo posible de acuerdo a las posibilidades técnicas existentes.
(Como se recordará, entre estos consejos fisiocráticos figuran el de eliminar
toda restricción que obstaculice el comercio, particularmente de granos,
y toda restricción a la libertad .de los individuos para dedicarse a lo que
consideren más conveniente, laissez faire -Iaissez passer, así como la eliminación de los impuestos arbitrarios y demás elementos que no hacen rentable
la inversión de capital en la agricultura).
En esa fase de equilibrio hipotético y final hacia la cual tendería el sistema
económico, con su producto neto maximizado, después de un proceso de
sucesivas fases de expansión, la reproducción anual del sistema podría
ilustrarse como sigue, utilizando los datos simplificados que el propio Quesnay
ofrece en su "Análisis de la Fórmula Aritmética del "I'ableau Economique'
de la Distribución de los Gastos Anuales de una Nación Agrícola", escrito
en junio de 1766:
1. La clase productiva realiza adelantos anuales por el valor de 2.000 millones
de libras (que "no deben confundirse con los adelantos primitivos, que
forman el fondo de establecimiento del cultivo y que importan alrededor
de cinco veces más que los adelantos anuales").
2. El valor de la producción agrícola así alcanzado es de 5.000 millones,
que se distribuyen y reproducen tal como muestra el cuadro 1. 2. 1.
En relación con el cuadro 1. 2. 1. puede anotarse lo siguiente:
[, "Así, el gasto anual de la clase productiva es de tres mil millones, d os mil
millones en producciones que retienen para su consumo y mil millones en
obras que compra a la clase estéril.
Estos tres mil millones forman lo que se llaman LAS RECUPERACIONES
de la clase productiva, de las que dos mil millones constituyen los adelantos
anuales que se consumen por el trabajo directo de la reproducción de los
cinco mil millones que esta clase hace nacer anualmente para restituir
y perpetuar los gastos que se aniquilan por el cunsumo; los otros mil
millones son retirados por esta clase de las ventas para obtener los intereses
de los adelantos de su establecimiento". (Quesnay, op. cit.).
(
60
INTRODUCClON
MERCANTILISMO y FISlOCRACIA
A LA ECONOMIA
CUADRO 1.2.1
ii- La clase estéril ha realizado adelantos anuales de 1.000 millones por
concepto de materias primas (y, sintomáticamente, no se estipula ningún
"adelanto primitivo" de esta clase). Estos 1.000 millones son repuestos
anualmente con las compras por ese valor que hace la clase productiva
en manufacturas. "Por tanto, estos adelantos no producen nada: gastan,
se devuelven y de año en año quedan en reserva". (Quesnay, op. cit.). El
consumo anual de la clase estéril es financiado con los 1.000 millones que
recibe por venta de manufacturas a la clase de los propietarios, Así, la
clase estéril no produce ningún excedente, o "producto neto".
El Flujo Circular del Tableau Economique
~
=
/
5.000' = V/r. de la Producción Agrícola
ingresos Brutos d e la Clase Prod uctiva,
que son gastados así:
t
-.
gastados
en
2.000'
agrícolas, es
productos
decir,
pagados
a la
propia clase productiva
.~
el valor
para comprar
de la subsistencia de los .g
o
agrícolas.
trabajadores
1.000' ga stados en productos m anufacturados
comprado s a la clase
stérll.
2.000' en Rentas pagadas' a la clase de los
propietarios.
Con estos
2.000' los propietarios
gastan:
"
o':
~
(J'"
~
•..
\.®o· en
alimentos
(c~pras
a la clase
'é,productiva)
1.000' en rnanufacturas (comprados
a
la clase estéril).
4
s
1.000 , en compras
de alim entos a la
clase productiva
'o"!"
1.(1()0·
3.000',
+
=
2.000'
ventas de la
-,
~
'"
'"o
:;
iii
o
o
'"
'"~
N
~
i:O
.::
$ 1.000' en compras
de materias primas a
la clase productiva.
-;
'O
¡...
y
2.000'
iv-El tableau constituye un "flujo circular" porque muestra cómo el gasto
fluye entre todas las clases y cómo dicho gasto autoperpetúa las condiciones que permiten la reproducción del ingreso agrícola original año tras
año. En otros términos, el tableau muestra cómo de la producción surge
el ingreso, y cómo de la distribución de éste surgen las demandas sectoriales
que justifican la producción nuevamente, en una escala similar año tras
año.
w
>
11
'"!o"
'"
+
3.000
íii-Por el contrario, el valor producido por la clase productiva, o los agricultores, no sólo es suficiente para recuperar sus adelantos, incluido su'
consumo anual, y para mantener su fondo de reserva, sino que deja un
excedente de 2.000 millones que se pagan a los propietarios por concepto
de rentas, de las cuales, según Quesnay, 2/7 serían suficientes para pagar
los impuestos necesarios para el Soberano (o sea un impuesto único sobre
las rentas equivalentes a 2/7 de las mismas), 1/7 podrían pagar los diezmos
de la iglesia y 4/7 quedarían netos para los propietarios. Y,
o!
La clase estéril recibe
entonces $ 2.000',
que gasta .a sí:
/
61
=r--
2.000'
3.000'
5.000'. V Ir. total de
de la
las ventas
clase productiva.
En seguida, Quesnay pasa a explicar cómo estos intereses son esenciales
para que la clase productiva pueda hacer frente a las reparaciones ~ontinuas
y los accidentes imprevistos "como las heladas, el granizo, el anublo, las
il1undaciones, la muerte del ganado, etc.", concluyendo que si los agricultores no dispusieran de este fondo de reserva la agricultura sufriría un
deterioro continuo y su capital se aniquilaría paulatinamente, con lo cual
el producto neto se reduciría permanentemente, resultando perjudicada
(inalmente toda la nación.
Pero no debe olvidarse que ésta sólo es una representación simplificada del
tableau, bajo condiciones de un equilibrio hipotético como punto de
llegada, después de un largo proceso en el que, a partir de unas condiciones
iniciales, todas las magnitudes del sistema crecen. Así, los fisiócratas
presentaron las relaciones intersectoriales de la economía tanto con una
"reproducción ampliada" de año en año, como con una "reproducción
simple", con la misma escala año tras año.
Sería difícil exagerar la importancia que este modelo tuvo como inspiración para el desarrollo de los modelos intersectoriales de producción y
gasto más complejos y modernos, que han permitido un gran avance de
la teoría económica en la comprensión del funcionamiento del sistema
económico, y entre los cuales pueden rápidamente traerse a cuento los
esquemas de reproducción simple y ampliada de Marx , el modelo de
equilibrio general de Walras, el sistema de insumo - producto de Leontief
y el modelo del sistema de precios de Sraffa_ (véase seco1 7.4), sin los
62
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
cuales la teoría económica moderna tendría que avergonzarse frente al
revolucionario proceso de abstracción que constituyó el cuadro de Quesnay
para hacer inteligible el complej isimo problema económico de la creación
y la circulación del gasto, y sin los cuales "la medida de nuestra ignorancia
económica" sería hoy en día, con relación a los cambios que ha experimentado el sistema económico, quizás mucho mayor de lo que alguna
vez pudo ser dicha medida entre los primeros economistas.
Capítulo 11
La economía
clásica
UNIVERSIDAD
BIBLIOTECA
DE AN1'IOQUIA
CENTRAL
CAPÍTULO II
LA ECONOMÍA CLÁSICA
2.1
Adam Smith (1723-1790)
2.1.1 Antecedentes, manufactura
y división
del trabajo
El 9 de marzo de 1776, precisamente a 20 años de la publicación del primer
artículo económico de Quesnay (colonos) y a sólo un decenio de haber sido
escrito su "Análisis de la Fórmula Aritmética del Tableau Economique", al
otro lado del Canal de la Mancha, en Inglaterra, ve la luz la primera edición
de "Una Investigación acerca de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las
Naciones", libro que iría a ser considerado por la posteridad como un hito
del pensamiento económico y al que muchos no vacilan en conferirle la
paternidad de la ciencia económica moderna. Y es que, aparte de constituir
una monumental síntesis enciclopédica del conocimiento económico que se
había acumulado hasta este momento, la "Riqueza de las Naciones", como
at.reviadamente suele llamársele, presenta el primer modelo teórico coherente
que involucra prácticamente todas las características tipificantes del modo
de producción capitalista, eliminando muchas de las limitaciones analíticas
que para el estudio de este sistema presentaban los modelos anteriores,
incluso los más desarrollados como los de Cantillon y los Fisiócratas. Con
ello, Smith pudo dar solución a muchos de los problemas fundamentales
que ahogaban cualquier intento de comprensión general del sistema y,
obviamente, puesto que ninguna contribución teórica es absoluta en el
sentido de agotar totalmente la realidad, ni siquiera todas las contribuciones
sumadas que conforman una ciencia entera, entre otras cosas por limitaciones
66
INTRODUCClON
A LA ECONOMIA
de carácter histórico, aparte de las limitaciones propias de los seres individuales,
también legó a sus sucesores una larga serie de complejos problemas insolutos
cuyos intentos de solución han sido parte esencial de todos los desarrollos
teóricos subsíguientes.
De lo anterior resulta claro que Smith alimentó su pensamiento económico
de las contribuciones y problemas que dejaron planteados tanto los mercantilistas como los fisiócratas y es así como el pensamiento de unos y otros es
expuesto, analizado y criticado en la "Riqueza de las Naciones". Particularmente, es sabido que Smith tuvo un conocimiento de primera mano de
las tesis fisiocráticas pues permaneció durante algún tiempo en Francia,
precisamente durante el apogeo de las tesis fisiocráticas y cuando ya estaba
preparando su "Riqueza de las Naciones", y según referencia del Profesor
Manuel Agustín Aguirre, Smith hubiera dedicado este libro a Quesnay de
no haber fallecido el gran fisiócrata dos años antes de la publicación de la
"Riqueza de las Naciones". De otro lado, su relación con el pensamiento
mercantilista, al cual dedica directamente o indirectamente más de 200
páginas, es obvia pues, como se vio en el capítulo anterior, esta política fue
definitiva en la consolidación del capitalismo inglés, se extendió en tal país
por un período quizás mayor a 2 siglos y constituyó allí un tema esencial
y permanente de debate, no sólo en los círculos económicos sino también
en los políticos. Como si esto fuera poco, debe recordarse que, tal como se
explicó en el Capítulo IX (véase sección 9. 9. 1), Smith fue el padre de la
teoría de la "ventaja absoluta" en el comercio internacional, que era la
argumentación teórica de su posición plenamente librecambista, para llegar
a lo cual tuvo que intentar una refutación detalladísima de los argumentos
proteccionistas típicos de la literatura mercantilista. Esto explica, pues, la
extensión que dedica en la "Riqueza de las Naciones" a las tesis mercantilistas,
y sería imposible encontrar un teórico para quien los argumentos del proteccionismo sean más importantes que para el propio forjador de la teoría
del libre-cambio. (Sobre los condicionantes históricos y económicos del
surgimiento de la teoría del libre-cambio y, por tanto, de la posición mundial
de Inglaterra en el momento de escribirse "La Riqueza de las Naciones",
véanse secciones] 19.10.1, II 1.1.1 Y 1.1.4).
Pero, naturalmente, las influencias intelectuales sobre el pensamiento de
Smith no se agotan allí. Es necesario recordar que Smith recibió instrucción
académica en las universidades de Glasgow y Oxford y que durante largo
tiempo fue profesor de lógica y filosofía moral en la primera de éstas.
Precisamente, llegó a esta posición como sucesor de su maestro Hutcheson,
quien era un exponente de las teorías sobre el "orden. natural" de quien,
siguiendo a Eric Roll, "tomó Adam Smith la fe en el orden natural. La
escuela naturalista de filosofía a que perteneció había tenido una tradición
LA ECONOMIA CLASICA
67
ininterrumpida desde los últimos estoicos y espicúreos griegos. Reapareció
en las obras de los estoicos romanos, como Cicerón, Séneca y Epícteto,
recibió gran impulso en el Renacimiento y la Reforma, volvió a aparecer
en forma modificada, en Bacon, Hobbes y Locke, y llegó a su pleno florecimiento en los escritos de Smith, de los fisiócratas y de los radicales posteriores".
Seguramente, esta posición filosófica tuvo una influencia decisiva en su
desarrollo de la tesis fisiocrática de que el interés privado dejado a su libre
actuación y a las fuerzas libres de la competencia era la principal fuente de
bienestar público, tesis que Smith sustenta con argumentos económicos, más
específicos y verificables que los de los fisiócratas, y que se iría a proyectar
hasta los desarrollos más novÍsimos de la teoría "neoc1ásica" contemporánea
del bienestar. Por supuesto, con todo lo antiquísimos que puedan ser los
fundamentos de un planteamiento sobre el "orden natural", sólo con el
desarrollo del capitalismo que garantizó el afán de lucro, la libertad de
comercio, la libertad de contratación, la libertad de empresa y la libertad
de movimiento, se manifiestan las condiciones históricas objetivas que
permiten proyectar tal filosofía naturalista al plano específico de la realidad
económicay de una .política económica "ideal", pero tales condiciones ya
se habían insinuado con una fuerza incontenible en la Francia de los fisiócratas
y, al otro lado del canal, con un mayor desarrollo y un mayor tiempo de
gestación estaban esperando, como toda nueva realidad, la indagación
y racionalización del hombre. Es así como, 17 años antes de la publicación
de "La Riqueza de las Naciones", Smith publica "La Teoría de los Sentimientos Morales", obra filosófica en la cual anticipa los fundamentos del
orden natural que han de impregnar en forma decisiva a "La Riqueza de las
Naciones". De otro lado, no podría quedar sin mención la vasta erudición
histórica de Smith, de la cual hace gala en prácticamente todos los temas que
toca, y que le permite no solamente argumentar sobre la validez de sus
premisas como reflexiones del mundo real, sino también verificar muchas de
sus conclusiones y llegar a plantearse una perspectiva sobre el devenir de la
realidad económica.
Pero, quizás, muchas de las características de la obra de Smith, entre las
cuales la mayoría de sus analistas dan un lugar preferencial al optimismo, al
punto de que Heilbroner se refiere a su obra como "El Maravilloso Mundo
de Adam Smith", no podrían comprenderse sin señalar algunos rasgos
distintivos de la realidad económica que le correspondió observar y que fue
la materia prima de su revolucionaria construcción teórica. Ante todo cabe
señalar que, aunque las relaciones capitalistas de producción se habían
afirmado ya con tanta nitidez en la Inglaterra de esta época que Smith está
en capacidad de identificarlas plenamente y de hacerlas la condición general
y fundamental de su sistema, ellas correspondían al período manufacturero ,
que antecedió a la llamada "Revolución Industrial ", es decir, que antecedió
68
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
al período caracterizado por lo que Marx llamó "la maquinaria y la gran
industria". Durante este período manufacturero aparece y se desarrolla la
"fábrica" ¡ la conglomeración de muchos obreros en un mismo sitio de
trabajo, conglomeración que facilita la división y especialización del trabajo,
revolucionando los métodos artesanales tradicionales y típicos de la economía
feudal. En efecto, si los procesos artesanales se caracterizan por una relativa
autonomía del "maestro", que trabaja en su propio taller, ayudado cuando
más por un puñado de oficiales y aprendices, (cuyo futuro esperado es
también el de llegar a maestros en su propio taller), y porque la obra realizada
es una unidad -íntegra cuyas diversas facetas y etapas son todas dominadas
y trabajadas por el maestro, la manufactura fabril rompe con todas estas
condiciones. En primer lugar, ella se fundamenta sobre la relación del trabajo
asalariado, es decir, sobre la separación de los productores directos como
obreros libres y la propiedad de los medios de producción o, en otras palabras,
sobre Un mercado de fuerza de trabajo ya desarrollado. Y, en segundo
lugar, al basarse en la fábrica, desarrolla la especialización del trabajo convirtiendo la labor de cada operario en una operación simple y meramente
parcial cuyo producto no es la obra final sino apenas una parte de ésta
o, ron el tiempo, una parte de una parte de ésta. Para obtener el producto
final se requiere, pues, de una coordinada cooperación de un conjunto
relativamente grande de operaciones parciales y, por tanto, de obreros
"parciales". Esta especialización del trabajo, al simplificar las operaciones de
cada obrero, incrementa dramáticamente la productividad del trabajo y
permite el uso de instrumentos de producción cada vez más especializados
y precisos. Esta fue la fábrica típica que correspondió a Smith observar
y de la cual hizo vívidas, y hoy famosas, descripciones.
Naturalmente al contrastar el proceso de producción artesanal con la manufactura Iabril capitalista, particularmente en términos de productividad,
se evidenciaba una revolución sin precedentes sobre la capacidad de la
organización social para incrementar su riqueza. No es de extrañar, pues, que
Smith comparara las condiciones de consumo de un obrero de su tiempo con
las de un monarca primitivo y llegara a la conclusión de que el primero, con
mucha ventaja, salía con seguridad mejor librado. Y resulta completamente
lógico que en su indagación sobre las causas de la riqueza de las naciones
hubiera concluido dándole un lugar de privilegio a la división del trabajo.
Un camino progresivo e inextinguible hacia la riqueza aparecía así abierto,
limitado sólo por la extensión o amplitud del mercado, ya que si cada
individuo o nación se limitara a producir por sí mismo todo lo que necesita,
entonces no habría especialización del trabajo, es decir, a menor mercado
por los productos de los demás corresponde un menor grado de divis~ón del
trabajo y, por tanto, una menor productividad, es decir, una menor riqueza,
Así riqueza y especialización del trabajo llegan a identificarse, estando su
LA ECONOMIA CLASICA
69
límite en todo lo que limite el mercado. La más plena libertad de comercio
interior y exterior, que permite el máximo grado de especialización posible,
sería entonces la condición básica de la máxima riqueza. Rompiendo las
trabas a la libertad de comercio se abría, pues, un maravilloso mundo.
La cooperación, simplicidad y especialización de operaciones que caracterizan
a la manufactura fabril constituyen el punto de partida, la génesis indetenible,
de "la máquina", del mecanismo que coordina (hace cooperar) varios o
muchos instrumentos simples de trabajo sin que ninguno de estos instrumentos
individuales esté accionado directamente por el hombre. El desarrollo de la
maquinaria que, por un lado, iría a modificar directa y drásticamente las
condiciones de producción y de trabajo de los obreros y, por tanto, tomaría
lugar junto con fenómenos como las crisis (o depresiones), el desarrollo del
movimiento obrero y una concentración muy acentuada del capital no
alcanzó, sin embargo, a ser presenciado por Smith ni, mucho menos, a
quedar involucrado dentro del análisis de "La Riqueza de las Naciones".
Así, aunque la máquina de hilar de John Wyatt que según Marx. "había de
desencadenar la revolución industrial del siglo XVIII" fue anunciada por su
inventor en 1735, sólo hasta la séptima década del siglo XVIII empezó a
revolucionar la producción, después de muchas mejoras introducidas por
Hargreaves (1764) y Arkwright (1771).
Igualmente significativo es el hecho de que solamente en abril de 1784 se
expide la patente a Watt por su máquina de vapor. El mundo m~nufacturero
de la "Riqueza de las Naciones" es, pues, un mundo que no alcanzo a presenciar
la gran industria basada en la maquinaria, y por ello mismo sus lógicas
limitaciones históricas constituyen un homenaje al hombre y a la obra que
tan hondo lograron llegar en la explicación del funcionamiento del sistema
económico capitalista.
2.1.2 El precio natural y las clases sociales
"La totalidad de lo que es anualmente recibido o producido por el trabajo de
toda sociedad, o lo que es lo mismo, la totalidad de su precio, es de esta
manera originalmente distribuida entre sus diferentes miembros. Salarios,
ganancia y renta son las tres fuentes originales de todo ingreso como también
de todo valor en cambio. Todo otro ingreso es finalmente derivado de alguna
de las anteriores". "En toda sociedad o región hay una tasa ordinaria o
promedia tanto de los salarios como de las ganancias en cada empleo diferente
del trabajo y del capital". "Asimismo, en toda sociedad o región hay una
tasa de renta (del suelo) ordinaria o promedia ... ". "Estas tasas ordinarias
70
!NTRODUCClON
LA ECONOMIA CLASICA
A LA ECONOMIA
o promedias pueden ser llamadas las tasas naturales de los salarios, la ganancia
y la renta, en el momento y lugar en que ellas prevalecen de forma general".
Con estas proposiciones, extractadas de los Capítulos VI y VII de "La
Riqueza de las Naciones", Adam Smith establece uno de los más significativos.
avances analíticos de la ciencia económica, lo cual se pone de relieve cuando
ellas se comparan con las premisas del modelo fisiocrático. La división en
clase estéril, clase productiva y clase de los propietarios es sustituida ahora
por la clase perceptora de salarios (trabajadores asalariados), la clase perceptora de ganancias (propietarios del capital) y clase perceptora de rentas
(propietarios de la tierra o terratenientes, la misma clase propietaria de los
fisiócratas). Siun avance de los fisiócratas fue haber introducido el concepto de
clase pues, como se anotó en dicho capítulo, sin tal concepto la construcción
de una teoría sobre las leyes que regulan la distribución del ingreso y el
funcionamiento económico en el sistema capitalista hubiera sido imposible,
corresponde a Smith haber identificado con precisión las verdaderas clases
componentes de la economía capitalista. Y la importancia teórica de esta
identificación se pone de manifiesto en el hecho de que ninguna teoría
económica hasta el momento ha podido prescindir de tal división, siendo
adoptada por todos los economistas subsiguientes, entre ellos los padres de
las principales vertientes teóricas contemporáneas como Ricardo, Marx,
Keynes, Sraffa, Kalecki y los neoclásicos, habiéndola popularizado estos
últimos en sus libros de texto con su famosa proposición de que "los factores
de la producción son la tierra, el trabajo y el capital".
Por supuesto, esta contribución de Smith descansa sobre su observación de
que las tasas de salarios, de ganancia y de renta tienen siempre un nivel
positivo ordinario o promedio, "natural", y que, por tanto, constituyen
un fenómeno permanente de la sociedad capitalista, no un fenómeno transitorio, casual o meramente accidental, Es decir, que sus oscilaciones en
cualquier mercado particular se producen alrededor de un valor que siempre
es positivo, que nunca se anula de manera permanente, y que está determinado
por ciertas leyes o condiciones técnicas y sociales de la producción.
La permanente reducción de los salarios, las ganancias y las rentas de cualquier
actividad económica particular a sus tasas naturales se produce, de acuerdo
a Smith, por un mecanismo automático cuyas piezas fundamentales son: el
objetivo básico que busca todo individuo de maximizar su ingreso, la información de que disponen los individuos sobre las diferencias de ingreso que
pueden obtener en las diversas actividades, y la movilidad económica que
pueden dar a sus recursos productivos (tierra, trabajo y capital) los individuos
que los poseen cuando consideran conveniente ponerla en práctica, es
decir, la competencia. Así en su capítulo "Sobre el Precio Natural y el
71
Precio de Mercado", explica Smith que, si en una actividad económica
particular (x) se obtiene una tasa de ganancia por encima de la natural u
ordinaria, el capital buscando su máxima rentabilidad se sustraerá de otros
empleos (y) y se empleará en mayores cantidades en la producción de x
disminuyendo su precio y, dados unos costos, la rentabilidad. Por el contrario, si la producción de x llegare a arrojar una tasa de ganancia inferior a la
ordinaria o normal, el capital buscando la máxima ganancia posible se
sustraerá de la producción jíe x, buscando otro empleo, reduciendo su oferta
y, con ello, aumentando su precio y su rentabilidad. No habría tendencia
a sustraer o aumentar el capital empleado en la producción de x sólo cuando
su precio fuese precisamente' suficiente para rendir la tasa ordinaria o natural
de ganancia, y por consiguiente en tal situación tampoco habría tendencia
alguna a cambiar las ofertas ni los precios. De esta manera, la tasa de ganancia
tendería siempre hacia su nivel ordinario o natural y los precios tenderían
en el mercado siempre hacia el nivel apenas suficiente para rendir la tasa
ordinaria o natural, es decir, los precios también tienen su nivel natural
(de "equilibrio", suele llamarse este nivel hoy en día) que es aquel al cual
arrojan apenas la tasa natural u ordinaria de ganancia. 1
Este razonamiento de Smith es generalizado para los tipos derenta y de
salarios. Así, si en la producción de una mercancía particular (digamos
trigo) el tipo de renta, en un momento dado, se sitúa por encima del tipo
ordinario o natural, los terratenientes tendrán un incentivo para sustraer
sus tierras de otros cultivos, por ejemplo papa o cebada, y dedicarlas a
cultivar trigo con lo cual aumenta Ia oferta de trigo, cae su precio y con ello
disminuye la renta que los productores de trigo pueden pagar (después de
pagarse los salarios y las ganancias a su tipo normal). Y lo contrario si el
tipo de renta fuese inferior al ordinario o natural. De la misma manera,
razona Smith, si el tipo de salarios pagado en la producción de x fuese
superior a su tipo ordinario o natural, muchos trabajadores abandonarían
otras industrias para dedicarse a producir x (procurando también maximizar
su ingreso), con lo cual, si son efectivamente empleados, la cantidad ofrecida
de x aumentaría y su precio se reduciría. Al reducirse el precio, (después
de descontar el pago de las ganancias y las rentas a sus tipos naturales)
quedará menor ingreso disponible para pagar los salarios, es decir, éstos se
reducen o sea que son empujados en la dirección del tipo natural, (Y el
1
Este mecanismo, que establece unas condiciones de "equilibrio" que actúan como leyes para la
determinación de los precios, precisamente por la reducción permanente que hace la competencia
de las tasas individuales de ganancia a la tasa ordinaria, y fundamentado
en los elementos
de
maximización de ingresos, información y movilidad, ha sido explicado en todo detalle en el Cap írulo
IIl, seccionesl3.l
a 3.8 Por tanto, no es repetido en tal forma detallada nuevamente aq u í y se
aconseja al lector que no recuerde el funcionamiento
de dicho modelo con toda claridad que haga
un breve repaso del mismo.
I
I
72
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
eJerCICIOpuede repetirse siguiendo un razonamiento similar para el caso
en que los salarios se ubican por debajo de su tipo natural).
Los tipos de salarios, ganancias y rentas son empujados, pues, permanentemente por la competencia hacia sus tipos naturales, a través de las variaciones.
de los precios de los productos, variaciones que son producidas por los
cambios en las ofertas, mientras que a su vez éstas últimas cambian debido
a los cambios en la asignación de recursos a que son impulsados los individuos
por su objetivo fundamental de maximizar sus ingresos. Naturalmente,
dentro de ese proceso, junto con este objetivo maximizador para cada una
de las tres clases, son fundamentales la información y la movilidad, factores
a los cuales otorga Smith una gran importancia, lo que lo llevó a formular
el primer modelo completo del sistema de precios en la historia del pensamiento económico, determinando conjuntamente la asignación de los recursos
productivos, los precios y la distribución del ingreso. Pues si bien es cierto
que los fisiócratas, en forma pionera, habían adelantado para el caso de la
agricultura la relación entre maximización de beneficios y asignación de
recursos, no lograron generalizar tal relación a todas las actividades económicas
ni, por ello mismo, lograron formular una teoría de los precios naturales
ni una teoría general acerca de los niveles naturales de la renta y la ganancia.
Al introducir una tasa natural de ganancia, como una característica general
del sistema económico, con una existencia independiente de factores puramente accidentales, es decir, al introducir la clase capitalista como un hecho
general en todas las actívidades económicas, Smith logra pues el primer
modelo completo del sistema de precios, lo que desde otro punto de vista
puede describirse diciendo que rompió con el supuesto fisiocrátíco de que
las manufacturas eran estériles. Un excedente es reconocido ahora en la
producción de éstas por Smith, excedente con carácter permanente que
equivale a la ganancia. Aún más, sus estudios sobre la división del trabajo
lo llevaban a la conclusión de que el mercado para las manufacturas no sólo
proviene de la agricultura, como habían supuesto los fisiócratas, sino que
es también engendrado y ampliado por la propia división del trabajo dentro
de la producción manufacturera. Y, con ello, el fundamento fisiocrático
de que todo ingreso de la clase manufacturera es una simple transferencia de
ingresos agrícolas queda definitivamente roto. Además, como se verá más
adelante, Smith llega mucho más lejos en este proceso, al formular una
teoría de la valuación del ingreso real que elimina definitivamente cualquier
vestigio de la idea fisiocrática de que sólo la agricultura es capaz de generar
excedentes acumulables.
Pero, volviendo a las tasas naturales, Smith llama entonces precio natural de
un producto a aquel que es exactamente suficiente para pagar los salarios, las
LA ECONOMIA CLASICA
73
ganancias y las rentas a sus tasas naturales (ni por encima ni por debajo de
éstas). Y como, en razón del mecanismo de la competencia antes descrito, las
tasas de salarios, ganancias y rentas tienden siempre a sus tasas naturales,
entonces puede obtener la conclusión de que los precios del mercado tienden
siempre hacia sus niveles naturales. Y puesto que a este nivel natural se
anulan todos los incentivos para cambiar la asignación de recursos y las
ofertas y, por consiguiente, todas las fuerzas que pueden modificar los
precios, puede lógicamente concluirse que los precios naturales de Smith
es lo que modernamente se han llamado los precios de equilibrio (Cap. III).
De esta manera, con la deducción de la existencia de un precio natural,
Smith abrió un campo totalmente nuevo a la teoría económica, la-teoeía
de los precios fundamentada en el principio de que los precios están regidos
por leyes objetivas del sistema económico, y es que, de hecho, lo que Smith
llama el precio natural no es otra cosa que la descripción de la ley que
regula objetivamente el precio de todo producto en el mercado. Así Smith
nos dice que "El precio natural es el precio central, alrededor del cual los
precios de todas las mercancías están permanentemente gravitando. Diversos
accidentes pueden algunas veces mantener suspendidos los precios en buena
parte por encima del precio natural, y algunas veces forzarlos por debajo del
mismo. Pero cualesquiera que sean los obstáculos que les impidan localizarse
en este centro de reposo y continuidad, ellos están constantemente tendiendo
hacia el mismo". Smith distingue, pues, entre el precio de mercado que es
"el precio al que realmente cualquier mercancía es cotidianamente vendida"
y el precio natural que "es el precio central, alrededor del cual los precios
de todas las mercancías están permanentemente gravitando".
Desde el mismo momento en que surge la teoría de los precios naturales,
medios, centrales (o de equilibrio), se distingue pues entre la proposición de
que los precios están regulados por una ley central de la proposición (falsa)
de que los precios de mercado son siempre iguales a su precio natural (o de
equilibrio). La primera de estas proposiciones fue formulada por Smith y sus
sucesores pero no la segunda. En otras palabras, los economistas clásicos
jamás plantearon que la economía estaba siempre en "equilibrio", todo lo
contrario. Pero, de otro lado, reconocieron que sin este concepto la construcción de cualquier teoría de los precios sería imposible, porque ello
sería equivalente a desconocer que existen leyes objetivas que regulan el
sistema económico. Las condiciones de "equilibrio" son, entonces, meras
descripciones de las leyes que regulan los fenómenos, descripciones de su
centro de gravedad, descubrimiento que llevó a Smith a ver en un sistema
basado en millones de decisiones individuales aparentemente descoordinadas
unas de otras, no un sistema caótico imposible de analizar, sujeto sólo al azar
y la casualidad, sino un sistema cognoscible, regulado por causas definibles
74
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
y por ello material apropiado para la indagación científica. Y, con este
descubrimiento, Smith abrió la puerta a las teorías modernas de los precios
y la distribución.
2.1.3 Las tasas naturales de salarios, ganancia y renta
Si, como se vio en la sección anterior, el ingreso de toda la nación se distribuye primariamente en salarios, ganancia y renta, es decir, si "salarios,
ganancia y renta son las tres fuentes originales de todo ingreso", y si de otro
lado, las magnitudes de los salarios, ganancias y rentas están reguladas por
una ley objetiva central, por un centro obligado de gravedad, que son las
tasas 'naturales de salarios, ganancia y renta, entonces resulta evidente que
para disponer de una teoría explicativa de la distribución, de la forma como
se distribuye el ingreso de la sociedad entre las tres clases que la componen,
es necesario indagar por las leyes o condiciones sociales que determinan las
tasas naturales de estas tres clases de ingreso.
Con relación a este punto, Srnith empieza entonces por estudiar la tasa
natural de salarios, estudio; como el de las tasas de ganancia y de renta,
extremadamente difícil, tal como tendrían oportunidad de comprobarlo
incluso las teorías más modernas. Sin embargo, Smith es consciente de que sin
este requisito prácticamente ningún fenómeno de la economía capitalista
puede ser coherentemente explicado y legó así a la posteridad un conjunto de
proposiciones explicativas que sirvieron de base a todos los desarrollos
teóricos subsiguientes, ya sea porque lograron llegar a la esencia de la realidad
o ya sea porque dejaron planteados los problemas fundamentales que debían
resolverse.
Salarios
"El producto del trabajo constituye la recompensa natural o los salarios del
trabajo.
En ese estado original de las cosas, que precede tanto a la apropiación de
la tierra como a la acumulación de capital, el producto total del trabajo
pertenece al trabajador. Este no tiene terrateniente ni patrono para compartir
con ellos".
"Tan pronto como la tierra se convierte en propiedad privada, el terrateniente
demanda una parte de todo el producto que el trabajador puede producir
u obtener con éste. Su renta (del terrateniente) constituye la primera deducción del producto del trabajo que se emplea sobre la tierra.
LA ECONOMIA CLASICA
75
Rara vez ocurre que la persona que cultiva la tierra posea lo requerido para
mantenerse a sí mismo hasta la recolección de la cosecha. Su sostenimiento
es generalmente avanzado a el por el capital de un patrono, el granjero que
lo emplea, y quién no tendría interés alguno en emplearlo, al menos que
pueda participar en el producto de su trabajo, o a menos que su capital
pueda ser repuesto junto con una ganancia. Esta ganancia constituye una
segunda deducción del producto del trabajo que se emplea sobre la tierra".
"El producto de casi toda otra clase de trabajo está sujeto a la misma deducción
de la ganancia. En todas las artes y manufacturas la mayor parte de los
trabajadores necesitan de un patrono que les avance los materiales de su
trabajo, y sus salarios y mantenimiento hasta que tal trabajo se complete.
Aquel participa en el producto de su trabajo, o en el valor que éste agrega a
los materiales sobre los que se desarrolla; y en esta parte consiste su ganancia".
Con estas consideraciones Smith inicia su capítulo sobre salarios. Parte,
pues, de que debido a la propiedad privada sobre los medios de producción,
tierra y capital, "el producto total del trabajo" o "el valor que éste agrega"
no puede pertenecer al trabajador, y de que la renta y la ganancia son
"deducciones" de este producto o valor total.
i
{
i
I
(
Pero, ¿hasta dónde llegan estas "deducciones"? Y no puede obtenerse una
respuesta lógica para esta pregunta diciendo simplemente que el valor de los
salarios en cada industria sería igual al precio de su producto menos la
ganancia (y la reposición del capital invertido) y menos la renta. Porque, de
un lado, en el precio de cada producto influye el valor de los salarios, luego
se caería en el círculo vicioso de que el precio determina los salarios pero
éstos determinan el precio. Es decir, se llegaría a la proposición absurda
de que el salario determina al salario, sin ningún significado explicativo. De
otro lado, puesto que el valor del producto susceptible de distribución es
igual a la suma de salarios, ganancias y rentas, decir que el valor de los
salarios es igual al valor de tal producto menos las rentas y las ganancias
supone conocer éstas últimas. Otro círculo vicioso que no constituye respuesta
alguna al problema planteado, porque vuelve a concluirse que es necesario
determinar previamente las tasas naturales que explican el precio.
Precisamente, este problema fundamental es enfrentado por toda teoría
económica y, por ello, todas las que han existido inescapablemente han
tenido que intentar una respuesta al mismo. En otras palabras, para poder
resolver el problema de los precios y la distribución, es imprescindible
que en la determinación de las tasas de salarios, ganancia y renta se introduzcan variables o datos que no dependan {fe los precios de los productos.
Que esta solución no es fácil lo demuestran las polémicas más contemporáneas
I
i
(
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(
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76
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA CLASICA
como, por ejemplo, el "debate sobre la teoría neoclásica del capital", o el
debate sobre "el problema de la transformación de valores en precios" de
Marx, a los cuales se hará breve referencia más adelante.
Sobre la base de esta observación, tan natural en su tiempo, con todo lo que
pueda parecemos de brutal, no obstante que a más de dos siglos de haber
escrito Smith todavía regiones amplias del mundo presentan características
similares, concluye que el salario de los empleos ordinarios (desempeñados
por las clases inferiores) tiende siempre hacia el nivel que apenas garantiza
la subsistencia y la reproducción de la clase trabajadora para que su cantidad
se mantenga en concordancia con la acumulación de capital que le suministra
empleo, es decir, con la demanda de fuerza de trabajo que hace el capital. Y
ese nivel es la tasa natural (de "equilibrio") del salario, es decir, el nivel hacia
el cual las fuerzas del mercado empujan objetiva e ineludiblemente el salario.
Pues si el salario llega en un momento dado a ubicarse por encima de dicha
"tasa natural", ello implica que 'la clase trabajadora dispone de más medios
de subsistencia para cuidar su descendencia, con lo cual se reduce la mortalidad
infantil, aumenta la oferta de trabajo y, con una demanda dada, su precio, es
decir, el salario se reduce. Y si, por el contrario, la tasa de salarios cae por
debajo de esta tasa "natural", los medios de subsistencia que dispone la
clase obrera para cuidar su descendencia se reducen, con lo cual aumenta la
mortalidad infantil, se reduce la oferta de fuerza de trabajo y, con una
demanda dada, su precio, el salario, aumenta. El salario fluctuaría, pues,
alrededor de este centro de gravedad debido a las fuerzas del mercado.
"Es de esta manera que la demanda por hombres, como la de cualquier
otra mercancía, necesariamente regula la producción de hombres; la acelera
cuando es demasiado baja, y la frena cuando es demasiado rápida".
Por consiguiente, Smith intenta obtener estos datos "independientes" para
el caso de los salarios como paso inicial para romper el círculo vicioso. Así,
reconoce que las diferencias de salarios en diversas actividades se deben a
los distintos grados de gusto o malestar que implique el trabajo requerido, al
costo de la preparación o instrucción requerida para realizar el trabajo en
cuestión, al grado de estabilidad o inestabilidad que brinde un empleo, al
grado: de confianza o responsabilidad que requiera el trabajo, a la probab ilidad
de éxito que se espere en el desempeño del trabajo y, en diversas ocasiones, a
las políticas que obstaculizan la libre movilidad de la mano de obra entre
diferentes actividades, como por ejemplo las reglamentaciones gremiales que
impiden el libre acceso de todas las personas que lo deseen al ejercicio de un
:,9fici<¡>.Todos estos diferenciales se establecen, por las razones mencionadas,
con ;jiespecto.al salario que se obtiene en los empleos más comunes y ordinarios,~queno requieren de aptitudes, capacidades o cualidades especiales más
allá 4e las que posee cualquier trabajador ordinario. Por tanto, dados esos
difet~?riéiales,basta con saber qué determina el salario de éstos últimos para
detet'Íninar todos los salarios. El problema de la tasa natural de salarios
que~. por tanto, reducido a descubrir la ley que regula el salario de los
empleos más comunes u ordinarios, es decir, aquéllos que hoy clasificaríamos
como correspondientes al "salario mínimo".
y ¿qué circunstancias obligan a que el salario de los empleos más ordinarios
tienda siempre hacia una tasa natural, y cuál es el nivel de dicha tasa? Dejemos
que-Smith mismo nos lo explique: "Toda especie de animales se mu ltiplíca
naturalmente en proporción a los medios de su subsistencia, y ninguna
especie puede jamás multiplicarse más allá de tales medios. Pero en una
sociedad civilizada es únicamente entre las clases inferiores de la gente que
la eScasez de medios de subsistencia puede imponer límites a una mayor
multiplicación de la especie humana; y tal escasez no puede hacerlo de otra
forma que destruyendo una gran parte de los hijos que son producidos por
sus fértiles matrimonios". "No es raro, me han contado frecuentemente, que
en las High lands de Escocia una madre que ha dado a luz veinte hijos no
llegue a conservar más de dos "vivos". "En algunos lugares la mitad de los
niños nacidos mueren antes que cumplan los cuatro años de edad; en muchos
lugaresantes que cumplan siete; y en casi todos los lugares antes que cumplan
nueve o diez. Esta gran mortalidad, sin embargo, se encontrará siempre entre
los l:l,ijosde la gente común, quienes no disponen de medios para cuidarlos
tan bien como aquellos de mejor posición".
77
o
Con razón, tal cuadro tan inflexible sobre los salarios, ha venido a ser denominado con posteridad "la ley de bronce" o "ley de hierro" de los salarios.
Sin embargo, es necesario enfatizar, independientemente
de que esta
explicación fuese adecuada o no, que ella era vista por Smith como una
realidad objetiva absolutamente independiente de su propia posición moral
al respecto, posición que distaba mucho de reconocer tal realidad como
conveniente.
Es así como afirma: "Los sirvientes, los trabajadores y obreros de diversas
clases constituyen la mayor parte de toda gran sociedad política. Pero lo que
mejora las circunstancias de la mayor parte nunca puede considerarse como
una inconveniencia contra la totalidad. Con seguridad, ninguna sociedad
puede florecer y ser feliz si la mayor parte de sus miembros son pobres
y miserables. Es apenas equitativo, de otra parte, que aquellos que alimentan,
visten y proveen de vivienda a la totalidad de la gente, deban tener una parte
del producto de su propio trabajo que les permita alimentarse, vestirse
y habitar tolerablemente bien". Y con respecto al argumento, frecuente en
su tiempo, de que un alza de salarios desestimula el trabajo y, por tanto, la
creación de riqueza, dice: "La remuneración generosa del trabajo, así como
aumenta la reproducción, también incrementa la industriosidad de la gente
INTRODUCCION
78
A LA ECONOMIA
común. Los salarios del trabajo son el incentivo a la industria que, como toda
otra cualidad humana, mejora en proporción al incentivo que recibe. Una
subsistencia abundante incrementa la fuerza corporal del trabajador, y la
esperanza confortable de mejorar su condición y de terminar sus días con
holgura y abundancia lo anima a aplicar tal fuerza hasta su máx?n0'" "Algun~s
trabajadores, es cierto, cuando pueden ganar en cuatro días lo necesano
para mantenerse toda la semana, permanecerán ociosos los otros tres. Sin
embargo, éste no es de manera alguna el caso de la .mayor p~e. Por el
contrario cuando son generosamente pagados a destajo; los trabajadores son
muy dados a trabajar en exceso, y a arruinar su salud y su constitución en
unos pocos años".
Volviendo a la tasa de salarios, entonces ésta no podría crecer permanentemente sino a condición de que la acumulación de capital, fuente de la demanda
por fuerza de trabajo, creciera permanentemente a un ritmo que. tienda a
sobrepasar el crecimiento de la propia cantidad de fu~rza de trabajo, hec?o
que Smith considera deseable puesto que "lo que ~eJora las. c¡r~unstancIas
de la mayor parte nunca puede considerarse como una inconveniencia contra la
totalidad". Esto lo lleva a retomar la importancia que a la acumulación
(de excedentes sobre el consumo) dieron los fisiócrata~, y a concluir qu~ "No
es el tamaño existente de la riqueza nacional, sino su Incremento contmuo,
lo que ocasiona un aumento en salarios". Sin emb~go, la "ley de. hi~rro" aélos salarios sería el mecanismo automático del sistema para limitar esta
tendencia y, como se verá más adelante, encuentra que la acumulación puede
tropezar con sus propios límites lo cual lo conduce a vislumbrar, al.men~s
como una meta hipotética del crecimiento secular un estado estacionario
similar al que desarrolló Quesnay en su "Análisis de ~~Fórmula Aritmét.i~a
del Tableau Economique". Así, al plantear una relación entre acumulación
y tasa de salarios, y al proponer la existencia de u.~ mecanismo automático
que controla los incrementos de salarios, Smith dejo planteado un problema
fundamental que más tarde sería retornado por Ricardo, Malthus, M~.
Kalecki y Keynes entre los más destacados contribuyentes a la formulación
de nuevas bases para comprender el desarrollo de la economía capitalista,
De otro lado Smith reconoce como una causa de la variación de los salarios
monetarios
precio monetario de los productos que requieren los trabajadores
para su subsistencia y reproducción. En otras palabras, e~cuentra que tal
subsistencia y reproducción está garantizada no por un m~el dado de. los
salarios monetarios sino por "la cantidad de productos de primera necesidad
y de comodidades que se deben dar al trabajador; y el precio en dine~o d~,l
trabajo está determinado por lo que se requiere para co~prar e~ta ~~ntJdad .
Reconocer esta influencia de los precios sobre los salarios no significa, pues,
volver al círculo vicioso de que los precios determinan la tasa de salarios, puesto
que en la tasa natural de salarios se especifica una magnitud independiente
al
. LA ECONOMIA CLASICA
79
de los precios mismos que, en su capítulo sobre salarios, Smith toma corno
"la cantidad de productos de primera necesidad y de comodidades que se
deben dar al trabajador". Tal proposición tendrá una profunda influencia
en el pensamiento de Ricardo, lo cual le permitirá a éste último obtener
algunas de sus conclusiones más características sobre las tendencias del
desarrollo capitalista.
Con todo lo brutal o desactualizada que pueda parecemos hoy en día la
teoría de Smith sobre la tasa natural de salarios es inevitable, sin embargo,
reconocer que: i- para su tiempo pudo constituir una reflexión obligada de
ciertos hechos reales y que, independientemente de lo anterior, ii- señaló
a todos los desarrollos teóricos subsiguientes la necesidad imprescindible
de determinar la tasa de salarios introduciendo datos o variables independientes de los propios precios de los productos, y iií- dejó planteado el
problema de un mecanismo que necesariamente regula la tasa de salarios
en una economía capitalista para que aquella no absorba la totalidad del
ingreso disponible en dicha sociedad ya que, en tal caso hipotético, el mismo
supuesto de existencia del sistema se tornaría en un absurdo; el mismo hecho
que puso a Smith adelante de los fisiócratas, el de que existe una tasa natural
y permanente de ganancias en el capitalismo, sería un absurdo.
Ganancia y renta
Resalta, en primer lugar, cómo Smith, en las citas reproducidas al comenzar
la sección anterior sobre salarios, generaliza la proposición de que la ganancia
y la renta son deducciones "del producto del trabajo que se emplea sobre la
tierra" a la de que "casi toda otra clase de trabajo está sujeta a la misma
deducción de la ganancia" y de que "en todas las artes y manufacturas los
trabajadores necesitan de un patrono", y que el patrono participa "en el
producto de su trabajo, o en el valor que éste agrega a los materiales", lo
cual constituye la ganancia (sub. agregados). Así, pues, Smith plantea explícitamente no sólo que en todas las manufacturas se obtiene una ganancia
sino que el trabajo desplegado en éstas agrega valor a las materias primas.
Se completa aquí no sólo un rompimiento definitivo, sobre este punto, con
los fisiócratas, sino que se avanza hasta la formulación de que la ganancia es
una parte del valor agregado a las materias primas por los trabajadores.
Esto es lo que Marx llamó posteriormente la teoría de la plusvalía y no es
sorprendente, por ello, que la haya calificado en su Historia de la Teoría
de la Plusvalía como la más sobresaliente contribución de Smith. Conocido'
esto, tampoco es sorprendente, obviamente, que Marx haya escrito una
historia de la teoría de la plusvalía, es decir, que él mismo haya expuesto que
dicha teoría existía al menos desde 42 años antes de su propio nacimiento.
Como resulta de las mismas citas, Smith parte de que "los trabajadores
INTRODVCCION
80
A LA ECONOMIA
necesitan de un patrono que les avance los materiales de su trabajo, y sus
salarios y mantenimiento hasta que tal trabajo se complete" (su~. agregado),
es decir, de la propiedad privada sobre los medios de producción como un
dato incuestionado Y aun necesario al trabajador, punto que iría a cuestionar
precisamente Marx, aunque debe tenerse en cuenta al respecto que las
condiciones históricas de uno y otro para razonar sobre este dato no fueron
similares, tal como se enfatizó al comienzo de este capítulo y como el propio
Mane fue el primero en reconocer. Para Smith este er~ un hecho absolutamente natural de la vida social. Sólo con un mayor desarrollo del capitalismo,
de las luchas obreras y de las protestas sociales iría a surgir sobre la desprevenida
teoría de la "deducción" de Smith un vasto intento por justificar la abolición
de la,propiedad privada.
.
En segundo lugar, una gran contribución de Smith fue haber diferenciado
claramente los salarios de dirección y administración de la ganancia propiamente dicha, de la remuneración por el mero acto de colocar el capital en
el proceso de producción, ya que era frecuente en el tiempo de Smith
corífundir estos dos conceptos .. Naturalmente, esta diferenciación está
indÍsolublemente vinculada al planteamiento básico de Smith de que la
ma~ufactura también produce un excedente permanente, pues era precisameHte la· idea fisiocrática de que la manufactura sólo reponía los salarios
la ~ue .servía para reforzar el argumento de la "clase estéril". Esta distinción
le ~erJhite concluir que las diferencias entre tasas de ganancias en las diversas
actividades no son tan grandes como aparecen a primera vista (consolidándolas
coriIos salarios de dirección), aunque reconoce, como en el caso de los
salarios, que algunas circunstancias pueden ocasi?nar diferen~ial.es en las
tasas de ganancia, como son la falta de informaclO~, las r~stncclO.nes a la
libre movilidad económica de los capitales y las diferencias de riesgo en
los distintos proyectos de inversión. De todas maneras, conc~uye q~e las
diferencias en tasas de ganancia son mucho menores que las diferencias en
tasas de salarios y que, eliminando las restricciones a la compete~cia, que en
su tiempo resaltaban por su carácter legal (reglamentos y monopolios legales),
tales diferencias se reducirían aún más. Pero lo definitivo es que, como en
el caso de los salarios, parte de que existe una tasa "natural" ~e ganancias
que actúa como centro de gravedad de las tasas d~.ganancia arrojadas por ~os
precios de mercado, tal con:o se vio en. la seccion 2. l. 2. ~ ~ue Smith
identifica con la tasa pro media de ganancia para toda la econorma,
1
Nótese cómo la condición de equilibrio de perfecta competencia.
que es la igual~ción de todas las
tasas de ganancia. gx : gy : gz... : gn, implica que gx
gy : gz :tasa p~omed ia de gananc ia , ya
que' el promedio de varios elementos idénticos es siempre igual a cualquiera e e estos elementos.
=
Por ejemplo.
promedio
de 5, S Y 5: 5.
LA ECONOMIA CLASICA
81
A su vez, la tasa pro media del sistema la asimila Smith a la tasa de interés, no
sólo porque sería muy difícil observar directamente esa tasa pro media,
debido a las permanentes oscilaciones de la ganancia alrededor de su centro
de gravedad en las miles de actividades diversas, sino porque la tasa de
interés debe reflejarla necesariamente ya que "donde quiera que mucho
puede hacerse con el uso del dinero, mucho será usualmente pagado por el
uso de él; y donde quiera que poco puede hacerse con él, menos se dará
usualmente por él. De acuerdo, por consiguiente, a como la tasa de interés
cambie en cualquier país, podemos estar seguros de que las ganancias ordinarias
del capital deben variar con ella, deben reducirse cuando ella se reduce, y
aumentar cuando ella aumenta. El desarrollo del interés, por tanto, puede
conducirnos a formar alguna noción del desarrollo de la ganancia".
Sobre esta conclusión, Smith pasa a observar cómo históricamente la tasa
de interés se ha ido reduciendo, y cómo es mayor en los países pobres
que en los países ricos. Esto le permite inferir que así como la continuada
acumulación de capital tiende, por un lado, a elevar los salarios, tiende
también, por el otro, a reducir la tasa natural o pro media de ganancia. "El
aumento del stock de capital, que eleva los salarios, tiende a reducir la
ganancia". La razón que da Smith para esta conclusión es que "Cuando
el capital de muchos comerciantes ricos se vuelca sobre la misma industria,
su competencia mutua tiende naturalmente a disminuir su ganancia; y cuando
hay un incremento similar de capital en todas las diferentes industrias
en la misma sociedad, la misma competencia debe producir el mismo efecto
en todas ellas". (Libro I, Cap. IX). "Se hace gradualmente más y más difícil
encontrar dentro del país una forma rentable de emplear cualquier nuevo
capital. Surge en consecuencia una competencia entre diferentes capitales,
el propietario de uno tratando de tomar posesión del empleo que es ocupado
por otro". "Su competencia eleva los salarios del trabajo, y hunde las ganancias
del capital". (Libro Il, Cap. IV).
Esta teoría de Smith sobre las razones que explicarían un descenso secular
de la tasa de ganancia ha sido algunas veces criticada como una "ilegítima"
generalización de lo que es cierto para una parte como si fuera cierto para el
todo (una "falacia de composición"). Esta crítica argumenta que en el caso
de un sector parcial de la economía, una industria, los aumentos de oferta
en el mediano plazo (dada una demanda) reducen el precio y, con ello, la
rentabilidad. Pero que, para la economía como un todo, los aumentos de
oferta no pueden producir una reducción generalizada de los precios porque
al aumentar la oferta (la producción total) aumenta el ingreso nacional y con
ello también aumenta paralelamente la demanda. (Recuérdese que el ingreso
nacional es igual al valor agregado en el proceso productivo. Véase capítulo
vn, sección 7. 2). De esta manera, prosigue el mismo argumento, si bien
82
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
es cierto que al aumentar la oferta en una industria individual, .s~ puede
considerar constante la demanda, con lo cual el precio y la rentabilidad del
producto particular disminuyen, al aumentar la oferta global de toda l?
economía no puede considerarse que la demanda global de toda l~ econo.~la
permanezca constante, porque dicho aumento en la producción significa
también un aumento en el ingreso global de la sociedad.
No obstante lo lógica que pueda parecer esta última a~gumentació.n, los
descubrimientos de Marx y Keynes sobre el funcionamiento del sistema
capitalista vendrían a confirmar que Smith no estab~ desviad~ en su apreciación de que, con el proceso creciente de acumulación ~e .c.apltal, el sistema
capitalista enfrentaba la dificultad recurrente de posibilitar que todo lo
producido fuera vendido rentable mente en el mercado. El argumento que
critica a Smith, reproducido más arriba, se basa en la llamada "Ley de Say",
por el economista francés Jean Baptiste Say (1767 -1830), vulgarizador d,e la
teoría de Smith y contemporáneo de David Ricardo, quien populanzo el
principio de que "sólo se produce con el propósito de adquir~ otras cosas
mediante el intercambio", según lo cual "toda oferta crea su propia demanda"
y, por consiguiente, nunca podría existir un exceso de oferta sobre dema~da
a nivel global de toda la economía. Por el contrario, el argumento de Smith,
como queda claro de las citas anteriores, plantea que el sist~~a puede
absorber dosis crecientes de acumulación de capital (de inversión) y una
oferta global creciente sólo mediante reducciones sucesivas de la rentabilida~
ya que "se hace gradualmente más y más difícil encontrar dentro del pais
una forma rentable de emplear cualquier nuevo capital". Con tales hipótesis
sobre la acumulación de capital, Smith abría uno de los más importantes
y prolongados debates de la teoría económica, y uno de los más esenciales
para comprender la naturaleza del desarrollo económico capitalista. Y con
su dura crítica a la "Ley de Say", Marx y Keynes irían a demostrar que la
argumentación de Smith no era una simple "generalización ilegítima" sino
que pioneramente apuntaba hacia uno de los problemas fundamentales de
la economía capitalista cuya solución se convertiría en piedra angular de las
teorías generales que pretenden explicar el desempleo y las recesiones.
En síntesis, con respecto a la tasa natural de ganancia Smith concluye que
varía inversamente con los niveles de acumulación y salarios. Pero las dificultades particulares que enfrentó en su análisis de la tasa natural de renta impidieron que su monumental modelo, el primero de su clase en la historia del
pensamiento, pudiera cerrarse con perfecta coherencia.
En efecto al iniciar sus consideraciones sobre la teoría de la distribución
y el precio natural Smith explica que éste último está determinado por las
LA ECONOMIA CLASICA
83
tasas naturales de salarios, ganancia y renta, como anteriormente se explicó.
Sobre esta base, correctamente inicia el camino de determinar dichas tasas
naturales a partir de datos o variables diferentes de los precios mismos para
no caer en un círculo vicioso que no conduciría a ninguna explicación real.
En este camino avanza con paso firme en su teoría de la tasa natural de
salarios e intenta proseguir con su análisis de la tasa natural de ganancia.
Sin embargo, al llegar a la tasa natural de renta (de los terratenientes) explica
que ésta surge como un exceso o residuo del precio de los productos agrícolas
o mineros sobre lo que queda después de pagar los salarios y las ganancias.
Esto se resume en la famosa proposición de Smith de que "Altos o bajos
salarios y ganancias son causas de un alto o bajo precio, mientras que una
alta o baja renta es el efecto de este último". (Libro l, Cap. XI). Pero, si se
plantea que para determinar los precios debe conocerse la tasa natural de
renta, y luego se plantea que para conocer la tasa natural de renta debe
conocerse el precio, ¿no se está precisamente en presencia de tan temido
círculo vicioso? ¿No equivale ello a plantear que el precio determina el
precio, proposición sin contenido explicativo? Naturalmente, queda una
salida lógica interpretando el modelo de Smith y su anterior afirmación
sobre la renta en el sentido de que la renta es el residuo que queda sobre el
ingreso nacional (el precio total de la producción, diría Smith) después
de pagar los salarios y la ganancia. Pues si el ingreso nacional es conocido, y
también los salarios y las ganancias, entonces las rentas por necesidad resultan
determinadas como un residuo, ya que sólo las tres clases de obreros, capitalistas y terratenientes agotan el ingreso total. No obstante, ¿da Smith alguna
prueba de que el residuo es la renta necesariamente y no la ganancia? La
respuesta conclusiva parece ser que no.
De otra parte, la teoría de la renta de Smith no queda en lo anterior. Como
Ricardo más tarde iba a explicar, en las múltiples consideraciones que hace
Smith sobre la renta, éste hubiera podido llegar a la teoría "correcta" de la
renta. En otras palabras, Smith analiza y toma como causales de la renta los
factores que posteriormente Ricardo iría a tomar como básicos para explicar
su teoría de la renta: fertilidad y localización del suelo. Pero, por esta
misma razón, ¿qué argumento da Smith para demostrar que si la localización
y la fertilidad del suelo son causales de la renta de un lote particular de
tierra, entonces la suma de las rentas de todos los lotes de la nación sería
exactamente igual al residuo que dejan las ganancias y los salarios? Aparentemente ninguno. Y aún más: sería en verdad una casualidad extraordinaria
que ello ocurriera.
Quizás, esta especie de callejón sin salida era inevitable para el primer
explorador que se adentró en una selva extremadamente compleja y absolutamente desconocida, Pero, aparte de que su exploración dejó descubierta
84
INTRODUCCJON A LA ECONOMlA
una buena parte del camino correcto, también dejó marcados a los exploradores sucesivos aquellos caminos que recorrió y que posiblemente no
conducían a salida alguna. En efecto, el modelo de Smith es desde sus
comienzos extremadamente complejo, con las rentas, los salarios y las
ganancias interactuando recíproca y simultáneamente, con el agravante de
que dejó el análisis de la renta en último lugar. Sin duda alguna, este procedimiento inspiró a Ricardo para seguir una secuencia inversa. Es así como
Ricardo, antes del análisis de los salarios y las ganancias deja un resultado
firme sobre la tasa de renta. Y también a Marx quien, en primera instancia,
utiliza un modelo más simplificado haciendo abstracción total de la renta
para observar sólo, en forma pura, la interacción recíproca de salarios y
ganancias. Es así como introduce la renta sólo en la parte final del volumen
III de El Capital.
De todas maneras, Smith fue capaz de obtener algunos resultados esenciales
sobre el fenómeno de la renta que irían a constituir el punto de partida de
los f\(')sarrollos teóricos posteriores. Es así como señaló la importancia de la
10c:!Iízación y la fertilidad del suelo para la determinación de la renta la
ten~ericia secular de la tasa de renta a aumentar con la acumulación' de
cagl"tal, la noción de que la renta constituye un exceso sobre la ganancia
ordinaria del capital y que por ello se asimila a un precio de monopolio,
con:~lusiones todas éstas que jugarían un importante papel en la teoría de la
renta de Ricardo y de Marx.
Finalmente, sobre su análisis de las tendencias de las tasas naturales de
salarios, ganancia y renta, Smith elabora su propio cuadro de las clases en
la sociedad capitalista, cuadro que iría a ser un centro de fuerte controversia
posterior participando en ella Ricardo, Malthus, Marx y prácticamente, en
forma directa o indirecta, todos los grandes economistas posteriores. Sin
embargo, para no alejarse tanto de la época de Smith, puede decirse que tal
cuadro iría a ser fuertemente controvertido por Ricardo y serviría, quizás, de
punto de referencia del cuadro que sobre el mismo aspecto construiría
después Marx. En cualquier caso, ya se tr<lt.p de una descripción de las
realidades de su época, o de un elemento ideólogico o emotivo, parece
ineludible concluir que con estas reflexiones globales Smith abrió un campo
al cual, implícita o explícitamente, entrarían sus sucesores teóricos. Pero, al
respecto, es mejor oír al propio Smith. Puesto que la renta aumenta con
la acumulación de capital y el desarrollo económico Smith opina que: "El
interés del primero de estos tres grandes órdenes (los terratenientes), parece
de lo que antes se ha dicho, que está estricta e inseparablemente conectado
con .el interés general de la sociedad. Todo lo que promueve u obstruye a
uno, necesariamente promueve u obstruye al otro. Cuando el público delibera
acerca de alguna regulación comercial o legal, los propietarios de la tierra
LO•. ECONOMIA CLASICA
85
nunca pueden engañarlo con el objeto de promover su propio interés particular; al menos, si tienen algún conocimiento apreciable de ese interés. Ellos
constituyen el único de los tres órdenes cuyo ingreso no les cuesta trabajo
ni dedicación, sino que les llega, por así decirlo, automáticamente,
e independientemente de que tengan que formular cualquier plan o proyecto.
Esa indolencia, que es el efecto natural de la comodidad y seguridad de su
situación, los hace frecuentemente, no sólo ignorantes, sino incapaces
de esa aplicación de la mente que es necesaria para prever y entender las
consecuencias de cualquier regulación pública".
"El interés del segundo orden, el de aquellos que viven del salario, está tan
estrictamente conectado con el interés de la sociedad como el del primer
orden". (Porque los salarios aumentan con la acumulación de capital y el
progreso general; "cuando la riqueza real de la sociedad se hace estacionaria
sus salarios son prontamente reducidos a apenas lo suficiente para mantener
a su familia, para dar continuidad a la raza de los trabajadores," y "cuando la
sociedad declina, los salarios Caen aún por debajo de esto"). "Pero aunque el
interés del trabajador está estrictamente conectado con el de la sociedad él
es incapaz de comprender ese interés, o de comprender la conexión con' su
propio interés. Su condición no le deja tiempo para recibir la información
necesaria, y su educación y sus hábitos lo incapacitan usualmente para
juzgar aunque esté plenamente informado. En las deliberaciones públicas,
por consiguiente, su voz es poco oída y menos estimada, excepto en algunas
ocasiones particulares, cuando su clamor es animado, iniciado y 'respaldado
por sus empleadores, no para su propio interés sino para el particular interés
de estos últimos".
"Sus empleadores constituyen el tercer orden, el de aquellos que viven de la
ganancia. Es.?l capital que se emplea por el incentivo de la ganancia el que
pone en accion la mayor parte del trabajo útil de toda sociedad". "Pero la
tasa de ganancia no aumenta con la prosperidad de la sociedad, ni cae con su
declinación, como la renta y los salarios. Por el contrario, ella es naturalmente
baja en los países ricos, y alta en los países pobres, y es siempre máxima en
aquellos países que van más rápidamente hacia la ruina. El interés de este
tercer orden, por consiguiente, no guarda la misma conexión que los otros
dos con el interés general de la sociedad". "Como durante sus vidas completas
ellos (comerciantes y patronos manufactureros) se ocupan en planes y
proyectos, tienen frecuentemente más agudeza para comprender que la
~ay~r parte de conci~dadanos. Como sus pensamientos, sin embargo, se
ejercitan usualmente mas en relación con el interés de sus propios negocios
particulares, que en relación al de la sociedad, S".lS juicios, aun cuando sean
dados co? la mayor ingenuidad (lo cual no ha sido siempre), dependerán
mucho mas del primero de aquellos intereses que del segundo". "La propuesta
de cualquier nueva ley o reglamentación comercial que provenga de este
86
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
orden, debe escucharse siempre con gran preocupación, y jamás debe adaptarse antes de un largo y cuidadoso examen, no solamente con la atención
más escrupulosa sino también con la mayor desconfianza. Pues proviene de
una clase de personas cuyo interés nunca coincide exactamente con el del
público, que generalmente tiene un interés de engañar y aun oprimir al
público, y que de acuerdo con esto, en muchas ocasiones, lo ha engañado
y lo ha oprimido". (Libro I, Cap. XI, conclusión).
Cómo cambian los tiempos y las ideas es algo que puede verse en toda su
plenitud al comparar este cuadro de Smith por 1770 con el de Ricardo, el
de Marx y el de los economistas posteriores!
2.1.4 El precio real y la teoría del valor-trabajo
En uno de los grandes méritos de Adam Smith el de haber planteado en
forma explícita y sistemática la necesidad de una medida de los valores
diferente del dinero, pues las propias variaciones del valor de éste lo incapacitan para actuar como una unidad de medida invariable (de aquello que
pretende medir) y, como anteriormente se ha explicado (sección 7. 3), ello
no puede sino distorsionar el significado económico de las magnitudes que
intervienen en el proceso de medición. "El oro y la plata, sin embargo, como
cualquier otra mercancía, varían en su valor, algunas veces son más baratos
y otras veces más caros ... "
En otros términos, cuando decimos que una cosa mide 2 metros de longitud
mientras que otra mide sólo 1 metro, entendemos que la primera tiene
una longitud que dobla la última. Pero entendemos esto sólo mediante la
suposición implícita de que el metro con que medimos la primera cosa fue un
metro igual al metro con que medimos la segunda. Porque es evidente que
si el segundo metro fuese en realidad apenas la mitad de largo que el primero,
la afirmación de que la primera cosa mide 2 metros y la segunda 1 metro no
implicaría que, en la realidad, la primera fuese el doble de larga que la
segunda. Es decir, para que el metro pueda servirnos como medio de comparar
longitudes reales es imprescindible que mantenga su propia longitud real
invariable, que sea una unidad invariable de medida. Es esto lo que explica
el cuidado que ha tenido la humanidad de tratar de conservar el metro
original inmodificable en la medida de lo posible, para lo cual lo construyó
de una aleación especial, resistente a los cambios de temperatura y humedad,
y lo ha mantenido en una cámara especial que permite garantizar condiciones
ambientales más o menos constantes, sin cambios drásticos que puedan
afectar la longitud real del metro así sea en milésimas. Y más recientemente
se han utilizado los rayos lásser para mantener perfectamente definido un
metro de longitud absolutamente invariable en la realidad. Porque es lógico
LA ECONOMIA CLASICA
87
que si el metro se agrandara o achicara con el tiempo, las medidas de longitud
de ayer, de hoy y mañana no reflejarían las longitudes reales de los cuerpos,
presentándonos unas medidas falsas y conduciéndonos a conclusiones
erróneas sobre lo que ocurre en la realidad.
Pues bien, aunque la ciencia económica no necesita medir longitudes, pues
éstas son medidas por la Física, en cambio sí necesita medir los valores
o, mejor, los ingresos, ya que uno de sus problemas fundamentales es estudiar
las leyes que regulan la distribución del ingreso. Pero, así como la medición
de longitudes requiere de una unidad de medida cuyá propia longitud sea
invariable, la medición de los valores y los ingresos requiere también de una
unidad de medida invariable del valor y del ingreso reales, ya que, en caso
contrario, toda medición con una unidad variable sería una medición que
falsearía lo ocurrido en la realidad, como ocurriría si se midieran longitudes
con un metro variable. (Véase sección 7. 3). Y Smith vio claramente esto, y
también vio claramente que el dinero, aun tratándose de oro o plata, no era
una unidad de medida invariable. Por esta razón llama a los precios medidos
en dinero "precios nominales", es decir, que sólo "de nombre" pero no en
realidad miden los precios indispensables para el análisis económico de la
distribución del ingreso, siendo estos últimos los que llama "precios reales",
precios medidos no en dinero, que es una unidad de medida variable, sino
medidos en una unidad de medida invariable, que en sí misma tenga un
valor real invariable.
Esta argumentación la expone Smith con claridad y brevedad admirables
así: "Pero así como una medida de cantidad, tal como el pie natural, la
brazada, o el puñado, que está permanentemente cambiando en su propia
cantidad, nunca puede ser una medida precisa de las otras cosas; de la misma
manera, una mercancía cuyo propio valor está variando permanentemente,
nunca puede ser una medida precisa del valor de las otras mercancías".
(Libro r, Cap. V).
y ¿cuál es la única unidad de medida invariable que encuentra Smith en el
sistema económico? "El trabajo únicamente, por consiguiente, el cual
nunca varía en su propio valor, es sólo el patrón final y real por medio del
cual el valor de todas las mercancías puede en todos los tiempos y lugares
ser estimado y comparado. Es él su precio real; el dinero es únicamente su
precio nominal". (Libro I, Cap. V).
"Puede decirse que iguales cantidades de trabajo, en todos los tiempos
y lugares, tienen el mismo valor para el trabajador. En su ordinario estado
de salud, fortaleza y estado de ánimo; en el grado ordinario de su calificación
y habilidad, él tiene que dar siempre la misma porción de su comodidad, .su
88
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
libertad y su felicidad. El precio que él paga debe ser siempre el mismo,
cualquiera que sea la cantidad de bienes que recibe como recompensa por
ello. De éstos, de hecho, aquél puede algunas veces comprar una mayor
cantidad y algunas veces una menor cantidad; pero lo que varía es el valor
de tales bienes, no el del trabajo con el cual se adquieren". (Libro 1, Cap. V).
Nótese, en primer lugar, cómo Smith distingue aquí claramente entre "el
precio del trabajo" "para el trabajador", que es la "porción de su comodidad,
su libertad y su felicidad" que debe dar siempre y que tiene para él el mismo
valor "en todos los tiempos y lugares", y "la cantidad de bienes que recibe
como recompensa por ello", que es el salario, y en cambio puede ser algunas
veces menor y otras veces mayor. Es decir, Smith distingue entre "el precio
del trabajo" para el trabajador, que siempre es constante, y "el precio del
trabajo" para el patrono, que puede aumentar o disminuir. Por consiguiente,
lo que Smith considera como medida invariable del valor no es "el precio del
trabajo" para el patrono, el salario, sino "el precio del trabajo" para el
propio trabajador, que es "la porción de su comodidad, su libertad y su
felicidad" que debe dar siempre. Por eso afirma que "El precio que él (el
trabajador) paga debe ser siempre el mismo, cualquiera que sea la cantidad de
bienes que recibe como recompensa por ello", es decir, cualquiera que sea
el salario.
Tal conclusión de Smith es de gran importancia, como se verá a continuación,
porque el olvido de ella puede prestarse a interpretaciones simplistas y
desviadas de su verdadera teoría. En efecto, lo que Smith afirma es que el
valor real de un producto ("el valor del trabajo" que cuesta producirlo,
para el trabajador) no sufre la más mínima alteración por el mero hecho de
que el salario del trabajador cambie. El valor del producto sólo puede cambiar
si "la porción de comodidad, libertad y felicidad" que entrega el trabajador
aumenta, es decir, si aumenta la cantidad de trabajo que realiza. En otras
palabras, Smith plantea que un aumento o baja del salario no afecta el valor
del producto, lo que llamaremos por brevedad conclusión la.
Pero, de otro lado, Smith archiargumenta a todo lo largo de "La Riqueza
de las Naciones", que "Los salarios y las ganancias altos o bajos son causas
del alto o bajo precio ... " Libro I, Cap. XI, como ya se había señalado
en la sección anterior (proposición que por lo demás ha sido fuente de una
sobresaliente controversia). Por tanto, Smith plantea que un alza o baja de
salarios sí afecta el precio del producto, a la que llamaremos por brevedad
conclusión 2a.
Pero lo que interesa aquí es indagar si las conclusiones la. y 2a. constituyen
una contradicción lógica o no. Y es evidente que si "precio" y "valor" del
producto se entienden como sinónimos, como lo mismo, habría una contra-
LA ECONOMIA CLASICA
89
dicción lógica. Pero, también es evidente, que si por "precio" y "valor" del
producto se entienden cosas diferentes no hay ninguna contradicción lógica.
y no existe fundamento para acoger la primera interpretación en vez de la
segunda. Precisamente lo contrario: ¿Cómo determina Smith el valor del
producto? Como "la porción de comodidad, libertad y felicidad" que debe
entregar el trabajador, es decir, como la cantidad de trabajo que le cuesta
producir la mercancía, "cualquiera que sea la cantidad de productos que
recibe como recompensa por ello", es decir, independientemente del nivel
del salario, porque "el trabajo únicamente ... el cual nunca varía en su propio
valor, es sólo el patrón final y real por medio del cual el valor de todas las
mercancías puede en todos los tiempos y lugares ser estimado y comparado".
Y, de otro lado, ¿cómo determina el precio de la mercancía en la economía
capitalista? Digámoslo: "En ese estado primitivo y rudo de la sociedad
que precede tanto a la acumulación de capital como a la apropiación de la
tierra, la proporción entre las cantidades de trabajo necesario para adquirir
diferentes objetos parece ser la única circunstancia que suministra una regla
para el intercambio de ellos. Si en una. nación de cazadores, por-ejemplo,
matar un castor usualmente cuesta el doble de tr~bajo c1e lO.5uec~esta
matar un ciervo, un castor debería naturalmentéintel"carnbiarse'¡yor oyW~r
dos ciervos. Es natural que lo que usualmente es •el producto dedos días·
o dos horas, debería valer el doble de lo que usualmente es el producto de un
día o una hora de trabajo".
"En este estado de las cosas, el producto total del trabajo pertenece al
trabajador; y la cantidad de trabajo comúnmente empleada en la adquisición
o producción de cualquier mercancía es la única circunstancia que puede
regular la cantidad de trabajo que ella debe comúnmente comprar, comandar
o por la que ella debe cambiarse". (Libro I, Cap. VI).
Estas son, quizás, las palabras de Smith más frecuentemente citadas. Sin
embargo, debe observarse que la norma del intercambio de las mercancías
según las cantidades de trabajo involucradas en su producción es explícitamente restringida por Smith al "estado primitivo y rudo que precede tanto
a la acumulación de capital como a la apropiación de la tierra", es decir, a
una sociedad no capitalista. (La demostración de porqué esta norma de
intercambio regiría sin rentas de la tierra, sin la existencia del capital como
tal y sin impuestos es formalmente desarrollada en las secciones 3. 1 a 3. 8).
Pero si alguna conclusión ha de sacarse de estas citas acerca de los precios
en la economía capitalista, es precisamente la de que tal norma no regiría
en esta última pues, de lo contrario, Smith no hubiera visto la necesidad
de restringirla a "ese estado primitivo y rudo". Efectivamente, en el mismo
capí tulo, dos páginas más adelante, ya refiriéndose a la producción capitalista,
90
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
además de señalar que en éste el producto del trabajo no pertenece totalmente
al trabajador, porque debe pagarse una ganancia sobre el capital, agre~~:
"Tampoco es la cantidad de trabajo comúnmente. empleada en adquírir
o producir cualquier mercancía la única circunstancia que puede regular la
cantidad que ella puede comúnmente comprar, comandar o por l~ que puede
intercambiarse. Una cantidad adicional, es evidente, es requerida para las
ganancias del capital que avanza los salarios y provee los materiales de ese
trabajo".
Si en la economía capitalista, la cantidad de trabajo que cuesta producir .
las mercancías no es "la única circunstancia" que puede regular su precio,
entonces ¿cómo se regula este precio? Como ya se vio' en la sección 2. 1: 2'1
sobre el precio natural, según Smith, por. las. ~asas naturale~ de sa~a~lOs,
rentas y ganancias. Es decir, para la determinacion de los preCIOSsum:nlstra
una teoría específica, que no sólo es diferente del principio de las c~tldades
de trabajo, sino que es mucho más compleja, como ~ue ago~ el Libro 1 de
"La Riqueza de las Naciones", y que por lo demas empieza a ofrecer~e
precisamente en un capítulo posterior al (¿indebidamente?) famoso pasaje
de los ciervos y los castores.
Aún más no puede dejar de señalarse, por su importancia posterior, un
elemento' adicional. y es que Smith, en su Capítulo 1 del Libro II, ofrece
como hecho relevante y sistemático, por vez primera en la historia del
pensamiento económico: la observación de que "las d~feren:.es ocupacio~es
requieren muy diferentes proporciones entre el capital !IJO y el capital
circulante empleado en ellas". Esto junto con su observación de que la tasa
natural de ganancia es la tasa promedia de la economía e~ su. conjunto, es
todo lo que formalmente se requiere para una demostraclOn ~rrefutable de
que las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías no pu.eden
determinar sus precios relativos. Es precisamente sobre estas observaciones
conjuntas de Smith que tal problema sería retornado por Ricardo en sus
Principios y luego por Marx en su famosa "Transformación de Valores en
LA ECONOMIA CLASICA
91
proposición de que las cantidades del trabajo determinan los precios en la
economía capitalista. La de que la medida del valor puede ser el trabajo
únicamente si se da la situación de los ciervos y los castores.
Por el contrario, desde la aparición de "Riqueza de las Naciones", se demuestra
cómo, primero, la selección de una unidad de medida invariable del valor (la
definición de valor) surge como un problema previo y diferente al problema
de la determinación de los valores de cambio o precios relativos específicos.
Y, segundo, cómo no solamente es posible, sino absolutamente natural en
la economía capitalista, que los precios relativos difieran de las cantidades
de trabajo que cuesta producir las mercancías, pues tal igualdad sólo sería
natural o lógica en "ese estado primitivo y rudo que antecede a la acumulación de capital y a la apropiación de la tierra" (ya los impuestos indirectos,
y a las imperfecciones competitivas, podríamos agregar después de la lectura
de las secciones 13.1 a 3.8)'1
Con estos puntos, Smith sienta las bases para una interpretación coherente
de la teoría del valor-trabajo,' como una teoría que permite determinar el
valor agregado real de la sociedad en su conjunto, o el ingreso nacional
real, a partir del trabajo agregado en la producción nacional, sin necesidad
de formular proposición alguna acerca de los precios relativos de mercancías
particulares, tal como se demostró en la sección 7. 3. 4 dei capítulo sobre
"Agregados". Esto es, postula el trabajo. como la medida invariable del
ingreso real.
2.1.5 La división del trabajo y la libertad del mercado
Precios".
En síntesis, de una manera nítida Smith postula e~ trabajo como la ~n!ca
unidad de medida invariable del valor y, por C~nSlgUlent~:como l~ un~ca
medida posible de todos los valores y todos los ingreses. ( El trabajo ~lde
el valor no solamente de esa parte del precio que se descompone a SI misma
en trabajo (salarios), sino también de la que se descompone en re~t,a, y de la
que se descompone en ganancia". Libro 1, Cap. VI). Pero t.amblen p~r~~e
dejar en claro que este postulado es independiente de cualquier prOP?Sl?10n
acerca de la forma como se determinan los precios en la economia capitalista,
"La consideración de su propia ganancia privada, es el único motivo que hace
que el propietario de cualquier capital lo emplee ya sea en la agricultura, en
las manufacturas, o en una rama particular del comercio mayorista o al
detal". (Libro II, Cap. V). ~/Cada individuo se esfuerza continuamente para
encontrar el empleo más ventajoso de cualquier capital que disponga. Es su
propia ventaja, en realidad, y no la de la sociedad la que él tiene en vista".
"El producto de una industria es lo que ésta agrega al objeto a los materiales
sobre los cuales se emplea. En proporción al mayor o menor valor de este
producto, estarán las ganancias del empleador. Pero es únicamente por
el interés de una ganancia que cualquier hombre emplea su capital en la
industria; y él siempre, por consiguiente, trata de emplearlo en la industria
en que el producto puede tener el mayor valor, o se cambia por la mayor
cantidad posible de dinero u otros bienes".
Sería, pues, una apreciación desviada e ingenua la de que la teoría del
valor-trabajo consiste en la proposición de los ciervos y los castores, en la
"Pero el producto anual de toda sociedad es precisamente igual al valor
de cambio de la totalidad del producto anual de su industria, o mejor, es
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
precisamente la misma cosa que este valor. Así, en tanto que todo individuo
trata de emplear su capital en la industria nacional, y de esa manera dirigirlo
a la industria en que su producto puede alcanzar el máximo valor; todo
individuo necesariamente trabaja para hacer tan alto como él pueda el
ingreso anual de la sociedad. De hecho, en general él no tiene la intención
de promover el interés público, ni tampoco sabe que lo está promoviendo ...
al invertir en la industria en que su producto puede alcanzar el máximo
valor, él tiene como intención únicamente su propia ganancia, y en esto, como
en muchos otros casos, él es dirigido por una mano invisible para promover
un fin que no era parte de su intención. Tampoco es lo peor para la sociedad
que ello no fuera parte de su intención. Al perseguir su propio interés, él
frecuentemente promueve el de la sociedad más' efectivamente que cuando
se lo propone". " ... el estudio de su propio interés naturalmente, o mejor
necesariamente lo conduce a preferir aquel empleo (para su capital) que es
el más ventajoso para la sociedad". (Libro IV, Cap. 11).
Esta famosísima argumentación de Smith no sólo expone su teoría general
de las leyes automáticas que rigen a la economía capitalista e inspiraría su
posición frente a la intervención económica estatal, sino que daría lugar
a un vasto campo de exploración teórica sobre el concepto de la "eficiencia"
económica de las fuerzas del mercado abandonadas a su libre juego, exploración cuyos resultados fundamentales se siguen indagando hoy en día por la
"teoría del equilibrio general y el bienestar" de la economía neoclásica
(Cap. XIII). Debe resaltarse, en todo caso, el hecho de que Smith parte en su
argumentación de la necesidad de la perfecta competencia para alcanzar
estas conclusiones. Así, no sólo aboga por la eliminación de los monopolios
de toda clase (básicamente de carácter legal en su tiempo), ya que "Mediante
un monopolio perpetuo, todos los otros individuos del Estado son muy
absurdamente sujetos a un doble gravamen ... ", (Libro V, Cap. 1), sino
que al suponer que al aumentar el valor de la producción de una industria
particular aumenta en la misma magnitud el valor del producto nacional
real, está suponiendo, evidentemente, que el aumento del valor de la primera
proviene de un aumento de su producción física o real, que es el caso de la
competencia perfecta, y no simplemente de una elevación "artificial" del
precio, sin aumento de su producción real, que constituiría una mera
transferencia de ingreso de otros individuos, no una creación de un mayor
ingreso real, como es el caso de los monopolios. En otras palabras, en la
base de la argumentación de Smith se encuentra su teoría del precio natural
que, mediante el mecanismo de la competencia, hace que los precios relativos
de los productos estén regulados en última instancia por sus costos de
producción. (Sobre la demostración de este punto, véase seco13.6).
De
esta manera, con los precios determinados por el mecanismo impersonal
de los costos, vale decir, por el mecanismo de la perfecta competencia, la
LA U:ONOMIA CLASICA
93
única forma que tiene cada capitalista de incrementar su ganancia es intentando
alcanzar unos costos inferiores a los de sus competidores y, de esa manera, al
tratar de maximizar ganancias también resulta tratando de minimizar los
costos de producción de la sociedad, aunque no era éste su objetivo directo
y consciente. 0, aun visto de otra forma, para maximizar sus ganancias cada
capitalista tratará de colocar su capital donde éste es más "eficiente" (produce
con menores costos o sea, dados los precios competitivos, con mayores
ganancias).
Sobre esta conclusión, Smith propone, entonces, como-la más eficiente de
las políticas del Estado su no intromisión en dicho mecanismo competitivo,
porque ésta solamente impediría que los capitales fluyan libremente hacia
los empleos en que pueden ser más "eficientes", impidiendo de esa manera
que la sociedad se beneficie de los costos mínimos, o sea de la máxima
producción real posible. Cualquier reglamentación del Estado sobre precios,
barreras a la libre movilidad de los capitales y al libre comercio de los productos
sena equivalente en sus efectos, pues, a la constitución legal de monopolios,
lo cual equivale a romper el vínculo entre la persecución consciente del
interés individual (o egoísta) y el bien común, pues los monopolios no están
restringidos como los capitales perfectamente competitivos a aumentar sus
ganancias sólo mediante aumentos de la producción (ya que los precios son
datos inmodificables para los capitales en perfecta competencia), sino que
(los monopolios) pueden, por el contrario, aumentar sus ganancias reduciendo
más bien la producción, para forzar un aumento del precio mediante
reducciones de la oferta. Mientras que bajo condiciones de perfecta competencia ningún capitalista individual puede modificar los precios, pues éstos
están dados por los costos, bajo condiciones de monopolio el monopolista
puede restringir la oferta e incidir así en los precios y en sus ganancias.
Smith vio claramente esto y sacó una conclusión: en perfecta competencia
cada industria está interesada en maximizar la producción, lo cual conviene
a la sociedad en su conjunto, mientras que los monopolios no poseían la
misma característica que conciliara el interés privado con el social. Puesto
que toda reglamentación legal obstruiría la competencia, entonces era
socialmente inconveniente. El Estado debía limitarse a brindar seguridad, a
administrar justicia y a suministrar a la sociedad aquellos servicios que no
brindaran suficiente incentivo a la iniciativa privada, como la instrucción
pública.
Como se ha señalado anteriormente, esta tesis es generalizada a las relaciones
económicas internacionales, de lo cual deriva Smith su crítica a las reglamentaciones mercantilistas, como obstáculos que engendran situaciones
de monopolio y que impiden alcanzar el máximo beneficio social que
podría obtener el mundo en su conjunto bajo una situación de libre-cambio
y especialización plenos a nivel internacional.
(Véanse secoI9.10.1 y
2. 1. 1).
94
INTRODUCCION
LA r:CONOMIA CLASICA
A LA ECONOMIA
El rescate que hace Smith de la tesis fisiocrática de laissez faire-laissez passer
tiene, como claramente se observa, la preocupación central que apasionó
a los fisiócratas; la riqueza, cuyo aumento se considera el interés social
fundamental. Y con este cierre de su sistema teórico, Smith es plenamente
compatible con su punto de partida o, mejor, vuelve a su punto de partida
que es la división social del trabajo. Pues lo que tienen de común la división
social del trabajo y la plena libertad del mercado en el modelo de Smith
es, precisamente, el punto de riqueza. Pues así como concluye exponiendo
la conveniencia de la segunda para maximizar la producción social, también
empieza exponiendo las ventajas de la primera con relación al mismo punto:
"Las más grandes mejoras en las capacidades productivas del trabajo, y la
mayor parte de la calificación, la habilidad y el juicio con que éste es dirigido
en todas partes, o aplicado, parecen ser los efectos de la división del trabajo".
Con este párrafo se inicia el primer capítulo del libro primero de "La Riqueza
de las Naciones". Y en seguida pasa a ejemplificar esta tesis decisiva con su
famosa observación de una muy pobre fábrica de alfileres que, no obstante
carecer de la maquinaria y facilidades requeridas, gracias a la perfecta especialización del trabajo entre sus operarios, haciendo cada uno sólo una o
unas pocas operaciones muy especializadas, como estirar el alambre, cortarlo,
afilarlo, pegar la cabeza, empacar el producto, etc., hasta completar 18
operaciones diferentes, logra producir al día más de 48.000 alfileres, cuando
si cada operario tratara de hacer por sí mismo todo un alfiler completo, entre
todos los diez no alcanzarían a producir siquiera 200 diarios, "cada uno de
ellos ciertamente no completaría veinte, y quizás ni siquiera un alfiler en
un día".
Pero, como "la división del trabajo está limitada por la extensión del mercado'h
porque "cuando el mercado es muy pequeño, ninguna persona puede tener
un incentivo para dedicarse completamente a un empleo, por falta de la
posibilidad de intercambiar toda esa parte excedente del producto de su
propio trabajo, que está por encima de su propio consumo ... ", división
del trabajo y libertad de mercado resultan finalmente unidos en un solo
argumento: las restricciones a la libertad de comercio no sólo son indeseables
por generar situaciones similares a las de monopolio, sino que además restringen
el tamaño del mercado para una industria dada, con lo cual limitan la división
del trabajo y con ello la producción de riqueza.
La división del trabajo y la libertad de comercio aparecen así como los
hallazgos fundamentales de la compleja estructura teórica de Smith que le
permitió llevar a efecto su "Indagación acerca de la Naturaleza y Causas de
la Riqueza de las Naciones". Por supuesto, un elemento fundamental de
dicha estructura es la perfecta competencia, es decir, la perspectiva de que
95
al cesar toda suerte de reglamentaciones estatales todo vestigio de monopolio
desaparecería y, con ello, se garantizaría el vínculo entre el interés egoísta
y el social que explicaría el orden y los designios progresistas de un sistema
que en apariencia, al poner los intereses pecuniarios y egoístas por encima
de todo lo demás, podría verse como susceptible del caos y de la disol ución.
Pero este planteamiento de Smith, de por sí revolucionario en su época,
también se convertiría con el tiempo en la fuente más fecunda de desarrollos
de la teoría económica, al dar comienzo a una exploración que ha llevado
a los más grandes economistas a indagar sobre las tendencias del sistema
a crear monopolios, no ya de carácter legal, sino como producto de su
propio desarrollo natural, mediante la "concentración de capitales"; a
indagar sobre todos los fenómenos que desvían "el costo privado" del
"costo social" de los productos y, con ello, sobre la "eficiencia del sistema";
a indagar sobre las tendencias de las relaciones entre las tres clases de la
sociedad y a indagar sobre las verdaderas capacidades de la "mano invisible"
para conducir automáticamente el sistema por una vía de progreso continuado,
libre de los dramas de las depresiones económicas y el desempleo masivo
y crónico. Es decir, la exploración de las implicaciones de este planteamiento
de Smith, a medida que una época que no conoció la gran industria basada
en la maquinaria, ni siquiera la máquina de. vapor de Watt, fue reemplazada
ineluctable mente por las características de la "Revolución Industrial" y del
capitalismo contemporáneo, ha sido el fundamento, sin lugar a dudas., de los
más significativos desarrollos de la teoría económica.
2.2
David Ricardo (1772-1823)
2.2.1 Las "Leyes de Gra~os" y el desarrollo de la maquinaria
Entre la primera edición de "La Riqueza de las Naciones" y la primera
edición de esa otra obra cumbre en el desarrollo del pensamiento económico
que son "Los Principios de Economía Política y Tributación" (1817), la
obra fundamental del inglés.David Ricardo, sólo transcurrieron 41 años, pero
fueron éstos tan ricos en acontecimientos que, aunque Ricardo se ocupa
básicamente de los mismos problemas teóricos planteados por Smith, ante
algunos de ellos la perspectiva y los colores que ahora se adoptan varían
radicalmente. Al punto de que si el mundo que preveía Adam Smith pudo ser
calificado de "maravilloso", la ciencia económica durante el tiempo de
Ricardo llegó a ser calificada de "ciencia lúgubre" por parte de Carlyle.
Así, por ejemplo, en su "Ensayo sobre la Influencia de un Bajo Precio del
Grano en las Ganancias del Capital", publicado en Inglaterra en 1815, que
constituyó la base del trabajo que dos años más tarde daría por resultado
96
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
"Los Principios", como abreviadamente suele llamarse a su libro, Ricardo
anticipa la que sería una de las conclusiones fundamentales de toda su
estructura teórica: "Se sigue de ello, por consiguiente, que el interés de los
terratenientes está siempre opuesto al interés de todas las otras clases de la
comunidad". Cómo el interés de los terratenientes pasa de ocupar un lugar
compatible con el desarrollo social en el modelo de Smith, a uno de incompatibilidad con el de la mayor parte de la sociedad en el modelo de Ri.cardo,
puede ser un signo importante de lo que estaba ocurriendo durante esos 41
años en Inglaterra y también constituye una ilustración nítida de cómo los
desarrollos teóricos recogen los cambios de la realidad. Y es que, Inglaterra,
que precisamente durante este período había sostenido la guerra de i~dependencia de su excolonia más importante (1776-1783), los E~~dos Unidos
de América, también recién salía de las prolongadas y costosísímasguerras
napoleónicas con Francia (1793-1815), con lo cual el comercio internacional
de cereales prometía volver a "normalizarse", comercio en el cual la excolonia
.poseía una clara véntaja de costos lo mismo que Francia, como ya l?~fisiócratas
lo habian señalado. Con la "normalización" de los lazos políticos con la
excolonia y con Francia, que permitiría una reanudación normal del comercio,
entónccis '16s terratenientes ingleses vieron claramente lo que iría a pasar si
nad~'hacían: siendo los cereales importados más baratos que los producidos
naciónalrÍl:ente al acabarse la protección automática que la guerra les conferia dentro del mercado inglés, la producción nacional sería desplazada
por las importaciones con lo cual se reducirían los precio~ d~ los e~reales
y la"demanda para el uso de sus tierras, todo lo cual los, perjudicaba directamente a través de una reducción de sus rentas. Ante esto, lograron que en
el mismo año de 1815 el parlamento inglés estableciera una serie de impuestos
a lo~·cereales importados, que vinieron a conocerse como "las leyes de
granos" y que, al mantener de esa manera altos los precios de los cereales,
protegían de cualquier posible deterioro los intereses de los terratenientes.
Esta situación afectaba de manera negativa los intereses de los capitalistas,
según iría a demostrar Ricardo, al disminuir sus ganancias por los altos
salados que deberían pagar, así como también porque, al imponer Inglaterra
restricciones comerciales al libre comercio de los productos sobre los cuales
otros países tenían ventajas en costos, era de esperar que éstos respondieran
imponiendo también restricciones a la libre importación de los productos
en tos cuales Inglaterra poseía claras ventajas, que eran precisamente las
manufacturas,
Desde el comienzo, Ricardo inició una lucha por demostrar que las "leyes de
granos"eran doblemente dañinas para el progreso social. Pero en este proceso
tuvo- que ir tan lejos como a tener que elaborar una teoría general del valor,
la distribución y la acumulación, y a desarrollar su teoría de los "costos
comparativos" o "relativos" que generaliza la teoría de las ventajas del
LA ECONOMIA CLASICA
97
libre comercio que había dejado Adam Smith (sobre el desarrollo específico
de este punto, véanse seco 1 9.9,2, seco II 1.1.1 Y 1.1.4). Y algunos opinan
que, en este proceso de paso, "fue Ricardo quien hizo de la economía una
ciencia positiva, 'un método de pensar más que un cuerpo de resultados
concretos', una ciencia capaz de abordar los problemas por el método lógico
de la deducción" (Ronald Hartwell, Introducción a "Los Principios" en la
edición Pelican). Y, en 'realidad, aun si se considera que este método se
inicia~con los fisiócratas y se desarrolla con Smith, no podría ignorar se que
es en la obra de Ricardo donde alcanza su madurez y un grado de perfección
tales que sus grandes sucesores no podrían ocultar su admiración y recibirían
conscientemente su influencia en ese sentido.
De un lado, Ricardo veía que la reducción de las ganancias a favor de
las rentas de los terratenientes desaceleraba el proceso de acumulación y
crecimiento económico y, por otro, que las restricciones al libre-cambio
constituían un despilfarro de los recursos productivos, que se emplearían
más eficientemente si se permitiera la perfecta especialización internacional
sobre la base de los costos mínimos. (Sobre las críticas a esta argumentación,
véase sección 9. 10. 1). Como Smith y los fisiócratas, defiende entonces la
libertad de comercio y ve en el crecimiento económico un fin deseable. Pero
su cuadro sobre las clases sociales, con la clase trabajadora en medio, se ve
ahora modificado: los terratenientes constituyen el principal obstáculo al
progreso. Su teoría refleja, así, una lucha por la distribución del ingreso entre
capitalistas y terratenientes, lucha que se libraba también políticamente en
la Inglaterra de su tiempo y a la cual no fue ajeno, tampoco en este terreno,
ya .que Ricardo fue además representante al parlamento inglés. Si Adam
Smith criticó ácidamente la clase de los manufactureros y comerciantes, por
buscar permanentemente protecciones y ventajas de carácter mercantilista,
para el tiempode Ricardo los proteccionistas habían pasado a ser en Inglaterra
los terratenientes y los capitalistas encontraban su ventaja en el libre-cambio.
(Como se vio en el capítulo IX, Federico List (1789-1846) iría a construir
una teoría sobre este cambio político de la clase manufacturera de Inglaterra
y sobre ello levantaría todos sus argumentos a favor del proteccionismo).
Ricardo no cejó en esta lucha hasta el fin de sus días, pues en 1822, después
de publicada la tercera y última edición de "Los Principios" en vida del
autor, y apenas un año antes de morir, se sintió obligado a escribir un ensayo,
"So bre la Protección de la Agricultura", que es considerado por algunos
como el más fuerte ataque de Ricardo a "las leyes de granos". La verdad es
que las ideas de Ricardo sobre este punto irían a imponerse en Inglaterra
pero sólo 23 años después de su muerte, en el año de 1846, cuando las
"leyes de granos" fueron abolidas.
El mundo de Ricardo, particularmente Inglaterra, también fue diferente al
mundo que le correspondió analizar a Smith en otro aspecto fundamental, y
LA ECONOMIA CLASICA
98
INTRODUCCION
99
A LA ECONOMIA
es que el primer cuarto del siglo XIX fue precisamente escenario de uno de
los procesos más importantes de la historia moderna, como, fue la llam~~a
"revolución industrial" que, precisamente como se observo en la seccion
2. 1. 1.,
tiene sus orígenes a los pocos años de publicada "La Riqueza
de las Naciones", en el último cuarto del siglo XVIII, Y cuyos rasgos más
característicos son: i- El descubrimiento y utilización de complejas máquinas,
que reemplazaron a los especializados pero simples instrumentos de producción movidos directamente por la mano del hombre y que fueron típicos
del período manufacturero. En la máquina cada operación es realizada
también por instrumentos simples, que, en conjunto, forman parte de la
máquina, pero entre los cuales y el hombre media un mecanismo. (~or
ejemplo, la diferencia entre coser con una máquina y coser a ~ano consiste
en que la aguja es movida, en el primer caso, por un mecanismo +rotor,
correa de transmisión, pedal que se interpone entre el objeto de.trabajo y el
hombre, mientras que en el segundo caso la aguja es movida directamente
por el hombre, sin ninguna mediación entre dicho instrumento simple y el
obrero. Se observa en este ejemplo cómo la máquina no necesariamente
tiene que ser movida por fuerza no humana. Puede ser movida por el hombre
o, como se generalizaría después, por fuerzas matrices no humanas ni espontáneas de la naturaleza: vapor, electricidad). ii- El descubrimiento y aplicación
del motor a vapor que permitió sustituir en una gran escala la fuerzahumana
directa y las fuerzas espontáneas de la naturaleza (caídas de agua, aire) como
fuerza motriz de las máquinas aplicadas a la producción. iii- La consolidáción
y rápido crecimiento de las grandes fábricas que desplazaron en forma
dramática a la producción artesanal. iv- El rápido proceso de crecimiento de
las piudades en que se localizaban las nuevas fábricas. v- La d~ástica ruptura
de la fuerza de trabajo asalariada con formas complementarias de ganar la
subsistencia que no fueran el salario puro. Así, por ejemplo, todavía en la
época de Smith quedaban remanentes de la práctica ~s~al de que incluso l?s
trabajadores urbanos tuvieran acceso, junto con su vivienda, a una pequ~na
huerta que podían cultivar y de la cual podían obtener part~ de lo requerido
para su subsistencia. Pero esta situación fue modi!~cán,do~emeluctablemente
y, con la llamada Revolución Industrial, desapareció p~ctl~amente, ~ue?,ando
los trabajadores en total dependencia de su puro salario. VI- La s,ustltuc~on de
muchos trabajadores, en los oficios que tradicionalmente hablan realizado,
por máquinas que en forma más eficiente y barata podían realizar el mismo
trabajo, vii- La concentración de muchos trabajad~res no solamente ~~ una
misma fábrica sino en una misma localidad, debido a la concentración de
fábricas. viíi- Una tendencia de los salarios reales a disminuir debido a los
efectos de la introducción de las máquinas sobre la demanda de fuerza de
trabajo. ix- Una tendencia a prolongar la jornada de trabajo ya generalizar el
trabajo nocturno, con el propósito de reducir al mínir~lOo evitar.:l cost~ que
significaba tener parada una valiosa maquinaria. x- La.mcorporacion cre~len:e
del trabajo femenino e infantil a la producción fabril, ya que la maqumaria
permitía sustituir la fuerza física y la calificación artesanal por el cuidado y
la delicadeza de operaciones, lo cual produjo importantes efectos sobre el
salario, al aumentar la oferta de fuerza de trabajo, y sobre la estructura
familiar. Y xi- En gracia a todo lo anterior, el surgimiento de un movimiento
obrero, primero de simples protestas desorganizadas pero que, más tarde,
particularmente en el período que siguió a la muerte de Ricardo, condujo a
la creación de sindicatos, a luchas organizadas y sistemáticas, incluso de
carácter internacional, y al desarrollo de una nueva ideología económica,
social y política.
l'
El mundo de Ricardo fue, pues, el mundo de esta importante transición, en
el cual alcanzaban a vislumbrarse, por parte de algunos, varias de sus consecuencias futuras mientras que muchas otras permanecían ocultas a los ojos
del hombre, en su simple estado de gestación. Así, por ejemplo, en la primera
edición de "Los Principios", en 1817, Ricardo no incluye ningún capítulo
sobre la introducción de la maquinaria en el proceso productivo y sus efectos
económicos. Pero, sólo cuatro años más tarde, para la tercera y última
edict6~ en vida del autor, se siente obligado a introducir un capítulo específico
sobre el tópico, en el cual reconoce que su posición tradicional, que subestimaba los efectos de la introducción de maquinaria, era errónea y que
tal introducción hace que la demanda de fuerza de trabajo no crezca tan
rápidamente como lo haría de no tomar aquella lugar, con el consiguiente
efecto depresivo sobre el nivel de salarios, Y es que, no por azar, en este
mismo año de 1821 Henri de Saint-Simon (1760-1825) publicaba en París
su obra "Del Sistema Industrial", obra que ya, como otras que empezaban
a producirse, esbozaba una crítica socialista a algunas de las características
que acusaba la nueva etapa "industrial" del régimen de producción capitalista.
De la misma manera, señalan Karataev y Ríndina en su Historia de las
Doctrinas Económicas: "Ricardo intervino en defensa de las asociaciones
obreras aunque, en el fondo, no les concedía importancia. Tampoco se
puede pasar por alto el hecho de que defendiese al socialista utópico Roberto
Owen (1771-1858), cuando la burguesía le acosaba y pedía que fuese
encarcelado, por la tendencia 'inmoral' y peligrosa de querer suprimir la
propiedad privada. Aunque Ricardo calificó de erróneos los conceptos de
Owen, proclamó que era persona honrada e, incluso, en uno de sus discursos,
lo puso como ejemplo de alta ética y bondad". (Tomo 1, pág. 196).
Sin duda alguna, el hecho de que la revolución industrial se desarrolló y consolidó en Inglaterra antes que en el resto del mundo confirió a este país una
especie de "dominio natural" en el mercado mundial de manufacturas, lo
cual no podía ser independiente del desarrollo de una fuerte corriente
social dentro de este país por procurar el acceso de sus productos a todos
los mercados del mundo, que daba lugar a la necesidad de una exploración
lOO
INTRODUCCION
101
LA ECONOMIA CLASICA
A LA ECONOMIA
teórica sobre los resultados y las ventajas del libre-cambio. En la antesala
de la revolución industrial, Smith inicia tal examen con su teoría del costo
absoluto y, en el pleno período de transición, Ricardo lo completa con su
teoría de la ventaja relativa. Los dos atacaron lo mismo, el proteccionismo,
pero éste fue encarnado por personajes diferentes en Inglaterra antes y.
después de la revolución industrial. Antes, por la mayoría de una clase
manufacturera débil Y temerosa de la competencia externa; después, por la
clase terrateniente. Revolución Industrial -Libre-CambioY "Leyes de
Granos" -Proteccionismo-,
constituyen entonces el par de duplas que
sirven de coordenadas al desarrollo del pensamiento económico en la época
de Ricardo. Dentro de estas coordenadas, la teoría ricardiana resalta la contradicción renta-ganancia, es decir, clase capitalista-clase terrateniente, con la
clase obrera en medio, con un papel todavía tan pasivo como el que le
observara Adam Smith. Sin embargo, una de las coordenadas estaba poco
a poco, bajo la superficie, proyectándose a una nueva d.imens~ón. Los efectos
.de la revolución industrial sobre la clase obrera que, inclusive, daban lugar
al surgimiento de un primitivo pensamiento socialista y de organizaciones
para el movimiento obrero, constituía esta dimensión, y el ~e~ho de que la
obra de Ricardo alcance a vislumbrar algunas de sus caracteristicas, como las
que señala en su capítulo sobre maquinaria, pero que no alcance a referirse
a otros profundos efectos que serían sujetos a análisis y críticas por quíenes
lo sucedieron en el medio siglo siguiente constituye, tal vez, la mejor descripción del período que le correspondió vivir a Ricardo y que de diversas
maneras se refleja en su trascendental obra.
2.2.2 Distribución y medida del valor
Los asuntos de análisis que entran en la estructura teórica fundamental de
"Los Principios" de Ricardo coinciden en tal grado con los de "La Riqueza
de las Naciones" que los capítulos básicos de la primera obra llegan a
,
titularse de la misma
forma que algunos de los de la segunda, como "So bre
el Precio Natural y el Precio de Mercado", "Sobre la Renta",/"Sobre
los
Salarios" y "Sobre las Ganancias", entre otras cosas porque uno .d: los
propósitos de Ricardo es desarrollar o corregir algunas de las proposiciones
básicas de Smith, ya que "ha encontrado necesario advertir con mayor
énfasis sobre aquellos pasajes en los escritos de Adam Smith en los que
(Ricardo mismo) encuentra razones para diferir", no obstante lo cual
(Ricardo) "espera que por ello no se hará sospechoso ~e que n~ co~parte,
junto con todos aquellos que reconocen la importancia
la clencia. de la
Economía Política, la admiración que el profundo trabajo de este celebre
autor (A. Smith) tan justamente despierta". (Prefacio de Ri~ardo a "L~s
Principios"). Sin embargo, y a pesar del papel esencial .que tie~e la t:orla
de la distribución en la obra de A. Smith, parece converuente senalar como,
=
desde un comienzo, Ricardo enfatiza que "Determinar las leyes que regulan
esta distribución (del producto social entre las tres clases de la sociedad)
constituye el principal problema en la Economía Política ... " Por muy
relacionado que se encuentre este problema con las causas de la riqueza de
las naciones, se observa entonces cómo Ricardo decide subrayar primero
el aspecto de la distribución mientras que A. Smith, aunque desarrolla como
parte fundamental de su modelo una teoría de la distribución, prefirió titular
su obra "Una Investigación Acerca de la Naturaleza y Causas de la Riqueza
de las Naciones".
A partir de tal postulado, Ricardo inicia entonces el proceso de elaborar los
instrumentos que le permitirán medir la renta, los salarios y la ganancia, es
decir, sus valores, pues sin medir éstos no se podría saber cómo varían o
interactúan recíprocamente, y sin saber esto sería imposible establecer las
leyes que los regulan, es decir, sería imposible "determinar las leyes que
regulan esta distribución" que es "el principal problema en la Economía
Política". Aunque Ricardo, como Adam Smith, es conducido al trabajo
como unidad de medida de todos los. valores,yaunqug
Smith ya había
planteado que "El trabajo únicamente ... essó!oel pat~(}llfinalyrf:)alpor
medio del cual el valor defódas las mercancías puede en t&dos ldS Ue pos
y lugares ser estimado y comparadd" y que "El trabajo mide el valor no
solamente de esa parte del precio que se descompime ásímismaentrabajo,
sino también de la que se descompone en renta,. y dé la que se descompone
en ganancia", la exposición de Ricardo sobre la unidad de meclidano es tan
directa como la de Smith, y ha dado lugar a más de un debate entre diversos
seguidores e intérpretes. ASÍ, por ejemplo, en su primer capítulo ("Principios"),
"que sobre el tema sufrió variaciones en la última edición, después de reconocer
como Smith que ninguna mercancía del sistema económico, ni siquiera el
oro, tenía en sí misma un valor invariable, y por ello no podía servir como
patrón o unidad de medida de los valores de las demás, procede a razonar
en términos de oro bajo la suposición ex positiva de que se trataría de un oro
hipotético cuyo propio valor nunca cambia. Esto, después de haber luchado
con las primeras versiones de su capitulo sobre el valor que, además, lo
condujeron a agregar un nuevo capítulo "Sobre el Valor y la Riqueza" en
la tercera edición y, como si hubiera quedado aún insatisfecho con todo lo
anterior, poco antes de morir se sintió impulsado a explorar nuevamente
el tema en un ensayo intitulado "Valor Absoluto y Valor en Cambio"
que, curiosamente, empieza comparando el proceso de medición del valor
con el proceso de medición de magnitudes físicas, comparación que, como
se recordará, había sido ya hecha en "La Riqueza de las Naciones".
m
Las razones que condujeron a Ricardo a la permanente y dura lucha, desde
el primer capítulo de "Los Principios" hasta su último escrito, semanas
102
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
antes de morir, de razonar con una mercancía imaginaria o hipotética cuyo
propio valor fuese invariable, no obstante haber demostrado y estar convencido de que tal mercancía no existía en la realidad, en ve.zde proceder como
Srnith, adoptando de entrada y directamente el trabajo como urud~d ~e
medida de todos los precios reales y todos los ingresos, puede que jamas
lleguen a ser plenamente dilucidadas. Pero sin t?ner ~n ~uenta est.e aspe.cto
característico de la obra de Ricardo resultana practlcamente Imposible
reseñarla sin quitarle su propia personalidad y, quizás, su verdadero contenido
teórico.
Uno de los mejores ejemplos sobre la problemática específica a la que puede
dar lugar el procedimiento de Ricardo, lo brinda el más aca?a,~.o de~arr?l!?
moderno del problema que se planteó Ricardo con la mercancía imagmana ,
que es la obra de Piero Sraffa intitulada "Producción de Mercancías por
medio de Mercancías" (1959). En efecto, Sraffa retorna el problema de
Ricardo de sipodría existir una mercancía cuyo propio va~or fuese invariable,
y que por consiguiente pudiera servir de ~~ida? .de medl~a del valor ?e .las
demás, concluyendo que ninguna mercancía individual del sistema eco??mlco
puede poseer tal característica, ent~e otras c.osas porquelos requisitos o
condiciones para ello son mucho mas complejos y restrictivos de lo que el
propio Ricardo pudo llegar a imaginar o dilucidar en su tiempo. Pero, y este
es el importante desarrollo moderno, Sraffa también concluye que, s~ ?ien
es cierto que ninguna mercancía individual puede llenar tales requlSI~os,
una mercancía "compuesta", fabricada teóricamente de muchos pedasitos
de diversas mercancías individuales, podría en cambio cumplir en forma
perfecta las funciones que ninguna mercancía individual.puede cumplir. Esta
optimista conclusión de Sraffa puede, sin embargo, e independientemente
de muchas de sus otras importantes contribuciones, ser comprobada como
errónea e inconsistente en términos de su propia lógica.' Pero lo que interesa
aquí es cómo la obra de Sraffa muestra que el procedimiento de Ricardo
pudo inspirar el desarrollo de una unidad de m:d~da d: lo~ valores ~ue no es
el trabajo, como en Smith, sino una mercancía Imagm~la que ~Icar:.do no
pudo definir con precisión y que Sraffa, casi siglo y medio despues, SI pudo
llegar a definir exactamente, que es la "mercancía compuesta".
De otro lado, aunque por medios mucho más indirectos que lo.s de Smit~,
por la vía de estudiar las variaciones de precios y sus causas, y la importancia
relativa de estas causas, por esta vía aproximativa, Ricardo llega a adoptar
plenamente el trabajo como unidad de medida de los valores.
!
H. Cuevas, "La Teoría del Valor· Trabajo Y el Sistema ~e Precio~", Cap. V, sección 5. 6, Ed. Offset,
Universidad Nacional de Colombia, Dept o. de Economta, Bogota, 1980.
103
LA ECONOMIA CLASICA
Pero, qué importancia pueda tener una vía o la otra, o qué implicaciones
adicionales pueda tener la vía de Ricardo, o cuál es el significado preciso
de su planteamiento, sólo puede saberse examinando directamente tal
planteamiento, lo cual debe hacerse a continuación.
2.2.3 Cantidades de trabajo y precios relativos
En la historia del pensamiento económico, Ricardo fue quien suministró la
primera demostración detallada y rigurosa de que, en la economía capitalista,
las diversas mercancías no pueden intercambiarse, como norma general, de
acuerdo a las cantidades de trabajo que costó su producción, ("Principios",
Cap. 1, sección IV y V). En esto Ricardo está de acuerdo, pues, con Smith
y toma de este último las premisas que implican tal conclusión, a saber:
que los "precios naturales" implican una igualación de las tasas de ganancia
(véase sección 11. 1. 2) Y que las proporciones de capital circulante (materias
primas y salarios, cuyo valor se gasta totalmente en un solo período de
producción) a capital fijo (instalaciones, maquinaria y equipo, cuyo valor
se deprecia poco a poco, sección 7.2.7) son diferentes en las distintas ramas
o sectores de la producción.
Para explicar mejor el planteamiento, se utiliza un ejemplo similar al que
utiliza Ricardo, tal como se describe a continuación:
i- Supóngase que para producir maíz un capitalista debe contratar 100
trabajadores durante un año y, siendo el salario anual de cada trabajador
igual a 10 unidades monetarias (u), el costo total de estos salarios ascendería
a 1.000u. Por pura simplicidad expositiva se supone que este capitalista
no tiene más costos (es decir, no utiliza maquinaria y en el mismo año
produce la semilla). Esto significa que sus costos totales y su capital
invertido en el año ascienden a 1.000u.
Ahora, una pregunta surge. ¿A qué precio se venderá este maíz en el
mercado? Obviamente, su precio ascenderá por definición a 1.000u + G,
donde G es la ganancia para el capitalista y es mayor que cero porque, en caso contrario, el maíz no se produciría. Pero, como se recordará, de la
sección 3. 6, g = G/K, donde g es la tasa de ganancia y K es el capital
total invertido. De donde, G = g . K. Por consiguiente, reemplazando G
por este valor, se tiene que el precio del maíz (Pm) es igual a 1.OOOu+
g . K. Pero, el capital total invertido por el capitalista fue 1.000u, o sea
que
Pm
=
1.000u + g. 1.000u
=
1.000u (1 + g)
UNiVERSIDAD
BIBLIOTECA
DI!!ANTIOQUiA
CENTRAL
(
INTRODUCCION
104
ii- Para producir telares, otro capitalista debe emplear otros 100 trabajadores
durante un año y, con el salario anual por trabajador igual a 10u, el costo
total de los salarios ascendería 1.000u. Se supone, por simplicidad, que
este costo incluye todo el proceso de producción de los telares y, por
tan to, el costo total de los telares asciende a 1.000u. Siguiendo el mismo
procedimiento que en I-; se llega a la conclusión de que el precio de los
telares (Pt) es:
Finalmente, para calcular los precios relativos del paño y el maíz se hace la
división Pp / Pm, y esto da:
Pp
Y,
1.000 u (1 + g)
1.000 u (1
+ g)
-=
2+g
1.000 u
=1
Pm 1.000 u (1 + g)
Ah?ra, es fácil concluir que la cantidad total de trabajo que costó a la
sociedad producir el paño (Tp) es igual a 100 trabajadores-año necesarios
para prod.ucir los :elare~, sin los cuales no se puede producir paño, más
100 trabajadores-ano adicionales para operar los telares y convertir el hilo
en paño, es decir 200 trabajadores-año. En otras palabras, exactamente
el doble de la cantidad de trabajo que costó a la sociedad producir el maíz
(Tm) o los telares (Tt). Esta situación se resume en el siguiente cuadro:
Costo de salarios para transformar hilo en paño
1.000 u (1 + g)
Cantidades de Trabajo y Precios Relativos
Costo de los telares necesarios
1.000 u (1 + (1 + g) ) =
1.000 u (2
Pt
1.000u(2+g)
CUADRO 2.2.1
i~",
:' ··1.000 u
5;+
[l.000u(2+g)].[l+g]
Pm
Pt = 1.000 u (1 + g)
ííi-Para producir paño, un tercer capitalista debe emplear otros 100 trabajadores, con un costo anual en salarios también de 1.000u. (Este costo
incluye tanto la fabricación total de los hilos de lana como la transformación
del hilo en paño). Pero, para producir paño se necesita comprar los telares
en el mercado, que le cuestan al tercer capitalista 1.000 u (1 + g), pues
,,,ste es el precio de los telares. Por consiguiente, el costo total para poder
';Producir el paño es de:
105
LA ECONOMIA CLASICA
A LA ECONOMIA
A
Cantidad de
Trabajo
Gastada (T)
+ g) Costo total del paño.
Péfo, puesto que 1.000 u (2 + g) es el costo total del paño para el tercer
capitalista, a este costo debe agregarse la ganancia (G) para obtener el precio
dél paño. (En caso contrario, si G = 0, no se produciría paño). Por tanto, el
precio del paño (Pp) es:
Pp
Pp
=
Costo paño + G
=
1.000 u (2 + g)
Pp =
+G
1.000 u (2 + g) + g. K
Pero K es el capital total invertido tanto en telares como en salarios y, por
tanto, es igual al costo total, o sea 1.000 u (2 + g).
De esta manera, el precio del paño sería:
Pp = [ 1.000 u (2 + g) 1 + g. [ 1.000 u (2 + g) ]
Pp
= [ 1.000 u (2
+ g) ]. [ 1 + g]
C
Cantidades
Relativas
de Trabajo
B
Precio
Maíz
Telares
100
1.000 u (1 + g)
100
1.000 u (1
Paño
200
[1.000
+ g)
u (2 + g) ]. [1 + g ]
D
Precios
Relativos:
Tp /Tm=2
Tp / Tt = 2
Pp / Pm =2
Pp/Pt=2+g
Tm ITt = 1
Pm I Pt = 1
+s
Puesto qu.e la tasa de ganancia tiene que ser positiva en la sociedad capitalista,
g > O, se concluye de las columnas e y D del cuadro anterior que Pp / Pm >
Tp / Tm y Pp / Pt > Tp / Tt, es decir, que el precio del paño es más del
dobl~ qu.e el precio del maíz o que el precio de los telares, mientras que la
cantidad de trabajo que costó producir el paño es apenas el doble de la
cantidad de trabajo que costó producir el maíz o que costó producir los
telares. Los precios relativos del paño frente a las otras dos mercancías
no coinciden, pues, con los costos en trabajo de las mercancías.
El caso de los precios relativos de los telares y el maíz, Pm / Pt, es diferente,
pues en este caso Pm / Pt = Tm / Tt, es decir, los precios relativos de estos
106
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
productos sí coinciden con sus costos en trabajo. ¿Por qué, pues, al sacar el
paño del cuadro se llega a una conclusión y al incluirlo se llega a la opuesta?
Precisamente porque, de los tres productos considerados, el paño es el único
que se produce utilizando maquinaria, que ha tenido que ser producida en
un período anterior a la producción del paño mismo. En cambio, se supuso
que para producir los telares y el maíz ninguna maquinaria era requerida
o, más precisamente, se supuso que no se requería ninguna producción
anterior. La diferencia está, pues, en que la producción de paño no podría
empezar si en un período anterior no se hubiera invertido capital, mientras
. que el maíz y la tela pueden producirse sin ninguna inversión anterior de
capital. Ricardo diría que los telares y el maíz son producidos, entonces,
bajo "condiciones idénticas" mientras que el maíz y el paño, o los telares
y el paño, son producidos bajo "condiciones diferentes". Y concluye, dado
que en la economía capitalista sólo por coincidencia excepcional dos
mercancías diferentes son producidas bajo "condiciones idénticas", que en
el caso general los precios relativos difieren de los costos en trabajo de los
productos.
Sólo en el caso del estado "primitivo y rudo" de la sociedad que antecede
a la acumulación de capital, o una situación de producción mercantil simple
(Cap. 1II), donde la tasa de ganancia sería cero, g = O, evidentem~nte, por la
columna D, los precios relativos sería iguales a los costos en trabajo. Pero no
en la sociedad capitalista donde g > O.
Por supuesto, en la realidad, "condiciones idénticas" de producción ~o
significa solamente, como en este ejemplo tan simplificado, que las mercancias
requieren o no "una" producción anterior o "una" inversión de capital
anterior. Lo verdaderamente relevante es cuánto de producción anterior
y cuánto de inversión anterior. Basta con que para producir 1 par de medias
se requieran $10 de inversión anterior (en maquinaria e instalaciones) y para
producir una camiseta se requieran $11 de inversión anterior para afirmar
que NO son producidas bajo "condiciones idénticas" sino bajo condiciones
"diferentes" y, por tanto, costando ambas mercancías igual cantidad de
trabajo, sus precios serán diferentes. Puede con este ejemplo verse, pues, la
extraordinaria coincidencia requerida para que diferentes productos tengan
"condiciones idénticas" de producción. Siguiendo en forma precisa a Ricardo,
se diría que dos mercancías se producen bajo condiciones idénticas cuando
sus "proporciones de capital fijo a capital circulante" son idénticas (y
cuando los tiempos que permanecen invertidos los capitales hasta vender
las mercancías también son idénticos) y, como se vio en la última sección
sobre A. Smith, éste ya había observado que tales proporciones variaban
de una industria a otra.
LA ECONOMIA CLASICA
107
Y, ¿por qué razón las diferencias en estas proporciones (y en tiempos)
impiden que los precios relativos sean iguales a los costos relativos en trabajo
de las mercancías? Según la explicación de Ricardo, en el fondo del asunto
hay un problema similar al del interés compuesto pues, para volver al ejemplo
utilizado, toda la diferencia entre las condiciones de producción del paño
y los otros dos productos puede reducirse al hecho de que, para recuperar
el capital invertido en los telares, por parte de la clase capitalista en su
conjunto, hay que esperar dos años, un año mientras se producen los telares
y otro año mientras se produce la tela. Sólo al terminar de producirse la tela
y venderse, los capitalistas como clase recuperarán finalmente el capital
invertido en los telares (ya que el precio de éstos forma parte,' como costo, del
precio de la tela). Los capitalistas que compran los telares pagan la ganancia
del primer año a los capitalistas que invirtieron para fabricar los telares. Pero
los primeros no actuarían de tal forma si no obtuvieran en el segundo año
una ganancia (o interés) por el capital que inmovilizan durante un año en
telares. Pero esta ganancia, durante el segundo año, ya no será proporcional
sólo al costo en salarios (como el primer año cuando se venden los telares
o el maíz). Pues el capital invertido en telares por quienes fabrican la tela
es (1.000u) (1 + g). Y su ganancia del segundo año sobre este capital invertido
se calcula sobre el capital completo, 1000u (1 + s), no solamente sobre
(1.000u) como en el primer año. Así, el segundo año se cobra una ganancia
sobre el capital que representa la ganancia del primer año. Y si el proceso
se demorara 3 años, el tercer año se cobraría una ganancia sobre la ganancia
del 20. y el 1er. año, etc., etc., lo mismo que cuando se pone una suma
a interés, en el segundo año se ganan los intereses sobre los intereses que se
capitalizaron en el primer año, etc., etc. Mientras más se avance en este proceso,
mayor será, entonces, la desviación de la ganancia final obtenida con respecto
a la inversión inicial en salarios. (O, en el caso del interés compuesto, mientras
mayor número de años se tenga una suma colocada a interés, mayor será la
desviación de la suma finalmente recibida con respecto a la suma inicialmente
colocada, debido a la capitalización de intereses). De esta manera, mientras
mayor sea el valor del capital fijo utilizado, mayores serán los intereses que
deben cobrarse al segundo año sobre el capital que representa la ganancia
del primero y, por tanto, mayor será la desviación entre el costo inicial en
salarios y el precio final del producto, es decir, entre los precios de los
productos y sus costos en trabajo. (Es por esta razón que, en la sección
3. 6, se afirmó que en general, Wx / Wy =1=p 'x / p'y bajo condiciones de
producción capitalista).
Así, Ricardo concluye: "Aquí tenemos, entonces, a capitalistas que emplean
la misma cantidad de trabajo al año en la producción de sus mercancías,
y sin embargo los bienes que ellos producen difieren en valor debido a las
diferentes cantidades de capital fijo, o trabajo acumulado, empleado por
1
1
(
(
I
LA ECONOMIA CLASICA
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
108
cada uno respectivamente", ("Principios", Cap. l, sección IV). Evidentemente,
Ricardo entiende por "valor" el precio de las mercancías.
2.2.4 Variaciones de salarios y variaciones de precios
Supóngase que los salarios anuales por trabaj ador se elevan 200/0 pero
que; en un primer momento, los precios de los productos (maíz, telares
y paño) no sufren alteración alguna. Volviendo al mismo ejemplo de la
sección anterior se tendría, entonces, la siguiente situación:
Pm
Pt
Pp
1.200u + G'm
1.200it + G't
Pt + 1.200u + G'p,
donde G'm es la ganancia total que queda al capital que produce maíz
después del alza de salarios, y sirnilarmente para G't y G'p. Puesto que se
parjió .del supuesto de que Pm, Pt y Pp están constantes, resulta evidente
qwfG'm es inferior en 200u (que es el 200/0 de 1.000u) a la ganancia que
obtenía el capital que produce maíz antes del alza de salarios. Es decir,
redbiendo el capitalista los mismos ingresos por ventas que antes, pero
pagándo en cambio 200u adicionales en salarios, su ganancia tiene que
verse reducida en estas 200u. Y lo mismo ocurre para los capitales que
producen telares y paño. (En este último caso la ganancia también se reduce
solaen 200u, pues el resto de los costos, que son los telares, permanecen
constantes, ya que se ha supuesto que ningún producto se vende a un precio
superior. Por tanto, los telares se venden al mismo precio y el capital que
produce paño no ve elevarse sus costos por este concepto).
Ahora bien, lo anterior significa que el alza total de costos fue también de
200/0 en la industria del maíz y la industria de los telares. (Ya que los
costos totales de cada una de estas industrias estaban constituidos sólo por
salarios equivalentes a 1.000u). Pero, en cambio, el alza total de costos fue
inferior al 20%
en la industria de los paños, ya que en ésta los costos
totales están constituidos no solamente por salarios sino también por el
pr¡~io de los telares. En otras palabras, el costo total de los paños es Pt +
1. d60u y ,por consiguiente, el alza porcentual de los costos totales en la
industria de los paños es
200u
Pt + 1.000 u
109
Puesto que Pt es mayor que cero, es evidente que alza en el costo total de
los telares es inferior al 200/0. Aún más, revisando el cuadro 11. 2. 1, se
encuentra que el precio de los telares es 1.OOOu (1 + g), es decir, mayor a
1.000u puesto que s > O. En otras palabras, Pt + 1.000u > 2.000u y, por
consiguiente, el alza de salarios significó para la industria de paños un alza
de costos totales inferior al 10010, que contrasta con el 200/0 en las industrias
del maíz y los telares.
Ahora bien, para obtener el cuadro 11. 2. 1 se mostró en la sección anterior
que Pm = 1.000u (1 + g), donde 1.000u es el costo total de producir maíz.
y que, en general, para las otras mercancías basta mul tiplicar el costo total
(CT) por (1 + g) para obtener el precio. Por tanto, puede escribirse:
Pp
(CTp) (1 + gp)
Pm
(CTm) (1 + gm)
donde CTp es el costo total del paño; CTm es el costo total del maíz; gp =
Gp / Kp es la tasa de ganancia que se obtiene en la industria del paño, y
gm = Gm / Km es la tasa de ganancia que se obtiene en la industria del maíz.
Pero, puesto que la competencia tiende a igualar las tasas de ganancia en las
diferentes actividades (es decir, en equilibrio todas son iguales), 1 se deduce
que los precios tienden hacia el nivel en que las tasas de ganancia se igualan.
y cuando las tasas de ganancia se igualan, es decir, cuando gp = gm; entonces
(1 + gp) / (1 + gm) = 1 y, por consiguiente
Pp
(CTp)
(1 + gp)
CTp
Pm
(CTm) (1 + gm)
CTm
En otros términos, los precios relativos de los productos vienen a quedar
determinados, debido a la competencia, por sus costos relativos/(Obsérvese
que esto no significa que Pp = CTp y que Pm = CTm, porque en ese caso
las ganancias serían cero y ningún producto se produciría. Lo que significa
es que si el costo del paño es el doble del costo del maíz, entonces su precio
también será el doble). Pero si esto es aSÍ, ello implica que, al crecer el costo
total del paño en menos del 100/0 mientras que el costo total del maíz
crece en 200/0, cuando suben los salarios, CTp / CTm se reducirá (ya que el
denominador aumenta más que el numerador) y, por consiguiente, Pp / Pm
también se reducirá. En otras palabras, el precio del paño cae en relación con
el .del maíz, o el de este último aumenta en relación con el del primero.
x 100
1
Sobre este mecanismo,
véanse secciones 3. 6 Y 11. 1,2.
110
INTRODUCCION A LA ECOEOMIA
LA ECONOMIA CLASICA
Así, Ricardo llega a la conclusión de que un alza en valor del salario por
trabajador reduce los precios de los productos con una alta proporción de
capital fijo (instalaciones y maquinaria) a circulante (salarios), como es el
caso del paño que requiere telares para su producción, y aumenta el precio
de los productos con una baja proporción de capital fijo a circulante, como
es el caso del maíz cuya producción no requiere de maquinaria alguna en el
ejemplo.
(Y en el caso de una reducción en el valor del. salario por trabajador,
llega al resultado contrario por el mismo procedimiento).
se
La razón para esto, evidente ahora, es que naturalmente las industrias en que
los salarios constituyen una menor proporción del costo total (alta proporción
de K fijo a circulante) se ven proporcionalmente menos afectadas en sus
costos totales al variar los salarios que las industrias en que los salarios
constituyen una alta proporción (baja proporción de K fijo a circulante).
Estas conclusiones de Ricardo sobre la relación entre variaciones de salarios
y precios fueron extremadamente importantes porque: [, Hasta ese momento
prevalecía la idea, recogida de A. Smith, de que uIÍ alza del valor del salario
por trabajador elevaba en general los precios. Ricardo demuestra que, en
realidad, unos precios se elevan y otros se reducen dependiendo de sus
"condiciones de producción". Es decir, que en términos de un hipotético
dinero con valor real constante unos precios se reducen mientras que otros
aumentan como efecto de un aumento del valor del salario por trabajador
o tasa de salarios. ii- Es interesante notar que si al aumentar la tasa de salarios
los precios cambian de acuerdo a las proporciones entre capital fijo y circulante en las diversas industrias, con el mayor aumento en las industrias con
mayor proporción de capital circulante, con aumentos menores en las
industrias con proporciones de capital circulante un poco más bajas que
las anteriores, y con aumentos negativos (reducciones de precios) en las
industrias con menores proporciones de capital circulante, intuitivamente
cabe suponer la existencia de una o algunas industrias "intermedias" que, por
no tener una proporción tan alta ni tan baja, no experimentarían ninguna
variación de su precio. Se estaría así en disposición, a través de los productos
de estas industrias "intermedias" o con una proporción promedia en relación
con toda la economía, de unos precios que jamás cambiarían con las variaciones de salarios. Tales precios constituirían, según Ricardo, la unidad de
medida invariable buscada para medir los valores de todas las demás mercancías
y de todos los ingresos. Porque al medir cualquier precio o ingreso en términos
de tal unidad de medida, cuando la distribución del ingreso cambia (los
salarios se reducen o aumentan), según Ricardo, se tendría la plena certeza de
que las magnitudes medidas no contienen una distorsión debida a un cambio
111
en la propia unidad de medida, sino que sus variaciones obedecen a un
cambio real de su magnitud. (La longitud no se tomaría como mayor porque
ahora el metro es más pequeño, sino porque en realidad ha aumentado ya
q~e el me~ro con que se mide no ha sufrido ninguna variación). En realidad,
Ricardo ~I:,nta con esta conclusión la base fundamental para poder definir
~on ~rec.lSlon las "c?ndiciones de producción" requeridas por la mercancía
imaginana que podría servir de "mercancía patrón". Pero ello no es más que
la base fundamental, el cimiento del edificio, no el edificio completo. Porque,
como Marx tendría oportunidad de señalar en su capítulo XII del volumen
II~ de El Capital, y como Sraffa iría a mostrar siglo y medio después de
RIcardo, para que el precio de una mercancía permanezca invariable cuando
?ambia l~ tasa de salarios no basta que ella sea producida con una "proporción
intermedia de capital circulante a fijo", aunque ésta sea una condición
imprescindible. También se requeriría que todas las mercancías utilizadas
para producir esa mercancía (máquinas, materias primas, etc.) -en una
palabra todos sus insumos- tuvieran una "proporción intermedia". Y que
todos los insumos requeridos para producir esos insumos tuvieran la misma
"proporción intermedia" y aSÍ, indefinidamente, de estrato en estrato de
insumos. La mercancía imaginaria de Ricardo era pues, mucho más difícil
de enco.ntrar de lo que él mismo imaginó, no obstante que aún el cumplimiento
d: ,I~sImple. condición base que él definió le pareció de por sí bastante
dificil SI no Imposible, y llevó a la teoría de la "mercancía compuesta" de
Sraffa que, como ya señaló atrás, no obstante los ingentes esfuerzos de
Sraffa y su lucidez en definir con precisión las condiciones suficientes
requeridas, no logra cumplir tampoco el propósito de servir como unidad
de medida invariable en un sistema económico real. Y, iii- Es evidente de
todo lo. anterior, que Ricardo analiza los efectos de una variación de la tasa
de ~alanos sobre los costos totales y sobre los precios. Es decir, desea observar
que ocurre con los precios cuando varían exclusivamente los salarios. Por
consiguiente, es lógico concluir, que por el propio razonamiento de Ricardo
y por sus ejemplos aritméticos, que lo importante en este análisis es solamente
la proporción d: los salarios dentro de los costos totales, ya que de acuerdo
a .esta. proporcion es que los diversos precios se ven afectados en diferentes
dIreccIO.nesy magnitudes. Sin embargo, Ricardo razona no con la proporción
de salarios a costos totales, como es debido para el propósito buscado sino
con la proporción de capital circulante a costos totales (o al capital total), lo
c~al es Inexacto po~que, si bien es cierto que los salarios son parte del capital
cIrcu~~nte, ~o .es CIerto que sean la totalidad del capital circulante (pues
tam?Ien estan Incluidas dentro de éste las materias primas) como tampoco
es CIerto que en todas las industrias la proporción del valor de los salarios
al valor de las materias primas sea la misma. Habiéndose fundamentado en
el ?ná.lisis de Ricardo, Marx toma conciencia de este hecho y en sus propios
análisis sobre el punto utilizará, pues, la proporción de salarios a capital
total (o costos totales) o, viéndola desde otro ángulo, su complemento
~1";:'"
:J~[t~
,~'l.~.~,\
112
INTRODUCCION
A LA ECONO,~
~~~t
LA ECONOMIA
CLASICA
113
>-;";.f;;
;,}:'~:<i,
aritmético: la proporción de capital no invertido e~0¡¡alarios(capital constante
en el lenguaje de Marx) a capital total, proporci8~ésta que Marx denomina
"composición orgánica del capital", concepto qB~ tiene una función clave
y fundamental en la teoría de Marx. De la mism~nfnanera, Sraffa, en vez de
utilizar como Ricardo la proporción de capital circ{tlante, utiliza la proporción
de trabajo (valor de los salarios) a valor de medios de producción, medida
que no sólo es igual a la de Marx sino que, como~n la teoría de Marx, juega
un papel decisivo en el modelo de Sraffa.':;
Finalmente, debe observarse que, como el maíz yJos telares son producidos
bajo "condiciones idénticas", sus precios relativos permanecen invariables
entre sí (el uno con el otro), al elevarse la tasa dé.salarios. Pero de esto no
puede inferirse que ellos pudieran servir como unidad de medida invariable,
pues en relación con todos los demás precios Y}ª, un hipotético dinero de
valor invariable, ellos han variado tanto como ld,~'de los demás productos.
Como los demás, ellos no poseen un precio qu~J,no se modifique cuando
varía la distribución Y por eso están incapacitadq:$,para servir como unidad
medida invariable.~!~,;
tema Ricardo concluye: "Antes;j~ abandonar este asunto,
observar que Adam Smith y~~?,l.QSlos escritores que lo
seguido han, sin ninguna excepción que yoqqBozca, mantenido que un
en el precio del trabajo sería uniformemen~eseguida por un aumento
en el precio de todas las mercancías. Espero que haya tenido éxito en mostrar
que no existen bases para tal opinión, y que úr!icamente subirán aquellas
mercancías en las cuales se emplee menos capitª-l'fijo que el empleado en
la que sirve como unidad de estimación del prel:ío, y que aquéllas en las
cuales se emplea más (capital fijo), positivamente. caerán en precio cuando
los salarios aumentan. Por el contrario, si losc~álarios caen, únicamente
caerán aquellas mercancías que tenían una menórtproporción de capital fijo
empleado en ellas que aquella que sirvió de medió de estimación del precio;
todas aquellas que tenían más (capital fijo ),'positivamente
subirían de
precio", ("Principios", Cap. 1. sección VI).
/'
2.2.5 Variaciones de las cantidades de trabajo y'variaciones
de precios
Volviendo al cuadro 11. 2. 1, puede observarse fácilmente cómo todos
y cada uno de los precios están en función exclusiva de sólo dos variables:
los costos de salarios y la tasa de ganancia. POI.'isupuesto, esto es evidente
tanto para el maíz como para los telares porque:~ara la producción de ellos
no se utiliza ninguna maquinaria sino únicament~~rabajadores. Pero, aunque
no sea tan evidente, también es cierto para lo~:paños en cuya producción
se utiliza, aparte de trabajadores, maquinaria: l()~:telares. Y es cierto porque
el precio de los telares se reduce, a su vez, al costo en salarios y la tasa de
'~C~
ganancia. Y, en general, siguiendo ese proceso, el precio de todo producto
puede descomponerse en última instancia en el costo de salarios v la tasa
degananc~.
.
Ahora bien, el costo de salarios se obtuvo de multiplicar el número de
hombres - año empleados en la producción de cada mercancía por la tasa
de salarios, s, es decir, por el salario pagado por año a cada trabajador. Por
tanto, el precio de cada mercancía puede escribirse de la siguiente forma:
(véase cuadro 11. 2. 1):
Pm
Pt
Pp
[(100 hombres- año) x (lOu que es la tasa de salarios)] [ 1 + g 1
[(100 hombres-nño¡ x (lOu) 1 (1 + gl
[ Pt + (100 hombres-año) (10u) 1 [1 + g 1
Es evidente, entonces, de estas ecuaciones que, con todo lo demás constante
un aumento en el número de hombres- año requeridos para producir cualquier
mercancía eleva el precio de la misma, y una reducción en el número de
hombres - año requeridos lo disminuye. Por ello Ricardo concluye que un
aumento en la cantidad de trabajo requerida para producir una mercancía
aumenta su precio, y una reducción en tal cantídad de trabajo lo disminuye.
Un importante corolario que de esto saca Ricardo es que la mercancía
imaginaria que constituiría una perfecta unidad de medida del valor jamás
debería experimentar variaciones en la cantidad de trabajo que cuesta
producírla porque, en caso contrario, su propio valor cambiaría y no sería
una unidad invariable de medida. Así, la mercancía perfecta para servir
como unidad de medida del valor debería llenar, aparte del requisito sobre
proporciones del capital circulante señalado en la sección anterior, el requisito
adicional de que la cantidad de trabajo que cuesta producirla fuese siempre
constante.
También debe notarse que, en el caso del paño, un aumento de la cantidad
de trabajo requerida para convertir el hilo (o la lana) en paño, no aumenta
en forma prop~rcional el precio del paño, pues esta mercancía incluye en
su costo, además, a Pt y, permaneciendo este último constante, los costos
totales no se elevan en la misma proporción en que se eleva el costo en
salarios debido al aumento en el número de hombres-año requeridos. En
cambio, en el caso del maíz y los telares sus precios sí aumentan (o se
reducen) en la misma proporción en que aumenta (o disminuye) el número
de hombres requeridos para producir el maíz o construir los telares. La
diferencia, obv~mente, obedece una vez más a la distinta proporción que
guarda el trabajo agregado (a los medios de producción) con el valor de los
medios de producción en las distintas industrias.
115
LA ECONOMIA CLASICA
INTRODUCCION
114
A LA ECONOMIA
Pero, aparte de lo anterior, Ricardo también concluye que, de las dos causas
que pueden afectar el precio, la más importante cuantitativamente son ,las
variaciones en las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías,
siendo las variaciones en la tasa de ganancia de menor importancia. Para ver
porq ué concluyó esto, supóngase que la tasa de ganancia es de 100 lo, es
decir, 0.1 sobre el capital empleado. Así:
J [1.1]
[ (100) (10u)
Pt
y Pp
[Pt
+ 1.000u]
= 1.100u,
[1.1]
+
= (l.100u
1.000u) (1.1) = 2.31Ou
Ahora si la cantidad de trabajo requerida para convertir el hilo en paño
aume~ta en 200;0, de 100 hombres-año a 120 hombres-año, con todo lo
demás constante, entonces el nuevo precio del paño será:
P'p = [Pt
+ 1.200u] [1.1] =
(l.100u
+
1.200u) (1.1)
= 2.530u
hilo en paño, sino el aumento en la cantidad de trabajo total que requiere
hacer la sociedad para obtener el paño, la cual incluye la cantidad de trabajo
requerida para hacer los telares, pues los telares son apenas parte' del proceso
social global de la producción del paño, como planteará posteriormente
Marx, entonces el argumento de Ricardo sale fortalecido. Porque, en tal
caso, un aumento del 200 (o en la cantidad de trabajo requerida para obtener
el paño, significará que ahora se requieren 40 hombres-año más, en lugar
de 20, ya que la cantidad de trabajo social requerida para producir el paño
inicialmente, era 100 hombres-año para los telares + 100 hombres-año para
la transformación del hilo = 200 hombres-año en total. Y el 200 (o es 40. Por
tanto, y suponiendo que estos 40 hombres-año adicionales son requeridos
para operar los telares, (sin que el trabajo que cuesta producir los telares
cambie};' se tendrían los siguientes precios:
Pt
[(100)
P'p
[Pt
(10u) ] [1.1] = 1.000u (1.1) = 1.100u
+ (140)
(10u)]
[1.1]
= (1.100u
í
+ 1.400) (1.1) = 2.750
I
(
que es un precio 9 1;20;0 superior al anteior. (El precio se elevaría también
en 200 (o sólo si no se utilizara maquinaria según Ricardo o, más precisamente,
SI todos los costos estuviesen constituidos únicamente por salarios, como en
el caso del maíz y los telares).
Si la tasa de ganancia aumenta, en cambio, en un 200;0, es decir, de 100;0 a
120/0, ó de 0.10 a 0.12, con todo lo demás constante, el nuevo precia del
paño será:
P'p
= [ Pt +
1.000u ]
[1.12]
= (l.100u
+
1.000u)
(1.12) = 2.352,
precio que es superior al anterior, al que existía antes de subir la tas~ de
ganancia, en sólo 1.8 por ciento. Este aumento es, pues, menos de la qumta
parte del que se produjo en el caso de una elevación en la cantidad de trabajo
1
en un porcentaje igual al de la elezación en la tasa de ganancia.
Además, si siendo estrictos, se entiende por "aumento en la cantidad de
trabajo requerida para producir el paño" no solamente el aumento en la
cantidad de trabajo necesaria para convertir, con la ayuda de telares, el
En realidad, no puede decirse que la tasa de ganancia cambia mientras está "todo lo demás constante"
porq uc. precisamentc, Ricardo liga toda variación en la tasa de ganancia a la tas~ de salario~. Pe,r,o.
el ejc ruplu se ha desarrollado así por mera simplicidad expositiva y porque, SI tal complI~aclOn
fuese introducida. de acuerdo a lo planteado por Ricardo el argumento del texto resultar ia slmp~e.
mente fortalecido, pues al caer los salarios como condición para que se eleve la tasa de ,ganancIa,
ésta se apltcar ia sobre un capital adelantado menor dando por resultado un nument o aun menor
del
precio.
precio que es superior en 190(0 al precio original del paño. Nótese, entonces,
que este aumento es ya no algo más de 5 veces el aumento del precio del
paño ocasionado por un aumento del 200(0 en la tasa de ganancia, sino más
de 10 veces (190(0 contra 1.80(0). (En realidad, es esta interpretación la
que finalmente salva al argumento de Ricardo, pues en caso contrario, si
por un "aumento" en la cantidad de trabajo se entiende sólo el trabajo que
agrega una industria, sin contabilizar el trabajo en sus medios de producción,
entonces tal "aumento" produciría un efecto cada vez menor sobre el
precio, a medida que la proporción del trabajo al valor de los medios de
producción cae. Hasta el punto de que podría construirse un ejemplo. con una
proporción tan baja de salarios en los costos totales que tal "aumento"
produciría un efecto de menos de 10(0 en el precio).
De otro lado, Ricardo enfatiza su argumento con la observación de que por
los cambios tecnológicos no hay límites inmediatos a las variaciones que
pueden sufrir las cantidades de trabajo requeridas para producir las mercancías,
y que estas variaciones son cotidianas, mientras que las variaciones de la tasa
de ganancia tenderían a ser mucho más limitadas y lentas en el tiempo. Y así
afirma: " ... ya he puntualizado, que el efecto sobre los precios relativos de
las cosas, de una variación en las ganancias, es comparativamente leve; que
con mucho los más importantes efectos son producidos por las variables
cantidades de trabajo requeridas en la producción ... " (Principios, Cap. I,
sección VI).
1 Obviamente, puede suponerse también que los 40 hombr es-año se distribuyen proporcionalmente,
20 para construir telares y 20 para mover los telares, pero este juego aritmético particular de cifras
puede dar lugar a imaginarse conclusiones que no son ciertas en el caso general.
(
I
'.
(
I
I
(
I
(
I
(
I
I
(
116
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA CLASICA
En síntesis, Ricardo postuló que las mercancías no pueden intercambiarse,
en la economía capitalista y en general, de acuerdo a las cantidades de
trabajo involucradas en su producción, o sea que las proporciones de estas
últimas no coinciden con los precios relativos; que no solamente el trabajo
influye en las variaciones de los precios, puesto que también lo hace la tasa
de ganancia (o las variaciones en la tasa de salarios), pero que cuantitativamente las variaciones en las cantidades de trabajo constituyen la causa más
importante de las variaciones en los precios,' con mucha ventaja sobre la
otra causa, por lo cual adopta el principio de que para sus fines analíticos
puede suponerse que los precios (en términos de ingreso real) sólo se modifican
cuando las cantidades de trabajo requeridas para producir las respectivas
mercancías también se modifican: ". .. todo aumenta o disminuye en valor
en proporción a la facilidad o dificultad de producirlo o, en otras palabras,
en proporción a la cantidad de trabajo empleado en su producción". "El
trabajo de un millón de hombres empleados en las manufacturas, producirá
siempre el mismo valor ... " "Unicamente es invariable la mercancía que
siempre requiere el mismo sacrificio de fatiga y trabajo para producirla.
No conocemos tal mercancía, pero hipotéticamente podemos argumentar
y hablar de ella, como si la conociéramos; y podemos mejorar nuestro
conocimiento de la ciencia, mostrando nítidamente la absoluta inaplicabilidad
détodas las unidades de medida que se han adoptado hasta ahora". ("Princi~
píos", Cap. XX). Para comprender en toda su plenitud el verdadero sentido
y las implicaciones de estas proposiciones de Ricardo es necesario, sin
embargo, recordar su reiterada proposición que "Yo afirmo únicamente, que
sus valores relativos serán gobernados por las cantidades relativas de trabajo
dedicadas a su producción". "El señor Malthus parece pensar que es parte
de mi doctrina que el costo y el valor de una cosa sean lo mismo; lo son, si
él entiende por costo 'costo de producción' incluyendo ganancias". (Cap. 1,
sección VI). ¿Cómo puede ser compatible la rigurosa demostración de que
los valores relativos no pueden estar determinados por las cantidades de trabajo
con la afirmación de que sí lo están? Solamente por la supuesta aproximación
emp írica de que la diferencia es tan leve que se puede tomar como despreciable
para todo fin práctico.
Por esta larga vía llega, pues, Ricardo al trabajo como medida del valor, etapa
fundamental para proseguir su análisis de las leyes que regulan la distribución.
Debe subrayarse, entonces, el hecho de que Ricardo, a diferencia de Smith, liga
el trabajo como medida del valor a su restrictivo postulado de que las demás
causas de variación (real} en los precios son "mínimas",
1
Dejando de lado, por irrelevante para su análisis. las variaciones puramente
ocasiouadus por una mera pérdida de valor real del dinero.
nominales de los precios,
117
2.2.6 Valor y riqueza
Antes de proseguir con la distribución, sin embargo, es conveniente examinar
las diferencias entre valor y riqueza, según Ricardo, pues el conocimiento
de estas diferencias permite evitar muchas confusiones sobre las proposiciones
centrales de Ricardo acerca de la distribución y la acumulación en la economía
capitalista.
"El valor, entonces, difiere esencialmente de la riqueza, porque el valor
depende no de la abundancia, sino de la dificultad o facilidad de producción.
El trabajo de un millón de hombres en las manufacturas, producirá siempre
el mismo valor, 'pero no producirá siempre la misma riqueza. Por la invención
de maquinaria, por los mejoramientos en calificación, por una mejor división
del trabajo, o por el descubrimiento de nuevos mercados, donde intercambios
más ventajosos pueden ser hechos, en un estado dado de la sociedad, un
millón de hombres pueden producir el doble o el triple de la cantidad de
riqueza, de 'los productos de subsistencia, comodidades y diversiones', de lo
que podrían producir en otro estado de la sociedad, pero por este hecho
ellos no añadirán lo más mínimo al valor; porque el valor de todo aumenta
o disminuye en proporción a la dificultad o facilidad de producido o, en otras
palabras, en proporción a la cantidad de trabajo empleado en su producción ':
"Por el aumento continuo en las facilidades para la producción, continuamente disminuimos el valor de algunas de las mercancías antes producidas,
aunque por la misma razón no solamente aumentamos la riqueza nacional,
sino también las fuerzas de la producción futura. Muchos de los errores en la
economía política han surgido de errores sobre este aspecto, de considerar
que un aumento en la riqueza y un aumento en el valor significan la misma
cosa, y de nociones sin fundamento acerca de lo que constituye una unidad
de medida del valor". (Principios, Cap. XX).
Así, por las consideraciones de la sección 2. 2. 5, Ricardo plantea que
cuanto menos trabajo se requiere para producir algo menor será su valor
(real).· Pero, obviamente, cuanto menos trabajo se requiere para producir las
cosas, la misma cantidad de trabajo de la sociedad puede producir más cantidad
de las mismas cosas que producía antes, es decir, una mayor riqueza. Por
consiguiente, valor y riqueza no sólo son diferentes sino en cierto sentido
opuestos. Y esta distinción es esencial para la teoría de la distribución,
porque la riqueza, como conjunto de cosas útiles no puede ser inteligiblemente sumada o calculada, lo único que puede sumarse y calcularse es su
valor. Así, por ejemplo, si la sociedad produce 1 alfiler, 1naranja y 1 castillo,
podría decirse efectivamente que produjo 1+ 1 + 1 = 3 cosas, pero esta
afirmación no tendría el más mínimo sentido económico pues, con tal tipo
de agregación o cálculo, también se concluiría que si a Luis le correspondió,
118
INTRODUCCION
LA ECONOMIA CLASICA
A LA ECONOMIA
en la distribución, el castillo, a Pedro el alfiler y a José la naranja, la distribución
ha sido perfectamente en partes iguales, pues a cada uno le correspondió
la tercera parte de 3, que fue la riqueza total producida. Y todos tan felices!
Como tal tipo de razonamiento no refleja en lo más mínimo el verdadero
comportamiento social, los economistas se han tenido que enfrentar siempre
al problema de la valuación del producto social, es decir, al problema del
valor como algo que, al menos, no es igual a la riqueza (véase sección 7. 3).
119
En síntesis, Ricardo como Smith (y como más tarde se verá, también como
Marx) llega a establecer como un fundamento esencial de su teoría la medición
de todos los ingresos (renta, ganancia y salarios) y todos los valores en
general en términos de trabajo humano, aunque la vía por la cual llegó a esta
conclusión fue diferente a la de Smith o, más exactamente, las vías por las
cuales llegaron a la misma conclusión estos tres autores puedan haber sido
diferentes.
2.2.7 Salarios, renta y ganancias
En la sección 2. 2. 5 se han explicado las razones que llevaron a Ricardo
a valuar todo producto por el trabajo gastado en su producción y, por tanto,
de acuerdo a tal valuación el verdadero valor del castillo, la naranja y el
alfiler juntos sería la cantidad de trabajo que costó producir esas mercancías,
por ejemplo, 10 millones de unidades de trabajo el castillo, 1 unidad de
trabajo la naranja y 1/10 de unidad de trabajo el alfiler. De acuerdo a esto, en la
distribución a Pedro le correspondió realmente sólo una cíenmillonésima parte
de lo que correspondió a Luis y una décima parte de lo que correspondió
a José, mientras que, a este último, por otro lado, correspondió sólo una
millonésima parte de lo que correspondió a 'Luis, conclusiones que son
radicalmente diferentes a la conclusión de que a cada uno le correspondió una
tercera parte. Así, para Ricardo, lo relevante en la distribución es el valor, no
la riqueza, pues por importante que sea ésta, no puede ser económicamente
medida sino a través de su valor. Así, por ejemplo, Ricardo concluye en la
sección VII del primer capítulo de "Los Principios" que si la cantidad de
maíz, abrigos y sombreros que reciben los trabajadores como jornal diario
se duplica, pero la cantidad de trabajo que cuesta producir tales abrigos,
sombreros y maíz se reduce, el valor real de los salarios no ha aumentado
sino que ha disminuido. En general, concluye que, por consiguiente: "No
es por la cantidad absoluta de producto obtenido por cada clase que podemos
juzgar correctamente la tasa de ganancia, renta y salarios, sino por la cantidad
de trabajo requerida para obtener ese producto".
Así Ricardo termina como Smith midiendo todo ingreso en términos de
trabajo. Y este hecho elemental es de esencial importancia para la teoría
de Ricardo pues olvidarlo conduce a forjar las tergiversaciones más extrañas
de su teoría, así como la de Marx, que en este respecto es similar, cuyas
proposiciones sobre la tendencia de la tasa de salarios han tratado de ser a
veces refutadas con el argumento de que la cantidad de prod uctos que
reciben los trabajadores ha aumentado continuamente, como si Ricardo
antes que el mismo Marx no hubiera explícitamente sustentado que, en
términos de la teoría del valor - trabajo (el trabajo como unidad de medida
de todos los ingresos y valores), tal observación nada puede demostrar
sobre el valor real de los salarios.
Salarios
Puesto que la teoría ricardiana de la tasa natural de salarios es realmente
la misma de Smith, nada se podría agregar aquí al respecto sin caer en
repeticiones de secciones anteriores. Por ello se recomienda, mejor, al lector
que no recuerde con claridad este planteamiento, repasar la sección 2. 1. 3.
Quizás, en lo único que valdría la pena hacer hincapié es en la extremada
importancia que tiene en la teoría de Ricardo, como a continuación se verá,
el valor real (o precio real, que para Ricardo es lo mismo) del conjunto de
bienes que bastan para garantizar la subsistencia a un nivel dado de la clase
trabajadora pues, como se explicó en la sección 2. 2. 6,-6, en términos de la
teoría ricardiana de la distribución la tasa de salarios (como la de la renta
y ganancia) no se puede juzgar correctamente "por la cantidad absoluta de
producto obtenida por cada clase", sino "por la cantidad de trabajo requerida
para obtener ese producto". Claro está que también Smith había avanzado
esta proposición y, aún más, también había avanzado la de que la renta tiende a
aumentar con el desarrollo social, como consecuencia de una tendencia del
precio de los productos agrícolas a aumentar, pero puede afirmarse sin
temor a equivocaciones que éste constituye el punto focal de la teoría de
Ricardo, y por ello, ningún énfasis que se haga sobre la importancia del
valor real de los bienes de subsistencia de la clase trabajadora, que algunos
por brevedad llaman "bienes-salario", puede ser exagerado. De esta manera,
la exposición que sigue parte de que, con una "canasta" dada de bienes de
consumo para los trabajadores, que está en conformidad con la tasa natural
de salarios y que, por consiguiente, garantiza la subsistencia y la reproducción
"normal" de aquellos, el valor real del salario por trabajador (tasa de salarios)
aumenta cuando aumenta la cantidad de trabajo necesaria para producir los
"bienes- salario" o bienes de subsistencia, y disminuye cuando se reduce la
cantidad de trabajo requerida para producir los "bienes - salario".
(Por ejemplo, en el caso del pan: si un kg de pan constituyera el salario
diario, cuando producir un kg de pan cuesta el equivalente de 5 horas de
trabajo entonces el valor real del salario sería de 5 horas de tra.bajo; y si
120
INTRouUCCION
A LA ECONOMIA
producir el mismo kg de pan llegare a costar el equivalente de 6 horas de
trabajo entonces, en tal caso, 6 horas de trabajo sería el valor real del salario.
Naturalmente, este razonamiento puede extenderse al caso general en que
los "bienes - salario" diarios son 1 kg de pan + 1 kg de carne + 2 kg de x +
3 kg de y + z. ", etc.).
Renta
La teoría ricardiana de la renta del suelo, que constituye la piedra angular
del modelo teórico de Ricardo, parte de negar una proposición fundamental
de la teoría de la renta de Smith, y es la de que toda tierra agrícola produce
una renta porque "la tierra, casi en cualquier 'situación' produce una mayor
cantidad de alimento de la que es suficiente para mantener todo el trabajo
necesario para llevarlo hasta el mercado, en la forma más generosa en que
ese trabajo pueda ser siempre mantenido. El excedente, también es más que
suficiente para reemplazar el capital que dio empleo al trabajo, junto con su
ganancia. Por consiguiente, siempre queda algún remanente como renta del
terrateniente".
Esta afirmación de Smith es, pues, todavía mediofisiocrática no sólo en su
planteamiento sino en sus implicaciones, pues llevó a Smith a concluir que
"El capital empleado en la agricultura, por tanto, no solamente pone en
acción una mayor cantidad de trabajo productivo que cualquier capital
igual empleado en las manufacturas, sino que también, en proporción
a la cantidad de trabajo productivo que emplea, agrega un valor mucho
mayor al producto anual de la tierra y el trabajo del país, a la riqueza real
y el ingreso de sus habitantes. De todas las formas en que un capital puede
ser empleado, ésta es con mucho la más ventajosa para la sociedad". ("Riqueza
de las Naciones", Libro I1, Cap. V).
Pero, ¿qué prueba da Smith de que la tierra siempre produce tal excedente
bajo la forma de renta?, pregunta Ricardo. Y Ricardo mismo responde que
"ninguna, excepto la observación de que 'los páramos más desérticos ~e
Noruega y Escocia. producen cierta clase de pasto para el ganado' (que despues
de pagados los salarios y la ganancia ordinaria) dejan alguna renta al terrateniente". Y continúa Ricardo: "Acerca de esto me permito mantener una
duda; yo creo que en todo país, desde el más primitivo hasta el más refinado,
existe tierra de tal calidad que no puede producir más que el valor suficiente
para reemplazar el capital empleado en ella, junto con la ganancia ordinaria
y usual en ese país". (Principios, Cap. XXIV).
Así, pues, Ricardo empieza estudiando el caso en que siempre existe alguna
clase de tierra que no da lugar a renta alguna. En otros términos, empieza
LA ECONOMIA CLASICA
121
por plantear que todas las tierras no son de la misma "calidad" porque no
tienen ni la misma fertilidad natural ni la misma localización, cualidades
que al influir sobre los costos de producción hacen que la tierra de mejor
"calidad" (mayor fertilidad y (o mejor localización) sea en principio preferible
a la peor calidad. ¿Cómo surge, entonces, una renta para ciertas clases de
tierra, quedando otras sin renta? Para responder esta pregunta, supóngase
que toda la tierra de un país se clasifica de la mejor a la peor en 4 clases:
A,B, Cy D.
100 has. de tierra de calidad A, debido a su excelente fertilidad, producen
anualmente, con el trabajo de 100 hombres y 1.000u (unidades) de capital,
1.000 toneladas de maíz.
100 has. de tierra de calidad B, con el mismo trabajo y capital, siendo
menos fértiles que A, producen anualmente 800 toneladas de maíz.
100 has. de tierra de calidad e, con el mismo trabajo y capital, siendo
menos fértiles que B, producen anualmente 600 toneladas de 1l1aíz,
Y, 100 has. de la tierra de calidad D, con el mismo trabajo y capital siendo
menos fértiles que
producen anualmente 400 toneladas de m~íz.l '
e,
Esta información se recoge en el cuadro 2. 2. 2.
CUADRO 2.2.2
Clases de Tierra y su Producción de Maíz
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
Clase
Cantidad observada
de cada clase
Hombres-año
por cada 100 has.
Capital invertido
por cada 100 ha s.
Producto obtenido
por cada 100 has.
100 has.
100 has.
100
1.000 u
B
1.000 ton.
100
1.000 u
C
100 has.
800.ton.
100
1.000 u
O
600 ton.
100 has.
100
1.000 u
400 ton.
A
1
Por pura simplicidad exposítiva se dejan a un lado las diferencias de localización,
es decir, en
costos de transporte, pero esto no tiene ninguna implicación teórica. Basta tener en cuenta que
una menor fertilidad sólo significa un costo mayor de producción por tonelada para darse cuenta
de que el caso de las diferencias en localización sería idéntico: el costo de transporte de I ton. de maíz
de las tierras "peor" localizadas al centro de mercado sería mayor que el de el maíz producido en
las "mejor" localiz adas. Todo se reduce, pues, a una diferencia en costos.
'\.,..".
122
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA CLASICA
Ahora bien, cuando el país sólo empieza a poblarse y la tierra es muy abundante, siempre se preferirá la tierra de la calidad A por ser la más productiva.
En un comienzo, por ser muy poca la población en relación con la abundancia
de tierra de calidad A, esta tierra es de uso libre y, por tanto, no se paga
ninguna renta por ella. Todo el que desee usada la encontrará libre en forma
suficiente. Bajo estas condiciones, ¿cuál será el precio del maíz? Pues, como
no se produciría maíz si no se obtuviera en tal actividad la tasa usual o
natural de ganancia, g, y dado que el capital invertido es de 1.000 u, y dado
que no se paga ninguna renta por usar la tierra, evidentemente el precio
de 1. 000 toneladas de maíz será 1. 000 u (1 + g).1
Este precio bastará para estimular la producción de maíz que satisfaga la
demanda existente, ya que permite obtener la ganancia usual, natural o
media. Y, obviamente, el precio de 1 ton. de maíz resultará de dividir el
precio de las 1.000 ton. por 1.000, es decir, 1.000 u (1 + g) / 1.000 =
(1 + g) u. Con g = 0.2, ó 200/0, el precio de 1 ton. de maíz sería 1.2 u.
123
CUADRO 2.2.3
Sólo Tierra de Calidad A es Cultivada (Precio x ton
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
Clase de
Tierra
Producto
x Ha.
Precio del
Producto x Ha.
=i.au x
col. (2)
Costo del
Producto x Ha.
Ganancia
x Ha.
Col. (3) col. (4)
A
1.000
1.200u
B
O
O
O
C
D
O
O
O
1.000u
O
O
C~ando la tierra B entra bajo cultivo, pero
tngo sube a 1.5u y la situación es:
1.2 u)
=
(6)
Ganancia total
Menos
Ganancia Ordinaria
200
O
O
O
O
O
O
e y D no, entonces
el precio del
CUADRO 2.2.4
Pero el capital se va acumulando, la población va creciendo y con ella la
demanda por maíz. Llega un momento en que las tierras de calidad A no son
suficientes para satisfacer toda la demanda y se hace necesario recurrir a las
de calidad B. Pero ¿cuándo empiezan a explotarse las de calidad B? Naturalmente, sólo en el momento en que el capital invertido en B arroje la ganancia
usual o normal, es decir, cuando las 800 ton. x ha. que se producen en las
tierras de calidad B se puedan vender por un precio que permita recuperar
el costo (1. OOOu) y obtener la tasa ordinaria de ganancia, g, o sea cuando
800 toneladas de maíz puedan venderse por 1.000 u (1 + g), o lo que es lo
mismo, una tonelada pueda venderse por 1.000u (1 + g) /800= 1.25 (1 + g) u.
Con g = 0.2, entonces sería necesario que el precio de la tonelada de maíz
subiera a 1.5 u, o sea que fuera 250/0 más alto que cuando sólo estaba bajo
producción la tierra de calidad A.
El mismo razonamiento puede repetirse, y así se encuentra que para que la
tierra de calidad e entre bajo cultivo se requiere que el precio de 600 ton. de
maíz sea 1.000 u (1 + g) o, con g = 0,2, 1.200u, lo cual arroja un precio
por tonelada de 1.200u /600 = 2u. Y para que la tierra de calidad D entre
bajo cultivo se requiere que 400 ton. se vendan por 1.000u (1 + g) = 1.000u
(1.2) = 1.200u, lo cual implica un precio por tonelada de 1.200u/400 = 3u.
Tierras de Calidad A y B Bajo Cultivo (Precio x ton.
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
Clase de
Tierra
Producto
x Ha.
Precio del
Producto x Ha.
= I.Su x
col. (2)
Costo del
Producto x Ha.
Ganancia
x Ha.
col. (3) col. (4)
A
1.000
800
O
O
1.500u
1.200u
O
. O
B
C
D
Cuando
e entra a ser cultivada,
=
+
+
+ g . 1.000
u = 1.000 u (1
+ g).
Para una
(6)
Ganancia total
Menos
Ganancia ordinaria
SOOu
200u
O
O
300u
O
O
O
con un precio x ton. de 2u, se tiene:
(
I
Tierras de Calidad A, By C Bajo Cultivo (Precio x ton.
(1)
(2)
(3)
(4)
Clase de
Tierra
Producto
x Ha.
Precio del
Producto x Ha.
=2u x
col. (2)
A
1.000
800
600
O
2.000u
1.600u
1.200u
B
Precio
Costo
Ganancia = 1.000 u
g . K = 1.000 u
mayor explicación, véase sección 11. 2. 3 Ó seccíón 3. 6.
1.5 u)
CUADRO 2.2.5
Cuando la tierra B no entra todavía bajo cultivo se presenta entonces la
siguiente situación, con un precio de 1.2 u x tonelada:
-1
.
1.000u
1.000u
O
O
=
C
D
O
Costo del
Producto x Ha.
1.000u
1.000u
1.000u
O
(5)
Ganancia
x Ha.
col. (3) col. (4)
1.000u
600u
200u
O
=
2 u)
(6)
Ganancia total
Menos
Ganancia ordinaria
800u
400u
O
O
INTRODUCCION
124
LA ECONOMIA CUSICA
A LA ECONOMIA
y finalmente, cuando la tierra de peor calidad, D, también entra bajo cultivo,
a un precio x tonelada de maíz igual a Su, se tiene:
CUADRO 2.2.6
Todas las Tierras Bajo Cultivo Precio x ton.
(1)
(2)
clase de
Tierra
Producto
x Ha.
A
B
C
O
\.000
800
600
400
(3)
Precio del
Producto x
= 3u x
col. (2)
Ha.
3.000u
2.400u
1.800u
1.200u
=
3u
(4)
(5)
(6)
Costo del
Producto x Ha.
Ganancia
x Ha.
Col. (3)col. (4)
Ganancia total
Menos
Ganancia ordinaria
1.00Ou
1.00Ou
1.000u
1.000u
2.000u
\.400u
800u
200u
1.800u
1.200u
600u
O
Debe notarse, entonces, lo siguiente: i· A medida que tierras de peor calidad
erwran bajo cultivo, el precio por tonelada de maíz se va elevando como
r(>~ltado lógico de que el costo de producción por tonelada va aumentando
y,~ última instancia, que la cantidad de trabajo que cHesta producir una
tcm~1ada de maíz va aumentando, ya que los mismos 100hombre.s producen
m~Íi.ósmaíz en las tierras de peor calidad que en las de mejor calidad. Así, el
precio se va elevando, paulatinamente, desde 1.2u por tonelada, cuando
sólo se explota la tierra de clase A y 100 hombres producen 1.000 toneladas,
hasta 3u por tonelada, cuando ha entrado en producción la peor tierra de
todas y los mismos 100 hombres producen en esa clase de tierra sólo 400
toneladas.
ii.•El precio por tonelada de maíz está determinado por la tasa de ganancia
yel costo de producción en la tierra de peor calidad, (no por el costo de
producción en las tierras de mejor calidad), pues si esto no fuera así, entonces
no se podría obtener la ganancia ordinaria en las tierras de peor calidad
y ellas no entrarían bajo cultivo, presentándose un exceso de demanda sobre
oferta de maíz que haría subir el precio. Al subir el precio, precisamente se
dan las condiciones para que las tierras de peor calidad entren a producir,
pues con precios más altos pueden pagarse sus mayores costos y, no obstante,
obtener la ganancia ordinaria. Por ello, Ricardo obtiene una conclusión
fundamental para su teoría: que el precio de los productos agrícolas está
regulado por el costo de producción en las tierras de peor calidad. Por
ejemplo, si el precio estuviera regulado (determinado) por los costos de la
mejor tierra, A, entonces sería de 1.2u por tonelada de maíz. Pero a este
precio no entraría bajo cultivo ninguna otra clase de tierra, ni siquiera la
tierra ociosa de mejor calidad (B) pues, con una producción de 800 ton. x
125
Ha. y un precio de 1.2u por tonelada, el capitalista sólo obtendría un ingreso
bruto total de 960u, lo cual no sería suficiente rara recuperar siquiera su
capital. El precio tiene que ser mínimo 1.5u para que la tierra B pueda
explotarse rentablemente, y mínimo 3u para que la tierra D pueda explotarse
rentablemente. Es decir, el precio tiene que crecer proporcionalmente a los
costos de producción de la tierra de peor calidad para que ésta pueda entrar
bajo cultivo y llenar los excesos de demanda.
iii- El precio se va elevando, pues, de acuerdo a los costos de las tierras de
peor calidad que van entrando bajo cultivo. Pero no por ello los costos
aumentan en las tierras de mejor calidad. Ellos permanecen constantes. Esto
significa, entonces, que al subir paulatinamente el precio la ganancia en las
mejores tierras bajo cultivo (todas excepto la peor) también aumenta paulatinamente. Así, por ejemplo, cuando sólo se cultiva A, cuadro 11. 2. 3, la
ganancia por Ha. es de 200u, que es la ganancia normal u ordinaria (200jo de
l.OOOu invertidos). Pero, tan pronto entra B en cultivo, cuadro 11. 2. 4, se
obtiene la ganancia normal, 200u por Ha., en B, y la ganancia total por Ha.
en A .se eleva a500u. Puesto que la ganancia normal es 200 lo del capital
invertido (l.ooqt:i), aparece una ganancia extraordinaria de .'JOOu (columna 6)
por cada 1.000uque se inviertan en las tierras de calidad A.
De la misma mah-era, cuando entra C en cultivo, cuadro 11. 2. 5, la ganancia
extraordinaria P9r cada 1.000u invertidos se eleva a 800u en A y aparece
una g~nancla extraordinaria de 400u por cada 1.000u invertidos en B. En C
se obtiene apenas la ganancia normal u ordinaria.
Y, fin~lmente, c~ando entra D en cultivo, cuadro 11. 2. 6, aparece una
ganancia extraord.mana en C, que antes no existía, igual a 600u (columna 6)
por cada 1.000u invertidas en C. La ganancia extraordinaria de B se eleva a
1.2.00u y la de A a 1.800u por cada 1.000u invertidos en tierras de esas
calidades. El capital invertido en D apenas recibe la ganancia normal de 200u
por cada 1.000 invertidos en esa clase de tierra, que es la peor bajo cultivo
en ese momento.
Pero, ¿pueden los capitalistas embolsillarse la ganancia extraordinaria que va
surgiendo y aumentando en las tierras de mejor calidad, a medida que
entran a ser explotadas cada vez tierras de peor calidad? La respuesta de
Rlca:do es negativa, en razón a que la competencia entre los capitalistas por
las tierras de mejor calidad, que inicialmente prometen mayores ganancias,
termina por. hacer que toda ganancia extraordinaria vaya &. parar a manos
del .te~atemente, es decir, se transforme en renta del suelo. En efecto, los
capitalistas compe~lfan por las tierras de mejor calidad, ofreciendo pagar
rentas cada vez mas altas a los terratenientes, hasta que la renta absorba la
totalidad de la ganancia extraordinaria. En ese momento será indiferente
para los capitalistas invertir en las tierras de mejor o peor calidad, pues en
.,,'
126
INTRODUCCION
LA ECONOMIA CLASICA
A LA ECONOMIA
cualquier clase de tierra sólo obtienen la ganancia normal ya que toda
ganancia extraordinaria se ha convertido por gracia de la competencia en
renta del suelo. Este es, pIMS,el origen de la renta del suelo según Ricardo.
iv- Puesto que la tierra de peor calidad bajo cultivo no produce ninguna
ganancia extraordinaria, entonces su renta tiene que ser cero. Y, las mejores
tierras producen una renta, en cambio, sólo por su diferencia en fertilidad
(o localización). De aquí que la teoría de Ricardo sobre la renta haya sido
llamada "Teoría de la Renta Diferencial".
v- De acuerdo a lo anterior, todo lo que aumente las diferencias entre las
tierras de peor y mejor calidad aumentará la renta del suelo, y todo lo que
reduzca tales diferencias disminuirá la renta. Así, mientras peor sea la tierra
bajo cultivo mayor será la renta total. A medida que se pasa de A a B, a
y a D, tanto la renta de las mejores tierras como la renta total aumentan.
e
vi- La acumulación de capital, que al aumentar la demanda por fuerza de
trabajo eleva los salarios, y con ello genera un aumento continuado de la
población, de acuerdo a la "ley de bronce de los salarios" de Smith y Ricardo,
·'·produce como corolario una demanda creciente por alimentos y productos
agrícolas en general que implicaría la necesidad de recurrir cada vez a peores
tierras, con lo cual los precios (reales) de los productos agrícolas y la renta
aumentan continuamente. (Por el contrario, si, por ejemplo, se importan
alimentos más baratos del exterior, se reducirá la demanda por tierras en el
interior con lo cual no hay necesidad de recurrir cada día a peores tierras
y la renta dejaría de crecer. Ese sería un efecto, pues, de derogar las "leyes
de granos"). La renta total aumenta con el crecimiento de la población,
entonces, porque la tasa de renta por hectárea de todas las tierras bajo
cultivo, excepto las peores, aumenta.
En síntesis, la teoría ricardiana de la renta del suelo parte de que no se paga
renta en las peores tierras, porque la renta es de tipo diferencial; de que el
precio de todo producto agrícola está regulado por el costo de producción en
la peor tierra; de que en este precio regulador no entra para nada la renta,
puesto que las tierras de peor calidad no dan lugar a una renta; de que todo
lo que aumente las diferencias de calidad de las tierras aumenta la tasa de
renta (por ha.) y la renta total; y de que el proceso de acumulación de capital
obliga a recurrir a tierras cada vez peores, con lo cual tanto la tasa de renta
(x ha.) como la renta total tienden a aumentar continuamente*.
* Se subraya que la teoría ricardiana parte de esta forma expositiva, porque es la más simple. Pero
Ricardo generalizó su teoría (Principios, cap. XXIV) al caso de aumentos en la intensidad del capital,
en vez de extensiones en el área cultivada, en el cual puede aparecer una renta diferencial también en
la peor clase de tierra, porque lo importante para su teoría no es que haya una porción de tierra sino
una porción de capital invertido en la agricultura que no pague renta. Este punto se desarrolla en la
sección 12.5.
127
Ganancias
Es imposible entender la teoría de Ricardo sobre la tendencia de la tasa de
gana.ncia sin comprender su teoría sobre los factores que determinan el
precio (real), sección 11. 2. 5, Y su teoría de los salarios y la renta. Es decir
podría ~firmarse que en Ricardo la ganancia es un residuo del precio sobre
los salanos y la renta. Por esto, en su libro, la renta y los salarios son analizados
antes que las ganancias. Este es un viraje radical respecto a Adam Smith
pues, como se recordará, para éste, por el contrario, la renta era el residuo
y por ~llo postergó su estudio hasta después del análisis de los salarios y la
ganancia.
Ahora .bien, siguiendo a Ricardo, como en la peor tierra agrícola, que regula
el precio de los productos agrícolas, no se paga ninguna renta, puede afirmarse
que en estas tierras la ganancia obtenida es simplemente un residuo del
precio re~l.del producto después de pagar los salarios (y otros costos, que por
su simplicidad se consideran aquí constantes). Esto también es cierto
prosigue Ricardo, para los productos manufacturados, para producir los cuales
no h~~ necesidad de pagar renta.' O sea que, en los productos manufacturados,
también la ganancia es un residuo del precio después de pagar los salarios.
(
(
"Ni el granjero que cultiva esa cantidad de tierra, la que regula el precio, ni
el manufacturero, que manufactura bienes, sacrifican porción alguna del
producto para el pago de renta. El valor total de sus mercancías se divide
en dos porcio~es únicamente: una que constituye las ganancias del capital, la
otra que constituye los salarios del trabajo" (Principios, Cap. VI).
(
Lo que Ricardo ha logrado hacer es, pues, observar unos precios en los
cuales la renta está totalmente ausente. Y si este precio se distribuye en
salarios y ganancia únicamente, es evidente que para saber qué ocurre con la
ganancia como residuo, es necesario sabe'! qué pasa con el precio y qué pasa
con los salarios. Pero, de una vez, resulta obvio que si el precio permanece
constante y los salarios aumentan, entonces las ganancias disminuyen.
(
Y, ¿cómo se hace para saber qué pasa con los precios reales y con los salarios?
Pues con su teoría de que el precio real sólo se modifica cuando la cantidad
de trabajo necesaria para producir las mercancías se modifica, sección
11. 2. 5, y con su teoría de la renta y de la tasa natural de salarios, Ricardo
ha suministrado ya la respuesta.
1 Hoy en día este supuesto, también de Smith, parecería totalmente injustificado ya que la tierra
urbana que sirve de espacio
a la manufactura,
y que hay que pagar, es mucho más cara que la
rural. Sin embargo, también hoy en día se puede demostrar que la conclusión obtenida por Ricardo
es válida aun eliminando dicho supuesto. Véase sección 12.5.
128
L"ITRODUCCION A LA ECONOMIA
En efecto, mientras no varíe la cantidad de trabajo requerida para producir
los productos manufacturados, el precio real de éstos permanecerá constante.
Pero mientras estos precios están constantes, (o aun reduciéndose porque el
progreso permanente de la técnica va reduciendo continuamente la cantidad
de trabajo requerida para producirlos), los precios reales de los productos
agrícolas se van incrementando continuamente como resultado de que el
aumento de la población obliga a la sociedad a recurrir a tierras de peor
calidad cada vez, pasando como en los cuadros 2. 2. 3 a 2. 2. 6, de tierras
clase A, a tierras clase B, a tierras clase
etc., en las cuales se requiere una
cantidad de trabajo cada vez mayor para obtener una tonelada de producto.'
e,
Ahora bien, esto no es independiente de la tasa de salarios. Porque para
suministrarle a cada trabajador la "canasta" dada de productos que garantiza
su subsistencia y la de su familia, y la reproducción de la clase obrera, es
decir, la canasta que concuerda con la tasa natural de salarios, la sociedad
requiere gastar una cantidad creciente de trabajo ya que en esa canasta
juegan un papel muy importante los productos agrícolas. Así, el aumento en
el precio de los productos agrícolas se traduce, a través del mecanismo de la
tasa natural de salaríos,en el aumento continuado del valor real del salario
por trabajador.
Así, pues, empleando la misma cantidad de trabajadores las manufacturas
no 'pueden venderse por un precio real mayor (porque precisamente el
precio no puede aumentar si no aumenta la cantidad de trabajo requerida
para producir las mercancías), pero en cambio deben pagar un mayor valor
real por concepto de salarios, puesto que el salario por trabajador se ha
elevado como resultado del alza en el precio real de los productos agrícolas.
De esta manera, las ganancias se reducen en las manufacturas y, más especíñcamente, la tasa de ganancia (g = G I K) sufrirá una reducción inequívoca.
no sólo porque G disminuye en términos absolutos sino porque el capital
invertido (K) debe aumentar, ya que los salarios que "adelanta" el capitalista,
corno inversión, son mayores. En términos más generales, el valor producido
por trabajador no puede aumentar, pero en cambio el salario por trabajador
sí aumenta, con lo cual se reduce la ganancia por trabajador y la tasa de
ganancia.
y ¿qué ocurre en la agricultura?
Pues, prácticamente lo mismo porque,
aunque los precios de los productos agrícolas aumentan, este aumento
es, por un lado, un simple aumento de costos y, por el otro, aumenta la
1
Ricardo también tuvo en cuenta el progreso técnico en la agricultura, e incluso investigó los efectos
de distintos tipos de progreso sobre la renta, pero mantuvo la posición de que estos progresos no
eran suficientes para anular la tendencia descrita de la renta y los precios de los productos agricoíaa
LA ECONOMIA CLASICA
129
r~nta. de los terratenientes pero no las ganancias de los capitalistas. En otros
terminos, como los precios de los productos agrícolas están regulados por los
costos de producción en las tierras de peor calidad, por las cuales no se paga
renta, entonces los precios de los productos agrícolas no pueden aumentar
sino en la proporción en que aumenta la cantidad de trabajo requerida
p~a producirlos en las tierras de peor calidad. (Esto se puede comprobar
aritrneticamente en los cuadros 2. 2. 3 a 2. 2. 6.
Por ejemplo, en el cuadro
11. 2. 4 el precio por ton. de maíz es 1.5u y en el cuadro 11. 2. 6 es de
3u. Pero esto ocurre porque en el primero, con 100 hombres- año se producen
800 ton., mientras que en el segundo con los mismos 100 hombres-año se
producen 400 ton. Es decir, porque la cantidad de trabajo que ha costado
producir una tonelada también se ha multiplicado por dos). Es decir, los
precios de los productos agrícolas, al estar determinados por los costos en
las tierras en que no se paga renta, son determinados en la misma forma que
los de los productos manufacturados.
De acuerdo con esto, los precios de los productos agrícolas se elevan sólo
en la misma proporción en que aumenta la cantidad de trabajo o el número
de hom?re~ requeridos para producirlos, Pero, en cambio, los costos para
los capl~a[¡stas en las peores tierras aumentarían proporcionalmente al
mayor nu:nero de hombres requeridos en la producción si y sólo si el salario
por trabajador fuese constante. Pero, como el salario por trabajador está
aumentando continuamente, se concluye que los costos aumentan más que
proporcionalmente que los precios de los productos agrícolas. (Los costos
aumentan por. dos razones: porque aumenta el número de hombres por
t?nelada y porque el salario por hombre se eleva. Mientras que los precios
solo aumentan por una razón: porque el número de hombres por tonelada
se eleva). Como resultado, la ganancia y, más especificamenta, la tasa de
ganancia resulta reducida.
Una form~ ~ássimple de ver el problema es, quizas, reconocer que la
com?etencla iguala las tasas de ganancia en todas las actividades (por la
teona del precio natural). Por consiguiente, al caer en las manufacturas
irremediablemente también debe caer en la agricultura,
Y, ¿qué. pasa con la ganancia de los capitalistas que no producen en las
peores smo en las mejores tierras? Pues exactamente lo mismo. Su tasa de
ganancia dlsml~uye al mismo nivel que la de los capitalistas produciendo
en la~ peores tierras y produciendo manufacturas porque, como se mostró
anteriormente, aunque al recurrir a peores tierras y subir el precio de los
p,roductos a~lcolas aparece una ganancia extraordinaria en las mejores
tierras, ~ través de la competencia entre los capitalistas esta extraganancia es
convertida en renta hasta que no queda para ellos sino Laganancia ordinaria,
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA CLASICA
natural, normal, media o de equilibrio, es decir, hasta que su tasa de ganancia
es idéntica a la de las demás actividades, la cual, como ya se demostró, ha
disminuido.
por dos razones fundamentales: i- porque la renta del suelo y el interés del
capital no obedecen a las mismas leyes, ni suelen moverse en la misma
dirección, como acaba de verse, debido a que la renta del suelo tiene una
naturaleza diferente, específicamente ligada a la naturaleza de los precios
de monopolio, tema que se comentará brevemente en esta sección; y, iiporque, en la teoría de Ricardo, renta y el interés juegan papeles completamente diferentes en relación a la capacidad de acumulación de capital, tema
que se comentará en la siguiente sección.
130
Esta es, pues, la teoría de Ricardo sobre la tendencia decreciente de la tasa
de ganancia, que se reduce, en última instancia, a su teoría de la renta del
suelo y a la proposición de que con el proceso de la acumulación de capital
la sociedad debe pagar un tributo creciente a los terratenientes, una renta
creciente, en detrimento de las ganancias del capital. Pero, debe subrayarse
que este proceso ocurre a través de un aumento continuado del valor real
de la tasa de salarios, explicación que llevó a demostrar a Ricardo, por
primera vez en la historia del pensamiento económico, que existía una
ineludible relación inversa entre la tasa de ganancia y la tasa de salario s,
aunque la clase trabajadora fuese simplemente el medio pasivo de ese proceso,
pues ella sólo seguía subsistiendo de acuerdo a una "canasta" de productos
en cuyo tamaño no podía incidir voluntaria o conscientemente debido a "la
ley de hierro de los salarios", debido a unas fuerzas que estaban totalmente
nor fuera de su control. En cambio, los terratenientes con sus "leyes de
granos" que impedían la importación de suficientes alimentos baratos eran
.la causa activa, más allá del medio pasivo, de que tal tributo fuese muy
superior al que existiría bajo una situación de perfecta libertad de comercio,
de perfecto "orden natural" como dirían los fisiócratas y A. Smith.'
2.2.8 La naturaleza de la renta del suelo
Para Ricardo es esencial distinguir nítidamente entre la renta del suelo
y el interés (o ganancia) del capital, no obstante tener ~llos en comú~, la
característica de ser ingresos de los propietarios de los medios de producción,
I
Nota para el lector avanzado: Del')c notarse que al aumentar la renta Y los precio.s?e lo~ pro~uctos
agrícolas, y con ello la tasa de salarios, la reducción en la tasa de ganancia producirá,
se~un RI~ardo.
un "leve" efecto sobre todos 10$ precios, en todo caso. no significante en su razonamiento,
trenre
a las variaciones en las cantidades de trabajo
(sección 2.2.5).
Por ello, el hecho de qu: se haya
considerado constante ln tasa de ganancia. para calcular los precios de los productos agr icolas, e n
los cuadros
2.2.3 a 2. 2. 6,
-sólO implica que se ha recogido el postulado ricardiano de que las
variaciones en las cantidades de trabajo producen el nic o efecto "importante"
sobre las variaciones
Lie precios. siendo despreciables.
para las variaciones de precios, los movimientos en la tasa de
ú
131
Es así como, sobre el primer aspecto, Ricardo empieza citando el siguiente
'párrafo de la "Economía Política" (1803) de Jean Baptiste 8ay: "La tierra,
como ya hemos visto, no es el único agente de la naturaleza que tiene una
fuerza productiva; pero es el único, o casi el único, que un conjunto de
hombres puede apropiarse, con la exclusión de los demás; y del cual, por
consiguiente, pueden apropiarse los beneficios. Las aguas de los ríos, y del
mar, por la fuerza que tienen para dar movimiento a nuestras máquinas, para
transportar nuestros barcos, para producimos peces, también tienen una
fuerza productiva; el viento que mueve nuestros molinos, y aun el calor del
sol, trabajan para nosotros; pero felizmente nadie ha podido decir hasta
ahora, el 'viento y el sol son míos, y el servicio que ellos prestan debe ser
pagado' ".
En esto, 8ay seguía a Smith quien, sobre el tema, había concluido: "La
renta de la tierra, por consiguiente, considerada como el precio que se
paga por el uso de la tierra, es naturalmente un precio de monopolio. No
guarda ninguna proporción con lo que el terrateniente pueda haber gastado
en el mejoramiento de la tierra, o con lo que éste necesite; sino con lo que
el granjero pueda estar en capacidad de pagar".
Y, en cuanto a los peces del mar, Srnith había observado ya: "En la vecindad
de las islas de Shetland el mar es más que comúnmente abundante en peces,
que constituyen una proporción importante de la subsistencia de los habitantes.
Pero para poder obtener beneficios del producto del agua, ellos deben
habitar en las proximidades. La renta del terrateniente es en proporción, no
a lo que el granjero puede obtener de la tierra, sino a lo que él puede obtener
tanto de la tierra como del agua".
ganancia.
De otro lado, también es conveniente
observar que Ricardo generalizó su dem~stración
de la
relación inversa entre tasa de salarios y tasa de ganancia, Y puede decirse que su teorra de la renta, a
u na situación en que también se paga renta en la peor tierra, renta que también
es diferencial
y que surge de los diferentes rendimientos
de inversiones sucesivas de capital, renta que Marx
denominó diferencial de tipo 11. Por eso en el texto se dice que Ricardo "empieza"
estudiando
una situación en que no se paga renta en la peor tierra bajo cultivo. Pero, como Ricardo mismo
explica tal presentación
simplificada expone adecuadamente
los principios fundamentales
de su
teoría. '(Véase. Principios, Cap. XXIV o ejemplo de la sección 12.5, más adelante).
Y, Ricardo agrega por su propia cuenta: "Con una cantidad dada de materiales,
y con la asistencia de la presión atmosférica, y la elasticidad del vapor, las
máquinas pueden trabajar, y abreviar el trabajo humano en gran medida;
pero ningún pago se hace por el uso de estas ayudas naturales, porque ellas
son inagotables, y están a disposición de cualquier persona. De la misma
manera, el cervecero, el destilador, el tintorero, hacen uso incesante del
(
I
(
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
aire y del agua para la producción de sus mercancías; pero como la oferta
es ilimitada, aquellos no tienen precio. Si toda la tierra tuviera las mismas
propiedades, si fuera ilimitada en cantidad, y uniforme en calidad, ningún
precio se pagaría por su uso, a menos donde poseyera ventajas especiales
de localización". Y concluye: "La renta es la proporción del producto de
la tierra, que 'se paga al terrateniente por el uso de las fuerzas originales
e indestructibles del suelo".
Esta última frase es utilizada por Ricardo para exponer lo mismo que Smith
en "La Riqueza de las Naciones": que no debe confundirse la renta del suelo
con los intereses del capital que se haya invertido en el mejoramiento de la
tierra. Que estos dos conceptos, aunque cuantitativamente puedan sumarse
en el pago final al terrateniente, son plenamente diferenciales: la una es un
pago por "fuerzas originales e indestructibles del suelo", es decir, que como
el aire el sol el mar y la presión atmosférica no fueron el producto de la
industria humana ni de la inversión de capital, mientras que el interés es
proporcional a una inversión de un valor real qua ha sido creado por el
trabajo humano, el capital, y esta distinción es esencial porque "las leyes
que regulan el progreso de la renta, son ampliamente difer:ntes ~e la~ ,q~;
regulan el progreso de las ganancias, y rara vez operan en la misma dirección .
(Principios, Cap. Il).
Cuando la renta crece, pues, lo hace sin que ello constituya la retri.bución
a costo alguno, y aun sin proporción a costo alguno. Sólo la finitud o escasez
de la tierra con determinadas características, que garantizan su monopolio,
son suficientes para el enriquecimiento permanente de la clase terrateniente
en el proceso de acumulación de capital. Fue así como Smith concluyó
"Ellos (los terratenientes) constituyen el único de los tres órde~es c~yo
ingreso no les cuesta trabajo ni dedicación, sino que les llega por asi declr~o,
automáticamente, e independientemente de que tengan que formular cualquier
plan o proyecto". Pero he aquí que en el t.ie~po ~e Ricardo no sól~ formularon un proyecto sino que lo llevaron a feliz término: el acrecentamiento de
su poder monopólico mediante las "leyes de granos". De todas maneras, los
poderes naturales e indestructibles del suelo habían estado allí por milenios,
siempre. La renta no aumentaba porque aumentaran estos poderes, o porque
ellos costaran más, sino porque su poder monopólico aumentaba, es decir, el
pago que se podía exigir por ellos crecía día a día, como resultado del
aumento continuado en la demanda por alimentos. O sea, en un polo, la
renta crecía sin necesidad de inversión alguna de capital, mientras que, en el
otro polo, la tasa de ganancia se reducía junto a una inversión creciente de
capitaL Y en la raíz de tal oposición se encontraba, pues, la naturaleza
específica de la renta como un. pago "por el uso de l~s fuer~as na~~rales
e indestructibles del suelo", en las cuáles no entra ninguna mversion de
LA ECONOMIA CLASICA
133
capital. " ... cuando quiera que yo hable de la renta de la tierra, deseo que
se me entienda que hablo de esa compensación, la que se paga al propietario
de la tierra por el uso de sus fuerzas originales e indestructibles". (Principios,
Cap. II).
2.2.9 La acumulación de capital, la renta y la "Ley de Say"
"La tendencia natural de las ganancias es entonces a caer; porque en el
progreso de la sociedad y la riqueza. la cantidad adicional de alimentos
requeridos es obtenida por el sacrificio de más y más trabajo. Esta tendencia,
esta especie de gravitación de las ganancias, es felizmente frenada en forma
transitoria, a intervalos repetidos, por los mejoramientos en la maquinaria
relacionada con la producción de subsistencias, como también por los
descubrimientos en la ciencia de la agricultura que nos permite ahorrar una
porción del trabajo antes requerido, y por lo tanto disminuir el precio de
las mercancías de primera necesidad del trabajador. El aumento en el precio
de los bienes de primera necesidad y en los salarios es sin embargo limitado;
porque tan pronto como los salarios sean iguales a... la totalidad de los
ingresos del granjero, la acumulación debe finalizar; porque ningún capital
puede entonces rendir una ganancia, y no puede ser demandado trabajo.
adicional, y consiguientemente la población habrá alcanzado su más alto
punto. Pero mucho antes de este período, la tasa de ganancia tan baja
habrá paralizado toda acumulación, y casi la totalidad del producto del
país, después de pagarle a los trabajadores, pertenecerá a los propietarios
de la tierra y los perceptores de diezmos e impuestos". (Principios, Cap. VI).
Resalta en esta famosísíma argumentación de Ricardo, en la cual prevé
un "estado estacionario", en el que todo crecimiento y progreso económico
queda detenido, que recuerda nuevamente a los fisiócratas y a Smith, la
proposición de que, a medida que los terratenientes se apoderan de una mayor
parte del producto nacional, en detrimento de las ganancias, la acumulación
se va reduciendo hasta llegar el momento en que podría paralizarse totalmente.
Pero, es legítimo preguntar la razón por la cual los terratenientes no acumulan
capital, no se vuelven capitalistas, o en el peor de los casos no deciden vivir
de una nueva "renta": los intereses sobre un capital que acumulan de sus
rentas crecientes y prestan a los capitalistas. Y aparentemente habría dos
respuestas posibles: i- porque con una tasa de ganancia e interés que se
reduce paulatinamente, hasta llegar a hacerse insignificante, se anula el
"incentivo" para la acumulación, es decir, se prefiere el consumo. Por esto
Ricardo prevé que la acumulación cesa antes de que haya desaparecido la
ganancia completamente. Basta que alcance un nivel "muy bajo". En otras
palabras, se supone que el único incentivo para la acumulación es la ganancia.
y si los terratenientes se conformaran inicialmente con una baja tasa de
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA CLASICA
interés, al no consumir sus crecientes ingresos acelerarían el proceso de
acumulación precipitando en forma más acelerada el "estado estacionario".
Desde este punto de vista, aun si los terratenientes estuvieran inicialmente
predispuestos a acumular, con ello sólo lograrían acelerar el resultado final;
y, ii- porque a los terratenientes de por sí sólo les interesa el consumo y, por,
ello, gastan en consumo todas sus rentas aunque pudieran obtener un interés
positivo sobre ellas, como podría ser el caso de una nobleza terrateniente
afamada por tender a gastar siempre más de lo que recibe. Desde este punto
de vista el estado estacionario también llegaría aunque más lentamente, por
ser menor la acumulación.
más, todos podrían obtener mayores ingresos 'y podrían vivir en mayor
abundancia'''. Y en 1714 Bernard de Mandeville publicó en Londres su
"Fábula de las Abejas o, Vicios Privados, Beneficios Públicos", que causó
gran escándalo y cuya trama trata de una sociedad de abejas amantes del
lujo, las modas, el consumo exagerado y la ostentación, que vive en la plétora, y
que al volverse virtuosas, recatadas y austeras se arruinan económicamente
arrastrando a toda la sociedad en ello.
134
Así, el problema que plantea Ricardo, sobre un límite al crecimiento, no
podría resolverse aun si los terratenientes se volvieran tan ahorradores como
los capitalistas, y ello aceleraría más bien el proceso. Nada de extraño
tiene, pues, que Ricardo viera en la derogación de las "leyes de granos" la
salida del problema, una solución traída de afuera: alimentos importados
y baratos. Con ello los salarios no aumentarían, ni las rentas tampoco y la
tasa de ganancia no caería. El estímulo para acumular no disminuiría y el
crecimiento y el progreso podrían continuar indefinidamente o, al menos,
por un horizonte de tiempo mucho mayor que en el caso contrario.
El progreso social y el camino hacia la riqueza imponían como costo, pues,
un sacrificio de rentas para los terratenientes. Pero, ¿podía estar seguro
Ricardo de que el único obstáculo económico a esta acumulación indefinida era
el continuado aumento en el precio de los alimentos y la renta del suelo?
Muchas señales de precaución confluían para minar esta seguridad o, al
menos, para que no pudiera tomar por garantizado ese resultado y se viera
forzado a intentar una demostración positiva y explícita en ese sentido.
Pero antes de hablar de la demostración que intentó Ricardo, es necesario
r~ferirse aunque sea muy de pasada a las señales o circunstancias que lo
obligaron a ello. Cuenta Keynes, en su "Teoría General del Empleo, el
Interés v el Dinero" famosísima obra moderna que, entre otras cosas fue
un resultado histórico de la polémica que dejó planteada Ricardo sobre el
punto en discusión, que ya en el año de 1662 ese gran pionero de la ciencia
económica que fue William Petty "justificaba" 'las diversiones, los espectáculos
mazníficos, los arcos triunfales, etc.' sobre la base de que sus costos iban a
parar a los bolsillos de los cerveceros, panaderos, sastres, zapateros, etc. .
Es decir, que el consumo (lo contrario al ahorro o acumulación) estimulaba
la actividad económica y el crecimiento. y que "Barbon (1690) escribió
que 'El gasto generoso es perjudicial al individuo, pero no a la industria .. ,
La codicia es un vicio, perjudicial tanto al individuo como a la industria' '~
y sigue Keynes: "En 1695 Cary argumentó que si todo el mundo gastara
ti
,
"
135
Pero esto no era todo. En 1776, al publicar su "Riqueza de las Naciones", en
su capítulo sobre las ganancias del capital, Adam Smith había advertido que
"Se hace gradualmente más y más difícil encontrar dentro del país una
forma rentable de emplear cualquier capital adicional", tal como se vio en la
sección 11. 1. 3. Y, precisamente, Ricardo vio en esta proposición de Smith
una amenaza frontal a toda su estructura teórica, pues si fuese cierto que el
sistema tendía a producir un "exceso" de acumulación de capital, no seria
necesariamente cierto que una reducción en la acumulación sería "dañina"
para el crecimiento y el progreso, y no sería necesariamente cierto que al
transferir ganancias a los terratenientes bajo la forma de rentas crecientes, y
consumirlas éstos, se perjudicaría el progreso económico. Por el contrario,
surgía la posibilidad de que el "exceso" de acumulación (mucha capacidad
productiva ante poca demanda) se convirtiera en un obstáculo al crecimiento,
undesestímulo a los negocios, y que al consumir este "exceso" se removiera
el obstáculo, pero entonces esto implicaba lo contrario al razonamiento de
Ricardo, porque el aumento de las rentas (con tendencia a ser gastadas en
consumo), en detrimento de las ganancias (con tendencia a ser acumuladas),
removería un obstáculo al crecimiento en vez de levantarlo. En otras palabras,
los planteamientos de Petty, Barbon, Cary y Mandeville, aunque no eran
argumentos económicos elaborados, apuntaban a que la falta de consumo
(el exceso de ahorro o de acumulación) podía constituir una insuficiencia
de demanda y, con ello, un obstáculo al crecimiento y al aumento de la
riqueza, ya que la economía capitalista sólo produce para satisfacer la
demanda, y la observación de Smith venía, con todo el peso de su autoridad,
a reforzar la posibilidad de que tal planteamiento fuese correcto. Aún más, el
consumo "suntuario" que describían Petty y Mandeville sólo podía ser
típico de una clase pródiga en el consumo, como los terratenientes ingleses, y
no de. una clase frugal como los capitalistas. Ricardo no podía ignorar estos
planteamientos y mucho menos cuando su íntimo amigo y polemista Thomas
Robert Malthus (1776-1834), célebre por su "Ensayo sobre el Principio
de la Población", y que también escribió sus "Principios de Economía
Política" (1820), se encargó de recordarle permanentemente estos argumentos,
de defenderlos y de obligar a Ricardo a responderlos.
Ante estas circunstancias, Ricardo no tuvo más alternativa que enfrentar
directamente la proposición' de Smith, que resumía en términos generales
136
INTRODUCCION
LA ECONOMIA CLASICA
A LA ECONOMIA
la posición contraria, a lo cual dedica casi con exclusividad el capítulo XXI
de los "Principios". Dice allí Ricardo: "Adam Smith, sin embargo, uniformemente adscribe la caída de las ganancias a la acumulación de capital, y a la
competencia que resultará de ello sin advertir jamás sobre la creciente
dificultad de proveer alimento para el número adicional de trabajadores
que-el capital adicional empleará". "Adam Smith habla aquí de un aumento
de salarios, pero es de un aumento temporal, procedente de fondos que se
han incrementado antes de que la población se haya incrementado; y parece
no darse cuenta de que, al mismo tiempo que el capital es incrementado, el
trabajo a que da lugar el capital también es incrementadoen
la misma
proporción. El señor Say, sin embargo, ha mostrado de la forma más satisfactoria, que no existe cantidad alguna de capital que no pueda ser empleada
en un país, porque la demanda está únicamente limitada por la producción.
Ningún hombre produce sino con miras a consumir o vender, y nunca vende
sino con la intención de comprar cualquier otra mercancía, que le pueda
ser Útil inmediatamente, o que pueda contribuir a la producción futura.
Produciendo, entonces, él necesariamente se convierte en el consumidor de
su~.¡p...·
ropios bienes, o en el comprador ~ consumidor de los bienes de ~lguna
otrlcpersona". "Las producciones son SIempre compradas por producciones,
o ~f¡¡ervicios; el dinero es únicamente el medio por el ~ue el ~ntercambio
sejfectúa. Se puede producir demasiado de una mercancra particular, de la.
cuaIpuede haber tal exceso en el mercado, que no alcance a pagar el capital
gastádo en ella; pero esto no puede ocurrir con respecto a todas las mercancías':
Y, después de citar otros pasajes de la obra de Smith, concluye: "Se sigue de
estas admisiones que no existe límite para la demanda, ningún límite al
empleo del capital mientras él rinda una ganancia, y que por abundante
que el capital pueda ser, no existe ninguna otra razón adecuada para una
caída de las ganancias que una elevación de salarios, y puede agregarse,
además, que la única causa adecuada y permanente para el aumento de
salarios es la dificultad creciente de proveer comida y artículos de primera
necesidad para un creciente número de trabajadores". (Sub, agregado).
Para la defensa de su teoría sobre la acumulación y la tasa de ganancia,
Ricardo adopta entonces la llamada "Ley de Say" (véase sección 2',2 '.3.
"G~nancias y Rentas"), lo cual llevó a Marx a afirmar, con su característico
estilo, que tal ingenuidad podía ser propia de Say pero que era indigna de
un gigante del pensamiento económico como Ricardo, y a Keynes a exclamar:
"Cuánta mayor cordura y riqueza habría en el mundo si el tronco de la
economía política del siglo XIX hubiera sido Malthus, en lugar de Ricru:?o".
Claro está que la exclamación de Keynes se fundamenta en la observación y
el análisis de la peor crisis de "sobreproducción" que presenció el mundo
capitalista, por la tercera década del siglo XX, más de cien años después de
publicados los "Principios", y puede afirmarse que por el tiempo en que
137
Ricardo escribió esa realidad no era tan aplastante, pues como Marx mismo
señala en el prefacio a El Capital, " ... la gran industria empezaba por aquel
entonces a salir de su infancia, como lo demuestra, entre otras cosas, el hecho
de que la crisis de 1825 inaugure el ciclo periódico de su vida moderna".
Pero, aparte de lo anterior, habría que volver a empezar este capítulo para
reseñar nuevamente las contribuciones del pensamiento de Ricardo a la
ciencia económica moderna, a lo cual habría que añadir su contribución
a la teoría del comercio internacional 1 , del dinero y de los impuestos, pues el
rigor de su pensamiento y la coherencia recíproca de todas sus proposiciones
no se dejan resumir fácilmente. Baste, pues, con decir que, en este último
sentido, como se citó una opinión al comienzo, fue quien "hizo de la economía una ciencia positiva", que muchas de sus proposiciones fundamentales
siguen incólumes, que muchas otras han servido de fundamento, por acción
o reacción, a prácticamente todos los desarrollos importantes de la ciencia
económica moderna, que constituyó el punto de referencia obligado, si no
el de partida, para los grandes troncos doctrinales del siglo XIX que todavía
son la base de¿las teorías contemporáneas y que, por todo ello, constituye
una obra magnáen la historia del pensamiento económico.
2.3
Thomas Robert Malthus (1766-1834)
Ninguno de los dos famosos economistas que se tomaron el trabajo de intentar una definición de economía clásica incluirían dentro de ella la obra de
Malthus. Marx, porque sin haber ocultado su hostilidad hacia las ideas de
Malthus, jamás mostró la menor intención de colocarlo en el mismo pedestal
que a Petty, Smith o Ricardo, calificando, por el contrario, de plagio superficial sus ensayos sobre la población y la renta, y señalando que se destacó por
redescubrir lo que Sismondi ya había mostrado. Keynes, porque no lo consideró un continuador de las ideas de Ricardo, sino precisamente su más digno
opositor. Así, al escribir su biografía, Keynes reclama para Malthus el puesto
de primero de los economistas de Cambridge, y llega a afirmar que el predominio de las ideas de Ricardo sobre las de Malthus fue un desastre para el
progreso de la economía durante un siglo, y que el mundo actual sería mucho más rico y cuerdo si la base de la teoría económica en el Siglo XIX
hubiese sido Malthus en vez de Ricardo. Por consiguiente, sería difícil evitar
la sensación de un vacío si se continuara adelante, sin una mínima referencia
a tan controvertido economista.
1. Véase sección 9.9.2
138
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!
··
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
La importancia que Keynes concede a Malthus no proviene, por supuesto, de
las tesis malthusianas más populares sobre la necesidad de un control consciente, o autocontrol, sobre el número de descendientes como única forma
de enfrentar la pobreza, sino de las tesis acerca de la acumulación de capital.
En efecto, como contemporáneo de Ricardo, y aún siendo su afectuoso e
íntimo amigo, Malthus fue el principal contradictor de la "Ley de Say", en la
cual Ricardo fundamentó toda su teoría sobre la acumulación de capital y la
tasa de ganancia (sección 2.2.9),
y toda su posición política contra las
"leyes de granos" (sección 2.2.1). Una refutación nítida de la Ley de Say es
presentada en la sección III del Capítulo 1 del libro II de los Principios de
Economía Política de Malthus, libro publicado en 1820, tres años más tarde
que la primera edición de los Principios de Ricardo. En síntesis, y de manera
incontrovertible, allí se argumenta que las mercancías no se cambian solamente por mercancías, sino también por fuerza de trabajo, de lo cual puede
resultar un exceso global de oferta de aquéllas con relación a ésta, es decir,
un exceso de demanda en el mercado laboral, que al deprimir los precios de
los productos deprime la rentabilidad, dando lugar con ello a una liquidación
de los incentivos para producir, es decir, a una crisis recesiva con todas sus
secuelas. Ricardo no negó esta objeción, pero argumentó que dicha situación
sería apenas "transitoria", pues, con base en el mecanismo de la tasa natural
de salarios de Smith (sección 11.1.3), el alza de salarios traería como consecuencia un aumento de la población, eliminándose en definitiva la desproporción. Malthus contraatacó puntualizando que esa reacción tomaría entre
16 y 18 años, o sea el tiempo necesario para que la nueva población alcance
en efecto el mercado laboral. Ricardo respondió que ese hecho no ínvalidaba
el principio general. Malthus protestó, indicando que una crisis de sobreproducción que dure entre 16 y 18 años debe invalidar cualquier principio
general.
De ahí en adelante el argumento de Malthus no es tan claro, afirmando que
en último término tampoco el aumento de población resolvería el problema,
y limitándose a repetir las consabidas tesis, que tanto irritaban a Marx, sobre
la conveniencia y bondades de un consumo suntuario e improductivo por
parte de los terratenientes, (por lo cual se justificaría el aumento de sus rentas, en oposición directa a la tesis ricardiana), y los capitalistas, si estos últimos lo hiciesen factible.
De la argumentación de Malthus es necesario destacar la transparencia expositiva de la tesis central, el desarrollo que ella implica en términos de la distinción entre el "largo plazo" (Ricardo) y el "corto plazo" (Malthus), y la
definida preferencia e importancia otorgada a este último factor, lo cual, quizá, inspiró a Keynes para afirmar que "en el largo plazo todos estaremos
muertos", implicando una actitud de acción en vez de pasividad frente a los
resultados del mercado. Estas implicaciones son, en verdad, muy importantes
LA ECONOMIA CLASICA
139
y justifican una obligada referencia a Malthus en la teoría de la acumulación.
Pero constituye, tal vez para siempre, un insondable misterio de la historia
del pensamiento económico el hecho de que Keynes haya ignorado la paternidad de Adam Smith quien, en su monumental teoría de la acumulación de
capital y la tasa de ganancia, presenta ya las tesis que Malthus posteriormente
levanta ante Ricardo. La mejor prueba de esto la da Ricardo mismo en el
Capítulo XXI de los Principios, dedicado a refutar a Smith en la misma tesis en
la cual le polemizaba Malthus. Levantando ese velo, y teniendo en cuenta la
estructura y alcances de la obra de Smith, Keynes bien pudo haber presentado la teoría de la acumulación de esté último como la verdadera alternativa
frente a la fundamentación ricardiana en la Ley de Sayo
2.4
John Stuart Mili (1806-1873)
Los Principios de Economía Política de Mill, publicado por vez primera en
1848, tienen una extensión equivalente y, a juzgar por la amplitud e importancia política de su temática, pretenden un alcance similar a la Riqueza de
las Naciones de Smith. Sin embargo, aparte de las naturales diferencias de
tiempo y lugar, y de la popularidad e influencia que cada una de estas obras
efectivamente alcanzó, desde el punto de vista de la estructura teórica hay
dos hechos que parecen dignos de mención. En primer lugar, la obra-de Mili,
en contraste con la de Smith o Ricardo, no presenta contribuciones teóricas
nuevas e importantes, constituyendo más bien un intento de síntesis que,
además, desde el punto de vista del rigor teórico, no ha recibido las mejores
apreciaciones. Así, por ejemplo, Marx escribió: "Pero, qué decir cuando,
medio siglo después de Ricardo, viene Mr. John Stuart Mill y, con gran aparato, proclama su superioridad sobre los mercantilistas repitiendo, mal repetidos, los pobres subterfugios de los primeros vulgarizadores de Ricardo?" l.
Schumpeter, por su parte afirma: "Puede asegurarse que ninguno de los elementos de la obra de Mili son originales" 2. Y, por ejemplo, acerca de las
relaciones entre la teoría de un fondo de salarios y el ahorro, básicas en la
argumentación de Mill, agrega Schumpeter: "Lo que él (Mill) quiso expresar
está comprendido en un estudio confuso y embarazoso que ha producido
asombro a sus partidarios no menos que a sus oponentes" 3. Y Eric Roll concluye que "La búsqueda de una transacción realizada por Mill tuvo menos
éxito en el campo de la teoría económica que en los de la filosofía social y
1. El Capital, vol. 1, pág. 432. Fondo de Cultura Económica.
2. Historia del Análisis Económico, pág. 601. Fondo de Cultura Económica.
3. lb, pág. 552.
140
lNTRODUCCION
A LA ECONOMIA
la política pública" 1. En segundo lugar, la síntesis de Mili, involucrando una
serie de elementos claves pero extraños al sistema clásico, los cuales ya se
difundían como nuevas corrientes teóricas, tales como el distanciamiento del
problema de la medida invariable del valor y la aproximación a éste como un
concepto relativo, la reafirmación de la Ley de Say bajo el argumento de que
las llamadas crisis de sobreproducción se debían a un fenómeno puramente
monetario y la concepción del interés del capital como una retribución a la
"abstinencia" del consumo, marca, en realidad, una fase que corresponde a
la desintegración de la economía clásica en dos nuevas vertientes radicales y,
en principio opuestas, la economía marxista y la economía neoclásica, como
se verá más adelante:
.
Pero es precisamente en este punto cuando la obra de Mili cobra actualidad
y revela su verdadera importancia, como premonitoria del desarrollo moderno de la economía mixta 2. Pues, no por simple eclectisismo, sino a través de
un análisis explícito, dentro de lo que puede considerarse el espíritu clásico,
Mill sopesa las ventajas y desventajas del socialismo y de la libre competencia, alcanzando la conclusión de que ninguna de estas fórmulas constituía, en
realidad, el ideal completo que pregonaban sus adeptos ni el vacío completo
de virtudes que indicaban sus oponentes. Para empezar, refuta el cargo más
importante contra el socialismo en su época: el de su imposibilidad. Luego,
argumenta que, aún aceptando que el trabajo comunista presente menos aliciente que el de los trabajadores propietarios, o por cuenta propia, de todas
maneras este último incentivo tampoco existe para la inmensa mayoría de
asalariados y empleados a sueldo fijo del sistema competitivo. Y agrega: "La
humanidad es capaz de mostrar espíritu público en un grado mucho más elevado del que se acostumbra suponer posible en la época actual". (Principios,
Libro Segundo, Cap. 1, F.C.E.). Además, sobre este punto le concede una
ventaja a la mayor educación que implicaría el socialismo. A todo ello suma
los beneficios de una distribución más equitativa del ingreso y una opinión
pública más comprometida con sus intereses. Finalmente, a través del análisis de las tesis y los experimentos prácticos de socialistas como Louis Blanc,
Fourier, Saint Simon y Owen, muestra que el modelo socialista podría ser
flexibilizado hasta el punto de eliminar prácticamente todas las objeciones
de sus opositores.
Sin embargo, por otro lado, advierte: "Son errores comunes a todos los
socialistas olvidar la natural indolencia de la humanidad, su tendencia a la
pasividad, a ser esclava de las costumbres, a persistir indefinidamente en un
1. Historia de las Doctrinas Económicas, pág. 437. Fondo de Cultura Económica.
2. Véase sección 3.10.
LA ECONOMIA CLASICA
141
camino que haya escogido. Existe el peligro de que una vez que los seres
humanos hayan alcanzado una existencia que juzguen tolerable, tiendan a
estancarse, que no quieran esforzarse por mejorarla y que, dejando sus facultades atrofiarse, pierdan incluso la energía necesaria para impedir que empeore. Tal vez no sea la competencia el mejor de los estímulos, pero en la situación actual es indispensable y aún no se puede prever cuándo llegará el tiempo en que no sea necesaria para el progreso". (Principios, Libro IV, Cap. VII,
F.C.E.).
Y, en su ensayo Sobre la Libertad, previene: " ... en la especulación política
se incluye ya la 'tiranía' de la mayoría' entre los males contra los cuales debe
ponerse en guardia la sociedad ... (porque podría ejercer) una tiranía social
más formidable que muchas opresiones políticas, ya que '" deja menos
medios de escapar a ella, pues penetra mucho más en los detalles de la vida y
llega a encadenar el alma". (Introducción, Sarpe Ed.). También en los Principios subrayó el tema: "La cuestión real es si quedaría algún asilo para la individualidad del carácter; si la opinión pública no se convertiría en un juego
tiránico .. (y) oprimiría a todos bajo la misma mansa uniformidad de pensamientos, sentimientos y acciones ... Falta aún comprobar si el plan comunista
sería compatible con aquel desarrollo multiforme de la naturaleza humana
con aquellas múltiples desemejanzas, aquella diversidad de gustos y talentos
y variedad de puntos de vista intelectuales, que no sólo constituyen una gran
parte del interés de la vida humana, sino que, procurando el choque estimulante de las inteligencias y presentando a cada uno innumerables ideas que él
mismo no hubiera podido concebir, son el resorte principal del progreso espiritual y moral" 1 •
Quien se haya interesado en los diagnósticos que condujeron a la Perestroika
y el. Glasnot en el bloque socialista mundial, casi siglo y medio después de
publicada la obra de Mili, no puede menos que reconocer la agudeza de ésta
y la necesidad de penetrar con mayor detalle en ella. Pero, por el momento
esto parece suficiente, ya que hace falta, de otro lado, mencionar su posición
sobre el sistema de libre competencia.
El punto de partida de Mill es que el sistema de libre empresa realmente existente en su tiempo presentaba vicios tan graves 2, que si en esa forma cruda
se cor;np.araracon el socialismo no abrigaría dudas sobre la preferibilidad de
este último. Pero tal curso de análisis, prosigue, sería correcto sólo si las
1. Libro Il, cap. l. F.C.E. Compárese con las palabras y posición de Keynes, en el párrafo final de la
sección 14.10.
2. Sobre este aspecto, véasela sección 12.1.
142
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
reformas deseables fuesen completamente imposibles para el sistema competitivo. Puesto que éste no es el caso, argumenta, lo verdaderamente correcto
es identificar tales reformas y, sólo después de esto, comparar el sistema
socialista con el sistema competitivo depurado de sus distorsiones, cuya verdadera naturaleza radicaría en el derecho de cada quien para disfrutar los
resultados de su propio esfuerzo, iniciativa y creatividad. Tales reformas
deberían dirigirse, entonces, fundamentalmente, a eliminar o reducir a un
mínimo los exagerados derechos económicos de las personas ociosas, que en
nada contribuyen al progreso social; limitar los derechos sobre las herencias,
entendidos estos como. el proceso automático distinto de libre voluntad de
legar; establecer limitaciones al derecho de propiedad sobre recursos que sean
indispensables para el bienestar público; garantizar la educación universal de
la clase trabajadora, como el medio indispensable para permitirle a ella misma librarse de la degradación, de la esclavitud ciega a los trabajos en los que
no encuentra ningún interés, de la falta de esperanza y de libertad, y de su
supeditación a instintos que la llevan a la reproducción irracional; garantizar,
a través de un mecanismo de seguridad social, un nivel de ingreso mínimo
para todo el mundo, siempre y cuando éste no sea mayor que el ingreso que
se devengaría trabajando; generalizar la participación de los trabajadores en
las utilidades de las empresas, de acuerdo con sus esfuerzos y los resultados
alcanzados en éstas; y, promover la asociación de trabajadores independientes y el desarrollo de las cooperativas. Especial importancia otorgó Mili a la
independencia de los trabajadores frente a mecanismos patriarcales o paternales, y cabe subrayar que hizo extensivo ese argumento a la liberación de
la mujer, y a la igualación de sus derechos, a cuya causa dedicó no solamente
parte de su obra sino una militancia efectiva hasta el fin de su vida. En síntesis, la esencia de sus tesis se expresa en la conclusión de que "sólo en los países atrasados del mundo es todavía un asunto importante el aumento de la
producción; en los que están más adelantados, lo que se necesita desde el
punto de vista económico es una mejor distribución, para lo cual es un medio
indispensable la restricción más severa de la población. Las instituciones niveladoras, sean justas o injustas, no pueden conseguirlo por sí solas; pueden
rebajar las partes más altas de la sociedad, pero no pueden, por sí mismas,
elevar permanentemente las clases más bajas". Y aboga por "un sistema legislativo que favorezca la igualdad de las fortunas en tanto sea compatible con
el justo derecho del individuo a los frutos, pequeños o grandes, de su propia
actividad". (Principios, pág. 642, FCE).
En general, Mili concluyó que "casi no hay nada que importe en realidad a
los intereses generales y no sea deseable o incluso necesario que se encargue
de ello el gobierno, no porque no puedan realizarlo los particulares, sino porque no lo harán" (pág. 835 l. Pero, como una advertencia perentoria de que
esa intervención debe confinarse estrictamente dentro de los límites marca-
LA ECONOMIA
143
CLASICA
dos por las fallas del mercado 1, garantizando la libertad de las fuerzas competitivas para las amplias tareas que están en capacidad de cumplir adecuadamente, dejó como legado esta máxima: "En resumen, la práctica general
debe ser laisser-faire; toda desviación de este principio, al menos que se precise por algún gran bien, es un mal seguro", (pág. 812).
Esta actitud analítica y pragmática de Mili se manifiesta más nítidamente, si
se tiene en cuenta, en primer lugar, su más profunda convicción histórica y
filosófica sobre la competencia, que expresó así: "Confieso que no me agra-.
da el ideal de vida que defienden aquellos que creen que el estado normal de '
los seres humanos es una lucha incesante por avanzar; y que el pisotear, empujar, dar codazos y pisarle los talones al que va delante, que son característicos del tipo actual de vida social constituyen el género de vida más deseable
para la especie humana; para mí no son otra cosa que síntomas desagradables
de una de las fases del progreso industrial '" Mientras las inteligencias son
groseras, necesitan estímulos groseros" (pág. 641).
Y, en segundo lugar, si se toma cuenta de su perspectiva final sobre el destino
comparado del sistema socialista y el de mercado reformado: "Si se nos permite aventurar una opinión, la elección final dependerá probablemente y de
manera principal de la siguiente consideración: cuál de los dos sistemas es
compatible con la mayor suma de libertad y espontaneidad humana. Una vez
asegurados los medios de subsistencia, la más fuerte de las necesidades de los
seres humanos es la libertad; y ésta -a diferencia de las necesidades físicas,
que a medida que la civilización avanza son más moderadas y más fáciles de
controlar- aumenta en lugar de disminuir en intensidad a medida que la inteligencia y las facultades morales se desarrollan más y más" 2.
1. Véanse secciones
2.
Principios,
3.9.3 y 3.10.
pág. 200. F.C.E.
UNiVERSIDAD DE ANTIOQUlA
BIBLIOTECA
CENTRAL
Capítulo In
La economía
de Marx
CAPÍTULO III
LA ECONOMÍA DE MARX
3.1
Consecuencias de la Revolución Industrial (a partir de 1780)
I
I
3.1.1 El trabajo infantil y femenino .
(
"La maquinaria, al hacer inútil la fuerza del músculo, permite emplear
obreros sin fuerza muscular o sin un desarrollo físico completo, que posean,
en cambio, una gran flexibilidad en sus miembros. El trabajo de la mujer
y el niño fue, por tanto, el primer grito de la aplicación capitalista de la
maquinaria. De este modo, aquel instrumento gigantesco creado para eliminar
trabajo y obreros, se convertía inmediatamente en medio de multiplicación
del número de asalariados, colocando a todos los individuos de la familia
obrera, sin distinción de edad ni sexo, bajo la dependencia inmediata del
capital. Los trabajos forzados al servicio del capitalista vinieron a invadir
y usurpar, no sólo el lugar reservado a los juegos infantiles,sino también
el puesto de trabajo libre dentro de la esfera doméstica y, a romper con las
barreras morales, invadiendo la órbita reservada incluso al mismo hogar".
"Antes, el obrero vendía su propia fuerza de trabajo, disponiendo de ella
como individuo formalmente libre. Ahora, vende a su mujer y a su hijo. Se
convierte en esclavista". "En el célebre distrito londinense de Bethnal Green
se celebraba todos los lunes y martes, por las mañanas, un mercado público,
en el que niños de ambos sexos, de 9 años para arriba, se ofrecían en alquiler
a las manufacturas sederas de Londres". (Marx, El Capital, 1867, vol. 1,
cap. XIII).
148
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
"Ya hemos hablado de la degeneración física de los niños y jóvenes, de las
mujeres obreras a quienes la maquinaria somete a la explotación del capital,
directamente en las fábricas que brotan sobre la base de las máquinas, e
indirectamente en todas las demás ramas industriales. Por tanto, aquí sólo
nos detendremos en un punto: la enorme mortalidad de niños de obreros
en edad temprana". "Según demostró una investigación médica oficial
abierta en 1861, estas elevadas cifras de mortalidad se deben principalmente, si
prescindimos de circunstancias de orden local, al trabajo de las madres fuera de
casa, con el consiguiente abandono y descuido de los niños, alimentación
inadecuada e insuficiente de éstos, empleo de narcóticos, etc., aborrecimiento
de los niños por sus madres, seguido por abundantes casos de muerte provocada
por hambre, envenenamiento, etc." (Ibid.).
"La depauperización moral a que conduce la explotación capitalista del
trabajo de la mujer y el niño ha sido descrita tan concienzudamente por
F. Engels en su obra la Situación de la Clase Obrera en Inglaterra (1845), Y
por otros autores, que me limitaré a recordarla aquí. La degeneración intelectual, producida artificialmente por el hecho de convertir a unos seres
iGeipientes en simples máquinas- para.la fabricación de plusvalía ... obligó
~rfin al parlamento inglés a decretar la enseñanza elemental como condición
lég~l para el consumo 'productivo' de, niños menores de 14 años, en todas
áquellas industrias sometidas a ia ley fabril". (Ibid.).
"S610 un cuarto de los trabajadores en las fábricas de algodón, de 1834 a
1847, eran hombres adultos". (Hobsbawm, Las Revoluciones Burguesas,
1965).
3.1.2 El salario
"La maquinaria, al lanzar al mercado de trabajo a todos los individuos de la
familia obrera, distribuye entre toda su familia el valor de la fuerza de
trabajo de su jefe. Lo que hace, por tanto, es depreciar la fuerza de trabajo
del individuo". (Marx, op. cit.).
En realidad, el efecto combinado del ahorro de fuerza de trabajo que implica
la máquina en un proceso productivo dado, lo cual ya había sido observado
por Ricardo, y la multiplicación súbita de la fuerza de trabajo, al ingresar
a este mercado las mujeres y niños que antes eran ajenos al mismo, en un
período de tiempo relativamente breve, no podía dejar de hacer sentir sus
efectos depresivos sobre el desempleo y los salarios. Así, Toynbee en su
"Revolución Industrial" nos informa: "El problema de la miseria cayó sobre
los hombres en su forma más terrible entre 1795 y 1834". (Cap. IX). Y pasa
arnostrar que la ayuda oficial percápita para paliar los efectos de la miseria
en Inglaterra tuvo que multiplicarse por más de 4 entre 1760 y 1818.
LA ECONOMIA DE MARX
149
"Dupont- White describía la situación de los trahajadores (en 1846) así: 'No
tienen propiedad ninguna, sus vidas se hacen cada vez más cortas, su alimento
es cada vez peor, toda su estirpe y su moral desaparecen' ". (Kuczynski,
Historia de la Clase Obrera, último capítulo).
"Pierre Leroux declaraba (en 1845): 'Antes de la revolución de 1789 (en
Francia) un obrero ganaba en seis días lo que hoy gana en siete' ". (Ibid).
"En Francia fue un poeta, Víctor Hugo, (quien en su obra Los Miserables
dejó en testimonio dramático de las condiciones de vida de los trabajadores
por mediados del siglo XIX), quien decía (en 1853), de las viviendas de
Lille: 'Sótanos de Lille, la gente perece debajo de vuestros techos de piedra'.
Estas cuevas eran las que Adolphe Blanqui (1848) describía así: 'una sucesión
de ísletas separadas por callejuelas oscuras y estrechas; al final, pequeños
patios llamados courettes, que sirven al mismo tiempo de cloacas y de
depósitos de inmundicias ... La mayoría de estos infelices van casi desnudos
y los mejor cuidados, cubiertos de harapos ... La mayoría yacen en el santo
suelo sobre restos-de paja... El pozo en que languidecen está limpio de todo
mobiliario ... Más~e tres mil de nuestros conciudadanos llevan esta horrible
existencia en las cl{l'vasde Lille' ". (Ibid, cap. 3).
s-.
"El Breslauer Zeityng del 5 de diciembre de 1834 describía así el efecto de
(un) artículo (sobre las condiciones de vida de los trabajadores): 'Es un
hecho curioso que las noticias sobre el proletariado hayan acaparado de
repente toda nuestra atención. Solíamos vivir tan tranquila y pacíficamente,
íbamos a teatros,conciertos,
bailes, y de repente nos encontramos con la
pobreza y la miseria, y al punto nos hemos hecho compasivos, contribuimos
con dinero y visitamos la casamatas' " (Ibid.).
Si Adam Smith, para describir las condiciones de vida de los trabajadores
de su tiempo las había comparado favorablemente frente a las de cualquier
monarca primitivo, indicando con ello el progreso de los tiempos, ahora,
algo más de medio siglo después, el tema dominante era la miseria.
3.1.3 La jornada de trabajo
"Si la maquinaria es el instrumento más formidable que existe para intensificar
la productividad del trabajo, es decir, para acortar el tiempo de trabajo
necesario en la producción de una mercancía, como depositaria del capital,
comienza siendo, en las industrias de que se adueña directamente, el medio
más formidable para prolongar la jornada de trabajo haciéndola rebasar todos
los límites naturales. De una parte, crea nuevas condiciones, que permiten
al capital dar rienda suelta a esta tendencia constante suya, y de otra, nuevos
150
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
motivos que acicatean su avidez de trabajo ajeno". "Así se explica ese singular
fenómeno que nos revela la historia de la industria moderna, consistente
en que la máquina eche por tierra todas las barreras morales y naturales de la
jornada de trabajo". (Marx, El Capital, Vol. 1, Cap. XIII).
"El contrato por medio del cual vendía su fuerza de trabajo al capitalista
demostraba a ojos vistas, por decirlo aSÍ, que disponía libremente de su
persona. Cerrado el trato, se descubre que el obrero no es 'ningún agente
Libre', que el momento en que se le deja en libertad para vender su fuerza
de trabajo es precisamente el momento en que se ve obligado a venderla
y que su vampiro no ceja en su empeño 'mientras quede un músculo, un
tendón, una gota de sangre que chupar"'. (El Capital, Vol. l. Cap. XII).
Las condiciones a que se refiere Marx son, de un lado, la "resistencia"
artificial de la máquina, ante la cual el obrero actúa como "apéndice",
tratando de seguirla hasta que lo permitan sus propias fuerzas. Si en la
manufactura el obrero era el "amo" del instrumento, en la gran industria
él es apenas parte de un "engranaje objetivo" ajeno a su voluntad. Y, de
otro, el debilitamiento que produjo la introducción generalizada de la
maquinaria sobre la capacidad de negociación del obrero individual, al
generalizar el trabajo femenino e infantil y reducir simultáneamente el
crecimiento de la demanda por fuerza de trabajo. Los nuevos motivos se
refieren a que para minimizar costos utilizando maquir ....:ia de gran valor se
requiere mantenerla activa el mayor tiempo posible, mantenerla parada el
mínimo posible. Esto 'generalizó el trabajo nocturno, antes desconocido, los.
"turnos" sucesivos de trabajo y creó una gran presión hacia la prolongación
de la jornada de trabajo. Las circunstancias, es decir, la debilidad del obrero
individual para resistir el aumento de la jornada y los nuevos motivos serían
así fuente de la extensión de la jornada.
"Como hemos visto, el capital necesitó varios siglos para prolongar la jornada
de trabajo hasta su límite máximo normal, rebasando luego éste hasta
tropezar con las fronteras de la jornada natural de 12 horas; pues bien, con
el nacimiento de la gran industria, en el último tercio del siglo XVIII, se
desencadenó un violento y desenfrenado proceso, arrollador como una
avalancha. Todas las barreras opuestas por las costumbres y la naturaleza, la
edad y el sexo, el día y la noche, fueron destruidas ... Fueron los tiempos
orgiástico s del capital". (Ibid).
Y Marx cita al Daily Telegraph de Londres, de enero 17 de 1860: ' ... A las
2, a las 3, a las 4 de la mañana, se sacan a la fuerza de sus s~cias camas a
niños de 9 a 10 años, y se les obliga a trabajar para ganarse un mísero sustento
hasta las 10, las 11 y las 12 de la noche, mientras su musculatura desaparece,
su figura se va haciendo más y más raquítica, los rasgo~ de su cara se embotan
y todo su ser adquiere un pétreo torpor, que con solo contemplarlo hace
temblar .. , ¿Qué pensar de una ciudad en la que celebra una asamblea
pública para pedir que la jornada de trabajo de los hombres se reduzca
¡a 18 horas al día!? ... Nos hartamos de clamar contra los plantadores de
Virginia y de las Carolinas. Pero, ¿es que sus mercados de negros, aun cO,n
todos los horrores del látigo y del tráfico en carne de hombres, son mas
abominables que esta lenta carnicería humana que se ha montado aquí
para fabricar velos y cuellos de encaje en provecho del capitalista?" (Ibid),
151
La última expresión, que toma Marx de "La Situación de la Clase Obrera
en Inglaterra" (1845), de Engels, indica, quizás, el espíritu de aquel tiempo.
3.1.4 La intensificación del trabajo y el régimen fabril
"Es evidente que, al progresar la maquinaria, y con ella la experiencia de una
clase especial de obreros mecánicos, aumenta, por impulso natural, la velocidad y, por tanto, la intensidad del trabajo". "Esto se consigue de un
doble .modo: aumentando la velocidad de las máquinas y extendiendo el
radio de acción de la maquinaria que ha de vigilar el mismo obrero, o sea, el
radio de trabajo de éste". (Ibid), Y cita Marx la obra de John Fielden (1836),
un fabricante inglés: "Comparado con tiempos anteriores, el trabajo que
hoy se ejecuta en las fábricas ha crecido considerablemente, pues, al aumentar
en proporciones notables la velocidad de la maquinaria, ésta exige del obrero
mayor cuidado y actividad". Y a Lord Ashley quien, en un discurso ante la
cámara de los comunes (1844), decía: "El trabajo de los obreros empleados
en procesos fabriles es hoy tres veces mayor que al introducirse estas operaciones. Es indudable que la maquinaria ha venido a realizar una obra que
suple los tendones y los músculos de millones de hombres, pero ha venido
también a aumentar prodigiosamente el trabajo de los hombres sometidos
a sus espantosos movimientos ... En 1815, cada operario debía realizar
820 operaciones de vaciado de cada mule al cabo de las 12 horas, lo que
hacía una suma total de 1.640 operaciones al día. En 1832, el número de
operaciones de este género que tenía que ejecutar era de 2.200 para cada
mule, o sean 4.400 en total; en 1844, eran ya 2.400 para cada mule, ó 4.800
en total. .. ".
Pero todos estos resultados no podrían ser alcanzados sin un nuevo elemento
indispensable en el proceso productivo: la disciplina fabril. Cita Marx la
"Philosophy of Manufactures" de Ure (1835): "La principal dificultad, en la
fábrica automática ... estribaba ... en la disciplina necesaria para hacer que los
obreros renunciasen a sus hábitos irregulares dentro del trabajo, identificándolos con la regularidad invariable del gran autómata. Pero, el encontrar
y aplicar con éxito un código disciplinario congruente con las necesidades
y con la rapidez del sistema automático, era una' empresa digna de Hércules,
(
152
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
empresa que llevó a cabo Arkwright consu noble obra". Ya Engels ("Situación
de la Clase Obrera en Inglaterra"): "Esa triste rutina de una tortura inacabable
de trabajo, en la que se repite continuamente el mismo proceso mecánico,
(que, entre paréntesis, fue caricaturizada en el siglo XX por Charles. Chaplin
en su famosa película "Tiempos Nuevos") es como el tormento de Sisifojla
carga de trabajo rueda constantemente sobre el obrero agotado, como la
roca de la fábula". Sigue Mane "El trabajo mecánico afecta enormemente
el sistema nervioso, ahoga el juego variado de los músculos y confisca toda
libre actividad física y espiritual del obrero". Y concluye: "La supeditación
técnica del obrero a la marcha uniforme del instrumento de trabajo y la
composición característica del organismo de trabajo, formado por individuos
de ambos sexos y diversas edades, crean una disciplina cuartelaria, que se
desarrolla hasta integrar el régimen fabril perfecto, dando vuelos al trabajo
de vi~ilancia a que nos hemos referido más atrás y, por tanto, a la división
de loS obreros en obreros manuales y capataces obreros, en soldados rasos
y suboficiales del ejército de la industria". (Capital, Vol. 1, Cap. XIII).
3.1.5 El movimiento obrero
LA ECONOMIA DE MARX
153
producido entre la clase dirigente por la Revolución Francesa, preparando
el camino para que el parlamento aprobase apresuradamente en 1799.1800
las leyes antiunionistas". (Citado por Kuczynski).
Pero las huelgas se producen en forma sucesiva, muchas de ellas dirigidas por
mujeres, y si por 1833 la ley inglesa consideraba como normal una jornada
de trabajo de 5 1/2 a. m. a 8 1/2 p. m., que incluía tiempo para comidas, por
1838 los obreros abrazan de forma general como objetivo de lucha la "ley de
las 10 horas" como jornada normal, y ello. de mayo de 1848 entra en
acción en Inglaterra la ley de las 10 horas para los obreros de 13 a 18 años
y todas las obreras. Y es que por el mismo año de 1848 la situación de
lucha económica y política ha llegado a un clímax. En Francía, los obreros
que habían participado activamente en "las tres gloriosas jornadas" de
1830, en que Ca~los X fue derrotado por una insurrección liberal y popular,
y que permaneClan armados, se lanzaron a una insurrección en junio de
1848, que duró cinco días, al cabo de los cuales fue derrotada, pero que era
apenas un presagio del levantamiento obrero de marzo de 1871 que proclamó
la "Comuna de París" y que logró supervivir dos meses. Por 1847 ya existían
en Europa un puñado de partidos socialistas, que participaron en estas
insurrecciones, e~tre ellos la "liga de los comunistas", a la cual pertenecían
Engels y Marx. Por 1860 empieza a extenderse la consigna de la jornada de
las 8 horas y en t864 se funda la "Asociación Internacional de Trabajadores':
"Las batallas libradas por los trabajadores contra la máquina fueron violentas,
sangrientas, crueles y ampliamente dispersas, y, naturalmente, no tuvieron
éxito. Las mayores batallas de este tipo tuvieron lugar en Inglaterra donde la
maquinaria se empleó extensamente por primera vez". "Destructores de
máquinas se encuentran dondequiera que se introducía- la maquinaria:
Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica, Norte de Italia y otras partes, pero
relativamente pocos en los Estados Unidos, porque allí había escasez de
mano de obra ... " (Kuczynskí, Historia de la Clase Obrera, Cap. 2). Sin
embargo, la maquinaria se impuso a un ritmo veloz y en forma general.
Ante esto, empezaron las luchas contra algunas de sus consecuencias,
particularmente contra las extensas jornadas de trabajo, lucha en la cual se
originan las primeras huelgas y se crean las primeras asociaciones obreras.
Junto con el movimiento obrero, o como parte de éste, se desarrolla una
ideología "socialista" o, mejor, una amplia gama de ideas socialistas, divergentes
en muchos aspectos unas de otras, pero con la característica general de
servir como medio de expresión intelectual a la protesta del proletariado por
sus .condiciones-de vida, de plantear unas alternativas para remediar sus
males, señalarle unos objetivos generales y guiarlo en sus, luchas prácticas.
Dice Hutt en su "British trade unionism": "A finales del siglo XVIII habían
empezado a arraigar sociedades profesionales en la forma de clubs locales
que generalmente se reunían en las tabernas y ofrecían un carácter social
notable (el licor era un elemento importante en los gastos oficiales). En su
mayor parte, estos clubs se habían desarrollado entre la 'aristocracia' artesana,
los artesanos cualificados cuyos métodos de trabajo y condiciones había
dejado intactos la revolución industrial; estaban compuestos por toneleros,
carpinteros, ebanistas, mueblistas, carpinteros de ribera, papeleros, etc ...
Pero a partir de 1792 empezaron a extenderse entre la sección más importante
de los nuevos obreros industriales, los hiladores de algodón de Lancashire; y
esta amenaza potencial para los empresarios capitalistas se unió al pánico
Los más destacados representantes de los primeros teóricos socialistas, a
quienes Engelsy
Marx llamaron "socialistas utópicos" fueron Claudio
Enrique de Rouvroy, Conde de Saint Simon (1760 -1825), francés, quien
ya en 1802 incluyó a la clase de los "desposeídos" como clase activa en sus
análisis de la pugna por el poder y en 1815 planteó la lucha política como
una lucha económica y predijo la extinción del Estado; criticó el sistema
industrial y su consigna célebre fue, la de que "todos los hombres deben
trabajar"; Francisco María Carlos Fourier (1772-1837), francés, quien
vio en el sistema industrial un sistema de explotación, una "monstruosidad
provisional" y una fuente de miseria; propuso el "falansterío ", una "organización social por acciones", extendiendo la propiedad a los que carecen
3.1.6 La ideología socialista
154
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
de ella; y, Robert Owen (1771-1858), inglés, comerciante e industrial, quien
establece fábricas especiales en que la jornada de trabajo es menor, hay
guarderías y escuelas para los niños y, en general, las condiciones de trabajo
y de vida se establecen en un nivel considerado ideal que difiere en gran
medida de las fábricas comunes. Sin embargo, tienen que terminar cerrándose.
También deben mencionarse Simon de Sísmondi (1773-1842), suizo, quien
explicó en forma crítica muchas de las características del régimen de la
gran industria, haciendo énfasis en las crisis económicas que engendraba el
exhorbitado deseo de acumular, en el desempleo que producía la maquínización y en la oposición entre propietarios y trabajadores. Y Pedro José
Proudhon(1809-1865),
francés, famoso por su frase "La propiedad es un
robo". Sin embargo, Marx y Engels clasificaron a Sismondi como "socialista
pequeño -burgués" y a Proudhon como "socialista conservador o burgués".
Al primero por considerar como ideal la pequeña propiedad campesina, y al
segundo por desear "remediar los males sociales con el fin de consolidar la
sociedad burguesa". Proudhon mismo llegó a ser un opositor teórico y
político de Marx.
Pero con estas clasificaciones del socialismo, Marx (1818-1883) y Engels
(1820-1895) desean también clasificar su propio socialismo al cual, para
diferenciarlo de los demás, llaman "socialismo científico". Y es que, en
efecto Marx y Engels no pretenden una mera condena moral del capitalismo
así como tampoco pretenden que el socialismo sea un mero "ideal" que los
hombres construirán a voluntad. Para ellos la sociedad está sujeta a leyes
ineluctables, el capitalismo surgió por una irremediable necesidad histórica,
pero ello también significa que su abolición, el socialismo, es asimismo una
irremediable necesidad del desarrollo histórico. Este socialismo debe tener,
pues, características que no dependen del puro "quere~". o de la noción de
"ideal" de algunos hombres, sino de las leyes específicas del desarrollo
histórico de la sociedad, y de las leyes específicas del desarrollo del capitalismo, porque son ellas las que dan lugar al socialismo. Por esto, su objetivo
fundamental es "descubrir y exponer" tales leyes mediante el proceso de
análisis científico. Es así como Engels subraya en su Discurso ante la Tumba
de Marx lo que él considera la principal contribución de éste al pensamiento
humano: "Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza
orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana ... ". De
la misma manera, es ello lo que explica que el propio Engels se haya lanzado
al estudio del origen del hombre y de la sociedad primitiva, y que Marx
haya dedicado su vida a un detallado análisis ~el ~api~li.s~o, legando ~~
teoría económica que no puede ser ignorada en nmgun análisis de la evolución
del pensamiento económico, y cuyos fundamentos constituyen precisamente
el objeto de este capítulo. Pero, dado que su exposición sobre las leyes ~el
desarrollo capitalista se enmarca dentro y son producto de su concepción
155
LA ECONOMIA DE MARX
de "la ley del desarrollo de la historia humana", no podría seguirse adelante
sin decir unas breves palabras sobre ésta, así sean excesivamente esquemáticas
en relación a la hondura polémica que demanda el tema.
3.2
El materialismo histórico
Es ya un lugar común señalar que las tres fuentes básicas de que se valieron
Marx y Engels para desarrollar su concepción de la historia y el capitalismo
fueron: i- el pensamiento materialista francés de fines del siglo XVIII, que
llamaron "materialismo mecaninicista", y que fue brillantemente expuesto
por los enciclopedistas. El "socialismo utópico", por el cual profesaron gran
admiración intelectual como ideología pionera en la crítica del capitalismo,
fue precisamente un desarrollo natural e inmediato de este materialismo, que
echó por la borda todos los prejuicios de su tiempo acerca de que las ideas
y valores fundamentales del hombre eran de carácter innato, poniendo en
cambio como fundamento explicativo de tales ideas el medio social. De tal
importancia consideraron este aspecto que en su obra clásica "Ludwig
Feurbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana", (1886), Engels escribió:
"El gran problema cardinal de toda la filosofía, especialmente de la moderna,
es el problema de la relación entre el pensar y el ser"; ii- la dialéctica de la
"Filosofía Clásica Alemana", particularmente de Hegel, que es un método
de análisis consistente en "el examen de los fenómenos en su desarrollo; en
su origen y destrucción" (Plekhanov, "El Punto de Vista Monista de la
Historia"), y, iii-Ia economía política clásica inglesa que explicó las primeras
leyes sobre las "contradiccienea.económicas"
en el seno de la sociedad
capitalista.
,
Naturalmente, aunque Marx y Engels reconocieron explícitamente estas tres
influencias básicas para la conformación de su teoría, también se apresuraron
á afirmar que ésta última no era una simple suma de las tres anteriores y que
su "síntesis" representaba una especie de "cambio de cantidad en calidad"
en que el producto no es igual a la suma de las partes. Así, por ejemplo,
encontraron "mecanicista" al materialismo francés del siglo XVIII, en
oposición a su propio materialismo "dialéctico"; encontraron "idealista" a
la dialéctica hegeliana, en oposición a su propia dialéctica "materialista", lo
cual llevó a Marx a decir que la dialéctica está en Hegel "invertida, puesta
de cabeza" y que hay "que darle la vuelta, mejor dicho ponerla de pie"; y,
encontraron ahistórica, en cierta forma antidialéctica, a la economía política
clásica inglesa por ver implícitamente en las relaciones capitalistas de producción unas "relaciones naturales y eternas", no unas relaciones sujetas a
cambio y destrucción, no obstante que Marx consideró un gran mérito de
Smith y de Ricardo el que, a través del mero análisis interno de la acumulación
capitalista, hubiesen llegado a descubrir un límite histórico para la misma,
con lo cual se refería obviamente al famoso "estado estacionario".
156
LA ECONOMIA DE MARX
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
Sobre estas bases, que los conduce al análisis histórico de las formaciones
económicas precapitalistas (los estudios de Engels sobre la comunidad
primitiva, y los de Marx sobre el "modo de producción asiático", el esclavismo
y el feudalismo), llegan, pues, a formular su concepción materialista de la
historia, cuyo mejor resumen lo ha hecho el propio Marx en el prólogo a la
"Contribución a la Crítica de la Economía Política" (1859):
"Mi investigación desembocaba en el resultado de que, tanto las relaciones
jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas
ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que radican,
por el contrario, en las condiciones materiales de vida cuyo conjunto resume
Hegel, siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII,
bajo el nombre de 'sociedad civil', y que la anatomía de la sociedad civil
hay que buscarla en la Economía Política". "El resultado general a que
llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a mis estudios,
puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombres contraen
determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones
de producción, que corresponden a una determinada fase del desarrollo
de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de
producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre
la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social, El modo de producción de la
vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en
general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por
el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una
determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la
sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes,
o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de
propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas
suyas. y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base
económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa
superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay
que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones
económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia
de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas
o filosóficas, en una palabra, las formas ideológicas en que los hombres
adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo
modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no
podemos juzgar a estas épocas de revolución por su conciencia, sino que, por
el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de
la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas
sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece
157
antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro
de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción antes
de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el
seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone
únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas,
vemos siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan o, por lo
menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A
grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso, en
la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el
antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción;
antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un
antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos.
Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad
burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la
solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por
tanto, la prehistoria de la sociedad humana.
Federico Engels, con el que yo mantenía un constante intercambio escrito
de ideas desde la publicación de su genial bosquejo sobre la crítica de las
categorías económicas, había llegado por distinto camino al mismo resultado
que yo".
Cualquier intento de resumir más claramente lo que el mismo Marx ha
expresado en una página, entonces, sobra. Sólo cabría subrayar, ahora que
se inicia el estudio de su teoría económica, que Marx no sólo, para utilizar
las palabras de David Ricardo, está "junto con todos aquellos que reconocen
la importancia de la ciencia de la Economía Polítíca", sino que le ha dado
a esta importancia una nueva y gigantesca dimensión: no sólo la historia de
los hechos humanos resultaría incomprensible sin esta ciencia, sino que
todas "las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas"
y, en una palabra, la propia conciencia del hombre también lo serían. Difícil
encontrar, pues, unas palabras que describieran con mayor énfasis que las
del mismo Marx la importancia que éste otorgaba a la teoría económica y,
particularmente, al estudio de las leyes que rigen el desarrollo de la economía
capitalista, cuyos resultados fundamentales en la versión de Marx se intenta
resumir a continuación.
3.3
Valor y trabajo abstracto
3.3.1 La distribución del ingreso y su medición
Independientemente de la similitud o diferencia en las razones para ello, el
problema de las leyes que regulan la distribución delingreso entre las clases
158
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
que componen a la sociedad capitalista es para Marx, como para Smith
y Ricardo, un problema fundamental que debe abordar y resolver la Economía
Política. Precisamente, ésta puede ser una de las pocas, o quizás la única
proposición sobre la teoría de Marx absolutamente indisputada en cualquier
versión de la historia del pensamiento económico. La verdad de esta proposición es tan evidente que no requiere de ninguna ilustración. Pero, por si
acaso, baste con recordar que Engels definió la Economía Política como "la
ciencia que estudia las relaciones sociales de producción, distribución e
intercambio" (Anti-Duhring, Cap. 7 sub. agr.), y que Marx dedicó prácticamente todo el volumen 1 de El Capital a examinar la distribución entre salarios
y plusvalía, de lo cual sale su teoría de la acumulación, y prácticamente
todo el volumen III al mismo tema en mayor detalle (salarios y ganancias
de los capitales individuales, ganancia industrial, ganancia comercial, interés
y renta del suelo).
La teoría de la distribución del ingreso es, pues, una parte absolutamente
fundamental de la teoría económica de Marx. Pero, como ya se ha visto en
diversas secciones anteriores, incluyendo la
seco1 7. 3 y las secciones
2. 1. 4 Y 2. 2. 2
sobre Smith y Ricardo, respectivamente, no hay proposi'ción alguna que válidamente pueda formular cualquier teoría económica
sobre la distribución del ingreso, si previamente no dispone de una unidad
de medida del ingreso real, es decir, de su valor. En otros términos, puesto
que, como se vio en tales secciones, de un lado, la agregación económica no puede ser física sino que requiere una valuación y, de otro lado, el dinero
no puede servir como unidad de medida del ingreso real (ni de cualquier
valor real), ya que su propio valor está cambiando permanentemente, toda
teoría de la distribución, incluida la de Marx, debe recurrir a una unidad
de medida invariable del ingreso real que no sea el dinero, es decir, a una
teoría de la valuación del ingreso real o sea a una teoría del valor. En síntesis,
para formular cualquier proposición válida sobre la distribución del ingreso
se requiere poder medir el ingreso real y sus partes componentes (salarios,
ganancias, rentas); para poder medir el ingreso real se requiere de una unidad
de medida invariable (como el metro para medir longitudes), que no sea el
dinero; y, como el ingreso es un valor, y.sus partes componentes son valores,
y por ello todo precio es un valor, puede concluirse que para poder formular
una teoría válida de la distribución se requiere de una unidad de medida
invariable de los valores en general (o del ingreso), o sea de una teoría del
valor.
y de tal requerimiento no podía escapar Marx, lo cual era perfectamente
sabido por éste, como lo demuestra el hecho de que antes de decir en El
Capital la más mínima palabra sobre la distribución se ocupa, primero que
todo, de la teoría del valor.
LA ECONOMIA DE MARX
159
A partir de esto, Marx adopta el trabajo como la única unidad de medida
invariable de todo ingreso y de todo precio real, es decir, mide todos los
valores reales en unidades de trabajo humano, paso que da en el primer
capítulo del primer tomo de El Capital, antes e independientemente de la
elaboración de cualquier teoría de la determinación de los precios, tópico
éste que relega Marx hasta el tercer tomo de El Capital. ("El trabajo es la
sustancia y la medida inmanente de los valores, pero de suyo carece de
valor". El Capital, tomo 1, cap, XVII). En esto, el procedimiento de Marx es
similar o idéntico al de Smith (secc. 11. 1. 4), en el sentido de que suelección
de la unidad de medida es absolutamente independiente de las magnitudes
de aquello que va a medir (así como el metro es absolutamente independiente
de que las longitudes que mida puedan ser más grandes o más pequeñas).
Smith define la unidad de medida antes de saber o de decir cuánto miden
los precios, y Marx también define la unidad de medida antes de medir
los precios. Que los precios sean mayores o menores, que suban o bajen,
que no suban ni bajen, etc., es absolutamente indiferente para la unidad de
medida de Srnith y de Marx. Precisamente, más bien a la inversa, si se puede
saber que los precios reales subieron o bajaron, que son mayores a... o
menores que ... , es porque, ya de antemano, se poseía una unidad invariable
para medidos. De la misma manera que se puede saber que la estatura de una
persona aumentó o disminuyó en tanto o que es mayor o menor que la de
otra en tanto, porque se posee de antemano una unidad de medida invariable
para su medición, que es el metro.
Ricardo, por el contrario, llega al trabajo como unidad de medida de los
precios por una vía indirecta y completamente diferente. Como se recordará,
en una primera instancia Ricardo no adopta el trabajo como unidad de
medida del valor, sino el precio de una mercancía imaginaria que es siempre
invariable, Puesto que Ricardo reconoció como inexistente tal mercancía,
(aunque Sraffa creyó encontrarla en la "mercancía compuesta") entonces
argumenta que aunque el trabajo no es la única causa de variación y determinación de los precios sí es la causa más importante, considerando los
efectos de las otras causas como "leves"y despreciables en la práctica. De esta
forma, mediante una aproximación 'empírica, no obstante haber demostrado
conclusivamente que los precios no pueden estar determinados por las
cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías, adopta en la
práctica el supuesto, 'debido a lo que él creía una aproximación cuantitativa
"aceptable",-de que los precios sólo cambian cuando cambian las cantidades
de trabajo necesarias para producir las mercancías, es decir, adopta un
supuesto sobre la forma como se determinan los precios (por las cantidades
de trabajo), Llegado a este punto, si el precio sólo puede cambiar cuando
. cambia la cantidad de trabajo, entonces el precio es constante siempre que
no cambie la cantidad de trabajo. Pero un precio siempre constante es la
160
LNTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
unidad de medida invariable que buscaba Ricardo y, por consiguiente, la
cantidad de trabajo que contiene ese precio invariable termina así, indirectamente, convertida en la unidad de medida de todos los precios y valores.
puede entonces formularse como una objeción al procedimiento de Ricardo
para obtener su unidad de medida, diciéndole que su "aproximación" no era
tan buena como él creía, o aun que la precisión conceptual no se demuestra
con una aproximación empírica, pero nada tiene que ver en absoluto con la
unidad de medida de Smith y Marx. Tratar de descalificar la consistencia
del trabajo como unidad de medida en Smith y Marx mediante la propia
demostración de éstos de que las cantidades de trabajo no determinan los
precios, es ento~ces como amenazar al diablo con expulsarlo del paraíso, una
amenaza que solo pone de manifiesto la ignorancia de quien la profiere
y que, desafortunadamente, es muy frecuente en los textos usuales de
doctrinas económicas.
Por consiguiente, el procedimiento de Ricardo no sólo es diferente al de
Smith y Marx sino que es precisamente opuesto. Mientras que Smith y
Marx parten, de principio, del trabajo como unidad de medida para poder
saber cómo cambian los precios, Ricardo parte de un supuesto acerca de
cómo cambian los precios para llegar al trabajo como unidad de medida.
Mientras que la unidad de medida de Smith y Marx es absolutamente independiente de la forma como se determinan los precios, la unidad de medida
de Ricardo depende absolutamente de su supuesto sobre la forma como se
determinan los precios.
Pasar por alto la anterior nposícíón es fuente de la tergiversación más grotesca
q1;le,se ha podido hacer y que se puede hacer de la teoría de Marx y de
S1nith~ La validez de la unidad de medida de Smith y de Marx no depende
e4\.a.bsoluto de si los precios suben o bajan, permanecen invariables o no, o
d~ si sólo varían cuando varían las-cantidades de trabajo, como en Ricardo,
PÍír'elcontrario, Marx adopta el trabajo como unidad de medida con pleno
conocimiento de que este procedimiento es absolutamente independiente de
la forma como se determinan los precios, ya que en 1865, dos años de
publicar el tomo 1 de El Capital (donde expone su teoría del valor), había
terminado los borradores del tomo III en los cuales demuestra la imposibilidad
de que los precios estén determinados en una economía capitalista por la
cantidad de trabajo que cuesta producir las mercancías. Más aún, en el
cap. XII del tomo III, adelantándose casi un siglo a Sraffa, demuestra cómo
la desviación entre las cantidades de trabajo y los precios no podía ser tan
"leve" como suponía Ricardo, pues al entrar unas mercancías como insumos
en la producción de otras, estas desviaciones se van agravando o potenciando
hasta hacer perder de vista cualquier conexión entre la cantidad de trabajo
y el precio. Todavía más, en el mismo tomo 1 (pág. 120), Marx afirma
explícitamente: " ... porque los precios medios no coinciden directamente
con las magnitudes de valor (de trabajo) de las mercancías, como entiende
A. Smith, Ricardo y otros". (Sub. agr.), aunque esta afirmación realmente
pueda ser una injusticia para con Smith.
La proposición de que las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías no determinan en la realidad los precios de las mismas, que como ya se
sabe fue inicialmente formulada por el mismo Smith, luego demostrada por
el mismo Ricardo, y luego nuevamente demostrada por el mismo Marx,
161
(Un ejemplo conclusivo de que para adoptar el trabajo como unidad de medida
del ingreso real, y por tanto de todos los precios e ingresos, es decir, de todos
los valores, no se requiere siquiera la más leve referencia a la forma como
se determinan los precios, es el procedimiento seguido en la sección 7. 3. 4.,
donde el ingreso nacional real se calcula a través del trabajo agregado en la
producción, es qflcir, donde se adopta el trabajo como unidad de medida
para resolver el problema de que los agregados monetarios son Inapropíados
para el análisis de la distribución).
Pero, perder deyista lo anterior es tanto más injustificable cuando de la
forma más explícita posible Smith y Marx dejaron por sí mismos señalada
la diferencia entre sus procedimientos y el de Ricardo. En efecto, se vio en
la sección 11. 2. 5 cómo Ricardo justifica el trabajo como unidad de medida
única y exclusivamente por su conclusión de que era la causa más importante
de variación de los precios, mientras que Smith no se refiere en lo más
mínimo a este argumento, y ni siquiera a alguno que pueda tener relación
con él, ya que, como se vio en la sección 11. 1. 4, Smith justifica el trabajo
como unidad de medida invariable porque "Puede decirse que iguales cantidades de trabajo, en todos los tiempos y lugares, tienen el mismo valor
para el trabajador. En su ordinario estado de salud, fortaleza y ánimo; en el
grado ordinario de su calificación y habilidad, él tiene que dar siempre la
misma porción de su comodidad, su libertad y su felicidad. El precio que él
paga debe ser siempre el mismo, cualquiera que sea la cantidad de bienes que
recibe como recompensa por ello". (Sub. agr.) ¿Qué tiene que ver esta
justificación de Smith con la de Ricardo? Aun en los términos más rigurosos
posibles, la verdadera respuesta es: absolutamente nada. Y si no existe una
relación siquiera remota entre la argumentación de Smith y la de Ricardo
sobre este punto, puede afirmarse que entre la de Ricardo y la de Marx no
sólo media un mundo de diferencia sino también toda una diferericia en la
concepción del mundo, como se verá a continuación, en la justificación
de Marx.
162
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECO:-¡OMIA DE MARX
3.3.2 Trabajo abstracto y constitución social
"Uno de los defectos fundamentales de la economía política clásica es el
no haber conseguido jamás desentrañar del análisis de la mercancía, y más
especialmente del valor de ésta, la forma del valor que la convierte en valor
de cambio. Precisamente en la persona de sus mejores representantes, como
Adam Smith y Ricardo, estudia la forma del valor como algo perfectamente
indiferente o exterior a la propia naturaleza de la mercancía. La razón de
esto no está solamente en que el análisis de la magnitud del valor absorbe
por completo su atención. La causa es más honda. La forma del valor que
reviste el producto del trabajo es la forma más abstracta y, al mismo tiempo,
la más general del régimen burgués de producción, caracterizado así corno
una modalidad específica de producción social y a la par, y por ello mismo,
como una modalidad histórica. Por tanto, quien vea en ella la forma natural
eterna de la producción social, pasará por alto necesariamente lo que hay de
específico en la forma del valor y, por consiguiente, en la forma mercanc ía,
que, al desarrollarse, conduce a la forma dinero, a la forma capital, etc." (El
Capital, tomo I, cap. I).Marx empieza señalando, pues, que una diferencia
esencial con el análisis del""fafor de los economistas clásicos (aun incluyendo
a Smith), es que éstos abordan el fenómeno del vai~rcomo un fenómeno
natural y ahistórico, mientras que él (Marx) descubre en este fenómeno
una forma histórica particular de las relaciones sociales de producción y
distribución, (división del trabajo, propiedad privada sobre los medios de
producción, trabajo asalariado), que es precisamente "lo que hay de específico
en la forma de mercancía".
Pero, " ... el valor no lleva escrito en la frente lo que es. Lejos de ello,
convierte a todos los productos del trabajo en jeroglíficos sociales. Luego,
vienen los hombres y se esfuerzan por descifrar el sentido de estos jeroglíficos,
por descubrir el secreto de su propio producto social, pues es evidente que
el concebir los objetos útiles como valores es obra social suya, ni más ni
menos que el lenguaje". Sin embargo, "todo el misticismo del mundo de las
mercancías, todo el encanto y el misterio que nimban los productos del
trabajo basados en la producción de mercancías se esfuman tan pronto como
los desplazamos a otras formas de producción" (Ibid.).
Es decir, en las formas históricas de producción no mercantil, sin propiedad
privada sobre los medios de producción, no existía un problema del valor, no
existía el problema de descifrar los jeroglíficos en que se convierten los
productos tan pronto como se vuelven mercancías, tan pronto como surge
la propiedad privada sobre los medios de producción. Porque en tales sociedades primitivas o, para el caso, en "una asociación de hombres libres que
trabajen con medios colectivos de producción y que desplieguen sus numerosas
163
fuerzas individuales de trabajo con plena conciencia de lo que hacen, como
una gran fuerza de trabajo social, .. las relaciones sociales de los hombres
con su trabajo y los productos de su trabajo son perfectamente claras y
sencillas, tanto en lo tocante a la producción como en lo que se refiere a la
distribución". (Ibid.).
Por tanto, "¿De dónde procede, entonces, el carácter misterioso que presenta
el producto del trabajo, tan pronto como reviste forma de mercancía?
Procede evidentemente de esta misma forma". Y, "Si los objetos adoptan la
forma de mercancías es, pura y simplemente, porque son productos de
trabajos privados independientes los unos de los otros. El conjunto de
estos trabajos privados forma el trabajo colectivo de la sociedad". Pero,
"como los productores entran en contacto social al cambiar entre sí los
productos de su trabajo, es natural que el carácter específicamente social
de sus trabajos privados sólo resalte dentro de este intercambio. También
podríamos decir que los trabajos privados sólo funcionan como eslabones
del trabajo colectivo de la sociedad por medio de las relaciones que el cambio
establece entre los productos del trabajo y, a través de ellos, entre los
productores". (Ibid, Sub. agr.).
1
..
En síntesis, a través de la historia, el hOlilbre sólo se ha podido producir en
sociedad, estableciendo relaciones de unos con otros, y en ese sentido
utilizando la suma de todos los trabajos individuales como una fuerza de
trabajo colectiva. Sin propiedad privada sobre los medios de producción,
estas relaciones son directas y sencillas, "perfectamente claras". Pero, con el
desarrollo de la propiedad privada sobre los medíos de producción, aunque
este hecho no puede impedir que los hombres .deban seguir produciendo
en s~ciedad, cooperando y actuando como fuerza de trabajo colectiva, las
relaciones de unos trabajos individuales con otros sólo toma lugar en forma
ya no directa, sino indirecta, a través del intercambio de los productos. Y en
este intercambio, los productos, ya mercancías, se aparecen como valores .
El valor, entonces, no sería sino la forma en que se manifiesta este intercambio
de "trabajos privados independientes los unos de los otros", la única forma
que la propiedad privada conoce para manifestar el carácter social que tiene
todo trabajo privado.
Y tal hecho no se afecta en lo más mínimo porque unos trabajos privados
difieran de otros en su forma concreta (carpintería, sastrería, plomería,
agricultura, minería, etc.). Por el contrario, la división del trabajo, la otra
condición de la producción mercantil, presupone estas diferencias. Son
ellas, precisamente, las que dan lugar a que no se rompan la cooperación ni
la necesidad del trabajo de unos por parte de los otros. Y, de otro lado, todos
estos trabajos concretos no son sino formas en que se gasta la energía humana
INTRODUCCION
164
A LA ECONOMIA
general en el proceso productivo, no son sino formas de "un gasto productivo
de cerebro humano, de músculo, de nervios, de brazo, etc. ", de un gasto de
trabajo humano en general, de trabajo humano abstracto en este último
sentido.
Marx descubre, de esta manera, pues, detrás de todas las formas del valor
un mero medio a través del cual los hombres intercambian sus trabajos
abstractos, intercambio que, a su vez, es la única forma en que se mantiene
el carácter social de los trabajos individuales bajo las condiciones de la
propiedad privada so bre los medios de producción. Y debe subrayar se
que esta proposición, de por sí, es independiente de cualquier relación de
magnitudes específicas en el proceso de intercambio. Así, por ejemplo, es
posible que un hombre, muriendo de sed en el desierto, esté dispuesto a
dar su trabajo de un año a cambio de un vaso de agua que sólo puede costar
10 minutos de trabajo, o ningún trabajo. Pero esto nada le quita ni le pone a
la proposición de que, en tal transacción, uno o más trabajos individuales
cobran, a través de esa vía, su carácter social, es decir, que son trabajos
puestos al servicio de los demás.
de Smith es completamente diferente de la de Ricardo,
la de Marx se sitúa, pues, simplemente en un mundo diferente. Sólo cabe,
eritonces, lamentar que algunos juicios usuales que no distinguen las vías
que han usado estos tres autores para llegar a la "teoría del valor-trabajo",
hayan dado lugar a las más grotescas desfiguracíones y tergiversaciones
sobre la "teoría del valor-trabajo", originando algunas polémicas no sólo
inútiles sino que han "enseñado" a algunas generaciones de economistas que
el castigo apropiado para el diablo es expulsarlo del paraíso. No obstante, ya
en 1901, en su crítica a la crítica de Bohm-Bawerk a Marx, Rudolf Hilferding
había escrito: " ... el trabajo es el principio del valor ... porque el trabajo es
el vínculo que mantiene unida a la sociedad descompuesta en sus átomos ... "
LA ECONOMIA DE MARX
165
Y, para .hacer del trabajo la unidad de medida del ingreso real, sin ninguna
a la magnitud o a la forma como Se determinan los precios de las
mercancías individuales, basta con definir el valor agregado real de la sociedad
en su ?onjunto, d~rante un período de tiempo dado, como el trabajo agregado
o realizado por dicha sociedad en el mismo período de tiempo., Esto es así
porque, (haciendo abstracción, por simplicidad, de las relaciones económicas
mt~macion~les), e~ valor agregado real es igual al valor real del producto
?aclOnal y este es Igual al ingreso nacional real (cap. 7). De esta manera el
ingreso nacional real será siempre igual al trabajo agregado por la sociedad
du~nte un períod~ de tie~po determinado, y toda fracción del ingreso
nacional rea.l, es decir, todo ingreso (ya sea salario, ganancia o renta) quedará
e.xpresado sl~mpre como. una magnitud de trabajo, es decir, el trabajo será
siempre la unidad de medida de todo ingreso real.
referencia
Se .tiene así que. el valor agregado real por la sociedad en su conjunto (VAR)
es igual al trabajo total realizado por la sociedad en su conjunto (T) durante
un período de tiempo determinado, y también es igual al ingreso' nacional
real (YNR) durante ese período, o
Sí.Ia argumentación
3.4
Plusvalía y salarios
3;4.1 Trabajo agregado e ingreso nacional
La demostración de que los precios de las mercancías no están determinados
por las cantidades de trabajo que ha costado producirlas puede ser suficiente
para invalidar la teoría del valor de Ricardo pero, como acaba de verse, es
absolutamente independiente de la teoría del valor de Smith y de Marx. En
otros términos, el trabajo como unidad de medida del ingreso nacional y de
todo ingreso en general es escogido por Marx, independientemente de los
precios de las mercancías, aun sin conocer cómo se determinan estos últimos.
I'-
V_A_R
__
T__ YN_R.....Jl,(Eq. 3. 4. 1)
Ahora bien, cualquier magnitud de ingreso real es obtenida en la práctica
sólo bajo la forma de un ingreso monetario, es decir, sólo bajo la forma de
una cantidad dada de dinero que equivale a una determinada magnitud de
ingreso real. Pero una unidad monetaria, no equivale siempre, a través del
tiempo, a la misma magnitud de ingreso real. (Si así fuera, entonces el dinero
también podría ser una unidad de medida invariable del ingreso real).
Si se desea conocer el ingreso real que corresponde a un ingreso monetario
dado, que es el visible en la práctica, es necesario entonces conocer el valor
real que representa cada unidad monetaria en un momento dado. Y esto se
puede hacer obteríiendo el cociente de
I YNR!
YNM
1= d
(Eq. 3. 4. 2)
1 Sobre la definición de valor agregado, en caso de no recordarse con precisión, véase la sección
7. 2. Sobre el valor agregado real, véase sección 7. 3.
166
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
donde YNM es el ingreso nacional monetario o nominal (sección 7. 2),
porque, en cada momento dado del tiempo, el dinero tiene la particularidad
que 2 de sus unidades compran el doble de valor que 1 unidad, 3 compran
el triple, ... 10 unidades compran 10 veces más que 1,... , 1.000 compran
1.000 veces más, etc., etc. Por tanto si un millón de unidades monetarias
compran todo el YNR, una sola unidad monetaria, cualquiera de ellas,
comprará una millonésima parte de YNR, o YNR / 1 '; si son 5' de unidades
monetarias las que se requieren para comprar la totalidad del YNR, entonces
una sola unidad comprará YNR/5',
etc., etc. Es decir, dividiendo el YNR
por el valor monetario del ingreso nacional (YNM), se obtiene el ingreso real
equivalente a cada unidad monetaria, o a cada unidad de ingreso monetario,
que es igual a d. I Por consiguiente, al multiplicar cualquier suma de ingreso
monetario por d, se obtendrá la magnitud de ingreso real que corresponde
a la misma.
(Por ejemplo, sea x una magnitud dada de ingreso monetario, entonces:
= u, donde u es la correspondiente magnitud de ingreso real. Por consiguiente, u Id = x, o sea que multiplicando la magnitud de ingreso real por
1 / d se obtiene la respectiva magnitud de ingreso monetario).
x . d
Se desprende de lo anterior, entonces, que a todo ingreso monetario
corresponde una determinada magnitud de YNR y, por tanto, del VA-R y de
T. Pero esto significa que si las ganancias y la renta monetarias, como remuneración a la propiedad sobre los medios de producción, son mayores que
cero, entonces también corresponde a ellas una fracción del YNR, del VAR
y de T. Puesto que en toda sociedad capitalista las ganancias y la renta
monetarias son siempre mayores que cero, se deriva de lo anterior que la
remuneración al trabajo (salarios) jamás podrá ser la totalidad del YNR, ni
del VAR ni, por tanto, de T. En otras palabras, la remuneración al trabajo, el
valor real de los salarios de la nación (8), será siempre menor que T, o
L<\ ECONOMIA DE MARX
y
Desdoblamiento de la Plusvalía
Puesto que T es la magnitud total de trabajo realizado (o agregado) por la
sociedad durante el período en cuestión, y 8 es la remuneración real total
que se paga por realizar dicho trabajo, y 8 < T, Marx afirma que los trabajadores crean un valor mayor (T) al valor que reciben como pago por su fuerza
de trabajo (8), es decir, que crean un plus-valor sobre el valor de sus propios
salarios, al que llama plusvalía y que, evidentemente, es igual a T -8, o sea el
valor total creado por los trabajadores menos su propia remuneración y
que, obviamente, corresponde al valor real que es apropiado socialmente en
gracia .exclusiva a la propiedad privada sobre los medios de producción (P).
Así, P se desdobla en la remuneración a la pura propiedad del capital, G, y la
remuneración a la pura propiedad de los recursos naturales como la tierra,
R. 2 La ganancia y la renta, según Marx, son pues meras formas en que se
desdobla la plusvalía; formas diferentes de apropiación, por parte de los
propietarios de los medios de producción, del "trabajo excedente" realizado
por los trabajadores. (Trabajo excedente sobre el valor real de los salarios, es
decir, sobre el trabajo que se paga como salarios). Plusvalía y ''trabajo
excedente" son, entonces, la misma cosa.
I
El lector avanzado notará que a esta conclusión central de Marx, se llegó aquí mediante un procedimiento no ortodoxo que, siendo estrictos requiere de la solución al problema de la transformación
de valores en precios. (Esta solución se encuentra en H. Cuevas. La Teoría del Valor-Trabajo
y el
Sistema de Precios, Edición Offset, Depto. de Economía, Universidad Nacional de Colombia, 1980,
particularmente
caps, 6 y 7). No obstante, se SUbraya que, aparte de la identidad de la conclusión,
éste es un desarrollo lógico obligatorio del concepto de valor agregado de Marx y de la independencia
de su teoría del valor frente a su teoría de la determinación
de los precios. Su ventaja expositiva,
frente al método ilustrativo que usa Marx de alcanzar tal identidad a través del valor de la mercancía
individual estriba "" sólo en su generalidad y libertad de supuestos restrictivos, así sean transitorios,
sino fundamentalmente
en que evita cualquier equívoco de los que suelen dar lugar a polémicas
sin razón pero interminables.
2
Recuérdese que ya Smith distinguía plenamente
Capital y los salarios de dirección y administración
al trabajo.
Y, llamando P al residuo de T sobre S, o sea a la parte del YNR que no se
paga en salarios, sino que es la suma de la renta (R) y las ganancias (G), se
tiene:
1 Id
= YNM I YNR es llamado
"el deflactor
implícito
del ingreso nacional".
(Eq. 3. 4. 4)
(Eq. 3. 4. 5)
3.4.2 Masa de plusvalía
4.3)
I
IR+G=pl
I
18+P=TI
167
entre la ganancia como una remuneración
pura al
de las empresas, que constituyen una remuneración
168
INTRODUCCION
LA ECONOMIA DE MARX
A LA ECONOMIA
Marx critica a los clásicos por no haber operado con esta naturaleza común
de la renta y la ganancia y, sobre esa base, se propone realizar entonces
dicha operación. O sea, se propone estudiar las leyes que determinan la
magnitud de la plusvalía en su conjunto, o masa de plusvalía, el trabajo
excedente global. Y solamente después de estudiadas estas leyes pasa. a
investigar las leyes específicas que regulan el reparto de esta masa global
de plusvalía entre ganancia y renta, por un lado, y que regulan el reparto
de la ganancia total entre los diversos capitales individuales, y de la renta
total entre los diversos terratenientes, por el otro. Primero determina, pues,
la masa global de plusvalía; luego analiza cómo se distribuye esta masa
entre ganancia total y renta total, y en este mismo proceso analiza cómo se
distribuye la ganancia total entre los capitales individuales y la renta total
entre los terratenientes individuales.
169
realizado por trabajador (t) que, para abreviar, llamaremos la jornada (anual)
de trabajo, y del salario anual por trabajador (s) que, para abreviar, llamaremos
la tasa (anual) de salarios. No puede determinarse la masa anual de plusvalía,
P, sin conocer estos tres parámetros y, por ello, es imprescindible decir
aunque sea unas breves palabras sobre los factores que los determinan.
El Volumen de Empleo (N) y la Jornada Anual de Trabajo (t)
Determinantes de la Masa de Plusvalía
Los factores que determinan el volumen de empleo (N) son tan complejos
que, solamente como ejemplo, Keynes se sintió forzado a escribir un completo
tratado sobre el tema. En el caso de Marx, su teoría del empleo se desprende
de su teoría de la acumulación y de las crisis, pero éstas, a su vez, implican el
conjunto de toda su teoría económica. El tema sobre los determinantes de
N, como se. ve, tendrá entonces que ser pospuesto. Pero esto no significa
que el estudio sobre la masa de plusvalía tenga que detenerse, porque de la
eq .. 12. 4. 8 se desprende claramente que conocido (t-s), a cada nivel de
empleo (N) corresponde una masa de plusvalía perfectamente determinada.
La masa de plusvalía, P, es igual, pues a T-S. Pero,
Por ejemplo:
(Eq. 3. 4.6)
donde t es el trabajo realizado por cada trabajador (durante el ano, por
ejemplo, 250 días de 8 horas cada uno) y N es el número de trabajadores
empleados. (T es, por tanto, en este ejemplo, el número de horas trabajadas
por toda la sociedad durante el año).
De la misma manera,
(Eq. 3. 4. 7)
Donde s es el valor del salario real por trabajador (por año) y N, como ya se
definió, es el número total de trabajadores empleados: (Es evidente, pues,
que s . N es la suma total de salarios pagados, S).
Como
IT = S+PI
entonces P
tiene
=
10'
siN = 12', entonces,
P
= (t-s) x 12'
siN =
P
= (t-s) x
8', entonces,
8'.
Por consiguiente, puede concluirse que la masa anual de plusvalía (P) es
directamente proporcional al volumen de empleo (N), o sea que si N permanece constante, P cambiará solamente si cambia (t -s); siN aumenta, entonces
P aumenta en una proporción determinada por (t-s), y si N disminuye,
entonces P disminuye en una proporción determinada por (t-s). Y esto es
todo lo que se requiere conocer por el momento sobre el comportamiento
de la masa de plusvalía pues, precisamente, lo que interesa teóricamente
es tal ley de comportamiento (y no el número específico -o estadístico- de
P en un momento y un país dados).
(de Eq. 3. 4.5)
T - S o, reemplazando por los anteriores valores de T y S, se
1 P = t. N -- s. N
siN = 10', entonces, P = (t-s)x
=N
(t - s) \
(Eq. 3. 4.8)
Por consiguiente, la masa total de plusvalía es una función del volumen de
empleo en términos del número de trabajadores (N), del trabajo anualmente
Con respecto a la jornada anual de trabajo, que depende tanto del número
de días trabajados al año, es decir, del número de días de vacaciones y de
descanso en general. como del num ero de horas trabajadas cada día laborable
sólo puede decirse que los factores que han intervenido en su determinación'
históricamente, .segun Marx, han sido también excesivamente complejo;
pero que, en todo caso, han trascendido más allá de las puras variables del
mercado, interviniendo en ello las protestas, las huelgas, las insurrecciones
populares, las organizaciones sindicales y políticas, la: lucha ideológica, la
170
INTRODUCCION
lucha teórica, y finalmente el propio Estado como expresión máxima del
poder político, al regular legalmente la jornada de trabajo, factores éstos
que se mencionan en las secciones 3. 1. 5 Y3. 1. 6.
Así, Marx termina
su capítulo sobre la jornada de trabajo diciendo: "Para 'defenderse' contra
la serpiente de sus tormentos, los obreros no tienen más remedio que apretar
el cerco y arrancar, como clase, una ley del Estado, un obstáculo social
insuperable que les impida a ellos mismos venderse y vender a su descendencia
como carne de muerte y esclavitud mediante un contrato libre con el capital.
y así, donde antes se alzaba el pomposo catálogo de los 'Derechos inalienables
del Hombre', aparece ahora la modesta Magna Charta de la jornada legal de
trabajo, que 'establece, por fin, claramente dónde termina el tiempo vendido
por el obrero y dónde empieza aquél de que él puede disponer". (Esta
última frase la toma Marx de un Reporte Oficial de los Inspectores de
Fábricas ingleses, de 1864).
De esto se desprende, de una vez, que la masa de plusvalía y, por tanto, la
distribución del ingreso, no pueden determinarse en la teoría de Marx
independientemente de los factores "institucionales", sociales y políticos
mencionados, Pero, de todas maneras, como en el caso de N, puede establecerse perfecta y claramente que también existe una relación directamente
proporcional entre la masa de plusvalía y la jornada de trabajo. Aquella
aumenta proporcionalmente al aumentar ésta, dados N y 5, Y se reduce
con el movimiento descendente de t.
La Tasa de Salarios [s]
Para Marx, como para los clásicos, la tasa de salarios tiende, en términos
generales, a estar determinada por el precio real del conjunto de las mercancías
que garantizan la subsistencia y reproducción del obrero, en un momento
.. histórico determinado. La tasa de salarios depende, entonces, en la teoría
de Marx, como en la clásica, de dos elementos: i- la cantidad y calidad de
las mercancías que garantizan este "nivel de vida" del trabajador, que por
brevedad llamaremos ql ; Y ii- el precio real de cada una de estas mercancías,
cuyo promedio llamaremos por brevedad m. Entre q y m determinan, pues, el
precio real de q, o sea la magnitud de ingreso real requerida para comprar
q, que es el salario real. Así, cuando q aumenta, dado m, la tasa real de
salarios (s) aumenta; cuando m aumenta, dado q, entonces s aumenta;
cuando m y q aumentan simultáneamente, entonces s aumenta; cuando m y
q se reducen simultáneamente, entonces s disminuye; cuando q disminuye,
dado m, s disminuye; y cuando m disminuye, dado q, s disminuye. Pero,
1
q puede ínterpretarse,
la clase trabajadora.
en realidad, como un promedio
por trabajador
171
LA ECONOMIA DE MARX
A LA ECONOMIA
de 10 que recibe en su conjunto
cuando q aumenta y m se reduce, o cuando m se reduce y q aumenta, puede
pasar cualquier cosacon S, es decir, s puede bien aumentar o disminuir,
dependiendo, obviamente, de las variaciones relativas en cada factor. Para
mayor sencillez, estas variaciones se resumen en el cuadro 3.1.
CUADRO 3.1
Variaciones de s
qt,m=>st
<i,mt=>st
q t, m t =>st
q'¡',iñ=>s'¡'
<i ,m'¡'=>s.j.
q'¡', m '¡'=>s+
q'¡',mt=>stós'¡'
qt,n,.j.=>stós+
Pero, constituiría un grave error creer que la teoría del salario de Marx es
idéntica a la clásica. Y esto porque, ante todo, Marx enfatiza que el salario
contiene un "elemento moral e histórico", elemento que recoge los cambios
tecnológicos, culturales o ideológicos que modifican drásticamente lo que se
considera "normalmente" la subsistencia del trabajador de una época a
otra, o de un país a otro. (Por ejemplo, la educación secundaria, el automóvil,
el teléfono, etc., hoy considerados en los países más avanzados como elementos
indispensables del nivel de vida de la clase trabajadora, no podían serlo, ni
lo fueron, hace un siglo). Así, al empezar en el tomo 1 su capítulo sobre las
"Diferencias Nacionales en los Salarios", afirma: " ... por otra parte, la
cantidad de víveres y medios de sustento en que se traduce el precio de la
fuerza de trabajo puede sufrir modificaciones independientes o distintas
de los cambios de este precio".
Para Marx, q constituye, entonces, una variable, lo cual es otra forma de
decir que desecha la idea clásica de la "ley de hierro" de los salarios. En
otras palabras, desecha el supuesto de que existe un mecanismo "demográfico
natural", como lo expone Smith y lo adopta Ricardo, que mantenga a q a un
nivel predeterminado. Para Marx es un complejo mecanismo social lo que
determina el nivel y las variaciones de q.
s puede, entonces, cambiar tanto por cambios en m como por cambios en q.
Y, volviendo a la eq. 12. 4. 8, se observa una relación inversamente proporcional entre P y s. En otros términos, cuando la tasa real de salarios aumenta,
con N y t dados, la masa de plusvalía disminuye, y cuando la tasa real de
(
('
i
(
j
(
I
(
I
!
INTRODUCCION
172
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
salarios disminuye, Caeteris Paribus, la masa de plusvalía aumenta. Esta
relación inversa entre masa de plusvalía y tasa de salarios, dados N y t, es
esencial en la teoría de Marx y permitirá, posteriormente, deducir una
relación inversamente proporcional, con todo lo demás constante, entre la
tasa de ganancia y la tasa de salarios. Marx acredita a Ricardo el haber
formulado por vez primera esta relación necesariamente inversa entre tasa
de salarios y la tasa de ganancia, pero le critica que no la haya expuesto .en
su forma más general, como una relación inversa entre tasa de salarios
y el "trabajo excedente" en general, y que sólo haya analizado las variaciones
en m. sin considerar los cambios en q y t.
173
Nótese que, a diferencia de la masa de plusvalia (P), la tasa de plusvalía (p)
no se ve afectada por los cambios en el número de trabajadores empleados
(N). Esto es así porque p, a diferencia de P, es una proporción, o una tasa y no
una magnitud absoluta. En otros términos, si, por ejemplo, N se multiplica
por 2, sin que t ni s se modifiquen, entonces, puesto que S = s . N el valor
total de los salarios también se multiplica por 2. Y, como P = T - S, entonces
al multiplicarse por 2 tanto el valor agregado total como los salarios, su
diferencia, el trabajo excedente, o P, también resulta multiplicado por 2. De
esta manera, con s y t constantes, un aumento en el número de trabajadores
empleados aumenta la masa de plusvalía pero no la tasa de plusvalía (la
proporción entre P y S).
En síntesis, y más esquemáticamente:
con N y t dados,
3.4.3.
Isist
~ P
~I
Isist
~ P
ti
Para estudiar la tasa de plusvalía no es necesario, pues, hacer ningún supuesto
sobre el número de trabajadores empleados (N). Simplemente esta variable
desaparece del panorama.
Algebraicamente, pues, sin necesidad de ningún supuesto sobre el nivel de
N, puede derivafse rápidamente de la ecuación 3. 4. 9. p :::1'/ S = (t / s) - 1,
que p aumenta,'clado s, si t aumenta; que p aumenta dado t, si s disminuye;
que p aumenta ,si t aumenta y s disminuye, etc., etc. Es decir, que p varía
directamente con la jornada de trabajo (t) e inversamente con la tasa de
salarios (s).
.
La Tasa de Plusvalía
if~porciones entre P y S
é.Ó
' ..
':,¡~
De la eq. 12. 4. 5,
P+S=T
o,
.!..+'§"=1.
S
S
.!.=!.-l
S
Por tanto,
S
Pero, dado que T = t . N y S = s. N, entonces
Pero el estudiante puede encontrar más sencillo el análisis de la tasa de
plusvalía si se supone que N permanece constante, porque así puede utilizarse
un gráfico muy sencillo. Este procedimiento se mostrará, pues, a continuación,
por sencillez expositiva, pero debe tenerse presente que todas las conclusiones
así obtenidas son directamente generalizables a una situación en que el
número de trabajadores empleados (N) está cambiando.
S
(T / S)- 1 = (t. N / s. N) - 1 = (t / s) -1.
GRÁFIC03.l
O sea,
LA TASA DE PLUSVALlA
(Eq. 3. 4. 9)
Ou
5'u
lo cual significa que P / S no se modifica a menos que se modifiquen t y s.
P / S o sea la proporción entre la masa de plusvalía y el valor d; los salarios:
es llamada por Marx la "tasa de explotación" o "tasa de plusvalía", que aqui
denominaremos p. Por consiguiente, p == P / S está en función exclusivamente
de la jornada de trabajo y de la tasa de sa,larios. Y,. ~uar:do quiera que se
modifiquen la una o la otra la tasa de plusvalía se modíficará.
5'u
\"..
S
+
--
10'u
)
P
En el gráfico 3.1, el valor agregado total (lO'u) o ingreso nacional real, se
distribuye por partes iguales entre S (= 5 'u) y P (= 5 'uJ. Es decir, la tasa de
plusvalía es
174
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
p=.!..=..f..==l
S
LA ECONOMIA DE MARX
1000/0
Por tanto, con T constante y S aumentando a 6' como efecto del aumento
de 200/0 en S, se tendría:
5'
Ahora, si lajornada de trabajo (t) aumenta en 200/0, (como se está suponiendo
N constante), la cantidad de trabajo realizada por la sociedad aumenta
también en 200/0 (trabaja el mismo número de individuos, pero cada uno
trabaja un 200/0 más). Es decir, el valor agregado real aumenta en 200[0.
Y, con s constante, la situación sería como sigue:
CUADRO 3.3
La Tasa de Plusvalía - Aumento en s
Ou
12'u
Tu
10'u
~-----------~/~----+
S
I
4u
10'u
P
La Tasa de Plusvalía - Aumento en t
5'u
6'u
'------s~--_
..../'------_/
+
CUADRO 3.2
Ou
175
P se ha reducido a 4', pues P = T-S = 10'u - 6'u = 4'u. La nueva tasa
plusvalía es, entonces p = PIS = 4'u/O'u = 0.666 = 66.6°10. Un aumento
la tasa de salarios, con t constante, disminuye, por consiguiente, la tasa
plusvalía. Y una reducción en la tasa de salarios, con t constante, aumenta
de
en
de
la
tasa de plusvalía.
(
Puesto que s y N permanecieron constantes, S permaneció constante. Pero,
como P == T-S y T aumentó a 12'u, entonces P también aumentó a Tu.
Y, ahora, p = PIS == 7'ul 5'u = 1.4 = 1400/0.
Naturalmente, t Y S pueden cambiar simultáneamente y, en tal caso. su
efecto final sobre p dependerá de las respectivas proporciones de cambi~ en
tales variables.
(
Una extensión en la jornada de trabajo, con la tasa de salarios constante,
aumenta pues la tasa de plusvalía. Y, una reducción en la jornada de trabajo
reduce la tasa de plusvalía.
Finalmente, nótese cómo todo cambio en la tasa de plusvalía afecta la masa
d: plusvalía. Esto, por supuesto, debería ser obvio ya que s y t fueron
aislados como factores determinantes (junto con N) de la masa de plusvalía
en la sección 12. 4. 2. Sólo ha ocurrido que s y t son puestos juntos ahora en
un solo concepto, la tasa de plusvalía p = PIS = (t 1s) - 1. Por tanto resumiendo} podría decirse que la masa de plusvalía P depende de la t~sa de
plusvalia y de N Con una tasa dada de plusvalía, la masa de plusvalía (P)
vana en forma directamente proporcional con N.
p
¡¡I
Su póngase ahora que es la tasa de salarios (8) la que aumenta en 200Jo.
Puesto que N está constante, y S = s . N, entonces S, el valor total de los
salarios también aumenta en 200/0 (si 8 se multiplica por 1.2 y N es constante,
entonces s. N resulta también multiplicado por 1.2).
Pero, antes de seguir adelante debe advertirse algo, evidente pero muy
importante, que es lo siguiente: S aumentó porque s aumentó. Pero, con
t y N constantes, t . N = T permaneció constante. Es decir, un aumento de
salarios, con t y N dadas, no modifica en lo más mínimo el valor agregado
de la sociedad (T). Sólo modifica la forma en que éste se reparte (más para
salarios en este ejemplo). Y lo mismo es cierto, mutatis mutandis, para el
caso de una reducción en la tasa de salarios. 1
1
Nota para el lector avanzado: Advíértase cómo esta demostración,
completamente
general y obvia
aquí, sin ninguna restricción, implica en el método expositivo que utiliza una mercancía individual
(Ricardo,
Marx) una serie interminable
de supuestos sobre la determinación
de los precios o una
discusión interminable sobre la validez de obtener conclusiones generales de un supuesto partic ular ísímo sobre el precio de la mercancía individual.
Producción de Plusvalía Absoluta y Plusvalía Relativa
Al extenderse o acortarse la jornada de trabajo, t, la tasa de plusvalía se
modifica y, con ella, la masa de plusvalía.
A est~s variac~ones en la masa de plusvalía, originadas exclusivamente por un
cambio en I~Jornada de trabajo (t), Marx las llama producción de plusvalía
absoluta. ASI, en el caso del cuadro 12. 2 se produjo un aumento de plusvalía
absoluta porque P pudo ser aumentada gracias exclusivamente a una extensión
de la jornada de trabajo. (Si la jornada de trabajo (t) se hubiera reducido P
habr-ía disminuido y la producción de plusvalía absoluta hubiera disminuido
reduciendo la masa de plusvalía p).
'
(
176
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
Por el contrario, cuando la tasa y la masa de plusvalía cambian por una
variación de la tasa de salarios (s), que sea, a su vez, ocasionada exclusivamente por un cambio en el precio real de las mercancías de subsistencia de
los trabajadores (m, véase sección 3. 4. 2),
Marx dice que se produce
plusvalía relativa. Pero ¿a qué se debe este cambio en m? Como se ha visto
en las secciones 13. 6, 3. 7, II 2. 1. 2 Y 2. 2. 3, los costos son un elemento
determinante del precio. Por consiguiente, el razonamiento de Marx es que
al aumentar la productividad de trabajo, en las industrias que producen
mercancías para el consumo de los trabajadores, se reducen los costos de
producción y con ello los precios reales de los productos que consumen los
trabajadores, es decir, m. Pero, dado q, al reducirse m se reduce s. Al trasladar
este resultado al gráfico 3. 1 se observaría una reducción en S, por ejemplo,
a 4'u. P aumentaría así a 6 'u. E inclusive, dependiendo de la magnitud de los
cambios en la productividad, podría ser posible que, aun aumentando
q, s se redujera como resultado de una reducción en m Se produci~ía así
más plusvalía debido a la reducción de m, y Marx llama a tal fenómeno
producción de plusvalía relativa.
Evidentemente, la tendencia moderna del capitalismo ha sido la de reducir
la producción de la plusvalía absoluta y aumentar la producción ,de plusvalía
relativa, aunque no podría aventurarse ningún juicio sobre que ha pasado
en- definitiva, como resultado de estos dos efectos combinados, sobre la
tasa de plusvalía. Sobre este punto, Marx adoptó un punto de vista opuesto
al de Ricardo y, en vez de creer que m aumentaría secularmente, pensó
que las continuadas innovaciones tecnológicas del capitalismo red~,cirían
continuamente a m, aumentando así continuamente la producción de
plusvalía relativa.
Vale la pena enfatizar en este punto la distinción que hace Marx entre, q y s,
planteando que s puede reducirse aun aumentando q, como efecto de la
continuada reducción en m. Constituye, pues, un ejercicio sin sentido.vque
sólo demuestra ignorar la teoría del salario de Marx, aquel que pretende
refutar su postulado de que s tiende a caer con el mero argumento de que q ha
aumentado, que los trabajadores de hoy consumen más cosas que los de
hace un siglo. Lo relevante para la teoría de la distribución de Smith, Ricardo
y Marx, no es q como tal sino S, en cuya determinación m es esencial y puede
más que compensar toda variación en q.
La Intensidad del Trabajo y la Tasa de Plusvalía
Hasta ahora, los cambios en la intensidad del trabajo no habían sido
considerados pero, como se vio en la sección 3. 1. 4, la maquinaria y la
disciplina fabril pueden actuar en el sentido de modificar la cantidad de
LA ECONOMIA DE MARX
177
trabajo realizada por unidad de tiempo, el gasto de energía por hora, fenómeno
que Marx denomina como cambio en la intensidad del trabajo. Cuando
esto se produce, se realiza más o menos cantidad de trabajo, sin que cambie
la jornada de trabajo (t) en términos de tiempo. Pero en términos de la
cantidad de trabajo realizada, un aumento en la intensidad es tal como si
t se extendiera, y una reducción en la intensidad es equivalente a un acortamiento de t. Por consiguiente, volviendo al cuadro 3.2, un aumento en la
intensidad, Caeteris Paribus, aumenta la tasa y la masa de plusvalía, y una
reducción en la intensidad del trabajo disminuye tanto la tasa como la masa
de plusvalía, Puede concluirse, pues, que los cambios en la intensidad del
trabajo constituyen un factor determinante adicional de la masa de plusvalía
(y de la tasa de plusvalía),
3.5
Distribución de la plusvalía: renta y ganancia
La renta del suelo y la ganancia (incluyendo bajo este concepto general toda
remuneración al capital, es decir, la ganancia industrial, la ganancia comercial
y el interés del capital a préstamo), como las dos categorías generales en que
se clasifican todos los ingresos por concepto de la mera propiedad sobre los
medios de producción, agotan totalmente entonces la masa de plusvalía
global producida ..durante el período de tiempo en consideración. En otros
términos, el ingreso nacional real es igual a la suma de salarios, renta y
ganancias y, descontando de éste los salarios, el remanente es la plusvalía
que se desdobla enteramente en renta y ganancia
(secciones 3. 4. 1 Y
13.4.2.
Véansetambién secciones 2. 1. 2 Y2.2.2
sobre este punto en
Smith y Ricardo).
¿De qué forma y en qué proporciones se distribuye, entonces, de acuerdo
a Marx, esta masa de plusvalia entre renta y ganancia, vale decir, entre
ingresos por propiedad de la tierra e ingresos por propiedad del capital?
Primero que todo, Marx, como Smith y Ricardo, encuentra que esta distribución no es producto del azar, ni mucho menos, sino que está sujeta a leyes
económicas específicas, que determinan unas tasas necesarias ("naturales"
las llaman Smith y Ricardo) de renta y ganancia. (Las leyes que descubrieron
Smith y Ricardo al respecto son descritas en las secciones
2. 1. 3y 2. 2. 7).
Y, particularmente, la magnitud de la masa de plusvalía que se paga como
renta del suelo está determinada en la teoría de Marx por los siguientes
factores:
i-
La "renta diferencial de tipo 1", que es la renta que obtiene el propietario
de un lote de suelo (agrícola, minero o urbano) por las diferencias en
178
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
"fertilidad" y "localización" de dicho lote, en relación a la tierra de
peor calidad, dada una determinada inversión de capital. Es decir, es la
misma "renta diferencial" de Ricardo que fue expuesta en detalle en la
sección 2. 2. 7. .
ií-
La "renta diferencial de tipo Il", que había sido esbozada por Smith,
algo más desarrollada por Ricardo como una generalización de la "renta
diferencial de tipo 1" y que es totalmente desarrollada, en sus diversas
implicaciones, por Marx.
Este tipo de renta surge del mismo mecanismo del que surge la renta de
tipo 1, al punto que Ricardo no toma en realidad las dos como "tipos
diferentes", como hace Marx, sino que la consideró como una mera
extensión del caso básico que Marx llama "tipo 1". Al cambiar la inversión
de capital por hectárea cambian los costos por unidad de producto,
dando ello lugar a nuevas ganancias extraordinarias que la competencia
entre los capitalistas transforman en renta, como en el caso del "tipo I".
(Véase ejemplo que aparece una página adelante).
...
Marx estudia a fondo este caso y encuentra, entre otras cosas, que debido
a tales diferencias en la inversión de capital la peor tierra también puede
rendir una renta diferencial, resultado al cual también había llegado
Ricardo. Pero el análisis de las múltiples variantes a que conduce este
caso lleva a Marx a concluir que "Vemos de esto a qué combinaciones
tan complicadas la renta diferencial en general, y particularmente en su
combinación de las formas 1 y Il, puede dar lugar, mientras que Ricardo,
por ejemplo, la trata muy unilateralmente y como si fuera un asunto
sencillo" (El Capital, Vol. III; capítulo XL). Así, Marx contrasta, frente
a los resultados de Ricardo, sus conclusiones vitales de que, como consecuencia del cada vez más intensivo uso del capital, no necesariamente
los precios reales de los productos agrícolas experimentan una tendencia
a aumentar continuamente, como tampoco la renta del suelo agrícola
por hectárea tiene que aumentar permanentemente, a medida que se
desarrolla el proceso de acumulación de capital.
.
."
i~
s
ÜÍ-
"La renta absoluta", que es la renta que se paga aun en la peor tierra de
todas, ya que siendo ésta de propiedad privada, el hecho de que sea "la
peor" no garantiza que su propietario la preste gratis a quien quiera
utilizarla. En este punto, Marx retorna, pues, la idea original de Smith de
que toda tierra, por improductiva y mal localizada que esté deja una
renta para su propietario. Claro que esta explicación de Marx, basada en
el mero hecho de la propiedad, difiere de. la de Smith quien creía, en
forma exageradamente fisiocrática, que este fenómeno tenía lugar
LA ECONOMIA DE MARX
179
debido a que la tierra, inclusive la peor, siempre producía físicamente un
excedente sobre lo requerido para la subsistencia de los trabajadores
y sobre el equivalente de la ganancia normal del capital invertido en tal
tierra.
Como es bien sabido, Marx no alcanzó a dar redacción final a los volúmenes II y III de El Capital (siendo en éste último en donde aparece su
teoría de la renta), ya que murió antes de finalizar tal empresa. Y,
Engels, quien mediante un arduo trabajo de muchos años logró seleccionar
y ordenar los dispersos borradores para su edición definitiva, procuró
dejarlos lo más intactos que fuera posible aun si en algunos casos ellos
quedaban real o aparentemente inconclusos. Y, desafortunadamente, da
la impresión que éste fue el caso para el punto específico de los factores
que determinan la magnitud de la renta absoluta. Pero, afortunadamente,
de otro lado, en el mismo capítulo del tomo III sobre la renta absoluta,
Marx acepta la conclusión de Ricardo de que lo importante para que la
teoría de la renta diferencial tenga plena y general validez no es, al fin
y al cabo, si se paga o no renta también en la peor tierra, sino si existe
o no alguna inversión de capital en la tierra cuyo producto no pague
ninguna renta. Fue así que el mismo Ricardo concluyó que en la peor
tierra también se puede pagar renta, pero que lo importante es que hay
algunas porciones de capital invertidas en la agricultura cuyo producto
no paga ninguna renta .
(Retórnese a los cuadros
2. 2. 2. a 2. 2. 6,
sobre la teoría de la renta de
Ricardo. Supóngase, ahora, sobre el cuadro 2. 2. 6, que el capitalista que
tiene arrendada la tierra de clase A invierte 1.000u adicionales de capital
por hectárea, es decir, duplica el capital que tiene invertido por hectárea,
haciendo más intensiva en capital la explotación -más tractores, semillas
mejoradas, asistencia técnica, abonos químicos, fertilizantes, etc.- pero que
el productoadicíonal
obtenido con estas 1.000u adicionales de inversión
es de sólo 200 ton. Entonces el mínimo precio a que puede venderse esta
producción adicional es 1.000u (costo) + 200/0 de 1.000u (Ganancia) =
1.200, ósea 6u por tonelada, ya que si el precio fuera inferior a esta cifra
no se alcanzaría a obtener la ganancia normal sobre los 1.000u de inversión
adicional y, por tanto, dicha inversión no se realizaría.
Pero con un precio de 6u por tonelada, la tierra de clase D, la peor de toaas,
que antes no producía ninguna renta, producirá ahora una renta por hectárea
igual a:
400 ton. (su producto / ha.) x 6u (Precio / ton.)
Menos: 1.OOOu(costo de producción / ha.)
2.400 u
1.400 u
';::¡f;t:
lo
!%f~~;\
180
INTRODUCCION
LA ECONOMIA
A LA ECONÓllI
DE MARX
181
';~1~;:
Menos:
200/0 de 1.000u (ganancia normal)~~0
200 u
= Nueva ganancia extraordinaria que se convierte~~renta.
':.h'
1.200 u
Así, por una inversión adicional de capital, su~¡Luna renta también en la
tierra de peor calidad. Esta es una renta dife~~ªcial porque surge por la
diferencia entre la productividad de las últimas¡;,t¡¡,OOOu
de inversión en la
tierra de clase A y la productividad de los l.OOQ~hnvertidos en la tierra de
clase D. Y para todas las demás clases de tierr~~~e podría calcular la renta
diferencial con relación al nuevo precio del m~z, que está dado por la
inversión adicional de capital en la tierra de cli~ A. La existencia de una
renta también en la peor tierra no invalida así lat~¡j:ía de la renta diferencial
como teoría general de la renta).
;2i&¡
tiene como punto de partida una ganancia ordinaria determinada, es decir,
supone que los capitalistas que toman en alquiler la tierra obtienen una
ganancia positiva, o no la tomarían en alquiler, puede concluirse que G
(la ganancia total) es mayor que cero. Por tanto, siendo P = R + G, R <P.
En otras palabras, la magnitud de renta total es una fracción de P, fracción
que llamaremos a. O sea,
P, donde O < a < 1.
Por tanto, reemplazando este valor de R en la fórmula general de la
P = R + G, se obtiene:
R/P
P
·~t~i&/
=
=
a P
a, ó,
Puede agregarse que también para los casos en'"~~~ todavi~.existen tierras
libres en un país (como señala Ricardo, ejemplg.f:;~elos cuadros
3.2.3a
3. 2. 6),
o para el caso en que alguna tierra d~.!peor calidad es ex.plotada
directamente por su propietario, conformándose¡~gro con la ganancia normal
sobre su capital, toda la renta sería diferencia,fJ porque en estos últimos
casos no se pagaría renta en la tierra de peor calidií~.
'5/1:.•'
Para todos estos casos, que Ricardo reclama ~~fuo todos los posibles, la
renta del suelo quedaría, pues, como una magnit~ffplenamente determinada
en la teoría de Marx, de acuerdo a las mismas,,'~yes generales de la renta
diferencial que expuso Ricardo (tanto "1" como'ifin"), aunque los supuestos
de Marx sobre el progreso técnico hayan sido m 'J. s "pesimistas" que los de
Ricardo, lo cual lo lleva a exponer que la renta
ha. y los precios reales
de los productos agrícolas bien podrían caer . manecer constantes, no
necesariamente subir, con el desarrollo capitalistª;fi~.i"
=
a
+ G, Ó G = P -
G = (1- a) P'
ASÍ, Marx afirma: "Si toda la tierra disponible pa~~.ll,agricultura se encontrara
arrendada en determinado país ... no existiría n~na
tierra que no pagara
renta; pero podrían existir algunos capitales,~~iertas partes de capitales
invertidos en la tierra, que no rendirían ningu~irenta".
"Únicamente-en
este caso toda la renta se transformaría en renta dÜ~rencial.
;,;,+y~:,,;
R
plusvalía,
a P, esto es,
(Eq. 12. 5. 1)
De esta manera, (1 - a) P es la parte de la plusvalía que queda para ser
repartida entre todos los capitales, o capitalistas individuales. Cómo se
realiza este reparto es, pues, el objeto de la sección que sigue.
3.6
Distribución de la plusvalía: ganancias individuales y ganancia media
3.6.1 La tasa media de ganancia como tasa general de ganancia
Ya se ha visto en distintas secciones, i 3. 6, 2.1. 2 Y 2.2.3,
cómo la
información, la movilidad y el objetivo de maximizar ganancias generan la
tendencia a la igualación de todas las tasas de ganancia de los diversos capitales
en las distintas actividades productivas, igualación que se constituye así en
el centro de gravedad o condición "de equilibrio" de las fuerzas del mercado.
Marx parte, entonces, de este hecho o ley fundamental para explicar la
distribución de la ganancia global, o de la masa de plusvalía disponible,
(1 - a) P, entre los distintos capitales individuales.
Tal condición puede esquematizarse como
;'~W~·
De acuerdo a tales leyes, la parte de la plusvalía.~e se convierte en renta, R
queda pues determinada, lo mismo que la re9~~de cada lote de suelo o
terrateniente individual (lote clase A, lote clase~~ ... etc., etc.). Y, puesto
que el surgimiento mismo de la renta, como \i'fl,a ganancia extraordinaria,
I
Ricardo reclama que éste es precisamente el caso siempre q jada
las inversiones adicionales de capital en la misma tierra f
tierras bajo cultivo, entonces nunca llegaría a tomarse toda
la tierra se arrienda. Porque si
productivas que en las nuevas
disponible en arriendo.
donde g¡ es la tasa de ganancia del capital individual'I,K¡; gz es la tasa de
ganancia del capital individual 2, Kz; gn es la tasa de ganancia del capital
1
Esto sólo significa que si la renta es, por ejemplo, un 300 {o de la ptusvatía, o sea que R { P = O.3 =
ct. entonces la ganancia es el 700 {o restante de la plusvalia, o sea G { P
1 - a
1 - 0.3
0.7.
=
=
=
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
individual n, K« ; y g representa, indiferentemente el valor de gl , o de g2 ..• o
de gn, lo cual no tiene importancia por cuanto todas las tasas de ganancia
son idénticas.
Por consiguiente, g es la tasa media o pro media de ganancia, pero como, en
/ equilibrio, gl = g, gl = g, g3 = g .•• gn = g, es decir, en equilibrio es idéntica
a la tasa de ganancia que obtiene todo capital de la economía, también
puede decirse que es la tasa general de ganancia, la tasa general para cualquier
y todo capital. Así, la tasa general de ganancia resulta ser siempre la misma
tasa media-de ganancia.
182
Por consiguiente, de la definición de la tasa de ganancia, gi = Gil K~ (secciones
3. 6 Y 11. 2. 3), donde Gi es la ganancia total del capital K~ se tiene:
GI
.KI
Gl = gl • Kl
G3 ~ g3 . K3
=
I
\
183
gl
o sea que si se sabe que g¡ = g2 = g3 ... = gn = g, para calcular cualquier
g~ o para calcular g, basta con efectuar la división de
G
Gn ;, gn. K«
= g2 = g3 •.. = gn = g,
Pero, como gl
g (Eq.
6.1).
K
se tiene:
GI = g.K!
Gl
Gl
3.6.2 Ganancia media y capital invertido
K2
g. K3
= g.
=
Sabiendo ahora que la tasa general de ganancia está determinada por G/K,
entonces puede procederse a calcular la parte de la plusvalía que le corresponde
a cualquier capital individual, es decir, su ganancia real de la siguiente manera:
e, ~t. s,
Ahora, sumando cada lado de estas igualdades se tiene: G¡
= g . K¡ + g. K; + g . K3 ... + g. K« ,o, ya que G¡
G, y sacando g como factor común:
G«
G = g (K¡
+ G2 + G3 •••
+ G, ... + G«
+
=
+ K2 + K3 '" + K« = K)
Haciendo, por simplicidad, K¡
+ K2
•••
+ K« = K, entonces:
GI
= g.
KI
=
(G I K) . K¡
=
G. (K¡ I K)
G2 = g . K2 = (G I K) . K2 = G. (K2
G3
= s . K3
G« ,;,g . K«
= (G I K)
=
. K3
(G I K) . K«
= G.
=
/
K)
(K3 I K)
G. (K« I I()
G
g=-.
K
donde, siendo G la suma de todas las ganancias que obtienen todos los
capitales en el sistema, y siendo K la suma de todos los capitales de la
economía, g no puede ser otra cosa, como la lectura del quebrado lo indica,
que la ganancia obtenida por unidad de capital invertido en la economía
en su conjunto, o sea la tasa de ganancia para la economía en su conjunto,
que Marx llamó tasa media de ganancia porque, precisamente, indica cuánto
obtiene de ganancia en promedio, dentro del conjunto total de la economía,
cada unidad de capital invertido. 1 Es decir, indica la rentabilidad promedia
de cada unidad de capital invertido en la economía.
1
También
puede decirse que g es el promedio de g¡, g2, g3 ... gn' y por eso Marx la llama la tasa
media O promedia. (Pero, debe tenerse en cuenta que es un promedio que los estadísticos llarr.an
"ponderado".
En este caso las ponderaciones
son los tamaños de los respectivos capitales).
Ahora bien, todo el camino recorrido hasta la ecuación 12. 5. 1. fue para
encontrar que
G= (L>:«} P
Por tanto, reemplazando este valor de G en la serie de ecuaciones anteriores
se tiene:
G¡
=
(1 - a) P. (K¡ I K)
G2
=
(1 - a) P. (K2 I K)
G3
=
(1 - a) P. (K3 I K)
e, ~(1-
a) P. (KnI K).
UNIVERSIDAD
DE ANTlOQmA
RTBLIOTECA CENTRAL
184
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
Nótese que K¡ I K da el porcentaje (o fracción) que ocupa K¡ dentro del
capital total; que K¡ I K da el porcentaje (o fracción) que ocupa K, dentro
del capital total, etc., etc. Y que K¡ I K + K¡ I K ... + K« I K = (K¡ +
185
monetaria por d, o sea por (YNR I YNM) que no es otra cosa que el inverso
del deflactor implícito del ingreso nacional. O que toda magnitud real
puede ser pasada a unidades monetarias multiplicando por 1/ d.
K, +K3 ... +Kn)IK=KIK=1.
K¡ + K3 ... + K«) I K
K I K¡
= 1. Es decir, obviamente, que la suma de
todos estos porcentajes individuales es 100010 (o que la suma de las fracciones
=
es 1 l. Así, si K ¡ I K = 0.02, ello significa que K ¡ ocupa el 20 lo dentro del
capital total, etc., hasta que K« I K completa exactamente el 1000 lo.
Por consiguiente, volviendo a la serie de ecuaciones, si K ¡ I K = O.Q2, ello
. significa que G¡ = 0.02 (l - a) P, es decir, que G¡ es 0.02 de (1 - a) P, o
2010 de (1 - a) P. Si K¡ I K = 0.05, ello significa que G2 = 0.05 (1- a) P,
o sea que G2 es el 5010 de (1 - a) P, etc., etc. En otros términos, del total
de la ganancia real disponible para distribuir entre todos los capitales, esto
es, de la plusvalía total después de descontada la renta, a cada uno corresponde un porcentaje que es idéntico al porcentaje que constituye diche
caRital individual dentro del capital total de la sociedad. Aún en otras
pai?bras, entre los capitales, la plusvalía disponible se reparte de acuerdo
al porcentaje que ocupa cada capital individual dentro del capital total.'
Co.fuo la suma particular de ganancia así obtenida por cada capital se obtiene
de¡Í.plicarle la tasa media de ganancia a tal capital individual, Marx la llamó
(a 91> G2 ••• Gn) GANANCIA MEDIA.
3.6.3 Precios, expresiones reales y expresiones monetarias
Justamente, puede preguntarse si para medir K¡ IK, K¡ IK, etc., se utilizaron
unidades de trabajo (precios reales) o unidades monetarias (precios nominales).
y la respuesta a esta pregunta es que ello es totalmente indiferente, como se
muestra a continuación.
En efecto, supóngase que K t , K2, K 3 ••• Kn y K fueron medidos en unidades
de trabajo (unidades de ingreso real). Pero, de acuerdo a las definiciones
de ingreso real e ingreso nominal dadas en la sección 3.4. 1, se demostró,
en la misma sección, que toda magnitud monetaria puede ser pasada a
unidades reales (de trabajo) simplemente multiplicando la respectiva cifra
1
Si las imperfecciones
competitivas
impidiesen que la igualación de las tasas de ganancia
como centro de gravedad del mercado, corno cuando actúan diversos grados de mo nopo lio
3". 7), la distribución
porcentual de la píusvalía sería evidentemente
diferente, pero ello
cambiaría el hecho de que la suma de todas las ganancias reales seguiría siendo (1 -~) P,
una masa de plusvalía determinada.
actuara
(sección
en nada
es decir,
Por consiguiente, el valor monetario de K¡ será K¡ . (1 Id), el de Kz será
K2 (1 Id), etc., y el de K será K. (1 Id). Pero, así las cosas, entonces
K¡ . (1 Id)
----
K¡
K . (1 Id)
K
K¡ . (1 Id)
K¡
K . (1 Id)
K
x.,
s,
-- ---=(1 Id)
K . (1 I ,ti}
K
Es decir, cualquier proporción (o tasa) entre dos magnitudes monetarias es
necesariamente idéntica a la proporción entre las respectivas magnitudes
reales (o en unidades de trabajo), por la sencilla razón de que el factor de
conversión de unidades reales a monetarias es el mismo tanto en el numerador
como en el denominador.
Por tanto, lo anterior es cierto para la tasa de ganancia, la tasa de plusvalía
y cualquier otra tasa o proporción de magnitudes reales y monetarias. Por
ejemplo, en el caso de la tasa de ganancia se tendría que la ganancia real
total es (1 - a) P y el capital real total es K. y en términos monetarios
serían ((1 - a) Pj (1 Id), y K (1 I d) respectivamente. Pero en términos
de tasa se tendría:
[ (1 - a) Pj (1 Id)
g=-----K (1 Id)
(1-0.) P
K
y en el caso de la tasa de plusvalía se tendría, por ejemplo, el valor de los
salarios monetarios observados como SM, y el valor de las ganancias y las
rentas monetarias observadas, GM y RM, respectivamente. Entonces:
SM.d=S
GM. d = G
RM. d
=
R
186
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
Entonces,
S
R
SM. d
+G
GM. d
+ RM. d
SM
GM+RM
1
al'la.
La tasa real de plusvalía
, es aSI, 1idéentiica a la tasa monetaria de piusv
,
es igual a de
la
Puesto que el capital invertido
en ead a proce,so productivo
, d ' trumentos
compra de instalaciones, de, equipo, de ~aqu~ana,
d: ~~:rza de trabajo,
materias primas, de combustibles, de matenas pnmas YK K
K y
1,
2. de
. . cada
3
puede suponerse aqui,'t en onces, .que para calcular
. d mercado
una
simplemente se tomaron los precios mon~tarl°k el K K I K
K IK
de estas mercancías, de los cuales se ?btuvleron , 1 'bu~ió~ de
~lus~alía:
es decir" los porcentajes ~ue ,d;ter:l~:~~~r!~t~l~~e estén calculados sobre
porcentajes que, como s~ a ~ISo,
it des reales Pero de lo que se trata
las magnitudes monetarl~s o ,~~ ~aa~lr~a con ba~e en la cual se distribuye
es de subrayar que para escn Ir,
, h cer el más, mínimo
la plusvalía entre los divlersos,caPI~:a n~es~:i~;~e~a:~obrea
los precios de las
supuesto ni establecer a mas mi"
1
instalaciones, la maquinaria, las materias primas, etc.
,
s,
i~'
3.7
Precios de producción y cantidades de trabajo
)
,'~
3.7.1 Capital variable y plusvalía
"
.
bIe" a la magnitud del valor real de los salarios,
capital invertido el capitalist~ adquiere endel
, porque c, .
,
roduce valor y plusvalia: la fuerza e
mercado la umca mercancia que p
.
S _
N es decir con S se
. h
ues como ya se ha Visto, - s.,
,
trabajo
umana.' p
de fuerza de trabajo, la que produce todo el valor
compra la cantidad
S 2 En otras palabras la fuerza de
Como sólo la fuerza de trabajo humana tiene la capacidad de realizar trabajo
humano, que es lo que se ha definido como el valor, entonces es lógico
concluir que, (dada una jornada de trabajo (t), una intensidad del trabajo, y
una tasa de salarios (s), es decir, dada una tasa de plusvalía, porque estos
son los 3 factores que la determinan, sección 12. 4. 3), un mayor capital
variable (S) podrá producir un mayor valor que un capital variable menor.
En efecto, sea SI = 1 'u Y S2 = 2'u. Si la tasa de salarios (s) es lu, s = lu,
entonces con Sise podrán contratar l' de trabajadores al año (NI = 1 '),
mientras que con S2 se podrán contratar 2'. (N2 = 2'). Nótese que para que
esta afirmación sea cierta es necesario que s sea-la misma (s = lu) tanto para
SI como para S2' (Porque, en caso contrario, podría suceder que aunque
S2 > SI, se pueda comprar menos fuerza de trabajo con S7.. Por ejemplo, si
52 = 4, entonces con S2 sólo se podría comprar N2 = 0.5'). Así, pues, con
s igual para SI y S2, sí puede concluirse que a mayor capital variable (S)
mayor es la cantidad de fuerza de trabajo que puede comprarse.
Pero, una cantidad mayor de fuerza de trabajo no realiza necesariamente
más trabajo (valor agregado) que una menor cantidad, a menos que lajomada
de trabajo y las intensidades sean iguales para las dos situaciones. (Por
ejemplo, 2' de hombres realizan el doble de trabajo que 1', si y sólo si
trabajan el mismo número de horas al año y con la misma intensidad. Porque,
si los 2' trabajaran apenas 1/4 del número de horas que trabaja el otro
millón, entonces los 2' realizarían apenas la mitad del trabajo que realiza
el millón. 1/4 x 2' = 0,5'. O si trabajan con sólo 1/4 de la intensidad se
alcanzaría el mismo resultado).
V'
SMarxllama o;:~~alp~:ladel
N
:~:~:~
~r;~~c: ~~ :~~re(;;~::
!U~a;or a su propio Val?~,valor por la
cual fJue compra da (S'1l. Este mayor valor es entonces la plusvalía (P).
Resumiendo, pues, con s igual o constante para todos los casos, si SI> S2 ,
entonces NI > N2• Y si t y la intensidad es igual en todos los casos, entonces
TI (Trabajo realizado por NI ) > T2 (Trabajo realizado por N2 ). Más precisamente, si la tasa de plusvalÍa es la misma y constante (s, t y la intensidad
permanecen invaríablesj, entonces con un mayor capital variable (S) se
producirá más valor agregado que con menor capital variable, de tal forma que:
siSI = 3S2 entonces TI = 3 T2
siSI = 4 S2 entonces TI
1
2
187
,
.
rocedímiento tan poco ortodoxo seguido en esta sección,
avanzado notara q.ue mediante el p
1
l'
de ser expuesta sin las controvertidas
di ib .'
de la p usva la pue
~
la norma de Marx sobre la Ist~l, ~clon
volumen III de El Capital. Pero ello supone. de tO,das
limitaciones
de su propia e~poslclOn en el.,
1"
bre el "problema de la transformacion"
maneras, referirse en última mstancía a la solución ogica so
que ya ha sido referida anteriormente,
El lector
.,
12 , 6 , 3 • para obtener la , magnitud
específica
De acuerdo a la seccron
'1
d
suma de los salarios monetarios observados Y multiplicar a por ,
de S. bastaría
con tomar la
=
4 T2
si SI = 10 S2 entonces TI = 10 T2 , etcétera.
Pero, además, como la tasa de plusvalía mide las proporciones en que se
divide T (el valor agregado total) entre S y P, (sección 12.4.3), decir que la
tasa de plusvalía es igual y constante, es lo mismo que decir que la proporción
de P dentro de T es también igual y constante. (Y, obviamente, ello signifca
que la proporción de S dentro de T es también igual y constante).
l88
L\ ECONOMIA
INTRODUCCION A LA ECONOM!A
Así, si con la tasa de plusvalía igual y constante el valor agregado que se
produce (T) es proporcional a la magnitud de S, con la tasa de plusvalía
constante también la masa de plusvalía que se produce (P) es proporcional
a la magnitud del capital variable (S). ¡ Por consiguiente, con la tasa de plusvalía
(p) igual y constante, la masa de plusvalía producida (P) es directamente
proporcional a la magnitud del capital variable invertido en la producción
(S). O, más brevemente, como p = P / S ~ P = p. S. y si P = constante =~, ~
P= s , S.
Entonces:
IP = ~. S,I sip
12. 7. 2
es constante, (Eq. 3. 7. 1).
El Capital Constante
Marx llama capital constante al capital invertido total (K) menos el capital
Variable (S). Y, al restar S de K, queda solamente el equivalente del capital
invertido en instalaciones, muebles y equipo, maquinaria, instrumentos,
combustibles, materias primas, es decir, el capital invertido en medios de
producción (M). En otras palabras, el capital total se invierte en salarios (S)
y-medios de producción (M), que son los elementos indispensables para que
pueda darse un proceso de producción. Por tanto,
IK = S + ~
2
(Eq. 3. 7. 2).
rJE MARX
intermedias", o del "consumo intermedio bruto" de las empresas, y cada
átomo de M que llegare, por error, a contabilizarse dentro del valor agregado
no sería otra cosa que una engañosa "múltiple contabilización" de ingresos
(o valores agregados) ya contabilizados de antemano. (V éanse secciones
17.2.1 a 7.2.4).
El caso más hipotético e irreal puede contribuir a aclarar conceptualmente
10 dicho anteriormente. Imagínese, por un momento, una empresa cuyo
todo capital fuere invertido en M (máquinas) y no emplease ni una persona
(S = O). Como en tal empresa no se realiza trabajo humano, entonces ningún
valor agregado es producido o creado en dicha empresa (puesto que el valor
agregado ha sido definido como el trabajo humano agregado). De la misma
manera, en cualquier empresa real, ni las máquinas, ni los edificios, etc., son
capaces de realizar trabajo humano (de lo contrario no serían máquinas o
edificios, sino hombres), y por ello son incapaces de agregar valor. Por
consiguiente, M crea cero valor agregado (T). Y como la plusvalía no es
sino una fracción o parte del valor agregado (T), entonces puede concluirse
que el "capital constante" (M) no produce ni un átomo de plusvalía.
Así, la producción de plusvalía depende solamente del capital variable, como
se había concluido en la sección anterior, conclusión que se esquematizó
con la eq.3.7.1:;
I
P = ~.
S I
3.7.3 Produccíén de plusvaIía y distribución
Marx llama capital constante a M porque con M, por definición, no se
adquiere ni un átomo de fuerza de trabajo, que es la única mercancía que
agrega (varía el) valor, entonces es lógico concluir que M no permite agregar
en el proceso de producción ni un átomo del valor, que no es capaz de hacer
variar el valor agregado enlo mas mínimo. Pero, desde un punto de vista más
moderno y más prosaico, también habría que decir que ni un átomo de
M puede formar parte del valor agregado, en ninguna empresa ni en la
economía como en todo, porque el valor de M pre-exíste a cada proceso de
producción en cuestión, es decir, M no es otra que el valor de las "compras
189
de plusvalía
Dada una tasa de plusvalía uniforme y constante, la producción de plusvalía
depende única y exclusivamente de la magnitud del capital variable, esto es,
P = ~ '. S. y ello significa que una empresa que invierta más capital variable
que otra, también producirá proporcionalmente una mayor masa de plusvalía.
Es de tal forma proporcional que la plusvalía se produce.
Pero, ¿de qué forma se distribuye? Esta pregunta también ha sido respondida
ya, en la sección 3.6.2, 'concluyéndose que "entre los capitales, la plusvalía
disponible se reparte de acuerdo al porcentaje que ocupa cada capital individual
dentro del capital total", es decir, de acuerdo a K¡ / K, K2 / K ...
K,
porque la competencia tiende a igualar las tasas de ganancia (sección 12. 6.1).
(Recuérdese que cada K es el capital total invertido, es decir, la suma de
variable -S- más constante -M).
s, /
t
Supóngase que la tasa de ptusvalía
del valor agregado total (T), S es
entonces P
10 millones; sí S
permanece constante = 1, entonces
=
2
=
p = PIS = 1 = ¡000 lo. Esto significa que P = S, o sea que dentro
igual a P, o sea que S 1/2 T. De esta manera, si S ¡O millones,
20, Y P permanece
constante, entonces P = 20' ; sí S = 30', Y P
P
30' etc.
=
=
=
t
Como se desprende
de la sección 12. 6. 3 para obtener la magnitud real de M, todo lo que se
requiere e, conocer los precios monetarios de mercado de los medíos de producción,
los cuales
son transformados
a magnitudes reales o precios reales multiplícándolos
por d.
Y, ¿qué implicaciones tiene el hecho de que la plusvalía se produzca de acuerdo
a un principio (capital variable solamente) pero se reparta de acuerdo a otro
190
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
191
diferente (capital total invertido)? A continuación
se desarrolla la respuesta
a esta pregunta, empezando por mirar en forma más detallada la composición
de los capitales en términos de capital variable (S) y capital constante
(M),
que es mostrada en el cuadro 3.7.1 (Una ilustración aritmética se presenta
en el Apéndice A-III al final del capítulo).
e;
CUADRO 3.7.1
La Plusvalía y la Composición
(1)
')
(2)
Proporciónde
Capital
Variable
KI
S¡ I K¡ =A¡
(A¡ K¡).~
K2
S2 I K2=A2
K3
S3
I K) =A3
Kn
s, / Kn=An
K
S /
(4)
(3)
Capital
Individual
TOTAL:
de los Capitales
Col. (4)
Col. (5)
(A¡lA) (K¡ I K)
(K¡I K)
(A¡ lA)
(A2KÚ·~
(A2/ A)(K2 / K)
(K2/ K)
(A2/ A)
(A) K). ~
(A3lA) (K3 I K)
(K3I K)
(A3lA)
(An~n).~
(AnlA) (KttI
(KnI K)
(AnlA)
de
Plusvalíal
Contribución0/0
(6)
O/0
Producción
(AK).~
N=A
(5)
a la Producción
de p2
1 = 100°/0
K)
Participación
en el 3
Repartode P
1 = 1000/0
Empiécese por notar, en la columna (6), que SiAl = A, A2 = A, A3 = A ... An =
A, es decir, si la proporción del capital variable dentro del capital total fuese
idéntica a la pro media de la economía como un todo (A) para todos y cada
uno de los diversos capitales individuales, entonces, A¡ / A = 1, X2 / A = 1
' .. An / A = 1 y, por tanto, la columna (4) sería idéntica a la columna (5)
o, en otras palabras, cada capital recibiría como ganancia real, en el reparto
de la plus~alía, un porcentaje de la plusvalía total igual al porcentaje en que
contribuyó a la producción de la misma plusvalía total. Esto es, dada cualquier cifra para P, cada capital recibiría como ganancia real una magnitud
d.e plusvalia idéntica a la que produjo (con su capital variable). En síntesis,
SI se llama P, a la masa de plusvalía producida
por K¡ , es decir, por SI; P2
a la producida por K2 (es decir, por S2), etc., etc., entonces:
1
Puestoque P = ~ . S, en general,entoncesp¡ = i~ .
de dondePI = ~(Al K¡), y así sucesivamente.
2
(A¡.K¡.¡t¡/(A.K.¡t¡=(A¡
3
Conclusióndesección12. 6. 2.
SI' Y
comoS¡ I K¡ = A¡. entonces S = A K
¡
¡ ¡.
K1)!(AK)=(A¡!A)(K¡/K),yasísucesivamente.
r,
si y solamente si A¡ = A, A2 = A ... An = A. (Siendo G¡ la ganancia real
o la masa ~e plusvalía recibida como ganancia por K¡, etc., etc. Véase
sección]
6._~para la definición de GI, G2, etc.).
De la misma manera, si Al > A, entonces A¡ / A> 1, Y (A¡ / A) (K¡ / K¡)
K¡ I K. Es decir, si la proporción del capital variable dentro de un capital
individual cualquiera es mayor que la promedia para toda la economía (A),
entonces dicho capital contribuye
él la producción
de plusvalía en mayor
porcentaje
que el porcentaje
que recibe como ganancia real en el reparto
de la plusvalía total. Esto es, para cualquier i, dado P:
(
>
si Ai > A
Tal capital
reparto.
Y, si para
(K¡ I K)
produce,
pues,
más plusvalía
de la que le corresponde
<
i;
en el
<
por ejemplo n, An
A, entonces, An / A
1, y, (Al lA)
Es decir, si la proporción del capital variable dentro
de un capital individual cualquiera es menor que la promedia para la economía
como un todo (A), entonces dicho capital contribuye a la producción
de la
plusvalía total en un menor porcentaje que el porcentaje que recibe como
ganancia real en el reparto de la plusvalía total. Esto es, para cualquier
i; y dadoP:
otro
I
(
o. < Pi
=>
< (K¡
I
I K).
Tal capital produce, pues, menos
reparto de la plusvalÍa total.
plusvalía
de la que le corresponde
en el
Pero, como no se puede repartir más plusvalía de la que se produce, es
evidente que los capitales con Ai > A tienen que transferirle parte de la
plusvalía que producen a los capitales con Ai
A. Este proceso de transferencias de plusvalía se produce a través del mercado y las leyes que
determinan
los precios, pues es precisamente
la igualación de las tasas de
ganancia por la competencia
= g2 = g3 '" gn = g), igualación que actúa
<
te.
i
(
I
(
192
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
como "ley interior" de los precios en la economía capitalista, la que obliga
a un reparto de la plusvalía de acuerdo a K¡ / K, K; / K, etc., es decir, de
acuerdo a la columna (5) Y no de acuerdo a cómo se produce (I\¡ / /\) (K¡ /
K), etc. (columna 4).
Sólo en el caso excepcional, si es que en forma precisa llega a existir alguno,
en que algún capital llegue a tener su /\i idéntica a /\, su ganancia (media)
podría ser exactamente igual a la plusvalía que produce, como se mostró
más arriba. 1
Pero, como se vio anteriormente, ya Smith y Ricardo habían descubierto
que las proporciones de capital circulante a fijo, y por tanto las proporciones
de salarios (capital variable) a capital total, eran completamente diferentes
en las diversas ramas de la producción. (Esto se ha constatado, fácilmente, en
forma empírica). Es decir, /\ ¡
/\z
n. Por consiguiente, sería
ya una gran coincidencia que aún una sola empresa llegaré a cumplir exactamente que /\ i = /\. Por esto, Marx concluye en los capítulos IX y XII del
volumen III de El Capital que, en general, /\ i
y, por tanto, que en general
'* '* /\) ..,'* /\
'* /\
'* P,
G '* P
G) '* P
Gn '* P«
G¡
2
193
3.7.4 Los precios de producción
Marx llama precio de producción a aquel precio que rinde precisamente la
ganancia media (sección 3. 6. 2),
es decir, a aquel precio que, después de
descontados los costos de producción para el capitalista o la empresa, permite
obtener una tasa de ganancia idéntica a la tasa general de ganancia o tasa
media de ganancia (sección 3. 6. 3).
Y, ya se sabe que esta condición,
g¡ = gz = g) ... = gn = g, es la que actúa como "ley interior" regulando
a través de la competencia los precios del mercado (secciones 13.6, II 2.2.2,
2.2.3,3.6. 1).
Por tanto, los precios de producción son los precios
"reguladores", "naturales", "medios" (como los llama Marx) o de "equilibrio",
bajo condiciones de competencia.
El "precio de producción" ( rr), entonces, como todo precio, se descompone en
el costo para la empresa o el capitalista, y el remanente del precio sobre el costo,
que es la ganancia, con la particularidad de que tal ganancia es la Ganancia
Media (Gm). A su vez, los costos se descomponen en las compras de medios
de producción (materias primas, instalaciones, máquinas, etc.), M, que Marx
llama capital constante y los pagos de salarios, S, que Marx llama capital
variable. O sea ique los precios de producción de todas las mercancías
producidas con los-capitales K¡, K, ... K«, pueden escribirse así:
2
CUADRO 3.7.2
3
Los Precios de Producción=
aunque, naturalmente, G¡ + Gz + .•. + G« '" G no puede ser otra cosa que
la masa de plusvalía total disponible para distribuir entre los capitales como
ganancia ya que, por definición, T = S + R + G, y por tanto G = T - S - R,
es decir, la suma de las ganancias reales no es otra cosa que el valor agregado
remanente del pago de salarios y renta, es decir, una magnitud de trabajo
excedente, es decir, plusvalía 2
Nota para el lector avanzado: No obstante, aún para que esta afirmación fuese cierta sería necesario
hacer abstracción
plusval ia disponible
hay que descontar
de la renta del suelo, o suponer que la renta es cero. Porque recuérdese
para distribuir en ganancias no es p. sino apenas (1 - a) p. eco 12.5. 1.. y~ que
la renta. Así. un capitalista con;\.¡ = /\ podría contribuir a La produccion de
plusvalía con el 100/0. Pero cona>O.
R>O. y (1 -a) P<P.alretirarelIOO/o
no retiraría el 100/0 de p. sino sólo el 100/0 de (l - a) P. Sin embargo.
habría
producido
que la
el 10%
de P. Pero esto no hace más que reforzar
(1)
(2)
Capital
Invertido
Costo Medios de Prado
Ca p. Consta nre, M
Costo Salarios
Capital Variable. S
K¡
M¡
S¡
M¡ +S¡
+G¡
(M¡ + S¡) (l + g)
Kz
Mz
52
M2 +S2
+G2
(Mz +S2l(l
+s)
K)
M3
5)
M) +S)
+C)
(M) + SJl (1
+n
Kn
Mn
Sn
Mn +Sn
+Gn
(Mn + S~) (l + g)
M
S
TOTAL:
K
(3)
(4)
(5)
Precio Produc. 1
¡Ti
M+S+G
Precio Produce.
lTi
2
(M+S)(l+g)
delasgananci~s
al producir plusval ia
el argumento
que sigue en
•
Una ilustración aritmética se presenta en el Apéndice A. XII.
1
Por simplicidad algebraíca, se supone aquí que todos los medios de producción
7. 2. 7) en un solo período. pero ello no tiene ninguna importancia conceptual.
2
M¡ + S¡
K¡ Y G¡ =gK¡
sucesivamente.
el texto.
Nota para el lector avauz ado. Recuérdese que para obtener la ptusvalia total, P = Tque se ha requerido es T, el valor monetario de los salarios y d (el deflact or implícito
nacional).
S. todo lo
del ingreso
=
=-M¡
+S¡
+G¡
=M¡
+S¡
+g(M¡
+S¡)=(M¡
se deprecian
+S¡)(t
+g).
(secc,
yasí
194
INTRODUCCION
Tómese ahora el precio de producción de cualquier conjunto de las mercancías
producidas con los capitales KI ... a K«, es decir, producidas por cualquier
capital. Por ejemplo, el precio de producción de las mercancías producidas
por el capital o empresa i. Tal precio es:
11
i
=
Mi
+ Si +
Gi
LA ECONOMIA DE MARX
A LA ECONOMIA
(Eq. 12. 7. 3)
Como se ha visto, (sección 12. 7. 3), Gi es apenas una parte de G, una parte
de la masa de plusvalía que se reparte como ganancia, (1 - 0'.) P, una parte de
T y, por tanto, expresa una magnitud real de trabajo. De la misma manera, Si
es apenas una parte del valor agregado real que se paga como salarios, S, es
decir, una parte de T, y como tal también está medido como una magnitud
de trabajo. Por consiguiente, para que la suma de G, + Si + Mi pueda tener
algún sentido lógico y algún significado definido es necesario que Mi esté
también medido en las mismas unidades, es decir, como una magnitud de
trabajo. (Pues si no se midieran en las mismas unidades se llegaría a la absurda
incoherencia de decir, por ejemplo, que un año de trabajo más un centavo
de peso es igual a 2 (!?) ). ASÍ, Mi y, por tanto íT i están medidos también
en unidades de trabajo. l
Pero, la pregunta que realmente quiere responderse es ésta: ¿La magnitud
de trabajo que se expresa en 1T i es igual a la cantidad de trabajo que costó
producir las mercancías (de la empresa o el capital i)?
Para responder esta pregunta es necesario tener en cuenta que 1Ti está determinado por la magnitud de sus partes componentes, Mi, Si y G). Por consiguiente,
se pasará ahora a comparar éstas con las cantidades de trabajo que costó
producir las respectivas mercancías, las producidas con Ki.
Así, si Wi es la cantidad total de trabajo gastado en la producción de las
mercancías producidas con Ki, Wi se descompone en primera instancia en
dos partes fundamentales. El trabajo que costó producir los medios de
producción (Ci) y el trabajo que se agregó a tales medios de producción
(Ai). (Por ejemplo, en el caso del paño, el trabajo total que cuesta producirlo
tiene evidentemente dos partes: el trabajo previo' o pasado gastado en la
producción de los telares y del hilo -y otros medios de producción en
general- y el trabajo que se agrega a ese trabajo pasado, para convertir con
los telares el hilo en paño. Evidentemente, si se olvida contabilizar el trabajo
que costó producir los telares entonces no se estaría contabilizando el
trabajo total que costó a la sociedad producir el paño). Ci es, pues, trabajo
previo, trabajo pasado, trabajo que previamente debe haber realizado la
sociedad para producir los medios de producción (telares) que permiten
obtener las mercancías finales (paño) que vende la empresa i. Y Ai es el
trabajo agregado a ese trabajo pasado, es decir, a los medios de producción.
Entonces:
Wi
= Ci + Ai (Eq. 3. 7. 4).
De esta manera, Ai, como el trabajo agregado en la empresa i, no es otra
cosa que el valor agregado producido en la empresa i: Pero, precisamente, el
valor agregado producido por la economía en su conjunto, T, no es más
que la suma de estos valores agregados producidos en las diversas empresas
individuales. En otros términos, T = Al + A2 + A3 .. , + An. O, mejor
dicho, el trabajo agregado por toda la sociedad, durante un período de
tiempo dado, no es más que el trabajo agregado o realizado en el conjunto
de todas las empresas productivas.
Pero si, T
= S + P (ec. 3.4.5),
Al +A2 +A3
Claro está que tanto ir i como Mi. 10 mismo que Si y Gi, pueden transformarse
inmediatamente
en magnitudes monetarias, multiplicándolos por (l¡d), el def'lactnr implícito. O, mejor, puesto que
los precios "visibles" y sus partes componentes siempre están expresados en dinero, puede decirse
que rt¡ fue obtenido multiplicando el precio monetario por d, y lo mismo con Mi, Si Y Gi, tal como
antes se ha subrayado varias veces.
•••
y T = Al
+ A2 + A3 ... + An, entonces:
+An=S+P(Eq.3.7.5).
o sea que todas y cada una de las partes de S y P son producidas como
•••
+ A n • En otras palabras, cada proceso productivo y cada
Al + A 2 + A 3
empresa produce una parte de S y una parte de P al agregar trabajo en dicho
proceso. Así, a la parte de S que produce específicamente la empresa i
puede lIamársele Si, ya la parte de P que produce puede llamársele Pi, partes
que, como acaba de verse, se producen para la economía como un todo al
realizarse el trabajo A i. Por tanto, Ai no consiste sino de una fracción que
contribuye a S, Si, y una fracción que contribuye a P, Ps, Así:
Ai
=
Si
+ P. (Eq. 3.
7. 6).
Y, reemplazando este valor en la eco 12. 7. 4 se obtiene:
Wi =
1
195
Ci + Si + P. (Eq. 3. 7. 7).
Ahora, la cantidad de trabajo que cuesta producir las mercancías, expresada
en esta forma, sí puede ser comparada con el precio de producción, 1T i =
Mi + Si + G, (ec. 3. 7. 3),
lo cual se hace a continuación:
INTRODUCCION
196
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
CUADRO 3.7.3
ducción adquiridos con ese capital, y que entran como costo en la producción,
tienen en sí mismos un precio de producción que es diferente a la cantidad
de trabajo que costó producirlos, Mi =1=Ci. (Véase cuadro 12. 7. 3). Así, ni
siquiera con la coincidencia, ya excepcional, de que A i : A, Wi coincidiría
con 11i. Queda demostrado, pues, que los precios de producción no son
iguales a las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías. I
Costo en Trabajo y Precio de Producción
Ci + Si + P,
1Ti
Mi
+ Si + G,
Pero, precisamente, ya se ha demostrado, en la sección 3. 7. 3. que la
plusvalía producida con un capital particular determinado no puede ser, en el
caso general, igual a la ganancia media de dicho capital, porque en general,
la proporción de capital variable a total del capital individual no coincide
con la proporción promedia de toda la economía. I Es decir, no existe razón
alguna para esperar que P, : G. sino, todo lo contrario, debe esperarse con
absoluta seguridad que P. =1= G). Claro que se puede argumentar que sería
posible que Ai : A y que, por tanto, P, : Gv. Pero, aun si esta coincidencia
fuese factible, ella no se cumpliría para las restantes mercancías del sistema
económico. Es decir, para el caso general, y para la gran mayoría de los
capitales del sistema económico, debe esperarse con certeza absoluta que
Pi =l=Gi.
De esta manera, aun ªisedi~rael
caso que ei: M}, en general se obtendría
que Wi =1= rr i, (Véase cuadro 3. 7. 2).
Pero, ¿puede esperarse efectivamente
que ei : Mi? La respuesta es que no. Sencillamente porque si para casi
todos los productos de la economía A i =1='A => P, =1=G, => Wi =I=/¡ i para casi
todos los productos de la economía. Es decir, la cantidad de trabajo que
cuesta producir las mercancías (Wi) no coincide en general con su precio
de producción (rr i). Y, Mi no es sino el precio de los medios de producción
utilizados en el proceso productivo (edificios, maquinaria, materias primas,
etc.), es decir, el costo para el capitalista cuando adquiere tales mercancías
en el mercado, pagándolas obviamente a su precio. Y si los precios que se
pagan, en general, por las mercancías no coinciden con la cantidad de trabajo
que ha costado producirlas (Wi =1= 1T i) porque G, =1=Pi, como ya se señaló,
entonces el precio de los edificios, maquinaria, materias primas, etc., que son
mercancías (Mi), tampoco tiene porqué coincidir con la cantidad de trabajo
que ha costado producirías (Wi). O sea, también en el caso general Mi =1=ei.
Esto implica, evidentemente, que aun en el caso en que Ai : A y, por tanto,
Gi = Pi, para un capital específico, de todas maneras se obtendrá Wi =1=m
para las mercancías producidas con ese capital, porque los medios de pro-
1
= Mi + Si,
Nótese que para obtener dicha conclusión la proporción se midió sobre Ki
todo capital. Es decir, se tomaron los precios ue los medios de producción
avanzado: No sobre xr= Ci
Si 1).
+
197
M. (Para
Y así para
el lector
Marx demuestra, entonces, (cap. XII, vol. III, El Capital), que los precios
competitivos "medios" o "naturales", o de "equilibrio", no están determinados por las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías, no
solamente por la causa que había señalado Ricardo, A i =1=A, sino además
porque la simple "desviación" original entre P, y Gi, produce desviaciones
en los precios de los medios de producción que van a "desviar" ulteriormente
los costos.que así son una nueva fuente de divergencia entre 1fi y Wi,etc., etc.
(A propósito de tal interrelación entre precios finales y costos que va potenciando la "divergencia" entre ir i Y Wi, originalmente sólo ocasionada por
Ai =1= A, debe mencionarse nuevamente la obra de Sraffa, Producción de
Mercancías por . Medio de Mercancías, quien desarrolla de manera general
y sistemátícaménte, hasta sus últimas consecuencias, sobre el modelo de
Ricardo, la "segunda causa" señalada por Marx, También cabe señalar
aquí, que la única forma de calcular los precios de producción en forma
correcta es, por tanto, tomando en cuenta todas las interrelaciones de unos
con otros, en forma similar al modelo de Sraffa y como introductoriamente
se describe en la sección 17. 4)
Antes de finalizar debe subrayarse, sin embargo, por la frecuencia con que
suele perderse de vista, lo que hasta aquí debe haber parecido más que obvio,
y es que la teoría de los precios en Smith, Ricardo y Marx es apenas un
componente de la teoría de la distribución del ingreso real. Fue ello lo que
llevó a Smith a elaborar los conceptos de precio real y precio natural, a
Ricardo a buscar su unidad de medida invariable de todos los precios, y a
Marx al concepto de precio de producción. Así, en el cuadro 3. 7. 2 'se
ve cómo la suma de todos los precios no es más que el valor bruto de la
producción. (sección 1 7.2), es decir, M + S + G, donde M es el consumo
intermedio bruto nacional, y S + G es el valor agregado total (haciendo
abstracción de la renta por un momento). La determinación de los precios
de producción permite, pues, examinar la distribución del ingreso, y no
sólo entre S y G, sino que al determinar los precios de todas las mercancías
1
El mismo análisis puede extenderse también al caso en que Si es diferente dentro de Wi y dentro
de ¡río tal como se demuestra en: H. Cuevas, La Teoría del Valor- Trabajo y El Sistema de Precios, a
la cual el lector avanzado es referido.
INTRODUCCION
198
A LA ECONOMIA
199
LA ECONOMIA DE MARX
individuales permite la determinación de todas las ganancias individuales.
(Véase también sección 17.4).
On = Mn
Es, precisamente, por esta ineludible simbiosis de la teoría de los precios
y la teoría de la distribución, que es necesario llegar a medir el precio en
unidades de ingreso real, pues sus partes componentes fundamentales,
salario, ganancia y renta tienen que ser medidos en una unidad invariable
que no puede ser el dinero. El trabajo en Srnith y Marx, y finalmente por
aproximación, también en Ricardo.
Pero, de otro lado, no debe confundirse el hecho de que el precio real sea
una magnitud de trabajo con la proposición de que el precio está determinado
por la cantidad de trabajo que cuesta producir las mercancías. El único que
liga estas dos proposiciones es Ricardo, por su "aproximación", como y-:.
se ha visto. Pero Smith distingue claramente entre la cantidad de trabajo
que cuesta producir una mercancía y su precio real que es "la cantidad de
trabajo que esa mercancía puede comprar". En otras palabras, el precio real
es la magnitud de ingreso real que se tiene que pagar por una mercancía, y
esta magnitud no tiene porqué ser idéntica con la cantidad de trabajo que ha
costado producirla, como demuestra Marx y como acaba de verse en esta
sección.
Pensar que por el hecho de que dos magnitudes están medidas en la misma
unidad tienen que ser iguales, es tan absurdo como pensar que, por ser el
metro la unidad de medida de las longitudes, todas las cosas debieran tener
la misma longitud. Asimismo, la cantidad de trabajo que cuesta producir
la mercancía está medida en la misma unidad que su precio real, pero en
cuanto a magnitud ellas pueden ser tan diferentes como un kilómetro de 100
metros. "En efecto, sólo si el precio de producción es cualitativamente
igual al valor -porque ambos son expresión de trabajo objetivado- es
posible comparar sus sumas aunque sean cuantitativamente distintos".
(Hilferding, Crítica a Bohm . Bawerk).
3.8
La tasa media de ganancia (g) y su tendencia
3.8.1 La composición orgánica del capital
s., «;
En el cuadr¿ 3.7.1 se definió A 1=81 IKI, A 2 =S2 I K2 ... A n =
De la misma manera, se puede tomar la proporción del capital constante al
total como:
al
=MI IKI
O2
=
1\12 I K2
/
K«
o =M/K
la cual será denominada "composición orgánica del capital".
Ahora bien, puesto que SI + MI = KI => SI / KI + MI / KI
KI = KI / KI = 1. De donde, MI / KI = 1 -'SI I KI, esto es,
01 =
(1-A
:=
(SI
+ MI)/
1) (Eq. 3. 8.1)
y así sucesivamente para
O2,
03
o ••
On
yo.
Por tanto, existe una relación inversa entre 011 y Al,
siendo la primera
apenas el complemento de la última. Por ello, todas las conclusiones anteriores
basadas en el análisis de A i pueden ser puestas también en términos de la
composición orgánica del capital, solamente teniendo en cuenta que cuando
A i es "alta", Oi es baja y viceversa.
-i
3.8.2 Composición orgánica y tasa de ganancia
Se ha visto en la sección 3. 6. 2 cómo la tasa media de ganancia, para la
economía como un todo, es g = G I K, y dado que G = (1 - 0:) P, entonces:
g=
(1 -0:) P
(Eq. 3. 8.2),
K
de donde resulta claro que dado 0:, es decir los factores que determinan la
renta del suelo, la tasa de ganancia es una función directa de P I K, es decir,
leyendo el quebrado, de la magnitud de plusvalia que produce el sistema por
unidad de capital.
Pero, también se demostró
tasa de plusvalía constante,
cionalmente más plusvalía
proporcionalmente menos
partícipe en lo más mínimo
en las secciones 3.7. 1 Y3.7.2
que, dada una
a mayor capital variable (8) se produce propor(P), y a menor capital variable (S) se produce
plusvalía (P), sin que el capital constante (M)
en la producción de plusvalía,
Evidentemente, de la fórmula 12. 8. 2 y de lo anterior resulta claro que si, por
ejemplo, todo K fuese únicamente capital constante (K = M), la producción
(
200
LA ECONOMIA DE MARX
TNTRODUCCION A LA ECONOMT A
pues, de la de Smith (solamente por una saturación continua del mercado)
y de la de Ricardo (aumento permanente de la renta del suelo y el valor real
de la tasa de salarios).
~leplusvalía sería cero y g = O. y que, para cualquier valor de K, en la medi.da
en que se parte de la situación en que todo K = M y S = O, que implica
'A = O, o = 1, P = O y g = O, y se va reemplazando poco a poco cierto porcentaje
de capital constante (M) por variable (S), pues con el mismo capital se
producirá más plusvalía, dado que, como se repitió arriba, con una tasa de
plusval ia constante a mayor capital variable se produce proporcionalmente
más plusvalia. Y, precisamente, se ha aumentado el variable (S) en detrimento
del constante (M). Es decir, se ha aumentado el porcentaje de variable dentro
del total ('A) y se ha reducido el porcentaje de constante (o). Así, al disminuir
o (aumentar 'A), con una tasa de plusvalía constante, aumenta la producción
de plusvalía con cualquíer capital total dado, esto es, P / K aumenta y, por
tanto, la tasa media de ganancia también aumenta.
Sin embargo, se refirió a una "tendencia" y no a un hecho inevitable porque,
como se explicó en la sección 3.8.2, el supuesto básico para poder deducir
que el aumento de o reduce g es que la tasa de plusvalía permanece constante.
Porque si la tasa de plusvalía también aumenta, entonces un mismo número
de obreros puede producir cada vez más plusvalía, o incluso un menor
número de obreros puede producir una mayor masa de plusvalía, debido
a todos los factores que modifican la tasa de plusvalía, que fueron estudiados
en la sección 12.4.3 Y que Marx consideró como variables. (Véase nota 25).
Como se vio, Marx dio particular énfasis a las variaciones de la tasa de
plusvalía generadas por la producción de "plusvalía relativa" y, por ello,
consideró que los efectos del continuo aumento de o sobre g podrían ser
contrarrestados por variaciones en la tasa de plusvalía. (El Capital, vol. III,
Cap. XIV, "Causes que Contrarrestan la Ley").'
y también se puede hacer el ejercicio inverso. Supóngase que, inicialmente,
K = S y, por tanto, M = O. Ahora, para cualquier valor dado de K, con una
tasa de plusvalía constante, empieza a aumentar M en detrimento de S.
Entonces la masa de plusvalía producida por el capital total cae porque
a menos S menos P. P / K cae, pero esto significa que la tasa media de
ganancia cae. Es decir, si 'A disminuye, o aumenta, g cae. 1
3.9
De esta manera, Marx encuentra que con una tasa de plusvalía constante
existe una relación inversa entre la tasa media de ganancia y la composición
orgánica del capital. (El Capital, Vol. III, Cap. XIII).
En sus análisis específicos sobre el desarrollo del capitalismo, Marx también
encontró aue la introducción creciente de la maquinaria y el perfeccionamiento continuo de ésta, la tendencia del capitalismo a la automatización de
los procesos productivos, implicaba que el valor real del capital inv~rtido
en medios de producción por trabajador, esto es, el valor deM por trabajador,
aumentaba continuament.e. Pero, esto es lo mismo que un aumento en la
composición orgánica del capital, dada una tasa de salarios. Porque dado
un salario por trabajador (5), si M por trabajador aumenta, esto es, M / N
aumenta, (donde N = No. de trabajadores), entonces M / N . 5 = M / S
aumenta. Es decir, el capital constante aumenta en proporción al variable.
De aquí deduce Marx que, debido al aumento continuo de la composición
orgánica del capital, la tasa media de ganancia experimenta una "tendencia"
hacia el descenso permanente. Su explicación de esta tendencia difiere,
=
Quienes razonan más fácilmente con símbolos pueden partir de que g
(I - Ci) P I K. Pero, dado
que la tasa de plusvalia P
P / S => P p . S. Reemplazando, g (l - Ci) P . S I K (l - Ci) P . 'A
=
(l - Ci) P . (1 - o). Es decir, g
= (I
=
- o}. P . ( 1 - o).
=
=
Utílízacíón'dela plusvalía. La acumulación
3.9.1 Usos de la plusvalía
3.8.3 La tendencia de g en la economía capitalista
1
201
=
La masa total de plusvalía producida en el sistema, P, como ingreso de los
propietarios de los medios de producción sólo es usada para los fines
específicos que aquellos determinan, de acuerdo a sus propios intereses.
Sin embargo, en términos generales, la plusvalía se agota totalmente en dos
usos: Consumo de los propietarios de los medios de producción (Pe) y
Acumulación de capital (PA). Así,
P
=
Pe + PA .(Eq. 1. 9.1).
Pero, siguiendo a Marx, con todo lo importante que pueda ser el consumo
para la propia existencia de las clases propietarias, la fuerza motriz de la
dinámica de éstasy de la del propio sistema descansa en el ímpetu irrefrenable
hacia la acumulación indefinida. Dice Marx: "Sólo cuando es capital personificado tiene el capitalista un valor ante la historia y ese derecho histórico
a existir que, según el ingenioso Líchnowsky, no data. Sólo entonces, su
propia necesidad transitoria va implícita en la necesidad transitoria del
1 También recientemente
se ha venido a cuestionar la observación de que o aumenta permanentemente
con el argumen to de .que el capitalismo moderno (cibernética, aeroespacíal, e tc.jno es intensivo en
máquinas como el surgido de la Revolución Industrial, sino en trabajo (intelectual).
Pero este
argumento
olvida que lo importante
para definir el capital constante no es en aué se materializa
éste, sino el hecho de que es "trabajo PASADO ••.. (Véase sección 3. 7. 4).
.
202
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
régimen capitalista de producción. Maspara ello no ha de tomar como impulso
motor el valor del uso y el goce, sino el valor de cambio y su incrementación.
Como un fanático de la valorización del valor, el verdadero capitalista
obliga implacablemente a la humanidad a producir por producir y, por
tanto, a desarrollar las fuerzas sociales productivas y a crear las condiciones
materiales de producción que son la única base real para una forma superior
de sociedad cuyo principio fundamental es el desarrollo pleno y libre de
todos los individuos. El capitalista sólo es respetable en cuanto personificación
del capital. Como tal, comparte con el atesorador el instinto absoluto de
enriquecerse. Pero lo que en éste no es más que una manía individual, es en
el capitalista el resultado del mecanismo social, del que él no es más que un
resorte. Además, el desarrollo de la producción capitalista convierte en ley de
necesidad el incremento constante del capital invertido en una empresa
industrial, y la concurrencia impone a todo capitalista individual las leyes
inmanentes del régimen capitalista de producción como leyes coactivas
impuestas desde fuera. Le obliga a expandir constantemente su capital para
conservarlo, y no tiene más medio de expandirlo que la acumulación
progresiva
LA ECONOMIA DE MARX
203
Para Marx, pues, el capitalista, como "personificación del capital", tiene
como fin exclusivo y último el mismo capital. Por eso, siguiendo a Aristóteles,
en cuanto fin último, no tiene un límite, y es sobre esta conclusión que Marx
desarrolla su principio básico de la acumulación capitalista: acumular por
acumular, acumular plusvalía para acumular más plusvalía, acumular como
fin exclusivo, acumular sin límite.
3.9.2 La espiral acumulativa
"Antes, hubimos de estudiar cómo brota la plusvalía del capital; ahora
investiguemos cómo nace el capital de la plusvalía. La inversión de la plusvalía
como capital o la reversión de la plusvalía a capital se llama acumulación
de capital" (El Capital, vol. I, cap. XXII).
Así, pues, el proceso de acumulación consiste en que una importante fracción
de la plusvalia (PA), descontando los gastos de consumo de los capitalistas
(Pe), se convierte nuevamente en capital, esto es, se invierte en la compra
de medios de producción y fuerza de trabajo adicionales, es decir, pasa a
Incrementar K, el stock de capital de las empresas.
(
)
:111
Por tanto, en la medida en que sus actos y omisiones son una mera función
del capital personificado en él con conciencia y voluntad, su consumo
privado se le antoja como un robo cometido contra la acumulación de su
capital, como en la contabilidad italiana, en la que los gastos privados figuraban
en el "Debe" del capitalista a favor del capital. La acumulación es la conquista
del mundo de la riqueza social. A la par con la masa del material humano
explotado, dilata los dominios directos e indirectos del capitalista". (El
Capital, vol. l, cap. XXII).
"La circulación simple de mercancías +el proceso de vender para comprarsirve de medio para la consecución de un fin último situado fuera de la
circulación: la asimilación de valores de uso, la satisfacción de necesidades.
En cambio, la circulación del dinero como capital lleva en sí mismo su
fin, pues la valorización del valor sólo se da dentro de este proceso constantemente renovado. El movimiento del capital es, por tanto, incesante". (Ibid,
cap. IV). Y cita esta reflexión de Aristóteles: " ... la riqueza a que aspira
la crematística (cuyo único fin es el lucro) es ilimitada, como lo es en su
ambición todo arte que considera su fin, no como medio, sino como fin
último y supremo, pues se esfuerza por acercarse cada vez más a él; en
cambio, las artes que sólo persiguen medios para un fin no son ilimitadas,
pues el propio fin se encarga de trazarles un límite; así, esta crematística
no encuentra ningún dique a su ambición, que es enriquecerse de un modo
absoluto".
En efecto, tal como se explicó en la sección 12. 7. 4, cada ernpresa vende
su producción por un precio 1Ti, tal que
1Ti = Mi + Si + G,
(Eq. 3. 7. 3)
donde G, es una fracción de la masa total de plusvalía. De esta manera, al
finalizar cada ciclo o proceso productivo cada empresa recupera o repone
el capital invertido (Mi + Si = K;J al iniciar el ciclo, y además queda en
posesión de un remanente de valor adicional que es Gi, una magnitud dada
de la plusvalia que se ha producido durante el proceso.
Este G, es, a su vez, fraccionado en una parte para consumo del capitalista
Pci y una parte para ser acumulada, o invertida como capital adicional, PAi.
Con PAi el capitalista adquiere, entonces, medios de producción adicionales
(instalaciones, materias primas, maquinaria, etc.) y fuerza de trabajo
adicional. Es decir, PAi también se fracciona en el precio real de los medios
de producción adicionales ( 6. Mi) y en el valor real de los salarios de la
fuerza de trabajo adicional ( 6. Si). Así, al comenzar el nuevo ciclo o período,
el capitalista está en posesión de un capital incrementado igual a (Mi + Si) +
( 6. Mi) + ( 6. Si) = K, + 6.Ki. El incremento neto del valor real de su capital
ha sido pues, 6. K, = 6. Mi + 6. Si, y a este incremento equivale su acumulación
de capital, la plusvalia invertida, la plusvalía dando origen a nuevo capital.
Este proceso ruede esquematizarse así:
204
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA DE MARX
CUADRO 3.9.1
205
la producción total de cada uno de estos dos departamentos
acuerdo a la sección 3.7.4:
será, pues, de
La Espiral Acumulativa
CUADRO 3.9.2
PUNTO DE PARTIDA
MERCADO
(1)
INVERSION INICIAL
DE CAPITAL
Ki=Mi
PROCESO
PUNTO DE LLEGADA:
de Plusvalía
Departamento
Gi se realiza como Ganancia.
L~
= Mi + Si
('l
o
\
El proceso se repite pero con
una masa de capital mayor,
K'i
Departamentos 1 y II - Precios de la Producción
PRODUCTIVO
Producción
+si
DEL PRODUCTO
(2)
I
MI
II
MII
+ SI + Gr =
Ir
1
o
e-
+ llMi + llSi
~
t~
'!-
;.,.
MERCADO DE MEDIOS DE
PRODUCCION y FUERZA
DE TRABAJO
(3)
PAi
= llMi
+ SIl + GIl = 1TIl
Y, sabiendo, por la sección 3.9.2
que Gi = PCi + PAi, donde PAi =
II Mi + IISi, y que, por tanto G, = PCi + 6 Mi + 6 Si, el cuadro 12. 9. 2
puede reescríbirse como:
CUADRO 3.9.3
+ llSi
Medios de Producción
y Fuerza
de Trabajo son adq uiridos.
Departamentos 1 Y II - Precios y sus Componentes
D~partamento
Pero, no bien termina un proceso cuando se inicia uno nuevo, indefinidamente
en esa forma circular, pero cada vez a un nivel mayor de acumulación, "según
expresión de Sismondi, en forma de espiral" (Marx, El Capital, vol. l, cap. XII).
+ SI + PCI + 6Mr + 6S1 =
I
MI
II
MI¡
+ SIl + PCIl + 6MII + llSIl
7f 1
=
rr
Il
3.9.3 El esquema de reproducción ampliada
El anterior proceso de reproducción del capital (porque se reproduce o se
recupera el capital inicial K: = Mi + Si), en escala ampliada (porque se
incrementa o amplía dicho capital, en 6 K, = 6 Mi + 6 Si), tiene además
otras importantes características, de las cuales se reseñará en esta sección
la referente a la proporción entre los distintos sectores económicos, tema
que aborda Marx con sus famosos "esquemas" de reproducción que, guardadas
las proporciones históricas, traen a la mente el "tableau economique" de
Quesnay (sección 10. 2. 5).
En el volumen II de El Capital, donde describe sus esquemas, Marx divide la
economía en dos grandes sectores o departamentos: todas aquellas industrias
que producen medios de producción, que agrupa bajo la denominación
del departamento l, y todas las restantes, que producen las mercancías
de consumo para los obreros y capitalistas, o departamento 11. El precio de
Leyendo de izquierda a derecha cada renglón, l y Il, del cuadro 12. 9. 3, se
van sumando, pues, los componentes del precio hasta completar el precio
total de la producción de cada uno de los departamentos. Este es, en realidad,
el precio de producción de las mercancías ofrecidas en el mercado por 1
y Il, pues tanto la producción de l como la de II deben ser vendidas en el
mercado. Ahora, .leyendo en forma vertical de arriba hacia abajo, columna
por columna se tiene:
M¡ +
Mil
=
Valor de los medios de producción utilizados y gastados
en el proceso productivo tanto por 1 como por Il. Para
continuar el proceso de acumulación, estos medios de
producción gastados deben ser repuestos, es decir vueltos
a comprar. Como, por definición, sólo l produce medios
de producción, entonces la suma de esta columna, MI +
MIl, constituye una demanda por la producción del
departamento 1.
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
206
SI
Valor de los salarios que los trabajadores (tanto de 1como
de II) gastan enteramente en mercancías de consumo,
puesto que, como no son capitalistas, no compran medios
de producción. Dado que, por definición, sólo el departamento II produce las mercancías de consumo, entonces la
suma de esta columna, SI + Sil, constituye una demanda
por la producción del departamento n.
+ Sil
PCI
Gasto de los capitalistas (tanto de 1 como de II) en
mercancías de consumo. Luego es una demanda por la
producción de Il.
+ PCII
6. MI
LA ECONOMIA DE MARX
+ 6MII
Acumulación (tanto de I como de Il) en medios de producción adicionales. Es decir, es el gasto de los capitalistas
en medios de producción adicionales, que sólo produce
1, siendo por tanto la suma de esta columna una demanda
por la producción de 1.
Acumulación de los capitalistas (tanto de 1 como de II)
para contratar obreros adicionales y poder ampliar el
proceso productivo. Esta suma se convierte, por consiguiente, en salarios adicionales que son gastados en
consumo por los obreros que los perciben. Como sólo
II produce mercancías de consumo, entonces la suma.?e
esta columna constituye una demanda por la producción
de n.
6. SI + 6811
Ahora, haciendo cuentas totales, se tiene que las demandas totales por la
producción del sector I suman:
MI + MlI
+ 6MI + 6MIl
y la oferta total del sector I asciende, obviamente, al precio de sus mercancías '
ofrecidas en el mercado, que es (cuadro 12.9.2):
=MI
+ SI + PCI + 6MI + 6S1
(Menos:) -MI
-MII-6
-----------------------
IGUAL
= O
o sea:
Ahora bien, este es el valor de la oferta total menos el valor de las demandas
totales del sector I. Por consiguiente, para que el valor de la oferta fuese
igual al valor de la demanda, su diferencia tendría que ser cero, o sea:
Oferta 1 = Demanda 1 si SI + PCI + 6.SI - MIl - 6MII
o lo que es lo mismo: siS!
Mil
+ SI + PCI + O + 6SI -MIl - 6MIl,
+ PCI + 6S1
= MII
+ 6MII.
=
O,
(Eq. 12. 9. 2)
Esta condición para el equilibrio o igualdad entre el valor de la oferta y el de
la demanda dice, entonces, que el valor de las demandas por mercancías de
consumo que hace el sector 1 al sector 11, que las produce, (Sr + per + 6. Sr)
debe ser igual al valor de las demandas por medios de producción que hace
el sector II al sector 1, que los produce, (Mil + 6. MII).
(Repitiendo el ejercicio para ofertas y demandas del sector II se llega exactamente a la misma condición de equilibrio). Es decir, el valor de lo que
demanda el sector 1 al sector II debe ser igual al valor de lo que demanda
el sector II al sector l. En caso de no cumplirse tal igualdad se presentará
un desequilibrio, o "desproporcionalidad",
en el mercado que hará subir
los precios de un sector (el que tenga exceso de demanda) y bajar los precios
en el otro (el que tenga exceso de oferta). De esta manera, la rentabilidad
aumentará en el primero y disminuirá en el segundo, forzando así una
reasignación de recursos que moverá la producción y la oferta de cada
sector a sus proporciones de equilibrio, situación ésta en que las mercancías
se venden por precios que arrojan apenas la ganancia media, es decir, por sus
precios de producción. Pero, lo verdaderamente importante de lo s esquemas
es cómo ellos indican que, debido a la interconexión productiva y de demandas
entre todos los sectores de la economía, el proceso de acumulación exige
como un requisito que uno no pueda crecer independientemente del otro y,
aún mas, que existe una proporción requerida y específica entre el crecimiento
del uno y el del otro. Y esto es de particular importancia para la teoría de
las crisis y depresiones, como se esbozará a continuación.
3.10
Restando de este valor total de la oferta, el valor total de las demandas, se
tiene:
MI + SI + PCI + 6MI + 6.S1
207
Acumulación y crisis
3.10.1 Acumulación y ejército de reserva
La plusvalía acumulada como capital adicional se desdobla, pues, en la
adquisición de medios de producci6n adicionales y fuerza de trabajo adicional,
como se vio en la sección 12. 9. 2. Así, concluye Marx: "La acumulación del
capital supone, por tanto, un aumento del proletariado" (El Capital, vol. 1,
(
(
208
INTRODUCCION
LA ECONOMIA DE MARX
A LA ECONOMIA
cap. XXIII). Y naturalmente, este aumento requerido del proletariado será
tanto mayor cuanto mayor sea la acumulación.
Pero, la acumulación, a su vez, será tanto mayor cuanto mayor sea la tasa de
plusvalía, porque la masa de plusvalía (acurnulable) depende de esta tasa
(sección 3.4.3).
Por tanto, si la tasa de plusvalía aumenta "demasiado", la
acumulación de capital será excesivamente acelerada en relación con el
crecimiento de la población proletaria. Y este exceso relativo se traducirá
en un paulatino agotamiento de la fuerza de trabajo disponible (desernpleada),
proceso en el cual los capitalistas deben competir unos con otros por la
fuerza de trabajo escasa pagando mayores salarios. Sin embargo, prosigue
Marx, el sistema posee su propio mecanismo automático de control, que
implica que la tasa de salarios "se mueve siempre dentro de límites que no
sólo dejan intangibles las bases del sistema capitalista, sino que además
garantizan su reproducción en una escala cada vez más alta" (Ibid), Según
Marx, este mecanismo consiste en la formación y reconstrucción periódica
de un "ejército de reserva" de trabajadores desempleado s pues, por la razón
antes anotada, "la producción de una población sobrante relativa, es decir,
soorante en relación con las necesidades medias de explotación del capital, es
cpl\dición de vida de la industria moderna". "A la producción capitalista no
lé:basta, ni mucho menos, la cantidad. de fuerza de trabajo disponible que le
suministra el crecimiento natural de la población. Necesita, para poder
desenvolverse desembarazadamente, un ejército industrial de reserva, libre de
esta barrera natural". (Ibid).
Para formar el ejército de reserva, el sistema posee dos medios fundamentales,
aparte del proceso "natural" de proletarización de las masas de campesinos,
artesanos y, en general, trabajadores independientes, que son: i- el "estiramiento" de la jornada de trabajo y de la intensidad del trabajo, que permite
realizar el mismo trabajo con menos obreros; y, ií- el aumento permanente
en la composición orgánica del capital, (sección 3. 8), que reduce permanentemente el número de trabajadores requeridos por cada monto de capital real
dado. De esta manera, "Durante los períodos de estancamiento y prosperidad
media, el ejército industrial de reserva ejerce presión sobre el ejército obrero
en activo, y durante las épocas de superproducción y paroxismo pone un
freno a sus exigencias", y así "el movimiento general de los salarios se regula
exclusivamente por las expansiones y contracciones del ejército industrial
de reserva, que corresponden a las alternativas periódicas del ciclo industrial"
(Ibid).
No obstante, tales medios de formación del ejército de reserva no prueban
ser suficientes para desembarazarse de la "barrera natural" que impone el
crecimiento de la población a la acumulación capitalista. Llega un momento
en que el ímpetu de la acumulación la conduce a un "exceso", a una "sobre-
209
producción absoluta de capital" que ocurre "tan pronto como el capital
acrecentado sólo produjese la misma masa de plusvalía o incluso menos que
antes de su aumento", es decir, tan pronto como ocurre "una fuerte y súbita
baja de la cuota general de ganancia ... por razón ... a un alza del valor del
dinero del capital variable -a consecuencia de la subida de salarios- y la
correspondiente reducción en la proporción de trabajo excedente a trabajo
necesario", (El Capital, vol. IlI, cap. XV). O sea la correspondiente reducción
en la tasa de plusvalía. Es decir, no obstante los medios i- y ii- arriba señalados,
la dinámica de la acumulación capitalista agota el ejército de reserva (elimina
el desempleo), pero tan pronto esto ocurre (se alcanzan niveles próximos
al pleno empleo de la fuerza de trabajo), todo estímulo a la ampliación
productiva adicional cesa porque, de hecho, tal ampliación sería imposible
(sin fuerza de trabajo adicional disponible) y porque, antes de eliminar en
términos absolutos el desempleo, los salarios se han elevado tanto que la
reducción abrupta en la tasa de ganancia indica la inutilidad desde el punto
de vista del capital, desde el punto de vista de su rentabilidad, de cualquier
intento de ampliar aún más la producción. En este momento sobreviene la
crisis.
3.10.2 Las crIsis
La crisis de '(sobreproducción de capital", en el sentido antes definido, se
manifiesta en forma inmediata, pues, en una parálisis del proceso de inversión
de capital (plásvalía) adicional, en una supresión de todos los planes para
lograr ampliaciones ulteriores de la capacidad productiva que, con el ejército
de reserva agotado, serían inútiles desde el punto de vista del capital, serían
no rentables. Esto significa, volviendo al cuadro 12. 9. 1, que la espiral
acumulativa sufre una ruptura, inicialmente en una de sus partes. En efecto,
cada capitalista individual aspira a culminar con éxito su llegada al punto (2)
de la espiral, realizando sus mercancías por un precio In = Mí + Sí + Gí, que
le permite recuperar su capital inicial y obtener su ganancia Gí, la cual es
fuente de su consumo personal (PCí) y de su acumulación (PAí) que, en
ausencia de cualesquier trabas, se convertiría en 1:::.Mí + 1:::.Sí. Pero, ahora,
con el ejército de reserva agotado, con una "sobreproducción de capital"
y, por tanto, siendo toda inversión ulterior inútil desde el punto de vista del
capital, cada capitalista tratará de retener bajo la forma de dinero la parte
de sus ganancias que bajo otras circunstancias iría a parar directamente
al punto (3) de la espiral (PAí), es decir, la parte de G, que bajo otras
circunstancias se convertiría en 1:::. Mí + I:::.Sí. En otras palabras, cada capitalista
se abstiene ahora de demandar fuerza de trabajo adicional y medios de
producción adicionales, hasta tanto la rentabilidad no vuelva a ser "adecuada".
Pero, yendo al cuadro 12. 9. 3 y su explicación, se observa claramente que
1:::. Mí + 1:::. Mil, o sea la suma total de todos los 1:::. Mí individuales de la eco-
210
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
no mía, es precisamente un elemento constitutivo de la demanda por la
producción del departamento I (productor de medios de producción). Por
consiguiente, al paralizar los capitalistas individuales el proceso de conversión
de PAi en 6 Mi, el departamento I sufre una reducción en su demanda igual
a 6. MI + 6 MI\, es decir, se enfrenta a un exceso de oferta que se manifiesta
tanto en la reducción de los precios de sus mercancías como en la acumulación
de inventario s "indeseables" de las mismas. La crisis empieza manifestándose,
pues, como una reducción en la demanda por medios de producción y, por
tanto, como una sobreproducción de los medios de producción producidos
(por el departamento I), es decir, como una "sobreproducción de mercancías"
en el departamento 1. Así, la "sobreproducción de capital" se ha transformado
en una "sobreproducción de mercancías".
Pero todo no termina allí. El departamento I, respondiendo a la reducción
en la demanda por sus mercancías, reduce su oferta, es decir, su producción.
Para ello, por supuesto, paraliza parte de su maquinaria y de su fuerza de
trabajo, es decir, despide trabajadores, empezando a presentarse así una
reducción absoluta de la producción en la economía y un aumento paralelo
del desempleo, del ejército de reserva, que permite reducir la tasa de salarios
(debido a la competencia entre los trabajadores desempleados). De otro
lado, esta reducción simultánea tanto en la tasa de salarios (s) como en el
volumen de empleo (N) reduce el monto total (real) de salarios pagados
en la economía (S = s . N, eco 12. 4. 7). Pero este monto total de salarios
es igual, precisamente, volviendo al cuadro 12. 9. 3, a SI + Sil + 6. SI +
6. SlI que, a su vez, no son más que componentes de la demanda por la
producción del departamento II (bienes de consumo), ya que los trabajadores
gastan sus salarios en bienes de consumo. Así, al aumentar el desempleo
y reducirse los salarios la demanda por la producción del departamento
II también resulta reducida, es decir, se presenta también un exceso de
oferta sobre demanda en el departamento Il, o una "sobreproducción de
mercancías" también en el departamento n. Respondiendo a ésta, los
capitalistas del departamento II reducen su producción, es decir, lanzan al
desempleo a un mayor número de trabajadores, incrementando aún más
el ejército de reserva, y haciendo aún más innecesaria su adquisición o
reposición de medios de producción, o sea, reduciendo aún más la demanda
por la producción del departamento I, el cual reiniciará el proceso de descenso
de la producción y de aumento del desempleo, dando lugar a una nueva
espiral pero en sentido contrario.
Este proceso crítico va acompañado necesariamente de una crisis fina:nciera
porque, al interrumpirse el crecimiento esperado en las ventas (tanto de medios
de producción como de consumo), al acumular inventario s "indeseables" de
mercancías que no pudieron convertirse en dinero, los capitalistas individuales
LA ECONOMIA DE MARX
211
se ven imposibilitados para redimir a tiempo las deudas contraídas (con otros
capitalistas) anteriormente con el propósito de financiar sus expansiones,
imposibilidad que a su vez deja "il iquidos" a los prestamistas, quienes por
tal motivo incumplen otros compromisos, etc., etc., estableciéndose así
una cadena de quiebras sucesivas por "iliquidez ", Además, esta situación
en sí conduce a un colapso del mercado de acciones pues éstas apenas
representan la rentabilidad y la situación de las empresas que las emiten, cuyo
estado depresivo acaba de delinearse. La demanda por acciones, pues, cae
también, cayendo con ello su precio.
La cadena de quiebras aruina definitivamente a muchas empresas, particularmente a las más débiles o pequeñas, con lo cual se destruye capital "en
funciones", es decir, se saca por la borda de la competencia del mercado
a un número dado de capitalistas y de sus respectivos capitales. Pero al
proceso de destrucción de capital "en funciones" también contribuye la
propia inactividad de los medios de producción porque "aunque ... el tiempo
afecta-y perjudica a todos los medios de producción (excepto la tierra) ... el
principal efecto en este caso sería el-de que estos medios de producción dejan
de funcionar como tales, el de que su función como medios-de producción
sería interrumpido por un período ya sea corto o largo". (El Capital, vol.
III, cap. XV).
Al profundizarse la depresión de la actividad económica, con su destrucción
de capital en funciones, es decir, eliminando transitoriamente el exceso de
medios de producción que actúan como capital activo, (el exceso o sobreproducción de capital), y con su reconstrucción masiva del ejército de
reserva de desempleados, se crean las condiciones requeridas para una nueva
espiral expansiva y el proceso de acumulación recomienza: " ... la paralización de la producción así operada preparará una ampliación posterior de la
producción dentro de los límites del propio capitalismo. De este modo se
reanudará de nuevo el ciclo". (El Capital, vol. III, cap. XV). Así, Marx concluye:
"El curso característico de la industria moderna, la línea +interrumpida
sólo por pequeñas oscilaciones- de un cilo decenal de períodos de animación
media, producción a todo vapor, crisis y estancamiento, descansa en la
constante formación, absorción más o menos intensa y reanimación del
ejército industrial de reserva o superpoblación obrera". (El Capital, vol. 1, cap.
XXIII). y sitúa el surgimiento de esta característica moderna, esta aparición
de un exceso de capital, en Inglaterra en pleno apogeo de la revolución
industrial, cuando señala: "La gran industria empezaba por aquel entonces
a salir de su infancia, como lo demuestra, entre otras cosas, el hecho de que la
crisis de 1825 inaugure el ciclo periódico de su vida moderna". (El Capital,
vol. I, Prólogo del Autor a la la. edición, Sub. Agregado).
212
INTRODUCCION
A LA ECONOM!A
3.10.3 Concentración y centralización de capitales
La "espiral acumulativa" se desarrolla, entonces, a través de "ciclos periódicos";
en los cuales las crisis y depresiones económicas constituyen el mecanismo
encargado de reducir la presión de la "sobreproducción"
de capital sobre los
salarios, reconstruyendo
periódicamente
el ejército de reserva de desempleados.
Pero, aparte de esto, y de que el aumento permanente
de la composición
orgánica del capital constituye
una válvula de escape en el mismo sentido
(sección 12. 10. 1), Marx señala otros dos sub productos
esenciales del
proceso de acumulación
capitalista. En primer lugar, señala otra válvula de
escape a las presiones de la sobreproducción
de capital en los países más
avanzados, que es la exportación
de capitales hacia países en los que la tasa
de ganancia es mayor, es decir, la inversión en el extranjero, dando ello
lugar a la conformación
de una economía mundial basada en la exportación
de capitales.
"Cuando se envía capital al extranjero,
no es porque este
capital no encuentre
en términos absolutos
ocupación dentro del país.
Es porque en el extranjero
puede invertirse con una cuota más alta de
ganancia. Pero este capital es, en términos absolutos, capital sobrante con
respecto a la población obrera en activo y al país de que se trata en general".
(El Capital, vol. m, cap. XV). (Sobre este punto desarrolla Lenín su. teoría
del Imperialismo -véase sección 9. 10. 2-. Véase también sección 10. 1. 5
acerca de la relación que establece Keynes entre exportación
de capitales,
balanza comercial
favorable, sobreproducción
de mercancías
y nivel de
empleo).
Y, en segundo lugar, Marx señala también el proceso de "concentración
y centralización"
de capitales como un subproducto
esencial de la espiral
acumulativa.
Tal proceso consiste en el dominio de la producción
y del
mercado por un número cada vez más pequeño de capitales cada vez más
grandes. La "concentración"
se refiere al proceso de acumulació~
c~mo
tal, en el que a una tasa de ganancia dada, un capital grande crece en termmos
absolutos mucho más que en capital pequeño. Por ejemplo, a una tasa de
ganancia de 200/0, un capital de $1000' crece anualmente en $200', mientras
que un capital de $10' sólo crece en el mismo ~apso en $2'. Y, a; s~guient;
año, el primer capital, ahora de $1.200', crecera en 0.2 x ($1.200 1 o $240 ,
mientras que el segundo sólo lo hará en 0.2 x ($12') = $2.4'. De esta manera,
el primer año el capital mayor crece más que el menor, con una diferencia
de $200' - $2' = $198'. Y, el segundo año también crece más pero con una
diferencia mayor, igual a $240' - $2.4' = $237.6'. Y así acumulativamente
...
Por tanto, dice Marx: "Todo capital individual es una concentración,
mayor
o menor, de medios de producción,
con el mando consiguiente
sobre un
ejército más o menos grande de obreros. Toda acumulación sirve de nueva
acumulación.
Al aumentar la masa de riqueza que funciona como capital,
LA ECONOMIA DE MARX
213
aumenta su concentración
en manos de los capitalistas individuales, y, por
tanto, la base para la producción
en gran escala y para los métodos específicamente
capitalistas de producción".
(El Capital, vol. 1, cap. XXIII).
La "centralización"
de capitales, por otra parte, no se refiere al incremento
de la acumulación
como tal, "se trata de la concentración
de los capitales
ya existentes, de la acumulación de su autonomía individual, de la expropiación de unos capitales por otros, de la aglutinación
de muchos capitales
pequeños para formar unos cuantos capitales grandes". "Se trata de una
verdadera
centralización,
que no debe confundirse
con la acumulación
. y la concentración".
"No podemos exponer aquí las leyes que rigen esta
centralización
de los capitales o la atracción de unos capitales por otros.
Baste con unas simples referencias de hecho. La lucha de la competencia
se libra mediante el abaratamiento
de las mercancías.
La baratura de las
mercancías
depende, Caeteris Paribus, del rendimiento
del trabajo y éste
de la escala de la producción. Según esto, los capitales más grandes desalojan
necesariamente
a los más pequeños. Recuérdese, además, que al desarrollarse
el régimen capitalista de producción, aumenta el volumen mínimo del capital
individual necesario para explotar un negocio en condiciones
normales.
Por tanto, los-capitales más modestos se lanzan a las órbitas de producción
de que la gran industria sólo se ha adueñado todavía esporádicamente o de
un modo imperfecto.
Aquí, la concurrencia
actúa vertiginosamente,
en
razón directa al número y en razón inversa al volumen de los capitales
que rivalizan entre sí. Y termina siempre con la derrota de los muchos capitales
pequeños, cuyos capitales son engullidos por el vencedor, o desaparecen.
Aparte de esto, la producción capitalista crea una nueva potencia: el crédito,
que en sus comienzos se desliza e insinúa recatadamente,
como tímido
auxiliar de la acumulación, atrayendo y aglutinando en manos de capitalistas
individuales o asociados,
por medio de una red de hilillos invisibles, el
dinero diseminado
en grandes o pequeñas masas por la superficie de la
.sociedad, hasta que pronto se revela corno un arma nueva y temible en el
campo de batalla de la competencia Y acaba por convertirse en un gigantesco
mecanismo social de centralización de capitales". (Ibid}.
Pero, el propósito final del análisis de éste y los demás aspectos de la acumulación, como leyes de desarrollo de la economía capitalista, es en el sistema
teórico de Marx el de demostrar la inevitabilidad
histórica del socialismo
como fase sucesoria de la capitalista en el proceso de desarrollo social, así
como consolidar la construcción de una ideología del "socialismo científico",
tal como se indicó en la sección 11. 1. 6 antes de empezar: esta apretada
síntesis de su teoría económica. Por ello, la exposición anterior quedaría trunca
sin una referencia, así sea muy breve, a tales aspectos de su pensamiento, lo
cual se hace a continuación.
214
3.11
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
La economía socialista
Como queda claro de las citas de Marx en la sección 3.9. 1, para éste
"el régimen capitalista de producción" constituye apenas una "necesidad
transitoria" históricamente, consistiendo tal necesidad en su tendencia
y su capacidad para "crear las condiciones materiales de producción que
son la única base real para una forma superior de sociedad cuyo principio
fundamental es el desarrollo pleno y libre de todos los individuos". Tales
condiciones se refieren, en resumen, a la creación de la gran industria moderna,
con su aplicación de la ciencia, la tecnología y la maquinaria a la producción,
y con su concentración de hecho de un vasto número. de trab.aj~d?res, cada
vez en mayor escala, en el mismo proceso productivo, socializándose en
forma creciente todo proceso productivo. Y, esto lo logra el capitalismo
a través de cada "verdadero capitalista (que) obliga implacablemente a
la humanidad a producir por producir", es decir, colocando la acumulación
como el único fin verdadero del proceso económico. Pero, mediante el
desarrollo de tal proceso llega un momento en que el sistema alcanza una
"sobreacumulación", la cual se manifiesta en las crisis de "sobreproducción"
y depresiones, que para Marx constituye el indicado~ e?~nómico de que la
acumulación como objetivo ha cumplido ya su papel histórico y ha pasado de
ser un factor de desarrollo social (el factor que permite "crear las condiciones
materiales de producción que son la única base real para una forma sup~rior
de sociedad") a ser un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas,
lo cual se evidencia en que para contrarrestar tal "sobreacumulacíón" tenga
que destruirse capital "en funciones", debe paraliza:~e y retrotra~rse la
producción de riqueza y tenga que lanzarse a la inutilidad productiva del
desempleo a millones de individuos, aun contra el deseo ~e. estos y a c~sta
del bienestar de éstos. Así Marx y Engels afirman en el Manifiesto Comunista
(1848): "Desde hace algunas décadas, la historia de la industria y del comercio
no es más que la historia de la rebelión de las fuerzas productivas modernas
contra las actuales relaciones de producción, contra las relaciones de propiedad
que condicionan la existencia de la burguesía y su dom~nación. Baste mencionar las crisis comerciales que, con su retorno periódico, plantean, en
forma cada vez más amenazante, la cuestión de la existencia de toda la
sociedad burguesa". "Las relaciones burguesas resultan demasiado estrechas
para contener las riquezas creadas en su seno".
Pero según su propia teoría de la historia, cuando las relaciones de producción
se oponen al desarrollo de las fuerzas productivas, se abre un período de
revolución social, las primeras saltan hechas añicos y el orden social es
sustituido por uno nuevo (véase sección 3.2). Por eso Marx y Engels
afirman: "El Manifiesto Comunista se propuso como tarea proclamar la
desaparición próxima e inevitable de la sociedad burguesa". (Prefacio a la
edición rusa de El Manifiesto, 1882, sub. agregado).
LA ECONOMIA DE MARX
215
De otro lado, dentro de tal contexto, según Marx, el proceso de concentración
y centralización de capitales produce, por una parte, una socialización
creciente de la producción: "Al crecer las proporciones de los establecimientos
industriales, se sientan por doquier las bases para una organización más
amplia del trabajo colectivo de muchos, para un desarrollo mayor de sus
impulsos materiales ... ". Y, por otra parte, al contrario, concentra cada
vez más la propiedad privada en menos manos: "Si el capital aumenta en
proporciones gigantescas en una sola mano, es porque muchas manos se ven
privadas de los suyos". Pero, según Marx, "La centralización de los medios
de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que se
hacen incompatibles con su envoltura capitalista". (El Capital, vol. 1, cap.
XXIV).
Y, para completar el cuadro, Marx y Engels afirman en El Manifiesto: "Pero
la burguesía no ha forjado solamente las armas que deben darle muerte; ha
producido también los hombres que empuñarán esas armas: los obreros
modernos, los proletarios". Y, sigue Marx: " ... crece también la rebeldía de
la clase obrera, cada vez más numerosa y disciplinada, más unida y organizada
por el mecanismo del mismo proceso capitalista de producción". "Esta
(envoltura capitalista) salta hecha añicos. Ha sonado la hora final de la
propiedad privada capitalista. Los expropiadores son expropiados". "La
transformación de la propiedad privada dispersa y basada en el trabajopersonal del individuo en propiedad privada capitalista fue, naturalmente,
un proceso muchísimo más lento, más duro y más difícil, de lo que será
la transformación de la propiedad capitalista, que en realidad descansa ya
sobre métodos sociales de producción, en propiedad social. Allí, se trataba
de la expropiación de la masa del pueblo por unos cuantos usurpadores;
aquí, de la expropiación de unos cuantos usurpadores por la masa del
pueblo". (El Capital, vol. 1, cap. XXIV).
Según Marx, esta expropiación de la propiedad privada capitalista, es decir, la
colectivización o socialización de la propiedad sobre los medios de producción
se realiza y consolida mediante "la dictadura revolucionaria del proletariado",
ya que "Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el
período de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A
este período corresponde también un período político de transición, cuyo
Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado",
(Marx, Crítica del Programa de Gotha, 1875).
(Marx y Engels daban al término "dictadura" un significado específico, como
la dominación de una clase sobre otra u otras, incluyendo como "dictaduras" a
todas las democracias en que existe el Estado, porque "En realidad, el
Estado no es más que una máquina para la opresión de una clase por otra, lo
mismo bajo la república democrática que bajo la monarquía ... " (Engels,
(
216
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
Introducción a la Guerra Civil en Francia). Así, a partir de esta tesis, el
Estado llegaría a extinguirse sólo con la desaparición de las clases y su
lucha).
El cuadro que dibuja Marx sobre la organización económica de esta fase
intermedia entre el capitalismo y el comunismo, hoy llamada socialismo, se
aprecia más íntegra y nítidamente que en cualquier otro de sus escritos,
quizás, en el apartado 3. de la Crítica del Programa de Gotha (1875), en el
que precisamente critica el planteamiento de Fernando Lassalle de que
"La emancipación del trabajo exige ... un reparto equitativo del fruto del
trabajo". Por ello, y porque su propia descripción, ya sintetizada por el propio
autor, no es susceptible de reducciones ulteriores sin posibles desfiguraciones
es inevitable terminar este capítulo con una transcripción literal de la misma.
En efecto, después de mostrar que antes de repartir el producto social
global entre los trabajadores la sociedad tiene que deducir "una parte para
reponer los medios dé producción consumidos", "una parte suplementaria
para ampliar la producción", "el fondo de reserva o de seguro contra accidentes, transtornos debidos a calamidades, etc.", "los gastos generales de
administración no concernientes a la producción", "la parte que se destine
a la satisfacción colectiva de las necesidades, tales como escuelas, instituciones
sanitarias, etc.' y "los fondos de sostenimiento de las personas no capacitadas
para el trabajo", dice Marx:
LA ECONOMIA DE MARX
217
entreg~ un bono consignando que ha rendido talo cual cantidad de trabajo
(despues de descontar lo que ha trabajado para el fondo común), y con
este bono saca de los depósitos sociales de medios de consumo la parte
equivalente a la cantidad de trabajo que ha rendido. La misma cuota de
trabajo que ha dado a la sociedad bajo una forma, la recibe de ésta bajo
otra forma distinta.
Aquí reina, evidentemente, el mismo principio que regula el intercambio
de mercancías, por cuanto éste es intercambio de equivalentes. Han variado
la forma y el contenido, porque bajo las nuevas condiciones nadie puede
dar sino su trabajo, y porque, por otra parte, ahora nada puede pasar a ser
propiedad del individuo, fuera de los medios individuales de consumo.
Pero, en lo que se refiere a la distribución de éstos entre los distintos productores, rige el mismo principio que en el intercambio de mercancías
equivalentes: se cambia una cantidad de trabajo, bajo una forma, por otra
cantidad igual de trabajo, bajo otra forma distinta.
Por eso, el derecho igual sigue siendo aquí, en principio, el derechóburgués,
aunque ah,ora el principio y la práctica ya no se tiran de los pelos, mientras
que en el regimende intercambio de mercancías, el intercambio de equivalentes
no se da más que como término medio, y no en los casos individuales.
~ ?esa.~ de este progreso este derecho igual sigue llevando implícita una
burguesa. El derecho de los productores es proporcional al trabajo
que han rendido; la igualdad, aquí, consiste en que se mide por el mismo
rasero: por el trabajo.
limitación
"En el seno de una sociedad colectivista, basada en la propiedad común de
los medios de producción, los productores no cambian sus productos; el
trabajo invertido en los productos no se presenta aquí, tampoco, como
valor de estos productos, como una cualidad material, inherente a ellos, pues
aquí, por oposición a lo que sucede en la sociedad capitalista, los trabajos
individuales no forman ya parte integrante del trabajo común mediante un
rodeo, sino directamente. La expresión "el fruto del trabajo", ya hoy recusable
por su ambigüedad, pierde así todo sentido.
De lo que aquí se trata no es de una sociedad comunista que se ha desarrollado
sobre su propia base sino de una que acaba de salir precisamente de la
sociedad capitalista y que, por tanto, presenta todavía en todos sus aspectos,
en el económico, en el moral y en el intelectual, el sello de la vieja sociedad de
cuya entraña procede. Congruentementé con esto, en ella el productor individual obtiene de la sociedad -después de hechas las obligadas deduccionesexactamente lo que le ha dado. Lo que el productor ha dado a La sociedad
es su cuota individual de trabajo. Así, por ejemplo, la jornada social de
trabajo se compone de la suma de las horas de trabajo individual; el tiempo
individual de trabajo de cada productor por separado es la parte de la jornada
social de trabajo que él aporta, su participación en ella. La sociedad le
Pero unos individuos son superiores física o intelectualmente a otros y
rinden, pues, en el mismo tiempo, más trabajo, o pueden trabajar más
tiempo; y el trabajo, para servir de medida tiene que determinarse en cuanto
a duración o intensidad, de otro modo, deja de ser una medida. Este derecho
igual es un derecho desigual para trabajo desigual. No reconoce ninguna
distinción de clase, porque aquí cada individuo no es más que un obrero
como los demás; pero reconoce, tácitamente, 'como o tras tantos privilegios
naturales, las desiguales aptitudes de los individuos, y, por consiguiente, la
desigual capacidad de rendimiento. En el fondo es, por tanto, como todo
derecho, el derecho de la desigualdad. El derecho sólo puede consistir, por
naturaleza, en la aplicación de una medida igual; pero los individuos desiguales
(y no serían distintos individuos si no fuesen desiguales) sólo pueden medirse
por la misma medida siempre y cuando que se les enfoque desde un punto
de vista igual, siempre y cuando que se les mire solamente en un aspecto
determinado; por ejemplo, en el caso concreto, sólo en cuanto obreros, y
no se vea en ellos ninguna otra cosa, es decir, se prescinda de todo lo demás.
Prosigamos: unos obreros están casados y otros no; unos tienen más hijos
218
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
que otros, etc., etc. A igual rendimiento y, por consiguiente, a igual participación en el fondo social de consumo, unos obtienen de hecho más que
otros, unos son más ricos que otros, etc. Para evitar todos estos inconvenientes,
el derecho no tendría que ser igual, sino desigual.
Pero estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista después de un largo y
doloroso alumbramiento. El derecho no puede ser nunca superior a la
estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella
condicionado.
En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la
subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con
ella, la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el
trabajó no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital;
cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan
también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales
de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho
horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su bandera:
iDe cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades!".
"Aun prescindiendo de lo que queda expuesto, es equivocado, en general,
tomar como esencial la llamada distribución y hacer hincapié en ella, como
si fuera lo más importante.
La distribución de los medios de consumo es, en todo momento, un corolario
de la distribución de las propias condiciones de producción. Y esta distribución es una característica del modo mismo de producción. Por ejemplo, el
modo capitalista de producción descansa en el hecho de que las condiciones
materiales de producción les son adjudicadas a los que no trabajan bajo la
forma de propiedad del capital y propiedad del suelo, mientras la masa
sólo es propietaria de la condición personal de producción, la fuerza de
trabajo. Distribuidos de este modo los elementos de producción, la actual
distribución de los medios de consumo es una consecuencia natural. Si las
condiciones materiales de producción fuesen propiedad colectiva de los
propios obreros, esto determinaría, por sí solo, una distribución de los
medios de consumo distinta de la actual. El socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas
burgueses a considerar y tratar la distribución como algo independiente del
modo de producción, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina
que gira principalmente en torno a la distribución. Una vez que está
dilucidada, desde hace ya mucho tiempo, la verdadera relación de las cosas,
¿por qué volver a marchar hacia atrás?".
(
Apéndice A-In
La transformación de valores
en precios de producción
APÉNDICE (A-UI)
LA TRANSFORMACIÓN DE VALORES
EN PRECIOS DE PRODUCCIÓN
1. llustración aritmética para el cuadro 3.7.1 (tres industrias).
; Capital
(2) J'Variable
(5)
Tasa de
Plusvalía
p
(1)
Industria
K
100
0,8
80
80
801150=53,3%
100{300=33,3°10
1,6
I1
100
0,5
50
50
50/150=33,3°10
100{300=33,30/0
1,0
III
100
0,2
20
20
20/150=13,3%
100{300=33,3oI0
0,4
TOTAL
300
0,5
150
150
150/150=100%
300/300=100010
1,0
A
S
,';
(3)
P
(4)
(6)
:olumnas:
°10 P
°10
en reparto P
(4) / (5)
2. llustración aritmética para el cuadro 3.7.2
a. Valores de las mercancías producidas en las industrias 1, II Y lIL
Industria
Capital
Capital
Valor
Tasa de
Constante
Variable
Plusvalía
Total
Ganancia
C
S
P
W
,,1
MIK =0
20
80
80
180
0,8
0,2
Il
50
50
50
150
0,5
0,5
III
80
20
20
120
0.2
0,8
TOTAL
150
150
150
450
0,5
0,5
1. Suponiendo que las mercancías se vendiesen hínotéticamente por sus valores.
222
b. Precios de Producción,
según la "transformación"
o cálculo de
Marx.
Industria
Capital
Capital
Ganancia
Precio de
Tasa de
M
Constante
Variable
Media
Producción
Ganancia
K
M
S
G
'Ir
g
=0
20
80
50
150
0,5
0,2
11
50
50
50
150
0,5
0,5
III
80
20
50
150
0,5
0,8
TOTAL
150
150
150
450
0,5
0,5
~
,.
Para obtener los precios de producción, simplemente Marx agregó a los valores del capital constante y variable, C +8, la ganancia media, g.K = 0,5K, en .
vez de la plusvalía producida. La tasa media de ganancia, g, a su vez se obtíene dividiendo la plusvalía producida total por K, o seaP/K = 150/300 = 0,5.
Industria
[
(20x
+ 80)
(1
+ g)
180x
[[
(50x
+ 50)
(1
+ g)
150y
[[[
(80x
+ 20)
(1
+ g)
120z
donde la industria I produce los medios de producción, x es la proporción
en~e el precio de producción y el valor para la industria l, y para la industria II y z para la industria III.
Teniendo en cuenta que g = P/K = 150/(150x + 150), Y reemplazando en
I, se obtiene x = 0,8299, o sea, de la expresión anterior, g = 0,546. Reemplazando estos valores en II y III, se obtiene y = 0,9433 Y z = 1,1133. Con
e~tos datos se pueden reconstruir los precios de producción correctos, como
SIgue:
,
Industria
~:
..
.,
"!
223
APENDICE (A· XIII)
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
Al comparar los precios de producción con los valores, en ese cálculo, se
obtienen una serie de conclusiones tales como: el precio de producción, 1T ,
es mayor que el valor, W, cuando M/K, o la composición orgánica de la industria, es mayor que el promedio para el total de la economía (caso III);
1T < W cuando M/K de la industria < M/K promedio (caso 1): 'Ir = W cuando'
M/K industria = M/K promedio (caso I1); la ganancia media, G, es igual a la
plusvalía producida, P, cuando M/K es igual al promedio (caso II); G > P
cuando M/K > promedio (caso I1I); G <Pcuando M/K < promedio (caso l).
Pero, en el total, P = G = 150, por lo cual estas diferencias sectoriales constituyen simplemente "transferencias de plusvalía" de los sectores con baja
composición orgánica del capital (M/K) hacia los sectores con alta M/K, de
acuerdo con la "ley de la compensación", que distribuye la plusvalía no en
la proporción en que ha sido producida sino en proporción al capital total
inve.rtido. (Cuadro_3. 7.1).
3. Ahora bien, Marx muestra que en el caso general W =1= 'Ir
• Por lo tanto,
no es coherente suponer al mismo tiempo que el valor y el precio de los medios de producción son idénticos, e = M, en todas las industrias, como en
el cálculo o "transformación de Marx". Esa es, pues una transformación
incompleta. Pero puede completarse coherentemente, a partir de los datos
de los valores, mediante el siguiente sistema de ecuaciones simultáneas:
M
S
G
'Ir
g
I
o=M/K
I
(
16,6
80
52,8
149,4
0,546
0,172
11
41,5
50
50
141,5
0,546
0,454
III
66,4
20
47,2
133,6
0,546
0,769
TOTAL
124,5
150
150
424,5
0,546
0,454
,
(
(
El lector podrá contrastar ahora estos precios de producción, obtenidos de la
transformación completa, con los obtenidos de la transformación incompleta
de Marx, con los valores de los cuales se partió y con las conclusiones generales expuestas en la sección 12.7.4. En particular, debe notarse que ahora el
precio de producción es diferente del valor aún para la industria II, que tiene
una composición orgánica igual a la media de toda la economía. De otro
lado, las composiciones orgánicas (M/K) se modifican y sólo por el juego aritmético de una ilustración tan sencilla el sector I1, que tiene una M/K igual al
promedio global en el caso de los valores y de la transformación de Marx,
también resulta con una M/K igual al promedio global en la transformación
completa. En la complejidad real, con muchas industrias, en vez de solamente 3, esta coincidencia sería de casi imposible ocurrencia. Por ello, es apenas
coincidencia aritmética que II no transfiera ni reciba transferencias de plusvalía. Para un análisis teórico detallado, y un juego más completo de ilustraciones, véase Cuevas, H. Valor y Sistema de Precios. Editorial Universidad.
Nacional de Colombia. Bogotá, 1986. Especialmente, los capítulos 3 y 9.
UNiVERSIDAD
DE ANTIOQUYA
RTllLIOTECA CENTRAL
(
Intercapítulo (UI-IV)
Una nota sobre
Jeremy Bentham
(1748-1832)
(
("
·
INTERCAPÍTULO III-IV
Una nota sobre Jeremy Bentham
(1748 - 1832)
Pido a nuestros hombres de sentimiento y compasión que me concedan una tregua, mientras
por necesidad, y sólo por necesidad, hablo e incito a la humanidad a hablar un lenguaje mercenario.
J. Bentham.
"Filosofía de la Ciencia Económica"*
Ese lenguaje "mercenario" valoriza todo en dinero, y en particular la felicidad,
satisfacción o placer, que son sinónimos para Bentham, y los sacrificios o costos. De esta manera, sería posible operar en la ciencia social con magnitudes
morales, siguiendo un camino similar al de las ciencias físicas, es decir, el de
su construcción y desarrollo a través de la observación, la medición, la inducción y la matemática sin recurrir a principios morales abstractos e inobservables. No debería sorprender, entonces, la conclusión de Bentham de que el
mundo moral tuvo en Helvetius (1715-1771) el precursor de esta revolución
científica, como lo fue Bacon (1561-1616) para el mundo físico, pero que en
cambio le faltaba todavía la llegada de su Newton. Es decir, que la ciencia social se encontraba a la espera de su mecánica clásica, tarea a la cual se aplicarían algunos sucesores de Bentham.
•
Escritos Económicos. F.C.E. 1978. p. 189.
(
(
228
INTRODUCCION A LA
Helvetius, al mismo tiempo que los físiócratas exponían sus tesis sobre el orden
natural, y en la misma Francia prerrevolucionaria; sintetizó tres principios básicos de gran importancia para Bentham y sus sucesores. En primer lugar, que los
hombres, aún en relación con sus mejores acciones morales, persiguen su
propio interés, es decir, están movidos por eregoísmo. En segundo. lugar,
que el grado de moralidad de toda acción individual depende exclusivamente
de su utilidad para la colectividad en su conjunto', De acuerdo con esto, la moralidad puede calificarse únicamente en términQs de resultados observables y
no en términos de principios abstractos. y, en tercer lugar, que los do" principios anteriores, cuando entren en oposición pueden ser conciliados a través de
la educación y la legislación, es decir, de las reformas sociales. Este último elemento implicaba para Bentham que, como en el caso de la Física, a la mecánica del mundo social también debe seguirle su ingeniería. y a esto se dedicó
Bentham con una pasión que dejó honda huella en muchas legislaciones, propuestas de reforma social y en el espíritu de discípulos reformadores tan distinguidos como John Stuart Mill, quien siguiendo las enseñanzas de su padre,
James Mill, fue uno de los mayores activistas del utilitarismo de Bentham.
Fue talla pasión reformadora y el espíritu críticO de este último sobre la sociedad de su tiempo, que John Stuart Milllo n~mó "el gran cuestionador de
todas las cosas establecidas".
El principio fundamental de este utilitarismo era: "El máximo bien o felicidad
para el máximo número de seres humanos". Yello debe ser suficiente para
subrayar dos características esenciales del pensamiento de Bentham y sus
discípulos reformadores: La maximización de la felicidad o bienestar social,
como objetivo final del sistema económico, por una parte; y el carácter humanitario y equitativo de las reformas sociales por las'cuales propugnaban, por otra
parte".
Porque para Bentham la mayor justicia social yla maximización del biene~tar
eran fines inseparables, puesto que basó todo su análisis sobre el principio de
una satisfacción o utilidad cardinal marginalmente decreciente'. De acuerdo
con este principio, es menor la satisfacción o felicidad perdida por una persona
muy rica que la ganada por una persona pobre, cuando una parte de la riqueza de la primera es transferida hacia la última.Por consiguiente, el bienestar
Al respecto, debe notarse la coincidencia con las tesis de los fisiócratas (sección 1.2.2.) y de ADAM
SMI'!'H(secc. [ 3.9.2 Y1I2.1.5).
Además, que este último publicó su Teoría de los Sentimientos
Morales en n:lll, un año después' que "Del Espíritu", la obra de Helvetius donde se exponen estos
principios
2 Con relación a estas reformas, véase la sección 2.4 (J.S. MILLJ.
3 Sobre la significación precisa de este concepto, véanse las secciones 4.2.1. y 4.2.2.
Bentham
expone este principio en la sección 5 de su Filosofía de la Ciencia Económica y en la sección XXlX
de su Psicología del Hombre Económico, obra que puede considerarse un verdadero manifiesto
utilitarista.
UNA NOTA SOBRE JEREMY BENTHAM (1748·1832)
229
o la felicidad total de la sociedad aumentaría ante un menor grado de las desigualdades sociales. No obstante, Bentham consideró que no resultaba deseable la igualdad total, puesto que de esa manera se eliminarían los incentivos
para el esfuerzo, la creatividad, la aplicación y el progreso que, a su vez, son
indispensables para aumentar los niveles de bienestar social, conduciendo estas consideraciones a un modelo ideal de sistema mixto que J. S Mill expuso
con gran maestría.
La doctrina utilitarista de Bentham suministró algunas bases y ha tenido una
profunda influencia para el desarrollo de la moderna Economía Neoclásica, al
menos en lo referente a tres aspectos. Primero, la asimilación del método de la
ciencia social al de las ciencias físicas, otorgándole especial énfasis a la cuantificación de los conceptos, los métodos de medición y la matematizacíón
de la
teoría, aunque aparte de dejar señalada la senda Bentham mismo no avanzó
sobre ella. Segundo, la adopción del principio de que la maximización de la satisfacción o bienestar es el fin último, tanto desde el punto de vista individual
como desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto. Y, finalmente, la
adopción del principio de la utilidad o satisfacción marginalmente decreciente.
No obstante, la~()derna Economía Neoclásica sustituyó el principio de la utilidad cardinal por:-: el de una utilidad ordinal marginalmente decreciente', con
lo cual se inhibió.ante las comparaciones interpersonales de utilidad y se declaró carente de criterios para juzgar cambios en la distribución del ingreso y
la riqueza. Al fin y al cabo, podría pensarse que también la mecánica celeste
forma parte de la mecánica clásica pero no aplica a aquella ninguna forma de
ingeniería, excepto la del Hacedor Supremo. Sólo que la dinámica social no ha
resultado tan celestial, hasta el punto de que la búsqueda de criterios alternativos para evaluar el impacto de cambios en la distribución del ingreso y la riqueza sobre el bienestar colectivo ha constituido, quizá, el princi pal problema
y el mayor esfuerzo de la Economía Neoclásica durante el siglo XX. Desde los
intentos por construir curvas de indiferencia colectivas o utilizar determinados "criterios de compensación", hasta la incursión en teorías de la elección colectiva, de la eficiencia de las instituciones y aún en teorías de la justicia, al
entrar en el siglo XXI Puede decirse que este problema, por el lado del bienestar (o de la demanda), junto con el de la función de producción, por el lado de
la oferta, constituyen los retos más actuales y fundamentales para la Economía Neoclásica y sus principales paradigmas sobre la eficiencia económica, a
los cuales se espera visitar a lo largo del recorrido por el capítulo XIII.
1 Sobre este concepto, véanse las secciones, 4.2.1, 4.2.4. y 4.3.2.
(
Capítulo IV
La economía
neoclásica
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9
í
(
CAPÍTULO IV
LA ECONOMÍA NEOCLÁSICA
4.1
Antec!!dent&s
Aunque algunos \.Qe los elementos que más tarde iríari.a.servir para la
construcción del sedificío "neoclásico" pueden .encontrarseenla
literatura
de una serie de pensadores de la primera mitad del siglo XIX, como Jean
Baptiste Say (Francia, 1803)1, Lauderdale (Gran Bretaña, 1804), Van
Thunen (Alemania, 1826), Longfield (Gran Bretaña, 1834), Agustín Coumot
(Francia, 1838), Sarnuel Bailey (Gran Bretaña, 1íl25) y Nassau William
Senior (Gran Bretaña, 1836), quienes, a diferencia de los "Clásicos", dieron
gran importancia en sus análisis a la utilidad o satisfacción derivada del
consumo, o a la "productividad del capital" o a la idea de que lo relevante
no era un valor absoluto sino los precios relativos, o a estas tres cosas juntas,
no es sino hasta pasada la mitad del siglo y, con-mayor énfasis, hacia 1871
que empieza a tomar fuerza y cuerpo definido el enfoque metodológíco
y el conjunto de proposiciones económicas que hoy se conocen como
"economía neoclásica", que también algunos han denominado "economía
marginalista" y cuyos fundamentos suelen ser expuestos contemporáneamente
en los cursos de "Microeconomía" y "Teoría del Equilibrio General y
Bienestar",
1
El año entre
respectivo.
paréntesis
corresponde
al de publicación
de
la obra más representativa
del autor
234
.
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INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
Este último período del siglo XIX, en que se consolidan los fundamentos
neoclásicos modernos, también fue testigo de la nítida consolidación de
una serie de nuevos fenómenos económicos que, de alguna manera, eran
diferentes a aquellos tipificantes de la revolución industrial y que ya fueron
señalados en el capítulo anterior. Podría hablarse, ahora, de un período
de la postrevolución industrial, cuyas características sirvieron inevitablemente
de marco objetivo al desarrollo de la economía neoclásica y, por ello, no
pueden dejar de señalarse, así sea muy esquemáticamente. Las principales
de tales características fueron las siguientes: j- La base del desarrollo industrial
y de la continuada revolución en los métodos de producción se desplazó
de las industrias ligeras de bienes de consumo, como los textiles, que fueron
el sector bandera de la revolución industrial, a las industrias pesadas, productoras de medios de producción o "bienes de capital", tales como máquinas,
herramientas y material de transporte. Esto se expresa, por ejemplo, en el
hecho de que la producción de acero sólo entre 1850 y 1880 se multiplicó
por 30 veces en la Gran Bretaña; ii- Gracias a esto y a su papel pionero en
el desarrollo industrial, Inglaterra se había convertido en la proveedora de
medios de producción industriales para todo el mundo, incluso de aquellos
países que tenían como meta inmediata la de convertirse también en potencias
industriales, pues para tal fin requerían medios de producción en escalas
masivas. Así durante un período, Inglaterra logró considerarse como "el taller
del mundo", alrededor del cual giraba un complejo sistema de intercambio
comercial y financiero en prácticamente todos los países, estructurando un
sistema particular de economía mundial; iii- Debido a 10 anterior, y al
exceso de acumulación de capital que se hábía venido gestando de tiempo
atrás, Inglaterra se convirtió en el principal exportador de capitales del
mundo, bajo la forma de préstamos internacionales, cuyos cuantiosos intereses
permitieron el surgimiento y "desarrollo de una clase de rentistas, quienes
vivían de las ganancias y ahorros de la acumulación de las dos o tres generaciones anteriores. Por 1871, Gran Bretaña tenía 170.000 'personas de
categoría y propietarias' sin ocupación visible -casi todas ellas mujeres ...
un sorprendente- número de mujeres solteras". (Hobsbawm, Industry and
Empire, Pelican ed. pág. 119); iv- El desarrollo del capital por acciones
y de la sociedad anónima, junto con el desarrollo del sistema bancario,
dieron un decidido impulso al proceso de "centralización de capitales"
que, al lado de la "concentración" previamente alcanzada, permitió que una.
de las características más notables del nuevo período fuese el surgimiento
de gigantescas empresas que cada vez .::on mayor fuerza iban tipificando
al capitalismo moderno. Aunque en un comienzo estos desarrollos se circunscribieron a empresas con características muy especiales, como la construcción
de ferrocarriles, pronto se extendieron a las principales ramas industriales
y, por ejemplo, para dar sólo un indicador de la fuerza del proceso, ya por
1901 en los Estados Unidos una empresa alcanza un capital superior a los
mil millones de dólares: la U. S. Steel Corporation.
LA ECONOMIA NEOCLASICA
235
Tales transformaciones estuvieron acompañadas, a su vez, por importantes
cambios en las condiciones de vida de la clase obrera: i- "Los ernpleadores
empezaron a abandonar los métodos 'extensivos' de explotación, tales como
la prolongación de la jornada de trabajo y el recorte de los salarios, por
métodos 'intensivos', que significaban 10 contrario. El acta de las Diez Horas
de 1847 hizo de esto una necesidad en la industria algodonera, pero sin
.ninguna presión legislativa encontramos la misma tendencia extendiéndose
en el norte industrial. Lo que los habitantes del continente iban a llamar la
"semana inglesa", un fin de semana libre, a partir del sábado a medio día,
empezó a extenderse en Lancashire por el decenio de 1840 y en Londres
en el de 1850". "Hacia fines del decenio de 1860 estos cambios se hicieron
más visibles, porque fueron más formales y oficiales. En 1867 la legislación
fabril fue por vez primera seriamente extendida más allá de la industria
textil, y aun empezó a abandonar la ficción de que su único propósito era
proteger a los niños +porque suponía previamente que los adultos eran
teóricamente capaces de protegerse a sí mismos+". (Hobsbawm, op. cit.,
pág. 123-124); ii- El desarrollo de una industria mucho más compleja creó
la necesidad del trabajo fabril calificado, permitiendo el surgimiento de un
estrato-especial de trabajadores que pudieron ascender de categoría y nivel
de sal~ios, estrato que algunos calificarían de "aristocracia obrera". En el
mismo{sentido puede decirse que actuaron el desarrollo del comercio, del
sistema financiero y otros servicios, todo 10 cual condujo a que en el decenio
'de 18'Í0 el sistema nacional de educación elemental fuera establecido en
Inglaterra, y que dicha educación se hiciera efectivamente obligatoria por
1891; iii- Aunque, hacia-fines del siglo XIX, el 40 por ciento de la población
de Londres y de York vivía todavía en la que por tal época se clasificaba
como probreza, o aún peor, "los salarios reales en promedio (teniendo en
cuenta el desempleo) permanecieron notablemente inmodificados desde
1850 hasta los primeros años del decenio de 1860, pero aumentaron aproximadamente en 40010 entre 1862 y 1875. Retrocedieron por un año o dos
hacia fines de los años setenta, pero alcanzaron su nivel anterior a mediados
de los ochenta y después se elevaron rápidamente. Hacia 1900 estaban un
tercio por encima del nivel de 1875 y 84 por ciento por encima del nivel de
1850". (Ibid., pág. 160). Como resultado de esto, entre otras cosas, la tasa
de mortalidad de la población adulta cayó casi en 200 lo entre 1840 y finales
de siglo y la tasa de mortalidad infantil lo hizo en 25010 entre 1840 y 1910.
Asimismo, las industrias de consumo masivo, como calzado y vestuario
experimentaron, como resultado de los mayores salarios, una expansión sin
precedentes. También, por este período, los bienes durables como muebles,
máquinas de coser y bicicletas empezaron a convertirse en elemento normal
del consumo de la clase trabajadora, 10 cual sería el símbolo de los nuevos
tiempos. Así, no obstante señalar que " ... el cuadro de las condiciones
sociales que los estudios del tiempo revelaron -frecuentemente
para la
chocante' sorpresa de los investigadores- era horripilante. Era el cuadro de
(
(
(
236
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
una clase trabajadora atrofiada y debilitada por un siglo de industrialismo",
Hobsbawm concluye que "Claramente el último cuarto del siglo XIX fue una
época en que la vida se hizo más fácil y más variada para la clase trabajadora ... "
(Ibid, pág. 164); iv- "El injusto código del Señor y el Sirviente fue finalmente
abolido en 1875. Más importante, a los sindicatos se les dio el equivalente. de
su moderno status legal, esto es, de aquí en adelante fueron aceptados como
permanentes y no como algo nocivo en sí mismos para la escena industrial".
"En realidad, los actos legislativos de 1871 y 1876 dieron a los sindicatos
un grado de libertad legal que los legisladores de pensamiento conservador
han tratado desde entonces, con intervalos, de eliminar". (Ibid, pág. 125);
v- Con la reforma electoral de 1867, producto de la presión de las clases
populares, desprovistas de derechos electorales, se amplió el derecho de
votar, duplicando el número de personas que podían hacerlo, y aceptando
un sistema electoral dependiente en parte en los votos de la clase obrera.
En 1872 se continuó la reforma estableciendo el voto secreto, que se
profundizó en 1884 duplicando nuevamente el número de electores, proceso
que continuaría en la misma dirección hasta el establecimiento definitivo en
Inglaterra del sufragio universal con las leyes de 1918y 1928. Como resultado
de estas nuevas posibilidades de participación política, los sindicatos ingleses
fundaron el partido laborista en 1903.
Todos estos cambios, tanto de la estructura productiva como de las condiciones
de vida de la clase obrera, se enmarcaron dentro de un contexto mundial
caracterizado por la creciente competitividad de las potencias industriales
por un mercado mundial que aparentemente era cada vez más estrecho
para las gigantescas empresas que se habían desarrollado en su seno, ya
que aparte de Inglaterra nuevos países se aprestaban a saltar la barrera del
desarrollo industrial. Esta competencia hizo resurgir el afán colonialista de
los países más desarrollados, estableciendo un sistema de conquista y reparto,
dentro de un clima que se conoce como "la paz armada", que anticipaba
la guerra y que se prolonga precisamente desde 1871 hasta 1914 cuando
estalla la previsible Primera Guerra Mundial. Dentro de tal contexto, e
influido por los cambios ya mencionados en sus condiciones de vida, el
movimiento obrero contempla, en este momento, nuevas alternativas
reformistas frente al radicalismo del "Cartismo" en Inglaterra y a la propia
alternativa que Marx y Engels presentaban en el Manifiesto Comunista, al
punto que Engels mismo llegó a hablar de un "aburguesamiento" del
proletariado inglés. Así, afirma Hobsbawm refiriéndose a este período de la
historia inglesa: " ... los movimientos de masas que movilizaron a todos los
trabajadores pobres contra la clase empleadora, como el Cartismo, estaban
muertos. El socialismo había desaparecido del país de su nacimiento". Simultáneamente el socialismo se había extendido por toda Europa y había dado
lugar al nacimiento de partidos marxistas por todo el continente. Sin embargo,
LA ECONOMIA NEOCLASICA
237
dentro de estos partidos también se extendió la influencia del reformismo, lo
cual dio lugar a su escisión, surgiendo de ésta el movimiento socialdemócrata
moderno, por un lado, y los partidos leninistas, por el otro, que contarían
como el logro más importante del proceso de la época la revolución rusa
de 1917, que dio lugar a la construcción de la primera sociedad socialista
del mundo. De esta manera, con las teorías leninistas la teoría de Marx se
proyectaba hacia el capitalismo contemporáneo, tomando en cuenta sus
nuevas circunstancias, que Lenin sintetizó bajo el concepto de "capital
monopolista" o "Imperialismo". (Véase sección I 9.10.2).
Pero, de otro
lado, la extensión del movimiento socialdemócrata reformista, que se
proponía como objetivo inmediato sólo el logro de mejores condiciones
para la clase obrera dentro del capitalismo, ponía de manifiesto la existencia
objetiva de una fuerte corriente social que buscaba resaltar más la conciliación
de las clases dentro del capitalismo que su propia lucha. En el plano intelectual
esta corriente también se había dejado sentir de tiempo atrás, y específicamente en elI plano del pensamiento económico había puesto a sus impulsadores
ante el reto de armonizar tal actitud conciliatoria con las proposiciones de la
economía clásica que resaltaban la ganancia y la renta como "deducciones"
del trabajo, reto que no habían enfrentado los economistas clásicos pues
en su tiempo, y en sus modelos, la clase obrera jugaba un panel enteramente
pasivo, desprovisto de iniciativas propias (véanse secciones
2.2.2 Y2.2. 1).
La literatura económica típica con este reto de armonización surge en
forma inmediatamente anterior o casi simultáneamente con la teoría de Marx,
siendo, quizás, John Stuart Mili (1848) su representante más sobresaliente.
Sin embargo, esta literatura no fue lo suficientemente exitosa para constituirse
en un sistema teórico verdaderamente consistente, heredero de la economía
clásica, lo cual se hizo mucho más patente con la aparición de la teoría de
Marx, que exploró a fondo la teoría clásica, tomó como verdadera heredera
algunos de sus elementos básicos y desnudó las inconsistencias teóricas de
los "armonizadores". Es decir, fue incapaz de disputar con la teoría de Marx
la herencia clásica.
Es contra este panorama de hechos y teoría, donde, por un lado, se insinuaba
el capitalismo como un sistema capaz de sobreponerse a las secuelas más
indeseables de la revolución industrial, absorbiendo mediante reformas
algunas de las demandas más apremiantes de la clase obrera, y permitiéndole
participar crecíenternente a ésta de los frutos del progreso, y donde, por otro
lado, la teoría clásica, como sistema, aparentemente había sido absorbida
por el sistema más amplío de Marx, que servía de sustento teórico a la
proclamación de "la desaparición próxima e inevitable de la moderna propiedad
burguesa", que aparecen en 1871 y 1874 las obras que marcarían el punto
de partida del acelerado desarrollo de la teoría neoclásica moderna. Es decir,
objetivamente, independientemente del deseo subjetivo de sus creadores, la
238
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LA ECONOMIA NEOCLASICA
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
teoría neoclásica se desarrolla en el preciso instante en que se había creado el
vacío de una teoría económica coherente cuyas implicaciones fundamentales
no apuntaran hacia la destrucción inmediata de~ capitalismo,. sino, p~r el
contrario hacia la capacidad de supervivencia de este y aun hacia sus VISIbles
recién incoadas virtudes. Es así como en 1871 aparecen "The Theory. of
Political Econorny" de William Stanly Jevons (Inglaterra) y "Grundsatze
der Volkswirtschaftslebre" (Principios de Economía Política) de Carl Menger
(Austria), y en 1874 los "Elernents d' Economique Politique Pure" de ~eon
Walras (francés y profesor de la famosa escuela de Lausanne en SUiza).
La influencia de las nuevas circunstancias económicas y teóricas sobre el
desarrollo de la teoría neoclásica se evidencia, quizás, en el hecho de que es
sólo con estas tres obras que la teoría neoclásica empieza a desarrollarse
en una corriente plenamente definida y aun dominante en los círculos
académicos no obstante que los pioneros trabajos de Von Thunen (1826),
Coumot (1838), el padre de Leon Walras (1831 y 1849), ~.~. Juvenal ~~puit
(1844) y Herman H. Gossen (Alemania, 1854) constl:~Ian expo~IcI~nes
sistemáticas de hecho terminadas, de los elementos baSICOSconstitutivos
del moderno edificio neoclásico, permaneciendo ellas prácticamente en el
anonimato o como curiosidades excepcionales de los desarrollos teóricos,
hasta que 'fueron rescatados y puestos en un lugar de primacía teórica con
posterioridad a las publicaciones de Jevons, Menger y Walras. Una segunda
y muy importante generación sucesora de estos tres' autores, que VIllOa
consolidar el edificio neoclásico y hacerlo dominante a! menos en los terrenos
de la enseñanza universitaria, estuvo constituida por F. Y. Edgeworth (Inglaterra, 1881), Alfred Marshall (Inglaterra, 1890), P. Wicksteed (Inglaterra,
1894), los discípulos de Menger, F. von Wieser (1884) y Eugen von BomhBawerk (1893), y Vilfredo Pareto (1896), sucesor de Walra.scomo pro,f~sor
en Lausanne. En D. S. A. el principal expositor de las Ideas neoclásicas
fue John Bates Clark (1885). Las principales características del conjunto
de estos trabajos, que tipifican al conjunto como "neoclásico ", teniendo
en cuenta que sobre algunos puntos secundarios específicos existen diferencias
de enfoque y énfasis entre autores individuales, son: i- el uso del "método
matemático" (excluyendo a Menger y sus discípulos) no sol~mente como
instrumento necesario para manipular los conceptos marginales (como
"utilidad marginal" y "productividad marginal") en que se fundamenta la
nueva teoría, conceptos equivalentes in abstracto a los, "incrementos" .en
que se fundamenta el cálculo diferencial, sino como metodo que enfatI~a
la reciprocidad determinística de las variables; ii- el intento de construcción
de una teoría de los precios y la distribución fundamentada sobre bases
totalmente diferentes a las de la economía clásica, enfatizando el papel de
la satisfacción o utilidad por el lado de la demanda y el papel de la "productividad del capital" por el lado de la oferta; y, iii- el intento de definir una
noción de eficiencia económica y de convertirla en el elemento de JUICIO
del sistema económico, exponiendo en forma más sistemática y precisa
239
las ventajas del sistema de mercado libre de que hablaran los fisiócratas
y que descubriera Smith en su principio de "la mano invisible". (Véanse
secciones l. 2. 2 Y2. 1. 5).
En el presente siglo, entre los principales contribuyentes a la terminación
del edificio neoclásico, en sus diversos aspectos, pueden citarse: lrving
Fisher (D. S. A., 1908), Frank Knight (D. S. A., 1921), Lionel Robbins
(Ingl., 1935), E. Chamberlain (Ingl, 1933) y más recientemente A. C. Pigou
(Ingl.), A. Bergson (D. S. A), T.Scitovsky (D. S. A.), John R. Hicks (Ingl.),
Paul A. Samuelson (D. S. A.) y K. J. Arrow (D. S. A.).
Como se ve, aún sin citar a todos quienes han contribuido a su estructura, la
literatura neoclásica comparte con la mercantilista la característica de una
gran profusión de autores, lo cual impide de principio el intento de exponer
aquí una síntesis a partir de contribuciones individuales. Por ello, se intentará,
más bien, exponer a continuación una síntesis de los actuales fundamentos
de ia teoría neoclásica, a la formulación de los cuales han contribuido en
mayor o menor medida todos los autores citados y algunos que escapan
de tallista forzosamente reducida.
I
(
(
(
4.2
La utilidad marginal y el equilibrio del consumidor
4.2.1 Utilidad cardinal y ordinal
Los primeros neo clásicos razonaron como si la utilidad o satisfacción derivada
del consumo de los bienes fuese un fenómeno medible y agregable, como si
la magnitud de la utilidad fuese en sí misma un hecho relevante. Pero, a partir
de las contribuciones de Edgeworth y Pareto este enfoque fue abandonado,
pasando a formularse el problema de la utilidad que los consumidores
derivan del consumo en términos ordinales, es decir, en términos de orden,
donde interesa saber si un nivel de utilidad es mayor o menor que otro pero
es absolutamente irrelevante "cuánta" es la utilidad. Por tanto, se supone
que hoy en día la teoría sobre la utilidad se basa en un enfoque ordinal
(mayor- menor utilidad) desechando el cardinal (cuánta utilidad). (Por
ejemplo, decir que Juan es mayor en edad que Pedro nos indica un orden,
para señalar el cual no tenemos que indicar cuántos años tiene Juan y cuántos
Pedro). Sin embargo, el enfoque cardinal primitivo permite una introducción
más simple y didáctica a la teoría de la utilidad, así como una ilustración
sobre el desarrollo de la teoría, y, por ello, para empezar, se usará como un
recurso que permite describir más sencillamente las proposiciones esenciales
de la teoría de la utilidad.
4.2.2 La utilidad marginal decreciente
La teoría neoclásica de la utilidad parte de una p~isa
básica: la de que
cada consumidor deriva alguna satisfacción o utilidad del consumo de los
(
240
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
bienes y servicios. Y, a continuación, intenta responder esta pregunta: ¿Por
qué razón el consumidor no consume un solo bien sino que su consumo es
siempre variado, estando compuesto siempre por un conjunto de bienes
diversos?
Para responder racionalmente a tal pregunta, la teoría neoclásic a recurre
a otra premisa fundamental: la de que el consumidor "normal", "típico" o
"racional" siempre se comporta tratando de obtener la máxima satisfacción
o utilidad posible a través de su consumo. Y, si esta premisa escierta, entonces
el hecho de que el consumidor no consuma indefinidamente un solo bien,
digamos x, sino que, a partir de cierto nivel de consumo de x, en vez de
seguir consumiendo mayores cantidades de x; decida recurrir al consumo
de bienes diferentes, digamos y, se debería. lógicamente a que, a partir de
tal nivel de consumo de x, el consumo adicional de y le brinda más satisfacción o utilidad que el consumo adicional del mismo bien x. A su vez, si
alcanzado cierto nivel de consumo de y, en vez de seguir consumiendo,
indefinidamente y, decide recurrir al consumo de z, es lógicamente porque, a
partir de tal nivel de consumo de y, el consumo de cantidades adicionales
de y le brindarían menor satisfacción o utilidad que las cantidades nuevas
de z. Y así sucesivamente... Por consiguiente. al comienzo se prefiere
x a y y z porque la utilidad que brindan las primeras unidades consumidas
de x es superior a la utilidad que brindarían en tal momento y o z. Pero
en la medida en que se sigue aumentando el consumo de x, se alcanza un
momento en que la utilidad adicional (o marginal) que brindan las unidades
adicionales consumidas de x es menor a la utilidad adicional (o marginal)
que brindan las unidades adicionales consumidas de y. Por esta razón, a
partir de ese momento el consumidor prefiere unidades de y y no de x. Pero
esto demuestra que la utilidad adicional (o marginal) que brinda cada unidad
de .x ha pasado de ser muy alta al comienzo, cuando empezó a consumirse
x y se prefirió a y y a z, a ser tan baja con el alto consumo de x, que llega
un momento en que el consumo de y es preferible al consumo 'de unidades
adicionales de x. Por consiguiente, la utilidad que brinda cada unidad adicional
de x, o utilidad marginal de x, se ha venido reduciendo en la medida en
que la cantidad consumida de x ha ido aumentando. Esto se expresa más
brevemente en la proposición de que la utilidad marginal de x es decreciente.
Y, por supuesto, el mismo razonamiento aplica después a y, preferida sobre
z al comienzo pero alcanzando un momento en que su nivel de consumo hace
tan baja su utilidad marginal que empiezan a preferirse unidades adicionales
de z en vez de más unidades de y. Y lo mismo aplica después a z, etc., etc.
De esta manera, la pregunta inicialmente planteada es respondida por el
comportamiento decreciente de la utilidad marginal de cada bien, es decir,
porque la utilidad que brinda cada unidad adicional consumida se reduce a
LA ECONOMIA NEOCLASICA
241
medida que aumenta la cantidad consumida del bien en cuestión. Esta
conclusión se muestra en el gráfico 4. 2. l.
GRÁFICO
COMPORTAMIENTO
4.2.1
DE LA UTILIDAD
UMAx
MARGINAL
(UMA)
UMAx
(b)
(a)
f....1--
-
'"-
1--
t--
.
Qx
o
1
2
3 4
S
.6
El gráfico 13. 2:,1 (a) muestra cómo la primera unidad de x produce una
utilidad marginal mayor que la segunda, ésta que la tercera, etc., etc. Es
decir, como cada unidad adicional de x produce utilidad (aumenta la utilidad
total), pero una utilidad marginal cada vez menor a medida que aumenta el
consumo de x. (Qx). La parte (b) del gráfico muestra exactamente el mismo
resultado, una relación inversa entre la VMAx y la cantidad consumida
de x (Qx), pero teniendo en cuenta que los cambios en Qx pueden ser
infinitamente "pequeños" (continuos), no necesariamente en unidades
"tan grandes" como en la parte (a), (cambios "discretos").
4.2.3 El "equilibrio del consumidor"
Sabiendo que la UMA de cada bien es decreciente, y que el consumidor
busca la máxima satisfacción o utilidad total posible, el problema que
ahora se plantea es encontrar la norma o condición que garantiza llegar a
e~e res~ltado ', Para este propósito se utilizará el siguiente ejemplo, en que, por
simplicidad, solo se consideran dos bienes (x e y), advirtiendo que el resultado
obtenido es igualmente generalizable a cualquier número de tienes. Los
d~tos de que parte el problema son las utilidades marginales de los dos
b:enes para un consumidor específico (UMAx y UMAy), los precios de los dos
bienes (px y py); que el consumidor simplemente observa en el mercado sin
poder como individuo cambiarlos, y el ingreso de que dispone para gastar (Y).
INTRODUCCION
242
LA ECONOMIA
A LA ECONOMIA
CUADRO 4.2.1
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(py = $2)
(px =$1)
Qx
4
UMAx
px. Qx
(6)
Qy
UMAy
py
. Qy
100
$ 1
150
$
2
90
$2
140
$
4
80
$ 3
130
$
6
70
$4
4
120
$
8
60
s5
S
110
$ 10
SO
$ 6
6
100
$ 12
40
$7
7
96
$ 14
30
s8
80
$ 16
20
$9
70
s
9
18
Si el consumidor dispone de un ingreso de $ 12, ¿cómo los gasta, entonces,
para maximizar su utilidad total? Evidentemente, el primer peso ($ 1) lo
gasta en adquirir una unidad de x, pues con este gasto obtiene 100 unidades
de UMA (columna 2) mientras que si lo gastara en y obtendría apenas 75
unidades de UMA (con $ 1 podría comprar sólo media unidad de y lo cual
le rendiría de UMA solamente la mitad de 150 unidades que es la UMA que
brinda la primera unidad completa de y +columna 2).1 El segundo peso lo
gasta también en x, pues la segunda unidad de x le brinda todavía una
UMA mayor a la que obtendría si gastara este segundo peso ($ 1) en y.
(La UMA del segundo peso gastado en x es 90 unidades mientras que si lo
gastara para adquirir la mitad de la primera mitad de y obtendría solamente
75 unidades de UMA, como se explicó antes). Por la misma razón, el tercer
peso ($ 1) es gastado también en x, adquiriendo la tercera unidad de x, que
le brinda 80 unidades de UMA. Pero, el cuarto peso ($ 1) y el quinto ($1)
son, evidentemente, gastados en adquirir ahora la primera unidad de y, pues
al haber consumido ya 3 unidades de x, la UMA x se ha reducido tanto que la
cuarta unidad de x brinda una UMA de sólo 70 unidades, mientras que las
dos mitades de la primera unidad de y brindan cada una 75 unidades de
UMA. El sexto peso ($ 1) puede ser gastado indiferentemente en adquirir
la cuarta unidad de x, que brinda 70 unidades de UMA, o la mitad de la
segunda unidad de y, que brinda exactamente la misma UMA (mitad de 140).
Sepóngase que se adquiere esta mitad de y. El séptimo peso ($ 1) también
1
Por simplicidad ex positiva, se ha supuesto que en promedio la primera mitad de y rinde una UMA
iguala la segunda mitad de y, para no efectuar más divisiones, aunque en rigor la segunda mitad
debería rendir una UMA menor.
NEOCLASICA
243
puede ser gastado indiferentemente en adquirir la cuarta unidad de x, que
brinda 70 unidades de UMA, o la segunda mitad de la segunda unidad de
y que brinda también 70 unidades de UMA. Supóngase que se gasta en la
cuarta unidad de x. El octavo peso ($1) es obviamente gastado en la segunda
mitad de la segunda unidad de y, que brinda 70 unidades de UMA, pues la
quinta unidad de x brinda solamente 60 unidades de UMA. El noveno y el
décimo pesos son gastados en adquirir la tercera unidad de y, pues de esta
forma cada peso gastado permite obtener una utilidad marginal de 65 unidades,
mientras que si alguno de estos pesos se gastara en la quinta unidad dex, se
obtendría solamente una UMA de 60 unidades, Y, finalmente, el undécimo
y ciuodécimo pesos pueden ser gastados indiferentemente en adquirir la
cuarta unidad de y, o en adquirir la mitad de esta cuarta unidad, que brinda
60 unidades de UMA, y la quinta unidad de x que también brinda exactamente
60 unidades de UMA. En este último caso, se ve claramente cómo el consumidor llega finalmente a una situación en que las utilidades marginales
obtenidas por el último peso gastado en cada bien son idénticas. (En el
ejemplo, se obtienen 60 unidades de UMA por el último peso gastado en
x y 60 unidades de UMA por el último peso gastado en y).
(
(
Y, si 'de lo que se trata es de maximizar la utilidad derivada del consumo, no
podría ser de otra forma. Porque, si la UMA del último peso gastado en
x fuese mayor que la UMA del último peso gastado en y, entonces el
consumidor no estaría obteniendo la máxima satisfacción posible, ya que
podría aumentar su satisfacción dejando de gastar este último peso en
y gastándolo en x. Así, la UMA que perdería por dejar de consumir algo
de y sería menor que la UMA que ganaría por consumir algo más de x.
Obtendría, pues, una ganancia neta de utilidad dejando de gastar $ 1 en y
y gastándolo en x.
De la misma manera, si la UMA del último peso gastado en x fuese menor
que la UMA del último peso gastado en y, entonces el consumidor tampoco
estaría obteniendo la máxima satisfacción posible, porque podría aumentar
su utilidad dejando de gastar este último peso en x, pasando a gastarlo en
y. De esta manera, la UMA que perdería por dejar de consumir algo de
x sería menor que la UMA que ganaría por consumir algo más de y. Obtendría,
pues, Una ganancia neta de utilidad dejando de gastar $ 1en x y gastándolo
eny.
En síntesis, si la UMA del último peso gastado en x fuese mayor o menor
que la UMA del último peso gastado eny, el consumidor no estaría obteniendo
la máxima utilidad posible con su gasto, ya que podría ganar una mayor
utilidad sustituyendo algo del consumo de y por x, o viceversa, según el caso.
(
(
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
244
Tampoco estaría el .consumidor en equil~b~io baj.o. tales c.i.rcunstancias,
porque, como su objetivo es obtener la maxiI?a utilidad ~,osible, ~mtonces
tendría incentivos o se vería impelido para cambiar de situación, sustl~uyendo
algo del gasto en un bien por mayor gasto en el otro. Por consiguiente, el
consumidor obtiene la máxima satisfacción posible, dado su mgreso o
gasto limitado, solamente cuando la UMA del último peso gastado en x es
exactamente igual a la UMA del último peso gastado en y. Y .cu~do alcanza
este máximo también está en equilibrio, ya que no tiene nmgun incentivo
para cambia; su situación. Nada gana ~n absoluto s,ustituyendo algo del
consumo de x por y o viceversa, y mas bien podna resultar perdiendo
utilidad o satisfacción mediante cualquier movimiento adicional.
4.2.4 La utilidad marginal y los precios de los bienes
Para calcular la utilidad marginal obtenida por cada peso gastado en x
(o en cualquier producto), basta con efectuar la d~visión UM~x / px, (donde
px es el precio de una unidad de x), ya que, precisamente, esta, co~o toda
división indica cuántas unidades de numerador hay por cada unidad de
denominador. Así, si una unidad de x cuesta $ lO(px = $10), y la UMA que
se obtiene del consumo de esta unidad de x es 80 unidades, entonces la
UMA por cada peso gastado en x será, (en promedio), 80/10 = 8 unidades
de utilidad. Por tanto, la utilidad marginal del último peso gastado en x se
obtiene dividiendo la UMA de la última unidad consumida de x por el precio de
x, es decir, es igual a UMAx /px. Y, similarmente, para Y (UMAy/py) y todos
los demás bienes.
Por consiguiente, la condición de equilibrio del, c?nsum~d.or, es d~cir, la
condición necesaria para que éste obtenga la maxuna utilidad posible de
su gasto que, como se concluyó en la sección anterior, es la de que .las
utilidades marginales obtenidas por el último peso gastado en cada bien
sean idénticas, puede escribirse como:
UMAx
UMAyl
px
py
LA ECONOMIA NEOCLASICA
Es decir, el consumidor alcanza la máxima satisfacción posible con el gasto
de su ingreso, y está en equilibrio, sólo cuando laproporción de las utilidades
marginales de cualquier pareja de bienes consumidos es idéntica a la proporción
de los respectivos precios de los bienes.
En un comienzo, algunos de los primeros neoclásicos creyeron que esto
significaba que las utilidades marginales determinaban los precios y que, por
ello, la utilidad marginal misma podía ser considerada una medida y Ia causa
determinante del "valor" (de los "precios") de los productos. Sin embargo.
pronto se reveló lo incorrecto de esta interpretación de la condición de
equilibrio del consumidor, entre otras cosas, por ser la utilidad un fenómeno
subjetivo, y los precios uno objetivo, lo cual se reconoció en el planteamiento
de que la utilidad no era medible objetivamente (no era un fenómeno cardinal)
y, por tanto, las "magnitudes" de utilidad de una persona no eran comparables
a las de otra. También olvidaba esta interpretación primitiva que en la
determinación de los precios juegan papel fundamental las condiciones de
producción, es decir, los costos de producción y las'funciones de oferta de
los productos. Pero, estas dos objeciones fueron formuladas y resueltas por
los mismos neoclásteos de la segunda generación (Edgeworth, Pareto, Marshall),
lo cual los condujo, precisamente, al planteamiento de la utilidad ordinal
y llevó a Marsháll a concluir que oferta y demanda eran, como las dos
cuchillas de una tijera, recíprocamente interactuantes para producir el
resultado final, el precio. De esta manera, la verdadera interpretación de la
condición de equilibrio del consumidor, como la explica actualmente la
teoría neo clásica, es que el consumidor toma como datos los precios de los
productos, determinados por el mercado, por la oferta y la demanda (como
se vio en el capítulo VI), y a partir de estos datos ajusta su comportamiento
de consumo, de tal manera que llega a igualar la proporción de sus utilidades
marginales SUbjetivas (e incomparables en términos absolutos con las de
otros consumidores) a la proporción de los respectivos precios.
,(Ec. 4.2.1),
que también puede escribirse como:
,(Ec. 4. 2. 2).
UMAx
px
UMAy
py
Evidentemente,
con n bienes,
Sobre tales bases, para la teoría .neoclásíca contemporánea, la teoría de la
utilidad marginal es solamente el elemento racional que permite deducir
y explicar las funciones de demanda I (capítulo IV) que, a su vez, es solamente uno de los elementos que juega (junto con la función oferta) en la
I
1
numerados
como
generalizable corno:
UMAI
UMA2
pl
p2
245
UMA3
UMAn
p3
pn
=
1, 2. l, .. ' n, esta condicíó n es inmediatamente
Supóngase que el precio de x, en el cuadro 13.2. 1, se duplica. Entonces la UMA por peso gastado
en x 'se reduce a la mitad. De esta manera, para obtener la máxima utilidad posible, bajo las nuevas
circunstancias,
el consumidor debe evidentemente
reducir el cansum o de x y aumentar el de y
pues, a los niveles de consumo anteriores y con los nuevos precios, la lJMA del último peso gastado
en x se ha hecho menor que la UMA del último peso gastado en y. Así, la función demanda, la
relación inversa entre precia y cantidad demandada, Caeteris Par ibus, puede ser deducida y explicada
por la teoría de la utilidad marginal.
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA NEOCLASICA
determinación del precio. Es precisamente este enfoque, que hace de la
teoría de la utilidad marginal el sóporte de la función demanda, el que
explica que los estudios explícitos de la demanda y la deducción de :a
misma función demanda (Marshall, principalmente) se deban en la teona
económica al desarrollo dé la economía neoclásica,
en cuenta que para ello es necesario que, si se consume más de un producto,
el consumo de otro u otros debe ser menor (ya que al aumentar el consumo
de un producto aumenta la utilidad del consumidor y, por tanto, para
mantener inalterado el nivel de utilidad es necesario reducirla, por otro
lado, reduciendo el consumo del otro producto).
246
Por otra parte, como se verá más adelante, la condición de equilibrio del
consumidor basada en la teoría de la utilidad marginal juega un papel fundamental en la definición de "eficiencia" económica, concepto que es uno de
los resultados finales y de los más importantes de la teoría neoclásica,
4.3
3.3.1
LA CUR V A DE INDIFERENCIA
i
El equilibrio del consumidor y las Curvas de Indiferencia!
4.3.1 La Curva de Indiferencia
En esta sección se llega a la misma
anterior, pero a partir del enfoque
eliminando el restrictivo supuesto
elementales de una Introducción a
la sección 4.2
es suficiente.
(
D
Una curva de indiferencia es el conjunto de combinaciones de consumo
que mantienen inalterado el nivel de utilidad de un consumidor. Puesto
que el nivel de utilidad del corisumidor es el mismo en cada una ?e estas
combinaciones, aquel es indiferente ante cualquiera de ellas, es decir, ?D le
parece que una de esas combinaciones sea preferible a otra, o a las demás, ya
que todas son igualmente o indiferentemente preferibles porque todas rinden
exactamente el mismo nivel de utilidad. Así, por ejemplo, en el caso
simplificado de solamente dos productos, x e y, el consumidor podrí~
obtener el mismo nivel de utilidad consumiendo, digamos, 10x y 20y, o
15x y 15y, ó 16x y 12y,etc. Puesto que el consumo de todo producto
brinda utilidad, entonces, como se ve en este ejemplo, el consumo d~, x
puede ser aumentado en un grado tal que compense exactamente la reducción
en el consumo de y, para dejar el nivel de utilidad justamente inalterado.
O el consumo de y, a la inversa,puede ser aumentado en tal grado que
compense exactamente la reducción en el consumo de x, para dejar el nivel
de utilidad sin cambio alguno. En general, la idea que expresa una curva de
indiferencia es la de que un producto puede ser sustituido en el consumo
por otro, u otros, de tal forma que la sustitución (al aumentar el consumo de .~n
producto) compense exactamente la pérdida de utilidad por la reducción
en el consumo del otro, dejando el nivel de utilidad total absolutamente
inalterado. O, lo que es lo mismo, que diversas combinaciones de distintos
productos pueden rendir exactamente el mismo nivel de utilidad, teniendo
1
GRÁFICO
247
del
conclusión s-obre el equilibrio
consumidor que en la se~ción
moderno, ordinal, que brin~~ un m~yor grado de generá.h~ad.
de la cardinalidad de la utilidad., S,_n embargo, para los f ines
los conceptos de eficiencia, sección 4. 7!, ~I conocrrruento
de
i
El gráfico 13. 3. 1 muestra una curva de indiferencia para un nivel de utilidad
dado, .U¿ . Debe notarse, en primer término, que con las cantidades consumidas
de los dos productos, x e y, medidas en los dos 'ej~s, la curva debe descender
de izquierda a derecha, es decir, debe mostrar una relación inversa entre
la cantidad consumida de x y la cantidad consumida de y, (o sea que su
pendiente matemática es negativa), porque, como ya se explicó, para mantener
el nivel de utilidad absolutamente inaIterado es imprescindible que al aumentar
la cantidad consumida de un producto (x) disminuya la cantidad consumida
del otro, (y). (Así, si /::,x es positivo, entonces /::'y es negativo, o /::'y / /::,x < O).
En segundo lugar, debe notarse que la curva debe ser convexa mirada desde
el origen de los ejes, para expresar que la utilidad marginal de cada producto
es decreciente a medida que aumenta su consumo, es decir, para recoger el
hecho de que el consumo de cada consumidor es variado y no consiste en
un solo producto, como se vio en la sección 4. 2. l. En efecto, la convexidad
expresa que para obtener una unidad adicional de x deben sacrificarse cada
vez menos unidades de y, o que para obtener una unidad adicional de y
deben sacrificarse cada vez menos unidades de x, (que el valor absoluto de
/::,y//::, x disminuye al aumentar el consUIn<:de x, y que el valor absoluto
t
(
248
INTRODUCCION
LA ECONOMIA
A LA ECONOMIA
de 6. X/ 6. Y disminuye al aumentar el consumo de y). Esto es, que, para el
consumidor, al aumentar el consumo de x y reducir el de y, cada unidad
de x "vale" cada vez menos (porque la UMAx desciende al aumentar el
consumo de x) y cada unidad de y "vale" cada vez más (porque la UMAy
aumenta al reducirse la cantidad consumida de y). De esta manera, al aumentar
el consumo de x, el consumidor "valora" cada vez menos cada unidad
adicional de x y "valora" cada vez más cada unidad de y que dejade consumir.
Por tanto, el consumo de x sólo puede aumentar si se sacrifican cada vez
menos unidades de y por cada unidad adicional consumida de x, es decir, si
el valor absoluto de 6. y / 6. x disminuye al aumentar el consumo de x, lo
cual implica que el valor absoluto de la pendiente de la función es decreciente
ante los aumentos de x, lo cual, a su vez, es la definición de una curva
convexa (mirada desde el origen).
- 6. y /6. x, que es la pendiente de la función, recibe el nombre de "tasa
marginal de sustitución en el consumo" entre x e y, o TMASxy, por brevedad,
ya que indicacuántas unidades de y deben sacrificarse por cada unidad
adicional de x,.,fuando tal sustitución ocurre, para mantener absolutamente
inalterado el nivel de utilidad del consumidor.
Así, en el gráfiÓ~ 13. 3. 1, tanto el punto A (que es la combinación en que
el consumidorconsume O:x:~ de x y OYo de y), como el punto B (que es la
combinación en que el consumidor consume OXide x y OYI de y) rinden
el mismo nivel de utilidad (Uo) para el consumidor. Esto es así, porque al
pasar de A aB, la utilidad que gana el consumidor por aumentar su consumo
en 6. x es idéntica a la utilidad que pierde el consumidor por dejar de consumir
-6. y. Y, Yl - Yo / Xl - Xo =-6. y /6.x = TMASxy mide la cantidad de y que
fue necesario sacrificar por cada unidad adicional de x para dejar inalterada
la utilidad del consumidor. De la misma manera, e, D, E, y cada uno de
todos los infinitos puntos que conforman la curva de indiferencia U¿ son
distintas combinaciones de consumo para el consumidor, cada una correspondiendo a una particular cantidad de x y otra de y, con la característica
de que cada una de tales combinaciones rinde exactamente el mismo nivel de
utilidad (Uo) al consumidor. Y, entre cada pareja de puntos existirá también
una particular TMASxy, que medirá cuánto debe sacrificarse de y por
cada unidad adicional de x (o cuánto debe sacrificarse de x por cada unidad
adicional de y) para dejar absolutamente inalterado el nivel de utilidad (Uo)
del consumidor cuando quiera que pasa de una combinación a otra (o de un
punto a otro de la misma curva de indiferencia).
En síntesis, el cambio de una combinación de consumo a otra, sin que se
modifique el nivel de utilidad del consumidor, se expresa como un movimiento
de un punto a otro sobre la misma curva de indiferencia. 0, al contrario, el
NEOCLASICA
249
movimiento de un punto a otro sobre la misma curva de indiferencia indica
el cambio de una combinación a otra de consumo sin que para ello se haya
modificado en lo más mínimo el nivel de utilidad del consumidor.
La curva de indiferencia, cuya idea general se encuentra en Los trabajos de
Edgeworth y cuyo desarrollo pleno y preciso se debe a Pareto, permite
introducir, entonces, en el análisis de la utilidad, la idea de un nivel de
utilidad proporcionado conjuntamente por una combinación del consumo
simultáneo de dos o más bienes, en general n bienes, superando la limitación
de la teoría primitiva de la utilidad que se basaba, poco realistamente, en el supuesto de que cada bien daba origen a una magnitud de utilidad independiente
de la utilidad derivada del consumo de los demás bienes (que el consumo de
y no influía en la utilidad derivada del consumo de x, y viceversa).
4.3.2 El mapa de Indiferencia
El paso de un nivel de utilidad a otro superior o inferior se expresa, de otro
lado, como el paso hacia curva de indiferencia superior
inferior, según el
caso, tal como se ilustra en el gráfico 4.3.2.
°
GRÁFICO 4.3.2
DIVERSOS
NIVELES
EN DIVERSAS
DE UTILIDAD
EXPRESADOS
CURVAS DE INDIFERENCIA
Y
\A"\A
\
1\-~
Yo
---N~B B'
Y2
---i--ri~~"~~
Y¡
!i!
~~UI
I
I
I
'
I
,
I
,
I
,
I
,
Uo
UII
~~~~-----------+x
o
Xl x2 '3
La curva de indiferencia UI representa necesariamente un nivel de utilidad
superior al de la curva U¿ porque, para cualquier nivel de consumo de uno
250
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
de los bienes, siempre es posible consumir más del otro bien sobre UI que
sobre U«. Así, la misma cantidad O Yo de y se consume tanto en el punto
A como en el punto A', pero en este último se consume una mayor cantidad
de x (OX3 contra OX2 que se consume en A). Y lo mismo es cierto para
cualquier otra cantidad consumida de y. De la misma manera, la cantidad
OX3 de x se consume tanto en el punto B sobre Uo) como en el punto A'
(sobre Ur). Pero a esta misma cantidad consumida de x corresponde un
mayor consumo de y en el puntoA' (OYo) que en el punto B (OY2)' y lo
mismo es cierto para cualquier otro nivel de consumo de x. Por tanto, una
curva de indiferencia superior a otra representa un consumo neto mayor de
al menos uno de los bienes. Se dice "al menos", porque comparando los
puntos de las curvas de otra forma, como por ejemplo B y B', se encuentra
que sobre UI existen puntos en los cuales se consume más de los dos bienes
que sobre otros puntos de Uo. ASÍ, cada punto sobre UI indica que se
consume más de los dos bienes que sobre cualquier punto de Uo, o que, al
menos se consume más de uno de ellos siendo igual el consumo del otro.
0, en términos más generales, para cualquier punto sobre U¿ existe al menos
otro punto sobre UI en que el consumo puede ser mayor y, por lo tanto, el
nivel de utilidad superior.
LA ECONOMIA NEOCLASICA
251
lógicamente en relación a la definición que previamente se les ha asignado: el
de expresar precisamente tal orden de preferencias.
Finalmente, para cada consumidor existirán tantas curvas de indiferencia
cuantos niveles de preferencia éste pueda contemplar o imaginar sin restricción
alguna, es decir, tantas curvas cuantos niveles de utilidad sea posible deducir
del hipotético aumento sucesivo del consumo de los bienes. (Esto significa,
primero, que el número de curvas de indiferencia para cada consumidor es
teóricamente infinito y, segundo, que por todo punto del espacio x - y
del gráfico 4. 3.2 para una curva de indiferencia - una sola, lo cual hace
que' éste sea un espacio "denso", cubierto totalmente de curvas de indiferencia,
aunque en la gráfica 4. 3. 2, por razones expositivas, ello no aparezca a
primera vista). Este conjunto de todas las curvas de indiferencia posibles
para el consumidor forma el mapa de indiferencia, que se ilustra en el gráfico
4.3. 3
(aunque, nuevamente, por razones expositivas, la característica de
"densidad" no salta a la vista).
(
GRÁFICO 4.3.3
EL MAPA DE INDIFERENCIA
I,!
¡:
I
De tal manera, al pasar de curvas de indiferencia inferiores (como UII) a
curvas cada vez más elevadas (o alejadas del origen), como Uo, UI, etc., el
consumidor adquiere la posibilidad de aumentar su consumo de los dos
bienes simultáneamente, o de aumentar al menos el de uno de ellos sin
reducir el del otro, viéndose aumentado por ello su nivel de utilidad. 0, en
términos quizás más modernos, el orden de preferencias del consumidor se
expresa en las curvas de indiferencia, siendo m~s preferibles las combi~aciones
expresadas en las curvas de indiferencia mas altas que en las mas bajas,
porque sus niveles, de consumo pueden ser netamente supenore~ En las
primeras que en las últimas. Es precisamente porque las curvas de ¡ndlferenc~a
expresan este orden, y solamente este orden, que indica cuál es n:ayor y cual
es menor, o cuál es más preferible y cuál es menos preferible, SIn pretender
medir cuánto mayor o menor es dicha preferencia, que este enfoque de la
utilidad ha recibido el nombre de ordinal, en contraposición al enfoq ue
cardinal de los primeros neoclásicos, que razonaba con las magnitudes de
utilidad, tal como se vio en la sección 4. 2. 1.
Debe notarse que las curvas de indiferencia, por su propia definición, no
pueden cortarse o intersectarse entre sí pues, si así ocurriera, entonces una
curva como UI tendría una parte por encima de U¿ y otra parte por debajo,
10 cual significaría' que UI no sería claramente ni más preferible ni menos
preferible que Uo, es decir, si las curvas de indiferencia se intersectaran no
podrían expresar el orden de preferencia del consumidor, lo cual es absurdo
y
(
\
o
Evidentemente, en relación a su mapa de inaiferencia, el consumidor normal
tratará de alcanzar la curva de indiferencia más alta posible, es decir, puede
tener como meta de su consumo el infinito, porque ello le garantiza su máximo
consumo y su máxima satisfacción posible. Sin embargo, existe una restricción
que le impide a todo consumidor alcanzar la curva de indiferencia que
subjetivarnente considera ideal, y que le permite a unos mayor libertad que
a otros en ese sentido, que es el ingreso disponible para gastar en consumo, y
cuyo lugar en el plano x - y (del gráfico 4.3.3) se estudia a continuación.
252
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA NEOCLASICA
4.3.3 La línea de presupuesto
GRÁFICO
El gasto total en x es px . x y el gasto total en y es py . y, donde p representa
el precio por unidad y x e y son las cantidades consumidas de cada bien.
Por consiguiente, el ingreso total gastado por el consumidor, 1será:
LA LINEA DEL PRESUPUESTO
253
4.3.4
DEL CONSUMIDOR
y
1 = px. x + py. yl
(11
py)
que también puede escribirse como:
y
1
py
px
x
(Ec. 13. 3. 1)
py
Puesto que pX,py e 1 están dados para el consumidor, es decir, éste no puede
modificar estos datos simplemente por su propia voluntad, ya que los precios
están determinados independientemente de su querer por el mercado, y el ingreso de que dispone para gastar depende de las leyes que regulan la distribución
sÓcial del ingreso, también por fuera de su voluntad, px, py e I pueden
considerarse como parámetros para el consumidor, es decir, como datos
que inicialmente son constantes. En cambio, dados px, py e I, sólo depende
de la voluntad del consumidor qué combinaciones de x e y considera para
llegar finalmente a una elección o decisión de consumo, razón por la cual
x e y pueden considerarse las variables del problema.
De esta manera, con px, py e l como constantes (inicialmente), como datos
que sirven de marco a la decisión del consumidor, y con x e y como las
variables del problema, la ecuación 4.3. 1 corresponde por definición
a una línea recta, cuya pendiente es -(px / py) y que intercepta al eje Y
en el punto (Cero X, 1/ py) y al eje X en el punto (l/ px, cero Y), tal como
ilustra el gráfico 13. 3. 4.
1
Todo el razonamiento
sobre el equilibrio del consumidor es, obviamente, generaliz ab le al caso de
n bienes pues, de :0 contrario,
carecería de interés teórico. En tal caso genera), e'IJid enrernent e,
¡=p¡XI
+P2X2
+ P3X3'"
donde Xl, X2' .. Xn representan las respectivas cantidades
+PnXn'
de los n bienes.
o~------_----:~-+X
(1/ px)
Cuando Yes ig!1ala cero, es decir, cuando el consumidor consume cero Y, y
por tanto gasta la totalidad de su ingreso en X, el consumidor puede consumir,
eVldentemente"una cantidad máxima de X igual a I! px, porque al dividir
la totalidad. de! su ingreso (I) por el precio de cada unidad de x (px), se
obtiene ?bvlamente el numero de unidades de x que el consumidor puede
como máximo comprar. El consumidor no puede, pues, bajo circunstancia
alguna, tener un consumo de x mayor que l/ px. Esto es lo que indica la
ecuacio n 13. 3. 1 al señalar que la línea de presupuesto intercepta al eje
x en el punto (1/px, cero Y).
Siguiendo un razonamiento similar, se hace evidente también que el consumidor no puede, bajo circunstancia alguna, tener un consumo de y mayor
que I! py. Esto lo indica la ecuación 13. 3. 1 al señalar que la línea de
presupuesto intercepta al eje Y en el punto (cero X, I/py).
Y, si se repitiera el mismo ejercicio de calcular la cantidad máxima de x
que puede adquirir el consumidor con su ingreso dado, 1, para todas las
combinaciones posibles de X y Y que se pueden comprar con! 1 se obtendría
la línea de presupuesto, es decir, la línea recta que une los dos interceptas
sobre los ejes. En otras palabras, la línea de presupuesto indica precisamente
1
Nótese que (cero X, 1/ py) e (I / px, cero y) son apenas las dos combinacio,es
extremas, existiendo
entre ellas en finitas combmacio,nes diferentes posible~. Por ejemplo, a partir de (cero X, 1 I py)
se puede calcular la cantidad max irn a de Y que podrta adquirir el consumidor
si aumentara su
consumo de x a 1x , luego a 2<, a 3x, ete., etc., hasta llegar a 1/ p x ue idades de x con cero y.
254
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
todas las combinaciones de x e y que el consumidor puede adquirir como
máximo, es decir, gastando totalmente su ingreso. Por consiguiente, es
imposible que el consumidor pueda elegir una combinación de x e y (un
punto del plano) que se encuentre a la derecha del límite marcado por la
línea de presupuesto. Esto es así porque, precisamente, dicho 1ímite es
inflexiblemente levantado por el ingreso limitado del consumidor y por
unos precios de los bienes mayores que cero.
Finalmente, como la pendiente de toda función es el resultado de dividir
el incremento observado en una variable (6 Y) dado el incremento de la
otra (.6 X), en el caso de la función o línea de presupuesto (cuyas variables
son x e y), la pendiente tiene signo negativo porque con un ingreso o gast.o
dado si el consumidor aumenta el consumo de y ( 6 Y > O) debe reducir
el de' x ( 6 X < O), y viceversa. Además, el valor de la p~ndiente es precisamente px / py porque px / py indica exactamente cuantas unidades de
y deben darse a cambio de una unidad de X,l es decir, cuántas unidades
de y deben dejarse de consumir por cada unidad adicional consumida de.x,
(.6 Y/6 X), que es la definición de la pendiente. Puesto que los precios
son datos constantes en el problema, su división resulta en una constant:, es
decir, la pendiente tiene un valor constante en todos los puntos de la línea
de presupuesto, lo cual la define como una línea recta. 2
LA ECONOMIA NEOCLASICA
255
puesto, es decir, que su ingreso es limitado y los precios de los bienes son
positivos. Por consiguiente, su problema ha quedado estrictamente delimitado
al problema de alcanzar con su (línea de) presupuesto la curva de indiferencia
más alta posible, situación que se ilustra en el gráfico 4. 3. 5.
GRÁFICO 4.3.5
EL EQUILIBRIO
DEL CONSUMIDOR
y
4.3.4 El equilibrio del consumidor
(
Ahora se sabe que el consumidor procura alcanzar la curva de indiferencia
más alta posible en su mapa de indiferencia (gráfico 4. 3. 3) pero, también,
que para este propósito tiene la ineludible restricción de su línea de presu-
Recuérdese que si el precio de x es del doble que el de y, entonces deben darse do~ unidades de
y a cambio de l x ; si es el triple, entonces deben darse tres unidades de ya carnb io de I x , etc,
2
Otras características importantes
de esta pendiente son: a- Si el ingreso del consumidor,
1, se
modifica, sin ningún cambio en px ni en p y, la pendient: de la línea de presupuesto
no cambia,
por definición, ya que la pendiente es px f p y, sino que la lfnea d~ presupu~sto se de~plaza en forma
perfectamente
paralela en relación a su posición anterior. Por ejemplo, SI 1 se dUPltC;i con p x y py
constantes, entonces 1 / px e 1/ PY. es decir los valo,r~s de las intersecciones
d.e la h nea sobre 1~,S
ejes, también resultan duplicados, lo cual equivale gráflcarnente a un d.esplaza~lento
paralelo ~a~la
la derecha, como puede visualizarse fácilmente uniendo las dos nuevas Interse:c,lOnes sobre el gr.afico
4.3.4.
Evidentemente, si 1 se reduce. con px y py constantes, se producirá un desplazamiento
paralelo hacia la izquierda; b- Si px 1 py cambia, con l constante, entonces al cambiar el valor de la
pendiente
cambia la inclinación de la línea de presupuesto,
es decir, sufre u.n ~esplazamlento
no paralelo, lo cual puede visualiz arse fácilmente suponiendo que p x se mult iplic a por 2 ~~ py
permanece inmodificado.
Entonces, 11 py permanece constante pero 1 f px se reduce a la mitad.
Es decir la línea se desuíaza hacia la izquierda. pero girando sobre el intercepto en el eje y que
peqnane~e como punto fijo; y c- Si 1 Y px f py cambian simultáneamente,
pr~mero.:e sigue u~o de
los pasos a· o b-, como si los otros factores estuvieron constantes, y a co nt utu ac íort se graf ica el
otro cambio.
L
I1 px
Curvas de indiferencia superiores a III, como IV y V, son más preferibles
para el consumidor que III, II o 1. Sin embargo, ninguna de esas curvas
puede ser alcanzada por su línea de presupuesto y, por consiguiente, puntos
como F y G es decir, todas las combinaciones de consumo que se encuentren
por encima (a la derecha) de la línea de presupuesto están fuera del alcance
real del consumidor. En otros términos, dados los precios y su ingreso, al
consumidor no le alcanza su presupuesto para pagar cualquier combinación
de consumo que se encuentre fuera del triángulo formado por el origen
(O) y los puntos 1/ px el / py. Debe restringir así, en la realidad, su selección
a solamente aquellos puntos que estén al alcance de su línea de presupuesto,
es decir, a aquellas combinaciones de consumo que efectivamente puede
pagar con el ingreso de que dispone, dados los precios de los productos, o sea
a aquellos puntos contenidos dentro del triángulo mencionado (O, 1/ px,
I/py).
De otro lado, puntos como K, L (sobre el eje X) o M (sobre el eje y), es
decir, todos los puntos que se encuentran a la izquierda o debajo de la
256
INTRODUCCION
línea de presupuesto, tampoco entran realmente en consideración, porque
el ingreso del consumidor es idéntico a su gasto y en cualquiera de tales
puntos esta condición no se satisface. l
Dado el ingreso disponible del consumidor para gastar en consumo, puntos
como K, L o M constituyen, pues, simples absurdos que sólo serían lógicos
si dicho ingreso del consumidor se redujera hasta el nivel en que tales puntos
formaran parte de la línea de presupuesto.
De esta manera, las posibilidades reales de elección del consumidor se reducen
solamente a los puntos o combinaciones de consumo que constituyen la
línea de presupuesto, tales como A, B, e, D, E, etc., excluyendo todas las
que están por encima y todas las que están por debajo de esta línea. Con
estos límites, entonces, el problema real ha quedado circunscrito a encontrar
el punto (o combinación de consumo) de la línea de presupuesto que permite
alcanzar la curva de indiferencia más alta posible.
Como el gráfico 4.3. 5 lo muestra, ese punto es E, porque por todos los
puntos de la línea de Presupuesto que están a la izquierda o a la derecha de
E (tales como A, B, e, yD) pasan curvas de indiferencia inferiores a la
cuzya de indiferencia (IlI) que pasa por E, o sea a la cual pertenece E. La
certidumbre de que E es el punto +o combinación de consumo- de la
línea de presupuesto que se sitúa sobre la máxima curva de indiferencia
posible proviene de la convexidad de las curvas de indiferencia (miradas
desde el origen), pues en el punto E la línea de presupuesto es perfectamente
tangente a la curva de indiferencia, lo cual indica maternáticamen te (junto
con la convexidad) la existencia de un máximo. Pero lo que interesa por el
momento es la conclusión de que E es el punto óptimo buscado para el
consumidor, y que en este punto la línea de presupuesto y una curva de
indiferencia particular son tangentes. Pues, matemáticamente, en el punto
en que la línea (de presupuesto) se convierte en la tangente de la curva, la
pendiente de la curva de indiferencia es idéntica a la pendiente de la línea
de presupuesto. En síntesis, en el punto E, que es el punto en el cual el
consumidor obtiene la máxima utilidad que es posible alcanzar con su
1
L<\ ECONOMIA NEOCLASICA
A LA ECONOMIA
Ea general. el ahorro se considera como un "bien" más. cuya utilidad para el consumidor
se expresa
en..la tasa de interés que lo decide a ahorrar. Por consiguiente. el ahorro entraría e n consideración
real como un gasto en ahorro. al tomar en cuenta el cual el ingreso d~1 consumidor se gasta totalmente, ya que lo que no gasta en bienes comunes constituye,
por definición, su gasto en ahorro,
Sin embargo, quizás sea más preciso decir que aquí se está considerando
soto el ingreso disponible
del consumidor para ser gastado en consumo, descontando previamente el ahorro.
257
presupuesto, la pendiente de la curva de indiferencia es idéncica a la pendiente
de la 1ínea de presupuesto. Pero la pendiente de la curva de indiferencia 1 es
-(UMAx / UMAy) y la pendiente de la línea de presupuesto, como se vio en
la sección 4. 3. 3 es -(px / py). Por consiguiente, puede concluirse que el
consumidor alcanza su máxima satisfacción posible, dados su ingreso y los
precios de los bienes, esto es, dada su línea de presupuesto, en el punto (E)
en que se cumple la condición que
UMAx
px
UMAy
py
(Ec. 4. 3. 2),
condición que es idéntica a la alcanzada en la sección 4.2.4 (ec. 4.2.2).
Este punto (E) puede considerarse óptimo para el consumidor porque no
existe ninguna otra combinación posible de consumo que. dada su línea de
presupuesto, le permita tener mayor o aun igual utilidad; es decir, porque
todas las dernásjcómbinaciones posibles son inferiores a E. También es un
punto de equiliíg¡.¡oporque, intentando alcanzar su máxima utilidad posible,
el consumidor .~. desplazará (estará en desequilibrio) de cualesquier otros
puntos posibles', de la línea de presupuesto, como A, B,
y D, hacia el
punto E, ya qus ello le permite mejorar su nivel de utilidad (colocarse
sobre una curva' de indiferencia superior). Sólo en el punto E .desaparecen
sus incentivos para cambiar de localización, porque cualquier cambio de
E hacia cualquier otro punto de la línea de presupuest o, ya sea hacia la
derecha o hacia la izquierda de E, en vez de aumentar su nivel de utilidad
lo reduciría (lo colocaría en curvas de indiferencia inferiores),
e
I
se vio corno la p cndieut e de toda curva de iudifere nc ía (-D.y (LX) esta tasa
it uc icu en e! consumo
entre x e Y. TMASxy,
cuyo valor absoluto
decrece
a medida
que aumeutu
d c(~nSUnlO de x y S~ reduce el de y porque.
para mantener
inalterado el nivel de
ut ilidad , e¡ cousuuudor
debe sacrificar
cada v et: menos
unidades
de y por una unidad
de x. Pero
ta mbicn se vio que-esto
es así :ido en gracia a L{UIo' la UMA decrece
a medida
que aumenta
el consume
JL'¡ bieu n..
'spl'ctiv<1:i:s decir. q u c el consumidor "valora" un bien en ter m inos del otro de acuerdo
a sus UMAS () lo que es lo m ismo. la pendiente de la curva de indifer encia está determinada por. y
L'S iguu! a. la rulucióu dc las utilidades
marginales.
1-"11la scc cion
marginal
4.3.1
de sust
M,ís cspcc iricurucutc. puesto que UMAx es el aumento en utilidad por cada unidad adicional de
x , cnton ccs (LIMA,). (6X) es el aumento total de utilidad derivado del aumento total del número
lIL' unidades
cousumtdus de x. Siuularrnent c. (UMAy) . (-6. Y) será la reducción
total en utilidad
derivada de rcdul:,i.r. el número
de unidade-s
consumidas de Y. (- L Y). Para que la utilidad del
consumidor pcrruanez ca constuutc, sobre la misma curva de diferencia. es n ecesario que (UMAx).
([:.X)=(UMAy)
',-[:.y).úedondc.
[:'y
~~
.0. X
UMAy
258
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA NEOCLASICA
Pero, la teoría del equilibrio del consumidor es sólo una de las piezas básicas
del conjunto de la economía neoclásica, para entender el cual, y sus objetivos,
es necesario echar una ojeada a su otra pieza fundamental: el equilibrio de
la firma, lo cual se hace después de observar cómo la teoría del consumidor concluye lógicamente en la función demanda.
259
GRÁFICO 4.3.7
LA FUNCION DEMANDA
4.3.5 La función demanda
E'"
Ahora bien, si Px aumenta, la línea de presupuesto se desplazará hacia la
izquierda sobre el eje x, en el gráfico 13.3.5, puesto que I/Px disminuirá.
Pero se mantendrá fija en el punto I/Py, puesto que Py ha permanecido constante. Es decir, rotará como muestra el gráfico 4.3. 6.
E"
·1
o~--------------------~ Qx
GRÁFICO 4.3.6
~...
4.4
La productividad marginal y el equilibrio de la firma
4.4.1 Premisas
Línea de precio. consumo
Si para la economía neoclásica es necesario elaborar una teoría soore el
comportamiento del consumidor, también, de otro lado, es necesario elaborar
una teoría sobre el comportamiento de la firma o empresa capitalista,
comportamientos que, en su conjunto e interacciones, suministran la
explicación neoclásica sobre el funcionamiento del sistema económico.
Y, para elaborar esta teoría sobre el comportamiento de la firma o empresa
capitalista, la teoría neoclásica parte de cuatro premisas fundamentales, a
saber:
Por tanto, el equilibrio del consumidor se desplazará sucesivamente de E a
E' a E" a E"', etc., mostrando que la cantidad demandada de x disminuye
cuando Px aumenta. El conjunto de todos los puntos de equilibrio resultantes conforma la línea de precio consumo, la cual es idéntica a la función de la
demanda de x, cuando se grafica en un plano que tenga como ejes Qx y Px.
En otros términos la función de la demanda no es sino el conjunto de óptimos en el consumo que corresponden a los diversos precios posibles (Gráñco
~. 3. 7].
i- (Si el consumidor tiene como objetivo maximizar su utilidad o satisfacción),
la firma o empresa tiene como objetivo, en cambio, maximizar sus ganancias
o beneficios;
ii- (Así como existe un equilibrio para el consumidor), se supone la existencia
de un equilibrio similar para la firma o empresa;
iii- (ASÍ como, para maximizar su utilidad, el consumidor se enfrenta a
cantidades de bienes que son diferentes o diferenciables entre si), se
supone que, para producir y alcanzar su máxima ganancia, la firma emplea
"factores de producción" (tierra, trabajo y capital) que son Iisicamente
cuantificables y diferenciables entre sí; y,
iv- (ASÍ como la utilidad marginal que cada bien rinde al consumidor decrece
a medida que aumenta su consumo), se supone que la "productividad
260
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
marginal" de "cada factor" decrece a medida que aumenta su empleo
(O consumo productivo) por parte de la firma.
Mientras que la primera de estas prernisas es simplemente compartida, junto
a los neo clásicos, por los clásicos, por Marx y por Keynes, las tres últimas
premisas son cuestionadas en cuanto a la precisión de su significado, su
relevancia explicativa y su coherencia interna por algunos economistas
no neoclásicos modernos, particularmente por algunos "Keynesianos" y los
pertenecientes a una corriente denominada como "neo -ricardianismo", que
ha intentado desarrollar la teoría moderna sobre bases más similares a las
de los clásicos.
LA ECONOMIA NEOCLASICA
261
adicional, la segunda produce 8 unidades de producto, la tercera produce
6 unidades de producto adicional, etc. Obviamente, el mismo gráfico puede
sor utilizado para ilustrar lo que ocurre en la productividad marginal del
trabajo (PMAL) o la productividad marginal de la tierra (PMAT). La parte
(b) ilustra el mismo principio para el caso en que los aumentos sucesivos
en la cantidad empleada del factor tiendan a ser infinitamente pequeños, lo
cual da corno resultado, en el límite, una curva continua, en vez de los
cambios "discretos" (no infinitesimales) de la parte (a).
GRÁFICO 4.4.1
Podría decirse, pues, que estas tres últimas premisas levantan una distinción
doctrinal entre la escuela neoclásica y las demás escuelas, es decir, que son
las que le dan su matiz específicamente diferente. Pero, para empezar a
entender porqué se suscitan tales diferencias acerca de estos puntos es
necesario, primero, ver algunas de sus implicaciones que pueden ser, quizás,
la verdadera fuente de la discordia teórica y que, en última instancia, podrían
reducir estas tres premisas a meras facetas de una misma proposición.
LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL (PMA) DECRECIENTE
(al
(b)
4.4.2 Los factores y la productividad marginal decreciente
A partir de la premisa de que los factores de la producción son plenamente
diferenciables entre sí y, particularmente que la cantidad física de cada
factor es cuantificable, o que se puede razonar "corno si" la cantidad física
de cada factor fuese medible, el modelo neoclásico plantea que, al aumentar
la firma en forma sucesiva la cantidad empleada de un factor cualquiera
(por ejemplo, el capital), permaneciendo constantes las cantidades empleadas
de los demás factores (tierra y trabajo), las unidades adicionales empleadas
del factor aumentan el producto obtenido total, pero en una cantidad cada
vez menor. Es decir, que el producto adicional obtenido por cada unidad
adicional del factor decrece a medida que aumenta la cantidad empleada del
factor, permaneciendo constante la cantidad empleada de los demás factores.
Esta proposición completa puede sintetizarse diciendo que la productividad
marginal de cada factor es decreciente, quedando así definida la pro ductividad
marginal corno la cantidad de producto adicional que produce una unidad
adicional del factor, permaneciendo constantes las cantidades empleadas de
los demás factores.
La productividad marginal decreciente de un factor cualquiera se ilustra
en el gráfico 4.4. 1 que, en su parte (a), muestra cómo, permaneciendo
constante el empleo de los demás factores, la primera unidad empleada
del factor K (capital, por ejemplo), pro íuce 10 unidades de producto
o
Cantidad empleada
del factor K.
o
Cantidad
del factor.
4.4.3 La PMA decreciente de los factores y el equilibrio de la firma
Dado que cada unidad adicional producida por la firma tiene un precio de
mercado, px por brevedad, (suponiendo, para simplificar, que la firma
produce el producto x), puede decirse, entonces, que por cada unidad
adicional producida de x, la firma obtiene un ingreso adicional o marginal
igual a px. De acuerdo a esto, al utilizar una unidad adicional de un factor
permaneciendo los demás constantes, la firma incurre en un costo adicional
o marginal, porque debe comprar dicha unidad adicional por un precio
positivo en el mercado, pero también obtiene un ingreso marginal, porque
vende en el mercado, a un precio positivo, el producto obteriido con la
262
INTRODUCCION
unidad adicional empleada del factor. Por consiguiente, puede concluirse
que, al aumentar la cantidad empleada de un factor, la firma incurre en un
costo marginal (lo que le cuesta comprar la cantidad adicional empleada del
factor) pero también recibe un ingreso marginal (lo que le pagan por el
producto adicional obtenido con la cantidad adicional de factor empleada).
Entonces, formalmente el problema de la firma sería idéntico al del consumidor, con la única diferencia de que mientras éste último incurre ea un costo
marginal (el precio de la unidad adicional del bien que adquiere) para poder
obtener una utilidad marginal, aquella incurre en un costo marginal (el
precio de la unidad adicional de factor empleada) para poder obtener un
ingreso marginal (el precio al cual vende el producto adicional obtenido con
la unidad adicional empleada del factor). Formalmente, basta entonces con
sustituir (en el problema del consumidor, sección 4. 2. 3) la utilidad marginal
por el ingreso marginal de la firma, repitiendo ei mismo razonamiento, para
obtener la solución al problema del equilibrio de la firma.
De esta manera, la firma también parte de un presupuesto de gastos (limitado)
para poder obtener en el mercado determinadas cantidades de los factores
de producción, producir con ellos y vender nuevamente en el mercado lo
producido para obtener un ingreso y una ganancia, Bajo condiciones de
perfecta competencia, todos los precios, tanto los de íos factores que compra,
como los de los productos que vende, están dados por el mercado para la
firma, es decir, son datos que ella toma del mercado y que no puede modificar
a voluntad.' Dados, pues, este presupuesto y estos precios, la firma irá
adquiriendo los factores de producción de acuerdo al objetivo de obtener la
máxima ganancia posible con cada peso de su presupuesto que gaste, lo
mismo que el consumidor adquiere los bienes que le dan satisfacción de
acuerdo al objetivo de obtener la máxima satisfacción posible con cada
peso que gasta de su presupuesto.
el ingreso marginal que la firma obtendría gastando su primer $ 1 en T sería
10x $2 = $20. De otro lado, si gastando su primer $ 1 en capital (K), el
producto marginal obtenido fuese sólo de 5 unidades, el ingreso marginal
obtenido por el primer peso gastado sería sólo de 5x $2 = $101• Así las
cosas, para obtener el máximo ingreso posible, la firma debe gastar su primer
peso en T (que le rinde el mayor ingreso marginal) y no en K (que le rinde
el menor ingreso marginal) 2. Y, en general, como ya se sabe, por el razonamiento seguido en el caso del consumidor, para obtener el máximo ingreso
posible, que es el objetivo de la firma, ésta deberá gastar cada peso sucesivo
de su presupuesto en el factor que le permita obtener el mayor ingreso
marginal posible.
Obviamente, para determinar cómo gastará la firma el segundo $1, el tercero,
etc., hasta agotar totalmente su presupuesto, es necesario comparar en cada
paso al ingreso marginal que rendiría cada uno de los factores adquiridos con
el peso adicional. Pero, de acuerdo al objetivo buscado de obtener el máximo
ingreso posible, es seguro que la firma obedece al principio general de
aumentar el uso del factor que rinde el mayor ingreso marginal, o sea el
mayor producto marginal. (véase nota 14). Mientras el PMAT siga siendo
superior al PMAK, la firma seguirá pues, gastando pesos adicionales en el
factor T, sin aumentar su empleo del factor K. Pero, no debe olvidarse que
se ha supuesto previamente que la productividad marginal de todo factor es
decreciente (sección 13. 4. 2).
Por tanto, llegará un momento, a través del aumento continuado del factor
T y de la reducción en el PMAT en que, para otro $1 adicional gastado, la
firma se encontrará en que PMAT < PMAK. En este momento, la firma
dejará de aumentar el empleo de T y empezará a aumentar el de K. Pero, la
PMAK también es decreciente. Llegará, pues, otro momento en que para
1. Es evidente,
multiplicado
Por consiguiente, la firma gastará el primer $1 de su presupuesto en el
factor que le rinda el mayor ingreso marginal posible. Supongamos, por
ejemplo, que la firma produce el producto x y que el precio de una unidad
de x es $ 2. Si gastando el primer $ 1 en el factor trabajo (T), la firma
obtiene un producto marginal igual a 10 unidades de x, esto significa que
l
Como antes se ha explicado (sección 13.2), la competencia perfecta
competencia determina unos' precios impersonales, independientemente
individual.
263
LA ECONOMIA NEOCLASICA
A LA ECONOMIA
implica que, precisamente,
la
de la voluntad de 1 productor
entonces, que el ingreso marginal YMA, es igual al producto marginal del factor
por el precio del producto que produce y vende la firma ($2 en el ejemplo),
=
=
(PMA)
=
Así, el YMA cuando se emplea una cantidad adicional de T es YMA
PMAT x $2
l ()x $2
$20
en el ejemplo. También,
PMATx $2/ PMAKx $2
PMAT / PMAK. Es decir, con el precie de
x dado, el ingreso marginal es proporcional al PMA del factor.
=
2. En verdad, ningún "factor" puede producir un producto físico sin la colaboracíón de otros factores.
Por ejemplo, el trabajo mismo sin la tierra (recursos naturales) nada podría producir. Por tanto, en
estricto sentido, el razonamiento
neoclásico parte siempre de un nivel de produccíón dado, en el
cual se están empleando al menos dos factores simultáneamente,
e intenta responder a qué pt mcipio
se atendría la firma para aumentar () incrementar el uso de los factores, sobre ese nivel inicial.
Nunca parte de cero producción
y cero uso de los factores. Por eso, suele decirse que la teoría
neoclásíca se ocupa esencialmentc
de las proporciones en que se usan los factores y no del nivel
absoluto en que cada uno de ellos, por aislado, se usa. Sin ernbargo , para simplif'icar la c xposictóu,
en el texto se habla del primer peso gastado. Para evitar mullutcrprctuciones,
puede decirse que se
trata del primer peso gastado a partir de un nive¡ positiv« de produccíóu prevíameutc observndo
UNiVERSIDAD
"""lLT0TECA
DI'! ANTIOQUIA
CENTRAL
264
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA NEOCLASICA
<
265
el último $1 gastado PMAK
PMAT y volverá a aumentarse el empleo de
T dejando constantes el de K, y así sucesivamente hasta agotar totalmente
el presupuesto de la firma.
gasto, ya que si retira $1 de K para gastarlo en T, o viceversa, su producto
ni aumenta ni disminuye, ya que para ese $1 el producto marginal de K es
idéntico al producto marginal de T.
Pero, como resultado final de esta forma de alcanzar su objetivo, la firma
termina haciendo que el producto marginal del último $1 gastado en K sea
igual al producto marginal del último $1 gastado en T. Esto necesariamente
tiene que ser así, pues, en caso contrario,
si el último $1 gastado en K
rindiese un producto marginal mayor al que rinde el último $1 gastado en
T, es evidente que la firma podría aumentar sus ganancias reduciendo su
gasto en T y dedicando esa suma de dinero a emplear una mayor cantidad
de K. En tal forma, la cantidad de producto (marginal) de x que perdería
al reducir el empleo de T sería menor que la cantidad de producto (marginal)
de x que ganaría al aumentar el empleo de K. (Obviamente esta ganancia
neta de producto al cambiarel empleo de su gasto, dado un precio de $2 por
cada unidad de x producida; se convierte en una ganancia monetaria neta).
Por consiguiente, si para el último $1 gastado llegara a ocurrir que PMAK >
PMAT, la firma podría aumentar sus ganancias simplemente cambiando la
composición
de su gasto, pasando una parte de su presupuesto
de T hacia
porque con tal cambio aumentaría
su producto total. En otras palabras,
sf para el último $1 gastado llegare a ocurrir que PMAK
PMAT, entonces
lá' firma no estaría obteniendo
la máxima ganancia posible, ya que podría
aumentar su ganancia simplemente
cambiando la composición de su gasto.
(Y, obviamente, algo que puede aumentar no es de por sí el máximo posible).
Cuando la firma alcanza este máximo también alcanza su equilibrio pues, en
tal situación, no existe ningún estímulo o incentivo para cambiar el empleo
(relativo o proporcional)
de los factores, ya que nada ganaría con ello (y en
un caso extremo, de cambio drástico, resultaría por el contrario perdiendo).
En cambio, cuando para el último $1 gastado ocurre que PMAK > PMAT
o PMAK < PMAT, la firma está en desequilibrio,
pues existen estímulos
para cambiar la composición de su gasto y., por tanto, la composición del
empleo de los factores. Puesto que la firma tiene como objetivo maximizar
ganancias, siempre tenderá hacia la situación en que, para el último $1
gastado, PMAK = PMAT. El equilibrio es, pues, una condición
hacia la
cual tiende la firma.
K,
De otro lado, el hecho de que la firma en competencia perfecta con los precios
dados, gaste cada $1 según el criterio de obtener la máximaPMA
posible
con el mismo, implica que la firma, al buscar maximizar sus ganancias, también
busca producir el máximo que le es posible con cada $1 de que dispone.
>
Y, a la inversa. Si para el último peso gastado en cada factor llegara a ocurrir
que PMAK
PMAT, entonces la firma tampoco estaría obteniendo la
máxima ganancia posible, pues podría aumentar su ganancia simplemente
transfiriendo parte de su gasto de K hacia T.
<
En síntesis, la firma NO está obteniendo la máxima ganancia
para el último $1 gastado en cada factor, ocurre que
PMAK
>
PMAT
o que
PMAK
posible cuando,
< PMAT.
Por tanto, la firma llega a obtener la máxima ganancia posible
cuando, para el último $1 gastado en cada factor, ocurre que
PMAK
4.4.4 El equilibrio de la firma, los precios de los factores
y la dístríbucién del ingreso
Se ha visto cómo; al perseguir la máxima ganancia posible, según los demás
postulados del modelo neoclásico, la firma termina haciendo que el producto
marginal del último $1 gastado en K sea idéntico al producto marginal del
último $1 gastado en T. Ahora, si se llama PMAK a la cantidad adicional de
x (producto marginal) que se obtiene mediante el empleo de una unidad
adicional de K, y PMAT a la cantidad adicional de x (producto marginal) que
se obtiene mediante el empleo de una unidad adicional de T, entonces para
conocer cuál es el producto marginal (o cantidad adicional de x) que se
obtiene por cada $1 invertido en la compra de la unidad adicional de K, es
necesario dividir PMAK por el precio de esta unidad adicional de K (pK). l
solamente
= PMAT.
l
En este último caso la firma está maximizando su ganancia, dado su presupuesto
para adquirir factores de producción
y dados los precios de éstos, porque
no puede aumentarla ni un centavo más cambiando la composición
de su
Por ejemplo, si una unidad adicional de K produce S unidades adicionales del producto x, y esa
unidad adicional de, K le cuesta a la firma $5, entonces el producto marginal de la unidad adicional
de K fue S. Pero el producto marginal por cada $1 invertido en la compra de la unidad adicional
de K fue evidentemente,
en promedio, SI $5
1. (No debe confundirse, pues. el producto marginal
obtenido por el empleo de una unidad de K con el producto marginal obtenido por cada $1 invertido
en la unidad de K. Sólo en el caso especial en que pK = $1, las dos cifras son iguales).
=
266
Es decir:
y similarmente:
Producto Marginal obtenido
por cada $1 invertido en la
compra de la última unidad
deK
PMAK
pK
Producto Marginal obtenido
por cada $1 invertido en la
compra de la última unidad
de T
PMAT
pT
Por tanto, la firma maximiza ganancias y está en equilibrio cuando
PMAK
PMAT
pK
pT
(Ec. 13. 4. 1),
que también puede escribirse como
I
i
PMAK
pK
PMAT
pT
(Ec. 13. 4. 2).
4.5
Formalmente, una ,is?cua~ta. es.~déntica a una curva de indiferencia (sección
con la uruca distínción de que, mientras la curva de indiferencia
s~ refiere a un nivel de utilidad constante que el consumidor deriva de
diversas
'
.
com bi~naclOnes d e consumo de los bienes
x e y, la isocuanta se
refle:e a un nivel de producción constante que la firma deriva del empleo
de diversas combinaciones de los factores K y T como A B
en el gráñ
4 5 l2
P
..
'
, ,
a ICO
. . '.
or tanto, los ejes que sirven de referencia a la isocuanta indican
las cantidades e~pleadas por la firma de K y T, en vez de' las cantidades
de x y y consumidas por el consumidor, tal como muestra el gráfico 4, 5. l.
4.3. 1):
e
La isoc~anta de la gráfica representa el nivel constante de producción Qo
de una .fIrma determinada. Puesto que la producción de cualquier producto sí
es cardinalmente medible (500 toneladas, 10.000 unidades, etc.), a diferencia
de la utilidad del consum,idor, que sólo es ordinalmente expresable (secciones
13. 2. 1 y13. 3. 3), la isocuanta, a diferencia de la curva de indiferencia
expresa una magnitud particular y no solamente un orden de mayor a menor:
;.a que para m~ximiz~
ganancias, al comprar los factores de la producción
en el mercado
la
~rma comparar!a también la PMA de la tierra po~ cada $1 gastado, así como lo hizo con el K y :1 T.
e otro lado, notese que, partiendo de la condición de equilibrio,
Es decir, la ecuación
PMAK
pK
13.4.
1 puede escribirse como:
PMA Tierra
=~
pT
p
Tierra
PMAK
PMAT
pK
pT
si pK llegase a aumentar,
PMAK
(Ec. 4, 4,1)
permaneciendo
todo lo demás constante
entonces
ocurriría
que
PMAT
--<pK
pT
lo cual haría que la firma, para maximizar ganancias, dejara de emplear algunas unidades de K y
aumen~ar~ el empleo de ~. Es de~ír, el empleo (relativo) de cada factor variaría inversamente con
el movirruento de su precio (relativo a los precios de los otros factores). Esta conclusión se deriva
dlrec.tament.
del supuesto de que cada factor es físicamente cuantificable
y diferenciable
de 1
demás, y que c~da PMA es decreciente y, de hecho, constituye el pivote central de la teoría neoclásíca
de la distribución.
1
En la exposición del texto se ha argumentado
como si únicamente
existieran dos factores de
producción,
K Y T. Pero todo lo dicho puede generalizarse para incluir también la tierra o recursos
Las Isocuantas y el equilibrio de la firma!
4.5.1 La Isocuanta o curva de isoproducto
De esta manera, se llega a la conclusión de que, en su búsqueda de la máxima
ganancia, bajo condiciones competitivas (px, pK y pT dados para la firma por
el mercado), las firmas remuneran a los factores de producción en proporción
exacta a sus productividades marginales. (Ya que el precio de cada factor
es su remuneración o ingreso. Así, por ejemplo, el salario, que es el precio
de la fuerza de trabajo, es la remuneración al factor trabajo). Indudablemente,
esta deducción constituye la esencia de la teoría de la distribución del
ingreso de la economía neoclásica y apunta hacia la idea de que tal distribución
está naturalmente determinada por el mismo proceso de producción, en el
cual cada factor (o clase social, en términos más amplios) recibiría una
remuneración proporcionalmente determinada por su propia productividad
física marginal. Así, el interés (o beneficio normal) del capital estaría
determinado por la productividad física marginal de la cantidad de capital
empleada en la producción, la renta del suelo estaría determinada por la
productividad física marginal de la cantidad de tierra (o recurso natural)
empleada en la producción, y el salario estaría determinado por la produc-1
tividad física marginal de la cantidad de trabajo empleado en la producción.
naturales.
267
LA ECONOMIA NEOCLASICA
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
Esta sección s~ refiere a otra forma de exposición del contenido de la sección' 4.4 y, aunque tal
forma es la mas usual, para efectos de la comprensión de los temas siguientes no es írnprescíndíbte.
Ya se. h.a señ~lado, anteriormente,
cómo las proposiciones
establecidas en el texto para dos bienes
~on. fácil y directamente
generaliz ables a n bienes. Además, de la misma manera como la curva de
~ndtferencia enfatiza la sust ituib ilidad de los bienes para mantener un nivel constante de u1ilidad, la
Isocua~ta en~atiza la sustituibilidad
de los factores para mantener un nivel de producción- constante.
Es decir, la ISO cuanta expresa todas las combinaciones
posibles de K y T para obtener I1n nivel
dado y constante de producción,
268
INTRODUCCION
GRÁFICO
T
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA
4.5.1
269
aumento en el producto derivado del aumento del empleo de K, 6 K . PMA K,
sea igual a la disminución en el producto derivada de la reducción en el
empleo de T, -6 T. PMA i .' Es decir,
LA ISOCUANT A
.\.
TI
NEOCLASICA
(6K).(PMAK)
= (-6T).(PMAr),o
-6T/6K=PMAK/PMAT
5.5.2 El mapa de Isocuantas
Así como se puede construir un mapa de curvas de indiferencia para el
consumidor, también se puede construir un mapa de isocuantas para la
firma, tal como muestra la gráfica 4. 5. 2.
TO
T2
GRÁFICO
4.5.2
K
O
KI
KO
K,
P-fl[ lo demás, las propiedades de la isocuanta son idénticas a las de la curva de
itidiferencia, tomando únicamente el cuidado, para interpretar su significado,
de reemplazar el concepto de utilidad marginal (de cada bien) en la última
por el de productividad marginal (de una unidad adicional) de cada factor en
l;,t primera. Por ello, tales propiedades no serán nuevamente explicadas.
(Véase sección 13. 3. 1). Simplemente se señala que su pendiente es negativa,
(la curva desciende de izquierda a derecha), porque para mantener constante
la cantidad producida Qo, al aumentar el empleo de un factor debe necesariamente reducirse el empleo del otro factor. Y que es convexa mirada desde
el origen, porque se ha supuesto que la productividad marginal de cada factor es
decreciente, lo cual implica que, para mantener el nivel de producción
Qo constante, al aumentar el empleo de K, sucesivamente de unidad en
unidad, es necesario sacrificar cada vez menos unidades de L (ya que la PMA
de L aumenta al reducirse el nivel de su empleo y la PMA de K disminuye al
aumentar el nivel de su empleo). 0, al aumentar el empleo de L, es necesario
sacrificar cada vez menos unidades de K a cambio de una unidad de L para
mantener el nivel de producción Qo constante.
Similarmente, a la cantidad de T que debe sacrificarse a cambio de una
unidad adicional de K, (6 T /6 K), se le llama Tasa Marginal de Sustitución
Técnica en la Producción entre T y K, TMSPTK, y es idéntica a la pendiente
de la isocuanta entre dos puntos determinados de la misma (recordando
que, por definición, la pendiente mide el cambio en una variable, 6 T, con
relación al cambio en la otra, 6 K).
EL MAPA DE CURVAS ISOCUANTAS
T
o
Teniendo en cuenta las diferencias de significado señaladas en la sección
inmediatamente anterior, el mapa de isocuantas tiene, por lo demás, propiedades idénticas al mapa de indiferencia. (Véase sección 4.3.2). . En
primer lugar, expresa todos los niveles de producción que hipotéticamente
podría enfrentada firma. Por esta razón es un mapa "denso", es decir, que
por todo punto del plano K - T pasa una isocuanta, aunque el gráfico
. 4. 5. 2
ilustra solamente unas cuantas de ellas. En segundo lugar, las
1
Esta pendiente, L T / 6 K, también es idéntica a -PMAK / PMAT, ya que,
para mantener el nivel de producción Qo constante, es necesario que el
El PMAK es la adición al producto por cada unidad adicional empleada de K. Entonces, si 6K es
e! número total de unidades de aumento en el empleo de K, (PMAK).(6K)
es la adición total al
producto por el aumento total en el empleo de K. Y lo mismo para T.
270
INTRODUCCION
LA ECONOMIA NEOCLASICA
A LA ECONOMIA
isocuantas más altas (Ej. Q4) expresan niveles de producción mayores que
las más bajas (Ej. Qo), porque en ellas se utiliza una mayor cantidad de
ambos factores, o al menos una mayor cantidad de uno de ellos dada una
utilización igual al del otro (sección 4. 3. 2). Y tercero, las iso cuantas,
como las curvas de indiferencia, no se intersectan, porque ello Implicaría
que una isocuanta fuese simultáneamente superior, igual e inferior a otra, lo
cual es una contradicción lógica con su propia definición.
Finalmente, se supone que, bajo condiciones competitivas, en que los precios
están dados por el mercado para la firma, ésta busca situarse en la isocuanta
más alta posible, es. decir, producir el máximo posible, (lo mismo que el
consumidor busca situarse en la curva de indiferencia más alta posible), ya
que, con los precios dados, a mayor producción la firma obtiene un mayor
ingreso. Pero, naturalmente, la firma, como el consumidor, tiene una restricción
presupuestal para este propósito, lo cual impide comportarse solamente de
acuerdo a sus subjetivas intenciones, como se verá a continuación.
5.5.3 La línea de presupuesto de la firma
i2
i5
F
=
pK
--K
pT
pT
F
-
GRÁFICO 4.5.3
LA LINEA DE PRESUPUESTO
DE LA FIRMA
T
F/pT
P
I
I
I
----
TI
-:----
Q
I
I
l'
I
~--~--~--~------~K
o
Ko
Kl
F/pK
4.5.4 El equilibrio de la firma en perfecta competencia
K. pK + T. pT
donde pK y p'I' son los precios (por unidad) de los factores y K y T son las
cantidades que se pueden adquirir de éstos con el presupuesto F. Puesto que
los precios y su presupuesto (F) son datos para la firma, que ésta no puede
cambiar a voluntad, las únicas variables sujetas a la decisión de la firma son
K y T. Por tanto,
T=
línea de presupuesto de la firma muestra todas las combinaciones alternativas
posibles de K y T que la firma puede adquirir con su presupuesto F, como
P y Q en el gráfico mencionado.
TO
Esta línea es idéntica a la línea de presupuesto del consumidor (véase sección
13. 3. 3), con la única diferencia de que en lugar de los precios de los bienes
x e y, se trata ahora de los precios de los factores K y T, que la firma compra
en el mercado para poder producir y, obviamente, que en lugar del gasto
del consumidor en bienes de consumo final se trata del gasto de la firma en
factores de la producción. Llamando F al presupuesto total que dispone
la firma para adquirir estos factores, entonces:
271
(Ec.4.5.1),
donde F, pK y pT son parámetros dados, y K y T son las variables. Como ya
se sabe (sección 13. 3. 3) esta línea tiene por pendiente -PK / PT , intersecta
al eje T en el punto (0, F / pT) y al ej.e K en el punt? fF ~pK, 0),_10 ?ual
permite construir su gráfica, como se ilustra en el1!¡ ca, 4.5.3.
Asl, la
J
jI
aj
GRÁFICO 4.5.4
T
(
272
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA NEOCLASlCA
Como muestra el gráfico 4.5.4, la isocuanta más alta que' puede alcanzar
la firma con su línea de presupuesto es Q2, a la cual es tangente en el punto
E, como en el caso del consumidor (véase sección 4.3.4).
Este punto
señala la condición de equilibrio, porque cualquier otro punto de la línea
de presupuesto, a la izquierda o a la derecha de E, como los puntos A y B,
sólo permiten alcanzar isocuantas inferiores a Ql, como Qo y Ql' Por
consiguiente, si hipotéticamente la firma perfectamente competitiva escogiera
como combinación de los factores cualquier otro punto de la línea de
presupuesto (como A o B), tendría un estímulo paracambiar esa combinación
por la combinación de E, ya que al hacerla así puede alcanzar una isocuanta
más alta, con ella mayor producción e ingreso (recuérdese que para la firma
en competencia perfecta px está dado como constante) y, dado su gasto
constante F en factores, una mayor ganancia. Combinaciones como A y B
son, pues, puntos de desequilibrio, que estimulan a un cambio en la combinación de los factores. De otro lado, combinaciones como M están por fuera
del alcance del presupuesto de la firma. De esta manera, con el presupuesto de
que dispone la firma, sólo maximiza sus ganancias en el punto E, y alcanzando
este punto no tendría ningún estímulo para modificar la combinación
empleada de los factores, pues si lo hiciera, desplazándose a la derecha o a la
i~quierda de E, vería reducida su producción (localizándose sobre isocuantas
inferiores) y reducidas sus ganancias.
que es idéntica a la ecuación 4. 4. 2, alcanzándose así las mismas conclusiones
de la sección 4.4.4 sobre los precios de los factores y sobre las productividades marginales como determinantes de la distribución del ingreso: del
nivel de los salarios, del nivel de la renta de la tierra y del nivel del beneficio
normal o interés del capital. 1
4.6
I
pK
PMAK
pT
PMAT
=
(Ec. 4. 5. 2),
=
Sea F
$10'. Si la firma produce l' de unidades de x (Qx
1'), el costo de cada unidad será $10
(ex
$10), Pero, si Qx 2', entonces ex = $5; si Qx 4' entonces ex
$:2. S, etc. Por consiguiente,
producir el máximo posible dado F equivale a producir cada unidad de producto al mínimo costo
posible.
=
=
=
=
El mercado competitivo y el equilibrio de la firma
4.6.1 El costo marginal creciente de la firma
El modelo neoclásico define el costo marginal de un producto x como el
costo en que incurre la firma para producir una unidad adicional de x, y
supone que además de ser mayor que cero (porque para incrementar la
producción sería necesario comprar en el mercado una mayor cantidad
de factores de producción) siempre, tanto en el corto como en el largo
plazo, es creciente. Es decir, supone que el costo de producción de la última
unidad de x producida por la firma aumenta a medida que aumenta la
cantidad producida.? Esta proposición se ilustra en el gráfico
4.6. 1.
1
Si. por ejemplo, pI< aumentara, con todo lo demás constante, entonces pK¡ pT aumentaría (en
valor absoluto), es d,eCir"el valor absoluto de la pendiente de la línea de presupuesto aumentaría, lo
cual implica en el gráfico
4. 4•.. una rotación de la línea hacia la izquierda, sobre el punto fijo
F ¡pT. (F ¡pT no cambia de valor porque tanto F como pT permanecieron
constantes. En cambio,
F ¡pK disminuye di valor por cuanto pK aumentó). Al giral en esta dirección, la tangencia de la
nueva línea de presupuesto con una isocuanta se produciría más hacia la izquierda de la isocuanta
de lo que seríasi pK no hubiese aumentado. Es decir, el empleo de K se reduciría ante el aumento
de su precio relativo. Así puede deducirse, entonces, que el empleo relativo de los factores (manteniendo constante el presupuesto
F) varía inversa mente con el movimiento de sus precios relativos.
Esta conclusión es una consecuencia directa de la convexidad de las isocuantas, es decir, del supuesto
que cada factor es físicamente cuantificable y díferenciahle de los demás y de que la productividad
marginal de cada factor es decreciente, y constituye la base misma de la tearía neoctásica de la
distribución. (Véase nota 17 en sección 4.4.4).
s.
Puesto que en el punto E la firma produce el maximo posible, dado su
presupuesto F, ello significa que también en el punto E la firma produce
cada unidad del producto x que vende en el mercado al mínimo costo
posible, I Debido a esta circunstancia, la maximización de ganancias por
parte de la firma en competencia perfecta equivale a una maxirnización de
la producción y a una minimización de costos, Por esto, suele decirse que
el punto E no solamente es una situación de equilibrio sino también una
situación "óptima".
De otro lado, cuando una recta es tangente a una curva, la pendiente de la
recta es la misma pendiente de la curva en el punto de tangencia. Por tanto,
en el punto E la pendiente de la línea de presupuesto (sección 4. 5.3) es
igual a la pendiente de la isocuanta (sección 4. 5. 1). Es decir,
273
2
Las definiciones neoclásícas de "corto" y "largo" plazo son, al respecto, muy particulares. En el
"corto" plazo no todos los factores de la producción son variables, pudiéndose aumentar la cantidad
de un factor, pero con la restricción de que al menos la cantidad de otro permanece fija. En el
"largo" plazo todos los factores de la producción son variables, es decir t todos pueden aumentarse
o disminuirse sin qu~ ninguno permanezca fijo. Sin embargo, para la economía neoclásica el largo
plazo es una sucesión de cortos plazos. Así, en el corto plazo el tamaño de la "planta" (edificios,
equipos) es fijo, mientras que en el largo plazo es variable. No obstante, después que la firma ha
seleccionado, en el largo plazo, el tamaño de la planta, empieza a a perar con esta planta fija, como
en el corto plazo. De acuerdo a esta interpretación,
el costo marginal en el largo plazo no es el
costo de producir una unidad adicional con todos los factores variando (como podría suponer se
de su definición en primera instancia de largo plazo), sino el costo de producir una unidad adicional
con un factor variable y al menos otro factor fijo, que no puede aumentar ni disminuir, después de
haber seleccionado el tamaño de la planta. Con tal enfoque, la verdadera diferencia entre el "CMA
de corto plazo" y 'el "CMA de largo plazo" no radica en la variabilidad de los factores, pues en
ambos casos hay factores fijos; sino en la libertad de elegir el lam año de la planta. (Debe tenerse
cuidado, pues, en no confundir este concepto de costo marginal creciente en el largo plazo, con el
concepto de costo en largo plazo estudiado en los capítulos 3 y S, donde se supone plena variabilidad
de los factores, además a nivel de toda una industria y no solamente de una firma).
274
INTRODUCCION
LA ECONOMIA
A LA ECONOMIA
EL COSTO MARGINAL DE x (CMAx¡
CMAx
-
ClIiAo
- --
De esta manera, por cada unidad adicional de x que produzca y venda, la
firma recibirá un precio constante en el mercado competitivo. Como este
precio es el ingreso adicional que recibe por cada unidad adicional producida,
entonces el precio del producto es su ingreso marginal. Y como el precio es
constante, entonces su ingreso marginal es constante, lo cual se ilustra en el
_
gráfico 4. 6. 2.
_
GRÁFICO 4.6.2
cantidad producida de "
o
275
movilidad y la perfecta información de sus rivales, se lo impide, tal como se
explicó en el capítulo IIl. Por consiguiente, bajo condiciones perfectamente
competitivas la firma como tal no puede aumentar o reducir el precio de
su producto, a su libre albedrío, a medida que aumenta su producción. De
hecho, entonces, la firma se enfrenta a un precio del mercado que es un
parámetro, un dato, una constante para ella (no una variable).
GRÁFICO 4.6.1
CMAI
NEOCLASlCA
Qo
QI
EL INGRESO
MARGINAL
(YMA) DE LA FIRMA
EN COMPETENCIA
El gráfico 4. 6. 1 ilustra, pues, cómo a un nivel de producción Ql producir
una unidad adicional de x costaría más (CMA 1) que al nivel de producción Qo
(CMAo), es decir, el principio del costo marginal creciente en que se basa la
economía neoclásica. 1
PERFECTA
Precio x '" YMA
4.6.2 El ingreso marginal de la firma en el mercado competitivo
Así como la firma incurre en un costo adicional por cada unidad adicional
que produce, (costo marginal), también recibe un ingreso adicional por cada
unidad adicional de x que produce, que se denomina su ingreso marginal.
Pero mientras el costo marginal sería creciente, para la firma que actúa en
un mercado de perfecta competencia el ingreso marginal es constante.
La razón de tal conclusión es clara: para la firma que actúa en un mercado
de competencia perfecta el precio es un dato inmodificable, algo que ella no
puede cambiar a voluntad, precisamente porque la competencia, la libre
1
No es difícil descubrir que el costo marginal creciente es apenas otra forma de exponer el supuesto
de .la productividad marginal decreciente. En efecto, de acuerdo a este último, una unidad adicional
de un factor variable, permaneciendo
los demás constantes, produce cada vez una menor cantidad
del producto x (sección
4.4.2).
Pero esto no es sino otra manera de expresar que una unidad
adicional del producto x cuesta, a medida que aumenta la producción de x, cada vez may or cantidad
del factor variable. Y puesto que el precie de todo factor está dado para la firma competitiva,
cada
unidad del producto x tendrá un costo real cada vez mayor para la firma.
Po r---------------------px=YMA
o
Cantidad
producida
de x.
En efecto, el gráfico muestra cómo el precio del producto que produce la
firma (px) permanece constante a un nivel Po , a medida que aumenta la
cantidad producida de x, y es igual a su YMA, como corresponde a una
firma que vende en un mercado perfectamente competitivo.
INTRODUCCION
276
A LA ECONQMIA
LA ECONOMIA NEOCLASICA
De otro lado, a niveles de producción menores que Qo, a la izquierda de
4.6.3 El CMA, el YMA y el equilibrio de la firma
en un mercado de perfecta competencia
E, el YMA es mayor que el CMA para toda unidad adicional producida de
GRÁFICO 4.6.3
CMA, YMA
B
1
I
I
I
D
lA
277
Po~--------~~--~-----tl~------YMA
I
I
1
I
I
I
I
I
I
o
El.eje vertic~l del gráfico 4. 6. 3 mide el costo m.~:ginal y el ingreso marginal
dé la firma, para diferentes niveles de producción del producto x que se
miden en el eje horizontal. De la comparación resultante entre el CMAx yel
YMA es evidente que la firma no tiene siquiera el más mínimo incentivo
para producir cantidades mayores que Qo, es decir, para situarse a niveles
de producción que estén a la derecha del punto E'. Pues a la derecha de
este punto el CMA de toda unidad adicional ~roducl~~ de x es mayor que
el YMA que obtiene la firma al vender tal unidad adicional (px = Po). Por
ejemplo, a nivel de producción Ql, el CMA es mayor que e~ YMA e~ la
magnitud AB, ya que el punto A indica el YMA correspondiente al ruvel
Ql mientras que el punto B indica su correspondiente C~A. Por tanto, la
firma incurriría en una pérdida neta (costo mayor que ingreso) por cada
unidad producida de x más allá de la cantidadQo (pun~o E). y la ~ir~a no
produce con el propósito de obtener pér~~dassino ganancias, Por consiguiente,
en el hipotético caso de una producción mayor que Qo, a la derecha de
E la firma no estaría obteniendo la máxima ganancia posible, pues estaría
obteniendo pérdidas por cada unidad producida más allá de Qo , y al eliminar
estas pérdidas podría aumentar sus ganancias totales. En t~es condiciones, 1,'1
firma estaría en desequilibrio porque tiene un' fuerte estimulo para reducir
su producción. En síntesis, si la firma se si~uara a ~iveles de produc~ión
mayores que Qo, ó a la derecha de E, tendría un estimulo para reducir su
producción de x.
x, lo cual constituye un estímulo para que la firma produzca una mayor
cantidad de x, ya que bajo tales circunstancias obtiene una ganancia neta
adicional por cada unidad adicional producida de x. Por ejemplo, al nivel
de producción Q2; el YMA es mayor que el CMA, en la magnitud CD, pues
la menor altura del punto C indica el CMAx correspondiente al nivel Q,
mientras que el punto D indica el respectivo YMA. Y, así, para todo nivel
de producción menor que Qo , a la izquierda de E, ocurre que YMA > CMAx
y, por tanto, la firma podría aumentar sus ganancias totales aumentando la
producción, pues obtendría una ganancia adicional por cada unidad adicional
producida. En síntesis, tampoco estaría la firma obteniendo la máxima
ganancia posible con un nivel de producción menor que Qo, ya que en tal
situación podría aumentar sus ganancias totales aumentando su producción.
Puede concluirse, entonces, que si la firma produjera una cantidad mayor
que Qo, podría aumentar sus ganancias reduciendo la producción, y que
si produjera una cantidad menor que Qo podría aumentar sus ganancias
aumentando la producción. Por consiguiente, el único nivel de producción
donde obtiene la máxima ganancia posible es Qo, correspondiente al punto
E, donde el YM,Aes exactamente idéntico al CMAx, es decir, donde el
YMA no es ni mayor ni menor que el CMAx. (En el gráfico 4.6.3, en
el punto E se i~tersectan las líneas que representan el YMA y el CMAx,
indicando su igualdad), Si produjera menos que Qo (YMA > CMAX) estaría
dejando de percibir algunas ganancias posibles, y si produjera más que
Qo (YMA < CMAx) obtendría pérdidas por algunas unidades producidas
de x. Este nivelQo es también el nivel de equilibrio para la firma porque,
después de alcanzado, la firma no tiene estímulos para aumentar o reducir
la producción, y porque siempre tiene un incentivo para moverse hacia tal
nivel.
En otras palabras, con un CMAx creciente! , la firma sólo obtiene la máxima
ganancia posible cuando
L...I
y_MA
O_M_Ax....l1
(Ec. 4. 6. 1)
1 Como se señaló anteriormente
un CMA creciente se deriva del supuesto de que siempre permanecen
fijos algunos factores de la producción,
lo cual conduce al planteamient o de la productividad
marginal decrecíent .• del factor variable. Estos factores fijos corresponde,
en general, al tamaño
de la planta (instalaciones y maquinaria) y, por ello, podría decirse más precisamente que, con un
tamaño de planta dado, y un presupuesto
determinado,
la firma maximiza
ganancias cuando
iguala el CMA, determinado
por la productividad
marginal del factor variable que le permite
aumentar la producción, al YMA.
278
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
Pero, ya se ha visto cómo, bajo condiciones de competencia perfecta, el YMA
es idéntico al precio del producto que vende la firma (px), (sección 4. 6.2).
Por tanto, puede decirse que bajo condiciones de perfecta competencia la
firma alcanza su máxima ganancia y su nivel de producción de equilibrio
cuando
YAIA
=
px
=
CMAx
(Ec. 4. 6. 2),
o más simplifieadamente, cuando
y lo mismo, en general, para cada una de todas las firmas y todos los n
productos de la economía, la cual es una conclusión básica para los resultados
que obtiene la economía neoclásica sobre la "eficiencia" del mercado en
la asignación de recursos y la satisfacción de las necesidades, indagación
culminante de este sistema teórico, a la cual se hará una breve introdu.cción
después de la siguiente sección.
LI
Por tanto, para guardar el equilibrio, YMA = CMA, la firma aumenta la cantidad producida (de Qo a QI a Q2) a medida que aumenta el precio, a lo largo de la curva de costo marginal. En otros términos, la curva de costo marginal dice cuál es la cantidad que la firma está dispuesta a producir a los diversos precios, o sea que constituye la misma función de oferta. De otro lado,
cada cantidad determinada por esta función de oferta (Qo, Q 1, Q2, etc.)
corresponde a un punto óptimo (E, E', E", etc), respectivamente, por lo cual
la función de oferta neoclásica es el conjunto de óptimos en la producción
(YMA = CMA = Máxima ganancia en competencia = Costo mínimo, como
se vio en la sección 4.5.4).
(Ec. 4. 6. 3),
I px = CMAx 1
t
279
LA ECONOMIA NEOCLASICA
4.7
La eficiencia del mercado perfectamente competitivo
4.7.1 Óptimo de Pareto en el consumo
En las secciones 4.2.4 Y4.3.4
se vio cómo el consumidor maximiza su
utilidad y alcanza su equilibrio cuando se da la condición de que
4.6.4 La función oferta neoclásica
Si el precio de x se eleva en el gráfico 4.6.3, los puntos de equilibrio de la
firma se desplazan tal como muestra el gráfico 4.6.4.
UMAx
px
UMAy
py
(Ee. 4. 2. 2 Y eco 4. 3. 2),1
Ahora bien, cuando todos y cada uno de los consumidores de la economía
han alcanzado su equilibrio y están obteniendo la máxima utilidad posible,
dado el ingreso de que disponen, se dice que la economía ha alcanzado un
"Óptimo de Pareto en el Consumo", situación que puede simbolizarse como
GRÁFICO 4.6.4
CMA, YMA
px = UMAx
CMAx
py
YMA"
PI
~
~E' __+-_______
(1)
UMAx
(z)
= UMAx
UMAY(I)
UMAy
(2)
UMAy
(3)(3)
=
UMAx(nl
UMAy
(Ec. 4. 7. 1),
(n)
donde los subíndices entre paréntesis identifican a cada uno de los distintos
consumidores de la economía.
YMA'
YMA
Debe recordarse que los precios (px / py) están dados por el mercado y, por
consiguiente, son iguales para todos los consumidores. De esta manera, si el
consumidor (1) maximiza su satisfacción haciendo que
1
Condición que es válida en general para cada pareja de bienes que pueda formarse con los n productos
de la economía, aunque el texto, por simplicidad expositíva, siga ilustrando las conclusiones generales con una mera pareja de bienes.
280
INTRODUCCION
UMAx
(l)
px
UMAy
(1)
PY
yel consumidor (n) maximiza la suya haciendo que
UMAx
(n)
UMAy
(n)
px
=--,
py
es obvio que se obtiene como resultado
UMAx
(1)
UMAy
(1)
UMAx
(n)
UMAy
(n)
LA ECONOMIA NEOCLASICA
A LA ECONOMIA
=-----,
y..así sucesivamente para todas las demás parejas posibles de consumidores
(con todas las parejas posibles de bienes).
Un óptimo de Pareto en el consumo, o la maximización de su utilidad por
parte de cada uno y todos los consumidores, implica entonces la igualación
de la relación de las utilidades marginales de los bienes para todos los
consumidores, como indica la ecuación 4. 7. 1. Esevidente que esta situación
es un óptimo general pues cada uno de los consumidores ha alcanzado su
propio óptimo (la máxima utilidad posible), dado el ingreso de que cada
uno dispone.
Si tal igualación no se produjera, entonces al menos uno de los consumidores
no estaría obteniendo la máxima satisfacción que le es posible obtener con
su ingreso, (su UMAx / UMAy diferiría de px / py), y la situación global
podría, por tanto, mejorar al menos para una persona, sin desmejorar la
situación de alguien más, que es la significación precisa de un óptimo de
Pareto. En otras palabras, en una situación de no óptimo sería posible que
alguien mejorara su nivel de utilidad simplemente cambiando la composición
de su consumo, sin gastar más de lo que gasta (simplemente pasando de un
punto como B al punto E sobre la misma línea de presupuesto en el gráfico
4.3. 5),
mientras que en una situación de óptimo nadie podría mejorar su
nivel de utilidad sin gastar más (esdecir, sin disponer de un mayor presupuesto),
lo cual implicaría, con un ingreso social dado, que para alguien mejorar, al
menos otra persona tendría que ver desmejorada su posición de utilidad
(ver reducido su ingreso). Por consiguiente, en una situación de óptimo de
Pareto es imposible mejorar la situación de alguien sin perjudicar a otros,
281
porque todo el mundo está derivando la máxima utilidad posible con el
ingreso de que dispone. En cambio, si las condiciones del óptimo no se
dieran, muchos, varios o al menos un individuo podrían mejorar su nivel de
utilidad, y en ese sentido mejorar el nivel de satisfacción social, sin gastar
un centavo más de su propio ingreso y del ingreso real de la sociedad. El
óptimo de Pareto se refiere, pues, a la máxima utilidad que cada quien puede
obtener dado su propio ingreso y el ingreso global de la sociedad en un
momento determinado.'
4.7.2 Óptimo de Pareto en la producción
Asimismo, en la sección 4. 6. 3, se vio cómo la firma en el mercado de
perfecta competencia alcanza su máxima ganancia posible y está en equilibrio
cuando iguala el costo marginal del producto que produce con el precio
del mismo. Es decir, cuando
. CMAx =ipx,
(Ec. 4. 6. 3), para un producto x.
Ahora bien, cuando en un mercado perfectamente competitivo todas y cada
una .de las firmas de la economía están obteniendo la máxima ganancia
posible y están en equilibrio, se dice que la economía ha alcanzado un
"Óptimo de Pareto" en la producción, pudiendo simbolizarse la situación
de la manera siguiente:
1
Es evidente, entonces. que este concepto de óptimo deja por fuera de ea nsideración cualquie~
juicio sobre la distribución del ingreso, partiendo de una distribución del ingreso que toma como
dada. Es decir, este concepto de óptimo toma como un dato el ingreso de cada consumidor, aunque
para unos implique pobreza y para otros abundancia, absteniéndose de formular cualquier juicio
sobre lo que pasaríacon el nivel de "utilidad social" si la distribución del ingreso cambiara. Así, en
principio hahría un óptimo tanto para el consumidor que dispone de $1 diario (la máxima utilidad
que el consumidor
puede alcanzar con $\) como para el que dispone de $\ '. El óptimo de Pareto
sería compatible, pues, con ésta y con cualquier distribución del ingreso, lo cual es un resultado
directo del postulado de que la utilidad de diversos consumidores
no es medible, ni comparable, ni
agregable en términ~s de magnitud absoluta (que es un fenómeno or dinal y no cardinal), y de que
por lo tanto no puede saberse lo que pasa con el nivel agregado de satisfacción de la sociedad en su
conjunto, cuando se le quita ingreso a un individuo para aumentar el de otro individuo. Esto no
significa, por supuesto, que la teoría neoclásica no le haya dedicado arduos. esfuerzos a este tema
de la distribución,
ya que particularmente
durante los últimos cincuenta
años él ha ocupado
quizás la fracción más importante del trabajo neoctásico, que se refleja en intentos de conclusión
como el "principio de compensación", los "contornos de Bergson ", las "curvas sociales de indiferencia" y la t e or ia misma de la votación que, sin embargo, no caben dentro del presente contexto
elemental.
(Las implicaciones
de una situacion No óptima también son estudiadas en mayor detalle por la
teoría neoclástca, reuniendo sus conclusiones al respecto en el concepto de las "Cajas de Edgeworth",
que se encuentra en cualquier texto de Microeconomía).
282
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
= px, para la firma que produce x,
CMAy = py, para la firma que produce y,
CMAx
y por consiguiente,
CMAx
px
CMAy
py
(Ec. 4. 7. 3).
para el conjunto de todas las firmas de la economia.'
Como bajo condiciones de perfecta competencia cada firma en equil ibrio
alcanza la máxima producción posible con un presupuesto o costo total
dado, ya que para llegar al equilibrio cada $1 de este presupuesto lo gasta
en el factor con la mayor productividad (sección 4.4.3),
entonces con
todas las firmas en equilibrio la economía alcanza la máxima producción
posible (ante un presupuesto dado para cada firma) y por eso se denomina
tal situación como óptima. En otras palabras, la economía estaría utilizando
los factores de producción en las combinaciones que permiten obtener la
máxima producción posible en cada firma, sin que sea posible aumentar esa
producción cambiando simplemente la combinación de los factores en cada
firma, como sí sería el caso si varias o al menos una firma estuvieran en
desequilibrio (véase sección 4. 5. 4).
Es decir, bajo condiciones de perfecta
competencia, la iniciativa privada de cada firma, buscando maximizar sus
ganancias, garantizaría la selección de la combinación más eficiente posible
de los factores desde el punto de vista de la máxima producción posible
como objetivo. Así, las fuerzas libres del mercado, sobre la base de cada ente
1
Nuevamente,
por mera simplicidad ex posit iva se toma el caso de solamente .dos firmas para ver la
relación de la misma pareja de bienes (x e y) tomados en la sección
4.7. J pero, el argumento es
inmediatamente
generalizable a n productos.
estableciéndose
relaciones similares entre precios
y costos marginales para toda pareja de productos que pueda formarse. También debe recordarse,
(secciones
4.4.4 Y 4.5.4),
que cuando cada firma está.en equilibrio, maximizando ganancias,
entonces
PMAK! pK = PMAT (pT
(ec. 4. 4. 1 Y4.5.2),
condición que forma, por tanto, parte
del óptimo de Pareto en la producción, y que significa que cada firma está produciendo el máximo
posible con el presupuesto de que dispone, ya que ha seleccionado
la combinación
de factores
que le permite obtener el máximo producto posible. En otras palabras, estando cada firma en
equilibrio es imposible que la producción de la economía pueda aumentarse cambiando simplemente
la combinación
de factores, sin aumentar el presupuesto o costo total de varias o al menos una de
las firmas. En cambio, con cualquier firma en desequilibrio, PMAK! pK ¿PMAT I p T, la producción
podría aumentarse sín aumentar su presupuesto o costo total, cambiando simplemente su cornbinacíón de factores, moviéndose a lo largo de la misma línea de presupuesto
y pasando de un punto
como B al punto E en el gráfico
4.5.4.
lo cual le permitiría alcanzar una iso cuanta más alta, es
decir. un nivel mayor de producción.
Con cada firma en eq uilibr io la producción social es pues
máxima,
dado un presupuesto
total de costos, y por eso se dice que es una situación óptima.
LA ECONOMIA NEOCLASlCA
283
privado buscando su beneficio se encargarían de generar automáticamente la
situación más eficiente posible desde el punto de vista de la asignación de
los recursos productivos (lo cual debe empezar a sonar familiar con los
postulados de los fisiócratas y de A. Smith). Por esto tal situación se considera
óptima. y se le llama "de Pareto" porque, en esa situación de máximo, ninguna
firma puede aumentar su producción sin aumentar su propio presupuesto
para gastar en factores, lo, que con un presupuesto social dado implicaría
reducir el presupuesto y la producción de al menos otra firma, mientras que
si hubiera alguna firma en desequilibrio podría aumentar la producción sin
aumentar su presupuesto y, por tanto, sin reducir la producción de otras firmas,
simplemente cambiando su propia combinación de factores, proposición que
estableció Vilfredo Pareto en forma muy precisa. Menos precisamente, pero
quizás muy ilustrativamente, podría decirse que tal situación es óptima en
lo referente a la asignación de los recursos productivos porque no existe
ninguna forma mejor de combinarlos desde el punto de vista de maximizar
la producción social.
4.7.3 IjI Óptimo general
Ahora, es perfectamente lógico concluir que si, por un lado, los consumidores
maximizan sus niveles de utilidad y simultáneamente, por el otro lado, las
firmas maximizan sus ganancias, se tenderá hacia un equilibrio simultáneo
tanto de cada consumidor como de cada firma, es decir, hacia un óptimo
de Pareto simultánemanete tanto en el consumo como en la producción.
Esto es, las condiciones
UMAx
px
---
= --,
UMAy
py
CMAx
px
CMAy
py
para todo consumidor, y
, para el conjunto de todas las firmas de la econom ía, se
darán simultáneamente. Por consiguiente, las dos condiciones anteriores
implican para el conjunto de todos los consumidores y todas las firmas que
UMAx
px
CMAx
(Ec. 4.7.4), o
py
UMAy
CMAy
UMAx
CMAx
UMAy
CMAy
1
(Ec. 4. 7. 5),
1
Y símilarmente
para toda pareja posible de productos.
284
INTRODUCCION
que expresa la situación de un óptimo general en la economía, es decir, tanto
en el consumo como en la producción simultáneamente.
La ecuación
4. 7. 5 expresa que, dado un ingreso para cada consumidor
1
y dado un presupuesto para cada firma, el equilibrio simultáneo tanto de
consumidores como de firmas en un mercado perfectamente competitivo
conduce al sistema económico a una situación inmejorable desde el punto
de vista de la satisfacción (o utilidad) que las personas que componen tal
sistema económico pueden derivar del mismo. Pero, para entender porqué
la ecuación
7.5 expresa tal proposición es mejor, quizás, primero observar
lo que ocurriría en cualquier circunstancia diferente, es decir, en circunstancias
en que
ia
UMAx
CMAx
---> -UMAy
UMAx
0--
CMAy
UMAy
>
CMAx
CMAy
CMAy
UMAx
es idéntico a CMAx
UMAy,
(des. 4. 7. 6),
> CMAy
donde, como todo quebrado, UMAx / CMAx y UMAy / CMAy expresan
cuántas unidades de numerador hay en promedio por cada unidad de denominador. De acuerdo a esto la desigualdad 4.7.6 expresa que la utilidad
adicional derivada por los consumidores de cada $1 adicional gastado por la
sociedad en incrementar la producción de x (UMAx / CMAx) es mayor que
la utilidad adicional derivada por los consumidores de cada $1 adicional
gastado por lá sociedad en incrementar la producción de y (UMAy /CMAy).
Por consiguiente, la sociedad podría aumentar el nivel de satisfacción de los
consumidores reduciendo el gasto en la producción de y, y aumentándolo en
la producción de x, ya que por cada $1 transferido de la producción de y
hacia x la ganancia en utilidad por consumir más x sería mayor que la
pérdida de utilidad por dejar de consumir algo de y, (UMAx / CMAy > UMAy /
CMAy), obteniéndose una ganancia neta de utilidad por cada $1 transferido
de la producción de y hacia la de x, mientras persista la circunstancia de que
UMAx / CMAx
>
Obviamente, repitiendo el razonamiento anterior, si llegara a darse la situación
inversa de que UMAx/CMAx < UMAy /CMAy, los consumidores obtendrían
una ganancia neta de utilidad si la sociedad transfiriera parte de su gasto en
la producción de x hacia la producción de y, y esto seguiría siendo cierto
mientras persistiera tal desigualdad.
Por tanto, si el nivel de satisfacción de los consumidores puede aumentarse
simplemente cambiando la composición de la producción y de un gasto dado
cuando UMAx/CMAx > UMAy/CMAy, y también cuando UMAx/CMAx
< UMAy / CMAy, en ninguna de estas situaciones se estaría obteniendo la
máxima satisfacción posible ante un gasto o costo real dado de la sociedad
y, en ese sentido, ambas situaciones indicarían una ineficiencia en la asignación
de los recursos productivos de la sociedad.
CMAx
<---
En efecto,
UMAx
UMAy
285
LA ECONOMIA NEOCLASlCA
A LA ECONOMIA
UMAy / CMAy.
1. Es decir, dada cualquier distribución
del ingreso. Esto implica que los efectos dc' los cambios en la
distribución del ingreso sobre el bienestar quedan aquí fuera de consideración. Si \\)hrc la base de
determinados juicios de valor se concluyera. que una distribución del ingreso es sccíatme nte prefcr ible
a otras, entonces las conclusiones que siguen también serían válidas para tal dis trib uc ion encontrada. como "preferible".
Pero la eco 4.7.5'
nada dice sobré la distribución del ingreso entre
consumidores
y es compatible con cualquiera de ellos.
La única circunstancia que queda para que no se presenten talés ineticiencias
es, pues, cuando UMAx / CMAx = UMAy / CMAy, porque en tal circunstancia
no hay forma de aumentar la satisfacción transfiriendo recursos o gastos de
la producción de un producto hacia la producción del otro (la UMA por cada
~1. adic~onal gastado es la misma en ambos productos). Esta es, pues, la
umca circunstartcia que elimina las ineficiencias en la asignación de tos
recursos productivos, siendo así la situación más eficiente posible, es decir la
situación óptima desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto
(dada una distribución del ingreso, como antes se ha enfatizado).
En síntesis, la máxima eficiencia se logra cuando
UMAx
---
CMAx
UMAy
=
,
CMAy
,
UMAx
que es identica a - __
CMAx
UMAy
CMAy
(Ec. 4. 7. 5),
situación hacia la cual el mercado perfectamente competitivo conduciría en
forma automática, como una mano invisible, sin necesidad de la intervención
consciente, a la economía en su conjunto, dado que cada consumidor buscando
su máxima satisfacción y cada firma buscando su máxima ganancia posible
se moverían autornáticamente, persiguiendo su propio beneficio, hacia su
situación de equilibrio, lo cual configura finalmente, en forma simultánea el
óptimo en el consumo y el óptimo en la producción, que no constituyen
otra cosa que el óptimo general o la situación de máxima eficiencia posible.
Esta simultaneidad la producen las fuerzas del mercado con su tendencia
hacia un equilibrio en el cual se intersectan las funciones de oferta y demanda, como muestra el gráfico 4.7.1.
LA ECONOMIA NEOCLASICA
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
286
GRÁFICO
4.7.1
A
'B
p¡
Dx
:.
o
Q¡
Qo
Qx
Si hipotéticamente el mercado se estableciera en un punto como A, con el
precio Po Y la cantidad ofrecida Qo, habrá un óptimo por el lado de la producción puesto que A está sobre la curva de oferta, es decir, en ese punto
CMA = YMA (como se vio en la sección 4.6.4). Pero no habría un óptimo
por el lado del consumo, pues los consumidores no estarían dispuestos a
comprar esa cantidad Qo al precio Po, sino tan sólo al precio p¡, es decir, el
precio Po es excesivo frente a la utilidad marginal derivada de Qo. El resultado es que al precio Po los consumidores sólo demandan Q¡, como dice la
función Dx. En otros términos, se genera el exceso de oferta CA, forzando la
competencia a una baja del precio. Si el precio cae hasta el nivel determinado
por un punto como B (por debajo de E), se dará un óptimo en el consumo,
puesto que B pertenece a Dx, y todo punto de la función demanda es un
óptimo, como se vio en la sección 4.3.5. Pero no se daría un óptimo en la
producción porque el CMA de Qo excedería al precio P ¡ en la dist~cia AB.
El resultado sería un exceso de demanda, forzando la competencia entre
demandantes un alza del precio. En síntesis, cuando el precio está por encima de E la competencia lo lanza hacia abajo, y cuando está por debajo de E,
lo lanza hacia arriba. Es decir, las fuerzas libres del mercado encauzan todo el
movimiento hacia E. Cuando este punto es alcanzado, se da el óptimo simultáneo en la producción y el consumo, porque E pertenece tanto a la función
oferta como a la función demanda. De hecho, E es el único punto que tiene
esta característica, sin generar excesos de demanda ni oferta. En la medida
en que todos los mercados trabajen de esta manera, la igualdad de la oferta
y la demanda garantizará la simultaneidad del doble óptimo a nivel general
de toda la economía.
Así una idea que tuvo su origen hace más de dos siglos, con el planteamiento
de 'la "ley natural" y el "laissez- faire" de los fisiócratas (véase sección
287
1. 2. 2) Y de "la mano invisible" por Adam Smith (véase sección 2.2.5),
que afirmaban que si se dejaba a cada individuo actuar de acuerdo a sus
propios intereses la sociedad resultaría más beneficiada que si se les obligaba
a buscar conscientemente el bienestar de ésta, ha encontrado su culminación
teórica en el modelo neoc1ásico. Fue por ello que, Paul Samuelson, en
1970, en su conferencia de laureado con el Premio Nobel de Economía, por
sus contribuciones a la coherencia del moderno edificio neoclásico, dijo
tratando de resumir la parte esencial de su trabajo: "Junto con mi gran
amigo Abram Bergson, de Harvard, he tratado de entender qué se supone
que maximiza la 'mano invisible' de Adam Smith". Es precisamente esto,
tratar de entender y explicar con exactitud las "bondades" de la mano
invisible o del mercado perfectamente libre, lo que ha intentado la economía
neoclásica con su monumental elaboración sobre el concepto de eficiencia.
Sus indagaciones en este campo han llevado a concluir, por ejemplo, a otro
Premio Nobel, Friederich von Hayek, en su discurso de laureado, en 1974:
"Apenas empezamos a entender cuan sutil es el sistema de comunicación
en que se basa el funcionamiento de una sociedad industrial avanzada; un
sistema de comunicaciones que llamamos el mercado y que resulta ser un
mecanismo para el procesamiento de información dispersa más eficiente
que cualquier otro mecanismo diseñado deliberadamente por el hombre".
Pero sería simplista y equivocado presuponer que en este proceso de búsqueda
de las bondades del mercado libre la teoría neoclásica ha cerrado los ojos
ante las ineficiencias o fallas a que puede conducir, bajo determinadas
circunstancias, un mercado enteramente libre, y por tanto ante la necesidad de
ciertas intervenciones conscientes dadas tales circunstancias. Por el contrario,
ella misma, y en virtud del mismo proceso, ha llegado a la elaboración de
una teoría sobre las "fallas" del mercado para conducir a la situación de
máxima eficiencia, cuyos principios básicos deben ser reseñados, aunque sea
muy someramente, para no dar una imagen distorsionada de los plantea-'
mientes precisos e integrales de este importante cuerpo teórico, lo cual se
hace, muy breve e imperfectamente, como una mera reseña, a continuación,
ya que su estudio sistemático cae dentro de cursos más avanzados y aun
especializados de la teoría económica.
4.8
Las posibles fallas del mercado y su rectificación
4.8.1 Introducción
A grandes rasgos, la teoría neo clásica moderna encuentra que un mercado
enteramente libre puede fallar en conducir automáticamente la economía,
sin ninguna intervención consciente, a su estado de máxima eficiencia, por
INTRODUCCION
288
LA ECONOMIA NEOCLASICA
A LA ECONOMIA
289
,
dos tipos generales de causas: "axtemalidades en la producción y el consumo",
que se ilustran en las secciones 4.8.2 Y4.8.3,
e imperfecciones
competitivas, que se ilustran en la sección 4. 8. 4.
4.8.2 Divergenciaz de costos privados
y
costos sociales
La "externalidad" esencial en la producción es la falta de coincidenc~, en
algunos casos, del costo privado en que incurre la firma para producir un
producto x con el verdadero costo en que incurre la socI~dad como un
todo (costo social) para producir el mismo producto x. (~xls~e~ costos de
producción externos a la firma como tal). El ejemplo .mas tlPICO. es el de
la contaminación ambiental. Puede que el envenenamIento del aire ~ del
agua por los desechos industriales, en ausencia de regulaciones especiales,
nada le cueste directamente a la firma como tal, m figure por .ello.,en sus
libros de contabilidad como costo, pero, ciertamente, la restltucI~n. ~lel
medio ambiente a su sano estado natural, o el subsanamiento de los perJUICIOS
que ello causa a la sociedad pueden resultarle a ésta muy costosos o, en
todo caso tener un costo positivo. Es evidente que en estos casos el costo
marginal ~rivado de producir una unidad adici?nal d~ ~, CMAPi, difiere
del costo marginal social de producir la misma unidad adicional ~e x~CMASx,
por lo cual la firma privada e individual, al maximizar su,sgananc;,as. ~ual~nd,o
su CMAPx con su ingreso marginal y con px, (~ecCIOn 4. 6. ~)'. ~rr?Jarla
como resultado, en la ecuación 13. 7. 4 (sección 4.7.3),
10¡slgUlente:
CMAPx
px
=- =
CMAy
py
UMAy
UMAx
UMAx
CMAPx
UMAy
CMAy
----
Pero, como CMAPx
< CMASx,
,o
según se ha supuesto anteriormente, entonces:
CMAPx
____
< CMASx , y por consiguiente,
CMAy
CMAy
CMAPx
UMAx
CMAy
UMAy
---=-En sin tesis,
CMASx
<--CMAy
UMAx
UMAy
CMASx
<
CMAy
UMAx
UMAy
CMASx
CMAy
0--<---
y, como ya se explicó en la sección 4.7.3, cualquiera de estas dos situaciones
(o desigualdades) corresponde a una asignación ineficiente de los recursos
que no permite obtener la máxima utilidad posible para la sociedad, porque
ésta podría obtener un mayor grado de satisfacción produciendo menos
x y más y.
Es evidente que en estos casos todo se remediaría y el mercado podría
automáticamente conducir la situación de máxima eficiencia si se dispusiera
de un medio para hacer que el costo privado de las firmas individuales
(CMAPx) coincidiera exactamente con el costo social (CMASx), es decir,
para eliminar el efecto "externo", para hacer que la firma privada pague a la
sociedad lo que le cuesta a ésta restituir el medio ambiente a su estado
original, o subsanar los perjuicios sociales derivados o pague el costo adicional
de prevenir el perjuicio (adquisición de equipos especiales para procesar
desechos, etc.).Como este medio es la reglamentación legal, que equivale
a una jntervenoíón consciente del Estado en el mercado libre, la teoría
neoclásica, aceptando como objetivo deseable la situación de máxima eficiencia
posible, no sólo acepta sino que recomienda tal reglamentación para estos
casos y con esos fines espec íficos.
4.8.3 La existencia de "Bienes públicos" o de "Consumo colectivo"
Algunos bienes tienen la peculiaridad de que su consumo por parte de un
individuo no obstaculiza su consumo por parte de otros individuos, como
podría ser el caso de un parque recreativo cuyo uso permite derivar una
utilidad para muchas personas simultáneamente. De esta manera, la satisfacción que deriva un consumidor del consumo de este bien no disminuye
la satisfacción que derivan otros consumidores del consumo del mismo bien,
a diferencia de lo que ocurriría con otros bienes de consumo, como la
alimentación, que al ser consumidos por una persona, incrementando su
satisfacción, necesariamente tienen que ser dejados de consumir por otras
personas. Tales bienes, si son considerados desde el punto de vista de un
solo consumidor individual, brindarían, además, una utilidad "externa" a la
utilidad que deriva este consumidor, que es la utilidad que brindan a los
demás consumidores colectivos o simultáneos. Por esta razón, tales bienes
pueden considerarse como representativos de una "extemalidad" en el
consumo. En otras palabras, estos bienes que, por brevedad, se denominarán
aquí "bienes públicos" tienen la particularidad de que la utilidad marginal
social(UMAS) que brindan (a la sociedad en su conjunto) es mayor que la
utilidad marginal privada (UMAP) que deriva cualquier consumidor individual
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
290
LA ECONOMIA NEOCLASICA
Por consiguiente, cuando cada consumidor individual alcanza su equilibrio,
maxímizando su propia satisfacción individual, como se vio en las secciones
4. 2. 4 Y4. 3. 4,
establece la igualdad
UMAPx
px
UMAPy
py
,
Así sobre la base de la maximización de su utilidad individual por parte de
cada consumidor, el equilibrio simultáneo de todos los consumidores )' de
todas las firmas estaría dado por
UMAPx
--
px
=-
UMAPx
CMAx
=--
py
,
(Ec.4.7.4)
CMAy
l
·1
como se vio en la sección 4.7.3.
Pero si x fuera un "bien público", entonces, por definición, su utilidad
marginal social (UMASx), para el conjunto de todos quienes se benefician
de su consumo, sería mayor que su utilidad marginal privada (UMAPx) para
cualquier consumidor individual, o
UMASx
>
UMAPx,
de donde se obtendría, sobre la base de la ecuación anterior
UMASx
UMAPx
>--
UMAPy
UMAPy
px
(4.7.4)
que:
CMAx
>
_U_MA_Sx_
> UMASy
CMAx
CMAy
Por consiguiente, por las razones explicadas en la sección 13. 7. 3, esta sería
una situación ineficiente a la cual conducirían las fuerzas libres del mercado,
en ausencia de alguna intervención consciente, debido a que en el caso
analizado los consumidores han alcanzado su equilibrio pensando solamente
en su propia utilidad individual, cuando se trata de un bien que da lugar a
una utilidad colectiva mayor (o externa a cada consumidor individual).
Y, en efecto, ante tal situación la sociedad vería incrementado su nivel de
satisfacción si sustrajera recursos de la producción de y para aumentar la
producción de x (ya que UMASx / CMAx > UMASy / CMAy).
En otras palabras, si el mercado se abandonara a sus propias fuerzas, los
"bienes públicos" serían producidos por la economía en una cantidad
inferior a la que podría y debería producirse para alcanzar el óptimo social, o
la situación productiva más eficiente posible. Por esta razón, y para tal
propósito, el Estado debería entrar a suministrar aquellos "bienes públicos"
que la libre iniciativa del mercado, abandonada a sus propias fuerzas, no
logra suministrar en la cantidad adecuada, lo cual sería otra forma aceptada,
en base a los principios de la eficiencia, de la intervención estatal en el
mercado libre. Muchos de los servicios públicos suministrados por el Estado
se citan como ejemplo de los "bienes públicos", pero cuáles verdaderamente
son producidos estatalmente con una plena justificación en términos de la
"eficiencia económica" y cuáles no, es una honda discusión que afortunadamente trasciende los límites previstos para esta incompleta introducción.
Este aspecto constituye tema central de la teoría fiscal contemporánea.
.4.8.4 La competencia imperfecta
=-=--
py
CMAy
O, simplificando, Y teniendo en cuenta que para y s~ UMAP es idént.ica a su
UMAS (pues no se ha supuesto externalidad alguna para este bien), se
tendría que:
UMASx
UMASy
291
CMAx
CMAy ,
o, escribiéndolo de otra forma, se tendría que:
En términos generales, la competencia imperfecta ha sido definida y
caracterizada anteriormente, en la sección 13.71Pero cabe enfatizar aquí
que lo típico de esta forma de mercado es la capacidad que tiene una firma,
dentro de ciertos límites, para obtener una ganancia por encima de la normal
o media, lo cual implica que, a diferencia de la firma en competencia perfecta,
puede dentro de ciertos límites desviar sus precios de sus costos de producción.
Y, de hecho, este último es el aspecto fundamental que enfatiza la teoría
neoc1ásica al señalar que, si ciertamente para una firma en un mercado de
perfecta competencia al precio de su producto se iguala en equilibrio a su
CMA, para una firma monopolista ya no es cierto que, cuando maximiza
ganancias, el precio de su producto sea igual a su costo marginal. Por el
contrario plantea el modelo neoc1ásico que, cuando la firma monopolista
INTRODUCCION
292
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA NEOCLASICA
alcanza su equilibrio, es decir, está rnaximizando sus ganancias, el precio
de su producto (px) es mayor que el costo marginal en que incurre (CMAx)
la firma. I
Entonces, si el producto x es producido por una firma monopolista,
tendrá que
px
>
se
CMAx,
lo cual implica, si y es producido por una firma competitiva, y por tanto
py
=
CMAy, que:
px
CMAx
py
CMAy
En el equilibrio general de todas las firmas y todos los consumidores (ec.
4. 7.4 de la sección 4.7.3) se tendrá, por consiguiente, que:
UMAx
--
UMAy
px
CMAx
py
CMAy
=->-_.-
¿ más simplificadamente,
UMAx
UMAy
CMAx
UMAx
,es decir, --CMAy
CMAx
> ---
>
UMAy •
CMAy
que como ya se sabe corresponde a una situación ineficiente a que conducirían
las libres fuerzas del mercado, debido a la existencia de condiciones monopolísticas de producción. De hecho, la sociedad podría ver incrementado su
nivel de satisfacción sacando recursos de la producción de y para producir
más x (porque UMAx/CMAx > UMAy /CMAy). Es decir,debido al mercado
1
monopolista, se produce menos cantidad de x de la que se podría y debería
producir para obtener la máxima satisfacción posible dados los recursos sociales disponibles. Para corregir tal situación, el Estado tendría que disolver y
controlar monopolios, o establecer controles sobre los precios de los bienes que
porducen éstos para que, siendo menores, se demande y así se produzca mayor
cantidad de tales bienes, o establecer un sistema de impuestos directos a los
monopolios (sobre el exceso de utilidades) para transferirlos como subsidios a
los consumidores, permitiendo una mayor demanda que estimule la mayor
producción requerida del bien x en cuestión.
4.9
->--
Como se vio en la sección 3. 7, la firma monopolista obtiene una extra ganancia ('grado de monopolio")
sobre la ganancia normal de la firma competitiva
que, de todas maneras, no puede sobrepasar
ciertos límites. En el lenguaje neoclásíco, el costo de producción incluye la ganancia normal. Por
tanto, la diferencia del equilibrio de la firma competitiva y la monopolista
se expresa, neoclásícamente, en la proposición
de que en la primera el costo marginal iguala al precio mientras que en la
última el precio es mayor que el costo marginal. Otra forma de expresar esto es diciendo que
mientras el precio es una constante que la firma competitiva no puede modificar,
la firma monopolista, por su influencia sobre el mercac i, copandolo total o significativamente con su producción,
puede aumentar
el precio de mercado restringiendo
la producción,
(Así, los textos neoclásicos
presentan generalmente
la diferencia en términos de la firma competitiva enfrentada
a una curva
de demanda del mercado totalmente
elástica =precío constante, que no varía con la producción
<le tal firma- y a la firma monopolista,
copando toda la demanda del mercado, con un precio del
producto que varía inversamente con la cantidad suministrada).
293
Las limitaciones de la optimalidad paretiana
La noción de eficiencia económica, tal como se define a partir de la optimalidad paretiana, ha encontrado profundas dificultades, lo cual ha acrecentado el
grado de conciencia sobre la complejidad de los problemas económicos, sobre
su fluidez en relación con el conjunto global de la problemática social y, así
mismo, recientemente ha abierto novedosos y estimulantes caminos para el
desarrollo de la téoría económica.
Para apreciar l~ianterior en su justa dimensión debe tenerse en cuenta, en
primer lugar, qu~ con funciones de costos marginales crecientes, como son las
neoclásicas, y pr~terencias individuales distintas para los diversos consumidores, como no sólo-estipula la teoría sino como cabe esperar en la realidad, los
precios y la asignación de recursos no pueden ser determinados independientemente de la distribución del ingreso, pues cualquier cambio en esta
última, alteraría la estructura de las demandas y las cantidades producidas
de los diversos bienes, modificándose de esa manera el uso de los recursos, los
costos de producción y los precios. En otras palabras, dejando por fuera de
consideración los cambios en la distribución del ingreso el modelo neoclásico
quedaría en alguna medida indeterminado, porque en vez de identificar una
solución óptima del mercado, quedaría abierto a infinito número de soluciones
óptimas desde el punto de vista de los criterios paretianos, cada una de ellas
compatible con un distinto arreglo en la distribución del ingreso. Pero, precisamente, los criterios paretianos, desde su propia base, dejan por fuera de consideración los cambios en la distribución del ingreso.
En esta forma, ante cualquier cambio en el sistema económico, con sus consecuentes modificaciones sobre la asignación de recursos, los precios y los
ingresos, mejorando el bienestar de algunos en detrimento de otros, el modelo paretiano quedaría imposibilitado para emitir un juicio y determinar
cuál sería la situación más conveniente. Sin embargo, estos cambios son
frecuentes en el mundo real, y el problema cobra mayor relevancia cuando
ellos son inducidos por acciones de política y se requiere juzgar la pertinencia de estas últimas.
294
INTRODUCCIONA
4.10 Los criterios de compensación, la función de preferencia
social v el trasfondo ético de la eficiencia
Las salidas a estas limitaciones del modelo paretiano se han buscado a través
de dos vías principales. En primer lugar, aplicando "criterios de compensación" como los desarrollados por Kaldor (1939), Hicks (1939) y Scitovsky
(1941). En esencia, estos criterios establecen que el cambio desde una situación A hasta otra situación B es justificable si quienes ganan quedan en capacidad de "compensar" (o "sobornar") a quienes pierden, de tal manera que los
primeros quedarían con un mejoramiento neto mientras que los últimos no sufrirían pérdida alguna, siempre y cuando no se obtenga el mismo resultado
con un cambio de B hasta A.
i:
il,;Io
LA ECONOMIA NEOCLASICA
LA ECONOMIA
No obstante, la aparente funcionalidad de tales criterios es engañosa, pues sus
intentos de aplicación teórica se han visto plagados por inconsistencias o "paradojas" técnicas inevitables, ya que en muchos casos resulta que A es preferible a B y, simultáneamente, B es preferible a A, dejando el problema otra vez
en su punto de partida. Pero, además, capacidad de compensar no significa
necesariamente compensación efectiva, lo cual convierte a tales criterios en un
elemento dejuicio cuya ética implícita (que, en el fondo, a la distribución final
del bienestar no le concede importancia) despierta fuertes críticas y amplias
resistencias, quedando en cuestión su pertinencia, desde su propia base.
Por esta razón, más recientemente Little (1950)propuso que una situación debe
considerarse preferible frente a otra sólo si, además de satisfacer los criterios de
compensación, satisface el requisito de una "mejor" distribución del ingreso.
Como es lógico,esto complica aún más las dificultades técnicas aludidas pero, sobre todo, implica un reconocimiento de la necesidad de juicios de valor explícitos
para la consolidaciónfinal de la teoría sobre la eficiencia económica.
La segunda salida a las limitaciones del modelo paretiano se ha buscado a través de la función de preferencia social (FPS), definida, en grandes rasgos, como
un orden de preferibilidad de la comunidad con respecto a las diversas situaciones posibles, involucrando distintas distribuciones del ingreso. Existen diferentes formas de llegar a una FPS, siendo la más sencilla de imaginar una que
simplemente refleje un conjunto de valores éticos compartidos de manera universal, unánime o consensual, por todos los miembros de la comunidad. Pero,
como éste no suele ser el caso en la realidad, además de que el modelo paretiano tiende a repeler, por principio, el uso de juicios éticos explícitos y externos a
las preferencias individuales, las esperanzas se orientaron hacia la posibilidad
de una FPS derivada exclusivamente de estas últimas. Es decir, hacia la posibilidad de obtener un ordenamiento coherente de las preferencias colectivas
como resultado exclusivo de los ordenamientos de las preferencias expresadas
por cada individuo, sin involucrar algún otro elemento de juicio.
295
Esta conversión de las preferencias de muchos individuos distintos en un solo
resultado colectivo constituye, en su esencia, un proceso electoral (de votación), cuyas características e implicaciones han tenido que ser analizadas con
especial rigor por los economistas ocupados en el problema del bienestar y la
eficiencia, entre los cuales cabe destacar a Arrow (Algunas Dificultades en el
Concepto de Bienestar Social, 1950¡ Elección Social y Valores Individuales,
1951) y Sen (Elección Social y Bienestar Público, 1970). En particular, a través
de su famoso 'Teorema de la Imposibilidad", Arrow mostró, al parecer más allá
de toda duda, que la esperanza paretiana de alcanzar una FPS, sin introducir
juicios éticos externos a las meras expresiones de las preferencias individuales, desembocaba en la incoherencia y el imposible.
El análisis sistemático de Arrow recoge algunas dificultades previamente reconocidas, como la paradoja electoral, la cual ha sido analizada desde el siglo
XVIII y, por constituir una excelente y fácil ilustración de las dificultades
mencionadas, se expone a continuación.
En el cuadro 4.10.L A, B y C representan distintos individuos¡ x, y, z representan distintas situaciones (alternativas), y los números representan el ingreso.que correspondería a cada individuo en cada situación dada.
Cuadro 4.10.1
x
A
B
C
50
30
20
y
20
50
30
z
30
20
50
(
Ahora bien, si cada individuo busca maximizar su ingreso, es evidente que
para A: x es preferible a y ya z: y z es preferible a y. Es decir,
Para A:
Para B:
Para C:
x
y
>
z
>y
>
>z
z
>
x
y
>x
Convirtiendo estas expresiones de los ordenamientos de las preferencias individuales en un ordenamiento colectivo, se obtendría la siguiente votación: entre x e y, A preferiría x pero B y C preferirían y. Por lo tanto, colectivamente y
> x. Siguiendo con la votación, los restantes resultados colectivos serían entre
x y z, x > z: entre y y z: Z > y. En síntesis, como resultado del ordenamiento colectivo se obtiene: •
y > x;
x > z;
z>y
296
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
Puede observarse, entonces, que y es preferible a x, y x es preferible a z, por lo
cual, si se cumpliera la propiedad de la transitividad, y debería ser preferido a
z, Pero, por el contrario, el resultado encontrado es z preferido a y. y, unavez
más, si hubiera transitividad, z sería preferido a x, al contrario del resultado
observado, y así en general.
Para intentar una aproximación a las implicaciones de estos resultados retrocedamos al Gráfico 4.3.3. (Secc. 4.3.2), en el cual el mapa de indiferencia es
una representación gráfica de la función de preferencias de consumo de un individuo. Allí, inequívocamente, VIII > VII > .., > II > 1, es decir, el ordenamiento O la función de preferencias es transitiva. Si II > 1YVII > Il, entonces, VII >
1, lo cual se expresa en que VII es siempre una curva de indiferencia más alta
que 1. Ahora, intentando percibir lo que ocurriría si la transitividad desapareciera, vayamos al Gráfico 4.3.5 (Secc. 4.3.4). ¿Qué ocurriría si la curva de indiferencia I no estuviese siempre por debajo de I1 y de IlI, sino algunas veces
pudiera situarse por encima de Il, es decir, en la posición de IIl, mientras que
IIJ pudiera situarse por debajo de n, en la posición de I? Al parecer, el mismo
nivel de satisfacción (1)podría alcanzarse algunas veces con un nivel de ingreso más alto (con la línea de presupuesto que es tangente a UD y otras veces
corrun nivel de ingreso más bajo (una línea de presupuesto que sería tangentea 1 en su posición del Gráfico 4.3.5 Es decir, el nivel de satisfacción sería
independiente del nivel de ingreso; o bien, cada curva no representaría un nivel de satisfacción determinado. Pero cualquiera de estas conclusiones resulta fatal para el planteamiento paretiano, porque contradice sus premisas
esenciales.
Basta ahora con visualizar el mapa de indiferencia de los gráficos 4.3.3 y
4.3.5 como si no fuera simplemente el de un individuo sino el de la colectividad, para intuir los destrozos conceptuales que la ausencia de transitividad
de la FPS introduciría en el modelo paretiano. En esencia, la situación de un
máximo bienestar colectivo perdería su significación o quedaría indeterminada en términos de la conceptualización paretiana, volviéndose al punto de
partida,
Por consiguiente, parecería inevitable la conclusión de que, en el sentido paretiano, resulta imposible definir una FPS basada exclusivamente en las expresiones de las preferencias o juicios individuales; lo cual, quizás, inspiró el
ensayo de Sen titulado "La Imposibilidad de un Liberal Paretiano" (1972), título que sintetiza de cuerpo entero las dificultades aludidas, y arroja alguna
luz sobre las nuevas tendencias que han empezado a cobrar fuerza en el campo de la teoría.
Por supuesto, el grado de las dificultades aumentaría si, más allá del problema de elegir un solo óptimo paretiano entre todos los que son posibles, se
LA ECONOMIA NEOCLASICA
297
planteara el conflicto entre uno de tales óptimos y una situación elegida colectivamente que no fuera "óptima" en dicho sentido, Pero, en cualquier caso la
aplicación de juicios éticos explícitos parecería indispensable para aproximarse a ur:a .conclus.ión.Este resultado, de otro lado, no debería ser sorprendente,
pues SIbien es CIerto que el enfoque paretiano se ha resistido denodadamente
~ la aplicación explícita de juicios éticos, como bien lo han subrayado especialistas como Bergson (1938) y Wmch (1971), dicho enfoque está fundamentado
en nada más ni nada menos que en otro juicio ético.
A ~a~era de conclusión, podría decirse que los intentos para establecer un límite Impermeable e~tr~ "lo eco~óI:lÍco"y ''lo no económico" (ética, política), y
para hacer de los criterios economicos, en su sentido más estrecho, juicios absolutos y autosuficientes, han perdido legitimidad en los desarrollos teóricos
:ná~ recientes. Ello implica, naturalmente, que con todo lo importantes y aún
indispensables que tales criterios puedan revelarse, tienden a situarse como
condiciones necesarias pero no suficientes del análisis, requiriendo el complemento ~e otros el:mentos de juicio o, más precisamente, una mayor amplitud
de su n;-Ira,lo :u~abre una perspectiva más rica, compleja e interesante para
la teoría economica contemporánea. De esta manera, el análisis del mercado
cobra una mayor fluidez y se interconecta de manera indisoluble con las teorías de la justicia (ética), de los procesos electorales (elección colectiva) y, dentro d~ este :o~t~xto, con las teorías del comportamiento de otros agentes
e,s~nctales, dIstmtb~ de los consumidores y las empresas, como los partidos políticos, la burocracia, los grupos de presión y, en general, el mismo Estado
como agente individual más importante, no sólo por su peso cuantitativo en
las economías modernas, sino también como diseñador y ejecutor final de la
política.
4.11 Nuevos horizontes
Dentr~ del anális~s tradicional parecía natural la expectativa de que el Estado
entraría a corregir las falla~ en que puede incurrir el mercado, en su libre juego de ofertas y demandas. Sin embargo, en los desarrollos teóricos recientes se
ha vue.lto cad~ vez ~ás. frecuente reclamar un análisis detallado para estos
prop6~ltos, bajo e~principio general de que si el mercado puede equivocarse,
~o existe ~na razon pa.ra ~uponer a priori que las decisiones políticas quedan
lIbr:,s de dicha falla. Siguiendo este razonamiento, dos nuevas líneas de indagacion se han abierto.
En primer lugar, un replanteamiento de las causas que conducen a las fallas
del mercado, el cual ha sido sintetizado de manera nítida en el Teorema de
Coase. En ge~eral: éste establece que si los derechos de propiedad sobre todos
los recursos (incluidos los naturales) estuviesen perfectamente definidos, y si
298
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
los costos de las negociaciones voluntarias entre particulares fuesen cero, los
procesos de libre contratación entre individuos conducirían por su propia dinámica a una situación óptima.
No obstante, resulta pertinente señalar que Coase mismo (1992) ha aclarado
que su famoso teorema, aunque basado en sus trabajos, no fue acuñado por él,
sino por Stigler. y que, por otra parte, en la realidad los costos de la contratación voluntaria entre particulares nunca son cero, por lo cual no cabe presuponer de entrada la exclusión de la intervención política del Estado en la
corrección de las fallas del mercado. Por el contrario, su conclusión es la de
que resulta indispensable evaluar tal intervención sobre la base de las condiciones específicas, y precisar el análisis de los costos de las negociaciones y
contrataciones voluntarias.
De todas maneras, dentro de este contexto se destaca que los costos positivos
de las negociaciones voluntarias tienen profundas implicaciones para un adecuado planteamiento de la teoría económica. En particular, se concluye que el
espontáneo juego de las libres iniciativas del mercado es insuficiente para conducir a resultados óptimos. y, más específicamente, que en el análisis de dicho
juego deben tomarse en cuenta los sistemas de planeación que de manera deliberada implementan las empresas, así como la estructura y particularidades
del sistema legal (el cual enmarca, regula y da fuerza a los contratos). En
otras palabras, que "sin las instituciones adecuadas ninguna economía de
mercado con algún grado de significación es posible". En esta forma, una teoría económica verdaderamente significativa sólo podría desarrollarse a través
de un análisis orgánico que interconecte el sistema de precios con la estructura de las instituciones y el sistema legal.
Un corolario de lo anterior tiene que ver con un incipiente cambio de énfasis
de las transacciones estrictamente voluntarias, en cuyo análisis se centra de
manera exclusiva el enfoque teórico tradicional, hacia las negociaciones y el
conflicto en los cuales intervienen de manera decisiva distintos grados de fuerza y poder. Con todo lo interesante e importante que este enfoque resulta, retornando algunas páginas olvidadas, resulta necesario reconocer que, por el
momento, es un campo muy incipiente sobre el cual la teoría económica establecida tiene todavía muy poco que decir.
La segunda línea de desarrollo tiene que ver con los objetivos del Estado, los
procesos para determinarlos y los mecanismos mediante los cuales se persigue
su implementación. En este sentido, los desarrollos de la teoría económica
también tienden a interconectarse con el análisis del sistema político. En particular, con el estudio de las reglas de juego para la toma e implementación de
las decisiones públicas, y con la idoneidad de los partidos políticos y los mecanismos electorales para conducir a resultados socialmente óptimos.
LA ECONOMIA NEOCLASICA
299
Los nuevos horiz.ont~s también pueden otearse en autores modernos como Bu~~:na:, ~~ra qUle~ el paradigma de la contratación" debería tener precedente ~o re el ~ara.d~gma de la optimización". y, con este cambio de énfasis, las
ona~ ,de la Ju~tlc~a, de los consensos e intercambios políticos y de la "interpretacíón constltuclOnal", como la llama Buchanan, parecen insinuar la senda
que se abre en el futuro para los nuevos desarrollos de la teoría económica.
(
(
Apéndice A-IV
El problema de la función
de producción y la medida del capital
APÉNDICE (A-IV)
EL PROBLEMA DE LA FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN
y LA MEDIDA DEL CAPITAL
A.4.1 Introducción
Se ha visto cómo la teoría neoclásica concluye que, bajo condiciones de
competencia perfecta, toda firma en equilibrio remunera a cada factor de
acuerdo a su productividad física marginal decreciente (secciones
4.4.2,
4.4.4 Y4.5.4).
En concordancia con esto, si la cantidad de capital
(K) empleada por la firma aumenta, con los demás factores constantes, la
remuneración del factor capital, esto es, la tasa de ganancia normal, o "la"
tasa de interés, por brevedad (i), deberá disminuir. Aunque la conclusión
general de que al aumentar la proporción de capital con respecto al trabajo se
reduce la tasa de interés puede que no sea discutible en sí misma, yse
encuentra en A. Smith como observación histórica y como teoría de la
acumulación, y aun en Marx como teoría de la tasa de ganancia. y la composición orgánica del capital, la explicación específica que suministra la teoría
neoclásica para tal fenómeno, y de la cual depende directamente su teoría
de la distribución, ha dado lugar en cambio a un cuestionamiento y a una
demanda de mayor clarificación de sus propias bases, con mayor énfasis
desde mediados de los años cincuenta, cuando se publicó el ahora famosísimo
artículo de Joan Robinson intitulado "La Función de Producción y la
Teoría del Capital".
UNiVBltSIDAD
IHBLlOTECA
DB AMTIOQUIA
CENTRAL
304
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
En efecto, para obtener tal deducción se parte de establecer una relación
unívoca de la cantidad de capital empleado (por trabajador, es decir, con el
otro factor constante) como determinante de la PMA decreciente del capital
(a mayor empleo de K, menor PMA K), relación que suele denominarse la
función de producción neoclásica, Es evidente, entonces, que para poder;
determinar la PMA K se requiere primero conocer la cantidad de capital, K.
Pero, para medir K, previamente se requiere una unidad de medida de
K, es decir, estipular qué es la magnitud de capital, (Por ejemplo, si se dice
que K = 1.000 es necesario estipular 1.000 unidades de qué cosa o sustancia:
¿pesos?, ¿máquinas?, ¿kilos?, ¿metros?, etc.).
La función de producción neoc1ásica no puede adoptar, para sus fines
explicativos, la noción de que la cantidad de capital (K) es la suma de los
precios de los bienes de capital que usan las firmas, porque en ese caso, al
aumentar o disminuir tales precios, la "cantidad de capital" cambiaría pero
ello no tendría porqué dar lugar a un cambio en el PMA físico del capital.
Por ejemplo, la misma máquina no se haría ni más ni menos productiva
físi9amente por el hecho de que su precio haya aumentado o disminuido.
CoUtal forma de medición, es entonces evidente que K podría aumentar sin
quepaPMAK se redujera, lo cual contradiría lógicamente la relación que
establece la función de producción neoclásica de una reducción de PMAK
antéun aumento de K. Por consiguiente, si se adopta como punto de partida
la función de producción neo clásica, es decir, una relación unívoca inversa
entre K y PMA K, se hace necesario rechazar, por coherencia lógica y para
fines explicativos, la noción de que la cantidad de capital es un valor (una
suma de precios), lo cual deja como única alternativa la noción de que la
cantidad de capital (K) está medida en unidades físicas.
Lógicamente, lo anterior no significa que se recurra al expediente de sumar
físicamente edificios con máquinas de diverso tipo, éon herramientas diferentes, con materias primas, etc., pues la cifra resultante (¿por número?,
¿por peso?, ¿por longitud?) sería carente de cualquier significado inteligible
y útil económicamente. La verdadera dificultad de la teoría neoclásica
radica, pues, en encontrar una unidad física de medida del capital, que no
incurra en el infantil sin-sentido antes ejemplificado, y que tampoco sea el
trabajo involucrado en los bienes de capital (como en los economistas
clásicos y Marx) pues, en este último caso, el capital no constituiría un
factor de la producción diferente del trabajo, que es el supuesto neoclásico
fundamental.
Fueron los economistas de la escuela austríaca, y particularmente BombBawerk, quienes suministraron una respuesta al interrogante planteado,
haciendo del "período de producción" la unidad de medida física del capital
APENDICE (A . XIII)
305
que debería servir de soporte a la función de producción neoclásica y sus
corolarios derivados, como se intenta ilustrar a continuación.
A.4.2 El período de producción y los corolarios neoclásicos
4.2.1 Procesos indirectos, espera y período de producción
Para Bomh-Bawerk y la escuela austríaca, la noción de capital está indisolublemente ligada a la noción de "espera" o "abstinencia", a la renuncia de
consumo presente (de algún bien), lo cual permite utilizarlo posteriormente
como medio de producción (capital). La "espera" o "abstinencia" permite,
pues, recurrir al uso de medios de producción o, en otras palabras, permite
producir los productos de COnsumo final de manera indirecta, y mediante
el uso de medios de producción, por mediación de los medios de producción,
a diferencia de las formas de producción primitivas, cuando no existe la
acumulación, y se produce en forma directa con el trabajo y sin la ayuda
del "capital". Así, a mayor abstinencia del consumo presente, mayor será la
acumulación de capital, mayor será la disponibilidad de medios de producción
en el futuro y más indirectos serán los procesos.
Por ejemplo, tomar el agua directamente de una fuente natural con la mano,
sin ayuda de ningún medio de producción, sería un proceso de producción
absolutamente directo, sin el uso de ningún "capital". Pero satisfacer la
necesidad de consumir agua mediante el uso de recipientes para transportada
y almacenada, sería un proceso más indirecto que el anterior y requeriría
de haberse abstenido en un período previo de gastar todos los frutos de
trabajo en consumo, para poder producir los recipientes que servirían en el
futuro. Y si se utilizan acueductos, para los cuales fue necesario producir
previamente tubería, previamente a la tubería acero, previamente al acero
hierro, previamente al hierro herramientas, etc., se estaría en presencia de un
proceso todavía más indirecto, que recurre al uso de mayores "cantidades"
de capital. De esta manera, la medición del capital resulta vinculada a la
"espera", "abstinencia" o grado en que los procesos logran ser "indirectos",
todo lo cual está vinculado al tiempo. A esto se refería Bomh-Bawerk
cuando tomaba el período de producción como un indicador del grado en
que un proceso es indirecto.
De otro lado, la ventaja de utilizar procesos indirectos es que permiten
obtener un mayor producto con la misma cantidad de trabajo, u obtener un
producto dado con menos trabajo.
Para precisar un poco más estas ideas, se presenta a continuación una
ilustración en que una unidad del mismo producto x puede ser producida
306
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
APENDICE
mediante 4 procesos diferentes, es decir, donde unos procesos son más
indirectos que otros, con el correspondiente ahorro de trabajo por aumento
de la productividad.
CUADRO A.4.1
Procesos para Producir Ix'
PERIODO
lo.
PROCESO
PROCESO
PROCESO 11
12 T
ST
3T
2T
ST
3T
2T
3T
2T
20.
30.
12 T
lO T
9T
8T
El proceso 1 es directo porque no hay ninguna abstinencia ni, por tanto, se
usan medios de producción acumulados de períodos anteriores. De una vez
en el período 10. se produce y se consume l x, mediante el gasto de 12
unidades de trabajo (12 T).
El II es indirecto, porque Lx se produce en forma indirecta, produciendo
previamente en el período 10. un medio de producción (con 5 T), absteniéndose de consumir x en este período, y utilizando este medio de producción
con 5 unidades adicionales de trabajo (5 T) en el período 20., para obtener
1x y consumirlo en este período. Como resultado del método indirecto, se
ahorran 2 unidades de trabajo (2 T) con relación a lo que costó producir
Lx con el proceso I, pero hubo que "esperar" más con relación al proceso
1, para consumir x. Nada se consumió de x, sino hasta el final del 20.
período. De la misma manera, para poder consumir x, hay que esperar hasta
el final del tercer período si se utiliza el proceso IIIy hasta el final del cuarto
período si se utiliza el proceso IV, es decir, IV es más indirecto que IlI, éste
es más indirecto que II y éste es más indirecto que I. O, mirándolo desde
otro ángulo, con el proceso 1 no se utilizan medios de producción elaborados
previamente por la sociedad, con el proceso II se utilizan medios de producción
que se elaboran mediante un período previo, con el proceso III se utilizan
medios que se elaboran mediante 2 períodos previos y con el proceso IV se
utilizan medios que se elaboran durante 3 períodos previos (como en el caso
1
307
más sofisticado de provisión de agua mediante acueductos). También desde
este punto de vista, entonces, a medida que se avanza del proceso I hacia
el IV los procesos son cada vez más indirectos. Naturalmente, a tal avance
corresponde, en cada caso, un ahorro en la cantidad de trabajo necesaria
para producir Ix, pues esa es precisamente la razón que justifica el uso de
métodos cada vez más indirectos. Por ello, la cantidad de trabajo total
invertida por la sociedad para producir l x se va reduciendo paulatinamente,
de 12 T en I hasta solamente 8 T en IV.
IV
2T
40.
TOTAL
III
PROCESO 1
(A . XIII)
Esta ilustración y las que siguen sobre el tema se basan en la ejemplificación
de Pau\ Sarnuels on en
"A Surnrning Up", Quarter\y Journal of Economics, Vol. 30, 1966. Reproducido en "Capital and
Growth",
Harcourt y Laing editores, Penguin Books ¡971.
Más precisamente, cuando se utiliza el proceso 1, debe esperarse un período
para obtener el rendimiento final de cada unidad de T invertida. Puede
decirse, entonces, que el "período medio de producción" (el tiempo promedio
de espera para obtener el fruto de cada unidad de T invertida) en el proceso I
es de 1 período. Cuando se utiliza el proceso II, el "período medio de
producción" o tiempo promedio de espera para obtener el fruto de cada
unidad de T invertida es: 2 períodos para cada una de las primeras 5 T
invertidas en el período 10. y 1 período para cada una de las últimas 5 T
invertidas en el período 20. Luego, en promedio será: (2 + 1) / 2 = 1.5
Cuando se utiliza el proceso III, "el período medio de producción" será:
3 períodos de espera para cada una de las primeras 3 T invertidas en el
período 10., 2 períodos de espera para cada una de las 3T invertidas durante
el período 20. y un período de espera para cada una de las 3T invertidas
durante el período 30. Es decir, en promedio, para cada unidad de T invertida
durante todo el proceso III, la espera fue de (3 + 2 + 1) / 3 = 2. Y, cuando
se utiliza el proceso IV, el "período medio de producción" será: 4 períodos
de :spera para cada una de las 2 T invertidas durante el período 10., 3
períodos de espera para cada una de las 2 T invertidas durante el 20., 2
períodos de espera para cada una de las 2 T invertidas durante el 30. y 1
penado de espera para cada una de las 2 T invertidas durante el 40. período.
O sea, en promedio (4 + 3 + 2 + 1) /4 = 2.5.
Llamando 9 al período medio de producción, se tendría entonces:
el
1
eti
1.5
e 111
2
etv
2.5,
lo cual suministra una medida precisa del grado en que cada proceso es más
o menos indirecto que los demás, o más intensivo en capital, y que como
cuantificación física, en términos de tiempo, permitiría resolver, en primera
instancia, el problema de la medición del capital, con sus consiguientes
corolarios neoclásicos como se muestra en seguida.
4.2.2 La elección de procesos (o tecnologías) y los corolarios neoclásícos
A simple vista, podría pensarse que la firma competitiva, buscand o reducir
los costos al mínimo posible, ante la alternativa de elegir libremente cualquiera
de los procesos estudiados en el cuadro A. 13. 1, seleccionaría el más indirecto,
el No. IV. Sin embargo, razonar de tal manera sería ignorar que el capital
tiene un costo para la firma, que es la tasa de interés y que no aparece en
el cuadro A. 13. 1 porque éste sólo muestra los costos en trabajo. Por consiguiente, para poder saber en realidad cuál sería el proceso (o "técnica")
menos costoso para la firma es necesario tener en cuenta los costos del
capital, es decir, la tasa de interés pues, con tales costos, no necesariamente
los procesos más intensivos en capital (como el IV) resultan los más económicos
para la firma. Supóngase entonces, para empezar, que la tasa de interés
fuese igual a 0.5 ó 500/0 por período. ¿Cuál sería el proceso menos costoso
para la firma?, es decir, ¿cuál proceso permitiría la producción de 1x al
mínimo costo posible para la firma? Los cálculos que permiten llegar a una
respuesta final se presentan a continuación. 1
Costo de Producir Ix con el Proceso 1,91
=
1
=
en = 1.5
Inversión de 5T más sus intereses por dos períodos
Inversión de 5T más sus intereses por un período
TOTAL
=
=
5T (1.5)2
5T (1.5)
=
11.25 T
=
7.50 T
18.}5 T
Para efectuar estos cálculos es necesario operar con el interés compuesto. Entonces, debe recordarse
q ue, si T es la suma prestada sobre la cual se pagan intereses, e i es la tasa de interés: i , T serán los
intereses del primer período, de donde, al final del primer período, se recupera el capital invertido
T más sus intereses i. T. o T+iT=T
(1 +í).
Si la suma T permanece invertida durante dos períodos, entonces los intereses del primer período
serán í'I': los del segundo per iodo serán también iT pero deben adicionarsele además los intereses
(i) sobre los intereses acumulados del primer período (iT), o sea. deben adícjonarse le i (iT) =i2 T
(interfes compuesto).
En total, los intereses de una suma T que permanece invertida durante dos
períodos serán pues: i T + iT + i2 T.
Y, al final de los dos períodos, se recogerán entonces, estos intereses T (i +i2) más la recuperación
de la suma invertida (o prestada), T. Es decir, al final de los dos períodos se recoge:
T+iT+iT+i2T=T(1
+2i+i2)=T(l
+i)2
Si la suma T permaneciera
invertida durante 3 períodos, siguiendo un razonamiento
final se recogería T (1 + i)3 Y. en general, si la suma T permaneciera invertida durante
al final se recogerían T (1 + ¡)n. Esta fórmula se Usa a continuación.
Costo de Producir Ix con el proceso IU,
etu = 2
Inversión de 3T más sus intereses por 3períodos
+ Inversión de 3T más sus intereses por 2 períodos
+ Inversión de 3T más sus intereses por 1período
COSTOTOTAL
3T (l. 5]3
= 3T (1.5)2
= 3T n.5)
=
10.125 T
= 6.750 T
= 4.500 T
21.375 T
=
Costo de Producir Ix con el proceso IV, 9IV = 2.5
Inversión de 2T más sus intereses por 4 períodos
+ Inversión de 2T más sus intereses por 3 períodos
+ Inversión de 2T más sus intereses por 2 períodos
+ Inversión de 2T más sus intereses por 1período
COSTO TOTAL
= 2T{1.5)4 = 1O.125T
= 2T (1.5)3 = 6.750 T
= 2T (1.5)2 = 4.500 T
= 2T (1.5) = 3.000 T
24.375 T
Puede concluirse entonces, que con una tasa de interés tan alta como 500/0,
los procesos más indirectos, es decir, más intensivos en capital (mayor e)
resultarían los más costosos para producir 1 x y, por lo tanto, la firma
seleccionaría la tecnología menos intensiva en capital (ya que el capital es
tan costoso), es decir, el proceso 1 que arroja el menor costo total entre
todos los procesos,
1
Inversión (12T) más sus intereses por un período, (i) (12T)
(12T) + (i) (12 T) = 12T (1 + i) = 12T (1.5) = 18T
Costo de Producir Ix con el Proceso I1,
309
APENDICE (A· XIII)
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
308
similar, al
n períodos,
Ahora, si la tasa de interés se redujera a 250 lo, (0.25), repitiendo el proceso
anterior para calcular nuevos costos, se obtendría:
Costo Total de Producir 1x con i = 0.25
el
eII
eIII
eIV
1
1.5
2
2.5
Proceso
Proceso
Proceso
Proceso
I
II
II1
IV
T
140625 T
14.3329 T
14.4141 T
15
Se observa así., cómo ante una reducción en la tasa de i.nterés los procesos
más intensivos en capital (mayor 9) empiezan a hacerse más baratos que los
menos intensivos (menor e), al punto de que en la nueva situación el proceso
menos intensivo en capital de todos, el menos indirecto, (con menor e), el
proceso 1, se ha vuelto el más costoso de todos. La firma seleccionaría
ahora, entonces, el proceso II, que es el que permite producir x a menores
costos y que es más intensivo en capital que el proceso I, ya que su período
de producción, elI = 1.5, es mayor que el período medio de producción del
310
APENDICE (A . XIII)
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
311
proceso I, 91 = 1.0. De esta manera, el aumento en la tasa de interés vino
acompañado de una mayor intensidad en el uso del capital. (Al pasar del
proceso I al Il, se redujo la cantidad de trabajo total, T. y se aumentó la
"cantidad de capital", (}aumentó).
ii- Sobre la base de los anteriores supuestos demuestra que cuando la firma
está en equilibrio (secciones 4.4.4 Y4. 5. 4), entonces
Y, aunque siguen existiendo tecnologías más intensivas en capital (con
mayor 9) que la Il, como la III y la IV, puede mostrarse que con reducc:iones
sucesivas en la tasa de interés, paulatinamente se sigue avanzando en la
adopción de procesos cada vez más y más "capital - intensivos".
es decir, que la remuneración al capital está determinada por su productividad
física marginal. Y,
En efecto, si la tasa de interés cayera ulteriormente a 200/0 por período
los costos para la firma de producir una unidad de x con cada proceso serían:
PMAK =pK= i
iii- Puesto que
PMAK t siK t',
deduce que
i t siK t
Costo Total de Producir Ix con i = 0.2
9l
1
Proceso l
9[[
1.5
Procesoll
«tu
2.0
Procesolll
9lV
2.5
Proceso lV
=
=
=
=
14.4 T
Ahora, en la ilustración anterior, se ha definido
K
13.2 T
13.1 T
Podría concluirse, entonces, que reducciones en la tasa de interés van siempre
acompañadas de cambios a procesos que demandan mayores períodos de
producción, es decir, mayores cantidades físicas de capital por unidad de
trabajo, confirmándose así el postulado neo clásico esencial sobre la función
de producción de que existe una medida física del capital' que es compatible
en el resto de las proposiciones neo clásicas sobre la distribución (Si K t =>
PMAK j. => it ).
En otros términos, y para usar un esquema: i·de un lado, la teoría neoclásica, al
iniciar el estudio de la firma (secciones
4.4. 1 Y4.4.2),
postula que el
capital puede medirse como una cantidad física K, diferente de los demás
factores. Y que,
1
=>
más precisamente,
si i t
=>
et
=>
K
t,
lo cual está en perfecta concordancia con la deducción
consiguiente, la definición K = 9 estaría en perfecta
todos los corolarios neoclásicos, y permitiría saltar de la
i·, arriba, es un supuesto sin sustento a la afirmación de
existe una medición física del capital, que es
e.
del punto iii-, Por
concordancia con
afirmación de que
que efectivamente
La teoría austríaca del capital suministraría, pues, el soporte requerido para
la teoría de la firma, de su equilibrio y de la remuneración a los factores.
Sin embargo, como dice Samuelson al resumir más de un decenio de debate
sobre el tema, en el cual él mismo fue protagonista principal, "los académicos
no han nacido para llevar una existencia fácil". Y la ilustración anterior
hace aparecer tal existencia como demasiado fácil. Por ello, es necesario
completar el cuadro con aquellos aspectos de la realidad que no dejan que
la vida de los académicos se convierta en un lecho de rosas (sin espinas).
4.2.3 La reversión de técnicas y la función de producción de
"mal comportamiento"
PMA K t
Nota para el lector avanzado:
en palabras de Sraffa.
9
y se ha encontrado que
12.9 T
Ahora, el proceso más intensivo en capital, más indirecto, con 9IV = 2.5, se
ha convertido en el que permite producir x al mínimo costo posible, por lo
cual es adoptado por la firma, en preferencia a todos los demás procesos,
menos indirectos, menos capital - intensivos.
si K t
=
"independiente
de la distribución
Yde los precios",
El cuadro A. 4. 2 ilustra dos procesos (o técnicas) diferentes, con sus
respectivos períodos medios de producción, para la producción de una
312
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
APENDICE
unidad del producto y (ly). Con el proceso 1 se invierten 7 T en el primer
período y, aunque no es necesario realizar inversiones adicionales, es necesario
esperar hasta el fin del segundo período para obtener los frutos de la inversión,
(como en el caso de la explotación de bosques en la cual, después de sembrados
los árboles, es necesario esperar hasta que éstos crezcan). Con el proceso U
se invierten 2 T en el primer período, pero debe esperarse hasta el fin del
segundo período para poder tratar el producto intermedio resultante con
6 T adicionales de inversión en el tercer período y obtener el fruto de las
inversiones al final del período 30. De acuerdo al período medio de producción
el proceso 1 es más capital- intensivo (emplea mayor cantidad de capital por
unidad de trabajo), porque el = 2 Y gIl = 1.51.
Períodos
Proceso I
lo.
20.
Períodos
Proceso II
7T
lo.
2T
O
20.
O
7T
30.
6T
3T
91
91=2
911
= 1.5
Sobre la base de la anterior información, los costos totales de la producción
de ly para la firma, esto es, incluyendo la tasa de interés del capital y siguiendo
el mismo procedimiento de cálculo explicado en la ilustración de la sección
anterior, serían los siguientes, para los dos procesos y para diferentes niveles
de la tasa de interés (i):
o
313
XIII)
Costo Total para la Firma de Producir ly
Con i = 1.51
01
OIl
2
1.5
Proceso 1
Proceso II
Coni=0.6
Coni=O.l
43.750*
17.920
8.470*
46.250
17. 792*
9.262
Así, el proceso más barato (marcado con un asterisco) y, por tanto, el
seleccionado por la firma sería:
1 cuando i = 1.5
11 cuando i = 0.6
1 cuando i = 0.1
CUADRO A 4.2
Proceso o Tecnologías para Producir ly
(A
De esta manera, de. un lado, al disminuir la tasa de interés de 1.5 a 0.6 se
pasaría de un proceso muy capital intensivo (91 = 2) a uno menos capitalintensivo (811 = 1.5), i,¡. => K l , Y, de otro lado, la misma técnica (I) puede
ser abandonada (a cambio de 1I) y nuevamente volver a ser adoptada (1) a
medida que la tasa de interés sigue reduciéndose (como cuando pasa de
i = 0.6 a i =
Estos dos resultados están estrechamente vinculados entre
sí, conociéndose el primero como un "mal comportamiento" de la función
de producción neoclásica y el segundo como "reversión de técnicas", y los
dos son contradictorios con los postulados fundamentales de la función de
producción neoclásica.
O.n
En otros términos, como ya se sabe, la función de producción neoclásica
plantea que
Si K t
=>
PMA K = i ,¡.
mientras que anteriormente se ha mostrado que
si i!¡.=>e=K,¡.
1
En el proceso 1, el rendimiento
por cada unidad de T invertida se obtiene sólo al cabo de dos
períodos, luego su período medio de producción es de 2 períodos, ó "
2. En el proceso 11, el
rendimiento
por cada unidad de las 2T invertidas durante el período lo. se obtiene sólo al cabo de
3 períodos. y el rendimiento
por cada unidad de las 6T invertidas durante el período 30. se obtiene
al final del mismo período 30., es decir, al cabo de 1 período. Pero, para obtener el período promedio
de producción
para el total de las 3T invertidas no puede procederse con un promedio simple,
(3
1) f2, como en los procesos del cuadro A. 4. 1, don de la inversión total se dist rtb u ía en partes
exactamente
iguales en cada período (505,3-303,2020202).
En realidad, aquí solamente el 250/0
de la inversión total (2/8 = 0.25) se efectúa en el período 10., mientras que el 750/0 restante
(6j3 = 0.75) se realiza en el período 30. Entonces se trata de un promedio ponderado,
esto es, el
primer período pesa sólo 250/0 mientras que el tercero pesa 750/0. Aplicando
estos pesos o
ponderaciones
se obtiene, pues: SU 3 (0.25)
1 (0.75) = 1.5.
=
+
=
+
Por consiguiente, los resultados encontrados, que K e i se mueven en la
misma dirección, (i ,¡. y K ,¡. simultáneamente) contradicen el postulado
neoclásico de que K e i se mueven inversamente (i t si K t ). Es decir, el
período medio de producción (9) no puede constituir una medida física del
capital coherente con el resto de los postulados neoclásicos fundamentales.
1
Sobre la exageración ilustrat iva de i, "El lector puede pensar de cada períoc o como de una década
si pretende ser realista", como aconseja Samuelson.
314
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
Por ello, en su crucial obra "Producción de Mercancías por Medio de
Mercancías", (1960), cuando Piero Sraffa demostró, en términos generales,
la posibilidad de la reversión de técnicas, concluyó: " ... el caso considerado
parece concluyente en mostrar la imposibilidad de agregar los 'períodos'
... en una sola magnitud que pueda considerarse como representativa de la
cantidad de capital. La reversión ... no puede ser reconciliada con cualquier
noción de capital como una cantidad medible independiente de la distribución
y los precios". Y Paul Samuelsonv.cuyos brillantes esfuerzos por consolidar
la coherencia de la teoría neoclásica no requieren presentación, agregó en
'1966, como síntesis del debate: "Si todo esto causa dolores de cabeza a los
nostálgicos de las viejas parábolas de los escritos neoclásicos, débemos
recordarnos a nosotros mismos que los académicos no nacen para vivir una
existencia fácil. Debemos respetar y valorar, los hechos de la vida". (Op, cit).
Por supuesto, si quizás la única alternativa neoclásica para verificar su supuesto
de el capital como una magnitud física agregada y homogénea, diferente del
trabajo, se cierra, es lo más natural esperar que los esfuerzos de los teóricos
neoclásicos se vuelquen en primera instancia hacia la exploración de la posibilidad de prescindir completamente de la noción del capital como una magnitud
agregada y, en efecto, los últimos esfuerzos se han encaminado en ese sentido,
buscando construir modelos de "bienes de capital heterogéneos" en los cuales
cada bien de capital por separado pudiera tomarse como un factor de la
producción diferente.' Lógicamente, mientras que estas experimentaciones
fructifican, si es que ello tiene alguna posibilidad verdadera, permanecerá la
dura duda sobre la relevancia y la significación de que la sustitución de la
noción de capital (por más de dos siglos usada en la teoría económica) por
la noción de miles de bienes "heterogéneos", incomparables, no agregables
y posiblemente no sustituibles entre sí (a diferencia de los "factores") pueda
tener para reclamar la coherencia de un cuerpo de ideas que siempre ha
pretendido suministrar una interpretación racional de la distribución entre
las clases en la economía capitalista.
En cualquier caso, cabría agregar que si la teoría neoclásica de la distribución
sale maltrecha de ese exhaustivo examen, su desarrolló de la noción de
1
Nota par. el lector avanzado: Aunque "The Surrogate Production Funct ion", (1962), de Samuelson,
es un trabajo pionero en este sentido, el texto no se refiere obviamente a los intentos de derivar
las "parábolas"
neoclásicas ("como sí") de un modelo de bienes heterogéneos.
Por el contrario,
se refiere a la renuncia a tales "parábolas", como debería ser evidente después de la cita de Samuelson
de 1966. Como es sabido, la "función de produccíón sustítutíva"
de Samuelson sólo es válida
para el irrelevante caso de relaciones Capital! Trabajo idénticas en todas las industrias,
lo cual
llevó a decir Harcourt (en su "Teoría del Capital") que sería un sarcasmo de la historia que la
teoría neoclásica del capital tuviera que terminar refugiándose en el mismo supuesto del Vol. I de
El Capital por el cual la teoría de Marx ha sido atacada siempre sin cuartel por la teoría neoclásica.
APENDICE (A· XIII)
315
eficiencia económica permanecerá como su contribución distintiva al
desarrollo de la ciencia económica. Quienes disfrutan de la exploración
intelectual y no temen a los caminos desconocidos, podrían aún encontrar
que la sustitución del costo marginal neoclásico (ligado a la cuestionada
función de producción) por otra noción más firme de costo social, dentro
del mismo sistema de óptimos en el consumo, podría arrojar emocionantes
sorpresas.
I
I
Intercapítulo (IV. V)
Una nota sobre Saffra
INTERCAPÍTULO (IV-V)
Después de la Reversión de Técnicas
Una Nota sobre Sraffa
"Producción de Mercancías por medio de Mercancías", terminado por Sraffa
en marzo de 1959, y que fue escrito al responsable ritmo de 3 páginas en
promedio al año, para un total de 95 páginas, lleva el modesto subtítulo de
"Preludio a una Crítica de la Teoría Económica". Sin embargo, allí, en
menos de 5 páginas, yeso como un asunto incidental, accesorio a la discusión
principal;' Sraffa demuestra en términos generales la "reversión de técnicas,
lo cual habría de permear todos los desarrollos subsiguientes de la teoría
neoclásica. No obstante, no fue esta la única "reversión" que demostró
Sraffa. También demostró, por ejemplo, una "reversión" de los precios
con respecto a la tasa de salarios en los modelos de Ricardo y Marx para el
efecto, esto es, que ante una variación de los salarios los precios podrían
comportarse en forma inversa a lo esperado de acuerdo a tales modelos.
En general, ninguna estructura teórica de las que le precedieron permaneció
incólume después de la publicación de "Producción de Mercancías por
medio de Mercancías" pudiendo, por ello, calificársele justamente de obra
crucia!. Más aún, tuvo la rara virtud de recoger dentro de una misma estructura
lógica la crítica a las diversas escuelas teóricas, es decir, de referirse a aspectos
esenciales de todas ellas dentro de un solo modelo, algo que, dadas las
1
Sobre el papel principal
2.2.2.
de la obra de Sraffa como desarrollo
de la de Ricardo,
véase la sección
320
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
diferencias de enfoque tradicionalmente reconocidas, sigue pareciendo un
extraño logro. Y el poderoso instrumento general que utilizó Sraffa para
todo ello fue el de tomar en cuenta prácticamente todas las relaciones intersectoriales con un modelo cuyas características elementales son recogidas
en el simplificado modelo de precios, agregación y distribución que se
ilustra en la sección 1 7.4 *.
Capítulo V
La economía
Keynesiana
•
Sobre Sraffas véase también
la sección 6.6.
CAPÍTULO V
LA ECONOMÍA KEYNESIANA
5.1
Antecedentes
Desde comienzos del siglo XX, el centro y el dinamismo del desarrollo
económico capitalista empezaron a trasladarse, cada vez con mayor fuerza, de
Europa, y particularmente de Inglaterra, que fue la cuna del capitalismo
clásico, hacia Norteamérica, cuyo desarrollo industrialista presentaba
importantes diferencias con el que había tenido lugar desde un siglo antes en la
madre patria inglesa. Entre los factores más importantes que contribuyeron a
tales diferencias pueden citarse: i- La ausencia previa de entrabamientos
feudales al desarrollo del capitalismo en Norteamérica, ya que, de un lado, las
comunidades inmigrante s buscaban originalmente escapar precisamente de
las restricciones del viejo orden europeo y, por el otro lado, encontraron
a las comunidades nativas todavía en un estadio primitivo de desarrollo,
absorbiéndolas cultural mente o aniquilándolas. Asimismo, la contratación
de mano de obra esclava, particularmente en el sur de los Estados Unidos,
producto no de un desarrollo nativo, sino del negocio colonial de las potencias
europeas con su conquista de Africa, fue exitosamente erradicada pasada
la mitad del siglo XIX, con el triunfo del ejército unionista del norte sobre
el secesionista del sur en la Guerra de Secesión; ií- La gran riqueza de
recursos naturales, y particularmente de tierras libres y fértiles aptas
para ser colonizadas lo cual daba una importante alternativa de subsistencia
a los desposeídos, y permitía un relativamente alto nivel de consumo frente
a las masas pobres de Europa, presionando, además hacia un alto nivel de
(
324
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
salarios capaz de incentivar a la mano de obra para que cambiara sus perspectivas de colonización independiente por las de alquilarse; y, iii- Su constitución
política que desde un comienzo, después de la independencia de Inglaterra a
fines del siglo XVIII, garantizó las libertades económicas y políticas requeridas
para un pleno desarrollo del capitalismo, ccnñgurando desde el principio
la democracia capitalista más plena y desarrollada del mundo, en contraste
con el tortuoso camino de luchas políticas que tuvo que seguir el capitalismo
en Europa.
Como resultado de tales condiciones óptimas para el desarrollo capitalista, ya
por 1901 la empresa capitalista más poderosa del mundo se encontraba en
Estados Unidos y no en Europa. El descubrimiento de nuevas aplicaciones
industriales para el petróleo y de grandes yacimientos en América, a fines
del siglo XIX y comienzos del presente, también reforzaron esta dinámica.
Y, por otra parte, la revolución industrial no cobró en Norteamérica el
aspecto de sufrimiento, miseria y degradación que se observó en Inglaterra,
presentando, por el contrario, un aspecto de pujanza y mejoría en las
c~lidiCiones de vida de la mayoría de los trabajadores libres. La bandera
la~Qral de la jornada de las 8 horas fue levantada en Norteamérica por un
cangreso de trabajadores ya en 1863.
~
Tedasesas características, en cuanto a las condiciones de vida de la clase
trábajadora; en cuanto a su dinámica, que la conducían aceleradamente
a convertirse en la economía capitalista más desarrollada del mundo, y en
cuanto a su sistema político, hicieron que la economía norteamericana se
convirtiera en el prototipo del capitalismo del siglo XX, así como Inglaterra
había sido el prototipo capitalista del siglo XIX. Esto justifica, pues, que sea
hora de cambiar de continente y que los acontecimientos económicos que
han sacudido al siglo XX y que han dado lugar durante éste a revoluciones
en el campo de la teoría económica sean miradas preferentemente a través
de la lente de los Estados Unidos.
En efecto, si por 1870 la producción manufacturera de Inglaterra representaba
320/0 de la mundial, mientras que la de Estados Unidos sólo llegaba en el
mismo año a 280/0, ya para 1913 la parte de Inglaterra había caído a
14%
y la de Estados Unidos había aumentado a 360/0. Por otra parte,
entre 1897 y 1914 las inversiones de los Estados Unidos en el extranjero
se multiplicaron por 5 veces, mientras que las inglesas lo hicieron sólo por
3 veces. Después de la primera guerra mundial (1914-1918), que produjo
grandes destrozos físicos y financieros a los países europeos, la posición de
los Estados Unidos se consolidaba en forma todavía más clara. Por 1919
los Estados Unidos dejan de ser un receptor neto de capitales para convertirse
en una potencia financiera exportadora neta de capitales.
LA ECONOMIA KEYNESIANA
325
La dinámica económica de esta primera posguerra fue tan acelerada y profunda
en los Estados Unidos (con la breve interrupción de una corta recesión
entre 1920 y 1921), que aún un recuento completo de los principales
acontecimientos sería insuficiente para dar una idea precisa de las profundas
transformaciones que tal dinámica indujo sobre los mercados y la vida
social, revolucionando enteramente las formas tradicionales de vida en un
breve período de tiempo y confiriéndole a la sociedad capitalista la abundancia
de bienes de consumo durable, el estilo de vida y la fisonomía moderna que
algunos han tratado de tipificar bajo el concepto de sociedades de consumo
masivo. Por ejemplo, el número de autos construidos por la Ford en 1909
fue de solamente 10.660. Pero, junto a la revolución de la producción en serie
y la "administración científica", (que le permitió a Henry Ford multiplicar
por 2 ó 3 veces los salarios de sus trabajadores y simultáneamente reducir
los precios de los autos a menos de la mitad), el número de carros rodando
en las carreteras de Estados Unidos había aumentado a 6.7 millones en 1919
y a 27 millones en 1929, para una población total que no sobrepasaba los
30 millones de familias. Estaría de sobra tratar de subrayar la revolución
que esto significó para la industria del petróleo, del acero, para la construcción
de vías, en el transporte, en el consumo, en la forma de utilizar el ocio
y, en una palabra, en la vida social. Otro ejemplo: el consumo de energía
eléctrica se duplicó durante el decenio de los años veinte, con un aumento
semejante en la producción de maquinaria eléctrica y la consecuente
revolución en los métodos productivos, reemplazando muchas industrias
de carbón y chimenea por procesos mucho más modernos y sofisticados.
Pero no menos importante fue su efecto sobre los bienes de consumo durable
comúnmente llamados electrodomésticos, cuya variedad se multiplicó
y cuyo uso se masüicó al punto de que empezó a generalizarse su promoción
por revistas y su envío por correo. Un indicador: el valor anual real de las
ven~as de radios se multiplicó por 14 veces entre 1922 y 1929, lo cual
equivale a una tasa anual compuesta de crecimiento próxima a 50010. Los
ra~i~s .domésticos eran el producto de última moda y la importancia que
el 100CIO d~ su uso generalizado tuvo para la vida social es difícil de imaginar
hoy en día. Baste con recalcar que el hogar medio no tenía teléfono ni
tel.ev~or (que .?o se había perfeccionado ni comercializado todavía). La
aviacion también empezaba a convertirse en una actividad propiamente
comercial. El cine se generalizó como entretención popular, dando lugar
a una nueva industria de proporciones masivas. La industria química creaba
nuevos productos de consumo e intermedios, y ello junto con la revolución
en el transporte y en la industria de maquinaria y de vehículos ocasionaba
también una gran revolución en la producción agrícola. El comercio no pudo
escapar al movimiento, dando lugar a las modernas cadenas de distribución.
Fueron los años lujuriosos de las comodidades recién descubiertas del auto
los radios, los dríve-in, los gramófonos, el cine y el charlestón.
'
326
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
Más simplificadamente, entre 1922 y 1929 la inversión creció .a una tasa
anual real superior a 60/0, la producción manufacturera lo hlz? a ~asas
cercanas a 90/0 anual, la tasa de desempleo se mantuvo en niveles inferiores
a 40/0, con algunos años aproximándose a 20/0, Y las accion~s en l~ b~lsa
se valorizaban a tasas superiores al 100/0 anual. Las revoluciones t~cmeas
operadas, la dinámica del crecimiento, el aumento del consumo, el chma de
abundancia y prosperidad y, en una palabra, el claro contraste con ~ form~
de vida y la pobreza relativa de décadas anteriores, y de .otros paises, asi
como la perspectiva de todavía un mayor progreso sostemdo en el futuro,
llevaron al presidente Herbert Hoover a decir, a mediados de 1928: "En
América hoy estamos más cerca al triunfo final sobre la po~reza que ~unca
antes en la historia de cualquier nación. La casa de caridad esta desapareciendo
de entre nosotros. Todavía no hemos alcanzado ese fin, pero, co~ la
oportunidad de seguir adelante con las políticas de los últimos ocho anos:
pronto veremos, con la ayuda de Dios, el día cuando la pobreza sera
desterrada de esta nación".
Algo más de un año después el jueves 24 de octubr~ de 1929, lla~ado
ahora "el Jueves Negro", se ofrecían en venta 13 millon:s de acclO.nes
en la Bolsa de Nueva York, ante una demanda casi nula. Calda en precios:
casi 500/0. El martes siguiente, 29 de octubre, se ofrecieron e~ venta. 33
millones de acciones. Caída de los precios similar a la del día anterior.
Acciones de las empresas industriales más importantes, de los ferroc~riles
y aun títulos de la deuda pública perdieron ,en~re 1929 y 1933 mas del
800/0 de su valor previo de mercado. Las pérdidas de l.os poseedor:s de
acciones durante este período se estiman en 450.000 millones de dolares
con poder adquisitivo de 1983. Pero esto era apenas un reflejo en el papel
de lo que estaba ocurriendo con la economía real.
La tasa de desempleo aumentó de 3.20/0 en 1929 a 250/? en 1933.
"Filas para recibir pan de caridad, tugurio s de chozas de carton llamadas
'Hooverlandias', y grises ejércitos de personas a la caza de un empleo se
convirtieron en los símbolos del período" (Bussinessweek, sept. 3(79,
pág. 12, en el 50 Aniversario de la "Gran Depres,ión"). E? 1933, el p~oducto
nacional bruto de los Estados Unidos se habla reducido a la mitad, La
inversión privada bruta se redujo, durante el mismo período, a menos del
100 (o de su nivel de fines de los años veinte ".Los salan~s pagados a .l?s
obreros agrícolas se redujeron a menos de la mitad, y en 19u~ prOp?rCIOn
se redujeron los ingresos brutos percibidos por los emp:esanos agrícolas.
9.000 bancos y en total 85.000 empresas quebraron; 9 millones de cuentas
de ahorro se perdieron.
. C'
fue posible tan súbito cataclismo económico, tan aterrador como
" amo
cualquier
terremoto natural? Es cierto que Marx h abíla pre dilCh o que t odo
LA ECONOMIA KEYNESIANA
327
período de prosperidad sostenida, al conducir al límite del pleno empleo, es
decir, en sus palabras, al límite del agotamiento del "ejército de reserva"
industrial, llevaba implícito en sí mismo el germen de la próxima crisis
y depresión que reconstruiría nuevamente el "ejército de reserva" (sección
3. 10. 1 Y 3. 10.2).
Pero las depresiones eran conocidas desde un siglo
antes. Al fin y al cabo, el mismo Marx había situado en 1825 la fecha de
adquisición de la mayoría de edad por parte de la industria inglesa, debido
a que en este año sufrió su primera depresión generalizada, y había observado
que a partir de ese momento empezó a sufrir una depresión cíclica cada
10 años en promedio. Para no ir tan lejos, durante el presente siglo y antes
de iniciarse la prosperidad de los años veinte los Estados Unidos habían
sufrido recesiones durante 1907, 1913 y 1921. Yaún en medio de la tendencia
sostenida del auge de los veinte, durante 1927 sufrió otra recesión. Sin
embargo, nunca ninguna recesión había sido tan profunda, ni tan generalizada,
ni tan larga. Después de 1 ó 2 años el período de auge se reiniciaba nuevamente,
dando lugar a la tendencia de crecimiento de largo plazo en medio de
relativamente leves oscilaciones como las anteriormente indicadas.
La gran depresión de los años treinta presentaba, pues, una gravedad peculiar.
No solamente durante un período sostenido de 4 años los niveles de actividad
económica se habían reducido en una magnitud nunca antes observada, sino
que precipitadamente se extendió internacionalmente: entre 1929 y 1933, la
producción industrial se redujo en más de 400/0 en Alemania y Canadá, en
más de 300(0 en Bélgica, Italia, Checoslovaquia y Polonia, en 280/0 en
Francia y en más de 160(0 en Hungría, Rumania, Holanda e Inglaterra.
Aún los países capitalistas que no habían alcanzado su "mayoría de edad", y
carecían por ello de las características para autogenerar su depresión, sufrieron
a través de los nexos del comercio exterior los impactos de la crisis, alimentando, de paso, en algunos de ellos, la necesidad de desarrollar su industria
autóctona. Así, por ejemplo, el valor de las exportaciones de Colombia
(prácticamente todas constituidas por productos primarios dirigidos a los
países en "mayoría de edad") se redujo a la mitad entre 1929 y 1933. Como
resultado de esto, y del consiguiente cierre total del crédito externo al
país, el nivel de las importaciones colombianas cayó en 1932 a apenas la
quinta parte del nivel que habían alcanzado en 1928. Para poder responder
a las circunstancias, el país, siguiendo el ejemplo de países más desarrollados,
instrumentó una política abiertamente proteccionista y de sustitución de
importaciones que estimuló su propio crecimiento industrial.
Pero esto no fue todo. En 1933, el nuevo y recién posesionado presidente
Franklin D. Roosevelt, hizo de la lucha contra el desempleo y la depresión
el objetivo central de su gobierno, poniendo en práctica algunas políticas
de intervención estatal antes desconocidas y totalmente desaprobadas, como
(
328
INTRODUCCION
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
un riguroso control estatal del sistema financiero, cuya estructura moderna
data de esa época, y la realización de algún gasto público con el objetivo
explícito de mejorar la situación de desempleo. En esto fue alentado por
un grupo de jóvenes precursores que anticipaban la nueva era de la necesidad
de la intervención estatal para regular los niveles globales de actividad
económica, entre los cuales sobresalía el joven economista al servicio de la
Casa Blanca Lauchlin Currie, quien en sus memorandos recomendaba con
osadía efectuar un mayor gasto público en obras civiles mediante déficits
fiscales. Sin embargo, los desequilibrio s fiscales eran considerados todavía
como el peor pecado económico, y por ello, en 1939, al comenzar la Segunda
Guerra Mundial, la tasa de desempleo en los Estados Unidos seguía siendo
superior a 170 lo, prolongándose así la "gran depresión" por todo un decenio
y viniendo a ser radicalmente cortada solamente por el indicio de la gran
guerra.
Fue así como "La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero", cuya
primera edición data de febrero de 1936, que iría a signar en adelante la
teoría y la política económica, revolucionando la concepción tradicional
sobre el papel del Estado en las economías capitalistas altamente desarrolladas,
fue escrita por el economista inglés John Maynard Keynes, publicada y
empezada a ser discutida durante la gran depresión". Pero, lejos de ser ello
.una coincidencia, su autor mismo la identifica como una respuesta a la gran
depresión, al menos en 3 direcciones fundamentales: i- Como respuesta teórica a
la explicación de un hecho que la teoría "Ortodoxa" (no marxista), dominante
en el tiempo, había sido incapaz de explicar con coherencia, siendo incapaz por
tanto de recomendar las políticas adecuadas. Así, Keynes empieza su prefacio
diciendo: "Este libro se dirige principalmente a mis colegas economistas. Espero
que sea inteligible para otros. Pero su propósito principal es tratar las difíciles
cuestiones de teoría, y solamente en segundo lugar la aplicación de esta
teoría a la práctica. Porque si la .econornia ortodoxa falla, el error no se
encuentra en su superestructura, que se ha levantado con gran cuidado para
su consistencia lógica, sino en una falta de claridad y de generalidad en las
premisas"; ii- Como alternativa a las respuestas de tipo fascista y militarista,
tipo Hitler, que "curaron" la depresión preparándose para desencadenar la
Segunda Guerra Mundial mediante exhorbitantes gastos militares del Estado,
lo cual ha llevado a Joan Robinson, la más connotada discípula de Keynes, a
decir que fue una desgracia que "La Teoría General" llegara demasiado tarde,
porque "antes de que Keynes terminara dé explicar porqué el desempleo
ocurre, Hitler ya había descubierto cómo curarlo"; y, iii- Como alternativa
al socialismo marxista, intentando encontrar para el Estado capitalista la
posibilidad de una respuesta consciente y efectiva para eludir o al menos
paliar los grandes problemas de la economía capitalista, en lugar de cerrar
. los ojos ante los mismos, con lo cual el sistema se hundiría rápidamente
sumido en sus propias contradicciones y de manera ineluctable, tal como
329
aparecía en el inexorable mundo de Carlos Marx. Así, al respecto, opina
Keynes: "Los sistemas estatales autoritarios de hoy en día parecen resolver
el problema del desempleo a expensas de la eficiencia y la libertad. Es cierto
que el mundo no tolerará por mucho tiempo el desempleo que, aparte de
breves intervalos de auge, está asociado -y, en mi opinión, inevitablemente
asociado- con el individualismo capitalista presente. Pero puede ser posible,
mediante un correcto análisis del problema, curar la enfermedad preservando
la eficiencia y la libertad". ("Teoría General" -T. G.- pág. 381). Es decir,
postula que el capitalismo, funcionando por sí mismo y en forma automática,
podría conducir efectivamente en poco tiempo a su propia destrucción, yal
socialismo. Y esta preocupación no constituía ninguna exageración en una
época en que se organizaban marchas del hambre a Washington, en que en
una sola huelga en la industria del acero hubo 10 trabajadores muertos, en
que el número de afiliados a los sindicatos aumentó de algo más de 3 millones
(120/0 de la fuerza laboral) en 1930 a más de 14 millones en 194&, y en que
las empresas tenían contratados 200.000 espías para ayudar a reprimir la militancia laboral impulsada por la desesperante situación general, (BusinessWeek,
Sept. 3/79, pág. 26), mientras que, entre 1929 y 1932;lapcoducción inqustrial
crecía en más del 800/0 en la Unión Soviética. pero,de otro lado,K.eyn~s
llega a la conclusión de que, mediante un correcto análisis, sería .posible
encontrar una alternativa para preservar el capitalismo, sin caer tampoco
el nazismo como ocurrió en Alemania durante los años treinta.
en
Naturalmente, como Keynes mismo ha advertido en su Prefacio de "La
Teoría General", esta conclusión de su obra fundamental se basa en su
análisis de "las difíciles cuestiones de teoría" que ha sido dirigido "principalmente a (sus) colegas economistas" y, por ello, ha llegado el momento
inaplazable de entrar a examinar los fundamentos de su teoría económica.
5.2
La tasa de desempleo y la tasa de salarios
En la época de la gran depresión la explicación de la economía ortodoxa, 1 al
aumento masivo y en apariencia permanente del desempleo, consistía en la
1
Keynes incluye entre los economistas clásicos, adei lás de "los fundadores de la teoría que culminó
en la economla de Ricardo" a "1. S. Mill, Marshall, Edgeworth y el profesor Pigou". Como se
ha visto anteriormente,
(sección 4.1),
Marshall y Edgeworth fueron fundadores de la escuela
hoy llamada neoclásica y Pígou era el principal representante en Inglaterra, en la época de Kevnes,
de esta misma escuela. En realidad, cuando Keynes critica a lo que él llama "escuela clásica" o
"clásicos", se refiere, en estricto sentido! solamente a la versión ricardiana de la Ley de Say (sección
2.2.9)
y a toda la superestructura
neoclásica que sobre ella se había desarrollado hasta su época,
es decir, adoptando como punto de partida la Ley de Sayo La confusión
a que puede conducir el
US~ del término
"economía clásica" en versiones tan diferentes como la de Marx y Keynes, y el
mismo hecho de que frente a la Ley de Say haya no solamente diferencias radicales sino posiciones'
teóricas irreconciliables entre Srníth y Ricardo
(sección 2. 2. 9), hace aconsejable dejar de lado
330
WTP.ODUCCION A LA ECONOMIA
proposición de que éste era, en cierta forma, "voluntario" por parte de los
trabajadores. Es decir, postulaba que estaba ocasionado por la negativa de los
trabajadores a aceptar salarios reales más bajos, quienes, de esa manera, a
través de las organizaciones sindicales, impedían que el exceso de oferta
de fuerza de trabajo sobre su demanda se tradujera en una reducción del
precio de la fuerza de trabajo: el salario real. Si el salario real no podía
reducirse, porque los sindicatos lo impedían, proseguía el argumento, ento~lCes
el mecanismo del mercado para reducir el exceso de oferta, que sena la
reducción del precio, estaba impedido para operar. De esta manera, se
concluía, la acción sindical impedía el libre funcionamiento del m~rcado,
entrabando su mecanismo para eliminar el exceso de oferta y terminando
por perpetuarlo, es decir por perpetuar el desempleo. La acción sindical,
como una distorsión del mecanismo del, mercado, sería así, pues, la causa del
masivo desempleo. Los trabajadores, con su acción concertada, habrían
creado su propio desempleo por lo cual éste, a nivel de conju.nt~, .sería
"voluntario", aunque ello no fuese evidente a nivel de cada índividuo.
Keynes empezó refutando esta teoría del desempleo con dos argumentos:
i- Aun aceptando, en gracia de discusión, que el nivel de los salarios determina
el nivel de empleo, se estaba confundiendo el salario nominal, SN, (una
cantidad dada de dinero) con el salario real, SR, (una magnitud de ingreso
real que puede cambiar como efecto de la depreciación del valor de cada
unidad monetaria, lo cual se manifiesta en la llamada "inflación de precios"
o "elevación en el nivel general de precios", aunque la cantidad de dinero
recibida permanezca fija, como se vio en las secciones 17.3,8.11 Y 9.5).
En otras palabras, el salario nominal (SN) puede permanecer fijo y, sin
embargo el salario real (SR) disminuir si cada unidad monetaria se desvaloriza
en términos reales (o, como algunos prefieren decir, si hay "inflación del
nivel de precios").! Pero, de otro lado, continúa Keynes, los sindicatos
l
Denominando 1 al deflactor implícito del producto nacional, (o, como algunos prefieren, llamando
1 al nivel de precios), o sea al factor que permite convertir todo ingreso monetario en su correspendiente
magnitud de ingreso real, mediante el proceso de deflactación (secciones 17.3 Y \I.), .•e
tendría:
SN
SR=-1Por tanto, SR puede reducirse con
Un
aumento de I aunque SN permanezca constante.
en este capítulo el término d-e "economía clásica", adoptando en su .l~~gar el de uecon~mía
ortodoxa",
también usado por Keynes, para referirse con mayor precision ~ .l~~ econ~~llstas
neocláslcos (cap. XlII) del tiempo de Keynes, contra quienes eO,ncretamente dll"lg~? su crrnca, y
o ue prácticamente concentraban
toda la influencia académica y publica de la profeswn; Se subraya
que del tiempo de Key nes, porque muchos teóricos neoclásícos
modernos ~o .vacl~na~ ¡!:n dar le
la razón a Key nes en los puntos específicos de su debate, y operan en la practica slmultane~ante
con la teoría keynesiana
para el análisis de las fluctuaciones
en los niveles de empleo y .~reclos, y
con el modelo neoclásico para los problemas de distribución y eficiencia e~ la asignación
de I~
recursos. lo cual ha conducido a la célebre dicotomía entre Macro-economia
Y Micro-eco norrna.
LA ECONOMIA KEYNESIANA
331
están en capacidad, cuando más, de fijar el SN pero nunca "el nivel general
de precios", el cual está determinado por complejas fuerzas de la economía
pero, en particular, por la oferta monetaria que sólo el gobierno puede
manipular conscientemente (secciones 1 8.8, 8.10 Y8.11). Por consiguiente,
sería correcto decir que los sindicatos impiden la flexibilidad de los salarios
nominales a la baja, pero es incorrecto concluir de esto que pueden impedir
la flexibilidad de los salarios reales a la baja. Como lo que importa económicamente es el ingreso real y no el nominal (sección 1 7.3), 1 enton ces la
inflexibilidad de los salarios nominales a la baja, como resultado de la acción
sindical, habiendo flexibilidad de los salarios reales a la baja, nada tiene que
ver con la situación del mercado de trabajo ni con el desempleo en particular.
(Keynes agrega, además, la observación empírica de que durante la depresión
los obreros estuvieron dispuestos a recibir menores salarios tanto nominales
como reales sin que ello hubiese aliviado la situación de desempleo).
Y, ii- El postulado de la economía ortodoxa de que existe una relación
inversa entre la tasa de salarios y el nivel de empleo está directamente asociada
a su proposición de que, en equilibrio, la firma paga al "factor trabajo"
(T) en proporción a su productividad física marginal (PMAT), (secciones
4.4.4 Y4.5.4),
Y al supuesto de que esta última decrece a medida que
aumenta su volumen de empleo, dada cierta "cantidad" de capital (sección
4.4.2).
En otros términos, postula quePMAT = s (donde s es la remuneración
por unidad de trabajo, es decir, la tasa de salario real por trabajador) y
suponé que
PMAT t si T,¡.
o
PMAT'¡'
si T t
Luego, haciendo PMA
T
=
s, deduce:
st si T,¡.
s i si T t
A su vez, de esta deducción concluye que el volumen de trabajo empleado
sólo puede aumentar (T t) si y solamente si la tasa de salario se reduce (s '¡').
(De aquí deriva su argumentación del punto anterior sobre el desempleo
"voluntario" ).
! O, en otras palabras, lo que afecta el nivel de las ganancias
real, no el nominal (sección 17.3.4) _
reales y a los empresarios
es el salario
i.i!
INTRúDUCCION
332
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
Keynes acepta en primera instancia que s y T están relacion~d.asinversamente,
pero plantea que esto es todo lo que puede decir en sana lógica el ar~mento
ortodoxo. Es decir, aunque efectivamente se pudieran observar los movimientos
Tts~yT~st
ello nada permite afirmar sobre cuál es la causa y cuál es el efecto. Podría
ser que los movimientos de s fueran un mero efecto (y ,no la causa) de ~?S
movimientos de T, caso en el cual los movimientos prevlSt~s por la func,ton
de producción neoclásica (T t s ~ y T ~ s t) nada explicanan so~re el nivel
de empleo, I quedando por construir la teoría sobre los determmantes de
éste. Y, en efecto, Keynes concluye que el volu~en de empleo ~T) ~s la
causa o variable independiente mientras que s sena la resultante o: va~table
dependiente. Esto es, que T determina PMA T Y la PMAT determina s.
Pero, evidentemente, la pregunta de qué determina el volumen de empleo
T quedaba así sin respuesta. La teoría del empleo quedaba entonces por
suministrarse.
Lb anterior implica, en primer lugar, que la,teoría ortodoxa del desemp~~o
q\Íedaría sin bases (í y ii); en segundo lugar, que el ~esempleo d~ la depresíon
nosería de carácter "voluntario", porque no dependía de los salarios nominales
ni, por tanto, de la voluntad colectiva de los trabajadores, siendo, por
co"nsiguiente de carácter "involuntario". La discusión de Keynes con la
teoría ortodoxa se puede resumir entonces en la noción de desempleo
"involuntario" como una categoría nueva dentro de las teorías no marxistas.
Y, en tercer lugar, que quedaba por suministrar una teoría sobre los factores
determinantes del desempleo "involuntario". Obviamente, a esta tarea se
dedicó Keynes en forma inmediata.
5.3
La Ley de Say y la teoría general de Keynes
5.3.1 La teoría ortodoxa y la Ley de Say
E~iden temente la teoría del desempleo "voluntario" implica que si los
salarios fuesen suficientemente bajos la economía podría generar una demanda
de empleo lo suficientemente alta para que nadie estuviera desempleado
(a menos que así lo deseara), ya que esto no es SInOotra fo~m~ de decir que
la baja del precio de la fuerza de trabajo es suficiente para ehmmar su exceso
de oferta, en lo cual se funda tal teoría. Pero, también es evidente que esta.
proposición está suponiendo implícitamente que siempre es posible para el
conjunto de las empresas vender rentablemente toda la producción que
obtienen de emplear toda la fuerza de trabajo disponible, pues es obvio
que si no se hiciera este supuesto debería concluirse que las empresas no
contratarían mano de obra por bajos que fuesen los salarios (porque la
producción así obtenida arrojaría pérdidas en vez de las esperadas ganancias,
que constituyen el móvil de la empresa capitalista). En otras palabras, una
condición necesaria (aunque no suficiente) de la teoría del desempleo
"voluntario" es que la Ley de Say siempre se cumpla.' Esto es, parte del
supuesto de que todo lo que producen las empresas puede venderse siempre
a unos precios rentables para las empresas, o sea de que toda oferta tiene su
propia demanda asegurada tal como intentó demostrar Ricardo (sección
2. 2. 9),
aunque tal proposición ya había sido puesta en tela de juicio por
Smith (sección 2. 1. 3), enfáticamente rechazada por Malthus y por Marx
(sección
2.2,9)
y prácticamente refutada por este último (secciones
3.10, 1 Y 3. 10.2).
La explicación de Keynes, de porqué la teoría del desempleo "voluntario"
es falsa y porqué en cambio el desempleo es de carácter "involuntario", .
descansa entonces en su proposición de que la Ley de Say no se cumple bajo
las condiciones del capitalismo moderno y desarrollado. De esto concluye
que las enseñanzas de la teoría ortodoxa son "erróneas y desastrosas si
tratamos de aplicarlas a los hechos de la experiencia", lo cual, (por la época
de la gran depresión), "casi destruyó la influencia práctica de la teoría
económica", La lucha de Keynes se enfila, pues, contra el intento de aplicar
al capitalismo desarrollado moderno la noción ricardiana de la Ley de Say
y todas las implicaciones prácticas que puedan derivarse de ella.
5.3.2 La Ley de Say y el principio de la demanda efectiva
La Ley de Say, o el postulado de que toda la oferta agregada o global de la
economía en su conjunto es exactamente compensada por una demanda
global idéntica (que permite a las unidades productivas vender toda su
producción obteniendo la ganancia normal), también puede expresarse
entonces, como, una identidad entre la oferta global (o agregada) y la demanda
global (o agregada). Esto llevó a Keynes a decir que el supuesto falso fundamental de la teoría ortodoxa y la de Ricardo era la suposición de que "la
función de oferta agregada" era idéntica a "la función de demanda agregada".
1
I
ror supuesto,
modernamente
puede con ducir a
r i si e r t st
se podría agregar que la "reversión
de técnicas"
(Ap<óndice A· XIll)
333
Necesaria y "no suficiente': porque, estrictamente,
Ricardo, por ejemplo, parte de la Ley de Say
y, sin embargo, n,o sostiene una teoría del desempleo "voluntario".
Se requiere, además de partir
de la Ley de Say, suponer o demostrar que existe una relación inversa entre el empleo de un
factor y su remuneración,
tal como lo supone la función de producción
neoclásíca en que se
apoya la teoría del desempleo "voluntario".
334
INTRODUCCION
LA ECONOMIA
A LA ECONOMIA
Para mayor ilustración, esta identidad de las dos funciones se muestra en el
gráfico 5. 3. 1.
"
11
t
.
.~
En este gráfico, el eje horizontal mide las cantidades o volumen de empleo,
N, en términos de horas- hombre al mes, por ejemplo. Al aumentar el volumen
de empleo N (más trabajo), el valor de la producción real de la economía
en su conjunto, que es la oferta agregada, O, también se incrementa. Por esta
razón puede decirse que O es una función creciente de N, esto es, que tiene
pendiente positiva o que su representación gráfica asciende de izquierda
a derecha como lo muestra el gráfico 14. 4. 1. Así, al nivel de empleo No
corresponde la oferta agregada 00, pero sielnivel de empleo aumenta a
NI, la oferta agregada también aumenta a 01, correspondiendo a cada nivel
de N un determinado nivel de O. Pero la Ley de Say plantea, como arites se
ha definido, que toda oferta agregada es idéntica a una demanda agregada
que le permite a las unidades productivas vender completamente su producción
a precios rentables. Por consiguiente, la oferta agregada 00 sería idéntica a
una demanda agregada equivalente (Do), la oferta agregada O 1 sería idéntica
a otra demanda agregada equivalen te (D 1), y así sucesivamente para toda
oferta agregada posible, es decir, a todo punto de la función de oferta
agregada correspondería una demanda agregada idéntica. Por esta razón, la
función de demanda agregada (el nivel de demanda agregada que corresponde
a cada nivel de N), estaría exactamente superpuesta sobre la función de
oferta agregada o, en otras palabras, se confundiría totalmente con ella,
convirtiéndose las dos funciones en una sola y la misma función.
335
KEYNESIANA
De acuerdo a lo anterior, prosigue Keynes, la demanda no establecería
ningún límite al nivel de empleo N. Por tanto, éste aumentaría hasta su
máximo límite, es decir, hasta agotarse la disponibilidad de fuerza de trabajo
ofrecida en el mercado. La Ley de Say implicaría así que la economía
siempre tiende hacia el nivel de pleno empleo. 1
No obstante, si en realidad la Ley de Say no se cumple, concluye Keynes,
entonces, de un lado, las funciones de oferta y demanda agregada no son
idénticas y, de otro lado, deja de ser cierto que la economía tienda automáticamente hacia el nivel de pleno empleo, porque la demanda agregada se.
convierte en un obstáculo para ello, tal como
ilustra en el gráfico 5.3.2.
se
GRÁFICO 5.3.2
FUNCIONES
DI¡ OFERTA
AGREGADA
("TEORIA
Y DEMANDA
AGREGADA
DIFERENTES
GENERAL")
O,D
GRÁFICO 5.3.1
lDENTlDAD
DE LAS "FUNCIONES"
y DEMANDA
DE OFERTA
AGREGADA
AGREGADA
(LEY DE SAY)
O,
o
IC
I
--~------~----~----~N
DI =01
D o =0 o
1
_
En estricto sentido, Keynes está suponiendo que el monto de capital existente tampoco impone
límite alguno al aumento del empleo y la producción hasta alcanzar el nivel de pleno empleo. Este
supuesto es más que justificado en Keynes en cuanto se dirige su teoría a los países desarrollados
con suficiente y aun con exceso de capital. Pero sería totalmente injustificable olvidarse de que, en
un estado dado de la técnica y la estructura de la demanda, para los países "atrasados", "subdesarrollados",
o como quiera llamárseles, la falta de capital suficiente podría ser un obstáculo
al aumento del empleo hasta el nivel pleno como la literatura sobre el subdesarrollo lo ha subrayado
durante tanto tiempo. En este caso, la trasposición
mecánica de las conclusiones Keynesianas
a los problemas generales de tales países sólo indica una incomprensión de la una y los otros.
,
,,,
336
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
Este gráfico ilustra el argumento básico de "La Teoría General" de Keynes,
es decir, que la Ley de Say no se cumple, o sea que las funciones de oferta
y demanda agregadas son diferentes. Al aumentar el nivel de empleo, N,
argumenta Keynes, la oferta agregada aumenta, (por lo cual la curva O A
cerce de izquierda a derecha), y la demandó. agregada también aumenta
(curva DA), pero aumenta menos de lo que aumenta la oferta agregada
(por lo cual, aunque también tiene pendiente positiva, ésta es menor tal como
muestra la curva DA). De esta manera, al aumentar el nivel de empleo de
un nivel como NE a uno como NI, se abre una brecha (AB) entre la oferta
agregada (OA) y la demanda agregada (DA), que seguiría haciéndose mayor
si el nivel de empleo continuara aumentando.
Pero este aumento indefinido de la brecha no ocurre porque al aparecer
el exceso de OA sobre DA, es decir, tan pronto aparece una demanda insuficiente, ello se traduce en que o bien las unidades productivas no pueden
colocar toda su producción en el mercado a los precios vigentes (acumulando
excesos invendidos), o bien deben vender esa producción a precios menores,
ins~icientes para permitir obtener la ganancia normal. En cualquiera de estas
situiciones las unidades productivas (que no concurren al.rmercado para
obt~ner pérdidas ni tampoco producen para acumular indefinidamente
inv~Í1tarios indeseables o producción excesiva) ajustan su oferta a la demanda
eXis"tentereduciendo su producción. Pero la producción se reduce reduciendo
el rt1vel de empleo. Por consiguiente, ante cualquier aumento de N más
allá de NI-: inmediatamente se pone en acción un mecanismo que reduce
N. Si esta reducción fuese exagerada, hasta cualquier punto a la izquierda
de N l': , como N2, entonces, ocurriría lo contrario: la DA se haría mayor que
la DA, como la djstancia CD al nivel N2, lo cual implicaría que las unidades
productivas enfr$Íltarían una demanda por encima de sus niveles de producción
corriente, viendo reducidos sus inventarios por debajo de sus ni veles normales
o viendo aumentados sus precios y con ello sus ganancias por encima del
nivel normal. En cualquier caso, esto constituiría un estímu lo y una señal
para aumentar la producción y por tanto el nivel de empleo.
En síntesis, a niveles de empleo mayores que N« (como NI) se pone en
acción un mecanismo para reducir el nivel de empleo, y a niveles menores
qué NI-: (como N2) se pone en acción un mecanismo para aumentar el
nivel de empleo. Este tiende automáticamente, entonces, hacia NE y. no es
necesario volver a enfatizarlo, ello significa que NE es el nivel de empleo
de equilibrio.
Como lo muestra la gráfica, el nivel de empleo NE es el único al cual la
oferta y la demanda agregada son exactamente iguales (al cual las curvas
O A· y DA se intersectan), es decir, al cual la demanda agregada de la economía
LA ECONOMIA KEYNESIANA
337
es exactamente suficiente para absorber la producción corriente de las
unidades productivas (la oferta agregada) arrojando la ganancia normal.
El punto de intersección, E, correspondiente al nivel de empleo NE, es
pues el único punto común a la función de oferta agregada (OA) Y la función
de demanda agregada (DA), a diferencia del caso de la Ley de Say cuando
todos los puntos son comunes. Este punto E de la función de demanda
agregada, que es el único que tiene en común con la función de la oferta
agregada, para el cual DA 1 = OA 1 Y N = N E, es llamado por Keynes la
"demanda efectiva" _De esta manera, Keynes puede concluir que:
Primero, la "demanda efectiva" es aquel nivel de la demanda agregada
capaz de absorber exactamente la oferta agregada o el nivel corriente de la
producción arrojando la ganancia normal o "esperada" por las unidades
productivas (OA = DA), es decir, sin excesos de oferta fco~o AB) ni excesos
de demanda (corría CD); y,
.
Segundo, el nivel de empleo está determinado por la demanda efectiva
(E), ya que siempre tiende automáticamente hacia el nivel en que la oferta
agregada es igual a la demanda agregada (NE). Este es el famoso "Principio
de la Demanda .Efectiva" al cual Keynes dedica el capítulo 3 de su Teoría
General.
Ahora bien, no existe ninguna razón para esperar que NE sea el nivel de
pleno empleo pues, en este caso, al contrario del caso de la Ley de Say, el
límite al nivel de empleo no está dado por la disponibilidad de fuerza de
trabajo sino por el nivel de la demanda efectiva que está determinada por
fuerzas independientes de tal disponibilidad. De esta manera, el nivel de
pleno empleo podría ser más bien NI Ó aun estar más a la derecha que
NI, mientras que el nivel de empleo de equilibrio determinado por la demanda
efectiva es solamente NE. La coincidencia de NE con el nivel de pleno
empleo sería, pues, un solo caso especialísimo entre los muchos posibles
(ya que el nivel de pleno empleo podría ser también cualquiera de los muchos
puntos a la derecha de N E). Así, Keynes concluye que, como la teoría
ortodoxa sólo contempla esa casualidad especíalísi ma mientras que su
propia teoría contempla todos :os casos posibles, aquélla constituye apenas
un caso particular de ésta. Es decir, que su teoría es general, estando en
capacidad de contemplar todas las posibilidades, entre ellas el caso particular
de la teoría ortodoxa. Por eso intituló su obra fundamental "Teoría General
del Empleo ... ".
Por consiguiente, las fuerzas automáticas de la economía, sin ninguna intervención consciente del Estado, carecen de un mecanismo que garantice la
coincidencia de NE con el nivel de pleno empleo y más bien generalmente
338
lNTRODUCCION
A LA ECONOMIA
la conducen hacia un nivel de empleo de equilibrio por debajo del nivel
de pleno empleo, es decir, hacia una situación de desempleo involuntario
(debido a la insuficiencia de la demanda efectiva) que puede ser prolongada
o permanente, como en el caso de la gran depresión.
Puede afirmarse, sin exageración alguna, que esta es la conclusión teórica
fundamental de Keynes. Pero, lógicamente, para sustentada es necesario
explicar y demostrar porqué la demanda agregada tiende a crecer menos
que la oferta agregada a medida que aumenta el nivel de empleo (esto es,
porqué la curva DA tiene menor pendiente que la curva OA), Y porqué
la demanda efectiva tiende a establecerse en un nivel que es insuficiente
para generar pleno empleo (NE < nivel de pleno empleo). Obviamente, es
a esta demostración que Keynes dedica la mayor parte de su libro, por lo
cual se intentar~ presentar a continuación un esquema muy simplificado
de la misma.
5.4
La oferta agregada y sus componentes
'1
••
LA ECONOMIA KEYNESIANA
339
Puesto que se ha demostrado previamente que el valor agregado es el valor total
efectivamente producido por el conjunto de todas las unidades productivas
de la sociedad durante el período de tiempo tomando en consideración
(secciones 17. 2. 1, 7. 2. 2 Y7. 2. 3), entonces también puede concluirse qu~
Oferta Agregada (OA)
=
VAR.
Y, teniendo en cuenta la eco 14. 4. 1, también se tiene que:
OA= VAR=N
Entonces, volviendo a la eco 14. 4. 1:
OA =N=PN
OA
= N = Y,
OA
=
Y,
y
es decir,
(Ec. 14. 4. 2),
5.4.1 El valor real de la oferta agregada
Para medir el valor agregado real, esto es, el valor real del producto y del
ingreso nacionales (secciones 17.2 Y 7.3),
Keynes rechaza el uso de los
índices de precios para convertir los valores monetarios en valores reales, por
considerarlo un concepto parcialmente vago y parcialmente no cuantitativo
(véase parte final de sección 1 7.3.3). Y, sobre esta base, acude a las unidades
de empleo (horas-hombre de trabajo, días-hombre de trabajo, etc.), o
unidades de salario como también las llama, con lo cual el valor agregado
real, es decir, el producto nacional y el ingreso nacional quedan expresados
como la cantidad de horas-hombre (o días-hombre, etc.) trabajados durante
el año (véase sección 17.3.4). Puesto que esta cantidad de horas-hombre
empleadas al año es el mismo volumen de empleo, entonces, puede concluirse
que Keynes mide el valor agregado real, el producto nacional y el ingreso
nacional, 1 a través del volumen de empleo. Es decir, puede decirse que
VAR=PN=
Y=N,
(Ec.5.4.1),
(donde VAR = valor agregado real de la economía en su conjunto, PN =
producto nacional real, Y = ingreso nacional real y N = volumen de empleo).
I
So bre la identidad entre valor agregado real, producto nacional e ingreso nacional, •. éase sección
7.2.4.
Sobra recalcar, lógicamente, que por el momento, por mera simplificación expositfva, se
está h.u rendo abstracción
de las corrientes de ingresos con el resto del mundo (sección 7. 2. 6).
lo cual significa que el valor de la oferta agregada es idéntico al ingreso
nacional real,. es dec,ir, es idéntico a la suma de la remuneración al trabajo,
sueldos, salarios, mas la remuneración a la propiedad de los medios de
producción, ganancias, dividendos, intereses y rentas. (Esto no es extraño
pues, de hecho, ya se sabe que estos ingresos no son sino la parte del valor
delproducto +u oferta agregada- que corresponde a cada clase de perceptores
de ingreso y por eso la suma total de los ingresos debe ser idéntica a la oferta
agregada total).
Por supuesto, lo anterior significa que los gráficos
5.3.1 Y 5.3.2 quedarían
.sin modificación alguna al reemplazar N por Y en el eje horizontal, o al
ner en cuenta en los mismos que N = Y. Por consiguiente, las conclusiones
allí obtenidas pueden volver a enunciarse diciendo que laDA tiene
tendencia a crecer menos de lo que crece la O A a medida que Y aumenta
y que .el nivel de ~quilibrio del ingreso nacional (YE) puede ser y tiend~
a un nivel que es inferior al deLp]el19 erngleQJlh_
N .de pleno emplea),
<
5.4.2 Los componentes de la oferta agregada, consumo y ahorro
Una parte del ingreso nacional, Y, esto es, una parte de los sueldos salarios
gananc~s, dividendos, i~t~reses y rentas, es gastado por los individuos qu~
los perciben en la adquisición de bienes y servicios que satisfacen directamente
s~ .consum~ personal o familiar (alimentación, vestuario, servicios médicos,
vivienda, diversiones, etc.). Esta parte recibe el nombre simplificado de
Consumo, C.
(
I
!
340
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA KEYNESIANA
El residuo y-e, esdecir, la parte del ingreso nacional que queda como
residuo después de descontado el consumo, y que siempre tiene un valor
positivo en las sociedades modernas, recibe el nombre de Ahorro, A. Se
tiene, por lo tanto, que:
Y-
e = A,
Y=
e + A, (Ec. 5. 4.3).
0,
lOA
mente las empresas o unidades productivas, (por productos de la economía
tales como instalaciones, maquinaria, instrumentos, materias primas, equipo
de transporte, etc.), para ampliar su capacidad productiva, la cual recibe
el nombre de Inversión Planeada, Ip. O sea, la demanda agregada como suma
de sus componentes puede expresarse como
lo que es lo mismo:
Pero, puesto que la eco 5.4.2
entonces que:
DA =
e + Ip,
(Ec. 5. 5. 1).
5.5.2 El comportamiento del consumo o la función consumo
establece que Y = OA, también se tendría
Keynes observó que "los hombres están dispuestos, 'como una regla del
promedio, a incrementar su consumo cuando su ingreso aumenta, pero no
en la misma cantidad del aumento en el ingreso". Debido a la generalidad
de este comportamiento, más tarde confirmado por diversas investigaciones
estadísticas, Keynes creía que estaba determinado por una "Ley psicológica
fundamental", en cuya exposición gastó tres capítulos de "La Teoría General"
bajo la referencia de "La Propensión a Consumir".
= e + A!:(EC. 5. 4. 4.).
Si el ahorro (A) es la parte del ingreso nacional que no se gasta en consumo
personal o familiar, es entonces, necesariamente por residuo, la. parte del
ing¡;,esonacional que los individuos ponen a disposición de las empresas
o ~hidades productivas para que éstas adquieran más y mejores medios
de ;Ííroducción, es decir, puedan ampliar sus capacidades productivas (más
y t\éjor.es instalaciones, máquinas, materias primas, ~tc.).
Naturalmente, si el incremento en el consumo (!:::. e) es menor que el
incremento en el ingreso ( !:::. Y) ello significa que el ahorro va aumentando
( !:::. A > O) a medida que aumenta el ingreso, ya que A = Y-e y, por con/ siguiente, el mayor residuo que va quedando entre Y y e, (y-e), no es otra
co.sa que un mayor ahorro. Otra implicación de !:::. < !:::. Y, o lo que es lo
mismo, de !:::. e/!:::. Y < 1, es que la proporción del consumo sobre el ingreso
(eI.Y) se va reduciendo a medida que aumenta el ingreso.' Buscando mayor
claridad, estas relaciones se ilustran en el gráfico.S. 5. 1.
.';?"
(Debe tenerse en cuenta que esta definición del ahorro en estricto sentido
económico es diferente de lo que aparente y vulgarmente se entiende por
ahorro, a saber. los saldos de las cuentas de ahorro de los individuos en las
instituciones financieras. Porque, de un lado, el público puede poner su ahorro
a disposición de las empresas a través de otros medios como comprándoles
bonos o acciones, que no figuran en las cuentas bancarias de "ahorros".
Y, (le otro lado, las instituciones financieras que manejan las cuentas de
'(ah¡;lITos" pueden utilizar los depósitos de unos clientes para prestarle a
otros que gastan tales préstamos en consumo personal o familiar: compras
de electrodomésticos, autos, muebles, etc. Por tanto, lo que aparece así como
"ahorros" es simplemente una forma de consumo a través de la mediación
delsistema financiero).
341
e
.",
1
Por ejemplo:
y
-C
100
100
ISO
200
!:::.Y
!:::.c
6c/!:::.y
120
SO
20
l/S
140
SO
20
eI
y
1
= 0.4
0.8
.4
0.7
2/5 =
<
Se observa, pues, cómo al aumentar Y también aumenta e, pero !:::.C 6 Y, o lo que es lo mismo:
1 >!:::.C / !:::.Y =.0.4, que es el punto de partida de Key nes sobre la propensión a consumir. Como
5.5
La demanda agregada y sus componentes
5.5.1 Adición del consumo y la inversión planeada
resultado,
la proporción
a medida que aumenta
Y.
Además, dado que
Y=C
Laderrianda agregada total de la economía está constituida por la demanda
qué" hacen los individuos para satisfacer su consumo directo personal y
familiar, es decir, por el consumo, e, más la demanda que hacen voluntaria-
C / Y se va reduciendo
+ A=>Y
I Y=C/Y
+ Al
se tiene que si CI Y disminuye entonces
proporción que se ahorra de éste.
Y => J =C/
y
+ A/Y,
Al Y aumenta.
Decir que A I Y aumenta equivale entonces
Es decir, al aumentar
el ingreso aumenta
a lo mismo que decir que C I Y disminuye.
la
342
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONuMIA KEYNESIANA
GRÁFICO 5.5.1
LA FUNCION CONSUMO
e
~"
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,
Q
U
A
.~
. ,+-;
I
ea
t
/:
,
( L.'_--I.I
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Y~
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,
e
R
1
I
1
I
I
,
1
-I- __
Y¡
I
--I._---+
Y
Y2
El eje horizontal del gráfico mide los niveles de ingreso y el vertical los
niveles de consumo. Si el ingreso fuese gastado siempre por la comunidad
totalmente en consumo, (si el ahorro fuese siempre cero), entonces 6. Y sería
siempre idéntica a 6. e, es decir, 6. e/ 6. Y = 1 siempre. Este hipotético caso
es ilustrado por la línea punteada, para la cual e = y en todos sus puntos.
(Para todo punto de esta línea el valor de -sobre el eje vertical- es idéntico,
pues, al valor de Y +sobre el eje horizontal- y su pendiente es la unidad:
6.C / 6. Y= 1).
e
Pero, en realidad, como observó Keynes, el ahorro no solamente es positivo
sino que aumenta a medida que aumenta Y. 0, en otras palabras, cuando
y aumenta, e también aumenta pero en una cantidad menor ( 6. e < 6. Y),
como consecuencia de lo cual e/y va reduciéndose con los aumentos de Y.
A este caso real correspondela función consumo de la línea continua, menos
inclinada que la línea punteada puesto que su pendiente es, por definición,
inferior a la unidad ( 6. e/ 6. Y < 1 o 6. e < 6. Y). De esta manera, puede
concluirse que la característica fundamental de la función consumo que
refleja la realidad observada por Keynes es que su pendiente es inferior a
la unidad;' o sea que tiene una menor pendiente o inclinación que una
línea cuyos puntos representan todos un valor igual para la variable del
eje vertical y para la variable del eje horizontal (como la línea punteada
cuya pendiente es igual a la unidad).
1
A la derecha del punto Q, donde se intersectan la línea punteada y la continua,
a cada nivel de ingreso, como Y2, corresponde un nivel de consumo real
(medido por la línea continua o función consumo verdadera) menor que el
nivel de ingreso medido por la línea punteada, es decir, menor que el consumo
hipotético que existiría si todo en ingreso se gastara en consumo. Esto se
expresa en que la altura OR es menor que la altura OS, donde la diferencia
RS es el ahorro (diferencia entre el consumo verdadero, OR, y el ingreso
total o consumo hipotético si todo el Y se gastara en consumo, OS). Por
tanto, a la derecha de Q, punto en que se intersectan las dos líneas, el nivel
de ahorro es positivo y va aumentando a medida que aumenta el ingreso, lo
cual se refleja en la creciente brecha entre las dos líneas.
i
I
1
1I
,
,
,
o
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0!
,
/'
I
ct,,"
343
Nota para el lector avanzado: es evidente que el texto busca simplificar al máximo la exposición
y por ello no examina el caso en que la pendiente de la función consumo es decreciente, que es el
caso estrictamente relevante pero que nada agrega a las conclusiones requeridas por el momento.
A la izquierda de Q, es decir, a niveles de ingreso menores que Y¡ ,como Y3,
ocurriría lo contrario: el consumo verdadero medido por la línea continua,
cuyo nivel sería la altura OU, es mayor que el ingreso, (o sea que el nivel de
consumo hipotético si todo el ingreso se gastara en consumo), medido por la
altura OT sobre la línea punteada. Un consumo mayor que el ingreso sería
posible, en el caso extremo, porque la sociedad gastaría sus ahorros de
períodos pasados. Esto se refleja en el hecho de que para el nivel de ingreso
Y3 el ahorro es negativo: y. e = OT· OU < cero. En el límite, si para el
período considerado el ingreso fuese cero, entonces el consumo verdadero
sería o. Este nivel de consumo verdadero, cuando Y = O, recibe el nombre
de "consumo autónomo" y está medido por la intersección de la función
consumo verdadera (línea continua) con el eje vertical.
e
Fue esta naturaleza de la función cnsumo verdadera, es decir, que 6 e /
6. Y < 1, lo que permitió a Keynes empezar a explicar porqué la función de
demanda agregada (DA) tiene una inclinación menor que la función de la
oferta agregada (OA), tal como se postuló en el gráfico 14. 3.2. Como esta
explicación es la que se está buscando, es entonces necesario mostrar la
relación existente entre la función consumo y la función de la demanda
agregada.
5.5.3 La función de demanda agregada
Se ha visto en la sección 5.5. 1 que la demanda agregada es igual a la suma
del consumo más la inversión planeada, DA =
+ Ip, (ec. 14. 5. 1). Por
consiguiente, para obtener la función de la demanda agregada, esto es, DA
para cada nivel de Y, a medida que Y crece, basta con sumarle a la función
consumo el valor de Ip. Suponiendo, en primera instancia, que Ip es un
valor constante, por ejemplo, Ip = Z, donde Z es una constante,' entonces
basta con sumarle al nivel de consumo correspondiente a cada nivel de
e
I
Estrictamente,
un parámetro.
UNiVER.SIDAD DE ANTlOQUIA
BIBLIOTECA
CENTRAL
I
(
344
INTRODUCCION
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
ingreso (es decir, a la función consumo verdadera del gráfico 5.5.1)
el
valor Z para obtener la función de la demanda agregada. Esto se muestra
a continuación.
345
GRÁFICO 5.6.1
LA FUNCION DE LA OFERTA
AGREGADA
GRÁFICO 5.5.2
LA FUNCION
DE LA DEMANDA
AGREGADA,
CON Ip = Z
C. Ip
O~------------------~Y
Porco~~iguiente, la igualdad Y = OA debe cumplirse para todo punto de
la función de of~rta agregada, lo cual significa, poniendo OA en un eje
y Y en el otro eje, ~ue 6. Y = 6. (OA) siempre, o lo que es lo mismo, que
6. (OA) / 6. Y = 1 Siempre, es decir, que la pendiente de la función de la
oferta, agregada es siempre igual a la unidad, propiedad que corresponde
a la línea punteada del gráfico 5.6.1,
línea que divide el plano OA-Y
exactamente en dos mitades iguales.
.
e
La función DA = + Ip muestra, pues, la demanda agregada correspondiente
a 'cada nivel de ingreso, obtenida de sumarle a la función consumo, en cada
uno de sus puntos, el valor de la inversión planeada, considerada inicialmente
como una constante igual a Z. Lo anterior, (Z = constante), implica que la
función DA es precisamente paralela a la función consumo. Por consiguiente,
sus pendientes son idénticas en el caso ilustrado, lo cual significa que, con
Ipconstante, la pendiente de la función de la demanda agregada es inferior
ala unidad. (sección 14.5.2).
5.6.2 Interacción de las funciones de oferta y demanda agregadas
GRÁFICO 5.6.2
EXCESOS DE AHORRO
E INVERSION
PLANEADA
OA=C+A
C, A, Ip
R/
,f
,,
,,
El ahorro, la inversión y elnivel de empleo de equilibrio
E/
5.~.1 La pendiente de la función de la oferta agregada
,
,/
'
,'Q
, ,
T~
I
,
Se. vio en la sección 14. 4. cómo la oferta agregada es siempre idéntica al
ingreso nacional y, por tanto, a la suma del consumo más el ahorro, es decir:
OA= Y,
OA
= e + A,
(Ee. 5. 4. 2)
Ca + z(
,,'
I
(Ec. 5. 4. 4)
o
I
,//r~'
I
I
YI
INTRODUCCION
346
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA KEYNESIANA
e,
Si en el eje vertical de un plano cartesiano se miden el consumo,
el ahorro,
A, y la inversión planeada, Ip, entonces las funciones de oferta y demanda
agregadas pueden ponerse juntas en este mismo plano ya que el eje horizontal,
y, también es común a ambas funciones. Esto es lo que muestra el gráfico
15.6.2.
Si DA
Ello implica que solamente existe un punto en que la DA es idéntica a la
OA, es decir un punto común a las dos funciones, que es obviamente el
punto E donde ellas se intersectan. (Nótese que si todo el Y se gastara
siempre en e, entonces 6. Y = 6. e o 6. e/ 6. Y = 1, y la pendiente de la
función de DA sería entonces la unidad, con lo cual las funciones de OA
y DA coincidirían en todos sus puntos, serían idénticas, como postula la
Ley de Say).
Por consiguiente, solamente en el punto E se tiene que
OA = DA, entonces:
e + A = e + Ip, o A = Ip
Es decir, solamente en el punto E (al nivel de ingreso YE) se obtiene la
igualdad precisa entre el ahorro y la inversión planeada, o
A
=
Ip, solamente en E, (Ec, 5. 6. 1).
A la derecha de E, es decir, para niveles de ingreso mayores que YE, como
Y¡ , la OA se hace cada vez mayor que la DA, dejando una brecha creciente,
que es un exceso creciente de ahorro sobre la inversión planeada, ya que:
Si OA > DA, entonces
e + A > e + Ip, de donde: A > Ip
Por tanto, todo exceso de oferta agregada sobre demanda agregada consiste
en un exceso de ahorro sobre el nivel de la inversión planeada. (Por ejemplo,
al nivel Y¡ , el exceso de ahorro sobre Ip es OA -DA = A -Ip = RQ).
A la izquierda de E, es decir, para niveles de ingreso menores que YE, como
Y2, la demanda agregada es mayor que la oferta agregada, lo cual se traduce
en un exceso de inversión planeada sobre ahorro, ya que:
de donde: Ip
>A
oA
< lp,
Por tanto, todo exceso de demanda agregada sobre oferta agregada consiste
en un exceso de inversión planeada sobre el nivel de ahorro en ese momento,
a ese nivel de ingreso. (Por ejemplo, al nivel Y2, el exceso de Ip sobre A es
DA-OA
Puesto que se ha demostrado anteriormente que la pendiente de la función
de la oferta agregada, [6. (OA) / 6. Y o 6. (e + A) / 6. Y l, es igual a la
unidad, mientras que la pendiente de la función de la demanda. agregada,
[ 6. (DA) /6. Yo 6. (e + Ip) /6. Y l, es inferior a la unidad (sección 5.5.3),
en primer lugar, las dos funciones tienen que ser diferentes y, en segundo
lugar, la función de la demanda agregada tiene que ser menos inclinada
que la función de la oferta agregada, tal como muestra el gráfico 14. 6. 2.
> OA, entonces e + Ip > e + A,
347
= Ip-A =
ST).
Recordando las definiciones de ahorro e inversión planeada, es fácil descubrir
el significado de un exceso de A sobre Ip. (A > Ip}. En efecto, puesto que
el ahorro es la parte del ingreso nacional (o del producto nacional, o del
valor agregado) que los individuos no gastan en satisfacer directamente sus
necesidades personales o familiares, y que por lo tanto dejan a disposición
de las empresas o unidades productivas para que éstas dispongan de ella,
mientras que la inversión planeada es la parte del ingreso nacional (o del
producto nacional, o del valor agragado) que las empresas voluntariamente
desean gastar en la ampliación de sus capacidades productivas, un exceso
de A sobre Ip no puede significar otra cosa que un exceso del valor agregado
producido que queda en manos de las empresas sobre el monto de valor
agregado (de ingreso) que éstas desean gastar en ampliar sus capacidades
productivas. ¿En qué puede traducirse, pues, esta parte de la producción
social que no es consumida por los individuos (puesto que es ahorro) y que
tampoco las empresas desean utilizar productivamente, aunque esté en
manos de ellas? Evidentemente, en un conjunto de productos inactivos, que
actúan como un peso muerto y que simplemente tienen que ser almacenados
sin cumplir función positiva alguna, es decir, sin actuar para satisfacer al
consumidor ni tampoco actuar como medio de producción efectivos. Este
conjunto, o más precisamente, este valor de la producción recibe el nombre
de "inventario s indeseados" (Ini) porque, aunque las empresas los poseen, ello
ocurre simplemente porque no han podido venderlos ni a los consumidores
ni a otras empresas (para ampliar su capacidad productiva), no porque
deseen mantenerlos almacenados en depósitos, lo cual cuesta, sin obtener
utilidad alguna de ellos. Por tanto, puede concluirse que:
A - Ip
= 6. (Ini), y si A
- Ip
> O,
entonces 6. (Ini)
> O.
Por supuesto, habría muchos individuos e instituciones dispuestas a recibir
estos inventario s indeseados, dada la existencia de muchas necesidades
insatisfechas socialmente, máxime cuando una depresión puede ir acompañada
de miseria y privación para muchos, como ocurrió durante la Gran Depresión
de los años treinta. Pero esto no resuelve el problema de los "Ini", pues para
las empresas de una economía capitalista el problema no es la falta de
receptores de su producción como tales sino la falta de "compradores
solventes", es decir, que no sólo estén dispuestos a recibirlos sino a pagar
348
INTRODUCCION
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
precios que resulten rentables para las empresas. Por la misma razón, la
reducción de los precios de las mercancías que conforman los "Ini", por
debajo de su nivel normal, aunque pueda reducir y aun eliminar totalmente
los "Ini", no constituye ninguna solución al problema. Con estas reducciones
de precios por debajo de su nivel normal, dados los costos corrientes, las
empresas obtendrían pérdidas en relación a sus niveles de ganancia normal.
y éste es el punto central. El hecho clave es que las empresas no pueden
vender toda su producción rentablemente, no importa cómo se manifieste
ello, si como una acumulación de "Ini" o como una acumulación de pérdidas
a consecuencia de las bruscas reducciones de precios. En este sentido, la
teoría de Keynes puede ser directamente aplicable. tanto a una situación
en que los precios son "inflexibles" y el exceso de OA, (A > Ip}, se manifiesta
en .acumulación de "Ini", como a una situación de precios enteramente
"flexibles", en que el exceso de OA, (A > lp), se manifiesta en acumulación
de pérdidas. La creencia de algunos de que la teoría Keynesiana es aplicable
sólo dentro de un marco de precios "inflexibles" sólo proviene, pues, de una
observación demasiado superficial del fenómeno de las depresiones. Por
copsiguiente, .en adelante, cuando quiera que se haga una referencia a una
sit!iación de exceso de OA, o de que A > Ip, o dé que hay acumulación de
"Itti", debe tenerse presente que [as mismas conclusiones generales son
v~das tanto para precios flexibles como inflexibles. De otra parte, en la
re~Iidad de una depresión se mezclan algo de acumulación de "Ini" y algo de
caRia de precios (reales), por lo cual es posible que ninguna situación extrema
de flexibilidad o inflexibilidad la reflejaría totalmente. La aclaración que
acaba de hacerse permite, entonces, concluir que el modelo keynesiano está
en-capacidad de operar con esta mezcla real de "flexibilidad" e "inflexibilidad"
simultáneas, es decir, de flexibilidad imperfecta o, si se quiere, de inflexibilidad
imperfecta, aunque por simplificación expositiva toda diferencia entre
ahorro e inversión planeada seguirá presentándose como una variación en
elnivel de inventario s indeseados, es decir se seguirá utilizando la definición
A 4p = /::,.(Ini).
Por el contrario, a la izquierda de Y E, cuando la DA es mayor que la OA en
una-magnitud que es idéntica al exceso de inversión planeada (Ip) sobre
ahorro (A), las empresas desean utilizar para ampliar su capacidad productiva
un~mayor parte de la producción del valor agregado (Ip] de la que el público
ha puesto a su disposición (A). Por consiguiente, estando la DA por encima
dejos niveles de la producción corriente (OA), es necesario recurrir a gastar
parte de los inventario s producidos con anterioridad y que las empresas
mantienen normalmente para sus operaciones ordinarias. De esta manera,
mi~ntras que un exceso de A sobre Ip, (A > Ip), implica una acumulación
deé'"inventarios indeseados" (Ini), aumentando el nivel de los inventario s
deIas empresas por encima de su nivel normal, un exceso de Ip sobre A,
349
(A < lp}, implica una reducción de los inventario s que mantienen las empresas
situándolos por debajo de su nivel normal. En otras palabras, partiendo del
hecho observado en la realidad de que las empresas siempre operan con
un nivel normal, planeado y deseado de inventario s, para hacer frente a sus
transacciones cotidianas, un exceso de A sobre Ip implica un aumento de los
inventarios por encima de este nivel normal, es decir, una acumulación
positiva de inventario s indeseados (A > lp ~ A -Lp = /::,.(Ini) > O), mientras
que un exceso de Ip sobre A implica lo contrario, una reducción de los
inventario s por debajo de su nivel normal, lo cual equivale a una acumulación
negativa de inventarios indeseados (A <Lp ~ A·1 = Is (Ini) < O). (Con precios
enteramente flexibles, el exceso de demanda agregada sobre oferta agregada
se traduciría en un aumento de precios que elevaría las ganancias por encima
de su nivel normal).
En síntesis:
A - Ip
= /::,.(Ini),
por definición (ec. 5. 6. 2).
De donde:
Si OA
Si DA
> DA
> OA
Y, solamente si DA
~A
> Ip ~
~A
< Ip
A - Ip
"" A - Ip
> O=>/::" (1nO > O
< O~
/::,.(Ini)
<O
= OA ~ A = Ip ~ A - Ip = O~ /::,.(Ini) = O.
La perfecta coincidencia de la OA con la DA queda expresada así como una
variación nula de los inventarios por encima o por debajo de su nivel normal
o deseado por las empresas ( t;, Ini = O), mientras que los excesos de oferta
agregada quedan expresados como un aumento de los inventaries por encima
de su nivel normal o deseado, es decir, como una acumulación positiva de
inventario s indeseados (/::,.Ini > O), y los excesos de demanda como una
reducción de los inventario s por debajo de su nivel normal o, en otras palabras,
como una acumulación negativa de inventaries indeseados (/::,. Ini < O).
(Véase Apéndice A· XIV, sección. A. 14.5).
5.6.3 El nivel de ingreso de equilibrio
Volviendo al gráfico 14. 6. 2, a la derecha de YE se presenta un exceso
creciente de OA sobre DA, es decir A > Ip o 6. (Ini) > O. Esta acumulación
de inventarios indeseados les hace ver a las firmas que están produciendo
más de lo que el mercado puede absorber a los precios rentables. (Si los
LA ECONOMIA KEYNESIANA
precios fueran enteramente flexibles, la reducción de las ganancias por
debajo de su nivel normal como resultado de las reducciones de precios
serían el medio para indicar a las firmas que están produciendo en exceso
con relación a la capacidad de absorción del mercado a precios rentables).
Por consiguiente, las firmas ajustan su oferta a las condiciones existentes de
demanda reduciendo sus niveles de empleo y de producción. Caen así el
valor agregado y el ingreso nacional.
A la izquierda de YE se presenta un exceso de DA sobre OA, es decir,
< Ip, (A -Ip < O), o 1:::.(Ini) < O. Esta reducción de inventarios por debajo
de su nivel normal les hace ver a las firmas que están produciendo menos de
lo que el mercado puede absorber a los precios rentables. (Si los precios
fueran enteramente flexibles, entonces sería el aumento de las ganancias
por encima de su nivel normal, como resultado de los aumentos de precios,
lo que indicaría a las firmas que están produciendo a un nivel menor del que
el mercado está en capacidad de absorber rentablemente). Ante este estímulo
las firmas ajustan entonces su producción, aumentando el nivel de empleo
y el ingreso nacional.
A
"
~
I
351
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
350
I
Si Y
Si la oferta de fuerza de trabajo fuese equivalente al nivel Y¡ ,1 en el gráfico
14. 6. 2, es evidente que el nivel de ingreso de equilibrio YE sería insuficiente
para garantizar el empleo en la economía y ésta, abandonada a las libres
fuerzas del mercado, tendería a generar y mantener un desempleo involuntario
equivalente a la diferencia Y¡ - YE. Involuntario porque, de acuerdo a
la discusión de la sección 14. 2, su causa específica sería la insuficiencia
de la demanda efectiva para permitir alcanzar el nivel de ingreso y de empleo
Y¡, que correspondería al pleno empleo. Se tiene así ilustrado el caso
esencial de la Teoría General de que el equilibrio de la economía (A =: Ip
o 1:::.Iin =: O) es compatible con niveles positivos de desempleo involuntario.
Aún más, se tiene así ilustrada la proposición de Keynes de que este no
solamente es un caso posible sino que es el caso, en efecto, característico
de las modernas economías capitalistas maduras. (Recuérdese que en su
opinión el desempleo está "inevitablemente asociado con el individualismo
capitalista presente", T. G. pág. 381).
Ahora bien, en príncipio esta situación es posible porque no todo el ingreso
se consume, ahorrándose una fracción creciente del mismo, ya que si todo
el ingreso fuese consumido (Y =:
siempre), la función consumo tendría
como pendiente la unidad (1:::.
1:::. y=: 1) y coincidiría enteramente con la
función de la oferta agregada, constituyendo ello un caso extremo de la Ley
de Say, de acuerdo a la cual la demanda agregada no constituye ningún
obstáculo para alcanzar el pleno empleo. Pero, obviamente, tampoco sería
coherente esperar encontrar una sociedad contemporánea en que el ahorro
fuera siempre cero, como en las comunidades más primitivas, cuyo atraso
se explica por tal característica entre otras cosas. El problema verdadero
es menos extremo y, por ello, (como siempre), más complejo. En realidad,
Keynes no buscaba una explicación al hecho de que el ahorro existiese
como tal, sino una explicación al hecho de que el ahorro fuese igual a la
inversión planeada únicamente a un nivel de ingreso inferior al correspondiente
al de pleno empleo, como se muestra en el gráfico 14. 6. 2 suponiendo que
Y¡ es el nivel de pleno empleo.
e/
En conclusión:
Si y> Yr:
5.6.4 La propensión a consumir, la inversión y el desempleo
involuntario
=>
< YE =>
Y
t
Y t
Y, cuando Y = YE, entonces 1:::. (Ini) = O, es decir, las firmas están produciendo
exactamente, ni más ni menos, lo que el mercado puede absorber rentablemente. (A este nivel de la producción, en otras palabras, realizan
exactamente su ganancia normal, sin pérdidas que las induzcan a reducir la
producción, ni ganancias extraordinarias que las induzcan a aumentarla). Si
in tentaran producir más allá de YE, se pondrían inmediatamente mecanismos
en acción que las harían reducirla nuevamente. Y si intentaran producir
menos, inmediatamente se activarían mecanismos para inducirlas a producir
más. YF es, por consiguiente, el nivel de ingreso nacional, de producción yde
empleo de equilibrio, hacia el cual tienden siempre las fuerzas automáticas
del mercado. Naturalmente, cuando Y =: YE, entonces OA =: DA, Ip =: A,
Y 1::.(1 ni) =: O. Como ya se sabe, este punto de intesección de OA y DA recibe el
nombre de demanda efectiva (sección 14. 3. 2) y, por ser la condición de
equilibrio, es el principio regulador de los niveles de empleo, producción
e ingreso.
e
(En otros términos, al nivel de pleno empleo, Y¡, se produciría un exceso
de ahorro sobre inversión planeada equivalente a la distancia entre los
1
Debe recordarse que Keynes mide el ingreso real en unidades de empleo Y. por ello, siguiendo
este procedimiento, cada nivel de ingreso real corresponde a un nivel equivalente de empleo. En
la práctica,
y dejando
de lado algunas especulaciones
de que el eje horizontal
de empleo.
del gráfico
5.6.2
que no vienen al caso, puede partirse
mide indiferentemente
entonces
niveles de ingreso real o niveles
(
INTRODUCCION
352
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA KEYNESIANA
puntos R y Q, (R Q). Este exceso, también equivalente a una acumulación
positiva de inventario s indeseados, ya que A - Ip = 1:::.1in, es suficiente
por sí mismo para forzar a las empresas a reducir la producción hasta YE,
como anteriormente se ha visto, generando con ello desempleo involuntario).
El verdadero problema puede visualizarse, entonces, de la siguiente manera:
aceptando que al aumentar el ingreso alguna fracción de este incremento
se ahorra, es decir, la "ley psicológica fundamental" que enuncia Keynes de
que el consumo no aumenta en la misma cantidad que el ingreso, que se
resume en que 1:::. e/ 1:::. Y < 1, (sección 14.5. 2), ¿no sería posible aumentar
lapropensión a consumir, aumentar 1:::.
1:::.Y, de tal suerte que, aunque
siga siendo inferior a la unidad, la demanda agregada aumente hasta hacerse
igual a la oferta agregada al nivel de empleo Y¡ en el gráfico 14. 6. 2?! En
otros términos, ¿no podría convencerse a los individuos de que al aumentar
su ingreso gasten un poco más de este aumento en consumo, de tal manera
que aunque ahorren algo del mismo no ahorren tanto como antes, haciendo
de esa manera que al nivel de empleo Y¡ el ahorro fuera apenas suficiente
t~aigu~ar
la inversión planeada?
e/
:!'hlposibilidad y sus consecuencias se ilustran en el gráfico 5.6.3.
f. .
.
f
GRÁFICO 5.6.3
AUMENTO
DE LA PROPENSION
MARGINAL
A CONSUMIR
(I:::.c ¡I:::.Y)
C, A, Ip
¡,E
¡
Ca +Z
(
,
,/!
"
LI
o
= =
I
Recuérdese que con lp
Z constante
de la función consumo, esto es,
I
~ __~
~Y
Y¡
la pendiente de la función de la DA es idéntica a la pendiente
<1. (Sección 5.5.3).
I:::.c¡I:::.y
353
Como se observa, al aumentar 1:::.e / 1:::.Y, (llamada la "propensión Marginal
a consumir" por referirse a márgenes o incrementos), que es la pendiente
de la función consumo y de la función de la demanda agregada cuando Z
es constante, la función demanda rota sobre su intercepto en el eje vertical,
hacia arriba, haciéndose más pendiente, lo cual le permite intersectar a la
función de oferta agregada en puntos por encima del viejo punto de intersección, E. Si 1:::. e / 1:::. Y aumentara, pues, lo suficiente para permitir el
desplazamiento de la función demanda agregada de tal forma que la nueva
función (DA ') intersectara a la función de la OA en el punto R, (en lugar
del punto E como en la vieja función DA), Y¡ sería el nuevo nivel de ingreso
y de empleo de equilibrio. Esta rotación de la función de demanda agregada,
por el aumento de su pendiente 1:::.e/ 1:::.Y, eliminaría entonces el desempleo.
Esto ocurriría porque permaneciendo constante Ip = Z, la distancia RQ
entre DA y DA' al nivel Y¡, que con la vieja función DA significaba un
exceso de ahorro sobre Ip, ahora sería precisamente el aumento del consumo
logrado con la nueva función, es decir, con el aumento de 1:::. e/ 1:::. Y El
exceso de ahorro sería, pues, absorbido por un aumento equivalente del
con~umo, con lo cual la OA y la DA podrían ser idénticas al nivel Y¡ , estableciendo el pleno empleo como el nuevo nivel de equilibrio. El nivel de
ahorro sería positivo, ya que A = Ip = Z, pero no sería excesivo, no generaría
un exceso de OA que obligaría a reducir la producción por debajo del nivel
de pleno empleo, dando lugar al desempleo involuntario, como cuando la
demanda agregada está determinada por la vieja función DA.
Teóricamente sería, pues, posible curar la tendencia al desempleo y las
depresiones mediante adecuados aumentos en 6 e / 1:::. Y. Por supuesto,
Keynes consideró esta posibilidad teórica, pero después de un determinado
análisis concluyó que, aunque sería deseable estimular un mayor consumo,
en la realidad económica del capitalismo sería imposible aumentar 6 e/ 6 Y
hasta el nivel preciso requerido para eliminar la tendencia a los excesos
de OA y el desempleo involuntario. En otras palabras, si la comunidad se
comportara espontáneamente determinando primero el nivel de Ip, luego
ahorrando solamente lo necesario para realizar esta inversión, es decir,
ahorrara solamente hasta que A = Ip, y luego tomara el consumo como
un residuo, consumiendo todo el exceso de su ingreso sobre Ip, la igualdad
de OA y DA y el nivel de pleno empleo estarían garantizados siempre. Pero
Keynes concluyó que, en realidad, el consumo no podía ser el residuo
espontáneo resultante después de haberse tomado e5a sabia provisión sobre
el nivel de ahorro sino que, por el contrario, la decisión del consumo es un
acto independiente (no derivado), una condición determinante y no una
consecuencia, de la relación entre A e Ip, relación que efectivamente sí es
un residuo o una consecuencia de las decisiones previas sobre el consumo.
Para entender esta conclusión de Keynes deben tomarse en cuenta los
354
(NTRODUCCION
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
siguientes factores: i- en una economía capitalista los individuos tienen
libertad para fijar sus niveles de consumo y ahorro y no pueden ser compulsivamente inducidos a consumir individualmente una fracción de su ingreso
mayor a la que voluntariamente escojan; ii- en una economía capitalista
las decisiones de ahorro son tomadas por los individuos que perciben ingresos
en base a ciertas consideraciones tales como seguridad en el futuro, mayor
riqueza personal acumulada, mayor poder, preferencia de consumir en el
futuro sobre el presente, seguridad para la descendencia, etc., mientras
que las decisiones de invertir son tomadas por las empresas en base a los
criterios de rentabilidad. De esta manera, ni los entes que toman las decisiones
de ahorrar, por un lado, y de invertir, por el otro, ni los objetivos de sus
decisiones son idénticos. Cabe, pues, una discrepancia entre los resultados
de las acciones de unos y otros; y, iii- la acumulación y la riqueza de unos
individuos con relación a otros constituyen elemento esencial del prestigio, el
poder y la importancia que confiere la economía capitalista a las personas, con
lo cual parece desatarse una pasión irrefrenable hacia el ahorro o acumulación
particularmente a medida que crece el ingreso pues la capacidad de ahorrar
es mayor en los individuos más ricos. Sobre este punto quizás valga la pena
recordar algunos apartes del análisis de Marx: "El capitalista sólo es respetable
en cuanto personificación del capital. Como tal comparte con el atesorador
el instinto absoluto de enriquecerse. Pero lo que en éste no es más que una
manía individual, es en el capitalista el resultado del mecanismo social del
que él no es más que un resorte". "Por tanto ... su consumo privado se le
antoja como un robo cometido contra la acumulación de su capital ... "
(sección p. 9. 1). Keynes resume toda la complejidad social de la pasión
p~r el, ahorro en la proposición de que el consumo está regido por una "Ley
psicológica fundamental" extremadamente difícil si no imposible de cambiar.
Por esto, para él la propensión marginal a consumir (El
El Y) observada
en la realidad, como determinante de la función de la demanda agregada, con
todo lo deseable que sea aumentarla, constituye más un dato de partida, una
condición dada para el análisis subsiguiente, que una variable manipulable en
la cual puedan fincarse las esperanzas de resolver el problema del desempleo.
DE: ~cuerdo a esto, el desplazamiento de la función DA hasta DA: aunque
teoncamente coherente, es absolutamente irrelevante como alternativa en
la práctica. El análisis debe proseguir, pues, por otros caminos, aceptando
la función consumo inicialmente observada como un dato que es necesario
llevar a cuestas, y de acuerdo al cual, de no encontrar otras alternativas el
equilibrio estaría dado por el punto E (gráfico 5.6.3)
con un nivel' de
desempleo involuntario positivo e igual a Y¡ - YE.
camino de la Ley de Say que distancia a Keynes de Ricardo. Si en éste el
ahorro era todo virtud, progreso y bienestar (sección 2.2.9), en el mundo
de aquel el exceso de ahorro es la causa de la depresión y del desempelo
masivo con todos sus costos y miserias sociales. Los héroes de un mundo
son los villanos del otro. En uno, el consumo improductivo de los rentistas
llevaría a detener el progreso de la humanidad, al "estado estacionario".
En el otro, los consumistas serían los salvadores y la pasión por la frugalidad
y la acumulación serían la clave de la perdición. De ahí la reivindicación que
hace Keynes de Malthus frente a Ricardo. El uno es un mundo en que el
ahorro es insuficiente, el otro un mundo en que el ahorro es excesivo. Son
dos mundos diferentes, y el error no .consiste en aceptar sus existencias
reales sino en vivir en uno imaginando que se está en el otro, en pretender
comportarse en uno como debería ser el comportamiento en el otro. Esta
transposición equívoca no podría menos, por supuesto, que hacer ver a su
eventual actor en un "extraño mundo de Subuso"
Ahora bien, volviendo a la búsqueda de alternativas, y partiendo de la dura
realidad de que 1::.
El Y debe ser tomada como un dato que es necesario
llevar a cuestas, puede concluirse, volviéndolo al gráfico 5.6.2, que no
todo está perdido. En efecto, sin cambiar la pendiente de la función de
DA, (El
1::.Y manteniéndose constante), teóricamente también sería
posible desplazar la función original DA a una nueva posición (paralela)
DA ': mediante un aumento en la inversión planeada. Ip, tal como muestra
el gráfico 14.6.4. (Véase Apéndice A- XIV, sección A.5.l, Aj.2 YAj.3).
e/
e/
GRÁFICO 5.6.4
e/
AUMENTO
DE LA INVERSION
PLAN LADA
C. A. Ip
,
Co
Pero, antes de continuar con esa exploración, costaría demasiado esfuerzo
omitir aquí una referencia al contraste entre el modelo de Keynes y el de
Ricardo, a la diferencia radical de dos mundos separados por el tortuoso
355
,
,,
+Z
o
"'---~_"":"'----"'Y
YI
(
INTRODUCCION
356
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA
La Ip original era igual a Z, una constante que sumada a l~ ~unción cQnsu~o
daba como resultado la función de demanda agregada ongrnal DA (seccion
14. 5. 3). Ahora, si otra constante A Ip igual a la distancia RQ (e~ceso. ~e
A sobre lp al nivel de pleno empleo Y¡ ) es sumada a Z, la nueva inversión
planeada total será una constante igual ~ Z + !:;. Ip y, como a cada p~nto d~
la función DA se le suma Ip la funcion de demanda agregada se eleva
en !:;. Ip sobre su nivel original, ,tal como lo muestra la curva DA" = + L'1
p.
e
á
Puesto que el aumento teórico ilustrado de la inversión planeada se ha
hecho exactamente igual al exceso de A sobre Ip, o de OA sobre DA, que
se presentaría a un nivel de empleo o de ingreso igual a Y¡, (R Q), ~ste
desplazamiento permite la igualdad de la OA y la DA exactamente al nivel
de empleo Y¡, que es el nivel de pleno empleo. De esta man:ra, el nuevo
punto de equilibrio es R, en el cual OA = DA, A = lp, !:;. Ini = 0, y en el
cual se ha eliminado todo el desempleo involuntario, a diferencia del viejo
punto de equilibrio E en el cual el desempleo involun~o
era positivo
e igual a Y¡ - y E. En síntesis, garantizando una Ip total Igual a Z + !:;. Ip,
como la correspondiente a la curva DA ", se podría eliminar totalmente el
desempleo involuntario, aún sin que se hubiera modificado lo más mínimo
el comportamiento de la función consumo.
Si no es posible convencer a los consumidores para que gasten en consumo
una mayor parte de su ingreso, ahorrando una menor proporción, entonces
cabría inducir a las empresas para que aumenten sus niveles de inversión
planeada, hasta hacer completo uso de todo el ahorro que dejaría a su
disposición la comunidad si estuviera plenamente empleada, tal como Ilustra
la gráfica 14. 6. 4 con su nivel de inversión Z + ~ Ip = A Y su equi1ibri~ en
el punto R, al nivel de pleno empleo, Pero, obviamente, para determmar
porqué las empresas no realizan por su espontánea iniciativa tal nivel preciso
de inversión planeada, y si la posibilidad deinducirlas a ello no es meramente
teórica y está realmente abierta en la práctica, es necesario entrar a examinar
brevemente los factores que determinan los niveles de la inversión planeada.
"Más precisamente, defino la eficiencia marginal del capital como la tasa de
descuento que igualaría el valor presente de las series de anualidades dadas
por los retornos esperados del activo de capital durante su vida a su precio
de oferta", aclara Keynes en su capítulo 11 de "La Teoría General". Evidentemente, se trata de una aclaración o precisión para sus colegas y, para los
propósitos inmediatos, basta con la idea menos precisa e intuitiva de que la
EMK es la tasa de ganancia o de rentabilidad esperada por el inversionista
en el momento de realizar la inversión*. Se subraya que es la tasa esperada
y no la efectivamente obtenida u observada sobre esa inversión, ya que
toda decisión de inversión se toma sin plena certidumbre del futuro, que
nadie puede prever con exactitud. De esta manera introduce Keynes las
expectativas sobre el futuro (incierto) como un elemento clave en la
determinación de Ip, y por tanto de la DA y del nivel de empleo.
La Ip está, pues, estrechamente vinculada, a través de laEMK, a las expectativas
reinantes en un momento dado sobre lo que ocurrirá en el futuro. Como
estas expectativas son muy sensibles a todo tipo de acontecimientos, la
Ip es una de las variables menos estables de la economía, pudiendo presentar
grandes t1uctuaciones en períodos breves, como se observó por ejemplo entre
mediados y fines de los años veinte, al pasar de un período de gran auge
a otro de extrema recesión en los Estados Unidos, y como puede observarse
aun de un trimestre a otro durante el mismo año. Esto llevó a Keynes a
afirmar que "la eficiencia marginal del capital (está) sujeta a t1uctuaciones
más o menos violentas, que son la explicación del ciclo económico", y a
encontrar en un "colapso súbito" de la EMK la explicación a las crisis
y recesiones (T. G., Cap. 22).1
Modernamente,
"estudio
Los incentivos para invertir
todas
las grandes
de factibilidad
La eficiencia marginal del capital (EMK)
Ateniéndose al hecho de que las empresas invierten con el objetivo de
maximizar ganancias, el nivel de la inversión planeada, lp, depende directamente de lo que Keynes llama la "eficiencia marginal del capital", EMK,
que es una medida de la rentabilidad esperada de cualquier inversión en el
Si R l' R2
oo'
así encontrada,
+
.
donde cada quebrado
EMK o Tasa Interna
O. en otros términos,
a la función consumo
original so le suma Z
+ !:;.Ip.
crisis se precipitan
previsible
=
Ro
para el futuro,
de los retornos
esperados,
futuras
recibe el nombre
un
de "tasa
marginal del capital"
entonces:
de la anualidad,
C es el costo de la inversión y m es la
súbito"
de la EMK coincide
A· XIV, sección. A. 14.6.
Con la idea de M:Ux de que las
ante "una fuerte y súbita baja de la cuota general de ganancia
de la subida de salarios"
realizan
de rentabili-
C,
Para mayor detalle Véase Apéndice
1. Nótese cómo la idea de este "colapso
1
un proyecto
(J +m)o
es el "valor presente"
de Retorno.
en marcha
como una medida de la "eficiencia
Rn son las anualidades
Rl
l+m
antes de poner
del mismo, para evaluar sus perspectivas
y puede considerarse
de retorno"
Kevnesiana.
empresas,
económica"
dad. La tasa de rentabilidad
intema
5.7.1
357
momento de efectuarla, es decir, que resulta de contrastar el valor de la
inversión con los beneficios esperados de la misma.
•
5.7
KEYNESIANA
que acompaña
al agotamiento
del "ejército
oo.
a consecuencia
de reserva'\(s.:.cción
3.10.1).
INTRODUCClON
358
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
En síntesis, el estado de expectativas sobre la rentabilidad futura de cada
proyecto de inversión posible se resume más precisamente en el concepto
de la eficiencia marginal del capital. Sobre éste descansa, pues, la dinámica
de la inversión planeada que tendería a ser muy activa cuando la EMK es
"alta" y a estancarse cuando la EMK es "baja".
.
Sin embargo, Keynes supone que los niveles mismos de Ip producen un
efecto o secuela inevitable sobre la EMK, tal como se describe enseguida:
i- la EMK de un tipo determinado de inversión disminuye a medida que
aumenta tal tipo de inversión, presumiblemente porque el mercado particular
para el cual producirá esa inversión tiende a saturarse, brindando de esa
manera oportunidades cada vez menos atractivas; y, ii- la EMK se reduce al
aumentar la Ip porque "como norma, la presión sobre los recursos productivos
disponibles" para producir los bienes de capital aumenta, aumentando sus
costos de producción, en el corto plazo. Keynes pensaba que en el largo
plazo el factor importante era i-. De acuerdo a estos dos factores, entonces,
la EMK se reduciría paulatinamente a medida que los niveles de Ip aumentan
relación a la cual Keynes denominó la "función de la eficiencia marginal del
capital", y que se ilustra en el gráfico 5.7. 1, cuyo eje horizontal mide las
cantidades reales de Ip y el vertical los niveles de la EMK.
GRÁFIC05.7.l
359
realizada para completar Ip«. De acuerdo a la relación inversa que supone
Keynes, al aumentar la inversión la rentabilidad esperada de cada unidad
adicional (marginal) invertida se va reduciendo y, por ello, la EMK que
corr~spond.e a Ip¡ (MK1) es inferior a la correspondiente a Ip¿ (MKo).
y asi sucesivamente para mayores niveles de inversión.
5.7.2
La inversión planeada, la EMK y la tasa de interés
Para precisar un poco más los factores determinantes de la inversión planeada,
puede empezarse formulando la siguiente pregunta, con referencia al gráfico
14. 7.. 1: ¿Es la eficiencia marginal del capital EMK¡, (por ejemplo, 200/0
anual como tasa de rentabilidad esperada para un proyecto de inversión
dado), suficientemente "alta" como para llevar a cabo efectivamente la
inv~rsió~? In~u~~~emente, la. respuesta .correcta a esta pregunta es que algo
es alto o bajo con relación a un nivel que sirve de referencia, y sin el
cual las expresiones de alto y bajo carecerían de sentido coherente.
El nivel de referenc~ para eval~ar. una EMK dada es la tasa de interés (i),
porque esta tasa mide el rendimiento alternativo que cualquier capital
puede obtener normalmente. Es decir, si ocurriera
EMK<
i
LA FUNCION DE LA EMK
para un proyecto de inversión específico, tal proyecto no se llevaría a
efecto porque el rendimiento del capital disponible en el mercado financiero
(intereses) sería mayor que su rentabilidad esperada en el proyecto (EMK).
Para llevar a cabo un proyecto de inversión cualquiera se requiere, entonces,
que su EMK sea mayor que la tasa de interés; que el rendimiento esperado
del. proyecto sea mayor que el rendimiento que puede obtenerse para el
capital en el mercado financiero. En otros términos, solamente se llevan
a efecto los proyectos de inversión para los cuales
EMK
EMKO
I
I
EMK>
I
I
I
----T------
EMK¡
o
~--~----~~------~Ip
Ipo
Ip¡
Cada punto de esta función dice cuál es la "tasa de rentabilidad esperada"
de la última unidad de capital invertida, dado un nivel de inversión. (Recibe
el nombre de marginal por corresponder precisamente a la última unidad
adicional de capital invertida). Por ejemplo, si el nivel de la inversión fuese
Ip«, EMKo sería la eficacia marginal del capital de ese nivel de inversión o
sea la "tasa de rentabilidad esperada" de la última unidad de inversión
i
Por esta razón Keynes concluye que el nivel de inversión será empujado
hasta el punto en que la EMK iguala la tasa de interés, lo cual se aprecia
en el gráfico 5.7.2.
que sólo difiere del 5.7. ( en que el nivel de la
tasa de interés es mostrado explícitamente. En efecto, como todos los
proyectos (o unidades) de inversión con una EMK mayor que la tasa de
interés (i) se llevan a la práctica, entonces, si el nivel de la tasa de interés
fuese i' el nivel de la inversión no podría ser superior a lo. (Ya que si se
intentara aumentar lp más allá de lo, la EMK caería por debajo del nivel
de la tasa de interés, lo cual impediría mantener en la práctica tal aumento).
Si la tasa de interés cayera hasta i", entonces muchos proyectos (o unidades)
INTRODUCCION
360
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA KEYNESIANA
de inversión no rentables cuando i = i' serían ahora rentables (EMK > i)
y la Ip podría aumentar hasta I¡. Si la tasa de interés se redujera todavía
más, hasta i"', entonces muchos proyectos (o unidades) adicionales de
inversión quedarían con su EMK > i y la Ip podría aumentar hasta 12 • Por
consiguiente, debido a que siempre se invierte en los proyectos para los
cuales EMK > i, la inversión es empujada o tiende a aumentar hasta el
punto en que.EMK = i; pero sin poder pasar de este punto. Y, al reducirse
la tasa de interés, dada una curva de la EMK (como la del gráfico 5.7.2),
los niveles de inversión son empujados hacia el aumento de tal manera.
361
este punto Q corresponde el nivel lo de Ip; al nivel i" corresponde el punto
R y, por tanto, el nivel I¡ de Ip; al nivel i" corresponde el punto S y, por
tanto, el nivel 12 de Ip, etc.).' Esta relación inversa entre el nivel de la
inversión planeada (Ip) y el nivel de la tasa de interés (i), sobre una curva
dada de la EMK, será llamada la función (Keynesiana) de la inversión y se
ilustra a continuación.
GRÁFICO 5.7.3
LA FUNCION (KEYNESIANA)
DE LA INVERSION
GRÁFICO 5.7.2
LA EMK, LA TASA DE INTERES
y EL NIVEL DE LA INVERSION
PLANEADA
EMK, i
EMKO __
__
EMK¡
0..
I
IR."
,- _ _
,
.i'
_
_
.• _ .•.•.•.•
_ .••
~ 1
,,
'I
--r----r---,
I
,
I
I
1:
E:A1r.:
I
~~
o
__-L
lO
o
I
~
~lp
I¡
En síntesis todas las unidades de inversión entre cero e lo tienen lugar
eri la práctica si su EMK es mayor que i'; todas las unidades de inversión
en.trecero e I¡ son llevadas a la práctica si su EM.l( es mayor que i", y todas
las _unidades de inversión entre cero e 12 son efectuadas realmente si su
EMK es mayor que i" '. Puesto que 12 > I1 > lo, e i" , < i" < i', Keynes
concluye que, dada una curva de la EMK, existe una relación inversa entre
la tasa de interés y el nivel de la inversión planeada. Esta relación inversa,
como puede observarse en el gráfico 5.7.2,
se obtiene proyectando el
nivel de la tasa de interés, (i', i", i"', etc.) sobre la curva de la EMK y
observando qué nivel de Ip corresponde a ese punto. (Por ejemplo, al nivel
i'corresponde
el punto Q de la curva de la EMK del gráfico 5.7.2. ya
Es obvio que, después de este arduo trecho, Keynes ha intentado sintetizar
las causas últimas o incentivos para la inversión, es decir, la explicación de
los niveles en que se establece la inversión en un momento dado y de sus
fluctuaciones, en dos factores esenciales: i- la eficiencia marginal del capital,
y ii- la tasa de interés. "Caídas" o "alzas" de la primera pueden hacer disminuir
o aumentar la inversión planeada (por simples cambios de expectativas) sin
que la tasa de interés cambie (Véase nota 1), y cambios en la tasa de interés
1
Nótese que si la EMK se redujera para cada unidad adicional de inversión, esto es, a cada nivel
de Ip correspondiera
ahora un menor EMK, entonces la curva de la EMK resultaría desplazada
hacia abajo (o lo que es lo mismo, hacia la izquierda), ya que la curva no es otra cosa que el conjunto
de puntos que tienen como coordenadas
(Ip, EMK). Así, a cada Ip correspondería
una EMK de
menor altura, lo cual equivale a un desplazamiento de la curva hacia abajo. Símilarmente, si la
EMK aumentara para cada unidad adicional de inversión, la curva de la EMK se desplazaría hacia
arriba (o hacia la derecha, que significa lo mismo). La relación inversa entre Ip e i corresponde
a una curva dada, fija o estable. Si la curva se desplaza, Ip puede aumentar o disminuir sin que
cam bie la tasa de interés.
En general, en adelante se entenderá por una "caída en la EMK" el desplazamiento de la curva
hacia abajo y por un "alza en la EMK" un desplazamiento
de la curva hacia arriba, implicando
la primera una reducción y la última un aumento en Ip dada una tasa de interés constante.
362
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
podrían aumentar o disminuir la inversión planeada, sobre una curva estable
de la EMK, (sin desplazamientos de la misma), es decir, sin cambios en las
expectativas.
Ahora, aparentemente, se estaría en proximidad de las respuestas a las
preguntas planteadas al final de la sección 5. 6 Y específicamente con
relación al gráfico 5.6.4,
de porqué razones las empresas no realizan
espontáneamente el nivel de inversión planeada que se requiere para absorber
todo el ahorro que se generaría al nivel de pleno empleo, eliminando de esa
manera todo el desempleo involuntario; de si es posible inducirlas o no a
realizar ese nivel de inversión y mediante cuáles mecanismos, retornando
así al hilo central de la discusión que es el desempleo involuntario, sus
causas y posibles remedios.
Sin embargo, esta proximidad no es tan inmediata como parece a primera
vista. Como en el caso de la propensión a consumir, Keynes reconoce la
importancia y la necesidad de crear un clima de expectativas más adecuado
para estimular la inversión planeada y aumentar a través de esa vía la demanda
agregada. Inclusive dedica los capítulos 5 y 12 de su Teoría general al examen
de este aspecto. No obstante, también como en el caso de la propensión
a consumir, termina reconociendo que la EMK, y en general las expectativas,
constituyen más un complejo dato del cual debe partirse que una variable
sistemáticamente manipulable a través de principios generales para alcanzar
un resultado predeterminado. De hecho, debido a que las expectativas sobre
el futuro se forman generalmente sobre la base de la situación económica
presente, es muy probable que aquellas no mejoren hasta cambiar ésta,
presentándose así un círculo vicioso que elimina o minimiza la posibilidad
de que las expectativas puedan actuar por cuenta propia en un sentido
deseable, durante muchas circunstancias.' En otras circunstancias, en que
las expectativas actúan como una variable verdaderamente independiente
del nivel de empleo y de ingreso presentes, es decir, cuando son conformadas
más bien por factores extraeconómicos, (como los resultados de unas elecciones
o una situación de guerra), la dificultad estriba en la imposibilidad real de
moldear a voluntad de los diseñadores de la política económica los desarrollos
y resultados de tales eventos para crear artificialmente el clima de expectativas
más deseable. Las expectativas y por tanto su expresión más concreta, la
1
Keynes se queja, por ejemplo, de que existe una tendencia generalizada a tomar las decisiones de
inversión sobre las expectativas
de corto plazo aunque las inversiones sean de largo plazo (cap.
12, T. G.). Sin embargo, aparte de un llamado simbólico a cambiar tal actitud, no parece existir
una fórmula inmediata para generar tal cambio que, además, según el mismo Keynes, podría
traer efectos negativos compensatorios
por otro lado: si los inversionistas pensaran siempre que su
inversión no es liquidable en el corto plazo, considerarían
mayor el riesgo y ello podr ia terminar
reduciendo la inversión en lugar de aumentarla.
LA ECONOMIA KEYNESIANA
363
eficiencia marginal del capital, no podían constituir, pues, en el modelo de
Keynes la variable primaria manipulable a voluntad, con unos resultados
previstos y garantizables, para dar una salida real al problema del exceso
de ahorro sobre inversión planeada a niveles de pleno empleo. En sus propias
palabras: " ... no es fácil revivir la eficiencia marginal del capital, ya que
está determinada por la incontrolable y desobediente psicología del mundo de
los negocios. Es el retorno de la confianza, para hablar en lenguaje ordinario,
lo que es tan incontrolable en una economía de capitalismo individualista".
(Keynes, T. G., pág. 317).
Queda por voltear la mirada, entonces, hacia la tasa de interés ya que,
según la función Keynesiana de la inversión (gráfico 1 7.4.3), ¿no sería
posible aumentar la inversión planeada hasta el nivel deseado mediante
sucesivas reducciones de la tasa de interés? Naturalmente, para darle respuesta adecuada a esta pregunta es necesario primero indagar si la tasa de interés, a
diferencia de la EMK, puede ser una variable artificialmente manipulable
en la dirección deseada y, de otro lado, si su sola reducción podría ser lo
suficientemente efectiva para desplazar la función de la demanda agregada, a
través de los aumentos en Ip, hasta intersectar a la función de la oferta
agregada al nivel de pleno empleo (punto R del gráfico 5.6.4), resolviendo
así el grave problema planteado. Pero esto supone -Obviamente, el estudio
inaplazable de las fuerzas que determinan la misma tasa de interés, sobre lo
cual nada se ha mencionado hasta el momento.
5.8
La tasa de interés
5.8.1
Noción Keynesiana del interés
Si según los fundamentos austríacos de la teoría neoclásica, imperantes en
el tiempo de Keynes como parte de la teoría ortodoxa, el interés del capital
es el pago a la "abstinencia" de consumir, a la "espera", al ahorro, (véase
Apéndice A· XIII, sección 4.2.1),
para Keynes esta noción no tiene
asidero en la realidad. Su argumentación, en términos crudos pero en esencia,
es la siguiente: ponga usted sus ahorros, el producto de su abstinencia de
consumir, debajo del colchón. ¿Cuántos intereses gana? Nada. Este es el
pago al ahorro, a la abstinencia, como tal. Ahora sáquelos y póngalos a
préstamo en el mercado financiero. Como pago se reciben intereses positivos.
Por consiguiente, los intereses positivos no se pagan por el acto de ahorrar en
sí, de abstenerse de consumir sino por el acto de prestar el dinero ahorrado,
por ceder el uso de ese dinero durante algún tiempo a otras personas. De esta
manera, Keynes concluye que el interés es recibido como recompensa por
"quienes poseen dinero por renunciar a su control líquido sobre él". (T. G.,
Cap. 13).
364
INTRODUCClON
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA KEYNESIANA
Si una persona decide ahorrar una suma dada de dinero, razona Keynes, no
por ello recibe la recompensa de los intereses. Esta llega solamente cuando.
la persona renuncia a su "liquidez", a su control sobre ese dinero por un
plazo determinado y lo cede a otra persona. Es más, de acuerdo a esto, la
tasa de interés es el factor (la recompensa) que induce a una persona a ceder
temporalmente a otra su dinero o liquidez;' y el precio que otra persona
está dispuesta a pagar por tal liquidez. Por consiguiente, la tasa de interés
del mercado es el precio que induce a los oferentes de liquidez a ofrecerla
y que están dispuestos a pagar los demandantes. En otras palabras, la tasa
de interés del mercado estaría determinada por la demanda y oferta de
. liquidez (de dinero a préstamo), por lo cual el estudio de las fuerzas que la
determinar¡ conduce al examen obligado de estos factores.
5.8.2
d~nde L2 es la cantidad de liquidez (o dinero) demandada para especular
e 1 es la tasa de interés, tal que
Esta ,función es con?~ida como la "función de la preferencia por la liquidez"
y se ilustr~ en el gráfico S, 8, 1, que también sirve para obtener la demanda
total del dinero por todos los motivos.
GRÁFICO 5,8,1
)
FUNCION
La demanda de dinero (demanda por liquidez)
De acuerdo a Keynes, los motivos para demandar dinero o liquidez pueden
servclasiñcados en tres grupos: i- para efectuar transacciones de bienes y
se~i.~liO
..S; ii- como precaución contra imprevistos; y, m- para especular en el
m~ado financiero buscando ganancias.
DE LA DEMANDA
Y LA PREFERENCIA
POR
LA LIQUIDEZ
B
I
i1
L1
POR DINERO
iO
;(,:
K'es
considera ,que ii- p~ed~ tomarse como una proporción de i:, siendo
la tiemanda de dinero o liquidez por la suma de estos dos motivos una
furtcíón directa del nivel del producto o ingreso nacional, ya que mientras
mayor sea el valor de éste mayor será el valor de las transacciones requeridas
en Jaeconomía. Esta proposición puede expresarse como:
365
I
I
I
--,- -
Q
I
= t(Y)
donde L1 indica la cantidad de dinero demandada conjuntamente por los
motivos i- y íi-, e Y indica el valor del producto o ingreso nacional. Así, al
crecer el valor total de las transacciones requeridas, es decir, el valor total de
la producción ( Y), L1 también aumentará. Y este aumento será proporcional,
pues, Keynes acepta que en el corto plazo Y I L1, llamada la "velocidad
ingr,eso" del dinero, V, tiende a ser constante (T. G., Cap. 15).
i:_·)
De~otro lado, la "demanda de dinero por motivo especulación" (motivo
iíifdepende en parte de las expectativas y se comporta inversamente con
la 'tasa de interés. Esto es, la cantidad demandada de dinero o liquidez para
especular aumenta a medida que la tasa de interés se reduce, o
1 _ Sobre los conceptos
de dinero y liquidez, véase la sección 8. 1, Funciones,
k
El eje vertical mi~e el nivel de la tasa de interés y el horizontal la suma de
las demandas de dinero por todos los motivos (L + L ) La di t
iz D].
b
1'"
1
2 •
lS ancia
L'l
so re e eje, honzontal mide la demanda de dinero por motivo transacciones
(L.l), que depende del nivel de ingreso (Y). Por tanto Ol: no a b'
t
dif
,
1
C m la
mien ras no se mo 1 ique el nivel de ingreso (lo cual se supone en el áf"
,
.
') .
gr ~ '
en pnmera
ínstancía
Ahora, para obtener la demanda total de dinero (L + L )
,
OL
'
1
2
es necesario
sun;.ar. a
1 la demanda de dinero por motivo especulación.
Como ésta
vana mversam~nte con la tasa de interés, sería prácticamente nula a niveles
~uy altos d~ 1, tales como io, (punto B) en los cuales toda la demanda de
dmero estalla constituida apenas por OL
(L '"
) S'
did
.
1 ,
2
cero.
m embargo a
me ~ a que se red~ce la tasa de interés empieza a aparecer una dema~da
de dmero por motivo especulación (L2) que se va sumando a la demanda
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
366
por motivo transacciones y precaución (LI) para obtene~ la d;rnanda total
(LI + L2). Por ejemplo, en el punto B, con una tasa de .mteres extremadamente alta, L2 sería cero y, por tanto, LI + L2 = LI' Sin ~mbargo, al c~er
i hasta il (punto Q) aparece una demanda de dinero por mO~lvoespeculación
igual a la demanda total (OL'2 ) menos la demanda por motivo transacclO~es
(OL ) igual a L L' . Al caer i hasta i2 (punto R) la demanda por motivo
1
1
2
-L L" 2 = OL" 2 •
especulación aumenta aL 1 L" 2 Y la demanda total a OL 1 + 1
etc. En síntesis, proyectando la tasa de interés sobre la función de la preferenc~
por la liquidez se obtiene un punto cuya coordenada (o valor) e? el eje
horizontal corresponde a la demanda total de dinero. Pero es necesano tener
presente que este total incluye tanto la demanda "especulativa" que depende
inversamente de la tasa de interés, tal como muestra la función de la preferencia
por la liquidez, como la demanda transaccional (OLI ) que depende del nivel
de ingreso. Para obtener la cifra neta de L2 habría entonces que restar a la
demanda total OLI. Puesto que L2 va aumentando a medida que i se reduce,
y LI permanece fija, dado que el ingreso esté constante, entonces la demanda
total también va aumentando a medida que i se reduce.
(De otro lado, si Y llegara a aumentar entonces OLI se haría también mayor,
lo cual significa que la línea paralela al eje vertical que arranca del val~r
L 1 se desplazaría hacia la derecha. Como resultado la curva de. la pr:fer:ncla
por la liquidez también se desplazaría hacia la derecha. SI Y disminuye
entonces la curva se desplazaría hacia la izquierda). I
Ahora bien las razones que da Keynes para que L2 aumente a medida que
.
' es " muy alta"
i se reduce, pueden resumirse así: a- Si la tasa de ~ter~s
resulta muy costoso mantener dinero líquido porque, SI:1 dm~ro es prestad?>
los intereses que deben pagarse son "muy altos", y SI,el dinero es .~roplo
los intereses que dejan de percibirse por no darlo en prestamo tambíén son
muy altos. De esta manera, con tasas de interés "muy altas': n~ es deseable
mantener dinero líquido, es decir, la preferencia por la liquidez es muy
baja. A medida que baja la tasa de interés, por el co~trario, e~ costo de
mantener dinero disminuye (tanto si es prestado como SI es propio y no es
dado en préstamo) lo cual hace más aceptable la posesión de liquidez, es
decir aumenta correlativamente el deseo de pedir prestado y el de mantener
la pr~pia liquidez. En otros términos, aumenta la prefer~ncia por la líquídez;
y, b- Si la tasa de interés es "muy alta", por encima del nivel que se co~slde?
normal, la expectativa más probable sobre el futur? e~ que la tas~ de interés
disminuya. Por tanto, los individuos que tienen liquidez querran darla en
I
Evidontemente,
la curva L también sufriría desplazamientos
s~ el públi~o c,ambiara los niveles de
liquidez que desea mantener a cada nivel ,de. la tasa d~ inter:s, es decir, SI su ~referencla por la
liq uidez se modificara
por razones psícologicas o SOCIales diferentes de cambios en la tasa de
interés.
LA ECONOMIA KEYNESIANA
367
préstamo rápidamente, cuando pueden pactar altos intereses, antes de que
i caiga a su nivel normal cuando tendrían que conformarse con intereses
menores. Es decir, están ansiosos por desprenderse muy rápidamente de su
liquidez, lo cual hace que su preferencia por la liquidez sea muy baja. Y los
individuos que no tienen liquidez propia también tienen una baja preferencia
por la liquidez en ese momento, pues esperando a que las tasas de interés
caigan a su nivel normal podrían obtener préstamos más baratos en el futuro
que en el presente. En síntesis, su preferencia por la liquidez es también
muy baja y, por consiguiente, la preferencia por la liquidez es baja en general.
Por el contrario, si latasa de interés es "muy baja", colocándose por debajo
de su nivel normal, la expectativa más probable sobre el futuro es que ella
subirá, por lo cual los individuos que tienen liquidez propia esperarían ganar
nanteniendo su liquidez en ese momento para ofrecerla en préstamo sólo
posteriormente, cuando las tasas de interés les-permitan colocar sus préstamos
con una mejor rentabilidad. Y los individuos que no tienen liquidez propia
y la necesitan, desearían tenerla inmediatamente, tomándola en préstamo,
pues de esa forma pagarían menos por ello que en el futuro próximo cuando
los intereses tendrían que ser mayores; ASÍ, con una tasa de interés "muy
baja" la preferencia por la liquidez sería en general "muy alta".
Finalmente, Keynes postula que existe un valor mínimo de la tasa de interés,
más allá del cual ésta no puede caer. Ese valor mínimo seseñala en el gráfico
S. 8. 1,
en el eje vertical, como i min, Por consiguiente ta curva de la
preferencia por la liquidez se vuelve completamente paralela al eje horizontal,
tan pronto como i alcanza ese valor mínimo, punto S, es decir, la función
se torna completamente horizontal a partir de este valor para indicar la
imposibilidad de que i siga disminuyendo. Una implicación importante
de esta característica de la función de la preferencia por la liquidez, que debe
tenerse presente, es que a tal tasa de interés mínima la demanda de dinero
por motivo especulación bien podría ser L 1 L"'2 (en el punto S), LI L""2
(en el punto T) y cualquier otro valor a la derecha de éste, en forma indefinida
y tendiendo hacia el infinito. La razón de esta preferencia casi infinita por
la liquidez es, obviamente, que a una tasa tan baja de interés los costos de
mantener la liquidez son los mínimos imaginables y la única expectativa
posible sobre el futuro es la de que la tasa de interés vuelve a aumentar.
Por otra parte, las razones que da Keynes para la posibilidad de que exista
un nivel mínimo más allá del cual no pueda caer la tasa de interés son: í- el
riesgo implícito en todo préstamo, riesgo que debe ser compensado con
un rendimiento positivo sobre el préstamo, lo cual implica que mientras
el riesgo sea positivo la tasa de interés debe cubrir por lo menos ese valor,
por debajo del cual no puede caer; ii- los costos de la intermediación ñnan-
368
INTRODUCCION
ciera, (sistema bancario y ramificaciones), requerida para poner en contacto
a quienes dan en préstamo y a quienes toman prestado, costos que debe
cubrir la tasa de interés de los préstamos y que siempre son positivos; iii- la
existencia "psicológica" o "convencional" de un nivel "normal" de la tasa
de interés, lo cual hace que cuando ésta cae por debajo de ese nivel "normal"
tome lugar la expectativa de que volverá a subir, lo cual hace tender la
preferencia por la liquidez hacia infinito (vuelve la función horizontal)
como antes se explicó.
'
5.8.3
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
5.8.4
Interaccion de la oferta y demanda monetarias:
El nivel de la tasa de interés
GRÁFICO 5.8.2
M¡
La oferta de dinero (oferta de liquidez)
I
Después de tanto camino recorrido, se encuentra una variable esencial riel
mercado cuyo nivel puede ser fijado, de acuerdo a criterios de política
previamente determinados, por el gobierno. Es cierto que no todos los
.factores de la oferta monetaria están en poder absoluto de la autoridad
púqliGa, pues algunos de ellos, como la situación del mercado mundial que
afe~!a a través de la balanza de pagos la oferta monetaria, pueden estar
tot~o
parcialmente fuera de su control. Sin embargo, la mayoría y casi
tod,8s los factores determinantes de la emisión mónetaria y de los medios
de pago en circulación, tales como el crédito del Banco Central, las operaciones
de mercado abierto y el encaje bancario están sujetos a su manejo discrecional, 1
por lo cual, en general, el gobierno tiene la capacidad técnica de contrarrestar
el erecto de los pocos elementos que escapan a su control con su manejo
discrecional de los restantes factores, que constituyen la mayoría y que
permiten establecer el nivel de la oferta monetaria dentro de ciertos límites
predeterminados oficialmente. 2
De-esta manera, y siguiendo a Keynes, la oferta de dinero puede ser tratada
en primera instancia como una cantidad determinada (exógenamente a las
libres fuerzas del mercado) por el gobierno, tal como muestra el gráfico 5.8.2.
2
scibrelos
determinantes
de la oferta monetaria,
véase secciones
M'¡
M"¡
,
I
---r-, -
io
1
369
~
i¡
i2
imín•
E
--+---~-,
E'
E"
--~-,
I
L
LI +L2'
o
LI
M¡
M'I
\111
M"I
El gráfico 5.8.2
solamente difiere del 5.8. 1 en que la cantidad de
medios de pago puestos en circulación por el gobierno (oferta monetaria),
que inicialmente es OMI, es mostrada explícitamente. Esta cantidad se
representa como una paralela al eje vertical para indicar precisamente que es
un parámetro que solamente puede cambiar cuando el gobierno así lo
decide sin que, en primera instancia, lo afecte en forma inmediata cualquiera
de las demás variables examinadas (es un valor "exógeno" a las variables
i y L, que se mide sobre el eje horizontal porque éste mide cantidades de
dinero, y que se proyecta como una recta paralela al eje i porque depende
del gobierno y no inmediatamente de los valores de i). Por consiguiente,
cuando la oferta monetaria, MI, aumenta, esta recta paralela se desplaza
hacia la derecha, lo cual debe ser obvio pues OM 1 < OM' I < OM''¡. y
cuando M t se reduce, la recta que indica el valor de MI se desplaza hacia
la izquierda.
18.5 a 8. 9.
Nota para el lector avanzado: " ... podemos trazar la línea entre 'dinero' y 'deudas' en el punto
que sea más conveniente
para manejar un problema particular" (Keynes, T. G., pág. 167 •. En el
texto, y para los fines inmediatos, los medios de pago en circulación (MI) se consideran como la
oferta de dinero, sin entrar en consideraciones acerca de si aquí la línea está trazada en el punto
más conveniente
posible dentro de una perspectiva teórica. Simplemente
se ha trazado la línea
~. el punto que permite la exposición más sencilla posible de las interacciones
entre demanda
y oferta monetaria.
Ahora bien, con una curva de preferencia por la liquidez estable, sin desplazamientos de índole alguna, como L, se observa lo siguiente, cuando el nivel
de la oferta moentaria es OMt: si la tasa de interés fuera mayor io, entonces
la demanda total de dinero, que como se vio en la sección anterior se obtiene
proyectando la tasa de interés en cuestión hasta la curva L, sería inferior
a la oferta total de dinero (MI ). Es decir, se presentaría un exceso de oferta
sobre demanda de dinero igual a la distancia que separaría, a ese nivel de la
370
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
tasa de interés, a la curva L de la curva MI' Es evidente que este exceso se
debería a que al nivel de esta tasa de interés tan alta la preferencia por
liquidez es muy baja para absorber toda la liquidez disponible en el mercado
de dinero (financiero). Este exceso de oferta de liquidez significa que quienes
tienen fondos en exceso (que no han podido colocar en préstamo) están
perdiendo todos los intereses que podrían ganar sobre ese dinero inactivo.
Necesitan, pues, colocarlo en préstamo, pero para que ello ocurra es necesario
que la demanda por dinero aumente. Pero, a su vez, los demandantes de
liquidez pueden ser inducidos a demandar una mayor liquidez solamente si
la tasa de interés se reduce, dada la relación inversa entre L2 e i. En síntesis,
un exceso de oferta sobre demanda de dinero envía la tasa de interés a la baja.
Ahora bien, si i cae por debajo de i«. se presentará la situación contraria:
la demanda total de dinero (dada por la proyección de la tasa de interés
menor que io sobre la curva L) será mayor que la oferta monetaria, dada
por la curva MI' equivalente a la distancia que separa estas dos curvas a ese
nivel de la tasa de interés. Ahora, el público demanda una mayor liquidez
que la que hay disponible. Todo demandante querrá inducir a los oferentes
a que le satisfaga su necesidad de liquidez. Pero los oferente s no pueden
aumentar la liquidez total ya que esta acción corresponde exclusivamente
al gobierno. Por tanto, si éste mantiene constante la oferta monetaria, los
oferentes tienen que racionar la poca liquidez disponible entre los muchos
demandantes existentes, y como los primeros van al mercado movidos por el
incentivo de obtener la máxima rentabilidad posible para su dinero, racionan
seleccionando a los demandantes que ofrezcan pagar la mayor tasa de interés,
corno en una subasta pública. Por su parte, los demandantes compiten entre
sí ofreciendo cada vez mayores tasas de interés hasta que ésta haya subido
tanto que la preferencia por la liquidez deje de ser excesiva con relación
a la oferta. Un exceso de demanda de liquidez sobre oferta empuja, pues, la
tasa de interés al alza. (Véase Apéndice A - XIV, secc. A. 5.7). e
Por consiguiente, dadas las curvas L y MI, la tasa de interés no estará en
equilibrio cuando es superior ni cuando es inferior a io _ Es más, cuando es
superior es lanzada hacia el nivel i«. y cuando es inferior también es lanzada
hacia el nivel io. Por el contrario, si la tasa de interés fuera io, a dicho nivel
la oferta y la demanda de liquidez serían exactamente iguales, sin excesos
de oferta que empujaran i a la baja ni excesos de demanda que la empujaran
al alza. io, la tasa de interés correspondiente al punto E, donde se intersectan
las funciones de oferta y demanda de dinero, es pues la tasa de interés de
equilibrio, hacia la cual tienden siempre las fuerzas del mercado. De esta
manera, la tasa de interés resulta como el precio que permite la igualación
LA ECONOMIA KEYNESIANA
371
de la demanda y la oferta de dinero (o de liquidez) o, para simplificar, como
el "precio de la liquidez" en las palabras de Keynes,'
Ahora, si el gobierno aumentara sucesivamente la oferta monetaria OMI , a
OM'¡ ya OM''¡ , es decir, si la línea MI se desplazara aM'1 y aM''¡, entonces,
siguiendo en cada caso el mismo razonamiento anterior, se encontraría que
la tasa de interés del mercado pasaría a quedar determinada por E' y por
E", respectivamente, es decir por las nuevas intersecciones de L con las
nuevas líneas que representan la oferta monetaria. 2 En síntesis, si la curva
(Digresión
ahorro).
Opcional
sobre la crítica
Keynesiana
a la Definición
ortodoxa
de i como
precio del
Keynes da mucha importancia
a esta conclusión, y la contrapone
a la noción ortodoxa de que i
es el precio que iguala la oferta de ahorro con la demanda de ahorro (que es la misma inversión
. planeada), pues si esto último fuera cierto la tasa de interés sería un mecanismo cuya flexibilidad
o reducciones
permitirían
eliminar siempre cualquier exceso de A sobre Ip, obteniéndose
de
eUo la conclusión de que las reducciones en la tasa de interés (ante situaciones de A >Ip) nunca
permitirían un exceso de OA sobre DA, es decir, garantizando el cumplimiento
de la Ley de Sayo
Para refutar por otra vía este planteamiento.
Keynes presenta el argumento de que el ahorro
depende del nivel de ingreso, lo cual parece evidente. Entonces, si esto es cierto, el A puede aumentar o reducirse sin que cambie la tasa de interés, simplemente como resultado de cambios en Y.
La oferta de ahorro no podría conocerse, pues, sin conocer el nivel de ingreso. De donde, sin
conocer y no podría construirse un gráfico con la demanda de ahorro (Ip) y con la oferta de
ahorro cuya intersección sería la tasa de interés, como plantea la economía ortodoxa. Es decir, sin
conocer y no podría conocerse la tasa de interés porque la función de oferta de ahorro (los niveles
de ahorro) sería totalmente desconocida.
Como la teoría ortodoxa razona siempre con el supuesto
implícito de que las fuerzas libres del mercado conducen a la economía al pleno empleo, entonces
el único nivel de ingreso que puede tomar por conocido es el caso' especial" del pleno empleo.
En cambio, para el caso "general" de desempleo, la teoría ortodoxa no podría dar por conocido
el nivel de Y ni, por tanto, los niveles de A, ni por tanto la curva del ahorro, ni por tanto su intersección con la curva de la demanda de ahorro, ni por tanto la tasa de interés. (T. G., cap. 14).
2
La argumentación "como si" sólo existiera una tasa de interés, con "la" tasa de interés, se trata
evidentemente de una simplificación expositíva, ya que en la realidad existe toda una estructura
de diversas tasas de interés que difieren entre sí de acuerdo a distintas condiciones de riesgo,
madurez, liquidez y cargas tributarias, principalmente. Puede suponerse, entonces, que "la tasa"
de interés a que se refiere el texto es, por ejemplo, la tasa pagada por un banco comercial importante
dado sobre los depósitos a términos con madurez de 12 meses, tasa sobre la cual las primas de
otras instituciones
y otras condiciones
de préstamo (por mayores riesgos, menor liquidez, etc.)
determinan toda la compleja estructura de las diversas tasas restantes.
Además, es necesario tener presente que ofrecer liquidez es lo mismo que demandar títulos de
deuda como letras, pagarés, bonos, etc., (por simplicidad "bonos"), ya que toda entrega de dinero
en préstamo supone el recibo de cualquiera de estos "comprobantes" o títulos de deuda. De esta
manera, por ejemplo, un bono del gobierno que éste ofrece en venta ello. de enero de un año dado
en $ 1.000 con el compromiso
de redimirlo (devolver el dinero prestado o recomprar el bono)
el lo. de enero del año siguiente en $ 1.200 implicaría una tasa de interés de 200/0. Pero si el
público empieza a revenderlo y recornprarlo
en la bolsa de valores, con el resultado de que el
precio del bono se eleva a $ 1. 100, entonces la tasa de interés de los nuevos compradores
sería
$ 1.200 - $ L100 11.100 = 9.090/0. Es decir, un alza en el precio de los "bonos"
(o papeles
financieros) equivale a una reducción en "la" tasa de interés y viceversa.
INTRODUCCION
372
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA KEYNESIANA
373
L permanece estable, el gobierno podría reducir la tasa de interés media~~e
L debilitando el efecto del aumento de MI sobre la tasa de interés. Pero este
aumentos discrecionales de la oferta monetaria, lo cual parece una conclusión
extremadamente importante, en vista del posible efecto de la reducción
de la tasa de interés sobre la inversión planeada (gráfico 5.7.2). del efecto
del aumento de ésta sobre la demanda agregada y el nivel de empleo (gráfico
5.6.4),
Y del hecho de que la oferta monetaria es, por fin, una variable
que ofrece un manejo discrecional por parte del gobierno. Aparentemente,
Keynes habría encontrado la ansiada panacea para curar el desempleo
involuntario ¿Resistirá esta apariencia el requerido análisis de fondo?
Veamos la respuesta de Keynes.
debilitamiento podría resultar más relevante si se supone que el público, con
sus expectativas de inflación, trata de adelantarse a los efectos de los aumentos
de M 1 buscando reajustes rápidos de los precios, como ocurre en un
medio social ya acostumbrado a la inflación según recientes hipótesis de
comportamiento.
5.8.5
La oferta monetaria y el nivel de empleo
Antes de aventurarse a sacar una alegre conclusión sobre los efectos que los
aumentos de la oferta monetaria (política monetaria) pueden ocasionar
sobre el nivel de empleo, en presencia de desempleo involuntario, es necesario
avertturarse aunque sea muy tangencialmente por una serie de pasos tortuo~os
qu~existEm entre el punto de salida y el supuesto dé llegada. Esto es lIDprelcindible; pues con U? solo traspiés que nologresuperar~e exit~san;ente, la
polttica monetaria habrá pasado como otra esperanza p~rdIda, o sImplemen~
irre~evante, para actuar como la poderosa palanca que impulse a la economía
fuetá de la depresión económica.
En~rimer término, es necesario tener presente que un .aUl;nentode M.l .sería
incapaz de reducir la tasa de interés si alguna de las siguientes condiciones
se hJciera presente:
Si
ila función de preferencia por la liquidez (curva L) se d~splazara
simultáneamente a la derecha como para compensar el desplazarmento de
1. ;Esto puede ocurrir si, por ejemplo, e~ nivel g?ne~l de pr~cios aume~ta
signifiéativamente al aumentar MI (Teoría Cuantitativa del Dinero, seccion
8. 10), ya que al aumentar los precios se requiere mayor cantidad de dinero
pata hacer las transacciones del producto real, con lo cual .~Ll aumenta.
desplazándose la línea L1 y con ella toda la curva L (sección l_~.4.2). En
realidad, esta posibilidad no preocupó mucho a Keynes, pu:s creta ~~e con
desempleo involuntario de mano de obra y el equipo productivo subutílizado,
(al crecer M 1 los precios crecerían pero menos que proporcionalmente
(debido al crecimiento del producto real) hasta al?anz~ el nivel de pleno
empleo, cuando, dada la imposibilidad de la prOQUCClOnreal para crecer
ulteriormente, todo el aumento de M 1 sí se traduciría en alzas puras de
pr~cios. De todas maneras, los precios crec:rían en alguna medida, lo cual,
aunque no implicaría un eumento proporcional de OL1 que anulara to~~~nte el aumento de MI' sí implicaría algún desplazamiento de la función
ii- Si la función de la preferencia por la liquidez, curva L, tiende a ser muy
"acostada", con muy poca pendiente, más precisamente, muy elástica,
entonces inclusive aumentos muy grandes de MI' tienden a producir
reducciones insignificantes sobre la tasa de interés (basta con imaginar,
sobre el gráfico 14. 8. 2, que la parte descendente de la curva L fuese mucho
más acostada para visualizar cómo i de equilibrio caería menos de lo que
cae con la mayor inclinación ante los desplazamientos de M'¡ y M"2 ). Esto
es así porque, precisamente, una mayor elasticidad de la curva significa que
una pequeña reducción en la tasa de interés implica un aumento porcentual
mucho mayor en la preferencia por la liquidez y, por tanto, en la demanda
total del dinero. Los aumentos de la oferta monetaria al presionar levemente
hacia la baja la tasa de interés irían acompañados, aSÍ, también de un gran
incremento en la cantidad demandada de dinero que impedirían la creación
de drásticos excesos de oferta y, por tanto, impedirían drásticas reducciones
de 1:
Este punto preocupaba de manera especial a Keynes quien le dio mucha
importancia al mismo. La razón argumentada es el hecho de que el público
mantiene por atavismo "psicológico" o por convencionalismo social una
noción muy arraigada del nivel de la tasa "normal" de interés. De esta
manera, una caída sorpresiva de la tasa de interés puede ser recibida como
algo transitorio, dando lugar a la expectativa de que rápidamente volverá
a su nivel "normal". Pero, como ya se ha visto en la sección 14. 8. 2, esto
incita a un gran aumuento de la demanda por liquidez. El aumento en MI
podría entonces ir acompañado también de un aumento muy importante
en la preferencia por liquidez y, por tanto, en la demanda total de dinero,
tendiendo a anular el efecto del primero. La dificultad para cambiar la
noción de la gente sobre cuál es el nivel "normal" de la tasa de interés y
para inducirla a pensar que las variaciones de i son "permanentes" o de
"largo plazo" podría convertirse, entonces, en un gran obstáculo para la
reducción de la tasa de interés mediante aumentos enM1•
Y, iii- Si el nivel de la tasa de interés se encuentra en UIl valor próximo
a su valor mínimo posible (i mín. en el gráfico 5. 8. 1). cuando la curva
L se torna completamente horizontal, o totalmente elástica, entonces, no
importa qué aumentos tan grandes de MI se hagan, es imposible que la tasa
de interés sufra reducciones ulteriores. Sobra todo comentario en este caso
374
INTRODUCClON
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMLt\
acerca de la efectividad de aumentar M ¡ como instrumento para reducir
i: Solamente cabe añadir que hoy en día es un caso popularizado con el
nombre de "trampa de liquidez", y que constituye un caso extremo al cual
se aproxima la economía solamente en circunstancias "muy anormales" de
crisis como "en los Estados Unidos en ciertos momentos de 1932 ... cuando
casi nadie podía ser inducido a desprenderse de sus tenencias de dinero en
cualesquier condiciones razonables" (Keynes).
Pero lo anterior no agota las dificultades. Aun si la tasa de interés pudiera
ser reducida, quedan por sortear los siguientes peligros ocultos:
iv- La función de la inversión (gráfico 5. 7. 3) podría tener una pendiente
muy alta o, precisamente, estar caracterizada por reacciones muy inelásticas
de la inversión planeada ante variaciones de la tasa de interés, es decir,
variaciones significativas de la tasa de interés podrían producir variaciones
insignificantes en los niveles de inversión o al menos insuficientes para poder
cumplir con éxito la función de absorber todo el exceso de ahorro y llevar
a la economía hasta niveles de pleno empleo. (Esta situación puede visualizarse
en el gráfico 5.7. 3 imaginando que la curva se aproxima cada vez más a
una posición vertical. A medida que estó ocurre, la misma reducción en la
tasa de interés produce una variación cada vez menor en el nivel de la ínversiú
planeada). Por consiguiente, el aumento requerido en el nivel de la inversión
planeada podría implicar variaciones exageradas e impracticables de la tasa
de interés.
Aunque no ocurra lo anterior, el peligro supremo es la posibilidad de una
alta inestabilidad de la función de la eficiencia marginal del capital (gráfico
5. 7. 2 -y nota 1, pg. 606), pues una caída "súbita" de laEAIK podría anular
completamente cualquier caída de la tasa de interés por significativa que
ésta hubiera logrado ser y aun en el caso ideal de que se hubieran sorteado
con éxito todos los obstáculos antes enumerados. En efecto, al reducirse
la EMK la curvaEMK del gráf. 5. 7.2 se desplaza hacia abajo (nota 1, pg. 606),
lo cual puede contrarrestar la caída de la tasa de interés desde i" hasta i" "
por ejemplo (para visualizar este efecto basta con suponer que en gráfico
5.7.2
la EMK se redujo en una distancia igual o mayor que la existente
entre ElYfK¡ y EMK2• Cada punto de la nueva curva EMK estará en el
equivalente de esta distancia por debajo de la curva original y, con ello, el
nivel de Ip no ha podido aumentar o incluso resulta reducido). Además,
según Keynes, ésta no es una mera posibilidad sino que constituye de hecho
la causa típica de las depresiones. (" ... la eficiencia marginal del capital
(está) sujeta a fluctuaciones más o menos violentas que son la explicación
del ciclo económico", Keynes, T. G. pág. 144; "Sugiero que una explicación
más típica de la crisis, y frecuentemente la predominante, no es un aumento
en la tasa de interés primero, sino un colapso súbito en la eficiencia marginal
375
del capital", Ibid. pág. 315). Así, en una depresíon profunda La política
monetaria podría estar condenada al fracaso desde antes de intentar siquiera
superar los obstáculos i- a iv-oY,
vi- Finalmente, sería necesario tener en cuenta la posibilidad de reducciones
en la propensión marginal a consumir (6
/6 Y) que podría debilitar, a
través de su efecto sobre la demanda de consumo, el efecto final que sobre
la demanda agregada total pudiera tener, a través de la demanda por inversión,
una reducción en la tasa de interés (véase sección 5.6.4 Ygráfico 5. 6.3).1
e
Por todas estas vicisitudes, Keynes vio con un claro escepticismo la posibilidad
de que un manejo deliberado de las tasas de interés pudiera constituir la
poderosa palanca que estaba buscando para librar a la economía capitalista
del mal que, en su opinión, estaba minando sus cimientos, dándole más bien
a la tasa de interés el lugar subsidiario de una condición necesaria pero no
suficiente: "Pero ésta -la tasa de interés- puede fluctuar por décadas
alrededor de un nivel que es crónicamente demasiado alto para el pleno
empleo ... " (Keynes, T. G., pág. 204); "Por mi propia parte, ahora soy algo
escéptico del éxito de una política meramente monetaria dirigida a influenciar
la tasa de interés", (Ibid, pág. 164). " ... una reducción en la tasa de interés
podrá ser de gran ayuda para la recuperación y, probablemente, una condición
necesaria para ello. Pero, por el momento, el colapso en la eficiencia marginal
del capital puede ser tan completo que ninguna reducción de la tasa de
interés posible en la práctica será suficiente". (lbid. pág. 316).
v-
Keynes reconoce la importancia que las variaciones en la tasa de interés
pueden tener, cuando ésta tiende a situarse en un nivel muy alto y éuando
la tasa de desempleo es baja, es decir, bajo condiciones que se aproximan
más a un auge que a una depresión. "El remedio correcto para el ciclo
económico no se encuentra en la abolición de los auges, manteniéndonos
de esa manera en una permanente semidepresión; sino en abolir las depresiones
manteniéndonos así permanentemente en un semiauge". Y, " .. _ (una tasa
de interés más baja) puede permitirle al denominado auge ser un fenómeno
duradero". (Keynes, T. G. pág. 322). De esta manera, Keynes reconoce
la importancia de la tasa de interés para ayudar a mantener el auge económico
y aun como auxiliar valioso para ayudar a salir de una depresión, pero la
1
Una reducción súbita en 6c / 6 y sería en verdad muy improbable, sin que existan razones previsibles
para ello. Sin embargo, la verdadera función consumo, libre de una de las extremas simplificaciones
de la sección
5.6.4,
presenta una 6c / 6 y que disminuye a medida que aumenta Y, es decir, no
es una recta sino una curva ligeramente cóncava mirada desde abajo. Bajo estas condiciones,
el
aumento en el nivel de ingreso y empleo que genera un aumento dado en la inversión planeada
es cada vez más pequeño, debido precisamente al debilitamiento
de la dinámica del consumo al
crecer Y.
376
lNTRODUCCION
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
juzga incapaz de ser suficiente por sí misma para producir este último
resultado. La búsqueda, pues, no ha terminado. Esperanzadoramente para
Keynes, quedan dos posibilidades por examinar, inspiradas las dos, irónicamente para la teoría ortodoxa, que se había empeñado en recomendar la
aplicación de la fórmula de "la mano invisible" y del "laissez faire - laissez
passer" en toda su plenitud posible y hasta sus últimas consecuencias, en
la doctrina mercantilista. Los muertos parecían así resucitar, como una
demostración más de que quienes olvidan o ignoran las lecciones de la
historia del pensamiento económico están condenados a estudiarlas más
tarde o más temprano. Y mejor más temprano que tarde. Que lo digan las
memorias de la gran depresión.
e
Hasta ahora para la determinación de la demanda agregada (DA ==
+ Ip ),
no seha tenido en cuenta la posible demanda de otros países, del resto del
mundo. De hecho, esta símplíñcación equivale al supuesto de que el país
en ci.t~tíón tiene una balanza comercial equilibrada, (sección 19.2.2), con
el va16r dé sus exportaciones compensando exactamente el valor de sus
imp~rtáciones, ya que en tal caso la demanda .externa por los productos
del ~al$(exportaciones) es exactamente compensado por el ingreso del país
que'~e:gasta en productos extranjeros (importaciones), o sea pO,rla demanda
interila que se fuga hacia el exterior, sin que se produzca as! efecto neto
alguno sobre la demanda agregada total.
Ciertamente, el valor de las exportaciones, X, debe sumarse a C + Ip para
obtener la demanda agregada total por bienes y servicios del país. Pero, de
otro'lado, el valor de las importaciones del país es una parte de su demanda
que.se desvía de productos de la industria nacional hacia productos de la
industria extranjera, lo cual también debe tenerse en cuenta para calcular
la DA total. En otros términos:
C = CN
+ CM e Ip
= IpN
+ IpM
e
doride
es el valor del consumo total e Ip de la inversión planeada total
delpaís, y los sub índices N y M representan el origen nacional o importado
de ¡os bienes y servicios demandados, respectivamente.
Por consiguiente:
CN = C - CM
e IpN
= Ip
- IpM .
-;
De .donde, la demanda agregada total que se realiza por la producción nacional,
o
dirige a las unidades productivas del país, siendo igual al consumo de
se
bienes y servicios nacionales (CN) más la lp en bienes y servicios producidos
en la nación (IpN ) más la demanda externa por bienes y servicios nacionales
(X), también es igual a:
+ X= (C-CM)
C + Ip + X - (CM + IpM)
DA = CN +IpN
+ (Ip-IpM)
+ X=
Y, como las importaciones de bienes y servicios de consumo e inversión
(CM + IpM ) constituyen el total de las importaciones, M, es decir, CM + IpM
== M, entonces:
DA :::C + Ip
La demanda externa y el desempleo involuntario
5.9
377
+ X - M, (Ec. 14. 9. 1),
donde X - M es el saldo de la balanza comercial.
Por consiguiente, si X = M, o X - M = O, entonces DA = C + lp, tal como
se ha supuesto hasta ahora. Es decir, se ha supuesto que la balanza comercial
se mantiene equilibrada.
Pero, naturalmente, en la realidad, tal como se vio en la sección 9. 2, no
razón para esperar que esto sea siempre así. Aún más, nótese cómo la demanda
agregada por la producción nacional aumenta en la misma magnitud de un
superávit de la balanza comercial (X - M > O) y se reduce en la misma
magnitud de un déficit de la balanza comercial (X - M < O). Por consiguiente,
volviendo al gráfico 14. 6. 4, un superávit en la balanza comercial (SBC), en
cuanto adición neta a la demanda agregada (DA) produce exactamente el
mismo. efecto que un aumento en la inversión planeada (6. Ip), es decir, un
desplazamiento de la función DA hacia arriba, con lo cual un SBC de la
magnitud RQ sería suficiente para elevar el nivel de empleo desde YE hasta
el nivel de empleo Y[. En otros términos, el exceso de ahorro RQ que de
poducíría al nivel de ingreso correspondiente al pleno empleo (Y[) podría
ser alternativamente absorbido por un SBC de la misma magnitud, eliminándose de esa manera todo el desempleo involuntario. (DA se desplazaría hasta
DA ", pasando el equilibrio de E a R ).
Por el contrario, un déficit de la balanza comercial (DBC), al constituir
una reducción neta de la DA, (X - M < O), produce el efecto contrario,
desplazando la función de la demanda agregada hacia abajo, dando lugar,
ceteris paribus, a un exceso de ahorro sobre inversión, de OA sobre DA, lo
cual reduce el nivel de empleo y aumenta la magnitud del desempleo
involuntario. (En el gráfico 14. 6. 4 puede representarse como un desplazamiento de DA" hasta DA. Entonces aparece un exceso de OA sobre DA
igual a RQ, el nuevo punto de equilibrio se desplaza de R a E y el nivel de
378
INTRODUCCION
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
empleo se reduce de Y¡ a YE). Difícilmente, entonces, algo peor podría
ocurrirle a un país golpeado ya por la depresión de la demanda interna que
sumarle a esta situación un déficit en su balanza comercial.
¿No tenían razón los mercantilistas al llamar favorable a un superávit en la
balanza comercial, desfavorable a un déficit y en recomendar como objetivo
de política el primero?, pregunta Keynes con razón (sección 1. 1. 5). Y, en
efecto, reconoce que un país podría resolver el problema de sus excesos
de ahorro (sobre Ip), excesos de OA, y de desempleo involuntario mediante
superávits en su balanza comercial. Pero, evidentemente, puesto que las
exportaciones de unos países son las importaciones de otros, a nivel del
mundo en su conjunto el total de importaciones debe ser siempre igual
al total de exportaciones, siendo imposible que simultáneamente todos
los países puedan experimentar superávits en sus balanzas comerciales.
Necesariamente, entonces, para que unos países puedan tener superávits
otros deben consentir en tener déficits. (¿Habrá alguien interesado ?).
Por supuesto, si se iniciara una carrera por venderle cada vez más al vecino
y comprarle cada vez menos, como algunas veces ha ocurrido, particularmente
en períodos de recesión, los resultados finales serían: i- unas menores
importaciones de todo el mundo, es decir, unas menores exportaciones de
todo el mundo, con lo cual todo el mundo sale perjudicado, pues la contracción
del comercio mundial elimina las ventajas de costos logradas por el intercambio
y la división internacional del trabajo (sección 1 9.9); li- mayores fricciones
internacionales no sólo de carácter económico sino también político; iíí- la
internacionalización de la depresión de unos países hacia otros mediante
una contracción encadenada de las reducciones de la demanda agregada,
reduciéndole la demanda a los socios comerciales; y, iv- finalmente, ningún
país podría obtener un superávit pues ello requeriría la aceptación de un
déficit por parte de otros cuyo objetivo es también un superávit. En lugar
de encontrarle una salida a los problemas de la economía capitalista en su
conjunto tal manejo de la situación terminaría, así, más bien agravándolos.
Por supuesto, para llegar a la anterior conclusión es necesario suponer que
todos los países capitalistas experimentan excesos de ahorro a los niveles
de pleno empleo. Pero un superávit en balanza comercial, sin aumento de
reservas internacionales, significa un crédito dado a otros países, equivalente
a la diferencia entre el valor de las exportaciones y el de las importaciones.
Es decir, una exportación neta de capitales, una exportación de ahorro,
como Keynes subraya. Por el contrario, un déficit en balanza comercial, sin
movimiento en reservas, implica la recepción de crédito, de ahorro externo
(sección 1. 1. 5). Por consiguiente, si existieran unos países "subdesarrollados",
sedientos de acumulación, con insuficiente ahorro propio, con insuficiente
379
capital propio, "necesitados" de ahorro externo para dar pleno empleo a
su "explosiva" población, ¿no serían compatibles las necesidades de importar
ahorro de los unos, con "escasez" de capital, con las necesidades de exportar
ahorro de los otros, con exceso de capital? Mejor dicho, ¿no sería compatible
la necesidad de superávit de los unos con la "necesidad" de déficit de los
otros?
En este punto se llega, pues, al complejo problema de la inversión extranjera,
el subdesarrollo y el imperialismo, que engloba no sólo elementos económicos
sino también políticos (sección 19.10.2). Sería ingenuo, entonces, pretender
suministrar respuestas fáciles. Siñ embargo, para los propósitos inmediatos
puede señalarse lo siguiente:
a.. La exportación de capitales como una salida a los excesos "de ahorro; de
acumulación, de los países capitalistas desarrollados, que se desprende
nítidamente del modelo de Keynes, constituye quizás la forma más clara
de señalar la naturaleza de las causas de las depresiones económicas;
b- este diagnóstico Keynesiano coincide con el de crisis de "sobreacumulación"
de Marx (sección 3. 10. 1), que ha dado lugar a desarrollos teóricos como el
de Rosa Luxemburgo sobre el imperialismo y la acumulación de capital
(1913), y el de Kalecki (1932)1, en los cuales la exportación de capitales
aparece como una pieza clave de la teoría de la acumulación y del empleo.
Más recientemente, como se' señala en la sección 19.10.2, se ha desarrollado un
conjunto de tesis en diversas direcciones, que intentan evaluar la importancia
de este factor dentro del conjunto de la acumulación capitalista mundial;
e- si es cierto que los países desarrollados necesitan exportar ahorro para
lograr el pleno empleo, mientras los subdesarrollados necesitan importarlo
para alcanzar el mismo objetivo, entonces la naturaleza de sus problemas no
sólo es diferente sino también opuesta, lo mismo que la de muchas soluciones
a sus problemas. Los primeros constituirían el mundo keynesiano, los
últimos el mundo ricardiano, y entre todos el mundo completo, lo cual es
extensivo a la teoría económica completa. 2 La aplicación mecánica del
1
Rosa Luxemburgo,
"La Acumulación
de Capital". Un excelente y completo ensayo sobre la
controversia que despertó este libro se encuentra en Sweezy Paul, "Teoría del Desarrollo Capitalista",
1942, La Controversia sobre el Derrumbe. El análisis teórico más preciso, brevísimo y excelente,
como todos los suyos, es el de Kalecki, "El Problema de la Demanda Efectiva con Rosa Luxemburgo
y Tugan Baranowsky ", 1967. Sobre la verdadera importancia
de las contribuciones
de Kalecki,
véase Postcap ítulo X IV .
2 Siguiendo a Marx, podría distinguirse entre los países cuyo capitalismo no ha salido de la infancia
(su propia acumulación no ha dado lugar a crisis endógenas de sobreacumulación)
Y países cap italistas con mayoría de edad (los restantes).
La teoría "completa"
debe explicar todos los casos.
(
I
380
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
modelo de medio mundo al otro medio mundo, sin una previa disección
crítica puede resultar, pues, en las más desconceptualízadas paradojas,
aunque de esto no se percaten muchos, debido a que la mayoría de los
textos de economía suelen ser mecánicamente enseñados en los países
subdesarrollados;
Y, d-debido a que los países subdesarrollados para dar pleno empleo a sus
recursos requieren no solamente capital sino también mercado para sus
productos, (sección 19.10.1), no puede inferirse que la escasez de capital
los condicione automátícamente a ser jubilosos creadores de sus propios
y masivos déficits en balanza comercial, Por el contrario, muchos si no la
mayor parte de estos países buscan balanzas equilibradas. Esta posición, que
equivale a una preocupación sobre la conservación de sus mercados internos
y su industria nacional, y para no exceder ciertos niveles de recepción de
inversión extranjera, puede tener una motivación no sólo económica en
forma directa sino también política (sección 9. 10. 2), que escapa al control
de los países desarrollados. Tesis más radicales como la de Baran y Sweezy
en Ef Capital Monopolista plantean que debido al retorno de utilidades,
interé$es y dividendos, los países desarrollados no son exportadores netos
sino imp()rtadores netos de ahorro de los países subdesarrollados.
De ot.r()lado,· constituiría una mera caricatura pintar el cuadro de la inversión
extranjera como si los capitales de los países desarrollados estuvieran
dispuestos a fluir hacia los subdesarrollados en toda la magnitud que éstos
sean capaces de recibir (sección 19.10.2). En general, la inversión en el
extranjero está regida por las mismas motivaciones que la inversión interna:
la relación entre la eficiencia marginal del capital externa y la tasa de interés
interna. Expectativas menos favorables de riesgos económicos y políticos, el
desarrollo de los mercados más dinámicos en los países más adelantados, la
misma magnitud absoluta del mercado, la posible insolvencia de algunos
países subdesarrollados y los obstáculos políticos a la inversión extranjera,
son todos factores que hacen extremadamente complejo el cuadro de la
exportación de capitales. Tesis radicales como las de Servan Schreiber en
el "Desafío Americano" sostienen que la inversión externa de los países
desarrollados se dirige preferencialmente en el mundo contemporáneo
hacia-otros países desarrollados y no hacia los subdesarrollados.
En síntesis, el superávit en balanza comercial, como medio de exportación
de los excesos de ahorro, para reducir los niveles de desempleo involuntario
en el subgrupo de países desarrollados es una clara y coherente posibilidad
teórica que Keynes.reconoce, 10 cual lo lleva a reivindicar la tesis mercantilista
en tales términos. Sin embargo, aunque tal válvula de escape pueda tener un
LA ECONOMIA KEYNESIANA
381
efecto práctico, no se sigue de ello que sea suficiente, que actúe como un
mecanismo automático regulador ni mucho menos como un instrumento
discrecionalmente utilizable en la oportunidad y la magnitud que las
circunstancias exijan. Que no es automáticamente regulador lo demuestran
prácticamente la gran depresión y toda la historia de las crisis y recesiones;
que no es discrecionalmente utilizable lo demuestra el sinnúmero de factores
que escapan a la mera voluntad política de un gobierno. Si la propia inversión
planeada interna está fuera de su control, por la misma naturaleza de la
economía capitalista, "por la incontrolable y desobediente psicología del
mundo de los negocios" en las palabras de Keynes, con mayor fuerza puede
concluirse lo mismo de la inversión externa, que a lo anterior suma la voluntad
política de otros gobiernos, los intereses económicos de otras naciones y los
complejos problemas económicos del mundo subdesarrollado. Si la posibilidad
de manipular a voluntad la inversión planeada interna, de acuerdo a las
cambiantes circunstancias de la economía, tuvo que ser desechada como
alternativa efectiva para regular el nivel de empleo, con mayor rallón tenía
que serio la posibilidad teórica de regularIo mediante una manipulación
discrecional de la inversión externa. La búsqueda continúa, entonces, aunque
con la seguridad de que, para bien o para mal, el siguiente recodo del tortuoso
camino también será el último, porque todas y cada una de las demás
alternativas posibles han probado ser inadecuadas.
5.10
La intervención del Estado y el déficit fiscal
Tampoco se ha tenido en cuenta hasta ahora, para la determinación de la
demanda agregada, (C + lp + X - M, eco 14. 9. 1) la posibilidad de un
déficit fiscal del gobierno, lo cual equivale al supuesto de que los gastos del
gobierno son exactamente iguales al valor de los impuestos que recauda
durante el período en cuestión. 1 En efecto, llamando R al valor de los
impuestos recaudados por el gobierno, y G el valor de sus gastos totales
durante el mismo período, R constituye la parte del ingreso nacional (o del
valor del producto nacional) que el gobierno sustrae de los particulares para
sus propios gastos. Por consiguiente, R es un valor que el gobierno sustrae
a la capacidad de demanda de los particulares (al ingreso de éstos), pero de
otro lado G es obviamente una demanda que adiciona el gobierno a la
de los particulares por bienes y servicios de la economía. De esta manera, la
sustracción que por un lado hace el gobierno a la demanda agregada, mediante
1
Nota para el lector avanzado: por sencillez, se dejan aquí de lado el efecto de una posible diferencia
entre la suma de las propensiones marginales a consum ir y a invertir del sector privado y la propensión marginal a gastar del gobierno, lo mismo que el tema del multiplicador
del presupuesto
equilibrado, ya que lo primero es meramente accesorio al tema central y lo último es objeto de una
discusión que rebasaría el nivel introductorio, desviando la atención del argumento principal.
INTRODUCCION
382
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
los impuestos, es exactamente igual a la adición que por otro lado hace el
gobierno a la demanda agregada mediante su gasto, cuando R '" G. Es decir,
cuando el presupuesto del gobierno es equilibrado (R '" G), sir1 que haya
déficit fiscal (G > R) ni superávit fiscal (R > G), la acción del gobierno con
relación a la demanda agregada es neutra, ni la aumenta ni la disminuye. Por
tanto, no tener en cuenta al gobierno para la determinación de "lademanda
agregada, como en las secciones precedentes, es lo mismo que suponer que
su papel es neutro, o que R '" G.
Sin embargo, resulta claro de lo anterior que si el gobierno tuviera un déficit
fiscal, G > R, entonces lo que sustraería de la demanda agregada (R) sería
menor que lo que adicionaría a la demanda agregada (G), dando lugar de
esa manera a un aumento neto de la demanda agregada. Puede concluirse,
entonces, que unos gastos netos del gobierno positivos (G > R, o G - R >
O), o un déficit fiscal, producen un aumento neto de la demanda agregada. I
Es decir, G - R debe ser adicionado a e + Ip + (X - M) para obtener la
demanda agregada total que, entonces, es:
DA'"
e + lp
+ (X -M)
+ (G- R), (ec. 5.10.1).
e
Obviamente, cuando X - M '" O y G - R '" O, entonces DA '" + Ip, como
se tenía al comienzo, en el gráfico 14. 6. 4, donde Ip '" Z. Partiendo de esta
situación inicial, supóngase ahora que, derrotados todos los intentos para
incrementar Ip en 1::.Ip sobre su nivel inicial (Z), y para generar un superávit
en balanza de pagos, el gobierno decide entonces aumentar sus gastos mediante
un déficit fiscal (G - R > O), igual a la distancia RQ en el gráfico 5.6.4.
Como resultado, a cada nivel de Y, la demanda agregada estará dada por el
valor del consumo más el valor inicial de Ip, que es Z, (lo cual da la curva
DA =
+ Ip), más G - R '" RQ, lo cual implica un desplazamiento de la
función DA hasta DA ", un desplazamiento del equilibrio desde E hasta
R una eliminación del exceso de ahorro sobre inversión planeada (RQ ) que
de otra manera se presentaría a nivel de pleno empleo, una igualación de la
oferta y demanda agregada (R) al nivel de pleno empleo y, por consiguiente,
un aumento del empleo desde Y E (donde se daría un desemple~ involu~ta~o
igual YI - Y ), hasta Y I que es el nivel de pleno empleo. (Véase Apendice
E
A - XIV, secc. A. 14.4).
e
I
Un superávit
fiscal,
° gastos
netos negativos,
G <R,
similar, una reducción Reta de la demanda agregada.
producirían.
pues. siguiendo
un razonamiento
383
Gastando más, pero sin cubrir tales gastos con nuevos impuestos, (véase
sección 18.5.1), el gobierno podría entonces aumentar la demanda agregada
real y, con ello, los niveles de empleo, producción e ingreso, rescatando a la
economía de una depresión y prácticamente eliminando el desempleo
involuntario. Pero, antes de seguir adelante, quizás sea necesario subrayar
que esta magia de sacar aumentos reales de la demanda agregada, en lugar
de conejos, del sombrero del déficit del gobierno sólo es posible en un
perfecto "mundo Keynesiano", no solamente con desempleo involuntario
sino también con exceso de ahorro, con exceso de acumulación, con exceso
de capital. Muy diferente sería el resultado si el gobierno tratara de realizar
este bello acto teatral en un "mundo ricardiano" de escasez de ahorro, de
escasez de acumulación, de escasez de capital. Para esquematizar con nitidez
las razones de ello tal vez haya que forzar la imaginación y la capacidad
especulativa hasta niveles heréticos. Pero, como bien podría valer la pena, es
necesario correr el riesgo. En primer lugar, se requiere tener presente que, de
acuerdo con Keynes, si el mercado establece automáticamente un nivel de
empleo igual a YE, por debajo del nivel de pleno empleo (Y¡ ), dando lugar
al desempleo involuntario (Y¡ - YE), es porque al nivel de pleno empleo
(Y¡) se presentaría un exceso de ahorro sobre inversión planeada (RQ).
¿Por qué? Porque la propensión a consumir existente no permitiría convertir
en consumo privado ese exceso de ahorro, y tampoco se convertiría en
inversión planeada porque el nivel de la eficiencia marginal del capital (en
relación a la tasa de interés) es tan bajo que tampoco lo permitiría. Pero,
¿por qué la EMK cae tan bajo cuando se alcanza el nivel de pleno empleo?
Marx propone una respuesta (sección 3. 10. 1):
porque a nivel de pleno
empleo se ha agotado totalmente el "ejército de reserva". Por consiguiente,
toda acumulación (todo ahorro) adicional, I después de alcanzado el pleno
empleo, no es más ni menos que acumulación excesiva de capital, sobreacumulación con relación a las posibilidades que tiene ese capital para ser
rentable, para valorizarse, ya que si los capitalistas insistieran en invertir
ese ahorro, con el desempleo totalmente eliminado, lo único que lograrían
sería un aumento de salarios y una drástica caída de la tasa de ganancia.
En este "mundo Keynesiano" de exceso de capital, entonces, si el gobierno
se encarga de consumir el exceso de ahorro que los particulares no consumirían
ni invertirían, desaparece el exceso de ahorro que de otra manera tendría
lugar al nivel de pleno empleo, desapareciendo con ello el exceso de oferta
agregada sobre demanda agregada, manteniéndose así el equilibrio a nivel
de pleno empleo, y permitiendo un nivel de empleo mayor (Y¡ - YE) que
el que tendría lugar si el gobierno no participara activamente consumiendo
I
Nota para el lector avanzado: exactamente,
todo incremento de la tasa de acumulación sobre la
tasa de crecimiento de la oferta de fuerza de trabajo, dada una composición orgánica del capital.
UNIVERSIDAD Di! ANTIOQUlA
BIBLIOTECA
CENTRAL
(
384
INTRODUCCION
A 1A
tal exceso de ahorro, El aumento neto de consumo real que logra el déficit
fiscal es, pues, un medio de aumentar el nivel: de empleo en un "mundo
Keynesiano".
Un "mundo ricardiano", por el contrario, es un Inundo con "oferta ilimitada
de fuerza de trabajo" para utilizar la afortunada fórmula con que el Premio
Nóbel de Economía W. Arthur Lewis ha caracterizado al subdesarrollo. En
este mundo, por consiguiente, la acumulación nunca ha sido suficien.te pa:a
agotar el "ejército de reserva", para alcanzar el pleno empleo. Si al~n
desempleo "involuntario" existe es, precisamente, porque ~~ ac~mula~lOn
de capital ha sido insuficiente para emplear toda la población disponible.
Aquí el desempleo no ha surgido como el resultado de una de~resl~n,. de
un retroceso absoluto desde una situación de pleno empleo, pues esta ultima
jamás se ha alcanzado debido a la insuficiencia ?el capital disponible, (dada
una técnica y una estructura de la demanda). Aquí, para utilizar las palabras
de Ricardo " ... al mismo tiempo que el capital es incrementado, el trabajo
a que da l~gar el capital también es incrementado en la. misma prop~rc~ón"
y, por tanto, "no existe ningún límite al empleo del capital ~lentras el rinda
una ganancia ... " (Véase sección 2.2. 9, qu~.es necesario repasar para
completar la argumentación presente). Aquí tode ~~mento del cons~o ?el
gobierno a expensas del ahorro reduce la acumulación y, por tant?, elimina
el empleo a que daría lugar el aumento de aquella o, en el mejor de los
casos, implicaría un aumento de los empleos públicos a expensas del sector
privado, sin ningún aumento en el empleo tot~~. Los mayor~s gastos del
gobierno actúan reduciendo el empleo y la producción futuros, o dlSmmuyen~o
la producción de los bienes y servicios demandados en el mercado a cambio
de los servicios que consume el gobierno. Un. may~r em'pleo y una mayor
producción no pueden salir entonces, en el mun?o nc~rdl~no,. del som~rero
mágico del gasto público. Si acaso, aquellos ~odnan sa~irmas bien reducidos,
El aumento de la demanda del gobierno solo logran a reducir la demanda
privada (C + Ip) en una magnitud equivalente, P?r cuanto :n este mundo
todo el ahorro encuentra siempre empleo productivo, es decir, todo ahorro
adicional se convierte en Ip, lo cual equivale a decir que la oferta y la den:-an?a
agregada coinciden siempre, o que se cumple la Ley de Sayo No hay nmgun
exceso de ahorro (o de oferta) que esté obstaculizando el aumento de la
producción y que necesite ser consumido por el gobierno para que aumente
el nivel de empleo.
Bajo condiciones de exceso de ahorro y desempleo involuntario, el déficit
fiscal constituiría, entonces, el instrumento que Keynes estaba buscando, ya
que no solamente permitiría resolver el problema del desempleo involunt,a:io
sino que, además, satisface el requisito de que basta la volunt~d política
para moverlo en la dirección y la magnitud adecuadas, cuando quiera que las
LA ECONOMIA KEYNESIANA
385
circunstancias lo reclamen, a diferencia de la propensión a consumir, la
eficacia marginal del capital, la tasa de interés y las exportaciones. Es decir,
sería la poderosa palanca buscada para sacar a una economía capitalista de
la depresión.
Por supuesto, lo anterior no es todo. Una pregunta crucial permanece: ¿qué
cosas absorben el gasto adicional del gobierno? ¿fábricas, maquinaria, equipo
productivo?, ¿armas?, ¿obras públicas", ¿burocracia? Evidentemente no
serían, las de la primera categoría, pues, como se ha visto en la sección
5. 1, Keynes buscaba una solución para preservar el capitalismo, no para
sustituir paulatinamente la propiedad privada sobre los medios de producción
por su propiedad pública. Aunque reconociendo la capacidad reactivadora
que pueden tener sobre una economía deprimida ciertas desgracias como
los terremotos y las guerras, a través de los gastos de reconstrucción y
armamentismo que dinamizan la demanda agregada, ("La construcción de
pirámides, los terremotos y aun las guerras pueden incrementar la riqueza, si
la educación de nuestros gobernantes en los principios de la economía clásica
(ortodoxa) se interponen en el camino hacia algo mejor". T. G., pág. 129),
Keynes obviamente ha realizado su trabajo para ofrecer una alternativa
racional al empeño de "soluciones" ciegas y militaristas como la fascista
y la nazi que precipitaron la Segunda Guerra Mundial. Descartadas las dos
primeras, y teniendo en cuenta el carácter "improductivo" de la burocracia,
las obras públicas parecerían lo más adecuado al objetivo buscado por
Keynes. No implican "desgracias" y ofrecen cosas útiles al hombre: vías
públicas, puentes, bibliotecas, hospitales, parques, etc. Sin embargo, "¿qué
hacer cuando se hayan construido todas las casas y carreteras y edificios
públicos y presas eléctricas y acueductos, etc., que la población estacionaria
del futuro puede requerir?", pregunta Keynes, transcribiendo una preocupación de '''la mente popular" sobre las posibilidades de la inversión pública.
y ofrece respuestas para eliminar aprehensiones sobre la efectividad del
gasto público como instrumento contra la persistente tendencia hacia el
desempleo involuntario. Así, después de señalar el escepticismo del "sentido
común" sobre las formas útiles del gasto público, pasa a señalar cómo para
este sentido común "la actividad de cavar huecos en el suelo conocida como
minería del oro, que no solamente nada añade a la riqueza real del mundo
sino que implica la desutilidad del trabajo, es la más aceptable de todas las
soluciones". (T. G., pág. 129). Y agrega: "El Antiguo Egipto era doblemente
afortunado, y sin duda debía a esto su fabulosa riqueza, ya que poseía dos
actividades que eran la construcción de pirámides y la búsqueda de metales
preciosos, cuyos frutos, puesto que no podían satisfacer las necesidades
humanas siendo consumidos, no entraban en decadencia con la abundancia.
La Edad Media construía catedrales y cantaba réquiems, Dos pirámides,
dos misas fúnebres, son el doble de buenas que una sola; en cambio, dos
386
INTRODUCCION
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
ferrocarriles de Londres a York no hacen el doble de bien que uno solo".
(Ibid, pág. 131). En último caso, "Si la Tesorería del gobierno llenara viejas
botellas con billetes, las enterrara a buenas profundidades en viejas minas
de carbón que luego fueran rellenadas hasta la superficie con la basura de las
ciudades, y dejara a la empresa privada, sobre la base de los probados principios
del laissez-faire, cavar huecos para sacar los billetes otra vez (por supuesto,
obteniendo el derecho para ello mediante ofertas de arrendamiento del
territorio en cuestión), no habría más desempleo y, con la ayuda de las
repercusiones, el ingreso real de la comunidad y su riqueza también se
harían mucho más grandes que antes. De hecho, sería más racional construir
casas y cosas parecidas; pero si hay dificultades políticas y prácticas para
conseguir esto, lo anterior sería mejor que hacer nada". (Ibid, pág. 129).
(Digásmolo más claramente. En último caso, ni siquiera es necesario construir.
Si el gobierno repartiera el déficit fiscal entre los individuos necesitados o
deseosos de consumir, la demanda de éstos sacaría a la economía de la
depresión).
En síntesis, "... nuestro argumento conduce a la conclusión de que en las
condiciones contemporáneas el crecimiento de la riqueza, lejos de depender
de la abstinencia de los ricos, como se supone comúnmente, más probablemente es impedido por ésta. Una de las principales justüicaciones sociales
para la gran desigualdad de la riqueza es, por lo tanto, removida". (T. G.
pág. 373). "Puede asegurarse que ... no sería difícil aumentar la cantidad
de capital hasta un punto donde su eficiencia marginal caiga a una cifra
muy baja ... (Esto sígniñcaría que) el rendimiento bruto de los bienes de
capital durante el curso de sus vidas, como en el caso de los bienes de corta
duración, apenas cubriría sus costos laborales de producción más una partida
por riesgo y los costos de calüicación y supervisión ... aunque este estado de
cosas sería completamente compatible con alguna medida de individualismo,
esto significaría la muerte del rentista I y, consecuentemente, la muerte
del poder opresivo acumulativo del capitalista para explotar la escasez del
capital. Hoy en día el interés no es la recompensa a ningún sacrificio genuino,
similarmente a la renta de la tierra ... Por lo tanto, veo el aspecto rentista
del capitalismo como una fase transicional que desaparecerá cuando haya
hecho su trabajo" (Keynes, T. G., págs. 375-76).
Un capitalismo sin remuneración al capital como tal (!), con la tasa de
interés igual a cero recompensando sólo el riesgo y la habilidad, es la visión
Si el rendimiento
total de la inversión solamente cubre costos laborales Y primas por riesgo y
calificación,
con cero intereses, la tasa de interés pura, que llama Key nes, habrá caído a cero.
387
de Keynes sobre el futuro del capitalismo. Después de concluir que esto
estimularía el consumo, reduciendo la fuente de la acumulación excesiva
.
'
prosigue:
"Los controles necesarios para asegurar el pleno empleo implicarían, por
supuesto, una extensión grande de las funciones tradicionales del gobierno".
(T. G. pág. 379). "Concibo, por lo tanto, que una socialización algo comprensiva de la inversión probará ser el único medio para asegurar una
aproximación al pleno empleo; aunque esto no requiere la exclusión de todas
las formas de compromiso y de medios a través de los cuales la autoridad
pública cooperará con la iniciativa privada". (T. G. pág. 378). Keynes creía,
además, que con estos medios de autocontrol interno para garantizar el pleno
empleo la política mercantilista de luchar por una ventaja sobre los vecinos
en los mercados externos perdería su razón de ser, con lo cual las guerras
perderían su motivación principal.
Sin embargo, quien tenga la tentación de aproximar esto al socialismo de
Marx es advertido:
"Pero más allá de esto ninguna razón obvia existe para un sistema de Socialismo
de Estado que abarque la mayor parte de la vida de la comunidad. No es la
propiedad de los medios de producción lo que es importante que el Estado
asuma. Si el Estado es capaz de determinar la cantidad agregada de recursos
destinada a aumentar los instrumentos y la tasa de recompensa de aquéllos
que los poseen,' habrá logrado todo lo que es necesario". "Más aún, las
medidas necesarias de socialización pueden ser introducidas gradualmente
y sin un rompimiento con las tradiciones generales de la sociedad". (T. G.,
pág. 378).
"Más aún, la teoría moderna (neoclásica) por sí misma ha llamado la atención
hacia varias condiciones en que el libre juego de las fuerzas económicas debe
ser frenado o dirigido. Pero permanecerá todavía un amplio campo para el
ejercicio de la iniciativa y la responsabilidad privadas. Dentro de este campo
las tradicionales ventajas del individualismo todavía se mantendrán bien.
Detengámonos un momento para recordar estas ventajas. Son parcialmente
ventajas de eficiencia +las ventajas de la descentralización- y del juego
del interés propio ... Pero, por encima de todo, el individualismo, si puede
ser curado de sus defectos y abusos, es la mejor salvaguardia de la libertad
personal en el sentido de que, comparado con cualquier otro sistema, amplía
grandemente el campo para el ejercicio de la elección personal. También es
1
Esto es, capaz de determinar
el nivel de inversión y la tasa de interés.
388
INTRODUCCION
la mejor salvaguardia de la variedad de la vida, que surge precisamente de
este campo extendido de la elección personal, y la pérdida de la cual es la
más grande de todas las pérdidas del estado homogéneo o totalitario. Porque
esta variedad conserva las tradiciones que contienen las elecciones más
seguras y exitosas de las generaciones pasadas; colorea el presente con .la
diversificación de su fantasía; y, siendo la nodriza del experimento como
también de la tradición Y de la fantasía, es el más poderoso instrumento para
mejorar el futuro". (Keynes, T. G., pág. 380).
5.11
LA ECONOMIA KEYNESIANA
A LA ECONOMIA
La reacción ofertista
5.11.1 La influencia de la teoría general
Juzgar hoy con precisión la influencia de la Teoría General de Keynes en
las modernas economías capitalistas no es una tarea sencilla por dos razones:
i- las cosas, tal como están hoy, nos parecen normales y tradicionales,. lo
c1j@J
.. dificulta la percepción de los dramáticos cambios que han ocurrido
d~ante casi medio siglo en cuanto a la actitud y la acción del Estado en
lieconomías
capitalistas; y,ii- la tendenci~, a un~ .~~yor interv:en~ión
e®hórriíca del Estado, a raíz de la gran.depresión, se micio con anterioridad
a¡~a -publicacíón de La Teoría General, particularmente en !os Estados
uhtdós, lo cual descarta la simplista hipótesis de que esta moderna transformación hubiera simplemente tenido su génesis en la obra de Keynes. Así, por
ejemplo, aún antes de la posesión del Presidente Roosevelt en 193~, ~as
primeras regulaciones para las instituciones hipotecarias Y el uso del crédito
oficial para ayudar a empresas privadas al borde de la quiebra, por vez
primera, se dictan en 1932. Entre marzo y junio de 1933, durante l?s famosos
primeros 100 días del Presidente Roosevelt, el Congreso aprobo 15 leyes
importantes, todas de intervención en la economía. ~?tre 193,3 ~ 1939, el
gqpierno logró establecer 18 actas claves de regulaCI?n econom~:a, desde
precios de sustentación a la agricultura, hasta un~, estricta regulación ~e los
mercados financieros, pasando por la producción estatal de energía, el
mercado laboral y la fijación de controles de calidad y mercadeo para muchos
P!9ductos. Si antes de 1930 el déficit fiscal sólo ,se.ins.trumentaba exce~
d6nalrnente bajo condiciones de guerra, con superávíts físcales en los demas
anos, a partir de 1931 esta tendencia se invierte, con los gastos del gobierno
creciendo de menos de 50/0 en este año a un nivel de 100/0 por 1934 y por
el:>final del decenio, antes de la Segunda Guerra Mundial. Hitler mismo
h-abía puesto en práctica su propia vía de intervención estatal.
Síri embargo, prácticamente ningún estudioso de la historia económica del
siglo XX se ha atrevido a negar que hubo una "revolución keynesiana". En
realidad, como con todos los libros iníluyentes, incluyendo El Capital
389
de Marx, sus efectos no han provenido tanto de haber planteado cosas
absolutamente nuevas sino de haber sido capaz de recoger los problemas
sobresalientes y el espíritu de la época, en haberles dado una estructura
coherente y racional, y en haber apoyado sobre ésta, dándoles seguridad, un
conjunto de acciones que, de otra manera, hubieran parecido irracionales,
instintivas, inseguras, obscuras, sin dirección firme ni resultado preciso.
Y, dentro de esta perspectiva, el triunfo de la economía keynesiana es
innegable. Después de la Segunda Guerra Mundial, la teoría de Keynes se
convirtió en la nueva teoría ortodoxa. Y éste no fue un triunfo meramente
académico. Sus principios generales y su compleja estructura teórica se
convirtieron en un instrumento de uso práctico y cotidiano de estadistas
ministros, burócratas, analistas económicos y asesores. A su influencia .
práctica en el mundo económico y político capitalista sólo es comparable
la de Marx en el mundo socialista.
Keynes revolucionó la teoría económica porque por vez primera la acción
del gobierno pasaba a constituir parte integral y esencial de todo modelo
científico que intentara explicar la realidad capitalista. Pero también
revolucionó, o mejor, fue indispensable para revolucionar, que es lo que pueden
las ideas, la realidad. Sus ideas y sus deducciones teóricas se convirtieron en
la esencia de la política económica en los países capitalistas desarrollados.
Preter:der resumir esto e~ una cifra sería ridículo, pero es imposible dejar
de ~nalar q~e, por comienzos del decenio de los ochenta, los gastos del
gobierno hablan ascendido a casi 330/0 del Producto Nacional Bruto en los
Estados Unidos y que con cuatro excepciones mínimas desde comienzos
de la década de los años cincuenta (finalizados los ajustes propios de la
guerra) todos los años han presenciado un déficit fiscal. La tasa media
decenal de desempleo se ha mantenido, por otra parte, hasta fines de los
años setenta, por debajo de 60/0.
5.11.2 Nivel de precios y monetarismo
Keynes critica la teoría cuantitativa clásica del dinero (sección 8. 10) por dos
razones básicas: por no tener en cuenta la demanda de dinero por motivo
especulación, Lz, (sección 5.8.2),
lo cual la lleva a creer erróneamente
que todo aumento en la oferta monetaria es siempre absorbido solamente
por la demanda de dinero para transacciones (L¡). Por esta razón, según
Keynes, la teoría cuantitativa clásica llega a suponer una relación constante
entre la oferta monetaria y el valor de las transacciones (demanda de dinero
para transacciones), es decir, una velocidad (global) de circulación del dinero
constante (sección 18.9); y ii- por suponer que el sistema económico siempre
tiende automáticamente hacia el nivel de pleno empleo, es decir, hacia
la máxima producción posible, con lo cual sería imposible aumentar la
í-
390
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
producción real ulteriormente, dando ello lugar a que todo aumento de la
demanda por transacciones se traduzca en una mera alza proporcional de
precios.
De esta manera, los aumentos en la oferta monetaria serían absorbidos
por un aumento en la demanda de dinero para transacciones, en su totalidad,
lo cual ocasionaría un alza proporcional en el nivel de precios, sin afectar
los niveles reales de producción y empleo. El dinero sería, así, completamente
neutral frente a estas variables reales, sería un simple "velo monetario" de
las mismas sin llegar a afectarlas realmente.
Según Keynes, la demanda de dinero por motivo especulación se' forma en
razón de las expectativas inciertas sobre el futuro (sección 5. 8.2).
De
acuerdo a esto, el postulado i- de la teoría cuantitativa clásica se daría
estrictamente bajo condiciones de plena certidumbre del futuro, ya que en
tal caso no habría demanda de dinero para fines especulativos. Dada esta
condición, y la de pleno empleo, entonces las conclusiones de la teroía
cuantitativa clásica serían ciertas.
Pero, Keynes argumenta que el futuro es generalmente incierto por lo
cual la demanda de dinero para especulación juega algún papel efectivo,
impidiendo que siempre se mantenga una relación precisa y estable entre la
oferta monetaria y la demanda de dinero para transacciones. (Es decir, parte
de la oferta monetaria puede ser variablemente absorbida por la demanda
para especulación, o sea que la demanda para transacciones -o el valor de
las transacciones- no varía en la exacta proporción en que se ha modificado
la oferta monetaria). Por consiguiente, concluye que la velocidad (global) de
circulación del dinero (relación entre la cantidad de dinero y el valor de las
transacciones de bienes y servicios), puede no tenerla estabilidad o constancia
que la teoría cuantitativa sugiere (sección 18.9).
De otro lado, como ya es suficientemente sabido, el punto central de Keynes
es que las fuerzas automáticas de la economía conducen hacia un estado de
desempleo involuntario, no de pleno empleo. Por consiguiente, el supuesto
de que los niveles reales de producción y empleo son totalmente inelásticos
tampoco es aceptado por Keynes. En síntesis, concluye que un aumento
de la oferta monetaria puede ir acompañado de cierta inestabilidad de la
velocidad de circulación del dinero (V) y de aumentos en los niveles reales
de producción y empleo (Q). Es más, puesto que las variaciones de la oferta
monetaria pueden afectar la tasa de interés y ésta, a través de la inversión, los
niveles de la demanda efectiva, el dinero no podría considerarse como un
medio "neutral", como un simple "velo monetario", frente a las variables
reales (producción y empleo) de la economía, tal como suponía la teoría
cuantitativa clásica.
LA ECONOMIA KEYNESIANA
391
Pero es, evidente que si V es inestable y Q puede aumentar, el postulado de
la teoría cuantitativa clásica de que un aumento en la oferta monetaria
pro~uce u~ au~~nto proporcional en el nivel general de precios (P), es
de~rr, una inflación proporcional, (o que MV = PQ, sección 18.9), se viene
a tierra, ya que en tales condiciones todo nexo fijo entre M y P desaparece.
Este punto es muy importante para Keynes porque, de un lado, la financiación
del requerido déficit fiscal, (a través del crédito del Banco Central sección
1 8.5 Y 8.9), junto con el mantenimiento de tasas de interés relativamente
bajas, par~ q~: su~ altos niveles no estrangulen la inversión privada, pueden
implicar significativos aumentos de la oferta monetaria. Pero de otro lado
Keynes considera aún cortas las palabras de Lenin de que la inflación a través
de su corrupción del valor de la moneda y de la desestabilización económica
y política que implica, (sección 1 8.11)" es el elemento más subversivo de la
~ocie.dad.:api~lis~a. S~ crítica áfateoría cuantitativa tiene, pues, una clara
lmph?aClOn p~actlCa. Sin embargo, esto no significa que Keynes haya negado
toda influencia de la oferta monetaria sobre el nivel de precios. En realidad
en primer término, recon~ce que, ciertamente, cuando la situación de plen¿
empleo es alcanzada todo incremento en la oferta monetaria tiende a producir
un e~tado "verda~era~ente inflacionario", no solamente en el sentido. de que
el nivel de precios tiende a crecer en la misma proporción que la oferta
monetaria, sino también en el sentido de que la tasa 'del salario nominal
se mueve con la misma dinámica. Su discrepancia con la teoría cuantitativa
clásica se ce~tra, ento?:es, como era de esperarse, en el supuesto de pleno
~mpleo qu.e siempre utiliza aquella, es decir, en el hecho de que con desempleoinvoluntario los aumentos de la oferta monetaria no conducen a un estado
verdaderamente ~~acionario porque la producción real (Q) puede ser
aumentada, es ela~tlCa. Al aumentar Q es obvio, entonces, que P no puede
aumentar proporcionalments a M, ya que MV = PQ (sección 18.1l).¡Pero,
tampoc? concluye Keynes que el nivel de precios permanezca estable. Debido a
u?a sene de factores que toma en cuenta, como la escasez particular de
ciertos recursos ~ la tendencia al aumento de los salarios a medida que va
aumentando el nivel de empleo, Keynes llega al resultado final de que "Por
tanto, en lugar de precios c??stantes en condiciones de desempleo, y de
precios creciendo en proporcion a la cantidad de dinero en condiciones de
pleno empleo, tenemos de hecho una condición de precios aumentando
gradualme~te a medi~a que el empleo aumenta". " ... el efecto de los cambios
en l~ cantidad de dinero ... se reparte parcialmente en un aumento de la
cantidad ,de empleo y parcialmente en un aumento del nivel de precios"
(T. G., pago 296).
En otras palabras, Keynes concluye que, partiendo de una situación de
desempleo involuntario, un aumento de la oferta monetaria acompañada
I
(
392
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
de aumentos en el nivel de empleo produce un efecto intermedio sobre
el nivel de precios: éste no permanece constante, pero tampoco se comporta
como en un estado "verdaderamente inflacionario", como supone la teoría
cuantitativa clásica, porque parte del aumento de la cantidad de dinero
se traduce en un incremento del empleo y la producción. Podría decirse;
entonces, que los aumentos de la cantidad de dinero resultantes de los
déficits fiscales instrumentados para reducir el desempleo producen una
presión inflacionaria muy moderada, que permite resolver el problema
del desempleo masivo pero que no es desestabilizante para el sistema.
En efecto en los Estados Unidos en la posguerra, durante la década de los
años cincuenta, que presenció déficits fiscales en 7 años, la tasa de inflación
(tomando como indicador el índice de ?recios al consumidor) tuvo ~~
promedio anual a 2.1010. Pero durante la decada de los ses~nta, ~~e preSenCl?
déficits en 9 años, aunque todavía moderada, la tasa de inflación aumento
a 2.7010 en promedio anual. Y, ya para la década de los setenta, que presenció
déficits durante todos los diez años, la tasa de inflación se elevó a 7.90 lo
anual. En 1979 superó el 9010 y en 1980 batió la marca de los dos dígítos,
alcanzando 13.30/0. En 1981 continuó en el nivel de los dos dígitos con
12.40/0. Simultáneamente el déficit fiscal venía aumentando año tras año.
Es más: junto a la aceleración de la inflación y el crecimiento del déficit, la
tasa de desempleo en vez de disminuir aumentaba. Fue así como durante
la década de los setenta empezó a experimentar niveles más altos que en
las dos anteriores y por 1980 y 1981, los años de máxima inflación, empezó
a crecer sobre todos los niveles anteriores de la posguerra, aproximándose
a 10010, la cifra más alta observada desde la gran depresión de los años
treinta. Además, esta situación apenas reflejaba lo que estaba ocurriendo
en el conjunto de los países capitalistas desarrollados. Algunos países de
Europa Occidental, como Italia, llegaron a presentar tasas de inflación
aproximada a 20010, y la vieja metrópoli del sistema capitalista. mundial,
Inglaterra, con una tasa de desempleo que superaba el 120/0 se situaba
con relación a este indicador en una situación peor que la de muchos países
subdesarrollados.
Aparentemente, entonces, el control sobre la tasa de desempleo req~e~ía
tasas de inflación y déficits cada vez mayores. Pero esta espiral indefinida
parecía sacar la tasa de inflación de sus niveles moderados lanzándola hacia
otros considerados peligrosamente desestabilizantes. Surgieron hipótesis sobre
la capacidad del público para acondicionarse al nuevo medio inflacionario,
anticipándose a la tasa de inflación, ajustando previamente precios, salarios
y tasa de interés, de tal manera que para poder, producir algún efe.cto r:~l.
como en el caso de la drogadicción, se requena de una tasa de inflación
cada vez por encima de la anticipada s, por tanto, creciente. Se habló de una
LA ECONOMIA KEYNESIANA
393
crisis de la economía keynesiana. Y, por supuesto, no podía faltar la tesis
extrema de que la crisis no era a pesar, sino precisamente por causa, de la
abultada intervención económica del Estado que había propiciado la filosofía
keynesiana. Los principales representantes de esta última argumentación han
recibido el nombre de "monetaristas" y, más recientemente, de "ofertistas",
quienes abogan por una libertad de mercado llevada al máximo posible,
porque el Estado reduzca drásticamente su papel en la vida económica hasta
jugar un papel prácticamente neutral en la misma y, lo que es parte de lo
mismo, porque se abandone el manejo keynesiano de la economía, es decir,
porque se abandone la preocupación por el nivel de la demanda agregada,
desviando su atención hacia los problemas de la capacidad productiva de la
economía (de aquí la denominación que reciben de "ofertistas").
Entre los representantes más filosóficos del "ofertismo" que, como se habrá
notado, implica un retorno a la Ley de Say (no preocupación por la posible
existencia de una demanda insuficiente), figura el premio Nobel de Economía
Friederich von Hayek (Austria). Y entre los más pragmáticos y activistas
figura el también premio Nobel y profesor de la Universidad de Chicago
Milton Friedman ("Escuela de Chicago"), quien ha sostenido que aún la gran
depresión de los años treinta no fue el producto inevitable del mercado como
tal sino de una intervención equivocada del gobierno. También es el autor de
la propuesta práctica de que el gobierno se limite a garantizar un crecimiento de la oferta monetaria equivalente a la tasa de crecimiento del
producto real en el largo plazo, para que este instrumento que ha caído
necesariamente en sus manos, en razón de la naturaleza contemporánea del
dinero, no pueda servir como un medio para su intervención en el mercado.
Además ha abogado por drásticas reducciones de impuestos y del gasto
público en los Estados Unidos, así como por la eliminación de muchas
regulaciones legales y subsidios en diversos campos del mercado. Más
recientemente, los "ofertistas" han planteado que el horror keynesiano a los
excesos de ahorro y de capacidad productiva han propiciado una insuficiente
formación de capital y un descuido por los incrementos de la productividad,
es decir, un debilitamiento del aparato productivo que fuertemente presionado
por la excesiva estimulación "artificial" (fiscal) de la demanda agregada
podría ser fuente explicativa del recrudecimiento inflacionario.
El apelativo de "monetarismo" tiene mucho que ver con su reivindicación
de los fundamentos de la teoría cuantitativa clásica del dinero: supuesto de
estabilidad de la velocidad de circulación del dinero y planteamiento de que
el sistema, libre de distorsiones "artificiales", sujeto solamente a sus propias
fuerzas tiende hacia el nivel de pleno empleo, por lo cual la emisión monetaria
del gobierno, más allá de la tasa de crecimiento "natural" de la economía,
tiende a ser siempre inflacionaria. Es decir, la emisión monetaria no se
394
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
desdoblaría parcialmente, como plantea Keynes, en un aumento neto del
empleo. Si se intentara reducir las tesis "monetaristas", u "ofertistas", a su
esencia última, quizás habría que detenerse en este postulado: el mercado
libre, sin interferencias "artificiales" del gobierno, es el mecanismo más
eficiente para asignar los recursos, no solamente en el sentido de la "eficiencia"
de Pareto, entre usos alternativos, sino también en el sentido de que naturalmente es capaz de conducir la economía al nivel de pleno empleo, proposición
netamente antikeynesiana, en su última parte por supuesto.
Aunque con su propio énfasis y colorido, los ofertistas han tratado de
revivir, doscientos años después, la virtud que dieron al ahorro los fisiócratas
y Ricardo, y la virtud que dieron a las fuerzas libres del mercado los fisiócratas
y Smith, aunque, ciertamente, con mucho más optimismo que Smith y
Ricardo, ya que el primero explicó la caída en la tasa de ganancia por un
"exceso" de acumulación y el último previó la posibilidad de un estado
estacionario. Los ofertistas parecen, pues, revivir ciertas lecciones de la
historia del pensamiento económico. Pero, paradójicamente, parecen ignorar
otras. Es posible que, por algunos períodos limitados de rápidos cambios
en la estructura de la economía, el problema de la formación de capital
vuelva a ser relevante en las economías desarrolladas, pero hasta que no se
demuestre cómo es posible, con la tasa de acumulación creciendo rápida
e indefinidamente, que no llegue un momento en que el volumen de la
acumulación es excesivo, es decir, en que se produce un exceso de "ahorro"
en el sentido keynesiano, la proposición de que las fuerzas libres del mercado
conducen automáticamente al pleno empleo no deja de ser un simple supuesto.
La adopción de la Ley de Say sobre la base de tal supuesto prueba, pues, ser
incapaz de refutar en general a Keynes. Y, mientras en tal estado permanezcan
las cosas, debe concluirse que no se ha aportado ninguna razón válida para
dejar de creer que la crisis de comienzos de los años ochenta hubiera sido
mucho mayor y quizás semejante a la gran depresión de los años treinta
si no hubiera estado allí el espíritu de Keynes, una tasa de inflación y un
déficit fiscal que todavía dejan recordar a la "Gran Depresión" como una
experiencia excepcional.
- Apéndice A-V
El multiplicador
de la inversión
-LaEMKyla
evaluación de
proyectos
- El mercado
de bonos
APÉNDICE A-V
EL MULTIPLICADOR DE LA INVERSIÓN
A.5.l La propensión marginal a ahorrar y el multiplicador
Con el desplazamiento de la demanda agregada desde DA hasta DA ': en el
gráfico 5. 6.4,
el equilibrio se desplaza de E a R y el ingreso nacional
aumenta en /::,Y = Y¡ - YE, como resultado de un aumento en la inversión
planeada igual a /::,Ip = R Q.
Keynes llamó a /::,y//::, Ip el "multíplicador de la inversión", porque es un
número que dice en cuánto aumenta el ingreso por cada unidad de aumento
que ha tomado lugar en [p.
Ahora bien, como en todo punto de equilibrio la inversión planeada es igual
al ahorro (Ip = A), se sigue de ello que entre un punto de equilibrio y otro
el aumento de la inversión planeada es igual al aumento del ahorro (/::,lp =
/::,A). Por consiguiente, el multiplicador de la inversión (k, por brevedad)
también puede escribirse como:
/::'Y
/::'Y
/::'Ip
/::,A
k=-
(ec. A. 5. 1)
/::,y//::, A es el inverso de /::,A/ /::,Y, que se denomina la propensión marginal
a ahorrar (PMAH), o a para simplificar, ya que dice en cuánto aumenta el
ahorro por cada unidad de aumento en el ingreso. Puesto que en ningún caso
APENDICE (A· XIV)
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
398
sería posible ahorrar una cantidad mayor que el ingreso de que se dispo~e,
y, de otro lado, en toda sociedad moderna siempre se ahorra alguna fracción
del ingreso, se tiene que:
0< t.A / t. Y
<
1, ó O
<a <
ó l/a
>
1
En síntesis, el multiplicador de la inversión (k) es el inverso de la propensión
marginal a ahorrar (a) y es siempre mayor que la unidad. Esto es:
k =l/a, (ec. A. 14. 2). y K> 1 porque a
<
1.
A.S.2 La propensión marginal a consumir y el multiplicador
También se ha visto (sección 14. 4. 2) que el ahorro (A ) es igual al ingreso
menos el consumo, o
A = Y-C,
de donde, el aumento en el ahorro (t. A) es igual al aumento en el ingreso
(6 Y) menos el aumento en el consumo (6 C), o
t.A::: 6 Y-6C,
de donde, dividiendo a ambos lados de la igualdad por 6 Y se obtiene;
t.A
6Y
t.Y
6Y
6A
--=-----0--=
t.Y
6Y
6C
1--t.Y
Es decir, la propensión marginal a ahorrar (~ A / 6 Y = a) es igual a la
unidad menos la propensión marginal a consumir ( t. C / 6 Y = e), o
a = 1- e
Puesto que k
k
= l/a,
1
l-C
eco A. 14. 2, entonces:
-, (ee. A. 5. 3).
Por lo tanto, el multiplicador de la inversión puede expresarse como el
inverso de la propensión marginal a ahorrar, o como el inverso de la unidad
menos la propensión marginal a consumir (1 - e).
A.S.3 El tamaño del multiplicador
1,
lo cual implica que
t. Y I t.A > 1
399
De lo anterior se desprende que él multiplicador de la inversión será tanto
mayor cuanto más pequeña sea la propensión marginal a ahorrar (ee. A. 5.2),
o cuanto más grande sea la propensión marginal a consumir (ec. A. 5. 3), lo
cual evidentemente es plenamente coherente con un mundo keynesiano en
que el ahorro tiende a reducir la demanda agregada y el consumo tiende a
aumentarla.
En efecto, de un lado, cuando se realiza una inversión la demanda agregada
aumenta en esta cantidad pero ahí no termina todo. El aumento de la Ip
y de la DA produce un aumento en el nivel de ingreso de muchos individuos
(perceptores de los salarios, rentas y ganancias), lo cual aumenta su consumo.
De esta manera, al aumento de la demanda por el puro aumento de la inversión
viene a sumarse un aumento residual o derivado por el aumento del consumo,
que también tiene su efecto sobre el nivel de empleo. Esto explica que el
multiplicador de la inversión siempre sea mayor que la unidad, es decir, que
el ingreso (el empleo) aumente en una magnitud mayor que el puro aumento
original de la inversión.
De otro lado, este aumento "residual" o "derivado" que se produce en
el nivel del consumo será, obviamente, mayor cuanto más grande sea la
propensión a consumir, o cuanto más pequeña sea la propensión marginal
a ahorrar, ya que de esta manera los aumentos en la demanda agregada serán
proporcionalmente mayores.
El multiplicador, es decir, la propensión marginal a consumir y la propensión
marginal a ahorrar son, pues, determinantes inmediatos del impacto que
sobre el nivel de empleo e ingreso real ( t. Y) tiene un aumento en la inversión.
Esto, por supuesto, en un "mundo keynesiano" donde parte del ahorro se
convierte en una sustracción a la demanda agregada, y el consumo, por el
contrario, es una adición neta a la demanda agregada. Porque, en un "mundo
ricardiano" un mayor consumo solamente significa una menor inversión
(planeada) y, por consiguiente, no produce ningún aumento neto de la
demanda agregada ni del nivel de empleo. Si la propensión marginal a consumir
fuese igual a la unidad, y la propensión marginal a ahorrar igual a cero, ello
no significaría, entonces, que el multiplicador sería infinito sino solamente
que la Ley de Say se cumpliría y la demanda agregada no constituiría un
obstáculo para aumentar el nivel de empleo. Se sigue de todo esto que, para
-
(
INTRODUCCION
400
APENDICE (A· XIV)
A LA ECONOMIA
401
un hipotético país subdesarrollado, moviéndose en un "mundo ricardiano",
en que no hay excesos de ahorro, un mayor consumo no implica un mayor
nivel de ingreso, ni el multiplicador keynesiano tendría alguna relevancia
explicativa.
Puesto que 6 Y / 6 S es también el multiplicador de la inversión, cuyas
características se han descrito anteriormente, sólo resta agregar que los
multiplicado res del SB y del DF son iguales al multiplicador de la inversión,
que depende inversamente de la propensión marginal a ahorrar y directamente
de la propensión marginal a consumir.
A.S.4 Generalización
A.5.S Una aclaración sobre el ahorro y la inversión
del multíplícador
Pero, como se ha visto, bajo determinadas circunstancias, es posible que la
demanda agregada, y con ella el nivel de empleo y de ingreso aumenten, es
decir, que la línea DA se desplace hasta DA" en el gráfico 5. 6.4, no sólo
como resultado de un incremento en Ip, sino también como resultado de
un superávit en balanza comercial (SB) o de un déficit fiscal (DF). Por esta
razón puede decirse que también existe un multiplicador del superávit en
balanza comercial y un multiplicador del déficit fiscal.
Se ha visto cómo el equilibrio, la igualdad entre la oferta y la demanda
agregadas, está determinado por la igualdad entre el ahorro (A) y la inversión
planeada (Ip), (sección 5. 6. 2). Y, por ello mismo, que en desequilibrio, los
excesos de oferta agregada o de demanda agregada están determinados por
las diferencias entre el A y la Ip, siendo iguales a:
El primero, multiplicador del SB, se define como
donde Islni es el incremento (positivo o negativo) de los inventario s indeseadoa
6 Y/ 6 (SB),
dice cuánto aumenta el ingreso por cada unidad de aumento en el SB.
A - Ip = 6Ini,
(ec.
A. 5. 5. 1),
6 Ini también suele recibir el nombre de Inversión no deseada, no intencionada
o no planeada. De esta. manera, se tendría que por definición la inversión
total (IT) es siempre igual a la planeada (Ip) más la no planeada (6Ini), o:
multiplicador del DF puede definirse como
IT
==
Ip + tslni; (ec. A. 5. 5. 2),
6 Y / 6 (DF),
es 'decir, dice cuánto aumenta el ingreso por cada unidad de aumento en el DF.
Solamente en el caso en que 6 Ini = 0, es decir, cuando A = Ip, o sea en
equilibrio, se tendría que IT = Ip.
Puesto que el SB y el DF lo único que hacen es absorber los excesos de
ahbrro, cumpliendo en este sentido una función idéntica a la inversión
plgneada, el ingreso nacional aumentará hasta que todo incremento en el
ahorro ( 6 S) haya sido absorbido por 6 (SB) o 6 (DF), según el caso.
De otro lado, de acuerdo a la definición de 6 Ini; como el exceso de ahorro
sobre inversión planeada, (ec. A. 5. 5. 1),
se tiene que, por definición:
Para el caso del SB, se tiene entonces que, en equilibrio
Y, puesto que, también por definición,Ip
A
6S== 6(SB),
dedonde 6 Y / 6(SB)
==
6 Y / 6S
Y, pata el caso del déficit fiscal, se tendría, en equilibrio:
6S
de donde
,=
6 (DF),
6 Y / 6 (DF)
A =Ip + tslni:
==
6 Y / 6 S.
= IT,
+ 6Ini==IT,(ec. A. 5. 5. 2),entonces:
siempre.
En otras palabras, por definición el ahorro es siempre igual a la inversión
total, pero solamente es igual a la inversión planeada cuando IT == Ip, o sea
cuando 6 Ini == 0, es decir, cuando la oferta y la demanda agregada son
iguales. No debe confundirse, pues, la proposición de que el ahorro es igual
a la inversión total, lo cual es cierto siempre, con la de que el ahorro es
igual a la inversión planeada, lo cual es cierto solamente cuando la oferta y
la demanda agregada son iguales, o sea en equilibrio.
402
INTRODUCClON A LA ECONOMIA
A.5.6 La EMK y la evaluación de proyectos de inversión
Volviendo a la sección 14. 7. 1, para entender la definición Keynesiana de la
eficiencia marginal del capital (EMK) parece indispensable aclarar los conceptos básicos que la componen y que son los siguientes:
i)
ii)
iii)
iv)
Tasa de Descuento
Valor Presente
Retornos Esperados
Precio de Oferta
(d)
(VP)
(Re)
(Po)
Las significaciones de la d y del VP son interdependientes, puesto que puede
definirse la d como un coeficiente que permite transformar un VP en valor
futuro (VF);-o a la inversa: un VF en VP. Para aproximarse a la lógica de esta
transformación, es necesario partir de la base de que en la vida económica
normal la "oportunidad" tiene un costo. Tal vez esto sea completamente
obvio para un ciudadano común, quien seguramente manifestaría que no es
lo mismo recibir su almuerzo diario durante treinta días que recibir sus treinta almuerzos el último día del mes. Aunque, de todas maneras, treinta
almuerzos son treinta almuerzos, el momento o fecha de recibo, es decir, la
"oportunidad" juega un ímportantísimo papel en la vida económica. De la
misma manera, no es lo mismo recibir un automóvil para disfrutrarlo ya, que
recibirlo dentro de diez años, ni, en general, recibir cualquier suma dada de
dinero hoy que recibirla en un período futuro. Usualmente, ante la misma
suma de dinero, la gente prefiere la anticipación a la dilación, el presente
sobre el futuro, y está dispuesta a pagar un costo por esa anticipación, y a
cobrar un costo por cualquier dilación. y la "tarifa" que determina ese costo es precisamente la "tasa de descuento" (d).
En general, existen innumerables tasas de descuento, pues cada individuo
puede tener una propia en cada momento particular, así como se obtiene una
específica para cada proyecto de inversión distinto. Ahora bien, entre esa
multitud enorme, como ocurre con la gente, existen unos individuos más
discretos que otros y unos más famosos que los demás, llevándose la palma
de la popularidad entre las tasas de descuento una que se mueve cotidianamente en el mercado financiero y recibe el nombre de "tasa de interés". "La"
tasa de interés es, pues, una entre muchas tasas de descuento; la más famosa,
o popular, o conocida, entre todas, debido a que la "inversión" financiera en
depósitos que pagan interés es una alternativa abierta a cualquier persona
ordinaria que tenga ingresos; pero, por supuesto, que sea la más popular de la
multitud no significa que sea la única, cometiéndose un gravísimo error en el
caso de esa confusión.
Puede aprovecharse, entonces, esa familiaridad y popularidad de la tasa de
interés (i), para ilustrar la conversión de un VP en VF, y viceversa. Supon-
APENDICE (A - XlV)
403
gamos que una persona está dispuesta a aceptar la i que se paga normalmente en el mercado financiero como su costo de "oportunidad" por la dilación en disponer de $10 millones de su propiedad, que posee en el momento
presente. El VP inicial de esa suma de dinero es, pues, $10 millones. Si la i
anual es, digamos de lOa/o, o sea 0,1, entonces dentro de un año esa persona
podrá reclamar sus $10 millones más intereses equivalentes a 0,1 x $10 millones = $1 millón, para un total de $11 millones. Por lo tanto, dentro de un
año el VF de esa suma es $11 millones. Indicando las operaciones realizadas,
con sus símbolos, se tiene:
VF = VP
+
(i) (VP) = VP (1
+
i)
I
Ahora bien, si suponemos que ha pasado un año, dicho valor futuro, VP ( 1 + i),
será el valor presente al comenzar el segundo año. Por consiguiente, aplicando la fórmula general, al finalizar el segundo año el valor futuro será:
[VP(1 + i)]
(1 +i) = VP(1 +
iP
Si suponemos que ha pasado otro año, entonces al iniciarse el tercer añal
VP( 1 + ~)2 será el valor presente, y el VF al finalizar ese tercer año será:
[VP (1 + ij2 1
(1 + i) = VP (1 + i)3
y así sucesivamente. De esta manera, en general, al finalizar el año n, el VF
de la suma inicial (VP) será: VP(l + i)n. Es decir:
VF = VP(1
+ i)n ó
VP =
VF
(1 +i)n
son las fórmulas que permiten transformar un valor presente en valor futuro,
o un valor futuro en valor presente, cuando la tasa de descuento es la tasa
de interés (i). Pero, como se ha señalado que i es apenas un caso específico
entre la multitud de tasas de descuento, d, en general, dichas fórmulas se
convierten en
VF
VP(1
+ d)n
ó
VP
VF
(1 +dJ!
donde d es cualquiera de la multitud de tasas de descuento posibles. Estas
fórmulas definen, entonces, de manera más precisa que los ejemplos intuítívos los conceptos de VP, VF y d, que realmente son interdependientes
(
404
INTRODUCCION
APENDlCE
A LA ECONOMIA
entre sí. Se observa, precisamente, que d es el factor que permite transformar
VP en VF, o viceversa, dado el número de años o períodos. Para referirse a la
fórmula de la derecha, también suele indicarse que el VP es un valor futuro
(VF) "descontado". Esa es, pues, la fórmula del "descuento".
Los retornos esperados son, simplemente, los ingresos anuales que se espera o
estimapercibir a lo largo de la vida útil del proyecto de inversión: (Re)!,
(Re)2, (Re)3 .... (Re)n. En la elaboración y evaluación de proyectos de inversión estas estimaciones se basan en estudios y prospecciones muy detallados
de los precios y la demanda.
Finalmente, el precio de oferta es lo que puede considerarse el "precio normal. de producción" de los activos de inversión en referencia (instalaciones,
equipamíeato, maquinaria, etc.). Para apreciar la importancia de este conceptotal vez sea mejor recurrir al siguiente ejemplo. Supóngase que el proyecto
de inversión en consideración es una fabrica de camisas y que el propietario
dlfun edificio, al borde de la quiebra y presa de la desesperación, lo vende
m~ybarato para instalar ahí la camisería. Debido a esta compra tan favorabl~(ese proyecto para producir camisas puede resultar rentable, aunque debid~'a las demás condiciones del mercado (costos de la tela, servicios, salarios y
ptiCíos del producto) hubiese resultado un verdadero fracaso. De acuerdo
cQn esto, comprar edificios baratos resulta un buen negocio, y producir esas
cá"fuisasuno pésimo, pero el evaluador puede ser llamado a engaño sobre las
conclusiones verdaderas si en vez de considerar el "precio normal" del edificio sólo toma en consideración el precio excepcional determinado por circunstancias tan accidentales de las transacciones. Lo correcto en este caso
parecería, entonces, evaluar por separado el negocio de finca raíz y el de la
producción de camisas como tal, para lograr lo cual se utiliza en este último
caso el precio de oferta de los activos de inversión.
.
E~aminados los conceptos básicos, puede procederse, entonces. a expresar la
definición de Keynes a través de la siguiente fórmula general:
(Re)!
(Re)2
(Reh
-1-1- -----Po = --(1 -1- d)
(1 -1- dj2
(1-1- dJ3
-1- ••••
(Re)n
-1- ----
dónde la suma de los VP de los retornos anuales esperados en los años futures de vida del proyecto es igual al precio de oferta (costo) de la inversión. Se
parte, por supuesto, de la estimación de este último (estudio de costos) y de
los ingresos esperados (estudio de demanda), quedando d como la incógnita a
despejar en ese polinomio de grado n. La única forma de proceder en tal caso
es.por tanteo. Se asigna un valor para d, digamos 0,1, y si éste resulta muy
pequeño, es decir, la suma de los VP resulta mayor que .Ea, se asigna uno ma-
(A· XIV)
405
yor, digamos 0,2. Si éste resulta muy grande, es decir, la suma de los VP da
menos que Po, entonces debe asignarse un valor menor que 0,2 pero mayor
que 0,1, yasí sucesivamente, interpolando, hasta encontrar el valor para d
que iguale la suma de los VP con~o. Ese valor para !i.que logra la igualdad es
la eficiencia marginal del capital (EMK). Lógicamente, este trabajo lo realizan de manera automática los computadores o las calculadoras financieras,
de manera que su descripción es realmente útil para efectos de entender con
precisión el significado de los conceptos.
Por otra parte, como se indica en la sección 5.7.2. la EMK no tiene relevancia de manera aislada, sino en comparación con la tasa de interés (i), de lo
cual se deduce la función de la inversión. Por ello resulta necesario proceder
a esa comparación, para lo cual se puede reescribir la fórmula anterior restando a ambos lados de la ecuación Po, o sea los costos de la inversión (Po = C,
para mayor simplificación):
(Re)!
-C -1----
(H d)
-1-
-1-
(Re)2
(HdP
(Re)"
(Re)3
-1-... -1-----
(HdP
que es la forma de expresión más usual, donde d también recibe el nombre
de Tasa Interna de Retorno (TIR). Evidentemente, si todos los datos de esa
fórmula permanecieran idénticos, pero en el denominador se sustituyera d
(la TIR) por ..!..(latasa de interés), se tendría lo siguiente:
-
-C-I-
VPN
(Re)!
(Re)2
(Re)3
-1-
(Hi)
-1-
(HiP
(HiP
(Re)n
-1.... -1----
(l+i)"
Es decir, si para descontar, o traer a valor presente los retornos esperados, se
utiliza la tasa de interés (i) en lugar de la EMK o TIR el resultado recibe el
nombre de Valor Presente Neto (de los beneficios), VPN, y ya no será necesariamente cero, puesto que, en general, i 1=d. Más especfficamente, como es
evidente de la comparación de las dos últimas ecuacíones:
Si
Si
Si
>
<
d
=>
VPN
d
d
=>
VPN
=>
VPN
rP
<
>
rP
rP
Lógicamente, sólo cuando el valor presente de los beneficios netos, VPN, es
positivo un proyecto de inversión puede considerarse rentable, ya que sola-
406
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
mente en ese caso la EMK (o TIR, d) es mayor que la tasa de interés, en concordancia con el razonamiento de la sección 5.7.2.
De otro lado, en la evaluación de proyectos de inversión también interviene
de manera ineludible el análisis de la sección 3.9, sobre los beneficios y costos sociales del mercado ya que estos pueden diferir, como se explica allí,
de los beneficios y costos puramente privados. En general, la evaluación de
todo proyecto de inversión, que se sintetiza en la estimación de r!:..yel VPN,
se realiza tanto desde el punto de vista financiero o privado (costos y beneficios para el inversionista privado), como desde el punto de vista social o
económico (costos y beneficios para la sociedad en su conjunto).
A.S.7 El mercado de bonos
En realidad las fluctuaciones de la tasa de interés, descritas en la sección
5.8.4, ocurren a través de la interconexión entre el "mercado de dinero" y
el "mercado de bonos". Un bono es una obligación, papel o título de deuda
libremente negociable en las bolsas de valores y los mercados financieros en
general caracterizado por poseer un valor futuro fijo que el emisor del bono
(usualmente una empresa) se compromete a hacer efectivo ante el portad~r
en la fecha futura dada. Dicho valor futuro también es llamado el valor nominal del bono, puesto que aparece explícitamente denominado en el título de
deuda, y obviamente, como se vio en la sección anterior, a ese valor futuro
corresponde un valor presente, que no es otra cosa que el valor futuro descontado. El valor presente del bono, a su vez, es el precio al cual ese papel
financiero se compra y se vende hoy en el mercado bursátil o los mercados
financieros en general, obedeciendo a las leyes de la oferta y la demanda,
como cualquier mercancía. Es decir, si la oferta de bonos a~me?ta con r~lación a su demanda, su precio de mercado (valor presente) disminuye, y S1 la
demanda aumenta con relación a su oferta, su precio de mercado (valor presente) aumenta.
Como es apenas obvio, la utilidad de los.compradores de bono~ es la diferencia entre el valor nominal (o valor futuro) del bono y su precio de mercado
(o valor presente). Pero, en realidad, esa utilid~~ no e~ otra cosa que el interés devengado sobre un préstamo, ya que adquirir un titulo de deuda o bon?
no es sino una forma de colocar recursos a crédito. Puesto que el valor nominal es fijo, el interés devengado aumenta, entonces,. cu~ndo el pr:cio de mero
cado (o precio efectivo de adquisición) del bono disminuye, y ~ceversa. Por
consiguiente, la tasa de interés fluctúa inversamente con el precio (de mercado) de los bonos.
(Más precisamente, debe recordarse de la sección anterior que
APENDICE
VF/VP
= (1
(A· XIV)
+
407
i}" ,
de donde, dados n y VF, ~varía inversamente ante los cambios de VP).
De esta manera, cuando existe un exceso de liquidez en el mercado de dinero, el público intenta convertir dicho exceso en bonos, sobre los cuales obtiene una rentabilidad. Pero el aumento de la demanda por bonos eleva su precio de mercado (valor presente) y ello implica una reducción en la tasa de
interés. Similarmente, cuando existe un déficit de liquidez en el mercado de
dinero, el público intenta vender bonos (o títulos de deuda) para obtener la
liquidez que le hace falta. Pero el aumento de la oferta de bonos reduce su
precio de mercado (valor presente), lo cual implica un aumento en la tasa de
interés.
(
Post-capítulo (V)
Una nota sobre Kaleckí
POSTCAPÍTULO (V)
UNA NOTA SOBRE KALECKI
En un ensayo intitulado "Kalecki y Keynes", Joan Robinson, discípula
notable de este último y a quien en el Prefacio de "La Teoría General"
Keynes agradece su ayuda para la edición final del libro, dice:
"La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero
en enero de 1936. Entre tanto, sin ningún contacto con uno
Michal Kalecki había encontrado la misma solución. Su obra,
la Teoría de los Ciclos Económicos, publicada en polaco en
claramente el principio de la demanda efectiva de forma
fue publicada
u otro campo,
Ensayos sobre
1933, expresa
matemática".
La obra de Kalecki presenta además otras contribuciones notables. Ha
suministrado, quizás, la explicación más sistemática y detallada de los
mecanismos de crisis y recuperación del ciclo económico y recogió, por
vez primera dentro de la explicación de la dinámica del crecimiento, la
estructura de competencia monopolística de la economía, que resumió
en su concepto de "grado de monopolio".
El hecho de que su obra, aunque publicada tres años antes que la de Keynes,
estuviese escrita en polaco, cuando era en Inglaterra y en Estados Unidos, en
inglés, donde se libraban todas las confrontaciones teóricas de vanguardia; el
hecho de que su formación teórica descansara sobre el modelo de Marx, lo
cual, a diferencia de Keynes, le dificultaba la comunicación con las academias
(
(
412
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
económicas de los países capitalistas, desarrolladas sobre las ortodoxias
neoclásicas, y el hecho mismo de que Keynes fuera uno de los más brillantes
miembros de estas academias, lo cual daba un inmenso prestigio teórico
y práctico a su obra, terminaron haciendo que se difundiera y popularizara
una "revolución keynesiana" y no una "revolución kaleckiana". Pero, en un
gesto paradigmático de modestia, Kalecki se apresuró a reconocer que, en
términos de influencias objetivas, las condiciones externas le habían sido
desfavorables y se había configurado una "revolución keynesiana" objetiva,
real.
En 1964, Kalecki escribió un artículo titulado "Aspectos Políticos de 1Pleno
Empleo" en el cual predijo la reacción antikeynesiana, a nivel de ciertas
vertientes tanto teóricas como políticas, reacción que en su concepto, de ser
exitosa, podría llegar a configurar una nueva modalidad de ciclo económico
con motivaciones políticas*.
Capítulo VI
La economía
Poskeynesiana
•
Sobre Kalecki, véanse además las secciones 6.5.2 y 6.5.3
CAPÍTULO VI
LA ECONOMÍA POSKEYNESIANA
6.1
Introducción
En primera instancia, el concepto de economía poskeynesiana puede prestarse, en sentido amplio, para una periodización histórica, englobando el conjunto de desarrollos teóricos posteriores a la obra de Keynes. Sin embargo,
siendo útil y significativa tal periodización, referida a la segunda mitad del
Siglo XX, el término de economía poskeynesiana también suele ser utilizado
en un sentido más estrecho, para hacer referencia a una tendencia doctrinaria
reciente, difícil de definir de manera breve y exacta, debido a la heterogeneidad de sus contenidos y contribuyentes, pero con una presencia real e importante en el desarrollo del pensamiento económico contemporáneo, como se
verá más adelante. Puesto que ambos sentidos del término señalan campos
dignos de exploración y conocimiento, se aprovecha aquí esa ambivalencia
para ampliar un poco más el campo de estudio, en los dos sentidos, aunque
aclarando en su debido momento el cambio de significación, para lo cual parece más práctico referirse a la escuela poskeynesiana o al poskeynesianismo
cuando quiera dársele al término su significación más estrecha.
En realidad, la segunda mitad del Siglo XX, y con mayor énfasis a partir de
los años setenta, se asocia con un florecimiento de la diversidad teórica y de
la predisposición entre un número creciente de pensadores para combinar
distintas fuentes doctrinarias, rompiendo o permeando los límites que en
otras épocas se consideraban rígidos y excluyentes. La principal causa de ello
fue, quizá, la desilusión con las fórmulas simples y mecánicas, y con la pre-
(
416
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
tensión de que una sola doctrina de las tradicionales, excluyendo todas las
demás, podía ser suficiente para enfrentar los complejísimos problemas de
la vida económica real. Para decirlo de una manera esquemática, pero tal vez
clarificante, se tomó conciencia de que para el dominio del conocimiento
económico no era suficiente una sola doctrina llámese ésta clásica marxista .
neoclásica o keynesiana, como alguna vez se h'abía pretendido con' exceso d~
simplismo y también de dogmatismo, sino que resultaba indispensable el
dominio simultáneo de todas ellas. No resulta por azar, entonces, que los
desarrollos teóricos recientes, aunque con sus propios y característicos acentos ideológicos, constituyan en gran medida una labor de síntesis y de recomposícíones más complejas, buscando ensamblar novedoso s elementos dentro
de una estructura básica más amplia y flexible que la constituida por el contexto de una sola doctrina tradicional, limitada y aislada de las restantes contribuciones al pensamiento económico. En términos generales, los desarrollos
teóricos posteriores a la obra de Keynes más significantes y representativos se
han concretado en la Síntesis Neoclásica, en la Escuela Neoricardiana y en la
Escu~la Poskeynesiana, cuyas principales características son esbozadas a continuación
.
.~
6.2 fLa síntesis neoclásica y el modelo IS-LM
~
6.2.t, Microeconomía y macroeconomía
:::.,,-'
.
.t
1"
jlP
"1¡Ii
En elúltimo capítulo de su Teoría General, Keynes plantea que la falla principal del mercado se refiere al empleo global de los recursos, y no a su empleoalternativo, aspecto éste que consideró adecuadamente tratado por la
economía neoclásica (ortodoxa), en la medida en que no se sintió obligado a
intentar una reconstrucción de esa parte y, por el contrario, llegó hasta reconocerlesus alcances en esa temática. De esta manera, dejó suscrita una invitacíónque parecía irresistible para los economistas neoclásicos (Capítulo XIII),
una yez hubiesen aceptado, por supuesto, los errores de su teoría en cuanto a
los determinantes del volumen global de empleo (secciones 5.2 y5.3).
Esa
invit~íón era, naturalmente, la de extirpar del cuerpo neoclásico su teoría
del desempleo (voluntario) y sintetizar el cuerpo restante con la teoría
keyrteslana o "general" del empleo. Esta operación quirúrgica, o "Síntesis
Neoclásíca", empezó a realizarse casi inmediatamente después de publicada
la Teoría General de Keynes y se caracterizó por varios procedimientos que a
la postre resultaron muy delicados.
Cabe mencionar en primer lugar, por la importancia que tales asignaturas han
tenido en generaciones de estudiantes de economía, que se optó por bautizar
como "Microeconomía" al cuerpo neoclásico purgado de su teoría del empleo global (Capítulo XIII) y como "Macroeconomía" a la teoría keynesiana
del émpleo (Capítulo XlV), aunque introduciéndole algunas cualiñcaciones,
L.\ ECO:'lOMIA POSKEYNESIANA
417
como se verá más adelante. En primera instancia este bautismo parecía tranquilizar a todo el mundo pues, como se apresuran a "explicar" los textos más
ortodoxos, la "Micra" se ocupa de lo micra (pequeño o individual) mientras
que la "Macro" se ocupa de lo macro (grande o agregado), complementándose por lo tanto de una manera perfecta, a simple vista de los nombres, esos
dos componentes.
Sin embargo, al observar más de cerca el problema tales nombres en sí resultaron un tanto desafortunados. En primer término, se introdujo una distinción que nunca antes había existido en la historia del pensamiento económico y que una proporción. creciente de tratadistas empezó a mirar, con desconfianza. En general, tales nombres contribuyeron más a disimular que a
esclarecer la verdadera naturaleza del problema de la síntesis, que no es entre
lo micra y lo macro, sino entre lo neoclásico y lo keynesiano, y todo factor
que oscurezca el planteamiento de los problemas no puede considerarse
como una contribución positiva a su solución. Y, en segundo término, la llamada "Microeconomía" fue una "Macroeconomía" (la teoría ortodoxa del
empleo) y sigue siendo una Macroeconomía, para constatar lo cual resulta
suficiente llegar hasta las últimas páginas de cualquier texto usual de esa
materia, en las cuales se analizan explícitamente problemas tales como las
"c,,:rv:as de i?~feren~ia colectivas", los criterios de compensación para
definir un máximo bienestar social y el equilibrio general (del sistema económico en su conjunto) .
6.2.2 Las funciones 18 Y LM
Otro procedimiento, a través del cual tomó su forma definitiva la síntesis,
fue el desarrollo del modelo IS - LM, el cual tuvo como base un artículo crucial de John Hicks (Premio Nobel en 1972), titulado Mister Keynes y los Clásicos, y publicado en 1937. Este modelo permitió recoger los planteamientos
f~~~a~ental:s de Keynes dentro de una estructura más amplia, la cual posibilitó simultáneamente algunas respuestas y críticas ortodoxas a las conclusiones keynesianas más radicales que, de esa manera, aparecen dentro del
modelo como casos extremos de las alternativas posibles. La labor de desarrollo y detallamiento del modelo prosiguió con gran ímpetu hasta el decenio de
los setenta, y por ello su exposición completa abarca la totalidad de un texto
típico de "Macroeconomía". No obstante, es posible captar una radiografía
de ~u estructura básica a través del examen de las funciones IS (InvestmentSaving) y LM (Liquidity-Money], cuyo papel fundamental se intuye del mismo hecho de que el modelo en su conjunto tome su nombre de ellas.
La .función 18 describe el comportamiento del nivel de ingreso o producto
nacional real (Y) ante variaciones de la tasa de interés (i), bajo la condición
418
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONO~!IA POSKEYNESIANA
de que la oferta y la demanda agregadas guarden su equilibrio, esto es, que
se conserve el equilibrio entre el ahorro y la inversión o, lo que es lo mismo,
que la economía se sitúe en el nivel de la "demanda efectiva". (Sección
5. 6). "Si i disminuye, dada una función estable de la eficiencia marginal del
capital,
entonces la inversión planeada (Ip) aumenta, como establece la
Función Keynesiana de la Inversión (sección 5.7.2). Pero el aumento en
Ip desplaza la función de la demanda agregada hacia arriba (gráfico 5.6.4),
estableciendo el nuevo equilibrio entre ahorro e inversión, o entre oferta
agregada y demanda agregada, en un nivel mayor de la demanda efectiva y
del ingreso real. Esto es lógico, puesto que si ha aumentado la lp, para mantenerse en igualdad con el nivel de ahorro (A), éste debe aumentar, pero no
podría hacerla, de acuerdo con la función keynesíana del consumo y el
ahorro (sección 5.5.2), a menos que el nivel de ingreso aumente. Por consiguiente, la función IS establece que Y aumenta cuando i disminuye, Ceteris
Paribus, resultado que se ilustra en el WáficO'6.2.1.
-
GRÁFICO 6.2.1
LAS FUNCIONES IS
m,
Por su parte, la función LM describe el comportamiento de la tasa de interés
(i) ante variaciones del producto o ingreso nacional real (Y), bajo la condición de que la oferta y la demanda de dinero mantengan su equilibrio. Si
Y aumenta, dada la velocidad de circulación del dinero, V, y dado el nivel
de precios, P, ello significa que el público requerirá una mayor cantidad de
dinero para-hacer las transacciones de ese producto real incrementado, es
decir, la demanda de dinero por motivo transacciones, L1 = f(Y), aumenta,
lo cual desplaza la función de la demanda total de dinero (L 1 + L2) hacia la
derecha. (Sección 5.8.2). Dada una oferta monetaria, M1, el nuevo equilibrio en el mercado de dinero no puede establecerse sino a una tasa de interés mayor. Esto es apenas lógico, pues con una oferta dada de dinero el
aumento de la demanda equivale a un exceso que el mercado elimina a través de aumentos en la tasa de interés, dada la competencia entre los demandantes. Por consiguiente, si Y aumenta, Ceteris Paribus, i también aumenta
como condición para mantener el equilibrio en el mercado de dinero, lo cual
determina una pendiente positiva para la función LM, como se observa en el
gráfico 6.2.1.
También muestra este gráfico que el conjunto de todos los puntos posibles
(Y, i) se divide en cuatro categorías: i) puntos que están por fuera de ambas
funciones IS y LM, como C; ii) puntos que pertenecen sólo a la función IS
pero no a la función LM,~omo A; iii) puntos que pertenecen a la función
LM pero no a la función IS, corno B; y, iv) puntos que pertenecen simultáneamente a IS y LM, siendo posible solamente la existencia de uno, que no
puede ser otro que el punto E. En la categoría i) se presenta un desequilibrio
simultáneo entre ahorro e in-;ersión (fuera de IS) y entre oferta y demanda
de dinero (fuera de LM), lo cual implica que se desatarán procesos simultáneos de ajuste a través de variaciones en la tasa de interés (i) y el nivel de
419
y
LM
LM
B
ingreso (Y). (Los procesos de ajuste, a través de Yo N, cuando el ahorro y la
inversión están en desequilibrio, y a través de i cuando el mercado de dinero
se encuentra en desequilibrio, se han explicado en las secciones 5.6.2 y
5.8.4, respectivamente). En las categorías ii) y iii) habrá un equilibrio inicial
por un lado y desequilibrio por el otro, pero ello implica también procesos
simultáneos de ajuste a través dei e K, puesto que resulta imposible modificar i sin afectar Y a través de la inversión, o modificar Y sin afectar i, a través de la demanda de dinero para transacciones. Finalmente, los dos equílibrios son de esa manera interdependientes y sólo pueden sostenerse simultáneamente, lo cual significa que a través de los ajustes el sistema económico
tiende hacia
y que la tasa de interés y el nivel de ingreso real se determinan de manera interdependiente y simultánea, como muestran los valores
YE, i§ para el punto E, en el gráfico 6.2.1.
s.
6.2.3 Monetaristas y fiscalistas en la síntesis neoclásica
Las funciones IS y LM son particularmente útiles para contrastar los efectos
de las políticas monetaria y fiscal, efectos que se expresan a través de las pendientes de las funciones, por lo cual resultan imprescindibles unas breves
palabras sobre ello. En primer término, debe recordarse la existencia de un
nivel mínimo para la tasa de interés, por debajo del cual ésta no puede caer
en el mercado de dinero (sección 5.8.2), pudiendo llegar a configurarse una
"trampa de la liquidez" (sección 5.8.5). Esto significa que a ese nivel míni-
421
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
L.\ ll'l)'\l)\ll.\ l'O~KFY:'\FSL\:'\.\
mo la función LM se vuelve horizontal, tal como muestra el gráfico 6.2.2.
De otro lado, es evidente que existe un límite teórico al crecimiento del
ingreso y la producción reales que es el nivel de pleno empleo, nivel en el
cual tales variables no pueden seguir incrementándose, lo cual se expresa en
la verticalidad de la función LM en ese punto. (Gráfico 6.2.2).
ser muy pequeño. Para interpretar este resultado, aparte del efecto sobre 6 Y,
es necesario tener presente que todo aumento en i, dada la eficiencia marginal del capital, desestimula la inversión voluntaria. Por consiguiente, resulta
lógico obtener la conclusión de que la política fiscal tiende a ser muy efectiva en situaciones de bajos niveles de ingreso y empleo (alto desempleo) y
bajas tasas de interés (región elástica de LM), y poco eficaz en situaciones de
bajo desempleo y altas tasas de interés (región inelástica de LM). Por otra
parte, la pendiente de la función [S, o sea 6 Y/6i, depende, en primer lugar,
de la reacción de la inversión ante la tasa de interés (6[p/6.i), o sea de la pendiente de la función de la inversión (sección 14.7.2); y, en segundo lugar, de
la reacción del ingreso ante el cambio en la inversión (6 Y/6. [p), o sea del
multiplicador de la inversión (Apéndice A - XIV). De acuerdo con estos dos
factores, la función [S puede tener una inclinación grande o pequeña, como
muestran las curvas [So e [81 en el gráfico 15.2.3. A su vez, el impacto de la
política monetaria, que se registra como un desplazamiento delafunciónLM,
desde LM hasta LM', depende de tal inclinación, como también se observa
en dicho gráfico.
420
Ahora bien, con la implementación de un déficit fiscal (O-R) la función de la
demanda agregada se desplaza hacia arriba (sección 5.10), lo cual implica
que el equilibrio de la economía (la demanda efectiva) se desplaza hacia un
nivel mayor de ingreso (YE a Y 1 en el-gráfico 5.6.4). Puesto que para alcanzar este efecto no ha sido una precondición bajar la tasa de interés, sino que
se ha .logrado por otra vía independiente, el mismo no se representa como un
movimiento a lo largo de la función [S, sino como un desplazamiento de ella
hacia la derecha, de [S a [S', tal como se ilustra en el gráficÜ:'.6.2.2.
GRÁFICO 6.2.2
EFECTOS DE LA POLITICA FISCAL
IS'
GRÁFICO 6.2.3
LM
EFECTOS DE LA POLITICA MONETARIA
IS
--------6.i
IS'
6.i
I~
__ -E--
E' /
---!~ <.
imínima
o
6.Y
y máximo
y
Cantal desplazamiento se modifica, naturalmente, el nivel de equilibrio,
pasando de Ea E'. Pero el impacto, como muestra el gráfico, no es el mismo
si dicho desplazamiento ocurre sobre la región más elástica (casi horizontal)
de la función LM que si ocurre sobre la región más inelástica (casi vertical) de
la funciónLM. En el primer caso, el impacto sobre la tasa de interés, 6i, es
un aumento muy pequeño mientras que el impacto sobre el nivel de ingreso
real, producto y empleo, 6. Y, es grande. En contraste, sobre la región inelástica ,de la función LM, 6. i tiende a ser muy grande mientras que 6. Y tiende a
Para entender la razón de tal desplazamiento debe considerarse primero que
si i disminuyera como consecuencia de una disminución en Y tal hecho se
registraría como un movimiento a lo largo de la misma fund6~ LM, sin desplazarse, pues esa es ni más ni menos la definición de dicha función, tal como
quedó plasmada en el gráfico 6.2.1. Por lo tanto, su desplazamiento hacia la
422
1.:\ ECONOMIA POSKEYNESIANA
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
derecha, o lo que es lo mismo hacia abajo, de LM hasta LM', que indica una
menor i para cualquier nivel de ingreso dado, esto es, que i disminuye por
una caüSa distinta a cambios en Y, debe buscarse en otro faCtor. Si la reducción de i no se debe a una dísmíiiucíón de la demanda de dinero (para motivo transacciones, es decir, a que Y disminuye), tiene que deberse entonces a
un aumento de la oferta monetaria, MI' como señala el mercado de dinero
(sección ¡5.8.4). En conclusión, la política monetaria, expresada a través
de modificaciones en la oferta monetaria, MI' se registra en el modelo IS -LM
como desplazamientos de la función LM.
Sin embargo, los impactos son distintos sobre la función ISo (inelástica) e
lS 1 (elástica). En el primer caso se requiere una gran variación de i, (6. i',
para producir un pequenísimo cambio en Y, (6. Y); mientras que en ei61timo
un pequeño cambio en i (6. i), es suficiente para producir una gran variación
en Y, (6. Y), como evidencia el cambio de equilibrio de E hasta
~n el
gráfICo ;6.2.3. Lógicamente, y como se observa en el gráfico 5.8.2. para
producir una reducción grande en i se requiere un mayor esfuerzo en terminas del aumento de MI que para producir una reducción pequeña. Así, pues,
si la función IS es muy inelástica, enormes esfuerzos a través de la política
monetaria podrían, sin embargo, generar insignificantes resultados en términos de Y y del nivel de empleo*. Y por el contrario, en el caso de una
función IS muy elástica, la política monetaria resultaría muy eficaz.
E:
En general, tanto la efectividad de la política fiscal, como la de la política
monetaria, y por ende la preferibilidad técnica de cada una de ellas, depende
fundamentalmente, dentro de tal modelo, de las elasticidades de las funciones lS y LM. No resulta sorprendente, por lo tanto, que durante los años
sesenta y setenta se haya sostenido un interminable debate teórico y econométrico entre los defensores de la política fiscal (o fiscalistas), por un lado,
y los impugnadores de la misma (o monetaristas), por el otro. (Véase sección
5.11 sobre las características básicas del Monetarismo).
6.3
Curva de Phillips, "Expectativas racionales" y radicalismo ofertista
Pronto, sin embargo, las consideraciones en términos de análisis teóricos y
comprobaciones empíricas sobre las funciones IS y LM perdieron importan*
Debe recordarse que en el caso de "trampa de la liquidez" (sección 5.8.5) resulta imposible reducir i no importa cuan grande sea el esfuerzo en términos de aumentos de la oferta monetaria, por lo
cu~ la inversión no responde lo más mínimo ante la política monetaria, haciendo de ésta en ese
caso extremo un instrumento completamente impotente. Volviendo al gráfico 6.2.2, la función
LM no puede desplazarsehacia abajo en su parte horizontal, desplazándose sólo su región creciente,
de suerte que si la función IS la cortara en ese segmento horizontal, el equilibrio no se vería afectado en lo más mínimo por la política monetaria, es decir, por el desplazamiento del segmento creo
ciente de LM.
423
cia frente a argumentos más contundentes, quizá menos técnicos pero polítícarnente más formidables. En efecto, si se retrocede al gráfico 6.2.2 puede
observarse que. a! pasar de E a E', el aumento en Y, ocasionado por un mayor gasto público, va siempre acompañado de un illimento en i, es decir, de
un desest ímulo para la inversión (privada) y, por lo tanto, de una tendencia
hacia la reducción de esta última. La utilización continuada e indefinida de
una política fiscal expansiva tendería, entonces, a aumentar la participación
del gobierno en el gasto (o ingreso) nacional a expensas de una reducción en
la participación del sector privado. Por el contrario, volviendo al gráfico
6.2.3, la utilización de la política monetaria permitiría aumentar Y, sin ningún aumento en el gasto público, con un estímulo para la inversión privada
(la reducción en i), es decir, con un aumento de participación del sector privado en el gasto y, consecuentemente, una reducción en la participación del
sector público.
Para los adversarios de una significativa intervención del Estado en la vida
económica no quedaría duda, pues, por encima de cualquier argumento de
carácter técnico, acerca de las inconveniencias de una efectiva política fiscal. En primera instancia sería preferible para ellos la política monetaria.
Pero, al fin y al cabo, los principios son los principios, y siendo consecuente
con ellos, una política monetaria activa es en sí misma una signíñcatíva forma
de intervención estatal en la vida económica, y condenable como tal, dentro
de ese marco filosófico. De ahí que del planteamiento de la preferibilidad de
la política monetaria (sobre la fiscal) a! planteamiento más radical sobre la
necesidad de la neutralidad de la política 'lnonetaria misma, no haya sino un
paso, muy pequeño por lo demás, como lo evidencia el rápido cambio de
actitudes durante los años setenta y ochenta. Tal neutralidad se expresa en
propuestas como la de Milton Friedman (Premio Nobel en 1976), de limitar
automáticamente y sin más consideraciones políticas el crecimiento de la
oferta monetaria al crecimiento del producto real, o la más extrema de
Friedrich Hayek (Premio Nobel en 1974) de eliminar el monopolio del Estado sobre la emisión de dinero 1 •
Tal cambio de actitudes, en contra de las prescripciones de política propias
del modelo IS - LM, basadas en la dinamización de la demanda agregada, ya
fuese por el lado monetario o el fiscal, resultó reforzado, de otro lado, por
1. Al respecto, constituyen paradigmas los siguientes ensayos:
Hayek, F. La Pretensión del Conocimiento. Conferencia para el Premio Nobel, 1974. En los Premios Nobel de Economía. FCE, 1977.
La Desnacionalización del Dinero. 1978. Orbis, Ed. 1988.
- Friedman, M. The Tole of Monetary Policy. American Economic Review, marzo, 1968.
Inflación y Desempleo. Conferencia para el Premio Nobel, 1976. En Los Premios Nobel de Economía. FCE. 1977.
UNIVERSIDAD
DE ANTIOQ UiA
.
\
425
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA POSKEYNESIANA
el recrudecimiento de las presiones inflacionarias durante los años setenta y
comienzos de los ochenta en los países desarrollados, (véase sección 5.11.2),
lo cual produjo importantes conmociones teóricas en el campo de la "Macroeconomía" entre las cuales sobresalen la revaluación de la "Curva de
Phillips", :1 desarrollo de modelos de expectativas y, en general, el notable
ascenso de la reacción ofertista.
contribuyó a elevar la tasa de desempleo a niveles récord del 140/0, mientras
que en los Estados Unidos se estimaba que sobraban la mitad de los empleados en la industria automotriz, se cerraban acerías y minas de cobre, y se
iniciaba el proceso de los consecuentes despidos. De todas maneras, y como
resulta evidente de este debate, independientemente del lado en el cual
reposaba la razón, resurgió la importancia de los factores de oferta en el diseño de las políticas, las cuales no podrían descansar ya en el futuro en consideraciones exclusivas de demanda, ni por consiguiente limitarse a las fórmulas simples y mecánicas derivadas de un modelo fundado sólo sobre tales consideraciones. Y es que, de hecho, lo que pone en evidencia esa dicotomía,
políticas de demanda por un lado (nivel global de empleo), y políticas de
oferta por el otro (eficiencia), y la sentida necesidad de combinarlas, no parece ser otra cosa que la urgencia de la tan ansiada síntesis neoclásica real. Cabe
esperar, o por lo menos desear, que sea dicha síntesis real y no la reacción
ofertista radical la que se vea finalmente en ascenso, pues la sustitución de
una fórmula mecánica y parcial por otra rara vez ha rendido frutos convenientes y duraderos, suscitando nuevas contrarreacciones radicales en un proceso ciego que hace poco honor a la capacidad de la humanidad para aprovecharse plenamente de la totalidad de sus conocimientos y de su inteligencia.
424
La "Curva de Phillips" cumplía una importante función como soporte empírico de las tesis típicamente keynesianas, pues establece una relación inversa
entre la tasa de inflación y la tasa de desempleo, implicando de tal suerte
que, ciertamente y tal como había postulado Keynes (sección 5.l1.~), u~a
política expansiva de demanda tiene siempre un efecto parcialmente inflacionario -.pero sólo parcialmente puesto que, simultáneamente, se desdobla en
un aumento del nivel de ingreso real y una reducción del desempleo. Phillips
publicó su trabajo en 1958 1, en el cual derivó la famosa curva de datos estadísticos para el Reino Unido en el período comprendido entre 1861 y 1967.
Sin embargo, durante los años setenta y comienzos de los ochenta 10 que empezó,~ observarse fue una aceleración de la tasa de inflación sin la correspondient~reducción en la tasa de desempleo, lo cual se aceptó como una refutació~;de la Curva de Phillips y, por extensión, de las políticas keynesianas, o
de d~anda,aunque
puedan levantarse fuertes objeciones en contra de esta
últinti conclusión, como es usual en todo debate econométrico. En efecto, al
establecer una correlación estadística entre dos variables observadas, no
resulta lícito descartar de antemano la influencia de terceras variables,
influencia que de hecho se ha confirmado durante el último período mencionado y cuya importancia llevó, por otro lado, a teorizaciones sobre los
"shocks" de oferta 2. Entre tales "shocks" se destacan el aumento del precio
del ba,rrU de petróleo de US$ 3 en 1973, a US$ 12 en 1974 y a US$ 30 ~n
1980; significativos déficits de alimentos a nivel mundial durante ese decenio
y la liquidación de las políticas de controles de precios y salarios durante el
mismn período en las principales economías occidentales, así como la
liquidación de subsidios y la reestructuración profunda en importantes
sectores industriales. Por ejemplo, bajo la influencia de las mismas tesis
ofertistas la liquidación y "ajuste" de las industrias básicas en el Reino Unido
1. Económica, nov. 1958. No obstante, Irving Fisher había publicado en 1926 SU trabajo "Una relacíónestadística entre desempleo y precios", (reimpreso en el Joumal 01Political Economy, marzo
1973), arribando a la misma conclusión, por lo cual algunos tratadistas sugieren que la "Curva de
Phillips" 'debería llamarse, en realidad, "Curva de Fisher".
2. Por-ejemplo los trabajos de Robert Gordon en 1972, 1975 Y 1977 Y de Edmund Phelps, 19:8,
recogidos en el Capítulo 9 del texto de Macroeconornia de Gordon, 2a. ed, 1981. Hay traducción
española, Grupo Ed. Iberoamérica, 1985~
La discusión sobre la "Curva de Phillips" constituyó, así mismo, una de las
motivaciones fundamentales para el desarrollo de modelos sobre el comportamiento de las expectativas. Los más sencillos de éstos, basados en la hipótesis de "expectativas adaptativas", suponían que el público ajustaba su comportamiento futuro de acuerdo con los niveles de inflación observados en el
pasado reciente, tornando inefectivas, de esa manera, las políticas basadas en
el manejo de la demanda agregada. Si ello fuere cierto, el aumento en el nivel
de precios, que el público anticiparía para protegerse contra la inflación
observada, absorbería la totalidad del incremento en el gasto (demanda agregada) dejando el nivel de producción real sin modificaciones significativas.
Por ello, las políticas de demanda serían efectivas sólo a condición de producir tasas de inflación sorpresivas, es decir, mayores que las esperadas, tendencia que explicaría la espiral de tasas de inflación cada vez mayores que estaban causando tanta preocupación en las economías más desarrolladas.
Pronto, sin embargo, surgieron modelos más radicales, basados sobre las
hipótesis de las "expectativas racionales". De acuerdo con éstos, el público
aprende a no dejarse engañar, por lo cual el ingrediente mismo de la sorpresa
perdería toda eficacia, sumiendo en la impotencia absoluta a las políticas
keynesianas de la demanda agregada 1 • Los modelos de expectativas raciona-
1. Una bibliografía específica y una introducción más detallada acerca de los "modelos de expectativas racionales" pueden verse en Gordon, Macroeconomía, Cap. 8; Dornbusch y Fisher, Macroeco-
426
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA
-les confluyeron, pues, hacia una posición radicalmente antikeynesiana, reflejada también en otras de sus características, como su desconocimiento del
desempleo involuntario (sección 5.2), por lo cual debería concluirse que, en
el fondo, constituyeron un intento por abandonar no sólo las implicaciones
usuales del modelo IS - LM sino también los fundamentos keynesianos desde
su propia raíz.
6.4
Crisis de la síntesisneoclásica
En general, el desarrollo del modelo IS . LM permitió absorber la revolución
keynesiana dentro de un marco más ecléctico que facilitaba, a su vez, la supervivencia y evolución de algunos elementos antikeynesianos. Entre estos últimos se destacaron: i) el "efecto Pigou"* o "efecto riqueza", o sea el planteamiento de que bajo condiciones de una severa recesión o depresión, la deflación
de precios concomitantes desplaza en sí misma la función IS hacia la derecha
(Gráfico 6.2.2), tendiendo a sacar automáticamente a la economía de esa
situación, hacia niveles mayores de ingreso y empleo, dirigiéndose tal argumento en particular contra la idea de un eventual equilibrio 18 - LM de
"trampa de la liquidez" en el segmento horizontal de la función LM. Dicho
efecto se debería a que con menores precios para lo producido, la capacidad
real de compra de los activos que posee la gente, como saldos monetarios y
papeles financieros, aumentaría, dando lugar a un incremento de la demanda
agregada vía el consumo; ii) el efecto de "ilusión monetaria", como denominaron los textos típicos de Macroeconomía el argumento de Keynes acerca
de la flexibilidad de los salarios (sección 5.2). De acuerdo con esta interpretación, la flexibilidad de precios en el mercado de trabajo se debe exclusivamente a que los trabajadores se engañan en cuanto al verdadero nivel de los
salarios reales, y no se requiere mucha imaginación para descubrir un vínculo
entre este planteamiento y el de los modelos de "expectativas racionales",
radicalmente antikeynesianos. Pues, de acuerdo con ello, si los trabajadores
tuviesen pleno conocimiento de lo que ocurre en el mercado, y no pudiesen
ser sorprendidos o engañados por la tasa de inflación, entonces los salarios
reales resultarían totalmente inflexibles, tal como postulaba la teoría ortodoxa del "desempleo voluntario" (sección 5.2). La reducción de la teoría
no mía, 3a. Ed., McGraw Hill, Cap. 16; y, Lora Eduardo,
Ed, Universidad Nacional, Bogotá, 1986, Cap. 5.
•
Pigou, Arthur (1877·1959)
importantes
contribuciones
considerada
mía ortodoxa,
Actividad
Económica
y
Precios,
fue el sucesor de Alfred Marshall en Cambridge, (sección 4.1). Hizo
a la Teoría N eoclásica del Bienestar y su Teoría del Empleo (1933) fue
por Keynes como la única exposición
haciéndola
Dinero,
el blanco
de Pigou fue Empleo y Equilibrio
principal
(1941),
sistemática
de crítica
donde presenta
y la más representativa
de su Teoría General (1936).
el argumento
POSKEYNESIANA
427
de Keynes a un simple modelo de "ilusión monetaria", de "salarios nóminales" o de "expectativas irracionales", implica, por lo tanto, dejar la puerta
abierta para un retorno de las teorías del desempleo voluntario, como vinieron a confirmarlo con su presencia frontal los modelos de expectativas racionales. No obstante, ello supone un olvido del argumento completo de Keynes
sobre los salarios, que citó evidencias empíricas sobre la flexibilidad de los
salarios nominales y explícitamente planteó los diferenciales relativos entre
distintas clases de trabajo como el elemento fundamental de su dinámica
pero sobre todo implica desconocer en absoluto las inevitables limitaciones
de la Ley de Say que, en última instancia, subyacen al debate sobre el desempleo voluntario y el involuntario; y, como se ha visto más arriba, iii) una
revalorización de la política monetaria, de su efectividad y de su grado de
preferibilidad con relación a la política fiscal, frente al profundo escepticismo con que fue considerada por el pensamiento keynesiano (sección 5.8.5).
Sin embargo, ni siquiera estos elementos antikeynesianos fueron suficientes
para preservar el modelo 18 - LM del radicalismo ofertísta en ascenso, que
cada vez en mayor grado lo fue considerando como un instrumento inconveniente debido a su predisposición para prestarle gran énfasis a las políticas de
demanda (agregada), hasta el punto de que Hicks, su propio creador, llegó a
llamarlo una fuente de mala educación para generaciones de economistas.
Hacia mediados de los ochenta los ofertistas habían alcanzado los puestos de
ma~~r influencia en el diseño de la política económica, bajo el impulso de las
políticas conservadoras en los Estados Unidos. No obstante, como la historia
simpatiza con los sarcasmos, justamente por estos años el déficit fiscal marcó
un récord en los Estados Unidos, sobrepasando los US$ 200.000 millones y
el 60/0 del Producto Nacional Bruto. Por supuesto, a simple vista, no debería parecer inexplicable una reacción contra el gasto público cuando éste
llega o sobrepasa al 40010 del ingreso nacional y cuando el espíritu social se
encuentra sosegado por bajas tasas de desempleo las cuales, además cambian
de significado dentro del marco de efectivos mecanismos de seguridad social
y altos niveles de ingreso per cápita. Al fin y al cabo el cambio de signo de
los tiempos quedó marcado por la transición del horror al desempleo en los
años. de la Gran Depresión, al horror al pleno empleo, en los años sesenta y
comienzos de los setenta, cuando la tasa de desempleo se situó por debajo
del 4010 en l~~ siete economías de mercado más desarrolladas, generando
una gran presion sobre los niveles salariales. No debe olvidarse que a partir
~e este momento las tendencias monetaristas y ofertistas postularon como
ideal, y por tanto como una meta de política, una tasa de desempleo que
~era por lo menos del 5010, a la cual el Profesor Friedman, pagando poco
tributo a la tradición del concepto, decidió llamar "tasa natural".
de la econoLa respuesca
que lleva su nombre.
La !~bor de ?rí~ica y rev~uación para depurar a la teoría del empleo y la
política economica de los enfasis derivados de la revolución keynesiana em-
428
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
U\ ECONOMIA POSKEYNESIANA
429
pezó a plasmarse, entonces, en títulos tan sugestivos como "La Contrarrevolución Keynesiana" (Una evaluación teórica, Clower, 1965); "La Crisis en la
Economía Keynesiana" (Hicks, 1974) Y "La Economía Keynesiana Retrocede" (Feldstein, 1981). Ojalá no se requiriese una clarividencia desmedida
para controlar la tentación de erigir en teoría general el optimismo desbordante de los años de empleo gordo, como si el mismo pudiese reinar también
incólume en los años de vacas flacas. Máxime cuando los años gordos deben
su existencia a las transformaciones realizadas en los años flacos. Al fin y al
cabo, dentro del marco del extremismo ofertista, con un sector público enteramente neutral, de lo cual se está muy lejos en los hechos no .obstante la
retórica en sentido contrario, vuelve a resultar ineludible la vieja cuestión de
la Ley de Say frente a la dinámica de la acumulación y la ausencia de mecanismos automáticos del mercado que garanticen niveles de empleo y crecimiento regular como los observados durante la segunda mitad del Siglo XX.
tos del análisis; v) la reivindicación de la "incertidumbre", en vez de la perfecta información, como la condición dominante en el proceso de toma de
decisiones de los agentes económicos; y, vi) el énfasis conferido a los "factores institucionales", más allá de la oferta y la demanda solamente, en los procesos de ajuste de los mercados más importantes y del sistema como un todo.
6.5
En el papel estratégico dado a la competencia imperfecta y su tratamiento
analítico, los "Poskeynesianos" son básicamente seguidores de Kalecki
(Véase Post-Capítulo XIV), quien en su Teoría de la Dinámica Económica
(1954) sintetizó los principios teóricos fundamentales al respecto en su concepto del "grado de monopolio". Esquemáticamente, tales principios son
los siguientes: i) las empresas industriales operan, en general, en un nivel
de producción que es inferior al de su capacidad instalada, por lo cual, a
diferencia de la firma representativa en el modelo neoclásico, la oferta de
la firma es elástica (puede aumentar en cualquier momento) y los costos
unitarios no son crecientes (no hay rendimientos marginales de crecientes);
ii) como consecuencia de lo anterior, en todo momento habrá incertidumbre
acerca del nivel preciso de producción que realizarán las empresas y no existirá un principio simple y exacto sobre la forma como las empresas se comportarán, en claro contraste con el modelo neoclásico en el cual la firma
siempre empuja la producción hasta el punto en el cual iguala su costo marginal con el ingreso marginal (sección 4.6); iii) estas circunstancias dejan
campo para una diversidad de estrategias empresariales acerca de las políticas
de producción, precios y maximización de beneficios, las cuales se ven, sin
embargo, finalmente reducidas a la combinación de dos factores restrictivos
básicos: a) la proporción del precio establecido por la firma con respecto al
promedio de industria, pues si se eleva demasiado las ventas pueden sufrir
drásticas reducciones; y, b) la proporción del precio a los costos directos de
producción ("mark-up"), pues si el precio se reduce mucho para ganar en
La Escuela Poskeynesiana
6.5.1 Características generales
La mayor parte de los "poskeynesianos" desaprobaría, quizá, el título de
esta sección, debido a que la heterogeneidad de sus puntos de vista teóricos
y aún políticos no concuerda con los grados de unidad, sistematicidad y
coherencia usualmente concedidos a una "escuela" o "doctrina". Sin embargo, otras opciones como "economía poskeynesiana" o "literatura poskeynesiana" es muy poco lo que, en el fondo, mejoran el bautismo, prestándose
además a un equívoco tal vez mayor en la medida en que, literalmente, no
describen una tendencia teórica particular en un período histórico determinado sino que denotan tal amplitud como para abarcar a este último en su
conjunto. De otro lado, y aparte de mencionar que algunos factores de cohesión se evidenciaron hasta el punto de plasmarse en un Joumal of Poskeynesian Economics, merecen especial consideración las siguientes características
generales y unificadoras que le confieren su personalidad propia a la "Escuela
Poskeynesiana": i)un distanciamiento de los postulados básicos de la Microeconomía y la Macroeconomía ortodoxas, ofreciendo un marco de análisis
alternativo al de la Síntesis Neoclásica; ii) una gran fluidez doctrinaria, traspasando, a diferencia de la Síntesis Neoclásica, los límites de las fuentes
puramente Neoclásicas y Keynesianas, para rescatar valiosos elementos de
análisis dispersos en la Economía de Kalecki y Sraffa, en la Escuela NeoRicardiana y en la Economía de Marx y algunos de sus modernos desarrollos;
íii) la búsqueda de una conexión más orgánica y efectiva entre el comportamiento "microeconómico" de las empresas y el ajuste "macroeconómico"
del sistema que la exhibida por la Síntesis Neoclásica (Microeconomía y Macroeconomía usuales, sección 15.2.1); iv) la preponderancia dada a la competencia imperfecta, en vez de la competencia perfecta, para todos los efec-
Por supuesto, la profusión de autores, como en el caso de la Economía Neoclásica, dificulta en gran medida una síntesis del pensamiento Poskeynesiano,
con el obstáculo adicional de que en último caso, por oposición al primero,
no se ha dado un modelo global unificado ni menos aun su exposición sistemática en libros de texto representativos l. En lo que sigue nos limitaremos,
por consiguiente, a una mayor aproximación a tales características generales,
6.5.2 Competencia imperfecta
1. La recopilación más representativa y sistemática de contribuciones a la literatura en este campo es
la de Ocampo, José Antonio, Lecturas de Economía Poskeynesiana, Fondo de Cultura Económica,
1988, en la cual se recogen ensayos y artículos de casi dos docenas de escritores.
430
431
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA POSKEYNESIANA
ventas el margen de beneficio puede verse seriamente deteriorado. La combinación de estas dos proporciones determina, en última instancia, el "grado de
monopolio" y la estrategia de la firma; iv) las principales causas de variación
en el "grado de monopolio" son, en primer lugar, la formación de gigantescas
empresas, o sea un mayor grado de concentración industrial, lo cual permite
ganar influencia sobre el precio promedio de la industria y, así, mayor margen de libertad sobre la fijación del precio por parte de las firmas más poderosas; y, en segundo lugar, la sustitución de la competencia en términos de
precios por la competencia en estrategias de ventas (publicidad, campañas de
ventas, diferenciación del' producto, calidad de servicios complementarios
como proximidad al cliente, confianza en la marca, garantías y servicios de
mantenimiento, etc.); y, v) otros factores institucionales pueden afectar de
manera importante los grados de monopolio, principalmente las negociaciones sindicales entre patronos y trabajadores, y los acuerdos o colusión entre los
empresarios de una misma industria. En particular, Kalecki consideró que la
actividad sindical constituía un factor moderador del grado de monopolio,
debido a que las demandas salariales tienden a vincularse con los beneficios
obtenidos por la empresa.
empresa, ni a su comportamiento correspondiente, en el análisis de la determinación de los niveles globales de ingreso y empleo, pues de acuerdo con el
punto de vista de la escuela poskeynesiana el comportamiento "macroeconómico" no puede ser el mismo cuando las firmas se comportan con el estilo
Marshalliano o Neoclásico (Cap. XIII), y básicamente competitivo, que cuando se comportan de acuerdo con los principios descritos en la sección anterior, en un ambiente oligopolista de imperfecciones competitivas. Esta crítica
es, por supuesto, más frontal contra la Síntesis Neoclásica, pues si Keynes
simplemente se abstuvo de algún desarrollo activo sobre el punto, en cambio
los constructores de la Síntesis desplegaron evidentes esfuerzos para consolidar la complementación entre la "Microeconomía" Neoclásica y la Teoría
General del Empleo.
Naturalmente, el crecimiento de las teorizaciones sobre la' competencia imperfecta ha sido explosivo, particularmente desde las críticas de Sraffa al
modelo neoclásico a mediados de los años veinte ("La relación entre el costo
y la cantidad producida" y "La ley de los rendimientos en régimen de competencia"), las cuales pueden considerarse como precursoras de los desarrollos de los Poskeynesianos al respecto, y la publicación de las obras de Joan
Robinson ("Teoría de la Competencia Imperfecta") y Eduard Chamberlain
("Teoría de la Competencia Monopolística") en 1933. Ya a comienzos de
los años cuarenta Joe Bain y Abba Lemer habían publicado trabajos sobre el
grado de monopolio 1. Sin embargo, es siguíendo el modelo básico de Kalecki
como diversos desarrollos sobre la competencia imperfecta toman el carácter
de la "escuela.poskeynesíana", a través de extensiones, detallamientos, precisiones y nuevas síntesis de sus elementos, en trabajos como los de Sylos
Labini (1966), Eichner (1973), Wood (1975) o Steindl (1978) 2.
6.5.3 Conexión orgánica entre lo "microeconómico" y lo ''macroeconómico''
Una de las principales críticas que los "poskeynesianos" han dirigido a
Keynes es la de que éste no le concedió importancia al tipo específico de
1. Una introducción a los debates teóricos más destacados y una bibliografía detallada sobre la competencia imperfecta puede verse en Bejarano J. A., Teoría de las Estructuras de Mercado, Universidad Extemado de Colombia, Ed, 1986.
2. Con respecto a éstas y otras contribuciones representativas, véase Ocampo, op, cit. Segunda Parte.
A simple vista, tales planteamientos también parecerían haber encontrado inspiración en el modelo de Kalecki, puesto que éste presenta al menos las
siguientes conexiones: i) entre el grado de monopolio y la distribución del
ingreso nacional en salarios y ganancias, afectando estas últimas, a su vez. los
niveles de la inversión; ii) entre la estructura de financiamiento de las firmas
("capital empresarial" y ahorro endógeno como el elemento estratégico, en
contraste con fondos de crédito siempre deseables y accesibles en los modelos ortodoxos) y la dinámica de la inversión; y, iíi) entre la condición de
capacidad instalada subutilizada de las firmas en competencia imperfecta y
la forma como se ajustan (la oferta y la demanda en) los mercados: a través
de las variaciones en las cantidades (producidas), con precios inflexibles, en
vez de fluidas variaciones de precios, basadas en su flexibilidad plena, como
en el modelo más usual y competitivo.
La segunda conexión puede tener consecuencias negativas sobre la efectividad de la política monetaria, mientras que la tercera ha sido considerada por
algunos como un factor en favor de la depresión crónica, o al menos entrabador de los mecanismos expeditos de ajuste, haciendo más inerciales y prolongadas las recesiones. De hecho, una de las hipótesis prekeynesianas más
populares sobre la inercia, la larga duración y la resistencia a la recuperación
de la Gran Depresión en los años treinta era, precisamente, la de que el enorme peso que habían alcanzado los monopolios había embotado el mecanismo de flexibilidad de los precios, impidiendo así un rápido ajuste de los mercados. Sin embargo, es posible que algunos poskeynesianos hayan exagerado
la importancia de este argumento, pues como se vio en la sección 14.6_2, el
hecho de que con precios completamente flexibles no se acumulen inventarias
indeseables, es decir, que todo lo producido sea inmediatamente vendido, no
significa, ni mucho menos, que la oferta y la demanda encuentren el equilibrio, ni por tanto que como consecuencia de ello la producción inicie su proceso de recuperación. Como se recordará, la igualdad de la oferta y la demanda no se desprende del hecho de que todo lo producido sea efectivamente
(
(
432
INTRODUCCION
LA ECONmlL\
A LA ECONOMIA
vendido, sino del hecho de que sea vendido rentablemente, lo cual es una
cuestión muy distinta, radicando precisamente sobre este punto todo el
debate sobre la Ley de Say, como se ha visto a lo largo de las diversas exposiciones doctrinarías.
Aún si los mercados se comportaran como en una subasta perfecta, siendo
totalmente "clareados", (sin acumulación de inventarias), con precios plena
e instantáneamente flexibles, la rentabilidad real y esperada podría mantenerse tan baja (como concluyen Smith y Malthus, y como no acepta Ricardo,
basado en la Ley de Say), que no hubiese ningún o suficiente estímulo para
reactivar la inversión, y por ende la economía en su conjunto. De hecho esta
es la única explicación keynesiana de la depresión, o sea el "colapso súbito"
de la eficiencia marginal del capital, ya que ésta se encuentra "sujeta a fluctuaciones más o menos violentas que son la explicación del ciclo económico"
(Véase sección 5.8.5).
De paso, con esta explicación Keynes responde en
alguna medida al cargo sobre su indiferencia acerca del tipo específico de
empresa que se conecte con su sistema de ajuste macroeconómico 1 •
De otra parte, pareciera que la misma interpretación inadecuada de la Ley de
Say sirvió, parcialmente, de base a la preponderancia que los poskeynesianos
más radicales buscaron darle a los modelos de "desequilibrio" en oposición a
los de "equilibrio". De acuerdo con esa interpretación, los mercados. de competencia imperfecta tendrían una tendencia subyacente hacia el desequilibrio, debido a su propensión a atascarse y a retrasar los ajustes, a través de
cambios en las cantidades, mientras que los de competencia perfecta por la
sola característica de precios plenamente flexibles tenderían por su propia
naturaleza hacia el equilibrio instantáneo. En esta forma, resultarían inevitables las ecuaciones: equilibrio igual competencia perfecta, igual síntesis neoclásica y desequilibrio igual competencia imperfecta igual enfoque poskeynesiano. Pero corrigiendo el error sobre la Ley de Say no parece quedar mucho
fundamento para tales pretensiones, como resulta claro de lo expuesto más
arriba. En efecto, si el equilibrio entre la oferta y la demanda no se determina por el rasero "fetichista" de las cantidades físicas (todo ló-producído
es
vendido) sino por el rasero socialmente relevante de la rentabilidad, es factible que el planteamiento resulte una paradoja para los poskeynesianos más
radicales, pues los mercados de competencia imperfecta tienden a ser en esos
términos más propensos al equilibrio que los de competencia perfecta o, en
general, que los de precios flexibles.
6.5.4 El papel de la incertidumbre y el equilibrio
En la economía keynesiana la incertidumbre juega un papel importante a
través de la teoría de la inversión y a través de la teoría del dinero. En el primer caso porque la eficiencia marginal del capital se estima sobre rendimientos esperados en un futuro incierto, y en el último porque todo sistema
monetario sirve de puente entre el presente y el futuro (incierto), lo cual se
expresa prácticamente en todo contrato (laboral, pago de deudas, entrega de
mercancías), Estos aspectos también son enfatízados de manera especial por
la Escuela Poskeynesiana, pero ésta pretende elevar la incertidumbre como
tal a nivel de su principio metodológíco y distintivo fundamental, como se
trasluce en el siguiente mini-manifiesto de Joan Robinson, su Decana y principalísima activista: "Nuestra argumentación se expone en términos poskeynesianos. Es decir, tratamos la vida económica como un proceso que avanza
a través del tiempo, y en el que el futuro no es conocido de antemano" l.
Por supuesto, tales manifestaciones sobre el tiempo y el desconocimiento del
futuro pueden parecerle obvias y superfluas al lector desprevenido pero, en
realidad, se busca con ellas plantear una polémica, en primera instancia frente a la Economía Neoclásica, la cual es enjuiciada por los poskeynesianos con
los siguientes cargos: i) preocupación casi exclusiva por las situaciones de
equilibrio, soslayando la dinámica de los procesos reales a través del tiempo.
Algunas veces este cargo es expresado en términos de una critica a la "estática comparativa", (el contraste entre dos situaciones de equilibrio, una inicial y otra final), por hacer abstracción de la dinámica, (el proceso que toma
lugar entre esas dos situaciones), y su tiempo real 2; y, ii) deficiente consideración del papel jugado por la incertidumbre en la toma de decisiones, tratando a los agentes económicos como entes perfectamente racionales, capaces de prever las consecuencias de sus acciones presentes. Además, Robinson
liga estos dos argumentos mediante el postulado de que sin correcta previsión
no podría darse el equilibrio, ya que el incentivo de los agentes para no desviarse de esta última situación presupondría el conocimiento de las consecuencias derivadas de cualquiera de sus eventuales movimientos. Pero no se
queda allí, sino que pretende generalizar sus argumentos contra los neoclásí-
1. Robinson j oan y Eatwell John,
l-e, 1976. FCE.
1. Cabe recordar,
al respecto,
ción de las depresiones
ción 5.2).
que la inflexibilidad
y su persistencia
de precios (competencia
es un argumento
imperfecta:
como explica-
de la más rancia estirpe neoclásica
(sec-
433
POSKEYNESIA1'iA
2. Muy ilustrativo,
ce el Equilibrio"
Introducción
a la Economía
Moderna,
Libro
Segundo,
Sección
resultan al respecto los ensayos de J oan Robinson titulado. "La Historia Contradiy "Disertación en Oxford por un Economista de Cambrigde". En Contribuciones
a la Teoría Económica
Moderna. Siglo XXI, Ed, 1979.
434
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
LA ECONOMIA POSKEYNESIANA
cos en contra de la noción de equilibrio en el conjunto de la teoría económica*.
Por ello, con relación al primer cargo, debe recordarse ante todo que dicho
argumento ha sido tan antiguo como la misma ciencia económica, pues ya
los mercantilistas adelantaron todo su debate acerca de la influencia de la
abundancia de dinero dentro del marco de si lo importante era la situación
final hacia la cual se tendía (cambio proporcional en el nivel de precios a
través de la teoría cuantitativa, con todo lo demás constante, incluida la tasa
de interés), o el proceso "transitorio" anterior a esa situación, durante el cual
podían modificarse de manera significativa cruciales variables de la economía, incluida la tasa de interés. Dentro del mismo marco, asociado tradicionalmente con los conceptos de "corto Plazo" y "largo plazo", se desarrolló
el debate entre Malthus y Ricardo sobre la acumulación (véase sección 11.3),
y, por supuesto, entre los economistas ortodoxos y Keynes, llegando éste a
sus célebres frases lapidarias de que "en el largo plazo todos estaremos muertos" y "la economía siempre está en transición". Sin embargo, parece que
los poskeynesianos, por lo menos los más extremistas seguidores de Joan
Robinson, no se conforman simplemente con esta tradición, es decir, no se
conforman, como su nombre lo indica, con ser simplemente keynesianos y,
como tales, seguidores de los mercantilistas y Malthus 1, sino que plantean
un abandono radical y definitivo del concepto de equilibrio como base relevante del análisis. Así, Joan Robinson cree encontrar soporte en Marx para
este punto de vista cuando plantea que aquél "hace avanzar su modelo (de
reproducción ampliada) a lo largo de la historia y demuestra que nunca podrá volver a E (el equilibrio) antes del día del juicio". (Disertación en
Oxford '" "),
Naturalmente, de la campaña de depuración radical montada sobre esa posición extrema no se salva, siquiera, el mismo Keynes. Así, aunque con mucho
respeto y sutileza, aludiendo indirectamente a ese punto, plantean los poskeynesianos que aquél "dejó inconclusa" su crítica a la Economía Neoclásica
(en particular, a Marshall); que realmente "nunca se detuvo a examinar" el
fondo de ese problema; que su sistema en realidad no corresponde a una verdadera dinámica. Y, dentro de ese enfoque, no es para menos. Pues el propio
corazón de la Teoría Keynesiana, el principio de la demanda efectiva, es ni
•
Es posible
que algunos poskeynesianos
no compartan esta posición extremista de Joan Robinson
sobre la noción de equilibrio. No obstante, aquí se toma ésta como representativa
por ser la más
frontal
pecto,
1. Sobre
General
aunque, en verdad, la literatura poskeynesiana,
deja mucho que desear en cuanto a explicitación,
el keynesianismo
como
del Empleo, el Interés
heredero
incluidos los ensayos de Robinson
claridad y precisión sobre tal tema.
de estas corrientes
y el Dinero, y la biograífa
pueden
de Malthus
435
más ni menos que una condición de equilibrio (sección 14.3). Y, sobre ella,
todo el análisis de la Teoría General se desarrolla con base en condiciones de
equilibrio (equilibrio entre el ahorro y la inversión, equilibrio entre la oferta
y la demanda de dinero, equilibrio entre la tasa de interés y la eficiencia marginal del capital, equilibrio entre los diversos niveles de la demanda agregada
y la oferta agregada), siendo el nivel de empleo mismo, o de desempleo, un
nivel de equilibrio. No resulta sorprendente, entonces, que la campaña arrasadora se extienda de los neoclásicos, pasando por Keynes, a Smith, a Ricardo
y a prácticamente toda la teoría económica, no salvándose siquiera el sistema
de Sraffa, soporte fundamental en la crítica a los neoclásicos, ya que aquél,
según Robinson, es tan incapaz como estos últimos (Walras) para explicar la
dinámica del cambio. No se menciona sobre el punto a Kalecki, pero es ese
un silencio espúreo, pues no sólo el "grado de monopolio" es una condición
de equilibrio sino que, en las mismas palabras de Robinson, el sistema de
aquél "expresa claramente el principio de la demanda efectiva de forma
matemática", es decir, está inserto en el mismo tejido de condiciones de
equilibrio que el de Keynes.
Después de lo anterior, le parece a Robinson que queda Marx como único
soporte y compañía de los poskeynesianos en lo referente al abandono del
equilibrio. Desafortunadamente, el esquema de reproducción ampliada avanza "a lo largo de la historia" manteniendo determinadas condiciones de equilibrio entre sus dos ramas, mientras que otros componentes estructurales del
sistema de Marx, como los precios de producción y la renta diferencial, descansan enteramente sobre los mecanismos de equilibrio (ganancia normal).
El segundo cargo, acerca de la importancia de la incertidumbre y su relación
con el.equilibrio, tiene dos implicaciones inmediatas. En primer lugar, como
debe recordarse, el equilibrio neoclásico está asociado en todos los casos con
una condición óptima (el equilibrio del consumidor equivale a un óptimo
desde el punto de vista de la satisfacción; el equilibrio de la firma competitiva equivale a un óptimo desde el punto de vista de la producción y la asignación de recursos; el equilibrio competitivo general de los mercados equivale a
un óptimo desde el punto de vista paretiano del bienestar social. Cap. XIII).
El argumento de Robinson parece ser, por consiguiente, que si la información de los agentes económicos para la toma de sus decisiones no es lo suficie~temente correcta, tales decisiones pueden resultar "equivocadas", es
decir, resultar en situaciones no óptimas y, por lo tanto, de no equilibrio. De
esa manera, en un mundo caracterizado por la incertidumbre el equilibrio
resultaría imposible.
al res-
verse el Cap. 23 de la Teoría
por Keynes, respectivamente.
No obstante, constituye una generalización ilegítima aplicar ese mismo argumento a nociones de equilibrio como las de Keynes Kalecki Sraffa o Marx
pues éstas son formuladas independientemente de' cualqui~r signüicació~
(
436
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
optimizante. Por el contrario, el nivel de empleo (léase de desempleo) de
equilibrio, la demanda agregada de equilibrio (demanda efectiva), la tasa de
interés de equilibrio o el nivel de ahorro de equilibrio, en las formulaciones
de Keynes y Kalecki, no corresponden en el mercado libre, en general, a un
"nivel óptimo" sino a un "nivel pésimo". ¿No sería forzar de manera excesiva la naturaleza de las cosas, y la delicadeza intelectual, la pretensión de
que la tasa compensada (o media) de ganancia de Marx corresponde a una
tasa (léase "explotación") óptima? Inclusive, tal crítica parece no aplicar
siquiera a la noción de equilibrio de la Economía Clásica. Para intuir por
qué basta retomar al modelo de equilibrio de Adam Smith, esquematizado
en la sección 13.6 Y el gráfico I3.6.1. Cuando gx > gy, los productores de X
creen que van a ganar más pasándose a producir ~.J pero se equivocanl, porque cuando proceden masivamente a ese comportamiento, PxlPy cae por
debajo de la línea de equilibrio, y gx se hace menor que gy. Ahora el proceso
empieza a tomar lugar en la otra dirección, y así sucesivamente, en una
secuencia de "equivocaciones" o errores de previsión que nunca termina!
Es decir, que la teoría del equilibrio de Smith no sólo es compatible con los
errores de previsión, sino que los presupone como su condición ineludible.
En segundo lugar, lo anterior no implica necesariamente que, circunscrito al
ámbito de la noción neoclásica del equilibrio en general, ese argumento poskeynesiano resulte contundente e incuestionable en sí mismo pues, de hecho,
las respuestas a que puede dar lugar tienden a presentar más bien el panorama de una controversia interminable. Entre ellas se destacan las siguientes:
i) no se reivindica el hecho de que el equilibrio sea posible; de antemano se
parte de que el mundo real jamás alcanzará ni permanecerá en un equilibrio.
Por consiguiente, el argumento de la imposibilidad está simplemente fuera de
lugar. Sin embargo, las condiciones de equilibrio son importantes porque
indican las direcciones en que tiende a moverse el mundo'real; ií) lo relevante
no es una información anticipada, estática y especulativa sobre el futuro,
sino el proceso continuo de ajuste de los comportamientos a los cambios del
mundo real, a través de la dinámica de "prueba y error"¡ y, iii) todo sistema
social y económico tiene fuerzas inerciales fundamentales, Por ejemplo, la
economía de mercado no se acaba de un día para otro, y cuando lo va a
hacer presenta síntomas. No cabe .esperar que los precios caigan a cero en
una economía de mercado, ni que la gente se transforme sú.bitamente en
paradigma de filantropía, etc. Por consiguiente, si un modelo de absoluta certidumbre puede caer en lo irrelevante, no por ello se salva del mismo error
uno de absoluta incertidumbre.
Para completar, el principio de incertidumbre es utilizado de manera equívoca en diversas ocasiones, lo cual no contribuye, ni mucho menos, a mejorar el
rigor y la precisión del argumento poskeynesiano. Por ejemplo, suele plantearse, en general, que la firma bajo condiciones de compet~ncia imperfecta
L\ ECO:-;OWA
POSKEYNLS!.\NA
437
actúa bajo condiciones de incertidumbre mientras que para la firma competitiva se supone perfecta certidumbre, por el hecho de que, en contraste con
esta última, la primera ignora la cantidad que efectivamente va a vender (La
firma competitiva, por el contrario, "sabe" de antemano que va a vender
todo lo que produce). Pero, en realidad, la firma competitiva ignora el precio
al cual va a vender, mientras que la firma no competitiva no lo ignora. Esto
es, desde el punto de vista de la variable crucial de la rentabilidad, que la
incertidumbre es menor en los mercados de competencia imperfecta que en
los de competencia perfecta, y tiende a disminuir con el aumento de la
concentración económica, en oposición a lo que suelen plantear los poskeynesianos.
En general, el argumento de que el equilibrio es imposible tiende a plantear
la discusión en un terreno equívoco porque quizá ninguna teoría, empezando
con la de Adam Smith, ha sostenido lo contrario, y porque los requisitos del
equilibrio no son idénticos en las aplicaciones de este concepto por parte de
las diversas vertientes teóricas, requiriendo cada una de ellas un análisis específico. Es más, a lo largo de la historia del pensamíentó-económico, el equilibrio no ha sido concebido como un momento tangible de ll:\realidad, sino
como un instrumento analítico para entendería, delimitaridoestoelverdadero terreno de la discusión. A su vez, y al contrario de lo que tiende aimplicar
el uso vulgar del término, la utilidad de las condiciones deequ.ilibrio como
instrumentos analíticos no surge de la quietud,oausencia
de movimiento
real, cosa que no existe, sino del hecho de que ellas sintetizan las "leyes interiores" o "centros de gravedad" que rigen los fenómenos económicos, en su
aparente desorden. Las condiciones de equilibrio, en la mejor tradición de
los grandes economistas y las grandes vertientes teóricas, han sido simplemente expresiones de las leyes que rigen al mundo económico, y por ello, en
la medida en que ha resultado imposible una ciencia sin leyes, le ha resultado
imposible a la economía como ciencia ignorar las condiciones de equilibrio
como instrumentos esenciales de su análisis. Esto, obviamente, no tiene la
pretensión de negar que en el proceso de desarrollo científico pueda procederse a la formulación de leyes falsas o inadecuadas, ya sea en el terreno de la
economía (condiciones de equilibrio), de otras ciencias sociales o de las mismas ciencias naturales, como la historia del conocimiento claramente lo indica, con abundantes ejemplos. Pero pretender refutar la noción de equilibrio
en general por el hecho de que alguna vertiente teórica haya formulado una
condición de equilibrio falsa o inadecuada, equivale a pretender una refutación del concepto de ley natural en general por el hecho de que en algún momento se hayan formulado leyes inadecuadas de la naturaleza. La verdadera
lección de la historia es, por supuesto, la de que, para librarse de una ley (o
condición de equilibrio) falsa, el avance científico presupone la crítica espee ífica de ella en vez de la purga masiva e indiscriminada de todas las leyes (o
condiciones de equilibrio) en su conjunto.
438
L\ l coxoxu.. l'll~I\.LY\FSl.\\.\
INTRODUCCION A LA ECONOMIA
6.5.5 El resurgimiento de los factores institucionales
En su conferencia como Premio Nobel de Economía, a fines de 1987, Robert
Solow declaró que "creer, como lo hacen muchos economistas americanos,
que la economía empírica comienza y termina en las series (estadísticas)
equivale a ignorar una vasta y valiosa información que no puede ser reducida
a esa forma tan simplificada", y que, por lo tanto, "no tenemos otra alternativa sino la de considerar seriamente las observaciones directas de la forma
como las instituciones económicas trabajan", Ahora. bien, la cita de Solow es
más rescatable en la medida en que se trata precisamente de un economista
americano cuyo trabajo se concentra en las series (estadísticas), además
representante sobresaliente de la Escuela Neoclásica, la cual es responsabilizada por los poskeynesianos de soslayar tradicionalmente la importancia de los
"factores institucionales" (políticos, ideológicos, administrativos, organizacionales, culturales, históricos y legales que influencian el funcionamiento de
los mercados).
También resulta un síntoma notable que en 1986 el Premio Nobel de Economía tradicionalmente circunscrito a los estudios más ortodoxos, se le haya
conferido a James Buchanan, cuyo trabajo es dedicado al análisis del comportamientodel
Estado, de las reglas políticas y la estructura de las instituciones públicas, con un propósito "finalmente normativo más que antisépticamente científico", en las palabras propias de Buchanan. Si la importancia
de los factores institucionales llega a ser reconocida de manera tan explícita
en fuentes ortodoxas, como muestran los dos ejemplos anteriores, no parecería caber duda, entonces, acerca de la pertinencia de la reivindicación de la
Escuela Poskeynesiana sobre este punto, desde sus orígenes.
Aunque tampoco existe un planteamiento sistemático de los poskeynesianos
al respecto, la importancia que le han conferido siempre al complejo conjunto de elementos institucionales resulta evidente en su escepticismo frente al
procedimiento neoclásico tradicional de reducir la explicación de los mercados a variables y procesos de carácter exclusivamente económico. Esto aplica
particularmente al análisis de la tasa de beneficio y de la tasa de salarios, que
en el modelo neoclásico tradicional aparecen limitadas endógenamente por el
proceso mismo de producción (a través de las productividades marginales de
los factores), sin otros niveles críticos de mediación. De ahí la importancia
conferida a la crítica de la función de producción (Véase Apéndice A - IV),
que Joan Robinson lideró sin dar tregua, durante dos decenios; ya las fuerzas sociales que, dentro de ciertos límites referidos en gran medida al mecanismo de las crisis y los ciclos, entran en la negociación de los salarios. En
esto los poskeynesianos parecen haber encontrado su inspiración en la
siguiente máxima de Marx: "La determinación de su nivel efectivo (del salario) se dirime exclusivamente por la lucha incesante entre el capital y el tra-
439
bajo ... El problema se reduce, por tanto, al problema de las fuerzas respectivas de los contendientes". (Salario, Precio y Ganancia, sección 14). Como se
recordará, (por la sección 3.4.2, la Tasa de Salarios), para Marx el·salario
contiene un elemento moral e histórico, que explicaría esa flexibilidad, más
allá de determinaciones físicas o técnicas, en lo cual fue seguido por Kalecki
y Sraffa. En efecto, en sus modelos, éstos plasmaron tal característica estableciendo una relación inversa entre las tasas de beneficio y salarios, pero
dejando abierta su determinación precisa, sin asignarles un valor específico o
una fórmula precisa para ello, abriendo inclusive un amplio interrogante
sobre la dirección de causa a efecto entre esas dos variables. Como es apenas
lógico, los poskeynesianos se apoyan en los modelos de estos dos autores,
cuya influencia teórica ha sido tan decisiva que hasta los neoclásicos en sus
trabajos más actualizados se retractan de la consideración de la tasa normal
de beneficio como una medida de la productividad marginal del capital,
llegando inclusive a la afirmación de que esa identidad constituía una malinterpretación y de que la tasa de beneficio (como en el modelo de Sraffa)
también puede ser una variable "exógena" en el modelo neoclásico*, abriendo con ello un nuevo campo potencial a las variables de carácter institucional.
El énfasis en motivaciones y procesos distintos de los puramente económicos
como parte esencial de los mecanismos de los mercados también fue recalcado por Keynes en su análisis de los incentivos para invertir. Famosas son sus
observaciones de que en una acción económica efectiva no es suficiente el
cálculo racional, sino que éste se apoya en la "energía animal" ("animal
Spirits"), es decir, en la "inclinación natural", encontrando motivos en "el
capricho, el sentimentalismo o el azar"; y de que la empresa se basa en cálculos exactos de los beneficios probables "apenas un poco más que una expedición al Polo Sur" (Teoría General, Cap. 12, secc. VII). Sin embargo, para
evitar equívocos Keynes advierte rápidamente que "no debemos deducir de
esto que todo depende de oleadas de psicología irracional. Por el contrario ...
estamos recordando tan sólo que las decisiones ... no pueden depender de
una expectativa matemática estricta ... " (Ibid.). Los poskeynesianos parecen
inspirarse en estas tesis de Keynes para su crítica a los modelos tradicionales,
basados enteramente en un "consumidor racional", por el lado de la deman-
*
Hahn, Frank. The Neo-Ricardians, Cambridge j ournal of Economics, 1982,6,353-374. Esta posición es compartida, en general, por los demás neoclásicos que han propuesto los modelos con
"bienes heterogéneos de capital" (véase Apéndice A-XIII) como una salida teórica, entre los cuales
se destacan los laureados con el Premio Nobel Kenneth Arrow y Gerald Debreu. Pero también cabe
subrayar aquí la especial relevancia que tiene el reconocimiento de los factores institucionales por
parte de Solow, quien dedicó una vida de trabajo al intento de cuantificación empírica del capital
como una magnitud agregada, en el sentido neoclásico tradicional, con la vieja concepción, rechazada por Hahn, Arrow y Debreu de su productividad marginal también agregada.
(
440
INTRODUCCION
A LA ECONOMIA
da, y en una "firma racional", por el de la oferta. En la mayor parte de los
casos esas críticas contribuyen a la complejidad de los modelos y a mejorar
así su grado de aproximación a la realidad, pero como en algunos casos aislados puede darse más bien la tendencia hacia un exceso de simplificación por
el lado opuesto, bien vale la pena mantener presente la advertencia de Keynes al respecto.
"
El importante papel que pueden jugar los arreglos institucionales dentro del
análisis teórico moderno y la economía contemporánea se ilustra muy bien
en trabajos como los de Kregel (Mercados e instituciones como aspectos de
un sistema de producción capitalista, 1980); Okun (Precios Fijos y Precios
Flexibles, 1975); y, Marglin (Crecimiento, Distribución e Inflación: Una
Síntesis Centenaria, 1984) l. Sin embargo, antes de finalizar, parece conveniente recordar que el énfasis y el debate sobre la función de los factores
institucionales, no estrictamente económicos y no estrictamente racionales,
en el análisis y los procesos económicos tiene una larga e importante tradición en la historia del pensamiento económico, que encontró su desarrollo
más sistemático en la reacción anti-clásica de la Escuela Histórica en Alemania, con los trabajos de Roscher (1817 . 1894), Hildebran (1812 - 1878),
Knies (1821 - 1898) y Schmoller(1904), entre otros; de Richard Jones en
Inglaterra (1831); y de Thorstein Veblen en Estados Utlidos (1857 -1929) 2.
Gran parte de esos debates se adelantó en términos de':t~iInportancia relativa
de los factores económicos y no económicos para el.análisis, y del grado de
generalidad de las "leyes" económicas, mostrando que todo exceso de simplificación, hacia un lado o hacia el otro, no podía menos que resultar inadec,uado. Ojalá que esas experiencias no se dejen en los rincones del olvido y
sirvan para enriquecer la capacidad futura de la teoría.
En síntesis, la Escuela Poskeynesiana no ha generado un modelo sistemático
ni unificado, así como en realidad tampoco ha aportado ideas verdaderamente originales al cuerpo de la teoría económica, habiéndolas tomado de diversas vertientes doctrinarias. Sin embargo, quizá en estas mismas características
radica su importancia para la teoría económica moderna, pues ellas le han
permitido: i) aproximarse al análisis de una maneraantidogmátíca,
combinando elementos valiosos de diversos sistemas; ii) aumentar el grado de complejidad y realismo de algunos modelos, matizando sus postulados extremadamente rígidos y simplificados; y, iii) adoptar una actitud moderna, de
síntesis, amplitud de miras y pragmatismo, frente a los complejos y cambian-
LA ECONOMIA POSKEYNESIANA
441
tes problemas de la economía contemporánea. Por otra parte, como en todo
movimiento amplio y en alguna medida heterogéneo, no faltan algunas tendencias extremistas y ultrasimplificadoras que, desbordando ese espíritu,
pretenden corregir determinadas exageraciones con otras exageraciones todavía mayores desde un punto de vista opuesto. Cabe esperar que, como en
otras ocasiones, la marcha del pensamiento económico se ocupe de situar
tales pretensiones precisamente en su justo lugar.
6.6
La escuela Neo-Rícardíana
El término "neo-rícardianísmo" fue acuñado para referirse a la obra de Piero
Sraffa (véase Intercap ítulo III
IV
Ysecciones 2. 2. 2,2.2.4,7.4,
6.5.2 Y6.5.5) " y sus principales continuadores entre quienes sobresalen
Luigi Pasinetti y Pierangelo Garegnani. Y dicho rótulo no parece inapropiado
e~, la medi~a e~ ,que Sra~f:-:no sólo dedicó gran parte de su vida a la investigacion, orgamzacion y edición de las obras completas de Ricardo, incluyendo
su correspondencia, sino que estructuró su propio sistema teórico sobre la
base del mismo planteamiento analítico dejado por Ricardo, y que éste no
pudo llevar hasta sus últimas consecuencias, retomando Sraffa esa tarea
como se vio en el repaso de la teoría ricardiana sobre el valor y la relación de
precios a salarios. Cierto es que la "mercancía patrón" de Sraffa adolece de
inconsistencias que impiden aceptarla como la solución correcta al problema
de la medida invariable del valor planteado por Ricardo, y que ello también
tiene implicaciones sobre algunos corolarios equívocos acerca de las propiedades de la tasa de ganancia, como he mostrado en otra parte 1 • No obstante, ello .no debilita en medida alguna el papel que la obra de Sraffa ha jugado
como pivote de una revolución en la teoría económica moderna, cuyos elementos más característicos han sido: i) la crítica conclusiva a la función de
producción neo.clásica (Apéndice A - IV), poniendo punto final a un larguísimo y complejo debate que otros autores no habían podido cerrar. Como
consecuencia de esto, la estructura de la teoría ortodoxa académicamente
dominante, tuvo que ingresar en una etapa crítica de transición y amplia
recomposición, cuya dirección más nítida se expresa en los modelos de bíen~,s de capital h~:erogéne~s.' como los de Debreu, Arrow y Hahn (véase seccion 6.5 ..5); _u) esta crítica, a su vez, sirvió de sólida base para el avance
poskeynesiano frente a las posiciones neoclásicas, generando replanteamientos. mas generales, como los referidos a la importancia de los "factores institucionales"; ~). una revaluación del método de análisis y exposición de los
problemas teoncos, aumentando el énfasis en la necesidad de considerar el
1. Reproducidos en Ocampo, op. cit.
2. Una síntesis introductoria puede verse en Roll, Eric, Historia de las Doctrinas Ecououuc as, 'Cap,"
VII y IX. (F.C.E.).
1. Cuevas, H. On Sraffa's "Standard Commodity" and the Rate of Profit. Revista de Econometría
Umver;~dad ~e ~rasilia, nov. 1984; Valor y Sistema de Precios, Cap. 8, Universidad Nacional
Colombia, Editorial, Bogotá, 1986.
d;
442
INTRODUCCION
LA ECONOMIA POSKEYNESIANA
A LA ECONOMIA
conjunto de interdependencias de cada elemento del sistema con todos los
restantes (modelos de equilibrio general, como el de Walras, donde interactúan todos los mercados simultáneamente, en vez de modelos de equilibrio
parcial, como los de Marshall, o de cada mercado considerado aisladamente.
Al respecto, véanse Intercapítulo XIII-XIV, y sección 17.4); y iv) redescubrimiento de la confluencia de las diversas corrientes doctrlnarias en problemas y planos comunes, rompiendo algunos aislamientos artificiales que
se habían levantado entre ellas, lo cual ha redundado en un menor grado de
dogmatismo y en la inaplazable necesidad de estudiar y dominar toda la teoría económica en sus diversas manifestaciones o corrientes doctrinarias.
Pasinetti ha sido uno de los más sobresalientes continuadores de esta tendencia, tanto en el terreno de las generalizaciones a la crítica de la teoría neoclásica de la producción ("Switches of Technique and the 'Tate of Retum' in
Capital Theory, 1969; en Harcourt, Capital and Growth, Penguin, 1971),
como en el de divulgación y ampliación del modelo Sraffiano (Lecciones de
la Teoría de la Producción, 1975 F.C.E., 1984; Aportaciones a la Teoría
de la Producción Conjunta, 1977, F.C.E., 1986), y en el de su desarrollo en
modelos dinámicos de crecimiento (Crecimiento Económico y Distribución
del Ingresó, 1974, Alianza Ed. 1978). Precisamente, en esta última obra presenta una prueba adicional, esta vez desde el punto de vista de la lógica del
crecimiento, de que la tasa de beneficio se determina independientemente de
cualquier "productividad" del capital, lo cual no podía menos que forzar a
Hahn a reconocer que, inclusive en un modelo neoclásico, aquella debe ser
determinada por factores "exógenos".
443
en otro contexto: "De hecho, empieza a superarse una triste fase en que se
llegó a creer que la teoría, en vez de ser un complejo instrumento de trabajo,
difícil y riesgoso en su manejo, era una caja negra capaz de producir respuestas exactas y cerradas ante las cuestiones formuladas. Y, como si ello fuese
poco, que llegó a identificar "la" teoría con una pequeñísima y dogmática
isla dentro del vasto archipiélago que, en realidad, constituye la teoría ... de
esta manera, parecen más acordes con el saludable clima de los tiempos las
contribuciones que buscan enriquecer ese archipiélago, manteniendo abiertos, por supuesto, los correspondientes canales de comunicación, que aquellas que buscan el establecimiento de su propia isla con exclusión de todo lo
demás. También, en este sentido, son enriquecedoras las recientes contribuciones de la literatura neoricardiana y poskeynesiana, aún en medio de la
conciencia de su dispersión" *.
Similarmente, el trabajo de Garegnani se ha desplegado en el mismo primer
campo ("Heterogeneous Capital, the Production Function and the Theory
of Distribution", Review of Economic Studies, jul. 1970), como en el de la
revaloración de los modelos ricardiano y neoclásico (El Capital en la Teoría
de la Distribución, Oikos Ed., 1982), y en el de la relación de la crítica a los
neoclásicos con la teoría de Keynes (notes on Consumption, Investment and
Effective Demand, Cambridge Joumal of Economics, 1978, 2 y 3. Reproducido en Keynes's Economics and the Theory of Value and Dístribution,
Eatwell y Milgate Editores, Oxford Univ. Press, 1983), lo cual lo llevó al análisis de problemas típicamente poskeynesianos e inclusive a un enfrentamiento de tesis con la principal vocera de estos últimos, Joan Robinson, en lo
referente a la validez de las condiciones de equilibrio. (Reproducido en el
libro editado por Eatwell y Milgate).
Así, pues, como se indicó al iniciar este capítulo, el análisis de los neo-ricardianos, como el de los poskeynesianos, y el de los neoclásicos más avanzados,
se caracteriza por un amplio dominio teórico de las diversas fuentes doctrinarias y, por ello, para finalizar no puedo dejar de reproducir lo que ya señalé
•
Cuevas, H. Perspectivas de la Teoría Económica Contemporánea. Cuadernos de Economía, No. 15,
1991, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
BIBLIOGRAFÍA
COMPLEMENTARIA
CAPÍTULOI
- Cualquiera de los siguientes textos:
5. Roll.E, Historia de las doctrinas económicas.
6, Aguirre, M. A., Historia del pensamiento económico.
7, Gonnard, R., Historia de las doctrinas económicas.
- Schumpeter, J., Historia del análisis económico, "La literatura
mercantilista" .
Meek, R., La fisiocracia.
CAPÍTULO II
.-
Cualquiera de los textos (5, 5 ó 7) listados en X.
Dobb, M., "Introducción a la economía".
Napoleoni c., "Fisiocracia, Smith, Ricardo, Marx".
Heilbroner, R., Vida y doctrina de los grandes economistas.
Dobb, M., Teoría del valor y la distribución desde A. Smith.
Blaug, M., La teoría económica actual, Caps. 2, 3, 4, 5 Y 6.
CAPÍTULO III
-
Kautsky, K., El pensamiento económico de Carlos Marx.
Sweezy, P., Teoría del desarrollo capitalista.
Robinson, J., Introducción a la economía marxista.
Schumpeter, J., Diez grandes economistas de Marx a Keynes.
445
446
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
CAPÍTULO IV
- Heilbroner, Vida y doctrina de los grandes economistas, Cap. VII.
- Robinson, J., "Marx, Marshall y Keynes", en "Contribuciones a la
teoría económica moderna".
- Roll, E., Historia de las doctrinas económicas, Cap. VIII.
- Blaug, M., La teoría económica actual, Caps. 8 a 13.
- Cualquier texto elemental de "Microeconomía".
- Schnider, E., Teoría económica, Vol. IV.
CAPÍTULO V
- Robinson, J., "Kalecki y Keynes", en "Contribuciones a la teoría económica moderna".
- Hansen, A., Guía de Keynes.
Dillard, D., La teoría económica de J. M. Keynes.
- Heillbroner, R., Vida y doctrina de los grandes economistas, Cap. IX.
CAPÍTULO
-
VI
Gordon, R. Macroecoñomía.
Branson, W. Teoría y política macroeconómica.
Dornbusch y Fischer. Macroeconomía.
Ocampo, J. A. Lecturas de economía poskeynesiana.
Pasinetti, L. Leccionesde teoría de la producción.
Editado por el Departamento de Publicaciones
de la Universidad Externado de Colombia
en abril de 2002.
Se compuso en caracteres Times New Roman de 11 puntos y
se imprimió sobre papel Bond de 70 gramos,
con un tiraje de 1.000 ejemplares.
Bogotá, Colombia
Post Tenebras Spero Lucem
(De otro lado, dentro del texto se indican las referencias específicas de las
partes de las obras originales y artículos actualizados que se recomienda
consultar).
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