TEORÍA ECONÓMICA DEL MERCADO Hornero Cuevas TEORÍA ECONÓMICA ,i SEGUNDA PARTE 2002 UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA CONTENIDO SEGUNDA PARTE PREFACIO . 13 ( SEGUNDA PARTE CAPÍTULO I. MERCANTILISMO I y FISIüCRACIA 1.1 Mercantilismo 17 1.1.1 1.1.2 1.1.3 Unificación, poder, expansión Metales preciosos (expansión y teoría cuantitativa) La transición hacia el librecambio (teoría cuantitativa y ajuste automático) Otros elementos (dinero, tasa de interés, inversión, exportación de capitales) 17 24 1.2 Fisiocracia 38 1.2.1 1.2.2 1.2.3 1.2.4 1.2.5 Antecedentes Orden natural y laisser-faire El producto neto El impuesto único Las clases sociales y el "Tableau Econornique" 1.1.5 31 36 : \ ISBN 958-616-010..6 © © HOMERO CUEVAS· 2002 UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA· 2002 Derechos exclusivos de publicación y distribución de la obra Calle 12 N° 1-17Este Bogotá - Colombia, FAX 2843769 Primera edición: Segunda edición: Tercera edición: Cuarta edición actualizada: Quinta edición actualizada: Reimpresión: Reimpresión parcial: 1986 1988 1990 1992 1993 mayo de 1997 febrero de 2002 CAPÍTULO . . . 38 41 46 . . 54 57 CLÁSICA 2.1 Adam Srnith . 65 2.1.1 2.1.2 2.1.3 Antecedentes, manufactura y división del trabajo El precio natural y las clases sociales Las tasas naturales de salarios, ganancia y renta. Sus tendencias El precio real y la teoría del valor-trabajo La división del trabajo y la libertad del mercado. Perspectiva del capitalismo . . 65 . . 74 86 . 91 Davidad Ricardo . 93 2.1.4 2.1.5, Impresión y encuadernación: Sigma Editores Ltda. Impreso en Colombia Printed in Colombia n LA ECONOMÍA 2.2 I 69 ( 2.2.1 2.2.2 2.2.3 2.2.4 2.2.5 Las leyes de granos y el desarrollo de la maquinaria Distribución y medida del valor Cantidades de trabajo y precios relativos Variaciones de salarios y variaciones de precios Variaciones de las cantidades de trabajo y variaciones de precios Valor y riqueza Salarios, renta y ganancia Naturaleza de la renta del suelo La acumulación de capital, la renta y la "Ley de Say", El "Estado estacionario" . . . . 2.3 Thomas Robert Malthus 2.4 John Stuart Mill 2.2.6 2.2.7 2.2.8 2.2.9 ········· 93 98 101 106 3.10 Utilización de la plusvalía. La acumulación (usos de la plusvalía, la espiral acumulativa, el esquema de reproducción ampliada) Acumulación y crisis (el ejército de reserva, las crisis, concentración y centralización de capitales La economía socialista . . . . 110 115 117 128 3.11 . 131 INTERCAPÍTULO . 135 . 137 APÉNDICE A-III. LA TRANSFORMACIÓN 4.1 4.3 145 153 4.4 . 155 . 162 . 175 4.5 4.6 . 199 . . 205 212 . 225 . 231 . 237 . 244 . 257 . 265 . 271 . 277 . . 285 291 DE VALORES (III-IV). UNA NOTA SOBRE BENTHAM . CAPÍTULO IV. LA ECONOMÍA NEOCLÁSICA 3.1 . . . EN PRECIOS DE PRODUCCIÓN 4.2 CAPÍTULO lIl. LA ECONOMÍA DE MARX .;-Consecuencias de la Revolución Industrial (sobre: ~trabajo infantil y femenino, salarios, la jornada de trabajo, ~intensidad del trabajo y régimen fabril, movimiento ;. obrero, la ideología socialista) 'f' ".' O" • 3.2 ¿~El·matenallsmo histonco 3.3 LValor y trabajo abstracto (distribución del ingreso y su medición, trabajo abstracto y constitución social) 3.4 Plus valía y salarios (trabajo agregado e ingreso nacional, masa de plus valía, tasa de salarios, tasa de plusvalía, plusvalía absoluta y relativa, intensidad del trabajo) 3.5 -Distribución de la plusvalía: renta y ganancia -z; (renta diferencial I, II y absoluta) Distribución de la plusvalía: ganancias individuales 3.6 y ganancia media (tasa media de ganancia, ganancia media, expresiones reales y monetarias) Precios de producción y cantidades de trabajo 3.7 .(capital variable y plusvalía; capital constante; producción, distribución y transferencias de plusvalía, los precios de producción) ., La tasa media de ganancia y su tendencia 3.8 (composición orgánica del capital, relación de ésta y Iatasa de ganancia, tendencias en la economía capitalista) ; 3.9 179 4.7 . 184 4.8 . 196 4.9 Antecedentes (cambios sociales durante la segunda mitad del siglo XIX) : La utilidad marginal y equilibrio del consumidor (utilidad cardinal y ordinal, utilidad marginal decreciente, equilibrio del consumidor, la utilidad marginal y los precios de los bienes Equilibrio del consumidor y curvas de indiferencia (la curva de indiferencia, mapa de indiferencia, la línea de presupuesto, equilibrio, la función demanda) La productividad marginal y el equilibrio de la firma (premisas, los factores y la productividad marginal decreciente, equilibrio de la firma, precios de los factores . y distribución del ingreso) Las isocuantas y el equilibrio de la firma (la isocuanta, mapa de isocuantas, línea de presupuesto, equilibrio de la firma) El mercado competitivo y el equilibrio de la firma (el costo marginal, el ingreso marginal, equilibrio, la función oferta neoclásica) La eficiencia del mercado perfectamente competitivo (óptimo de Pareto en el consumo, óptimo de Pareto en la producción, el óptimo general) Posibles fallas del mercado y su rectificación (introducción, divergencia de costos privados y sociales, daño ecológico, externalidades en el consumo, bienes públicos, imperfecciones competitivas) Las limitaciones de la optimalidad Paretiana 4.10 4.11 Criterios de compensación preferencia social y ética Nuevos horizontes APÉNDICE A-IV. EL PROBLEMA DE LA FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN Y LA MEDIDA DEL CAPITAL A.4.1 A.4.2 Introducción El período de producción y los corolarios neoclásicos (procesos indirectos, espera, período de producción, elección de procesos, la reversión de técnicas y la función de producción de "mal comportamiento") INTERCAPÍTULO·(IV-V). CAPÍTULO 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 5.6 5.7 5.8 5.9 6.10 5.11 UNA NOTA SOBRE SFRAFFA 292 295 . . . 395 . 400 . 301 EL MERCADO DE BONOS . 404 . 301 POST-CAPÍTULO . 409 . 413 . 414 6.4 6.5 6.5.1 6.5.2 6.5.3 6.5.4 6.5.5 Introducción La síntesis neoclásica y el modelo IS-LM (Microeconomía y macroeconomía, funciones IS y LM, monetaristas y fiscalistas) Curva de Phillips, expectativas racionales y radicalismo ofertista Crisis de la síntesis neoclásica La escuela poskeynesiana Características generales Competencia imperfecta Conexión entre lo "microeconómico" y lo "macroecónomico'' Incertidumbre y equilibrio Factores institucionales . . . . . . . . 420 424 426 426 427 428 431 436 6.6 La escuela neo-Ricardiana . 439 . 443 (V). UNA NOTA SOBRE KALECKI CAPÍTULO VI. LA ECONOMÍA POSKEYNESIANA . 303 . 317 Y. LA ECONOMÍA KEYNESIANA Antecedente (el escenario, antecedentes y consecuencias inmediatas de la gran depresión) Tasa de desempleo y tasa de salarios (planteamiento de la teoría ortodoxa, crítica de Keynes) La Ley de Say y la Teoría General de Keynes (la ley de Say, principio de la demanda efectiva) La oferta agregada y sus componentes (valor real de la oferta agregada, consumo, ahorro) La demanda agregada y sus componentes (consumo e inversión planeada, la función consumo, la función de demanda agregada) El ahorro, la inversión y el nivel de empleo de equilibrio (pendiente de la función de oferta agregada, interacción con la demanda agregada, el nivel de ingreso de equilibrio, el desempleo involuntario) Los incentivos para invertir (la eficiencia marginal del capital, la función de la inversión) •........................................ La tasa de interés (noción Keynesiana del interés, la demanda de dinero, preferencia por la liquidez, la oferta de liquidez, oferta monetaria y nivel de empleo) Las exportaciones netas y el desempleo involuntario La intervención del Estado y el déficit fiscal La reacción ofertista (influencia de la "Teoría general", nivel de precios y monetarismo) APÉNDICE A-Y. EL MULTIPLICADOR DE LA INVERSIÓN LA EFICIENCIA MARGINAL DEL CAPITAL Y LA EVALUACIÓN DE PROYECTOS DE INVERSIÓN 6.1 6.2 6.3 . 321 . 327 . 330 . 336 . 338 . 342 354 . . . 361 374 379 . 386 Bibliografía complementaria ( Prefacio Junto con el Editor hemos sido sorprendidos por la demanda sobre la segunda parte de mi descontinuada Introducción a la economía, 5a. edición, enfocada sobre los sutiles y complejos problemas que sólo encuentran su expresión en el conjunto de los diversos sistemas teóricos y doctrinarios. La primera parte de tal libro ha sido reelaborada y publicada bajo el título de Fundamentos de la economía de mercado. En contraste, no he podido disponer del tiempo necesario para la correspondiente reelaboración de la segunda parte. Y no imaginamos que durante este lapso se revelará una urgente demanda sobre esta última. En consecuencia, quedamos entre la difícil disyuntiva de un servicio oportuno para la comunidad académica y los patrones de calidad editorial que caracterizan a las publicaciones 'de la Universidad Externado de Colombia. Después de mucha dubitación, hemos decidido concederle la prioridad a la primera alternativa, con el resultado de esta reimpresión, un tanto excepcional desde el punto de vista de la presentación editoriaL En particular, me pareció que el título seleccionado para este efecto, Teorías económicas del mercado, informa con fidelidad sobre el contenido del presente volumen. Sin embargo, para mayor transparencia con los eventuales usuarios, antiguos y nuevos, hemos optado por precisar desde la portada misma que se trata de la mencionada reimpresión. Con estas decisiones esperamos, por lo tanto, contribuir de manera positiva y oportuna en el complejo proceso de una formación idónea para el análisis de la economía, a pesar de las restricciones que hayamos podido encontrar en el camino. Homero Cuevas Bogotá, D.C., febrero 26, 2002. .( Segunda parte Capítulo 1 Mercantilismo y Fisiocracia SEGUNDA PARTE CAPÍTULO 1 MERCANTIUSMO 1.1. y FISIOCRACIA Mercantilismo 1.1.1 Unificación, poder, expansión Se ha designado con este nombre a un conjunto de .ideas que dominaron el pensamiento económico en la primera fase de desarrollo del capitalismo moderno, en que se empezaba a consolidar el mercado de fuerza de trabajo en Europa; empezaban a forjarse los cimientos de la llamada revolución industrial, transformando los sistemas productivos tradicionales con una serie de aplicaciones de nuevos descubrimientos tecnológicos y con el desarrollo del sistema fabril; se expandían la navegación y el comercio internacionales, y se consolidaban los estados nacionales modernos reafirmando una autoridad central en contra de la antigua autoridad dispersa de los señores feudales. El mercantilismo coincide, pues, con la transición de la organización socioeconómica feudal a la capitalista en Europa, durante la cual el "capital comercial" (ganancias acumuladas por los comerciantes, principalmente del comercio internacional) empezaba a desarrollarse como capital industrial, esto es, como inversión en unidades productivas que empezaban a emplear trabajo asalariado y a reemplazar los métodos artesanales por los fabriles. (Véase Cap. II). Las ideas mercantilistas empezaron a cobrar fuerza desde el siglo XV, siendo resumidas y debatidas por un conjunto de escritores, principalmente. entre comienzos del siglo XVII y mediados del siglo XVIII, y de acuerdo a lo INTRODUCCION A LA ECONOMIA 18 arriba expuesto no debe extrañar que los más sobresalientes de ellos fuesen comerciantes o desempeñasen altos cargos estatales o en importantes compañías comerciales intercontinentales, como la Compañía de las Indias Orientales. Entre los principales mercantilistas figuran los siguientes (donde los años entre paréntesis se refieren al período en que vivieron o a la fecha de . publicación de su obra más notable): Juan Botero (1540-1619, Italia); John Gells (1581, Inglaterra), Juan Bodino (1530-1596, Francia), Antoine Montchrétien (1615, Francia); Gerald Malynes (1622, Inglaterra): Thomas Mun (1571-1641, Inglaterra); Eduardo Misselden (1608-1654, Inglaterra): Josia~ Child (1639-1690, Inglaterra) y Guillermo Hornigk (1638-1712, Austria). Y entre los principales autores de la literatura mercantilista más madura pero anterior a la publicación de la Riqueza de las Naciones de A. Smith (1776), que se caracteriza por refinar las tesis mercantilistas originales, o que parte de éstas pero que entra a cuestionar y a cualificar, y a desbrozar el camino para los planteamientos teóricos que habrían de conducir al sistema clásico de Smith y Ricardo, figuran: William Petty (1623-1687, Inglaterra); Charles Davenant (1619, Inglaterra); Dudley North (1691, Inglaterra); John Locke (1691, Inglaterra); John Law (1705, Inglaterra); David Hume (1752, Inglaterra); Richard Cantillon (1755, Inglaterra) y James Stuart (1767, Inglaterra). El hecho de que se agrupe a tantos autores bajo un mismo título no significa que tuvieran una posición idéntica sobre todos los pro blemas, presentándose aun puntos de vista contradictorios entre ellos. Raymond De Roover, uno de los profundos investigadores sobre la era del mercantilismo, ha afirmado; "El Mercantilismo no constituyó un sistema lógico. Aun podría argumentarse razonablemente que ... el tan mentado sistema mercantilista no era siquiera un sistema".' No obstante, lo que parece haber en común en la obra de todos esos primeros economistas, que podríamos llamar autores de la literatura mercantilista, es una preocupación por un conjunto definido de problemas, por lo cual Eli Heckscher, autor de una de las obras más famosas sobre el mercantilismo, sin ignorar las objeciones a considerarlo como un sistema, sino más bien para responderlas, ha afirmado: "El Mercantilismo es un concepto instrumental que... nos posibilita para entender un período histórico particular más claramente de lo que podríamos careciendo de tal concepto"." Tales preocupaciones generales y fundamentales para los autores de la "Literatura Mercantilista", para usar la distinción de Schumpeter en su Historia del Análisis Económico;' fueron el poder del Estado, la economía internacional, la cantidad de dinero en la forma de metales preciosos, y la interrelación de éstos entre sí y con la riqueza nacional. Por las circunstancias de la época, en que un poder estatal central se requería para romper los remanentes de los privilegios locales de los señores feudales, que con sus tributos a los comerciantes por los derechos de tránsito a través de los feudos y con su oposición a la libertad laboral de los siervos y habitantes de los burgos obstaculizaban el desarrollo del capitalismo, y en que un estado nacional fuerte política y militarmente era necesario para respaldar la expansión comercial y colonial en ultramar frente a otras naciones en el mismo proceso de consolidación y expansión, el apuntalamiento del poder de un estado nacional unificado no podía menos que constituir un elemento central del pensamiento mercantilista. Es así como Gustav Schmoller, historiador. económico alemán, en una obra dedicada al mercantilismo, dice: "Esta época precisa +la segunda mitad del siglo XVI y el siglo XVIl- fue una época que produjo todos los incentivos para una transformación económica. El camino ya estaba despejado fuera del círculo estrecho del pequeño territorio hacia una unión más amplia de fuerzas posible sólo en el gran estado. Un horizonte inconmensurable se había abierto al comercio mundial en India y América; la posesión de colonias productoras de especias, y de los nuevos países ricos en oro y plata) prometía milagrosas riquezas a aquellos estados que entendían cómo tomar su parte del botín. Pero era claro que para jales propósitos se hacía necesario tener poderosas flotas y grandes compañías comerciales y organizaciones estatales equivalentes". "Internamente, cambios económicos de no menor importancia también tomaron lugar. El nuevo servicio postal creó un sistema completamente nuevo de comunicaciones. Letras de cambio, y las grandes operaciones cambiarías en ciertas ferias, junto con los bancos que estaban haciendo su aparición produjeron una maquinaria de crédito enorme y de vastas irnplicaciones". "Aún más, en los diversos países tomó lugar una división geográfica del trabajo, que rompió la vieja dispersión de la industria citadina; la manufactura lanera se estaba agrupando en ciertos vecindarios alrededor de ciertas ciudades en otros la manufactura del lino; en otros el comercio de curtiembres y en otros el de ferretería. La vieja manufactura ... empezó a convertirse en una 1 1 De Ro ovcr R, "Scholast icisrn and Mercantilism : A Co ntrast". LX IV (1955). 2 Citado 1969, por Minchiton pág. xv, Walter , Mer c ant ilísm: The Quurtcrlv SystC'111 or l';xpl'dh.·llI.::y'!. 19 MERCANTILISMO y FISIOCRACIA Ravtheon Journa! of Eco no mícs. EJ .. Le xingt o El término "Literatura Mercantilista", con que intitula Schumpeter el Cap. 7 de la 2a. parte de su "Mercantilismo", permite una mayor precisión histórica, pues no da lugar como el último, por indicar un "ísrno ", a la falsa apreciación de que todos los autores de la literatura mercantilista anterior a A. Smith cornpar t ian el mismo punto de vista sobre diversos problemas. gran obra, en lugar de n, Más bien, permite o políticas comunes. apuntar hacia el hecho histórico fundamental de unas preocupaciones teóricas 20 INTRODUCCION A LA ECONOMIA industria doméstica ... ; el viejo comercio del algodón, efectuado personalmente por los mercaderes, empezó a asumir su forma moderna con agentes, comisionistas y especulación. Todas estas fuerzas convergieron compeliendo a la sociedad a reorganizarse sobre una base más amplia, y apuntaron hacia la creación de los estados nacionales con una política correspondiente". "La historia interna completa de los siglos XVI y XVII, no sólo en Alemania sino en todas las demás partes, se resume en la oposición de la política económica estatal a la del municipio, el distrito y las diversas propiedades territoriales particulares; la historia externa completa se resume en la oposición de los intereses separados de los nuevos estados nacientes, cada uno de los cuales buscaba obtener y retener su lugar en el círculo de las naciones europeas, y en el ?el ,co~ercio exterior que ahora incluía a América e India". "En su esencia íntima, el mercantilismo no es otra cosa que construcción del Estado ... La esencia del sistema descansa en la total transformación de la sociedad y su organización, como también la del Estado y sus instituciones, en la sustitución de una política económica local y territorial por una del estado nacional";' Y Hecksher añade: -"Si uno considera el mercantilismo primero que todo como un sistema de unidad nacional económica, es perfectamente claro que una enorme tarea estaba esperando a los gobernantes de la mayoría de los estados continentales (europeos) al final de la Edad Media. Bajo el feudalismo, pequeños gobernantes independientes y aun terratenientes ~artic~lares ordinarios habían usurpado el poder del Estado, saboteando e Impidiendo el comercio y la industria, poniéndolos bajo tributos para su propio beneficio. Entre las numerosas manifestaciones de esta tendencia la más importante fue quizás la casi interminable confusión causada a través de Europa por peajes sobre ríos y caminos, como también por l~s impedimentos que. se ponían al comercio entre diferente~ provincias':. '.'Sobre todo~ los gr~~des nos había peajes separados para cada diez o a lo maxtmo cada qumce kilometros, que el comerciante tenía que pagar sucesivamente. El trabajo de un~ficación requería terminar con todo esto y la creación de un sistema nacional de aduanas't.? Por su parte, Marx dice: " ... la Edad Media había legado dos formas distintas de capital, que alcanzaron su sazón en los más diversos tipos económicos de sociedad y que antes de llegar a la producción capitalista son considerados cuma el capital por antonomasia: el capital usurario y el capital comercial". 1 Gustav Schmoller. págs. 46· 48. 2 Heckscher. The Mercantile Sy st ern and Its Historieal "Mercant ílisrn, A Thcor y of Soeiety", NY, X, pág. 333. Significance, 21 MERCA..'\!TJLISMO y FISIOCRACIA Macmillan, NY, 1914, "El régimen feudal, en elcampo, y en la ciudad el régimen gremial, impedían al dinero capitalizado en la usura y en el comercio convertirse en capital industrial. (Todavía en 1794, los pequeños fabricantes de paños de Leeds enviaron una diputación al parlamento solicitando una ley que prohibiese a todos los comerciantes convertirse en fabricantes). Estas barreras desaparecieron con el licenciamiento de las huestes feudales y con la expropiación y desahucio parciales de la población campesina. Las nuevas manufacturas habían sido construidas en los puertos marítimos de exportación o en lugares del campo alejados del control de las antiguas. ciudades y de su régimen gremial. De aquí la lucha rabiosa entablada en Inglaterra entre los corporate towns y los nuevos viveros industriales. El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos procesos idílicos representan otros tantos factores fundamentales en el movimiento de la acumulación originaria. Tras ellos, pisando sus.huellas, viene la guerra comercial de las naciones europeas, cuyo escenario fue el planeta entero. Rompe el fuego con el alzamiento de los Países Bajos, sacudiendo el yugo de la dominación española, cobra proporciones gigantescas en Inglaterra con la guerra antijacobina, sigue ventilándose en China, en las guerras del opio, etcétera. Las diversas etapas de la acumulación originaria tienen su centro, por un orden cronológico más o menos preciso, en España, Portugal, Holanda, Francia e Inglaterra. Es aquí, en Inglaterra, donde a fines del siglo XVII se resumen y sintetizan sistemáticamente en el sistema colonial, elsistema de la deuda pública, el moderno sistema tributario y el sistema proteccionista. En parte, estos métodos se basan, corno ocurre con el sistema colonial, en la más avasalladora de las fuerzas. Pero todos ellos se valen-del poder del estado, de la fuerza concentrada y organizada de la sociedad, para acelerar a pasos agigantados el proceso de transformación del régimen feudal de producción en el régimen capitalista y acortar los intervalos. La violencia es la comadrona de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva. Es, por sí misma, una potencia económica".' y con respecto al poder estatal nacional para respaldar la expansión interna-. cional agrega William Cunningham, uno de los fundadores de la historia económica inglesa: "Los grandes descubrimientos de las últimas décadas Encycloped ia of the Social Science s, Macmillan, I Marx, El Capital, Vol. 1, Cap. XXIV, La Llamada Acumulación Originaria, sección 6. 22 del siglo XV produjeron una revolución en el comercio del mundo, porque abrieron las comunicaciones entre las partes más distantes y así sentaron los fundamentos para el gran comercio internacional de nuestros tiempos". "Antes de que ocurriera esta revolución comercial, la industria y el comercio habían sido considerados enteramente con referencia a la condición interna del país (Inglaterra)... Los intereses locales habían caído más y más a un segundo plano, y el parlamento legisló para la prosperidad de Inglaterra como un todo; pero a la larga se vio que para conservarla había que mirar más lejos. Ya hemos trazado el desarrollo de la idea de un interés nacional; en los tiempos modernos, esta concepción ha sido conscientemente entendida y ha dominado toda política comercial. Nuestros estadistas han considerado la condición y el progreso de Inglaterra no en sí mismo, sino relativamente a los de otras naciones; lo que ellos buscaban no era el simple progreso dentro de su propia tierra, porque deseaban prosperar en relación a -otras naciones. No estaban satisfechos con el objetivo de mantener un nivel de comodidades, deseaban ejercer una influencia sobre los pueblos del mundo. De hecho, el objeto de su ambición era aumentar el poder de la nación, y un mayor poder implica un avance relativo mayor; un mayor poder podía ser obtenido infligiéndole pérdidas a otros como también alcanzando ganancias positivas para Inglaterra; ello tiene una típica referencia a una condición relativa". "La idea fundamental de política que causó tanta rivalidad nacional, y condujo a los estadistas a darle tanta importancia al mantenimiento del "balance" en Europa, fue esta aspiración por el poder nacional, o la relativa superioridad". "Los políticos de los siglos XVI, XVII y la mayor parte del XVIII estaban de acuerdo en tratar de regular todo comercio e industria, para que el poder de Inglaterra relativamente al de otras naciones pudiera ser promovido; y para alcanzar este objetivo ellos no tuvieron escrúpulos para pisotear intereses privados de cualquier clase". "Los principios fundamentales del esquema de política que dominó en Inglaterra durante este largo período han sido delineados arriba, pero puede ser conveniente repetirlos un poco más completamente, porque ellos suministran el marco dentro del cual los hechos de los períodos subsiguientes en la vida nacional pueden ser más claramente exhibidos. El poder depende de: a- la acumulación de tesoro; b- el desarrollo de la flota naval; y e- el mantenimiento de una población efectiva. a- La acumulación de tesoro, en un país que no tiene minas, depende de la administración aduanera del comercio, ya sea por medio de: 1- establecer regulaciones para el movimiento de los metales preciosos y los cambios (entre naciones), ó 2- de establecer regulaciones para la importación y exportación de mercancías". "Tal es en breve la racionalidad del llamado Sistema Mercantilista, que se había venido poniendo en operación desde 23 MERCANTILISMO y FISIOCRACIA INTRODUCCION A LA ECONOMIA el tiempo de Ricardo II, y que sobrevivió con mucho vigor en algunas de sus partes hasta que Cobden y Bright completaron la revolución en la política inglesa". 1 (Con alguna razón reclamaba, pues, List que Inglaterra defendía el libre-cambio después de haberse hecho poderosa mediante la regulación o protección de su comercio exterior, véase sección 9. 10. 1). .- Y Viner remata: "¿Cuál es la interpretación correcta de la práctica y doctrina mercantilista con respecto a los papeles del poder y de la abundancia como fines de la política nacional? Yo creo que prácticamente todos los mercantilistas, de cualquier período, país o posición social del individuo en cuestión, estarían de acuerdo con todas las proposiciones siguientes: 1- la riqueza es un medio absolutamente esencial para el poder, ya sea por seguridad o para agredir; 2- el poder es esencial o valioso como un medio para adquirir o retener la riqueza; 3- la riqueza y el poder son cada uno fines últimos adecuados de la política nacional; 4- existe una armonía de largo plazo entre estos fines, aunque en circunstancias particulares puede ser necesario durante un tiempo hacer sacrificios económicos en interés de la seguridad militar y por tanto también de la prosperidad en el largo plazo. La omisión de cualquiera de estas cuatro proposiciones resulta en una interpretación incorrecta del pensamiento mercantilista, mientras que la adición de otras proposiciones implicaría probablemente debates internos entre los mercantilistas". 2 Indudablemente, esta descripción de la esencia del mercantilismo como objetivo de política nacional, sobre todo teniendo en cuenta que según Cunningham "un mayor poder implica un avance relativo mayor", suscita la reacción aparentemente inevitable de pensar que el mercantilismo no es una política exclusiva de hace dos, tres o cuatro siglos, sino que ha sobrevivido con fuerza hasta el mundo de hoy, más si las tesis del proteccionismo y el imperialismo son involucradas dentro del cuadro. Hay, pues, quienes piensan que la doctrina mercantilista no debe ser estudiada como letra muerta sino que es un legado de gran importancia para poder comprender las relaciones económicas internacionales del presente. No fue por azar, pues, que Kari Levitt, en la obra que describe la toma de la economía canadiense por el capital extranjero ("Silent Surrender"), hubiese intitulado un capítulo "Ell Viejo Mercantilismo y el Nuevo". 1 William Cunningham, "Mercantilism as Power ", from Growth of English Industry 1, Cambridge University Press, 1905, págs. 473- 83. 2 J acob Viner, "Power Versus P1enty as Objetivesof Centuries", World Potities, 1(1948-49). Pág. lO. Foreign Policy in the Seventeenth and Co rnmerce, and Eighteenth UNIVERSIDAD DE ANTIOQmA BIBLIOTECA CENTRAL 24 INTRODUCClON A LA ECONOMIA 1.1.2 Metales preciosos Se ha notado ya cómo la rápida expansión del comercio tanto nacional como internacional constituía una necesidad impuesta por las nuevas divisiones del trabajo y la rápida acumulación de capital; era una dinámica irresistible' producida por las transformaciones que lentamente se habían venido gestando de tiempo atrás. Por esta razón, los comerciantes y las nuevas clases sociales se estaban convirtiendo en una poderosa fuerza social cuyo objetivo inmediato era destruir los obstáculos que se oponían al desarrollo del comercio interno. Tanto los obstáculos políticos, para lo cual propiciaban la unificación nacional a través de un poderoso estado central, capaz de eliminar los privilegios locales que con sus peajes, reglamentos gremiales y otras regulaciones . se oponían al desarrollo y unificación del mercado nacional, como los obstáculos económicos. Y, entre éstos, la escasez de un medio general de cambio y' de pago es verdaderamente relevante, pues las dificultades que el trueque impone para el intercambio de mercancías y la acumulación de capital son evidentes (véase sección I 8.1). Para la rápida expansión del comercio se requería, pues, un crecimiento acelerado de la cantidad de dinero en circulación. 1 En caso contrario, se frenaría el comercio y se presentaría la tendencia a una disminución en el nivel de precios de las mercancías;' lo cual traería desconcierto y caos al mercado, impidiendo su desarrollo natural. Pero, en una época en que el dinero era dinero-mercancía constituido por metales preciosos (debido a las razones explicadas en la sección 18.2.1), la conclusión anterior equivale a decir que el rápido desarrollo de los mercados internos nacionales requería de la disposición de cantidades crecientes de metales preciosos. Que la literatura mercantilista había racionalizado en un alto grado las circunstancias anteriores, se demuestra por su capacidad para llegar finalmente a la formulación y desarrollo de la ecuación cuantitativa (MV = PQ) y la teoría cuantitativa del dinero. Así, por ejemplo, comentando la obra de Locke intitulada "Algunas Consideraciones sobre las Consecuencias de la Baja Tasa de Interés y el Aumento del Valor del Dinero (1691)", dice Eric Roll, en su Historia de las Doctrinas Económicas: " ... fue la importancia I Como la velocidad lentamente, como un valor creciente es, por la ecuación ser proporcional al 2 SecciónI8.10).Si de circulación del dinero depende de factores inst itucionales que cambian muy el Sistema de Comunicaciones, es evidente que para realizar transacciones por (PQ) se requiere una cantidad de medios de pago también creciente (M). Esto cuantitativa, PQ = VM. si V tiende a ser .constant e, el crecimiento de M debe de PQ. (Véase sección 18.10), Q tiende a crecer y M no, entonces P se reduce. MERCA..\fTILISMO y FISIOCRACIA 25 que Locke dio al dinero lo que le sirvió de punto de partida para su estudio posterior ... Se basó dicho estudio sobre la teoría cuantitativa del dinero ... " y no sólo Locke sino North ("Disertaciones sobre el Comercio", 1691 l, Hume ("Del Dinero", "Del Interés", "Del Comercio" y "De la Balanza Comercial", en sus "Discursos Políticos", 1752), Cantillon ("Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General", 1755) y muchos otros, hicieron amplio uso para sus análisis de una teoría cuantitativa del dinero bien desarrollada. En su Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General, que Rol! califica como "la exposición más sistemática de principios económicos anterior a La Riqueza de las Naciones (de A. Smith)", Cantillon describe con tal maestría el proceso y los efectos sobre la economía de un aumento en la cantidad de dinero en circulación, y enriquece con ello a tal grado la teoría cuantitativa del dinero que cualquiera se ve obligado a asentir cuando Rol! agrega: "aquí (Cantillon) se muestra capaz de combinar su penetración en los principios económicos con su experiencia comercial, y escribir frases que podrían figurar en cualquier obra moderna sobre estas materias". De otro lado, y en relación con el mismo tema de la importancia que la literatura mercantilista da a la abundancia de metales preciosos en el interior de países como los europeos, que carecían de minas para producirlos directamente viéndose forzados a recurrir a otros medios para adquirirlos del exterior y conservarlos, Schmoller en su obra ya citada anota: " ... lo que es peculiar a todos los escritores. mercantilistas no son tanto las regulaciones al intercambio (internacional) que ellos proponen para el aumento de los metales preciosos como el énfasis que ellos le dan a la activa circulación del dinero, especialmente dentro del mismo Estado". (Subray. agregado). Asimismo, Schumpeter califica de "crítica torpe" a aquella que pretende ver en la preocupación de los mercantilistas por la abundancia de metales preciosos una mera confusión ingenua: " ... nada se ha dicho hasta ahora (en el análisis de Schumpeter sobre la literatura mercantilista) sobre la famosa 'confusión de la riqueza +o riquezas- con la moneda'. Ninguno de los errores del análisis que hemos mencionado llega a tal confusión, o la implican. Además, que yo sepa, no se encuentra proposición alguna en los autores 'mercantilistas' que no pueda explicarse -por errónea que pueda parecer- sin suponer que pensaron en que la riqueza era lo mismo que el dinero o que el metal en barras, o que el 'atesoramiento', o que confundieron la moneda con lo que el oro y plata en barras pueda comprar. Así tenemos pocos motivos para gastar espacio en una cuestión que carece totalmente de interés. Pero los lectores pueden creerse con derecho a un comentario sobre lo que se ha convertido en un tema generalizado de la historiografía de la 26 INTRODUCCION A LA ECONOMIA economía desde que Adam Smith, con su crítica torpe del 'sistema comercial o mercantil', dio el mal ejemplo".' Otra evidencia sobre el hecho de que la importancia que dio la literatura mercantilista a la abundancia de metales preciosos obedecía a su preocupación de superar los obstáculos económicos que se oponían a un rápido desarrollo del comercio y la producción internos, y no a la idea ingenua que la única riqueza verdadera consistía en la posesión de estos metales, olvidándose de que la producción real de toda clase de bienes es la verdadera fuente de riqueza, se encuentra en los debates que desarrollaron sobre la posibilidad de utilizar como dinero el papel moneda, superando de esa manera la escasez de oro y plata en los países europeos carentes de ese tipo de minas. Así, Roll refiriéndose a Law y a su obra "Consideraciones sobre el Numerario y el Comercio" dice: "(Law) compartía ... la idea mercantilista de que el dinero poseía una fuerza activa y que era necesaria una buena cantidad de él a fin de crear fuentes de trabajo" .. " ... sugirió la emisión de papel moneda, proposición que en aquel tiempo fue formulada con frecuencia, aunque con menos consecuencia, y que' Law pudo llevar a la práctica con resultados desastrosos. Como buen mercantilista, deseaba que el estado tuviera un acervo de tesoro, y esperaba que sus billetes ocuparían el lugar del dinero en metálico en las transacciones del público y que, así, el metálico se acumularía en la tesorería del estado. La inflación que produjo su política fue una de las más. graves de los tiempos modernos, y causó, junto con la ruina del propio Law, la destrucción de muchas empresas especuladoras", Si no estaban dadas las condiciones para que el Estado emitiera el dinero requerido, bajo la forma de papel moneda inconvertible, y si Europa carecía de minas de oro y plata, y si el objetivo era crear las condiciones para un acelerado desarrollo del comercio y la industria, la solución propuesta por los mercantilistas aparece como completamente racional: incentivar por todos los medios posibles la importación de oro y plata, lo cual los conduce a sus tesis y políticas sobre la balanza comercial favorable, que se comentan más abajo, y establecer regulaciones para impedir la salida del país de los metales preciosos. Y estas tesis se acentuaban tanto más cuanto, por el lado externo, la competencia por mercados extranjeros y colonias, y el objetivo de poder, ponía a los nacientes estados capitalistas en una situación de enfrentamiento permanente, en una situación latente de guerra y de necesidad de fortalecer el aparato militar contra el exterior, que demandaba al estado la capacidad permanente de adquirir provisiones internas y externas para lo cual requería tesoro. 1 Sc humpeter, Historia del Análisis Económico, "La Literatura Mercantilista", sección 4, sub numeral e-o MERCANTILISMO y FISIOCRACIA 27 No debe olvidarse que, haciendo un recuento solamente de las guerras y conquistas mayores, entre 1338 y 1453 se desarrollala "guerra de los cien años entre Francia e Inglaterra"; entre 1419 y 1485, gracias a que Portugal se había convertido en una potencia comercial, debido a que sus puertos eran escala obligada para el floreciente comercio entre Flandes e Italia, dicho país descubre e inicia la conquista de Madeira, las Azores, Guinea y e,l~ur de Africa, así como el comercio con el Lejano Oriente; en 1492 se micra la conquista de América; entre 1550 y 1560, la guerra entre España y Francia; entre 1570 y 1580, entre España y Holanda: entre 1580 y 1590, entre España e Inglaterra; entre 1618 y 1648 la Guerra de los Treinta Años, en que intervinieron Alemania, Dinamarca, Suecia, Austria, España y Francia;en 1689 se inicia la guerra de la Liga de Augsburgo entre Francia e Inglaterra; entre 1700 y 1721 se desarrolla la Gran Guerra del Norte entre Rusia y Suecia con los Estados Bálticos; entre 1701 y 1714 se desarrolla la Guerra de la Sucesión Española, entre Inglaterra, Austria, Prusia y Holanda por un lado, y España y Francia por el otro; entre 1740 y 1748, la Guerra de la Sucesión Austríaca (España contra Austria e Inglaterra); entre 1755 y 1763 la Guerra Franco-India (Inglaterra contra Francia); en 1755 se inicia la Guerra de Independencia de los Estados Unidos contra Inglaterra y en 1796 se inician las Guerras Napoleónicas de Francia contra las restantes potencias de Europa. ,( I ( i I ( II ( La pretensión de ver en la importancia que otorgaban los mercantilistas a la abundancia de oro y plata una ingenuidad sería, pues, de acuerdo a lo anterior, ella sí, una ingenuidad. Per~ es necesario reconocer que por la época en que se inicia la crítica frontal a las ideas mercantilistas, mediados del siglo XVIII, los problemas centrales se habían modificado en forma importante, entre otras cosas porque con la conquista de América, y la gigantesca explotación de las ricas minas de oro y plata de este nuevo continente durante ya un largo tiempo, Europa presenció tal inundación de metales preciosos a través fundamentalmente de España, que la dramática inflación de precios en este país condujo a la ruina de su posición comercial en el viejo continente, y a través de su comercio y la política mercantilista los demás países europeos habían podido superar los obstáculos iniciales. De otro lado, los estados nacionales se habían establecido más sólidamente y la política de libre-cambio para los países más avanzados constituía a sus ventajas absolutas y relativas (sección 9. 9) en el mecanismo automático de su poder comercial en el mundo, reemplazando hasta cierto punto cualquier tipo de regulación e incentivos estatales. 1.1.3 La balanza comercial Antes de ~omentar las tesis mercantilistas sobre la balanza comercial (véase sección 1 9.2.2), es necesario tener en cuenta la contribución a la teoría I I ( INTRODUCCION A LA ECONOMIA 28 de la economía internacional que los mercantilistas hicieron con el sólo descubrimiento y aplicación de este concepto analítico. Como bien lo señala, Schumpeter, "Lo primero que es preciso en relación con este concepto es que en realidad se trata de un instrumento analítico. La balanza de comercio no es algo concreto como el precio o como una carga de mercancía. No se. mete por sí misma por los ojos de la gente inculta. Es menester desarrollar un esfuerzo analítico preciso para tener una idea clara del mismo y para percibir sus relaciones con otros fenómenos, económicos, por insignificante que aquel esfuerzo pueda ser. La historia de la física teórica pone de manifiesto que una conquista de esta clase es difícil y que requiere más tiempo que el que podría esperarse; las ideas han estado durante siglos al parecer al alcance de cualquiera, e incluso han sido formuladas de cierta forma estéril de cuando en cuando sin que realmente llegaren a ser captadas plenamente por nadie. Si reflexionamos sobre esta dificultad dejaremos de subestimar aquella conquista específica". 1 Desde un punto de vista histórico, Schmoller encuentra tal "conquista" ligada indisolublemente al proceso de unificación estatal característico de la época mercantilista: "La idea y la doctrina de la balan,.,zacomercial, tal como surgió, fue únicamente la consecuencia secundaria de uiÍa Goncepción de los procesos económicos que los agrupaba de acuerdo "t::"".a los¡:estados. Justamente, tal como .hasta este tiempo la atención se había fijad(¡len la exportación desde y en la importación hacia particulares ciudades y ter.torios, ahora la gente trataba de esclarecer en sus mentes el comercio del e~ado como un todo, y de resumirlo en tal forma que pudiesen alcanzar una rtiejor comprensión de él y algunas implicaciones prácticas". 2 La te.sis mercantilista de la balanza comercial se pone de manifiesto con la simple observación de que los mercantilistas llamaban favorable a una balanza comercial con superávit y desfavorable a una balanza comercial con déficit (véas~ sección 19.2.2), Y esta identificación alcanzó tal arraigo que hasta recientemente seguía utilizándose aunque sin otorgarle unánimemente un mayor valor que el de una mera tradición terminológica. Es d~_cir, los mercantilistas consideraban favorable para un país que sus exportaciones de bienes e "invisibles" (servicios de transporte, embalajes, seguros, etc.), tuviesen un mayor valor que sus importaciones por los mismos ea nceptos, (y desfavorable lo contrario), sin contabilizar dentro de las importaciones y exportaciones de "bienes" las importaciones y exportaciones de metales preciosos (oro y plata), por ser éstos considerados como dinero. 1 Schurnpeter', op. cit., sección 4, sub numeral d-. 2 Scbrnoller , op. cit. MERCANTlLISMO y FISIOCRACIA 29 De esta forma, el exceso de exportaciones sobre importaciones, del país que experimentaba el superávit, debía ser pagado por el resto del mundo en oro y plata, lo cual aumentaba la cantidad de metales preciosos en poder del país con superávit y la reducía en los países con déficit. Las razones por las cuales tales superávits eran considerados favorables, y tales déficits desfavorables, por parte de los mercantilistas, así como si tales razones eran "correctas" o "incorrectas", han dado lugar a un larguisimo debate entre los historiadores del pensamiento económico así como dentro de los actuales marcos de la teoría económica. Así, por ejemplo, desde el punto de vista de la crítica simplista de que los mercantilistas confundían ingenuamente el dinero con la riqueza, la tesis de la balanza comercial favorable sería un mero subproducto de la misma confusión. Pero, como se anotó en las secciones anteriores, tal simplicidad, aparte de las evidencias literarias en sentido contrario, pierde de vista las verdaderas condiciones históricas a las que respondía el pensamiento mercantilista. De un lado, la rápida expansión del comercio interno y de la acumulación de capital, con sus requerimientos de una mayor cantidad de dinero (oro y plata en la época) en circulación junto con la ausencia de las minas correspondientes en Europa, suministra un objetivo racional propio a la tesis mercantilista: solamente a través de superávits en la balanza comercial era posible disponer de estos aumentos requeridos en. la cantidad de dinero, transfiriéndolo de otros países. De otro lado, como registra Schumpeter, " ... con frecuencia sorprendente se olvida por los críticos de las 'teorías mercantilistas' que aquella edad fue la edad del imperialismo filibustero y que el comercio iba asociado con la colonización, con la explotación ilimitada de las colonias fundadas, con la guerra privada ... y con situaciones que permanentemente convergían en la guerra". Es decir, no pueden olvidarse "la oposición de los intereses separados de los nuevos estados nacientes, cada uno de los cuales buscaba obtener y retener su lugar en el círculo de las naciones europeas, y en el del comercio exterior que ahora incluía a América e India", de que habla Schmoller, ni "la guerra comercial de que habla Marx". En este contexto, de búsqueda de la supremacía en los mercados del mundo, la pretensión de cautivar el mercado mundial para la industria nacional, cerrándolo al mismo tiempo para la industria de las naciones rivales, 'bien podría expresarse en la tesis de la balanza comercial favorable. Y, en efecto, las tesis mercantilistas consideraban como lo ideal importar materias primas (entre ellas los metales preciosos) de los países atrasados sin una industria competitiva, y exportar en cambio los productos manufacturados. El mercado externo sería uno de los pilares del crecimiento de la industria nacional, una forma de promover el desarrollo industrial al interior de la nación, y como parte de este mecanismo figuraba la protección del 30 INTRODUr.crON MERCANTlLISMO A LA ECONOMIA mercado interno de productos manufacturados para la industria nacional. y es que, efectivamente, con una balanza comercial "equilibrada", y cuyas exportaciones e importaciones fuesen por igual productos manufacturados, el mercado externo no constituiría una ampliación neta del mercado total para la industria nacional, pues, con exportaciones = importaciones, el valor del mercado externo que se gana en el exterior sería idéntico al valor del mercado interno que se pierde frente a las manufacturas extranjeras. Así, pues, una ampliación neta del mercado total para los productos manufacturados de una nación, en un mercado mundial dado, no se alcanzaría sino estimulando la importación de productos no manufacturados (materias primas) -en vez de los manufacturados- y/o' manteniendo un superávit en la balanza comercial. Obviamente, si por materias primas se entendieran también los metales preciosos, el estímulo a la exportación de manufacturas y la importación de materias primas serían una y la misma cosa con el intento de obtener un superávit en la balanza comercial, pues los metales preciosos se consideraban simultáneamente como dinero. De esta manera, tanto el valor de las importaciones de materias primas (sin contar dentro de ellas los metales preciosos), como el valor del superávit en la balanza comercial (es decir, el valor de las importaciones de oro), o sea, en términos generales, el valor de las importaciones (contando el oro) diferentes a productos manufacturados, serían una medida de la ampliación neta del mercado mundial para las manufacturas del país y, por consiguiente, del nivel de producción y del grado de desarrollo de la industria nacional. Esta conclusión es muy importante, porque significa: i- que impulsar un sistema basado en la exportación de manufacturas y en la importación de materias primas, y la búsqueda de una balanza comercial favorable, desde el punto de vista de su objetivo, son una y la misma cosa: el rápido crecimiento industrial. Y no sólo en términos absolutos sino con relación a los competidores, pues ante un mercado mundial dado la ampliación neta para unos no puede sino significar una contracción relativa para otros; y, ii- que la acumulación continuada de metales preciosos bajo tal esquema de comercio, como producto indisoluble de los superávits, es apenas la faceta monetaria de un significativo hecho real: el crecimiento de la industria nacional debido a la ampliación neta del mercado mundial conseguida para sus productos. Tal vez un solo ejemplo histórico, entre los muchos posibles, pueda ilustrar suficientemente la relevancia de la argumentación anterior: "Por lo que se refiere a los oficios y a la industria, las colonias norteamericanas fueron mantenidas en tal servidumbre por la madre patria, que, aparte de las industrias domésticas y los oficios manuales corrientes, no se les permitía ninguna clase de fabricación. Todavía en 1750, la instalación de una fábrica de sombreros en el Estado de Massachusetts despertó de tal modo la atención y el recelo y FISIOCRACIA 31 del parlamento (inglés), que declaró como perjudiciales para el interés público toda clase de fábricas, incluso las herrerías, no obstante poseer el país una gran producción de los materiales necesarios para la fabricación de hierro. Y en el año 1770 declaró el gran Chatham, intranquilo por las primeras tentativas industriales de los nuevos ingleses, que no se debía permitir fabricar en las colonias ni un clavo de herradura. A Adam Smith se debe haber llamado la atención por primera vez sobre lo injusto de esta política. El monopolio. de la industria por parte de la metrópoli es una de las causas principales de la revolución americana. El impuesto sobre el té fue simplemente el fulminante para que estallase".' Así, la preocupación de los mercantilistas por el influjo de metales preciosos del exterior, o sea por una balanza comercial superavitaria, sería apenas la faceta más superficial de una preocupación más profunda, radicada en el . desarrollo de una poderosa industria nacional. Parafraseando a Heckscher asegurando la abundancia de metales preciosos los mercantilistas podían "matar dos pájaros de un solo tiro" solucionar la escasez de medio circulante y apuntalar un mayor desarrollo relativo de la naciente industria nacional, Es evidente, además, que el capital invertido en el comercio y los transportes, que participan de las exportaciones "invisibles", no estaban ajenas a estos beneficios de la ampliación neta del mercado. Esta conjugación de intereses por una ampliación neta, que implicaba contracciones netas relativas paraotras naciones, no podría menos que describirse como "oposición de intereses", oposición que le dio su peculiar ambiente de guerras comerciales a la época mercantilista. 1.1.4 La transición hacia el libre-cambio Por diversas circunstancias, la concepción de los escritores de la época mercantilista sobre las regulaciones estatales para controlar las importaciones y estimular las exportaciones de manufacturas, cuya necesidad habían difundido con tanto énfasis, empezó a experimentar rápidos cambios, particularmente entre fines del siglo XVII y mediados del siglo XVIII, período que marca el periplo del pensamiento mercantilista, específicamente en Inglaterra y Francia, sentando las bases de lo que sólo un cuarto de siglo más tarde habría de convertirse en la nueva ortodoxia teórica dominante sobre el comercio internacional a partir de la publicación de la Riqueza de las Naciones (1776) de Adam Smith: el libre - cambio o libertad total del comercio entre las naciones. 1 List Friederich, Sistema Nacional de Econom ía Pc l it íca, 1840. I ( I ( I ( I ( i I i I 32 INTRODUCCION MERCANTILISMO A LA ECONOMIA Entre tales circunstancias pueden haber jugado un papel muy importante las siguientes: i- la adopción generalizada de las mismas tesis mercantilistas por un número creciente de naciones, no sólo rivales con grados similares de desarrollo, sino incluso por las mismas colonias, en trance de independencia, lo cual anulaba la posibilidad de una expansión neta ulterior, y más bien. podía conducir a contracciones netas, ya que sobre un n:erca~o mundial dado no todos los países podían alcanzar expansiones netas simultáneamente. Así la política mercantilista sólo podía ser ventajosa en tanto que no todo el mundo estuviera en disposición o capacidad de responder con la misma moneda. Pero con la independencia de colonias muy importantes, que la misma política mercantilista había contribuido a generar, como anota List, 'y con una política similar por parte de naciones rivales, la política mercantilista perdía su efectividad para los propósitos buscados. Así, por ejemplo, con respecto a la época de la independencia ~e los Estados Unidos, que coincide con el ocaso del mercantilismo como doctrina dominante en Inglaterra, anota List: "Todos los Estados, sin exceptuar N ue.va ~ ork y C4rolina del Sur, pidieron al Congreso medidas protectoras ~~ra la industria nacibnal, y (George) Washington llevó el día de la inaug~raclOn un tra~e de pañtfnacional 'para -como dice un periódico contamporaneo neoy?rqulllodar ~na lección inolvidable, con el estilo sencillo y expresivo propio de este gran.l7hombre, a todos sus sucesores en el cargo y a l~s, l,:gislad?res f~turos acei~'a de cómo hay que estimular el bienestar del pais . (Que tan importantaspueden llegar a ser en la actualidad los remanentes de los problemas que preoEupaban a los mercantilistas lo indica el hecho de que en 1977, si~ie~~o el ejemplo de Washington, el presidente Jimmy Carter en unacto,slgmfl~a"lvo cambió el carro importado de la presidencia por uno de fabricación nacional), U 11 acomodamiento internacional diferente, y lo nuevos instrumentos, eran y FISIOCRACIA que sucumbir ante la competencia de no haber venido 1812, el embargo y la declaración de guerra".' 33 en su auxilio, en Así, pues, para lograr y mantener expansiones netas en el mercado mundial de manufacturas, había surgido un arma mucho más poderosa que los aranceles y la protección estatal, convirtiendo a estos instrumentos en obsoletos en los países más avanzados, en los cuales, por otra parte, se marcaba la pauta en el desarrollo de la teoría económica. Y, iii- El hecho de que los últimos adelantos de la teoría económica tomaban lugar simultáneamente en los países más avanzados, con lo cual las circunstancias de éstos y sus preocupaciones principales no podrían dejar de reflejarse en los nuevos productos teóricos. Así, mientras que con las dos razones arriba expuestas la literatura mercantilista tradicional entraba francamente en su ocaso en Inglaterra, abonando en vez el terreno para las tesis sobre las ventajas de la libertad del comercio entre las naciones, las prácticas mercantilistas o parte de ellas (como las referentes a la protección de la industria nacional) venían hasta ahora a nacer en Norteamérica y otros países. Aún más, un siglo después de este ocaso en Inglaterra, veían hasta ahora su amanecer en Alemania con la obra de List, y todavía un siglo adicional después de esto servían de inspiración en Latinoamérica. Es que, quizás, en última instancia las ideas mercantilistas sobre la protección de la industria nacional se podrían reducir a esta descripción tajantede List:"Los norteamericanos comprendieron, finalmente, que una gran nación no ha de proponerse exclusivamente las ventajas materiales inmediatas; que La civilización y el poder, que, como Adam Smith reconocía, son bienes más importantes y valiosos que la riqueza material, únicamente se pueden alcanzar y conservar mediante la posesión de una fuerza manufacturera propia; que una nación que se sienta llamada a ocupar y mantener un puesto entre las naciones más potentes y civilizadas no puede escatimar ningún sacrificio para conseguir estos bienes ... " ahora requeridos. ii- Lás "ventajas absolutas" (véase sección 9. 9. 1) en el mercado mundial, que:para sus manufacturas habían alcanzado ya los países más av.anzados, part-¡cularmente Inglaterra, gracias al desarrollo precedente de su mdust~la nacional. Así, List dice: "Pronto se evidenció la insuficiencia de esta protección (la primera tarifa aduanera norteamericana de 1789), ya que el efecto del reducido derecho arancelario pudo ser fácilmente soportado por las manufactura§ . inglesas, cuyos procedimientos se habían perfeccionado". "Bajo .la protección del arancel de 1804, la fuerza manufacturera de Nortea:ne:lca se mantuvo a duras penas frente al grandioso desarrollo de las,. fahfl.p.as inglesas, apoyado en continuos perfeccionamientos, y sin duda habría tenido Ya dentro de un plano específicamente teórico, la transición de la literatura mercantilista tradicional hacia el libre-cambio se pone de manifiesto a través de la integración de los dos grandes elementos teóricos desarrollados por los mercantilistas, la teoría cuantitativa y la balanza comercial, en uno nuevo: la teoría del ajuste internacional de las diferentes balanzas comerciales de los diversos países, en la cual se hace evidente la preocupación por situar las tesis mercantilistas tradicionales, forjadas desde el punto de vista de una sola nación, en el contexto del conjunto de todas las naciones. Esto es indicativo, además, del alto grado de integración que había alcanzado la economía mundial hacia mediados del siglo XVIII. 1 [bid. 34 INTRODUCCION A LA ECONOMIA El debate, que así vio la luz, se centra en el argumento de que un superávit en la balanza comercial, con el influjo de oro que implica, y dada la tendencia a una constancia en la' velocidad de circulación del dinero, produce una presión al aumento del nivel de precios dentro del país con superávit. Y, por el contrario, el país con déficit experimenta una salida de oro, equivalente, a una reducción en el volumen de sus medios de pago, con una consiguiente presión a la reducción de su nivel general de precios. De esta manera, al encarecerse las mercancías en el país con superávit y abaratarse en el país con déficit, las del primero perderían competitividad y las del último la ganarían, invirtiéndose las tendencias del comercio, es decir, el país con superávit vería reducirse sus exportaciones y aumentar sus importaciones, y el país con déficit vería aumentar sus exportaciones y reducirse sus importaciones. En otras palabras, los correspondientes flujos de oro entre los países actuarían como un mecanismo automático que tendería a anular tanto el superávit en un país como el déficit en el otro. Las balanzas comerciales tenderían, pues, automáticamente hacia una situación sin superávit ni déficit, situación que podría calificarse de equilibrada, porque ya alcanzada no h abría transferencias de oro que hicieran cambiar los precios ni los flujos 08 comercio. Así, con esta formulación que se encuentra ya muy desarrollada, aun~ue no examinada por primera vez, en los trabajos de Hume y de Cantillon, hacia 1750, se presenta al mundo la primera teoría sobre un mecanismo automático de ajuste de la balanza comercial, de acuerdo al cual pretender acumular superávits sucesivos para un país determinado sería un intento autoderrotado por las fuerzas "naturales" del mercado, por la relación automática y directa entre la cantidad de oro y el nivel de precios. Esto no impide, sin embargo, que Cantillon concluya su capítulo "Del Comercio con el Extranjero" con la tesis más puramente mercantilista de .que "hace falta siempre empeñarse en mantener una balanza favorable con el exterior". Es evidente, pues, que ya para esta época era común contemplar la posibilidad de un "exceso" de metales preciosos, en el sentido de que la cantidad poseída de <éstos aumentara más rápidamente que el volumen de las transacciones internas, razón por la cual los precios subirían, superándose así los problemas y doctrinas iniciales sobre la escasez de metales preciosos como un impedí,mento al desarrollo del comercio interno, quizás porque la acumulación de estos metales en Europa había sido gigantesca después de la conquista de América. La tesis mercantilista inicial sobre la necesidad de obtener metales preciosos del exterior había perdido, pues, su fuerza original. Y la situación en relación a esto habría de seguir cambiando hasta tal grado, que sólo 25 años más tarde tal preocupación mercantilista llegaría a ser vista como absurda. Porque, ciertamente, tal mecanismo automático de ajuste no podría funcionar sin el supuesto básico de que la cantidad de oro que afluía MERCANTlUSMO y FlSIOCRACIA 35 como resultado de un superávit era "excesiva" en relación a la cantidad requerida de oro para efectuar las transacciones internas a unos niveles de precios estables. Otro supuesto de tal mecanismo, no muy justificado para los conocimientos ya poseídos en la época, era el de que todo el influjo de oro iría a la circulación como dinero cuando, en realidad, se conocía el fenómeno, enfatizado por William Petty hacia 1680 (y mucho más tarde por Marx en el vol. I de El Capital), de que si los precios de las mercancías subían en términos de oro es decir, el precio (relativo) del oro en términos de otras mercancías caía 'los poseedores de oro lo sacaban de la circulación, fundiéndolo y utilizándolo directamente como mercancía para otros propósitos. Era necesario suponer también, para que el ajuste automático operara, que el país con déficit y el país con superávit producían mercancías competitivas entre sí o más o menos sustitutas porque, en caso contrario, los productos con un precio elevado en un país no necesariamente dejarían de ser importados por el otro país, ni los productos con un precio reducido en el último sustituirían a los producidos en el primero, supuesto que no podía tomarse como garantizado en una época signada por las grandes diferencias de mercancías producidas y de costos entre los diversos países. (Hoy en día se diría que la eficacia de tal ajuste automático depende de las elasticidades-precio de importaciones y exportaciones, y que uno de sus requisitos es el cumplimiento de la condición Marshall- Lerner. Véase sección 19. 4. 6). De todas maneras, las nuevas circunstancias condujeron a una reformulacíón de las tesis sobre la balanza comercial, arrojando pesimismo no sólo sobre la conveniencia sino también sobre la posibilidad misma de mantenerla' superavitaria por medio de regulaciones estatales, que marcaba el ocaso de los viejos instrumentos mercantilistas de política y abría el camino a las tesis del libre-cambio, al menos en Inglaterra y en las nuevas formulaciones teóricas. Así, en 1776 se publicaría la Riqueza de las Naciones de Adam Smith, con su ataque frontal a los viejos instrumentos mercantilistas y su defensa del libre-cambio sobre la base de la teoría de la "ventaja absoluta" (véas~ sección 19.9:1): Y,corr:o si ést~ no fuera suficiente, en vista de que podrían llegar a existir paises sin ventaja absoluta, en 1817, en sus Principios de Economía Política y Tributación, también en Inglaterra David Ricardo refo~~ó las tesis del libre-cambio con su teoría de la "ventaja relativa" (véase seccion 9. 9. 2), que permanece hasta nuestros días como la mejor descripción de las ventajas del comercio. Pero siempre, en mayor o menor grado, la práctica proteccionista, inspirada para bien o para mal en el legendario pensamiento mercantilista, ha permanecido como una constante hasta lluestros días en la política comercial de las distintas naciones. (Véase sección 1 9. 10). ( I ( INTRODUCCION 36 MERCANTILISMO A LA ECONOMIA 1.1.5 Otros elementos mercantilistas Para sostener y consolidarse, todo estado requiere de ingresos económicos, es decir, de impuestos. No-es extraño, por ello, que en su preocupación por la consolidación de un poderoso estado nacional los mercantilistas hayan puesto especial atención a las finanzas del estado, recogiendo una serie de principios y sentando las bases que luego desarrollarían los fisiócratas, A. Smith y D. Ricardo para crear la moderna teoría de las finanzas públicas. Así, junto al sistema colonial y el sistema proteccionista, Marx cita como características fundamentales de la época mercantilista el "sistema de la deudapública" y "el moderno sistema tributario". Y, para tomar sólo dos ejemplos de la época, en 1662 se publicó "Un Tratado sobre los Impuestos y las Contribuciones" de William Petty y en 1690 se publicó "Dos Tratados sobre el Gobierno" de John Locke. Tal fue la importancia dada por los mercantilistas a las finanzas públicas, que Herbert Heaton, historiador económico especializado en Europa, llegó a afirmar: "El Mercantilismo teníasseís aspectos, no cinco (en referencia a cinco características citadas por I!eckscher): el sexto era .las finanzas públicas (o reales), y uno podría afirmar con gran convicción que éste era el más importante de todos" . .?t" En utl,a: moderna reivindicación de los planteamientos centrales de los mercantií~tas, John Maynard Keynes, en su "Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero" (1936), capítulo 23, intenta demostrar que la preocupación mercantilista por la abundancia de metales preciosos (dinero) tenía que ver fundamentalmente con la tasa de interés y su relación con la inversión de capital en las actividades productivas. "Los altos intereses disminuyen la actividad económica. La ventaja del interés se hace mayor que la ganancia de losnegocios, lo que hace que los negociantes ricos desistan de sus empresas y pongan su capital a interés, y que los negociantes menores quiebren", cita Keynes, de "Una Carta a un Amigo acerca de la Usura", publicada en 1621, para mostrar un antecedente de su propia teoría de la inversión y que la preocupación mercantilista pcr la abundancia de dinero estaba ligada esencialmente a su preocupación por los niveles de la tasa de interés que, a su vez, a,fectaban los niveles de la actividad económica real. En efecto, tal postura mercantilista, la de que una mayor cantidad de dinero, al aumentar la oferta disponible de éste para dar en préstamo, rebajaba la tasa de interés, estimulando por esa vía la inversión productiva en nuevos negocios, (ya que, con una tasa de ganancia dada para. éstos, el beneficio que ie quedaría al empresario sería mayor entre menos fueran los intereses que tuviera que pagar por el capital tomado a préstamo), dio lugar a otra notable polémica entre los mercantilistas. Pues, simultáneamente, su cono- y FISIOCRACIA 37 cimiento de la teoría cuantitativa les decía que con una mayor cantidad de dinero en circulación los precios subirían y la gente necesitaría (demandaría, se diría hoy) más dinero para comprar las mismas cosas que antes con lo cual esta mayor demanda de dinero compensaría la mayor oferta de dinero disponible, anulando así cualquier variación que sobre la tasa Q.! interés pudiera producir el aumento en la cantidad de dinero. Esto los condujo a la conclusión de que un aumento en la cantidad de dinero podía reducir la tasa de interés sólo transitoriamente, ante lo cual Keynes agregó que no deberíamos olvidar que siempre vivimos en transición. En relación con la tesis de la balanza comercial favorable, aparte de su efecto sobre el aumento en la cantidad de dinero y la reducción en la tasa de interés, Keynes subraya el importante punto de Heckscher de que los mercantilistas eran conscientes de que, con tales saldos favorables en la balanza comercial, el país podía vender en el exterior una cantidad de mercancías para las cuales bien no podría existir suficiente demanda en el mercado interno, evitando de esa manera la acumulación de inventarias no vendidos en las empresas nacionales, que las llevaría a reducir su producción y a reducir con ello el volumen de empleo en el país. Es decir, que para un país individual, una balanza comercial favorable podría ser un medio de combatir el desempleo. 1 Por otra parte, como señala Keynes, "el volumen de inversión (de un país) en el extranjero está necesariamente determinado por el tamaño de la balanza comercial favorable". (Vuélvase al cuadro 9. 2. 1 de la sección 19.2, la estructura de la balanza de pagos. Es evidente allí, para que las reservas internacionales netas no presenten ningún cambio, que el saldo en Lacuenta corriente -o balanza comercial- más el saldo en la cuenta de capital deben sumar cero. Por consiguiente, para que un país aumente sus inversiones netas en el exterior +invierta más capital en el exterior del que recibe corno inversión del exterior+, es decir, para que sus salidas de capital sean mayores que sus entradas, o sea, para que el saldo de la cuenta de capital sea negativo, se requiere que el saldo de la cuenta corriente o balanza comercial sea positivo. En otros términos, para que un país pueda aumentar sus inversiones netas en el exterior, ser un exportador neto de capital, sin gastar sus reservas, que debe mantener en el largo plazo como reservas para estabilizar su tipo de cambio, se requiere que mantenga saldos positivos en su cuenta corriente, es decir, una balanza comercial favorable). En esta forma, Keynes encuentra que la tesis mercantilista de la balanza comercial favorable podría equivaler 1 Para un país individual, no para el mundo en su conjunto, pues en este conjunto el valor total de importaciones es siempre igual al valor total de exportaciones, ya que las exportaciones de cualquier país no son sino las importaciones de otros. ASl, si un país tiene un superávit en su balanza comercial, otro u otros deben tener un déficit por igual valor. INTRODUCClON 38 a una tesis sobre la necesidad de exportar capitales sobrantes que, de permanecer en el interior del país, conformarían un "exceso" de capital o ~e ahorro, es decir, un potencial productivo mucho mayor de lo que podría absorber la demanda interna, lo cual conduciría, otra vez, a excesos de inventario s no vendidos que estimularían a las industrias a reducir su pro-. ducción y elevar con ello el desempleo. Por consiguiente la exportación de capitales, equivalente a mantener saldos favorables en la balanza comercial, sería un medio de combatir el desempleo.' La interpretación de Keynes sobre el mercantilísmo ha sido critic~da sobre la base de que trata de forzar las tesis mercantilistas al contemdo de su propia teoría, y de que es improbable que en los siglos ~V, XVI: .XVII y, por tarde, mediados del XVIII, los mercantilistas se estuviesen refiriendo a problemas similares a los típicos de las economías capi:alist~s desa~ol~adas del siglo XX. Además, la preocupación por las tasas de interés constituia un legado del medioevo, en el cual la "usura" era fuertemente desap~oba~a y reprimida. Por ello, y porque siempre las variaciones en la tasa de mter~s afectan la distribución del ingreso, y la ganancia que queda al empresario que debe tomar capital prestado, es posible que la preo~upac~ón. ~nti~a por reducir las tasas de interés no tuviese exactamente la .mIsma Slgn.l!lcaclon que la preocupación keynesiana. De todas maneras, tal ínterpretacíon pone de manifiesto la riqueza de gérmenes teóricos que se encuentran en la literatura mercantilista, por lo cual ésta puede ser considerada justamente la primera fuente de la teoría económica contemporánea. 1.2 MERCANTILISMO A LA ECONOMIA Fisiocracia 1.2.1 Antecedentes Aunque fue mucho lo que se logró durante la época del ~e~ca~~ilismo en términos de lasolidifación .del estado nacional y la unificación del mercado internojdentro de éste, aliminando o debilitando los privile~ios y las instituciones feudales que se oponían al rápido desarr,?llo del capitalismo "todavía en 1794 -nos informa Marx+ los pequenos fabricantes de Leeds enviaron una diputación al parlamento solicitando una ley que prohibiese a todos los comerciantes convertirse en fabricantes". y si esto Un buen tema de meditación que surge de esta equivalencia, entre la exportación de cap~t~l~es y saldos favorables en la balanza comercial, es qué significado puede tener la fa~osa proposicio n de Lenin de que "Lo que caracterizaba al viejo capitalismo, en el cual dominaba plenarnent e la libre competencia, era la exportacíórrtíe mercancías. Lo que caracteriza al cap}talismo moderno, en el que impera el monopolio, es la exportación de Capital". De otro lado, como ,abogar por la libertad de inversiones extranjeras en el 'mundo, para que el capital fluya de los paises en que es "excesivo" hacia los que tienen "escasez" del mismo. equivale a abogar porque los primeros mantengan una b~lanza comercial favorable, .no podría afirmarse que la tesis mercantilista de la balanza comercial favorable para los países rvanzados continúa incnlnm e? y FISIOCRACIA 39 ocurre en Inglaterra, en Francia la situación es peor: "En el siglo XVIII, la Francia pre- revolucionaria, si se la compara con Inglaterra, que había realizado su revolución en el siglo anterior, lo gue le permite un mejor desarrollo capitalista, mantiene, sobre todo en el campo, una estructura en gran parte feudal, a pesar de que han empezado a penetrar en el agro ciertas relaciones de producción capitalistas". "En cuanto a la industria, las pesadas supervivencias feudales impiden su desenvolvimiento, Si bien es cierto que bajo el empeño dinámico de Colbert, se habían desarrollado especialmente las grandes manufacturas del Estado, así como algunas particulares, continúa pesando sobre ellas una red de reglamentaciones que literalmente las ahoga. Por otra parte, el sistema de gremios aunque en proceso de descomposición, sigue constituyendo, con sus minuciosas especificaciones, un obstáculo para el desarrollo de la industria centralizada. Además, la estrechez del mercado interno debido al bajo nivel de consumo de las masas campesinas, había desarrollado únicamente las manufacturas de lujo, para la satisfacción del grupo adinerado de la nobleza y burguesía o para la exportación". "El comercio, como la industria, se halla obstaculizado por numerosas y complicadas barreras aduanales, que obligan al pago de numerosos impuestos, impidiendo el tráfico normal, tanto más que muchos distritos conservan sus propios sistemas de pesas y medidas, como en la etapa feudal".' " ... Inglaterra, no obstante el lento desarrollo de sus manufacturas en (1760), avanzaba más rápidamente en este respecto que otras naciones. Un gran secreto de su progreso estaba en sus facilidades para el transporte fluvial que le ofrecían sus ríos, ya que todas las comunicaciones por tierra se encontraban en la condición más abandonada. Una segunda causa fue la ausencia de barreras internas aduaneras, tales como las que existían en Francia y Prusia hasta la época de Stein. El comercio interno en Inglaterra era completamente libre (en 1860)".2 Desde el punto de vista del desarrollo del pensamiento económico, ya por 1755, año en que todavía no nacía la llamada escuela fisiocrática, se habían publicado las obras conclusivas fundamentales de lo que atrás se ha denominado la literatura mercantilista madura, particularmente la de Richard Cantillon, cuyo Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General se editó por vez primera en francés en el dicho año de 1755, y la de William Petty cuyo último libro, intitulado Sir William Petty's Quantilumcunque Concerning Money, escrita en 1682 fue editada póstumamente en 1695, que irían a influir poderosamente en todos los desarrollos teóricos subsecuentes, 1 Manuel Agustín 166·167. Aguirre, Historia del Pensam ient o Fc{u,¡lIl1ico, I-d. Latina, Bogotá. 2 Arnold Toynbee, The Industrial Revolution, Cap. IV. 1977, págs. 40 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Esta literatura, y en un grado superlativo en el caso de los dos autores mencionados, presenta dos importantes innovaciones en el análisis económico. Primero, llega a la consideración de los fenómenos económicos como sujetos a leyes, como productos inevitables de determinadas circunstancias o condiciones. Esto se evidencia claramente, por ejemplo, en el análisis sobre los efectos de un aumento en la cantidad de dinero, para realizar el cual utilizaron relaciones de causalidad precisamente definidas, como las implicadas por la teoría cuantitativa del dinero. Y también en el análisis del mecanismo de ajuste de la balanza de pagos, derivado del anterior. Un resultado esencial de ello fue un cambio, posiblemente gradual pero decisivo, en la dirección del pensamiento económico, pasando de la mera formulación de objetivos "deseables" de política (como que sería "deseable" tener una balanza comercial favorable o abundancia de metales preciosos o suficientes recursos para financiar al Estado) a los intentos de explicación de todos los fenómenos económicos observados en el mundo objetivo, independientemente de que ellos fueran deseables o no. Y tal cambio no sólo fue cuantitativo en el sentido de que las explicaciones sobre los fenómenos reales ocuparan cada vez Un mayor espacio en relación a la discusión sobre la "deseabilidad" de cieifu.s~tondiciones, sino también cualitativo en el sentido de llegar aun a rec()~ocer que objetivos deseables y aparentemente posibles, después de un positivo análisis teórico, se rebelaban como no posibles (como por ejemplo un a~mento indefinido en la cantidad de metales preciosos obtenidos mediante supe-rávits continuados en la balanza comercial). Naturalmente que este desarrollo se inscribe dentro del gran movimiento racionalista de la época en 16s campos de la Filosofía, la Historia y el Derecho que "concuerdan en proclamar el imperio de la razón, como la única panacea universal. (Que proclaman que) 1a razón y la cultura, 'la ilustración', liberarán al hombre, al destruir las cadenas de los prejuicios con que la fe y la Iglesia lo mantienen atadp", en las palabras de Manuel A. Aguirre. Y, segundo, no totalmente independiente de lo anterior, el campo de análisis de la literatura mercantilista madura, particularmente en Petty y Cantillon, llegÓ'a ampliarse tanto que, en términos tanto cuantitativos como cualitativos, los problemas tradicionales que copaban totalmente la atención en la literatura mercantilista primitiva, pasaron a segundo plano, cediendo el lugar de primacía a otros nuevos. Es así como los problemas del valor, la distribución y ías.clases empiezan a abrirse campo definitivamente, como los problemas fundamentales, en las obras de Petty y Cantillon. Por ello, Schumpeter, en su monumental Historia del Análisis Económico, se vio forzado a concluir: "Aquello que Petty no logró llevar a efecto +aunque ciertamente aportase casetodas las ideas esenciales para ello- lo encontramos perfectamente acabado en el Essai de Cantillon. En verdad, su modo de proceder no guarda semejanza con el del discípulo que a cada paso se vuelve hacia atrás para MERCANTIUSMO y FlSIOCRACIA 41 buscar la guía del maestro; su estilo fue, por el contra n«, ('1 de un pll1sador de gran talla que camina con seguridad y con autonomía. Dé' igual manera es necesario reconocer la autonomía del pensamiento de Quesnay (el fundador de la escuela fisiócrata), que no fue un mero discípulo de Cantillon más de cuanto éste lo fuera de Petty. No obstante, en la historia del análisis económico hay pocas secuencias que tengan tanto interés para nosotros, tantas secuencias tan importantes de entender y recordar como la de Petty +Cantillon+ Quesnay". Es con estos antecedentes que aparece en Francia, entre 1756 y 1758, la llamada escuela fisiocrática, reflejando en parte los nuevos desarrollos del pensamiento económico universal y enfatizando en parte algunas reacciones contra ciertas condiciones de Francia en la época. Se ha dicho de la Fisiocracia (cuyas raíces griegas sígniñcan "norma o ley de la naturaleza") que fue la pnmera escuela económica en el sentido estricto de presentar un maestro Francois .Quesn~y (1694-1774), Yunos discípulos, siendo los más importante~ el Marques de Mirabeau (1715-1789), Pierre Mercier de la Riviere (1720-1793) Roberto Jacobo Turgot (1721-1781), Pedro Samuel Dupont de Nemours (1739-1817) y G~i~laume Francoise Le Trosne (1777), que se agruparon para defender unammemente unos principios económicos. Los fisiócratas se ll~n:aban a sí mismos "los economistas" y fundaron varias publicaciones periódicas, como el Jornal Oeconomique (1751-72), "las primeras revistas verdaderamente científicas que pueden encontrarse en la historia de la econ?mía", para utilizar las palabras de Schumpeter, Algunos de sus planteam~entos marcaron un hito en el pensamiento económico y han tenido una mflue~cla ver?aderamente sobresaliente en los desarrollos posteriores de la. teona e;:onomlca, y otros alcanzaron gran influencia política en la Francia d~ s~ epoca, au~~ue desde este punto de vista, de sus efectos puramente prácticos o políticos, su notoriedad fue muy transitoria, Como Schumpeter ha señalado: "La fisiocracia no existía en 1750. Entre 1760 y 1770 tout París y, más aún, Versalles hablaba de ella. En 1780 casi todo el mundo (excepto los economistas profesionales) la había olvidado". 1.2.2 Orden natural y laissez.faire Según los fisiócratas, .la sociedad contiene en estado latente u; conjunto de relacionas que .garantlZan e! orden u organización "más ventajosos" para los hombres re~mdos en SOCIedad, Tales relaciones son llamadas "el orden natura!". ASI, Quesnay afirma: " ... las leyes del orden natural.. . constituyen el gobierno evidentemente más perfecto".' " ... el derecho natural de cada ! Quesnay F., Máximas Generales de Un Reino Agrícola, Secc. II. MERCANTIUSMO INTRODUCCION A LA ECONOMIA 42 hombre se extiende en la medida en que se cumpla la observancia de las mejores leyes posibles, que constituyen el orden más ventajoso para los hombres reunidos en sociedad". I Los gobernantes debieran tener como tarea, pues, estudiar la"sociedad para descubrir su "orden natural" y legislar conforme al mismo. El estudio de la jurisprudencia humana no basta para formar a los hombres de ~~tado;. ,es necesario que aquellos que se destinan a los empl~os de la administración estén sometidos al estudio del orden natural mas convem~nte p.ara .l?s hombres reunidos en sociedad". (Quesnay, Máximas, II). La me]or.leg.lslaclOn "consiste, pues, en la declaración de las leyes naturales constItutl.vas del orden evidentemente más ventajoso posible para los hombres reunidos en sociedad". (Quesnay, El derecho N., Cap. V). y cualquier legisla:ión q~,ese apartase de tal principio no podría sino causar perjUICIOa la s?cIedad. L~s transgresiones de las leyes naturales son las causas más sxtendidas y las mas comunes de los males físicos que afligen a los hombres" .. "Hay, ~ues., que guardarse de atribuir alas leyes físicas los males que son el]usto e inevitable castigo de la violación del orden mismo de las leyes físicas instituidas para operar el bien". (Ibid, Cap. IlI). Pero, ¿cuáles serían, entonces, las leyes naturales "más vent~josas'.' a .l?~ hombres en relación a su vida económica? Quesnay parte en esta mvestIga,clOn de un "principio económico", cuya formulación explícita con,stituyo un verdadero hito en la literatura económica, por razones que mas adelante serán claras. Como señala Schumpeter: "Todo razonamiento en torno a cuestiones económicas implica necesariamente la, admisión de, ~n 'princ~pio económico'. Esta es precisamente la razón por la cual resulta difI~11~e~ermmar el momento en que ha sido formulado por primera vez un pnncipio de tal género y a quién debe atribuirse su paternidad. ~reo, sin embargo, q~~ a este respecto, si lo que pretende es poner de r:l1eve el caracte.r expl icito de la formulación, la prioridad corresponde -mas que a los ltahan.os- ~Ja regla de conducta presentada por Quesnay.: ,Consegu,ir la mayor satIsfac.cl~? (jouissance) con el menor gasto, o como diría despues, con la menor fatiga . Sobre la base de este principio, paraseguir a Schumpeter, "Quesnay. sostiene que, considerados en su conjunto todos los. miembros de la socIe?ad, se alcanza la máxima satisfacción de sus necesidades cuando se permite, ~n condiciones de competencia perfecta, que cada cual actúe librem~nte segun su propio interés individual". "Quesnay pensaba que no habla. nmguna necesidad de demostrar explÍcitamente su tesis y, en consecuenCIa, nunca intentó hacerlo. Creía, evidentemente, que si ?ada ind~~id~o se esforzas~ por obtener la máxima satisfacción todos alcanzarían también, naturalmente, la misma meta". l Quesnav F., El Derecho Natural, Cap. V. , . y FISIOCRACIA 43 Así, el orden natural, aquel que garantizaría la situación "más ventajosa" para la sociedad, en el que cada quien y la sociedad como un todo alcanzaría la máxima satisfacción, consistía en dejar que cada cual actúe libremente según su propio interés individual. Y cualquier transgresión de esta norma, cualquier legislación en sentido contrario, que en lugar de limitarse a preservar el orden natural pretendiese violarlo, no podría menos que producir "los males que son el justo e inevitable castigo de la violación del orden mismo de las leyes físicas instituidas para operar el bien". Laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar) llegó a ser entonces la máxima fisiocrática que resumía el orden natural al nivel de la economía. En-palabras del propio Quesnay: "Que se mantenga la entera libertad de comercio; porque la política del comercio interior y exterior más segura, más exacta, más provechosa a la nación y al Estado consiste en la plena libertad de la competencia". (Máximas, XXV). No existe ponderación excesiva sobre la importancia de esta tesis en la Francia pre- revolucionaria del siglo XVIII. Si bien es cierto que las trabas feudales al desarrollo del comercio interno, existentes en esta época y reseñadas atrás, obstaculizaban el desarrollo capitalista en Francia, y aún' más, retrasaban el desarrollo de sus manufacturas en relación a Inglaterra, y que el libre-cambio exterior tendía a favorecer su deprimida agricultura, lo cual podría actuar como estímulo del extremismo libre-cambista. de los fisiócratas, sería miope no ver más allá de estos intereses inmediatos y perder de vista su trascendencia intelectual en una época que condenaba religiosa y materialmente el interés, consideraba pecado el egoísmo y veía en el mismo la causa de la desintegración y de los males sociales. Y he aquí una nueva doctrina, según la cual la búsqueda de la satisfacción individual no constituye una anormalidad sino que es el principió motor de la nueva sociedad. Y como si ello fuera poco, la suma de todos los egoísmos conducía a la felicidad social y se convertía en orden natural. "La plena libertad de la competencia", la plena lucha de unos intereses individuales con otros, sería el tejido constitutivo del orden de mayor conveniencia para la sociedad, su orden natural. Y, contra todo lo que podría pensarse anteriormente, la intervención del Estado para reprimir esta competencia sería causa de "los males que son el justo e inevitable castigo de la violación de las leyes físicas instituidas para operar el bien". Esta revolución en el pensamiento, sobre la naturaleza de la sociedad y las funciones del propio Estado, que quizás constituía apenas el descubrimiento de una sociedad nueva que se había gestado y desarrollado calladamente en la vieja, es magistralmente descrita por Arnold Toynbee (The Industrial Revolution, Cap. VII), aunque se refiera a Inglaterra, donde la situación por 1760 no era tan desesperada, debido a las regulaciones, como en Francia: "En 1760 Inglaterra se encontraba todavía en gran medida bajo el sistema medieval de detalladas y variadas regulaciones industriales. El sistema estaba efectivamente decayendo, pero ( t;~t /f~: :1",~,;. '~?;:J> 44 INTRODUCCION A LA ECONOMI~;;" no había sido aún desalojado por el moderno Principi~de la libertad industrial. Para entender el origen del sistema medieval debé~()s regresar a una época en que el Estado todavía se concebía como una:~ºstitución religiosa que abarcaba la totalidad de la vida humana. En una';~"pocacuando se juzgaba que era deber del Estado vigilar al ciudadano privaa;* en todas sus relaciones, y suministrarle no sólo su protección contra la vít>lencia y el fraude, sino también para su felicidad eterna, era apenas nat~ral que aquel intentara la imposición de una tasa legal de interés, salarios jU¡¡tos,mercancías honestas. Las cosas de importancia vital para la vida del h~ltlbre no eran dejadas al juego del azar o del egoísmo. Pues ninguna filosofi~."había intentado todavía identificar a Dios con la naturaleza: ninguna teqtía optimista del mundo había' reconciliado el interés público con los irl;tereses privados". Pero, ahora, los fisiócratas empezaban a hacerlo. Ahora<las regulaciones feudales se oponían a la "ley natural" y era necesario ques~i;:onformasen de a~~erdo a ésta, es decir, que saltaran hechas añicos y cedierál'l',sulugar a las condiciones de un rápido desarrollo capitalista. 'di~: '~".' Desde un punto de vista estrictamente teórico, la~[~rnportanciadel planteamiento fisiocrático sobre este "orden natural" y ~g~f!onsecuencias tampoco es exagerable, así n~ hayan intent~do suminist1~;;pru~ba a~~~ .so~re ~l aserto de que la plena competencia conduce a..))\it1lA situación optíma". Basta con que hayan planteado el problema, q},j,~Jfueretomado por A. Srnith para afirmar que cada quien buscando su(pi'opio interés individual puede contribuir al bienestar social más que si sé·lo propusiera la sociedad conscientemente, principio que hizo famoso con(.~~ metáfora de "la mano invisible" que conduce automáticamente a tal sit~ación sin que nadie se lo proponga, y cuya demostración es de tal complejida¡j,que ha tenido ocupados a los modernos economistas neo-clásicos más dé;;\,ln siglo hasta llegar a la formulación de la teoría contemporánea del "Equilitino General y el Bienestar", como se verá en el capítulo XIll. }-,>:',> Aún, con un enfoque diferente, compárese el pO$~~ladode Marx de que un sistema social entra en crisis revolucionaria para (lar lugar necesariamente a uno nuevo cuando sus "relaciones de producciQ'p;" se oponen (o dejan de corresponderle) al "desarrollo de las fuerzas prod;llctivas", con la siguiente descripción del "orden natural" que hace Dupo~tde Ne~ou~s ,~n la I~troducción a "Del Origen y de los Progresos de una,.xN"ueva CIenCIa ,pubhcada en 1768: "Existe, pues, un orden natural, esencilil y general, que encierra las leyes constitutivas fundamentales de toda$i:l~s sociedades.; un ord~n del cual las sociedades no pueden separarse sintser menos sociedades, sm que el estado político tenga menos consistenci~~!sin que sus miembros se encuentren más o menos desunidos en una situa4%ónviolenta; un orden que no se podría abandonar enteramente sin operar l~disolución de la sociedad y pronto la destrucción absoluta de la espe<i~~, humana". Posiblemente MERCANTIUSMO y FISIOCRACIA 45 forzando la interpretación, pero sólo para mostrar la fertilidad potencial del pensamiento fisioorático, podría argumentarse que el "orden natural" de Marx es la correspondencia entre las relaciones de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas. Y dicho "orden", como Dupont de Nemours lo señala, no puede ser roto "sin que el estado político tenga menos consistencia, sin que sus miembros se encuentren más o menos desunidos en una situación violenta". Los fisiócratas intentan, pues, la interpretación del sistema social sobre la base de unos hechos, unas leyes y unos resultados económicos nuevos, abriendo con ello toda una exploración filosófica sobre la naturaleza del nuevo orden económico y su relación con el Estado, actitud en la cual iban a ser seguidos por todos los grandes economistas que han suministrado así los elementos existentes de juicio sobre el capitalismo, lo cual llevó a Robert Heilbroner a decir de los mismos, en su libro intitulado "Vida y Doctrina de los Grandes Economistas": "Trata este libro de un puñado de hombres que pueden alegar un extraño título de celebridad. Si nos guiamos por las normas que rigen los libros de historia fueron seres sin importancia: no estuvieron al frente de ejércitos, no enviaron hombres a la muerte, no rigieron imperios y su participación en las decisiones que moldearon la historia fue escasa. Y, sin embargo, lo que ellos han realizado tiene en la historia una influencia más decisiva que muchas acciones de estadistas a quienes la gloria ha envuelto con el máximo brillo. Lo que estos hombres han hecho ha sido moldear y regir inteligencias humanas. Nos referimos a los grandes economistas. Sus ideas, sus aciertos y sus errores han conmovido al mundo" Keynes, unos 15 años antes (1936) de que Heilbroner escribiera lo anterior expresó más suscintamente la misma idea al finalizar su "Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero", de la siguiente manera: " .. , las ideas de los economistas y de los filósofos políticos, tanto cuando son correctas como cuando están equivocadas, son más poderosas de lo que usualmente se piensa. De hecho, el mundo es escasamente gobernado por algo diferente. Los hombres prácticos, que se creen a sí mismos completamente libres de cualesquier influencias intelectuales, son usualmente esclavos de algún economista difunto". I fLos fisiócratas causaron una de estas conmociones y legaron a la posteridad no sólo una idea filosófica sobre el capitalismo sino también una posición metodológica general sobre la existencia de leyes sociales objetivas, ricos filones teóricos para sus sucesores, por lo cual las diversas vertientes teóricas 46 INTRODUCCION ,~ lA ECONOMIA o doctrinarias les han asignado siempre un puesto notable en la historia del pensamiento económico. 1.2.3 El producto neto i'En su intento por exponer la "ley natural", aquella ~u; fuese más ber:efici?sa para el desarrollo y bienestar de la sociedad, los ñsiócratas no podían s,mo otorgar una extremada importancia a las fuentes de la riqueza, a las raíces que la alimentaban Y la hacían crecer, bajo el postulado explícito de que una mayor riqueza era siempre deseable. Y con esta indagación sobre las causas del crecimiento de la riqueza, los fisiócratas plantearon un ~ro?lema que se constituiría como fundamental para los desarrollos subsiguientes de la teoría económica general, no obstante que o a lo mejor precisamente p07~ue, sus análisis estuvieron fuertemente influenciados por los problemas específicos de la economía francesa de su tiempo. En efecto, tal como se señaló en la sección anterior, ha:ia mediados del siglo XVIII ni la agricultura ni la industria francesa habl~n alcanzado un desarrollo capitalista tan alto como el de Inglaterra deb~d~, entre otras cosas, a la supervivencia en un mayor grado de las rest~IC~lOne~y reglamentaciones de tipo feudal que obstaculizaban el comercIO. ínterior, como la prohibición de transportar granos entre las distin:~s regiones francesas, situación que, junto con otras circunstancias, en opmion de Ques~ay .e~taba arruinando a la agricultura francesa. Una aproximación adecu,ada al incipiente desarrollo capitalista de Francia en esta época se logra t,emendo en cuen~a que ni siquiera en Inglaterra, donde el capitalismo ,se ha~la. desarrollado mas libre y aceleradamente, tales restricciones se hablan aliminado totalmente por 1760, tal como lo indica Toynbee. En su artículo "Colonos", escrito a comienzos de 1756 para la Enciclopedia, Quesnay calcula que sólo 1(6 de las tierras culti~ad~s de .Fran~¡a lo son mediante métodos modernos (usando la mejor tecmca dlspon:ble -~on caballos+, invirtiendo capital en el cultivo y mediante arren~atanos ca~ltalistas) mientras que los 5(6 restantes lo son med~ante los ~etodos arc~ICos (técnicas atrasadas -con bueyes+, nula inversion de capital y mediante aparceros). Asimismo señala que "Este desas:re (el de l~ agricultura ~rancesa) puede ser atribuido a tres causas: l-la desercion de los hiJOSde los agrICultores, que se ven obligados a refugiarse en las grandes c!U~ades, dondeyevan las riquezas que sus padres emplean en el cultivo de las tierras; 2- los Impuestos arbitrarios que no permiten tener seguridades acerca del empleo de. los fondos necesarios para subvenir a los gastos de la agnc~;tura; ~- las m?lestlas que comporta el comercio de granos". En "G~~nos , escnt? a fmes ~e 1757, Quesnay plantea que las prácticas mercantlhstas del gobierno frances MERCANTIUSMO y FISIOCRAClA 47 tratando de proteger a la industria para forzar su desarrollo, mediante la prohibición de exportar granos para mantener bajo su precio interno y con ello bajos los salarios y los costos de producción de las manufacturas, y mediante la restricción de las importaciones de manufacturas de otros países, han sido causales de la ruina de la agricultura francesa: "Francia puede producir en abundancia todas las materias de primera necesidad y sólo puede comprar al extranjero mercancías de lujo -el tráfico mutuo entre las naciones es necesario para mantener el comercio-o Sin embargo, nos hemos dedicado principalmente a la fabricación y a la comercialización de los bienes que podíamos adquirir en el extranjero; mediante un comercio de competencia demasiado extramada, hemos intentado debilitar a nuestros vecinos y privarles del beneficio que obtenían al vendemos sus mercancías. Los efectos de esta política han consistido en extinguir el comercio recíproco entre nuestros vecinos y nosotros, un comercio que repercutiría totalmente en nuestro beneficio. Ellos han prohibido la entrada en su territorio de nuestras producciones y nosotros les hemos de comprar, de contrabando y a precios muy altos, las materias que empleamos en nuestras manufacturas. Para ganar algunos millones fabricando y vendiendo bellas telas hemos perdido miles de millones sobre el producto de nuestras tierras, mientras que la nación, engalanada con telas de oro y plata, ha creído gozar de un comercio floreciente";' . x Ya sea porque los fisiócratas veían que Francia tenía una ventaja comparativa , en la producción agrícola, que no se había aprovechado plenamente porque las políticas mercantilistas habían sacrificado el desarrollo de la agricultura al de la industria; o porque el incipiente desarrollo de la producción capitalista tanto en la agricultura como en las manufacturas francesas no les permitió identificar un excedente económico bajo la forma de beneficio del capital como un nuevo hecho de carácter general y permanente; o por el efecto combinado de tales circunstancias, o por otras razones, el hecho es que para desarrollar su análisis sobre las fuentes de la riqueza los fisiócratas estructuran un modelo teórico que los condujo a la conclusión de que solamente la producción agrícola era fuente de un excedente social capaz de aumentar la riqueza social, excedente al que dieron el nombre de "producto neto". Desde el punto de vista de la generación de tal excedente, entonces sólo la agricultura sería productiva mientras que las demás actividades" tales como las manufacturas y el comercio, aunque necesarias e indispensables para el funcionamiento social, serían improductivas de excedente, improductivas de "producto neto" y, por tanto, estériles en ese sentido. 1 Todas las citas de los artículos de Quesnay para la Enciclopedia Y del Tableau Economique son - tomadas de la edición española de los escritos de Quesnay realizada por Editorial Fon tarnara, Barcelona. ( 48 INTRODU"CION A LA ECONOMIA Así, en su primer "Diálogo con el señor H", Quesnay afirma del comercio: " ... el comercio, que no es sino un intercambio de valor por valor igual. .. ", es decir, que el comercio no crea nuevo valor, que se limita a transferir valores, y por tanto que " ... el comercio por sí mismo, y estrictamente hablando, es estéril". Y, en su segundo "Diálogo", Quesnay afirma de las manufacturas: " ... el valor venal de esas mercancías no es sino el valor mismo de la materia prima y de la subsistencia que el obrero ha consumido durante su trabajo y que el gasto de ese valor venal, repetido por el obrero, no es en el fondo sino un comercio revendedor", 1 En otras palabras, los fisiócratas supusieron un carácter artesanal para las manufacturas según el cual el valor de mercado de las mismas es apenas suficiente para reponer los costos de los medios de producción usados y para cubrir el "salario" del trabajador, sin dejar ningún excedente bajo la forma de beneficio del capital, ningún excedente capaz de incrementar el monto de la riqueza social, capaz de permitir la acumulación de capital. Y desde tal punto de vista, del excedente, la manufactura sería entonces una actividad estéril. Este último calificativo para la manufactura es subrayado por Quesnay al considerarla una forma de "comercio revendedor", actividad ya anteriormente clasificada como estéril. Como más adelante se verá, esta proposición de Quesnay, de considerar la manufactura como una forma de "comercio revendedor" podría ser esencial para poder aprehender la verdadera significación de la tesis ñsiocrática, Desde el' punto de vista de un juicio histórico, siguiendo a Ronald Meek, "No podemos reprochar a Quesnay ese empleo (del modelo artesanal, sin beneficio del capital, para las manufacturas): proporcionaba una aproximación bastante correcta a la situación de la industria francesa en el momento en que las ideas de Quesnay se desarrollaron. El modelo era patrimonio común de todos los economistas del momento, incluyendo el Adam Smith de las Glasgow Lectures"? Y si Meek señala lo que enseñaba Smith en Glasgow por la época en que Quesnay desarrollaba este modelo es, precisamente, porque fue Smith 20 años más tarde, en "Una Investigación Acerca de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones", quien propició o abrió las puertas a una gran revolución en el pensamiento económico al presentar el beneficio del capital, tanto en la agricultura como en las manufacturas, como un dato permanente, esencial e ineluctable para poder explicar la nueva realidad capitalista que 1 Las citas de los Diálogos de Quesna y, las Máximas y el Derecho Natural, así como las de Dupont de Nemours sobre "Del Origen y los Progresos de una Nueva Ciencia", son tomadas de la edición en español de escritos parciales de los fisiócratas realizada por el Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1967. 2 Meek Ronald, La Fisiocracia, Ed. Ariel, 1975, págs. 108-\09. MERCANTIUSMO y FISIOCRACIA 49 recién florecía en todo su esplendor. Pero, quizás, había que atravesar el Canal de la Mancha y esperar algún tiempo desde las lecciones de Glasgow para percibir plenamente tal realidad e incorporarla al pensamiento teórico. Sin considerar el beneficio sobre el capital invertido en las manufacturas o en el comercio como .una magnitud relevante sería, pues, lógico postular a la agricultura como la unica actividad productiva de excedente acumulable de producto neto, ya que, aun si se ignora el beneficio sobre el capital invertido en la agricultura, ésta rendirá siempre un excedente sobre los costos de producción y los costos de subsistencia de los trabajadores que no es otra cosa que las rentas que perciben los propietarios del suelo por permitir la explotación del mismo a manos de quienes no poseen la propiedad de tal recurso natural. Es así como en el modelo fisiocrático el excedente o producto neto va a parar en primera instancia, por derecho propio, a los terratenientes a quienes los fisiócratas llaman la clase de los "propietarios". Puede ser discutible, sin embargo, explicar la noción fisiocrática del producto neto, o de la agricultura como única actividad productiva de excedente basándose plena o solamente en la consideración de que los fisiócratas hicieron abstracción de la ganancia industrial y de la ganancia comercial. ~ien ,sabida es la importancia que tuvo el capital comercial y el capital a mteres en las fases antecesoras del desarrollo del capital industrial, es decir, antes del de~arr?llo pleno del capitalismo, y por ello su observación no pudo escapar ni siquiera a los primeros economistas. Recuérdese cómo mucho antes de los fisiócratas ya los mercantilistas hicieron del interés del capital un.o ~e sus pro?lemas fundamentales y, en opinión de Keynes, si no el principal uno directamente vinculado con el problema principal. De otro lado, son tantas las referencias de Quesnay y los demás fisiócratas al interés y a! beneficio de capital en sus diferentes escritos, que ello ameritó un capitulo completo ?el libro citado de Meek sobre ese aspecto específico. Ya en su primer artículo para la Enciclopedia, en 1756, Quesnay introduce como parte ?e los costos de la producción agrícola un interés del 40 lo anual sobn: el .:apltal y, en su segundo artículo, "Granos" (1757), al calcular la distribución del valor de la producción agrícola introduce explícitamente un rubro p.or concepto de "riesgos y beneficios". También son múltiples las referencias sobre el hecho de que la única forma de mejorar la agricultura es atraye~~o capitales hacia és~a, y que esto no puede hacerse sino mejorando su rentabilidad, lo cual suporna mejores precios para los granos y la libertad de comercio para los mismos. Como Meek señala, es posible que los fisiócratas incluyeran el beneficio sobre el capital agrícola en el mismo producto neto. Pero, aún partiendo del supuesto de que toda la producción manufacturera era de carácter artesanal resultaba imposible ignorar la ganancia comercial y los intereses del capital 50 INTRODUCCION A LA ECONOMIA a préstamo. Así, aunque los factores ya señalados pudieron haber sido decisivos en la formación del pensamiento fisiocrático, es necesario tener presente un elemento adicional. Tal elemento hace referencia a la posición fisiocrática sobre el origen de la demanda por productos manufacturados, por una actividad comercial en expansión y, en general, sobre el origen de la expansión económica en su conjunto. Posición ésta que es claramente' también un reflejo de las circunstancias históricas de su tiempo. En efecto, el desarrollo de la manufactura artesanal durante el período feudal descansa de manera muy importante sobre las demandas de la nobleza feudal, es decir, sobre el gasto de sus rentas que en manufacturas realiza esta clase social. Por tanto, puede afirmarse que el gasto de estas rentas se constituyó en una fuente decisiva para la expansión de la producción manufacturera y, por ello mismo, de la expansión comercial, con todo lo que el]o implica, incluida una demanda creciente de crédito para financiar la producción y el comercio en expansión. De esta manera, entre mayores fueran las rentas de tal clase social mayor sería la expansión económica en su conjunto. En otras palabras, los ingresos de manufactureros, comerciantes y prestamistas serían simples ingresos derivados del gasto de la renta de la tierra. Esta observación fisiocrática, que aparece claramente expresada en el tableau economique, que se comentará más adelante, fue extendida para tomar en cuenta el gasto que los productores agrícolas o "clase productiva" (q uienes toman en arriend o las tierras de la no bleza propietaria) realizan, a su vez, en productos manufacturados. El pensamiento fisiocrático toma, pues, en cuenta este elemento histórico y lo erige como su fundamento. Esto aparece nítidamente expresado en la definición de "clase estéril" que /' da el mismo Quesnay en su "Análisis de la Fórmula Aritmética del 'Tableau Economique' de la Distribución de los Gastos Anuales de una Nación Agrícola", escrito en junio de 1766. Dice allí Quesnay: "La clase estéril esta formada por todos los ciudadanos que se ocupan en servicios o en trabajos no agrícolas y cuyos gastos son pagados por la clase productiva y por la clase de los propietarios, clase que tamhién ohtiene sus rentas de la clase productiva". (Sub. Agregado). Así, pues, todos los gastos (o ingresos) de los ciudadanos que se dedican a actividades no agrícolas provienen en última instancia de las demandas que se hagan con los ingresos producidos por la agricultura, ya que las rentas de la clase propietaria provienen también de allí. La dinámica de todas las demás actividades económicas y, por tanto, de toda la economía en su conjunto provienen de la agricultura. Es necesario subrayar aquí que los fisiócratas tomaron este punto en forma inmediata de Cantillon, cuyo "Ensayo" contiene precisamente un capítulo (XII) que se intitula "Todas las clases y todos los hombres de un Estado subsisten o se enriquecen a costa de los propietarios de tierras". Cantillon es, pues, un ejemplo valioso de lo difícil que es cualquier clasificación pues, como se ve, no fue sólo un mercan- MERCANTIUSMO y FISIOCRACIA 51 tilista convencido, sino también un fisiócrata convencido, el primero de ellos. Y, aún muchos historiadores afirmarían que también fue un "clásico". Está implícito en tal planteamiento que la demanda por productos manufacturados no proviene, al menos en su forma decisiva de un intercambio r~cíproco de los productores manufactureros entre sí, Planteamiento que si bien puede reflejar con algún grado de fidelidad un hecho histórico, y ser en alguna medida apropiado para las circunstancias de la época, iba a ser superado por el desarrollo de los acontecimientos, particularmente por el acelerado y masivo desarrollo de la especialización del trabajo que se impuso c?n la implantación de los sistemas fabriles de producción, desarrollo que dio lugar a que la misma industria generara endógenamente nuevos mercados crecientes por productos industriales, y pasara al otro extremo de la cadena de causalídád generando nuevas demandas por productos de la agricultura. Precisamente, Adam Smith iba a centrar su atención en el hecho fundamental de que exist~, una relación indisoluble entre el grado de división del trabajo y la extensión del mercado. Pero, posiblemente, estos acontecimientos no hacen sino confirmar que la significación de una teoría no puede ser aprehendida sino en relación a las circunstancias históricas que la originaron. Sobre la base de la consideración anteriormente señalada, en que todo ingreso no agrícola tiene una fuente agrícola (gasto de la clase productiva -agrícolay de la propietaria +rentas+], bien hubiera sido posible para los fisiócratas aceptar la existencia de una ganancia industrial permanente pero argumentar que ésta no era más que una transferencia de rentas agrícolas, y que como tal la fuente de la ganancia industrial estaba en la agricultura, de la misma manera que su aceptación de la existencia de una ganancia comercial no los llevó por ello a considerar el comercio como una actividad productiva. Así, hubiera sido posible aceptar la existencia de una ganancia industrial y, por razones diferentes, considerar sin embargo a la clase manufacturera como una clase "estéril" en relación a la creación de "producto neto" de la misma manera que trataron la "esterilidad" del comercio. ' Pero, en cualquier caso, la argumentación fisiocrática apunta claramente ..lIh~cial~ tesis de .que l~,única fue~te real d~ un excedente (sob~e el consumo) l'dlspomble para mversion, es decir, para mcrementar la cantidad y calidad de los medios de producción, (aumento que consideraban imprescindible para incrementar la productividad del trabajo y, por tanto, la riqueza social), era la agricultura. Es por ello que en el pensamiento fisiocrático lo único que tiene tanta importancia como la agricultura es el excedente disponible para inversión, es decir, la acumulación de capital por parte de la sociedad. Y no podría ser de otra manera, pues producción agrícola y generación de excedentes de inversión son, en su modelo teórico, prácticamente la misma cosa. Si la agricultura ocupa un lugar de tanto privilegio es, precisamente, lNTRODUCCION 52 A LA ECONOMIA por ser la actividad que en el pensamiento físiocrático genera el.~xcedente para inversión. Podría prácticamente concluirse que la preocupacion cerryral de los fisiocrátas fue el máximo bienestar social, que para alcanzar este pensaban que se requería la máxima riqueza posible" ~ue para. accede; a ésta pensaban que se requería invertir o acumular el maximo posible y, solo. en el último lugar de esta secuencia y como una conclusión lógica, pensaban que la agricultura era la actividad más importante de todasporque era la ú~~ca que producía el "producto neto" disponible para la inversión o acumulación. Que la preocupación por la inversión o acumulación de capital constituyó el punto de partida y el eje fundamental de todo el pensamiento f~i~cráti~o se pone en evidencia desde el momento mismo en que aparece la ñsíocracía como escuela económica, con la conversión del Marqués de Mirabeau a tales ideas expuestas primariamente por Quesnay, conversión que implicó un abierto rechazo del Marqués a las ideas opuestas que él antes profesaba. Sobre esta conversión relata el propio Marqués: "Mi razonamiento (original) era el siguiente: la riqueza es el fruto que proviene de la tierra p~a utilizarlo los qpinbres; sólo el trabajo del hombre posee capacidad para ~ncreme?tar la riueza.:rm tanto, cuantos más hombres haya, mas trabajo habra~, y curui,i(tmás trabajo, mayor riqueza. P?r tanto, elcamino para la consecución de p~speridades: 1- incrementar el numero de hombres; 2- con esos hombres incréthentar el trabajo productivo; 3- con ese trabajo, incrementar la riqueza. En eSta posición me consideraba invulnerable ... " . "Mi interlocutor (Quesnay) me ~idió conceder a los hombres el mismo honor que s~ conce~e a las ovejas, pues todo el mundo que quiere aumentar su r~ban~ emplez.a _~or aumentar su terreno de pasto. Le repliqué que las ovejas solo constituían una causa secundaria de abundancia, mientras que el hombre era causa primaria de la creación de frutos. Empezó a reír y me pidió que me explicara mejor, y que le dijera si el hombre, cuando llego a la tierra, l.levaba ya en su bolsillo pan suficiente como para permitirle vivir hasta que la tierra preparad~, sembrada, cubierta de espigas, segada, trillada, etc., le alimentara. Me habla cogido: .o bien había que imaginar que el hombre había sabo:eado sus ~i~s y manos por J8 meses, como hace el oso en invierno, o habla que admlt~r que este creador de frutos había encontrado ya algunos que nunca habla sembrado. Me pidió, entonces, que tuvieraia amabilidad de reconocer que toda, la población subsiguiente tendría que haber disfrutado del mismo beneñcio; pues de otra forma no podría existir. En el caso de un loco, la exposición presuntuosa causa confusión y rabia; en el caso.,de u~ alm~ hone~ta proporciona comprensión y humildad. Eso me ocumo a mi. Pedí a mimaestro que me explicara y me enseñara ... "1 1 c.!ta de Mírabeau a Rousseau; Meek, op, cít., págs. 12·13-14. MERCANTILISMO y FISIOCRACIA 53 Así, la escuela empieza a formarse mediante el reconocimiento del capital adelantado. que se requiere para costear la subsistencia de los trabajadores, mientras llega el momento de recoger el fruto de su trabajo, período de espera que es efectivo en toda actividad económica del hombre civilizado aunque su duración pueda variar de una actividad a otra. Puesto que la necesidad más primaria del hombre, sin satisfacer la cual no puede vivir, es la alimentación, y aun otras necesidades fundamentales como el vestido guardan una estrecha vinculación con la producción agrícola, no se necesitaba recorrer mucho camino para deducir que el prerrequisito histórico de toda nueva actividad económica y su desarrollo fue la disponibilidad de un excedente agrícola, que le permitiera al hombre subsistir mientras, por un lado, se dedicaba a actividades no agrícolas y, por otro, esperaba los frutos de su trabajo agrícola. Lo que tipifica al pensamiento fisiocrático es el haber erigido este fundamento histórico de la expansión y variedad de la producción humana, en el fundamento explicativo del crecimiento de una economía de mediados del siglo XVIII. Por ello, en el modelo fisiocrático el crecimiento de todos los sectores económicos y de la economía en su conjunto aparece como una función dependiente del excedente agrícola, y también por ello Quesnay concluye que los productores de manufacturas no producen nada nuevo (ningún excedente), sino un valor que repone otro creado de antemano por la agricultura y ofrecido como excedente de la misma al servicio de la manufactura, a saber: el capital adelantado constituido, de una parte, por los bienes de subsistencia del trabajador y, de otra parte, por las materias primas (de origen agrícola). Obviamente, como ya quedó dicho, desde el punto de vista de su origen histórico el adelanto de alimentos, vestido y materias primas tuvo que haber sido de origen agrícola, tuvo que ser creado por la agricultura, y éste es quizás el único elemento racional detrás de la tesis de Quesnay, que podría explicar además porqué, no obstante la tendencia moderna a considerarla como una tesis absurda, ella, a lo largo de la historia del pensamiento económico, ha recibido siempre una gran atención y mucho análisis por parte de todas las escuelas económicas que han indagado por la historia de esta ciencia. Pero, durante el salto mortal de erigir el origen histórico del excedente que permitió el desarrollo de las actividades no agrícolas (y procedimientos más tecnificados en la misma agricultura) en el mecanismo explicativo del crecimiento de una economía que veía nacer el capitalismo, es decir, durante el proceso de hacer del excedente agrícola la fuente del crecimiento en una economía europea del siglo XVIII, los fisiócratas (justificada o injustificadamente) no examinaron o no alcanzaron a ver que en las condiciones industriales del naciente capitalismo, que iban a arrasar con los métodos artesanales la acumulación requerida típica, fundamental y distinti.va no era tanto' el capital adelantado para garantizar la subsistencia del trabajador (productos agrícolas), mientras éste termina su producto, como el capital adelantado 54 iNTRODUCCION A LA ECONOMIA en instrumentos de producción, máquinas e instalaciones (productos manufacturados). En realidad, una empresa contemporánea de fines del siglo XX, en la cual típicamente el capital adelantado en salarios constituye una fracción despreciable frente al capital adelantado en instrumentos, máquinas e instalaciones de origen no agrícola, al punto de que muchos economistas del mundo moderno cuando se refieren al capital (adelantado) sólo toman en cuenta los últimos elementos, constituiría una realidad por fuera de laperspectiva fisiocrática. Y tanto más cuanto que en el valor de la subsistencia de un trabajador contemporáneo de un país avanzado los alimentos constituyen una fracción mínima cuando se los compara con su importancia dentro del valor de la subsistencia de un trabajador de hace más de 200 años. Pero, naturalmente, sería un absurdo histórico exigirle a los fisiócratas que, en vez de un análisis fundamentado en ciertos parámetros quizás relevantes para su tiempo, hubieran sido adivinadores inequívocos del futuro. Para prever este dramático cambio en la naturaleza de la acumulación, y en el tipo de excedente que ella requería (ahora manufacturero), era necesario visualizar como un hecho generalizado e irreductible el desarrollo de la producción en serie, etc., y esto podía hacerse sólo esperando un tiempo a partir del momento en que surgió la escuela fisiocráctica, así fuera breve, de una o dos décadas, y trasladándose al país donde ello ocurrió por primera vez y donde floreció con mayor fuerza y nitidez que en cualquier otra parte: Inglaterra. Era Adam Smith quien, entre los magníficos.pensadores económicos de esta época, estaba situado en el tiempo y el lugar correctos para enfocar con claridad el fenómeno y legar a la posteridad el magnífico testimonio analítico de un drama que estaba revolucionando profundamente a la sociedad y, por consiguiente, las ideas que los hombres se formaban sobre la misma. 1.2.4 El impuesto único Aunque era imposible para los fisiócratas predecir todas las dramáticas transformaciones que llevaría a cabo el desarrollo de la economía capitalista, constituye parte de sus méritos el haber tomado como un hecho explícito en su modelo una indisoluble relación entre la rentabilidad privada (búsqueda del beneficio individual) y la asignación de recursos productivos de la sociedad (véase sección 13.6.2), al menos en lo referente a sus análisis de la agricultura francesa, cuyo atraso era explicado por los fisiócratas con base en tal relación, adelantando así los fundamentos del modelo general explicativo de la economía capitalista, modelo que relaciona los incentivos (o el "principio de racionalidad económica", véase sección 13.2)con la movilidad y la información, y que iría a constituirse en la base del sistema analítico de A. Smith y sería heredado por todos los economistas posteriores hasta nuestros días. Quizás por esta tradición de más de 2 siglos el alcance de tal planteamiento pueda MERCA.."IIlUSMO y FISIOCRACIA 55 parecemos hoy obvio, un hecho natural y, por tanto, carente de la dignidad necesaria para ser considerado como un paso crucial del pensamiento humano en su proceso de autocomprensión y de conocimiento de la sociedad. Pero no puede pensarse lo mismo cuando la historia real es examinada y se encuentra que los fisiócratas, por basarse en tales planteamientos, eran considerados por la mayor parte de sus contemporáneos como portadores de ideas extrañas y desconocidas hasta entonces. Y es que, con este planteamiento del problema, los fisiócratas estaban racionalizando la gran revolución subterránea que se había venido gestando dentro del marco de unas instituciones feudales caducas, que obstaculizaban la movilidad y la información, y llegaban hasta prohíbirlas, y que COndenaban el afán de lucro como un hecho amoral antinatural e indeseable. Y he aquí que los fisiócratas no sólo llegan a reconocer la realidad del lucro como un pivote fundamental e irreversible de la nueva economía, sino que llegan hasta presentarlo como la propia "ley natural", como la fuerza del progreso conducente al bienestar, a la cual se oponen las "anti-naturales" reglamentaciones y prejuicios feudales. Es dentro de tal contexto que la posición fisiocrática sobre los impuestos (o rentas para mantener al Estado) se desarrolla. Como los mercantilistas, los fisiócratas dieron una gran importancia a este aspecto económico, tradición que, continuarían los clásicos A. Smith y David Ricardo, dedicando el primero de estos el libro V de su "Riqueza de las Naciones" a tal tema y Ricardo intitulando su principal obra como "Principios de Economía Política y Tributación" . Hacía mediados del siglo XVIII existía un gran desorden tributario en Francia, con múltiples impuestos de diversa índole, muchos de ellos considerados por los fisiócratas inequitativos y desestimulantes de la inversión de capital en el campo, con dicha situación agravada por la gran arbitrariedad de que solía hacer uso el Soberano al imponer sorpresivamente nuevas cargas_ y sin previo aviso, sobre todo a la agricultura, lo cual impedía formarse una idea sobre los beneficios futuros que podrían esperar los productores agrícolas. Como ya se ha señalado, los fisiócratas establecieron una relación indisoluble entre el nivel de beneficio económico y la asignación de los recursos productivos pero, al examinar el tema de los impuestos que recaían sobre la agricultura, sofisticaron mucho más su modelo llegando a introducir explícitamente en el mismo los niveles de inversión, adelantándose en mucho tiempo a las modernas teorías de la inversión. Es así como plantearon que el elemento de arbitrariedad en la imposición de las cargas tributarias sobre los productores agrícolas ("clase productiva"), no les permitía a éstos formarse una idea aproximada sobre los beneficios que recibirían por la inversión de su capital en la agricultura, ya que en cualquier momento tales beneficios podrían ser drásticamente reducidos por una nueva carga tributaría imprevista e imprevisible en el momento de hacer la inversión. Y es que, de hecho, la política de la Corona habia-sído precisamente la de gravar en la ( 56 INTRODUCCION A LA ECONOMIA medida de lo posible a la clase productiva cuando el aumento de sus beneficios se hacía evidente. Los fisiócratas se opusieron a esta política, declarándola perjudicial para la sociedad en su conjunto y contraproducente para la propia Corona, argumentando que, de un lado, el elemento de .arbitrariedad que no permitía prever los beneficios futuros desterraba el caP.ltal del sector. agrícola hacia otros sectores económicos, con lo cual se redu~la el producto neto global, la agricultura permanecía pobre y atrasada y el mismo Soberano se empobrecía, pues las pobres rentas de la tierra (muy bajo producto neto) no permitirían pagar altos impuestos. De otro lado, argumentaron que los beneficios del capital invertido en la agricultura eran en realidad el fondo que disponía la "clase productiva" (productos agrícolas) para mantener en buen estado las tierras y demás medios de producción, y para mejorar tales medios de producción. Por consiguiente, que reducir los beneficios del capital invertido en la agricultura era reducir ?ich~ fondo y empobre?er de esa manera al reino en su conjunto. En síntesís, esta argumentación conduce a la conclusión de que las rentas para el sostenimiento del Estad2_ deben provenir de las rentas de los propietarios de las tierras, no de 100 beneficios del capital invertido en la agricultura. Como las demás actividades se consideran "estériles", es decir, no producen un excedente sobre la reposición del valor de las materias primas y del valor dela subsistencia de los trabajadores, ellas no entran a jugar un papel determinante en la financiación de los gastos del Estado o del Soberano. Por tanto los fisiócratas llegaron a la conclusión de que en orden a maximizar el "p;oducto neto" y con ello la riqueza de la soci~dad, se re~u.ería est.ablecer un solo impuesto sobre la renta de la tierra: el Impuesto umco. ASI, en su "Análisis de la Fórmula Aritmética del Tableau Economique ... ", Quesnay dice: "Los propietarios, el soberano y toda la nación han de tener interés en que los impuestos se establezcan entera e inmediatamente. sobre las rentas de la tierra, ya que cualquier otra forma de establecer los lm~uestos iría en contra del orden naturalpor ser perjudicial a la reproduccion y al impuesto ... ". Por supuesto, ésta era una propuesta revolucionaria que en la ~rác.tica intentaba conciliar los intereses del Soberano con los de la clase capitalista, en contra de los intereses económicos de la nobleza terrateniente. Las peculiaridades de la revolución a~tifeudal en F.ra~cia dieron a est~ propuesta un destino ambivalente, con algún avance práctico en ese sentido y movimientos posteriores en el sentido opuesto. Per~, quizás, esto ~:a apenas un indicio de la violencia con que había de culminar la R.evoluclOn ~rancesa. De todas maneras, el hecho de que tales propuestas tuvieran su ongen .e~ el propio Palacio de Versalles, donde Quesnay ocupab~ s~ puesto d: ~edlco de la Corona, era bien sintomático de las contradicciones econormcas y MERCANTILISMO y FISIOCRACIA 57 políticas de aquella época. Pero, desde un punto de vista teórico, esta tesis fisiocrática no iba a morir tan rápidamente. Su argumento central, el de que los impuestos sobre el beneficio del capital al reducir los fondos disponibles para inversión iban en detrimento del crecimiento económico y del progreso de la sociedad, y que por tanto la carga tributaria debería recaer fundamentalmente sobre las rentas de la tierra, volvería a ser plasmada en un modelo teórico más sofisticado, libre de muchas de las abstracciones fisiocráticas, fundamentado en una teoría muy acabada del valor y de la renta del suelo, en el modelo de Ricardo, y daría lugar a una de las controversias más largas y también más actuales del pensamiento económico: la de si maximizar los fondos disponibles para inversión, es decir el ahorro, el exceso de ingreso sobre consumo, es en realidad la fuente básica del progreso en las economías capitalistas o de si, por el contrario, tal maximización sería un obstáculo fundamental para el crecimiento económico capitalista. Y de esta polémica que dejaron planteada los fisiócratas no pudieron escapar Smith, ni Ricardo, ni Malthus, ni Marx, ni Keynes, ni los opositores contemporáneos de las ideas de éste último. Tal ha sido la permanencia en la teoría económica de esta preocupación central de los fisiócratas, directamente vinculada a sus ideas de "leyes naturales", bienestar y progreso. 1.2.5 Las clases y el "Tableau Economique" El "tableau economique" de Quesnay, es un modelo fundamentado en ciertos conceptos teóricos y en algunos parámetros estadísticos (datos aritméticos), cuyo propósito fundamental es mostrar claramente porqué y mediante qué mecanismos al reducirse el producto neto de la agricultura se reduce la riqueza de la sociedad en su conjunto, y al aumentar el producto neto agrícola aumenta la riqueza social. Desde el punto de vista metodológico ha tenido gran influencia en el desarrollo de la ciencia económica y ha recibido la admiración de todos los grandes economistas, que han visto en él el primer modelo económico completo y general, con todos sus elementos explícitamente definidos y lógicamente coherentes entre sí. Es decir, utilizando la terminología moderna, podría decirse que además de teórico, fue un modelo econométrico (en cuanto intentaba cuantificar ciertos fenómenos económicos) y dinámico, en cuanto intentaba mostrar no sólo el resultado de un proceso sino también su origen y sus diversas etapas. Además puede decirse que también sirvió como "modelo de simulación" para conocer el comportamiento cualitativo y cuantitativo de ciertas variables ante acciones de políticas económicas alternativas. En realidad, todo lo expresado en las secciones anteriores sobre la fisiocracia constituye el conjunto de elementos teóricos que sirven de fundamento al tableau economique, por lo cual no serán nuevamente discutidos aquí. 58 INTRODUCCION A LA ECONOMIA En estos tér.ainos, y aparte de las características señaladas en el primer párrafo de esta sección, sólo restan por comentar, quizás, tres aspectos del tableau (o cuadro económico de Quesnay): Primero, cómo el concepto de "clase social" aparece explícitamente como una necesidad analítica imprescindible para explicar la naturaleza y las leyes del sistema económico. Por ello un prerrequisito para desarrollar el tableau es la conclusión de Quesnay de que "La nación se reduce a tres clases de ciudadanos: la clase productiva, la clase de los propietarios y la clase estéril". Aunque esta clasificación específica de las clases obedecía a los propósitos analíticos de los fisiócratas, siendo modificada posteriormente por la clasificación de A. Smith, la cual fue adoptada por Ricardo, Marx y las teorías modernas en general, debe subrayarse el hecho de que, a partir de los fisiócratas, ninguna teoría económica ha podido desarrollarse sin la abstracción que lleva al concepto de "clases sociales" o de las clases de ingreso que existen en la sociedad y sobre cuya base se clasifica a los individuos. Los fisiócratas vieron claramente y legaron a la posteridad la conclusión de que sin la abstracción de "clase social" las leyes del sistema económico no podían ser descubiertas ni racionalmente expuestas. Segundo, en sus análisis y cuantificaciones los fisiócratas distinguen claramente entre dos tipos de inversión de capital, o de avances de capital, requeridos los dos para la actividad económica: los "avances originales", que se hacían sólo una vez y permitían el establecimiento por primera vez de la actividad económica, y los "avances anuales" que permitían que dicha actividad se reprodujera cada año y que estaban constituidos por los pagos en salarios para los trabajadores durante el año y otros gastos anuales, de tal manera que los avances anuales debían hacerse cada año. Más tarde, esta misma clasificación, recibiendo los nombres nuevos de "capital fijo" y "capital circulante", se convertiría en una fecunda fuente de problemas teóricos, particularmente en lo que a las leyes de la determinación de los precios se refiere, siendo de particular relevancia en el debate sobre la consistencia general del marco teórico de David Ricardo y del marco teórico de Marx, debate que tan recientemente como en 1960 seguía produciendo frutos de la altura de la obra de Piero Sraffa. V Y, tercero, el "tableau econornique" se considera hoy en día como el primer modelo de relaciones económicas intersectoriales, en el sentido de que explícitamente mostraba y cuantificaba los efectos de un sector económico sobre los demás, es decir, la interdependencia cualitativa y cuantitativa de los diversos "sectores" que componen el sistema económico. Aunque el tableau original, con su secuencia de números, debido a su carácter dinámico que pretendía describir un proceso de aumentos y disminuciones del producto neto, se ofrecía a primera vista muy difícil de entender, al punto de que el propio MERCANTILISMO y FISIOCRACIA 59 Quesnay y sus discípulos tuvieron que ofrecer repetidas explicaciones, el aspecto de las relaciones intersectoriales en sí suele explicarse fácilmente recurriendo al estado de "equilibrio" que alcanzaría el sistema económico en el hipotético caso de que todos los consejos de los fisiócratas se hubieran puesto en práctica y, por tanto, el producto neto alcanzado por la sociedad fuera el máximo posible de acuerdo a las posibilidades técnicas existentes. (Como se recordará, entre estos consejos fisiocráticos figuran el de eliminar toda restricción que obstaculice el comercio, particularmente de granos, y toda restricción a la libertad .de los individuos para dedicarse a lo que consideren más conveniente, laissez faire -Iaissez passer, así como la eliminación de los impuestos arbitrarios y demás elementos que no hacen rentable la inversión de capital en la agricultura). En esa fase de equilibrio hipotético y final hacia la cual tendería el sistema económico, con su producto neto maximizado, después de un proceso de sucesivas fases de expansión, la reproducción anual del sistema podría ilustrarse como sigue, utilizando los datos simplificados que el propio Quesnay ofrece en su "Análisis de la Fórmula Aritmética del "I'ableau Economique' de la Distribución de los Gastos Anuales de una Nación Agrícola", escrito en junio de 1766: 1. La clase productiva realiza adelantos anuales por el valor de 2.000 millones de libras (que "no deben confundirse con los adelantos primitivos, que forman el fondo de establecimiento del cultivo y que importan alrededor de cinco veces más que los adelantos anuales"). 2. El valor de la producción agrícola así alcanzado es de 5.000 millones, que se distribuyen y reproducen tal como muestra el cuadro 1. 2. 1. En relación con el cuadro 1. 2. 1. puede anotarse lo siguiente: [, "Así, el gasto anual de la clase productiva es de tres mil millones, d os mil millones en producciones que retienen para su consumo y mil millones en obras que compra a la clase estéril. Estos tres mil millones forman lo que se llaman LAS RECUPERACIONES de la clase productiva, de las que dos mil millones constituyen los adelantos anuales que se consumen por el trabajo directo de la reproducción de los cinco mil millones que esta clase hace nacer anualmente para restituir y perpetuar los gastos que se aniquilan por el cunsumo; los otros mil millones son retirados por esta clase de las ventas para obtener los intereses de los adelantos de su establecimiento". (Quesnay, op. cit.). ( 60 INTRODUCClON MERCANTILISMO y FISlOCRACIA A LA ECONOMIA CUADRO 1.2.1 ii- La clase estéril ha realizado adelantos anuales de 1.000 millones por concepto de materias primas (y, sintomáticamente, no se estipula ningún "adelanto primitivo" de esta clase). Estos 1.000 millones son repuestos anualmente con las compras por ese valor que hace la clase productiva en manufacturas. "Por tanto, estos adelantos no producen nada: gastan, se devuelven y de año en año quedan en reserva". (Quesnay, op. cit.). El consumo anual de la clase estéril es financiado con los 1.000 millones que recibe por venta de manufacturas a la clase de los propietarios, Así, la clase estéril no produce ningún excedente, o "producto neto". El Flujo Circular del Tableau Economique ~ = / 5.000' = V/r. de la Producción Agrícola ingresos Brutos d e la Clase Prod uctiva, que son gastados así: t -. gastados en 2.000' agrícolas, es productos decir, pagados a la propia clase productiva .~ el valor para comprar de la subsistencia de los .g o agrícolas. trabajadores 1.000' ga stados en productos m anufacturados comprado s a la clase stérll. 2.000' en Rentas pagadas' a la clase de los propietarios. Con estos 2.000' los propietarios gastan: " o': ~ (J'" ~ •.. \.®o· en alimentos (c~pras a la clase 'é,productiva) 1.000' en rnanufacturas (comprados a la clase estéril). 4 s 1.000 , en compras de alim entos a la clase productiva 'o"!" 1.(1()0· 3.000', + = 2.000' ventas de la -, ~ '" '"o :; iii o o '" '"~ N ~ i:O .:: $ 1.000' en compras de materias primas a la clase productiva. -; 'O ¡... y 2.000' iv-El tableau constituye un "flujo circular" porque muestra cómo el gasto fluye entre todas las clases y cómo dicho gasto autoperpetúa las condiciones que permiten la reproducción del ingreso agrícola original año tras año. En otros términos, el tableau muestra cómo de la producción surge el ingreso, y cómo de la distribución de éste surgen las demandas sectoriales que justifican la producción nuevamente, en una escala similar año tras año. w > 11 '"!o" '" + 3.000 íii-Por el contrario, el valor producido por la clase productiva, o los agricultores, no sólo es suficiente para recuperar sus adelantos, incluido su' consumo anual, y para mantener su fondo de reserva, sino que deja un excedente de 2.000 millones que se pagan a los propietarios por concepto de rentas, de las cuales, según Quesnay, 2/7 serían suficientes para pagar los impuestos necesarios para el Soberano (o sea un impuesto único sobre las rentas equivalentes a 2/7 de las mismas), 1/7 podrían pagar los diezmos de la iglesia y 4/7 quedarían netos para los propietarios. Y, o! La clase estéril recibe entonces $ 2.000', que gasta .a sí: / 61 =r-- 2.000' 3.000' 5.000'. V Ir. total de de la las ventas clase productiva. En seguida, Quesnay pasa a explicar cómo estos intereses son esenciales para que la clase productiva pueda hacer frente a las reparaciones ~ontinuas y los accidentes imprevistos "como las heladas, el granizo, el anublo, las il1undaciones, la muerte del ganado, etc.", concluyendo que si los agricultores no dispusieran de este fondo de reserva la agricultura sufriría un deterioro continuo y su capital se aniquilaría paulatinamente, con lo cual el producto neto se reduciría permanentemente, resultando perjudicada (inalmente toda la nación. Pero no debe olvidarse que ésta sólo es una representación simplificada del tableau, bajo condiciones de un equilibrio hipotético como punto de llegada, después de un largo proceso en el que, a partir de unas condiciones iniciales, todas las magnitudes del sistema crecen. Así, los fisiócratas presentaron las relaciones intersectoriales de la economía tanto con una "reproducción ampliada" de año en año, como con una "reproducción simple", con la misma escala año tras año. Sería difícil exagerar la importancia que este modelo tuvo como inspiración para el desarrollo de los modelos intersectoriales de producción y gasto más complejos y modernos, que han permitido un gran avance de la teoría económica en la comprensión del funcionamiento del sistema económico, y entre los cuales pueden rápidamente traerse a cuento los esquemas de reproducción simple y ampliada de Marx , el modelo de equilibrio general de Walras, el sistema de insumo - producto de Leontief y el modelo del sistema de precios de Sraffa_ (véase seco1 7.4), sin los 62 INTRODUCCION A LA ECONOMIA cuales la teoría económica moderna tendría que avergonzarse frente al revolucionario proceso de abstracción que constituyó el cuadro de Quesnay para hacer inteligible el complej isimo problema económico de la creación y la circulación del gasto, y sin los cuales "la medida de nuestra ignorancia económica" sería hoy en día, con relación a los cambios que ha experimentado el sistema económico, quizás mucho mayor de lo que alguna vez pudo ser dicha medida entre los primeros economistas. Capítulo 11 La economía clásica UNIVERSIDAD BIBLIOTECA DE AN1'IOQUIA CENTRAL CAPÍTULO II LA ECONOMÍA CLÁSICA 2.1 Adam Smith (1723-1790) 2.1.1 Antecedentes, manufactura y división del trabajo El 9 de marzo de 1776, precisamente a 20 años de la publicación del primer artículo económico de Quesnay (colonos) y a sólo un decenio de haber sido escrito su "Análisis de la Fórmula Aritmética del Tableau Economique", al otro lado del Canal de la Mancha, en Inglaterra, ve la luz la primera edición de "Una Investigación acerca de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones", libro que iría a ser considerado por la posteridad como un hito del pensamiento económico y al que muchos no vacilan en conferirle la paternidad de la ciencia económica moderna. Y es que, aparte de constituir una monumental síntesis enciclopédica del conocimiento económico que se había acumulado hasta este momento, la "Riqueza de las Naciones", como at.reviadamente suele llamársele, presenta el primer modelo teórico coherente que involucra prácticamente todas las características tipificantes del modo de producción capitalista, eliminando muchas de las limitaciones analíticas que para el estudio de este sistema presentaban los modelos anteriores, incluso los más desarrollados como los de Cantillon y los Fisiócratas. Con ello, Smith pudo dar solución a muchos de los problemas fundamentales que ahogaban cualquier intento de comprensión general del sistema y, obviamente, puesto que ninguna contribución teórica es absoluta en el sentido de agotar totalmente la realidad, ni siquiera todas las contribuciones sumadas que conforman una ciencia entera, entre otras cosas por limitaciones 66 INTRODUCClON A LA ECONOMIA de carácter histórico, aparte de las limitaciones propias de los seres individuales, también legó a sus sucesores una larga serie de complejos problemas insolutos cuyos intentos de solución han sido parte esencial de todos los desarrollos teóricos subsíguientes. De lo anterior resulta claro que Smith alimentó su pensamiento económico de las contribuciones y problemas que dejaron planteados tanto los mercantilistas como los fisiócratas y es así como el pensamiento de unos y otros es expuesto, analizado y criticado en la "Riqueza de las Naciones". Particularmente, es sabido que Smith tuvo un conocimiento de primera mano de las tesis fisiocráticas pues permaneció durante algún tiempo en Francia, precisamente durante el apogeo de las tesis fisiocráticas y cuando ya estaba preparando su "Riqueza de las Naciones", y según referencia del Profesor Manuel Agustín Aguirre, Smith hubiera dedicado este libro a Quesnay de no haber fallecido el gran fisiócrata dos años antes de la publicación de la "Riqueza de las Naciones". De otro lado, su relación con el pensamiento mercantilista, al cual dedica directamente o indirectamente más de 200 páginas, es obvia pues, como se vio en el capítulo anterior, esta política fue definitiva en la consolidación del capitalismo inglés, se extendió en tal país por un período quizás mayor a 2 siglos y constituyó allí un tema esencial y permanente de debate, no sólo en los círculos económicos sino también en los políticos. Como si esto fuera poco, debe recordarse que, tal como se explicó en el Capítulo IX (véase sección 9. 9. 1), Smith fue el padre de la teoría de la "ventaja absoluta" en el comercio internacional, que era la argumentación teórica de su posición plenamente librecambista, para llegar a lo cual tuvo que intentar una refutación detalladísima de los argumentos proteccionistas típicos de la literatura mercantilista. Esto explica, pues, la extensión que dedica en la "Riqueza de las Naciones" a las tesis mercantilistas, y sería imposible encontrar un teórico para quien los argumentos del proteccionismo sean más importantes que para el propio forjador de la teoría del libre-cambio. (Sobre los condicionantes históricos y económicos del surgimiento de la teoría del libre-cambio y, por tanto, de la posición mundial de Inglaterra en el momento de escribirse "La Riqueza de las Naciones", véanse secciones] 19.10.1, II 1.1.1 Y 1.1.4). Pero, naturalmente, las influencias intelectuales sobre el pensamiento de Smith no se agotan allí. Es necesario recordar que Smith recibió instrucción académica en las universidades de Glasgow y Oxford y que durante largo tiempo fue profesor de lógica y filosofía moral en la primera de éstas. Precisamente, llegó a esta posición como sucesor de su maestro Hutcheson, quien era un exponente de las teorías sobre el "orden. natural" de quien, siguiendo a Eric Roll, "tomó Adam Smith la fe en el orden natural. La escuela naturalista de filosofía a que perteneció había tenido una tradición LA ECONOMIA CLASICA 67 ininterrumpida desde los últimos estoicos y espicúreos griegos. Reapareció en las obras de los estoicos romanos, como Cicerón, Séneca y Epícteto, recibió gran impulso en el Renacimiento y la Reforma, volvió a aparecer en forma modificada, en Bacon, Hobbes y Locke, y llegó a su pleno florecimiento en los escritos de Smith, de los fisiócratas y de los radicales posteriores". Seguramente, esta posición filosófica tuvo una influencia decisiva en su desarrollo de la tesis fisiocrática de que el interés privado dejado a su libre actuación y a las fuerzas libres de la competencia era la principal fuente de bienestar público, tesis que Smith sustenta con argumentos económicos, más específicos y verificables que los de los fisiócratas, y que se iría a proyectar hasta los desarrollos más novÍsimos de la teoría "neoc1ásica" contemporánea del bienestar. Por supuesto, con todo lo antiquísimos que puedan ser los fundamentos de un planteamiento sobre el "orden natural", sólo con el desarrollo del capitalismo que garantizó el afán de lucro, la libertad de comercio, la libertad de contratación, la libertad de empresa y la libertad de movimiento, se manifiestan las condiciones históricas objetivas que permiten proyectar tal filosofía naturalista al plano específico de la realidad económicay de una .política económica "ideal", pero tales condiciones ya se habían insinuado con una fuerza incontenible en la Francia de los fisiócratas y, al otro lado del canal, con un mayor desarrollo y un mayor tiempo de gestación estaban esperando, como toda nueva realidad, la indagación y racionalización del hombre. Es así como, 17 años antes de la publicación de "La Riqueza de las Naciones", Smith publica "La Teoría de los Sentimientos Morales", obra filosófica en la cual anticipa los fundamentos del orden natural que han de impregnar en forma decisiva a "La Riqueza de las Naciones". De otro lado, no podría quedar sin mención la vasta erudición histórica de Smith, de la cual hace gala en prácticamente todos los temas que toca, y que le permite no solamente argumentar sobre la validez de sus premisas como reflexiones del mundo real, sino también verificar muchas de sus conclusiones y llegar a plantearse una perspectiva sobre el devenir de la realidad económica. Pero, quizás, muchas de las características de la obra de Smith, entre las cuales la mayoría de sus analistas dan un lugar preferencial al optimismo, al punto de que Heilbroner se refiere a su obra como "El Maravilloso Mundo de Adam Smith", no podrían comprenderse sin señalar algunos rasgos distintivos de la realidad económica que le correspondió observar y que fue la materia prima de su revolucionaria construcción teórica. Ante todo cabe señalar que, aunque las relaciones capitalistas de producción se habían afirmado ya con tanta nitidez en la Inglaterra de esta época que Smith está en capacidad de identificarlas plenamente y de hacerlas la condición general y fundamental de su sistema, ellas correspondían al período manufacturero , que antecedió a la llamada "Revolución Industrial ", es decir, que antecedió 68 INTRODUCCION A LA ECONOMIA al período caracterizado por lo que Marx llamó "la maquinaria y la gran industria". Durante este período manufacturero aparece y se desarrolla la "fábrica" ¡ la conglomeración de muchos obreros en un mismo sitio de trabajo, conglomeración que facilita la división y especialización del trabajo, revolucionando los métodos artesanales tradicionales y típicos de la economía feudal. En efecto, si los procesos artesanales se caracterizan por una relativa autonomía del "maestro", que trabaja en su propio taller, ayudado cuando más por un puñado de oficiales y aprendices, (cuyo futuro esperado es también el de llegar a maestros en su propio taller), y porque la obra realizada es una unidad -íntegra cuyas diversas facetas y etapas son todas dominadas y trabajadas por el maestro, la manufactura fabril rompe con todas estas condiciones. En primer lugar, ella se fundamenta sobre la relación del trabajo asalariado, es decir, sobre la separación de los productores directos como obreros libres y la propiedad de los medios de producción o, en otras palabras, sobre Un mercado de fuerza de trabajo ya desarrollado. Y, en segundo lugar, al basarse en la fábrica, desarrolla la especialización del trabajo convirtiendo la labor de cada operario en una operación simple y meramente parcial cuyo producto no es la obra final sino apenas una parte de ésta o, ron el tiempo, una parte de una parte de ésta. Para obtener el producto final se requiere, pues, de una coordinada cooperación de un conjunto relativamente grande de operaciones parciales y, por tanto, de obreros "parciales". Esta especialización del trabajo, al simplificar las operaciones de cada obrero, incrementa dramáticamente la productividad del trabajo y permite el uso de instrumentos de producción cada vez más especializados y precisos. Esta fue la fábrica típica que correspondió a Smith observar y de la cual hizo vívidas, y hoy famosas, descripciones. Naturalmente al contrastar el proceso de producción artesanal con la manufactura Iabril capitalista, particularmente en términos de productividad, se evidenciaba una revolución sin precedentes sobre la capacidad de la organización social para incrementar su riqueza. No es de extrañar, pues, que Smith comparara las condiciones de consumo de un obrero de su tiempo con las de un monarca primitivo y llegara a la conclusión de que el primero, con mucha ventaja, salía con seguridad mejor librado. Y resulta completamente lógico que en su indagación sobre las causas de la riqueza de las naciones hubiera concluido dándole un lugar de privilegio a la división del trabajo. Un camino progresivo e inextinguible hacia la riqueza aparecía así abierto, limitado sólo por la extensión o amplitud del mercado, ya que si cada individuo o nación se limitara a producir por sí mismo todo lo que necesita, entonces no habría especialización del trabajo, es decir, a menor mercado por los productos de los demás corresponde un menor grado de divis~ón del trabajo y, por tanto, una menor productividad, es decir, una menor riqueza, Así riqueza y especialización del trabajo llegan a identificarse, estando su LA ECONOMIA CLASICA 69 límite en todo lo que limite el mercado. La más plena libertad de comercio interior y exterior, que permite el máximo grado de especialización posible, sería entonces la condición básica de la máxima riqueza. Rompiendo las trabas a la libertad de comercio se abría, pues, un maravilloso mundo. La cooperación, simplicidad y especialización de operaciones que caracterizan a la manufactura fabril constituyen el punto de partida, la génesis indetenible, de "la máquina", del mecanismo que coordina (hace cooperar) varios o muchos instrumentos simples de trabajo sin que ninguno de estos instrumentos individuales esté accionado directamente por el hombre. El desarrollo de la maquinaria que, por un lado, iría a modificar directa y drásticamente las condiciones de producción y de trabajo de los obreros y, por tanto, tomaría lugar junto con fenómenos como las crisis (o depresiones), el desarrollo del movimiento obrero y una concentración muy acentuada del capital no alcanzó, sin embargo, a ser presenciado por Smith ni, mucho menos, a quedar involucrado dentro del análisis de "La Riqueza de las Naciones". Así, aunque la máquina de hilar de John Wyatt que según Marx. "había de desencadenar la revolución industrial del siglo XVIII" fue anunciada por su inventor en 1735, sólo hasta la séptima década del siglo XVIII empezó a revolucionar la producción, después de muchas mejoras introducidas por Hargreaves (1764) y Arkwright (1771). Igualmente significativo es el hecho de que solamente en abril de 1784 se expide la patente a Watt por su máquina de vapor. El mundo m~nufacturero de la "Riqueza de las Naciones" es, pues, un mundo que no alcanzo a presenciar la gran industria basada en la maquinaria, y por ello mismo sus lógicas limitaciones históricas constituyen un homenaje al hombre y a la obra que tan hondo lograron llegar en la explicación del funcionamiento del sistema económico capitalista. 2.1.2 El precio natural y las clases sociales "La totalidad de lo que es anualmente recibido o producido por el trabajo de toda sociedad, o lo que es lo mismo, la totalidad de su precio, es de esta manera originalmente distribuida entre sus diferentes miembros. Salarios, ganancia y renta son las tres fuentes originales de todo ingreso como también de todo valor en cambio. Todo otro ingreso es finalmente derivado de alguna de las anteriores". "En toda sociedad o región hay una tasa ordinaria o promedia tanto de los salarios como de las ganancias en cada empleo diferente del trabajo y del capital". "Asimismo, en toda sociedad o región hay una tasa de renta (del suelo) ordinaria o promedia ... ". "Estas tasas ordinarias 70 !NTRODUCClON LA ECONOMIA CLASICA A LA ECONOMIA o promedias pueden ser llamadas las tasas naturales de los salarios, la ganancia y la renta, en el momento y lugar en que ellas prevalecen de forma general". Con estas proposiciones, extractadas de los Capítulos VI y VII de "La Riqueza de las Naciones", Adam Smith establece uno de los más significativos. avances analíticos de la ciencia económica, lo cual se pone de relieve cuando ellas se comparan con las premisas del modelo fisiocrático. La división en clase estéril, clase productiva y clase de los propietarios es sustituida ahora por la clase perceptora de salarios (trabajadores asalariados), la clase perceptora de ganancias (propietarios del capital) y clase perceptora de rentas (propietarios de la tierra o terratenientes, la misma clase propietaria de los fisiócratas). Siun avance de los fisiócratas fue haber introducido el concepto de clase pues, como se anotó en dicho capítulo, sin tal concepto la construcción de una teoría sobre las leyes que regulan la distribución del ingreso y el funcionamiento económico en el sistema capitalista hubiera sido imposible, corresponde a Smith haber identificado con precisión las verdaderas clases componentes de la economía capitalista. Y la importancia teórica de esta identificación se pone de manifiesto en el hecho de que ninguna teoría económica hasta el momento ha podido prescindir de tal división, siendo adoptada por todos los economistas subsiguientes, entre ellos los padres de las principales vertientes teóricas contemporáneas como Ricardo, Marx, Keynes, Sraffa, Kalecki y los neoclásicos, habiéndola popularizado estos últimos en sus libros de texto con su famosa proposición de que "los factores de la producción son la tierra, el trabajo y el capital". Por supuesto, esta contribución de Smith descansa sobre su observación de que las tasas de salarios, de ganancia y de renta tienen siempre un nivel positivo ordinario o promedio, "natural", y que, por tanto, constituyen un fenómeno permanente de la sociedad capitalista, no un fenómeno transitorio, casual o meramente accidental, Es decir, que sus oscilaciones en cualquier mercado particular se producen alrededor de un valor que siempre es positivo, que nunca se anula de manera permanente, y que está determinado por ciertas leyes o condiciones técnicas y sociales de la producción. La permanente reducción de los salarios, las ganancias y las rentas de cualquier actividad económica particular a sus tasas naturales se produce, de acuerdo a Smith, por un mecanismo automático cuyas piezas fundamentales son: el objetivo básico que busca todo individuo de maximizar su ingreso, la información de que disponen los individuos sobre las diferencias de ingreso que pueden obtener en las diversas actividades, y la movilidad económica que pueden dar a sus recursos productivos (tierra, trabajo y capital) los individuos que los poseen cuando consideran conveniente ponerla en práctica, es decir, la competencia. Así en su capítulo "Sobre el Precio Natural y el 71 Precio de Mercado", explica Smith que, si en una actividad económica particular (x) se obtiene una tasa de ganancia por encima de la natural u ordinaria, el capital buscando su máxima rentabilidad se sustraerá de otros empleos (y) y se empleará en mayores cantidades en la producción de x disminuyendo su precio y, dados unos costos, la rentabilidad. Por el contrario, si la producción de x llegare a arrojar una tasa de ganancia inferior a la ordinaria o normal, el capital buscando la máxima ganancia posible se sustraerá de la producción jíe x, buscando otro empleo, reduciendo su oferta y, con ello, aumentando su precio y su rentabilidad. No habría tendencia a sustraer o aumentar el capital empleado en la producción de x sólo cuando su precio fuese precisamente' suficiente para rendir la tasa ordinaria o natural de ganancia, y por consiguiente en tal situación tampoco habría tendencia alguna a cambiar las ofertas ni los precios. De esta manera, la tasa de ganancia tendería siempre hacia su nivel ordinario o natural y los precios tenderían en el mercado siempre hacia el nivel apenas suficiente para rendir la tasa ordinaria o natural, es decir, los precios también tienen su nivel natural (de "equilibrio", suele llamarse este nivel hoy en día) que es aquel al cual arrojan apenas la tasa natural u ordinaria de ganancia. 1 Este razonamiento de Smith es generalizado para los tipos derenta y de salarios. Así, si en la producción de una mercancía particular (digamos trigo) el tipo de renta, en un momento dado, se sitúa por encima del tipo ordinario o natural, los terratenientes tendrán un incentivo para sustraer sus tierras de otros cultivos, por ejemplo papa o cebada, y dedicarlas a cultivar trigo con lo cual aumenta Ia oferta de trigo, cae su precio y con ello disminuye la renta que los productores de trigo pueden pagar (después de pagarse los salarios y las ganancias a su tipo normal). Y lo contrario si el tipo de renta fuese inferior al ordinario o natural. De la misma manera, razona Smith, si el tipo de salarios pagado en la producción de x fuese superior a su tipo ordinario o natural, muchos trabajadores abandonarían otras industrias para dedicarse a producir x (procurando también maximizar su ingreso), con lo cual, si son efectivamente empleados, la cantidad ofrecida de x aumentaría y su precio se reduciría. Al reducirse el precio, (después de descontar el pago de las ganancias y las rentas a sus tipos naturales) quedará menor ingreso disponible para pagar los salarios, es decir, éstos se reducen o sea que son empujados en la dirección del tipo natural, (Y el 1 Este mecanismo, que establece unas condiciones de "equilibrio" que actúan como leyes para la determinación de los precios, precisamente por la reducción permanente que hace la competencia de las tasas individuales de ganancia a la tasa ordinaria, y fundamentado en los elementos de maximización de ingresos, información y movilidad, ha sido explicado en todo detalle en el Cap írulo IIl, seccionesl3.l a 3.8 Por tanto, no es repetido en tal forma detallada nuevamente aq u í y se aconseja al lector que no recuerde el funcionamiento de dicho modelo con toda claridad que haga un breve repaso del mismo. I I 72 INTRODUCCION A LA ECONOMIA eJerCICIOpuede repetirse siguiendo un razonamiento similar para el caso en que los salarios se ubican por debajo de su tipo natural). Los tipos de salarios, ganancias y rentas son empujados, pues, permanentemente por la competencia hacia sus tipos naturales, a través de las variaciones. de los precios de los productos, variaciones que son producidas por los cambios en las ofertas, mientras que a su vez éstas últimas cambian debido a los cambios en la asignación de recursos a que son impulsados los individuos por su objetivo fundamental de maximizar sus ingresos. Naturalmente, dentro de ese proceso, junto con este objetivo maximizador para cada una de las tres clases, son fundamentales la información y la movilidad, factores a los cuales otorga Smith una gran importancia, lo que lo llevó a formular el primer modelo completo del sistema de precios en la historia del pensamiento económico, determinando conjuntamente la asignación de los recursos productivos, los precios y la distribución del ingreso. Pues si bien es cierto que los fisiócratas, en forma pionera, habían adelantado para el caso de la agricultura la relación entre maximización de beneficios y asignación de recursos, no lograron generalizar tal relación a todas las actividades económicas ni, por ello mismo, lograron formular una teoría de los precios naturales ni una teoría general acerca de los niveles naturales de la renta y la ganancia. Al introducir una tasa natural de ganancia, como una característica general del sistema económico, con una existencia independiente de factores puramente accidentales, es decir, al introducir la clase capitalista como un hecho general en todas las actívidades económicas, Smith logra pues el primer modelo completo del sistema de precios, lo que desde otro punto de vista puede describirse diciendo que rompió con el supuesto fisiocrátíco de que las manufacturas eran estériles. Un excedente es reconocido ahora en la producción de éstas por Smith, excedente con carácter permanente que equivale a la ganancia. Aún más, sus estudios sobre la división del trabajo lo llevaban a la conclusión de que el mercado para las manufacturas no sólo proviene de la agricultura, como habían supuesto los fisiócratas, sino que es también engendrado y ampliado por la propia división del trabajo dentro de la producción manufacturera. Y, con ello, el fundamento fisiocrático de que todo ingreso de la clase manufacturera es una simple transferencia de ingresos agrícolas queda definitivamente roto. Además, como se verá más adelante, Smith llega mucho más lejos en este proceso, al formular una teoría de la valuación del ingreso real que elimina definitivamente cualquier vestigio de la idea fisiocrática de que sólo la agricultura es capaz de generar excedentes acumulables. Pero, volviendo a las tasas naturales, Smith llama entonces precio natural de un producto a aquel que es exactamente suficiente para pagar los salarios, las LA ECONOMIA CLASICA 73 ganancias y las rentas a sus tasas naturales (ni por encima ni por debajo de éstas). Y como, en razón del mecanismo de la competencia antes descrito, las tasas de salarios, ganancias y rentas tienden siempre a sus tasas naturales, entonces puede obtener la conclusión de que los precios del mercado tienden siempre hacia sus niveles naturales. Y puesto que a este nivel natural se anulan todos los incentivos para cambiar la asignación de recursos y las ofertas y, por consiguiente, todas las fuerzas que pueden modificar los precios, puede lógicamente concluirse que los precios naturales de Smith es lo que modernamente se han llamado los precios de equilibrio (Cap. III). De esta manera, con la deducción de la existencia de un precio natural, Smith abrió un campo totalmente nuevo a la teoría económica, la-teoeía de los precios fundamentada en el principio de que los precios están regidos por leyes objetivas del sistema económico, y es que, de hecho, lo que Smith llama el precio natural no es otra cosa que la descripción de la ley que regula objetivamente el precio de todo producto en el mercado. Así Smith nos dice que "El precio natural es el precio central, alrededor del cual los precios de todas las mercancías están permanentemente gravitando. Diversos accidentes pueden algunas veces mantener suspendidos los precios en buena parte por encima del precio natural, y algunas veces forzarlos por debajo del mismo. Pero cualesquiera que sean los obstáculos que les impidan localizarse en este centro de reposo y continuidad, ellos están constantemente tendiendo hacia el mismo". Smith distingue, pues, entre el precio de mercado que es "el precio al que realmente cualquier mercancía es cotidianamente vendida" y el precio natural que "es el precio central, alrededor del cual los precios de todas las mercancías están permanentemente gravitando". Desde el mismo momento en que surge la teoría de los precios naturales, medios, centrales (o de equilibrio), se distingue pues entre la proposición de que los precios están regulados por una ley central de la proposición (falsa) de que los precios de mercado son siempre iguales a su precio natural (o de equilibrio). La primera de estas proposiciones fue formulada por Smith y sus sucesores pero no la segunda. En otras palabras, los economistas clásicos jamás plantearon que la economía estaba siempre en "equilibrio", todo lo contrario. Pero, de otro lado, reconocieron que sin este concepto la construcción de cualquier teoría de los precios sería imposible, porque ello sería equivalente a desconocer que existen leyes objetivas que regulan el sistema económico. Las condiciones de "equilibrio" son, entonces, meras descripciones de las leyes que regulan los fenómenos, descripciones de su centro de gravedad, descubrimiento que llevó a Smith a ver en un sistema basado en millones de decisiones individuales aparentemente descoordinadas unas de otras, no un sistema caótico imposible de analizar, sujeto sólo al azar y la casualidad, sino un sistema cognoscible, regulado por causas definibles 74 INTRODUCCION A LA ECONOMIA y por ello material apropiado para la indagación científica. Y, con este descubrimiento, Smith abrió la puerta a las teorías modernas de los precios y la distribución. 2.1.3 Las tasas naturales de salarios, ganancia y renta Si, como se vio en la sección anterior, el ingreso de toda la nación se distribuye primariamente en salarios, ganancia y renta, es decir, si "salarios, ganancia y renta son las tres fuentes originales de todo ingreso", y si de otro lado, las magnitudes de los salarios, ganancias y rentas están reguladas por una ley objetiva central, por un centro obligado de gravedad, que son las tasas 'naturales de salarios, ganancia y renta, entonces resulta evidente que para disponer de una teoría explicativa de la distribución, de la forma como se distribuye el ingreso de la sociedad entre las tres clases que la componen, es necesario indagar por las leyes o condiciones sociales que determinan las tasas naturales de estas tres clases de ingreso. Con relación a este punto, Srnith empieza entonces por estudiar la tasa natural de salarios, estudio; como el de las tasas de ganancia y de renta, extremadamente difícil, tal como tendrían oportunidad de comprobarlo incluso las teorías más modernas. Sin embargo, Smith es consciente de que sin este requisito prácticamente ningún fenómeno de la economía capitalista puede ser coherentemente explicado y legó así a la posteridad un conjunto de proposiciones explicativas que sirvieron de base a todos los desarrollos teóricos subsiguientes, ya sea porque lograron llegar a la esencia de la realidad o ya sea porque dejaron planteados los problemas fundamentales que debían resolverse. Salarios "El producto del trabajo constituye la recompensa natural o los salarios del trabajo. En ese estado original de las cosas, que precede tanto a la apropiación de la tierra como a la acumulación de capital, el producto total del trabajo pertenece al trabajador. Este no tiene terrateniente ni patrono para compartir con ellos". "Tan pronto como la tierra se convierte en propiedad privada, el terrateniente demanda una parte de todo el producto que el trabajador puede producir u obtener con éste. Su renta (del terrateniente) constituye la primera deducción del producto del trabajo que se emplea sobre la tierra. LA ECONOMIA CLASICA 75 Rara vez ocurre que la persona que cultiva la tierra posea lo requerido para mantenerse a sí mismo hasta la recolección de la cosecha. Su sostenimiento es generalmente avanzado a el por el capital de un patrono, el granjero que lo emplea, y quién no tendría interés alguno en emplearlo, al menos que pueda participar en el producto de su trabajo, o a menos que su capital pueda ser repuesto junto con una ganancia. Esta ganancia constituye una segunda deducción del producto del trabajo que se emplea sobre la tierra". "El producto de casi toda otra clase de trabajo está sujeto a la misma deducción de la ganancia. En todas las artes y manufacturas la mayor parte de los trabajadores necesitan de un patrono que les avance los materiales de su trabajo, y sus salarios y mantenimiento hasta que tal trabajo se complete. Aquel participa en el producto de su trabajo, o en el valor que éste agrega a los materiales sobre los que se desarrolla; y en esta parte consiste su ganancia". Con estas consideraciones Smith inicia su capítulo sobre salarios. Parte, pues, de que debido a la propiedad privada sobre los medios de producción, tierra y capital, "el producto total del trabajo" o "el valor que éste agrega" no puede pertenecer al trabajador, y de que la renta y la ganancia son "deducciones" de este producto o valor total. i { i I ( Pero, ¿hasta dónde llegan estas "deducciones"? Y no puede obtenerse una respuesta lógica para esta pregunta diciendo simplemente que el valor de los salarios en cada industria sería igual al precio de su producto menos la ganancia (y la reposición del capital invertido) y menos la renta. Porque, de un lado, en el precio de cada producto influye el valor de los salarios, luego se caería en el círculo vicioso de que el precio determina los salarios pero éstos determinan el precio. Es decir, se llegaría a la proposición absurda de que el salario determina al salario, sin ningún significado explicativo. De otro lado, puesto que el valor del producto susceptible de distribución es igual a la suma de salarios, ganancias y rentas, decir que el valor de los salarios es igual al valor de tal producto menos las rentas y las ganancias supone conocer éstas últimas. Otro círculo vicioso que no constituye respuesta alguna al problema planteado, porque vuelve a concluirse que es necesario determinar previamente las tasas naturales que explican el precio. Precisamente, este problema fundamental es enfrentado por toda teoría económica y, por ello, todas las que han existido inescapablemente han tenido que intentar una respuesta al mismo. En otras palabras, para poder resolver el problema de los precios y la distribución, es imprescindible que en la determinación de las tasas de salarios, ganancia y renta se introduzcan variables o datos que no dependan {fe los precios de los productos. Que esta solución no es fácil lo demuestran las polémicas más contemporáneas I i ( I ( i 76 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA CLASICA como, por ejemplo, el "debate sobre la teoría neoclásica del capital", o el debate sobre "el problema de la transformación de valores en precios" de Marx, a los cuales se hará breve referencia más adelante. Sobre la base de esta observación, tan natural en su tiempo, con todo lo que pueda parecemos de brutal, no obstante que a más de dos siglos de haber escrito Smith todavía regiones amplias del mundo presentan características similares, concluye que el salario de los empleos ordinarios (desempeñados por las clases inferiores) tiende siempre hacia el nivel que apenas garantiza la subsistencia y la reproducción de la clase trabajadora para que su cantidad se mantenga en concordancia con la acumulación de capital que le suministra empleo, es decir, con la demanda de fuerza de trabajo que hace el capital. Y ese nivel es la tasa natural (de "equilibrio") del salario, es decir, el nivel hacia el cual las fuerzas del mercado empujan objetiva e ineludiblemente el salario. Pues si el salario llega en un momento dado a ubicarse por encima de dicha "tasa natural", ello implica que 'la clase trabajadora dispone de más medios de subsistencia para cuidar su descendencia, con lo cual se reduce la mortalidad infantil, aumenta la oferta de trabajo y, con una demanda dada, su precio, es decir, el salario se reduce. Y si, por el contrario, la tasa de salarios cae por debajo de esta tasa "natural", los medios de subsistencia que dispone la clase obrera para cuidar su descendencia se reducen, con lo cual aumenta la mortalidad infantil, se reduce la oferta de fuerza de trabajo y, con una demanda dada, su precio, el salario, aumenta. El salario fluctuaría, pues, alrededor de este centro de gravedad debido a las fuerzas del mercado. "Es de esta manera que la demanda por hombres, como la de cualquier otra mercancía, necesariamente regula la producción de hombres; la acelera cuando es demasiado baja, y la frena cuando es demasiado rápida". Por consiguiente, Smith intenta obtener estos datos "independientes" para el caso de los salarios como paso inicial para romper el círculo vicioso. Así, reconoce que las diferencias de salarios en diversas actividades se deben a los distintos grados de gusto o malestar que implique el trabajo requerido, al costo de la preparación o instrucción requerida para realizar el trabajo en cuestión, al grado de estabilidad o inestabilidad que brinde un empleo, al grado: de confianza o responsabilidad que requiera el trabajo, a la probab ilidad de éxito que se espere en el desempeño del trabajo y, en diversas ocasiones, a las políticas que obstaculizan la libre movilidad de la mano de obra entre diferentes actividades, como por ejemplo las reglamentaciones gremiales que impiden el libre acceso de todas las personas que lo deseen al ejercicio de un :,9fici<¡>.Todos estos diferenciales se establecen, por las razones mencionadas, con ;jiespecto.al salario que se obtiene en los empleos más comunes y ordinarios,~queno requieren de aptitudes, capacidades o cualidades especiales más allá 4e las que posee cualquier trabajador ordinario. Por tanto, dados esos difet~?riéiales,basta con saber qué determina el salario de éstos últimos para detet'Íninar todos los salarios. El problema de la tasa natural de salarios que~. por tanto, reducido a descubrir la ley que regula el salario de los empleos más comunes u ordinarios, es decir, aquéllos que hoy clasificaríamos como correspondientes al "salario mínimo". y ¿qué circunstancias obligan a que el salario de los empleos más ordinarios tienda siempre hacia una tasa natural, y cuál es el nivel de dicha tasa? Dejemos que-Smith mismo nos lo explique: "Toda especie de animales se mu ltiplíca naturalmente en proporción a los medios de su subsistencia, y ninguna especie puede jamás multiplicarse más allá de tales medios. Pero en una sociedad civilizada es únicamente entre las clases inferiores de la gente que la eScasez de medios de subsistencia puede imponer límites a una mayor multiplicación de la especie humana; y tal escasez no puede hacerlo de otra forma que destruyendo una gran parte de los hijos que son producidos por sus fértiles matrimonios". "No es raro, me han contado frecuentemente, que en las High lands de Escocia una madre que ha dado a luz veinte hijos no llegue a conservar más de dos "vivos". "En algunos lugares la mitad de los niños nacidos mueren antes que cumplan los cuatro años de edad; en muchos lugaresantes que cumplan siete; y en casi todos los lugares antes que cumplan nueve o diez. Esta gran mortalidad, sin embargo, se encontrará siempre entre los l:l,ijosde la gente común, quienes no disponen de medios para cuidarlos tan bien como aquellos de mejor posición". 77 o Con razón, tal cuadro tan inflexible sobre los salarios, ha venido a ser denominado con posteridad "la ley de bronce" o "ley de hierro" de los salarios. Sin embargo, es necesario enfatizar, independientemente de que esta explicación fuese adecuada o no, que ella era vista por Smith como una realidad objetiva absolutamente independiente de su propia posición moral al respecto, posición que distaba mucho de reconocer tal realidad como conveniente. Es así como afirma: "Los sirvientes, los trabajadores y obreros de diversas clases constituyen la mayor parte de toda gran sociedad política. Pero lo que mejora las circunstancias de la mayor parte nunca puede considerarse como una inconveniencia contra la totalidad. Con seguridad, ninguna sociedad puede florecer y ser feliz si la mayor parte de sus miembros son pobres y miserables. Es apenas equitativo, de otra parte, que aquellos que alimentan, visten y proveen de vivienda a la totalidad de la gente, deban tener una parte del producto de su propio trabajo que les permita alimentarse, vestirse y habitar tolerablemente bien". Y con respecto al argumento, frecuente en su tiempo, de que un alza de salarios desestimula el trabajo y, por tanto, la creación de riqueza, dice: "La remuneración generosa del trabajo, así como aumenta la reproducción, también incrementa la industriosidad de la gente INTRODUCCION 78 A LA ECONOMIA común. Los salarios del trabajo son el incentivo a la industria que, como toda otra cualidad humana, mejora en proporción al incentivo que recibe. Una subsistencia abundante incrementa la fuerza corporal del trabajador, y la esperanza confortable de mejorar su condición y de terminar sus días con holgura y abundancia lo anima a aplicar tal fuerza hasta su máx?n0'" "Algun~s trabajadores, es cierto, cuando pueden ganar en cuatro días lo necesano para mantenerse toda la semana, permanecerán ociosos los otros tres. Sin embargo, éste no es de manera alguna el caso de la .mayor p~e. Por el contrario cuando son generosamente pagados a destajo; los trabajadores son muy dados a trabajar en exceso, y a arruinar su salud y su constitución en unos pocos años". Volviendo a la tasa de salarios, entonces ésta no podría crecer permanentemente sino a condición de que la acumulación de capital, fuente de la demanda por fuerza de trabajo, creciera permanentemente a un ritmo que. tienda a sobrepasar el crecimiento de la propia cantidad de fu~rza de trabajo, hec?o que Smith considera deseable puesto que "lo que ~eJora las. c¡r~unstancIas de la mayor parte nunca puede considerarse como una inconveniencia contra la totalidad". Esto lo lleva a retomar la importancia que a la acumulación (de excedentes sobre el consumo) dieron los fisiócrata~, y a concluir qu~ "No es el tamaño existente de la riqueza nacional, sino su Incremento contmuo, lo que ocasiona un aumento en salarios". Sin emb~go, la "ley de. hi~rro" aélos salarios sería el mecanismo automático del sistema para limitar esta tendencia y, como se verá más adelante, encuentra que la acumulación puede tropezar con sus propios límites lo cual lo conduce a vislumbrar, al.men~s como una meta hipotética del crecimiento secular un estado estacionario similar al que desarrolló Quesnay en su "Análisis de ~~Fórmula Aritmét.i~a del Tableau Economique". Así, al plantear una relación entre acumulación y tasa de salarios, y al proponer la existencia de u.~ mecanismo automático que controla los incrementos de salarios, Smith dejo planteado un problema fundamental que más tarde sería retornado por Ricardo, Malthus, M~. Kalecki y Keynes entre los más destacados contribuyentes a la formulación de nuevas bases para comprender el desarrollo de la economía capitalista, De otro lado Smith reconoce como una causa de la variación de los salarios monetarios precio monetario de los productos que requieren los trabajadores para su subsistencia y reproducción. En otras palabras, e~cuentra que tal subsistencia y reproducción está garantizada no por un m~el dado de. los salarios monetarios sino por "la cantidad de productos de primera necesidad y de comodidades que se deben dar al trabajador; y el precio en dine~o d~,l trabajo está determinado por lo que se requiere para co~prar e~ta ~~ntJdad . Reconocer esta influencia de los precios sobre los salarios no significa, pues, volver al círculo vicioso de que los precios determinan la tasa de salarios, puesto que en la tasa natural de salarios se especifica una magnitud independiente al . LA ECONOMIA CLASICA 79 de los precios mismos que, en su capítulo sobre salarios, Smith toma corno "la cantidad de productos de primera necesidad y de comodidades que se deben dar al trabajador". Tal proposición tendrá una profunda influencia en el pensamiento de Ricardo, lo cual le permitirá a éste último obtener algunas de sus conclusiones más características sobre las tendencias del desarrollo capitalista. Con todo lo brutal o desactualizada que pueda parecemos hoy en día la teoría de Smith sobre la tasa natural de salarios es inevitable, sin embargo, reconocer que: i- para su tiempo pudo constituir una reflexión obligada de ciertos hechos reales y que, independientemente de lo anterior, ii- señaló a todos los desarrollos teóricos subsiguientes la necesidad imprescindible de determinar la tasa de salarios introduciendo datos o variables independientes de los propios precios de los productos, y iií- dejó planteado el problema de un mecanismo que necesariamente regula la tasa de salarios en una economía capitalista para que aquella no absorba la totalidad del ingreso disponible en dicha sociedad ya que, en tal caso hipotético, el mismo supuesto de existencia del sistema se tornaría en un absurdo; el mismo hecho que puso a Smith adelante de los fisiócratas, el de que existe una tasa natural y permanente de ganancias en el capitalismo, sería un absurdo. Ganancia y renta Resalta, en primer lugar, cómo Smith, en las citas reproducidas al comenzar la sección anterior sobre salarios, generaliza la proposición de que la ganancia y la renta son deducciones "del producto del trabajo que se emplea sobre la tierra" a la de que "casi toda otra clase de trabajo está sujeta a la misma deducción de la ganancia" y de que "en todas las artes y manufacturas los trabajadores necesitan de un patrono", y que el patrono participa "en el producto de su trabajo, o en el valor que éste agrega a los materiales", lo cual constituye la ganancia (sub. agregados). Así, pues, Smith plantea explícitamente no sólo que en todas las manufacturas se obtiene una ganancia sino que el trabajo desplegado en éstas agrega valor a las materias primas. Se completa aquí no sólo un rompimiento definitivo, sobre este punto, con los fisiócratas, sino que se avanza hasta la formulación de que la ganancia es una parte del valor agregado a las materias primas por los trabajadores. Esto es lo que Marx llamó posteriormente la teoría de la plusvalía y no es sorprendente, por ello, que la haya calificado en su Historia de la Teoría de la Plusvalía como la más sobresaliente contribución de Smith. Conocido' esto, tampoco es sorprendente, obviamente, que Marx haya escrito una historia de la teoría de la plusvalía, es decir, que él mismo haya expuesto que dicha teoría existía al menos desde 42 años antes de su propio nacimiento. Como resulta de las mismas citas, Smith parte de que "los trabajadores INTRODVCCION 80 A LA ECONOMIA necesitan de un patrono que les avance los materiales de su trabajo, y sus salarios y mantenimiento hasta que tal trabajo se complete" (su~. agregado), es decir, de la propiedad privada sobre los medios de producción como un dato incuestionado Y aun necesario al trabajador, punto que iría a cuestionar precisamente Marx, aunque debe tenerse en cuenta al respecto que las condiciones históricas de uno y otro para razonar sobre este dato no fueron similares, tal como se enfatizó al comienzo de este capítulo y como el propio Mane fue el primero en reconocer. Para Smith este er~ un hecho absolutamente natural de la vida social. Sólo con un mayor desarrollo del capitalismo, de las luchas obreras y de las protestas sociales iría a surgir sobre la desprevenida teoría de la "deducción" de Smith un vasto intento por justificar la abolición de la,propiedad privada. . En segundo lugar, una gran contribución de Smith fue haber diferenciado claramente los salarios de dirección y administración de la ganancia propiamente dicha, de la remuneración por el mero acto de colocar el capital en el proceso de producción, ya que era frecuente en el tiempo de Smith corífundir estos dos conceptos .. Naturalmente, esta diferenciación está indÍsolublemente vinculada al planteamiento básico de Smith de que la ma~ufactura también produce un excedente permanente, pues era precisameHte la· idea fisiocrática de que la manufactura sólo reponía los salarios la ~ue .servía para reforzar el argumento de la "clase estéril". Esta distinción le ~erJhite concluir que las diferencias entre tasas de ganancias en las diversas actividades no son tan grandes como aparecen a primera vista (consolidándolas coriIos salarios de dirección), aunque reconoce, como en el caso de los salarios, que algunas circunstancias pueden ocasi?nar diferen~ial.es en las tasas de ganancia, como son la falta de informaclO~, las r~stncclO.nes a la libre movilidad económica de los capitales y las diferencias de riesgo en los distintos proyectos de inversión. De todas maneras, conc~uye q~e las diferencias en tasas de ganancia son mucho menores que las diferencias en tasas de salarios y que, eliminando las restricciones a la compete~cia, que en su tiempo resaltaban por su carácter legal (reglamentos y monopolios legales), tales diferencias se reducirían aún más. Pero lo definitivo es que, como en el caso de los salarios, parte de que existe una tasa "natural" ~e ganancias que actúa como centro de gravedad de las tasas d~.ganancia arrojadas por ~os precios de mercado, tal con:o se vio en. la seccion 2. l. 2. ~ ~ue Smith identifica con la tasa pro media de ganancia para toda la econorma, 1 Nótese cómo la condición de equilibrio de perfecta competencia. que es la igual~ción de todas las tasas de ganancia. gx : gy : gz... : gn, implica que gx gy : gz :tasa p~omed ia de gananc ia , ya que' el promedio de varios elementos idénticos es siempre igual a cualquiera e e estos elementos. = Por ejemplo. promedio de 5, S Y 5: 5. LA ECONOMIA CLASICA 81 A su vez, la tasa pro media del sistema la asimila Smith a la tasa de interés, no sólo porque sería muy difícil observar directamente esa tasa pro media, debido a las permanentes oscilaciones de la ganancia alrededor de su centro de gravedad en las miles de actividades diversas, sino porque la tasa de interés debe reflejarla necesariamente ya que "donde quiera que mucho puede hacerse con el uso del dinero, mucho será usualmente pagado por el uso de él; y donde quiera que poco puede hacerse con él, menos se dará usualmente por él. De acuerdo, por consiguiente, a como la tasa de interés cambie en cualquier país, podemos estar seguros de que las ganancias ordinarias del capital deben variar con ella, deben reducirse cuando ella se reduce, y aumentar cuando ella aumenta. El desarrollo del interés, por tanto, puede conducirnos a formar alguna noción del desarrollo de la ganancia". Sobre esta conclusión, Smith pasa a observar cómo históricamente la tasa de interés se ha ido reduciendo, y cómo es mayor en los países pobres que en los países ricos. Esto le permite inferir que así como la continuada acumulación de capital tiende, por un lado, a elevar los salarios, tiende también, por el otro, a reducir la tasa natural o pro media de ganancia. "El aumento del stock de capital, que eleva los salarios, tiende a reducir la ganancia". La razón que da Smith para esta conclusión es que "Cuando el capital de muchos comerciantes ricos se vuelca sobre la misma industria, su competencia mutua tiende naturalmente a disminuir su ganancia; y cuando hay un incremento similar de capital en todas las diferentes industrias en la misma sociedad, la misma competencia debe producir el mismo efecto en todas ellas". (Libro I, Cap. IX). "Se hace gradualmente más y más difícil encontrar dentro del país una forma rentable de emplear cualquier nuevo capital. Surge en consecuencia una competencia entre diferentes capitales, el propietario de uno tratando de tomar posesión del empleo que es ocupado por otro". "Su competencia eleva los salarios del trabajo, y hunde las ganancias del capital". (Libro Il, Cap. IV). Esta teoría de Smith sobre las razones que explicarían un descenso secular de la tasa de ganancia ha sido algunas veces criticada como una "ilegítima" generalización de lo que es cierto para una parte como si fuera cierto para el todo (una "falacia de composición"). Esta crítica argumenta que en el caso de un sector parcial de la economía, una industria, los aumentos de oferta en el mediano plazo (dada una demanda) reducen el precio y, con ello, la rentabilidad. Pero que, para la economía como un todo, los aumentos de oferta no pueden producir una reducción generalizada de los precios porque al aumentar la oferta (la producción total) aumenta el ingreso nacional y con ello también aumenta paralelamente la demanda. (Recuérdese que el ingreso nacional es igual al valor agregado en el proceso productivo. Véase capítulo vn, sección 7. 2). De esta manera, prosigue el mismo argumento, si bien 82 INTRODUCCION A LA ECONOMIA es cierto que al aumentar la oferta en una industria individual, .s~ puede considerar constante la demanda, con lo cual el precio y la rentabilidad del producto particular disminuyen, al aumentar la oferta global de toda l? economía no puede considerarse que la demanda global de toda l~ econo.~la permanezca constante, porque dicho aumento en la producción significa también un aumento en el ingreso global de la sociedad. No obstante lo lógica que pueda parecer esta última a~gumentació.n, los descubrimientos de Marx y Keynes sobre el funcionamiento del sistema capitalista vendrían a confirmar que Smith no estab~ desviad~ en su apreciación de que, con el proceso creciente de acumulación ~e .c.apltal, el sistema capitalista enfrentaba la dificultad recurrente de posibilitar que todo lo producido fuera vendido rentable mente en el mercado. El argumento que critica a Smith, reproducido más arriba, se basa en la llamada "Ley de Say", por el economista francés Jean Baptiste Say (1767 -1830), vulgarizador d,e la teoría de Smith y contemporáneo de David Ricardo, quien populanzo el principio de que "sólo se produce con el propósito de adquir~ otras cosas mediante el intercambio", según lo cual "toda oferta crea su propia demanda" y, por consiguiente, nunca podría existir un exceso de oferta sobre dema~da a nivel global de toda la economía. Por el contrario, el argumento de Smith, como queda claro de las citas anteriores, plantea que el sist~~a puede absorber dosis crecientes de acumulación de capital (de inversión) y una oferta global creciente sólo mediante reducciones sucesivas de la rentabilida~ ya que "se hace gradualmente más y más difícil encontrar dentro del pais una forma rentable de emplear cualquier nuevo capital". Con tales hipótesis sobre la acumulación de capital, Smith abría uno de los más importantes y prolongados debates de la teoría económica, y uno de los más esenciales para comprender la naturaleza del desarrollo económico capitalista. Y con su dura crítica a la "Ley de Say", Marx y Keynes irían a demostrar que la argumentación de Smith no era una simple "generalización ilegítima" sino que pioneramente apuntaba hacia uno de los problemas fundamentales de la economía capitalista cuya solución se convertiría en piedra angular de las teorías generales que pretenden explicar el desempleo y las recesiones. En síntesis, con respecto a la tasa natural de ganancia Smith concluye que varía inversamente con los niveles de acumulación y salarios. Pero las dificultades particulares que enfrentó en su análisis de la tasa natural de renta impidieron que su monumental modelo, el primero de su clase en la historia del pensamiento, pudiera cerrarse con perfecta coherencia. En efecto al iniciar sus consideraciones sobre la teoría de la distribución y el precio natural Smith explica que éste último está determinado por las LA ECONOMIA CLASICA 83 tasas naturales de salarios, ganancia y renta, como anteriormente se explicó. Sobre esta base, correctamente inicia el camino de determinar dichas tasas naturales a partir de datos o variables diferentes de los precios mismos para no caer en un círculo vicioso que no conduciría a ninguna explicación real. En este camino avanza con paso firme en su teoría de la tasa natural de salarios e intenta proseguir con su análisis de la tasa natural de ganancia. Sin embargo, al llegar a la tasa natural de renta (de los terratenientes) explica que ésta surge como un exceso o residuo del precio de los productos agrícolas o mineros sobre lo que queda después de pagar los salarios y las ganancias. Esto se resume en la famosa proposición de Smith de que "Altos o bajos salarios y ganancias son causas de un alto o bajo precio, mientras que una alta o baja renta es el efecto de este último". (Libro l, Cap. XI). Pero, si se plantea que para determinar los precios debe conocerse la tasa natural de renta, y luego se plantea que para conocer la tasa natural de renta debe conocerse el precio, ¿no se está precisamente en presencia de tan temido círculo vicioso? ¿No equivale ello a plantear que el precio determina el precio, proposición sin contenido explicativo? Naturalmente, queda una salida lógica interpretando el modelo de Smith y su anterior afirmación sobre la renta en el sentido de que la renta es el residuo que queda sobre el ingreso nacional (el precio total de la producción, diría Smith) después de pagar los salarios y la ganancia. Pues si el ingreso nacional es conocido, y también los salarios y las ganancias, entonces las rentas por necesidad resultan determinadas como un residuo, ya que sólo las tres clases de obreros, capitalistas y terratenientes agotan el ingreso total. No obstante, ¿da Smith alguna prueba de que el residuo es la renta necesariamente y no la ganancia? La respuesta conclusiva parece ser que no. De otra parte, la teoría de la renta de Smith no queda en lo anterior. Como Ricardo más tarde iba a explicar, en las múltiples consideraciones que hace Smith sobre la renta, éste hubiera podido llegar a la teoría "correcta" de la renta. En otras palabras, Smith analiza y toma como causales de la renta los factores que posteriormente Ricardo iría a tomar como básicos para explicar su teoría de la renta: fertilidad y localización del suelo. Pero, por esta misma razón, ¿qué argumento da Smith para demostrar que si la localización y la fertilidad del suelo son causales de la renta de un lote particular de tierra, entonces la suma de las rentas de todos los lotes de la nación sería exactamente igual al residuo que dejan las ganancias y los salarios? Aparentemente ninguno. Y aún más: sería en verdad una casualidad extraordinaria que ello ocurriera. Quizás, esta especie de callejón sin salida era inevitable para el primer explorador que se adentró en una selva extremadamente compleja y absolutamente desconocida, Pero, aparte de que su exploración dejó descubierta 84 INTRODUCCJON A LA ECONOMlA una buena parte del camino correcto, también dejó marcados a los exploradores sucesivos aquellos caminos que recorrió y que posiblemente no conducían a salida alguna. En efecto, el modelo de Smith es desde sus comienzos extremadamente complejo, con las rentas, los salarios y las ganancias interactuando recíproca y simultáneamente, con el agravante de que dejó el análisis de la renta en último lugar. Sin duda alguna, este procedimiento inspiró a Ricardo para seguir una secuencia inversa. Es así como Ricardo, antes del análisis de los salarios y las ganancias deja un resultado firme sobre la tasa de renta. Y también a Marx quien, en primera instancia, utiliza un modelo más simplificado haciendo abstracción total de la renta para observar sólo, en forma pura, la interacción recíproca de salarios y ganancias. Es así como introduce la renta sólo en la parte final del volumen III de El Capital. De todas maneras, Smith fue capaz de obtener algunos resultados esenciales sobre el fenómeno de la renta que irían a constituir el punto de partida de los f\(')sarrollos teóricos posteriores. Es así como señaló la importancia de la 10c:!Iízación y la fertilidad del suelo para la determinación de la renta la ten~ericia secular de la tasa de renta a aumentar con la acumulación' de cagl"tal, la noción de que la renta constituye un exceso sobre la ganancia ordinaria del capital y que por ello se asimila a un precio de monopolio, con:~lusiones todas éstas que jugarían un importante papel en la teoría de la renta de Ricardo y de Marx. Finalmente, sobre su análisis de las tendencias de las tasas naturales de salarios, ganancia y renta, Smith elabora su propio cuadro de las clases en la sociedad capitalista, cuadro que iría a ser un centro de fuerte controversia posterior participando en ella Ricardo, Malthus, Marx y prácticamente, en forma directa o indirecta, todos los grandes economistas posteriores. Sin embargo, para no alejarse tanto de la época de Smith, puede decirse que tal cuadro iría a ser fuertemente controvertido por Ricardo y serviría, quizás, de punto de referencia del cuadro que sobre el mismo aspecto construiría después Marx. En cualquier caso, ya se tr<lt.p de una descripción de las realidades de su época, o de un elemento ideólogico o emotivo, parece ineludible concluir que con estas reflexiones globales Smith abrió un campo al cual, implícita o explícitamente, entrarían sus sucesores teóricos. Pero, al respecto, es mejor oír al propio Smith. Puesto que la renta aumenta con la acumulación de capital y el desarrollo económico Smith opina que: "El interés del primero de estos tres grandes órdenes (los terratenientes), parece de lo que antes se ha dicho, que está estricta e inseparablemente conectado con .el interés general de la sociedad. Todo lo que promueve u obstruye a uno, necesariamente promueve u obstruye al otro. Cuando el público delibera acerca de alguna regulación comercial o legal, los propietarios de la tierra LO•. ECONOMIA CLASICA 85 nunca pueden engañarlo con el objeto de promover su propio interés particular; al menos, si tienen algún conocimiento apreciable de ese interés. Ellos constituyen el único de los tres órdenes cuyo ingreso no les cuesta trabajo ni dedicación, sino que les llega, por así decirlo, automáticamente, e independientemente de que tengan que formular cualquier plan o proyecto. Esa indolencia, que es el efecto natural de la comodidad y seguridad de su situación, los hace frecuentemente, no sólo ignorantes, sino incapaces de esa aplicación de la mente que es necesaria para prever y entender las consecuencias de cualquier regulación pública". "El interés del segundo orden, el de aquellos que viven del salario, está tan estrictamente conectado con el interés de la sociedad como el del primer orden". (Porque los salarios aumentan con la acumulación de capital y el progreso general; "cuando la riqueza real de la sociedad se hace estacionaria sus salarios son prontamente reducidos a apenas lo suficiente para mantener a su familia, para dar continuidad a la raza de los trabajadores," y "cuando la sociedad declina, los salarios Caen aún por debajo de esto"). "Pero aunque el interés del trabajador está estrictamente conectado con el de la sociedad él es incapaz de comprender ese interés, o de comprender la conexión con' su propio interés. Su condición no le deja tiempo para recibir la información necesaria, y su educación y sus hábitos lo incapacitan usualmente para juzgar aunque esté plenamente informado. En las deliberaciones públicas, por consiguiente, su voz es poco oída y menos estimada, excepto en algunas ocasiones particulares, cuando su clamor es animado, iniciado y 'respaldado por sus empleadores, no para su propio interés sino para el particular interés de estos últimos". "Sus empleadores constituyen el tercer orden, el de aquellos que viven de la ganancia. Es.?l capital que se emplea por el incentivo de la ganancia el que pone en accion la mayor parte del trabajo útil de toda sociedad". "Pero la tasa de ganancia no aumenta con la prosperidad de la sociedad, ni cae con su declinación, como la renta y los salarios. Por el contrario, ella es naturalmente baja en los países ricos, y alta en los países pobres, y es siempre máxima en aquellos países que van más rápidamente hacia la ruina. El interés de este tercer orden, por consiguiente, no guarda la misma conexión que los otros dos con el interés general de la sociedad". "Como durante sus vidas completas ellos (comerciantes y patronos manufactureros) se ocupan en planes y proyectos, tienen frecuentemente más agudeza para comprender que la ~ay~r parte de conci~dadanos. Como sus pensamientos, sin embargo, se ejercitan usualmente mas en relación con el interés de sus propios negocios particulares, que en relación al de la sociedad, S".lS juicios, aun cuando sean dados co? la mayor ingenuidad (lo cual no ha sido siempre), dependerán mucho mas del primero de aquellos intereses que del segundo". "La propuesta de cualquier nueva ley o reglamentación comercial que provenga de este 86 INTRODUCCION A LA ECONOMIA orden, debe escucharse siempre con gran preocupación, y jamás debe adaptarse antes de un largo y cuidadoso examen, no solamente con la atención más escrupulosa sino también con la mayor desconfianza. Pues proviene de una clase de personas cuyo interés nunca coincide exactamente con el del público, que generalmente tiene un interés de engañar y aun oprimir al público, y que de acuerdo con esto, en muchas ocasiones, lo ha engañado y lo ha oprimido". (Libro I, Cap. XI, conclusión). Cómo cambian los tiempos y las ideas es algo que puede verse en toda su plenitud al comparar este cuadro de Smith por 1770 con el de Ricardo, el de Marx y el de los economistas posteriores! 2.1.4 El precio real y la teoría del valor-trabajo En uno de los grandes méritos de Adam Smith el de haber planteado en forma explícita y sistemática la necesidad de una medida de los valores diferente del dinero, pues las propias variaciones del valor de éste lo incapacitan para actuar como una unidad de medida invariable (de aquello que pretende medir) y, como anteriormente se ha explicado (sección 7. 3), ello no puede sino distorsionar el significado económico de las magnitudes que intervienen en el proceso de medición. "El oro y la plata, sin embargo, como cualquier otra mercancía, varían en su valor, algunas veces son más baratos y otras veces más caros ... " En otros términos, cuando decimos que una cosa mide 2 metros de longitud mientras que otra mide sólo 1 metro, entendemos que la primera tiene una longitud que dobla la última. Pero entendemos esto sólo mediante la suposición implícita de que el metro con que medimos la primera cosa fue un metro igual al metro con que medimos la segunda. Porque es evidente que si el segundo metro fuese en realidad apenas la mitad de largo que el primero, la afirmación de que la primera cosa mide 2 metros y la segunda 1 metro no implicaría que, en la realidad, la primera fuese el doble de larga que la segunda. Es decir, para que el metro pueda servirnos como medio de comparar longitudes reales es imprescindible que mantenga su propia longitud real invariable, que sea una unidad invariable de medida. Es esto lo que explica el cuidado que ha tenido la humanidad de tratar de conservar el metro original inmodificable en la medida de lo posible, para lo cual lo construyó de una aleación especial, resistente a los cambios de temperatura y humedad, y lo ha mantenido en una cámara especial que permite garantizar condiciones ambientales más o menos constantes, sin cambios drásticos que puedan afectar la longitud real del metro así sea en milésimas. Y más recientemente se han utilizado los rayos lásser para mantener perfectamente definido un metro de longitud absolutamente invariable en la realidad. Porque es lógico LA ECONOMIA CLASICA 87 que si el metro se agrandara o achicara con el tiempo, las medidas de longitud de ayer, de hoy y mañana no reflejarían las longitudes reales de los cuerpos, presentándonos unas medidas falsas y conduciéndonos a conclusiones erróneas sobre lo que ocurre en la realidad. Pues bien, aunque la ciencia económica no necesita medir longitudes, pues éstas son medidas por la Física, en cambio sí necesita medir los valores o, mejor, los ingresos, ya que uno de sus problemas fundamentales es estudiar las leyes que regulan la distribución del ingreso. Pero, así como la medición de longitudes requiere de una unidad de medida cuyá propia longitud sea invariable, la medición de los valores y los ingresos requiere también de una unidad de medida invariable del valor y del ingreso reales, ya que, en caso contrario, toda medición con una unidad variable sería una medición que falsearía lo ocurrido en la realidad, como ocurriría si se midieran longitudes con un metro variable. (Véase sección 7. 3). Y Smith vio claramente esto, y también vio claramente que el dinero, aun tratándose de oro o plata, no era una unidad de medida invariable. Por esta razón llama a los precios medidos en dinero "precios nominales", es decir, que sólo "de nombre" pero no en realidad miden los precios indispensables para el análisis económico de la distribución del ingreso, siendo estos últimos los que llama "precios reales", precios medidos no en dinero, que es una unidad de medida variable, sino medidos en una unidad de medida invariable, que en sí misma tenga un valor real invariable. Esta argumentación la expone Smith con claridad y brevedad admirables así: "Pero así como una medida de cantidad, tal como el pie natural, la brazada, o el puñado, que está permanentemente cambiando en su propia cantidad, nunca puede ser una medida precisa de las otras cosas; de la misma manera, una mercancía cuyo propio valor está variando permanentemente, nunca puede ser una medida precisa del valor de las otras mercancías". (Libro r, Cap. V). y ¿cuál es la única unidad de medida invariable que encuentra Smith en el sistema económico? "El trabajo únicamente, por consiguiente, el cual nunca varía en su propio valor, es sólo el patrón final y real por medio del cual el valor de todas las mercancías puede en todos los tiempos y lugares ser estimado y comparado. Es él su precio real; el dinero es únicamente su precio nominal". (Libro I, Cap. V). "Puede decirse que iguales cantidades de trabajo, en todos los tiempos y lugares, tienen el mismo valor para el trabajador. En su ordinario estado de salud, fortaleza y estado de ánimo; en el grado ordinario de su calificación y habilidad, él tiene que dar siempre la misma porción de su comodidad, .su 88 INTRODUCCION A LA ECONOMIA libertad y su felicidad. El precio que él paga debe ser siempre el mismo, cualquiera que sea la cantidad de bienes que recibe como recompensa por ello. De éstos, de hecho, aquél puede algunas veces comprar una mayor cantidad y algunas veces una menor cantidad; pero lo que varía es el valor de tales bienes, no el del trabajo con el cual se adquieren". (Libro 1, Cap. V). Nótese, en primer lugar, cómo Smith distingue aquí claramente entre "el precio del trabajo" "para el trabajador", que es la "porción de su comodidad, su libertad y su felicidad" que debe dar siempre y que tiene para él el mismo valor "en todos los tiempos y lugares", y "la cantidad de bienes que recibe como recompensa por ello", que es el salario, y en cambio puede ser algunas veces menor y otras veces mayor. Es decir, Smith distingue entre "el precio del trabajo" para el trabajador, que siempre es constante, y "el precio del trabajo" para el patrono, que puede aumentar o disminuir. Por consiguiente, lo que Smith considera como medida invariable del valor no es "el precio del trabajo" para el patrono, el salario, sino "el precio del trabajo" para el propio trabajador, que es "la porción de su comodidad, su libertad y su felicidad" que debe dar siempre. Por eso afirma que "El precio que él (el trabajador) paga debe ser siempre el mismo, cualquiera que sea la cantidad de bienes que recibe como recompensa por ello", es decir, cualquiera que sea el salario. Tal conclusión de Smith es de gran importancia, como se verá a continuación, porque el olvido de ella puede prestarse a interpretaciones simplistas y desviadas de su verdadera teoría. En efecto, lo que Smith afirma es que el valor real de un producto ("el valor del trabajo" que cuesta producirlo, para el trabajador) no sufre la más mínima alteración por el mero hecho de que el salario del trabajador cambie. El valor del producto sólo puede cambiar si "la porción de comodidad, libertad y felicidad" que entrega el trabajador aumenta, es decir, si aumenta la cantidad de trabajo que realiza. En otras palabras, Smith plantea que un aumento o baja del salario no afecta el valor del producto, lo que llamaremos por brevedad conclusión la. Pero, de otro lado, Smith archiargumenta a todo lo largo de "La Riqueza de las Naciones", que "Los salarios y las ganancias altos o bajos son causas del alto o bajo precio ... " Libro I, Cap. XI, como ya se había señalado en la sección anterior (proposición que por lo demás ha sido fuente de una sobresaliente controversia). Por tanto, Smith plantea que un alza o baja de salarios sí afecta el precio del producto, a la que llamaremos por brevedad conclusión 2a. Pero lo que interesa aquí es indagar si las conclusiones la. y 2a. constituyen una contradicción lógica o no. Y es evidente que si "precio" y "valor" del producto se entienden como sinónimos, como lo mismo, habría una contra- LA ECONOMIA CLASICA 89 dicción lógica. Pero, también es evidente, que si por "precio" y "valor" del producto se entienden cosas diferentes no hay ninguna contradicción lógica. y no existe fundamento para acoger la primera interpretación en vez de la segunda. Precisamente lo contrario: ¿Cómo determina Smith el valor del producto? Como "la porción de comodidad, libertad y felicidad" que debe entregar el trabajador, es decir, como la cantidad de trabajo que le cuesta producir la mercancía, "cualquiera que sea la cantidad de productos que recibe como recompensa por ello", es decir, independientemente del nivel del salario, porque "el trabajo únicamente ... el cual nunca varía en su propio valor, es sólo el patrón final y real por medio del cual el valor de todas las mercancías puede en todos los tiempos y lugares ser estimado y comparado". Y, de otro lado, ¿cómo determina el precio de la mercancía en la economía capitalista? Digámoslo: "En ese estado primitivo y rudo de la sociedad que precede tanto a la acumulación de capital como a la apropiación de la tierra, la proporción entre las cantidades de trabajo necesario para adquirir diferentes objetos parece ser la única circunstancia que suministra una regla para el intercambio de ellos. Si en una. nación de cazadores, por-ejemplo, matar un castor usualmente cuesta el doble de tr~bajo c1e lO.5uec~esta matar un ciervo, un castor debería naturalmentéintel"carnbiarse'¡yor oyW~r dos ciervos. Es natural que lo que usualmente es •el producto dedos días· o dos horas, debería valer el doble de lo que usualmente es el producto de un día o una hora de trabajo". "En este estado de las cosas, el producto total del trabajo pertenece al trabajador; y la cantidad de trabajo comúnmente empleada en la adquisición o producción de cualquier mercancía es la única circunstancia que puede regular la cantidad de trabajo que ella debe comúnmente comprar, comandar o por la que ella debe cambiarse". (Libro I, Cap. VI). Estas son, quizás, las palabras de Smith más frecuentemente citadas. Sin embargo, debe observarse que la norma del intercambio de las mercancías según las cantidades de trabajo involucradas en su producción es explícitamente restringida por Smith al "estado primitivo y rudo que precede tanto a la acumulación de capital como a la apropiación de la tierra", es decir, a una sociedad no capitalista. (La demostración de porqué esta norma de intercambio regiría sin rentas de la tierra, sin la existencia del capital como tal y sin impuestos es formalmente desarrollada en las secciones 3. 1 a 3. 8). Pero si alguna conclusión ha de sacarse de estas citas acerca de los precios en la economía capitalista, es precisamente la de que tal norma no regiría en esta última pues, de lo contrario, Smith no hubiera visto la necesidad de restringirla a "ese estado primitivo y rudo". Efectivamente, en el mismo capí tulo, dos páginas más adelante, ya refiriéndose a la producción capitalista, 90 INTRODUCCION A LA ECONOMIA además de señalar que en éste el producto del trabajo no pertenece totalmente al trabajador, porque debe pagarse una ganancia sobre el capital, agre~~: "Tampoco es la cantidad de trabajo comúnmente. empleada en adquírir o producir cualquier mercancía la única circunstancia que puede regular la cantidad que ella puede comúnmente comprar, comandar o por l~ que puede intercambiarse. Una cantidad adicional, es evidente, es requerida para las ganancias del capital que avanza los salarios y provee los materiales de ese trabajo". Si en la economía capitalista, la cantidad de trabajo que cuesta producir . las mercancías no es "la única circunstancia" que puede regular su precio, entonces ¿cómo se regula este precio? Como ya se vio' en la sección 2. 1: 2'1 sobre el precio natural, según Smith, por. las. ~asas naturale~ de sa~a~lOs, rentas y ganancias. Es decir, para la determinacion de los preCIOSsum:nlstra una teoría específica, que no sólo es diferente del principio de las c~tldades de trabajo, sino que es mucho más compleja, como ~ue ago~ el Libro 1 de "La Riqueza de las Naciones", y que por lo demas empieza a ofrecer~e precisamente en un capítulo posterior al (¿indebidamente?) famoso pasaje de los ciervos y los castores. Aún más no puede dejar de señalarse, por su importancia posterior, un elemento' adicional. y es que Smith, en su Capítulo 1 del Libro II, ofrece como hecho relevante y sistemático, por vez primera en la historia del pensamiento económico: la observación de que "las d~feren:.es ocupacio~es requieren muy diferentes proporciones entre el capital !IJO y el capital circulante empleado en ellas". Esto junto con su observación de que la tasa natural de ganancia es la tasa promedia de la economía e~ su. conjunto, es todo lo que formalmente se requiere para una demostraclOn ~rrefutable de que las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías no pu.eden determinar sus precios relativos. Es precisamente sobre estas observaciones conjuntas de Smith que tal problema sería retornado por Ricardo en sus Principios y luego por Marx en su famosa "Transformación de Valores en LA ECONOMIA CLASICA 91 proposición de que las cantidades del trabajo determinan los precios en la economía capitalista. La de que la medida del valor puede ser el trabajo únicamente si se da la situación de los ciervos y los castores. Por el contrario, desde la aparición de "Riqueza de las Naciones", se demuestra cómo, primero, la selección de una unidad de medida invariable del valor (la definición de valor) surge como un problema previo y diferente al problema de la determinación de los valores de cambio o precios relativos específicos. Y, segundo, cómo no solamente es posible, sino absolutamente natural en la economía capitalista, que los precios relativos difieran de las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías, pues tal igualdad sólo sería natural o lógica en "ese estado primitivo y rudo que antecede a la acumulación de capital y a la apropiación de la tierra" (ya los impuestos indirectos, y a las imperfecciones competitivas, podríamos agregar después de la lectura de las secciones 13.1 a 3.8)'1 Con estos puntos, Smith sienta las bases para una interpretación coherente de la teoría del valor-trabajo,' como una teoría que permite determinar el valor agregado real de la sociedad en su conjunto, o el ingreso nacional real, a partir del trabajo agregado en la producción nacional, sin necesidad de formular proposición alguna acerca de los precios relativos de mercancías particulares, tal como se demostró en la sección 7. 3. 4 dei capítulo sobre "Agregados". Esto es, postula el trabajo. como la medida invariable del ingreso real. 2.1.5 La división del trabajo y la libertad del mercado Precios". En síntesis, de una manera nítida Smith postula e~ trabajo como la ~n!ca unidad de medida invariable del valor y, por C~nSlgUlent~:como l~ un~ca medida posible de todos los valores y todos los ingreses. ( El trabajo ~lde el valor no solamente de esa parte del precio que se descompone a SI misma en trabajo (salarios), sino también de la que se descompone en re~t,a, y de la que se descompone en ganancia". Libro 1, Cap. VI). Pero t.amblen p~r~~e dejar en claro que este postulado es independiente de cualquier prOP?Sl?10n acerca de la forma como se determinan los precios en la economia capitalista, "La consideración de su propia ganancia privada, es el único motivo que hace que el propietario de cualquier capital lo emplee ya sea en la agricultura, en las manufacturas, o en una rama particular del comercio mayorista o al detal". (Libro II, Cap. V). ~/Cada individuo se esfuerza continuamente para encontrar el empleo más ventajoso de cualquier capital que disponga. Es su propia ventaja, en realidad, y no la de la sociedad la que él tiene en vista". "El producto de una industria es lo que ésta agrega al objeto a los materiales sobre los cuales se emplea. En proporción al mayor o menor valor de este producto, estarán las ganancias del empleador. Pero es únicamente por el interés de una ganancia que cualquier hombre emplea su capital en la industria; y él siempre, por consiguiente, trata de emplearlo en la industria en que el producto puede tener el mayor valor, o se cambia por la mayor cantidad posible de dinero u otros bienes". Sería, pues, una apreciación desviada e ingenua la de que la teoría del valor-trabajo consiste en la proposición de los ciervos y los castores, en la "Pero el producto anual de toda sociedad es precisamente igual al valor de cambio de la totalidad del producto anual de su industria, o mejor, es INTRODUCCION A LA ECONOMIA precisamente la misma cosa que este valor. Así, en tanto que todo individuo trata de emplear su capital en la industria nacional, y de esa manera dirigirlo a la industria en que su producto puede alcanzar el máximo valor; todo individuo necesariamente trabaja para hacer tan alto como él pueda el ingreso anual de la sociedad. De hecho, en general él no tiene la intención de promover el interés público, ni tampoco sabe que lo está promoviendo ... al invertir en la industria en que su producto puede alcanzar el máximo valor, él tiene como intención únicamente su propia ganancia, y en esto, como en muchos otros casos, él es dirigido por una mano invisible para promover un fin que no era parte de su intención. Tampoco es lo peor para la sociedad que ello no fuera parte de su intención. Al perseguir su propio interés, él frecuentemente promueve el de la sociedad más' efectivamente que cuando se lo propone". " ... el estudio de su propio interés naturalmente, o mejor necesariamente lo conduce a preferir aquel empleo (para su capital) que es el más ventajoso para la sociedad". (Libro IV, Cap. 11). Esta famosísima argumentación de Smith no sólo expone su teoría general de las leyes automáticas que rigen a la economía capitalista e inspiraría su posición frente a la intervención económica estatal, sino que daría lugar a un vasto campo de exploración teórica sobre el concepto de la "eficiencia" económica de las fuerzas del mercado abandonadas a su libre juego, exploración cuyos resultados fundamentales se siguen indagando hoy en día por la "teoría del equilibrio general y el bienestar" de la economía neoclásica (Cap. XIII). Debe resaltarse, en todo caso, el hecho de que Smith parte en su argumentación de la necesidad de la perfecta competencia para alcanzar estas conclusiones. Así, no sólo aboga por la eliminación de los monopolios de toda clase (básicamente de carácter legal en su tiempo), ya que "Mediante un monopolio perpetuo, todos los otros individuos del Estado son muy absurdamente sujetos a un doble gravamen ... ", (Libro V, Cap. 1), sino que al suponer que al aumentar el valor de la producción de una industria particular aumenta en la misma magnitud el valor del producto nacional real, está suponiendo, evidentemente, que el aumento del valor de la primera proviene de un aumento de su producción física o real, que es el caso de la competencia perfecta, y no simplemente de una elevación "artificial" del precio, sin aumento de su producción real, que constituiría una mera transferencia de ingreso de otros individuos, no una creación de un mayor ingreso real, como es el caso de los monopolios. En otras palabras, en la base de la argumentación de Smith se encuentra su teoría del precio natural que, mediante el mecanismo de la competencia, hace que los precios relativos de los productos estén regulados en última instancia por sus costos de producción. (Sobre la demostración de este punto, véase seco13.6). De esta manera, con los precios determinados por el mecanismo impersonal de los costos, vale decir, por el mecanismo de la perfecta competencia, la LA U:ONOMIA CLASICA 93 única forma que tiene cada capitalista de incrementar su ganancia es intentando alcanzar unos costos inferiores a los de sus competidores y, de esa manera, al tratar de maximizar ganancias también resulta tratando de minimizar los costos de producción de la sociedad, aunque no era éste su objetivo directo y consciente. 0, aun visto de otra forma, para maximizar sus ganancias cada capitalista tratará de colocar su capital donde éste es más "eficiente" (produce con menores costos o sea, dados los precios competitivos, con mayores ganancias). Sobre esta conclusión, Smith propone, entonces, como-la más eficiente de las políticas del Estado su no intromisión en dicho mecanismo competitivo, porque ésta solamente impediría que los capitales fluyan libremente hacia los empleos en que pueden ser más "eficientes", impidiendo de esa manera que la sociedad se beneficie de los costos mínimos, o sea de la máxima producción real posible. Cualquier reglamentación del Estado sobre precios, barreras a la libre movilidad de los capitales y al libre comercio de los productos sena equivalente en sus efectos, pues, a la constitución legal de monopolios, lo cual equivale a romper el vínculo entre la persecución consciente del interés individual (o egoísta) y el bien común, pues los monopolios no están restringidos como los capitales perfectamente competitivos a aumentar sus ganancias sólo mediante aumentos de la producción (ya que los precios son datos inmodificables para los capitales en perfecta competencia), sino que (los monopolios) pueden, por el contrario, aumentar sus ganancias reduciendo más bien la producción, para forzar un aumento del precio mediante reducciones de la oferta. Mientras que bajo condiciones de perfecta competencia ningún capitalista individual puede modificar los precios, pues éstos están dados por los costos, bajo condiciones de monopolio el monopolista puede restringir la oferta e incidir así en los precios y en sus ganancias. Smith vio claramente esto y sacó una conclusión: en perfecta competencia cada industria está interesada en maximizar la producción, lo cual conviene a la sociedad en su conjunto, mientras que los monopolios no poseían la misma característica que conciliara el interés privado con el social. Puesto que toda reglamentación legal obstruiría la competencia, entonces era socialmente inconveniente. El Estado debía limitarse a brindar seguridad, a administrar justicia y a suministrar a la sociedad aquellos servicios que no brindaran suficiente incentivo a la iniciativa privada, como la instrucción pública. Como se ha señalado anteriormente, esta tesis es generalizada a las relaciones económicas internacionales, de lo cual deriva Smith su crítica a las reglamentaciones mercantilistas, como obstáculos que engendran situaciones de monopolio y que impiden alcanzar el máximo beneficio social que podría obtener el mundo en su conjunto bajo una situación de libre-cambio y especialización plenos a nivel internacional. (Véanse secoI9.10.1 y 2. 1. 1). 94 INTRODUCCION LA r:CONOMIA CLASICA A LA ECONOMIA El rescate que hace Smith de la tesis fisiocrática de laissez faire-laissez passer tiene, como claramente se observa, la preocupación central que apasionó a los fisiócratas; la riqueza, cuyo aumento se considera el interés social fundamental. Y con este cierre de su sistema teórico, Smith es plenamente compatible con su punto de partida o, mejor, vuelve a su punto de partida que es la división social del trabajo. Pues lo que tienen de común la división social del trabajo y la plena libertad del mercado en el modelo de Smith es, precisamente, el punto de riqueza. Pues así como concluye exponiendo la conveniencia de la segunda para maximizar la producción social, también empieza exponiendo las ventajas de la primera con relación al mismo punto: "Las más grandes mejoras en las capacidades productivas del trabajo, y la mayor parte de la calificación, la habilidad y el juicio con que éste es dirigido en todas partes, o aplicado, parecen ser los efectos de la división del trabajo". Con este párrafo se inicia el primer capítulo del libro primero de "La Riqueza de las Naciones". Y en seguida pasa a ejemplificar esta tesis decisiva con su famosa observación de una muy pobre fábrica de alfileres que, no obstante carecer de la maquinaria y facilidades requeridas, gracias a la perfecta especialización del trabajo entre sus operarios, haciendo cada uno sólo una o unas pocas operaciones muy especializadas, como estirar el alambre, cortarlo, afilarlo, pegar la cabeza, empacar el producto, etc., hasta completar 18 operaciones diferentes, logra producir al día más de 48.000 alfileres, cuando si cada operario tratara de hacer por sí mismo todo un alfiler completo, entre todos los diez no alcanzarían a producir siquiera 200 diarios, "cada uno de ellos ciertamente no completaría veinte, y quizás ni siquiera un alfiler en un día". Pero, como "la división del trabajo está limitada por la extensión del mercado'h porque "cuando el mercado es muy pequeño, ninguna persona puede tener un incentivo para dedicarse completamente a un empleo, por falta de la posibilidad de intercambiar toda esa parte excedente del producto de su propio trabajo, que está por encima de su propio consumo ... ", división del trabajo y libertad de mercado resultan finalmente unidos en un solo argumento: las restricciones a la libertad de comercio no sólo son indeseables por generar situaciones similares a las de monopolio, sino que además restringen el tamaño del mercado para una industria dada, con lo cual limitan la división del trabajo y con ello la producción de riqueza. La división del trabajo y la libertad de comercio aparecen así como los hallazgos fundamentales de la compleja estructura teórica de Smith que le permitió llevar a efecto su "Indagación acerca de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones". Por supuesto, un elemento fundamental de dicha estructura es la perfecta competencia, es decir, la perspectiva de que 95 al cesar toda suerte de reglamentaciones estatales todo vestigio de monopolio desaparecería y, con ello, se garantizaría el vínculo entre el interés egoísta y el social que explicaría el orden y los designios progresistas de un sistema que en apariencia, al poner los intereses pecuniarios y egoístas por encima de todo lo demás, podría verse como susceptible del caos y de la disol ución. Pero este planteamiento de Smith, de por sí revolucionario en su época, también se convertiría con el tiempo en la fuente más fecunda de desarrollos de la teoría económica, al dar comienzo a una exploración que ha llevado a los más grandes economistas a indagar sobre las tendencias del sistema a crear monopolios, no ya de carácter legal, sino como producto de su propio desarrollo natural, mediante la "concentración de capitales"; a indagar sobre todos los fenómenos que desvían "el costo privado" del "costo social" de los productos y, con ello, sobre la "eficiencia del sistema"; a indagar sobre las tendencias de las relaciones entre las tres clases de la sociedad y a indagar sobre las verdaderas capacidades de la "mano invisible" para conducir automáticamente el sistema por una vía de progreso continuado, libre de los dramas de las depresiones económicas y el desempleo masivo y crónico. Es decir, la exploración de las implicaciones de este planteamiento de Smith, a medida que una época que no conoció la gran industria basada en la maquinaria, ni siquiera la máquina de. vapor de Watt, fue reemplazada ineluctable mente por las características de la "Revolución Industrial" y del capitalismo contemporáneo, ha sido el fundamento, sin lugar a dudas., de los más significativos desarrollos de la teoría económica. 2.2 David Ricardo (1772-1823) 2.2.1 Las "Leyes de Gra~os" y el desarrollo de la maquinaria Entre la primera edición de "La Riqueza de las Naciones" y la primera edición de esa otra obra cumbre en el desarrollo del pensamiento económico que son "Los Principios de Economía Política y Tributación" (1817), la obra fundamental del inglés.David Ricardo, sólo transcurrieron 41 años, pero fueron éstos tan ricos en acontecimientos que, aunque Ricardo se ocupa básicamente de los mismos problemas teóricos planteados por Smith, ante algunos de ellos la perspectiva y los colores que ahora se adoptan varían radicalmente. Al punto de que si el mundo que preveía Adam Smith pudo ser calificado de "maravilloso", la ciencia económica durante el tiempo de Ricardo llegó a ser calificada de "ciencia lúgubre" por parte de Carlyle. Así, por ejemplo, en su "Ensayo sobre la Influencia de un Bajo Precio del Grano en las Ganancias del Capital", publicado en Inglaterra en 1815, que constituyó la base del trabajo que dos años más tarde daría por resultado 96 INTRODUCCION A LA ECONOMIA "Los Principios", como abreviadamente suele llamarse a su libro, Ricardo anticipa la que sería una de las conclusiones fundamentales de toda su estructura teórica: "Se sigue de ello, por consiguiente, que el interés de los terratenientes está siempre opuesto al interés de todas las otras clases de la comunidad". Cómo el interés de los terratenientes pasa de ocupar un lugar compatible con el desarrollo social en el modelo de Smith, a uno de incompatibilidad con el de la mayor parte de la sociedad en el modelo de Ri.cardo, puede ser un signo importante de lo que estaba ocurriendo durante esos 41 años en Inglaterra y también constituye una ilustración nítida de cómo los desarrollos teóricos recogen los cambios de la realidad. Y es que, Inglaterra, que precisamente durante este período había sostenido la guerra de i~dependencia de su excolonia más importante (1776-1783), los E~~dos Unidos de América, también recién salía de las prolongadas y costosísímasguerras napoleónicas con Francia (1793-1815), con lo cual el comercio internacional de cereales prometía volver a "normalizarse", comercio en el cual la excolonia .poseía una clara véntaja de costos lo mismo que Francia, como ya l?~fisiócratas lo habian señalado. Con la "normalización" de los lazos políticos con la excolonia y con Francia, que permitiría una reanudación normal del comercio, entónccis '16s terratenientes ingleses vieron claramente lo que iría a pasar si nad~'hacían: siendo los cereales importados más baratos que los producidos naciónalrÍl:ente al acabarse la protección automática que la guerra les conferia dentro del mercado inglés, la producción nacional sería desplazada por las importaciones con lo cual se reducirían los precio~ d~ los e~reales y la"demanda para el uso de sus tierras, todo lo cual los, perjudicaba directamente a través de una reducción de sus rentas. Ante esto, lograron que en el mismo año de 1815 el parlamento inglés estableciera una serie de impuestos a lo~·cereales importados, que vinieron a conocerse como "las leyes de granos" y que, al mantener de esa manera altos los precios de los cereales, protegían de cualquier posible deterioro los intereses de los terratenientes. Esta situación afectaba de manera negativa los intereses de los capitalistas, según iría a demostrar Ricardo, al disminuir sus ganancias por los altos salados que deberían pagar, así como también porque, al imponer Inglaterra restricciones comerciales al libre comercio de los productos sobre los cuales otros países tenían ventajas en costos, era de esperar que éstos respondieran imponiendo también restricciones a la libre importación de los productos en tos cuales Inglaterra poseía claras ventajas, que eran precisamente las manufacturas, Desde el comienzo, Ricardo inició una lucha por demostrar que las "leyes de granos"eran doblemente dañinas para el progreso social. Pero en este proceso tuvo- que ir tan lejos como a tener que elaborar una teoría general del valor, la distribución y la acumulación, y a desarrollar su teoría de los "costos comparativos" o "relativos" que generaliza la teoría de las ventajas del LA ECONOMIA CLASICA 97 libre comercio que había dejado Adam Smith (sobre el desarrollo específico de este punto, véanse seco 1 9.9,2, seco II 1.1.1 Y 1.1.4). Y algunos opinan que, en este proceso de paso, "fue Ricardo quien hizo de la economía una ciencia positiva, 'un método de pensar más que un cuerpo de resultados concretos', una ciencia capaz de abordar los problemas por el método lógico de la deducción" (Ronald Hartwell, Introducción a "Los Principios" en la edición Pelican). Y, en 'realidad, aun si se considera que este método se inicia~con los fisiócratas y se desarrolla con Smith, no podría ignorar se que es en la obra de Ricardo donde alcanza su madurez y un grado de perfección tales que sus grandes sucesores no podrían ocultar su admiración y recibirían conscientemente su influencia en ese sentido. De un lado, Ricardo veía que la reducción de las ganancias a favor de las rentas de los terratenientes desaceleraba el proceso de acumulación y crecimiento económico y, por otro, que las restricciones al libre-cambio constituían un despilfarro de los recursos productivos, que se emplearían más eficientemente si se permitiera la perfecta especialización internacional sobre la base de los costos mínimos. (Sobre las críticas a esta argumentación, véase sección 9. 10. 1). Como Smith y los fisiócratas, defiende entonces la libertad de comercio y ve en el crecimiento económico un fin deseable. Pero su cuadro sobre las clases sociales, con la clase trabajadora en medio, se ve ahora modificado: los terratenientes constituyen el principal obstáculo al progreso. Su teoría refleja, así, una lucha por la distribución del ingreso entre capitalistas y terratenientes, lucha que se libraba también políticamente en la Inglaterra de su tiempo y a la cual no fue ajeno, tampoco en este terreno, ya .que Ricardo fue además representante al parlamento inglés. Si Adam Smith criticó ácidamente la clase de los manufactureros y comerciantes, por buscar permanentemente protecciones y ventajas de carácter mercantilista, para el tiempode Ricardo los proteccionistas habían pasado a ser en Inglaterra los terratenientes y los capitalistas encontraban su ventaja en el libre-cambio. (Como se vio en el capítulo IX, Federico List (1789-1846) iría a construir una teoría sobre este cambio político de la clase manufacturera de Inglaterra y sobre ello levantaría todos sus argumentos a favor del proteccionismo). Ricardo no cejó en esta lucha hasta el fin de sus días, pues en 1822, después de publicada la tercera y última edición de "Los Principios" en vida del autor, y apenas un año antes de morir, se sintió obligado a escribir un ensayo, "So bre la Protección de la Agricultura", que es considerado por algunos como el más fuerte ataque de Ricardo a "las leyes de granos". La verdad es que las ideas de Ricardo sobre este punto irían a imponerse en Inglaterra pero sólo 23 años después de su muerte, en el año de 1846, cuando las "leyes de granos" fueron abolidas. El mundo de Ricardo, particularmente Inglaterra, también fue diferente al mundo que le correspondió analizar a Smith en otro aspecto fundamental, y LA ECONOMIA CLASICA 98 INTRODUCCION 99 A LA ECONOMIA es que el primer cuarto del siglo XIX fue precisamente escenario de uno de los procesos más importantes de la historia moderna, como, fue la llam~~a "revolución industrial" que, precisamente como se observo en la seccion 2. 1. 1., tiene sus orígenes a los pocos años de publicada "La Riqueza de las Naciones", en el último cuarto del siglo XVIII, Y cuyos rasgos más característicos son: i- El descubrimiento y utilización de complejas máquinas, que reemplazaron a los especializados pero simples instrumentos de producción movidos directamente por la mano del hombre y que fueron típicos del período manufacturero. En la máquina cada operación es realizada también por instrumentos simples, que, en conjunto, forman parte de la máquina, pero entre los cuales y el hombre media un mecanismo. (~or ejemplo, la diferencia entre coser con una máquina y coser a ~ano consiste en que la aguja es movida, en el primer caso, por un mecanismo +rotor, correa de transmisión, pedal que se interpone entre el objeto de.trabajo y el hombre, mientras que en el segundo caso la aguja es movida directamente por el hombre, sin ninguna mediación entre dicho instrumento simple y el obrero. Se observa en este ejemplo cómo la máquina no necesariamente tiene que ser movida por fuerza no humana. Puede ser movida por el hombre o, como se generalizaría después, por fuerzas matrices no humanas ni espontáneas de la naturaleza: vapor, electricidad). ii- El descubrimiento y aplicación del motor a vapor que permitió sustituir en una gran escala la fuerzahumana directa y las fuerzas espontáneas de la naturaleza (caídas de agua, aire) como fuerza motriz de las máquinas aplicadas a la producción. iii- La consolidáción y rápido crecimiento de las grandes fábricas que desplazaron en forma dramática a la producción artesanal. iv- El rápido proceso de crecimiento de las piudades en que se localizaban las nuevas fábricas. v- La d~ástica ruptura de la fuerza de trabajo asalariada con formas complementarias de ganar la subsistencia que no fueran el salario puro. Así, por ejemplo, todavía en la época de Smith quedaban remanentes de la práctica ~s~al de que incluso l?s trabajadores urbanos tuvieran acceso, junto con su vivienda, a una pequ~na huerta que podían cultivar y de la cual podían obtener part~ de lo requerido para su subsistencia. Pero esta situación fue modi!~cán,do~emeluctablemente y, con la llamada Revolución Industrial, desapareció p~ctl~amente, ~ue?,ando los trabajadores en total dependencia de su puro salario. VI- La s,ustltuc~on de muchos trabajadores, en los oficios que tradicionalmente hablan realizado, por máquinas que en forma más eficiente y barata podían realizar el mismo trabajo, vii- La concentración de muchos trabajad~res no solamente ~~ una misma fábrica sino en una misma localidad, debido a la concentración de fábricas. viíi- Una tendencia de los salarios reales a disminuir debido a los efectos de la introducción de las máquinas sobre la demanda de fuerza de trabajo. ix- Una tendencia a prolongar la jornada de trabajo ya generalizar el trabajo nocturno, con el propósito de reducir al mínir~lOo evitar.:l cost~ que significaba tener parada una valiosa maquinaria. x- La.mcorporacion cre~len:e del trabajo femenino e infantil a la producción fabril, ya que la maqumaria permitía sustituir la fuerza física y la calificación artesanal por el cuidado y la delicadeza de operaciones, lo cual produjo importantes efectos sobre el salario, al aumentar la oferta de fuerza de trabajo, y sobre la estructura familiar. Y xi- En gracia a todo lo anterior, el surgimiento de un movimiento obrero, primero de simples protestas desorganizadas pero que, más tarde, particularmente en el período que siguió a la muerte de Ricardo, condujo a la creación de sindicatos, a luchas organizadas y sistemáticas, incluso de carácter internacional, y al desarrollo de una nueva ideología económica, social y política. l' El mundo de Ricardo fue, pues, el mundo de esta importante transición, en el cual alcanzaban a vislumbrarse, por parte de algunos, varias de sus consecuencias futuras mientras que muchas otras permanecían ocultas a los ojos del hombre, en su simple estado de gestación. Así, por ejemplo, en la primera edición de "Los Principios", en 1817, Ricardo no incluye ningún capítulo sobre la introducción de la maquinaria en el proceso productivo y sus efectos económicos. Pero, sólo cuatro años más tarde, para la tercera y última edict6~ en vida del autor, se siente obligado a introducir un capítulo específico sobre el tópico, en el cual reconoce que su posición tradicional, que subestimaba los efectos de la introducción de maquinaria, era errónea y que tal introducción hace que la demanda de fuerza de trabajo no crezca tan rápidamente como lo haría de no tomar aquella lugar, con el consiguiente efecto depresivo sobre el nivel de salarios, Y es que, no por azar, en este mismo año de 1821 Henri de Saint-Simon (1760-1825) publicaba en París su obra "Del Sistema Industrial", obra que ya, como otras que empezaban a producirse, esbozaba una crítica socialista a algunas de las características que acusaba la nueva etapa "industrial" del régimen de producción capitalista. De la misma manera, señalan Karataev y Ríndina en su Historia de las Doctrinas Económicas: "Ricardo intervino en defensa de las asociaciones obreras aunque, en el fondo, no les concedía importancia. Tampoco se puede pasar por alto el hecho de que defendiese al socialista utópico Roberto Owen (1771-1858), cuando la burguesía le acosaba y pedía que fuese encarcelado, por la tendencia 'inmoral' y peligrosa de querer suprimir la propiedad privada. Aunque Ricardo calificó de erróneos los conceptos de Owen, proclamó que era persona honrada e, incluso, en uno de sus discursos, lo puso como ejemplo de alta ética y bondad". (Tomo 1, pág. 196). Sin duda alguna, el hecho de que la revolución industrial se desarrolló y consolidó en Inglaterra antes que en el resto del mundo confirió a este país una especie de "dominio natural" en el mercado mundial de manufacturas, lo cual no podía ser independiente del desarrollo de una fuerte corriente social dentro de este país por procurar el acceso de sus productos a todos los mercados del mundo, que daba lugar a la necesidad de una exploración lOO INTRODUCCION 101 LA ECONOMIA CLASICA A LA ECONOMIA teórica sobre los resultados y las ventajas del libre-cambio. En la antesala de la revolución industrial, Smith inicia tal examen con su teoría del costo absoluto y, en el pleno período de transición, Ricardo lo completa con su teoría de la ventaja relativa. Los dos atacaron lo mismo, el proteccionismo, pero éste fue encarnado por personajes diferentes en Inglaterra antes y. después de la revolución industrial. Antes, por la mayoría de una clase manufacturera débil Y temerosa de la competencia externa; después, por la clase terrateniente. Revolución Industrial -Libre-CambioY "Leyes de Granos" -Proteccionismo-, constituyen entonces el par de duplas que sirven de coordenadas al desarrollo del pensamiento económico en la época de Ricardo. Dentro de estas coordenadas, la teoría ricardiana resalta la contradicción renta-ganancia, es decir, clase capitalista-clase terrateniente, con la clase obrera en medio, con un papel todavía tan pasivo como el que le observara Adam Smith. Sin embargo, una de las coordenadas estaba poco a poco, bajo la superficie, proyectándose a una nueva d.imens~ón. Los efectos .de la revolución industrial sobre la clase obrera que, inclusive, daban lugar al surgimiento de un primitivo pensamiento socialista y de organizaciones para el movimiento obrero, constituía esta dimensión, y el ~e~ho de que la obra de Ricardo alcance a vislumbrar algunas de sus caracteristicas, como las que señala en su capítulo sobre maquinaria, pero que no alcance a referirse a otros profundos efectos que serían sujetos a análisis y críticas por quíenes lo sucedieron en el medio siglo siguiente constituye, tal vez, la mejor descripción del período que le correspondió vivir a Ricardo y que de diversas maneras se refleja en su trascendental obra. 2.2.2 Distribución y medida del valor Los asuntos de análisis que entran en la estructura teórica fundamental de "Los Principios" de Ricardo coinciden en tal grado con los de "La Riqueza de las Naciones" que los capítulos básicos de la primera obra llegan a , titularse de la misma forma que algunos de los de la segunda, como "So bre el Precio Natural y el Precio de Mercado", "Sobre la Renta",/"Sobre los Salarios" y "Sobre las Ganancias", entre otras cosas porque uno .d: los propósitos de Ricardo es desarrollar o corregir algunas de las proposiciones básicas de Smith, ya que "ha encontrado necesario advertir con mayor énfasis sobre aquellos pasajes en los escritos de Adam Smith en los que (Ricardo mismo) encuentra razones para diferir", no obstante lo cual (Ricardo) "espera que por ello no se hará sospechoso ~e que n~ co~parte, junto con todos aquellos que reconocen la importancia la clencia. de la Economía Política, la admiración que el profundo trabajo de este celebre autor (A. Smith) tan justamente despierta". (Prefacio de Ri~ardo a "L~s Principios"). Sin embargo, y a pesar del papel esencial .que tie~e la t:orla de la distribución en la obra de A. Smith, parece converuente senalar como, = desde un comienzo, Ricardo enfatiza que "Determinar las leyes que regulan esta distribución (del producto social entre las tres clases de la sociedad) constituye el principal problema en la Economía Política ... " Por muy relacionado que se encuentre este problema con las causas de la riqueza de las naciones, se observa entonces cómo Ricardo decide subrayar primero el aspecto de la distribución mientras que A. Smith, aunque desarrolla como parte fundamental de su modelo una teoría de la distribución, prefirió titular su obra "Una Investigación Acerca de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones". A partir de tal postulado, Ricardo inicia entonces el proceso de elaborar los instrumentos que le permitirán medir la renta, los salarios y la ganancia, es decir, sus valores, pues sin medir éstos no se podría saber cómo varían o interactúan recíprocamente, y sin saber esto sería imposible establecer las leyes que los regulan, es decir, sería imposible "determinar las leyes que regulan esta distribución" que es "el principal problema en la Economía Política". Aunque Ricardo, como Adam Smith, es conducido al trabajo como unidad de medida de todos los. valores,yaunqug Smith ya había planteado que "El trabajo únicamente ... essó!oel pat~(}llfinalyrf:)alpor medio del cual el valor defódas las mercancías puede en t&dos ldS Ue pos y lugares ser estimado y comparadd" y que "El trabajo mide el valor no solamente de esa parte del precio que se descompime ásímismaentrabajo, sino también de la que se descompone en renta,. y dé la que se descompone en ganancia", la exposición de Ricardo sobre la unidad de meclidano es tan directa como la de Smith, y ha dado lugar a más de un debate entre diversos seguidores e intérpretes. ASÍ, por ejemplo, en su primer capítulo ("Principios"), "que sobre el tema sufrió variaciones en la última edición, después de reconocer como Smith que ninguna mercancía del sistema económico, ni siquiera el oro, tenía en sí misma un valor invariable, y por ello no podía servir como patrón o unidad de medida de los valores de las demás, procede a razonar en términos de oro bajo la suposición ex positiva de que se trataría de un oro hipotético cuyo propio valor nunca cambia. Esto, después de haber luchado con las primeras versiones de su capitulo sobre el valor que, además, lo condujeron a agregar un nuevo capítulo "Sobre el Valor y la Riqueza" en la tercera edición y, como si hubiera quedado aún insatisfecho con todo lo anterior, poco antes de morir se sintió impulsado a explorar nuevamente el tema en un ensayo intitulado "Valor Absoluto y Valor en Cambio" que, curiosamente, empieza comparando el proceso de medición del valor con el proceso de medición de magnitudes físicas, comparación que, como se recordará, había sido ya hecha en "La Riqueza de las Naciones". m Las razones que condujeron a Ricardo a la permanente y dura lucha, desde el primer capítulo de "Los Principios" hasta su último escrito, semanas 102 INTRODUCCION A LA ECONOMIA antes de morir, de razonar con una mercancía imaginaria o hipotética cuyo propio valor fuese invariable, no obstante haber demostrado y estar convencido de que tal mercancía no existía en la realidad, en ve.zde proceder como Srnith, adoptando de entrada y directamente el trabajo como urud~d ~e medida de todos los precios reales y todos los ingresos, puede que jamas lleguen a ser plenamente dilucidadas. Pero sin t?ner ~n ~uenta est.e aspe.cto característico de la obra de Ricardo resultana practlcamente Imposible reseñarla sin quitarle su propia personalidad y, quizás, su verdadero contenido teórico. Uno de los mejores ejemplos sobre la problemática específica a la que puede dar lugar el procedimiento de Ricardo, lo brinda el más aca?a,~.o de~arr?l!? moderno del problema que se planteó Ricardo con la mercancía imagmana , que es la obra de Piero Sraffa intitulada "Producción de Mercancías por medio de Mercancías" (1959). En efecto, Sraffa retorna el problema de Ricardo de sipodría existir una mercancía cuyo propio va~or fuese invariable, y que por consiguiente pudiera servir de ~~ida? .de medl~a del valor ?e .las demás, concluyendo que ninguna mercancía individual del sistema eco??mlco puede poseer tal característica, ent~e otras c.osas porquelos requisitos o condiciones para ello son mucho mas complejos y restrictivos de lo que el propio Ricardo pudo llegar a imaginar o dilucidar en su tiempo. Pero, y este es el importante desarrollo moderno, Sraffa también concluye que, s~ ?ien es cierto que ninguna mercancía individual puede llenar tales requlSI~os, una mercancía "compuesta", fabricada teóricamente de muchos pedasitos de diversas mercancías individuales, podría en cambio cumplir en forma perfecta las funciones que ninguna mercancía individual.puede cumplir. Esta optimista conclusión de Sraffa puede, sin embargo, e independientemente de muchas de sus otras importantes contribuciones, ser comprobada como errónea e inconsistente en términos de su propia lógica.' Pero lo que interesa aquí es cómo la obra de Sraffa muestra que el procedimiento de Ricardo pudo inspirar el desarrollo de una unidad de m:d~da d: lo~ valores ~ue no es el trabajo, como en Smith, sino una mercancía Imagm~la que ~Icar:.do no pudo definir con precisión y que Sraffa, casi siglo y medio despues, SI pudo llegar a definir exactamente, que es la "mercancía compuesta". De otro lado, aunque por medios mucho más indirectos que lo.s de Smit~, por la vía de estudiar las variaciones de precios y sus causas, y la importancia relativa de estas causas, por esta vía aproximativa, Ricardo llega a adoptar plenamente el trabajo como unidad de medida de los valores. ! H. Cuevas, "La Teoría del Valor· Trabajo Y el Sistema ~e Precio~", Cap. V, sección 5. 6, Ed. Offset, Universidad Nacional de Colombia, Dept o. de Economta, Bogota, 1980. 103 LA ECONOMIA CLASICA Pero, qué importancia pueda tener una vía o la otra, o qué implicaciones adicionales pueda tener la vía de Ricardo, o cuál es el significado preciso de su planteamiento, sólo puede saberse examinando directamente tal planteamiento, lo cual debe hacerse a continuación. 2.2.3 Cantidades de trabajo y precios relativos En la historia del pensamiento económico, Ricardo fue quien suministró la primera demostración detallada y rigurosa de que, en la economía capitalista, las diversas mercancías no pueden intercambiarse, como norma general, de acuerdo a las cantidades de trabajo que costó su producción, ("Principios", Cap. 1, sección IV y V). En esto Ricardo está de acuerdo, pues, con Smith y toma de este último las premisas que implican tal conclusión, a saber: que los "precios naturales" implican una igualación de las tasas de ganancia (véase sección 11. 1. 2) Y que las proporciones de capital circulante (materias primas y salarios, cuyo valor se gasta totalmente en un solo período de producción) a capital fijo (instalaciones, maquinaria y equipo, cuyo valor se deprecia poco a poco, sección 7.2.7) son diferentes en las distintas ramas o sectores de la producción. Para explicar mejor el planteamiento, se utiliza un ejemplo similar al que utiliza Ricardo, tal como se describe a continuación: i- Supóngase que para producir maíz un capitalista debe contratar 100 trabajadores durante un año y, siendo el salario anual de cada trabajador igual a 10 unidades monetarias (u), el costo total de estos salarios ascendería a 1.000u. Por pura simplicidad expositiva se supone que este capitalista no tiene más costos (es decir, no utiliza maquinaria y en el mismo año produce la semilla). Esto significa que sus costos totales y su capital invertido en el año ascienden a 1.000u. Ahora, una pregunta surge. ¿A qué precio se venderá este maíz en el mercado? Obviamente, su precio ascenderá por definición a 1.000u + G, donde G es la ganancia para el capitalista y es mayor que cero porque, en caso contrario, el maíz no se produciría. Pero, como se recordará, de la sección 3. 6, g = G/K, donde g es la tasa de ganancia y K es el capital total invertido. De donde, G = g . K. Por consiguiente, reemplazando G por este valor, se tiene que el precio del maíz (Pm) es igual a 1.OOOu+ g . K. Pero, el capital total invertido por el capitalista fue 1.000u, o sea que Pm = 1.000u + g. 1.000u = 1.000u (1 + g) UNiVERSIDAD BIBLIOTECA DI!!ANTIOQUiA CENTRAL ( INTRODUCCION 104 ii- Para producir telares, otro capitalista debe emplear otros 100 trabajadores durante un año y, con el salario anual por trabajador igual a 10u, el costo total de los salarios ascendería 1.000u. Se supone, por simplicidad, que este costo incluye todo el proceso de producción de los telares y, por tan to, el costo total de los telares asciende a 1.000u. Siguiendo el mismo procedimiento que en I-; se llega a la conclusión de que el precio de los telares (Pt) es: Finalmente, para calcular los precios relativos del paño y el maíz se hace la división Pp / Pm, y esto da: Pp Y, 1.000 u (1 + g) 1.000 u (1 + g) -= 2+g 1.000 u =1 Pm 1.000 u (1 + g) Ah?ra, es fácil concluir que la cantidad total de trabajo que costó a la sociedad producir el paño (Tp) es igual a 100 trabajadores-año necesarios para prod.ucir los :elare~, sin los cuales no se puede producir paño, más 100 trabajadores-ano adicionales para operar los telares y convertir el hilo en paño, es decir 200 trabajadores-año. En otras palabras, exactamente el doble de la cantidad de trabajo que costó a la sociedad producir el maíz (Tm) o los telares (Tt). Esta situación se resume en el siguiente cuadro: Costo de salarios para transformar hilo en paño 1.000 u (1 + g) Cantidades de Trabajo y Precios Relativos Costo de los telares necesarios 1.000 u (1 + (1 + g) ) = 1.000 u (2 Pt 1.000u(2+g) CUADRO 2.2.1 i~", :' ··1.000 u 5;+ [l.000u(2+g)].[l+g] Pm Pt = 1.000 u (1 + g) ííi-Para producir paño, un tercer capitalista debe emplear otros 100 trabajadores, con un costo anual en salarios también de 1.000u. (Este costo incluye tanto la fabricación total de los hilos de lana como la transformación del hilo en paño). Pero, para producir paño se necesita comprar los telares en el mercado, que le cuestan al tercer capitalista 1.000 u (1 + g), pues ,,,ste es el precio de los telares. Por consiguiente, el costo total para poder ';Producir el paño es de: 105 LA ECONOMIA CLASICA A LA ECONOMIA A Cantidad de Trabajo Gastada (T) + g) Costo total del paño. Péfo, puesto que 1.000 u (2 + g) es el costo total del paño para el tercer capitalista, a este costo debe agregarse la ganancia (G) para obtener el precio dél paño. (En caso contrario, si G = 0, no se produciría paño). Por tanto, el precio del paño (Pp) es: Pp Pp = Costo paño + G = 1.000 u (2 + g) Pp = +G 1.000 u (2 + g) + g. K Pero K es el capital total invertido tanto en telares como en salarios y, por tanto, es igual al costo total, o sea 1.000 u (2 + g). De esta manera, el precio del paño sería: Pp = [ 1.000 u (2 + g) 1 + g. [ 1.000 u (2 + g) ] Pp = [ 1.000 u (2 + g) ]. [ 1 + g] C Cantidades Relativas de Trabajo B Precio Maíz Telares 100 1.000 u (1 + g) 100 1.000 u (1 Paño 200 [1.000 + g) u (2 + g) ]. [1 + g ] D Precios Relativos: Tp /Tm=2 Tp / Tt = 2 Pp / Pm =2 Pp/Pt=2+g Tm ITt = 1 Pm I Pt = 1 +s Puesto qu.e la tasa de ganancia tiene que ser positiva en la sociedad capitalista, g > O, se concluye de las columnas e y D del cuadro anterior que Pp / Pm > Tp / Tm y Pp / Pt > Tp / Tt, es decir, que el precio del paño es más del dobl~ qu.e el precio del maíz o que el precio de los telares, mientras que la cantidad de trabajo que costó producir el paño es apenas el doble de la cantidad de trabajo que costó producir el maíz o que costó producir los telares. Los precios relativos del paño frente a las otras dos mercancías no coinciden, pues, con los costos en trabajo de las mercancías. El caso de los precios relativos de los telares y el maíz, Pm / Pt, es diferente, pues en este caso Pm / Pt = Tm / Tt, es decir, los precios relativos de estos 106 INTRODUCCION A LA ECONOMIA productos sí coinciden con sus costos en trabajo. ¿Por qué, pues, al sacar el paño del cuadro se llega a una conclusión y al incluirlo se llega a la opuesta? Precisamente porque, de los tres productos considerados, el paño es el único que se produce utilizando maquinaria, que ha tenido que ser producida en un período anterior a la producción del paño mismo. En cambio, se supuso que para producir los telares y el maíz ninguna maquinaria era requerida o, más precisamente, se supuso que no se requería ninguna producción anterior. La diferencia está, pues, en que la producción de paño no podría empezar si en un período anterior no se hubiera invertido capital, mientras . que el maíz y la tela pueden producirse sin ninguna inversión anterior de capital. Ricardo diría que los telares y el maíz son producidos, entonces, bajo "condiciones idénticas" mientras que el maíz y el paño, o los telares y el paño, son producidos bajo "condiciones diferentes". Y concluye, dado que en la economía capitalista sólo por coincidencia excepcional dos mercancías diferentes son producidas bajo "condiciones idénticas", que en el caso general los precios relativos difieren de los costos en trabajo de los productos. Sólo en el caso del estado "primitivo y rudo" de la sociedad que antecede a la acumulación de capital, o una situación de producción mercantil simple (Cap. 1II), donde la tasa de ganancia sería cero, g = O, evidentem~nte, por la columna D, los precios relativos sería iguales a los costos en trabajo. Pero no en la sociedad capitalista donde g > O. Por supuesto, en la realidad, "condiciones idénticas" de producción ~o significa solamente, como en este ejemplo tan simplificado, que las mercancias requieren o no "una" producción anterior o "una" inversión de capital anterior. Lo verdaderamente relevante es cuánto de producción anterior y cuánto de inversión anterior. Basta con que para producir 1 par de medias se requieran $10 de inversión anterior (en maquinaria e instalaciones) y para producir una camiseta se requieran $11 de inversión anterior para afirmar que NO son producidas bajo "condiciones idénticas" sino bajo condiciones "diferentes" y, por tanto, costando ambas mercancías igual cantidad de trabajo, sus precios serán diferentes. Puede con este ejemplo verse, pues, la extraordinaria coincidencia requerida para que diferentes productos tengan "condiciones idénticas" de producción. Siguiendo en forma precisa a Ricardo, se diría que dos mercancías se producen bajo condiciones idénticas cuando sus "proporciones de capital fijo a capital circulante" son idénticas (y cuando los tiempos que permanecen invertidos los capitales hasta vender las mercancías también son idénticos) y, como se vio en la última sección sobre A. Smith, éste ya había observado que tales proporciones variaban de una industria a otra. LA ECONOMIA CLASICA 107 Y, ¿por qué razón las diferencias en estas proporciones (y en tiempos) impiden que los precios relativos sean iguales a los costos relativos en trabajo de las mercancías? Según la explicación de Ricardo, en el fondo del asunto hay un problema similar al del interés compuesto pues, para volver al ejemplo utilizado, toda la diferencia entre las condiciones de producción del paño y los otros dos productos puede reducirse al hecho de que, para recuperar el capital invertido en los telares, por parte de la clase capitalista en su conjunto, hay que esperar dos años, un año mientras se producen los telares y otro año mientras se produce la tela. Sólo al terminar de producirse la tela y venderse, los capitalistas como clase recuperarán finalmente el capital invertido en los telares (ya que el precio de éstos forma parte,' como costo, del precio de la tela). Los capitalistas que compran los telares pagan la ganancia del primer año a los capitalistas que invirtieron para fabricar los telares. Pero los primeros no actuarían de tal forma si no obtuvieran en el segundo año una ganancia (o interés) por el capital que inmovilizan durante un año en telares. Pero esta ganancia, durante el segundo año, ya no será proporcional sólo al costo en salarios (como el primer año cuando se venden los telares o el maíz). Pues el capital invertido en telares por quienes fabrican la tela es (1.000u) (1 + g). Y su ganancia del segundo año sobre este capital invertido se calcula sobre el capital completo, 1000u (1 + s), no solamente sobre (1.000u) como en el primer año. Así, el segundo año se cobra una ganancia sobre el capital que representa la ganancia del primer año. Y si el proceso se demorara 3 años, el tercer año se cobraría una ganancia sobre la ganancia del 20. y el 1er. año, etc., etc., lo mismo que cuando se pone una suma a interés, en el segundo año se ganan los intereses sobre los intereses que se capitalizaron en el primer año, etc., etc. Mientras más se avance en este proceso, mayor será, entonces, la desviación de la ganancia final obtenida con respecto a la inversión inicial en salarios. (O, en el caso del interés compuesto, mientras mayor número de años se tenga una suma colocada a interés, mayor será la desviación de la suma finalmente recibida con respecto a la suma inicialmente colocada, debido a la capitalización de intereses). De esta manera, mientras mayor sea el valor del capital fijo utilizado, mayores serán los intereses que deben cobrarse al segundo año sobre el capital que representa la ganancia del primero y, por tanto, mayor será la desviación entre el costo inicial en salarios y el precio final del producto, es decir, entre los precios de los productos y sus costos en trabajo. (Es por esta razón que, en la sección 3. 6, se afirmó que en general, Wx / Wy =1=p 'x / p'y bajo condiciones de producción capitalista). Así, Ricardo concluye: "Aquí tenemos, entonces, a capitalistas que emplean la misma cantidad de trabajo al año en la producción de sus mercancías, y sin embargo los bienes que ellos producen difieren en valor debido a las diferentes cantidades de capital fijo, o trabajo acumulado, empleado por 1 1 ( ( I LA ECONOMIA CLASICA INTRODUCCION A LA ECONOMIA 108 cada uno respectivamente", ("Principios", Cap. l, sección IV). Evidentemente, Ricardo entiende por "valor" el precio de las mercancías. 2.2.4 Variaciones de salarios y variaciones de precios Supóngase que los salarios anuales por trabaj ador se elevan 200/0 pero que; en un primer momento, los precios de los productos (maíz, telares y paño) no sufren alteración alguna. Volviendo al mismo ejemplo de la sección anterior se tendría, entonces, la siguiente situación: Pm Pt Pp 1.200u + G'm 1.200it + G't Pt + 1.200u + G'p, donde G'm es la ganancia total que queda al capital que produce maíz después del alza de salarios, y sirnilarmente para G't y G'p. Puesto que se parjió .del supuesto de que Pm, Pt y Pp están constantes, resulta evidente qwfG'm es inferior en 200u (que es el 200/0 de 1.000u) a la ganancia que obtenía el capital que produce maíz antes del alza de salarios. Es decir, redbiendo el capitalista los mismos ingresos por ventas que antes, pero pagándo en cambio 200u adicionales en salarios, su ganancia tiene que verse reducida en estas 200u. Y lo mismo ocurre para los capitales que producen telares y paño. (En este último caso la ganancia también se reduce solaen 200u, pues el resto de los costos, que son los telares, permanecen constantes, ya que se ha supuesto que ningún producto se vende a un precio superior. Por tanto, los telares se venden al mismo precio y el capital que produce paño no ve elevarse sus costos por este concepto). Ahora bien, lo anterior significa que el alza total de costos fue también de 200/0 en la industria del maíz y la industria de los telares. (Ya que los costos totales de cada una de estas industrias estaban constituidos sólo por salarios equivalentes a 1.000u). Pero, en cambio, el alza total de costos fue inferior al 20% en la industria de los paños, ya que en ésta los costos totales están constituidos no solamente por salarios sino también por el pr¡~io de los telares. En otras palabras, el costo total de los paños es Pt + 1. d60u y ,por consiguiente, el alza porcentual de los costos totales en la industria de los paños es 200u Pt + 1.000 u 109 Puesto que Pt es mayor que cero, es evidente que alza en el costo total de los telares es inferior al 200/0. Aún más, revisando el cuadro 11. 2. 1, se encuentra que el precio de los telares es 1.OOOu (1 + g), es decir, mayor a 1.000u puesto que s > O. En otras palabras, Pt + 1.000u > 2.000u y, por consiguiente, el alza de salarios significó para la industria de paños un alza de costos totales inferior al 10010, que contrasta con el 200/0 en las industrias del maíz y los telares. Ahora bien, para obtener el cuadro 11. 2. 1 se mostró en la sección anterior que Pm = 1.000u (1 + g), donde 1.000u es el costo total de producir maíz. y que, en general, para las otras mercancías basta mul tiplicar el costo total (CT) por (1 + g) para obtener el precio. Por tanto, puede escribirse: Pp (CTp) (1 + gp) Pm (CTm) (1 + gm) donde CTp es el costo total del paño; CTm es el costo total del maíz; gp = Gp / Kp es la tasa de ganancia que se obtiene en la industria del paño, y gm = Gm / Km es la tasa de ganancia que se obtiene en la industria del maíz. Pero, puesto que la competencia tiende a igualar las tasas de ganancia en las diferentes actividades (es decir, en equilibrio todas son iguales), 1 se deduce que los precios tienden hacia el nivel en que las tasas de ganancia se igualan. y cuando las tasas de ganancia se igualan, es decir, cuando gp = gm; entonces (1 + gp) / (1 + gm) = 1 y, por consiguiente Pp (CTp) (1 + gp) CTp Pm (CTm) (1 + gm) CTm En otros términos, los precios relativos de los productos vienen a quedar determinados, debido a la competencia, por sus costos relativos/(Obsérvese que esto no significa que Pp = CTp y que Pm = CTm, porque en ese caso las ganancias serían cero y ningún producto se produciría. Lo que significa es que si el costo del paño es el doble del costo del maíz, entonces su precio también será el doble). Pero si esto es aSÍ, ello implica que, al crecer el costo total del paño en menos del 100/0 mientras que el costo total del maíz crece en 200/0, cuando suben los salarios, CTp / CTm se reducirá (ya que el denominador aumenta más que el numerador) y, por consiguiente, Pp / Pm también se reducirá. En otras palabras, el precio del paño cae en relación con el .del maíz, o el de este último aumenta en relación con el del primero. x 100 1 Sobre este mecanismo, véanse secciones 3. 6 Y 11. 1,2. 110 INTRODUCCION A LA ECOEOMIA LA ECONOMIA CLASICA Así, Ricardo llega a la conclusión de que un alza en valor del salario por trabajador reduce los precios de los productos con una alta proporción de capital fijo (instalaciones y maquinaria) a circulante (salarios), como es el caso del paño que requiere telares para su producción, y aumenta el precio de los productos con una baja proporción de capital fijo a circulante, como es el caso del maíz cuya producción no requiere de maquinaria alguna en el ejemplo. (Y en el caso de una reducción en el valor del. salario por trabajador, llega al resultado contrario por el mismo procedimiento). se La razón para esto, evidente ahora, es que naturalmente las industrias en que los salarios constituyen una menor proporción del costo total (alta proporción de K fijo a circulante) se ven proporcionalmente menos afectadas en sus costos totales al variar los salarios que las industrias en que los salarios constituyen una alta proporción (baja proporción de K fijo a circulante). Estas conclusiones de Ricardo sobre la relación entre variaciones de salarios y precios fueron extremadamente importantes porque: [, Hasta ese momento prevalecía la idea, recogida de A. Smith, de que uIÍ alza del valor del salario por trabajador elevaba en general los precios. Ricardo demuestra que, en realidad, unos precios se elevan y otros se reducen dependiendo de sus "condiciones de producción". Es decir, que en términos de un hipotético dinero con valor real constante unos precios se reducen mientras que otros aumentan como efecto de un aumento del valor del salario por trabajador o tasa de salarios. ii- Es interesante notar que si al aumentar la tasa de salarios los precios cambian de acuerdo a las proporciones entre capital fijo y circulante en las diversas industrias, con el mayor aumento en las industrias con mayor proporción de capital circulante, con aumentos menores en las industrias con proporciones de capital circulante un poco más bajas que las anteriores, y con aumentos negativos (reducciones de precios) en las industrias con menores proporciones de capital circulante, intuitivamente cabe suponer la existencia de una o algunas industrias "intermedias" que, por no tener una proporción tan alta ni tan baja, no experimentarían ninguna variación de su precio. Se estaría así en disposición, a través de los productos de estas industrias "intermedias" o con una proporción promedia en relación con toda la economía, de unos precios que jamás cambiarían con las variaciones de salarios. Tales precios constituirían, según Ricardo, la unidad de medida invariable buscada para medir los valores de todas las demás mercancías y de todos los ingresos. Porque al medir cualquier precio o ingreso en términos de tal unidad de medida, cuando la distribución del ingreso cambia (los salarios se reducen o aumentan), según Ricardo, se tendría la plena certeza de que las magnitudes medidas no contienen una distorsión debida a un cambio 111 en la propia unidad de medida, sino que sus variaciones obedecen a un cambio real de su magnitud. (La longitud no se tomaría como mayor porque ahora el metro es más pequeño, sino porque en realidad ha aumentado ya q~e el me~ro con que se mide no ha sufrido ninguna variación). En realidad, Ricardo ~I:,nta con esta conclusión la base fundamental para poder definir ~on ~rec.lSlon las "c?ndiciones de producción" requeridas por la mercancía imaginana que podría servir de "mercancía patrón". Pero ello no es más que la base fundamental, el cimiento del edificio, no el edificio completo. Porque, como Marx tendría oportunidad de señalar en su capítulo XII del volumen II~ de El Capital, y como Sraffa iría a mostrar siglo y medio después de RIcardo, para que el precio de una mercancía permanezca invariable cuando ?ambia l~ tasa de salarios no basta que ella sea producida con una "proporción intermedia de capital circulante a fijo", aunque ésta sea una condición imprescindible. También se requeriría que todas las mercancías utilizadas para producir esa mercancía (máquinas, materias primas, etc.) -en una palabra todos sus insumos- tuvieran una "proporción intermedia". Y que todos los insumos requeridos para producir esos insumos tuvieran la misma "proporción intermedia" y aSÍ, indefinidamente, de estrato en estrato de insumos. La mercancía imaginaria de Ricardo era pues, mucho más difícil de enco.ntrar de lo que él mismo imaginó, no obstante que aún el cumplimiento d: ,I~sImple. condición base que él definió le pareció de por sí bastante dificil SI no Imposible, y llevó a la teoría de la "mercancía compuesta" de Sraffa que, como ya señaló atrás, no obstante los ingentes esfuerzos de Sraffa y su lucidez en definir con precisión las condiciones suficientes requeridas, no logra cumplir tampoco el propósito de servir como unidad de medida invariable en un sistema económico real. Y, iii- Es evidente de todo lo. anterior, que Ricardo analiza los efectos de una variación de la tasa de ~alanos sobre los costos totales y sobre los precios. Es decir, desea observar que ocurre con los precios cuando varían exclusivamente los salarios. Por consiguiente, es lógico concluir, que por el propio razonamiento de Ricardo y por sus ejemplos aritméticos, que lo importante en este análisis es solamente la proporción d: los salarios dentro de los costos totales, ya que de acuerdo a .esta. proporcion es que los diversos precios se ven afectados en diferentes dIreccIO.nesy magnitudes. Sin embargo, Ricardo razona no con la proporción de salarios a costos totales, como es debido para el propósito buscado sino con la proporción de capital circulante a costos totales (o al capital total), lo c~al es Inexacto po~que, si bien es cierto que los salarios son parte del capital cIrcu~~nte, ~o .es CIerto que sean la totalidad del capital circulante (pues tam?Ien estan Incluidas dentro de éste las materias primas) como tampoco es CIerto que en todas las industrias la proporción del valor de los salarios al valor de las materias primas sea la misma. Habiéndose fundamentado en el ?ná.lisis de Ricardo, Marx toma conciencia de este hecho y en sus propios análisis sobre el punto utilizará, pues, la proporción de salarios a capital total (o costos totales) o, viéndola desde otro ángulo, su complemento ~1";:'" :J~[t~ ,~'l.~.~,\ 112 INTRODUCCION A LA ECONO,~ ~~~t LA ECONOMIA CLASICA 113 >-;";.f;; ;,}:'~:<i, aritmético: la proporción de capital no invertido e~0¡¡alarios(capital constante en el lenguaje de Marx) a capital total, proporci8~ésta que Marx denomina "composición orgánica del capital", concepto qB~ tiene una función clave y fundamental en la teoría de Marx. De la mism~nfnanera, Sraffa, en vez de utilizar como Ricardo la proporción de capital circ{tlante, utiliza la proporción de trabajo (valor de los salarios) a valor de medios de producción, medida que no sólo es igual a la de Marx sino que, como~n la teoría de Marx, juega un papel decisivo en el modelo de Sraffa.':; Finalmente, debe observarse que, como el maíz yJos telares son producidos bajo "condiciones idénticas", sus precios relativos permanecen invariables entre sí (el uno con el otro), al elevarse la tasa dé.salarios. Pero de esto no puede inferirse que ellos pudieran servir como unidad de medida invariable, pues en relación con todos los demás precios Y}ª, un hipotético dinero de valor invariable, ellos han variado tanto como ld,~'de los demás productos. Como los demás, ellos no poseen un precio qu~J,no se modifique cuando varía la distribución Y por eso están incapacitadq:$,para servir como unidad medida invariable.~!~,; tema Ricardo concluye: "Antes;j~ abandonar este asunto, observar que Adam Smith y~~?,l.QSlos escritores que lo seguido han, sin ninguna excepción que yoqqBozca, mantenido que un en el precio del trabajo sería uniformemen~eseguida por un aumento en el precio de todas las mercancías. Espero que haya tenido éxito en mostrar que no existen bases para tal opinión, y que úr!icamente subirán aquellas mercancías en las cuales se emplee menos capitª-l'fijo que el empleado en la que sirve como unidad de estimación del prel:ío, y que aquéllas en las cuales se emplea más (capital fijo), positivamente. caerán en precio cuando los salarios aumentan. Por el contrario, si losc~álarios caen, únicamente caerán aquellas mercancías que tenían una menórtproporción de capital fijo empleado en ellas que aquella que sirvió de medió de estimación del precio; todas aquellas que tenían más (capital fijo ),'positivamente subirían de precio", ("Principios", Cap. 1. sección VI). /' 2.2.5 Variaciones de las cantidades de trabajo y'variaciones de precios Volviendo al cuadro 11. 2. 1, puede observarse fácilmente cómo todos y cada uno de los precios están en función exclusiva de sólo dos variables: los costos de salarios y la tasa de ganancia. POI.'isupuesto, esto es evidente tanto para el maíz como para los telares porque:~ara la producción de ellos no se utiliza ninguna maquinaria sino únicament~~rabajadores. Pero, aunque no sea tan evidente, también es cierto para lo~:paños en cuya producción se utiliza, aparte de trabajadores, maquinaria: l()~:telares. Y es cierto porque el precio de los telares se reduce, a su vez, al costo en salarios y la tasa de '~C~ ganancia. Y, en general, siguiendo ese proceso, el precio de todo producto puede descomponerse en última instancia en el costo de salarios v la tasa degananc~. . Ahora bien, el costo de salarios se obtuvo de multiplicar el número de hombres - año empleados en la producción de cada mercancía por la tasa de salarios, s, es decir, por el salario pagado por año a cada trabajador. Por tanto, el precio de cada mercancía puede escribirse de la siguiente forma: (véase cuadro 11. 2. 1): Pm Pt Pp [(100 hombres- año) x (lOu que es la tasa de salarios)] [ 1 + g 1 [(100 hombres-nño¡ x (lOu) 1 (1 + gl [ Pt + (100 hombres-año) (10u) 1 [1 + g 1 Es evidente, entonces, de estas ecuaciones que, con todo lo demás constante un aumento en el número de hombres- año requeridos para producir cualquier mercancía eleva el precio de la misma, y una reducción en el número de hombres - año requeridos lo disminuye. Por ello Ricardo concluye que un aumento en la cantidad de trabajo requerida para producir una mercancía aumenta su precio, y una reducción en tal cantídad de trabajo lo disminuye. Un importante corolario que de esto saca Ricardo es que la mercancía imaginaria que constituiría una perfecta unidad de medida del valor jamás debería experimentar variaciones en la cantidad de trabajo que cuesta producírla porque, en caso contrario, su propio valor cambiaría y no sería una unidad invariable de medida. Así, la mercancía perfecta para servir como unidad de medida del valor debería llenar, aparte del requisito sobre proporciones del capital circulante señalado en la sección anterior, el requisito adicional de que la cantidad de trabajo que cuesta producirla fuese siempre constante. También debe notarse que, en el caso del paño, un aumento de la cantidad de trabajo requerida para convertir el hilo (o la lana) en paño, no aumenta en forma prop~rcional el precio del paño, pues esta mercancía incluye en su costo, además, a Pt y, permaneciendo este último constante, los costos totales no se elevan en la misma proporción en que se eleva el costo en salarios debido al aumento en el número de hombres-año requeridos. En cambio, en el caso del maíz y los telares sus precios sí aumentan (o se reducen) en la misma proporción en que aumenta (o disminuye) el número de hombres requeridos para producir el maíz o construir los telares. La diferencia, obv~mente, obedece una vez más a la distinta proporción que guarda el trabajo agregado (a los medios de producción) con el valor de los medios de producción en las distintas industrias. 115 LA ECONOMIA CLASICA INTRODUCCION 114 A LA ECONOMIA Pero, aparte de lo anterior, Ricardo también concluye que, de las dos causas que pueden afectar el precio, la más importante cuantitativamente son ,las variaciones en las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías, siendo las variaciones en la tasa de ganancia de menor importancia. Para ver porq ué concluyó esto, supóngase que la tasa de ganancia es de 100 lo, es decir, 0.1 sobre el capital empleado. Así: J [1.1] [ (100) (10u) Pt y Pp [Pt + 1.000u] = 1.100u, [1.1] + = (l.100u 1.000u) (1.1) = 2.31Ou Ahora si la cantidad de trabajo requerida para convertir el hilo en paño aume~ta en 200;0, de 100 hombres-año a 120 hombres-año, con todo lo demás constante, entonces el nuevo precio del paño será: P'p = [Pt + 1.200u] [1.1] = (l.100u + 1.200u) (1.1) = 2.530u hilo en paño, sino el aumento en la cantidad de trabajo total que requiere hacer la sociedad para obtener el paño, la cual incluye la cantidad de trabajo requerida para hacer los telares, pues los telares son apenas parte' del proceso social global de la producción del paño, como planteará posteriormente Marx, entonces el argumento de Ricardo sale fortalecido. Porque, en tal caso, un aumento del 200 (o en la cantidad de trabajo requerida para obtener el paño, significará que ahora se requieren 40 hombres-año más, en lugar de 20, ya que la cantidad de trabajo social requerida para producir el paño inicialmente, era 100 hombres-año para los telares + 100 hombres-año para la transformación del hilo = 200 hombres-año en total. Y el 200 (o es 40. Por tanto, y suponiendo que estos 40 hombres-año adicionales son requeridos para operar los telares, (sin que el trabajo que cuesta producir los telares cambie};' se tendrían los siguientes precios: Pt [(100) P'p [Pt (10u) ] [1.1] = 1.000u (1.1) = 1.100u + (140) (10u)] [1.1] = (1.100u í + 1.400) (1.1) = 2.750 I ( que es un precio 9 1;20;0 superior al anteior. (El precio se elevaría también en 200 (o sólo si no se utilizara maquinaria según Ricardo o, más precisamente, SI todos los costos estuviesen constituidos únicamente por salarios, como en el caso del maíz y los telares). Si la tasa de ganancia aumenta, en cambio, en un 200;0, es decir, de 100;0 a 120/0, ó de 0.10 a 0.12, con todo lo demás constante, el nuevo precia del paño será: P'p = [ Pt + 1.000u ] [1.12] = (l.100u + 1.000u) (1.12) = 2.352, precio que es superior al anterior, al que existía antes de subir la tas~ de ganancia, en sólo 1.8 por ciento. Este aumento es, pues, menos de la qumta parte del que se produjo en el caso de una elevación en la cantidad de trabajo 1 en un porcentaje igual al de la elezación en la tasa de ganancia. Además, si siendo estrictos, se entiende por "aumento en la cantidad de trabajo requerida para producir el paño" no solamente el aumento en la cantidad de trabajo necesaria para convertir, con la ayuda de telares, el En realidad, no puede decirse que la tasa de ganancia cambia mientras está "todo lo demás constante" porq uc. precisamentc, Ricardo liga toda variación en la tasa de ganancia a la tas~ de salario~. Pe,r,o. el ejc ruplu se ha desarrollado así por mera simplicidad expositiva y porque, SI tal complI~aclOn fuese introducida. de acuerdo a lo planteado por Ricardo el argumento del texto resultar ia slmp~e. mente fortalecido, pues al caer los salarios como condición para que se eleve la tasa de ,ganancIa, ésta se apltcar ia sobre un capital adelantado menor dando por resultado un nument o aun menor del precio. precio que es superior en 190(0 al precio original del paño. Nótese, entonces, que este aumento es ya no algo más de 5 veces el aumento del precio del paño ocasionado por un aumento del 200(0 en la tasa de ganancia, sino más de 10 veces (190(0 contra 1.80(0). (En realidad, es esta interpretación la que finalmente salva al argumento de Ricardo, pues en caso contrario, si por un "aumento" en la cantidad de trabajo se entiende sólo el trabajo que agrega una industria, sin contabilizar el trabajo en sus medios de producción, entonces tal "aumento" produciría un efecto cada vez menor sobre el precio, a medida que la proporción del trabajo al valor de los medios de producción cae. Hasta el punto de que podría construirse un ejemplo. con una proporción tan baja de salarios en los costos totales que tal "aumento" produciría un efecto de menos de 10(0 en el precio). De otro lado, Ricardo enfatiza su argumento con la observación de que por los cambios tecnológicos no hay límites inmediatos a las variaciones que pueden sufrir las cantidades de trabajo requeridas para producir las mercancías, y que estas variaciones son cotidianas, mientras que las variaciones de la tasa de ganancia tenderían a ser mucho más limitadas y lentas en el tiempo. Y así afirma: " ... ya he puntualizado, que el efecto sobre los precios relativos de las cosas, de una variación en las ganancias, es comparativamente leve; que con mucho los más importantes efectos son producidos por las variables cantidades de trabajo requeridas en la producción ... " (Principios, Cap. I, sección VI). 1 Obviamente, puede suponerse también que los 40 hombr es-año se distribuyen proporcionalmente, 20 para construir telares y 20 para mover los telares, pero este juego aritmético particular de cifras puede dar lugar a imaginarse conclusiones que no son ciertas en el caso general. ( I '. ( I I ( I ( I ( I I ( 116 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA CLASICA En síntesis, Ricardo postuló que las mercancías no pueden intercambiarse, en la economía capitalista y en general, de acuerdo a las cantidades de trabajo involucradas en su producción, o sea que las proporciones de estas últimas no coinciden con los precios relativos; que no solamente el trabajo influye en las variaciones de los precios, puesto que también lo hace la tasa de ganancia (o las variaciones en la tasa de salarios), pero que cuantitativamente las variaciones en las cantidades de trabajo constituyen la causa más importante de las variaciones en los precios,' con mucha ventaja sobre la otra causa, por lo cual adopta el principio de que para sus fines analíticos puede suponerse que los precios (en términos de ingreso real) sólo se modifican cuando las cantidades de trabajo requeridas para producir las respectivas mercancías también se modifican: ". .. todo aumenta o disminuye en valor en proporción a la facilidad o dificultad de producirlo o, en otras palabras, en proporción a la cantidad de trabajo empleado en su producción". "El trabajo de un millón de hombres empleados en las manufacturas, producirá siempre el mismo valor ... " "Unicamente es invariable la mercancía que siempre requiere el mismo sacrificio de fatiga y trabajo para producirla. No conocemos tal mercancía, pero hipotéticamente podemos argumentar y hablar de ella, como si la conociéramos; y podemos mejorar nuestro conocimiento de la ciencia, mostrando nítidamente la absoluta inaplicabilidad détodas las unidades de medida que se han adoptado hasta ahora". ("Princi~ píos", Cap. XX). Para comprender en toda su plenitud el verdadero sentido y las implicaciones de estas proposiciones de Ricardo es necesario, sin embargo, recordar su reiterada proposición que "Yo afirmo únicamente, que sus valores relativos serán gobernados por las cantidades relativas de trabajo dedicadas a su producción". "El señor Malthus parece pensar que es parte de mi doctrina que el costo y el valor de una cosa sean lo mismo; lo son, si él entiende por costo 'costo de producción' incluyendo ganancias". (Cap. 1, sección VI). ¿Cómo puede ser compatible la rigurosa demostración de que los valores relativos no pueden estar determinados por las cantidades de trabajo con la afirmación de que sí lo están? Solamente por la supuesta aproximación emp írica de que la diferencia es tan leve que se puede tomar como despreciable para todo fin práctico. Por esta larga vía llega, pues, Ricardo al trabajo como medida del valor, etapa fundamental para proseguir su análisis de las leyes que regulan la distribución. Debe subrayarse, entonces, el hecho de que Ricardo, a diferencia de Smith, liga el trabajo como medida del valor a su restrictivo postulado de que las demás causas de variación (real} en los precios son "mínimas", 1 Dejando de lado, por irrelevante para su análisis. las variaciones puramente ocasiouadus por una mera pérdida de valor real del dinero. nominales de los precios, 117 2.2.6 Valor y riqueza Antes de proseguir con la distribución, sin embargo, es conveniente examinar las diferencias entre valor y riqueza, según Ricardo, pues el conocimiento de estas diferencias permite evitar muchas confusiones sobre las proposiciones centrales de Ricardo acerca de la distribución y la acumulación en la economía capitalista. "El valor, entonces, difiere esencialmente de la riqueza, porque el valor depende no de la abundancia, sino de la dificultad o facilidad de producción. El trabajo de un millón de hombres en las manufacturas, producirá siempre el mismo valor, 'pero no producirá siempre la misma riqueza. Por la invención de maquinaria, por los mejoramientos en calificación, por una mejor división del trabajo, o por el descubrimiento de nuevos mercados, donde intercambios más ventajosos pueden ser hechos, en un estado dado de la sociedad, un millón de hombres pueden producir el doble o el triple de la cantidad de riqueza, de 'los productos de subsistencia, comodidades y diversiones', de lo que podrían producir en otro estado de la sociedad, pero por este hecho ellos no añadirán lo más mínimo al valor; porque el valor de todo aumenta o disminuye en proporción a la dificultad o facilidad de producido o, en otras palabras, en proporción a la cantidad de trabajo empleado en su producción ': "Por el aumento continuo en las facilidades para la producción, continuamente disminuimos el valor de algunas de las mercancías antes producidas, aunque por la misma razón no solamente aumentamos la riqueza nacional, sino también las fuerzas de la producción futura. Muchos de los errores en la economía política han surgido de errores sobre este aspecto, de considerar que un aumento en la riqueza y un aumento en el valor significan la misma cosa, y de nociones sin fundamento acerca de lo que constituye una unidad de medida del valor". (Principios, Cap. XX). Así, por las consideraciones de la sección 2. 2. 5, Ricardo plantea que cuanto menos trabajo se requiere para producir algo menor será su valor (real).· Pero, obviamente, cuanto menos trabajo se requiere para producir las cosas, la misma cantidad de trabajo de la sociedad puede producir más cantidad de las mismas cosas que producía antes, es decir, una mayor riqueza. Por consiguiente, valor y riqueza no sólo son diferentes sino en cierto sentido opuestos. Y esta distinción es esencial para la teoría de la distribución, porque la riqueza, como conjunto de cosas útiles no puede ser inteligiblemente sumada o calculada, lo único que puede sumarse y calcularse es su valor. Así, por ejemplo, si la sociedad produce 1 alfiler, 1naranja y 1 castillo, podría decirse efectivamente que produjo 1+ 1 + 1 = 3 cosas, pero esta afirmación no tendría el más mínimo sentido económico pues, con tal tipo de agregación o cálculo, también se concluiría que si a Luis le correspondió, 118 INTRODUCCION LA ECONOMIA CLASICA A LA ECONOMIA en la distribución, el castillo, a Pedro el alfiler y a José la naranja, la distribución ha sido perfectamente en partes iguales, pues a cada uno le correspondió la tercera parte de 3, que fue la riqueza total producida. Y todos tan felices! Como tal tipo de razonamiento no refleja en lo más mínimo el verdadero comportamiento social, los economistas se han tenido que enfrentar siempre al problema de la valuación del producto social, es decir, al problema del valor como algo que, al menos, no es igual a la riqueza (véase sección 7. 3). 119 En síntesis, Ricardo como Smith (y como más tarde se verá, también como Marx) llega a establecer como un fundamento esencial de su teoría la medición de todos los ingresos (renta, ganancia y salarios) y todos los valores en general en términos de trabajo humano, aunque la vía por la cual llegó a esta conclusión fue diferente a la de Smith o, más exactamente, las vías por las cuales llegaron a la misma conclusión estos tres autores puedan haber sido diferentes. 2.2.7 Salarios, renta y ganancias En la sección 2. 2. 5 se han explicado las razones que llevaron a Ricardo a valuar todo producto por el trabajo gastado en su producción y, por tanto, de acuerdo a tal valuación el verdadero valor del castillo, la naranja y el alfiler juntos sería la cantidad de trabajo que costó producir esas mercancías, por ejemplo, 10 millones de unidades de trabajo el castillo, 1 unidad de trabajo la naranja y 1/10 de unidad de trabajo el alfiler. De acuerdo a esto, en la distribución a Pedro le correspondió realmente sólo una cíenmillonésima parte de lo que correspondió a Luis y una décima parte de lo que correspondió a José, mientras que, a este último, por otro lado, correspondió sólo una millonésima parte de lo que correspondió a 'Luis, conclusiones que son radicalmente diferentes a la conclusión de que a cada uno le correspondió una tercera parte. Así, para Ricardo, lo relevante en la distribución es el valor, no la riqueza, pues por importante que sea ésta, no puede ser económicamente medida sino a través de su valor. Así, por ejemplo, Ricardo concluye en la sección VII del primer capítulo de "Los Principios" que si la cantidad de maíz, abrigos y sombreros que reciben los trabajadores como jornal diario se duplica, pero la cantidad de trabajo que cuesta producir tales abrigos, sombreros y maíz se reduce, el valor real de los salarios no ha aumentado sino que ha disminuido. En general, concluye que, por consiguiente: "No es por la cantidad absoluta de producto obtenido por cada clase que podemos juzgar correctamente la tasa de ganancia, renta y salarios, sino por la cantidad de trabajo requerida para obtener ese producto". Así Ricardo termina como Smith midiendo todo ingreso en términos de trabajo. Y este hecho elemental es de esencial importancia para la teoría de Ricardo pues olvidarlo conduce a forjar las tergiversaciones más extrañas de su teoría, así como la de Marx, que en este respecto es similar, cuyas proposiciones sobre la tendencia de la tasa de salarios han tratado de ser a veces refutadas con el argumento de que la cantidad de prod uctos que reciben los trabajadores ha aumentado continuamente, como si Ricardo antes que el mismo Marx no hubiera explícitamente sustentado que, en términos de la teoría del valor - trabajo (el trabajo como unidad de medida de todos los ingresos y valores), tal observación nada puede demostrar sobre el valor real de los salarios. Salarios Puesto que la teoría ricardiana de la tasa natural de salarios es realmente la misma de Smith, nada se podría agregar aquí al respecto sin caer en repeticiones de secciones anteriores. Por ello se recomienda, mejor, al lector que no recuerde con claridad este planteamiento, repasar la sección 2. 1. 3. Quizás, en lo único que valdría la pena hacer hincapié es en la extremada importancia que tiene en la teoría de Ricardo, como a continuación se verá, el valor real (o precio real, que para Ricardo es lo mismo) del conjunto de bienes que bastan para garantizar la subsistencia a un nivel dado de la clase trabajadora pues, como se explicó en la sección 2. 2. 6,-6, en términos de la teoría ricardiana de la distribución la tasa de salarios (como la de la renta y ganancia) no se puede juzgar correctamente "por la cantidad absoluta de producto obtenida por cada clase", sino "por la cantidad de trabajo requerida para obtener ese producto". Claro está que también Smith había avanzado esta proposición y, aún más, también había avanzado la de que la renta tiende a aumentar con el desarrollo social, como consecuencia de una tendencia del precio de los productos agrícolas a aumentar, pero puede afirmarse sin temor a equivocaciones que éste constituye el punto focal de la teoría de Ricardo, y por ello, ningún énfasis que se haga sobre la importancia del valor real de los bienes de subsistencia de la clase trabajadora, que algunos por brevedad llaman "bienes-salario", puede ser exagerado. De esta manera, la exposición que sigue parte de que, con una "canasta" dada de bienes de consumo para los trabajadores, que está en conformidad con la tasa natural de salarios y que, por consiguiente, garantiza la subsistencia y la reproducción "normal" de aquellos, el valor real del salario por trabajador (tasa de salarios) aumenta cuando aumenta la cantidad de trabajo necesaria para producir los "bienes- salario" o bienes de subsistencia, y disminuye cuando se reduce la cantidad de trabajo requerida para producir los "bienes - salario". (Por ejemplo, en el caso del pan: si un kg de pan constituyera el salario diario, cuando producir un kg de pan cuesta el equivalente de 5 horas de trabajo entonces el valor real del salario sería de 5 horas de tra.bajo; y si 120 INTRouUCCION A LA ECONOMIA producir el mismo kg de pan llegare a costar el equivalente de 6 horas de trabajo entonces, en tal caso, 6 horas de trabajo sería el valor real del salario. Naturalmente, este razonamiento puede extenderse al caso general en que los "bienes - salario" diarios son 1 kg de pan + 1 kg de carne + 2 kg de x + 3 kg de y + z. ", etc.). Renta La teoría ricardiana de la renta del suelo, que constituye la piedra angular del modelo teórico de Ricardo, parte de negar una proposición fundamental de la teoría de la renta de Smith, y es la de que toda tierra agrícola produce una renta porque "la tierra, casi en cualquier 'situación' produce una mayor cantidad de alimento de la que es suficiente para mantener todo el trabajo necesario para llevarlo hasta el mercado, en la forma más generosa en que ese trabajo pueda ser siempre mantenido. El excedente, también es más que suficiente para reemplazar el capital que dio empleo al trabajo, junto con su ganancia. Por consiguiente, siempre queda algún remanente como renta del terrateniente". Esta afirmación de Smith es, pues, todavía mediofisiocrática no sólo en su planteamiento sino en sus implicaciones, pues llevó a Smith a concluir que "El capital empleado en la agricultura, por tanto, no solamente pone en acción una mayor cantidad de trabajo productivo que cualquier capital igual empleado en las manufacturas, sino que también, en proporción a la cantidad de trabajo productivo que emplea, agrega un valor mucho mayor al producto anual de la tierra y el trabajo del país, a la riqueza real y el ingreso de sus habitantes. De todas las formas en que un capital puede ser empleado, ésta es con mucho la más ventajosa para la sociedad". ("Riqueza de las Naciones", Libro I1, Cap. V). Pero, ¿qué prueba da Smith de que la tierra siempre produce tal excedente bajo la forma de renta?, pregunta Ricardo. Y Ricardo mismo responde que "ninguna, excepto la observación de que 'los páramos más desérticos ~e Noruega y Escocia. producen cierta clase de pasto para el ganado' (que despues de pagados los salarios y la ganancia ordinaria) dejan alguna renta al terrateniente". Y continúa Ricardo: "Acerca de esto me permito mantener una duda; yo creo que en todo país, desde el más primitivo hasta el más refinado, existe tierra de tal calidad que no puede producir más que el valor suficiente para reemplazar el capital empleado en ella, junto con la ganancia ordinaria y usual en ese país". (Principios, Cap. XXIV). Así, pues, Ricardo empieza estudiando el caso en que siempre existe alguna clase de tierra que no da lugar a renta alguna. En otros términos, empieza LA ECONOMIA CLASICA 121 por plantear que todas las tierras no son de la misma "calidad" porque no tienen ni la misma fertilidad natural ni la misma localización, cualidades que al influir sobre los costos de producción hacen que la tierra de mejor "calidad" (mayor fertilidad y (o mejor localización) sea en principio preferible a la peor calidad. ¿Cómo surge, entonces, una renta para ciertas clases de tierra, quedando otras sin renta? Para responder esta pregunta, supóngase que toda la tierra de un país se clasifica de la mejor a la peor en 4 clases: A,B, Cy D. 100 has. de tierra de calidad A, debido a su excelente fertilidad, producen anualmente, con el trabajo de 100 hombres y 1.000u (unidades) de capital, 1.000 toneladas de maíz. 100 has. de tierra de calidad B, con el mismo trabajo y capital, siendo menos fértiles que A, producen anualmente 800 toneladas de maíz. 100 has. de tierra de calidad e, con el mismo trabajo y capital, siendo menos fértiles que B, producen anualmente 600 toneladas de 1l1aíz, Y, 100 has. de la tierra de calidad D, con el mismo trabajo y capital siendo menos fértiles que producen anualmente 400 toneladas de m~íz.l ' e, Esta información se recoge en el cuadro 2. 2. 2. CUADRO 2.2.2 Clases de Tierra y su Producción de Maíz (1) (2) (3) (4) (5) Clase Cantidad observada de cada clase Hombres-año por cada 100 has. Capital invertido por cada 100 ha s. Producto obtenido por cada 100 has. 100 has. 100 has. 100 1.000 u B 1.000 ton. 100 1.000 u C 100 has. 800.ton. 100 1.000 u O 600 ton. 100 has. 100 1.000 u 400 ton. A 1 Por pura simplicidad exposítiva se dejan a un lado las diferencias de localización, es decir, en costos de transporte, pero esto no tiene ninguna implicación teórica. Basta tener en cuenta que una menor fertilidad sólo significa un costo mayor de producción por tonelada para darse cuenta de que el caso de las diferencias en localización sería idéntico: el costo de transporte de I ton. de maíz de las tierras "peor" localizadas al centro de mercado sería mayor que el de el maíz producido en las "mejor" localiz adas. Todo se reduce, pues, a una diferencia en costos. '\.,..". 122 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA CLASICA Ahora bien, cuando el país sólo empieza a poblarse y la tierra es muy abundante, siempre se preferirá la tierra de la calidad A por ser la más productiva. En un comienzo, por ser muy poca la población en relación con la abundancia de tierra de calidad A, esta tierra es de uso libre y, por tanto, no se paga ninguna renta por ella. Todo el que desee usada la encontrará libre en forma suficiente. Bajo estas condiciones, ¿cuál será el precio del maíz? Pues, como no se produciría maíz si no se obtuviera en tal actividad la tasa usual o natural de ganancia, g, y dado que el capital invertido es de 1.000 u, y dado que no se paga ninguna renta por usar la tierra, evidentemente el precio de 1. 000 toneladas de maíz será 1. 000 u (1 + g).1 Este precio bastará para estimular la producción de maíz que satisfaga la demanda existente, ya que permite obtener la ganancia usual, natural o media. Y, obviamente, el precio de 1 ton. de maíz resultará de dividir el precio de las 1.000 ton. por 1.000, es decir, 1.000 u (1 + g) / 1.000 = (1 + g) u. Con g = 0.2, ó 200/0, el precio de 1 ton. de maíz sería 1.2 u. 123 CUADRO 2.2.3 Sólo Tierra de Calidad A es Cultivada (Precio x ton (1) (2) (3) (4) (5) Clase de Tierra Producto x Ha. Precio del Producto x Ha. =i.au x col. (2) Costo del Producto x Ha. Ganancia x Ha. Col. (3) col. (4) A 1.000 1.200u B O O O C D O O O 1.000u O O C~ando la tierra B entra bajo cultivo, pero tngo sube a 1.5u y la situación es: 1.2 u) = (6) Ganancia total Menos Ganancia Ordinaria 200 O O O O O O e y D no, entonces el precio del CUADRO 2.2.4 Pero el capital se va acumulando, la población va creciendo y con ella la demanda por maíz. Llega un momento en que las tierras de calidad A no son suficientes para satisfacer toda la demanda y se hace necesario recurrir a las de calidad B. Pero ¿cuándo empiezan a explotarse las de calidad B? Naturalmente, sólo en el momento en que el capital invertido en B arroje la ganancia usual o normal, es decir, cuando las 800 ton. x ha. que se producen en las tierras de calidad B se puedan vender por un precio que permita recuperar el costo (1. OOOu) y obtener la tasa ordinaria de ganancia, g, o sea cuando 800 toneladas de maíz puedan venderse por 1.000 u (1 + g), o lo que es lo mismo, una tonelada pueda venderse por 1.000u (1 + g) /800= 1.25 (1 + g) u. Con g = 0.2, entonces sería necesario que el precio de la tonelada de maíz subiera a 1.5 u, o sea que fuera 250/0 más alto que cuando sólo estaba bajo producción la tierra de calidad A. El mismo razonamiento puede repetirse, y así se encuentra que para que la tierra de calidad e entre bajo cultivo se requiere que el precio de 600 ton. de maíz sea 1.000 u (1 + g) o, con g = 0,2, 1.200u, lo cual arroja un precio por tonelada de 1.200u /600 = 2u. Y para que la tierra de calidad D entre bajo cultivo se requiere que 400 ton. se vendan por 1.000u (1 + g) = 1.000u (1.2) = 1.200u, lo cual implica un precio por tonelada de 1.200u/400 = 3u. Tierras de Calidad A y B Bajo Cultivo (Precio x ton. (1) (2) (3) (4) (5) Clase de Tierra Producto x Ha. Precio del Producto x Ha. = I.Su x col. (2) Costo del Producto x Ha. Ganancia x Ha. col. (3) col. (4) A 1.000 800 O O 1.500u 1.200u O . O B C D Cuando e entra a ser cultivada, = + + + g . 1.000 u = 1.000 u (1 + g). Para una (6) Ganancia total Menos Ganancia ordinaria SOOu 200u O O 300u O O O con un precio x ton. de 2u, se tiene: ( I Tierras de Calidad A, By C Bajo Cultivo (Precio x ton. (1) (2) (3) (4) Clase de Tierra Producto x Ha. Precio del Producto x Ha. =2u x col. (2) A 1.000 800 600 O 2.000u 1.600u 1.200u B Precio Costo Ganancia = 1.000 u g . K = 1.000 u mayor explicación, véase sección 11. 2. 3 Ó seccíón 3. 6. 1.5 u) CUADRO 2.2.5 Cuando la tierra B no entra todavía bajo cultivo se presenta entonces la siguiente situación, con un precio de 1.2 u x tonelada: -1 . 1.000u 1.000u O O = C D O Costo del Producto x Ha. 1.000u 1.000u 1.000u O (5) Ganancia x Ha. col. (3) col. (4) 1.000u 600u 200u O = 2 u) (6) Ganancia total Menos Ganancia ordinaria 800u 400u O O INTRODUCCION 124 LA ECONOMIA CUSICA A LA ECONOMIA y finalmente, cuando la tierra de peor calidad, D, también entra bajo cultivo, a un precio x tonelada de maíz igual a Su, se tiene: CUADRO 2.2.6 Todas las Tierras Bajo Cultivo Precio x ton. (1) (2) clase de Tierra Producto x Ha. A B C O \.000 800 600 400 (3) Precio del Producto x = 3u x col. (2) Ha. 3.000u 2.400u 1.800u 1.200u = 3u (4) (5) (6) Costo del Producto x Ha. Ganancia x Ha. Col. (3)col. (4) Ganancia total Menos Ganancia ordinaria 1.00Ou 1.00Ou 1.000u 1.000u 2.000u \.400u 800u 200u 1.800u 1.200u 600u O Debe notarse, entonces, lo siguiente: i· A medida que tierras de peor calidad erwran bajo cultivo, el precio por tonelada de maíz se va elevando como r(>~ltado lógico de que el costo de producción por tonelada va aumentando y,~ última instancia, que la cantidad de trabajo que cHesta producir una tcm~1ada de maíz va aumentando, ya que los mismos 100hombre.s producen m~Íi.ósmaíz en las tierras de peor calidad que en las de mejor calidad. Así, el precio se va elevando, paulatinamente, desde 1.2u por tonelada, cuando sólo se explota la tierra de clase A y 100 hombres producen 1.000 toneladas, hasta 3u por tonelada, cuando ha entrado en producción la peor tierra de todas y los mismos 100 hombres producen en esa clase de tierra sólo 400 toneladas. ii.•El precio por tonelada de maíz está determinado por la tasa de ganancia yel costo de producción en la tierra de peor calidad, (no por el costo de producción en las tierras de mejor calidad), pues si esto no fuera así, entonces no se podría obtener la ganancia ordinaria en las tierras de peor calidad y ellas no entrarían bajo cultivo, presentándose un exceso de demanda sobre oferta de maíz que haría subir el precio. Al subir el precio, precisamente se dan las condiciones para que las tierras de peor calidad entren a producir, pues con precios más altos pueden pagarse sus mayores costos y, no obstante, obtener la ganancia ordinaria. Por ello, Ricardo obtiene una conclusión fundamental para su teoría: que el precio de los productos agrícolas está regulado por el costo de producción en las tierras de peor calidad. Por ejemplo, si el precio estuviera regulado (determinado) por los costos de la mejor tierra, A, entonces sería de 1.2u por tonelada de maíz. Pero a este precio no entraría bajo cultivo ninguna otra clase de tierra, ni siquiera la tierra ociosa de mejor calidad (B) pues, con una producción de 800 ton. x 125 Ha. y un precio de 1.2u por tonelada, el capitalista sólo obtendría un ingreso bruto total de 960u, lo cual no sería suficiente rara recuperar siquiera su capital. El precio tiene que ser mínimo 1.5u para que la tierra B pueda explotarse rentablemente, y mínimo 3u para que la tierra D pueda explotarse rentablemente. Es decir, el precio tiene que crecer proporcionalmente a los costos de producción de la tierra de peor calidad para que ésta pueda entrar bajo cultivo y llenar los excesos de demanda. iii- El precio se va elevando, pues, de acuerdo a los costos de las tierras de peor calidad que van entrando bajo cultivo. Pero no por ello los costos aumentan en las tierras de mejor calidad. Ellos permanecen constantes. Esto significa, entonces, que al subir paulatinamente el precio la ganancia en las mejores tierras bajo cultivo (todas excepto la peor) también aumenta paulatinamente. Así, por ejemplo, cuando sólo se cultiva A, cuadro 11. 2. 3, la ganancia por Ha. es de 200u, que es la ganancia normal u ordinaria (200jo de l.OOOu invertidos). Pero, tan pronto entra B en cultivo, cuadro 11. 2. 4, se obtiene la ganancia normal, 200u por Ha., en B, y la ganancia total por Ha. en A .se eleva a500u. Puesto que la ganancia normal es 200 lo del capital invertido (l.ooqt:i), aparece una ganancia extraordinaria de .'JOOu (columna 6) por cada 1.000uque se inviertan en las tierras de calidad A. De la misma mah-era, cuando entra C en cultivo, cuadro 11. 2. 5, la ganancia extraordinaria P9r cada 1.000u invertidos se eleva a 800u en A y aparece una g~nancla extraordinaria de 400u por cada 1.000u invertidos en B. En C se obtiene apenas la ganancia normal u ordinaria. Y, fin~lmente, c~ando entra D en cultivo, cuadro 11. 2. 6, aparece una ganancia extraord.mana en C, que antes no existía, igual a 600u (columna 6) por cada 1.000u invertidas en C. La ganancia extraordinaria de B se eleva a 1.2.00u y la de A a 1.800u por cada 1.000u invertidos en tierras de esas calidades. El capital invertido en D apenas recibe la ganancia normal de 200u por cada 1.000 invertidos en esa clase de tierra, que es la peor bajo cultivo en ese momento. Pero, ¿pueden los capitalistas embolsillarse la ganancia extraordinaria que va surgiendo y aumentando en las tierras de mejor calidad, a medida que entran a ser explotadas cada vez tierras de peor calidad? La respuesta de Rlca:do es negativa, en razón a que la competencia entre los capitalistas por las tierras de mejor calidad, que inicialmente prometen mayores ganancias, termina por. hacer que toda ganancia extraordinaria vaya &. parar a manos del .te~atemente, es decir, se transforme en renta del suelo. En efecto, los capitalistas compe~lfan por las tierras de mejor calidad, ofreciendo pagar rentas cada vez mas altas a los terratenientes, hasta que la renta absorba la totalidad de la ganancia extraordinaria. En ese momento será indiferente para los capitalistas invertir en las tierras de mejor o peor calidad, pues en .,,' 126 INTRODUCCION LA ECONOMIA CLASICA A LA ECONOMIA cualquier clase de tierra sólo obtienen la ganancia normal ya que toda ganancia extraordinaria se ha convertido por gracia de la competencia en renta del suelo. Este es, pIMS,el origen de la renta del suelo según Ricardo. iv- Puesto que la tierra de peor calidad bajo cultivo no produce ninguna ganancia extraordinaria, entonces su renta tiene que ser cero. Y, las mejores tierras producen una renta, en cambio, sólo por su diferencia en fertilidad (o localización). De aquí que la teoría de Ricardo sobre la renta haya sido llamada "Teoría de la Renta Diferencial". v- De acuerdo a lo anterior, todo lo que aumente las diferencias entre las tierras de peor y mejor calidad aumentará la renta del suelo, y todo lo que reduzca tales diferencias disminuirá la renta. Así, mientras peor sea la tierra bajo cultivo mayor será la renta total. A medida que se pasa de A a B, a y a D, tanto la renta de las mejores tierras como la renta total aumentan. e vi- La acumulación de capital, que al aumentar la demanda por fuerza de trabajo eleva los salarios, y con ello genera un aumento continuado de la población, de acuerdo a la "ley de bronce de los salarios" de Smith y Ricardo, ·'·produce como corolario una demanda creciente por alimentos y productos agrícolas en general que implicaría la necesidad de recurrir cada vez a peores tierras, con lo cual los precios (reales) de los productos agrícolas y la renta aumentan continuamente. (Por el contrario, si, por ejemplo, se importan alimentos más baratos del exterior, se reducirá la demanda por tierras en el interior con lo cual no hay necesidad de recurrir cada día a peores tierras y la renta dejaría de crecer. Ese sería un efecto, pues, de derogar las "leyes de granos"). La renta total aumenta con el crecimiento de la población, entonces, porque la tasa de renta por hectárea de todas las tierras bajo cultivo, excepto las peores, aumenta. En síntesis, la teoría ricardiana de la renta del suelo parte de que no se paga renta en las peores tierras, porque la renta es de tipo diferencial; de que el precio de todo producto agrícola está regulado por el costo de producción en la peor tierra; de que en este precio regulador no entra para nada la renta, puesto que las tierras de peor calidad no dan lugar a una renta; de que todo lo que aumente las diferencias de calidad de las tierras aumenta la tasa de renta (por ha.) y la renta total; y de que el proceso de acumulación de capital obliga a recurrir a tierras cada vez peores, con lo cual tanto la tasa de renta (x ha.) como la renta total tienden a aumentar continuamente*. * Se subraya que la teoría ricardiana parte de esta forma expositiva, porque es la más simple. Pero Ricardo generalizó su teoría (Principios, cap. XXIV) al caso de aumentos en la intensidad del capital, en vez de extensiones en el área cultivada, en el cual puede aparecer una renta diferencial también en la peor clase de tierra, porque lo importante para su teoría no es que haya una porción de tierra sino una porción de capital invertido en la agricultura que no pague renta. Este punto se desarrolla en la sección 12.5. 127 Ganancias Es imposible entender la teoría de Ricardo sobre la tendencia de la tasa de gana.ncia sin comprender su teoría sobre los factores que determinan el precio (real), sección 11. 2. 5, Y su teoría de los salarios y la renta. Es decir podría ~firmarse que en Ricardo la ganancia es un residuo del precio sobre los salanos y la renta. Por esto, en su libro, la renta y los salarios son analizados antes que las ganancias. Este es un viraje radical respecto a Adam Smith pues, como se recordará, para éste, por el contrario, la renta era el residuo y por ~llo postergó su estudio hasta después del análisis de los salarios y la ganancia. Ahora .bien, siguiendo a Ricardo, como en la peor tierra agrícola, que regula el precio de los productos agrícolas, no se paga ninguna renta, puede afirmarse que en estas tierras la ganancia obtenida es simplemente un residuo del precio re~l.del producto después de pagar los salarios (y otros costos, que por su simplicidad se consideran aquí constantes). Esto también es cierto prosigue Ricardo, para los productos manufacturados, para producir los cuales no h~~ necesidad de pagar renta.' O sea que, en los productos manufacturados, también la ganancia es un residuo del precio después de pagar los salarios. ( ( "Ni el granjero que cultiva esa cantidad de tierra, la que regula el precio, ni el manufacturero, que manufactura bienes, sacrifican porción alguna del producto para el pago de renta. El valor total de sus mercancías se divide en dos porcio~es únicamente: una que constituye las ganancias del capital, la otra que constituye los salarios del trabajo" (Principios, Cap. VI). ( Lo que Ricardo ha logrado hacer es, pues, observar unos precios en los cuales la renta está totalmente ausente. Y si este precio se distribuye en salarios y ganancia únicamente, es evidente que para saber qué ocurre con la ganancia como residuo, es necesario sabe'! qué pasa con el precio y qué pasa con los salarios. Pero, de una vez, resulta obvio que si el precio permanece constante y los salarios aumentan, entonces las ganancias disminuyen. ( Y, ¿cómo se hace para saber qué pasa con los precios reales y con los salarios? Pues con su teoría de que el precio real sólo se modifica cuando la cantidad de trabajo necesaria para producir las mercancías se modifica, sección 11. 2. 5, y con su teoría de la renta y de la tasa natural de salarios, Ricardo ha suministrado ya la respuesta. 1 Hoy en día este supuesto, también de Smith, parecería totalmente injustificado ya que la tierra urbana que sirve de espacio a la manufactura, y que hay que pagar, es mucho más cara que la rural. Sin embargo, también hoy en día se puede demostrar que la conclusión obtenida por Ricardo es válida aun eliminando dicho supuesto. Véase sección 12.5. 128 L"ITRODUCCION A LA ECONOMIA En efecto, mientras no varíe la cantidad de trabajo requerida para producir los productos manufacturados, el precio real de éstos permanecerá constante. Pero mientras estos precios están constantes, (o aun reduciéndose porque el progreso permanente de la técnica va reduciendo continuamente la cantidad de trabajo requerida para producirlos), los precios reales de los productos agrícolas se van incrementando continuamente como resultado de que el aumento de la población obliga a la sociedad a recurrir a tierras de peor calidad cada vez, pasando como en los cuadros 2. 2. 3 a 2. 2. 6, de tierras clase A, a tierras clase B, a tierras clase etc., en las cuales se requiere una cantidad de trabajo cada vez mayor para obtener una tonelada de producto.' e, Ahora bien, esto no es independiente de la tasa de salarios. Porque para suministrarle a cada trabajador la "canasta" dada de productos que garantiza su subsistencia y la de su familia, y la reproducción de la clase obrera, es decir, la canasta que concuerda con la tasa natural de salarios, la sociedad requiere gastar una cantidad creciente de trabajo ya que en esa canasta juegan un papel muy importante los productos agrícolas. Así, el aumento en el precio de los productos agrícolas se traduce, a través del mecanismo de la tasa natural de salaríos,en el aumento continuado del valor real del salario por trabajador. Así, pues, empleando la misma cantidad de trabajadores las manufacturas no 'pueden venderse por un precio real mayor (porque precisamente el precio no puede aumentar si no aumenta la cantidad de trabajo requerida para producir las mercancías), pero en cambio deben pagar un mayor valor real por concepto de salarios, puesto que el salario por trabajador se ha elevado como resultado del alza en el precio real de los productos agrícolas. De esta manera, las ganancias se reducen en las manufacturas y, más especíñcamente, la tasa de ganancia (g = G I K) sufrirá una reducción inequívoca. no sólo porque G disminuye en términos absolutos sino porque el capital invertido (K) debe aumentar, ya que los salarios que "adelanta" el capitalista, corno inversión, son mayores. En términos más generales, el valor producido por trabajador no puede aumentar, pero en cambio el salario por trabajador sí aumenta, con lo cual se reduce la ganancia por trabajador y la tasa de ganancia. y ¿qué ocurre en la agricultura? Pues, prácticamente lo mismo porque, aunque los precios de los productos agrícolas aumentan, este aumento es, por un lado, un simple aumento de costos y, por el otro, aumenta la 1 Ricardo también tuvo en cuenta el progreso técnico en la agricultura, e incluso investigó los efectos de distintos tipos de progreso sobre la renta, pero mantuvo la posición de que estos progresos no eran suficientes para anular la tendencia descrita de la renta y los precios de los productos agricoíaa LA ECONOMIA CLASICA 129 r~nta. de los terratenientes pero no las ganancias de los capitalistas. En otros terminos, como los precios de los productos agrícolas están regulados por los costos de producción en las tierras de peor calidad, por las cuales no se paga renta, entonces los precios de los productos agrícolas no pueden aumentar sino en la proporción en que aumenta la cantidad de trabajo requerida p~a producirlos en las tierras de peor calidad. (Esto se puede comprobar aritrneticamente en los cuadros 2. 2. 3 a 2. 2. 6. Por ejemplo, en el cuadro 11. 2. 4 el precio por ton. de maíz es 1.5u y en el cuadro 11. 2. 6 es de 3u. Pero esto ocurre porque en el primero, con 100 hombres- año se producen 800 ton., mientras que en el segundo con los mismos 100 hombres-año se producen 400 ton. Es decir, porque la cantidad de trabajo que ha costado producir una tonelada también se ha multiplicado por dos). Es decir, los precios de los productos agrícolas, al estar determinados por los costos en las tierras en que no se paga renta, son determinados en la misma forma que los de los productos manufacturados. De acuerdo con esto, los precios de los productos agrícolas se elevan sólo en la misma proporción en que aumenta la cantidad de trabajo o el número de hom?re~ requeridos para producirlos, Pero, en cambio, los costos para los capl~a[¡stas en las peores tierras aumentarían proporcionalmente al mayor nu:nero de hombres requeridos en la producción si y sólo si el salario por trabajador fuese constante. Pero, como el salario por trabajador está aumentando continuamente, se concluye que los costos aumentan más que proporcionalmente que los precios de los productos agrícolas. (Los costos aumentan por. dos razones: porque aumenta el número de hombres por t?nelada y porque el salario por hombre se eleva. Mientras que los precios solo aumentan por una razón: porque el número de hombres por tonelada se eleva). Como resultado, la ganancia y, más especificamenta, la tasa de ganancia resulta reducida. Una form~ ~ássimple de ver el problema es, quizas, reconocer que la com?etencla iguala las tasas de ganancia en todas las actividades (por la teona del precio natural). Por consiguiente, al caer en las manufacturas irremediablemente también debe caer en la agricultura, Y, ¿qué. pasa con la ganancia de los capitalistas que no producen en las peores smo en las mejores tierras? Pues exactamente lo mismo. Su tasa de ganancia dlsml~uye al mismo nivel que la de los capitalistas produciendo en la~ peores tierras y produciendo manufacturas porque, como se mostró anteriormente, aunque al recurrir a peores tierras y subir el precio de los p,roductos a~lcolas aparece una ganancia extraordinaria en las mejores tierras, ~ través de la competencia entre los capitalistas esta extraganancia es convertida en renta hasta que no queda para ellos sino Laganancia ordinaria, INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA CLASICA natural, normal, media o de equilibrio, es decir, hasta que su tasa de ganancia es idéntica a la de las demás actividades, la cual, como ya se demostró, ha disminuido. por dos razones fundamentales: i- porque la renta del suelo y el interés del capital no obedecen a las mismas leyes, ni suelen moverse en la misma dirección, como acaba de verse, debido a que la renta del suelo tiene una naturaleza diferente, específicamente ligada a la naturaleza de los precios de monopolio, tema que se comentará brevemente en esta sección; y, iiporque, en la teoría de Ricardo, renta y el interés juegan papeles completamente diferentes en relación a la capacidad de acumulación de capital, tema que se comentará en la siguiente sección. 130 Esta es, pues, la teoría de Ricardo sobre la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, que se reduce, en última instancia, a su teoría de la renta del suelo y a la proposición de que con el proceso de la acumulación de capital la sociedad debe pagar un tributo creciente a los terratenientes, una renta creciente, en detrimento de las ganancias del capital. Pero, debe subrayarse que este proceso ocurre a través de un aumento continuado del valor real de la tasa de salarios, explicación que llevó a demostrar a Ricardo, por primera vez en la historia del pensamiento económico, que existía una ineludible relación inversa entre la tasa de ganancia y la tasa de salario s, aunque la clase trabajadora fuese simplemente el medio pasivo de ese proceso, pues ella sólo seguía subsistiendo de acuerdo a una "canasta" de productos en cuyo tamaño no podía incidir voluntaria o conscientemente debido a "la ley de hierro de los salarios", debido a unas fuerzas que estaban totalmente nor fuera de su control. En cambio, los terratenientes con sus "leyes de granos" que impedían la importación de suficientes alimentos baratos eran .la causa activa, más allá del medio pasivo, de que tal tributo fuese muy superior al que existiría bajo una situación de perfecta libertad de comercio, de perfecto "orden natural" como dirían los fisiócratas y A. Smith.' 2.2.8 La naturaleza de la renta del suelo Para Ricardo es esencial distinguir nítidamente entre la renta del suelo y el interés (o ganancia) del capital, no obstante tener ~llos en comú~, la característica de ser ingresos de los propietarios de los medios de producción, I Nota para el lector avanzado: Del')c notarse que al aumentar la renta Y los precio.s?e lo~ pro~uctos agrícolas, y con ello la tasa de salarios, la reducción en la tasa de ganancia producirá, se~un RI~ardo. un "leve" efecto sobre todos 10$ precios, en todo caso. no significante en su razonamiento, trenre a las variaciones en las cantidades de trabajo (sección 2.2.5). Por ello, el hecho de qu: se haya considerado constante ln tasa de ganancia. para calcular los precios de los productos agr icolas, e n los cuadros 2.2.3 a 2. 2. 6, -sólO implica que se ha recogido el postulado ricardiano de que las variaciones en las cantidades de trabajo producen el nic o efecto "importante" sobre las variaciones Lie precios. siendo despreciables. para las variaciones de precios, los movimientos en la tasa de ú 131 Es así como, sobre el primer aspecto, Ricardo empieza citando el siguiente 'párrafo de la "Economía Política" (1803) de Jean Baptiste 8ay: "La tierra, como ya hemos visto, no es el único agente de la naturaleza que tiene una fuerza productiva; pero es el único, o casi el único, que un conjunto de hombres puede apropiarse, con la exclusión de los demás; y del cual, por consiguiente, pueden apropiarse los beneficios. Las aguas de los ríos, y del mar, por la fuerza que tienen para dar movimiento a nuestras máquinas, para transportar nuestros barcos, para producimos peces, también tienen una fuerza productiva; el viento que mueve nuestros molinos, y aun el calor del sol, trabajan para nosotros; pero felizmente nadie ha podido decir hasta ahora, el 'viento y el sol son míos, y el servicio que ellos prestan debe ser pagado' ". En esto, 8ay seguía a Smith quien, sobre el tema, había concluido: "La renta de la tierra, por consiguiente, considerada como el precio que se paga por el uso de la tierra, es naturalmente un precio de monopolio. No guarda ninguna proporción con lo que el terrateniente pueda haber gastado en el mejoramiento de la tierra, o con lo que éste necesite; sino con lo que el granjero pueda estar en capacidad de pagar". Y, en cuanto a los peces del mar, Srnith había observado ya: "En la vecindad de las islas de Shetland el mar es más que comúnmente abundante en peces, que constituyen una proporción importante de la subsistencia de los habitantes. Pero para poder obtener beneficios del producto del agua, ellos deben habitar en las proximidades. La renta del terrateniente es en proporción, no a lo que el granjero puede obtener de la tierra, sino a lo que él puede obtener tanto de la tierra como del agua". ganancia. De otro lado, también es conveniente observar que Ricardo generalizó su dem~stración de la relación inversa entre tasa de salarios y tasa de ganancia, Y puede decirse que su teorra de la renta, a u na situación en que también se paga renta en la peor tierra, renta que también es diferencial y que surge de los diferentes rendimientos de inversiones sucesivas de capital, renta que Marx denominó diferencial de tipo 11. Por eso en el texto se dice que Ricardo "empieza" estudiando una situación en que no se paga renta en la peor tierra bajo cultivo. Pero, como Ricardo mismo explica tal presentación simplificada expone adecuadamente los principios fundamentales de su teoría. '(Véase. Principios, Cap. XXIV o ejemplo de la sección 12.5, más adelante). Y, Ricardo agrega por su propia cuenta: "Con una cantidad dada de materiales, y con la asistencia de la presión atmosférica, y la elasticidad del vapor, las máquinas pueden trabajar, y abreviar el trabajo humano en gran medida; pero ningún pago se hace por el uso de estas ayudas naturales, porque ellas son inagotables, y están a disposición de cualquier persona. De la misma manera, el cervecero, el destilador, el tintorero, hacen uso incesante del ( I ( INTRODUCCION A LA ECONOMIA aire y del agua para la producción de sus mercancías; pero como la oferta es ilimitada, aquellos no tienen precio. Si toda la tierra tuviera las mismas propiedades, si fuera ilimitada en cantidad, y uniforme en calidad, ningún precio se pagaría por su uso, a menos donde poseyera ventajas especiales de localización". Y concluye: "La renta es la proporción del producto de la tierra, que 'se paga al terrateniente por el uso de las fuerzas originales e indestructibles del suelo". Esta última frase es utilizada por Ricardo para exponer lo mismo que Smith en "La Riqueza de las Naciones": que no debe confundirse la renta del suelo con los intereses del capital que se haya invertido en el mejoramiento de la tierra. Que estos dos conceptos, aunque cuantitativamente puedan sumarse en el pago final al terrateniente, son plenamente diferenciales: la una es un pago por "fuerzas originales e indestructibles del suelo", es decir, que como el aire el sol el mar y la presión atmosférica no fueron el producto de la industria humana ni de la inversión de capital, mientras que el interés es proporcional a una inversión de un valor real qua ha sido creado por el trabajo humano, el capital, y esta distinción es esencial porque "las leyes que regulan el progreso de la renta, son ampliamente difer:ntes ~e la~ ,q~; regulan el progreso de las ganancias, y rara vez operan en la misma dirección . (Principios, Cap. Il). Cuando la renta crece, pues, lo hace sin que ello constituya la retri.bución a costo alguno, y aun sin proporción a costo alguno. Sólo la finitud o escasez de la tierra con determinadas características, que garantizan su monopolio, son suficientes para el enriquecimiento permanente de la clase terrateniente en el proceso de acumulación de capital. Fue así como Smith concluyó "Ellos (los terratenientes) constituyen el único de los tres órde~es c~yo ingreso no les cuesta trabajo ni dedicación, sino que les llega por asi declr~o, automáticamente, e independientemente de que tengan que formular cualquier plan o proyecto". Pero he aquí que en el t.ie~po ~e Ricardo no sól~ formularon un proyecto sino que lo llevaron a feliz término: el acrecentamiento de su poder monopólico mediante las "leyes de granos". De todas maneras, los poderes naturales e indestructibles del suelo habían estado allí por milenios, siempre. La renta no aumentaba porque aumentaran estos poderes, o porque ellos costaran más, sino porque su poder monopólico aumentaba, es decir, el pago que se podía exigir por ellos crecía día a día, como resultado del aumento continuado en la demanda por alimentos. O sea, en un polo, la renta crecía sin necesidad de inversión alguna de capital, mientras que, en el otro polo, la tasa de ganancia se reducía junto a una inversión creciente de capitaL Y en la raíz de tal oposición se encontraba, pues, la naturaleza específica de la renta como un. pago "por el uso de l~s fuer~as na~~rales e indestructibles del suelo", en las cuáles no entra ninguna mversion de LA ECONOMIA CLASICA 133 capital. " ... cuando quiera que yo hable de la renta de la tierra, deseo que se me entienda que hablo de esa compensación, la que se paga al propietario de la tierra por el uso de sus fuerzas originales e indestructibles". (Principios, Cap. II). 2.2.9 La acumulación de capital, la renta y la "Ley de Say" "La tendencia natural de las ganancias es entonces a caer; porque en el progreso de la sociedad y la riqueza. la cantidad adicional de alimentos requeridos es obtenida por el sacrificio de más y más trabajo. Esta tendencia, esta especie de gravitación de las ganancias, es felizmente frenada en forma transitoria, a intervalos repetidos, por los mejoramientos en la maquinaria relacionada con la producción de subsistencias, como también por los descubrimientos en la ciencia de la agricultura que nos permite ahorrar una porción del trabajo antes requerido, y por lo tanto disminuir el precio de las mercancías de primera necesidad del trabajador. El aumento en el precio de los bienes de primera necesidad y en los salarios es sin embargo limitado; porque tan pronto como los salarios sean iguales a... la totalidad de los ingresos del granjero, la acumulación debe finalizar; porque ningún capital puede entonces rendir una ganancia, y no puede ser demandado trabajo. adicional, y consiguientemente la población habrá alcanzado su más alto punto. Pero mucho antes de este período, la tasa de ganancia tan baja habrá paralizado toda acumulación, y casi la totalidad del producto del país, después de pagarle a los trabajadores, pertenecerá a los propietarios de la tierra y los perceptores de diezmos e impuestos". (Principios, Cap. VI). Resalta en esta famosísíma argumentación de Ricardo, en la cual prevé un "estado estacionario", en el que todo crecimiento y progreso económico queda detenido, que recuerda nuevamente a los fisiócratas y a Smith, la proposición de que, a medida que los terratenientes se apoderan de una mayor parte del producto nacional, en detrimento de las ganancias, la acumulación se va reduciendo hasta llegar el momento en que podría paralizarse totalmente. Pero, es legítimo preguntar la razón por la cual los terratenientes no acumulan capital, no se vuelven capitalistas, o en el peor de los casos no deciden vivir de una nueva "renta": los intereses sobre un capital que acumulan de sus rentas crecientes y prestan a los capitalistas. Y aparentemente habría dos respuestas posibles: i- porque con una tasa de ganancia e interés que se reduce paulatinamente, hasta llegar a hacerse insignificante, se anula el "incentivo" para la acumulación, es decir, se prefiere el consumo. Por esto Ricardo prevé que la acumulación cesa antes de que haya desaparecido la ganancia completamente. Basta que alcance un nivel "muy bajo". En otras palabras, se supone que el único incentivo para la acumulación es la ganancia. y si los terratenientes se conformaran inicialmente con una baja tasa de INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA CLASICA interés, al no consumir sus crecientes ingresos acelerarían el proceso de acumulación precipitando en forma más acelerada el "estado estacionario". Desde este punto de vista, aun si los terratenientes estuvieran inicialmente predispuestos a acumular, con ello sólo lograrían acelerar el resultado final; y, ii- porque a los terratenientes de por sí sólo les interesa el consumo y, por, ello, gastan en consumo todas sus rentas aunque pudieran obtener un interés positivo sobre ellas, como podría ser el caso de una nobleza terrateniente afamada por tender a gastar siempre más de lo que recibe. Desde este punto de vista el estado estacionario también llegaría aunque más lentamente, por ser menor la acumulación. más, todos podrían obtener mayores ingresos 'y podrían vivir en mayor abundancia'''. Y en 1714 Bernard de Mandeville publicó en Londres su "Fábula de las Abejas o, Vicios Privados, Beneficios Públicos", que causó gran escándalo y cuya trama trata de una sociedad de abejas amantes del lujo, las modas, el consumo exagerado y la ostentación, que vive en la plétora, y que al volverse virtuosas, recatadas y austeras se arruinan económicamente arrastrando a toda la sociedad en ello. 134 Así, el problema que plantea Ricardo, sobre un límite al crecimiento, no podría resolverse aun si los terratenientes se volvieran tan ahorradores como los capitalistas, y ello aceleraría más bien el proceso. Nada de extraño tiene, pues, que Ricardo viera en la derogación de las "leyes de granos" la salida del problema, una solución traída de afuera: alimentos importados y baratos. Con ello los salarios no aumentarían, ni las rentas tampoco y la tasa de ganancia no caería. El estímulo para acumular no disminuiría y el crecimiento y el progreso podrían continuar indefinidamente o, al menos, por un horizonte de tiempo mucho mayor que en el caso contrario. El progreso social y el camino hacia la riqueza imponían como costo, pues, un sacrificio de rentas para los terratenientes. Pero, ¿podía estar seguro Ricardo de que el único obstáculo económico a esta acumulación indefinida era el continuado aumento en el precio de los alimentos y la renta del suelo? Muchas señales de precaución confluían para minar esta seguridad o, al menos, para que no pudiera tomar por garantizado ese resultado y se viera forzado a intentar una demostración positiva y explícita en ese sentido. Pero antes de hablar de la demostración que intentó Ricardo, es necesario r~ferirse aunque sea muy de pasada a las señales o circunstancias que lo obligaron a ello. Cuenta Keynes, en su "Teoría General del Empleo, el Interés v el Dinero" famosísima obra moderna que, entre otras cosas fue un resultado histórico de la polémica que dejó planteada Ricardo sobre el punto en discusión, que ya en el año de 1662 ese gran pionero de la ciencia económica que fue William Petty "justificaba" 'las diversiones, los espectáculos mazníficos, los arcos triunfales, etc.' sobre la base de que sus costos iban a parar a los bolsillos de los cerveceros, panaderos, sastres, zapateros, etc. . Es decir, que el consumo (lo contrario al ahorro o acumulación) estimulaba la actividad económica y el crecimiento. y que "Barbon (1690) escribió que 'El gasto generoso es perjudicial al individuo, pero no a la industria .. , La codicia es un vicio, perjudicial tanto al individuo como a la industria' '~ y sigue Keynes: "En 1695 Cary argumentó que si todo el mundo gastara ti , " 135 Pero esto no era todo. En 1776, al publicar su "Riqueza de las Naciones", en su capítulo sobre las ganancias del capital, Adam Smith había advertido que "Se hace gradualmente más y más difícil encontrar dentro del país una forma rentable de emplear cualquier capital adicional", tal como se vio en la sección 11. 1. 3. Y, precisamente, Ricardo vio en esta proposición de Smith una amenaza frontal a toda su estructura teórica, pues si fuese cierto que el sistema tendía a producir un "exceso" de acumulación de capital, no seria necesariamente cierto que una reducción en la acumulación sería "dañina" para el crecimiento y el progreso, y no sería necesariamente cierto que al transferir ganancias a los terratenientes bajo la forma de rentas crecientes, y consumirlas éstos, se perjudicaría el progreso económico. Por el contrario, surgía la posibilidad de que el "exceso" de acumulación (mucha capacidad productiva ante poca demanda) se convirtiera en un obstáculo al crecimiento, undesestímulo a los negocios, y que al consumir este "exceso" se removiera el obstáculo, pero entonces esto implicaba lo contrario al razonamiento de Ricardo, porque el aumento de las rentas (con tendencia a ser gastadas en consumo), en detrimento de las ganancias (con tendencia a ser acumuladas), removería un obstáculo al crecimiento en vez de levantarlo. En otras palabras, los planteamientos de Petty, Barbon, Cary y Mandeville, aunque no eran argumentos económicos elaborados, apuntaban a que la falta de consumo (el exceso de ahorro o de acumulación) podía constituir una insuficiencia de demanda y, con ello, un obstáculo al crecimiento y al aumento de la riqueza, ya que la economía capitalista sólo produce para satisfacer la demanda, y la observación de Smith venía, con todo el peso de su autoridad, a reforzar la posibilidad de que tal planteamiento fuese correcto. Aún más, el consumo "suntuario" que describían Petty y Mandeville sólo podía ser típico de una clase pródiga en el consumo, como los terratenientes ingleses, y no de. una clase frugal como los capitalistas. Ricardo no podía ignorar estos planteamientos y mucho menos cuando su íntimo amigo y polemista Thomas Robert Malthus (1776-1834), célebre por su "Ensayo sobre el Principio de la Población", y que también escribió sus "Principios de Economía Política" (1820), se encargó de recordarle permanentemente estos argumentos, de defenderlos y de obligar a Ricardo a responderlos. Ante estas circunstancias, Ricardo no tuvo más alternativa que enfrentar directamente la proposición' de Smith, que resumía en términos generales 136 INTRODUCCION LA ECONOMIA CLASICA A LA ECONOMIA la posición contraria, a lo cual dedica casi con exclusividad el capítulo XXI de los "Principios". Dice allí Ricardo: "Adam Smith, sin embargo, uniformemente adscribe la caída de las ganancias a la acumulación de capital, y a la competencia que resultará de ello sin advertir jamás sobre la creciente dificultad de proveer alimento para el número adicional de trabajadores que-el capital adicional empleará". "Adam Smith habla aquí de un aumento de salarios, pero es de un aumento temporal, procedente de fondos que se han incrementado antes de que la población se haya incrementado; y parece no darse cuenta de que, al mismo tiempo que el capital es incrementado, el trabajo a que da lugar el capital también es incrementadoen la misma proporción. El señor Say, sin embargo, ha mostrado de la forma más satisfactoria, que no existe cantidad alguna de capital que no pueda ser empleada en un país, porque la demanda está únicamente limitada por la producción. Ningún hombre produce sino con miras a consumir o vender, y nunca vende sino con la intención de comprar cualquier otra mercancía, que le pueda ser Útil inmediatamente, o que pueda contribuir a la producción futura. Produciendo, entonces, él necesariamente se convierte en el consumidor de su~.¡p...· ropios bienes, o en el comprador ~ consumidor de los bienes de ~lguna otrlcpersona". "Las producciones son SIempre compradas por producciones, o ~f¡¡ervicios; el dinero es únicamente el medio por el ~ue el ~ntercambio sejfectúa. Se puede producir demasiado de una mercancra particular, de la. cuaIpuede haber tal exceso en el mercado, que no alcance a pagar el capital gastádo en ella; pero esto no puede ocurrir con respecto a todas las mercancías': Y, después de citar otros pasajes de la obra de Smith, concluye: "Se sigue de estas admisiones que no existe límite para la demanda, ningún límite al empleo del capital mientras él rinda una ganancia, y que por abundante que el capital pueda ser, no existe ninguna otra razón adecuada para una caída de las ganancias que una elevación de salarios, y puede agregarse, además, que la única causa adecuada y permanente para el aumento de salarios es la dificultad creciente de proveer comida y artículos de primera necesidad para un creciente número de trabajadores". (Sub, agregado). Para la defensa de su teoría sobre la acumulación y la tasa de ganancia, Ricardo adopta entonces la llamada "Ley de Say" (véase sección 2',2 '.3. "G~nancias y Rentas"), lo cual llevó a Marx a afirmar, con su característico estilo, que tal ingenuidad podía ser propia de Say pero que era indigna de un gigante del pensamiento económico como Ricardo, y a Keynes a exclamar: "Cuánta mayor cordura y riqueza habría en el mundo si el tronco de la economía política del siglo XIX hubiera sido Malthus, en lugar de Ricru:?o". Claro está que la exclamación de Keynes se fundamenta en la observación y el análisis de la peor crisis de "sobreproducción" que presenció el mundo capitalista, por la tercera década del siglo XX, más de cien años después de publicados los "Principios", y puede afirmarse que por el tiempo en que 137 Ricardo escribió esa realidad no era tan aplastante, pues como Marx mismo señala en el prefacio a El Capital, " ... la gran industria empezaba por aquel entonces a salir de su infancia, como lo demuestra, entre otras cosas, el hecho de que la crisis de 1825 inaugure el ciclo periódico de su vida moderna". Pero, aparte de lo anterior, habría que volver a empezar este capítulo para reseñar nuevamente las contribuciones del pensamiento de Ricardo a la ciencia económica moderna, a lo cual habría que añadir su contribución a la teoría del comercio internacional 1 , del dinero y de los impuestos, pues el rigor de su pensamiento y la coherencia recíproca de todas sus proposiciones no se dejan resumir fácilmente. Baste, pues, con decir que, en este último sentido, como se citó una opinión al comienzo, fue quien "hizo de la economía una ciencia positiva", que muchas de sus proposiciones fundamentales siguen incólumes, que muchas otras han servido de fundamento, por acción o reacción, a prácticamente todos los desarrollos importantes de la ciencia económica moderna, que constituyó el punto de referencia obligado, si no el de partida, para los grandes troncos doctrinales del siglo XIX que todavía son la base de¿las teorías contemporáneas y que, por todo ello, constituye una obra magnáen la historia del pensamiento económico. 2.3 Thomas Robert Malthus (1766-1834) Ninguno de los dos famosos economistas que se tomaron el trabajo de intentar una definición de economía clásica incluirían dentro de ella la obra de Malthus. Marx, porque sin haber ocultado su hostilidad hacia las ideas de Malthus, jamás mostró la menor intención de colocarlo en el mismo pedestal que a Petty, Smith o Ricardo, calificando, por el contrario, de plagio superficial sus ensayos sobre la población y la renta, y señalando que se destacó por redescubrir lo que Sismondi ya había mostrado. Keynes, porque no lo consideró un continuador de las ideas de Ricardo, sino precisamente su más digno opositor. Así, al escribir su biografía, Keynes reclama para Malthus el puesto de primero de los economistas de Cambridge, y llega a afirmar que el predominio de las ideas de Ricardo sobre las de Malthus fue un desastre para el progreso de la economía durante un siglo, y que el mundo actual sería mucho más rico y cuerdo si la base de la teoría económica en el Siglo XIX hubiese sido Malthus en vez de Ricardo. Por consiguiente, sería difícil evitar la sensación de un vacío si se continuara adelante, sin una mínima referencia a tan controvertido economista. 1. Véase sección 9.9.2 138 · ! ·· INTRODUCCION A LA ECONOMIA La importancia que Keynes concede a Malthus no proviene, por supuesto, de las tesis malthusianas más populares sobre la necesidad de un control consciente, o autocontrol, sobre el número de descendientes como única forma de enfrentar la pobreza, sino de las tesis acerca de la acumulación de capital. En efecto, como contemporáneo de Ricardo, y aún siendo su afectuoso e íntimo amigo, Malthus fue el principal contradictor de la "Ley de Say", en la cual Ricardo fundamentó toda su teoría sobre la acumulación de capital y la tasa de ganancia (sección 2.2.9), y toda su posición política contra las "leyes de granos" (sección 2.2.1). Una refutación nítida de la Ley de Say es presentada en la sección III del Capítulo 1 del libro II de los Principios de Economía Política de Malthus, libro publicado en 1820, tres años más tarde que la primera edición de los Principios de Ricardo. En síntesis, y de manera incontrovertible, allí se argumenta que las mercancías no se cambian solamente por mercancías, sino también por fuerza de trabajo, de lo cual puede resultar un exceso global de oferta de aquéllas con relación a ésta, es decir, un exceso de demanda en el mercado laboral, que al deprimir los precios de los productos deprime la rentabilidad, dando lugar con ello a una liquidación de los incentivos para producir, es decir, a una crisis recesiva con todas sus secuelas. Ricardo no negó esta objeción, pero argumentó que dicha situación sería apenas "transitoria", pues, con base en el mecanismo de la tasa natural de salarios de Smith (sección 11.1.3), el alza de salarios traería como consecuencia un aumento de la población, eliminándose en definitiva la desproporción. Malthus contraatacó puntualizando que esa reacción tomaría entre 16 y 18 años, o sea el tiempo necesario para que la nueva población alcance en efecto el mercado laboral. Ricardo respondió que ese hecho no ínvalidaba el principio general. Malthus protestó, indicando que una crisis de sobreproducción que dure entre 16 y 18 años debe invalidar cualquier principio general. De ahí en adelante el argumento de Malthus no es tan claro, afirmando que en último término tampoco el aumento de población resolvería el problema, y limitándose a repetir las consabidas tesis, que tanto irritaban a Marx, sobre la conveniencia y bondades de un consumo suntuario e improductivo por parte de los terratenientes, (por lo cual se justificaría el aumento de sus rentas, en oposición directa a la tesis ricardiana), y los capitalistas, si estos últimos lo hiciesen factible. De la argumentación de Malthus es necesario destacar la transparencia expositiva de la tesis central, el desarrollo que ella implica en términos de la distinción entre el "largo plazo" (Ricardo) y el "corto plazo" (Malthus), y la definida preferencia e importancia otorgada a este último factor, lo cual, quizá, inspiró a Keynes para afirmar que "en el largo plazo todos estaremos muertos", implicando una actitud de acción en vez de pasividad frente a los resultados del mercado. Estas implicaciones son, en verdad, muy importantes LA ECONOMIA CLASICA 139 y justifican una obligada referencia a Malthus en la teoría de la acumulación. Pero constituye, tal vez para siempre, un insondable misterio de la historia del pensamiento económico el hecho de que Keynes haya ignorado la paternidad de Adam Smith quien, en su monumental teoría de la acumulación de capital y la tasa de ganancia, presenta ya las tesis que Malthus posteriormente levanta ante Ricardo. La mejor prueba de esto la da Ricardo mismo en el Capítulo XXI de los Principios, dedicado a refutar a Smith en la misma tesis en la cual le polemizaba Malthus. Levantando ese velo, y teniendo en cuenta la estructura y alcances de la obra de Smith, Keynes bien pudo haber presentado la teoría de la acumulación de esté último como la verdadera alternativa frente a la fundamentación ricardiana en la Ley de Sayo 2.4 John Stuart Mili (1806-1873) Los Principios de Economía Política de Mill, publicado por vez primera en 1848, tienen una extensión equivalente y, a juzgar por la amplitud e importancia política de su temática, pretenden un alcance similar a la Riqueza de las Naciones de Smith. Sin embargo, aparte de las naturales diferencias de tiempo y lugar, y de la popularidad e influencia que cada una de estas obras efectivamente alcanzó, desde el punto de vista de la estructura teórica hay dos hechos que parecen dignos de mención. En primer lugar, la obra-de Mili, en contraste con la de Smith o Ricardo, no presenta contribuciones teóricas nuevas e importantes, constituyendo más bien un intento de síntesis que, además, desde el punto de vista del rigor teórico, no ha recibido las mejores apreciaciones. Así, por ejemplo, Marx escribió: "Pero, qué decir cuando, medio siglo después de Ricardo, viene Mr. John Stuart Mill y, con gran aparato, proclama su superioridad sobre los mercantilistas repitiendo, mal repetidos, los pobres subterfugios de los primeros vulgarizadores de Ricardo?" l. Schumpeter, por su parte afirma: "Puede asegurarse que ninguno de los elementos de la obra de Mili son originales" 2. Y, por ejemplo, acerca de las relaciones entre la teoría de un fondo de salarios y el ahorro, básicas en la argumentación de Mill, agrega Schumpeter: "Lo que él (Mill) quiso expresar está comprendido en un estudio confuso y embarazoso que ha producido asombro a sus partidarios no menos que a sus oponentes" 3. Y Eric Roll concluye que "La búsqueda de una transacción realizada por Mill tuvo menos éxito en el campo de la teoría económica que en los de la filosofía social y 1. El Capital, vol. 1, pág. 432. Fondo de Cultura Económica. 2. Historia del Análisis Económico, pág. 601. Fondo de Cultura Económica. 3. lb, pág. 552. 140 lNTRODUCCION A LA ECONOMIA la política pública" 1. En segundo lugar, la síntesis de Mili, involucrando una serie de elementos claves pero extraños al sistema clásico, los cuales ya se difundían como nuevas corrientes teóricas, tales como el distanciamiento del problema de la medida invariable del valor y la aproximación a éste como un concepto relativo, la reafirmación de la Ley de Say bajo el argumento de que las llamadas crisis de sobreproducción se debían a un fenómeno puramente monetario y la concepción del interés del capital como una retribución a la "abstinencia" del consumo, marca, en realidad, una fase que corresponde a la desintegración de la economía clásica en dos nuevas vertientes radicales y, en principio opuestas, la economía marxista y la economía neoclásica, como se verá más adelante: . Pero es precisamente en este punto cuando la obra de Mili cobra actualidad y revela su verdadera importancia, como premonitoria del desarrollo moderno de la economía mixta 2. Pues, no por simple eclectisismo, sino a través de un análisis explícito, dentro de lo que puede considerarse el espíritu clásico, Mill sopesa las ventajas y desventajas del socialismo y de la libre competencia, alcanzando la conclusión de que ninguna de estas fórmulas constituía, en realidad, el ideal completo que pregonaban sus adeptos ni el vacío completo de virtudes que indicaban sus oponentes. Para empezar, refuta el cargo más importante contra el socialismo en su época: el de su imposibilidad. Luego, argumenta que, aún aceptando que el trabajo comunista presente menos aliciente que el de los trabajadores propietarios, o por cuenta propia, de todas maneras este último incentivo tampoco existe para la inmensa mayoría de asalariados y empleados a sueldo fijo del sistema competitivo. Y agrega: "La humanidad es capaz de mostrar espíritu público en un grado mucho más elevado del que se acostumbra suponer posible en la época actual". (Principios, Libro Segundo, Cap. 1, F.C.E.). Además, sobre este punto le concede una ventaja a la mayor educación que implicaría el socialismo. A todo ello suma los beneficios de una distribución más equitativa del ingreso y una opinión pública más comprometida con sus intereses. Finalmente, a través del análisis de las tesis y los experimentos prácticos de socialistas como Louis Blanc, Fourier, Saint Simon y Owen, muestra que el modelo socialista podría ser flexibilizado hasta el punto de eliminar prácticamente todas las objeciones de sus opositores. Sin embargo, por otro lado, advierte: "Son errores comunes a todos los socialistas olvidar la natural indolencia de la humanidad, su tendencia a la pasividad, a ser esclava de las costumbres, a persistir indefinidamente en un 1. Historia de las Doctrinas Económicas, pág. 437. Fondo de Cultura Económica. 2. Véase sección 3.10. LA ECONOMIA CLASICA 141 camino que haya escogido. Existe el peligro de que una vez que los seres humanos hayan alcanzado una existencia que juzguen tolerable, tiendan a estancarse, que no quieran esforzarse por mejorarla y que, dejando sus facultades atrofiarse, pierdan incluso la energía necesaria para impedir que empeore. Tal vez no sea la competencia el mejor de los estímulos, pero en la situación actual es indispensable y aún no se puede prever cuándo llegará el tiempo en que no sea necesaria para el progreso". (Principios, Libro IV, Cap. VII, F.C.E.). Y, en su ensayo Sobre la Libertad, previene: " ... en la especulación política se incluye ya la 'tiranía' de la mayoría' entre los males contra los cuales debe ponerse en guardia la sociedad ... (porque podría ejercer) una tiranía social más formidable que muchas opresiones políticas, ya que '" deja menos medios de escapar a ella, pues penetra mucho más en los detalles de la vida y llega a encadenar el alma". (Introducción, Sarpe Ed.). También en los Principios subrayó el tema: "La cuestión real es si quedaría algún asilo para la individualidad del carácter; si la opinión pública no se convertiría en un juego tiránico .. (y) oprimiría a todos bajo la misma mansa uniformidad de pensamientos, sentimientos y acciones ... Falta aún comprobar si el plan comunista sería compatible con aquel desarrollo multiforme de la naturaleza humana con aquellas múltiples desemejanzas, aquella diversidad de gustos y talentos y variedad de puntos de vista intelectuales, que no sólo constituyen una gran parte del interés de la vida humana, sino que, procurando el choque estimulante de las inteligencias y presentando a cada uno innumerables ideas que él mismo no hubiera podido concebir, son el resorte principal del progreso espiritual y moral" 1 • Quien se haya interesado en los diagnósticos que condujeron a la Perestroika y el. Glasnot en el bloque socialista mundial, casi siglo y medio después de publicada la obra de Mili, no puede menos que reconocer la agudeza de ésta y la necesidad de penetrar con mayor detalle en ella. Pero, por el momento esto parece suficiente, ya que hace falta, de otro lado, mencionar su posición sobre el sistema de libre competencia. El punto de partida de Mill es que el sistema de libre empresa realmente existente en su tiempo presentaba vicios tan graves 2, que si en esa forma cruda se cor;np.araracon el socialismo no abrigaría dudas sobre la preferibilidad de este último. Pero tal curso de análisis, prosigue, sería correcto sólo si las 1. Libro Il, cap. l. F.C.E. Compárese con las palabras y posición de Keynes, en el párrafo final de la sección 14.10. 2. Sobre este aspecto, véasela sección 12.1. 142 INTRODUCCION A LA ECONOMIA reformas deseables fuesen completamente imposibles para el sistema competitivo. Puesto que éste no es el caso, argumenta, lo verdaderamente correcto es identificar tales reformas y, sólo después de esto, comparar el sistema socialista con el sistema competitivo depurado de sus distorsiones, cuya verdadera naturaleza radicaría en el derecho de cada quien para disfrutar los resultados de su propio esfuerzo, iniciativa y creatividad. Tales reformas deberían dirigirse, entonces, fundamentalmente, a eliminar o reducir a un mínimo los exagerados derechos económicos de las personas ociosas, que en nada contribuyen al progreso social; limitar los derechos sobre las herencias, entendidos estos como. el proceso automático distinto de libre voluntad de legar; establecer limitaciones al derecho de propiedad sobre recursos que sean indispensables para el bienestar público; garantizar la educación universal de la clase trabajadora, como el medio indispensable para permitirle a ella misma librarse de la degradación, de la esclavitud ciega a los trabajos en los que no encuentra ningún interés, de la falta de esperanza y de libertad, y de su supeditación a instintos que la llevan a la reproducción irracional; garantizar, a través de un mecanismo de seguridad social, un nivel de ingreso mínimo para todo el mundo, siempre y cuando éste no sea mayor que el ingreso que se devengaría trabajando; generalizar la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas, de acuerdo con sus esfuerzos y los resultados alcanzados en éstas; y, promover la asociación de trabajadores independientes y el desarrollo de las cooperativas. Especial importancia otorgó Mili a la independencia de los trabajadores frente a mecanismos patriarcales o paternales, y cabe subrayar que hizo extensivo ese argumento a la liberación de la mujer, y a la igualación de sus derechos, a cuya causa dedicó no solamente parte de su obra sino una militancia efectiva hasta el fin de su vida. En síntesis, la esencia de sus tesis se expresa en la conclusión de que "sólo en los países atrasados del mundo es todavía un asunto importante el aumento de la producción; en los que están más adelantados, lo que se necesita desde el punto de vista económico es una mejor distribución, para lo cual es un medio indispensable la restricción más severa de la población. Las instituciones niveladoras, sean justas o injustas, no pueden conseguirlo por sí solas; pueden rebajar las partes más altas de la sociedad, pero no pueden, por sí mismas, elevar permanentemente las clases más bajas". Y aboga por "un sistema legislativo que favorezca la igualdad de las fortunas en tanto sea compatible con el justo derecho del individuo a los frutos, pequeños o grandes, de su propia actividad". (Principios, pág. 642, FCE). En general, Mili concluyó que "casi no hay nada que importe en realidad a los intereses generales y no sea deseable o incluso necesario que se encargue de ello el gobierno, no porque no puedan realizarlo los particulares, sino porque no lo harán" (pág. 835 l. Pero, como una advertencia perentoria de que esa intervención debe confinarse estrictamente dentro de los límites marca- LA ECONOMIA 143 CLASICA dos por las fallas del mercado 1, garantizando la libertad de las fuerzas competitivas para las amplias tareas que están en capacidad de cumplir adecuadamente, dejó como legado esta máxima: "En resumen, la práctica general debe ser laisser-faire; toda desviación de este principio, al menos que se precise por algún gran bien, es un mal seguro", (pág. 812). Esta actitud analítica y pragmática de Mili se manifiesta más nítidamente, si se tiene en cuenta, en primer lugar, su más profunda convicción histórica y filosófica sobre la competencia, que expresó así: "Confieso que no me agra-. da el ideal de vida que defienden aquellos que creen que el estado normal de ' los seres humanos es una lucha incesante por avanzar; y que el pisotear, empujar, dar codazos y pisarle los talones al que va delante, que son característicos del tipo actual de vida social constituyen el género de vida más deseable para la especie humana; para mí no son otra cosa que síntomas desagradables de una de las fases del progreso industrial '" Mientras las inteligencias son groseras, necesitan estímulos groseros" (pág. 641). Y, en segundo lugar, si se toma cuenta de su perspectiva final sobre el destino comparado del sistema socialista y el de mercado reformado: "Si se nos permite aventurar una opinión, la elección final dependerá probablemente y de manera principal de la siguiente consideración: cuál de los dos sistemas es compatible con la mayor suma de libertad y espontaneidad humana. Una vez asegurados los medios de subsistencia, la más fuerte de las necesidades de los seres humanos es la libertad; y ésta -a diferencia de las necesidades físicas, que a medida que la civilización avanza son más moderadas y más fáciles de controlar- aumenta en lugar de disminuir en intensidad a medida que la inteligencia y las facultades morales se desarrollan más y más" 2. 1. Véanse secciones 2. Principios, 3.9.3 y 3.10. pág. 200. F.C.E. UNiVERSIDAD DE ANTIOQUlA BIBLIOTECA CENTRAL Capítulo In La economía de Marx CAPÍTULO III LA ECONOMÍA DE MARX 3.1 Consecuencias de la Revolución Industrial (a partir de 1780) I I 3.1.1 El trabajo infantil y femenino . ( "La maquinaria, al hacer inútil la fuerza del músculo, permite emplear obreros sin fuerza muscular o sin un desarrollo físico completo, que posean, en cambio, una gran flexibilidad en sus miembros. El trabajo de la mujer y el niño fue, por tanto, el primer grito de la aplicación capitalista de la maquinaria. De este modo, aquel instrumento gigantesco creado para eliminar trabajo y obreros, se convertía inmediatamente en medio de multiplicación del número de asalariados, colocando a todos los individuos de la familia obrera, sin distinción de edad ni sexo, bajo la dependencia inmediata del capital. Los trabajos forzados al servicio del capitalista vinieron a invadir y usurpar, no sólo el lugar reservado a los juegos infantiles,sino también el puesto de trabajo libre dentro de la esfera doméstica y, a romper con las barreras morales, invadiendo la órbita reservada incluso al mismo hogar". "Antes, el obrero vendía su propia fuerza de trabajo, disponiendo de ella como individuo formalmente libre. Ahora, vende a su mujer y a su hijo. Se convierte en esclavista". "En el célebre distrito londinense de Bethnal Green se celebraba todos los lunes y martes, por las mañanas, un mercado público, en el que niños de ambos sexos, de 9 años para arriba, se ofrecían en alquiler a las manufacturas sederas de Londres". (Marx, El Capital, 1867, vol. 1, cap. XIII). 148 INTRODUCCION A LA ECONOMIA "Ya hemos hablado de la degeneración física de los niños y jóvenes, de las mujeres obreras a quienes la maquinaria somete a la explotación del capital, directamente en las fábricas que brotan sobre la base de las máquinas, e indirectamente en todas las demás ramas industriales. Por tanto, aquí sólo nos detendremos en un punto: la enorme mortalidad de niños de obreros en edad temprana". "Según demostró una investigación médica oficial abierta en 1861, estas elevadas cifras de mortalidad se deben principalmente, si prescindimos de circunstancias de orden local, al trabajo de las madres fuera de casa, con el consiguiente abandono y descuido de los niños, alimentación inadecuada e insuficiente de éstos, empleo de narcóticos, etc., aborrecimiento de los niños por sus madres, seguido por abundantes casos de muerte provocada por hambre, envenenamiento, etc." (Ibid.). "La depauperización moral a que conduce la explotación capitalista del trabajo de la mujer y el niño ha sido descrita tan concienzudamente por F. Engels en su obra la Situación de la Clase Obrera en Inglaterra (1845), Y por otros autores, que me limitaré a recordarla aquí. La degeneración intelectual, producida artificialmente por el hecho de convertir a unos seres iGeipientes en simples máquinas- para.la fabricación de plusvalía ... obligó ~rfin al parlamento inglés a decretar la enseñanza elemental como condición lég~l para el consumo 'productivo' de, niños menores de 14 años, en todas áquellas industrias sometidas a ia ley fabril". (Ibid.). "S610 un cuarto de los trabajadores en las fábricas de algodón, de 1834 a 1847, eran hombres adultos". (Hobsbawm, Las Revoluciones Burguesas, 1965). 3.1.2 El salario "La maquinaria, al lanzar al mercado de trabajo a todos los individuos de la familia obrera, distribuye entre toda su familia el valor de la fuerza de trabajo de su jefe. Lo que hace, por tanto, es depreciar la fuerza de trabajo del individuo". (Marx, op. cit.). En realidad, el efecto combinado del ahorro de fuerza de trabajo que implica la máquina en un proceso productivo dado, lo cual ya había sido observado por Ricardo, y la multiplicación súbita de la fuerza de trabajo, al ingresar a este mercado las mujeres y niños que antes eran ajenos al mismo, en un período de tiempo relativamente breve, no podía dejar de hacer sentir sus efectos depresivos sobre el desempleo y los salarios. Así, Toynbee en su "Revolución Industrial" nos informa: "El problema de la miseria cayó sobre los hombres en su forma más terrible entre 1795 y 1834". (Cap. IX). Y pasa arnostrar que la ayuda oficial percápita para paliar los efectos de la miseria en Inglaterra tuvo que multiplicarse por más de 4 entre 1760 y 1818. LA ECONOMIA DE MARX 149 "Dupont- White describía la situación de los trahajadores (en 1846) así: 'No tienen propiedad ninguna, sus vidas se hacen cada vez más cortas, su alimento es cada vez peor, toda su estirpe y su moral desaparecen' ". (Kuczynski, Historia de la Clase Obrera, último capítulo). "Pierre Leroux declaraba (en 1845): 'Antes de la revolución de 1789 (en Francia) un obrero ganaba en seis días lo que hoy gana en siete' ". (Ibid). "En Francia fue un poeta, Víctor Hugo, (quien en su obra Los Miserables dejó en testimonio dramático de las condiciones de vida de los trabajadores por mediados del siglo XIX), quien decía (en 1853), de las viviendas de Lille: 'Sótanos de Lille, la gente perece debajo de vuestros techos de piedra'. Estas cuevas eran las que Adolphe Blanqui (1848) describía así: 'una sucesión de ísletas separadas por callejuelas oscuras y estrechas; al final, pequeños patios llamados courettes, que sirven al mismo tiempo de cloacas y de depósitos de inmundicias ... La mayoría de estos infelices van casi desnudos y los mejor cuidados, cubiertos de harapos ... La mayoría yacen en el santo suelo sobre restos-de paja... El pozo en que languidecen está limpio de todo mobiliario ... Más~e tres mil de nuestros conciudadanos llevan esta horrible existencia en las cl{l'vasde Lille' ". (Ibid, cap. 3). s-. "El Breslauer Zeityng del 5 de diciembre de 1834 describía así el efecto de (un) artículo (sobre las condiciones de vida de los trabajadores): 'Es un hecho curioso que las noticias sobre el proletariado hayan acaparado de repente toda nuestra atención. Solíamos vivir tan tranquila y pacíficamente, íbamos a teatros,conciertos, bailes, y de repente nos encontramos con la pobreza y la miseria, y al punto nos hemos hecho compasivos, contribuimos con dinero y visitamos la casamatas' " (Ibid.). Si Adam Smith, para describir las condiciones de vida de los trabajadores de su tiempo las había comparado favorablemente frente a las de cualquier monarca primitivo, indicando con ello el progreso de los tiempos, ahora, algo más de medio siglo después, el tema dominante era la miseria. 3.1.3 La jornada de trabajo "Si la maquinaria es el instrumento más formidable que existe para intensificar la productividad del trabajo, es decir, para acortar el tiempo de trabajo necesario en la producción de una mercancía, como depositaria del capital, comienza siendo, en las industrias de que se adueña directamente, el medio más formidable para prolongar la jornada de trabajo haciéndola rebasar todos los límites naturales. De una parte, crea nuevas condiciones, que permiten al capital dar rienda suelta a esta tendencia constante suya, y de otra, nuevos 150 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX motivos que acicatean su avidez de trabajo ajeno". "Así se explica ese singular fenómeno que nos revela la historia de la industria moderna, consistente en que la máquina eche por tierra todas las barreras morales y naturales de la jornada de trabajo". (Marx, El Capital, Vol. 1, Cap. XIII). "El contrato por medio del cual vendía su fuerza de trabajo al capitalista demostraba a ojos vistas, por decirlo aSÍ, que disponía libremente de su persona. Cerrado el trato, se descubre que el obrero no es 'ningún agente Libre', que el momento en que se le deja en libertad para vender su fuerza de trabajo es precisamente el momento en que se ve obligado a venderla y que su vampiro no ceja en su empeño 'mientras quede un músculo, un tendón, una gota de sangre que chupar"'. (El Capital, Vol. l. Cap. XII). Las condiciones a que se refiere Marx son, de un lado, la "resistencia" artificial de la máquina, ante la cual el obrero actúa como "apéndice", tratando de seguirla hasta que lo permitan sus propias fuerzas. Si en la manufactura el obrero era el "amo" del instrumento, en la gran industria él es apenas parte de un "engranaje objetivo" ajeno a su voluntad. Y, de otro, el debilitamiento que produjo la introducción generalizada de la maquinaria sobre la capacidad de negociación del obrero individual, al generalizar el trabajo femenino e infantil y reducir simultáneamente el crecimiento de la demanda por fuerza de trabajo. Los nuevos motivos se refieren a que para minimizar costos utilizando maquir ....:ia de gran valor se requiere mantenerla activa el mayor tiempo posible, mantenerla parada el mínimo posible. Esto 'generalizó el trabajo nocturno, antes desconocido, los. "turnos" sucesivos de trabajo y creó una gran presión hacia la prolongación de la jornada de trabajo. Las circunstancias, es decir, la debilidad del obrero individual para resistir el aumento de la jornada y los nuevos motivos serían así fuente de la extensión de la jornada. "Como hemos visto, el capital necesitó varios siglos para prolongar la jornada de trabajo hasta su límite máximo normal, rebasando luego éste hasta tropezar con las fronteras de la jornada natural de 12 horas; pues bien, con el nacimiento de la gran industria, en el último tercio del siglo XVIII, se desencadenó un violento y desenfrenado proceso, arrollador como una avalancha. Todas las barreras opuestas por las costumbres y la naturaleza, la edad y el sexo, el día y la noche, fueron destruidas ... Fueron los tiempos orgiástico s del capital". (Ibid). Y Marx cita al Daily Telegraph de Londres, de enero 17 de 1860: ' ... A las 2, a las 3, a las 4 de la mañana, se sacan a la fuerza de sus s~cias camas a niños de 9 a 10 años, y se les obliga a trabajar para ganarse un mísero sustento hasta las 10, las 11 y las 12 de la noche, mientras su musculatura desaparece, su figura se va haciendo más y más raquítica, los rasgo~ de su cara se embotan y todo su ser adquiere un pétreo torpor, que con solo contemplarlo hace temblar .. , ¿Qué pensar de una ciudad en la que celebra una asamblea pública para pedir que la jornada de trabajo de los hombres se reduzca ¡a 18 horas al día!? ... Nos hartamos de clamar contra los plantadores de Virginia y de las Carolinas. Pero, ¿es que sus mercados de negros, aun cO,n todos los horrores del látigo y del tráfico en carne de hombres, son mas abominables que esta lenta carnicería humana que se ha montado aquí para fabricar velos y cuellos de encaje en provecho del capitalista?" (Ibid), 151 La última expresión, que toma Marx de "La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra" (1845), de Engels, indica, quizás, el espíritu de aquel tiempo. 3.1.4 La intensificación del trabajo y el régimen fabril "Es evidente que, al progresar la maquinaria, y con ella la experiencia de una clase especial de obreros mecánicos, aumenta, por impulso natural, la velocidad y, por tanto, la intensidad del trabajo". "Esto se consigue de un doble .modo: aumentando la velocidad de las máquinas y extendiendo el radio de acción de la maquinaria que ha de vigilar el mismo obrero, o sea, el radio de trabajo de éste". (Ibid), Y cita Marx la obra de John Fielden (1836), un fabricante inglés: "Comparado con tiempos anteriores, el trabajo que hoy se ejecuta en las fábricas ha crecido considerablemente, pues, al aumentar en proporciones notables la velocidad de la maquinaria, ésta exige del obrero mayor cuidado y actividad". Y a Lord Ashley quien, en un discurso ante la cámara de los comunes (1844), decía: "El trabajo de los obreros empleados en procesos fabriles es hoy tres veces mayor que al introducirse estas operaciones. Es indudable que la maquinaria ha venido a realizar una obra que suple los tendones y los músculos de millones de hombres, pero ha venido también a aumentar prodigiosamente el trabajo de los hombres sometidos a sus espantosos movimientos ... En 1815, cada operario debía realizar 820 operaciones de vaciado de cada mule al cabo de las 12 horas, lo que hacía una suma total de 1.640 operaciones al día. En 1832, el número de operaciones de este género que tenía que ejecutar era de 2.200 para cada mule, o sean 4.400 en total; en 1844, eran ya 2.400 para cada mule, ó 4.800 en total. .. ". Pero todos estos resultados no podrían ser alcanzados sin un nuevo elemento indispensable en el proceso productivo: la disciplina fabril. Cita Marx la "Philosophy of Manufactures" de Ure (1835): "La principal dificultad, en la fábrica automática ... estribaba ... en la disciplina necesaria para hacer que los obreros renunciasen a sus hábitos irregulares dentro del trabajo, identificándolos con la regularidad invariable del gran autómata. Pero, el encontrar y aplicar con éxito un código disciplinario congruente con las necesidades y con la rapidez del sistema automático, era una' empresa digna de Hércules, ( 152 INTRODUCCION A LA ECONOMIA empresa que llevó a cabo Arkwright consu noble obra". Ya Engels ("Situación de la Clase Obrera en Inglaterra"): "Esa triste rutina de una tortura inacabable de trabajo, en la que se repite continuamente el mismo proceso mecánico, (que, entre paréntesis, fue caricaturizada en el siglo XX por Charles. Chaplin en su famosa película "Tiempos Nuevos") es como el tormento de Sisifojla carga de trabajo rueda constantemente sobre el obrero agotado, como la roca de la fábula". Sigue Mane "El trabajo mecánico afecta enormemente el sistema nervioso, ahoga el juego variado de los músculos y confisca toda libre actividad física y espiritual del obrero". Y concluye: "La supeditación técnica del obrero a la marcha uniforme del instrumento de trabajo y la composición característica del organismo de trabajo, formado por individuos de ambos sexos y diversas edades, crean una disciplina cuartelaria, que se desarrolla hasta integrar el régimen fabril perfecto, dando vuelos al trabajo de vi~ilancia a que nos hemos referido más atrás y, por tanto, a la división de loS obreros en obreros manuales y capataces obreros, en soldados rasos y suboficiales del ejército de la industria". (Capital, Vol. 1, Cap. XIII). 3.1.5 El movimiento obrero LA ECONOMIA DE MARX 153 producido entre la clase dirigente por la Revolución Francesa, preparando el camino para que el parlamento aprobase apresuradamente en 1799.1800 las leyes antiunionistas". (Citado por Kuczynski). Pero las huelgas se producen en forma sucesiva, muchas de ellas dirigidas por mujeres, y si por 1833 la ley inglesa consideraba como normal una jornada de trabajo de 5 1/2 a. m. a 8 1/2 p. m., que incluía tiempo para comidas, por 1838 los obreros abrazan de forma general como objetivo de lucha la "ley de las 10 horas" como jornada normal, y ello. de mayo de 1848 entra en acción en Inglaterra la ley de las 10 horas para los obreros de 13 a 18 años y todas las obreras. Y es que por el mismo año de 1848 la situación de lucha económica y política ha llegado a un clímax. En Francía, los obreros que habían participado activamente en "las tres gloriosas jornadas" de 1830, en que Ca~los X fue derrotado por una insurrección liberal y popular, y que permaneClan armados, se lanzaron a una insurrección en junio de 1848, que duró cinco días, al cabo de los cuales fue derrotada, pero que era apenas un presagio del levantamiento obrero de marzo de 1871 que proclamó la "Comuna de París" y que logró supervivir dos meses. Por 1847 ya existían en Europa un puñado de partidos socialistas, que participaron en estas insurrecciones, e~tre ellos la "liga de los comunistas", a la cual pertenecían Engels y Marx. Por 1860 empieza a extenderse la consigna de la jornada de las 8 horas y en t864 se funda la "Asociación Internacional de Trabajadores': "Las batallas libradas por los trabajadores contra la máquina fueron violentas, sangrientas, crueles y ampliamente dispersas, y, naturalmente, no tuvieron éxito. Las mayores batallas de este tipo tuvieron lugar en Inglaterra donde la maquinaria se empleó extensamente por primera vez". "Destructores de máquinas se encuentran dondequiera que se introducía- la maquinaria: Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica, Norte de Italia y otras partes, pero relativamente pocos en los Estados Unidos, porque allí había escasez de mano de obra ... " (Kuczynskí, Historia de la Clase Obrera, Cap. 2). Sin embargo, la maquinaria se impuso a un ritmo veloz y en forma general. Ante esto, empezaron las luchas contra algunas de sus consecuencias, particularmente contra las extensas jornadas de trabajo, lucha en la cual se originan las primeras huelgas y se crean las primeras asociaciones obreras. Junto con el movimiento obrero, o como parte de éste, se desarrolla una ideología "socialista" o, mejor, una amplia gama de ideas socialistas, divergentes en muchos aspectos unas de otras, pero con la característica general de servir como medio de expresión intelectual a la protesta del proletariado por sus .condiciones-de vida, de plantear unas alternativas para remediar sus males, señalarle unos objetivos generales y guiarlo en sus, luchas prácticas. Dice Hutt en su "British trade unionism": "A finales del siglo XVIII habían empezado a arraigar sociedades profesionales en la forma de clubs locales que generalmente se reunían en las tabernas y ofrecían un carácter social notable (el licor era un elemento importante en los gastos oficiales). En su mayor parte, estos clubs se habían desarrollado entre la 'aristocracia' artesana, los artesanos cualificados cuyos métodos de trabajo y condiciones había dejado intactos la revolución industrial; estaban compuestos por toneleros, carpinteros, ebanistas, mueblistas, carpinteros de ribera, papeleros, etc ... Pero a partir de 1792 empezaron a extenderse entre la sección más importante de los nuevos obreros industriales, los hiladores de algodón de Lancashire; y esta amenaza potencial para los empresarios capitalistas se unió al pánico Los más destacados representantes de los primeros teóricos socialistas, a quienes Engelsy Marx llamaron "socialistas utópicos" fueron Claudio Enrique de Rouvroy, Conde de Saint Simon (1760 -1825), francés, quien ya en 1802 incluyó a la clase de los "desposeídos" como clase activa en sus análisis de la pugna por el poder y en 1815 planteó la lucha política como una lucha económica y predijo la extinción del Estado; criticó el sistema industrial y su consigna célebre fue, la de que "todos los hombres deben trabajar"; Francisco María Carlos Fourier (1772-1837), francés, quien vio en el sistema industrial un sistema de explotación, una "monstruosidad provisional" y una fuente de miseria; propuso el "falansterío ", una "organización social por acciones", extendiendo la propiedad a los que carecen 3.1.6 La ideología socialista 154 INTRODUCCION A LA ECONOMIA de ella; y, Robert Owen (1771-1858), inglés, comerciante e industrial, quien establece fábricas especiales en que la jornada de trabajo es menor, hay guarderías y escuelas para los niños y, en general, las condiciones de trabajo y de vida se establecen en un nivel considerado ideal que difiere en gran medida de las fábricas comunes. Sin embargo, tienen que terminar cerrándose. También deben mencionarse Simon de Sísmondi (1773-1842), suizo, quien explicó en forma crítica muchas de las características del régimen de la gran industria, haciendo énfasis en las crisis económicas que engendraba el exhorbitado deseo de acumular, en el desempleo que producía la maquínización y en la oposición entre propietarios y trabajadores. Y Pedro José Proudhon(1809-1865), francés, famoso por su frase "La propiedad es un robo". Sin embargo, Marx y Engels clasificaron a Sismondi como "socialista pequeño -burgués" y a Proudhon como "socialista conservador o burgués". Al primero por considerar como ideal la pequeña propiedad campesina, y al segundo por desear "remediar los males sociales con el fin de consolidar la sociedad burguesa". Proudhon mismo llegó a ser un opositor teórico y político de Marx. Pero con estas clasificaciones del socialismo, Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895) desean también clasificar su propio socialismo al cual, para diferenciarlo de los demás, llaman "socialismo científico". Y es que, en efecto Marx y Engels no pretenden una mera condena moral del capitalismo así como tampoco pretenden que el socialismo sea un mero "ideal" que los hombres construirán a voluntad. Para ellos la sociedad está sujeta a leyes ineluctables, el capitalismo surgió por una irremediable necesidad histórica, pero ello también significa que su abolición, el socialismo, es asimismo una irremediable necesidad del desarrollo histórico. Este socialismo debe tener, pues, características que no dependen del puro "quere~". o de la noción de "ideal" de algunos hombres, sino de las leyes específicas del desarrollo histórico de la sociedad, y de las leyes específicas del desarrollo del capitalismo, porque son ellas las que dan lugar al socialismo. Por esto, su objetivo fundamental es "descubrir y exponer" tales leyes mediante el proceso de análisis científico. Es así como Engels subraya en su Discurso ante la Tumba de Marx lo que él considera la principal contribución de éste al pensamiento humano: "Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana ... ". De la misma manera, es ello lo que explica que el propio Engels se haya lanzado al estudio del origen del hombre y de la sociedad primitiva, y que Marx haya dedicado su vida a un detallado análisis ~el ~api~li.s~o, legando ~~ teoría económica que no puede ser ignorada en nmgun análisis de la evolución del pensamiento económico, y cuyos fundamentos constituyen precisamente el objeto de este capítulo. Pero, dado que su exposición sobre las leyes ~el desarrollo capitalista se enmarca dentro y son producto de su concepción 155 LA ECONOMIA DE MARX de "la ley del desarrollo de la historia humana", no podría seguirse adelante sin decir unas breves palabras sobre ésta, así sean excesivamente esquemáticas en relación a la hondura polémica que demanda el tema. 3.2 El materialismo histórico Es ya un lugar común señalar que las tres fuentes básicas de que se valieron Marx y Engels para desarrollar su concepción de la historia y el capitalismo fueron: i- el pensamiento materialista francés de fines del siglo XVIII, que llamaron "materialismo mecaninicista", y que fue brillantemente expuesto por los enciclopedistas. El "socialismo utópico", por el cual profesaron gran admiración intelectual como ideología pionera en la crítica del capitalismo, fue precisamente un desarrollo natural e inmediato de este materialismo, que echó por la borda todos los prejuicios de su tiempo acerca de que las ideas y valores fundamentales del hombre eran de carácter innato, poniendo en cambio como fundamento explicativo de tales ideas el medio social. De tal importancia consideraron este aspecto que en su obra clásica "Ludwig Feurbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana", (1886), Engels escribió: "El gran problema cardinal de toda la filosofía, especialmente de la moderna, es el problema de la relación entre el pensar y el ser"; ii- la dialéctica de la "Filosofía Clásica Alemana", particularmente de Hegel, que es un método de análisis consistente en "el examen de los fenómenos en su desarrollo; en su origen y destrucción" (Plekhanov, "El Punto de Vista Monista de la Historia"), y, iii-Ia economía política clásica inglesa que explicó las primeras leyes sobre las "contradiccienea.económicas" en el seno de la sociedad capitalista. , Naturalmente, aunque Marx y Engels reconocieron explícitamente estas tres influencias básicas para la conformación de su teoría, también se apresuraron á afirmar que ésta última no era una simple suma de las tres anteriores y que su "síntesis" representaba una especie de "cambio de cantidad en calidad" en que el producto no es igual a la suma de las partes. Así, por ejemplo, encontraron "mecanicista" al materialismo francés del siglo XVIII, en oposición a su propio materialismo "dialéctico"; encontraron "idealista" a la dialéctica hegeliana, en oposición a su propia dialéctica "materialista", lo cual llevó a Marx a decir que la dialéctica está en Hegel "invertida, puesta de cabeza" y que hay "que darle la vuelta, mejor dicho ponerla de pie"; y, encontraron ahistórica, en cierta forma antidialéctica, a la economía política clásica inglesa por ver implícitamente en las relaciones capitalistas de producción unas "relaciones naturales y eternas", no unas relaciones sujetas a cambio y destrucción, no obstante que Marx consideró un gran mérito de Smith y de Ricardo el que, a través del mero análisis interno de la acumulación capitalista, hubiesen llegado a descubrir un límite histórico para la misma, con lo cual se refería obviamente al famoso "estado estacionario". 156 LA ECONOMIA DE MARX INTRODUCCION A LA ECONOMIA Sobre estas bases, que los conduce al análisis histórico de las formaciones económicas precapitalistas (los estudios de Engels sobre la comunidad primitiva, y los de Marx sobre el "modo de producción asiático", el esclavismo y el feudalismo), llegan, pues, a formular su concepción materialista de la historia, cuyo mejor resumen lo ha hecho el propio Marx en el prólogo a la "Contribución a la Crítica de la Economía Política" (1859): "Mi investigación desembocaba en el resultado de que, tanto las relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que radican, por el contrario, en las condiciones materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel, siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de 'sociedad civil', y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la Economía Política". "El resultado general a que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a mis estudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase del desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social, El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar a estas épocas de revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece 157 antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso, en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por tanto, la prehistoria de la sociedad humana. Federico Engels, con el que yo mantenía un constante intercambio escrito de ideas desde la publicación de su genial bosquejo sobre la crítica de las categorías económicas, había llegado por distinto camino al mismo resultado que yo". Cualquier intento de resumir más claramente lo que el mismo Marx ha expresado en una página, entonces, sobra. Sólo cabría subrayar, ahora que se inicia el estudio de su teoría económica, que Marx no sólo, para utilizar las palabras de David Ricardo, está "junto con todos aquellos que reconocen la importancia de la ciencia de la Economía Polítíca", sino que le ha dado a esta importancia una nueva y gigantesca dimensión: no sólo la historia de los hechos humanos resultaría incomprensible sin esta ciencia, sino que todas "las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas" y, en una palabra, la propia conciencia del hombre también lo serían. Difícil encontrar, pues, unas palabras que describieran con mayor énfasis que las del mismo Marx la importancia que éste otorgaba a la teoría económica y, particularmente, al estudio de las leyes que rigen el desarrollo de la economía capitalista, cuyos resultados fundamentales en la versión de Marx se intenta resumir a continuación. 3.3 Valor y trabajo abstracto 3.3.1 La distribución del ingreso y su medición Independientemente de la similitud o diferencia en las razones para ello, el problema de las leyes que regulan la distribución delingreso entre las clases 158 INTRODUCCION A LA ECONOMIA que componen a la sociedad capitalista es para Marx, como para Smith y Ricardo, un problema fundamental que debe abordar y resolver la Economía Política. Precisamente, ésta puede ser una de las pocas, o quizás la única proposición sobre la teoría de Marx absolutamente indisputada en cualquier versión de la historia del pensamiento económico. La verdad de esta proposición es tan evidente que no requiere de ninguna ilustración. Pero, por si acaso, baste con recordar que Engels definió la Economía Política como "la ciencia que estudia las relaciones sociales de producción, distribución e intercambio" (Anti-Duhring, Cap. 7 sub. agr.), y que Marx dedicó prácticamente todo el volumen 1 de El Capital a examinar la distribución entre salarios y plusvalía, de lo cual sale su teoría de la acumulación, y prácticamente todo el volumen III al mismo tema en mayor detalle (salarios y ganancias de los capitales individuales, ganancia industrial, ganancia comercial, interés y renta del suelo). La teoría de la distribución del ingreso es, pues, una parte absolutamente fundamental de la teoría económica de Marx. Pero, como ya se ha visto en diversas secciones anteriores, incluyendo la seco1 7. 3 y las secciones 2. 1. 4 Y 2. 2. 2 sobre Smith y Ricardo, respectivamente, no hay proposi'ción alguna que válidamente pueda formular cualquier teoría económica sobre la distribución del ingreso, si previamente no dispone de una unidad de medida del ingreso real, es decir, de su valor. En otros términos, puesto que, como se vio en tales secciones, de un lado, la agregación económica no puede ser física sino que requiere una valuación y, de otro lado, el dinero no puede servir como unidad de medida del ingreso real (ni de cualquier valor real), ya que su propio valor está cambiando permanentemente, toda teoría de la distribución, incluida la de Marx, debe recurrir a una unidad de medida invariable del ingreso real que no sea el dinero, es decir, a una teoría de la valuación del ingreso real o sea a una teoría del valor. En síntesis, para formular cualquier proposición válida sobre la distribución del ingreso se requiere poder medir el ingreso real y sus partes componentes (salarios, ganancias, rentas); para poder medir el ingreso real se requiere de una unidad de medida invariable (como el metro para medir longitudes), que no sea el dinero; y, como el ingreso es un valor, y.sus partes componentes son valores, y por ello todo precio es un valor, puede concluirse que para poder formular una teoría válida de la distribución se requiere de una unidad de medida invariable de los valores en general (o del ingreso), o sea de una teoría del valor. y de tal requerimiento no podía escapar Marx, lo cual era perfectamente sabido por éste, como lo demuestra el hecho de que antes de decir en El Capital la más mínima palabra sobre la distribución se ocupa, primero que todo, de la teoría del valor. LA ECONOMIA DE MARX 159 A partir de esto, Marx adopta el trabajo como la única unidad de medida invariable de todo ingreso y de todo precio real, es decir, mide todos los valores reales en unidades de trabajo humano, paso que da en el primer capítulo del primer tomo de El Capital, antes e independientemente de la elaboración de cualquier teoría de la determinación de los precios, tópico éste que relega Marx hasta el tercer tomo de El Capital. ("El trabajo es la sustancia y la medida inmanente de los valores, pero de suyo carece de valor". El Capital, tomo 1, cap, XVII). En esto, el procedimiento de Marx es similar o idéntico al de Smith (secc. 11. 1. 4), en el sentido de que suelección de la unidad de medida es absolutamente independiente de las magnitudes de aquello que va a medir (así como el metro es absolutamente independiente de que las longitudes que mida puedan ser más grandes o más pequeñas). Smith define la unidad de medida antes de saber o de decir cuánto miden los precios, y Marx también define la unidad de medida antes de medir los precios. Que los precios sean mayores o menores, que suban o bajen, que no suban ni bajen, etc., es absolutamente indiferente para la unidad de medida de Srnith y de Marx. Precisamente, más bien a la inversa, si se puede saber que los precios reales subieron o bajaron, que son mayores a... o menores que ... , es porque, ya de antemano, se poseía una unidad invariable para medidos. De la misma manera que se puede saber que la estatura de una persona aumentó o disminuyó en tanto o que es mayor o menor que la de otra en tanto, porque se posee de antemano una unidad de medida invariable para su medición, que es el metro. Ricardo, por el contrario, llega al trabajo como unidad de medida de los precios por una vía indirecta y completamente diferente. Como se recordará, en una primera instancia Ricardo no adopta el trabajo como unidad de medida del valor, sino el precio de una mercancía imaginaria que es siempre invariable, Puesto que Ricardo reconoció como inexistente tal mercancía, (aunque Sraffa creyó encontrarla en la "mercancía compuesta") entonces argumenta que aunque el trabajo no es la única causa de variación y determinación de los precios sí es la causa más importante, considerando los efectos de las otras causas como "leves"y despreciables en la práctica. De esta forma, mediante una aproximación 'empírica, no obstante haber demostrado conclusivamente que los precios no pueden estar determinados por las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías, adopta en la práctica el supuesto, 'debido a lo que él creía una aproximación cuantitativa "aceptable",-de que los precios sólo cambian cuando cambian las cantidades de trabajo necesarias para producir las mercancías, es decir, adopta un supuesto sobre la forma como se determinan los precios (por las cantidades de trabajo), Llegado a este punto, si el precio sólo puede cambiar cuando . cambia la cantidad de trabajo, entonces el precio es constante siempre que no cambie la cantidad de trabajo. Pero un precio siempre constante es la 160 LNTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX unidad de medida invariable que buscaba Ricardo y, por consiguiente, la cantidad de trabajo que contiene ese precio invariable termina así, indirectamente, convertida en la unidad de medida de todos los precios y valores. puede entonces formularse como una objeción al procedimiento de Ricardo para obtener su unidad de medida, diciéndole que su "aproximación" no era tan buena como él creía, o aun que la precisión conceptual no se demuestra con una aproximación empírica, pero nada tiene que ver en absoluto con la unidad de medida de Smith y Marx. Tratar de descalificar la consistencia del trabajo como unidad de medida en Smith y Marx mediante la propia demostración de éstos de que las cantidades de trabajo no determinan los precios, es ento~ces como amenazar al diablo con expulsarlo del paraíso, una amenaza que solo pone de manifiesto la ignorancia de quien la profiere y que, desafortunadamente, es muy frecuente en los textos usuales de doctrinas económicas. Por consiguiente, el procedimiento de Ricardo no sólo es diferente al de Smith y Marx sino que es precisamente opuesto. Mientras que Smith y Marx parten, de principio, del trabajo como unidad de medida para poder saber cómo cambian los precios, Ricardo parte de un supuesto acerca de cómo cambian los precios para llegar al trabajo como unidad de medida. Mientras que la unidad de medida de Smith y Marx es absolutamente independiente de la forma como se determinan los precios, la unidad de medida de Ricardo depende absolutamente de su supuesto sobre la forma como se determinan los precios. Pasar por alto la anterior nposícíón es fuente de la tergiversación más grotesca q1;le,se ha podido hacer y que se puede hacer de la teoría de Marx y de S1nith~ La validez de la unidad de medida de Smith y de Marx no depende e4\.a.bsoluto de si los precios suben o bajan, permanecen invariables o no, o d~ si sólo varían cuando varían las-cantidades de trabajo, como en Ricardo, PÍír'elcontrario, Marx adopta el trabajo como unidad de medida con pleno conocimiento de que este procedimiento es absolutamente independiente de la forma como se determinan los precios, ya que en 1865, dos años de publicar el tomo 1 de El Capital (donde expone su teoría del valor), había terminado los borradores del tomo III en los cuales demuestra la imposibilidad de que los precios estén determinados en una economía capitalista por la cantidad de trabajo que cuesta producir las mercancías. Más aún, en el cap. XII del tomo III, adelantándose casi un siglo a Sraffa, demuestra cómo la desviación entre las cantidades de trabajo y los precios no podía ser tan "leve" como suponía Ricardo, pues al entrar unas mercancías como insumos en la producción de otras, estas desviaciones se van agravando o potenciando hasta hacer perder de vista cualquier conexión entre la cantidad de trabajo y el precio. Todavía más, en el mismo tomo 1 (pág. 120), Marx afirma explícitamente: " ... porque los precios medios no coinciden directamente con las magnitudes de valor (de trabajo) de las mercancías, como entiende A. Smith, Ricardo y otros". (Sub. agr.), aunque esta afirmación realmente pueda ser una injusticia para con Smith. La proposición de que las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías no determinan en la realidad los precios de las mismas, que como ya se sabe fue inicialmente formulada por el mismo Smith, luego demostrada por el mismo Ricardo, y luego nuevamente demostrada por el mismo Marx, 161 (Un ejemplo conclusivo de que para adoptar el trabajo como unidad de medida del ingreso real, y por tanto de todos los precios e ingresos, es decir, de todos los valores, no se requiere siquiera la más leve referencia a la forma como se determinan los precios, es el procedimiento seguido en la sección 7. 3. 4., donde el ingreso nacional real se calcula a través del trabajo agregado en la producción, es qflcir, donde se adopta el trabajo como unidad de medida para resolver el problema de que los agregados monetarios son Inapropíados para el análisis de la distribución). Pero, perder deyista lo anterior es tanto más injustificable cuando de la forma más explícita posible Smith y Marx dejaron por sí mismos señalada la diferencia entre sus procedimientos y el de Ricardo. En efecto, se vio en la sección 11. 2. 5 cómo Ricardo justifica el trabajo como unidad de medida única y exclusivamente por su conclusión de que era la causa más importante de variación de los precios, mientras que Smith no se refiere en lo más mínimo a este argumento, y ni siquiera a alguno que pueda tener relación con él, ya que, como se vio en la sección 11. 1. 4, Smith justifica el trabajo como unidad de medida invariable porque "Puede decirse que iguales cantidades de trabajo, en todos los tiempos y lugares, tienen el mismo valor para el trabajador. En su ordinario estado de salud, fortaleza y ánimo; en el grado ordinario de su calificación y habilidad, él tiene que dar siempre la misma porción de su comodidad, su libertad y su felicidad. El precio que él paga debe ser siempre el mismo, cualquiera que sea la cantidad de bienes que recibe como recompensa por ello". (Sub. agr.) ¿Qué tiene que ver esta justificación de Smith con la de Ricardo? Aun en los términos más rigurosos posibles, la verdadera respuesta es: absolutamente nada. Y si no existe una relación siquiera remota entre la argumentación de Smith y la de Ricardo sobre este punto, puede afirmarse que entre la de Ricardo y la de Marx no sólo media un mundo de diferencia sino también toda una diferericia en la concepción del mundo, como se verá a continuación, en la justificación de Marx. 162 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECO:-¡OMIA DE MARX 3.3.2 Trabajo abstracto y constitución social "Uno de los defectos fundamentales de la economía política clásica es el no haber conseguido jamás desentrañar del análisis de la mercancía, y más especialmente del valor de ésta, la forma del valor que la convierte en valor de cambio. Precisamente en la persona de sus mejores representantes, como Adam Smith y Ricardo, estudia la forma del valor como algo perfectamente indiferente o exterior a la propia naturaleza de la mercancía. La razón de esto no está solamente en que el análisis de la magnitud del valor absorbe por completo su atención. La causa es más honda. La forma del valor que reviste el producto del trabajo es la forma más abstracta y, al mismo tiempo, la más general del régimen burgués de producción, caracterizado así corno una modalidad específica de producción social y a la par, y por ello mismo, como una modalidad histórica. Por tanto, quien vea en ella la forma natural eterna de la producción social, pasará por alto necesariamente lo que hay de específico en la forma del valor y, por consiguiente, en la forma mercanc ía, que, al desarrollarse, conduce a la forma dinero, a la forma capital, etc." (El Capital, tomo I, cap. I).Marx empieza señalando, pues, que una diferencia esencial con el análisis del""fafor de los economistas clásicos (aun incluyendo a Smith), es que éstos abordan el fenómeno del vai~rcomo un fenómeno natural y ahistórico, mientras que él (Marx) descubre en este fenómeno una forma histórica particular de las relaciones sociales de producción y distribución, (división del trabajo, propiedad privada sobre los medios de producción, trabajo asalariado), que es precisamente "lo que hay de específico en la forma de mercancía". Pero, " ... el valor no lleva escrito en la frente lo que es. Lejos de ello, convierte a todos los productos del trabajo en jeroglíficos sociales. Luego, vienen los hombres y se esfuerzan por descifrar el sentido de estos jeroglíficos, por descubrir el secreto de su propio producto social, pues es evidente que el concebir los objetos útiles como valores es obra social suya, ni más ni menos que el lenguaje". Sin embargo, "todo el misticismo del mundo de las mercancías, todo el encanto y el misterio que nimban los productos del trabajo basados en la producción de mercancías se esfuman tan pronto como los desplazamos a otras formas de producción" (Ibid.). Es decir, en las formas históricas de producción no mercantil, sin propiedad privada sobre los medios de producción, no existía un problema del valor, no existía el problema de descifrar los jeroglíficos en que se convierten los productos tan pronto como se vuelven mercancías, tan pronto como surge la propiedad privada sobre los medios de producción. Porque en tales sociedades primitivas o, para el caso, en "una asociación de hombres libres que trabajen con medios colectivos de producción y que desplieguen sus numerosas 163 fuerzas individuales de trabajo con plena conciencia de lo que hacen, como una gran fuerza de trabajo social, .. las relaciones sociales de los hombres con su trabajo y los productos de su trabajo son perfectamente claras y sencillas, tanto en lo tocante a la producción como en lo que se refiere a la distribución". (Ibid.). Por tanto, "¿De dónde procede, entonces, el carácter misterioso que presenta el producto del trabajo, tan pronto como reviste forma de mercancía? Procede evidentemente de esta misma forma". Y, "Si los objetos adoptan la forma de mercancías es, pura y simplemente, porque son productos de trabajos privados independientes los unos de los otros. El conjunto de estos trabajos privados forma el trabajo colectivo de la sociedad". Pero, "como los productores entran en contacto social al cambiar entre sí los productos de su trabajo, es natural que el carácter específicamente social de sus trabajos privados sólo resalte dentro de este intercambio. También podríamos decir que los trabajos privados sólo funcionan como eslabones del trabajo colectivo de la sociedad por medio de las relaciones que el cambio establece entre los productos del trabajo y, a través de ellos, entre los productores". (Ibid, Sub. agr.). 1 .. En síntesis, a través de la historia, el hOlilbre sólo se ha podido producir en sociedad, estableciendo relaciones de unos con otros, y en ese sentido utilizando la suma de todos los trabajos individuales como una fuerza de trabajo colectiva. Sin propiedad privada sobre los medios de producción, estas relaciones son directas y sencillas, "perfectamente claras". Pero, con el desarrollo de la propiedad privada sobre los medíos de producción, aunque este hecho no puede impedir que los hombres .deban seguir produciendo en s~ciedad, cooperando y actuando como fuerza de trabajo colectiva, las relaciones de unos trabajos individuales con otros sólo toma lugar en forma ya no directa, sino indirecta, a través del intercambio de los productos. Y en este intercambio, los productos, ya mercancías, se aparecen como valores . El valor, entonces, no sería sino la forma en que se manifiesta este intercambio de "trabajos privados independientes los unos de los otros", la única forma que la propiedad privada conoce para manifestar el carácter social que tiene todo trabajo privado. Y tal hecho no se afecta en lo más mínimo porque unos trabajos privados difieran de otros en su forma concreta (carpintería, sastrería, plomería, agricultura, minería, etc.). Por el contrario, la división del trabajo, la otra condición de la producción mercantil, presupone estas diferencias. Son ellas, precisamente, las que dan lugar a que no se rompan la cooperación ni la necesidad del trabajo de unos por parte de los otros. Y, de otro lado, todos estos trabajos concretos no son sino formas en que se gasta la energía humana INTRODUCCION 164 A LA ECONOMIA general en el proceso productivo, no son sino formas de "un gasto productivo de cerebro humano, de músculo, de nervios, de brazo, etc. ", de un gasto de trabajo humano en general, de trabajo humano abstracto en este último sentido. Marx descubre, de esta manera, pues, detrás de todas las formas del valor un mero medio a través del cual los hombres intercambian sus trabajos abstractos, intercambio que, a su vez, es la única forma en que se mantiene el carácter social de los trabajos individuales bajo las condiciones de la propiedad privada so bre los medios de producción. Y debe subrayar se que esta proposición, de por sí, es independiente de cualquier relación de magnitudes específicas en el proceso de intercambio. Así, por ejemplo, es posible que un hombre, muriendo de sed en el desierto, esté dispuesto a dar su trabajo de un año a cambio de un vaso de agua que sólo puede costar 10 minutos de trabajo, o ningún trabajo. Pero esto nada le quita ni le pone a la proposición de que, en tal transacción, uno o más trabajos individuales cobran, a través de esa vía, su carácter social, es decir, que son trabajos puestos al servicio de los demás. de Smith es completamente diferente de la de Ricardo, la de Marx se sitúa, pues, simplemente en un mundo diferente. Sólo cabe, eritonces, lamentar que algunos juicios usuales que no distinguen las vías que han usado estos tres autores para llegar a la "teoría del valor-trabajo", hayan dado lugar a las más grotescas desfiguracíones y tergiversaciones sobre la "teoría del valor-trabajo", originando algunas polémicas no sólo inútiles sino que han "enseñado" a algunas generaciones de economistas que el castigo apropiado para el diablo es expulsarlo del paraíso. No obstante, ya en 1901, en su crítica a la crítica de Bohm-Bawerk a Marx, Rudolf Hilferding había escrito: " ... el trabajo es el principio del valor ... porque el trabajo es el vínculo que mantiene unida a la sociedad descompuesta en sus átomos ... " LA ECONOMIA DE MARX 165 Y, para .hacer del trabajo la unidad de medida del ingreso real, sin ninguna a la magnitud o a la forma como Se determinan los precios de las mercancías individuales, basta con definir el valor agregado real de la sociedad en su ?onjunto, d~rante un período de tiempo dado, como el trabajo agregado o realizado por dicha sociedad en el mismo período de tiempo., Esto es así porque, (haciendo abstracción, por simplicidad, de las relaciones económicas mt~macion~les), e~ valor agregado real es igual al valor real del producto ?aclOnal y este es Igual al ingreso nacional real (cap. 7). De esta manera el ingreso nacional real será siempre igual al trabajo agregado por la sociedad du~nte un períod~ de tie~po determinado, y toda fracción del ingreso nacional rea.l, es decir, todo ingreso (ya sea salario, ganancia o renta) quedará e.xpresado sl~mpre como. una magnitud de trabajo, es decir, el trabajo será siempre la unidad de medida de todo ingreso real. referencia Se .tiene así que. el valor agregado real por la sociedad en su conjunto (VAR) es igual al trabajo total realizado por la sociedad en su conjunto (T) durante un período de tiempo determinado, y también es igual al ingreso' nacional real (YNR) durante ese período, o Sí.Ia argumentación 3.4 Plusvalía y salarios 3;4.1 Trabajo agregado e ingreso nacional La demostración de que los precios de las mercancías no están determinados por las cantidades de trabajo que ha costado producirlas puede ser suficiente para invalidar la teoría del valor de Ricardo pero, como acaba de verse, es absolutamente independiente de la teoría del valor de Smith y de Marx. En otros términos, el trabajo como unidad de medida del ingreso nacional y de todo ingreso en general es escogido por Marx, independientemente de los precios de las mercancías, aun sin conocer cómo se determinan estos últimos. I'- V_A_R __ T__ YN_R.....Jl,(Eq. 3. 4. 1) Ahora bien, cualquier magnitud de ingreso real es obtenida en la práctica sólo bajo la forma de un ingreso monetario, es decir, sólo bajo la forma de una cantidad dada de dinero que equivale a una determinada magnitud de ingreso real. Pero una unidad monetaria, no equivale siempre, a través del tiempo, a la misma magnitud de ingreso real. (Si así fuera, entonces el dinero también podría ser una unidad de medida invariable del ingreso real). Si se desea conocer el ingreso real que corresponde a un ingreso monetario dado, que es el visible en la práctica, es necesario entonces conocer el valor real que representa cada unidad monetaria en un momento dado. Y esto se puede hacer obteríiendo el cociente de I YNR! YNM 1= d (Eq. 3. 4. 2) 1 Sobre la definición de valor agregado, en caso de no recordarse con precisión, véase la sección 7. 2. Sobre el valor agregado real, véase sección 7. 3. 166 INTRODUCCION A LA ECONOMIA donde YNM es el ingreso nacional monetario o nominal (sección 7. 2), porque, en cada momento dado del tiempo, el dinero tiene la particularidad que 2 de sus unidades compran el doble de valor que 1 unidad, 3 compran el triple, ... 10 unidades compran 10 veces más que 1,... , 1.000 compran 1.000 veces más, etc., etc. Por tanto si un millón de unidades monetarias compran todo el YNR, una sola unidad monetaria, cualquiera de ellas, comprará una millonésima parte de YNR, o YNR / 1 '; si son 5' de unidades monetarias las que se requieren para comprar la totalidad del YNR, entonces una sola unidad comprará YNR/5', etc., etc. Es decir, dividiendo el YNR por el valor monetario del ingreso nacional (YNM), se obtiene el ingreso real equivalente a cada unidad monetaria, o a cada unidad de ingreso monetario, que es igual a d. I Por consiguiente, al multiplicar cualquier suma de ingreso monetario por d, se obtendrá la magnitud de ingreso real que corresponde a la misma. (Por ejemplo, sea x una magnitud dada de ingreso monetario, entonces: = u, donde u es la correspondiente magnitud de ingreso real. Por consiguiente, u Id = x, o sea que multiplicando la magnitud de ingreso real por 1 / d se obtiene la respectiva magnitud de ingreso monetario). x . d Se desprende de lo anterior, entonces, que a todo ingreso monetario corresponde una determinada magnitud de YNR y, por tanto, del VA-R y de T. Pero esto significa que si las ganancias y la renta monetarias, como remuneración a la propiedad sobre los medios de producción, son mayores que cero, entonces también corresponde a ellas una fracción del YNR, del VAR y de T. Puesto que en toda sociedad capitalista las ganancias y la renta monetarias son siempre mayores que cero, se deriva de lo anterior que la remuneración al trabajo (salarios) jamás podrá ser la totalidad del YNR, ni del VAR ni, por tanto, de T. En otras palabras, la remuneración al trabajo, el valor real de los salarios de la nación (8), será siempre menor que T, o L<\ ECONOMIA DE MARX y Desdoblamiento de la Plusvalía Puesto que T es la magnitud total de trabajo realizado (o agregado) por la sociedad durante el período en cuestión, y 8 es la remuneración real total que se paga por realizar dicho trabajo, y 8 < T, Marx afirma que los trabajadores crean un valor mayor (T) al valor que reciben como pago por su fuerza de trabajo (8), es decir, que crean un plus-valor sobre el valor de sus propios salarios, al que llama plusvalía y que, evidentemente, es igual a T -8, o sea el valor total creado por los trabajadores menos su propia remuneración y que, obviamente, corresponde al valor real que es apropiado socialmente en gracia .exclusiva a la propiedad privada sobre los medios de producción (P). Así, P se desdobla en la remuneración a la pura propiedad del capital, G, y la remuneración a la pura propiedad de los recursos naturales como la tierra, R. 2 La ganancia y la renta, según Marx, son pues meras formas en que se desdobla la plusvalía; formas diferentes de apropiación, por parte de los propietarios de los medios de producción, del "trabajo excedente" realizado por los trabajadores. (Trabajo excedente sobre el valor real de los salarios, es decir, sobre el trabajo que se paga como salarios). Plusvalía y ''trabajo excedente" son, entonces, la misma cosa. I El lector avanzado notará que a esta conclusión central de Marx, se llegó aquí mediante un procedimiento no ortodoxo que, siendo estrictos requiere de la solución al problema de la transformación de valores en precios. (Esta solución se encuentra en H. Cuevas. La Teoría del Valor-Trabajo y el Sistema de Precios, Edición Offset, Depto. de Economía, Universidad Nacional de Colombia, 1980, particularmente caps, 6 y 7). No obstante, se SUbraya que, aparte de la identidad de la conclusión, éste es un desarrollo lógico obligatorio del concepto de valor agregado de Marx y de la independencia de su teoría del valor frente a su teoría de la determinación de los precios. Su ventaja expositiva, frente al método ilustrativo que usa Marx de alcanzar tal identidad a través del valor de la mercancía individual estriba "" sólo en su generalidad y libertad de supuestos restrictivos, así sean transitorios, sino fundamentalmente en que evita cualquier equívoco de los que suelen dar lugar a polémicas sin razón pero interminables. 2 Recuérdese que ya Smith distinguía plenamente Capital y los salarios de dirección y administración al trabajo. Y, llamando P al residuo de T sobre S, o sea a la parte del YNR que no se paga en salarios, sino que es la suma de la renta (R) y las ganancias (G), se tiene: 1 Id = YNM I YNR es llamado "el deflactor implícito del ingreso nacional". (Eq. 3. 4. 4) (Eq. 3. 4. 5) 3.4.2 Masa de plusvalía 4.3) I IR+G=pl I 18+P=TI 167 entre la ganancia como una remuneración pura al de las empresas, que constituyen una remuneración 168 INTRODUCCION LA ECONOMIA DE MARX A LA ECONOMIA Marx critica a los clásicos por no haber operado con esta naturaleza común de la renta y la ganancia y, sobre esa base, se propone realizar entonces dicha operación. O sea, se propone estudiar las leyes que determinan la magnitud de la plusvalía en su conjunto, o masa de plusvalía, el trabajo excedente global. Y solamente después de estudiadas estas leyes pasa. a investigar las leyes específicas que regulan el reparto de esta masa global de plusvalía entre ganancia y renta, por un lado, y que regulan el reparto de la ganancia total entre los diversos capitales individuales, y de la renta total entre los diversos terratenientes, por el otro. Primero determina, pues, la masa global de plusvalía; luego analiza cómo se distribuye esta masa entre ganancia total y renta total, y en este mismo proceso analiza cómo se distribuye la ganancia total entre los capitales individuales y la renta total entre los terratenientes individuales. 169 realizado por trabajador (t) que, para abreviar, llamaremos la jornada (anual) de trabajo, y del salario anual por trabajador (s) que, para abreviar, llamaremos la tasa (anual) de salarios. No puede determinarse la masa anual de plusvalía, P, sin conocer estos tres parámetros y, por ello, es imprescindible decir aunque sea unas breves palabras sobre los factores que los determinan. El Volumen de Empleo (N) y la Jornada Anual de Trabajo (t) Determinantes de la Masa de Plusvalía Los factores que determinan el volumen de empleo (N) son tan complejos que, solamente como ejemplo, Keynes se sintió forzado a escribir un completo tratado sobre el tema. En el caso de Marx, su teoría del empleo se desprende de su teoría de la acumulación y de las crisis, pero éstas, a su vez, implican el conjunto de toda su teoría económica. El tema sobre los determinantes de N, como se. ve, tendrá entonces que ser pospuesto. Pero esto no significa que el estudio sobre la masa de plusvalía tenga que detenerse, porque de la eq .. 12. 4. 8 se desprende claramente que conocido (t-s), a cada nivel de empleo (N) corresponde una masa de plusvalía perfectamente determinada. La masa de plusvalía, P, es igual, pues a T-S. Pero, Por ejemplo: (Eq. 3. 4.6) donde t es el trabajo realizado por cada trabajador (durante el ano, por ejemplo, 250 días de 8 horas cada uno) y N es el número de trabajadores empleados. (T es, por tanto, en este ejemplo, el número de horas trabajadas por toda la sociedad durante el año). De la misma manera, (Eq. 3. 4. 7) Donde s es el valor del salario real por trabajador (por año) y N, como ya se definió, es el número total de trabajadores empleados: (Es evidente, pues, que s . N es la suma total de salarios pagados, S). Como IT = S+PI entonces P tiene = 10' siN = 12', entonces, P = (t-s) x 12' siN = P = (t-s) x 8', entonces, 8'. Por consiguiente, puede concluirse que la masa anual de plusvalía (P) es directamente proporcional al volumen de empleo (N), o sea que si N permanece constante, P cambiará solamente si cambia (t -s); siN aumenta, entonces P aumenta en una proporción determinada por (t-s), y si N disminuye, entonces P disminuye en una proporción determinada por (t-s). Y esto es todo lo que se requiere conocer por el momento sobre el comportamiento de la masa de plusvalía pues, precisamente, lo que interesa teóricamente es tal ley de comportamiento (y no el número específico -o estadístico- de P en un momento y un país dados). (de Eq. 3. 4.5) T - S o, reemplazando por los anteriores valores de T y S, se 1 P = t. N -- s. N siN = 10', entonces, P = (t-s)x =N (t - s) \ (Eq. 3. 4.8) Por consiguiente, la masa total de plusvalía es una función del volumen de empleo en términos del número de trabajadores (N), del trabajo anualmente Con respecto a la jornada anual de trabajo, que depende tanto del número de días trabajados al año, es decir, del número de días de vacaciones y de descanso en general. como del num ero de horas trabajadas cada día laborable sólo puede decirse que los factores que han intervenido en su determinación' históricamente, .segun Marx, han sido también excesivamente complejo; pero que, en todo caso, han trascendido más allá de las puras variables del mercado, interviniendo en ello las protestas, las huelgas, las insurrecciones populares, las organizaciones sindicales y políticas, la: lucha ideológica, la 170 INTRODUCCION lucha teórica, y finalmente el propio Estado como expresión máxima del poder político, al regular legalmente la jornada de trabajo, factores éstos que se mencionan en las secciones 3. 1. 5 Y3. 1. 6. Así, Marx termina su capítulo sobre la jornada de trabajo diciendo: "Para 'defenderse' contra la serpiente de sus tormentos, los obreros no tienen más remedio que apretar el cerco y arrancar, como clase, una ley del Estado, un obstáculo social insuperable que les impida a ellos mismos venderse y vender a su descendencia como carne de muerte y esclavitud mediante un contrato libre con el capital. y así, donde antes se alzaba el pomposo catálogo de los 'Derechos inalienables del Hombre', aparece ahora la modesta Magna Charta de la jornada legal de trabajo, que 'establece, por fin, claramente dónde termina el tiempo vendido por el obrero y dónde empieza aquél de que él puede disponer". (Esta última frase la toma Marx de un Reporte Oficial de los Inspectores de Fábricas ingleses, de 1864). De esto se desprende, de una vez, que la masa de plusvalía y, por tanto, la distribución del ingreso, no pueden determinarse en la teoría de Marx independientemente de los factores "institucionales", sociales y políticos mencionados, Pero, de todas maneras, como en el caso de N, puede establecerse perfecta y claramente que también existe una relación directamente proporcional entre la masa de plusvalía y la jornada de trabajo. Aquella aumenta proporcionalmente al aumentar ésta, dados N y 5, Y se reduce con el movimiento descendente de t. La Tasa de Salarios [s] Para Marx, como para los clásicos, la tasa de salarios tiende, en términos generales, a estar determinada por el precio real del conjunto de las mercancías que garantizan la subsistencia y reproducción del obrero, en un momento .. histórico determinado. La tasa de salarios depende, entonces, en la teoría de Marx, como en la clásica, de dos elementos: i- la cantidad y calidad de las mercancías que garantizan este "nivel de vida" del trabajador, que por brevedad llamaremos ql ; Y ii- el precio real de cada una de estas mercancías, cuyo promedio llamaremos por brevedad m. Entre q y m determinan, pues, el precio real de q, o sea la magnitud de ingreso real requerida para comprar q, que es el salario real. Así, cuando q aumenta, dado m, la tasa real de salarios (s) aumenta; cuando m aumenta, dado q, entonces s aumenta; cuando m y q aumentan simultáneamente, entonces s aumenta; cuando m y q se reducen simultáneamente, entonces s disminuye; cuando q disminuye, dado m, s disminuye; y cuando m disminuye, dado q, s disminuye. Pero, 1 q puede ínterpretarse, la clase trabajadora. en realidad, como un promedio por trabajador 171 LA ECONOMIA DE MARX A LA ECONOMIA de 10 que recibe en su conjunto cuando q aumenta y m se reduce, o cuando m se reduce y q aumenta, puede pasar cualquier cosacon S, es decir, s puede bien aumentar o disminuir, dependiendo, obviamente, de las variaciones relativas en cada factor. Para mayor sencillez, estas variaciones se resumen en el cuadro 3.1. CUADRO 3.1 Variaciones de s qt,m=>st <i,mt=>st q t, m t =>st q'¡',iñ=>s'¡' <i ,m'¡'=>s.j. q'¡', m '¡'=>s+ q'¡',mt=>stós'¡' qt,n,.j.=>stós+ Pero, constituiría un grave error creer que la teoría del salario de Marx es idéntica a la clásica. Y esto porque, ante todo, Marx enfatiza que el salario contiene un "elemento moral e histórico", elemento que recoge los cambios tecnológicos, culturales o ideológicos que modifican drásticamente lo que se considera "normalmente" la subsistencia del trabajador de una época a otra, o de un país a otro. (Por ejemplo, la educación secundaria, el automóvil, el teléfono, etc., hoy considerados en los países más avanzados como elementos indispensables del nivel de vida de la clase trabajadora, no podían serlo, ni lo fueron, hace un siglo). Así, al empezar en el tomo 1 su capítulo sobre las "Diferencias Nacionales en los Salarios", afirma: " ... por otra parte, la cantidad de víveres y medios de sustento en que se traduce el precio de la fuerza de trabajo puede sufrir modificaciones independientes o distintas de los cambios de este precio". Para Marx, q constituye, entonces, una variable, lo cual es otra forma de decir que desecha la idea clásica de la "ley de hierro" de los salarios. En otras palabras, desecha el supuesto de que existe un mecanismo "demográfico natural", como lo expone Smith y lo adopta Ricardo, que mantenga a q a un nivel predeterminado. Para Marx es un complejo mecanismo social lo que determina el nivel y las variaciones de q. s puede, entonces, cambiar tanto por cambios en m como por cambios en q. Y, volviendo a la eq. 12. 4. 8, se observa una relación inversamente proporcional entre P y s. En otros términos, cuando la tasa real de salarios aumenta, con N y t dados, la masa de plusvalía disminuye, y cuando la tasa real de ( (' i ( j ( I ( I ! INTRODUCCION 172 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX salarios disminuye, Caeteris Paribus, la masa de plusvalía aumenta. Esta relación inversa entre masa de plusvalía y tasa de salarios, dados N y t, es esencial en la teoría de Marx y permitirá, posteriormente, deducir una relación inversamente proporcional, con todo lo demás constante, entre la tasa de ganancia y la tasa de salarios. Marx acredita a Ricardo el haber formulado por vez primera esta relación necesariamente inversa entre tasa de salarios y la tasa de ganancia, pero le critica que no la haya expuesto .en su forma más general, como una relación inversa entre tasa de salarios y el "trabajo excedente" en general, y que sólo haya analizado las variaciones en m. sin considerar los cambios en q y t. 173 Nótese que, a diferencia de la masa de plusvalia (P), la tasa de plusvalía (p) no se ve afectada por los cambios en el número de trabajadores empleados (N). Esto es así porque p, a diferencia de P, es una proporción, o una tasa y no una magnitud absoluta. En otros términos, si, por ejemplo, N se multiplica por 2, sin que t ni s se modifiquen, entonces, puesto que S = s . N el valor total de los salarios también se multiplica por 2. Y, como P = T - S, entonces al multiplicarse por 2 tanto el valor agregado total como los salarios, su diferencia, el trabajo excedente, o P, también resulta multiplicado por 2. De esta manera, con s y t constantes, un aumento en el número de trabajadores empleados aumenta la masa de plusvalía pero no la tasa de plusvalía (la proporción entre P y S). En síntesis, y más esquemáticamente: con N y t dados, 3.4.3. Isist ~ P ~I Isist ~ P ti Para estudiar la tasa de plusvalía no es necesario, pues, hacer ningún supuesto sobre el número de trabajadores empleados (N). Simplemente esta variable desaparece del panorama. Algebraicamente, pues, sin necesidad de ningún supuesto sobre el nivel de N, puede derivafse rápidamente de la ecuación 3. 4. 9. p :::1'/ S = (t / s) - 1, que p aumenta,'clado s, si t aumenta; que p aumenta dado t, si s disminuye; que p aumenta ,si t aumenta y s disminuye, etc., etc. Es decir, que p varía directamente con la jornada de trabajo (t) e inversamente con la tasa de salarios (s). . La Tasa de Plusvalía if~porciones entre P y S é.Ó ' .. ':,¡~ De la eq. 12. 4. 5, P+S=T o, .!..+'§"=1. S S .!.=!.-l S Por tanto, S Pero, dado que T = t . N y S = s. N, entonces Pero el estudiante puede encontrar más sencillo el análisis de la tasa de plusvalía si se supone que N permanece constante, porque así puede utilizarse un gráfico muy sencillo. Este procedimiento se mostrará, pues, a continuación, por sencillez expositiva, pero debe tenerse presente que todas las conclusiones así obtenidas son directamente generalizables a una situación en que el número de trabajadores empleados (N) está cambiando. S (T / S)- 1 = (t. N / s. N) - 1 = (t / s) -1. GRÁFIC03.l O sea, LA TASA DE PLUSVALlA (Eq. 3. 4. 9) Ou 5'u lo cual significa que P / S no se modifica a menos que se modifiquen t y s. P / S o sea la proporción entre la masa de plusvalía y el valor d; los salarios: es llamada por Marx la "tasa de explotación" o "tasa de plusvalía", que aqui denominaremos p. Por consiguiente, p == P / S está en función exclusivamente de la jornada de trabajo y de la tasa de sa,larios. Y,. ~uar:do quiera que se modifiquen la una o la otra la tasa de plusvalía se modíficará. 5'u \".. S + -- 10'u ) P En el gráfico 3.1, el valor agregado total (lO'u) o ingreso nacional real, se distribuye por partes iguales entre S (= 5 'u) y P (= 5 'uJ. Es decir, la tasa de plusvalía es 174 INTRODUCCION A LA ECONOMIA p=.!..=..f..==l S LA ECONOMIA DE MARX 1000/0 Por tanto, con T constante y S aumentando a 6' como efecto del aumento de 200/0 en S, se tendría: 5' Ahora, si lajornada de trabajo (t) aumenta en 200/0, (como se está suponiendo N constante), la cantidad de trabajo realizada por la sociedad aumenta también en 200/0 (trabaja el mismo número de individuos, pero cada uno trabaja un 200/0 más). Es decir, el valor agregado real aumenta en 200[0. Y, con s constante, la situación sería como sigue: CUADRO 3.3 La Tasa de Plusvalía - Aumento en s Ou 12'u Tu 10'u ~-----------~/~----+ S I 4u 10'u P La Tasa de Plusvalía - Aumento en t 5'u 6'u '------s~--_ ..../'------_/ + CUADRO 3.2 Ou 175 P se ha reducido a 4', pues P = T-S = 10'u - 6'u = 4'u. La nueva tasa plusvalía es, entonces p = PIS = 4'u/O'u = 0.666 = 66.6°10. Un aumento la tasa de salarios, con t constante, disminuye, por consiguiente, la tasa plusvalía. Y una reducción en la tasa de salarios, con t constante, aumenta de en de la tasa de plusvalía. ( Puesto que s y N permanecieron constantes, S permaneció constante. Pero, como P == T-S y T aumentó a 12'u, entonces P también aumentó a Tu. Y, ahora, p = PIS == 7'ul 5'u = 1.4 = 1400/0. Naturalmente, t Y S pueden cambiar simultáneamente y, en tal caso. su efecto final sobre p dependerá de las respectivas proporciones de cambi~ en tales variables. ( Una extensión en la jornada de trabajo, con la tasa de salarios constante, aumenta pues la tasa de plusvalía. Y, una reducción en la jornada de trabajo reduce la tasa de plusvalía. Finalmente, nótese cómo todo cambio en la tasa de plusvalía afecta la masa d: plusvalía. Esto, por supuesto, debería ser obvio ya que s y t fueron aislados como factores determinantes (junto con N) de la masa de plusvalía en la sección 12. 4. 2. Sólo ha ocurrido que s y t son puestos juntos ahora en un solo concepto, la tasa de plusvalía p = PIS = (t 1s) - 1. Por tanto resumiendo} podría decirse que la masa de plusvalía P depende de la t~sa de plusvalia y de N Con una tasa dada de plusvalía, la masa de plusvalía (P) vana en forma directamente proporcional con N. p ¡¡I Su póngase ahora que es la tasa de salarios (8) la que aumenta en 200Jo. Puesto que N está constante, y S = s . N, entonces S, el valor total de los salarios también aumenta en 200/0 (si 8 se multiplica por 1.2 y N es constante, entonces s. N resulta también multiplicado por 1.2). Pero, antes de seguir adelante debe advertirse algo, evidente pero muy importante, que es lo siguiente: S aumentó porque s aumentó. Pero, con t y N constantes, t . N = T permaneció constante. Es decir, un aumento de salarios, con t y N dadas, no modifica en lo más mínimo el valor agregado de la sociedad (T). Sólo modifica la forma en que éste se reparte (más para salarios en este ejemplo). Y lo mismo es cierto, mutatis mutandis, para el caso de una reducción en la tasa de salarios. 1 1 Nota para el lector avanzado: Advíértase cómo esta demostración, completamente general y obvia aquí, sin ninguna restricción, implica en el método expositivo que utiliza una mercancía individual (Ricardo, Marx) una serie interminable de supuestos sobre la determinación de los precios o una discusión interminable sobre la validez de obtener conclusiones generales de un supuesto partic ular ísímo sobre el precio de la mercancía individual. Producción de Plusvalía Absoluta y Plusvalía Relativa Al extenderse o acortarse la jornada de trabajo, t, la tasa de plusvalía se modifica y, con ella, la masa de plusvalía. A est~s variac~ones en la masa de plusvalía, originadas exclusivamente por un cambio en I~Jornada de trabajo (t), Marx las llama producción de plusvalía absoluta. ASI, en el caso del cuadro 12. 2 se produjo un aumento de plusvalía absoluta porque P pudo ser aumentada gracias exclusivamente a una extensión de la jornada de trabajo. (Si la jornada de trabajo (t) se hubiera reducido P habr-ía disminuido y la producción de plusvalía absoluta hubiera disminuido reduciendo la masa de plusvalía p). ' ( 176 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Por el contrario, cuando la tasa y la masa de plusvalía cambian por una variación de la tasa de salarios (s), que sea, a su vez, ocasionada exclusivamente por un cambio en el precio real de las mercancías de subsistencia de los trabajadores (m, véase sección 3. 4. 2), Marx dice que se produce plusvalía relativa. Pero ¿a qué se debe este cambio en m? Como se ha visto en las secciones 13. 6, 3. 7, II 2. 1. 2 Y 2. 2. 3, los costos son un elemento determinante del precio. Por consiguiente, el razonamiento de Marx es que al aumentar la productividad de trabajo, en las industrias que producen mercancías para el consumo de los trabajadores, se reducen los costos de producción y con ello los precios reales de los productos que consumen los trabajadores, es decir, m. Pero, dado q, al reducirse m se reduce s. Al trasladar este resultado al gráfico 3. 1 se observaría una reducción en S, por ejemplo, a 4'u. P aumentaría así a 6 'u. E inclusive, dependiendo de la magnitud de los cambios en la productividad, podría ser posible que, aun aumentando q, s se redujera como resultado de una reducción en m Se produci~ía así más plusvalía debido a la reducción de m, y Marx llama a tal fenómeno producción de plusvalía relativa. Evidentemente, la tendencia moderna del capitalismo ha sido la de reducir la producción de la plusvalía absoluta y aumentar la producción ,de plusvalía relativa, aunque no podría aventurarse ningún juicio sobre que ha pasado en- definitiva, como resultado de estos dos efectos combinados, sobre la tasa de plusvalía. Sobre este punto, Marx adoptó un punto de vista opuesto al de Ricardo y, en vez de creer que m aumentaría secularmente, pensó que las continuadas innovaciones tecnológicas del capitalismo red~,cirían continuamente a m, aumentando así continuamente la producción de plusvalía relativa. Vale la pena enfatizar en este punto la distinción que hace Marx entre, q y s, planteando que s puede reducirse aun aumentando q, como efecto de la continuada reducción en m. Constituye, pues, un ejercicio sin sentido.vque sólo demuestra ignorar la teoría del salario de Marx, aquel que pretende refutar su postulado de que s tiende a caer con el mero argumento de que q ha aumentado, que los trabajadores de hoy consumen más cosas que los de hace un siglo. Lo relevante para la teoría de la distribución de Smith, Ricardo y Marx, no es q como tal sino S, en cuya determinación m es esencial y puede más que compensar toda variación en q. La Intensidad del Trabajo y la Tasa de Plusvalía Hasta ahora, los cambios en la intensidad del trabajo no habían sido considerados pero, como se vio en la sección 3. 1. 4, la maquinaria y la disciplina fabril pueden actuar en el sentido de modificar la cantidad de LA ECONOMIA DE MARX 177 trabajo realizada por unidad de tiempo, el gasto de energía por hora, fenómeno que Marx denomina como cambio en la intensidad del trabajo. Cuando esto se produce, se realiza más o menos cantidad de trabajo, sin que cambie la jornada de trabajo (t) en términos de tiempo. Pero en términos de la cantidad de trabajo realizada, un aumento en la intensidad es tal como si t se extendiera, y una reducción en la intensidad es equivalente a un acortamiento de t. Por consiguiente, volviendo al cuadro 3.2, un aumento en la intensidad, Caeteris Paribus, aumenta la tasa y la masa de plusvalía, y una reducción en la intensidad del trabajo disminuye tanto la tasa como la masa de plusvalía, Puede concluirse, pues, que los cambios en la intensidad del trabajo constituyen un factor determinante adicional de la masa de plusvalía (y de la tasa de plusvalía), 3.5 Distribución de la plusvalía: renta y ganancia La renta del suelo y la ganancia (incluyendo bajo este concepto general toda remuneración al capital, es decir, la ganancia industrial, la ganancia comercial y el interés del capital a préstamo), como las dos categorías generales en que se clasifican todos los ingresos por concepto de la mera propiedad sobre los medios de producción, agotan totalmente entonces la masa de plusvalía global producida ..durante el período de tiempo en consideración. En otros términos, el ingreso nacional real es igual a la suma de salarios, renta y ganancias y, descontando de éste los salarios, el remanente es la plusvalía que se desdobla enteramente en renta y ganancia (secciones 3. 4. 1 Y 13.4.2. Véansetambién secciones 2. 1. 2 Y2.2.2 sobre este punto en Smith y Ricardo). ¿De qué forma y en qué proporciones se distribuye, entonces, de acuerdo a Marx, esta masa de plusvalia entre renta y ganancia, vale decir, entre ingresos por propiedad de la tierra e ingresos por propiedad del capital? Primero que todo, Marx, como Smith y Ricardo, encuentra que esta distribución no es producto del azar, ni mucho menos, sino que está sujeta a leyes económicas específicas, que determinan unas tasas necesarias ("naturales" las llaman Smith y Ricardo) de renta y ganancia. (Las leyes que descubrieron Smith y Ricardo al respecto son descritas en las secciones 2. 1. 3y 2. 2. 7). Y, particularmente, la magnitud de la masa de plusvalía que se paga como renta del suelo está determinada en la teoría de Marx por los siguientes factores: i- La "renta diferencial de tipo 1", que es la renta que obtiene el propietario de un lote de suelo (agrícola, minero o urbano) por las diferencias en 178 INTRODUCCION A LA ECONOMIA "fertilidad" y "localización" de dicho lote, en relación a la tierra de peor calidad, dada una determinada inversión de capital. Es decir, es la misma "renta diferencial" de Ricardo que fue expuesta en detalle en la sección 2. 2. 7. . ií- La "renta diferencial de tipo Il", que había sido esbozada por Smith, algo más desarrollada por Ricardo como una generalización de la "renta diferencial de tipo 1" y que es totalmente desarrollada, en sus diversas implicaciones, por Marx. Este tipo de renta surge del mismo mecanismo del que surge la renta de tipo 1, al punto que Ricardo no toma en realidad las dos como "tipos diferentes", como hace Marx, sino que la consideró como una mera extensión del caso básico que Marx llama "tipo 1". Al cambiar la inversión de capital por hectárea cambian los costos por unidad de producto, dando ello lugar a nuevas ganancias extraordinarias que la competencia entre los capitalistas transforman en renta, como en el caso del "tipo I". (Véase ejemplo que aparece una página adelante). ... Marx estudia a fondo este caso y encuentra, entre otras cosas, que debido a tales diferencias en la inversión de capital la peor tierra también puede rendir una renta diferencial, resultado al cual también había llegado Ricardo. Pero el análisis de las múltiples variantes a que conduce este caso lleva a Marx a concluir que "Vemos de esto a qué combinaciones tan complicadas la renta diferencial en general, y particularmente en su combinación de las formas 1 y Il, puede dar lugar, mientras que Ricardo, por ejemplo, la trata muy unilateralmente y como si fuera un asunto sencillo" (El Capital, Vol. III; capítulo XL). Así, Marx contrasta, frente a los resultados de Ricardo, sus conclusiones vitales de que, como consecuencia del cada vez más intensivo uso del capital, no necesariamente los precios reales de los productos agrícolas experimentan una tendencia a aumentar continuamente, como tampoco la renta del suelo agrícola por hectárea tiene que aumentar permanentemente, a medida que se desarrolla el proceso de acumulación de capital. . ." i~ s ÜÍ- "La renta absoluta", que es la renta que se paga aun en la peor tierra de todas, ya que siendo ésta de propiedad privada, el hecho de que sea "la peor" no garantiza que su propietario la preste gratis a quien quiera utilizarla. En este punto, Marx retorna, pues, la idea original de Smith de que toda tierra, por improductiva y mal localizada que esté deja una renta para su propietario. Claro que esta explicación de Marx, basada en el mero hecho de la propiedad, difiere de. la de Smith quien creía, en forma exageradamente fisiocrática, que este fenómeno tenía lugar LA ECONOMIA DE MARX 179 debido a que la tierra, inclusive la peor, siempre producía físicamente un excedente sobre lo requerido para la subsistencia de los trabajadores y sobre el equivalente de la ganancia normal del capital invertido en tal tierra. Como es bien sabido, Marx no alcanzó a dar redacción final a los volúmenes II y III de El Capital (siendo en éste último en donde aparece su teoría de la renta), ya que murió antes de finalizar tal empresa. Y, Engels, quien mediante un arduo trabajo de muchos años logró seleccionar y ordenar los dispersos borradores para su edición definitiva, procuró dejarlos lo más intactos que fuera posible aun si en algunos casos ellos quedaban real o aparentemente inconclusos. Y, desafortunadamente, da la impresión que éste fue el caso para el punto específico de los factores que determinan la magnitud de la renta absoluta. Pero, afortunadamente, de otro lado, en el mismo capítulo del tomo III sobre la renta absoluta, Marx acepta la conclusión de Ricardo de que lo importante para que la teoría de la renta diferencial tenga plena y general validez no es, al fin y al cabo, si se paga o no renta también en la peor tierra, sino si existe o no alguna inversión de capital en la tierra cuyo producto no pague ninguna renta. Fue así que el mismo Ricardo concluyó que en la peor tierra también se puede pagar renta, pero que lo importante es que hay algunas porciones de capital invertidas en la agricultura cuyo producto no paga ninguna renta . (Retórnese a los cuadros 2. 2. 2. a 2. 2. 6, sobre la teoría de la renta de Ricardo. Supóngase, ahora, sobre el cuadro 2. 2. 6, que el capitalista que tiene arrendada la tierra de clase A invierte 1.000u adicionales de capital por hectárea, es decir, duplica el capital que tiene invertido por hectárea, haciendo más intensiva en capital la explotación -más tractores, semillas mejoradas, asistencia técnica, abonos químicos, fertilizantes, etc.- pero que el productoadicíonal obtenido con estas 1.000u adicionales de inversión es de sólo 200 ton. Entonces el mínimo precio a que puede venderse esta producción adicional es 1.000u (costo) + 200/0 de 1.000u (Ganancia) = 1.200, ósea 6u por tonelada, ya que si el precio fuera inferior a esta cifra no se alcanzaría a obtener la ganancia normal sobre los 1.000u de inversión adicional y, por tanto, dicha inversión no se realizaría. Pero con un precio de 6u por tonelada, la tierra de clase D, la peor de toaas, que antes no producía ninguna renta, producirá ahora una renta por hectárea igual a: 400 ton. (su producto / ha.) x 6u (Precio / ton.) Menos: 1.OOOu(costo de producción / ha.) 2.400 u 1.400 u ';::¡f;t: lo !%f~~;\ 180 INTRODUCCION LA ECONOMIA A LA ECONÓllI DE MARX 181 ';~1~;: Menos: 200/0 de 1.000u (ganancia normal)~~0 200 u = Nueva ganancia extraordinaria que se convierte~~renta. ':.h' 1.200 u Así, por una inversión adicional de capital, su~¡Luna renta también en la tierra de peor calidad. Esta es una renta dife~~ªcial porque surge por la diferencia entre la productividad de las últimas¡;,t¡¡,OOOu de inversión en la tierra de clase A y la productividad de los l.OOQ~hnvertidos en la tierra de clase D. Y para todas las demás clases de tierr~~~e podría calcular la renta diferencial con relación al nuevo precio del m~z, que está dado por la inversión adicional de capital en la tierra de cli~ A. La existencia de una renta también en la peor tierra no invalida así lat~¡j:ía de la renta diferencial como teoría general de la renta). ;2i&¡ tiene como punto de partida una ganancia ordinaria determinada, es decir, supone que los capitalistas que toman en alquiler la tierra obtienen una ganancia positiva, o no la tomarían en alquiler, puede concluirse que G (la ganancia total) es mayor que cero. Por tanto, siendo P = R + G, R <P. En otras palabras, la magnitud de renta total es una fracción de P, fracción que llamaremos a. O sea, P, donde O < a < 1. Por tanto, reemplazando este valor de R en la fórmula general de la P = R + G, se obtiene: R/P P ·~t~i&/ = = a P a, ó, Puede agregarse que también para los casos en'"~~~ todavi~.existen tierras libres en un país (como señala Ricardo, ejemplg.f:;~elos cuadros 3.2.3a 3. 2. 6), o para el caso en que alguna tierra d~.!peor calidad es ex.plotada directamente por su propietario, conformándose¡~gro con la ganancia normal sobre su capital, toda la renta sería diferencia,fJ porque en estos últimos casos no se pagaría renta en la tierra de peor calidií~. '5/1:.•' Para todos estos casos, que Ricardo reclama ~~fuo todos los posibles, la renta del suelo quedaría, pues, como una magnit~ffplenamente determinada en la teoría de Marx, de acuerdo a las mismas,,'~yes generales de la renta diferencial que expuso Ricardo (tanto "1" como'ifin"), aunque los supuestos de Marx sobre el progreso técnico hayan sido m 'J. s "pesimistas" que los de Ricardo, lo cual lo lleva a exponer que la renta ha. y los precios reales de los productos agrícolas bien podrían caer . manecer constantes, no necesariamente subir, con el desarrollo capitalistª;fi~.i" = a + G, Ó G = P - G = (1- a) P' ASÍ, Marx afirma: "Si toda la tierra disponible pa~~.ll,agricultura se encontrara arrendada en determinado país ... no existiría n~na tierra que no pagara renta; pero podrían existir algunos capitales,~~iertas partes de capitales invertidos en la tierra, que no rendirían ningu~irenta". "Únicamente-en este caso toda la renta se transformaría en renta dÜ~rencial. ;,;,+y~:,,; R plusvalía, a P, esto es, (Eq. 12. 5. 1) De esta manera, (1 - a) P es la parte de la plusvalía que queda para ser repartida entre todos los capitales, o capitalistas individuales. Cómo se realiza este reparto es, pues, el objeto de la sección que sigue. 3.6 Distribución de la plusvalía: ganancias individuales y ganancia media 3.6.1 La tasa media de ganancia como tasa general de ganancia Ya se ha visto en distintas secciones, i 3. 6, 2.1. 2 Y 2.2.3, cómo la información, la movilidad y el objetivo de maximizar ganancias generan la tendencia a la igualación de todas las tasas de ganancia de los diversos capitales en las distintas actividades productivas, igualación que se constituye así en el centro de gravedad o condición "de equilibrio" de las fuerzas del mercado. Marx parte, entonces, de este hecho o ley fundamental para explicar la distribución de la ganancia global, o de la masa de plusvalía disponible, (1 - a) P, entre los distintos capitales individuales. Tal condición puede esquematizarse como ;'~W~· De acuerdo a tales leyes, la parte de la plusvalía.~e se convierte en renta, R queda pues determinada, lo mismo que la re9~~de cada lote de suelo o terrateniente individual (lote clase A, lote clase~~ ... etc., etc.). Y, puesto que el surgimiento mismo de la renta, como \i'fl,a ganancia extraordinaria, I Ricardo reclama que éste es precisamente el caso siempre q jada las inversiones adicionales de capital en la misma tierra f tierras bajo cultivo, entonces nunca llegaría a tomarse toda la tierra se arrienda. Porque si productivas que en las nuevas disponible en arriendo. donde g¡ es la tasa de ganancia del capital individual'I,K¡; gz es la tasa de ganancia del capital individual 2, Kz; gn es la tasa de ganancia del capital 1 Esto sólo significa que si la renta es, por ejemplo, un 300 {o de la ptusvatía, o sea que R { P = O.3 = ct. entonces la ganancia es el 700 {o restante de la plusvalia, o sea G { P 1 - a 1 - 0.3 0.7. = = = INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX individual n, K« ; y g representa, indiferentemente el valor de gl , o de g2 ..• o de gn, lo cual no tiene importancia por cuanto todas las tasas de ganancia son idénticas. Por consiguiente, g es la tasa media o pro media de ganancia, pero como, en / equilibrio, gl = g, gl = g, g3 = g .•• gn = g, es decir, en equilibrio es idéntica a la tasa de ganancia que obtiene todo capital de la economía, también puede decirse que es la tasa general de ganancia, la tasa general para cualquier y todo capital. Así, la tasa general de ganancia resulta ser siempre la misma tasa media-de ganancia. 182 Por consiguiente, de la definición de la tasa de ganancia, gi = Gil K~ (secciones 3. 6 Y 11. 2. 3), donde Gi es la ganancia total del capital K~ se tiene: GI .KI Gl = gl • Kl G3 ~ g3 . K3 = I \ 183 gl o sea que si se sabe que g¡ = g2 = g3 ... = gn = g, para calcular cualquier g~ o para calcular g, basta con efectuar la división de G Gn ;, gn. K« = g2 = g3 •.. = gn = g, Pero, como gl g (Eq. 6.1). K se tiene: GI = g.K! Gl Gl 3.6.2 Ganancia media y capital invertido K2 g. K3 = g. = Sabiendo ahora que la tasa general de ganancia está determinada por G/K, entonces puede procederse a calcular la parte de la plusvalía que le corresponde a cualquier capital individual, es decir, su ganancia real de la siguiente manera: e, ~t. s, Ahora, sumando cada lado de estas igualdades se tiene: G¡ = g . K¡ + g. K; + g . K3 ... + g. K« ,o, ya que G¡ G, y sacando g como factor común: G« G = g (K¡ + G2 + G3 ••• + G, ... + G« + = + K2 + K3 '" + K« = K) Haciendo, por simplicidad, K¡ + K2 ••• + K« = K, entonces: GI = g. KI = (G I K) . K¡ = G. (K¡ I K) G2 = g . K2 = (G I K) . K2 = G. (K2 G3 = s . K3 G« ,;,g . K« = (G I K) = . K3 (G I K) . K« = G. = / K) (K3 I K) G. (K« I I() G g=-. K donde, siendo G la suma de todas las ganancias que obtienen todos los capitales en el sistema, y siendo K la suma de todos los capitales de la economía, g no puede ser otra cosa, como la lectura del quebrado lo indica, que la ganancia obtenida por unidad de capital invertido en la economía en su conjunto, o sea la tasa de ganancia para la economía en su conjunto, que Marx llamó tasa media de ganancia porque, precisamente, indica cuánto obtiene de ganancia en promedio, dentro del conjunto total de la economía, cada unidad de capital invertido. 1 Es decir, indica la rentabilidad promedia de cada unidad de capital invertido en la economía. 1 También puede decirse que g es el promedio de g¡, g2, g3 ... gn' y por eso Marx la llama la tasa media O promedia. (Pero, debe tenerse en cuenta que es un promedio que los estadísticos llarr.an "ponderado". En este caso las ponderaciones son los tamaños de los respectivos capitales). Ahora bien, todo el camino recorrido hasta la ecuación 12. 5. 1. fue para encontrar que G= (L>:«} P Por tanto, reemplazando este valor de G en la serie de ecuaciones anteriores se tiene: G¡ = (1 - a) P. (K¡ I K) G2 = (1 - a) P. (K2 I K) G3 = (1 - a) P. (K3 I K) e, ~(1- a) P. (KnI K). UNIVERSIDAD DE ANTlOQmA RTBLIOTECA CENTRAL 184 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX Nótese que K¡ I K da el porcentaje (o fracción) que ocupa K¡ dentro del capital total; que K¡ I K da el porcentaje (o fracción) que ocupa K, dentro del capital total, etc., etc. Y que K¡ I K + K¡ I K ... + K« I K = (K¡ + 185 monetaria por d, o sea por (YNR I YNM) que no es otra cosa que el inverso del deflactor implícito del ingreso nacional. O que toda magnitud real puede ser pasada a unidades monetarias multiplicando por 1/ d. K, +K3 ... +Kn)IK=KIK=1. K¡ + K3 ... + K«) I K K I K¡ = 1. Es decir, obviamente, que la suma de todos estos porcentajes individuales es 100010 (o que la suma de las fracciones = es 1 l. Así, si K ¡ I K = 0.02, ello significa que K ¡ ocupa el 20 lo dentro del capital total, etc., hasta que K« I K completa exactamente el 1000 lo. Por consiguiente, volviendo a la serie de ecuaciones, si K ¡ I K = O.Q2, ello . significa que G¡ = 0.02 (l - a) P, es decir, que G¡ es 0.02 de (1 - a) P, o 2010 de (1 - a) P. Si K¡ I K = 0.05, ello significa que G2 = 0.05 (1- a) P, o sea que G2 es el 5010 de (1 - a) P, etc., etc. En otros términos, del total de la ganancia real disponible para distribuir entre todos los capitales, esto es, de la plusvalía total después de descontada la renta, a cada uno corresponde un porcentaje que es idéntico al porcentaje que constituye diche caRital individual dentro del capital total de la sociedad. Aún en otras pai?bras, entre los capitales, la plusvalía disponible se reparte de acuerdo al porcentaje que ocupa cada capital individual dentro del capital total.' Co.fuo la suma particular de ganancia así obtenida por cada capital se obtiene de¡Í.plicarle la tasa media de ganancia a tal capital individual, Marx la llamó (a 91> G2 ••• Gn) GANANCIA MEDIA. 3.6.3 Precios, expresiones reales y expresiones monetarias Justamente, puede preguntarse si para medir K¡ IK, K¡ IK, etc., se utilizaron unidades de trabajo (precios reales) o unidades monetarias (precios nominales). y la respuesta a esta pregunta es que ello es totalmente indiferente, como se muestra a continuación. En efecto, supóngase que K t , K2, K 3 ••• Kn y K fueron medidos en unidades de trabajo (unidades de ingreso real). Pero, de acuerdo a las definiciones de ingreso real e ingreso nominal dadas en la sección 3.4. 1, se demostró, en la misma sección, que toda magnitud monetaria puede ser pasada a unidades reales (de trabajo) simplemente multiplicando la respectiva cifra 1 Si las imperfecciones competitivas impidiesen que la igualación de las tasas de ganancia como centro de gravedad del mercado, corno cuando actúan diversos grados de mo nopo lio 3". 7), la distribución porcentual de la píusvalía sería evidentemente diferente, pero ello cambiaría el hecho de que la suma de todas las ganancias reales seguiría siendo (1 -~) P, una masa de plusvalía determinada. actuara (sección en nada es decir, Por consiguiente, el valor monetario de K¡ será K¡ . (1 Id), el de Kz será K2 (1 Id), etc., y el de K será K. (1 Id). Pero, así las cosas, entonces K¡ . (1 Id) ---- K¡ K . (1 Id) K K¡ . (1 Id) K¡ K . (1 Id) K x., s, -- ---=(1 Id) K . (1 I ,ti} K Es decir, cualquier proporción (o tasa) entre dos magnitudes monetarias es necesariamente idéntica a la proporción entre las respectivas magnitudes reales (o en unidades de trabajo), por la sencilla razón de que el factor de conversión de unidades reales a monetarias es el mismo tanto en el numerador como en el denominador. Por tanto, lo anterior es cierto para la tasa de ganancia, la tasa de plusvalía y cualquier otra tasa o proporción de magnitudes reales y monetarias. Por ejemplo, en el caso de la tasa de ganancia se tendría que la ganancia real total es (1 - a) P y el capital real total es K. y en términos monetarios serían ((1 - a) Pj (1 Id), y K (1 I d) respectivamente. Pero en términos de tasa se tendría: [ (1 - a) Pj (1 Id) g=-----K (1 Id) (1-0.) P K y en el caso de la tasa de plusvalía se tendría, por ejemplo, el valor de los salarios monetarios observados como SM, y el valor de las ganancias y las rentas monetarias observadas, GM y RM, respectivamente. Entonces: SM.d=S GM. d = G RM. d = R 186 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX Entonces, S R SM. d +G GM. d + RM. d SM GM+RM 1 al'la. La tasa real de plusvalía , es aSI, 1idéentiica a la tasa monetaria de piusv , es igual a de la Puesto que el capital invertido en ead a proce,so productivo , d ' trumentos compra de instalaciones, de, equipo, de ~aqu~ana, d: ~~:rza de trabajo, materias primas, de combustibles, de matenas pnmas YK K K y 1, 2. de . . cada 3 puede suponerse aqui,'t en onces, .que para calcular . d mercado una simplemente se tomaron los precios mon~tarl°k el K K I K K IK de estas mercancías, de los cuales se ?btuvleron , 1 'bu~ió~ de ~lus~alía: es decir" los porcentajes ~ue ,d;ter:l~:~~~r!~t~l~~e estén calculados sobre porcentajes que, como s~ a ~ISo, it des reales Pero de lo que se trata las magnitudes monetarl~s o ,~~ ~aa~lr~a con ba~e en la cual se distribuye es de subrayar que para escn Ir, , h cer el más, mínimo la plusvalía entre los divlersos,caPI~:a n~es~:i~;~e~a:~obrea los precios de las supuesto ni establecer a mas mi" 1 instalaciones, la maquinaria, las materias primas, etc. , s, i~' 3.7 Precios de producción y cantidades de trabajo ) ,'~ 3.7.1 Capital variable y plusvalía " . bIe" a la magnitud del valor real de los salarios, capital invertido el capitalist~ adquiere endel , porque c, . , roduce valor y plusvalia: la fuerza e mercado la umca mercancia que p . S _ N es decir con S se . h ues como ya se ha Visto, - s., , trabajo umana.' p de fuerza de trabajo, la que produce todo el valor compra la cantidad S 2 En otras palabras la fuerza de Como sólo la fuerza de trabajo humana tiene la capacidad de realizar trabajo humano, que es lo que se ha definido como el valor, entonces es lógico concluir que, (dada una jornada de trabajo (t), una intensidad del trabajo, y una tasa de salarios (s), es decir, dada una tasa de plusvalía, porque estos son los 3 factores que la determinan, sección 12. 4. 3), un mayor capital variable (S) podrá producir un mayor valor que un capital variable menor. En efecto, sea SI = 1 'u Y S2 = 2'u. Si la tasa de salarios (s) es lu, s = lu, entonces con Sise podrán contratar l' de trabajadores al año (NI = 1 '), mientras que con S2 se podrán contratar 2'. (N2 = 2'). Nótese que para que esta afirmación sea cierta es necesario que s sea-la misma (s = lu) tanto para SI como para S2' (Porque, en caso contrario, podría suceder que aunque S2 > SI, se pueda comprar menos fuerza de trabajo con S7.. Por ejemplo, si 52 = 4, entonces con S2 sólo se podría comprar N2 = 0.5'). Así, pues, con s igual para SI y S2, sí puede concluirse que a mayor capital variable (S) mayor es la cantidad de fuerza de trabajo que puede comprarse. Pero, una cantidad mayor de fuerza de trabajo no realiza necesariamente más trabajo (valor agregado) que una menor cantidad, a menos que lajomada de trabajo y las intensidades sean iguales para las dos situaciones. (Por ejemplo, 2' de hombres realizan el doble de trabajo que 1', si y sólo si trabajan el mismo número de horas al año y con la misma intensidad. Porque, si los 2' trabajaran apenas 1/4 del número de horas que trabaja el otro millón, entonces los 2' realizarían apenas la mitad del trabajo que realiza el millón. 1/4 x 2' = 0,5'. O si trabajan con sólo 1/4 de la intensidad se alcanzaría el mismo resultado). V' SMarxllama o;:~~alp~:ladel N :~:~:~ ~r;~~c: ~~ :~~re(;;~:: !U~a;or a su propio Val?~,valor por la cual fJue compra da (S'1l. Este mayor valor es entonces la plusvalía (P). Resumiendo, pues, con s igual o constante para todos los casos, si SI> S2 , entonces NI > N2• Y si t y la intensidad es igual en todos los casos, entonces TI (Trabajo realizado por NI ) > T2 (Trabajo realizado por N2 ). Más precisamente, si la tasa de plusvalÍa es la misma y constante (s, t y la intensidad permanecen invaríablesj, entonces con un mayor capital variable (S) se producirá más valor agregado que con menor capital variable, de tal forma que: siSI = 3S2 entonces TI = 3 T2 siSI = 4 S2 entonces TI 1 2 187 , . rocedímiento tan poco ortodoxo seguido en esta sección, avanzado notara q.ue mediante el p 1 l' de ser expuesta sin las controvertidas di ib .' de la p usva la pue ~ la norma de Marx sobre la Ist~l, ~clon volumen III de El Capital. Pero ello supone. de tO,das limitaciones de su propia e~poslclOn en el., 1" bre el "problema de la transformacion" maneras, referirse en última mstancía a la solución ogica so que ya ha sido referida anteriormente, El lector ., 12 , 6 , 3 • para obtener la , magnitud específica De acuerdo a la seccron '1 d suma de los salarios monetarios observados Y multiplicar a por , de S. bastaría con tomar la = 4 T2 si SI = 10 S2 entonces TI = 10 T2 , etcétera. Pero, además, como la tasa de plusvalía mide las proporciones en que se divide T (el valor agregado total) entre S y P, (sección 12.4.3), decir que la tasa de plusvalía es igual y constante, es lo mismo que decir que la proporción de P dentro de T es también igual y constante. (Y, obviamente, ello signifca que la proporción de S dentro de T es también igual y constante). l88 L\ ECONOMIA INTRODUCCION A LA ECONOM!A Así, si con la tasa de plusvalía igual y constante el valor agregado que se produce (T) es proporcional a la magnitud de S, con la tasa de plusvalía constante también la masa de plusvalía que se produce (P) es proporcional a la magnitud del capital variable (S). ¡ Por consiguiente, con la tasa de plusvalía (p) igual y constante, la masa de plusvalía producida (P) es directamente proporcional a la magnitud del capital variable invertido en la producción (S). O, más brevemente, como p = P / S ~ P = p. S. y si P = constante =~, ~ P= s , S. Entonces: IP = ~. S,I sip 12. 7. 2 es constante, (Eq. 3. 7. 1). El Capital Constante Marx llama capital constante al capital invertido total (K) menos el capital Variable (S). Y, al restar S de K, queda solamente el equivalente del capital invertido en instalaciones, muebles y equipo, maquinaria, instrumentos, combustibles, materias primas, es decir, el capital invertido en medios de producción (M). En otras palabras, el capital total se invierte en salarios (S) y-medios de producción (M), que son los elementos indispensables para que pueda darse un proceso de producción. Por tanto, IK = S + ~ 2 (Eq. 3. 7. 2). rJE MARX intermedias", o del "consumo intermedio bruto" de las empresas, y cada átomo de M que llegare, por error, a contabilizarse dentro del valor agregado no sería otra cosa que una engañosa "múltiple contabilización" de ingresos (o valores agregados) ya contabilizados de antemano. (V éanse secciones 17.2.1 a 7.2.4). El caso más hipotético e irreal puede contribuir a aclarar conceptualmente 10 dicho anteriormente. Imagínese, por un momento, una empresa cuyo todo capital fuere invertido en M (máquinas) y no emplease ni una persona (S = O). Como en tal empresa no se realiza trabajo humano, entonces ningún valor agregado es producido o creado en dicha empresa (puesto que el valor agregado ha sido definido como el trabajo humano agregado). De la misma manera, en cualquier empresa real, ni las máquinas, ni los edificios, etc., son capaces de realizar trabajo humano (de lo contrario no serían máquinas o edificios, sino hombres), y por ello son incapaces de agregar valor. Por consiguiente, M crea cero valor agregado (T). Y como la plusvalía no es sino una fracción o parte del valor agregado (T), entonces puede concluirse que el "capital constante" (M) no produce ni un átomo de plusvalía. Así, la producción de plusvalía depende solamente del capital variable, como se había concluido en la sección anterior, conclusión que se esquematizó con la eq.3.7.1:; I P = ~. S I 3.7.3 Produccíén de plusvaIía y distribución Marx llama capital constante a M porque con M, por definición, no se adquiere ni un átomo de fuerza de trabajo, que es la única mercancía que agrega (varía el) valor, entonces es lógico concluir que M no permite agregar en el proceso de producción ni un átomo del valor, que no es capaz de hacer variar el valor agregado enlo mas mínimo. Pero, desde un punto de vista más moderno y más prosaico, también habría que decir que ni un átomo de M puede formar parte del valor agregado, en ninguna empresa ni en la economía como en todo, porque el valor de M pre-exíste a cada proceso de producción en cuestión, es decir, M no es otra que el valor de las "compras 189 de plusvalía Dada una tasa de plusvalía uniforme y constante, la producción de plusvalía depende única y exclusivamente de la magnitud del capital variable, esto es, P = ~ '. S. y ello significa que una empresa que invierta más capital variable que otra, también producirá proporcionalmente una mayor masa de plusvalía. Es de tal forma proporcional que la plusvalía se produce. Pero, ¿de qué forma se distribuye? Esta pregunta también ha sido respondida ya, en la sección 3.6.2, 'concluyéndose que "entre los capitales, la plusvalía disponible se reparte de acuerdo al porcentaje que ocupa cada capital individual dentro del capital total", es decir, de acuerdo a K¡ / K, K2 / K ... K, porque la competencia tiende a igualar las tasas de ganancia (sección 12. 6.1). (Recuérdese que cada K es el capital total invertido, es decir, la suma de variable -S- más constante -M). s, / t Supóngase que la tasa de ptusvalía del valor agregado total (T), S es entonces P 10 millones; sí S permanece constante = 1, entonces = 2 = p = PIS = 1 = ¡000 lo. Esto significa que P = S, o sea que dentro igual a P, o sea que S 1/2 T. De esta manera, si S ¡O millones, 20, Y P permanece constante, entonces P = 20' ; sí S = 30', Y P P 30' etc. = = = t Como se desprende de la sección 12. 6. 3 para obtener la magnitud real de M, todo lo que se requiere e, conocer los precios monetarios de mercado de los medíos de producción, los cuales son transformados a magnitudes reales o precios reales multiplícándolos por d. Y, ¿qué implicaciones tiene el hecho de que la plusvalía se produzca de acuerdo a un principio (capital variable solamente) pero se reparta de acuerdo a otro 190 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX 191 diferente (capital total invertido)? A continuación se desarrolla la respuesta a esta pregunta, empezando por mirar en forma más detallada la composición de los capitales en términos de capital variable (S) y capital constante (M), que es mostrada en el cuadro 3.7.1 (Una ilustración aritmética se presenta en el Apéndice A-III al final del capítulo). e; CUADRO 3.7.1 La Plusvalía y la Composición (1) ') (2) Proporciónde Capital Variable KI S¡ I K¡ =A¡ (A¡ K¡).~ K2 S2 I K2=A2 K3 S3 I K) =A3 Kn s, / Kn=An K S / (4) (3) Capital Individual TOTAL: de los Capitales Col. (4) Col. (5) (A¡lA) (K¡ I K) (K¡I K) (A¡ lA) (A2KÚ·~ (A2/ A)(K2 / K) (K2/ K) (A2/ A) (A) K). ~ (A3lA) (K3 I K) (K3I K) (A3lA) (An~n).~ (AnlA) (KttI (KnI K) (AnlA) de Plusvalíal Contribución0/0 (6) O/0 Producción (AK).~ N=A (5) a la Producción de p2 1 = 100°/0 K) Participación en el 3 Repartode P 1 = 1000/0 Empiécese por notar, en la columna (6), que SiAl = A, A2 = A, A3 = A ... An = A, es decir, si la proporción del capital variable dentro del capital total fuese idéntica a la pro media de la economía como un todo (A) para todos y cada uno de los diversos capitales individuales, entonces, A¡ / A = 1, X2 / A = 1 ' .. An / A = 1 y, por tanto, la columna (4) sería idéntica a la columna (5) o, en otras palabras, cada capital recibiría como ganancia real, en el reparto de la plus~alía, un porcentaje de la plusvalía total igual al porcentaje en que contribuyó a la producción de la misma plusvalía total. Esto es, dada cualquier cifra para P, cada capital recibiría como ganancia real una magnitud d.e plusvalia idéntica a la que produjo (con su capital variable). En síntesis, SI se llama P, a la masa de plusvalía producida por K¡ , es decir, por SI; P2 a la producida por K2 (es decir, por S2), etc., etc., entonces: 1 Puestoque P = ~ . S, en general,entoncesp¡ = i~ . de dondePI = ~(Al K¡), y así sucesivamente. 2 (A¡.K¡.¡t¡/(A.K.¡t¡=(A¡ 3 Conclusióndesección12. 6. 2. SI' Y comoS¡ I K¡ = A¡. entonces S = A K ¡ ¡ ¡. K1)!(AK)=(A¡!A)(K¡/K),yasísucesivamente. r, si y solamente si A¡ = A, A2 = A ... An = A. (Siendo G¡ la ganancia real o la masa ~e plusvalía recibida como ganancia por K¡, etc., etc. Véase sección] 6._~para la definición de GI, G2, etc.). De la misma manera, si Al > A, entonces A¡ / A> 1, Y (A¡ / A) (K¡ / K¡) K¡ I K. Es decir, si la proporción del capital variable dentro de un capital individual cualquiera es mayor que la promedia para toda la economía (A), entonces dicho capital contribuye él la producción de plusvalía en mayor porcentaje que el porcentaje que recibe como ganancia real en el reparto de la plusvalía total. Esto es, para cualquier i, dado P: ( > si Ai > A Tal capital reparto. Y, si para (K¡ I K) produce, pues, más plusvalía de la que le corresponde < i; en el < por ejemplo n, An A, entonces, An / A 1, y, (Al lA) Es decir, si la proporción del capital variable dentro de un capital individual cualquiera es menor que la promedia para la economía como un todo (A), entonces dicho capital contribuye a la producción de la plusvalía total en un menor porcentaje que el porcentaje que recibe como ganancia real en el reparto de la plusvalía total. Esto es, para cualquier i; y dadoP: otro I ( o. < Pi => < (K¡ I I K). Tal capital produce, pues, menos reparto de la plusvalÍa total. plusvalía de la que le corresponde en el Pero, como no se puede repartir más plusvalía de la que se produce, es evidente que los capitales con Ai > A tienen que transferirle parte de la plusvalía que producen a los capitales con Ai A. Este proceso de transferencias de plusvalía se produce a través del mercado y las leyes que determinan los precios, pues es precisamente la igualación de las tasas de ganancia por la competencia = g2 = g3 '" gn = g), igualación que actúa < te. i ( I ( 192 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX como "ley interior" de los precios en la economía capitalista, la que obliga a un reparto de la plusvalía de acuerdo a K¡ / K, K; / K, etc., es decir, de acuerdo a la columna (5) Y no de acuerdo a cómo se produce (I\¡ / /\) (K¡ / K), etc. (columna 4). Sólo en el caso excepcional, si es que en forma precisa llega a existir alguno, en que algún capital llegue a tener su /\i idéntica a /\, su ganancia (media) podría ser exactamente igual a la plusvalía que produce, como se mostró más arriba. 1 Pero, como se vio anteriormente, ya Smith y Ricardo habían descubierto que las proporciones de capital circulante a fijo, y por tanto las proporciones de salarios (capital variable) a capital total, eran completamente diferentes en las diversas ramas de la producción. (Esto se ha constatado, fácilmente, en forma empírica). Es decir, /\ ¡ /\z n. Por consiguiente, sería ya una gran coincidencia que aún una sola empresa llegaré a cumplir exactamente que /\ i = /\. Por esto, Marx concluye en los capítulos IX y XII del volumen III de El Capital que, en general, /\ i y, por tanto, que en general '* '* /\) ..,'* /\ '* /\ '* P, G '* P G) '* P Gn '* P« G¡ 2 193 3.7.4 Los precios de producción Marx llama precio de producción a aquel precio que rinde precisamente la ganancia media (sección 3. 6. 2), es decir, a aquel precio que, después de descontados los costos de producción para el capitalista o la empresa, permite obtener una tasa de ganancia idéntica a la tasa general de ganancia o tasa media de ganancia (sección 3. 6. 3). Y, ya se sabe que esta condición, g¡ = gz = g) ... = gn = g, es la que actúa como "ley interior" regulando a través de la competencia los precios del mercado (secciones 13.6, II 2.2.2, 2.2.3,3.6. 1). Por tanto, los precios de producción son los precios "reguladores", "naturales", "medios" (como los llama Marx) o de "equilibrio", bajo condiciones de competencia. El "precio de producción" ( rr), entonces, como todo precio, se descompone en el costo para la empresa o el capitalista, y el remanente del precio sobre el costo, que es la ganancia, con la particularidad de que tal ganancia es la Ganancia Media (Gm). A su vez, los costos se descomponen en las compras de medios de producción (materias primas, instalaciones, máquinas, etc.), M, que Marx llama capital constante y los pagos de salarios, S, que Marx llama capital variable. O sea ique los precios de producción de todas las mercancías producidas con los-capitales K¡, K, ... K«, pueden escribirse así: 2 CUADRO 3.7.2 3 Los Precios de Producción= aunque, naturalmente, G¡ + Gz + .•. + G« '" G no puede ser otra cosa que la masa de plusvalía total disponible para distribuir entre los capitales como ganancia ya que, por definición, T = S + R + G, y por tanto G = T - S - R, es decir, la suma de las ganancias reales no es otra cosa que el valor agregado remanente del pago de salarios y renta, es decir, una magnitud de trabajo excedente, es decir, plusvalía 2 Nota para el lector avanzado: No obstante, aún para que esta afirmación fuese cierta sería necesario hacer abstracción plusval ia disponible hay que descontar de la renta del suelo, o suponer que la renta es cero. Porque recuérdese para distribuir en ganancias no es p. sino apenas (1 - a) p. eco 12.5. 1.. y~ que la renta. Así. un capitalista con;\.¡ = /\ podría contribuir a La produccion de plusvalía con el 100/0. Pero cona>O. R>O. y (1 -a) P<P.alretirarelIOO/o no retiraría el 100/0 de p. sino sólo el 100/0 de (l - a) P. Sin embargo. habría producido que la el 10% de P. Pero esto no hace más que reforzar (1) (2) Capital Invertido Costo Medios de Prado Ca p. Consta nre, M Costo Salarios Capital Variable. S K¡ M¡ S¡ M¡ +S¡ +G¡ (M¡ + S¡) (l + g) Kz Mz 52 M2 +S2 +G2 (Mz +S2l(l +s) K) M3 5) M) +S) +C) (M) + SJl (1 +n Kn Mn Sn Mn +Sn +Gn (Mn + S~) (l + g) M S TOTAL: K (3) (4) (5) Precio Produc. 1 ¡Ti M+S+G Precio Produce. lTi 2 (M+S)(l+g) delasgananci~s al producir plusval ia el argumento que sigue en • Una ilustración aritmética se presenta en el Apéndice A. XII. 1 Por simplicidad algebraíca, se supone aquí que todos los medios de producción 7. 2. 7) en un solo período. pero ello no tiene ninguna importancia conceptual. 2 M¡ + S¡ K¡ Y G¡ =gK¡ sucesivamente. el texto. Nota para el lector avauz ado. Recuérdese que para obtener la ptusvalia total, P = Tque se ha requerido es T, el valor monetario de los salarios y d (el deflact or implícito nacional). S. todo lo del ingreso = =-M¡ +S¡ +G¡ =M¡ +S¡ +g(M¡ +S¡)=(M¡ se deprecian +S¡)(t +g). (secc, yasí 194 INTRODUCCION Tómese ahora el precio de producción de cualquier conjunto de las mercancías producidas con los capitales KI ... a K«, es decir, producidas por cualquier capital. Por ejemplo, el precio de producción de las mercancías producidas por el capital o empresa i. Tal precio es: 11 i = Mi + Si + Gi LA ECONOMIA DE MARX A LA ECONOMIA (Eq. 12. 7. 3) Como se ha visto, (sección 12. 7. 3), Gi es apenas una parte de G, una parte de la masa de plusvalía que se reparte como ganancia, (1 - 0'.) P, una parte de T y, por tanto, expresa una magnitud real de trabajo. De la misma manera, Si es apenas una parte del valor agregado real que se paga como salarios, S, es decir, una parte de T, y como tal también está medido como una magnitud de trabajo. Por consiguiente, para que la suma de G, + Si + Mi pueda tener algún sentido lógico y algún significado definido es necesario que Mi esté también medido en las mismas unidades, es decir, como una magnitud de trabajo. (Pues si no se midieran en las mismas unidades se llegaría a la absurda incoherencia de decir, por ejemplo, que un año de trabajo más un centavo de peso es igual a 2 (!?) ). ASÍ, Mi y, por tanto íT i están medidos también en unidades de trabajo. l Pero, la pregunta que realmente quiere responderse es ésta: ¿La magnitud de trabajo que se expresa en 1T i es igual a la cantidad de trabajo que costó producir las mercancías (de la empresa o el capital i)? Para responder esta pregunta es necesario tener en cuenta que 1Ti está determinado por la magnitud de sus partes componentes, Mi, Si y G). Por consiguiente, se pasará ahora a comparar éstas con las cantidades de trabajo que costó producir las respectivas mercancías, las producidas con Ki. Así, si Wi es la cantidad total de trabajo gastado en la producción de las mercancías producidas con Ki, Wi se descompone en primera instancia en dos partes fundamentales. El trabajo que costó producir los medios de producción (Ci) y el trabajo que se agregó a tales medios de producción (Ai). (Por ejemplo, en el caso del paño, el trabajo total que cuesta producirlo tiene evidentemente dos partes: el trabajo previo' o pasado gastado en la producción de los telares y del hilo -y otros medios de producción en general- y el trabajo que se agrega a ese trabajo pasado, para convertir con los telares el hilo en paño. Evidentemente, si se olvida contabilizar el trabajo que costó producir los telares entonces no se estaría contabilizando el trabajo total que costó a la sociedad producir el paño). Ci es, pues, trabajo previo, trabajo pasado, trabajo que previamente debe haber realizado la sociedad para producir los medios de producción (telares) que permiten obtener las mercancías finales (paño) que vende la empresa i. Y Ai es el trabajo agregado a ese trabajo pasado, es decir, a los medios de producción. Entonces: Wi = Ci + Ai (Eq. 3. 7. 4). De esta manera, Ai, como el trabajo agregado en la empresa i, no es otra cosa que el valor agregado producido en la empresa i: Pero, precisamente, el valor agregado producido por la economía en su conjunto, T, no es más que la suma de estos valores agregados producidos en las diversas empresas individuales. En otros términos, T = Al + A2 + A3 .. , + An. O, mejor dicho, el trabajo agregado por toda la sociedad, durante un período de tiempo dado, no es más que el trabajo agregado o realizado en el conjunto de todas las empresas productivas. Pero si, T = S + P (ec. 3.4.5), Al +A2 +A3 Claro está que tanto ir i como Mi. 10 mismo que Si y Gi, pueden transformarse inmediatamente en magnitudes monetarias, multiplicándolos por (l¡d), el def'lactnr implícito. O, mejor, puesto que los precios "visibles" y sus partes componentes siempre están expresados en dinero, puede decirse que rt¡ fue obtenido multiplicando el precio monetario por d, y lo mismo con Mi, Si Y Gi, tal como antes se ha subrayado varias veces. ••• y T = Al + A2 + A3 ... + An, entonces: +An=S+P(Eq.3.7.5). o sea que todas y cada una de las partes de S y P son producidas como ••• + A n • En otras palabras, cada proceso productivo y cada Al + A 2 + A 3 empresa produce una parte de S y una parte de P al agregar trabajo en dicho proceso. Así, a la parte de S que produce específicamente la empresa i puede lIamársele Si, ya la parte de P que produce puede llamársele Pi, partes que, como acaba de verse, se producen para la economía como un todo al realizarse el trabajo A i. Por tanto, Ai no consiste sino de una fracción que contribuye a S, Si, y una fracción que contribuye a P, Ps, Así: Ai = Si + P. (Eq. 3. 7. 6). Y, reemplazando este valor en la eco 12. 7. 4 se obtiene: Wi = 1 195 Ci + Si + P. (Eq. 3. 7. 7). Ahora, la cantidad de trabajo que cuesta producir las mercancías, expresada en esta forma, sí puede ser comparada con el precio de producción, 1T i = Mi + Si + G, (ec. 3. 7. 3), lo cual se hace a continuación: INTRODUCCION 196 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX CUADRO 3.7.3 ducción adquiridos con ese capital, y que entran como costo en la producción, tienen en sí mismos un precio de producción que es diferente a la cantidad de trabajo que costó producirlos, Mi =1=Ci. (Véase cuadro 12. 7. 3). Así, ni siquiera con la coincidencia, ya excepcional, de que A i : A, Wi coincidiría con 11i. Queda demostrado, pues, que los precios de producción no son iguales a las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías. I Costo en Trabajo y Precio de Producción Ci + Si + P, 1Ti Mi + Si + G, Pero, precisamente, ya se ha demostrado, en la sección 3. 7. 3. que la plusvalía producida con un capital particular determinado no puede ser, en el caso general, igual a la ganancia media de dicho capital, porque en general, la proporción de capital variable a total del capital individual no coincide con la proporción promedia de toda la economía. I Es decir, no existe razón alguna para esperar que P, : G. sino, todo lo contrario, debe esperarse con absoluta seguridad que P. =1= G). Claro que se puede argumentar que sería posible que Ai : A y que, por tanto, P, : Gv. Pero, aun si esta coincidencia fuese factible, ella no se cumpliría para las restantes mercancías del sistema económico. Es decir, para el caso general, y para la gran mayoría de los capitales del sistema económico, debe esperarse con certeza absoluta que Pi =l=Gi. De esta manera, aun ªisedi~rael caso que ei: M}, en general se obtendría que Wi =1= rr i, (Véase cuadro 3. 7. 2). Pero, ¿puede esperarse efectivamente que ei : Mi? La respuesta es que no. Sencillamente porque si para casi todos los productos de la economía A i =1='A => P, =1=G, => Wi =I=/¡ i para casi todos los productos de la economía. Es decir, la cantidad de trabajo que cuesta producir las mercancías (Wi) no coincide en general con su precio de producción (rr i). Y, Mi no es sino el precio de los medios de producción utilizados en el proceso productivo (edificios, maquinaria, materias primas, etc.), es decir, el costo para el capitalista cuando adquiere tales mercancías en el mercado, pagándolas obviamente a su precio. Y si los precios que se pagan, en general, por las mercancías no coinciden con la cantidad de trabajo que ha costado producirlas (Wi =1= 1T i) porque G, =1=Pi, como ya se señaló, entonces el precio de los edificios, maquinaria, materias primas, etc., que son mercancías (Mi), tampoco tiene porqué coincidir con la cantidad de trabajo que ha costado producirías (Wi). O sea, también en el caso general Mi =1=ei. Esto implica, evidentemente, que aun en el caso en que Ai : A y, por tanto, Gi = Pi, para un capital específico, de todas maneras se obtendrá Wi =1=m para las mercancías producidas con ese capital, porque los medios de pro- 1 = Mi + Si, Nótese que para obtener dicha conclusión la proporción se midió sobre Ki todo capital. Es decir, se tomaron los precios ue los medios de producción avanzado: No sobre xr= Ci Si 1). + 197 M. (Para Y así para el lector Marx demuestra, entonces, (cap. XII, vol. III, El Capital), que los precios competitivos "medios" o "naturales", o de "equilibrio", no están determinados por las cantidades de trabajo que cuesta producir las mercancías, no solamente por la causa que había señalado Ricardo, A i =1=A, sino además porque la simple "desviación" original entre P, y Gi, produce desviaciones en los precios de los medios de producción que van a "desviar" ulteriormente los costos.que así son una nueva fuente de divergencia entre 1fi y Wi,etc., etc. (A propósito de tal interrelación entre precios finales y costos que va potenciando la "divergencia" entre ir i Y Wi, originalmente sólo ocasionada por Ai =1= A, debe mencionarse nuevamente la obra de Sraffa, Producción de Mercancías por . Medio de Mercancías, quien desarrolla de manera general y sistemátícaménte, hasta sus últimas consecuencias, sobre el modelo de Ricardo, la "segunda causa" señalada por Marx, También cabe señalar aquí, que la única forma de calcular los precios de producción en forma correcta es, por tanto, tomando en cuenta todas las interrelaciones de unos con otros, en forma similar al modelo de Sraffa y como introductoriamente se describe en la sección 17. 4) Antes de finalizar debe subrayarse, sin embargo, por la frecuencia con que suele perderse de vista, lo que hasta aquí debe haber parecido más que obvio, y es que la teoría de los precios en Smith, Ricardo y Marx es apenas un componente de la teoría de la distribución del ingreso real. Fue ello lo que llevó a Smith a elaborar los conceptos de precio real y precio natural, a Ricardo a buscar su unidad de medida invariable de todos los precios, y a Marx al concepto de precio de producción. Así, en el cuadro 3. 7. 2 'se ve cómo la suma de todos los precios no es más que el valor bruto de la producción. (sección 1 7.2), es decir, M + S + G, donde M es el consumo intermedio bruto nacional, y S + G es el valor agregado total (haciendo abstracción de la renta por un momento). La determinación de los precios de producción permite, pues, examinar la distribución del ingreso, y no sólo entre S y G, sino que al determinar los precios de todas las mercancías 1 El mismo análisis puede extenderse también al caso en que Si es diferente dentro de Wi y dentro de ¡río tal como se demuestra en: H. Cuevas, La Teoría del Valor- Trabajo y El Sistema de Precios, a la cual el lector avanzado es referido. INTRODUCCION 198 A LA ECONOMIA 199 LA ECONOMIA DE MARX individuales permite la determinación de todas las ganancias individuales. (Véase también sección 17.4). On = Mn Es, precisamente, por esta ineludible simbiosis de la teoría de los precios y la teoría de la distribución, que es necesario llegar a medir el precio en unidades de ingreso real, pues sus partes componentes fundamentales, salario, ganancia y renta tienen que ser medidos en una unidad invariable que no puede ser el dinero. El trabajo en Srnith y Marx, y finalmente por aproximación, también en Ricardo. Pero, de otro lado, no debe confundirse el hecho de que el precio real sea una magnitud de trabajo con la proposición de que el precio está determinado por la cantidad de trabajo que cuesta producir las mercancías. El único que liga estas dos proposiciones es Ricardo, por su "aproximación", como y-:. se ha visto. Pero Smith distingue claramente entre la cantidad de trabajo que cuesta producir una mercancía y su precio real que es "la cantidad de trabajo que esa mercancía puede comprar". En otras palabras, el precio real es la magnitud de ingreso real que se tiene que pagar por una mercancía, y esta magnitud no tiene porqué ser idéntica con la cantidad de trabajo que ha costado producirla, como demuestra Marx y como acaba de verse en esta sección. Pensar que por el hecho de que dos magnitudes están medidas en la misma unidad tienen que ser iguales, es tan absurdo como pensar que, por ser el metro la unidad de medida de las longitudes, todas las cosas debieran tener la misma longitud. Asimismo, la cantidad de trabajo que cuesta producir la mercancía está medida en la misma unidad que su precio real, pero en cuanto a magnitud ellas pueden ser tan diferentes como un kilómetro de 100 metros. "En efecto, sólo si el precio de producción es cualitativamente igual al valor -porque ambos son expresión de trabajo objetivado- es posible comparar sus sumas aunque sean cuantitativamente distintos". (Hilferding, Crítica a Bohm . Bawerk). 3.8 La tasa media de ganancia (g) y su tendencia 3.8.1 La composición orgánica del capital s., «; En el cuadr¿ 3.7.1 se definió A 1=81 IKI, A 2 =S2 I K2 ... A n = De la misma manera, se puede tomar la proporción del capital constante al total como: al =MI IKI O2 = 1\12 I K2 / K« o =M/K la cual será denominada "composición orgánica del capital". Ahora bien, puesto que SI + MI = KI => SI / KI + MI / KI KI = KI / KI = 1. De donde, MI / KI = 1 -'SI I KI, esto es, 01 = (1-A := (SI + MI)/ 1) (Eq. 3. 8.1) y así sucesivamente para O2, 03 o •• On yo. Por tanto, existe una relación inversa entre 011 y Al, siendo la primera apenas el complemento de la última. Por ello, todas las conclusiones anteriores basadas en el análisis de A i pueden ser puestas también en términos de la composición orgánica del capital, solamente teniendo en cuenta que cuando A i es "alta", Oi es baja y viceversa. -i 3.8.2 Composición orgánica y tasa de ganancia Se ha visto en la sección 3. 6. 2 cómo la tasa media de ganancia, para la economía como un todo, es g = G I K, y dado que G = (1 - 0:) P, entonces: g= (1 -0:) P (Eq. 3. 8.2), K de donde resulta claro que dado 0:, es decir los factores que determinan la renta del suelo, la tasa de ganancia es una función directa de P I K, es decir, leyendo el quebrado, de la magnitud de plusvalia que produce el sistema por unidad de capital. Pero, también se demostró tasa de plusvalía constante, cionalmente más plusvalía proporcionalmente menos partícipe en lo más mínimo en las secciones 3.7. 1 Y3.7.2 que, dada una a mayor capital variable (8) se produce propor(P), y a menor capital variable (S) se produce plusvalía (P), sin que el capital constante (M) en la producción de plusvalía, Evidentemente, de la fórmula 12. 8. 2 y de lo anterior resulta claro que si, por ejemplo, todo K fuese únicamente capital constante (K = M), la producción ( 200 LA ECONOMIA DE MARX TNTRODUCCION A LA ECONOMT A pues, de la de Smith (solamente por una saturación continua del mercado) y de la de Ricardo (aumento permanente de la renta del suelo y el valor real de la tasa de salarios). ~leplusvalía sería cero y g = O. y que, para cualquier valor de K, en la medi.da en que se parte de la situación en que todo K = M y S = O, que implica 'A = O, o = 1, P = O y g = O, y se va reemplazando poco a poco cierto porcentaje de capital constante (M) por variable (S), pues con el mismo capital se producirá más plusvalía, dado que, como se repitió arriba, con una tasa de plusval ia constante a mayor capital variable se produce proporcionalmente más plusvalia. Y, precisamente, se ha aumentado el variable (S) en detrimento del constante (M). Es decir, se ha aumentado el porcentaje de variable dentro del total ('A) y se ha reducido el porcentaje de constante (o). Así, al disminuir o (aumentar 'A), con una tasa de plusvalía constante, aumenta la producción de plusvalía con cualquíer capital total dado, esto es, P / K aumenta y, por tanto, la tasa media de ganancia también aumenta. Sin embargo, se refirió a una "tendencia" y no a un hecho inevitable porque, como se explicó en la sección 3.8.2, el supuesto básico para poder deducir que el aumento de o reduce g es que la tasa de plusvalía permanece constante. Porque si la tasa de plusvalía también aumenta, entonces un mismo número de obreros puede producir cada vez más plusvalía, o incluso un menor número de obreros puede producir una mayor masa de plusvalía, debido a todos los factores que modifican la tasa de plusvalía, que fueron estudiados en la sección 12.4.3 Y que Marx consideró como variables. (Véase nota 25). Como se vio, Marx dio particular énfasis a las variaciones de la tasa de plusvalía generadas por la producción de "plusvalía relativa" y, por ello, consideró que los efectos del continuo aumento de o sobre g podrían ser contrarrestados por variaciones en la tasa de plusvalía. (El Capital, vol. III, Cap. XIV, "Causes que Contrarrestan la Ley").' y también se puede hacer el ejercicio inverso. Supóngase que, inicialmente, K = S y, por tanto, M = O. Ahora, para cualquier valor dado de K, con una tasa de plusvalía constante, empieza a aumentar M en detrimento de S. Entonces la masa de plusvalía producida por el capital total cae porque a menos S menos P. P / K cae, pero esto significa que la tasa media de ganancia cae. Es decir, si 'A disminuye, o aumenta, g cae. 1 3.9 De esta manera, Marx encuentra que con una tasa de plusvalía constante existe una relación inversa entre la tasa media de ganancia y la composición orgánica del capital. (El Capital, Vol. III, Cap. XIII). En sus análisis específicos sobre el desarrollo del capitalismo, Marx también encontró aue la introducción creciente de la maquinaria y el perfeccionamiento continuo de ésta, la tendencia del capitalismo a la automatización de los procesos productivos, implicaba que el valor real del capital inv~rtido en medios de producción por trabajador, esto es, el valor deM por trabajador, aumentaba continuament.e. Pero, esto es lo mismo que un aumento en la composición orgánica del capital, dada una tasa de salarios. Porque dado un salario por trabajador (5), si M por trabajador aumenta, esto es, M / N aumenta, (donde N = No. de trabajadores), entonces M / N . 5 = M / S aumenta. Es decir, el capital constante aumenta en proporción al variable. De aquí deduce Marx que, debido al aumento continuo de la composición orgánica del capital, la tasa media de ganancia experimenta una "tendencia" hacia el descenso permanente. Su explicación de esta tendencia difiere, = Quienes razonan más fácilmente con símbolos pueden partir de que g (I - Ci) P I K. Pero, dado que la tasa de plusvalia P P / S => P p . S. Reemplazando, g (l - Ci) P . S I K (l - Ci) P . 'A = (l - Ci) P . (1 - o). Es decir, g = (I = - o}. P . ( 1 - o). = = Utílízacíón'dela plusvalía. La acumulación 3.9.1 Usos de la plusvalía 3.8.3 La tendencia de g en la economía capitalista 1 201 = La masa total de plusvalía producida en el sistema, P, como ingreso de los propietarios de los medios de producción sólo es usada para los fines específicos que aquellos determinan, de acuerdo a sus propios intereses. Sin embargo, en términos generales, la plusvalía se agota totalmente en dos usos: Consumo de los propietarios de los medios de producción (Pe) y Acumulación de capital (PA). Así, P = Pe + PA .(Eq. 1. 9.1). Pero, siguiendo a Marx, con todo lo importante que pueda ser el consumo para la propia existencia de las clases propietarias, la fuerza motriz de la dinámica de éstasy de la del propio sistema descansa en el ímpetu irrefrenable hacia la acumulación indefinida. Dice Marx: "Sólo cuando es capital personificado tiene el capitalista un valor ante la historia y ese derecho histórico a existir que, según el ingenioso Líchnowsky, no data. Sólo entonces, su propia necesidad transitoria va implícita en la necesidad transitoria del 1 También recientemente se ha venido a cuestionar la observación de que o aumenta permanentemente con el argumen to de .que el capitalismo moderno (cibernética, aeroespacíal, e tc.jno es intensivo en máquinas como el surgido de la Revolución Industrial, sino en trabajo (intelectual). Pero este argumento olvida que lo importante para definir el capital constante no es en aué se materializa éste, sino el hecho de que es "trabajo PASADO ••.. (Véase sección 3. 7. 4). . 202 INTRODUCCION A LA ECONOMIA régimen capitalista de producción. Maspara ello no ha de tomar como impulso motor el valor del uso y el goce, sino el valor de cambio y su incrementación. Como un fanático de la valorización del valor, el verdadero capitalista obliga implacablemente a la humanidad a producir por producir y, por tanto, a desarrollar las fuerzas sociales productivas y a crear las condiciones materiales de producción que son la única base real para una forma superior de sociedad cuyo principio fundamental es el desarrollo pleno y libre de todos los individuos. El capitalista sólo es respetable en cuanto personificación del capital. Como tal, comparte con el atesorador el instinto absoluto de enriquecerse. Pero lo que en éste no es más que una manía individual, es en el capitalista el resultado del mecanismo social, del que él no es más que un resorte. Además, el desarrollo de la producción capitalista convierte en ley de necesidad el incremento constante del capital invertido en una empresa industrial, y la concurrencia impone a todo capitalista individual las leyes inmanentes del régimen capitalista de producción como leyes coactivas impuestas desde fuera. Le obliga a expandir constantemente su capital para conservarlo, y no tiene más medio de expandirlo que la acumulación progresiva LA ECONOMIA DE MARX 203 Para Marx, pues, el capitalista, como "personificación del capital", tiene como fin exclusivo y último el mismo capital. Por eso, siguiendo a Aristóteles, en cuanto fin último, no tiene un límite, y es sobre esta conclusión que Marx desarrolla su principio básico de la acumulación capitalista: acumular por acumular, acumular plusvalía para acumular más plusvalía, acumular como fin exclusivo, acumular sin límite. 3.9.2 La espiral acumulativa "Antes, hubimos de estudiar cómo brota la plusvalía del capital; ahora investiguemos cómo nace el capital de la plusvalía. La inversión de la plusvalía como capital o la reversión de la plusvalía a capital se llama acumulación de capital" (El Capital, vol. I, cap. XXII). Así, pues, el proceso de acumulación consiste en que una importante fracción de la plusvalia (PA), descontando los gastos de consumo de los capitalistas (Pe), se convierte nuevamente en capital, esto es, se invierte en la compra de medios de producción y fuerza de trabajo adicionales, es decir, pasa a Incrementar K, el stock de capital de las empresas. ( ) :111 Por tanto, en la medida en que sus actos y omisiones son una mera función del capital personificado en él con conciencia y voluntad, su consumo privado se le antoja como un robo cometido contra la acumulación de su capital, como en la contabilidad italiana, en la que los gastos privados figuraban en el "Debe" del capitalista a favor del capital. La acumulación es la conquista del mundo de la riqueza social. A la par con la masa del material humano explotado, dilata los dominios directos e indirectos del capitalista". (El Capital, vol. l, cap. XXII). "La circulación simple de mercancías +el proceso de vender para comprarsirve de medio para la consecución de un fin último situado fuera de la circulación: la asimilación de valores de uso, la satisfacción de necesidades. En cambio, la circulación del dinero como capital lleva en sí mismo su fin, pues la valorización del valor sólo se da dentro de este proceso constantemente renovado. El movimiento del capital es, por tanto, incesante". (Ibid, cap. IV). Y cita esta reflexión de Aristóteles: " ... la riqueza a que aspira la crematística (cuyo único fin es el lucro) es ilimitada, como lo es en su ambición todo arte que considera su fin, no como medio, sino como fin último y supremo, pues se esfuerza por acercarse cada vez más a él; en cambio, las artes que sólo persiguen medios para un fin no son ilimitadas, pues el propio fin se encarga de trazarles un límite; así, esta crematística no encuentra ningún dique a su ambición, que es enriquecerse de un modo absoluto". En efecto, tal como se explicó en la sección 12. 7. 4, cada ernpresa vende su producción por un precio 1Ti, tal que 1Ti = Mi + Si + G, (Eq. 3. 7. 3) donde G, es una fracción de la masa total de plusvalía. De esta manera, al finalizar cada ciclo o proceso productivo cada empresa recupera o repone el capital invertido (Mi + Si = K;J al iniciar el ciclo, y además queda en posesión de un remanente de valor adicional que es Gi, una magnitud dada de la plusvalia que se ha producido durante el proceso. Este G, es, a su vez, fraccionado en una parte para consumo del capitalista Pci y una parte para ser acumulada, o invertida como capital adicional, PAi. Con PAi el capitalista adquiere, entonces, medios de producción adicionales (instalaciones, materias primas, maquinaria, etc.) y fuerza de trabajo adicional. Es decir, PAi también se fracciona en el precio real de los medios de producción adicionales ( 6. Mi) y en el valor real de los salarios de la fuerza de trabajo adicional ( 6. Si). Así, al comenzar el nuevo ciclo o período, el capitalista está en posesión de un capital incrementado igual a (Mi + Si) + ( 6. Mi) + ( 6. Si) = K, + 6.Ki. El incremento neto del valor real de su capital ha sido pues, 6. K, = 6. Mi + 6. Si, y a este incremento equivale su acumulación de capital, la plusvalia invertida, la plusvalía dando origen a nuevo capital. Este proceso ruede esquematizarse así: 204 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA DE MARX CUADRO 3.9.1 205 la producción total de cada uno de estos dos departamentos acuerdo a la sección 3.7.4: será, pues, de La Espiral Acumulativa CUADRO 3.9.2 PUNTO DE PARTIDA MERCADO (1) INVERSION INICIAL DE CAPITAL Ki=Mi PROCESO PUNTO DE LLEGADA: de Plusvalía Departamento Gi se realiza como Ganancia. L~ = Mi + Si ('l o \ El proceso se repite pero con una masa de capital mayor, K'i Departamentos 1 y II - Precios de la Producción PRODUCTIVO Producción +si DEL PRODUCTO (2) I MI II MII + SI + Gr = Ir 1 o e- + llMi + llSi ~ t~ '!- ;.,. MERCADO DE MEDIOS DE PRODUCCION y FUERZA DE TRABAJO (3) PAi = llMi + SIl + GIl = 1TIl Y, sabiendo, por la sección 3.9.2 que Gi = PCi + PAi, donde PAi = II Mi + IISi, y que, por tanto G, = PCi + 6 Mi + 6 Si, el cuadro 12. 9. 2 puede reescríbirse como: CUADRO 3.9.3 + llSi Medios de Producción y Fuerza de Trabajo son adq uiridos. Departamentos 1 Y II - Precios y sus Componentes D~partamento Pero, no bien termina un proceso cuando se inicia uno nuevo, indefinidamente en esa forma circular, pero cada vez a un nivel mayor de acumulación, "según expresión de Sismondi, en forma de espiral" (Marx, El Capital, vol. l, cap. XII). + SI + PCI + 6Mr + 6S1 = I MI II MI¡ + SIl + PCIl + 6MII + llSIl 7f 1 = rr Il 3.9.3 El esquema de reproducción ampliada El anterior proceso de reproducción del capital (porque se reproduce o se recupera el capital inicial K: = Mi + Si), en escala ampliada (porque se incrementa o amplía dicho capital, en 6 K, = 6 Mi + 6 Si), tiene además otras importantes características, de las cuales se reseñará en esta sección la referente a la proporción entre los distintos sectores económicos, tema que aborda Marx con sus famosos "esquemas" de reproducción que, guardadas las proporciones históricas, traen a la mente el "tableau economique" de Quesnay (sección 10. 2. 5). En el volumen II de El Capital, donde describe sus esquemas, Marx divide la economía en dos grandes sectores o departamentos: todas aquellas industrias que producen medios de producción, que agrupa bajo la denominación del departamento l, y todas las restantes, que producen las mercancías de consumo para los obreros y capitalistas, o departamento 11. El precio de Leyendo de izquierda a derecha cada renglón, l y Il, del cuadro 12. 9. 3, se van sumando, pues, los componentes del precio hasta completar el precio total de la producción de cada uno de los departamentos. Este es, en realidad, el precio de producción de las mercancías ofrecidas en el mercado por 1 y Il, pues tanto la producción de l como la de II deben ser vendidas en el mercado. Ahora, .leyendo en forma vertical de arriba hacia abajo, columna por columna se tiene: M¡ + Mil = Valor de los medios de producción utilizados y gastados en el proceso productivo tanto por 1 como por Il. Para continuar el proceso de acumulación, estos medios de producción gastados deben ser repuestos, es decir vueltos a comprar. Como, por definición, sólo l produce medios de producción, entonces la suma de esta columna, MI + MIl, constituye una demanda por la producción del departamento 1. INTRODUCCION A LA ECONOMIA 206 SI Valor de los salarios que los trabajadores (tanto de 1como de II) gastan enteramente en mercancías de consumo, puesto que, como no son capitalistas, no compran medios de producción. Dado que, por definición, sólo el departamento II produce las mercancías de consumo, entonces la suma de esta columna, SI + Sil, constituye una demanda por la producción del departamento n. + Sil PCI Gasto de los capitalistas (tanto de 1 como de II) en mercancías de consumo. Luego es una demanda por la producción de Il. + PCII 6. MI LA ECONOMIA DE MARX + 6MII Acumulación (tanto de I como de Il) en medios de producción adicionales. Es decir, es el gasto de los capitalistas en medios de producción adicionales, que sólo produce 1, siendo por tanto la suma de esta columna una demanda por la producción de 1. Acumulación de los capitalistas (tanto de 1 como de II) para contratar obreros adicionales y poder ampliar el proceso productivo. Esta suma se convierte, por consiguiente, en salarios adicionales que son gastados en consumo por los obreros que los perciben. Como sólo II produce mercancías de consumo, entonces la suma.?e esta columna constituye una demanda por la producción de n. 6. SI + 6811 Ahora, haciendo cuentas totales, se tiene que las demandas totales por la producción del sector I suman: MI + MlI + 6MI + 6MIl y la oferta total del sector I asciende, obviamente, al precio de sus mercancías ' ofrecidas en el mercado, que es (cuadro 12.9.2): =MI + SI + PCI + 6MI + 6S1 (Menos:) -MI -MII-6 ----------------------- IGUAL = O o sea: Ahora bien, este es el valor de la oferta total menos el valor de las demandas totales del sector I. Por consiguiente, para que el valor de la oferta fuese igual al valor de la demanda, su diferencia tendría que ser cero, o sea: Oferta 1 = Demanda 1 si SI + PCI + 6.SI - MIl - 6MII o lo que es lo mismo: siS! Mil + SI + PCI + O + 6SI -MIl - 6MIl, + PCI + 6S1 = MII + 6MII. = O, (Eq. 12. 9. 2) Esta condición para el equilibrio o igualdad entre el valor de la oferta y el de la demanda dice, entonces, que el valor de las demandas por mercancías de consumo que hace el sector 1 al sector 11, que las produce, (Sr + per + 6. Sr) debe ser igual al valor de las demandas por medios de producción que hace el sector II al sector 1, que los produce, (Mil + 6. MII). (Repitiendo el ejercicio para ofertas y demandas del sector II se llega exactamente a la misma condición de equilibrio). Es decir, el valor de lo que demanda el sector 1 al sector II debe ser igual al valor de lo que demanda el sector II al sector l. En caso de no cumplirse tal igualdad se presentará un desequilibrio, o "desproporcionalidad", en el mercado que hará subir los precios de un sector (el que tenga exceso de demanda) y bajar los precios en el otro (el que tenga exceso de oferta). De esta manera, la rentabilidad aumentará en el primero y disminuirá en el segundo, forzando así una reasignación de recursos que moverá la producción y la oferta de cada sector a sus proporciones de equilibrio, situación ésta en que las mercancías se venden por precios que arrojan apenas la ganancia media, es decir, por sus precios de producción. Pero, lo verdaderamente importante de lo s esquemas es cómo ellos indican que, debido a la interconexión productiva y de demandas entre todos los sectores de la economía, el proceso de acumulación exige como un requisito que uno no pueda crecer independientemente del otro y, aún mas, que existe una proporción requerida y específica entre el crecimiento del uno y el del otro. Y esto es de particular importancia para la teoría de las crisis y depresiones, como se esbozará a continuación. 3.10 Restando de este valor total de la oferta, el valor total de las demandas, se tiene: MI + SI + PCI + 6MI + 6.S1 207 Acumulación y crisis 3.10.1 Acumulación y ejército de reserva La plusvalía acumulada como capital adicional se desdobla, pues, en la adquisición de medios de producci6n adicionales y fuerza de trabajo adicional, como se vio en la sección 12. 9. 2. Así, concluye Marx: "La acumulación del capital supone, por tanto, un aumento del proletariado" (El Capital, vol. 1, ( ( 208 INTRODUCCION LA ECONOMIA DE MARX A LA ECONOMIA cap. XXIII). Y naturalmente, este aumento requerido del proletariado será tanto mayor cuanto mayor sea la acumulación. Pero, la acumulación, a su vez, será tanto mayor cuanto mayor sea la tasa de plusvalía, porque la masa de plusvalía (acurnulable) depende de esta tasa (sección 3.4.3). Por tanto, si la tasa de plusvalía aumenta "demasiado", la acumulación de capital será excesivamente acelerada en relación con el crecimiento de la población proletaria. Y este exceso relativo se traducirá en un paulatino agotamiento de la fuerza de trabajo disponible (desernpleada), proceso en el cual los capitalistas deben competir unos con otros por la fuerza de trabajo escasa pagando mayores salarios. Sin embargo, prosigue Marx, el sistema posee su propio mecanismo automático de control, que implica que la tasa de salarios "se mueve siempre dentro de límites que no sólo dejan intangibles las bases del sistema capitalista, sino que además garantizan su reproducción en una escala cada vez más alta" (Ibid), Según Marx, este mecanismo consiste en la formación y reconstrucción periódica de un "ejército de reserva" de trabajadores desempleado s pues, por la razón antes anotada, "la producción de una población sobrante relativa, es decir, soorante en relación con las necesidades medias de explotación del capital, es cpl\dición de vida de la industria moderna". "A la producción capitalista no lé:basta, ni mucho menos, la cantidad. de fuerza de trabajo disponible que le suministra el crecimiento natural de la población. Necesita, para poder desenvolverse desembarazadamente, un ejército industrial de reserva, libre de esta barrera natural". (Ibid). Para formar el ejército de reserva, el sistema posee dos medios fundamentales, aparte del proceso "natural" de proletarización de las masas de campesinos, artesanos y, en general, trabajadores independientes, que son: i- el "estiramiento" de la jornada de trabajo y de la intensidad del trabajo, que permite realizar el mismo trabajo con menos obreros; y, ií- el aumento permanente en la composición orgánica del capital, (sección 3. 8), que reduce permanentemente el número de trabajadores requeridos por cada monto de capital real dado. De esta manera, "Durante los períodos de estancamiento y prosperidad media, el ejército industrial de reserva ejerce presión sobre el ejército obrero en activo, y durante las épocas de superproducción y paroxismo pone un freno a sus exigencias", y así "el movimiento general de los salarios se regula exclusivamente por las expansiones y contracciones del ejército industrial de reserva, que corresponden a las alternativas periódicas del ciclo industrial" (Ibid). No obstante, tales medios de formación del ejército de reserva no prueban ser suficientes para desembarazarse de la "barrera natural" que impone el crecimiento de la población a la acumulación capitalista. Llega un momento en que el ímpetu de la acumulación la conduce a un "exceso", a una "sobre- 209 producción absoluta de capital" que ocurre "tan pronto como el capital acrecentado sólo produjese la misma masa de plusvalía o incluso menos que antes de su aumento", es decir, tan pronto como ocurre "una fuerte y súbita baja de la cuota general de ganancia ... por razón ... a un alza del valor del dinero del capital variable -a consecuencia de la subida de salarios- y la correspondiente reducción en la proporción de trabajo excedente a trabajo necesario", (El Capital, vol. IlI, cap. XV). O sea la correspondiente reducción en la tasa de plusvalía. Es decir, no obstante los medios i- y ii- arriba señalados, la dinámica de la acumulación capitalista agota el ejército de reserva (elimina el desempleo), pero tan pronto esto ocurre (se alcanzan niveles próximos al pleno empleo de la fuerza de trabajo), todo estímulo a la ampliación productiva adicional cesa porque, de hecho, tal ampliación sería imposible (sin fuerza de trabajo adicional disponible) y porque, antes de eliminar en términos absolutos el desempleo, los salarios se han elevado tanto que la reducción abrupta en la tasa de ganancia indica la inutilidad desde el punto de vista del capital, desde el punto de vista de su rentabilidad, de cualquier intento de ampliar aún más la producción. En este momento sobreviene la crisis. 3.10.2 Las crIsis La crisis de '(sobreproducción de capital", en el sentido antes definido, se manifiesta en forma inmediata, pues, en una parálisis del proceso de inversión de capital (plásvalía) adicional, en una supresión de todos los planes para lograr ampliaciones ulteriores de la capacidad productiva que, con el ejército de reserva agotado, serían inútiles desde el punto de vista del capital, serían no rentables. Esto significa, volviendo al cuadro 12. 9. 1, que la espiral acumulativa sufre una ruptura, inicialmente en una de sus partes. En efecto, cada capitalista individual aspira a culminar con éxito su llegada al punto (2) de la espiral, realizando sus mercancías por un precio In = Mí + Sí + Gí, que le permite recuperar su capital inicial y obtener su ganancia Gí, la cual es fuente de su consumo personal (PCí) y de su acumulación (PAí) que, en ausencia de cualesquier trabas, se convertiría en 1:::.Mí + 1:::.Sí. Pero, ahora, con el ejército de reserva agotado, con una "sobreproducción de capital" y, por tanto, siendo toda inversión ulterior inútil desde el punto de vista del capital, cada capitalista tratará de retener bajo la forma de dinero la parte de sus ganancias que bajo otras circunstancias iría a parar directamente al punto (3) de la espiral (PAí), es decir, la parte de G, que bajo otras circunstancias se convertiría en 1:::. Mí + I:::.Sí. En otras palabras, cada capitalista se abstiene ahora de demandar fuerza de trabajo adicional y medios de producción adicionales, hasta tanto la rentabilidad no vuelva a ser "adecuada". Pero, yendo al cuadro 12. 9. 3 y su explicación, se observa claramente que 1:::. Mí + 1:::. Mil, o sea la suma total de todos los 1:::. Mí individuales de la eco- 210 INTRODUCCION A LA ECONOMIA no mía, es precisamente un elemento constitutivo de la demanda por la producción del departamento I (productor de medios de producción). Por consiguiente, al paralizar los capitalistas individuales el proceso de conversión de PAi en 6 Mi, el departamento I sufre una reducción en su demanda igual a 6. MI + 6 MI\, es decir, se enfrenta a un exceso de oferta que se manifiesta tanto en la reducción de los precios de sus mercancías como en la acumulación de inventario s "indeseables" de las mismas. La crisis empieza manifestándose, pues, como una reducción en la demanda por medios de producción y, por tanto, como una sobreproducción de los medios de producción producidos (por el departamento I), es decir, como una "sobreproducción de mercancías" en el departamento 1. Así, la "sobreproducción de capital" se ha transformado en una "sobreproducción de mercancías". Pero todo no termina allí. El departamento I, respondiendo a la reducción en la demanda por sus mercancías, reduce su oferta, es decir, su producción. Para ello, por supuesto, paraliza parte de su maquinaria y de su fuerza de trabajo, es decir, despide trabajadores, empezando a presentarse así una reducción absoluta de la producción en la economía y un aumento paralelo del desempleo, del ejército de reserva, que permite reducir la tasa de salarios (debido a la competencia entre los trabajadores desempleados). De otro lado, esta reducción simultánea tanto en la tasa de salarios (s) como en el volumen de empleo (N) reduce el monto total (real) de salarios pagados en la economía (S = s . N, eco 12. 4. 7). Pero este monto total de salarios es igual, precisamente, volviendo al cuadro 12. 9. 3, a SI + Sil + 6. SI + 6. SlI que, a su vez, no son más que componentes de la demanda por la producción del departamento II (bienes de consumo), ya que los trabajadores gastan sus salarios en bienes de consumo. Así, al aumentar el desempleo y reducirse los salarios la demanda por la producción del departamento II también resulta reducida, es decir, se presenta también un exceso de oferta sobre demanda en el departamento Il, o una "sobreproducción de mercancías" también en el departamento n. Respondiendo a ésta, los capitalistas del departamento II reducen su producción, es decir, lanzan al desempleo a un mayor número de trabajadores, incrementando aún más el ejército de reserva, y haciendo aún más innecesaria su adquisición o reposición de medios de producción, o sea, reduciendo aún más la demanda por la producción del departamento I, el cual reiniciará el proceso de descenso de la producción y de aumento del desempleo, dando lugar a una nueva espiral pero en sentido contrario. Este proceso crítico va acompañado necesariamente de una crisis fina:nciera porque, al interrumpirse el crecimiento esperado en las ventas (tanto de medios de producción como de consumo), al acumular inventario s "indeseables" de mercancías que no pudieron convertirse en dinero, los capitalistas individuales LA ECONOMIA DE MARX 211 se ven imposibilitados para redimir a tiempo las deudas contraídas (con otros capitalistas) anteriormente con el propósito de financiar sus expansiones, imposibilidad que a su vez deja "il iquidos" a los prestamistas, quienes por tal motivo incumplen otros compromisos, etc., etc., estableciéndose así una cadena de quiebras sucesivas por "iliquidez ", Además, esta situación en sí conduce a un colapso del mercado de acciones pues éstas apenas representan la rentabilidad y la situación de las empresas que las emiten, cuyo estado depresivo acaba de delinearse. La demanda por acciones, pues, cae también, cayendo con ello su precio. La cadena de quiebras aruina definitivamente a muchas empresas, particularmente a las más débiles o pequeñas, con lo cual se destruye capital "en funciones", es decir, se saca por la borda de la competencia del mercado a un número dado de capitalistas y de sus respectivos capitales. Pero al proceso de destrucción de capital "en funciones" también contribuye la propia inactividad de los medios de producción porque "aunque ... el tiempo afecta-y perjudica a todos los medios de producción (excepto la tierra) ... el principal efecto en este caso sería el-de que estos medios de producción dejan de funcionar como tales, el de que su función como medios-de producción sería interrumpido por un período ya sea corto o largo". (El Capital, vol. III, cap. XV). Al profundizarse la depresión de la actividad económica, con su destrucción de capital en funciones, es decir, eliminando transitoriamente el exceso de medios de producción que actúan como capital activo, (el exceso o sobreproducción de capital), y con su reconstrucción masiva del ejército de reserva de desempleados, se crean las condiciones requeridas para una nueva espiral expansiva y el proceso de acumulación recomienza: " ... la paralización de la producción así operada preparará una ampliación posterior de la producción dentro de los límites del propio capitalismo. De este modo se reanudará de nuevo el ciclo". (El Capital, vol. III, cap. XV). Así, Marx concluye: "El curso característico de la industria moderna, la línea +interrumpida sólo por pequeñas oscilaciones- de un cilo decenal de períodos de animación media, producción a todo vapor, crisis y estancamiento, descansa en la constante formación, absorción más o menos intensa y reanimación del ejército industrial de reserva o superpoblación obrera". (El Capital, vol. 1, cap. XXIII). y sitúa el surgimiento de esta característica moderna, esta aparición de un exceso de capital, en Inglaterra en pleno apogeo de la revolución industrial, cuando señala: "La gran industria empezaba por aquel entonces a salir de su infancia, como lo demuestra, entre otras cosas, el hecho de que la crisis de 1825 inaugure el ciclo periódico de su vida moderna". (El Capital, vol. I, Prólogo del Autor a la la. edición, Sub. Agregado). 212 INTRODUCCION A LA ECONOM!A 3.10.3 Concentración y centralización de capitales La "espiral acumulativa" se desarrolla, entonces, a través de "ciclos periódicos"; en los cuales las crisis y depresiones económicas constituyen el mecanismo encargado de reducir la presión de la "sobreproducción" de capital sobre los salarios, reconstruyendo periódicamente el ejército de reserva de desempleados. Pero, aparte de esto, y de que el aumento permanente de la composición orgánica del capital constituye una válvula de escape en el mismo sentido (sección 12. 10. 1), Marx señala otros dos sub productos esenciales del proceso de acumulación capitalista. En primer lugar, señala otra válvula de escape a las presiones de la sobreproducción de capital en los países más avanzados, que es la exportación de capitales hacia países en los que la tasa de ganancia es mayor, es decir, la inversión en el extranjero, dando ello lugar a la conformación de una economía mundial basada en la exportación de capitales. "Cuando se envía capital al extranjero, no es porque este capital no encuentre en términos absolutos ocupación dentro del país. Es porque en el extranjero puede invertirse con una cuota más alta de ganancia. Pero este capital es, en términos absolutos, capital sobrante con respecto a la población obrera en activo y al país de que se trata en general". (El Capital, vol. m, cap. XV). (Sobre este punto desarrolla Lenín su. teoría del Imperialismo -véase sección 9. 10. 2-. Véase también sección 10. 1. 5 acerca de la relación que establece Keynes entre exportación de capitales, balanza comercial favorable, sobreproducción de mercancías y nivel de empleo). Y, en segundo lugar, Marx señala también el proceso de "concentración y centralización" de capitales como un subproducto esencial de la espiral acumulativa. Tal proceso consiste en el dominio de la producción y del mercado por un número cada vez más pequeño de capitales cada vez más grandes. La "concentración" se refiere al proceso de acumulació~ c~mo tal, en el que a una tasa de ganancia dada, un capital grande crece en termmos absolutos mucho más que en capital pequeño. Por ejemplo, a una tasa de ganancia de 200/0, un capital de $1000' crece anualmente en $200', mientras que un capital de $10' sólo crece en el mismo ~apso en $2'. Y, a; s~guient; año, el primer capital, ahora de $1.200', crecera en 0.2 x ($1.200 1 o $240 , mientras que el segundo sólo lo hará en 0.2 x ($12') = $2.4'. De esta manera, el primer año el capital mayor crece más que el menor, con una diferencia de $200' - $2' = $198'. Y, el segundo año también crece más pero con una diferencia mayor, igual a $240' - $2.4' = $237.6'. Y así acumulativamente ... Por tanto, dice Marx: "Todo capital individual es una concentración, mayor o menor, de medios de producción, con el mando consiguiente sobre un ejército más o menos grande de obreros. Toda acumulación sirve de nueva acumulación. Al aumentar la masa de riqueza que funciona como capital, LA ECONOMIA DE MARX 213 aumenta su concentración en manos de los capitalistas individuales, y, por tanto, la base para la producción en gran escala y para los métodos específicamente capitalistas de producción". (El Capital, vol. 1, cap. XXIII). La "centralización" de capitales, por otra parte, no se refiere al incremento de la acumulación como tal, "se trata de la concentración de los capitales ya existentes, de la acumulación de su autonomía individual, de la expropiación de unos capitales por otros, de la aglutinación de muchos capitales pequeños para formar unos cuantos capitales grandes". "Se trata de una verdadera centralización, que no debe confundirse con la acumulación . y la concentración". "No podemos exponer aquí las leyes que rigen esta centralización de los capitales o la atracción de unos capitales por otros. Baste con unas simples referencias de hecho. La lucha de la competencia se libra mediante el abaratamiento de las mercancías. La baratura de las mercancías depende, Caeteris Paribus, del rendimiento del trabajo y éste de la escala de la producción. Según esto, los capitales más grandes desalojan necesariamente a los más pequeños. Recuérdese, además, que al desarrollarse el régimen capitalista de producción, aumenta el volumen mínimo del capital individual necesario para explotar un negocio en condiciones normales. Por tanto, los-capitales más modestos se lanzan a las órbitas de producción de que la gran industria sólo se ha adueñado todavía esporádicamente o de un modo imperfecto. Aquí, la concurrencia actúa vertiginosamente, en razón directa al número y en razón inversa al volumen de los capitales que rivalizan entre sí. Y termina siempre con la derrota de los muchos capitales pequeños, cuyos capitales son engullidos por el vencedor, o desaparecen. Aparte de esto, la producción capitalista crea una nueva potencia: el crédito, que en sus comienzos se desliza e insinúa recatadamente, como tímido auxiliar de la acumulación, atrayendo y aglutinando en manos de capitalistas individuales o asociados, por medio de una red de hilillos invisibles, el dinero diseminado en grandes o pequeñas masas por la superficie de la .sociedad, hasta que pronto se revela corno un arma nueva y temible en el campo de batalla de la competencia Y acaba por convertirse en un gigantesco mecanismo social de centralización de capitales". (Ibid}. Pero, el propósito final del análisis de éste y los demás aspectos de la acumulación, como leyes de desarrollo de la economía capitalista, es en el sistema teórico de Marx el de demostrar la inevitabilidad histórica del socialismo como fase sucesoria de la capitalista en el proceso de desarrollo social, así como consolidar la construcción de una ideología del "socialismo científico", tal como se indicó en la sección 11. 1. 6 antes de empezar: esta apretada síntesis de su teoría económica. Por ello, la exposición anterior quedaría trunca sin una referencia, así sea muy breve, a tales aspectos de su pensamiento, lo cual se hace a continuación. 214 3.11 INTRODUCCION A LA ECONOMIA La economía socialista Como queda claro de las citas de Marx en la sección 3.9. 1, para éste "el régimen capitalista de producción" constituye apenas una "necesidad transitoria" históricamente, consistiendo tal necesidad en su tendencia y su capacidad para "crear las condiciones materiales de producción que son la única base real para una forma superior de sociedad cuyo principio fundamental es el desarrollo pleno y libre de todos los individuos". Tales condiciones se refieren, en resumen, a la creación de la gran industria moderna, con su aplicación de la ciencia, la tecnología y la maquinaria a la producción, y con su concentración de hecho de un vasto número. de trab.aj~d?res, cada vez en mayor escala, en el mismo proceso productivo, socializándose en forma creciente todo proceso productivo. Y, esto lo logra el capitalismo a través de cada "verdadero capitalista (que) obliga implacablemente a la humanidad a producir por producir", es decir, colocando la acumulación como el único fin verdadero del proceso económico. Pero, mediante el desarrollo de tal proceso llega un momento en que el sistema alcanza una "sobreacumulación", la cual se manifiesta en las crisis de "sobreproducción" y depresiones, que para Marx constituye el indicado~ e?~nómico de que la acumulación como objetivo ha cumplido ya su papel histórico y ha pasado de ser un factor de desarrollo social (el factor que permite "crear las condiciones materiales de producción que son la única base real para una forma sup~rior de sociedad") a ser un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas, lo cual se evidencia en que para contrarrestar tal "sobreacumulacíón" tenga que destruirse capital "en funciones", debe paraliza:~e y retrotra~rse la producción de riqueza y tenga que lanzarse a la inutilidad productiva del desempleo a millones de individuos, aun contra el deseo ~e. estos y a c~sta del bienestar de éstos. Así Marx y Engels afirman en el Manifiesto Comunista (1848): "Desde hace algunas décadas, la historia de la industria y del comercio no es más que la historia de la rebelión de las fuerzas productivas modernas contra las actuales relaciones de producción, contra las relaciones de propiedad que condicionan la existencia de la burguesía y su dom~nación. Baste mencionar las crisis comerciales que, con su retorno periódico, plantean, en forma cada vez más amenazante, la cuestión de la existencia de toda la sociedad burguesa". "Las relaciones burguesas resultan demasiado estrechas para contener las riquezas creadas en su seno". Pero según su propia teoría de la historia, cuando las relaciones de producción se oponen al desarrollo de las fuerzas productivas, se abre un período de revolución social, las primeras saltan hechas añicos y el orden social es sustituido por uno nuevo (véase sección 3.2). Por eso Marx y Engels afirman: "El Manifiesto Comunista se propuso como tarea proclamar la desaparición próxima e inevitable de la sociedad burguesa". (Prefacio a la edición rusa de El Manifiesto, 1882, sub. agregado). LA ECONOMIA DE MARX 215 De otro lado, dentro de tal contexto, según Marx, el proceso de concentración y centralización de capitales produce, por una parte, una socialización creciente de la producción: "Al crecer las proporciones de los establecimientos industriales, se sientan por doquier las bases para una organización más amplia del trabajo colectivo de muchos, para un desarrollo mayor de sus impulsos materiales ... ". Y, por otra parte, al contrario, concentra cada vez más la propiedad privada en menos manos: "Si el capital aumenta en proporciones gigantescas en una sola mano, es porque muchas manos se ven privadas de los suyos". Pero, según Marx, "La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que se hacen incompatibles con su envoltura capitalista". (El Capital, vol. 1, cap. XXIV). Y, para completar el cuadro, Marx y Engels afirman en El Manifiesto: "Pero la burguesía no ha forjado solamente las armas que deben darle muerte; ha producido también los hombres que empuñarán esas armas: los obreros modernos, los proletarios". Y, sigue Marx: " ... crece también la rebeldía de la clase obrera, cada vez más numerosa y disciplinada, más unida y organizada por el mecanismo del mismo proceso capitalista de producción". "Esta (envoltura capitalista) salta hecha añicos. Ha sonado la hora final de la propiedad privada capitalista. Los expropiadores son expropiados". "La transformación de la propiedad privada dispersa y basada en el trabajopersonal del individuo en propiedad privada capitalista fue, naturalmente, un proceso muchísimo más lento, más duro y más difícil, de lo que será la transformación de la propiedad capitalista, que en realidad descansa ya sobre métodos sociales de producción, en propiedad social. Allí, se trataba de la expropiación de la masa del pueblo por unos cuantos usurpadores; aquí, de la expropiación de unos cuantos usurpadores por la masa del pueblo". (El Capital, vol. 1, cap. XXIV). Según Marx, esta expropiación de la propiedad privada capitalista, es decir, la colectivización o socialización de la propiedad sobre los medios de producción se realiza y consolida mediante "la dictadura revolucionaria del proletariado", ya que "Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el período de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este período corresponde también un período político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado", (Marx, Crítica del Programa de Gotha, 1875). (Marx y Engels daban al término "dictadura" un significado específico, como la dominación de una clase sobre otra u otras, incluyendo como "dictaduras" a todas las democracias en que existe el Estado, porque "En realidad, el Estado no es más que una máquina para la opresión de una clase por otra, lo mismo bajo la república democrática que bajo la monarquía ... " (Engels, ( 216 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Introducción a la Guerra Civil en Francia). Así, a partir de esta tesis, el Estado llegaría a extinguirse sólo con la desaparición de las clases y su lucha). El cuadro que dibuja Marx sobre la organización económica de esta fase intermedia entre el capitalismo y el comunismo, hoy llamada socialismo, se aprecia más íntegra y nítidamente que en cualquier otro de sus escritos, quizás, en el apartado 3. de la Crítica del Programa de Gotha (1875), en el que precisamente critica el planteamiento de Fernando Lassalle de que "La emancipación del trabajo exige ... un reparto equitativo del fruto del trabajo". Por ello, y porque su propia descripción, ya sintetizada por el propio autor, no es susceptible de reducciones ulteriores sin posibles desfiguraciones es inevitable terminar este capítulo con una transcripción literal de la misma. En efecto, después de mostrar que antes de repartir el producto social global entre los trabajadores la sociedad tiene que deducir "una parte para reponer los medios dé producción consumidos", "una parte suplementaria para ampliar la producción", "el fondo de reserva o de seguro contra accidentes, transtornos debidos a calamidades, etc.", "los gastos generales de administración no concernientes a la producción", "la parte que se destine a la satisfacción colectiva de las necesidades, tales como escuelas, instituciones sanitarias, etc.' y "los fondos de sostenimiento de las personas no capacitadas para el trabajo", dice Marx: LA ECONOMIA DE MARX 217 entreg~ un bono consignando que ha rendido talo cual cantidad de trabajo (despues de descontar lo que ha trabajado para el fondo común), y con este bono saca de los depósitos sociales de medios de consumo la parte equivalente a la cantidad de trabajo que ha rendido. La misma cuota de trabajo que ha dado a la sociedad bajo una forma, la recibe de ésta bajo otra forma distinta. Aquí reina, evidentemente, el mismo principio que regula el intercambio de mercancías, por cuanto éste es intercambio de equivalentes. Han variado la forma y el contenido, porque bajo las nuevas condiciones nadie puede dar sino su trabajo, y porque, por otra parte, ahora nada puede pasar a ser propiedad del individuo, fuera de los medios individuales de consumo. Pero, en lo que se refiere a la distribución de éstos entre los distintos productores, rige el mismo principio que en el intercambio de mercancías equivalentes: se cambia una cantidad de trabajo, bajo una forma, por otra cantidad igual de trabajo, bajo otra forma distinta. Por eso, el derecho igual sigue siendo aquí, en principio, el derechóburgués, aunque ah,ora el principio y la práctica ya no se tiran de los pelos, mientras que en el regimende intercambio de mercancías, el intercambio de equivalentes no se da más que como término medio, y no en los casos individuales. ~ ?esa.~ de este progreso este derecho igual sigue llevando implícita una burguesa. El derecho de los productores es proporcional al trabajo que han rendido; la igualdad, aquí, consiste en que se mide por el mismo rasero: por el trabajo. limitación "En el seno de una sociedad colectivista, basada en la propiedad común de los medios de producción, los productores no cambian sus productos; el trabajo invertido en los productos no se presenta aquí, tampoco, como valor de estos productos, como una cualidad material, inherente a ellos, pues aquí, por oposición a lo que sucede en la sociedad capitalista, los trabajos individuales no forman ya parte integrante del trabajo común mediante un rodeo, sino directamente. La expresión "el fruto del trabajo", ya hoy recusable por su ambigüedad, pierde así todo sentido. De lo que aquí se trata no es de una sociedad comunista que se ha desarrollado sobre su propia base sino de una que acaba de salir precisamente de la sociedad capitalista y que, por tanto, presenta todavía en todos sus aspectos, en el económico, en el moral y en el intelectual, el sello de la vieja sociedad de cuya entraña procede. Congruentementé con esto, en ella el productor individual obtiene de la sociedad -después de hechas las obligadas deduccionesexactamente lo que le ha dado. Lo que el productor ha dado a La sociedad es su cuota individual de trabajo. Así, por ejemplo, la jornada social de trabajo se compone de la suma de las horas de trabajo individual; el tiempo individual de trabajo de cada productor por separado es la parte de la jornada social de trabajo que él aporta, su participación en ella. La sociedad le Pero unos individuos son superiores física o intelectualmente a otros y rinden, pues, en el mismo tiempo, más trabajo, o pueden trabajar más tiempo; y el trabajo, para servir de medida tiene que determinarse en cuanto a duración o intensidad, de otro modo, deja de ser una medida. Este derecho igual es un derecho desigual para trabajo desigual. No reconoce ninguna distinción de clase, porque aquí cada individuo no es más que un obrero como los demás; pero reconoce, tácitamente, 'como o tras tantos privilegios naturales, las desiguales aptitudes de los individuos, y, por consiguiente, la desigual capacidad de rendimiento. En el fondo es, por tanto, como todo derecho, el derecho de la desigualdad. El derecho sólo puede consistir, por naturaleza, en la aplicación de una medida igual; pero los individuos desiguales (y no serían distintos individuos si no fuesen desiguales) sólo pueden medirse por la misma medida siempre y cuando que se les enfoque desde un punto de vista igual, siempre y cuando que se les mire solamente en un aspecto determinado; por ejemplo, en el caso concreto, sólo en cuanto obreros, y no se vea en ellos ninguna otra cosa, es decir, se prescinda de todo lo demás. Prosigamos: unos obreros están casados y otros no; unos tienen más hijos 218 INTRODUCCION A LA ECONOMIA que otros, etc., etc. A igual rendimiento y, por consiguiente, a igual participación en el fondo social de consumo, unos obtienen de hecho más que otros, unos son más ricos que otros, etc. Para evitar todos estos inconvenientes, el derecho no tendría que ser igual, sino desigual. Pero estos defectos son inevitables en la primera fase de la sociedad comunista, tal y como brota de la sociedad capitalista después de un largo y doloroso alumbramiento. El derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado. En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajó no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su bandera: iDe cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades!". "Aun prescindiendo de lo que queda expuesto, es equivocado, en general, tomar como esencial la llamada distribución y hacer hincapié en ella, como si fuera lo más importante. La distribución de los medios de consumo es, en todo momento, un corolario de la distribución de las propias condiciones de producción. Y esta distribución es una característica del modo mismo de producción. Por ejemplo, el modo capitalista de producción descansa en el hecho de que las condiciones materiales de producción les son adjudicadas a los que no trabajan bajo la forma de propiedad del capital y propiedad del suelo, mientras la masa sólo es propietaria de la condición personal de producción, la fuerza de trabajo. Distribuidos de este modo los elementos de producción, la actual distribución de los medios de consumo es una consecuencia natural. Si las condiciones materiales de producción fuesen propiedad colectiva de los propios obreros, esto determinaría, por sí solo, una distribución de los medios de consumo distinta de la actual. El socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribución como algo independiente del modo de producción, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la distribución. Una vez que está dilucidada, desde hace ya mucho tiempo, la verdadera relación de las cosas, ¿por qué volver a marchar hacia atrás?". ( Apéndice A-In La transformación de valores en precios de producción APÉNDICE (A-UI) LA TRANSFORMACIÓN DE VALORES EN PRECIOS DE PRODUCCIÓN 1. llustración aritmética para el cuadro 3.7.1 (tres industrias). ; Capital (2) J'Variable (5) Tasa de Plusvalía p (1) Industria K 100 0,8 80 80 801150=53,3% 100{300=33,3°10 1,6 I1 100 0,5 50 50 50/150=33,3°10 100{300=33,30/0 1,0 III 100 0,2 20 20 20/150=13,3% 100{300=33,3oI0 0,4 TOTAL 300 0,5 150 150 150/150=100% 300/300=100010 1,0 A S ,'; (3) P (4) (6) :olumnas: °10 P °10 en reparto P (4) / (5) 2. llustración aritmética para el cuadro 3.7.2 a. Valores de las mercancías producidas en las industrias 1, II Y lIL Industria Capital Capital Valor Tasa de Constante Variable Plusvalía Total Ganancia C S P W ,,1 MIK =0 20 80 80 180 0,8 0,2 Il 50 50 50 150 0,5 0,5 III 80 20 20 120 0.2 0,8 TOTAL 150 150 150 450 0,5 0,5 1. Suponiendo que las mercancías se vendiesen hínotéticamente por sus valores. 222 b. Precios de Producción, según la "transformación" o cálculo de Marx. Industria Capital Capital Ganancia Precio de Tasa de M Constante Variable Media Producción Ganancia K M S G 'Ir g =0 20 80 50 150 0,5 0,2 11 50 50 50 150 0,5 0,5 III 80 20 50 150 0,5 0,8 TOTAL 150 150 150 450 0,5 0,5 ~ ,. Para obtener los precios de producción, simplemente Marx agregó a los valores del capital constante y variable, C +8, la ganancia media, g.K = 0,5K, en . vez de la plusvalía producida. La tasa media de ganancia, g, a su vez se obtíene dividiendo la plusvalía producida total por K, o seaP/K = 150/300 = 0,5. Industria [ (20x + 80) (1 + g) 180x [[ (50x + 50) (1 + g) 150y [[[ (80x + 20) (1 + g) 120z donde la industria I produce los medios de producción, x es la proporción en~e el precio de producción y el valor para la industria l, y para la industria II y z para la industria III. Teniendo en cuenta que g = P/K = 150/(150x + 150), Y reemplazando en I, se obtiene x = 0,8299, o sea, de la expresión anterior, g = 0,546. Reemplazando estos valores en II y III, se obtiene y = 0,9433 Y z = 1,1133. Con e~tos datos se pueden reconstruir los precios de producción correctos, como SIgue: , Industria ~: .. ., "! 223 APENDICE (A· XIII) INTRODUCCION A LA ECONOMIA Al comparar los precios de producción con los valores, en ese cálculo, se obtienen una serie de conclusiones tales como: el precio de producción, 1T , es mayor que el valor, W, cuando M/K, o la composición orgánica de la industria, es mayor que el promedio para el total de la economía (caso III); 1T < W cuando M/K de la industria < M/K promedio (caso 1): 'Ir = W cuando' M/K industria = M/K promedio (caso I1); la ganancia media, G, es igual a la plusvalía producida, P, cuando M/K es igual al promedio (caso II); G > P cuando M/K > promedio (caso I1I); G <Pcuando M/K < promedio (caso l). Pero, en el total, P = G = 150, por lo cual estas diferencias sectoriales constituyen simplemente "transferencias de plusvalía" de los sectores con baja composición orgánica del capital (M/K) hacia los sectores con alta M/K, de acuerdo con la "ley de la compensación", que distribuye la plusvalía no en la proporción en que ha sido producida sino en proporción al capital total inve.rtido. (Cuadro_3. 7.1). 3. Ahora bien, Marx muestra que en el caso general W =1= 'Ir • Por lo tanto, no es coherente suponer al mismo tiempo que el valor y el precio de los medios de producción son idénticos, e = M, en todas las industrias, como en el cálculo o "transformación de Marx". Esa es, pues una transformación incompleta. Pero puede completarse coherentemente, a partir de los datos de los valores, mediante el siguiente sistema de ecuaciones simultáneas: M S G 'Ir g I o=M/K I ( 16,6 80 52,8 149,4 0,546 0,172 11 41,5 50 50 141,5 0,546 0,454 III 66,4 20 47,2 133,6 0,546 0,769 TOTAL 124,5 150 150 424,5 0,546 0,454 , ( ( El lector podrá contrastar ahora estos precios de producción, obtenidos de la transformación completa, con los obtenidos de la transformación incompleta de Marx, con los valores de los cuales se partió y con las conclusiones generales expuestas en la sección 12.7.4. En particular, debe notarse que ahora el precio de producción es diferente del valor aún para la industria II, que tiene una composición orgánica igual a la media de toda la economía. De otro lado, las composiciones orgánicas (M/K) se modifican y sólo por el juego aritmético de una ilustración tan sencilla el sector I1, que tiene una M/K igual al promedio global en el caso de los valores y de la transformación de Marx, también resulta con una M/K igual al promedio global en la transformación completa. En la complejidad real, con muchas industrias, en vez de solamente 3, esta coincidencia sería de casi imposible ocurrencia. Por ello, es apenas coincidencia aritmética que II no transfiera ni reciba transferencias de plusvalía. Para un análisis teórico detallado, y un juego más completo de ilustraciones, véase Cuevas, H. Valor y Sistema de Precios. Editorial Universidad. Nacional de Colombia. Bogotá, 1986. Especialmente, los capítulos 3 y 9. UNiVERSIDAD DE ANTIOQUYA RTllLIOTECA CENTRAL ( Intercapítulo (UI-IV) Una nota sobre Jeremy Bentham (1748-1832) ( (" · INTERCAPÍTULO III-IV Una nota sobre Jeremy Bentham (1748 - 1832) Pido a nuestros hombres de sentimiento y compasión que me concedan una tregua, mientras por necesidad, y sólo por necesidad, hablo e incito a la humanidad a hablar un lenguaje mercenario. J. Bentham. "Filosofía de la Ciencia Económica"* Ese lenguaje "mercenario" valoriza todo en dinero, y en particular la felicidad, satisfacción o placer, que son sinónimos para Bentham, y los sacrificios o costos. De esta manera, sería posible operar en la ciencia social con magnitudes morales, siguiendo un camino similar al de las ciencias físicas, es decir, el de su construcción y desarrollo a través de la observación, la medición, la inducción y la matemática sin recurrir a principios morales abstractos e inobservables. No debería sorprender, entonces, la conclusión de Bentham de que el mundo moral tuvo en Helvetius (1715-1771) el precursor de esta revolución científica, como lo fue Bacon (1561-1616) para el mundo físico, pero que en cambio le faltaba todavía la llegada de su Newton. Es decir, que la ciencia social se encontraba a la espera de su mecánica clásica, tarea a la cual se aplicarían algunos sucesores de Bentham. • Escritos Económicos. F.C.E. 1978. p. 189. ( ( 228 INTRODUCCION A LA Helvetius, al mismo tiempo que los físiócratas exponían sus tesis sobre el orden natural, y en la misma Francia prerrevolucionaria; sintetizó tres principios básicos de gran importancia para Bentham y sus sucesores. En primer lugar, que los hombres, aún en relación con sus mejores acciones morales, persiguen su propio interés, es decir, están movidos por eregoísmo. En segundo. lugar, que el grado de moralidad de toda acción individual depende exclusivamente de su utilidad para la colectividad en su conjunto', De acuerdo con esto, la moralidad puede calificarse únicamente en términQs de resultados observables y no en términos de principios abstractos. y, en tercer lugar, que los do" principios anteriores, cuando entren en oposición pueden ser conciliados a través de la educación y la legislación, es decir, de las reformas sociales. Este último elemento implicaba para Bentham que, como en el caso de la Física, a la mecánica del mundo social también debe seguirle su ingeniería. y a esto se dedicó Bentham con una pasión que dejó honda huella en muchas legislaciones, propuestas de reforma social y en el espíritu de discípulos reformadores tan distinguidos como John Stuart Mill, quien siguiendo las enseñanzas de su padre, James Mill, fue uno de los mayores activistas del utilitarismo de Bentham. Fue talla pasión reformadora y el espíritu críticO de este último sobre la sociedad de su tiempo, que John Stuart Milllo n~mó "el gran cuestionador de todas las cosas establecidas". El principio fundamental de este utilitarismo era: "El máximo bien o felicidad para el máximo número de seres humanos". Yello debe ser suficiente para subrayar dos características esenciales del pensamiento de Bentham y sus discípulos reformadores: La maximización de la felicidad o bienestar social, como objetivo final del sistema económico, por una parte; y el carácter humanitario y equitativo de las reformas sociales por las'cuales propugnaban, por otra parte". Porque para Bentham la mayor justicia social yla maximización del biene~tar eran fines inseparables, puesto que basó todo su análisis sobre el principio de una satisfacción o utilidad cardinal marginalmente decreciente'. De acuerdo con este principio, es menor la satisfacción o felicidad perdida por una persona muy rica que la ganada por una persona pobre, cuando una parte de la riqueza de la primera es transferida hacia la última.Por consiguiente, el bienestar Al respecto, debe notarse la coincidencia con las tesis de los fisiócratas (sección 1.2.2.) y de ADAM SMI'!'H(secc. [ 3.9.2 Y1I2.1.5). Además, que este último publicó su Teoría de los Sentimientos Morales en n:lll, un año después' que "Del Espíritu", la obra de Helvetius donde se exponen estos principios 2 Con relación a estas reformas, véase la sección 2.4 (J.S. MILLJ. 3 Sobre la significación precisa de este concepto, véanse las secciones 4.2.1. y 4.2.2. Bentham expone este principio en la sección 5 de su Filosofía de la Ciencia Económica y en la sección XXlX de su Psicología del Hombre Económico, obra que puede considerarse un verdadero manifiesto utilitarista. UNA NOTA SOBRE JEREMY BENTHAM (1748·1832) 229 o la felicidad total de la sociedad aumentaría ante un menor grado de las desigualdades sociales. No obstante, Bentham consideró que no resultaba deseable la igualdad total, puesto que de esa manera se eliminarían los incentivos para el esfuerzo, la creatividad, la aplicación y el progreso que, a su vez, son indispensables para aumentar los niveles de bienestar social, conduciendo estas consideraciones a un modelo ideal de sistema mixto que J. S Mill expuso con gran maestría. La doctrina utilitarista de Bentham suministró algunas bases y ha tenido una profunda influencia para el desarrollo de la moderna Economía Neoclásica, al menos en lo referente a tres aspectos. Primero, la asimilación del método de la ciencia social al de las ciencias físicas, otorgándole especial énfasis a la cuantificación de los conceptos, los métodos de medición y la matematizacíón de la teoría, aunque aparte de dejar señalada la senda Bentham mismo no avanzó sobre ella. Segundo, la adopción del principio de que la maximización de la satisfacción o bienestar es el fin último, tanto desde el punto de vista individual como desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto. Y, finalmente, la adopción del principio de la utilidad o satisfacción marginalmente decreciente. No obstante, la~()derna Economía Neoclásica sustituyó el principio de la utilidad cardinal por:-: el de una utilidad ordinal marginalmente decreciente', con lo cual se inhibió.ante las comparaciones interpersonales de utilidad y se declaró carente de criterios para juzgar cambios en la distribución del ingreso y la riqueza. Al fin y al cabo, podría pensarse que también la mecánica celeste forma parte de la mecánica clásica pero no aplica a aquella ninguna forma de ingeniería, excepto la del Hacedor Supremo. Sólo que la dinámica social no ha resultado tan celestial, hasta el punto de que la búsqueda de criterios alternativos para evaluar el impacto de cambios en la distribución del ingreso y la riqueza sobre el bienestar colectivo ha constituido, quizá, el princi pal problema y el mayor esfuerzo de la Economía Neoclásica durante el siglo XX. Desde los intentos por construir curvas de indiferencia colectivas o utilizar determinados "criterios de compensación", hasta la incursión en teorías de la elección colectiva, de la eficiencia de las instituciones y aún en teorías de la justicia, al entrar en el siglo XXI Puede decirse que este problema, por el lado del bienestar (o de la demanda), junto con el de la función de producción, por el lado de la oferta, constituyen los retos más actuales y fundamentales para la Economía Neoclásica y sus principales paradigmas sobre la eficiencia económica, a los cuales se espera visitar a lo largo del recorrido por el capítulo XIII. 1 Sobre este concepto, véanse las secciones, 4.2.1, 4.2.4. y 4.3.2. ( Capítulo IV La economía neoclásica ~l 9 í ( CAPÍTULO IV LA ECONOMÍA NEOCLÁSICA 4.1 Antec!!dent&s Aunque algunos \.Qe los elementos que más tarde iríari.a.servir para la construcción del sedificío "neoclásico" pueden .encontrarseenla literatura de una serie de pensadores de la primera mitad del siglo XIX, como Jean Baptiste Say (Francia, 1803)1, Lauderdale (Gran Bretaña, 1804), Van Thunen (Alemania, 1826), Longfield (Gran Bretaña, 1834), Agustín Coumot (Francia, 1838), Sarnuel Bailey (Gran Bretaña, 1íl25) y Nassau William Senior (Gran Bretaña, 1836), quienes, a diferencia de los "Clásicos", dieron gran importancia en sus análisis a la utilidad o satisfacción derivada del consumo, o a la "productividad del capital" o a la idea de que lo relevante no era un valor absoluto sino los precios relativos, o a estas tres cosas juntas, no es sino hasta pasada la mitad del siglo y, con-mayor énfasis, hacia 1871 que empieza a tomar fuerza y cuerpo definido el enfoque metodológíco y el conjunto de proposiciones económicas que hoy se conocen como "economía neoclásica", que también algunos han denominado "economía marginalista" y cuyos fundamentos suelen ser expuestos contemporáneamente en los cursos de "Microeconomía" y "Teoría del Equilibrio General y Bienestar", 1 El año entre respectivo. paréntesis corresponde al de publicación de la obra más representativa del autor 234 . ; 1,"",1 , ,',,1 ,..:.; '1., INTRODUCCION A LA ECONOMIA Este último período del siglo XIX, en que se consolidan los fundamentos neoclásicos modernos, también fue testigo de la nítida consolidación de una serie de nuevos fenómenos económicos que, de alguna manera, eran diferentes a aquellos tipificantes de la revolución industrial y que ya fueron señalados en el capítulo anterior. Podría hablarse, ahora, de un período de la postrevolución industrial, cuyas características sirvieron inevitablemente de marco objetivo al desarrollo de la economía neoclásica y, por ello, no pueden dejar de señalarse, así sea muy esquemáticamente. Las principales de tales características fueron las siguientes: j- La base del desarrollo industrial y de la continuada revolución en los métodos de producción se desplazó de las industrias ligeras de bienes de consumo, como los textiles, que fueron el sector bandera de la revolución industrial, a las industrias pesadas, productoras de medios de producción o "bienes de capital", tales como máquinas, herramientas y material de transporte. Esto se expresa, por ejemplo, en el hecho de que la producción de acero sólo entre 1850 y 1880 se multiplicó por 30 veces en la Gran Bretaña; ii- Gracias a esto y a su papel pionero en el desarrollo industrial, Inglaterra se había convertido en la proveedora de medios de producción industriales para todo el mundo, incluso de aquellos países que tenían como meta inmediata la de convertirse también en potencias industriales, pues para tal fin requerían medios de producción en escalas masivas. Así durante un período, Inglaterra logró considerarse como "el taller del mundo", alrededor del cual giraba un complejo sistema de intercambio comercial y financiero en prácticamente todos los países, estructurando un sistema particular de economía mundial; iii- Debido a 10 anterior, y al exceso de acumulación de capital que se hábía venido gestando de tiempo atrás, Inglaterra se convirtió en el principal exportador de capitales del mundo, bajo la forma de préstamos internacionales, cuyos cuantiosos intereses permitieron el surgimiento y "desarrollo de una clase de rentistas, quienes vivían de las ganancias y ahorros de la acumulación de las dos o tres generaciones anteriores. Por 1871, Gran Bretaña tenía 170.000 'personas de categoría y propietarias' sin ocupación visible -casi todas ellas mujeres ... un sorprendente- número de mujeres solteras". (Hobsbawm, Industry and Empire, Pelican ed. pág. 119); iv- El desarrollo del capital por acciones y de la sociedad anónima, junto con el desarrollo del sistema bancario, dieron un decidido impulso al proceso de "centralización de capitales" que, al lado de la "concentración" previamente alcanzada, permitió que una. de las características más notables del nuevo período fuese el surgimiento de gigantescas empresas que cada vez .::on mayor fuerza iban tipificando al capitalismo moderno. Aunque en un comienzo estos desarrollos se circunscribieron a empresas con características muy especiales, como la construcción de ferrocarriles, pronto se extendieron a las principales ramas industriales y, por ejemplo, para dar sólo un indicador de la fuerza del proceso, ya por 1901 en los Estados Unidos una empresa alcanza un capital superior a los mil millones de dólares: la U. S. Steel Corporation. LA ECONOMIA NEOCLASICA 235 Tales transformaciones estuvieron acompañadas, a su vez, por importantes cambios en las condiciones de vida de la clase obrera: i- "Los ernpleadores empezaron a abandonar los métodos 'extensivos' de explotación, tales como la prolongación de la jornada de trabajo y el recorte de los salarios, por métodos 'intensivos', que significaban 10 contrario. El acta de las Diez Horas de 1847 hizo de esto una necesidad en la industria algodonera, pero sin .ninguna presión legislativa encontramos la misma tendencia extendiéndose en el norte industrial. Lo que los habitantes del continente iban a llamar la "semana inglesa", un fin de semana libre, a partir del sábado a medio día, empezó a extenderse en Lancashire por el decenio de 1840 y en Londres en el de 1850". "Hacia fines del decenio de 1860 estos cambios se hicieron más visibles, porque fueron más formales y oficiales. En 1867 la legislación fabril fue por vez primera seriamente extendida más allá de la industria textil, y aun empezó a abandonar la ficción de que su único propósito era proteger a los niños +porque suponía previamente que los adultos eran teóricamente capaces de protegerse a sí mismos+". (Hobsbawm, op. cit., pág. 123-124); ii- El desarrollo de una industria mucho más compleja creó la necesidad del trabajo fabril calificado, permitiendo el surgimiento de un estrato-especial de trabajadores que pudieron ascender de categoría y nivel de sal~ios, estrato que algunos calificarían de "aristocracia obrera". En el mismo{sentido puede decirse que actuaron el desarrollo del comercio, del sistema financiero y otros servicios, todo 10 cual condujo a que en el decenio 'de 18'Í0 el sistema nacional de educación elemental fuera establecido en Inglaterra, y que dicha educación se hiciera efectivamente obligatoria por 1891; iii- Aunque, hacia-fines del siglo XIX, el 40 por ciento de la población de Londres y de York vivía todavía en la que por tal época se clasificaba como probreza, o aún peor, "los salarios reales en promedio (teniendo en cuenta el desempleo) permanecieron notablemente inmodificados desde 1850 hasta los primeros años del decenio de 1860, pero aumentaron aproximadamente en 40010 entre 1862 y 1875. Retrocedieron por un año o dos hacia fines de los años setenta, pero alcanzaron su nivel anterior a mediados de los ochenta y después se elevaron rápidamente. Hacia 1900 estaban un tercio por encima del nivel de 1875 y 84 por ciento por encima del nivel de 1850". (Ibid., pág. 160). Como resultado de esto, entre otras cosas, la tasa de mortalidad de la población adulta cayó casi en 200 lo entre 1840 y finales de siglo y la tasa de mortalidad infantil lo hizo en 25010 entre 1840 y 1910. Asimismo, las industrias de consumo masivo, como calzado y vestuario experimentaron, como resultado de los mayores salarios, una expansión sin precedentes. También, por este período, los bienes durables como muebles, máquinas de coser y bicicletas empezaron a convertirse en elemento normal del consumo de la clase trabajadora, 10 cual sería el símbolo de los nuevos tiempos. Así, no obstante señalar que " ... el cuadro de las condiciones sociales que los estudios del tiempo revelaron -frecuentemente para la chocante' sorpresa de los investigadores- era horripilante. Era el cuadro de ( ( ( 236 INTRODUCCION A LA ECONOMIA una clase trabajadora atrofiada y debilitada por un siglo de industrialismo", Hobsbawm concluye que "Claramente el último cuarto del siglo XIX fue una época en que la vida se hizo más fácil y más variada para la clase trabajadora ... " (Ibid, pág. 164); iv- "El injusto código del Señor y el Sirviente fue finalmente abolido en 1875. Más importante, a los sindicatos se les dio el equivalente. de su moderno status legal, esto es, de aquí en adelante fueron aceptados como permanentes y no como algo nocivo en sí mismos para la escena industrial". "En realidad, los actos legislativos de 1871 y 1876 dieron a los sindicatos un grado de libertad legal que los legisladores de pensamiento conservador han tratado desde entonces, con intervalos, de eliminar". (Ibid, pág. 125); v- Con la reforma electoral de 1867, producto de la presión de las clases populares, desprovistas de derechos electorales, se amplió el derecho de votar, duplicando el número de personas que podían hacerlo, y aceptando un sistema electoral dependiente en parte en los votos de la clase obrera. En 1872 se continuó la reforma estableciendo el voto secreto, que se profundizó en 1884 duplicando nuevamente el número de electores, proceso que continuaría en la misma dirección hasta el establecimiento definitivo en Inglaterra del sufragio universal con las leyes de 1918y 1928. Como resultado de estas nuevas posibilidades de participación política, los sindicatos ingleses fundaron el partido laborista en 1903. Todos estos cambios, tanto de la estructura productiva como de las condiciones de vida de la clase obrera, se enmarcaron dentro de un contexto mundial caracterizado por la creciente competitividad de las potencias industriales por un mercado mundial que aparentemente era cada vez más estrecho para las gigantescas empresas que se habían desarrollado en su seno, ya que aparte de Inglaterra nuevos países se aprestaban a saltar la barrera del desarrollo industrial. Esta competencia hizo resurgir el afán colonialista de los países más desarrollados, estableciendo un sistema de conquista y reparto, dentro de un clima que se conoce como "la paz armada", que anticipaba la guerra y que se prolonga precisamente desde 1871 hasta 1914 cuando estalla la previsible Primera Guerra Mundial. Dentro de tal contexto, e influido por los cambios ya mencionados en sus condiciones de vida, el movimiento obrero contempla, en este momento, nuevas alternativas reformistas frente al radicalismo del "Cartismo" en Inglaterra y a la propia alternativa que Marx y Engels presentaban en el Manifiesto Comunista, al punto que Engels mismo llegó a hablar de un "aburguesamiento" del proletariado inglés. Así, afirma Hobsbawm refiriéndose a este período de la historia inglesa: " ... los movimientos de masas que movilizaron a todos los trabajadores pobres contra la clase empleadora, como el Cartismo, estaban muertos. El socialismo había desaparecido del país de su nacimiento". Simultáneamente el socialismo se había extendido por toda Europa y había dado lugar al nacimiento de partidos marxistas por todo el continente. Sin embargo, LA ECONOMIA NEOCLASICA 237 dentro de estos partidos también se extendió la influencia del reformismo, lo cual dio lugar a su escisión, surgiendo de ésta el movimiento socialdemócrata moderno, por un lado, y los partidos leninistas, por el otro, que contarían como el logro más importante del proceso de la época la revolución rusa de 1917, que dio lugar a la construcción de la primera sociedad socialista del mundo. De esta manera, con las teorías leninistas la teoría de Marx se proyectaba hacia el capitalismo contemporáneo, tomando en cuenta sus nuevas circunstancias, que Lenin sintetizó bajo el concepto de "capital monopolista" o "Imperialismo". (Véase sección I 9.10.2). Pero, de otro lado, la extensión del movimiento socialdemócrata reformista, que se proponía como objetivo inmediato sólo el logro de mejores condiciones para la clase obrera dentro del capitalismo, ponía de manifiesto la existencia objetiva de una fuerte corriente social que buscaba resaltar más la conciliación de las clases dentro del capitalismo que su propia lucha. En el plano intelectual esta corriente también se había dejado sentir de tiempo atrás, y específicamente en elI plano del pensamiento económico había puesto a sus impulsadores ante el reto de armonizar tal actitud conciliatoria con las proposiciones de la economía clásica que resaltaban la ganancia y la renta como "deducciones" del trabajo, reto que no habían enfrentado los economistas clásicos pues en su tiempo, y en sus modelos, la clase obrera jugaba un panel enteramente pasivo, desprovisto de iniciativas propias (véanse secciones 2.2.2 Y2.2. 1). La literatura económica típica con este reto de armonización surge en forma inmediatamente anterior o casi simultáneamente con la teoría de Marx, siendo, quizás, John Stuart Mili (1848) su representante más sobresaliente. Sin embargo, esta literatura no fue lo suficientemente exitosa para constituirse en un sistema teórico verdaderamente consistente, heredero de la economía clásica, lo cual se hizo mucho más patente con la aparición de la teoría de Marx, que exploró a fondo la teoría clásica, tomó como verdadera heredera algunos de sus elementos básicos y desnudó las inconsistencias teóricas de los "armonizadores". Es decir, fue incapaz de disputar con la teoría de Marx la herencia clásica. Es contra este panorama de hechos y teoría, donde, por un lado, se insinuaba el capitalismo como un sistema capaz de sobreponerse a las secuelas más indeseables de la revolución industrial, absorbiendo mediante reformas algunas de las demandas más apremiantes de la clase obrera, y permitiéndole participar crecíenternente a ésta de los frutos del progreso, y donde, por otro lado, la teoría clásica, como sistema, aparentemente había sido absorbida por el sistema más amplío de Marx, que servía de sustento teórico a la proclamación de "la desaparición próxima e inevitable de la moderna propiedad burguesa", que aparecen en 1871 y 1874 las obras que marcarían el punto de partida del acelerado desarrollo de la teoría neoclásica moderna. Es decir, objetivamente, independientemente del deseo subjetivo de sus creadores, la 238 1;::1 ~.. ~" .•. ~; .• ~I 0./ 'j, I ~. '~ •..... ;.~ LA ECONOMIA NEOCLASICA INTRODUCCION A LA ECONOMIA teoría neoclásica se desarrolla en el preciso instante en que se había creado el vacío de una teoría económica coherente cuyas implicaciones fundamentales no apuntaran hacia la destrucción inmediata de~ capitalismo,. sino, p~r el contrario hacia la capacidad de supervivencia de este y aun hacia sus VISIbles recién incoadas virtudes. Es así como en 1871 aparecen "The Theory. of Political Econorny" de William Stanly Jevons (Inglaterra) y "Grundsatze der Volkswirtschaftslebre" (Principios de Economía Política) de Carl Menger (Austria), y en 1874 los "Elernents d' Economique Politique Pure" de ~eon Walras (francés y profesor de la famosa escuela de Lausanne en SUiza). La influencia de las nuevas circunstancias económicas y teóricas sobre el desarrollo de la teoría neoclásica se evidencia, quizás, en el hecho de que es sólo con estas tres obras que la teoría neoclásica empieza a desarrollarse en una corriente plenamente definida y aun dominante en los círculos académicos no obstante que los pioneros trabajos de Von Thunen (1826), Coumot (1838), el padre de Leon Walras (1831 y 1849), ~.~. Juvenal ~~puit (1844) y Herman H. Gossen (Alemania, 1854) constl:~Ian expo~IcI~nes sistemáticas de hecho terminadas, de los elementos baSICOSconstitutivos del moderno edificio neoclásico, permaneciendo ellas prácticamente en el anonimato o como curiosidades excepcionales de los desarrollos teóricos, hasta que 'fueron rescatados y puestos en un lugar de primacía teórica con posterioridad a las publicaciones de Jevons, Menger y Walras. Una segunda y muy importante generación sucesora de estos tres' autores, que VIllOa consolidar el edificio neoclásico y hacerlo dominante a! menos en los terrenos de la enseñanza universitaria, estuvo constituida por F. Y. Edgeworth (Inglaterra, 1881), Alfred Marshall (Inglaterra, 1890), P. Wicksteed (Inglaterra, 1894), los discípulos de Menger, F. von Wieser (1884) y Eugen von BomhBawerk (1893), y Vilfredo Pareto (1896), sucesor de Walra.scomo pro,f~sor en Lausanne. En D. S. A. el principal expositor de las Ideas neoclásicas fue John Bates Clark (1885). Las principales características del conjunto de estos trabajos, que tipifican al conjunto como "neoclásico ", teniendo en cuenta que sobre algunos puntos secundarios específicos existen diferencias de enfoque y énfasis entre autores individuales, son: i- el uso del "método matemático" (excluyendo a Menger y sus discípulos) no sol~mente como instrumento necesario para manipular los conceptos marginales (como "utilidad marginal" y "productividad marginal") en que se fundamenta la nueva teoría, conceptos equivalentes in abstracto a los, "incrementos" .en que se fundamenta el cálculo diferencial, sino como metodo que enfatI~a la reciprocidad determinística de las variables; ii- el intento de construcción de una teoría de los precios y la distribución fundamentada sobre bases totalmente diferentes a las de la economía clásica, enfatizando el papel de la satisfacción o utilidad por el lado de la demanda y el papel de la "productividad del capital" por el lado de la oferta; y, iii- el intento de definir una noción de eficiencia económica y de convertirla en el elemento de JUICIO del sistema económico, exponiendo en forma más sistemática y precisa 239 las ventajas del sistema de mercado libre de que hablaran los fisiócratas y que descubriera Smith en su principio de "la mano invisible". (Véanse secciones l. 2. 2 Y2. 1. 5). En el presente siglo, entre los principales contribuyentes a la terminación del edificio neoclásico, en sus diversos aspectos, pueden citarse: lrving Fisher (D. S. A., 1908), Frank Knight (D. S. A., 1921), Lionel Robbins (Ingl., 1935), E. Chamberlain (Ingl, 1933) y más recientemente A. C. Pigou (Ingl.), A. Bergson (D. S. A), T.Scitovsky (D. S. A.), John R. Hicks (Ingl.), Paul A. Samuelson (D. S. A.) y K. J. Arrow (D. S. A.). Como se ve, aún sin citar a todos quienes han contribuido a su estructura, la literatura neoclásica comparte con la mercantilista la característica de una gran profusión de autores, lo cual impide de principio el intento de exponer aquí una síntesis a partir de contribuciones individuales. Por ello, se intentará, más bien, exponer a continuación una síntesis de los actuales fundamentos de ia teoría neoclásica, a la formulación de los cuales han contribuido en mayor o menor medida todos los autores citados y algunos que escapan de tallista forzosamente reducida. I ( ( ( 4.2 La utilidad marginal y el equilibrio del consumidor 4.2.1 Utilidad cardinal y ordinal Los primeros neo clásicos razonaron como si la utilidad o satisfacción derivada del consumo de los bienes fuese un fenómeno medible y agregable, como si la magnitud de la utilidad fuese en sí misma un hecho relevante. Pero, a partir de las contribuciones de Edgeworth y Pareto este enfoque fue abandonado, pasando a formularse el problema de la utilidad que los consumidores derivan del consumo en términos ordinales, es decir, en términos de orden, donde interesa saber si un nivel de utilidad es mayor o menor que otro pero es absolutamente irrelevante "cuánta" es la utilidad. Por tanto, se supone que hoy en día la teoría sobre la utilidad se basa en un enfoque ordinal (mayor- menor utilidad) desechando el cardinal (cuánta utilidad). (Por ejemplo, decir que Juan es mayor en edad que Pedro nos indica un orden, para señalar el cual no tenemos que indicar cuántos años tiene Juan y cuántos Pedro). Sin embargo, el enfoque cardinal primitivo permite una introducción más simple y didáctica a la teoría de la utilidad, así como una ilustración sobre el desarrollo de la teoría, y, por ello, para empezar, se usará como un recurso que permite describir más sencillamente las proposiciones esenciales de la teoría de la utilidad. 4.2.2 La utilidad marginal decreciente La teoría neoclásica de la utilidad parte de una p~isa básica: la de que cada consumidor deriva alguna satisfacción o utilidad del consumo de los ( 240 INTRODUCCION A LA ECONOMIA bienes y servicios. Y, a continuación, intenta responder esta pregunta: ¿Por qué razón el consumidor no consume un solo bien sino que su consumo es siempre variado, estando compuesto siempre por un conjunto de bienes diversos? Para responder racionalmente a tal pregunta, la teoría neoclásic a recurre a otra premisa fundamental: la de que el consumidor "normal", "típico" o "racional" siempre se comporta tratando de obtener la máxima satisfacción o utilidad posible a través de su consumo. Y, si esta premisa escierta, entonces el hecho de que el consumidor no consuma indefinidamente un solo bien, digamos x, sino que, a partir de cierto nivel de consumo de x, en vez de seguir consumiendo mayores cantidades de x; decida recurrir al consumo de bienes diferentes, digamos y, se debería. lógicamente a que, a partir de tal nivel de consumo de x, el consumo adicional de y le brinda más satisfacción o utilidad que el consumo adicional del mismo bien x. A su vez, si alcanzado cierto nivel de consumo de y, en vez de seguir consumiendo, indefinidamente y, decide recurrir al consumo de z, es lógicamente porque, a partir de tal nivel de consumo de y, el consumo de cantidades adicionales de y le brindarían menor satisfacción o utilidad que las cantidades nuevas de z. Y así sucesivamente... Por consiguiente. al comienzo se prefiere x a y y z porque la utilidad que brindan las primeras unidades consumidas de x es superior a la utilidad que brindarían en tal momento y o z. Pero en la medida en que se sigue aumentando el consumo de x, se alcanza un momento en que la utilidad adicional (o marginal) que brindan las unidades adicionales consumidas de x es menor a la utilidad adicional (o marginal) que brindan las unidades adicionales consumidas de y. Por esta razón, a partir de ese momento el consumidor prefiere unidades de y y no de x. Pero esto demuestra que la utilidad adicional (o marginal) que brinda cada unidad de .x ha pasado de ser muy alta al comienzo, cuando empezó a consumirse x y se prefirió a y y a z, a ser tan baja con el alto consumo de x, que llega un momento en que el consumo de y es preferible al consumo 'de unidades adicionales de x. Por consiguiente, la utilidad que brinda cada unidad adicional de x, o utilidad marginal de x, se ha venido reduciendo en la medida en que la cantidad consumida de x ha ido aumentando. Esto se expresa más brevemente en la proposición de que la utilidad marginal de x es decreciente. Y, por supuesto, el mismo razonamiento aplica después a y, preferida sobre z al comienzo pero alcanzando un momento en que su nivel de consumo hace tan baja su utilidad marginal que empiezan a preferirse unidades adicionales de z en vez de más unidades de y. Y lo mismo aplica después a z, etc., etc. De esta manera, la pregunta inicialmente planteada es respondida por el comportamiento decreciente de la utilidad marginal de cada bien, es decir, porque la utilidad que brinda cada unidad adicional consumida se reduce a LA ECONOMIA NEOCLASICA 241 medida que aumenta la cantidad consumida del bien en cuestión. Esta conclusión se muestra en el gráfico 4. 2. l. GRÁFICO COMPORTAMIENTO 4.2.1 DE LA UTILIDAD UMAx MARGINAL (UMA) UMAx (b) (a) f....1-- - '"- 1-- t-- . Qx o 1 2 3 4 S .6 El gráfico 13. 2:,1 (a) muestra cómo la primera unidad de x produce una utilidad marginal mayor que la segunda, ésta que la tercera, etc., etc. Es decir, como cada unidad adicional de x produce utilidad (aumenta la utilidad total), pero una utilidad marginal cada vez menor a medida que aumenta el consumo de x. (Qx). La parte (b) del gráfico muestra exactamente el mismo resultado, una relación inversa entre la VMAx y la cantidad consumida de x (Qx), pero teniendo en cuenta que los cambios en Qx pueden ser infinitamente "pequeños" (continuos), no necesariamente en unidades "tan grandes" como en la parte (a), (cambios "discretos"). 4.2.3 El "equilibrio del consumidor" Sabiendo que la UMA de cada bien es decreciente, y que el consumidor busca la máxima satisfacción o utilidad total posible, el problema que ahora se plantea es encontrar la norma o condición que garantiza llegar a e~e res~ltado ', Para este propósito se utilizará el siguiente ejemplo, en que, por simplicidad, solo se consideran dos bienes (x e y), advirtiendo que el resultado obtenido es igualmente generalizable a cualquier número de tienes. Los d~tos de que parte el problema son las utilidades marginales de los dos b:enes para un consumidor específico (UMAx y UMAy), los precios de los dos bienes (px y py); que el consumidor simplemente observa en el mercado sin poder como individuo cambiarlos, y el ingreso de que dispone para gastar (Y). INTRODUCCION 242 LA ECONOMIA A LA ECONOMIA CUADRO 4.2.1 (1) (2) (3) (4) (5) (py = $2) (px =$1) Qx 4 UMAx px. Qx (6) Qy UMAy py . Qy 100 $ 1 150 $ 2 90 $2 140 $ 4 80 $ 3 130 $ 6 70 $4 4 120 $ 8 60 s5 S 110 $ 10 SO $ 6 6 100 $ 12 40 $7 7 96 $ 14 30 s8 80 $ 16 20 $9 70 s 9 18 Si el consumidor dispone de un ingreso de $ 12, ¿cómo los gasta, entonces, para maximizar su utilidad total? Evidentemente, el primer peso ($ 1) lo gasta en adquirir una unidad de x, pues con este gasto obtiene 100 unidades de UMA (columna 2) mientras que si lo gastara en y obtendría apenas 75 unidades de UMA (con $ 1 podría comprar sólo media unidad de y lo cual le rendiría de UMA solamente la mitad de 150 unidades que es la UMA que brinda la primera unidad completa de y +columna 2).1 El segundo peso lo gasta también en x, pues la segunda unidad de x le brinda todavía una UMA mayor a la que obtendría si gastara este segundo peso ($ 1) en y. (La UMA del segundo peso gastado en x es 90 unidades mientras que si lo gastara para adquirir la mitad de la primera mitad de y obtendría solamente 75 unidades de UMA, como se explicó antes). Por la misma razón, el tercer peso ($ 1) es gastado también en x, adquiriendo la tercera unidad de x, que le brinda 80 unidades de UMA. Pero, el cuarto peso ($ 1) y el quinto ($1) son, evidentemente, gastados en adquirir ahora la primera unidad de y, pues al haber consumido ya 3 unidades de x, la UMA x se ha reducido tanto que la cuarta unidad de x brinda una UMA de sólo 70 unidades, mientras que las dos mitades de la primera unidad de y brindan cada una 75 unidades de UMA. El sexto peso ($ 1) puede ser gastado indiferentemente en adquirir la cuarta unidad de x, que brinda 70 unidades de UMA, o la mitad de la segunda unidad de y, que brinda exactamente la misma UMA (mitad de 140). Sepóngase que se adquiere esta mitad de y. El séptimo peso ($ 1) también 1 Por simplicidad ex positiva, se ha supuesto que en promedio la primera mitad de y rinde una UMA iguala la segunda mitad de y, para no efectuar más divisiones, aunque en rigor la segunda mitad debería rendir una UMA menor. NEOCLASICA 243 puede ser gastado indiferentemente en adquirir la cuarta unidad de x, que brinda 70 unidades de UMA, o la segunda mitad de la segunda unidad de y que brinda también 70 unidades de UMA. Supóngase que se gasta en la cuarta unidad de x. El octavo peso ($1) es obviamente gastado en la segunda mitad de la segunda unidad de y, que brinda 70 unidades de UMA, pues la quinta unidad de x brinda solamente 60 unidades de UMA. El noveno y el décimo pesos son gastados en adquirir la tercera unidad de y, pues de esta forma cada peso gastado permite obtener una utilidad marginal de 65 unidades, mientras que si alguno de estos pesos se gastara en la quinta unidad dex, se obtendría solamente una UMA de 60 unidades, Y, finalmente, el undécimo y ciuodécimo pesos pueden ser gastados indiferentemente en adquirir la cuarta unidad de y, o en adquirir la mitad de esta cuarta unidad, que brinda 60 unidades de UMA, y la quinta unidad de x que también brinda exactamente 60 unidades de UMA. En este último caso, se ve claramente cómo el consumidor llega finalmente a una situación en que las utilidades marginales obtenidas por el último peso gastado en cada bien son idénticas. (En el ejemplo, se obtienen 60 unidades de UMA por el último peso gastado en x y 60 unidades de UMA por el último peso gastado en y). ( ( Y, si 'de lo que se trata es de maximizar la utilidad derivada del consumo, no podría ser de otra forma. Porque, si la UMA del último peso gastado en x fuese mayor que la UMA del último peso gastado en y, entonces el consumidor no estaría obteniendo la máxima satisfacción posible, ya que podría aumentar su satisfacción dejando de gastar este último peso en y gastándolo en x. Así, la UMA que perdería por dejar de consumir algo de y sería menor que la UMA que ganaría por consumir algo más de x. Obtendría, pues, una ganancia neta de utilidad dejando de gastar $ 1 en y y gastándolo en x. De la misma manera, si la UMA del último peso gastado en x fuese menor que la UMA del último peso gastado en y, entonces el consumidor tampoco estaría obteniendo la máxima satisfacción posible, porque podría aumentar su utilidad dejando de gastar este último peso en x, pasando a gastarlo en y. De esta manera, la UMA que perdería por dejar de consumir algo de x sería menor que la UMA que ganaría por consumir algo más de y. Obtendría, pues, Una ganancia neta de utilidad dejando de gastar $ 1en x y gastándolo eny. En síntesis, si la UMA del último peso gastado en x fuese mayor o menor que la UMA del último peso gastado eny, el consumidor no estaría obteniendo la máxima utilidad posible con su gasto, ya que podría ganar una mayor utilidad sustituyendo algo del consumo de y por x, o viceversa, según el caso. ( ( INTRODUCCION A LA ECONOMIA 244 Tampoco estaría el .consumidor en equil~b~io baj.o. tales c.i.rcunstancias, porque, como su objetivo es obtener la maxiI?a utilidad ~,osible, ~mtonces tendría incentivos o se vería impelido para cambiar de situación, sustl~uyendo algo del gasto en un bien por mayor gasto en el otro. Por consiguiente, el consumidor obtiene la máxima satisfacción posible, dado su mgreso o gasto limitado, solamente cuando la UMA del último peso gastado en x es exactamente igual a la UMA del último peso gastado en y. Y .cu~do alcanza este máximo también está en equilibrio, ya que no tiene nmgun incentivo para cambia; su situación. Nada gana ~n absoluto s,ustituyendo algo del consumo de x por y o viceversa, y mas bien podna resultar perdiendo utilidad o satisfacción mediante cualquier movimiento adicional. 4.2.4 La utilidad marginal y los precios de los bienes Para calcular la utilidad marginal obtenida por cada peso gastado en x (o en cualquier producto), basta con efectuar la d~visión UM~x / px, (donde px es el precio de una unidad de x), ya que, precisamente, esta, co~o toda división indica cuántas unidades de numerador hay por cada unidad de denominador. Así, si una unidad de x cuesta $ lO(px = $10), y la UMA que se obtiene del consumo de esta unidad de x es 80 unidades, entonces la UMA por cada peso gastado en x será, (en promedio), 80/10 = 8 unidades de utilidad. Por tanto, la utilidad marginal del último peso gastado en x se obtiene dividiendo la UMA de la última unidad consumida de x por el precio de x, es decir, es igual a UMAx /px. Y, similarmente, para Y (UMAy/py) y todos los demás bienes. Por consiguiente, la condición de equilibrio del, c?nsum~d.or, es d~cir, la condición necesaria para que éste obtenga la maxuna utilidad posible de su gasto que, como se concluyó en la sección anterior, es la de que .las utilidades marginales obtenidas por el último peso gastado en cada bien sean idénticas, puede escribirse como: UMAx UMAyl px py LA ECONOMIA NEOCLASICA Es decir, el consumidor alcanza la máxima satisfacción posible con el gasto de su ingreso, y está en equilibrio, sólo cuando laproporción de las utilidades marginales de cualquier pareja de bienes consumidos es idéntica a la proporción de los respectivos precios de los bienes. En un comienzo, algunos de los primeros neoclásicos creyeron que esto significaba que las utilidades marginales determinaban los precios y que, por ello, la utilidad marginal misma podía ser considerada una medida y Ia causa determinante del "valor" (de los "precios") de los productos. Sin embargo. pronto se reveló lo incorrecto de esta interpretación de la condición de equilibrio del consumidor, entre otras cosas, por ser la utilidad un fenómeno subjetivo, y los precios uno objetivo, lo cual se reconoció en el planteamiento de que la utilidad no era medible objetivamente (no era un fenómeno cardinal) y, por tanto, las "magnitudes" de utilidad de una persona no eran comparables a las de otra. También olvidaba esta interpretación primitiva que en la determinación de los precios juegan papel fundamental las condiciones de producción, es decir, los costos de producción y las'funciones de oferta de los productos. Pero, estas dos objeciones fueron formuladas y resueltas por los mismos neoclásteos de la segunda generación (Edgeworth, Pareto, Marshall), lo cual los condujo, precisamente, al planteamiento de la utilidad ordinal y llevó a Marsháll a concluir que oferta y demanda eran, como las dos cuchillas de una tijera, recíprocamente interactuantes para producir el resultado final, el precio. De esta manera, la verdadera interpretación de la condición de equilibrio del consumidor, como la explica actualmente la teoría neo clásica, es que el consumidor toma como datos los precios de los productos, determinados por el mercado, por la oferta y la demanda (como se vio en el capítulo VI), y a partir de estos datos ajusta su comportamiento de consumo, de tal manera que llega a igualar la proporción de sus utilidades marginales SUbjetivas (e incomparables en términos absolutos con las de otros consumidores) a la proporción de los respectivos precios. ,(Ec. 4.2.1), que también puede escribirse como: ,(Ec. 4. 2. 2). UMAx px UMAy py Evidentemente, con n bienes, Sobre tales bases, para la teoría .neoclásíca contemporánea, la teoría de la utilidad marginal es solamente el elemento racional que permite deducir y explicar las funciones de demanda I (capítulo IV) que, a su vez, es solamente uno de los elementos que juega (junto con la función oferta) en la I 1 numerados como generalizable corno: UMAI UMA2 pl p2 245 UMA3 UMAn p3 pn = 1, 2. l, .. ' n, esta condicíó n es inmediatamente Supóngase que el precio de x, en el cuadro 13.2. 1, se duplica. Entonces la UMA por peso gastado en x 'se reduce a la mitad. De esta manera, para obtener la máxima utilidad posible, bajo las nuevas circunstancias, el consumidor debe evidentemente reducir el cansum o de x y aumentar el de y pues, a los niveles de consumo anteriores y con los nuevos precios, la lJMA del último peso gastado en x se ha hecho menor que la UMA del último peso gastado en y. Así, la función demanda, la relación inversa entre precia y cantidad demandada, Caeteris Par ibus, puede ser deducida y explicada por la teoría de la utilidad marginal. INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA NEOCLASICA determinación del precio. Es precisamente este enfoque, que hace de la teoría de la utilidad marginal el sóporte de la función demanda, el que explica que los estudios explícitos de la demanda y la deducción de :a misma función demanda (Marshall, principalmente) se deban en la teona económica al desarrollo dé la economía neoclásica, en cuenta que para ello es necesario que, si se consume más de un producto, el consumo de otro u otros debe ser menor (ya que al aumentar el consumo de un producto aumenta la utilidad del consumidor y, por tanto, para mantener inalterado el nivel de utilidad es necesario reducirla, por otro lado, reduciendo el consumo del otro producto). 246 Por otra parte, como se verá más adelante, la condición de equilibrio del consumidor basada en la teoría de la utilidad marginal juega un papel fundamental en la definición de "eficiencia" económica, concepto que es uno de los resultados finales y de los más importantes de la teoría neoclásica, 4.3 3.3.1 LA CUR V A DE INDIFERENCIA i El equilibrio del consumidor y las Curvas de Indiferencia! 4.3.1 La Curva de Indiferencia En esta sección se llega a la misma anterior, pero a partir del enfoque eliminando el restrictivo supuesto elementales de una Introducción a la sección 4.2 es suficiente. ( D Una curva de indiferencia es el conjunto de combinaciones de consumo que mantienen inalterado el nivel de utilidad de un consumidor. Puesto que el nivel de utilidad del corisumidor es el mismo en cada una ?e estas combinaciones, aquel es indiferente ante cualquiera de ellas, es decir, ?D le parece que una de esas combinaciones sea preferible a otra, o a las demás, ya que todas son igualmente o indiferentemente preferibles porque todas rinden exactamente el mismo nivel de utilidad. Así, por ejemplo, en el caso simplificado de solamente dos productos, x e y, el consumidor podrí~ obtener el mismo nivel de utilidad consumiendo, digamos, 10x y 20y, o 15x y 15y, ó 16x y 12y,etc. Puesto que el consumo de todo producto brinda utilidad, entonces, como se ve en este ejemplo, el consumo d~, x puede ser aumentado en un grado tal que compense exactamente la reducción en el consumo de y, para dejar el nivel de utilidad justamente inalterado. O el consumo de y, a la inversa,puede ser aumentado en tal grado que compense exactamente la reducción en el consumo de x, para dejar el nivel de utilidad sin cambio alguno. En general, la idea que expresa una curva de indiferencia es la de que un producto puede ser sustituido en el consumo por otro, u otros, de tal forma que la sustitución (al aumentar el consumo de .~n producto) compense exactamente la pérdida de utilidad por la reducción en el consumo del otro, dejando el nivel de utilidad total absolutamente inalterado. O, lo que es lo mismo, que diversas combinaciones de distintos productos pueden rendir exactamente el mismo nivel de utilidad, teniendo 1 GRÁFICO 247 del conclusión s-obre el equilibrio consumidor que en la se~ción moderno, ordinal, que brin~~ un m~yor grado de generá.h~ad. de la cardinalidad de la utilidad., S,_n embargo, para los f ines los conceptos de eficiencia, sección 4. 7!, ~I conocrrruento de i El gráfico 13. 3. 1 muestra una curva de indiferencia para un nivel de utilidad dado, .U¿ . Debe notarse, en primer término, que con las cantidades consumidas de los dos productos, x e y, medidas en los dos 'ej~s, la curva debe descender de izquierda a derecha, es decir, debe mostrar una relación inversa entre la cantidad consumida de x y la cantidad consumida de y, (o sea que su pendiente matemática es negativa), porque, como ya se explicó, para mantener el nivel de utilidad absolutamente inaIterado es imprescindible que al aumentar la cantidad consumida de un producto (x) disminuya la cantidad consumida del otro, (y). (Así, si /::,x es positivo, entonces /::'y es negativo, o /::'y / /::,x < O). En segundo lugar, debe notarse que la curva debe ser convexa mirada desde el origen de los ejes, para expresar que la utilidad marginal de cada producto es decreciente a medida que aumenta su consumo, es decir, para recoger el hecho de que el consumo de cada consumidor es variado y no consiste en un solo producto, como se vio en la sección 4. 2. l. En efecto, la convexidad expresa que para obtener una unidad adicional de x deben sacrificarse cada vez menos unidades de y, o que para obtener una unidad adicional de y deben sacrificarse cada vez menos unidades de x, (que el valor absoluto de /::,y//::, x disminuye al aumentar el consUIn<:de x, y que el valor absoluto t ( 248 INTRODUCCION LA ECONOMIA A LA ECONOMIA de 6. X/ 6. Y disminuye al aumentar el consumo de y). Esto es, que, para el consumidor, al aumentar el consumo de x y reducir el de y, cada unidad de x "vale" cada vez menos (porque la UMAx desciende al aumentar el consumo de x) y cada unidad de y "vale" cada vez más (porque la UMAy aumenta al reducirse la cantidad consumida de y). De esta manera, al aumentar el consumo de x, el consumidor "valora" cada vez menos cada unidad adicional de x y "valora" cada vez más cada unidad de y que dejade consumir. Por tanto, el consumo de x sólo puede aumentar si se sacrifican cada vez menos unidades de y por cada unidad adicional consumida de x, es decir, si el valor absoluto de 6. y / 6. x disminuye al aumentar el consumo de x, lo cual implica que el valor absoluto de la pendiente de la función es decreciente ante los aumentos de x, lo cual, a su vez, es la definición de una curva convexa (mirada desde el origen). - 6. y /6. x, que es la pendiente de la función, recibe el nombre de "tasa marginal de sustitución en el consumo" entre x e y, o TMASxy, por brevedad, ya que indicacuántas unidades de y deben sacrificarse por cada unidad adicional de x,.,fuando tal sustitución ocurre, para mantener absolutamente inalterado el nivel de utilidad del consumidor. Así, en el gráfiÓ~ 13. 3. 1, tanto el punto A (que es la combinación en que el consumidorconsume O:x:~ de x y OYo de y), como el punto B (que es la combinación en que el consumidor consume OXide x y OYI de y) rinden el mismo nivel de utilidad (Uo) para el consumidor. Esto es así, porque al pasar de A aB, la utilidad que gana el consumidor por aumentar su consumo en 6. x es idéntica a la utilidad que pierde el consumidor por dejar de consumir -6. y. Y, Yl - Yo / Xl - Xo =-6. y /6.x = TMASxy mide la cantidad de y que fue necesario sacrificar por cada unidad adicional de x para dejar inalterada la utilidad del consumidor. De la misma manera, e, D, E, y cada uno de todos los infinitos puntos que conforman la curva de indiferencia U¿ son distintas combinaciones de consumo para el consumidor, cada una correspondiendo a una particular cantidad de x y otra de y, con la característica de que cada una de tales combinaciones rinde exactamente el mismo nivel de utilidad (Uo) al consumidor. Y, entre cada pareja de puntos existirá también una particular TMASxy, que medirá cuánto debe sacrificarse de y por cada unidad adicional de x (o cuánto debe sacrificarse de x por cada unidad adicional de y) para dejar absolutamente inalterado el nivel de utilidad (Uo) del consumidor cuando quiera que pasa de una combinación a otra (o de un punto a otro de la misma curva de indiferencia). En síntesis, el cambio de una combinación de consumo a otra, sin que se modifique el nivel de utilidad del consumidor, se expresa como un movimiento de un punto a otro sobre la misma curva de indiferencia. 0, al contrario, el NEOCLASICA 249 movimiento de un punto a otro sobre la misma curva de indiferencia indica el cambio de una combinación a otra de consumo sin que para ello se haya modificado en lo más mínimo el nivel de utilidad del consumidor. La curva de indiferencia, cuya idea general se encuentra en Los trabajos de Edgeworth y cuyo desarrollo pleno y preciso se debe a Pareto, permite introducir, entonces, en el análisis de la utilidad, la idea de un nivel de utilidad proporcionado conjuntamente por una combinación del consumo simultáneo de dos o más bienes, en general n bienes, superando la limitación de la teoría primitiva de la utilidad que se basaba, poco realistamente, en el supuesto de que cada bien daba origen a una magnitud de utilidad independiente de la utilidad derivada del consumo de los demás bienes (que el consumo de y no influía en la utilidad derivada del consumo de x, y viceversa). 4.3.2 El mapa de Indiferencia El paso de un nivel de utilidad a otro superior o inferior se expresa, de otro lado, como el paso hacia curva de indiferencia superior inferior, según el caso, tal como se ilustra en el gráfico 4.3.2. ° GRÁFICO 4.3.2 DIVERSOS NIVELES EN DIVERSAS DE UTILIDAD EXPRESADOS CURVAS DE INDIFERENCIA Y \A"\A \ 1\-~ Yo ---N~B B' Y2 ---i--ri~~"~~ Y¡ !i! ~~UI I I I ' I , I , I , I , Uo UII ~~~~-----------+x o Xl x2 '3 La curva de indiferencia UI representa necesariamente un nivel de utilidad superior al de la curva U¿ porque, para cualquier nivel de consumo de uno 250 INTRODUCCION A LA ECONOMIA de los bienes, siempre es posible consumir más del otro bien sobre UI que sobre U«. Así, la misma cantidad O Yo de y se consume tanto en el punto A como en el punto A', pero en este último se consume una mayor cantidad de x (OX3 contra OX2 que se consume en A). Y lo mismo es cierto para cualquier otra cantidad consumida de y. De la misma manera, la cantidad OX3 de x se consume tanto en el punto B sobre Uo) como en el punto A' (sobre Ur). Pero a esta misma cantidad consumida de x corresponde un mayor consumo de y en el puntoA' (OYo) que en el punto B (OY2)' y lo mismo es cierto para cualquier otro nivel de consumo de x. Por tanto, una curva de indiferencia superior a otra representa un consumo neto mayor de al menos uno de los bienes. Se dice "al menos", porque comparando los puntos de las curvas de otra forma, como por ejemplo B y B', se encuentra que sobre UI existen puntos en los cuales se consume más de los dos bienes que sobre otros puntos de Uo. ASÍ, cada punto sobre UI indica que se consume más de los dos bienes que sobre cualquier punto de Uo, o que, al menos se consume más de uno de ellos siendo igual el consumo del otro. 0, en términos más generales, para cualquier punto sobre U¿ existe al menos otro punto sobre UI en que el consumo puede ser mayor y, por lo tanto, el nivel de utilidad superior. LA ECONOMIA NEOCLASICA 251 lógicamente en relación a la definición que previamente se les ha asignado: el de expresar precisamente tal orden de preferencias. Finalmente, para cada consumidor existirán tantas curvas de indiferencia cuantos niveles de preferencia éste pueda contemplar o imaginar sin restricción alguna, es decir, tantas curvas cuantos niveles de utilidad sea posible deducir del hipotético aumento sucesivo del consumo de los bienes. (Esto significa, primero, que el número de curvas de indiferencia para cada consumidor es teóricamente infinito y, segundo, que por todo punto del espacio x - y del gráfico 4. 3.2 para una curva de indiferencia - una sola, lo cual hace que' éste sea un espacio "denso", cubierto totalmente de curvas de indiferencia, aunque en la gráfica 4. 3. 2, por razones expositivas, ello no aparezca a primera vista). Este conjunto de todas las curvas de indiferencia posibles para el consumidor forma el mapa de indiferencia, que se ilustra en el gráfico 4.3. 3 (aunque, nuevamente, por razones expositivas, la característica de "densidad" no salta a la vista). ( GRÁFICO 4.3.3 EL MAPA DE INDIFERENCIA I,! ¡: I De tal manera, al pasar de curvas de indiferencia inferiores (como UII) a curvas cada vez más elevadas (o alejadas del origen), como Uo, UI, etc., el consumidor adquiere la posibilidad de aumentar su consumo de los dos bienes simultáneamente, o de aumentar al menos el de uno de ellos sin reducir el del otro, viéndose aumentado por ello su nivel de utilidad. 0, en términos quizás más modernos, el orden de preferencias del consumidor se expresa en las curvas de indiferencia, siendo m~s preferibles las combi~aciones expresadas en las curvas de indiferencia mas altas que en las mas bajas, porque sus niveles, de consumo pueden ser netamente supenore~ En las primeras que en las últimas. Es precisamente porque las curvas de ¡ndlferenc~a expresan este orden, y solamente este orden, que indica cuál es n:ayor y cual es menor, o cuál es más preferible y cuál es menos preferible, SIn pretender medir cuánto mayor o menor es dicha preferencia, que este enfoque de la utilidad ha recibido el nombre de ordinal, en contraposición al enfoq ue cardinal de los primeros neoclásicos, que razonaba con las magnitudes de utilidad, tal como se vio en la sección 4. 2. 1. Debe notarse que las curvas de indiferencia, por su propia definición, no pueden cortarse o intersectarse entre sí pues, si así ocurriera, entonces una curva como UI tendría una parte por encima de U¿ y otra parte por debajo, 10 cual significaría' que UI no sería claramente ni más preferible ni menos preferible que Uo, es decir, si las curvas de indiferencia se intersectaran no podrían expresar el orden de preferencia del consumidor, lo cual es absurdo y ( \ o Evidentemente, en relación a su mapa de inaiferencia, el consumidor normal tratará de alcanzar la curva de indiferencia más alta posible, es decir, puede tener como meta de su consumo el infinito, porque ello le garantiza su máximo consumo y su máxima satisfacción posible. Sin embargo, existe una restricción que le impide a todo consumidor alcanzar la curva de indiferencia que subjetivarnente considera ideal, y que le permite a unos mayor libertad que a otros en ese sentido, que es el ingreso disponible para gastar en consumo, y cuyo lugar en el plano x - y (del gráfico 4.3.3) se estudia a continuación. 252 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA NEOCLASICA 4.3.3 La línea de presupuesto GRÁFICO El gasto total en x es px . x y el gasto total en y es py . y, donde p representa el precio por unidad y x e y son las cantidades consumidas de cada bien. Por consiguiente, el ingreso total gastado por el consumidor, 1será: LA LINEA DEL PRESUPUESTO 253 4.3.4 DEL CONSUMIDOR y 1 = px. x + py. yl (11 py) que también puede escribirse como: y 1 py px x (Ec. 13. 3. 1) py Puesto que pX,py e 1 están dados para el consumidor, es decir, éste no puede modificar estos datos simplemente por su propia voluntad, ya que los precios están determinados independientemente de su querer por el mercado, y el ingreso de que dispone para gastar depende de las leyes que regulan la distribución sÓcial del ingreso, también por fuera de su voluntad, px, py e I pueden considerarse como parámetros para el consumidor, es decir, como datos que inicialmente son constantes. En cambio, dados px, py e I, sólo depende de la voluntad del consumidor qué combinaciones de x e y considera para llegar finalmente a una elección o decisión de consumo, razón por la cual x e y pueden considerarse las variables del problema. De esta manera, con px, py e l como constantes (inicialmente), como datos que sirven de marco a la decisión del consumidor, y con x e y como las variables del problema, la ecuación 4.3. 1 corresponde por definición a una línea recta, cuya pendiente es -(px / py) y que intercepta al eje Y en el punto (Cero X, 1/ py) y al eje X en el punto (l/ px, cero Y), tal como ilustra el gráfico 13. 3. 4. 1 Todo el razonamiento sobre el equilibrio del consumidor es, obviamente, generaliz ab le al caso de n bienes pues, de :0 contrario, carecería de interés teórico. En tal caso genera), e'IJid enrernent e, ¡=p¡XI +P2X2 + P3X3'" donde Xl, X2' .. Xn representan las respectivas cantidades +PnXn' de los n bienes. o~------_----:~-+X (1/ px) Cuando Yes ig!1ala cero, es decir, cuando el consumidor consume cero Y, y por tanto gasta la totalidad de su ingreso en X, el consumidor puede consumir, eVldentemente"una cantidad máxima de X igual a I! px, porque al dividir la totalidad. de! su ingreso (I) por el precio de cada unidad de x (px), se obtiene ?bvlamente el numero de unidades de x que el consumidor puede como máximo comprar. El consumidor no puede, pues, bajo circunstancia alguna, tener un consumo de x mayor que l/ px. Esto es lo que indica la ecuacio n 13. 3. 1 al señalar que la línea de presupuesto intercepta al eje x en el punto (1/px, cero Y). Siguiendo un razonamiento similar, se hace evidente también que el consumidor no puede, bajo circunstancia alguna, tener un consumo de y mayor que I! py. Esto lo indica la ecuación 13. 3. 1 al señalar que la línea de presupuesto intercepta al eje Y en el punto (cero X, I/py). Y, si se repitiera el mismo ejercicio de calcular la cantidad máxima de x que puede adquirir el consumidor con su ingreso dado, 1, para todas las combinaciones posibles de X y Y que se pueden comprar con! 1 se obtendría la línea de presupuesto, es decir, la línea recta que une los dos interceptas sobre los ejes. En otras palabras, la línea de presupuesto indica precisamente 1 Nótese que (cero X, 1/ py) e (I / px, cero y) son apenas las dos combinacio,es extremas, existiendo entre ellas en finitas combmacio,nes diferentes posible~. Por ejemplo, a partir de (cero X, 1 I py) se puede calcular la cantidad max irn a de Y que podrta adquirir el consumidor si aumentara su consumo de x a 1x , luego a 2<, a 3x, ete., etc., hasta llegar a 1/ p x ue idades de x con cero y. 254 INTRODUCCION A LA ECONOMIA todas las combinaciones de x e y que el consumidor puede adquirir como máximo, es decir, gastando totalmente su ingreso. Por consiguiente, es imposible que el consumidor pueda elegir una combinación de x e y (un punto del plano) que se encuentre a la derecha del límite marcado por la línea de presupuesto. Esto es así porque, precisamente, dicho 1ímite es inflexiblemente levantado por el ingreso limitado del consumidor y por unos precios de los bienes mayores que cero. Finalmente, como la pendiente de toda función es el resultado de dividir el incremento observado en una variable (6 Y) dado el incremento de la otra (.6 X), en el caso de la función o línea de presupuesto (cuyas variables son x e y), la pendiente tiene signo negativo porque con un ingreso o gast.o dado si el consumidor aumenta el consumo de y ( 6 Y > O) debe reducir el de' x ( 6 X < O), y viceversa. Además, el valor de la p~ndiente es precisamente px / py porque px / py indica exactamente cuantas unidades de y deben darse a cambio de una unidad de X,l es decir, cuántas unidades de y deben dejarse de consumir por cada unidad adicional consumida de.x, (.6 Y/6 X), que es la definición de la pendiente. Puesto que los precios son datos constantes en el problema, su división resulta en una constant:, es decir, la pendiente tiene un valor constante en todos los puntos de la línea de presupuesto, lo cual la define como una línea recta. 2 LA ECONOMIA NEOCLASICA 255 puesto, es decir, que su ingreso es limitado y los precios de los bienes son positivos. Por consiguiente, su problema ha quedado estrictamente delimitado al problema de alcanzar con su (línea de) presupuesto la curva de indiferencia más alta posible, situación que se ilustra en el gráfico 4. 3. 5. GRÁFICO 4.3.5 EL EQUILIBRIO DEL CONSUMIDOR y 4.3.4 El equilibrio del consumidor ( Ahora se sabe que el consumidor procura alcanzar la curva de indiferencia más alta posible en su mapa de indiferencia (gráfico 4. 3. 3) pero, también, que para este propósito tiene la ineludible restricción de su línea de presu- Recuérdese que si el precio de x es del doble que el de y, entonces deben darse do~ unidades de y a cambio de l x ; si es el triple, entonces deben darse tres unidades de ya carnb io de I x , etc, 2 Otras características importantes de esta pendiente son: a- Si el ingreso del consumidor, 1, se modifica, sin ningún cambio en px ni en p y, la pendient: de la línea de presupuesto no cambia, por definición, ya que la pendiente es px f p y, sino que la lfnea d~ presupu~sto se de~plaza en forma perfectamente paralela en relación a su posición anterior. Por ejemplo, SI 1 se dUPltC;i con p x y py constantes, entonces 1 / px e 1/ PY. es decir los valo,r~s de las intersecciones d.e la h nea sobre 1~,S ejes, también resultan duplicados, lo cual equivale gráflcarnente a un d.esplaza~lento paralelo ~a~la la derecha, como puede visualizarse fácilmente uniendo las dos nuevas Interse:c,lOnes sobre el gr.afico 4.3.4. Evidentemente, si 1 se reduce. con px y py constantes, se producirá un desplazamiento paralelo hacia la izquierda; b- Si px 1 py cambia, con l constante, entonces al cambiar el valor de la pendiente cambia la inclinación de la línea de presupuesto, es decir, sufre u.n ~esplazamlento no paralelo, lo cual puede visualiz arse fácilmente suponiendo que p x se mult iplic a por 2 ~~ py permanece inmodificado. Entonces, 11 py permanece constante pero 1 f px se reduce a la mitad. Es decir la línea se desuíaza hacia la izquierda. pero girando sobre el intercepto en el eje y que peqnane~e como punto fijo; y c- Si 1 Y px f py cambian simultáneamente, pr~mero.:e sigue u~o de los pasos a· o b-, como si los otros factores estuvieron constantes, y a co nt utu ac íort se graf ica el otro cambio. L I1 px Curvas de indiferencia superiores a III, como IV y V, son más preferibles para el consumidor que III, II o 1. Sin embargo, ninguna de esas curvas puede ser alcanzada por su línea de presupuesto y, por consiguiente, puntos como F y G es decir, todas las combinaciones de consumo que se encuentren por encima (a la derecha) de la línea de presupuesto están fuera del alcance real del consumidor. En otros términos, dados los precios y su ingreso, al consumidor no le alcanza su presupuesto para pagar cualquier combinación de consumo que se encuentre fuera del triángulo formado por el origen (O) y los puntos 1/ px el / py. Debe restringir así, en la realidad, su selección a solamente aquellos puntos que estén al alcance de su línea de presupuesto, es decir, a aquellas combinaciones de consumo que efectivamente puede pagar con el ingreso de que dispone, dados los precios de los productos, o sea a aquellos puntos contenidos dentro del triángulo mencionado (O, 1/ px, I/py). De otro lado, puntos como K, L (sobre el eje X) o M (sobre el eje y), es decir, todos los puntos que se encuentran a la izquierda o debajo de la 256 INTRODUCCION línea de presupuesto, tampoco entran realmente en consideración, porque el ingreso del consumidor es idéntico a su gasto y en cualquiera de tales puntos esta condición no se satisface. l Dado el ingreso disponible del consumidor para gastar en consumo, puntos como K, L o M constituyen, pues, simples absurdos que sólo serían lógicos si dicho ingreso del consumidor se redujera hasta el nivel en que tales puntos formaran parte de la línea de presupuesto. De esta manera, las posibilidades reales de elección del consumidor se reducen solamente a los puntos o combinaciones de consumo que constituyen la línea de presupuesto, tales como A, B, e, D, E, etc., excluyendo todas las que están por encima y todas las que están por debajo de esta línea. Con estos límites, entonces, el problema real ha quedado circunscrito a encontrar el punto (o combinación de consumo) de la línea de presupuesto que permite alcanzar la curva de indiferencia más alta posible. Como el gráfico 4.3. 5 lo muestra, ese punto es E, porque por todos los puntos de la línea de Presupuesto que están a la izquierda o a la derecha de E (tales como A, B, e, yD) pasan curvas de indiferencia inferiores a la cuzya de indiferencia (IlI) que pasa por E, o sea a la cual pertenece E. La certidumbre de que E es el punto +o combinación de consumo- de la línea de presupuesto que se sitúa sobre la máxima curva de indiferencia posible proviene de la convexidad de las curvas de indiferencia (miradas desde el origen), pues en el punto E la línea de presupuesto es perfectamente tangente a la curva de indiferencia, lo cual indica maternáticamen te (junto con la convexidad) la existencia de un máximo. Pero lo que interesa por el momento es la conclusión de que E es el punto óptimo buscado para el consumidor, y que en este punto la línea de presupuesto y una curva de indiferencia particular son tangentes. Pues, matemáticamente, en el punto en que la línea (de presupuesto) se convierte en la tangente de la curva, la pendiente de la curva de indiferencia es idéntica a la pendiente de la línea de presupuesto. En síntesis, en el punto E, que es el punto en el cual el consumidor obtiene la máxima utilidad que es posible alcanzar con su 1 L<\ ECONOMIA NEOCLASICA A LA ECONOMIA Ea general. el ahorro se considera como un "bien" más. cuya utilidad para el consumidor se expresa en..la tasa de interés que lo decide a ahorrar. Por consiguiente. el ahorro entraría e n consideración real como un gasto en ahorro. al tomar en cuenta el cual el ingreso d~1 consumidor se gasta totalmente, ya que lo que no gasta en bienes comunes constituye, por definición, su gasto en ahorro, Sin embargo, quizás sea más preciso decir que aquí se está considerando soto el ingreso disponible del consumidor para ser gastado en consumo, descontando previamente el ahorro. 257 presupuesto, la pendiente de la curva de indiferencia es idéncica a la pendiente de la 1ínea de presupuesto. Pero la pendiente de la curva de indiferencia 1 es -(UMAx / UMAy) y la pendiente de la línea de presupuesto, como se vio en la sección 4. 3. 3 es -(px / py). Por consiguiente, puede concluirse que el consumidor alcanza su máxima satisfacción posible, dados su ingreso y los precios de los bienes, esto es, dada su línea de presupuesto, en el punto (E) en que se cumple la condición que UMAx px UMAy py (Ec. 4. 3. 2), condición que es idéntica a la alcanzada en la sección 4.2.4 (ec. 4.2.2). Este punto (E) puede considerarse óptimo para el consumidor porque no existe ninguna otra combinación posible de consumo que. dada su línea de presupuesto, le permita tener mayor o aun igual utilidad; es decir, porque todas las dernásjcómbinaciones posibles son inferiores a E. También es un punto de equiliíg¡.¡oporque, intentando alcanzar su máxima utilidad posible, el consumidor .~. desplazará (estará en desequilibrio) de cualesquier otros puntos posibles', de la línea de presupuesto, como A, B, y D, hacia el punto E, ya qus ello le permite mejorar su nivel de utilidad (colocarse sobre una curva' de indiferencia superior). Sólo en el punto E .desaparecen sus incentivos para cambiar de localización, porque cualquier cambio de E hacia cualquier otro punto de la línea de presupuest o, ya sea hacia la derecha o hacia la izquierda de E, en vez de aumentar su nivel de utilidad lo reduciría (lo colocaría en curvas de indiferencia inferiores), e I se vio corno la p cndieut e de toda curva de iudifere nc ía (-D.y (LX) esta tasa it uc icu en e! consumo entre x e Y. TMASxy, cuyo valor absoluto decrece a medida que aumeutu d c(~nSUnlO de x y S~ reduce el de y porque. para mantener inalterado el nivel de ut ilidad , e¡ cousuuudor debe sacrificar cada v et: menos unidades de y por una unidad de x. Pero ta mbicn se vio que-esto es así :ido en gracia a L{UIo' la UMA decrece a medida que aumenta el consume JL'¡ bieu n.. 'spl'ctiv<1:i:s decir. q u c el consumidor "valora" un bien en ter m inos del otro de acuerdo a sus UMAS () lo que es lo m ismo. la pendiente de la curva de indifer encia está determinada por. y L'S iguu! a. la rulucióu dc las utilidades marginales. 1-"11la scc cion marginal 4.3.1 de sust M,ís cspcc iricurucutc. puesto que UMAx es el aumento en utilidad por cada unidad adicional de x , cnton ccs (LIMA,). (6X) es el aumento total de utilidad derivado del aumento total del número lIL' unidades cousumtdus de x. Siuularrnent c. (UMAy) . (-6. Y) será la reducción total en utilidad derivada de rcdul:,i.r. el número de unidade-s consumidas de Y. (- L Y). Para que la utilidad del consumidor pcrruanez ca constuutc, sobre la misma curva de diferencia. es n ecesario que (UMAx). ([:.X)=(UMAy) ',-[:.y).úedondc. [:'y ~~ .0. X UMAy 258 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA NEOCLASICA Pero, la teoría del equilibrio del consumidor es sólo una de las piezas básicas del conjunto de la economía neoclásica, para entender el cual, y sus objetivos, es necesario echar una ojeada a su otra pieza fundamental: el equilibrio de la firma, lo cual se hace después de observar cómo la teoría del consumidor concluye lógicamente en la función demanda. 259 GRÁFICO 4.3.7 LA FUNCION DEMANDA 4.3.5 La función demanda E'" Ahora bien, si Px aumenta, la línea de presupuesto se desplazará hacia la izquierda sobre el eje x, en el gráfico 13.3.5, puesto que I/Px disminuirá. Pero se mantendrá fija en el punto I/Py, puesto que Py ha permanecido constante. Es decir, rotará como muestra el gráfico 4.3. 6. E" ·1 o~--------------------~ Qx GRÁFICO 4.3.6 ~... 4.4 La productividad marginal y el equilibrio de la firma 4.4.1 Premisas Línea de precio. consumo Si para la economía neoclásica es necesario elaborar una teoría soore el comportamiento del consumidor, también, de otro lado, es necesario elaborar una teoría sobre el comportamiento de la firma o empresa capitalista, comportamientos que, en su conjunto e interacciones, suministran la explicación neoclásica sobre el funcionamiento del sistema económico. Y, para elaborar esta teoría sobre el comportamiento de la firma o empresa capitalista, la teoría neoclásica parte de cuatro premisas fundamentales, a saber: Por tanto, el equilibrio del consumidor se desplazará sucesivamente de E a E' a E" a E"', etc., mostrando que la cantidad demandada de x disminuye cuando Px aumenta. El conjunto de todos los puntos de equilibrio resultantes conforma la línea de precio consumo, la cual es idéntica a la función de la demanda de x, cuando se grafica en un plano que tenga como ejes Qx y Px. En otros términos la función de la demanda no es sino el conjunto de óptimos en el consumo que corresponden a los diversos precios posibles (Gráñco ~. 3. 7]. i- (Si el consumidor tiene como objetivo maximizar su utilidad o satisfacción), la firma o empresa tiene como objetivo, en cambio, maximizar sus ganancias o beneficios; ii- (Así como existe un equilibrio para el consumidor), se supone la existencia de un equilibrio similar para la firma o empresa; iii- (ASÍ como, para maximizar su utilidad, el consumidor se enfrenta a cantidades de bienes que son diferentes o diferenciables entre si), se supone que, para producir y alcanzar su máxima ganancia, la firma emplea "factores de producción" (tierra, trabajo y capital) que son Iisicamente cuantificables y diferenciables entre sí; y, iv- (ASÍ como la utilidad marginal que cada bien rinde al consumidor decrece a medida que aumenta su consumo), se supone que la "productividad 260 INTRODUCCION A LA ECONOMIA marginal" de "cada factor" decrece a medida que aumenta su empleo (O consumo productivo) por parte de la firma. Mientras que la primera de estas prernisas es simplemente compartida, junto a los neo clásicos, por los clásicos, por Marx y por Keynes, las tres últimas premisas son cuestionadas en cuanto a la precisión de su significado, su relevancia explicativa y su coherencia interna por algunos economistas no neoclásicos modernos, particularmente por algunos "Keynesianos" y los pertenecientes a una corriente denominada como "neo -ricardianismo", que ha intentado desarrollar la teoría moderna sobre bases más similares a las de los clásicos. LA ECONOMIA NEOCLASICA 261 adicional, la segunda produce 8 unidades de producto, la tercera produce 6 unidades de producto adicional, etc. Obviamente, el mismo gráfico puede sor utilizado para ilustrar lo que ocurre en la productividad marginal del trabajo (PMAL) o la productividad marginal de la tierra (PMAT). La parte (b) ilustra el mismo principio para el caso en que los aumentos sucesivos en la cantidad empleada del factor tiendan a ser infinitamente pequeños, lo cual da corno resultado, en el límite, una curva continua, en vez de los cambios "discretos" (no infinitesimales) de la parte (a). GRÁFICO 4.4.1 Podría decirse, pues, que estas tres últimas premisas levantan una distinción doctrinal entre la escuela neoclásica y las demás escuelas, es decir, que son las que le dan su matiz específicamente diferente. Pero, para empezar a entender porqué se suscitan tales diferencias acerca de estos puntos es necesario, primero, ver algunas de sus implicaciones que pueden ser, quizás, la verdadera fuente de la discordia teórica y que, en última instancia, podrían reducir estas tres premisas a meras facetas de una misma proposición. LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL (PMA) DECRECIENTE (al (b) 4.4.2 Los factores y la productividad marginal decreciente A partir de la premisa de que los factores de la producción son plenamente diferenciables entre sí y, particularmente que la cantidad física de cada factor es cuantificable, o que se puede razonar "corno si" la cantidad física de cada factor fuese medible, el modelo neoclásico plantea que, al aumentar la firma en forma sucesiva la cantidad empleada de un factor cualquiera (por ejemplo, el capital), permaneciendo constantes las cantidades empleadas de los demás factores (tierra y trabajo), las unidades adicionales empleadas del factor aumentan el producto obtenido total, pero en una cantidad cada vez menor. Es decir, que el producto adicional obtenido por cada unidad adicional del factor decrece a medida que aumenta la cantidad empleada del factor, permaneciendo constante la cantidad empleada de los demás factores. Esta proposición completa puede sintetizarse diciendo que la productividad marginal de cada factor es decreciente, quedando así definida la pro ductividad marginal corno la cantidad de producto adicional que produce una unidad adicional del factor, permaneciendo constantes las cantidades empleadas de los demás factores. La productividad marginal decreciente de un factor cualquiera se ilustra en el gráfico 4.4. 1 que, en su parte (a), muestra cómo, permaneciendo constante el empleo de los demás factores, la primera unidad empleada del factor K (capital, por ejemplo), pro íuce 10 unidades de producto o Cantidad empleada del factor K. o Cantidad del factor. 4.4.3 La PMA decreciente de los factores y el equilibrio de la firma Dado que cada unidad adicional producida por la firma tiene un precio de mercado, px por brevedad, (suponiendo, para simplificar, que la firma produce el producto x), puede decirse, entonces, que por cada unidad adicional producida de x, la firma obtiene un ingreso adicional o marginal igual a px. De acuerdo a esto, al utilizar una unidad adicional de un factor permaneciendo los demás constantes, la firma incurre en un costo adicional o marginal, porque debe comprar dicha unidad adicional por un precio positivo en el mercado, pero también obtiene un ingreso marginal, porque vende en el mercado, a un precio positivo, el producto obteriido con la 262 INTRODUCCION unidad adicional empleada del factor. Por consiguiente, puede concluirse que, al aumentar la cantidad empleada de un factor, la firma incurre en un costo marginal (lo que le cuesta comprar la cantidad adicional empleada del factor) pero también recibe un ingreso marginal (lo que le pagan por el producto adicional obtenido con la cantidad adicional de factor empleada). Entonces, formalmente el problema de la firma sería idéntico al del consumidor, con la única diferencia de que mientras éste último incurre ea un costo marginal (el precio de la unidad adicional del bien que adquiere) para poder obtener una utilidad marginal, aquella incurre en un costo marginal (el precio de la unidad adicional de factor empleada) para poder obtener un ingreso marginal (el precio al cual vende el producto adicional obtenido con la unidad adicional empleada del factor). Formalmente, basta entonces con sustituir (en el problema del consumidor, sección 4. 2. 3) la utilidad marginal por el ingreso marginal de la firma, repitiendo ei mismo razonamiento, para obtener la solución al problema del equilibrio de la firma. De esta manera, la firma también parte de un presupuesto de gastos (limitado) para poder obtener en el mercado determinadas cantidades de los factores de producción, producir con ellos y vender nuevamente en el mercado lo producido para obtener un ingreso y una ganancia, Bajo condiciones de perfecta competencia, todos los precios, tanto los de íos factores que compra, como los de los productos que vende, están dados por el mercado para la firma, es decir, son datos que ella toma del mercado y que no puede modificar a voluntad.' Dados, pues, este presupuesto y estos precios, la firma irá adquiriendo los factores de producción de acuerdo al objetivo de obtener la máxima ganancia posible con cada peso de su presupuesto que gaste, lo mismo que el consumidor adquiere los bienes que le dan satisfacción de acuerdo al objetivo de obtener la máxima satisfacción posible con cada peso que gasta de su presupuesto. el ingreso marginal que la firma obtendría gastando su primer $ 1 en T sería 10x $2 = $20. De otro lado, si gastando su primer $ 1 en capital (K), el producto marginal obtenido fuese sólo de 5 unidades, el ingreso marginal obtenido por el primer peso gastado sería sólo de 5x $2 = $101• Así las cosas, para obtener el máximo ingreso posible, la firma debe gastar su primer peso en T (que le rinde el mayor ingreso marginal) y no en K (que le rinde el menor ingreso marginal) 2. Y, en general, como ya se sabe, por el razonamiento seguido en el caso del consumidor, para obtener el máximo ingreso posible, que es el objetivo de la firma, ésta deberá gastar cada peso sucesivo de su presupuesto en el factor que le permita obtener el mayor ingreso marginal posible. Obviamente, para determinar cómo gastará la firma el segundo $1, el tercero, etc., hasta agotar totalmente su presupuesto, es necesario comparar en cada paso al ingreso marginal que rendiría cada uno de los factores adquiridos con el peso adicional. Pero, de acuerdo al objetivo buscado de obtener el máximo ingreso posible, es seguro que la firma obedece al principio general de aumentar el uso del factor que rinde el mayor ingreso marginal, o sea el mayor producto marginal. (véase nota 14). Mientras el PMAT siga siendo superior al PMAK, la firma seguirá pues, gastando pesos adicionales en el factor T, sin aumentar su empleo del factor K. Pero, no debe olvidarse que se ha supuesto previamente que la productividad marginal de todo factor es decreciente (sección 13. 4. 2). Por tanto, llegará un momento, a través del aumento continuado del factor T y de la reducción en el PMAT en que, para otro $1 adicional gastado, la firma se encontrará en que PMAT < PMAK. En este momento, la firma dejará de aumentar el empleo de T y empezará a aumentar el de K. Pero, la PMAK también es decreciente. Llegará, pues, otro momento en que para 1. Es evidente, multiplicado Por consiguiente, la firma gastará el primer $1 de su presupuesto en el factor que le rinda el mayor ingreso marginal posible. Supongamos, por ejemplo, que la firma produce el producto x y que el precio de una unidad de x es $ 2. Si gastando el primer $ 1 en el factor trabajo (T), la firma obtiene un producto marginal igual a 10 unidades de x, esto significa que l Como antes se ha explicado (sección 13.2), la competencia perfecta competencia determina unos' precios impersonales, independientemente individual. 263 LA ECONOMIA NEOCLASICA A LA ECONOMIA implica que, precisamente, la de la voluntad de 1 productor entonces, que el ingreso marginal YMA, es igual al producto marginal del factor por el precio del producto que produce y vende la firma ($2 en el ejemplo), = = (PMA) = Así, el YMA cuando se emplea una cantidad adicional de T es YMA PMAT x $2 l ()x $2 $20 en el ejemplo. También, PMATx $2/ PMAKx $2 PMAT / PMAK. Es decir, con el precie de x dado, el ingreso marginal es proporcional al PMA del factor. = 2. En verdad, ningún "factor" puede producir un producto físico sin la colaboracíón de otros factores. Por ejemplo, el trabajo mismo sin la tierra (recursos naturales) nada podría producir. Por tanto, en estricto sentido, el razonamiento neoclásico parte siempre de un nivel de produccíón dado, en el cual se están empleando al menos dos factores simultáneamente, e intenta responder a qué pt mcipio se atendría la firma para aumentar () incrementar el uso de los factores, sobre ese nivel inicial. Nunca parte de cero producción y cero uso de los factores. Por eso, suele decirse que la teoría neoclásíca se ocupa esencialmentc de las proporciones en que se usan los factores y no del nivel absoluto en que cada uno de ellos, por aislado, se usa. Sin ernbargo , para simplif'icar la c xposictóu, en el texto se habla del primer peso gastado. Para evitar mullutcrprctuciones, puede decirse que se trata del primer peso gastado a partir de un nive¡ positiv« de produccíóu prevíameutc observndo UNiVERSIDAD """lLT0TECA DI'! ANTIOQUIA CENTRAL 264 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA NEOCLASICA < 265 el último $1 gastado PMAK PMAT y volverá a aumentarse el empleo de T dejando constantes el de K, y así sucesivamente hasta agotar totalmente el presupuesto de la firma. gasto, ya que si retira $1 de K para gastarlo en T, o viceversa, su producto ni aumenta ni disminuye, ya que para ese $1 el producto marginal de K es idéntico al producto marginal de T. Pero, como resultado final de esta forma de alcanzar su objetivo, la firma termina haciendo que el producto marginal del último $1 gastado en K sea igual al producto marginal del último $1 gastado en T. Esto necesariamente tiene que ser así, pues, en caso contrario, si el último $1 gastado en K rindiese un producto marginal mayor al que rinde el último $1 gastado en T, es evidente que la firma podría aumentar sus ganancias reduciendo su gasto en T y dedicando esa suma de dinero a emplear una mayor cantidad de K. En tal forma, la cantidad de producto (marginal) de x que perdería al reducir el empleo de T sería menor que la cantidad de producto (marginal) de x que ganaría al aumentar el empleo de K. (Obviamente esta ganancia neta de producto al cambiarel empleo de su gasto, dado un precio de $2 por cada unidad de x producida; se convierte en una ganancia monetaria neta). Por consiguiente, si para el último $1 gastado llegara a ocurrir que PMAK > PMAT, la firma podría aumentar sus ganancias simplemente cambiando la composición de su gasto, pasando una parte de su presupuesto de T hacia porque con tal cambio aumentaría su producto total. En otras palabras, sf para el último $1 gastado llegare a ocurrir que PMAK PMAT, entonces lá' firma no estaría obteniendo la máxima ganancia posible, ya que podría aumentar su ganancia simplemente cambiando la composición de su gasto. (Y, obviamente, algo que puede aumentar no es de por sí el máximo posible). Cuando la firma alcanza este máximo también alcanza su equilibrio pues, en tal situación, no existe ningún estímulo o incentivo para cambiar el empleo (relativo o proporcional) de los factores, ya que nada ganaría con ello (y en un caso extremo, de cambio drástico, resultaría por el contrario perdiendo). En cambio, cuando para el último $1 gastado ocurre que PMAK > PMAT o PMAK < PMAT, la firma está en desequilibrio, pues existen estímulos para cambiar la composición de su gasto y., por tanto, la composición del empleo de los factores. Puesto que la firma tiene como objetivo maximizar ganancias, siempre tenderá hacia la situación en que, para el último $1 gastado, PMAK = PMAT. El equilibrio es, pues, una condición hacia la cual tiende la firma. K, De otro lado, el hecho de que la firma en competencia perfecta con los precios dados, gaste cada $1 según el criterio de obtener la máximaPMA posible con el mismo, implica que la firma, al buscar maximizar sus ganancias, también busca producir el máximo que le es posible con cada $1 de que dispone. > Y, a la inversa. Si para el último peso gastado en cada factor llegara a ocurrir que PMAK PMAT, entonces la firma tampoco estaría obteniendo la máxima ganancia posible, pues podría aumentar su ganancia simplemente transfiriendo parte de su gasto de K hacia T. < En síntesis, la firma NO está obteniendo la máxima ganancia para el último $1 gastado en cada factor, ocurre que PMAK > PMAT o que PMAK posible cuando, < PMAT. Por tanto, la firma llega a obtener la máxima ganancia posible cuando, para el último $1 gastado en cada factor, ocurre que PMAK 4.4.4 El equilibrio de la firma, los precios de los factores y la dístríbucién del ingreso Se ha visto cómo; al perseguir la máxima ganancia posible, según los demás postulados del modelo neoclásico, la firma termina haciendo que el producto marginal del último $1 gastado en K sea idéntico al producto marginal del último $1 gastado en T. Ahora, si se llama PMAK a la cantidad adicional de x (producto marginal) que se obtiene mediante el empleo de una unidad adicional de K, y PMAT a la cantidad adicional de x (producto marginal) que se obtiene mediante el empleo de una unidad adicional de T, entonces para conocer cuál es el producto marginal (o cantidad adicional de x) que se obtiene por cada $1 invertido en la compra de la unidad adicional de K, es necesario dividir PMAK por el precio de esta unidad adicional de K (pK). l solamente = PMAT. l En este último caso la firma está maximizando su ganancia, dado su presupuesto para adquirir factores de producción y dados los precios de éstos, porque no puede aumentarla ni un centavo más cambiando la composición de su Por ejemplo, si una unidad adicional de K produce S unidades adicionales del producto x, y esa unidad adicional de, K le cuesta a la firma $5, entonces el producto marginal de la unidad adicional de K fue S. Pero el producto marginal por cada $1 invertido en la compra de la unidad adicional de K fue evidentemente, en promedio, SI $5 1. (No debe confundirse, pues. el producto marginal obtenido por el empleo de una unidad de K con el producto marginal obtenido por cada $1 invertido en la unidad de K. Sólo en el caso especial en que pK = $1, las dos cifras son iguales). = 266 Es decir: y similarmente: Producto Marginal obtenido por cada $1 invertido en la compra de la última unidad deK PMAK pK Producto Marginal obtenido por cada $1 invertido en la compra de la última unidad de T PMAT pT Por tanto, la firma maximiza ganancias y está en equilibrio cuando PMAK PMAT pK pT (Ec. 13. 4. 1), que también puede escribirse como I i PMAK pK PMAT pT (Ec. 13. 4. 2). 4.5 Formalmente, una ,is?cua~ta. es.~déntica a una curva de indiferencia (sección con la uruca distínción de que, mientras la curva de indiferencia s~ refiere a un nivel de utilidad constante que el consumidor deriva de diversas ' . com bi~naclOnes d e consumo de los bienes x e y, la isocuanta se refle:e a un nivel de producción constante que la firma deriva del empleo de diversas combinaciones de los factores K y T como A B en el gráñ 4 5 l2 P .. ' , , a ICO . . '. or tanto, los ejes que sirven de referencia a la isocuanta indican las cantidades e~pleadas por la firma de K y T, en vez de' las cantidades de x y y consumidas por el consumidor, tal como muestra el gráfico 4, 5. l. 4.3. 1): e La isoc~anta de la gráfica representa el nivel constante de producción Qo de una .fIrma determinada. Puesto que la producción de cualquier producto sí es cardinalmente medible (500 toneladas, 10.000 unidades, etc.), a diferencia de la utilidad del consum,idor, que sólo es ordinalmente expresable (secciones 13. 2. 1 y13. 3. 3), la isocuanta, a diferencia de la curva de indiferencia expresa una magnitud particular y no solamente un orden de mayor a menor: ;.a que para m~ximiz~ ganancias, al comprar los factores de la producción en el mercado la ~rma comparar!a también la PMA de la tierra po~ cada $1 gastado, así como lo hizo con el K y :1 T. e otro lado, notese que, partiendo de la condición de equilibrio, Es decir, la ecuación PMAK pK 13.4. 1 puede escribirse como: PMA Tierra =~ pT p Tierra PMAK PMAT pK pT si pK llegase a aumentar, PMAK (Ec. 4, 4,1) permaneciendo todo lo demás constante entonces ocurriría que PMAT --<pK pT lo cual haría que la firma, para maximizar ganancias, dejara de emplear algunas unidades de K y aumen~ar~ el empleo de ~. Es de~ír, el empleo (relativo) de cada factor variaría inversamente con el movirruento de su precio (relativo a los precios de los otros factores). Esta conclusión se deriva dlrec.tament. del supuesto de que cada factor es físicamente cuantificable y diferenciable de 1 demás, y que c~da PMA es decreciente y, de hecho, constituye el pivote central de la teoría neoclásíca de la distribución. 1 En la exposición del texto se ha argumentado como si únicamente existieran dos factores de producción, K Y T. Pero todo lo dicho puede generalizarse para incluir también la tierra o recursos Las Isocuantas y el equilibrio de la firma! 4.5.1 La Isocuanta o curva de isoproducto De esta manera, se llega a la conclusión de que, en su búsqueda de la máxima ganancia, bajo condiciones competitivas (px, pK y pT dados para la firma por el mercado), las firmas remuneran a los factores de producción en proporción exacta a sus productividades marginales. (Ya que el precio de cada factor es su remuneración o ingreso. Así, por ejemplo, el salario, que es el precio de la fuerza de trabajo, es la remuneración al factor trabajo). Indudablemente, esta deducción constituye la esencia de la teoría de la distribución del ingreso de la economía neoclásica y apunta hacia la idea de que tal distribución está naturalmente determinada por el mismo proceso de producción, en el cual cada factor (o clase social, en términos más amplios) recibiría una remuneración proporcionalmente determinada por su propia productividad física marginal. Así, el interés (o beneficio normal) del capital estaría determinado por la productividad física marginal de la cantidad de capital empleada en la producción, la renta del suelo estaría determinada por la productividad física marginal de la cantidad de tierra (o recurso natural) empleada en la producción, y el salario estaría determinado por la produc-1 tividad física marginal de la cantidad de trabajo empleado en la producción. naturales. 267 LA ECONOMIA NEOCLASICA INTRODUCCION A LA ECONOMIA Esta sección s~ refiere a otra forma de exposición del contenido de la sección' 4.4 y, aunque tal forma es la mas usual, para efectos de la comprensión de los temas siguientes no es írnprescíndíbte. Ya se. h.a señ~lado, anteriormente, cómo las proposiciones establecidas en el texto para dos bienes ~on. fácil y directamente generaliz ables a n bienes. Además, de la misma manera como la curva de ~ndtferencia enfatiza la sust ituib ilidad de los bienes para mantener un nivel constante de u1ilidad, la Isocua~ta en~atiza la sustituibilidad de los factores para mantener un nivel de producción- constante. Es decir, la ISO cuanta expresa todas las combinaciones posibles de K y T para obtener I1n nivel dado y constante de producción, 268 INTRODUCCION GRÁFICO T A LA ECONOMIA LA ECONOMIA 4.5.1 269 aumento en el producto derivado del aumento del empleo de K, 6 K . PMA K, sea igual a la disminución en el producto derivada de la reducción en el empleo de T, -6 T. PMA i .' Es decir, LA ISOCUANT A .\. TI NEOCLASICA (6K).(PMAK) = (-6T).(PMAr),o -6T/6K=PMAK/PMAT 5.5.2 El mapa de Isocuantas Así como se puede construir un mapa de curvas de indiferencia para el consumidor, también se puede construir un mapa de isocuantas para la firma, tal como muestra la gráfica 4. 5. 2. TO T2 GRÁFICO 4.5.2 K O KI KO K, P-fl[ lo demás, las propiedades de la isocuanta son idénticas a las de la curva de itidiferencia, tomando únicamente el cuidado, para interpretar su significado, de reemplazar el concepto de utilidad marginal (de cada bien) en la última por el de productividad marginal (de una unidad adicional) de cada factor en l;,t primera. Por ello, tales propiedades no serán nuevamente explicadas. (Véase sección 13. 3. 1). Simplemente se señala que su pendiente es negativa, (la curva desciende de izquierda a derecha), porque para mantener constante la cantidad producida Qo, al aumentar el empleo de un factor debe necesariamente reducirse el empleo del otro factor. Y que es convexa mirada desde el origen, porque se ha supuesto que la productividad marginal de cada factor es decreciente, lo cual implica que, para mantener el nivel de producción Qo constante, al aumentar el empleo de K, sucesivamente de unidad en unidad, es necesario sacrificar cada vez menos unidades de L (ya que la PMA de L aumenta al reducirse el nivel de su empleo y la PMA de K disminuye al aumentar el nivel de su empleo). 0, al aumentar el empleo de L, es necesario sacrificar cada vez menos unidades de K a cambio de una unidad de L para mantener el nivel de producción Qo constante. Similarmente, a la cantidad de T que debe sacrificarse a cambio de una unidad adicional de K, (6 T /6 K), se le llama Tasa Marginal de Sustitución Técnica en la Producción entre T y K, TMSPTK, y es idéntica a la pendiente de la isocuanta entre dos puntos determinados de la misma (recordando que, por definición, la pendiente mide el cambio en una variable, 6 T, con relación al cambio en la otra, 6 K). EL MAPA DE CURVAS ISOCUANTAS T o Teniendo en cuenta las diferencias de significado señaladas en la sección inmediatamente anterior, el mapa de isocuantas tiene, por lo demás, propiedades idénticas al mapa de indiferencia. (Véase sección 4.3.2). . En primer lugar, expresa todos los niveles de producción que hipotéticamente podría enfrentada firma. Por esta razón es un mapa "denso", es decir, que por todo punto del plano K - T pasa una isocuanta, aunque el gráfico . 4. 5. 2 ilustra solamente unas cuantas de ellas. En segundo lugar, las 1 Esta pendiente, L T / 6 K, también es idéntica a -PMAK / PMAT, ya que, para mantener el nivel de producción Qo constante, es necesario que el El PMAK es la adición al producto por cada unidad adicional empleada de K. Entonces, si 6K es e! número total de unidades de aumento en el empleo de K, (PMAK).(6K) es la adición total al producto por el aumento total en el empleo de K. Y lo mismo para T. 270 INTRODUCCION LA ECONOMIA NEOCLASICA A LA ECONOMIA isocuantas más altas (Ej. Q4) expresan niveles de producción mayores que las más bajas (Ej. Qo), porque en ellas se utiliza una mayor cantidad de ambos factores, o al menos una mayor cantidad de uno de ellos dada una utilización igual al del otro (sección 4. 3. 2). Y tercero, las iso cuantas, como las curvas de indiferencia, no se intersectan, porque ello Implicaría que una isocuanta fuese simultáneamente superior, igual e inferior a otra, lo cual es una contradicción lógica con su propia definición. Finalmente, se supone que, bajo condiciones competitivas, en que los precios están dados por el mercado para la firma, ésta busca situarse en la isocuanta más alta posible, es. decir, producir el máximo posible, (lo mismo que el consumidor busca situarse en la curva de indiferencia más alta posible), ya que, con los precios dados, a mayor producción la firma obtiene un mayor ingreso. Pero, naturalmente, la firma, como el consumidor, tiene una restricción presupuestal para este propósito, lo cual impide comportarse solamente de acuerdo a sus subjetivas intenciones, como se verá a continuación. 5.5.3 La línea de presupuesto de la firma i2 i5 F = pK --K pT pT F - GRÁFICO 4.5.3 LA LINEA DE PRESUPUESTO DE LA FIRMA T F/pT P I I I ---- TI -:---- Q I I l' I ~--~--~--~------~K o Ko Kl F/pK 4.5.4 El equilibrio de la firma en perfecta competencia K. pK + T. pT donde pK y p'I' son los precios (por unidad) de los factores y K y T son las cantidades que se pueden adquirir de éstos con el presupuesto F. Puesto que los precios y su presupuesto (F) son datos para la firma, que ésta no puede cambiar a voluntad, las únicas variables sujetas a la decisión de la firma son K y T. Por tanto, T= línea de presupuesto de la firma muestra todas las combinaciones alternativas posibles de K y T que la firma puede adquirir con su presupuesto F, como P y Q en el gráfico mencionado. TO Esta línea es idéntica a la línea de presupuesto del consumidor (véase sección 13. 3. 3), con la única diferencia de que en lugar de los precios de los bienes x e y, se trata ahora de los precios de los factores K y T, que la firma compra en el mercado para poder producir y, obviamente, que en lugar del gasto del consumidor en bienes de consumo final se trata del gasto de la firma en factores de la producción. Llamando F al presupuesto total que dispone la firma para adquirir estos factores, entonces: 271 (Ec.4.5.1), donde F, pK y pT son parámetros dados, y K y T son las variables. Como ya se sabe (sección 13. 3. 3) esta línea tiene por pendiente -PK / PT , intersecta al eje T en el punto (0, F / pT) y al ej.e K en el punt? fF ~pK, 0),_10 ?ual permite construir su gráfica, como se ilustra en el1!¡ ca, 4.5.3. Asl, la J jI aj GRÁFICO 4.5.4 T ( 272 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA NEOCLASlCA Como muestra el gráfico 4.5.4, la isocuanta más alta que' puede alcanzar la firma con su línea de presupuesto es Q2, a la cual es tangente en el punto E, como en el caso del consumidor (véase sección 4.3.4). Este punto señala la condición de equilibrio, porque cualquier otro punto de la línea de presupuesto, a la izquierda o a la derecha de E, como los puntos A y B, sólo permiten alcanzar isocuantas inferiores a Ql, como Qo y Ql' Por consiguiente, si hipotéticamente la firma perfectamente competitiva escogiera como combinación de los factores cualquier otro punto de la línea de presupuesto (como A o B), tendría un estímulo paracambiar esa combinación por la combinación de E, ya que al hacerla así puede alcanzar una isocuanta más alta, con ella mayor producción e ingreso (recuérdese que para la firma en competencia perfecta px está dado como constante) y, dado su gasto constante F en factores, una mayor ganancia. Combinaciones como A y B son, pues, puntos de desequilibrio, que estimulan a un cambio en la combinación de los factores. De otro lado, combinaciones como M están por fuera del alcance del presupuesto de la firma. De esta manera, con el presupuesto de que dispone la firma, sólo maximiza sus ganancias en el punto E, y alcanzando este punto no tendría ningún estímulo para modificar la combinación empleada de los factores, pues si lo hiciera, desplazándose a la derecha o a la i~quierda de E, vería reducida su producción (localizándose sobre isocuantas inferiores) y reducidas sus ganancias. que es idéntica a la ecuación 4. 4. 2, alcanzándose así las mismas conclusiones de la sección 4.4.4 sobre los precios de los factores y sobre las productividades marginales como determinantes de la distribución del ingreso: del nivel de los salarios, del nivel de la renta de la tierra y del nivel del beneficio normal o interés del capital. 1 4.6 I pK PMAK pT PMAT = (Ec. 4. 5. 2), = Sea F $10'. Si la firma produce l' de unidades de x (Qx 1'), el costo de cada unidad será $10 (ex $10), Pero, si Qx 2', entonces ex = $5; si Qx 4' entonces ex $:2. S, etc. Por consiguiente, producir el máximo posible dado F equivale a producir cada unidad de producto al mínimo costo posible. = = = = El mercado competitivo y el equilibrio de la firma 4.6.1 El costo marginal creciente de la firma El modelo neoclásico define el costo marginal de un producto x como el costo en que incurre la firma para producir una unidad adicional de x, y supone que además de ser mayor que cero (porque para incrementar la producción sería necesario comprar en el mercado una mayor cantidad de factores de producción) siempre, tanto en el corto como en el largo plazo, es creciente. Es decir, supone que el costo de producción de la última unidad de x producida por la firma aumenta a medida que aumenta la cantidad producida.? Esta proposición se ilustra en el gráfico 4.6. 1. 1 Si. por ejemplo, pI< aumentara, con todo lo demás constante, entonces pK¡ pT aumentaría (en valor absoluto), es d,eCir"el valor absoluto de la pendiente de la línea de presupuesto aumentaría, lo cual implica en el gráfico 4. 4•.. una rotación de la línea hacia la izquierda, sobre el punto fijo F ¡pT. (F ¡pT no cambia de valor porque tanto F como pT permanecieron constantes. En cambio, F ¡pK disminuye di valor por cuanto pK aumentó). Al giral en esta dirección, la tangencia de la nueva línea de presupuesto con una isocuanta se produciría más hacia la izquierda de la isocuanta de lo que seríasi pK no hubiese aumentado. Es decir, el empleo de K se reduciría ante el aumento de su precio relativo. Así puede deducirse, entonces, que el empleo relativo de los factores (manteniendo constante el presupuesto F) varía inversa mente con el movimiento de sus precios relativos. Esta conclusión es una consecuencia directa de la convexidad de las isocuantas, es decir, del supuesto que cada factor es físicamente cuantificable y díferenciahle de los demás y de que la productividad marginal de cada factor es decreciente, y constituye la base misma de la tearía neoctásica de la distribución. (Véase nota 17 en sección 4.4.4). s. Puesto que en el punto E la firma produce el maximo posible, dado su presupuesto F, ello significa que también en el punto E la firma produce cada unidad del producto x que vende en el mercado al mínimo costo posible, I Debido a esta circunstancia, la maximización de ganancias por parte de la firma en competencia perfecta equivale a una maxirnización de la producción y a una minimización de costos, Por esto, suele decirse que el punto E no solamente es una situación de equilibrio sino también una situación "óptima". De otro lado, cuando una recta es tangente a una curva, la pendiente de la recta es la misma pendiente de la curva en el punto de tangencia. Por tanto, en el punto E la pendiente de la línea de presupuesto (sección 4. 5.3) es igual a la pendiente de la isocuanta (sección 4. 5. 1). Es decir, 273 2 Las definiciones neoclásícas de "corto" y "largo" plazo son, al respecto, muy particulares. En el "corto" plazo no todos los factores de la producción son variables, pudiéndose aumentar la cantidad de un factor, pero con la restricción de que al menos la cantidad de otro permanece fija. En el "largo" plazo todos los factores de la producción son variables, es decir t todos pueden aumentarse o disminuirse sin qu~ ninguno permanezca fijo. Sin embargo, para la economía neoclásica el largo plazo es una sucesión de cortos plazos. Así, en el corto plazo el tamaño de la "planta" (edificios, equipos) es fijo, mientras que en el largo plazo es variable. No obstante, después que la firma ha seleccionado, en el largo plazo, el tamaño de la planta, empieza a a perar con esta planta fija, como en el corto plazo. De acuerdo a esta interpretación, el costo marginal en el largo plazo no es el costo de producir una unidad adicional con todos los factores variando (como podría suponer se de su definición en primera instancia de largo plazo), sino el costo de producir una unidad adicional con un factor variable y al menos otro factor fijo, que no puede aumentar ni disminuir, después de haber seleccionado el tamaño de la planta. Con tal enfoque, la verdadera diferencia entre el "CMA de corto plazo" y 'el "CMA de largo plazo" no radica en la variabilidad de los factores, pues en ambos casos hay factores fijos; sino en la libertad de elegir el lam año de la planta. (Debe tenerse cuidado, pues, en no confundir este concepto de costo marginal creciente en el largo plazo, con el concepto de costo en largo plazo estudiado en los capítulos 3 y S, donde se supone plena variabilidad de los factores, además a nivel de toda una industria y no solamente de una firma). 274 INTRODUCCION LA ECONOMIA A LA ECONOMIA EL COSTO MARGINAL DE x (CMAx¡ CMAx - ClIiAo - -- De esta manera, por cada unidad adicional de x que produzca y venda, la firma recibirá un precio constante en el mercado competitivo. Como este precio es el ingreso adicional que recibe por cada unidad adicional producida, entonces el precio del producto es su ingreso marginal. Y como el precio es constante, entonces su ingreso marginal es constante, lo cual se ilustra en el _ gráfico 4. 6. 2. _ GRÁFICO 4.6.2 cantidad producida de " o 275 movilidad y la perfecta información de sus rivales, se lo impide, tal como se explicó en el capítulo IIl. Por consiguiente, bajo condiciones perfectamente competitivas la firma como tal no puede aumentar o reducir el precio de su producto, a su libre albedrío, a medida que aumenta su producción. De hecho, entonces, la firma se enfrenta a un precio del mercado que es un parámetro, un dato, una constante para ella (no una variable). GRÁFICO 4.6.1 CMAI NEOCLASlCA Qo QI EL INGRESO MARGINAL (YMA) DE LA FIRMA EN COMPETENCIA El gráfico 4. 6. 1 ilustra, pues, cómo a un nivel de producción Ql producir una unidad adicional de x costaría más (CMA 1) que al nivel de producción Qo (CMAo), es decir, el principio del costo marginal creciente en que se basa la economía neoclásica. 1 PERFECTA Precio x '" YMA 4.6.2 El ingreso marginal de la firma en el mercado competitivo Así como la firma incurre en un costo adicional por cada unidad adicional que produce, (costo marginal), también recibe un ingreso adicional por cada unidad adicional de x que produce, que se denomina su ingreso marginal. Pero mientras el costo marginal sería creciente, para la firma que actúa en un mercado de perfecta competencia el ingreso marginal es constante. La razón de tal conclusión es clara: para la firma que actúa en un mercado de competencia perfecta el precio es un dato inmodificable, algo que ella no puede cambiar a voluntad, precisamente porque la competencia, la libre 1 No es difícil descubrir que el costo marginal creciente es apenas otra forma de exponer el supuesto de .la productividad marginal decreciente. En efecto, de acuerdo a este último, una unidad adicional de un factor variable, permaneciendo los demás constantes, produce cada vez una menor cantidad del producto x (sección 4.4.2). Pero esto no es sino otra manera de expresar que una unidad adicional del producto x cuesta, a medida que aumenta la producción de x, cada vez may or cantidad del factor variable. Y puesto que el precie de todo factor está dado para la firma competitiva, cada unidad del producto x tendrá un costo real cada vez mayor para la firma. Po r---------------------px=YMA o Cantidad producida de x. En efecto, el gráfico muestra cómo el precio del producto que produce la firma (px) permanece constante a un nivel Po , a medida que aumenta la cantidad producida de x, y es igual a su YMA, como corresponde a una firma que vende en un mercado perfectamente competitivo. INTRODUCCION 276 A LA ECONQMIA LA ECONOMIA NEOCLASICA De otro lado, a niveles de producción menores que Qo, a la izquierda de 4.6.3 El CMA, el YMA y el equilibrio de la firma en un mercado de perfecta competencia E, el YMA es mayor que el CMA para toda unidad adicional producida de GRÁFICO 4.6.3 CMA, YMA B 1 I I I D lA 277 Po~--------~~--~-----tl~------YMA I I 1 I I I I I I o El.eje vertic~l del gráfico 4. 6. 3 mide el costo m.~:ginal y el ingreso marginal dé la firma, para diferentes niveles de producción del producto x que se miden en el eje horizontal. De la comparación resultante entre el CMAx yel YMA es evidente que la firma no tiene siquiera el más mínimo incentivo para producir cantidades mayores que Qo, es decir, para situarse a niveles de producción que estén a la derecha del punto E'. Pues a la derecha de este punto el CMA de toda unidad adicional ~roducl~~ de x es mayor que el YMA que obtiene la firma al vender tal unidad adicional (px = Po). Por ejemplo, a nivel de producción Ql, el CMA es mayor que e~ YMA e~ la magnitud AB, ya que el punto A indica el YMA correspondiente al ruvel Ql mientras que el punto B indica su correspondiente C~A. Por tanto, la firma incurriría en una pérdida neta (costo mayor que ingreso) por cada unidad producida de x más allá de la cantidadQo (pun~o E). y la ~ir~a no produce con el propósito de obtener pér~~dassino ganancias, Por consiguiente, en el hipotético caso de una producción mayor que Qo, a la derecha de E la firma no estaría obteniendo la máxima ganancia posible, pues estaría obteniendo pérdidas por cada unidad producida más allá de Qo , y al eliminar estas pérdidas podría aumentar sus ganancias totales. En t~es condiciones, 1,'1 firma estaría en desequilibrio porque tiene un' fuerte estimulo para reducir su producción. En síntesis, si la firma se si~uara a ~iveles de produc~ión mayores que Qo, ó a la derecha de E, tendría un estimulo para reducir su producción de x. x, lo cual constituye un estímulo para que la firma produzca una mayor cantidad de x, ya que bajo tales circunstancias obtiene una ganancia neta adicional por cada unidad adicional producida de x. Por ejemplo, al nivel de producción Q2; el YMA es mayor que el CMA, en la magnitud CD, pues la menor altura del punto C indica el CMAx correspondiente al nivel Q, mientras que el punto D indica el respectivo YMA. Y, así, para todo nivel de producción menor que Qo , a la izquierda de E, ocurre que YMA > CMAx y, por tanto, la firma podría aumentar sus ganancias totales aumentando la producción, pues obtendría una ganancia adicional por cada unidad adicional producida. En síntesis, tampoco estaría la firma obteniendo la máxima ganancia posible con un nivel de producción menor que Qo, ya que en tal situación podría aumentar sus ganancias totales aumentando su producción. Puede concluirse, entonces, que si la firma produjera una cantidad mayor que Qo, podría aumentar sus ganancias reduciendo la producción, y que si produjera una cantidad menor que Qo podría aumentar sus ganancias aumentando la producción. Por consiguiente, el único nivel de producción donde obtiene la máxima ganancia posible es Qo, correspondiente al punto E, donde el YM,Aes exactamente idéntico al CMAx, es decir, donde el YMA no es ni mayor ni menor que el CMAx. (En el gráfico 4.6.3, en el punto E se i~tersectan las líneas que representan el YMA y el CMAx, indicando su igualdad), Si produjera menos que Qo (YMA > CMAX) estaría dejando de percibir algunas ganancias posibles, y si produjera más que Qo (YMA < CMAx) obtendría pérdidas por algunas unidades producidas de x. Este nivelQo es también el nivel de equilibrio para la firma porque, después de alcanzado, la firma no tiene estímulos para aumentar o reducir la producción, y porque siempre tiene un incentivo para moverse hacia tal nivel. En otras palabras, con un CMAx creciente! , la firma sólo obtiene la máxima ganancia posible cuando L...I y_MA O_M_Ax....l1 (Ec. 4. 6. 1) 1 Como se señaló anteriormente un CMA creciente se deriva del supuesto de que siempre permanecen fijos algunos factores de la producción, lo cual conduce al planteamient o de la productividad marginal decrecíent .• del factor variable. Estos factores fijos corresponde, en general, al tamaño de la planta (instalaciones y maquinaria) y, por ello, podría decirse más precisamente que, con un tamaño de planta dado, y un presupuesto determinado, la firma maximiza ganancias cuando iguala el CMA, determinado por la productividad marginal del factor variable que le permite aumentar la producción, al YMA. 278 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Pero, ya se ha visto cómo, bajo condiciones de competencia perfecta, el YMA es idéntico al precio del producto que vende la firma (px), (sección 4. 6.2). Por tanto, puede decirse que bajo condiciones de perfecta competencia la firma alcanza su máxima ganancia y su nivel de producción de equilibrio cuando YAIA = px = CMAx (Ec. 4. 6. 2), o más simplifieadamente, cuando y lo mismo, en general, para cada una de todas las firmas y todos los n productos de la economía, la cual es una conclusión básica para los resultados que obtiene la economía neoclásica sobre la "eficiencia" del mercado en la asignación de recursos y la satisfacción de las necesidades, indagación culminante de este sistema teórico, a la cual se hará una breve introdu.cción después de la siguiente sección. LI Por tanto, para guardar el equilibrio, YMA = CMA, la firma aumenta la cantidad producida (de Qo a QI a Q2) a medida que aumenta el precio, a lo largo de la curva de costo marginal. En otros términos, la curva de costo marginal dice cuál es la cantidad que la firma está dispuesta a producir a los diversos precios, o sea que constituye la misma función de oferta. De otro lado, cada cantidad determinada por esta función de oferta (Qo, Q 1, Q2, etc.) corresponde a un punto óptimo (E, E', E", etc), respectivamente, por lo cual la función de oferta neoclásica es el conjunto de óptimos en la producción (YMA = CMA = Máxima ganancia en competencia = Costo mínimo, como se vio en la sección 4.5.4). (Ec. 4. 6. 3), I px = CMAx 1 t 279 LA ECONOMIA NEOCLASICA 4.7 La eficiencia del mercado perfectamente competitivo 4.7.1 Óptimo de Pareto en el consumo En las secciones 4.2.4 Y4.3.4 se vio cómo el consumidor maximiza su utilidad y alcanza su equilibrio cuando se da la condición de que 4.6.4 La función oferta neoclásica Si el precio de x se eleva en el gráfico 4.6.3, los puntos de equilibrio de la firma se desplazan tal como muestra el gráfico 4.6.4. UMAx px UMAy py (Ee. 4. 2. 2 Y eco 4. 3. 2),1 Ahora bien, cuando todos y cada uno de los consumidores de la economía han alcanzado su equilibrio y están obteniendo la máxima utilidad posible, dado el ingreso de que disponen, se dice que la economía ha alcanzado un "Óptimo de Pareto en el Consumo", situación que puede simbolizarse como GRÁFICO 4.6.4 CMA, YMA px = UMAx CMAx py YMA" PI ~ ~E' __+-_______ (1) UMAx (z) = UMAx UMAY(I) UMAy (2) UMAy (3)(3) = UMAx(nl UMAy (Ec. 4. 7. 1), (n) donde los subíndices entre paréntesis identifican a cada uno de los distintos consumidores de la economía. YMA' YMA Debe recordarse que los precios (px / py) están dados por el mercado y, por consiguiente, son iguales para todos los consumidores. De esta manera, si el consumidor (1) maximiza su satisfacción haciendo que 1 Condición que es válida en general para cada pareja de bienes que pueda formarse con los n productos de la economía, aunque el texto, por simplicidad expositíva, siga ilustrando las conclusiones generales con una mera pareja de bienes. 280 INTRODUCCION UMAx (l) px UMAy (1) PY yel consumidor (n) maximiza la suya haciendo que UMAx (n) UMAy (n) px =--, py es obvio que se obtiene como resultado UMAx (1) UMAy (1) UMAx (n) UMAy (n) LA ECONOMIA NEOCLASICA A LA ECONOMIA =-----, y..así sucesivamente para todas las demás parejas posibles de consumidores (con todas las parejas posibles de bienes). Un óptimo de Pareto en el consumo, o la maximización de su utilidad por parte de cada uno y todos los consumidores, implica entonces la igualación de la relación de las utilidades marginales de los bienes para todos los consumidores, como indica la ecuación 4. 7. 1. Esevidente que esta situación es un óptimo general pues cada uno de los consumidores ha alcanzado su propio óptimo (la máxima utilidad posible), dado el ingreso de que cada uno dispone. Si tal igualación no se produjera, entonces al menos uno de los consumidores no estaría obteniendo la máxima satisfacción que le es posible obtener con su ingreso, (su UMAx / UMAy diferiría de px / py), y la situación global podría, por tanto, mejorar al menos para una persona, sin desmejorar la situación de alguien más, que es la significación precisa de un óptimo de Pareto. En otras palabras, en una situación de no óptimo sería posible que alguien mejorara su nivel de utilidad simplemente cambiando la composición de su consumo, sin gastar más de lo que gasta (simplemente pasando de un punto como B al punto E sobre la misma línea de presupuesto en el gráfico 4.3. 5), mientras que en una situación de óptimo nadie podría mejorar su nivel de utilidad sin gastar más (esdecir, sin disponer de un mayor presupuesto), lo cual implicaría, con un ingreso social dado, que para alguien mejorar, al menos otra persona tendría que ver desmejorada su posición de utilidad (ver reducido su ingreso). Por consiguiente, en una situación de óptimo de Pareto es imposible mejorar la situación de alguien sin perjudicar a otros, 281 porque todo el mundo está derivando la máxima utilidad posible con el ingreso de que dispone. En cambio, si las condiciones del óptimo no se dieran, muchos, varios o al menos un individuo podrían mejorar su nivel de utilidad, y en ese sentido mejorar el nivel de satisfacción social, sin gastar un centavo más de su propio ingreso y del ingreso real de la sociedad. El óptimo de Pareto se refiere, pues, a la máxima utilidad que cada quien puede obtener dado su propio ingreso y el ingreso global de la sociedad en un momento determinado.' 4.7.2 Óptimo de Pareto en la producción Asimismo, en la sección 4. 6. 3, se vio cómo la firma en el mercado de perfecta competencia alcanza su máxima ganancia posible y está en equilibrio cuando iguala el costo marginal del producto que produce con el precio del mismo. Es decir, cuando . CMAx =ipx, (Ec. 4. 6. 3), para un producto x. Ahora bien, cuando en un mercado perfectamente competitivo todas y cada una .de las firmas de la economía están obteniendo la máxima ganancia posible y están en equilibrio, se dice que la economía ha alcanzado un "Óptimo de Pareto" en la producción, pudiendo simbolizarse la situación de la manera siguiente: 1 Es evidente, entonces. que este concepto de óptimo deja por fuera de ea nsideración cualquie~ juicio sobre la distribución del ingreso, partiendo de una distribución del ingreso que toma como dada. Es decir, este concepto de óptimo toma como un dato el ingreso de cada consumidor, aunque para unos implique pobreza y para otros abundancia, absteniéndose de formular cualquier juicio sobre lo que pasaríacon el nivel de "utilidad social" si la distribución del ingreso cambiara. Así, en principio hahría un óptimo tanto para el consumidor que dispone de $1 diario (la máxima utilidad que el consumidor puede alcanzar con $\) como para el que dispone de $\ '. El óptimo de Pareto sería compatible, pues, con ésta y con cualquier distribución del ingreso, lo cual es un resultado directo del postulado de que la utilidad de diversos consumidores no es medible, ni comparable, ni agregable en términ~s de magnitud absoluta (que es un fenómeno or dinal y no cardinal), y de que por lo tanto no puede saberse lo que pasa con el nivel agregado de satisfacción de la sociedad en su conjunto, cuando se le quita ingreso a un individuo para aumentar el de otro individuo. Esto no significa, por supuesto, que la teoría neoclásica no le haya dedicado arduos. esfuerzos a este tema de la distribución, ya que particularmente durante los últimos cincuenta años él ha ocupado quizás la fracción más importante del trabajo neoctásico, que se refleja en intentos de conclusión como el "principio de compensación", los "contornos de Bergson ", las "curvas sociales de indiferencia" y la t e or ia misma de la votación que, sin embargo, no caben dentro del presente contexto elemental. (Las implicaciones de una situacion No óptima también son estudiadas en mayor detalle por la teoría neoclástca, reuniendo sus conclusiones al respecto en el concepto de las "Cajas de Edgeworth", que se encuentra en cualquier texto de Microeconomía). 282 INTRODUCCION A LA ECONOMIA = px, para la firma que produce x, CMAy = py, para la firma que produce y, CMAx y por consiguiente, CMAx px CMAy py (Ec. 4. 7. 3). para el conjunto de todas las firmas de la economia.' Como bajo condiciones de perfecta competencia cada firma en equil ibrio alcanza la máxima producción posible con un presupuesto o costo total dado, ya que para llegar al equilibrio cada $1 de este presupuesto lo gasta en el factor con la mayor productividad (sección 4.4.3), entonces con todas las firmas en equilibrio la economía alcanza la máxima producción posible (ante un presupuesto dado para cada firma) y por eso se denomina tal situación como óptima. En otras palabras, la economía estaría utilizando los factores de producción en las combinaciones que permiten obtener la máxima producción posible en cada firma, sin que sea posible aumentar esa producción cambiando simplemente la combinación de los factores en cada firma, como sí sería el caso si varias o al menos una firma estuvieran en desequilibrio (véase sección 4. 5. 4). Es decir, bajo condiciones de perfecta competencia, la iniciativa privada de cada firma, buscando maximizar sus ganancias, garantizaría la selección de la combinación más eficiente posible de los factores desde el punto de vista de la máxima producción posible como objetivo. Así, las fuerzas libres del mercado, sobre la base de cada ente 1 Nuevamente, por mera simplicidad ex posit iva se toma el caso de solamente .dos firmas para ver la relación de la misma pareja de bienes (x e y) tomados en la sección 4.7. J pero, el argumento es inmediatamente generalizable a n productos. estableciéndose relaciones similares entre precios y costos marginales para toda pareja de productos que pueda formarse. También debe recordarse, (secciones 4.4.4 Y 4.5.4), que cuando cada firma está.en equilibrio, maximizando ganancias, entonces PMAK! pK = PMAT (pT (ec. 4. 4. 1 Y4.5.2), condición que forma, por tanto, parte del óptimo de Pareto en la producción, y que significa que cada firma está produciendo el máximo posible con el presupuesto de que dispone, ya que ha seleccionado la combinación de factores que le permite obtener el máximo producto posible. En otras palabras, estando cada firma en equilibrio es imposible que la producción de la economía pueda aumentarse cambiando simplemente la combinación de factores, sin aumentar el presupuesto o costo total de varias o al menos una de las firmas. En cambio, con cualquier firma en desequilibrio, PMAK! pK ¿PMAT I p T, la producción podría aumentarse sín aumentar su presupuesto o costo total, cambiando simplemente su cornbinacíón de factores, moviéndose a lo largo de la misma línea de presupuesto y pasando de un punto como B al punto E en el gráfico 4.5.4. lo cual le permitiría alcanzar una iso cuanta más alta, es decir. un nivel mayor de producción. Con cada firma en eq uilibr io la producción social es pues máxima, dado un presupuesto total de costos, y por eso se dice que es una situación óptima. LA ECONOMIA NEOCLASlCA 283 privado buscando su beneficio se encargarían de generar automáticamente la situación más eficiente posible desde el punto de vista de la asignación de los recursos productivos (lo cual debe empezar a sonar familiar con los postulados de los fisiócratas y de A. Smith). Por esto tal situación se considera óptima. y se le llama "de Pareto" porque, en esa situación de máximo, ninguna firma puede aumentar su producción sin aumentar su propio presupuesto para gastar en factores, lo, que con un presupuesto social dado implicaría reducir el presupuesto y la producción de al menos otra firma, mientras que si hubiera alguna firma en desequilibrio podría aumentar la producción sin aumentar su presupuesto y, por tanto, sin reducir la producción de otras firmas, simplemente cambiando su propia combinación de factores, proposición que estableció Vilfredo Pareto en forma muy precisa. Menos precisamente, pero quizás muy ilustrativamente, podría decirse que tal situación es óptima en lo referente a la asignación de los recursos productivos porque no existe ninguna forma mejor de combinarlos desde el punto de vista de maximizar la producción social. 4.7.3 IjI Óptimo general Ahora, es perfectamente lógico concluir que si, por un lado, los consumidores maximizan sus niveles de utilidad y simultáneamente, por el otro lado, las firmas maximizan sus ganancias, se tenderá hacia un equilibrio simultáneo tanto de cada consumidor como de cada firma, es decir, hacia un óptimo de Pareto simultánemanete tanto en el consumo como en la producción. Esto es, las condiciones UMAx px --- = --, UMAy py CMAx px CMAy py para todo consumidor, y , para el conjunto de todas las firmas de la econom ía, se darán simultáneamente. Por consiguiente, las dos condiciones anteriores implican para el conjunto de todos los consumidores y todas las firmas que UMAx px CMAx (Ec. 4.7.4), o py UMAy CMAy UMAx CMAx UMAy CMAy 1 (Ec. 4. 7. 5), 1 Y símilarmente para toda pareja posible de productos. 284 INTRODUCCION que expresa la situación de un óptimo general en la economía, es decir, tanto en el consumo como en la producción simultáneamente. La ecuación 4. 7. 5 expresa que, dado un ingreso para cada consumidor 1 y dado un presupuesto para cada firma, el equilibrio simultáneo tanto de consumidores como de firmas en un mercado perfectamente competitivo conduce al sistema económico a una situación inmejorable desde el punto de vista de la satisfacción (o utilidad) que las personas que componen tal sistema económico pueden derivar del mismo. Pero, para entender porqué la ecuación 7.5 expresa tal proposición es mejor, quizás, primero observar lo que ocurriría en cualquier circunstancia diferente, es decir, en circunstancias en que ia UMAx CMAx ---> -UMAy UMAx 0-- CMAy UMAy > CMAx CMAy CMAy UMAx es idéntico a CMAx UMAy, (des. 4. 7. 6), > CMAy donde, como todo quebrado, UMAx / CMAx y UMAy / CMAy expresan cuántas unidades de numerador hay en promedio por cada unidad de denominador. De acuerdo a esto la desigualdad 4.7.6 expresa que la utilidad adicional derivada por los consumidores de cada $1 adicional gastado por la sociedad en incrementar la producción de x (UMAx / CMAx) es mayor que la utilidad adicional derivada por los consumidores de cada $1 adicional gastado por lá sociedad en incrementar la producción de y (UMAy /CMAy). Por consiguiente, la sociedad podría aumentar el nivel de satisfacción de los consumidores reduciendo el gasto en la producción de y, y aumentándolo en la producción de x, ya que por cada $1 transferido de la producción de y hacia x la ganancia en utilidad por consumir más x sería mayor que la pérdida de utilidad por dejar de consumir algo de y, (UMAx / CMAy > UMAy / CMAy), obteniéndose una ganancia neta de utilidad por cada $1 transferido de la producción de y hacia la de x, mientras persista la circunstancia de que UMAx / CMAx > Obviamente, repitiendo el razonamiento anterior, si llegara a darse la situación inversa de que UMAx/CMAx < UMAy /CMAy, los consumidores obtendrían una ganancia neta de utilidad si la sociedad transfiriera parte de su gasto en la producción de x hacia la producción de y, y esto seguiría siendo cierto mientras persistiera tal desigualdad. Por tanto, si el nivel de satisfacción de los consumidores puede aumentarse simplemente cambiando la composición de la producción y de un gasto dado cuando UMAx/CMAx > UMAy/CMAy, y también cuando UMAx/CMAx < UMAy / CMAy, en ninguna de estas situaciones se estaría obteniendo la máxima satisfacción posible ante un gasto o costo real dado de la sociedad y, en ese sentido, ambas situaciones indicarían una ineficiencia en la asignación de los recursos productivos de la sociedad. CMAx <--- En efecto, UMAx UMAy 285 LA ECONOMIA NEOCLASlCA A LA ECONOMIA UMAy / CMAy. 1. Es decir, dada cualquier distribución del ingreso. Esto implica que los efectos dc' los cambios en la distribución del ingreso sobre el bienestar quedan aquí fuera de consideración. Si \\)hrc la base de determinados juicios de valor se concluyera. que una distribución del ingreso es sccíatme nte prefcr ible a otras, entonces las conclusiones que siguen también serían válidas para tal dis trib uc ion encontrada. como "preferible". Pero la eco 4.7.5' nada dice sobré la distribución del ingreso entre consumidores y es compatible con cualquiera de ellos. La única circunstancia que queda para que no se presenten talés ineticiencias es, pues, cuando UMAx / CMAx = UMAy / CMAy, porque en tal circunstancia no hay forma de aumentar la satisfacción transfiriendo recursos o gastos de la producción de un producto hacia la producción del otro (la UMA por cada ~1. adic~onal gastado es la misma en ambos productos). Esta es, pues, la umca circunstartcia que elimina las ineficiencias en la asignación de tos recursos productivos, siendo así la situación más eficiente posible, es decir la situación óptima desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto (dada una distribución del ingreso, como antes se ha enfatizado). En síntesis, la máxima eficiencia se logra cuando UMAx --- CMAx UMAy = , CMAy , UMAx que es identica a - __ CMAx UMAy CMAy (Ec. 4. 7. 5), situación hacia la cual el mercado perfectamente competitivo conduciría en forma automática, como una mano invisible, sin necesidad de la intervención consciente, a la economía en su conjunto, dado que cada consumidor buscando su máxima satisfacción y cada firma buscando su máxima ganancia posible se moverían autornáticamente, persiguiendo su propio beneficio, hacia su situación de equilibrio, lo cual configura finalmente, en forma simultánea el óptimo en el consumo y el óptimo en la producción, que no constituyen otra cosa que el óptimo general o la situación de máxima eficiencia posible. Esta simultaneidad la producen las fuerzas del mercado con su tendencia hacia un equilibrio en el cual se intersectan las funciones de oferta y demanda, como muestra el gráfico 4.7.1. LA ECONOMIA NEOCLASICA INTRODUCCION A LA ECONOMIA 286 GRÁFICO 4.7.1 A 'B p¡ Dx :. o Q¡ Qo Qx Si hipotéticamente el mercado se estableciera en un punto como A, con el precio Po Y la cantidad ofrecida Qo, habrá un óptimo por el lado de la producción puesto que A está sobre la curva de oferta, es decir, en ese punto CMA = YMA (como se vio en la sección 4.6.4). Pero no habría un óptimo por el lado del consumo, pues los consumidores no estarían dispuestos a comprar esa cantidad Qo al precio Po, sino tan sólo al precio p¡, es decir, el precio Po es excesivo frente a la utilidad marginal derivada de Qo. El resultado es que al precio Po los consumidores sólo demandan Q¡, como dice la función Dx. En otros términos, se genera el exceso de oferta CA, forzando la competencia a una baja del precio. Si el precio cae hasta el nivel determinado por un punto como B (por debajo de E), se dará un óptimo en el consumo, puesto que B pertenece a Dx, y todo punto de la función demanda es un óptimo, como se vio en la sección 4.3.5. Pero no se daría un óptimo en la producción porque el CMA de Qo excedería al precio P ¡ en la dist~cia AB. El resultado sería un exceso de demanda, forzando la competencia entre demandantes un alza del precio. En síntesis, cuando el precio está por encima de E la competencia lo lanza hacia abajo, y cuando está por debajo de E, lo lanza hacia arriba. Es decir, las fuerzas libres del mercado encauzan todo el movimiento hacia E. Cuando este punto es alcanzado, se da el óptimo simultáneo en la producción y el consumo, porque E pertenece tanto a la función oferta como a la función demanda. De hecho, E es el único punto que tiene esta característica, sin generar excesos de demanda ni oferta. En la medida en que todos los mercados trabajen de esta manera, la igualdad de la oferta y la demanda garantizará la simultaneidad del doble óptimo a nivel general de toda la economía. Así una idea que tuvo su origen hace más de dos siglos, con el planteamiento de 'la "ley natural" y el "laissez- faire" de los fisiócratas (véase sección 287 1. 2. 2) Y de "la mano invisible" por Adam Smith (véase sección 2.2.5), que afirmaban que si se dejaba a cada individuo actuar de acuerdo a sus propios intereses la sociedad resultaría más beneficiada que si se les obligaba a buscar conscientemente el bienestar de ésta, ha encontrado su culminación teórica en el modelo neoc1ásico. Fue por ello que, Paul Samuelson, en 1970, en su conferencia de laureado con el Premio Nobel de Economía, por sus contribuciones a la coherencia del moderno edificio neoclásico, dijo tratando de resumir la parte esencial de su trabajo: "Junto con mi gran amigo Abram Bergson, de Harvard, he tratado de entender qué se supone que maximiza la 'mano invisible' de Adam Smith". Es precisamente esto, tratar de entender y explicar con exactitud las "bondades" de la mano invisible o del mercado perfectamente libre, lo que ha intentado la economía neoclásica con su monumental elaboración sobre el concepto de eficiencia. Sus indagaciones en este campo han llevado a concluir, por ejemplo, a otro Premio Nobel, Friederich von Hayek, en su discurso de laureado, en 1974: "Apenas empezamos a entender cuan sutil es el sistema de comunicación en que se basa el funcionamiento de una sociedad industrial avanzada; un sistema de comunicaciones que llamamos el mercado y que resulta ser un mecanismo para el procesamiento de información dispersa más eficiente que cualquier otro mecanismo diseñado deliberadamente por el hombre". Pero sería simplista y equivocado presuponer que en este proceso de búsqueda de las bondades del mercado libre la teoría neoclásica ha cerrado los ojos ante las ineficiencias o fallas a que puede conducir, bajo determinadas circunstancias, un mercado enteramente libre, y por tanto ante la necesidad de ciertas intervenciones conscientes dadas tales circunstancias. Por el contrario, ella misma, y en virtud del mismo proceso, ha llegado a la elaboración de una teoría sobre las "fallas" del mercado para conducir a la situación de máxima eficiencia, cuyos principios básicos deben ser reseñados, aunque sea muy someramente, para no dar una imagen distorsionada de los plantea-' mientes precisos e integrales de este importante cuerpo teórico, lo cual se hace, muy breve e imperfectamente, como una mera reseña, a continuación, ya que su estudio sistemático cae dentro de cursos más avanzados y aun especializados de la teoría económica. 4.8 Las posibles fallas del mercado y su rectificación 4.8.1 Introducción A grandes rasgos, la teoría neo clásica moderna encuentra que un mercado enteramente libre puede fallar en conducir automáticamente la economía, sin ninguna intervención consciente, a su estado de máxima eficiencia, por INTRODUCCION 288 LA ECONOMIA NEOCLASICA A LA ECONOMIA 289 , dos tipos generales de causas: "axtemalidades en la producción y el consumo", que se ilustran en las secciones 4.8.2 Y4.8.3, e imperfecciones competitivas, que se ilustran en la sección 4. 8. 4. 4.8.2 Divergenciaz de costos privados y costos sociales La "externalidad" esencial en la producción es la falta de coincidenc~, en algunos casos, del costo privado en que incurre la firma para producir un producto x con el verdadero costo en que incurre la socI~dad como un todo (costo social) para producir el mismo producto x. (~xls~e~ costos de producción externos a la firma como tal). El ejemplo .mas tlPICO. es el de la contaminación ambiental. Puede que el envenenamIento del aire ~ del agua por los desechos industriales, en ausencia de regulaciones especiales, nada le cueste directamente a la firma como tal, m figure por .ello.,en sus libros de contabilidad como costo, pero, ciertamente, la restltucI~n. ~lel medio ambiente a su sano estado natural, o el subsanamiento de los perJUICIOS que ello causa a la sociedad pueden resultarle a ésta muy costosos o, en todo caso tener un costo positivo. Es evidente que en estos casos el costo marginal ~rivado de producir una unidad adici?nal d~ ~, CMAPi, difiere del costo marginal social de producir la misma unidad adicional ~e x~CMASx, por lo cual la firma privada e individual, al maximizar su,sgananc;,as. ~ual~nd,o su CMAPx con su ingreso marginal y con px, (~ecCIOn 4. 6. ~)'. ~rr?Jarla como resultado, en la ecuación 13. 7. 4 (sección 4.7.3), 10¡slgUlente: CMAPx px =- = CMAy py UMAy UMAx UMAx CMAPx UMAy CMAy ---- Pero, como CMAPx < CMASx, ,o según se ha supuesto anteriormente, entonces: CMAPx ____ < CMASx , y por consiguiente, CMAy CMAy CMAPx UMAx CMAy UMAy ---=-En sin tesis, CMASx <--CMAy UMAx UMAy CMASx < CMAy UMAx UMAy CMASx CMAy 0--<--- y, como ya se explicó en la sección 4.7.3, cualquiera de estas dos situaciones (o desigualdades) corresponde a una asignación ineficiente de los recursos que no permite obtener la máxima utilidad posible para la sociedad, porque ésta podría obtener un mayor grado de satisfacción produciendo menos x y más y. Es evidente que en estos casos todo se remediaría y el mercado podría automáticamente conducir la situación de máxima eficiencia si se dispusiera de un medio para hacer que el costo privado de las firmas individuales (CMAPx) coincidiera exactamente con el costo social (CMASx), es decir, para eliminar el efecto "externo", para hacer que la firma privada pague a la sociedad lo que le cuesta a ésta restituir el medio ambiente a su estado original, o subsanar los perjuicios sociales derivados o pague el costo adicional de prevenir el perjuicio (adquisición de equipos especiales para procesar desechos, etc.).Como este medio es la reglamentación legal, que equivale a una jntervenoíón consciente del Estado en el mercado libre, la teoría neoclásica, aceptando como objetivo deseable la situación de máxima eficiencia posible, no sólo acepta sino que recomienda tal reglamentación para estos casos y con esos fines espec íficos. 4.8.3 La existencia de "Bienes públicos" o de "Consumo colectivo" Algunos bienes tienen la peculiaridad de que su consumo por parte de un individuo no obstaculiza su consumo por parte de otros individuos, como podría ser el caso de un parque recreativo cuyo uso permite derivar una utilidad para muchas personas simultáneamente. De esta manera, la satisfacción que deriva un consumidor del consumo de este bien no disminuye la satisfacción que derivan otros consumidores del consumo del mismo bien, a diferencia de lo que ocurriría con otros bienes de consumo, como la alimentación, que al ser consumidos por una persona, incrementando su satisfacción, necesariamente tienen que ser dejados de consumir por otras personas. Tales bienes, si son considerados desde el punto de vista de un solo consumidor individual, brindarían, además, una utilidad "externa" a la utilidad que deriva este consumidor, que es la utilidad que brindan a los demás consumidores colectivos o simultáneos. Por esta razón, tales bienes pueden considerarse como representativos de una "extemalidad" en el consumo. En otras palabras, estos bienes que, por brevedad, se denominarán aquí "bienes públicos" tienen la particularidad de que la utilidad marginal social(UMAS) que brindan (a la sociedad en su conjunto) es mayor que la utilidad marginal privada (UMAP) que deriva cualquier consumidor individual INTRODUCCION A LA ECONOMIA 290 LA ECONOMIA NEOCLASICA Por consiguiente, cuando cada consumidor individual alcanza su equilibrio, maxímizando su propia satisfacción individual, como se vio en las secciones 4. 2. 4 Y4. 3. 4, establece la igualdad UMAPx px UMAPy py , Así sobre la base de la maximización de su utilidad individual por parte de cada consumidor, el equilibrio simultáneo de todos los consumidores )' de todas las firmas estaría dado por UMAPx -- px =- UMAPx CMAx =-- py , (Ec.4.7.4) CMAy l ·1 como se vio en la sección 4.7.3. Pero si x fuera un "bien público", entonces, por definición, su utilidad marginal social (UMASx), para el conjunto de todos quienes se benefician de su consumo, sería mayor que su utilidad marginal privada (UMAPx) para cualquier consumidor individual, o UMASx > UMAPx, de donde se obtendría, sobre la base de la ecuación anterior UMASx UMAPx >-- UMAPy UMAPy px (4.7.4) que: CMAx > _U_MA_Sx_ > UMASy CMAx CMAy Por consiguiente, por las razones explicadas en la sección 13. 7. 3, esta sería una situación ineficiente a la cual conducirían las fuerzas libres del mercado, en ausencia de alguna intervención consciente, debido a que en el caso analizado los consumidores han alcanzado su equilibrio pensando solamente en su propia utilidad individual, cuando se trata de un bien que da lugar a una utilidad colectiva mayor (o externa a cada consumidor individual). Y, en efecto, ante tal situación la sociedad vería incrementado su nivel de satisfacción si sustrajera recursos de la producción de y para aumentar la producción de x (ya que UMASx / CMAx > UMASy / CMAy). En otras palabras, si el mercado se abandonara a sus propias fuerzas, los "bienes públicos" serían producidos por la economía en una cantidad inferior a la que podría y debería producirse para alcanzar el óptimo social, o la situación productiva más eficiente posible. Por esta razón, y para tal propósito, el Estado debería entrar a suministrar aquellos "bienes públicos" que la libre iniciativa del mercado, abandonada a sus propias fuerzas, no logra suministrar en la cantidad adecuada, lo cual sería otra forma aceptada, en base a los principios de la eficiencia, de la intervención estatal en el mercado libre. Muchos de los servicios públicos suministrados por el Estado se citan como ejemplo de los "bienes públicos", pero cuáles verdaderamente son producidos estatalmente con una plena justificación en términos de la "eficiencia económica" y cuáles no, es una honda discusión que afortunadamente trasciende los límites previstos para esta incompleta introducción. Este aspecto constituye tema central de la teoría fiscal contemporánea. .4.8.4 La competencia imperfecta =-=-- py CMAy O, simplificando, Y teniendo en cuenta que para y s~ UMAP es idént.ica a su UMAS (pues no se ha supuesto externalidad alguna para este bien), se tendría que: UMASx UMASy 291 CMAx CMAy , o, escribiéndolo de otra forma, se tendría que: En términos generales, la competencia imperfecta ha sido definida y caracterizada anteriormente, en la sección 13.71Pero cabe enfatizar aquí que lo típico de esta forma de mercado es la capacidad que tiene una firma, dentro de ciertos límites, para obtener una ganancia por encima de la normal o media, lo cual implica que, a diferencia de la firma en competencia perfecta, puede dentro de ciertos límites desviar sus precios de sus costos de producción. Y, de hecho, este último es el aspecto fundamental que enfatiza la teoría neoc1ásica al señalar que, si ciertamente para una firma en un mercado de perfecta competencia al precio de su producto se iguala en equilibrio a su CMA, para una firma monopolista ya no es cierto que, cuando maximiza ganancias, el precio de su producto sea igual a su costo marginal. Por el contrario plantea el modelo neoc1ásico que, cuando la firma monopolista INTRODUCCION 292 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA NEOCLASICA alcanza su equilibrio, es decir, está rnaximizando sus ganancias, el precio de su producto (px) es mayor que el costo marginal en que incurre (CMAx) la firma. I Entonces, si el producto x es producido por una firma monopolista, tendrá que px > se CMAx, lo cual implica, si y es producido por una firma competitiva, y por tanto py = CMAy, que: px CMAx py CMAy En el equilibrio general de todas las firmas y todos los consumidores (ec. 4. 7.4 de la sección 4.7.3) se tendrá, por consiguiente, que: UMAx -- UMAy px CMAx py CMAy =->-_.- ¿ más simplificadamente, UMAx UMAy CMAx UMAx ,es decir, --CMAy CMAx > --- > UMAy • CMAy que como ya se sabe corresponde a una situación ineficiente a que conducirían las libres fuerzas del mercado, debido a la existencia de condiciones monopolísticas de producción. De hecho, la sociedad podría ver incrementado su nivel de satisfacción sacando recursos de la producción de y para producir más x (porque UMAx/CMAx > UMAy /CMAy). Es decir,debido al mercado 1 monopolista, se produce menos cantidad de x de la que se podría y debería producir para obtener la máxima satisfacción posible dados los recursos sociales disponibles. Para corregir tal situación, el Estado tendría que disolver y controlar monopolios, o establecer controles sobre los precios de los bienes que porducen éstos para que, siendo menores, se demande y así se produzca mayor cantidad de tales bienes, o establecer un sistema de impuestos directos a los monopolios (sobre el exceso de utilidades) para transferirlos como subsidios a los consumidores, permitiendo una mayor demanda que estimule la mayor producción requerida del bien x en cuestión. 4.9 ->-- Como se vio en la sección 3. 7, la firma monopolista obtiene una extra ganancia ('grado de monopolio") sobre la ganancia normal de la firma competitiva que, de todas maneras, no puede sobrepasar ciertos límites. En el lenguaje neoclásíco, el costo de producción incluye la ganancia normal. Por tanto, la diferencia del equilibrio de la firma competitiva y la monopolista se expresa, neoclásícamente, en la proposición de que en la primera el costo marginal iguala al precio mientras que en la última el precio es mayor que el costo marginal. Otra forma de expresar esto es diciendo que mientras el precio es una constante que la firma competitiva no puede modificar, la firma monopolista, por su influencia sobre el mercac i, copandolo total o significativamente con su producción, puede aumentar el precio de mercado restringiendo la producción, (Así, los textos neoclásicos presentan generalmente la diferencia en términos de la firma competitiva enfrentada a una curva de demanda del mercado totalmente elástica =precío constante, que no varía con la producción <le tal firma- y a la firma monopolista, copando toda la demanda del mercado, con un precio del producto que varía inversamente con la cantidad suministrada). 293 Las limitaciones de la optimalidad paretiana La noción de eficiencia económica, tal como se define a partir de la optimalidad paretiana, ha encontrado profundas dificultades, lo cual ha acrecentado el grado de conciencia sobre la complejidad de los problemas económicos, sobre su fluidez en relación con el conjunto global de la problemática social y, así mismo, recientemente ha abierto novedosos y estimulantes caminos para el desarrollo de la téoría económica. Para apreciar l~ianterior en su justa dimensión debe tenerse en cuenta, en primer lugar, qu~ con funciones de costos marginales crecientes, como son las neoclásicas, y pr~terencias individuales distintas para los diversos consumidores, como no sólo-estipula la teoría sino como cabe esperar en la realidad, los precios y la asignación de recursos no pueden ser determinados independientemente de la distribución del ingreso, pues cualquier cambio en esta última, alteraría la estructura de las demandas y las cantidades producidas de los diversos bienes, modificándose de esa manera el uso de los recursos, los costos de producción y los precios. En otras palabras, dejando por fuera de consideración los cambios en la distribución del ingreso el modelo neoclásico quedaría en alguna medida indeterminado, porque en vez de identificar una solución óptima del mercado, quedaría abierto a infinito número de soluciones óptimas desde el punto de vista de los criterios paretianos, cada una de ellas compatible con un distinto arreglo en la distribución del ingreso. Pero, precisamente, los criterios paretianos, desde su propia base, dejan por fuera de consideración los cambios en la distribución del ingreso. En esta forma, ante cualquier cambio en el sistema económico, con sus consecuentes modificaciones sobre la asignación de recursos, los precios y los ingresos, mejorando el bienestar de algunos en detrimento de otros, el modelo paretiano quedaría imposibilitado para emitir un juicio y determinar cuál sería la situación más conveniente. Sin embargo, estos cambios son frecuentes en el mundo real, y el problema cobra mayor relevancia cuando ellos son inducidos por acciones de política y se requiere juzgar la pertinencia de estas últimas. 294 INTRODUCCIONA 4.10 Los criterios de compensación, la función de preferencia social v el trasfondo ético de la eficiencia Las salidas a estas limitaciones del modelo paretiano se han buscado a través de dos vías principales. En primer lugar, aplicando "criterios de compensación" como los desarrollados por Kaldor (1939), Hicks (1939) y Scitovsky (1941). En esencia, estos criterios establecen que el cambio desde una situación A hasta otra situación B es justificable si quienes ganan quedan en capacidad de "compensar" (o "sobornar") a quienes pierden, de tal manera que los primeros quedarían con un mejoramiento neto mientras que los últimos no sufrirían pérdida alguna, siempre y cuando no se obtenga el mismo resultado con un cambio de B hasta A. i: il,;Io LA ECONOMIA NEOCLASICA LA ECONOMIA No obstante, la aparente funcionalidad de tales criterios es engañosa, pues sus intentos de aplicación teórica se han visto plagados por inconsistencias o "paradojas" técnicas inevitables, ya que en muchos casos resulta que A es preferible a B y, simultáneamente, B es preferible a A, dejando el problema otra vez en su punto de partida. Pero, además, capacidad de compensar no significa necesariamente compensación efectiva, lo cual convierte a tales criterios en un elemento dejuicio cuya ética implícita (que, en el fondo, a la distribución final del bienestar no le concede importancia) despierta fuertes críticas y amplias resistencias, quedando en cuestión su pertinencia, desde su propia base. Por esta razón, más recientemente Little (1950)propuso que una situación debe considerarse preferible frente a otra sólo si, además de satisfacer los criterios de compensación, satisface el requisito de una "mejor" distribución del ingreso. Como es lógico,esto complica aún más las dificultades técnicas aludidas pero, sobre todo, implica un reconocimiento de la necesidad de juicios de valor explícitos para la consolidaciónfinal de la teoría sobre la eficiencia económica. La segunda salida a las limitaciones del modelo paretiano se ha buscado a través de la función de preferencia social (FPS), definida, en grandes rasgos, como un orden de preferibilidad de la comunidad con respecto a las diversas situaciones posibles, involucrando distintas distribuciones del ingreso. Existen diferentes formas de llegar a una FPS, siendo la más sencilla de imaginar una que simplemente refleje un conjunto de valores éticos compartidos de manera universal, unánime o consensual, por todos los miembros de la comunidad. Pero, como éste no suele ser el caso en la realidad, además de que el modelo paretiano tiende a repeler, por principio, el uso de juicios éticos explícitos y externos a las preferencias individuales, las esperanzas se orientaron hacia la posibilidad de una FPS derivada exclusivamente de estas últimas. Es decir, hacia la posibilidad de obtener un ordenamiento coherente de las preferencias colectivas como resultado exclusivo de los ordenamientos de las preferencias expresadas por cada individuo, sin involucrar algún otro elemento de juicio. 295 Esta conversión de las preferencias de muchos individuos distintos en un solo resultado colectivo constituye, en su esencia, un proceso electoral (de votación), cuyas características e implicaciones han tenido que ser analizadas con especial rigor por los economistas ocupados en el problema del bienestar y la eficiencia, entre los cuales cabe destacar a Arrow (Algunas Dificultades en el Concepto de Bienestar Social, 1950¡ Elección Social y Valores Individuales, 1951) y Sen (Elección Social y Bienestar Público, 1970). En particular, a través de su famoso 'Teorema de la Imposibilidad", Arrow mostró, al parecer más allá de toda duda, que la esperanza paretiana de alcanzar una FPS, sin introducir juicios éticos externos a las meras expresiones de las preferencias individuales, desembocaba en la incoherencia y el imposible. El análisis sistemático de Arrow recoge algunas dificultades previamente reconocidas, como la paradoja electoral, la cual ha sido analizada desde el siglo XVIII y, por constituir una excelente y fácil ilustración de las dificultades mencionadas, se expone a continuación. En el cuadro 4.10.L A, B y C representan distintos individuos¡ x, y, z representan distintas situaciones (alternativas), y los números representan el ingreso.que correspondería a cada individuo en cada situación dada. Cuadro 4.10.1 x A B C 50 30 20 y 20 50 30 z 30 20 50 ( Ahora bien, si cada individuo busca maximizar su ingreso, es evidente que para A: x es preferible a y ya z: y z es preferible a y. Es decir, Para A: Para B: Para C: x y > z >y > >z z > x y >x Convirtiendo estas expresiones de los ordenamientos de las preferencias individuales en un ordenamiento colectivo, se obtendría la siguiente votación: entre x e y, A preferiría x pero B y C preferirían y. Por lo tanto, colectivamente y > x. Siguiendo con la votación, los restantes resultados colectivos serían entre x y z, x > z: entre y y z: Z > y. En síntesis, como resultado del ordenamiento colectivo se obtiene: • y > x; x > z; z>y 296 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Puede observarse, entonces, que y es preferible a x, y x es preferible a z, por lo cual, si se cumpliera la propiedad de la transitividad, y debería ser preferido a z, Pero, por el contrario, el resultado encontrado es z preferido a y. y, unavez más, si hubiera transitividad, z sería preferido a x, al contrario del resultado observado, y así en general. Para intentar una aproximación a las implicaciones de estos resultados retrocedamos al Gráfico 4.3.3. (Secc. 4.3.2), en el cual el mapa de indiferencia es una representación gráfica de la función de preferencias de consumo de un individuo. Allí, inequívocamente, VIII > VII > .., > II > 1, es decir, el ordenamiento O la función de preferencias es transitiva. Si II > 1YVII > Il, entonces, VII > 1, lo cual se expresa en que VII es siempre una curva de indiferencia más alta que 1. Ahora, intentando percibir lo que ocurriría si la transitividad desapareciera, vayamos al Gráfico 4.3.5 (Secc. 4.3.4). ¿Qué ocurriría si la curva de indiferencia I no estuviese siempre por debajo de I1 y de IlI, sino algunas veces pudiera situarse por encima de Il, es decir, en la posición de IIl, mientras que IIJ pudiera situarse por debajo de n, en la posición de I? Al parecer, el mismo nivel de satisfacción (1)podría alcanzarse algunas veces con un nivel de ingreso más alto (con la línea de presupuesto que es tangente a UD y otras veces corrun nivel de ingreso más bajo (una línea de presupuesto que sería tangentea 1 en su posición del Gráfico 4.3.5 Es decir, el nivel de satisfacción sería independiente del nivel de ingreso; o bien, cada curva no representaría un nivel de satisfacción determinado. Pero cualquiera de estas conclusiones resulta fatal para el planteamiento paretiano, porque contradice sus premisas esenciales. Basta ahora con visualizar el mapa de indiferencia de los gráficos 4.3.3 y 4.3.5 como si no fuera simplemente el de un individuo sino el de la colectividad, para intuir los destrozos conceptuales que la ausencia de transitividad de la FPS introduciría en el modelo paretiano. En esencia, la situación de un máximo bienestar colectivo perdería su significación o quedaría indeterminada en términos de la conceptualización paretiana, volviéndose al punto de partida, Por consiguiente, parecería inevitable la conclusión de que, en el sentido paretiano, resulta imposible definir una FPS basada exclusivamente en las expresiones de las preferencias o juicios individuales; lo cual, quizás, inspiró el ensayo de Sen titulado "La Imposibilidad de un Liberal Paretiano" (1972), título que sintetiza de cuerpo entero las dificultades aludidas, y arroja alguna luz sobre las nuevas tendencias que han empezado a cobrar fuerza en el campo de la teoría. Por supuesto, el grado de las dificultades aumentaría si, más allá del problema de elegir un solo óptimo paretiano entre todos los que son posibles, se LA ECONOMIA NEOCLASICA 297 planteara el conflicto entre uno de tales óptimos y una situación elegida colectivamente que no fuera "óptima" en dicho sentido, Pero, en cualquier caso la aplicación de juicios éticos explícitos parecería indispensable para aproximarse a ur:a .conclus.ión.Este resultado, de otro lado, no debería ser sorprendente, pues SIbien es CIerto que el enfoque paretiano se ha resistido denodadamente ~ la aplicación explícita de juicios éticos, como bien lo han subrayado especialistas como Bergson (1938) y Wmch (1971), dicho enfoque está fundamentado en nada más ni nada menos que en otro juicio ético. A ~a~era de conclusión, podría decirse que los intentos para establecer un límite Impermeable e~tr~ "lo eco~óI:lÍco"y ''lo no económico" (ética, política), y para hacer de los criterios economicos, en su sentido más estrecho, juicios absolutos y autosuficientes, han perdido legitimidad en los desarrollos teóricos :ná~ recientes. Ello implica, naturalmente, que con todo lo importantes y aún indispensables que tales criterios puedan revelarse, tienden a situarse como condiciones necesarias pero no suficientes del análisis, requiriendo el complemento ~e otros el:mentos de juicio o, más precisamente, una mayor amplitud de su n;-Ira,lo :u~abre una perspectiva más rica, compleja e interesante para la teoría economica contemporánea. De esta manera, el análisis del mercado cobra una mayor fluidez y se interconecta de manera indisoluble con las teorías de la justicia (ética), de los procesos electorales (elección colectiva) y, dentro d~ este :o~t~xto, con las teorías del comportamiento de otros agentes e,s~nctales, dIstmtb~ de los consumidores y las empresas, como los partidos políticos, la burocracia, los grupos de presión y, en general, el mismo Estado como agente individual más importante, no sólo por su peso cuantitativo en las economías modernas, sino también como diseñador y ejecutor final de la política. 4.11 Nuevos horizontes Dentr~ del anális~s tradicional parecía natural la expectativa de que el Estado entraría a corregir las falla~ en que puede incurrir el mercado, en su libre juego de ofertas y demandas. Sin embargo, en los desarrollos teóricos recientes se ha vue.lto cad~ vez ~ás. frecuente reclamar un análisis detallado para estos prop6~ltos, bajo e~principio general de que si el mercado puede equivocarse, ~o existe ~na razon pa.ra ~uponer a priori que las decisiones políticas quedan lIbr:,s de dicha falla. Siguiendo este razonamiento, dos nuevas líneas de indagacion se han abierto. En primer lugar, un replanteamiento de las causas que conducen a las fallas del mercado, el cual ha sido sintetizado de manera nítida en el Teorema de Coase. En ge~eral: éste establece que si los derechos de propiedad sobre todos los recursos (incluidos los naturales) estuviesen perfectamente definidos, y si 298 INTRODUCCION A LA ECONOMIA los costos de las negociaciones voluntarias entre particulares fuesen cero, los procesos de libre contratación entre individuos conducirían por su propia dinámica a una situación óptima. No obstante, resulta pertinente señalar que Coase mismo (1992) ha aclarado que su famoso teorema, aunque basado en sus trabajos, no fue acuñado por él, sino por Stigler. y que, por otra parte, en la realidad los costos de la contratación voluntaria entre particulares nunca son cero, por lo cual no cabe presuponer de entrada la exclusión de la intervención política del Estado en la corrección de las fallas del mercado. Por el contrario, su conclusión es la de que resulta indispensable evaluar tal intervención sobre la base de las condiciones específicas, y precisar el análisis de los costos de las negociaciones y contrataciones voluntarias. De todas maneras, dentro de este contexto se destaca que los costos positivos de las negociaciones voluntarias tienen profundas implicaciones para un adecuado planteamiento de la teoría económica. En particular, se concluye que el espontáneo juego de las libres iniciativas del mercado es insuficiente para conducir a resultados óptimos. y, más específicamente, que en el análisis de dicho juego deben tomarse en cuenta los sistemas de planeación que de manera deliberada implementan las empresas, así como la estructura y particularidades del sistema legal (el cual enmarca, regula y da fuerza a los contratos). En otras palabras, que "sin las instituciones adecuadas ninguna economía de mercado con algún grado de significación es posible". En esta forma, una teoría económica verdaderamente significativa sólo podría desarrollarse a través de un análisis orgánico que interconecte el sistema de precios con la estructura de las instituciones y el sistema legal. Un corolario de lo anterior tiene que ver con un incipiente cambio de énfasis de las transacciones estrictamente voluntarias, en cuyo análisis se centra de manera exclusiva el enfoque teórico tradicional, hacia las negociaciones y el conflicto en los cuales intervienen de manera decisiva distintos grados de fuerza y poder. Con todo lo interesante e importante que este enfoque resulta, retornando algunas páginas olvidadas, resulta necesario reconocer que, por el momento, es un campo muy incipiente sobre el cual la teoría económica establecida tiene todavía muy poco que decir. La segunda línea de desarrollo tiene que ver con los objetivos del Estado, los procesos para determinarlos y los mecanismos mediante los cuales se persigue su implementación. En este sentido, los desarrollos de la teoría económica también tienden a interconectarse con el análisis del sistema político. En particular, con el estudio de las reglas de juego para la toma e implementación de las decisiones públicas, y con la idoneidad de los partidos políticos y los mecanismos electorales para conducir a resultados socialmente óptimos. LA ECONOMIA NEOCLASICA 299 Los nuevos horiz.ont~s también pueden otearse en autores modernos como Bu~~:na:, ~~ra qUle~ el paradigma de la contratación" debería tener precedente ~o re el ~ara.d~gma de la optimización". y, con este cambio de énfasis, las ona~ ,de la Ju~tlc~a, de los consensos e intercambios políticos y de la "interpretacíón constltuclOnal", como la llama Buchanan, parecen insinuar la senda que se abre en el futuro para los nuevos desarrollos de la teoría económica. ( ( Apéndice A-IV El problema de la función de producción y la medida del capital APÉNDICE (A-IV) EL PROBLEMA DE LA FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN y LA MEDIDA DEL CAPITAL A.4.1 Introducción Se ha visto cómo la teoría neoclásica concluye que, bajo condiciones de competencia perfecta, toda firma en equilibrio remunera a cada factor de acuerdo a su productividad física marginal decreciente (secciones 4.4.2, 4.4.4 Y4.5.4). En concordancia con esto, si la cantidad de capital (K) empleada por la firma aumenta, con los demás factores constantes, la remuneración del factor capital, esto es, la tasa de ganancia normal, o "la" tasa de interés, por brevedad (i), deberá disminuir. Aunque la conclusión general de que al aumentar la proporción de capital con respecto al trabajo se reduce la tasa de interés puede que no sea discutible en sí misma, yse encuentra en A. Smith como observación histórica y como teoría de la acumulación, y aun en Marx como teoría de la tasa de ganancia. y la composición orgánica del capital, la explicación específica que suministra la teoría neoclásica para tal fenómeno, y de la cual depende directamente su teoría de la distribución, ha dado lugar en cambio a un cuestionamiento y a una demanda de mayor clarificación de sus propias bases, con mayor énfasis desde mediados de los años cincuenta, cuando se publicó el ahora famosísimo artículo de Joan Robinson intitulado "La Función de Producción y la Teoría del Capital". UNiVBltSIDAD IHBLlOTECA DB AMTIOQUIA CENTRAL 304 INTRODUCCION A LA ECONOMIA En efecto, para obtener tal deducción se parte de establecer una relación unívoca de la cantidad de capital empleado (por trabajador, es decir, con el otro factor constante) como determinante de la PMA decreciente del capital (a mayor empleo de K, menor PMA K), relación que suele denominarse la función de producción neoclásica, Es evidente, entonces, que para poder; determinar la PMA K se requiere primero conocer la cantidad de capital, K. Pero, para medir K, previamente se requiere una unidad de medida de K, es decir, estipular qué es la magnitud de capital, (Por ejemplo, si se dice que K = 1.000 es necesario estipular 1.000 unidades de qué cosa o sustancia: ¿pesos?, ¿máquinas?, ¿kilos?, ¿metros?, etc.). La función de producción neoc1ásica no puede adoptar, para sus fines explicativos, la noción de que la cantidad de capital (K) es la suma de los precios de los bienes de capital que usan las firmas, porque en ese caso, al aumentar o disminuir tales precios, la "cantidad de capital" cambiaría pero ello no tendría porqué dar lugar a un cambio en el PMA físico del capital. Por ejemplo, la misma máquina no se haría ni más ni menos productiva físi9amente por el hecho de que su precio haya aumentado o disminuido. CoUtal forma de medición, es entonces evidente que K podría aumentar sin quepaPMAK se redujera, lo cual contradiría lógicamente la relación que establece la función de producción neoclásica de una reducción de PMAK antéun aumento de K. Por consiguiente, si se adopta como punto de partida la función de producción neo clásica, es decir, una relación unívoca inversa entre K y PMA K, se hace necesario rechazar, por coherencia lógica y para fines explicativos, la noción de que la cantidad de capital es un valor (una suma de precios), lo cual deja como única alternativa la noción de que la cantidad de capital (K) está medida en unidades físicas. Lógicamente, lo anterior no significa que se recurra al expediente de sumar físicamente edificios con máquinas de diverso tipo, éon herramientas diferentes, con materias primas, etc., pues la cifra resultante (¿por número?, ¿por peso?, ¿por longitud?) sería carente de cualquier significado inteligible y útil económicamente. La verdadera dificultad de la teoría neoclásica radica, pues, en encontrar una unidad física de medida del capital, que no incurra en el infantil sin-sentido antes ejemplificado, y que tampoco sea el trabajo involucrado en los bienes de capital (como en los economistas clásicos y Marx) pues, en este último caso, el capital no constituiría un factor de la producción diferente del trabajo, que es el supuesto neoclásico fundamental. Fueron los economistas de la escuela austríaca, y particularmente BombBawerk, quienes suministraron una respuesta al interrogante planteado, haciendo del "período de producción" la unidad de medida física del capital APENDICE (A . XIII) 305 que debería servir de soporte a la función de producción neoclásica y sus corolarios derivados, como se intenta ilustrar a continuación. A.4.2 El período de producción y los corolarios neoclásicos 4.2.1 Procesos indirectos, espera y período de producción Para Bomh-Bawerk y la escuela austríaca, la noción de capital está indisolublemente ligada a la noción de "espera" o "abstinencia", a la renuncia de consumo presente (de algún bien), lo cual permite utilizarlo posteriormente como medio de producción (capital). La "espera" o "abstinencia" permite, pues, recurrir al uso de medios de producción o, en otras palabras, permite producir los productos de COnsumo final de manera indirecta, y mediante el uso de medios de producción, por mediación de los medios de producción, a diferencia de las formas de producción primitivas, cuando no existe la acumulación, y se produce en forma directa con el trabajo y sin la ayuda del "capital". Así, a mayor abstinencia del consumo presente, mayor será la acumulación de capital, mayor será la disponibilidad de medios de producción en el futuro y más indirectos serán los procesos. Por ejemplo, tomar el agua directamente de una fuente natural con la mano, sin ayuda de ningún medio de producción, sería un proceso de producción absolutamente directo, sin el uso de ningún "capital". Pero satisfacer la necesidad de consumir agua mediante el uso de recipientes para transportada y almacenada, sería un proceso más indirecto que el anterior y requeriría de haberse abstenido en un período previo de gastar todos los frutos de trabajo en consumo, para poder producir los recipientes que servirían en el futuro. Y si se utilizan acueductos, para los cuales fue necesario producir previamente tubería, previamente a la tubería acero, previamente al acero hierro, previamente al hierro herramientas, etc., se estaría en presencia de un proceso todavía más indirecto, que recurre al uso de mayores "cantidades" de capital. De esta manera, la medición del capital resulta vinculada a la "espera", "abstinencia" o grado en que los procesos logran ser "indirectos", todo lo cual está vinculado al tiempo. A esto se refería Bomh-Bawerk cuando tomaba el período de producción como un indicador del grado en que un proceso es indirecto. De otro lado, la ventaja de utilizar procesos indirectos es que permiten obtener un mayor producto con la misma cantidad de trabajo, u obtener un producto dado con menos trabajo. Para precisar un poco más estas ideas, se presenta a continuación una ilustración en que una unidad del mismo producto x puede ser producida 306 INTRODUCCION A LA ECONOMIA APENDICE mediante 4 procesos diferentes, es decir, donde unos procesos son más indirectos que otros, con el correspondiente ahorro de trabajo por aumento de la productividad. CUADRO A.4.1 Procesos para Producir Ix' PERIODO lo. PROCESO PROCESO PROCESO 11 12 T ST 3T 2T ST 3T 2T 3T 2T 20. 30. 12 T lO T 9T 8T El proceso 1 es directo porque no hay ninguna abstinencia ni, por tanto, se usan medios de producción acumulados de períodos anteriores. De una vez en el período 10. se produce y se consume l x, mediante el gasto de 12 unidades de trabajo (12 T). El II es indirecto, porque Lx se produce en forma indirecta, produciendo previamente en el período 10. un medio de producción (con 5 T), absteniéndose de consumir x en este período, y utilizando este medio de producción con 5 unidades adicionales de trabajo (5 T) en el período 20., para obtener 1x y consumirlo en este período. Como resultado del método indirecto, se ahorran 2 unidades de trabajo (2 T) con relación a lo que costó producir Lx con el proceso I, pero hubo que "esperar" más con relación al proceso 1, para consumir x. Nada se consumió de x, sino hasta el final del 20. período. De la misma manera, para poder consumir x, hay que esperar hasta el final del tercer período si se utiliza el proceso IIIy hasta el final del cuarto período si se utiliza el proceso IV, es decir, IV es más indirecto que IlI, éste es más indirecto que II y éste es más indirecto que I. O, mirándolo desde otro ángulo, con el proceso 1 no se utilizan medios de producción elaborados previamente por la sociedad, con el proceso II se utilizan medios de producción que se elaboran mediante un período previo, con el proceso III se utilizan medios que se elaboran mediante 2 períodos previos y con el proceso IV se utilizan medios que se elaboran durante 3 períodos previos (como en el caso 1 307 más sofisticado de provisión de agua mediante acueductos). También desde este punto de vista, entonces, a medida que se avanza del proceso I hacia el IV los procesos son cada vez más indirectos. Naturalmente, a tal avance corresponde, en cada caso, un ahorro en la cantidad de trabajo necesaria para producir Ix, pues esa es precisamente la razón que justifica el uso de métodos cada vez más indirectos. Por ello, la cantidad de trabajo total invertida por la sociedad para producir l x se va reduciendo paulatinamente, de 12 T en I hasta solamente 8 T en IV. IV 2T 40. TOTAL III PROCESO 1 (A . XIII) Esta ilustración y las que siguen sobre el tema se basan en la ejemplificación de Pau\ Sarnuels on en "A Surnrning Up", Quarter\y Journal of Economics, Vol. 30, 1966. Reproducido en "Capital and Growth", Harcourt y Laing editores, Penguin Books ¡971. Más precisamente, cuando se utiliza el proceso 1, debe esperarse un período para obtener el rendimiento final de cada unidad de T invertida. Puede decirse, entonces, que el "período medio de producción" (el tiempo promedio de espera para obtener el fruto de cada unidad de T invertida) en el proceso I es de 1 período. Cuando se utiliza el proceso II, el "período medio de producción" o tiempo promedio de espera para obtener el fruto de cada unidad de T invertida es: 2 períodos para cada una de las primeras 5 T invertidas en el período 10. y 1 período para cada una de las últimas 5 T invertidas en el período 20. Luego, en promedio será: (2 + 1) / 2 = 1.5 Cuando se utiliza el proceso III, "el período medio de producción" será: 3 períodos de espera para cada una de las primeras 3 T invertidas en el período 10., 2 períodos de espera para cada una de las 3T invertidas durante el período 20. y un período de espera para cada una de las 3T invertidas durante el período 30. Es decir, en promedio, para cada unidad de T invertida durante todo el proceso III, la espera fue de (3 + 2 + 1) / 3 = 2. Y, cuando se utiliza el proceso IV, el "período medio de producción" será: 4 períodos de :spera para cada una de las 2 T invertidas durante el período 10., 3 períodos de espera para cada una de las 2 T invertidas durante el 20., 2 períodos de espera para cada una de las 2 T invertidas durante el 30. y 1 penado de espera para cada una de las 2 T invertidas durante el 40. período. O sea, en promedio (4 + 3 + 2 + 1) /4 = 2.5. Llamando 9 al período medio de producción, se tendría entonces: el 1 eti 1.5 e 111 2 etv 2.5, lo cual suministra una medida precisa del grado en que cada proceso es más o menos indirecto que los demás, o más intensivo en capital, y que como cuantificación física, en términos de tiempo, permitiría resolver, en primera instancia, el problema de la medición del capital, con sus consiguientes corolarios neoclásicos como se muestra en seguida. 4.2.2 La elección de procesos (o tecnologías) y los corolarios neoclásícos A simple vista, podría pensarse que la firma competitiva, buscand o reducir los costos al mínimo posible, ante la alternativa de elegir libremente cualquiera de los procesos estudiados en el cuadro A. 13. 1, seleccionaría el más indirecto, el No. IV. Sin embargo, razonar de tal manera sería ignorar que el capital tiene un costo para la firma, que es la tasa de interés y que no aparece en el cuadro A. 13. 1 porque éste sólo muestra los costos en trabajo. Por consiguiente, para poder saber en realidad cuál sería el proceso (o "técnica") menos costoso para la firma es necesario tener en cuenta los costos del capital, es decir, la tasa de interés pues, con tales costos, no necesariamente los procesos más intensivos en capital (como el IV) resultan los más económicos para la firma. Supóngase entonces, para empezar, que la tasa de interés fuese igual a 0.5 ó 500/0 por período. ¿Cuál sería el proceso menos costoso para la firma?, es decir, ¿cuál proceso permitiría la producción de 1x al mínimo costo posible para la firma? Los cálculos que permiten llegar a una respuesta final se presentan a continuación. 1 Costo de Producir Ix con el Proceso 1,91 = 1 = en = 1.5 Inversión de 5T más sus intereses por dos períodos Inversión de 5T más sus intereses por un período TOTAL = = 5T (1.5)2 5T (1.5) = 11.25 T = 7.50 T 18.}5 T Para efectuar estos cálculos es necesario operar con el interés compuesto. Entonces, debe recordarse q ue, si T es la suma prestada sobre la cual se pagan intereses, e i es la tasa de interés: i , T serán los intereses del primer período, de donde, al final del primer período, se recupera el capital invertido T más sus intereses i. T. o T+iT=T (1 +í). Si la suma T permanece invertida durante dos períodos, entonces los intereses del primer período serán í'I': los del segundo per iodo serán también iT pero deben adicionarsele además los intereses (i) sobre los intereses acumulados del primer período (iT), o sea. deben adícjonarse le i (iT) =i2 T (interfes compuesto). En total, los intereses de una suma T que permanece invertida durante dos períodos serán pues: i T + iT + i2 T. Y, al final de los dos períodos, se recogerán entonces, estos intereses T (i +i2) más la recuperación de la suma invertida (o prestada), T. Es decir, al final de los dos períodos se recoge: T+iT+iT+i2T=T(1 +2i+i2)=T(l +i)2 Si la suma T permaneciera invertida durante 3 períodos, siguiendo un razonamiento final se recogería T (1 + i)3 Y. en general, si la suma T permaneciera invertida durante al final se recogerían T (1 + ¡)n. Esta fórmula se Usa a continuación. Costo de Producir Ix con el proceso IU, etu = 2 Inversión de 3T más sus intereses por 3períodos + Inversión de 3T más sus intereses por 2 períodos + Inversión de 3T más sus intereses por 1período COSTOTOTAL 3T (l. 5]3 = 3T (1.5)2 = 3T n.5) = 10.125 T = 6.750 T = 4.500 T 21.375 T = Costo de Producir Ix con el proceso IV, 9IV = 2.5 Inversión de 2T más sus intereses por 4 períodos + Inversión de 2T más sus intereses por 3 períodos + Inversión de 2T más sus intereses por 2 períodos + Inversión de 2T más sus intereses por 1período COSTO TOTAL = 2T{1.5)4 = 1O.125T = 2T (1.5)3 = 6.750 T = 2T (1.5)2 = 4.500 T = 2T (1.5) = 3.000 T 24.375 T Puede concluirse entonces, que con una tasa de interés tan alta como 500/0, los procesos más indirectos, es decir, más intensivos en capital (mayor e) resultarían los más costosos para producir 1 x y, por lo tanto, la firma seleccionaría la tecnología menos intensiva en capital (ya que el capital es tan costoso), es decir, el proceso 1 que arroja el menor costo total entre todos los procesos, 1 Inversión (12T) más sus intereses por un período, (i) (12T) (12T) + (i) (12 T) = 12T (1 + i) = 12T (1.5) = 18T Costo de Producir Ix con el Proceso I1, 309 APENDICE (A· XIII) INTRODUCCION A LA ECONOMIA 308 similar, al n períodos, Ahora, si la tasa de interés se redujera a 250 lo, (0.25), repitiendo el proceso anterior para calcular nuevos costos, se obtendría: Costo Total de Producir 1x con i = 0.25 el eII eIII eIV 1 1.5 2 2.5 Proceso Proceso Proceso Proceso I II II1 IV T 140625 T 14.3329 T 14.4141 T 15 Se observa así., cómo ante una reducción en la tasa de i.nterés los procesos más intensivos en capital (mayor 9) empiezan a hacerse más baratos que los menos intensivos (menor e), al punto de que en la nueva situación el proceso menos intensivo en capital de todos, el menos indirecto, (con menor e), el proceso 1, se ha vuelto el más costoso de todos. La firma seleccionaría ahora, entonces, el proceso II, que es el que permite producir x a menores costos y que es más intensivo en capital que el proceso I, ya que su período de producción, elI = 1.5, es mayor que el período medio de producción del 310 APENDICE (A . XIII) INTRODUCCION A LA ECONOMIA 311 proceso I, 91 = 1.0. De esta manera, el aumento en la tasa de interés vino acompañado de una mayor intensidad en el uso del capital. (Al pasar del proceso I al Il, se redujo la cantidad de trabajo total, T. y se aumentó la "cantidad de capital", (}aumentó). ii- Sobre la base de los anteriores supuestos demuestra que cuando la firma está en equilibrio (secciones 4.4.4 Y4. 5. 4), entonces Y, aunque siguen existiendo tecnologías más intensivas en capital (con mayor 9) que la Il, como la III y la IV, puede mostrarse que con reducc:iones sucesivas en la tasa de interés, paulatinamente se sigue avanzando en la adopción de procesos cada vez más y más "capital - intensivos". es decir, que la remuneración al capital está determinada por su productividad física marginal. Y, En efecto, si la tasa de interés cayera ulteriormente a 200/0 por período los costos para la firma de producir una unidad de x con cada proceso serían: PMAK =pK= i iii- Puesto que PMAK t siK t', deduce que i t siK t Costo Total de Producir Ix con i = 0.2 9l 1 Proceso l 9[[ 1.5 Procesoll «tu 2.0 Procesolll 9lV 2.5 Proceso lV = = = = 14.4 T Ahora, en la ilustración anterior, se ha definido K 13.2 T 13.1 T Podría concluirse, entonces, que reducciones en la tasa de interés van siempre acompañadas de cambios a procesos que demandan mayores períodos de producción, es decir, mayores cantidades físicas de capital por unidad de trabajo, confirmándose así el postulado neo clásico esencial sobre la función de producción de que existe una medida física del capital' que es compatible en el resto de las proposiciones neo clásicas sobre la distribución (Si K t => PMAK j. => it ). En otros términos, y para usar un esquema: i·de un lado, la teoría neoclásica, al iniciar el estudio de la firma (secciones 4.4. 1 Y4.4.2), postula que el capital puede medirse como una cantidad física K, diferente de los demás factores. Y que, 1 => más precisamente, si i t => et => K t, lo cual está en perfecta concordancia con la deducción consiguiente, la definición K = 9 estaría en perfecta todos los corolarios neoclásicos, y permitiría saltar de la i·, arriba, es un supuesto sin sustento a la afirmación de existe una medición física del capital, que es e. del punto iii-, Por concordancia con afirmación de que que efectivamente La teoría austríaca del capital suministraría, pues, el soporte requerido para la teoría de la firma, de su equilibrio y de la remuneración a los factores. Sin embargo, como dice Samuelson al resumir más de un decenio de debate sobre el tema, en el cual él mismo fue protagonista principal, "los académicos no han nacido para llevar una existencia fácil". Y la ilustración anterior hace aparecer tal existencia como demasiado fácil. Por ello, es necesario completar el cuadro con aquellos aspectos de la realidad que no dejan que la vida de los académicos se convierta en un lecho de rosas (sin espinas). 4.2.3 La reversión de técnicas y la función de producción de "mal comportamiento" PMA K t Nota para el lector avanzado: en palabras de Sraffa. 9 y se ha encontrado que 12.9 T Ahora, el proceso más intensivo en capital, más indirecto, con 9IV = 2.5, se ha convertido en el que permite producir x al mínimo costo posible, por lo cual es adoptado por la firma, en preferencia a todos los demás procesos, menos indirectos, menos capital - intensivos. si K t = "independiente de la distribución Yde los precios", El cuadro A. 4. 2 ilustra dos procesos (o técnicas) diferentes, con sus respectivos períodos medios de producción, para la producción de una 312 INTRODUCCION A LA ECONOMIA APENDICE unidad del producto y (ly). Con el proceso 1 se invierten 7 T en el primer período y, aunque no es necesario realizar inversiones adicionales, es necesario esperar hasta el fin del segundo período para obtener los frutos de la inversión, (como en el caso de la explotación de bosques en la cual, después de sembrados los árboles, es necesario esperar hasta que éstos crezcan). Con el proceso U se invierten 2 T en el primer período, pero debe esperarse hasta el fin del segundo período para poder tratar el producto intermedio resultante con 6 T adicionales de inversión en el tercer período y obtener el fruto de las inversiones al final del período 30. De acuerdo al período medio de producción el proceso 1 es más capital- intensivo (emplea mayor cantidad de capital por unidad de trabajo), porque el = 2 Y gIl = 1.51. Períodos Proceso I lo. 20. Períodos Proceso II 7T lo. 2T O 20. O 7T 30. 6T 3T 91 91=2 911 = 1.5 Sobre la base de la anterior información, los costos totales de la producción de ly para la firma, esto es, incluyendo la tasa de interés del capital y siguiendo el mismo procedimiento de cálculo explicado en la ilustración de la sección anterior, serían los siguientes, para los dos procesos y para diferentes niveles de la tasa de interés (i): o 313 XIII) Costo Total para la Firma de Producir ly Con i = 1.51 01 OIl 2 1.5 Proceso 1 Proceso II Coni=0.6 Coni=O.l 43.750* 17.920 8.470* 46.250 17. 792* 9.262 Así, el proceso más barato (marcado con un asterisco) y, por tanto, el seleccionado por la firma sería: 1 cuando i = 1.5 11 cuando i = 0.6 1 cuando i = 0.1 CUADRO A 4.2 Proceso o Tecnologías para Producir ly (A De esta manera, de. un lado, al disminuir la tasa de interés de 1.5 a 0.6 se pasaría de un proceso muy capital intensivo (91 = 2) a uno menos capitalintensivo (811 = 1.5), i,¡. => K l , Y, de otro lado, la misma técnica (I) puede ser abandonada (a cambio de 1I) y nuevamente volver a ser adoptada (1) a medida que la tasa de interés sigue reduciéndose (como cuando pasa de i = 0.6 a i = Estos dos resultados están estrechamente vinculados entre sí, conociéndose el primero como un "mal comportamiento" de la función de producción neoclásica y el segundo como "reversión de técnicas", y los dos son contradictorios con los postulados fundamentales de la función de producción neoclásica. O.n En otros términos, como ya se sabe, la función de producción neoclásica plantea que Si K t => PMA K = i ,¡. mientras que anteriormente se ha mostrado que si i!¡.=>e=K,¡. 1 En el proceso 1, el rendimiento por cada unidad de T invertida se obtiene sólo al cabo de dos períodos, luego su período medio de producción es de 2 períodos, ó " 2. En el proceso 11, el rendimiento por cada unidad de las 2T invertidas durante el período lo. se obtiene sólo al cabo de 3 períodos. y el rendimiento por cada unidad de las 6T invertidas durante el período 30. se obtiene al final del mismo período 30., es decir, al cabo de 1 período. Pero, para obtener el período promedio de producción para el total de las 3T invertidas no puede procederse con un promedio simple, (3 1) f2, como en los procesos del cuadro A. 4. 1, don de la inversión total se dist rtb u ía en partes exactamente iguales en cada período (505,3-303,2020202). En realidad, aquí solamente el 250/0 de la inversión total (2/8 = 0.25) se efectúa en el período 10., mientras que el 750/0 restante (6j3 = 0.75) se realiza en el período 30. Entonces se trata de un promedio ponderado, esto es, el primer período pesa sólo 250/0 mientras que el tercero pesa 750/0. Aplicando estos pesos o ponderaciones se obtiene, pues: SU 3 (0.25) 1 (0.75) = 1.5. = + = + Por consiguiente, los resultados encontrados, que K e i se mueven en la misma dirección, (i ,¡. y K ,¡. simultáneamente) contradicen el postulado neoclásico de que K e i se mueven inversamente (i t si K t ). Es decir, el período medio de producción (9) no puede constituir una medida física del capital coherente con el resto de los postulados neoclásicos fundamentales. 1 Sobre la exageración ilustrat iva de i, "El lector puede pensar de cada períoc o como de una década si pretende ser realista", como aconseja Samuelson. 314 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Por ello, en su crucial obra "Producción de Mercancías por Medio de Mercancías", (1960), cuando Piero Sraffa demostró, en términos generales, la posibilidad de la reversión de técnicas, concluyó: " ... el caso considerado parece concluyente en mostrar la imposibilidad de agregar los 'períodos' ... en una sola magnitud que pueda considerarse como representativa de la cantidad de capital. La reversión ... no puede ser reconciliada con cualquier noción de capital como una cantidad medible independiente de la distribución y los precios". Y Paul Samuelsonv.cuyos brillantes esfuerzos por consolidar la coherencia de la teoría neoclásica no requieren presentación, agregó en '1966, como síntesis del debate: "Si todo esto causa dolores de cabeza a los nostálgicos de las viejas parábolas de los escritos neoclásicos, débemos recordarnos a nosotros mismos que los académicos no nacen para vivir una existencia fácil. Debemos respetar y valorar, los hechos de la vida". (Op, cit). Por supuesto, si quizás la única alternativa neoclásica para verificar su supuesto de el capital como una magnitud física agregada y homogénea, diferente del trabajo, se cierra, es lo más natural esperar que los esfuerzos de los teóricos neoclásicos se vuelquen en primera instancia hacia la exploración de la posibilidad de prescindir completamente de la noción del capital como una magnitud agregada y, en efecto, los últimos esfuerzos se han encaminado en ese sentido, buscando construir modelos de "bienes de capital heterogéneos" en los cuales cada bien de capital por separado pudiera tomarse como un factor de la producción diferente.' Lógicamente, mientras que estas experimentaciones fructifican, si es que ello tiene alguna posibilidad verdadera, permanecerá la dura duda sobre la relevancia y la significación de que la sustitución de la noción de capital (por más de dos siglos usada en la teoría económica) por la noción de miles de bienes "heterogéneos", incomparables, no agregables y posiblemente no sustituibles entre sí (a diferencia de los "factores") pueda tener para reclamar la coherencia de un cuerpo de ideas que siempre ha pretendido suministrar una interpretación racional de la distribución entre las clases en la economía capitalista. En cualquier caso, cabría agregar que si la teoría neoclásica de la distribución sale maltrecha de ese exhaustivo examen, su desarrolló de la noción de 1 Nota par. el lector avanzado: Aunque "The Surrogate Production Funct ion", (1962), de Samuelson, es un trabajo pionero en este sentido, el texto no se refiere obviamente a los intentos de derivar las "parábolas" neoclásicas ("como sí") de un modelo de bienes heterogéneos. Por el contrario, se refiere a la renuncia a tales "parábolas", como debería ser evidente después de la cita de Samuelson de 1966. Como es sabido, la "función de produccíón sustítutíva" de Samuelson sólo es válida para el irrelevante caso de relaciones Capital! Trabajo idénticas en todas las industrias, lo cual llevó a decir Harcourt (en su "Teoría del Capital") que sería un sarcasmo de la historia que la teoría neoclásica del capital tuviera que terminar refugiándose en el mismo supuesto del Vol. I de El Capital por el cual la teoría de Marx ha sido atacada siempre sin cuartel por la teoría neoclásica. APENDICE (A· XIII) 315 eficiencia económica permanecerá como su contribución distintiva al desarrollo de la ciencia económica. Quienes disfrutan de la exploración intelectual y no temen a los caminos desconocidos, podrían aún encontrar que la sustitución del costo marginal neoclásico (ligado a la cuestionada función de producción) por otra noción más firme de costo social, dentro del mismo sistema de óptimos en el consumo, podría arrojar emocionantes sorpresas. I I Intercapítulo (IV. V) Una nota sobre Saffra INTERCAPÍTULO (IV-V) Después de la Reversión de Técnicas Una Nota sobre Sraffa "Producción de Mercancías por medio de Mercancías", terminado por Sraffa en marzo de 1959, y que fue escrito al responsable ritmo de 3 páginas en promedio al año, para un total de 95 páginas, lleva el modesto subtítulo de "Preludio a una Crítica de la Teoría Económica". Sin embargo, allí, en menos de 5 páginas, yeso como un asunto incidental, accesorio a la discusión principal;' Sraffa demuestra en términos generales la "reversión de técnicas, lo cual habría de permear todos los desarrollos subsiguientes de la teoría neoclásica. No obstante, no fue esta la única "reversión" que demostró Sraffa. También demostró, por ejemplo, una "reversión" de los precios con respecto a la tasa de salarios en los modelos de Ricardo y Marx para el efecto, esto es, que ante una variación de los salarios los precios podrían comportarse en forma inversa a lo esperado de acuerdo a tales modelos. En general, ninguna estructura teórica de las que le precedieron permaneció incólume después de la publicación de "Producción de Mercancías por medio de Mercancías" pudiendo, por ello, calificársele justamente de obra crucia!. Más aún, tuvo la rara virtud de recoger dentro de una misma estructura lógica la crítica a las diversas escuelas teóricas, es decir, de referirse a aspectos esenciales de todas ellas dentro de un solo modelo, algo que, dadas las 1 Sobre el papel principal 2.2.2. de la obra de Sraffa como desarrollo de la de Ricardo, véase la sección 320 INTRODUCCION A LA ECONOMIA diferencias de enfoque tradicionalmente reconocidas, sigue pareciendo un extraño logro. Y el poderoso instrumento general que utilizó Sraffa para todo ello fue el de tomar en cuenta prácticamente todas las relaciones intersectoriales con un modelo cuyas características elementales son recogidas en el simplificado modelo de precios, agregación y distribución que se ilustra en la sección 1 7.4 *. Capítulo V La economía Keynesiana • Sobre Sraffas véase también la sección 6.6. CAPÍTULO V LA ECONOMÍA KEYNESIANA 5.1 Antecedentes Desde comienzos del siglo XX, el centro y el dinamismo del desarrollo económico capitalista empezaron a trasladarse, cada vez con mayor fuerza, de Europa, y particularmente de Inglaterra, que fue la cuna del capitalismo clásico, hacia Norteamérica, cuyo desarrollo industrialista presentaba importantes diferencias con el que había tenido lugar desde un siglo antes en la madre patria inglesa. Entre los factores más importantes que contribuyeron a tales diferencias pueden citarse: i- La ausencia previa de entrabamientos feudales al desarrollo del capitalismo en Norteamérica, ya que, de un lado, las comunidades inmigrante s buscaban originalmente escapar precisamente de las restricciones del viejo orden europeo y, por el otro lado, encontraron a las comunidades nativas todavía en un estadio primitivo de desarrollo, absorbiéndolas cultural mente o aniquilándolas. Asimismo, la contratación de mano de obra esclava, particularmente en el sur de los Estados Unidos, producto no de un desarrollo nativo, sino del negocio colonial de las potencias europeas con su conquista de Africa, fue exitosamente erradicada pasada la mitad del siglo XIX, con el triunfo del ejército unionista del norte sobre el secesionista del sur en la Guerra de Secesión; ií- La gran riqueza de recursos naturales, y particularmente de tierras libres y fértiles aptas para ser colonizadas lo cual daba una importante alternativa de subsistencia a los desposeídos, y permitía un relativamente alto nivel de consumo frente a las masas pobres de Europa, presionando, además hacia un alto nivel de ( 324 INTRODUCCION A LA ECONOMIA salarios capaz de incentivar a la mano de obra para que cambiara sus perspectivas de colonización independiente por las de alquilarse; y, iii- Su constitución política que desde un comienzo, después de la independencia de Inglaterra a fines del siglo XVIII, garantizó las libertades económicas y políticas requeridas para un pleno desarrollo del capitalismo, ccnñgurando desde el principio la democracia capitalista más plena y desarrollada del mundo, en contraste con el tortuoso camino de luchas políticas que tuvo que seguir el capitalismo en Europa. Como resultado de tales condiciones óptimas para el desarrollo capitalista, ya por 1901 la empresa capitalista más poderosa del mundo se encontraba en Estados Unidos y no en Europa. El descubrimiento de nuevas aplicaciones industriales para el petróleo y de grandes yacimientos en América, a fines del siglo XIX y comienzos del presente, también reforzaron esta dinámica. Y, por otra parte, la revolución industrial no cobró en Norteamérica el aspecto de sufrimiento, miseria y degradación que se observó en Inglaterra, presentando, por el contrario, un aspecto de pujanza y mejoría en las c~lidiCiones de vida de la mayoría de los trabajadores libres. La bandera la~Qral de la jornada de las 8 horas fue levantada en Norteamérica por un cangreso de trabajadores ya en 1863. ~ Tedasesas características, en cuanto a las condiciones de vida de la clase trábajadora; en cuanto a su dinámica, que la conducían aceleradamente a convertirse en la economía capitalista más desarrollada del mundo, y en cuanto a su sistema político, hicieron que la economía norteamericana se convirtiera en el prototipo del capitalismo del siglo XX, así como Inglaterra había sido el prototipo capitalista del siglo XIX. Esto justifica, pues, que sea hora de cambiar de continente y que los acontecimientos económicos que han sacudido al siglo XX y que han dado lugar durante éste a revoluciones en el campo de la teoría económica sean miradas preferentemente a través de la lente de los Estados Unidos. En efecto, si por 1870 la producción manufacturera de Inglaterra representaba 320/0 de la mundial, mientras que la de Estados Unidos sólo llegaba en el mismo año a 280/0, ya para 1913 la parte de Inglaterra había caído a 14% y la de Estados Unidos había aumentado a 360/0. Por otra parte, entre 1897 y 1914 las inversiones de los Estados Unidos en el extranjero se multiplicaron por 5 veces, mientras que las inglesas lo hicieron sólo por 3 veces. Después de la primera guerra mundial (1914-1918), que produjo grandes destrozos físicos y financieros a los países europeos, la posición de los Estados Unidos se consolidaba en forma todavía más clara. Por 1919 los Estados Unidos dejan de ser un receptor neto de capitales para convertirse en una potencia financiera exportadora neta de capitales. LA ECONOMIA KEYNESIANA 325 La dinámica económica de esta primera posguerra fue tan acelerada y profunda en los Estados Unidos (con la breve interrupción de una corta recesión entre 1920 y 1921), que aún un recuento completo de los principales acontecimientos sería insuficiente para dar una idea precisa de las profundas transformaciones que tal dinámica indujo sobre los mercados y la vida social, revolucionando enteramente las formas tradicionales de vida en un breve período de tiempo y confiriéndole a la sociedad capitalista la abundancia de bienes de consumo durable, el estilo de vida y la fisonomía moderna que algunos han tratado de tipificar bajo el concepto de sociedades de consumo masivo. Por ejemplo, el número de autos construidos por la Ford en 1909 fue de solamente 10.660. Pero, junto a la revolución de la producción en serie y la "administración científica", (que le permitió a Henry Ford multiplicar por 2 ó 3 veces los salarios de sus trabajadores y simultáneamente reducir los precios de los autos a menos de la mitad), el número de carros rodando en las carreteras de Estados Unidos había aumentado a 6.7 millones en 1919 y a 27 millones en 1929, para una población total que no sobrepasaba los 30 millones de familias. Estaría de sobra tratar de subrayar la revolución que esto significó para la industria del petróleo, del acero, para la construcción de vías, en el transporte, en el consumo, en la forma de utilizar el ocio y, en una palabra, en la vida social. Otro ejemplo: el consumo de energía eléctrica se duplicó durante el decenio de los años veinte, con un aumento semejante en la producción de maquinaria eléctrica y la consecuente revolución en los métodos productivos, reemplazando muchas industrias de carbón y chimenea por procesos mucho más modernos y sofisticados. Pero no menos importante fue su efecto sobre los bienes de consumo durable comúnmente llamados electrodomésticos, cuya variedad se multiplicó y cuyo uso se masüicó al punto de que empezó a generalizarse su promoción por revistas y su envío por correo. Un indicador: el valor anual real de las ven~as de radios se multiplicó por 14 veces entre 1922 y 1929, lo cual equivale a una tasa anual compuesta de crecimiento próxima a 50010. Los ra~i~s .domésticos eran el producto de última moda y la importancia que el 100CIO d~ su uso generalizado tuvo para la vida social es difícil de imaginar hoy en día. Baste con recalcar que el hogar medio no tenía teléfono ni tel.ev~or (que .?o se había perfeccionado ni comercializado todavía). La aviacion también empezaba a convertirse en una actividad propiamente comercial. El cine se generalizó como entretención popular, dando lugar a una nueva industria de proporciones masivas. La industria química creaba nuevos productos de consumo e intermedios, y ello junto con la revolución en el transporte y en la industria de maquinaria y de vehículos ocasionaba también una gran revolución en la producción agrícola. El comercio no pudo escapar al movimiento, dando lugar a las modernas cadenas de distribución. Fueron los años lujuriosos de las comodidades recién descubiertas del auto los radios, los dríve-in, los gramófonos, el cine y el charlestón. ' 326 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Más simplificadamente, entre 1922 y 1929 la inversión creció .a una tasa anual real superior a 60/0, la producción manufacturera lo hlz? a ~asas cercanas a 90/0 anual, la tasa de desempleo se mantuvo en niveles inferiores a 40/0, con algunos años aproximándose a 20/0, Y las accion~s en l~ b~lsa se valorizaban a tasas superiores al 100/0 anual. Las revoluciones t~cmeas operadas, la dinámica del crecimiento, el aumento del consumo, el chma de abundancia y prosperidad y, en una palabra, el claro contraste con ~ form~ de vida y la pobreza relativa de décadas anteriores, y de .otros paises, asi como la perspectiva de todavía un mayor progreso sostemdo en el futuro, llevaron al presidente Herbert Hoover a decir, a mediados de 1928: "En América hoy estamos más cerca al triunfo final sobre la po~reza que ~unca antes en la historia de cualquier nación. La casa de caridad esta desapareciendo de entre nosotros. Todavía no hemos alcanzado ese fin, pero, co~ la oportunidad de seguir adelante con las políticas de los últimos ocho anos: pronto veremos, con la ayuda de Dios, el día cuando la pobreza sera desterrada de esta nación". Algo más de un año después el jueves 24 de octubr~ de 1929, lla~ado ahora "el Jueves Negro", se ofrecían en venta 13 millon:s de acclO.nes en la Bolsa de Nueva York, ante una demanda casi nula. Calda en precios: casi 500/0. El martes siguiente, 29 de octubre, se ofrecieron e~ venta. 33 millones de acciones. Caída de los precios similar a la del día anterior. Acciones de las empresas industriales más importantes, de los ferroc~riles y aun títulos de la deuda pública perdieron ,en~re 1929 y 1933 mas del 800/0 de su valor previo de mercado. Las pérdidas de l.os poseedor:s de acciones durante este período se estiman en 450.000 millones de dolares con poder adquisitivo de 1983. Pero esto era apenas un reflejo en el papel de lo que estaba ocurriendo con la economía real. La tasa de desempleo aumentó de 3.20/0 en 1929 a 250/? en 1933. "Filas para recibir pan de caridad, tugurio s de chozas de carton llamadas 'Hooverlandias', y grises ejércitos de personas a la caza de un empleo se convirtieron en los símbolos del período" (Bussinessweek, sept. 3(79, pág. 12, en el 50 Aniversario de la "Gran Depres,ión"). E? 1933, el p~oducto nacional bruto de los Estados Unidos se habla reducido a la mitad, La inversión privada bruta se redujo, durante el mismo período, a menos del 100 (o de su nivel de fines de los años veinte ".Los salan~s pagados a .l?s obreros agrícolas se redujeron a menos de la mitad, y en 19u~ prOp?rCIOn se redujeron los ingresos brutos percibidos por los emp:esanos agrícolas. 9.000 bancos y en total 85.000 empresas quebraron; 9 millones de cuentas de ahorro se perdieron. . C' fue posible tan súbito cataclismo económico, tan aterrador como " amo cualquier terremoto natural? Es cierto que Marx h abíla pre dilCh o que t odo LA ECONOMIA KEYNESIANA 327 período de prosperidad sostenida, al conducir al límite del pleno empleo, es decir, en sus palabras, al límite del agotamiento del "ejército de reserva" industrial, llevaba implícito en sí mismo el germen de la próxima crisis y depresión que reconstruiría nuevamente el "ejército de reserva" (sección 3. 10. 1 Y 3. 10.2). Pero las depresiones eran conocidas desde un siglo antes. Al fin y al cabo, el mismo Marx había situado en 1825 la fecha de adquisición de la mayoría de edad por parte de la industria inglesa, debido a que en este año sufrió su primera depresión generalizada, y había observado que a partir de ese momento empezó a sufrir una depresión cíclica cada 10 años en promedio. Para no ir tan lejos, durante el presente siglo y antes de iniciarse la prosperidad de los años veinte los Estados Unidos habían sufrido recesiones durante 1907, 1913 y 1921. Yaún en medio de la tendencia sostenida del auge de los veinte, durante 1927 sufrió otra recesión. Sin embargo, nunca ninguna recesión había sido tan profunda, ni tan generalizada, ni tan larga. Después de 1 ó 2 años el período de auge se reiniciaba nuevamente, dando lugar a la tendencia de crecimiento de largo plazo en medio de relativamente leves oscilaciones como las anteriormente indicadas. La gran depresión de los años treinta presentaba, pues, una gravedad peculiar. No solamente durante un período sostenido de 4 años los niveles de actividad económica se habían reducido en una magnitud nunca antes observada, sino que precipitadamente se extendió internacionalmente: entre 1929 y 1933, la producción industrial se redujo en más de 400/0 en Alemania y Canadá, en más de 300(0 en Bélgica, Italia, Checoslovaquia y Polonia, en 280/0 en Francia y en más de 160(0 en Hungría, Rumania, Holanda e Inglaterra. Aún los países capitalistas que no habían alcanzado su "mayoría de edad", y carecían por ello de las características para autogenerar su depresión, sufrieron a través de los nexos del comercio exterior los impactos de la crisis, alimentando, de paso, en algunos de ellos, la necesidad de desarrollar su industria autóctona. Así, por ejemplo, el valor de las exportaciones de Colombia (prácticamente todas constituidas por productos primarios dirigidos a los países en "mayoría de edad") se redujo a la mitad entre 1929 y 1933. Como resultado de esto, y del consiguiente cierre total del crédito externo al país, el nivel de las importaciones colombianas cayó en 1932 a apenas la quinta parte del nivel que habían alcanzado en 1928. Para poder responder a las circunstancias, el país, siguiendo el ejemplo de países más desarrollados, instrumentó una política abiertamente proteccionista y de sustitución de importaciones que estimuló su propio crecimiento industrial. Pero esto no fue todo. En 1933, el nuevo y recién posesionado presidente Franklin D. Roosevelt, hizo de la lucha contra el desempleo y la depresión el objetivo central de su gobierno, poniendo en práctica algunas políticas de intervención estatal antes desconocidas y totalmente desaprobadas, como ( 328 INTRODUCCION LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA un riguroso control estatal del sistema financiero, cuya estructura moderna data de esa época, y la realización de algún gasto público con el objetivo explícito de mejorar la situación de desempleo. En esto fue alentado por un grupo de jóvenes precursores que anticipaban la nueva era de la necesidad de la intervención estatal para regular los niveles globales de actividad económica, entre los cuales sobresalía el joven economista al servicio de la Casa Blanca Lauchlin Currie, quien en sus memorandos recomendaba con osadía efectuar un mayor gasto público en obras civiles mediante déficits fiscales. Sin embargo, los desequilibrio s fiscales eran considerados todavía como el peor pecado económico, y por ello, en 1939, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, la tasa de desempleo en los Estados Unidos seguía siendo superior a 170 lo, prolongándose así la "gran depresión" por todo un decenio y viniendo a ser radicalmente cortada solamente por el indicio de la gran guerra. Fue así como "La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero", cuya primera edición data de febrero de 1936, que iría a signar en adelante la teoría y la política económica, revolucionando la concepción tradicional sobre el papel del Estado en las economías capitalistas altamente desarrolladas, fue escrita por el economista inglés John Maynard Keynes, publicada y empezada a ser discutida durante la gran depresión". Pero, lejos de ser ello .una coincidencia, su autor mismo la identifica como una respuesta a la gran depresión, al menos en 3 direcciones fundamentales: i- Como respuesta teórica a la explicación de un hecho que la teoría "Ortodoxa" (no marxista), dominante en el tiempo, había sido incapaz de explicar con coherencia, siendo incapaz por tanto de recomendar las políticas adecuadas. Así, Keynes empieza su prefacio diciendo: "Este libro se dirige principalmente a mis colegas economistas. Espero que sea inteligible para otros. Pero su propósito principal es tratar las difíciles cuestiones de teoría, y solamente en segundo lugar la aplicación de esta teoría a la práctica. Porque si la .econornia ortodoxa falla, el error no se encuentra en su superestructura, que se ha levantado con gran cuidado para su consistencia lógica, sino en una falta de claridad y de generalidad en las premisas"; ii- Como alternativa a las respuestas de tipo fascista y militarista, tipo Hitler, que "curaron" la depresión preparándose para desencadenar la Segunda Guerra Mundial mediante exhorbitantes gastos militares del Estado, lo cual ha llevado a Joan Robinson, la más connotada discípula de Keynes, a decir que fue una desgracia que "La Teoría General" llegara demasiado tarde, porque "antes de que Keynes terminara dé explicar porqué el desempleo ocurre, Hitler ya había descubierto cómo curarlo"; y, iii- Como alternativa al socialismo marxista, intentando encontrar para el Estado capitalista la posibilidad de una respuesta consciente y efectiva para eludir o al menos paliar los grandes problemas de la economía capitalista, en lugar de cerrar . los ojos ante los mismos, con lo cual el sistema se hundiría rápidamente sumido en sus propias contradicciones y de manera ineluctable, tal como 329 aparecía en el inexorable mundo de Carlos Marx. Así, al respecto, opina Keynes: "Los sistemas estatales autoritarios de hoy en día parecen resolver el problema del desempleo a expensas de la eficiencia y la libertad. Es cierto que el mundo no tolerará por mucho tiempo el desempleo que, aparte de breves intervalos de auge, está asociado -y, en mi opinión, inevitablemente asociado- con el individualismo capitalista presente. Pero puede ser posible, mediante un correcto análisis del problema, curar la enfermedad preservando la eficiencia y la libertad". ("Teoría General" -T. G.- pág. 381). Es decir, postula que el capitalismo, funcionando por sí mismo y en forma automática, podría conducir efectivamente en poco tiempo a su propia destrucción, yal socialismo. Y esta preocupación no constituía ninguna exageración en una época en que se organizaban marchas del hambre a Washington, en que en una sola huelga en la industria del acero hubo 10 trabajadores muertos, en que el número de afiliados a los sindicatos aumentó de algo más de 3 millones (120/0 de la fuerza laboral) en 1930 a más de 14 millones en 194&, y en que las empresas tenían contratados 200.000 espías para ayudar a reprimir la militancia laboral impulsada por la desesperante situación general, (BusinessWeek, Sept. 3/79, pág. 26), mientras que, entre 1929 y 1932;lapcoducción inqustrial crecía en más del 800/0 en la Unión Soviética. pero,de otro lado,K.eyn~s llega a la conclusión de que, mediante un correcto análisis, sería .posible encontrar una alternativa para preservar el capitalismo, sin caer tampoco el nazismo como ocurrió en Alemania durante los años treinta. en Naturalmente, como Keynes mismo ha advertido en su Prefacio de "La Teoría General", esta conclusión de su obra fundamental se basa en su análisis de "las difíciles cuestiones de teoría" que ha sido dirigido "principalmente a (sus) colegas economistas" y, por ello, ha llegado el momento inaplazable de entrar a examinar los fundamentos de su teoría económica. 5.2 La tasa de desempleo y la tasa de salarios En la época de la gran depresión la explicación de la economía ortodoxa, 1 al aumento masivo y en apariencia permanente del desempleo, consistía en la 1 Keynes incluye entre los economistas clásicos, adei lás de "los fundadores de la teoría que culminó en la economla de Ricardo" a "1. S. Mill, Marshall, Edgeworth y el profesor Pigou". Como se ha visto anteriormente, (sección 4.1), Marshall y Edgeworth fueron fundadores de la escuela hoy llamada neoclásica y Pígou era el principal representante en Inglaterra, en la época de Kevnes, de esta misma escuela. En realidad, cuando Keynes critica a lo que él llama "escuela clásica" o "clásicos", se refiere, en estricto sentido! solamente a la versión ricardiana de la Ley de Say (sección 2.2.9) y a toda la superestructura neoclásica que sobre ella se había desarrollado hasta su época, es decir, adoptando como punto de partida la Ley de Sayo La confusión a que puede conducir el US~ del término "economía clásica" en versiones tan diferentes como la de Marx y Keynes, y el mismo hecho de que frente a la Ley de Say haya no solamente diferencias radicales sino posiciones' teóricas irreconciliables entre Srníth y Ricardo (sección 2. 2. 9), hace aconsejable dejar de lado 330 WTP.ODUCCION A LA ECONOMIA proposición de que éste era, en cierta forma, "voluntario" por parte de los trabajadores. Es decir, postulaba que estaba ocasionado por la negativa de los trabajadores a aceptar salarios reales más bajos, quienes, de esa manera, a través de las organizaciones sindicales, impedían que el exceso de oferta de fuerza de trabajo sobre su demanda se tradujera en una reducción del precio de la fuerza de trabajo: el salario real. Si el salario real no podía reducirse, porque los sindicatos lo impedían, proseguía el argumento, ento~lCes el mecanismo del mercado para reducir el exceso de oferta, que sena la reducción del precio, estaba impedido para operar. De esta manera, se concluía, la acción sindical impedía el libre funcionamiento del m~rcado, entrabando su mecanismo para eliminar el exceso de oferta y terminando por perpetuarlo, es decir por perpetuar el desempleo. La acción sindical, como una distorsión del mecanismo del, mercado, sería así, pues, la causa del masivo desempleo. Los trabajadores, con su acción concertada, habrían creado su propio desempleo por lo cual éste, a nivel de conju.nt~, .sería "voluntario", aunque ello no fuese evidente a nivel de cada índividuo. Keynes empezó refutando esta teoría del desempleo con dos argumentos: i- Aun aceptando, en gracia de discusión, que el nivel de los salarios determina el nivel de empleo, se estaba confundiendo el salario nominal, SN, (una cantidad dada de dinero) con el salario real, SR, (una magnitud de ingreso real que puede cambiar como efecto de la depreciación del valor de cada unidad monetaria, lo cual se manifiesta en la llamada "inflación de precios" o "elevación en el nivel general de precios", aunque la cantidad de dinero recibida permanezca fija, como se vio en las secciones 17.3,8.11 Y 9.5). En otras palabras, el salario nominal (SN) puede permanecer fijo y, sin embargo el salario real (SR) disminuir si cada unidad monetaria se desvaloriza en términos reales (o, como algunos prefieren decir, si hay "inflación del nivel de precios").! Pero, de otro lado, continúa Keynes, los sindicatos l Denominando 1 al deflactor implícito del producto nacional, (o, como algunos prefieren, llamando 1 al nivel de precios), o sea al factor que permite convertir todo ingreso monetario en su correspendiente magnitud de ingreso real, mediante el proceso de deflactación (secciones 17.3 Y \I.), .•e tendría: SN SR=-1Por tanto, SR puede reducirse con Un aumento de I aunque SN permanezca constante. en este capítulo el término d-e "economía clásica", adoptando en su .l~~gar el de uecon~mía ortodoxa", también usado por Keynes, para referirse con mayor precision ~ .l~~ econ~~llstas neocláslcos (cap. XlII) del tiempo de Keynes, contra quienes eO,ncretamente dll"lg~? su crrnca, y o ue prácticamente concentraban toda la influencia académica y publica de la profeswn; Se subraya que del tiempo de Key nes, porque muchos teóricos neoclásícos modernos ~o .vacl~na~ ¡!:n dar le la razón a Key nes en los puntos específicos de su debate, y operan en la practica slmultane~ante con la teoría keynesiana para el análisis de las fluctuaciones en los niveles de empleo y .~reclos, y con el modelo neoclásico para los problemas de distribución y eficiencia e~ la asignación de I~ recursos. lo cual ha conducido a la célebre dicotomía entre Macro-economia Y Micro-eco norrna. LA ECONOMIA KEYNESIANA 331 están en capacidad, cuando más, de fijar el SN pero nunca "el nivel general de precios", el cual está determinado por complejas fuerzas de la economía pero, en particular, por la oferta monetaria que sólo el gobierno puede manipular conscientemente (secciones 1 8.8, 8.10 Y8.11). Por consiguiente, sería correcto decir que los sindicatos impiden la flexibilidad de los salarios nominales a la baja, pero es incorrecto concluir de esto que pueden impedir la flexibilidad de los salarios reales a la baja. Como lo que importa económicamente es el ingreso real y no el nominal (sección 1 7.3), 1 enton ces la inflexibilidad de los salarios nominales a la baja, como resultado de la acción sindical, habiendo flexibilidad de los salarios reales a la baja, nada tiene que ver con la situación del mercado de trabajo ni con el desempleo en particular. (Keynes agrega, además, la observación empírica de que durante la depresión los obreros estuvieron dispuestos a recibir menores salarios tanto nominales como reales sin que ello hubiese aliviado la situación de desempleo). Y, ii- El postulado de la economía ortodoxa de que existe una relación inversa entre la tasa de salarios y el nivel de empleo está directamente asociada a su proposición de que, en equilibrio, la firma paga al "factor trabajo" (T) en proporción a su productividad física marginal (PMAT), (secciones 4.4.4 Y4.5.4), Y al supuesto de que esta última decrece a medida que aumenta su volumen de empleo, dada cierta "cantidad" de capital (sección 4.4.2). En otros términos, postula quePMAT = s (donde s es la remuneración por unidad de trabajo, es decir, la tasa de salario real por trabajador) y suponé que PMAT t si T,¡. o PMAT'¡' si T t Luego, haciendo PMA T = s, deduce: st si T,¡. s i si T t A su vez, de esta deducción concluye que el volumen de trabajo empleado sólo puede aumentar (T t) si y solamente si la tasa de salario se reduce (s '¡'). (De aquí deriva su argumentación del punto anterior sobre el desempleo "voluntario" ). ! O, en otras palabras, lo que afecta el nivel de las ganancias real, no el nominal (sección 17.3.4) _ reales y a los empresarios es el salario i.i! INTRúDUCCION 332 LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA Keynes acepta en primera instancia que s y T están relacion~d.asinversamente, pero plantea que esto es todo lo que puede decir en sana lógica el ar~mento ortodoxo. Es decir, aunque efectivamente se pudieran observar los movimientos Tts~yT~st ello nada permite afirmar sobre cuál es la causa y cuál es el efecto. Podría ser que los movimientos de s fueran un mero efecto (y ,no la causa) de ~?S movimientos de T, caso en el cual los movimientos prevlSt~s por la func,ton de producción neoclásica (T t s ~ y T ~ s t) nada explicanan so~re el nivel de empleo, I quedando por construir la teoría sobre los determmantes de éste. Y, en efecto, Keynes concluye que el volu~en de empleo ~T) ~s la causa o variable independiente mientras que s sena la resultante o: va~table dependiente. Esto es, que T determina PMA T Y la PMAT determina s. Pero, evidentemente, la pregunta de qué determina el volumen de empleo T quedaba así sin respuesta. La teoría del empleo quedaba entonces por suministrarse. Lb anterior implica, en primer lugar, que la,teoría ortodoxa del desemp~~o q\Íedaría sin bases (í y ii); en segundo lugar, que el ~esempleo d~ la depresíon nosería de carácter "voluntario", porque no dependía de los salarios nominales ni, por tanto, de la voluntad colectiva de los trabajadores, siendo, por co"nsiguiente de carácter "involuntario". La discusión de Keynes con la teoría ortodoxa se puede resumir entonces en la noción de desempleo "involuntario" como una categoría nueva dentro de las teorías no marxistas. Y, en tercer lugar, que quedaba por suministrar una teoría sobre los factores determinantes del desempleo "involuntario". Obviamente, a esta tarea se dedicó Keynes en forma inmediata. 5.3 La Ley de Say y la teoría general de Keynes 5.3.1 La teoría ortodoxa y la Ley de Say E~iden temente la teoría del desempleo "voluntario" implica que si los salarios fuesen suficientemente bajos la economía podría generar una demanda de empleo lo suficientemente alta para que nadie estuviera desempleado (a menos que así lo deseara), ya que esto no es SInOotra fo~m~ de decir que la baja del precio de la fuerza de trabajo es suficiente para ehmmar su exceso de oferta, en lo cual se funda tal teoría. Pero, también es evidente que esta. proposición está suponiendo implícitamente que siempre es posible para el conjunto de las empresas vender rentablemente toda la producción que obtienen de emplear toda la fuerza de trabajo disponible, pues es obvio que si no se hiciera este supuesto debería concluirse que las empresas no contratarían mano de obra por bajos que fuesen los salarios (porque la producción así obtenida arrojaría pérdidas en vez de las esperadas ganancias, que constituyen el móvil de la empresa capitalista). En otras palabras, una condición necesaria (aunque no suficiente) de la teoría del desempleo "voluntario" es que la Ley de Say siempre se cumpla.' Esto es, parte del supuesto de que todo lo que producen las empresas puede venderse siempre a unos precios rentables para las empresas, o sea de que toda oferta tiene su propia demanda asegurada tal como intentó demostrar Ricardo (sección 2. 2. 9), aunque tal proposición ya había sido puesta en tela de juicio por Smith (sección 2. 1. 3), enfáticamente rechazada por Malthus y por Marx (sección 2.2,9) y prácticamente refutada por este último (secciones 3.10, 1 Y 3. 10.2). La explicación de Keynes, de porqué la teoría del desempleo "voluntario" es falsa y porqué en cambio el desempleo es de carácter "involuntario", . descansa entonces en su proposición de que la Ley de Say no se cumple bajo las condiciones del capitalismo moderno y desarrollado. De esto concluye que las enseñanzas de la teoría ortodoxa son "erróneas y desastrosas si tratamos de aplicarlas a los hechos de la experiencia", lo cual, (por la época de la gran depresión), "casi destruyó la influencia práctica de la teoría económica", La lucha de Keynes se enfila, pues, contra el intento de aplicar al capitalismo desarrollado moderno la noción ricardiana de la Ley de Say y todas las implicaciones prácticas que puedan derivarse de ella. 5.3.2 La Ley de Say y el principio de la demanda efectiva La Ley de Say, o el postulado de que toda la oferta agregada o global de la economía en su conjunto es exactamente compensada por una demanda global idéntica (que permite a las unidades productivas vender toda su producción obteniendo la ganancia normal), también puede expresarse entonces, como, una identidad entre la oferta global (o agregada) y la demanda global (o agregada). Esto llevó a Keynes a decir que el supuesto falso fundamental de la teoría ortodoxa y la de Ricardo era la suposición de que "la función de oferta agregada" era idéntica a "la función de demanda agregada". 1 I ror supuesto, modernamente puede con ducir a r i si e r t st se podría agregar que la "reversión de técnicas" (Ap<óndice A· XIll) 333 Necesaria y "no suficiente': porque, estrictamente, Ricardo, por ejemplo, parte de la Ley de Say y, sin embargo, n,o sostiene una teoría del desempleo "voluntario". Se requiere, además de partir de la Ley de Say, suponer o demostrar que existe una relación inversa entre el empleo de un factor y su remuneración, tal como lo supone la función de producción neoclásíca en que se apoya la teoría del desempleo "voluntario". 334 INTRODUCCION LA ECONOMIA A LA ECONOMIA Para mayor ilustración, esta identidad de las dos funciones se muestra en el gráfico 5. 3. 1. " 11 t . .~ En este gráfico, el eje horizontal mide las cantidades o volumen de empleo, N, en términos de horas- hombre al mes, por ejemplo. Al aumentar el volumen de empleo N (más trabajo), el valor de la producción real de la economía en su conjunto, que es la oferta agregada, O, también se incrementa. Por esta razón puede decirse que O es una función creciente de N, esto es, que tiene pendiente positiva o que su representación gráfica asciende de izquierda a derecha como lo muestra el gráfico 14. 4. 1. Así, al nivel de empleo No corresponde la oferta agregada 00, pero sielnivel de empleo aumenta a NI, la oferta agregada también aumenta a 01, correspondiendo a cada nivel de N un determinado nivel de O. Pero la Ley de Say plantea, como arites se ha definido, que toda oferta agregada es idéntica a una demanda agregada que le permite a las unidades productivas vender completamente su producción a precios rentables. Por consiguiente, la oferta agregada 00 sería idéntica a una demanda agregada equivalente (Do), la oferta agregada O 1 sería idéntica a otra demanda agregada equivalen te (D 1), y así sucesivamente para toda oferta agregada posible, es decir, a todo punto de la función de oferta agregada correspondería una demanda agregada idéntica. Por esta razón, la función de demanda agregada (el nivel de demanda agregada que corresponde a cada nivel de N), estaría exactamente superpuesta sobre la función de oferta agregada o, en otras palabras, se confundiría totalmente con ella, convirtiéndose las dos funciones en una sola y la misma función. 335 KEYNESIANA De acuerdo a lo anterior, prosigue Keynes, la demanda no establecería ningún límite al nivel de empleo N. Por tanto, éste aumentaría hasta su máximo límite, es decir, hasta agotarse la disponibilidad de fuerza de trabajo ofrecida en el mercado. La Ley de Say implicaría así que la economía siempre tiende hacia el nivel de pleno empleo. 1 No obstante, si en realidad la Ley de Say no se cumple, concluye Keynes, entonces, de un lado, las funciones de oferta y demanda agregada no son idénticas y, de otro lado, deja de ser cierto que la economía tienda automáticamente hacia el nivel de pleno empleo, porque la demanda agregada se. convierte en un obstáculo para ello, tal como ilustra en el gráfico 5.3.2. se GRÁFICO 5.3.2 FUNCIONES DI¡ OFERTA AGREGADA ("TEORIA Y DEMANDA AGREGADA DIFERENTES GENERAL") O,D GRÁFICO 5.3.1 lDENTlDAD DE LAS "FUNCIONES" y DEMANDA DE OFERTA AGREGADA AGREGADA (LEY DE SAY) O, o IC I --~------~----~----~N DI =01 D o =0 o 1 _ En estricto sentido, Keynes está suponiendo que el monto de capital existente tampoco impone límite alguno al aumento del empleo y la producción hasta alcanzar el nivel de pleno empleo. Este supuesto es más que justificado en Keynes en cuanto se dirige su teoría a los países desarrollados con suficiente y aun con exceso de capital. Pero sería totalmente injustificable olvidarse de que, en un estado dado de la técnica y la estructura de la demanda, para los países "atrasados", "subdesarrollados", o como quiera llamárseles, la falta de capital suficiente podría ser un obstáculo al aumento del empleo hasta el nivel pleno como la literatura sobre el subdesarrollo lo ha subrayado durante tanto tiempo. En este caso, la trasposición mecánica de las conclusiones Keynesianas a los problemas generales de tales países sólo indica una incomprensión de la una y los otros. , ,,, 336 INTRODUCCION A LA ECONOMIA Este gráfico ilustra el argumento básico de "La Teoría General" de Keynes, es decir, que la Ley de Say no se cumple, o sea que las funciones de oferta y demanda agregadas son diferentes. Al aumentar el nivel de empleo, N, argumenta Keynes, la oferta agregada aumenta, (por lo cual la curva O A cerce de izquierda a derecha), y la demandó. agregada también aumenta (curva DA), pero aumenta menos de lo que aumenta la oferta agregada (por lo cual, aunque también tiene pendiente positiva, ésta es menor tal como muestra la curva DA). De esta manera, al aumentar el nivel de empleo de un nivel como NE a uno como NI, se abre una brecha (AB) entre la oferta agregada (OA) y la demanda agregada (DA), que seguiría haciéndose mayor si el nivel de empleo continuara aumentando. Pero este aumento indefinido de la brecha no ocurre porque al aparecer el exceso de OA sobre DA, es decir, tan pronto aparece una demanda insuficiente, ello se traduce en que o bien las unidades productivas no pueden colocar toda su producción en el mercado a los precios vigentes (acumulando excesos invendidos), o bien deben vender esa producción a precios menores, ins~icientes para permitir obtener la ganancia normal. En cualquiera de estas situiciones las unidades productivas (que no concurren al.rmercado para obt~ner pérdidas ni tampoco producen para acumular indefinidamente inv~Í1tarios indeseables o producción excesiva) ajustan su oferta a la demanda eXis"tentereduciendo su producción. Pero la producción se reduce reduciendo el rt1vel de empleo. Por consiguiente, ante cualquier aumento de N más allá de NI-: inmediatamente se pone en acción un mecanismo que reduce N. Si esta reducción fuese exagerada, hasta cualquier punto a la izquierda de N l': , como N2, entonces, ocurriría lo contrario: la DA se haría mayor que la DA, como la djstancia CD al nivel N2, lo cual implicaría que las unidades productivas enfr$Íltarían una demanda por encima de sus niveles de producción corriente, viendo reducidos sus inventarios por debajo de sus ni veles normales o viendo aumentados sus precios y con ello sus ganancias por encima del nivel normal. En cualquier caso, esto constituiría un estímu lo y una señal para aumentar la producción y por tanto el nivel de empleo. En síntesis, a niveles de empleo mayores que N« (como NI) se pone en acción un mecanismo para reducir el nivel de empleo, y a niveles menores qué NI-: (como N2) se pone en acción un mecanismo para aumentar el nivel de empleo. Este tiende automáticamente, entonces, hacia NE y. no es necesario volver a enfatizarlo, ello significa que NE es el nivel de empleo de equilibrio. Como lo muestra la gráfica, el nivel de empleo NE es el único al cual la oferta y la demanda agregada son exactamente iguales (al cual las curvas O A· y DA se intersectan), es decir, al cual la demanda agregada de la economía LA ECONOMIA KEYNESIANA 337 es exactamente suficiente para absorber la producción corriente de las unidades productivas (la oferta agregada) arrojando la ganancia normal. El punto de intersección, E, correspondiente al nivel de empleo NE, es pues el único punto común a la función de oferta agregada (OA) Y la función de demanda agregada (DA), a diferencia del caso de la Ley de Say cuando todos los puntos son comunes. Este punto E de la función de demanda agregada, que es el único que tiene en común con la función de la oferta agregada, para el cual DA 1 = OA 1 Y N = N E, es llamado por Keynes la "demanda efectiva" _De esta manera, Keynes puede concluir que: Primero, la "demanda efectiva" es aquel nivel de la demanda agregada capaz de absorber exactamente la oferta agregada o el nivel corriente de la producción arrojando la ganancia normal o "esperada" por las unidades productivas (OA = DA), es decir, sin excesos de oferta fco~o AB) ni excesos de demanda (corría CD); y, . Segundo, el nivel de empleo está determinado por la demanda efectiva (E), ya que siempre tiende automáticamente hacia el nivel en que la oferta agregada es igual a la demanda agregada (NE). Este es el famoso "Principio de la Demanda .Efectiva" al cual Keynes dedica el capítulo 3 de su Teoría General. Ahora bien, no existe ninguna razón para esperar que NE sea el nivel de pleno empleo pues, en este caso, al contrario del caso de la Ley de Say, el límite al nivel de empleo no está dado por la disponibilidad de fuerza de trabajo sino por el nivel de la demanda efectiva que está determinada por fuerzas independientes de tal disponibilidad. De esta manera, el nivel de pleno empleo podría ser más bien NI Ó aun estar más a la derecha que NI, mientras que el nivel de empleo de equilibrio determinado por la demanda efectiva es solamente NE. La coincidencia de NE con el nivel de pleno empleo sería, pues, un solo caso especialísimo entre los muchos posibles (ya que el nivel de pleno empleo podría ser también cualquiera de los muchos puntos a la derecha de N E). Así, Keynes concluye que, como la teoría ortodoxa sólo contempla esa casualidad especíalísi ma mientras que su propia teoría contempla todos :os casos posibles, aquélla constituye apenas un caso particular de ésta. Es decir, que su teoría es general, estando en capacidad de contemplar todas las posibilidades, entre ellas el caso particular de la teoría ortodoxa. Por eso intituló su obra fundamental "Teoría General del Empleo ... ". Por consiguiente, las fuerzas automáticas de la economía, sin ninguna intervención consciente del Estado, carecen de un mecanismo que garantice la coincidencia de NE con el nivel de pleno empleo y más bien generalmente 338 lNTRODUCCION A LA ECONOMIA la conducen hacia un nivel de empleo de equilibrio por debajo del nivel de pleno empleo, es decir, hacia una situación de desempleo involuntario (debido a la insuficiencia de la demanda efectiva) que puede ser prolongada o permanente, como en el caso de la gran depresión. Puede afirmarse, sin exageración alguna, que esta es la conclusión teórica fundamental de Keynes. Pero, lógicamente, para sustentada es necesario explicar y demostrar porqué la demanda agregada tiende a crecer menos que la oferta agregada a medida que aumenta el nivel de empleo (esto es, porqué la curva DA tiene menor pendiente que la curva OA), Y porqué la demanda efectiva tiende a establecerse en un nivel que es insuficiente para generar pleno empleo (NE < nivel de pleno empleo). Obviamente, es a esta demostración que Keynes dedica la mayor parte de su libro, por lo cual se intentar~ presentar a continuación un esquema muy simplificado de la misma. 5.4 La oferta agregada y sus componentes '1 •• LA ECONOMIA KEYNESIANA 339 Puesto que se ha demostrado previamente que el valor agregado es el valor total efectivamente producido por el conjunto de todas las unidades productivas de la sociedad durante el período de tiempo tomando en consideración (secciones 17. 2. 1, 7. 2. 2 Y7. 2. 3), entonces también puede concluirse qu~ Oferta Agregada (OA) = VAR. Y, teniendo en cuenta la eco 14. 4. 1, también se tiene que: OA= VAR=N Entonces, volviendo a la eco 14. 4. 1: OA =N=PN OA = N = Y, OA = Y, y es decir, (Ec. 14. 4. 2), 5.4.1 El valor real de la oferta agregada Para medir el valor agregado real, esto es, el valor real del producto y del ingreso nacionales (secciones 17.2 Y 7.3), Keynes rechaza el uso de los índices de precios para convertir los valores monetarios en valores reales, por considerarlo un concepto parcialmente vago y parcialmente no cuantitativo (véase parte final de sección 1 7.3.3). Y, sobre esta base, acude a las unidades de empleo (horas-hombre de trabajo, días-hombre de trabajo, etc.), o unidades de salario como también las llama, con lo cual el valor agregado real, es decir, el producto nacional y el ingreso nacional quedan expresados como la cantidad de horas-hombre (o días-hombre, etc.) trabajados durante el año (véase sección 17.3.4). Puesto que esta cantidad de horas-hombre empleadas al año es el mismo volumen de empleo, entonces, puede concluirse que Keynes mide el valor agregado real, el producto nacional y el ingreso nacional, 1 a través del volumen de empleo. Es decir, puede decirse que VAR=PN= Y=N, (Ec.5.4.1), (donde VAR = valor agregado real de la economía en su conjunto, PN = producto nacional real, Y = ingreso nacional real y N = volumen de empleo). I So bre la identidad entre valor agregado real, producto nacional e ingreso nacional, •. éase sección 7.2.4. Sobra recalcar, lógicamente, que por el momento, por mera simplificación expositfva, se está h.u rendo abstracción de las corrientes de ingresos con el resto del mundo (sección 7. 2. 6). lo cual significa que el valor de la oferta agregada es idéntico al ingreso nacional real,. es dec,ir, es idéntico a la suma de la remuneración al trabajo, sueldos, salarios, mas la remuneración a la propiedad de los medios de producción, ganancias, dividendos, intereses y rentas. (Esto no es extraño pues, de hecho, ya se sabe que estos ingresos no son sino la parte del valor delproducto +u oferta agregada- que corresponde a cada clase de perceptores de ingreso y por eso la suma total de los ingresos debe ser idéntica a la oferta agregada total). Por supuesto, lo anterior significa que los gráficos 5.3.1 Y 5.3.2 quedarían .sin modificación alguna al reemplazar N por Y en el eje horizontal, o al ner en cuenta en los mismos que N = Y. Por consiguiente, las conclusiones allí obtenidas pueden volver a enunciarse diciendo que laDA tiene tendencia a crecer menos de lo que crece la O A a medida que Y aumenta y que .el nivel de ~quilibrio del ingreso nacional (YE) puede ser y tiend~ a un nivel que es inferior al deLp]el19 erngleQJlh_ N .de pleno emplea), < 5.4.2 Los componentes de la oferta agregada, consumo y ahorro Una parte del ingreso nacional, Y, esto es, una parte de los sueldos salarios gananc~s, dividendos, i~t~reses y rentas, es gastado por los individuos qu~ los perciben en la adquisición de bienes y servicios que satisfacen directamente s~ .consum~ personal o familiar (alimentación, vestuario, servicios médicos, vivienda, diversiones, etc.). Esta parte recibe el nombre simplificado de Consumo, C. ( I ! 340 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA KEYNESIANA El residuo y-e, esdecir, la parte del ingreso nacional que queda como residuo después de descontado el consumo, y que siempre tiene un valor positivo en las sociedades modernas, recibe el nombre de Ahorro, A. Se tiene, por lo tanto, que: Y- e = A, Y= e + A, (Ec. 5. 4.3). 0, lOA mente las empresas o unidades productivas, (por productos de la economía tales como instalaciones, maquinaria, instrumentos, materias primas, equipo de transporte, etc.), para ampliar su capacidad productiva, la cual recibe el nombre de Inversión Planeada, Ip. O sea, la demanda agregada como suma de sus componentes puede expresarse como lo que es lo mismo: Pero, puesto que la eco 5.4.2 entonces que: DA = e + Ip, (Ec. 5. 5. 1). 5.5.2 El comportamiento del consumo o la función consumo establece que Y = OA, también se tendría Keynes observó que "los hombres están dispuestos, 'como una regla del promedio, a incrementar su consumo cuando su ingreso aumenta, pero no en la misma cantidad del aumento en el ingreso". Debido a la generalidad de este comportamiento, más tarde confirmado por diversas investigaciones estadísticas, Keynes creía que estaba determinado por una "Ley psicológica fundamental", en cuya exposición gastó tres capítulos de "La Teoría General" bajo la referencia de "La Propensión a Consumir". = e + A!:(EC. 5. 4. 4.). Si el ahorro (A) es la parte del ingreso nacional que no se gasta en consumo personal o familiar, es entonces, necesariamente por residuo, la. parte del ing¡;,esonacional que los individuos ponen a disposición de las empresas o ~hidades productivas para que éstas adquieran más y mejores medios de ;Ííroducción, es decir, puedan ampliar sus capacidades productivas (más y t\éjor.es instalaciones, máquinas, materias primas, ~tc.). Naturalmente, si el incremento en el consumo (!:::. e) es menor que el incremento en el ingreso ( !:::. Y) ello significa que el ahorro va aumentando ( !:::. A > O) a medida que aumenta el ingreso, ya que A = Y-e y, por con/ siguiente, el mayor residuo que va quedando entre Y y e, (y-e), no es otra co.sa que un mayor ahorro. Otra implicación de !:::. < !:::. Y, o lo que es lo mismo, de !:::. e/!:::. Y < 1, es que la proporción del consumo sobre el ingreso (eI.Y) se va reduciendo a medida que aumenta el ingreso.' Buscando mayor claridad, estas relaciones se ilustran en el gráfico.S. 5. 1. .';?" (Debe tenerse en cuenta que esta definición del ahorro en estricto sentido económico es diferente de lo que aparente y vulgarmente se entiende por ahorro, a saber. los saldos de las cuentas de ahorro de los individuos en las instituciones financieras. Porque, de un lado, el público puede poner su ahorro a disposición de las empresas a través de otros medios como comprándoles bonos o acciones, que no figuran en las cuentas bancarias de "ahorros". Y, (le otro lado, las instituciones financieras que manejan las cuentas de '(ah¡;lITos" pueden utilizar los depósitos de unos clientes para prestarle a otros que gastan tales préstamos en consumo personal o familiar: compras de electrodomésticos, autos, muebles, etc. Por tanto, lo que aparece así como "ahorros" es simplemente una forma de consumo a través de la mediación delsistema financiero). 341 e .", 1 Por ejemplo: y -C 100 100 ISO 200 !:::.Y !:::.c 6c/!:::.y 120 SO 20 l/S 140 SO 20 eI y 1 = 0.4 0.8 .4 0.7 2/5 = < Se observa, pues, cómo al aumentar Y también aumenta e, pero !:::.C 6 Y, o lo que es lo mismo: 1 >!:::.C / !:::.Y =.0.4, que es el punto de partida de Key nes sobre la propensión a consumir. Como 5.5 La demanda agregada y sus componentes 5.5.1 Adición del consumo y la inversión planeada resultado, la proporción a medida que aumenta Y. Además, dado que Y=C Laderrianda agregada total de la economía está constituida por la demanda qué" hacen los individuos para satisfacer su consumo directo personal y familiar, es decir, por el consumo, e, más la demanda que hacen voluntaria- C / Y se va reduciendo + A=>Y I Y=C/Y + Al se tiene que si CI Y disminuye entonces proporción que se ahorra de éste. Y => J =C/ y + A/Y, Al Y aumenta. Decir que A I Y aumenta equivale entonces Es decir, al aumentar el ingreso aumenta a lo mismo que decir que C I Y disminuye. la 342 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONuMIA KEYNESIANA GRÁFICO 5.5.1 LA FUNCION CONSUMO e ~" ,{ , Q U A .~ . ,+-; I ea t /: , ( L.'_--I.I ' Y~ I , e R 1 I 1 I I , 1 -I- __ Y¡ I --I._---+ Y Y2 El eje horizontal del gráfico mide los niveles de ingreso y el vertical los niveles de consumo. Si el ingreso fuese gastado siempre por la comunidad totalmente en consumo, (si el ahorro fuese siempre cero), entonces 6. Y sería siempre idéntica a 6. e, es decir, 6. e/ 6. Y = 1 siempre. Este hipotético caso es ilustrado por la línea punteada, para la cual e = y en todos sus puntos. (Para todo punto de esta línea el valor de -sobre el eje vertical- es idéntico, pues, al valor de Y +sobre el eje horizontal- y su pendiente es la unidad: 6.C / 6. Y= 1). e Pero, en realidad, como observó Keynes, el ahorro no solamente es positivo sino que aumenta a medida que aumenta Y. 0, en otras palabras, cuando y aumenta, e también aumenta pero en una cantidad menor ( 6. e < 6. Y), como consecuencia de lo cual e/y va reduciéndose con los aumentos de Y. A este caso real correspondela función consumo de la línea continua, menos inclinada que la línea punteada puesto que su pendiente es, por definición, inferior a la unidad ( 6. e/ 6. Y < 1 o 6. e < 6. Y). De esta manera, puede concluirse que la característica fundamental de la función consumo que refleja la realidad observada por Keynes es que su pendiente es inferior a la unidad;' o sea que tiene una menor pendiente o inclinación que una línea cuyos puntos representan todos un valor igual para la variable del eje vertical y para la variable del eje horizontal (como la línea punteada cuya pendiente es igual a la unidad). 1 A la derecha del punto Q, donde se intersectan la línea punteada y la continua, a cada nivel de ingreso, como Y2, corresponde un nivel de consumo real (medido por la línea continua o función consumo verdadera) menor que el nivel de ingreso medido por la línea punteada, es decir, menor que el consumo hipotético que existiría si todo en ingreso se gastara en consumo. Esto se expresa en que la altura OR es menor que la altura OS, donde la diferencia RS es el ahorro (diferencia entre el consumo verdadero, OR, y el ingreso total o consumo hipotético si todo el Y se gastara en consumo, OS). Por tanto, a la derecha de Q, punto en que se intersectan las dos líneas, el nivel de ahorro es positivo y va aumentando a medida que aumenta el ingreso, lo cual se refleja en la creciente brecha entre las dos líneas. i I 1 1I , , , o ,': 0! , /' I ct,," 343 Nota para el lector avanzado: es evidente que el texto busca simplificar al máximo la exposición y por ello no examina el caso en que la pendiente de la función consumo es decreciente, que es el caso estrictamente relevante pero que nada agrega a las conclusiones requeridas por el momento. A la izquierda de Q, es decir, a niveles de ingreso menores que Y¡ ,como Y3, ocurriría lo contrario: el consumo verdadero medido por la línea continua, cuyo nivel sería la altura OU, es mayor que el ingreso, (o sea que el nivel de consumo hipotético si todo el ingreso se gastara en consumo), medido por la altura OT sobre la línea punteada. Un consumo mayor que el ingreso sería posible, en el caso extremo, porque la sociedad gastaría sus ahorros de períodos pasados. Esto se refleja en el hecho de que para el nivel de ingreso Y3 el ahorro es negativo: y. e = OT· OU < cero. En el límite, si para el período considerado el ingreso fuese cero, entonces el consumo verdadero sería o. Este nivel de consumo verdadero, cuando Y = O, recibe el nombre de "consumo autónomo" y está medido por la intersección de la función consumo verdadera (línea continua) con el eje vertical. e Fue esta naturaleza de la función cnsumo verdadera, es decir, que 6 e / 6. Y < 1, lo que permitió a Keynes empezar a explicar porqué la función de demanda agregada (DA) tiene una inclinación menor que la función de la oferta agregada (OA), tal como se postuló en el gráfico 14. 3.2. Como esta explicación es la que se está buscando, es entonces necesario mostrar la relación existente entre la función consumo y la función de la demanda agregada. 5.5.3 La función de demanda agregada Se ha visto en la sección 5.5. 1 que la demanda agregada es igual a la suma del consumo más la inversión planeada, DA = + Ip, (ec. 14. 5. 1). Por consiguiente, para obtener la función de la demanda agregada, esto es, DA para cada nivel de Y, a medida que Y crece, basta con sumarle a la función consumo el valor de Ip. Suponiendo, en primera instancia, que Ip es un valor constante, por ejemplo, Ip = Z, donde Z es una constante,' entonces basta con sumarle al nivel de consumo correspondiente a cada nivel de e I Estrictamente, un parámetro. UNiVER.SIDAD DE ANTlOQUIA BIBLIOTECA CENTRAL I ( 344 INTRODUCCION LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA ingreso (es decir, a la función consumo verdadera del gráfico 5.5.1) el valor Z para obtener la función de la demanda agregada. Esto se muestra a continuación. 345 GRÁFICO 5.6.1 LA FUNCION DE LA OFERTA AGREGADA GRÁFICO 5.5.2 LA FUNCION DE LA DEMANDA AGREGADA, CON Ip = Z C. Ip O~------------------~Y Porco~~iguiente, la igualdad Y = OA debe cumplirse para todo punto de la función de of~rta agregada, lo cual significa, poniendo OA en un eje y Y en el otro eje, ~ue 6. Y = 6. (OA) siempre, o lo que es lo mismo, que 6. (OA) / 6. Y = 1 Siempre, es decir, que la pendiente de la función de la oferta, agregada es siempre igual a la unidad, propiedad que corresponde a la línea punteada del gráfico 5.6.1, línea que divide el plano OA-Y exactamente en dos mitades iguales. . e La función DA = + Ip muestra, pues, la demanda agregada correspondiente a 'cada nivel de ingreso, obtenida de sumarle a la función consumo, en cada uno de sus puntos, el valor de la inversión planeada, considerada inicialmente como una constante igual a Z. Lo anterior, (Z = constante), implica que la función DA es precisamente paralela a la función consumo. Por consiguiente, sus pendientes son idénticas en el caso ilustrado, lo cual significa que, con Ipconstante, la pendiente de la función de la demanda agregada es inferior ala unidad. (sección 14.5.2). 5.6.2 Interacción de las funciones de oferta y demanda agregadas GRÁFICO 5.6.2 EXCESOS DE AHORRO E INVERSION PLANEADA OA=C+A C, A, Ip R/ ,f ,, ,, El ahorro, la inversión y elnivel de empleo de equilibrio E/ 5.~.1 La pendiente de la función de la oferta agregada , ,/ ' ,'Q , , T~ I , Se. vio en la sección 14. 4. cómo la oferta agregada es siempre idéntica al ingreso nacional y, por tanto, a la suma del consumo más el ahorro, es decir: OA= Y, OA = e + A, (Ee. 5. 4. 2) Ca + z( ,,' I (Ec. 5. 4. 4) o I ,//r~' I I YI INTRODUCCION 346 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA KEYNESIANA e, Si en el eje vertical de un plano cartesiano se miden el consumo, el ahorro, A, y la inversión planeada, Ip, entonces las funciones de oferta y demanda agregadas pueden ponerse juntas en este mismo plano ya que el eje horizontal, y, también es común a ambas funciones. Esto es lo que muestra el gráfico 15.6.2. Si DA Ello implica que solamente existe un punto en que la DA es idéntica a la OA, es decir un punto común a las dos funciones, que es obviamente el punto E donde ellas se intersectan. (Nótese que si todo el Y se gastara siempre en e, entonces 6. Y = 6. e o 6. e/ 6. Y = 1, y la pendiente de la función de DA sería entonces la unidad, con lo cual las funciones de OA y DA coincidirían en todos sus puntos, serían idénticas, como postula la Ley de Say). Por consiguiente, solamente en el punto E se tiene que OA = DA, entonces: e + A = e + Ip, o A = Ip Es decir, solamente en el punto E (al nivel de ingreso YE) se obtiene la igualdad precisa entre el ahorro y la inversión planeada, o A = Ip, solamente en E, (Ec, 5. 6. 1). A la derecha de E, es decir, para niveles de ingreso mayores que YE, como Y¡ , la OA se hace cada vez mayor que la DA, dejando una brecha creciente, que es un exceso creciente de ahorro sobre la inversión planeada, ya que: Si OA > DA, entonces e + A > e + Ip, de donde: A > Ip Por tanto, todo exceso de oferta agregada sobre demanda agregada consiste en un exceso de ahorro sobre el nivel de la inversión planeada. (Por ejemplo, al nivel Y¡ , el exceso de ahorro sobre Ip es OA -DA = A -Ip = RQ). A la izquierda de E, es decir, para niveles de ingreso menores que YE, como Y2, la demanda agregada es mayor que la oferta agregada, lo cual se traduce en un exceso de inversión planeada sobre ahorro, ya que: de donde: Ip >A oA < lp, Por tanto, todo exceso de demanda agregada sobre oferta agregada consiste en un exceso de inversión planeada sobre el nivel de ahorro en ese momento, a ese nivel de ingreso. (Por ejemplo, al nivel Y2, el exceso de Ip sobre A es DA-OA Puesto que se ha demostrado anteriormente que la pendiente de la función de la oferta agregada, [6. (OA) / 6. Y o 6. (e + A) / 6. Y l, es igual a la unidad, mientras que la pendiente de la función de la demanda. agregada, [ 6. (DA) /6. Yo 6. (e + Ip) /6. Y l, es inferior a la unidad (sección 5.5.3), en primer lugar, las dos funciones tienen que ser diferentes y, en segundo lugar, la función de la demanda agregada tiene que ser menos inclinada que la función de la oferta agregada, tal como muestra el gráfico 14. 6. 2. > OA, entonces e + Ip > e + A, 347 = Ip-A = ST). Recordando las definiciones de ahorro e inversión planeada, es fácil descubrir el significado de un exceso de A sobre Ip. (A > Ip}. En efecto, puesto que el ahorro es la parte del ingreso nacional (o del producto nacional, o del valor agregado) que los individuos no gastan en satisfacer directamente sus necesidades personales o familiares, y que por lo tanto dejan a disposición de las empresas o unidades productivas para que éstas dispongan de ella, mientras que la inversión planeada es la parte del ingreso nacional (o del producto nacional, o del valor agragado) que las empresas voluntariamente desean gastar en la ampliación de sus capacidades productivas, un exceso de A sobre Ip no puede significar otra cosa que un exceso del valor agregado producido que queda en manos de las empresas sobre el monto de valor agregado (de ingreso) que éstas desean gastar en ampliar sus capacidades productivas. ¿En qué puede traducirse, pues, esta parte de la producción social que no es consumida por los individuos (puesto que es ahorro) y que tampoco las empresas desean utilizar productivamente, aunque esté en manos de ellas? Evidentemente, en un conjunto de productos inactivos, que actúan como un peso muerto y que simplemente tienen que ser almacenados sin cumplir función positiva alguna, es decir, sin actuar para satisfacer al consumidor ni tampoco actuar como medio de producción efectivos. Este conjunto, o más precisamente, este valor de la producción recibe el nombre de "inventario s indeseados" (Ini) porque, aunque las empresas los poseen, ello ocurre simplemente porque no han podido venderlos ni a los consumidores ni a otras empresas (para ampliar su capacidad productiva), no porque deseen mantenerlos almacenados en depósitos, lo cual cuesta, sin obtener utilidad alguna de ellos. Por tanto, puede concluirse que: A - Ip = 6. (Ini), y si A - Ip > O, entonces 6. (Ini) > O. Por supuesto, habría muchos individuos e instituciones dispuestas a recibir estos inventario s indeseados, dada la existencia de muchas necesidades insatisfechas socialmente, máxime cuando una depresión puede ir acompañada de miseria y privación para muchos, como ocurrió durante la Gran Depresión de los años treinta. Pero esto no resuelve el problema de los "Ini", pues para las empresas de una economía capitalista el problema no es la falta de receptores de su producción como tales sino la falta de "compradores solventes", es decir, que no sólo estén dispuestos a recibirlos sino a pagar 348 INTRODUCCION LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA precios que resulten rentables para las empresas. Por la misma razón, la reducción de los precios de las mercancías que conforman los "Ini", por debajo de su nivel normal, aunque pueda reducir y aun eliminar totalmente los "Ini", no constituye ninguna solución al problema. Con estas reducciones de precios por debajo de su nivel normal, dados los costos corrientes, las empresas obtendrían pérdidas en relación a sus niveles de ganancia normal. y éste es el punto central. El hecho clave es que las empresas no pueden vender toda su producción rentablemente, no importa cómo se manifieste ello, si como una acumulación de "Ini" o como una acumulación de pérdidas a consecuencia de las bruscas reducciones de precios. En este sentido, la teoría de Keynes puede ser directamente aplicable. tanto a una situación en que los precios son "inflexibles" y el exceso de OA, (A > Ip}, se manifiesta en .acumulación de "Ini", como a una situación de precios enteramente "flexibles", en que el exceso de OA, (A > lp), se manifiesta en acumulación de pérdidas. La creencia de algunos de que la teoría Keynesiana es aplicable sólo dentro de un marco de precios "inflexibles" sólo proviene, pues, de una observación demasiado superficial del fenómeno de las depresiones. Por copsiguiente, .en adelante, cuando quiera que se haga una referencia a una sit!iación de exceso de OA, o de que A > Ip, o dé que hay acumulación de "Itti", debe tenerse presente que [as mismas conclusiones generales son v~das tanto para precios flexibles como inflexibles. De otra parte, en la re~Iidad de una depresión se mezclan algo de acumulación de "Ini" y algo de caRia de precios (reales), por lo cual es posible que ninguna situación extrema de flexibilidad o inflexibilidad la reflejaría totalmente. La aclaración que acaba de hacerse permite, entonces, concluir que el modelo keynesiano está en-capacidad de operar con esta mezcla real de "flexibilidad" e "inflexibilidad" simultáneas, es decir, de flexibilidad imperfecta o, si se quiere, de inflexibilidad imperfecta, aunque por simplificación expositiva toda diferencia entre ahorro e inversión planeada seguirá presentándose como una variación en elnivel de inventario s indeseados, es decir se seguirá utilizando la definición A 4p = /::,.(Ini). Por el contrario, a la izquierda de Y E, cuando la DA es mayor que la OA en una-magnitud que es idéntica al exceso de inversión planeada (Ip) sobre ahorro (A), las empresas desean utilizar para ampliar su capacidad productiva un~mayor parte de la producción del valor agregado (Ip] de la que el público ha puesto a su disposición (A). Por consiguiente, estando la DA por encima dejos niveles de la producción corriente (OA), es necesario recurrir a gastar parte de los inventario s producidos con anterioridad y que las empresas mantienen normalmente para sus operaciones ordinarias. De esta manera, mi~ntras que un exceso de A sobre Ip, (A > Ip), implica una acumulación deé'"inventarios indeseados" (Ini), aumentando el nivel de los inventario s deIas empresas por encima de su nivel normal, un exceso de Ip sobre A, 349 (A < lp}, implica una reducción de los inventario s que mantienen las empresas situándolos por debajo de su nivel normal. En otras palabras, partiendo del hecho observado en la realidad de que las empresas siempre operan con un nivel normal, planeado y deseado de inventario s, para hacer frente a sus transacciones cotidianas, un exceso de A sobre Ip implica un aumento de los inventarios por encima de este nivel normal, es decir, una acumulación positiva de inventario s indeseados (A > lp ~ A -Lp = /::,.(Ini) > O), mientras que un exceso de Ip sobre A implica lo contrario, una reducción de los inventario s por debajo de su nivel normal, lo cual equivale a una acumulación negativa de inventarios indeseados (A <Lp ~ A·1 = Is (Ini) < O). (Con precios enteramente flexibles, el exceso de demanda agregada sobre oferta agregada se traduciría en un aumento de precios que elevaría las ganancias por encima de su nivel normal). En síntesis: A - Ip = /::,.(Ini), por definición (ec. 5. 6. 2). De donde: Si OA Si DA > DA > OA Y, solamente si DA ~A > Ip ~ ~A < Ip A - Ip "" A - Ip > O=>/::" (1nO > O < O~ /::,.(Ini) <O = OA ~ A = Ip ~ A - Ip = O~ /::,.(Ini) = O. La perfecta coincidencia de la OA con la DA queda expresada así como una variación nula de los inventarios por encima o por debajo de su nivel normal o deseado por las empresas ( t;, Ini = O), mientras que los excesos de oferta agregada quedan expresados como un aumento de los inventaries por encima de su nivel normal o deseado, es decir, como una acumulación positiva de inventario s indeseados (/::,.Ini > O), y los excesos de demanda como una reducción de los inventario s por debajo de su nivel normal o, en otras palabras, como una acumulación negativa de inventaries indeseados (/::,. Ini < O). (Véase Apéndice A· XIV, sección. A. 14.5). 5.6.3 El nivel de ingreso de equilibrio Volviendo al gráfico 14. 6. 2, a la derecha de YE se presenta un exceso creciente de OA sobre DA, es decir A > Ip o 6. (Ini) > O. Esta acumulación de inventarios indeseados les hace ver a las firmas que están produciendo más de lo que el mercado puede absorber a los precios rentables. (Si los LA ECONOMIA KEYNESIANA precios fueran enteramente flexibles, la reducción de las ganancias por debajo de su nivel normal como resultado de las reducciones de precios serían el medio para indicar a las firmas que están produciendo en exceso con relación a la capacidad de absorción del mercado a precios rentables). Por consiguiente, las firmas ajustan su oferta a las condiciones existentes de demanda reduciendo sus niveles de empleo y de producción. Caen así el valor agregado y el ingreso nacional. A la izquierda de YE se presenta un exceso de DA sobre OA, es decir, < Ip, (A -Ip < O), o 1:::.(Ini) < O. Esta reducción de inventarios por debajo de su nivel normal les hace ver a las firmas que están produciendo menos de lo que el mercado puede absorber a los precios rentables. (Si los precios fueran enteramente flexibles, entonces sería el aumento de las ganancias por encima de su nivel normal, como resultado de los aumentos de precios, lo que indicaría a las firmas que están produciendo a un nivel menor del que el mercado está en capacidad de absorber rentablemente). Ante este estímulo las firmas ajustan entonces su producción, aumentando el nivel de empleo y el ingreso nacional. A " ~ I 351 INTRODUCCION A LA ECONOMIA 350 I Si Y Si la oferta de fuerza de trabajo fuese equivalente al nivel Y¡ ,1 en el gráfico 14. 6. 2, es evidente que el nivel de ingreso de equilibrio YE sería insuficiente para garantizar el empleo en la economía y ésta, abandonada a las libres fuerzas del mercado, tendería a generar y mantener un desempleo involuntario equivalente a la diferencia Y¡ - YE. Involuntario porque, de acuerdo a la discusión de la sección 14. 2, su causa específica sería la insuficiencia de la demanda efectiva para permitir alcanzar el nivel de ingreso y de empleo Y¡, que correspondería al pleno empleo. Se tiene así ilustrado el caso esencial de la Teoría General de que el equilibrio de la economía (A =: Ip o 1:::.Iin =: O) es compatible con niveles positivos de desempleo involuntario. Aún más, se tiene así ilustrada la proposición de Keynes de que este no solamente es un caso posible sino que es el caso, en efecto, característico de las modernas economías capitalistas maduras. (Recuérdese que en su opinión el desempleo está "inevitablemente asociado con el individualismo capitalista presente", T. G. pág. 381). Ahora bien, en príncipio esta situación es posible porque no todo el ingreso se consume, ahorrándose una fracción creciente del mismo, ya que si todo el ingreso fuese consumido (Y =: siempre), la función consumo tendría como pendiente la unidad (1:::. 1:::. y=: 1) y coincidiría enteramente con la función de la oferta agregada, constituyendo ello un caso extremo de la Ley de Say, de acuerdo a la cual la demanda agregada no constituye ningún obstáculo para alcanzar el pleno empleo. Pero, obviamente, tampoco sería coherente esperar encontrar una sociedad contemporánea en que el ahorro fuera siempre cero, como en las comunidades más primitivas, cuyo atraso se explica por tal característica entre otras cosas. El problema verdadero es menos extremo y, por ello, (como siempre), más complejo. En realidad, Keynes no buscaba una explicación al hecho de que el ahorro existiese como tal, sino una explicación al hecho de que el ahorro fuese igual a la inversión planeada únicamente a un nivel de ingreso inferior al correspondiente al de pleno empleo, como se muestra en el gráfico 14. 6. 2 suponiendo que Y¡ es el nivel de pleno empleo. e/ En conclusión: Si y> Yr: 5.6.4 La propensión a consumir, la inversión y el desempleo involuntario => < YE => Y t Y t Y, cuando Y = YE, entonces 1:::. (Ini) = O, es decir, las firmas están produciendo exactamente, ni más ni menos, lo que el mercado puede absorber rentablemente. (A este nivel de la producción, en otras palabras, realizan exactamente su ganancia normal, sin pérdidas que las induzcan a reducir la producción, ni ganancias extraordinarias que las induzcan a aumentarla). Si in tentaran producir más allá de YE, se pondrían inmediatamente mecanismos en acción que las harían reducirla nuevamente. Y si intentaran producir menos, inmediatamente se activarían mecanismos para inducirlas a producir más. YF es, por consiguiente, el nivel de ingreso nacional, de producción yde empleo de equilibrio, hacia el cual tienden siempre las fuerzas automáticas del mercado. Naturalmente, cuando Y =: YE, entonces OA =: DA, Ip =: A, Y 1::.(1 ni) =: O. Como ya se sabe, este punto de intesección de OA y DA recibe el nombre de demanda efectiva (sección 14. 3. 2) y, por ser la condición de equilibrio, es el principio regulador de los niveles de empleo, producción e ingreso. e (En otros términos, al nivel de pleno empleo, Y¡, se produciría un exceso de ahorro sobre inversión planeada equivalente a la distancia entre los 1 Debe recordarse que Keynes mide el ingreso real en unidades de empleo Y. por ello, siguiendo este procedimiento, cada nivel de ingreso real corresponde a un nivel equivalente de empleo. En la práctica, y dejando de lado algunas especulaciones de que el eje horizontal de empleo. del gráfico 5.6.2 que no vienen al caso, puede partirse mide indiferentemente entonces niveles de ingreso real o niveles ( INTRODUCCION 352 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA KEYNESIANA puntos R y Q, (R Q). Este exceso, también equivalente a una acumulación positiva de inventario s indeseados, ya que A - Ip = 1:::.1in, es suficiente por sí mismo para forzar a las empresas a reducir la producción hasta YE, como anteriormente se ha visto, generando con ello desempleo involuntario). El verdadero problema puede visualizarse, entonces, de la siguiente manera: aceptando que al aumentar el ingreso alguna fracción de este incremento se ahorra, es decir, la "ley psicológica fundamental" que enuncia Keynes de que el consumo no aumenta en la misma cantidad que el ingreso, que se resume en que 1:::. e/ 1:::. Y < 1, (sección 14.5. 2), ¿no sería posible aumentar lapropensión a consumir, aumentar 1:::. 1:::.Y, de tal suerte que, aunque siga siendo inferior a la unidad, la demanda agregada aumente hasta hacerse igual a la oferta agregada al nivel de empleo Y¡ en el gráfico 14. 6. 2?! En otros términos, ¿no podría convencerse a los individuos de que al aumentar su ingreso gasten un poco más de este aumento en consumo, de tal manera que aunque ahorren algo del mismo no ahorren tanto como antes, haciendo de esa manera que al nivel de empleo Y¡ el ahorro fuera apenas suficiente t~aigu~ar la inversión planeada? e/ :!'hlposibilidad y sus consecuencias se ilustran en el gráfico 5.6.3. f. . . f GRÁFICO 5.6.3 AUMENTO DE LA PROPENSION MARGINAL A CONSUMIR (I:::.c ¡I:::.Y) C, A, Ip ¡,E ¡ Ca +Z ( , ,/! " LI o = = I Recuérdese que con lp Z constante de la función consumo, esto es, I ~ __~ ~Y Y¡ la pendiente de la función de la DA es idéntica a la pendiente <1. (Sección 5.5.3). I:::.c¡I:::.y 353 Como se observa, al aumentar 1:::.e / 1:::.Y, (llamada la "propensión Marginal a consumir" por referirse a márgenes o incrementos), que es la pendiente de la función consumo y de la función de la demanda agregada cuando Z es constante, la función demanda rota sobre su intercepto en el eje vertical, hacia arriba, haciéndose más pendiente, lo cual le permite intersectar a la función de oferta agregada en puntos por encima del viejo punto de intersección, E. Si 1:::. e / 1:::. Y aumentara, pues, lo suficiente para permitir el desplazamiento de la función demanda agregada de tal forma que la nueva función (DA ') intersectara a la función de la OA en el punto R, (en lugar del punto E como en la vieja función DA), Y¡ sería el nuevo nivel de ingreso y de empleo de equilibrio. Esta rotación de la función de demanda agregada, por el aumento de su pendiente 1:::.e/ 1:::.Y, eliminaría entonces el desempleo. Esto ocurriría porque permaneciendo constante Ip = Z, la distancia RQ entre DA y DA' al nivel Y¡, que con la vieja función DA significaba un exceso de ahorro sobre Ip, ahora sería precisamente el aumento del consumo logrado con la nueva función, es decir, con el aumento de 1:::. e/ 1:::. Y El exceso de ahorro sería, pues, absorbido por un aumento equivalente del con~umo, con lo cual la OA y la DA podrían ser idénticas al nivel Y¡ , estableciendo el pleno empleo como el nuevo nivel de equilibrio. El nivel de ahorro sería positivo, ya que A = Ip = Z, pero no sería excesivo, no generaría un exceso de OA que obligaría a reducir la producción por debajo del nivel de pleno empleo, dando lugar al desempleo involuntario, como cuando la demanda agregada está determinada por la vieja función DA. Teóricamente sería, pues, posible curar la tendencia al desempleo y las depresiones mediante adecuados aumentos en 6 e / 1:::. Y. Por supuesto, Keynes consideró esta posibilidad teórica, pero después de un determinado análisis concluyó que, aunque sería deseable estimular un mayor consumo, en la realidad económica del capitalismo sería imposible aumentar 6 e/ 6 Y hasta el nivel preciso requerido para eliminar la tendencia a los excesos de OA y el desempleo involuntario. En otras palabras, si la comunidad se comportara espontáneamente determinando primero el nivel de Ip, luego ahorrando solamente lo necesario para realizar esta inversión, es decir, ahorrara solamente hasta que A = Ip, y luego tomara el consumo como un residuo, consumiendo todo el exceso de su ingreso sobre Ip, la igualdad de OA y DA y el nivel de pleno empleo estarían garantizados siempre. Pero Keynes concluyó que, en realidad, el consumo no podía ser el residuo espontáneo resultante después de haberse tomado e5a sabia provisión sobre el nivel de ahorro sino que, por el contrario, la decisión del consumo es un acto independiente (no derivado), una condición determinante y no una consecuencia, de la relación entre A e Ip, relación que efectivamente sí es un residuo o una consecuencia de las decisiones previas sobre el consumo. Para entender esta conclusión de Keynes deben tomarse en cuenta los 354 (NTRODUCCION LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA siguientes factores: i- en una economía capitalista los individuos tienen libertad para fijar sus niveles de consumo y ahorro y no pueden ser compulsivamente inducidos a consumir individualmente una fracción de su ingreso mayor a la que voluntariamente escojan; ii- en una economía capitalista las decisiones de ahorro son tomadas por los individuos que perciben ingresos en base a ciertas consideraciones tales como seguridad en el futuro, mayor riqueza personal acumulada, mayor poder, preferencia de consumir en el futuro sobre el presente, seguridad para la descendencia, etc., mientras que las decisiones de invertir son tomadas por las empresas en base a los criterios de rentabilidad. De esta manera, ni los entes que toman las decisiones de ahorrar, por un lado, y de invertir, por el otro, ni los objetivos de sus decisiones son idénticos. Cabe, pues, una discrepancia entre los resultados de las acciones de unos y otros; y, iii- la acumulación y la riqueza de unos individuos con relación a otros constituyen elemento esencial del prestigio, el poder y la importancia que confiere la economía capitalista a las personas, con lo cual parece desatarse una pasión irrefrenable hacia el ahorro o acumulación particularmente a medida que crece el ingreso pues la capacidad de ahorrar es mayor en los individuos más ricos. Sobre este punto quizás valga la pena recordar algunos apartes del análisis de Marx: "El capitalista sólo es respetable en cuanto personificación del capital. Como tal comparte con el atesorador el instinto absoluto de enriquecerse. Pero lo que en éste no es más que una manía individual, es en el capitalista el resultado del mecanismo social del que él no es más que un resorte". "Por tanto ... su consumo privado se le antoja como un robo cometido contra la acumulación de su capital ... " (sección p. 9. 1). Keynes resume toda la complejidad social de la pasión p~r el, ahorro en la proposición de que el consumo está regido por una "Ley psicológica fundamental" extremadamente difícil si no imposible de cambiar. Por esto, para él la propensión marginal a consumir (El El Y) observada en la realidad, como determinante de la función de la demanda agregada, con todo lo deseable que sea aumentarla, constituye más un dato de partida, una condición dada para el análisis subsiguiente, que una variable manipulable en la cual puedan fincarse las esperanzas de resolver el problema del desempleo. DE: ~cuerdo a esto, el desplazamiento de la función DA hasta DA: aunque teoncamente coherente, es absolutamente irrelevante como alternativa en la práctica. El análisis debe proseguir, pues, por otros caminos, aceptando la función consumo inicialmente observada como un dato que es necesario llevar a cuestas, y de acuerdo al cual, de no encontrar otras alternativas el equilibrio estaría dado por el punto E (gráfico 5.6.3) con un nivel' de desempleo involuntario positivo e igual a Y¡ - YE. camino de la Ley de Say que distancia a Keynes de Ricardo. Si en éste el ahorro era todo virtud, progreso y bienestar (sección 2.2.9), en el mundo de aquel el exceso de ahorro es la causa de la depresión y del desempelo masivo con todos sus costos y miserias sociales. Los héroes de un mundo son los villanos del otro. En uno, el consumo improductivo de los rentistas llevaría a detener el progreso de la humanidad, al "estado estacionario". En el otro, los consumistas serían los salvadores y la pasión por la frugalidad y la acumulación serían la clave de la perdición. De ahí la reivindicación que hace Keynes de Malthus frente a Ricardo. El uno es un mundo en que el ahorro es insuficiente, el otro un mundo en que el ahorro es excesivo. Son dos mundos diferentes, y el error no .consiste en aceptar sus existencias reales sino en vivir en uno imaginando que se está en el otro, en pretender comportarse en uno como debería ser el comportamiento en el otro. Esta transposición equívoca no podría menos, por supuesto, que hacer ver a su eventual actor en un "extraño mundo de Subuso" Ahora bien, volviendo a la búsqueda de alternativas, y partiendo de la dura realidad de que 1::. El Y debe ser tomada como un dato que es necesario llevar a cuestas, puede concluirse, volviéndolo al gráfico 5.6.2, que no todo está perdido. En efecto, sin cambiar la pendiente de la función de DA, (El 1::.Y manteniéndose constante), teóricamente también sería posible desplazar la función original DA a una nueva posición (paralela) DA ': mediante un aumento en la inversión planeada. Ip, tal como muestra el gráfico 14.6.4. (Véase Apéndice A- XIV, sección A.5.l, Aj.2 YAj.3). e/ e/ GRÁFICO 5.6.4 e/ AUMENTO DE LA INVERSION PLAN LADA C. A. Ip , Co Pero, antes de continuar con esa exploración, costaría demasiado esfuerzo omitir aquí una referencia al contraste entre el modelo de Keynes y el de Ricardo, a la diferencia radical de dos mundos separados por el tortuoso 355 , ,, +Z o "'---~_"":"'----"'Y YI ( INTRODUCCION 356 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA La Ip original era igual a Z, una constante que sumada a l~ ~unción cQnsu~o daba como resultado la función de demanda agregada ongrnal DA (seccion 14. 5. 3). Ahora, si otra constante A Ip igual a la distancia RQ (e~ceso. ~e A sobre lp al nivel de pleno empleo Y¡ ) es sumada a Z, la nueva inversión planeada total será una constante igual ~ Z + !:;. Ip y, como a cada p~nto d~ la función DA se le suma Ip la funcion de demanda agregada se eleva en !:;. Ip sobre su nivel original, ,tal como lo muestra la curva DA" = + L'1 p. e á Puesto que el aumento teórico ilustrado de la inversión planeada se ha hecho exactamente igual al exceso de A sobre Ip, o de OA sobre DA, que se presentaría a un nivel de empleo o de ingreso igual a Y¡, (R Q), ~ste desplazamiento permite la igualdad de la OA y la DA exactamente al nivel de empleo Y¡, que es el nivel de pleno empleo. De esta man:ra, el nuevo punto de equilibrio es R, en el cual OA = DA, A = lp, !:;. Ini = 0, y en el cual se ha eliminado todo el desempleo involuntario, a diferencia del viejo punto de equilibrio E en el cual el desempleo involun~o era positivo e igual a Y¡ - y E. En síntesis, garantizando una Ip total Igual a Z + !:;. Ip, como la correspondiente a la curva DA ", se podría eliminar totalmente el desempleo involuntario, aún sin que se hubiera modificado lo más mínimo el comportamiento de la función consumo. Si no es posible convencer a los consumidores para que gasten en consumo una mayor parte de su ingreso, ahorrando una menor proporción, entonces cabría inducir a las empresas para que aumenten sus niveles de inversión planeada, hasta hacer completo uso de todo el ahorro que dejaría a su disposición la comunidad si estuviera plenamente empleada, tal como Ilustra la gráfica 14. 6. 4 con su nivel de inversión Z + ~ Ip = A Y su equi1ibri~ en el punto R, al nivel de pleno empleo, Pero, obviamente, para determmar porqué las empresas no realizan por su espontánea iniciativa tal nivel preciso de inversión planeada, y si la posibilidad deinducirlas a ello no es meramente teórica y está realmente abierta en la práctica, es necesario entrar a examinar brevemente los factores que determinan los niveles de la inversión planeada. "Más precisamente, defino la eficiencia marginal del capital como la tasa de descuento que igualaría el valor presente de las series de anualidades dadas por los retornos esperados del activo de capital durante su vida a su precio de oferta", aclara Keynes en su capítulo 11 de "La Teoría General". Evidentemente, se trata de una aclaración o precisión para sus colegas y, para los propósitos inmediatos, basta con la idea menos precisa e intuitiva de que la EMK es la tasa de ganancia o de rentabilidad esperada por el inversionista en el momento de realizar la inversión*. Se subraya que es la tasa esperada y no la efectivamente obtenida u observada sobre esa inversión, ya que toda decisión de inversión se toma sin plena certidumbre del futuro, que nadie puede prever con exactitud. De esta manera introduce Keynes las expectativas sobre el futuro (incierto) como un elemento clave en la determinación de Ip, y por tanto de la DA y del nivel de empleo. La Ip está, pues, estrechamente vinculada, a través de laEMK, a las expectativas reinantes en un momento dado sobre lo que ocurrirá en el futuro. Como estas expectativas son muy sensibles a todo tipo de acontecimientos, la Ip es una de las variables menos estables de la economía, pudiendo presentar grandes t1uctuaciones en períodos breves, como se observó por ejemplo entre mediados y fines de los años veinte, al pasar de un período de gran auge a otro de extrema recesión en los Estados Unidos, y como puede observarse aun de un trimestre a otro durante el mismo año. Esto llevó a Keynes a afirmar que "la eficiencia marginal del capital (está) sujeta a t1uctuaciones más o menos violentas, que son la explicación del ciclo económico", y a encontrar en un "colapso súbito" de la EMK la explicación a las crisis y recesiones (T. G., Cap. 22).1 Modernamente, "estudio Los incentivos para invertir todas las grandes de factibilidad La eficiencia marginal del capital (EMK) Ateniéndose al hecho de que las empresas invierten con el objetivo de maximizar ganancias, el nivel de la inversión planeada, lp, depende directamente de lo que Keynes llama la "eficiencia marginal del capital", EMK, que es una medida de la rentabilidad esperada de cualquier inversión en el Si R l' R2 oo' así encontrada, + . donde cada quebrado EMK o Tasa Interna O. en otros términos, a la función consumo original so le suma Z + !:;.Ip. crisis se precipitan previsible = Ro para el futuro, de los retornos esperados, futuras recibe el nombre un de "tasa marginal del capital" entonces: de la anualidad, C es el costo de la inversión y m es la súbito" de la EMK coincide A· XIV, sección. A. 14.6. Con la idea de M:Ux de que las ante "una fuerte y súbita baja de la cuota general de ganancia de la subida de salarios" realizan de rentabili- C, Para mayor detalle Véase Apéndice 1. Nótese cómo la idea de este "colapso 1 un proyecto (J +m)o es el "valor presente" de Retorno. en marcha como una medida de la "eficiencia Rn son las anualidades Rl l+m antes de poner del mismo, para evaluar sus perspectivas y puede considerarse de retorno" Kevnesiana. empresas, económica" dad. La tasa de rentabilidad intema 5.7.1 357 momento de efectuarla, es decir, que resulta de contrastar el valor de la inversión con los beneficios esperados de la misma. • 5.7 KEYNESIANA que acompaña al agotamiento del "ejército oo. a consecuencia de reserva'\(s.:.cción 3.10.1). INTRODUCClON 358 LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA En síntesis, el estado de expectativas sobre la rentabilidad futura de cada proyecto de inversión posible se resume más precisamente en el concepto de la eficiencia marginal del capital. Sobre éste descansa, pues, la dinámica de la inversión planeada que tendería a ser muy activa cuando la EMK es "alta" y a estancarse cuando la EMK es "baja". . Sin embargo, Keynes supone que los niveles mismos de Ip producen un efecto o secuela inevitable sobre la EMK, tal como se describe enseguida: i- la EMK de un tipo determinado de inversión disminuye a medida que aumenta tal tipo de inversión, presumiblemente porque el mercado particular para el cual producirá esa inversión tiende a saturarse, brindando de esa manera oportunidades cada vez menos atractivas; y, ii- la EMK se reduce al aumentar la Ip porque "como norma, la presión sobre los recursos productivos disponibles" para producir los bienes de capital aumenta, aumentando sus costos de producción, en el corto plazo. Keynes pensaba que en el largo plazo el factor importante era i-. De acuerdo a estos dos factores, entonces, la EMK se reduciría paulatinamente a medida que los niveles de Ip aumentan relación a la cual Keynes denominó la "función de la eficiencia marginal del capital", y que se ilustra en el gráfico 5.7. 1, cuyo eje horizontal mide las cantidades reales de Ip y el vertical los niveles de la EMK. GRÁFIC05.7.l 359 realizada para completar Ip«. De acuerdo a la relación inversa que supone Keynes, al aumentar la inversión la rentabilidad esperada de cada unidad adicional (marginal) invertida se va reduciendo y, por ello, la EMK que corr~spond.e a Ip¡ (MK1) es inferior a la correspondiente a Ip¿ (MKo). y asi sucesivamente para mayores niveles de inversión. 5.7.2 La inversión planeada, la EMK y la tasa de interés Para precisar un poco más los factores determinantes de la inversión planeada, puede empezarse formulando la siguiente pregunta, con referencia al gráfico 14. 7.. 1: ¿Es la eficiencia marginal del capital EMK¡, (por ejemplo, 200/0 anual como tasa de rentabilidad esperada para un proyecto de inversión dado), suficientemente "alta" como para llevar a cabo efectivamente la inv~rsió~? In~u~~~emente, la. respuesta .correcta a esta pregunta es que algo es alto o bajo con relación a un nivel que sirve de referencia, y sin el cual las expresiones de alto y bajo carecerían de sentido coherente. El nivel de referenc~ para eval~ar. una EMK dada es la tasa de interés (i), porque esta tasa mide el rendimiento alternativo que cualquier capital puede obtener normalmente. Es decir, si ocurriera EMK< i LA FUNCION DE LA EMK para un proyecto de inversión específico, tal proyecto no se llevaría a efecto porque el rendimiento del capital disponible en el mercado financiero (intereses) sería mayor que su rentabilidad esperada en el proyecto (EMK). Para llevar a cabo un proyecto de inversión cualquiera se requiere, entonces, que su EMK sea mayor que la tasa de interés; que el rendimiento esperado del. proyecto sea mayor que el rendimiento que puede obtenerse para el capital en el mercado financiero. En otros términos, solamente se llevan a efecto los proyectos de inversión para los cuales EMK EMKO I I EMK> I I I ----T------ EMK¡ o ~--~----~~------~Ip Ipo Ip¡ Cada punto de esta función dice cuál es la "tasa de rentabilidad esperada" de la última unidad de capital invertida, dado un nivel de inversión. (Recibe el nombre de marginal por corresponder precisamente a la última unidad adicional de capital invertida). Por ejemplo, si el nivel de la inversión fuese Ip«, EMKo sería la eficacia marginal del capital de ese nivel de inversión o sea la "tasa de rentabilidad esperada" de la última unidad de inversión i Por esta razón Keynes concluye que el nivel de inversión será empujado hasta el punto en que la EMK iguala la tasa de interés, lo cual se aprecia en el gráfico 5.7.2. que sólo difiere del 5.7. ( en que el nivel de la tasa de interés es mostrado explícitamente. En efecto, como todos los proyectos (o unidades) de inversión con una EMK mayor que la tasa de interés (i) se llevan a la práctica, entonces, si el nivel de la tasa de interés fuese i' el nivel de la inversión no podría ser superior a lo. (Ya que si se intentara aumentar lp más allá de lo, la EMK caería por debajo del nivel de la tasa de interés, lo cual impediría mantener en la práctica tal aumento). Si la tasa de interés cayera hasta i", entonces muchos proyectos (o unidades) INTRODUCCION 360 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA KEYNESIANA de inversión no rentables cuando i = i' serían ahora rentables (EMK > i) y la Ip podría aumentar hasta I¡. Si la tasa de interés se redujera todavía más, hasta i"', entonces muchos proyectos (o unidades) adicionales de inversión quedarían con su EMK > i y la Ip podría aumentar hasta 12 • Por consiguiente, debido a que siempre se invierte en los proyectos para los cuales EMK > i, la inversión es empujada o tiende a aumentar hasta el punto en que.EMK = i; pero sin poder pasar de este punto. Y, al reducirse la tasa de interés, dada una curva de la EMK (como la del gráfico 5.7.2), los niveles de inversión son empujados hacia el aumento de tal manera. 361 este punto Q corresponde el nivel lo de Ip; al nivel i" corresponde el punto R y, por tanto, el nivel I¡ de Ip; al nivel i" corresponde el punto S y, por tanto, el nivel 12 de Ip, etc.).' Esta relación inversa entre el nivel de la inversión planeada (Ip) y el nivel de la tasa de interés (i), sobre una curva dada de la EMK, será llamada la función (Keynesiana) de la inversión y se ilustra a continuación. GRÁFICO 5.7.3 LA FUNCION (KEYNESIANA) DE LA INVERSION GRÁFICO 5.7.2 LA EMK, LA TASA DE INTERES y EL NIVEL DE LA INVERSION PLANEADA EMK, i EMKO __ __ EMK¡ 0.. I IR." ,- _ _ , .i' _ _ .• _ .•.•.•.• _ .•• ~ 1 ,, 'I --r----r---, I , I I 1: E:A1r.: I ~~ o __-L lO o I ~ ~lp I¡ En síntesis todas las unidades de inversión entre cero e lo tienen lugar eri la práctica si su EMK es mayor que i'; todas las unidades de inversión en.trecero e I¡ son llevadas a la práctica si su EM.l( es mayor que i", y todas las _unidades de inversión entre cero e 12 son efectuadas realmente si su EMK es mayor que i" '. Puesto que 12 > I1 > lo, e i" , < i" < i', Keynes concluye que, dada una curva de la EMK, existe una relación inversa entre la tasa de interés y el nivel de la inversión planeada. Esta relación inversa, como puede observarse en el gráfico 5.7.2, se obtiene proyectando el nivel de la tasa de interés, (i', i", i"', etc.) sobre la curva de la EMK y observando qué nivel de Ip corresponde a ese punto. (Por ejemplo, al nivel i'corresponde el punto Q de la curva de la EMK del gráfico 5.7.2. ya Es obvio que, después de este arduo trecho, Keynes ha intentado sintetizar las causas últimas o incentivos para la inversión, es decir, la explicación de los niveles en que se establece la inversión en un momento dado y de sus fluctuaciones, en dos factores esenciales: i- la eficiencia marginal del capital, y ii- la tasa de interés. "Caídas" o "alzas" de la primera pueden hacer disminuir o aumentar la inversión planeada (por simples cambios de expectativas) sin que la tasa de interés cambie (Véase nota 1), y cambios en la tasa de interés 1 Nótese que si la EMK se redujera para cada unidad adicional de inversión, esto es, a cada nivel de Ip correspondiera ahora un menor EMK, entonces la curva de la EMK resultaría desplazada hacia abajo (o lo que es lo mismo, hacia la izquierda), ya que la curva no es otra cosa que el conjunto de puntos que tienen como coordenadas (Ip, EMK). Así, a cada Ip correspondería una EMK de menor altura, lo cual equivale a un desplazamiento de la curva hacia abajo. Símilarmente, si la EMK aumentara para cada unidad adicional de inversión, la curva de la EMK se desplazaría hacia arriba (o hacia la derecha, que significa lo mismo). La relación inversa entre Ip e i corresponde a una curva dada, fija o estable. Si la curva se desplaza, Ip puede aumentar o disminuir sin que cam bie la tasa de interés. En general, en adelante se entenderá por una "caída en la EMK" el desplazamiento de la curva hacia abajo y por un "alza en la EMK" un desplazamiento de la curva hacia arriba, implicando la primera una reducción y la última un aumento en Ip dada una tasa de interés constante. 362 INTRODUCCION A LA ECONOMIA podrían aumentar o disminuir la inversión planeada, sobre una curva estable de la EMK, (sin desplazamientos de la misma), es decir, sin cambios en las expectativas. Ahora, aparentemente, se estaría en proximidad de las respuestas a las preguntas planteadas al final de la sección 5. 6 Y específicamente con relación al gráfico 5.6.4, de porqué razones las empresas no realizan espontáneamente el nivel de inversión planeada que se requiere para absorber todo el ahorro que se generaría al nivel de pleno empleo, eliminando de esa manera todo el desempleo involuntario; de si es posible inducirlas o no a realizar ese nivel de inversión y mediante cuáles mecanismos, retornando así al hilo central de la discusión que es el desempleo involuntario, sus causas y posibles remedios. Sin embargo, esta proximidad no es tan inmediata como parece a primera vista. Como en el caso de la propensión a consumir, Keynes reconoce la importancia y la necesidad de crear un clima de expectativas más adecuado para estimular la inversión planeada y aumentar a través de esa vía la demanda agregada. Inclusive dedica los capítulos 5 y 12 de su Teoría general al examen de este aspecto. No obstante, también como en el caso de la propensión a consumir, termina reconociendo que la EMK, y en general las expectativas, constituyen más un complejo dato del cual debe partirse que una variable sistemáticamente manipulable a través de principios generales para alcanzar un resultado predeterminado. De hecho, debido a que las expectativas sobre el futuro se forman generalmente sobre la base de la situación económica presente, es muy probable que aquellas no mejoren hasta cambiar ésta, presentándose así un círculo vicioso que elimina o minimiza la posibilidad de que las expectativas puedan actuar por cuenta propia en un sentido deseable, durante muchas circunstancias.' En otras circunstancias, en que las expectativas actúan como una variable verdaderamente independiente del nivel de empleo y de ingreso presentes, es decir, cuando son conformadas más bien por factores extraeconómicos, (como los resultados de unas elecciones o una situación de guerra), la dificultad estriba en la imposibilidad real de moldear a voluntad de los diseñadores de la política económica los desarrollos y resultados de tales eventos para crear artificialmente el clima de expectativas más deseable. Las expectativas y por tanto su expresión más concreta, la 1 Keynes se queja, por ejemplo, de que existe una tendencia generalizada a tomar las decisiones de inversión sobre las expectativas de corto plazo aunque las inversiones sean de largo plazo (cap. 12, T. G.). Sin embargo, aparte de un llamado simbólico a cambiar tal actitud, no parece existir una fórmula inmediata para generar tal cambio que, además, según el mismo Keynes, podría traer efectos negativos compensatorios por otro lado: si los inversionistas pensaran siempre que su inversión no es liquidable en el corto plazo, considerarían mayor el riesgo y ello podr ia terminar reduciendo la inversión en lugar de aumentarla. LA ECONOMIA KEYNESIANA 363 eficiencia marginal del capital, no podían constituir, pues, en el modelo de Keynes la variable primaria manipulable a voluntad, con unos resultados previstos y garantizables, para dar una salida real al problema del exceso de ahorro sobre inversión planeada a niveles de pleno empleo. En sus propias palabras: " ... no es fácil revivir la eficiencia marginal del capital, ya que está determinada por la incontrolable y desobediente psicología del mundo de los negocios. Es el retorno de la confianza, para hablar en lenguaje ordinario, lo que es tan incontrolable en una economía de capitalismo individualista". (Keynes, T. G., pág. 317). Queda por voltear la mirada, entonces, hacia la tasa de interés ya que, según la función Keynesiana de la inversión (gráfico 1 7.4.3), ¿no sería posible aumentar la inversión planeada hasta el nivel deseado mediante sucesivas reducciones de la tasa de interés? Naturalmente, para darle respuesta adecuada a esta pregunta es necesario primero indagar si la tasa de interés, a diferencia de la EMK, puede ser una variable artificialmente manipulable en la dirección deseada y, de otro lado, si su sola reducción podría ser lo suficientemente efectiva para desplazar la función de la demanda agregada, a través de los aumentos en Ip, hasta intersectar a la función de la oferta agregada al nivel de pleno empleo (punto R del gráfico 5.6.4), resolviendo así el grave problema planteado. Pero esto supone -Obviamente, el estudio inaplazable de las fuerzas que determinan la misma tasa de interés, sobre lo cual nada se ha mencionado hasta el momento. 5.8 La tasa de interés 5.8.1 Noción Keynesiana del interés Si según los fundamentos austríacos de la teoría neoclásica, imperantes en el tiempo de Keynes como parte de la teoría ortodoxa, el interés del capital es el pago a la "abstinencia" de consumir, a la "espera", al ahorro, (véase Apéndice A· XIII, sección 4.2.1), para Keynes esta noción no tiene asidero en la realidad. Su argumentación, en términos crudos pero en esencia, es la siguiente: ponga usted sus ahorros, el producto de su abstinencia de consumir, debajo del colchón. ¿Cuántos intereses gana? Nada. Este es el pago al ahorro, a la abstinencia, como tal. Ahora sáquelos y póngalos a préstamo en el mercado financiero. Como pago se reciben intereses positivos. Por consiguiente, los intereses positivos no se pagan por el acto de ahorrar en sí, de abstenerse de consumir sino por el acto de prestar el dinero ahorrado, por ceder el uso de ese dinero durante algún tiempo a otras personas. De esta manera, Keynes concluye que el interés es recibido como recompensa por "quienes poseen dinero por renunciar a su control líquido sobre él". (T. G., Cap. 13). 364 INTRODUCClON A LA ECONOMIA LA ECONOMIA KEYNESIANA Si una persona decide ahorrar una suma dada de dinero, razona Keynes, no por ello recibe la recompensa de los intereses. Esta llega solamente cuando. la persona renuncia a su "liquidez", a su control sobre ese dinero por un plazo determinado y lo cede a otra persona. Es más, de acuerdo a esto, la tasa de interés es el factor (la recompensa) que induce a una persona a ceder temporalmente a otra su dinero o liquidez;' y el precio que otra persona está dispuesta a pagar por tal liquidez. Por consiguiente, la tasa de interés del mercado es el precio que induce a los oferentes de liquidez a ofrecerla y que están dispuestos a pagar los demandantes. En otras palabras, la tasa de interés del mercado estaría determinada por la demanda y oferta de . liquidez (de dinero a préstamo), por lo cual el estudio de las fuerzas que la determinar¡ conduce al examen obligado de estos factores. 5.8.2 d~nde L2 es la cantidad de liquidez (o dinero) demandada para especular e 1 es la tasa de interés, tal que Esta ,función es con?~ida como la "función de la preferencia por la liquidez" y se ilustr~ en el gráfico S, 8, 1, que también sirve para obtener la demanda total del dinero por todos los motivos. GRÁFICO 5,8,1 ) FUNCION La demanda de dinero (demanda por liquidez) De acuerdo a Keynes, los motivos para demandar dinero o liquidez pueden servclasiñcados en tres grupos: i- para efectuar transacciones de bienes y se~i.~liO ..S; ii- como precaución contra imprevistos; y, m- para especular en el m~ado financiero buscando ganancias. DE LA DEMANDA Y LA PREFERENCIA POR LA LIQUIDEZ B I i1 L1 POR DINERO iO ;(,: K'es considera ,que ii- p~ed~ tomarse como una proporción de i:, siendo la tiemanda de dinero o liquidez por la suma de estos dos motivos una furtcíón directa del nivel del producto o ingreso nacional, ya que mientras mayor sea el valor de éste mayor será el valor de las transacciones requeridas en Jaeconomía. Esta proposición puede expresarse como: 365 I I I --,- - Q I = t(Y) donde L1 indica la cantidad de dinero demandada conjuntamente por los motivos i- y íi-, e Y indica el valor del producto o ingreso nacional. Así, al crecer el valor total de las transacciones requeridas, es decir, el valor total de la producción ( Y), L1 también aumentará. Y este aumento será proporcional, pues, Keynes acepta que en el corto plazo Y I L1, llamada la "velocidad ingr,eso" del dinero, V, tiende a ser constante (T. G., Cap. 15). i:_·) De~otro lado, la "demanda de dinero por motivo especulación" (motivo iíifdepende en parte de las expectativas y se comporta inversamente con la 'tasa de interés. Esto es, la cantidad demandada de dinero o liquidez para especular aumenta a medida que la tasa de interés se reduce, o 1 _ Sobre los conceptos de dinero y liquidez, véase la sección 8. 1, Funciones, k El eje vertical mi~e el nivel de la tasa de interés y el horizontal la suma de las demandas de dinero por todos los motivos (L + L ) La di t iz D]. b 1'" 1 2 • lS ancia L'l so re e eje, honzontal mide la demanda de dinero por motivo transacciones (L.l), que depende del nivel de ingreso (Y). Por tanto Ol: no a b' t dif , 1 C m la mien ras no se mo 1 ique el nivel de ingreso (lo cual se supone en el áf" , . ') . gr ~ ' en pnmera ínstancía Ahora, para obtener la demanda total de dinero (L + L ) , OL ' 1 2 es necesario sun;.ar. a 1 la demanda de dinero por motivo especulación. Como ésta vana mversam~nte con la tasa de interés, sería prácticamente nula a niveles ~uy altos d~ 1, tales como io, (punto B) en los cuales toda la demanda de dmero estalla constituida apenas por OL (L '" ) S' did . 1 , 2 cero. m embargo a me ~ a que se red~ce la tasa de interés empieza a aparecer una dema~da de dmero por motivo especulación (L2) que se va sumando a la demanda INTRODUCCION A LA ECONOMIA 366 por motivo transacciones y precaución (LI) para obtene~ la d;rnanda total (LI + L2). Por ejemplo, en el punto B, con una tasa de .mteres extremadamente alta, L2 sería cero y, por tanto, LI + L2 = LI' Sin ~mbargo, al c~er i hasta il (punto Q) aparece una demanda de dinero por mO~lvoespeculación igual a la demanda total (OL'2 ) menos la demanda por motivo transacclO~es (OL ) igual a L L' . Al caer i hasta i2 (punto R) la demanda por motivo 1 1 2 -L L" 2 = OL" 2 • especulación aumenta aL 1 L" 2 Y la demanda total a OL 1 + 1 etc. En síntesis, proyectando la tasa de interés sobre la función de la preferenc~ por la liquidez se obtiene un punto cuya coordenada (o valor) e? el eje horizontal corresponde a la demanda total de dinero. Pero es necesano tener presente que este total incluye tanto la demanda "especulativa" que depende inversamente de la tasa de interés, tal como muestra la función de la preferencia por la liquidez, como la demanda transaccional (OLI ) que depende del nivel de ingreso. Para obtener la cifra neta de L2 habría entonces que restar a la demanda total OLI. Puesto que L2 va aumentando a medida que i se reduce, y LI permanece fija, dado que el ingreso esté constante, entonces la demanda total también va aumentando a medida que i se reduce. (De otro lado, si Y llegara a aumentar entonces OLI se haría también mayor, lo cual significa que la línea paralela al eje vertical que arranca del val~r L 1 se desplazaría hacia la derecha. Como resultado la curva de. la pr:fer:ncla por la liquidez también se desplazaría hacia la derecha. SI Y disminuye entonces la curva se desplazaría hacia la izquierda). I Ahora bien las razones que da Keynes para que L2 aumente a medida que . ' es " muy alta" i se reduce, pueden resumirse así: a- Si la tasa de ~ter~s resulta muy costoso mantener dinero líquido porque, SI:1 dm~ro es prestad?> los intereses que deben pagarse son "muy altos", y SI,el dinero es .~roplo los intereses que dejan de percibirse por no darlo en prestamo tambíén son muy altos. De esta manera, con tasas de interés "muy altas': n~ es deseable mantener dinero líquido, es decir, la preferencia por la liquidez es muy baja. A medida que baja la tasa de interés, por el co~trario, e~ costo de mantener dinero disminuye (tanto si es prestado como SI es propio y no es dado en préstamo) lo cual hace más aceptable la posesión de liquidez, es decir aumenta correlativamente el deseo de pedir prestado y el de mantener la pr~pia liquidez. En otros términos, aumenta la prefer~ncia por la líquídez; y, b- Si la tasa de interés es "muy alta", por encima del nivel que se co~slde? normal, la expectativa más probable sobre el futur? e~ que la tas~ de interés disminuya. Por tanto, los individuos que tienen liquidez querran darla en I Evidontemente, la curva L también sufriría desplazamientos s~ el públi~o c,ambiara los niveles de liquidez que desea mantener a cada nivel ,de. la tasa d~ inter:s, es decir, SI su ~referencla por la liq uidez se modificara por razones psícologicas o SOCIales diferentes de cambios en la tasa de interés. LA ECONOMIA KEYNESIANA 367 préstamo rápidamente, cuando pueden pactar altos intereses, antes de que i caiga a su nivel normal cuando tendrían que conformarse con intereses menores. Es decir, están ansiosos por desprenderse muy rápidamente de su liquidez, lo cual hace que su preferencia por la liquidez sea muy baja. Y los individuos que no tienen liquidez propia también tienen una baja preferencia por la liquidez en ese momento, pues esperando a que las tasas de interés caigan a su nivel normal podrían obtener préstamos más baratos en el futuro que en el presente. En síntesis, su preferencia por la liquidez es también muy baja y, por consiguiente, la preferencia por la liquidez es baja en general. Por el contrario, si latasa de interés es "muy baja", colocándose por debajo de su nivel normal, la expectativa más probable sobre el futuro es que ella subirá, por lo cual los individuos que tienen liquidez propia esperarían ganar nanteniendo su liquidez en ese momento para ofrecerla en préstamo sólo posteriormente, cuando las tasas de interés les-permitan colocar sus préstamos con una mejor rentabilidad. Y los individuos que no tienen liquidez propia y la necesitan, desearían tenerla inmediatamente, tomándola en préstamo, pues de esa forma pagarían menos por ello que en el futuro próximo cuando los intereses tendrían que ser mayores; ASÍ, con una tasa de interés "muy baja" la preferencia por la liquidez sería en general "muy alta". Finalmente, Keynes postula que existe un valor mínimo de la tasa de interés, más allá del cual ésta no puede caer. Ese valor mínimo seseñala en el gráfico S. 8. 1, en el eje vertical, como i min, Por consiguiente ta curva de la preferencia por la liquidez se vuelve completamente paralela al eje horizontal, tan pronto como i alcanza ese valor mínimo, punto S, es decir, la función se torna completamente horizontal a partir de este valor para indicar la imposibilidad de que i siga disminuyendo. Una implicación importante de esta característica de la función de la preferencia por la liquidez, que debe tenerse presente, es que a tal tasa de interés mínima la demanda de dinero por motivo especulación bien podría ser L 1 L"'2 (en el punto S), LI L""2 (en el punto T) y cualquier otro valor a la derecha de éste, en forma indefinida y tendiendo hacia el infinito. La razón de esta preferencia casi infinita por la liquidez es, obviamente, que a una tasa tan baja de interés los costos de mantener la liquidez son los mínimos imaginables y la única expectativa posible sobre el futuro es la de que la tasa de interés vuelve a aumentar. Por otra parte, las razones que da Keynes para la posibilidad de que exista un nivel mínimo más allá del cual no pueda caer la tasa de interés son: í- el riesgo implícito en todo préstamo, riesgo que debe ser compensado con un rendimiento positivo sobre el préstamo, lo cual implica que mientras el riesgo sea positivo la tasa de interés debe cubrir por lo menos ese valor, por debajo del cual no puede caer; ii- los costos de la intermediación ñnan- 368 INTRODUCCION ciera, (sistema bancario y ramificaciones), requerida para poner en contacto a quienes dan en préstamo y a quienes toman prestado, costos que debe cubrir la tasa de interés de los préstamos y que siempre son positivos; iii- la existencia "psicológica" o "convencional" de un nivel "normal" de la tasa de interés, lo cual hace que cuando ésta cae por debajo de ese nivel "normal" tome lugar la expectativa de que volverá a subir, lo cual hace tender la preferencia por la liquidez hacia infinito (vuelve la función horizontal) como antes se explicó. ' 5.8.3 LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA 5.8.4 Interaccion de la oferta y demanda monetarias: El nivel de la tasa de interés GRÁFICO 5.8.2 M¡ La oferta de dinero (oferta de liquidez) I Después de tanto camino recorrido, se encuentra una variable esencial riel mercado cuyo nivel puede ser fijado, de acuerdo a criterios de política previamente determinados, por el gobierno. Es cierto que no todos los .factores de la oferta monetaria están en poder absoluto de la autoridad púqliGa, pues algunos de ellos, como la situación del mercado mundial que afe~!a a través de la balanza de pagos la oferta monetaria, pueden estar tot~o parcialmente fuera de su control. Sin embargo, la mayoría y casi tod,8s los factores determinantes de la emisión mónetaria y de los medios de pago en circulación, tales como el crédito del Banco Central, las operaciones de mercado abierto y el encaje bancario están sujetos a su manejo discrecional, 1 por lo cual, en general, el gobierno tiene la capacidad técnica de contrarrestar el erecto de los pocos elementos que escapan a su control con su manejo discrecional de los restantes factores, que constituyen la mayoría y que permiten establecer el nivel de la oferta monetaria dentro de ciertos límites predeterminados oficialmente. 2 De-esta manera, y siguiendo a Keynes, la oferta de dinero puede ser tratada en primera instancia como una cantidad determinada (exógenamente a las libres fuerzas del mercado) por el gobierno, tal como muestra el gráfico 5.8.2. 2 scibrelos determinantes de la oferta monetaria, véase secciones M'¡ M"¡ , I ---r-, - io 1 369 ~ i¡ i2 imín• E --+---~-, E' E" --~-, I L LI +L2' o LI M¡ M'I \111 M"I El gráfico 5.8.2 solamente difiere del 5.8. 1 en que la cantidad de medios de pago puestos en circulación por el gobierno (oferta monetaria), que inicialmente es OMI, es mostrada explícitamente. Esta cantidad se representa como una paralela al eje vertical para indicar precisamente que es un parámetro que solamente puede cambiar cuando el gobierno así lo decide sin que, en primera instancia, lo afecte en forma inmediata cualquiera de las demás variables examinadas (es un valor "exógeno" a las variables i y L, que se mide sobre el eje horizontal porque éste mide cantidades de dinero, y que se proyecta como una recta paralela al eje i porque depende del gobierno y no inmediatamente de los valores de i). Por consiguiente, cuando la oferta monetaria, MI, aumenta, esta recta paralela se desplaza hacia la derecha, lo cual debe ser obvio pues OM 1 < OM' I < OM''¡. y cuando M t se reduce, la recta que indica el valor de MI se desplaza hacia la izquierda. 18.5 a 8. 9. Nota para el lector avanzado: " ... podemos trazar la línea entre 'dinero' y 'deudas' en el punto que sea más conveniente para manejar un problema particular" (Keynes, T. G., pág. 167 •. En el texto, y para los fines inmediatos, los medios de pago en circulación (MI) se consideran como la oferta de dinero, sin entrar en consideraciones acerca de si aquí la línea está trazada en el punto más conveniente posible dentro de una perspectiva teórica. Simplemente se ha trazado la línea ~. el punto que permite la exposición más sencilla posible de las interacciones entre demanda y oferta monetaria. Ahora bien, con una curva de preferencia por la liquidez estable, sin desplazamientos de índole alguna, como L, se observa lo siguiente, cuando el nivel de la oferta moentaria es OMt: si la tasa de interés fuera mayor io, entonces la demanda total de dinero, que como se vio en la sección anterior se obtiene proyectando la tasa de interés en cuestión hasta la curva L, sería inferior a la oferta total de dinero (MI ). Es decir, se presentaría un exceso de oferta sobre demanda de dinero igual a la distancia que separaría, a ese nivel de la 370 INTRODUCCION A LA ECONOMIA tasa de interés, a la curva L de la curva MI' Es evidente que este exceso se debería a que al nivel de esta tasa de interés tan alta la preferencia por liquidez es muy baja para absorber toda la liquidez disponible en el mercado de dinero (financiero). Este exceso de oferta de liquidez significa que quienes tienen fondos en exceso (que no han podido colocar en préstamo) están perdiendo todos los intereses que podrían ganar sobre ese dinero inactivo. Necesitan, pues, colocarlo en préstamo, pero para que ello ocurra es necesario que la demanda por dinero aumente. Pero, a su vez, los demandantes de liquidez pueden ser inducidos a demandar una mayor liquidez solamente si la tasa de interés se reduce, dada la relación inversa entre L2 e i. En síntesis, un exceso de oferta sobre demanda de dinero envía la tasa de interés a la baja. Ahora bien, si i cae por debajo de i«. se presentará la situación contraria: la demanda total de dinero (dada por la proyección de la tasa de interés menor que io sobre la curva L) será mayor que la oferta monetaria, dada por la curva MI' equivalente a la distancia que separa estas dos curvas a ese nivel de la tasa de interés. Ahora, el público demanda una mayor liquidez que la que hay disponible. Todo demandante querrá inducir a los oferentes a que le satisfaga su necesidad de liquidez. Pero los oferente s no pueden aumentar la liquidez total ya que esta acción corresponde exclusivamente al gobierno. Por tanto, si éste mantiene constante la oferta monetaria, los oferentes tienen que racionar la poca liquidez disponible entre los muchos demandantes existentes, y como los primeros van al mercado movidos por el incentivo de obtener la máxima rentabilidad posible para su dinero, racionan seleccionando a los demandantes que ofrezcan pagar la mayor tasa de interés, corno en una subasta pública. Por su parte, los demandantes compiten entre sí ofreciendo cada vez mayores tasas de interés hasta que ésta haya subido tanto que la preferencia por la liquidez deje de ser excesiva con relación a la oferta. Un exceso de demanda de liquidez sobre oferta empuja, pues, la tasa de interés al alza. (Véase Apéndice A - XIV, secc. A. 5.7). e Por consiguiente, dadas las curvas L y MI, la tasa de interés no estará en equilibrio cuando es superior ni cuando es inferior a io _ Es más, cuando es superior es lanzada hacia el nivel i«. y cuando es inferior también es lanzada hacia el nivel io. Por el contrario, si la tasa de interés fuera io, a dicho nivel la oferta y la demanda de liquidez serían exactamente iguales, sin excesos de oferta que empujaran i a la baja ni excesos de demanda que la empujaran al alza. io, la tasa de interés correspondiente al punto E, donde se intersectan las funciones de oferta y demanda de dinero, es pues la tasa de interés de equilibrio, hacia la cual tienden siempre las fuerzas del mercado. De esta manera, la tasa de interés resulta como el precio que permite la igualación LA ECONOMIA KEYNESIANA 371 de la demanda y la oferta de dinero (o de liquidez) o, para simplificar, como el "precio de la liquidez" en las palabras de Keynes,' Ahora, si el gobierno aumentara sucesivamente la oferta monetaria OMI , a OM'¡ ya OM''¡ , es decir, si la línea MI se desplazara aM'1 y aM''¡, entonces, siguiendo en cada caso el mismo razonamiento anterior, se encontraría que la tasa de interés del mercado pasaría a quedar determinada por E' y por E", respectivamente, es decir por las nuevas intersecciones de L con las nuevas líneas que representan la oferta monetaria. 2 En síntesis, si la curva (Digresión ahorro). Opcional sobre la crítica Keynesiana a la Definición ortodoxa de i como precio del Keynes da mucha importancia a esta conclusión, y la contrapone a la noción ortodoxa de que i es el precio que iguala la oferta de ahorro con la demanda de ahorro (que es la misma inversión . planeada), pues si esto último fuera cierto la tasa de interés sería un mecanismo cuya flexibilidad o reducciones permitirían eliminar siempre cualquier exceso de A sobre Ip, obteniéndose de eUo la conclusión de que las reducciones en la tasa de interés (ante situaciones de A >Ip) nunca permitirían un exceso de OA sobre DA, es decir, garantizando el cumplimiento de la Ley de Sayo Para refutar por otra vía este planteamiento. Keynes presenta el argumento de que el ahorro depende del nivel de ingreso, lo cual parece evidente. Entonces, si esto es cierto, el A puede aumentar o reducirse sin que cambie la tasa de interés, simplemente como resultado de cambios en Y. La oferta de ahorro no podría conocerse, pues, sin conocer el nivel de ingreso. De donde, sin conocer y no podría construirse un gráfico con la demanda de ahorro (Ip) y con la oferta de ahorro cuya intersección sería la tasa de interés, como plantea la economía ortodoxa. Es decir, sin conocer y no podría conocerse la tasa de interés porque la función de oferta de ahorro (los niveles de ahorro) sería totalmente desconocida. Como la teoría ortodoxa razona siempre con el supuesto implícito de que las fuerzas libres del mercado conducen a la economía al pleno empleo, entonces el único nivel de ingreso que puede tomar por conocido es el caso' especial" del pleno empleo. En cambio, para el caso "general" de desempleo, la teoría ortodoxa no podría dar por conocido el nivel de Y ni, por tanto, los niveles de A, ni por tanto la curva del ahorro, ni por tanto su intersección con la curva de la demanda de ahorro, ni por tanto la tasa de interés. (T. G., cap. 14). 2 La argumentación "como si" sólo existiera una tasa de interés, con "la" tasa de interés, se trata evidentemente de una simplificación expositíva, ya que en la realidad existe toda una estructura de diversas tasas de interés que difieren entre sí de acuerdo a distintas condiciones de riesgo, madurez, liquidez y cargas tributarias, principalmente. Puede suponerse, entonces, que "la tasa" de interés a que se refiere el texto es, por ejemplo, la tasa pagada por un banco comercial importante dado sobre los depósitos a términos con madurez de 12 meses, tasa sobre la cual las primas de otras instituciones y otras condiciones de préstamo (por mayores riesgos, menor liquidez, etc.) determinan toda la compleja estructura de las diversas tasas restantes. Además, es necesario tener presente que ofrecer liquidez es lo mismo que demandar títulos de deuda como letras, pagarés, bonos, etc., (por simplicidad "bonos"), ya que toda entrega de dinero en préstamo supone el recibo de cualquiera de estos "comprobantes" o títulos de deuda. De esta manera, por ejemplo, un bono del gobierno que éste ofrece en venta ello. de enero de un año dado en $ 1.000 con el compromiso de redimirlo (devolver el dinero prestado o recomprar el bono) el lo. de enero del año siguiente en $ 1.200 implicaría una tasa de interés de 200/0. Pero si el público empieza a revenderlo y recornprarlo en la bolsa de valores, con el resultado de que el precio del bono se eleva a $ 1. 100, entonces la tasa de interés de los nuevos compradores sería $ 1.200 - $ L100 11.100 = 9.090/0. Es decir, un alza en el precio de los "bonos" (o papeles financieros) equivale a una reducción en "la" tasa de interés y viceversa. INTRODUCCION 372 A LA ECONOMIA LA ECONOMIA KEYNESIANA 373 L permanece estable, el gobierno podría reducir la tasa de interés media~~e L debilitando el efecto del aumento de MI sobre la tasa de interés. Pero este aumentos discrecionales de la oferta monetaria, lo cual parece una conclusión extremadamente importante, en vista del posible efecto de la reducción de la tasa de interés sobre la inversión planeada (gráfico 5.7.2). del efecto del aumento de ésta sobre la demanda agregada y el nivel de empleo (gráfico 5.6.4), Y del hecho de que la oferta monetaria es, por fin, una variable que ofrece un manejo discrecional por parte del gobierno. Aparentemente, Keynes habría encontrado la ansiada panacea para curar el desempleo involuntario ¿Resistirá esta apariencia el requerido análisis de fondo? Veamos la respuesta de Keynes. debilitamiento podría resultar más relevante si se supone que el público, con sus expectativas de inflación, trata de adelantarse a los efectos de los aumentos de M 1 buscando reajustes rápidos de los precios, como ocurre en un medio social ya acostumbrado a la inflación según recientes hipótesis de comportamiento. 5.8.5 La oferta monetaria y el nivel de empleo Antes de aventurarse a sacar una alegre conclusión sobre los efectos que los aumentos de la oferta monetaria (política monetaria) pueden ocasionar sobre el nivel de empleo, en presencia de desempleo involuntario, es necesario avertturarse aunque sea muy tangencialmente por una serie de pasos tortuo~os qu~existEm entre el punto de salida y el supuesto dé llegada. Esto es lIDprelcindible; pues con U? solo traspiés que nologresuperar~e exit~san;ente, la polttica monetaria habrá pasado como otra esperanza p~rdIda, o sImplemen~ irre~evante, para actuar como la poderosa palanca que impulse a la economía fuetá de la depresión económica. En~rimer término, es necesario tener presente que un .aUl;nentode M.l .sería incapaz de reducir la tasa de interés si alguna de las siguientes condiciones se hJciera presente: Si ila función de preferencia por la liquidez (curva L) se d~splazara simultáneamente a la derecha como para compensar el desplazarmento de 1. ;Esto puede ocurrir si, por ejemplo, e~ nivel g?ne~l de pr~cios aume~ta signifiéativamente al aumentar MI (Teoría Cuantitativa del Dinero, seccion 8. 10), ya que al aumentar los precios se requiere mayor cantidad de dinero pata hacer las transacciones del producto real, con lo cual .~Ll aumenta. desplazándose la línea L1 y con ella toda la curva L (sección l_~.4.2). En realidad, esta posibilidad no preocupó mucho a Keynes, pu:s creta ~~e con desempleo involuntario de mano de obra y el equipo productivo subutílizado, (al crecer M 1 los precios crecerían pero menos que proporcionalmente (debido al crecimiento del producto real) hasta al?anz~ el nivel de pleno empleo, cuando, dada la imposibilidad de la prOQUCClOnreal para crecer ulteriormente, todo el aumento de M 1 sí se traduciría en alzas puras de pr~cios. De todas maneras, los precios crec:rían en alguna medida, lo cual, aunque no implicaría un eumento proporcional de OL1 que anulara to~~~nte el aumento de MI' sí implicaría algún desplazamiento de la función ii- Si la función de la preferencia por la liquidez, curva L, tiende a ser muy "acostada", con muy poca pendiente, más precisamente, muy elástica, entonces inclusive aumentos muy grandes de MI' tienden a producir reducciones insignificantes sobre la tasa de interés (basta con imaginar, sobre el gráfico 14. 8. 2, que la parte descendente de la curva L fuese mucho más acostada para visualizar cómo i de equilibrio caería menos de lo que cae con la mayor inclinación ante los desplazamientos de M'¡ y M"2 ). Esto es así porque, precisamente, una mayor elasticidad de la curva significa que una pequeña reducción en la tasa de interés implica un aumento porcentual mucho mayor en la preferencia por la liquidez y, por tanto, en la demanda total del dinero. Los aumentos de la oferta monetaria al presionar levemente hacia la baja la tasa de interés irían acompañados, aSÍ, también de un gran incremento en la cantidad demandada de dinero que impedirían la creación de drásticos excesos de oferta y, por tanto, impedirían drásticas reducciones de 1: Este punto preocupaba de manera especial a Keynes quien le dio mucha importancia al mismo. La razón argumentada es el hecho de que el público mantiene por atavismo "psicológico" o por convencionalismo social una noción muy arraigada del nivel de la tasa "normal" de interés. De esta manera, una caída sorpresiva de la tasa de interés puede ser recibida como algo transitorio, dando lugar a la expectativa de que rápidamente volverá a su nivel "normal". Pero, como ya se ha visto en la sección 14. 8. 2, esto incita a un gran aumuento de la demanda por liquidez. El aumento en MI podría entonces ir acompañado también de un aumento muy importante en la preferencia por liquidez y, por tanto, en la demanda total de dinero, tendiendo a anular el efecto del primero. La dificultad para cambiar la noción de la gente sobre cuál es el nivel "normal" de la tasa de interés y para inducirla a pensar que las variaciones de i son "permanentes" o de "largo plazo" podría convertirse, entonces, en un gran obstáculo para la reducción de la tasa de interés mediante aumentos enM1• Y, iii- Si el nivel de la tasa de interés se encuentra en UIl valor próximo a su valor mínimo posible (i mín. en el gráfico 5. 8. 1). cuando la curva L se torna completamente horizontal, o totalmente elástica, entonces, no importa qué aumentos tan grandes de MI se hagan, es imposible que la tasa de interés sufra reducciones ulteriores. Sobra todo comentario en este caso 374 INTRODUCClON LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMLt\ acerca de la efectividad de aumentar M ¡ como instrumento para reducir i: Solamente cabe añadir que hoy en día es un caso popularizado con el nombre de "trampa de liquidez", y que constituye un caso extremo al cual se aproxima la economía solamente en circunstancias "muy anormales" de crisis como "en los Estados Unidos en ciertos momentos de 1932 ... cuando casi nadie podía ser inducido a desprenderse de sus tenencias de dinero en cualesquier condiciones razonables" (Keynes). Pero lo anterior no agota las dificultades. Aun si la tasa de interés pudiera ser reducida, quedan por sortear los siguientes peligros ocultos: iv- La función de la inversión (gráfico 5. 7. 3) podría tener una pendiente muy alta o, precisamente, estar caracterizada por reacciones muy inelásticas de la inversión planeada ante variaciones de la tasa de interés, es decir, variaciones significativas de la tasa de interés podrían producir variaciones insignificantes en los niveles de inversión o al menos insuficientes para poder cumplir con éxito la función de absorber todo el exceso de ahorro y llevar a la economía hasta niveles de pleno empleo. (Esta situación puede visualizarse en el gráfico 5.7. 3 imaginando que la curva se aproxima cada vez más a una posición vertical. A medida que estó ocurre, la misma reducción en la tasa de interés produce una variación cada vez menor en el nivel de la ínversiú planeada). Por consiguiente, el aumento requerido en el nivel de la inversión planeada podría implicar variaciones exageradas e impracticables de la tasa de interés. Aunque no ocurra lo anterior, el peligro supremo es la posibilidad de una alta inestabilidad de la función de la eficiencia marginal del capital (gráfico 5. 7. 2 -y nota 1, pg. 606), pues una caída "súbita" de laEAIK podría anular completamente cualquier caída de la tasa de interés por significativa que ésta hubiera logrado ser y aun en el caso ideal de que se hubieran sorteado con éxito todos los obstáculos antes enumerados. En efecto, al reducirse la EMK la curvaEMK del gráf. 5. 7.2 se desplaza hacia abajo (nota 1, pg. 606), lo cual puede contrarrestar la caída de la tasa de interés desde i" hasta i" " por ejemplo (para visualizar este efecto basta con suponer que en gráfico 5.7.2 la EMK se redujo en una distancia igual o mayor que la existente entre ElYfK¡ y EMK2• Cada punto de la nueva curva EMK estará en el equivalente de esta distancia por debajo de la curva original y, con ello, el nivel de Ip no ha podido aumentar o incluso resulta reducido). Además, según Keynes, ésta no es una mera posibilidad sino que constituye de hecho la causa típica de las depresiones. (" ... la eficiencia marginal del capital (está) sujeta a fluctuaciones más o menos violentas que son la explicación del ciclo económico", Keynes, T. G. pág. 144; "Sugiero que una explicación más típica de la crisis, y frecuentemente la predominante, no es un aumento en la tasa de interés primero, sino un colapso súbito en la eficiencia marginal 375 del capital", Ibid. pág. 315). Así, en una depresíon profunda La política monetaria podría estar condenada al fracaso desde antes de intentar siquiera superar los obstáculos i- a iv-oY, vi- Finalmente, sería necesario tener en cuenta la posibilidad de reducciones en la propensión marginal a consumir (6 /6 Y) que podría debilitar, a través de su efecto sobre la demanda de consumo, el efecto final que sobre la demanda agregada total pudiera tener, a través de la demanda por inversión, una reducción en la tasa de interés (véase sección 5.6.4 Ygráfico 5. 6.3).1 e Por todas estas vicisitudes, Keynes vio con un claro escepticismo la posibilidad de que un manejo deliberado de las tasas de interés pudiera constituir la poderosa palanca que estaba buscando para librar a la economía capitalista del mal que, en su opinión, estaba minando sus cimientos, dándole más bien a la tasa de interés el lugar subsidiario de una condición necesaria pero no suficiente: "Pero ésta -la tasa de interés- puede fluctuar por décadas alrededor de un nivel que es crónicamente demasiado alto para el pleno empleo ... " (Keynes, T. G., pág. 204); "Por mi propia parte, ahora soy algo escéptico del éxito de una política meramente monetaria dirigida a influenciar la tasa de interés", (Ibid, pág. 164). " ... una reducción en la tasa de interés podrá ser de gran ayuda para la recuperación y, probablemente, una condición necesaria para ello. Pero, por el momento, el colapso en la eficiencia marginal del capital puede ser tan completo que ninguna reducción de la tasa de interés posible en la práctica será suficiente". (lbid. pág. 316). v- Keynes reconoce la importancia que las variaciones en la tasa de interés pueden tener, cuando ésta tiende a situarse en un nivel muy alto y éuando la tasa de desempleo es baja, es decir, bajo condiciones que se aproximan más a un auge que a una depresión. "El remedio correcto para el ciclo económico no se encuentra en la abolición de los auges, manteniéndonos de esa manera en una permanente semidepresión; sino en abolir las depresiones manteniéndonos así permanentemente en un semiauge". Y, " .. _ (una tasa de interés más baja) puede permitirle al denominado auge ser un fenómeno duradero". (Keynes, T. G. pág. 322). De esta manera, Keynes reconoce la importancia de la tasa de interés para ayudar a mantener el auge económico y aun como auxiliar valioso para ayudar a salir de una depresión, pero la 1 Una reducción súbita en 6c / 6 y sería en verdad muy improbable, sin que existan razones previsibles para ello. Sin embargo, la verdadera función consumo, libre de una de las extremas simplificaciones de la sección 5.6.4, presenta una 6c / 6 y que disminuye a medida que aumenta Y, es decir, no es una recta sino una curva ligeramente cóncava mirada desde abajo. Bajo estas condiciones, el aumento en el nivel de ingreso y empleo que genera un aumento dado en la inversión planeada es cada vez más pequeño, debido precisamente al debilitamiento de la dinámica del consumo al crecer Y. 376 lNTRODUCCION LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA juzga incapaz de ser suficiente por sí misma para producir este último resultado. La búsqueda, pues, no ha terminado. Esperanzadoramente para Keynes, quedan dos posibilidades por examinar, inspiradas las dos, irónicamente para la teoría ortodoxa, que se había empeñado en recomendar la aplicación de la fórmula de "la mano invisible" y del "laissez faire - laissez passer" en toda su plenitud posible y hasta sus últimas consecuencias, en la doctrina mercantilista. Los muertos parecían así resucitar, como una demostración más de que quienes olvidan o ignoran las lecciones de la historia del pensamiento económico están condenados a estudiarlas más tarde o más temprano. Y mejor más temprano que tarde. Que lo digan las memorias de la gran depresión. e Hasta ahora para la determinación de la demanda agregada (DA == + Ip ), no seha tenido en cuenta la posible demanda de otros países, del resto del mundo. De hecho, esta símplíñcación equivale al supuesto de que el país en ci.t~tíón tiene una balanza comercial equilibrada, (sección 19.2.2), con el va16r dé sus exportaciones compensando exactamente el valor de sus imp~rtáciones, ya que en tal caso la demanda .externa por los productos del ~al$(exportaciones) es exactamente compensado por el ingreso del país que'~e:gasta en productos extranjeros (importaciones), o sea pO,rla demanda interila que se fuga hacia el exterior, sin que se produzca as! efecto neto alguno sobre la demanda agregada total. Ciertamente, el valor de las exportaciones, X, debe sumarse a C + Ip para obtener la demanda agregada total por bienes y servicios del país. Pero, de otro'lado, el valor de las importaciones del país es una parte de su demanda que.se desvía de productos de la industria nacional hacia productos de la industria extranjera, lo cual también debe tenerse en cuenta para calcular la DA total. En otros términos: C = CN + CM e Ip = IpN + IpM e doride es el valor del consumo total e Ip de la inversión planeada total delpaís, y los sub índices N y M representan el origen nacional o importado de ¡os bienes y servicios demandados, respectivamente. Por consiguiente: CN = C - CM e IpN = Ip - IpM . -; De .donde, la demanda agregada total que se realiza por la producción nacional, o dirige a las unidades productivas del país, siendo igual al consumo de se bienes y servicios nacionales (CN) más la lp en bienes y servicios producidos en la nación (IpN ) más la demanda externa por bienes y servicios nacionales (X), también es igual a: + X= (C-CM) C + Ip + X - (CM + IpM) DA = CN +IpN + (Ip-IpM) + X= Y, como las importaciones de bienes y servicios de consumo e inversión (CM + IpM ) constituyen el total de las importaciones, M, es decir, CM + IpM == M, entonces: DA :::C + Ip La demanda externa y el desempleo involuntario 5.9 377 + X - M, (Ec. 14. 9. 1), donde X - M es el saldo de la balanza comercial. Por consiguiente, si X = M, o X - M = O, entonces DA = C + lp, tal como se ha supuesto hasta ahora. Es decir, se ha supuesto que la balanza comercial se mantiene equilibrada. Pero, naturalmente, en la realidad, tal como se vio en la sección 9. 2, no razón para esperar que esto sea siempre así. Aún más, nótese cómo la demanda agregada por la producción nacional aumenta en la misma magnitud de un superávit de la balanza comercial (X - M > O) y se reduce en la misma magnitud de un déficit de la balanza comercial (X - M < O). Por consiguiente, volviendo al gráfico 14. 6. 4, un superávit en la balanza comercial (SBC), en cuanto adición neta a la demanda agregada (DA) produce exactamente el mismo. efecto que un aumento en la inversión planeada (6. Ip), es decir, un desplazamiento de la función DA hacia arriba, con lo cual un SBC de la magnitud RQ sería suficiente para elevar el nivel de empleo desde YE hasta el nivel de empleo Y[. En otros términos, el exceso de ahorro RQ que de poducíría al nivel de ingreso correspondiente al pleno empleo (Y[) podría ser alternativamente absorbido por un SBC de la misma magnitud, eliminándose de esa manera todo el desempleo involuntario. (DA se desplazaría hasta DA ", pasando el equilibrio de E a R ). Por el contrario, un déficit de la balanza comercial (DBC), al constituir una reducción neta de la DA, (X - M < O), produce el efecto contrario, desplazando la función de la demanda agregada hacia abajo, dando lugar, ceteris paribus, a un exceso de ahorro sobre inversión, de OA sobre DA, lo cual reduce el nivel de empleo y aumenta la magnitud del desempleo involuntario. (En el gráfico 14. 6. 4 puede representarse como un desplazamiento de DA" hasta DA. Entonces aparece un exceso de OA sobre DA igual a RQ, el nuevo punto de equilibrio se desplaza de R a E y el nivel de 378 INTRODUCCION LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA empleo se reduce de Y¡ a YE). Difícilmente, entonces, algo peor podría ocurrirle a un país golpeado ya por la depresión de la demanda interna que sumarle a esta situación un déficit en su balanza comercial. ¿No tenían razón los mercantilistas al llamar favorable a un superávit en la balanza comercial, desfavorable a un déficit y en recomendar como objetivo de política el primero?, pregunta Keynes con razón (sección 1. 1. 5). Y, en efecto, reconoce que un país podría resolver el problema de sus excesos de ahorro (sobre Ip), excesos de OA, y de desempleo involuntario mediante superávits en su balanza comercial. Pero, evidentemente, puesto que las exportaciones de unos países son las importaciones de otros, a nivel del mundo en su conjunto el total de importaciones debe ser siempre igual al total de exportaciones, siendo imposible que simultáneamente todos los países puedan experimentar superávits en sus balanzas comerciales. Necesariamente, entonces, para que unos países puedan tener superávits otros deben consentir en tener déficits. (¿Habrá alguien interesado ?). Por supuesto, si se iniciara una carrera por venderle cada vez más al vecino y comprarle cada vez menos, como algunas veces ha ocurrido, particularmente en períodos de recesión, los resultados finales serían: i- unas menores importaciones de todo el mundo, es decir, unas menores exportaciones de todo el mundo, con lo cual todo el mundo sale perjudicado, pues la contracción del comercio mundial elimina las ventajas de costos logradas por el intercambio y la división internacional del trabajo (sección 1 9.9); li- mayores fricciones internacionales no sólo de carácter económico sino también político; iíí- la internacionalización de la depresión de unos países hacia otros mediante una contracción encadenada de las reducciones de la demanda agregada, reduciéndole la demanda a los socios comerciales; y, iv- finalmente, ningún país podría obtener un superávit pues ello requeriría la aceptación de un déficit por parte de otros cuyo objetivo es también un superávit. En lugar de encontrarle una salida a los problemas de la economía capitalista en su conjunto tal manejo de la situación terminaría, así, más bien agravándolos. Por supuesto, para llegar a la anterior conclusión es necesario suponer que todos los países capitalistas experimentan excesos de ahorro a los niveles de pleno empleo. Pero un superávit en balanza comercial, sin aumento de reservas internacionales, significa un crédito dado a otros países, equivalente a la diferencia entre el valor de las exportaciones y el de las importaciones. Es decir, una exportación neta de capitales, una exportación de ahorro, como Keynes subraya. Por el contrario, un déficit en balanza comercial, sin movimiento en reservas, implica la recepción de crédito, de ahorro externo (sección 1. 1. 5). Por consiguiente, si existieran unos países "subdesarrollados", sedientos de acumulación, con insuficiente ahorro propio, con insuficiente 379 capital propio, "necesitados" de ahorro externo para dar pleno empleo a su "explosiva" población, ¿no serían compatibles las necesidades de importar ahorro de los unos, con "escasez" de capital, con las necesidades de exportar ahorro de los otros, con exceso de capital? Mejor dicho, ¿no sería compatible la necesidad de superávit de los unos con la "necesidad" de déficit de los otros? En este punto se llega, pues, al complejo problema de la inversión extranjera, el subdesarrollo y el imperialismo, que engloba no sólo elementos económicos sino también políticos (sección 19.10.2). Sería ingenuo, entonces, pretender suministrar respuestas fáciles. Siñ embargo, para los propósitos inmediatos puede señalarse lo siguiente: a.. La exportación de capitales como una salida a los excesos "de ahorro; de acumulación, de los países capitalistas desarrollados, que se desprende nítidamente del modelo de Keynes, constituye quizás la forma más clara de señalar la naturaleza de las causas de las depresiones económicas; b- este diagnóstico Keynesiano coincide con el de crisis de "sobreacumulación" de Marx (sección 3. 10. 1), que ha dado lugar a desarrollos teóricos como el de Rosa Luxemburgo sobre el imperialismo y la acumulación de capital (1913), y el de Kalecki (1932)1, en los cuales la exportación de capitales aparece como una pieza clave de la teoría de la acumulación y del empleo. Más recientemente, como se' señala en la sección 19.10.2, se ha desarrollado un conjunto de tesis en diversas direcciones, que intentan evaluar la importancia de este factor dentro del conjunto de la acumulación capitalista mundial; e- si es cierto que los países desarrollados necesitan exportar ahorro para lograr el pleno empleo, mientras los subdesarrollados necesitan importarlo para alcanzar el mismo objetivo, entonces la naturaleza de sus problemas no sólo es diferente sino también opuesta, lo mismo que la de muchas soluciones a sus problemas. Los primeros constituirían el mundo keynesiano, los últimos el mundo ricardiano, y entre todos el mundo completo, lo cual es extensivo a la teoría económica completa. 2 La aplicación mecánica del 1 Rosa Luxemburgo, "La Acumulación de Capital". Un excelente y completo ensayo sobre la controversia que despertó este libro se encuentra en Sweezy Paul, "Teoría del Desarrollo Capitalista", 1942, La Controversia sobre el Derrumbe. El análisis teórico más preciso, brevísimo y excelente, como todos los suyos, es el de Kalecki, "El Problema de la Demanda Efectiva con Rosa Luxemburgo y Tugan Baranowsky ", 1967. Sobre la verdadera importancia de las contribuciones de Kalecki, véase Postcap ítulo X IV . 2 Siguiendo a Marx, podría distinguirse entre los países cuyo capitalismo no ha salido de la infancia (su propia acumulación no ha dado lugar a crisis endógenas de sobreacumulación) Y países cap italistas con mayoría de edad (los restantes). La teoría "completa" debe explicar todos los casos. ( I 380 INTRODUCCION A LA ECONOMIA modelo de medio mundo al otro medio mundo, sin una previa disección crítica puede resultar, pues, en las más desconceptualízadas paradojas, aunque de esto no se percaten muchos, debido a que la mayoría de los textos de economía suelen ser mecánicamente enseñados en los países subdesarrollados; Y, d-debido a que los países subdesarrollados para dar pleno empleo a sus recursos requieren no solamente capital sino también mercado para sus productos, (sección 19.10.1), no puede inferirse que la escasez de capital los condicione automátícamente a ser jubilosos creadores de sus propios y masivos déficits en balanza comercial, Por el contrario, muchos si no la mayor parte de estos países buscan balanzas equilibradas. Esta posición, que equivale a una preocupación sobre la conservación de sus mercados internos y su industria nacional, y para no exceder ciertos niveles de recepción de inversión extranjera, puede tener una motivación no sólo económica en forma directa sino también política (sección 9. 10. 2), que escapa al control de los países desarrollados. Tesis más radicales como la de Baran y Sweezy en Ef Capital Monopolista plantean que debido al retorno de utilidades, interé$es y dividendos, los países desarrollados no son exportadores netos sino imp()rtadores netos de ahorro de los países subdesarrollados. De ot.r()lado,· constituiría una mera caricatura pintar el cuadro de la inversión extranjera como si los capitales de los países desarrollados estuvieran dispuestos a fluir hacia los subdesarrollados en toda la magnitud que éstos sean capaces de recibir (sección 19.10.2). En general, la inversión en el extranjero está regida por las mismas motivaciones que la inversión interna: la relación entre la eficiencia marginal del capital externa y la tasa de interés interna. Expectativas menos favorables de riesgos económicos y políticos, el desarrollo de los mercados más dinámicos en los países más adelantados, la misma magnitud absoluta del mercado, la posible insolvencia de algunos países subdesarrollados y los obstáculos políticos a la inversión extranjera, son todos factores que hacen extremadamente complejo el cuadro de la exportación de capitales. Tesis radicales como las de Servan Schreiber en el "Desafío Americano" sostienen que la inversión externa de los países desarrollados se dirige preferencialmente en el mundo contemporáneo hacia-otros países desarrollados y no hacia los subdesarrollados. En síntesis, el superávit en balanza comercial, como medio de exportación de los excesos de ahorro, para reducir los niveles de desempleo involuntario en el subgrupo de países desarrollados es una clara y coherente posibilidad teórica que Keynes.reconoce, 10 cual lo lleva a reivindicar la tesis mercantilista en tales términos. Sin embargo, aunque tal válvula de escape pueda tener un LA ECONOMIA KEYNESIANA 381 efecto práctico, no se sigue de ello que sea suficiente, que actúe como un mecanismo automático regulador ni mucho menos como un instrumento discrecionalmente utilizable en la oportunidad y la magnitud que las circunstancias exijan. Que no es automáticamente regulador lo demuestran prácticamente la gran depresión y toda la historia de las crisis y recesiones; que no es discrecionalmente utilizable lo demuestra el sinnúmero de factores que escapan a la mera voluntad política de un gobierno. Si la propia inversión planeada interna está fuera de su control, por la misma naturaleza de la economía capitalista, "por la incontrolable y desobediente psicología del mundo de los negocios" en las palabras de Keynes, con mayor fuerza puede concluirse lo mismo de la inversión externa, que a lo anterior suma la voluntad política de otros gobiernos, los intereses económicos de otras naciones y los complejos problemas económicos del mundo subdesarrollado. Si la posibilidad de manipular a voluntad la inversión planeada interna, de acuerdo a las cambiantes circunstancias de la economía, tuvo que ser desechada como alternativa efectiva para regular el nivel de empleo, con mayor rallón tenía que serio la posibilidad teórica de regularIo mediante una manipulación discrecional de la inversión externa. La búsqueda continúa, entonces, aunque con la seguridad de que, para bien o para mal, el siguiente recodo del tortuoso camino también será el último, porque todas y cada una de las demás alternativas posibles han probado ser inadecuadas. 5.10 La intervención del Estado y el déficit fiscal Tampoco se ha tenido en cuenta hasta ahora, para la determinación de la demanda agregada, (C + lp + X - M, eco 14. 9. 1) la posibilidad de un déficit fiscal del gobierno, lo cual equivale al supuesto de que los gastos del gobierno son exactamente iguales al valor de los impuestos que recauda durante el período en cuestión. 1 En efecto, llamando R al valor de los impuestos recaudados por el gobierno, y G el valor de sus gastos totales durante el mismo período, R constituye la parte del ingreso nacional (o del valor del producto nacional) que el gobierno sustrae de los particulares para sus propios gastos. Por consiguiente, R es un valor que el gobierno sustrae a la capacidad de demanda de los particulares (al ingreso de éstos), pero de otro lado G es obviamente una demanda que adiciona el gobierno a la de los particulares por bienes y servicios de la economía. De esta manera, la sustracción que por un lado hace el gobierno a la demanda agregada, mediante 1 Nota para el lector avanzado: por sencillez, se dejan aquí de lado el efecto de una posible diferencia entre la suma de las propensiones marginales a consum ir y a invertir del sector privado y la propensión marginal a gastar del gobierno, lo mismo que el tema del multiplicador del presupuesto equilibrado, ya que lo primero es meramente accesorio al tema central y lo último es objeto de una discusión que rebasaría el nivel introductorio, desviando la atención del argumento principal. INTRODUCCION 382 LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA los impuestos, es exactamente igual a la adición que por otro lado hace el gobierno a la demanda agregada mediante su gasto, cuando R '" G. Es decir, cuando el presupuesto del gobierno es equilibrado (R '" G), sir1 que haya déficit fiscal (G > R) ni superávit fiscal (R > G), la acción del gobierno con relación a la demanda agregada es neutra, ni la aumenta ni la disminuye. Por tanto, no tener en cuenta al gobierno para la determinación de "lademanda agregada, como en las secciones precedentes, es lo mismo que suponer que su papel es neutro, o que R '" G. Sin embargo, resulta claro de lo anterior que si el gobierno tuviera un déficit fiscal, G > R, entonces lo que sustraería de la demanda agregada (R) sería menor que lo que adicionaría a la demanda agregada (G), dando lugar de esa manera a un aumento neto de la demanda agregada. Puede concluirse, entonces, que unos gastos netos del gobierno positivos (G > R, o G - R > O), o un déficit fiscal, producen un aumento neto de la demanda agregada. I Es decir, G - R debe ser adicionado a e + Ip + (X - M) para obtener la demanda agregada total que, entonces, es: DA'" e + lp + (X -M) + (G- R), (ec. 5.10.1). e Obviamente, cuando X - M '" O y G - R '" O, entonces DA '" + Ip, como se tenía al comienzo, en el gráfico 14. 6. 4, donde Ip '" Z. Partiendo de esta situación inicial, supóngase ahora que, derrotados todos los intentos para incrementar Ip en 1::.Ip sobre su nivel inicial (Z), y para generar un superávit en balanza de pagos, el gobierno decide entonces aumentar sus gastos mediante un déficit fiscal (G - R > O), igual a la distancia RQ en el gráfico 5.6.4. Como resultado, a cada nivel de Y, la demanda agregada estará dada por el valor del consumo más el valor inicial de Ip, que es Z, (lo cual da la curva DA = + Ip), más G - R '" RQ, lo cual implica un desplazamiento de la función DA hasta DA ", un desplazamiento del equilibrio desde E hasta R una eliminación del exceso de ahorro sobre inversión planeada (RQ ) que de otra manera se presentaría a nivel de pleno empleo, una igualación de la oferta y demanda agregada (R) al nivel de pleno empleo y, por consiguiente, un aumento del empleo desde Y E (donde se daría un desemple~ involu~ta~o igual YI - Y ), hasta Y I que es el nivel de pleno empleo. (Véase Apendice E A - XIV, secc. A. 14.4). e I Un superávit fiscal, ° gastos netos negativos, G <R, similar, una reducción Reta de la demanda agregada. producirían. pues. siguiendo un razonamiento 383 Gastando más, pero sin cubrir tales gastos con nuevos impuestos, (véase sección 18.5.1), el gobierno podría entonces aumentar la demanda agregada real y, con ello, los niveles de empleo, producción e ingreso, rescatando a la economía de una depresión y prácticamente eliminando el desempleo involuntario. Pero, antes de seguir adelante, quizás sea necesario subrayar que esta magia de sacar aumentos reales de la demanda agregada, en lugar de conejos, del sombrero del déficit del gobierno sólo es posible en un perfecto "mundo Keynesiano", no solamente con desempleo involuntario sino también con exceso de ahorro, con exceso de acumulación, con exceso de capital. Muy diferente sería el resultado si el gobierno tratara de realizar este bello acto teatral en un "mundo ricardiano" de escasez de ahorro, de escasez de acumulación, de escasez de capital. Para esquematizar con nitidez las razones de ello tal vez haya que forzar la imaginación y la capacidad especulativa hasta niveles heréticos. Pero, como bien podría valer la pena, es necesario correr el riesgo. En primer lugar, se requiere tener presente que, de acuerdo con Keynes, si el mercado establece automáticamente un nivel de empleo igual a YE, por debajo del nivel de pleno empleo (Y¡ ), dando lugar al desempleo involuntario (Y¡ - YE), es porque al nivel de pleno empleo (Y¡) se presentaría un exceso de ahorro sobre inversión planeada (RQ). ¿Por qué? Porque la propensión a consumir existente no permitiría convertir en consumo privado ese exceso de ahorro, y tampoco se convertiría en inversión planeada porque el nivel de la eficiencia marginal del capital (en relación a la tasa de interés) es tan bajo que tampoco lo permitiría. Pero, ¿por qué la EMK cae tan bajo cuando se alcanza el nivel de pleno empleo? Marx propone una respuesta (sección 3. 10. 1): porque a nivel de pleno empleo se ha agotado totalmente el "ejército de reserva". Por consiguiente, toda acumulación (todo ahorro) adicional, I después de alcanzado el pleno empleo, no es más ni menos que acumulación excesiva de capital, sobreacumulación con relación a las posibilidades que tiene ese capital para ser rentable, para valorizarse, ya que si los capitalistas insistieran en invertir ese ahorro, con el desempleo totalmente eliminado, lo único que lograrían sería un aumento de salarios y una drástica caída de la tasa de ganancia. En este "mundo Keynesiano" de exceso de capital, entonces, si el gobierno se encarga de consumir el exceso de ahorro que los particulares no consumirían ni invertirían, desaparece el exceso de ahorro que de otra manera tendría lugar al nivel de pleno empleo, desapareciendo con ello el exceso de oferta agregada sobre demanda agregada, manteniéndose así el equilibrio a nivel de pleno empleo, y permitiendo un nivel de empleo mayor (Y¡ - YE) que el que tendría lugar si el gobierno no participara activamente consumiendo I Nota para el lector avanzado: exactamente, todo incremento de la tasa de acumulación sobre la tasa de crecimiento de la oferta de fuerza de trabajo, dada una composición orgánica del capital. UNIVERSIDAD Di! ANTIOQUlA BIBLIOTECA CENTRAL ( 384 INTRODUCCION A 1A tal exceso de ahorro, El aumento neto de consumo real que logra el déficit fiscal es, pues, un medio de aumentar el nivel: de empleo en un "mundo Keynesiano". Un "mundo ricardiano", por el contrario, es un Inundo con "oferta ilimitada de fuerza de trabajo" para utilizar la afortunada fórmula con que el Premio Nóbel de Economía W. Arthur Lewis ha caracterizado al subdesarrollo. En este mundo, por consiguiente, la acumulación nunca ha sido suficien.te pa:a agotar el "ejército de reserva", para alcanzar el pleno empleo. Si al~n desempleo "involuntario" existe es, precisamente, porque ~~ ac~mula~lOn de capital ha sido insuficiente para emplear toda la población disponible. Aquí el desempleo no ha surgido como el resultado de una de~resl~n,. de un retroceso absoluto desde una situación de pleno empleo, pues esta ultima jamás se ha alcanzado debido a la insuficiencia ?el capital disponible, (dada una técnica y una estructura de la demanda). Aquí, para utilizar las palabras de Ricardo " ... al mismo tiempo que el capital es incrementado, el trabajo a que da l~gar el capital también es incrementado en la. misma prop~rc~ón" y, por tanto, "no existe ningún límite al empleo del capital ~lentras el rinda una ganancia ... " (Véase sección 2.2. 9, qu~.es necesario repasar para completar la argumentación presente). Aquí tode ~~mento del cons~o ?el gobierno a expensas del ahorro reduce la acumulación y, por tant?, elimina el empleo a que daría lugar el aumento de aquella o, en el mejor de los casos, implicaría un aumento de los empleos públicos a expensas del sector privado, sin ningún aumento en el empleo tot~~. Los mayor~s gastos del gobierno actúan reduciendo el empleo y la producción futuros, o dlSmmuyen~o la producción de los bienes y servicios demandados en el mercado a cambio de los servicios que consume el gobierno. Un. may~r em'pleo y una mayor producción no pueden salir entonces, en el mun?o nc~rdl~no,. del som~rero mágico del gasto público. Si acaso, aquellos ~odnan sa~irmas bien reducidos, El aumento de la demanda del gobierno solo logran a reducir la demanda privada (C + Ip) en una magnitud equivalente, P?r cuanto :n este mundo todo el ahorro encuentra siempre empleo productivo, es decir, todo ahorro adicional se convierte en Ip, lo cual equivale a decir que la oferta y la den:-an?a agregada coinciden siempre, o que se cumple la Ley de Sayo No hay nmgun exceso de ahorro (o de oferta) que esté obstaculizando el aumento de la producción y que necesite ser consumido por el gobierno para que aumente el nivel de empleo. Bajo condiciones de exceso de ahorro y desempleo involuntario, el déficit fiscal constituiría, entonces, el instrumento que Keynes estaba buscando, ya que no solamente permitiría resolver el problema del desempleo involunt,a:io sino que, además, satisface el requisito de que basta la volunt~d política para moverlo en la dirección y la magnitud adecuadas, cuando quiera que las LA ECONOMIA KEYNESIANA 385 circunstancias lo reclamen, a diferencia de la propensión a consumir, la eficacia marginal del capital, la tasa de interés y las exportaciones. Es decir, sería la poderosa palanca buscada para sacar a una economía capitalista de la depresión. Por supuesto, lo anterior no es todo. Una pregunta crucial permanece: ¿qué cosas absorben el gasto adicional del gobierno? ¿fábricas, maquinaria, equipo productivo?, ¿armas?, ¿obras públicas", ¿burocracia? Evidentemente no serían, las de la primera categoría, pues, como se ha visto en la sección 5. 1, Keynes buscaba una solución para preservar el capitalismo, no para sustituir paulatinamente la propiedad privada sobre los medios de producción por su propiedad pública. Aunque reconociendo la capacidad reactivadora que pueden tener sobre una economía deprimida ciertas desgracias como los terremotos y las guerras, a través de los gastos de reconstrucción y armamentismo que dinamizan la demanda agregada, ("La construcción de pirámides, los terremotos y aun las guerras pueden incrementar la riqueza, si la educación de nuestros gobernantes en los principios de la economía clásica (ortodoxa) se interponen en el camino hacia algo mejor". T. G., pág. 129), Keynes obviamente ha realizado su trabajo para ofrecer una alternativa racional al empeño de "soluciones" ciegas y militaristas como la fascista y la nazi que precipitaron la Segunda Guerra Mundial. Descartadas las dos primeras, y teniendo en cuenta el carácter "improductivo" de la burocracia, las obras públicas parecerían lo más adecuado al objetivo buscado por Keynes. No implican "desgracias" y ofrecen cosas útiles al hombre: vías públicas, puentes, bibliotecas, hospitales, parques, etc. Sin embargo, "¿qué hacer cuando se hayan construido todas las casas y carreteras y edificios públicos y presas eléctricas y acueductos, etc., que la población estacionaria del futuro puede requerir?", pregunta Keynes, transcribiendo una preocupación de '''la mente popular" sobre las posibilidades de la inversión pública. y ofrece respuestas para eliminar aprehensiones sobre la efectividad del gasto público como instrumento contra la persistente tendencia hacia el desempleo involuntario. Así, después de señalar el escepticismo del "sentido común" sobre las formas útiles del gasto público, pasa a señalar cómo para este sentido común "la actividad de cavar huecos en el suelo conocida como minería del oro, que no solamente nada añade a la riqueza real del mundo sino que implica la desutilidad del trabajo, es la más aceptable de todas las soluciones". (T. G., pág. 129). Y agrega: "El Antiguo Egipto era doblemente afortunado, y sin duda debía a esto su fabulosa riqueza, ya que poseía dos actividades que eran la construcción de pirámides y la búsqueda de metales preciosos, cuyos frutos, puesto que no podían satisfacer las necesidades humanas siendo consumidos, no entraban en decadencia con la abundancia. La Edad Media construía catedrales y cantaba réquiems, Dos pirámides, dos misas fúnebres, son el doble de buenas que una sola; en cambio, dos 386 INTRODUCCION LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA ferrocarriles de Londres a York no hacen el doble de bien que uno solo". (Ibid, pág. 131). En último caso, "Si la Tesorería del gobierno llenara viejas botellas con billetes, las enterrara a buenas profundidades en viejas minas de carbón que luego fueran rellenadas hasta la superficie con la basura de las ciudades, y dejara a la empresa privada, sobre la base de los probados principios del laissez-faire, cavar huecos para sacar los billetes otra vez (por supuesto, obteniendo el derecho para ello mediante ofertas de arrendamiento del territorio en cuestión), no habría más desempleo y, con la ayuda de las repercusiones, el ingreso real de la comunidad y su riqueza también se harían mucho más grandes que antes. De hecho, sería más racional construir casas y cosas parecidas; pero si hay dificultades políticas y prácticas para conseguir esto, lo anterior sería mejor que hacer nada". (Ibid, pág. 129). (Digásmolo más claramente. En último caso, ni siquiera es necesario construir. Si el gobierno repartiera el déficit fiscal entre los individuos necesitados o deseosos de consumir, la demanda de éstos sacaría a la economía de la depresión). En síntesis, "... nuestro argumento conduce a la conclusión de que en las condiciones contemporáneas el crecimiento de la riqueza, lejos de depender de la abstinencia de los ricos, como se supone comúnmente, más probablemente es impedido por ésta. Una de las principales justüicaciones sociales para la gran desigualdad de la riqueza es, por lo tanto, removida". (T. G. pág. 373). "Puede asegurarse que ... no sería difícil aumentar la cantidad de capital hasta un punto donde su eficiencia marginal caiga a una cifra muy baja ... (Esto sígniñcaría que) el rendimiento bruto de los bienes de capital durante el curso de sus vidas, como en el caso de los bienes de corta duración, apenas cubriría sus costos laborales de producción más una partida por riesgo y los costos de calüicación y supervisión ... aunque este estado de cosas sería completamente compatible con alguna medida de individualismo, esto significaría la muerte del rentista I y, consecuentemente, la muerte del poder opresivo acumulativo del capitalista para explotar la escasez del capital. Hoy en día el interés no es la recompensa a ningún sacrificio genuino, similarmente a la renta de la tierra ... Por lo tanto, veo el aspecto rentista del capitalismo como una fase transicional que desaparecerá cuando haya hecho su trabajo" (Keynes, T. G., págs. 375-76). Un capitalismo sin remuneración al capital como tal (!), con la tasa de interés igual a cero recompensando sólo el riesgo y la habilidad, es la visión Si el rendimiento total de la inversión solamente cubre costos laborales Y primas por riesgo y calificación, con cero intereses, la tasa de interés pura, que llama Key nes, habrá caído a cero. 387 de Keynes sobre el futuro del capitalismo. Después de concluir que esto estimularía el consumo, reduciendo la fuente de la acumulación excesiva . ' prosigue: "Los controles necesarios para asegurar el pleno empleo implicarían, por supuesto, una extensión grande de las funciones tradicionales del gobierno". (T. G. pág. 379). "Concibo, por lo tanto, que una socialización algo comprensiva de la inversión probará ser el único medio para asegurar una aproximación al pleno empleo; aunque esto no requiere la exclusión de todas las formas de compromiso y de medios a través de los cuales la autoridad pública cooperará con la iniciativa privada". (T. G. pág. 378). Keynes creía, además, que con estos medios de autocontrol interno para garantizar el pleno empleo la política mercantilista de luchar por una ventaja sobre los vecinos en los mercados externos perdería su razón de ser, con lo cual las guerras perderían su motivación principal. Sin embargo, quien tenga la tentación de aproximar esto al socialismo de Marx es advertido: "Pero más allá de esto ninguna razón obvia existe para un sistema de Socialismo de Estado que abarque la mayor parte de la vida de la comunidad. No es la propiedad de los medios de producción lo que es importante que el Estado asuma. Si el Estado es capaz de determinar la cantidad agregada de recursos destinada a aumentar los instrumentos y la tasa de recompensa de aquéllos que los poseen,' habrá logrado todo lo que es necesario". "Más aún, las medidas necesarias de socialización pueden ser introducidas gradualmente y sin un rompimiento con las tradiciones generales de la sociedad". (T. G., pág. 378). "Más aún, la teoría moderna (neoclásica) por sí misma ha llamado la atención hacia varias condiciones en que el libre juego de las fuerzas económicas debe ser frenado o dirigido. Pero permanecerá todavía un amplio campo para el ejercicio de la iniciativa y la responsabilidad privadas. Dentro de este campo las tradicionales ventajas del individualismo todavía se mantendrán bien. Detengámonos un momento para recordar estas ventajas. Son parcialmente ventajas de eficiencia +las ventajas de la descentralización- y del juego del interés propio ... Pero, por encima de todo, el individualismo, si puede ser curado de sus defectos y abusos, es la mejor salvaguardia de la libertad personal en el sentido de que, comparado con cualquier otro sistema, amplía grandemente el campo para el ejercicio de la elección personal. También es 1 Esto es, capaz de determinar el nivel de inversión y la tasa de interés. 388 INTRODUCCION la mejor salvaguardia de la variedad de la vida, que surge precisamente de este campo extendido de la elección personal, y la pérdida de la cual es la más grande de todas las pérdidas del estado homogéneo o totalitario. Porque esta variedad conserva las tradiciones que contienen las elecciones más seguras y exitosas de las generaciones pasadas; colorea el presente con .la diversificación de su fantasía; y, siendo la nodriza del experimento como también de la tradición Y de la fantasía, es el más poderoso instrumento para mejorar el futuro". (Keynes, T. G., pág. 380). 5.11 LA ECONOMIA KEYNESIANA A LA ECONOMIA La reacción ofertista 5.11.1 La influencia de la teoría general Juzgar hoy con precisión la influencia de la Teoría General de Keynes en las modernas economías capitalistas no es una tarea sencilla por dos razones: i- las cosas, tal como están hoy, nos parecen normales y tradicionales,. lo c1j@J .. dificulta la percepción de los dramáticos cambios que han ocurrido d~ante casi medio siglo en cuanto a la actitud y la acción del Estado en lieconomías capitalistas; y,ii- la tendenci~, a un~ .~~yor interv:en~ión e®hórriíca del Estado, a raíz de la gran.depresión, se micio con anterioridad a¡~a -publicacíón de La Teoría General, particularmente en !os Estados uhtdós, lo cual descarta la simplista hipótesis de que esta moderna transformación hubiera simplemente tenido su génesis en la obra de Keynes. Así, por ejemplo, aún antes de la posesión del Presidente Roosevelt en 193~, ~as primeras regulaciones para las instituciones hipotecarias Y el uso del crédito oficial para ayudar a empresas privadas al borde de la quiebra, por vez primera, se dictan en 1932. Entre marzo y junio de 1933, durante l?s famosos primeros 100 días del Presidente Roosevelt, el Congreso aprobo 15 leyes importantes, todas de intervención en la economía. ~?tre 193,3 ~ 1939, el gqpierno logró establecer 18 actas claves de regulaCI?n econom~:a, desde precios de sustentación a la agricultura, hasta un~, estricta regulación ~e los mercados financieros, pasando por la producción estatal de energía, el mercado laboral y la fijación de controles de calidad y mercadeo para muchos P!9ductos. Si antes de 1930 el déficit fiscal sólo ,se.ins.trumentaba exce~ d6nalrnente bajo condiciones de guerra, con superávíts físcales en los demas anos, a partir de 1931 esta tendencia se invierte, con los gastos del gobierno creciendo de menos de 50/0 en este año a un nivel de 100/0 por 1934 y por el:>final del decenio, antes de la Segunda Guerra Mundial. Hitler mismo h-abía puesto en práctica su propia vía de intervención estatal. Síri embargo, prácticamente ningún estudioso de la historia económica del siglo XX se ha atrevido a negar que hubo una "revolución keynesiana". En realidad, como con todos los libros iníluyentes, incluyendo El Capital 389 de Marx, sus efectos no han provenido tanto de haber planteado cosas absolutamente nuevas sino de haber sido capaz de recoger los problemas sobresalientes y el espíritu de la época, en haberles dado una estructura coherente y racional, y en haber apoyado sobre ésta, dándoles seguridad, un conjunto de acciones que, de otra manera, hubieran parecido irracionales, instintivas, inseguras, obscuras, sin dirección firme ni resultado preciso. Y, dentro de esta perspectiva, el triunfo de la economía keynesiana es innegable. Después de la Segunda Guerra Mundial, la teoría de Keynes se convirtió en la nueva teoría ortodoxa. Y éste no fue un triunfo meramente académico. Sus principios generales y su compleja estructura teórica se convirtieron en un instrumento de uso práctico y cotidiano de estadistas ministros, burócratas, analistas económicos y asesores. A su influencia . práctica en el mundo económico y político capitalista sólo es comparable la de Marx en el mundo socialista. Keynes revolucionó la teoría económica porque por vez primera la acción del gobierno pasaba a constituir parte integral y esencial de todo modelo científico que intentara explicar la realidad capitalista. Pero también revolucionó, o mejor, fue indispensable para revolucionar, que es lo que pueden las ideas, la realidad. Sus ideas y sus deducciones teóricas se convirtieron en la esencia de la política económica en los países capitalistas desarrollados. Preter:der resumir esto e~ una cifra sería ridículo, pero es imposible dejar de ~nalar q~e, por comienzos del decenio de los ochenta, los gastos del gobierno hablan ascendido a casi 330/0 del Producto Nacional Bruto en los Estados Unidos y que con cuatro excepciones mínimas desde comienzos de la década de los años cincuenta (finalizados los ajustes propios de la guerra) todos los años han presenciado un déficit fiscal. La tasa media decenal de desempleo se ha mantenido, por otra parte, hasta fines de los años setenta, por debajo de 60/0. 5.11.2 Nivel de precios y monetarismo Keynes critica la teoría cuantitativa clásica del dinero (sección 8. 10) por dos razones básicas: por no tener en cuenta la demanda de dinero por motivo especulación, Lz, (sección 5.8.2), lo cual la lleva a creer erróneamente que todo aumento en la oferta monetaria es siempre absorbido solamente por la demanda de dinero para transacciones (L¡). Por esta razón, según Keynes, la teoría cuantitativa clásica llega a suponer una relación constante entre la oferta monetaria y el valor de las transacciones (demanda de dinero para transacciones), es decir, una velocidad (global) de circulación del dinero constante (sección 18.9); y ii- por suponer que el sistema económico siempre tiende automáticamente hacia el nivel de pleno empleo, es decir, hacia la máxima producción posible, con lo cual sería imposible aumentar la í- 390 INTRODUCCION A LA ECONOMIA producción real ulteriormente, dando ello lugar a que todo aumento de la demanda por transacciones se traduzca en una mera alza proporcional de precios. De esta manera, los aumentos en la oferta monetaria serían absorbidos por un aumento en la demanda de dinero para transacciones, en su totalidad, lo cual ocasionaría un alza proporcional en el nivel de precios, sin afectar los niveles reales de producción y empleo. El dinero sería, así, completamente neutral frente a estas variables reales, sería un simple "velo monetario" de las mismas sin llegar a afectarlas realmente. Según Keynes, la demanda de dinero por motivo especulación se' forma en razón de las expectativas inciertas sobre el futuro (sección 5. 8.2). De acuerdo a esto, el postulado i- de la teoría cuantitativa clásica se daría estrictamente bajo condiciones de plena certidumbre del futuro, ya que en tal caso no habría demanda de dinero para fines especulativos. Dada esta condición, y la de pleno empleo, entonces las conclusiones de la teroía cuantitativa clásica serían ciertas. Pero, Keynes argumenta que el futuro es generalmente incierto por lo cual la demanda de dinero para especulación juega algún papel efectivo, impidiendo que siempre se mantenga una relación precisa y estable entre la oferta monetaria y la demanda de dinero para transacciones. (Es decir, parte de la oferta monetaria puede ser variablemente absorbida por la demanda para especulación, o sea que la demanda para transacciones -o el valor de las transacciones- no varía en la exacta proporción en que se ha modificado la oferta monetaria). Por consiguiente, concluye que la velocidad (global) de circulación del dinero (relación entre la cantidad de dinero y el valor de las transacciones de bienes y servicios), puede no tenerla estabilidad o constancia que la teoría cuantitativa sugiere (sección 18.9). De otro lado, como ya es suficientemente sabido, el punto central de Keynes es que las fuerzas automáticas de la economía conducen hacia un estado de desempleo involuntario, no de pleno empleo. Por consiguiente, el supuesto de que los niveles reales de producción y empleo son totalmente inelásticos tampoco es aceptado por Keynes. En síntesis, concluye que un aumento de la oferta monetaria puede ir acompañado de cierta inestabilidad de la velocidad de circulación del dinero (V) y de aumentos en los niveles reales de producción y empleo (Q). Es más, puesto que las variaciones de la oferta monetaria pueden afectar la tasa de interés y ésta, a través de la inversión, los niveles de la demanda efectiva, el dinero no podría considerarse como un medio "neutral", como un simple "velo monetario", frente a las variables reales (producción y empleo) de la economía, tal como suponía la teoría cuantitativa clásica. LA ECONOMIA KEYNESIANA 391 Pero es, evidente que si V es inestable y Q puede aumentar, el postulado de la teoría cuantitativa clásica de que un aumento en la oferta monetaria pro~uce u~ au~~nto proporcional en el nivel general de precios (P), es de~rr, una inflación proporcional, (o que MV = PQ, sección 18.9), se viene a tierra, ya que en tales condiciones todo nexo fijo entre M y P desaparece. Este punto es muy importante para Keynes porque, de un lado, la financiación del requerido déficit fiscal, (a través del crédito del Banco Central sección 1 8.5 Y 8.9), junto con el mantenimiento de tasas de interés relativamente bajas, par~ q~: su~ altos niveles no estrangulen la inversión privada, pueden implicar significativos aumentos de la oferta monetaria. Pero de otro lado Keynes considera aún cortas las palabras de Lenin de que la inflación a través de su corrupción del valor de la moneda y de la desestabilización económica y política que implica, (sección 1 8.11)" es el elemento más subversivo de la ~ocie.dad.:api~lis~a. S~ crítica áfateoría cuantitativa tiene, pues, una clara lmph?aClOn p~actlCa. Sin embargo, esto no significa que Keynes haya negado toda influencia de la oferta monetaria sobre el nivel de precios. En realidad en primer término, recon~ce que, ciertamente, cuando la situación de plen¿ empleo es alcanzada todo incremento en la oferta monetaria tiende a producir un e~tado "verda~era~ente inflacionario", no solamente en el sentido. de que el nivel de precios tiende a crecer en la misma proporción que la oferta monetaria, sino también en el sentido de que la tasa 'del salario nominal se mueve con la misma dinámica. Su discrepancia con la teoría cuantitativa clásica se ce~tra, ento?:es, como era de esperarse, en el supuesto de pleno ~mpleo qu.e siempre utiliza aquella, es decir, en el hecho de que con desempleoinvoluntario los aumentos de la oferta monetaria no conducen a un estado verdaderamente ~~acionario porque la producción real (Q) puede ser aumentada, es ela~tlCa. Al aumentar Q es obvio, entonces, que P no puede aumentar proporcionalments a M, ya que MV = PQ (sección 18.1l).¡Pero, tampoc? concluye Keynes que el nivel de precios permanezca estable. Debido a u?a sene de factores que toma en cuenta, como la escasez particular de ciertos recursos ~ la tendencia al aumento de los salarios a medida que va aumentando el nivel de empleo, Keynes llega al resultado final de que "Por tanto, en lugar de precios c??stantes en condiciones de desempleo, y de precios creciendo en proporcion a la cantidad de dinero en condiciones de pleno empleo, tenemos de hecho una condición de precios aumentando gradualme~te a medi~a que el empleo aumenta". " ... el efecto de los cambios en l~ cantidad de dinero ... se reparte parcialmente en un aumento de la cantidad ,de empleo y parcialmente en un aumento del nivel de precios" (T. G., pago 296). En otras palabras, Keynes concluye que, partiendo de una situación de desempleo involuntario, un aumento de la oferta monetaria acompañada I ( 392 INTRODUCCION A LA ECONOMIA de aumentos en el nivel de empleo produce un efecto intermedio sobre el nivel de precios: éste no permanece constante, pero tampoco se comporta como en un estado "verdaderamente inflacionario", como supone la teoría cuantitativa clásica, porque parte del aumento de la cantidad de dinero se traduce en un incremento del empleo y la producción. Podría decirse; entonces, que los aumentos de la cantidad de dinero resultantes de los déficits fiscales instrumentados para reducir el desempleo producen una presión inflacionaria muy moderada, que permite resolver el problema del desempleo masivo pero que no es desestabilizante para el sistema. En efecto en los Estados Unidos en la posguerra, durante la década de los años cincuenta, que presenció déficits fiscales en 7 años, la tasa de inflación (tomando como indicador el índice de ?recios al consumidor) tuvo ~~ promedio anual a 2.1010. Pero durante la decada de los ses~nta, ~~e preSenCl? déficits en 9 años, aunque todavía moderada, la tasa de inflación aumento a 2.7010 en promedio anual. Y, ya para la década de los setenta, que presenció déficits durante todos los diez años, la tasa de inflación se elevó a 7.90 lo anual. En 1979 superó el 9010 y en 1980 batió la marca de los dos dígítos, alcanzando 13.30/0. En 1981 continuó en el nivel de los dos dígitos con 12.40/0. Simultáneamente el déficit fiscal venía aumentando año tras año. Es más: junto a la aceleración de la inflación y el crecimiento del déficit, la tasa de desempleo en vez de disminuir aumentaba. Fue así como durante la década de los setenta empezó a experimentar niveles más altos que en las dos anteriores y por 1980 y 1981, los años de máxima inflación, empezó a crecer sobre todos los niveles anteriores de la posguerra, aproximándose a 10010, la cifra más alta observada desde la gran depresión de los años treinta. Además, esta situación apenas reflejaba lo que estaba ocurriendo en el conjunto de los países capitalistas desarrollados. Algunos países de Europa Occidental, como Italia, llegaron a presentar tasas de inflación aproximada a 20010, y la vieja metrópoli del sistema capitalista. mundial, Inglaterra, con una tasa de desempleo que superaba el 120/0 se situaba con relación a este indicador en una situación peor que la de muchos países subdesarrollados. Aparentemente, entonces, el control sobre la tasa de desempleo req~e~ía tasas de inflación y déficits cada vez mayores. Pero esta espiral indefinida parecía sacar la tasa de inflación de sus niveles moderados lanzándola hacia otros considerados peligrosamente desestabilizantes. Surgieron hipótesis sobre la capacidad del público para acondicionarse al nuevo medio inflacionario, anticipándose a la tasa de inflación, ajustando previamente precios, salarios y tasa de interés, de tal manera que para poder, producir algún efe.cto r:~l. como en el caso de la drogadicción, se requena de una tasa de inflación cada vez por encima de la anticipada s, por tanto, creciente. Se habló de una LA ECONOMIA KEYNESIANA 393 crisis de la economía keynesiana. Y, por supuesto, no podía faltar la tesis extrema de que la crisis no era a pesar, sino precisamente por causa, de la abultada intervención económica del Estado que había propiciado la filosofía keynesiana. Los principales representantes de esta última argumentación han recibido el nombre de "monetaristas" y, más recientemente, de "ofertistas", quienes abogan por una libertad de mercado llevada al máximo posible, porque el Estado reduzca drásticamente su papel en la vida económica hasta jugar un papel prácticamente neutral en la misma y, lo que es parte de lo mismo, porque se abandone el manejo keynesiano de la economía, es decir, porque se abandone la preocupación por el nivel de la demanda agregada, desviando su atención hacia los problemas de la capacidad productiva de la economía (de aquí la denominación que reciben de "ofertistas"). Entre los representantes más filosóficos del "ofertismo" que, como se habrá notado, implica un retorno a la Ley de Say (no preocupación por la posible existencia de una demanda insuficiente), figura el premio Nobel de Economía Friederich von Hayek (Austria). Y entre los más pragmáticos y activistas figura el también premio Nobel y profesor de la Universidad de Chicago Milton Friedman ("Escuela de Chicago"), quien ha sostenido que aún la gran depresión de los años treinta no fue el producto inevitable del mercado como tal sino de una intervención equivocada del gobierno. También es el autor de la propuesta práctica de que el gobierno se limite a garantizar un crecimiento de la oferta monetaria equivalente a la tasa de crecimiento del producto real en el largo plazo, para que este instrumento que ha caído necesariamente en sus manos, en razón de la naturaleza contemporánea del dinero, no pueda servir como un medio para su intervención en el mercado. Además ha abogado por drásticas reducciones de impuestos y del gasto público en los Estados Unidos, así como por la eliminación de muchas regulaciones legales y subsidios en diversos campos del mercado. Más recientemente, los "ofertistas" han planteado que el horror keynesiano a los excesos de ahorro y de capacidad productiva han propiciado una insuficiente formación de capital y un descuido por los incrementos de la productividad, es decir, un debilitamiento del aparato productivo que fuertemente presionado por la excesiva estimulación "artificial" (fiscal) de la demanda agregada podría ser fuente explicativa del recrudecimiento inflacionario. El apelativo de "monetarismo" tiene mucho que ver con su reivindicación de los fundamentos de la teoría cuantitativa clásica del dinero: supuesto de estabilidad de la velocidad de circulación del dinero y planteamiento de que el sistema, libre de distorsiones "artificiales", sujeto solamente a sus propias fuerzas tiende hacia el nivel de pleno empleo, por lo cual la emisión monetaria del gobierno, más allá de la tasa de crecimiento "natural" de la economía, tiende a ser siempre inflacionaria. Es decir, la emisión monetaria no se 394 INTRODUCCION A LA ECONOMIA desdoblaría parcialmente, como plantea Keynes, en un aumento neto del empleo. Si se intentara reducir las tesis "monetaristas", u "ofertistas", a su esencia última, quizás habría que detenerse en este postulado: el mercado libre, sin interferencias "artificiales" del gobierno, es el mecanismo más eficiente para asignar los recursos, no solamente en el sentido de la "eficiencia" de Pareto, entre usos alternativos, sino también en el sentido de que naturalmente es capaz de conducir la economía al nivel de pleno empleo, proposición netamente antikeynesiana, en su última parte por supuesto. Aunque con su propio énfasis y colorido, los ofertistas han tratado de revivir, doscientos años después, la virtud que dieron al ahorro los fisiócratas y Ricardo, y la virtud que dieron a las fuerzas libres del mercado los fisiócratas y Smith, aunque, ciertamente, con mucho más optimismo que Smith y Ricardo, ya que el primero explicó la caída en la tasa de ganancia por un "exceso" de acumulación y el último previó la posibilidad de un estado estacionario. Los ofertistas parecen, pues, revivir ciertas lecciones de la historia del pensamiento económico. Pero, paradójicamente, parecen ignorar otras. Es posible que, por algunos períodos limitados de rápidos cambios en la estructura de la economía, el problema de la formación de capital vuelva a ser relevante en las economías desarrolladas, pero hasta que no se demuestre cómo es posible, con la tasa de acumulación creciendo rápida e indefinidamente, que no llegue un momento en que el volumen de la acumulación es excesivo, es decir, en que se produce un exceso de "ahorro" en el sentido keynesiano, la proposición de que las fuerzas libres del mercado conducen automáticamente al pleno empleo no deja de ser un simple supuesto. La adopción de la Ley de Say sobre la base de tal supuesto prueba, pues, ser incapaz de refutar en general a Keynes. Y, mientras en tal estado permanezcan las cosas, debe concluirse que no se ha aportado ninguna razón válida para dejar de creer que la crisis de comienzos de los años ochenta hubiera sido mucho mayor y quizás semejante a la gran depresión de los años treinta si no hubiera estado allí el espíritu de Keynes, una tasa de inflación y un déficit fiscal que todavía dejan recordar a la "Gran Depresión" como una experiencia excepcional. - Apéndice A-V El multiplicador de la inversión -LaEMKyla evaluación de proyectos - El mercado de bonos APÉNDICE A-V EL MULTIPLICADOR DE LA INVERSIÓN A.5.l La propensión marginal a ahorrar y el multiplicador Con el desplazamiento de la demanda agregada desde DA hasta DA ': en el gráfico 5. 6.4, el equilibrio se desplaza de E a R y el ingreso nacional aumenta en /::,Y = Y¡ - YE, como resultado de un aumento en la inversión planeada igual a /::,Ip = R Q. Keynes llamó a /::,y//::, Ip el "multíplicador de la inversión", porque es un número que dice en cuánto aumenta el ingreso por cada unidad de aumento que ha tomado lugar en [p. Ahora bien, como en todo punto de equilibrio la inversión planeada es igual al ahorro (Ip = A), se sigue de ello que entre un punto de equilibrio y otro el aumento de la inversión planeada es igual al aumento del ahorro (/::,lp = /::,A). Por consiguiente, el multiplicador de la inversión (k, por brevedad) también puede escribirse como: /::'Y /::'Y /::'Ip /::,A k=- (ec. A. 5. 1) /::,y//::, A es el inverso de /::,A/ /::,Y, que se denomina la propensión marginal a ahorrar (PMAH), o a para simplificar, ya que dice en cuánto aumenta el ahorro por cada unidad de aumento en el ingreso. Puesto que en ningún caso APENDICE (A· XIV) INTRODUCCION A LA ECONOMIA 398 sería posible ahorrar una cantidad mayor que el ingreso de que se dispo~e, y, de otro lado, en toda sociedad moderna siempre se ahorra alguna fracción del ingreso, se tiene que: 0< t.A / t. Y < 1, ó O <a < ó l/a > 1 En síntesis, el multiplicador de la inversión (k) es el inverso de la propensión marginal a ahorrar (a) y es siempre mayor que la unidad. Esto es: k =l/a, (ec. A. 14. 2). y K> 1 porque a < 1. A.S.2 La propensión marginal a consumir y el multiplicador También se ha visto (sección 14. 4. 2) que el ahorro (A ) es igual al ingreso menos el consumo, o A = Y-C, de donde, el aumento en el ahorro (t. A) es igual al aumento en el ingreso (6 Y) menos el aumento en el consumo (6 C), o t.A::: 6 Y-6C, de donde, dividiendo a ambos lados de la igualdad por 6 Y se obtiene; t.A 6Y t.Y 6Y 6A --=-----0--= t.Y 6Y 6C 1--t.Y Es decir, la propensión marginal a ahorrar (~ A / 6 Y = a) es igual a la unidad menos la propensión marginal a consumir ( t. C / 6 Y = e), o a = 1- e Puesto que k k = l/a, 1 l-C eco A. 14. 2, entonces: -, (ee. A. 5. 3). Por lo tanto, el multiplicador de la inversión puede expresarse como el inverso de la propensión marginal a ahorrar, o como el inverso de la unidad menos la propensión marginal a consumir (1 - e). A.S.3 El tamaño del multiplicador 1, lo cual implica que t. Y I t.A > 1 399 De lo anterior se desprende que él multiplicador de la inversión será tanto mayor cuanto más pequeña sea la propensión marginal a ahorrar (ee. A. 5.2), o cuanto más grande sea la propensión marginal a consumir (ec. A. 5. 3), lo cual evidentemente es plenamente coherente con un mundo keynesiano en que el ahorro tiende a reducir la demanda agregada y el consumo tiende a aumentarla. En efecto, de un lado, cuando se realiza una inversión la demanda agregada aumenta en esta cantidad pero ahí no termina todo. El aumento de la Ip y de la DA produce un aumento en el nivel de ingreso de muchos individuos (perceptores de los salarios, rentas y ganancias), lo cual aumenta su consumo. De esta manera, al aumento de la demanda por el puro aumento de la inversión viene a sumarse un aumento residual o derivado por el aumento del consumo, que también tiene su efecto sobre el nivel de empleo. Esto explica que el multiplicador de la inversión siempre sea mayor que la unidad, es decir, que el ingreso (el empleo) aumente en una magnitud mayor que el puro aumento original de la inversión. De otro lado, este aumento "residual" o "derivado" que se produce en el nivel del consumo será, obviamente, mayor cuanto más grande sea la propensión a consumir, o cuanto más pequeña sea la propensión marginal a ahorrar, ya que de esta manera los aumentos en la demanda agregada serán proporcionalmente mayores. El multiplicador, es decir, la propensión marginal a consumir y la propensión marginal a ahorrar son, pues, determinantes inmediatos del impacto que sobre el nivel de empleo e ingreso real ( t. Y) tiene un aumento en la inversión. Esto, por supuesto, en un "mundo keynesiano" donde parte del ahorro se convierte en una sustracción a la demanda agregada, y el consumo, por el contrario, es una adición neta a la demanda agregada. Porque, en un "mundo ricardiano" un mayor consumo solamente significa una menor inversión (planeada) y, por consiguiente, no produce ningún aumento neto de la demanda agregada ni del nivel de empleo. Si la propensión marginal a consumir fuese igual a la unidad, y la propensión marginal a ahorrar igual a cero, ello no significaría, entonces, que el multiplicador sería infinito sino solamente que la Ley de Say se cumpliría y la demanda agregada no constituiría un obstáculo para aumentar el nivel de empleo. Se sigue de todo esto que, para - ( INTRODUCCION 400 APENDICE (A· XIV) A LA ECONOMIA 401 un hipotético país subdesarrollado, moviéndose en un "mundo ricardiano", en que no hay excesos de ahorro, un mayor consumo no implica un mayor nivel de ingreso, ni el multiplicador keynesiano tendría alguna relevancia explicativa. Puesto que 6 Y / 6 S es también el multiplicador de la inversión, cuyas características se han descrito anteriormente, sólo resta agregar que los multiplicado res del SB y del DF son iguales al multiplicador de la inversión, que depende inversamente de la propensión marginal a ahorrar y directamente de la propensión marginal a consumir. A.S.4 Generalización A.5.S Una aclaración sobre el ahorro y la inversión del multíplícador Pero, como se ha visto, bajo determinadas circunstancias, es posible que la demanda agregada, y con ella el nivel de empleo y de ingreso aumenten, es decir, que la línea DA se desplace hasta DA" en el gráfico 5. 6.4, no sólo como resultado de un incremento en Ip, sino también como resultado de un superávit en balanza comercial (SB) o de un déficit fiscal (DF). Por esta razón puede decirse que también existe un multiplicador del superávit en balanza comercial y un multiplicador del déficit fiscal. Se ha visto cómo el equilibrio, la igualdad entre la oferta y la demanda agregadas, está determinado por la igualdad entre el ahorro (A) y la inversión planeada (Ip), (sección 5. 6. 2). Y, por ello mismo, que en desequilibrio, los excesos de oferta agregada o de demanda agregada están determinados por las diferencias entre el A y la Ip, siendo iguales a: El primero, multiplicador del SB, se define como donde Islni es el incremento (positivo o negativo) de los inventario s indeseadoa 6 Y/ 6 (SB), dice cuánto aumenta el ingreso por cada unidad de aumento en el SB. A - Ip = 6Ini, (ec. A. 5. 5. 1), 6 Ini también suele recibir el nombre de Inversión no deseada, no intencionada o no planeada. De esta. manera, se tendría que por definición la inversión total (IT) es siempre igual a la planeada (Ip) más la no planeada (6Ini), o: multiplicador del DF puede definirse como IT == Ip + tslni; (ec. A. 5. 5. 2), 6 Y / 6 (DF), es 'decir, dice cuánto aumenta el ingreso por cada unidad de aumento en el DF. Solamente en el caso en que 6 Ini = 0, es decir, cuando A = Ip, o sea en equilibrio, se tendría que IT = Ip. Puesto que el SB y el DF lo único que hacen es absorber los excesos de ahbrro, cumpliendo en este sentido una función idéntica a la inversión plgneada, el ingreso nacional aumentará hasta que todo incremento en el ahorro ( 6 S) haya sido absorbido por 6 (SB) o 6 (DF), según el caso. De otro lado, de acuerdo a la definición de 6 Ini; como el exceso de ahorro sobre inversión planeada, (ec. A. 5. 5. 1), se tiene que, por definición: Para el caso del SB, se tiene entonces que, en equilibrio Y, puesto que, también por definición,Ip A 6S== 6(SB), dedonde 6 Y / 6(SB) == 6 Y / 6S Y, pata el caso del déficit fiscal, se tendría, en equilibrio: 6S de donde ,= 6 (DF), 6 Y / 6 (DF) A =Ip + tslni: == 6 Y / 6 S. = IT, + 6Ini==IT,(ec. A. 5. 5. 2),entonces: siempre. En otras palabras, por definición el ahorro es siempre igual a la inversión total, pero solamente es igual a la inversión planeada cuando IT == Ip, o sea cuando 6 Ini == 0, es decir, cuando la oferta y la demanda agregada son iguales. No debe confundirse, pues, la proposición de que el ahorro es igual a la inversión total, lo cual es cierto siempre, con la de que el ahorro es igual a la inversión planeada, lo cual es cierto solamente cuando la oferta y la demanda agregada son iguales, o sea en equilibrio. 402 INTRODUCClON A LA ECONOMIA A.5.6 La EMK y la evaluación de proyectos de inversión Volviendo a la sección 14. 7. 1, para entender la definición Keynesiana de la eficiencia marginal del capital (EMK) parece indispensable aclarar los conceptos básicos que la componen y que son los siguientes: i) ii) iii) iv) Tasa de Descuento Valor Presente Retornos Esperados Precio de Oferta (d) (VP) (Re) (Po) Las significaciones de la d y del VP son interdependientes, puesto que puede definirse la d como un coeficiente que permite transformar un VP en valor futuro (VF);-o a la inversa: un VF en VP. Para aproximarse a la lógica de esta transformación, es necesario partir de la base de que en la vida económica normal la "oportunidad" tiene un costo. Tal vez esto sea completamente obvio para un ciudadano común, quien seguramente manifestaría que no es lo mismo recibir su almuerzo diario durante treinta días que recibir sus treinta almuerzos el último día del mes. Aunque, de todas maneras, treinta almuerzos son treinta almuerzos, el momento o fecha de recibo, es decir, la "oportunidad" juega un ímportantísimo papel en la vida económica. De la misma manera, no es lo mismo recibir un automóvil para disfrutrarlo ya, que recibirlo dentro de diez años, ni, en general, recibir cualquier suma dada de dinero hoy que recibirla en un período futuro. Usualmente, ante la misma suma de dinero, la gente prefiere la anticipación a la dilación, el presente sobre el futuro, y está dispuesta a pagar un costo por esa anticipación, y a cobrar un costo por cualquier dilación. y la "tarifa" que determina ese costo es precisamente la "tasa de descuento" (d). En general, existen innumerables tasas de descuento, pues cada individuo puede tener una propia en cada momento particular, así como se obtiene una específica para cada proyecto de inversión distinto. Ahora bien, entre esa multitud enorme, como ocurre con la gente, existen unos individuos más discretos que otros y unos más famosos que los demás, llevándose la palma de la popularidad entre las tasas de descuento una que se mueve cotidianamente en el mercado financiero y recibe el nombre de "tasa de interés". "La" tasa de interés es, pues, una entre muchas tasas de descuento; la más famosa, o popular, o conocida, entre todas, debido a que la "inversión" financiera en depósitos que pagan interés es una alternativa abierta a cualquier persona ordinaria que tenga ingresos; pero, por supuesto, que sea la más popular de la multitud no significa que sea la única, cometiéndose un gravísimo error en el caso de esa confusión. Puede aprovecharse, entonces, esa familiaridad y popularidad de la tasa de interés (i), para ilustrar la conversión de un VP en VF, y viceversa. Supon- APENDICE (A - XlV) 403 gamos que una persona está dispuesta a aceptar la i que se paga normalmente en el mercado financiero como su costo de "oportunidad" por la dilación en disponer de $10 millones de su propiedad, que posee en el momento presente. El VP inicial de esa suma de dinero es, pues, $10 millones. Si la i anual es, digamos de lOa/o, o sea 0,1, entonces dentro de un año esa persona podrá reclamar sus $10 millones más intereses equivalentes a 0,1 x $10 millones = $1 millón, para un total de $11 millones. Por lo tanto, dentro de un año el VF de esa suma es $11 millones. Indicando las operaciones realizadas, con sus símbolos, se tiene: VF = VP + (i) (VP) = VP (1 + i) I Ahora bien, si suponemos que ha pasado un año, dicho valor futuro, VP ( 1 + i), será el valor presente al comenzar el segundo año. Por consiguiente, aplicando la fórmula general, al finalizar el segundo año el valor futuro será: [VP(1 + i)] (1 +i) = VP(1 + iP Si suponemos que ha pasado otro año, entonces al iniciarse el tercer añal VP( 1 + ~)2 será el valor presente, y el VF al finalizar ese tercer año será: [VP (1 + ij2 1 (1 + i) = VP (1 + i)3 y así sucesivamente. De esta manera, en general, al finalizar el año n, el VF de la suma inicial (VP) será: VP(l + i)n. Es decir: VF = VP(1 + i)n ó VP = VF (1 +i)n son las fórmulas que permiten transformar un valor presente en valor futuro, o un valor futuro en valor presente, cuando la tasa de descuento es la tasa de interés (i). Pero, como se ha señalado que i es apenas un caso específico entre la multitud de tasas de descuento, d, en general, dichas fórmulas se convierten en VF VP(1 + d)n ó VP VF (1 +dJ! donde d es cualquiera de la multitud de tasas de descuento posibles. Estas fórmulas definen, entonces, de manera más precisa que los ejemplos intuítívos los conceptos de VP, VF y d, que realmente son interdependientes ( 404 INTRODUCCION APENDlCE A LA ECONOMIA entre sí. Se observa, precisamente, que d es el factor que permite transformar VP en VF, o viceversa, dado el número de años o períodos. Para referirse a la fórmula de la derecha, también suele indicarse que el VP es un valor futuro (VF) "descontado". Esa es, pues, la fórmula del "descuento". Los retornos esperados son, simplemente, los ingresos anuales que se espera o estimapercibir a lo largo de la vida útil del proyecto de inversión: (Re)!, (Re)2, (Re)3 .... (Re)n. En la elaboración y evaluación de proyectos de inversión estas estimaciones se basan en estudios y prospecciones muy detallados de los precios y la demanda. Finalmente, el precio de oferta es lo que puede considerarse el "precio normal. de producción" de los activos de inversión en referencia (instalaciones, equipamíeato, maquinaria, etc.). Para apreciar la importancia de este conceptotal vez sea mejor recurrir al siguiente ejemplo. Supóngase que el proyecto de inversión en consideración es una fabrica de camisas y que el propietario dlfun edificio, al borde de la quiebra y presa de la desesperación, lo vende m~ybarato para instalar ahí la camisería. Debido a esta compra tan favorabl~(ese proyecto para producir camisas puede resultar rentable, aunque debid~'a las demás condiciones del mercado (costos de la tela, servicios, salarios y ptiCíos del producto) hubiese resultado un verdadero fracaso. De acuerdo cQn esto, comprar edificios baratos resulta un buen negocio, y producir esas cá"fuisasuno pésimo, pero el evaluador puede ser llamado a engaño sobre las conclusiones verdaderas si en vez de considerar el "precio normal" del edificio sólo toma en consideración el precio excepcional determinado por circunstancias tan accidentales de las transacciones. Lo correcto en este caso parecería, entonces, evaluar por separado el negocio de finca raíz y el de la producción de camisas como tal, para lograr lo cual se utiliza en este último caso el precio de oferta de los activos de inversión. . E~aminados los conceptos básicos, puede procederse, entonces. a expresar la definición de Keynes a través de la siguiente fórmula general: (Re)! (Re)2 (Reh -1-1- -----Po = --(1 -1- d) (1 -1- dj2 (1-1- dJ3 -1- •••• (Re)n -1- ---- dónde la suma de los VP de los retornos anuales esperados en los años futures de vida del proyecto es igual al precio de oferta (costo) de la inversión. Se parte, por supuesto, de la estimación de este último (estudio de costos) y de los ingresos esperados (estudio de demanda), quedando d como la incógnita a despejar en ese polinomio de grado n. La única forma de proceder en tal caso es.por tanteo. Se asigna un valor para d, digamos 0,1, y si éste resulta muy pequeño, es decir, la suma de los VP resulta mayor que .Ea, se asigna uno ma- (A· XIV) 405 yor, digamos 0,2. Si éste resulta muy grande, es decir, la suma de los VP da menos que Po, entonces debe asignarse un valor menor que 0,2 pero mayor que 0,1, yasí sucesivamente, interpolando, hasta encontrar el valor para d que iguale la suma de los VP con~o. Ese valor para !i.que logra la igualdad es la eficiencia marginal del capital (EMK). Lógicamente, este trabajo lo realizan de manera automática los computadores o las calculadoras financieras, de manera que su descripción es realmente útil para efectos de entender con precisión el significado de los conceptos. Por otra parte, como se indica en la sección 5.7.2. la EMK no tiene relevancia de manera aislada, sino en comparación con la tasa de interés (i), de lo cual se deduce la función de la inversión. Por ello resulta necesario proceder a esa comparación, para lo cual se puede reescribir la fórmula anterior restando a ambos lados de la ecuación Po, o sea los costos de la inversión (Po = C, para mayor simplificación): (Re)! -C -1---- (H d) -1- -1- (Re)2 (HdP (Re)" (Re)3 -1-... -1----- (HdP que es la forma de expresión más usual, donde d también recibe el nombre de Tasa Interna de Retorno (TIR). Evidentemente, si todos los datos de esa fórmula permanecieran idénticos, pero en el denominador se sustituyera d (la TIR) por ..!..(latasa de interés), se tendría lo siguiente: - -C-I- VPN (Re)! (Re)2 (Re)3 -1- (Hi) -1- (HiP (HiP (Re)n -1.... -1---- (l+i)" Es decir, si para descontar, o traer a valor presente los retornos esperados, se utiliza la tasa de interés (i) en lugar de la EMK o TIR el resultado recibe el nombre de Valor Presente Neto (de los beneficios), VPN, y ya no será necesariamente cero, puesto que, en general, i 1=d. Más especfficamente, como es evidente de la comparación de las dos últimas ecuacíones: Si Si Si > < d => VPN d d => VPN => VPN rP < > rP rP Lógicamente, sólo cuando el valor presente de los beneficios netos, VPN, es positivo un proyecto de inversión puede considerarse rentable, ya que sola- 406 INTRODUCCION A LA ECONOMIA mente en ese caso la EMK (o TIR, d) es mayor que la tasa de interés, en concordancia con el razonamiento de la sección 5.7.2. De otro lado, en la evaluación de proyectos de inversión también interviene de manera ineludible el análisis de la sección 3.9, sobre los beneficios y costos sociales del mercado ya que estos pueden diferir, como se explica allí, de los beneficios y costos puramente privados. En general, la evaluación de todo proyecto de inversión, que se sintetiza en la estimación de r!:..yel VPN, se realiza tanto desde el punto de vista financiero o privado (costos y beneficios para el inversionista privado), como desde el punto de vista social o económico (costos y beneficios para la sociedad en su conjunto). A.S.7 El mercado de bonos En realidad las fluctuaciones de la tasa de interés, descritas en la sección 5.8.4, ocurren a través de la interconexión entre el "mercado de dinero" y el "mercado de bonos". Un bono es una obligación, papel o título de deuda libremente negociable en las bolsas de valores y los mercados financieros en general caracterizado por poseer un valor futuro fijo que el emisor del bono (usualmente una empresa) se compromete a hacer efectivo ante el portad~r en la fecha futura dada. Dicho valor futuro también es llamado el valor nominal del bono, puesto que aparece explícitamente denominado en el título de deuda, y obviamente, como se vio en la sección anterior, a ese valor futuro corresponde un valor presente, que no es otra cosa que el valor futuro descontado. El valor presente del bono, a su vez, es el precio al cual ese papel financiero se compra y se vende hoy en el mercado bursátil o los mercados financieros en general, obedeciendo a las leyes de la oferta y la demanda, como cualquier mercancía. Es decir, si la oferta de bonos a~me?ta con r~lación a su demanda, su precio de mercado (valor presente) disminuye, y S1 la demanda aumenta con relación a su oferta, su precio de mercado (valor presente) aumenta. Como es apenas obvio, la utilidad de los.compradores de bono~ es la diferencia entre el valor nominal (o valor futuro) del bono y su precio de mercado (o valor presente). Pero, en realidad, esa utilid~~ no e~ otra cosa que el interés devengado sobre un préstamo, ya que adquirir un titulo de deuda o bon? no es sino una forma de colocar recursos a crédito. Puesto que el valor nominal es fijo, el interés devengado aumenta, entonces,. cu~ndo el pr:cio de mero cado (o precio efectivo de adquisición) del bono disminuye, y ~ceversa. Por consiguiente, la tasa de interés fluctúa inversamente con el precio (de mercado) de los bonos. (Más precisamente, debe recordarse de la sección anterior que APENDICE VF/VP = (1 (A· XIV) + 407 i}" , de donde, dados n y VF, ~varía inversamente ante los cambios de VP). De esta manera, cuando existe un exceso de liquidez en el mercado de dinero, el público intenta convertir dicho exceso en bonos, sobre los cuales obtiene una rentabilidad. Pero el aumento de la demanda por bonos eleva su precio de mercado (valor presente) y ello implica una reducción en la tasa de interés. Similarmente, cuando existe un déficit de liquidez en el mercado de dinero, el público intenta vender bonos (o títulos de deuda) para obtener la liquidez que le hace falta. Pero el aumento de la oferta de bonos reduce su precio de mercado (valor presente), lo cual implica un aumento en la tasa de interés. ( Post-capítulo (V) Una nota sobre Kaleckí POSTCAPÍTULO (V) UNA NOTA SOBRE KALECKI En un ensayo intitulado "Kalecki y Keynes", Joan Robinson, discípula notable de este último y a quien en el Prefacio de "La Teoría General" Keynes agradece su ayuda para la edición final del libro, dice: "La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero en enero de 1936. Entre tanto, sin ningún contacto con uno Michal Kalecki había encontrado la misma solución. Su obra, la Teoría de los Ciclos Económicos, publicada en polaco en claramente el principio de la demanda efectiva de forma fue publicada u otro campo, Ensayos sobre 1933, expresa matemática". La obra de Kalecki presenta además otras contribuciones notables. Ha suministrado, quizás, la explicación más sistemática y detallada de los mecanismos de crisis y recuperación del ciclo económico y recogió, por vez primera dentro de la explicación de la dinámica del crecimiento, la estructura de competencia monopolística de la economía, que resumió en su concepto de "grado de monopolio". El hecho de que su obra, aunque publicada tres años antes que la de Keynes, estuviese escrita en polaco, cuando era en Inglaterra y en Estados Unidos, en inglés, donde se libraban todas las confrontaciones teóricas de vanguardia; el hecho de que su formación teórica descansara sobre el modelo de Marx, lo cual, a diferencia de Keynes, le dificultaba la comunicación con las academias ( ( 412 INTRODUCCION A LA ECONOMIA económicas de los países capitalistas, desarrolladas sobre las ortodoxias neoclásicas, y el hecho mismo de que Keynes fuera uno de los más brillantes miembros de estas academias, lo cual daba un inmenso prestigio teórico y práctico a su obra, terminaron haciendo que se difundiera y popularizara una "revolución keynesiana" y no una "revolución kaleckiana". Pero, en un gesto paradigmático de modestia, Kalecki se apresuró a reconocer que, en términos de influencias objetivas, las condiciones externas le habían sido desfavorables y se había configurado una "revolución keynesiana" objetiva, real. En 1964, Kalecki escribió un artículo titulado "Aspectos Políticos de 1Pleno Empleo" en el cual predijo la reacción antikeynesiana, a nivel de ciertas vertientes tanto teóricas como políticas, reacción que en su concepto, de ser exitosa, podría llegar a configurar una nueva modalidad de ciclo económico con motivaciones políticas*. Capítulo VI La economía Poskeynesiana • Sobre Kalecki, véanse además las secciones 6.5.2 y 6.5.3 CAPÍTULO VI LA ECONOMÍA POSKEYNESIANA 6.1 Introducción En primera instancia, el concepto de economía poskeynesiana puede prestarse, en sentido amplio, para una periodización histórica, englobando el conjunto de desarrollos teóricos posteriores a la obra de Keynes. Sin embargo, siendo útil y significativa tal periodización, referida a la segunda mitad del Siglo XX, el término de economía poskeynesiana también suele ser utilizado en un sentido más estrecho, para hacer referencia a una tendencia doctrinaria reciente, difícil de definir de manera breve y exacta, debido a la heterogeneidad de sus contenidos y contribuyentes, pero con una presencia real e importante en el desarrollo del pensamiento económico contemporáneo, como se verá más adelante. Puesto que ambos sentidos del término señalan campos dignos de exploración y conocimiento, se aprovecha aquí esa ambivalencia para ampliar un poco más el campo de estudio, en los dos sentidos, aunque aclarando en su debido momento el cambio de significación, para lo cual parece más práctico referirse a la escuela poskeynesiana o al poskeynesianismo cuando quiera dársele al término su significación más estrecha. En realidad, la segunda mitad del Siglo XX, y con mayor énfasis a partir de los años setenta, se asocia con un florecimiento de la diversidad teórica y de la predisposición entre un número creciente de pensadores para combinar distintas fuentes doctrinarias, rompiendo o permeando los límites que en otras épocas se consideraban rígidos y excluyentes. La principal causa de ello fue, quizá, la desilusión con las fórmulas simples y mecánicas, y con la pre- ( 416 INTRODUCCION A LA ECONOMIA tensión de que una sola doctrina de las tradicionales, excluyendo todas las demás, podía ser suficiente para enfrentar los complejísimos problemas de la vida económica real. Para decirlo de una manera esquemática, pero tal vez clarificante, se tomó conciencia de que para el dominio del conocimiento económico no era suficiente una sola doctrina llámese ésta clásica marxista . neoclásica o keynesiana, como alguna vez se h'abía pretendido con' exceso d~ simplismo y también de dogmatismo, sino que resultaba indispensable el dominio simultáneo de todas ellas. No resulta por azar, entonces, que los desarrollos teóricos recientes, aunque con sus propios y característicos acentos ideológicos, constituyan en gran medida una labor de síntesis y de recomposícíones más complejas, buscando ensamblar novedoso s elementos dentro de una estructura básica más amplia y flexible que la constituida por el contexto de una sola doctrina tradicional, limitada y aislada de las restantes contribuciones al pensamiento económico. En términos generales, los desarrollos teóricos posteriores a la obra de Keynes más significantes y representativos se han concretado en la Síntesis Neoclásica, en la Escuela Neoricardiana y en la Escu~la Poskeynesiana, cuyas principales características son esbozadas a continuación . .~ 6.2 fLa síntesis neoclásica y el modelo IS-LM ~ 6.2.t, Microeconomía y macroeconomía :::.,,-' . .t 1" jlP "1¡Ii En elúltimo capítulo de su Teoría General, Keynes plantea que la falla principal del mercado se refiere al empleo global de los recursos, y no a su empleoalternativo, aspecto éste que consideró adecuadamente tratado por la economía neoclásica (ortodoxa), en la medida en que no se sintió obligado a intentar una reconstrucción de esa parte y, por el contrario, llegó hasta reconocerlesus alcances en esa temática. De esta manera, dejó suscrita una invitacíónque parecía irresistible para los economistas neoclásicos (Capítulo XIII), una yez hubiesen aceptado, por supuesto, los errores de su teoría en cuanto a los determinantes del volumen global de empleo (secciones 5.2 y5.3). Esa invit~íón era, naturalmente, la de extirpar del cuerpo neoclásico su teoría del desempleo (voluntario) y sintetizar el cuerpo restante con la teoría keyrteslana o "general" del empleo. Esta operación quirúrgica, o "Síntesis Neoclásíca", empezó a realizarse casi inmediatamente después de publicada la Teoría General de Keynes y se caracterizó por varios procedimientos que a la postre resultaron muy delicados. Cabe mencionar en primer lugar, por la importancia que tales asignaturas han tenido en generaciones de estudiantes de economía, que se optó por bautizar como "Microeconomía" al cuerpo neoclásico purgado de su teoría del empleo global (Capítulo XIII) y como "Macroeconomía" a la teoría keynesiana del émpleo (Capítulo XlV), aunque introduciéndole algunas cualiñcaciones, L.\ ECO:'lOMIA POSKEYNESIANA 417 como se verá más adelante. En primera instancia este bautismo parecía tranquilizar a todo el mundo pues, como se apresuran a "explicar" los textos más ortodoxos, la "Micra" se ocupa de lo micra (pequeño o individual) mientras que la "Macro" se ocupa de lo macro (grande o agregado), complementándose por lo tanto de una manera perfecta, a simple vista de los nombres, esos dos componentes. Sin embargo, al observar más de cerca el problema tales nombres en sí resultaron un tanto desafortunados. En primer término, se introdujo una distinción que nunca antes había existido en la historia del pensamiento económico y que una proporción. creciente de tratadistas empezó a mirar, con desconfianza. En general, tales nombres contribuyeron más a disimular que a esclarecer la verdadera naturaleza del problema de la síntesis, que no es entre lo micra y lo macro, sino entre lo neoclásico y lo keynesiano, y todo factor que oscurezca el planteamiento de los problemas no puede considerarse como una contribución positiva a su solución. Y, en segundo término, la llamada "Microeconomía" fue una "Macroeconomía" (la teoría ortodoxa del empleo) y sigue siendo una Macroeconomía, para constatar lo cual resulta suficiente llegar hasta las últimas páginas de cualquier texto usual de esa materia, en las cuales se analizan explícitamente problemas tales como las "c,,:rv:as de i?~feren~ia colectivas", los criterios de compensación para definir un máximo bienestar social y el equilibrio general (del sistema económico en su conjunto) . 6.2.2 Las funciones 18 Y LM Otro procedimiento, a través del cual tomó su forma definitiva la síntesis, fue el desarrollo del modelo IS - LM, el cual tuvo como base un artículo crucial de John Hicks (Premio Nobel en 1972), titulado Mister Keynes y los Clásicos, y publicado en 1937. Este modelo permitió recoger los planteamientos f~~~a~ental:s de Keynes dentro de una estructura más amplia, la cual posibilitó simultáneamente algunas respuestas y críticas ortodoxas a las conclusiones keynesianas más radicales que, de esa manera, aparecen dentro del modelo como casos extremos de las alternativas posibles. La labor de desarrollo y detallamiento del modelo prosiguió con gran ímpetu hasta el decenio de los setenta, y por ello su exposición completa abarca la totalidad de un texto típico de "Macroeconomía". No obstante, es posible captar una radiografía de ~u estructura básica a través del examen de las funciones IS (InvestmentSaving) y LM (Liquidity-Money], cuyo papel fundamental se intuye del mismo hecho de que el modelo en su conjunto tome su nombre de ellas. La .función 18 describe el comportamiento del nivel de ingreso o producto nacional real (Y) ante variaciones de la tasa de interés (i), bajo la condición 418 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONO~!IA POSKEYNESIANA de que la oferta y la demanda agregadas guarden su equilibrio, esto es, que se conserve el equilibrio entre el ahorro y la inversión o, lo que es lo mismo, que la economía se sitúe en el nivel de la "demanda efectiva". (Sección 5. 6). "Si i disminuye, dada una función estable de la eficiencia marginal del capital, entonces la inversión planeada (Ip) aumenta, como establece la Función Keynesiana de la Inversión (sección 5.7.2). Pero el aumento en Ip desplaza la función de la demanda agregada hacia arriba (gráfico 5.6.4), estableciendo el nuevo equilibrio entre ahorro e inversión, o entre oferta agregada y demanda agregada, en un nivel mayor de la demanda efectiva y del ingreso real. Esto es lógico, puesto que si ha aumentado la lp, para mantenerse en igualdad con el nivel de ahorro (A), éste debe aumentar, pero no podría hacerla, de acuerdo con la función keynesíana del consumo y el ahorro (sección 5.5.2), a menos que el nivel de ingreso aumente. Por consiguiente, la función IS establece que Y aumenta cuando i disminuye, Ceteris Paribus, resultado que se ilustra en el WáficO'6.2.1. - GRÁFICO 6.2.1 LAS FUNCIONES IS m, Por su parte, la función LM describe el comportamiento de la tasa de interés (i) ante variaciones del producto o ingreso nacional real (Y), bajo la condición de que la oferta y la demanda de dinero mantengan su equilibrio. Si Y aumenta, dada la velocidad de circulación del dinero, V, y dado el nivel de precios, P, ello significa que el público requerirá una mayor cantidad de dinero para-hacer las transacciones de ese producto real incrementado, es decir, la demanda de dinero por motivo transacciones, L1 = f(Y), aumenta, lo cual desplaza la función de la demanda total de dinero (L 1 + L2) hacia la derecha. (Sección 5.8.2). Dada una oferta monetaria, M1, el nuevo equilibrio en el mercado de dinero no puede establecerse sino a una tasa de interés mayor. Esto es apenas lógico, pues con una oferta dada de dinero el aumento de la demanda equivale a un exceso que el mercado elimina a través de aumentos en la tasa de interés, dada la competencia entre los demandantes. Por consiguiente, si Y aumenta, Ceteris Paribus, i también aumenta como condición para mantener el equilibrio en el mercado de dinero, lo cual determina una pendiente positiva para la función LM, como se observa en el gráfico 6.2.1. También muestra este gráfico que el conjunto de todos los puntos posibles (Y, i) se divide en cuatro categorías: i) puntos que están por fuera de ambas funciones IS y LM, como C; ii) puntos que pertenecen sólo a la función IS pero no a la función LM,~omo A; iii) puntos que pertenecen a la función LM pero no a la función IS, corno B; y, iv) puntos que pertenecen simultáneamente a IS y LM, siendo posible solamente la existencia de uno, que no puede ser otro que el punto E. En la categoría i) se presenta un desequilibrio simultáneo entre ahorro e in-;ersión (fuera de IS) y entre oferta y demanda de dinero (fuera de LM), lo cual implica que se desatarán procesos simultáneos de ajuste a través de variaciones en la tasa de interés (i) y el nivel de 419 y LM LM B ingreso (Y). (Los procesos de ajuste, a través de Yo N, cuando el ahorro y la inversión están en desequilibrio, y a través de i cuando el mercado de dinero se encuentra en desequilibrio, se han explicado en las secciones 5.6.2 y 5.8.4, respectivamente). En las categorías ii) y iii) habrá un equilibrio inicial por un lado y desequilibrio por el otro, pero ello implica también procesos simultáneos de ajuste a través dei e K, puesto que resulta imposible modificar i sin afectar Y a través de la inversión, o modificar Y sin afectar i, a través de la demanda de dinero para transacciones. Finalmente, los dos equílibrios son de esa manera interdependientes y sólo pueden sostenerse simultáneamente, lo cual significa que a través de los ajustes el sistema económico tiende hacia y que la tasa de interés y el nivel de ingreso real se determinan de manera interdependiente y simultánea, como muestran los valores YE, i§ para el punto E, en el gráfico 6.2.1. s. 6.2.3 Monetaristas y fiscalistas en la síntesis neoclásica Las funciones IS y LM son particularmente útiles para contrastar los efectos de las políticas monetaria y fiscal, efectos que se expresan a través de las pendientes de las funciones, por lo cual resultan imprescindibles unas breves palabras sobre ello. En primer término, debe recordarse la existencia de un nivel mínimo para la tasa de interés, por debajo del cual ésta no puede caer en el mercado de dinero (sección 5.8.2), pudiendo llegar a configurarse una "trampa de la liquidez" (sección 5.8.5). Esto significa que a ese nivel míni- 421 INTRODUCCION A LA ECONOMIA L.\ ll'l)'\l)\ll.\ l'O~KFY:'\FSL\:'\.\ mo la función LM se vuelve horizontal, tal como muestra el gráfico 6.2.2. De otro lado, es evidente que existe un límite teórico al crecimiento del ingreso y la producción reales que es el nivel de pleno empleo, nivel en el cual tales variables no pueden seguir incrementándose, lo cual se expresa en la verticalidad de la función LM en ese punto. (Gráfico 6.2.2). ser muy pequeño. Para interpretar este resultado, aparte del efecto sobre 6 Y, es necesario tener presente que todo aumento en i, dada la eficiencia marginal del capital, desestimula la inversión voluntaria. Por consiguiente, resulta lógico obtener la conclusión de que la política fiscal tiende a ser muy efectiva en situaciones de bajos niveles de ingreso y empleo (alto desempleo) y bajas tasas de interés (región elástica de LM), y poco eficaz en situaciones de bajo desempleo y altas tasas de interés (región inelástica de LM). Por otra parte, la pendiente de la función [S, o sea 6 Y/6i, depende, en primer lugar, de la reacción de la inversión ante la tasa de interés (6[p/6.i), o sea de la pendiente de la función de la inversión (sección 14.7.2); y, en segundo lugar, de la reacción del ingreso ante el cambio en la inversión (6 Y/6. [p), o sea del multiplicador de la inversión (Apéndice A - XIV). De acuerdo con estos dos factores, la función [S puede tener una inclinación grande o pequeña, como muestran las curvas [So e [81 en el gráfico 15.2.3. A su vez, el impacto de la política monetaria, que se registra como un desplazamiento delafunciónLM, desde LM hasta LM', depende de tal inclinación, como también se observa en dicho gráfico. 420 Ahora bien, con la implementación de un déficit fiscal (O-R) la función de la demanda agregada se desplaza hacia arriba (sección 5.10), lo cual implica que el equilibrio de la economía (la demanda efectiva) se desplaza hacia un nivel mayor de ingreso (YE a Y 1 en el-gráfico 5.6.4). Puesto que para alcanzar este efecto no ha sido una precondición bajar la tasa de interés, sino que se ha .logrado por otra vía independiente, el mismo no se representa como un movimiento a lo largo de la función [S, sino como un desplazamiento de ella hacia la derecha, de [S a [S', tal como se ilustra en el gráficÜ:'.6.2.2. GRÁFICO 6.2.2 EFECTOS DE LA POLITICA FISCAL IS' GRÁFICO 6.2.3 LM EFECTOS DE LA POLITICA MONETARIA IS --------6.i IS' 6.i I~ __ -E-- E' / ---!~ <. imínima o 6.Y y máximo y Cantal desplazamiento se modifica, naturalmente, el nivel de equilibrio, pasando de Ea E'. Pero el impacto, como muestra el gráfico, no es el mismo si dicho desplazamiento ocurre sobre la región más elástica (casi horizontal) de la función LM que si ocurre sobre la región más inelástica (casi vertical) de la funciónLM. En el primer caso, el impacto sobre la tasa de interés, 6i, es un aumento muy pequeño mientras que el impacto sobre el nivel de ingreso real, producto y empleo, 6. Y, es grande. En contraste, sobre la región inelástica ,de la función LM, 6. i tiende a ser muy grande mientras que 6. Y tiende a Para entender la razón de tal desplazamiento debe considerarse primero que si i disminuyera como consecuencia de una disminución en Y tal hecho se registraría como un movimiento a lo largo de la misma fund6~ LM, sin desplazarse, pues esa es ni más ni menos la definición de dicha función, tal como quedó plasmada en el gráfico 6.2.1. Por lo tanto, su desplazamiento hacia la 422 1.:\ ECONOMIA POSKEYNESIANA INTRODUCCION A LA ECONOMIA derecha, o lo que es lo mismo hacia abajo, de LM hasta LM', que indica una menor i para cualquier nivel de ingreso dado, esto es, que i disminuye por una caüSa distinta a cambios en Y, debe buscarse en otro faCtor. Si la reducción de i no se debe a una dísmíiiucíón de la demanda de dinero (para motivo transacciones, es decir, a que Y disminuye), tiene que deberse entonces a un aumento de la oferta monetaria, MI' como señala el mercado de dinero (sección ¡5.8.4). En conclusión, la política monetaria, expresada a través de modificaciones en la oferta monetaria, MI' se registra en el modelo IS -LM como desplazamientos de la función LM. Sin embargo, los impactos son distintos sobre la función ISo (inelástica) e lS 1 (elástica). En el primer caso se requiere una gran variación de i, (6. i', para producir un pequenísimo cambio en Y, (6. Y); mientras que en ei61timo un pequeño cambio en i (6. i), es suficiente para producir una gran variación en Y, (6. Y), como evidencia el cambio de equilibrio de E hasta ~n el gráfICo ;6.2.3. Lógicamente, y como se observa en el gráfico 5.8.2. para producir una reducción grande en i se requiere un mayor esfuerzo en terminas del aumento de MI que para producir una reducción pequeña. Así, pues, si la función IS es muy inelástica, enormes esfuerzos a través de la política monetaria podrían, sin embargo, generar insignificantes resultados en términos de Y y del nivel de empleo*. Y por el contrario, en el caso de una función IS muy elástica, la política monetaria resultaría muy eficaz. E: En general, tanto la efectividad de la política fiscal, como la de la política monetaria, y por ende la preferibilidad técnica de cada una de ellas, depende fundamentalmente, dentro de tal modelo, de las elasticidades de las funciones lS y LM. No resulta sorprendente, por lo tanto, que durante los años sesenta y setenta se haya sostenido un interminable debate teórico y econométrico entre los defensores de la política fiscal (o fiscalistas), por un lado, y los impugnadores de la misma (o monetaristas), por el otro. (Véase sección 5.11 sobre las características básicas del Monetarismo). 6.3 Curva de Phillips, "Expectativas racionales" y radicalismo ofertista Pronto, sin embargo, las consideraciones en términos de análisis teóricos y comprobaciones empíricas sobre las funciones IS y LM perdieron importan* Debe recordarse que en el caso de "trampa de la liquidez" (sección 5.8.5) resulta imposible reducir i no importa cuan grande sea el esfuerzo en términos de aumentos de la oferta monetaria, por lo cu~ la inversión no responde lo más mínimo ante la política monetaria, haciendo de ésta en ese caso extremo un instrumento completamente impotente. Volviendo al gráfico 6.2.2, la función LM no puede desplazarsehacia abajo en su parte horizontal, desplazándose sólo su región creciente, de suerte que si la función IS la cortara en ese segmento horizontal, el equilibrio no se vería afectado en lo más mínimo por la política monetaria, es decir, por el desplazamiento del segmento creo ciente de LM. 423 cia frente a argumentos más contundentes, quizá menos técnicos pero polítícarnente más formidables. En efecto, si se retrocede al gráfico 6.2.2 puede observarse que. a! pasar de E a E', el aumento en Y, ocasionado por un mayor gasto público, va siempre acompañado de un illimento en i, es decir, de un desest ímulo para la inversión (privada) y, por lo tanto, de una tendencia hacia la reducción de esta última. La utilización continuada e indefinida de una política fiscal expansiva tendería, entonces, a aumentar la participación del gobierno en el gasto (o ingreso) nacional a expensas de una reducción en la participación del sector privado. Por el contrario, volviendo al gráfico 6.2.3, la utilización de la política monetaria permitiría aumentar Y, sin ningún aumento en el gasto público, con un estímulo para la inversión privada (la reducción en i), es decir, con un aumento de participación del sector privado en el gasto y, consecuentemente, una reducción en la participación del sector público. Para los adversarios de una significativa intervención del Estado en la vida económica no quedaría duda, pues, por encima de cualquier argumento de carácter técnico, acerca de las inconveniencias de una efectiva política fiscal. En primera instancia sería preferible para ellos la política monetaria. Pero, al fin y al cabo, los principios son los principios, y siendo consecuente con ellos, una política monetaria activa es en sí misma una signíñcatíva forma de intervención estatal en la vida económica, y condenable como tal, dentro de ese marco filosófico. De ahí que del planteamiento de la preferibilidad de la política monetaria (sobre la fiscal) a! planteamiento más radical sobre la necesidad de la neutralidad de la política 'lnonetaria misma, no haya sino un paso, muy pequeño por lo demás, como lo evidencia el rápido cambio de actitudes durante los años setenta y ochenta. Tal neutralidad se expresa en propuestas como la de Milton Friedman (Premio Nobel en 1976), de limitar automáticamente y sin más consideraciones políticas el crecimiento de la oferta monetaria al crecimiento del producto real, o la más extrema de Friedrich Hayek (Premio Nobel en 1974) de eliminar el monopolio del Estado sobre la emisión de dinero 1 • Tal cambio de actitudes, en contra de las prescripciones de política propias del modelo IS - LM, basadas en la dinamización de la demanda agregada, ya fuese por el lado monetario o el fiscal, resultó reforzado, de otro lado, por 1. Al respecto, constituyen paradigmas los siguientes ensayos: Hayek, F. La Pretensión del Conocimiento. Conferencia para el Premio Nobel, 1974. En los Premios Nobel de Economía. FCE, 1977. La Desnacionalización del Dinero. 1978. Orbis, Ed. 1988. - Friedman, M. The Tole of Monetary Policy. American Economic Review, marzo, 1968. Inflación y Desempleo. Conferencia para el Premio Nobel, 1976. En Los Premios Nobel de Economía. FCE. 1977. UNIVERSIDAD DE ANTIOQ UiA . \ 425 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA POSKEYNESIANA el recrudecimiento de las presiones inflacionarias durante los años setenta y comienzos de los ochenta en los países desarrollados, (véase sección 5.11.2), lo cual produjo importantes conmociones teóricas en el campo de la "Macroeconomía" entre las cuales sobresalen la revaluación de la "Curva de Phillips", :1 desarrollo de modelos de expectativas y, en general, el notable ascenso de la reacción ofertista. contribuyó a elevar la tasa de desempleo a niveles récord del 140/0, mientras que en los Estados Unidos se estimaba que sobraban la mitad de los empleados en la industria automotriz, se cerraban acerías y minas de cobre, y se iniciaba el proceso de los consecuentes despidos. De todas maneras, y como resulta evidente de este debate, independientemente del lado en el cual reposaba la razón, resurgió la importancia de los factores de oferta en el diseño de las políticas, las cuales no podrían descansar ya en el futuro en consideraciones exclusivas de demanda, ni por consiguiente limitarse a las fórmulas simples y mecánicas derivadas de un modelo fundado sólo sobre tales consideraciones. Y es que, de hecho, lo que pone en evidencia esa dicotomía, políticas de demanda por un lado (nivel global de empleo), y políticas de oferta por el otro (eficiencia), y la sentida necesidad de combinarlas, no parece ser otra cosa que la urgencia de la tan ansiada síntesis neoclásica real. Cabe esperar, o por lo menos desear, que sea dicha síntesis real y no la reacción ofertista radical la que se vea finalmente en ascenso, pues la sustitución de una fórmula mecánica y parcial por otra rara vez ha rendido frutos convenientes y duraderos, suscitando nuevas contrarreacciones radicales en un proceso ciego que hace poco honor a la capacidad de la humanidad para aprovecharse plenamente de la totalidad de sus conocimientos y de su inteligencia. 424 La "Curva de Phillips" cumplía una importante función como soporte empírico de las tesis típicamente keynesianas, pues establece una relación inversa entre la tasa de inflación y la tasa de desempleo, implicando de tal suerte que, ciertamente y tal como había postulado Keynes (sección 5.l1.~), u~a política expansiva de demanda tiene siempre un efecto parcialmente inflacionario -.pero sólo parcialmente puesto que, simultáneamente, se desdobla en un aumento del nivel de ingreso real y una reducción del desempleo. Phillips publicó su trabajo en 1958 1, en el cual derivó la famosa curva de datos estadísticos para el Reino Unido en el período comprendido entre 1861 y 1967. Sin embargo, durante los años setenta y comienzos de los ochenta 10 que empezó,~ observarse fue una aceleración de la tasa de inflación sin la correspondient~reducción en la tasa de desempleo, lo cual se aceptó como una refutació~;de la Curva de Phillips y, por extensión, de las políticas keynesianas, o de d~anda,aunque puedan levantarse fuertes objeciones en contra de esta últinti conclusión, como es usual en todo debate econométrico. En efecto, al establecer una correlación estadística entre dos variables observadas, no resulta lícito descartar de antemano la influencia de terceras variables, influencia que de hecho se ha confirmado durante el último período mencionado y cuya importancia llevó, por otro lado, a teorizaciones sobre los "shocks" de oferta 2. Entre tales "shocks" se destacan el aumento del precio del ba,rrU de petróleo de US$ 3 en 1973, a US$ 12 en 1974 y a US$ 30 ~n 1980; significativos déficits de alimentos a nivel mundial durante ese decenio y la liquidación de las políticas de controles de precios y salarios durante el mismn período en las principales economías occidentales, así como la liquidación de subsidios y la reestructuración profunda en importantes sectores industriales. Por ejemplo, bajo la influencia de las mismas tesis ofertistas la liquidación y "ajuste" de las industrias básicas en el Reino Unido 1. Económica, nov. 1958. No obstante, Irving Fisher había publicado en 1926 SU trabajo "Una relacíónestadística entre desempleo y precios", (reimpreso en el Joumal 01Political Economy, marzo 1973), arribando a la misma conclusión, por lo cual algunos tratadistas sugieren que la "Curva de Phillips" 'debería llamarse, en realidad, "Curva de Fisher". 2. Por-ejemplo los trabajos de Robert Gordon en 1972, 1975 Y 1977 Y de Edmund Phelps, 19:8, recogidos en el Capítulo 9 del texto de Macroeconornia de Gordon, 2a. ed, 1981. Hay traducción española, Grupo Ed. Iberoamérica, 1985~ La discusión sobre la "Curva de Phillips" constituyó, así mismo, una de las motivaciones fundamentales para el desarrollo de modelos sobre el comportamiento de las expectativas. Los más sencillos de éstos, basados en la hipótesis de "expectativas adaptativas", suponían que el público ajustaba su comportamiento futuro de acuerdo con los niveles de inflación observados en el pasado reciente, tornando inefectivas, de esa manera, las políticas basadas en el manejo de la demanda agregada. Si ello fuere cierto, el aumento en el nivel de precios, que el público anticiparía para protegerse contra la inflación observada, absorbería la totalidad del incremento en el gasto (demanda agregada) dejando el nivel de producción real sin modificaciones significativas. Por ello, las políticas de demanda serían efectivas sólo a condición de producir tasas de inflación sorpresivas, es decir, mayores que las esperadas, tendencia que explicaría la espiral de tasas de inflación cada vez mayores que estaban causando tanta preocupación en las economías más desarrolladas. Pronto, sin embargo, surgieron modelos más radicales, basados sobre las hipótesis de las "expectativas racionales". De acuerdo con éstos, el público aprende a no dejarse engañar, por lo cual el ingrediente mismo de la sorpresa perdería toda eficacia, sumiendo en la impotencia absoluta a las políticas keynesianas de la demanda agregada 1 • Los modelos de expectativas raciona- 1. Una bibliografía específica y una introducción más detallada acerca de los "modelos de expectativas racionales" pueden verse en Gordon, Macroeconomía, Cap. 8; Dornbusch y Fisher, Macroeco- 426 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA -les confluyeron, pues, hacia una posición radicalmente antikeynesiana, reflejada también en otras de sus características, como su desconocimiento del desempleo involuntario (sección 5.2), por lo cual debería concluirse que, en el fondo, constituyeron un intento por abandonar no sólo las implicaciones usuales del modelo IS - LM sino también los fundamentos keynesianos desde su propia raíz. 6.4 Crisis de la síntesisneoclásica En general, el desarrollo del modelo IS . LM permitió absorber la revolución keynesiana dentro de un marco más ecléctico que facilitaba, a su vez, la supervivencia y evolución de algunos elementos antikeynesianos. Entre estos últimos se destacaron: i) el "efecto Pigou"* o "efecto riqueza", o sea el planteamiento de que bajo condiciones de una severa recesión o depresión, la deflación de precios concomitantes desplaza en sí misma la función IS hacia la derecha (Gráfico 6.2.2), tendiendo a sacar automáticamente a la economía de esa situación, hacia niveles mayores de ingreso y empleo, dirigiéndose tal argumento en particular contra la idea de un eventual equilibrio 18 - LM de "trampa de la liquidez" en el segmento horizontal de la función LM. Dicho efecto se debería a que con menores precios para lo producido, la capacidad real de compra de los activos que posee la gente, como saldos monetarios y papeles financieros, aumentaría, dando lugar a un incremento de la demanda agregada vía el consumo; ii) el efecto de "ilusión monetaria", como denominaron los textos típicos de Macroeconomía el argumento de Keynes acerca de la flexibilidad de los salarios (sección 5.2). De acuerdo con esta interpretación, la flexibilidad de precios en el mercado de trabajo se debe exclusivamente a que los trabajadores se engañan en cuanto al verdadero nivel de los salarios reales, y no se requiere mucha imaginación para descubrir un vínculo entre este planteamiento y el de los modelos de "expectativas racionales", radicalmente antikeynesianos. Pues, de acuerdo con ello, si los trabajadores tuviesen pleno conocimiento de lo que ocurre en el mercado, y no pudiesen ser sorprendidos o engañados por la tasa de inflación, entonces los salarios reales resultarían totalmente inflexibles, tal como postulaba la teoría ortodoxa del "desempleo voluntario" (sección 5.2). La reducción de la teoría no mía, 3a. Ed., McGraw Hill, Cap. 16; y, Lora Eduardo, Ed, Universidad Nacional, Bogotá, 1986, Cap. 5. • Pigou, Arthur (1877·1959) importantes contribuciones considerada mía ortodoxa, Actividad Económica y Precios, fue el sucesor de Alfred Marshall en Cambridge, (sección 4.1). Hizo a la Teoría N eoclásica del Bienestar y su Teoría del Empleo (1933) fue por Keynes como la única exposición haciéndola Dinero, el blanco de Pigou fue Empleo y Equilibrio principal (1941), sistemática de crítica donde presenta y la más representativa de su Teoría General (1936). el argumento POSKEYNESIANA 427 de Keynes a un simple modelo de "ilusión monetaria", de "salarios nóminales" o de "expectativas irracionales", implica, por lo tanto, dejar la puerta abierta para un retorno de las teorías del desempleo voluntario, como vinieron a confirmarlo con su presencia frontal los modelos de expectativas racionales. No obstante, ello supone un olvido del argumento completo de Keynes sobre los salarios, que citó evidencias empíricas sobre la flexibilidad de los salarios nominales y explícitamente planteó los diferenciales relativos entre distintas clases de trabajo como el elemento fundamental de su dinámica pero sobre todo implica desconocer en absoluto las inevitables limitaciones de la Ley de Say que, en última instancia, subyacen al debate sobre el desempleo voluntario y el involuntario; y, como se ha visto más arriba, iii) una revalorización de la política monetaria, de su efectividad y de su grado de preferibilidad con relación a la política fiscal, frente al profundo escepticismo con que fue considerada por el pensamiento keynesiano (sección 5.8.5). Sin embargo, ni siquiera estos elementos antikeynesianos fueron suficientes para preservar el modelo 18 - LM del radicalismo ofertísta en ascenso, que cada vez en mayor grado lo fue considerando como un instrumento inconveniente debido a su predisposición para prestarle gran énfasis a las políticas de demanda (agregada), hasta el punto de que Hicks, su propio creador, llegó a llamarlo una fuente de mala educación para generaciones de economistas. Hacia mediados de los ochenta los ofertistas habían alcanzado los puestos de ma~~r influencia en el diseño de la política económica, bajo el impulso de las políticas conservadoras en los Estados Unidos. No obstante, como la historia simpatiza con los sarcasmos, justamente por estos años el déficit fiscal marcó un récord en los Estados Unidos, sobrepasando los US$ 200.000 millones y el 60/0 del Producto Nacional Bruto. Por supuesto, a simple vista, no debería parecer inexplicable una reacción contra el gasto público cuando éste llega o sobrepasa al 40010 del ingreso nacional y cuando el espíritu social se encuentra sosegado por bajas tasas de desempleo las cuales, además cambian de significado dentro del marco de efectivos mecanismos de seguridad social y altos niveles de ingreso per cápita. Al fin y al cabo el cambio de signo de los tiempos quedó marcado por la transición del horror al desempleo en los años. de la Gran Depresión, al horror al pleno empleo, en los años sesenta y comienzos de los setenta, cuando la tasa de desempleo se situó por debajo del 4010 en l~~ siete economías de mercado más desarrolladas, generando una gran presion sobre los niveles salariales. No debe olvidarse que a partir ~e este momento las tendencias monetaristas y ofertistas postularon como ideal, y por tanto como una meta de política, una tasa de desempleo que ~era por lo menos del 5010, a la cual el Profesor Friedman, pagando poco tributo a la tradición del concepto, decidió llamar "tasa natural". de la econoLa respuesca que lleva su nombre. La !~bor de ?rí~ica y rev~uación para depurar a la teoría del empleo y la política economica de los enfasis derivados de la revolución keynesiana em- 428 INTRODUCCION A LA ECONOMIA U\ ECONOMIA POSKEYNESIANA 429 pezó a plasmarse, entonces, en títulos tan sugestivos como "La Contrarrevolución Keynesiana" (Una evaluación teórica, Clower, 1965); "La Crisis en la Economía Keynesiana" (Hicks, 1974) Y "La Economía Keynesiana Retrocede" (Feldstein, 1981). Ojalá no se requiriese una clarividencia desmedida para controlar la tentación de erigir en teoría general el optimismo desbordante de los años de empleo gordo, como si el mismo pudiese reinar también incólume en los años de vacas flacas. Máxime cuando los años gordos deben su existencia a las transformaciones realizadas en los años flacos. Al fin y al cabo, dentro del marco del extremismo ofertista, con un sector público enteramente neutral, de lo cual se está muy lejos en los hechos no .obstante la retórica en sentido contrario, vuelve a resultar ineludible la vieja cuestión de la Ley de Say frente a la dinámica de la acumulación y la ausencia de mecanismos automáticos del mercado que garanticen niveles de empleo y crecimiento regular como los observados durante la segunda mitad del Siglo XX. tos del análisis; v) la reivindicación de la "incertidumbre", en vez de la perfecta información, como la condición dominante en el proceso de toma de decisiones de los agentes económicos; y, vi) el énfasis conferido a los "factores institucionales", más allá de la oferta y la demanda solamente, en los procesos de ajuste de los mercados más importantes y del sistema como un todo. 6.5 En el papel estratégico dado a la competencia imperfecta y su tratamiento analítico, los "Poskeynesianos" son básicamente seguidores de Kalecki (Véase Post-Capítulo XIV), quien en su Teoría de la Dinámica Económica (1954) sintetizó los principios teóricos fundamentales al respecto en su concepto del "grado de monopolio". Esquemáticamente, tales principios son los siguientes: i) las empresas industriales operan, en general, en un nivel de producción que es inferior al de su capacidad instalada, por lo cual, a diferencia de la firma representativa en el modelo neoclásico, la oferta de la firma es elástica (puede aumentar en cualquier momento) y los costos unitarios no son crecientes (no hay rendimientos marginales de crecientes); ii) como consecuencia de lo anterior, en todo momento habrá incertidumbre acerca del nivel preciso de producción que realizarán las empresas y no existirá un principio simple y exacto sobre la forma como las empresas se comportarán, en claro contraste con el modelo neoclásico en el cual la firma siempre empuja la producción hasta el punto en el cual iguala su costo marginal con el ingreso marginal (sección 4.6); iii) estas circunstancias dejan campo para una diversidad de estrategias empresariales acerca de las políticas de producción, precios y maximización de beneficios, las cuales se ven, sin embargo, finalmente reducidas a la combinación de dos factores restrictivos básicos: a) la proporción del precio establecido por la firma con respecto al promedio de industria, pues si se eleva demasiado las ventas pueden sufrir drásticas reducciones; y, b) la proporción del precio a los costos directos de producción ("mark-up"), pues si el precio se reduce mucho para ganar en La Escuela Poskeynesiana 6.5.1 Características generales La mayor parte de los "poskeynesianos" desaprobaría, quizá, el título de esta sección, debido a que la heterogeneidad de sus puntos de vista teóricos y aún políticos no concuerda con los grados de unidad, sistematicidad y coherencia usualmente concedidos a una "escuela" o "doctrina". Sin embargo, otras opciones como "economía poskeynesiana" o "literatura poskeynesiana" es muy poco lo que, en el fondo, mejoran el bautismo, prestándose además a un equívoco tal vez mayor en la medida en que, literalmente, no describen una tendencia teórica particular en un período histórico determinado sino que denotan tal amplitud como para abarcar a este último en su conjunto. De otro lado, y aparte de mencionar que algunos factores de cohesión se evidenciaron hasta el punto de plasmarse en un Joumal of Poskeynesian Economics, merecen especial consideración las siguientes características generales y unificadoras que le confieren su personalidad propia a la "Escuela Poskeynesiana": i)un distanciamiento de los postulados básicos de la Microeconomía y la Macroeconomía ortodoxas, ofreciendo un marco de análisis alternativo al de la Síntesis Neoclásica; ii) una gran fluidez doctrinaria, traspasando, a diferencia de la Síntesis Neoclásica, los límites de las fuentes puramente Neoclásicas y Keynesianas, para rescatar valiosos elementos de análisis dispersos en la Economía de Kalecki y Sraffa, en la Escuela NeoRicardiana y en la Economía de Marx y algunos de sus modernos desarrollos; íii) la búsqueda de una conexión más orgánica y efectiva entre el comportamiento "microeconómico" de las empresas y el ajuste "macroeconómico" del sistema que la exhibida por la Síntesis Neoclásica (Microeconomía y Macroeconomía usuales, sección 15.2.1); iv) la preponderancia dada a la competencia imperfecta, en vez de la competencia perfecta, para todos los efec- Por supuesto, la profusión de autores, como en el caso de la Economía Neoclásica, dificulta en gran medida una síntesis del pensamiento Poskeynesiano, con el obstáculo adicional de que en último caso, por oposición al primero, no se ha dado un modelo global unificado ni menos aun su exposición sistemática en libros de texto representativos l. En lo que sigue nos limitaremos, por consiguiente, a una mayor aproximación a tales características generales, 6.5.2 Competencia imperfecta 1. La recopilación más representativa y sistemática de contribuciones a la literatura en este campo es la de Ocampo, José Antonio, Lecturas de Economía Poskeynesiana, Fondo de Cultura Económica, 1988, en la cual se recogen ensayos y artículos de casi dos docenas de escritores. 430 431 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA POSKEYNESIANA ventas el margen de beneficio puede verse seriamente deteriorado. La combinación de estas dos proporciones determina, en última instancia, el "grado de monopolio" y la estrategia de la firma; iv) las principales causas de variación en el "grado de monopolio" son, en primer lugar, la formación de gigantescas empresas, o sea un mayor grado de concentración industrial, lo cual permite ganar influencia sobre el precio promedio de la industria y, así, mayor margen de libertad sobre la fijación del precio por parte de las firmas más poderosas; y, en segundo lugar, la sustitución de la competencia en términos de precios por la competencia en estrategias de ventas (publicidad, campañas de ventas, diferenciación del' producto, calidad de servicios complementarios como proximidad al cliente, confianza en la marca, garantías y servicios de mantenimiento, etc.); y, v) otros factores institucionales pueden afectar de manera importante los grados de monopolio, principalmente las negociaciones sindicales entre patronos y trabajadores, y los acuerdos o colusión entre los empresarios de una misma industria. En particular, Kalecki consideró que la actividad sindical constituía un factor moderador del grado de monopolio, debido a que las demandas salariales tienden a vincularse con los beneficios obtenidos por la empresa. empresa, ni a su comportamiento correspondiente, en el análisis de la determinación de los niveles globales de ingreso y empleo, pues de acuerdo con el punto de vista de la escuela poskeynesiana el comportamiento "macroeconómico" no puede ser el mismo cuando las firmas se comportan con el estilo Marshalliano o Neoclásico (Cap. XIII), y básicamente competitivo, que cuando se comportan de acuerdo con los principios descritos en la sección anterior, en un ambiente oligopolista de imperfecciones competitivas. Esta crítica es, por supuesto, más frontal contra la Síntesis Neoclásica, pues si Keynes simplemente se abstuvo de algún desarrollo activo sobre el punto, en cambio los constructores de la Síntesis desplegaron evidentes esfuerzos para consolidar la complementación entre la "Microeconomía" Neoclásica y la Teoría General del Empleo. Naturalmente, el crecimiento de las teorizaciones sobre la' competencia imperfecta ha sido explosivo, particularmente desde las críticas de Sraffa al modelo neoclásico a mediados de los años veinte ("La relación entre el costo y la cantidad producida" y "La ley de los rendimientos en régimen de competencia"), las cuales pueden considerarse como precursoras de los desarrollos de los Poskeynesianos al respecto, y la publicación de las obras de Joan Robinson ("Teoría de la Competencia Imperfecta") y Eduard Chamberlain ("Teoría de la Competencia Monopolística") en 1933. Ya a comienzos de los años cuarenta Joe Bain y Abba Lemer habían publicado trabajos sobre el grado de monopolio 1. Sin embargo, es siguíendo el modelo básico de Kalecki como diversos desarrollos sobre la competencia imperfecta toman el carácter de la "escuela.poskeynesíana", a través de extensiones, detallamientos, precisiones y nuevas síntesis de sus elementos, en trabajos como los de Sylos Labini (1966), Eichner (1973), Wood (1975) o Steindl (1978) 2. 6.5.3 Conexión orgánica entre lo "microeconómico" y lo ''macroeconómico'' Una de las principales críticas que los "poskeynesianos" han dirigido a Keynes es la de que éste no le concedió importancia al tipo específico de 1. Una introducción a los debates teóricos más destacados y una bibliografía detallada sobre la competencia imperfecta puede verse en Bejarano J. A., Teoría de las Estructuras de Mercado, Universidad Extemado de Colombia, Ed, 1986. 2. Con respecto a éstas y otras contribuciones representativas, véase Ocampo, op, cit. Segunda Parte. A simple vista, tales planteamientos también parecerían haber encontrado inspiración en el modelo de Kalecki, puesto que éste presenta al menos las siguientes conexiones: i) entre el grado de monopolio y la distribución del ingreso nacional en salarios y ganancias, afectando estas últimas, a su vez. los niveles de la inversión; ii) entre la estructura de financiamiento de las firmas ("capital empresarial" y ahorro endógeno como el elemento estratégico, en contraste con fondos de crédito siempre deseables y accesibles en los modelos ortodoxos) y la dinámica de la inversión; y, iíi) entre la condición de capacidad instalada subutilizada de las firmas en competencia imperfecta y la forma como se ajustan (la oferta y la demanda en) los mercados: a través de las variaciones en las cantidades (producidas), con precios inflexibles, en vez de fluidas variaciones de precios, basadas en su flexibilidad plena, como en el modelo más usual y competitivo. La segunda conexión puede tener consecuencias negativas sobre la efectividad de la política monetaria, mientras que la tercera ha sido considerada por algunos como un factor en favor de la depresión crónica, o al menos entrabador de los mecanismos expeditos de ajuste, haciendo más inerciales y prolongadas las recesiones. De hecho, una de las hipótesis prekeynesianas más populares sobre la inercia, la larga duración y la resistencia a la recuperación de la Gran Depresión en los años treinta era, precisamente, la de que el enorme peso que habían alcanzado los monopolios había embotado el mecanismo de flexibilidad de los precios, impidiendo así un rápido ajuste de los mercados. Sin embargo, es posible que algunos poskeynesianos hayan exagerado la importancia de este argumento, pues como se vio en la sección 14.6_2, el hecho de que con precios completamente flexibles no se acumulen inventarias indeseables, es decir, que todo lo producido sea inmediatamente vendido, no significa, ni mucho menos, que la oferta y la demanda encuentren el equilibrio, ni por tanto que como consecuencia de ello la producción inicie su proceso de recuperación. Como se recordará, la igualdad de la oferta y la demanda no se desprende del hecho de que todo lo producido sea efectivamente ( ( 432 INTRODUCCION LA ECONmlL\ A LA ECONOMIA vendido, sino del hecho de que sea vendido rentablemente, lo cual es una cuestión muy distinta, radicando precisamente sobre este punto todo el debate sobre la Ley de Say, como se ha visto a lo largo de las diversas exposiciones doctrinarías. Aún si los mercados se comportaran como en una subasta perfecta, siendo totalmente "clareados", (sin acumulación de inventarias), con precios plena e instantáneamente flexibles, la rentabilidad real y esperada podría mantenerse tan baja (como concluyen Smith y Malthus, y como no acepta Ricardo, basado en la Ley de Say), que no hubiese ningún o suficiente estímulo para reactivar la inversión, y por ende la economía en su conjunto. De hecho esta es la única explicación keynesiana de la depresión, o sea el "colapso súbito" de la eficiencia marginal del capital, ya que ésta se encuentra "sujeta a fluctuaciones más o menos violentas que son la explicación del ciclo económico" (Véase sección 5.8.5). De paso, con esta explicación Keynes responde en alguna medida al cargo sobre su indiferencia acerca del tipo específico de empresa que se conecte con su sistema de ajuste macroeconómico 1 • De otra parte, pareciera que la misma interpretación inadecuada de la Ley de Say sirvió, parcialmente, de base a la preponderancia que los poskeynesianos más radicales buscaron darle a los modelos de "desequilibrio" en oposición a los de "equilibrio". De acuerdo con esa interpretación, los mercados. de competencia imperfecta tendrían una tendencia subyacente hacia el desequilibrio, debido a su propensión a atascarse y a retrasar los ajustes, a través de cambios en las cantidades, mientras que los de competencia perfecta por la sola característica de precios plenamente flexibles tenderían por su propia naturaleza hacia el equilibrio instantáneo. En esta forma, resultarían inevitables las ecuaciones: equilibrio igual competencia perfecta, igual síntesis neoclásica y desequilibrio igual competencia imperfecta igual enfoque poskeynesiano. Pero corrigiendo el error sobre la Ley de Say no parece quedar mucho fundamento para tales pretensiones, como resulta claro de lo expuesto más arriba. En efecto, si el equilibrio entre la oferta y la demanda no se determina por el rasero "fetichista" de las cantidades físicas (todo ló-producído es vendido) sino por el rasero socialmente relevante de la rentabilidad, es factible que el planteamiento resulte una paradoja para los poskeynesianos más radicales, pues los mercados de competencia imperfecta tienden a ser en esos términos más propensos al equilibrio que los de competencia perfecta o, en general, que los de precios flexibles. 6.5.4 El papel de la incertidumbre y el equilibrio En la economía keynesiana la incertidumbre juega un papel importante a través de la teoría de la inversión y a través de la teoría del dinero. En el primer caso porque la eficiencia marginal del capital se estima sobre rendimientos esperados en un futuro incierto, y en el último porque todo sistema monetario sirve de puente entre el presente y el futuro (incierto), lo cual se expresa prácticamente en todo contrato (laboral, pago de deudas, entrega de mercancías), Estos aspectos también son enfatízados de manera especial por la Escuela Poskeynesiana, pero ésta pretende elevar la incertidumbre como tal a nivel de su principio metodológíco y distintivo fundamental, como se trasluce en el siguiente mini-manifiesto de Joan Robinson, su Decana y principalísima activista: "Nuestra argumentación se expone en términos poskeynesianos. Es decir, tratamos la vida económica como un proceso que avanza a través del tiempo, y en el que el futuro no es conocido de antemano" l. Por supuesto, tales manifestaciones sobre el tiempo y el desconocimiento del futuro pueden parecerle obvias y superfluas al lector desprevenido pero, en realidad, se busca con ellas plantear una polémica, en primera instancia frente a la Economía Neoclásica, la cual es enjuiciada por los poskeynesianos con los siguientes cargos: i) preocupación casi exclusiva por las situaciones de equilibrio, soslayando la dinámica de los procesos reales a través del tiempo. Algunas veces este cargo es expresado en términos de una critica a la "estática comparativa", (el contraste entre dos situaciones de equilibrio, una inicial y otra final), por hacer abstracción de la dinámica, (el proceso que toma lugar entre esas dos situaciones), y su tiempo real 2; y, ii) deficiente consideración del papel jugado por la incertidumbre en la toma de decisiones, tratando a los agentes económicos como entes perfectamente racionales, capaces de prever las consecuencias de sus acciones presentes. Además, Robinson liga estos dos argumentos mediante el postulado de que sin correcta previsión no podría darse el equilibrio, ya que el incentivo de los agentes para no desviarse de esta última situación presupondría el conocimiento de las consecuencias derivadas de cualquiera de sus eventuales movimientos. Pero no se queda allí, sino que pretende generalizar sus argumentos contra los neoclásí- 1. Robinson j oan y Eatwell John, l-e, 1976. FCE. 1. Cabe recordar, al respecto, ción de las depresiones ción 5.2). que la inflexibilidad y su persistencia de precios (competencia es un argumento imperfecta: como explica- de la más rancia estirpe neoclásica (sec- 433 POSKEYNESIA1'iA 2. Muy ilustrativo, ce el Equilibrio" Introducción a la Economía Moderna, Libro Segundo, Sección resultan al respecto los ensayos de J oan Robinson titulado. "La Historia Contradiy "Disertación en Oxford por un Economista de Cambrigde". En Contribuciones a la Teoría Económica Moderna. Siglo XXI, Ed, 1979. 434 INTRODUCCION A LA ECONOMIA LA ECONOMIA POSKEYNESIANA cos en contra de la noción de equilibrio en el conjunto de la teoría económica*. Por ello, con relación al primer cargo, debe recordarse ante todo que dicho argumento ha sido tan antiguo como la misma ciencia económica, pues ya los mercantilistas adelantaron todo su debate acerca de la influencia de la abundancia de dinero dentro del marco de si lo importante era la situación final hacia la cual se tendía (cambio proporcional en el nivel de precios a través de la teoría cuantitativa, con todo lo demás constante, incluida la tasa de interés), o el proceso "transitorio" anterior a esa situación, durante el cual podían modificarse de manera significativa cruciales variables de la economía, incluida la tasa de interés. Dentro del mismo marco, asociado tradicionalmente con los conceptos de "corto Plazo" y "largo plazo", se desarrolló el debate entre Malthus y Ricardo sobre la acumulación (véase sección 11.3), y, por supuesto, entre los economistas ortodoxos y Keynes, llegando éste a sus célebres frases lapidarias de que "en el largo plazo todos estaremos muertos" y "la economía siempre está en transición". Sin embargo, parece que los poskeynesianos, por lo menos los más extremistas seguidores de Joan Robinson, no se conforman simplemente con esta tradición, es decir, no se conforman, como su nombre lo indica, con ser simplemente keynesianos y, como tales, seguidores de los mercantilistas y Malthus 1, sino que plantean un abandono radical y definitivo del concepto de equilibrio como base relevante del análisis. Así, Joan Robinson cree encontrar soporte en Marx para este punto de vista cuando plantea que aquél "hace avanzar su modelo (de reproducción ampliada) a lo largo de la historia y demuestra que nunca podrá volver a E (el equilibrio) antes del día del juicio". (Disertación en Oxford '" "), Naturalmente, de la campaña de depuración radical montada sobre esa posición extrema no se salva, siquiera, el mismo Keynes. Así, aunque con mucho respeto y sutileza, aludiendo indirectamente a ese punto, plantean los poskeynesianos que aquél "dejó inconclusa" su crítica a la Economía Neoclásica (en particular, a Marshall); que realmente "nunca se detuvo a examinar" el fondo de ese problema; que su sistema en realidad no corresponde a una verdadera dinámica. Y, dentro de ese enfoque, no es para menos. Pues el propio corazón de la Teoría Keynesiana, el principio de la demanda efectiva, es ni • Es posible que algunos poskeynesianos no compartan esta posición extremista de Joan Robinson sobre la noción de equilibrio. No obstante, aquí se toma ésta como representativa por ser la más frontal pecto, 1. Sobre General aunque, en verdad, la literatura poskeynesiana, deja mucho que desear en cuanto a explicitación, el keynesianismo como del Empleo, el Interés heredero incluidos los ensayos de Robinson claridad y precisión sobre tal tema. de estas corrientes y el Dinero, y la biograífa pueden de Malthus 435 más ni menos que una condición de equilibrio (sección 14.3). Y, sobre ella, todo el análisis de la Teoría General se desarrolla con base en condiciones de equilibrio (equilibrio entre el ahorro y la inversión, equilibrio entre la oferta y la demanda de dinero, equilibrio entre la tasa de interés y la eficiencia marginal del capital, equilibrio entre los diversos niveles de la demanda agregada y la oferta agregada), siendo el nivel de empleo mismo, o de desempleo, un nivel de equilibrio. No resulta sorprendente, entonces, que la campaña arrasadora se extienda de los neoclásicos, pasando por Keynes, a Smith, a Ricardo y a prácticamente toda la teoría económica, no salvándose siquiera el sistema de Sraffa, soporte fundamental en la crítica a los neoclásicos, ya que aquél, según Robinson, es tan incapaz como estos últimos (Walras) para explicar la dinámica del cambio. No se menciona sobre el punto a Kalecki, pero es ese un silencio espúreo, pues no sólo el "grado de monopolio" es una condición de equilibrio sino que, en las mismas palabras de Robinson, el sistema de aquél "expresa claramente el principio de la demanda efectiva de forma matemática", es decir, está inserto en el mismo tejido de condiciones de equilibrio que el de Keynes. Después de lo anterior, le parece a Robinson que queda Marx como único soporte y compañía de los poskeynesianos en lo referente al abandono del equilibrio. Desafortunadamente, el esquema de reproducción ampliada avanza "a lo largo de la historia" manteniendo determinadas condiciones de equilibrio entre sus dos ramas, mientras que otros componentes estructurales del sistema de Marx, como los precios de producción y la renta diferencial, descansan enteramente sobre los mecanismos de equilibrio (ganancia normal). El segundo cargo, acerca de la importancia de la incertidumbre y su relación con el.equilibrio, tiene dos implicaciones inmediatas. En primer lugar, como debe recordarse, el equilibrio neoclásico está asociado en todos los casos con una condición óptima (el equilibrio del consumidor equivale a un óptimo desde el punto de vista de la satisfacción; el equilibrio de la firma competitiva equivale a un óptimo desde el punto de vista de la producción y la asignación de recursos; el equilibrio competitivo general de los mercados equivale a un óptimo desde el punto de vista paretiano del bienestar social. Cap. XIII). El argumento de Robinson parece ser, por consiguiente, que si la información de los agentes económicos para la toma de sus decisiones no es lo suficie~temente correcta, tales decisiones pueden resultar "equivocadas", es decir, resultar en situaciones no óptimas y, por lo tanto, de no equilibrio. De esa manera, en un mundo caracterizado por la incertidumbre el equilibrio resultaría imposible. al res- verse el Cap. 23 de la Teoría por Keynes, respectivamente. No obstante, constituye una generalización ilegítima aplicar ese mismo argumento a nociones de equilibrio como las de Keynes Kalecki Sraffa o Marx pues éstas son formuladas independientemente de' cualqui~r signüicació~ ( 436 INTRODUCCION A LA ECONOMIA optimizante. Por el contrario, el nivel de empleo (léase de desempleo) de equilibrio, la demanda agregada de equilibrio (demanda efectiva), la tasa de interés de equilibrio o el nivel de ahorro de equilibrio, en las formulaciones de Keynes y Kalecki, no corresponden en el mercado libre, en general, a un "nivel óptimo" sino a un "nivel pésimo". ¿No sería forzar de manera excesiva la naturaleza de las cosas, y la delicadeza intelectual, la pretensión de que la tasa compensada (o media) de ganancia de Marx corresponde a una tasa (léase "explotación") óptima? Inclusive, tal crítica parece no aplicar siquiera a la noción de equilibrio de la Economía Clásica. Para intuir por qué basta retomar al modelo de equilibrio de Adam Smith, esquematizado en la sección 13.6 Y el gráfico I3.6.1. Cuando gx > gy, los productores de X creen que van a ganar más pasándose a producir ~.J pero se equivocanl, porque cuando proceden masivamente a ese comportamiento, PxlPy cae por debajo de la línea de equilibrio, y gx se hace menor que gy. Ahora el proceso empieza a tomar lugar en la otra dirección, y así sucesivamente, en una secuencia de "equivocaciones" o errores de previsión que nunca termina! Es decir, que la teoría del equilibrio de Smith no sólo es compatible con los errores de previsión, sino que los presupone como su condición ineludible. En segundo lugar, lo anterior no implica necesariamente que, circunscrito al ámbito de la noción neoclásica del equilibrio en general, ese argumento poskeynesiano resulte contundente e incuestionable en sí mismo pues, de hecho, las respuestas a que puede dar lugar tienden a presentar más bien el panorama de una controversia interminable. Entre ellas se destacan las siguientes: i) no se reivindica el hecho de que el equilibrio sea posible; de antemano se parte de que el mundo real jamás alcanzará ni permanecerá en un equilibrio. Por consiguiente, el argumento de la imposibilidad está simplemente fuera de lugar. Sin embargo, las condiciones de equilibrio son importantes porque indican las direcciones en que tiende a moverse el mundo'real; ií) lo relevante no es una información anticipada, estática y especulativa sobre el futuro, sino el proceso continuo de ajuste de los comportamientos a los cambios del mundo real, a través de la dinámica de "prueba y error"¡ y, iii) todo sistema social y económico tiene fuerzas inerciales fundamentales, Por ejemplo, la economía de mercado no se acaba de un día para otro, y cuando lo va a hacer presenta síntomas. No cabe .esperar que los precios caigan a cero en una economía de mercado, ni que la gente se transforme sú.bitamente en paradigma de filantropía, etc. Por consiguiente, si un modelo de absoluta certidumbre puede caer en lo irrelevante, no por ello se salva del mismo error uno de absoluta incertidumbre. Para completar, el principio de incertidumbre es utilizado de manera equívoca en diversas ocasiones, lo cual no contribuye, ni mucho menos, a mejorar el rigor y la precisión del argumento poskeynesiano. Por ejemplo, suele plantearse, en general, que la firma bajo condiciones de compet~ncia imperfecta L\ ECO:-;OWA POSKEYNLS!.\NA 437 actúa bajo condiciones de incertidumbre mientras que para la firma competitiva se supone perfecta certidumbre, por el hecho de que, en contraste con esta última, la primera ignora la cantidad que efectivamente va a vender (La firma competitiva, por el contrario, "sabe" de antemano que va a vender todo lo que produce). Pero, en realidad, la firma competitiva ignora el precio al cual va a vender, mientras que la firma no competitiva no lo ignora. Esto es, desde el punto de vista de la variable crucial de la rentabilidad, que la incertidumbre es menor en los mercados de competencia imperfecta que en los de competencia perfecta, y tiende a disminuir con el aumento de la concentración económica, en oposición a lo que suelen plantear los poskeynesianos. En general, el argumento de que el equilibrio es imposible tiende a plantear la discusión en un terreno equívoco porque quizá ninguna teoría, empezando con la de Adam Smith, ha sostenido lo contrario, y porque los requisitos del equilibrio no son idénticos en las aplicaciones de este concepto por parte de las diversas vertientes teóricas, requiriendo cada una de ellas un análisis específico. Es más, a lo largo de la historia del pensamíentó-económico, el equilibrio no ha sido concebido como un momento tangible de ll:\realidad, sino como un instrumento analítico para entendería, delimitaridoestoelverdadero terreno de la discusión. A su vez, y al contrario de lo que tiende aimplicar el uso vulgar del término, la utilidad de las condiciones deequ.ilibrio como instrumentos analíticos no surge de la quietud,oausencia de movimiento real, cosa que no existe, sino del hecho de que ellas sintetizan las "leyes interiores" o "centros de gravedad" que rigen los fenómenos económicos, en su aparente desorden. Las condiciones de equilibrio, en la mejor tradición de los grandes economistas y las grandes vertientes teóricas, han sido simplemente expresiones de las leyes que rigen al mundo económico, y por ello, en la medida en que ha resultado imposible una ciencia sin leyes, le ha resultado imposible a la economía como ciencia ignorar las condiciones de equilibrio como instrumentos esenciales de su análisis. Esto, obviamente, no tiene la pretensión de negar que en el proceso de desarrollo científico pueda procederse a la formulación de leyes falsas o inadecuadas, ya sea en el terreno de la economía (condiciones de equilibrio), de otras ciencias sociales o de las mismas ciencias naturales, como la historia del conocimiento claramente lo indica, con abundantes ejemplos. Pero pretender refutar la noción de equilibrio en general por el hecho de que alguna vertiente teórica haya formulado una condición de equilibrio falsa o inadecuada, equivale a pretender una refutación del concepto de ley natural en general por el hecho de que en algún momento se hayan formulado leyes inadecuadas de la naturaleza. La verdadera lección de la historia es, por supuesto, la de que, para librarse de una ley (o condición de equilibrio) falsa, el avance científico presupone la crítica espee ífica de ella en vez de la purga masiva e indiscriminada de todas las leyes (o condiciones de equilibrio) en su conjunto. 438 L\ l coxoxu.. l'll~I\.LY\FSl.\\.\ INTRODUCCION A LA ECONOMIA 6.5.5 El resurgimiento de los factores institucionales En su conferencia como Premio Nobel de Economía, a fines de 1987, Robert Solow declaró que "creer, como lo hacen muchos economistas americanos, que la economía empírica comienza y termina en las series (estadísticas) equivale a ignorar una vasta y valiosa información que no puede ser reducida a esa forma tan simplificada", y que, por lo tanto, "no tenemos otra alternativa sino la de considerar seriamente las observaciones directas de la forma como las instituciones económicas trabajan", Ahora. bien, la cita de Solow es más rescatable en la medida en que se trata precisamente de un economista americano cuyo trabajo se concentra en las series (estadísticas), además representante sobresaliente de la Escuela Neoclásica, la cual es responsabilizada por los poskeynesianos de soslayar tradicionalmente la importancia de los "factores institucionales" (políticos, ideológicos, administrativos, organizacionales, culturales, históricos y legales que influencian el funcionamiento de los mercados). También resulta un síntoma notable que en 1986 el Premio Nobel de Economía tradicionalmente circunscrito a los estudios más ortodoxos, se le haya conferido a James Buchanan, cuyo trabajo es dedicado al análisis del comportamientodel Estado, de las reglas políticas y la estructura de las instituciones públicas, con un propósito "finalmente normativo más que antisépticamente científico", en las palabras propias de Buchanan. Si la importancia de los factores institucionales llega a ser reconocida de manera tan explícita en fuentes ortodoxas, como muestran los dos ejemplos anteriores, no parecería caber duda, entonces, acerca de la pertinencia de la reivindicación de la Escuela Poskeynesiana sobre este punto, desde sus orígenes. Aunque tampoco existe un planteamiento sistemático de los poskeynesianos al respecto, la importancia que le han conferido siempre al complejo conjunto de elementos institucionales resulta evidente en su escepticismo frente al procedimiento neoclásico tradicional de reducir la explicación de los mercados a variables y procesos de carácter exclusivamente económico. Esto aplica particularmente al análisis de la tasa de beneficio y de la tasa de salarios, que en el modelo neoclásico tradicional aparecen limitadas endógenamente por el proceso mismo de producción (a través de las productividades marginales de los factores), sin otros niveles críticos de mediación. De ahí la importancia conferida a la crítica de la función de producción (Véase Apéndice A - IV), que Joan Robinson lideró sin dar tregua, durante dos decenios; ya las fuerzas sociales que, dentro de ciertos límites referidos en gran medida al mecanismo de las crisis y los ciclos, entran en la negociación de los salarios. En esto los poskeynesianos parecen haber encontrado su inspiración en la siguiente máxima de Marx: "La determinación de su nivel efectivo (del salario) se dirime exclusivamente por la lucha incesante entre el capital y el tra- 439 bajo ... El problema se reduce, por tanto, al problema de las fuerzas respectivas de los contendientes". (Salario, Precio y Ganancia, sección 14). Como se recordará, (por la sección 3.4.2, la Tasa de Salarios), para Marx el·salario contiene un elemento moral e histórico, que explicaría esa flexibilidad, más allá de determinaciones físicas o técnicas, en lo cual fue seguido por Kalecki y Sraffa. En efecto, en sus modelos, éstos plasmaron tal característica estableciendo una relación inversa entre las tasas de beneficio y salarios, pero dejando abierta su determinación precisa, sin asignarles un valor específico o una fórmula precisa para ello, abriendo inclusive un amplio interrogante sobre la dirección de causa a efecto entre esas dos variables. Como es apenas lógico, los poskeynesianos se apoyan en los modelos de estos dos autores, cuya influencia teórica ha sido tan decisiva que hasta los neoclásicos en sus trabajos más actualizados se retractan de la consideración de la tasa normal de beneficio como una medida de la productividad marginal del capital, llegando inclusive a la afirmación de que esa identidad constituía una malinterpretación y de que la tasa de beneficio (como en el modelo de Sraffa) también puede ser una variable "exógena" en el modelo neoclásico*, abriendo con ello un nuevo campo potencial a las variables de carácter institucional. El énfasis en motivaciones y procesos distintos de los puramente económicos como parte esencial de los mecanismos de los mercados también fue recalcado por Keynes en su análisis de los incentivos para invertir. Famosas son sus observaciones de que en una acción económica efectiva no es suficiente el cálculo racional, sino que éste se apoya en la "energía animal" ("animal Spirits"), es decir, en la "inclinación natural", encontrando motivos en "el capricho, el sentimentalismo o el azar"; y de que la empresa se basa en cálculos exactos de los beneficios probables "apenas un poco más que una expedición al Polo Sur" (Teoría General, Cap. 12, secc. VII). Sin embargo, para evitar equívocos Keynes advierte rápidamente que "no debemos deducir de esto que todo depende de oleadas de psicología irracional. Por el contrario ... estamos recordando tan sólo que las decisiones ... no pueden depender de una expectativa matemática estricta ... " (Ibid.). Los poskeynesianos parecen inspirarse en estas tesis de Keynes para su crítica a los modelos tradicionales, basados enteramente en un "consumidor racional", por el lado de la deman- * Hahn, Frank. The Neo-Ricardians, Cambridge j ournal of Economics, 1982,6,353-374. Esta posición es compartida, en general, por los demás neoclásicos que han propuesto los modelos con "bienes heterogéneos de capital" (véase Apéndice A-XIII) como una salida teórica, entre los cuales se destacan los laureados con el Premio Nobel Kenneth Arrow y Gerald Debreu. Pero también cabe subrayar aquí la especial relevancia que tiene el reconocimiento de los factores institucionales por parte de Solow, quien dedicó una vida de trabajo al intento de cuantificación empírica del capital como una magnitud agregada, en el sentido neoclásico tradicional, con la vieja concepción, rechazada por Hahn, Arrow y Debreu de su productividad marginal también agregada. ( 440 INTRODUCCION A LA ECONOMIA da, y en una "firma racional", por el de la oferta. En la mayor parte de los casos esas críticas contribuyen a la complejidad de los modelos y a mejorar así su grado de aproximación a la realidad, pero como en algunos casos aislados puede darse más bien la tendencia hacia un exceso de simplificación por el lado opuesto, bien vale la pena mantener presente la advertencia de Keynes al respecto. " El importante papel que pueden jugar los arreglos institucionales dentro del análisis teórico moderno y la economía contemporánea se ilustra muy bien en trabajos como los de Kregel (Mercados e instituciones como aspectos de un sistema de producción capitalista, 1980); Okun (Precios Fijos y Precios Flexibles, 1975); y, Marglin (Crecimiento, Distribución e Inflación: Una Síntesis Centenaria, 1984) l. Sin embargo, antes de finalizar, parece conveniente recordar que el énfasis y el debate sobre la función de los factores institucionales, no estrictamente económicos y no estrictamente racionales, en el análisis y los procesos económicos tiene una larga e importante tradición en la historia del pensamiento económico, que encontró su desarrollo más sistemático en la reacción anti-clásica de la Escuela Histórica en Alemania, con los trabajos de Roscher (1817 . 1894), Hildebran (1812 - 1878), Knies (1821 - 1898) y Schmoller(1904), entre otros; de Richard Jones en Inglaterra (1831); y de Thorstein Veblen en Estados Utlidos (1857 -1929) 2. Gran parte de esos debates se adelantó en términos de':t~iInportancia relativa de los factores económicos y no económicos para el.análisis, y del grado de generalidad de las "leyes" económicas, mostrando que todo exceso de simplificación, hacia un lado o hacia el otro, no podía menos que resultar inadec,uado. Ojalá que esas experiencias no se dejen en los rincones del olvido y sirvan para enriquecer la capacidad futura de la teoría. En síntesis, la Escuela Poskeynesiana no ha generado un modelo sistemático ni unificado, así como en realidad tampoco ha aportado ideas verdaderamente originales al cuerpo de la teoría económica, habiéndolas tomado de diversas vertientes doctrinarias. Sin embargo, quizá en estas mismas características radica su importancia para la teoría económica moderna, pues ellas le han permitido: i) aproximarse al análisis de una maneraantidogmátíca, combinando elementos valiosos de diversos sistemas; ii) aumentar el grado de complejidad y realismo de algunos modelos, matizando sus postulados extremadamente rígidos y simplificados; y, iii) adoptar una actitud moderna, de síntesis, amplitud de miras y pragmatismo, frente a los complejos y cambian- LA ECONOMIA POSKEYNESIANA 441 tes problemas de la economía contemporánea. Por otra parte, como en todo movimiento amplio y en alguna medida heterogéneo, no faltan algunas tendencias extremistas y ultrasimplificadoras que, desbordando ese espíritu, pretenden corregir determinadas exageraciones con otras exageraciones todavía mayores desde un punto de vista opuesto. Cabe esperar que, como en otras ocasiones, la marcha del pensamiento económico se ocupe de situar tales pretensiones precisamente en su justo lugar. 6.6 La escuela Neo-Rícardíana El término "neo-rícardianísmo" fue acuñado para referirse a la obra de Piero Sraffa (véase Intercap ítulo III IV Ysecciones 2. 2. 2,2.2.4,7.4, 6.5.2 Y6.5.5) " y sus principales continuadores entre quienes sobresalen Luigi Pasinetti y Pierangelo Garegnani. Y dicho rótulo no parece inapropiado e~, la medi~a e~ ,que Sra~f:-:no sólo dedicó gran parte de su vida a la investigacion, orgamzacion y edición de las obras completas de Ricardo, incluyendo su correspondencia, sino que estructuró su propio sistema teórico sobre la base del mismo planteamiento analítico dejado por Ricardo, y que éste no pudo llevar hasta sus últimas consecuencias, retomando Sraffa esa tarea como se vio en el repaso de la teoría ricardiana sobre el valor y la relación de precios a salarios. Cierto es que la "mercancía patrón" de Sraffa adolece de inconsistencias que impiden aceptarla como la solución correcta al problema de la medida invariable del valor planteado por Ricardo, y que ello también tiene implicaciones sobre algunos corolarios equívocos acerca de las propiedades de la tasa de ganancia, como he mostrado en otra parte 1 • No obstante, ello .no debilita en medida alguna el papel que la obra de Sraffa ha jugado como pivote de una revolución en la teoría económica moderna, cuyos elementos más característicos han sido: i) la crítica conclusiva a la función de producción neo.clásica (Apéndice A - IV), poniendo punto final a un larguísimo y complejo debate que otros autores no habían podido cerrar. Como consecuencia de esto, la estructura de la teoría ortodoxa académicamente dominante, tuvo que ingresar en una etapa crítica de transición y amplia recomposición, cuya dirección más nítida se expresa en los modelos de bíen~,s de capital h~:erogéne~s.' como los de Debreu, Arrow y Hahn (véase seccion 6.5 ..5); _u) esta crítica, a su vez, sirvió de sólida base para el avance poskeynesiano frente a las posiciones neoclásicas, generando replanteamientos. mas generales, como los referidos a la importancia de los "factores institucionales"; ~). una revaluación del método de análisis y exposición de los problemas teoncos, aumentando el énfasis en la necesidad de considerar el 1. Reproducidos en Ocampo, op. cit. 2. Una síntesis introductoria puede verse en Roll, Eric, Historia de las Doctrinas Ecououuc as, 'Cap," VII y IX. (F.C.E.). 1. Cuevas, H. On Sraffa's "Standard Commodity" and the Rate of Profit. Revista de Econometría Umver;~dad ~e ~rasilia, nov. 1984; Valor y Sistema de Precios, Cap. 8, Universidad Nacional Colombia, Editorial, Bogotá, 1986. d; 442 INTRODUCCION LA ECONOMIA POSKEYNESIANA A LA ECONOMIA conjunto de interdependencias de cada elemento del sistema con todos los restantes (modelos de equilibrio general, como el de Walras, donde interactúan todos los mercados simultáneamente, en vez de modelos de equilibrio parcial, como los de Marshall, o de cada mercado considerado aisladamente. Al respecto, véanse Intercapítulo XIII-XIV, y sección 17.4); y iv) redescubrimiento de la confluencia de las diversas corrientes doctrlnarias en problemas y planos comunes, rompiendo algunos aislamientos artificiales que se habían levantado entre ellas, lo cual ha redundado en un menor grado de dogmatismo y en la inaplazable necesidad de estudiar y dominar toda la teoría económica en sus diversas manifestaciones o corrientes doctrinarias. Pasinetti ha sido uno de los más sobresalientes continuadores de esta tendencia, tanto en el terreno de las generalizaciones a la crítica de la teoría neoclásica de la producción ("Switches of Technique and the 'Tate of Retum' in Capital Theory, 1969; en Harcourt, Capital and Growth, Penguin, 1971), como en el de divulgación y ampliación del modelo Sraffiano (Lecciones de la Teoría de la Producción, 1975 F.C.E., 1984; Aportaciones a la Teoría de la Producción Conjunta, 1977, F.C.E., 1986), y en el de su desarrollo en modelos dinámicos de crecimiento (Crecimiento Económico y Distribución del Ingresó, 1974, Alianza Ed. 1978). Precisamente, en esta última obra presenta una prueba adicional, esta vez desde el punto de vista de la lógica del crecimiento, de que la tasa de beneficio se determina independientemente de cualquier "productividad" del capital, lo cual no podía menos que forzar a Hahn a reconocer que, inclusive en un modelo neoclásico, aquella debe ser determinada por factores "exógenos". 443 en otro contexto: "De hecho, empieza a superarse una triste fase en que se llegó a creer que la teoría, en vez de ser un complejo instrumento de trabajo, difícil y riesgoso en su manejo, era una caja negra capaz de producir respuestas exactas y cerradas ante las cuestiones formuladas. Y, como si ello fuese poco, que llegó a identificar "la" teoría con una pequeñísima y dogmática isla dentro del vasto archipiélago que, en realidad, constituye la teoría ... de esta manera, parecen más acordes con el saludable clima de los tiempos las contribuciones que buscan enriquecer ese archipiélago, manteniendo abiertos, por supuesto, los correspondientes canales de comunicación, que aquellas que buscan el establecimiento de su propia isla con exclusión de todo lo demás. También, en este sentido, son enriquecedoras las recientes contribuciones de la literatura neoricardiana y poskeynesiana, aún en medio de la conciencia de su dispersión" *. Similarmente, el trabajo de Garegnani se ha desplegado en el mismo primer campo ("Heterogeneous Capital, the Production Function and the Theory of Distribution", Review of Economic Studies, jul. 1970), como en el de la revaloración de los modelos ricardiano y neoclásico (El Capital en la Teoría de la Distribución, Oikos Ed., 1982), y en el de la relación de la crítica a los neoclásicos con la teoría de Keynes (notes on Consumption, Investment and Effective Demand, Cambridge Joumal of Economics, 1978, 2 y 3. Reproducido en Keynes's Economics and the Theory of Value and Dístribution, Eatwell y Milgate Editores, Oxford Univ. Press, 1983), lo cual lo llevó al análisis de problemas típicamente poskeynesianos e inclusive a un enfrentamiento de tesis con la principal vocera de estos últimos, Joan Robinson, en lo referente a la validez de las condiciones de equilibrio. (Reproducido en el libro editado por Eatwell y Milgate). Así, pues, como se indicó al iniciar este capítulo, el análisis de los neo-ricardianos, como el de los poskeynesianos, y el de los neoclásicos más avanzados, se caracteriza por un amplio dominio teórico de las diversas fuentes doctrinarias y, por ello, para finalizar no puedo dejar de reproducir lo que ya señalé • Cuevas, H. Perspectivas de la Teoría Económica Contemporánea. Cuadernos de Economía, No. 15, 1991, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA CAPÍTULOI - Cualquiera de los siguientes textos: 5. Roll.E, Historia de las doctrinas económicas. 6, Aguirre, M. A., Historia del pensamiento económico. 7, Gonnard, R., Historia de las doctrinas económicas. - Schumpeter, J., Historia del análisis económico, "La literatura mercantilista" . Meek, R., La fisiocracia. CAPÍTULO II .- Cualquiera de los textos (5, 5 ó 7) listados en X. Dobb, M., "Introducción a la economía". Napoleoni c., "Fisiocracia, Smith, Ricardo, Marx". Heilbroner, R., Vida y doctrina de los grandes economistas. Dobb, M., Teoría del valor y la distribución desde A. Smith. Blaug, M., La teoría económica actual, Caps. 2, 3, 4, 5 Y 6. CAPÍTULO III - Kautsky, K., El pensamiento económico de Carlos Marx. Sweezy, P., Teoría del desarrollo capitalista. Robinson, J., Introducción a la economía marxista. Schumpeter, J., Diez grandes economistas de Marx a Keynes. 445 446 BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA CAPÍTULO IV - Heilbroner, Vida y doctrina de los grandes economistas, Cap. VII. - Robinson, J., "Marx, Marshall y Keynes", en "Contribuciones a la teoría económica moderna". - Roll, E., Historia de las doctrinas económicas, Cap. VIII. - Blaug, M., La teoría económica actual, Caps. 8 a 13. - Cualquier texto elemental de "Microeconomía". - Schnider, E., Teoría económica, Vol. IV. CAPÍTULO V - Robinson, J., "Kalecki y Keynes", en "Contribuciones a la teoría económica moderna". - Hansen, A., Guía de Keynes. Dillard, D., La teoría económica de J. M. Keynes. - Heillbroner, R., Vida y doctrina de los grandes economistas, Cap. IX. CAPÍTULO - VI Gordon, R. Macroecoñomía. Branson, W. Teoría y política macroeconómica. Dornbusch y Fischer. Macroeconomía. Ocampo, J. A. Lecturas de economía poskeynesiana. Pasinetti, L. Leccionesde teoría de la producción. Editado por el Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia en abril de 2002. Se compuso en caracteres Times New Roman de 11 puntos y se imprimió sobre papel Bond de 70 gramos, con un tiraje de 1.000 ejemplares. Bogotá, Colombia Post Tenebras Spero Lucem (De otro lado, dentro del texto se indican las referencias específicas de las partes de las obras originales y artículos actualizados que se recomienda consultar).