Conferencia lnternacional del Trabajo 76.a reunión 1989 Informe V (1) El trabajo nocturno Oficina Internacional del Trabajo Ginebra Conferencia Internacional del Trabajo 76."reunión 1989 Informe V ( 1) El trabajo nocturno Quinto punto del orden del día Oficina Internacional del Trabajo Ginebra ISBN 92-2-306663-8 ISSN 025 1-3226 Primera edición 1988 Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la forma en que aparecen presentados los datos en las publicaciones de la OIT no implican juicio alguno por parte de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jundica de ninguno de los países, zonas o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras. La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos, estudios y otras colaboraciones firmados incumbe exclusivamente a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las sancione. Las referencias a firmas o a procesos o productos comerciales no implica aprobación alguna por la Oficina Internacional del Trabajo, y el hecho de que no se mencionen firmas o procesos o productos comerciales no implica desaprobación alguna. Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales librerías o en oficinas locales de la OIT en muchos países o pidiéndolas a : Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional del Trabajo, CH-12 11 Ginebra 22, Suiza, que también puede enviar a quienes lo soliciten un catálogo o una lista de nuevas publicaciones. Impreso en Suiza PCL INDICE Paginas CAP~TULO PRIMERO: Amplitud. factores determinantes e inconvenientes del trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Amplitud del trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Factores determinantes del recurso al trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . Inconvenientes del trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Riesgos para la salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Consecuencias sobre la vida familiar y social . . . . . . . . . . . . . . . . CAP~TULO 11: El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición . . . . . . . . . . . Análisis de las legislaciones nacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Campo de aplicación de la prohibición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alcance de la prohibición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Exenciones parciales de la prohibición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Exenciones totales de la prohibición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Suspensión de la prohibición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El debate sobre la reglamentación del trabajo nocturno de las mujeres . . . . Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Examen retrospectivo de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Principales argumentos en el debate actual . . . . . . . . . . . . . . . . . . Evolución reciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CAP~TULO 111: El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno . . . . . . . Remuneración del trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Remuneración de las horas normales de trabajo nocturno . . . . . . . . . Remuneración de las horas extraordinarias trabajadas de noche . . . . . Trabajo nocturno y tiempo de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Reducción de la duración normal del trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . Concesión de días de vacación suplementarios . . . . . . . . . . . . . . . Transferencia a un empleo con horario normal diurno . . . . . . . . . . . Posibilidades de jubilación anticipada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Organización del trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cálculo de la duración media del trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Limitación de la duración efectiva del trabajo nocturno . . . . . . . . . . Trabajo nocturno fijo o alternado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Trabajo nocturno y períodos de descanso . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vigilancia de la salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Servicios sociales y trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La alimentación durante el trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desplazamientos entre los lugares de residencia y de trabajo . . . . . . . IV El trabajo nocturno Vivienda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Educación y formación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Otras medidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61 62 64 CAP~TULO IV: La OZT y el trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Limitaciones del trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Limitaciones aplicables a ciertos sectores de actividad . . . . . . . . . . . Limitación del trabajo nocturno de las mujeres . . . . . . . . . . . . . . . Prohibición del trabajo nocturno de los menores . . . . . . . . . . . . . . Condiciones de trabajo nocturno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Tiempo de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Remuneración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vigilancia de la salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Servicios sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Actualidad de las normas existentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Posible adopción de nuevas normas sobre el trabajo nocturno . . . . . . . . . 66 Cuestionario ......................................... ANEXO: Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres). 1948 (núm.. 89) 66 66 67 68 69 69 71 72 73 75 77 80 . 89 INTRODUCCION En noviembre de 1987, con ocasión de su 238.a reinión, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo decidió inscribir en el orden del día de la 76." reunión ( 1989) de la Conferencia Internacional del Trabajo la cuestión del trabajo nocturno. En la actualidad son numerosísimos los asalariados que se ven obligados a trabajar de noche. En los países industrializados, y por lo que se desprende de los datos disponibles - raros por lo demás -, los trabajadores nocturnos, fundamentalmente hombres, representan, según los distintos países, del 7 al 15 por ciento de la población asalariada total, habiéndose mantenido dicha proporción relativamente estable en el curso de los diez últimos años. Se estima que los trabajadores por equipos representan entre la mitad y los dos tercios del total de los asalariados que trabajan de noche. En los países industrializados se observa un ligero aumento de los asalariados que trabajan «regularmente» de noche (y una disminución concomitante de los que lo hacen de modo irregular). Numerosos jefes de empresa estiman, en efecto, que la importancia de los capitales invertidos en instalaciones dotadas de técnicas de punta exige una amortización acelerada y, por tanto, una utilización lo más intensiva posible de los equipos y máquinas. En realidad, son millones los trabajadores que trabajan de noche en el mundo. En la República Federal de Alemania, por ejemplo, según una encuesta realizada en 1980, un 13 por ciento de los asalariados trabajan de noche, dos tercios de ellos de forma regular. En Francia, según una encuesta de 1984, 2,l millones de asalariados (de ellos 400 000 mujeres) trabajan de noche, siendo algo más de 1 millón (de ellos 170 000 mujeres) los que lo hacen de forma regular. Debido a la falta de estadísticas, resulta mucho más difícil conocer la amplitud del trabajo nocturno entre la población trabajadora de los países en desarrollo. No obstante, se estima que, si bien el trabajo nocturno no se halla menos extendido en estos países que en los industrializados, tiene tendencia a crecer progresivamente como consecuencia de la industrialización y de la urbanización, fenómenos que se traducen en un mayor recurso al trabajo por equipos. En una minoría de los Estados Miembros de la OIT, la legislación laboral limita el recurso al trabajo nocturno, tanto por lo que se refiere a los hombres como a las mujeres. Dichas restricciones se aplican a veces a categorías determinadas de personas, empresas o trabajos; esas restricciones revisten, por otro lado, un alcance general, si bien en tal caso van normalmente acompañadas de excepciones (en especial por lo que se refiere al trabajo por turnos). La mayoría de los Estados Miembros de la OIT, en cambio, han adoptado disposiciones por las que se prohíbe el trabajo nocturno de los menores. Ya desde sus mismos inicios, la Organización ha adoptado diversas normas internacionales en la materia, a saber: el Convenio sobre el trabajo nocturno de los 2 El trabajo nocturno menores (industria), 1919 (núm. 6); el Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno de los menores (industria), 1948 (núm. 90); la Recomendación sobre el trabajo nocturno de los menores (agricultura), 1921 (núm. 14), y el Convenio (núm. 79) y la Recomendación (núm. 80) sobre el trabajo nocturno de los menores (trabajos no industriales), 1946. El Grupo de trabajo sobre normas internacionales del trabajo constituido en noviembre de 1984 por el Consejo de Administración ha considerado, en su clasificación de los convenios y las recomendaciones, la adopción eventual de nuevas normas sobre el trabajo nocturno de los menores ' con el fin de armonizar la protección asegurada a éstos, como se hizo en 1973, acerca de la cuestión de la edad mínima de admisión al empleo, con la adopción del Convenio (núm. 138) y la Recomendación (núm. 146) sobre la edad mínima, 1973. No obstante, se trataría fundamentalmente de un trabajo de sistematización y mejora de los instrumentos existentes, pues la utilidad de éstos no se discute en modo alguno. No es éste el aspecto de la cuestión que el Consejo de Administración ha deseado que se inscriba en el orden del día de la Conferencia, por lo que no se tratará de él en el presente documento. En cambio, la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres en la industria, que figura, como veremos, en numerosos textos jurídicos nacionales e internacionales, es objeto en la actualidad de vivas polémicas. Por lo demás, es este debate el que ha dado lugar, en un principio, a que la Oficina proponga al Consejo de Administración que se adopte una acción normativa en la esfera del trabajo nocturno, en especial una revisión del Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1948 (núm. 89). No obstante, se ha visto claramente que el trabajo nocturno podría reexaminarse asimismo desde otro punto de vista y que cabría considerar la adopción de medidas generales, esto es, las que se aplican sin distinción de sexo o de sector de actividad, con el fin de mejorar las condiciones en que se efectúa el trabajo nocturno. Dentro de esta doble perspectiva de revisión parcial del Convenio núm. 89 y de elaboración de nuevas normas sobre el trabajo nocturno en general, el Consejo de Administración ha decidido que se inscriba este punto en el orden del día de la Conferencia 2. En consecuencia, en el primer capítulo del presente informe se examinan la amplitud, los factores determinantes y los inconvenientes del trabajo nocturno. En el segundo capítulo se analizan las medidas adoptadas a nivel nacional para limitar, tanto legalmente como en la práctica, el trabajo nocturno de las mujeres, a la vez que se recogen las distintas posturas adoptadas por los gobiernos y las organizaciones profesionales y se estudian los principales elementos del debate sobre el tema. En el tercer capítulo se analizan las disposiciones legales y las prácticas nacionales adoptadas para mejorar las condiciones del trabajo nocturno. En el último capítulo se examina la actividad normativa de la OIT en la materia, tanto en lo tocante a las normas existentes y a su vigencia como a la necesidad de nuevas normas. El informe se concluye con el tradicional cuestionario remitido a los gobiernos para que respondan de modo sustantivo. El texto del Convenio núm. 89 se reproduce en forma de anexo. La Conferencia debe tratar la cuestión conforme al procedimiento de doble discusión previsto en el artículo 10 del Reglamento del Consejo de Administra- Introducción 3 ción y en el artículo 39 de su propio Reglamento. En cumplimiento de esta última disposición, la Oficina ha preparado el presente informe con objeto de que sirva de base para la primera discusión en la Conferencia. Según dicho artículo igualmente, el informe debe comunicarse a los gobierno al menos doce meses antes de la apertura de la 76." reunión de la Conferencia en 1989; con objeto de que la Oficina tenga tiempo para examinar las respuestas dadas al cuestionario y de preparar un segundo informe, se invita a los gobiernos a que remitan sus respuestas a Ginebra antes del 6 de octubre a más tardar, pues el segundo informe debe llegarles al menos cuatro meses antes de la apertura de la reunión. A este respecto, se señala a la atención de los gobiernos el párrafo 1 del artículo 39 del Reglamento de la Conferencia Internacional del Trabajo, en el que se les pide que «consulten a las organizaciones de empleadores y de trabajadores más representativas antes de completar sus respuestas*. Los resultados de tales consultas deberían reflejarse en las respuestas de los gobiernos. A estos últimos se les pide que indiquen en sus respuestas las organizaciones a las que se ha consultado. En el pasado ha podido verse que Estados Miembros cuya legislación y práctica se hallaban de conformidad con las disposiciones de un instrumento internacional no estaban a veces en condiciones de ratificarla o aceptarla formalmente debido a divergencias relativamente menores entre los términos precisos del instrumento, por un lado, y la legislación y la práctica nacionales, por otro. Estas divergencias pueden guardar relación con el ámbito de aplicación del instrumento: el ámbito de aplicación de la legislación nacional pertinente puede no coincidir plenamente con el del instrumento o definir de otro modo el sector o los sectores cubiertos por este último. Dichas divergencias pueden igualmente atribuirse a cuestiones de detalle en lo relativo a la aplicación de los principios básicos. Evidentemente, lo deseable es que tales problemas se tomen en consideración en el momento de elaborar el instrumento con el fin de ver si éste puede flexibilizarse más para subsanarlos sin perjudicar los objetivos esenciales que se persiguen. Así pues, el cuestionario contiene una pregunta en la que se invita a los Miembros a que indiquen cualquier particularidad de la legislación y la práctica nacionales sobre el tema objeto de discusión que, a juicio suyo, pudiera suscitar problemas a la hora de aplicar el instrumento insternacional, tal como se ha concebido en este informe, y que formulen a la vez sugerencias precisas sobre posibles medidas para resolver dichos problemas. Notas ' Véase OIT: Boletín Oficial, vol. LXX, 1987, serie A, número especial. ZVéanse documentos del Consejo de Administración GB.2381211, párrafo GB.238lPV (Rev). 105, y CAPITULO PRIMERO AMPLITUD, FACTORES DETERMINANTES E INCONVENIENTES DEL TRABAJO NOCTURNO El trabajo nocturno es un concepto especialmente difícil de delimitar, por cuanto puede ser regular u ocasional, permanente o alterno, combinarse o no con el trabajo diurno y efectuarse o no en el marco del trabajo por equipos. Por otro lado, quienes estudian el trabajo nocturno tropiezan frecuentemente en sus análisis con la carencia o la insuficiencia de estadísticas disponibles sobre su difusión y distribución. Los datos utilizables son, por así decirlo, inexistentes en los países en desarrollo. En los países industrializados, las cifras que recogen unas u otras fuentes no pasan de ser con frecuencia meras estimaciones o se limitan a indicar la amplitud del trabajo nocturno efectuado en el marco del trabajo por equipos en régimen semicontinuo o continuo. Ahora bien, los trabajadores por turnos sólo representan una parte, aun cuando sea en general la más importante, de la plantilla nocturna. Por lo general, las estadísticas existentes están, además, muy anticuadas y se han elaborado también con frecuencia a partir de definiciones y métodos diferentes, lo que hace difícil su utilización o comparación en el plano internacional. En todo caso, los datos de que se dispone muestran que el número de trabajadores que efectúan un trabajo nocturno con carácter regular u ocasional es importante en los países industrializados y que ha aumentado de manera considerable en el curso de los treinta últimos años. Se estima por lo general que dichos trabajadores representan entre un 7 y un 15 por ciento de la población asalariada, según sean los países considerados. Las cifras disponibles sobre Francia muestran, por ejemplo, que un 12,2 por ciento de los trabajadores en 1978 y un 13,3 por ciento en 1984 habían trabajado al menos una noche al año, mientras que la proporción de los que habían trabajado al menos cincuenta noches se elevaba a 5,l por ciento en 1978 y a 5,7 por ciento en 1984. Las informaciones de que se tiene noticia sobre la importancia relativa del número de trabajadores nocturnos muestran diferencias sensibles entre los distintos países, debidas probablemente a diferencias en cuanto al enfoque estadístico del fenómeno. Así, los trabajadores nocturnos representaban un 5,4 por ciento de la población asalariada en Suecia ( 1982), un 8,l por ciento en los Estados Unidos (1985, sólo trabajadores no agrícolas), un 12,5 por ciento en Suiza ( 1985), un 13 por ciento en la República Federal de Alemania ( 1987) y un 15 por ciento en Noruega ( 1985). Con frecuencia, en las estadísticas sólo se refleja el trabajo nocturno efectuado en el marco del trabajo por equipos en régimen semicontinuo o continuo, es 6 El trabajo nocturno decir, el que entraña un turno de noche. Es algo que puede comprobarse, principalmente, en los países de Europa del Este. Así, y a título ilustrativo, los trabajadores por turnos en régimen semicontinuo o continuo representaban un 8,4 por ciento de los trabajadores de la industria en Hungría ( 1981), un 9 por ciento en la URSS ( l982), un 11,l por ciento en Yugoslavia ( 1984) y un 12,l por ciento en Polonia ( 1982). En los países industrializados de economía de mercado, el número de trabajadores nocturnos ha aumentado considerablemente tras la Segunda Guerra Mundial y hasta 1977 aproximadamente, debido sobre todo a la expansión de las economías nacionales y al recurso cada vez mayor al trabajo por equipos como consecuencia de esa expansión. Cabe citar, a título de ejemplo, que la parte correspondiente a los trabajadores por turnos en la población asalariada ha pasado en Dinamarca del 7 por ciento en 1951 al 16 por ciento en 1970, en Francia del 12 por ciento en 1957 al 2 1,9 por ciento en 1974 (obreros) y en el Reino Unido del 12 por ciento en 1957 al 2 1 por ciento en 1968. En la República Federal de Alemania, los trabajadores nocturnos ascendían a 2,4 millones en 1965 y casi 3 millones en 1972, es decir, que habían aumentado un 26 por ciento en sólo siete años. Hacia fines de los años setenta, en cambio, se ha dejado sentir la recesión económica que ha dado lugar a un estancamiento, e incluso a una ligera regresión, del número de trabajadores de noche y por turnos. En los países industrializados de economía planificada, el aumento del número de trabajadores nocturnos ha sido constante, si bien menos rápido en el curso de los últimos años. A título ilustrativo, en la República Democrática Alemana la parte del personal de producción de la industria ocupada en el trabajo por turnos en régimen semicontinuo o continuo ha pasado del l2,6 por ciento en 1962 al 26,3 por ciento en 1972, y al 27,5 por ciento en 1976. En los países del tercer mundo, la importancia relativa de los trabajadores nocturnos es por lo general menor que en los países industrializados, debido fundamentalmente al menor recurso al trabajo por turnos en régimen semicontinuo o continuo en la industria y al menor desarrollo de los servicios encargados de velar por la seguridad, la salud y el bienestar de la población. Así, en el Perú sólo un 4,6 por ciento de los trabajadores de la industria ( o el 15 por ciento de los que trabajaban por turnos) se hallaban ocupados en 1977 en sistemas de trabajo por equipos en régimen semicontinuo o continuo. En Filipinas, en 1980 sólo el 18 por ciento de los trabajadores por turnos tenían que efectuar trabajos nocturnos. Debe señalarse, empero, que la evolución del trabajo por turnos no refleja siempre con fidelidad la del trabajo nocturno. En efecto, en determinados países cabe observar un aumento importante del trabajo nocturno que no se realiza por turnos. En Francia, por ejemplo, las personas que habían trabajado más de cincuenta noches al año lo habían hecho como trabajadores por equipos en una proporción del 59,l por ciento en 1978 y de sólo el 48,6 por ciento en 1984. El trabajo nocturno suele estar más generalizado en la industria que en las demás ramas de la actividad económica, si bien manifiesta cierta tendencia a aumentar en el sector de los servicios. Asimismo, suele darse más en los oficios manuales y en las actividades de producción propiamente dichas que en las otras profesiones o actividades. En Francia, por ejemplo, la proporción de trabajadores que habían trabajado más de cincuenta noches al año era en 1984 del Amplitud, factores determinantes e inconvenientes del trabajo nocturno 7 7,7 por ciento entre los obreros y sólo del 3,7 por ciento entre los mandos intermedios. El recurso al trabajo por turnos, en especial el que entraña un turno de noche, aumenta por lo general de acuerdo con las dimensiones del establecimiento. En la República Federal de Alemania, por ejemplo, en 1977 cerca del 70 por ciento de los trabajadores por turnos se hallaban ocupados en empresas con más de 500 trabajadores. En Francia, la proporción de trabajadores por turnos se elevaba en 1984 a 2,2 por ciento en las empresas de 10 a 49 trabajadores, al 8,l por ciento en las de 50 a 199 trabajadores, al 16,3 por ciento en las de 200 a 499 trabajadores y al 27 por ciento en las que empleaban al menos a 500 personas; no obstante, se observó una rápida progresión del trabajo por equipos, tanto en régimen semicontinuo como continuo, en las pequeñas y medianas empresas. Son escasas las informaciones de que se dispone sobre la participación de las mujeres en el trabajo nocturno. Si bien es muy inferior, por lo general, a la de los hombres, hay varios países en los que es importante. En la República Federal de Alemania, por ejemplo, las mujeres representaban el 14 por ciento de los trabajadores nocturnos en 1972 y el 22,l por ciento en 1987 ; por otro lado, el 8 por ciento de las trabajadoras efectuaban trabajos nocturnos en 1987. En los Estados Unidos, el 5,4 por ciento de las trabajadoras a tiempo completo y el 1,7 por ciento de las que lo hacían a tiempo parcial trabajaban en 1985 durante la noche de forma permanente o por rotación. En Francia, el 4,5 por ciento de las trabajadoras en 1978 y el 4,8 por ciento en 1984 efectuaban trabajos nocturnos. Los factores determinantes del recurso al trabajo nocturno son de orden diverso : técnicos, económicos y sociales. Los factores técnicos obedecen al carácter necesariamente continuo de ciertos procesos físicos, químicos u operativos. Prácticamente son de naturaleza obligada. Ahora bien, la exigencia de continuidad puede traducir una insuficiencia más o menos pasajera de tecnología. Cabe pensar, pues, que cuanto más progrese la ciencia y la técnica más posibilidades habrá de automatizar procesos críticos o de acelerar, reducir el ritmo, aplazar o introducir la marcha rápida en ciertos procesos o equipos. Como consecuencia de ello, podría suprimirse el recurso al trabajo nocturno en ciertos casos o reducirse en otros. Con la mecanización, y posteriormente la automatización, los factores económicos pesan cada vez más en las decisiones de los empleadores de recurrir al trabajo nocturno para rentabilizar al máximo unas inversiones que también son cada vez más gravosas bajo la influencia conjugada de la innovación acelerada de la tecnología y de la evolución constante de la demanda. Ciertos factores sociales pueden a su vez favorecer la práctica del trabajo nocturno u oponerse a él. Los individuos y las colectividades reclaman de manera creciente la continuidad de la prestación de determinados servicios durante las veinticuatro horas del día. Dicha continuidad se justifica plenamente en el caso de aquellos servicios destinados a velar por la seguridad de las personas y los bienes o a proteger la salud de la población. Su necesidad parece, en cambio, menos evidente en otros casos, así en el de los servicios de información y espar- 8 El trabajo nocturno cimiento. Entre los factores sociales que pueden ser contrarios a la práctica del trabajo nocturno, el más importante es sin duda la actitud de los trabajadores y de sus organizaciones frente a dicha modalidad de trabajo. A este respecto, la resistencia es mucho más tenaz en los países industrializados que en los países en desarrollo. Como ya hemos señalado, el crecimiento considerable del número de trabajadores nocturnos en los países industrializados se ha debido, en gran parte, a la extensión del trabajo por equipos en régimen semicontinuo y continuo. La frecuencia de esta forma de trabajo en los países industrializados de economía de mercado se explica por diversos factores de orden económico que conviene precisar. Ante todo, las dimensiones del mercado: éstas influyen considerablemente sobre el recurso al trabajo por turnos cuando se trata de productos para los que la rentabilidad crece en función del volumen de producción. Otro factor que debe considerarse es el número de empresas que compiten entre sí: cuanto mayor es su número, más se recurre al trabajo por turnos en la medida en que refuerza su competitividad. Debe tenerse asimismo en cuenta la dimensión de esas empresas por cuanto el trabajo por turnos, en especial cuando va acompañado de la creación de un turno de noche, requiere un personal supervisor suplementario que no siempre pueden permitirse o encontrar las pequeñas empresas. Por último, con el trabajo por equipos los empleadores pueden adaptar, a veces mejor que recurriendo a las horas extraordinarias, el volumen de su producción a las fluctuaciones de la demanda. En los países industrializados de economía de mercado se estima por lo general que la mejor utilización de la capacidad de producción que permite el trabajo por equipos en régimen semicontinuo o continuo tiene consecuencias favorables sobre el empleo. Ante el desempleo cada vez mayor que conocen en la actualidad la mayoría de dichos países, si bien no cabe duda de que conviene utilizar plenamente la capacidad instalada, se considera, felizmente, cada vez más que ello debe hacerse en conjunción con la adopción de medidas que atenúen los riesgos e inconvenientes inherentes al trabajo nocturno. En los países industrializados de economía planificada, el problema esencial que se planteó tras la Segunda Guerra Mundial fue el de poner fin cuanto antes al desempleo, reducir drásticamente la mano de obra agrícola excedentaria y elevar las tasas de crecimiento económico. Como las posibilidades de inversión en la industria eran insuficientes para lograr el pleno empleo, se trató de utilizar al máximo la capacidad de producción, lo que explica el gran crecimiento del trabajo nocturno registrado durante dicho período. La situación ha cambiado, no obstante, en la actualidad, puesto que el desempleo estructural ha desaparecido en gran medida, la mano de obra agrícola excedentaria se ha reducido considerablemente y la masa de capital fijo ha aumentado. Como consecuencia de todo ello, se trata de conseguir un régimen óptimo de utilización del trabajo por equipos, esto es, de alcanzar una especie de compromiso entre las ventajas económicas y los costos sociales que conlleva dicha modalidad de trabajo. En los países en desarrollo, una gran parte de los bienes de equipo permanece inactiva dieciséis horas al día, mientras que el capital escasea y la mano de obra abunda. Si se consiguiera utilizar mejor la capacidad de producción disponible, en especial mediante el recurso al trabajo por turnos, se aumentaría la producción y, en consecuencia, las posibilidades de empleo. Amplitud, factores determinantes e inconvenientes del trabajo nocturno 9 Se ha preconizado la adopción de diversas medidas con el fin de aumentar el recurso al trabajo por equipos o modificar las condiciones por las que la mayoría de las empresas han preferido hasta ahora trabajar a base de un solo turno, como son, por ejemplo, los estímulos fiscales o subvenciones directas al trabajo por turnos, el mejoramiento de las condiciones de competitividad, la corrección de las imperfecciones del mercado de capitales, en especial por medio de la eliminación de las subvenciones al capital fijo, la elevación de las tasas de interés de los préstamos destinados a las inversiones de capital fijo y la reducción de las tasas de interés de los préstamos destinados a aumentar el capital circulante de las empresas, etc. ¿Quiero ello decir que en los países en desarrollo la expansión del trabajo por turnos y, en consecuencia, de la producción y el empleo pasa necesariamente por el recurso a las formas de dicho trabajo que implican el trabajo nocturno? A este respecto, parece que el trabajo a base de dos turnos, es decir, sin turno de noche, debería bastar en la mayoría de los casos, habida cuenta, en particular, del nivel actual de la demanda nacional. Conviene asimismo señalar que el trabajo por turnos en régimen semicontinuo o continuo, con un turno de noche, tropieza en dichos países con ciertos problemas que no conocen, o que apenas conocen, los países industrializados, en especial las duras condiciones climáticas y las malas condiciones de alojamiento, con los problemas que de ello pueden derivarse para el descanso de los trabajadores nocturnos durante el día, así como la escasez de personal supervisor. Riesgos para la salud A raíz de las numerosas investigaciones efectuadas sobre las consecuencias del trabajo nocturno respecto de la salud de los trabajadores han podido identificarse dos causas principales de riesgos para la salud, a saber: los trastornos del sueño y las modificaciones de las costumbres alimentarias. El trabajador que se ve obligado a trabajar de noche y a dormir de dia sufre una doble tensión. Por un lado, debe efectuar su labor en período de desactivación nocturna de su sistema nervioso central, lo que exige un esfuerzo adicional; por otro, debe dormir en período de activación diurna, en un mundo en vigilia y en plena actividad, lo que plantea el problema del sueño durante el día y de sus efectos reparadores. A igual carga de trabajo, el trabajo nocturno es más fatigoso que el diurno, pues no puede beneficiarse de la activación psicosomática que favorece este último, debido a que los índices fisiológicos (frecuencia cardíaca, presión arterial, régimen de ventilación, temperatura central, etc.) mantienen su depresión nocturna, que se ve solamente atenuada. A esta agresión propia del trabajo nocturno se añade con frecuencia otra, en el plano patológico, como consecuencia de la alternancia de los horarios de trabajo. En el caso del trabajo nocturno, los trastornos del sueño tienen que ver por lo general con el hecho de que su duración durante el día suele ser inferior a la del sueño durante una jornada normal, y que su calidad es asimismo inferior. En efecto, los horarios de sueño se ven influidos, y con frecuencia reducidos, por los horarios de la vida familiar. 1O El trabajo nocturno Los trastornos del sueño actúan directamente sobre todos los sujetos: unas veces son bastante bien soportados por ciertos trabajadores o en determinados períodos de la vida; otras veces pueden, en el caso de trabajadores especialmente sensibles desde el punto de vista psicológico o que se hallan en una situación familiar o material difícil, tener repercusiones indirectas apreciables sobre la actividad de los sistemas nervioso o digestivo. Los trastornos gástricos e intestinales, en especial las úlceras, son frecuentes entre los trabajadores nocturnos. Pueden verse agravados por las malas condiciones de alimentación durante el trabajo, por el consumo excesivo de café y de tabaco que hacen por la noche para mejorar su estado de vigilia durante su labor y por los somníferos utilizados para dormir durante el día. Por otro lado, los trastornos que supone su ocupación nocturna para la vida familiar y social de los trabajadores pueden conducir a éstos a un mayor consumo de alcohol. Todos estos problemas se ven influidos, además, por factores psicológicos propios del trabajador o derivados de la actitud de su familia. Los efectos del trabajo nocturno sobre la salud varían sensiblemente en función de la edad y de la situación familiar, material y económica de los trabajadores. Se estima por lo general que sólo un tercio de los trabajadores tolera bien el trabajo nocturno y los horarios alternos durante toda su vida activa. En el caso de los dos tercios restantes, suelen manifestarse signos de intolerancia después de haber realizado durante varios meses o años esa clase de trabajo. Según diversas encuestas realizadas en países en desarrollo, las consecuencias del trabajo nocturno sobre la salud se ven frecuentemente agravadas por una serie de factores, como son especialmente la insalubridad de los lugares de trabajo, condiciones de trabajo penosas, condiciones climáticas difíciles, el mal estado y la exigüidad de las viviendas ocupadas por los trabajadores y hasta una alimentación insuficiente o mal equilibrada. La patología de la trabajadora nocturna apenas se ha estudiado. Los escasos estudios existentes tienden a demostrar que el trabajo nocturno puede exponer a las mujeres, durante determinados días del ciclo menstrual, a un agotamiento como consecuencia de una desactivación nocturna mayor que la que sufren los hombres. No obstante, esta diferenciación sexual no constituiría, en realidad, una contraindicación complementaria y específica respecto al trabajo nocturno de la mujer. De hecho, y desde un punto de vista médico, no parece estar justificado proteger solamente a la mano de obra femenina; ahora bien, dicha necesidad de protección se ve reforzada en el caso de las trabajadoras cuando su función reproductora se halla en juego, debido a los riesgos que entraña para el hijo. Conviene, por último, señalar un aspecto recientemente detectado y apenas estudiado aún referente a la variación de la sensibilidad del organismo frente a las agresiones y molestias del medio de trabajo en los distintos momentos del ciclo de veinticuatro horas. Este aspecto podría ser importante, por ejemplo, en lo concerniente a la sensibilidad durante la noche a las sustancias químicas, los ambientes polvorientos o los ruidos. Consecuencias sobre la vida familiar y social Los estudios realizados acerca de las consecuencias del trabajo nocturno sobre la vida familiar y social, si bien están basados por lo general en encuestas Amplitud, factores determinantes e inconvenientes del trabajo nocturno 11 subjetivas referidas a situaciones particulares conocidas sobre las que a veces resulta difícil generalizar, suelen reconocer frecuentemente las consecuencias nocivas de esta modalidad de trabajo. Las consecuencias negativas del trabajo nocturno sobre la vida familiar se manifiestan, por un lado, en la organización doméstica de la vida cotidiana y, por otro, en la vida del grupo familiar en cuanto tal, incluidas las relaciones entre sus distintos miembros. La organización doméstica de la vida cotidiana se ve perturbada por el desfase de los horarios del trabajador nocturno respecto de los de su familia. Por muchas concesiones o sacrificios que haga el trabajador, siempre surgen problemas referentes a la preparación y organización de las comidas, la limpieza de la casa y el cuidado de los hijos. Por otro lado, el descanso del trabajador durante el día resulta difícil debido a la actividad desarrollada por los demás miembros de la familia, dificultad que aumenta con el número de hijos, pero que disminuye con la mejora de la calidad del alojamiento. La necesidad de respetar su reposo entraña con frecuencia molestias para los demás miembros de la familia. Como consecuencia de ello, la atmósfera familiar puede verse perturbada, hasta llegar a ser intolerable tanto para el trabajador, que descansa mal, como para su familia, que no puede desarrollar normalmente sus actividades. A la larga, esta situación puede generar problemas que superan el nivel práctico y llegan a afectar las relaciones familiares. La perturbación de las relaciones familiares como consecuencia del trabajo nocturno realizado en horas alternas - el más frecuentemente practicado - está vinculada con el hecho de que esta modalidad de trabajo reduce el tiempo de presencia común en la casa de los distintos miembros de la familia al cambiar continuamente los horarios. Las comidas familiares tienden a ser menos frecuentes según el turno efectuado por el trabajador. El trabajo nocturno en horario alterno entraña, por otro lado, problemas para el ejercicio de las responsabilidades familiares en materia de educación de los hijos. Todos estos factores pueden ocasionar, a la larga, el deterioro del ambiente familiar. Si bien no siempre cabe achacar al trabajo nocturno los problemas familiares, no cabe duda de que constituye un factor susceptible de agravar las dificultades latentes en el hogar. Por lo que se refiere a los problemas de la vida social, en varias encuestas se da cuenta del sentimiento de malestar y aislamiento que experimentan los trabajadores nocturnos. Este sentimiento se debe en gran medida al desfase de sus horarios de trabajo con respecto a los de los demás trabajadores, es decir, a una falta de sincronización de su tiempo libre. Este fenómeno se ve agravado en el caso del trabajo nocturno en horarios alternos, a causa de la continua modificación de esos horarios. Conviene, no obstante, establecer una distinción entre las relaciones sociales según tengan o no un carácter organizado, oficial. Las actividades colectivas (deportivas, sindicales, políticas, culturales, etc.) suelen ser las más perjudicadas por el trabajo nocturno. En efecto, el trabajador no puede practicarlas de forma regular, ni asumir por lo general responsabilidades al respecto. A veces se ve excluido de ellas, o se excluye a sí mismo, por no poder seguirlas normalmente. Por lo que se refiere a las relaciones de carácter no oficial u organizado, parece en cambio que el trabajador nocturno tiene una vida social similar a la del tra- 12 El trabajo nocturno bajador diurno, si bien frecuenta menos a los amigos y tiene más problemas a la hora de hacer nuevas amistades, en especial cuando tiene que trabajar también durante los fines de semana (trabajo por turnos en régimen continuo). En realidad, las repercusiones del trabajo nocturno sobre la vida social suelen aceptarse mejor cuando dicho trabajo tiene una justificación técnica. De modo similar, el hecho de que sean numerosas las personas afectadas por esta clase de trabajo en la comunidad, la rama de actividad o la profesión parece desempeñar un papel decisivo al respecto, pues en tal caso los interesados se ven estimulados a organizarse colectivamente en función del problema y a buscar soluciones. Por lo que se refiere a la utilización del tiempo libre, se observa entre los trabajadores nocturnos un repliegue sobre las actividades de tipo individual e independientes de las normas temporales (trabajos manuales, jardinería, pesca, lectura, etc.), repliegue que traduce a menudo el sentimiento que tienen de hallarse al margen de las actividades de esparcimiento accesibles a los demás trabajadores. Las consecuencias negativas del trabajo nocturno sobre la vida familiar y social se consideran especialmente desventajosas por los trabajadores de los países industrializados. En los países en desarrollo, en cambio, los trabajadores y sus sindicatos tienden a no atribuirles demasiada importancia, pues estiman que, pese a todos sus inconvenientes, el trabajo nocturno es preferible a la falta de trabajo. Notas ' Los documentos que se indican a continuación tratan de las repercusiones que tiene el trabajo por turnos sobre los trabajadores, en especial en materia de salud: Andlauer, P. ; Carpentier, J., y Cazamian, P. : Ergonomle du travad de nult et des horaves alternants (París, Cujas, 1977), 272 páginas. Carpentier, J., y Cazamian, P. : Le travad de nutt. Effets sur la santé et la vze soclale du travadleur (Ginebra, OIT, segunda impresión con modificaciones, 1978), 90 páginas. Colquhoun, W. P., y Rutenfranz, J. : Studzes of shlftwork (Londres, Taylor y Francis Ltd., 1980), 468 páginas. Fondation européenne pour l'amélioration des conditions de vie et de travail : Effets du travad posté sur la santé et la vle sociale etfamdlale (Dublín, 1980). -: Travad posté: quantlté et quahté du sornmed. Dlfférences entre les ~nd~vldus (Dublín, 1982). Gadbois, C., y Queinnec, Y.: ((Travail de nuit. Rythmes circadiens et régulation des activités)), en Le travad humaln (París, 1984), vol. 47, núm. 3, págs. 195-225. Haiden, M. ; Koller, M., y Cervinka, R. : N~ghtand shlft work: Long-term effects and thelr preventlon, Proceedings of the Seventh International Symposium on Night and Shift Work, Igls, 1985 (Francfort, Peter Lang Verlag, 1986). Johnson, L. C. ; Tepas, D. ; Colquhoun, W. P., y Colligan, M. J. : The twenty-four hour workday: Proceedlngs of a symposwn on varlatton zn workhleep schedules (Cincinnati, Ohio, NIOSH, 1981), 761 páginas. Knauth, P.; Rohmert, W., y Rutenfranz, J.: «Systematic selection of shift plans for continuous production with the heat of work physiological criteria», en Applled Ergonomlcs (Guildford, 1979), vol. 10, núm. 1, págs. 9-15. Kogi, K.; Miura, T., y Salto, H.: «Shift work: Its practice in improvementn, Proceedings, Sixth International Symposium on Night and Shift Work, Tokyo, 1982, en Journal of Human Ergology (Tokio, Center for Academic Publications, 1982), vol. 11, supl. Munstermann, J., y Preiser, K. : Schlcharbelt m der Bundesrepubhk Deutschland (Bonn, Bundesminister für Arbeit und Sozialordnung, 1978), 279 páginas. Amplitud, factores determinantes e inconvenientes del trabajo nocturno 13 Reinberg, A,, y otros autores: ~Biological rhythms and exposure limits for extended work shifts», International symposium on occupational exposure limits, 1985, en Annals of fhe American Conference of Governmental Industrial Hyglenlsts (Cincinnati, Ohio, 1985), vol. 12, págs. 89-98. -; Vieux, N., y Andlauer, P. : Night and shzft work. @iologlcal and soclal aspects (Oxford, Pergamon Press, 1981), 509 páginas. Rutenfranz, J. ; Colquhoun, W. P. ;Knauth, P., y Ghata, J. 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CAPITULO 11 EL TRABAJO NOCTURNO DE LAS MUJERES Y SU PROHIBICION Pocos son los países que no poseen disposiciones legislativas por las cuales se prohíba el trabajo nocturno de las mujeres, ya sea en la industria solamente o de un modo más general (Antigua y Barbuda, Bahamas, Dinamarca, El Salvador, Haití, Islandia, Nicaragua, Qatar, Sierra Leona, Uganda y Yemen Democrático). En otros países rigen leyes y reglamentos que estipulan restricciones sobre este tema, si bien la forma de abordarlo y las disposiciones específicas adoptadas al respecto varían de un país a otro. Además, el problema de adecuar las normas jurídicas por las que se prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres a las condiciones económicas y sociales, así como a las mentalidades, es motivo de un amplio debate, al que se aludirá en el presente capítulo. Pero antes conviene examinar detalladamente el estado actual de las legislaciones nacionales sobre este particular. Campo de aplicación de la prohibición Algunos países prohíben o limitan el trabajo nocturno tanto de los hombres como de las mujeres; hay, sin embargo, algunas excepciones cuyo alcance varía. En Dinamarca, Noruega y Suecia, por ejemplo, la legislación no prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres, pero limita el trabajo nocturno en sí mismo, ya sean hombres o mujeres quienes lo realicen. En Bélgica, la prohibición del trabajo nocturno rige en principio para uno y otro sexo, pero las posibilidades de no atenerse a esta prohibición difieren cuando se trata de trabajadores o de trabajadoras. En el caso de los hombres, por ejemplo, estas excepciones son más numerosas y abarcan a un gran número de trabajadores (como las empresas de distribución de productos derivados del petróleo a particulares o el trabajo por turnos); además, la posibilidad de realizar un trabajo nocturno no está sujeta a condiciones especiales (como la limitación del tiempo durante el cual puede efectuarse dicho trabajo). A esto cabe agregar que, de conformidad con la ley de 1987 sobre la ordenación flexible del tiempo de trabajo, por medio de un convenio colectivo de trabajo puede anularse la prohibición de emplear trabajadores de sexo masculino durante la noche. En cambio, las excepciones concernientes a las trabajadoras son muy limitadas y, por añadidura, la legislación estipula que el intervalo entre dos jornadas de trabajo debe ser de once horas consecutivas, por lo menos, para las trabajadoras. En Suiza, la legislación prohíbe, en principio, el trabajo nocturno para hombres y mujeres, si bien se admiten excepciones previa autorización. Las condiciones según las cuales la autoridad competente puede autorizar excepcional- El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 15 mente el trabajo nocturno de las mujeres son mucho más estrictas que para los trabajadores. Este tipo de trabajo debe ser indispensable para su formación profesional o para prevenir un deterioro de bienes, o bien su colaboración ha de ser necesaria para subsanar perturbaciones ocurridas en la explotación por causas de fuerza mayor. Además, la autorización puede estar sujeta a condiciones especiales a fin de proteger a las mujeres. A esto cabe agregar que, en virtud de disposiciones especiales, ciertas categorías de empresas y de trabajadores pueden prescindir de la reglamentación general, sobre todo en lo que respecta al trabajo nocturno en los sectores económicos no industriales. También en el Paraguay, el Código de trabajo limita el trabajo nocturno de hombres y mujeres, y las derogaciones son aquí también más estrictas en lo tocante a las trabajadoras. Muchos Estados Miembros de la OIT prohíben específicamente el trabajo nocturno de las mujeres, dentro de límites que varían en gran medida de un país a otro. Abordaremos sucesivamente esta cuestión desde dos ángulos diferentes: el de las actividades comprendidas en esta prohibición y el de las personas afectadas por la misma. Respecto de las actividades objeto de tal prohibición, ésta es de alcance general en un primer grupo de países (República Federal de Alemania, Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Austria, Bolivia, Cabo Verde, Costa Rica, Checoslovaquia, Ecuador, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, Filipinas, Indonesia, Jamahiriya Arabe Libia, Papua Nueva Guinea, Perú, República Arabe Siria, Somalia, Tailandia, Turquía, Venezuela, Yemen y Zaire), pero normalmente va acompañada de excepciones, que pueden ser de gran amplitud. En el Ecuador, el Código de trabajo de 1978 exceptúa, entre otras, las actividades que no implican peligro para la integridad física o moral de las mujeres. Las legislaciones de la Argentina e Indonesia autorizan excepciones para las tareas que, por su naturaleza, deben ser realizadas de preferencia por mujeres. En Somalia, Tailandia y Turquía se exceptúan los trabajos que se realizan en forma ininterrumpida durante el día y durante la noche o por turnos sucesivos. En otras partes, las excepciones se refieren a empresas, tareas o profesiones que se designan taxativamente. Con mucha frecuencia abarcan la agricultura (con excepción de los establecimientos agroindustriales), ganadería, silvicultura y pesca, establecimientos sanitarios, hoteles, restaurantes y despachos de bebidas, así como empresas de espectáculos públicos. Es más raro que se refieran a la construcción, transportes o algunas de sus ramas, profesiones liberales, administraciones y empresas del sector público, correos, teléfonos y telégrafos, servicios de policía y aduana, radio y televisión, empresas de publicación de periódicos, agencias de información, de viajes y turismo, farmacias, trabajos a domicilio, tareas temporeras o efectuadas sin fines lucrativos, etc. Además, la legislación confiere a veces a la autoridad competente la facultad de excluir del campo de aplicación de la prohibición otros trabajos distintos de los expresamente previstos. En otros muchos países, la prohibición se limita a la industria, que habitualmente se define como un conjunto de ramas de actividad que abarca las minas, canteras y otras industrias extractivas, empresas manufactureras, incluidas la construcción naval y la producción, transformación y transmisión de electricidad y de fuerza motriz en general, así como las empresas de la construcción e 16 El trabajo nocturno ingeniería civil (Afganistán, Angola, Belice, Benin, Birmania, Brasil, Burkina Faso, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Colombia, Comoras, Congo, C6te d'Ivoire, Chad, Chipre, Djibouti, Dominica, Fiji, Gabón, Ghana, Granada, Grecia, Guinea, Italia, Kenya, Lesotho, Madagascar, Malawi, Malí, Malta, Mauricio, Mauritania, Nepal, Nigeria, Portugal, Rumania, Rwanda, Santa Lucía, Senegal, Swazilandia, República Unida de Tanzanía, Togo, Trinidad y Tabago, Turquía y Zambia). Esta definición puede comprender los transportes (Kenya) o las empresas de manutención y de transporte de personas o mercancías (Mauritania), pero también puede limitarse a las fábricas (Birmania) o a las empresas manufactureras (Italia). En otros casos, el término «industria» no ha sido definido por la legislación (Colombia). En una tercera categoría de países, la prohibición fijada para la industria la complementa otra prohibición que se aplica a sectores de actividad diferentes (Bahrein, Bangladesh, Botswana, India, Malasia, Marruecos, México, Nigeria, Países Bajos, Pakistán, Somalia, Túnez y Zimbabwe), como los almacenes y establecimientos comerciales, las empresas agrícolas y las plantaciones. En Francia se aplica a las oficinas públicas y ministeriales, a los profesionales, sociedades civiles, sindicatos profesionales y asociaciones, sea cual fuere su naturaleza. En numerosos países, la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres no se aplica a las empresas familiares ni a las que emplean a menos de cierto número de trabajadores. Por lo que se refiere a las personas sujetas a la prohibición, ésta se aplica en principio a todas las trabajadoras. En muchos países, la legislación ha excluido, sin embargo, a las mujeres que ocupan puestos directivos, de confianza o de carácter técnico que implican una responsabilidad. También suelen estar excluidas las empleadas domésticas y, cuando la prohibición se limita a la industria, las mujeres ocupadas en los servicios médicos, de higiene o de bienestar de las empresas del sector considerado, En cambio, son pocos los países que se limitan a prohibir el trabajo nocturno a las mujeres encintas, madres lactantes o que crían a un hijo de corta edad. Cabe destacar que en tales casos esta prohibición tiene a menudo un amplio campo de aplicación. En esta situación se hallan países como Chile, Luxemburgo o Singapur, tras eximir a las mujeres de una legislación anterior por la que se prohibía a todas las mujeres el trabajo nocturno en la industria. La prohibición se confina a las trabajadoras encintas en Cuba, Chile, China, Etiopía, Mozambique, Panamá y Singapur, y también se aplica a las madres lactantes en Luxemburgo, Mongolia y República Democrática Alemana. Comprende a las mujeres encintas y a las madres de hijos pequeños en Hungría y en Mongolia (hasta que el hijo cumple 1 año de edad), así como en Bulgaria (hasta que el hijo cumple 3 años de edad). Esta preocupación por proteger la maternidad también surge en los países donde las excepciones a la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres no se aplican a las trabajadoras encintas, como es el caso en Angola, Checoslovaquia, Italia y Rumania. En el Japón, las mujeres encintas pueden negarse a trabajar durante la noche en actividades no comprendidas dentro del campo de aplicación de la prohibición. En otros casos, la legislación se refiere a la maternidad y a la presencia de un hijo de corta edad o incapacitado en una familia donde la madre trabaja. En El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 17 estos casos, la prohibición no se aplica automáticamente, sino que las mujeres que se hallan en esta situación puedan negarse a realizar un trabajo nocturno, como sucede en Bulgaria (hijos de 3 a 6 años e hijos incapacitados), Polonia (mujeres encintas y madres de hijos de menos de 1 año de edad) y República Democrática Alemana (hijos en edad preescolar). En esta misma situación se hallan en Cabo Verde las trabajadoras del sector agrícola que tienen responsabilidades familiares. En Israel, la negativa de una mujer que tiene responsabilidades familiares a trabajar durante la noche no constituye impedimento para la contratación ni es motivo de despido. En la República Federal de Alemania, la prohibición se aplica a todas las trabajadoras manuales, así como a las trabajadoras encintas y madres lactantes. Además, las trabajadoras cuyos hijos tengan menos de 14 años de edad y no cuenten con la ayuda doméstica suficiente pueden pedir que no se les asignen tareas nocturnas. En la URSS esta prohibición abarca en principio a todas las mujeres. No obstante, el trabajo nocturno de las mujeres se admite en ciertos sectores de actividad económica en que es particularmente necesario y sólo a título provisional. En cambio, la legislación lo prohíbe a las mujeres encintas y a las madres de hijos de menos de 1 año de edad. Alcance de la prohibición El alcance de la prohibición varía considerablemente de un país a otro, en la medida en que el término «noche» se define en ellos de un modo distinto. Más aún, el período de prohibición varía a menudo según los sectores de actividad, e incluso según la época del año. También pueden fijarse normas especiales para las mujeres encintas y las madres lactantes. La legislación de un primer grupo de países fija las horas a las cuales comienza y termina la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres. Esta prohibición comprende, por ejemplo, el período de seis horas (entre las O y las 6 horas) en las empresas manufactureras de Italia, de siete horas (entre las 22 y las 5 horas) en el Brasil, de ocho horas en Argelia (entre las 21 y las 5 horas) y en China (entre las 22 y las 6 horas), de nueve horas en el Congo (entre las 20 y las 5 horas) y en el Gabón (entre las 21 y las 6 horas), de diez horas en Costa Rica (entre las 19 y las 5 horas) y en la República Federal de Alemania (entre las 20 y las 6 horas), de once horas en Kuwait (entre las 19 y las 6 horas) y en Portugal (entre las 20 y las 7 horas), de doce horas en Guatemala, Indonesia, Kenya y Yemen (entre las 18 y las 6 horas). En un segundo grupo de países se define la noche como un período de once horas consecutivas, rara vez de doce horas, que abarca necesariamente determinado intervalo. En Austria, por ejemplo, la prohibición se extiende por lo menos durante once horas consecutivas, comprendido el- intervalo entre las 20 y las 6 horas. En el Zaire, la duración de esta prohibición es también de por lo menos once horas consecutivas, si bien debe comprender siete horas consecutivas entre las 19 y las 7 horas. También ocurre que el período de prohibición varía según los sectores de actividad o la época del año. En el Pakistán se prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres entre las 19 y las 6 horas en las fábricas y entre las 19 y las 9 horas en los 18 El trabajo nocturno comercios. En Suiza esta prohibición rige entre las 20 y las 5 horas en verano y entre las 20 y las 6 horas en invierno. En los países en que la prohibición se limita a la industria, la legislación incluye a veces disposiciones relativas a la hora en que debe ponerse fin en el curso de la tarde al trabajo realizado en otros sectores de actividad. En virtud de esta prohibición, en varios países africanos de habla francesa las mujeres sólo pueden trabajar en los puestos de venta exteriores de tiendas y comercios hasta las 20 horas. En Francia está estrictamente prohibido que las mujeres encintas trabajen en estos puestos de ventas después de las 22 horas, prohibición que también se hace extensiva a las trabajadoras eximidas de estas tareas por prescripción médica. En Birmania está prohibido que las mujeres trabajen en establecimientos comerciales después de las 21.30 horas. Exenciones parciales de la prohibición La ley autoriza en ciertos casos una reducción del período durante el cual se prohi'be el trabajo nocturno de las mujeres o del intervalo que debe necesariamente abarcar dicho período. Estas exenciones parciales de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres se aplican con mayor frecuencia en las empresas sometidas a la influencia de las estaciones del año (Austria, Benin, Burkina Faso, Djibouti, Ghana, Grecia, Lesotho, Madagascar, Nigeria, Pakistán, Somalia, Trinidad y Tabago, Venezuela y Zambia), en aquellas donde lo exigen circunstancias excepcionales (Benin, Burkina Faso, Djibouti, Dominica, Ghana, Granada, Lesotho, Swazilandia, Trinidad y Tabago, Venezuela y Zambia), o a tareas que no pueden interrumpirse en razón de su naturaleza o que son efectuadas por turnos sucesivos (República Federal de Alemania, Argentina, Bahrein, Bélgica, Japón, Malasia, Portugal, República Arabe Siria y Venezuela). Se admiten otras excepciones menos frecuentes por razones climáticas (cuando el trabajo diurno es particularmente penoso, como en iurkina Faso, Somalia, Túnez y Venezuela) o en caso de recargo extraordinario de trabajo (Grecia). En varios países se subraya expresamente el carácter transitorio de algunas de estas exenciones, que se derivan, por otra parte, de las causas o circunstancias por las que se han previsto. De esta manera, la posibilidad de reducir en una hora el reposo nocturno de las mujeres ocupadas en empresas sometidas a la influencia de las estaciones o que están afectadas por circunstancias excepcionales sólo es reconocida durante un máximo de sesenta días por año en Benin, Ghana, Grecia y Trinidad y Tabago. La reducción del período durante el cual se prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres requiere a veces una autorización de las autoridades competentes en materia laboral, como en Austria y Nigeria para las empresas sometidas a la influencia de las estaciones, en la República Federal de Alemania para el trabajo por turnos sucesivos, y en Túnez para las exenciones debidas a razones climáticas. La legislación obliga a veces a las autoridades competentes a que consulten previamente a las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores (Austria y Túnez). Por último, las exenciones parciales, sobre todo las que se aplican por razones climáticas, sólo se admiten en algunos países con la condición de que se conceda durante la jornada a las trabajadoras afectadas El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 19 un reposo compensatorio de duración igual a la reducción del período de prohibición. En Austria, Costa Rica, Países Bajos y Suiza particularmente, la índole peculiar de ciertos trabajos llevó al legislador a fijar normas especiales al respecto. Por ejemplo, las mujeres pueden trabajar hasta medianoche en el comercio (operaciones de venta) y en las oficinas de Costa Rica, cuando en realidad en dicho país la prohibición abarca normalmente el período comprendido entre las 19 y las 6 horas. La legislación confiere a veces a la autoridad competente la facultad de reducir el período de prohibición en caso de estimarlo necesario, y ello de manera general o limitada a una empresa o una categoría de empresas, como en Bangladesh, Chipre, India y Pakistán. La autoridad competente también puede estar facultada para modificar el intervalo que necesariamente debe abarcar el reposo nocturno de las mujeres. En Trinidad y Tabago, por ejemplo, en caso de circunstancias excepcionales, las autoridades laborales pueden sustituir el intervalo entre las 22 y las 5 horas por otro entre las 23 y las 6 horas, previa consulta a las organizaciones de empleadores y de trabajadores que hagan al caso. En algunos países, por último, el período legal de prohibición también puede modificarse por otras vías. En C6te d'Ivoire, por ejemplo, la legislación autoriza el mantenimiento de las condiciones vigentes en los casos en que los usos y costumbres, o los acuerdos celebrados entre empleadores y trabajadores o en comisión paritaria, hayan fijado horas diferentes para el comienzo y la finalización del período nocturno o de un período nocturno más largo. Del mismo modo, en Francia, en virtud de un convenio o de un acuerdo colectivo ampliado, puede estipularse otro período de siete horas consecutivas, comprendido entre las 22 y las 7 horas, que puede sustituir al período previsto inicialmente (entre las 22 y las 5 horas); el Código de trabajo añade que la aplicación de esta excepción está sujeta a la celebración de un acuerdo de empresa o de establecimiento, o a la autorización del inspector del trabajo, previa consulta con los delegados sindicales y asesoramiento del comité de empresa o de los delegados del personal, si los hay. Exenciones totales de la prohibición En muchas legislaciones del trabajo se prevén exenciones totales de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres. Las más frecuentes se refieren, con arreglo a una terminología variable, a los dos casos siguientes: a ) los accidentes que puedan prevenirse o deban repararse, casos de fuerza mayor o de urgencia, circunstancias excepcionales o desastres naturales que no hayan podido ser previstos ni impedidos, que no tengan carácter periódico y que entorpezcan el normal funcionamiento de la empresa, provoquen interrupciones en el trabajo o representen un peligro para la vida y la salud de las personas, así como para la propiedad de los bienes (Angola, Arabia Saudita, Austria, Bahrein, Bélgica, Belice, Benin, Brasil, Burkina Faso, Burundi, Camerún, Colombia, Comoras, Checoslovaquia, Chipre, Djibouti, Egipto, Filipinas, Francia, Ghana, Granada, Guatemala, Guinea, GuineaBissau, Iraq, Islas Salomón, Jamaica, Jordania, Kenya, Lesotho, Madagascar, Malawi, Malta, Marruecos, Níger, Nigeria, Paraguay, Portugal, Ruma- 20 El trabajo nocturno nia, Santa Lucía, Somalia, Suiza, Swazilandia, República Unida de Tanzanía, Togo, Trinidad y Tabago, Túnez, Venezuela y Zambia); b) la protección de las materias primas o en curso de elaboración susceptibles de alteración rápida y cuando el trabajo nocturno sea necesario para evitar que dichas materias se pierdan (Angola, Austria, Bahrein, Bangladesh, Belice, Benin, Burkina Faso, Burundi, Camerún, Congo, C&e d'Ivoire, Checoslovaquia, Chipre, Djibouti, Dominica, Egipto, Filipinas, Francia, Ghana, Granada, Grecia, Guatemala, Guinea, Guinea-Bissau, India, Iraq, Jamaica, Kenya, Lesotho, Madagascar, Malawi, Malta, Marruecos, Níger, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Portugal, Rumania, Santa Lucía, Senegal, República Arabe Siria, Somalia, Swazilandia, Togo, Trinidad y Tabago, Túnez, Venezuela y Zambia). En los códigos y legislaciones del trabajo se prevén otras excepciones, como por ejemplo en Suiza, para ngcesidades del aprendizaje o de la formación profesional de las mujeres. A menudo, estas excepciones totales, sobre todo cuando son motivadas por un caso de fuerza mayor o por la necesidad de elaborar sin tardanza materias perecederas, deben ser notificadas inmediatamente a la autoridad competente. Varias legislaciones prevén incluso que deben ser objeto de una autorización previa de dicha autoridad, en particular cuando exceden de un período determinado. En ciertos casos, la autorización sólo puede ser concedida previa consulta a las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas. Las excepciones totales de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres también pueden conseguirse por otras vías. En Bélgica, por ejemplo, la ley confiere al poder ejecutivo la facultad de autorizar, si es necesario, el trabajo nocturno de las mujeres en ciertas ramas de actividad, empresas o profesiones, con miras a la realizaión de determinadas tareas o para ciertas categorías de trabajadoras. En Arabia Saudita, la legislación se limita a enunciar el principio de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres, así como de la excepción en caso de fuerza mayor, lo cual también permite que se fijen otras excepciones en los casos determinados por el Ministerio del Trabajo para las actividades que no tengan un carácter industrial. En el Zaire es posible prescindir de la prohibición del trabajo nocturno, prevista con arreglo al Código de trabajo, teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales, el carácter especial de la profesión o las necesidades del aprendizaje o de la formación y del perfeccionamiento profesional. En Italia, la ley de 1977 sobre igualdad de trato entre hombres y mujeres en materia de trabajo estipula que podrá anularse la prohibición de hacer trabajar a las mujeres entre las 24 y las 6 horas mediante convenios colectivos o acuerdos de empresa por razones de exigencias particulares de la producción y habida cuenta de las condiciones del medio de trabajo y de la organización de los servicios. Por otra parte, la fijación de las condiciones en que las mujeres ejecutarán el trabajo nocturno admitido en virtud de la excepción se confía, en ciertas legislaciones, a la discreción de la autoridad competente, del comité de empresa o de las partes o de los convenios colectivos. Estas condiciones pueden comprender, como en el Brasil, disposiciones sobre el alumbrado y la ventilación de los luga- El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 21 res de trabajo y la presentación de un certificado médico por parte de la trabajadora o, como en Cdte d'Ivoire, la concesión de períodos de reposo compensatorio. En Indonesia, las condiciones del trabajo nocturno deben ser tales que permitan proteger la salud y el bienestar moral de las interesadas. En Nigeria deben prestarse servicios de transporte, del mismo modo que en Swazilandia, donde además se exigen períodos de reposo y servicios de comedor. La legislación de países como Checoslovaquia, Italia, Portugal y Rumania no permite que se conceda una exención total de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres cuando se trata de mujeres encintas, madres de hijos pequeños (hasta que éstos alcancen cierta edad) o madres lactantes. Suspensión de la prohibición En virtud de las legislaciones de algunos países (Angola, Austria, Bangladesh, Bolivia, Brasil, República Centroafricana, Comoras, Grecia, Islas Salomón, Kenya, Papua Nueva Guinea, República Unida de Tanzanía y Túnez), la autoridad competente está facultada para suspender la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres cuando lo exija el interés público, en casos de urgencia, acontecimientos particularmente graves o circunstancias económicas excepcionales. En algunos países, tal suspensión sólo puede ser decretada previa consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores, como es el caso en el Brasil, Congo y Grecia. En Francia, en virtud de las enmiendas recientemente introducidas en el Código de trabajo, esta suspensión sólo puede aplicarse en virtud de convenios colectivos: el texto de la nueva disposición estipula que, cuando el interés nacional así lo exija, en razón de circunstancias especialmente graves, se podrá prescindir de la prohibición de hacer trabajar de noche a las mujeres en el caso de las asalariadas que trabajen por turnos, mediante decreto ministerial que fije la ampliación de un convenio o de un acuerdo colectivo celebrado en una rama de actividad en el que se estipule dicha posibilidad. En el mismo artículo se añade que la aplicación de esta facultad de prohibición en una empresa o en un establecimiento está a su vez supeditada a la celebración de un convenio o de un acuerdo de empresa o de establecimiento y podrá ser autorizada por el inspector de trabajo, previa consulta con el comité de empresa o con los delegados del personal, si los hay, en las empresas que carecen de delegados sindicales. Conclusiones La situación relativa a las normas que aplican los distintos países en materia de trabajo nocturno de las mujeres puede resumirse de la manera siguiente: a) en muchos países no puede emplearse a mujeres para realizar trabajos nocturnos en la industria; b) se admiten, sin embargo, distintas excepciones en esta prohibición, algunas de las cuales van más allá de las previstas en el Convenio núm. 89 (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1948; c) en casi todos los países, las mujeres pueden trabajar de noche en determinadas ramas del sector de los servicios, como hospitales, hoteles, restaurantes, bares y lugares de esparcimiento ; 22 El trabajo nocturno d) en muchos países, las mujeres también pueden desempeñar legalmente tareas nocturnas en otras ramas del sector de los servicios, como son el comercio y las oficinas; e) sólo en muy pocos países el trabajo nocturno de los hombres también está sujeto a restricciones; en tales casos, esas restricciones tienen un alcance limitado, o bien es relativamente amplia la posibilidad de establecer excepciones al respecto. Introducción Si bien en la mayoría de los países el empleo nocturno de las mujeres se halla hasta cierto punto restring@o legalmente, cada vez son más los países en que se impugnan los motivos de dichas restricciones. Como quiera que los Estados Miembros de la OIT que han ratificado los convenios de la Organización sobre la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres en la industria son numerosos, ello tiene repercusiones no sólo en lo tocante a la legislación nacional, sino también sobre las normas internacionales del trabajo, en especial respecto del Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1948 (núm. 89). El principal argumento que se esgrime contra la reglamentación del trabajo nocturno de las mujeres se basa en el principio de la igualdad de trato en el empleo entre los hombres y las mujeres. También se arguye, por otra parte, que el número de trabajadores que realizan trabajos nocturnos debe aumentar por razones de índole económica; y, por otro lado, quienes abogan por el mantenimiento de las restricciones afirman que las mujeres aún requieren protección por diversos motivos o bien que las aludidas restricciones deberían aplicarse también a los hombres. En el curso de los años, los gobiernos, las organizaciones de empleadores y los sindicatos han adoptado diferentes actitudes respecto al empleo nocturno de las mujeres. En la presente sección se analiza la cuestión y se indican las razones existentes a favor y en contra por medio de declaraciones oficiales formuladas por las distintas partes interesadas. Las disposiciones sobre el trabajo nocturno no son siempre objeto de controversias. En algunos países, el conflicto entre la igualdad y la protección, al menos por lo que se refiere a las mujeres, se ha resuelto mediante la eliminación de esta protección. En otros países, en cambio, se estima que cierta protección es esencial si es que se quiere alcanzar la igualdad. Y aun hay otros en los que no se pone en tela de juicio la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres. Examen retrospectivo de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres Al examinar la evolución de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres, lo que más sorprende es que muchos de los argumentos alegados en el pasado siguen teniendo plena vigencia en la actualidad aun cuando se los considere de un modo distinto. La práctica del trabajo nocturno se introdujo por vía legal al limitarse el número total de horas que podían trabajarse en una jornada. Al reducirse el \ El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición. 23 número de horas de trabajo, la industria empezó a implantar los turnos de trabajo, con el fin de incrementar la producción y equilibrar el costo de instalación de los equipos. A fines del siglo XIX,en industrias como la del textil, que empleaba a numerosas trabajadoras, el número de establecimientos que trabajaban de noche aumentaba sin cesar. Quienes propugnaban una reglamentación internacional del trabajo nocturno se oponían a la continuación y expansión de semejante práctica. Las horribles condiciones en que trabajaban las mujeres - y con frecuencia los niños - y las largas jornadas de trabajo llevaron a que se impusieran restricciones legales al trabajo nocturno. Ya en 1844 se prohibió por vez primera el trabajo nocturno de las mujeres en Inglaterra, país al que siguieron Suiza en 1877, Nueva Zelandia en 1881, Austria en 1885, Países Bajos en 1889 y Francia en 1892. Debido al gran número de mujeres que trabajaban en las fábricas, en un primer momento la legislación nacional impuso restricciones principalmente en la industria. No obstante, esas restricciones fueron extendiéndose poco a poco a otros sectores con arreglo a las necesidades y valores propios de cada país, si bien rara vez se impusieron en determinados tipos de trabajo (como, por ejemplo, los realizados en restaurantes, hospitales y clínicas). Esta diferencia de trato es uno de los principales puntos de discusión en el actual debate sobre la cuestión. En el primer Congreso internacional para la protección de los trabajadores, celebrado en Berlín en 1890, se adoptó una resolución contraria al trabajo nocturno de las mujeres en la industria. En 1906, un total de trece Estados firmaron el Convenio de Berna por el que se prohibía el trabajo nocturno de las mujeres en las empresas industriales que empleasen a más de diez trabajadores de uno y otro sexo. Cada Estado signatario tenía libertad para definir lo que entendía por «empresa industrial», si bien en la definición debían incluirse al menos las minas, canteras e industrias manufactureras. Este Convenio fue el precursor de la prohibición adoptada por la Organización Internacional del Trabajo en 1919. En uno de sus primeros instrumentos, el Convenio sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1919 (núm. 4), se prohibía a las mujeres trabajar durante la noche en determinadas empresas industriales. Como se precisa en el capítulo IV, el Convenio fue revisado en dos ocasiones para darle una mayor flexibilidad en lo relativo a exenciones, circunstancias bajo las que puede suspenderse la prohibición y horas durante las que esta última es aplicable. Los principales argumentos que se esgrimieron al respecto fueron los referentes a la salud y a los ámbitos social, político y económico. En general, se pretendía que, como las mujeres no tenían frecuentemente plenos derechos civiles y políticos, ni tampoco el derecho de votar o de firmar contratos, podían fácilmente ser objeto de explotación si carecían de protección legal. A las rnujeres se las consideraba asimismo como seres de constitución física más débil, por lo que sufrían las consecuencias negativas del trabajo nocturno en mayor medida que los hombres. En apoyo de la prohibición, se sacaba a relucir toda una larga lista de problemas físicos y mentales que podían derivarse del trabajo nocturno. Entre ellos cabe señalar la interferencia con las funciones naturales del cuerpo, en especial los trastornos del aparato digestivo, la privación de la luz solar y la fatiga. Otro argumento que se exponía era que, si bien los efectos nocivos se atribuían por igual a los hombres y las mujeres, se estimaba que eran 24 El trabajo nocturno especialmente perjudiciales para las mujeres, pues éstas tenían que desempeñar además su papel social de amas de casa y de madres. Un autor resumía el problema en los siguientes términos: «Lo que para el hombre supone un esfuerzo físico, para la mujer representa un gran esfuerzo» l . Las preocupaciones se extendían igualmente a la seguridad de las mujeres en sus desplazamientos al trabajo, a la convivencia con trabajadores del otro sexo durante la noche y, en general, al hecho de hallarse expuestas a mayores riesgos en materia de moralidad. Además de la preocupación existente por la seguridad y salud de las mujeres, la oposición al trabajo nocturno de éstas se basaba en el criterio predominante de que el papel propio de una mujer en la sociedad era el de madre y ama de casa. El lugar de la mujer se hallaba en el hogar, al cuidado de su casa y de su familia; el trabajo fuera del hogar, sobre todo de noche, trastornaba la vida familiar y, por tanto, era contraproducente para el bienestar de la sociedad. Por otro lado, se expresaba con frecuencia cierta inquietud por las repercusiones que podrían dejarse sentir sobre las futuras generaciones si las madres no convivían con sus hijos durante la noche. Si bien los hombres también precisaban de una protección, el trabajo de las mujeres fue el primero que se reglamentó debido a los problemas políticos y prácticos que planteaba la reglamentación del trabajo nocturno en la industria, aun cuando se previesen excepciones para satisfacer las necesidades técnicas y económicas. No hubo país en que los sindicatos no abogaran por la prohibición del trabajo nocturno. Así, cuando no lograron que se limitaran las horas de trabajo en algunos estados de los Estados Unidos, presionaron para que se impusieran restricciones en favor de las trabajadoras con la esperanza de que algún día pudieran disfrutar de ellas los hombres. De ahí que llegara a decirse que «en Massachussetts, al igual que en Inglaterra, los hombres que trabajaban en la industria textil decidieron librar la batalla tras las enaguas de las mujeres» *. Según mantenían otros, un motivo para prohibir el trabajo nocturno de las mujeres era el de preservar los puestos de trabajo masculinos de toda competencia con el otro sexo. Un sindicalista de los Estados Unidos dijo, por ejemplo, lo siguiente: «No podemos expulsar a las mujeres de la industria, pero sí limitar su cuota diaria de trabajo mediante leyes fabrilesp 3. En Francia, los sindicatos recurrieron a diversos métodos para impedir que las mujeres trabajasen, tales como declararse en huelga cuando se contrataba a alguna mujer, denegar el derecho de sindicación a las mujeres y extremar el efecto de la aplicación de prohibiciones legales sobre el trabajo nocturno 4. Ya en 1935 se publicó en Australia un libro sobre la cuestión titulado Are women taking menS jobs? Algunas de las primeras feministas y sindicalistas se opusieron a la legislación sobre el trabajo nocturno. Según alegaban, discriminaba a las mujeres al limitar sus oportunidades de empleo. Para otras, en cambio, las pesadas cargas domésticas y las presiones laborales que muchas mujeres soportaban se veían aliviadas, al menos en cierta medida, por la legislación protectora. La prohibición del trabajo nocturno de las mujeres fue rechazada por Dinamarca alegando motivos de igualdad. El argumento en este caso era que las restricciones podrían tener consecuencias negativas sobre el salario y otras condiciones de empleo de las mujeres, que de esa forma se podían ver forzadas a El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 25 aceptar trabajos peor remunerados y menos protegidos (por ejemplo, labores de costura en el hogar). El delegado de Noruega ante la Conferencia de Berna abogó por la igualdad legislativa para los trabajadores de uno y otro sexo y añadió que en Noruega existía una gran oposición contra cualquier protección especial de las mujeres. Otros basaban su apoyo en las restricciones que pesaban sobre el trabajo nocturno alegando motivos económicos. En encuestas realizadas en 1900 y 1904, citadas por la OIT en un informe de 1939 sobre la ley y el trabajo de las mujeres, se recogían declaraciones de los directores de empresa en las que éstos expresaban su satisfacción por la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres, pues su productividad había demostrado ser muy baja. En determinados estudios realizados en los Estados Unidos a comienzos de siglo se puso de manifiesto que los inconvenientes del trabajo nocturno en la industria eran el descenso de la producción y de la productividad, debidos ambos a la pérdida de tiempo que suponía el quedarse los trabajadores dormidos en el trabajo. Un estudio especial sobre costos y beneficios realizado en la industria textil indicaba que el trabajo nocturno no era tan económicamente beneficioso para la industria como se había creído en un principio. Principales argumentos en el debate actual Los principales argumentos que se esgrimen en el debate actual sobre el trabajo nocturno se asemejan mucho a los de épocas pasadas, si bien se percibe en ellos una mayor preocupación por la igualdad entre los hombres y las mujeres y un renovado interés en lo relativo a la conveniencia del trabajo nocturno en general. La prohibición del trabajo nocturno a las mujeres no está en consonancia con el principio de igualdad de trato entre los hombres y las mujeres en el empleo Al cobrar fuerza el movimiento por la igualdad de oportunidades y de trato, las medidas especiales de protección, como son, por ejemplo, las restricciones impuestas al trabajo nocturno, son objeto de un atento examen para determinar si responden a una auténtica necesidad o tienen un carácter discriminatorio. Varias organizaciones internacionales - en particular las Naciones Unidas, la OIT y la Comunidad Europea - han pedido que se examinen las medidas protectoras a la luz de los avances experimentados en la esfera de la ciencia y la tecnología, con el fin de modificar, complementar, ampliar, conservar o suprimir esas medidas de conformidad con las circunstancias nacionales. Por otro lado, las disposiciones constitucionales y legislativas de ámbito internacional por las que se prohíbe la discriminación en función del sexo y se fomenta la igualdad de oportunidades y de trato en el empleo han impulsado a los gobiernos a considerar la legalidad de las medidas protectoras. Por lo que se refiere al trabajo nocturno, se ha argumentado que la protección que se ofrece en muchas leyes nacionales es contraria al principio de la igualdad, pues la diferencia de trato que se da a los hombres y las mujeres al respecto carece de un fundamento objetivo. Por otro lado, la prohibición del 26 El trabajo nocturno trabajo nocturno impide a las mujeres conseguir ciertos puestos de trabajo, sobre todo en las industrias que tienen un sistema de turnos semicontinuo o continuo, y obstaculiza con frecuencia su acceso a salarios y primas más elevados. Tales son las razones que han alegado los gobiernos de varios países al denunciar los convenios de la OIT en la materia (Chile, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Nueva Zelandia, Países Bajos y Uruguay). Con anterioridad a la denuncia, el Organismo para la Igualdad en el Empleo de Irlanda llegó a la conclusión de que la prohibición del trabajo nocturno a las mujeres representaba para éstas una disminución de las oportunidades de empleo en las empresas que cuentan con sistemas de tres o cuatro turnos de trabajo, la pérdida de las primas percibidas por el trabajo nocturno y la pérdida de oportunidades en materia de formación y promoción por carecer de experiencia en el trabajo de los distintos turnos. Según el Gobierno del Uruguay, como consecuencia del progreso científico y tecnológico y la expansión generalizada de la educación y de la formación profesional, las medidas existentes para proteger a las mujeres de los trabajos arduos o peligrosos se consideraban últimamente como una forma de discriminación que limitaba su acceso al empleo. Varios países mantienen que la diferenciación existente entre el trabajo en la industria, que suele estar reglamentado, y otros sectores de la actividad no tiene justificación. Así, el Gobierno de Nueva Zelandia, al denunciar el Convenio núm. 89, afirmaba que prohibir el trabajo nocturno en las fábricas pero autorizarlo en otras actividades más peligrosas, como la policía, los hospitales y el transporte público, era una medida de carácter más discriminatorio que protector. Asegurar la igualdad es también la razón principal invocada por varios países en los que se ha derogado prácticamente toda la legislación protectora. En el Canadá, por ejemplo, se vio claramente a fines de los años sesenta y principios de los setenta que la legislación protectora impedía una mayor participación de las mujeres en la fuerza de trabajo. En 1970, la Comisión Real sobre la Condición de la Mujer recomendó que la legislación protectora se aplicase a uno y otro sexo, basándose en que limitarla a las mujeres restringía las oportunidades de trabajo de éstas. La aprobación de la ley de derechos humanos del Canadá y de leyes antidiscriminatorias provinciales también supuso la impugnación de las restricciones que pesaban sobre el trabajo nocturno. Hubo una época en que unos veinte estados de los Estados Unidos contaban con disposiciones legales en las que se limitaba el trabajo nocturno de las mujeres, disposiciones que, junto con otras medidas de carácter protector, fueron prácticamente eliminadas a fines de los años sesenta y en el curso de los setenta por considerarlas violaciones de la ley federal de derechos civiles y de leyes estatales que prohíben la discriminación contra la mujer en el empleo, si bien el Tribunal Supremo de los Estados Unidos confirmó en 1924 la constitucionalidad de las prohibiciones que pesaban sobre el trabajo nocturno, al declarar que «la legislatura estima que las consecuencias perjudiciales recaen más sobre las mujeres que sobre los hombres y, habida cuenta de su delicado organismo, parece que hay fundadas razones para creerlo así» 5. La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, con posterioridad a la promulgación del título VI1 de la ley de derechos civiles, estimó que dichas leyes «no tienen en cuenta las El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 27 capacidades, preferencias y aptitudes de las mujeres en cuanto tales y discriminan por lo tanto en función del sexo» 6 . Una tendencia similar hacia la mitigación y eliminación de las restricciones que se imponen al trabajo nocturno puede también observarse en algunos otros países. La política de Australia en materia de igualdad de oportunidades en el empleo para las mujeres se expresa a través de la ley sobre discriminación sexual de 1984 y otras leyes posteriores, abogándose por el consenso a escala nacional en lo que se refiere al trabajo nocturno y a otras medidas protectoras. En una conferencia nacional celebrada en 1986 sobre restricciones legales y sentencias judiciales se examinaron las limitaciones impuestas al empleo de las mujeres, entre ellas la prohibición del trabajo nocturno. La conclusión general a que se llegó fue que dichas restricciones eran contrarias a la legislación antidiscriminatoria de Austalia y del Commonwealth. En un acuerdo alcanzado entre el Consejo Australiano de Sindicatos y la Confederación de IiidMria de Australia se preveía la eliminación de las restricciones legales aún vigentes sobre el trabajo nocturno y por turnos, «pues son discriminatorias y no se basan en efectos específicos nocivos en función del sexo para la seguridad y la salud en el trabajo» '. En el Reino Unido, todas las restricciones sobre las horas de trabajo basadas en el sexo fueron derogadas recientemente por la ley sobre la discriminación sexual de 1986, salvo la prohibición del trabajo nocturno. El trabajo nocturno de las mujeres en las fábricas, la construcción, las minas y canteras sigue siendo objeto de restricciones en virtud de las obligaciones contraídas en relación con la Carta Social Europea, si bien el Gobierno ha anunciado su intención de denunciar el artículo de la Carta que hace al caso al estimar que «las restricciones impuestas sobre las horas de trabajo de las mujeres están anticuadas y son discriminatorias, y la continuidad de su vigencia podría disminuir las oportunidades de empleo de la mujer en ciertas industrias» El criterio predominante en los países nórdicos es que ni los hombres ni las mujeres deben estar protegidos por razones de sexo, salvo si esas razones revisten un carácter estrictamente biológico. La persistencia de los estereotipos tradicionales sobre los cometidos asignados según sea el sexo no se considera que constituyen una justificación para conceder una protección especial a las mujeres 9. Como consecuencia de la ley de igualdad de oportunidades en el empleo de 1985, las antiguas restricciones que pesaban sobre el trabajo nocturno de las mujeres en el Japón se han visto reducidas al añadirse nuevas categorías a los sectores y ocupaciones en que no hay prohibiciones legales para las trabajadoras. Ahora bien, a las mujeres embarazadas y a las madres que han dado recientemente a luz no puede obligárselas a trabajar de noche. Estos cambios fueron el resultado de los esfuerzos realizados para promover la igualdad en el trabajo entre los hombres y las mujeres. Desde hace varios años se está estudiando la adopción de diversos tipos de medidas protectoras. El Consejo consultivo tripartito sobre los problemas de las mujeres y los trabajadores jóvenes examinó la cuestión por espacio de seis años, suscitándose, a propósito de las medidas discutidas, grandes controversias y debates. El Consejo recomendó finalmente que se suprimiesen las medidas protectoras, salvo las relativas a la maternidad, con 28 El trabajo nocturno el fin de promover una verdadera igualdad en los lugares de trabajo, si bien dijo estimar que los cambios deberían introducirse de forma gradual. El Gobierno de Bélgica, al igual que otros países de la Comunidad Económica (CE), está reconsiderando la validez de las medidas especiales de protección vigentes, entre ellas las referentes al trabajo nocturno, teniendo en cuenta una directiva de la CE en la que se pide la revisión de esas medidas y la ley belga sobre la igualdad entre los sexos promulgada en 1978. Asimismo, muchos empleadores han argumentado que el hecho de mantener la prohibición resulta discriminatorio contra las mujeres, opinión ésta que fue expresada por los representantes de los empleadores en la Reunión consultiva tripartita de la OIT sobre el trabajo nocturno, celebrada en 1978, y en recientes comunicaciones presentadas a la OIT. Por ejemplo, la Confederación de Asociaciones Alemanas de Empleadores de la República Federal de Alemania (BDA) sostiene que la diferenciación es discriminatoria y que no se puede seguir defendiéndola ni desde un punto de vista biológico ni basándose en el papel de la mujer en la familia. Por otro lado, no puede justificarse la distinción que se hace entre las trabajadoras manuales a las que se aplica la prohibición y las trabajadoras manuales y otras trabajadoras asalariadas a las que no se aplica. En Suiza, la Unión Central de Asociaciones Patronales del país ha pedido al Gobierno que denuncie el Convenio núm. 89 de la OIT basándose en que está anticuado y no prevé la plena igualdad de oportunidades entre uno y otro sexo. Los sindicatos de los países en que no existe una prohibición sobre el trabajo nocturno suelen argumentar que la prohibición del trabajo nocturno a las mujeres es discriminatoria y restringe su acceso a puestos de trabajo que frecuentemente están mejor remunerados. En una reciente encuesta 'O, realizada por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), se pone de manifiesto que ése es precisamente el caso de los sindicatos del Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Islandia y Suecia. En Luxemburgo, la Confederación de Sindicatos Cristianos de Luxemburgo (CLSC), la Federación de Trabajadores del Sector Privado (FEP) y la Confederación de Sindicatos Independientes (OGB-L) han apoyado la denuncia de los Convenios núms. 4 y 89. Según dichas organizaciones sindicales, ambos Convenios han pasado a ser discriminatorios contra la mujer y limitan su acceso a numerosos puestos de trabajo. En Suecia, la Organización Central Sueca de Empleados (TCO) estima que las leyes deben obligar a los empleadores a tomar en cuenta la capacidad de los trabajadores en cuanto tales en lugar de proteger a éstos según su sexo. La Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), tras señalar que la limitación del trabajo nocturno de las mujeres es ilegal en los Estados Unidos, sostiene que las condiciones de trabajo deberían mejorarse en general tanto para los hombres como para las mujeres. El trabajo nocturno es perjudicial para la salud y el bienestar de hombres y mujeres Otra línea de argumentación es que las restricciones que pesan sobre el trabajo nocturno deberían extenderse a los hombres en lugar de suprimirse, y se alega al respecto que el trabajo nocturno es anormal y resulta perjudicial para la El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 29 salud y bienestar de todos los trabajadores, ya sean hombres o mujeres, criterio que han hecho suyo numerosas organizaciones de trabajadores. Si bien la mayoría estima que ciertos trabajos nocturnos son indispensables, como es el caso de la prestación de servicios públicos esenciales o el de garantizar el funcionamiento ininterrumpido de ciertas labores, existen razones técnicas que así lo requieren, cuando creen que esta clase de trabajo debería limitarse a los casos de auténtica necesidad. Abundando en su argumentación, señalan que tales restricciones deberían aplicarse por igual a hombres y mujeres y a todos los sectores, y que cualesquiera excepciones o exenciones deberían ser objeto de acuerdo con las organizaciones de trabajadores interesadas. Ahora bien, hasta tanto no se adopten medidas para limitar el trabajo nocturno en general, son muchas las organizaciones que estiman que las actuales restricciones deberían mantenerse, aunque únicamente abarquen a las mujeres y a la industria. La CIOSL ha expresado en todo momento serias reservas acerca del trabajo nocturno. A juicio suyo, la prohibición del trabajo nocturno debería extenderse a todos los trabajadores, porque es perjudicial para la salud y la vida familiar, además de limitar las posibilidades de los trabajadores de mejorar su nivel de educación o formación profesional y de participar en actividades políticas, culturales y sindicales. Con el fin de humanizar la vida laboral, la Comisión Consultiva sobre la Mujer Trabajadora de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) reclama la abolición del trabajo nocturno para todas las categorías de trabajadores, siempre que no sea necesario desde un punto de vista social. La Federación Internacional de Empleados y Técnicos (FIET), la Federación Internacional de Trabajadores del Textil, del Vestido y del Cuero y la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y Afines (UITAA) sostienen argumentos similares, resaltando la necesidad de mejorar la seguridad y la salud de todos los trabajadores. En el plano nacional, las organizaciones de trabajadores de la República Federal de Alemania, Finlandia, Francia, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Suiza han pedido la reducción en general del trabajo nocturno, la extensión de la protección a los hombres y la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores nocturnos. La Confederación de Sindicatos de la República Federal de Alemania (DGB) aboga por que se mantenga la prohibición por considerar que el trabajo nocturno es perjudicial para la salud y presenta desventajas sociales para el trabajador y su familia. Es una carga adicional que recae sobre las mujeres que tienen la responsabilidad de atender ante todo las necesidades del hogar y la familia. La DGB rechaza el argumento de que si se elimina la prohibición habría una mayor igualdad, y mantiene que lo único que se conseguiría con ello es someter a las mujeres a la misma explotación que a los hombres. El fin que persigue es que la prohibición se extienda gradualmente a todas las mujeres y todos los hombres y que el trabajo nocturno sólo se autorice en los casos en que sea indispensable. El Congreso de Sindicatos del Reino Unido se opone a que se eliminen las restricciones horarias para las mujeres y estima que la igualdad de oportunidades se logra mejor mediante la ampliación de la protección a los hombres. En Francia y Suiza, los intentos realizados para limitar las restricciones en el trabajo nocturno han sido controvertidos y han tropezado con la oposición de 30 El trabajo nocturno algunos sindicatos. Por ejemplo, la Federación Cristiana de Trabajadores del Metal y Relojeros de Suiza se ha mostrado contraria a que se concedan exenciones en las industrias de la relojería y la electrónica por diversas razones, entre otras porque tales exenciones podrían generalizarse en otras industrias y originar abusos, y porque las restricciones deben consolidarse y extenderse a todos los trabajadores. La Federación de Sindicatos de Suiza, tras oponerse al trabajo nocturno que no sea socialmente necesario, argumenta que la protección debe ser la misma para los trabajadores de uno y otro sexo y estima que las consecuencias negativas del trabajo nocturno deben compensarse en la medida de lo posible con más tiempo de esparcimiento y de descanso y mejores condiciones de trabajo. De modo similar, la Confederación de Sindicatos de Austria propugna el mantenimiento de la prohibición y que ésta se extienda a los hombres, concediéndose exenciones sólo en el caso de las ocupaciones que requieren determinadas calificaciones, y ello por igual para los trabajadores de uno y otro sexo. Por otro lado, cuando el trabajo nocturno es necesario se le debe considerar como si fuera trabajo arduo y se deben adoptar, por lo tanto, medidas especiales, como son, por ejemplo, la reducción de las horas de trabajo, las revisiones médicas, pausas laborales suficientes, alimentación sana y facilidades de transporte. Asimismo, los sindicatos de Finlandia estiman que debe dispensarse el mismo trato a los trabajadores de uno y otro sexo y que el trabajo nocturno sólo se justifica en función de razones específicas, como la existencia de determinados factores de carácter social o referentes a la producción industrial. Junto con el Consejo de la Igualdad, han recomendado la prestación de ciertos servicios a las personas que trabajan de noche, como facilidades de transporte y de asistencia infantil, servicios de comedor y revisiones médicas a cargo del empleador. La Confederación Sindical Fuerza Obrera (CGT-FO) de Francia rechaza la necesidad del trabajo nocturno con el pretexto del rendimiento económico y sostiene que los avances tecnológicos deben servir para mejorar las condiciones de trabajo y no para que los trabajadores corran el riesgo de tener que realizar turnos de noche más frecuentes. En el Japón, la Confederación Japonesa del Trabajo (DOMEI) ha expresado sus reservas a propósito del trabajo nocturno de las mujeres. Además, como quiera que dicho trabajo es perjudicial para la salud tanto de los hombres como de las mujeres, estima que se debería desalentar su utilización y recurrir a él sólo en el caso de trabajos especiales e ineludibles. El Gobierno de Austria mantiene la prohibición de conformidad con las obligaciones contraídas al ratificar los Convenios núms. 4 y 89 de la OIT, si bien trata de conseguir un equilibrio entre los requisitos que deben observarse en materia de salud de las mujeres, por un lado, y su acceso a oportunidades de carrera, por otro. En 1986 las mujeres que desempeñan ciertas profesiones (educación y orientación escolar, servicios sociales, interpretación en conferencias, etcétera) quedaron excluidas de la prohibición. Cualquier nueva liberalización al respecto se determinará en función de los riesgos para la salud existentes y se adoptará sólo con el consentimiento de los trabajadores. El Ministerio del Trabajo y Asuntos Sociales de la República Federal de Alemania ha defendido que se limite la prohibición del trabajo nocturno a las trabajadoras manuales basándose en que el trabajo nocturno y por turnos es El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 31 especialmente nocivo para su salud, pues entraña un mayor esfuerzo físico. Por otro lado, el ministerio observa que, según recientes investigaciones llevadas a cabo en el ámbito de la medicina del trabajo, no cabe deducir tajantemente que el trabajo nocturno sea más perjudicial para la salud de las mujeres que para la de los hombres. Los especialistas en medicina del trabajo recomiendan que se mantenga la prohibición, pero sólo entre las 22 (en lugar de las 20) y las 6 horas. Al denunciar los Convenios núms. 4 y 89 de la OIT, el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social de Luxemburgo manifestó que, debido a sus consecuencias negativas sobre los hombres y las mujeres, el trabajo nocturno debería reglamentarse de modo estricto, no sólo mediante un control más eficaz de su duración y organización, sino mediante la adopción de medidas adecuadas para disminuir, en la mayor medida posible, sus inconvenientes desde el punto de vista de la salud y de la vida social y familiar de los trabajadores. Según la Federación de Abogadas de Malasia, las mujeres deben poder realizar trabajos nocturnos siempre que así lo deseen. El trabajo nocturno de las mujeres debería, en cambio, controlarse y reglamentarse, y a los empleadores se les debería alentar para que facilitasen medios de transporte y viviendas, estas últimas situadas, a ser posible, cerca del lugar de trabajo. Diversas razones justifican todavía la existencia de una protección especial para las mujeres en el trabajo nocturno Las organizaciones de trabajadores y varios gobiernos que se muestran favorables a que se mantenga la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres sostienen que sigue habiendo razones que justifican un trato diferente. Estiman que, si bien las costumbres y las actitudes sociales han cambiado, sigue recayendo sobre ellas la responsabilidad principal del trabajo familiar y del hogar; y que, pese a que la división tradicional de papeles entre el hombre y la mujer se esté poniendo últimamente en tela de juicio, lo cierto es que la mayoría de las mujeres que trabajan fuera del hogar deben seguir haciendo frente todavía a la mayor parte de las tareas domésticas. Su labor se ve más dificultada si cabe por la falta de medios e instalaciones para el cuidado de los niños y de otros servicios sociales. En consecuencia, las mujeres deben estar protegidas de la tensión suplementaria que supondría para ellas esta doble carga si se dieran facilidades para recurrir a los trabajos nocturnos o por turnos. En Sri Lanka, por ejemplo, el Sindicato Mercantil de Ceilán se ha opuesto a cualquier tentativa de privar a las mujeres de la protección que les brinda la ley en materia de trabajo nocturno. A juicio suyo, si bien el trabajo nocturno es nocivo tanto para los hombres como para las mujeres, las consecuencias adversas son más perjudiciales en el caso de éstas, pues la mayoría de las trabajadoras se hallan sometidas a una explotación no sólo en el lugar de trabajo, sino también en el hogar, ya que recae sobre ellas la parte más dura de las tareas domésticas. Para la Federación Internacional de los Trabajadores de las Plantaciones Agrícolas y Similares, dadas las condiciones de trabajo de la mayoría de las mujeres miembros de sus organizaciones filiales, la tarea más urgente es que se amplíen las medidas legislativas y protectoras y se aplique mejor la ley. 32 El trabajo nocturno Durante los debates de la ley de igualdad de oportunidades en el empleo del Japón, un representante del Consejo General de Sindicatos del país (SOHYO) señaló que si las mujeres, que en gran medida son responsables de las tareas domésticas y del cuidado de los hijos, estuvieran obligadas a trabajar las largas jornadas que realizan los hombres muchas de ellas se verían excluidas del trabajo. El argumento en favor de la protección, sobre todo en los países en desarrollo, se basa en las condiciones económicas y sociales que hacen que la situación de la mujer sea especialmente difícil, inadecuada o insegura; se alegan principalmente los problemas relacionados con el transporte, la vivienda y la seguridad personal. Los representantes sindicales de las organizaciones afiliadas a la Unión de Trabajadores de la Alimentación y Afines de Africa, Asia y América Latina sostienen que, por razones de seguridad personal, las mujeres no deberían trabajar de noche, pues con frecuencia son objeto de rudos acosamientos. Incluso en los países en que las restricciones legales no existen o son escasas se presta especial atención al transporte y la seguridad personal. En Australia, algunas sentencias federales y estatales restringen las circunstancias en que las mujeres pueden trabajar tras el anochecer; otras, por su parte, exigen que se preste un servicio de transporte a partir de una hora determinada. En el Canadá hay dos provincias en las que debe facilitarse transporte gratuito a las mujeres que trabajan entre determinadas horas de la noche. Tanto los gobiernos como las organizaciones de empleadores y de trabajadores, con independencia de la opinión que tengan sobre el trabajo nocturno en general, estiman que su reglamentación está plenamente justificada en el caso de las mujeres embarazadas y las madres lactantes. Por ejemplo, la Comisión sobre el Trabajo y el Empleo de Filipinas propugna la enmienda de la legislación vigente para que no se pueda exigir a las mujeres embarazadas y las madres lactantes que trabajen de noche. Si bien en Luxemburgo los interlocutores sociales estan de acuerdo en que la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres es una medida discriminatoria, estiman que las disposiciones adoptadas para proteger la función de la maternidad se hallan justificadas, y que debe mantenerse la reglamentación vigente sobre las mujeres embarazadas y las madres lactantes. En Chile, España, Italia y Japón se ha apoyado igualmente la protección de las mujeres embarazadas, y en ciertos casos durante un período determinado después del parto, pese a la preocupación existente acerca del principio de igualdad. En la Reunión consultiva tripartita de la OIT sobre el trabajo nocturno celebrada en 1978 se aprobó por unanimidad la prohibición absoluta del trabajo nocturno a las mujeres embarazadas. Otro argumento que se ha alegado es el de que si se suprimen las restricciones impuestas al trabajo nocturno de las mujeres, éstas no podrán optar por en cambio, obligadas a hacerlo al trabajar o no trabajar de noche y que~$~veran, pasar las empresas de un sistema de dos turnos a oko de tres. Las restricciones concernientes al empleo nocturno de las mujeres deben eliminarse por razones de indole económica Otros argumentos esgrimidos contra la prohibición del trabajo nocturno se basan en razones de tipo económico. Se dice que no sólo la prohibición no está El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 33 en consonancia con las condiciones actuales, sino que constituye un obstáculo para la industrialización. En varios países, como, por ejemplo, Francia y Suiza, se ejercen presiones para que se levante, o al menos se mitigue, la prohibición del trabajo nocturno, con el fin de que las empresas puedan utilizar de un modo más eficaz e intenso sus instalaciones y equipos, y ampliar en consecuencia sus oportunidades de empleo. Algunos gobiernos y gran número de empleadores opinan que la eliminación de las restricciones sobre el trabajo nocturno tendría repercusiones positivas en lo relativo a la creación de puestos de trabajo, la producción, el crecimiento económico y el nivel de vida. Ponen igualmente en duda los presuntos efectos nocivos sobre la vida familiar y social, cuestiones ambas sobre las que no cabe generalizar. Por ejemplo, los empleadores de Luxemburgo, en apoyo de la denuncia del Convenio núm. 89 de la OIT, adujeron que la estructura industrial de Luxemburgo exige que las mujeres trabajen de noche, pues de lo contrario se correría el peligro de que la actividad industrial sufriera un descenso. El Gobierno de Francia apoyó la introducción de exenciones a la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres ante la necesidad de incrementar el rendimiento de las inversiones, sobre todo en los sectores vulnerables frente a la competencia internacional en que la fuerza de trabajo está integrada predominantemente por mujeres. Además de la igualdad de oportunidades, una de las razones expuestas en el Reino Unido para eliminar las restricciones que pesan sobre las horas de trabajo de las mujeres fue la de minimizar la carga que supone cualquier legislación inadecuada para los empleadores, aspecto éste que podría tal vez obstaculizar la eficacia y la competitividad económicas. Sri Lanka denunció el Convenio núm. 89 alegando que si se querían atraer inversiones extranjeras al sector de la electrónica e industrias afines, había que introducir un tercer turno de trabajo y autorizar que las mujeres trabajasen de noche. La Federación de Empleadores de Ceilán estima que las condiciones requeridas para emplear mujeres durante la noche son aún demasiado estrictas; al exigirse que las mujeres no se vean forzadas a trabajar de noche, que den su aprobación al respecto, que reciban una prima y ciertas prestaciones asistenciales, resulta muy difícil que se recurra a ellas para el trabajo nocturno a menos que las características que revista el trabajo no sean adecuadas para su realización por trabajadores. El Gobierno de chile observó asimismo, en su denuncia del Convenio núm. 4 de la OIT, que la prohibición había dejado de ser compatible con las necesidades de desarrollo del país. En apoyo de la abolición de la prohibición del trabajo nocturno, la Federación de Empleadores de Irlanda señala que muchas de las nuevas industrias que se crean en el país son propicias a un sistema de tres turnos de trabajo y al empleo de las mujeres en el turno de noche. A su juicio, la prohibición tenía consecuencias adversas sobre los horarios del personal y reducía la productividad. En Suiza, igualmente, la Unión Central de Asociaciones Patronales ha exhortado al Gobierno a que denuncie el Convenio núm. 89 de la OIT alegando para ello que, si se mitiga la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres, los 34 El trabajo nocturno empleadores podrían lograr un mayor rendimiento de la costosa maquinaria que ha impuesto el cambio tecnológico al poder utilizar esa maquinaria durante más tiempo; si se hiciera mejor uso de la capacidad industrial, los costos de producción se reducirían y, en consecuencia, aumentaría la competitividad y mejoraría la situación del empleo. La Asociación de Empleadores de la Industria Textil del Uruguay ha resaltado que el trabajo nocturno es indispensable para mantener los niveles de productividad y competitividad en la industria. Con la abolición de las restricciones se conseguiría un aumento de las oportunidades de empleo para las mujeres en una industria en la que se requiere, sobre todo, destreza y precisión manuales. En varios países, el debate descrito en la sección precedente ha dado lugar a la derogación de la legislación por la que se prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres. En particular, cabe citar los siguientes: Barbados, Canadá, Guyana, Irlanda, Israel, Nueva Zelandia, Sri Lanka y Suriname. Asimismo, en Australia y Estados Unidos la legislación federal y de la mayoría de los Estados en la materia ha sido derogada. Otros países, así el Reino Unido, se disponen a adoptar la misma medida. Por otro lado, hemos visto que un reducido número de países se limita a prohibir el trabajo nocturno de las mujeres embarazadas o lactantes, y que en países como Chile, Luxemburgo y Singapur tales medidas se han adoptado tras la derogación de la legislación anterior por la que se prohibía el trabajo nocturno de las mujeres en la industria. En Italia y también en Francia, las enmiendas legislativas introducidas en 1977 y 1987, respectivamente, han dado como resultado que se flexibilice en gran medida la prohibición, en especial por medio de convenios colectivos de trabajo. En Italia, la antigua legislación prohibía que las mujeres trabajasen en la industria durante un período mínimo de once horas consecutivas (comprendido un intervalo de al menos siete horas continuas entre las 22 y las 7 horas); por industria no sólo se entendía las empresas productoras de bienes, sino también las que prestaban servicios como las comunicaciones telefónicas, el transporte y la limpieza de locales y oficinas. Tras la adopción de la ley núm. 903, de 9 de diciembre de 1977, sobre la igualdad de trato entre los hombres y las mujeres en el trabajo, la prohibición se aplica exclusivamente a las empresas manufactureras y sólo entre la medianoche y las seis de la mañana. Es más, puede ordenarse de otro modo e incluso, como se ha visto, suprimirse por medio de convenios colectivos (comprendidos los adoptados a nivel de la empresa), siempre que se tengan en cuenta las exigencias particulares de la producción, así como las condiciones del medio de trabajo y la organización de los servicios. Las partes signatarias de dichos convenios colectivos deben comunicar conjuntamente a la inspección del trabajo, en un plazo de quince días, el régimen adoptado, y precisar a la vez el número de trabajadores que se ven afectados por la medida. No obstante, no se admite ninguna excepción de la prohibición durante el período del embarazo y los siete primeros meses que siguen al parto. En Francia, como hemos indicado ya, en virtud de la ley núm. 87-423, de 19 El trabajo nocturno de las mujeres y su prohibición 35 de junio de 1987, sobre la duración y ordenación del tiempo de trabajo, se autoriza a las empresas que funcionen en turnos sucesivos, cuando en razón de circunstancias excepcionalmente graves el interés nacional así lo exija, a no atenerse a la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres siempre que dicha posibilidad se halle prevista a la vez en un convenio colectivo sectorial ampliado por orden ministerial y, en principio, por un acuerdo de empresa o de establecimiento. En el Brasil igualmente, en la ley núm. 71 89, de 4 de junio de 1984, se faculta al Ministro del Trabajo a que autorice el trabajo de las mujeres hasta la medianoche y al poder ejecutivo a que extienda la medida sin limitación de duración cuando el interés nacional así lo exija, previa consulta de las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas. Esta suspensión parcial de la prohibición se explica por el hecho de que el Brasil no puede denunciar hasta 1991 el Convenio núm. 89 de la OIT. Asimismo, la prohibición que pesaba sobre el trabajo nocturno de las mujeres en la industria en México se ha suprimido en 1978, quedando como única excepción las trabajadoras embarazadas o que crían a un recién nacido. Así pues, si la excepción sigue siendo todavía la falta de prohibición, parece no obstante que cada vez son más los países que creen que una medida especial aplicable únicamente a las mujeres carece ya de justificación, salvo, por lo general, en el caso de las trabajadoras embarazadas y en el de las que crían a un recién nacido. Notas ' Departamento del Trabajo de Estados Unidos: ((States laws affecting working women», en Bulletin of the WomenS Bureau, núm. 43 ( 1927), phg. 49. Ratner, R. S. : ((Paradójica protección: legislación sobre duración máxima del trabajo en los Estados Unidos», en Revista Internacional del Trabajo (Ginebra, OIT), abril-junio de 1980, pág. 238, citando a E. Brandeis: «Labour legislation~,en History of labor in the United States, 1896-1932, vol. 111 de Common, J. R., y colaboradores: History of labor in the United States (Nueva York, Macmillan, 1935), pág. 462. Baer, J. A. : The chains of protection ( Westport, Greenwood Press, l978), pág. 26, citando al presidente de la Cigar Makers International Union. , Aujourd'hui (París, CFDTBertrand, M., y Thibault, M.-N,: «Pourquoi pas la n u i t ? ~ en Presse), enero de 1982. Sentencia del Tribunal Supremo en Radice v. New York, 264 US. 292 ( 1924), pág. 294. Code of federal regulations (Washington, DC, Office of the Federal Register, 1986), vol. 29, sección 1604.2 (b) ( 1). ' Grupo de trabajo sobre legislación y sentencias judiciales discriminatorias, Oficina de la Condición de la Mujer, Departamento del Primer Ministro y Gabinete: Report, Conferencia sobre restricciones legislativas y judiciales al empleo de las mujeres, Canberra, 17 de octubre de 1986 (Canberra, diciembre de 1986), págs. 43-44. Consejo de Europa: documento presentado al Comite de Dirección para el Empleo y el Trabajo, segunda reunión, Estrasburgo, 13-15 de octubre de 1987 (Estrasburgo, doc. CDEM (87) Misc. 11 ; mimeografiado). Nielsen, R. : ((Legislación especial de protección de las mujeres en países nórdicos», en Revista internacional del Trabajo (Ginebra, OIT), enero-marzo de 1980, pág. 55. 'O Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL): documento presentado a la 53." reunión del Comité Femenino, Bruselas, 22-23 de octubre de 1985, 53/W/7 (Bruselas, doc. 53/W/7 ; mimeografiado), pág. 5. CAPITULO 111 EL MEJORAMIENTO DE LAS CONDICIONES DEL TRABAJO NOCTURNO Los trabajadores pueden verse obligados a trabajar de noche, ya sea de forma ocasional (caso de fuerza mayor, aumento de trabajo extraordinario), de forma periódica (trabajo por turnos semicontinuo y continuo) o de forma permanente (trabajos que, por su naturaleza, se efectúan exclusivamente de noche: guardas nocturnos, por ejemplo). El trabajo nocturno periódico o permanente supone, como hemos visto, inconvenientes y riesgos particulares para los trabajadores. En muchos países se han adoptado medidas a fin de atenuar o de compensar estos inconvenientes y estos riesgos en relación, especialmente, con la remuneración del trabajo nocturno, el tiempo de trabajo y los períodos de descanso de los trabajadores que hacen al caso, su vigilancia médica y la adaptación de los servicios sociales a sus necesidades particulares. Las medidas adoptadas sobre la remuneración del trabajo nocturno no tienen por objeto atenuar los inconvenientes y riesgos inherentes a este tipo de trabajo, sino el de facilitar en mayor grado su aceptación. La mayoría de las veces se trata de compensaciones que se ofrecen en forma de incrementos salariales o de primas. Remuneración de las horas normales de trabajo nocturno Hay un gran número de países en los que se han establecido por vía legislativa las indemnizaciones pecuniarias a que dan derecho las horas normales de trabajo efectuadas durante el período nocturno. Así, se han encontrado medidas legislativas de este tipo en quince países de América latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Venezuela), nueve países de Africa (Angola, Argelia, Burundi, Madagascar, Rwanda, Senegal, Togo, Túnez y Saire), siete países de Asia (República de Corea, Filipinas, Indonesia, República Islámica del Irán, Iraq, Japón y Yemen Democrático) y diez países de Europa (España, Grecia, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Portugal, República Democrática Alemana, Suiza, URSS y Yugoslavia). En ciertos países de Africa, la legislación establece el importe del incremento salarial que se debe pagar, mientras que en otros (Burundi, Rwanda y Zaire) encarga de ello al Ministro del Trabajo, e incluso en otros (Togo y Túnez) se remite a ese fin a los convenios colectivos. El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 37 La indemnización pecuniaria se concede habitualmente por todo trabajo nocturno, ya se efectúe en el marco del trabajo en equipos o de otra manera. Sin embargo, en el Yemen Democrático únicamente se paga a los trabajadores por turnos y por el trabajo efectuado entre las 22 y las 6 horas. A la inversa, la legislación del Brasil prevé que el incremento mínimo del 20 por ciento por el trabajo nocturno no se aplique en el caso del trabajo en equipos. Esto también sucede en el Senegal y en Suiza. En Somalia, el Código de trabajo prevé que el incremento en cuestión no se conceda cuando se trate de trabajos realizados con arreglo a un sistema de turnos regular. En Túnez, un decreto de 1973 relativo a la aprobación del convenio colectivo marco estipula que los horarios de trabajo nocturno y los incrementos salariales a ellos inherentes no se aplican a las personas que trabajan por turnos alternantes con tres equipos. A las prescripciones legales en materia de remuneración del trabajo nocturno se añaden, en un gran número de países, las obligaciones contraídas por los empleadores en virtud de los convenios colectivos adoptados a nivel de la empresa o de la rama de actividad. En otros, las disposiciones que contienen determinados convenios suplen la ausencia de disposiciones legales sobre la indemnización pecuniaria del trabajo nocturno. El suplemento de remuneración que se debe pagar por las horas normales de trabajo efectuadas por la noche se fija generalmente en porcentajes del sueldo base correspondiente a un trabajo idéntico realizado de día. En algunos casos, consiste en una cantidad uniforme, independiente del salario percibido, que se paga por horas o en función de la duración del empleo nocturno (por ejemplo, en Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Estados Unidos y Japón). De conformidad con la legislación del trabajo, la tasa mínima de compensación pecuniaria se eleva, por ejemplo, al 10 por ciento del sueldo base en Filipinas y República Democrática Alemana; al 15 por ciento en Luxemburgo y Rumania; al 20 por ciento en el Brasil, Hungría, Venezuela y Yugoslavia; al 25 por ciento en el Ecuador, El Salvador, España, Grecia, Guinea-Bissau, Honduras, Irlanda, Japón, Portugal, Somalia y Suiza; al 30 por ciento en el Paraguay; al 35 por ciento en Burundi y Colombia; al 40 por ciento en la URSS, y al 50 por ciento en la República de Corea y Haití. En Madagascar, la indemnización pecuniaria por el trabajo nocturno efectuado ocasionalmente es mayor (50 por ciento del sueldo base) que por el realizado de forma habitual (30 por ciento). En Angola, la indemnización pagada por el trabajo de noche sin turnos representa el 25 por ciento del salario normal, mientras que las horas nocturnas efectuadas en el marco del trabajo en equipos alternantes dan derecho a una remuneración suplementaria cuyo importe se fija en el convenio colectivo de trabajo y que en ningún caso puede exceder del 20 por ciento del sueldo base de los trabajadores interesados. En la mayoría de los países industriales, las prestaciones monetarias concedidas a los trabajadores de noche, en particular cuando se trata de trabajadores por turnos, son objeto de disposiciones detalladas en los convenios colectivos. En la República Federal de Alemania, por ejemplo, los trabajadores del sector metalúrgico de Baviera perciben por el trabajo nocturno una prima equivalente al 25 por ciento del sueldo base. En el sector químico, esta prima se eleva al 4 o al 10 por ciento del sueldo base para los trabajadores en equipos alternantes, 38 El trabajo nocturno en función de que trabajen con arreglo al sistema de turnos semicontinuo o continuo, y al 15 por ciento en el caso del trabajo en equipos nocturnos fijos. En Australia, el incremento salarial pagado en el sector siderúrgico al equipo nocturno es del 15 por ciento. En el Canadá, la prima por hora pagada en el sector químico oscila entre 0,35 y 0,64 dólares canadienses para el equipo de tarde y entre 0,40 y 1,12 dólares para el equipo nocturno. En esta misma rama de actividad, en los Estados Unidos la prima por hora se sitúa entre 15 y 35 centavos para el equipo de tarde y entre 20 y 45 centavos para el equipo nocturno. En Francia, por ejemplo, el acuerdo básico nacional de 17 de marzo de 1975 sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo prevé que en los sectores en los que se recurre al trabajo por turno, los convenios colectivos deben contener cláusulas que definan especialmente las normas mínimas de las ventajas pecuniarias que se deben conceder a los trabajadores interesados. De conformidad con este acuerdo, el convenio colectivo de la industria del petróleo atribuye una prima de servicio en las condiciones siguientes: i ) los obreros u otros asalariados que trabajan en servicio continuo perciben una prima de un importe equivalente al 18 por ciento de los sueldos mínimos correspondientes a su categoría, escalón o empleo; ii) esta prima es del 13 por ciento para los que trabajan en equipos sucesivos que abarcan totalmente las veinticuatro horas pero que tienen una interrupción los domingos y días festivos; iii) es del 8 por ciento para los que trabajan en equipos sucesivos, a razón de dos equipos por día con una interrupción los domingos y &as festivos, así como para los obreros u otros asalariados por turnos que realizan un horario habitual de trabajo que comprende la medianoche (con excepción de los guardas nocturnos). Cabe señalar que las primas de servicio y de empleo se atribuyen por cada hora de trabajo efectivo y que excluyen todo incremento por concepto de horas extraordinarias. En el sector químico, en Italia el trabajo nocturno da lugar a un incremento salarial del 43 por ciento cuando se efectúa en el marco del trabajo por turno continuo, y del 31 por ciento en los demás casos. En el Japón, la prima pagada por el trabajo nocturno en el sector siderúrgico oscila entre el 25 y el 50 por ciento del sueldo base según sean las empresas. En la República Democrática Alemana, los trabajadores por turnos calificados que cuentan con diez años de antigüedad y que efectúan un trabajo nocturno perciben, en el sector químico, una indemnización por trabajo en equipo de 80 marcos mensuales si se trata de un régimen discontinuo y de 250 marcos en caso de régimen semicontinuo o continuo (es decir, el 10 o el 30 por ciento del sueldo base). Además, perciben una prima de trabajo nocturno de 7 marcos por cada noche trabajada ( 6 por ciento del sueldo base). En el Reino Unido, el incremento salarial en el caso del trabajo por turno en las industrias químicas es por término medio del 17,46 por ciento en régimen discontinuo, del 22,59 por ciento en régimen semicontinuo, del 35,05 por ciento en régimen continuo y del 30,7 por ciento para el trabajo nocturno permanente. En los países en desarrollo, la indemnización pecuniaria por los inconvenientes del trabajo nocturno constituye a menudo uno de los puntos importantes de la negociación colectiva, dado que los sueldos base son generalmente muy bajos. El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 39 En Kenya, el importe de la prima establecida por convenio para el trabajo nocturno va desde una cantidad simbólica (1 chelín por turno de noche, es decir, varios centavos de dólar) hasta un porcentaje más importante del sueldo base ( 12 por ciento). En Zambia, los convenios colectivos establecen habitualmente para los trabajadores por equipos una prima para todo turno efectuado de noche, y el importe de esta prima corresponde aproximadamente al sueldo de una hora de trabajo. En la explotación del cobre, el estatuto del personal prevé que cuando se realiza un turno completo y la mitad o más del mismo tiene lugar entre las 16 y las 6 horas ese turno da lugar a una prima correspondiente al 0,6 por ciento del sueldo base mensual, lo cual representa un poco más que la remuneración de una hora de trabajo. En el Camerún, la mayoría de los convenios colectivos estipulan que el trabajo nocturno se remunere de conformidad con la legislación y la reglamentación en vigor (es decir, que no da lugar a un incremento particular). El convenio sobre panadería y pastelería, sin embargo, estipula que las horas normales de trabajo efectuadas entre las 22 y las 6 horas dan derecho a un incremento salarial del 15 por ciento a fin de tener en cuenta el carácter habitual del trabajo nocturno en la profesión. En la India, el importe de las primas establecidas por convenio pagadas por el trabajo nocturno varía entre 1 y 3 rupias por noche trabajada. En el Perú, una encuesta realizada en 1979 en 96 1 empresas industriales que recurren al trabajo por turnos continuo y semicontinuo demostró que el empleo nocturno daba lugar al pago de un incremento salarial en el 82 por ciento de los casos. En Filipinas, varios convenios colectivos estipulan que estas primas deben corresponder, como mínimo, al 25 o 30 por ciento del sueldo base, mientras que el Código de trabajo exige únicamente un incremento salarial del 10 por ciento por el trabajo realizado entre las 22 y las 6 horas. Por otra parte, la mayoría de las empresas en las que se trabaja de forma continua o semicontinua las pagan a partir de las 18 horas, pero el importe de la indemnización pecuniaria es a menudo menos elevado antes de las 22 horas. En Tailandia, una encuesta realizada en 1981 en ciento cinco establecimientos en los que se trabajaba por turnos reveló que sólo se concedía una prima por trabajo nocturno en cuarenta de ellos. Los incrementos salariales establecidos por convenio son a menudo sensiblemente más elevados que los incrementos legales, en caso de que existan estos últimos. En Suiza, por ejemplo, varios convenios colectivos prevén incrementos del 50 por ciento del sueldo base (por ejemplo, en el sector químico de Basilea), e incluso del 100 por ciento, mientras que el incremento legal es sólo del 25 por ciento. En Hungría, el incremento legal del 20 por ciento pagado por el turno de tarde y el del 40 por ciento por el de noche se han elevado hasta el 25 y el 60 por ciento, respectivamente, en el sector químico. En la URSS es también relativamente frecuente que las empresas paguen más del importe legal de las indemnizaciones de trabajo por turnos (20 por ciento para el equipo de tarde y 40 por ciento para el de noche). El importe de las primas por trabajo nocturno varía a menudo en función de que se trate de un trabajo fijo o alternante, o según el tipo de trabajo por turnos, 40 El trabajo nocturno la envergadura de la empresa o incluso la situación en relación con el empleo, la categoría o las calificaciones de los trabajadores. En Argelia, por ejemplo, la prima pagada al personal que trabaja por turnos de forma semicontinua o continua se eleva generalmente al 10 o al 15 por ciento del sueldo base, respectivamente. En Malasia, algunas veces las trabajadoras por turnos no tienen derecho a la prima nocturna, como es el caso, por ejemplo, en las industrias textiles, de productos electrónicos y fábricas de conservas. En el Pakistán, sólo las empresas que cuentan con más de cincuenta asalariados acostumbran pagar el trabajo nocturno a una tasa más elevada. En los países en desarrollo, cuando es preciso trabajar de noche debido al aumento de la demanda, se recurre en parte a mano de obra temporera y esta contratación se interrumpe cuando ya no resulta necesaria. Generalmente, esta mano de obra temporera no tiene derecho a las primas por trabajo nocturno que se conceden a los demás trabajadores de la empresa. Esta situación se ha observado, por ejemplo, en Bangladesh y en Perú. En cambio, el personal con calificaciones poco habituales recibe una retribución especialmente satisfactoria cuando se recurre a sus servicios a horas inhabituales. En Kenya, por ejemplo, el convenio colectivo del sector bancario prevé el cúmulo de numerosas primas para los especialistas en informática que trabajan por la noche. En un cierto número de países de Africa y de Asia, la prima nocturna no se tiene en cuenta para el cálculo de la remuneración de las horas suplementarias, de las vacaciones anuales o de las demás ausencias normalmente remuneradas ni tampoco para determinar el importe de las cotizaciones y de las prestaciones de la seguridad social; por consiguiente, no se la considera como parte integrante del salario. Por su parte, la legislación del trabajo de Guinea-Bissau establece que la indemnización del 25 por ciento por el trabajo nocturno ne se paga cuando el trabajo se realiza habitualmente durante el período nocturno y si la remuneración relativa a este trabajo se ha fijado teniendo ya en cuenta este hecho. Remuneración de las horas extraordinarias trabajadas de noche En muchos países, las horas extraordinarias dan lugar a un incremento salarial más elevado durante la noche que durante el día. Esta forma diferente de considerar las horas extraordinarias se ha establecido en varios casos por vía legislativa. Por regla general, la legislación prevé para las horas extraordinarias efectuadas durante el período nocturno un incremento salarial doble del exigido para las horas extraordinarias efectuadas de día. A título de ejemplo, en Polonia la tasa de incremento es del 100 por ciento (en lugar del 50); en Checoslovaquia es del 50 por ciento (en lugar del 25). En Italia, un decreto presidencial de 1983 relativo al personal de la administración pública prevé un incremento salarial del 15 por ciento para las horas extraordinarias trabajadas de día, pero del 30 por ciento para las trabajadas entre las 22 y las 6 horas. En el continente africano, la legislación de la mayoría de los países francófonos, así como las de Egipto y Etiopía, prevé una tasa de incremento salarial del 50 por ciento (en lugar del 25). En Mozambique, el aumento es del 100 por ciento (en lugar del 50). En Angola, la tasa de incremento es del 100 por ciento (en lugar del 50) para las horas extraordinarias efectuadas entre las 20 y las 24 El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 41 horas y del 150 por ciento para las realizadas entre medianoche y las 6 horas. En Djibouti, la tasa es del 50 por ciento (en lugar del 10) si el trabajo suplementario se efectúa durante la semana y del 100 por ciento (en lugar del 25) si se realiza durante los días de descanso. En el Senegal se aplica la tasa del 50 por ciento (en lugar del 10) durante la semana y la del 100 por ciento (en lugar del 50) los domingos o días festivos. Las tasas aplicadas en Rwanda son del 70 por ciento (en lugar del 50) durante la semana y del 120 por ciento (en lugar del 100) los domingos o días festivos. En América latina y en Asia, las disposiciones legislativas de este tipo son más escasas. En Colombia, la ley prevé un tasa de aumento del 75 por ciento para las horas extraordinarias efectuadas durante el período nocturno (25 por ciento para las realizadas de día). En el Ecuador, el aumento es del 100 por ciento entre medianoche y las 6 horas (50 por ciento en otros momentos del día). En Honduras y en Panamá, el incremento es del 50 por ciento (en lugar del 25). Lo mismo sucede en Bahrein, en los Emiratos Arabes Unidos y en Siria. En el Iraq, el incremento salarial es del 100 por ciento (en lugar del 50). En varios países, las indemnizaciones pecuniarias más elevadas por las horas extraordinarias efectuadas de noche se han obtenido por medio de convenios. En Australia y Nueva Zelandia, por ejemplo, los laudos arbitrales y los convenios colectivos preven, por regla general, que las horas extraordinarias efectuadas entre las 22 y las 6 horas se deben pagar con un incremento del 100 por ciento (50 por-ciento en otros momentos). En Italia, los convenios colectivos nacionales sectoriales han establecido las siguientes tasas de incremento para las horas extraordinarias trabajadas por la noche: fábricas de cemento ( 35 por ciento en lugar de 23), industria de la construcción (40 por ciento en lugar de 35), comercio (50 por ciento en lugar de 20), industria del mueble (50 por ciento en lugar de 30), e industria química (60 por ciento en lugar de 25 por la primera hora extraordinaria y 75 por ciento en lugar de 35 por las siguientes). En este mismo país, los aumentos salariales por las horas extraordinarias nocturnas pueden variar según que el trabajo se organice o no por equipos. En el sector metalúrgico, por ejemplo, se elevan al 50 por ciento del sueldo base si el trabajo no se organiza por equipos, al 40 por ciento para las dos primeras horas extraordinarias y al 45 por ciento para las siguientes si se trata de un trabajo por turnos. Se pueden citar otros ejemplos de disposiciones que figuran en convenios por las que se concede para las horas extraordinarias de noche un incremento salarial del doble, por lo menos, que el previsto para el trabajo extraordinario de día. Así, este aumento se eleva al 50 por ciento en el Brasil (productos alimenticios, en el Estado de Sao Paulo), en Egipto (textiles y tabaco) y en Sri Lanka (cultivo y transformación del té, del hevea y del tabaco), al 60 por ciento en la República Federal de Alemania (industria confitera) y en Italia (industria azucarera), y al 100 por ciento en Austria (industria textil, industrias alimentarias, minas, hierro y acero) y en Perú (industria del petróleo). El incremento salarial establecido por los convenios colectivos varía a menudo en función de que las horas extraordinarias nocturnas se efectúen durante un día laborable o de descanso. En la Argentina, por ejemplo, en el sector sanitario la tasa de incremento es del 100 por ciento para las horas extraordinarias de día, del 200 por ciento para las de noche y del 250 por ciento para las de noche efectuadas los domingos o días festivos. En Benin, el convenio colectivo general 42 El trabajo nocturno aplicable a las empresas privadas prevé que la indemnización por las horas extraordinarias nocturnas es del 50 por ciento de la tasa correspondiente a las horas efectuadas durante la semana (en lugar del 12 por ciento para las de día) y del 100 por ciento los domingos y días festivos (en lugar del 50 por ciento para las de día). Algunas veces, el incremento varía con arreglo al número de horas extraordinarias de noche. Así, en la industria metalúrgica de Portugal la tasa de aumento es del 75 por ciento para la primera hora extraordinaria de noche (en lugar de 50 por ciento durante el día), del 100 por ciento para la segunda (en lugar de 75) y del 125 por ciento para las siguientes (en lugar de 100). En ciertos países en los que las horas extraordinarias también se deben compensar con tiempo libre, las que se efectúan durante la noche se consideran algunas veces, a ese respecto, de forma más ventajosa que las de día. En la industria metalúrgica de Suecia, por ejemplo, cada hora extraordinaria de trabajo realizada después de las 20 horas o durante el fin de semana o un día festivo da derecho a dos horas de descanso compensatorio (en vez de una hora y media para las horas extraordinarias realizadas de lunes a viernes entre las 6 y las 20 horas). Los convenios colectivos tienen algunas veces en cuenta la situación de los trabajadores que, después de haber vuelto a su domicilio al final de su jornada de trabajo, son llamados nuevamente durante la noche por el empleador. El tiempo de traslado desde el domicilio al lugar de trabajo se remunera entonces a la misma tasa que las horas extraordinarias (por ejemplo, en la industria textil en Austria) o da lugar a un incremento salarial determinado (80 por ciento del sueldo base en la industria azucarera en Italia). En el Reino Unido, el convenio del sector químico prevé que los trabajadores interesados perciban, además de la remuneración correspondiente a un mínimo de cuatro horas calculado a la tasa aplicada a las horas extraordinarias, una suma de una libra y media si deben volver a trabajar entre medianoche y las 4 horas y de una libra si ello sucede en otro momento; además, el trabajador puede ausentarse del trabajo, sin pérdida de salario, durante la totalidad o una parte de la jornada de trabajo siguiente cuando el número de horas extraordinarias efectuadas de noche es de una importancia tal que excluye la posibilidad de disfrutar de un descanso adecuado. La prolongación del turno de noche es también objeto de disposiciones específicas en un cierto número de convenios colectivos. Las horas extraordinarias efectuadas en este caso se remuneran generalmente como si se hubieran realizado durante el período nocturno. Así sucede especialmente en las refinerías de petróleo de Austria y en la industria láctea y de conservas animales en Italia. En otras partes son objeto de un incremento salarial especial. A título de ejemplo, en las plantaciones y empresas de la Tela Rail Road Company, en Honduras, el trabajo extraordinario efectuado entre las 22 y las 6 horas da lugar a un incremento del 50 por ciento, pero este aumento es del 75 por ciento cuando dicho trabajo se realiza inmediatamente después del turno de noche. TRABAJO NOCTURNO Y TIEMPO DE TRABAJO En varios países, los inconvenientes y los riesgos inherentes al trabajo nocturno se han tomado en consideración por medio de la concesión a los trabaja- El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 43 dores interesados de ventajas específicas en materia de tiempo de trabajo y de descanso. Reducción de la duración normal del trabajo La mayoría de las veces, esta ventaja consiste en establecer para los trabajadores que realizan un trabajo nocturno una duración normal de trabajo, diaria y semanal, más corta que la aplicada a los trabajadores que realizan un trabajo idéntico durante el día. Esto sucede especialmente en América latina, donde las legislaciones del trabajo prevén frecuentemente que los trabajadores nocturnos, tanto si trabajan en equipos como si no lo hacen así, puedan efectuar menos horas que sus colegas que trabajan de día y percibir, sin embargo, el mismo salario. Así, en Bolivia, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Venezuela la duración de la jornada normal de trabajo se reduce en una hora si el trabajo se realiza totalmente de noche; en Costa Rica, Guatemala y Honduras se reduce en dos horas. Es evidente que estas reducciones de la jornada de trabajo suponen una disminución correspondiente de la duración semanal normal del trabajo. En la Argentina y el Brasil, la legislación dispone que, para el cálculo de la duración normal del trabajo, 52 minutos de trabajo nocturno en el primero de estos países y 52,5 minutos en el segundo equivalen a 60 minutos trabajados durante el período diurno. En algunos de los países de América latina anteriormente citados, el legislador ha instaurado la jornada mixta, la cual se compone, a la vez, de horas de trabajo diurnas y nocturnas. La duración normal de esta jornada mixta se sitúa a medio camino de las duraciones normales aplicadas, respectivamente, al trabajo diurno y al nocturno. Sin embargo, la jornada mixta se asimila generalmente a una jornada nocturna, en lo que se refiere a su duración normal, cuando las horas de trabajo efectuadas durante el período nocturno exceden de un límite determinado (3 horas en Honduras y en Panamá, 3,5 horas en Costa Rica, México y Nicaragua y 4 horas en El Salvador, Guatemala y Venezuela). En este último país, la duración normal semanal del trabajo del personal nocturno es de 42 horas cuando se trata de obreros y de 40 horas para los demás asalariados. En el Uruguay, sólo se aplica una duración normal de trabajo más corta para el período nocturno en el caso de trabajos insalubres y peligrosos de la industria: la semana de trabajo se limita a 36 horas cuando estos trabajos se realizan de día y es de 30 horas únicamente cuando se hacen de noche. En Asia, las legislaciones del trabajo tratan generalmente a los trabajadores nocturnos de la misma forma que a los diurnos en lo que se refiere a la duración normal del trabajo. En China, sin embargo, la duración del empleo nocturno, en el caso del trabajo en equipos, se limita a 7 horas. En Indonesia, la duración normal semanal del trabajo en caso de trabajo nocturno es de 35 horas (en lugar de 40). En el Iraq, la duración diaria normal del trabajo es de 8 horas para el trabajo diurno, de 7 horas y media en caso de jornada mixta y de 7 horas para el trabajo nocturno. En Africa, únicamente la legislación de Guinea Ecuatorial trata a los trabajadores nocturnos de forma diferente que a los trabajadores diurnos en lo que respecta a la duración normal del trabajo; prevé, en efecto, que la semana normal de trabajo no puede exceder de 48 horas en caso de trabajo diurno, 44 El trabajo nocturno de 42 horas en caso de combinación de trabajo diurno y nocturno y de 36 horas en caso de trabajo nocturno. En varios países europeos, la legislación del trabajo prevé también, para el trabajo nocturno, una duración diaria normal de trabajo inferior en una hora a la establecida para los trabajadores diurnos (Rumania, Turquía, URSS y Yugoslavia). En Bulgaria, la jornada normal de trabajo durante la noche es inferior en 1 hora y media cuando se considera que la semana consta de cinco días de trabajo y en 2 horas si es de seis días. En realidad, en la mayoría de los países mencionados en los párrafos que anteceden, la compensación en forma de tiempo libre, en el caso del trabajo en equipos, se convierte la mayoría de las veces en indemnización pecuniaria. En efecto, cuando el trabajo en equipos se realiza de forma continua o semicontinua implica generalmente una distribución de las 24 horas de la jornada en tres turnos de 8 horas de duración cada uno de ellos. La ventaja financiera de los trabajadores por turnos se debe, entonces, a varios factores. En primer lugar, perciben por las 6 o 7 primeras horas de turno de noche una remuneración equivalente a la de un trabajador que realiza durante el día tareas idénticas durante 8 horas; además, se les paga a la tasa más elevada aplicable a las horas extraordinarias la hora o las 2 horas restantes de trabajo. En varios países de Europa occidental se ha producido una evolución interesante desde el comienzo de los años setenta, tanto en las legislaciones del trabajo como en los convenios colectivos, que ha consistido en conceder a los trabajadores por turnos, en particular a los que trabajan en régimen continuo y semicontinuo, compensaciones reales en forma de tiempo libre. Así, la semana normal de trabajo de los asalariados que trabajan en equipos sucesivos con arreglo a un ciclo continuo es por término medio inferior en 1 hora a la de los trabajadores que realizan un horario diurno normal en la URSS, en 2 horas en Dinamarca y en 4 horas en Francia, Finlandia y Suecia. En estos dos últimos países, la duración normal semanal del trabajo por turnos en régimen semicontinuo es inferior en 2 horas a la del trabajo con horario diurno normal. En Noruega, la semana normal de trabajo de los trabajadores por turnos en régimen continuo se fijó en 33 horas y media durante la última renovación de los convenios colectivos, y la de los trabajadores en régimen semicontinuo en 35 horas y media. En el Reino Unido, los convenios colectivos adoptados en varios sectores industriales (metalurgia, construcción y textiles) han establecido la duración normal semanal del trabajo en 39 horas para los trabajadores diurnos y en 37 horas y media para los trabajadores por turnos en régimen continuo o semicontinuo. En varios países de Europa del Este se ha observado la misma evolución (Hungría, Polonia y República Democrática Alemana). En Checoslovaquia, la duración de la semana normal de trabajo es de 42 horas y media para los trabajadores que realizan un horario diurno normal, de 40 horas para los trabajadores por turnos en régimen continuo o semicontinuo y de 41 horas y 15 minutos para los que trabajan en régimen discontinuo. En varios países de Europa occidental, la reducción del tiempo de trabajo de los trabajadores por turnos en régimen continuo se ha obtenido algunas veces mediante la introducción de un quinto o incluso de un sexto equipo l. Así sucede, por ejemplo, en ciertos sectores o establecimientos industriales del Reino Unido, Suecia e Italia. En este último país, varios acuerdos negociados a nivel El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 45 local en las industrias textiles, la metalurgia y las artes gráficas han instituido sistemas de seis turnos semanales de 6 horas en el marco del trabajo en equipos en régimen semicontinuo, lo cual ha permitido reducir en 4 horas la duración semanal normal del trabajo a cambio de la obligación de trabajar seis días, en lugar de cinco, por semana. En Francia, el número de trabajadores por turnos que trabajan en cinco equipos o más está aumentando muy rápidamente desde el comienzo de los años ochenta: en 1981 representaban el 3,7 por ciento del total de trabajadores por turnos, en 1982 el 5,2 por ciento y en 1986 el 9,6 por ciento. Cabe recordar que en 1982 el legislador decidió que la duración normal semanal de trabajo de los trabajadores por turnos en régimen continuo sería, por término medio, de 35 horas, es decir, de cuatro horas menos que la aplicada a los demás trabajadores. Además, una encuesta reciente realizada sobre el trabajo por turnos ha revelado que la duración media semanal para los asalariados que trabajan en cinco equipos o más era de 35 horas y 26 minutos, mientras que ascendía a 36 horas y 53 minutos para los que trabajaban en cuatro equipos y a alrededor de 38 horas y 33 minutos para los que trabajaban en dos o tres equipos. Otra innovación en materia de trabajo por turnos es la concerniente a los equipos de fin de semana utilizados en varios países europeos para asegurar el funcionamiento en régimen continuo de la empresa. En Bélgica, por ejemplo, del trabajo durante el fin de semana se encargan, algunas veces, dos equipos de voluntarios que trabajan, cada uno de ellos, 12 horas el sábado y 12 el domingo, lo cual supone un total de 24 horas remuneradas como la semana normal de trabajo realizada de lunes a viernes. Concesión de días de vacación suplementarios La concesión de días de vacación suplementarios a los trabajadores nocturnos, principalmente a los que trabajan con arreglo al sistema por equipos, es otra práctica que está ganando terreno, en particular en los países industrializados. Esta ventaja se ha obtenido, la mayoría de las veces, por medio de la negociación colectiva. En la República Federal de Alemania, los trabajadores nocturnos han obtenido entre 2 y 8 días de vacación suplementarios en numerosos sectores industriales. Así, un acuerdo adoptado en el sector de correos y telecomunicaciones prevé que los trabajadores de noche que no realizan turnos tienen derecho a 1,2, 3 o 4 días suplementarios de vacación si llegan a alcanzar 150, 300, 450 o 600 horas de trabajo nocturno por año, respectivamente; en cuanto a los trabajadores por turnos, tienen derecho al mismo número de días suplementarios de vacación si sus horas de trabajo nocturno se elevan a 110, 220, 330 o 450. En Australia se concede generalmente una semana suplementaria de vacaciones pagadas a los trabajadores por turnos en régimen continuo. En Austria se otorgan entre tres y diez días suplementarios de vacaciones a los trabajadores en equipos, y los que trabajan en régimen continuo reciben generalmente un trato más favorable, a este respecto, que el que disfrutan sus colegas en régimen semicontinuo. En la Compañía de Acero del Pacífico, S. A., en Chile, los trabajadores que realizan los turnos de tarde y de noche disfrutan de un día suplementario de 46 El trabajo nocturno vacaciones por cada treinta turnos de este tipo realizados durante el período de capacitación. Sin embargo, estas vacaciones suplementarias se limitan a cinco días por año. En Dinamarca, los trabajadores por turnos tienen derecho a tres horas de vacación suplementaria por cada semana de trabajo durante la tarde o la noche. Estas horas se añaden a las vacaciones del año siguiente y se pagan al mismo tiempo que las vacaciones. En Irlanda, los trabajadores por turnos tienen derecho a un día de vacación suplementaria por año. En los Países Bajos se concede a los trabajadores de un gran complejo siderúrgico un día laborable suplementario por cada cuatro meses de trabajo por turnos. En la República Democrática Alemana, los trabajadores en equipos disfrutan de ocho o diez días laborables de vacaciones suplementarias si el trabajo en equipos se hace con arreglo a dos o a tres turnos diarios. En la URSS se conceden cuatro días de vacación suplementarios al personal que trabaja en equipos con arreglo a un sistema de tres turnos. En Yugoslavia, los trabajadores nocturnos pueden disfrutar hasta de quince días de vacación suplementarios. En los convenios de otros países, tales como Francia, Italia y Suecia, existen disposiciones del mismo tipo. Transferencia a un empleo con horario normal diurno En cierto número de estudios se ha llegado a la conclusión de que las enfermedades del trabajador por turnos se agrava en función de la edad y de la antigüedad. Se ha señalado incluso el peligro de envejecimiento prematuro y de aumento de la mortalidad como efecto a largo plazo de la desorganización crónica de los ritmos biológicos debido a las alternaciones reiteradas de los puestos diurnos y nocturnos. Las perturbaciones del sueño relacionadas con el trabajo por turnos cabe que sean más graves para los trabajadores de edad avanzada, especialmente cuan'do su antigüedad en este tipo de trabajo es importante. Frente a esta situación, algunas veces se han adoptado medidas a fin de limitar el tiempo de trabajo nocturno durante la vida activa. Por regla general, estas medidas consisten en facilitar la transferencia a un puesto con horario normal diurno de los trabajadores que, por razones de salud, no pueden continuar trabajando durante la noche o que, por razones sociales y familiares, desean que se los traslade a un trabajo diurno. En Francia, el acuerdo marco nacional de 17 de marzo de 1975 sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo ofrece la posibilidad de que los asalariados que hayan ocupado un puesto en régimen continuo en una empresa durante cinco años y que durante su vida profesional hayan trabajado con arreglo a este régimen durante un período de veinte años, consecutivos o no, disfruten en la empresa de un derecho prioritario para un puesto vacante con horario normal diurno. Además, en el acuerdo se especifica que los sectores profesionales estudiaran las adaptaciones posibles de esta medida para el trabajo en régimen semicontinuo. Esta disposición se ha incluido en la mayoría de los convenios colectivos de los sectores que recurren al trabajo por turnos. Así, el convenio colectivo de las industrias químicas estipula que d o s asalariados de los El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 47 servicios continuos de más de 55 años de edad tendrán, si lo solicitan, derecho prioritario o a que, en la medida en que existan plazas disponibles, se les asigne a un empleo que no esté sujeto al régimen de servicio continuo y que corresponda a sus aptitudes, con la garantía de su sueldo base, de las primas generales y de las correspondientes a su nuevo empleo, así como del coeficiente de su antigua clasificación». En Angola, en virtud de un decreto de 1982 que reglamenta la duración del trabajo, «los trabajadores aquejados de una enfemedad y que, en opinión del médico, no deben trabajar por la noche, así como los que tienen más de 50 años y lo solicitan, deberán ser transferidos y asignados a un trabajo diurno». En otros casos, las posibilidades de transferencia a un puesto con horario normal diurno son implícitas cuando, como sucede en el Canadá, Estados Unidos y México, los convenios colectivos prevén sistemas que dan a los trabajadores más antiguos en la empresa una prioridad casi automática en lo que se refiere al traslado a un trabajo diurno vacante para el que tengan las calificaciones necesarias. En la República Federal de Alemania, un convenio colectivo adoptado a principios de los años ochenta en la empresa Daimler-Benz daba a los trabajadores por turnos que trabajan en « 3 x 8» la posibilidad de pasar, a partir de los 55 años, a un sistema de dos equipos, es decir, sin turno de noche. En Yugoslavia, el trabajo nocturno está prohibido a los trabajadores que han cumplido los 55 años, así como a los minusválidos. En la URSS, los trabajadores minusválidos sólo pueden ser asignados a un trabajo nocturno con su consentimiento y con el del médico. Parece que las posibilidades de transferencia a un trabajo diurno de los trabajadores que, por razones de salud o de otra índole, ya no pueden o no desean trabajar de noche se examinan la mayoría de las veces caso por caso en la empresa y, en ocasiones, en consulta con los representates del sindicato. La transferencia de un trabajo nocturno a un trabajo diurno, tanto si ha sido solicitada por el interesado o decidida por el empleador por razones de incapacidad física o por otros motivos, va a menudo acompañada de una disminución importante de los ingresos, dado que el trabajador deja de tener derecho a las primas o incrementos salariales concedidos habitualmente por el trabajo nocturno, y que el trabajo diurno al que se le asigna puede pertenecer, además, a una categoría profesional peor remunerada. Los convenios colectivos negociados en un cierto número de países han tratado de reducir los inconvenientes financieros de esta transferencia concediendo indemnizaciones apropiadas a los trabajadores interesados. En Francia, el convenio colectivo del sector químico ya citado prevé que los asalariados que han realizado en una empresa un trabajo en régimen continuo durante veinte años, consecutivos o no, disfrutan en esta empresa, habida cuenta de sus aptitudes, de un derecho prioritario de traslado a un puesto vacante no continuo. Se añade que estos asalariados disfrutarán, durante los doce meses siguientes a esta transferencia, de una indemnización decreciente calculada con arreglo a los porcentajes siguientes del importe mensual de las primas de noche y de domingo (o de las ventajas equivalentes por las que han podido sustituirse en ciertas empresas): 100 por ciento durante los dos primeros meses, 80 por ciento durante los dos meses siguientes, 60 por ciento durante el quinto y el sexto mes, 48 El trabajo nocturno 40 por ciento durante el séptimo y el octavo mes y 20 por ciento del noveno al duodécimo mes. Cuando el traslado definitivo a un puesto diurno se hace por iniciativa del empleador, también se benefician de esta medida los trabajadores por turnos en régimen continuo que cuentan con más de 55 años o los de edad menos avanzada que trabajan en la empresa en régimen continuo desde hace por lo menos cinco años, a condición de que durante su vida profesional hayan trabajado en régimen continuo durante veinte años, consecutivos o no. En Italia, el convenio colectivo nacional del sector químico garantiza al trabajador por turnos que haya cumplido los 55 años, en caso de transferencia a un trabajo diurno, el mantenimiento de una parte de la indemnización del trabajo por turnos que percibía antes de esa transferencia. El importe de esta compensación parcial, concedida adpersonam, depende del número de años ininterrumpidos de trabajo por turno en la empresa. En los Países Bajos, la Sociedad Unilever estableció hace unos diez años un sistema de indemnizaciones que varían en función de la edad de los trabajadores y del tiempo que han trabajado por turnos. Los trabajadores que tienen por lo menos 60 años y que han realizado como mínimo cinco años consecutivos de trabajo por turnos reciben una indemnización del 100 por ciento, hasta su jubilación, por la pérdida de ganancias relacionada con su transferencia a un trabajo diurno peor remunerado. Para los demás trabajadores por turnos (los que tienen menos de 60 años, cualquiera que sea el número de años que han trabajado en equipos, y los que han cumplido 60 años pero que han trabajado menos de cinco años por turnos), esta pérdida se compensa, a condición de que hayan efectuado por lo menos tres meses de trabajo por turnos, mediante una indemnización decreciente que se calcula de la forma siguiente: los trabajadores que han hecho turnos durante menos de seis meses perciben, hasta el final del mes durante el cual se realiza la transferencia, el 100 por ciento de la diferencia salarial entre el antiguo y el nuevo puesto de trabajo; los que han trabajado por turnos más de seis meses pero menos de cinco años reciben una indemnización que pasa progresivamente del 100 por ciento de la diferencia salarial (durante el mes en que se efectuó la transferencia y el mes siguiente) al 80 por ciento (durante dos meses), al 60 por ciento (dos meses), al 40 por ciento (un mes) y al 20 por ciento (un mes). Por último, los trabajadores que han hecho turnos durante más de cinco años perciben los mismos porcentajes decrecientes de indemnización, pero durante períodos más largos: el mes del traslado y el siguiente reciben el 100 por ciento, después durante cuatro meses el 80 por ciento, otros cuatro meses el 60 por ciento, otros tres meses el 40 por ciento y tres meses más el 20 por ciento. Posibilidades de jubilación anticipada En algunos países industrializados de economía de mercado se ha prestado durante estos últimos años más atención que en el pasado a la jubilación anticipada en el marco de la investigación de los medios adecuados para reabsorber el desempleo cada vez mayor de la población activa. Por regla general, el objetivo principal de los sistemas establecidos ha sido dar a los trabajadores la posibilidad de abandonar la vida profesional antes de la edad normal de jubilación garantizándoles al mismo tiempo unos ingresos suficientes. En el marco de las medidas adoptadas con este fin, se ha tomado algunas veces en consideración la El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 49 situación particular de las personas que durante su vida activa han trabajado muchos años por la noche. En Austria, por ejemplo, una ley de 1981 prevé la posibilidad de que los trabajadores por turnos o los que realizan trabajos penosos se jubilen cinco años antes de la edad normal de jubilación (65 años para los hombres y 60 para las mujeres ). En Francia, antes del l." de abril de 1983 los trabajadores por turnos en régimen continuo o semicontinuo podían jubilarse con derechos plenos cinco años antes que los demás trabajadores (es decir, a los 60 en lugar de los 65 años), siempre que hubieran permanecido cinco años en esa clase de puesto durante sus quince últimos años de actividad y que contasen con cuarenta y un años de cotización a la caja de pensiones. Sin embargo, después de la disposición de 26 de marzo de 1982 relativa a la reducción a los 60 años de la edad de la jubilación, los trabajadores por turnos ya no disfrutan, desde el l." de abril de 1983, de ventajas particulares en ese aspecto. En Luxemburgo se adoptó, en marzo de 1987, una ley sobre la jubilación anticipada a partir de los 57 años. Contrariamente a los demás trabajadores, los que por lo menos durante veinte años han trabajado de noche en equipos o de otra forma tienen un derecho incondicional a la jubilación anticipada; en otras palabras, ese derecho no puede limitarse de ningún modo. La indemnización mensual de jubilación anticipada durante los doce primeros meses equivale al 85 por ciento de la remuneración mensual bruta efectivamente percibida por el asalariado durante los tres meses precedentes al cese de actividades, al 80 por ciento durante los doce meses siguientes y al 75 por ciento durante el tercer año. Sin embargo, no puede exceder del cuádruple del salario social mínimo de referencia y está sujeta a las cargas sociales y fiscales aplicables a los salarios y los sueldos. En algunos casos, los convenios colectivos prevén posibilidades de jubilación anticipada para los trabajadores que cuentan en su haber con un gran número de años de trabajo nocturno. En la República Federal de Alemania, por ejemplo, los 66 000 trabajadores por turnos de la empresa Daimler-Benz que hayan trabajado de esta forma durante por lo menos veinte años pueden jubilarse uno o dos años antes de la edad normal en función de que hayan trabajado con arreglo a un régimen de dos o de tres turnos, con la garantía de conservar por lo menos el 80 por ciento de su salario bruto anterior. En el sector de la industria química también se ha firmado un acuerdo que permite que los trabajadores por turnos que hayan cumplido 59 años puedan jubilarse, si lo desean, con el 65 por ciento como mínimo de su salario bruto anterior. ORGANIZACI~N DEL TRABAJO NOCTURNO Calculo de la duración media del trabajo En casi todas las legislaciones nacionales del trabajo se estipula que la duración normal del trabajo realizado por turnos con horario nocturno no deberá superar «por término medio» la duración fijada para los trabajadores ocupados en horarios diurnos normales. Existen algunas excepciones a esta norma para el 50 . El trabajo nocturno caso del trabajo continuo por turnos (Checoslovaquia, Grecia, Haití, Polonia y Zaire). En varios países, la legislación limita la duración del período que puede utilizarse para realizar este cálculo del término medio. En efecto, este período no puede exceder de tres semanas en Bolivia, Colombia, Etiopía, Grecia, Irlanda, Lesotho, Malawi, Singapur, Venezuela y Zaire. Es de cuatro semanas como máximo en Ghana, Irán y Níger, de seis semanas en la República Democrática Alemana y de dieciséis semanas en Suiza (trabajo continuo por turnos). Este período está asimilado al de la remuneración en Mauricio y al ciclo de rotación de los turnos en Austria. Al autorizar el cálculo del promedio de la duración normal del trabajo, las legislaciones nacionales del trabajo suelen imponer límites al número de horas de trabajo que pueden efectuarse normalmente en el curso de una jornada o de una semana, tomadas aisladamente, cuando dicho trabajo se reparta en forma desigual en los días de la semana o en las semanas del período de referencia. El límite semanal es, por ejemplo, de 56 horas en Malasia y República Democrática Alemana. Por su parte, el límite diario es, por ejemplo, de 9 horas en Etiopía, Irlanda y Checoslovaquia, de 10 horas en Austria, Luxemburgo, República Democrática Alemana y Zaire, y de 12 horas en Polonia y Singapur. Cuando el trabajo rebasa estos límites diarios o semanales genera, evidentemente, el pago de las compensaciones salariales previstas en concepto de horas extraordinarias. Limitación de la duración efectiva del trabajo nocturno Las horas extraordinarias trabajadas antes o después de un turno nocturno son más fatigosas para el trabajador que en otros momentos de la jornada, en la medida en que agravan la falta de horas de sueño, ya de por sí acortado en situación normal, como lo hemos señalado en el capítulo primero. En las legislaciones nacionales rara vez aparecen normas por las que se limiten más estrictamente las horas extraordinarias trabajadas durante los turnos nocturnos. Dicho en otros términos, las limitaciones impuestas por el legislador al número de horas extraordinarias que puedan trabajarse durante una jornada, una semana u otro período se aplican de manera uniforme, ya se trate de horarios diurnos o nocturnos; esta generalización rige también para las demás reglas por las que se regulan las horas extraordinarias; por ejemplo, las que se refieren a los casos en que se autorizan esas horas o al procedimiento de autorización. En ciertos países, no obstante, la legislación impone límites a la duración máxima del trabajo nocturno. En Bulgaria, por ejemplo, el número autorizado de horas extraordinarias trabajadas de noche es como máximo de tres durante dos jornadas consecutivas y de ocho en una semana (cuatro y diez, respectivamente, para las horas extraordinarias trabajadas en horario diurno). En el Congo y Turquía, el trabajo nocturno no puede en ningún caso exceder de ocho horas. En Suiza, el trabajo nocturno, cuando está autorizado, no puede comprender más de nueve horas en el curso de cualquier período de veinticuatro, debiendo quedar esas nueve horas comprendidas en un espacio de diez, incluidas las pausas. La situación más perjudicial para la salud y el estado de fatiga de los trabajadores se produce cuando, al término de un turno, no se presenta el trabajador El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 51 que debía comenzar el turno siguiente, obligando al que acaba de terminar su trabajo a reemplazarlo. Muy a menudo ocurre que el reemplazante debe cumplir los dos turnos mientras dura la ausencia del trabajador a quien reemplaza. Al igual que en el caso de las horas extraordinarias, es evidente que el doble turno en horario nocturno (tarde-noche) o después de terminado el horario nocturno (noche-mañana) es más nocivo que durante los turnos diurnos. En la mayoría de los países, trabajar turnos dobles está indirectamente prohibido mediante disposiciones legales sobre el número de horas extraordinarias, la duración diaria máxima del trabajo o la duración mínima del descanso diario. Algunas legislaciones del trabajo (Irlanda y URSS, por ejemplo) se preocuparon, además, por prohibirlo de manera más explícita. En Francia, en los casos de trabajo continuo por turnos sólo se permite excepcionalmente y por motivos impostergables de funcionamiento; en los demás casos, siempre que se deba prolongar un turno por lo menos dos horas hay que notificarlo en las cuarenta y ocho horas subsiguientes a la inspección del trabajo, exponiendo los motivos. A pesar de estar prohibido por la reglamentación laboral, trabajar dos turnos seguidos es una práctica bastante frecuente en la industria, lo cual demuestra el espíritu de solidaridad que reina en el sistema del trabajo por turnos. Además, también entra en juego el atractivo de una remuneración complementaria, elemento éste que no debe despreciarse, sobre todo si se trata de países donde los salarios son bajos. Trabajo nocturno fijo o alternado Los fisiólogos han entablado un gran debate sobre las ventajas y los inconvenientes respectivos del trabajo por turnos fijo o alternado en el marco del trabajo por turnos continuo o semicontinuo. Los partidarios del trabajo alternado han ido más lejos, preguntándose si conviene preconizar para los turnos una limitación rápida o limitada. Los turnos nocturnos fijos, con su mismo horario para cada día laboral, presentan la ventaja social de facilitar al trabajador la organización de su vida familiar y social. Por otra parte, los estudios realizados sobre la salud de los trabajadores de turnos fijos señalan que la naturaleza de los trastornos no difiere fundamentalmente de la de los trabajadores de turnos alternados, sino que, por el contrario, su frecuencia parece ser notoriamente inferior. Podría parecer, a priori, que las ventajas inherentes al sistema de turnos fijos lo podrían hacer recomendable. No obstante, este sistema no encuentra buena acogida entre los trabajadores, quienes no se sienten integrados en la vida social corriente cuando trabajan en un turno nocturno fijo y buscan sistemáticamente cambiarse a un turno diurno. Cuando las legislaciones laborales se pronuncian sobre si el trabajo nocturno debe ser fijo o alternado, suelen hacerlo a favor del trabajo alternado, como en Finlandia, Grecia, Hungría, Iraq, Noruega, Paraguay, Turquía, URSS y Venezuela. En los Países Bajos, el legislador ha adoptado indirectamente una postura a favor del trabajo alternado, al estipular que, en el caso del trabajo por turnos autorizado por razones de carácter técnico o social, los trabajadores afectados no podrían trabajar entre las 22 y las 6 horas durante más de cuarenta y ocho horas en el transcurso de un período de tres semanas consecutivas (ni más de sesenta 52 El trabajo nocturno horas durante un período de cuatro semanas consecutivas), autorizándose, sin embargo, reglamentariamente un aumento de hasta seis horas como máximo. Los convenios colectivos también preconizan por lo general el trabajo alternado, para que el peso del trabajo nocturno se reparta entre todo el personal. Esto significa que, en esta esfera, los comportamientos se guían por un principio de igualflarismo. Por lo que se refiere al ritmo de rotación de los turnos nocturnos y diurnos, la periodicidad habitual suele ser casi siempre semanal. Sin embargo, ha llegado a ser de varias semanas, e incluso de varios meses, con la finalidad de atenuar el malestar del trabajo alternado. Estas experiencias tuvieron cierto éxito durante algún tiempo, pero más tarde, al perfeccionarse los conocimientos médicos y fisiológicos en materia de ritmos biológicos, los médicos y los especialistas en ergonomía se han opuesto cada vez más a la secuencia semanal y han preconizado ritmos de alternancia de menos de tres días, lo que, a su juicio, no es tan perjudicial para los ritmos circadianos básicos. Hoy en día se reconoce la superioridad de los ritmos de alternancia cortos, a pesar de que aún no se los aplica a gran escala. Algunas legislaciones nacionales del trabajo fijan la periodicidad aplicable a la rotación de los equipos diurnos y nocturnos. En Finlandia, por ejemplo, dicha rotación debe hacerse cada semana. En el Iraq, los trabajadores por turnos no pueden trabajar de noche más de un mes seguido. En Suiza, el trabajo debe organizarse de tal modo que un trabajador no cumpla más de seis semanas consecutivas de trabajo nocturno y que todos los trabajadores participen uniformemente en los turnos diurno y nocturno. En otros países, la legislación se limita a disponer que el cambio de equipos debe hacerse en fechas convenidas por anticipado, a intervalos regulares o periódicamente (en Hungría y Venezuela, por ejemplo). Pueden autorizarse excepciones a la regla o al ritmo de la alternancia (Finlandia y Hungría). Por último, el legislador ha previsto en ciertos casos la intervención de la inspección del trabajo. Por ejemplo, en Noruega el plan de rotación de los equipos, a falta de acuerdo entre el empleador y los delegados del personal, debe ser aprobado por el inspector del trabajo, quien tendrá que tener en cuenta los deseos expresados por la mayoría de los trabajadores interesados. La rotación que aparece con mayor frecuencia en los convenios colectivos es la semanal. Sin embargo, en algunos países industriales los copartícipes sociales han aplicado los nuevos conocimientos sobre la superioridad de los ritmos de alternancia cortos en sus negociaciones relativas a la ordenación del tiempo de trabajo acompañada de una reducción de la duración del trabajo. Esto ha dado lugar a una serie de acuerdos contractuales sobre la utilización más prolongada del material industrial, así como a una nueva repartición del tiempo de trabajo por la que se reduce la duración del trabajo de cada operador, con una alternancia de dos o tres días. En la mayoría de los casos, estos acuerdos han introducido un quinto e incluso un sexto turno para cumplir con esta nueva periodicidad, como es el caso, por ejemplo, en Bélgica. En varios países (Canadá, Estados Unidos y Reino Unido, por ejemplo), los convenios colectivos prevén expresamente que los representantes de los trabajadores interesados participen en la fijación o la modificación del ciclo de rotación de los equipos. Suelen estipular que ese ciclo debe ser establecido mediante El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 53 acuerdo entre el empleador y el sindicato o previa consulta con los representantes de los trabajadores. En Francia, el acuerdo básico nacional de 17 de marzo de 1975 sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo contiene el compromiso de las ramas profesionales de instar a los empleadores a que, de acuerdo con los representantes del personal, encuentren los sistemas más adecuados de rotación de los equipos en caso de trabajo continuo por turnos; en ciertas ramas (siderurgia, química, vidrio, papel, etc.), este compromiso se ha concretado en la creación de comisiones técnicas paritarias encargadas de experimentar nuevos ritmos de rotación, en colaboración con los médicos del trabajo. Trabajo nocturno y periodos de descanso La institución de pausas durante la jornada de trabajo responde a la necesidad de alimentarse y descansar para compensar la fatiga del trabajo propiamente dicha. En el caso del trabajo nocturno, la necesidad de descansar se siente con mucha mayor intensidad porque a partir de la cuarta hora del turno disminuye considerablemente la capacidad de trabajar. Esta disminución responde fundamentalmente a la desactivación fisiológica de todas las funciones del organismo, que provoca sueño, y a la que los trabajadores se refieren con frecuencia como «cansancio repentino». La verdadera necesidad de recibir alimentos puede aparecer durante la segunda mitad del turno nocturno, proporcionalmente al gasto energético provocado por la tarea asignada al trabajador. Los médicos de medicina laboral y los especialistas en ergonomía sostienen que es absolutamente necesario realizar dos pausas de por lo menos veinte minutos cada una por turno nocturno. En casi todos los países, la legislación laboral o los convenios colectivos sobre el trabajo por equipos establecen una pausa durante el turno para que los trabajadores puedan alimentarse, a la cual añaden a veces una o dos breves interrupciones para descansar. Por lo general, estas pausas e interrupciones son remuneradas y de igual duración para los trabajadores de los tres turnos del día, ya que el turno de la noche no es objeto de un trato especial en la materia. En varios países, la legislación del trabajo prescribe dicha pausa remunerada, que se fija, por ejemplo, en quince minutos en Irlanda y Checoslovaquia, veinte minutos en la República Democrática Alemana y treinta minutos en Argelia, Costa Rica, Ghana, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Venezuela. En otros países, la legislación se limita a declarar que los trabajadores deben poder alimentarse en el curso del turno (Bulgaria y El Salvador). En Arabia Saudita incumbe a la autoridad competente reglamentar las interrupciones de trabajo destinadas a las comidas, al descanso y a la oración. En la práctica, la pausa concedida a los trabajadores por turnos para alimentarse dura treinta minutos en la mayoría de los casos, como, por ejemplo, en la República Federal de Alemania (conservas de frutas y legumbres), Argentina (metalurgia), Bélgica (construcción), Francia (petróleo), Italia (industrias mecánicas), Nueva Zelandia (industrias textiles), Reino Unido (fábricas de bizcochos) y Suiza (industria química). A veces, la pausa para la comida está sujeta a la condición de que el turno sea de un número dado de horas (por lo menos seis horas seguidas en Burkina Faso y Cate d'Ivoire), o que el trabajador se vea imposibilitado de abandonar el 54 El trabajo nocturno lugar de trabajo (conservas de frutas y legumbres en la República Federal de Alemania). En ciertos convenios colectivos se establece también que esa pausa será remunerada como horas extraordinarias cuando no pueda ser utilizada por motivos de servicio. Así, el trabajo realizado durante la pausa para la comida se retribuye en la industria de la siderurgia con los aumentos salariales siguientes: 25 por ciento en España (Altos Hornos de Vizcaya, S.A.), 35 por ciento en Venezuela (Siderúrgica del Orinoco C.V.), 50 por ciento en Canadá (Canadian Steel Foundries Ltd.) y 100 por ciento en México (Altos Hornos de México, S. A.). Por último, además de esa pausa para la comida, los convenios firmados en varios paises, por ejemplo en Filipinas y Nueva Zelandia, prevén una o dos pausas de descanso de diez o quince minutos intercaladas en el curso del turno. En los establecimientos de Edmonton de la Steel Company of Canada Ltd., la pausa de veinte minutos para la comida se complementa con dos pausas para el café de diez minutos cada una durante la primera y la segunda mitad del turno. En la India, la Tata Iron and Steel Company Ltd. otorga a sus trabajadores que cumplen turnos una pausa para el té de quince minutos, además de la pausa para la comida de treinta minutos. Por lo que se refiere al descanso entre dos turnos nocturnos consecutivos, el intervalo es, por lo general, de dieciséis horas para los turnos de una duración normal de ocho horas. En el momento de la alternancia de los equipos, el intervalo entre la finalización de un turno y el comienzo del siguiente es de veinticuatro horas en los casos en que la rotación se efectúa según el sentido de las agujas del reloj. Los especialistas en ergonomía y los médicos de medicina laboral prefieren el sentido horario de la rotación debido a la polaridad del ajuste de los ritmos biológicos. En la práctica, durante el ciclo de rotación de los equipos los trabajadores pasan casi siempre de un turno al otro en el sentido horario mañana-tarde-noche. En cuanto al reposo periódico, los médicos de medicina del trabajo y los especialistas en ergonomía insisten cada vez más en la necesidad de que el período principal de descanso se sitúe después del último turno nocturno, dentro del ciclo de rotación de los equipos. En su opinión, el hecho de no dormir lo suficiente, elemento inevitablemente ligado al trabajo de noche, provoca un cansancio cuyos efectos negativos aumentan proporcionalmente al número de noches trabajadas. Añaden que el número de días de descanso consecutivos a un período de trabajo nocturno debería ser por lo menos igual al número de días trabajados en dichas condiciones, es decir, que después de dos noches de trabajo el trabajador debería disponer de dos días de descanso y después de cinco noches de trabajo de cinco días. Esta sencilla norma no figura en las legislaciones laborales, y los convenios colectivos la han aplicado muy rara vez. DE LA SALUD VIGILANCIA El cuidado de la salud de los trabajadores regularmente afectados a un trabajo nocturno es muy necesario por las posibilidades que ofrece de detectar, tanto antes de la contratación como durante el desempeño de la tarea, determinados síntomas médicos de desadaptación y, más tarde, de intolerancia. Por ejemplo, es preciso conocer los antecedentes de alteraciones del sueño, trastornos del aparato digestivo y enfermedades tales como la epilepsia y la diabetes para poder El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 55 prever el grado de tolerancia al trabajo nocturno y a los horarios alternados. A esto se añade que ciertas situaciones de carácter individual o familiar pueden influenciar negativamente la adaptabilidad del trabajador a este tipo de trabajo. Por último, la tolerancia fisiológica al trabajo nocturno es una variable que difiere no sólo de un individuo a otro, sino también durante la vida activa de cada individuo, en función de condiciones que no siempre se pueden controlar en el marco de la empresa. De lo anterior se desprende cuán importante es que cada uno de los trabajadores interesados pueda, previa petición al efecto, consultar directamente a un médico competente. La vigilancia de la salud de cada persona es necesaria durante los primeros meses de afectación al trabajo nocturno, teniendo en cuenta que un porcentaje nada despreciable de individuos aparentemente sanos presentan signos de desadaptación que pueden desembocar en el abandono espontáneo del trabajo, y debe continuarse durante el primer año de afectación. Además, el trabajador debe tener la posibilidad de ponerse en cualquier momento en contacto con el médico encargado de esa vigilancia de la salud. Estas consultas entre trabajadores nocturnos y médicos deben comprender una parte importante de información y asesoramiento, sobre todo en lo referente a las horas de sueño, la higiene alimentaria y las actividades extraprofesionales, con el fin de facilitar la adaptación al trabajo nocturno. Si bien todas las consideraciones señaladas anteriormente son irrefutables, es preciso reconocer que las legislaciones sobre medicina del trabajo no han otorgado hasta el momento un trato preferente a los trabajadores nocturnos. Cabe destacar, sin embargo, que en Francia la orden ministerial de 11 de julio de 1977 incluye el trabajo por turnos alternados cumplidos total o parcialmente por la noche en la lista de las tareas que requieren vigilancia médica especial. Dicha orden puntualiza que los médicos encargados de la vigilancia médica de las personas que cumplen dichos trabajos en forma habitual deberán dedicar a esa tarea un tiempo calculado sobre la base de una hora mensual por cada diez asalariados. Por lo que respecta al trabajo por turnos, esta orden ministerial ha sido completada por una instrucción técnica de 8 de agosto de 1977 del Ministro del Trabajo, así como por una circular ministerial de 29 de abril de 1980, en la que se aclara que la finalidad de las palabras «cumplido total o parcialmente por la noche», contenidas en la reglamentación, es que la vigilancia especial cubra a todos los asalariados que trabajan en dos o más equipos con un turno nocturno. En lo que atañe a la contratación, la instrucción técnica del Ministro del Trabajo señala que ningún trabajador puede ser destinado al trabajo por turnos sin haber sido examinado previamente por un médico de trabajo (en el caso de los demás trabajadores, esta visita médica puede realizarse antes de la contratación o, a más tardar, antes de la finalización del período de pruebas). Respecto de las visitas médicas periódicas, en dicha instrucción se precisa que en el curso del primer año habrá que ejercer una vigilancia particular y dar al trabajador la posibilidad de solicitar en cualquier momento la opinión del médico del trabajo, ya que es en el primer año cuando las manifestaciones de intolerancia para el trabajo por turnos son más frecuentes. Si se produjeran dichas manifestaciones ulteriormente, cuando se deban a modificaciones efectuadas en el propio trabajo, el médico debe volver a estudiar el puesto de trabajo y las posibilidades de 56 El trabajo nocturno readaptarlo, o bien, cuando provengan de una patología intercurrente o de trastornos en el equilibrio de la vida personal y familiar, evaluar sus repercusiones previsibles sobre las facultades de adaptación del individuo y, en caso necesario, proponer un traslado antes de que aparezcan signos de inadaptación. En caso de traslado, se establece un balance médico del interesado, quien deberá ser objeto de una vigilancia médica más estrecha destinada a concretar la evolución de la patología observada y a evitar que se acentúe. En esta instrucción técnica del Ministro del Trabajo también se indica que, al efectuar el reconocimiento, el médico del trabajo dará a los trabajadores por turnos todos los consejos e informaciones que puedan favorecer su adaptación, en particular en materia de sueño, descanso, higiene y alimentación. También le incumbe participar junto con los responsables de la empresa en el estudio de las condiciones de trabajo y las modalidades de organización del trabajo por turnos que mejor se adapten a los trabajadores en función del tipo de actividad que desempeñen. La instrucción del Ministro señala, por último, que se llevarán a cabo estudios de mediano y largo alcance, sobre todo a partir de los datos recabados mediante la vigilancia de los trabajadores por turnos o que han abandonado el trabajo por turnos por razones médicas, con el fin de llegar a un mejor conocimiento de los factores individuales de inadaptación o de pérdida de la adaptación y poder actuar más precozmente para prevenir la aparición de manifestaciones patológicas. En Portugal, el decreto-ley núm. 409, de 27 de septiembre de 1971, por el que se reglamenta la duración del trabajo, establece que los trabajadores asignados a los turnos nocturnos de las empresas industriales deben ser sometidos previamente a un reconocimiento médico, que deberá repetirse cada año, a menos que los convenios colectivos aumenten su frecuencia. Las observaciones clínicas efectuadas en tal ocasión deberán inscribirse en fichas especiales, que estarán a disposición de los inspectores médicos del trabajo. Los convenios colectivos han sido utilizados también en algunos casos para mejorar la vigilancia médica de los trabajadores destinados a los turnos nocturnos fijos o alternados. En la República Federal de Alemania, por ejemplo, el convenio de empresa Daimler-Benz mencionado anteriormente estipula que antes de asignar a un asalariado al trabajo por turnos debe sometérsele a un examen de salud, que se repetirá al cabo de tres años de trabajo por turnos y, una última vez, al alcanzar el trabajador los 50 años de edad. Además, los obreros de más de 50 años de edad y que hayan trabajado durante veinte años en turnos tienen derecho a una cura terma1 de tres semanas de duración, de las cuales diez días serán descontados de las vacaciones remuneradas. En Francia, el acuerdo básico nacional de 17 de marzo de 1975 sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo prevé, para el caso del trabajo continuo o semicontinuo por turnos, que para los trabajadores de los turnos de noche alternados se organicen dos reconocimientos médicos por año, completados por los exámenes que el médico del trabajo considere necesarios. Dicha disposición figura en varios acuerdos negociados ulteriormente para cada rama de actividad (petróleo, química, textiles, etc.). Los problemas de salud de los trabajadores que cumplen turnos, en particular de los que trabajan regularmente de noche, han sido desde hace alrededor de El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 57 diez años uno de los ejes de los estudios de las instituciones creadas en varios países industriales para ocuparse principalmente del mejoramiento de las condiciones y medio ambiente de trabajo. Por otra parte, la European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions ha efectuado numerosas investigaciones sobre el trabajo por turnos, algunos de los cuales están específicamente centrados en sus efectos para la salud. Asimismo, por iniciativa del Comité Científico sobre el Trabajo por Turnos de la Comisión Internacional de Medicina del Trabajo, estos problemas también empiezan a ser tema de estudio en algunos países en desarrollo, sobre todo en Asia (Bangladesh, Filipinas, India, Indonesia, Malasia y Tailandia). La alimentación durante el trabajo Los médicos del trabajo y los especialistas en ergonomía suelen insistir sobre la necesidad de que los trabajadores nocturnos se alimenten de un modo sano. En efecto, este tipo de trabajo entraña una alteración del ritmo natural de las distintas funciones del organismo humano, y, por ende, de las funciones digestivas y metabólicas. De noche, la digestión y el metabolismo se hallan en una fase de desactivación. Al comer durante esas horas, la persona crea una estimulación desproporcionada de esas funciones. Por consiguiente, si bien es necesario que el trabajador se alimente después de varias horas de trabajo nocturno, también es preciso que dicha alimentación se adapte al estado de desactivación nocturno de su aparato digestivo. Se deben escoger, por lo tanto, alimentos ligeros y de fácil digestión. La alimentación de los trabajadores nocturnos permanentes o que realizan trabajos continuos o semicontinuos por turnos alternados plantea algunos problemas difíciles, porque, habitualmente, estos trabajadores no pueden ausentarse del lugar de trabajo durante la pausa para la comida y la cantina no siempre está abierta mientras dura el turno nocturno, ni inmediatamente antes de su comienzo o después de su finalización. Por regla general, las legislaciones nacionales no contienen disposiciones concretas sobre los servicios de alimentación que deben ponerse a disposición de los trabajadores nocturnos. No obstante, en la República Democrática Alemana el Código de trabajo obliga a las empresas a ofrecer a los trabajadores una comida principal caliente de un valor calórico normal, así como meriendas y refrescos, y añade que los asalariados que trabajen por turnos deben disponer de servicios de alimentación adaptados a sus condiciones de trabajo particulares. Según la reglamentación vigente en Francia, los asalariados que trabajan habitual y regularmente en turnos sucesivos, según un ciclo continuo o semicontinuo, deben tener a su disposición un local especial próximo a su lugar de trabajo, donde puedan tomar comidas calientes. En la URSS, en virtud de un decreto reciente sobre el trabajo por turnos, se estipula el suministro de comidas gratuitas o subvencionadas para los equipos nocturnos. A veces, la legislación del trabajo toma específicamente en cuenta la situación del personal femenino que trabaja de noche. En Sri Lanka, por ejemplo, una ley de 1984 autoriza el trabajo nocturno femenino con la condición de que, 58 El trabajo nocturno entre otras cosas, el empleador ponga meriendas y refrescos a disposición de las trabajadoras interesadas, así como salas de descanso. En Checoslovaquia, la legislación estipula que hay que hacer todo lo posible por reducir al mínimo las molestias ocasionadas a las mujeres que trabajan de noche, en particular instalando servicios que les proporcionen comidas calientes y bebidas. Algunos convenios colectivos contienen cláusulas que obligan a los empleadores a proporcionar una alimentación adecuada a los trabajadores ocupados durante la noche, a veces a condición de que cumplan cierto número de horas, así como a los trabajadores ocupados después o antes de una hora determinada de la noche o de la mañana. A tal fin, prescriben que se mantenga abierto el servicio de cantina para los trabajadores de los turnos nocturnos, y a veces fijan incluso el horario de funcionamiento de dicho servicio. En Australia, por ejemplo, en los centros mineros donde se trabaja por turnos, a raíz de negociaciones celebradas con los sindicatos, las empresas del carbón han instalado distribuidores automáticos de productos alimenticios que funcionan ininterrumpidamente. En Chile, el personal de la Compañía de Acero del Pacífico, S. A., que trabaja en el horario diurno normal puede tomar comidas calientes al mediodía en la cantina de la empresa y, a petición de los trabajadores de la producción que trabajan por equipos, pueden servírseles comidas frías, cuyos precios son también reducidos. En la India, para conformarse a la obligación impuesta por la ley de 1948 sobre las fábricas, las principales industrias siderúrgicas han puesto a disposición de sus trabajadores cantinas subvencionadas en gran parte por la empresa y que frecuentemente permanecen abiertas durante las veinticuatro horas del día. En los casos de empresas que no ofrecen servicios de cantina durante la noche, algunos convenios colectivos exigen el pago de una indemnización alimentaria a los trabajadores interesados. En el Ecuador, por ejemplo, una gran empresa mecánica paga a los trabajadores nocturnos el equivalente en metálico del precio de la comida que se sirve a los demás trabajadores en las dos cantinas existentes. En Francia, los obreros que cumplen un mínimo de horas de trabajo nocturno reciben una prima alimentaria, casi siempre de importe fijo, y que, por ejemplo, en la industria de la metalurgia ascendía en 1986 a una vez y media el valor del salario mínimo por hora ( I3,72 francos). El objetivo de esta prima es reembolsar los gastos suplementarios que el trabajo nocturno ocasiona a los trabajadores, y, en tal concepto, está exenta del pago de cargas sociales e impuestos. Esta prima alimentaria también existe en los países de Africa de habla francesa. En el Camerún, por ejemplo, los convenios colectivos la atribuyen a los trabajadores que cumplen por lo menos seis horas de trabajo nocturno (cuando está comprendida la medianoche, señalan algunos, y otros entre las 22 y las 6 horas). Si bien su importe varía levemente de un convenio a otro, el mínimo es por lo general el doble de la remuneración pagada por hora a la categoría profesional más baja. En Burkina Faso, C6te d'Ivoire, Níger y Senegal, los trabajadores que cumplen por lo menos seis horas de trabajo nocturno cobran una prima alimentaria de un monto equivalente al triple de la tasa por hora del salario mínimo interprofesional garantizado. En Mauritania, esta prima equivale a cuatro veces la remuneración que cobra el peón común por hora. En algunos casos se toman medidas especiales para los trabajadores que El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 59 deben prolongar su jornada de trabajo durante el período nocturno. En las minas del Canadá, por ejemplo, el trabajador a quien se pide que prolongue en más de dos horas su jornada de trabajo tiene derecho a reclamar una comida al empleador. Para que el asalariado pueda tomar una comida caliente, en algunos convenios ~olectivosse estipula que la empresa debe instalar un congelador para los platos precocidos y un horno de microondas para calentarlos. En Venezuela, el convenio colectivo que se ha venido aplicando entre 1985 y 1988 en la empresa Siderúrgica del Orinoco, S. A., estipula que los trabajadores que deban prolongar su jornada normal de trabajo por lo menos en cuatro horas extraordinarias recibirán una comida gratuita entre la tercera y la quinta de estas horas; además, debe servirse una comida a los trabajadores nocturnos que estén obligados a prolongar su actividad durante el turno siguiente. En varios países de Africa de habla francesa, los convenios colectivos celebrados en los últimos años en el plano interprofesiond o entre las distintas ramas de actividad también conceden una prima alirnenkaria a los trabajadores que, después de haber trabajado nueve o diez horas, deben prolongar su jornada por lo menos durante una hora después de comenzado el período nocturno reglamentario. Esta prima se añade a la compensación salarial pagada en concepto de horas extraordinarias y tiene la finalidad de compensar los gastos adicionales que pueda ocasionar esta prolongación a los trabajadores, en especial para su alimentación. Ciertos convenios colectivos precisan también la prestación en alimentos que el empleador debe ofrecer en caso de horas extraordinarias efectuadas en el marco del trabajo por turnos por los trabajadores de los turnos de noche. En una refinería de petróleo de Costa Rica, por ejemplo, los trabajadores del turno de noche reciben un desayuno gratis si trabajan una hora extraordinaria por lo menos; si las horas extraordinarias fueren más de cuatro, también se les sirve el almuerzo. Toda esta información no debe hacer perder de vista el hecho de que casi todas las empresas de los países en desarrollo sólo suministran los lugares y el tiempo necesario para la alimentación de los trabajadores de los turnos nocturnos; dicho en otras palabras, no se sirve ninguna comida, de modo que a los trabajadores sólo les resta traer ellos mismos todo lo necesario para alimentarse. Desplazamientos entre los lugares de residencia y de trabajo Los trabajadores nocturnos pueden encontrar serias dificultades para trasladarse hasta su trabajo y regresar del mismo por la insuficiencia de los servicios de transportes públicos a esas horas o la falta de seguridad en los desplazamientos, principalmente para el personal femenino. Además, el tiempo necesario para esos desplazamientos puede ser mayor que para los trabajadores afectados a los horarios normales. Rara vez se encuentran en las legislaciones laborales disposiciones encaminadas a mitigar esas dificultades. Sin embargo, cabe señalar que en Mauricio, para las personas residentes a más de 3 millas del lugar de trabajo y obligadas a trabajar entre las 21 y las 5 horas, la legislación prescribe que el empleador ofrecerá el transporte por autobús, en las horas en que comienza o termina el trabajo, o que reembolsará el precio del pasaje de ida y vuelta en autobús, entre 60 El trabajo nocturno el lugar de residencia habitual y el lugar de trabajo. En Swazilandia, la ordenanza sobre los salarios en los hoteles y restaurantes obliga al empleador a proporcionar al personal que no aloje y que empiece a trabajar antes de las 7 horas o termine después de las 17.30 horas el transporte gratuito desde un lugar convenido con los representantes de dichos trabajadores, que sea accesible por carretera, pero no a más de 10 millas del lugar de trabajo. En otros países, las disposiciones legislativas y reglamentarias sobre desplazamientos nocturnos sólo se refieren al personal femenino. En Austria, donde en general se prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres en actividades no agrícolas durante por lo menos once horas consecutivas, que incluyen el intervalo entre las 20 y las 6 horas, la ley de 25 de junio de 1969 sobre el trabajo nocturno de las mujeres estipula que podrá emplearse a trabajadoras hasta las 24 horas en establecimientos que funcionan en régimen de turnos a condición de que puedan regresar a sus hogares en un plazo razonable; en la medida en que no les resulte posible hacerlo mediante los transportes públicos, el empleador deberá encargarse de proporcionarles medios de transporte adecuados. En el Canadá, la legislación de las provincias de Manitoba y Ontario obliga a los empleadores a costear un medio de transporte privado entre el domicilio y el lugar de trabajo del personal femenino que termina o empieza el trabajo entre la medianoche y las 6 horas; en la provincia de Saskatchewan, esta obligación legal comprende a las mujeres que trabajan entre la medianoche y las 7 horas en hoteles y restaurantes, establecimientos escolares, centros hospitalarios y guarderías infantiles. En Nigeria, donde se prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres en la industria y la agricultura, la legislación faculta al comisario de trabajo a autorizarlo en ciertos casos, pero debe cerciorarse previamente de que se han tomado las disposiciones suficientes para el transporte y la protección de las interesadas. En muchos países, de conformidad con los convenios colectivos que han firmado, los empleadores han tomado medidas para facilitar el desplazamiento de los trabajadores nocturnos, sea adaptando los horarios de este trabajo a las horas de funcionamiento de los servicios de transporte público, sea ofreciendo el empleador un medio de transporte adecuado, o sea, incluso, reembolsando los gastos de los trabajadores por concepto de transporte comercial. En el Camerún, por ejemplo, el convenio colectivo de la hotelería indica que debido a las características propias de la profesión y, principalmente, de los riesgos a los que están expuestos los trabajadores nocturnos, las partes contratantes recomiendan a los empleadores que organicen un servicio para el transporte del personal de la empresa o de varias empresas; también estipula que el empleador que no ofrezca un medio de transporte personal o colectivo deberá participar en los gastos de transporte de los trabajadores nocturnos. En Francia, en varios convenios colectivos (química, petróleo, etc.) se estipula que en caso de retrasarse el trabajador que debe reemplazar a otro que está cumpliendo un turno, si este último debe prolongar su jornada de trabajo por esa razón, deberá ser transportado por el empleador hasta su domicilio cada vez que se vea imposibilitado de utilizar los transportes públicos. En un terreno más general, el acuerdo básico nacional de 17 de marzo de 1975 sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo prevé que, en las zonas geográficas donde se hallan localizadas las empresas de trabajo continuo o semicontinuo, las comisiones paritarias del empleo efectuarán estudios, en coordinación con los orga- El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 61 nismos competentes, sobre las condiciones de transporte, recreo y habitación, con el fin de promover soluciones que faciliten el reposo de los trabajadores nocturnos durante el día. En la India, en virtud del acuerdo nacional de 1983 sobre las remuneraciones en las minas de carbón, los mineros que no pueden utilizar los medios de transporte puestos a su disposición por el empleador tienen derecho a cobrar una indemnización compensatoria de 1,30 rupias por día de trabajo efectivo; por su parte, los mineros de los turnos nocturnos perciben una subvención complementaria de transporte de 2 rupias por día. En Kenya, los convenios colectivos de empresa suelen contener disposiciones sobre el transporte de los trabajadores ocupados durante las horas de la noche. A título ilustrativo, el convenio que se aplica en una importante fábrica textil estipula que el empleador deberá ofrecer transporte a los asalariados que trabajen entre las 19 y las 4 horas y que residan a una distancia de por lo menos 1 milla y como máximo de 8 millas de la empresa. Según la información facilitada por los participantes de un seminario regional tripartito sobre el trabajo por turnos, que la OIT organizó en Bangkok del 13 al 17 de mayo de 1985, la insuficiencia de los medios de transporte, e incluso su ausencia, así como su inseguridad durante las horas de la noche, plantean graves problemas en casi todos los países asiáticos. Frente a esa situación, a las empresas no les queda otra alternativa que la de encargarse del transporte de los trabajadores que terminan su trabajo de noche o cuyo turno comienza a tempranas horas de la mañana. En las fábricas textiles de Bangladesh se ha intentado en algunos casos atenuar los problemas de transporte poniendo salas de descanso a disposición de los trabajadores que cumplen turnos continuos o semicontinuos, que residen a cierta distancia de la fábrica y que tienen dificultades para regresar a sus hogares al producirse el cambio de turno de tarde o de noche. En Filipinas, los trabajadores deben a veces trasladarse hasta el lugar de trabajo antes de la hora normal y dormir allí algunas horas en locales puestos a su disposición por la empresa. En Venezuela, la Compañía Telefónica Nacional paga una prima de transporte a los trabajadores cuya jornada normal comprenda, por lo menos, una hora entre las 19 y las 5 horas o que efectúen, por lo menos, una hora extraordinaria de trabajo en el curso de ese mismo período inmediatamente antes o después de su jornada normal; el importe de esta prima varía según las localidades donde están ubicados los lugares de trabajo y, en Caracas, según el sexo de los trabajadores, siendo esta prestación más ventajosa para las mujeres que para los hombres. Vivienda Ya hemos indicado que dormir de día es difícil para los trabajadores que cumplen turnos nocturnos, pues deben hacerlo en horas en que los ruidos de la vida cotidiana se manifiestan en toda su intensidad. La insonorización de las viviendas ocupadas por estos trabajadores permitiría sin duda alguna atenuar los efectos perturbadores de los ruidos. Si bien nadie discute esta afirmación, rara vez se han tomado medidas para fomentar la insonorización o, en un plano más general, para mejorar las condiciones de vivienda de los trabajadores que deben descansar durante el período diurno por razones profesionales. 62 El trabajo nocturno Francia es uno de los pocos países donde la vivienda de los trabajadores nocturnos es objeto de medidas concretas. Adoptadas a favor de los trabajadores manuales que realizan un trabajo continuo o semicontinuo por turnos, estas medidas fueron decididas el 16 de noviembre de 1975 por un comité interministerial restringido. Tienen por objeto dar prioridad a estos trabajadores en los programas de vivienda individual, cuyo financiamiento, principal o complementario, se realiza con la participación obligatoria de los empleadores al esfuerzo de construcción; autorizar, respecto de estos trabajadores, con un Iímite del 6 por ciento, los topes de precios de costo básicos por concepto de «edificios» en los programas de ayuda a la financiación de viviendas nuevas individuales, con miras a garantizar una mejor insonorización y también mejor protección de la luz natural; conceder, en caso de una vivienda antigua, un subsidio que puede ascender al 50 por ciento del importe de los trabajos necesarios para proceder a la insonorización y a la protección de la luz en las viviendas que esos trabajadores ocupan, así como un préstamo complementario, a cargo de la contribución del empleador al esfuerzo nacional de construcción; por último, reducir a favor de estos trabajadores, incluso reemplazándolo por un préstamo de los comités interprofesionales de vivienda, los aportes normalmente exigidos a quienes desean beneficiarse de los programas de ayuda a la propiedad de la vivienda individual. Estas medidas, junto con las previstas en el acuerdo interprofesional del mismo año sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo, han sido completadas ulteriormente por las disposiciones de los convenios firmados en ciertas ramas de actividad. Por ejemplo, el convenio nacional de la industria del petróleo, firmado en septiembre de 1985, estipula que los comités de establecimiento o las comisiones pro mejora de la higiene, la seguridad y las condiciones de trabajo estarán facultados para emprender estudios sobre las condiciones de alojamiento de las personas que trabajan en régimen continuo o semicontinuo por turnos. En China, algunas grandes empresas industriales, sobre todo las de las ramas de actividad textil, metalúrgica y química, facilitan dormitorios y apartamentos a los trabajadores que cumplen turnos. La Fábrica de Cervezas de Kenya suministra alojamiento a cerca de la cuarta parte de su personal, compuesto por unos mil asalariados, en los complejos residenciales de su propiedad ubicados en Nairobi, Mombasa y Kisumu. En un primer momento se había decidido que los beneficiarios de una vivienda de la empresa serían los trabajadores que cumplían turnos, pero esto provocó reacciones de envidia y, como estos trabajadores no eran la mayoría, el resto del personal pidió que la dirección dejara de tratarlos de forma prioritaria. Este es un ejemplo típico de la situación que impera en los países en desarrollo, es decir, que en la ayuda de la empresa para la vivienda no se suele establecer distinción alguna entre los trabajadores que cumplen turnos nocturnos, ya sea de manera permanente o periódica, y los demás trabajadores. Educación y formación El trabajo de noche realizado en equipos que se alternan reduce casi siempre las posibilidades de estos trabajadores de seguir cursos de formación de carácter general, profesional o sindical. En efecto, la irregularidad de los horarios y las El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 63 «tardes cortas» que caracterizan a este trabajo impiden prácticamente a los trabajadores interesados participar en dichos cursos. Esto puede ser perjudicial para la adaptación de las calificaciones, las posibilidades de cambiar de categoría y, más ampliamente, para sus carreras profesionales. En lo que a la dirección de las empresas se refiere, la formación de los trabajadores que cumplen turnos para las tareas que habrán de realizar no suele ser un problema grave; es evidente que la organización práctica de esta capacitación es más compleja que en el caso de los trabajadores que realizan tareas diurnas. Normalmente, la capacitación inicial se imparte afectando a los nuevos trabajadores por turnos a los puestos diurnos durante el tiempo que se considere necesario. Más tarde, si estos trabajadores deben adquirir mayores conocimientos o nuevas calificaciones, la capacitación suele impartirse durante el día, ya que no se puede disponer de los instructores y demás responsables de la formación durante las horas de la noche. Cada vez es más difícil lograr que los trabajadores que cumplen turnos participen en cursos organizados por organismos ajenos a la empresa. Por lo común, el empleador sólo toma medidas en este sentido cuando se trata de una capacitación indispensable para el buen desarrollo de las tareas y en caso de que no pueda ser organizada dentro de la empresa. Francia es uno de los pocos países donde se aplican, por vía de convenios colectivos, medidas específicas sobre la capacitación de los trabajadores que cumplen turnos en régimen continuo y semicontinuo. Por ejemplo, el convenio de la industria del petróleo, que ya hemos mencionado, establece lo siguiente: La formación continua es un derecho para todos los trabajadores de la industria del petróleo, cualquiera que sea el régimen de trabajo a que se hallen sometidos. Las condiciones de funcionamiento de las instalaciones que operan en régimen continuo crean exigencias específicas en las condiciones de trabajo que hacen necesaria la adaptación de las normas generales de la licencia que se concede a los trabajadores por turnos para su formación. Tratándose de las informaciones y consultas sobre el plan de capacitación en los establecimientos que emplean a trabajadores por turnos, todos los asuntos relativos a esta categoría serán objeto de un examen específico. Salvo acuerdo especial, se considerará que estos trabajadores se hallan en la misma situación de derecho que los asalariados que cumplen el horario normal de la empresa. Cuando la licencia individual para la capacitación tenga una duración de por lo menos cinco días, se tomarán las medidas necesarias para que los beneficiarios puedan disponer de un tiempo de descanso suficiente antes de comenzar el cursillo y entre la finalización del mismo y la reanudación del trabajo. En tal caso, regirá el principio del descanso de veinticuatro horas antes y después del cursillo. No obstante, teniendo en cuenta las particularidades de los ciclos de los turnos, las partes podrán elegir de común acuerdo otras fórmulas. En ningún caso esta ordenación del régimen de trabajo tendrá por efecto aumentar el número de días de descanso de los interesados. Para las actividades de capacitación profesional de corta duración (de dos semanas o menos) se considera que los trabajadores que tomen una licencia individual de capacitación podrán gozar del mismo número de días de descanso que habrían tenido si hubieran trabajado cumpliendo turnos, descontándose los que hayan usufructuado durante el período de capacitación. Para las actividades de formación profesional de más de dos semanas de duración se aplicará a los trabajadores por turnos el régimen de derecho común de los trabajadores «diurnos B. 64 El trabajo nocturno Otras medidas Los trabajadores nocturnos, sobre todo los que cumplen turnos, encuentran muy a menudo dificultades para la organización de su tiempo libre, su participación en la vida sindical y el cuidado de sus hijos. No obstante, las autoridades públicas y los empleadores han tomado medidas especiales al respecto únicamente en casos excepcionales. En la República Federal de Alemania y en Francia se han adoptado medidas específicas para facilitar las actividades culturales y recreativas de los trabajadores nocturnos. En Francia, el acuerdo básico nacional de 17 de marzo de 1975 sobre el mejoramiento de las condiciones de trabajo insta a las comisiones paritarias de empleo, respecto de las regiones en que numerosas empresas trabajan en régimen continuo o semicontinuo, a emprender estudios, en colaboración con los institutos de viviendas de precios módicos, comités interprofesionales de viviendas, municipios y demás colectividades públicas, sobre las condiciones de utilización del tiempo libre de los trabajadores por turnos. Además, el comité interministerial restringido, reunido en 1976 para examinar las medidas tendientes a frenar la extensión inoportuna del trabajo por turnos, ha decidido en particular la retransmisión televisiva de ciertos programas de la noche durante el día para los trabajadores por turnos. El Código de trabajo de la República Democrática Alemana prevé que los trabajadores por turnos tendrán prioridad en la utilización de las instalaciones recreativas que las empresas tengan que financiar. En Francia, el acuerdo básico nacional de 17 de marzo de 1975, mencionado anteriormente, estipula que habrá que tomar medidas para facilitar el ejercicio de las funciones de los delegados sindicales, en particular en sus relaciones con los trabajadores en régimen continuo y semicontinuo por turnos, introduciendo cierta flexibilidad en las condiciones en que los titulares de esas funciones y sus suplentes deben cumplir sus tareas. Tal disposición ha sido aplicada ulteriormente mediante acuerdos firmados por ramas de actividad. Por lo que se refiere a la elección de delegados del personal, el Código de trabajo establece que se tomarán las disposiciones necesarias por vía de acuerdo entre el empleador y las organizaciones sindicales interesadas para facilitar, dado el caso, la representación de los asalariados que trabajan en turnos sucesivos o en condiciones que los aíslan del resto del personal. En la ley de 28 de octubre de 1982 se estipula expresamente que la elección se realizará durante las horas de trabajo, pero, en virtud del Código de trabajo, el empleador y las organizaciones sindicales representativas de la empresa podrán pactar lo contrario, sobre todo tratándose del trabajo en régimen continuo. Por otra parte, en la circular ministerial de 25 de octubre de 1983 se formularon las siguientes aclaraciones sobre las disposiciones del Código de trabajo: Las elecciones, durante las cuales los trabajadores deben disponer de tiempo suficiente para ir a votar, deben realizarse por lo general durante las horas de trabajo. Previendo la posibilidad de que el jefe de empresa y todos los sindicatos celebren un acuerdo contrario, el legislador ha querido tener en cuenta ciertas situaciones específicas, como es el trabajo en régimen continuo. En el acuerdo es preciso determinar las categorías de trabajadores que votarán fuera de sus horas de trabajo, quedando entendido que la elección deberá tener lugar durante el horario de apertura de la empresa. El mejoramiento de las condiciones del trabajo nocturno 65 También en Francia, y más concretamente en lo que se refiere al ejercicio del derecho de expresión de los trabajadores dentro de la empresa, establecido por ley de 4 de agosto de 1982, los acuerdos paritarios celebrados en aplicación de esta ley contienen disposiciones específicas para los trabajadores por turnos. De ahí que en un acuerdo celebrado en una refinería azucarera, donde la mitad del personal son trabajadores que cumplen turnos según un régimen semicontinuo de a3 x 8», se establezca que las reuniones de expresión se organizarán los lunes por la mañana, retrasándose en una hora y media el comienzo del trabajo. El cuidado de los niños de corta edad constituye un problema serio para los trabajadores nocturnos, sobre todo para los de los países industrializados, donde se subraya la falta de la infraestructura adecuada y el hecho de que las casas cunas y las guarderías infantiles funcionan por lo general solamente durante ciertas horas de la jornada diurna. En cambio, esta cuestión se plantea raras veces en los países en desarrollo, donde, si bien estos servicios son menos frecuentes y accesibles, no tienen para los sindicatos tanta prioridad como la de los problemas relacionados con la alimentación y el transporte de los trabajadores nocturnos. Notas ' Véase sobre este punto Fondation européenne pour l'amélioration des conditions de vie et de travail: Synthese des travaux de la Fondatzon européenne sur le travazl posté, 1982-1984 (Dublín, 1986). Véase Ministerio de Asuntos Sociales y del Empleo, Servicio de Estudios y Estadística: Láménagement du temps de travazl et le travazl en équzpes en 1984, informes estadísticos sobre el trabajo y el empleo, suplemento al Bulletin mensuel des statzstzques du travazl (París), núm. 36, octubre de 1987, págs. 33 y siguientes. CAPITULO IV LA OIT Y EL TRABAJO NOCTURNO En el presente capítulo se describe el estado actual de las normas de la OIT sobre el trabajo nocturno. En la primera parte se examinan las limitaciones introducidas en el trabajo nocturno, ya sea para ciertos sectores de actividad o para las trabajadoras. En la segunda se examinan las normas por las que se rigen las condiciones del trabajo nocturno. En la tercera se estudia la actualidad de las normas en vigor, y en la cuarta y última la posible adopción de nuevas normas en la materia. Los convenios y las recomendaciones internacionales del trabajo no establecen una prohibición general del trabajo nocturno, sino que contienen limitaciones al respecto para determinados sectores de actividad y ciertas categorías de trabajadores. Limitaciones aplicables a ciertos sectores de actividad En virtud del Convenio sobre el trabajo nocturno (panaderías), 1925 (núm. 20), se prohíbe la fabricación durante la noche de pan, pasteles o productos similares a base de harina; el Convenio se aplica a todos los trabajadores, ya sean patronos u obreros, que participan en la fabricación. La noche se define como un período de al menos siete horas consecutivas, comprendido el intervalo que media entre las 23 y las 5 horas, previéndose la autorización de diversas excepciones. Este instrumento, que no parece responder ya a las condiciones existentes hoy día en numerosos países, había sido ratificado, con fecha l." de noviembre de 1987, por dieciséis Estados (Argentina, Bolivia, Bulgaria, Chile, Colombia, Cuba, España, Finlandia, Irlanda, Israel, Luxemburgo, Nicaragua, Panamá, Perú, Suecia y Uruguay), si bien seis de ellos (Argentina, Finlandia, Irlanda, Nicaragua, Suecia y Uruguay) lo habían denunciado. Otro sector en que el trabajo nocturno ha sido objeto de una acción normativa es el de los transportes por carretera. En la Recomendación sobre el trabajo nocturno (transporte por carretera), 1939 (núm. 64), se pide a la autoridad competente de cada país que determine las clases de transporte por carretera de personas o de mercancías para las que autoriza un trabajo nocturno regular y defina en qué consiste el trabajo nocturno. Cabe señalar, no obstante, que los instrumentos más recientes adoptados en la materia, a saber, el Convenio (núm. 153) y la Recomendación (núm. 161) sobre duración del trabajo y períodos de descanso (transportes por carretera), 1979, no tratan ya de esta cuestión. Ciertas comisiones de industria y comisiones análogas de la OIT han insistido en sus conclusiones en la necesidad de limitar el trabajo nocturno. Así, la , La OIT y el trabajo nocturno 67 Comisión Consultiva de Empleados y de Trabajadores Intelectuales estimó, en el curso de su séptima reunión (septiembre de 1974), que el trabajo nocturno, el trabajo por equipos y el horario dividido deberían ser, en la medida de lo posible, evitados. Asimismo, la Comisión Textil, en su décima reunión ( 1978), preconizó que en la medida de lo posible se redujeran las plantillas de trabajadores nocturnos, sin que ello afectara la continuidad del proceso de producción, de conformidad con los acuerdos alcanzados entre empleadores y sindicatos y con las prácticas nacionales. Limitación del trabajo nocturno de las mujeres En el curso de su primera reunión, en 1919, la Conferencia adoptó el Convenio sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1919 (núm. 4), por el que se prohíbe el trabajo nocturno de las mujeres en la industria. Este Convenio fue revisado en 1934 por el Convenio núm. 41, y ambos instrumentos fueron a su vez revisados en 1948 por el Convenio núm. 89. Ambas revisiones fueron hechas para dar mayor flexibilidad a las normas en determinados aspectos, pero las principales disposiciones de los tres instrumentos son muy parecidas. Conviene señalar que dichos convenios sólo se aplican a la industria y que no hay convenios sobre el trabajo nocturno de las mujeres en los sectores no industriales. Existe, no obstante, un instrumento en la esfera de la agricultura, que es la Recomendación sobre el trabajo nocturno de las mujeres (agricultura), 1921 (núm. 13). En ella se pide a los Estados Miembros que reglamenten este tipo de trabajo para las mujeres asalariadas empleadas en empresas agrícolas de manera que se les garantice un período de descanso, «de conformidad con las exigencias de su constitución física, que no comprenda manos de nueve horas, de ser posible consecutivas». De una manera más general, en la Recomendación sobre la protección de la maternidad, 1952 (núm. 95), se dispone que «el trabajo nocturno y las horas extraordinarias deberían estar prohibidos a las mujeres embarazadas o lactantes, y sus horas de trabajo deberían estar distribuidas de suerte que puedan disfrutar de períodos adecuados de descanson. Los convenios citados sobre el trabajo nocturno de las mujeres en la industria se aplican sobre todo en las industrias extractivas y de transformación, así como en la construcción y las obras públicas (comprendidas las labores de demolición). En ellos se dispone que las mujeres, sin distinción de edad, no pueden trabajar durante la noche en ninguna empresa industrial, pública o privada, ni en ninguna dependencia suya. Por «noche» se entiende en los tres instrumentos un descanso nocturno de al menos once horas consecutivas, que debe comprender un intervalo más breve durante el cual está estrictamente prohibido emplear a mujeres. En virtud del Convenio núm. 89, dicho intervalo debe ser al menos de siete horas consecutivas entre las 22 y las 7 horas; no obstante, la autoridad competente podrá prescribir intervalos distintos en ciertas regiones, industrias, empresas o ramas de industria o de empresa, si bien deberá consultar a las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas antes de fijar un intervalo que comience después de las 23 horas. Los límites son más estrictos en los otros dos instrumentos. 68 El trabajo nocturno Los tres convenios autorizan a que se reduzca la duración del período nocturno a diez horas, durante sesenta días al año, en las empresas industriales que se encuentran sometidas a la influencia de las estaciones y en todos aquellos casos en que circunstancias excepcionales así lo exijan. Estipulan, por otro lado, que el período nocturno puede ser más corto que las once horas consecutivas en los países en que el clima haga especialmente penoso el trabajo diurno, a condición de que durante el día se conceda un descanso compensador. De estos tres instrumentos, el Convenio núm. 89 es el que prevé más excepciones a la prohibición del trabajo nocturno, a saber: las empresas familiares; las mujeres que ocupen puestos directivos o de carácter técnico que entrañan responsabilidad; las mujeres empleadas en los servicios de sanidad y bienestar que normalmente no efectúen un trabajo manual; los casos de fuerza mayor, cuando sobrevenga una interrupción del trabajo imposible de prever y que no tenga un carácter periódico, así como los casos en que es necesario preservar determinadas materias perecederas de una pérdida inevitable. Por otro lado, los gobiernos pueden suspender la prohibición, previa consulta a las organizaciones interesadas de empleadores y de trabajadores, «en los casos particularmente graves en que el interés nacional así lo exija». Considerados globalmente, los Convenios núms. 4,41 y 89 han sido ampliamente ratificados: el 1."de noviembre de 1987, un total de setenta y seis Estados habían ratificado al menos uno de ellos, siendo cincuenta y seis las ratificaciones en el caso del Convenio núm. 89 l , si bien es cierto que también había algunos Estados que los habían denunciado *. Cabe añadir que varios instrumentos regionales tratan asimismo de la cuestión. En la Carta Social Europea de 1961 se dispone, por ejemplo, que las partes contratantes se comprometen a reglamentar el empleo de la mano de obra femenina «respecto al trabajo nocturno en actividades industriales» (artículo 8,4), a)). Asimismo, en el Convenio de la Organización Arabe del Trabajo sobre las trabajadoras, 1976 (núm. 5 ) , se estipula que las mujeres no podrán trabajar durante la noche; el término «noche» debe definirse teniendo en cuenta el clima, la situación y las tradiciones del país de que se trate; no se prohíben los trabajos determinados por la legislación de cada Estado. Prohibición del trabajo nocturno de los menores La OIT ha adoptado una serie de instrumentos sobre el trabajo nocturno de los menores. El Convenio sobre el trabajo nocturno de los menores (industria), 1919 (núm. 6); el Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno de los menores (industria), 1948 (núm. 90), y el Convenio (núm. 79) y la Recomendación (núm. 80) sobre el trabajo nocturno de los menores (trabajos no industriales), 1946, consagran el principio de la prohibición de emplear durante la noche a los menores de 18 años, si bien se estipulan ciertas excepciones. En la Recomendación sobre el trabajo nocturno de los menores (agricultura), 1921 (núm. 14), se pide a los Estados Miembros que adopten medidas para reglamentar el trabajo nocturno de estos trabajadores, de manera que se les garantice un período de descanso, de conformidad con las exigencias de su constitución física y no inferior a diez horas o nueve horas consecutivas, según que sean menores de 14 años o se hallen comprendidos entre 14 y 18 años. Cabe precisar asimismo que en la La OZT y el trabajo nocturno 69 Recomendación sobre la edad mínima, 1973 (núm. 146), se pide, de una manera general, que se conceda un descanso nocturno de al menos doce horas consecutivas para los menores de 15 años que realizan trabajos ligeros. No obstante, no examinaremos en detalle tales instrumentos, puesto que la cuestión del trabajo nocturno de los menores no está comprendida, como ya se ha dicho, en el ámbito del presente informe. Algunos convenios y recomendaciones de la OIT contienen disposiciones sobre las condiciones del trabajo por turnos en régimen continuo o semicontinuo. Conviene recordarlas aquí, por cuanto esta modalidad de trabajo comporta el trabajo nocturno. A este respecto, cabe mencionar asimismo ciertas resoluciones o conclusiones adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo y otros órganos de la OIT, como las comisiones de industria. Tiempo de trabajo La mayoría de los instrumentos adoptados por la OIT sobre la duración del trabajo contienen normas sobre las modalidades del cálculo de la duración normal del trabajo en el caso del trabajo por turnos. En ello se observa una evolución que puede apreciarse asimismo en numerosas legislaciones nacionales. En el Convenio sobre las horas de trabajo (industria), 1919 (núm. 1), se autoriza a calcular la duración media del trabajo en el caso del trabajo por turnos. Se distinguen dos tipos de situaciones. En el caso de los trabajos cuyo funcionamiento continuo, por razón de la naturaleza misma del trabajo, deba asegurarse por equipos sucesivos - es decir, por el trabajo por turnos en régimen continuo -, los límites de ocho horas al día y de cuarenta y ocho horas a la semana pueden sobrepasarse, siempre que las horas de trabajo no excedan cincuenta y seis horas a la semana por término medio. En el caso de los trabajos efectuados por equipos en general (trabajo por turnos en régimen semicontinuo o discontinuo), puede también sobrepasarse dicho límite, pero sin que el promedio de horas de trabajo calculado sobre un período de tres semanas pueda exceder de ocho al día y cuarenta y ocho a la semana. El cálculo del promedio de la semana laboral normal en los trabajos cuyo funcionamiento continuo deba asegurarse sin interrupción alguna durante el día, la noche y la semana está asimismo previsto en varios convenios sectoriales sobre la duración del trabajo adoptados por la OIT entre 1934 y 1937: el Convenio sobre las fábricas de vidrio, 1934 (núm. 43); el Convenio sobre la reducción de las horas de trabajo (fábricas de botellas), 1935 (núm. 49); el Convenio sobre la reducción de las horas de trabajo (obras públicas), 1936 (núm. 5 1), y el Convenio sobre la reducción de las horas de trabajo (industria textil), 1937 (núm. 61). De acuerdo con los dos convenios sobre las fábricas de vidrio, los trabajadores de dichas industrias deberán estar empleados según un sistema de trabajo que comprenda al menos cuatro equipos; la semana laboral media (que se debe calcular sobre un período de cuatro semanas a lo sumo) no puede sobrepasar de cuarenta y dos horas; la duración del turno de trabajo no puede exceder de ocho 70 El trabajo nocturno horas, y la duración del descanso entre dos turnos de un mismo equipo no podrá ser inferior a dieciséis horas (salvo, si fuere necesario, cuando se efectúe el cambio periódico del horario de los equipos). Los convenios relativos a las obras públicas y a la industria textil limitan a cuarenta horas el promedio de horas de trabajo semanales, si bien autorizan a elevar dicha media a cuarenta y dos horas en los trabajos efectuados en régimen continuo, dejando en manos de la autoridad competente de cada país la facultad de determinar, previa consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesadas, el número de semanas sobre el que debe calcularse la duración media del trabajo, así como el número máximo de las horas de trabajo semanales. En cambio, la Recomendación sobre la reducción de la duración del trabajo, 1962 (núm. 1 16), que plantea el principio de una disminución progresiva de la semana laboral normal hasta cuarenta horas, no distingue ya, como hacían los instrumentos precedentes, entre el trabajo continuo por turnos y las demás formas de trabajo por turnos. En ella se estipula que la duración normal media del trabajo, «en las labores necesariamente continuas*, no exceda en ningún caso de la duración normal del trabajo establecido para la respectiva actividad económica. Ni la Recomendación núm. 116 ni los instrumentos que la precedieron preconizan para el turno de noche, efectuado en el marco del trabajo por equipos, una duración inferior a la del trabajo de día. No obstante, en dos resoluciones adoptadas por la Comisión del Hierro y el Acero de la OIT en su novena reunión (septiembre de 1975), una sobre la reducción del tiempo de trabajo y la otra sobre el trabajo por equipos, se aborda en cierto modo esta cuestión. En ellas se pide a la OIT que estudie la modificación de la jornada laboral en favor de las personas que trabajan por equipos y que divulgue informaciones sobre los horarios de trabajo por equipos y los ciclos de trabajo, incluida la adopción de un quinto turno u otros sistemas análogos destinados a atenuar las posibles consecuencias perjudiciales del trabajo por equipos. Por otro lado, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó en 1972 una resolución sobre las repercusiones laborales y sociales de la automación y otros progresos de la técnica en la que se dice que la determinación de una compensación adecuada para el trabajo por equipos constituye materia de negociación colectiva o de otros métodos de negociación, según las prácticas nacionales. Dicha compensación puede adoptar la forma bien de una prima de remuneración, bien de una disminución de las horas de trabajo, o bien de una combinación de ambos tipos de medidas, tal como se sugiere en particular para el trabajo nocturno en las conclusiones de la Comisión Consultiva de Empleados y de Trabajadores Intelectuales (séptima reunión, septiembre de 1974) y de la Comisión Textil (décima reunión, abril de 1978). Los convenios ya citados de la OIT sobre la duración del trabajo en ciertos sectores de la actividad (Convenios núms. 43, 49, 5 1 y 61 ) limitan igualmente las posibilidades de recurrir a las horas extraordinarias en el marco del trabajo por turnos en régimen continuo. En efecto, en ellos se dispone que no podrán sobrepasarse los límites de la duración media del trabajo, que fijan en cuarenta y dos horas como máximo, salvo en casos especiales, estrictamente determinados. En una resolución adoptada por la Comisión del Hierro y el Acero de la OIT, en La OIT y el trabajo nocturno 71 su novena reunión (septiembre de 1975), se preconiza la conclusión de acuerdos entre las direcciones de empresa y las organizaciones de trabajadores, con objeto sobre todo de evitar, en el caso del trabajo por equipos, horarios de trabajo que pudieran prolongar la jornada laboral de una manera perjudicial. En términos más generales, la Comisión Textil recomienda en las conclusiones adoptadas en abril de 1978, con ocasión de su décima reunión, que todas las cuestiones relativas al trabajo por turnos sean objeto de una amplia consulta, en el seno de cada empresa, entre los trabajadores, sus representantes y la dirección. Se añade que el mejoramiento de la organización del sistema de trabajo por turnos podría conseguirse modificando el número de equipos y su ritmo de rotación, la frecuencia y la duración de las pausas en medio del turno, la fijación de las horas de comienzo y término del trabajo y, siempre que ello sea posible, como ya se ha indicado, reduciendo el número de trabajadores nocturnos sin que se vea perjudicada la continuidad del proceso de producción, de conformidad con los acuerdos pactados entre empleadores y sindicatos y con las prácticas nacionales. Cabe añadir, por último, que la Comisión del Hierro y el Acero, en una resolución adoptada en su novena reunión (septiembre de 1975), evocó la posibilidad de conceder una jubilación anticipada a los trabajadores por turnos. La Comisión Textil, en su décima reunión ya citada de abril de 1978, pidió que se estudie la duración de la vida profesional, basada en el trabajo por turnos, en relación con la edad de jubilación. Remuneración La cuestión de la compensación financiera abonable a los trabajadores por turnos, y en especial a los del turno de noche, no ha sido abordada en los instrumentos adoptados por la Conferencia Internacional del Trabajo, salvo en la resolución de 1972 anteriormente citada sobre las repercusiones laborales y sociales de la automación y otros progresos de la técnica, según la cual la determinación de compensaciones adecuadas para el trabajo por turnos y de métodos para una distribución equitativa de los turnos debería ser objeto de negociación colectiva u otros métodos de negociación, de conformidad con las prácticas nacionales. En cambio, esta cuestión ha sido frecuentemente examinada por las comisiones de industria y reuniones análogas de la OIT. Así, por ejemplo, en las conclusiones adoptadas por la primera Reunión técnica tripartita de la industria del vestido ( 1964) se estipula que los trabajadores ocupados en el trabajo por turnos deberían beneficiarse de primas especiales, sobre todo los del turno de noche. La Comisión Textil, en el curso de sus reuniones séptima y octava ( 1963 y 1968), reconoció que ciertos puestos de trabajo por equipos exigen un esfuerzo físico suplementario y acarrean molestias de orden social, llegando a perturbar incluso el desarrollo normal de la vida familiar, e insistió en que dichos trabajadores reciban una indemnización financiera satisfactoria, en especial los del turno de noche; en las conclusiones adoptadas en su décima reunión ( 1978), la Comisión estimó además que deberían concederse ventajas de carácter financiero o de otro tipo, que habrían de fijarse por medio de la negociación colectiva, en especial a los trabajadores destinados a turnos de noche, con el fin de compensar los 72 El trabajo nocturno inconvenientes que pudieran derivarse de ciertas formas de trabajo por turnos y de alentar a los trabajadores a aceptar dicha modalidad de trabajo. Por su parte, la Comisión de Industrias Químicas estimó, en el curso de su sexta reunión ( 1962), que deberían establecerse modalidades diversas de indemnización financiera a tenor de los inconvenientes que acarrean los diversos sistemas de trabajo por turnos aplicados y, en especial, según que éstos incluyan o no el trabajo nocturno y el realizado durante los fines de semana. Vigilancia de la salud En lo relativo a la protección de la salud de los trabajadores nocturnos, conviene recordar en primer lugar ciertas disposiciones generales del Convenio (núm. 161) y la Recomendación (núm. 171) sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985, que se aplican en especial a esta modalidad de empleo. Según el artículo 3 del Convenio núm. 161, todo Miembro que ratifique el instrumento se compromete a establecer progresivamente servicios de salud en el trabajo para todos los trabajadores. En el artículo 5 se precisa que los servicios de salud en el trabajo deberán asegurar las funciones siguientes que sean adecuadas y apropiadas a los riesgos de la empresa para la salud en el trabajo : identificación y evaluación de los riesgos que puedan afectar a la salud en el lugar de trabajo; vigilancia de los factores del medio ambiente de trabajo y de las prácticas de trabajo que puedan afectar a la salud de los trabajadores; asesoramiento sobre la planificación y la organización del trabajo; participación en el desarrollo de programas para el mejoramiento de las prácticas de trabajo; asesoramiento en materia de salud en el trabajo; vigilancia de la salud de los trabajadores en relación con el trabajo; colaboración en la difusión de informaciones, en la formación y educación en materia de salud e higiene en el trabajo y de ergonomía. En el párrafo 11, 1), de la Recomendación núm. 171 se añade que la vigilancia de la salud de los trabajadores debería abarcar, en los casos y según las condiciones que defina la autoridad competente, todas las evaluaciones necesarias para proteger la salud de los trabajadores, que puedan incluir: a) una evaluación de la salud de los trabajadores antes de que se les asignen tareas específicas que puedan entrañar un peligro para su salud o para la de los demás; b) evaluaciones de la salud a intervalos periódicos durante todo empleo que implique una exposición a riesgos particulares para la salud. Bastaría que dichas disposiciones fueran aplicadas a los trabajadores nocturnos para que pudiera vigilarse de manera adecuada la evolución de su estado de salud. Otras disposiciones de la Recomendación núm. 171 podrían también ser útiles a este respecto, en particular las siguientes: Cuando el mantenimiento de un trabajador en un puesto de trabajo esté contraindicado por motivos de salud, los servicios de salud en el trabajo deberían colaborar en los esfuerzos destinados a encontrarle otra colocación en la empresa u otra solución apropiada. [Párrafo 17.1 A fin de fomentar la adaptación del trabajo a los trabajadores y el mejoramiento de las condiciones y medio ambiente de trabajo, los servicios de salud en el trabajo deberían asumir la función de asesores del empleador, de los trabajadores y de sus representantes en la empresa y del comité de seguridad e higiene, cuando existan, acerca de los problemas de salud, de higiene del trabajo y de ergonomía, y deberían colaborar con los organismos que actúan ya como asesores en esta esfera. [Párrafo 21.1 La OIT y el trabajo nocturno 73 Todo trabajador debería ser informado, de manera conveniente y adecuada, de los riesgos para la salud que entraña su trabajo, de los resultados de los exámenes de salud de que haya sido objeto y de la evaluación de su estado de salud. [Párrafo 22, 1 ).] Los servicios de salud en el trabajo deberían además asesorar individualmente a los trabajadores acerca de su salud en relación con su trabajo. [Párrafo 22, 3).] Varias comisiones de la OIT han examinado igualmente la protección de la salud de los trabajadores nocturnos. Así, la Comisión de Industrias Químicas recomendó, en su octava reunión (febrero de 1976), que se atribuyera la atención debida a los factores psicosociales, que pueden influir mucho en la salud física y mental de los trabajadores, refiriéndose en especial al trabajo nocturno. De igual modo, la Comisión Consultiva de Empleados y de Trabajadores Intelectuales llegó a la conclusión, en su séptima reunión (septiembre de 1974), que sería conveniente una vigilancia médica especial en el caso del trabajo nocturno, a fin de proteger la salud de los trabajadores interesados. Por su parte, la Comisión Textil pidió en el curso de su décima reunión (abril de 1978) que se estudiasen las consecuencias del trabajo nocturno sobre la salud de las personas interesadas. Según señaló, dichos trabajadores deberían poder recurrir a servicios médicos. Por otro lado, estimó que las autoridades públicas y los empleadores deberían, en caso necesario, tomar medidas para reconvertir a los trabajadores considerados no aptos desde el punto de vista médico para el trabajo por turnos y para favorecer, en la mayor medida posible, su transferencia a otros puestos. La Comisión del Hierro y del Acero evocó, en su novena reunión (septiembre de 1975), la conveniencia de una preparación ordenada para ayudar al trabajador a adaptarse, llegado el caso, a un trabajo normal de día. Servicios sociales Por lo que se refiere a la alimentación, la Recomendación sobre servicios sociales, 1956 (núm. 102), preconiza la adopción de medidas especiales para poner a disposición de los trabajadores empleados por turnos, a horas convenientes, comidas y bebidas adecuadas (párrafo 13). La Reunión de expertos en servicios sociales para los trabajadores de la industria, que se celebró en 1964, señaló en sus conclusiones que sería particularmente útil prever para dichos trabajadores cantinas, carritos y máquinas automáticas, conformes con las normas higiénicas correspondientes, para la venta de bocadillos y de bebidas 3. Una preocupación idéntica se manifiesta en las conclusiones y resoluciones de varias comisiones de industria o comisiones análogas, en particular las de industrias químicas, textil y del hierro y el acero. Así, por ejemplo, en la resolución (núm. 15) sobre los problemas generales de la duración del trabajo en las industrias químicas, que la Comisión de Industrias Químicas adoptó en su tercera reunión ( 1952), puede verse el párrafo siguiente: Cuando el número de trabajadores de la empresa lo permita, deberían darse facilidades, a horas apropiadas, a los trabajadores de equipo, en particular a aquellos que deben realizar el trabajo de noche, para que puedan tomar platos calientes. Debería alentarse a los trabajadores del equipo de la noche a utilizar esas facilidades para bien de su salud 4. En la Recomendación núm. 102 se requiere igualmente a las empresas para que, cuando fuere necesario, adopten medidas a fin de que puedan ponerse 74 El trabajo nocturno medios adecuados de transporte a disposición de los trabajadores empleados por turnos, en las horas del día o de la noche en que los servicios ordinarios de transporte sean insuficientes, no puedan utilizarse o no existan (párrafo 34). Las conclusiones adoptadas por las comisiones de industrias químicas, textil y del hierro y el acero denotan también una preocupación similar. Así, la Comisión Textil recomendó, en su octava reunión (1968), que en caso de necesidad se faciliten medios de transporte adecuados a los trabajadores por turnos, en especial a los del turno de noche. En la Recomendación núm. 102 se pide también que se instalen salas de descanso en las empresas para satisfacer especialmente las necesidades de los trabajadores en equipo durante las pausas (párrafo 19, 1)). La cuestión del acceso de los trabajadores por turnos a las actividades culturales, recreativas y sociales fue examinada por la Comisión de Industrias Químicas en el curso de sus reuniones tercera y séptima ( 1952 y 1969); en las conclusiones de su séptima reunión, la mencionada Comisión insiste en particular en la necesidad de facilitar el acceso de dichos trabajadores a las actividades culturales y recreativas a fin de reducir los efectos perjudiciales que el trabajo por equipos puede tener sobre la vida familiar y social. En el Convenio sobre la licencia pagada de estudios, 1974 (núm. 140), se estipula que deberán establecerse disposiciones especiales destinadas a las categorías particulares de trabajadores que tengan dificultades para ajustarse al sistema general de la licencia pagada de estudios, entre ellos los trabajadores que efectúan su trabajo por turnos. La Recomendación sobre los trabajadores con responsabilidades familiares, 198 1 (núm. 165), consagra una sección a los servicios y medios de asistencia a la infancia y de ayuda familiar (sección V y párrafo 9, c)). Varias de tales disposiciones tienen un interés especial por lo que respecta al trabajo nocturno, en particular los párrafos siguientes : 24. Con el fin de determinar la amplitud y el carácter de los servicios y medios de asistencia a la infancia y de ayuda familiar necesarios para ayudar a los trabajadores con responsabilidades familiares a atender sus responsabilidades familiares y profesionales, las autoridades competentes, con la colaboración de las organizaciones públicas y privadas interesadas - y, en especial, de las organizaciones de empleadores y de trabajadores -, y con arreglo a los recursos de que dispongan para reunir datos, deberían tomar las medidas necesarias y oportunas para: a) reunir y publicar estadísticas suficientemente completas sobre el número de trabajadores con responsabilidades familiares, empleados o en busca de empleo, así como sobre el número y la edad de sus hijos y de otras personas a cargo que necesiten su asistencia ; b) determinar, mediante encuestas sistemáticas llevadas a cabo particularmente en las comunidades locales, las necesidades y preferencias en materia de servicios y medios de asistencia a la infancia y de ayuda familiar. 25. Las autoridades competentes, en colaboración con las organizaciones públicas y privadas interesadas, deberían tomar medidas apropiadas para asegurar que los servicios y medios de asistencia a la infancia y de ayuda familiar respondan a las necesidades y preferencias así relevadas; con tal fin, y tomando en consideración las circunstancias y posibilidades nacionales y locales, las autoridades competentes deberían especialmente: a ) alentar y facilitar, particularmente en las comunidades locales, el establecimiento de planes para el desarrollo sistemático de servicios y medios de asistencia a la infancia y de ayuda familiar; La OIT y el trabajo nocturno 75 b) organizar por sí mismas o alentar y facilitar la organización de servicios y medios adecuados y suficientes de asistencia a la infancia y de ayuda familiar, gratuitamente o a un costo razonable que corresponda a las posibilidades económicas de cada trabajador, con arreglo a disposiciones flexibles y de modo que responda a las necesidades de los niños de diferentes edades, de las demás personas a cargo que necesiten asistencia y de los trabajadores con responsabilidades familiares. Conviene añadir que la Comisión Textil ha sugerido específicamente en el curso de su décima reunión (abril de 1979) que los trabajadores nocturnos puedan recurrir a los servicios de guarderías infantiles organizados bien dentro de las empresas o fuera de ellas. DE LAS NORMAS EXISTENTES ACTUALIDAD La prohibición del trabajo nocturno de las mujeres en la industria, que fue en otro tiempo una disposición ampliamente aceptada de la legislación del trabajo, es objeto en la actualidad de vivas controversias. Defendida siempre por quienes ven en ella una medida importante de protección social, es criticada por quienes la juzgan injustificada y discriminatoria. Como quiera que son numerosos los países signatarios de uno u otro de los tres convenios internacionales del trabajo relativos a la cuestión, el debate sobre la oportunidad de mantener dicha prohibición ha originado diversas peticiones de revisión, en especial por lo que se refiere al Convenio núm. 89, el más reciente de dichos instrumentos. El Grupo de Trabajo sobre normas internacionales del trabajo creado por el Consejo de Administración de la OIT en 1984 ha clasificado, por otro lado, el mencionado Convenio entre los que deberían revisarse, clasificación que ha sido aprobada por el Consejo en su 235.a reunión (marzo de 1987) Como se ha visto, desde que la OIT adoptó el Convenio núm. 89 se han producido grandes cambios técnicos y sociales en el mundo. En 1971, el Gobierno de Suiza pidió a la OIT que revisase dicho Convenio por estimarlo superado: a su juicio, el trabajo nocturno sólo debería prohibirse a las mujeres en aquellos casos en que, debido a las circunstancias en que el mismo se efectúa o a circunstancias personales (mujeres embarazadas, en particular), entraña realmente mayores riesgos para la salud de las mujeres que para la de los hombres. La OIT elaboró en 1973 un informe sobre la aplicación de dicho Convenio, a la vez que consultó a los gobiernos sobre la oportunidad de su revisión y se examinó la cuestión en repetidas ocasiones en el seno del Consejo de Administración. A este respecto se suscitaron profundas divergencias. La Reunión consultiva tripartita sobre el trabajo nocturno, convocada en 1978, no ha conseguido elaborar una definición del sentido que debe darse a dicha revisión que sea aceptable para todos. No obstante, varios textos internacionales adoptados con posterioridad abordan la cuestión de una u otra manera. Así, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 18 de diciembre de 1979 la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. En el artículo 11, 3), de dicho instrumento se dispone que la legislación protectora de las mujeres, en particular en la esfera de las condiciones de trabajo, será examinada periódicamente a la luz de los conocimientos científicos y tecnológicos y será revisada, derogada o ampliada según corresponda. 76 - El trabajo nocturno La resolución sobre la igualdad de oportunidades y de trato para los trabajadores y las trabajadoras en el empleo, adoptada el 27 de junio de 1985 por la Conferencia Internacional del Trabajo, adopta un enfoque similar. En las conclusiones anejas a la resolución se dice en concreto en el párrafo 5, b), que deberían tomarse medidas para reexaminar, a la luz de los conocimientos científicos más recientes y de la evolución tecnológica, toda la legislación protectora aplicable únicamente a las mujeres y para revisar, completar, ampliar, mantener o derogar dicha legislación, de acuerdo con las necesidades y las circunstancias propias de cada país; estas medidas deberían estar destinadas a mejorar la calidad de la vida, y a fomentar la igualdad en el empleo entre los hombres y las mujeres. En el párrafo 16 de dichas conclusiones se añade que, en el marco de la acción futura de la OIT, los instrumentos de protección - y el Convenio núm. 89 se cita de modo expreso - deberían revisarse a intervalos periódicos para establecer si sus disposiciones siguen siendo pertinentes y adecuadas, a la luz de la experiencia adquirida desde su adopción, de la información científica y técnica y del progreso social. Por su parte, el Consejo de las Comunidades Europeas adoptó el 9 de febrero de 1976 una directiva sobre la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres por lo que se refiere al acceso al empleo, la formación y la promoción profesionales, y las condiciones de trabajo. En dicha directiva, que no se opone a las disposiciones relativas a la protección de la mujer, en especial por lo que se refiere al embarazo y la maternidad (artículo 2,3)), se pide que se revisen las disposiciones legislativas, reglamentarias y administrativas que sean contrarias al principio de la igualdad de trato cuando la preocupación de protección que las ha inspirado en un principio no esté ya justificada (artículo 5 , 2, e)). Conviene recordar, por otro lado, la recomendación que el Consejo de las Comunidades Europeas formuló el 26 de mayo de 1987 a partir de una comunicación de la Comisión de las Comunidades. La Comisión había enumerado varias medidas protectoras que debían revisarse para asegurar el principio de la igualdad de trato entre hombres y mujeres. Entre ellas citaba la prohibición del trabajo nocturno para las mujeres que trabajan en la industria. A su juicio, dicha medida debía suprimirse y proceder, a la vez, a un mejoramiento general de las condiciones de trabajo (por ejemplo, a una reducción del trabajo nocturno en la medida de lo posible). El Consejo ha invitado, pues, a los doce Estados Miembros y a las organizaciones profesionales a que revisen la legislación protectora respecto de las mujeres desde la perspectiva del empleo mixto y de la adaptabilidad de los puestos de trabajo. Durante la Reunión consultiva tripartita de la OIT sobre el trabajo nocturno, en 1978, los participantes trabajadores se declararon abiertamente favorables a la adopción de nuevas normas internacionales sobre el trabajo nocturno en general, sin distinción de sexos ni de rama de actividad. Los participantes empleadores manifestaron también una marcada oposición y añadieron que, si bien algunos trabajadores podían experimentar dificultades para adaptarse al trabajo nocturno o a horarios de equipos alternos, ello no constituía una prueba evidente de que el trabajo por equipos y nocturno tuviera en general consecuencias perjudiciales para la salud, ni tampoco para la vida familiar y social. Tras La OIT y el trabajo nocturno 77 señalar las consecuencias positivas del trabajo por equipos y de noche sobre la creación de empleo, la producción, el crecimiento económico, la elevación del nivel de vida y el aumento del tiempo libre durante la jornada, los participantes empleadores se opusieron categóricamente a que se impusieran limitaciones generales al trabajo nocturno. Las opiniones de los participantes gubernamentales en la reunión se hallaban divididas al respecto. Entre los puntos sobre los que se llegó a un amplio acuerdo cabe citar la importancia de la vigilancia médica de los trabajadores nocturnos y la necesidad de prohibir el trabajo nocturno a las mujeres embarazadas y a las madres lactantes ( a reserva de una definición adecuada de los períodos durante los que se aplicaría la prohibición), de conformidad por otro lado con el párrafo 5 de la Recomendación sobre la protección de la maternidad, 1952 (núm. 95), así como a los menores y a las personas declaradas médicamente no aptas. Los participantes admitieron igualmente la necesidad de aplicar las innovaciones tecnológicas y los progresos en materia de organización del trabajo con el fin de recurrir lo menos posible al trabajo nocturno. A la vista de las divergencias que subsisten, no se ven claramente las vías para llevar a cabo una acción internacional. No obstante, se impone más que nunca la necesidad de alcanzar un consenso sobre la definición de la política que se debe seguir en la materia y sobre la formulación de textos para aplicarla. En efecto, desde 1970 nueve Estados han denunciado uno u otro de los convenios sobre la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres (sin que dicha denuncia sea la consecuencia de la ratificación del convenio revisado), a saber: Chile y Luxemburgo (Convenio núm. 4), Hungría (Convenio núm. 41), Irlanda, Luxemburgo, Nueva Zelandia, Países Bajos, Sri Lanka y Uruguay (Convenio núm. 89). Otros gobiernos, acuciados por los problemas económicos del momento a utilizar más y de manera más eficaz las instalaciones y equipos, así como a aumentar las posibilidades de empleo, experimentan cada vez más dificultades para seguir aplicando dichos convenios con todo el rigor requerido. A tenor de numerosos indicios, por otro lado, parece que varios Estados piensan denunciar algunos de dichos convenios en cuanto se les presente la oportunidad (esto es, en 1991 para el Convenio núm. 89). La falta de flexibilidad de las normas contenidas en los mencionados instrumentos no es seguramente ajena a las dificultades con que se ha tropezado hasta el momento. Si bien es cierto, en particular, que la prohibición del trabajo nocturno planteada por el Convenio núm. 89 puede suspenderse en ciertos casos, tales excepciones se definen de manera tan estricta que los gobiernos, los empleadores y los trabajadores apenas pueden ajustarlas a las circunstancias nacionales y a las necesidades particulares de una rama de actividad, una región o, incluso, una determinada empresa. En tales condiciones, cabría imaginar una ampliación limitada de las posibilidades de exención previstas por el texto actual del Convenio núm. 89, que tendría en cuenta el marco económico del momento y las necesidades que se desprenden del mismo en las diferentes ramas de la industria, en especial las que ocupan o podrían ocupar una mano de obra femenina numerosa, así como los intereses de las trabajadoras, en particular sus 78 El trabajo nocturno posibilidades de obtener y de conservar un empleo. Con el fin de que se tomen debidamente en consideración los problemas específicos de cada una de las partes, tales exenciones podrían subordinarse a la conclusión de un acuerdo en tal sentido entre representantes de los empleadores y de los trabajadores interesados, al nivel que se estime adecuado. Si lo que se quiere es dar una mayor flexibilidad a las normas del Convenio núm. 89, podría efectuarse una revisión del mismo por medio de un protocolo que vendría a añadirse al Convenio. Al examinar en su 209." reunión (febrero-marzo de 1979) el informe final del Grupo de Trabajo sobre normas internacionales del trabajo, el Consejo de Administración encargó a la Oficina que antes estudiara más detenidamente la propuesta de añadir protocolos a los convenios, <<afin de adaptarlos a los cambios de la situación, o a fin de ocuparse de las dificultades prácticas de aplicación que surjan después de que un instrumento haya sido adoptado». Gracias a dicho procedimiento se evita tener que elaborar un nuevo convenio y reproducir su texto completo para la mera revisión de un artículo. Dicho procedimiento se ha utilizado ya para la revisión parcial del Convenio sobre las plantaciones, 1958 (núm. 110). El efecto de un protocolo como el citado, en cuanto al fondo, es el mismo que el de un convenio revisado que deja el convenio original abierto a nuevas ratificaciones. En concreto, los Estados que han ratificado el Convenio núm. 89 podrían utilizar las nuevas disposiciones al ratificar el protocolo; en ese caso, se hallarían obligados respecto del Convenio tal como queda revisado por el protocolo. Por el contrario, los Estados que han ratificado el Convenio núm. 89, pero que no ratificasen el protocolo, seguirían vinculados por el Convenio tal como se redactó inicialmente. Todo Estado que en el futuro ratifique el Convenio podría comprometerse a aplicar bien sus disposiciones primitivas, bien, si ratifica también el protocolo, sus disposiciones revisadas. Cualquier acción normativa sobre el trabajo nocturno de las mujeres tropezará inevitablemente con problemas, por lo que algunos Miembros podrían verse tentados a no modificar las normas. Claro que, en ese caso, los problemas persistirían: a los gobiernos les sería cada vez más difícil aplicar con rigor las disposiciones de un convenio cuya oportunidad se halla muy en entredicho, sobre todo por motivos económicos perentorios. Se espera - y varios Estados ya lo han anunciado - que se produzcan nuevas denuncias de los convenios vigentes sobre el trabajo nocturno de las mujeres en la primera oportunidad que se presente. Entretanto, cabe prever que cada vez sean más numerosos los gobiernos que opten por autorizar, o tolerar, exenciones que vayan más allá de las excepciones permitidas por el Convenio núm. 89. Podría crearse así una situación nada deseable desde el punto de vista de la acción normativa de la Organización. Sin duda, es difícil llegar a un acuerdo sobre la revisión del Convenio núm. 89, pero no lo es menos dejar de reconocer que dicha revisión es necesaria. Esto es lo que se desprende, por lo demás, de los debates del Consejo de Administración, cuando este último decidió, en su 238." reunión (noviembre de 1987), inscribir el trabajo nocturno en el orden del día de la 76.a reunión ( 1989) de la Conferencia Internacional del Trabajo. La flexibilidad propuesta del Convenio núm. 89 iría acompañada de una La OIT y el trabajo nocturno 79 acción normativa dirigida a mejorar las condiciones del trabajo nocturno, puesto que no existe ningún otro instrumento general de la OIT en la materia. Las nuevas normas previstas - que constituirían bien un convenio complementado por una recomendación, sólo un convenio, o bien una recomendación - podrían aplicarse a los trabajadores de uno y otro sexo que efectúan trabajos nocturnos de manera regular, frecuente o importante. Esas normas abarcarían todos los sectores de la actividad, exceptuados los que presentan características demasiado particulares al respecto, como son la agricultura, la ganadería, la pesca, los transportes marítimos y la navegación interior. Las nuevas normas no tratarían de la prohibición del trabajo nocturno para los trabajadores jóvenes, sobre la que existen ya varias normas de la OIT. Ahora bien, dichos trabajadores jóvenes no quedarían excluidos de la protección prevista, por cuanto las normas sobre la prohibición del trabajo nocturno para los menores no se aplicarían a ellos, bien sea por excepciones legales o bien por falta de ratificación. En las nuevas normas podría preverse una reglamentación del trabajo nocturno que requiera un amplio proceso de consultas y negociaciones con el fin de tener en cuenta las condiciones nacionales y las opiniones de las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores interesadas. En ellas se podrían abarcar, por ejemplo, puntos como los mencionados en el cuestionario que se adjunta al presente informe. Notas ' Se hallan vinculados por el Convenio núm. 89 los Estados siguientes: Argelia, Angola, Arabia Saudita, Austria, Bahrein, Bangladesh, Bélgica, Belice, Bolivia, Brasil, Burundi, Camerún, Comoras, Congo, Costa Rica, Cuba, Checoslovaquia, Chipre, Djibouti, República Dominicana, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, España, Filipinas, Francia, Ghana, Grecia, Guatemala, Guinea, Guinea-Bissau, India, Iraq, Italia, Kenia, Kuwait, Líbano, Jamahiriya Arabe Libia, Malawi, Malta, Mauritania, Pakistán, Panamá, Paraguay, Portugal, Rumania, Rwanda, Senegal, República Arabe Siria, Sudáfrica, Suiza, Swazilandia, Túnez, Viet Nam, Yugoslavia, Zaire y Zambia. Entre los que no han ratificado el Convenio núm. 89, se hallan vinculados al menos por uno de los otros dos convenios los Estados siguientes : Afganistán, Argentina, Benin, Burkina Faso, República Centroafricana, Colombia, C6te d'ivoire, Chad, Gabón, Kampuchea Democrática, República Democrática Popular Lao, Madagascar, Malí, Marruecos, Nicaragua, Nigeria, Perú, Suriname, Togo y Venezuela. Han denunciado al menos uno de los tres convenios sobre el trabajo nocturno de las mujeres en la industria, sin que dicha denuncia haya ido seguida de la ratificación del Convenio revisado, los doce Estados siguientes: Albania, Birmania, Bulgaria, Chile, Hungría, Irlanda, Luxemburgo, Nueva Zelandia, Países Bajos, Reino Unido, Sri Lanka y Uruguay. Véase OIT: Informe de la Reunión de expertos en servicios sociales para los trabajadores de la industria (Ginebra, 5-16 de octubre de 1964), en Boletín Ofic~al, vol. XLVII, 1964, núm. 4, págs. 326-328 y 404-419. vol. XXXV, 1952, núm. 3, pág. 203, párrafo 23. Idem: Boletín OJicial, Ibíd., vol. LXX, 1987, serie A, número especial. CUESTIONARIO De conformidad con el artículo 39 del Reglamento de la Conferencia Internacional del Trabajo, se solicita de los gobiernos que consulten a las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores cuando preparen sus respuestas al presente cuestionario. Se les invita a que formulen respuestas motivadas respecto de cada una de las preguntas que figuran a continuación y a que las envíen de modo que lleguen a la Oficina Internacional del Trabajo a más tardar el 30 de septiembre de 1988. I. REVISION PARCIAL PROPUESTA DEL CONVENIO (REVISADO) SOBRE EL TRABAJO NOCTURNO (MUJERES), 1948 (NUM. 89) 1. 1) ¿Se considera que la Conferencia Internacional del Trabajo debería revisar el Convenio anteriormente mencionado añadiendo una disposición que permitiese : a ) modificar la duración del período nocturno definido en el artículo 2; del trabajo nocturno prevista en b) hacer excepciones respecto de la el artículo 3? 2) En caso afirmativo, ¿se considera que esta revisión deberia efectuarse por medio de un protocolo al Convenio núm. 89? 2. ¿Se considera que en el preámbulo del instrumento revisado se debería. a) mencionar el debate en curso y la evolución de las legislaciones y prácticas nacionales sobre la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres; b) señalar que en esa evolución se debe garantizar la protección de los intereses de las trabajadoras? 3. Si la respuesta a la pregunta 1 es afirmativa, ¿se considera que se deberia añadir a la parte I del Convenio un nuevo articulo que estipule: a ) que la legislación nacional adoptada previa consulta con las organizaciones más representativas de ernpleadores y de trabajadores pueda permitir que se modifique la duración del período nocturno definido en el artículo 2 y que se anule la prohibición del trabajo nocturno prevista en el articulo 3 por medio de un acuerdo entre un empleador, un grupo de ernpleadores o una o varias organizaciones representativas de los ernpleadores interesados, y una o varias organizaciones representativas de los trabajadores que hagan al caso; b) que esta legislación debería especificar las circunstancias en las que se pueden permitir estas modificaciones y excepciones, el nivel en el que se pueden negociar y las condiciones a las que deben estar supeditadas; c) que las condiciones fijadas de conformidad con la pregunta 3, b), precedente deberían prever que las modijicaciones y excepciones no se apliquen a las Cuestionario 81 trabajadoras durante un cierto período anterior y posterior al parto, y que la duración de este período se debe fijar teniendo en cuenta la necesidad de preservar la salud y el bienestar de la madre y del niño; d) que en las memorias presentadas sobre la aplicación del Convenio de conformidad con el artículo 22 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo se facilite información sobre las modificaciones y exenciones en vigor? 11. INSTRUMENTOS PROPUESTOS SOBRE EL TRABAJO NOCTURNO A. Forma del instrumento o de los instrumentos 4. ¿Se considera que la Conferencia Internacional del Trabajo debería adoptar uno o varios instrumentos sobre el trabajo nocturno? 5. En caso afirmativo, ¿deberían adoptar este instrumento o estos instrumentos la forma de a ) un convenio, b ) una recomendación o c ) un convenio complementado por una recomendación ? B. Preámbulo 6. ¿Se considera que este instrumento o estos instrumentos deberían mencionar en un preámbulo las disposiciones de los convenios y recomendaciones internacionales del trabajo relativas al trabajo nocturno de los adolescentes, especialmente las del Convenio y la Recomendación sobre el trabajo nocturno de los menores (trabajos no industriales), 1946; las del Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno de los menores (industria), 1948, y las de la Recomendación sobre el trabajo nocturno de los menores (agricultura), 1921 ? 7. ¿Se considera que este instrumento o estos instrumentos deberían también referirse en el preámbulo a las disposiciones de los convenios y recomendaciones internacionales del trabajo relativas al trabajo nocturno de las mujeres, especialmente a las del Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1948, y a las del protocolo para él previsto; a las de la Recomendación sobre el trabajo nocturno de las mujeres (agricultura), 1921, y a las del párrafo 5 de la Recomendación sobre la protección de la maternidad, 1952? 8. ¿Se considera que el preámbulo también debería contener un considerando efi el que se indique que el trabajo nocturno es en ciertos casos indispensable por razones sociales o técnicas, y que en otros casos permite la utilización más intensiva de los equipos y las instalaciones y contribuye así a aumentar la productividad de las empresas y la creación de empleos? 9. ¿Se considera que el preámbulo debería contener también un considerando en el que se manifieste que el trabajo nocturno expone al mismo tiempo a los trabajadores a inconvenientes y riesgos particulares que convendría atenuar y compensar? 82 El trabajo nocturno C. Definiciones 10. ¿Se considera que para los fines del instrumento o de los instrumentos propuestos : a ) por la palabra «noche» debería entenderse un periodo, que normalmente no debería ser inferior a ocho horas consecutivas, fijado por las autoridades competentes previa consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores; b) por la expresión ({trabajo nocturno)) debería entenderse una actividad remunerada, efectuada principalmente por la noche y de forma regular, frecuente o importante? D. Contenido del convenio propuesto 11. ¿Se considera que el convenio propuesto deberia aplicarse: a ) a los trabajadores asalariados de uno y otro sexo; b) a sectores de actividad económica distintos de la agricultura, la ganadería, la pesca, los transportes marítimos y la navegación interior? 12. ¿Se considera que se deberían excluir del convenio propuesto otras ramas de actividad económica? En caso afirmativo, sírvanse indicar cuáles. 13. ¿Se considera que un Miembro que ratijicase el convenio propuesto deberia poder excluir total o parcialmente de su campo de aplicación a ciertas categorias limitadas de trabajadores, previa consulta con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores interesados, cuando la aplicación del convenio a estas personas plantease problemas particulares e importantes? 14. ¿Se considera que todo Miembro que se prevaliese de la posibilidad ofrecida en la pregunta precedente deberia indicar en su primera memoria, presentada con arreglo al artículo 22 de la Constitución de la OIT, todas las categorias particulares de trabajadores que queden de esa forma excluidos y los motivos de su exclusión? En caso afirmativo, ldeberia señalar, en las memorias presentadas ulteriormente, todas las medidas adoptadas con el fin de aplicar progresivamente las disposiciones del convenio a los trabajadores interesados? - 15. ¿Se considera que se deberia prever en el convenio propuesto la adopción de medidas especllficascon objeto de atenuar y de compensar los inconvenientes y los riesgos inherentes al trabajo nocturno? En caso afirmativo, ¿se deberia añadir que estas medidas podrian adoptarse progresivamente? 16. ¿Se considera que las medidas espec@cas a que se hace referencia en la pregunta anterior deberian comprender especialmente: a) el derecho de los trabajadores a que antes de su asignación a un trabajo nocturno y posteriormente a intervalos regulares se les haga gratuitamente una evaluación de su estado de salud, y se les asesore con el fin de facilitar su adaptación a ese tipo de trabajo; b ) garantias a favor de los trabajadores que, por razones de salud, se considere que durante un período determinado no pueden efectuar ese tipo de trabajo; Cuestionario 83 c ) la prohibición de que las mujeres trabajen de noche durante un periodo determinado antes y después del parto, teniendo en cuenta para determinar la duración de ese periodo la necesidad de preservar la salud y el bienestar de la madre y del niño; d) el derecho de estas trabajadoras, durante un periodo suplementario antes y después del previsto en la pregunta c), a que se les asigne a petición propia a un trabajo diurno, así como las modalidades de aplicación de este derecho; e ) las prestaciones compensatorias, en forma de tiempo libre o de remuneración especial, así como los servicios sociales que se han de proporcionar a los trabajadores que deben efectuar un trabajo nocturno? 17. ¿Se considera que las medidas espec$cas mencionadas en la pregunta anterior deberian determinarse por vía legislativa si no han sido determinadas por medio de convenios colectivos, de reglamentos de empresa y de laudos arbitrales o judiciales, de una combinación de estos medios o de cualquier otra manera de acuerdo con las condiciones y la práctica nacionales? 18. ¿Se considera además que antes de establecer por vía legislativa las medidas previstas en la pregunta 16 se debería consultar a las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores? E. Contenido de la recomendación propuesta 19. ¿Se considera que la recomendación propuesta debería aplicarse: a) a los trabajadores asalariados de uno y otro sexo; b ) a los sectores de actividad económica distintos de la agricultura, la ganadería, la pesca, los transportes maritimos y la navegación interior? 20. ¿Se considera que se deberian excluir de la recomendación propuesta a otros sectores de actividad económica? En caso afirmativo, sírvanse indicar cuáles. 21. ¿Se considera que se debería disponer en la recomendación propuesta que siempre que sea necesario y posible se adopten medidas a fin de asegurar a los trabajadores de la agricultura, la ganadería, la pesca, los transportes maritimos y la navegación interior una protección equivalente a la establecida en dicha recomendación ? 22. ¿Se considera que las disposiciones de la recomendación deberian aplicarse por via legislativa si no han sido aplicadas por medio de convenios colectivos, de reglamentos de empresa y de laudos arbitrales o judiciales, de una combinación de estos medios o de cualquier otra manera de acuerdo con las condiciones y la práctica nacionales? 23. ¿Se considera que antes de aplicar estas disposiciones por vía legislativa se deberia consultar a las organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores ? 24. ¿Se debería disponer en la recomendación que los trabajadores que tienen que efectuar un trabajo nocturno han de disfrutar de prestaciones compensatorias en forma de tiempo libre o de remuneración especial, así como de servicios sociales apropiados? 84 El trabajo nocturno 25. $e deberia disponer en la recomendación que la duración normal del trabajo nocturno no ha de exceder en ningún caso de la establecida para los trabajadores que efectúan un trabajo idéntico durante el día en el sector de actividad o la empresa considerados? 26. ¿Se deberia añadir en la recomendación que en el transcurso de un periodo de veinticuatro horas un trabajador no ha de efectuar normalmente más de ocho horas de trabajo nocturno y que este limite se debería aplicar estrictamente en las ocupaciones que suponen riesgos particulares o una carga de trabajo,Jísica o mental, importante? 27. ¿Se considera que, habida cuenta del párrafo 9 de la Recomendación sobre la reducción de la duración del trabajo, 1962 (núm. 116), se debería dar prioridad, en la aplicación de medidas para reducir progresivamente su duración semanal normal, a quienes efectúan un trabajo nocturno o que, de lo contrario, deberian disfrutar estas personas de días de descanso suplementarios? 28. ¿Se deberia organizar el trabajo de manera que, en la medida de lo posible, se evitasen las horas extraordinarias antes o después del trabajo nocturno? 29. ¿Se deberian prohibir las horas extraordinarias antes o después del trabajo nocturno en las ocupaciones que suponen riesgos particulares o una carga de trabajo, Jísica o mental, importan o de fuerza mayor o de accidente real o inminente? 30. $e deberia abolir sin demora, en los casos de trabajo por turnos, la practica del doble turno, si es que existe? 31. ¿Se deberia autorizar a los trabajadores que efectúan un trabajo nocturno a que lo interrumpan para descansar y alimentarse? ¿Se deberia considerar el tiempo concedido con ese fin como tiempo de trabajo efectivo? 32. ¿Se deberia determinar la duración de estas pausas habida cuenta del carácter mas penoso del trabajo nocturno en comparación con un trabajo idéntico efectuado de día? REMUNERACI~N 33. LDeberia dar derecho el trabajo nocturno al pago de compensaciones financieras apropiadas? 34. LPodria variar el importe de la compensación jinanciera en función de las medidas adoptadas para atenuar los inconvenientes y los riesgos inherentes al trabajo nocturno? 35. iDeberia disponer la recomendación que cuando la compensación financiera por trabajo nocturno forma parte de manera habitual de las ganancias del trabajador, se la debería integrar preferentemente en el salario básico? ¿Debería prever la recomendación que en caso contrario se la debería añadir al salario básico para el cálculo de la remuneración de las vacaciones anuales pagadas, de los dias festivos remunerados y de las demás ausencias normalmente pagadas, asi Cuestionario 85 como para la determinación de las cotizaciones y las prestaciones de la seguridad social? 36. ¿Debería prever la recomendación que se han de adoptar disposiciones a jin de que, a cualquier hora de la noche, a los trabajadores que sean víctimas de accidentes o de problemas de salud en los lugares de trabajo se les puedan prestar los primeros auxilios y, en caso necesario, trasladarlos rápidamente a un centro médico situado en las proximidades? 3 7. ¿Debería prever la recomendación : a) que los trabajadores tengan derecho a obtener gratuitamente antes de su asignación a un trabajo nocturno y ulteriormente a intervalos regulares a una evaluación de su estado de salud, y a que se les asesore con e l j n de facilitar su adaptación a esa clase de trabajo y, especialmente, en lo relativo al sueño, a la alimentación y a las actividades extraprofesionales; b ) que los representantes de los empleadores y de los trabajadores considerados puedan consultar a los servicios de salud en el trabajo, cuando existan, sobre las posibles consecuencias de las diferentesformas de organización del trabajo nocturno, en particular cuando éste se efectúe por turnos alternos? 38. ¿Debería prever la recomendación que: a ) los trabajadores que por razones de salud no puedan efectuar un trabajo nocturno durante un periodo determinado disfruten de garantías apropiadas; b ) a estos trabajadores se los transfiera, en particular, cada vez que ello sea posible, a un trabajo diurno; C ) en los demás casos, disfruten, de conformidad con la legislación nacional, de un permiso por enfermedad y de las prestaciones correspondientes? 39. ¿Debería disponer la recomendación la adopción de medidas para limitar la duración de los desplazamientos entre la residencia y el lugar de trabajo de las personas que realizan un trabajo nocturno? 40. ¿Se debería añadir en la recomendación que estas medidas podrían incluir: a) la coordinación entre las horas en que comienza y en que acaba el trabajo nocturno y los horarios de los servicios locales de transporte público; b ) la facilitación a estos trabajadores, por el empleador, de medios de transporte colectivo cuando no existan servicios ordinarios de transporte público; c ) la prestación de ayuda para la adquisición de un medio de transporte individual apropiado; d ) la construcción de conjuntos de viviendas a una distancia razonable del lugar de trabajo ? 41. ¿Se considera que cuando los desplazamientos entre la residencia y el lugar de trabajo ocasionan a los trabajadores asignados a un trabajo nocturno 86 El trabajo nocturno gastos más elevados que los que tienen los demás trabajadores de la empresa el empleador debería reembolsarles la diferencia ? 42. ¿Se considera que se deberían poner a disposición de estos trabajadores salas de reposo convenientemente equipadas en lugares apropiados de la empresa ? 43. ¿Se deberían concebir las medidas adoptadas por los empleadores para que el personal pueda obtener alimentos y bebidas mientras está en el trabajo de manera que respondan a las necesidades de los trabajadores que efectúan un trabajo nocturno? 44. ¿Deberían tener acceso estos trabajadores por lo menos a un local en el que puedan preparar o recalentar y consumir los alimentos que han llevado ellos mismos? 45. ¿Debería organizar el empleador, en la medida de lo posible, una distribución en lugares adecuados de la empresa de alimentos y de bebidas que se presten a ser consumidos durante la noche? 46. ¿Debería prever la recomendación que la importancia del trabajo nocturno a nivel local ha de ser uno de los factores que se deben tener en cuenta cuando se decida crear guarderías infantiles u otros servicios destinados a los niños pequeños, cuando se escoja su emplazamiento y cuando se determinen sus horas de apertura ? 47. ¿Debería prever la recomendación que en el marco de las medidas adoptadas por las autoridades públicas, los empleadores u otras instituciones, con el fin de fomentar las actividades culturales, deportivas o recreativas de los trabajadores, deberían tener debidamente en cuenta los problemas especíjicos de las personas que realizan un trabajo nocturno? 48. ¿Debería prever la recomendación propuesta que: a) se prohiba que las mujeres trabajen de noche durante un periodo mínimo antes y después del parto y que, en caso ajirmativo, ese período comprenda los tres meses que preceden y los tres meses que siguen al parto; b ) durante un período suplementario antes y después del período a que se hace referencia en la pregunta 48, a), las trabajadoras tengan derecho a que se les asigne, si así lo solicitan, un trabajo diurno y a que se les informe de ese derecho y de las modalidades de su aplicación? 49. ¿Se considera que en caso de trabajo por turnos se deberían tener en cuenta las situaciones particulares de los trabajadores que tienen responsabilidades familiares, de los que siguen cursos de formación y de los de edad avanzada cuando se establece la composición de los turnos de noche? 50. ¿Se deberían adoptar medidas, llegado el caso, para que las personas que realizan un trabajo nocturno disfruten, como los demás trabajadores, de disposiciones relativas a la licencia pagada de estudios? Cuestionario . 87 51. ¿Debería prever la recomendación que: a) todo trabajador que cuente con un numero determinado de años de trabajo nocturno deberia tener prioridad para obtener un puesto vacante de trabajo diurno para el que tenga las calificaciones necesarias; b ) ese traslado se debería preparar facilitando la forma& progresiva de las personas que realizan un trabajo nocturno para tareas que normalmente se realizan de día? 52. ¿Debería prever la recomendación que todo trabajador que cuente con un número importante de años de trabajo nocturno deberia tener prioridad respecto de sistemas de jubilación anticipada o de semijubilación, en caso de que existan esos sistemas? 53. ¿Se considera que el empleador deberia adoptar todas las medidas necesarias para mantener durante la noche el mismo nivel de protección contra los riesgos profesionales que durante el día, especialmente mediante una iluminación adecuada y la presencia de personal directivo sujiciente? 54. ¿Se considera que al establecer las tareas correspondientes a un trabajo nocturno se deberia tener en cuenta, en la medida de lo posible, la mayor sensibilidad del organismo humano, durante la noche,frente a ciertas molestias ambientales, como las producidas por las sustancias tóxicas, el ruido y las vibraciones, así como ante determinadas formas de organización del trabajo, tales como el trabajo a destajo o en cadena de montaje, o de acuerdo con un ritmo preestablecido? 55. ¿Debería prever la recomendación que las personas que realizan un trabajo nocturno y que desempeñan una función sindical o de representación del personal deberían tener la posibilidad de ejercer esa actividad en condiciones apropiadas al igual que sus colegas que asumen la misma función de día? 56. ¿Debería prever la recomendación que siempre que sea posible se deberían aplicar los progresos de las ciencias y las técnicas, así como las innovaciones en materia de organización del trabajo, con el jin de limitar el recurso al trabajo nocturno? 57. ¿Se considera que antes de introducir el trabajo nocturno el empleador debería consultar a los representantes de los trabajadores que hagan al caso? 58. ¿Se debería consultar también regularmente a los trabajadores interesados respecto de las formas de organización del trabajo nocturno que mejor se adapten a cada empresa y a su personal? 111. PROBLEMAS ESPECIALES 59. 1) ¿Existen en la legislación o en la práctica nacionales particularidades que en opinión del Gobierno puedan presentar dificultades para la aplicación práctica del instrumento o de los instrumentos previstos en el presente cuestionario? 2) En caso ajirmativo, ¿cómo podrían allanarse tales dificultades? 88 El trabajo nocturno 60. (Estados federales.) ¿Estima el Gobierno que, en caso de adopción, el contenido del instrumento o de los instrumentos propuestos es apropiado para una acción federal o bien, total o parcialmente, para una acción de las unidades constitutivas de la federación? 61. ¿Existen a juicio del Gobierno otros problemas pertinentes no abarcados por el presente cuestionario y que debieran tenerse en cuenta al redactar el instrumento o los instrumentos? En caso afirmativo, indíqueme cuáles. ANEXO CONVENIO (REVISADO) SOBRE EL TRABAJO NOCTURNO (MUJERES), 1948 (NUM. 89) La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo: Convocada en San Francisco por el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 17 de junio de 1948 en su trigésima primera reunión; Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas a la revisión parcial del Convenio sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1919, adoptado por la Conferencia en su primera reunión, y del Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1934, adoptado por la Conferencia en su decimoctava reunión, cuestión que constituye el noveno punto del orden del día de la reunión, y Considerando que dichas proposiciones deben revestir la forma de un convenio internacional, adopta, con fecha nueve de julio de mil novecientos cuarenta y ocho, el siguiente Convenio, de podrá ser citado como el Convenio (revisado) sobre el trabajo nocturno (mujeres), 1948: PARTE1. DISPOSICIONES GENERALES Articulo I 1. A los efectos del presente Convenio, se consideran «empresas industriales», principalmente: a) las minas, canteras e industrias extractivas de cualquier clase; b) las empresas en las cuales se manufacturen, modifiquen, limpien, reparen, adornen, terminen, preparen para la venta, destruyan o demuelan productos, o en las cuales las materias sufran una transformación, comprendidas las empresas dedicadas a la construcción de buques, o ala producción, transformación y transmisión de electricidad o de cualquier clase de fuerza motriz; las empresas de edificación e ingeniería civil, comprendidas las obras de construcción, c) reparación, conservación, modificación y demolición. 2. La autoridad competente determinará la línea de demarcación entre la industria, por una parte, y la agricultura, el comercio y los demás trabajos no industriales, por otra. Artículo 2 A los efectos del presente Convenio, el término «noche» significa un período de once horas consecutivas, por lo menos, que contendrá un intervalo fijado por la autoridad competente, de por lo menos siete horas consecutivas, comprendido entre las diez de la noche y las siete de la mañana: la autoridad competente podrá prescribir intervalos diferentes para las distintas regiones, industrias, empresas o ramas de industrias o empresas, pero consultará a las organizaciones interesadas de empleadores y de trabajadores antes de fijar un intervalo que comience después de las once de la noche. Articulo 3 Las mujeres, sin distinción de edad, no podrán ser empleadas durante la noche en ninguna empresa industrial, pública o privada, ni en ninguna dependencia de estas empresas, con excepción de aquellas en que estén empleados únicamente los miembros de una misma familia. 90 El trabajo nocturno Articulo 4 El artículo 3 no se aplicará: a) en caso de fuerza mayor, cuando en una empresa sobrevenga una interrupción de trabajo imposible de prever que no tenga carácter periódico; b) en caso de que el trabajo se relacione con materias primas o con materias en elaboración que puedan alterarse rápidamente, cuando ello sea necesario para salvar dichas materias de una pérdida invevitable. 1. La prohibición del trabajo nocturno de las mujeres podrá suspenderse por una decisión del gobierno, previa consulta a las organizaciones interesadas de empleadores y de trabajadores, en los casos particularmente graves, en los que el interés nacional así lo exija. 2. El gobierno interesado deberá comunicar esta suspensión al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo, en su memoria anual sobre la aplicación del Convenio. Articulo 6 En las empresas industriales que estén sujetas a la influencia de las estaciones,y en todos los casos en que así lo exijan circunstancias excepcionales, la duración del período nocturno podrá reducirse a diez horas durante sesenta días al año. Articulo 7 En los países donde el clima haga singularmente penoso el trabajo diurno, el período nocturno podrá ser más corto que el fijado por los artículos precedentes, a condición de que durante el día se conceda un descanso compensador. Articulo 8 El presente Convenio no se aplica: a) a las mujeres que ocupen puestos directivos o de carácter técnico que entrañen responsabilidad; b) a las mujeres empleadas en los servicios de sanidad y bienestar que normalmente no efectúen un trabajo manual. ESPECIALES PARA CIERTOS PAÍSES PARTE11. DISPOSICIONES Articulo 9 En los países en que no se aplique ningún reglamento público al empleo nocturno de las mujeres en las empresas industriales, el término anoche» podrá provisionalmente y durante un período máximo de tres años significar, a discreción del gobierno, un período de diez horas solamente, que contendrá un intervalo fijado por la autoridad competente, de por lo menos siete horas consecutivas, comprendido entre las diez de la noche y las siete de la mañana. Artículo 10 1. Las disposiciones del presente Convenio se aplican a la India, a reserva de las modificaciones establecidas por este artículo. 2. Dichas disposiciones se aplican a todos los territorios en los que el poder legislativo de la India tenga competencia para aplicarlas. 3. Se consideran «empresas industriales»: a) las fábricas, de acuerdo con la definición que de ellas establece la ley de fábricas de la India (Zndian Factories Act); b) las minas a las que se aplique la ley de minas de la India (Zndian Mines Act). Anexo 91 Articulo 11 1. Las disposiciones del presente Convenio se aplican al Pakistán, a reserva de las modificaciones establecidas por este artículo. 2. Dichas disposiciones se aplican a todos los territorios en los que el poder legislativo del Pakistán tenga competencia para aplicarlas. 3. Se consideran «empresas industriales»: a) las fábricas, de acuerdo con la definición que de ellas establece la ley de fábricas (Factories Act); y b) las minas a las que se aplique la ley de minas (Mines Act). Articulo 12 1. La Conferencia Internacional del Trabajo podrá, en cualquier reunión en la que esta cuestión figure en el orden del día, adoptar, por una mayoría de dos tercios, proyectos de enmienda a uno o a varios de los artículos precedentes dr la parte II del presente Convenio. 2. Estos proyectos de enmienda deberán indicar el Miembro o los Miembros a los que se apliquen, y, en el plazo de un año, o en la concurrencia de circunstancias excepcionales, en un plazo de dieciocho meses después de clausurada la reunión de la Conferencia, deberán someterse, por el Miembro o los Miembros a los que se apliquen, a la autoridad o a las autoridades competentes, para que dicten las leyes correspondientes o se adopten otras medidas. 3. El Miembro que haya obtenido el consentimiento de la autoridad o autoridades competentes comunicará la ratificación formal de la enmienda, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. 4. Una vez ratificado el proyecto de enmienda por el Miembro o los Miembros a los que se aplique, entrará en vigor como enmienda al presente Convenio. PARTE III. DISPOSICIONES FINALES Articulo 13 Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. Articulo 14 1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la Organización Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado el Director General. 2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos Miembros hayan sido registradas por el Director General. 3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce meses después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación. Articulo 15 1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya registrado. 2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de un año después de la expiración del período de diez años mencionado en el párrafo precedente, no haga uso del derecho de denuncia previsto en este artículo quedará obligado durante un 92 El trabajo nocturno nuevo período de diez años, y en lo sucesivo podrá denunciar este Convenio a la expiración de cada período de diez años, en las condiciones previstas en este artículo. Articulo 16 1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas ratificaciones y denuncias le comuniquen los Miembros de la Organización. 2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda ratificación que le haya sido comunicada, el Director General llamará la atención de los Miembros de la Organización sobre la fecha en que entrará en vigor el presente Convenio. Articulo 17 El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicara al Secretario General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una información completa sobre todas las ratificaciones y actas de denuncia que haya registrado de acuerdo con los artículos precedentes. Articulo 18 Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia General una memoria sobre la aplicación del Convenio y considerará la conveniencia de incluir en el orden del día de la Conferenciala cuestión de su revisión total o parcial. Articulo 19 1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión total o parcial del presente, y a menos que el convenio contenga disposiciones en contrario: a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará, ipso jure, la denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el artículo 15, siempre que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor; b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros. 2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales, para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor. Articulo 20 Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.