courting disaster - People for the American Way

Anuncio
2000 M Street NW, Suite 400
Washington, DC 20036
CourtingDisaster.org
DESASTRE EN
LA CORTE SUPREMA
2005
Las Libertades Constitucionales y Las Protecciones
Legales Americanas son
Amenazados por un Movimiento Radical
“People For the American Way Foundation (PFAW)” es una organización a
favor de los derechos civiles y libertades constitucionales, sin fines de lucro y
no partidista que promueve los valores que sostienen a una sociedad libre y
diversa a través de investigaciones, comunicados y asistencia legal, organizando comunidades, usando las vías comunitarias tradicionales y el Internet.
“PFAW Foundation” trabaja para proteger y defender los principios constitucionales de libertad individual, igualdad de oportunidad, igualdad legal e
independencia jurídica cuando los mismos sean atacados públicamente.
Este material tiene como propósito educar, no es partidista y de ninguna
manera pretende influir en los resultados de cualquier elección o reflejar
algún tipo de apoyo u oposición hacia cualquier candidato, partido político,
comité de acción política ó algún juez nominado a la Corte Suprema.
Exhortamos a todos los oficiales públicos a nivel federal y a los candidatos a
no apoyar jueces ultra radicales para servir en la Corte Suprema de Justicia.
DESASTRE EN
LA CORTE SUPREMA
2005
Las Libertades Constitucionales y Las Protecciones
Legales Americanas son
Amenazados por un Movimiento Radical
People For the American Way Foundation
Indice
Mensaje del Presidente Ralph G.Neas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5
Introducción: Justicia en la Balanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13
1. La Justicia es lo que los Jueces hacen: Activismo Judicial de Scalia y Thomas 23
2. Privacidad y Libertad al Derecho a Procrear . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27
3. Derechos Civiles y Discriminación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31
Derecho al Voto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31
Discriminación por Género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35
Discriminación Racial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .36
Discriminación en Contra de Homosexuales y Lesbianas . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38
Discriminación en Contra de Personas con Incapacidades . . . . . . . . . . . . . . . . . .39
Discriminación en Contra de Personas Mayores y Otros Grupos Vulnerables . . .41
Derechos de los Inmigrantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .43
Acción Afirmativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .45
Derechos Civiles y Constitucionales en la “Guerra al Terrorismo” . . . . . . . . . . . .47
4. Religión Forzada y Libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49
5. Libertad de Expresión y Censura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52
6. Protección del Consumidor y del Trabajador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57
7. Protección Ambiental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .62
8. Acceso a la Justicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65
9. Dinero, Política y Responsabilidad Gubernamental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69
10. Federalismo y Derechos Estatales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .78
Indice de Casos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87
People For the American Way Foundation
Mensaje del
Presidente
Ralph G. Neas
Los americanos merecen Jueces que sean
justos, que vigilen contra abusos de poder
en las ramas del poder ejecutivo y legislativo y protejan nuestros derechos y libertades.
Pero hoy, gracias al atrevimiento del
movimiento radical y sus aliados en el gobierno que este ayudó a elegir, los derechos
que celosamente guardan los americanos
están en peligro. A menos que surja una
movilización progresiva que luche contra
esta amenaza, enfrentamos un peligro real
de aniquilar un sistema de cortes cuya independencia haya sido sacrificada por ambiciones políticas, y cuyos jueces son seleccionados por su disposición de avanzar una
agenda política que disminuye las protecciones constitucionales del pueblo.
La campaña de la fuerza radical para tomar
control de nuestras cortes se ha estado organizando desde hace muchos años. Su prioridad es ganar dominio sobre la Corte
Suprema y este objetivo está hoy más a su
alcance que en cualquier otro punto
durante las dos últimas décadas. Una Corte
con un juez de inclinación más radical
podría revocar más de 100 precedentes de la
Corte Suprema que protegen los derechos
civiles, derechos de privacidad, derechos de
procreación, la protección del medio ambiente, los derechos de los trabajadores, la
protección del consumidor, la libertad de
religión y muchos más.
DESASTRE EN
05
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Al mismo tiempo, están más cerca de obtener la mayoría en la Corte, líderes radicales han intensificado sus ataques en las cortes federales y sus esfuerzos para intimidar
jueces cuyos fallos no les agrada. Recientemente, Tom DeLay y otros congresistas
dejaron claro que a menos que los jueces dicten su autoridad de acuerdo al punto de
vista de los políticos- cómo se vio en el caso de Terry Shiavo- o por lo contrario,
enfrentar ser destituidos de su posición.
Una Corte con un
La reciente batalla en el Senado sobre “la opción
nuclear” (un plan destructivo para romper las reglas del
Juez más de
Senado y acabar con más de 200 años de garantía de
inclinación radical balance del poder), iniciada por el líder mayoritario del
Senado Bill Frist, fue la evidencia más clara de cómo la
podría revocar más prioridad de los radicales es la dominación total sobre
la justicia federal, incluyendo a la Corte Suprema. Su
de 100 precedentes deseo de romper las reglas y afectar por completo el balance de poder en nuestro sistema constitucional, con el
de la Corte
fin de debilitar la oposición de nominados radicales a
Suprema.
la Corte nuestra cuanto está en juego para las personas
que son propuestas para llenar las múltiples vacantes que
se esperan en los años próximos.
Algunos líderes radicales han indicado que la nominación de jueces ultra-radicales a la
Corte Suprema debería ser su recompensa por haber ayudado a Bush a ganar la elección. Inclusive, James Dobson, el líder del movimiento político de los ultra-radicales ya
ha amenazado a miembros del Senado que están por ser elegidos en el 2006, con que él
usará todos los recursos a su disposición para derrotarlos si no apoyan a todos los nominados del Presidente Bush a las cortes federales.
Se supone que no debe ser así. Los creadores de esta nación, crearon un sistema
cimentado en nuestra Constitución y Declaración de los Derechos Civiles, que contienen balances de poder, para prevenir que cualquier político ó partido político tenga
demasiado poder. Sabían que la democracia americana iba a funcionar mejor si
ninguno de los partidos tenía poder absoluto. Sin embargo, el poder absoluto es el que
los radicales quieren y a través de la Corte Suprema es como esta planeando obtenerlo.
Este libro explica qué podría pasar si su plan se convierte en realidad.
La Corte Suprema
La Corte Suprema tiene bastante influencia en la vida de los americanos y en nuestra democracia, porque interpreta nuestra Constitución y leyes. Por más de 70 años, la
DESASTRE EN
06
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Corte Suprema ha jugado un papel importante de conducir a la nación hacia sus ideales. Ideales establecidos de igualdad y oportunidad para todos. Fallos de la Corte
Suprema han anulado leyes que permiten la segregación racial, manteniendo leyes que
protegen a los trabajadores y consumidores de corporaciones y jefes irresponsables,
reconoció y protegió el derecho a la privacidad y a la elección, al derecho de procrear,
reconoce la importancia de las pólizas nacionales que protegen el aire que respiramos y
el agua que tomamos de ser contaminados y fortalece la libertad de religión, protegiendo a estudiantes de coerción religiosa y manteniendo la separación de la iglesia y el
estado.
Pero en las últimas décadas, los intereses de corporaciones poderosas se han aliado
con líderes religiosos y políticos ultra radicales que quieren retroceder el progreso
económico y social de los últimos 70 años. Quieren revocar fallos de la Corte Suprema
que reconocen el derecho de los americanos a su privacidad, que protege a aquellos
cuyos derechos civiles son violados por corporaciones o gobiernos y que mantienen el
principio de igualdad bajo la ley para todos los americanos.
Muchos de estos derechos y protecciones legales ya están en peligro. Los nueve
miembros de la Corte Suprema Estadounidense ya están estrechamente divididos: entre
jueces que sostienen la estructura constitucional
... en las últimas dos
bajo la cual el país ha progresado, y entre jueces que
quieren desmantelar dicha estructura. De hecho,
décadas, muchos de
algunos de nuestros derechos ya han sido decididos
por estrechas decisiones de 5 a 4 votos en la Corte.
los fallos más imporY, en las últimas dos décadas, muchos de los fallos
tantes que preservan
más importantes que preservan nuestros derechos
han sido decididos por uno o dos votos.
nuestros derechos han
He aquí, por qué esto es tan importante - Debido
sido decididos por uno
al factor de la edad y la salud de los Magistrados
sirviendo hoy en la Corte Suprema, el Presidente
o dos votos.
Bush comenzó su segundo término con el
conocimiento de que antes de que deje la presidencia, va a tener la oportunidad de
nominar por lo menos uno, si no dos o tres, y posiblemente hasta cuatro jueces a la
Corte Suprema. Estos magistrados determinarán el futuro de nuestros derechos y libertades.
El objetivo aquí debe ser el consenso. Cuando el Presidente Ronald Reagan tuvo la
oportunidad de nominar un magistrado a la Corte Suprema, él ignoró las demandas de
DESASTRE EN
07
LA CORTE
People For the American Way Foundation
los radicales y escogió bajo consenso a una juez, Sandra Day O’ Connor, quien es ahora
uno de los Magistrados mas respetados de la Corte. El Presidente Clinton consultó con
el Senador Republicano Orrin Hatch para encontrar nominados a la Corte Suprema
que pudieran ganar el apoyo de ambos partidos.
Pero aún antes de la primera elección del Presidente Bush, grupos radicales hicieron
claro que su prioridad era la nominación de jueces que usarán su posición para revocar
precedentes legales y de justicia social, e imponer una visión en nuestra Constitución
y leyes que dramáticamente limitarían la libertad y las protecciones legales de sus ciudadanos. Y desde su reelección este clamor ha aumentado.
Cuando Bush se postuló para la presidencia, dijo que él usaría a los Magistrados
Antonin Scalia y Clarence Thomas, los dos Magistrados más agresivos e ideológicamente extremistas de la Corte Suprema, como modelo a seguir para futuros nominados. Líderes radicales como Jerry Falwell, Pat Robertson, James Dobson y otros han sido
claros en que no aceptarán nada menos. Ciertamente, los Magistrados que ahora han
sido atacados vigorosamente por activistas radicales no son jueces moderados, si no dos
Magistrados conservadores, Sandra Day O’Connor y Anthony Kennedy, nombrados
por presidentes Republicanos.
Desafortunadamente, algunos de los nominados por el Presidente Bush a la corte federal de apelaciones- la corte que está a un nivel bajo de la Corte Suprema- han sido
exactamente la clase de jueces que los radicales quieren para cortes superiores. Esto
no ha sido alentador para los que hemos venido pidiéndole al Presidente Bush que
establezca un sistema de conserjería bipartidista, para así poder encontrar nominados
que tengan el apoyo de ambos partidos.
Desastre en la Corte: ¿Qué pasa si la Fuerza Radical Gana?
Este reporte cuidadosamente documenta qué significaría para los americanos si las
vacantes en la Corte son ocupadas por jueces que comparten la peligrosa interpretación
de los radicales hacia las leyes y la Constitución
La respuesta corta es que una Corte con más Magistrados que compartan la filosofía
legal de los favoritos del movimiento radical,- Scalia y Thomas- podría anular décadas
de logros en el ámbito legal y de justicia social dando marcha atrás a los derechos
civiles, los derechos de privacidad, los derechos de procrear, los derechos de la protección ambiental, el derecho de la separación de la iglesia y el estado, los derechos del
trabajador y del consumidor, y muchos otros más.
Desastre en la Corte 2005 (actualizando un reporte producido en el 2000), ilumina
DESASTRE EN
08
LA CORTE
People For the American Way Foundation
la filosofía judicial de los Magistrados Scalia y Thomas examinando sus disentimientos
y opiniones concurrentes hasta el 15 de abril del 2005. A través de los últimos años,
Scalia y Thomas han empujado la Corte a los extremos, y han disentido enojosamente
a importantes decisiones que han permitido que leyes que protegen la privacidad, la
igualdad de oportunidades y otros derechos civiles sigan vigentes.
Debido a que la mayoría de los casos ante la Corte Suprema, que sugieren preguntas
básicas constitucionales ahora son decididos por un margen mínimo, tomaría justamente uno o dos nombramientos más para darle a Scalia y Thomas el poder de reformar la Constitución y restringir la habilidad del gobierno federal de proteger los derechos individuales y de mantener el interés como una filosofía que podría regir la corte
por décadas.
Mirando hacia el pasado- ¿Una constitución del Siglo 19 para
una América del Siglo 21?
En sus nominaciones a la corte de apelaciones, el presidente Bush ha escogido un
rango de abogados y jueces en la vanguardia del movimiento legal para imponer el estilo del pre- Acuerdo Nuevo (pre-New Deal) hacia la Constitución Estadounidense. Este
movimiento busca retroceder a América hacia una era, donde a los derechos de
propiedad y a los derechos estatales se les daba mucho mas valor que a los derechos del
individuo, y las cortes prohibían al Congreso prestar atención y tomar acción en temas
de alta importancia, como el tema de la pobreza entre las personas mayores y al acceso
a un seguro médico. Scalia y Thomas, como tantos oficiales y jueces nominados de la
administración de Bush, reflejan la visión de una Sociedad Federalista, que ha dado
seminarios de cómo retornar a la era del pre-Acuerdo Nuevo en cuanto nuestra estructura constitucional se refiere. (usted puede investigar mas con relación a esto en
www.pfaw.org/go/federalist_society)
Los Magistrados Scalia y Thomas han estado al mando del resurgimiento de este ya
desacreditado y destructivo estilo de interpretar la Constitución. Una serie de fallos con
un margen de 5 a 4 votos han debilitado la protección de derechos federales civiles y
han declarado fuera de alcance otros temas de urgencia, prohibiéndole al Congreso
Estadounidense tomar acción. Por ejemplo, han aniquilado una ley federal que prohíbe
armas en las escuelas públicas y han restringido leyes que protegen a las mujeres del
abuso doméstico. Pero aún más importante: Scalia y Thomas han expresado por escrito
un deseo ardiente de hacer que la Corte Suprema se mueva mucho más agresivamente
para revocar décadas de precedentes, lo que hasta ahora una mayoría conservadora no
ha deseado hacer.
Una Corte Suprema bajo influencia radical no solamente revocaría más de medio
siglo de logros de justicia legal y social, si no que también podría retornarnos a la
situación que América enfrentó en los primeros años del siglo XIX, cuando legislaDESASTRE EN
09
LA CORTE
People For the American Way Foundation
ciones progresivas, como las leyes de trabajo infantil, fueron adoptadas por el Congreso
y firmadas por el Presidente, pero repetidamente rechazadas por la Corte Suprema
basándose en razones constitucionales.
El Papel de “asesoría y consentimiento” del Senado
En nuestro sistema de balance del poder, el Senado comparte el mismo poder con el
Presidente al nombrar jueces Federales. La Constitución pide que el Presidente al
nominar jueces, como embajadores y algunos otros nombramientos de la rama ejecutiva, use la "asesoría y consentimiento" del Senado. Esta es una de las protecciones del
balance del poder establecidas en nuestro sistema de gobierno.
Nominados a la
Corte Suprema que
podrían infligir daño
en la vida y libertades de los americanos deben ser rechazados con todos los
recursos a la disposición de los
Senadores.
Jueces nominados a las cortes federales (que son
confirmados de por vida), deben ser sujetos a los niveles mas altos de escrutinio. Decisiones de jueces federales (especialmente las decisiones de la Corte
Suprema), perduran mucho más tiempo, inclusive, que
las decisiones de los presidentes que hicieron dicho
nombramiento. El Magistrado Supremo Rehnquist, por
ejemplo, ha servido en la Corte por más de 30 años
bajo siete presidentes diferentes.
Dado el inmenso poder de largo plazo que define a
la Corte Suprema, la confirmación de los nombrados a
esta, no es un título. En su lugar, un nombrado a la
Corte Suprema carga la responsabilidad de demostrar
que él o ella reúne los requisitos apropiados, los cuales
deben incluir un compromiso hacia los derechos civiles
y las libertades individuales, un respeto claro por el
papel constitucional que el Congreso desempeña en
proteger los derechos civiles y constitucionales y en
proteger la salud y seguridad de todos los Americanos.
Debido a la seria preocupación de que los radicales buscan los nombramientos de
Magistrados a la Corte Suprema que no comparten estos compromisos, es particularmente importante para Senadores el ejercitar sus responsabilidades y tomar una postura que defienda la Constitución. Los Senadores no deben ser intimidados para aprobar
a un nominado, ellos deben revisar cuidadosamente el expediente del nominado y su
filosofía judicial, y llegar a sus propias conclusiones acerca de la capacidad del nominado para servir bajo esta posición. Nominados a la Corte Suprema que podrían infligir
daño en la vida y libertades de los americanos deben ser rechazados con todos los recursos a la disposición de los Senadores.
DESASTRE EN
10
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Un Punto Decisivo
Han pasado casi 11 años desde la última vacante en la Corte Suprema, el plazo más
largo sin una vacante desde 1823, cuando James Monroe era el presidente. Una
vacante puede ocurrir en cualquier momento, y es muy probable que por lo menos un
Magistrado no continué cuando el período de la actual Corte Suprema se termine en
junio.
En los próximos cuatro años, con la probabilidad de múltiples vacantes y nombramientos a la Corte Suprema se va a determinar el curso de la Corte, el significado
de la Constitución y la dirección de esta nación durante la primera mitad del siglo XXI.
Líderes de la derecha y sus aliados en la Casa Blanca y el Congreso están intensificando su atención en las nominaciones de jueces a la corte federal. Están preparados a
tomar medidas extremas –incluyendo hacer cambios fundamentales en la naturaleza y
la función del Senado en nuestro sistema constitucional- y así poder garantizar la confirmación de nominados que accedan a usar el poder de la Corte Suprema para retroceder décadas de precedentes legales y logros alcanzados de una manera bipartidista en
la justicia social.
Los próximos Magistrados de la Corte Suprema bien podrán decidir interrogantes
fundamentales que decidirán por generaciones acerca de cómo América funciona y
cómo los americanos van a vivir a diario: ¿Podrá la Corte Suprema limitar la habilidad
del gobierno federal de proteger el aire que respiramos, y el agua que bebemos?
¿Abandonarán las cortes su función de preservar el derecho a la privacidad de los americanos y despojar a las mujeres del derecho constitucional de decidir su planificación
familiar y la opción a procrear?
¿Perderá el Congreso el poder de proteger los derechos civiles de los americanos de
abusos por parte del gobierno estatal y otros tipos de gobierno? ¿Se aplicarán las leyes
otorgadas por el Acta de Derecho al Voto de una manera tan estrechamente que fallará
al proteger los derechos más fundamentales otorgados a sus ciudadanos?
Es sumamente importante que los americanos entiendan y consideren el impacto
que una Corte Suprema dominada por una fuerza radical tendrá en sus vidas y libertades. Y es crítico comunicar la magnitud de lo que está en peligro antes de las próximas vacantes en la Corte Suprema. Este Presidente permanecerá vigente por un poco
menos de cuatro años, pero los Magistrados que él nomine a la Corte Suprema permanecerán en sus asientos por cuarenta años ó más. Su impacto en la vida cotidiana de
los americanos será profundo, intenso y duradero. Es tiempo de invocar la participación
de los ciudadanos en este debate de una manera activa e informada. Lo que esta en
juego, no podría ser más importante.
DESASTRE EN
11
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Desastre en la Corte 2005 es publicado con la esperanza de que enfoque e informe
este debate público.
Ralph G. Neas
People For The American Way Foundation
Marzo 2005.
DESASTRE EN
12
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Introducción
JUSTICIA EN
LA BALANZA
Los próximos nombramientos a la Corte
Suprema decidirán si
la Corte promoverá el
derecho a la igualdad
o retrocederá el reloj
en los avances de la
justicia social de los
últimos 70 años.
En tiempos claves de la historia
Americana, la Corte Suprema de Justicia ha
jugado un papel crítico en el avance de la
justicia social. En el caso Brown v. Board of
Education prohibió la segregación racial en
las escuelas públicas. Otros fallos de los
derechos civiles también significaron victoria para estudiantes segregados durante la
hora del almuerzo y derrota para jurisdicciones que cobraban impuestos a los
votantes y usaban otros mecanismos para
mantener a las minorías alejadas de la urna
de votaciones. Los casos de Griswold v.
Conneticut y Roe v. Wade reconocieron el
derecho constitucional de la privacidad y
protegieron el derecho de la mujer a procrear, basado en su propia vida, salud y conciencia. La decisión en el caso Lawrance v.
Texas en el 2003, reconoció que el gobierno
no debería estar inmiscuido dentro de los
dormitorios de las personas ó vigilando el
comportamiento sexual de mutuo acuerdo
entre adultos. En el 2003, la Corte también
confirmó en el caso Grutter v. Bollinger que
la acción afirmativa bien elaborada es permisible para promover la diversidad en
nuestras universidades.
En otras ocasiones, la Corte Suprema ha
impedido la justicia. La notoria decisión en
el caso Dred Scott denegó la humanidad de
los afro-americanos. Desde los 1890s hasta
los 1930s, la Corte levantó barreras en contra de los esfuerzos para eliminar leyes labDESASTRE EN
13
LA CORTE
People For the American Way Foundation
orales de protección infantil y la protección de los derechos de los trabajadores.
Los próximos nombramientos a la Corte Suprema decidirán si la Corte promoverá el
derecho a la igualdad o retrocederá el reloj en los avances de la justicia social de los
últimos 70 años. La actual Corte Suprema Estadounidense ya ha producido resultados
perturbantes. Una de las más impresionantes, es que la mayoría de la Corte acepta la
nueva teoría de “los derechos estatales” que destruye la habilidad del gobierno federal
de proteger los derechos constitucionales más fundamentales y otros derechos de sus
ciudadanos contra abusos por los estados. Aún la mayoría en la Corte no ha adoptado
totalmente las teorías legales de los Magistrados Antonin Scalia y Clarence Thomas,
quienes representan el punto de vista de los radicales.
Esta es la razón por la cual los líderes del movimiento radical y sus aliados permanecen tan enfocados en la Corte Suprema. Su meta es asegurarse de que el
Presidente nomine y que el Senado confirme a la Corte Suprema jueces que compartan
su punto de vista sobre la Constitución. Si triunfan, podrían redefinir las leyes por una
o más generaciones. Están colgando en la balanza; el derecho a la privacidad, el derecho a la procreación, los derechos civiles, la separación de la Iglesia y el Estado, la protección ambiental, los derechos de los trabajadores y los consumidores. Los radicalitas
esperan empujar a la Corte más hacia la derecha y tomar el control ideológico de las
cortes federales, particularmente el de la Corte Suprema.1
Dada la edad y la salud de los Magistrados actuales, el Presidente Bush probablemente tenga la oportunidad de nominar dos o tres y quizás hasta cuatro jueces. Con la
Corte tan cercanamente dividida en asuntos constitucionales, inclusive un juez nuevo
con tendencia radical podría ser muy peligroso. Tres o cuatro jueces más que compartan el punto de vista extremista de Scalia y Thomas podrían deletrear desastre.
Durante el siglo y medio pasado, la Corte Suprema ha protegido los derechos y libertades individuales en muchas áreas críticas. Sostuvo que la mujer tiene el derecho fundamental de tener un aborto legal y seguro2; elimino muchas prácticas relacionadas
con las elecciones y el proceso político que denegaban el derecho a las minorías de
integrarse en nuestra democracia3; elimino la dañina práctica de discriminación en las
escuelas publicas4; protegió empleados gubernamentales de ser despedidos o bajados de
puesto por su afiliación política5; y estableció que a los padres de escasos recursos no se
les podía negar la misma oportunidad que a los padres con recursos de apelar la terminación de sus derechos paternos6.
No obstante, Magistrados como Scalia y Thomas han usado sus opiniones escritas
DESASTRE EN
14
LA CORTE
People For the American Way Foundation
para criticar estos fallos históricos, argumentando que muchas de éstas y otras decisiones deberían ser revocadas en parte ó en su totalidad. Si hubiera una mayoría en la
Corte que llegase a compartir estos puntos de vista, el progreso de nuestra nación hacia
la igualdad podría ser retrocedido y causaría muchas injusticias que quizás nunca
podrían ser remediadas por ninguna Corte ó Congreso.
¿En la Corte, cual sería el impacto a los derechos y libertades civiles si los puntos de
vista de Antonin Scalia y Clearance Thomas se convirtieran en la mayoría? Para
responder a esta pregunta, este reporte examina las opiniones de Scalia y Thomas,
enfocándose en casos donde ellos han sido la minoría…y la respuesta no es nada tranquilizante.
Un giro de uno o dos votos transformaría la existente opinión mayoritaria de los
derechos protegidos sobre la procreación en el caso Roe v. Wade a una mayoría nueva
que eliminaría este derecho constitucional. Y esto sería solamente el principio.
Una Corte nueva al estilo Scalia-Thomas cargaría mucho más en su agenda que el
caso Roe v. Wade. Añadir a uno ó más jueces que concuerden con Scalia y Thomas pondría en peligro muchos otros derechos fundamentales. La parte central de este reporte,
detalla docenas de casos que Scalia y Thomas, (y algunas veces uniéndoseles otros
Magistrados y el Magistrado Supremo Rehnquist), han escrito ó a veces han emitido
opiniones que propone la reducción de derechos. Aquí están algunos casos que podrían
ser drásticamente redefinidos si solamente uno o dos Magistrados con tendencias radicales se unieran a la Corte:
Privacidad
Además de revocar Roe v. Wade, una mayoría al estilo Scalia-Thomas podría amenazar los derechos de privacidad revocando otros fallos importantes.
Revocación de Ferguson v. Charleston (2001) le permitiría a los hospitales a realizar
exámenes en las mujeres embarazadas, sin su conocimiento por la sospecha de uso
de drogas y darle los resultados a la policía.
Revocación de Hill v. Colorado (2000) prevendría a los estados de formular leyes
para proteger a las personas de hostigación sexual al acudir a centros de salud.
Revocación de City of Indianapolis v. Edmond (2000) autorizaría a la policía a
bloquear las carreteras y sin ningún motivo, parar a motoristas con el fin de buscar
DESASTRE EN
15
LA CORTE
People For the American Way Foundation
drogas.
Revocación de Lawrence v. Texas (2003) autorizaría la persecución criminal de
adultos por conducta sexual en privado y de mutuo acuerdo.
Derechos Civiles y Discriminación
Las opiniones de Scalia y Thomas propondrían una continúa desigualdad, sin ninguna solución, basada en raza, género y otros factores erróneos en muchas áreas de los
derechos civiles ya establecidos. La opinión de Scalia y Thomas sobre el Acta de
Derecho al Voto de 1965 fue llamada por los Magistrados Stevens, Blackmun, Souter,
y Ginsburg tan “radical” que puede revocar por lo menos 28 decisiones de la Corte
Suprema. Por ejemplo:
Revocación de Chisom v. Roemer (1991) eximiría las estipulaciones cubiertas bajo
el Acta de Derecho al Voto para las elecciones estatales de Jueces.
Revocación de Hunt v. Cromartie (2001) prohibiría a los legisladores estatales
tomar en cuenta el factor étnico para promover el derecho al voto de las minorías
en el proceso de realineación de distritos.
Revocación de Davis v. Bandemer (1986) permitiría la práctica ofensiva de dividir
grupos minoritarios en el proceso de realineación de distritos.
Revocación de Grutter v. Bollinger (2003) prohibiría el uso de acción afirmativa en
las universidades.
Revocación de Jackson v. Birmingham Bd. of Educ. (2005) bajo ley federal
permitiría represalias en contra de aquellos que se quejen de discriminación ilegal
basada en sexo dentro del campo escolar.
Revocación de Johnson v. Transportation Agency (1987) eliminaría la acción
afirmativa para mujeres cubiertas por el Titulo VII del Acta de Derechos Civiles de
1964.
Revocación de Nevada Dep. of Human Resources v. Hibbs (2003) sería imposible
para empleados estatales obtener indemnización por violación de derechos cubiertos por el Acta de Ausencia Familiar Remunerada.
DESASTRE EN
16
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Revocación de Tennessee v. Lane (2004) declararía inconstitucional el Titulo II del
Acta de los Americanos con Incapacidades y permitiría a los estados negar acceso físico en las cortes a los incapacitados.
Revocación de J.E.B. v. Alabama (1994) permitiría la discriminación basada en
sexo en el proceso de la selección de jurados.
Revocación de Lawrence v. Texas (2003) y Romer v. Evans (1996) autorizaría
al gobierno a discriminar ofensivamente y negar los derechos fundamentales a los
homosexuales y lesbianas, tal como prohibir la formulación de protecciones
antidiscriminatorias a nivel local y permitiría la persecución criminal por conducta privada, consensual e íntima.
Revocación de Olmstead v. L.C. (1999) significaría que la institucionalización
impropia e innecesaria de personas con incapacidades no sería considerada una
violación al Acta de Americanos con Incapacidades.
Revocación de EEOC. v. Waffle House, Inc. (2002) prevendría al Employee Equal
Opportunity Committee (EEOC -La Comisión de Igualdad de Oportunidad de los
Empleados) de demandar a un empleador por violaciones del Acta de Americanos
con Incapacidades y solicitar recompensa por parte de empleados que han sido victimas y que hayan firmado acuerdos arbitrarios de empleo.
Revocación de Hibbs v. Winn (2004) prohibiría a cortes federales encontrar objeción a leyes de impuestos estatales por ser discriminatorias e inconstitucionales.
Revocación de Zadvydas v. Davis (2001) permitiría al gobierno encarcelar
indefinidamente a un inmigrante que está bajo orden final de deportación,
aún cuando ningún país lo acepte.
Revocación de Rasul v. Bush (2004) haría imposible objetar el encarcelamiento
indefinido de personas extranjeras en el territorio estadounidense de Guantánamo,
inclusive si estas dicen ser torturadas ó que no han sido combatientes.
Revocación de Chavez v. Martinez (2003) limitaría severamente la habilidad de
demandar a oficiales de la ley por violación de derechos constitucionales.
Revocación de Brentwood Academy v. Tennessee Secondary School Athletic
Association (2001) limitaría el encubrimiento de leyes federales de los derechos
DESASTRE EN
17
LA CORTE
People For the American Way Foundation
civiles con respecto a asociaciones que regulan los deportes inter-escolares.
Religión Forzada y Libertad
Una prioridad del movimiento radical que se haría realidad bajo una Corte al estilo
Scalia-Thomas, sería el desmantelamiento de la barrera que existe entre la iglesia y el
estado, tan cuidadosa y deliberadamente establecida por los creadores de la nación para
proteger las libertades religiosas de todos.
Revocación de Lee v. Weisman (1992) y Santa Fé Independent School Dist. v. Doe
(2000) eliminaría la neutralidad del gobierno hacia la religión y autorizaría
el patrocinio de la oración en graduaciones escolares y otros eventos públicos.
Revocación de Board of Education of Kiryas Joel Village School District v. Grumet
(1994) autorizaría la realineación de distritos escolares para permitir que una
secta religiosa predomine.
Extensión de Mitchell v. Helms (2000) permitiría virtualmente que cualquier
ayuda del gobierno para escuelas públicas y programas de servicios sociales se den
directamente a escuelas religiosas, iglesias, y otras instituciones religiosas.
Thomas mantiene una posición particularmente extrema en el ámbito de la libertad
religiosa, argumentando que la causa por la cual la Primera Enmienda fue establecida,
no se aplica de ninguna manera al gobierno estatal y local. En otras palabras, Thomas
no ve ninguna barrera constitucional en que un estado declare una religión oficial y que
trate a sus ciudadanos en forma diferente bajo la ley estatal basada en sus creencias religiosas. Ciertamente, no necesitamos más jueces que compartan ésta interpretación de
la Constitución.
Protección del Consumidor y del Trabajador
Los trabajadores y consumidores encontrarían sus derechos restringidos bajo una mayoría al estilo Scalia - Thomas.
Revocación de Rutan v. Republican Party of Illinois (1990) permitiría que a los
trabajadores del gobierno se les pueda despedir por pertenecer al partido político
equivocado.
Revocación de Rush Prudencial HMO, Inc. v. Moran (2002) invalidaría imporDESASTRE EN
18
LA CORTE
People For the American Way Foundation
tantes leyes estatales que protegen los
derechos de los pacientes afiliados a un
HMO (Organización de manejo de
Salud) en más de 40 estados.
Revocación de Barnhart v. Peabody Coal
Co. (2003) pondrían en peligro los
beneficios de jubilación de unas 10,000
personas.
Thomas no ve ninguna
barrera constitucional en
que un estado declare una
religión oficial y que trate
a sus ciudadanos en forma
diferente bajo la ley estatal
Protección Ambiental
Proteger el tesoro de nuestra herencia natural va a ser mucho más difícil y en algunos
casos imposible, si los puntos de vista de
Scalia y Thomas prevalecieran.
basada en sus creencias
religiosas.
Revocación de Babbitt v. Sweet Home
Chapter of Communities for Greater
Oregon (1995) prevendría al gobierno federal de parar la destrucción de
especies en peligro de extinción en propiedad privada.
Revocación de Tahoe-Sierra Presevation Council, Inc, v. Tahoe Regional
Planning Agency (2002) limitaría severamente, inclusive reglas temporales de
gobierno, que buscan proteger el medio ambiente en nombre de los “derechos de
propiedad” privada.
Revocación de Alaska Department of Conservation v. EPA (2004) despojaría al
EPA (Environmental Proteccion Agency -Agencia de Protección Ambiental)
de la autoridad de prevenir daños de contaminación del aire por industrias;
cuando agencias estatales no lo hacen.
Acceso a la Justicia
Una corte con uno o dos jueces como Scalia y Thomas, limitaría severamente el acceso a la justicia, especialmente para la gente pobre.
Revocación de Brown v. Legal Foundation of Washington (2003) eliminaría
DESASTRE EN
19
LA CORTE
People For the American Way Foundation
un recurso crucial de financiamiento para brindar asistencia legal a los pobres.
Revocación de Legal Services Corp. v. Velásquez (2001) permitiría que a los
abogados de servicios legales que representan a clientes pobres se les prohíba objetar a las leyes de asistencia social, y también incrementaría la habilidad del gobierno para censurar cualquier discurso que este ayude a financiar.
Dinero, Política, y Responsabilidad Gubernamental
Bajo una Corte al estilo Scalia-Thomas, los esfuerzos para protegerse contra la corrupción y hacer que oficiales electos sean más responsables ante las personas que representan, usando reformas de financiamiento de campañas, se volvería casi imposible.
Y las reformas que ya existen podrían correr peligro.
Revocación parcial del fallo en el caso de 1976 Buckley v. Valeo que el movimiento radical opone, anularía límites de contribuciones individuales a campañas.
Revocación de Morse v. Republican Party of. Virginia (1996) exceptuaría a las
convenciones políticas que escogen a candidatos para representar a los partidos de
provisiones claves anti-discriminatorias establecidas en el Acta de Derecho al
Voto.
Revocación de Federal Election Commission v. Colorado Republican Federal
Campaing Committee (2001) invalidaría las leyes que limitan gastos por parte de
partidos que son coordinados con un candidato y buscan evadir límites de contribución a una campaña.
Revocación de McConnell v. Federal Election Commission (2003) invalidaría la
mayor parte de la histórica ley de financiación de campaña, McCain-Feingold,
incluyendo su prohibición del uso de contribuciones ilimitadas provenientes del
“dinero fácil”.
Una Meta Alcanzable
El movimiento radical ha tenido en mente controlar las cortes- especialmente la
Corte Suprema- desde hace muchos años, una meta que hoy luce altamente alcanzable.
Estadísticamente, varias vacantes están por presentarse. A través del medio siglo pasado, una vacante en la Corte Suprema ha ocurrido en un promedio de una cada dos
años, pero la Corte actual no ha tenido una vacante desde 1994. El Magistrado
Supremo William Rehnquist y el Magistrado John Paul Stevens están en sus 80s. Otros
dos Magistrados - Sandra Day O’Connor y Ruth Bader Ginsburg - están en sus 70s. Los
DESASTRE EN
20
LA CORTE
People For the American Way Foundation
problemas de salud del Magistrado Supremo han sido extensamente cubiertos.
Reemplazar tanto uno o dos de estos Magistrados, con ideologías ultra radicales, podría
cambiar la dirección de la Corte en muchos aspectos de derechos y libertades fundamentales; reemplazando tres o cuatro, seriamente alteraría nuestro sistema constitucional por muchas generaciones. Debe ser notado que aún reemplazando a un
Magistrado tan conservador como Rehnquist por una versión joven de los Magistrados
Scalia – Thomas, podría mover la corte a un extremo radical y mantenerla allí por
décadas.
Tal giro redefiniría radicalmente la función de la Corte como defensora de los derechos y libertades. Líderes del movimiento radical han expresado abiertamente insatisfacción con jueces Republicanos de tendencias conservadoras como los Magistrados
Anthony Kennedy y Sandra Day O’Connor, y han atacado por mucho tiempo al
Magistrado David Souter, un moderado nombrado por el primer Presidente Bush. El
tele evangelista y fundador de la Coalición Cristiana, Pat Roberston, ha sugerido que
Souter era un “candidato con historial jurídico limitado” que “engañó al Jefe de
Personal de la Casa Blanca7.”
El clamor por parte de los radicales de “no más Souters,” es una señal obvia de que
los seguidores del Presidente no solamente esperan nominados conservadores, sino
nominados que promueven la ideología radical8. Quieren Magistrados como Scalia y
Thomas en los que sí confían para promover su agenda radical. La importancia de la
Corte hacia líderes activistas radicales no ha quedado solamente en la Casa Blanca. El
Presidente George W. Bush ha manifestado que buscará nombrar más jueces como
Scalia y Thomas a la Corte Suprema y a otras cortes federales. Hasta el momento,
muchos de los nominados por El Presidente a cortes federales9, particularmente a las
cortes de apelaciones han sido al molde de Scalia-Thomas10. Las condiciones ya existen para que se dé un giro dramático hacia la derecha en la Corte Suprema. Muchos de
los potenciales nominados radicales para las vacantes en la Corte Suprema, ya están
esperando ser llamados. Vienen de las cortes federales, a donde muchos fueron nombrados por el Presidente Reagan y ambos Presidentes Bush. La potencial lista podría incluir
jueces radicales como Michael Luttig (4° Circuito de la Corte de Apelaciones,) Harvie
Wilkinson (4° Circuito,) Emilio Garza (5° Circuito,) y Edith Jones (5° Circuito) y también los nominados de Bush como Michael McConnell (10° Circuito) y Jeffrey Sutton
(6° Circuito.) Todos los cuales, se piensa que son del mismo molde de Scalia y Thomas.
El estilo conservador de la actual Corte Suprema ya ha producido una forma de
activismo problemático: el veto judicial. Mientras la Corte tiene la autoridad de anular actos del Congreso que son inconstitucionales, esta Corte está caracterizada por un
estilo de tomar decisiones de 5 a 4 votos que atenta contra el poder del Congreso de
DESASTRE EN
21
LA CORTE
People For the American Way Foundation
legislar, para proteger los derechos civiles, el medio ambiente, y la seguridad pública.
Eruditos de la Corte han observado que la Corte no ha usado sus poderes en esta forma
desde el período que llevó a la crisis constitucional de 1937 cuando la Corte invalidó
la legislación del Acuerdo Nuevo (New Deal.)
Este reporte documenta que una Corte Suprema con una mayoría que comparte los
puntos de vista de Scalia y Thomas, podría seriamente reducir e inclusive eliminar algunas libertades fundamentales. Esto debilitaría drásticamente protecciones para derechos como la privacidad y libertad de procrear, votación, oportunidad de igualdad, y
otros derechos civiles, libertad religiosa, y la separación de la iglesia y el estado, libertad de palabra y expresión, protecciones para el consumidor y el trabajador, acceso a la
justicia, protección del medio ambiente, reforma financiera de campaña y responsabilidad de gobierno. También, limitaría la habilidad del Congreso de crear nuevas leyes
para proteger los derechos y seguridad de los americanos a través de medidas como el
control de armas, la protección del medio ambiente y los derechos civiles11.
No es una exageración decir que en todas estas áreas, una Corte Suprema al estilo
Scalia-Thomas, cambiaría radicalmente la definición de la justicia de nuestra nación.
Es esta preocupante verdad lo que debe conducir nuestro debate sobre las Cortes, y no
los cargos falsos de “obstruccionismo” hechos por una Casa Blanca que considera que
el principio constitucional de balance de poder es un obstáculo más que se puede eliminar ó evaporar para que el Presidente y sus aliados puedan imponer su voluntad a la
nación y a las cortes.
DESASTRE EN
22
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Uno
JUSTICIA ES
LO QUE LOS
JUECES HACEN:
Activismo Judicial de
Scalia y Thomas
Seguidores de los Magistrados Scalia y
Thomas los elogian como “construccionistas estrictos,” “originalistas,” “tradicionalistas” y defensores de “la letra de la
ley.” Estas caracterizaciones son irónicas
porque ocultan el activismo ultra conservador de los dos Magistrados. Estos términos sugieren que Thomas y Scalia están
comprometidos a interpretar la ley de una
manera solamente de acuerdo a su forma
actual, o en el caso de la Constitución,
según la intención de sus creadores. Esta
interpretación legal, como dicen sus partidarios, asegura que no hay activistas que
usen su posición para interpretar la ley de
acuerdo a su propia imagen política. Pero
actualmente, es todo lo contrario. Una
Corte Suprema moldeada en base a la
filosofía judicial de Scalia y Thomas sería
una Corte activista que produciría cambios
en la ley. Y virtualmente cada cambio en
nuestras leyes significaría un cambio en la
dirección dictada por el movimiento radical.
En efecto, los Magistrados Scalia y
Thomas revelan en algunos de sus escritos,
que son mucho más leales a la ideología
DESASTRE EN
23
LA CORTE
People For the American Way Foundation
ultra radical que a ninguna otra filosofía judicial. Por ejemplo, ambos Magistrados dicen
ser construccionistas estrictos, ó sea, que no miran más allá del simple significado de las
palabras en las leyes que interpretan. La verdad es que frecuentemente no se adhieren
a esta filosofía. Sería justo decir que para Scalia y Thomas “construccionismo estricto”
frecuentemente tiene màs que ver con construcción que con ser estricto. Por ejemplo, en un caso en 1992 en el cual un padre objetó la constitucionalidad de la pràctica
de una escuela pública de imponer la oración publica a todos los que asistieran a una
graduación, los Magistrados Scalia y Thomas (junto con el Magistrado Supremo
Rehnquist y el Magistrado White) disintieron de la mayoría, ignorando evidencias del
claro significado de la cláusula establecida en la Primera Enmienda, la cual prohíbe
endiosamiento del gobierno de la religión como es el caso de Lee v. Weisman12. El texto
es bien claro: “el Congreso no deberá hacer una ley con relación al establecimiento de
la religión.” Sin embargo, en lugar de examinar el texto de la cláusula y del proceso de
enmienda que la produce, los Magistrados Scalia y Thomas se fueron más allá caracterizando la oración publica por oficiales del gobierno como una antigua tradición
Americana. Así argumentando, que la oración impuesta por el estado era constitucional- lo pudieron hacer solamente ignorando el simple significado y la historia de las
palabras de la Primera Enmienda. La opinión concurrente de los Magistrados Souter,
O’Connor, y Stevens13 incluyó una cuidadosa y detallada discusión de la historia de la
cláusula ignorada por Scalia y Thomas- y así exponiendo la debilidad del disentimiento de Scalia y Thomas.
Inclusive en sus análisis de “tradición,” los Magistrados Scalia y Thomas parecen
querer alcanzar resultados ultra conservadores. Desde que nuestra Constitución fué
redactada, cada Corte Suprema ha interpretado su significado y aplicado sus conceptos basados en un contexto actual.
Los Magistrados frecuentemente van más allá del significado literal de las palabras
del documento para así poder darle vida al significado fundamental, tomando en cuenta el intento y el propósito de los creadores de la Constitución. La Corte Suprema tiene
la tradición de estudiar las palabras, las publicaciones, y los tiempos históricos de los
hombres que escribieron la Constitución, para así obtener perspectiva sobre el propósito del texto. Muchos de los magistrados han entendido esta práctica, y los Magistrados
Thomas y Scalia no son la excepción. La diferencia, quizás, está en cuáles palabras ó
historia los magistrados deciden considerar y cuáles ignorar.
Nuevamente, el caso de Lee v. Weisman provee un ejemplo excelente: Los
Magistrados Scalia y Thomas (junto al Magistrado Supremo Rehenquist y el
Magistrado White) argumentaron que la oración en eventos públicos- en este caso,
DESASTRE EN
24
LA CORTE
People For the American Way Foundation
una graduación de escuela secundaria- es un comportamiento intrínseco de las tradiciones fundamentales de nuestra nación, que está basado en las creencias y prácticas
de los creadores de la Constitución. Su opinión da como “prueba” que muchos de nuestros anteriores presidentes incluyeron palabras religiosas en sus discursos inaugurales14.
Ignorando el hecho de que estos procedimientos durante las primeras épocas de nuestra nación, también fallaron en reconocer que algunos presidentes, específicamente
Thomas Jefferson y James Madison, dos de los creadores más prominentes de nuestra
Constitución, estuvieron profundamente afligidos por el hecho de que expresiones religiosas en público iban a ser interpretadas como un endorso del gobierno hacia la
religión. En muchas situaciones, rehusaron la proclamación de temas religiosos porque
creían que esto violaba la Constitución15. Claramente, los Magistrados Scalia y
Thomas son selectivos en las referencias que usan con relación a las tradiciones y
creencias de los creadores de la Constitución. No sorpresivamente, invocan tradiciones
y tendencias que ayudan a promover sus tendencias políticas ultra conservadoras. Esto
les permite declarar que solamente tratan de mantenerse fieles a la “intención original”
y preservar la “tradición” mientras en efecto buscan un camino de revocar las leyes ya
establecidas.
Para Scalia y Thomas, la búsqueda del “intento original” es un proceso selectivo.
Ambos dan importancia a las intenciones previas de legisladores, según como lo ven
apropiado. Sin embargo, ninguno de los dos cree en examinar las palabras o la intención de legisladores contemporáneos con el fin de entender cómo las leyes son formuladas en tiempos contemporáneos. Por ejemplo, en una opinión concurrente relacionada con la aplicación del Acta de Derecho al Voto de 1965, los Magistrados Thomas y
Scalia se rehusaron a considerar los documentos históricos de acciones y debates congresionales, y los precedentes de 30 años de la Corte Suprema, ambos de los cuales
hacen claro “el propósito a medidas de deshacerse del pensamiento discriminatorio en
términos de votación de este país16.” En cambio, argumentaron que toda esta historia
debe ser ignorada y el Acta de Derecho al Voto no debe ser aplicada a actividades de
votaciones como la residencia de un candidato y las reglas de la fecha que un candidato debe seguir para poder postularse, reglas frecuentemente usadas en desventaja a
votantes minoritarios17. Ignorando las intenciones que el Congreso permite, Thomas
y Scalia apoyan el esfuerzo ultra conservador de limitar soluciones legales de discriminación al voto y estrechamente interpretar el Acta del Derecho al Voto.
La combinación de darle peso a su versión de interpretar las palabras de los creadores
de la Constitución, mientras ignoran la historia legislativa, reflejan sus decisiones con
la costumbre y la moralidad del siglo XVIII y busca hacer que la primera palabra en
aspectos constitucionales sea la última. Este doble patrón de interpretación textual
DESASTRE EN
25
LA CORTE
People For the American Way Foundation
rehúsa reconocer que hay muchos otros temas- especialmente raza, género, y otros
aspectos de derechos individuales- los cuales han cambiado de significado a través del
tiempo. La interpretación de Scalia y Thomas conlleva el debate a favor del argumento político ultra radical. El resto de este análisis demuestra leyes y los principios que
definirían nuestra libertad si la visión minoritaria de los Magistrados Scalia y Thomas
se convirtiera en la visión mayoritaria.
DESASTRE EN
26
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Dos
PRIVACIDAD Y
LIBERTAD AL
DERECHO
DE PROCREAR
Una Corte Suprema mayoritaria al estilo
Scalia y Thomas podría tener un impacto
revolucionario en la protección a la privacidad, la libertad al derecho de procrear, y a
los derechos del aborto. No hay ninguna
duda de que una mayoría al estilo ScaliaThomas en su primera oportunidad revocaría, la clave decisión de 1973 en el caso
Roe v. Wade18, terminando cualquier protección constitucional del derecho de procrear para la mujer. En 1989, antes de que el
Magistrado Thomas se uniera a la Corte, en
el caso Reproductive Health Services 198919
el Magistrado Scalia explícitamente declaró
que Roe v. Wade debería ser revocada. En el
caso Planned Parenthood of Southeastern
Pennsylvania v. Casey 199220, Scalia votó
justamente para eso y esta vez acompañado
por el Magistrado Thomas y el Magistrado
Supremo Rehnquist.
Los disentimientos y las concurrencias
fuertemente elaborados por Scalia y regularmente acompañados por el Magistrado
Thomas sobre casos de aborto, ilustran no
solamente su oposición personal al aborto,
sino inclusive desprecio hacia las mujeres
que toman esta difícil decisión. Antes de
que el Magistrado Thomas se integrara a la
DESASTRE EN
27
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Corte, el Magistrado Scalia frecuentemente presentaba su opinión por separado, que la
Constitución no protege ningún derecho a la elección de procrear y que los estados
deberían ser libres de prohibir todo tipo de abortos, vea los casos Hodgson v. Minnesota,
199021 y Ohio v. Akron Center For Reproductive Health 199022. En su opinión en el caso
Webster, el Magistrado Scalia expresa poco interés por proteger este derecho cuando él
sugiere que una buena razón para revocar el caso Roe v. Wade es para disminuir el volumen de correo y demostraciones dirigidas a la Corte Suprema por estar involucrada en
este asunto23. Finalmente, en su opinión en el caso Casey, ambos Magistrados tomaron
un paso más atroz al comparar el aborto con la poligamia, la sodomía, el incesto y el
suicidio24.
El tele evangelista Pat Robinson ha recordado a los seguidores de la Coalición
Cristiana que tomaría solamente dos votos en la Corte (además del de Scalia, Thomas
y el Magistrado Supremo Rehnquist) para eliminar la protección federal del derecho a
la procreación. En efecto, tomaría solamente uno de esos votos para limitar seriamente,
ó quizás anular el fallo de Roe v. Wade revocando la decisión de la Corte en el caso
Stenberg v. Carhart (2000)25. La cual revocó la prohibición del llamado aborto parcial.
Dicha acción en la Corte Suprema podría trasladarnos a la época de 1973 y autorizar a
los estados de prohibir sin excepción, el aborto legal y seguro; incluyendo casos de violación, incesto o aún cuando la vida ó salud de la mujer esté en peligro.
Si algunos estados trataran de proteger los derechos del aborto, una Corte al estilo
Scalia-Thomas podría causar problemas que haría esto más difícil, si no imposible.
Muchas veces la Corte ha considerado apelaciones en casos que protegen los derechos
de las mujeres a tener acceso a clínicas de aborto sin ser acosadas.
En estos casos, la mayoría de los Magistrados (moderados y conservadores) en la Corte
buscaron preservar ambos derechos- a protestar y el acceso a las clínicas- manteniendo una ley que requiere que los manifestantes permanezcan por lo menos 15 pies retirados de la entrada de la clínica.
Sin embargo, Scalia y Thomas disintieron en este fallo, inclusive donde los manifestantes tenían una historia de hostigar a los pacientes y a los doctores de las clínicas,
como es el caso de Schenck v. Pro-choice Network, 199726 y Madsen v. Woman’s Health
27
Center, 1994 . Tomaría solamente dos Jueces más al estilo Scalia-Thomas para revo28
car la decisión de la Corte en el caso Hill v. Colorado 2000 , manteniendo una ley de
Colorado que prohibía a individuos acercarse no más de ocho pies a personas que están
a una distancia de 100 pies de una clínica, sin el consentimiento de estas. Con el objetivo de expresar su opinión sobre protestas en clínicas de salud reproductivas Scalia y
Thomas han presentado sus opiniones por separado sobre casos que la Corte Suprema
DESASTRE EN
28
LA CORTE
People For the American Way Foundation
ha declinado escuchar. En estas opiniones, ambos muestran su indudable preferencia
por los derechos de los protestantes sobre los derechos de las mujeres que buscan asistencia en estas clínicas. (Vea, Lawson v. Murray 199829, y Williams v. Planned
Parenthood Shasta-Diablo, Inc., 199730, Lawson v. Murray 199531, y Winfield v. Kaplan,
1994.)32 Una Corte al estilo Scalia-Thomas podría de esta manera impedir esfuerzos
locales por proteger a las mujeres que buscan servicios de aborto y a sus doctores;
dañando más los derechos a la privacidad y al aborto.
En el concepto constitucional amplio de la privacidad, los puntos de vista de Scalia
y Thomas son tan extremistas que sus fallos podrían dañar en forma general el tema
del aborto, aún mas allá, afectando el acceso a los servicios de salud de anticoncepción
y reproducción. En opiniones como en el caso Casey la concurrente opinión de Scalia
33
en 1990 sobre el caso de Cruzan v. Missouri Department of Health , sostuvo que la
Constitución no protege ningún derecho de privacidad concerniente a la reproducción
o a la integridad corporal. Si este punto de vista domina a la mayoría de la Corte, se
amenazarían decisiones históricas como el fallo en el caso Griswold v. Connecticut,
34
1965 y permitiría a leyes estatales prohibir la venta y el uso de anticonceptivos ó
cualquier medida similar, violando los
derechos de la privacidad. Tal resultado
…una Corte Suprema
puede parecer improbable, pero la controversia que existe sobre la aprobación
dirigida por los Magistrados
del RU-486, por ejemplo, es un recordatorio de que algunas veces las leyes
Scalia y Thomas podría
responden más a la presión de grupos
que a la opinión pública.
destruir radicalmente los
Una mayoría en la Corte Suprema que
derechos que protegen
concuerde con Scalia y Thomas sobre el
tema de la privacidad, podría impactar
mucho más que el derecho a la libertad,
algunos de las mas profune impactar derechos ampliamente relacionados a la privacidad individual
das decisiones que el pueblo
sobre la salud y muchos otros más. En el
caso Cruzan, Scalia estuvo en desacuerpuede hacer.
do con la mayoría de la Corte, incluyendo al Magistrado O’Connor, cuando propuso que inclusive un adulto competente, no
tiene ningún derecho constitucional a rehusar tratamiento médico. De acuerdo a la
opinión de Scalia, la Constitución no protegería a las personas de ser sometidas a
tratamientos médicos que no son deseados, que son extraños y caros. Además podría
DESASTRE EN
29
LA CORTE
People For the American Way Foundation
prohibir el uso de “testamento en vida” para proteger los derechos de los pacientes, si
en un momento dado no pueden hacer decisiones por si mismos. Requeriría solamente
dos votos más al estilo Scalia y Thomas para revocar fallos de la Corte y permitir a hospitales a examinar mujeres embarazadas por sospecha de uso de drogas sin su consentimiento y darle los resultados a la policía, como en el caso Ferguson v. Charleston,
200125. Y permitiría que la policía conduciera inspecciones al azar por supuesta
36
sospecha de posesión de droga, como en el caso City of Indianápolis v. Edmond, 2000 .
No es una exageración decir que una Corte Suprema dirigida por los Magistrados Scalia
y Thomas podría radicalmente reducir los derechos a la privacidad, y otros derechos
fundamentales que protegen algunas de las decisiones más importantes que la gente
puede tomar.
DESASTRE EN
30
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Tres
DERECHOS
CIVILES Y
DISCRIMINACIÓN
La Corte Suprema actual ya ha debilitado
la protección de los ciudadanos amenazados
por la discriminación – a grupos minoritarios, a minorías religiosas, a personas mayores, a personas con incapacidades y a
mujeres. Una Corte al estilo ScaliaThomas, sin embargo, podría ser mucho
peor. Eliminaría las protecciones que
quedan, de las cuales dependen muchos ciudadanos vulnerables para poder ser tratados
justamente, y haría el progreso en estas
áreas más difícil. Una Corte al estilo ScaliaThomas podría además retroceder progresos
importantes hechos bajo la Corte actual,
incluyendo el revocamiento de leyes
estatales que definirían a los homosexuales
y lesbianas como criminales, y también se
metería en la vida sexual de todos los adultos actuando con consentimiento.
Derecho al Voto
No hay un derecho más democrático y
fundamental que el derecho al voto.
Muchas de las batallas legales alrededor de
los derechos civiles durante el medio siglo
pasado han sido precisamente para garantizarles este derecho a todos los americanos.
Sin embargo, una Corte controlada por los
Magistrados Scalia y Thomas, sin duda,
retrocedería el reloj más de 50 años y anularía muchas de las victorias que han aseguDESASTRE EN
31
LA CORTE
People For the American Way Foundation
rado que a los americanos no se les niegue el derecho al voto por el color de su piel o
raza.
En 1994, los Magistrados Thomas y Scalia tomaron una posición radical en una de
sus opiniones, si hubiera sido la opinión de la mayoría, hubiera hecho un daño enorme
al progreso de esta nación en su habilidad de asegurarle a todos los americanos una
oportunidad igual de participar y de ser escuchados en nuestro sistema democrático
37
como en el caso Holder v. Hall 1994 . La posición de Thomas y Scalia en Holder no
sólo disminuye severamente la protección estipulada
Una mayoría al estilo por el Voting Rights Act of 1965 - Acta del Derecho al
Voto de 1965, VRA (por sus siglas en inglés) sino tamScalia-Thomas podría bién derriba 30 años de precedentes de la Corte
Suprema y por lo menos tres reautorizaciones hechas
derribar algunos de los por el Congreso a dicha Acta. La opinión de Thomascasos más importantes Scalia en Holder podría anular las secciones 2 y 5 del
Acta, las cuales fueron creadas específicamente para
de la Corte Suprema terminar la práctica de segregación racial en los distritos electorales y otras prácticas que le negaban el derecon relación al derecho cho a votar a grupos minoritarios. La posición de
Thomas-Scalia ignora la historia legislativa que muesal voto.
tra la intención del Congreso para que el Acta de
Derecho al Voto sea interpretada ampliamente como un instrumento poderoso para
arrancar de raíz prácticas discriminatorias electorales. Los Magistrados Stevens,
Blackmun, Souter y Ginsburg criticaron la opinión de Thomas y Scalia, llamándola
“radical” y estimaron que hubieran requerido el derribamiento o la reconsideración de
por lo menos 28 decisiones previas de la Corte Suprema que sostienen que el Acta de
Derecho al Voto de 1965, podría ser ampliamente interpretada al prohibir todos los
38
aspectos de discriminación racial a la hora de votar .
Una mayoría al estilo Scalia-Thomas podría derribar algunos de los casos más importantes de la Corte Suprema con relación al derecho al voto. Por ejemplo, la opinión
de Thomas y Scalia en Holder podría haber denegado una decisión en 1969 en el caso
Allen v. State Board of Elections39 lidiando con la Sección 5 del Acta de Derecho al
Voto, la cual está dirigida a estados que consistentemente violan derechos de votación.
La Corte falló que el Acta se aplica en cualquier cambio de procedimiento al votar y
que altera la “ley electoral de un estado cubierto bajo la ley” 40 y que al Acta se le daría
41
“la más amplia interpretación.” Una mayoría al estilo Thomas-Scalia, también podría
derribar una opinión de 1986 relacionada con la Sección 2 del Acta, la cual cubre cambios en la ley electoral de todo el país, no solamente en los estados cubiertos bajo la
DESASTRE EN
32
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Sección 5, ilustrado en el caso Thornburg v. Gingles42 En este caso, la Corte decidió
que el Acta prohibiría la formación de distritos electorales diseñados “at-large” (aquí
los votantes son elegibles para votar por un candidato), y donde se acostumbra diluir
(y muchas veces a eliminar) el poder electoral de grupos minoritarios.
Una mayoría al estilo Thomas-Scalia también podría derribar otras decisiones importantes de la Corte Suprema referentes al derecho al voto. Por ejemplo:
43
Whitley v. Williams (1969) anula reglas de elegibilidad de candidatos que causa
un impacto negativo a minorías raciales;
Perkins v. Matthew (1971)44 lidió con el tema de cómo los derechos de votantes
minoritarios fueron afectados por el crecimiento de municipalidades por medio del
proceso de anexión;
Georgia v. United States (1973)45 y United Jewish Organizations of
Williamsburgh, Inc. v. Carey (1977)46 señalan los planes de redistribución y
redefinición de distritos que debilitan la fuerza del voto de minorías raciales;
Chisom v. Roemer (1991)47 y Houston Lawyers Association v. Texas Attorney
General (1991)48 decidió que las prohibiciones del Acta de Derecho al Voto sobre
discriminación racial se aplican en las elecciones de jueces estatales.
49
Hunt v. Cromartie (2001) rechazó con un margen de 5 a 4 votos la noción de que
el factor racial nunca se puede tomar en cuenta en relación a las decisiones
tomadas en el proceso de realinear los distritos electorales.
Es difícil exagerar cuán catastrófica sería una mayoría al estilo Scalia-Thomas para
defender arduamente los esfuerzos de esta nación para garantizarles a todos los americanos igualdad de oportunidades para participar en nuestro sistema democrático. Es
especialmente amenazante que otros Magistrados se hayan unido a la posición ScaliaThomas, como en el caso Morse v. Republican Party of Virginia (1996)50. En este caso,
el Magistrado Thomas fue acompañado al disentir no tan solo por el Magistrado Scalia,
si no también por el Magistrado Supremo Rehnquist y, también en parte, por el
Magistrado Kennedy. Estos cuatro Magistrados tomaron la extrema posición que los
requerimientos contra la discriminación de la Sección 4 del Acta de Derecho al Voto
no se aplican a las convenciones de los partidos donde eligen quién los representará en
las elecciones.51 El Magistrado Stevens, documentando para la mayoría, habló fuertemente contra la opinión de los Magistrados que disienten citando que “el radicalismo
DESASTRE EN
33
LA CORTE
People For the American Way Foundation
de esta posición debería no ser subestimada… Este punto de vista, aún si los partidos
descaradamente discriminan la elección de candidatos cuyos nombres aparecerían en la
boleta de las elecciones primarias ó en el registro de votantes para las elecciones primarias, éstos no serian protegidos bajo Sección 5.52
Una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas podría además hacer más difícil la resolución de asuntos complejos con implicaciones constitucionales y del Acta de
Derecho al Voto relacionados con la realineación de distritos electorales. Por ejemplo,
Scalia y Thomas podrían haber derrotado un plan de realineación de distritos electorales en la Florida desarrollado y aprobado (con excepción de uno de los miembros)
por la mayoría de las personas involucradas en la demanda que incluían: El Procurador
General, abogados de ambas cámaras legislativas, la Secretaria Estatal, y el Senador
estatal cuyo distrito estaba siendo retado, un grupo de votantes afro-americanos e
Hispanos quienes vivían en el distrito y cinco de los seis individuos que originalmente
habían retado un plan anterior propuesto por el estado, como en el caso C. Martin
Lawyer III v. Department of Justice, 1997.53 Scalia y Thomas podrían haber impuesto
un proceso largo, adverso y costoso, solamente porque un individuo objetó este plan y
demandó basándose en que este enfocaba su atención del posible impacto en los
votantes minoritarios. Mientras Scalia y Thomas frecuentemente han dicho que ellos
quieren evitar litigaciones innecesarias. Aquí, al negar la solución casi unánime de un
problema político complejo, las hubieran requerido y hubieran forzado ir la corte a
muchos de los electores. Afortunadamente, la mayoría en este caso tuvo una visión más
extensa. Sin embargo, porque Scalia y Thomas se unieron a los Magistrados O’Connor
y Kennedy, un juez más a su estilo podría haber resultado en un fallo diferente. Un
voto más al estilo Scalia-Thomas podría revocar precedentes (inclusive a niveles
estatales), autorizando descaradamente la táctica partidista de usar el factor racial en las
decisiones de realineación de distritos electorales. En el caso Vieth v. Jubelirer (2004)54
la Corte decidió que los demócratas de Pennsylvania no habían podido probar que en
el 2002 un plan de realineación de distritos al nivel congresional, fue realizado de una
manera que favorecería a los Republicanos, por lo tanto, haciéndolo inconstitucional.
Sin embargo, la opinión del Magistrado Scalia, el Magistrado Thomas, el Magistrado
Supremo Rehnquist y el Magistrado O’Connor hubiera podido ir inclusive más lejos.
Ellos hubieran cambiado la decisión en el caso Davis v. Bandemer (1986)55 y en vez de
declarar que diseñar distritos de una manera partidista es siempre constitucional, sin
importar qué tan obvio esto sea. Y no importa cuánto daño esto cause al derecho de los
votantes a ser representados de una manera justa y efectiva. Estrechamente cinco
Magistrados se opusieron a esta noción, lo cual es particularmente significativo debido
a las continuas quejas de que esta práctica se está usando en el proceso de realineación
de distritos en Texas y otras partes.
DESASTRE EN
34
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Discriminación por Género
Protecciones constitucionales y estatutarias en contra del acoso y discriminación sexual podrían caer víctima en una Corte Suprema con una mayoría al estilo ScaliaThomas, inclusive esto causaría daño dentro del ámbito de derechos estatales y federales. Bajo esta Corte, por ejemplo, un estado como Virginia podría discriminar a las
mujeres a través de instituciones educacionales para un solo sexo como el “Virginia
Military Institute” ( Instituto Militar de Virginia), tal como se muestra en el disentimiento solitario del Magistrado Scalia en el caso de 1996 United States v. Virginia56 El
Magistrado Thomas no participó en el caso porque su hijo asistía a esa escuela.
Similarmente, una corte al estilo Scalia-Thomas podría dar marcha atrás, autorizando
la discriminación por sexo al seleccionar jurado, práctica definida inconstitucionalmente por la Corte en 1994 ilustrado en el caso J.E.B. v. Alabama.57 El disentimiento de Scalia, Thomas, Rehnquist en éste caso ridiculiza la preocupación de la mayoría
sobre la historia de discriminación en contra de mujeres en la práctica y administración
de la ley. También señala que una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas podría permitir que el proceso de la selección de un jurado fuera afectado por suposiciones inválidas de personas solamente por su género, no podrían ser imparciales como miembros
58
de un jurado. Si ésta visión fuera compartida por la mayoría de la Corte, produciría
un incalculable retraso para el progreso de los derechos femeninos hacia un trato de
igualdad. Y solamente un voto más al estilo Scalia-Thomas podría haber revertido la
decisión de la corte en el 2005 en Jackson v. Birmingham Bd. of Educ. 125 S. Ct 1497
(2005) que declara que la ley federal protege en contra de represalias para aquellos que
protestan sobre la discriminación sexual ilegal en programas de educación con asistencia federal.
En una corte al estilo Scalia-Thomas se les podría hacer mucho más difícil a las víctimas de acoso sexual obtener justicia. Por ejemplo, en el caso de 1993 Harris v. Forklift
Systems, Inc.,59 el Magistrado Scalia escribió que las leyes que protegían a los empleados en contra de un ambiente de trabajo “hostil” o “abusivo” eran demasiado ambiguas
y podrian crear más demandas legales y otorgar compensación de daños por jurados
“sin guía.”60 En efecto, la conclusión de Scalia en el caso Harris se enfoca más en la
preocupación acerca de más demandas legales y tremendos daños en adjudicaciones por
víctimas de acoso sexual que en el problema mismo. Tal como otras opiniones de Scalia
y Thomas desde el caso de Harris, si sus visiones se convirtieran en la mayoría, las victimas de acoso sexual enfrentarían una lucha más ardua para obtener justicia. Dos opin61
iones de 1998, en los casos de Faragher v. City of Boca Raton y Burligton Industries v.
62
Ellerth muestra que una corte al estilo Scalia-Thomas prácticamente limitaría las circunstancias bajo las cuales un empleador pudiera ser responsable por la conducta hostiDESASTRE EN
35
LA CORTE
People For the American Way Foundation
gante por parte de supervisores y podría requerir que para que el acosado gane en contra de su empleador, el empleador tendría que demostrar que los daños causados son de
orden laboral y no personal. El disentimiento solitario del Magistrado Thomas en el
caso Pennsylvania State Police v. Suders63 hubiera hecho más difícil para víctimas de
acoso sexual presentar demandas por despido indirecto.
Finalmente, en 1999, en el caso Davis v. Monroe,64 Scalia y Thomas dejaron claro al
unirse en disentimiento al Magistrado Kennedy y al Magistrado Supremo Rehnquist
que una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas no podría virtualmente proveer ninguna protección a los estudiantes de escuelas públicas en caso de acoso sexual por otros
estudiantes.
Discriminación Racial
Una corte mayoritaria que concordara con los Magistrados Scalia y Thomas podría
hacer más difícil comprobar casos de discriminación racial. Por ejemplo, en su opinión
disentida que solamente afro americanos pueden protestar por la exclusión de Afro
americanos en los jurados, podría hacer más difícil de establecer discriminación en el
proceso de seleccionar un jurado. Ver el caso Powers v. Ohio, 199165 y Campbell v.
Lousiana, 1998.66 Similarmente, una mayoría al estilo Scalia-Thomas haría imposible
retar en casos civiles la exclusión de miembros de un jurado, debido a su raza, ilustrado
67
en el caso Edmonton v. Leesville Concrete Co. 1991.
Aunque la segregación racial continúa siendo un serio problema en las escuelas
públicas, una mayoría al estilo Scalia-Thomas podría limitar severamente la habilidad
de que el gobierno termine con la segregación. En 1992, Scalia escribió que las cortes
deberían dejar de vigilar la segregación en escuelas previamente sujetas a estas prácticas incluyendo escuelas que permanecerían significativamente bajo estas condiciones,
discutidos en el caso Freeman v. Pitts.68 Su razonamiento en este caso argumenta que
la segregación escolar no puede ser remediada porque es imposible identificar sus
causas. No obstante, él citó un caso previo y reconociendo que la discriminación puede
ser parcialmente causada por “la asignación de escuelas,”69 él continúa insistiendo en
que es irracional para las cortes seguir supervisando estas escuelas hasta que dicha segregación termine. Más tarde en 1992 en el caso United State v. Fordice,70 Scalia fue el
único que no estuvo de acuerdo con la decisión de ocho votos a uno donde se encontró que Mississippi había fallado al remediar los efectos de la discriminación en las universidades. El desacuerdo solitario de Scalia en el caso Fordice ilustra cuán extremas son
sus opiniones en cuanto a raza se habla. Tres nombramientos más no serían suficientes
para otorgarle a la perspectiva de Scalia en el caso Fordice una mayoría de votos. Sin
DESASTRE EN
36
LA CORTE
People For the American Way Foundation
embargo, añadir más jueces que compartan esta opinión sí le daría credibilidad. Una
cosa es clara: una Corte Suprema controlada por el Magistrado Scalia ignoraría la horrible historia de racismo en este país y fallaría a reconocer adecuadamente los afectos
aún presentes debido a prácticas de discriminación en el pasado.
La perspectiva del Magistrado Thomas sobre la discriminación racial es muy
extrema. El Magistrado Thomas se unió a la mayoría en el caso Fordice, exigiéndole a
los estados a remediar los efectos de la práctica de la segregación en instituciones de
educación superior, un acuerdo que hace un caso admirable en la defensa del papel distinto que ejercen colegios históricamente afro americanos. Desafortunadamente, su
opinión aprobatoria también ilustra su intención de aceptar remedios incompletos para
solucionar la segregación escolar.
La posición del Magistrado Thomas también crearía una salida legal que haría más
difícil terminar con la segregación. Él permitiría que ciertas pólizas discriminatorias
sigan en efecto (incluyendo las que empezaron durante la era inicial de la segregación
y produjeron impactos adversos,) Siempre y cuando sean basabas en “la sensatez educacional” y no se les pueda atribuir el intento discriminatorio. El Magistrado Thomas falla
al no especificar cuáles prácticas educacionales él podría considerar suficientemente
válidas para justificar el continuó uso de pólizas dañinas.71 En la decisión de la Corte
Suprema del 1995 en el caso Missouri v. Jenkins, el Magistrado Thomas confeccionó el
72
argumento radical que la Corte erró en el caso Brown v. Board of Education (1954)
cuando la Corte reconoció el daño social y psicológico sufrido por los estudiantes afroamericanos como resultado de la segregación.73 De esa manera el Magistrado Thomas
continuó ignorando el papel significativo que la discriminación de vivienda y otras formas de prejuicio ilegales juegan en la continúa segregación dentro de las escuelas públicas. Acompañado por el Magistrado Scalia, el Magistrado Thomas fuertemente disintió de la decisión de la Corte que encontró que una práctica gubernamental que segrega a prisioneros no puede ser sostenida, a menos que sea justificada bajo estricta critica sobre la protección de igualdad, como en el caso Jonson v. California (2005).74
El Magistrado Scalia dirigió una fuerte bofetada a los derechos civiles en la decisión
5 a 4 votos en el caso Alexander v. Sandoval (2001.)75 En esta decisión, acompañado por
el Magistrado Thomas, la Corte severamente limitó el alcance del Titulo VI del Acta
de los Derechos Civiles de 1964 ordenando que individuos no pueden demandar a
agencias estatales financiadas por el gobierno federal, para que estas cambien prácticas
que se supone que tengan un efecto discriminatorio basado en raza ó por país de origen,
aunque claramente bajo las regulaciones federales que gobiernan el Titulo VI; esto es
prohibido. Conforme a la decisión de la corte, individuos pueden demandar solamente
DESASTRE EN
37
LA CORTE
People For the American Way Foundation
cuando la discriminación ha sido supuestamente intencional. Un elaborado disentimiento por el Magistrado Stevens, y acompañado por Souter Ginsburg y Breyer, llamó
la decisión de la mayoría “sin fundamento en nuestro precedente y hostil a décadas de
expectaciones decididas”76 y se han presentado preocupaciones de que Scalia y Thomas
están preparados a ir inclusive más lejos para restringir la efectividad del Titulo VI.
Discriminación en contra de Homosexuales y Lesbianas
77
Así como se hizo claro en la decisión histórica del caso Lawrence v. Texas donde
inclusive Magistrados conservadores como Anthony Kennedy están de acuerdo en que
la Constitución prohíbe la discriminación obvia en contra de homosexuales y lesbianas
y protege sus derechos fundamentales. En el 2003, el Magistrado Kennedy escribió la
opinión mayoritaria en el 2003 en el caso Lawrence, que declaró inconstitucionalmente
una ley en Texas que criminalizaría el sexo privado de mutuo acuerdo entre adultos del
mismo género, y revocó la decisión de 5 a 4 votos en el caso Bowers v. Hardwick ,78 que
mantuvo una ley de sodomía en Georgia.
En 1996, Kennedy escribió la opinión mayoritaria en Romer v. Evans,79 anulando una
estipulación en la constitución de Colorado que prevenía a los gobiernos locales de
promulgar leyes de protección para sus residentes basada en discriminación debido a su
orientación sexual. Pero ambos Magistrados, Scalia y
Thomas, disintieron en ambas decisiones, acompaña...bajo una Corte
dos por el Magistrado Supremo Rehnquist. En el caso
Lawrence, reclamaron que leyes extrañas de sodomía
Suprema al estilo
eran justificadas para promover “una moralidad sexual
Scalia-Thomas, homo- mayoritaria.”80 En el caso Romer, argumentaron que
leyes uniformes claramente diseñadas en desventaja
sexuales y lesbianas
hacia los homosexuales y lesbianas y leyes que autorpodrían ser procesados izan discriminación abierta en contra de ellos son perfectamente constitucionales.81 En pocas palabras bajo
criminalmente por su una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas, homosexuales y lesbianas podrían ser procesados criminalmente
conducta sexual
por su conducta sexual privado y de mutuo acuerdo y
gobiernos locales podrían declarar ilegal proveer la
privado y de mutuo
más básica protección anti-discriminatoria hacia
homosexuales y lesbianas, vea también el caso de
acuerdo...
Equality Foundation of Greater Cincinnati Inc. v. City of
Cincinnati, 1996.82 Solamente dos nominados a la
Corte Suprema del modelo Scalia-Thomas haría de este punto de vista minoritario una
DESASTRE EN
38
LA CORTE
People For the American Way Foundation
realidad legal. Uno más de esos votos podría restaurar la infame decisión del caso de
Bowers v. Hardwick.
Si la mayoría de la Corte Suprema concuerda con el Magistrado Scalia, los homosexuales que enfrentan discriminación por el gobierno inclusive encontrarían más difícil
presentar casos a la Corte. En 1988, el Magistrado Supremo Rehnquist escribió la
opinión mayoritaria que estableció que a un empleado despedido por la CIA (Agencia
Central de Inteligencia) después de revelar que era homosexual por lo menos se le
debería dar la oportunidad de presentar su queja de violación de derechos constitucionales en contra del gobierno ante la corte. En este caso, Webster v. Doe,83 Scalia le
hubiera negado “su día en corte” a esta persona.
Discriminación en contra de Personas con Incapacidades
A pesar del decreto hace trece años del America with Disabilities Act(ADA- Acta de
los americanos con Incapacidades), una mayoría al estilo Scalia-Thomas, podría hacer
más difícil que las personas con incapacidades prueben y resuelvan casos de discriminación; inclusive más allá de limites ya impuestos al ADA por la Corte de una decisión
mayoritaria de 5 a 4 votos en el nombre del “federalismo” en el caso Board of Trustees
of University of Alabama v. Garrett (2001). En efecto, un voto más con Scalia y Thomas
hubiera extendido la decisión dañina en el caso Garrett y hubiera declarado inconstitucional el Title II del ADA en Tennessee v. Lane, como se discutirá más adelante en el
capitulo 10 en el caso Garrett.
Adicionalmente, Scalia y Thomas se unieron parcialmente al disentimiento del
Magistrado Rehnquist en una importante decisión en 1998 en la cual la mayoría de la
Corte falló que el ADA previene discriminación en contra de personas asintomáticas
infectadas con el virus del SIDA, como en el caso Bragdon v. Abbott84 Dos votos del
lado Scalia-Thomas-Rehnquist discutirían por completo esta importante protección.
Thomas y Scalia, apoyados de nuevo por el Magistrado Renquist, también disintieron
de la opinión de la Corte en 1999, concluyendo que era una violación del ADA el
requerir la institucionalización inadecuada de dos mujeres incapacitadas mentalmente,
ilustrado en el caso Olmstead v. L.C.85 Los tres argumentan que, a pesar de fallos claramente establecidos por el Congreso que contradicen su opinión, mantener a personas
con incapacidades en instituciones no constituye discriminación, inclusive cuando la
institucionalización es injustificada e innecesaria
86
Otro ejemplo es el caso U.S. Airways, Inc. v. Barnett (2002), donde la corte limitó protecciones del ADA de 5 a 4 votos, que en muchas circunstancias, una compañía
DESASTRE EN
39
LA CORTE
People For the American Way Foundation
no necesita alterar su sistema de señoría para acomodar a un empleado con incapacidades. Escribiendo la opinión de la mayoría, el Magistrado Breyer explicó que un trabajador incapacitado podría a veces superar la presunción de un sistema que favorece
la señoría si él o ella pudieran demostrar “circunstancias especiales”. Los Magistrados
Souter y Ginsburg discutieron a favor de una interpretación del ADA con que hubiera
requerido que un empleador en las circunstancias de un caso como este demostrara que
el ignorar su sistema de señoría para acomodar a un empleado incapacitado le causaría
un impacto negativo. Pero Scalia y Thomas disintieron, argumentando que bajo ninguna circunstancia una compañía debe ser requerida a ignorar un sistema de señoría para
poder acomodar a un trabajador incapacitado. Esto podría debilitar aún más allá las
protecciones acordadas para los incapacitados.
Además, Scalia y Thomas se unieron al disentimiento del Magistrado Rehnquist en
el caso Equal Employment Opportunity Commssion v. Waffle House, Inc. (2002),87 donde
la Corte suspendió la autoridad estatutaria del Equal Employment Opportunity
Commission (EEOC- Comisión de la Igualdad de Oportunidad de Empleo) de demandar a un empleador por violar el ADA y buscar compensación monetaria y otras recompensas para un empleado victimizado, incluyendo la situación en la cual el empleado ha firmado un acuerdo requiriendo arbitración sobre todas las disputas del empleo.
Este disentimiento hubiera negado al EEOC esta importante avenida para combatir la
discriminación en contra de americanos incapacitados en tales circunstancias. Como
muchos empleadores exigen que los empleados firmen acuerdos de arbitración mandatoria como una condición de empleo, el añadir más jueces a la Corte al estilo Scalia y
Thomas amenazaría estas importantes avenidas de enforzar el ADA y potencialmente
otras leyes de discriminación.
La indiferencia de Scalia y Thomas por los derechos de los incapacitados no está limitada a casos que surgen bajo el ADA. En 1995, la Corte consideró si la prohibición
del Federal Fair Housing Act (Acta de Vivienda Justa) de discriminar en contra de la
gente con incapacidades podría ser ignorada por una ordenanza local de la cuidad,
88
ilustrado en el caso City of Edmonds v. Oxford House, Inc. La mayoría determino que
no, y envió de nuevo el caso a la Corte para ser más analizado. Pero los Magistrados
Thomas-Scalia y Kennedy disintieron, argumentando que una ciudad debe tener la
autoridad de excluir “casas comunitarias de rehabilitación” para alcohólicos y drogadictos de vecindarios aún si estos que prometen la mejor oportunidad de mejoría para los
89
pacientes. Si esta fuera la opinión de la mayoría, esta interpretación limitada del Fair
Housing Act podría reducir las protecciones de las personas incapacitadas.
En 1988, Scalia dio señales en otro disentimiento de que él haría más fácil de negar
DESASTRE EN
40
LA CORTE
People For the American Way Foundation
a una persona joven con incapacidad el derecho a la educación pública. La mayoría
declaró que el demandante en este caso debería tener su día en la corte, aún cuando
este haya dejado la escuela temporalmente. Pero el Magistrado Scalia no estuvo de
acuerdo. En su lugar, prefirió descartar la demanda judicial y hacer imposible que el
joven incapacitado recibiera la educación que la ley federal le promete, ilustrado en el
90
caso Honig v. Doe, y finalmente, en 1999, el Magistrado Thomas escribió un disentimiento declarando que un distrito escolar puede negar servicios de enfermería para
permitir que un joven incapacitado asistiera la escuela. El niño, un cuadrapléjico,
requería una enfermera para que lo asistiera con ciertas actividades para que él pudíera
asistir a la escuela y beneficiarse de la educación especial. La mayoría encontró que los
servicios que el joven necesitaba eran pretejidos bajo el Individuals with Disabilities
Education Act (IDEA- Acta de Educación para Individuos con Incapacidades), pero
Thomas hubiera denegado la acomodación para el niño.91 Vea el caso Cedar Rapad
92
Community School District v. Garret F.
Discriminación en contra de Personas Mayores y otros Grupos Vulnerables
Una mayoría Scalia-Thomas en la Corte Suprema haría más difícil que personas vulnerables y con desventajas busquen justicia por discriminación en las cortes, aún más
allá de las restricciones de la ley federal en nombre del “federalismo.” Por ejemplo;
harían más difícil que las personas mayores comprueben discriminación en el empleo.
Thomas se unió a una opinión concurrente de 1993 sugiriendo que a victimas de discriminación por edad no se les debería permitir comprobar sus casos mostrando el
“impacto desproporcionado” de prácticas de empleo, lo que privaría a trabajadores de
edad avanzada de un instrumento legal usado en casos de discriminación por raza y
sexo, como en el caso Hazen Paper Co. v. Beggins.93 Los Magistrados Thomas y Scalia
se unieron al decidir que personas mayores no puedan demandar a agencias estatales
por daños sobre violaciones de leyes federales de discriminación de edad ilustrada en el
94
caso Rimel y Florida Board of Regents, 2000. En otra opinión, el Magistrado Thomas
indicó que él haría aún más difícil para el Congreso aplicar dichas leyes anti-discriminatorias en los estados. En el caso General Dynamics Land System v. Cline,95 Scalia y
Thomas (acompañados del Magistrado Kennedy) discutieron en su disentimiento que
la ley federal debería prohibir al empleador dar trato preferencial a trabajadores de edad
avanzada. En 1989, Scalia disintió de la decisión mayoritaria que víctimas por discriminación de edad pueden usar el proceso de descubrimiento en una demanda para poder
identificar otras victimas. Si el punto de vista expresado por Scalia en su disentimiento hubiese representado la mayoría, sería extremadamente difícil, si no imposible, asegurarse de que todas las potenciales víctimas por discriminación de edad puedan presentar sus demandas y recibir una compensación justa, ilustrado en el caso HoffmannDESASTRE EN
41
LA CORTE
People For the American Way Foundation
La Roche Inc. v. Sperling.96
Otros grupos vulnerables podrían también enfrentar discriminación y maltrato bajo
una Corte al estilo Thomas-Scalia. Por ejemplo, en un disintimiento de 1999 acompañado por el Magistrado Supremo Rehnquist, el Magistrado Thomas abiertamente
descartó la cláusula de los privilegios e inmunidad de la Catorceava Enmienda y argumenta que a los estados se les debería permitir discriminar entre los residentes del estado, basando los beneficios de asistencia pública de acuerdo a cuando la persona se
mude al estado, como en el caso Saenz v. Roe.97 En lo que es ciertamente un ejemplo
para mostrar la opinión más despiadada por todos, Scalia y Thomas demostraron su
descaro por los derechos de personas institucionalizadas. En 1992 al disentir de una
mayoría apoyada por ambos conservadores y moderados, Scalia y Thomas declararon
que el golpear a un prisionero esposado constituye “un castigo cruel e inusual” presentado en el caso Hudson v. McMillan.98
99
Un ejemplo más reciente es el caso de Hope v. Pelzer (2002), donde la Corte falló
que un prisionero en Alabama podría demandar la prisión estatal por violar su derecho
de la Octava Enmienda de no ser expuesto a un castigo cruel e inusual. Los guardias en
dos ocasiones habían esposado a un prisionero a un “poste” incluyendo una vez por un
período de siete horas en el cual solamente le dieron “agua una o dos veces y no le
dieron receso para ir al baño.” La mayoría sostuvo que, bajo los sucesos alegados, “La
violación de la Octava Enmienda es obvia…[los guardias] concientemente sometieron
[al prisionero] a un riesgo substancial de daño físico, y a dolor innecesario causado por
las esposas y la posición restringida de confinamiento por un periodo de 7 horas, a una
exposición innecesaria al calor y al sol, a prolongadas horas de sed e insultos, a la privación de recesos para ir al baño que le crearon un riesgo de malestar y humillación.”
La mayoría rechazó el argumento de que los guardias merecían un juicio breve basándose en que calificaban por inmunidad, porque al tiempo de los incidentes en referencia y bajo los supuestos sucesos “de acuerdo a la ley… [Los guardias] requerían aviso por
adelantado de que el supuesto trato [al prisionero] era inconstitucional.” Pero el
Magistrado Thomas acompañado por Rehnquist y Scalia disintió. Dos votos más
hubieran revertido la decisión de la Corte.
Similarmente, dos votos más hubieran transformado el disentimiento de Thomas,
Scalia, y Rehnquist en el caso Chavez v. Martinez (2003)100 en la opinión mayoritaria
que a una persona interrogada por la policía pero nunca acusada no se le debería permitir presentar una demanda civil reclamando que el interrogatorio coercido de la
policía viola sus derechos constitucionales. Un voto más de acuerdo al de Thomas
podría haber revertido la decisión en el caso United States v. White Mountain Tribe
DESASTRE EN
42
LA CORTE
People For the American Way Foundation
(2003),101 donde la corte decidió que la tribu podría demandar al gobierno en la corte
de reclamos por violación de derechos fiduciarios por administrar tierra retenida en
fideicomiso por la tribu.
Todos los americanos protegidos por las leyes de los derechos civiles pueden ser perjudicados por la decisión de 5 a 4 votos de la Corte en el caso Brentwood Academy v.
Tennessee Secondary School Athletic Association (2001).102 La pregunta en ese caso fue
si la acción por una asociación atlética sin fines de lucro que regula los deportes interescolares de las escuelas públicas y privadas en Tennessee, la mayoría siendo de las
escuelas públicas, y el tener oficiales de la escuela pública entrelazados en su estructura
constituye “acción estatal” para el propósito de leyes federales de los derechos civiles.
La mayoría decidió que tal acción de la asociación, en efecto, era acción estatal. El disentimiento presentado por el Magistrado Thomas y acompañado por Rehnquist, Scalia,
y Kennedy, hubieran interpretado la doctrina de la acción estatal mucho más limitante, y severamente limitado el alcance a las leyes federales de los derechos civiles.
Derecho de los Inmigrantes
La Corte Suprema frecuentemente ha emitido decisiones limitando los derechos de
los inmigrantes, tal como la decisión de 5 a 4 votos (acompañada por Scalia y Thomas)
que el Nacional Labor Relations Board (NLRB-Asociación Nacional de Relación
Laborar) no podría adjudicar el pago atrasado a un trabajador que hubiera sido despedidos ilegalmente por participar en la organización de sindicatos, porque el trabajador
era un inmigrante indocumentado sin permiso para trabajar en el país como se vio en
Hoffman Plastic Compounds v. NLRB, 2002.103 Una Corte Suprema con más jueces al
estilo Scalia y Thomas, podrían empeorar la situación. Por ejemplo, en una decisión de
104
la
5 a 4 votos en el caso Immigration and Naturalization Service v. St. Cyr (2001),
Corte rechazó el argumento del gobierno de que éste podría automáticamente deportar
inmigrantes admitidos legalmente que se habían declarado culpables de ciertos
crímenes antes de las nuevas provisiones de las leyes federales de inmigración, que
tomaron efecto en 1997. Estas provisiones legalizaron el hecho para que extranjeros
legales que habían sido convictos de ciertos crímenes fueran inelegibles de obtener dispensación discreta de deportación. En St. Cyr, la estrecha mayoría de la Corte sostuvo
que esas nueve leyes no podían ser aplicadas retroactivamente. Una importante parte
de la opinión que la Corte también rechazó es la posición del gobierno que las nuevas
leyes migratorias habían despojado a las cortes federales de jurisdicción de decidir si
inmigrantes legales en esas circunstancias eran elegibles para ayuda discreta de
deportación. El Magistrado Scalia desintió en una opinión acompañado por Thomas y
Rehnquist, y en parte por O’Connor, sosteniendo que las nuevas leyes depravan las
DESASTRE EN
43
LA CORTE
People For the American Way Foundation
cortes de la jurisdicción de escuchar el caso, y lamentaron lo que Scalia llamó las “oportunidades para un recuento judicial de demora inducida“. Un voto más como Scalia y
Thomas haría más difícil que inmigrantes reten otras prácticas de deportación adoptadas por el gobierno.
En otra decisión de 5 a 4 votos, la Corte sostuvo en el caso Zadvydas v. Davis
(2001)105 que las leyes federales de inmigración no permitirían al gobierno mantener a
un extranjero en la cárcel indefinidamente que está con una orden final de deportación
de este país, aún cuando ningún país aceptaría a esa persona. El Magistrado Kennedy
disintió en opinión junto con Scalia, Thomas y Rehnquist reclamando que la ley federal no establece limite de tiempo por el cual el gobierno puede encarcelar extranjeros
sujetos para deportación. Scalia y Thomas sin embargo, irían más allá contradiciendo
a Kennedy y Rehnquist diciendo que la constitución podría requerir la libertad de custodia de extranjeros deportables en ciertas circunstancias (por ejemplo, si la persona no
presenta riesgo de escapar o no representa peligro para la comunidad). Scalia y Thomas
emitieron un disentimiento por separado, manteniendo que un extranjero encarcelado
sujeto a una orden final de deportación no tiene ningún derecho constitucional de ser
liberado bajo ninguna circunstancia, y que no hay ninguna situación en la cual una
corte podría ordenar la libertad de la persona en custodia. Más jueces en la Corte al
estilo Scalia y Thomas podrían autorizar al gobierno de encarcelar extranjeros deportables por siempre, si no hay ningún país que los admita. Dos jueces más que concuerden
con esta opinión podría significar que un inmigrante que es deportable en este país no
podría ni siquiera presentar una petición de habeas corpus para retar constitucionalmente ciertas leyes autorizando detenciones prolongadas, un problema que puede llegar a ser aún más significativo en el futuro como consecuencia del 9/11, vea Demore v.
Kim (2003).106
Los Magistrados Scalia y Thomas hubieran restringido los derechos de niños inmigrantes en el caso Tuan Anh Nguyen v. Immigration and Naturalization Service (2001). 107
En una decisión de 5 a 4 votos, la Corte en ese caso mantuvo decisiones que otorgan
ciudadanía automática a niños nacidos en el extranjero de madres americanas (mientras que la madre haya residido en los Estados Unidos por un período continuo de un
año), pero impuso una carga adicional en el caso de niños nacidos en el extranjero de
padres americanos. El disentimiento del Magistrado O’Connor cuestionó a la mayoría,
no solamente por condenar opiniones estereotípicas acerca de madres y padres pero
también por desviarse de precedentes en los cuales la Corte ha aplicado intenso escrutinio basados en clasificación de sexos al indicar si una violación constitucional ha
ocurrido. Scalia y Thomas, por otro lado, indicaron en su concurrencia que ellos
hubieran ido incluso más lejos que la mayoría de los otros Magistrados, expresando que
DESASTRE EN
44
LA CORTE
People For the American Way Foundation
la Corte careció de poder de proveer la ciudadanía americana solicitada por dichos
niños bajo cualquiera circunstancia.
Acción Afirmativa
Es claro que una Corte al estilo Scalia-Thomas sería mucho más difícil para que
americanos que han sufrido discriminación sean recompensados en la corte por sus
daños, pero esto no pararía allí. También claramente limitaría la habilidad del gobierno de igualar el campo de juego para prevenir discriminación y propiciar igualdades de
oportunidad. Una Corte al estilo Scalia-Thomas podría abolir la acción afirmativa y
otros esfuerzos para remediar los efectos de la discriminación. Desde sus inicios en la
Corte Suprema, el Magistrado Scalia ha indicado
…una Corte al estilo
su hostilidad hacia la acción afirmativa. En un
caso de 1987 relacionado con acción afirmativa
Scalia-Thomas ...
para mujeres, el Magistrado Scalia disintió sobre
una decisión que apoyaba la validez de la acción
afirmativa bajo el Titulo VII del Acta de los
claramente limitaría la
108
Derechos Civiles de 1964.
Aunque la mayoría
de la Corte actual ha restringido este importante
habilidad del gobierno de
recurso, ha aclarado que la cuidadosamente diseñada acción afirmativa es una respuesta apropiigualar el campo de juego
ada a la discriminación racial.109 En una destacada decisión de 5 a 4 votos la Corte decidió en el
110
para prevenir discrimicaso Grutter v. Bollinger (2003) que la acción
afirmativa es permisible para promover la diversidad educacional en las universidades. Sin embar- nación y propiciar igualgo, Scalia y Thomas podrían negar el uso de la
acción afirmativa sin tomar en cuenta las circundades de oportunidad.
stancias, inclusive aunque demuestre ser cuidadosamente construida para remediar la discrimi111
nación del pasado.
Aunque el Magistrado Scalia expresó que él nunca permitiría el uso de la acción afirmativa bajo ninguna circunstancia, tal era su opinión en ambos casos de Adarand and
Croson.112 La extrema naturaleza de los puntos de vista de Scalia es más evidente en
su opinión en el caso Croson en - 1989. En el caso, la ciudad de Richmond había instituído el uso de la acción afirmativa al otorgar contratos porque la discriminación en la
cuidad era tan evidente y atrincherada que a pesar de que la minoría racial formaba la
mitad de la población de la ciudad, las firmas que ellos operaban recibían solamente dos
DESASTRE EN
45
LA CORTE
People For the American Way Foundation
tercios del uno por ciento de los contratos primordiales que la ciudad otorgaba.113 El
Magistrado Scalia igualó los esfuerzos de acción afirmativa por parte de la cuidad de
Richmond a siglos de discriminación en contra de afro-americanos con el insultante
comentario que “dar la vuelta no es un juego justo.”114 La perspectiva del Magistrado
Scalia referente al tema de raza no se ha suavizado con el tiempo. Seis años después del
caso Croson, en un corto y disuelto acuerdo en el caso Adarand, Scalia ignoró la vergonzosa historia de discriminación racial de nuestra nación al igualar el “modo de pensar” que resultó en esclavitud y odio racial con los sinceros esfuerzos de rectificar errores
115
históricos y alcanzar igualdad a través de la acción afirmativa.
Los puntos de vista del Magistrado Thomas con relación a raza y acción afirmativa
son igualmente extremistas. El Magistrado Thomas todavía no se había integrado a la
Corte Suprema cuando el caso Croson fué decidido, pero su aprobación en el caso
Adarand y su disentimiento en el caso Grutter son reveladores. En el caso Grutter,
Thomas afirmó que la facultad de derecho de la Universidad de Michigan efectivamente tiene que escoger entre sus objetivos de diversidad o excelencia académica, y que
“no puede tener ambas.”116 En el caso Croson, Thomas llamo acción afirmativa “noci117
va” y la clasificó como “discriminación racial patrocinada por el gobierno.”
Ni
siquiera reconoció la desigualdad dramática entre los blancos y las minorías raciales y
nuestras largas y tristes prácticas de discriminación legal e ilegal. En su lugar, su opinión
en el caso Adarand citó la declaración de la Independencia como la autoridad que con118
tiene el “principio inerte de igualdad que mueve y llena nuestra Constitución.”
Mientras es cierto que el lenguaje de la Declaración de la Independencia sugiere que la
igualdad era altamente valorada por los hombres que elaboraron el documento, es igualmente cierto que muchos poseían esclavos y todos vivieron en el tiempo cuando la
esclavitud constituía un componente significativo de la economía en algunas regiones
de la nación. Es revelador que el Magistrado Thomas citó las palabras de un tan importante documento histórico sin conllevar ningún análisis histórico para examinar las
costumbres y tradiciones de los elaboradores de la Declaración de Independencia. Si
nos somete a este análisis se le haría difícil concluir que los que escribieron la
Constitución tenían el concepto de igualdad racial en mente cuando escribieron la
Declaración de Independencia. Afortunadamente, las palabras claras en la DécimaTercera, Décima-Cuarta y Décima-Quinta Enmienda de la Constitución sí extienden
protecciones de leyes para todas las razas, pero el análisis selectivo histórico de Thomas
no hace nada para menospreciar esto. Sin embargo, la aplicación inconsistente de
teorías que usa Thomas para enfatizar la importancia del intento de los que escribieron
la Declaración de la Independencia subestima su credibilidad en dichos aspectos. Sin
embargo, un voto más como el de Thomas y Scalia, podría cambiar efectivamente la
opinión pública, y cambiar la ley existente y abolir el uso de la acción afirmativa.
DESASTRE EN
46
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Derechos Civiles y Constitucionales y la “Guerra contra el Terrorismo”
Un número de decisiones estrechamente dividas discutidas previamente implica
temas relacionados a las libertades civiles y constitucionales con respecto a “la guerra
contra el terrorismo”. Pero los Magistrados Scalia y Thomas así como la Corte en general, han discutido específicamente estos temas. En un discurso en el año 2003, el
Magistrado Scalia comentó que la mayoría de nuestros derechos “van más allá de lo que
requiere la Constitución” y escalofriantemente sugirió que en tiempos de guerra, se
puede esperar que los derechos civiles sean “reducidos a su mínima expresión.119 Con
más jueces al estilo Thomas y Scalia en la Corte, este “reducimiento” podría bien caer
más debajo de “lo que la Constitución requiere” y así poner en peligro los derechos más
fundamentales.
En el caso Rasul v. Bush (2004),120 el Magistrado Scalia escribió un fuerte disentimiento, acompañado por el Magistrado Thomas y el Magistrado Rehnquist, donde la
Corte decidió de 6 a 3 votos que ciudadanos extranjeros capturados en el extranjero
durante la guerra en Afganistán puedan retar la legalidad de su detención indefinida en
la Bahía de Guantánamo en las cortes estadounidenses. Scalia duramente acusó que la
mayoría estaba creando impropiamente un “monstruoso plan en tiempos de guerra.” 121
Tal como la opinión mayoritaria, la opinión concurrente del Magistrado Kennedy
explicó, que Guantánamo es efectivamente un territorio de los Estados Unidos sobre el
cual los Estados Unidos ejerce jurisdicción exclusiva, y que los prisioneros que han sido
encarcelados en violación a la ley estadounidense. Algunos sostienen que han sido maltratados o torturados. Adoptar una visión al estilo Scalia-Thomas-Rehnquist significaría que la rama Ejecutiva podría unilateral e indefinidamente encarcelar a cualquier
ciudadano extranjero en territorio americano y Guantánamo, aún si este reclama no ser
combatiente y que ha sido torturado, sin efectuar ninguna investigación por parte de
cualquier corte americana.
El Magistrado Scalia se unió fuertemente a la posición de la Administración referente a la práctica de detención indefinida de ciudadanos americanos en el caso Handi
122
v. Rumsfeld (2000).
Donde ocho jueces rechazaron la demanda de la
Administración que esta podría mantener a un ciudadano americano arrestado en el
extranjero en conexión con la guerra al terrorismo detenido indefinidamente e incomunicado. Los Magistrados Scalia y Stevens sostuvieron que la administración tenía
que presentar cargos de traición o cualquier otra ofensa al supuesto combatiente, convencer al Congreso de suspender la orden de Habeas Corpus, o dejarlo ir.123 La pluralidad de los Magistrados decidió que mientras los supuestos combatientes pueden ser
detenidos, deben recibir una oportunidad significativa de poder disputar los hechos y
DESASTRE EN
47
LA CORTE
People For the American Way Foundation
otras bases por su detención antes de una persona neutral con acceso a consejería. El
Magistrado Thomas fue el único opositor que defendió la práctica de la administración.
Su opinión desconcertante, (dicho por la mayoría), transformaría el estado de guerra
en un” cheque en blanco para el Presidente”, aún cuando se trate de los “derechos de
los ciudadanos de esta nación.124
DESASTRE EN
48
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Cuatro
RELIGIÓN
FORZADA
Y LIBERTAD
Scalia y Thomas
argumentaron que la
Primera Enmienda
no requiere la
neutralidad del
gobierno hacia la
religión.
Por décadas, ambos Magistrados, conservadores y progresistas de la Corte Suprema
han reconocido que una de las más importantes formas en la cuál nuestra
Constitución protege la libertad religiosa es
exigiendo que el gobierno permanezca
totalmente neutral hacia la religión. Sin
embargo, una Corte Suprema, al estilo
Scalia-Thomas podría erradicar esa protección. En 1992 en un disentimiento donde se
unieron los Magistrados Thomas, White, y
el Magistrado Supremo Rehnquist; Scalia
escribió en el caso Lee v. Weisman,125 que la
Primera Enmienda no requiere la neutralidad del gobierno hacia la religión, y en vez,
argumentaron que el gobierno puede promover la oración y la religión, siempre y
cuando esta no favorezca a una secta, no
imponga la participación religiosa o pague
por actividades similares.126 En la Corte
actual, solo hacen falta dos votos más para
que este punto de vista radical se convierta
en una realidad.
Las consecuencias de que las ideas de
Scalia y Thomas se conviertan en ley,
serían devastadoras. Las escuelas podrían
ordenar la oración de “audiencias cautivas”
en las graduaciones, en los salones de clases
y en cualquier otra de las actividades escolares; mientras tanto no se le dé favoritismo
DESASTRE EN
49
LA CORTE
People For the American Way Foundation
a un punto de vista sectorial como Scalia, Thomas, y Rehnquist argumentaron en su
127
disentimiento sobre el fallo en el caso Santa Fé Independent School Dst. v. Doe (2000),
donde la Corte encontró que oraciones “dirigidas por los estudiantes” y patrocinadas
por la escuela durante juegos de fútbol americano era inconstitucional, y tambien que
estudiantes podrían ser instruidos para inclinar su cabeza en oración verbal o en silencio y si no estaban de acuerdo, podrían ser acusados de no ser buenos ciudadanos. Los
estados podrían requerir la enseñanza de religión creacionista al mismo tiempo que se
enseña el tema de la evolución, como Scalia urgió en su disentimiento en el caso
Edwards v. Aguillard (1987).128 También podrían requerir un repudio anti-evolucionista en los libros, como Scalia, Thomas, y Rehnquist propusieron en su disentimiento cuando se les negó la revisión del caso Tangipahoa Parish Board of Educ. v.
129
Freiler (2000).
Además, agentes de policía, jueces, sargentos, y otras personas en
posiciones de autoridad tambien podrían imponer su punto de vista religioso en audiencias cautivas. El principio establecido en que el gobierno no puede tomar acción de
promover la religión sería eliminado, así como Scalia y Thomas sugirieron en una
opinión concurrente en 1993 en el caso Lamb’s Chapel v. Center Moriches Union Free
School Dist.130
Las opiniones escritas de los Magistrados Scalia y Thomas sobre el involucramiento
del gobierno en la religión, indica claramente la falta de respeto a los intereses y derechos de los ciudadanos que no son religiosos o son miembros de una fé minoritaria. En
el caso Lee v. Weisman, se burlaron del daño causado a la libertad religiosa y la a libertad de conciencia que resulta cuando se impone la oración en audiencias cautivas.131
En el caso Weisman encontraron que la asistencia a la ceremonia de graduación no era
requerida y por lo tanto, no existía “penalidad” por no asistir a la graduación.132
La sugerencia arrogante de que los estudiantes y sus familias que se oponen a la oración
impuesta por el gobierno, podrían simplemente no asistir a la graduación, completamente falla en reconocer lo importante que este tipo de ceremonias es para la mayoría
de los estudiantes y sus familias.
En los casos de, Edwards v. Aguillard y Church of Lukumi Babalu Aye, Inc. v. City of
Hialeah (1993),133 se revela aún otra amenaza de lo que una mayoría al estilo ScaliaThomas, significaría para la libertad de religión. La opinión de Scalia sobre estos temas
demuestra una visión radical sobre muchos casos de este tipo y argumenta que un análisis de la intención legislativa no debería jugar ningún papel en adjudicar casos de la
Primera Enmienda.134 Esta posición de Scalia abriría una vía para las leyes, que mientras son neutrales en su contenido, son motivadas por el intento de promover la
religión. El Magistrado Thomas ha tomado una perspectiva aún más radical, declarando que la Cláusula de Establecimiento no se aplica en ningún momento a gobiernos
DESASTRE EN
50
LA CORTE
People For the American Way Foundation
estatales y locales, y que los individuos no tienen ningún derecho a la neutralidad religiosa, a menos que se trate del gobierno federal; contradiciendo décadas de precedentes
de la Corte Suprema.135
Irónicamente, aún después de rechazar la neutralidad hacia la religión en casos como
Weisman, para que el gobierno pueda promover la religión, Scalia y Thomas han adoptado una versión diferente de la neutralidad. Argumentado que a los gobiernos se les
debe permitir usar fondos públicos para financiar instituciones religiosas. En una
estrecha mayoría de 5 a 4 votos, incluyendo a Scalia y Thomas, el caso de Zelman v.
Simmons -Harris (2002),136 permitió que si los padres de familia están de acuerdo,
pueden usar fondos públicos para ser usados como bonos y mandar a sus hijos a escuelas religiosas. Scalia y Thomas irían más allá, en una opinión pluralista con otros dos
Magistrados en el caso Mitchell v. Helms (2000),137 sugirieron que cualquier ayuda del
gobierno a escuelas religiosas es permitida, siempre y cuando el material proveído no
sea religioso y sea igualmente presentado en escuelas regulares. Aunque este, punto ha
sido refutado por cinco Magistrados, Scalia y Thomas claramente se adhieren a él. Por
ejemplo, como la voz disintiente a una oposición de certiorari en un caso en 1999, el
Magistrado Thomas escribió a favor de abolir la prohibición de otorgar fondos públicos
para ayudar a grupos sectarios, ilustrado en el caso Columbia Union Collage v. Clark.138
Un juez más como Scalia y Thomas posiblemente autorizaría fondos del gobierno a sectas religiosas de servicios sociales y escolares y autorizaría el uso de fondos públicos en
actividades con un propósito explícito o contenido religioso. En efecto, una Corte al
estilo Scalia-Thomas forzaría a estados a subsidiar la educación, ofreciendo becas a las
personas que estudian para el clero, como en el caso Locke v. Davey.139 Una Corte al
estilo Scalia- Thomas permitiría que las líneas de distritos escolares y municipales sean
trazadas para permitir que una secta religiosa predomine, como en el caso Board of
Education of Kiryas Joel Village School Dist. v. Grumet, 1994.140
Finalmente el Magistrado Scalia permitiría la exención de impuestos en la compra
de libros y publicaciones religiosas - inclusive si se le niega el mismo derecho a ediciones no religiosas. En 1989 Scalia disintió de una mayoría sosteniendo que era inconstitucional para el gobierno proveer una exención de impuestos para publicaciones religiosas, donde estas no fuesen permitidas a otras publicaciones y donde la exención no
sirvió a ningún propósito secular. Aún así, la ley en cuestión de Texas, explícitamente
discriminó a favor de ediciones religiosas incrementando impuestos a los distribuidores
de otras publicaciones y no a los de las publicaciones religiosas. Scalia reclamó que la
ley no favorecía impropiamente a la religión como se ve en el caso de Texas Monthly,
Inc. v. Bulloc.141 En breve, una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas podría acabar
con la libertad religiosa y la separación de la iglesia y el estado.
DESASTRE EN
51
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Cinco
LIBERTAD DE
EXPRESIÓN Y
CENSURA
Un resultado importante de una Corte al
estilo Scalia-Thomas sería el aumento de
poder del gobierno para regular y suprimir la
expresión política, artística, periodística, y
comercial. Aunque Scalia se ha comprometido a proteger la libertad de expresión;
en algunos casos él y Thomas han votado
para restringir los derechos de la Primera
Enmienda.
Los disentimientos de Scalia y Thomas
en fallos de la Corte, que protegen la libertad de expresión, otorgarían más poder para
que el gobierno límite la expresión política.
Por ejemplo, en 1992 Scalia y Thomas se
unieron a un disentimiento del Magistrado
Supremo Rehnquist que permitiría a
municipalidades limitar la expresión, incrementando los cargos que cobraría a los
oradores controversiales por sus presentaciones y también añadiría más cargos por
protección policial como en el caso Forsyth
County v. The Nationalist Movement.142
Scalia y Thomas permitirían el enjuiciamiento de la “quema de cruces” sin tener
prueba de intentar intimidar, con el
Magistrado Thomas sugiriendo que aquí, la
Primera Enmienda no es aplicable. Como se
ha ilustrado en el caso Virginia v. Black.143
Un disentimiento de Scalia en 1995 le perDESASTRE EN
52
LA CORTE
People For the American Way Foundation
mitiría al gobierno prohibir propaganda anónima de temas políticos, ilustrado en el
caso Mclntyre v. Ohio Election Comm.144 Si esta posición se hubiera adoptado durante
la época de los fundadores de la patria, como el Magistrado Thomas reconoció, hubiera
prohibido panfletos políticos como el “Common Sense” de Thomas Paine y otras formas de expresión política importante para esa época. En 1992 el Magistrado Scalia en
su opinión concurrente de la mayoría argumentó que las áreas dentro de 100 pies de distancia de centros de votación, incluyendo aceras y calles, tradicionalmente no constituyen “área pública”, definido como lugares donde el discurso público ocurre. Por lo
tanto, de acuerdo a Scalia, la libertad de expresión en esas áreas no debería recibir todas
las proyecciones constitucionales ilustrado en el caso
Scalia y Thomas
Bruson v. Freeman.145 El Magistrado Scalia basó su
conclusión en que “tradicionalmente” las actividades
cerca de centros de votación han sido reguladas por
permitirían límites
el gobierno. Pero como los Magistrados Stevens,
impuestos por el gobierno O’Connor, y Souter indican en su disentimiento, tal
referencia a “tradición” justificaría la revocación de
precedentes claves hechas por la Corte que protegen
a las libertades de
los derechos constitucionales en el proceso electoral,
como fallos que han eliminado cobrar impuestos por
expresión artística y de votar y han requerido el concepto “una persona, un
voto” en el proceso de distribución de poder.146
prensa.
Scalia y Thomas permitirían límites impuestos por
el gobierno a las libertades de expresión artística y de prensa. En 1996, ambos votaron
para mantener restricciones federales en programas de televisión por cable supuestamente “ofensivos” o “indecentes,” que incluyen programaciones importantes sobre
temas de salud, literatura, y arte, discutido en el caso Denver Area Educational
Telecommunications Consortium v. FCC.147 Sus disentimientos esencialmente
sobornarían los derechos de directores de programación independiente y audiencias
cubiertas bajo la Primera Enmienda por los derechos de propiedad de los dueños de los
medios de comunicación.148 En 1990, Scalia votó para eliminar completamente las
protecciones de “toda una categoría de libertades de expresión comercial” relacionadas
con el sexo, ilustrado en el caso FW/PBS, Inc. v. City of Dallas,149 y aplicó el mismo
punto de vista a su opinión concurrente del 2002 en el caso City of Los Angeles v.
Alameda Books.150 En 1993, Thomas se unió al disentimiento que hubiese permitido la
prohibición de la distribución de periódicos conteniendo folletos de propaganda,
ilustrado en el caso Cincinnati v. Discovery Network.151 Ambos, Scalia y Thomas
votaron para hacer más fácil el enjuiciamiento de una conversación de interés público,
adquirida ilegalmente de una llamada hecha por teléfono celular, aun cuando una perDESASTRE EN
53
LA CORTE
People For the American Way Foundation
sona no esté directamente involucrada en este proceso, como indica el caso Bartnicki v.
Vopper (2002)152 y el enjuiciamiento de material sexual explícito producido electrónicamente que “parece” mostrar a menores, indicado en el caso Ashcraft v. Free Speech
Coalition (2002).153 Aquí solamente disintió el Magistrado Scalia en la opinión de la
Corte del 2004, manteniendo la orden preliminar en contra del Child Online Act, la
cual criminaliza dar acceso a material “ofensivo a menores” por el Internet, ilustrado en
el caso Ashcroft v. ACLU.154 En un disentimiento en 1987, el Magistrado Scalia argumentó que se le deberían permitir al gobierno exenciones de impuestos a publicaciones
basado en su contenido, aunque no sea evidente que dichas exenciones fuesen necesarias para obtener el propósito legislativo de aumentar ganancias mientras promueven
la comunicación pública como se demostró en el caso Arkansas Writers’ Project, Inc. v.
155
Ragland.
Una mayoría de la Corte al estilo Scalia-Thomas apoyaría el uso de la capacidad
financiera del gobierno para imponer nuevas restricciones en las artes y otras actividades. En 1998 Scalia y Thomas, emitieron una perturbante decisión concurrente
expresando claramente que la Primera Enmienda no se debe aplicar en lo absoluto a
programas que el gobierno financia como el Nacional Endowment for the Arts (NEA) y
que es perfectamente constitucional y que agencias gubernamentales usen practicas discriminatorias al otorgar estos fondos, como se vio en el caso Finley v. NEA.156
Aseveraron que cuando se habla de este tipo de financiamiento, el gobierno puede
explícitamente discriminar en contra del arte que condena un mensaje anti-popular.157
Si esto se convirtiera en la opinión mayoritaria, permitiría censura gubernamental y
practicas discriminatorias no solamente por el NEA, sino también por otras agencias
que proveen fondos a museos, bibliotecas, medios de comunicacion públicos, y otras
artes y en las actividades culturales y educacionales.158
En efecto, un voto más hubiera convertido el disentimiento de Scalia-Thomas en la
mayoría, afectando el resultado en el caso Legal Services Corporation v. Velásquez
(2001),159donde la Corte encontró inconstitucional las restricciones legislativas que
habían prohibido fondos a Legal Services de parte de cualquier organización que representan clientes que retan leyes del bienestar social. Estas restricciones previnieron que
abogados de estas agencias que representaban clientes indigentes en casos que retaban
la validez de estas leyes o de presentar argumentos legales que de otra forma lo hubieran hecho en nombre de sus clientes. La Corte sostuvo que estas restricciones constituían una restricción inadmisible al derecho de expresión personal. En su disentimiento, Scalia argumentó que las restricciones eran permitidas porque el Congreso financia
estos programas. Si como Scalia sugiere, manteniendo las restricciones significaría
“menos retos estatutarios a las leyes de bienestar social sean presentados por escasez de
DESASTRE EN
54
LA CORTE
People For the American Way Foundation
servicios gratuitos para este propósito,” a lo que Scalia y esos que lo acompañaron en su
disentimiento contestaron “ y qué” Un Magistrado más en la Corte votando como
Scalia y Thomas no tan solo afectaría a clientes de servicios legales sociales, sino también aumentaría la habilidad del gobierno de conservar cualquier forma de expresión
que ayude a financiar. Quizás el impacto más abarcante hacia la libertad de expresión
legal significarían asaltos indirectos hacia esta libertad. Por décadas, la Corte Suprema
ha seguido el caso de 1968, United States v. O’Brien,160 en donde una corte falló sobre
el caso donde se quemó la credencial de reclutamiento. Donde se dijo que si las leyes
son aplicadas en forma que restringe la expresión, el gobierno debe demostrar que está
promoviendo un interés importante y que el propósito de la ley no es suprimir la libertad de expresión. Esta opinión, no sugiere, ni que se eliminen todas las leyes que suprimen la libertad de expresión, ni que se libere a personas convictas de dilaciones al
expresar su opinión. En efecto, la decisión en el caso O’Brien, mantuvo la sentencia de
un hombre encontrado culpable de quemar su credencial de reclutamiento.
Algunos creen que la Corte en el caso O’Brien permitió mucha supresión de la expresión. Pero una Corte al estilo Scalia-Thomas limitaría la libertad de expresión aun más.
En 1991 Scalia propuso la eliminación de la doctrina del caso O’Brian y aplicando la
Primera Enmienda solamente si el propósito específico de la ley o su aplicación es para
suprimir la libertad de expresión, discutido en el caso Barnes v. Filen Theatre, Inc.161
Thomas se unió a Scalia en una opinión similar en el caso City of Erie v. Pap’s A.M.,
2000.162
El debilitamiento de los derechos de la Primera Enmienda que el punto de vista al
estilo Scalia-Thomas causaría, seria exagerado por la manera restrictiva de Scalia de
cómo determinaría la intención legislativa. Como resultado, las restricciones de expresión en los ámbitos del arte, política, y comercial debido a la aplicación de leyes generales serian exentas de protección bajo la Primera Enmienda. Por ejemplo, una ordenanza local que prohíbe el nudismo público podría ser usada para prohibir una exposición de arte. Similarmente, un estatuto de no trasgresión aparentemente neutral, puede
ser aplicado para perjudicar a protestantes de derechos civiles, como se usó en los años
50s y 60s.
Una mayoría al estilo Scalia-Thomas no tan solo limitaría el derecho de expresión,
si no además la libertad de asamblea. En 1999, Scalia, Thomas y el Magistrado Supremo
Rehnquist hubieran mantenido un estatuto en contra de la vagancia en el caso City of
Chicago v. Morales,163 el cual los otros Magistrados lo encontraron inconstitucionalmente ambiguo. La mayoría indicó que las leyes no dieron aviso sobre qué tipo de
actividades eran prohibidas o por lo menos, cuales eran las reglas mínimas de enforzaDESASTRE EN
55
LA CORTE
People For the American Way Foundation
miento. En efecto, la mayoría avisó que el estatuto cubriría “cantidad substancial de
conducta inocente”164 en las aceras y lugares de recreación de la cuidad. Aún así, una
Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas lo habría apoyado.
DESASTRE EN
56
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Seis
PROTECCIÓN
DEL
CONSUMIDOR
Y DEL
TRABAJADOR
Scalia y Thomas se alejarían significantemente de decisiones claves de la Corte
importantes para la protección de los derechos de los consumidores y trabajadores.
Por ejemplo, en 1997 la Corte decidió
que el Securities and Exchange Commission,
Comisión de Seguridad y Cambios (SEC)
por sus siglas en Inglés, estaba protegiendo
en forma apropiada a los consumidores al
prohibir intercambios de “información
interna” en la compra y venta de acciones,
aún cuando la persona que intercambiaba la
información no estaba formalmente vinculada a la compañía que estaba vendiendo las
acciones, como es el caso de United States v.
O’Hagan.165 Scalia y Thomas, disintieron
esta opinión, y en su lugar habrían limitado
la habilidad del SEC para proteger a los
consumidores. Además una Corte Suprema
al estilo Scalia-Thomas, limitaría la habilidad del pueblo y del gobierno de poner un
alto a los negocios de conducta anti-competitiva. Por ejemplo, el disentimiento del
Magistrado Scalia en 1991, en el caso
Summit Health Ltd. v. Pinhas166 harían más
difícil presentar demandas bajo el Sherman
Antitrust
Act.
Asimismo,
ambos
DESASTRE EN
57
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Magistrados, interpretarían angostamente las leyes claves haciendo más difícil dar
fuerza legal a las leyes creadas para promover competencia y prevenir monopolios,
como en el caso Eastman Kodak Co. v. Image Technical Services, Inc., 1992.167 Ambas
posiciones harían más difícil el forzamiento de regulaciones contra monopolios que
tengan como resultado elevar los precios de productos y servicios. Scalia y Thomas
también han sido críticos de la “Cláusula Negativa de Comercio” doctrina usada para
prevenir la discriminación en contra del comercio inter-estatal con el fin de promover
el comercio dentro del estado, como en el caso Pharmaceutical Research and
Manufactures of America v. Walsh, 2003. 168
Thomas y Scalia también revocarían decisiones importantes de la Corte que cubren
los derechos del paciente. En el caso Rush Prudencial HMO, Inc. v. Moran (2002)169 la
corte mantuvo una ley estatal estipulando que beneficiarios recipientes de seguro médico cubierto por un Health Maintenance Organization (HMO) por sus siglas en ingles,
Organización del Manejo de la Salud, bajo un plan de beneficio de empleado, tiene el
derecho a una revisión médica independiente sobre el rechazo de un servicio bajo
cobertura, cuando este haya sido rechazado y exista una disputa entre el proveedor primario y el HMO relacionados a “la necesidad médica” de dichos servicios. En una
decisión de 5 a 4 votos, la Corte rechazo la demanda de HMO que la ley estatal era
superior al estatuto federal de ERISA, Employment Retirement Income Security Act.
(Acta del Empleado del Ingreso para el Retiro y Seguridad) Aunque recientemente en
un número de decisiones los Magistrados Scalia y Thomas habían sido parte de decisiones mayoritarias de 5 a 4 votos, manteniendo los derechos estatales y bloqueando la
aplicación de la ley federal que protege los derechos del individuo. Thomas en este caso
escribió su disentimiento, (acompañado por Scalia, Rehnquist, y Kennedy), el cual
habría invalidado la ley estatal basándose en el pretexto de que la ley federal tiene prioridad sobre la ley estatal. A partir del 2002, cuarenta y dos estados y el distrito de
Columbia reportaron tener leyes de derechos de pacientes similares a la que se encuentra en el caso Moran. Agregando que un juez más como Scalia o Thomas en la Corte
tendría un impacto significativo en la capacidad de los estados para proteger los derechos de los pacientes en cuánto a decisiones de salud hechas por un HMO.
Recientes demandas judiciales por parte del consumidor han hecho que grandes
empresas Tabacaleras sean responsables de los daños causados por sus productos. Pero
en una Corte al estilo Scalia-Thomas, no se les habría permitido presentar a muchas de
estas demandas, como en el caso Cipollone v. LIggett Group, Inc. (1992)170 a la que
nunca se le hubiera permitido proceder, y más tarde los casos de restricción a fumar ni
siquiera hubieran tenido la oportunidad de ser presentados formalmente. Scalia y
Thomas habrían hecho que las compañías de cigarrillos fueran virtualmente inmunes
DESASTRE EN
58
LA CORTE
People For the American Way Foundation
en contra de las demandas judiciales prohibiendo la presentación de cualquier demanda que acusara a estas compañías de fraude intencional y ocultaría deliberadamente los
peligros del cigarrillo. Además los esfuerzos por hacer más fuerte las limitaciones hacia
las campañas de tabaco y cigarrillos, pudiesen caer víctimas de la interpretación de
expresión comercial del Magistrado Thomas, si estos puntos de vista dominaran la mayoría en la Corte Suprema, como en una decisión en 1996 que limitaba el anuncio en
los precios de los licores, el Magistrado Thomas abogó severamente en limitar el poder
del gobierno de regular el uso de propaganda de estos negocios en su afán de vender
sus productos, como en el caso 44 Liquormart, Inc. v. Rhode Island.171 Thomas continúa
abogando este punto de vista, como lo hace evidente en su opinión del 2001 en una
estrecha decisión de 5 a 4 votos en la que él y Scalia se unieron, la cual invalidó una
ley de Massachusetts que limitaba propaganda de cigarrillos cerca de escuelas y áreas de
172
recreación como en el caso Lorillard Tabacco Co. v. Reilly.
Los trabajadores tendrían que temer más que el
aumento en la discriminación de empleo descrita previamente en una mayoría al estilo Scaliainclusive votado para Thomas. Tal Corte incrementaría dramáticamente el número de situaciones en las cuales los
autorizar el despido de trabajadores podrían ser despedidos, bajados de
posición o disciplinados simplemente por expresar sus opiniones políticas. En una serie de casos,
empleados de bajo rango
Scalia y Thomas han, inclusive, votado para
autorizar el despido de empleados de bajo rango
en el gobierno, así como en el gobierno, así como contratistas por apoyar
o criticar al partido político o al oficial partidista
contratistas por apoyar “equivocado.” Por ejemplo, una opinión de
Scalia en 1990 permitiría que cualquier empleado de gobierno sea despedido o negado a una
o criticar al partido
promoción u orden de transferencia por ser
político o al oficial par- miembro de un partido político desfavorable,
como en el caso Rutan v. Republican Party of
Illinois.173 Los demandantes en este caso fueron
tidista “equivocado.” un consejero de rehabilitación, un operador de
equipos de carretera y un guardia de prisión- empleos que no requieren obligaciones,
fidelidad o conocimientos relacionados con alguna afiliación partidista. Sin embargo,
una Corte Suprema dirigida por Scalia, hubiera permitido que los empleados negaran
beneficios de trabajo a sus empleados únicamente porque ellos no apoyaron el mismo
partido político como en el caso del gobernador de Illinois. En la misma forma en 1996
Scalia y Thomas han
DESASTRE EN
59
LA CORTE
People For the American Way Foundation
una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas hubiera permitido a un alcalde remover la
compañía de remolque de la lista de contratos que otorga el departamento de policía
porque el dueño de la compañía había rehusado apoyar la campaña de la reelección del
alcalde como se ilustra en el caso O’Hare Truck Service v. Northlake.174 Y en un disentimiento similar en 1996, Scalia y Thomas hubiesen permitido la terminación del contrato de recolección de basura del condado porque el propietario de la compañía criticó abiertamente la Junta de Comisionados como en el caso Board of County
Commissioners v. Umbehr.175
Los Magistrados Scalia y Thomas, harían difícil o casi imposible que un empleado de
gobierno, demande a oficiales gubernamentales por tomar acciones vengativas aún
cuando se demostró que las acciones del gobierno fueron un pretexto para castigar la
expresión si se encontraba censurable como es el caso de Crawford-El v. Britton, 1998.176
Una Corte al estilo Scalia-Thomas también autorizaría al gobierno prohibirle a un
empleado de bajo nivel recibir compensación por escribir o hablar sobre cualquier
tema, inclusive si el tema es totalmente irrelevante a sus obligaciones gubernamentales
como es el caso de United States v. Nacional Treasury Employees Union, 1995.177 El disentimiento de Scalia en 1987 indica que un trabajador podría ser despedido por un
comentario personal a un compañero de trabajo, como en el caso Rankin v. Mc
Pherson.178 Aquí, Scalia hubiese permitido el despido de una empleada de oficina de la
policía del condado por su comentario personal, sugiriendo que ella había estado de
acuerdo con el intento de asesinato del Presidente Reagan. Aun cuando el comentario
fue evidentemente insensible el hecho también demostró que ello fue motivado por un
desacuerdo con políticas del Presidente Reagan y nada en el historial señala que la
empleada representara realmente una amenaza para el Presidente. Sin embargo, bajo la
Corte Suprema que comparte los puntos de vista de Scalia, esta empleada hubiera perdido el trabajo.
Una Corte Suprema al estilo Scalia sería hostil con los derechos del empleado por
trabajar con sus sindicatos para proteger los derechos del trabajor. Una corte dominada
por Scalia, debilitaría el derecho de hacer huelga y negociar en forma colectiva al
expandir la habilidad de los empleadores de rehusarse a negociar con representantes de
los sindicatos elegidos a cierto tiempo, ilustrado en el caso NLRB v. Curtin Matheson
Scientific, Inc.,1990.179
El siguiente año, Scalia votó para reducir los recursos
financieros de los sindicatos restringiendo el uso de las cuotas de servicio de individuos que se benefician de las actividades de negociación de los contratos colectivos de
trabajo aunque no sean miembros del sindicato, como en el caso Lehnert v. Ferris
Faculty Ass’n, 1991.180
DESASTRE EN
60
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Finalmente la mayoría de una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas también tendría un impacto negativo en los trabajadores en el área de sus beneficios de pensiones.
El Acta del Empleo del Ingreso por Retiro y Seguridad (ERISA) por sus siglas en inglés
fue establecida por el Congreso para proteger a los trabajadores, estableciendo estándares mínimos de responsabilidad fiscal para planes de beneficios y pensiones.
En un número de casos, sin embargo, los Magistrados Scalia y Thomas han interpretado ERISA a favor de empleadores o administradores de planificación y en contra de los
trabajadores. Por ejemplo en 1996, Thomas y Scalia, junto con el Magistrado
O’Connor en su disentimiento hubieran negado a empleados participantes de un plan
de retiro llevado a la quiebra, el derecho de presentar una demanda para ser incluidos
en otro plan solvente mantenido por su empleador como se ilustra en el caso Varity
Corp. v. Howe.181 Además no estaban de acuerdo con el fallo, que indicó que ERISA
prohibía al empleador engañar a sus empleados acerca de la solvencia del plan de retiro
aún cuando el engaño era obvio y estaba encaminado a ahorrarle dinero al empleador
en detrimento de los beneficios del empleado. Similarmente en 1989, el Magistrado
Scalía había interpretado ERISA de forma más escasa que la mayoría con relación a la
obligación de un empleador o plan de retiro, a dar información acerca de planes a sus
participantes, como se ilustra en el caso Firestone Tire & Rubber Co. v. Bruch.182
Además, dos votos más con Scalia y Thomas habían penalizado trabajadores de minas
de carbón ya jubilados con la demora de una ley de una agencia federal al asignar sus
demandas a compañías individuales bajo ley federal, poniendo potencialmente en peligro los beneficios de jubilación de unos 10.000 retirados de la industria carbonera,
como en el caso Barnhart v. Peabody Coal Co., 2003.183
DESASTRE EN
61
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Siete
PROTECCIÓN
AMBIENTAL
Los Magistrados Scalia y Thomas han
usado sus posiciones como parte de la escasa
mayoría en la Corte para hacer daños significativos a los esfuerzos federales, estatales y
locales
de
proteger
el
medio
184
ambiente. Además a ayudado ha conducir
la opinión de la mayoría que debilita la
capacidad de los grupos de ciudadanos a
presentar demandas en sus esfuerzos para la
protección ambiental.185 Un caso decidido
en el 2000 demuestra cómo una Corte que
adoptó la visión minoritaria de Scalia y
Thomas podría posteriormente denegar
accesos a las cortes y debilitar o modificar
algunas importantes leyes ambientales,
como en el caso (Friends of The Earth, Inc.
v. Laidlaw Environmental Services (TCO),
Icn.)186 En este caso, una compañía de
recolección de basura (Laidlaw) repetidamente liberó sustancias tóxicas, incluyendo
mercurio, en el Rio North Tiger en South
Carolina, una violación directa al permiso
de la compañía de operar una planta de
tratamiento de agua.187 La opinión de la
mayoría autorizó que la mayoria demandara
para hacer cumplir la ley en contra de la
contaminación y la compañía fue acusada
de violación. Pero en su disentimiento,
Scalia y Thomas primero argumentaron que
no había prueba de liberación de mercurio y
otras sustancias tóxicas dentro del agua que
realmente dañara el ambiente.188 Talvez
DESASTRE EN
62
LA CORTE
People For the American Way Foundation
anticipándose a que este argumento no era relevante, en presencia de los resultados de
la Corte de Distrito que mostró que Laidlaw había violado los limites de mercurio en
489 ocasiones entre el 1987 y 1995,189 Scalia y Thomas entonces argumentaron que
la demanda de los ciudadanos no debió ser permitida después de todo ya que el daño se
puede decir perjudicó a todos los ciudadanos al rededor de la planta de
tratamiento.190Aparentemente, en la perspectiva Scalia-Thomas si solamente una o
pocas personas son perjudicadas por una violación a la ley, pueden presentar una
demanda. Por el contrario si casi todos somos perScalia y Thomas harían judicados, nadie puede iniciar una demanda legal
para remediar el daño. El efecto de la opinión de
Scalia-Thomas en Friends of the Earth es el clásico
más difícil para un
doble sentido: Ellos harían más difícil para un
grupo de ciudadanos grupo de ciudadanos ganar acceso a las cortes y
hacer proteger el medio ambiente, especialmente
en casos de masiva o extensa contaminación. En
ganar acceso a las
este aspecto, la opinión representa una doble viccortes y hacer proteger toria para los activistas radicales que mantienen
una firme posición en muchas de las leyes
nacionales de protección del medio ambiente.
el medio ambiente,
Una Corte al estilo Scalia- Thomas haría además
mucho más difícil para ambos individuos y el gobierno proteger y preservar nuestros recursos natude masiva o extensa rales a nación, las especies en peligro de extinción
y las regiones vírgenes. Una mayoría al estilo
Scalia-Thomas podría revertir las importantes
contaminación.
decisiones en el 2000 que individuos privados
pueden presentar demandas de ciudadanos bajo la ley federal para evitar la contaminación del aire y del agua. No obstante, mientras Scalia y Thomas son hostiles a los
intentos de ciudadanos privados de forzar las corporaciones a limpiar daños que han
causado, parecen más compasivos ante las preocupaciones de los contaminadores mismos. Por ejemplo, una mayoría al estilo Scalia-Thomas haría muy fácil para los contaminadores el recobrar los costos incurridos durante sus actividades de limpieza. En
1994, Scalia y Thomas escribieron un disentimiento que permitiría a compañías privadas colectar honorarios de abogados relacionados a sus litigaciones para forzar a otros
responsables de contaminación (en este caso, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos)
de compartir los gastos de limpieza, en el caso Key Tronic Corp. v. United States.191 El
Magistrado Scalia tomo esta posición a pesar de su usual aseveración de que las cortes
no deberían ir más allá del texto explícito de los estatutos y el hecho de que el
especialmente en casos
DESASTRE EN
63
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Comprehensive Environmental Response, Compernsation and Liability Act (CERCLA Por
sus siglas en inglés, Acto Comprensivo de Respuesta de Compensación al Ambiente)
no autorizó la recuperación de los honorarios de abogados por el tipo de acción considerada.192
Scalia y Thomas son también hostiles a los esfuerzos gubernamentales de forzar las
leyes y regulaciones del medio ambiente a nivel nacional. Un voto màs de la perspectiva de Scalia-Thomas en un caso del 2004 despojaría a Enviroment Proteccion Agency
(EPA.Agencia para la Proteccion del Ambiente) de la autoridad de prevenir daños al
aire por contaminación por industrias cuando agencias estatales fracasan inapropiadamente en hacerlo, inclusive, cuando hay tecnología disponible que podría triplicar la
reducción en contaminaciones dañinas, ilustrado en el caso Alaska Department of
Enviroment Conservation v. EPA.193 Un disentimiento de Thomas y Scalia del 1994
podría haber reducido la habilidad del estado de esforzar medidas fuertes, incluyendo el
mínimo de las corrientes de agua, para proteger áreas de pesca bajo el Clean Water Act.
(Acta para el Agua Pura) (PUD No. 1 of Jefferson County et al. v. Washington
Department of Ecology)194 En un disentimiento de 1995, ambos establecieron claramente que impedirían al gobierno parar la destrucción de especies en peligro de extinción y el medio ambiente de animales salvajes en tierras privadas, ilustrado en el caso
(Babbitt v. Sweet Home Chapter of Communities for Greater Oregon)195 Y en un disentimiento de 1995 de una negociación de certorari, El Magistrado Thomas dejo claro que
enérgicamente limitaría la habilidad del Army Corps of Engineers (Cuerpo de Ingenieros
del Ejército) de proteger el medio ambiente de aves migratorias bajo el Clean Water Act
en el caso Cargill, Incorporated v. United States.196
Finalmente una Corte Suprema controlada por los Magistrados Scalia y Thomas
podría apoyar a contaminadores y urbanizadores pero extremadamente hostil a los
esfuerzos del gobierno local y estatal a utilizar permisos regulatorios de protección al
medio ambiente (vea, e.g., California Coastal Comisión v Granite Rock Company,
1987,197Steven v. City of Cannon Beach 1994;198 y Suitum v. Tahoe Regional Planning
Agency, 1997.199 En efecto, pudo haber tomado solamente dos votos concordantes más
con la posición Scalia-Thomas para proveer un gran aliento al movimiento del
“Derecho a la Propiedad” y sostuvo que inclusive una moratoria temporal en una
urbanización en el Valle del Lago Tahoe estaba “tomando” compensación requerida de
los dueños de la propiedad en Tahoe-Sierra Preservation Council Inc. v. Tahoe Regional
Planning Agency (2002)200 No puede existir ninguna duda: Una inclinación ScaliaThomas en la Corte Suprema podría hacer la protección y preservación del medio
ambiente mucho más que una penosa y fatigosa batalla.
DESASTRE EN
64
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Ocho
ACCESO
A LA JUSTICIA
Americanos que
buscan ayuda de las
cortes bajo una
mayoría al estilo
Scalia-Thomas es
mucho más probable
que encuentren las
puertas cerradas.
La definición americana de justicia es fundamentada en una simple, pero no
obstante, poderosa idea. Si alguien te causa
un daño puede tener su “día en la corte”
para ser indemnizado. Ya sea, si está buscando soluciones para daños por consecuencia
de acciones ilegales, negligentes o desacuerdos con otras personas, corporaciones o del
gobierno, el tener acceso a las cortes es
esencial para tener justicia. Sin embargo,
para los americanos que buscan ayuda de
las cortes bajo una mayoría al estilo ScaliaThomas es mucho más probable encontrar
las puertas cerradas. Tal como se discutió
anteriormente, los Magistrados Scalia y
Thomas demostraron una extraordinaria
hostilidad a reclamos traídos ante la corte
en áreas legales tal como los derechos
civiles y leyes del medio ambiente. Dada
esta hostilidad, no es sorprendente que también tiendan a argumentar que los reclamos
en estas áreas de la ley no deban ser
escuchados por las cortes. Una visión que
podría tener el efecto de algunas leyes o porciones de las leyes que no pueden ser
enforzadas. Por ejemplo, la opinión de
Scalia-Thomas de 1994 aclaró que ellos no
permitirían demandas retroactivas bajo el
Acto de los Derechos Civiles a pesar que la
historia legislativa mostró que el Congreso
intentó que dichas demandas fueran cubiertas como en el caso Landgraf v. USI Film
DESASTRE EN
65
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Products.201
Quién tiene el “derecho” de iniciar una demanda judicial es el punto importante en
el sistema legal americano. Para poder tener el derecho de iniciar una demanda las personas deben demostrar tres cosas: que hayan sufrido algún tipo de perjuicio, que el
daño esté vinculado a la acción u omisión del acusado, y que haya decisión favorable
en la demanda que remedie o rectifique el daño. Los Magistrados Scalia y Thomas
tienen un punto de vista bien estrecho en cuanto a los requerimientos de iniciación de
demandas y por consiguiente eso podría reducir la facultad de presentar demandas en
un número de situaciones. Mostrando una animosidad especial, por el tipo de demandas presentadas por los” ciudadanos comunes” definidas como demandas para obligar a
que el gobierno imponga la ley. Thomas se unió en 1998 al disentimiento de Scalia
argumentando que a un ciudadano común no se le debería permitir hacer una demanda para obligar al gobierno a imponer leyes que se refieran a requerimientos de registros y reportes para comités políticos que hacen o reciben contribuciones con el
propósito de influenciar elecciones, discutido en el caso FEC v. Akins,202 Las leyes que
requieren estos grupos a dar información al público son importantes para asegurar la
integridad y la responsabilidad del gobierno, y aún así los Magistrados Scalia y Thomas
no permitirían demandas a ciudadanos para asegurarse de que ciertas leyes sean propiamente aplicadas. Irónicamente, Scalia y Thomas no están de acuerdo con las demandas de ciudadanos en este contexto porque todos los ciudadanos (no sólo aquellos
pocos que pudieran presentar dichas demandas) serian dañados por ese comportamiento en cuestión.203
Los Magistrados Scalia y Thomas tienen un punto de vista muy limitado de cuándo
los ciudadanos serían capaces de demandar directamente bajo la Constitución para
reivindicar sus derechos. Ellos se unieron a una decisión de 5 a 4 votos en el caso
Correccional Services Corp. v. Malesko (2001)204 donde la Corte sostuvo que entidades
privadas actuando bajo autoridad federal para llevar a cabo funciones gubernamentales, en este caso una casa intermedia operada por el Departamento Correccional, no
pudiesen ser encontradas responsable por daños monetarios por violaciones
Constitucionales. Los Magistrados Scalia y Thomas se unieron a la opinión de la
Corte, pero también escribieron por separado una opinión concurrente para expresar
un punto de vista aun más restrictivo: Su opinión concurrente argumentó que los fallos originados en la Corte que impliquen derecho por perjuicios de acciones privadas
bajo la constitución en contra de oficiales federales por daños monetarios deberían ser
estrechamente limitados a las “circunstancias precisas” de esos casos. A propósito, dos
o más votos de acuerdo con la posición de Thomas-Scalia en el caso Chavez v. Martinez
(2003),205 habrían impedido que victimas de investigación coercitiva policial presenDESASTRE EN
66
LA CORTE
People For the American Way Foundation
ten demandas para vindicar sus derechos Constitucionales. Y un voto más de acuerdo
a la posición tomada en el caso Groh v. Ramenez (2004) habría prevenido a las victimas de una investigación intrusa e ilegal y sin un permiso válido de ateo capaz de vindicar sus derechos en contra del agente del ATF quien dirigió la investigación.206
El deseo de Scalia y Thomas de restringir el acceso público a las cortes va aún más
lejos: En el año 1996 Thomas y Scalia unidos por el Magistrado Rehnquist, indicaron
que ellos inclusive permitirían a los estados prevenir a padres de bajos recursos de apelar
la terminación de sus derechos de paternidad al imponer altas apelaciones y otros costos contrarios a los establecidos por la mayoría. En el caso de M.L.B. v. S.L.J.207 Una
porción de la disensión que a la ni aún el Magistrado Rehnquist se unió, demostró que
una Corte Scalia-Thomas podria derribar 40 años de casos de la Corte Suprema,
comenzando con el fallo en 1956 Griffin v. Illinois,208 que representa la “proposición de
que un estado no puede arbitrariamente cortar los derechos de apelación para indigentes mientras dejen avenidas abiertas de apelación a personas más adineradas.”209 Si
el caso Griffin hubiese sido denegado, altas multas serían permitidas para prevenir
apelaciones hechas por defensores de indigentes criminales enfrentando la posibilidad
de largas sentencias en la prisión. Bajo una Corte Suprema controlada por Scalia y
Thomas, habría la verdadera posibilidad que apelaciones en casos relacionados a derechos de paternidad, el derecho a la libertad y otros derechos fundamentales que podrían
ser reservados únicamente para aquellos con suficientes recursos para pagar los altos
costos de la corte. Un voto más de acuerdo con Scalia y Thomas habría revocado los
recientes fallos de la Corte Suprema de usar los intereses en los programas de las cuentas de los abogados para ayudar a pagar por servicios legales de personas de bajos recursos. Discutido en el caso Brown v. Legal Foundation of Washington (2003)210 Y dos votos
más con Scalia y Thomas podrían completamente prohibir a ciudadanos extranjeros
inclusive demandar en cortes americanas para rectificar serios y claros abusos a los derechos humanos internacionales, vea el caso Sosa v. Alvarez-Machain 2004.211
Scalia y Thomas impedirían la habilidad de los ciudadanos de demandar la responsabilidad del gobierno con una nueva salida de emplear contratistas privados para ejecutar funciones gubernamentales. Al extender la inmunidad gubernamental en demandas judiciales incluyendo estas firmas privadas, lo que haría más difícil para los ciudadanos privados hacerlos responsables en la forma en que ellos gastan los impuestos de
los contribuyentes. En un disentimiento de 1997, Scalia y Thomas hubieran extendido
la tradicional inmunidad gubernamental disponible a guardias de prisiones a contratistas privados y haciendo con esto más difícil para los prisioneros el acusarlos por daños
sufridos a manos de guardias de prisión empleados por compañías privadas, ilustrado en
el caso Richardson v. McKnight.212 Este caso provee, otro ejemplo de la selectiva examDESASTRE EN
67
LA CORTE
People For the American Way Foundation
inacion del Magistrado Scalia de “históricas tradiciones.”213 En Richardson, Scalia
reclamó que extendiendo la inmunidad gubernamental a contratistas privados desempeñando funciones del gobierno era “nuestra práctica establecida”. Sin embargo, la
opinión mayoritaria incluía una cuidadosa examinación histórica de demandas legales
que muestra claramente que a los prisioneros se les ha permitido tradicionalmente
demandar por daños a sus guardias privados. En efecto, esta revisión histórica no
encontró ni un solo caso en el que a guardias de prisiones privadas les fuera otorgada
inmunidad similar, presentada por Mr. Richardson.214
DESASTRE EN
68
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Nueve
DINERO,
POLÍTICA
Y
RESPONSABILIDAD
GUBERNAMENTAL
Una mayoría al estilo Scalia-Thomas,
impediría significativamente los esfuerzos
para imponer y enforzar las leyes de financiación de campañas y hacer que los candidatos y las campañas sean responsables
ante el público. Ambos, conservadores y
moderados en la Corte Suprema han
reconocido que la Primera Enmienda permite algunas limitaciones en la financiación de campañas para prevenir corrupción y aumentar su responsabilidad. Una
mayoría al estilo Scalia-Thomas, sin embargo, revocaría estas decisiones e invalidaría
esfuerzos para reformar el financiamiento de
campañas.
En el año 2000, la Corte decidió que
Missouri podría establecer límites en las
contribuciones a campañas similares a los
límites de la entonces ley federal, en el caso
Nixon v. Shrink Missouri Government
PAC.215 Pero, los Magistrados Scalia,
Thomas, y Kennedy disintieron, argumentando que tales límites, presuntamente
cubiertos bajo la ley federal y estatal, eran
inconstitucionales. El disentimiento fue
escrito por el Magistrado Thomas, quien
expresó directamente que… “nuestra
decisión [en el caso de financiación de camDESASTRE EN
69
LA CORTE
People For the American Way Foundation
paña en 1976 Buckley v. Valeo]216 fue un error, y yo lo revocaría.”217 Scalia y Thomas
también dejaron en claro su desacuerdo con el caso Buckley en 1996 que se trataba del
uso de propaganda negativa por parte del partido Republicano en contra de un candidato demócrata para el Senado estadounidense. Como esa opinión muestra, una mayoría
al estilo Scalia-Thomas, no permitiría ningún límite de gastos a campañas de partidos
políticos para sus candidatos resultando en una seria desvalorización de las pocas leyes
existentes de financiación de campañas. (Colorado Republican Federal Campaing
Committe v. FEC)218 Nuevamente, argumentando que el caso Buckley debería ser revocado, Thomas y Scalia disintieron de la opinión de la Corte que mantuvo una ley federal limitando la coordinación de gastos entre un partido político y su candidato, una
decisión que podría ser revocada con solo un voto más en acuerdo con esa posición
como es el caso de Federal Election Commission v. Colorado Republican Federal Campaing
Committe 2001.219
Los Magistrados Thomas y Scalia objetan a la porción de la decisión en el caso
Buckley que deja la puerta abierta para la reforma de financiación de campaña. Buckley
sostiene que mientras los gastos de campaña política hechos por individuos no deben
ser constitucionalmente limitados, las contribuciones hechas por individuos sí lo
pueden ser. Algunos creen que la decisión de Buckley debería ser revocada porque pone
muchas restricciones sobre esfuerzos en reforma de financiación de campaña, pero una
Corte al estilo Scalia-Thomas, revocaría la decisión de Buckley porque cree que esta
permite muchas regulaciones. Bajo el punto de vista de Scalia-Thomas, ni límites en
contribuciones a campañas ni restricciones en gastos de campaña serían permitidos. No
es una exageración decir que una Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas haría imposible reformar las leyes de financiación de campañas. Por ejemplo, Scalia y Thomas
recientemente disintieron en una decisión sosteniendo que las leyes federales prohibían
contribuciones directas a candidatos por organizaciones sin fines de lucro como es el
caso de Federal Election Commission v. Beaumont, 2003.220
Scalia también disintió en una decisión de 6 a 3 votos en 1990 que mantuvo una ley
en Michigan prohibiendo gastos corporativos para promover u oponer a candidatos
políticos. Como es el caso de Austin v. Michigan Chamber of Commerce.221 La mayoría
falló en Austin, que la ley restringiendo el lenguaje que habla de gastos corporativos
para apoyar u oponer a una campaña política era constitucional porque fue establecida
por una razón convincente: para reducir la corrupción y la apariencia de corrupción en
el proceso electoral a nivel estatal, restringiendo la habilidad de que los intereses de
negocios lucrativos dominen el proceso electoral. También sostuvieron que la ley de
Michigan fue diseñada cuidadosamente para escuchar las inquietudes convincentes del
estado. La ley dejó en claro que las corporaciones no pueden hacer gastos electorales
DESASTRE EN
70
LA CORTE
People For the American Way Foundation
erales, pero sí pueden hacer dichos gastos a través de un fondo separado establecido precisamente para recaudar y gastar fondos con propósitos políticos. A pesar de estas revelaciones, el Magistrado Scalia hubiera eliminado la ley estatal. (En su disentimiento
en el 2003 en el caso McConnell v. EFC, el Magistrado Thomas también dijo que él
“anularía” la decisión de Austin).222
En el año 2003, por un pequeño margen de 5 a 4 votos, la Corte Suprema virtualmente mantuvo todas las prohibiciones claves en la monumental ley McCain-Feingold
en su decisión en el caso McConnell v. EFC.223 Ambos, liberales y conservadores
habían levantado inquietudes acerca de algunos aspectos de la ley, particularmente su
prohibición de que “anuncios sobre temas” mencionen candidatos federales dentro de
los 60 días de una elección. Pero con un voto más para el disentimiento de Scalia,
Thomas, Rehnquist, y Kennedy irían más lejos e invalidarían muchas de las partes
claves de la ley McCain- Feingold, tal como sus límites en el uso de “dinero fácil” por
partidos políticos y su requerimiento de que locutores hagan pública la información de
los candidatos que hayan pedido tiempo para presentarse en los medios. Scalia y
Thomas irían aún más lejos en el caso McConnell, ambos habrían invalidado restricciones en el uso de “dinero fácil” por oficiales electos a puestos federales y sobre comunicaciones de elecciones “coordinadas” impropiamente con candidatos políticos, aún
cuando el Magistrado Kennedy y el Magistrado Supremo Rehnquist votaron para mantener específicamente estas provisiones.224 Thomas habría ido aún más lejos e invalidaría provisiones designadas para evitar comerciales “anónimos” de campañas negativas requiriendo la divulgación del patrocinador encargado de las comunicaciones.225
Scalia y Thomas retrocederían el progreso en otros tipos de responsabilidad política.
Scalia fue el único que disintió en 1998 cuando la Corte mantuvo la constitucionalidad de las leyes federales para fiscales especiales como en el caso Morrison v. Olso.226
Mientras muchos han puesto en duda la sabiduría de las recientes leyes del fiscal especial, una mayoría al estilo Scalia absolutamente prohibiría a cualquier fiscal federal
especial el ser despedido por el Presidente, seriamente limitando la habilidad de que
en un futuro fuera protegido en contra de la mala conducta presidencial o de otro oficial de alto nivel. Además, Scalia y Thomas disintieron en 1995 en una decisión que,
mientras los estados pueden establecer límites para oficiales electos a nivel estatal, éstos
no pueden hacer lo mismo con respecto a oficiales a nivel federal, quienes son gobernados por la Constitución. Como es el caso de U.S. Term Limits v. Thornton.227 Con
un voto más, el disentimiento de Scalia y Thomas se convertiría en ley y los oficiales
electos con más experiencia podrían ser excluidos de su oficina. En 1992 el Magistrado
Scalia desistió de un fallo que protegía los derechos de los ciudadanos para formar
nuevos partidos políticos e invalidó un requisito de firma que violaría el derecho de los
DESASTRE EN
71
LA CORTE
People For the American Way Foundation
votantes al acceso a la boleta electoral del condado. Como es el caso de Norman v.
Reed. Y finalmente, el disentimiento del Magistrado Scalia en 1986 apoyó una ley
estatal que se refiere a las elecciones primarias cerradas. Aquí sería más difícil que un
candidato insurgente ganase la nominación de su partido al prevenir que éste obtuviera
votos independientes y también restringiría la participación en el proceso electoral de
votantes que no fueran miembros de los dos partidos dominantes. Como es el caso de
Tashjian v. Republican Party of Connecticut.
DESASTRE EN
72
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Diez
FEDERALISMO Y
DERECHOS
ESTATALES
En recientes años una mayoría conservadora en la Corte Suprema de 5 a 4 votos
que incluye a Scalia y a Thomas ha tomado
más y más decisiones revocando actos del
Congreso diseñados para proteger los derechos y la seguridad de los americanos.
Especialmente leyes aplicadas a empleados
del estado, en nombre del federalismo o
“derechos estatales”. Las leyes abarcan una
serie de temas; desde el desecho de desperdicios radioactivos, el control de armas y
hasta la protección de mujeres y grupos religiosos minoritarios. Desde 1995 hasta el
año 2000, la Corte ha invalidado en su
totalidad-o-en parte, más de 22 leyes
aprobadas por el Congreso, en contraste a
las 128 que han sido suprimidas durante los
primeros 200 años de la constitución. 230
Usando lo que equivale a un veto judicial,
la Corte ha revocado actos del Congreso a
un acelerado paso de 6.5 veces más rápido
que en los primeros 200 años. Entre 1987
cuando Rehnquist se convirtió en el
Magistrado Supremo, y el año 2002, la
Corte ha anulado en su totalidad o en parte
alrededor de 33 leyes federales.231 Esta aserción del poder judicial ha sido llamada “uno
de los giros constitucionales más importantes en décadas.”232 Un experto de la
Corte Suprema ha dicho que “nunca antes
desde la crisis constitucional del año 1937
DESASTRE EN
73
LA CORTE
People For the American Way Foundation
donde la corte invalidó la legislación progresiva del Acuerdo Nuevo (New Deal) se ha
aferrado tanto una mayoría a reinar en el Congreso.”233
Sin embargo si Magistrados que comparten las opiniones de Scalia y Thomas, controlan la Corte Suprema este problema sería aún más grave. La legislación congresional concerniente al control de armas provee un ejemplo clave: En 1995 una mayoría de
5 a 4 votos (incluyendo Scalia y Thomas) anuló el Gun Fee School Zones Act, (Acta de
Zona Libre de Armas en las Escuelas) la cual prohibía la posesión de armas dentro de
1000 pies de distancia de las escuelas como es el caso United States v. Lopez.234 Para
llegar a esta conclusión, la mayoría reinterpretó dramáticamente y limitó el poder del
Congreso bajo la cláusula de comercio de la Constitución, diciendo que el Congreso
no tenía la autoridad de pasar dicha ley. Así como señaló el disentimiento del
Magistrado Breyer, el fallo de la mayoría no solamente anuló una ley en particular
dirigida a combatir la violencia en las escuelas de nuestra nación, sino que también
cuestionó a por lo menos otros 25 estatutos criminales de larga trayectoria, incluyendo
una ley federal que prohibía la posesión de altas armas de fuego.235 La concurrencia separada del Magistrado Thomas, propuso que la Corte debería ir aún más allá y restringir
la habilidad del Congreso para pasar tales leyes.236
En 1997, Scalia y Thomas se unieron a otra decisión de 5 a 4 votos, anulando parte
del Brady Act, que ordenaba a oficiales estatales a conducir antecedentes penales a
quienes intentaban comprar armas de fuego hasta que un sistema nacional fuese
establecido, como en el caso Printz v. United States.237 La opinión del Magistrado
Thomas sugirió que el Brady Act y todas las otras legislaciones de control de armas estaban más allá del poder del Congreso, y que la Corte debería considerar ese asunto en el
futuro.238 Una mayoría al estilo de Thomas-Scalia restringiría la autoridad del
Congreso aún más y podría parar a cualquier o a todo tipo de legislación de control de
armas. Ciertamente, esto es lo que el National Rifle Association (NRA-Asociacion
Nacional del Rifle) cree. Antes de las elecciones del año 2000, el primer vice-presidente del NRA, Kayne Robison, dijo que la elección del Presidente George W. Bush
aseguraría “una Corte Suprema que nos respaldaría totalmente.”239
Los derechos civiles proveen otro ejemplo de cómo casi una mayoría en la corte de 5
a 4 votos se usa para disminuir el poder del Congreso y aumentar el daño de una Corte
al estilo de Scalia-Thomas. Como se discutió anteriormente, la opinión concurrente
del Magistrado Thomas en el caso Kimel v. Florida Board of Regents (2002)240 muestra
que él está a favor de hacer más difícil el proceso de lo que ya es para el Congreso de
aplicar las leyes como el Age Discrimination in Employment Act (Acta de Discriminación
de Edad en el Empleo) a los estados. Similarmente, en 1999 Thomas, Scalia, y
DESASTRE EN
74
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Rehnquist en su disentimiento indicaron que el “federalismo” debería limitar la habilidad del Congreso de proteger a las personas con discapacidades en contra de discriminación o maltrato por parte de gobiernos estatales. Como en el caso Olmstead v.
L.C.241 A propósito, una estrecha decisión de 5 a 4 votos en el caso de Board of Trustees
at Univ. of Alabama v. Garrett (2001)242 falló inconstitucionalmente una parte del
ADA (Asociación Americana de Incapacitados) que autoriza a empleados estatales con
incapacidades recobrar daños de discriminación ilegal por parte de agencias estatales.
Un voto más con Scalia y Thomas habría extendido el caso Garrett aun más allá,
negando el fallo del caso Tennesse v. Lane (2004)243 decidiendo que parte del ADA
que obliga a los estados a pagar daños a las personas incapacitadas a quines se les niega
acceso a las cortes estatales también sería inconstitucional.
Una decisión de la Corte en el año 2000 revocando la legislación congresional ofrece
otro ejemplo: Una mayoría de 5 a 4 votos anuló la parte del Acta de Violencia en
Contra de la Mujer que provee recursos federales para víctimas de asalto sexual y violencia. (United States v. Morrison, 2000).244 La Corte falló que el Congreso bajo su
poder, no podría pasar la ley para regular actividad que afecte el comercio inter-estatal.
A pesar de lo que el Magistrado Souter ha caracterizado como “una montaña de datos
del Congreso…demostrando los efectos de violencia contra la mujer por el comercio
inter- estatal.”245 El Magistrado Thomas indicó que iría aun más allá que la mayoría y
prohibiría tales leyes aún cuando los efectos claramente existen.246
Dos votos más de acuerdo con la decisión de Scalia –Thomas hubiesen declarado
Inconstitucional la provisión del Family and Medical Leave Act (FMLA -Acta de
Ausencia Familiar Remunerada) autorizanda empleados estatales a recobrar daños por
violaciones de sus derechos bajo el acta de FMLA, revocando la decisión en el caso de
Nevada Department of Human Resources v. Hibbs (2003).247 Ni siquiera el Magistrado
Rehnquist se unió al disentimiento de este caso. El Magistrado Scalia escribió un disentimiento en el caso Hibbs, argumentando que el Congreso debía proveer evidencia
de conducta impropia por parte de cada estado, para determinar cuáles leyes federales
son aplicables, un requerimiento que debilitaría aún más los esfuerzos del Congreso por
proteger los derechos de los americanos.
Scalia y Thomas han expresado opiniones negativas sobre el Congreso aún fuera de
la banca. Scalia sugirió en un discurso en el año 2000, que aunque la Corte ha presumido que los actos del Congreso concuerdan con la Constitución, “quizás esa presunción
es injustificada.”248 Esta afirmación vino en respuesta a la decisión del Congreso de
agilizar la revisión de regulaciones en los estatutos que el Congreso sospechó podrían
DESASTRE EN
75
LA CORTE
People For the American Way Foundation
ser revocados por la Corte, y que el Congreso puede ser correctamente criticado por su
fallo de considerar completamente algunas veces la constitucionalidad de sus leyes.
Aún así particularmente, para un Magistrado quien de otra manera habla de la importancia de restricción judicial, estas declaraciones de Scalia sugieren una temerosa disposición de ir aún más allá que la mayoría de la Corte actual en revocar decretos congresionales. Aún antes de su nominación a la Corte, el Magistrado Thomas caracterizó
al Congreso “fuera de control.”249 Tales declaraciones dejan poca duda de que una
Corte Suprema al estilo Scalia-Thomas, actuaría para limitar el poder del Congreso
para decretar leyes que protejan nuestros derechos de seguridad, salud y libertad.
Justamente un voto más en acuerdo con la posición de Scalia y Thomas habría prohibido a cortes federales de decidir sobre los retos de discriminación e inconstitucionalidad en leyes de impuestos estatales. En el caso Hibbis v. Winn (2004),250 la Corte fallo
5 a 4 votos que el Federal Tax Injunction Act (Acta de Embargo de Impuesto Federal)
no prohíbe que las cortes federales decidan sobre retos de la constitucionalidad de leyes
de impuestos estatales y que den ordenes de embargo y otras remisiones, explicando que
la ley sólo prohíbe retos donde las personas que pagan impuestos estatales tratan de
obtener órdenes por cortes federales permitiéndoles evitar pagar impuestos. Los
Magistrados Scalia y Thomas se unieron al disentimiento del Magistrado Kennedy
argumentado que el estatuto prohíbe todos los retos federales a leyes estatales de
impuestos, aún si esas leyes violan la Constitución al discriminar o promover la
religión.
Irónicamente, los Magistrados Scalia y Thomas algunas veces se han desviado de la
diferencia, de otra manera mostrada a los “derechos estatales”. El ejemplo más obvio
es el caso de Bush v. Gore 2000,251 donde la mayoría, basándose en los “derechos
estatales” votó 5 a 4 (incluyendo a Scalia y Thomas,) revocando una decisión en la
Corte Suprema de la Florida que había interpretado las leyes de elección estatal para
permitir el conteo manual de las boletas de elección presidencial bajo las circunstancias y procedimientos estipulados en la decisión de la corte estatal. El fallo en el caso
de Bush v. Gore incitó al Magistrado Stevens a escribir en una de las cuatro opiniones
disentidas: “Aunque quizás nunca podamos saber con completa certeza la identidad del
ganador de las elecciones Presidenciales, la identidad del perdedor es perfectamente
clara. Es la confianza de la Nación en el Magistrado como el guardián imparcial en la
aplicación de la ley.”252 En un fallo previo 5 a 4 votos en este caso, la Corte paró el
recuento en la Florida hasta que se pudiera hacer una decisión basada en los méritos.
Scalia no sólo se unió a la mayoría sino que también emitió por separado una opinión
afirmando que el conteo de votos presenta un “daño irreparable” a George W. Bush al
poner una nube negra sobre lo que él consideraba la legitimidad de su elección.” En su
DESASTRE EN
76
LA CORTE
People For the American Way Foundation
disentimiento, Stevens, acompañado por Souter, Ginsburg y Breyer, respondieron que
prevenir el recuento, inevitablemente pondría una nube negra en la legitimidad de la
elección.”253
DESASTRE EN
77
LA CORTE
People For the American Way Foundation
NOTAS
1
Vea, R. Acosta, “In 2000 the Supreme Court is at Stake Too,” The Wall Street Journal
(Aug. 23, 1999) en A15; G. Rees, “Bush, McCain and the Judges,” Washington Times
(March 7, 2000); D. Polman, “In Campaign, Both Sides See Hot Issue in High Court,”
Philadelphia Inquirer (Nov. 28, 1999); R. Kennedy, “The Bush Court,” American Prospect
(Nov. 23, 1999).
2
Roe v. Wade, 410 U.S. 113 (1973).
3
Vea, Allen v. State Board of Elections, 393 U.S. 544 (1969); Thornburg v. Gingles, 478
U.S. 30 (1986); United Jewish Organizations of Williamsburgh, Inc. v. Carey, 430 U.S.
144 (1977).
4
Vea, Brown v. Board of Education, 347 U.S. 483 (1954).
5
Vea, Elrod v. Burns, 427 U.S. 347 (1976); Branti v. Finkel, 445 U.S. 507 (1980); Rutan
v. Republican Party of Illinois, 497 U.S. 62 (1990).
6
Vea, M.L.B. v. S.L.J., 519 U.S. 102 (1996).
7
Citado en P. Gigot, “Meet the Real Right-Wing Conspiracy,” The Wall Street Journal
(July 16, 1999).
8
Vea, Kennedy, supra; “Chief Justice Souter?” The Wall Street Journal (February 29,
2000); P. Gigot, “Meet the Real Right-wing Conspiracy,” The Wall Street Journal (July
16, 1999); J. McGinnis, “Original Thomas, Conventional Souter,” Policy Review (Fall,
1995) en 28.
9
Vea F. Barnes, “Bush Loves Scalia,” Weekly Standard (July 5/July 12, 1999) en 16;
Christian Science Monitor (February 1, 2000) a 13. Bush indico tambien su agrado por
Scalia y Thomas durante entrevistas en la programa de NBC “Meet the Press” (Nov. 21,
1999), CBS’ “Face the Nation” (Jan. 30, 2000) y ABC’s “This Week” (Jan. 23, 2000).
Vea tambien Patty Reinert, “Defection Could Derail Efforts to Push Judiciary Further
Right,” The Houston Chronicle, (May 27, 2001) en 16.
10
People For the American Way Foundation, “The Approaching Armageddon on
Judicial Nominations,” January 6, 2003. Vea tambien People For the American Way
Foundation, “President Bush, the Senate and the Federal Judiciary: Unprecedented
Situation Calls for Unprecedented Solution,” October 17, 2001.
11
La metodología usada para esta publicación fué directa, Desarrollando una revision
incial de cada disentimiento y acuerdos auotorizados por los Jueces Scalia y Thomas
durante su permanencia Corte Suprema. Se excluyeron Casos relacionados con el
derecho penal y procedimiento legal, asi tambíen los casos relacionados principalmente a procedimientos tecnicos , casos o temas legales extremadamente escasos o de
aplicación limitados Así como casos en los que el disentimiento o acuerdo no difiere
de la mayoria .Sosteniendo de la mejor manera. Los casos restantes fueron cuidadosamente revisados para determinar el impacto que los puntos de vista expresados en
DESASTRE EN
78
LA CORTE
People For the American Way Foundation
los disentimientos o acuerdos tendrian si fuera la opinion mayoritaria de la Corte.
Casos Significantes concernietes a temas legales ambientales fueron revisados separadamente. Los resultados de estas revisiones constituyen el punto fuerte de esta publicación . Incluyendo casos que se desidierón desde el 2000 hemos argumentado nuestra discusión en temas particulares al incluir casos en los que Scalia o Thomas se
unieron a otros jueces en disentir o concurrir, pero no condujimos una revisión compresiva de ese tipo de desiciones, Nuestra exclusión de los casos en materia penal en
esta publicación no deberia ser interpretada de ninguna manera como un signo de que
una Corte al estilo Scalia Thomas mantendrían protección constitucional en esta
importante area de la ley, no obstante esta mayoria dramáticamente disminuiria
dramáticamente importantes principios de protección constitucional.
12
505 U.S. 577 (1992).
13
505 U.S. en 609-631.
14
505 U.S. en 632-636.
15
505 U.S. en 622-626.
16
Holder v. Hall, 512 U.S. 874 (1994) en 948 (Blackmun, J., joined by Souter, Stevens
y Ginsburg, JJ., disintiendo.), citando South Carolina v. Katzenbach, 383 U.S. 301, 315
(1966).
17
La la influencia especifica de la opinión potencial Thomas-Scalia en Holder v. Hall,
se convertieran una opinión mayoritaria de la Corte, estan se discuten particularmente en la Seción 3.
18
410 U.S. 113 (1973).
19
492 U.S. 490, 532 (1989).
20
505 U.S. 833 (1992) en 979-1002.
21
497 U.S. 417, 479 (1990).
22
497 U.S. 502, 520 (1990).
23
492 U.S. en 535.
24
505 U.S. en 984.
25
530 U.S. 914 (2000).
26
519 U.S. 357, 385 (1997).
27
512 U.S.753, 784 (1994).
28
530 U.S. 703 (2000)
29
119 S.Ct. 387 (1998) (Scalia, J. concurriendo en el negación de la petición de writ de certiorari).
30
520 U.S. 1133 (1997) (Scalia, J., acompañase de Kennedy, y Thomas, J.J., disintiendo
de lal negación de la petición de writ de certiorari).
31
515 U.S. 1110 (1995) (Scalia, J. concurriendo en la negación a la petición de writ de certiorari).
32
512 U.S. 1253 (1994) (Scalia, J. joined by Kennedy, y Thomas, J.J., disintiendo de la
DESASTRE EN
79
LA CORTE
People For the American Way Foundation
negación a la petición de writ de certiorari).
33
497 U.S. 261, 292-301 (1990).
34
381 U.S. 479 (1965).
35
532 U.S. 67 (2001).
36
531 U.S. 32 (2000).
37
Holder v. Hall, 512 U.S. 874, 891 (1994). Vea tambien Johnson v. De Grandy, 512 U.S.
997 (1994) (determinado en el mismo dia).
38
Holder, 512 U.S. en 963-965.
39
393 U.S. 544 (1969).
40
393 U.S. en 566.
41
393 U.S. en 567.
42
478 U.S. 30 (1986).
43
Decidio con Allen v. State Bd. of Elections, 393 U.S. 544 (1969).
44
400 U.S. 379 (1971).
45
411 U.S. 526 (1973).
46
430 U.S. 144 (1977).
47
501 U.S. 380 (1991).
48
501 U.S. 419 (1991).
49
532 U.S. 234 (2001).
50
517 U.S. 186, 253 (1996).
51
Vea 517 U.S. en 247-266.
52
517 U.S. en 220.
53
521 U.S. 567, 583 (1997).
54
124 S.Ct. 1769 (2004)
55
478 U.S. 109.
56
518 U.S. 515, 566 (1996).
57
511 U.S. 127 (1994).
58
511 U.S. en 157-162.
59
510 U.S. 17 (1993).
60
510 U.S. en 24.
61
524 U.S. 775, 810 (1998).
62
524 U.S. 742, 766 (1998).
63
124 S. Ct. 2342, 2357 (2004).
64
526 U.S. 629, 654 (1999).
65
499 U.S. 400, 417 (1991).
66
523 U.S. 392, 403 (1998).
67
500 U.S. 614, 644 (1991).
68
500 U.S. 467 (1992).
69
503 U.S. en 502.
DESASTRE EN
80
LA CORTE
People For the American Way Foundation
70
505 U.S. 717, 757-8 (1992).
505 U.S. en 745-749.
72
347 U.S. 483 (1954).
73
515 U.S. 70, 121-123.
74
125 S.Ct. 1141 (2005)
75
532 U.S. 275 (2001).
76
532 U.S. en 294.
77
2003 U.S. LEXIS 5013 (2003). Justice O’Connor concurrio en el resultado del caso
Lawrence en el razonamiento de la protección de egualdad y voto para no revocar el
caso Bowers.
78
478 U.S. 186 (1986).
79
517 U.S. 620 (1996).
80
2003 U.S. LEXIS 5013 (2003) en 72.
81
517 U.S. en 644-51.
82
518 U.S. 1001 (1996) (opinión por Scalia, J. juntó por Thomas, J. y Rehnquist, C.J.,
disintiendo dle otorgamiento de petición de writ de certiorari).
83
486 U.S. 592 (1988).
84
524 U.S. 624, 657 (1998).
85
119 S.Ct. 2176, 2194 (1999).
86
535 U.S. 391 (2002).
87
534 U.S. 279 (2002).
88
514 U.S. 725 (1995).
89
514 U.S. en 739.
90
484 U.S. 305, 333 (1988).
91
Vea 526 U.S. 66, 79-84 (1999).
92
526 U.S. 66 (1999).
93
507 U.S. 604, 617 (1993). Thomas tomo una opinión concurrente similar en Smith
v. City of Jackson, 125 S. Ct. 1536 (2005)
94
528 U.S. 62 (2000).
95
540 U.S. 581 (2004).
96
493 U.S. 165, 174 (1989).
97
526 U.S. 489, 521-28 (1999).
98
503 U.S. 1, 17 (1992).
99
536 U.S. 730, 734-35, 738, 741 (2002).
100
71 U.S.L.W. 4387 (2003).
101
537 U.S. 465 (2003).
102
531 U.S. 288 (2001).
103
535 U.S. 137 (2002).
104
533 U.S. 289 (2001).
71
DESASTRE EN
81
LA CORTE
People For the American Way Foundation
105
533 U.S. 678 (2001).
123 S.Ct. 1708 (2003).
107
533 U.S. 53 (2001).
108
Johnson v. Transportation Agency, 480 U.S. 616, 657 (1987).
109
No obstante, en una a recien opinion mayoritaria El Juez O’Connor, escribio,
“Finalmente deseamos desaparecer la nocion de un estricto en teoria, pero este es un
hecho fatal.’ (citations omitted La insatisfecha persisstencia de ambos y la practica y
el pesistente efecto de discriminació racial encontra de los grupos minoritarios. En este
pais es una desafortunada realidad y el gobierno de descalifica estas actitudes en
respuesta a ete tipo de comportamientos Adarand Constructors, Inc. v. Pena, 515 U.S.
200, 237 (1995).
110
2003 U.S. LEXIS 4800 (2003).
111
Vea Adarand Constructors, 515 U.S. en 239-241; Croson, 488 U.S. 469, 520-521
(1989).
112
515 U.S. en 239; 488 U.S. en 520.
113
488 U.S. en 499.
114
488 U.S. en 524.
115
515 U.S. en 239.
116
2003 U.S. LEXIS 4800 (2003) en 123-24.
117
515 U.S. en 241.
118
515 U.S. en 240.
119
Justice Scalia Says War Justifies Rights’ Recess, Associated Press, March 18, 2003.
120
124 S.Ct. 2686 (2004)
121
Id. en 2711
122
124 S.Ct. 2633 (2004)
123
Id. en 2671 (La Opinión de Justices Scalia y Stevens)
124
Id. en 2650. Scalia y Thomas fueron parte de un estrecho 5-4 mayoría que avolio
estas leyes de reclamar por parte de cuidadanos americanos detenidos indefinidamente y alegado ser enemigos combatientes que fueron capturados en el aeropueto
O’Hare Airport en Chicago, pero que la corte manifesto que presento su demanda en
la corte equivocada. Rumsfeld v. Padilla, 2004 U.S. Lexis 4759 (2004)
125
505 U.S. en 631-647.
126
505 U.S. en 641-646.
127
530 U.S. 290 (2000).
128
482 U.S. 578, 610-40 (1987).
129
530 U.S. 1251 (200los). Los mimos tres jueces sugirieon que ellos auotorizarian
exhibiciones municapales de los diez comandantes en desacuerdo con la decision de
Stone v. Graham 449 U.S. 39 (1980), disintiendola negación de reviser el caso City of
Elkhart v. Books, 532 U.S. 1058 (2001).
106
DESASTRE EN
82
LA CORTE
People For the American Way Foundation
130
508 U.S. 385, 397-401 (1993).
505 U.S. en 636.
132
505 U.S. en 637-40.
133
508 US. 520 (1993).
134
Church, 508 U.S. en 558; Edwards, 482 U.S. en 636-39.
135
Vea la opinión de Thomas en Elk Grove Unified School Dist. v. Newdow , 124 S. Ct.
2301, 2330-33 (2004).
136
536 U.S. 639 (2002).
137
530 U.S. 793 (2000).
138
119 S.Ct. 2357 (1999) en 2357-58.
139
124 S.Ct 1307 (2004)
140
512 U.S. 687 (1994) en 732-51.
141
489 U.S. 1 (1989) en 29-45.
142
505 U.S. 123 (1992) en 138-43.
143
123 S.Ct. 1536 (2003).
144
514 U.S. 334 (1995). Vea 514 U.S. en 358-69 (Thomas, J., concurriendo) y a 371-85
(Scalia, J., se unio con Rehnquist, C.J., disintiendo).
145
504 U.S. 191, 214-15 (1992).
146
504 U.S. en 217, 228.
147
518 U.S. 727, 812 (1996).
148
518 U.S. en 816-817.
149
493 U.S. 215, 243, n.1 (Brennan, J., concurriendo); y a 250-65 (Scalia, J., concurriendo y disintiendo).
150
535 U.S. 425 (2002).
151
507 U.S. 410, 438 (1993).
152
532 U.S. 514 (2000).
153
535 U.S. 234 (2002).
154
124 S. Ct. 2783 (2004)
155
481 U.S. 221 (1987) en 235-38.
156
524 U.S. 569 (1998).
157
524 U.S. en 599-600.
158
Scalia y Thomas se uniero a la opinion pluralista en United States v. American
Library Association, 2003 U.S. LEXIS 4799 (2003), Que sugeria restriciones de acceso
en internet en bibliotecas publicas no debian ser elevadas bajo escrutinio de la
primera enmienda
159
531 U.S. 533, 556 (2001).
160
391 U.S. 367 (1968).
161
501 U.S. 560 (1991) en 572-81.
162
120 S.Ct. 1382 (2000) en 1400-01.
131
DESASTRE EN
83
LA CORTE
People For the American Way Foundation
163
119 S.Ct. 1849 (1999).
119 S.Ct. en 1861.
165
521 U.S. 642 (1997).
166
500 U.S. 322 (1991) en 333-43.
167
504 U.S. 451 (1992) en 486-504.
168
123 S.Ct. 1855 (2003).
169
536 U.S. 355 (2002).
170
505 U.S. 504 (1992).
171
517 U.S. 484-518 (1996).
172
533 U.S. 525 (2001).
173
497 U.S. 62 (1990) en 92-115.
174
518 U.S. 712 (1996).
175
518 U.S. 686 (1996).
176
523 U.S. 574 (1998) en 611-12.
177
513 U.S. 454, 489 (1995) (Rehnquist, C.J., joined by Scalia y Thomas, JJ., disintiendo.)
178
483 U.S. 378 (1987) en 394-401.
179
494 U.S. 775 (1990) en 800-19.
180
500 U.S. 507 (1991) en 550-62.
181
516 U.S. 489, 516 (1996).
182
489 U.S. 101 (1989) en 119-20.
183
537 U.S. 149 (2003).
184
Vea, Nollan v. California Coastal Commission 483 U.S. 825 (1987) Lucas v. South
Carolina Coastal Council 505 U.S. 1003 (1992); Palazzolo v. Rhode Island, 533 U.S. 606
(2001); y Solid Waste Agency of Northern Cook County v. United States Army Corps. Of
Engineers, 531 U.S. 159 (2001).
185
Vea, Lujan v. Defenders of Wildlife 504 U.S. 555 (1992) y Steel Co. v. Citizens for a
Better Environment 523 U.S. 83 (1998).
186
120 S.Ct. 693 (2000).
187
120 S.Ct. en 701-702.
188
120 S.Ct. en 713-714.
189
120 S.Ct. en 701-702.
190
120 S.Ct. en 713-15.
191
511 U.S. 809 (1994).
192
511 U.S. en 817-819, 821-24.
193
124 S.Ct. 983
194
511 U.S. 700, 724 (1994).
195
515 U.S. 687, 714 (1995).
196
516 U.S. 955 (1995) (Thomas, J., disintiendo del negación de la petición de writ de cer164
DESASTRE EN
84
LA CORTE
People For the American Way Foundation
tiorari).
197
480 U.S. 572 (1987) en 607-14.
198
510 U.S. 1207 (1994) (Scalia, J., joined by O’Connor, J., disintiendo del negación de la
petición de writ de certiorari).
199
529 U.S. 725 (1997).
200
535 U.S. 302 (2002).
201
511 U.S. 244 (1994) en 286-8.
202
524 U.S. 11 (1998).
203
524 U.S. en 32-37.
204
534 U.S. 61 (2001).
205
71 U.S.L.W. 4387 (2003).
206
124 S. Ct. 1284 (2004)
207
519 U.S. 102 (1996).
208
351 U.S. 12 (1956).
209
519 U.S. en 111 (citando Ross v. Moffit, 417 U.S. 600, 607 (1974).
210
123 S.Ct. 1406 (2003).
211
124 S.Ct. 2739 (2004)
212
521 U.S. 399 (1997).
213
521 U.S. en 414.
214
521 U.S. en 405-406.
215
120 S.Ct. 897 (2000).
216
424 U.S. 1 (1976).
217
120 S.Ct. en 916.
218
518 U.S. 604, 631 (1996).
219
533 U.S. 431 (2001).
220
2003 U.S. LEXIS 4595 (2003).
221
494 U.S. 652 (1990).
222
2003 U.S. LEXIS 9195 (2003) en 34; Opinión de Justice Thomas.
223
2003 U.S. LEXIS 9195 (2003)
224
2003 U.S. LEXIS 9195 (2003); Opinión de Justice Scalia en 297-98; Opinión de Justice
Thomas en 326; Opinión de Justice Kennedy en 363.
225
2003 U.S. LEXIS 9195 (2003); Opinión de Justice Thomas en 346-349.
226
487 U.S. 654, 697 (1988).
227
514 U.S. 779 (1995).
228
502 U.S. 279, 296 (1992).
229
479 U.S. 208, 234 (1986).
230
Vea S. Waxman, “Defending Congress in the Courts,” en el discurso de 7th Circuito
Judicial de Conferencia (May 1, 2000) en 1-2. Since Solicitor General Waxman’s
speech, la Corte tambien derrivo parte de la Violence Against Women Act, como disDESASTRE EN
85
LA CORTE
People For the American Way Foundation
cusion en el texto de esta publicación.
231
J. Raskin, Overruling Democracy (2003) en 5
232
E. Palmer, “Supreme Court Favors States en Age Bias, Gender Cases,” Congressional
Quarterly (Jan. 15, 2000) en 80 (citando A.E. Dick Howard, profesor de derecho en la
Universidad de Virginia).
233
D. O’Brien, “Justice: Supreme Court Can No Longer Duck the Big Issues,” Los
Angeles Times (Oct. 3, 1999).
234
514 U.S. 549 (1995).
235
514 U.S. en 630.
236
514 U.S. en 584-602.
237
521 U.S. 898 (1997).
238
521 U.S. en 936-39.
239
John Mintz, “In Bush, NRA Sees White House Access,” The Washington Post, May
4, 2000, en A1.
240
120 S.Ct. 631, 654 (2000).
241
119 S.Ct. 2176, 2198-99 (1999).
242
531 U.S. 356 (2001).
243
124 S.Ct. 1978 (2004).
244
529 U.S. 598 (2000).
245
529 U.S. en 628-29.
246
529 U.S. en 627.
247
123 S.Ct. 1972 (2003).
248
“Scalia Criticizes Congress,” Los Angeles Times, April 18, 2000.
249
C. Thomas, Speech to University of Virginia Federalist Society (March 5, 1988) en
13.
250
124 S.Ct. 2276 (2004)
251
531 U.S. 98, 128-29 (2000).
252
531 U.S. 1046, 1047 (2000).
253
531 U.S. en 1048.
DESASTRE EN
86
LA CORTE
People For the American Way Foundation
INDICE DE CASOS
44 Liqourmart, Inc. v. Rhode Island, 517 U.S. 484 (1996). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Adarand Constructors, Inc. v. Pena, 515 U.S. 200 (1995) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45, 46, 82 n. 109 & 111
Alaska Department of Environmental Conservation v. EPA 124 S.Ct. 983 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19, 64
Alexander v. Sandoval, 532 U.S. 275 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Allen v. State Bd. of Elections, 393 U.S. 544 (1969). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32, 78 n. 3, 80 n. 43
Arkansas Writers’ Project, Inc. v. Ragland, 481 U.S. 221 (1987) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Ashcroft. v. ACLU, 124 S.Ct. 2783 (2004). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Ashcroft v. Free Speech Coalition, 535 U.S. 234 (2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Austin v. Michigan Chamber of Commerce, 494 U.S. 652 (1990) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
Babbitt v. Sweet Home Chapter of Communities for Greater Oregon, 515 U.S. 687 (1995). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19, 64
Barnes v. Glen Theatre, Inc., 501 U.S. 560 (1991) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Barnhart v. Peabody Coal Co., 537 U.S. 149 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19, 61
Bartnicki v. Vopper, 532 U.S. 514 (2000). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Board of County Commissioners v. Umbehr, 518 U.S. 686 (1996). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Board of Education of Kiryas Joel Village School District v. Grumet, 512 U.S. 687 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18, 51
Board of Trustees at Univ. of Alabama v. Garrett, 531 U.S. 356 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39, 75
Bowers v. Hardwick, 478 U.S. 186 (1986). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38, 39
Bragdon v. Abbott, 524 U.S. 624 (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Brentwood Academy v. Tennessee Secondary School Athletic Association,
531 U.S. 288 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 43
Brianti v. Finkel, 445 U.S. 507 (1980) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78 n. 5
Brown v. Board of Education, 347 U.S. 483 (1954) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13, 37
Brown v. Legal Foundation of Washington, 123 S.Ct. 1406 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19, 67
Buckley v. Valeo, 424 U.S. 1 (1976) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20, 70
Burlington Industries v. Ellerth, 524 U.S. 742 (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Burson v. Freeman, 504 U.S. 191 (1992). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Bush v. Gore, 531 U.S. 98 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
C. Martin Lawyer III v. Department of Justice, 521 U.S. 567 (1997). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
California Coastal Commission v. Granite Rock Company, 480 U.S. 572 (1987). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Campbell v. Louisiana, 523 U.S. 392 (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Cargill, Incorporated v. United States, 516 U.S. 955 (1995). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Cedar Rapids Community School District v. Garrett F., 526 U.S. 66 (1999). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Chavez v. Martinez, 71 U.S.L.W. 4387 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 42, 66
Chisom v. Roemer, 501 U.S. 380 (1991) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 33
Church of Lukumi Babalu Aye, Inc. v. City of Hialeah, 508 U.S. 520 (1993) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50, 83 n. 134
Cincinnati v. Discovery Network, 507 U.S. 410 (1993) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Cipollone v. Liggett Group, Inc., 505 U.S. 504 (1992). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
City of Chicago v. Morales, 119 S.Ct. 1849 (1999) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
City of Edmonds v. Oxford House, Inc., 514 U.S. 725 (1995). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
City of Elkhart v. Books, 532 U.S. 1058 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 n. 129
City of Erie v. Pap’s A.M., 120 S.Ct. 1382 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
City of Indianapolis v. Edmond, 531 U.S. 32 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15, 30
City of Los Angeles v. Alameda Books, 535 U.S. 425 (2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Colorado Republican Federal Campaign Committee v. FEC, 518 U.S. 604 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Columbia Union College v. Clark, 119 S.Ct. 2357 (1999) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Correctional Services Corp. v. Malesko, 534 U.S. 61 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Crawford-Ed v. Britton, 523 U.S. 574 (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Cruzan v. Missouri Department of Health, 497 U.S. 261 (1990) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Davis v. Bandemr, 478 U.S. 567 (1986) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 34
Davis v. Monroe, 526 U.S. 629 (1999) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Denmore v. Kim, 123 S.Ct. 1708 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Denver Area Educational Telecommunications Consortium v. FCC, 518 U.S. 727 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Eastman Kodak Co. v. Image Technical Services, Inc., 504 U.S. 451 (1992) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Edmonson v. Leesville Concrete Co., 500 U.S. 614 (1991) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ?
Edwards v. Aguillard, 482 U.S. 578 (1987) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50, 83 n. 134
Elk Grove Unified School Dist. v. Newdow, 124 S. Ct. 2301 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 n. 135
Elrod v. Burns, 427 U.S. 347 (1976) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78 n. 5
DESASTRE EN
87
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Equal Employment Opportunity Commission v. Waffle House, Inc., 534 U.S. 279 (2002). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 40
Equality Foundation of Greater Cincinnati, Inc. v. City of Cincinnati, 518 U.S. 1001 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Faragher v. City of Boca Raton, 524 U.S. 775 (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Federal Elections Commission v. Akins, 524 U.S. 11 (1998). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Federal Elections Commission v. Beaumont, 2003 U.S. LEXIS 4595 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
Federal Elections Commission v. Colorado Republican Federal Campaign Committee, 533 U.S.431(2001) . . . . . . . . . . . . 20, 70
Ferguson v. Charleston, 532 U.S. 67 (2001). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15, 30
Finley v. NEA, 542 U.S. 569 (1998) Firestone Tire & Rubber Co. v. Bruch, 489 U.S. 101 (1989) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Forsyth County v. The Nationalist Movement, 505 U.S. 123 (1992) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Freeman v. Pitts, 500 U.S. 614 (1991) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Friends of the Earth, Inc. v. Laidlaw Environmental Services (TOC), Inc., 120 S.Ct. 693 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62, 63
FW/PBS, Inc. v. City of Dallas, 493 U.S. 215 (1990) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
General Dynamics Land System v. Cline, 540 U.S. 581 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Georgia v. United States, 411 U.S. 526 (1973). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Griffin v. Illinois, 351 U.S. 12 (1956). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Grisowld v. Connecticut, 381 U.S. 479 (1965) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13, 24
Groh v. Raminez, 124 S.Ct. 1284 (2004). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Grutter v. Bollinger, 2003 LEXIS 4800 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13, 16, 45, 46
Hamdi v. Rumsfeld, 124 S.Ct. 2633 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Harris v. Forklift Systems, Inc., 510 U.S. 17 (1993) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Hazen Paper Co. v. Biggins, 507 U.S. 604 (1993) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Hibbs v. Winn, 124 S.Ct. 2276 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 76
Hill v. Colorado, 530 U.S. 703 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15, 28
Hodgson v. Minnesota, 497 U.S. 417 (1990) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Hoffman Plastics Compounds v. NLRB, 535 U.S. 137 (2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Hoffmann-La Roche Inc. v. Sperling, 493 U.S. 165 (1989) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Holder v. Hall, 512 U.S. 874 (1994). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32, 79 n.s. 16 & 17, 37 & 38
Honig v. Doe, 484 U.S. 305 (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Hope v. Pelzer, 536 U.S. 730 (2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Houston Lawyers’ Association v. Texas Attorney General, 501 U.S. 419 (1991) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Hudson v. McMillan, 503 U.S. 1 (1992) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Hunt v. Cromartie, 532 U.S. 234 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 33
Immigration and Naturalization Services v. St. Cyr, 533 U.S. 298 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Jackson v. Birmingham Bd. of Educ., 1255. Ct. 1497 (2005) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 35
J.E.B. v. Alabama, 511 U.S. 127 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 35
Johnson v. California, 125 S.Ct. 1141 (2005). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Johnson v. De Grandy, 512 U.S. 997 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80 n. 37
Johnson v. Transportation Agency, 480 U.S. 616 (1987). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 82 n. 108
Key Tronic Corp. v. United States, 511 U.S. 809 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Kimel v. Florida Board of Regents, 528 U.S. 62 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41, 74
Lamb’s Chapel v. Center Moriches Union Free School Dist., 508 U.S. 385 (1993) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Landgraf v. USI Film Products, 511 U.S. 244 (1994). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Lawrence v. Texas, 2003 U.S. LEXIS 5013 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 17, 38, 81 n. 77
Lawson v. Murray, 515 U.S. 1110 (1995) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Lawson v. Murray, 515 U.S. 119 S.Ct. 387 (1998). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Lee v. Weisman, 505 U.S. 577 (1992) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18, 24, 49, 50
Legal Services Corporation v. Velazquez, 531 U.S. 533, 556 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20, 54
Lehnert v. Ferris Faculty Ass’n., 500 U.S. 507 (1991) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Locke v. Davey, 124 S.Ct. 1307 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Lorillard Tobacco Co. v. Reilly, 533 U.S. 525 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Lucas v. South Carolina Coastal Council, 505 U.S. 1003 (1992) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 n. 184
Lujan v. Defenders of Wildlife, 504 U.S. 555 (1992). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 n. 185
M.L.B. v. S.L.J., 519 U.S. 102 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67, 78 n. 6
Madsen v. Women’s Health Center, 512 U.S. 753 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
McConnell v. FEC, 2003 LEXIS 9195 (2003). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20, 71
McIntyre v. Ohio Election Comm., 514 U.S. 334 (1995) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Missouri v. Jenkins, 515 U.S. 70 (1995) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Mitchell v. Helms, 530 U.S. 793 (2000). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18, 51
Morrison v. Olson, 487 U.S. 654 (1988) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Morse v. Republican Party of Virginia, 517 U.S. 186 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20, 37
Nevada Department of Human Resources v. Hibbs, 123 S.Ct. 1972 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16, 75
DESASTRE EN
88
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Nixon v. Shrink Missouri Government PAC, 120 S.Ct. 897 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
NLRB v. Curtin Matheson Scientific, Inc., 494 U.S. 775 (1990) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Nollan v. California Coastal Commission, 483 U.S. 825 (1987) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 n. 184
Norman v. Reed, 502 U.S. 279 (1992). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
O’Hare Truck Service v. Northlake, 518 U.S. 712 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Ohio v. Akron Center for Reproductive Health, 497 U.S. 502 (1990). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Olmstead v. L.C., 119 S.Ct. 2176 (1999) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 39, 75
Palazzolo v. Rhode Island, 533 U.S. 606 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 n. 184
Pennsylvania State Police v. Suders, 124 S.Ct. 2342 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Perkins v. Matthews, 400 U.S. 379 (1971) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Pharmaceutical Research and Manufacturers of America v. Walsh, 123 S.Ct. 185 (2000). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Planned Parenthood of Southeastern Pennsylvania v. Casey, 505 U.S. 833 (1992) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Powers v. Ohio, 499 U.S. 400 (1991). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Printz v. United States, 521 U.S. 898 (1997) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
PUD No. 1 of Jefferson County et al. v. Washington Department of Ecology et al., 511 U.S. 700 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . 64
Rankin v. McPherson, 483 U.S. 378 (1987) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Rasul v. Bush, 124 S.Ct. 2686 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 47
Richardson v. McKnight, 521 U.S. 399 (1997) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Richmond v. J.A. Croson, Co., 488 U.S. 469 (1989). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45, 46, 82 n. 111
Roe v. Wade, 410 U.S. 113 (1973) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13, 15, 27, 28
Romer v. Evans, 517 U.S. 620 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Ross v. Moffit, 417 U.S. 600 (1974) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 n. 209
Rumsfeld v. Padilla, 2004 U.S. LEXIS 4759 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 n. 124
Rush Prudential HMO v. Moran, 536 U.S. 355 (2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18, 58
Rutan v. Republican Party of Illinois, 497 U.S. 62 (1990) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18, 59, 78 n. 5
Saenz v. Roe, 526 U.S. 489 (1999) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Santa Fe Independent School Dist. v. Doe, 530 U.S. 290 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18, 50
Schenck v. Pro-Choice Network, 519 U.S. 357 (1997) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Smith v. City of Jackson, 125 S.Ct. 1536 (2005) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 n. 93
Solid Waste Agency of Northern Cook County v. United States Army Corps. of Engineers, 531 U.S. 159 (2001). . . . 84 n. 184
Sosa v. Alvarez-Machain, 124 S.Ct. 2739 (2004). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
South Carolina v. Katzenbach, 383 U.S. 301 (1966) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 n. 16
Steel Co. v. Citizens for a Better Environment, 523 U.S. 83 (1998) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 n. 185
Stenberg v. Carhard, 530 U.S. 914 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Stevens v. City of Cannon Beach, 510 U.S. 1207 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Stone v. Graham, 449 U.S. 39 (1980) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 n. 129
Suitum v. Tahoe Regional Planning Agency, 529 U.S. 725 (1997) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Summit Health Ltd. v. Pinhas, 500 U.S. 322 (1991) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Tahoe-Sierra Preservation Council Inc. v. Tahoe Regional Planing Agency, 535 U.S. 302 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19, 64
Tangipahoa Parish Board of Educ. v. Freiler, 530 U.S. 1251 (2000) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Tashjian v. Republican Party of Connecticut, 479 U.S. 208 (1986). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Tennessee v. Lane, 124 S.Ct. 1978 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 39, 75
Texas Monthly, Inc. v. Bullock, 489 U.S. 1 (1989). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Thornburg v. Gingles, 478 U.S. 30 (1986) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33, 78 n. 3
Tuan Anh Nguyen v. Immigration and Naturalization Service, 533 U.S. 678 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
U.S. Airways, Inc. v. Barnett, 535 U.S. 391 (2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
U.S. Term Limits v. Thronton, 514 U.S. 779 (1995) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
United Jewish Organizations of Williamsburgh, Inc. v. Carey, 430 U.S. 144 (1977) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33, 78 n. 3
United States v. American Library Association, 2003 U.S. LEXIS 4799 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 n. 158
United States v. Fordice, 505 U.S. 717 (1992) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
United States v. Lopez, 514 U.S. 549 (1995) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
United States v. Morrison, 529 U.S. 598 (2000). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
United States v. National Treasury Employees Union, 513 U.S. 454 (1995). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
United States v. O’Brien, 391 U.S. 367 (1968) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
United States v. O’Hagan, 521 U.S. 642 (1997) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
United States v. Virginia, 518 U.S 515 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
United States v. White Mountain Tribe, 537 U.S. 465 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Vanity Corp. v. Howe, 516 U.S. 489 (1996) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Vieth v. Jubelirer, 124 S.Ct. 1769 (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Virginia v. Black, 123 S.Ct. 1536 (2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Webster v. Doe, 486 U.S. 592 (1988). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
DESASTRE EN
89
LA CORTE
People For the American Way Foundation
Webster v. Reproductive Health Services, 492 U.S. 490 (1989). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Whitley v. Williams, 393 U.S. 544 (1969) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Williams v. Planned Parenthood Shasta-Diablo, Inc., 520 U.S. 1133 (1997) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Winfield v. Kaplan, 512 U.S. 1353 (1994) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Zadvydas v. Davis, 533 U.S. 678 (2001) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17, 44
Zelman v. Simmons–Harris, 536 U.S. 639 (2002) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
DESASTRE EN
90
LA CORTE
Oficina Nacional
Ralph G. Neas
2000 M Street NW, Suite 400
Washington, DC 20036
202/467-4999 Fax: 202/293-2672
email: [email protected]
California—Los Angeles
2716 Ocean Park Blvd., Suite 1062
Santa Monica, CA 90405
310/452-3449
[email protected]
California—San Francisco
131 Steuart Street
Suite 400
San Francisco CA, 94105
415/344-0959
[email protected]
Florida—Miami
2915 Biscayne Blvd., Suite 301
Miami, FL 33137
305/573-7329
[email protected]
Florida—Tallahassee
1550 Melvin St.
Tallahassee, FL 32301
850/877-0307
[email protected]
Illinois
111 N. Wabash Avenue, Suite 1403
Chicago, IL 60602
312/726-2179
[email protected]
New York
149 5th Avenue, 7th Floor
New York, NY 10010
212/420-0440
[email protected]
Texas
815 Brazos Street, Suite 204
Austin, TX 78701
512/476-7329
[email protected]
Descargar