Tomo 179 - Sitio Web del Poder Judicial de Salta

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“Gral. Martín Miguel de Güemes
Héroe de la Nación Argentina”
FALLOS DE LA CORTE DE JUSTICIA DE SALTA
RELATORÍA CONSTITUCIONAL Y PÚBLICO
TOMO 179
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. Plazo. Ordenanzas nros. 14048 y 14076. Demanda extemporánea. Resolución general. Contribución que incide sobre la ocupación o utilización de espacios del dominio
público.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR la acción de inconstitucionalidad interpuesta a fs. 43/51. Con costas.
DOCTRINA: (Mayoría) En orden a la promoción de la acción de inconstitucionalidad, el art. 704 del Código
Procesal Civil y Comercial establece un plazo de treinta días computados desde que el precepto impugnado afecte
de hecho los intereses del actor. Vencido dicho plazo, tal acción se habrá de considerar caduca, sin perjuicio de la
facultad del interesado para ocurrir a la jurisdicción ordinaria en defensa de los derechos que estime afectados.
Corresponde declarar extemporánea la acción de inconstitucionalidad promovida en tanto las ordenanzas
14048 y 14076 que son la base normativa de la afectación de los derechos constitucionales que invoca la actora,
entraron en vigencia con anterioridad de los 30 días contados de la fecha de presentación de la demanda. (Del
voto de los Dres. Catalano, Cornejo, Vittar y Kauffman)
No cabe comenzar a contar el plazo desde el dictado de la Resolución General Nº 019/2011 ya que, no
obstante las facultades reglamentarias invocadas por el Director de Rentas municipal para su dictado, su contenido no permite su encuadre bajo tal naturaleza, dado que dicha resolución no tiene otro efecto más que especificar
lo ya contemplado en el art. 34 de la Ordenanza nº 14048, resultando una mera aplicación de éste, sin que la pluralidad de destinatarios alcanzados enerve el efecto consuntivo propio de los actos administrativos.
La doctrina ha puntualizado que el abandono del criterio formal o subjetivo para clasificar las funciones
estatales obliga a excluir del concepto de acto administrativo a los reglamentos, cuyo carácter abstracto y generalidad de efectos denotan su pertenencia al ámbito de las actividades legislativas en sentido material, en cuanto son
actos unilaterales de la Administración que crean normas jurídicas generales y obligatorias, operando sus efectos
en el plano externo a través de la regulación de situaciones impersonales y objetivas y, si lo que realmente define
su esencia o naturaleza es el hecho de la creación, modificación o extinción de normas de alcance general, es
evidente que el reglamento es acto de legislación y no acto administrativo.
La acción de inconstitucionalidad no constituye la vía idónea para cuestionar la validez de resoluciones
administrativas que deciden casos particulares, por aplicación correcta o equivocada de normas superiores. (Del
voto de los Dres. Catalano, Cornejo y Vittar)
La demanda de inconstitucionalidad tiene propósitos y fines específicos que no son comparables ni
compatibles con las demás acciones contempladas en el plexo del ordenamiento jurídico, ya que tiende a abatir
una disposición de carácter “erga omnes”.
Por no ser la Resolución Nº 19/11 una norma general, de efectos “erga omnes”, que contenga mandatos
abstractos e impersonales, su constitucionalidad no puede ser cuestionada por la vía del art. 704 del C.P.C.C. (Del
voto de la Dra. Kauffman)
(Minoría) Atento a que la demanda no se ha ejercitado con finalidad preventiva, corresponde tener en
cuenta que la afectación a los intereses de la actora por los preceptos impugnados, se ha concretado con la Resolución Nº 19/11 porque es en ese instrumento donde se dispuso que EDESA S.A., en su carácter de contribuyente, debía actuar como agente de percepción de la contribución que incide sobre la ocupación o utilización de
espacios del dominio público; resolución que fuera notificada a la demandante el 15 de abril de 2011. De ese
modo, y computando el plazo de treinta días establecido por el art. 704 del C.P.C.C. a partir de esa fecha, la demanda de autos, deducida el 20 de mayo de 2011, resulta temporánea.
Corresponde declarar inconstitucional el tributo cuestionado debido a que no puede ser considerado
como tasa, en razón de que no corresponde a la real prestación de un servicio municipal.
La tasa establecida en un porcentaje del importe de las facturas confeccionadas por la empresa prestadora del servicio, constituye, por su modalidad, una carga de tipo impositivo cuya implementación, por la Municipalidad accionada, al no hallarse autorizada por una ley provincial (art. 175 inc. 2° de la Constitución de la Provincia) determina que la Comuna de la Ciudad de Salta ha excedido, con el dictado de los arts. 33 inc. d) de la
Ordenanza nº 14048 y 1º de la Ordenanza nº 14076, las competencias que la Constitución y las leyes confieren a
los municipios, en clara violación al principio de legalidad (arts. 4º, 17, 75 incs. 1° y 2°, 99 inc. 10 de la Constitución Nacional; 67 y 127 inc. 11 de la Constitución Provincial), en virtud del cual ningún tributo puede ser exigido sin la preexistencia de una disposición legal encuadrada dentro de los preceptos y recaudos constitucionales,
esto es, válidamente creada por el único poder del Estado investido de tales atribuciones.
La característica esencial de la contribución de mejoras es el beneficio diferencial que la obra pública
depara a las propiedades privadas de la zona de influencia de esa obra y que se establece sobre los dueños de
inmuebles que experimentan un incremento de su valor como consecuencia. (Del voto de los Dres. Posadas, Díaz
y Ferraris)
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “EMPRESA DE DISTRIBUCIÓN DE ELECTRICIDAD DE SALTA – EDESA S.A. – ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 34.509/11) (Tomo 179: 261/274 – 26/agosto/2013)
CADUCIDAD DE INSTANCIA. Fundamento. Recurso de inconstitucionalidad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR al incidente interpuesto a fs. 141 y vta. y, en su mérito, declarar la
caducidad de la presente instancia. Con costas.
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DOCTRINA: La caducidad de instancia constituye un modo anormal de extinción del proceso que se configura
por la inactividad de las partes durante los plazos establecidos por la ley. Tiene su fundamento, desde el punto de
vista subjetivo, en el abandono del interesado en impulsar el curso del proceso y, desde el punto de vista objetivo,
en la necesidad de evitar la duración indeterminada de los proceso judiciales.
Corresponde declarar la caducidad de la instancia recursiva si desde el último acto de impulso ha transcurrido en exceso el término de tres meses que prescribe el art. 310 inc. 2º para que ella opere.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
“MUNICIPALIDAD DE ANGASTACO VS. LLANOS, NELSON FEDERICO Y/O CUALQUIER OTRO
OCUPANTE - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 34.040/10) (Tomo 179: 651/656
– 27/agosto/2013)
EXCUSACIÓN. Art. 17 inc. 1º del C.P.C.C. Parentesco. Excusación. Violencia moral. Art. 30 del C.P.C.C.
CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR las excusaciones formuladas por los señores Jueces de Corte Dres. Susana Graciela Kauffman de Martinelli y Sergio Fabián Vittar a fs. 369 y 371, respectivamente, para intervenir en
autos.
DOCTRINA: Corresponde hacer lugar a la excusación formulada por la señora Juez de Corte con sustento en
que su hijo interviene como apoderado letrado de los demandados.
Para que exista el debido proceso, es menester que el juzgador sea un tercero en la relación litigiosa;
cuando no está en tal condición, tiene el deber de hacerlo saber a las partes a través de la excusación, medio que
la ley proporciona para afirmar la ausencia de competencia subjetiva.
El juez tiene que apartarse de todo pleito respecto de cuyo objeto, o de sus partes, no puede actuar con la
plena garantía de imparcialidad e independencia que requiere su actividad jurisdiccional. Ello tiende a asegurar la
más absoluta imparcialidad en los encargados de administrar justicia y hacer insospechables, en ese sentido, a las
decisiones judiciales.
Corresponde hacer lugar a la excusación formulada por el señor Juez de Corte con sustento en la violencia moral que le causa intervenir por la relación que tuvo con la actora, quien cumplía tareas laborales en el estudio jurídico que él compartía con otros profesionales.
El artículo 30 del C.P.C.C. remite al art. 17 del Código Civil y Comercial, donde se indican las situaciones taxativas que deben ser motivo de excusación por parte del Magistrado. Pero además, el precepto mencionado
concluye diciendo que existen otras causales genéricas que imponen la necesidad de apartarse por motivos graves
de decoro y delicadeza.
En materia de excusación, las razones invocadas por los magistrados, cuando no se consideran en libertad de opinión para dictar sentencia, deben ser evaluadas con amplitud. Los conceptos de decoro o delicadeza
indicados en la norma procesal han de ser analizados sin violentar el fuero íntimo que ha llevado al juez a expresar la necesidad de su apartamiento.
En un aspecto más amplio, la garantía constitucional de ser oído por un tribunal competente e imparcial,
prevista en los arts. 8º inc. 1º del Pacto de San José de Costa Rica y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, conduce a interpretar razonablemente las normas relativas a la inhibición de magistrados, de
manera que las situaciones por ellos invocadas, aun cuando trasciendan de los límites trazados por la reglamentación contenida en las normad procesales, den lugar a su apartamiento.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
“BÁEZ, MARTA ESTELA VS. LASTRA PUEYRREDÓN DE BÉCKER, RAQUEL JULIETA – RECURSO
DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 35.384/12) (Tomo 179: 845/850 – 2/setiembre/2013)
EXCUSACIÓN. Art. 30 del C.P.C.C. Violencia moral.
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la excusación formulada a fs. 318 por la señora Juez de la
Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, llamada a integrar el Tribunal, Dra. Nelda
Villada Valdez.
DOCTRINA: (Mayoría) Corresponde rechazar la excusación formulada por la magistrada con fundamento en
que su sobrino forma parte del estudio del letrado apoderado de la actora en tanto la accionante es la sindicatura
de la quiebra y el apoderado de la fallida no es parte en estas actuaciones.
Los supuestos de excusación y recusación deben interpretarse con criterio restrictivo a fin que, en lo
posible, se satisfaga la aspiración (art. 18 de la Constitución Nacional), de que los juicios se inicien y culminen
ante los jueces naturales.
Los motivos graves de delicadeza y decoro –cuando son explicitados– pueden y deben ser valorados por
los magistrados a quienes toca juzgarlos, admitiéndose sólo los que aparecen fundados en circunstancias objetivas que puedan constituir una justificación razonable de la actitud del juez que desee apartarse del conocimiento
de la causa.
Frente a la potestad de abstenerse, se encuentra el mandato constitucional que le impone al juez el deber
de juzgar, pues no debe perderse de vista que el art. 8.1 del Pacto de San José de Costa Rica amalgama el derecho
a la jurisdicción y la garantía de los jueces naturales, norma análoga que recoge el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en el art. 14.1. (Del voto de los Dres. Díaz, Koehle, Montalbetti, Domínguez)
(Minoría) El art. 30 del C.P.C.C. remite al art. 17 del citado cuerpo normativo, donde se indican las
situaciones taxativas que deber ser motivo de excusación por parte del magistrado. Pero además, el precepto
mencionado concluye diciendo que existen otras causales genéricas que imponen la necesidad de apartarse por
motivos graves de decoro y delicadeza.
En materia de excusación, las razones invocadas por los magistrados, cuando no se consideran en libertad de opinión para dictar sentencia, deben ser evaluadas con amplitud. Los conceptos de decoro o delicadeza
indicados en la norma procesal han de ser analizados sin violentar el fuero íntimo que ha llevado al juez a expresar la necesidad de su apartamiento.
En un aspecto más amplio, la garantía constitucional de ser oído por un tribunal competente e imparcial,
prevista en los arts. 8º inc. 1º del Pacto de San José de Costa Rica y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, conduce a interpretar razonablemente las normas relativas a la inhibición de magistrados, de
manera que las situaciones por ellos invocadas, aun cuando trasciendan de los límites trazados por la reglamentación contenida en las normas procesales, den lugar a su apartamiento. (Del voto del Dr. Cornejo)
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TRIBUNAL: Dres. Díaz, Cornejo –Jueces de Corte-, Marcelo Ramón Domínguez, Oscar Gustavo Koehle y
María Cristina Montalbetti –Jueces de Cámara llamados a integrar-. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
ISSA S.A.C.I.F.I. VS. ARGENTINA DE HOTELES S.A. – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO”
(Expte. N° CJS 33.481/10) (Tomo 179: 227/234 – 26/agosto/2013 )
EXCUSACIÓN. Art. 30 del C.P.C.C .Denuncia penal al letrado patrocinante .
CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 57 por el Sr. Juez de Corte Dr. Sergio
Fabián Vittar, para intervenir en autos.
DOCTRINA: Los supuestos de excusación y recusación deben interpretarse con criterio restrictivo a fin de que,
en lo posible, se satisfaga la aspiración constitucional de que los juicios se inicien y culminen ante sus jueces
naturales.
En materia de excusación, las razones invocadas por los magistrados, cuando no se consideran en libertad de opinión para dictar sentencia, deben ser evaluados con amplitud. Los conceptos de decoro y delicadeza
indicados en la norma procesal han de ser analizados sin violentar el fuero íntimo que ha llevado al juez a expresar la necesidad de su apartamiento.
Corresponde hacer lugar a la excusación formulada por el señor Juez de Corte con sustento en que denunció penalmente al letrado patrocinante de la Sindicatura.
El artículo 30 del C.P.C.C. remite al art. 17 donde se indican las situaciones taxativas que deben ser
motivo de excusación por parte del magistrado. Pero además, concluye el art. 30 diciendo que existen otras causales genéricas que imponen la necesidad de apartarse por motivos graves de decoro y delicadeza.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas y Catalano. DOCTRINA. Dra. Solá de Arias.
CAUSA: “BURGOS, JOSÉ NORDIO VS. ORVEA S.R.L. Y/O COURTADE, CÉSAR A. – QUEJA POR REC.
DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 36.145/12) (Tomo 179: 835/838 – 2/septiembre/2013)
EXCUSACIÓN. Parentesco. Art. 17 inc. 1º del C.P.C.C.
CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la inhibición formulada a fs. 84 por la señora Juez de Corte Dra. Susana
Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos.
DOCTRINA: Corresponde hacer lugar a la excusación formulada por la señora Juez de Corte en virtud de su
vínculo de parentesco por afinidad en primer grado con el letrado apoderado del codemandado.
El juez tiene que apartarse del conocimiento de todo pleito, respecto de cuyo objeto o sus partes no puede actuar con la plena garantía de imparcialidad e independencia que requiere su actividad jurisdiccional.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
“GUTIÉRREZ, FRANCISCO ÁNGEL VS. VERA, JOSÉ CARLOS; D’JALLAD, MARÍA ELENA - QUEJA
POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 33.670/10) (Tomo 179: 569/572 –27/agosto/2013)
EXCUSACIÓN. Prejuzgamiento. Art. 17 inc. 7º del C.P.C.C.
CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 227 por la señora Juez de Corte Dra. Susana Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos.
DOCTRINA: Corresponde aceptar la excusación de la señora Jueza de Corte, quien expresa que como integrante
del tribunal de apelaciones, ha concurrido a dictar las resoluciones impugnadas.
La causal de excusación invocada con fundamento en el art. 17 inc. 7º del Código Procesal Civil y Comercial requiere, para su configuración, que la opinión o dictamen emitidos por el juez hayan sido respecto del
pleito sometido a su conocimiento; y las circunstancias descriptas en este inciso configuran la causal corrientemente llamada “prejuzgamiento”, en cuya virtud es admisible apartar del proceso al juez que, sea como apoderado, letrado, perito o funcionario, haya exteriorizado su opinión acerca de la forma de resolver las cuestiones debatidas.
La garantía de imparcialidad del tribunal se ve afectada en todos aquellos casos en que la intervención
previa del juez supone un adelantamiento de opinión respecto de la cuestión que debe resolver.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “A.F.I.P. – D.G.I. VS. ARGIBAY, ANDRÉS FRANCISCO - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 34.282/11) ( Tomo 179: 89/92 –26/agosto/2013)
EXCUSACIÓN. Prejuzgamiento .Art. 17 inc. 7º del C.P.C.C.
CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 18 por la señora Juez de Corte Dra. Susana
Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos.
DOCTRINA: Corresponde aceptar la excusación de la señora Juez de Corte quien expresa que, como integrante
del tribunal de apelaciones ha concurrido a dictar las resoluciones impugnadas.
La garantía de imparcialidad del tribunal se ve afectada en todos aquellos casos en que la intervención
previa del juez supone un adelantamiento de opinión respecto de la cuestión que debe resolver.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo y Díaz. DOCTRINA; Dra. Solá de Arias. CAUSA: “GRAÑA, ELBA VS. DELPÍCCOLO, HÉCTOR JOSÉ - QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO”
(Expte. Nº CJS 36.133/12) (Tomo 179: 143/146 – 26/agosto/2013)
EXCUSACIÓN. Prejuzgamiento. Art. 17 inc. 7º del C.P.C.C.
CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR la excusación formulada a fs. 147 por la señora Juez de Corte Dra. Susana Graciela Kauffman de Martinelli, para intervenir en autos.
DOCTRINA: Corresponde aceptar la excusación de la señora Juez de Corte con sustento en que, en oportunidad
en que integrara la Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones, concurrió a dictar las resoluciones impugnadas.
La garantía de imparcialidad del tribunal se ve afectada en todos aquellos casos en que la intervención
previa del juez supone un adelantamiento de opinión respecto de la cuestión que debe resolver.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
“MUNICIPALIDAD DE ANGASTACO VS. LLANOS, NELSON FEDERICO Y/O CUALQUIER OTRO
OCUPANTE - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 34.040/10) (Tomo 179: 647/651
– 27/agosto/2013)
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RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Finalidad. Concurso preventivo. Crédito Fiscal. Causa. Declaraciones juradas. Art. 13 de la ley 11683.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad de fs. 88/101 de los autos principales. Con costas.
DOCTRINA: El recurso de inconstitucionalidad lejos de constituir la apertura de una tercera instancia, sirve para
el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad, razón por la cual su admisión no puede importar en
modo alguno la habilitación de una etapa revisora de sentencias pronunciadas por los respectivos tribunales de
apelación, en tanto en ellas no se evidencien vicios de entidad grave como para informar una lesión a un principio
constitucional, o su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad.
No es arbitraria la sentencia que rechazó el reclamo de la incidentista con sustento en que no se probó la
causa ya que al juez concursal le compete verificar que se haya probado la causa de la obligación, teniendo presente que en dicho proceso no sólo existe una relación con el deudor, sino que el crédito debe ser opuesto a otros
acreedores. Las diferencias entre las relaciones individuales o el proceso individual y el proceso concursal son
evidentes, pues en las primeras el acreedor intenta cobrar su crédito, y están en juego exclusivamente los intereses privados. En el segundo, en cambio, el deudor se encuentra en estado de cesación de pagos, rige la “par
conditio creditorum” y el proceso se inserta en el orden público de la economía crediticia. La pretensión verificatoria, además, no se formula contra el deudor sino que está enderezada a procurar un título judicial hábil oponible
al deudor y demás acreedores para lograr un derecho de participación en el concurso.
La arbitrariedad es de aplicación excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en los que el
pronunciamiento impugnado contiene vicios que lo descalifiquen como acto judicial válido y requiere, para su
procedencia, que las resoluciones recurridas prescindan inequívocamente de la solución legal prevista para el
caso o adolezcan de una manifiesta falta de fundamentación. (Del voto de los Dres. Cornejo, Ferraris, Díaz,
Kauffman, Posadas, Vittar y Catalano)
La declaración jurada es un acto -emanado del obligado- tendiente a la determinación tributaria, pero en
nuestro derecho la determinación tributaria no tiene carácter constitutivo sino declarativo de una obligación preexistente, a fin de fijar su monto. La causa de la obligación no existe por la presentación de las declaraciones
juradas sino por la configuración del hecho imponible . (Del voto de los Dres. Cornejo y Ferraris).
La finalidad de la verificación de crédito es acreditar la existencia de éste, y para ello se admite todo tipo
de prueba y se requiere del pretensor la justificación del contenido de su petición, no sólo a través de un título
hábil que reúna los requisitos formales, sino de la acreditación de la causa que dio origen al título que justifica el
crédito.
Constatada la falta de causa del crédito pretendido por el Fisco, no es posible admitir que, por aplicación
del art. 13 de la Ley 11683 se proceda a la verificación de un crédito inexistente. (Del voto de los Dres. Díaz,
Kauffman, Posadas, Vittar y Catalano)
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “A.F.I.P. - D.G.I. VS. VALLE VIAL S.A. – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD”
(Expte. Nº CJS 33.969/10) (Tomo 179: 781/792 – 2/septiembre/2013)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Finalidad. Cuestiones entre empleados y empleadores.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 329/332 vta. Con
costas.
DOCTRINA: El recurso de inconstitucionalidad, lejos de constituir la apertura de una tercera instancia, sirve para
el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad, razón esta que impone que su admisión no puede importar en modo alguno la habilitación de una etapa revisora de sentencias pronunciadas por los respectivos tribunales de apelación, en tanto en ellas no se evidencien vicios de entidad grave como para informar una lesión a un
principio constitucional, o su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la
arbitrariedad.
No procede el recurso de inconstitucionalidad en tanto en la causa existen sobrados elementos para llegar a la conclusión que el marido de la demandada contrató como empleada a la actora y que con posterioridad a
su fallecimiento, su esposa continúo la relación laboral. Ello en tanto las críticas de los recurrentes referentes a la
valoración e interpretación de cuestiones de hecho, prueba y derecho procesal y común sólo traducen diferencias
de criterio con el de los juzgadores, que son insuficientes para refutar sus consideraciones por cuanto remiten
indefectiblemente al examen de materia propia de los jueces de la causa y ajena -como regla y por su naturalezaal recurso extraordinario.
Las cuestiones que se suscitan entre empleados y empleadores que atañen a derechos que emanan de la
relación laboral, por ser extremos de hecho, prueba y derecho común, no dan lugar a la vía extraordinaria, salvo
que las resoluciones recurridas prescindan inequívocamente de la solución legal prevista para el caso o adolezcan
de una manifiesta falta de fundamentación.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
“BÁEZ, MARTA ESTELA VS. LASTRA PUEYRREDÓN DE BÉCKER, RAQUEL JULIETA – RECURSO
DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 35.384/12) (Tomo 179:851/860 –02/setiembre/2013)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Fundamentación. Cuestiones de hecho, prueba y derecho
común. Doctrina de la arbitrariedad. Valoración de la prueba.
CUESTIÓN RESUELTA: I. DECLARAR mal concedido el recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs.
468/473. Con costas.
DOCTRINA: Es requisito de admisibilidad del recurso extraordinario que sus fundamentos se hagan cargo, a
través de una crítica prolija y circunstanciada, de las razones en que se apoya el fallo apelado; resulta ineficaz la
formulación de una determinada solución jurídica con prescindencia de esos motivos.
Resulta inviable el recurso de inconstitucionalidad en el que los agravios revelan la mera discrepancia
con cuestiones de hecho, prueba y derecho común, irrevisables en la instancia extraordinaria, máxime si, respecto
de ellas, la sentencia atacada ha expresado motivaciones suficientes para configurarla como acto judicial válido.
La doctrina de la arbitrariedad reviste carácter excepcional y no resulta apta para corregir sentencias que
el recurrente estime equivocadas sino que atiende a los casos de gravedad extrema, en los que se verifique un
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apartamiento palmario de la solución prevista en la ley o una absoluta carencia de fundamentación. (Del voto de
los Dres. Kauffman, Cornejo, Díaz, Posadas y Vittar)
El recurso de inconstitucionalidad resulta de carácter excepcional y de interpretación restrictiva, pues se
circunscribe a los supuestos en que una cuestión constitucional, oportunamente introducida, deviene esencial para
la resolución de la causa. Por ello, el remedio extraordinario, lejos de importar la apertura de una tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias pronunciadas por los jueces de la causa en tanto y en cuanto ellas no revistan vicios de entidad grave que lesionen un principio constitucional, o que impliquen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la
doctrina de la arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La mera disconformidad con la valoración de la prueba producida en modo alguno justifica la tacha de
arbitrariedad, pues los jueces no están obligados a seguir a las partes en todas sus argumentaciones ni a ponderar
una por una y exhaustivamente todas las pruebas agregadas a la causa, sino sólo aquellas estimadas conducentes
para fundar sus conclusiones.
La aplicación de las normas legales y principios jurídicos pertinentes a las particularidades fácticas del
litigio es función privativa de los magistrados competentes para resolverlo, de manera que la doctrina de la arbitrariedad -de carácter estrictamente excepcional- no autoriza a revisar las decisiones que ellos dicten en tanto no
excedan las facultades de apreciación de los hechos y del derecho que son propias de su ministerio, y cuyo acierto
o error no incumbe a esta Corte apreciar. (Del voto de los Dres. Catalano y Ferraris)
TRIBUNAL: Dres. Kauffman, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz y Ferraris. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “SÁNCHEZ, JAVIER ALBINO VS. CITIBANK N.A. - SUCURSAL SALTA - RECURSO DE
INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 35.286/12) (Tomo 179: 1043/1060 – 3/septiembre/2013)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Finalidad. Facultades del juez del concurso. Crédito fiscal.
Declaraciones juradas. Recurso de revisión. Prueba. Doctrina de la arbitrariedad. Gravedad institucional.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad de fs. 148/164 de los autos principales. Con costas.
DOCTRINA: El recurso de inconstitucionalidad, lejos de constituir la apertura de una tercera instancia, sirve
para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad, razón por la cual su admisión no puede importar
en modo alguno la habilitación de una etapa revisora de sentencias pronunciadas por los respectivos tribunales de
apelación, en tanto en ellas no se evidencien vicios de entidad grave como para informar una lesión a un principio
constitucional, o su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad.
Al juez concursal le compete verificar que se haya probado la causa de la obligación, teniendo presente
que en dicho proceso no sólo existe una relación con el deudor sino que el crédito debe ser opuesto a otros acreedores. Las diferencias entre las relaciones individuales o el proceso individual y el proceso concursal son evidentes, pues en las primeras el acreedor intenta cobrar su crédito y están en juego exclusivamente los intereses privados; en el segundo, en cambio, el deudor se encuentra en estado de cesación de pagos, rige la “par conditio creditorum” y el proceso se inserta en el orden público de la economía crediticia. La pretensión verificatoria, además,
no se formula contra el deudor sino que está enderezada a procurar un título judicial hábil oponible al obligado y
demás acreedores para lograr un derecho de participación en el concurso.
En el recurso de revisión la prueba de la causa de la obligación no puede lograrse solamente con impresiones de declaraciones juradas obtenidas del sistema informático de la impugnante. La declaración jurada es
un acto -emanado del obligado- tendiente a la determinación tributaria, pero en nuestro derecho la determinación
tributaria no tiene carácter constitutivo sino declarativo de una obligación preexistente, a fin de fijar su monto.
Conforme lo señala la doctrina el Decreto Reglamentario nº 1397/79 (aplicable en la especie) estipula la obligatoriedad de la firma del contribuyente, responsable o representante legal autorizado en la parte principal y anexos
de la declaración jurada; la firma del formulario oficial de la declaración jurada constituye un elemento esencial
del mismo.
En la etapa de revisión no resulta suficiente la mera indicación de la causa del crédito pues, como lo
señala la doctrina, se promueve una auténtica demanda en la que el acreedor deberá extremar los esfuerzos tendientes a la prueba del crédito insinuado.
La aplicación de la doctrina de la arbitrariedad resulta excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en los que el pronunciamiento impugnado contiene vicios que lo descalifiquen como acto judicial válido
y requiere, para su procedencia, que las resoluciones recurridas prescindan inequívocamente de la solución legal
prevista para el caso o adolezcan de una manifiesta falta de fundamentación, circunstancias que no concurren en
la especie.
La alegación de gravedad institucional no es suficiente por sí sola para habilitar la instancia extraordinaria, porque esta vía exige que se halle involucrada en el caso alguna cuestión federal, y si bien se la ha admitido
para superar ciertos recaudos formales de procedencia del recurso extraordinario, tal como la falta de sentencia
definitiva, se la ha descartado para suplir la inexistencia de cuestión federal.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “A.F.I.P. – D.G.I. VS. ARGIBAY, ANDRÉS FRANCISCO - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS 34.282/11) ( Tomo 179: 93/104 –26/agosto/2013)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Finalidad. Fundamentación. Relación laboral. Prueba. Doctrina de la arbitrariedad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. DECLARAR mal concedido el recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs.
708/733 contra la sentencia de fs. 697/702 vta. Con costas.
DOCTRINA: El recurso de inconstitucionalidad lejos de importar la apertura de una tercera instancia, sirve para
el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias pronunciadas por los jueces de la causa, en tanto y en cuanto ellas no contengan vicios de entidad grave que lesionen un principio constitucional, o que importen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la
arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Es requisito de admisibilidad del recurso extraordinario que éste se haga cargo, a través de una crítica
prolija y circunstanciada, de las razones en que se apoya el fallo apelado, y que resulta ineficaz la formulación de
una determinada solución jurídica con prescindencia de dichos motivos. Se debe demostrar la inconsistencia de
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las razones expuestas en el fallo que se pretende impugnar, para lo cual es imprescindible que el recurrente se
haga cargo de todos y cada uno de los fundamentos en que se apoya la decisión.
Según constante doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo atinente a la existencia o inexistencia de la relación laboral y la apreciación de los elementos que la demuestran, como así también lo relativo
a la determinación de la modalidad de dicha relación existente entre las partes, remiten al examen de cuestiones
ajenas, como regla, a la vía extraordinaria.
No resulta arbitraria la sentencia que consideró que la demostración de una relación laboral negada corre
a cargo de quien la invoca.
La circunstancia de acordar preferencia a determinados elementos probatorios no configura un caso de
arbitrariedad, pues los jueces no están obligados a seguir a las partes de todas sus argumentaciones, ni a ponderar
una por una y exhaustivamente todas las pruebas agregadas a la causa, sino sólo aquellas estimadas conducentes
para fundar sus conclusiones.
La doctrina de la arbitrariedad es de aplicación excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en
los cuales el pronunciamiento impugnado contiene vicios que lo descalifiquen como acto judicial válido y requiere, para su procedencia, que las resoluciones recurridas prescindan inequívocamente de la solución legal prevista
para el caso o adolezcan de una manifiesta falta de fundamentación.
TRIBUNAL: Dres. Kauffman, Posadas, Samsón, Vittar, Catalano, Cornejo y Díaz. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “JURADO, CARLOS VS. OVEJERO, JOSÉ FACUNDO Y/O MARTÍNEZ VIUDEZ, PEDRO
JOSÉ Y/O HEREDEROS DE MARTÍNEZ VIUDEZ – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte.
Nº CJS 35.769/12) (Tomo 179: 541/550 – 27/agosto/2013)
RECURSO DE QUEJA. Autosuficiencia. Acordada 10910. Copia de la documentación indicada como no valorada.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 31/40.
DOCTRINA: Esta Corte, mediante Acordada 10910 (publicada en el B.O. Nº 18.576 de fecha 27/04/11), reglamentó los escritos en los cuales los interesados interponen queja por recurso de inconstitucionalidad denegado,
sistematizando sus requisitos formales.
Corresponde rechazar la queja en tanto el punto I inciso V de la citada Acordada establece que, a fin de
posibilitar el examen de los agravios se deberá acompañar copia de toda actuación que resulte imprescindible
para verificar la existencia o no de la cuestión constitucional, especialmente cuando sea mencionada por el quejoso (en el caso el actor omitió presentar copia del certificado médico que consideró que no había sido valorado).
Es doctrina reiterada por este Tribunal que la queja debe autoabastecerse, vale decir, debe ser posible resolverla sólo con los recaudos acompañados por el recurrente y, si bien es posible requerir la remisión del expediente principal, se trata de una facultad de esta Corte que no puede ser utilizada para suplir la omisión de quien
no cuida el cumplimiento de los recaudos esenciales.
TRIBUNAL: Dres. Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman y Posadas. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “SARACHO, DAVID ENRIQUE VS. LA VELOZ DEL NORTE S.A. – QUEJA POR REC. DE
INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 36.372/13) (Tomo 179: 901/906 – 2/septiembre/2013)
RECURSO DE QUEJA. Autosuficiencia. Acordada 10910. Memorial de agravios y su contestación. Cédula de
notificación.
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 15/16 vta.
DOCTRINA: Por Acordada 10910 esta Corte consideró adecuado precisar los recaudos necesarios mencionados
en el art. 276 del C.P.C.C. que conciernen a la admisibilidad formal de los escritos mediante los cuales se interpone la queja por recurso de inconstitucionalidad denegado, de manera de garantizar un adecuado respeto al debido proceso y al derecho de defensa en juicio, al posibilitar a los litigantes un acabado conocimiento de las condiciones mínimas necesarias para que este Tribunal, en el ejercicio eminente de la jurisdicción constitucional,
proceda a conocer el recurso de hecho intentado.
Resulta improcedente la queja en lo que se ha omitido presentar las copias correspondientes a los memoriales de agravios y a su contestación y la copia de la cédula o constancia de notificación de la resolución que
denegó el recurso de inconstitucionalidad
La queja debe autoabastecerse, vale decir debe ser posible resolverla sólo con los recaudos acompañados
por el recurrente y, si bien es posible requerir la remisión del expediente principal, se trata de una facultad discrecional de esta Corte, que no puede ser utilizada para suplir la omisión de quien no cuida el cumplimiento de los
recaudos esenciales.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo y Díaz. DOCTRINA; Dra. Solá de Arias.
CAUSA: “GRAÑA, ELBA VS. DELPÍCCOLO, HÉCTOR JOSÉ - QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 36.133/12) (Tomo 179: 147/152 – 26/agosto/2013)
RECURSO DE QUEJA. Finalidad. Acordada 10910. Copias sin firma del abogado que presentó la queja.
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 51/55.
DOCTRINA: Conforme lo señala la doctrina, la queja es una institución necesaria en el sistema procesal vigente,
pues la impugnación se deduce ante el tribunal que dictó la sentencia, de lo cual resulta que si el recurso se dedujese ante el tribunal superior, directamente, carecería de objeto esta categoría. La queja, empero, no constituye
propiamente un recurso ni un medio de impugnación de los actos jurisdiccionales sino sólo un medio para obtener la concesión de otro recurso declarado inadmisible.
El artículo 276 del Código Procesal Civil y Comercial dispone que con la interposición de la queja debe
acompañarse copia simple de la resolución recurrida y de los “recaudos necesarios” suscriptos por el abogado del
recurrente. Dichos extremos, precisados por vía jurisprudencial, abarcan las actuaciones que hagan a la resolución impugnada y aquellas relativas a su sustanciación.
A través de la Acordada 10910 (B.O. Nº 18576 de fecha 27/04/11), esta Corte consideró adecuado precisar “los recaudos necesarios” mencionados en el citado artículo que conciernen a la admisibilidad formal de los
escritos mediante los cuales se interpone la queja por recurso de inconstitucionalidad denegado, a fin de garantizar un adecuado respeto al debido proceso y al derecho de defensa en juicio al posibilitar a los litigantes un acabado conocimiento de las condiciones mínimas necesarias para que este Tribunal, en el ejercicio eminente de la
jurisdicción constitucional, proceda a conocer el recurso de hecho intentado.
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No es autosuficiente la queja en tanto las copias presentadas carecen de la firma del abogado del recurrente, circunstancia que las torna inhábiles para sostener el recurso de hecho presentado.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas y Catalano. DOCTRINA. Dra. Solá de Arias.
CAUSA: “BURGOS, JOSÉ NORDIO VS. ORVEA S.R.L. Y/O COURTADE, CÉSAR A. – QUEJA POR REC.
DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 36.145/12) (Tomo 179: 839/844 – 2/septiembre/2013)
RECURSO DE QUEJA. Fundamentación. Recurso de inconstitucionalidad. Finalidad. Regulación de honorarios. Doctrina de la arbitrariedad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 105/112 vta.
DOCTRINA: Es esencial que la queja contenga claros argumentos convincentes de la insuficiencia de los fundamentos esgrimidos por el “a quo” al clausurar la viabilidad del recurso. De este modo, los agravios deben dirigirse a controvertir los fundamentos desarrollados al denegar el recurso de inconstitucionalidad, a fin de demostrar
la falta de razonabilidad de ellos y no de la sentencia tachada de inconstitucional. Y la falta de debida fundamentación de la queja, conforme con la constante doctrina de este Tribunal, provoca la desestimación del recurso.
El recurso de inconstitucionalidad sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad,
por lo que su admisión no puede importar en modo alguno la habilitación de una etapa revisora de sentencias
pronunciadas por los respectivos tribunales de apelación, en tanto en ellas no se evidencien vicios de entidad
grave como para provocar una lesión a un principio constitucional, o su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad.
La interpretación de las normas arancelarias -en virtud de su carácter fáctico y procesal- es materia ajena, como principio, a la vía extraordinaria, al igual que las cuestiones concernientes a la regulación de honorarios
y a la determinación de las bases tenidas en cuenta para tal fin, quedando a salvo los supuestos en que no exista
un fundamento suficiente, o que el fallo no se autoabastezca con motivación congruente, lógica, o que pueda ser
susceptible de descalificación al no resistir el juicio mínimo de validez constitucional.
No basta para demostrar la existencia de una situación de inconstitucionalidad, sostener la vulneración
de derechos constitucionales si no se prueba la afectación puntual de los derechos invocados.
La aplicación de la doctrina de la arbitrariedad resulta excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en los que se verifique un apartamiento evidente de la solución legal prevista para el caso o una decisiva
carencia de fundamentación en el pronunciamiento impugnado.
TRIBUNAL: Dres. Vittar, Catalano, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: BRAVO HERRERA, LUCÍA TEODORA VS. GNARRA, NICANDRO - QUEJA POR REC.
DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 36.255/13) (Tomo 179: 915/922 – 2/septiembre/2013)
RECURSO DE QUEJA. Fundamentación. Recurso de inconstitucionalidad: fundamentación. Accidente de
tránsito. Responsabilidad del titular registral del vehículo conducido por la víctima.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR la queja interpuesta a fs. 84/91 vta.
DOCTRINA: (Mayoría) Es esencial que la queja contenga claros argumentos convincentes de la insuficiencia de
los fundamentos esgrimidos por el “a quo” al clausurar la viabilidad del recurso De este modo, los agravios deben dirigirse a controvertir los fundamentos desarrollados al denegar el recurso de inconstitucionalidad, a fin de
demostrar la falta de razonabilidad de ellos y no de la sentencia tachada de inconstitucional. Y la falta de debida
fundamentación de la queja, conforme con la constante doctrina de este Tribunal, provoca la desestimación del
recurso.
Es requisito de admisibilidad del recurso extraordinario que sus fundamentos se hagan cargo, a través de
una crítica prolija y circunstanciada, de las razones en que se apoya el fallo apelado; resulta así ineficaz la formulación de una determinada solución jurídica con prescindencia de esos motivos. Como se ha expresado reiteradamente, la correcta deducción del recurso extraordinario exige la crítica concreta de la sentencia impugnada, desde
el estricto punto de vista constitucional, para lo cual el apelante debe rebatir todos y cada uno de los fundamentos
en los que se apoya el “a quo” para arribar a las conclusiones que lo agravian. De este modo, si el recurrente no
controvierte de manera eficaz la totalidad de los razonamientos en los cuales se apoyan las conclusiones del fallo,
es inconducente el tratamiento de los reparos formulados en la instancia extraordinaria.
No basta, para que se configure una situación de inconstitucionalidad, invocar la vulneración de derechos fundamentales, si no se prueba la afectación concreta de esos derechos, y constituye carga procesal del recurrente demostrar que existe una relación directa entre la materia del pleito y la invocada cuestión constitucional,
extremo que no se satisface con la simple alegación de que el fallo cuestionado lesiona determinadas garantías de
la Constitución, si el apelante no precisa ni demuestra en concreto cómo se ha operado tal violación en la sentencia impugnada.
No resulta arbitraria la sentencia que no acogió el agravio del demandado quién solicitó la condena a la
concesionaria vial por la existencia de caballos en la ruta donde ocurrió el accidente, agravio que no fue atendido
por no haber sido demandada esa empresa. (Del voto de los Dres. Vittar, Díaz, Ferraris, Posadas y Cornejo)
No resulta arbitraria la sentencia que entendió configurada la responsabilidad del impugnante con apoyo
en lo normado por el art. 1113 del Código Civil –por ser titular registral del vehículo conducido por la víctima–;
y en la autorización presunta que medió por parte del guardián de la cosa. (Del voto de los Dres. Vittar, Díaz,
Ferraris y Montalbetti)
(Minoría) Esta Corte ha señalado que el tribunal “a quo” no debe limitarse a rechazar o conceder mecánicamente el recurso de inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, debe
efectuar un juicio de probabilidad sobre la afectación de principios constitucionales. A la luz de dicho criterio, los
agravios expuestos por la impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perder de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen infringidos.
Corresponde hacer lugar a la queja deducida toda vez que se cuestiona el decisorio de la alzada atribuyéndole arbitrariedad por carecer de fundamentación, prescindir de prueba decisiva y apartarse de la ley aplicable, en tanto, según aduce la quejosa, se la condenó a pagar una indemnización pese a no mediar entre el hecho
imputado (que en la especie estaría dado por el carácter de la demandada de titular registral de la cosa) y el daño
sufrido una relación o nexo de causalidad. Ello –agrega- por ser la propia víctima la responsable en la conducción
de la cosa riesgosa y no haber invocado vicio alguno respecto al estado mecánico de la camioneta. (Del voto de
los Dres. Posadas, Cornejo y. Kauffman)
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TRIBUNAL: Dres. Vittar, Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas –Jueces de Corte- y María Cristina Montalbetti –Juez de Cámara llamada integrar-). DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: “CHA USANDIVARAS, FABIÁN VS. LEÓN ALPEROVICH GROUP S.A.– QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.266/12) (Tomo 179: 621/632 – 27/agosto/2013)
RECURSO DE QUEJA. Recurso de inconstitucionalidad. Finalidad. Competencia del juzgado laboral. Accidente de trabajo. Demanda de reparación integral de los daños sufridos. Relación de empleo público
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 60/69.
DOCTRINA: (Mayoría) El recurso de inconstitucionalidad lejos de constituir la apertura de una tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad, razón esta que impone que su admisión
no puede importar en modo alguno la habilitación de una etapa revisora de sentencias pronunciadas por los respectivos tribunales de apelación, en tanto en ellas no se evidencien vicios de entidad grave como para informar
una lesión a un principio constitucional, o su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de
la doctrina de la arbitrariedad. No tiene por objeto corregir pronunciamientos que se estimen equivocados o erróneos, pues sólo comprende aquellos casos de omisiones o desaciertos de gravedad extrema que impiden su calificación como acto judicial, vulnerando así la exigencia constitucional de que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con arreglo a las circunstancias concretas de la causa.
No es arbitraria la sentencia que en el marco de un reclamo por un empleado público, se pronunció por
la competencia del fuero del trabajo. Ello es así, ya que aun cuando el actor haya cuestionado la constitucionalidad de la reparación prevista en la Ley 24577, la determinación de la procedencia de la acción, más allá de la
extensión de la reparación pretendida, es propia del fuero específico, esto es, de los tribunales del trabajo. (Del
voto de los Dres. Vittar, Díaz, Ferraris y Kauffman)
De conformidad con lo señalado por la doctrina, no obstante que el conocimiento de las controversias
entre el Estado Nacional y sus empleados públicos en general es atribuido al fuero contencioso administrativo
federal, las demandas por infortunios laborales fundadas en la legislación especial en algunos supuestos se ha
atribuido a la justicia del trabajo en razón de la especialización de dicho fuero. En hipótesis en que se perseguía la
reparación integral del daño, como los suscitados cuando se plantea la inconstitucionalidad del art. 39.1 de la
L.R.T., se ha atribuido el conocimiento al fuero civil y comercial federal, en el entendimiento de que tales causas
—aunque relativas a empleo público— remiten a cuestiones resarcitorias para las cuales es necesario “prima
facie” considerar la aplicabilidad de las soluciones dadas por la legislación privada.
Respecto de la aplicación del precedente “Barreto” de la Corte Federal, debe tenerse en cuenta que en
ese antecedente judicial se tuvo en miras la determinación de la competencia originaria de la Corte Suprema por
razón de la distinta vecindad o de extranjería, definiendo a tales efectos un nuevo contorno del concepto de causa
civil, limitándolo a aquellos litigios regidos exclusivamente por normas y principios de derecho privado, tanto en
lo que concierne a la relación jurídica de que se trata como en el examen sobre la concurrencia de cada uno de los
presupuestos de la responsabilidad patrimonial ventilada y, en su caso, en la determinación y valuación del daño
resarcible. Ello así porque no puede concluirse válidamente que mediante la doctrina de dicha resolución se pueda determinar la competencia contencioso administrativa en esta Provincia con olvido de lo que al respecto disponen los códigos procesales locales y las leyes de organización de la justicia salteña, en desmedro de la autonomía provincial respecto de la posibilidad constitucional de darse sus propias instituciones y regirse por ellas.
La causal de arbitrariedad por apartamiento de pronunciamientos de la Corte Suprema requiere que el
desconocimiento no sólo sea inequívoco, sino que también la doctrina del Alto Tribunal que se considere aplicable se refiera a temas de derecho constitucional o federal, quedando –en principio- excluidas materias de derecho
público provincial, común y procesal, toda vez que no se encuentran dentro de las atribuciones de la Corte Suprema de Justicia las de fijar la interpretación que los tribunales inferiores deben realizar con respecto a estas
materias. (Del voto de los Dres. Díaz, Ferraris y Kauffman)
(Minoría) Si bien las cuestiones de competencia son ajenas en principio al recurso extraordinario, dicha
regla cede cuando una errada asignación de competencia implica la vulneración del derecho de defensa en juicio
de las partes, tal la situación de autos donde la Cámara se limitó a señalar la regla referida a la falta de definitividad del auto interlocutorio impugnado, sin atender a los planteos de índole constitucional desarrollados por la
recurrente.
Corresponde hacer lugar a la queja en tanto la alegada arbitrariedad del fallo invocada de una manera razonable y fundada amerita la concesión del recurso de hecho, ya que la cuestión controvertida versa sobre la
competencia en razón de la materia, la cual, por su naturaleza, es improrrogable y no puede ser alterada por la
voluntad de los litigantes. Su aplicación debe ser sostenida aun de oficio cuando sea alterada voluntaria o inconscientemente, y debe ser declarada en cualquier estado del proceso. (Del voto de los Dres. Catalano, Cornejo y
Posadas)
TRIBUNAL: Dres. Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman y Posadas. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “MAIDANA, ROBERTO CARLOS VS. PROVINCIA DE SALTA – QUEJA POR REC. DE
INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.937/12) (Tomo 179: 765/780 – 2/septiembre/2013)
RECURSO DE QUEJA. Recurso de inconstitucionalidad: fundamentación. Nulidad. Abogado suspendido en la
matrícula. Doctrina de la arbitrariedad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 325/340 vta. de autos.
DOCTRINA: Es requisito de admisibilidad del recurso extraordinario que sus fundamentos se hagan cargo, a
través de una crítica prolija y circunstanciada, de las razones en que se apoya el fallo apelado; resulta así ineficaz
la formulación de una determinada solución jurídica con prescindencia de esos motivos. La correcta deducción
del recurso extraordinario exige la crítica concreta de la sentencia impugnada, desde el estricto punto de vista
constitucional, para lo cual el apelante debe rebatir todos y cada uno de los fundamentos en los que se apoya el “a
quo” para arribar a las conclusiones que lo agravian. De este modo, si la recurrente no controvierte de manera
eficaz la totalidad de los razonamientos en los cuales se apoyan las conclusiones del fallo, es inconducente el
tratamiento de los reparos formulados en la instancia extraordinaria.
No se verifica vulneración de los derechos constitucionales de quien dedujo incidente de nulidad por
haber permitido el juzgado la intervención de un abogado que no había pagado sus aportes previsionales, ya que
tal actitud solamente puede afectar a la beneficiaria de tales aportes –la Caja de Seguridad Social para Abogadosy no a quien fuera su mandante. A diferente conclusión cabría arribar si, como consecuencia de tal sanción, no se
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hubiera permitido al letrado intervenir en el juicio, cuestión que no se constata de las copias presentadas ni fue
alegada por la demandada. Tampoco se advierte el perjuicio sufrido al haberse notificado la sentencia en el domicilio procesal constituido, el que, conforme con lo prescripto en el art. 42 del C.P.C.C., subsistió hasta la denuncia de uno nuevo.
Sólo se configura violación a la garantía a un debido proceso cuando hay una grave privación o restricción del derecho de defensa en juicio, y tal alegación no es atendible si el recurrente no prueba la eficacia de su
queja, esto es, la defensa de que habría sido privado para lograr una solución distinta a la recaída en el pleito. La
defensa en juicio no ampara la negligencia de las partes y quien ha tenido amplia oportunidad para ejercer sus
derechos responde por la omisión que le es imputable.
La aplicación de la doctrina de la arbitrariedad resulta excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en los que se verifique un apartamiento palmario de la solución prevista en la ley o una absoluta carencia
de fundamentación.
TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris y Kauffman. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “DASTRES, YRMA VS. COMPLEJO TELEFÉRICO SALTA – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 35.782/12) (Tomo 179: 81/88 –26/agosto/2013)
RECURSO DE REVOCATORIA. Reposición “in extremis”. Acción de inconstitucionalidad. Plazo. Cómputo.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de reposición “in extremis” interpuesto a fs. 126/127 vta.
DOCTRINA: (Mayoría) El remedio de la revocatoria “in extremis” se caracteriza como un último recurso contra
eventuales injusticias no susceptibles de ser subsanadas por otras vías; de allí que, en concordancia con la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sólo resulta procedente contra una sentencia de esta Corte cuando media la posibilidad de la consumación de una grave injusticia como derivación de un yerro judicial, habiéndose aceptado para la corrección de errores materiales.
Corresponde el rechazo del recurso deducido en tanto el actor basó su planteo en un supuesto error material deslizado en el voto de la minoría sin cuestionar de manera alguna los fundamentos de los cuatro jueces que
integraron la mayoría. (Del voto de los Dres. Cornejo, Posadas, Vittar y Catalano)
(Minoría) No resulta procedente el recurso intentado con fundamento en un supuesto error de cómputo
del plazo de caducidad, ya que se decidió la extemporaneidad de la acción basado en que la vigencia de las sucesivas ordenanzas que establecieron la gabela, sin solución de continuidad traía como consecuencia que el plazo
comenzó a correr desde la entrada en vigencia de la primera de ellas. (Del voto de los Dres. Díaz, Ferraris y
Kauffman)
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Kauffman, Posadas, Vittar y Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: “SALVATIERRA, QUITERIO – ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD” (Expte. Nº CJS
36.196/13) (Tomo 179: 895/900 – 2/septiembre/2013)
RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL. Escrito inexistente: escrito sin la firma del patrocinado.
CUESTIÓN RESUELTA: I. DECLARAR jurídicamente inexistente el escrito de fs. 67/74. Con costas a cargo
de la letrada patrocinante.
DOCTRINA: Es inexistente el escrito que sólo lleva la firma del letrado patrocinante del actor al no ser apto para
exteriorizar la voluntad de la parte.
Es un requisito esencial de todo escrito judicial la firma de su presentante (arts. 1012 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación), insusceptible de ser suplida por la del letrado que no ha invocado, en tiempo
y forma, poder para representar a la parte ni razones de urgencia que hagan aplicable lo dispuesto en el art. 48 del
Código Procesal Civil y Comercial. En consecuencia, dicha presentación constituye un acto jurídico inexistente y
ajeno, como tal, a cualquier convalidación.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Posadas, Vittar, Catalano y Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
“GUTIÉRREZ, FRANCISCO ÁNGEL VS. VERA, JOSÉ CARLOS; D’JALLAD, MARÍA ELENA - QUEJA
POR REC. DE INCONST. DENEGADO” (Expte. Nº CJS 33.670/10) (Tomo 179: 573/578 – 27/agosto/2013)
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