Tema 2: Lingüística y comunicación. Comparación de las teorías de Saussure y Chomsky. Ambos postulan que, para el estudio del lenguaje, hay que realizar una abstracción o idealización del elemento lingüístico, alejándonos del uso concreto. Proponen una dicotomía, dos términos opuestos que se complementan. Saussure (estructuralista) propone langue y parole (lengua y habla), mientras que Chomsky (generativista) habla de competence y performance, centrándose en la primera. Para Saussure, la langue es un sistema de signos que usa una comunidad, lo cual no equivale totalmente a la competence, que descarta el uso social, siendo, según Chomsky, la capacidad o el conocimiento tácito de un individuo. Competencia comunicativa. Hymes, lingüista de mediados del siglo XX, fundador de la teoría de la etnología de la comunicación y precursor de la sociolingüística. Para él, la competencia comunicativa está subdividida en: competencia sociolingüística, lingüística / gramatical, cultural, textual y estratégica. La competencia lingüística es el conocimiento del código, de los elementos lingüísticos (tiempos verbales, léxico, sistema gramatical…). Permite diferenciar entre lo gramatical y lo agramatical. Sin embargo, no es suficiente para el dominio de una lengua. La competencia sociolingüística es la que permite utilizar el código de forma apropiada en el contexto social. De acuerdo con esto, un enunciado puede ser adecuado o inadecuado. La competencia cultural es necesaria para comunicarse con corrección. La proxemia hace referencia a la gestión del espacio a la hora de comunicarse y varía dependiendo de la cultura. Por ejemplo, en la cultura árabe es más cercana y en los países nórdicos es más lejana. La kinésica se encarga de la intervención de los gestos en la comunicación. La cronémica estudia la concepción del tiempo respecto a la comunicación Los enunciados pueden ser aceptables o inaceptables. La competencia estratégica es la capacidad para gestionar la comunicación y solucionar los problemas que surgen en ella, como la paráfrasis cuando no se recuerda el término concreto o la corrección de errores si se detecta un malentendido. Los enunciados, en relación a la competencia estratégica, pueden ser eficaces o ineficaces. La competencia textual hace referencia al conocimiento y el uso de los géneros discursivos. Permite elaborar discursos adecuados a las diferentes situaciones. Por ejemplo, hablando por teléfono hay que identificarse, respetar los turnos de 1 conversación, utilizar léxico concreto, claro y lingüísticamente económico… Según esto un texto puede ser adecuado o inadecuado. Respecto a la lengua materna, la competencia sociolingüística es la última que se adquiere, alrededor de la adolescencia. Funciones del lenguaje: Referente Código Emisor Mensaje Receptor Canal Contexto Todos los autores están de acuerdo en la existencia de las siguientes funciones: La interacción es fundamental para crear entornos sociales. La función de transacción se refiere a la transmisión de información. La función cognitiva sirve para crear el pensamiento, la entidad mental del individuo. Teoría de Jackobson y los formalistas rusos: Función expresiva o emotiva: lo importante es cómo se siente y la opinión del emisor. Por ejemplo, en la oración ¡Tengo frío! tanto el verbo en primera persona como la entonación exclamativa marcan al emisor como centro. Función conativa o apelativa: predomina la intención de incidir en el comportamiento del receptor, como ocurre en el enunciado Cierra la ventana. Algunos autores afirman que esta es la función más importante del lenguaje, pues en cierta manera todos los enunciados son conativos al esperar siempre que el receptor escuche la información transmitida. Función referencial o contextual: la comunicación se centra en aportar características de un referente, como Hace frío. Función fática o interpersonal: se ocupa de la gestión general del canal o de dar paso a los diferentes interlocutores, como se aprecia en el enunciado hace frío, ¿verdad? 2 Función poética o estética: se manifiesta cuando el código se hace evidente, añadiendo algo nuevo a la comunicación. En el enunciado los labios se me están poniendo morados el uso personal está intensificado por el uso del me y la referencia a una característica física del hablante, que incide en el comportamiento del receptor. Incide también en la temporalización, determinada por el uso de la perífrasis están poniendo. Función metacognitiva o metalingüística: el objetivo de la comunicación es reflexionar sobre el propio lenguaje. El esquema clásico de la comunicación tiene algunos defectos, pues hay elementos que no explica de forma coherente. Por ejemplo, existen actos comunicativos en los que no hay código, por lo que la codificación o descodificación no tiene relevancia. De esto se deduce que este esquema da demasiada importancia al código. Por otra parte, el contexto aparece como un elemento que afecta principalmente al canal, cuando la relación con los demás elementos es también estrecha. Por ejemplo, solo el contexto permite evitar la ambigüedad de oraciones como quedamos en el banco. Otro ejemplo de la importancia del contexto son los deícticos, elementos sin significado por sí mismos, como ese o ahí. Por último, un mismo enunciado puede ser una queja o un consejo en diferentes situaciones (cuesta doce veces más hacer un nuevo cliente que conservar uno antiguo). El esquema no refleja las complejas relaciones entre los hablantes, ignorando la competencia sociolingüística. Tampoco refleja la intencionalidad necesaria en la comunicación. Finalmente, no refleja las funciones comunicativas. Nuevo esquema de la comunicación: El nuevo esquema se basa en la imagen mental de la situación que el emisor y el receptor tienen. Las representaciones son entidades mentales de los participantes en la comunicación. Cuando un emisor emite un mensaje, este está condicionado por las representaciones. El emisor y el receptor son los mismos que en el esquema tradicional, pero la señal cambia: una señal es cualquier modificación en el entorno que puede servir para la comunicación, por ejemplo, dejar un abrigo encima de la mesa para que nadie la ocupe, por lo que no tiene que ser necesariamente código, que en este esquema es secundario. Las representaciones son varias: destinatario, distancia social, situación, medio, conocimiento general, conocimiento lingüístico y objetivos comunicativos. El objetivo de la comunicación determina directamente la selección de la señal, los elementos escogidos para la comunicación. La distancia social es cómo se sitúa el emisor respecto al receptor, de acuerdo a cómo este lo percibe. La situación es un concepto más amplio que el contexto e incluye todos los detalles y todo lo que implica un momento comunicativo: la proxemia, los gestos, cómo vestirse, cómo comportarse… El medio hace referencia al elemento del canal, aunque es más 3 complejo. Por ejemplo, admite la existencia de textos con muchos rasgos orales, como los mensajes de texto. Los procesos pueden ser convencionales (codificación y descodificación) y los no convencionales, que aparecen en el nuevo esquema de la comunicación: la ostensión y la inferencia. Cuando el emisor realiza un proceso de ostensión, relaciona un elemento del entorno con el mensaje que quiere transmitir, creando una relación indicial. La inferencia es la relación de la modificación en el entorno con lo que el emisor ha querido expresar, la reconstrucción de la relación existencial en el indicio. Ambos procesos suelen producirse al mismo tiempo. Codificación v Descodificación Ostensión Inferencia Representaciones: Representaciones: Destinatario Distancia social Situación Medio Conocimiento general Conocimiento lingüístico Objetivos comunicativos Emisor Señal Emisor Distancia social Situación Medio Conocimiento general Conocimiento lingüístico Expectativas comunicativas Destinatario 4