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DIlL SEÑ"O.
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A LA SENTIDA ,MUE.RlE
DE NI1ESTI\O QUERIDO PADRE SR. MANUEL D'E L'A MOTTA LOPEZ,
ACAECIDA EL DIA 1 O DE DICIEMBRE DE t 8 5 6 .
"AMA.
A TU PADRE
EN EL SEPULQ:RO COMO !SI SOLO
ESTUVIERA
AUTSENTE, ..
es
"iQué
la vida 1; El hombre naco
En el seno d e la nada:
La eternidad su monada
Antes dela vida fué. "
El tiempo ,j la muerte parer,tl que están destinados
por la Provideneia, ,para ·aniquilar i hacer desapaveeer
cuanto vernos en el mundo . Cada uno de estos dos púdel'OSOS ~jen;tes destruye a su medb. La muerte, mas ta rde
o mas temprano, mata Iiluanto tiene vida'. el tiemp~"~,,
truye con mas o rnénos velocidad cuanto tiene eXistencia. '~-4/'.
¿ 1es posible que séamos tan míseros, qu~~;;.esterMS (,~'i:
obligados a ver llegar ose trasporte de la váda a Ji' muerte,
':,:
en medio deacervos padecimientos, sin que llaya un di/
.-.
.... )e.___
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~...
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~.':- .....
:/
2
qnc que baste a contel1erlo?¿bs
posible que la vida,
infancia de la existencia humana sea tan corta, que cuando apenas nos conformamos con aceptar sus penas por
placeres, cuando queremos existir en derredor de los objetos de la naturaleza que nos parecen tan hermosos,
cuando nos regalamos entre sí el amor mas tierno. cual
el del padre al hijo. el del hijo al padre, el del esposo
a la esposa, el del hermano a la hermana, el del amigo
al amigo, veamos llegar ese esqueleto espantoso, con guadaña en mano, para cortar el débil hilo que sostiene
.nuestro fl'ájil ser, i apagar de un soplo esa antorcha que
nos guía, para confundirnos en la eternidad i dejar' a los
que quedan en unperennerllantc
i enunahorrible
desolacion .. " .. C? ,!
,'.
~ ~,,',,',
' .
Ai! ... Un flévil jemido, un lloro acervo nos atormenta ...• ,..Ver desaparecer' a nuestro querido padre ..•.
Quedar mudo para siempre aquel lavio, fuente de verdad
p~u'a nosotros .....
No oir ya mas esa voz, modulando
aquellas palabras dulces, intérpretes
su alma poseída
de un carácter apacible, festivo, virtuoso i cristiano .....
Ver desaparecer
a nuestro querido padre, es la pérdida
mas grande para nosotros, porque en él estaba depositado
todo aquello que causaba nuestra felicidad .
. . . .. No podemos ménos fIne inclinamos a venerar
su nombrevporque
su nombre era un santuario inmaculado para nosotros.
Debemos llorarlo, porquc nos pide
una lágrima aquel de quien sus virtudes necesitábamos
aun cuando oímos el funeral tañido i el llanto de amor i
~lgonía que 1l0S arrancó de su lijero Adios!! ~
Dios Santo. Nuestro ¡padre no debió morir en la
época en que nos lo arrebatastc.vporque
necesitábamos
de su virtud) de su ejemplo, de Sil amor ...•.
Para no~,otI'OSera I'uentede
la dicha que podiamos apetecer, para
el, indijente i allijido su. consuelo i para tu doctrina su
guardian.
¿Por qué, pues, te sirves de un see tan pequeño' a tu magnificencia i tan supremo a nuestro reducido pode,'ío'?-Tú no tienes 1:15 !)randes hechuras de tu
mano i pensamiento, las disíonuos e inesplicables mara-
oc
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villas de todo cuanto 'existe i que competen a tu Augusta
Majestad?-Acaso
podrias necesitar de su compañía mas
que nosotros? Ah' Perdónaaos Dios Santo. si con esto
ofendemos tu santa voJul'rtad.
Sí, ..... nuestro amado PaJI'o murió ...•..
El Dios
de las alturas lo condujo alcentro de su glo.ría ... Se desprendió del seno de sa esposa e hijos, para prenderse
en el seno de Sil Eterno Padre. Sí, se fué ... Un solo
instante I-bastó para salva-r el abismo insondable qUé hai
de la vi<b a la' muerte .....
j Padre querido ' Te fuiste
sin saber que tu esposa e llijos desolados, te lloraban con
l~gI'iÚ1asde amor i de ternura. Te fuiste sin percibir los
ayes dolorosos de cada uno de nosotros.
iPadre querids! dese.ansa en paz; rue~a aHú en tu
celestial mansion po.l' la felicidad i consuelo. de tus aflijidos
hijQs, que te dedican este corto 'pero. sincero. recuerdo.
Adios padre qaerido l
SENORES PREVENDADOS
DOCTORES
Tunja, 5 de.agosto de 1857,
'ESTld\B.I:lOS SEÑo.RES'l\UOS:
Vosotros sois los que debeis recibir 'el pequeño trabaJo que os adjunto, j que con tiernosi lamentables suspiros compuse i pronuncié eu el apoteosis de vuestr-o malogrado hermano. i mi querido amigo, Manuel de la Mota
López, Bien sé, que cuando lo leáis sufriréis i lastimaré
in.tens~mente. ".nes.tros COi'aZOl1escl.'atel'lla~es;l)~rQr"~i
re!De?io, qUISJstCIS ~ vU!:st~·oh~rmañO; ?I~ml!i'~;,¡~'O!I'oi\S~
ters 1 yo corno amIgo distinguido de el 1~l'ecJado PJ0I'~
vosotros, debo acompañaros en vuestro ,ilJs:tli sentimiento.; ;-
.
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puesto que en el mismo día, en que yo pronunciaba el
elojio bien merecido de mi amigo, tambien la Providencia
quiso que sufriese la pérdida de mi nunca bien llorada
madre.
Aceptadlo pues, no mirando la imperfeceion de la
obra, sino el objeto que la motivó.
Vuestro atento servidor.
A. M. Amésqui!«,
EL SR. MANUEL DE LA mOTTA LOPEZ HA MUERTO!
,
Este fué el fatal anuncio que sorprendió II los Tunjanos el infausto 10 de diciembre del año próximo pasado,
anuncio que .hizo derramar torrentes de lágrimas a los
verdaderos amigos del señor Motta, a los pobres, a los
aílijidos i a todas las iglesias de Tunja, Esta noticia alarmó, porque se sabia que nuestro amigo estaba en su hacienda, gozando de perfecta salud i mucho mas cuando
en dias anteriores babia disfrutado del placer de ver a sus
hermanos Joaquin i Bernardo. ¡Todo presajiaba un estado de ventura i de felicidad! Su amante esposa, sus
virtuosas hijas, sus apreciables hijos, i hasta sus tiernos
nietos rodeaban al señor Motta, lo amaban, lo idolatraban
i le presentaban una atmósfera deleitable, semejante a
la de los antiguos patriarcas. Pero, el señor Motta era
mortal, debía pagar la deuda i obedecer la lei; a la cual se
sujetó el padre del jénero humano. El señor Motla debía
morir! La hora i el momento los creíamos mui distantes;
AQUELen cuvas manas está todo cuanto' existe en el Universo físico i moral, habia determinado que el 10 de
diciembre fuese el dia en que entrase a la Jerusalén
triunfante, un nuevo ciudadano a recibir la recompensa de
sus merecimientos.
En efecto, un agudo accidente de siete horas lo llevó o la tumba dejando convertido en yerto i flojo cadáver
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S
al que pocas' hOl'OS antes era el confento placer de una
numerosa familia. -Nada pudieron los recursos del arte:
la sentencia estaba dada, debía cumplirse, no. había apelaoion, ¡El señor Manuel de. la Motta :López murié, dejando. en la horfandad a. unaquerida espo.sa i a doce hijos
mui amados ! .
,
'
Los funerales debian tenerltlgar
en Tunja, su país
natal, i 'la iglesia de Santiago. a quien ,él tanto. amé, debía
ser la primera, que por medio de la gran campana mayo!'
anunciase acontecimiento. tan desgraciado i levantase al
á
cielosus
plegarias,
Su hijo. político el señor Temístoeles González, fué
el encargado por la familia de acompañar los fúnebl'es
despojos desde la Ihaeieuda de Vargas hasta-el camellon,
q.ue dá entrada a la ciudad de Tunja.-Allí
fué recibido
el féretro. 'po.r el Cura Vicario Dr. An'to.nio. l\:laría .Améequita ipor Id C¡;mmnidad «le franciseanos, entonando lbs
lügubres acentos del Né recorderis, E}i clamoreo jeneral
de 'las campanas í la eoncurrencia numerosa, daban a
entender muí bien, que el muerto. no. era un hombre
cernun, qlle el muerte no era ningun impío, ni profano;
sino qpe por el contrario, el muertaera un nombre cristiano, un houradapadne de familia, un tiel esposo i un
distinguido caballera. 'Concluido el responso, continuó la
comitiva, cantando. el triste salmo de David: Misértlre mei
Vous interrumpido solo por Ias posas que a cada media
cuadra se le aplicaban, siguiendoasí hasta la" capilla del
Clero. en donde fuédepositado cantándole una. Vijilia.
ENTIERRO.
Para esta triste funcien la iglesia de Santiago estaba lúgubremente preparadañen. efecto a las cincode
mañana de},día 12, de diciembre la campana mayoI: d~Ja
iglesia matriz auuuciabaa Jos'Iunjanes, qHC en aque]
-dia se ihan. a celebrar los oficios divinos po~>el alma del
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señor Motta. Se dijeron muchas misas, iconeluidas que
fueron, se dió principio a una solemne Vijilia, cantada pOI'
los señores Puoto Gurda i Felipe Acevedo acompañada
de una hellísima Orquesta a tiempo en que una lucida
concurrencia invadía el gran templo;' en ~l cual se veían
mas de doscientas luces. La misa fué dicha por el seños
Vicario del cantan i concluida que fué, se oyócantar del
modo mas sentimental el responso Libra me Domine; j
acabada la fúnebre comitiva, se dirijiá· con el cadáver' al
monasterio de Santa €lara, que tambien quiso decirle el
último adios a Sil benefactor. Allí fué recibido por el
Cápellan, Presbítero José Concepclou Calderon, quedando depositado el eadaver en la iglesia hasta la tarde, hora
en que debía cantarsele una solemne Vijilia por la Monjas.
Habiéndose concluido esta función a las cuatro i media,
en cuyo momento los agradecidos relijiosos de San Francisco se prepararon en los umbrales del templo reclamando el cadaver de su nmigo.i especial, protector, para
conducido a la iglesia de su convento, lo que sucedió asi,
La concurreneiaen vez de disminuir, aumentaba, hasta
que a las cinco i media del, mismo din se, deposité en h)
dicha iglesia.
DiA ·i'RECE..
A las llueve de este dia, las campanas de la Iglesia de
franciscanos llamaban a los fieles a rogar por el alma de
un piadoso cristiano i a que acompañasen las plegarias
f¡Ue se Ie dirijian al Ser Supremo por uno de los amigos.
mas distinguidos del pobre de Asis. La misa i la Yijilia
bellísimümente cantadas finalizaron la funcion en esta iglesia . A las once los relijiosos presididos por el Vicario
principal, condujeron el eadáver a la iglesia parroquial
de las Niéves, otro de los templos protejidos poI' el fiuado. El señor Cura, Presbítero Oleofe Bonell, tambien
dcmostro su aflicción i agradecimiento cantándole el oficio
de los muertos.
A la una tic la tarde, la concurrencia
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auurentabade un modo pI'odijioso, porque sabían que era
la hora en que los Tunjanosdebian. acompañar 108 restes
de su paisano i, amigo hasta la mansión del sileneio ,
En efecto, El Cura Vicario. DI'. Antonio María Amézquita, el señor Cura de las Niéves.ivarios eclesiásticos i
la Comunidad de franciscanos. presedidos- de sus respectivas cruces, llegaren con los fúnebres despojos al lugar
del descanso. El último responso cantado del modo Ibas
sentimental itocante que pensarsé pueda. nos .deeia: que
pronto Ja . loza del sepúlero nos-iba a separar denuestro
amigo . Concluido 'el responso, el señor Antonio María
Amézquita ocupó la tribuna i en un sentido i espresivo
discurso dijo' el último.adies a nombre dé los Tunjanos, al
nunca bien seutidoi -rnalogrado señor Manuel de .la M.ótta
Lépez,
HONRAS.
Los hijos del señor MoHa j entre ellos: el Dr. Mi~
guel de la Motta, deseaba tributarle a los manes de' su
padre, un obsequio i recuerdo público en la Iglesia parro~
quial de Santiago. Al efecto. determinó, ~ue el quince de
julio del conriente año, tuviesen lugar los oficios funerarios por el alma de S11 suspirado padre. Con la debida a11ticipacioll, dió lasdisposiciones necesarias para el 'caso.
COllvit1óa todos los eclesiásticos amigos del finado i a todos los habitantes de .Tunja, para que en eldia señalado
concurriesen alSanto Templo a rogar por el alma de aquel
distinguido ciudadano. 'Llegó el dia i desde la víspera, el
éco triste de 'la campana. anunció la fúnebre funcion. La
Iglesia de Santiago estaba en todo su pavimento vestida de
lutn, ien el centro de ella se levantaba la tumba, alumbrada con mas de trescientas luces i sobre ella descansaba
HIl perfecto retrato del tinado. Siete Anjeles enlut'á'dos~"
eon sus nº,uirna!}das.,manifestaban mni hiea el I)rem_1ió
i 1'e- ,7 ..- ,
compensa debidos a un honrado padre de familias j aun
. .,
ciudadano virtuoso. Se celebraron mas de- vei~e misas ...
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siendo en todas ellas, numerosa la concurrencia. A. las
nueve en punto, estaban ya en la Iglesia, todos los amigos del Sr. Motta, el Colejio de Boyacá, el Sr. Goberhernador de la provincia, los Ministros del Tribunal, los
Jueces de Circuito i muchas otras personas. Comenzó la
función i una solemnísima vijilia, cantada por los Sres.
Gareias i Acevedo acompañados de una lujosa orquesta.
Concluida que fué la Vijilia, comenzó la misa diciéndola
el Sr. Dr. Anselmo Borras, Cura de Cómbita con la asistencia de varios otros eclesiásticos. En aquel acto tan
solemne, el observador uo podia ménos que contemplar
cuán grande i hermosa es la Relijion Católica, cuán bello
es el culto cristiano i cómo el Dios misericordioso obsequia i engrandece los justos.
Concluida que fué la misa, subió a la Cátedra sagrada el señor cura Vicario Dr. A.ntonio María Amézquita,
encargado por el señor Dr. Miguel de la Motía, de la
oración fúnebre i en presencia de mas de dos mil espectadores, dijo:
«Sicu: ambulavit in conspectu tuo in ceriuiu; el
in¡justitz'a, el recto carde tecum custodisti mi misericortluun grandem. Beg.-3.o iD.o»
«Señor Gobernador: es muí triste i azaroso para los
aflijidos entonar el himno de los muertos, i la afliccion
suhe de punto cuando los' melancólicos cantos son dirijidos al Ser Supremo por el alma de un tierno padre. Pero
no hai remedio, la memoria de los justos debe recordarse
i la muerte de los pecadores exeer arse. Yo, para cumplir
debidamente con el encargo , no he podido ménos que
tomar en mis lábios las mismas palabras del Rei mas sahio, del privilejiado por el Señor, para levantarle aquel
hermoso templo, que fué el asombro de los siglos; así hahló Salomon después de un solemne i magnifico sacrificio,
en donde la sangre de mil víctimas cubrió el pavimento
de aquel Santuario, i así se espresó Salomon con el mas
entusiástico fervor i en la presencia clara del gran Dios
de Israel, celebrando i recordando la piadosa memoria de
David su padre: i yo, hoi enmedio de la solemnidad de
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los santos misterios del' bisarro Catolicismo, entre las súplicas i plegarias de los fieles i a la faz de estos enlutatados altares en donde Jesucristo Salvador del mundo,
hostia pura i saludable. se presenta a los ojos de mi fé
i se inmola de un m@do,incruento pO,rlos vi~os i por los
muertos, es que yoaplico con la meJol' propiedad, aunque de un modo relativo, este mismo elojio al piadoso
cristiano, i al distinguido ciudadano bijo de esta provincia
señor Manuel ile la Motta López, relijiosocabaUero, que
caracterizado por susvirtudes, ha dejado en Tunja un vacío
imponderable i en su familia un desierto en donde ya no
habrá aquel centro eomun dentro del cual jiraban varios
astros que despedían hermosa i consoladora luz.
David muí .bien mereció las alabanzas que le dir.ijía
su hijo, i Manuel de la Motta López también es acreedor a
las que le tributa un amigo .desinteresado que, conociéndole bastantemente! sabia que fué un fiel cumplidor de los
mandamientos del Señor, un ciudadano celoso de su Santa
leí, un amigo i consolador de los desgraciados, enemigo
de los espíritus dobles i de los malos corazones; tal vez"
pecador por frajilidad: pero peaitentepor reflexion i justo
en lo posible, por la gracia i miseridordia del Señor.-- Yo,
como debeis creerlo, vengo a recordar un esposo modelo,
un honrado padre de familia i a Un amigo vuestra, que
varías ocasiones os consoló en las desgracias i con un
semblante apacible i cariñoso, enjugó muchas, lágl'Ímas.
Yo vengo a llorar con vosotros sobre las filias cenizas de
un hombre que fué un ornamento muíl distinguido de
esta provincia iuno de los mas preclaros hijos de esta
ciudad patriarcal. Un hombre que no tuvo otro interes en
las diversas circunstancias de la vida, sino la verdad i la
justicia: pues habiendo desempeñado varios cargos públicos, jamás se dejp impregnar del orguno de mando o dominacion, un hombre de una virtud antigua i nueva que
supo juntar con la política del tiempo a la buna.....
,Jé."Ll~
nuestros padres; un hombre en fin que santificP::91DEmor>:,\
i los santos principios del cristianismo.-Sí seaóres, este '-1~
es Manuel de la Mottu López, vuestro amig~ 'hermano,
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paisano i protector de esta santa iglesia.
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lO
.. La p-irina Providencia, la amistad, la justieia j la fa-m}jli_a'hu~anas del fUlado, han sido los que me han condueido h?l a este :lugar santo a cantar el himno de los
'~treC·.~tos1 a .oérecer ,00 ¡la twnha .de mi amigo .UQa.rama
ae '.pres.
Vosotrosqu€rriais que yo lo ;hubiese conocido todo
<ente~oen Jos, sesenta i un .años de su' vida, i que hahiend?vIstorsu ,moderaC{ionen los .tiemposfeliees hubiese tam'bIen:. palpado,. su resignación e~los trabajos; pero, he
adquirido 'los 'informes mas fidedignos 1 .JI~O pues. que
todo. esteea.conforme. a.la verdad. ' Sabed sí, que todo lo
.que, yo diga! lo sujeto al juicio de nuestra Santa Madre
I~lesia, '!lue ,esj1acolllmn~. i fun~am~nto ~e.la verdad, i
'obedeceré -,su;faUo"eomo .,hIJO surmso.i obediente.
,No temais .'que ,.tal. veda amistad queme dispenso el'
.fin ado, me ·prevenga'. ·No .señores. Nosotros hablamos
corno diee.el Apóstol. de ·las naciones, hablamos delante de
.Jesucr.isto . (2'Corl' 2) i yo, puedo decir como, él: vosotros
sabeis-que jamás la:lisonja Iha' existido en . mis discursos •
.neque enim.(J¡licuando.fuimus~in .se'l:moneadulationis si'e,vJ, ;$ciffis (1..''!iTesal:2 ..o) ¿Me atreveré yo a profanar este
Jugar. santo, . publicando: imposturas donde.es el lugar de'
,Ia·velídad? .$sa yeeta i. fria, .tumha se abriría, esos huesos ge'reanima_rian para.decirme: ¿ por qué vienes a men¡tit poI' mí, -euando.jareás .mentí por, nadie? Dejadme reposaN~n' el seno, idé la. verdad i no turbeis, mi paz con la
lisoaja.que: yo aborresco .. No disimuleis mis defectos, ¡.
no me atrihuyais virtudes ,que no tenga; alaba solamente'
,la misericordiade 'Di01'l, ,que . quiso humillarme: para losunos; i santiñeaaae. ..para losniros.c-Yo
sigo solamente'
:las. palabras: de mi, tema, i .me .ocupo. en manifestaros en
-ManQel de 'la",Motta. López, un .esposo modelo i un :ciudadano- rel,ijioso. Estos son .los caracteres del amigo que
lloramos i,que vosotros' elojiais conmigo.
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PRIMERA PARTE.
No hai cosa mas natural al hombre como laanciedad
por amar i conocer la verdad; i sinembargo, nada hai- que
él ame ménos i que mas desprecie. ¡Tal es la locura humana! ~I teme verse tal como es, ,porque él 'no es como
debería ser; ipara poner acubieeto sus defectos, procura lisonjear los ajenos. El mundo no existe para él, sino
por sus complacencias mútuas, Parece que el' ' espíritu ·de
mentira que Dios mandósobre los falsos profetas (3 Beg.
22) lo !1erramó sobre los hombres. Ya hoi. no se tiene-el
valor dedecir lav,e¡'dad,ni la fuerza .para eseueharla, La
civilidad se mira cerno incivilidad, ipor lindeza, ~yaRO .hai
casi amistad, sino en la simplé -palabra i bOL el mundo incensato se 'contentasolo con vilesadulgciones i. futiles li-·
sonjas. .'
Manuel de la Motta Lépez, privilejiada por la suma
misericordia del Señor. se salvó de esta corrupeioa comun.
No podía ser de otra manera: hijos de padres.tanceistia ..
QOS como los señores Manuel de la Motta Aranda -i AJla
Francisca López Cáceres, ·cuya moralidad, -era 'provel'bia);
era pues, mui consiguiente; que la .vírtud de padres .tan _
piadosos se reflejase ·en 'su Jlijo .EI nació con ililClina-·
ciones libres i [enerosas que lo.separaban-de eualquienaotra
lei, que no fuese' la de sus deberes. El cielo,derramó con
mano jenerosa en 'S.U· corazen estos- priueipios-de bo_,
nor i de equidad" que haeen jerminar pensamientos gran_dioses i belJos. No creáis que .yo me ecnpee» fresentároslogrande segun el mundo; no-señores, esto ya es' muí
eomun en los apoteosis vulgares, i no querría que mi amigo tuviese en esto su gloria. El es grande por su.virtud, grande por su piedad, i respetable por ese: conjunto
de eualidades que lo hacen un fino i amante esposo j un
cristiano idistiug\lido caballero,
. - ,.¡., !MI~~.,,..
Nuestso llorado ami'go tuvo el oriente de ~[.'.v'¡da él,,:',;,
o de diciembre de 1.795, su primera edad :Ja;l'pasÓ al '.~\
lado de suarelijoscspadres, bebiendo 'las a~tWspurísi\,,'1
'»'
"
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.'
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'12
mas de educacion, que salian de aquellas fuentes cristalinas, que eabadas por la Divina Providencia sirvieron
de manantial fecundo de virtudes, durante el tiempo que
Tunja gozó en tener en su seno a esa bella pareja semejante al Patriarca Abraham i a Sara su esposa. Bien sabian
sus venturosos padres, cuán importante era la educación,
i cuán peligrosa: sino era bien dirijida conforme a los santos principios de la única relijion verdadera, que es la
católica, la cual fundada por el mismo Dios hace la felicidad de los que son formados eonforme a ella. Bien conocían esos projenitores, que la suerte dichosa o desgraciada de 'las familias i de la sociedad depende de la educacion de [a juventud. Manuel de la Molta López, oye i
sigue las máximas de sus padres, el sentimiento relijioso
lo domina, i conforme a él obra.
En efecto, cuando él conoce que debe elejir estado,
lo veríais entónces suplicándole al Dios de las bondades
autor de todo don perfecto, le iluminase lo que debía hacer; i armado con la fé en Dios, elije el estado santo del
-matrimonio. ¿Pero en dónde hallará Manuel de la Motta
López una mujer que le convenga, una (mujer cuyos modales i cuya moral estuviesen perfectamente en consonancia con su alma i su corazon? ¿En dónde hallará aquella
compañera, aquella amiga i aquella esposa en la cual se
viese pintado el erunt duo in carne una de las divinas
letras? ¿,En dónde hallará aquel ánjel del consuelo para
un marido atribulado i una tierna madre para unos caros
hijos? quién lo aconsejará? El mismoDios. La señora Jo. sefa Várgas es la esposa que la Divina Misericordia le depara, es la compañera que halla, i'a amiga constante que
encuentra. Sí mis hermanos i amigos del finado, vosotros conocisteis a la señoraVárgas, eonocísteis sus virtudes, sus modales i cultura; yo no la conocí, pero los in-·
formes imparciales me la han presentado i por lo mismo
no tengo embarazo en compararla con la mujer fuerte que
Salomon llOS describe en el capituloSt de los 'proverbios:
«Aquella mujer de mayor estima, que todas las preciosi«lades traidas de léjos, i de los últimos términos del mun-
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15
«do. En ella puso su confianza el corazon de su marido,
«el cual no tuvo necesidad de botin para vivir. Ella le
«trajo el bien todos los días de su vida i nunca el mal.
«Buscó lana i lino, de que hizo labores con la industria
«de sus manos; vino a ser como la nave de un comercian«te, que con su industria trae de léjos el sustento. Se
«levantó ántes de amanecer, distribuyó el pan a sus do«méstlcos i el alimento a sus hijos.· Revistióse de varonil
«fortaleza i esforzó su brazo. Probó que su trabajo le
«fructificó, i por tanto siempre velaba, Aplicó sus ma«nos a los quehaceres domésticos, i sus dedos manejaban
«sus tareas. Abrió su mano para socorrer al mendigo,
«i estendió sus brazos para amparar al necesitado. Beaiu«
«qui intelligit super; eqenum, el pauperem in die mala
«liheravit sum Dominus, Su esposo representó un pa~
«pel brillante en las Asambleas políticas, sentado entre los
«Senadores del país, La fortaleza i decoro son sus ata«víos i estuvo alegre i risueña en sus últimos días.
«Abrió su boca, con sabios discursos, la lei de la bon«dad i amor gobernó su lengua. Veló sobre los procede«res de sus hijos i no comió ociosa el pan, sus hijos: esos
«reflejos de su amor i de su relijion, esos pimpollos de tan
«gallardo tronco, la aclamaron dichosa i a su padre feliz.»
'"
¿ Qué habeis oido mis amigos en las palabras de Salomon? Un retrato i una pintura fiel de la mujer que tomó
por esposa nuestro finado amigo en primeras nupcias. Este
rué el resultado de aquella edueacion relijiosa. que recibió
en el hogar paterno; estas fueron las consecueaeias felices
i dichosas de aquella un ion hacha coaforme nl corazen de
Dios i a los santos principios revelados. No sin rasen dice
el Eclesiástico en el capítulo 26, v, lO. DichOSQ el marido
de una Q1ujervirtuosa, porque será doblado elnúmero de
sus a1108. Sea rico o pobre. tendrá contento el corazon
i se verá alegre en todo tiempo su semblante, ¿Quereis
mas pru.eh,a,sdeese modelo ¡ de ese arquetipo de un ye.t~,.
dadero padre de familias? Vos\lWo¡;looonoeísteis m~jQJ!,que '.,;,.'"
yo. j Qué esmero, qué cuida{1opara prQ()urarlef!.~ edu(">1
cacion cristiaua i relijiosa digna de ua ilQtólic()'!!l'los die~
;,:;
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1'4-
hijos que túvo de la primera mujer! "j Qué"escrupulosidad
para examinar las doctrinas i principios que tenian los di:_.
rectores de sus hijos!'¡Qué consagracionpara infundirles
los mas sanos principios i las ideas mas puras de relijion !
¿Será exajeraoion esto? No, i mil veces no. Jamás, por la
induljente misericordia delSeñor, jamás, los hijos de Manuel- de la Motta' Lópee, han pertenecido a esa juventud
destructora que amenaza laruina de la sociedad, jamás los
habreis visto engrosando las fdas de los hijos de Baco, ni
de los discípulos de la impiedad, jamás habreis visto a ninguno de esos jóvenes fomentando motines ni sediciones,
~'Ija~ás insultando e- despreciando a' sus padres. Jamás,
Jamas!
"
'.
.
. ;0 santsreliiíon, qué jigantesoa, hermosa ibellísima
os presentais en toda la vida del verdadero cristiano!
j Unas veces 1I01'as:
con Jeremías sobre las ruinas de' la ciudad santa por los pecados de los hombres! ¡"Otraslevantas
al Cielovuestros acentos armoniosos 'i alabanzas al Altísimo
porla ventura de un' justo que vive i muere en el ósculo
d~l Señor!' Pr-etiosa'in conspectun-domini morst'sanlorlt1n
eJus.
'Ved, peescmis-amigos mui amados, en el matnirrronió
de' Manuel de la-MottaLópez, una perfecta semejanza con.
al anciano- Tobías; Este amó asu esposa como compañera
i amiga fiel, aquel la .adora i la idolatra contemplando en
ella una señora, una amiga ,i la madre mas entusiasta
para con sus'hijós.Tobiasvive en el temor de Dios,Manuel
de la MoHa sabia muí, bien 'lue solamente la voz de Dios
debía oírse i que por lo mismo, sus acciones, palabras i
pensamientos debian.siempre estar en consonancia con la
presencia de Dios ·en t-odas partes.' El sabia como buen
ortodojo ~ que la felicidad conyugal, la armonía doméstica
i los buenos ibijps tienen por oríjen la edueacion relijiosa i
la consagraeion'alos santos principios cristianos i morales.
El tenia en su corazón una: lei severa' de equidad que le
llevaba; a resistir a todas las pasiones desordenadas de los
hombres ia.prestarle al.desgracia~~ el serv~cio, o el honor,
o la proteeelon necesana. Se le VlO en la Juventud traba-
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1.5
jaudo con sus compañeros para separarlos de los vicios i
exesos de la edad juvenil. Así me lo han asegurado personas de sumo crédito i honradez.
Este espíritu de justicia, no hacia sino crecer con su
felicidad. Para merecer la proteceion de Manuel de la
Motta, bastaba ser desgraciado, bastaba con que él se convenciese de las miserias i desgracias que sufria el prójimo,
pal'a que él en el acto, en el instante, corriese como el
buen Samaritano, a restañar las heridas i a alivia,' las dolencias humanas. Por desconocida que fuera la persona,
bastaba qu.e tuviese necesidad de él para que en el acto
mismo fuese socorrida. Así les decia a sus hijos; como SaD'
Juan, hijitos mios: non deligamus verbo, neque linqu«,
sed opere et »eriuüe. Nó amemos con la palabra ni con la
lengua, sino con la obra i la verdad.
Si VOSOtl'OS
hubiérais observado el órden económico
entablado en la casa, si hubiéseis visto las ocupaciones, de
familia i sus practicas relijiosas diarias, allá en el recinto
doméstico os habriais admirado i preguntariais. ¿ Cómo es
que en el actual siglo de corrupcion han podido conservarse familias, que como la de Manuel de la Motta no haya
sido contajiada con la atmósfera pestilencial del siglo?
¿ Cómo se ha podido.conservar en esa casa la fidelidad conyugal? ¿ Con tanta armonía, la obediencia i respeto de
esos hu enos hijos para con sus padres; el afecto paternal
tan entusiasta como digno del carácter relijíoso de aquella
venturosa familia ?,SÍ, no podia ser de otra manera. Familias como la de Manuel de la Molta en la provincia de
Tunja, han sido siempre el prototipo de piedad i relijion.
Pero, Manuel de la Motta debía sufrir un golpe el mas terrible para un esposo amante, aquella esposa tan privilejiada debia morir i en efecto, el 2 de, enero de 1838,
descendió a la tumba, dejando inconsolables a un amante
esposo ia sus queridos hijos, ql:le era la' recompensade sus
heroicas virtudes. j Amigo mio, no os desconsoleis! j No
os aflijais, i solo decid en Job: Domiruu abtuti, sicui D.,q;;;~
mino placui: ita [acium est fiat »olunias tua. EH;~~O.~:;·"',"
mis amados en Jesucristo, pronto la divina ~.:.~videncia ¡:.,;~~
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trajo el consuelo a este varen piadoso dándole para segundas nupcias a una mujer digna de reemplazar a la que
habia volado a la mansión celeste. El17 de noviembre de
1838, la señora Clara Angulo <lió la mano de esposa a
nuestro amigo Manuel de la Motta López, habiendo sido
ella designada mucho ántes madre de los huérfanos pOI'la
misma finada, segun me lo refirió varias veces el Sr. Motta.
No entrarémos a relacionar la conducta de nuestro llorado
amigo en el segundo matrimonio, vosotros sois fieles testigos, lo sabéis mejor que yo, i por lo mismo me evitais el
cotral' a manifestaros los dulces afectos, encantos i armonía
de este D\leVO enlace, en donde solo se veía piedad, honradez i moralidad. ¡Bendito seais, mil veces, Señor i Gran
Dios de los cristianos! j Bendito seais de jeneracion en
jeneracion que así glorificas a tus escojidos conduciéndolos
a la inmortalidad feliz de un modo. maravilloso i distinguido!
Visteis a Manuel de la Motta como esposo i padre de
familias, lo vereistambien como un ciudadano relijioso,
sin hipocresía i virtuoso sin· fanatismo.
El catolicismo escarnecido i vilipendiado hoi por unos
miserables Sectarios en nombre de los hambrientos, es la
relijion de los que padecen hambre. El catolicismo ultrajado hoi en nombre de los proletarios, es la rehjion de los
pobres i menesterosos. El catolicismo combatido hoi en
nombre de la Libertad, de la Igualdad i de la Fraternidad
humana, el catolicismo perseguido hoi por tanto sátiro
nefando, es la relijion del perfecto amor i de las sublimes
misericordias. A esta relijion perteneció Manuel de la Motta
López, esta fué su piedad i esta sucaridad cristiana. La
caridad dice San Bernardo: «es la medida de la grandeza
i peefeceion de tal manera que el que tiene mucha, es
grande i el que poca,es pequeño i nada el qQe no tiene
ninguna,» 1 San Gregorio el Grande muí bien esclarna:
.«Que por la caridad nos son imputables, no solo los bienes que hacemos, sino tambien aquellos otros que deseamoa i no podemos hacer.» Doctrina sublime i encantadora
hija del Predilecto del cristianismo, aquella en que la vo-
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hurtad se iguala a la buena obra i el trabajo al deseo. En
Manuel de la MoLta visteis la piedad santa i decidida, la
relijiosidad mas pura i la consagracion a la gran ciencia de
la eivilizaeinn.
La familia de Francisco de Asís jemia por sus escaceses, en Manuel de la Moita hallaba el padre, amigo i protector en todas oeasiones i como os consta, por un gran
número de años dió el alumbrado del Santísimo.' Los franciscanos veían en él. un consuelo en susaflicciones i un
apoyo en sus calamidades. No podía ser ménos, en todo
el trascurso de su vida, sus capellanes natos fueron los relijiosos del Serafín llagado i hasta la última confesion qu~
hizo la antevíspera de partir al CielcJ la hizo con un relijioso franciscano. Él está presente, él puede .1'eferiros colDO nuestro amigo y·a creía su muerte cercana, i como se
preparaba pará ella. ese apreciable relijioso podrá deciros,
que sus confesiones casi ya 110 eran sino venialidades, él
os podrá decir con qué fervor i lágrimas se confesaba, i él
por último, 08 dirá la impavidez con que miraba la muerte, por la suma tranquilidad de cencieneia en que estaba •
. Mas, no era soló al Convento de franciscanos 11 donde
dirijia sus piedades el finado, preguntadle a las pobres i
virtuosas hijas del Convento de Nuestra Señora de la Concepeion, j Cuántas veces comieron el pan por las limosnas
que les hacia Manuel de la Molta! j Cuántas veces él las
consoló en sus miserias ípobreza, impartiéndoles su santa
caridad ! ~llí igualment,e daba el alu~bradG d.~!Santísim~.
¿ Lo dudais ? Preguntédselo a las tiernas hijas de Marta
Santísima, cuántas veces les enjugó sus lágrimas i les consoló en sus necesidades'! i Los venideros así corno los presentes, los sabios así como los ignorantes, siempre levantarán en aUo sus plegarias i oraeiones alabando aquella relijion que así ensalza a sus bijos í así favorece a la: humanidad. Manuel de la Mot'ta, bien conoeia que sí babia sicl6
favorecidopor la Providencia en bienes de fortuna, había
sido paFa dar de comer al hambriento, dar de beber aI,se",....,"
diento, vestir al desnudo 1 llorar con los que lIorabaD'~~,\~ilt~.::
frir con los dcsgraciadoe,
i Cuántas señoras vergol)zantes
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'de un modo 'indirecto i oculto fueron socorridas pol' lacaridad deManuel de la Motta '! j Cuántos huérfanos fueron
protejidos ! J Mas el mando no. lo sabia, porque este henefactor obraba solo en .presencia del Padre Celestial i con
la respectiva licencia 'de .sus eenfesores, segun ellos me lo
han indicado,
iglesia de, Santiago. esta hermosa i majestuosa
Basílica, este lug:tr, privilijiadisimo pGr el Dios vivo, esta
piscina ,de .Siloe, ,¿Cómo ha quedado despues de la muerte
de su amigo? ¿ Ha ,sufrido? ¿ Ha experimentado en su pobreza algun vacío?' ¡Sí, no hai remedio! j Ella ha sido
lastimada, ella hasido herida) pues uno de sus mejores amigos 'le ba sidQ·llrl'aflCado!. iCuántas veces habrá exclamado COPl'Q David después de la muerte de Saul! ¡mi
montes de G~lboe, ni el rocío ni la lluvia caigan ya sobre vosotros! j Vuestras 'campiñas carezcan de vendura !
j Vuestros gaQados, no tesgan donde abrevar, porque en tí
murió, el Escudo de -Saul ! .Así esclama esta iglesia: j Oh
campos .ingratos de V~rgas i Sotaquirá! ¿'Por qué nos arrancasteis al modelo de Jos padres, de familia, al apoyo de
la des@llaci;:¡,al protector de las iglesias de Tunja i a un
ciudadsno pacífico, honrado i moral, que era el encanto e
idolatría de la familia i uno .de los personajes que honraba
esta ciudad patriarcal? ¿ Por qué tus aires lo envenenaron? ¿ Por qué tu sol marchitó i arrancó este árbol frondoso bajo cuyos espesos ramajes se amparaban muchos desgraciados en 'las borrascas i tempestades, en la hambre i
en la miseria i en toda suerte me infelicidades? No habia
remedio, su hora era llegada. Er reló de la inconmensurable eternidad había sonado) en que nuestro amigo debía
pasar a mejor vida..
'
,
Vosotros debeis saber que los octavarios del Santísimo, Sacramento.de IaConeepcion Purísima de María, las
cuarenta horas, ,i otras mas funciones. eran costeadas en su
mayor parte por la jenetosidad i piedad de nuestro llorado
amigo. En toda necesidad en que esta iglesia pudiese estar,
la socorría i aliviaba. Por esto fué, que vosotros visteis el
espanto i sorpresa con que se recibió la fatal noticia de tan
La
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In
inesperada muerte el1 (;),de diciembre (]e'laño pasado. Por
-esto fué que la poblacion entera salió a encontrar sus fríos
despojos. Por 'esto fué que todas las iglesias de esta ciu.dad demostraron su tristeza i sentimiento con el fúnebre
clamoreo de las .campanas i por esto es, que uno de sus
mas queridos hijps le. ha presentado el dia de lroí este ob'se€{uiofunerario a los manes de tan llorado i sentido padre ..
Sí Señores amigos i compañeros; la muerte de los
-hombres, como el Sr. Manuel de JaMotta, forma siem.l)re época, ijamás dejará de recordarse sin exhalar un .suspiro 1 derramar una lágrima. Homhres como Manuel de
la Motta', dejan siempre un inmenso vacío en la Igl'esia,en
'Su familia i en la 'patria. Cuando la inmoralidad i la cutrupeion han hecho tantas conquistas en la sociedad pública
j en el hogar doméstico, es mui difícil reemplazar h0111bres tan importantes como. el qtle boj lloramos. '
iOh, mi caro amigo! Volved yaal seno del reposo ,i
·de la inmortalidad de donde os llamé, para que vayais a
recibir el obsequio irecuerdo de vuestros hijos amados, los
cuales poniéndome de intérprete, han cumplido con los impulsos de su corazón filial, i con los divinos sentimientos de
la gratitud. ReéibiJ pues, estos homenajes i'ojalá que la
víctima hoi sacrificada en los altares os hay-a llevado a gozar de la eterna claridad, a rogar por la huérfana familia
que habeis dejado acá en la tierra. j Adios mi caro amigo!
¡Atlios distinguido ciudadano, adios hasta. la eternidad !
Acabada la oración fúnebre, se entonaron pOI' la 01'qucstados responsos cantados solemnemente pOY'los señores Garcias; iconcluidos que tueron, se despidió la comitiva
satisfecha de haber visto al pueblo de Tunja agradecido,
tributando al Dios de las bondades i de las miserícordas
sus mas fervientes plegarias por el descanso del alnla de
uno de sus mejores amigos.
REQUIESCAT IN PACE.
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