“Tesis Relevantes Publicadas en el Semanario Judicial de la

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Boletín Informativo - ACTUALIZACIÓN JURISPRUDENCIAL
Junio 2013
“Tesis Relevantes Publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta – Junio de 2013”
A continuación nos permitimos hacer de su conocimiento, los criterios más recientes emitidos por nuestros más altos
tribunales, publicados en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta correspondientes al mes de Junio de 2013,
los cuales esperamos sean de su interés.
I.
CONSTITUCIONAL, AMPARO Y DERECHOS HUMANOS
[TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2; Pág. 1225
Acceso a la justicia. Es obligatorio analizar oficiosamente la infracción a este derecho humano regulado por el
artículo 17 de la constitución federal.
La obligación de analizar oficiosamente la infracción a un derecho humano de acceso a la justicia se satisface y se justifica,
cuando puede determinarse que la interpretación y aplicación de la ley al caso concreto son contrarias a la finalidad de lograr
la protección más amplia de la persona. Esto es, aunque existe la autonomía e independencia de los Jueces en el ejercicio
de su arbitrio judicial, queda claro que cuando se afecta un derecho humano como el de acceso a la justicia, la aplicación
de la norma en la resolución judicial debe obedecer a un ejercicio de ponderación en el que exista la mayor aproximación
a la finalidad de lograr la protección más amplia de la persona, y si esto no es así, en cualquier instancia de revisión, existe
la razón para concluir que ha habido una violación manifiesta de la ley que ha dejado sin defensa a la quejosa, y procederá
suplir y analizar oficiosamente la cuestión procesal o de fondo. Claro está que en materia jurídica la aplicación de la norma
exige una serie de razonamientos para desestimarla o justificar su aplicación al caso concreto y que el arbitrio judicial
parecería que justifica diversas soluciones; sin embargo, el nuevo principio constitucional de lograr la protección más amplia
de la persona permite justificar la búsqueda de la solución que más se aproxima a tal objetivo, pues es en ese ámbito donde
necesariamente se inscribe el tema de la violación manifiesta de la ley.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO
Amparo directo 600/2012. Epigmenia de la Cruz Atilano. 22 de octubre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito
López Ramos. Secretario: Mariano Suárez Reyes.
[TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2; Pág. 1247
Conceptos de violación en amparo directo. Cuando en ellos se aduzca genéricamente violación a derechos
humanos específicos contenidos en tratados internacionales, el tribunal colegiado de circuito no debe
declararlos inoperantes, sino dar contenido a esos derechos y verificar si en la sentencia reclamada existe
alguna transgresión de objetiva y patente apreciación.
La anterior integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación consideró que el concepto de violación debía ser
un verdadero silogismo, en donde la premisa mayor son los preceptos constitucionales que se estiman infringidos, la
premisa menor los actos reclamados, y la conclusión, la contrariedad entre ambas. Además, estimó que dichos conceptos
debían declararse inoperantes cuando existiera un impedimento técnico que imposibilitara el examen del planteamiento
que contenían, o cuando aun de hacerlo, no fuera posible fáctica o jurídicamente declarar la inconstitucionalidad del acto
reclamado. Posteriormente, la Segunda Sala y el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación abandonaron esa
conclusión, pues consideraron que la Ley de Amparo no exige que la expresión de los conceptos se haga con formalidades
rígidas y solemnes y a manera de un silogismo jurídico; además de que la demanda debía considerarse en su conjunto, por
lo que era razonable que debieran tenerse como conceptos todos los razonamientos que con tal contenido ahí aparecieran,
siendo suficiente que en alguna parte del escrito se exprese con claridad la causa de pedir. Luego, la Primera Sala del propio
Alto Tribunal sostuvo que de no expresarse cuando menos la causa de pedir, el argumento no podría considerarse como un
concepto de violación y debía declararse inoperante. En la actualidad, a pesar de la apreciación menos técnica y rigorista
de los conceptos de violación, la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, e incluso los Tribunales Colegiados de
Circuito, han establecido, mediante jurisprudencia, diversos supuestos en los que aquellos conceptos, por su insuficiencia
técnica, deben declararse inoperantes. Sin embargo, cuando en una demanda de amparo directo se aduzca genéricamente
la violación a un derecho humano específico establecido en algún tratado internacional, el Tribunal Colegiado de Circuito, en
ejercicio del control de convencionalidad, debe dar contenido a ese derecho para verificar si en la sentencia reclamada existe
alguna transgresión de objetiva y patente apreciación, lo que técnicamente significa que los conceptos donde se plantee
ese argumento no deben declararse inoperantes, sino que aquél debe proceder al estudio del acto reclamado a la luz de los
derechos humanos que se pretendan infringidos.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO
Amparo directo 242/2012. Servicios Sesa, S.A. de C.V. 27 de febrero de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: José Carlos
Rodríguez Navarro. Secretario: Miguel Ángel Luna Gracia.
[J]; 10a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 1; Pág. 623
Cumplimiento y ejecución de sentencias de amparo. Las disposiciones relativas que prevé la ley reglamentaria
de los artículos 103 y 107 constitucionales, publicada en el diario oficial de la federación el 2 de abril de 2013,
son aplicables a los juicios iniciados antes de su entrada en vigor, cuando la sentencia respectiva cause estado
con posterioridad a esa fecha.
En el artículo tercero transitorio del citado ordenamiento legal, el legislador estableció que los juicios de amparo iniciados con
anterioridad a su entrada en vigor continuarían tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones vigentes
a su inicio, haciendo dos salvedades. Una por lo que se refiere al sobreseimiento por inactividad procesal y la caducidad
de la instancia y, otra en lo concerniente al cumplimiento y ejecución de las sentencias de amparo. En relación con esta
última excepción debe tenerse en cuenta, por un lado, la situación procesal en la que se ubicaron las partes cuando la
sentencia concesoria causó estado antes del 3 de abril de 2013, supuesto que al actualizarse da lugar al inicio del respectivo
procedimiento de ejecución, en términos de lo previsto en el artículo 192 de la Ley de Amparo y, por ende, la consecuencia
de que dicho procedimiento se haya sujetado a lo dispuesto en la legislación de amparo vigente en aquel momento y, por
otro lado, que tanto ese procedimiento como los medios de defensa que se regulan en la anterior legislación de amparo
y en la ley vigente son sustancialmente distintos. Por tanto, las disposiciones relativas al cumplimiento y ejecución de las
sentencias de amparo que prevé la ley reglamentaria de los artículos 103 y 107 constitucionales, publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 2 de abril de 2013 son aplicables a los juicios iniciados con anterioridad a su entrada en vigor, siempre
y cuando la sentencia relativa haya causado estado con posterioridad a esa fecha, esto es, a partir del 3 de abril de 2013,
toda vez que los aspectos definidos en los procedimientos de ejecución que se iniciaron antes de esa fecha, no se pueden
dejar sin efectos en virtud de una norma transitoria para ordenar la substanciación de un procedimiento distinto que, además
de no encontrarse vigente en la época en que causaron ejecutoria las sentencias de amparo respectivas podría, en ciertos
casos, alterar sustancialmente la situación procesal en la que se ubicaron las partes, desconociendo sin justificación alguna
decisiones firmes dictadas en su oportunidad conforme a las disposiciones aplicables y constitucionalmente válidas.
SEGUNDA SALA
Inconformidad 128/2013. Clara Elvia Gómez y Ramos. 10 de abril de 2013. Unanimidad de cinco votos; votó con salvedad
Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: María del Carmen Alejandra Hernández Jiménez.
Inconformidad 122/2013. Álvaro Araujo Calderón. 10 de abril de 2013. Unanimidad de cinco votos; votó con salvedad
Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Alfredo Villeda Ayala.
Inconformidad 135/2013. Raunel Cabello Jaimes. 10 de abril de 2013. Unanimidad de cinco votos; votó con salvedad
Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretario: Jonathan Bass Herrera.
Inconformidad 68/2013. Club Deportivo de Pelota Mixteca, A.C. y otro. 10 de abril de 2013. Unanimidad de cinco votos; votó
con salvedad Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Luis María Aguilar Morales. Secretario: Alejandro Manuel González
García.
INCONFORMIDAD 168/2013. Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. 17 de abril de 2013. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: Irma Gómez Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 91/2013 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del ocho de
mayo de dos mil trece.
[TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2; Pág. 1258
Derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen. Constituyen derechos humanos que se protegen a través
del actual marco constitucional.
Si conforme a las características que conforman a los derechos humanos, éstos no recaen sobre cosas materiales, sino que
otorgan acción para lograr que el Estado respete los derechos garantizados, y se consideran esenciales e inherentes al ser
humano y derivados de su propia naturaleza, resulta lógico que los atributos de la personalidad se enlacen directamente
con tales derechos, pues los mencionados atributos tienen una coincidencia con las libertades protegidas por los derechos
del hombre como son los concernientes al honor, a la intimidad y a la propia imagen que constituyen derechos subjetivos
del ser humano, en tanto que son inseparables de su titular, quien nace con ellos, y el Estado debe reconocerlos. Como
no recaen sobre bienes materiales, sino sobre la personalidad de los individuos, son generales porque corresponden a
todos los seres humanos, y no pueden considerarse renunciables, transmisibles o prescriptibles, porque son inherentes a la
persona misma, es decir, son intrínsecos al sujeto quien no puede vivir sin ellos. Ahora, del contenido expreso del artículo 1o.
constitucional se advierte que nuestro país actualmente adopta una protección amplia de los derechos humanos, mediante
el reconocimiento claro del principio pro personae, como rector de la interpretación y aplicación de las normas jurídicas,
en aquellas que favorezcan y brinden mayor protección a las personas, aunado a que también precisa de manera clara la
obligación de observar los tratados internacionales firmados por el Estado Mexicano al momento de aplicar e interpretar las
normas jurídicas en las que se vea involucrado este tipo de derechos, como son los señalados atributos de la personalidad
conforme a la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y
en casos en los que se involucra la posible afectación por daño moral de un atributo de la personalidad -en su vertiente del
derecho al honor- debe aplicarse la tutela y protección consagrada en los principios reconocidos al efecto en nuestra Carta
Magna, con independencia de que no exista una referencia expresa en el texto constitucional hacia la salvaguarda concreta
del citado atributo, pues la obligación de protección deriva de disposiciones contenidas en dos tipos de ordenamientos
superiores -Constitución y tratados internacionales- con los que cuenta el Estado Mexicano.
QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO
Amparo directo 35/2011. German Pérez Fernández del Castillo. 27 de octubre de 2011. Unanimidad de votos. Ponente:
María Soledad Hernández Ruiz de Mosqueda. Secretario: Hiram Casanova Blanco.
Amparo directo 4/2012. German Pérez Fernández del Castillo. 31 de mayo de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: María
Soledad Hernández Ruiz de Mosqueda. Secretario: Hiram Casanova Blanco.
[TA]; 10a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 1; Pág. 602
Derechos humanos. Los tratados internacionales vinculados con éstos son de observancia obligatoria para
todas las autoridades del país, previamente a la reforma constitucional publicada en el diario oficial de la
federación el 10 de junio de 2011.
En el ámbito del derecho internacional de los derechos humanos los Estados, históricamente, son los principales responsables
de velar por que los derechos humanos de los ciudadanos sujetos a su soberanía sean respetados cabalmente en su espacio
territorial, de donde se infiere la fórmula tradicional de que el ámbito internacional de protección tiene solamente una función
“complementaria”. Esto es, la efectividad de un convenio internacional radica en que los propios Estados parte actúen de
buena fe y que, voluntariamente, acepten cumplir los compromisos adquiridos frente a la comunidad internacional, en el
caso concreto, los relativos a la protección y/o defensa de los derechos humanos de sus gobernados. Esta afirmación se
conoce con el aforismo pacta sunt servanda -locución latina que se traduce como “lo pactado obliga”-, que expresa que
toda convención debe cumplirse fielmente por las partes de acuerdo con lo estipulado y en términos del artículo 26 de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. Ahora bien, de la interpretación sistemática del artículo 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con el numeral 4o. de la Ley sobre la Celebración de
Tratados, se advierte que tanto la Constitución como los referidos tratados internacionales son normas de la unidad del
Estado Federal cuya observancia es obligatoria para todas las autoridades, por lo que resulta lógico y jurídico que dichos
instrumentos internacionales, suscritos y ratificados por nuestro país, con énfasis prioritario para aquellos vinculados con
derechos humanos, como lo es la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica),
sean de observancia obligatoria para todas las autoridades del país, previamente a la reforma constitucional de 10 de junio
de 2011. Sobre el particular, destaca que la razón por la cual se modificó nuestro marco constitucional en junio de 2011,
no fue para tornar “exigibles” a cargo de nuestras autoridades estatales la observancia de los derechos humanos previstos
en los tratados internacionales, toda vez que, se reitera, dicha obligación ya se encontraba expresamente prevista tanto a
nivel constitucional (artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos), como a nivel jurisprudencial;
así, como esta Primera Sala ha sustentado en diversos precedentes, dicha reforma, entre otros objetivos, tuvo la inherente
finalidad de fortalecer el compromiso del Estado mexicano respecto a la observancia, respeto, promoción y prevención
en materia de derechos humanos, así como de ampliar y facilitar su justiciabilidad en cada caso concreto, a través del
denominado sistema de control convencional.
PRIMERA SALA
Amparo directo en revisión 3664/2012. 13 de marzo de 2013. Mayoría de tres votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz,
quien reservó su derecho a formular voto particular. Ausente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Secretario: José Díaz de León Cruz.
[TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2; Pág. 1289
Principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad establecidos en la constitución
federal. Representan criterios de optimización interpretativa de los derechos fundamentales.
El 10 de junio de 2011 se promulgaron reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de
derechos humanos, de las que sobresale la modificación de su artículo 1o. que establece la obligación de toda autoridad de
promover, respetar y garantizar los derechos humanos, favoreciendo la protección más amplia posible a favor de la persona,
de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En virtud de éstos, la
valoración de los derechos fundamentales queda vinculada a la premisa de que deben respetarse en beneficio de todo ser
humano, sin distinción de edad, género, raza, religión, ideas, condición económica, de vida, salud, nacionalidad o preferencias
(universalidad); además, tales derechos han de apreciarse como relacionados de forma que no sería posible distinguirlos
en orden de importancia o como prerrogativas independientes, prescindibles o excluyentes unas ante otras, sino que todos
deben cumplirse en la mayor medida posible, así sea en diferente grado por la presencia de otro derecho fundamental
que también deba respetarse y que resulte eventualmente preferible, por asegurar un beneficio mayor al individuo, sin que
el derecho fundamental que ceda se entienda excluido definitivamente (indivisibilidad e interdependencia); asimismo, con
el entendimiento de que cada uno de esos derechos, o todos en su conjunto, obedecen a un contexto de necesidades
pasadas y actuales, mas no niegan la posibilidad de verse expandidos, por adecuación a nuevas condiciones sociales que
determinen la necesidad y vigencia de otras prerrogativas que deban reconocerse a favor del individuo (progresividad).
De esta guisa, los referidos principios representan criterios de optimización interpretativa de los derechos fundamentales,
porque conducen a su realización y observancia plena e inmejorable a favor del individuo, al orientar el proceder de toda
autoridad en el cumplimiento del mandato de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos reconocidos
en la Constitución y los tratados internacionales de la materia, lo cual se refleja al ejercer el control constitucional, en el
sentido de que el respeto y restauración de los indicados derechos son una tarea no sólo de la jurisdicción federal, sino
también de la ordinaria en el conocimiento de los asuntos de su competencia.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO
Amparo directo 4/2012. Instituto Motolinía, A.C. 21 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: José Carlos Rodríguez
Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Amparo directo 100/2012. Olga Canavati Fraige viuda de Tafich y otro. 30 de agosto de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: José Elías Gallegos Benítez. Secretario: Mario Enrique Guerra Garza.
Amparo directo 223/2012. Rodolfo Guadalupe González Aldape. 27 de septiembre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente:
José Carlos Rodríguez Navarro. Secretaria: Griselda Tejada Vielma.
Nota: Por instrucciones del Tribunal Colegiado de Circuito, la tesis que aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XII, Tomo 3, septiembre de 2012, página 1946; se publica nuevamente con
las modificaciones en rubro, texto y precedentes que el propio tribunal ordena sobre la tesis originalmente enviada.
II. ADMINISTRATIVO
***
[J]; 10a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 1; Pág. 724
Carta invitación al contribuyente para que regularice el pago del impuesto sobre la renta derivado de sus
ingresos por depósitos en efectivo. No es impugnable en sede contenciosa administrativa.
La carta invitación del Servicio de Administración Tributaria dirigida al contribuyente para regularizar su situación fiscal con
relación al pago del impuesto sobre la renta, derivado de los ingresos ciertos y determinados originados por depósitos en
efectivo a su favor, efectuados durante un ejercicio fiscal específico, no constituye una resolución definitiva impugnable en el
juicio contencioso administrativo, conforme al artículo 14, fracción I, de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal
y Administrativa, pues se trata únicamente de un acto declarativo a través del cual la autoridad exhorta al contribuyente a
corregir su situación fiscal respecto de las omisiones detectadas, acogiéndose a los beneficios establecidos por la regla de
la Resolución Miscelánea Fiscal correspondiente, y presentándole una propuesta de pago que no le ocasiona un perjuicio
real en su esfera jurídica, en la medida en que a través de este acto la autoridad exclusivamente señala una cantidad que
obra en sus registros y que sólo tendrá en cuenta cuando ejerza sus facultades de comprobación y, en consecuencia, emita
una resolución que establezca obligaciones para el contribuyente fiscalizado, la que sí será definitiva para efectos de la
procedencia de la vía contenciosa administrativa, por incidir en su esfera jurídica al fijarle un crédito a su cargo. A lo anterior
se suma que en el texto de la propia carta se informe expresamente que esa invitación no determina cantidad alguna a
pagar, ni crea derechos, lo cual significa que su inobservancia tampoco provoca la pérdida de los beneficios concedidos por
la mencionada regla, pues para que así sea debe contener, además del apercibimiento en tal sentido, la correspondiente
declaración de incumplimiento que lo haga efectivo y, en el caso, la autoridad sólo se limita a dar noticia de la existencia de
un presunto adeudo, sin establecer consecuencias jurídicas para el interesado.
SEGUNDA SALA
CONTRADICCIÓN DE TESIS 18/2013. Entre las sustentadas por el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. 27 de febrero
de 2013. Mayoría de tres votos; votó con salvedad Sergio A. Valls Hernández. Disidentes: Luis María Aguilar Morales y
Alberto Pérez Dayán. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Ma. de la Luz Pineda Pineda.
Tesis de jurisprudencia 62/2013 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del diez de
abril de dos mil trece.
[TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2; Pág. 1253
Control de convencionalidad ex officio (control difuso). El tribunal federal de justicia fiscal y administrativa
puede ejercerlo, no sólo respecto de las normas que regulen su actuación, sino de todas las normas generales
que le corresponda aplicar para resolver los asuntos de su competencia.
Conforme a la ejecutoria dictada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el expediente varios
912/2010, de 14 de julio de 2011, así como a las tesis que derivaron de dicho asunto, los Jueces que no forman parte del
Poder Judicial de la Federación no pueden hacer una declaración general sobre la invalidez o expulsar del orden jurídico
las normas que consideren contrarias a los derechos humanos contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí
sucede en las vías de control directas establecidas expresamente en los artículos 103, 107 y 105 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos), pero sí están obligados a dejar de aplicar estas normas inferiores dando preferencia a
los contenidos de la Constitución y de los tratados en esta materia. Así, aunque en la ejecutoria de mérito no existe una
referencia expresa al Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, lo cierto es que sí se estableció que el método
de control de convencionalidad ex officio (control difuso) deben ejercerlo, no sólo el Poder Judicial de la Federación, sino
también los tribunales administrativos federales y, en el ámbito local, los tribunales judiciales, administrativos y electorales;
por tanto, dentro de dichos órganos jurisdiccionales, debe considerarse al referido tribunal federal. Lo anterior se confirma
con lo que el Pleno del Máximo Tribunal sostuvo al resolver la solicitud de modificación de jurisprudencia 22/2011, en el
sentido de que los mandatos contenidos en el artículo 1o. constitucional, reformado mediante decreto publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, dan lugar a concluir, atento al principio de supremacía constitucional, que los
Jueces del Estado Mexicano, al conocer de los asuntos de su competencia, deben hacer prevalecer los derechos humanos
reconocidos en esa Norma Fundamental y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, a pesar
de las disposiciones en contrario que puedan preverse en los ordenamientos que les corresponda aplicar para resolver
dichos asuntos; determinación que ameritó dejar sin efectos las jurisprudencias P./J. 73/99 y P./J. 74/99. Así, el control
difuso que puede ejercer el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa en su función jurisdiccional, no se encuentra
restringido a disposiciones que regulen las funciones de dicho órgano, sino que abarca todas las normas generales que le
corresponda aplicar para resolver los asuntos de su competencia, es decir, aquellas que funden los actos que ante dicho
tribunal se controviertan, máxime que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no hizo tal distinción.
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO
Revisión fiscal 505/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 10 de enero de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Clementina Flores Suárez. Secretaria: Yenny Domínguez Ferretiz.
Revisión fiscal 438/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 17 de enero de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Alfredo Enrique Báez López. Secretaria: Shirley Monroy Benítez.
Revisión fiscal 441/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 17 de enero de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Alfredo Enrique Báez López. Secretaria: Shirley Monroy Benítez.
Revisión fiscal 518/2012. Secretario de Hacienda y Crédito Público y otras. 17 de enero de 2013. Unanimidad de votos.
Ponente: Clementina Flores Suárez. Secretario: Eduardo Garibay Alarcón.
Nota: Las sentencias que recayeron al expediente varios 912/2010 y a la solicitud de modificación de jurisprudencia 22/2011,
así como las tesis de jurisprudencia P./J. 73/99 y P./J. 74/99 citadas, aparecen publicadas en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro I, Tomo 1, octubre de 2011, página 313; Libro III, Tomo 1, diciembre
de 2011, página 536; Novena Época, Tomo X, agosto de 1999, página 18, con el rubro: “CONTROL JUDICIAL DE LA
CONSTITUCIÓN. ES ATRIBUCIÓN EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.” y página 5, con el rubro:
“CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE
LA CONSTITUCIÓN.”, respectivamente.
[J]; 10a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 1; Pág. 899
Expropiación. El artículo 5o., párrafo tercero, de la ley reglamentaria del artículo 154, reformado, de la constitución
política del estado de sinaloa, al autorizar la posesión provisional del bien expropiado en casos de urgencia,
entre otros, el relativo a la construcción de escuelas, sin oír previamente al afectado, no vulnera el derecho
fundamental de audiencia.
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la ejecutoria de la que derivó la jurisprudencia 2a./J.
124/2006 (*), determinó que cuando la declaratoria de expropiación se realice invocando como causas de utilidad pública los
casos urgentes establecidos en la ley, que ameriten la ocupación provisional inmediata del bien expropiado para satisfacer
una necesidad pública apremiante, es innecesaria la defensa previa del afectado, por tratarse de una medida temporal que
se traduce en un acto de molestia no regido por el derecho de audiencia contenido en el artículo 14 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, sin que ello implique dejarlo inaudito respecto del acto expropiatorio, porque ese
derecho fundamental debe respetarse antes de que el Estado disponga definitivamente del bien. En ese tenor, el artículo 5o.,
párrafo tercero, de la Ley Reglamentaria del Artículo 154, Reformado, de la Constitución Política del Estado de Sinaloa, al
señalar que en los casos urgentes, entre otros, el relativo a la construcción de escuelas, se podrá tomar posesión provisional
de los bienes expropiados, sin oír previamente al afectado, no vulnera el referido derecho fundamental, al tratarse de una
medida provisional cuya ejecución inmediata se justifica para hacer frente a la situación apremiante que la motivó y, además,
porque ese derecho se salvaguarda con el recurso de revocación previsto en los artículos 3o., 4o. y 5o. de la propia ley, que
el propietario puede hacer valer contra el decreto expropiatorio antes de que el Estado ocupe definitivamente el inmueble.
SEGUNDA SALA
CONTRADICCIÓN DE TESIS 398/2012. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y Cuarto, ambos
del Décimo Segundo Circuito. 20 de marzo de 2013. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Martha Elba de la Concepción Hurtado Ferrer.
Tesis de jurisprudencia 64/2013 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del diez de
abril de dos mil trece.
Nota: La tesis de jurisprudencia 2a./J. 124/2006 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXIV, septiembre de 2006, página 278. Nota: (*) De rubro: “EXPROPIACIÓN. LA GARANTÍA
DE AUDIENCIA DEBE RESPETARSE EN FORMA PREVIA A LA EMISIÓN DEL DECRETO RELATIVO.”
[J]; 10a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 1; Pág. 1073
Procedimiento contencioso administrativo. El artículo 51, penúltimo párrafo, de la ley federal relativa, obliga
al estudio de los conceptos de impugnación tendentes a controvertir el fondo del asunto, aun cuando el acto
impugnado adolezca de una indebida fundamentación de la competencia de la autoridad demandada.
Del citado precepto, adicionado mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de 10 de diciembre de
2010, deriva que cuando la incompetencia de la autoridad resulte fundada y además existan agravios encaminados a
controvertir el fondo del asunto, las Salas del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa deberán analizarlos, y si
alguno de éstos resulta fundado, con base en el principio de mayor beneficio, procederán a resolver el fondo de la cuestión
efectivamente planteada por el actor. Por su parte, el principio de mayor beneficio implica que debe privilegiarse el estudio de
los argumentos que, de resultar fundados, generen la consecuencia de eliminar totalmente los efectos del acto impugnado;
por tanto, atento al artículo 51, penúltimo párrafo, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo que
expresamente alude al principio indicado, las Salas referidas deben examinar la totalidad de los conceptos de anulación
tendentes a controvertir el fondo del asunto, aun cuando se determine que el acto impugnado adolece de una indebida
fundamentación de la competencia de la autoridad demandada; obligación que, además, debe acatarse en todas las
resoluciones emitidas por ese Tribunal a partir del 11 de diciembre de 2010, fecha en que entró en vigor la adición al
señalado precepto legal, sin realizar distinciones respecto de los asuntos que estaban en trámite con anterioridad, o bien,
de los iniciados posteriormente.
SEGUNDA SALA
CONTRADICCIÓN DE TESIS 33/2013. Entre las sustentadas por el Primer y el Segundo Tribunales Colegiados, ambos en
Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito. 20 de marzo de 2013. Cinco votos. Ponente: Alberto Pérez
Dayán. Secretaria: Guadalupe de la Paz Varela Domínguez.
Tesis de jurisprudencia 66/2013 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del diecisiete
de abril de dos mil trece.
[TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2; Pág. 1397
Suspensión en el juicio de amparo. La técnica para su estudio no debe soslayarse, bajo el argumento de
aplicación del principio de interpretación pro homine o pro personae, por el hecho de que en la litis principal se
aduzca la existencia de violaciones a derechos humanos.
Conforme a la técnica que debe seguirse para determinar la procedencia de la suspensión en el juicio de garantías, en atención
al marco constitucional y legal vigente, esto es, los artículos 107, fracción X, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 124 de la Ley de Amparo, deben tomarse en consideración, en su orden, los siguientes pasos: a) si son ciertos
los actos reclamados o los efectos y consecuencias combatidos; b) si la naturaleza de esos actos permite su paralización
(requisitos naturales); c) si se satisfacen las exigencias previstas por el numeral 124 de la Ley de Amparo (requisitos legales);
y d) si es necesaria la exigencia de alguna garantía, por la existencia de terceros perjudicados (requisitos de efectividad).
Asimismo, importa destacar que sólo cuando la existencia y naturaleza del acto permitan jurídicamente arribar al punto
marcado con el inciso c), el juzgador debe realizar un estudio ponderado de la apariencia del buen derecho con la posible
afectación que pueda ocasionarse al interés social con la suspensión del acto reclamado, como se encuentra expresamente
previsto en el artículo 107, fracción X, de la Ley Fundamental, considerando además que la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia 2a./J. 204/2009, de rubro: “SUSPENSIÓN. PARA DECIDIR SOBRE SU
OTORGAMIENTO EL JUZGADOR DEBE PONDERAR SIMULTÁNEAMENTE LA APARIENCIA DEL BUEN DERECHO CON
EL PERJUICIO AL INTERÉS SOCIAL O AL ORDEN PÚBLICO.”, destacó la necesidad de efectuar un análisis simultáneo de
la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora, con la posible afectación que pueda ocasionarse al orden público
o al interés social con la suspensión del acto reclamado. Ahora bien, las razones jurídicas que dan origen a la técnica de
estudio de la suspensión en el juicio de garantías, tienden precisamente a dar certidumbre a los gobernados en cuanto a
la procedencia de la medida cautelar, a fin de respetar un sistema que, en su conjunto, tutela los diversos principios que
acoge la Constitución Federal y que rigen la función jurisdiccional, como son los de legalidad, igualdad, seguridad jurídica,
debido proceso y acceso efectivo a la justicia. Por tanto, no es jurídicamente sostenible que en aplicación del principio de
interpretación pro homine o pro personae, y por el hecho de que en la litis principal se aduzca la existencia de violaciones a
derechos humanos, sea susceptible de soslayarse la mencionada técnica, y que a pesar de que los actos reclamados, por
su naturaleza, no sean susceptibles de paralización, se pretenda el análisis de cuestiones relativas al fondo del asunto, y
que ello conduzca a conceder la medida cautelar, bajo la aseveración de que existe la aludida vulneración de prerrogativas
fundamentales, pues de aceptarse tal planteamiento, se quebrantarían las razones técnicas legales que regulan la forma
en que debe analizarse la medida cautelar del juicio de amparo, dado que sin la satisfacción de los requisitos establecidos
en los incisos a) y b), no es procedente efectuar ponderación alguna respecto del fondo del asunto, incluso de manera
preliminar y superficial con la finalidad de lograr una decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho
discutido en el proceso (apariencia del buen derecho).
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO
Incidente de suspensión (revisión) 54/2013. 22 de marzo de 2012. Mayoría de votos. Disidente: José Eduardo Téllez
Espinoza. Ponente: Francisco Javier Cárdenas Ramírez. Secretario: Salvador Alejandro Lobato Rodríguez.
Nota: La tesis de jurisprudencia 2a./J. 204/2009 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXX, diciembre de 2009, página 315.
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