1 er Premio: Silvia de la Mata Moratilla

El sueño de un niño
1ª CATEGORÍA. 1º CICLO E.S.O.
1er Premio: Silvia de la Mata Moratilla
No soy el típico chico fuerte, muy
chicas desean estar. Soy más bien
nada fuerte. Tampoco tengo las
prefiero aprender historia. Por ello,
alto, rubio, con ojos azules…, con el que todas las
alto pero no mucho, castaño, con ojos marrones y
costumbres habituales de los chicos de mi edad,
mis compañeros me consideran un bicho raro.
Si hubiese podido elegir una época de la historia donde quisiera vivir, hubiese elegido
la Edad Media; sé todo acerca de esta época, los nombres que se usaban, el tipo de vida
que llevaban, el tipo de casa que había, etc. Cada día que descubría algo nuevo sobre la
Edad Media, deseaba con más ganas ir. Lo que más me gustaba de esta época era los
caballeros medievales, me parecía un mundo alucinante. Sin embargo, todo esto
cambió un día caluroso de verano…
-¡Diego! -Gritó mi madre desde el salón – Ven, que tengo una sorpresa para ti.
Al oír la última frase, salí corriendo de mi habitación, bajé la escalera muy rápido y
llegué al salón.
-Dime, mamá, ¿cuál es la sorpresa? – Le pregunté a mi madre.
- Toma hijo mío, esta es tu sorpresa.- Me da un paquete envuelto con un papel azul y
amarillo.
Cuando acabé de romper el papel me llevé una gran alegría al ver lo que había dentro,
¡El libro de los caballeros medievales!
-Muchas gracias, mamá. Me encanta.
-De nada, hijo mío. Puedes estar seguro de que es un libro muy especial. Presta
atención y cautela con su lectura.
-¡Ah!, ¿sí? – Pregunté sorprendido - ¿Y por qué?
-Cuántas preguntas juntas; ya lo descubrirás todo a su debido tiempo. – Me dijo y se
fue, dándome un beso en la mejilla.
Al momento, yo me fui muy ilusionado al jardín y me senté bajo la sombra de un árbol
muy alto dispuesto a descubrir los misterios de ese libro.
Cuando lo fui a abrir, todo me empezó a dar vueltas,…vueltas y más vueltas; hasta que
llegó un momento en que me desmayé. Después de lo que yo creía que habían sido
horas, me desperté delante de un espejo.
-¿Cuál es tu mayor deseo? – Me preguntó una voz que salía del espejo.
-Mi mayor deseo es viajar al pasado, concretamente a la Edad Media, y ser un caballero
que sirva al rey – Respondí muy decidido al espejo mágico.
Silvia de la Mata Moratilla 2ºESO A
El sueño de un niño
- Tu deseo se hará realidad en dos minutos. – Dijo el espejo de forma fría y distante –
Empieza la cuenta atrás.
No entendía nada de lo que pasaba, pero, al cabo de un minuto, mi ropa se cambió por
una armadura de un metal muy brillante que me cubría de pies a cabeza y llevaba una
espada muy pesada en la mano.
-Pasaron los dos minutos- Dijo el espejo – Va a ser transportado a combatir en la
Guerra de los Trastámara en 1366.
Se quedó todo oscuro y en silencio. Me empezó a entrar el pánico cuando asimilé lo que
me había dicho el espejo: ¡iba a ir a la guerra! No estaba preparado para aquello, sabía
todo sobre los caballeros, pero no imaginé nunca que llegaría tan lejos, nunca había
usado armas, ¡ni siquiera sabía pelear!
De repente, se cambió el paisaje oscuro por el comienzo de la guerra, ¡qué horror!
Siempre me acordaré de ese horrible paisaje en el que los árboles estaban quemados, el
cielo estaba lleno de nubes negras como el carbón y había un montón de caballeros
luchando entre ellos para conseguir vencer la batalla.
No sabía qué podía hacer, porque no quería convertirme en un asesino, pero tampoco
quería morir en aquel lugar. Así que hice lo que creía que era lo correcto y salí
corriendo hacia el lado contrario de donde estaba la batalla; pero, uno de los caballeros
me atrapó y me llevó con él al palacio real.
-Majestad, este hombre es un traidor. – Dijo mirándome de una forma muy despectiva Se puso en nuestra contra en el campo de batalla.
-¡No es verdad! – repliqué muy enfadado
-¡Cállate! – Me ordenó el rey - Ya me conozco bien los argumentos y las tretas de los
cobardes que no quieren defender su reino. Esto es intolerable, pues no puedo consentir
que mi reino esté lleno de cobardes. Por tanto, te castigo con la pena de muerte.
¡Preparad la horca para esta misma tarde!
-Como usted desee majestad. – Dijeron cinco siervos suyos.
Esa misma tarde me llevaron a la horca unos robustos soldados bien parapetados tras
sus armaduras. Me pusieron la cuerda en el cuello, abrieron el agujero del suelo que
estaba tapado con una madera, y caí gracias a la fuerza de la gravedad sobre mi peso….
-¡Diego, despierta! – Decía una voz como la de… ¡mi madre!
¿Qué hacía mi madre allí? ¿Y por qué decía que me despertara?
No sé cómo lo hice, pero me desperté y encontré a mi madre que me estaba sonriendo.
- ¿Y la horca? ¿Y los campesinos? –Preguntaba confundido.
-¿De qué hablas? – Me preguntó mi madre muy extrañada. – Aquí no hay nada de eso.
Entonces, lo entendí todo: todo había sido una horrible pesadilla y comprendí que la
Edad Media no era tan “guay” como creía, pues también tenía sus puntos complejos.
Silvia de la Mata Moratilla 2ºESO A
El sueño de un niño
Ahora, si me dejaran elegir en qué época de la historia desearía vivir el resto de mi vida,
elegiría la época actual: creo que, a pesar de ser considerado como alguien “raro”, es
donde mejor me adapto.
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