CIRCULAR INFORMATIVA Cualificación que deben poseer los Recursos Preventivos y los Coordinadores de Seguridad y Salud respectivamente, en obras de construcción. La figura del recurso preventivo se introdujo en la Ley de Prevención con la reforma de la Ley 54/2003, a través del artículo 32 bis, en orden a obligar a la empresa en determinadas circunstancias y situaciones de especial riesgo y peligrosidad a que mantuviera la presencia de los recursos preventivos, con el fin de controlar los métodos de trabajo y evitar la agravación del riesgo. La principal obligación del recurso preventivo es la de permanecer en el centro de trabajo durante todo el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. Constituye en la práctica una fórmula de vigilancia continuada durante el periodo en que haya actividad productiva y exista personal sometido a los riesgos. En lo que se refiere a las obras de construcción, la normativa fue más lejos, al introducir en la Ley de prevención la disposición adicional 14, dedicada expresamente a la presencia de los recursos preventivos en las obras de construcción, la cual establece que la preceptiva presencia de los recursos preventivos se aplicará a cada contratista y tendrá como objeto vigilar el cumplimento de las medidas incluidas en el Plan de Seguridad y Salud y comprobar la eficacia de éstas. Hay que entender que en todo caso la obligación de presencia de los recursos preventivos se regulará por el artículo 32 bis de la Ley de prevención y a ello hay que añadir las “especialidades” fijadas en la citada disposición adicional 14. El apartado 3 del artículo 32 bis de la Ley de prevención establece que los recursos preventivos deberán: — Tener capacidad suficiente. — Disponer de los medios necesarios. — Ser suficientes en número. — Permanecer en el centro de trabajo durante el tiempo en que se mantenga la situación que determine su presencia. Por otro lado, la disposición adicional única del RD 1627/1997, incorporada por el RD 604/2006, de 19 de mayo, establece en sus letras b) y c) que las personas a quienes se les asigne la presencia deberán dar las instrucciones necesarias para el correcto e inmediato cumplimiento de las actividades preventivas y poner tales circunstancias en conocimiento del empresario para que éste adopte las medidas necesarias para corregir las deficiencias observadas, si éstas no hubieran sido aún subsanadas. Y si como resultado de su vigilancia observase la ausencia, insuficiencia o falta de adecuación de las medidas preventivas, deberán poner estas circunstancias en conocimiento del empresario, que procederá de manera inmediata a la adopción de las medidas necesarias para corregir las deficiencias y a la modificación del Plan de Seguridad y Salud. De la lectura de todos estos preceptos podemos deducir que los recursos preventivos están investidos de una autoridad cierta, tienen la facultad de dar instrucciones y ejercen importantes funciones de vigilancia respecto a las medidas preventivas. Por todo ello, respecto a su cualificación, podemos extraer las conclusiones siguientes: — Deben tener conocimientos de construcción. Dadas las funciones que tienen que desarrollar, es prácticamente imprescindible que tengan conocimientos en construcción. Más aún, si tenemos en cuenta que el apartado 4 del citado artículo 32 bis permite al empresario asignar la presencia a uno o varios trabajadores de la empresa que reúnan los conocimientos, la cualificación y la experiencia necesarios y cuenten con formación preventiva, como mínimo, de nivel básico. Por tanto con mayor motivo habrá que exigir esos conocimientos al recurso preventivo. — Deben tener formación en prevención de riesgos laborales, al menos de nivel básico (50 horas), dado que se les exige la vigilancia del cumplimiento y comprobación de la eficacia del plan de seguridad y salud, que representa uno de los instrumentos preventivos más relevantes en las obras de construcción. — Deben ocupar un cierta posición en la estructura jerárquica de la empresa, que les dote de cierta capacidad de mando, para garantizar la eficacia de sus instrucciones. Coordinadores de seguridad y salud durante la elaboración del proyecto de obra y durante la ejecución de obra: concepto El artículo 2.1.e) del Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a las obras de construcción, define al coordinador de seguridad y salud durante la elaboración del proyecto de obra, como el técnico competente designado por el promotor para coordinar durante la fase del proyecto de obra la aplicación de los principios que se mencionan en el artículo 8 del citado Real Decreto. Parece lógico entender que deberá reunir los requisitos para ser proyectista, como autor de la totalidad, o de al menos parte de este proyecto de obra, conforme a lo establecido en el artículo 2.1.d) del Real Decreto 1627/1997. Estos requisitos vienen indicados en el artículo 10.2 de la Ley 38/1999, y por lo que a titulaciones académicas se refiere, se citan las de arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico. El apartado f) de este precepto define al coordinador en materia de seguridad y de salud durante la ejecución de la obra, como el técnico competente integrado en la dirección facultativa, designado por el promotor para llevar a cabo las tareas que se mencionan en el artículo 9. En primera instancia, la competencia del técnico debería estar fundamentada tanto en sus conocimientos sobre la actividad empresarial desarrollada, como en la materia de prevención de riesgos laborales, de conformidad con lo establecido en el capítulo VI del Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. Criterio de Ley de Ordenación de la Edificación La disposición adicional cuarta de la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación, establece que las titulaciones académicas y profesionales habilitantes para desempeñar la función de coordinador de seguridad y salud en obras de edificación, durante la elaboración del proyecto y la ejecución de la obra, serán las de arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico, de acuerdo con sus competencias y especialidades. El Real Decreto 1627/1997 no especificó, como no podía ser de otra manera, al tratarse de una norma laboral que supuso la transposición a nuestro ordenamiento de la Directiva 92/57/CEE, las titulaciones académicas que habilitaban para ejercer las funciones de coordinador en las obras de construcción, limitándose a indicar que éstas serían efectuadas por un "técnico competente". Y ello, considerando la definición de obra de construcción como cualquier obra, pública o privada, en la que se efectúen trabajos de construcción o ingeniería civil cuya relación no exhaustiva figura en el anexo I del Real Decreto 1627/1997. Esta situación se clarificó con la aprobación de la arriba citada Ley 38/1999, y, en particular, con su disposición adicional cuarta, antes reproducida. Si bien es cierto que las titulaciones académicas que se enumeran vienen referidas a las obras de edificación, no lo es menos que no existe otra norma que exija otros requisitos diferentes (titulaciones académicas en este caso) para obras de ingeniería civil. En este sentido, y a efectos de posibles requerimientos/procedimientos sancionadores de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, no resulta aceptable realizar una interpretación de lo que se entiende por técnico competente en las obras de ingeniería civil que vaya más allá de lo indicado en la normativa aquí citada, a menos que se aprobara otra norma referida de forma exclusiva a este tipo de obras. Criterio de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo En relación con lo anterior, podemos remitirnos a lo establecido por el grupo de trabajo de "Construcción" de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que estableció en su Ponencia General los criterios de aplicación del Real Decreto 1627/1997, y, por lo tanto, aplicables a todas las obras de construcción definidas en él, manifestando en cuanto a los técnicos competentes lo siguiente: "a los efectos de interpretar el artículo 2.1 e) y f), del Real Decreto 1627/1997, se consideran técnicos competentes a aquellas personas que posean titulaciones académicas y profesionales habilitantes, así como conocimientos en actividades de Construcción y de Prevención de Riesgos Laborales, acordes con las funciones que fija el Real Decreto, que serán las titulaciones de arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero e ingeniero técnico". Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales Melilla, 30 de Octubre de 2008. Jerónimo Pérez Hernández GABINETE DE INFORMACIÓN PARA LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES