VALORACIÓN DE LA PROPUESTA DE PROYECTO DE REVISIÓN

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VALORACIÓN DE LA PROPUESTA DE PROYECTO DE REVISIÓN DEL PLAN
HIDROLÓGICO DE LA DEMARCACIÓN DEL JÚCAR (2015/21)
1. Procedimiento. El proyecto de revisión del Plan Hidrológico de la Demarcación del Júcar
está viciado de origen por el contenido y los avatares procedimentales del propio documento
que se revisa. El retraso en la aprobación y ejecución del Plan 2009-2015 impide analizar
la eficacia del programa de medidas en el logro de los objetivos. Las deficiencias en el
proceso de participación ya fueron denunciadas en su momento y forman parte de las
razones por las que las organizaciones que representan intereses ambientales y no
lucrativos rechazaron la propuesta. La propuesta de revisión presenta algunas medidas que
mejoran el documento anterior –como, por ejemplo- la determinación de caudales
ambientales, pero que resultan meramente cosméticas frente a la decisión estratégica del
plan de reparto de agua por encima de la disponibilidad. Este Plan no contribuye a la
recuperación de los ecosistemas acuáticos y sus servicios para el conjunto de la sociedad,
sino que continúa estando al servicio de intereses privativos, principalmente de negocios
agrarios y eléctricos.
Distintas organizaciones han solicitado la inmediata suspensión de la tramitación del Plan
Hidrológico y Estudio Ambiental Estratégico de la demarcación del Júcar correspondiente al
ciclo de planificación 2015-2021, entre otras razones por incumplimiento de la Directiva
Marco del Agua y por vulneración del principio legal de la Ley de Aguas sobre participación
efectiva en la fase de consulta pública, ya que las nuevas administraciones nacidas de las
pasadas elecciones del 24 de mayo de 2015 no han tenido tiempo material para la
formulación de alegaciones al proyecto, vulnerándose de este modo gravemente la voluntad
expresada por los ciudadanos.
2. Asignaciones. La propuesta presentada ante el CAD no avanza en el logro del buen estado
de las masas de agua porque no actúa sobre las presiones que generan el deterioro. Para
mejorar el estado de ríos, acuíferos y otras masas de agua es necesario rebajar las
extracciones, al menos, por debajo de los recursos disponibles, una vez descontados los
caudales ecológicos y las restricciones ambientales de los recursos renovables. Ello implica
de manera general revisar las asignaciones a la baja en el conjunto de la Demarcación
ajustando las asignaciones a las disponibilidades después de reservar los caudales
ecológicos y las restricciones ambientales, y manteniendo la prioridad de los
abastecimientos.
3. Caudales. Los caudales “ambientales” establecidos en la propuesta no son suficientes para
contribuir al logro de los objetivos de buen estado que constituye la finalidad del plan. La
metodología seguida para la determinación de los caudales ecológicos mínimos es
cuestionable, ya que se basan en la extrapolación al conjunto de las masas de agua de
unos resultados obtenidos mediante modelos en un reducido número de puntos. Los
caudales se han ajustado a las asignaciones a los distintos usos establecidas en el plan que
se revisa, pervirtiendo así el carácter de restricción previa al reparto del agua. Se debe
aumentar de manera significativa la magnitud de caudales ecológicos mínimos en
numerosos tramos de río, así como garantizarse que la variabilidad intraanual del régimen
emula aquella que caracteriza el régimen hidrológico en estado natural. Por otra parte, no
se han establecido regímenes de caudales ecológicos para las masas de agua de transición,
para los ríos efímeros, temporales y estacionales; ni se han establecido las restricciones
ambientales para el caso de los lagos. Todo ello, a pesar de que la Instrucción de
Planificación detalla el abordaje metodológico de los mismos.
4. L’Albufera de València. Los estudios disponibles indican que la asignación consignada en
el plan para l’Albufera es insuficiente para frenar el deterioro del lago y revertir la tendencia.
La sustitución propuesta de las aportaciones del Júcar por aguas residuales del área de
Valencia agravan los problemas de eutrofización del algo y no constituyen una alternativa
válida. Es necesario incrementar los aportes de agua limpia (al menos 250 Hm 3/año),
establecer y garantizar el cumplimiento del nivel máximo de concentración de nutrientes (P)
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admisible en las agua residuales que alcanzan el lago y eliminar los vertidos y arrastres que
siguen llegando al mismo.
Esto es sintomático de una falta de responsabilidad de parte de la administración
autonómica correspondiente, al no haber insistido en esta cuestión desde hace michos
años, así vulnerando las Directivas Aves y Hábitats en cuanto al estado de conservación de
este espacio. Por lo tanto, en relación con las necesidades de agua de l’Albufera y como
ya pasó en el periodo 2009-2015, tampoco el plan hidrológico para el periodo 2015-2021
cumplirá con la Directiva Marco del Agua, que es responsabilidad principal de la
Confederación Hidrográfica del Júcar. En este sentido, l’Albufera es un ejemplo de un
problema generalizado por toda España, señalado claramente por la Comisión Europea,
pero no abordado adecuadamente en este nuevo ciclo de planificación.
5. Recuperación de costes y aplicación del principio del contaminador pagador. El
proyecto de revisión del plan que se ha presentado mantiene el enfoque y el statu quo
heredado de los planes de fomento del uso de agua anteriores a la DMA. Frente al
requerimiento de ésta de contabilizar los costes de los servicios del agua y repercutirlos a
los usuarios en aplicación del principio de quien contamina paga, el plan opta por socializar
los costes y eximir de su responsabilidad económica a los causantes del deterioro
ambiental. Con ello se renuncia también al uso de instrumentos económicos en la
reasignación equitativa del agua y a la protección efectiva del medio. La documentación
económica aportada en la memoria del plan (Anejo 9) en lugar de aportar luz a las cuentas
reales del agua y el reparto de cargas y beneficios entre los distintos actores contribuye a
mantener la opacidad, con subterfugios contables que esconden el desigual reparto. La
elaboración de unas cuentas rigurosas debe ser el primer paso para el establecimiento de
una política de precios (Art. 9 DMA) que contribuya a un uso eficiente del agua acorde con
la recuperación del buen estado de los ecosistemas y a un reparto equitativo de las cargas
que acabe con los actuales privilegios y abusos. Tal política de precios debería haberse
implementado, a más tardar, en diciembre de 2010.
6. Prioridad de los abastecimientos. La prioridad legal e indiscutida de los abastecimientos
debe ser efectiva en los planes sin subterfugios ni servidumbres a otros usuarios (todos
ellos subordinados en el orden de prioridad). El plan debe asignar el agua de mejor calidad
a los abastecimientos, sin coste adicional en el caso de que por pérdida de calidad no
imputable a los usuarios urbanos, se proceda a un cambio de la masa de agua de la que se
extrae. Los perímetros de protección de las tomas de abastecimiento deben ser delimitados
sobre el terreno y las precauciones y restricciones de usos claramente explicitadas in situ.
7. Medidas de incremento de oferta. El proyecto de revisión presentado mantiene el enfoque
de incremento de la oferta por encima de las posibilidades de la cuenca y en contradicción
con los objetivos establecidos por la DMA. Por un lado, se remite a un futuro Plan
Hidrológico Nacional (PHN) para cubrir el déficit generado por la sobreasignación de
recursos, externalizando así los efectos de la mala gestión. Con ello, pese a la
indeterminación del origen de los recursos externos que se asignan o se reservan, el
planificador se extralimita en su función que es la de ordenar la gestión del agua en las
cuencas de la Demarcación con el objetivo de recuperar el buen estado de los ecosistemas
y promover el uso sostenible del agua. Por otro lado, las nuevas fuentes de oferta –aguas
desaladas y residuales depuradas- no se han integrado suficientemente en el plan. En el
primer caso esto se debe, en buena medida, a la deficiente recuperación de costes, que
estimula el incremento indefinido de la demanda de caudales cuando se espera acceder a
ellos sin hacer frente a su coste. Es urgente poner un límite a la disponibilidad de agua
barata donde los usos han superado la disponibilidad sostenible del recurso y establecer
una política de precios que ajuste la demanda a la oferta. Los usuarios de aguas no
procedentes de la desalación deben también contribuir a cubrir sus costes en la medida en
que también han sido causantes del deterioro de las masas de agua de la cuenca y
partícipes de los beneficios de un bien escaso cuya oferta se incrementa con la
incorporación del agua desalada. Respecto al uso de las aguas depuradas es necesario
incrementar las garantías de calidad y salubridad de las mismas. En lo referente a la
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imputación de los costes de estas aguas hay que revisar la asimetría que se produce en la
aplicación del principio de recuperación de costes en el caso de los abastecimientos que
soportan tanto los de potabilización –causados frecuentemente por la contaminación de
otros usuarios- como los de depuración (que les corresponden).
8. Medidas de restauración ecológica. Si bien en el proyecto de revisión presentado figuran
nuevas medidas de protección y restauración de los ecosistemas hídricos (prácticamente
sólo en masas de agua tipo río) éstas deberían ser muchas más. El mantenimiento de la
riqueza biológica y ecológica exigen la recuperación del espacio fluvial y, en general, de las
condiciones hidromorfológicas que permiten el buen funcionamiento ecosistémico. Sin
embargo, los porcentajes de propuestas de eliminación de barreras transversales y otras
obras en los cauces son ínfimos o nulos; el número de propuestas de reservas fluviales se
debería incrementar sensiblemente, en aplicación de un elemental principio de prevención,
para mantener aquellos tramos de río (sobre todo en cabecera) que todavía conservan un
buen estado. Por otro lado, es inexcusable incrementar los caudales ecológicos mínimos en
la mayor parte de los tramos de los ríos de la Demarcación, así como exigir el cumplimiento
del resto de componentes del régimen de caudales ecológicos. En las zonas de protección
de hábitats y especies se deben garantizar los requerimientos hídricos –en términos de
calidad y cantidad- para lograr los objetivos de protección. Por otro lado resulta inadmisible
la decisión de no integrar el Plan de gestión de riesgos de inundación en el la propuesta de
Plan Hidrológico, ya que las determinaciones de aquél son inseparables de la consecución
de los objetivos de éste.
Con el objetivo de reducir la contaminación y mejorar el estado cualitativo de las masas de
agua, el Plan de Cuenca debería impulsar la agricultura ecológica, como práctica agrícola
más compatible con la conservación de los ecosistemas acuáticos, principalmente en
aquellas zonas vulnerables a la contaminación.
9. Cambio climático. Estudios científicos recientemente publicados prevén reducciones de
las aportaciones de recursos hídricos en la cuenca hidrográfica del Júcar en los próximos
25 años como consecuencia de los efectos del cambio climático muy superiores a las
reducciones contempladas en el escenario de cambio climático del Plan, en el que ya se
pone de manifiesto la creciente insostenibilidad de las asignaciones y reservas incluidas en
el mismo, así como la imposibilidad de alcanzar el objetivo de buen estado de las masas de
agua –de acuerdo a la caracterización vinculante detallada en la DMA. La planificación
hidrológica debería servir para anticipar esta situación de vulnerabilidad socio-económica y
ecológica y proponer medidas de adaptación de las demandas y usos de las masas de agua
a estos cambios, promoviendo la protección de los ecosistemas acuáticos y del
funcionamiento del ciclo del agua al tiempo que propiciando la integración de la política del
agua en el resto de políticas sectoriales de cara a minimizar los efectos socio-económicos
adversos. En contraste, este Plan –al igual que el aprobado en julio de 2014- fosiliza el statu
quo del reparto de derechos de uso de agua entre usuarios privativos manteniendo la
sobreexplotación de las masas de agua y apelando al Plan Hidrológico Nacional para futuras
traídas o fabricación de aguas.
En conclusión, en opinión de los firmantes, no se puede aprobar un informe favorable sobre
el proyecto de Plan Hidrológico del Júcar 2015-2021, ya que, a pesar de los claros avisos
de la Comisión Europea sobre múltiples necesidades de mejora, la documentación
presentada vulnera en numerosos aspectos al menos tres directivas europeas, además de
la normativa española.
Acció Ecologista Agró, AEMS-Ríos con Vida, Asociación para la Conservación de los
Ecosistemas de La Manchuela (ACEM), CCOO, Ecologistes en Acció, Fundació Nova Cultura
per l'Aigua, GECEN (Grup per a l'Estudi i Conservació dels Espais Naturals, Intersindical
Valenciana, SEO/Birdlife, UGT-País Valencià, Unió de Llauradors, Xúquer Viu
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