[Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta Grissel López Alfaro 1 Resumen En el presente artículo se lleva a cabo un análisis sobre las situaciones de poder que se desarrollan dentro de una institución total, tal como lo es la prisión; un ambiente al que es sometido el individuo y le es modificado su estilo habitual de vida debido a la dinámica institucional a la que es introducido, lo que a su vez lo lleva a una mortificación constante de su yo. Palabras claves: poder, prisión, sometimiento, relaciones, mortificación del yo. Abstract The present article takes place on an analysis of situations of power developed within a formal institution, such as the prison. An environment where an individual is put and how his life style is modified due to an institutional dynamic in which is introduced. At the same time it takes him to a constant torment of his own self. Keywords: power, prison, submission, relationships, torture of the own self. 1 Licenciada en Sociología, Profesora de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, actualmente cursa la maestría en Política Criminal en la FES Acatlán. [email protected] 140 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta Levanto la cabeza con temor y contemplo a mis compañeros dormidos a la luz débil y temblorosa de las velas baratas del presidio. Contemplo sus rostros miserables, sus lechos miserables, contemplo toda esta desnudez, toda esa miseria irremediable; no aparto la mirada de todo esto, como si quisiera convencerme de que no es la prolongación de una pesadilla monstruosa, sino la pura realidad. Pero es la realidad: por ahí se oye un gemido; alguien ha retirado penosamente un brazo y ha hecho sonar sus cadenas. Otro se ha estremecido en sueños y se ha puesto a hablar, mientras el abuelo subido a la estufa reza por todos “los cristianos ortodoxos”, y se oye su letanía acompasada, tranquila, monótona: “Señor, ten piedad…”. Sin embargo, no todo es ficción o un simple Dostoievski sociedad y del sujeto dentro de ella. En la literatura producto de la imaginación, puesto que en muchas de las creaciones literarias se puede leer que los personajes son individuos con una vida común, por lo que el autor no hace más que reproducir al hombre de su sociedad inmediata, aquel que mejor conoce. Los mundos y los personajes no existen en sí, no son innatos o resultado de una generación espontanea, sino que son la descripción de una se presentan situaciones que dan cuenta de un determinado contexto histórico que se encuentra E n la literatura se revelan una gran variedad de expresiones en las que los autores dejan plasmadas fantasías, deseos, pasiones, ideas, emociones, percepciones, ansiedades, entre otros, que muestran una existencia que no atravesado por una diversidad de condiciones sociales y culturales; de ahí que Fiódor Dostoievski considerara a la literatura como “una de las formas de expresión del pueblo y de su vida, un verdadero espejo de la sociedad” (Dostoievski, 2004: 10). necesariamente ha ocurrido; tal como lo comenta Milan Kundera cuando explica lo que se pretende en la novela, él menciona que “no se examina la realidad, sino la existencia. La existencia es el campo de posibilidades humanas, todo lo que el hombre puede llegar a ser, todo aquello de lo que es capaz” (Kundera, 2009: 59). El autor se convierte así en un explorador de la existencia, de la posibilidad del hombre y de su mundo, creador de personajes y mundos ficticios, narrador de una dramatización que queda fuera de lo que realmente sucede, tal como es el caso del crimen de Raskolnikov, el mundo kafkiano o las obsesiones de Madame Bovary. Por lo tanto, la literatura puede entenderse como aquellas realidades y aquellos escenarios que reflejan una gama de experiencias por las que han transitado los individuos dentro de su trayectoria; como una muestra de los diferentes aspectos de una existencia propia que expresa un tiempo y un espacio establecido, es la representación de un mundo que da a conocer la vida real de los hombres. Realidades que son presentadas dentro de los diversos géneros de la literatura como la poesía, la novela, la narrativa, la prosa, el cuento; y a través de los cuales se develan una serie de circunstancias en las que se ven envueltos los sujetos. 141 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta Pero hay eventos en los que el autor no sólo se veintitrés jóvenes intelectuales de cometer crímenes presenta la contra la seguridad del Estado, pertenecientes al reproducción de sus historias, sino que es un Círculo Petrashevski y con los que difundía las ideas narrador de su propia experiencia. Novelas en las de los socialistas utópicos y de los comunistas, tales que el escritor se apropia por completo del como la libertad de prensa, la emancipación de los escenario, puesto que él mismo es uno de los actores campesinos y la reforma de la justicia, puesto que que se desarrollan en la trama o lo hace a través de consideraban que era lo necesario para que Rusia un situaciones progresara a un régimen democrático; todos ellos consideradas más reveladoras; como es el caso de las sufrieron el destierro a Siberia y fueron condenados experiencias de encierro por las que han pasado a muerte. El 22 de diciembre de 1849 se le concede algunos novelistas dentro de los campos de la vida en la plaza Semiónovskaya, es condenado a concentración o en las prisiones de algún país. Pues cuatro años de trabajos forzados en el presidio bien, a partir de la literatura se ha venido a dar militar de Omsk en Siberia y a desempeñarse luego cuenta de las vivencias que se desarrollan dentro de como soldado raso. Es liberado de prisión en febrero algunas instituciones de reclusión, en la que se de 1854 y enviado como soldado a una unidad revelan las condiciones de vida que se generan militar en Mongolia hasta 1857 cuando el zar dentro del cautiverio forzado, que a manera de Alejandro II decretó una amnistía que lo benefició, testimonio dan una muestra de hasta qué límite recuperando su título nobiliario y obteniendo el puede llegar la vida de un hombre. Casos como los permiso para regresar a San Petersburgo y publicar de Primo Levi, Bruno Bettelheim, Tzvetan Todorov, sus obras (Cfr. Dostoievski, 2004: 9-12). como personaje un que simple describe espectador las en entre otros, quienes describen la vida dentro de los campos de concentración; mientras que en el caso de Es a partir de esta experiencia que Dostoievski autores que hayan realizado novela a partir de su escribe Memorias de la casa muerta, novela en la situación de encierro en una prisión, destacan José son narradas las situaciones que se desarrollan Revueltas, Álvaro Mutis, Marcel Viveros o Fiódor durante la vida en cautiverio forzado y que dan una Dostoievski – autor que será trabajado a lo largo de muestra de la conflictiva convivencia de distintas este ensayo –. clases sociales, creencias religiosas e ideológicas en un espacio desprovisto de libertad, además de que Dostoievski fue arrestado el 23 de abril de 1849 por refleja la inhumana organización del sistema haber dado lectura pública a la “carta a Gógol” del penitenciario con las torturas, humillaciones y literato Visarión Bielinski, acusado junto con otros castigos a los que eran sometidos los presos. El 142 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta presidio de Omsk es considerado por el autor como Mucho se habla de las prisiones, de si están una casa muerta, una casa muerta en vida en donde sobrepobladas, de las condiciones de vida, de los las situaciones en las que se desarrollan los presos motines, de las riñas entre los internos, de las fugas, no pueden considerarse como una vida, es un mundo de que son universidades del crimen, de que no aparte, un lugar en donde se entierra en vida a los readaptan, entre otras muchas cosas; de la misma presos, es una tumba en la que son depositados los manera, muchos son los que opinan y comentan individuos considerados como anormales, es un sobre ellas, funcionarios, comisionados de los cementerio de vivos que más bien parecería que Derechos están muertos, personas que como dice el autor: instituciones, las familias de los internos, los sujetos “para estar vivos, no parecemos hombres; para estar recluidos y la misma sociedad; sin embargo, la muertos, no parecemos difuntos” (Dostoievski, información que se publica sobre éstas es poca y en 2004: 404), es un espacio de sujetos autómatas que algunas ocasiones la verdad se mezcla con la son puestos en condiciones extremas que los llevan a imaginación, por lo que la cárcel en sí misma sigue preguntarse ¿si esto, ellos mismos, son un hombre?, siendo ignorada, es una de las regiones ocultas de tal como lo hizo en alguna ocasión Primo Levi nuestro sistema social que gracias a sus altos muros, durante su estancia en Auschwitz, puesto que las sus largos perímetros de seguridad y su alambrado circunstancias en las son sometidos los internos no de púas disimula ese mundo que se desenvuelve en hacen más que llevarlos al límite en el que se intenta su interior. Humanos, el personal de dichas sobrevivir para alcanzar la libertad que tanto se añora. Es por esto que dentro del presente artículo se Tras las Reformas punitivas del siglo XIX todo el llevará a cabo un análisis sociológico sobre las espectáculo correctivo quedó escondido tras los condiciones de vida que se generan dentro de las muros de las prisiones, presidios y grandes fortalezas situaciones cuenta que se estaban construyendo debido al acceso a la principalmente aquellas que son llevadas al extremo humanidad en el sistema de justicia penal, pues bien, debido a las condiciones de poder por las que se esta evolución en la administración de las penas encuentran instituciones lleva a que la cárcel remplace a los patíbulos, y que penitenciarias, esto se llevará a cabo partiendo de las el poder codificador de castigar a los cuerpos de los experiencias que describe Dostoievski a lo largo de condenados basada en el arte cuantitativo del su texto ya citado. sufrimiento, sea sustituido por un poder tecnológico de encierro, atravesadas tomando las en y de vigilancia fundado en el trabajo, la disciplina, el aislamiento y la meditación. La reforma fue 143 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta realizada pensando que a partir de este cambio en la complementaria. Por lo que antes de ingresar al forma de castigar el cuerpo, éste había desaparecido presidio, los internos eran sometidos al castigo como principal blanco de la represión penal o bien, corporal que regularmente consistía en ser azotado la relación castigo–cuerpo no sería idéntica a la que con un látigo o varas o ser sometido a una carrera de era en los suplicios, pues como lo menciona Michel baquetas, que normalmente era aplicado en dos Foucault: sesiones dependiendo del número de latigazos o varazos, por lo que durante ese tiempo, el recluso El cuerpo se encuentra aquí en situación de instrumento o de intermediario; si se interviene sobre él encerrándolo o haciéndolo trabajar, es para privar al individuo de una libertad considerada a la vez como un derecho o un bien. El cuerpo, según esta penalidad, queda prendido en un sistema de coacción y de privación, de obligaciones y de prohibiciones. El sufrimiento físico, el dolor del cuerpo mismo, no son ya los elementos constitutivos de la pena. El castigo ha pasado de un arte de las sensaciones insoportables a una economía de los derechos suspendidos (Foucault, 2002: 18). permanecía en el hospital del penal (Cfr. Dostoievski, 2004: 11-12), pero una vez concluida esta pena y tras haberse recuperado de la misma, el interno era trasladado al presidio en el que llevaría a cabo su estancia y los trabajos forzados durante el tiempo de su condena. Sin embargo, ya sea la pena de prisión o los trabajos De tal manera que la pena privativa de libertad se forzados como forma de métodos suaves para que convierte así en una privación de bienes jurídicos encierren o corrijan al sujeto, siempre es el cuerpo que se imponen al responsable de un hecho del que se trata. El cuerpo ya no es flagelado, delictivo; no obstante, la cárcel no es la única mutilado, condena a la que será sometido el individuo, ya que espectáculo, ahora es tratado tras los cuatro muros una vez que se le ha impuesto la pena de prisión, de la prisión, la forma de castigar se ha vuelto automáticamente el sujeto tiene como pena accesoria sublime, sutil, si se toca el cuerpo es sólo para herir la suspensión de sus derechos de acuerdo al delito algo que no es el cuerpo mismo. No obstante, el cometido, ya sean civiles, familiares, profesionales, cuerpo no deja de ser llevado hasta el límite, es y en algunas ocasiones se llegan a incluir penas violentado, se transgrede al sujeto en lo que complementarias. En el caso de Dostoievski tuvo posiblemente sólo le queda cuando ha perdido la como pena accesoria el ser desprovisto de su título libertad, es decir, su yo; éste es sometido a una de noble, de su graduación militar y de sus derechos sumisión, a un adiestramiento y a una mortificación civiles; y estuvo obligado a trabajos forzados con la que se espera hacer de la persona un individuo durante los cuatro años de su estancia en el presidio, dócil y útil, por lo que se utiliza la coerción para además moldear al interno conforme a los deseos de la de un castigo corporal como pena quemado, marcado, ofrecido en 144 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta institución durante el tiempo en que se está preso, así están en una reciprocidad constante en la que los como para los de la sociedad a la hora de que se esté presos se encuentran atrapados, no pueden alejarse en libertad y así pueda ser de utilidad dentro de la de una circunstancia formal cuando ya están en una misma y evitar la reincidencia. informal y viceversa. Por lo tanto, el cuerpo del preso estará siempre Dentro de las primeras impresiones que tiene sometido a una serie de obligaciones y prohibiciones Dostoievski del presidio de Siberia es la separación que estarán marcadas y limitadas por el mundo en el que llega a tener con el mundo exterior, de las que se encuentra inmerso, un mundo en el que barreras que separaban el adentro y el afuera, de lo subsisten dos poderes. Uno de ellos es el poder que sería su paisaje por el tiempo que estaría preso, formal, lo institucional, lo instituido, el cual está de ese espacio encerrado que lo separó de lo que representado por los directivos, el personal técnico y antes fue; el autor lo describe de la siguiente manera: administrativo, pero, sobre todo, por el cuerpo de seguridad y custodia; es un poder que actúa más por lo implantado por la institución, los reglamentos y las normas impuestas para su labor, es el deber-ser de la institución penitenciaria. Mientras que el otro poder es informal, lo instituyente, es una organización que desarrollan los internos cuando las leyes formales no alcanzan para manejar las relaciones que se generan entre los reclusos y que vienen a cubrir los huecos que se dejan por parte de lo establecido, lo que los reglamentos dejan a un lado no pensando en la convivencia entre los reclusos y la manera en cómo regularla, son las reglas del hogar. En Memorias de la casa muerta, Dostoievski describe una serie de experiencias en las que se desenvuelven los internos y que son Nuestro penal estaba situado en un extremo de la fortaleza al borde de su terraplén. A veces mirabas por las rendijas de la empalizada el mundo de Dios: ¿no veías nada?; sólo veías un trozo de cielo y el terraplén cubierto de malas hierbas, y, por detrás y por delante de él, día y noche hacían guardia los centinelas. Al instante pensabas que pasarían los años enteros y tú irías puntualmente a mirar por las rendijas de la empalizada y verías el mismo terraplén, los mismos centinelas y el mismo trocito de cielo, no del cielo que estaba sobre el penal, sino de otro cielo lejano, libre. Imaginad un patio, de unos doscientos pasos de largo y unos ciento cincuenta de ancho, completamente vallado, en forma de hexágono irregular, por una alta empalizada de las altas estacas hincadas profundamente en la tierra, fuertemente atadas unas a otras con cuerda, unidas por travesaños y de puntas afiladas: así era el recinto exterior del penal. En uno de sus lados había un recio portalón, siempre cerrado, custodiado día y noche por los centinelas; lo abrían, previa solicitud, para salir a trabajar. Tras ese portalón estaba la luz, el mundo libre, vivía la gente, como en todas partes. Pero, a este lado del recinto, te imaginas el mundo como un cuento irrealizable (Dostoievski, 2004: 43). atravesadas por estos dos poderes, en las que se muestran un vaivén de situaciones, puesto que estos Establecimientos caracterizados por ser lugares poderes no son mutuamente excluyentes, sino que cerrados, y por lo tanto, aislados y separados de la 145 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta sociedad libre, regularmente construidos en las autor de Memorias de la casa muerta cuando habla periferias de las ciudades con la intención de tener a sobre el hombre que es condenado: los presos alejados de la comunidad a la que pertenecían y a la cual dañaron de alguna manera.2 Instituciones totales que, como las denomina Erving Goffman, están simbolizadas “por los obstáculos que se oponen a la interacción social con el exterior y el éxodo de los miembros, y que suelen adquirir forma Debe ahogar todas sus necesidades, todas sus costumbres; debe trasladarse a un mundo insuficiente para él, debe aprender a respirar otro aire… Es un pez sacado del agua y arrojado a la arena… Con frecuencia, el castigo impuesto, que es por ley igual para todos, es para él diez veces más doloroso. Esa es la verdad… incluso si sólo se tomaran en consideración las costumbres materiales que él debe sacrificar (Dostoievski, 2004: 115). material: puertas cerradas, altos muros, alambre de púas, acantilados, ríos, bosques o pantanos” (Goffman, 2001: 18). Costumbres, hábitos, tradiciones, roles, en pocas palabras, un mundo en el que se encontrada inserto para ser trasladado a uno diferente al que se tiene Pues bien, este primer acto, la separación de su que adaptar y sobrellevar durante el tiempo que se medio social y el ingreso a un ambiente aislado de la encuentre recluido. Por lo que el ingreso a una sociedad, rompe automáticamente con el rol del institución penal es un desconcierto para el sujeto, con todo aquello que acostumbraba a ser individuo, ya que se percata de que ha dejado de ser anteriormente a su ingreso en el penal, con su mundo lo que fue en una época, que cuando las puertas del habitual, es decir, separa todo aquello que el presidio se cerraron detrás de él, el hombre que individuo fue en un momento dado, siendo este acostumbraba ser ha quedado atrás de ellas, que la primer paso uno de los más mortificantes para el institución ha puesto un paréntesis o, posiblemente, sujeto; esto genera una constante tensión en el un punto final a su mundo habitual, a su individuo, personalidad; de ahí que Goffman mencione que: ya que “las instituciones totales, menciona Goffman, crean y sostienen un tipo particular de tensión entre el mundo habitual y el institucional, y usan esta tensión persistente como palanca estratégica para el manejo de los hombres” (Goffman, 2001: 26). Pues como bien lo menciona el El nuevo se encuentra desposeído de pronto de una cantidad de sus afirmaciones, satisfacciones y defensas ordinarias, y sometido a una sucesión casi exhaustiva de experiencias mortificantes. […] Aprende entonces en qué pobre medida puede mantenerse la imagen de uno mismo, cuando se quita repentinamente el conjunto de respaldos que por lo general lo apoyaban (Goffman, 2001: 152). 2 En México, las prisiones fueron construidas en zonas que se encontraban con poco número de población, pero ahora las ciudades han alcanzado esos lugares y las cárceles se encuentran rodeadas por regiones urbanas. El sujeto queda desprotegido, sabe que su posición social dentro de esos muros es completamente 146 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta distinta a la que tenía en el exterior y que ha diferencia a los individuos, que le da una identidad comenzado para él unas serie de rituales que le propia; esta privación de lo que lo caracterizaba y lo provocaran un estado permanente de ansiedad. hacía heterogéneo es cambiado por la puesta de un Registros, toma de fotos y de huellas digitales, número baños, exámenes minuciosos tanto en la ropa como institucional, un número conocido como partida en en el cuerpo. Rituales institucionales que son los las cárceles del Distrito Federal; o puede recibir primeros ritos de iniciación a los que será sometido apodos que le resalten las características de su el interno y cuyo “objetivo principal – comenta personalidad, como el caso de uno de los personajes David control de la novela El apando de José Revueltas, en donde institucional” (Garland, 1999: 95), un control que menciona el autor que “lo apodaban el carajo ya que queda fuera del alcance del preso y que le recuerda valía un reverendo carajo para todo, no servía para constantemente su posición de inferioridad durante un carajo, con su ojo tuerto, la pierna tullida y los su estancia en el penal. temblores con los que se arrastraba de aquí para allá, Garland – es reafirmar el que en adelante será su identidad sin dignidad” (Revueltas, 2005: 15). Apodos que no Sin duda, esta separación de su vida usual no será la hacen más que recordarle que es alguien inferior a primera situación de extrañeza para el ahora interno, los demás, números que le recuerdan que sólo es uno ya que de ahí en adelante estará sometido a una serie más dentro de la masa amorfa que se encuentra en de las mismas condiciones que él. circunstancias establecidas por la propia institución que no harán más que mortificarle el yo de manera sistemática, aunque a menudo no No obstante, la identidad personal se encuentra más intencionada; vivirá absorbido por el establecimiento allá de su nombre u objetos que le recuerdan quién penal. es, puesto que su aspecto físico también es parte importante que lo caracteriza, que le da rasgos Como parte de los reglamentos penitenciarios se corporales como parte de su presentación cotidiana encuentra establecido que el interno será despojado ante los otros. Al ingresar a una institución de sus objetos personales con los que acostumbraba penitenciaria le son mutilados y modificados a como aspectos físicos como el cabello, la imposición de pertenencias algunos artefactos o el cambio de vestimenta; materiales que le den una personalidad. Comienza Dostoievski narra estas mortificaciones a su yo una para él una desfiguración personal, una mutilación vez que se encuentra dentro del presidio: mostrar su identificaciones imagen o habitual, fotografías, tales de su yo, tal como la pérdida del nombre, eso que 147 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta Llévelos ahora mismo al penal – pidiendo el comandante del presidio a un suboficial –, que les rapen en el cuerpo de guardia como a civiles, media cabeza, de inmediato; y mañana mismo que les cambien los grilletes. […] Que les quiten todo. Que les dejen solamente la ropa interior, si es blanca; si traen alguna prenda de color, que se la quiten también. Todo lo demás, que se subaste. El dinero, que lo anoten en el registro. Un recluso no tiene pertenencias (Dostoievski, 2004: 384-385). Uniformes entregados por la institución y telas con las que los podrán confeccionar, aunque de poca duración por el trabajo forzado que realizaban, de tal manera que las prendas eran remendadas constantemente debido a que las ropas le serán restituidas dentro de un tiempo establecido por el reglamento; que a diferencia de los penales del La institución elimina esa presentación física y Distrito Federal, los uniformes tienen que ser común que comunica lo característico, lo esencial proporcionados por los familiares de los internos o del sujeto, aquello con lo que el individuo transmite ser conseguidos por los reclusos, aunque no son gustos, roles, status, una apariencia que revelaba lo propiamente un uniforme, solamente el preso tiene que se era. En Omsk, a los presidiarios se les que cumplir con la vestimenta de determinado color, obligaba a llevar media cabeza rapada, además de los cuales diferencian a los internos de acuerdo a su que se les hacía usar el mismo uniforme para que no situación jurídica, es decir, que aquellos que estén en hubiera diferencias entre estos, uniformes de proceso, se encontrarán con ropa de color beige, acuerdo a cada época del año, pues el autor refiere mientras que los presidiarios que ya hayan sido que durante el verano, “según el reglamento, había sentenciados tendrán que estar con vestimenta de que ponerse chaquetas y pantalones de tela blanca. color azul marino, pues al igual que en el presidio de Cada uno llevaba cosido a la espalda un círculo Siberia, los colores reflejaran la clasificación a la negro, de unos dos centímetros de diámetro” que pertenece el preso. (Dostoievski, 2004: 333); o los internos eran uniformados de acuerdo a la clasificación que Otras de las situaciones mortificantes para el sujeto pertenecían dentro del presidio: es la obligación de usar algún artefacto, en el caso de los presidios era común el uso de grilletes, de Todas las categorías se distinguían por la indumentaria: unos presos llevaban la mitad del chaquetón de color pardo, y la otra, gris; lo mismo sucedía con los pantalones: una pierna de color gris y la otra, pardo. […] Había otros que llevaban el chaquetón de color gris y de pardo las mangas. Las cabezas también se afeitaban de manera diferente: a unos les rapaban la mitad a lo largo del cráneo y a otros, de través (Dostoievski, 2004: 48). cadenas que tenían que estar arrastrando como si se estuviera en el purgatorio, algo que el recluso cargaría durante el período que permaneciera en el penal, argollas que le recordaran constantemente que se encuentra interno y las cuales le serán de extrañeza al ingreso del encierro, pero mientras pasa el tiempo se acostumbrara a vivir con ellas, a dormir 148 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta con ellas, a cambiarse las vestimentas, a bañarse, a inocente, si es violento o tímido; el objetivo es hacer realizar sus necesidades fisiológicas, a trabajar, es de éstos una masa homogénea en la que se pierda la decir, a lidiar con ellas, puesto que durante su esencia de cada uno que la conforman, para la estancia no se le quitaran, incluso podría morir con institución todos son semejantes, análogos. ellas. Dostoievski menciona que “los condenados nunca se liberan de los grilletes por muy enfermos Esa masa de internos es algo que jamás se difumina, que estén. Los tuberculosos, incluso, morían con los siempre está presente, hay reclusos que quedan grilletes 252); libres o que mueren, aunque siempre son más los asimismo, las ataduras de las que no se liberan los que entran; ingresos, salidas, pero siempre presos presos eran de distintos tipos de acuerdo a la por dondequiera, en los patios, en las celdas, en clasificación en la que se encontraran: oficinas, en cada rincón de la institución penal, a puestos” (Dostoievski, 29004: todas horas del día, todos los días del año. Es por Los recién llegados tenían grilletes que no eran reglamentarios, eran de anillas, de “suave son”, como les llaman los presidiarios. Se llevaban por fuera. Los grilletes reglamentarios del presidio, adecuados para el trabajo, no llevaban anillas, sino cuatro varillas de hierro, casi del grosor de un dedo, unidas entre sí por tres argollas. Tenían que llevarse debajo de los pantalones. A la argolla del medio se ataba una correa, sujeta, a su vez, a un cinturón que iba sobre la camisa (Dostoievski, 2004: 63). esto que el interno nunca estará completamente sólo, su intimidad se ha perdido, ya no contará con una vida privada, puesto que todos los que estén a su alrededor sabrán de él, sus secretos, anhelos, emociones, defectos, virtudes, enojos, sufrimientos. No habrá algo que pueda ocultar totalmente o un momento en el que pueda contemplar la soledad; Es así como las mutilaciones al yo, modificaciones a su aspecto personal y uso de artefactos penitenciarios, llevan a que el preso sea uno más de los muchos internos del presidio y que se encuentran en la misma situación que él. Pues bien, los cortes de cabello, el empleo de un uniforme y la puesta de grilletes hacen que los reclusos se pierdan entre sí, que no haya una diferenciación entre ellos, los hacen pues como lo comenta Dostoievski: “Nunca habría podido haber imaginado el horror y la tortura que fue para mí el no estar solo ni una sola vez, ni un solo instante, en los diez años de mi condena. En el trabajo siempre con escolta; en la casa, con doscientos compañeros, y ni una sola vez, ni una sola vez, ¡solo!” (Dostoievski, 2004: 47). Este tipo de situaciones hacen que el interno se sienta verse iguales para demostrarles que todos tienen la misma categoría, que todos son presidiarios sin importar su raza, edad, posición económica o social, el delito por el que se encuentran, si es culpable o 149 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta angustiado, ya que sabe que siempre habrá alguien 3 que pueda verlo y oírlo. compañeros lleva a que los internos tengan la preocupación de permanecer intactos y regresar a ser la misma persona que era antes del encierro, aunque Además de esta falta de intimidad, el preso es esta inquietud se va debilitando conforme pasan los obligado a compartir el dormitorio con gente que él días y comienzan a interesarse en cuál es la mejor pueda considerar como indeseables y por los que se manera de vivir dentro del presidio.4 Dostoievski pueda sentir contaminado, incomodo. Cuando se comenta que: tiene la calidad de un interno nuevo hay que soportar una serie de humillaciones, burlas y desprecios por parte de los internos que llevan más tiempo recluidos; tal y como lo muestra el siguiente pasaje de Memorias de la casa muerta: Más tarde comprendí que, además de la privación de libertad, además de los trabajos forzados, existe en la vida carcelaria un tormento quizá más duro que todos los demás: la convivencia forzosa. […] A un presidio llega gente con la que no todo el mundo querría convivir, y estoy seguro de que todos los presos sentían ese tormento, aunque, por supuesto, la mayoría de ellos inconscientemente (Dostoievski, 2004: 62). En las instituciones totales se mezclan a los internos, se ingresa al joven, al viejo, al culpable, al inocente, al homicida, al estafador, al ladrón, al drogadicto, al agresivo, al introvertido, a un sinfín de personalidades con los que el interno se siente extraño y con los que jamás imagino convivir algún día. La conmoción de un lugar nuevo y de nuevos Todo cuanto me rodeaba era hostil y horrible… y, aunque no lo fuese, así me lo parecía. La curiosidad salvaje con la que me examinaban mis nuevos compañeros, los presos, su aspereza reforzada con la aparición repentina de alguien nuevo, de origen noble, en su corporación, aspereza que a veces llegaba hasta el odio, todo aquello me atormentaba hasta tal punto que deseaba ponerme a trabajar lo antes posible para empezar a vivir como ellos y compartir su suerte (Dostoievski, 2004: 117-118). El trabajar y tratar con sus nuevos compañeros para integrarse lo más rápido posible son formas que adoptan los internos con la intención de no sentirse extraños en la institución, además de que los ayuda a que los presos con más tiempo los adopten porque se adaptan con facilidad a las circunstancias; el autor refiere que: “de pronto, me convertí en alguien tal del pueblo llano y tan presidiario como ellos. Sus hábitos, ideas, opiniones y costumbres pasaron a ser los míos, al menos, formalmente, según la ley, aunque, en esencia, no los compartiese” Garland comenta que “compartir una pequeña celda – lo cual implica no sólo la falta de intimidad y seguridad sino a menudo la necesidad de realizar las funciones corporales frente a otros, y después ‘ir a tirar’ el excremento –es, en una sociedad moderna y civilizada, un castigo brutal y deshumanizado”. Garland, Op. Cit., p. 283. 3 4 Bruno Bettelheim menciona que dentro de los campos de concentración el hombre observa más cómo los otros enfrentan el nuevo reto y trata de copiar su conducta. Pero la conducta copiada por no hallarse de acuerdo con el propio carácter, debilita la integración, y el hombre se vuelve menos capaz de responder con autonomía el nuevo cambio. Bettelheim, Bruno, El corazón bien informado, México, FCE, 1973, p. 77. 150 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta (Dostoievski, 2004: 130). Es así como el preso pasa por una serie de etapas en las que tiende a adaptarse al mundo del presidio; se inicia con el desconcierto del nuevo mundo, se continúa con la comprensión de la adaptación y finaliza cuando el interno se ha adaptado completamente a la vida de la prisión, se da lo que Rodríguez Manzanera denomina como prisionalización, es decir, “se da una adaptación a la prisión, se adoptan las costumbres, el lenguaje, en una palabra, la subcultura carcelaria” (Rodríguez, totales, todos los aspectos de la vida se desarrollan en el mismo lugar y bajo la misma autoridad; cada etapa de la actividad diaria del miembro, se lleva a cabo en la compañía de un gran número de otros, a quienes se da el mismo trato y de quienes se requiere que hagan juntos las mismas cosas; todas las etapas de las actividades diarias están estrictamente programadas, de modo que una actividad conduce en un momento prefijado a la siguiente, y de toda la secuencia de actividades se impone desde arriba, mediante un sistema de formas explícitas, y un cuerpo de funcionarios; finalmente, las diversas actividades obligatorias se integran en un solo plan racional, deliberadamente concebido para el logro de los objetivos propios de la institución (Goffman, 2001: 19-20). 2004: 2), se integra a la vida penitenciaria, aunque no por ello se deja de sufrir una mortificación continua hacia su yo. Pese a su posible adaptación en el medio penitenciario, la cárcel adentra al interno en una cotidianeidad que lo mortifica constantemente a través una gama de procedimientos institucionales que se encuentran reglamentados, aunque en la mayoría de las ocasiones el interno no se percata del poder al que está siendo sometido debido a que lo considera como parte de la naturaleza de la institución. Cuando el individuo se encuentra en libertad se acostumbra a llevar sus actividades cotidianas en situaciones completamente diferentes, pero una vez El individuo es llevado a una rutina diaria a través de una serie de mecanismos disciplinarios que trabajan bajo la coerción hacia los individuos y con lo que se espera el sometimiento de los internos, es un poder que comprende una serie de instrumentos, técnicas, procedimientos, niveles de aplicación, objetivos. Dirá Foucault que dicha disciplina es una anatomía política del detalle en la que: Se requiere un grado de control mínimo, y se concentra no en todo el cuerpo sino en cada uno de sus movimientos y gestos. Pretende incrementar la eficacia de cada movimiento y desarrolla su coordinación, ejerciendo y uniendo fuerzas distintas mediante una supervisión constante e ininterrumpida que se mantiene alerta a la menor transgresión, permitiendo así un control meticuloso del cuerpo que está sujeto a la disciplina (Foucault, 2002, 175). dentro de prisión estos ámbitos de la vida diaria tienden a cambiar. Goffman menciona que: Así, el interno será objeto de un poder que lo moldeará de acuerdo a sus deseos. La institución Un ordenamiento social cásico en la sociedad moderna es que el individuo tiende a dormir, jugar y trabajar en distintos lugares, con diferentes coparticipantes, bajo autoridades diferentes y sin un plan racional amplio. […] Pero en las instituciones tendrá controlado cada uno de los movimientos de los presos, estará clasificado, registrado, observado, todo esto con la intensión de producir determinadas 151 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta conductas en los individuos. Uno de los primeros señala las desviaciones de los sujetos, jerarquiza las mecanismos que utiliza el penal es la clasificación cualidades, las competencias y las aptitudes. La de los cuerpos, se busca la individualización distribución mediante el espacio, es la colocación de los cuerpos estigmatización, se da así una paradoja, mientras que en determinado lugar para su observación. Los se pretende individualizar a los sujetos, éstos son internos son distribuidos en cada uno de los llevados a una constante despersonalización. No dormitorios determinadas obstante, en algunas ocasiones dicha clasificación le características; en el presidio de Omsk existían tres da al individuo un estatus, por ejemplo, sujetos que principales categorías distribuidas cada una en un llegan al penal con cierta reputación que los hace determinado barracón: temibles entre la población, o aquellos que cuentan de acuerdo a 5 de los cuerpos lleva a una con una posición económica son buscados por los Se tenían a “los forzados”, criminales privados de todos los derechos civiles, miembros amputados de la sociedad, con el rostro marcado en señal perpetua de reprobación. Los enviaban a trabajos forzados y luego los mandaban a alguna localidad de Siberia como colonos o soldados – clasificación a la que pertenecía Dostoievski –. […] “Los perpetuos” reincidentes en algún delito, regresaban ya no por poco tiempo, sino para veinte años. Por último, había una categoría especial, la de los más terribles criminales en su mayoría militares, que era bastante numerosa. La llamaban “la sección especial” (Dostoievski, 2004: 46). residentes gracias a su status. Aunque se busca la clasificación de los sujetos dentro de los barracones, los internos no se encontraban todo el día dentro de éstos, ya que como parte de los técnicas coercitivas, hay una distribución también del tiempo para el desarrollo de sus actividades; así, se tiene que de un día de vida, hay que levantarse, desayunar, formar para el Sin embargo, la clasificación no sólo pretende individualizar a los cuerpos,6 sino que también En el caso de las prisiones del Distrito Federal, los internos son distribuidos en los dormitorios de acuerdo a un perfil criminal que se obtiene a partir de los estudios de personalidad realizados por las áreas técnicas de la institución, los cuales contienen estudios de tipo criminológico, psicológico, trabajo social y pedagógico; es a partir de éstos que se obtendrá información para su distribución que dependerá de la calidad delincuencia, si consume algún tipo de sustancia tóxica , la edad, la posición socioeconómica, el nivel de estudios, si es extranjero o no, si ha estado en algún tutelar, su orientación sexual, entre otras características. 6 En las penitenciarías con un modelo arquitectónico de tipo panóptico, se lleva a cabo una mayor individualización de los cuerpos, ya que en estas instituciones se tiene la finalidad de 5 recuento, salir al trabajo, regresar, cenar, formar de nuevo para el recuento, ser encerrado en el dormitorio, dedicarse a sus labores privadas, dormir. Pero en cada una de estas actividades distribuidas en un tiempo específico, diría Foucault, “los procedimientos disciplinarios hacen aparecer un tiempo lineal cuyos momentos se integran unos a otros, y se orienta hacia un punto terminal y estable. que el interno tenga momentos de meditación a partir del aislamiento, por lo que cada uno de los internos es distribuido en una celda (Cfr. Melossi y Pavarini, 2005). 152 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta En suma, un tiempo evolutivo” (Foucault, 2002: 164). Cada una de las actividades está pensada con ingenieros, encargados de los trabajos. El contador contaba a los presos y los enviaba por grupos a los tajos donde hacía falta (Dostoievski, 2004, 71). la intención de mantener ocupado al interno y evitar es Una hora de salida y una hora de regreso establecida completamente absorbido; literalmente no tiene para el trabajo y de acuerdo a la época del año, tiempo porque éste es de la institución. Por la puesto que en verano los días más largos se mañana, narra Dostoievski: ocupaban para trabajar más, mientras que en así la ociosidad, el tiempo del interno invierno, el mayor tiempo era pasado en los Se prepara para el recuento; comenzaba a amanecer; en la cocina se apiñaba un montón de gente, y era imposible pasar. Los presos se amontonaban con sus chaquetones y sus gorros medio rotos ante el pan que les repartía uno de los furriles. […] Por todos los rincones y alrededor de las mesas se distribuían los presos, con sus gorros, chaquetones y cinturones ya puestos, listos para salir al trabajo (Dostoievski, 2004: 66). Una de las actividades que más importa para la institución es el pase de lista o el recuento, ya que a través de ésta se tiene un control del interno, con el que se sabe que los internos continúan en el penal, es un poder-saber de los cuerpos; las listas son realizadas regularmente tres veces al día, por la mañana, por la tarde y por la noche, aunque en algunas ocasiones se llevan a cabo varias veces más al día hasta llegar a la cifra deseada. Así se concluía con el primer pase de lista y el reparto de los barracones. El preso siempre ocupado en alguna labor impuesta por el oficial, siempre vigilado, sin descanso. Cabe señalar que en la mayoría de los casos, el trabajo es considerado por el interno como una terapia, en muchas de las ocasiones se prefiere estar ocupado en algo que lo ayude a distraerse en lugar de estar sin ocupación, mortificándose por sus pensamientos; pero no siempre el trabajo es una salvación, ya que éste también puede ser tomado como una mortificación del yo, basta con dar una actividad que tenga un carácter completamente inútil y sin sentido, como era el caso de los campos de concentración, el pasar una piedra de un lado para luego regresarla al mismo lugar o hacer agujeros en la tierra para después rellenarlos (Bettelheim, 1973; Primo, 2006). primeros alimentos, para inmediatamente terminada esta actividad salir al trabajo, en donde el autor continúa. Siguiendo con la narración de Dostoievski, una vez concluido con el trabajo, que en la mayoría de las ocasiones era ya al anochecer, se continuaba con la Al salir del penal para el trabajo, los presos formaban en dos filas delante del cuerpo de guardia; delante y detrás de ellos se alineaban los soldados de la escolta, con los fusiles cargados. Aparecían: el oficial de ingenieros, el conductor y algunos soldados de rutina: “Por la noche se hacía el recuento, nos conducían a las barracas y nos dejaban encerrados, cada cual con su llave especial. Las noches eran 153 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta cortas: nos despertábamos antes de las cinco de la institución, los presos no eran enviados a trabajar y mañana, pero nadie era capaz de dormirse antes de unos días eran sacados del penal para llevarlos a un las once” (Dostoievski, 2004: 328). Y así concluía el baño en donde se pudieran duchar a su antojo, lo día del interno, en medio de una sofocante rutina, cual se volvía a la vez en un reto por la gran cantidad siendo autómatas de una monotonía que se había de presos y el tamaño del baño al que eran enviados, convertido en su modo de vida. pues comenta el autor que: Sin embargo, en Memorias de la casa muerta se hace referencia a unos días especiales en los que se salía de la acostumbrada rutina aplastante y en los que se llevaban a cabo ceremonias institucionales en las que se mezclan el personal y los internos. Dichas En todo el suelo no había ni un solo palmo en el que no estuviesen los presos encorvados, echándose agua de sus cubos. Otros estaban erguidos y, sosteniendo el cubo en la mano, se lavaban de pie; el agua sucia se escurría directamente de sus cuerpos a las cabezas rapadas de los que estaban sentados en el suelo. En el banco superior y en todos los peldaños que conducían a él, había gente sentada, apretujada y encorvada, que se estaba lavando (Dostoievski, 2004: 182). ceremonias ayudan a que el mundo del personal y el mundo de los internos se mantengan unidos; de ahí El baño para una ocasión especial se convertía así en que Goffman comenta: un verdadero desafío, poder conseguir un cubo de agua caliente, el saber quitarse la ropa con grilletes Toda institución total parece desarrollar una serie de prácticas institucionalizadas a través de las cuales personal e internos se acercan lo suficiente para que cada grupo obtenga una imagen algo favorable del otro, y se identifique simpáticamente con la situación del otro. Estas prácticas expresan unidad, solidaridad e interés conjunto en la institución, antes que diferencias entre ambos niveles (Goffman, 2001: 101). La falta de este tipo de celebraciones haría las relaciones entre personal e internos más hostiles de lo que son, además de que se tendría al preso todos los días del año inmerso en una rutina asfixiante que lo mantiene en un estado de enojo permanente. Los días especiales lo sacan de la monotonía en la que se encuentra, a esos hombres encerrados se les permite por un rato divertirse, sentirse tranquilos y lo ayudan a que olvide por un día lo que es y en donde está. En esos días, reconocidos formalmente por la puestos y tener que bañarse cuidando de no atorarse con las cadenas de algún compañero o que se atoren con las propias. El saber ducharse era un arte que tenían que desarrollar los internos, pero eso no importaba con tal de estar listos para el evento a celebrar; en el presidio de Siberia se tenía permitido la celebración de la Navidad y dos días de Pascua. En dichos días, refiere Dostoievski, no había insultos y disputas como de costumbre, antes de la comida se celebraba una misa y posteriormente a ésta, una vez fuera las autoridades, la mayoría de los internos se emborrachaban con vodka que ingresaba al penal de contrabando, para terminar sollozando, por lo que un día de alegría se convertía en uno sofocante, insoportable y repulsivo (Dostoievski, 2004: 196- 154 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta 204). Sea como terminara el día, las situaciones de tantos que debe mostrase dócil ante el poder hostigamiento se calmaban por ese momento, institucional. aunque días después se regresara a la vida cotidiana dentro del presidio y a las relaciones precarias entre A más de ciento cincuenta años en que Dostoievski el personal y los internos. salió del presidio de Omsk en Siberia, la situación de las instituciones de justicia penal no han tenido Pero cuando no es día de ceremonias y no hay grandes cambios. Los presidios fueron sustituidos manera de apaciguar la conducta del interno, cuando por prisiones o penitenciarias, los barracones por se hace uso de ajusten que favorezcan la vida en el dormitorios y estancias, los grilletes por altos muros penal o se realicen conductas en las que se requiere y alambrados de púas con una observación constante un correctivo, se hace uso de un régimen punitivo a través de las grandes torres de vigilancia que para que se respete el reglamento de la prisión, todo simulan los ojos de la institución, los trabajos un sistema de premios y castigos dependiendo de la forzados por trabajos artesanales y una serie de conducta del recluso, todo para recordarle al preso actividades a manera de terapia ocupacional; pero la que dentro de prisión se es un subordinado que tiene esencia de la institución sigue siendo la misma: la que estar sometido a la autoridad y cualquier falta o mortificación del sujeto que es atravesado por el muestra de rebeldía o autonomía tendrá un costo. poder de una serie de procedimientos disciplinarios, Toda institución penitenciaria cuenta con una serie coercitivos y punitivos. de situaciones que son permitidas y prohibidas, en las que el interno debe mantenerse al margen de Desbaratan al sujeto, lo someten y lo castigan con la cada una de éstas para evitar ser castigado; intención de lograr el objetivo de la institución, con Dostoievski comenta que la rebeldía era castigada el fin de hacer del individuo un sumiso al que se con una serie de varazos o baquetazos o en el caso pueda manejar, se busca que su autodeterminación, del homicidio “los hombres son encadenados a un su autonomía y su libertad se vean desaparecidas, se muro. El preso está sujeto a una cadena de dos pretende hacer del interno un niño que tenga que metros de larga; al lado está su camastro. Así están pedir permiso para todo, cruzar una reja, poder cinco o diez años” (Dostoievski, 2004: 152). hablar, poder defecar, salir del dormitorio, caminar Castigos mayor sobre un pasillo, entrar a un lugar, tener sexo. El mortificación del yo con la intensión de demostrarle interno es llevado a un estado de infantilización, es que dentro de prisión ha perdido su autonomía y su obligado a tener una regresión a una etapa en la que poder de decisión, por lo que no es más que uno de necesitaba del otro para realizar cualquier actividad. que llevarán a cabo una 155 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta La cárcel constituye así un caso extremo, no sólo por reinserción; se brinda escuela, talleres, deportes, sus niveles de vida, excepcionalmente degradados, cursos sino también por la excepcional crudeza explícita actividades culturales y recreativas y actividades en con que se hace sentir al interno en forma las que puede laborar el interno. La prisión es en sí penetrante, misma un entramado estructural que se encuentra persistente y concienzuda la significación que sus ambientes tienen para el yo. extraescolares, cursos penitenciarios, conformado de tal manera para poder llevar a cabo el buen funcionamiento del penal, pero los índices Aunque la finalidad de la instauración de la prisión y de reincidencia, cada vez más altos, no hacen más el uso de mecanismos disciplinarios y punitivos se que demostrar el fracaso de la prisión, ¿por qué no ha manejado a partir del discurso de la corrección lleva a cabo su cometido si cuenta con los elementos del sujeto, la cual se intenta lograr con la necesarios para una posible reinserción en el despersonalización del individuo para hacer de él un individuo? sujeto manejable, que sea capaz de vivir en sociedad; se puede observar que la realidad es otra, De esta manera, la institución penal no cumple como ya que el reclusorio no está cumpliendo con su medio de readaptación de los sujetos transgresores objetivo, lo que demuestra que la organización de la Ley, puesto que el efecto de la prisión ha sido penitenciaria no se encuentra funcionando de una inverso. Se sabe que no es funcional, pero no se sabe manera adecuada, pero, ¿a qué se debe esto?, con qué remplazarla, al contrario se hace cada vez ¿porqué existe una contradicción entre lo que la más un uso indiscriminado de ésta, puesto que las institución debe hacer y lo que realmente hace?, ¿por políticas que son promovidas o aceptadas van qué, si se sabe que la cárcel no es funcional, se dirigidas a códigos penales más represivos, que las siguen construyendo más penales? penas cada vez sean más largas, las finanzas se vuelven escasas, los beneficios de libertad son cada En el caso mexicano, la institución penitenciaria vez más cotizados, los delitos son considerados cada tiene todos los elementos para poder llevar a cabo su vez más graves, ya no hay manera de que un objetivo, cuenta con una organización en la que cada individuo pueda evitar la pena de privación de área tiene encomendadas funciones que le dan el libertad. Todo sujeto es enviado a prisión, en donde manejo al penal, cuenta con una serie de estatutos sus entrañas cobran vida dando lugar al suplicio de que describen la forma en que deben llevarse a cabo los cuerpos cautivos y el cual será disimulado por dichas acciones y cuenta con las bases para impartir los altos muros rodeados de alambres de púas, que el tratamiento adecuado para la readaptación o no hacen más que esconder la dinámica y la 156 [Ide@s CONCYTEG 6(67): Enero, 2011] López Alfaro La vida en cautiverio. Reflexiones desde la literatura de una casa muerta estructura que constituyen el motor de la conducción de la vida de la institución penitenciaria. Bibliografía Bettelheim, B. (1973), El corazón bien informado, México: Fondo de Cultura Económica. Dostoievski, F. (2004), Memorias de la casa muerta, España: Debolsillo. Foucault, M. (2002), Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, México: Siglo XXI. Garland, D. (1999), Castigo y sociedad moderna. 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