RESOLUCIÓN ANULADA POR LA SENTENCIA DEL TSJC 7-7-2014

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Diari Oicial de la Generalitat de Catalunya
Núm. 5861 – 18.4.2011
RESOLUCIÓN ANULADA POR LA SENTENCIA DEL TSJC 7-7-2014
DEPARTAMENTO
DE JUSTICIA
RESOLUCIÓN
JUS/908/2011, de 30 de marzo, dictada en el recurso gubernativo interpuesto por el
notario de Barcelona José Eloy Valencia Docasar contra el acuerdo de caliicación
de la registradora de la propiedad número seis de Barcelona.
Se dicta en el recurso gubernativo interpuesto por el notario de Barcelona José
Eloy Valencia Docasar contra el acuerdo de calificación de la registradora de la
propiedad número seis de Barcelona, señora Ana María Arias Romero, que suspende
la inscripción de una escritura de compraventa de bienes de un menor del cual sólo
está determinada la filiación materna porque ninguno de los dos parientes que han
dado la autorización substitutoria de la judicial, es pariente por línea paterna.
RELACIÓN DE HECHOS
I
El 14 de mayo de 2010, en escritura autorizada por el notario de Barcelona José
Eloy Valencia Docasar con el número 887 de protocolo, la señora M. Ll. B. C., en
nombre propio y en representación de su hijo menor de edad O. Ll. C. B., vendió
a M. J. V. M., A. M. V. y J. L. V. S. un piso en la calle Muntaner, 338, entresuelo
segunda, de Barcelona, que es la finca 58.526 del Registro de la Propiedad número
6 de Barcelona, por el precio de 600.000 euros, pagado al contado, 60.000 euros el
día 19 de marzo y el resto en el mismo momento del otorgamiento de la escritura.
El pago consta hecho por medio de cheques nominativos, el primero personal y los
dos últimos bancarios. El piso pertenecía al hijo, O. Ll. C. B. en nuda propiedad y
a la madre, M. Ll. B. C. en usufructo vitalicio, por herencia de A. B. M., abuelo del
menor y padre de la madre, causada el día 1 de noviembre de 2003 y formalizada
en escritura autorizada por el notario de Barcelona Ildefonso Sánchez Prat el día
26 de febrero de 2004. No consta en la escritura de venta ninguna manifestación de
la madre en relación con la destinación del dinero obtenido de la venta, ni ninguna
distribución entre precio del usufructo y precio de la nuda propiedad ni ninguna
previsión relacionada con la continuidad del usufructo sobre el precio.
II
El hijo, titular de la nuda propiedad, había nacido el día 28 de mayo de 1992 y,
según se hace constar en la escritura y resulta de la certificación de nacimiento
que consta en el expediente, sólo está determinada la filiación materna. Según la
certificación de nacimiento, entregada el 6 de octubre de 2010, el del hijo consta
inscrito en el Registro Civil de Barcelona en el Tomo 3346, página 175 y sólo resulta
la filiación materna sin que haya ninguna otra nota al margen que la que corresponde a la expedición del libro de familia y la que corresponde a la del DNI. Queda
acreditado, por lo tanto, que en el momento del otorgamiento de la escritura sólo
estaba determinada la filiación materna y el hijo era menor de edad, aunque sólo
catorce días después ya cumplía la edad necesaria para ser mayor de edad, cosa que
probablemente no es anecdótica y tiene su interés en esta resolución.
III
Cuatro días antes del otorgamiento de la escritura, la señora M. M. C. C., la
abuela del menor y madre de la única persona progenitora determinada, prestó
el consentimiento familiar a la venta de conformidad con el artículo 153.2.b) del
Código de familia con especificación del objeto y del precio de la venta en la cual
prestaba consentimiento. Queda acreditado que la abuela es la pariente más próxima del menor y al mismo tiempo de más edad porqué el abuelo, A. B. M., había
muerto en el 2003, cosa que se acredita precisamente con el título de adquisición
de la finca vendida, y con la circunstancia de la falta de determinación de la filiación paterna del menor. El 23 de septiembre de 2010, cuando el hijo vendedor ya
había alcanzado la mayoría de edad, presta consentimiento a la venta A. B. C. que
acredita que es el tío de más edad del vendedor menor con el libro de familia de sus
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padres, abuelos del menor, A. B. M. y M. M. C. C. El consentimiento a la venta con
referencia concreta a la escritura de 14 de mayo y la acreditación de la proximidad
de parentesco y más edad de los de la misma proximidad, resultan de la escritura
autorizada por el mismo notario José Eloy Valencia Docasar el 23 de septiembre
de 2010, número 1653.
IV
La escritura de compraventa se presentó en el Registro de la Propiedad de Barcelona número seis por vía telemática el mismo día 14 de mayo de 2010 y causó el
asentamiento 672 del diario 79. Se liquidó del Impuesto en la Delegación Territorial
de Barcelona de la Agencia Tributaria de Cataluña el 16 de junio de 2010 y se volvió
a presentar en el Registro el día 5 de octubre de 2010 según asentamiento 217 del
Diario 80, retirada por la persona que lo había presentado y vuelto a presentar con
las escrituras de consentimiento y la certificación de nacimiento ya mencionadas
el día 15 de octubre.
V
El 2 de noviembre de 2010, la registradora Ana María Arias Romero dictó
un acuerdo de calificación por el que suspende la inscripción por la única causa
que considera insuficiente el consentimiento prestado sólo por los dos parientes
más próximos de la línea materna y, dado que la regla general en la alienación de
inmuebles de menores es la autorización judicial que puede ser sustituida por el
consentimiento de los dos parientes más próximos y de más edad, uno de cada línea
del menor, considera que en caso de que no haya parientes de las dos líneas no hay
otra alternativa que recurrir a la autorización judicial que es la regla general.
VI
El 25 de noviembre el notario que había autorizado la escritura, José Eloy Valencia Docasar, interpone recurso gubernativo contra esta calificación. Alega que
no es posible hacer una interpretación tan literal del artículo 424-6 del Código
Civil de Cataluña porque de acuerdo con las normas generales de interpretación
de las normas se tiene que atender a su espíritu y finalidad. En esencia viene a
decir que cuando el artículo 424-6 mencionado y el artículo 153.b.2 del Código de
familia prevén la autorización de los dos parientes más próximos y de más edad,
uno por la línea paterna y el otro por la línea materna, lo hacen sobre la base del
supuesto más habitual de determinación de la filiación paterna y materna, de la
misma manera que el supuesto más habitual es que la potestad sobre los hijos la
ejerzan conjuntamente los dos progenitores. Pero que cuando sólo hay un progenitor determinado, de la misma manera que entonces la potestad sobre el hijo la
ejerce este progenitor en exclusiva, también en este caso los dos parientes más
próximos y de más edad tienen que ser necesariamente de la línea por donde la
filiación está determinada porque, en otro caso, se produce una discriminación de
la familia monoparental respecto de la otra, discriminación que la Ley 25/2010, de
29 de julio, el Libro segundo del Código Civil de Cataluña procura eliminar con
un reconocimiento explícito de la heterogeneidad familiar y que, aunque esta ley
no estuviera en vigor el día de la compraventa, hay que entender que recoge un
principio de nuestro Derecho. Alega, después, otros principios e instituciones que
en su opinión conducen a la misma conclusión: hay un principio en el Código civil
(que también estaba en el Código de familia) de desjudicialización de la licencia y
acaba concluyendo que es suficiente para la venta efectuada el consentimiento de
los dos parientes más próximos del menor por la línea de la madre. También alega
que los dos parientes tienen la función de evitar que el precio de la venta sea un
precio diferente del objetivo de mercado, cosa por la cual la madre puede vender
sola un paquete de acciones cotizadas en Bolsa aunque esté valorado en diversos
millones de euros. Finalmente alega que hay otros supuestos previstos por la Ley en
instituciones que tienen por fundamento la fiducia, como es el caso de los albaceas
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mancomunados, que cuando han desaparecido todos menos uno puede actuar el
que queda solo, cosa que sucede también en este caso.
VII
El 30 de noviembre de 2010, la registradora emite el informe preceptivo, muy
breve, en el cual se ratifica en la nota de calificación y eleva a la Dirección general
el recurso y el expediente, que tiene entrada en la Dirección general el día 2 de diciembre. No se reciben, en este primer momento, alegaciones de ninguna de las otras
personas interesadas a las cuales hay que dar traslado del recurso de conformidad
con el artículo 3.5 de la Ley 5/2009, de 28 de abril, ni tampoco no se han recibido
en un momento posterior, por lo cual hay que entender que no lo han hecho.
VIII
En la resolución del recurso, esta Dirección General ha sido asesorada por la
Comisión que, a estos efectos, prevé la Ley 5/2009, de 28 de abril, de los recursos
contra la calificación negativa de los títulos o las cláusulas concretas en materia de
derecho catalán que se tengan que inscribir en un registro de la propiedad, mercantil
o de bienes muebles de Cataluña.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero
La disposición de bienes inmuebles propiedad de los menores
1.1 El objeto de esta resolución se circunscribe a determinar si, en el supuesto
de que la filiación de una persona menor de edad esté determinada exclusivamente
respecto de un solo progenitor, es posible que la autorización judicial que necesitan
los padres para enajenar bienes inmuebles que preveía el artículo 151.1.a del Código
de familia (y que a partir del 1 de enero de 2011 prevé el artículo 236-27.1.a del
Código civil de Cataluña) sea sustituida por el consentimiento del acto, manifestado
en escritura pública, de los dos parientes más próximos del hijo de la manera que
establece el artículo 424-6.1ª del Código civil pero de la única rama para la que está
determinado el parentesco, o bien la circunstancia de falta de determinación de la
filiación de uno de los progenitores, impide hacer uso de esta facultad legal.
1.2 La norma general en materia de ejercicio de la potestad de los padres es el
ejercicio conjunto según establecía el Código de familia en el artículo 137.1. Pero en
los casos de imposibilidad, ausencia o incapacidad del otro progenitor es ejercida
exclusivamente por el padre o por la madre (artículo 137.3). Estos supuestos se extienden, por la simple aplicación de la lógica y por la misma naturaleza de la institución,
en el caso que se haya extinguido la potestad respecto de uno de los progenitores
por defunción o declaración de muerte de uno de los progenitores (artículo 158 del
Código de familia). Los mismos principios son aplicables al derecho vigente hoy
de conformidad con los artículos 236-8, 236-10 y 236-32 del Código Civil. Obviamente, de acuerdo con el artículo 132 del Código de familia, que establecía que la
filiación establecida jurídicamente determina la potestad del padre y de la madre
sobre los hijos menores no emancipados, cuando sólo está determinada la filiación
de la madre o del padre, la potestad se ejerce individualmente.
1.3 En el ejercicio de la potestad, los progenitores tienen la representación
legal de los hijos menores y administran sus bienes a menos que se dé alguna de
las circunstancias que preveía el artículo 149 del Código de familia. Para los actos
especialmente trascendentes que determinaba el artículo 151 de aquel Código el
padre y la madre necesitaban autorización judicial o la autorización alternativa
que preveía el artículo 153 del Código de familia, hoy 236-30 del Código Civil de
Cataluña. Esta autorización alternativa fue introducida en el Derecho de Cataluña
por el artículo 66 del Código de sucesiones de 1991 para facilitar “la disposición
de bienes de menores adquiridos por sucesión y la permiten cuando, además de
consentirla el titular de la ... potestad, la consienten dos parientes del menor que
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ejercen un cierto control social”. La Ley 12/1996, de 29 de julio, de la potestad del
padre y de la madre la incorporó ya no sólo para bienes de los menores adquiridos
por herencia, sino para todo tipo de bienes de los menores y, de allí, la norma pasó
al Código de familia y ahora al Libro segundo del Código Civil en una tendencia
sostenida de ofrecer a la ciudadanía fórmulas de intervención familiar alternativas
a la intervención de la autoridad judicial, tendencia en la cual se inserta, también,
la normativa sobre mediación contenida, hoy, en la Ley 15/2009, de 22 de julio, de
mediación en el ámbito del derecho privado.
Segundo
El consentimiento de parientes alternativo a la autorización judicial en supuestos
que sólo está determinada una sola iliación
2.1 Es evidente que la letra de la Ley, tanto en el artículo 66 del Código de
sucesiones, como en el artículo 153.2 del Código de familia y, ahora, en el artículo
236-30 del Código Civil catalán en relación con el artículo 424-6.1., hacen referencia a los dos parientes, en el sentido de uno de cada rama familiar. En el caso
sometido a la decisión de esta Dirección General, la registradora de la propiedad,
en su acuerdo de calificación y en su informe, ateniéndose estrictamente al tenor
literal, de estos preceptos, niega la posibilidad que, en el supuesto de una familia
monoparental, los dos parientes que tienen que prestar su consentimiento a la
escritura de compraventa otorgada por el único progenitor respecto del cual está
determinada la filiación pertenezcan a la misma rama familiar de éste último. Por
contra, el notario recurrente lo admite, a partir de los criterios de interpretación
de las normas jurídicas que exigen atender a su espíritu y finalidad y para evitar
la situación de discriminación en que puede encontrarse la familia monoparental
en caso de rechazarse tal posibilidad. Planteada en estos términos, la cuestión es
ciertamente discutible y existen argumentos a favor de una y otra postura.
2.2 El fundamento de la exigencia de autorización -sea judicial o sea de los
parientes- en las enajenaciones de bienes de los menores para los que ostentan la
potestad parental se encuentra en la protección de “el interés superior” del menor,
que tiene que ser prioritario “en todas las actuaciones llevadas a cabo por los poderes públicos o por instituciones privadas” (artículo 40.3 del Estatuto de autonomía
de Cataluña). Por eso, la finalidad de la autorización parental sustitutiva tiene que
estar orientada por este mismo principio: no se trata tanto de facilitar la realización
de negocios dispositivos por parte del progenitor que ostenta la potestad parental,
como de garantizar que estos negocios se celebren en beneficio de los menores y
que a través de ellos no se lesionen sus intereses. Aunque pueda parecer ocioso
destacarlo, el sujeto protegido no es el progenitor que dispone, sino el menor de
cuyos bienes se dispone.
2.3 Desde este punto de vista, parece que la intervención de parientes de dos
líneas diferentes garantiza un equilibrio y una objetividad que no se da si sólo
intervienen parientes de una sola línea, dado que puede resultar más fácil al progenitor que pretende disponer obtener la autorización o el consentimiento parental
en este segundo supuesto, sobre todo si se tiene en cuenta que los dos parientes
pertenecen a su propia familia. En este sentido, aceptando la autorización sólo de
los integrantes de una misma familia, parece que no se protegen los intereses del
menor en la misma medida en que se protegen cuando es posible el consentimiento
de los parientes de dos ramas familiares diferentes. La existencia de un hipotético
conflicto de intereses exige una instancia neutral que lo resuelva y la intervención
exclusiva de miembros de una única y misma familia (la misma, además, de la
persona que realiza el negocio dispositivo) no garantiza esta neutralidad.
2.4 Estas consideraciones no suponen una discriminación de la familia monoparental: el recurso a la autorización de los parientes previsto en el artículo 153.2.b)
del Código de familia y 236-30.b) del Código civil está pensado para familias en las
cuales existen dos ramas de parientes y si no se aplica a la familia monoparental es,
simplemente, porque en este tipo de familia, por definición, no existen estas dos
ramas. La exigencia que en la autorización parental sustitutiva los parientes que
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presten el consentimiento tengan que pertenecer a ramas diferentes es una exigencia
estructural y consustancial a la institución, de manera que, si sólo existen parientes
de una línea, negar la procedencia de su autorización no significa discriminar a la
familia monoparental, sino tan sólo reconocer que, en ella, no se dan los requisitos
que posibilitan la autorización sustitutiva. Hay instituciones que están pensadas
para regular sólo determinadas situaciones y la de la autorización de los parientes,
tal como ésta está configurada legalmente, es una: el supuesto de hecho exige que
concurran dos líneas de parientes y si no se produce esta concurrencia, eso significa
necesariamente que exista una discriminación, sino, simplemente, que no se da el
supuesto legalmente previsto. La discriminación se produce cuando supuestos o
situaciones iguales o similares no reciben el mismo trato; pero no cuando supuestos
diferentes reciben un tratamiento también diferente.
Por otra parte, si se acepta que en el caso de la familia monoparental es posible la autorización de dos parientes de la misma rama familiar, nada tendría que
impedir que en otros supuestos de lejanía, disminución de la capacidad o simplemente desinterés de los parientes más próximos de una rama se pudiera pretender
la alteración de aquel orden. Como medida de excepción a la norma general de la
autorización judicial, el consentimiento de los parientes se tiene que interpretar de
manera restrictiva.
RESOLUCIÓN
Esta Dirección General ha acordado desestimar el recurso interpuesto y confirmar el acuerdo de calificación de la registradora de la propiedad número seis de
Barcelona.
Contra esta resolución las personas legalmente legitimadas pueden recurrir mediante demanda ante el Juzgado de Primera Instancia de Barcelona, en el plazo de
dos meses desde su notificación, siendo de aplicación las normas del juicio verbal,
de acuerdo con lo que dispone el artículo 328 de la Ley Hipotecaria, en relación con
el artículo 4 de la Ley 5/2009, de 28 de abril, de los recursos contra la calificación
negativa de los títulos o las cláusulas concretas en materia de derecho catalán que se
tengan que inscribir en un registro de la propiedad, mercantil o de bienes muebles
de Cataluña. La demanda de impugnación se tiene que anunciar previamente a la
Dirección General de Derecho y de Entidades Jurídicas.
Barcelona, 30 de marzo de 2011
SANTIAGO BALLESTER MUÑOZ
Director general de Derecho y de Entidades Jurídicas
(11.094.033)
*
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