El cálculo de la compensación económica no es un ejercicio

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Corte Suprema, 21/06/2010, 578-2010
Pamela Andrea Yáñez Contreras con Horacio Alberto Mesa Albornoz
Tipo: Recurso de Casación en el FondoResultado: Acogido
Descriptor
Compensación económica; características. El cálculo de la compensación económica no es
un ejercicio puramente aritmético. Situación patrimonial de los cónyuges. Ingresos superiores
a los declarados por el cónyuge. Divorcio unilateral por cese de la convivencia.
Doctrina
Es requisito esencial para la procedencia de la compensación económica la existencia de
menoscabo en el cónyuge que la solicita, entendido éste como el efecto patrimonial que se
produce en aquella de las partes que no pudo trabajar o lo hizo en menor medida de lo que
podía y quería, por dedicarse a la familia. Así, este presupuesto se traduce en la disparidad
económica de estos y en la carencia de medios del cónyuge beneficiario para enfrentar su
vida separada. De allí entonces que la reparación que se impone por la ley busca que las
partes puedan enfrentar individualmente el futuro, protegiéndose de esta manera a la que ha
tenido
la
condición
de
más
débil
En la especie, la calidad de cónyuge más débil y la existencia del menoscabo son
presupuestos que resultaron establecidos en la sentencia impugnada. Sin embargo, los
jueces determinaron el monto de la compensación económica exclusivamente sobre la base
de un cálculo aritmético de lo que la actora dejó de percibir en los períodos de la convivencia
en que no trabajó, sin atender a otros parámetros de suyo relevantes, como la situación
patrimonial de su cónyuge, lo que en la especie resultaba crucial, pues sus ingresos eran
muy superiores a los declarados.
Legislación aplicada en el fallo :
Ley N° 19947 Año 2004 Nueva Ley de Matrimonio Civil art 61; Ley N° 19947 Año 2004
Nueva Ley de Matrimonio Civil art 62; Ley N° 19947 Año 2004 Nueva Ley de Matrimonio
Civil art 64; Ley N° 19947 Año 2004 Nueva Ley de Matrimonio Civil art 66;
Ministros:
Gabriela Pérez Paredes; Patricio Valdés Aldunate; Rosa Egnem Saldías; Rosa María Maggi
Ducommun; Urbano Marín Vallejo
Texto completo de la Sentencia
Talca,
treinta
de
septiembre
de
dos
mil
nueve.
VISTO
Y
OIDOS:
Que con fecha 20 de julio de 2007 se presenta don Raúl Ignacio Leiva Lobos, abogado, en
representación de doña Pamela Andrea Yáñez Contreras, dueña de casa, domiciliada para
estos efectos en Uno Norte N° 931, oficina 705, Talca, quien deduce demanda de divorcio
por cese de la convivencia, compensación económica, alimentos y expensas para la litis en
contra de don Horacio Alberto Mesa Albornoz, empresario, domiciliado en Camino Las
Rastras, calle Capilla de la Esmeralda N° 1, Talca. Fundamenta sus demandas en que con
fecha 11 de febrero de 1998, su representada contrajo matrimonio con el demandado, con
separación total de bienes, matrimonio del cual nacieron dos hijas, Josefina Ester y Florencia
Paz Mesa Yáñez, agregando que hace más de tres años a la fecha ambos adoptaron la
decisión de separarse de hecho, lo que se ha mantenido hasta ahora. Añade que desde la
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separación e incluso durante la convivencia matrimonial, la demandante siempre se dedicó a
las labores propias del hogar común y al cuidado de las hijas, lo cual le impidió desarrollar
una actividad remunerada o lucrativa, no obstante querer y poder hacerlo, lo que le provocó
un menoscabo evidente, puesto que hasta antes de contraer matrimonio la actora ejerció
exitosamente trabajos remunerados que le permitieron obtener periódicamente muy buenos
ingresos. Avalúa el referido menoscabo en una suma no inferior a $100.000.000, que
corresponde a los ingresos que dejó de percibir en los años en que ha permanecido unida
por vínculo matrimonial, suma que solicita por concepto de compensación económica. En lo
que a los alimentos se refiere, demanda la suma de $1.700.000 para sus hijas comunes
Josefina Ester y Florencia Paz Mesa Yáñez, monto con el cual pretende cubrir los gastos de
alimentación, vestuario, locomoción, salud, educación, etc. Por último, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 136 del Código Civil, solicita expensas para la litis por un monto de
$500.000, con el fin de pagar los gastos de un abogado y efectuar los demás gastos
inherentes al juicio. Con fecha 13 de febrero de 2009 se llevó a efecto la audiencia
preparatoria, en la que se ratifican las demandas presentadas y se tienen por contestadas las
mismas en rebeldía del demandado. Se fija como objeto del juicio: a) Determinar si en autos
se dan los presupuestos para decretar el divorcio de las partes; b) Determinar si en autos se
dan los presupuestos para decretar la compensación económica solicitada; c) Determinar si
en autos se dan los presupuestos para fijar una pensión de alimentos a favor de las hijas de
las partes; d) Determinar si en autos se dan los presupuestos para decretar expensas para la
litis a favor de la actora. Se determinan los hechos a probar: 1) Efectividad que las partes se
encuentran separadas de hecho desde hace más de tres años , sin reanudar la vida en
común; 2) Procedencia y monto respecto de la compensación económica; 3) Existencia y
monto de las necesidades de las alimentarias de autos; 4) Capacidad económica de las
partes; 5) Procedencia y monto de las expensas para la litis. Se ofreció prueba por la parte
demandante, consistente en documental, testimonial, pericial, declaración de la parte
contraria, la que se rindió en las audiencias de juicio llevadas a efecto los días 8, 10, 14 y 21
de
septiembre
del
año
en
curso.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el artículo 55 inciso 3° de la Ley 19.947 establece como causal de divorcio,
el cese efectivo de la convivencia, cuando se ha acreditado dicha circunstancia, por un lapso
mayor
a
tres
años.
SEGUNDO: Que, por su parte, el artículo 61 de la misma ley señala que si, como
consecuencia de haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las labores propias del hogar
común, uno de los cónyuges no pudo desarrollar una actividad remunerada o lucrativa
durante el matrimonio, o lo hizo en menor medida de lo que podía y quería, tendrá derecho a
que, cuando se produzca el divorcio o se declare la nulidad del mismo, se le compense el
menoscabo económico sufrido por esta causa. TERCERO: Que, además, el artículo 321 del
Código Civil prescribe que se debe alimentos, entre otros, a los descendientes. El artículo
323 del mismo cuerpo legal establece que los alimentos deben habilitar al alimentado para
subsistir modestamente de un modo correspondiente a su posición social. La norma del
artículo 3 de la ley 14.908 señala que para efectos de decretar los alimentos, cuando un
menor lo solicitare de su padre o madre, se presumirá que el alimentante tiene los medios
para otorgarlos. CUARTO: El artículo 136 del Código Civil dispone que los cónyuges serán
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obligados a suministrarse los auxilios que necesiten para sus acciones o defensas judiciales.
QUINTO: Que para efectos de acreditar cada una de sus pretensiones, la actora se valió de
los
siguientes
medios
de
prueba,
a
saber:
Documental:
a) Certificado de matrimonio celebrado entre don Horacio Alberto Mesa Albornoz y doña
Pamela Andrea Yáñez Contreras el 11 de febrero de 1998, en la Circunscripción del Registro
Civil e Identificación de Villa Alegre, N° de Inscripción 10 del año 1998, con pacto de
separación de bienes en el acto de matrimonio. b) Certificado de nacimiento de Josefina
Ester Mesa Yáñez, hija matrimonial de las partes, nacida el 11 de diciembre de 1998. c)
Certificado de nacimiento de Florencia Paz Mesa Yáñez, hija matrimonial de las partes,
nacida el 31 de octubre de 2000. d) Copia de la inscripción de fojas 646 vuelta N° 793 de 21
de julio de 2005,en la cual se indica que don Horacio Alberto Mesa Albornoz y don Fernando
Luis Mesa Albornoz son dueños del 50% de los derechos o cuotas que al causante don
Eduardo Jorge Mesa Seco le correspondían en el inmueble denominado La Bomba, ubicado
en la antigua subdelegación El Morro, de la comuna de Empedrado; de las acciones y
derechos que a doña Mercedes Esther Albornoz Albornoz corresponden o puedan
corresponderle por cualquier motivo o título y, en especial, por herencia de su tía Clorinda
Albornoz Alvarado en el inmueble señalado; y Fundo denominado San Pedro del Morro,
ubicado en la subdelegación El Morro de cien cuadras de superficie más o menos. Hoy
Fundo El Barco. Rol Avalúo 386 0015. e) Copia de inscripción de fojas 548 vuelta N° 458 de
27 de abril de 2005, en la cual consta que Horacio Alberto Mesa Albornoz y Fernando Luis
Mesa Albornoz son dueños por partes iguales de un bien ubicado en Avenida Balmaceda de
la ciudad de San Javier. Rol de avalúo 58 18. f) Copia de inscripción de fojas 543 N° 455 de
27 de abril de 2005, en la cual consta inscripción de posesión efectiva de la herencia testada
que dada al fallecimiento de don Eduardo Jorge Mesa Seco a sus hijos Horacio Alberto y
Fernando Luis Mesa Albornoz, Carmen Gloria, Verónica Pía Mesa Guaschino y a doña
Oriana Ester Albornoz Ibáñez. g) Tres boletas de Gasco de 17 de julio de 2007, 22 de junio
de 2007 y 9 de julio de 2007, por consumo de gas, a nombre de Juan Carlos Martínez, del
domicilio
de
4.
h) Boleta de tienda Acuarela de 12 de julio de 2007 a nombre de la actora por compra de
vestuario, por $38.300. i) Tres comprobantes de ingreso emitidos por el Centro Odontológico
Odas a nombre de la actora de 29 de abril de 2003, por $154.000; 19 de mayo de 2003, por
$107.000; y de 28 de octubre de 2002, por $600.000. j) Cuatro comprobantes de pago en
Sociedad Educacional Colegio Baltazar SA a nombre de la demandante, por mensualidad de
mayo y junio de 2007 de sus hijas Josefina y Florencia Mesa Yáñez, por $54.000, cada una.
k) Boleta de venta y servicios de Sodimac SA de 16 de noviembre de 2005. l) Seis boletas de
Supermercado Líder de octubre y noviembre de 2005. m) Tres boletas de Comercial Colbún
de octubre y noviembre de 2005, por compra de bebidas, cigarros y chocolates. n) Boleta
Farmacia Ahumada de 30 de octubre de 2005 y comprobante de pago en igual tienda de
igual fecha. ñ) Tres boletas de Farmacia Salcobrand de noviembre 2005. o) Tres boletas de
noviembre 2005, por servicios que no se indican. p) Certificado emitido el 22 de agosto de
2007 por la Sociedad Educacional Colegio Baltazar SA, en el cual se certifica que las
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alumnas Josefina Y Florencia Mesa Yáñez cursan 1° y 3° año básico, con un costo mensual
de $54.000 cada una, por 12 meses. Y certificado de la misma institución de 30 de
septiembre de 2008, en el cual se certifica que las referidas alumnas adeudan las
mensualidades de agosto, septiembre y octubre de 2008. q) Informe empresarial persona de
Horacio Alberto Mesa Albornoz, obtenido de la página web siisa.com de julio de 2007, en el
cual consta que registra protestos y morosidades por dos documentos por $1.670.200, deuda
por tarjeta de crédito de $17.000 de junio de 2007, deuda casa comercial Falabella por
$1.653.200 de mayo 2007, deuda Dirección del Trabajo por $351.225; no registra
propiedades a su nombre; participación en las siguientes sociedades: Mesa y Rojas Ltda.,
Sociedad
Agrícola
El
Morro
Ltda.,
Viñedos
Vieja
Hacienda
Ltda.
r) Informe empresarial empresa de Viñedos Vieja Hacienda Ltda. de julio de 2007, cuyos
socios son Oriana Albornoz Ibáñez y Ricardo Cabello Navarrete, según modificación de julio
de 2007. s) Certificado de avalúo fiscal de la propiedad agrícola El Barco sector El Morro del
2° Semestre de 2007, por $46.721.162; Certificado de avalúo fiscal de la propiedad agrícola
La Puerta El Morro del 2° Semestre de 2007, por $44.170.590; Certificado de avalúo fiscal de
la propiedad industrial Estación de Villa Alegre del 2° Semestre de 2007, por $ 43.191.235;
Certificado de avalúo fiscal de la propiedad industrial de San Javier a nombre de Jorge
Eduardo Mesa Seco del 2° Semestre de 2007, por $32.774.078, t) Carta dirigida a doña
Pamela Yáñez Contreras por el demandado el 2 de noviembre de 2007, solicitándole la
devolución inmediata del vehículo marca Jeep, modelo Compass, que ocupa, como
asimismo que desocupe la propiedad ubicada en 4 1/2 Norte 3655, Parque Universitario,
Talca, que mantiene en arriendo, para proceder a su entrega a su propietario. u) Copia
contrato de arriendo de 21 de febrero de 2007 celebrado entre don Juan Carlos Martínez
Alvarez y don Horacio Mesa Albornoz sobre la propiedad ubicada en 4 1/2 Norte 3655, Talca.
v) Copia de inscripción del vehículo Jeep, Toyota, año 2008, BH LW 95 5, a nombre de
Viñedos Vieja Hacienda Ltda, en el cual consta que está afecto a medida precautoria del
Juzgado de Letras de San Javier y embargo de la Tesorería General de la República de 1 de
julio de 2008. w) Cotización del vehículo señalado anteriormente obtenida de la página web
Toyota.cl, donde consta un valor de $20.228.100 x) Certificado médico extendido por la
pediatra Pilar Pozo Gesswein de 13 de octubre de 2008, respecto de Josefina Ester Mesa
Yáñez, donde consta que es atendida desde los tres años, con cuadros de bronquitis
obstructiva a repetición, renitis alérgica, con trastorno conductual después de separación. z)
Certificado médico extendido por la pediatra Pilar Pozo Gesswein de 13 de octubre de 2008,
respecto de Florencia Paz Mesa Yáñez, donde consta que es atendida desde el año de
edad, con antecedentes de laringitis obstructivas, renitis alérgica, con anorexia nerviosa a los
cinco años, después de separación. a1) Dos certificados médicos extendidos por doña
Magda Martínez, especialista en ortodoncia, en octubre de 2008, respecto de Josefina Mesa
Yáñez, en el primero se deja constancia que ésta fue paciente de ortodoncia durante el año
2005, comenzó tratamiento ortopédico con máscara de tracción frontal, cancelando $160.000
más $490.000 durante el año; en el segundo que la señalada se somete a segunda fase del
tratamiento, que considera aplicación de un disyuntor, cuyo costo es de $50.000, más
$240.000 anual por controles periódicos, $20.000 cada cuota. a2) Certificados médico
extendido por doña Magda Martínez, especialista en ortodoncia, en octubre de 2008,
respecto de Florencia Mesa Yáñez, en el cual se deja constancia que ésta se realizará un
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tratamiento ortopédico, que considera aplicación de un disyuntor maxilar, cuyo costo es de
$150.000 al inicio del tratamiento, más $240.000 anual por controles periódicos, $20.000
cada cuota. a3) Certificado médico extendido el 10 de octubre de 2008 por la Psiquiatra
Infantil lvonne Moreno, respecto de Josefina Mesa Yáñez, donde certifica que ésta se
encuentra en tratamiento por déficit atencional y compromiso de aprendizaje, que requiere
atención por especialistas y apoyo psicopedagógico. a4) Certificado de avalúo fiscal de
propiedad agrícola ubicada en San Javier denominada El Carmen. El Valle. El Morro, a
nombre de Horacio Alberto Mesa Albornoz, avalúo de propiedad industrial ubicada en San
Javier, a nombre de Horacio Mesa Albornoz y otro, por $36.5666.725 (Rol 58 18), prueba
incorporada en la audiencia de juicio como nueva de la actora. Oficios: a) Oficio
Departamento Extranjería y Policía Internacional de 18 de febrero de 2009, en el cual consta
que Horacio Alberto Mesa Albornoz registra viajes entre junio 1997 y julio 2003. b) Oficio
Servicio de Impuestos Internos de 25 de febrero de 2009, mediante el cual se informa que el
demandado no registra inicio de actividades, adjunta declaraciones de renta de los años
tributarios 2002 a 2007; registra propiedad Rol Avalúo 58 18 de San Javier, avalúo al primer
semestre 2009, $36.861.630 y Rol 385 20 de San Javier, avalúo al primer semestre 2009,
$5.290.785; con participación en las siguientes sociedades: Sociedad Agrícola El Morro Ltda,
con declaración de renta de los años 2004 y 2005; Viñedos Vieja Hacienda, que solo
presenta declaración de renta por año tributario 2007; y Mesa Albornoz Horacio Alberto y
otra, con inicio de actividades de 15 de septiembre de 2008, aún no ha presentado
declaración de renta. c) Oficio Servicio de Impuestos Internos de 03 de julio de 2009,
mediante el cual se remiten declaraciones de renta de la sociedad Vinos Santa Beatriz Ltda.
de los años tributarios 2000 al 2007, la cual funciona en Balmaceda N° 1965, San Javier. d)
Oficio al Registro Civil e Identificación de 06 de marzo de 2009, en cual se informa que figura
a nombre del demandado moto Suzuki año 1984, AE.0505 3. e) Oficio al centro Odontológico
Matiza de 28 de agosto de 2009, mediante el cual se informa que la paciente Josefina Ester
Mesa Yáñez, presenta presupuesto dental de odontopediatría de 23 de junio de 2009, que
consta de seis procedimientos y cuya suma es de un total de $101.000, solo se ha realizado
un procedimiento el 30 de junio de 2009, por un valor de $16.000, cancelado en efectivo. En
la especialidad de ortodoncia y ortopedia dentofacial, requiere tratamiento ortopédico
(disyunción maxilar y tracción sagital maxilar), cuyo valor por un año es de $290.000, sin que
se haya realizado acción alguna por no pago. En cuanto a la paciente Florencia Paz Mesa
Yáñez, existe presupuesto dental de odontopediatría de 30 de junio de 2009 que consta de
cinco procedimientos por $114.000, realizado solo uno el 11 de agosto de 2009 por $30.000
pagado en efectivo; existe presupuesto dental de ortodoncia de 14 de agosto de 2009, a
realizarse después del primero consistente en programa de erupción guiada, cuya
mecanoterapia en esta fase sería un traspalatino bajo, por primer año de tratamiento el costo
es de: cuota inicial $150.000; valor anual tratamiento $240.000 (cuotas mensuales de
$20.000 cada una); laboratorio $20.000. f) Oficio AFP Habitat de 04 de junio de 2009,
respecto del cual se informan las cotizaciones previsionales que registra doña Pamela
Andrea Yáñez Contreras, desde febrero de 1998 a diciembre de 1999 y de abril a diciembre
de 2007. g) Oficio Hospital Regional de Talca, de 27 de marzo de 2009, mediante el cual se
remite al tribunal copia de las fichas clínicas de Josefina Ester y Florencia Paz Mesa Yáñez.
Declaración de la parte demandada: Comparece don Horacio Alberto Mesa Albornoz, quien
señala que contrajo matrimonio con la demandante, tuvieron dos hijas, de 10 y 8 años,
5
respectivamente, se separaron hace aproximadamente 8 años. Antes de casarse ella
trabajaba en telefonía móvil con una remuneración mayor que la de él, luego del matrimonio
continúo trabajando hasta que quedó embarazada de su primera hija, dejó de trabajar no
porque él se lo pidió, por el contrario, le solicitó que continuara porque era un aporte
económico para la familia, pero ella no quiso porque prefirió cuidar de sus hijas, cuando
nació la segunda hija tampoco quiso trabajar porque eran ayudados por sus padres. La
demandante estuvo trabajando hace dos o tres años atrás en Euroamérica. Agrega que la
vida de la demandante siempre ha sido normal, ha viajado al extranjero, no tiene
enfermedades, hace 2 o 3 años viajó a Europa, financiando el viaje con un crédito en el
Banco de Chile, que logró obtener por ventas que realizaba, como perfumes, ropa, etc. En
cuanto a sus hijas, tiene contacto habitual con ellas, viven con él parte del año, la mayor está
en el Colegio Piaget de San Javier y la menor en el Colegio Baltazar en Talca, ambas tienen
tratamiento inconcluso de ortodoncia, pero no tiene los medios para solventarlos. Refiere
tener ingresos por $250.000, es empleado en una viña, vive de allegado en la casa de su
madre, no tiene casa propia, cuando estaban casados también vivían con su madre, de más
de 70 años, pero con buen estado de salud. Tiene dos hijos de su actual pareja, de 13 y 2
años y medio. La empresa para la cual trabaja es representada por su hermano, pero él solo
es un empleado en ella ya que no tiene estudios profesionales que lo habiliten para hacer
labores de administración. Añade que nunca le ha solicitado cheques a su cónyuge para
cubrir deudas personales. Con la muerte de su padre adquirió una pequeña propiedad y
muchas deudas que ha tenido que asumir. No ha comprado vehículos en Rossellot, solo
facilitó su nombre para efectos de la factura, pero no los compró ni los pagó, estas compras
fueron consecuencia de vehículos que se renovaron luego de la muerte de su padre, solo
maneja un vehículo de la empresa en que trabaja, no tiene vehículos propios. Tiene un
mandato general otorgado por su madre, con el cual administra sus bienes, pero los dineros
los percibe ella. Agrega que sabe que su hermano pidió la interdicción de su madre, pero ella
no tiene Alzeihmer. Reconoce que en mayo vendió por su madre una propiedad en cien
millones de pesos, cuyo avalúo fiscal es mayor, pero fue para asumir deudas y evitar que la
propiedad fuera rematada; en marzo de 2008 vendió una bodega también para pagar deudas
dejadas por su padre y de su madre. Actualmente tiene deudas en Tesorería, deudas
tributarias y multas de la Inspección del Trabajo por distintos montos, las cuales ha
repactado, desconoce cuál es su pasivo. Su parte de la herencia son tierras de rulo que
están embargadas por bancos y por el Tribunal de Familia. Es dueño de la propiedad La
Bomba, en Empedrado, donde tiene un par de cuarteles de viña que producen muy poco,
donde no tiene riego tecnificado, propiedad que está exenta de contribuciones, también tiene
un bien heredado de su padre con su hermano en San Javier, el cual está embargado, en
esta propiedad está Viñedos Vieja Hacienda. Por último señala que la demandante es la
actual pareja de su abogado, Raúl Leiva, con quien tiene un hijo. Pericia Contable realizada
por el perito Juan Carlos Baltera Santander, con fecha 08 de septiembre de 2009, en el cual
se concluye lo siguiente: La actora registra un ingreso promedio mensual por ambos
períodos trabajados (febrero 1998 a noviembre tener acceso al mundo laboral desde enero
2008 a agosto 2009 por $6.371.200; registra deudas por 19 cheques protestados por
$19.639.120 ( que atribuye a responsabilidad de su cónyuge); también tiene 12 demandas de
protestos de cheques; las necesidades del grupo familiar a noviembre de 2007 ascendía a
$1.269.000. En cuanto al demandado Horacio Mesa Albornoz: Presenta participación en
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Sociedad Agrícola El Morro, que funciona en Avenida Balmaceda 1965 de San Javier,
sociedad en la que el demandado tiene un aporte de 21,92%, dicho bien raíz es aporte
social, el cual es de propiedad en iguales partes del demandado y su hermano Luis Fernando
Mesa Albornoz, cuyo avalúo fiscal es de $36.566.725 al segundo semestre de 2009 (rol 58
18), avaluado por su socios en $120.000.000. Presenta participación en Viñedos Vieja
Hacienda Ltda. que funciona en Avenida Balmaceda 1965, San Javier, con participación en
un 50%, la cual presenta activos de $278.605.000, se trata de un bien raíz rol N° 386 15,
avalúo de $66.535.422, de acuerdo a declaración de renta año tributario 2007 sin
movimiento, también registra vehículo Jeep Toyota BHLW 95 5, año 2008, tasación municipal
$13.040.000. Como persona natural, el demandado registra dominio de moto Suzuki, año
1984 de tasación municipal de $140.000. Añade que el demandado tuvo los siguientes
vehículos; Station Wagon Kía Motors año 2003, $5.690.000; Station Wagon Mitsubischi año
2005, $6.980.000. Refiere operaciones comerciales realizadas por demandado en
representación de su madre Oriana Albornoz. Alude a contrato de trabajo del demandado
con Sociedad Santa Beatriz Ltda. De 18 de julio de 2007, cuya renta mensual imponible
asciende a $214.000. Por último señala que de acuerdo al informe empresarial emitido por
Siisa, no registra morosidad ni protestos de documentos u otros compromisos y deudas
pendientes que le afecten. Testimonial: Declaraciones de María José Bustamante Orellana,
Rodrigo Alonso Yáñez Contreras, Marianella del Carmen Riquelme Valdés y Miriam Luz
Riquelme Valdés, quienes previamente juramentadas expusieron: la primera, que conoce a
las partes del juicio, los que se encuentran casados desde febrero de 1998, desde marzo de
2001 no viven juntos, sin que hayan reanudado la vida en común, tuvieron dos hijas; antes
de que se casara la demandante trabajaba en una empresa de teléfonos móviles, le iba bien,
incluso fue premiada como mejor vendedora, cuando se casó continuó trabajando hasta que
nació su primera hija, su marido le pidió que dejara de trabajar para que cuidara a las niñas,
después de varios años, en 1997, volvió a trabajar como vendedora, pero por poco tiempo,
porque tenía que cuidar de sus hijas, actualmente no trabaja, tiene una nueva pareja, de la
cual tiene un hijo, no vive con él, sino en casa de sus padres, aunque algunos días se queda
con su pareja, que es el abogado Raúl Leiva. En cuanto al demandado, sus facultades
económicas son buenas, tiene una empresa, una viña, presume que sus ingresos son
elevados por la vida que lleva, lo que le consta de la época posterior a su separación, porque
él la siguió ayudando económicamente, entre el 2001 y el 2005, tiene vehículos grandes y
caros, en cuanto a su situación económica actual, no la conoce. Agrega que cuando estaban
casados tenían nana, después no, ella veía a sus hijas. El segundo señala que es hermano
de la demandante, señala que se encuentran casados desde febrero de 2008, tienen dos
hijas, de 12 y 9 años aproximadamente; la mayor está en el colegio Piaget en San Javier, la
segunda en el colegio Baltazar, en Talca, becada; se separaron el 2001, sin que se haya
reanudado el vínculo. Cuando se en 1998, después del matrimonio siguió trabajando hasta
que nació su primera hija, trabajó un año después del matrimonio, él le pidió que dejara de
trabajar rara que se dedicara a la casa y a su hija, el 2007 volvió a trabajar en Euroamérica
como ejecutiva de ventas, trabajó por poco tiempo, menos de un año, dejó de trabajar por las
niñas y también porque tenía depresión, ella vive con sus padres, en el 2001 se fue a Villa
Alegre, a vivir al frente de la casa de sus padres, quienes la ayudaban; actualmente su
situación económica es mala, pero sus padres la ayudan, vive con ellos, tiene una hijo de
siete meses con don Raúl Leiva, con quien tiene una relación de pololeo, pero no de
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convivencia. En cuanto a la situación económica del demandado, piensa que es buena por la
vida que lleva, la casa y los vehículos que tiene, no sabe cuántos tiene, pero lo ha visto en un
jeep y una camioneta; el demandado vive con su madre, su pareja y un hijo en común en Las
Rastras. La tercera señala ser tía de la actora, refiere que las partes se encuentran casadas
desde 1998, tienen dos hijas, una está en 5° básico en el colegio Piaget, particular
subvencionado, paga transporte escolar, la menor está en 3° básico en el colegio Baltazar,
becada; su situación económica es mala desde que el demandado le dejó de ayudar, lo que
ocurrió en el año 2007, cuando ella dejó de prestarle cheques; se separaron en marzo de
2001, sin que hayan vuelto a vivir juntos. Agrega que vivió con ella y sus hijas durante cuatro
años, desde el 2003 hasta el 2007, durante ese período él la sostenía económicamente, su
situación era muy buena. En el 2007 la actora buscó trabajo, pero por las niñas dejó de
hacerlo, toda vez que tenían problemas psicológicos y odontológicos, ninguno de los cuales
está en tratamiento, por falta de recursos. La actora vive actualmente en casa de sus padres
en Villa Alegre, no trabaja, se dedica solo a cuidar de sus hijas, no tiene nana; tiene una
relación de pololeo con Raúl Leiva, con quien tiene un hijo de siete meses, no viven juntos.
Antes de casarse ella trabajó en Movistar, después del matrimonio continuó trabajando por
un año, hasta que el demandado le pidió que dejara de hacerlo para que cuidara de la casa y
de sus hijas, no tenían nana. En cuanto al demandado, económicamente siempre ha estado
bien, tiene una camioneta grande y cara que es exclusiva y un jeep Toyota; es dueño de
Viñedos Vieja Hacienda, tiene una viña, producción de vinos; la empresa era de su padre,
pero la heredó, además, cree que tiene un campo donde hay viñas; vive con su nueva
pareja, con un hijo de ambos y una hija de ella, su padre murió, vive con su madre; todos
saben que él tiene muchos bienes, la casa de Las Rastras en que vive es de su madre, pero
él la mantiene, incluso estaba construyendo una piscina. La cuarta señala ser tía de la
demandante, sabe que las partes se casaron en 1998 o 1999, no recuerda, tienen dos hijas,
de 10 y 8 años, respectivamente; ambas estudiaban en el colegio Baltazar, pero tuvo que
cambiar a la mayor al colegio Piaget, por problemas económicos, la menor continúa en el
Baltazar becada; señala que su situación económica actual es mala, vive en la casa de su
madre, no trabaja; se separaron el 2001, sin que hayan reanudado la vida en común, en el
año 2007 la actora trabajó en Euroamérica, pero dejó de hacerlo por cuidar de sus hijas;
estando casada trabajó un tiempo hasta que él le dijo que no lo hiciera porque nació su
primera hija y desde ahí se dedicó a la casa y a sus hijas. En cuanto a la salud de las niñas,
estas tienen problemas dentales, no están en tratamiento por su alto costo; Florencia tuvo
anorexia, pero el problema se superó, sin embargo, ambas tienen los triglicéridos altos, por lo
que necesitan alimentación especial; también tiene problemas psicológicos producto de la
separación de sus padres. Agrega que la costa costea sus gastos con lo que recibe por
pensión de alimentos, aunque el demandado no le deposita, y con los que le ayudan sus
padres. Añade que después de la separación la demandante se fue a vivir a la casa de sus
padres en Villa Alegre, después vivió en una casa al frente de ellos, su madre no la podía
ayudar con el cuidado de sus hijas porque tiene un hermano con síndrome de Dawn que
tiene que cuidar. En cuanto al demandado, sabe que su situación económica siempre ha sido
buena, quedó a cargo de los viñedos de su padre, vive en buena casa, en Las Rastras, ahí
vivió con la demandante, tiene vehículos caros, sabe que ha vendido algunas propiedades,
tiene su propia empresa, a la que ha ido y él es tratado como jefe, no siendo efectivo que
trabaje para su hermano; actualmente la solvencia económica la sigue teniendo, vive con su
8
actual pareja, un hijo, una hija de ella y su madre, la viña que tiene era de su padre, el que
falleció. Finalmente señala que estando casada la situación de la actora era muy buena,
tenía varias nanas, casa con piscina, etc., solo cursó hasta cuarto medio. SEXTO: Que
haciendo un análisis de la prueba rendida, cabe en primer lugar desestimar aquélla
documental consistente en set de boletas de gastos en que incurre la actora para lograr,
supuestamente, la manutención de sus hijas, singularizadas con las letras k, I, m, n, ñ y o del
motivo anterior, toda vez que se trata de boletas que no dan cuanta necesariamente de
gastos hechos por la actora y menos que se trate de insumos destinados a la manutención
de sus hijas, es más, algunos dan cuenta de compra de cigarros, bebidas, chocolates,
xenical, etc. Además, se trata de gastos efectuados durante el año 2007 en su mayoría, no
actualizados. En cuanto al informe pericial de don Carlos Baltera, este también será
desestimado, puesto que obedece a un trabajo de carácter parcial, realizado, según sus
propios dichos, sobre documentación proporcionada por la sola demandante, dando cuenta
de un activo del demandado según antecedentes de los años 2003 a 2006, no actualizado,
sin considerar su pasivo, entrando en contradicción con documentación sustentatoria del
mismo, como el informe empresarial Siisa, que si da cuanta de deudas del demandado y que
no fueron informadas ni consideradas por el perito, o como la inscripción de un jeep Toyota a
nombre de Viñedos Vieja Hacienda, de cuyo solo mérito se desprende que dicho vehículo se
encuentra con prohibición de celebrar contratos decretada por el Juzgado de San Javier y
con embargo de Tesorería, lo que hace presumir, que al menos dicha sociedad también
registra un pasivo. Lo anterior, sin perjuicio de considerar la documentación que acompañó el
perito, en lo que sea oportuno. SÉPTIMO: Que en lo que dice relación al divorcio, se tiene
por acreditado que las partes de este juicio, esto es, don Horacio Alberto Mesa Albornoz y
doña Pamela Andrea Yáñez Contreras contrajeron matrimonio el 11 de febrero de 1998 en la
Circunscripción del Registro Civil e Identificación de Villa Alegre, inscrito bajo el N° 10 del
año 1998. El régimen patrimonial pactado fue el de separación de bienes. De dicha unión
nacieron dos hijas Josefina Ester y Florencia Paz, Mesa Yáñez, nacidas el 11 de diciembre
de 1998 y el 13 de octubre de 2000, respectivamente, según consta en los certificados de
nacimiento de ambas. El cese efectivo de la convivencia, según lo declarado por los cuatro
testigos que depusieron en autos, se produjo en marzo de 2001, sin que se haya reanudado
la vida en común a la fecha. De esta manera se encuentran acreditados todos y cada uno de
los requisitos que el artículo 55 inciso 3° de la Ley 19.947 establece para dar lugar al divorcio
unilateral por cese de la convivencia, por lo que se acogerá la demanda en este punto.
OCTAVO: Que en cuanto a la compensación económica, ha quedado establecido en autos
que la actora, de actuales 33 años, desempeñó una actividad remunerada entre febrero de
1998 a noviembre de 1999 y desde abril y diciembre de 2007, según da cuenta su certificado
de cotizaciones y las declaraciones de los testigos. La actora se desempeñó en ambas
oportunidades como ejecutiva de ventas, el primer período en una empresa de telefonía
móvil y el segundo en Euroamérica, compañía de seguros. De acuerdo a los declarado por
los testigos, trabajó la demandante hasta el nacimiento de su primera hija, a petición del
demandado, con el fin de dedicarse a su cuidado, sin embargo, relacionando el certificado de
nacimiento de Josefina Ester y el certificado de cotizaciones ya señalado, se desprende que
la actora se desempeñó remuneradamente hasta que su hija mayor tenía 1 año de edad. La
actividad remunerada la reinició en abril de 2007, la que concluyó en diciembre del mismo
año. Hay que tener presente, además, que la convivencia matrimonial se prolongó entre
9
febrero de 1998 y marzo de 2001, según lo establecido en el motivo anterior. NOVENO: Que
para determinar el menoscabo y cuantía de la compensación, el legislador contempla una
serie de factores, la duración del matrimonio y de la vida en común de los cónyuges,
situación patrimonial de ambos, su buena o mala fe, su cualificación profesional, sus
posibilidades de acceso al mercado laboral y la colaboración prestada a la actividades
lucrativas del otro cónyuge. Hay que tener presente, además, que lo que determina la
procedencia de la compensación económica es el hecho de dedicarse al cuidado de los hijos
o del hogar común, siendo irrelevante si se debió a una decisión propia o impuesta por el otro
cónyuge o por las circunstancias. DÉCIMO: Que en el presente caso, la vida en común se
prolongó por tan solo 4 años, de ellos la actora se desempeñó remuneradamente durante 21
meses, dejando su trabajo para dedicarse al cuidado de su primera hija, y luego de ambas;
estuvo sin trabajar, en consecuencia, durante la convivencia matrimonial, durante 16 meses,
que es lo que corresponde que sea compensado. La actora no tenía y no tiene ninguna
calificación profesional, esta no fue acreditada en el proceso (solo una de las testigos refiere
que cursó hasta cuarto medio), solo consta que se desempeñó como ejecutiva de ventas en
una empresa de telefonía móvil, percibiendo remuneraciones que van desde los $334.024 en
julio de 1999 y los $95.044 en noviembre del mismo año, considerando las remuneraciones
percibidas durante los últimos seis meses de vida laboral en el período de convivencia
matrimonial, arrojando un promedio de $205.917, que a esa fecha correspondía
aproximadamente a dos ingresos mínimos mensuales. En cuanto a sus posibilidades
actuales de acceso al mercado laboral, hay que considerar que la actora tiene tan solo 33
años de edad y no presenta problemas de salud, con posibilidades, por ende, de realizar una
actividad remunerada, acorde con la que realizaba antes de contraer matrimonio y durante él,
considerando que no tiene calificación profesional. A ello hay que agregar que sus hijas
asisten al colegio, tienen 10 y 8 años, respectivamente, las cuales viven en la casa de sus
padres en Villa Alegre, junto con la actora, por lo que tiene las posibilidades de
desempeñarse laboralmente y entregar el cuidado de sus hijas a su madre o una tercera
persona.
DÉCIMO PRIMERO: Que en lo que se refiere a la capacidad económica del demandado,
durante el curso del juicio, éste presentó un contrato de trabajo de la Sociedad Santa Beatriz
Ltda., que si bien no se acompañó en la etapa procesal correspondiente, si consta en los
documentos respaldatorios del informe pericial contable realizado en la causa. Este
documento cabe desestimarlo, en atención a que, de acuerdo a él, el demandado trabaja
remuneradamente para dicha empresa, percibiendo aproximadamente $250.000. , sin
embargo, tal situación no resulta creíble, en atención a que dicha empresa es representada
por su hermano, apareciendo él como su empleador, a la circunstancia que dicha empresa
funciona en una propiedad de dominio conjunto de ambos, y a la circunstancia que, de
acuerdo a lo declarado por los testigos, el demandado siempre ha sido considerado como
administrador en la misma. En consecuencia, cabe presumir que sus recursos son mayores
que los que señala en su declaración, considerando, además, que es socio en dos
sociedades, Viñedos Vieja Hacienda y Sociedad El Morro Ltda.; la primera, en la que tiene
una participación del 50% y su administración (su madre Oriana Albornoz Ibáñez tiene el
restante 50%) presenta un capital de $25.000.000, entre sus activos figura un bien raíz
ubicado en Avenida Balmaceda de la ciudad de San Javier, de propiedad del demandado y
10
su hermano, por iguales partes, cuyo avalúo fiscal asciende, al segundo semestre del año en
curso, a $36.566.725; en cuanto a la segunda, son sus socios el demandado, su madre y su
hermano, presenta un capital social de $285.000.000, figurando entre sus activos un bien
raíz cuyo avalúo fiscal al segundo semestre del 2009 asciende a $66.535.422 y cuya
tasación comercial da cuenta de la existencia de riego tecnificado, plantación de viñas,
maquinaria, etc., todo lo cual fue avaluado en $278.605.000. A lo anterior hay que agregar
que el demandado no acreditó sus dichos en orden a que tales propiedades se encuentren
afectas a prohibiciones o embargos, tampoco acreditó que tenga que hacerse cargo de
deudas sociales ni personales, salvo aquéllas que constan en el informe empresarial Siisa,
acompañado por la demandante. Por todo ello, cabe consignar, tomando en consideración
las reglas de la lógica y las máximas de la experiencia, que el demandado cuenta con
recursos económicos e ingresos muy superiores a los que ha declarado, encontrándose
facultado como para solventar el pago de una compensación como la que se fijará. DÉCIMO
SEGUNDO: Que como ya ha sido señalado, la compensación económica que se otorgará a
la actora será determinada sobre la base del promedio de las últimas seis remuneraciones
que percibió durante la convivencia matrimonial, cubriendo así con dicha suma las
remuneraciones que hubiera podido percibir hasta el término de aquélla. Así, realizando una
estimación de lo que dichas remuneraciones corresponden al día de hoy, dos ingresos
mínimos mensuales, y considerando que dejó de trabajar durante la convivencia matrimonial
por dedicarse al cuidado de los hijos durante 16 meses, se regulará el menoscabo
económico sufrido por la actora, a consecuencia del matrimonio, en la suma única y total de
$5.280.000. DÉCIMO TERCERO: Que en lo que a los alimentos se refiere, cabe consignar
los Josefina Ester, de 10 años de edad, estudia 5° básico en el Colegio Piaget de San Javier,
particular subvencionado, requiriendo transporte escolar, en atención a que habita con su
madre y hermana en Villa Alegre en la casa de sus padres; Florencia Paz de 8 años, cursa 3°
básico en el Colegio Baltazar de Talca, también particular subvencionado, pero se encuentra
becada, según lo manifestado en forma conteste por los testigos. Ambas presentan
tratamientos odontológicos pendientes y de alto costo, que solo pueden verificarse por el
sistema privado de salud. Ambas requieren ayuda psicológica para enfrentar el tema de la
separación de sus padres. Todo lo anterior sin contar con las necesidades de vivienda,
alimentación, vestuario, educación, locomoción, recreación, salud, etc., que se presumen.
DÉCIMO CUARTO: Que cuando se solicitan alimentos a un padre, se presume que éste
tiene los medios necesarios para otorgarlos, además, estos deben ser acordes con las
necesidades de las alimentarias y con su posición social. Ya ha quedado establecida la
capacidad económica del demandado; por su parte, cabe tener presente que ambos padres
tiene la obligación de contribuir a los gastos de crianza, educación y establecimiento de sus
hijos, en proporción a sus respectivas facultades económicas. A ello hay que agregar que el
demandado tiene un hijo de filiación extramatrimonial que también debe mantener. Por todo
lo anterior y considerando las reglas de la lógica y las máximas de la experiencia, se regulará
la pensión de alimentos que deberá pagar mensualmente el demandado a sus hijas en la
suma equivalente a tres coma cero cinco (3,05) ingresos mínimos mensuales. DÉCIMO
QUINTO: Que en cuanto a la petición de expensas para la litis, cabe tener presente que si
bien el artículo 136 del Código Civil señala que el marido debe proveer a su cónyuge de las
expensas para la litis que ésta siga en su contra, debe también tenerse en consideración que
en los juicios de familia (en la fecha en que la demanda fue presentada y se trabó la relación
11
jurídico procesal), las partes podían actuar y comparecer personalmente, sin necesidad de
mandatario judicial y de abogado patrocinante, y, en el caso de que la parte contraria cuente
con asesoría de letrado, el juez puede designar un abogado a quien carece de representante
en el juicio, como también existe la posibilidad de ser representado por la Corporación de
Asistencia Judicial o por las Universidades que imparten la carrera de Derecho, sin perjuicio
de dejar establecido que la actora fue representada en el presente juicio por su pareja, el
abogado Raúl Ignacio Leiva Lobos, a quien le otorgó un mandato judicial amplio, con quien,
la actora tiene descendencia, todo ello según lo relatado por los testigos que depusieron en
el presente juicio. Por las razones antedichas, no se hará lugar a la petición de expensas
para la litis. Por las consideraciones anteriores, y visto, además, lo dispuesto en los artículos
42, 53, 55, 61, 67, 68, 92 y 2° transitorio de la ley N°19.947; 1, 8 N°4 y 15, 9 y siguientes, 28,
32 y 55 y siguientes de la ley N° 19.968 y 321 y siguientes del Código Civil, SE DECLARA:
1° Que SE ACOGE la demanda de divorcio interpuesta por doña PAMELA ANDREA YAÑEZ
CONTRERAS, cédula de identidad N° 14.602.551 K, en contra de HORACIO ALBERTO
MESA ALBORNOZ, Cédula de identidad N° 13.722.481 K individualizados, y en
consecuencia se declara el divorcio del matrimonio que contrajeron las partes el 11 de
febrero de 1998, inscrito bajo el número 10 del Registro de Matrimonios del mismo año, de la
circunscripción de Villa Alegre del Servicio de Registro Civil e Identificación.
2° Que SE ACOGE parcialmente la demanda de compensación económica deducida por
doña PAMELA ANDREA YAÑEZ CONTRERAS en contra de HORACIO ALBERTO MESA
ALBORNOZ, ya individualizados y, en consecuencia, se condena a este último a pagar a la
primera por tal concepto la suma única y total de $5.280.000. , suma que deberá pagarse en
26 cuotas iguales y sucesivas de $200.000. cada una y una última cuota de $80.000. , hasta
hacer completo pago de la suma total señalada. El pago se hará conjuntamente con la
pensión de alimentos fijada para las alimentarias de autos, en la libreta de ahorro a la vista
que para tal efecto tiene abierta la actora en el BancoEstado. Esta obligación se hará exigible
al mes siguiente a aquél en que la sentencia quede ejecutoriada. 3° Que SE ACOGE la
demanda de alimentos deducida por doña PAMELA ANDREA YAÑEZ CONTRERAS en
contra de HORACIO ALBERTO MESA ALBORNOZ, ya individualizados, solo en cuanto se
condena a este último a pagar a favor de sus hijas Josefina Ester y Florencia Paz Mesa
Yáñez la suma equivalente a tres coma cero cinco (3,05) ingresos mínimos mensuales, que
al día de hoy equivalen a $503.250. , sin perjuicio de la asignación familiar que la ley
conceda a favor de los hijos menores, si la percibiere. La pensión alimenticia se pagará a
contar de la notificación de la demanda, por mensualidades anticipadas, dentro de los diez
primeros días de cada mes, mediante depósito en la cuenta de ahorro a la vista del Banco
Estado
que
tiene
abierta
la
actora
para
estos
efectos.
4° Que SE RECHAZA la petición de expensas para la litis efectuada por doña PAMELA
ANDREA YAÑEZ CONTRERAS en contra de HORACIO ALBERTO MESA ALBORNOZ. 5°
Que no se condena a la parte vencida al pago de las costas por estimarse que tuvo motivo
plausibles
para
litigar.
Regístrese, notifíquese y archívese, en su oportunidad. RIT C 1791 2007. DICTADA POR
12
DOÑA ALEJANDRA LORENA SANTIBAÑEZ DIAZ, JUEZ DEL JUZGADO DE FAMILIA DE
TALCA.
Talca,
Se
veinte
reproduce
de
el
noviembre
fallo
en
de
alzada,
dos
con
mil
la
nueve.
siguiente
VISTO:
modificación:
En el raciocinio decimocuarto se reemplaza la expresión "la suma equivalente a tres coma
cero cinco (3,05) ingresos mínimos mensuales" por "la suma de $ 600.000. (seiscientos mil
pesos)".
Atendido el mérito de los antecedentes y de conformidad a lo dispuesto en el artículo 67 de la
Ley N° 19.968, SE CONFIRMA la sentencia definitiva apelada de treinta de septiembre de
dos mil nueve dictada por el Juzgado de Familia de Talca, con declaración de que se eleva a
$ 600.000. (seiscientos mil pesos) los alimentos que deberá pagar el demandado Horacio
Alberto Mesa Albornoz a favor de sus hijas Josefina Ester Mesa Yáñez y Florencia Paz Mesa
Yáñez y, que la cantidad de $ 5.280.000. fijada como compensación económica, deberá ser
pagada en una sola cuota y no en 26 como se señala en el fallo recurrido.
Regístrese, insértese y devuélvase. Rol N° 196 2009. Redacción del Fiscal Judicial don
Moisés Muñoz Concha. PRONUNCIADA POR EL PRESIDENTE DE LA SEGUNDA SALA,
MINISTRO DON RODRIGO BIEL MELGAREJO, FISCAL JUDICIAL DON MOISÉS MUÑOZ
CONCHA Y ABOGADO INTEGRANTE DON ROBERTO SALAZAR MUÑOZ. Se deja
constancia que el Ministro señor Biel, pese haber concurrido a la vista y acuerdo en esta
causa, no firma por estar en curso en la Academia Judicial. Talca, veinte de noviembre de
dos
mil
nueve.
En Talca, a veinte de noviembre de dos mil nueve, notifiqué por el estado del día de hoy la
resolución
precedente.
Santiago,
veintiuno
de
junio
de
dos
mil
diez.
Vistos:
En estos autos, Rit C 1791 2007, Ruc 072032166. 3, caratulados "Pamela Andrea Yañez
Contreras con Horacio Alberto Mesa Albornoz", del Juzgado de Familia de Talca, por
sentencia de primer grado de treinta de septiembre de dos mil nueve, de estos antecedentes,
se acogió la demanda principal de divorcio, declarándose, en consecuencia, terminado el
matrimonio civil celebrado entre las partes el 11 de febrero de 1998, al haberse verificado la
causal de cese efectivo de la convivencia conyugal por más de tres años. Asimismo, se
acogió la demanda por compensación económica interpuesta por la actora, debiendo el
señor Mesa Albornoz pagar a la demandante la suma de $5.280.000 por este rubro, en 26
cuotas iguales y sucesivas de $200.000 cada una y una última de $80.000. Se hace lugar
también a la demanda de alimentos, sólo en cuanto se condena al demandado a pagar a
favor de las alimentarias de autos, la suma equivalente a 3,05 ingresos mínimos mensuales,
13
a
partir
de
la
notificación
de
la
demanda.
Se alzó la demandante y se adhirió a dicho recurso la demandada y la Corte de Apelaciones
de esa ciudad, mediante fallo de veinte de noviembre de dos mil nueve, que se lee a fojas
18, confirmó la sentencia apelada, con declaración que eleva a $600.000 los alimentos que el
demandado deberá pagar a favor de sus hijas Josefina Ester y Florencia Paz, ambas de
apellidos Mesa Yañez y que la cantidad de $5.280.000, fijada como compensación
económica,
deberá
ser
pagada
en
una
sola
cuota.
En contra de esta última decisión las partes dedujeron recurso de casación en el fondo, los
que
pasan
a
analizarse.
Se
trajeron
los
autos
en
relación.
Considerando:
I. En cuanto al recurso de casación en del fondo deducido por el demandado, en lo principal
de
fojas
19:
Primero: Que por el presente recurso se denuncia en un primer capítulo la infracción de los
artículos 60 y 62 de la ley 19.947, argumentando, el recurrente que los sentenciadores
arribaron erradamente a la decisión de acoger la demanda por compensación económica, en
circunstancias que de las pruebas aportadas al juicio se establece que no se cumplen con los
requisitos legales para la procedencia del pago de una reparación de esta naturaleza, desde
que la acora no ha sufrido menoscabo alguno, como consecuencia de la dedicación de la
cónyuge
al
cuidado
de
los
hijos
y
labores
propias
del
hogar.
Alega que el fallo atacado no considera la conducta de la actora, al haber incurrido en una
falta a los deberes y obligaciones que impone el matrimonio, que hace intolerable la vida en
común, como es el hecho de haber incurrido en actos de infidelidad situación que justificaba
la limitación o negación de la posibilidad de recibir compensación económica por la actora.
En un segundo acápite de la nulidad, se denuncia la vulneración de los artículos 7° de la ley
14.908 y 329 del Código Civil, al haberse fijado, en definitiva, como pensión alimenticia una
suma que excede casi tres veces sus ingresos, no habiendo tenido en consideración al
regularla
los
sentenciadores,
sus
facultades
y
circunstancias
domésticas.
Finaliza describiendo la influencia que los yerros antes anotados habrían tenido en lo
dispositivo del fallo impugnado, solicitando que el recurso interpuesto sea acogido y, en
definitiva se desestime la compensación económica reclamada y en subsidio, se rebaje el
monto de ésta. En cuanto a los alimentos pide que la pensión establecida sea rebajada a una
suma no superior a un ingreso mínimo mensual remuneracional y que su pago rija desde la
notificación
de
la
demanda.
Segundo: Que se han establecido como hechos en la sentencia recurrida, en lo pertinente,
14
los
siguientes:
a) las partes contrajeron matrimonio el 11 de febrero de 1998 en la Circunscripción del
Registro Civil e Identificación de Villa Alegre, bajo el régimen de separación de bienes; b) la
convivencia conyugal cesó en marzo de 2001, sin reanudación de la misma; c) la actora
desempeñó una actividad remunerada entre febrero de 1998 a noviembre de 1999 y desde
abril y diciembre de 2007, como ejecutiva de ventas en una empresa de telefonía móvil y en
una compañía de seguros; d) la demandante se desempeñó remuneradamente hasta que su
hija mayor tenía un año de edad y luego reinició labores en abril de 2007, concluyéndolas en
diciembre del mismo año; e) la vida en común de las partes se prolongó por cuatro años y de
ellos la actora desarrolló actividad remunerada durante 21 meses, dejando su trabajo para
dedicarse al cuidado de su primera hija y luego de ambas por el lapso de 16 meses; f) la
actora no tiene ninguna calificación profesional, tiene 33 años, no presenta problemas de
salud, contando con posibilidades de realizar una actividad remunerada, acorde con la que
realizaba antes de contraer matrimonio y durante él; g) el demandado tiene recursos
económicos e ingresos superiores a los que ha declarado en el juicio; h) las alimentarias
tienen 10 y 8 años respectivamente, viven con su madre, en la casa de sus padres, en Villa
Alegre, asisten a establecimiento educacional particular subvencionado, presentan
tratamientos odontológicos pendientes de alto costo y requieren ambas, tratamiento
psicológico, además, de las necesidades de vivienda, alimentación, vestuario, educación,
locomoción, recreación y salud, entre otras; i) el demandado tiene un hijo de filiación
extramatrimonial, al que también mantener; j) la demandante reconvencional cumple las dos
exigencias previstas en el artículo 61 de la Ley de Matrimonio Civil; Tercero: Que sobre la
base de los hechos reseñados en el motivo anterior, los sentenciadores recurridos
concluyeron que cumpliéndose los requisitos establecidos en el artículo 55 inciso tercero de
la ley 19.947, correspondía acoger la acción impetrada dando lugar al divorcio unilateral por
cese de la convivencia. Asimismo, estiman se cumplen en el caso sub lite los presupuestos
legales para la procedencia de la compensación económica reclamada, al no haber
desempeñado la cónyuge una actividad remunerada durante el período que se señala, para
dedicarse al cuidado de las hijas comunes, situación que significó para la misma un
menoscabo económico que debe ser resarcido, regulándose su cuantía en la suma de
$5.280.000, cantidad en la que concluyen los jueces del grado, después de calcular lo que
dejó de percibir la actora en el tiempo que no trabajó, esto es, dieciséis meses, en razón de
una
remuneración
de
dos
ingresos
mínimos
mensuales.
En cuanto a los alimentos se acogió la acción impetrada, teniendo en consideración los
sentenciadores que ambos padres deben contribuir a los gastos de crianza, educación y
establecimiento de sus hijos, en proporción a sus facultades, presumiéndose que el
demandado tiene los medios necesarios para otorgarlos, acorde con las necesidades de las
alimentarias y su posición social y que él mismo cuenta con recursos económicos e ingresos
muy
superiores
a
los
que
ha
declarado.
Cuarto: Que como cuestión previa, cabe consignar que en el primer capítulo de la nulidad
entablada, se contienen planteamientos o argumentaciones alternativas. En efecto, el
recurrente reprocha, por un lado, la procedencia del derecho de la actora a recibir
15
compensación económica, al estimar que no se reúnen los presupuestos para tales efectos y
por otro lado, cuestiona la cuantía de la misma, instando por su regulación en una suma
inferior, lo que presupone la aceptación de la procedencia de la institución en estudio, en el
caso de que se trata. Tal falta de claridad en los fundamentos atenta contra la naturaleza del
recurso intentado, puesto que, siendo su finalidad última la de fijar el recto alcance, sentido y
aplicación de la ley, no puede admitirse que se viertan en él reflexiones eventuales o para el
supuesto de no prosperar determinado capítulo de impugnación ni menos puede aceptarse
que se hagan peticiones opcionales que lo dejen, así, desprovisto de la certeza y asertividad
necesarias.
Quinto: Que, sin perjuicio, de lo anterior, se advierte también del recurso que éste se
desarrolla a partir de hechos distintos a los establecidos en la sentencia que se revisa, lo
que, del mismo modo impedirá que sea acogido. En efecto, el recurrente sostiene que los
presupuestos exigidos por la ley para la procedencia de la compensación económica no se
configuran por no existir menoscabo para la demandante que justifique su pretensión. Sobre
el particular, se hace necesario consignar que los sentenciadores establecieron como hecho
la dedicación exclusiva de la actora al cuidado de las hijas del matrimonio, por el período
antes consignado así como menoscabo económico que esa situación le reportó.
Sexto: Que al respecto cabe considerar que los hechos de la causa son sólo aquellos
establecidos por los jueces del fondo en la correspondiente sentencia y éstos pueden ser
modificados sólo si se constata infracción de las normas reguladoras de la prueba, lo que no
aparece
denunciado
en
el
recurso.
Séptimo: Que las alegaciones que sustentan el segundo capítulo de nulidad esgrimido en
relación a la decisión sobre pensión alimenticia también contrarían los presupuestos fácticos
establecidos en el fallo impugnado y desconocen la verdadera premisa bajo la cual se
sustenta tal resolución, esto es, la presunción que el alimentante cuenta con medios para
otorgarlos y que sus ingresos y recursos económicos son muy superiores a los que ha
declarado en el juicio. Lo anterior, desvirtúa la aseveración de haberse vulnerado el artículo
7° de la ley 14.908, puesto que la pensión fijada, atendida su cuantía, no aparece que
exceda del porcentaje máximo que establece la ley en relación a los ingresos que se han
atribuido
al
alimentante.
Octavo: que conforme a lo razonado, el recurso en estudio será desestimado.
II. En cuanto al recurso de casación en el fondo deducido por la demandante a fojas 36:
Noveno: Que el recurso de nulidad interpuesto por la demandante, denuncia como primer
error de derecho, la infracción del artículo 32 de la Ley 19.968, sobre valoración de la prueba,
al haber desestimado y restado todo mérito a un medio probatorio determinante en sus
conclusiones para la correcta resolución de la litis, como es la pericia contable rendida en
autos, lo que constituye un atropello a las máximas de la experiencia y a los principios de la
lógica, lo que determinó que erróneamente se fijara una compensación económica escasa y
que la cuantía de la obligación alimenticia sea mínima, atendida la real situación de
16
capacidad
económica
del
alimentante.
En segundo término se invoca la vulneración de los artículos 61 y 62 de la ley 19.947, norma
la primera que consagra los presupuestos que determinan la procedencia de la
compensación económica, en tanto la segunda se refiere a los elementos a considerar para
los efectos de establecer su cuantía o monto, tales como, la situación patrimonial de las
partes, la buena o mala fe, las posibilidades de acceso al mercado de la actora y otros que
junto con los resultados que arroja a este respecto el informe pericial contable practicado al
demandado, demuestran lo irrisorio de la suma fijada por este concepto por el fallo
impugnado.
En tercer lugar, se denuncia la infracción de los artículos 323, 329 y 330 del Código Civil, al
regularse, en definitiva, la cuantía de los alimentos que el demandado, padre de las
alimentarias debe pagar en su favor, en una suma insuficiente, atendidas las necesidades de
éstas así como la capacidad económica y situación patrimonial del mismo.
Décimo: Que respecto del primer acápite del recurso de nulidad en estudio, es necesario
señalar que las alegaciones que allí se formulan dicen relación con el valor probatorio que los
jueces del fondo han atribuido a una de las probanzas allegadas al juicio en este caso una
pericia contable, en el marco del proceso de apreciación que la ley les reconoce como
facultad privativa, no constituyendo las mismas atentados contra los principios y máximas de
la sana crítica que autoricen la revisión de tal actividad por parte de este tribunal.
Undécimo: Que de otro lado y en relación a las alegaciones formuladas en el acápite
segundo del recurso cabe tener presente lo dispuesto por el artículo 61 de la Ley 19.947 que
establece: "Si, como consecuencia de haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las
labores propias del hogar común, uno de los cónyuges no pudo desarrollar una actividad
remunerada o lucrativa durante el matrimonio, o lo hizo en menor medida de lo que podía y
quería, tendrá derecho a que, cuando se produzca el divorcio o se declare la nulidad del
matrimonio, se le compense el menoscabo económico sufrido por esta causa".
Duodécimo: Que si bien la Ley de Matrimonio Civil, no define ni determina la naturaleza
jurídica de la compensación económica, en su Capítulo VII, párrafo 1°, artículos 61 a 66,
regula el régimen legal aplicable, señalando los presupuestos que la hacen procedente, los
factores a tener en cuenta para su avaluación y la forma como debe fijarse. De las
disposiciones citadas, puede concluirse que la institución en estudio consiste en el derecho
que asiste a uno de los cónyuges cuando por haberse dedicado al cuidado de los hijos o a
las labores propias del hogar no pudo durante el matrimonio desarrollar una actividad
lucrativa, o lo hizo en menor medida de lo que podía y quería, para que se le compense el
menoscabo económico que, producido el divorcio o la nulidad, sufrirá por ésta causa. Este
instituto representa la concreción del principio de protección del cónyuge más débil,
consagrado en el artículo 3° de la Ley N°19.947, desde que el mismo pretende evitar o paliar
los efectos derivados de la falta de equivalencia patrimonial y de perspectivas económicas
futuras producidas entre los cónyuges como consecuencia de haberse originado las
situaciones
descritas.
17
Décimo tercero: Que de lo anterior, fluye como requisito esencial para la procedencia de la
compensación económica la existencia de menoscabo en el cónyuge que la solicita,
entendido éste como el efecto patrimonial que se produce en aquella de las partes que no
pudo trabajar o lo hizo en menor medida de lo que podía y quería, por dedicarse a la familia.
Así este presupuesto aparece ligado al empobrecimiento de uno de los cónyuges producto
de las circunstancias antes descritas y que se manifiesta al concluir el vínculo matrimonial y
se traduce en la disparidad económica de éstos y en la carencia de medios del cónyuge
beneficiario para enfrentar su vida separada. De allí entonces que la reparación que se
impone por la ley busca corregir este desequilibrio entre las partes, a fin de que las mismas
puedan enfrentar individualmente el futuro, protegiéndose de esta manera a la que ha tenido
la
condición
de
más
débil.
Esto encuentra justificación en que precisamente al producirse el término del vínculo
matrimonial que unía a las partes, deja de tener causa tal detrimento, el que durante la
vigencia del mismo se veía compensado con las obligaciones y deberes que la ley establece
para la institución del matrimonio, como el deber de asistencia y socorro que existe entre los
cónyuges del que derivan entre otras, la obligación de proporcionar alimentos.
Décimo cuarto: Que en el caso sub lite, la calidad de cónyuge más débil y la existencia del
menoscabo por la dedicación al cuidado de los hijos y del hogar de la actora y la
consiguiente ausencia o disminución de actividad lucrativa, son presupuestos que resultaron
establecidos en la sentencia impugnada y así fue consignado para los efectos de estimar
procedente el otorgamiento de compensación económica, no evidenciándose por ende
vulneración del artículo 61 de la Ley de Matrimonio Civil como ha sido denunciado.
Décimo quinto: Que no obstante lo anterior y a pesar, además, que en los motivos octavo a
undécimo del fallo de primera instancia, reproducidos por el de segunda, los jueces del
fondo, enunciaron los factores que la ley ha previsto para la determinación de la cuantía de la
compensación económica y en el fundamento duodécimo de la misma sentencia
establecieron, sin embargo, el monto de esta prestación exclusivamente sobre la base del
cálculo aritmético de lo que la cónyuge dejó de percibir en los períodos de la convivencia en
que no trabajó, sin atender a otros parámetros de suyo relevantes, como la situación
patrimonial de los cónyuges prevista expresamente en el artículo 62 de la Ley de Matrimonio
Civil. En la especie resultaba crucial para tales efectos el examen de la situación patrimonial
del cónyuge demandado ampliamente reseñada en el considerando undécimo del fallo en
estudio, apuntándose esas conclusiones como hechos de la causa y en particular, el que
"sus
ingresos
son
muy
superiores
a
los
que
ha
declarado".
Décimo sexto: Que la omisión antes anotada constituye una abierta vulneración de lo
previsto por el artículo 62 de la Ley de Matrimonio Civil, lo que ha tenido influencia sustancial
en lo dispositivo del fallo toda vez que de haberse considerado la situación patrimonial de los
cónyuges y, en especial la del cónyuge demandado, se hubiera regulado el monto de la
compensación económica en una suma que compensara eficazmente los efectos del
menoscabo económico que el término del matrimonio ocasionará para la parte más débil. Por
18
lo anterior, el recurso en análisis, será acogido, en lo que dice relación con los yerros
denunciados
en
el
segundo
capítulo
de
la
nulidad.
Décimo séptimo: Que de otro lado, la decisión de los sentenciadores en lo relativo a la
regulación de la cuantía de la pensión alimenticia, constituye una cuestión propia del ámbito
prudencial de los jueces del fondo, no constatándose vulneración a la normativa sustantiva
que permita revisar lo que viene resuelto, circunstancias que conducirán también al rechazo
del
recurso
por
este
capítulo.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764, 765, 767 y 783
del
Código
de
Procedimiento
Civil:
1) se rechaza, sin costas, el recurso de casación en el fondo deducido por el demandado a
fojas 19, contra la sentencia de veinte de noviembre de dos mil nueve, que se lee a fojas 18.
2) se acoge, sin costas, el recurso de casación en el fondo deducido por la demandante a
fojas 36, contra la sentencia de veinte de noviembre de dos mil nueve, que se lee a fojas 18
la que, en consecuencia, se invalida, reemplazándosela por la que se dicta a continuación,
sin
nueva
vista
y
en
forma
separada.
Acordada en cuanto se acoge el recurso de casación en el fondo interpuesto por la
demandante, contra el voto de los Ministros señor Valdés y señora Egnem quienes
estuvieron por desestimar en todos sus capítulos dicha nulidad, por considerar que la
regulación de la cuantía de la compensación económica es una cuestión prudencial que por
regla general, no puede ser revisada por el tribunal de casación, salvo si ha mediado
infracción de normas sustantivas, lo que en la especie no ha acontecido.
Redacción
a
cargo
de
la
Ministra
señora
Rosa
Egnem
Saldías.
Regístrese.
N°578
10.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señores
Urbano Marín V., Patricio Valdés A, s oras Gabriela Pérez P., Rosa María Maggi D., y Rosa
Egnem
S.
Santiago,
21
e
junio
de
2010.
Autoriza la Secretaria de la Corte Suprema, señora Rosa María Pinto Egusquiza.
En Santiago, a veintiuno de junio de dos mil diez, notifiqué en Secretaria por el Estado Diario
la
resolución
precedente.
Santiago,
veintiuno
de
junio
de
dos
mil
diez.
En cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 785 del Código de Procedimiento Civil, se dicta
19
la
sentencia
de
reemplazo
que
sigue.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, pero en el fundamento décimo se elimina la frase "que
es lo que corresponde que sea compensado" y el signo ortográfico coma (,) y el motivo
duodécimo.
Y
se
tiene
en
su
lugar
y
además,
presente:
Primero: Los motivos undécimo a décimo quinto del fallo de invalidación que precede, los
que
para
estos
efectos
se
tienen
por
expresamente
reproducidos.
Segundo: Que con arreglo a lo que se dejó establecido en los motivos décimo quinto y
décimo sexto del fallo de casación que antecede, procede elevar el monto de la
compensación
económica
a
la
suma
que
se
dirá
en
lo
resolutivo.
Y de conformidad a lo previsto en el artículo 67 de la Ley 19.968, se confirma la sentencia de
treinta de septiembre de dos mil nueve, con declaración que el demandado deberá pagar a la
actora, por concepto de compensación económica, la suma de $10.000.000, (diez millones
de pesos), cantidad que deberá convertirse a Unidades de Fomento para efectos de su
reajustabilidad Se previene que los Ministros señor Valdés y señora Egnem, estuvieron por
confirmar la sentencia en alzada, sin modificación alguna por estimar que la decisión
respecto del monto de la compensación económica resultada ajustada y acorde con el
menoscabo
sufrido
por
la
cónyuge
demandante.
Redacción
a
Regístrese
cargo
y
de
la
Ministra
devuélvase,
señora
con
N°578
Rosa
sus
Egnem
Saldías.
agregados.
10.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señores
Urbano Marín V., Patricio Valdés A., señoras Gabriela Pérez P., Rosa María Maggi D., y
Rosa
Egnem
S.
Santiago,
21
de
junio
de
2010.
Autoriza la Secretaria de la Corte Suprema, señora Rosa María Pinto Egusquiza.
En Santiago, a veintiuno de junio de dos mil diez, notifiqué en Secretaria por el Estado Diario
la
resolución
precedente.
Rol N° 578 2010
20
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