SUMARIO El médico de familia ante las cefaleas Emilio Ildefonso García Criado Médico de Familia. Centro de Salud del Carpio. ZBS Bujalance (Córdoba). Grupo de trabajo de Urgencias de SEMERGEN L a importancia de la cefalea en el ámbito de la Salud Pública radica en su alta prevalencia, en la afectación de la calidad de vida y en su repercusión socioeconómica a cefalea es uno de los motivos de consulta más frecuente en Atención Primaria, no sólo como consulta a demanda, sino también en el área de urgencias, siendo por ello los médicos de familia los encargados de valorar, etiquetar y dar solución al problema que el paciente nos plantea. Su importancia en el ámbito de la salud pública radica en su alta prevalencia (tres millones de migrañosos), en la afectación de la calidad de vida y en la repercusión socioeconómica que representa (coste económico de 162.641 millones de pesetas/año, en productividad). Respecto a la cefalea son varios los tópicos con los que nos encontramos dentro de la práctica diaria, que si no los desterramos de nuestro pensamiento nos condicionarán a realizar una mala praxis médica. Actitudes como el médico dispone de poco tiempo por enfermo para diagnosticar una cefalea en una consulta a demanda, los pacientes con cefalea son difíciles de diagnosticar, el tratamiento para la cefaleas es poco efectivo, el error en el diagnóstico y etiquetado de las cefaleas es muy frecuente, etc., nos llevan a abordar con una predisposición negativa a esos pacientes. Todos y cada uno de estos dilemas expuestos con anterioridad tienen su respuesta si los médicos de familia centramos nuestro primer contacto ante el paciente con cefalea en realizar una historia clínica exhaustiva, bien dirigida y una exploración física, dentro de nuestras posibilidades, enfocada a los aspectos neurológicos básicos. En el campo de las urgencias, tan unida a la práctica clínica diaria y más a la demanda por este tipo de patología, las cefaleas son provocadoras de gran tensión en el paciente y en su entorno familiar por lo que, lejos de querer L E L M EDICO 70 confirmar ante qué tipo de cefalea nos encontramos, debemos primar el descartar que la patología provocadora de la situación de urgencia carece de organicidad, apoyándonos para ello en un diagnóstico de exclusión de procesos. Completaremos nuestra actuación con un tratamiento que alivie rápidamente la sintomatología motivo de consulta. Con posterioridad podremos realizar un diagnóstico de confirmación y un tratamiento definitivo, en consulta programada o bien derivando al neurólogo u hospital en caso de necesidad. Concepto Podemos definir las cefaleas primarias como un conjunto de síndromes caracterizados esencialmente por algias recurrentes localizadas en la extremidad craneal, bajo las que no subyace ninguna causa estructural reconocible. La podemos agrupar en cuatro categorías: • Migrañas. • Cefaleas a tensión • Algias vasculares de la cara y hemicráneas paroxísticas. • Cefaleas diversas sin causa estructural, ligadas o no a factores desencadenantes específicos. Clasificación Para clasificar las cefaleas se utilizan las directrices establecidas en 1988 por el Comité de la "Internacional Headache Society" (IHS) que las subdivide en múltiples subtipos en función del cuadro clínico y de acuerdo con los conceptos fisiopatológicos actuales. Entre estos subtipos podemos citar algunos como la migraña sin aura, con aura, con aura típica basilar, estado migrañoso, etc. Los criterios de la IHS se apoyan fundamentalmente en la historia de la cefalea y en A NUARIO 2001 la exclusión de organicidad general y neurológica. Para superar las dificultades de índole práctica, la IHS elaboró una serie de criterios para el diagnóstico operativo de los distintos subtipos de migraña que podemos encontrar en muchos textos específicos sobre el tema y que por ello, no entraremos a puntualizar. Diagnóstico E s primordial valorar si se trata de una cefalea primaria o secundaria, ya que de ello dependerá la actitud terapéutica que se adopte Ante un paciente que acude a nuestro centro por una cefalea, es primordial valorar si se trata de una cefalea primaria o secundaria ya que de ello dependerá la actitud terapéutica que adoptemos. El diagnóstico lo deberemos basar en una historia clínica exhaustiva y en una exploración física y neurológica bien dirigida y orientada a la detección de posibles signos de alarma. Anamnesis Es el primer y más importante paso para evaluar en una cefalea. Es importante realizar una escucha del paciente sin muchas interrupciones, realizando preguntas abiertas. Haremos especial énfasis en los puntos que muestra la Tabla 1. Al finalizar la anamnesis debemos tener muy orientado el diagnóstico de la dolencia Exploración Física La presencia de fiebre o cifras elevadas de presión arterial no harán descartar patología secundaria, si bien hay cuadros de cefalea que debutan en el seno de una faringoamigdalitis aguda o de una gripe. Debemos realizar una inspección de piel y mucosas en busca de lesiones dérmicas (manchas de color café con leche, petequias, etc.), así como una exploración cardiorrespiratoria y abdominal básica. Es importante explorar el macizo craneofacial en busca de sinusitis, arteritis de la temporal, etc., valorando la articulación temporomandibular, percusión de senos paranasales y palpación de pulsos temporales en pacientes mayores de 60 años. Por último, la exploración de la columna cervical descartará contracturas musculares (presente en cefaleas tensionales), u objetivará anomalías como implantación capilar E L M EDICO 72 Tabla 1. Anamnesis a realizar por el médico de familia ante una cefalea a) Antecedentes familiares: padecimiento de cefaleas en madre, padre, hermanos, etc. b) Edad de comienzo y tiempo de evolución: infancia, adolescencia, adulto, etc. c) Instauración: súbita, gradual, tiempo hasta el acmé. d) Localización: focal, frontal, hemi u holocraneal, en banda, etc. e) Frecuencia: diaria, semanal, mensual, a brotes, etc. f ) Horario: matutina, vespertina, nocturna, etc. g) Intensidad: se puede utilizar la escala analógica visual y valorarla en leve, moderada, grave, incompatible o no con la actividad cotidiana, etc. h) Duración: de minutos a horas, semanas, etc. i) Cualidad: urente, lacinante, sorda, sensación de peso, etc. j) Factores que la agravan o precipitan: ejercicio físico, estrés posiciones de la cabeza alcohol, menstruación, tacto sobre "zonas gatillo", etc. k) Síntomas asociados: náuseas, vómitos, fotofobia, sonofobia, diplopía, hemiparesia, afasias, etc. l) Remisión: de modo brusco o paulatino, actuaciones que alivian el dolor, medicación, descanso, decúbito, etc. m) Manifestaciones asociadas: trastornos de conducta, TCE, HTA, neoplasias, etc. baja (típica del síndrome de Arnold-Chiari). Exploración Neurológica La mínima exploración neurológica que se debe realizar en un cefalea y que está al alcance de todo médico de familia es según Prat J. et al. 1999: 1. Examen de fondo de ojo. Es una exploración obligada en todo paciente con cefalea, ya que su normalidad descartaría la existencia de un proceso intracraneal y su anomalía (edema, papilitis, etc.), obligaría al estudio neurológico inmediato. Si bien somos conscientes de que esta exploración no siempre se puede realizar con las debidas garantías en Atención Primaria, bien por falta de práctica del médico o bien por falta de dilatación y/o mal estado general del paciente. No obstante debe de tener una inquietud constante por actualizar los conocimientos en este campo ya que los beneficios diagnósticos así lo aconsejan. 2. Signos meníngeos Son de importancia en toda cefalea de inicio súbito y agudo, aparición reciente o que se acompañe de fiebre y/o alteración del estado mental. Valoraremos signos neurológicos clásicos A NUARIO 2001 COLABORACIONES como rigidez de nuca (sin confundirla con la limitación de la movilidad cervical en pacientes de edad avanzada), Kërnig, Brudzinski, etc. 3. Campimetría por confrontación Valoraremos los pares craneales relacionados con la visión, con exploración de los nervios motores oculares (interno y externo), conjugación de la mirada, ptosis, miosis, etc., Rinner y Weber y en general, la indemnidad de los pares craneales IX, X y XII. 4. Búsqueda de asimetrías entre dos hemicuerpos (facies y ROT). Realizaremos una exploración de cerebelo mediante la prueba dedo-nariz, maniobra de Romberg, exploración de la marcha, tomo muscular, fuerza, reflejos osteotendinosos, etc. 5. Palpación de temporales en paciente mayores de 60 años. Nos orientará sobre una arteritis de la temporal. Tabla 2. Manifestaciones de alerta en una cefalea La presencia de hallazgos positivos en una exploración neurológica nos orientará hacía una cefalea secundaria y nos planteará el enviarla al nivel especializado. Signos de tranquilidad: • Cefaleas previas similares. • Paciente alerta y colaborador. • Ausencia de signos meníngeos • Examen físico normal. Exploraciones Complementarias Aunque la mejor prueba complementaria es realizar una segunda anamnesis podemos solicitar, caso de necesidad, algunas de las siguientes pruebas, si disponemos de ellas con rápido acceso (en caso de urgencias), o bien para un estudio posterior en la consulta de Atención Primaria: 1.-Laboratorio: • Bioquímica, hemograma y VSG (si sospechamos arteritis de la arteria temporal). 2.-Estudio Radiológico: • Radiología de columna cervical (la artrosis cervical no justifica detener el estudio etiológico de la cefalea), senos nasales y paranasales (proyección de Waters), simples de cráneo, etc, son de difícil justificación a menos que sospechemos una fractura por trauma previo, sinusitis, metástasis ósea, etc. La Tabla 2 muestra las manifestaciones de alerta y los signos de tranquilidad en una cefalea. Actitud terapéutica 1.-Medidas Generales Si partimos de la base que la cefalea es un • Cefalea intensa, de comienzo agudo (máxime si el paciente tiene más de 40 años). • Empeoramiento reciente de una cefalea crónica • Cefalea de frecuencia y/o intensidad creciente • Localización unilateral siempre del mismo lado (excepto cefaleas en racimos, hemicráneas paroxística crónica y variantes, neuralgia occipital, neuralgia del trigémino, hemicránea continua, etc.) • Manifestaciones acompañantes: • – Trastornos del comportamiento • – Crisis epilépticas • – Alteraciones neurológicas focales • – Papiledema. • – Fiebre. • – Náuseas y vómitos que no se explican con una enfermedad sistémica (excepto migraña). • – Signos meníngeos positivos. • Precipitada por el esfuerzo físico, tos o cambios posturales. • Cefaleas de novo en paciente mayores de 65 años. • Aura no típica Tomados del Grupo de Estudios de Cefalea 2001; Pascual J y Berciano J. 1998. síntoma cuya presencia obliga a un diagnóstico diferencial y alcanzamos este nivel de etiquetado tras le exclusión de patologías secundarias (es decir, estamos ante una verdadera cefalea primaria), no se debe iniciar una larga terapia sin un previo mayor acercamiento en el conocimiento de la situación clínica. Cuando el paciente intuya el comienzo de una crisis debemos aconsejarle que debe comer y beber, ingerir infusiones azucaradas, dormir, etc. Ante una crisis en pleno desarrollo es preferible tomar una actitud de reposo y aislamiento con el fin de evitar el movimiento excesivo de la cabeza y eludir cualquier estímulo sensorial. Podemos administrar oxigeno al 100 por ciento durante 10-15 minutos junto a dieta blanda o líquida si tolera. Podemos aplicar frío local, colocar una banda compresiva en la cabeza, mantenerla apoyada y en posición declive para facilitar la relajación muscular y el drenaje venoso, etc. Debemos intentar que el paciente comprenda que su dolor no está relacionado con ningún E L M EDICO 73 A NUARIO 2001 L a presencia de hallazgos positivos en una exploración neurológica orientará hacia una cefalea secundaria y planteará enviarla al nivel especializado proceso subyacente (por lo general, todas las cefaleas invocan en el paciente potencialmente una lesión intracraneal) y, en segundo lugar que comprenda su dolencia sin utilizar demasiados conceptos de ámbito psicológico, de la conducta o del pensamiento, por ello debemos vincular esta dolencia a disfuncionalidad del cerebro y no de la mente. A partir de esta premisa debemos explicar e implicar al paciente trasmitiendo un mensaje real sobre las posibilidades terapéuticas, para conseguir un mejor control de la situación. D ebemos intentar que el paciente comprenda su dolencia sin utilizar demasiados conceptos de ámbito psicológico 2.-Tratamiento farmacológico Expondremos brevemente los fármacos y dosis recomendadas para cada tipo de cefalea, enfocados desde el punto de vista de la Atención Primaria (en urgencias y/o en consulta a demanda), valorando el inicio de tratamiento sintomático de la crisis como la posibilidad de iniciar una posterior profilaxis. A) Crisis de migraña a) Leve-moderada: • Analgésicos vía oral – Paracetamol 1000 mg/8 h. – AAS 1000 mg/8h. – Naproxeno 500 a 1000 mg /12 h. – Acetilsalicilato de lisina 125 mg/ 8 h. – Ketorolaco trometamol 30 a 60 mg/ 8h. – Ibuprofeno 600 mg/ 8 h. – Metamizol magnésico 550 mg/6h. – Diclofenaco oral 75 mg/ 12h Los fármacos antes mencionado se pueden combinar con codeína a dosis de 10 a 30 mg/8 h. • Antieméticos – Metoclopramida 10 mg/8 h. – Domperidona 10 a 20 mg /8 h. • Ergotamina – Tartrato de ergotamina 2 mg seguidos de 1 mg/ media hora sin sobrepasar los 6 mg/ día ni 10 mg /semana • Ansiolíticos – Diazepan 5 o 10 mg/ 24 h. Si esta terapia no es eficaz podremos utilizar naratriptán a dosis de 2,5 a 5 mg pudiendo repetir hasta dos dosis en un intervalo de 4 horas y sin pasar de 5 mg en 24 horas. b) Moderada-intensa: • Antagonistas 5-HT 1B/D (Triptanes) Todos ellos han sido probados en ensayos clínicos bien diseñados frente a placebo, analE L M EDICO 74 gésicos simples y ergóticos y cada día se publican más ensayos que los comparan entre sí. Su criterio de valoración se basa en la resolución de la migraña en las 2 horas posteriores a su administración, siendo importante saber el número de recidivas a las 24 horas debido a la vida corta media del fármaco. Como ventajas presenta su alto grado de eficacia sobre el dolor y los síntomas acompañantes, el poder utilizarlos en cualquier momento de la crisis y no empeorar el aura. Como inconvenientes el precio, la vida media corta (recidivas frecuentes) y el no actuar sobre el aura. Nos podemos hacer la pregunta ¿qué triptan utilizar, a qué dosis y en qué presentación?, de los muchos que existen (Tabla 3). A la luz de los ensayos clínicos realizados hasta el momento, todos los triptanes presentan un nivel de eficacia alto y sus características fundamentales son: – Sumatriptan: Fue el primer triptan que se comercializó y por ello, el que presenta mayor experiencia de uso sirviendo como patrón de comparación para todo el grupo. En la migraña con aura, su uso debe retrasarse hasta que la cefalea aparezca, ya que como dijimos, no tiene efecto sobre el aura y si se toma durante la misma puede no tener el efecto deseado sobre el dolor. Produce alivio del dolor al cabo de las 2 horas entre el 50-65 por ciento de los pacientes, aumentando con una segunda dosis al 80 por ciento. Tiene buena tolerancia, si bien puede presentar recurrencia (30 por ciento). Se presenta • Oral: a dosis de 50-100 mg. Se puede repetir si es preciso cada 4 horas sin sobrepasar la dosis máxima diaria de 200-300 mg (4-6 comp). Caso de tener que repetir una segunda dosis en el mismo paciente, se puede aconsejar comenzar con 100 mg en una nueva crisis. Dosis únicas superiores a 100 no son más eficaces. Si el paciente tiene intolerancia oral recurrir a la vía • Nasal: a dosis de 20 mg tiene un nivel de eficacia a las 2 horas entre el 55-65 por ciento, con una rapidez de respuesta a veces entre los 15 y 30 minutos. La dosis máxima es de 40 mg/ día. • Subcutánea: ha demostrado ser el fármaco más eficaz en el tratamiento de la crisis de A NUARIO 2001 COLABORACIONES Tabla 3. Dosis y presentación de los diferentes "triptanes" Fármaco Dosis inicial Dosis máxima Sumatriptan s.c. Sumatriptan i.n. 6 mg 10-20 mg 12 mg 40 mg Sumatriptan oral 50-100 mg 200 mg Zomitriptan 2,5 – 5 mg 10 mg 6 comp 2,5 mg 6 comp 5 mg Naratriptan 2,5 mg 5 mg 6 comp 2,5 mg Rizatriptan 10 mg 20 mg 2 comp 10 mg 6 comp 10 mg 2 liotabs 10 mg 6 liotabs 10 mg Almotriptan 12,5 mg 25 mg 4 comp 12,5 mg 6 comp 12,5 mg migraña en la urgencia hospitalaria y se utiliza a dosis de 6 mg. La dosis máxima es de 12 mg /24 horas (2 jeringuillas). – Naratriptán 2,5 – 5 mg oral. Dosis máxima 5 mg/día. – Zolmitriptán 2,5 – 5 mg oral Se puede repetir a las dos horas un comprimido, sin pasar de 10 mg cada 24 horas. – Rizatriptán 5-10 mg oral. Dosis máxima 30 mg/día – Almotriptán es el primer triptan sintetizado y desarrollado por un laboratorio español. Almotriptan ha demostrado una acción muy selectiva sobre las arterias craneales siendo un fármaco muy seguro y bien tolerado. 12,5 - 25 mg oral. Dosis máxima 50 mg/día. c) Crisis intensas prolongadas o status migrañoso • Sumatriptan 6 mg SC, 20 mg nasal. (igual aplicación que en la crisis moderada-intensa). • Analgésicos vía parenteral – Aines: ketorolaco trometamol (30.-60 mg) diclofenaco (75 mg) – Opiáceos (en situaciones especiales): meperidina (100 mg). • Antieméticos parenterales: metoclopramida 10 mg IM • Reposición hidrosalina intravenosa • Sedación parenteral: Presentaciones 2 viales 6 mg 6 monodosis 5 mg 6 monodosis 20 mg 4 comp de 50 mg – Clorpromazina 12,5 –25 mg – Diazepan 10 mg (cuidado con efectos depresores de SNC, tener disponible Flumazenil para revertir el efecto benzodiacepínico). • Corticoides: Si falla todo lo anterior – Dexametasona 4-20 mg, dosis de 4 mg/ 6h. (reducir gradualmente a partir del 4º día). – Metilprednisolona, 60, 120 mg parenteral (reducir gradualmente a partir de 2-4 días). Tratamiento profiláctico de la migraña Se recomienda cuando la frecuencia de las crisis sea superior a 3 ataques al mes o bien si es menor de 3 ataques, pero el paciente presenta ataques muy intensos e incapacitantes, asociados a manifestaciones neurológicas focales o ataques de duración prolongada. Los fármacos a utilizar son: 1.- Betabloqueantes: propanolol, atenolol, metoprolol, timolol y nalodol. El más utilizado es el propanolol que se presenta en comprimidos de 10 y 40 mg. Hay una presentación retardada de 160 mg, su dosis inicial es de 20 mg/8 h y la dosis máxima es de 160-240 mg/ 24 h 2.- Valproato sódico: A dosis de 200 a 500 mg / 8 h vía oral. 3.- Antagonistas del calcio: flunarizina, nicardipinio, nimodipino, etc., se suele dar una dosis única diaria. 4.- Precursores de la serotonina: oxitriptán. E L M EDICO 75 A NUARIO 2001 A la luz de los ensayos clínicos realizados hasta el momento, todos los triptanes presentan un nivel de eficacia alto E l tratamiento profiláctico de la migraña se recomienda cuando la frecuencia de las crisis sea superior a tres ataques al mes o bien si es menor pero el paciente presenta ataques muy intensos e incapacitantes 5.- Otros.- naproxeno, clonidina, fenelcina, sales de litio, gabapentina, etc. B) Cefalea Tensonal Episódica o Crónica • Analgésicos simples ya referidos con anterioridad: (naproxeno sódico, ketorolaco, metamizol, etc.). • Antidepresivos tricíclicos: – Amitriptilina, a dosis de 25-75 mg/día preferentemente por la noche . – Imipramina, a dosis de 25-75 mg/día. – Fluoxetina, a dosis de 20 mg/día. • Ansiolíticos: – Diazepan, a dosis de 5 a 15 mg/día. • Precursores de la serotonina: – Oxitriptán, a dosis de 100 mg/8h. C) Hemicránea paroxística nocturna • El tratamiento de elección es la indometacina dosis de 25 mg /8h vía oral. D) Cefalea en acúmulos o en racimos (Cluster Headache) • Sulmatriptán 6 mg SC si no hay respuesta pasar a • Administrar oxígeno mediante Ventimask al 100 por ciento durante 15 a 20 minutos, de 6 a 7 l/m. • Si se dispone de lidocaína se pude administrar a dosis de 1 ml al 2 por ciento con el paciente en decúbito supino con la cabeza descendida unos 30° y girada hacia el lado del dolor, y depositar el fármaco por la fosa nasal afectada. • Si no hay respuesta considerar tratamiento con corticoides. lución y nuevos tratamientos si este fallara. F) Cefalea por abuso de analgésicos • Cuando hayamos llegado a este diagnóstico en el área de urgencias debemos administrar tratamiento sintomático según el tipo de cefalea y remitir al neurólogo para que realice una supresión de fármaco de modo escalonado e inicie tratamiento profiláctico. G) Arteritis de la temporal • Si disponemos de laboratorio en nuestro servicio de urgencias, solicitaremos una VSG iniciando el tratamiento con prednisona a dosis de 1 mg/kg/día manteniéndola hasta que se normalice la VSG o este por debajo de 40 mm a la 1ª hora. H) Cefalea postpunción lumbar • Administrar paracetamol o AINES y reposo en posición horizontal 24-48 horas con ingesta abundante de líquidos. I) Cefalea postraumática • Analgésicos habituales y valorar signos y síntomas de alarma para descartar lesión estructural. J) Cefalea secundaria • Ante la sospecha de secundarismo en cualquier cefalea se recomienda realizar un correcto diagnóstico y tratamiento sintomático. Si bien es importante que recordemos que un proceso estructural puede quedar simulado cuando apliquemos una analgesia convencional eficaz y etiquetemos la cefalea de primaria, errando el diagnóstico etiológico definitivo. Tratamiento profiláctico de la cefalea en acúmulos o en racimos • Se utiliza prednisona a dosis de 40-80 mg/día o verapamilo a dosis de 240-360 mg/día, si hay respuesta mantener dos semanas y reducir progresivamente. Si no hay respuesta unir ambos fármacos. No obstante siempre se aconseja que este tipo de cefaleas las valores el neurólogo con carácter preferente. E) Cefalea en el contexto de una neuralgia de trigémico/glosofaríngeo • No existe tratamiento para el ataque agudo, por lo que se recomienda tratamiento profiláctico, siendo de elección la carbamacepina a dosis de 300 mg/día con pauta ascendente hasta 600 mg/ día (dosis máxima 1200 mg/ día). Debemos remitirlo al neurólogo para valorar evo- 3.-Medidas no farmacológicas en la profilaxis de la migraña A) Educación del paciente A todo paciente migrañoso se le debe aclarar cuál es el diagnóstico de su enfermedad del modo más comprensible explicando el origen genético de la misma y los desórdenes de los neurotransmisores que conlleva. Es importante darle una lista de factores precipitantes y desencadenantes para utilizar como guía de situaciones que sería útil observar a fin de conocer sus características propias. Debemos dejar muy claro que las migrañas se controlan pero no se curan. B) Biofeedback Es un conjunto de técnicas enfocadas a aprender a controlar y modificar funciones fi- E L M EDICO 76 A NUARIO 2001 COLABORACIONES siológicas inconscientes. Requiere grandes recursos en tiempo, motivación y economía por parte del paciente. C) Relajación Se utiliza para reducir el número de crisis más que para el tratamiento del dolor. Puede tener un efecto coadyuvante de la medicación. Requiere especialista en la materia para enseñar la técnica y mucha motivación por parte del paciente. D) Terapia cognitiva y de modificación de la conducta Su base está en que el concepto de la reactividad emocional inadecuada y el estrés actúan como desencadenantes de las crisis de migraña. Se deben buscar respuestas emocionales adecuadas y aprender a manejar el estrés. Útil en paciente muy motivados y con recursos económicos. E) Acupuntura Su eficacia es irregular no siendo superior a placebo sí bien se puede utilizar para combatir la ansiedad que acompaña a la migraña con componente tensional. Criterios de derivación El médico de Atención Primaria que asista a un paciente con cefalea en consulta a demanda y/o en urgencias, tiene tres opciones: A) Diagnosticar y tratar la migraña B) Derivar al Especialista en Neurología C) Remitirlo al Servicio de Urgencias del Hospital de referencia. Se tratará una migraña en Atención Primaria cuando: • El paciente ha tenido varios episodios típicos que permitan establecer el diagnóstico con seguridad. • La evolución del dolor dure entre 4 a 72 horas y sea de intensidad moderada, no apareciendo por la noche. • El aura sea inferior de una hora, de carácter visual, no sensitiva y homolateral al dolor. • No haya datos de patología intracraneal. • No haya abuso de fármacos. • No existan enfermedades intercurrentes. • Cuando el paciente comprenda su problema y entienda que el seguimiento médico de su patología es la mejor garantía de que todo irá bien. La Tabla 4 muestra los criterios de derivación al Servicio de Urgencias del Hospital. ■ Tabla 4. Criterios de derivación al neurólogo y al Servicio de Urgencias del hospital de un paciente con cefalea A) Derivación al neurólogo 1.- Cuando el diagnóstico etiológico de la migraña no sea seguro y sea necesario diferenciarla de las cefaleas sintomáticas (cefalea que causa una malformación vascular). 2.- Cuando el diagnóstico es evidente pero existen dificultades para su manejo, porque coexisten diversas cefaleas, diversas enfermedades o hay situaciones especiales (embarazo, etc.). 3.- Cuando el dolor pueda ser la manifestación de una enfermedad grave que ponga en peligro la vida del paciente o bien que requiera actuación inmediata. Situaciones Específicas: • Auras atípicas. • Caracteres de dolor cambiantes de frecuencia, intensidad, localización, etc. • Datos objetivos en la exploración, edema de papila, ataxia, pérdida de visión en un hemicampo, etc. • Procesos que comienza después de los 40 años, etc. • En general todas y cada una de aquellas situaciones que se etiquetan como manifestaciones de alerta en un paciente con cefalea. B) Derivación al Servicio de Urgencias del hospital • Primer episodio de una migraña con un dolor que no cede a las primeras horas y se mantiene por la noche. • Aura intensa y cefalea nula o leve (descartar procesos isquémicos transitorios y crisis epilépticas). • Auras prolongadas y si existen dudas si el paciente ha sufrido un infarto cerebral. • Datos subjetivos en la exploración que siguieran patología intracraneal. • Crisis convulsivas o vértigos intensos que planteen la naturaleza sintomática de la cefalea. • Migraña que dura más de 72 horas y se sospecha estatus migrañoso que no podamos manejar en el servicio de urgencias de nuestro Centro de Salud (el paciente corre el peligro de deshidratación). • Mal estado del paciente por vómitos y dolor intenso que no cede. • Crisis de migraña que no ceden al tratamiento administrado. • Cefalea complicada con abuso de fármacos. • Arteritis de célula gigantes. • Formas resistentes de cefalea en racimos. • Cefaleas que interrumpen de modo continuado y comprometen de forma importante la vida diaria a nivel sociolaboral y familiar. • Cefaleas crónicas diarias refractarias a tratamientos. 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