COMENTARIO DE TEXTO: LA DECLARACIÓN DE DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO PRESENTACIÓN. La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano es un documento de naturaleza jurídica redactado por la Asamblea Nacional Constituyente francesa y aprobada el 26 de agosto de 1789. Por tanto, sus autores son los diputados del Tercer Estado que, tras abandonar los Estados Generales junto con algunos Diputados de la nobleza y el clero, se declararon representantes legítimos de la nación y procedieron a dar las bases institucionales a la Revolución. La fecha sitúa al texto en la primera fase de la Revolución Francesa (1789-1799) tras la toma de la Bastilla y el establecimiento de la Asamblea Nacional como órgano representativo de la nación francesa. SÍNTESIS Y ANÁLISIS. Los artículos desarrollan los objetivos principales que son la libertad e igualdad jurídica de los franceses, que pasan a ser ciudadanos, es decir, a tener derechos y obligaciones, frente al carácter de súbditos que tenían, sometidos tan sólo a obligaciones con respecto al Rey, Iglesia y nobleza. Igualdad. (art. 1). Como consecuencia de la igualdad jurídica, cualquier hombre puede acceder a cargos y honores ( art. 6) y, pagará impuestos según su riqueza ( art. 13). Se elimina así la diferencia entre estamentos privilegiados y no privilegiados. El artículo 2 nombra los principales derechos que luego desarrollan los demás artículos: libertad. Los hombres nacen libres. Su único límite es la ley ( art. 4) . Por eso tienen derecho a la libertad de opinión y religiosa ( art. 10) y de pensamiento, de imprenta, etc ( art 11). Propiedad. Debido al carácter burgués que domina la Asamblea, se considera un derecho inviolable la propiedad privada. Sólo en casos de necesidad pública – bien común- se podrá realizar una expropiación. Seguridad. Es otro concepto burgués. Sólo si existe seguridad jurídica y el orden público, puede la burguesía prosperar. Esto se ve en el art. 7, que da garantías a los ciudadanos frente a detenciones arbitrarias (Habeas Corpus) Resistencia a la opresión. Este principio justifica la revolución frente al poder absolutista, que ejercía la Monarquía de Luis XVI. Para acabar con dicho poder absoluto, se proclama la soberanía nacional (art. 3), la ley como expresión de la voluntad general, y no de los privilegiados ( art. 6) y la separación de poderes, sancionada por la Constitución (art. 16) CONTEXTO HISTÓRICO. La declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano se enmarca en el ciclo de las Revoluciones liberales que acabaron con el Antiguo Régimen a finales del siglo XVIII y primera mitad del XIX y muestra los principios del liberalismo político. Podemos señalar como antecedentes las Revoluciones inglesas del siglo XVII que transformaron la Monarquía autoritaria de los Estuardo en una Monarquía limitada en la que el Rey debe jurar la Declaración de Derechos, que limita sus poderes y somete algunas de sus decisiones al Parlamento. Desde el punto de vista ideológico, los pensadores ilustrados influyeron en el liberalismo, al criticar el poder absoluto de los monarcas de origen divino . Así, Locke habla de la división de poderes, luego recogida por Montesquieu (poder legislativo, ejecutivo y judicial) y Rousseau habla del contrato social entre gobernantes y gobernados, y de la soberanía popular. También, los revolucionarios americanos, en la Declaración de Independencia del 4 de julio de 1776, justificaban su actitud como resistencia a la opresión de un poder absoluto ( el de Gran Bretaña) y consagraban como principios inalienables la igualdad, libertad, y propiedad. Ya en Francia, la Revolución liberal estalla por una serie de factores como la difusión de las ideas ilustradas, la crisis de subsistencia y la bancarrota del estado debido a los gastos militares y suntuarios. Mientras el pueblo de París asalta la Bastilla y los campesinos toman los castillos de sus señores – Gran Miedo- los diputados de la Asamblea Nacional acaban con el Antiguo Régimen - Monarquía de derecho divino, sociedad estamental y economía agraria de base señorial- e instituyen un nuevo orden basado en la Monarquía Parlamentaria, la sociedad de clases y economía de libre mercado. La evolución de la Revolución radicalizará sus postulados, pero tras la Convención termidoriana y la etapa napoleónica, estos logros se considerarán irrenunciables. Aunque la Restauración (181548) quiera volver al Antiguo Régimen, surgirán nuevas revoluciones que acaban con él definitivamente en 1848. CONCLUSIÓN La trascendencia de este documento es grande, ya que es la base que inspira las Constituciones de los siglos XIX y XX y la Declaración de los Derechos Humanos aprobada por la ONU en 1948.